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El Egregor
de Filippo Goti
Jean Louis Bernard sostiene que el término procede de los libros sagrados de
los Hurritas de Cilicia y que después pasó al arameo, al hebreo y al griego.
Los Egregores se corresponderían con los Ángeles guardianes de los puntos
cardinales en el Libro de Enoc (texto etiópico) "aquellos que velan el trono de la gloria
divina", pero también con aquéllos que se unieron a las hijas de Seth (Génesis, VI). El
significado del término sería precisamente "aquél que vela" con un probable origen
egipcio de "gergu" o "ger-re" = silencioso, con referencia "a los regentes invisibles y
silenciosos de la humanidad, en la montaña sagrada"(Les Archives de l'insolite,
Dauphin, Paris 1971, páginas 140-142).
Introducción
Uno de los aspectos más importantes en el trabajo en cadena (varios individuos
"ligados" entre ellos por una operatividad contemporánea e idéntica), es el Egregor, una
particular energía > totalmente autónoma e independiente < que establece una relación
invasiva y permanente entre y con los miembros de la propia cadena.
Los adjetivos invasivo y permanente no se utilizan aquí de forma ligera, ya que se
refieren a la acción que el Egregor ejerce, prescindiendo de la eventual conciencia de
los pertenecientes a la cadena, de manera idéntica a como los fluidos se abren paso
dentro de los vasos comunicantes.
Cada uno de estos temas se desarrollará seguidamente, usando para ello mi experiencia
personal
Egregor es un término que deriva del griego εγρεγοριεν. Puede traducirse con los
verbos velar o vigilar y conceptualmente lo hallamos por primera vez en el libro de
Enoc, en referencia a entidades ultrahumanas que gobiernan los destinos de la tierra
por orden divino.
He aquí algunos pasajes extraídos de Enoc etiópico:
(Loghion 3) Semyaza, que era su jefe, les dijo: " Yo temo que vosotros no estáis de
acuerdo con cumplir esta acción y sólo yo debería pagar la pena de un gran pecado”.
(Loghion 5) Todos juntos prestaron el juramento y se vincularon el uno con el otro con
mutuas imprecaciones.
Aquí hemos representado todos los elementos que caracterizan a un Egregor. Varios
operadores, unidos por un ritual común > ejercido al unísono < y finalizado a la
obtención de determinados objetivos.
El Egregor así constituido se coloca en una posición media entre el mundo superior
divino
y el mundo natural, resultando vinculante, para bien y para mal, para aquéllos que se
han vinculado recíproca y conscientemente.
He aquí, pues, una distinción relacionada con la perdurabilidad del evento psíquico,
que en el caso de religiones o de particulares órdenes mágicas, sobrevive a sus propios
progenitores. Aunque resulta obligado constatar que ciertas manifestaciones
psíquicas aparentemente circunscritas en el tiempo no son sino irrupciones en el plano
de los fenómenos ordinarios por parte de realidades egregóricas, que a esta altura han
desarrollado una completa independencia volitiva.
El porqué del Egregor
Un Egregor tiene su razón inicial en su ser completamente
autónomo e independiente con respecto a las energías individuales que han
contribuido a construirlo y a formarlo, hasta el punto de demostrar tener una eficacia
mayor de la sumatoria de cada una de las voluntades y fuerzas psíquicas de los miembros
del grupo del que ha obtenido y obtiene vida
En cuanto a la interacción entre el Egregor y los componentes del grupo de
apoyo <> a través de una recíproca influencia sutil <> esta interacción lleva, por un
lado, a no dispersar las voluntades psíquicas individuales, recogiéndolas en un locus
mágico, y por otro lado, a plasmarlas en <> un Todo Único <> que se convierte en la
sumatoria de fuerzas y la mitigación de debilidades.
O bien como un ánfora que distribuye su propio contenido en cada uno de los
cálices.
(fase de redistribución)
La primera y la segunda fase están íntimamente conectadas entre ellas, ya que "se
recibe en la medida en la que somos capaces de donar <> la luz <> que está
en Nosotros y viceversa.
El Egregor, además, tiene una función de rectificación de cada uno de los espectros
psíquicos,
Y al igual que nuestro cuerpo, que si advierte cuerpos extraños, seguramente solicitará
que intervenga su propio sistema inmunitario para daño y desgracia del desapercibido
manipulador.
Hemos visto que la palabra Egregor significa "conjunto" o "grupo".
En ambos casos tenemos una serie de relaciones energéticas que hacen que los
individuos se unan <> los unos con los otros <>
No porque un Egregor sea numéricamente más relevante que los demás será
más potente.
Potente. del latino <>potentem<> que significa Autoridad capaz de efectos.
Se hace, pues, indispensable que aquél que haya sido investido en la dirección del
grupo sepa implicar y distribuir
<> la energía primera <> según la capacidad de cada uno de los elementos del
grupo, llevándolo a una elevación espiritual no relacionada con méritos alcanzados
en el mundo profano, sino exclusivamente con una comprobada y efectiva disposición
física y espiritual para absorber el progresivo aumento del propio nivel
energético durante el recorrido iniciático al que se han sometido.
A este propósito cabe subrayar que esta cohesión puede no ser sólo
de finalidad/resultado, sino sobre todo de selección de cada una de
las potencialidades,
elección que no puede depender sino de las cualidades intrínsecas de los
participantes, cualidades exotéricas y esotéricas, que son esenciales para la obtención
del objeto individual que el grupo y el individuo se han prefijado.
> Este trabajo resulta seguramente más eficaz si se hace en grupo junto a otros, porque
cada "alma" se convierte en <> la faceta <> de un diamante más grande y más
potente, cuya "energía" ayuda a limpiar más rápidamente "las facetas" sucias o
melladas <
Para sugerir mejor lo que hemos explicado hasta ahora, valdría la pena recomendar la
lectura de autores como Weber y Pareto, y sus observaciones sobre las estructuras y la
perpetuación de las mismas a través de los mecanismos de ascenso vertical y
de selección.
"El proceder de comunidad, al dar lugar a una asociación, lo que hace es
configurarse en las formas de ‘corporación’. Un círculo de personas legitimadas
monopoliza la disponibilidad de los relativos bienes, deberes y posiciones de
naturaleza..." (Weber)
Así como no resulta nada raro, consultando la historia y las crónicas, escrutar los
efectos de estas agregaciones temporales. A menudo se tiende a olvidar que los
hombres son profundamente distintos entre ellos por lo que respecta a sus perfiles
psíquicos y emotivos, y también en ámbito iniciático no es raro que muchos estén
dispuestos a escuchar a aquél que tenga más carisma, perdiendo en el grupo todo
aspecto distintivo.
El sacrificio (dal latín sacrificium, sacer + facere, "hacer sagrado") es el gesto ritual con el
que un bien (objetos, alimentos, animales o incluso seres humanos) es desprovisto de
su condición profana y entregado a su aspecto > sagrado < siendo por esto dedicado a favor de
una o varias entidades sobrehumanas, como acto propiciatorio o de adoración.
No podemos no atribuir también a la sangre el particular > vínculo astral < que ha
unido a la nación judía, el único pueblo que ha subsistido en el curso de los milenios
sin una tierra, sólo gracias a la perpetuación de ritos, como el de la circuncisión del
"inocente", por medio de una cuchilla de sílex.
Éxodo 4:25 Entonces Séfora cogió un pedernal de sílex cortante, cercenó el prepucio de
su hijo y con él le tocó los pies y dijo: «Tú eres para mí un esposo de sangre».
Éxodo 4:26 Entonces se retiró de él. Ella había dicho esposo de sangre a causa de la
circuncisión.
Josué 5:2 En aquel tiempo el Señor dijo a Josué: «Hazte cuchillos de pedernal y vuelve
a hacer la circuncisión a los Israelítas».
Josué 5:3 Entonces Josué hizo cuchillos de pedernal y circuncidó a los Israelitas en la
colina de Aralot.
La Religión Católica, como bien sabemos, está constituida por el cuerpo de los fieles y
por el cuerpo episcopal, del que los sacerdotes son coadyuvantes.
En dicho ámbito, pues, se encuentra el cuerpo episcopal y aquéllos en quienes este
cuerpo delega, que pueden dirigir las energías del Egregor
Tomemos como ejemplo a los sacerdotes exorcistas, que lo son en virtud de un poder
y una preparación adecuada recibida.
Pensemos en las campanas que tañen todas las horas, en las misas que cotidianamente
se celebran varias veces al día, o bien en las solemnidades de los ritos durante
determinadas fases de tránsito, o en el drama participativo de la vía Crucis.
Podría proseguir, pero no quiero aburrir más al lector con ejemplos que nuestra cultura
y nuestra formación nos proponen continuamente.
Obviamente, Energías y voluntad de Gobierno, no comportan automáticamente un
gobierno, para que ello suceda es necesaria la existencia de las reglas de gobierno, que
permiten estabilizar el Egregor, determinar las modalidades y la modulación de acceso
al mismo y dirigirlo.
Por este motivo en la Iglesia Católica ha existido desde siempre una doble "verdad":
<> la fe para los fieles,
<> la teología/conocimiento para los obispos.
Para ser riguroso me gustaría recordar también todos los ejercicios espirituales o las
misas, individuales y privadas, celebrados por los distintos miembros del cuerpo
episcopal de las varias órdenes monásticas y de los sacerdotes en general.
Estas Energías seguidamente son sintetizadas, concentradas
y dirigidas, encontrando así una completa recomposición
dentro del macrocuerpo y permitiéndole perdurar por
milenios.
Por esto, la estructura litúrgica católica y su fundamento
apostólico y jerárquico han sido ampliamente imitados por
diversas estructuras iniciáticas.
El Gobierno de las Energías es fruto de una doble cohesión
dentro de la estructura misma. Una >cohesión< entre el
individuo y el Egregor mismo, pero también una > cohesión
< entre los distintos miembros de la cadena.
Conclusiones
En virtud de todo lo expuesto, pues, me permito señalar que la afinidad que une a los
anillos del Egregor, no debe limitarse sólo a la exterioridad de la Obra a cumplir, de
cualquier obra se trate, ya que, como sabemos, dicha obra puede estar constituida por
una pluralidad de motivos.
Además, esta afinidad, para lograr obtener la
cohesión real del grupo, se debe basar también
en un equilibrio armónico de las energías para
evitar casos de inútiles alargamientos de la
cadena que llevarían a una dispersión de las
energías e incluso podrían provocar casos de
contagio entre los distintos anillos de la cadena, los cuales
podrían deteriorarse y romperse
la contigüidad y la simpatía:
> lo cercano actúa sobre lo cercano y el semejante actúa sobre el semejante <
La semilla egregórica es particular, ya que toma las calidades del terreno en el que es
plantada, y una vez que ha germinado mal difícilmente puede ser desarraigada,
mientas que fácilmente la planta buena puede echarse a perder.
Todo debe ser el fruto de un hábil equilibrio entre recursos, necesidades y objetivos.
De ahí la extrema sensibilidad y sabiduría que se requieren en aquéllos que cumplen
con el cometido de vigilar la cadena, en detrimento de su propio ego y a favor de la
salud del Egregor y de los hermanos en él unidos.
La función de gobierno y vigilancia del Egregor, puede ser ejercida por
un individuo, o bien por una colegiación variadamente hábil y habilitada.
Cuanto mayor es la lógica del conjunto ritual (también encender una vela es un
rito), mayor es el carisma y la congruencia de los hombres del Gobierno del
Egregor mismo, y mayor será la capacidad de dirigirlo de manera eficaz y eficiente.
Cuando falta esta doble lógica el Gobierno mismo del Egregor se consume y
la Entidad Egregórica se vuelve a dispersar en la inmensa energía cósmica,
en la ha obtenido su origen
de corazón a corazón