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Arquitectura de vértigo:

Dentro del último proyecto de Snøhetta en Noruega

El estudio multidisciplinar ha diseñado las cabañas que componen The Bolder, un nuevo concepto de
alojamiento en el especular fiordo de Lyse, en las inmediaciones del Preikestolen

María Fluxá
Snøhetta lo ha vuelto a hacer. Con The Bolder el estudio de arquitectura noruego ha demostrado una vez más
cómo arquitectura y paisaje pueden armonizar hasta tal punto de brindar una experiencia en la que los
espacios interiores y exteriores se diluyen.

El proyecto The Bolder (https://www.thebolder.no/) está compuesto por cuatro cabañas que se asoman al
especular fiordo noruego de Lyse, el mismo que alberga el Púlpito (Preikestolen) así como la
montañaKjerag. Junto con la firma de interiores danesa Vipp, el estudio multidisciplinar responsable de la
ópera de Oslo y el Memorial del 11S de Nueva York ha creado este nuevo concepto de alojamiento,
concebido por el emprendedor local Tom Bjarte Norland.

"Estamos orgullosos de haber hecho este proyecto junto con Snøhetta. La elección fue fácil cuando se trataba
de buscar quién podría diseñar estas cabañas en uno de los lugares más espectaculares de Noruega. Para el
interior, Vipp tiene una elegancia atemporal y honesta combinada con un refinamiento sólido y funcional que
es de gran importancia cuando tienes invitados todos los días. Esta estética encaja bien con nuestro concepto
de arquitectura en la naturaleza", explica Norland.

Emplazado en la costa sudoccidental de Noruega, el proyecto nació del deseo de ofrecer una experiencia
extraordinaria y auténtica en la que la naturaleza fuera la protagonista. Además, Snøhetta se propuso dejar la
menor huella de carbono posible. Así, la cabañas se alzan mediante pilares de hormigón sobre el terreno para
crear una sensación de ingravidez en el borde de la escarpada montaña, que se asoma sobre el fiordo azul.

Las cabañas se mimetizan en el paisaje porque están hechas de paisaje. Caracterizado por granito y pinos de
crecimiento lento, Snøhetta optó por trabajar con madera y hormigón del lugar como materiales primarios
para el proyecto. Así, los árboles talados fueron reaprovechados y a partir del granito cortado del suelo se
creó el hormigón de las construcciones. La madera utilizada para construir las cabañas es de cedro rojo sin
tratar que eventualmente será gris y se fundirá con el paisaje rocoso. Además, salvo por la electricidad que
alimenta la luz y las comodidades de las cabañas, The Bolder está totalmente fuera de red (hay wifi, hay). El
agua proviene de un manantial de origen natural.

Los interiores de madera de roble son puro hygge escandinavo, que en Noruega se llama kos. “Para atraer la
serenidad de la naturaleza en el interior de las cabañas, se opt ó por un espíritu de diseño minimalista con
muebles en materiales naturales y duraderos, en colores terrosos y texturas orgánicas”, explican desde
Snøhetta. Tanto la cocina como los baños –así como algunas piezas– las firma Vipp, mientras que el
mobiliario proviene de la firma Eikund, que reedita clásicos del diseño noruego.
Las cabins –bautizadas por Snøhetta con los nombres Stylten, Myra, Stjerna y Eldhuset – forman parte de los
llamados Star Lodges. Tres abrieron a comienzos de mes, el último se inaugura en Semana Santa. Pensados
para parejas, tienen 35 metros cuadrados, vistas panorámicas, dormitorio, cocina, baño y salón. Se suman a
los ya existentes Sky Lodges –diseñados por el arquitecto John Birger Grytdal– que con 22 metros
cuadrados están concebidos para albergar a cuatro personas, pues incluyen dos dormitorios. The Bolder
también contará con dos construcciones adicionales a cargo de Snøhetta–un lodge y un restaurante gourmet
con gastronomía local– que se completarán en los próximos años.

A 80 kilómetros del aeropuerto de Stavanger, The Bolder se emplaza en Lysefjorden, uno de los fiordos más
espectaculares de Noruega. Éste alberga además una de las atracciones geográficas más codiciadas del país,
el Púlpito o Preikestolen. Pero el viaje no termina en este espectacular hike. Desde aquí se pueden emprender
rutas en las que naturaleza y arquitectura contemporánea comparten protagonismo. Es el caso de la carretera
escénica de Ryfylke (http://www.nasjonaleturistveger.no/en/routes/ryfylke) que, tras 260 kilómetros, termina
en Røldal tras dejar maravillas naturales, como la cascada de Svandals con sus 540 escalones de acero
cortén, y la obra impecable de Peter Zumthor, en las antiguas minas de zinc de Allmanajuvet.
Precios. Entre 3900 NOK (unos 365 euros) los Sky Lodges y 4900 NOK (unos 445 euros) los Star Lodges.

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