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Mariño, Ricardo Mariño, Ricardo

OJOS AMARILLOS OJOS AMARILLOS

Ahora que sí me decidí a escribir esta historia quiero comenzar por Ahora que sí me decidí a escribir esta historia quiero comenzar por
la noche en que el chico se despertó con la sensación de que unos la noche en que el chico se despertó con la sensación de que unos
extraños ojos lo miraban mientras él dormía . . . extraños ojos lo miraban mientras él dormía . . .
Luchando contra su propio miedo alargó la mano y buscó a tientas Luchando contra su propio miedo alargó la mano y buscó a tientas
el interruptor del velador. La luz lo obligó a mantener los ojos el interruptor del velador. La luz lo obligó a mantener los ojos
semicerrados hasta acostumbrarse a la claridad. De pronto le pareció semicerrados hasta acostumbrarse a la claridad. De pronto le pareció
que algo se desplazaba en la ventana. Esa impresión le arrancó un grito que algo se desplazaba en la ventana. Esa impresión le arrancó un grito
y lo hizo sentarse en la cama. En situaciones así no le salían gritos y lo hizo sentarse en la cama. En situaciones así no le salían gritos
potentes, el miedo parecía obturarle la garganta y sólo emitía una potentes, el miedo parecía obturarle la garganta y sólo emitía una
especie de aullido angustioso. Por lo demás, su madre estaba en una especie de aullido angustioso. Por lo demás, su madre estaba en una
habitación suficientemente apartada como para no escucharlo. habitación suficientemente apartada como para no escucharlo.
Se quedó parado sin saber qué hacer. Las dos opciones lo Se quedó parado sin saber qué hacer. Las dos opciones lo
atemorizaban por igual: quedarse allí o caminar hasta el cuarto de su atemorizaban por igual: quedarse allí o caminar hasta el cuarto de su
madre, atravesando el largo pasillo que unía las dos habitaciones. Era madre, atravesando el largo pasillo que unía las dos habitaciones. Era
una sensación desagradable porque todavía no había salido una sensación desagradable porque todavía no había salido
completamente el sueño. Entre ese estado de confusión, las piernas que completamente el sueño. Entre ese estado de confusión, las piernas que
no le respondían del todo y el terror que sentía, no podía pensar. En su no le respondían del todo y el terror que sentía, no podía pensar. En su
mente se mezclaba la sensación de la pesadilla con lo que creía haber mente se mezclaba la sensación de la pesadilla con lo que creía haber
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visto en la ventana. visto en la ventana.


Era bastante común que tuviera miedo de noche, y cuando estaba Era bastante común que tuviera miedo de noche, y cuando estaba
tan asustado sólo lograba calmarse yendo al lado de su madre (su padre tan asustado sólo lograba calmarse yendo al lado de su madre (su padre
estaba de viaje desde hacía diez días). Hacer el trayecto hasta la estaba de viaje desde hacía diez días). Hacer el trayecto hasta la
habitación de sus padres le daba miedo, pero no hacerlo era peor: no habitación de sus padres le daba miedo, pero no hacerlo era peor: no
lograba dormir en toda la noche y pasaba esas interminables horas lograba dormir en toda la noche y pasaba esas interminables horas
mirando de reojo hacia la puerta, la ventana o el ropero y ni siquiera se mirando de reojo hacia la puerta, la ventana o el ropero y ni siquiera se
animaba a mirar debajo de la cama, que era otro sitio que le resultaba animaba a mirar debajo de la cama, que era otro sitio que le resultaba
amenazante. amenazante.
Como en otras oportunidades, salió de su habitación caminando Como en otras oportunidades, salió de su habitación caminando
lentamente, esta vez casi retrocediendo, sin quitar los ojos de la lentamente, esta vez casi retrocediendo, sin quitar los ojos de la
ventana, porque la pesadilla de esta noche se relacionaba con una ventana, porque la pesadilla de esta noche se relacionaba con una
mirada. Una mirada de ojos extraños. Salió del cuarto con la sensación mirada. Una mirada de ojos extraños. Salió del cuarto con la sensación
de que lo estaban mirando. Caminó en puntas de pie por el pasillo, en de que lo estaban mirando. Caminó en puntas de pie por el pasillo, en
busca de la llave de luz que estaba en el otro extremo. Para empeorar busca de la llave de luz que estaba en el otro extremo. Para empeorar
las cosas. La puerta de su cuarto emitió un débil chirrido y se cerró, las cosas. La puerta de su cuarto emitió un débil chirrido y se cerró,
dejando el pasillo completamente oscuro. El chico permaneció contra la dejando el pasillo completamente oscuro. El chico permaneció contra la
pared y en esa posición resolvió que debía caminar rápido hacia la pared y en esa posición resolvió que debía caminar rápido hacia la
habitación de su madre, pero luego de contar hasta diez. Para contar habitación de su madre, pero luego de contar hasta diez. Para contar
cerró los ojos y, antes de llegar a ocho, no aguantó más y salió cerró los ojos y, antes de llegar a ocho, no aguantó más y salió
apresurado. De pronto fue tomado por los hombros. Los gritos, ahora sí, apresurado. De pronto fue tomado por los hombros. Los gritos, ahora sí,
parecieron sacudir la casa. parecieron sacudir la casa.

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Sentados en la cocina, medio abrazados y temblando de frío o de Sentados en la cocina, medio abrazados y temblando de frío o de
miedo, la madre y el chico parecían criaturas desamparadas. miedo, la madre y el chico parecían criaturas desamparadas.
—Iba para tu habitación a ver si estabas bien. Tuve una pesadilla —Iba para tu habitación a ver si estabas bien. Tuve una pesadilla
horrible —le dijo la madre. horrible —le dijo la madre.
—¿Qué pesadilla? —quiso saber el chico. —¿Qué pesadilla? —quiso saber el chico.
—No, no quiero ni acordarme. ¿Y vos qué hacías ahí, Joaquín? —No, no quiero ni acordarme. ¿Y vos qué hacías ahí, Joaquín?
—Es que… iba al baño. —Es que… iba al baño.
—¿Con la luz apagada? —¿Con la luz apagada?
—Se me cerró la puerta. —Se me cerró la puerta.
A Joaquín le costaba reconocer que durante las noches tenía miedo A Joaquín le costaba reconocer que durante las noches tenía miedo
y no estaba dispuesto a admitir ante su madre las frecuentes pesadillas y no estaba dispuesto a admitir ante su madre las frecuentes pesadillas
que convertían sus noches en una tortura. que convertían sus noches en una tortura.
Muchas veces resolvía la situación fingiendo que estaba enfermo. Muchas veces resolvía la situación fingiendo que estaba enfermo.
Llamaba a la madre y le decía que le dolía la garganta o la cabeza y así Llamaba a la madre y le decía que le dolía la garganta o la cabeza y así
lograba pasar un rato con ella. Durante ese tiempo, mientras la madre le lograba pasar un rato con ella. Durante ese tiempo, mientras la madre le
preparaba un té y luego se quedaba con él sentada en su cama, el chico preparaba un té y luego se quedaba con él sentada en su cama, el chico
era feliz y se sentía seguro. era feliz y se sentía seguro.
Ése era uno de sus recursos contra el miedo, y el otro consistía en Ése era uno de sus recursos contra el miedo, y el otro consistía en
mantener el televisor encendido. Unas cuantas veces Pablo, su papá, lo mantener el televisor encendido. Unas cuantas veces Pablo, su papá, lo
había retado al advertir que tenía el televisor encendido hasta la había retado al advertir que tenía el televisor encendido hasta la
madrugada y por eso Joaquín se cuidaba: se dormía con el televisor madrugada y por eso Joaquín se cuidaba: se dormía con el televisor
funcionando pero ponía un despertador para apagarlo en la madrugada, funcionando pero ponía un despertador para apagarlo en la madrugada,
cuando ya había sol y su padre todavía no se había levantado. cuando ya había sol y su padre todavía no se había levantado.
—Vamos, te acompaño hasta la cama —le dijo la madre. —Vamos, te acompaño hasta la cama —le dijo la madre.
—Pero quedate conmigo hasta que me duerma. —Pero quedate conmigo hasta que me duerma.

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—No, estoy cansada. —No, estoy cansada.


—Es que… tuve una pesadilla. Soñé con unos ojos que me —Es que… tuve una pesadilla. Soñé con unos ojos que me
miraban… miraban…

Cuando Joaquín entró en la panadería, la chica que atendía y una Cuando Joaquín entró en la panadería, la chica que atendía y una
clienta —la esposa del odontólogo— se miraron con una extraña clienta —la esposa del odontólogo— se miraron con una extraña
expresión. No respondieron el saludo y permanecieron quietas y expresión. No respondieron el saludo y permanecieron quietas y
calladas el tiempo suficiente como para llamar la atención del chico. calladas el tiempo suficiente como para llamar la atención del chico.
Después como si lo hubieran ensayado, las dos se volvieron hacia él y Después como si lo hubieran ensayado, las dos se volvieron hacia él y
preguntaron: preguntaron:
—¿Qué soñaste anoche? —¿Qué soñaste anoche?
Era una pregunta inesperada. Y más todavía si lo hacían dos Era una pregunta inesperada. Y más todavía si lo hacían dos
personas simultáneamente. Joaquín se sonrojó y dijo: personas simultáneamente. Joaquín se sonrojó y dijo:
—Nada. —Nada.
—Menos mal— dijo la chica. —Menos mal— dijo la chica.
—¿Por qué?— se atrevió a preguntar Joaquín. —¿Por qué?— se atrevió a preguntar Joaquín.
—Es que la señora Carola y yo soñamos lo mismo. Y, bueno, nos —Es que la señora Carola y yo soñamos lo mismo. Y, bueno, nos
asustamos— rió, mientras le extendía el vuelto a la mujer—. ¿Qué vas a asustamos— rió, mientras le extendía el vuelto a la mujer—. ¿Qué vas a
llevar, Joaquín? llevar, Joaquín?
—Medio kilo de flautas. Si que soñé. Me había olvidado— agregó —Medio kilo de flautas. Si que soñé. Me había olvidado— agregó
después de un breve intervalo. La esposa del odontólogo, que tenía una después de un breve intervalo. La esposa del odontólogo, que tenía una
figura graciosa por su cuerpo voluminoso y su pequeña cara aniñada, ya figura graciosa por su cuerpo voluminoso y su pequeña cara aniñada, ya
había abierto la puerta para irse, pero se detuvo y reingresó. había abierto la puerta para irse, pero se detuvo y reingresó.
—¿Qué soñaste, querido?— preguntó la mujer acercando su cara a —¿Qué soñaste, querido?— preguntó la mujer acercando su cara a
la del chico. la del chico.
—No sé, no me acuerdo bien. —No sé, no me acuerdo bien.
—¿Cómo que no te acordás? —¿Cómo que no te acordás?

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—Me acuerdo que soñé, pero no me acuerdo qué. —Me acuerdo que soñé, pero no me acuerdo qué.
—Ah— suspiró la mujer, como desinflándose. —Ah— suspiró la mujer, como desinflándose.
La panadera le alcanzó la bolsita y el vuelto a Joaquín y el chico La panadera le alcanzó la bolsita y el vuelto a Joaquín y el chico
salió apurado. salió apurado.
—Pobrecito— dijo la mujer. —Pobrecito— dijo la mujer.
—¡Bueno, no exageremos!— dijo la panadera. —¡Bueno, no exageremos!— dijo la panadera.
—Es que . . . es raro todo esto. —Es que . . . es raro todo esto.
En la puerta de la panadería un hombre —un empleado municipal En la puerta de la panadería un hombre —un empleado municipal
que limpiaba las calles y todos los días recibía una factura como que limpiaba las calles y todos los días recibía una factura como
regalo— se apartó para dejar salir a Joaquín. En lugar de entrar en el regalo— se apartó para dejar salir a Joaquín. En lugar de entrar en el
negocio, el hombre se quedó detenido en la puerta mirando al chico negocio, el hombre se quedó detenido en la puerta mirando al chico
mientras se alejaba. mientras se alejaba.
—Buen día— dijo después, al entrar, mientras la panadera —Buen día— dijo después, al entrar, mientras la panadera
automáticamente metía una pinza en la bandeja y extraía una automáticamente metía una pinza en la bandeja y extraía una
medialuna. medialuna.
—Es increíble— agregó el hombre. —Es increíble— agregó el hombre.
—¿Qué es increíble?— le preguntó la panadera—Que anoche soñé —¿Qué es increíble?— le preguntó la panadera—Que anoche soñé
con este chico. con este chico.
—¡No!— exclamó la mujer del odontólogo. —¡No!— exclamó la mujer del odontólogo.
—Soñé algo . . . feo. —Soñé algo . . . feo.
—¿Con un ¿gato?— preguntó la panadera—. ¿Un gato y este —¿Con un ¿gato?— preguntó la panadera—. ¿Un gato y este
chico? chico?
—Sí— se extrañó el hombre— ¿Cómo lo sabe? —Sí— se extrañó el hombre— ¿Cómo lo sabe?
—No, no, esto me da miedo— dijo la mujer del odontólogo —No, no, esto me da miedo— dijo la mujer del odontólogo
frotándose los brazos como si tuvieran frío—. Parece una película . . frotándose los brazos como si tuvieran frío—. Parece una película . .

—Hola, Carla. Soy Fernanda. —Hola, Carla. Soy Fernanda.


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—¡Fernanda! Mandé a Joaquín a la panadería y en cinco minutos —¡Fernanda! Mandé a Joaquín a la panadería y en cinco minutos
salgo. Qué raro que llames a esta hora. salgo. Qué raro que llames a esta hora.
—Es que tengo que comentarte algo. Y no quiero hacerlo delante —Es que tengo que comentarte algo. Y no quiero hacerlo delante
de los demás. de los demás.
—¿Qué pasó? —¿Qué pasó?
—Nada especial . . . o sí. No sé como decirlo. —Nada especial . . . o sí. No sé como decirlo.
—Me asustas. —Me asustas.
—Es una tontería en realidad. —Es una tontería en realidad.
—Contame, dale. —Contame, dale.
—Es que . . . tuve un sueño anoche y, bueno, mi marido tuvo el —Es que . . . tuve un sueño anoche y, bueno, mi marido tuvo el
mismo sueño. Eso es lo increíble. Los dos tuvimos el mismo sueño. mismo sueño. Eso es lo increíble. Los dos tuvimos el mismo sueño.
Pero ahora me acaba de llamar desde su oficina. Ay, no debería Pero ahora me acaba de llamar desde su oficina. Ay, no debería
contarte esto pero no sé, bueno, el socio de mi marido tuvo el mismo contarte esto pero no sé, bueno, el socio de mi marido tuvo el mismo
sueño . . . sueño . . .
—¿Y? No entiendo. ¿Qué te preocupa? —¿Y? No entiendo. ¿Qué te preocupa?
—Es que por favor no quiero alarmarte, los tres soñamos con . . . —Es que por favor no quiero alarmarte, los tres soñamos con . . .
Joaquín. Joaquín.
—¿Cómo? —¿Cómo?
—Sí, los tres: mi marido, su socio y yo soñamos lo mismo. —Sí, los tres: mi marido, su socio y yo soñamos lo mismo.
Soñamos que a Joaquín le pasaba algo. Soñamos que a Joaquín le pasaba algo.
—¡Me asustas! —¡Me asustas!
—Sí, me doy cuenta, soy una idiota, no debí contártelo. —Sí, me doy cuenta, soy una idiota, no debí contártelo.
—Es que . . . ¡yo también soñé que a Joaquín le pasaba algo malo! —Es que . . . ¡yo también soñé que a Joaquín le pasaba algo malo!
Lo que soñaron ustedes es . . . ¿con un gato? Lo que soñaron ustedes es . . . ¿con un gato?
—Sí. —Sí.
—¡Dios! Bueno, después hablamos en el trabajo. Joaquín está —¡Dios! Bueno, después hablamos en el trabajo. Joaquín está
entrando . . . —dijo Carla en un hilo de voz. entrando . . . —dijo Carla en un hilo de voz.
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Hacia el mediodía los habitantes de Mosquehuá no hablaban de Hacia el mediodía los habitantes de Mosquehuá no hablaban de
otra cosa: todos habían soñado lo mismo. La coincidencia era siniestra otra cosa: todos habían soñado lo mismo. La coincidencia era siniestra
porque, además, en el sueño sucedían cosas horribles. porque, además, en el sueño sucedían cosas horribles.
La gente buscaba explicaciones a ese extraño fenómeno y había La gente buscaba explicaciones a ese extraño fenómeno y había
quienes, con cierto grado de seguridad, aventuraban respuestas de lo quienes, con cierto grado de seguridad, aventuraban respuestas de lo
más diversas. más diversas.
El único cura del pueblo tardó dos horas en hacer tres cuadras El único cura del pueblo tardó dos horas en hacer tres cuadras
hasta la farmacia porque en el camino fue detenido por muchas hasta la farmacia porque en el camino fue detenido por muchas
personas que querían oír que opinaba la Iglesia sobre algo así. personas que querían oír que opinaba la Iglesia sobre algo así.
Pero el cura tenía muy poco para decir, y menos en nombre de la Pero el cura tenía muy poco para decir, y menos en nombre de la
iglesia. Los vecinos, que habían armado un círculo a su alrededor, se iglesia. Los vecinos, que habían armado un círculo a su alrededor, se
sintieron defraudados cuando el padre se limitó a pedir calma y a repetir sintieron defraudados cuando el padre se limitó a pedir calma y a repetir
que consultaría por teléfono con el obispo. Para no alarmarlos más, el que consultaría por teléfono con el obispo. Para no alarmarlos más, el
sacerdote omitió decir que él también había soñado con ese gato negro sacerdote omitió decir que él también había soñado con ese gato negro
y que se había despertado sudando, asustado, en medio de la noche. y que se había despertado sudando, asustado, en medio de la noche.
Algunos no recordaban si directamente el gato aparecía caminando Algunos no recordaban si directamente el gato aparecía caminando
por el interior de una casa o si antes iba por una vereda. La mayoría por el interior de una casa o si antes iba por una vereda. La mayoría
había “visto”, en el sueño, claro, al gato de profundos ojos amarillos había “visto”, en el sueño, claro, al gato de profundos ojos amarillos
caminar por una sala o un living a oscuras. caminar por una sala o un living a oscuras.
Para la mayoría el gato primero pasaba por entre las piernas de un Para la mayoría el gato primero pasaba por entre las piernas de un
hombre, se metía a una casa a oscuras y después caminaba por un hombre, se metía a una casa a oscuras y después caminaba por un
pasillo como buscando una habitación en especial. Pese a que la casa pasillo como buscando una habitación en especial. Pese a que la casa
estaba completamente a oscuras, en el sueño se podía ver al gato estaba completamente a oscuras, en el sueño se podía ver al gato
asomarse sigilosamente a una habitación, luego a la cocina y finalmente asomarse sigilosamente a una habitación, luego a la cocina y finalmente
a otra habitación en la que sí entraba. a otra habitación en la que sí entraba.
Una vez adentro saltaba a una cama donde había un chico Una vez adentro saltaba a una cama donde había un chico
durmiendo: Joaquín. Los grupos de vecinos repasaron decenas de durmiendo: Joaquín. Los grupos de vecinos repasaron decenas de

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veces el sueño, tratando de encontrar coincidencias una y otra vez, pero veces el sueño, tratando de encontrar coincidencias una y otra vez, pero
cuando llegaban a la parte en que el gato saltaba sobre el chico ninguno cuando llegaban a la parte en que el gato saltaba sobre el chico ninguno
se atrevía a detallar como el gato lo mataba. En realidad “sabían” se atrevía a detallar como el gato lo mataba. En realidad “sabían”
porque en el sueño “se sabía” que el gato mataba al chico, pero ninguno porque en el sueño “se sabía” que el gato mataba al chico, pero ninguno
parecía querer ahondar en esas visiones, para obtener detalles de cómo parecía querer ahondar en esas visiones, para obtener detalles de cómo
el gato lograba eso. el gato lograba eso.
Sobre esa parte del sueño sólo decían que el gato mataba al chico Sobre esa parte del sueño sólo decían que el gato mataba al chico
y continuaban el relato deteniéndose nuevamente en cada detalle pero a y continuaban el relato deteniéndose nuevamente en cada detalle pero a
partir del instante en que el gato miraba hacia el frente, como cuando en partir del instante en que el gato miraba hacia el frente, como cuando en
las películas un personaje mira al espectador (recién entonces se veían las películas un personaje mira al espectador (recién entonces se veían
clarísimos sus terribles ojos amarillos), y luego se marchaba con pasos clarísimos sus terribles ojos amarillos), y luego se marchaba con pasos
livianos y lentos, iba hasta la cocina y salía por una ventana. livianos y lentos, iba hasta la cocina y salía por una ventana.

La obsesión de la señora Carola era adelgazar. Su esposo, el La obsesión de la señora Carola era adelgazar. Su esposo, el
odontólogo, solía burlarse de sus esfuerzos, de modo que ella llevaba odontólogo, solía burlarse de sus esfuerzos, de modo que ella llevaba
una férrea disciplina de ejercicios y caminatas fuera del alcance de su una férrea disciplina de ejercicios y caminatas fuera del alcance de su
mirada y de la mirada de los vecinos. El pueblo donde vivían era muy mirada y de la mirada de los vecinos. El pueblo donde vivían era muy
chico, perfecto para el deseo de tranquilidad de la señora Carola, pero chico, perfecto para el deseo de tranquilidad de la señora Carola, pero
no contaba con un gimnasio. Para salvar ese déficit y no exponerse a la no contaba con un gimnasio. Para salvar ese déficit y no exponerse a la
burla de gente, la señora Carola salía a media mañana y caminaba burla de gente, la señora Carola salía a media mañana y caminaba
bordeando los galpones del ferrocarril —hacía años que no había bordeando los galpones del ferrocarril —hacía años que no había
servicios de trenes— hasta llegar a un monte de eucaliptos. servicios de trenes— hasta llegar a un monte de eucaliptos.
Allí se detenía unos segundos para mirar disimuladamente hacia Allí se detenía unos segundos para mirar disimuladamente hacia
todos lados y, si comprobaba que nadie la observaba entraba al monte todos lados y, si comprobaba que nadie la observaba entraba al monte
internándose unos cien metros. En una parte del monte, siempre la internándose unos cien metros. En una parte del monte, siempre la
misma, comenzaba sus ejercicios copiados de un programa de cable misma, comenzaba sus ejercicios copiados de un programa de cable
que transmitía desde Miami. que transmitía desde Miami.

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Viéndola transpirar hasta empapar su remera, nadie hubiera dicho Viéndola transpirar hasta empapar su remera, nadie hubiera dicho
que para ella eso era un placer, pero lo era. También le resultaba muy que para ella eso era un placer, pero lo era. También le resultaba muy
grato, después de los cuarenta minutos de ejercicios que controlaba con grato, después de los cuarenta minutos de ejercicios que controlaba con
dos relojes, tirarse al piso, cerrar los ojos, sentir como la respiración dos relojes, tirarse al piso, cerrar los ojos, sentir como la respiración
poco a poco se iba haciendo calma, y soñar. Soñaba que era delgada, poco a poco se iba haciendo calma, y soñar. Soñaba que era delgada,
que su cabeza tan pequeña guardaba perfecta proporción con su que su cabeza tan pequeña guardaba perfecta proporción con su
cuerpo, y que volaba. Se imaginaba volando no como un pájaro sino cuerpo, y que volaba. Se imaginaba volando no como un pájaro sino
como una hoja. Era ella misma, linda, delgada y perfecta, que pasaba como una hoja. Era ella misma, linda, delgada y perfecta, que pasaba
por encima de las copas de los árboles y de todo el pueblo, mecida por encima de las copas de los árboles y de todo el pueblo, mecida
suavemente por el viento, subiendo y bajando con movimientos leves y suavemente por el viento, subiendo y bajando con movimientos leves y
caprichosos. caprichosos.
Cuando la señora Carola terminó la tanda de ejercicios que tenía Cuando la señora Carola terminó la tanda de ejercicios que tenía
programados hizo una repetición más de todos: un pequeño exceso que programados hizo una repetición más de todos: un pequeño exceso que
subrayaba el triunfo de su voluntad, que la compensaba de las dos subrayaba el triunfo de su voluntad, que la compensaba de las dos
medialunas que se había permitido un rato antes. Enseguida se acostó medialunas que se había permitido un rato antes. Enseguida se acostó
sobre las hojas y así se quedó, atenta a su respiración agitada que se sobre las hojas y así se quedó, atenta a su respiración agitada que se
fue calmando lentamente. fue calmando lentamente.
Poco a poco se fue adormeciendo. Aún medio dormida tuvo la clara Poco a poco se fue adormeciendo. Aún medio dormida tuvo la clara
percepción de que un peligro la acechaba. Se despertó de repente, percepción de que un peligro la acechaba. Se despertó de repente,
alarmada con la sensación de una presencia. Estaba segura de que alarmada con la sensación de una presencia. Estaba segura de que
había “algo” muy cerca, observándola. Se sentó de golpe y miró había “algo” muy cerca, observándola. Se sentó de golpe y miró
atemorizada hacia todos lados. De pronto gritó espantada . . . atemorizada hacia todos lados. De pronto gritó espantada . . .

El único que no estaba al tanto sobre la coincidencia de que todos El único que no estaba al tanto sobre la coincidencia de que todos
en el pueblo hubieran soñado lo mismo era el propio Joaquín. en el pueblo hubieran soñado lo mismo era el propio Joaquín.
Su madre, antes de irse al trabajo —era arquitecta y trabajaba en la Su madre, antes de irse al trabajo —era arquitecta y trabajaba en la
Municipalidad— le pidió que se quedara en la casa, y ella misma llamó a Municipalidad— le pidió que se quedara en la casa, y ella misma llamó a
Catalina. “Catalina” —los compañeros del colegio le habían puesto ese Catalina. “Catalina” —los compañeros del colegio le habían puesto ese

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sobrenombre porque se apellidaba Catalini— era el mejor, el único en sobrenombre porque se apellidaba Catalini— era el mejor, el único en
realidad, amigo de Joaquín. En los dos meses que Joaquín había realidad, amigo de Joaquín. En los dos meses que Joaquín había
concurrido a la escuela del pueblo —después vinieron las vacaciones—, concurrido a la escuela del pueblo —después vinieron las vacaciones—,
sólo se había sentido en confianza con ese chico que casi no hablaba. sólo se había sentido en confianza con ese chico que casi no hablaba.

La primera reacción de la señora Carola fue de espanto. Con los La primera reacción de la señora Carola fue de espanto. Con los
ojos desorbitados se incorporó y, sin perder de vista al gato, observó de ojos desorbitados se incorporó y, sin perder de vista al gato, observó de
reojo hacia donde podía escapar. Por suerte se sentía suficientemente reojo hacia donde podía escapar. Por suerte se sentía suficientemente
ágil como para hacerlo. Al mismo tiempo se decía que ese gato sin ágil como para hacerlo. Al mismo tiempo se decía que ese gato sin
ninguna duda era el del sueño. Aunque fuera algo inexplicable, ahí ninguna duda era el del sueño. Aunque fuera algo inexplicable, ahí
estaba ese animal, y se trataba del mismo porque esos extraños ojos estaba ese animal, y se trataba del mismo porque esos extraños ojos
amarillos eran inconfundibles. amarillos eran inconfundibles.
Cuando tuvo claro que en el peor de los casos podía salir corriendo, Cuando tuvo claro que en el peor de los casos podía salir corriendo,
la señora respiró hondo y se dijo: “Después de todo es sólo un gato”, y la señora respiró hondo y se dijo: “Después de todo es sólo un gato”, y
comenzó a caminar en dirección al animal, con sus brazos extendidos comenzó a caminar en dirección al animal, con sus brazos extendidos
dispuesta a tomarlo por el cuerpo manteniendo lejos sus uñas. dispuesta a tomarlo por el cuerpo manteniendo lejos sus uñas.
—Vamos, gatito . . . —dijo la señora Carola—. Todos van a querer —Vamos, gatito . . . —dijo la señora Carola—. Todos van a querer
verte de cerca . . . Carola te va a colocar adentro de una jaulita y se verte de cerca . . . Carola te va a colocar adentro de una jaulita y se
podrá saber qué es todo ese extraño asunto . . . podrá saber qué es todo ese extraño asunto . . .
El gato hizo un intento por alejarse pero la señora Carola se arrojó El gato hizo un intento por alejarse pero la señora Carola se arrojó
sobre él, aprisionándolo con sus manos. sobre él, aprisionándolo con sus manos.

Aunque sólo vivía a seis cuadras de la casa de Joaquín, Catalina Aunque sólo vivía a seis cuadras de la casa de Joaquín, Catalina
tomaba tantas precauciones y hacía tantos rodeos, que esas cuadras se tomaba tantas precauciones y hacía tantos rodeos, que esas cuadras se
convertían en muchas más. No pasaba delante de casas donde hubiera convertían en muchas más. No pasaba delante de casas donde hubiera
perros, evitaba la vereda de los dos galpones por donde podían salir perros, evitaba la vereda de los dos galpones por donde podían salir
camiones, lo mismo que las esquinas donde podía haber barras de camiones, lo mismo que las esquinas donde podía haber barras de

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chicos y las veredas donde vivían conocidos que podían saludarlo y chicos y las veredas donde vivían conocidos que podían saludarlo y
obligarlo a hablar. obligarlo a hablar.
Catalina era muy callado y tímido y siempre, a principios de cada Catalina era muy callado y tímido y siempre, a principios de cada
año, la madre tenía una entrevista con la nueva maestra para pedirle año, la madre tenía una entrevista con la nueva maestra para pedirle
que no obligara al chico a dar lecciones en el frente o a que hablara, que no obligara al chico a dar lecciones en el frente o a que hablara,
porque sencillamente no podía. Por escrito, en cambio, era impensable porque sencillamente no podía. Por escrito, en cambio, era impensable
que Catalina no se sacara la mejor nota. Como fuera, ningún chico se que Catalina no se sacara la mejor nota. Como fuera, ningún chico se
relacionaba con él. Salvo Joaquín. relacionaba con él. Salvo Joaquín.
Catalina solía mirar continuamente hacia todos lados, de reojo, con Catalina solía mirar continuamente hacia todos lados, de reojo, con
movimientos rápidos que le daban cierta apariencia de roedor o de movimientos rápidos que le daban cierta apariencia de roedor o de
animalito que se sabe en peligro. Acaso por esa característica fue que, animalito que se sabe en peligro. Acaso por esa característica fue que,
de camino a la casa de Joaquín, advirtió algo raro en el interior de un de camino a la casa de Joaquín, advirtió algo raro en el interior de un
galpón abandonado. Nadie que pasara caminando por la vereda hubiera galpón abandonado. Nadie que pasara caminando por la vereda hubiera
podido verlo, pero él sí . . . podido verlo, pero él sí . . .

De todas las versiones con que la gente intentaba explicar el De todas las versiones con que la gente intentaba explicar el
extraño fenómeno de los sueños coincidentes, una de las más curiosas extraño fenómeno de los sueños coincidentes, una de las más curiosas
era la de un hombre que estudiaba fenómenos paranormales. El hombre era la de un hombre que estudiaba fenómenos paranormales. El hombre
era llamado “Angelito” y de él se sabía que era un experto en levitación, era llamado “Angelito” y de él se sabía que era un experto en levitación,
transmigración de las almas, demencia y demonología. En todo caso, transmigración de las almas, demencia y demonología. En todo caso,
“alguien capaz de interceptar y entender las corrientes de energía “alguien capaz de interceptar y entender las corrientes de energía
invisibles que impregnan el mundo”, como solía aclarar él. invisibles que impregnan el mundo”, como solía aclarar él.
Angelito era un hombre delgado y sombrío, que vivía de una Angelito era un hombre delgado y sombrío, que vivía de una
pensión por invalidez y periódicamente publicaba sus trabajos en pensión por invalidez y periódicamente publicaba sus trabajos en
revistas especializadas de Buenos Aires y de México. revistas especializadas de Buenos Aires y de México.
La primera persona que lo interrogó sobre el tema de los sueños fue La primera persona que lo interrogó sobre el tema de los sueños fue
la chica de la panadería. Dejó el negocio cerrado por unos minutos y la chica de la panadería. Dejó el negocio cerrado por unos minutos y
corrió una cuadra hacia lo de Angelito, porque pensaba que sólo él corrió una cuadra hacia lo de Angelito, porque pensaba que sólo él

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podía aportar alguna claridad al caso. Angelito ya estaba enterado del podía aportar alguna claridad al caso. Angelito ya estaba enterado del
asunto, pero dejó que la chica contara, hablando a borbotones, acerca asunto, pero dejó que la chica contara, hablando a borbotones, acerca
de todas las personas que en la panadería le habían corroborado que se de todas las personas que en la panadería le habían corroborado que se
trataba del mismo sueño. trataba del mismo sueño.
Cuando la chica al fin dejó de hablar y por cuarta o quinta vez pidió Cuando la chica al fin dejó de hablar y por cuarta o quinta vez pidió
una explicación, Angelito dio media vuelta en su silla de ruedas sacó un una explicación, Angelito dio media vuelta en su silla de ruedas sacó un
cuaderno de un cajón, hizo varias anotaciones con una birome, y al fin la cuaderno de un cajón, hizo varias anotaciones con una birome, y al fin la
enfrentó para decirle con voz monótona, como si estuviera hablando de enfrentó para decirle con voz monótona, como si estuviera hablando de
algo perfectamente natural: algo perfectamente natural:
—El diablo está entre nosotros . . . —El diablo está entre nosotros . . .
—¡Angelito, no diga eso!— exclamó la chica abrazándose a sí —¡Angelito, no diga eso!— exclamó la chica abrazándose a sí
misma y frotándose los brazos. misma y frotándose los brazos.
—Vamos por partes . . .— dijo Angelito—. —Vamos por partes . . .— dijo Angelito—.
Hay dos . . . fenómenos. Uno, el funcionamiento coincidente de las Hay dos . . . fenómenos. Uno, el funcionamiento coincidente de las
mentes de todos los individuos de este pueblo en una misma noche. mentes de todos los individuos de este pueblo en una misma noche.
—Si . . . —Si . . .
—Para eso tengo una explicación posible: quizá se deba al —Para eso tengo una explicación posible: quizá se deba al
asentamiento en esta zona de una nube energética. Tal vez pueda asentamiento en esta zona de una nube energética. Tal vez pueda
desentrañar las características magnéticas de esa nube poniendo desentrañar las características magnéticas de esa nube poniendo
sensores en varios lugares. ¿Se entiende? sensores en varios lugares. ¿Se entiende?
—Más o menos. ¿Y el otro? —Más o menos. ¿Y el otro?
—El otro fenómeno es lo importante. La naturaleza de la nube no, —El otro fenómeno es lo importante. La naturaleza de la nube no,
porque casos de “conductividad mental” suelen darse a menudo entre porque casos de “conductividad mental” suelen darse a menudo entre
pocas personas, generalmente sólo entre dos. Es extraordinario y nunca pocas personas, generalmente sólo entre dos. Es extraordinario y nunca
he sabido que le ocurra a un pueblo entero, pero . . . he sabido que le ocurra a un pueblo entero, pero . . .
—Sí . . . —Sí . . .

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— . . . lo importante, lo alarmante en verdad, es que tiene que haber — . . . lo importante, lo alarmante en verdad, es que tiene que haber
“algo” que emita las imágenes de ese sueño anticipatorio. “algo” que emita las imágenes de ese sueño anticipatorio.
—¿Anticipatorio? —¿Anticipatorio?
—Sí, no tengo la menor duda de que esto que “vimos” en el sueño —Sí, no tengo la menor duda de que esto que “vimos” en el sueño
va a ocurrir en la realidad. va a ocurrir en la realidad.
—¡Dios! —¡Dios!
—Ese gato no puede ser sino un avatar. —Ese gato no puede ser sino un avatar.
Un avatar es un descendiente o enviado del Demonio o del Mal o Un avatar es un descendiente o enviado del Demonio o del Mal o
como prefieras llamarlo. Es la forma animal que toma uno de sus como prefieras llamarlo. Es la forma animal que toma uno de sus
servidores, puesto que el Rey de las Tinieblas no actúa sino a través de servidores, puesto que el Rey de las Tinieblas no actúa sino a través de
sus esclavos. sus esclavos.
—¿Me está diciendo en serio todo esto? —¿Me está diciendo en serio todo esto?
—Por supuesto. Yo digo que “algo”, una mente maligna y superior, —Por supuesto. Yo digo que “algo”, una mente maligna y superior,
con un campo magnético tan poderoso para que nuestras mentes con un campo magnético tan poderoso para que nuestras mentes
funcionen en sincronía con ella, “pensó” eso que soñamos. Jugó con funcionen en sincronía con ella, “pensó” eso que soñamos. Jugó con
todos nosotros. Quiso que lo supiéramos de antemano. todos nosotros. Quiso que lo supiéramos de antemano.
—Es algo espantoso. No puede ser. —Es algo espantoso. No puede ser.
—Es una teoría provisoria. Sólo trato de razonar para entender esto —Es una teoría provisoria. Sólo trato de razonar para entender esto
tan extraño que nos está pasando . . .— dijo Angelito. tan extraño que nos está pasando . . .— dijo Angelito.

—¡Está ahí, está ahí! —¡Está ahí, está ahí!


La chica de la panadería se asomó por la ventana y vio que el hijo La chica de la panadería se asomó por la ventana y vio que el hijo
de los Catalina, ese chico flaquito y casi enfermizo, señalaba hacia un de los Catalina, ese chico flaquito y casi enfermizo, señalaba hacia un
galpón que había servido como depósito de materiales de construcción y galpón que había servido como depósito de materiales de construcción y
con expresión de desesperado emitía gritos agudos. con expresión de desesperado emitía gritos agudos.
Para cuando la chica salió a la vereda empujando la silla de Para cuando la chica salió a la vereda empujando la silla de
Angelito, varias personas rodeaban al chico. Angelito, varias personas rodeaban al chico.

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—Dice que vio al gato del sueño— explicó alguien. —Dice que vio al gato del sueño— explicó alguien.
Los más jóvenes se pusieron a buscar de inmediato, con cierta Los más jóvenes se pusieron a buscar de inmediato, con cierta
alegría infantil. Un vecino entró en su casa y regresó con un palo. Así se alegría infantil. Un vecino entró en su casa y regresó con un palo. Así se
formó un grupo que encabezaban los vecinos de la cuadra —el dentista, formó un grupo que encabezaban los vecinos de la cuadra —el dentista,
un jubilado y dos jóvenes— seguidos a unos metros por la chica, un jubilado y dos jóvenes— seguidos a unos metros por la chica,
Angelito y Catalina. El grupo caminó por el interior del depósito mirando Angelito y Catalina. El grupo caminó por el interior del depósito mirando
a un lado y a otro. a un lado y a otro.
Del galpón pasaron a un terreno que había detrás y fue allí donde Del galpón pasaron a un terreno que había detrás y fue allí donde
uno de los jóvenes gritó señalando al gato. El gato caminó unos pasos uno de los jóvenes gritó señalando al gato. El gato caminó unos pasos
por arriba de un tapial y luego se lanzó hacia el otro lado, donde había por arriba de un tapial y luego se lanzó hacia el otro lado, donde había
un baldío. un baldío.
El depósito de materiales estaba comunicado con el baldío aledaño El depósito de materiales estaba comunicado con el baldío aledaño
por una puertita de chapa con un candado. Exaltado, el dentista tomó un por una puertita de chapa con un candado. Exaltado, el dentista tomó un
fierro muy grande que encontró en el piso y con él pegó varias veces fierro muy grande que encontró en el piso y con él pegó varias veces
sobre el candado. La chica de la panadería miró asustada, ya no por el sobre el candado. La chica de la panadería miró asustada, ya no por el
gato sino por la violencia con que el hombre descargaba toda su fuerza gato sino por la violencia con que el hombre descargaba toda su fuerza
sobre la puerta, que finalmente se abrió. sobre la puerta, que finalmente se abrió.
Pasaron todos a la carrera y del otro lado se encontraron al gato Pasaron todos a la carrera y del otro lado se encontraron al gato
sobre un tronco. Antes de que el animal se diera vuelta, uno de los sobre un tronco. Antes de que el animal se diera vuelta, uno de los
jóvenes le lanzó un golpe con un palo. No alcanzó a impactarlo de lleno jóvenes le lanzó un golpe con un palo. No alcanzó a impactarlo de lleno
pero igualmente lo hizo rodar. El dentista levantó la barra de hierro y la pero igualmente lo hizo rodar. El dentista levantó la barra de hierro y la
dejó caer sobre el felino. Milagrosamente el golpe se produjo sobre una dejó caer sobre el felino. Milagrosamente el golpe se produjo sobre una
piedra que estaba a milímetros del animal. piedra que estaba a milímetros del animal.
El segundo impacto tuvo peor destino: la cabeza de uno de los El segundo impacto tuvo peor destino: la cabeza de uno de los
jóvenes, quién se había arrojado al suelo para tomar con sus manos al jóvenes, quién se había arrojado al suelo para tomar con sus manos al
gato. La furia del dentista lo hacía golpear una y otra vez con la barra de gato. La furia del dentista lo hacía golpear una y otra vez con la barra de
hierro pero sin acertar su objetivo. La gente se olvidó del animal, y hierro pero sin acertar su objetivo. La gente se olvidó del animal, y
viendo al hombre completamente fuera de sí se lanzó sobre él para viendo al hombre completamente fuera de sí se lanzó sobre él para

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detenerlo. Podría haber sido una escena grotesca si no hubieran detenerlo. Podría haber sido una escena grotesca si no hubieran
reparado, cuando lograron reducir al enloquecido odontólogo, en el reparado, cuando lograron reducir al enloquecido odontólogo, en el
cuerpo caído del joven que había recibido el golpe. cuerpo caído del joven que había recibido el golpe.
Silenciosamente, espantados, tapándose la boca para reprimir los Silenciosamente, espantados, tapándose la boca para reprimir los
gritos, el grupo rodeó al herido. Entre dos hombres lo recogieron y lo gritos, el grupo rodeó al herido. Entre dos hombres lo recogieron y lo
trasladaron hasta la vereda. El dentista no salía de su asombro, pero trasladaron hasta la vereda. El dentista no salía de su asombro, pero
algo los sacó de su mutismo. Una mujer llegó corriendo y avisó: algo los sacó de su mutismo. Una mujer llegó corriendo y avisó:
—¡Encontraron muerta a la señora Carola! —¡Encontraron muerta a la señora Carola!
El dentista se volvió hacia la mujer que había dicho eso y la miró El dentista se volvió hacia la mujer que había dicho eso y la miró
como si hablara en otro idioma. Había entendido como si hablara en otro idioma. Había entendido
perfectamente sus palabras pero no podía asimilar algo perfectamente sus palabras pero no podía asimilar algo
así. Quien había gritado era su propia secretaria. La así. Quien había gritado era su propia secretaria. La
mujer se arrojó en brazos del dentista y lloró a gritos sin mujer se arrojó en brazos del dentista y lloró a gritos sin
responder a los que le preguntaban que había ocurrido. responder a los que le preguntaban que había ocurrido.
Sólo pudo hacerlo unos minutos después. Más que Sólo pudo hacerlo unos minutos después. Más que
explicar, se limitó a señalar hacia el monte. explicar, se limitó a señalar hacia el monte.

—Es un accidente. Está clarísimo— repitió una vez más el —Es un accidente. Está clarísimo— repitió una vez más el
comisario ante el empleado del ferroviario—. Yo no me acercaba porque comisario ante el empleado del ferroviario—. Yo no me acercaba porque
me parecía que ella no quería que la viesen. —El empleado era un me parecía que ella no quería que la viesen. —El empleado era un
hombre mayor, el único encargado de cuidar la estación desde hacía hombre mayor, el único encargado de cuidar la estación desde hacía
unos años, cuando se había levantado el servicio de trenes. unos años, cuando se había levantado el servicio de trenes.
—Sí, yo también la he visto algunas veces— dijo el comisario—. —Sí, yo también la he visto algunas veces— dijo el comisario—.
Tuvo la mala suerte de que justo le cayera encima esta enorme rama— Tuvo la mala suerte de que justo le cayera encima esta enorme rama—
agregó, mirando a lo alto del árbol para constatar que había más ramas agregó, mirando a lo alto del árbol para constatar que había más ramas
secas en ese gigantesco eucalipto—. Tiene la cara arañada por las secas en ese gigantesco eucalipto—. Tiene la cara arañada por las
ramas y un golpe muy fuerte en la cabeza. ramas y un golpe muy fuerte en la cabeza.
—Están pasando cosas muy raras . . .— dijo el ferroviario. —Están pasando cosas muy raras . . .— dijo el ferroviario.

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—Bah. . . ese asunto del sueño no tiene nada que ver— lo cortó el —Bah. . . ese asunto del sueño no tiene nada que ver— lo cortó el
comisario—. Está clarísimo: le cayó una rama en la cabeza. Cada tanto comisario—. Está clarísimo: le cayó una rama en la cabeza. Cada tanto
se cae una rama pero jamás hay alguien debajo y menos haciendo se cae una rama pero jamás hay alguien debajo y menos haciendo
gimnasia ¿no? Esta mujer tuvo esta desgracia, eso es todo. Ahora gimnasia ¿no? Esta mujer tuvo esta desgracia, eso es todo. Ahora
tenemos que ir a decírselo al pobre marido. tenemos que ir a decírselo al pobre marido.
—No hace falta, ahí viene. —No hace falta, ahí viene.

—Hola, Joaquín, soy yo, mamá. —Hola, Joaquín, soy yo, mamá.
—Hola. —Hola.
—¿Qué estás haciendo? —¿Qué estás haciendo?
—Nada. —Nada.
—¿Nada? ¿Cómo nada? Tardaste mucho en atender. —¿Nada? ¿Cómo nada? Tardaste mucho en atender.
—Estaba.. . leyendo una historieta. —Estaba.. . leyendo una historieta.
—¿Catalina no llegó todavía? —¿Catalina no llegó todavía?
—No. —No.
—Qué raro, ¿no dijo que iba a estar a las tres? —Qué raro, ¿no dijo que iba a estar a las tres?
—Sí. —Sí.
—Son casi las cuatro. ¿Qué fue ese grito? —Son casi las cuatro. ¿Qué fue ese grito?
—¿Grito? ¿Qué grito? —¿Grito? ¿Qué grito?
—Como un . . . no, un maullido. ¿Hay un gato ahí? —Como un . . . no, un maullido. ¿Hay un gato ahí?
—¿Cómo va a haber un gato? Si me dijiste que no puedo tener —¿Cómo va a haber un gato? Si me dijiste que no puedo tener
animales. animales.
—No importa, ¿hay un gato? Fijate si no anda un gato por el patio. —No importa, ¿hay un gato? Fijate si no anda un gato por el patio.
—No. —No.
—Pero no te fijaste. —Pero no te fijaste.
—¿Y qué tiene si hay un gato? —¿Y qué tiene si hay un gato?

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—Qué se yo, dale, andá a fijarte. —Qué se yo, dale, andá a fijarte.
—Ya me fijé. No hay. ¿Por qué no puedo tener un gato o un perro? —Ya me fijé. No hay. ¿Por qué no puedo tener un gato o un perro?
—Porque no. Ya te dije: no quiero animales en casa. —Porque no. Ya te dije: no quiero animales en casa.
—Pero yo sí. —Pero yo sí.
—Y yo no. Y papá tampoco. Sólo podríamos tener un animal si los —Y yo no. Y papá tampoco. Sólo podríamos tener un animal si los
tres estuviéramos de acuerdo, ¿es justo no? tres estuviéramos de acuerdo, ¿es justo no?
—No, porque los grandes nunca quieren tener animales. ¿Cuándo —No, porque los grandes nunca quieren tener animales. ¿Cuándo
voy a tener un animal? ¿Cuando sea grande? Cuando sea grande no voy a tener un animal? ¿Cuando sea grande? Cuando sea grande no
voy a querer tener un gato. voy a querer tener un gato.
—¡No me hables de gatos! —¡No me hables de gatos!
—¿Por qué? —¿Por qué?
—Ay, no sé, estoy nerviosa. Después vuelvo a llamarte. —Ay, no sé, estoy nerviosa. Después vuelvo a llamarte.
—¿Por qué llamás tantas veces hoy? Esta es la cuarta. —¿Por qué llamás tantas veces hoy? Esta es la cuarta.
—¿Y qué tiene de malo? Hoy te voy a hacer milanesas. —¿Y qué tiene de malo? Hoy te voy a hacer milanesas.
—¿Qué tiene que ver? —¿Qué tiene que ver?
—Nada. Sólo te digo que hoy voy a cocinar milanesas. Salgo a las —Nada. Sólo te digo que hoy voy a cocinar milanesas. Salgo a las
seis y llego a la casa a las siete. seis y llego a la casa a las siete.
—Bueno, chau. —Bueno, chau.
—Un besito … ¡Escucho como un maullido …! —Un besito … ¡Escucho como un maullido …!
—¡Basta! Debe ser en la calle, que se yo, chau. —¡Basta! Debe ser en la calle, que se yo, chau.
—Chau. —Chau.
Joaquín colgó el receptor y corrió al patio. El gato parecía Joaquín colgó el receptor y corrió al patio. El gato parecía
reponerse. Se estaba lamiendo la herida del lomo donde él le había reponerse. Se estaba lamiendo la herida del lomo donde él le había
puesto desinfectante y maullaba, seguramente de dolor. Era un gato puesto desinfectante y maullaba, seguramente de dolor. Era un gato
raro. Él nunca había visto uno así, aunque mucho no sabía sobre gatos. raro. Él nunca había visto uno así, aunque mucho no sabía sobre gatos.
Pero era una increíble casualidad que apareciera en un tapial un gato Pero era una increíble casualidad que apareciera en un tapial un gato
herido y que él pudiera curarlo. Ojalá Catalina llegara pronto para herido y que él pudiera curarlo. Ojalá Catalina llegara pronto para
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mostrárselo. Después iba a tener que pensar algo para convencer a su mostrárselo. Después iba a tener que pensar algo para convencer a su
mamá. Por ahora podía mantenerlo escondido en algún lugar de la casa. mamá. Por ahora podía mantenerlo escondido en algún lugar de la casa.
En su habitación, por ejemplo. En su habitación, por ejemplo.

—Ya hubo una muerte y también tenemos un moribundo— decía —Ya hubo una muerte y también tenemos un moribundo— decía
Angelito a los cuatro vecinos que lo rodeaban—. No me siento capaz de Angelito a los cuatro vecinos que lo rodeaban—. No me siento capaz de
interpretar los alcances del sueño que tuvimos todos pero algo oscuro y interpretar los alcances del sueño que tuvimos todos pero algo oscuro y
terrible ha comenzado. Se que esto es sólo el principio. terrible ha comenzado. Se que esto es sólo el principio.
—¿Y qué podemos hacer?— preguntó la chica de la panadería. Al —¿Y qué podemos hacer?— preguntó la chica de la panadería. Al
enterarse de la suerte corrida por la señora Carola, su opinión respecto enterarse de la suerte corrida por la señora Carola, su opinión respecto
de Angelito era que era la única persona del pueblo que entendía lo que de Angelito era que era la única persona del pueblo que entendía lo que
estaba ocurriendo. Los otros vecinos— una cuñada de la señora Carola, estaba ocurriendo. Los otros vecinos— una cuñada de la señora Carola,
un policía jubilado y un hombre llamado Justo— eran seguidores y un policía jubilado y un hombre llamado Justo— eran seguidores y
admiradores de Angelito, y a él habían acudido espontáneamente en admiradores de Angelito, y a él habían acudido espontáneamente en
busca de explicaciones. busca de explicaciones.
—Esto empezó con este sueño siniestro que todos tuvimos. Me —Esto empezó con este sueño siniestro que todos tuvimos. Me
pregunto si el chico también lo habrá tenido. pregunto si el chico también lo habrá tenido.
—No— dijo la chica de la panadería—. —No— dijo la chica de la panadería—.
Una amiga mía, que es amiga de una compañera de trabajo de la Una amiga mía, que es amiga de una compañera de trabajo de la
madre del chico, habló con ella por teléfono y ella le dijo … madre del chico, habló con ella por teléfono y ella le dijo …
—¿Quién habló con quién?— preguntó Angelito fastidiado. —¿Quién habló con quién?— preguntó Angelito fastidiado.
—Mi amiga con la compañera de trabajo de la madre del chico. Y —Mi amiga con la compañera de trabajo de la madre del chico. Y
parece que el chico no soñó lo mismo que todos nosotros. Por eso la parece que el chico no soñó lo mismo que todos nosotros. Por eso la
madre lo tiene encerrado en la casa y no quiere que hable con nadie. No madre lo tiene encerrado en la casa y no quiere que hable con nadie. No
quiere que el chico sepa todo esto que pasa. quiere que el chico sepa todo esto que pasa.
—Así que todos soñamos eso pero él no … —Así que todos soñamos eso pero él no …
Tendríamos que hacer algo…-reflexionó Angelito—. Tendríamos que hacer algo…-reflexionó Angelito—.

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—¿Qué cosa?— preguntó Justo. —¿Qué cosa?— preguntó Justo.


—Son las seis de la tarde. Empieza a anochecer— dijo Angelito —Son las seis de la tarde. Empieza a anochecer— dijo Angelito
demorando la respuesta—. ¿Ven aquellas cajas allá arriba? … demorando la respuesta—. ¿Ven aquellas cajas allá arriba? …
Saquen de allí todas las velas negras que encuentren. Tienen que Saquen de allí todas las velas negras que encuentren. Tienen que
ser velas negras. Vos, Justo, seguime …-Agregó Angelito ser velas negras. Vos, Justo, seguime …-Agregó Angelito
misteriosamente, dirigiéndose a la habitación del fondo, donde guardaba misteriosamente, dirigiéndose a la habitación del fondo, donde guardaba
unas extrañas figuras que él mismo tallaba copiándolas de un antiguo unas extrañas figuras que él mismo tallaba copiándolas de un antiguo
libro con letras góticas y grabados. libro con letras góticas y grabados.

El gato parecía totalmente recuperado. El gato parecía totalmente recuperado.


Ya caminaba por el patio y seguía a Joaquín a todos lados, era un Ya caminaba por el patio y seguía a Joaquín a todos lados, era un
gato decididamente raro pero Joaquín nunca había tenido una mascota. gato decididamente raro pero Joaquín nunca había tenido una mascota.
Le daba un poco de temor tocarlo pero pensaba que se debía a la falta Le daba un poco de temor tocarlo pero pensaba que se debía a la falta
de familiaridad con los animales. El gato tenía una mirada de familiaridad con los animales. El gato tenía una mirada
increíblemente profunda. Cada tanto el chico se sentía mirado por el increíblemente profunda. Cada tanto el chico se sentía mirado por el
animal y al darse vuelta veía esos extraños ojos amarillos que animal y al darse vuelta veía esos extraños ojos amarillos que
delataban, si no fuera absurdo concebirlo así, un “pensamiento”. delataban, si no fuera absurdo concebirlo así, un “pensamiento”.
Joaquín no quería dejarse arrastrar por las fantasías de las Joaquín no quería dejarse arrastrar por las fantasías de las
películas y libros de terror y suspenso que a veces leía, pero tenía la películas y libros de terror y suspenso que a veces leía, pero tenía la
sensación de que el gato “pensaba”. Igual se sentía muy satisfecho de sensación de que el gato “pensaba”. Igual se sentía muy satisfecho de
haberlo curado y estaba totalmente decidido a ser su dueño, sin importar haberlo curado y estaba totalmente decidido a ser su dueño, sin importar
lo que dijera su madre. Por esa noche escondería al gato en su lo que dijera su madre. Por esa noche escondería al gato en su
habitación y al día siguiente se plantaría frente a su mamá y lloraría y habitación y al día siguiente se plantaría frente a su mamá y lloraría y
gritaría todo lo que fuera necesario para convencerla. gritaría todo lo que fuera necesario para convencerla.
El gato ya empezaba a seguirlo a todas partes y eso ablandaría un El gato ya empezaba a seguirlo a todas partes y eso ablandaría un
poco a su madre, porque vería el entendimiento entre uno y otro. Le iba poco a su madre, porque vería el entendimiento entre uno y otro. Le iba
a decir a su mamá, por ejemplo que el gato sería la compañía ideal para a decir a su mamá, por ejemplo que el gato sería la compañía ideal para

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no tener miedo durante las noches. En esos pensamientos estaba no tener miedo durante las noches. En esos pensamientos estaba
cuando escuchó un grito: cuando escuchó un grito:
—¡Están juntos! —¡Están juntos!
Sobresaltado, Joaquín miró hacia el tapial que daba al frente y Sobresaltado, Joaquín miró hacia el tapial que daba al frente y
alcanzó a ver la cabeza de un hombre que al instante desapareció. alcanzó a ver la cabeza de un hombre que al instante desapareció.
—¡El chico y el gato están juntos! — se volvió a escuchar. —¡El chico y el gato están juntos! — se volvió a escuchar.
Joaquín tomó al gato y se metió en la cocina. Joaquín tomó al gato y se metió en la cocina.

—Hola, Joaquín, esta vez te llamo … —Hola, Joaquín, esta vez te llamo …
—¡Mamá…! —¡Mamá…!
—¿Qué pasó? —¿Qué pasó?
—Vení pronto … estoy asustado. —Vení pronto … estoy asustado.
— ¿Qué pasó? — ¿Qué pasó?
—No sé …afuera hay gente … Primero se asomó un tipo por el —No sé …afuera hay gente … Primero se asomó un tipo por el
tapial del frente y ahora hay un grupo en la vereda. Tienen velas tapial del frente y ahora hay un grupo en la vereda. Tienen velas
encendidas y gritaban cosas raras. encendidas y gritaban cosas raras.
—¿Cómo? ¿Quiénes son? —¿Cómo? ¿Quiénes son?
—Repiten mi nombre y hablan, como si rezaran pero no es un rezo. —Repiten mi nombre y hablan, como si rezaran pero no es un rezo.
Dicen cosas raras, incomprensibles. No sé por qué hacen eso. Me da Dicen cosas raras, incomprensibles. No sé por qué hacen eso. Me da
miedo … miedo …
—¡No puede ser! ¿Cómo que dicen tu nombre? ¿Quiénes son? —¡No puede ser! ¿Cómo que dicen tu nombre? ¿Quiénes son?
—No sé. Hay uno en una silla de ruedas. —No sé. Hay uno en una silla de ruedas.
Y está la de la panadería. Y está la de la panadería.
—¡Salgo para allá! —¡Salgo para allá!

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—El chico debe estar poseído— dijo Angelito, nervioso —. Son —El chico debe estar poseído— dijo Angelito, nervioso —. Son
casos extraordinarios, pero sucede. Para poseer una víctima Satán se casos extraordinarios, pero sucede. Para poseer una víctima Satán se
vale de un intermediario, como una bruja o un hechicero, o bien puede vale de un intermediario, como una bruja o un hechicero, o bien puede
ser él mismo bajo la apariencia de un animal. Las víctimas elegidas ser él mismo bajo la apariencia de un animal. Las víctimas elegidas
suelen ser personas débiles y extrañas, y ese chico sin duda lo es. suelen ser personas débiles y extrañas, y ese chico sin duda lo es.
Cuando la posesión ya fue hecha, la víctima comienza a cambiar la voz Cuando la posesión ya fue hecha, la víctima comienza a cambiar la voz
o su apariencia. Puede sufrir convulsiones, y leí de casos en que, en o su apariencia. Puede sufrir convulsiones, y leí de casos en que, en
medio de la crisis, el poseído expulsa por su boca objetos y hasta medio de la crisis, el poseído expulsa por su boca objetos y hasta
culebras, lagartijas y todo tipo de criaturas repulsivas. Empecemos ya. culebras, lagartijas y todo tipo de criaturas repulsivas. Empecemos ya.
Formen un círculo, tómense de las manos, cierren los ojos, resístanse al Formen un círculo, tómense de las manos, cierren los ojos, resístanse al
terror y no dejen de repetir mis palabras, aún si se oyen horribles voces terror y no dejen de repetir mis palabras, aún si se oyen horribles voces
que jamás escucharon, o si ese mismo chico se nos aparece acá en la que jamás escucharon, o si ese mismo chico se nos aparece acá en la
vereda … vereda …

Carla tomó la cartera y salió a la carrera de su despacho sin Carla tomó la cartera y salió a la carrera de su despacho sin
siquiera avisar a su jefe o a Fernanda. Había estado todo el día siquiera avisar a su jefe o a Fernanda. Había estado todo el día
pensando en el sueño del gato y el llamado de su hijo terminó por pensando en el sueño del gato y el llamado de su hijo terminó por
alterarla. Estaba tan nerviosa que demoró una eternidad en poder alterarla. Estaba tan nerviosa que demoró una eternidad en poder
colocar la llave en el auto y salir del estacionamiento de la colocar la llave en el auto y salir del estacionamiento de la
Municipalidad. Tenía sesenta kilómetros hasta su casa, y habitualmente Municipalidad. Tenía sesenta kilómetros hasta su casa, y habitualmente
recorría ese trayecto en cuarenta minutos. recorría ese trayecto en cuarenta minutos.
Ese maldito pueblo. Hacía cuatro meses que vivía allí y conocía a Ese maldito pueblo. Hacía cuatro meses que vivía allí y conocía a
muy pocas personas, pero desde el principio casi todas le habían caído muy pocas personas, pero desde el principio casi todas le habían caído
mal. Su marido se había empecinado en vivir allí sólo porque las casas mal. Su marido se había empecinado en vivir allí sólo porque las casas
eran más baratas y podían disponer de un gran patio. Para él, que eran más baratas y podían disponer de un gran patio. Para él, que
viajaba muy seguido, el lugar era un paraíso y un descanso, pero para viajaba muy seguido, el lugar era un paraíso y un descanso, pero para
ella y su hijo era horrible. Joaquín no había hecho más que un amigo en ella y su hijo era horrible. Joaquín no había hecho más que un amigo en
todo ese tiempo y ella no tenía trato con nadie. La gente la miraba al todo ese tiempo y ella no tenía trato con nadie. La gente la miraba al

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pasar con demasiada curiosidad, pero nadie le mostraba la menor pasar con demasiada curiosidad, pero nadie le mostraba la menor
simpatía. Eran raros … Y ella dejaba a su hijo allí, solo. ¿Qué estarían simpatía. Eran raros … Y ella dejaba a su hijo allí, solo. ¿Qué estarían
haciendo esos desequilibrados? Joaquín había dicho que decían cosas haciendo esos desequilibrados? Joaquín había dicho que decían cosas
raras e incomprensibles … raras e incomprensibles …
El coche iba a más de ciento treinta kilómetros y empezaba a caer El coche iba a más de ciento treinta kilómetros y empezaba a caer
la tarde. El sol se estaba metiendo a ras de la ruta, dificultando mucho la tarde. El sol se estaba metiendo a ras de la ruta, dificultando mucho
más la visión. De pronto tuvo miedo de chocar, de que le pasara algo a más la visión. De pronto tuvo miedo de chocar, de que le pasara algo a
ella y que su hijo quedara solo a merced de los locos esos reunidos ella y que su hijo quedara solo a merced de los locos esos reunidos
alrededor de su casa. alrededor de su casa.

Agazapado detrás de la ventana, Joaquín espiaba hacia la calle. Agazapado detrás de la ventana, Joaquín espiaba hacia la calle.
Había un grupo de unas veinte personas rodeando al de la silla de Había un grupo de unas veinte personas rodeando al de la silla de
ruedas, que parecía dirigir una ceremonia. El tipo hacía gestos como de ruedas, que parecía dirigir una ceremonia. El tipo hacía gestos como de
arrancarse algo del cuerpo y los demás lo imitaban, repitiendo sus arrancarse algo del cuerpo y los demás lo imitaban, repitiendo sus
palabras. Casi todos sostenían velas y eso les daba una apariencia palabras. Casi todos sostenían velas y eso les daba una apariencia
fantasmal que terminó por aterrorizar al chico. fantasmal que terminó por aterrorizar al chico.
En cierto momento, cuando parecía que la ceremonia había En cierto momento, cuando parecía que la ceremonia había
terminado, uno de ellos dijo: terminado, uno de ellos dijo:
—¡Hay que entrar a matar al gato! —¡Hay que entrar a matar al gato!
—¿Y qué hacemos con el chico?— preguntó otra voz. —¿Y qué hacemos con el chico?— preguntó otra voz.
—Ya veremos. Al chico seguramente convendría tenerlo en —Ya veremos. Al chico seguramente convendría tenerlo en
observación. Pero es cierto que hay que matar a ese gato antes de que observación. Pero es cierto que hay que matar a ese gato antes de que
pase algo inevitable. pase algo inevitable.
Joaquín no entendía nada de lo que ocurría, pero sí escuchó Joaquín no entendía nada de lo que ocurría, pero sí escuchó
perfectamente lo que esas personas se proponían hacer con su gato. Se perfectamente lo que esas personas se proponían hacer con su gato. Se
le ocurrió entonces escapar por la terraza. Tomó al gato en sus brazos y le ocurrió entonces escapar por la terraza. Tomó al gato en sus brazos y
caminó por el patio pegado a una pared, para que no lo vieran si alguien caminó por el patio pegado a una pared, para que no lo vieran si alguien
se asomaba. se asomaba.
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Ricardo Mariño Ojos amarillos Ricardo Mariño Ojos amarillos

Subió la escalera de cemento sin hacer ruido. Cuando llegó a la Subió la escalera de cemento sin hacer ruido. Cuando llegó a la
terraza, vio que un hombre saltaba al patio de su casa. Enseguida se le terraza, vio que un hombre saltaba al patio de su casa. Enseguida se le
sumaron otros dos. sumaron otros dos.
El chico fue al extremo opuesto de la terraza y allí se subió a una El chico fue al extremo opuesto de la terraza y allí se subió a una
pequeña pared. Más allá de la pared empezaba el techo de la casa pequeña pared. Más allá de la pared empezaba el techo de la casa
vecina. Pasó una pierna y estaba por pasar la otra cuando se le ocurrió vecina. Pasó una pierna y estaba por pasar la otra cuando se le ocurrió
mirar hacia la calle. Vio entonces que alguien lo estaba mirando: mirar hacia la calle. Vio entonces que alguien lo estaba mirando:
Catalina. Catalina.
Durante un larguísimo momento las miradas de Joaquín y de Durante un larguísimo momento las miradas de Joaquín y de
Catalina se cruzaron. En la cara de Catalina se dibujó una expresión de Catalina se cruzaron. En la cara de Catalina se dibujó una expresión de
incomprensión y en la de Joaquín un desesperado pedido de no ser incomprensión y en la de Joaquín un desesperado pedido de no ser
delatado. delatado.
Joaquín pasó al techo de la casa vecina y de ésta a la siguiente, Joaquín pasó al techo de la casa vecina y de ésta a la siguiente,
hasta que un perro comenzó a aullar y a ladrar frenéticamente. hasta que un perro comenzó a aullar y a ladrar frenéticamente.
—¡Allá está!— gritó un hombre desde un patio. —¡Allá está!— gritó un hombre desde un patio.
Joaquín se quedó paralizado. En segundos varias linternas lo Joaquín se quedó paralizado. En segundos varias linternas lo
alumbraron y el hombre que había gritado trepó al techo ágilmente. Se alumbraron y el hombre que había gritado trepó al techo ágilmente. Se
paró sobre la pared medianera y mostró una desagradable sonrisa. paró sobre la pared medianera y mostró una desagradable sonrisa.
Sacó un pequeño revólver del bolsillo trasero del pantalón y señaló al Sacó un pequeño revólver del bolsillo trasero del pantalón y señaló al
gato. gato.
—Soltalo, nene— ordenó. —Soltalo, nene— ordenó.
El chico hizo el ademán de dejar al gato en el suelo, pero cuando El chico hizo el ademán de dejar al gato en el suelo, pero cuando
estaba por apoyarlo, arrojó al animal hacia el costado, donde había un estaba por apoyarlo, arrojó al animal hacia el costado, donde había un
techo más bajo que resultaba inaccesible para el hombre de la pistola, techo más bajo que resultaba inaccesible para el hombre de la pistola,
en la posición en la que se encontraba. El gato cayó sobre ese techo y en la posición en la que se encontraba. El gato cayó sobre ese techo y
en segundos desapareció. en segundos desapareció.
—¡Estúpido!— gritó el hombre, tomando a Joaquín por el hombro y —¡Estúpido!— gritó el hombre, tomando a Joaquín por el hombro y
empujándolo hacia el centro de la terraza. empujándolo hacia el centro de la terraza.
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Ricardo Mariño Ojos amarillos Ricardo Mariño Ojos amarillos

Cuando Carla frenó y bajó del coche se encontró con un Cuando Carla frenó y bajó del coche se encontró con un
espectáculo absurdo y penoso: su pobre hijo estaba sentado en el suelo, espectáculo absurdo y penoso: su pobre hijo estaba sentado en el suelo,
en medio de la calle, y a su alrededor un grupo de personas repetía en medio de la calle, y a su alrededor un grupo de personas repetía
oraciones incomprensibles cuya letra aportaba el hombre de la silla de oraciones incomprensibles cuya letra aportaba el hombre de la silla de
ruedas. ruedas.
La mujer se abrió paso a empujones y se abrazó a su hijo. Luego lo La mujer se abrió paso a empujones y se abrazó a su hijo. Luego lo
ayudó a ponerse de pie y juntos entraron en la casa. Como hipnotizada, ayudó a ponerse de pie y juntos entraron en la casa. Como hipnotizada,
llenó un bolso con ropas y regresó con Joaquín al auto. Afuera todavía llenó un bolso con ropas y regresó con Joaquín al auto. Afuera todavía
estaban los vecinos reunidos. Uno de ellos intentó detenerla. La chica estaban los vecinos reunidos. Uno de ellos intentó detenerla. La chica
de la panadería trató de decirle algo, pero Carla no estaba como para de la panadería trató de decirle algo, pero Carla no estaba como para
escucharla. Puso en marcha el coche, Joaquín se sentó a su lado y escucharla. Puso en marcha el coche, Joaquín se sentó a su lado y
avanzó a toda velocidad en dirección a la salida del pueblo. avanzó a toda velocidad en dirección a la salida del pueblo.
—Tengo que tranquilizarme— dijo Carla en voz alta, hablándole a —Tengo que tranquilizarme— dijo Carla en voz alta, hablándole a
nadie, o en todo caso a ella misma—. Tengo que tranquilizarme. No nadie, o en todo caso a ella misma—. Tengo que tranquilizarme. No
puede ser todo una conjura. Si voy tranquila vamos a llegar sanos y puede ser todo una conjura. Si voy tranquila vamos a llegar sanos y
salvos a Alberti. salvos a Alberti.
A Joaquín le dio miedo que su madre hablara así. A Joaquín le dio miedo que su madre hablara así.
—Vamos a Alberti, a casa de tu abuela a pasar la noche ahí, lejos —Vamos a Alberti, a casa de tu abuela a pasar la noche ahí, lejos
de todos esos locos— le explicó a su hijo—. Mañana llega tu papá y ya de todos esos locos— le explicó a su hijo—. Mañana llega tu papá y ya
veremos que hacemos. Le dejé una notita sobre la mesa. veremos que hacemos. Le dejé una notita sobre la mesa.
—La vi. —La vi.

“Nos fuimos a pasar la noche a lo de tus padres. Si por casualidad “Nos fuimos a pasar la noche a lo de tus padres. Si por casualidad
llegás antes, andá a vernos allá. Un beso, Carla y Joaquín”, decía el llegás antes, andá a vernos allá. Un beso, Carla y Joaquín”, decía el
papel que estaba sobre la mesa. papel que estaba sobre la mesa.
Pablo se había apurado para regresar un día antes y sorprender a Pablo se había apurado para regresar un día antes y sorprender a
su esposa y a su hijo, pero había encontrado la casa vacía y esa nota. su esposa y a su hijo, pero había encontrado la casa vacía y esa nota.
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Ricardo Mariño Ojos amarillos Ricardo Mariño Ojos amarillos

Como tenía muchas ganas de verlos no lo pensó demasiado. En menos Como tenía muchas ganas de verlos no lo pensó demasiado. En menos
de una hora podía llegar hasta la casa de sus padres. de una hora podía llegar hasta la casa de sus padres.
Antes de salir abrió las puertas y el baúl del coche, e hizo varios Antes de salir abrió las puertas y el baúl del coche, e hizo varios
viajes hasta la casa descargando bolsos y cajas. Era ya la medianoche viajes hasta la casa descargando bolsos y cajas. Era ya la medianoche
cuando salió hacia Alberti. cuando salió hacia Alberti.

La abuela de Joaquín estaba a punto de irse a dormir cuando Carla La abuela de Joaquín estaba a punto de irse a dormir cuando Carla
golpeó la puerta. La mujer se sorprendió al ver a esa hora a su nieto y a golpeó la puerta. La mujer se sorprendió al ver a esa hora a su nieto y a
su nuera. su nuera.
—Tuve un problema en casa con una pérdida de gas y no quise que —Tuve un problema en casa con una pérdida de gas y no quise que
pasáramos la noche allá— fue lo que se le ocurrió decir a Carla. pasáramos la noche allá— fue lo que se le ocurrió decir a Carla.
—Hicieron muy bien en venir querida. —Hicieron muy bien en venir querida.
Las dos mujeres charlaron unos minutos en la cocina —el abuelo Las dos mujeres charlaron unos minutos en la cocina —el abuelo
dormía— mientras Joaquín miraba televisión. A la una, todos se fueron a dormía— mientras Joaquín miraba televisión. A la una, todos se fueron a
dormir: Carla en un sofá del living y Joaquín en el cuarto que usaba su dormir: Carla en un sofá del living y Joaquín en el cuarto que usaba su
papá cuando era soltero. papá cuando era soltero.

A la una y media Pablo llegó a la casa de sus padres. “Espero que A la una y media Pablo llegó a la casa de sus padres. “Espero que
no me oigan entrar porque si no se van asustar”, pensó. Pero bueno, ya no me oigan entrar porque si no se van asustar”, pensó. Pero bueno, ya
estaba ahí, y lo mejor era usar la llave que tenía y entrar sin hacer ruido. estaba ahí, y lo mejor era usar la llave que tenía y entrar sin hacer ruido.
Sin embargo, el primer susto fue para él: cuando abrió la puerta del Sin embargo, el primer susto fue para él: cuando abrió la puerta del
coche una cosa oscura salió del interior y saltó a la vereda. El hombre coche una cosa oscura salió del interior y saltó a la vereda. El hombre
casi se desmaya del susto. Pero sólo era un gato. ¿Cómo se había casi se desmaya del susto. Pero sólo era un gato. ¿Cómo se había
metido ese gato en el auto? Cuando se lo contara a Carla se iba a reír. metido ese gato en el auto? Cuando se lo contara a Carla se iba a reír.
Seguro que el animal se había subido mientras él descargaba los Seguro que el animal se había subido mientras él descargaba los
bolsos. “Un gato de Moqueguá que decidió mudarse a Alberti”, se dijo. bolsos. “Un gato de Moqueguá que decidió mudarse a Alberti”, se dijo.
En el umbral de la puerta Pablo se quitó los zapatos. Colocó la llave En el umbral de la puerta Pablo se quitó los zapatos. Colocó la llave
en la cerradura con la mayor suavidad y pasó al interior como en la cerradura con la mayor suavidad y pasó al interior como
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caminando sobre el aire … ¡El maldito gato! En ese momento el gato se caminando sobre el aire … ¡El maldito gato! En ese momento el gato se
escurrió entre sus piernas y pasó junto con él al interior de la casa. Pero escurrió entre sus piernas y pasó junto con él al interior de la casa. Pero
Pablo no podía gritar ni ponerse a perseguirlo. Sólo tenía que confiar en Pablo no podía gritar ni ponerse a perseguirlo. Sólo tenía que confiar en
la habilidad del animal para no chocar contra ningún mueble y hacer un la habilidad del animal para no chocar contra ningún mueble y hacer un
ruido. ruido.
A la mañana buscaría a ese gato confianzudo y lo sacaría a A la mañana buscaría a ese gato confianzudo y lo sacaría a
escobazos. Ahora, lo mejor era dejarlo. Antes de cerrar la puerta vio, escobazos. Ahora, lo mejor era dejarlo. Antes de cerrar la puerta vio,
gracias a una franja de luz proyectada de la calle, a Carla durmiendo gracias a una franja de luz proyectada de la calle, a Carla durmiendo
sobre el sofá. Dejó los zapatos a un lado y se acostó junto a ella. Sin sobre el sofá. Dejó los zapatos a un lado y se acostó junto a ella. Sin
despertarse, la mujer giró hacia él y lo abrazó. Pablo, sonrió, ¡cómo despertarse, la mujer giró hacia él y lo abrazó. Pablo, sonrió, ¡cómo
había extrañado a su mujer y a su hijo! Ahora que volvía a estar con había extrañado a su mujer y a su hijo! Ahora que volvía a estar con
ellos lamentaba que fuera tan tarde. Al día siguiente Carla le reprocharía ellos lamentaba que fuera tan tarde. Al día siguiente Carla le reprocharía
no haberla despertado, pero dormía tan profundamente que era una no haberla despertado, pero dormía tan profundamente que era una
pena interrumpirla. pena interrumpirla.
A los diez minutos de estar en esa posición tan incómoda, Pablo A los diez minutos de estar en esa posición tan incómoda, Pablo
pensó que lo mejor sería dormir en la habitación que había sido suya, pensó que lo mejor sería dormir en la habitación que había sido suya,
donde debía de estar durmiendo Joaquín. Ahí había una sola cama pero donde debía de estar durmiendo Joaquín. Ahí había una sola cama pero
el piso estaba alfombrado y podía poner una manta en el suelo. Con el piso estaba alfombrado y podía poner una manta en el suelo. Con
movimientos lentos salió del abrazo de Carla y se apartó del sofá, movimientos lentos salió del abrazo de Carla y se apartó del sofá,
cayendo suavemente al suelo. “Hoy es mi noche ridícula”, pensó cayendo suavemente al suelo. “Hoy es mi noche ridícula”, pensó
mientras trataba de incorporarse. mientras trataba de incorporarse.
De pronto algo lo hizo estremecerse: Carla emitió un horrible De pronto algo lo hizo estremecerse: Carla emitió un horrible
aullido, una queja honda y terrible que en medio de la oscuridad aullido, una queja honda y terrible que en medio de la oscuridad
resultaba escalofriante. Un segundo después se escucharon gritos resultaba escalofriante. Un segundo después se escucharon gritos
parecidos provenientes de la habitación de sus padres. Eran aullidos parecidos provenientes de la habitación de sus padres. Eran aullidos
terribles pero aún más espantosa era la coincidencia: ¡los tres al mismo terribles pero aún más espantosa era la coincidencia: ¡los tres al mismo
tiempo! ¡Como si estuvieran envueltos en la misma pesadilla en el tiempo! ¡Como si estuvieran envueltos en la misma pesadilla en el
mismo momento! mismo momento!

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El hombre no soportó una nueva repetición de los gritos y encendió El hombre no soportó una nueva repetición de los gritos y encendió
las luces. Vio a Carla con una expresión desfigurada por una mueca de las luces. Vio a Carla con una expresión desfigurada por una mueca de
angustia y de espanto. Pese a la luz, la mujer no terminaba de salir de la angustia y de espanto. Pese a la luz, la mujer no terminaba de salir de la
pesadilla. Tuvo que despertarla con sacudones bastante fuertes. Al fin pesadilla. Tuvo que despertarla con sacudones bastante fuertes. Al fin
Carla entreabrió los ojos, miró la habitación y a él, como si no entendiera Carla entreabrió los ojos, miró la habitación y a él, como si no entendiera
dónde se encontraba. dónde se encontraba.
—¿Qué hacés acá? —¿Qué hacés acá?
De repente se frotó la frente y se incorporó de un salto: De repente se frotó la frente y se incorporó de un salto:
—¡El gato! —dijo con voz ahogada—. ¡El gato está con Joaquín! —¡El gato! —dijo con voz ahogada—. ¡El gato está con Joaquín!

Carla y Pablo llegaron corriendo a la habitación donde dormía Carla y Pablo llegaron corriendo a la habitación donde dormía
Joaquín. Lo que el hombre vio porque fue quien entró primero, no iba Joaquín. Lo que el hombre vio porque fue quien entró primero, no iba
poder explicarlo jamás en su vida, y tampoco me lo explicó bien a mí, poder explicarlo jamás en su vida, y tampoco me lo explicó bien a mí,
años después, pese a que estaba tan interesado en que yo escribiera años después, pese a que estaba tan interesado en que yo escribiera
esta historia respetando cada detalle de lo ocurrido. esta historia respetando cada detalle de lo ocurrido.
A Pablo, el padre de Joaquín, lo conocí por casualidad en una plaza A Pablo, el padre de Joaquín, lo conocí por casualidad en una plaza
de Alemania, donde actualmente vive, y al rato de charlar ya me estaba de Alemania, donde actualmente vive, y al rato de charlar ya me estaba
narrando su extraña historia y pidiéndome que la escribiera. Le dije que narrando su extraña historia y pidiéndome que la escribiera. Le dije que
no, un poco porque siempre digo que no a este tipo de cosas, y otro no, un poco porque siempre digo que no a este tipo de cosas, y otro
poco porque al final de esta historia me provoca un profundo rechazo. poco porque al final de esta historia me provoca un profundo rechazo.
Sin embargo, acá estoy, terminándola, no sé si para cumplir con su Sin embargo, acá estoy, terminándola, no sé si para cumplir con su
pedido o para buscarle un final más tolerable. pedido o para buscarle un final más tolerable.

Cuando Pablo entró en la habitación del chico, encendió la luz: su Cuando Pablo entró en la habitación del chico, encendió la luz: su
hijo dormía en el suelo, hecho un ovillo, en una extraña posición. Por un hijo dormía en el suelo, hecho un ovillo, en una extraña posición. Por un
instante el hombre creyó ver que el gato estaba allí, junto a su hijo. Pero instante el hombre creyó ver que el gato estaba allí, junto a su hijo. Pero
de inmediato la figura del animal desapareció, como si se fundiera en la de inmediato la figura del animal desapareció, como si se fundiera en la
del chico. Su esposa no vio nada de eso. Ella entró detrás y, después de del chico. Su esposa no vio nada de eso. Ella entró detrás y, después de
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comprobar que Joaquín estaba bien, y de hacerlo regresar a la cama, se comprobar que Joaquín estaba bien, y de hacerlo regresar a la cama, se
puso a buscar al gato por toda la casa. Descontrolada, sobre todo al puso a buscar al gato por toda la casa. Descontrolada, sobre todo al
saber por su marido que efectivamente había entrado un gato en la saber por su marido que efectivamente había entrado un gato en la
casa, revisó todo, centímetro por centímetro. Pero no encontró al animal. casa, revisó todo, centímetro por centímetro. Pero no encontró al animal.
Todos pasaron aquella noche sin dormir y por más que trataron de Todos pasaron aquella noche sin dormir y por más que trataron de
interpretar lo ocurrido barajando las ideas más inverosímiles, no lograron interpretar lo ocurrido barajando las ideas más inverosímiles, no lograron
aclarar nada. aclarar nada.
Claro que todavía no habían asistido a lo peor. Claro que todavía no habían asistido a lo peor.

A la mañana cuando el chico se despertó ya no era el mismo. No A la mañana cuando el chico se despertó ya no era el mismo. No
habló en ese momento ni nunca más lo hizo, por más que sus padres habló en ese momento ni nunca más lo hizo, por más que sus padres
probaron todas las formas posibles de terapias y consultaron a los probaron todas las formas posibles de terapias y consultaron a los
médicos más prestigiosos. En poco tiempo el chico cambió, su físico, médicos más prestigiosos. En poco tiempo el chico cambió, su físico,
sus gestos, sus hábitos, sus miradas —sobre todo sus miradas— y ya sus gestos, sus hábitos, sus miradas —sobre todo sus miradas— y ya
nunca más fue normal. Los intentos por ingresarlo en escuelas, aún las nunca más fue normal. Los intentos por ingresarlo en escuelas, aún las
más especializadas, terminaron en duras polémicas, porque los padres más especializadas, terminaron en duras polémicas, porque los padres
jamás aceptaron los alarmantes informes de los maestros y jamás aceptaron los alarmantes informes de los maestros y
psicopedagogos. psicopedagogos.
Aquella tarde en la plaza de Hamburgo, Pablo (en la vida real, por Aquella tarde en la plaza de Hamburgo, Pablo (en la vida real, por
supuesto tiene otro nombre) me refirió la historia de su hijo y yo la supuesto tiene otro nombre) me refirió la historia de su hijo y yo la
escuché con un interés limitado, propio de quien supone que no verá escuché con un interés limitado, propio de quien supone que no verá
pruebas del hecho extraordinario que le están contando. Me equivocaba. pruebas del hecho extraordinario que le están contando. Me equivocaba.
—Allá está mi hijo— me indicó él en cierto momento. —Allá está mi hijo— me indicó él en cierto momento.
Había otros chicos trepados al árbol pero no necesité que me Había otros chicos trepados al árbol pero no necesité que me
señalara bien cuál de todos era Joaquín. Vi a un chico delgadísimo, señalara bien cuál de todos era Joaquín. Vi a un chico delgadísimo,
vestido enteramente de negro (“se enfurece si tratamos de que vista otro vestido enteramente de negro (“se enfurece si tratamos de que vista otro
color de ropa”, explicó Pablo), que pasaba de una rama a otra como color de ropa”, explicó Pablo), que pasaba de una rama a otra como
deslizándose, con una soltura por lo menos llamativa. En cierto deslizándose, con una soltura por lo menos llamativa. En cierto

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momento el chico volvió su cara hacia nosotros y fue entonces cuando vi momento el chico volvió su cara hacia nosotros y fue entonces cuando vi
esos ojos amarillos que me causaron una irreprimible repulsión y, debo esos ojos amarillos que me causaron una irreprimible repulsión y, debo
confesarlo, temor. confesarlo, temor.
—No lo odie— me dijo Pablo, como si adivinara mi pensamiento. —No lo odie— me dijo Pablo, como si adivinara mi pensamiento.
—No … ¿cómo me dice eso?— contesté—. Si es … un chico. —No … ¿cómo me dice eso?— contesté—. Si es … un chico.
— Es mi hijo. Supongo que es una especie de prisionero … — Es mi hijo. Supongo que es una especie de prisionero …
—¿Prisionero de qué? —¿Prisionero de qué?
—De un gato, del alma de un gato, qué sé yo. —De un gato, del alma de un gato, qué sé yo.
Permanecimos en silencio largos minutos. Permanecimos en silencio largos minutos.
—¿Y? ¿Se anima a escribir esta historia?— me preguntó —¿Y? ¿Se anima a escribir esta historia?— me preguntó
finalmente. finalmente.
—No, no creo que me interese escribir este tipo de historias. —No, no creo que me interese escribir este tipo de historias.

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RICARDO MARIÑO RICARDO MARIÑO


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Es escritor, periodista, y también autor de numerosos libros para Es escritor, periodista, y también autor de numerosos libros para
niños y adolescentes. Colabora con distintos medios periodísticos. Entre niños y adolescentes. Colabora con distintos medios periodísticos. Entre
sus títulos figuran Botella al mar, La casa maldita, El insoportable, La sus títulos figuran Botella al mar, La casa maldita, El insoportable, La
expedición, El hijo del superhéroe, Cuentos ridículos, Lo único del expedición, El hijo del superhéroe, Cuentos ridículos, Lo único del
mundo, La noche de los muertos, Roco y sus hermanas y Perdido en la mundo, La noche de los muertos, Roco y sus hermanas y Perdido en la
selva. Entre otras distinciones ha merecido el Premio Casa de las selva. Entre otras distinciones ha merecido el Premio Casa de las
Américas, varias recomendaciones de IBBY (Internacional Borrad of Américas, varias recomendaciones de IBBY (Internacional Borrad of
Books for Young People) y, en dos oportunidades (1994 y 2004), el Books for Young People) y, en dos oportunidades (1994 y 2004), el
premio Konex a la trayectoria. premio Konex a la trayectoria.

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