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Jerónimo Nadal

LAS PLÁTICAS DEL


P. JERÓNIMO NADAL
La globalización ignaciana

Edición y traducción
Miguel Lop Sebastiá, SJ

Mensajero - Sal Terrae


LAS PLÁTICAS
DEL P. JERÓNIMO NADAL
BmotXjmw Ifadaks Hispan
vSot. Jtsa.
¿M ddwt&i; Cotí. MonAc

Reproducción de un cuadro del Colegio de München


Gallerie illustrée de la Compagnie de Jesús
Por Alfred Hamy, París 1893.
Jerónimo Nadal, S.J.

LAS PLATICAS
DEL P. JERÓNIMO NADAL
La globalización ignaciana

Edición y traducción
Miguel L o p Sebastiá, S.J.
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Printed in Spain

Impreso en Grafo, S.A. - Avda. de Cervantes, 59 (DENAC) - Basauri (Vizcaya)


índice general

índice general 7
Abreviaturas y siglas 13
Introducción 15
Cronología 25
Escritos 29
Bibliografía general básica 33

I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1554 37

a
1. Plática I - Preliminares 39
1. La gracia de la religión en general 39
2. Origen de la Compañía 41
3. Autoridad de las Constituciones y sus partes 47

a o
2. Plática 2 - Capítulo I del Examen 48
1. Nombre y aprobación de la Compañía 48
2. ¿Cuál es su fin? 51
3. Medios para el fin de la Compañía 52

a o
3. Plática 3 - Capítulo I del Examen 55
1. Modo de vivir en la Compañía 55
2. Los sujetos y las casas 58
3. Las probaciones 60
8 JERÓNIMO NADAL, S.J.

a o o
4. Plática 4 - Capítulo 2 y 3 del Examen 62
1. Impedimentos de la admisión 62
2. Interrogaciones comunes 64

a o
5. Plática 5 - Capítulo 4 del Examen 66
1. Algunos puntos de los que hay que examinar 66
2. Sobre las experiencias 69
3. Algunas cosas más difíciles que proponer 73

a
6. Plática 6 - Las Constituciones 77
1. Sobre el proemio 77
a
2. Sobre la I parte 79
a
3. Sobre la 2 parte 80

a
7. Plática 7 - Sobre la oración 82
1. Oración y Ejercicios 82
2. Modo de la oración 84
3. Tiempo de oración 87

a
8. Plática 8 - La obediencia y la castidad 90
1. La obediencia 90
2. La castidad y de nuevo la obediencia 94

II. PLÁTICAS EN ROMA. 1557 97

a
9. Plática I - La gracia de la religión y la de la Compañía 99

a
10. Plática 2 - Fin y nombre de la Compañía 103

III. PLÁTICAS EN COIMBRA. 1561 107

a
11. Plática I - Introducción. Razones y modo de la visita .. 109

a
12. Plática 2 - La gracia de la Compañía 115

a
13. Plática 3 - La vida de Ignacio, forma de la Compañía .. 128

a
14. Plática 4 - El nombre y fin de la Compañía 134
ÍNDICE GENERAL 9

IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1561 141

a
15. Plática I - Aprobación de la Compañía 143
1. Introducción 143
2. De la religión en general y en particular 147
3. Aprobaciones de la Compañía 151

a
16. Plática 2 - La vida de Ignacio, forma de la Compañía .. 156
1. Medios para conocer la Compañía 156
2. La vida de Ignacio es la forma de la Compañía 160

a
17. Plática 3 - El Rey y las Banderas, forma de la Compañía . 197
1. La gracia de la Compañía en estas meditaciones 197
2. La Compañía se conoce también por su fin 172
3. Los ministerios de la Compañía 176

a
18. Plática 4 - Fin de la Compañía 183
1. Fin de la Compañía 183
2. Ministerios para obtener el fin 191

a
19. Plática 5 - Conocer la Compañía 194
1. Algunos principios para conocer la Compañía 194
2. Otros principios 198

a
20. Plática 6 - La vida mixta o "superior" 202
1. Medios para conocer la gracia de la vocación 202
2. Vida, personas y casas de la Compañía 205
3. De las personas en particular 208

a
21. Plática 7 - Los novicios (I) 211
1. Sigue el tratado de los novicios 211
2. Impedimentos para la admisión y experiencias 215

a
22. Plática 8 - Los novicios (II) 219
1. Experiencias de los novicios 219
2. Medios para ayudar a los novicios 225
10 JERÓNIMO NADAL, S.J.

a
23. Plática 9 - Los votos. La pobreza 229
1. De los votos de religión en general 229
2. Los votos de la Compañía 232
3. El voto de pobreza 236

a
24. Plática 1 0 - La castidad 240
1. Prosigue sobre la pobreza 240
2. El voto de castidad 243

a
25. Plática 1 1 - La obediencia 250

a o
26. Plática 1 2 - El 4 voto 261
1. Del voto de obediencia al Sumo Pontífice 261
2. De los escolares y los estudios de la Compañía 265

a
27. Plática 1 3 - Escolares, coadjutores y profesos 270
1. Sigue sobre los estudios 270
2. De los Coadjutores y Casas de la Compañía 277

a
28. Plática 1 4 - Sobre la oración 281

V. PLÁTICA EN ITALIA. 1562 295

29. Plática - Origen progreso de la Compañía 297

VI. PLÁTICAS EN COLONIA. 1567 301

a
30. Plática I - El instituto de la Compañía 303

a
31. Plática 2 - El fin y los medios 307
1. El fin 307
2. Los medios 308
3. Las meditaciones manifestativas del fin 311

a
32. Plática 3 - Las causas que ayudan al fin 313
1. Los votos 313
2. Pobreza 315
ÍNDICE GENERAL 11

3. Castidad 318
4. Obediencia 320

VII. PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1575 323

a
33. Plática 5 - Dos partes en el fin de la Compañía 325
1. La salvación y perfección propia 325
2. La salvación y perfección del prójimo 327
3. Cómo procurar la salvación del prójimo 331
4. Cómo esforzarse en la perfección del prójimo 333
5. La perfección del prójimo en religión 336

a
34. Plática 6 - Los ministerios en la Fórmula del Instituto ... 340
1. Introducción 340
2. Sobre las predicaciones 343
3. Sobre las lecciones 349
4. Cualquier otro ministerio de la palabra de Dios 351
5. Los Ejercicios espirituales 360
6. La doctrina cristiana 364
7. La administración de los sacramentos 367
8. Otros ministerios 370

VIH. ÍNDICE IGNACIANO 375

1. Datos biográficos de Ignacio 375


2. Dichos de Ignacio 377
3. Referencias ignacianas 381
Abreviaturas y siglas

AHSI Archivum Historicum Societatis Iesu


Anot.Examen Anotaciones al Examen. MN, V, págs. 134-205
CIS Centrum Ignatianum Spiritualitatis
Chron.Pol. Chronicon Polanci
Co Texto de las Constituciones

Ej Ejercicios Espirituales
Examen Texto del Examen
FN Fontes Narrativi
MLEpist. Monumenta Ignaciana, Epistolae
MLScript. Monumenta Ignaciana, Scripta
ML Monumenta Lainii
MN Monumenta Natalis
MX Monumenta Xaverii
MG Patrologia griega Migne
ML Patrologia latina Migne
RAM Révue d'Ascetique et de Mystique

Estructura de las referencias:


a
PlEspaña[9] significa: Plática I en España, párrafo 9.
P5Coimbra[13] referencias a pláticas no reproducidas aquí.

Cursiva: Palabras o frases latinas que aparecen en textos castellanos.


Introducción

Esta colección M A N R E S A publicó en 2 0 0 7 el n° 3 9 c o n el


título Jerónimo Nadal. Vida e influjo, r i c a m e n t e c o m p u e s t o p o r
J u a n N a d a l Cañellas SJ. C o n esta obra colaboró al homenaje
debido en el quinto centenario del nacimiento de tan preclaro
c o n o c e d o r del espíritu ignaciano. E n ese v o l u m e n e n c o n t r a r á
el lector a b u n d a n t e y precisa m a t e r i a sobre la vida de Nadal.

C o n la presente edición la colección M A N R E S A pretende


satisfacer u n a d e m a n d a a m p l i a m e n t e manifestada: p o n e r al
alcance general las enseñanzas fundamentales del m á s p r o -
fundo c o n o c e d o r de la m e n t e d e San Ignacio tal c o m o las iba
e x p o n i e n d o a las p r i m e r a s generaciones de jesuítas.
Jerónimo Nadal, entró en la C o m p a ñ í a en noviembre de
1546, fue formado directamente por Ignacio, y asimiló su espíri-
tu hasta tal punto que según el P. Juan de Polanco n o podría en-
contrarse otro que le aventajara en ello. E n u n a larga carta al
P. Mirón, Provincial de Portugal, anunciándole la visita de N a -
dal le dice: "Tiene mucho conocimiento de N. P. Ignacio porque le ha
tratado mucho, y parece tiene entendido su espíritu, y penetrado, cuan-
to otro que yo sepa en la Compañía, el instituto de ella". Y concluye
así: "nuestro Padre, que se fía de él como de sí mismo, le ha dado toda
1
su autoridad que comunicarse puede" . Y el P. Diego Jiménez que
fue su secretario y c o m p a ñ e r o durante su segunda visita a Por-
2
tugal decía de él que "salió talmente según el corazón de Ignacio" .
El P. Casanovas en su Vida de San Ignacio de Loyola se hace eco
de este juicio c u a n d o escribe: "Laínez nos parece la inteligencia de
3
S. Ignacio; Nadal, su corazón; y Polanco, su mano derecha" .

1
MN, V, pág. 108-109.
2
MN, I, pág. 35.
3
San Ignacio de Loyola. Fundador de la Compañía de Jesús, Barcelona,
1944, pág. 307.
16 JERÓNIMO NADAL, S.J.

A los dos años de su e n t r a d a en la C o m p a ñ í a y a fue en-


viado a Mesina c o m o Rector del Colegio que allí fundó. Y a fi-
nes de 1551 encontrándose Diego Laínez, u n o de los g r a n d e s
teólogos del concilio de Trento, g r a v e m e n t e enfermo, Ignacio
pensó en N a d a l p a r a sustituirle. Laínez se restableció p e r o N a -
dal fue llamado igualmente a R o m a c o m o el m i s m o N a d a l re-
c u e r d a en sus Efemérides el año 1552: "Nadal es llamado a Roma
4
para ver las Constituciones" p e r o n o sólo c o m o m o d e s t a m e n t e
dice N a d a l p a r a v e r sino, según testimonio de Polanco, p a r a
5
"que las leyese y las anotase con todo lo que le viniese en mente" .

D u r a n t e ese p e r í o d o y a realizó u n a e s c a p a d a p a r a p r o -
m u l g a r l a s a Ñ a p ó l e s y Sicilia. P e r o en 1 5 5 3 es e n v i a d o p o r
Ignacio a P o r t u g a l y E s p a ñ a c o n el fin explícito d e visitar las
c o m u n i d a d e s y e x p l i c a r el c o n t e n i d o de las C o n s t i t u c i o n e s .
El 5 d e abril d e ese a ñ o escribía I g n a c i o al P. M i r ó n , p r o v i n -
cial d e P o r t u g a l , "se envía allá al P. M°. Nadal, que llevará las
Constituciones y dará forma para los colegios o escuelas, como bien
ejercitado en ellas y soltará de palabra las dudas que por escrito di-
6
fícilmente pueden soltarse" . Y a l g o m á s t a r d e P o l a n c o le res-
p o n d e a F r a n c i s c o d e Borja que solicitaba la p e r m a n e n c i a d e
N a d a l en E s p a ñ a : "N. Padre siente en el Señor nuestro que no
conviene más de hasta setiembre, por muchas causas, y bastará só-
lo una, del cerrar las Constituciones, para lo cual se espera su pre-
7
sencia y relación" .

El encargo de explicar las Constituciones lo repetirán tan-


to Diego Laínez c o m o F r a n c i s c o de Borja y se p r o l o n g a r á p a -
ra a l c a n z a r h a s t a la totalidad d e las c o m u n i d a d e s jesuítas de
E u r o p a . Se h a c a l c u l a d o que en sus diversas estancias n o hu-
b o jesuíta en el continente c o n el que en aquellos a ñ o s N a d a l
n o se hubiera entrevistado u n a o dos veces. P o r ello O'Malley,
J. h a c e n o t a r que: "De esta manera influyó más en la formación de
los jóvenes de la Compañía, que el mismo Ignacio, al que no habían
s
visto nunca" . El P. Suau dice: "ninguno quizá como Nadal ejerció
9
sobre su Orden una acción tan extendida y tan profunda" . Y el
P. J a m e s Brodrick, después de p o n d e r a r la c a n t i d a d d e viajes

4
MN, II, pág. 6.
5
Chron.Pol., II, pág. 553, núm. 336.
6
MN, I, pág. 144.
7
MLEpist, VI, pág. 438.
8
Thefirst Jesuits, Harvard Univ. Press, London, 1993, pág. 12.
9
Histoire de S. Frangois de Borja, Paris, 1910, pág. 281.
INTRODUCCIÓN 17

y visitas, superior a la de cualquier otro de los p r i m e r o s c o m -


p a ñ e r o s d e Ignacio, concluye: "Hay buenos motivos para consi-
10
derar a Nadal como segundo Fundador de la Compañía" .
Jerónimo N a d a l n u n c a fue u n g r a n orador. Ya en sus pri-
m e r o s años en Mallorca, terminados sus estudios, n o obtuvie-
ron sus Lecciones Sacras la aceptación que él m i s m o esperaba
y que fue u n a de las c a u s a s de la profunda insatisfacción p o r
la que a t r a v e s ó aquellos años. L u e g o y a jesuita, en su p r i m e -
ra visita a E s p a ñ a , enviado p o r Ignacio a c o m i e n z o s de m a y o
de 1 5 5 3 , h u b o de intervenir, a su llegada a Barcelona, en paci-
ficar las relaciones d e la incipiente c o m u n i d a d jesuítica c o n la
a a
Parroquia de N S r del Pino, que veía sus intereses conculca-
dos con la construcción d e la iglesia y colegio de la C o m p a ñ í a
en la Rambla. Al n a r r a r el éxito de su gestión le escribe a Ig-
nacio que la p a r r o q u i a le invitó y "prediqué el día de la Ascen-
11
sión. Dijeron que el sermón fue docto y no de mucha gracia" .

O t r a cosa e r a n las pláticas, género éste m á s familiar, en el


que N a d a l sobresalió c o n t o d a excelencia. A u n q u e sean p o c a s
las pláticas que nos h a n llegado de las que sin d u d a e x p u s o
p o r las c o m u n i d a d e s de E u r o p a en c o m p a r a c i ó n d e las teni-
d a s en P o r t u g a l y E s p a ñ a , s a b e m o s que f o r m a b a n p a r t e im-
portante de las visitas que efectuaba, c o m o escribía P e d r o C a -
nisio d e s d e Innsbruck el 31 d e m a y o de 1 5 6 3 en c a r t a al P.
Diego Laínez: "Suele hacer a los nuestros unas pláticas de mucha
aceptación en las que narra y explica la historia y el Instituto de la
12
Compañía" . Y el m i s m o P e d r o Canisio, que c o m o estudiante
había a c o m p a ñ a d o a N a d a l en Sicilia, a h o r a que era Provin-
cial de A l e m a n i a manifestaba en la m i s m a carta que: "Yo, si
pudiera asistir a esas visitas, lo oiría con gusto y vería lo que sabia-
mente suele determinar en tales visitas".

Entre los m u c h o s puntos que se podrían p o n e r de relieve,


son d e a d m i r a r en estas pláticas u n a espiritualidad bien fun-
d a m e n t a d a tanto en su carácter teológico c o m o en su sencillez
expositiva sin complicaciones eruditas; u n a penetración e x a c -
ta y p o n d e r a d a d e las r a z o n e s d e lo que se dice; el a m o r a la
v o c a c i ó n y a la g r a c i a particular de la C o m p a ñ í a , sin m e n o s -

Origen y evolución de los jesuítas, vol. I, pág. 210.


MN, I, pág. 150.
MN, n, pág. 624.
18 JERÓNIMO NADAL, S.J.

preciar a otras religiones c o n sus gracias particulares; y sobre


t o d o el interés en f u n d a m e n t a r t o d o lo que v a e x p o n i e n d o en
el espíritu de los Ejercicios y las enseñanzas del P. Ignacio.

Del extraordinario fruto que esas visitas y las pláticas que


obtenían las m i s m a s explicando las Constituciones bastará re-
p r o d u c i r las siguientes palabras del B. Ignacio d e A c e v e d o
desde Lisboa a Ignacio el 13 de febrero de 1554: "Paréceme, Pa-
dre, que tiene tan intrínseco en el alma el Instituto de la Compañía,
y en el negociar y ordenar las cosas tan expedito y tan claro en todo,
con tanta prudencia y simplicidad, y todas las demás virtudes, que
bien parece ser escogido de N. Señor para este efecto a que V. P. lo ha
enviado. Ha N. Señor por él obrado muchas cosas en muy breve
13
tiempo" . Y el P. Miguel Torres, refiriéndose a las pláticas, le
decía igualmente: "Mucho nos habernos todos consolado con lo que
habernos entendido de las Constituciones, especialmente con la viva
voz del P. Nadal; y crea V. P. que ha sido menester, porque cada uno
iba por su camino, y fingía veredas conforme a su cabeza, y muy po-
u
cos me parece acertábamos en el blanco" . L a n a r r a c i ó n de u n a
posterior visita que hizo N a d a l a Lisboa en 1 5 6 1 c o n c l u y e así:
"En la última plática pidió el Padre perdón a todos con mucha hu-
mildad de sus faltas, no las habiendo, y de rodillas se despidió abra-
zando a todos, quedando muy edificados de la humildad del Padre y
15
sintieron su apartamiento" .

L a obra escrita que N a d a l dejó al final de su v i d a es ex-


traordinaria p o r la v a r i e d a d y cantidad: cartas, instrucciones,
reglas, pláticas, diálogos, etc. O c u p a seis v o l ú m e n e s de Monu-
menta Histórica SJ. si se a ñ a d e el v o l u m e n Orationis observatio-
nes editado p o r AHSJ. H a y que c o n t a r a d e m á s con las 20 pláti-
cas de Coimbra, publicadas p o r el P. Miguel Nicolau en 1 9 4 5 , el
v o l u m e n Scholia in Constitutiones S.I., y la g r a n obra a la que
d e d i c ó los últimos años d e su v i d a "Adnotationes et meditatio-
nes in Evangelia" que en el corto espacio de 12 años después de
su m u e r t e vio c u a t r o ediciones.

C o m o es obvio m u c h a s d e las innumerables instruccio-


nes, que iba dejando p o r las c o m u n i d a d e s que visitaba, son
n e c e s a r i a m e n t e particularistas y temporales. E n el presente

1 3
MN, III, pág. 829.
1 4
MN, I, pág. 774.
15
MN, I, pág. 808.
INTRODUCCIÓN 19

v o l u m e n nos limitamos a recoger solamente las pláticas c o n


las que instruyó a los jesuitas de t o d a E u r o p a d u r a n t e los 3 5
años de su vida en la C o m p a ñ í a (1545-1580) y que constituyen
la expresión m á s autorizada del espíritu de las Constituciones.
L a a y u d a prestada p o r N a d a l a Ignacio en la confección
de las Constituciones es difícil de concretar. Ciertamente que a
lo largo de sus escritos aparecen frases que "suenan" o repro-
d u c e n e x a c t a m e n t e conceptos y expresiones o frases d e las
Constituciones pero podrían ser simplemente citas del texto ya
concretado sin que sea válido atribuirle la autoría. Ciertamen-
te que h a y que v e r su m a n o en t o d o lo que atañe a la regulari-
zación de los estudios s e g ú n los m é t o d o s parisienses. El mis-
m o Polanco reconocía que la organización de los estudios en el
16
Colegio de Mesina, fundado p o r Nadal, era la mejor de Italia .
Ya en su s e g u n d a visita a E s p a ñ a en 1 5 5 6 e m p e z ó N a d a l
a redactar u n comentario a las Constituciones que quedó sólo
17
e m p e z a d o (64 p á r r a f o s ) Annotationes in Constitutiones . A l
a ñ o siguiente c o m e n z ó y t a m p o c o acabó las In Examen annota-
18
tiones . A m b o s tratados son de índole m á s teológica y ascéti-
ca. E s interesante, sobre t o d o este tratadito sobre el E x a m e n ,
tan inmediato a la desaparición d e Ignacio, p o r la g r a n canti-
d a d de referencias al F u n d a d o r en confirmación de lo que se
v a exponiendo. A u n q u e n o tiene el c a r á c t e r de plática, y p o r
ello n o lo r e p r o d u c i m o s aquí, señalaremos en las notas las re-
ferencias ignacianas.

Pero sobre todo N a d a l m e r e c e c o n justicia el título de pri-


m e r c o m e n t a r i s t a de las Constituciones c o n la obra Scholia in
Constitutiones S.I, de carácter m á s bien jurídico, en la que tra-
bajó hasta casi el final de su vida activa.
El valor de esta obra queda de manifiesto en que y a la
a
Congregación General I se o c u p ó en c ó m o se había de conce-
der alguna autoridad a los Scholia (sin estar todavía la obra aca-
bada) y con el Decreto 51 les reservó el papel de resolver ciertas
a
d u d a s de las Constituciones. L a Congregación General 2 inter-
viene de nuevo con el Decreto 42. Ante la propuesta de que es-
tos Scholia P. Natalis (como se les llama) se publicaran c o m o con-

1 6
MI, Epist., V, pág. 108.
1 7
MN, V, págs. 108-130.
18
MN, V, págs. 134-205.
20 JERÓNIMO NADAL, S.J.

tinuación o apéndice de las Constituciones decretó que "después


de su examen por el P. General y otros designados para ello fueran
aceptados sólo como orientación, sin imponer obligación alguna". Y
m á s adelante c o n el Decreto 57, al tratar sobre los avisos y di-
versas reglas que N a d a l había ido esparciendo por las comuni-
dades p o r él visitadas, determina: "Las anotaciones del P. Nadal,
después que por él mismo han sido corregidas y ordenadas, sean entre-
gadas por el P. General a los Provinciales para que se sirvan de ellas en
el gobierno pero sin carácter obligatorio". N o fue hasta 1883 que por
p r i m e r a vez fueron impresos los Scholia y recientemente en
1976 en excelente edición crítica por el P. Manuel Ruiz Jurado.

E n las pláticas, aparte del relieve d a d o a algunos p u n t o s


del Instituto, d e t e r m i n a d o p o r la n o v e d a d del m i s m o , c o m o el
de la absoluta g r a t u i d a d en los ministerios, la importancia de
la obediencia, la peculiar f o r m a d e adscripción d e los sujetos
en la C o m p a ñ í a s e g ú n sean a d m i t i d o s o n o a la profesión de
cuatro votos, p o r citar algunos ejemplos, es preciso señalar al-
g u n a s de las características m á s específicas puestas d e relieve
p o r N a d a l en estas pláticas.

La Compañía es una religión. L a n o v e d a d que presentaba el


instituto d e la C o m p a ñ í a respecto de las otras religiones h a s -
ta entonces existentes, obliga a N a d a l a afirmar la legitimidad
d e la C o m p a ñ í a p o r ser inspirada p o r Dios y a p r o b a d a repeti-
d a m e n t e p o r la Sede Apostólica.

Dios se valió de Ignacio para fundar la Compañía. E s t o quie-


re decir que en su trayectoria espiritual h e m o s d e descubrir lo
que es la C o m p a ñ í a . Así Ignacio es la c a u s a ejemplar de la
C o m p a ñ í a . L a s p r u e b a s del noviciado, los estudios, etc. n o
son m á s que r e p r o d u c c i ó n de lo que p r i m e r o Ignacio vivió.

La vida de Ignacio. De ahí el interés que N a d a l p u s o en que


Ignacio n a r r a s e su v i d a , p o r q u e ello e r a "fundar la C o m p a -
ñía". C o m o es sabido, a sus insistentes ruegos se debe que Ig-
nacio n a r r a s e su autobiografía al P. Luis Gongales de C á m a r a .
E n las pláticas c o n t i n u a m e n t e v a a d u c i e n d o , n o sólo escenas
d e la vida de Ignacio sino v a confirmando los diversos puntos
de su exposición c o n la a u t o r i d a d de los h e c h o s y dichos d e
Ignacio. Este es u n o de los inapreciables valores de las pláticas
pues, c o m o es sabido, N a d a l junto c o n Laínez fue el m á s ínti-
m o confidente del P. Ignacio.
INTRODUCCIÓN 21

Fin de la Compañía. E s notable la insistencia en p o n e r de


relieve c o m o p u n t o central del Instituto la salvación y perfec-
ción propia c o m o indisolublemente unida a la salvación y per-
fección del prójimo. Este fue el c a r i s m a p r o p i o d e Ignacio y a
d e s d e el c o m i e n z o de su conversión y p o r consiguiente n o se
p u e d e entender la C o m p a ñ í a sin esta m u t u a t r a b a z ó n d e a m -
bos aspectos de u n m i s m o fin. Ése es el m o t i v o d e las n o v e d a -
des introducidas p o r la C o m p a ñ í a : supresión del coro, del h á -
bito, vida c o m ú n , etc.

Oración. De ahí d e r i v a la p e c u l i a r i d a d de la o r a c i ó n p r o -
pia d e la C o m p a ñ í a , que h a de estar s i e m p r e o r d e n a d a h a c i a
la p r á c t i c a , c o m o él dice, n o p a r a el p r o p i o r e c o g i m i e n t o , si-
n o que i m p u l s e al jesuíta h a c i a el a p o s t o l a d o . A n t e el reduci-
d o t i e m p o p a r a la o r a c i ó n que se les c o n c e d e a los estudian-
tes, les a d v e r t i r á del círculo q u e d e b e n establecer d e la
o r a c i ó n al trabajo y del trabajo a la o r a c i ó n . S u y a es la defi-
nición: " C o n t e m p l a t i v o en la acción". E s e es el significado
del subtítulo que h e m o s d a d o a esta obra: " L a globalización
ignaciana".

Penitencias. P o r ello también p o n e m u y d e relieve la lec-


ción que sacó Ignacio d e sus i n m o d e r a d a s penitencias al prin-
cipio d e su conversión y la n e c e s i d a d de contenerse en esta
materia p a r a p o d e r entregarse al apostolado.

Ministerios. D e ahí también la g r a n a m p l i t u d de los mi-


nisterios en la C o m p a ñ í a , siempre enfocados al fin propio de
ella, c o m o e x p o n e en Alcalá respecto al apostolado de la pala-
b r a y de f o r m a m á s general repite en las últimas pláticas en
A u s t r i a "todos esos ministerios son nuestros", es decir nos
pertenecen p o r instituto a p r o b a d o p o r la Sede Apostólica.

Y sobre todo la absoluta necesidad de los estudios p a r a el apos-


tolado, intuida desde el primer m o m e n t o por Ignacio, y que Na-
dal concreta sobre todo en la lucha contra la herejía luterana.

Nuestra edición

R e p r o d u c i m o s 3 4 pláticas del total de 5 0 entre las aporta-


das p o r M o n u m e n t a Histórica en sus diversos v o l ú m e n e s m á s
las de C o i m b r a , n o publicadas en M o n u m e n t a .
22 JERÓNIMO NADAL, S.J.

L a omisión de algunas pláticas n o disminuye el v a l o r del


conjunto de ellas. De las 2 0 p r o n u n c i a d a s en C o i m b r a sólo re-
p r o d u c i m o s las c u a t r o p r i m e r a s p o r la a b u n d a n c i a d e alusio-
nes a la v i d a de Ignacio en confirmación de lo que se v a di-
ciendo, y a q u e éste es u n o d e los g r a n d e s valores d e las
pláticas. L a s 16 restantes tratan los m i s m o s t e m a s que las d e
Alcalá, c o m o i n d i c a r e m o s en su lugar, que tuvieron l u g a r in-
m e d i a t a m e n t e d e s p u é s d e las de C o i m b r a y q u e r e p r o d u c i -
a
m o s en su totalidad. N o r e c o g e m o s la l l a m a d a 7 d e A u s t r i a
p u e s d e ella sólo n o s h a llegado u n párrafo.

R e p r o d u c i m o s el texto de las pláticas en su integridad sin


omitir repeticiones, p u e s m u c h o s t e m a s , c o m o es natural, eran
t r a t a d o s en diversas ocasiones, y sin s u p r i m i r a l g u n a s expli-
caciones p o r m e n o r i z a d a s sobre ciertos p u n t o s de las Consti-
tuciones que e r a obvio fueran e x p u e s t o s a las incipientes c o -
m u n i d a d e s y h o y día son de sobra conocidos. Sólo o m i t i m o s
a
u n a d o c e n a d e párrafos innecesarios en la 6 Plática d e A u s -
tria, c o m o i n d i c a m o s en su lugar. E n las n o t a s h a r e m o s refe-
rencia a los pasajes paralelos que r e p r o d u c e n p a r e c i d o s con-
ceptos a u n d e aquellas pláticas que en este v o l u m e n n o se
reproducen.

A c e p t a m o s el texto, críticamente establecido p o r M o n u -


menta. A l g u n a s pláticas a l c a n z a r o n tal resonancia en su tiem-
p o que n o s h a n llegado en diversas versiones, c o m o es el caso
de las tres p r i m e r a s de las p r o n u n c i a d a s en Alcalá. Entre ellas
seguimos siempre la versión que se a d u c e c o m o principal pe-
ro, p o r fidelidad al p e n s a m i e n t o del autor, c o n s e r v a m o s las
palabras o párrafos a ñ a d i d o s o suprimidos p o r el m i s m o N a -
dal en sucesivas redacciones, lo cual h a c e m o s n o t a r o p o r t u n a -
m e n t e en su lugar. M a n t e n e m o s la n u m e r a c i ó n de párrafos es-
tablecida p o r M o n u m e n t a o la a ñ a d i m o s si n o lo está.

Nuestra traducción p r o c u r a atenerse a la m a y o r fidelidad


posible a u n a costa de la d u r e z a en la expresión, y teniendo
presente que n o siempre unas m i s m a s palabras reproducen los
m i s m o s conceptos y a que el texto de algunas pláticas se debe a
oyentes que las transcribieron, si bien la m a y o r í a de ellas m e -
recieron u n a posterior revisión p o r p a r t e del m i s m o Nadal.

P o r lo que respecta a las pláticas de C o i m b r a y Alcalá,


p r o n u n c i a d a s en castellano, d a d o el carácter de la presente
INTRODUCCIÓN 23

obra, evitamos en lo posible los arcaísmos y fórmulas en desu-


so (ansí, desto, coniungir, puesto que = aunque, etc.) con el fin
de agilizar la lectura. Igualmente t r a d u c i m o s las continuas ex-
presiones latinas: item, ultra, denique, etc. Y todas las citas de
la Escritura que se reproducen en latín. Transcribimos siempre
en cursiva las expresiones o frases latinas (o griegas) traduci-
das. N u e s t r a intención es que el texto resulte agradable y m o -
d e r n o sin que pierda su sabor y sobre todo su exactitud.

E n c u a n t o a las citas bíblicas h a y que tener presente que


N a d a l a d u c e los textos de la Escritura, c o m o es obvio, s e g ú n
la Vulgata, que n o siempre c o r r e s p o n d e a las traducciones a c -
tuales m á s e x a c t a s s e g ú n los originales hebreo o griego. Pres-
cindiremos, pues, de anotar las referencias, p o r lo d e m á s sufi-
cientemente conocidas.
El P. Miguel Nicolau, editor tanto de las pláticas r e p r o d u -
cidas p o r M o n u m e n t a c o m o las de C o i m b r a , enriquece el tex-
to c o n a b u n d a n t e s n o t a s bibliográficas e históricas. A q u í las
h e m o s r e d u c i d o al m í n i m o indispensable, s u p u e s t o el c a r á c -
ter de la presente obra. E n c a m b i o h e m o s p r o c u r a d o anotar el
m a y o r n ú m e r o posible de referencias internas que relacionan
entre sí los diversos enunciados d e las pláticas.
E n el índice ignaciano c o n el que c o n c l u y e esta obra, in-
s e r t a m o s también las referencias ignacianas n o sólo las a p o r -
t a d a s en las pláticas que aquí n o se r e p r o d u c e n sino las que se
m e n c i o n a n en la obra Anotaciones al Examen del m i s m o N a d a l ,
escrito d u r a n t e la p r i m e r a visita a E s p a ñ a en 1 5 5 4 y revisado
en 1557. El h e c h o de haber sido r e d a c t a d a s esas notas en vida
todavía d e Ignacio le d a al escrito u n g r a n valor y la g r a n can-
19
tidad de referencias que en el m i s m o se c o n t i e n e n m e r e c e
que las t e n g a m o s en cuenta. Igualmente, s e ñ a l a r e m o s en las
notas las referencias a estas Anotaciones.

1 9
MN, V, págs. 134-205.
Cronología de Jerónimo Nadal

1507 11 agosto Nace en Arta (Mallorca).


1520 18 octubre Muere su padre.
Su tío Mossén Morey actúa de tutor.
1529
Va a Alcalá a estudiar Artes.
1531
Sale de Alcalá hacia París.
1532
Allí conoce a Ignacio y compañeros.
1533
Bachiller en Artes. Estudia teología.
1536
Deja París y va a Avignon.
1538 20 abril Ordenación sacerdotal.
11 mayo
Doctor en Teología. Vuelve a Mallorca.
1540 (finales)
Muere la madre.
1542 1 mayo
Muerte de Isabel Cifre.
1545 (principios)
Lee una carta de Francisco Javier.
2 julio
Deja Mallorca para siempre.
10 octubre
Llega a Roma.
5 noviembre
Empieza los Ejercicios.
23 noviembre
Decide entrar en la Compañía.
29 noviembre
Es admitido en la Compañía.
1546 14 enero Hace los votos (sólo 46 días de noviciado).
1548 abril A Mesina como Rector con Canisio y otros.
1551 junio A Túnez como capellán de la armada.
27 junio En Palermo funda el primer noviciado.
1552 25 marzo De vuelta a Roma hace la profesión.
junio Visita a Ñapóles y Mesina.
JERÓNIMO NADAL, S.J.

3 abril Comisario para España y Portugal.


5 mayo 1 r. viaje a España. Desembarca en Barcelona.
7 julio Llega a Lisboa.
24 diciembre Entra en España por Córdoba.
6 enero Llega a Alcalá. Las 8 pláticas en España.
octubre De vuelta a Roma Ignacio lo nombra Vi-
cario.
enero Ir. viaje a Alemania. Dieta de Ausburgo.
A Trento como teólogo del Papa.
25 marzo Muerto el Papa va a Viena.
(verano) Encuentro con Simón Rodríguez en Ba-
sano.
6 octubre De vuelta a Roma.
o
23 octubre 2 viaje a España.
1 enero Llega a Alicante. Murcia, Valencia...
31 julio Se halla en Valladolid cuando muere Ig-
nacio.
10 diciembre Llega de vuelta a Roma.
Rector del Colegio Romano.
2 enero Las 2 pláticas en Roma.
a
2 julio La I CG elige General a Diego Laínez.
Asistente de Francia, Flandes y Alemania.
18 diciembre 3r. viaje a España.
1 enero Llega a Barcelona hacia Portugal.
23 mayo Las 20 pláticas de Coimbra.
26 octubre Las 14 pláticas de Alcalá.
7 febrero Deja España.
o
20 abril 2 viaje a Alemania pasando por Francia.
28 mayo Llega a París. Lovaina, Koln, Mainz...
15 diciembre Llega a Trento y asiste al Concilio.
10 febrero Acabado el Concilio visita Innsbruck,
Viena...
12 enero De vuelta a Roma sigue como Asistente
de Alemania y Rector del Colegio Ro-
mano.
19 enero Muere Diego Laínez.
CRONOLOGÍA DE JERÓNIMO NADAL 27

a
2 julio La 2 CG elige a Francisco de Borja.
Nombrado Asistente de Alemania.
1566 3r. viaje a Alemania. A la Dieta de Ausbur-
go Recorre Austria, Bohemia, Flandes,
Francia...
1567 marzo Las 3 pláticas en Colonia.
1568 22 setiembre De vuelta a Roma. Asistente de España.
1571 junio De viaje a España, Borja lo nombra Vicario.
1572 7 mayo Confirmado como Vicario. Muere Pío V.
30 setiembre Muere Francisco de Borja.
a
1573 23 abril La 3 CG elige a Everardo Mercurian.
1574 15 junio Retirado a Hall en el Tirol.
1575 Las pláticas en Austria.
1577 agosto Parte hacia Italia.
13 setiembre Llega a Venecia.
1578 (primavera) En Roma en el noviciado de S. Andrés.
1580 3 abril Muere el día de Pascua.
Escritos de Jerónimo Nadal

a) Exposiciones sobre el Instituto de la Compañía

- Instrucción sobre la oración en Mesina (1551). MN, V, 23-30


- Apología de los Ejercicios (1553). MN, IV, 820-826; ChronPol. III,
525-573; MN, IV, 826-873
- Pláticas de 1554 en España. MN, V, 31-105
- Orden de oración. MN, IV, 670-672
- De la oración especialmente para los de la Compañía. MN, IV,
672-681
- Anotaciones a las Constituciones (1556). MN, V, 106-130
- Pláticas de 1557 en el Colegio Romano. FN, II, 1-10
- Anotaciones al Examen (1557). MN, V, 131-205
- Pláticas espirituales en Coimbra (1561). Ed. Miguel Nicolau, Bi-
blioteca Teol. Granadina n° 2, Granada 1945
- Del modo de proceder de la Compañía. MN, IV, 614-619
- Pláticas en Alcalá de 1561. MN, V, 206-488
- Plática (en italiano, anterior a 1562). MN, V, 489-493
- Sobre la virtud de la obediencia (1562). MN, V, 494-512
- Ayudas para la vida espiritual (1562). MN, V, 513-523
- Diálogos sobre el Instituto S.I. (1562-1565). MN, V, 524-774
- Breves avisos para el modo de hablar de cosas de Teología en estos
tiempos (1563). MPaed, 676-680 (texto c a s t ) , 123-128 (texto
lat.)
- Pláticas en Colonia (1567). MN, V, 775-800
a a a
- Pláticas 5 , 6 , 7 (Austria 1573-1576). MN, V, 801-865
- Scholia in Constitutiones S.J. Ed. crítica por Ruiz Jurado, Ma-
nuel. Granada, Biblioteca Teol. Granadina n° 17 (1976).
XXXII-518
30 JERÓNIMO NADAL, S.J.

b) De fondo biográfico o histórico

- Apología contra la censura de la Facultad Teológica de París (1557).


FN, II, 38-113. Traducción castellana por Miguel Lop en:
www.ignaziana.org
- Cartas y documentos desde 1546 a 1577. MN, 4vols.
- Algunos dichos de los Padres. FN, II, 311-317; MN, IV 635-648
- Chronicon de Nadal desde el principio de su vida. MN, 1,1-26
- Diario de Nadal desde 1546. MN, II, 1-97
- Prefacio a la "autobiografía del P. Ignacio". FN, I, 354-363
- Respuesta al P. Bobadilla. MN, IV, 130-147
- Breve Crónica de 1521 a 1543. FN, II, 114-119
- Algunos hechos de S. Ignacio. FN, II, 119-127
- Tratado sobre las tradiciones y costumbres de la Compañía. MN, IV,
619-625
- Tratado sobre la profesión y el coro. MN, IV, 165-181
- Instrucciones varias. MN, IV, 364-614
- Orationis observationes. IHSI, Roma, 1964, 335 págs, Ed. M.Ni-
colau
- Evangelicae Historiae Imagines ex ordine Evangeliorum quae toto
anno in Missae Sacrificio recitantur... Amberes, 1593
- Biblia Natalis. Los 153 grabados publicados con este título por
Deusto-Mensajero, Bilbao, 2008
- Adnotaciones et Meditationes in Evangelia quae in sacrosancto
Missae sacrificio toto anno leguntur... Amberes, 1594-1595

c) Traducciones

Obras que traducen parcial o totalmente escritos de Nadal

Alemán
- JERÓNIMO NADAL. Orationis observationes. Für den Igna-
tianischen Arbeitskreis am Berchmanskolleg vollstándig
herausgegeben und vervielfáltig. Pullach (1958) 148. [Dia-
rio]
- JERÓNIMO NADAL S.I. Exhorten des Visitators 1561 in Alca-
lá de Henares. Übersetzt und eingeleitet von G. Hock und
A. Falkner, Frankfurt a.M. (1999) 96. Col. Geistliche Texte
S.J. 21
ESCRITOS DE JERÓNIMO NADAL 31

Español
- AICARDO. JOSÉ MANUEL. Comentario de las Constituciones
de la Compañía de Jesús. Madrid, 1920. En el c=vol. II, págs. 347,
281-382, 632, 633, 658 [fragmentos del Diario]
- JERÓNIMO NADAL. Apología de los Ejercicios. Trad. por Mi-
guel Lop en: www.ignazizna.org
- JERÓNIMO NADAL. Apología contra la censura de la Facultad
Teológica de París (1557). Fn, II, 38-113. Trad. por Miguel Lop
en: www.ignazizna.org

Francés
- JÉRÓME NADAL, S.J. Journal spirituel. Dieu vivant 5(1946)
37-78, con introduc. de Jean Daniélou. [fragmentos del Diario]
- Écrits spirituels du Pére Jérome Nadal. Chantilly (1953) con in-
troduc. de J. Villers.
- JÉRÓME NADAL S.J. Le Régne du Christ. Christus 1 (1954) 1,87-
100, con introduc. de M. Giuliani [algunos párrafos diversos]
- JERÓNIMO NADAL. Exhortation sur l'oraison. Christus 37
(1990) 445-454. [Plática 14 de Alcalá]
- JÉRÓME NADAL. Contemplatif dans l'action. Écrits spirituels
ignatiens (1535-1575). Traduct. A. Lauras. DDB, París. (1994)
366. págs. Col. Christus n° 81 [antología]

Inglés
- JEROME NADAL. Annotations and meditations on the Gospels.
Trad. Frederick A. Homann. Sant Joseph's University Press
(USA), 2008. 3 vols, con 1 CD-ROM

Portugués
- JERÓNIMO NADAL S.J. O reino de Cristo. Itaici 13 (1993)
103-109, con present. de M. Giuliani
Bibliografía general básica

a) S o b r e la v i d a del P. N a d a l

AICARDO, José Manuel, Comentario a las Constituciones de la Com-


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pañía de Jesús. Madrid, 1932, Vol. 6 (sobre el oficio de Visi-
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BANGERT, W.J. - McCOOG, T. Jerome Nadal, SJ. 1507-1580: Tracking
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VERCRUYSSE, Jos, Nadal et la Contre-Réforme. Gregorianum 72 (1991)
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b) Espiritualidad

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O'MALLEY, John W., Los primeros jesuítas. Mensajero-Sal Terrae, Bil-
bao-Santander, (1995). Col. Manresa n° 14.
RODRÍGUEZ OSORIO, H., La oración en las pláticas espirituales de Je-
rónimo Nadal en Coimbra (1561). Manresa 69 (1997) 253-273.
RUIZ JURADO, Manuel, Nadal y Polanco sobre la Fórmula del Institu-
to. AHSI 47 (1978) 225-240.
WITWER, T., Die Gnade der Berafung: Allgemeine und besondere Be-
rufung bei Hieronymus Nadal am Beispiel der Gesellschaft Jesu,
Echter, Würzburg 1995.
En la voz "Nadal" del Dictionaire de Spiritualité (1982), por Miguel
Nicolau y del Diccionario Histórico de la Compañía de Jesús (2001)
por Manuel Ruiz Jurado se ofrece abundante bibliografía.
I

PLÁTICAS EN ESPAÑA - 1554


(original en latín)

Apenas transcurridos dos años de su entrada en la Compañía


Nadal es enviado por Ignacio a Mesina en abril de 1548 como fun-
dador y primer Rector del Colegio.

Tras una breve y fecunda estancia en Sicilia, Ignacio le llama a


Roma en enero de 1553 y le envía a España y Portugal como Visita-
dor para promulgar las Constituciones.

La Visita comenzó por Portugal para continuarla por España.


Desde Barcelona escribe el 29 de setiembre de 1554 a Ignacio que
ha permanecido en España 16 meses (contando la estancia en Por-
tugal).

Los temas de las pláticas son los que en el futuro tocará con ma-
yor o menor profundidad en todas sus exhortaciones y escritos y for-
man la sustancia de la Compañía y su Instituto.

El mismo Nadal un año después de pronunciadas estas pláti-


cas, escribe a Ignacio el 18 de julio de 1555 desde Pádua: "Lo que ha-
go hasta aquí en estos dos [colegios] de Venecia y Pádua es declarar
en algunas pláticas, es decir seis o siete, la sustancia de la Compañía
e instituto nuestro, sacando toda cosa del examen y constituciones, e
instruir lo que puedo en la obediencia y declararles algún poco sobre
la oración, tomando lo que parece convenir a todos de los ejerci-
cios..." [MN, I, pág. 346].

Sólo con recorrer los títulos puestos a estas ocho pláticas y las
divisiones en párrafos se advierte la identidad de los temas tratados
con lo que menciona Nadal en la carta.
38 JERÓNIMO NADAL, S.J.

Como indica el título de las pláticas, de mano del mismo Nadal,


fue el P. Manuel de Sá, portugués, elegido en Alcalá como Socio du-
rante la Visita en España, el que tomó los apuntes de las pláticas. El
texto se expone como en síntesis o resumen (el copista ni siquiera las
titula 'Pláticas' sino 'Capítulos'). Las posteriores correcciones intro-
ducidas por Nadal sólo pretenden dar mayor concreción y exactitud
a lo expresado por el P. de Sá.
No se indican los lugares en que fueron pronunciadas estas plá-
ticas, que pudieron ser Alcalá y Salamanca, las principales comuni-
dades que Nadal visitó. Nosotros les damos el título de "Pláticas en
España" para diferenciarlas de las que en 1561 tendrá concretamen-
te en Alcalá.
Llama la atención la frecuencia con que Nadal menciona al
P. Ignacio en confirmación de lo que va exponiendo como quien da a
entender que él no hace más que reproducir su pensamiento. Éste es
uno de los grandes valores de las pláticas de Nadal en general y so-
bre todo de éstas tan inmediatas a Ignacio en el tiempo.
A su vuelta a Roma, al revisar Nadal el escrito e introducir al-
gunas correcciones mantuvo siempre los verbos en la forma presen-
te y no en pasado al hablar de Ignacio, cosa que sí hace al referirse a
Francisco Javier, pues la noticia de su muerte ya había llegado a Ro-
ma entonces.

El texto de las pláticas comienza en castellano hasta el n° 17


(con anotaciones en latín), luego sigue en latín hasta el final.

[MN,V,35-105]
D e c l a r a c i ó n de las C o n s t i t u c i o n e s de la C o m p a ñ í a de J e s ú s .
Pláticas q u e t u v o en E s p a ñ a el P. N a d a l en 1 5 5 4 ,
las t r a n s c r i b i ó el P. M a n u e l de Sá, su S o c i o

a
1 PLÁTICA I - Preliminares

1. D e la g r a c i a d e la religión en g e n e r a l

[1] H a b i é n d o n o s el Señor h e c h o esta gracia de llamarnos a


esta religión, será bien n o t a r lo que es propio de ella; lo cual
será c o m o una breve introducción de lo que después se h a de
decir.

[2] Religión ( s e g ú n se colige de lo q u e los teólogos d i c e n )


es u n a v i r t u d que trata lo que t o c a al culto divino; y en esta
significación se d i c e n t o d o s los cristianos religiosos y reli-
g i ó n c r i s t i a n a , s e g ú n la c u a l s i r v e n y h o n r a n a Dios v e r d a -
d e r o y le d a n culto divino. Y así c o m p r e n d e n o sólo los q u e
s i g u e n solos los m a n d a m i e n t o s d e Dios, p e r o a u n los c o n s e -
jos y perfección e v a n g é l i c a j u n t a m e n t e c o n los m a n d a m i e n -
tos; p o r q u e t o d o s estos s i g u e n la religión cristiana. M a s los
q u e s i g u e n p r e c e p t o s y consejos m á s p r o p i a m e n t e se d i c e n
religiosos y m á s p e r f e c t a m e n t e s i g u e n la religión cristiana; y
d e esta m a n e r a se t o m a religión c o n f o r m e a n u e s t r o p r o p ó -
sito. P a r a lo c u a l se h a d e n o t a r q u e n u e s t r o Señor, n o sola-
m e n t e quiere ser así s e r v i d o (lo c u a l es c o m ú n a t o d a s reli-
giones, en las c u a l e s se s i g u e n n o s o l a m e n t e los p r e c e p t o s ,
m a s t a m b i é n los consejos), p e r o quiere ser s e r v i d o y h o n r a -
d o c o n p a r t i c u l a r h o n r a y culto, y esto es lo que h a c e religión
p a r t i c u l a r ; y s e g ú n la d i v e r s i d a d d e los c u l t o s y servicios
p a r t i c u l a r e s q u e a D i o s se h a c e n , se diversifican las religio-
nes p a r t i c u l a r e s .
40 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[3] Y siendo todos los religiosos de las religiones particulares


obligados al culto divino en e s t a d o d e perfección, aquél es
m á s religioso que m á s se h a y está obligado; c o m o , v. g., u n
fraile que tiene tres votos, m á s que u n sacerdote que n o tiene
sino uno; y entre los que tienen tres v o t o s , aquel que en m á s
alto g r a d o sirve.
Y en esta significación de religión particular nos decimos
nosotros religiosos, porque hacemos votos en religión aprobada,
dedicándonos en ella totalmente al culto divino en este particu-
lar m o d o en que el Señor nos ha llamado, c o m o luego se dirá.
Añadido al margen: [Aquí hay que notar entre otras cosas que
también a la Compañía se le ha concedido esta gracia espe-
cial, que sienta bien no sólo de todas las religiones, sino
también de los religiosos, amándolos; y se consuela con este
gusto particular, reconociendo por sí la gracia de la religión
concedida a los otros].

[4] Esto se h a dicho hablando especulativamente d e religión


en c o m ú n y particular; p e r o viniendo a la plática, en que es
menester que lo dicho se p o n g a y se guste, se h a d e n o t a r que,
queriendo N u e s t r o Señor a y u d a r a su Iglesia, usa de este m o -
do: que excita a u n h o m b r e d á n d o l e u n a especial gracia e in-
flujo c o n que le sirva en m o d o particular, c o m o lo hizo c o n
S. Francisco, a quien dio u n a gracia eficaz c o n que se a y u d a s e
a sí y a los otros p a r a el fin que s o m o s todos criados; y así, jun-
tándose se hizo u n c u e r p o y congregación con aquella propie-
d a d y p a r t i c u l a r i d a d de gracia, la cual se dice u n a particular
religión; y así de t o d a s las otras.

[5] De la m i s m a m a n e r a excitó Dios al P. M. Ignacio c o m u n i -


cándole u n a gracia y mediante él a nosotros, la cual seguimos,
y nos regimos según ella; y éste es nuestro particular m o d o en
que diferimos d e los otros religiosos, y es menester que noso-
tros lo sintamos así y gustemos; p e r o los otros religiosos n o es
menester que lo sientan, p o r q u e tienen su m o d o particular, al
cual es menester que sigan.

[6] Y n o es maravilla que haya esta diversidad de gracias y in-


flujos particulares en las religiones, pues v e m o s que d a n d o to-
dos los sacramentos gracia al que los recibe debidamente, con
todo tiene c a d a uno su gracia particular, que se dice gracia sa-
cramental, c o m o v.g. en el bautismo aquella gracia particular
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 41

purga el ánima y la renueva dándole u n a renascencia espiritual,


lo cual no hace ninguno de los otros sacramentos. De manera pa-
recida la confirmación, confirma en gracia d a n d o una firmeza y
constancia al confirmado; y la Eucaristía nutre y transforma al
alma y la une con particular unión. Y así de cada uno de los sacra-
mentos. Y de esta m i s m a m a n e r a d a Dios diversas gracias en las
religiones, con que quiere ser servido en diversas maneras, para
que la Iglesia esté rodeada de variedad de gracias no sólo sacramenta-
les sino también de religiones; repartiendo a saber con uno y mismo Es-
píritu sus diversos dones y repartiéndolos a cada uno como quiere.

[7] Y es de n o t a r que las virtudes se vienen a particularizar


c o n aquella g r a c i a particular, o b r a n d o s e g ú n aquel m o d o y
particular influjo; y así es m e n e s t e r que nosotros o b r e m o s se-
g ú n nuestro m o d o aprehendiendo las virtudes c o n este parti-
cular sentimiento y especial gracia e influjo divino; y ésta es la
práctica d e n u e s t r a religión. E n la cual h a y cosas particulares
que n o h a y en las otras religiones; v.g., el m o d o particular de
la obediencia, que es u n a gracia especial que Dios N. S. h a he-
c h o a la C o m p a ñ í a .

2. O r i g e n de la C o m p a ñ í a

[8] Sabido c ó m o la C o m p a ñ í a es religión, es m e n e s t e r v e r


qué principio tuvo. A esto r e s p o n d e en el principio del E x a -
1
m e n , a d o n d e se habla d e la aprobación de la C o m p a ñ í a , etc.;
pero hablando del hecho, fue éste su principio; que Dios N.S.,
p o r su infinita b o n d a d , m o v i ó al P a d r e M. Ignacio e x c i t a n d o
2
en él su g r a c i a p a r t i c u l a r m e n t e , c o m o arriba se d i j o , p r o v e -
y e n d o su divina Majestad a su Iglesia y al m u n d o , y a y u d a n -
d o en dos cosas; a saber, que las letras y espíritu se juntasen; y
o
lo 2 , que se aplicasen p a r a c o m ú n utilidad del prójimo. Se ha-
llaban en algunos letras sin espíritu; y en otros espíritu sin le-
tras, c o m o en personas idiotas y devotas; y y a que algunos tu-
viesen lo u n o y lo otro, p e r o m u y p o c o s servían al Señor en
este m o d o de a p r o v e c h a r c o n ellas al prójimo.

Añadido al margen: [Aquí hay que notar que los que siguen el
espíritu sin letras y hablan de lo que sienten en la oración,
1
Examen [1].
2
Eneln°[5].
42 JERÓNIMO NADAL, S.J.

muchas veces caen en errores, sobre todo por ignorar el mo-


do de hablar (lo que enseña la teología escolástica).]

[9] Q u e r i e n d o p u e s el Señor que hubiese quien de esta m a -


nera le sirviese, llamó al P a d r e M. Ignacio en u n a enfermedad,
etc., dándole ante t o d o a desear c o n g r a n d e v o c i ó n la m a y o r
h o n r a y gloria de su divina majestad. Y así c o m o estando en el
siglo tenía á n i m o de g r a n d e s cosas, así d á n d o s e al servicio de
Dios no se contentaba c o n p o c o , sino intensamente deseaba y
p r o c u r a b a c ó m o m á s le pudiese a g r a d a r en t o d o y c o n t o d a
3
p e r f e c c i ó n . Y así lo repite esto m u c h a s veces en las constitu-
ciones, a saber, a m a y o r h o n r a y gloria de su divina Majestad.
Y así es menester que todos los de la C o m p a ñ í a t e n g a m o s es-
to delante nuestros ojos con devoción así, y nos interioricemos
este espíritu de en t o d a s las cosas b u s c a r y p r o c u r a r el m a y o r
servicio y gloria de Dios N.S., tanto si leemos, como si predica-
mos, o comemos, o cualquier otra cosa que hagamos, realizándolo to-
do a gloria de Dios. Y c o m o la religión n o sea otra cosa que u n
e s t a d o de adquirir perfección, sigúese que n o e r a otra cosa
m o v e r Dios N.S. al P a d r e M. Ignacio de esta m a n e r a y c o n es-
tos deseos, que darle espíritu y deseo de religión perfectísima
y excitar en él y formar una particular y n u e v a religión.
Añadido al margen: [Primero es vencerse a sí mismo por la
penitencia, instruir por la oración, luego ayudar al prójimo;
y con este orden procedió el P. Ignacio. Pues hizo peniten-
cia, dedicado a la contemplación; luego se ejercitó en el mi-
nisterio del prójimo, enseñando y predicando a los demás lo
4
que antes había experimentado en sí mismo.] .

[10] A n d a n d o el P a d r e M. Ignacio con estos deseos y divinas


mociones, se inclinó a h a c e r penitencia, p e n s a n d o que en esto
a g r a d a r í a m á s al Señor, c o n f o r m e a lo que Cristo c o m e n z ó a
predicar diciendo: Haced penitencia; y en esto experimentó m u -
c h a s cosas y s a c ó d e la experiencia claro conocimiento d e lo
que conviene que h a g a m o s los que s e g u i m o s este espíritu.
H a c í a en este t i e m p o cosas extraordinarias en penitencia te-
5
niendo c a d a día tres veces d i s c i p l i n a y 7 h o r a s de oración,

3
P3Coimbra[3]; P2Alcalá[38]; P3Alcalá[60.69J; P4Alcalá[98].
4
Nadal continuamente repetirá que en la vida de Ignacio reside la
causa ejemplar de la gracia de la Compañía. Ver PIRoma y P2Roma.
5
P3Coimbra[7].
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 43

d u r m i e n d o en tierra y c o m i e n d o p a n y a g u a , etc. Y estuvo una


vez 7 días sin c o m e r ni beber p o r v e n c e r sus escrúpulos; y c o -
6
noció que n o convenía tanta p e n i t e n c i a .
[11] F u e de esta m a n e r a su d e s p e d i d a a h a c e r penitencia,
que p e n s a n d o entre sí c ó m o se a r m a r í a c o m o caballero de
Cristo, c o m p r ó u n saco y u n a c u e r d a y u n palo, y confesándo-
se g e n e r a l m e n t e y c o m u l g a n d o u n día de la A n u n c i a c i ó n de
nuestra Señora de 1522 se fue así a h a c e r penitencia.
[12] E n este tiempo, guiándole N.S., c o m e n z ó a tratar del in-
terior de su a l m a y de la v a r i e d a d de los espíritus, dándole el
Señor en esto g r a n d e conocimiento y sentimientos m u y v i v o s
7
de los misterios divinos y de la Iglesia ; y a u n q u e c o m e n z ó a
escribir, p e r o n o perseveró.
Añadido al margen: [En aquel tiempo empezó el P. Ignacio a
escribir un libro sobre la Trinidad, de cuyo conocimiento so-
bre todo y cierto día había sido ilustrado especialísimamen-
te; en donde hay que notar que es propio del cristiano (en lo
cual se distingue de los demás; los cuales aun cuando atri-
buyan a Dios otras cosas, como la unidad, la infinitud, etc.
en cambio niegan esto) creer en la Trinidad de personas y
8
Dios hecho hombre.] .

[13] A q u í le c o m u n i c ó N.S. los ejercicios, g u i á n d o l e de es-


ta m a n e r a p a r a que t o d o se e m p l e a s e en el servicio s u y o y
salud de las a l m a s ; lo c u a l se m o s t r ó c o n d e v o c i ó n especial-
m e n t e en d o s ejercicios, a saber, del R e y y d e las b a n d e r a s .
A q u í e n t e n d i ó su fin y aquello a que t o d o se debía aplicar y
tener p o r fin en t o d a s s u s o b r a s , que es el que tiene a h o r a la
Compañía.
Añadido al margen: [Fue el P. Ignacio a Jerusalén; los otros,
aun queriendo, fueron impedidos. En lo cual se nos signifi-
ca que nosotros debemos ir a Jerusalén, pero no corporal-
mente sino en espíritu; lo cual hacemos en las meditaciones
de la vida de Cristo.]

[14] Y p e n s a n d o que p a r a este fin le convenía estudiar, lo hi-


z o en E s p a ñ a y después en París, estudiando filosofía y teolo-

6
P3Coimbra[8-9].
7
P3Coimbra[10].
8
P3Coimbra[10-ll]; Anot.Examen[91].
44 JERÓNIMO NADAL, S.J.

9
gía, y j u n t a n d o 9 c o m p a ñ e r o s en París etc. los cuales c o n g r e -
g a d o s en R o m a , después de haber p r e d i c a d o en diversas p a r -
tes y haberse ejercitado en obras pías, etc., o r d e n a r o n u n a fór-
m u l a de vivir, que es la que está en la bula d e la p r i m e r a
confirmación; y c o m o entonces solamente hubiese licencia p a -
ra hasta 6 0 , c o n t o d o los h a multiplicado N. S., c o m o v e m o s ,
d a n d o a u m e n t o a su obra que había c o m e n z a d o .

[15] Visto y a a l g o d e la institución y f u n d a c i ó n d e la C o m -


p a ñ í a , v e a m o s a h o r a d e las Constituciones, c ó m o fueron h e -
c h a s . P a r a lo c u a l se h a d e n o t a r , p r i m e r o , q u e así c o m o
Dios N . S. f u n d ó la Iglesia p o r m u c h o s y g r a n d e s trabajos
q u e d i o a s u Hijo y a la Iglesia q u e es su c u e r p o , y p o r esta
v í a t a m b i é n la a u m e n t ó ; así p o r s u m i s e r i c o r d i a infinita n o s
h a h e c h o e s t a g r a c i a d e ser s e m e j a n t e s a C r i s t o e n a l g u n a
m a n e r a y f u n d a r s e la C o m p a ñ í a a esta similitud p o r p e r s e -
c u c i o n e s , c o m o se v e en las m u c h a s y g r a v e s que t u v o el P a -
d r e M . I g n a c i o en A l c a l á , S a l a m a n c a , P a r í s , etc. n o s o l a m e n -
te d e los h o m b r e s sino t a m b i é n d e p o b r e z a g r a n d í s i m a que
t u v o e n París.
Añadido al margen: [a donde vino.. .y estaba en el hospital ni
hallaba a quien servir. En esto le vino una provisión de Es-
10
paña y yendo un año a Flandes] .

Pero principalmente entre otras le fatigaban dos cosas, a sa-


ber, la e n f e r m e d a d c o n t i n u a y g r a v e que tenía, y la oración,
esto es, la aflicción que tenía en dejar el g u s t o de la o r a c i ó n
p o r el estudio, c o m o era necesario. Y, sabiendo que era aque-
lla la v o l u n t a d d e Dios, se v e n c i ó e s t u d i a n d o c o n m u c h a di-
11
ligencia y d á n d o n o s ejemplo d e lo que nos c o n v i e n e h a c e r
los que e s t u d i a m o s en la C o m p a ñ í a , a saber, d e n o descui-
d a r n o s en el estudio p o r el g u s t o de la oración. E s t a s y s e m e -
jantes persecuciones t u v o el P. M. Ignacio en su p e r s o n a a se-
mejanza de Cristo.

9
Nadal nunca distingue entre los seis votantes de Montmartre, con
Ignacio: Fabro, Xavier, Laínez, Salmerón, Rodríguez y Bobadilla, y los tres
que luego se añadieron: Broet, Jayo y Coduri. PlRoma[15]; P3Coimbra[22];
PlColorúa[9]; P6 Austria [38].
10
Nota marginal en castellano muy deteriorada. Desde Barcelona
continuaron ayudándole económicamente.
11
P3Coimbra[17].
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 45

[16] Tuvo también la C o m p a ñ í a persecuciones y g r a n d e s , de


las cuales solamente diré dos: la p r i m e r a fue en R o m a , de tres
españoles, de los cuales los dos son y a muertos: a) Pascual, Ba-
rrera; y el u n o está en la inquisición ahora: b ) M u d a r r a , en Ro-
12
m a . F u e la persecución de esta m a n e r a ; que c o m o la C o m p a -
ñía entre otras cosas tenga g r a n cuenta d e o b s e r v a r si h a y en
las partes a d o n d e está algún luterano o de doctrina sospecho-
sa (y esto tienen de instituto, y así se lo e n c o m i e n d a m u c h o y
1 3
m a n d a el P a p a ) , y predicase entonces u n o en R o m a , luterano
y a m i g o d e estos 3 españoles, y predicasen los nuestros contra
él, ésta fue la c a u s a p o r que n o s c o m e n z a r o n a perseguir y
a c u s a r en las c o s t u m b r e s , etc. Y n o había quien n o s a y u d a s e ,
fuera de Dios; y decían éstos, entre otras cosas, que de E s p a ñ a
y París y Venecia n o s habían e c h a d o , y h u i d o s h a b í a m o s ido a
R o m a . Quiso N. S. que se hallaron en este m e d i o en R o m a tres
p e r s o n a s que habiendo sido jueces, a saber, u n o F i g u e r o a , en
Salamanca; otro D o c t o r Ori, en París; otro, Veralo, en Venecia,
14
de las cosas del P. I g n a c i o ; los cuales dieron tal relación de él
y de los c o m p a ñ e r o s al gobernador, que los otros tuvieron
m i e d o y pusieron intercesores que n o fuese la cosa adelante. Y
1 5
a u n q u e a los otros p a d r e s y al Dr. O r t i z les parecía que n o se
debiesen c u r a r m á s d e ello, con todo el P. M. Ignacio fue siem-
pre de contrario parecer, a saber, que se debía a v e r i g u a r la c o -
sa y determinarse públicamente la v e r d a d , p u e s que habían si-
d o infamados. Y así se fue al p a p a P a u l o , y le c o n t ó lo que
p a s a b a , pidiéndole m a n d a s e su Santidad d a r sentencia; y el
P a p a se lo concedió. (Y esto h a tenido siempre el P. M. Ignacio,
que n o h a p e d i d o cosa al P a p a que n o se la concediese). Y así
se dio sentencia a favor del P a d r e y c o m p a ñ e r o s , de la cual dio
16
en breve el g o b e r n a d o r s e n t e n c i a .

Añadido al margen: [Que nosotros decimos ser la primera


aprobación de la Compañía.]

12
A estos tres se refiere también Nadal en Orationis observationes [409]
a los que llama "cortesanos españoles de la Curia romana".
13
Se trata del agustino Fr. Agustín Mainardi.
14
Son: luán Rodríguez de Figueroa, Fr. Mateo Ori OP y lerónimo Ve-
ralo, Legado del Papa en Venecia.
15
Pedro Ortiz que hizo 40 días de Ejercicios en Montecasino dirigido
por Ignacio.
16
Puede verse la sentencia en MI, Scripta I, 627-629.
46 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[17] Después de ser confirmada, es a saber, de Matías de la


17 18 19 20
P o s t a , de la R o s e r , de B a r b e r á n , de M. Juan del M e r c a d o .
[18] Ú l t i m a m e n t e h a p a d e c i d o la C o m p a ñ í a p e r s e c u c i ó n en
Portugal de parte de aquellos que fueron de la m i s m a , p e r o de
ella (por providencia de Dios) se h a n seguido su purificación
2 1
y g r a n a u m e n t o ; y casi e r a necesario p a r a que se pusiesen
sólidos f u n d a m e n t o s en aquella provincia de la C o m p a ñ í a ,
u n a v e z expulsados aquellos y a r r a n c a d o s del edificio los que,
si hubiesen p e r m a n e c i d o , lo hubieran h e c h o ruinoso. De t o d o
lo cual q u e d a patente que nosotros n o s p a r e c e m o s d e a l g u n a
m a n e r a , p o r la g r a c i a d e Dios, a aquellos en los que p o r pri-
m e r a v e z se fundó la Iglesia de Cristo, a saber m e d i a n t e m u -
chos sufrimientos y persecuciones. N i faltaron o faltan en E s -
22
p a ñ a quienes nos persigan, principalmente m o n j e s ; p e r o n o s
a y u d a el Señor y n o prevalecerá el h o m b r e .

[19] H a y otro p a r e c i d o entre nosotros y los apóstoles y discí-


pulos del Señor. Así c o m o ellos antes del Evangelio escrito vi-
v í a n de la tradición, así n o s o t r o s antes d e las Constituciones
escritas. Y nos sucedía a nosotros lo m i s m o que a ellos c u a n d o
e r a n enviados a predicar. Pues así c o m o S. P e d r o a ellos, así el
P. Ignacio dirigiéndose a los s u y o s decía: "Sabéis, h e r m a n o s ,
nuestro m o d o y o r d e n de vida; así p u e s id y obrad." Pero, así
c o m o entonces, al crecer la Iglesia, fue o p o r t u n o p o n e r p o r es-
crito el m o d o y m a n e r a de la religión cristiana, así lo que fue
fácil al principio de la C o m p a ñ í a , a saber, vivir de la tradición,
c o n t o d o al crecer y t o m a r p o c o a p o c o m a y o r i n c r e m e n t o , se
hizo m á s difícil y fue o p o r t u n o p o n e r p o r escrito lo que sola-
m e n t e se transmitía de palabra; principalmente p o r q u e p o r
ese t i e m p o la m u c h a experiencia le e n s e ñ ó al P. Ignacio acer-

1 7
O Matías a Sancto Casiano, Prefecto de los correos de Paulo III, acu-
só a Ignacio por haber recibido en la casa de Santa Marta a una cierta mujer.
1 8
Isabel Roser, gran bienhechora de Ignacio en Barcelona, que el 25 de
diciembre de 1545, con otras dos, hizo la profesión en manos de Ignacio y
que fue desligada de los votos con las otras dos compañeras el 1 de octubre
de 1546. Causó graves problemas con el reparto de sus bienes.
1 9
Fray Barberán OFM había sido un buen amigo de la Compañía.
2 0
Juan de Torano, Rector de la Iglesia de San Juan de Mercato. De to-
dos estos personajes se da en Monumenta una larga explicación.
2 1
Según el Chron. Pol. III, 390, hasta principios de 1553 habían en-
trado en la Compañía 318 sujetos, de los que ya habían salido casi 130.
2 2
Melchor Cano OP, Tomás de Pedroche OP, el Card. Silíceo, Arzo-
bispo de Toledo.
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 47

ca del ingenio de los h o m b r e s y otras cosas que d e otra m a n e -


ra n o p o d í a n ser g o b e r n a d o s d e b i d a m e n t e . Esta fue la c a u s a
de deberse escribir Constituciones.

3. A u t o r i d a d de las C o n s t i t u c i o n e s y sus p a r t e s

[20] Tanta es cuanto o cual ningunas otras tendrán en el futu-


ro. Pues aun c u a n d o aquellas tengan la autoridad del Papa, de
la C o m p a ñ í a , del General c o m o éstas, les faltará algo peculiar
p o r n o haber sido hechas p o r este General, esto es, el fundador
de la C o m p a ñ í a , al cual c o m o fundamento y principio comuni-
có Dios este influjo y gracia p o r la que rige y gobierna la C o m -
pañía; y m á s abundantemente que los d e m á s , ¿quien lo d u d a -
rá? Y ésta es una especial gracia y privilegio concedido p o r Dios
a nosotros que estamos en este principio de la Compañía.

[21] Tres son las p a r t e s de las Constituciones, a saber: E x a -


m e n , Constituciones, Declaraciones. A d e m á s de éstas h a y las
Reglas; p e r o éstas n o se c o m p u t a n c o n las Constituciones p o r
c u a n t o las Constituciones son inmutables y p a r a su alteración
o c a m b i o es necesario c o n g r e g a r la C o m p a ñ í a . L a s reglas e m -
p e r o son m u d a b l e s , y p u e d e n variar s e g ú n el tiempo, el lugar
y las p e r s o n a s ; d e ahí que e n c u a n t o a firmeza es m a y o r la
a u t o r i d a d de las Constituciones. C o n t o d o d e b e m o s a p r o b a r -
las t o d a s diligentísimamente y ni siquiera p a s a r p o r alto o
despreciar u n a tilde.

[22] "El E x a m e n " se p r o p o n e a los que entran, p a r a ser e x a -


m i n a d o s s e g ú n el m i s m o ; a los cuales t a m b i é n se les d e c l a r a
u n c o m p e n d i o de la C o m p a ñ í a , se les enseñan las bulas, etc.

[23] "Las Constituciones" tienen diez partes, c u y o criterio de


distinción es el siguiente. P u e s e n p r i m e r l u g a r u n o es a d m i -
tido e n la C o m p a ñ í a ; así p u e s e n la p r i m e r a p a r t e se trata del
m o d o de recibir, y de las cualidades del que h a de ser recibi-
d o , las pruebas, experiencias, etc.

Si se encuentra que algunos n o son aptos para la C o m p a -


a
ñía, en la 2 parte se trata de su expulsión. Entre otras ésta es una
gracia peculiar en la Compañía, a saber la de purificar y discer-
nir quienes convengan o no a su instituto. Del m o d o de probar,
a
instruir y conservar los que permanecen, se trata en la 3 parte.
48 JERÓNIMO NADAL, S.J.

a
De los escolares y lo referente a los colegios en la 4 .

De la f o r m a y m o d o de los v o t o s s e g ú n cualquiera de los


a
estados de la C o m p a ñ í a , en la 5 .

Y en ello está y consiste la integridad de la C o m p a ñ í a .


a
C ó m o u n o d e b a regirse r e s p e c t o a sí m i s m o , en la 6 ; en
d o n d e se habla de la obediencia, p o b r e z a y algo también de la
castidad.
a
C ó m o u n o d e b a c o m p o r t a r s e c o n el prójimo, en la 7 ; en
d o n d e se trata de las misiones y de los diversos ministerios
p a r a utilidad del prójimo.

Puesto que la C o m p a ñ í a es u n cierto c u e r p o , se trata en la


a
8 cuál deba ser la unión de los m i e m b r o s entre sí y c o n la c a -
beza; en d o n d e se e x p o n e sobre las c o n g r e g a c i o n e s generales
y provinciales, la elección del General, etc.
a
P e r o se trata en la 9 de algo de m u c h o peso, las cualida-
des y condiciones de las que debe ser a d o r n a d o el General, d e
s u oficio y a u t o r i d a d . A y u d ó Dios especialmente en esta p a r -
te al P. Ignacio, que en cierta m a n e r a se retrató a sí m i s m o ;
p u e s c u a n d o dice cuál deba ser el General futuro, manifiesta-
m e n t e describió cuál e r a el que esto escribía.

L a d é c i m a y última p a r t e enseña c ó m o p u e d a ser conser-


v a d a y a u m e n t a d a la C o m p a ñ í a p a r a el fin que pretende.

[24] "Las Declaraciones" son ciertas notas p a r a m a y o r inteli-


gencia del E x a m e n y las Constituciones. Se p o n e n a p a r t e , n o
fueran ellas a e x c e d e r la justa cantidad de Constituciones, que
conviene abarquen b r e v e m e n t e sólo lo sustancial.

a
2 PLÁTICA 2 - Sobre el Examen. [1-5]

1. N o m b r e y a p r o b a c i ó n d e la C o m p a ñ í a

[25] E n el capítulo p r i m e r o [del E x a m e n ] se trata b r e v e m e n -


te de las p a r t e s esenciales de la C o m p a ñ í a .
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1554 49

"Esta m í n i m a C o m p a ñ í a " . A c e r c a de esto h a y que n o t a r


que así suele llamar a la C o m p a ñ í a el P. Ignacio en los asuntos
23
d e g r a n i m p o r t a n c i a y c u a n d o escribe a algún p r í n c i p e ; y así
conviene que t o d o s sintamos, a saber, que s o m o s los m á s p e -
queños y siervos d e t o d o s los religiosos y d e b e m o s recibir y
v e n e r a r a t o d o s c o m o superiores; lo c u a l t a m b i é n n o s debe
consolar e n g r a d o s u m o . C o n esto está t a m b i é n u n i d o q u e el
P. Ignacio, a u n q u e s e a m o s religiosos y la m i s m a C o m p a ñ í a
sea religión, n o u s a con t o d o del n o m b r e de religión, sino d e
2 4
c o n g r e g a c i ó n y c o m p a ñ í a p o r humildad.

[26] H a y que n o t a r que la institución de la C o m p a ñ í a se de-


be a solo Dios y la aprobación al Pontífice, sin c u y a a u t o r i d a d
n o p u e d e h a b e r religión. P u e s la Sede A p o s t ó l i c a e n estos
asuntos, según la usual f o r m a d e juzgar, n o p u e d e errar.

[27] H a y que n o t a r también p a r a gloria de Dios que presen-


t a n d o el P. Ignacio y los otros P a d r e s aquella f o r m a d e vivir
p a r a ser c o n f i r m a d a e n la bula, dijo P a u l o III: "El espíritu de
25
Dios está a q u í " . E r a éste u n v a r ó n p r u d e n t í s i m o , fuera de
que, constituido e n tal lugar, la g r a c i a divina le asistía. Y n o
h a y que pensar que éste era un pobre favor p a r a la C o m p a ñ í a ,
sobre t o d o en este t i e m p o c u a n d o tan m a l se habla de las reli-
giones, c u a n d o se enfría aquel primitivo c a l o r y n o siendo
p r o p e n s a la gente a las obligaciones de los votos. P e r o esto fue
2 6
lo que principalmente le m o v i ó a u n o a entrar e n la C o m p a -
ñía, el v e r en este t i e m p o a p r o b a d a esta n u e v a religión.

[28] Se a ñ a d e a esto lo que también es m u y d e notar, que h a -


b i e n d o sido e n c o m e n d a d a la cosa al c a r d e n a l G u i d a c h o n , ju-
risconsulto doctísimo y m u y e n e m i g o de la pluralidad de reli-
giones, c o n t r a la c u a l había escrito u n libro, a u n c u a n d o al
principio la tenía e n p o c o , m á s a ú n se burlaba, y r e c h a z a b a la
c a u s a , o r a n d o c o n t o d o p o r ello nuestros p a d r e s y ofreciendo

2 3
Por ejemplo a luán III de Portugal (MIEpist 1,244,427) o a Felipe II
(MIEpist 1,360).
2 4
En Examen [1] usa "congregación"; en Co [134,318] "mínima pro-
fesión".
2 5
Esta es la fórmula usada siempre por Nadal: P2Coimbra[32]; P l Al-
calá[19]; PlColonia[10]. Aunque otros textos, reproducen la expresión más
tardía de Rivadeneyra: "Digitus Dei est hic".
2 6
Alude a sí mismo cuando por la copia de una carta de Francisco
Xavier se enteró en Mallorca de la aprobación de la Compañía por el Papa.
50 JERÓNIMO NADAL, S.J.

27
sacrificios a Dios p a r a e l l o , tan d e golpe se c a m b i ó y se hizo
t o d o n u e s t r o que llegó a decir que en ésta sola debían militar
los religiosos y vivir p a r a Dios. Así pues, p o r patrocinio d e és-
te, fue a p r o b a d a p o r Paulo III y confirmada la C o m p a ñ í a .

[29] P e r o ¿por qué se llama C o m p a ñ í a de Jesús? H a y que no-


28
tar que n u e s t r o m o d o d e vida en la bula se dice m i l i c i a , p o r
aquello que al P. Ignacio se le manifestó en aquellas m e d i t a -
ciones, a saber d e la g u e r r a que Cristo infligió al m u n d o , car-
ne y demonio; c u y a b a n d e r a pretende seguir la C o m p a ñ í a con
29
t o d a s las f u e r z a s . P e r o acerca de lo que se p r e g u n t a , diré d o s
cosas: u n a la oí del P. Laínez, p e r o la otra del P. Ignacio.

[30] E n el t i e m p o en que se trataba d e la confirmación d e la


C o m p a ñ í a , c u a n d o iba a R o m a c o n los P a d r e s F a b r o y Laínez,
se le apareció visiblemente al P. Ignacio en oración Cristo c o n
la cruz; al cual Dios, habiéndolo juntado a su servicio dijo: "Yo
30
estaré c o n v o s o t r o s " ; c o n lo cual manifiestamente significa-
31
b a que Dios nos eligió c o m o c o m p a ñ e r o s d e J e s ú s . Y ésta es
u n a cierta g r a c i a especial c o n c e d i d a p o r Dios a la C o m p a ñ í a .
A c e r c a d e lo cual h a y que n o t a r que Cristo, u n a v e z resucita-
d o d e entre los m u e r t o s y a n o m u e r e , en sus m i e m b r o s t o d a -
vía y d e continuo p a d e c e la c r u z . P o r lo cual dijo a Pablo:
"¿Por q u é m e persigues?". Así p u e s a esto nos llama Dios, a
que s i g a m o s a Cristo en esta milicia, llevando c a d a u n o su
c r u z , p a d e c i e n d o p o r Cristo; y e n esto d e b e m o s a n i m a r n o s y
confortarnos, a saber que s e g u i m o s a Cristo, hechos sus c o m -
p a ñ e r o s p o r la c r u z . P u e s ¿qué o t r a c o s a quiso o t u v o Cristo
en este m u n d o , sino trabajos, persecuciones y c r u z p a r a gloria

2 7
Las 3.000 misas de que habla en otras ocasiones. P2Coimbra[34];
PlAlcalá[20]; PIColoniafll]. Javier en carta del 18 marzo 1541 comunica
que ya ha dicho 250 y en 1544 dice que ya no lleva la cuenta MX, I, 87,176.
Ignacio les recuerda a Broet y Salmerón en setiembre de 1541 lo de las misas
MIEpist, 1,177.
2 8
Tanto en la Regimini militantis, como en Exposcit debitum.
2 9
Las dos meditaciones de los Ejercicios: del Rey temporal y de las
Banderas.
30
Anot.Examen[7-9]; P2Roma[23]; P4Coimbra[3-4]; PlColonia[26].
3 1
Sobre esta importantísima visión hay que notar que Nadal corrigió
el texto redactado por el P. de Sa, de manera que quedase claro que las pa-
labras eran pronunciadas por Dios Padre y que el mismo Dios Padre los ele-
gía como compañeros de Jesús. Puede verse el análisis que hace Nicolau en
este lugar de Monumenta. Véase Anot.Examen[7]; P2Roma[23]; P4Coim-
bra[3]; Plltalia[2]; P2Colonia[26].
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1554 51

d e Dios P a d r e y salvación n u e s t r a y d e t o d o s ? P o r consi-


guiente esto h e m o s d e querer n o s o t r o s e x p o n i e n d o , si es n e -
3 2
cesario, n u e s t r a s vidas p o r la salvación d e los h e r m a n o s .

[31] C o n f i r m a lo a c a b a d o d e n o t a r que u n a v e z el P. Ignacio


r e s p o n d i ó a u n o que p r e g u n t a b a p o r qué la C o m p a ñ í a n o se
llamaba p o r otro n o m b r e . Dijo: "Sólo Dios p u e d e c a m b i a r es-
33
te n o m b r e que tiene y p o r el que es c o n o c i d a " .

[32] E n el a ñ o 1 5 4 0 fue c o n f i r m a d a la C o m p a ñ í a p o r p r i m e -
ra v e z , p e r o p a r a u n n ú m e r o d e 60; en 1 5 4 3 con n ú m e r o abier-
to e indefinido. Recientemente p o r Julio III en el a ñ o 1 5 5 0 m á s
34
plenamente confirmada .

2 . ¿ C u á l es s u fin?

[33] R e s p o n d o . El m a y o r d e todos: la salvación y perfección


d e las a l m a s a m a y o r gloria d e Dios. E s t e es p u e s n u e s t r o fin,
al cual, i m i t a n d o a Cristo, n o sólo t e n d e m o s con la oración si-
3 5
n o también c o n las o b r a s , utilizando t o d o lo que p a r e c e que
36
p u e d e a y u d a r p a r a ello, y eso con la intención d e la c a r i d a d .
Y en esto consiste la esencia de la C o m p a ñ í a , y p o r ello el P. Ig-
nacio dice que "intensamente" se atienda a la salvación y p r o -
v e c h o d e las almas. E n lo cual h a y que n o t a r que Cristo n o tra-
bajaba p a r a sí sino p a r a n o s o t r o s , a u n c u a n d o m e r e c i e s e la
gloria c o r p o r a l , etc., p o r lo que hacía y padecía. P e r o nosotros
p r i m e r o b u s c a m o s la n u e s t r a y d e s p u é s la salvación y perfec-
ción d e los prójimos. Y n o nos basta a nosotros lo que a u n car-
tujo, a u n santo; p u e s Dios nos llama a otro fin, a la a m p l i t u d
d e la c a r i d a d . P u e s c o m o ésta se extienda también al prójimo,
ésa es la condición d e la a m p l i t u d que utilice t o d a s las cosas
posibles y m e d i o s c o n d u c e n t e s también p a r a la perfección del
prójimo. A s í p u e s d a m o s al p r ó j i m o n o sólo la o r a c i ó n sino
también t o d o lo que lo p u e d e p r o m o v e r al bien.

32
P2Roma[24].
33
Lo mismo dice en Anot.Examen[8-9].
34
Bula Regimini militantis (27 setiembre 1540); Bula Iniunctum nobis
(14 marzo 1544); Bula Exposcit debitum (21 julio 1550).
35
Examen [3].
36
Sobre "Intención de la caridad": P3Alcalá[69,74]; sobre la "exten-
sión o amplitud de la caridad": P3Alcalá[72-73].
52 JERÓNIMO NADAL, S.J.

37
[34] Dice el P. Ignacio " i n t e n s a m e n t e " , esto es, c o n fervor.
E n lo c u a l h a y q u e n o t a r el m o d o d e p r o c e d e r p a r a el fin; es
decir, n o c o n r e m i s i ó n sino c o n cierto v i v o y v e h e m e n t e d e -
seo t a m b i é n d e m o r i r p o r el p r ó j i m o , a ejemplo d e C r i s t o , a
gloria d e Dios; e n lo c u a l esté t a m b i é n n u e s t r a c o n s o l a c i ó n .
P o r lo c u a l , h e r m a n o s , e s f o r c é m o n o s p o r t e n d e r a este fin
p o r t o d a s las v í a s q u e p u e d a la c a r i d a d ; la c u a l así n o s debe
m o v e r q u e p a r e z c a q u e s i e m p r e h a c e m o s p o c o . Así, p u e s ,
c o n v i e n e q u e s i n t a m o s , q u e d e n i n g u n a m a n e r a p a r e z c a so-
p o r t a b l e que, si p u e d o , n o utilice t o d o s los m e d i o s p a r a la
3 8
s a l v a c i ó n del p r ó j i m o p o r el cual C r i s t o m u r i ó . Y éste debe
ser s i e m p r e el celo d e las a l m a s e n n u e s t r o s c o r a z o n e s , el
c u a l al t o m a r l o p e r f e c t a m e n t e , c o n facilidad e c h a a p e r d e r la
salud del c u e r p o a c a u s a del e x c e s i v o fervor; p o r ello se evi-
ta e n la C o m p a ñ í a sobre t o d o , n o sea q u e p o r la indiscreción
esto le o c u r r a a alguien.

[35] P u e s t o q u e e n esto principalmente t r a b a j a m o s en q u e


c a d a u n o en su e s t a d o y vocación, a c c e d a lo m á s que p u e d a a
la perfección, a los que tienen libertad de v i d a les e x h o r t a m o s
a la perfección, esto es a las obras d e s u p e r e r o g a c i ó n , que se
confiesen y c o m u l g u e n c o n frecuencia, oren m á s frecuente-
m e n t e , d e n m u c h a s limosnas, etc. Les aconsejamos también a
los que son libres, a que deliberen sobre la e n t r a d a en religión,
p e r o c o n g r a n y m a d u r o consejo m e d i a n t e los ejercicios en los
39
cuales p o r lo general Dios suele m o v e r el á n i m o a e l l o .

3 . M e d i o s p a r a el fin de la C o m p a ñ í a

o
[36] Se h a c e n tres votos (dice el P. Ignacio en el capítulo I del
40
E x a m e n ) p a r a conseguir este fin . Y trata enseguida de la p o -
breza. Y h a y que notar que puesto que Dios nos llama a tan su-
blime fin y tan g r a n p u r e z a de espíritu, necesitamos de g r a n
preparación; la cual l o g r a m o s p o r los votos, quitados los im-
pedimentos que nos p u e d e n retardar de aquel fervor y celo de
caridad que pretendemos.

3 7
Examen [3]; P5Austria[ll-15].
3 8
P3Alcalá[83-84].
3 9
P5Austria[29-35].
4 0
Examen [4].
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 53

[37] L a p r á c t i c a y ejecución de la p o b r e z a es única y la m i s -


m a en los colegios, profesos, peregrinantes, etc. E n ningún lu-
g a r h a y p r o p i e d a d a l g u n a , sino q u e e n t o d o s h a y el m i s m o
espíritu de p o b r e z a . S e g ú n lo c u a l n o h a y e n la C o m p a ñ í a
4 1
p u e r t a de la habitación c e r r a d a , arca u otra c o s a ; p u e s a p e -
n a s s u c e d e esto sin peligro d e p r o p i e d a d y d e t r i m e n t o d e la
pobreza.

[38] P e r o ¿cuál es el m o d o de la p o b r e z a en la C o m p a ñ í a ?
H a y que n o t a r que en la C o m p a ñ í a h a y d i v e r s i d a d d e m a n -
siones o clases de habitaciones. P u e s h a y la casa de probación,
colegio, c a s a de profesos, peregrinación; y p o r esta última to-
d o el m u n d o se convierte en nuestra habitación.

[39] H a y que n o t a r en s e g u n d o l u g a r que la c a s a de profesos


42
n o p u e d e tener réditos algunos ni en c o m ú n ni en p a r t i c u l a r .
Tienen a d e m á s esto (lo cual c o n t o d o es c o m ú n a todos) que
n o p u e d e n recibir n a d a p o r ningún ministerio, t a m p o c o de
aquella m a n e r a que les es lícito a los religiosos, es decir p o r
43
vía de l i m o s n a ; p a r a que así se quite t o d a ocasión de avari-
cia, y p o d a m o s p r o c e d e r c o n libertad en los ministerios, qui-
t a d a t a m b i é n a los d e m á s la ocasión de p e n s a r que les servi-
m o s p o r sus obsequios. Si algo n o s ofrecen c o m o pobres, lo
p o d e m o s recibir c o m o pobres.

[40] Pero los colegios y casas de probación p u e d e n tener ren-


4 4
t a s ; la r a z ó n d e esto es la siguiente. L a C o m p a ñ í a sigue la
perfección, b u s c a n d o en t o d o la m a y o r gloria de Dios, lo que
v e m á s conviene p a r a ello. P u e s c o m o necesita d e letras uni-
d a s al espíritu y n o se aplican fácilmente a este Instituto los
que y a h a n concluido sus estudios, le es preciso instituir a los
que acaban los estudios; lo cual apenas se p u e d e conseguir sin
rentas. P u e s sin ellas sería preciso que los escolares o parientes
pidiesen o m e n d i g a s e n p u e r t a a puerta; de lo cual o bien p o r
u n a p a r t e revivirían los afectos antiguos o bien p o r otra falta-
ría el t i e m p o necesario p a r a los estudios, y p o r a m b a s p a r t e s
se seguirían, c o m o es patente, m u c h o s inconvenientes. P u e s
recibir algo p o r misas y otros ministerios (de lo cual los nues-
tros p u d i e r a n p r o v e e r a lo necesario) c o m o y a es dicho, re-

4 1
Co[427].
4 2
Co [ 5 5 5 , 5 6 1 ] .
4 3
Examen [4]; Co [565].
4 4
Examen [5].
54 JERÓNIMO NADAL, S.J.

p u g n a a n u e s t r o instituto. H a y también que a d v e r t i r que los


profesos o coadjutores n o p u e d e n t o m a r n a d a d e tales réditos
p a r a u s o propio; sino, siendo los m i s m o s colegios c o m o u n a
especie d e hospitales espirituales, e n los que se c u r a la igno-
rancia d e los que allí viven, solamente pertenece a la C o m p a -
45
ñía la superintendencia y g o b e r n a c i ó n d e e l l o s . P e r o , si-
g u i e n d o con la sobredicha c o m p a r a c i ó n , d e la m i s m a m a n e r a
que en los hospitales alguien, restituido a la p r i m e r a s a n i d a d
y librado d e la e n f e r m e d a d , p a r t e d e allí, así a c a b a d o s los es-
tudios, son e n v i a d o s a otra p a r t e los que estaban e n los cole-
gios. Y así c o m o el que convirtiese en propio u s o lo que es des-
tinado a las n e c e s i d a d e s d e los enfermos n o dejaría d e ser
tildado del vicio d e hurto; así en la C o m p a ñ í a sería execrable
aquel que atentase algo fuera d e lo que dijimos.

[41] P e r o esto es importantísimo y digno d e g r a n considera-


ción, a saber, h a b e r e n c o n t r a d o la m a n e r a d e que p u e d a p e r -
m a n e c e r ilesa la p o b r e z a con las rentas.

Es u n a especial gracia d e Dios esta obra y o r d e n especial


d e los colegios; y p o r ello el diablo se esfuerza en contra, pues-
to que esto es cierto seminario d e aquellos que l u c h a r á n a fa-
v o r de la Iglesia e s f o r z a d a m e n t e c o n t r a sus astucias y m a q u i -
naciones; ésta es t a m b i é n la c a u s a p o r la que la C o m p a ñ í a se
o c u p a en ello c o n tanto e m p e ñ o .

[42] A c e r c a del v o t o d e obediencia h a y que n o t a r que, estan-


d o todos obligados a o b e d e c e r al Pontífice c o m o a Vicario d e
Cristo, nosotros c o n t o d o nos obligamos d e m a n e r a especial y
4 6
p o r v o t o . Desea p u e s la C o m p a ñ í a , en c u a n t o es posible, se-
guir a Cristo y unirse a El, al cual c o m o d e otra m a n e r a en es-
ta v i d a n o p o d e m o s v e r sensiblemente m á s que en su Vicario,
p o r ello a él n o s s o m e t e m o s p o r v o t o . A ñ a d e que d e n i n g ú n
otro m o d o m á s conveniente p o d r í a m o s dirigir n u e s t r a s o p e -
raciones que p o r aquel c u y a es la p o t e s t a d s u m a en la tierra,
p o r m e d i o del c u a l habla Cristo y n o s h a c e ciertos d e s u v o -
luntad; y ello sobre t o d o en las misiones, en las que así c o m o
se discurre c o n g r a n dispendio, así, si se h a c e n s e g ú n la v o -
luntad d e Dios, se realizan con inmenso fruto d e la Iglesia. E s -

4 5
Co [557,560].
46
Anot.Examen[50-55]. No fue fácil la aceptación de este voto por juz-
garlo inútil, ya que todo cristiano está obligado a obedecer al Papa.
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 55

47
ta es p u e s la c a u s a del c u a r t o v o t o que h a c e n los p r o f e s o s ,
sobre t o d o en este tiempo c u a n d o tan i m p ú d i c a m e n t e y libre-
m e n t e se a b a n d o n a la obediencia del P a p a ; hasta el p u n t o que
y a p a r e c e h a b e r llegado aquella apostasía d e la que habla P a -
a
blo e n la 2 a los Tesalonicenses: "A n o ser q u e v e n g a , dice,
p r i m e r o la apostasía", es a saber d e la obediencia al P a p a (res-
p e c t o a algunos, y en ciertos lugares, será p e r p e t u a ; p e r o n o
p r e v a l e c e r á n las p u e r t a s del infierno c o n t r a ella).

a
3 PLÁTICA 3 - Sobre el Examen. [6-13]

1. M o d o d e v i v i r e n la C o m p a ñ í a

[43] H e m o s h a b l a d o del fin y d e los m e d i o s ; q u e d a que di-


g a m o s algo también sobre el m o d o y m a n e r a d e vivir en la
C o m p a ñ í a . A s í p u e s , n u e s t r o m o d o d e vivir es vivir s e g ú n
Cristo, o sea la vida cristiana; en d o n d e c o n t o d o h a y que n o -
tar que, a u n c u a n d o en lo exterior n u e s t r a vida sea c o m ú n , en
lo interior d e b e m o s e n t e r a m e n t e aspirar a la perfección.

[44] E n p r i m e r lugar en la C o m p a ñ í a están los v o t o s , en c u -


y a diversidad h a y cierta admirable a r m o n í a y concierto; cier-
48
ta a m p l i t u d también, a b r a z a n d o t o d a clase d e talentos; la r a -
z ó n y m o d o perfectísimo d e la obediencia d e la C o m p a ñ í a ; el
c u a r t o v o t o , etc.

[45] E n s e g u n d o l u g a r el e x a c t í s i m o c u m p l i m i e n t o d e los
votos; a los que se a ñ a d e n los ejercicios espirituales, es decir
la o r a c i ó n , m e d i t a c i ó n y c o s a s semejantes, q u e son el princi-
pio d e la C o m p a ñ í a , m e d i o s y fin. P u e s en esto t o d a ella c o n -
siste en que los que h a y en ella v i v a n espiritualmente y c a m i -
n e n s e g ú n el espíritu, y t a m b i é n a ello p r o c u r e n llevar a los
p r ó j i m o s , lo cual realizan m e d i a n t e p r e d i c a c i o n e s , confesio-
nes, etc.

4 7
Tanto Regimini militantis, II, como más explícitamente Exposcit debi-
o
tum, II, enumeran las razones de este 4 voto.
4 8
P9Alcalá[172-184].
56 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[46] Tercero, esto tienen los n u e s t r o s de peculiar, q u e se es-


fuerzan en las v i r t u d e s , n o sólo c o m o v i r t u d e s , ni c o m o reli-
giosas, sino de esta religión, esto es, según la p r o p i e d a d de la
gracia de esta v o c a c i ó n e instituto, lo cual es p a t e n t e e n m u -
chas cosas p e r o en particular en el m o d o de la obediencia, en
49
el m o d o d e predicar, de tratar c o n el prójimo, e t c . .

[47] Dice p u e s el P. Ignacio que el m o d o d e vivir es c o m ú n ,


50
es decir en lo e x t e r i o r ; calla en lo interior, p o r q u e lo supone.

[48] H a y que n o t a r q u e el P. Ignacio al principio d e su con-


5 1
versión, b u s c ó siempre, c o m o es d i c h o , la m a y o r gloria de
Dios; y c r e y e n d o que prestaba e n ello el m a y o r obsequio a
Dios, se infligió la m a y o r penitencia; al cual c o n t o d o Dios le
manifestó d e s p u é s que había de remitir de tanta penitencia.
P e r o n o p o r ello dejó t o d a penitencia, c o m o cosa necesaria y
f u n d a m e n t o de t o d a v i d a espiritual; lo cual también se obser-
v a en los ejercicios, en los cuales esto se p r o c u r a e n p r i m e r lu-
51
gar que se p u r g u e el a l m a p o r la p e n i t e n c i a .

[49] H a y que n o t a r a d e m á s aquella e x t r a o r d i n a r i a peniten-


cia del P. Ignacio. H a b i e n d o h e c h o confesión general, a la m a -
53
n e r a c o m o enseña en los e j e r c i c i o s , y siendo o p r i m i d o p o r
los escrúpulos, c o m o había leído del b i e n a v e n t u r a d o Pablo el
Simple (éste dijo a Dios que n o c o m e r í a si n o resucitaba u n
54
m u e r t o p o r sus o r a c i o n e s ) , dijo al Señor: "No c o m e r é h a s t a
que m e libres de estos escrúpulos". H a b i e n d o y a t r a n s c u r r i d o
siete días sin comer, habiéndolo c o m u n i c a d o en confesión le
m a n d ó el confesor c o m e r ; y habiéndole obedecido y c o m i d o ,
55
ya nunca más tuvo escrúpulos .

[50] Después de estas austeridades penitenciales q u e d ó c o n


las fuerzas tan rotas y tan debilitado en el c u e r p o , que t o d a v í a
a h o r a está enfermo. L e manifestó entonces Dios q u e n o con-
v e n í a n a la C o m p a ñ í a tan a r d u a s penitencias; y la c a u s a de

4 9
Ha hablado de ello en n° [7] y volverá sobre lo mismo en [96,184].
5 0
Examen [6].
5 1
Eneln°[9].
5 2 a
La I semana. P7 España[148].
5 3
Ej[44].
5 4
Rufino en la Vida de los Padres cuenta el caso pero no referido a
una resurrección sino a la curación de un moribundo mordido por un perro
rabioso.
5 5
P3Coimbra[8].
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 57

ello es clara. Pues p o r experiencia queda manifiesto que el que


entra en la C o m p a ñ í a al p o c o t i e m p o se v u e l v e m u y débil; y
ello p o r los laboriosos ejercicios de la C o m p a ñ í a . Y si a esto
a ñ a d e s t a n g r a n penitencia y a s p e r e z a , ¿quién lo s o p o r t a r á ?
P u e s o p o n i é n d o s e la c a r n e al espíritu y b u s c a n d o la C o m p a -
ñía sobre t o d o la mortificación interior p o r las virtudes, la ora-
ción y o t r a s a r m a s similares c o n t r a los e n e m i g o s del espíritu
(pues e n g r a n m e d i d a se mortifica la c a r n e p o r los ejercicios
espirituales, y a q u e p o r ellos m u c h o se debilita), cierto h a c e
u n a g r a n penitencia el que de continuo se ejercita en ellos. P o r
lo cual m á s bien h a y que creer que la C o m p a ñ í a debe o c u p a r -
se en la continua penitencia, y p o r cierto gravísima, que en c a -
recer d e ella. A ñ a d e que q u e r e m o s manifestar que en el esta-
d o eclesiástico p u e d e u n o también l o g r a r la perfección s e g ú n
este m o d o interior.

[51] Pero ¿acaso r e c h a z a m o s la penitencia? Respondo: de nin-


g u n a m a n e r a ; sino que u s a m o s de ella c u a n t o es necesario y
útil y conveniente a nuestro fin e instituto, y de tal m a n e r a que
sirva al espíritu. De ahí que ni acerca de ayunos y otras pareci-
das penitencias tenemos n a d a establecido p o r obediencia uni-
versal; sino que t o d o se deja a la disposición del superior de tal
m a n e r a que nadie sin su permiso p u e d a p r o b a r algo, sino sólo
proponer aquello que piensa necesitar. Y si el superior o confe-
sor v e también que ello es así, n o sólo concederá sino que has-
56
ta añadirá la penitencia que v e a serle n e c e s a r i a .

[52] Y éste es el m o d o que n o s p a r e c e m á s a c o m o d a d o de to-


dos, sobre t o d o viviendo e n el trato c o m ú n con los otros p a r a
g a n a r l o s a Cristo. P u e s la gente se espantaría y n o se n o s h a -
rían c e r c a n o s si e n el vestido, alimentación y o t r a s cosas n o s
vieran alejados del m o d o de v i d a c o m ú n ; p u e s así c o m o la se-
m e j a n z a concita a m i s t a d y familiaridad, la d e s e m e j a n z a la
deshace.

[53] P o n e luego el P. Ignacio los m o d o s c o m o son recibidos


5 7
los a d m i t i d o s e n la C o m p a ñ í a . P u e s son a s u m i d o s s e g ú n
nuestro fin p a r a éste o aquel género de ministerios. A n t e t o d o
u n o es a d m i t i d o c o m o indiferente p a r a que en el entretanto se
v e a p a r a qué es apto; p u e s de cualquier m a n e r a y a cualquier

5 6
Examen [8,9].
5 7
Examen [10-15].
58 JERÓNIMO NADAL, S.J.

g r a d o que alguien sea a d m i t i d o , p o r lo que él se refiere con-


o
viene que se p o n g a en el 4 g r a d o , de los indiferentes, tanto en
c u a n t o toca al estado, c o m o a los ministerios, a saber dejando
al juicio del superior qué sea lo m á s conveniente h a c e r de él;
de m a n e r a que a u n c u a n d o sea profeso o p u e s t o en cualquier
otro ministerio, siempre se encuentre p r e p a r a d o p a r a cual-
quier otro, c u a n d o lo desee el superior; y e n él e x p e r i m e n t e
p a z y tranquilidad, siempre, c o m o dijimos, d e p e n d i e n d o del
juicio del superior.

2. P a r t e s d e la C o m p a ñ í a e n c u a n t o a los s u j e t o s y c a s a s

[54] De los que v i v e n en la C o m p a ñ í a u n o s son profesos; y


de estos u n o s de tres, otros de c u a t r o votos. Otros coadjutores,
de los cuales u n o s espirituales, otros t e m p o r a l e s . O t r o s esco-
lares. P e r o todos, fuera de los profesos, tienen v o t o s simples,
que h a c e n a su debido t i e m p o s e g ú n el o r d e n establecido en
58
las C o n s t i t u c i o n e s .

L o s profesos, al m e n o s los de 4 votos, h a n de ser s a c e r d o -


59
tes y selectos en el espíritu y d o c t r i n a .
También los coadjutores espirituales h a n de ser s a c e r d o -
tes y tener tanta ciencia c u a n t a se requiere p a r a el ministerio.
P u e s h a n d e oír confesiones e interpretar la d o c t r i n a cristia-
6 0
n a . Estos p u e d e n también p r e d i c a r s e g ú n su c a p a c i d a d , si lo
a p r u e b a el superior.

L o s coadjutores t e m p o r a l e s h a n de ser aptos p a r a los mi-


61
nisterios externos y n o tener órdenes s a g r a d a s .

L o s escolares, d e los cuales l u e g o saldrán los profesos o


coadjutores espirituales, son considerados a p r o b a d o s c u a n d o
h a c e n los 4 v o t o s simples y los d o s años de probación con los
6 2
cuales h a y a n satisfecho a la C o m p a ñ í a .

[55] Éste es pues el c u e r p o de la C o m p a ñ í a , y distribuido de


esta m a n e r a ; t o d o él es religión y en cualquier g r a d o de él que

5 8
Co [524..., 533...].
5 9
Examen [12]; Co [516-518.658,819].
6 0
Examen [13,112-113].
6 1
Examen [13,114].
6 2
Examen [14,119].
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 59

u n o esté situado es considerado religioso. P u e s esto fue conce-


6 3
d i d o p o r la Iglesia y Paulo III, que nadie c o n votos en la C o m -
pañía p u e d a p a s a r a otra religión (fuera d e la Cartuja), lo cual
es u n privilegio m u y especial y la aceptación d e la C o m p a ñ í a
por parte d e la Iglesia. P u e s teniendo tanto la religión c o m o el
v o t o solemne la a u t o r i d a d d e la m i s m a p a r a que sean tales,
¿qué otra cosa hace en esto tanto apreciar y estimar el v o t o sim-
ple de los nuestros c o m o el solemne d e las otras religiones?

[56] ¿Cuál es, pues, la diferencia entre el voto simple y solem-


ne en la C o m p a ñ í a ? Respondo: L o s votos simples son condicio-
nados, p u e d e n ser despedidos c u a n d o convenga los que así v o -
6 4
taron, y u n a vez despedidos quedan libres del v o t o . L o s
profesos despedidos n o quedan libres del voto; pues, aunque el
m i s m o General y cualquier profeso p u e d a ser despedido d e la
Compañía, con todo siempre queda obligado al voto; y en esto,
fuera de otras cosas que son d e derecho c o m ú n , consiste la so-
lemnidad del voto, queriéndolo y determinándolo así la Iglesia,
a la cual pertenece admitir el voto c o m o solemne o c o m o simple.
En lo cual h a y que notar la benignidad de la C o m p a ñ í a respecto
a los coadjutores y la severidad y rigor p a r a c o n los profesos;
pues al despedir aquellos los libera del voto, y estos quiere que
p e r m a n e z c a n obligados y los trata c o m o la Iglesia a los exco-
mulgados. P u e s c o m o el e x c o m u l g a d o n o deja d e ser cristiano,
pero es p r i v a d o de los sufragios d e la Iglesia, etc., así acontece
de alguna m a n e r a con los profesos; siguen siendo religiosos, pe-
ro separados del trato y oraciones d e la C o m p a ñ í a mientras n o
se conviertan y, c o n humildad, h a g a n penitencia y vuelvan a
d o n d e fueron expulsados, liberados de tan d u r a cárcel.

[57] H a y e n la C o m p a ñ í a , a d e m á s d e los que dijimos, otros


que son p r o b a d o s d e m u c h a s m a n e r a s p o r e s p a c i o d e d o s
6 5
a ñ o s . E s t o s son los novicios y antes d e ese t i e m p o n o están
obligados a h a c e r v o t o s sino u n a v e z c u m p l i d o s aquellos d o s
años; c o n t o d o antes d e aquel t i e m p o p u e d e n hacerlos p o r de-
66
v o c i ó n . Y antes d e haber emitido votos, d e cualquiera de las
m a n e r a s , n o son religiosos, sino sólo c u a n d o los e m i t e n a u n
antes d e aquellos d o s años.

6 3
Breve Licet debitum ( 1 6 octubre 1 5 4 9 ) .
6 4
Examen [ 1 2 0 , 1 2 1 - 1 2 2 ] ; Co [ 2 3 4 , 5 3 6 ] .
6 5
Examen [ 1 6 , 7 1 , 9 8 , 1 1 9 ] .
6 6
Examen [ 1 7 ] ; Co [ 2 8 3 , 5 4 4 ] .
60 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[58] H a y que n o t a r también que la C o m p a ñ í a n o t o m a c a r g o


o v o t o de nadie que v i v a fuera de ella; lo cual ( p o r p r o v i d e n -
cia de Dios) así vio p o r experiencia el P. Ignacio que e r a con-
veniente. P u e s h a b i e n d o m a n d a d o P a u l o III que los nuestros
6 7
t u v i e r a n c a r g o de a l g u n a s mujeres y recibieran sus v o t o s ,
c o n la oposición del P. Ignacio, así sucedió después que el mis-
68
m o Paulo, p o r m e d i o de la concesión de u n b r e v e , n o s libró
d e esa c a r g a p a r a siempre; p o r lo cual y a n o t e n e m o s c a r g o de
mujeres.

3. L a s p r o b a c i o n e s

[59] H a y que n o t a r que p u e s t o que p r e t e n d e m o s la v i d a es-


piritual e n nosotros y en los d e m á s p o r lo m e n o s en el deseo,
c o m u n i c a n d o p o r g r a c i a de Dios lo q u e recibimos de su lar-
g u e z a c o n nuestros prójimos, p a r a lo cual n o n o s falta el divi-
n o auxilio, y este g é n e r o de v i d a es a la v e z c o n t e m p l a t i v o y
activo; p u e s t o que, repito, esto sea así y sea preciso p a r a ello
u n largo c a m i n o a los que se esfuerzan p a r a t a n g r a n fin, usa-
m o s aquellas p r o b a c i o n e s que m á s p u e d e n c o n d u c i r a ello; y
principalmente p o r q u e nuestra v i d a es c o m ú n p o r justas c a u -
sas y carece de aquellas ceremonias y observancias que tienen
otras religiones e n lo exterior. De d o n d e nos es necesario b u s -
c a r en lo interior lo que t e n e m o s prohibido en lo exterior,
c o n s t r u y e n d o v.g. el e x a m e n interior en n u e s t r a s a l m a s , p r o -
tegiendo espiritualmente n u e s t r o s c o r a z o n e s , y a que n o n o s
e n c e r r a m o s ni defendemos con lo exterior, c o m o es dicho. Y lo
que a esto falta, p r o c u r a m o s suplirlo c o n la perfectísima obe-
diencia, la continua oración y otros ejercicios parecidos.

[60] Al tiempo de las probaciones se le asigna u n m í n i m o de


dos años, antes del cual nadie p u e d e ser o profeso, o coadjutor
6 9
o escolar a p r o b a d o . Se deja al arbitrio del superior e n cual
7 0
de estos g r a d o s y en qué t i e m p o u n o d e b a ser c o l o c a d o .
P u e s se p u e d e n e x t e n d e r las p r o b a c i o n e s m á s allá d e este

6 7
Isabel Roser, Francisca Cruilles y Lucrecia de Bradine que lo obtu-
vieron de Paulo III en 1545. P3Coimbra[24].
6 8
Que lleva fecha 20 de mayo de 1547, aunque apenas duró un año la
vinculación de éstas mujeres con la Compañía.
6 9
Examen [16,71,98,19].
7 0
Examen [14-15,121].
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 61

t i e m p o , p a r a t o m a r s e justo e x p e r i m e n t o de los subditos; lo


cual es peculiar y p r o p i o de la C o m p a ñ í a . P u e s en otras reli-
giones, u n a v e z c o m p l e t a d o el año, u n o es a d m i t i d o a la p r o -
fesión; es m á s , tácitamente es considerado profeso a u n c u a n d o
n o h a y a h e c h o los v o t o s e x p r e s a m e n t e . P e r o en la C o m p a ñ í a
las cosas son de m u y diversa m a n e r a ; d u r a n t e t o d o el tiempo
en que alguien en ella es p r o b a d o , siempre es considerado n o -
vicio, y es p r o b a d o t a n t o c u a n t o el superior j u z g u e necesa-
71
r i o . P u e s n o son iguales los talentos de todos, etc. p o r lo cual
no p u e d e asignarse u n m i s m o e idéntico t i e m p o a t o d o s p a r a
p o d e r ser c o n o c i d o e x a c t a m e n t e y c u a n t o sea preciso su inge-
72
nio y n a t u r a l e z a .

[61] Pero a la probación de los escolares, a d e m á s d e aquellos


73
d o s años, se a ñ a d e u n tercero u n a v e z a c a b a d o s los e s t u d i o s
a c a u s a de aquellas distracciones del espíritu que suelen acae-
cer. E n d o n d e h a y que n o t a r que los estudios, a n o ser que se
e m p r e n d a n junto c o n el espíritu, son ocasión d e m u c h o d a ñ o
p a r a el alma; lo cual v e m o s en los luteranos. Y p o r ello es p r e -
cisa en ellos u n a vigilancia n o m e d i o c r e , n o sea que m i e n t r a s
se v e adelantar la inteligencia, p e r e z c a o p a d e z c a d e t r i m e n t o
el afecto. L a s letras se t o m a n p a r a servir al espíritu, n o p a r a
destruirlo.

[62] E n la C o m p a ñ í a h a y u n a p r i m e r a p r o b a c i ó n y u n a se-
g u n d a . L a p r i m e r a es cierto e x a m e n d e aquel q u e p i d e ser
a d m i t i d o ; lo c u a l se realiza en u n l u g a r s e p a r a d o d o n d e , r e -
tenido p o r 15 ó 2 0 días, tiene coloquio y c o n v e r s a c i ó n c o n só-
lo el e x a m i n a d o r q u e le e x a m i n a . P u e s la C o m p a ñ í a t o m a ex-
p e r i e n c i a d e él y él d e la C o m p a ñ í a ; se le e n s e ñ a n las b u l a s
74
d e la C o m p a ñ í a , e t c . . Y él, a d e m á s de confesar y c o m u l g a r ,
7 5
e t c . d a a l g u n a s lecciones d e las disciplinas que a p r e n d i ó , y
finalmente h a c e lo pertinente p a r a manifestar la c u a l i d a d d e
76
su t a l e n t o .

[63] Y la c a u s a de esto, c o m o de otras m u c h a s cosas, es ésta.


P u e s la C o m p a ñ í a sobre t o d o pretende en todas las cosas p r o -

7 1
Examen [16,100]; Co [515].
7 2
P6Alcalá[134-135].
7 3
Examen [16,71]; Co [514,516].
7 4
Examen [18]; Co [190].
7 5
Examen [98].
7 6
Examen [106].
62 JERÓNIMO NADAL, S.J.

c e d e r c o n t o d a claridad y satisfacción, a saber e n la p u r a y


simple v e r d a d ; lo cual p a r t i c u l a r m e n t e entre otras cosas le h a
sido c o n c e d i d o p o r Dios a la C o m p a ñ í a , y de ahí s a c a el espí-
ritu las m á x i m a s fuerzas. Queriendo, pues, la C o m p a ñ í a tanto
en sí m i s m a y e n los que recibe la claridad, e x p l o r a qué tenga
c a d a u n o y p a r a qué principalmente valga, y si ésta es su v o -
cación o si Dios lo llama p a r a otra cosa. L o cual requiere cier-
t a m e n t e m u c h a s experiencias y probaciones, m e d i a n t e las
cuales t a m b i é n q u e d a n confirmados n o m e d i a n a m e n t e los
que llama Dios a la C o m p a ñ í a .

[64] H a c e , p u e s , la C o m p a ñ í a lo que dijimos n o sólo aquel


7 7
tiempo, sino c a d a seis m e s e s d u r a n t e aquellos d o s a ñ o s , p a -
ra que u n a y otra v e z y m u c h a s v e c e s el e x a m i n a d o n o p u e d a
o q u e d a r oculto a la C o m p a ñ í a o p u e d a ser d e s p u é s a c u s a d o
de ignorancia de aquello a lo que se adhirió y que prometió.

a o o
4 PLÁTICA 4 - Capítulo 2 y 3 del Examen.
[22-52]

1. I m p e d i m e n t o s de la a d m i s i ó n

[65] Pretende y desea la C o m p a ñ í a que el que t o m a este m o -


d o de vida, tenga ciertas condiciones y cualidades, de las c u a -
les u n a s son absolutamente necesarias y o t r a s e m p e r o c o n v e -
nientes. De d o n d e , y opuestos a ellas, están los i m p e d i m e n t o s
esenciales; cualquiera que los tenga n o p u e d e d e n i n g u n a m a -
nera ser a d m i t i d o en la C o m p a ñ í a , y sólo el Pontífice tiene fa-
78
cultad de dispensar e n e l l o s . P e r o los o p u e s t o s a las segun-
d a s condiciones, n o son de tal m a n e r a esenciales que n o
p u e d a n ser recibidos los que se e n c u e n t r e que tienen a l g u n o
de ellos; a n o ser que fueran tantos que el que los tuviere lo hi-
cieran c o m p l e t a m e n t e inepto p a r a la C o m p a ñ í a . A s í pues, de
79
estos al principio de las C o n s t i t u c i o n e s .

7 7
Examen [18,98].
7 8
Co[176].
7 9
Co [147...,163...].
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1554 63

[66] A q u í se t r a t a d e a q u e l l o s p r i m e r o s y esenciales. S o n
e s t o s cinco.

1. El a p ó s t a t a d e la fe, el hereje o d e tal m a n e r a sospe-


c h o s o d e herejía que d e ello p u e d a ser a c u s a d o , el cis-
80
mático; p o r m á s penitencia que h a y a n h e c h o .
2. El h o m i c i d a , o el infame p o r u n p e c a d o e n o r m e ; q u é
p e c a d o s d e b a n ser l l a m a d o s e n o r m e s , se deja al a r -
bitrio del G e n e r a l , del c u a l s e r á d e t e r m i n a r c u á l e s
d e b a n ser j u z g a d o s e n o r m e s s e g ú n los t i e m p o s y lu-
8 1
gares .
3. Cualquier religioso, tanto si es profeso o novicio o ere-
8 2
mita c o n hábito m o n a c a l .
4. El ligado p o r m a t r i m o n i o o legítima s e r v i d u m b r e ;
p u e s d e estos consta, que sin la licencia d e la esposa o
83
del señor, d e n i n g u n a m a n e r a p u e d e n ser r e l i g i o s o s .
5. El que p a d e c e , p o r e n f e r m e d a d , algún defecto mental;
84
a u n c u a n d o tenga intervalos l ú c i d o s .

[67] Y ésta es la p r i m e r a r a z ó n d e que t o d o s estos n o sean


8 5
admitidos en la C o m p a ñ í a . P u e s si fuesen admitidos, la mis-
m a C o m p a ñ í a sería u n a g r a n confusión y u n a cierta Babilonia
c o n g r e g a d a p o r ellos.

[68] H a y también u n a c a u s a particular p a r a c a d a u n o , d e los


primeros y s e g u n d o s p o r q u e n o convienen al c o m ú n trato c o n
el prójimo y al fin pretendido p o r la C o m p a ñ í a ; p u e s el minis-
terio d e estos n o es a c e p t o o g r a t o p a r a el pueblo, el cual p o r
u n p e c a d o pretérito, p o r m á s que b o r r a d o p o r la penitencia
que sea, s i e m p r e tiene a los tales p o r s o s p e c h o s o s , m i e n t r a s
m á s se fija en aquel que en las presentes v i r t u d e s . A s í p u e s ,
p a r a n o d a r al prójimo ocasión d e ofensa, n o a d m i t i m o s a los
tales en nuestro g r u p o .

L a razón del tercero es que pretendemos conservar a c a d a


u n o en su propia vocación y ayudarle a que persevere; y si acon-

8 0
Examen [24]; Co [166,167].
81
Examen [26]; Co [169.170].
82
Examen [27]; Co [172].
8 3
Examen [28,41]; Co [174,217].
8 4
Examen [29]; Co [175].
85
Examen [30]; P8Coimbra[4-9]; P7Alcalá[144-151].
64 JERÓNIMO NADAL, S.J.

teciere que alguien tal vez no es llamado p o r Dios a aquel estado


en el que está, de él c o m o de algo accidental no nos ocupamos.

L a c a u s a del c u a r t o es manifiesta; p u e s ni el v a r ó n , a n o
ser que la mujer se h a g a monja, o el siervo, a n o ser que sea
m a n u m i t i d o , p u e d e n ser religiosos.

T a m p o c o la r a z ó n del quinto es oscura.

[69] Y m á s y de nuevo sobre todos. Conviene que los que están


en la C o m p a ñ í a todos sean del m i s m o color o sean conformes
tanto en las costumbres c o m o también en lo demás; para que así
se unan m á s estrechamente entre sí y edifiquen al prójimo.

[70] A d e m á s , p u e s t o que la C o m p a ñ í a esto p r o c u r a sobre to-


d o (lo que en ella es esencial), a saber unirse lo m á s posible a
la Iglesia en la cual se h a d a d o sentencia c o n t r a los arriba di-
chos, p u e s el a p ó s t a t a es e x c o m u l g a d o y tenido c o m o infame,
y los d e m á s son afectados p o r diversas penas; p o r lo cual de la
m i s m a m a n e r a que n o son a d m i t i d o s a los ministerios de la
Iglesia t a m p o c o a los de la C o m p a ñ í a ; lo cual h a c e m o s si-
guiendo el juicio d e la Iglesia a c u y o servicio s o m o s llamados.
[71] A q u í h a y que advertir al e x a m i n a d o r que n o se presen-
te en esto rígido y á s p e r o , sino que trate c o n el e x a m i n a d o
b l a n d a m e n t e , y le p r e g u n t e , c o m o si tratase de otra cosa; n o
sea que aquel, p o r el excesivo deseo de entrar en la C o m p a ñ í a ,
c o m p r e n d i e n d o que h a y impedimentos esenciales, o lo niegue
86
en r e d o n d o o disimule t e n e r l o s . C o m p ó r t e s e , p u e s , en esto,
c o m o conviene.

2. Interrogaciones comunes

[72] A n d a n d o , c o m o dijimos, la C o m p a ñ í a en simplicidad y


claridad, quiere conocer e x a c t a m e n t e a todos, p a r a mejor p r o -
v e e r en todo.
8 7
[73] P r e g u n t a pues: ¿ H a y a l g u n a d u d a ? E n d o n d e h a y que
n o t a r que la C o m p a ñ í a n o suele a d m i t i r los que tienen p a -
88
rientes en e x t r e m a n e c e s i d a d . ¿ Q u é sucedería si d e s p u é s del

Examen [23].
Examen [38].
Examen [37].
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 65

ingreso de los hijos resulta que son a p r e m i a d o s p o r la necesi-


d a d ? Q u é d e b a n a c e r s e al respecto, es preciso que lo dejen al
arbitrio del superior y a él e n t o d o obedezcan.
o
[74] 2 Se p r e g u n t a sobre [opiniones o] conceptos extraordi-
89
n a r i o s . L o cual suele suceder las m á s de las veces a los que se
entregan a la oración, en lo cual también suele haber peligro d e
ilusiones, al transfigurarse Satanás en ángel de luz y mezclán-
dose en las obras del b u e n espíritu de tal m a n e r a que fácilmen-
te n o p u e d e n discernir entre a m b o s si n o son expertos y humil-
des y d o t a d o s de discreción de espíritus; porque lo que u n o
primero sintió ser d e Dios, igual piensa ser parecido lo que si-
90
g u e . Así pues en estas y parecidas cosas h a n de ser dóciles los
que son admitidos en la C o m p a ñ í a y dispuestos a seguir lo que
91
diga la C o m p a ñ í a o los varones que elija p a r a e l l o . Pues n o
permitirá Dios que en tales cosas el superior se engañe m á s que
92
el subdito. Pues a él p o r su oficio peculiarmente le asiste ; pero
a éste, a no ser que se humille y obedezca en t o d o ¿qué tendrá
de e x t r a ñ o si permite que caiga y se engañe miserablemente?
E s también esto m u y necesario p a r a la unidad de los sentidos y
a u m e n t o d e los espíritus. Dice Pablo que todos d i g a m o s lo mis-
m o , etc.; y otras m u c h a s cosas parecidas a este propósito.

[75] Se p r e g u n t a d e s p u é s p o r quién fue u n o m o v i d o a entrar


9 3
en la C o m p a ñ í a . P u e s a u n q u e d e s e e m o s c o m u n i c a r a otros
lo que recibimos de Dios y a ellos, en c u a n t o p o d e m o s , h a c e r -
los espirituales, c o n t o d o h e m o s de evitar que n o se h a g a se-
g ú n la ciencia, a saber m e d i a n t e la i m p o r t u n i d a d o la violen-
cia; p o r lo cual, si e n el e x a m e n c o m p r e n d e m o s q u e alguien
fue p e r s u a d i d o al ingreso en la C o m p a ñ í a p o r los nuestros, a
éste n o lo recibimos, sino que le a d v e r t i m o s que se recoja y se
esfuerce e n sentir de otra m a n e r a lo que otro p e r s u a d i ó , a sa-
ber d á n d o l e y m o v i é n d o l e el Señor interiormente; p u e s en-
94
tonces la C o m p a ñ í a lo admitirá si v e que es c o n v e n i e n t e .

[76] L a desconsideración de esto h a sido la c a u s a en estos


días t r a n s c u r r i d o s de aquella turbulencia y p e r s e c u c i ó n en

8 9
Examen [47].
9 0 a a a
Reglas 4 y 8 discer. espír. 2 semana, Ej [332,336].
9 1
Examen [49].
9 2
Con la llamada "gracia de estado".
9 3
Examen [51].
9 4
Examen [51-52].
66 JERÓNIMO NADAL, S.J.

95
P o r t u g a l ; lo cual y a había p r e d i c h o el Infante Luis, h e r m a n o
del rey. P u e s los nuestros p e r s u a d í a n a otros nuestro instituto
y vocación; los cuales de la m i s m a fácil m a n e r a que habían si-
do m o v i d o s p o r nosotros, la dejaron al tiempo de la tentación.

[77] A q u í también h a y que n o t a r que en P o r t u g a l surgió


cierta dificultad. P u e s n o se atrevían los p a d r e s a e n v i a r sus
hijos a nuestros colegios, temiendo no fueran a ser m o v i d o s al
ingreso en la C o m p a ñ í a p o r la m u t u a familiaridad c o n los
nuestros. A lo cual respondí, p r i m e r o , que no debía ser a d m i -
tido n i n g u n o p e r s u a d i d o p o r los nuestros, en virtud de cierta
96 o
r e g l a ; 2 , ni siquiera alguien que pidiese ser admitido inspi-
r a d o p o r Dios, si n o es p o r las peticiones de aquel bajo c u y a
potestad estaba; lo cual a g r a d ó s u m a m e n t e al rey y al infante
Luis. Pero dije que esto debía ser o b s e r v a d o en aquellos cole-
gios en d o n d e n o s o t r o s e n s e ñ a m o s , d e otra m a n e r a e n los
otros. P u e s n o q u e r e m o s que p o r culpa d e u n o s p o c o s sea im-
p e d i d o el fruto de m u c h o s , los cuales, a s u s t a d o s , o n o ven-
d r á n o los p a d r e s n o los enviarán, si v e n fácil el ingreso en la
C o m p a ñ í a . Sucedió c o n t o d o que, p o r las i m p o r t u n a s peticio-
n e s de los hijos pidiesen los p a d r e s que fueran admitidos.

[78] A ñ a d e que entonces u n o es admitido de m a n e r a m á s se-


g u r a y firme, c u a n d o sin persuasión de nadie sino p o r interna
m o c i ó n del Espíritu es atraído a este m o d o de vida; y esto pro-
cura ante t o d o la C o m p a ñ í a , que a lo que c a d a u n o es l l a m a d o
p o r el Señor, eso siga c o n su gracia y en ello persevere hasta el
97
fin. De lo cual se habla l a r g a m e n t e en m a t e r i a de e l e c c i o n e s .

5 PLÁTICA 5 - Capítulo 4 del Examen. [53-103]


a o

1. A l g u n o s p u n t o s de los q u e h a y q u e e x a m i n a r

[79] Ésta es u n a cierta p a r t e m á s principal; en la cual lo m á s


i m p o r t a n t e es lo siguiente. P r i m e r o , acerca de la disposición

9 5
Véase lo que dice en PlEspaña[18].
9 6
Examen [51-52].
9 7
Ej[169...].
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1554 67

d e los propios bienes; en d o n d e h a y que n o t a r q u e ésta fue la


intención y d e s e o del P. Ignacio y de aquellos que p r i m e r o le
siguieron, que los d e m á s que entrasen en la C o m p a ñ í a c o n el
m i s m o deseo, dejado el m u n d o y lo que h a y en el m u n d o , sir-
viesen a Dios e n la religión de la mejor m a n e r a posible s e g ú n
98
los consejos e v a n g é l i c o s . Pues ellos lo dejaron t o d o antes de
a d o p t a r aquella forma d e v i d a que se contiene en la bula, y
emitieron v o t o de p o b r e z a y castidad; difiriendo el v o t o de
obediencia p a r a m á s adelante, a saber, hasta v e r c ó m o pudie-
99
sen vivir legítimamente en o b e d i e n c i a .

[80] A s í pues, esto quieren que h a g a n los otros, y n o se a d -


mita a n a d i e que n o h a y a p r i m e r o a b a n d o n a d o t o d o lo que
h a y en el m u n d o , y p o r ello h a y a dejado los bienes t e m p o r a -
les; c o n lo cual p u e d a d a r s e la libertad de servir a Dios. C o n -
viene p u e s que o bien lo deje, p a g a n d o si algo debe y distri-
b u y e n d o lo d e m á s ; o bien, si p a r e c e que h a y que diferirlo y
que place m á s a Dios que se h a g a con posterioridad, haciendo
v o t o simple que lo dejará efectivamente d e s p u é s de un a ñ o ,
10
c u a n d o le p a r e z c a al superior ° ; p a r a que, a u n q u e de m o -
m e n t o no c o n v e n g a , a lo m e n o s lo deje en v o l u n t a d y ofrezca
a Cristo en el entretanto la libertad que tiene; con lo cual se lo-
gra que la p r o p i e d a d o afección y a no le p u e d a dañar, lo cual
p o r cierto es u n admirable artificio, a saber dejar antes en v o -
to que en realidad.

[81] P a r a e n t e n d e r esto m á s p l e n a m e n t e h a y que n o t a r que


la C o m p a ñ í a en c u a n t o p u e d e se esfuerza y tiende a la perfec-
ción y a d e s d e el m i s m o n o v i c i a d o de otra m a n e r a que en las
d e m á s religiones. P u e s e n éstas en t i e m p o del n o v i c i a d o le
q u e d a a c a d a u n o la propia libertad de h a c e r lo que quiera de
lo suyo, y n o es obligado a n a d a antes de emitir los votos. P e -
ro en la C o m p a ñ í a t a n t o el m i s m o n o v i c i a d o c o m o la p r o b a -
ción se v u e l v e n religiosos p o r la abnegación de la voluntad en
el voto; p e r o c o m o el voto es simple y condicionado, p o d r á ser
liberado del m i s m o si así fuere conveniente.

[82] Pero ¿ c ó m o dispone de los bienes? Respondo: C o m o quie-


101
ra, con tal que, según el consejo de Cristo, sea a p o b r e s . Y pa-

9 8
Examen [53].
m
Lo repite en PlAlcalá [17].
100
Examen [53,54]; Co [254,287].
1 0 1
Examen [54].
68 JERÓNIMO NADAL, S.J.

ra n o errar, es a y u d a d o p o r la Compañía. Pues si p a r a su distri-


bución se viese inclinado a los parientes, se le m a n d a seguir el
juicio de algunos varones distinguidos en la doctrina y el espíri-
1 0 2
tu ; y si quiere dejar sus bienes a la C o m p a ñ í a , se deja al arbi-
trio del superior a qué casa o colegio quiera aplicarlos.

[83] H a y que n o t a r q u e la C o m p a ñ í a b u s c a la perfección


t a m b i é n e n lo exterior, a u n c u a n d o en estas c o s a s n o u s e m o s
d e aquellas c e r e m o n i a s que u s a n o t r a s religiones, y suele d e -
cir el P. Ignacio que lo exterior es indicio d e lo interior. Quiere
p u e s que, c o m o las cosas interiores, así las exteriores estén or-
d e n a d a s y c o m p u e s t a s ; aquellas p o r su unión c o n Dios, y és-
tas s e g ú n el orden d e las interiores. L o cual e x a c t a m e n t e p u e -
d e observarse en el m i s m o P. Ignacio a saber, la c o m p o s t u r a y
h o n e s t i d a d en los vestidos, alimentación, habitación, etc.

[84] P o r esta c a u s a , pues, estableció que h a y a en los colegios


1 0 3
y casas u n síndico o c e n s o r , que vigilando el o r d e n d e t o d a
la c a s a , a d v i e r t a diligentemente c ó m o se c o m p o r t a c a d a u n o
en lo exterior y observa las reglas tanto las c o m u n e s c o m o las
p r o p i a s , d e lo c u a l debe h a c e r s a b e d o r al superior. C o n v i e n e
t a m b i é n que c a d a u n o a c e p t e c o n g u s t o esta c e n s u r a y se so-
m e t a a ella; y n o sólo eso, sino q u e esté p r e p a r a d o a n o t a r e n
los d e m á s lo que le fuere m a n d a d o , y c o m u n i c a r l o al s u p e -
1 0 4
r i o r . ¿Quién, p u e s , si b u s c a la perfección n o d e s e a r á ardien-
t e m e n t e que p o r t o d o s sean n o t a d o s sus defectos y sepa el su-
perior qué tal subdito tiene? p a r a que tanto mejor le p u e d a en
t o d o a y u d a r c u a n t o m á s c o n o c i d a s le fueren su v i d a y c o s -
1 0 5
t u m b r e s . Y así lo h i z o el P. Ignacio c u a n d o vinieron los P a -
dres a R o m a el a ñ o del jubileo; pues m a n d ó , y se cumplió, que
c a d a u n o sindicara a todos los d e m á s , y que le llevase a él p o r
escrito cualesquiera defectos q u e hubiese n o t a d o e n otros
tiempos p a s a d o s .

[85] H a y también o t r o aviso espiritual, a saber c ó m o d e b a


c a d a u n o b u s c a r la perfección c o n m á x i m a exactitud. P u e s a
ello c o n d u c e sobre t o d o c o n s i d e r a r s e m u e r t o al m u n d o ; lo
cual debe ser m u y p r o p i o d e la C o m p a ñ í a . P u e s a nosotros es-
pecialmente dice el Señor que le sigamos, dejando las afeccio-

1 0 2
Examen [55]; Co [256].
103
P20Coimbra[19].
1 0 4
Examen [63]; PlOCoimbr [18-21].
1 0 5
Examen [91-93]; Co [551].
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 69

nes carnales; y, c o m o p a r t i c u l a r m e n t e a n o t a en las constitu-


106
ciones el P. Ignacio, se c a m b i e el afecto carnal en e s p i r i t u a l ;
d e m a n e r a que el afecto del p a d r e n o m u e v a s e g ú n la c a r n e ,
sino en espíritu, esto es, p o r la obligación c o n la cual Dios n o s
obliga al a m o r d e los padres; lo cual si alguno n o siente en sí,
sepa que es todavía imperfecto. Entendí y o cierta v e z del P. Ig-
n a c i o que d e s p u é s d e a b a n d o n a r la p a t r i a n u n c a trató con los
s u y o s p o r carta ni d e otra m a n e r a , es m á s ni siquiera habló d e
L o y o l a , lo cual él m i s m o u n a v e z escribió al D u q u e de Nájera:
"No a c o s t u m b r o , dijo, d e s p u é s que dejé la patria, tener trato
107
alguno con los m í o s " .

2. S o b r e las e x p e r i e n c i a s

[86] N e c e s i t a m o s p a r a n u e s t r o fin d e m u c h a s experiencias,


108
d e seis d e ellas se trata a q u í .

E n d o n d e h a y que n o t a r que, puesto que ( c o m o tantas v e -


ces se h a dicho) nos e s f o r z a m o s p o r a n d a r en espíritu c o n to-
d a s las fuerzas, conviene que sea p r o b a d o t o d o aquel que es
admitido a nuestro g r u p o si es apto o inepto p a r a la oración. Y
p o r ello se le d a n los ejercicios (lo c u a l es la p r i m e r a p r o b a -
1 0 9
ción) , con los cuales n o sólo p r e t e n d e m o s a y u d a r l e e n el es-
píritu (lo cual h a c e m o s con los extraños y con todos), sino m u -
c h o m á s p a r a p r o b a r y t o m a r experiencia d e él, p a r a c u á n t o
v a l g a en las c o s a s espirituales; p o r lo cual debe ser a d v e r t i d o
el que d a los ejercicios al p r o b a n d o , que en esto vigile sobre
t o d o , atendiendo c ó m o se c o m p o r t a en cualquier p a r t e d e los
ejercicios; v.g. en la p r i m e r a s e m a n a c u a n penitente sea, en la
a
2 c o n c u á n t o fruto m e d i t a lo referente a Cristo, y c ó m o con-
a
c u r r e c o n la g r a c i a en estas meditaciones. L o m i s m o en la 3 ,
a u o
4 , etc., t o d o lo cual d e s p u é s c o m u n i q u e al superior .

[87] P e r o habiendo obtenido satisfacción de él en esto, siendo


nuestro ejercicio la h u m i l d a d y el fervor d e la c a r i d a d , h a y que

106
Examen [61].
107
Se conservan algunas, muy pocas, cartas de Ignacio a sus familia-
res escritas después de su conversión.
108
Examen [64-79].
109
Examen [65].
110
Examen [73]; P8Coimbra[12]; P7Alcalá[152-153].
70 JERÓNIMO NADAL, S.J.

probarlo también en esto s e g u n d o de m a n e r a que lleve a la


práctica lo que le parecía sentir en los ejercicios y a lo que le p a -
recía encontrarse dispuesto. Pues n o seguimos la sola oración,
sino que la j u n t a m o s c o n la obra. Se le p o n e en el hospital p a -
111
ra que se ejercite en la caridad, humildad, compasión, e t c . .

[88] P e r o c o m o en el hospital le facilitaban la c o m i d a , el le-


cho, finalmente t o d o lo necesario, p o r ello en tercer lugar se le
envía a peregrinar p a r a que a p r e n d a la p o b r e z a p o r experien-
cia y a confiar sólo en Dios m e n d i g a n d o en su n o m b r e ; sea
p r o b a d o también en la paciencia p a r a s o p o r t a r injurias, traba-
jos, y otras cosas que suelen m o v e r el á n i m o imperfecto. P u e s
conviene que en t o d o esto edifique al prójimo y n o se turbe.
A q u í p u e s se h a c e fuerte en el Señor, en la tolerancia de los
trabajos; y se h a c e útil al prójimo en el ejemplo de paciencia,
112
h u m i l d a d y d e m á s v i r t u d e s . Esto es lo que en la C o m p a ñ í a
se debe p r o c u r a r c o m o cosa peculiar y p o r e n c i m a d e t o d o , a
saber ser fuerte p a r a t o d o c o n la virtud de Dios y confiar en
Dios, y n o debilitarse en el espíritu p o r cualquier a d v e r s i d a d
sino u s a r de t o d a s las c r i a t u r a s a gloria del C r e a d o r del cual
sólo d e b e m o s d e p e n d e r y a c o s t u m b r a r n o s a la única confian-
z a en él.
o
[89] E s p r o b a d o , 4 , religiosamente en casa, a saber en oficios
humildes, v.g. en la cocina, refectorio, etc.; en los cuales se t o m a
113
experiencia de su humildad, de n u e v o paciencia y d e m á s .
o 114
[90] 5 , en la interpretación de la doctrina c r i s t i a n a . E n lo
cual h a y que notar que de esto se h a c e especial m e n c i ó n en la
n s
bula y en los votos ; y que esto fuera así lo quiso el P. Ignacio
p a r a que q u e d a s e manifiesto c u a n i m p o r t a n t e sea p a r a la
C o m p a ñ í a . Y p o r cierto, p o r la g r a v í s i m a necesidad e igno-
m
rancia y negligencia de los cristianos . E n contra están, (ins-
tigando el demonio) los luteranos en pleno con los catecismos;
son m á s prudentes ellos y diligentes en su malicia que los cris-
tianos y los hijos d e la luz en la v e r d a d y ley evangélica. E x -
p e r i m e n t a m o s pues, aquí en p r i m e r lugar, el ingenio de la

111
Examen [66,74].
112
Examen [67,75].
113
Examen [68,76].
114
Examen [69,77].
115
Co [527,532,535].
1 1 6
P6Austria[44-48].
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 71

o
p e r s o n a y su aptitud; 2 , el celo de la salvación de las almas;
o
3 , la diligencia y la paciencia; ésta es la única probación p o r la
cual se sabe quién p u e d a servir en este ministerio y ser útil en
la C o m p a ñ í a .
o
[91] 6 y último, p o r vía de p r o b a c i ó n se le m a n d a servir en
t o d o lo que recibió p o r gracia de Dios, o bien d a n d o clase si es
d o c t o , o y e n d o confesiones, d a n d o ejercicios; en lo c u a l t a m -
117
bién a p a r e c e principalmente p a r a qué p u e d a ser ú t i l .

[92] P o r c u á n t o t i e m p o y en qué o r d e n c a d a u n o h a de ser


p r o b a d o de cualquiera de estos m o d o s , se deja al arbitrio del
superior; p e r o c o n tal de que se h a g a antes de que u n o sea c o -
U 8
adjutor o profeso o también escolar a p r o b a d o .

[93] H a y también otras probaciones libres, que son m u y con-


d u c e n t e s c o m o la experiencia h a d e m o s t r a d o , c o m o v.g. que
u n d o c t o r enseñe en la última clase. Suele también el P. Igna-
cio (y esto n o h a c e m u c h o s m e s e s ) p r o b a r de esta m a n e r a el
ingreso en la C o m p a ñ í a : le d a el oficio de Ministro o Vicerec-
tor, puesto en el cual n o p u e d e q u e d a r escondido, sino inme-
1 1 9
d i a t a m e n t e a p a r e c e qué tal s e a . Esta es u n a p r o b a c i ó n r e -
cientemente inventada; en la cual dije a su m a d r e la M a r q u e s a
fue p u e s t o D. A n t o n i o , y que n o se le había d a d o p o r otra r a -
1 2 0
z ó n el oficio de superior en el colegio de C ó r d o b a .

[94] Según estas probaciones libres, a m o d o de p r u e b a , sole-


m o s enviar al que es p r o b a d o a hablar a los señores; les m a n -
d a m o s también escribir cartas a algunos y realizar otras cosas
de este género en las cuales su ingenio, costumbres, y t o d o lo
que tengan se nos h a g a n c o m p l e t a m e n t e patentes y lo m á s c o -
n o c i d a s posible.

[95] P u e s a n d a m o s en la v e r d a d y b u s c a m o s la m á x i m a cla-
r i d a d en todo. Y ¿quién, p r e g u n t o , no será p r o b a d o c o n esto?
O ¿quién no d e s e a r á ser abierto t o d o lo s u y o al superior p a r a

1 1 7
Examen [ 1 0 9 ] ; Co [ 1 9 8 ] .
118
Examen [ 7 1 ] .
119
El mismo Nadal pasó por esta prueba.
120
El P. Antonio de Córdoba fue nombrado por Nadal rector del Co-
legio de Córdoba. La madre, Marquesa de Priego, lo llevó a mal por ser su
hijo todavía muy joven. Nadal afirma, sobre este caso, en sus Efemérides:
"El Maestro Avila casi se tentó que le hubiésemos hecho Rector" MN, I I ,
pág. 2 1 .
72 JERÓNIMO NADAL, S.J.

que n o y e r r e en su gobierno, sino que coloque a c a d a u n o en


aquel estado y ministerio que sea m á s conveniente?

[96] H a y que n o t a r también que al entrar en la C o m p a ñ í a n o


sólo conviene que deje las cosas m a l a s e imperfectas, c o m o se
ha dicho arriba, sino también las b u e n a s que n o s o n c o n v e -
nientes a nuestro instituto, c o m o v.g., el m o d o particular de
c o m p o r t a r s e en la o r a c i ó n y de a l c a n z a r las virtudes. P u e s es
necesario que se transforme del t o d o en el espíritu de la C o m -
pañía, de lo contrario ni p o d r á ser g o b e r n a d o s e g ú n esta g r a -
cia e influjo ni ser p e r f e c t a m e n t e obediente. Y ésta es u n a de
121
las c a u s a s p o r las que n o recibimos a monjes o e r e m i t a s ;
p u e s estos n o dejarían fácilmente la anterior m a n e r a de vida y
los m o d o s y costumbres en los que fueron nutridos, y p o r ello
n u n c a vivirían tranquilos en la obediencia perfecta.

[97] P a r a ello esto es m u y necesario, e n t r e g a r s e totalmente


c o n m u c h a confianza y e s p e r a n z a en el Señor al superior p a -
ra ser g o b e r n a d o , y que tenga p e r s u a d i d o que p o r este m e d i o
y m o d o de vivir, mejor que p o r cualquier otro, se s a l v a r á ,
p u e s t o que a él h a sido l l a m a d o . Cualquiera que se p e r s u a d a
de esto, a p r o v e c h a r á m u c h o en las virtudes; p o r el contrario el
que sienta de otra m a n e r a , será débil en las obras y m u y remi-
so. Y te p r e g u n t o , ¿ p o r qué n o te fías de Dios, que te l l a m ó a
esto? ¿ A c a s o n o inspirará a éste, al que te sometiste en su
n o m b r e p a r a lo que m á s c o n v e n g a a la salvación d e tu a l m a ?
Lo cual p o r cierto es m u y de notar y se debe pedir con m u c h a s
oraciones al Señor; d e lo c o n t r a r i o p a s a r e m o s u n a v i d a misé-
rrima, o d e b e r e m o s ser en absoluto d e s p e d i d o s de la C o m p a -
ñía, a n o ser que, nosotros del t o d o embebidos d e su espíritu,
n o s u n a m o s a él en c u a n t o sea posible.

[98] Pues de otra m a n e r a ¿ c ó m o se configurará en un c u e r p o


o será u n a religión y vocación, si u n o así y otro asá, y n o mejor
1 2 2
que t o d o s digan y sientan lo m i s m o , c o n u n solo c o r a z ó n y
a l m a bajo el m a n d a t o de la p o t e s t a d de u n o ? Diciendo y ex-
p o n i e n d o en cierta ocasión estas cosas a los h e r m a n o s , levan-
t a n d o la v o z u n o dijo: "He aquí, P a d r e , h o y m e parece que soy
de la C o m p a ñ í a " . Este e r a débil, y habiendo o í d o estas cosas
en el Señor, fue confortado y a n i m a d o .

121
Examen [27]; Co [172].
1 2 2
Co[273].
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 73

[99] P a r a lo cual, h e r m a n o s , p a r a p o d e r l o conseguir, n o de-


b e m o s d e s c u i d a r n a d a d e lo q u e se dice en las constituciones
o en las reglas, de lo contrario c a e r e m o s , si nos saltamos cual-
quier cosa de ellas. Así pues, teniendo en m u c h o cualquier c o -
sa d e ellas y a b r a z á n d o l a s con t o d o el afecto c o m o e n v i a d a s
p o r Dios, imploremos h u m i l d e m e n t e su auxilio y c o n súplicas
o r e m o s n o s dé esta devoción y espíritu.

[100] A q u í ante t o d o h a y que n o t a r que la C o m p a ñ í a persi-


g u e un c o m p e n d i o de t o d o . L o cual q u e d a patente, c o m o en
otras cosas, así p r i n c i p a l m e n t e en los ejercicios, en los cuales
en m u y p o c o t i e m p o se a y u d a u n o hacia la perfección; de lo
cual los d e m á s se a d m i r a n g r a n d e m e n t e , c ó m o a saber el que
se ejercita q u e d a c a m b i a d o en otro h o m b r e tan de repente.

[101] P e r o p a r a v o l v e r al a s u n t o , h a y que n o t a r que en las


predichas experiencias se requiere la m á x i m a exactitud y p o r
ello conviene que los superiores busquen satisfacción en c a d a
u n a m e d i a n t e informes y testimonios d e los d e m á s . C o m o en
123
los ejercicios p o r m e d i o del que los d i o ; en el ministerio de
hospitales, del que preside y tiene c u i d a d o del hospital; en las
peregrinaciones, p r o c u r e tener testimonio de aquellos en c u y a
c i u d a d o l u g a r h a y a sido enviado y sobre t o d o de los superio-
1 2 4
res ; p u e s a estos tiene en m á x i m a consideración la C o m p a -
ñía (y se les debe p o r la dignidad y g r a d o de la Iglesia en que
están c o l o c a d o s ) p o r lo cual el testimonio de ellos lo aprecia
muchísimo. Finalmente, c o m o el fin de las probaciones sea c o -
n o c e r perfectamente cual sea c a d a u n o , esto sobre t o d o se de-
be p r o c u r a r de los superiores c o m o dignos de fe, que sean c o -
nocedores d e la cualidad d e los q u e son probados.

3. A l g u n a s c o s a s m á s difíciles q u e h a y q u e p r o p o n e r

[102] H a y q u e n o t a r a d e m á s , en p r i m e r l u g a r , q u e al a y u -
d a n t e del c o c i n e r o o d e c u a l q u i e r o t r o , c o n v i e n e que le obe-
d e z c a c o m o al s u p e r i o r d e la casa; a u n o y o t r o c o m o a C r i s -
t o , p o r solo el c u a l ( p u e s t o q u e a él solo se h a c e el v o t o )
o b e d e c e , y así a C r i s t o en el superior. P o r lo c u a l ni d e b e
a t e n d e r q u é tal es el q u e m a n d a , ni v i e n e al c a s o q u é tal sea,

1 2 3
Examen [73].
1 2 4
Examen [74-75].
74 JERÓNIMO NADAL, S.J.

d o c t o o i n d o c t o , noble o p l e b e y o , etc.; sino quién es aquel


1 2 5
p o r c u y o a m o r h a c e lo q u e es m a n d a d o .
o
[103] H a y que n o t a r 2 , que de lo p r i m e r o se sigue que el c o -
cinero, c u a n d o m a n d a h a c e r s e algo, n o lo h a g a r o g a n d o ; p u e s
n o es conveniente que u n laico e n c a r g u e a u n sacerdote h a c e r
algo. Sino, p u e s t o que habla en l u g a r y en p e r s o n a de Cristo,
diga m a n d a n d o lo que quiere que se h a g a , manifestándose en
las palabras tal cual es, a saber que h a c e las veces de Cristo y
126
en eso le representa '.

[104] Puesto que en la enfermedad h a y m u c h a s ocasiones de


impaciencia, etc., pide la C o m p a ñ í a en los s u y o s tal hábito de
paciencia y obediencia o disposición que n o se m u e s t r e u n o
en la enfermedad distinto que en la sanidad, y obedezca en to-
d a s las cosas, a b a n d o n á n d o s e t o d o a la o r d e n a c i ó n del supe-
1 2 7
rior . Y esto es también cierto género de probación, en el cual
el que bien se c o m p o r t a , es m u c h o a y u d a d o p o r el Señor, n o
sólo en el espíritu sino ( c o m o está visto p o r experiencia) t a m -
bién p a r a la salud corporal.

[105] Se p r o p o n e luego a todos la frecuentación de los sacra-


m e n t o s (lo cual es u n a gracia p a r t i c u l a r de la C o m p a ñ í a ; que
debería c o n todo ser c o m ú n a t o d o s los cristianos, si n o hubie-
ra p r e v a l e c i d o tan g r a n malicia de los h o m b r e s ) . P e r o de los
s a c r a m e n t o s , de los que u n o d a la gracia o la a u m e n t a , a saber
la penitencia; el otro d a el p r o v e c h o espiritual, etc., a saber la
Eucaristía. Pero esto n o sólo a los suyos, sino también a los de-
1 2 8
m á s p r o p o n e y aconseja la C o m p a ñ í a ; la cual cosa es u n
b r e v e c o m p e n d i o y útilísimo p a r a la perfección.

[106] Se sigue luego p a r a los laicos el t i e m p o prescrito p a r a


c o m u l g a r , a saber c a d a o c h o días, etc.; p e r o p a r a los s a c e r d o -
129
tes se tiene la constante c o s t u m b r e de celebrar d i a r i a m e n t e .

[107] P e r o ¿ p o r qué tanta exigencia d e que al que n o c o m u l -


g u e se le niegue la refección t e m p o r a l ? P u e s ésta es n u e s t r a
cotidiana refección del espíritu, de m o d o que c a d a u n a de las
dos p a r t e s del espíritu se alimente, a saber de la vía p u r g a t i v a

125 Examen [84].


126 Examen [85].
127 Examen [89].
128
Examen [80]; P6Austria[49-51].
129
Examen [80].
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 75

e iluminativa. A la r e s t a u r a c i ó n d e aquella toca la frecuencia


del s a c r a m e n t o d e la penitencia; a la perfección d e la m i s m a el
d e la Eucaristía. También p o r ello m a n t e n e m o s el u s o cotidia-
n o d e los e x á m e n e s y d e la oración.

[108] El vestido y alimentación, etc., es d e pobres; y así debe


c a d a u n o pensar, m á s a ú n p e r s u a d i r s e , que se le d a r á lo m á s
13
vil d e t o d o y la p a r t e y lugar m á s ínfimo °, y esto le debe con-
solar g r a n d e m e n t e ; pues así cierto aconteció a los p r i m e r o s d e
la C o m p a ñ í a que vivieron en s u m a pobreza, y en sentirlo h a y
g r a n paz. P o r lo cual deben ser advertidos los que v i v e n en los
colegios que tienen rentas, n o sea que d e alguna m a n e r a aflo-
jen en el espíritu d e p o b r e z a p o r c a u s a d e la abundancia. Y el
Rector n o sea d e m a s i a d o g e n e r o s o , sino r e c u e r d e la pobreza;
con t o d o c o n c e d a a los subditos lo necesario. E n lo cual sea
también m u y vigilante; p u e s es m u y i m p o r t a n t e y n o fácil p o -
d e r c o n s e r v a r el espíritu d e p o b r e z a e n la a b u n d a n c i a p a r a
que n o p a d e z c a d e t r i m e n t o y n o d o m i n e en los subditos o en
el superior otro espíritu; p u e s quien gusta el d o n d e la pobre-
za, q u e d a lleno d e admirable consolación.

[109] P e r o ¿acaso p o r q u e d e b e m o s vivir en la pobreza, p o r


ello nos e x c e d e m o s en las penitencias c o m o v.g. en el pan, agua,
etc.? Respondo: De ninguna m a n e r a , sino c u a n d o es necesario.
Ni esto lo requiere la pobreza; pues ésta n o prohibe usar d e las
criaturas a m a y o r gloria d e Dios. "Teniendo alimentos, dice P a -
blo, y con que nos abriguemos, estamos contentos". Q u e si hi-
ciéramos de otro m o d o y nos afligiéramos con m u c h a s peniten-
cias, n o sería conveniente p a r a el fin que p r e t e n d e m o s ni
131
p o d r í a m o s soportar los trabajos del instituto .

[110] Por lo cual tenemos lo suficiente en c o m i d a y vestido, y


ni somos apremiados p o r el dinero, ni queremos abundancia; pe-
ro de ninguna m a n e r a soportamos lo superfluo. Por lo cual tam-
p o c o admitimos los regalos innecesarios, c o m o n o convenientes
a nuestro instituto. Pero para que se p u e d a mejor distinguir y
discernir lo superfluo de lo necesario y qué sea útil y convenien-
te p a r a la salud según este m o d o de vida según los lugares y
tiempos, dice el P. Ignacio que h a y que consultar al médico y pe-
132
dirle el régimen d e nuestro alimento y ejercicios c o r p o r a l e s .

1 3 0
Examen [81].
131
Anot.Examen[88...].
1 3 2
Co [580,340].
76 JERÓNIMO NADAL, S J .

[111] H a y que n o t a r a d e m á s que el P. Ignacio al principio de


su conversión, e s t a n d o en M a n r e s a , t o d o lo manifestaba a su
confesor; en el cual m o d o de proceder, es decir, n a d a ocultar al
p a d r e espiritual, e n c o n t r a b a el m á x i m o p r o v e c h o espiritual
siendo p o r lo d e m á s en g r a n m a n e r a iluminado p o r Dios en
las cosas espirituales. P r o p o n i é n d o n o s este m o d o a imitación
d e t e r m i n ó que c a d a u n o dé plena r a z ó n de sí al superior o al
que él ordenare, y esto al principio inmediatamente, luego c a -
133
da seis m e s e s ; p e r o los profesos deben estar p r e p a r a d o s p a -
1 3 4
ra hacerlo c a d a a ñ o .

[112] P e r o el m o d o de d a r cuenta es o decirlo en confesión o


d e otra m a n e r a , p o n e r ante los ojos del que recibe esta cuenta
las m a l a s inclinaciones, c o s t u m b r e s , p o r último t o d a su vida,
135
ingenio y c o s t u m b r e s . P u e s de o t r o m o d o ¿ c ó m o p u e d e el
superior r e g i r m e d e b i d a m e n t e si n o m e c o n o c e p o r d e n t r o
( c o m o dicen) y en la piel? P u e s p o r ignorancia p o d r í a deter-
m i n a r algo de m í que repercutiera en la propia salvación o de-
trimento de la C o m p a ñ í a ; p a r a que esto n o s u c e d a se estable-
ce lo dicho. L o cual p o r cierto e s p o n t á n e a m e n t e pediría de la
C o m p a ñ í a o del superior, si lo supiese o consultase sobre la
propia salvación. Así lo hizo u n o a l g u n a vez, a u n antes de en-
trar en la C o m p a ñ í a , n o siendo r o g a d o a ello; sino p o r propia
136
v o l u n t a d abriéndose t o d o e s p o n t á n e a m e n t e . Y c o n r a z ó n .
P u e s c o m o u n o entra en la C o m p a ñ í a p a r a llegar a ser perfec-
to, ello n o se p u e d e obtener de otra m a n e r a si n o es que t o d a
su conciencia sea c o n o c i d a p o r el superior.

[113] H a y que notar que nosotros d e s e a m o s seguir a Cristo y


ello religiosamente; pero Cristo p a d e c e , n o en sí sino en la Igle-
sia. ("Cumplo, dice Pablo, lo que falta a la pasión d e Cristo,
etc."). Pues n o es sólo la cruz, los trabajos, las fieras, sino si son
c o n ignominia; pues así padeció Cristo. P o r ello cualquiera de
nosotros esto debe sobre todo procurar, rechazar también todo
lo que es del m u n d o ; y lo que le es contrario abrazarlo con to-
d o el afecto. Pues en esto se h a c e semejante a Cristo y se t o m a
137
parecida librea p o r vestido '. Y esto recomienda sobre todo el

133 Examen [93-96].


134 Examen [97]; Co [551].
135 Examen [93].
136
Parece que Nadal alude aquí a su propia experiencia.
137
Examen [101].
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 77

P. Ignacio que decía alguna vez: "Si sólo debiera d a r r a z ó n a


Dios de mí, iría d e s n u d o p o r el m u n d o , u n t a d o t o d o d e miel, y
cubierto d e p l u m a s ; llevando al cuello u n collar d e cuernos,
p a r a ser tenido p o r todos objeto de befa y burla y tratado c o m o
138
l o c o " . Sin d u d a esto decía d e s e a n d o seguir a Cristo p o r las
ignominias; lo cual también nosotros d e b e m o s desear, y creer
que no h a y otro h o n o r m á s que p a d e c e r injurias p o r Cristo, etc.

[114] Debe, pues, ser interrogado el que entra si desea p a d e -


cer esto p o r Cristo. Si responde que lo desea, basta; p e r o si di-
ce que no, pregúntesele si desea desearlo, según aquello: "De-
seé desear, etc." Y si ni esto tiene, ciertamente no nos conviene;
pero si lo tiene pregúntesele p o r último si está p r e p a r a d o a p a -
decer injurias d e p a r t e d e alguien después d e e n t r a d o en la
139
C o m p a ñ í a . Si dice que no, d e ninguna m a n e r a nos conviene.

[115] H a y otras c o s a s q u e se p r e g u n t a n en el E x a m e n p e r o
q u e son fáciles d e entender.

6 PLÁTICA 6 - Las Constituciones


a

1. S o b r e el P r o e m i o

[116] H e m o s visto y a sobre el E x a m e n , que es u n a especie d e


p r o e m i o d e las Constituciones. A h o r a v e a m o s algo b r e v e m e n -
te acerca d e las Constituciones.

[117] P u e s el principio e institución d e la C o m p a ñ í a es d e


14
Dios, c o m o dijimos arriba ° . Y t o d o s los que en ella v i v i m o s
c o n v i e n e que confiemos en que c o n s e g u i r e m o s del Señor la
salvación p o r este m e d i o . E s t o s u p u e s t o , explica el P. Ignacio
qué le h a c o m u n i c a d o el Señor sobre el instituto d e la C o m p a -
ñía y qué d e b e m o s nosotros seguir. P u e s h a b l a n d o d e esto, di-
ce d o s cosas: a saber que la infinita sapiencia y b o n d a d d e
Dios es la que dio inicio a la C o m p a ñ í a , y luego que p o r ella

iss P9Alcalá[187].
1 3 9
Examen [102].
1 4 0
Eneln°[8...].
78 JERÓNIMO NADAL, S J .

1 4 1
debe a u m e n t a r s e y crecer la C o m p a ñ í a , e t c . . P u e s d e ello
d e p e n d e t o d o nuestro ser; en esto sólo está puesta nuestra es-
peranza. A esto h a y que reducir t o d o lo que h a c e m o s ; de aquí,
c o m o de p r i m e r principio, p r o c e d e todo lo que o b r a m o s .

[118] E n d o n d e h a y que n o t a r que Dios rige el m u n d o (y de


la m i s m a m a n e r a la C o m p a ñ í a ) c o n sabiduría y providencia,
pero ésta la ejecuta con misericordia y bondad; p o r lo cual aña-
de el P. Ignacio la b o n d a d a la sabiduría. Pero, ésta ley de la ca-
ridad, impresa en nuestros c o r a z o n e s , a y u d a m u c h o p a r a la
conservación y a u m e n t o . Y n o e m p e z ó la C o m p a ñ í a p o r otro
principio que p o r éste de la c a r i d a d y amor, p o r el que Cristo
fue concebido y padeció. P u e s , n o es otro el fin de Cristo y el
142
nuestro, c o m o se ha d i c h o . Así pues, conviene que p r o c e d a -
m o s c o n s u m o deseo y plena c a r i d a d c o o p e r a n d o con Dios a
su m a y o r gloria, aplicándonos a las obras de la C o m p a ñ í a p o r
c a r i d a d y p o r el m i s m o espíritu y fervor. Así p u e s el p r i m e r
principio es la divina providencia y b o n d a d ; p e r o el segundo,
la caridad impresa p o r Dios a los que están en la C o m p a ñ í a .

[119] H a y t o d a v í a otro principio, a saber, la cooperación que


Dios requiere en sus criaturas. P u e s n o d e b e m o s despreciar
los m e d i o s h u m a n o s tentando a Dios, sino que u s a m o s de to-
d o s los que p u e d e n c o n d u c i r a este fin, c o m o son las letras y
otros diversos, la o r a c i ó n y otros ejercicios p a r e c i d o s , m á s
aún, hasta el favor del príncipe; y t o d o s los que otros usan p a -
ra la v a n i d a d , los u s a m o s nosotros p a r a este fin y p r o m o c i ó n
del divino servicio; lo cual ¿quién dirá que es m a l o ?

[120] Así pues, ofrecemos a Dios y le inmolamos aquellas co-


sas en las cuales m u c h a s veces tropiezan los que n o las usan
rectamente, mientras nosotros las u s a m o s religiosamente; y no
se nos pega n a d a de ello (sea lo que sea lo que otros sospechen).
Pues ésta es la libertad espiritual, es decir usar de las criaturas
para gloria de Dios y sin ninguna afección desordenada. Y esto
es lo que quiere decir el P. Ignacio y esto es lo que pide la C o m -
pañía de los suyos, y es sobre todo necesario, principalmente en
143
España, a causa de la herejía de los i l u m i n a d o s .

1 4 1
Co[134].
1 4 2
En n° [30,33].
1 4 3
Los iluminados o "alumbrados" se creían particularmente ilustra-
dos por Dios y anhelaban los fenómenos místicos, a la vez que abandonaban
la colaboración a la gracia, por lo que les llamaban también "dejados".
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1554 79

[121] Dice el P. Ignacio y lo repite c o n frecuencia: "en el Se-


144
ñor n u e s t r o " , queriendo e x p r e s a r el sentido del espíritu e n
n u e s t r a s operaciones; p u e s n o o b r a m o s nosotros p o r nosotros
m i s m o s , sino en Cristo, en su g r a c i a y p o r su fuerza; c o m o si
dijese: obro y o , n o obro y o , obra en m i Cristo y y o en Cristo.

[122] H a y que n o t a r que fue necesario escribir constitucio-


nes, p a r a n o tentar a Dios sino que t o d o se d i s p o n g a s u a v e -
m e n t e , sobre t o d o puesto que el P a p a así lo ha ordenado; y h a -
bría u n a cierta incertidumbre en la dirección, si c a r e c i é r a m o s
d e ellas. P u e s la tradición se debilita p o c o a p o c o , p a s a n d o del
p r i m e r o a los d e m á s , y p o r ello conviene que las constitucio-
nes sean escritas p o r el p r i m e r o , p a r a que así se c o n s e r v e
aquel p r i m e r espíritu; d e lo c o n t r a r i o c o m o u n o s c a p t a n y
sienten la m i s m a cosa d e diversa m a n e r a , n o se c o n s e r v a r í a la
u n i d a d y c o n f o r m i d a d en todos. A ñ a d e que así hicieron todos
los santos fundadores d e religiones.

[123] P e r o confío en Cristo que serán p a r a todos nosotros


c a u s a de g r a n p r o v e c h o , sobre t o d o al estar unidas con este es-
píritu o m o d o d e vivir de la C o m p a ñ í a , y m á s a ú n algunas d e
145
sus e x p l i c a c i o n e s ; en ellas e x p r e s ó el P. Ignacio t o d o lo que
p o d e m o s desear, es m á s c u a n t o Dios quiso que fuera explica-
d o d e este espíritu. P u e s el P a d r e u s ó p a r a esto t o d a la diligen-
cia que p u d o , y p u e s t o que fue tan d e Dios y tan p r ó x i m o a
1 4 6
él ¿quién d u d a r á que expresó t o d o lo que a nosotros convie-
n e saber acerca d e este instituto? P o r lo cual h e m o s d e esfor-
z a r n o s con t o d o e m p e ñ o en imprimir en nosotros e injertar en
nuestros c o r a z o n e s este m o d o espiritual de vida s e g ú n la inte-
ligencia d e las Constituciones; p u e s en ellas brilla sobre todo.

2. S o b r e la p r i m e r a p a r t e

[124] Sobre t o d o y ante t o d o h a y que n o t a r la u n i d a d del g o -


1 4 7
bierno d e la C o m p a ñ í a . E n la cual el General está p o r enci-

144
En castellano en el texto. No sólo en el Proemio de las Co [134] si-
no que es una expresión recurrente en Ignacio.
145
Se refiere a las Declaraciones que tienen el mismo valor que las
Constituciones.
146
Anot.Examen[80-82].
147
Co[138].
80 JERÓNIMO NADAL, S.J.

1 4 8
m a de todos, p e r o p o r e n c i m a de él está la C o m p a ñ í a . P u e s
a 1 4 9
debe tener c u a t r o asistentes, etc., de lo cual en la 9 p a r t e .

Según la que el General c o m u n i c a , tienen a u t o r i d a d los


150
prelados inferiores .

[125] L o s Rectores sólo p o r e n c a r g o y n o p o r p o t e s t a d ordi-


1 S 1
naria, p u e d e n recibir, e t c . . P e r o c o n v i e n e que t e n g a n bien
conocidas las condiciones de aquellos que p u e d e n ser admiti-
1 5 2
d o s en la C o m p a ñ í a .

[126] L l a m a b u e n a conciencia a la q u e es fácilmente aplica-


153
ble a la virtud, la b u e n a índole, e t c . .

[127] H a y que notar que el que tiene ilusiones e indiscreciones


154
puede d a ñ a r m u c h o a la C o m p a ñ í a . Porque si estuviera en la
Cartuja, quedaría escondido y algún remedio se le podría apli-
car. P e r o en la C o m p a ñ í a , c o m o se trata con los de fuera en las
confesiones, ejercicios, y otros ministerios semejantes, no puede
m e n o s la C o m p a ñ í a que p a d e c e r gran detrimento de ello, a sa-
ber, manifestando lo que siente a aquellos con los que trata.

[128] N i t a m p o c o n o s conviene el que es d u r o , siendo con-


veniente que cualquiera en la C o m p a ñ í a sea tratable, dócil y
fácilmente persuasible; de lo contrario trataría u n a s u n t o y lo
que en otros p o d r í a útilmente a s u m i r s e , en dirigir a éste se
1 5 S
perdería el t i e m p o en v a n o .

El que debe al prójimo dinero u otra cosa, a n o ser que sin


156
escándalo p u e d a satisfacer c o n los bienes, n o se r e c i b e .

3. S o b r e la s e g u n d a p a r t e

[129] Ser u n o d e s p e d i d o , a u n q u e p r o p i a m e n t e les corres-


p o n d e a los que están en probación y son e x a m i n a d o s , con to-

1 4 8
Co[736...].
1 4 9
Co [767,779].
1 5 0
Co [740,745,138].
1 5 1
Co [141].
1 5 2
Co[142].
1 5 3
Co[148].
1 5 4
Co[182].
1 5 5
Co [152,184,216].
1 5 6
Co [185,217].
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 81

d o c o m p r e n d e a t o d o s los que d e a l g u n a m a n e r a están e n la


1 5 7
C o m p a ñ í a . Y m u e v e a la C o m p a ñ í a e n esto aquel m o d o
e x a c t í s i m o d e p r o c e d e r que tiene. U n a v e z dijo el P. Ignacio:
"No t e n g o d e sufrir imperfección e n la C o m p a ñ í a " .

[130] Se p r o c e d e con cierto orden en la expulsión d e aquellos


c u y o s méritos lo piden. P u e s se requiere u n p r o f u n d o e x a m e n
e n la investigación d e las c a u s a s p o r las cuales debe ser d e s -
p e d i d o el General; el s e g u n d o l u g a r lo reivindica p a r a sí el
profeso; p e r o c o n la m a y o r facilidad son d e s p e d i d o s los que
158
están en p r o b a c i ó n .

[131] P e r o son c u a t r o las c a u s a s p a r a despedir a alguien:


1 5 9
1. Si h a y u n a ofensa d e Dios que p e r m a n e z c a .
1 6 0
2. Si perjudica a la C o m p a ñ í a .
1 6 1
3. Si n o le conviene p e r m a n e c e r .
162
4. P o r r a z ó n d e aquellos a los que está o b l i g a d o .

P o r estas c a u s a s son d e s p e d i d o s t a m b i é n los profesos, y


n o conviene p r o c e d e r d e otra m a n e r a .

[132] P e r o ¿cuál es la diferencia en los que son despedidos?


Respondo: F u e r a d e los profesos d e tres o c u a t r o votos, t o d o s
163
son desligados de los v o t o s . P u e s sus votos son condiciona-
dos, a u n c u a n d o la condición n o se exprese en ellos, puesto que
se h a c e n s e g ú n la inteligencia de la C o m p a ñ í a . P e r o los profe-
sos quedan siempre obligados, y la r a z ó n d e la diversidad está
en que la C o m p a ñ í a requiere en los profesos u n a s u m a perfec-
ción; p o r lo cual también los trata con el m á x i m o rigor.

[133] Y c o m o n o t e n e m o s cárcel material, a u n q u e p o d r í a -


m o s , p o r q u e n o lo quiere el P. Ignacio, con t o d o la t e n e m o s es-
piritual. P u e s el profeso, c o m o es dicho, p e r m a n e c e obligado
p o r los votos, y n o e s t a m o s en c o m u n i ó n con él. Se halla en es-
ta a r m o n í a u n a d m i r a b l e fruto en la C o m p a ñ í a .

1 5 7
Co [205,819].
1 5 8
Co[205].
1 5 9
Co [210,819].
1 6 0
Co[212].
161
Co[216].
1 6 2
Co[217].
1 6 3
P3España[56]; Anot.Examen[145].
82 JERÓNIMO NADAL, S J .

[134] Pero se requiere u n a g r a n diligencia p a r a expulsar a al-


guien, y esto lo siente en g r a n m e d i d a la C o m p a ñ í a y lo so-
p o r t a mal; p o r lo cual primero el superior que lo ha de realizar
se encomienda a Dios y luego pide consejo de los que tiene c o -
164
m o consejeros .

[135] H a y que n o t a r que el e x p u l s a d o es p r i v a d o de todas


las gracias que tenía en la C o m p a ñ í a ; lo cual h a y que a d v e r -
165
tírselo c u a n d o s a l e . También h a y que tener c u i d a d o en que
n i n g u n o de los nuestros sea enviado a cualquier p a r t e sin u n a
patente; n o sea que los que son e x p u l s a d o s , o n u n c a admiti-
dos, se profesen nuestros y así e n g a ñ e n a otros.

H a y que notar que los expulsados p u e d e n volver, si satis-


facen en aquello por lo cual fueron expulsados. Y se les trata con
benignidad, p u d i e n d o ser tratados rígidamente y con dureza,
aun estando fuera; pero n o lo hacemos sino m á s bien a y u d a m o s
en cuanto podemos. Pero qué convenga hacer en el futuro o qué
166
sea m á s expediente, será determinado p o r el G e n e r a l ;

7 PLÁTICA 7 - Sobre la oración


a

1. O r a c i ó n y Ejercicios

[136] H a y que hablar y a de la oración y la obediencia. Así


pues, siempre h u b o oración en la Iglesia y n u n c a en ella falta-
rá, y es u n especial d o n y gracia de los fieles y m u y necesaria
a todos. E s definida p o r los d o c t o r e s c o m o u n a elevación del
a l m a a Dios, a la cual se r e d u c e t o d a diversidad de oración.

[137] O r a c i ó n es cierta a c t u a c i ó n de las potencias en la con-


sideración de las cosas s e g ú n su v e r d a d ; v.g., c u a n t o m á s p u -
r a m e n t e siento de Dios, tanto m á s perfecta es la oración; p e r o
de m í al cont rario h a y que sentir, p u e s t o que s o y i m p u r o y
m a l o . E s vivir algo espiritual con cierta gracia especial.

1 6 4
Co[220].
165
Co[233].
1 6 6
Co[241].
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 83

[138] Por lo cual h a y que notar que Dios generalmente concu-


rre p a r a entender verdades; este concurso se da también en los
paganos. Pero con los cristianos, aun malos, concurre de u n m o -
do especial. Pues tanto la Escritura c o m o los sacramentos y todo
lo que es de derecho divino, viene de un concurso especial; con-
curre también Dios con la Iglesia y los doctores inmediatamen-
te, y mediante ellos con los cristianos, aun malos. Dios d a t a m -
bién a algunos una gracia m á s especial c o m o p a r a que pida la
remisión de los pecados, que confíe en Dios, etc., que medite lo
que tiene p o r la fe; de lo cual ningún fiel queda excluido.

[139] Pero a d e m á s de aquel doble concurso, a saber natural y


aquel otro especial de todos los fieles, h a y otro especialísimo, por
medio del cual se busca la pureza y perfección del corazón; y es-
to lo hacemos, siguiendo a la Iglesia y lo que enseñan los docto-
res, p o r el ejercicio de la oración y su fruto. Buscamos, digo, de
raíz mediante este concurso la inteligencia de las verdades.

[140] A ello n o s a y u d a n los ejercicios, a los cuales Dios con-


cedió u n a eficacia admirable; c u y a principal causa es la divina
voluntad, c o m o en las d e m á s obras de Dios. Pues Dios d a a las
palabras que le place cierta eficacia, manifestando así su poder;
lo cual aparece en aquel s e r m ó n de Esteban. Pues a u n q u e casi
n a d a h a y a en él, sino lo que la Escritura contiene en otros lu-
gares, v e m o s con t o d o que t u v o u n a admirable eficacia; de lo
cual no p o d e m o s d a r otra r a z ó n que la v o l u n t a d de Dios. Así
también h a y que p e n s a r de los ejercicios (que a p e n a s contie-
nen n a d a que n o se encuentre en otros libros), a saber que esta
eficacia que v e m o s en ellos, proviene de la voluntad de Dios.

[141] P u e d e , n o obstante, aducirse cierta r a z ó n c o m o conse-


cuente. P u e s los ejercicios r e m u e v e n , y c o n el mejor orden, los
i m p e d i m e n t o s de la perfección, y ello del m o d o que se en-
cuentra c o n s i g n a d o p o r los santos doctores.
[142] Pues p r i m e r o se purifica el a l m a p o r la confesión gene-
167
ral, e t c . , y de tal m a n e r a que incluso se extirpan solícitamen-
te los p e c a d o s veniales, son vencidas o debilitadas las inclina-
168
ciones (que es la p r i m e r a parte de los ejercicios) . A ñ a d e que
169
a los s a c r a m e n t o s , u n e el u s o de frecuentes e x á m e n e s , y ello

1 6 7
Ej[44].
168
Ej[63].
1 6 9
Ej [ 2 4 - 4 4 ] .
84 JERÓNIMO NADAL, S.J.

con s u m a diligencia. Pues, a u n c u a n d o estos e x á m e n e s p a r e z -


can de p o c a m o n t a , n o deben ser menospreciados; sino tener-
los en m u c h o . Pues p o r los e x á m e n e s se purifica la mente, p a -
ra que la oración no sea impedida. Y es de notar que el e x a m e n
170
tiene u n orden a d m i r a b l e , c o m o es patente. Y n o debe ser
p a s a d o en silencio que ahí se a ñ a d e la fuerza del s a c r a m e n t o ,
c u a n d o u n o p r o p o n e confesarse y satisfacer. E n esto fueron los
santos vigilantísimos, a saber en la extirpación de todos los de-
fectos e imperfecciones, y en evitar también cualquier ocasión.

[143] P e r o aquel signo del cual se h a c e m e n c i ó n e n el e x a -


171
m e n p a r t i c u l a r , debe h a c e r s e d e tal m a n e r a , que r e n u e v e
aquel actual propósito que t u v i m o s p o r la m a ñ a n a y n o s rebe-
l e m o s c o n t r a el vicio, refugiándonos en la a y u d a d e Dios. Se
172
a n o t a n las faltas en las l í n e a s , p a r a d a r gracias p o r el p r o v e -
c h o y t o m a r á n i m o p a r a m á s adelantar; p e r o confundido p o r
la falta m e humille y pida p e r d ó n .

2. M o d o de la o r a c i ó n

[144] P e r o esta g r a c i a de la oración, que d e s e a m o s e n los


nuestros ¿ c ó m o la e n c o n t r a r e m o s ? R e s p o n d o : q u i t a n d o a sa-
ber los i m p e d i m e n t o s de esta gracia y u s a n d o los m e d i o s con-
venientes p a r a ello.

E s de n o t a r que en la o r a c i ó n se a d q u i e r e u n a cierta luz


m á s ordinaria; esto es, a d e m á s de la luz n a t u r a l t a m b i é n
aquella q u e se obtiene p o r la E s c r i t u r a y el esfuerzo n a t u r a l .
P u e s se d a e n la o r a c i ó n u n a cierta g r a c i a e ilustración; lo cual
se realiza de m u c h a s m a n e r a s . P u e s n o h a y contemplación sin
unión d e amor, d e lo contrario se o r a sin fruto. P e r o el princi-
1 7 3
pio y el fin de esto es el a m o r , a saber c o n este acto: a m a y o r
gloria de Dios y p o r plenitud de la c a r i d a d ; de m a n e r a que lo
que p i d o y b u s c o quiera obtenerlo m e d i a n t e la o r a c i ó n p a r a
mejor servir a Dios s e g ú n la v o c a c i ó n e instituto d e la C o m -
pañía.

1 7 0
Ej[43].
1 7 1
Ej[27].
1 7 2
Ej [30-31].
1 7 3
Principio ya enunciado en la Instrucción de Mesina, MN, V, pág.
28 [5] y diversas veces repetido.
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1554 85

[145] Y así la oración de la C o m p a ñ í a a y u d a a la práctica. Y n o


es fácil de otra m a n e r a conseguir el fin de la C o m p a ñ í a . Debo,
174
pues, p r o c u r a r que la oración se extienda a la p r á c t i c a , con
afecto a la cosa, c o m o conviene. Y así la predicación y la lección,
etc., se hacen con gusto; d e lo contrario uno se c o m p o r t a c o m o
la c a m p a n a que suena, sólo c o n d u c i d o p o r la luz natural y
aquella mediación especial de las Escrituras. Esto es lo que el P.
175
Ignacio llama, c o m o dijimos: "Caminar en espíritu" .

[146] E s d e n o t a r q u e las reliquias d e los p e n s a m i e n t o s , r e -


m a n e n t e s de la oración, a y u d a n e n la obra, p u e s t o que están
unidas con aquello que u n o sintió en la oración.

[147] P e r o ¿ c ó m o lo a u m e n t a r e m o s ? Respondo: H a y que sa-


ber que el espíritu se debilita en las obras, p o r lo cual en ellas
conviene m u c h a s v e c e s v o l v e r a la o r a c i ó n y h a c e r c o m o u n
círculo de la oración a la obra, y de ésta a la oración.

[148] P e r o purificada el a l m a en la p r i m e r a s e m a n a , se ilus-


tra y se h a c e a p t a p a r a la c o n t e m p l a c i ó n , en la c u a l d e s p u é s
c a d a u n o se ejercitará en la C o m p a ñ í a .

[149] ¿ C ó m o e n t r a r e m o s en la o r a c i ó n ? R e s p o n d o : P o r m e -
dio de la meditación. E n d o n d e es de n o t a r que acontecen m u -
c h a s decepciones c u a n d o u n o lo que es c o m ú n y luz n a t u r a l ,
en lo cual es excelente, lo j u z g a c o m o oración; p o r lo cual n o
deben ser m e n o s p r e c i a d a s las p a r t e s d e la oración, que son la
176
petición, la acción de gracias, la o b s e c r a c i ó n .

[150] Sino que h a y que pedir a Dios, c o m o él m i s m o o r d e n ó


y quiere que h a g a m o s c o m o en el P a d r e nuestro, e n d o n d e
h a y siete peticiones distintas. Pide pues, a Dios la gracia de la
oración, y h a z gracias p o r los beneficios, sintiéndote h u m i l d e -
m e n t e indigno de todo; p e r o pide p o r méritos de Cristo en él
y e n su C u e r p o místico.

[151] P e r o conviene aplicar oraciones a las necesidades o c u -


rrentes, p u e s Dios n o n e g a r á lo que p i d e toda la u n á n i m e con-
1 7 7
g r e g a c i ó n . C o n v i e n e t a m b i é n tener d e v o c i ó n e n el pedir,

1 7 4
Otro de los principios en que insiste Nadal.
1 7 5
Examen [101] "los que van en espíritu".
1 7 6
P14Alcalá[265-268].
1 7 7
Así lo pide también la Instrucción de Mesina [3, 8-9], MN, V,
pág. 26-30.
86 JERÓNIMO NADAL, S J .

c o n fe y e s p e r a n z a confiando en los méritos d e Cristo, que


Dios c o n c e d e r á lo que se pide.
[152] Es de n o t a r que c o m o a Dios s u m a m e n t e le d e s a g r a d a
la soberbia y la ingratitud, p o r la que u n o n o r e c o n o c e tantos
178
beneficios, p o r ello en el e x a m e n p r i m e r o se d a n g r a c i a s . E s
obsecración c u a n d o p e d i m o s p o r la misericordia de Dios, p o r
la pasión de Cristo y todos los misterios, p o r los méritos e in-
179
tercesión de los santos en C r i s t o .

[153] El m o d o y o r d e n de los ejercicios es p u r g a c i ó n , ilumi-


nación, unión; y se p r o c e d e en ellos c o m o conviene, a saber
180
desde lo ínfimo con h u m i l d a d y sin c u r i o s i d a d , con g r a n fe
y esperanza.

[154] Es de notar que para las costumbres y la perfección no


basta con entender, sino que h a y que gustar lo que se entiende
en la oración. Pero ¿qué es el gusto? Respondo: Es el principal
fruto del alma, del cual dice el P. Ignacio en los ejercicios: "pues
no de la abundancia, sino del sentir y gustar de las cosas inte-
181
riores se suele llenar el deseo del a l m a " . E n donde es de notar
que estos gustos o sentidos n o d a n evidencia de la gracia; pues
nadie sabe si es digno de odio o de amor. Pero se siente cierto
gusto y consolación en el corazón, en los cuales ciertamente no
consiste todo el bien, sino que son sólo unos indicios y a y u d a n a
progresar y para ello los d a Dios. C o n todo es m á s perfecto ca-
recer de ellos y así no fallar en la vía de la perfección, a ejemplo
182
de Cristo, c o m o se dice en el tercer grado de h u m i l d a d . Según
lo que dijimos es de notar que Pablo habla del hombre de cora-
1 8 3
zón porque conviene que esté unida la espiritual operación de
la voluntad con la del intelecto, c o m o es dicho. Pues no h a y que
insistir en los gustos sino usarlos c o m o medios.

[155] P a r a u n a m á s plena inteligencia de lo dicho es de notar


cierto ejemplo de los sentidos c o r p o r a l e s , p a r a que así seas
c o n d u c i d o a la inteligencia d e los espirituales. P o r q u e así c o -
m o en el c u e r p o h a y cinco sentidos, así h a y que p e n s a r del al-
m a espiritualmente, a saber s e g ú n la a d a p t a c i ó n de las virtu-

1 7 8
Ej[43,l°].
1 7 9
P14Alcalá [266-268].
1 8 0
PÓAustria [43].
1 8 1
Ej[2].
1 8 2
Ej[167].
1 8 3
O frases parecidas como en: Rom 2,29: Ef 1,18. También IPe 3,4.
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 87

des teologales. P u e s s e g ú n la fe h a y q u e e n t e n d e r también el


oído espiritual, p u e s p o r él oigo lo que habla Dios. Y también
la vista; p u e s e n cierta m a n e r a p o r la fe v e m o s las c o s a s que
c r e e m o s , c o m o si n o s fueran presentes. A la e s p e r a n z a se atri-
b u y e el olfato, s e g ú n aquello: "Me alegré etc., v a m o s a la casa
del Señor"; p u e s p o r la e s p e r a n z a en cierta m a n e r a o l e m o s lo
q u e n o s h a sido p r o m e t i d o . P e r o la c a r i d a d , p u e s t o que u n e ,
es c o m o cierto tacto, s e g ú n aquello: "Béseme c o n el ósculo,
etc.". Y del t a c t o se sigue el gusto. Esta es p u e s , a u n c u a n d o
imperfecta, u n a cierta representación d e los g u s t o s espiritua-
les, que son c o m o recreaciones de los afectos.

[156] E s d e n o t a r que lo que t a n frecuentemente repite el P.


184
Ignacio, a saber: "A m a y o r gloria d i v i n a " , designa el último
fin que d e s e a m o s , n o d e cualquier m a n e r a , sino m a y o r y con
m á x i m o a u m e n t o en todo; lo cual es u n a gracia y fuerza espe-
cial c o n c e d i d a p o r el Señor a la C o m p a ñ í a .

[157] P e r o d e b e m o s sobre t o d o p r o c u r a r e n c o n t r a r a Dios en


t o d a s las c o s a s , c o m o avisa el P. Ignacio; y en ello está la m a -
y o r p a z y consolación. P e r o d e b e m o s buscarlo con aquella ter-
185
c e r a luz, d e la cual a saber se h a d i c h o .

[158] P e r o ¿ c ó m o d e b e m o s p r o c e d e r ? Respondo: P r i m e r o en
espíritu y v e r d a d , esto es, siguiendo la v e r d a d con espíritu. 2°,
fuerte y s u a v e m e n t e (lo cual es necesario sobre t o d o a los su-
periores), c o m o la divina sabiduría d e la cual es el principio y
a u m e n t o d e la C o m p a ñ í a . P u e s ésta alcanza del fin al fin fuer-
temente, etc.; y nosotros también, imitándola, d e b e m o s p r o c e -
d e r fuertemente, esto es, c o n constancia, e x a c t a m e n t e y m u y
d e veras; y s u a v e m e n t e , esto es, con discreción, y n o con seve-
r i d a d q u e n o es conveniente. P o r último, a n d a r fuerte y s u a -
v e m e n t e es a n d a r en v e r d a d y c a r i d a d .

3. T i e m p o d e o r a c i ó n

[159]. E s d e n o t a r que, p u e s t o que los ejercicios p r e c i s a m e n t e


se suponen, p o r ello n o se h a c e tanta m e n c i ó n d e la oración en
las Constituciones.

1 8 4
En el original en castellano.
185
En [144-145]. Ver también Anot.Examen[80-81 ].
88 JERÓNIMO NADAL, S.J.

P e r o ¿ p o r q u é se d a tan p o c o t i e m p o de o r a c i ó n al esco-
1 8 6
lar? R e s p o n d o : P o r q u e y a se entiende que h a p a s a d o p o r
m u c h a s experiencias y probaciones, de m a n e r a que p u e d a
ejercitarse e n los estudios; los cuales c o m o y a h a n sentido el
gusto de la oración, m á s bien h a y que t e m e r que d e s c u i d e n
los estudios p o r c a u s a d e la oración, que p o r que les p u e d a
187
faltar t i e m p o de o r a c i ó n . L o cual, c o m o en sí m i s m o p r i m e -
ro, así en otros e x p e r i m e n t ó el P. Ignacio; p u e s en lo que a sí se
1 8 8
refiere, c r e o que p a r a vencerlo hizo u n v o t o .

Y es de n o t a r que, c o m o en sus estudios t u v o tres cosas


m u y c o n t r a r i a s , a saber, la p o b r e z a , la e n f e r m e d a d y la o r a -
189 o
ción; p r o v e y ó p r i m e r o m e d i a n t e los c o l e g i o s , 2 p o r la p r o -
o
videncia d e los superiores acerca d e la salud, 3 m e d i a n t e es-
to que dijimos de la oración; a la cual, cierto, suficiente tiempo
d a r á el escolar que tan bien se o c u p e en otras cosas. Q u e si le
concediese m á s t i e m p o , habría el peligro que p o r la o r a c i ó n
fuera negligente en el estudio, tan necesario p a r a el fin que
pretendemos.
o
[160] Y a q u e l t i e m p o es suficiente; I p o r q u e la a c t u a c i ó n
d e los e s t u d i o s p a r a a q u e l fin h a c e las v e c e s d e o r a c i ó n ,
p u e s t o q u e ésa es la v o l u n t a d d e Dios; 2° la p r e s e n c i a d e
D i o s q u e e n t o d a s las c o s a s d e b e y p u e d e tener, ¿ q u é o t r a
o
c o s a es q u e o r a c i ó n ? ; 3 , la o b e d i e n c i a es m u y a g r a d a b l e
o
o r a c i ó n y sacrificio p a r a Dios; 4 , el c o n t i n u o e x a m e n y la
d i a r i a m e d i t a c i ó n , a d e m á s de la l e c t u r a e n la m e s a , el sacri-
ficio d e la m i s a , las p r e d i c a c i o n e s , los c o l o q u i o s e s p i r i t u a -
les, y o t r a s c o s a s s e m e j a n t e s , las c u a l e s t o d a s c i e r t a m e n t e
d e b e n ser c o n s i d e r a d a s c o m o u n a c o n t i n u a y p e r m a n e n t e
oración.

[161] E s d e n o t a r q u e a h o r a se d a a la o r a c i ó n u n a h o r a y
1 9 0
m e d i a ; p e r o d e s p u é s se d a r á sólo u n a h o r a , a u n q u e c o m o

1 8 6
Una hora diaria, Co [342-343].
1 8 7
P13Alcalá[239].
1 8 8
P3Coimbra[17,18]; P13Alcalá[239]. Conocidos son los conflictos
experimentados por Ignacio entre la oración y el estudio y cómo los re-
solvió.
1 8 9
P2Alcalá[47,49].
1 9 0
Antes de la visita de Nadal, se hacía en Alcalá, además de los dos
exámenes, dos horas de oración, una por la mañana y otra por la tarde. Na-
dal suprimió la de la tarde.
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 89

es p a t e n t e p o r lo d i c h o , c o m o u n o t e n g a t a n t a s c o s a s q u e
a y u d e n y m u e v a n a la o r a c i ó n , p u e d e tener m u c h a s h o r a s d e
o r a c i ó n si tiene facilidad p a r a orar. P u e s en t o d a s ellas p u e d e
o r a r ; es m á s , p u e s t o q u e t o d o el t i e m p o d e e s t u d i o sea diri-
g i d o p o r el espíritu, debe c o m p u t a r s e t o d o c o m o t i e m p o d e
o r a c i ó n . Toca al arbitrio del s u p e r i o r c o n c e d e r t a n t o t i e m p o
1 9 1
de oración a cada uno (según viere c o n v e n i r ) ; de m a n e r a
q u e , si viere q u e d e c a e en el espíritu el q u e está en los estu-
dios, le p u e d a c o n c e d e r a l g u n o s días p a r a q u e p u e d a r e c o -
gerse. B r e v e m e n t e : L a C o m p a ñ í a p r e t e n d e en t o d a s las c o s a s
t e n e r o r a c i ó n y hallar a Dios y la d e v o c i ó n . Y la C o m p a ñ í a
n o sigue la o r a c i ó n al m o d o d e s o l e d a d y eremítico, sino que
lo e x t i e n d e y u n e c o n la p r á c t i c a y ejercicio d e su v o c a c i ó n y
la obediencia.

[162] Y esto n o es difícil, sino facilísimo p o r la g r a c i a d e


Dios, si q u e r e m o s . P u e s si u n o piensa, y m u y fácilmente, en
algún fin que s i e m p r e tiene ante los ojos, v.g. en las riquezas,
honor, y cosas semejantes, ¿qué tiene d e admirable que siem-
pre también p o d a m o s p e n s a r en Dios sobre t o d o siendo esto
obra del h o m b r e p o r la cual el h o m b r e es h o m b r e ?

[163] Y d e esto p u e d e sernos u n ejemplo manifiesto el mis-


m o P a d r e Ignacio, el cual c u a n t o m á s los otros p r e t e n d e n con
trabajo entrar en la oración, tanto m á s a ella él resiste con fuer-
te impulso; n o sea que si sigue aquel, p o r lo d e m á s b u e n espí-
ritu, p a d e z c a n detrimento los gravísimos negocios a los cuales
se debe. Así siempre está elevado y a c t u a d o en esta oración d e
192;
la que h a b l á b a m o s .
193
Y lo m i s m o p a r e c e haber a l c a n z a d o el P. F r a n c i s c o . P o r
lo cual q u e d a manifiesto c u á n t a sea, p o r gracia d e Dios, la fa-
cilidad d e o r a r en la C o m p a ñ í a , si u n o c o o p e r a con el espíritu,
el cual Dios i m p a r t e en abundancia.

191
Co[343].
192
Anot.Examen[80-82].
193
Aunque así designa Nadal por lo general al P. Francisco de Borja,
en este lugar se refiere a Francisco Javier, de cuya muerte, ocurrida el 2 de
diciembre de 1552, no tenía todavía noticia. Al margen había escrito Nadal:
"que está en la India".
90 JERÓNIMO NADAL, S.J.

8 CAPÍTULO 8 - Obediencia y castidad


o

1. La obediencia
[164] Entre los otros m u c h o s dones concedidos p o r Dios a la
C o m p a ñ í a está el m o d o de la obediencia. P a r a lo cual es de n o -
tar que nosotros c o m p r e n d e m o s las virtudes religiosamente y
de u n a m a n e r a especial según la gracia particular (por lo que
algunos, a d m i r a d o s , suelen decir: ¿ p o r qué v o s o t r o s obtenéis
tanto fruto de vuestras predicaciones? a saber, de cierto m o d o
particular de predicar, a u n c u a n d o h a y otros m á s doctos, etc.).

[165] P u e s nuestro m o d o de obediencia es particular de m a -


n e r a q u e n o sólo c o n la exterior ejecución y aplicación de la
voluntad, sino también del entendimiento, se ejecute lo que es
1 9 4
m a n d a d o . E n lo cual solía y o decir a l g u n a v e z a u n o , que
a h o r a está entre los principales de la C o m p a ñ í a : en la obe-
diencia n o h a y silogismo o r a z ó n alguna, sino que en lugar de
t o d a s las r a z o n e s debe estar que así lo quiere y m a n d a el su-
perior; y n o le es necesaria n i n g u n a otra r a z ó n al que esto
siente en sí.

[166] Y no es perfecta obediencia mientras u n o n o cautive la


inteligencia a su favor; pues n o obedece según todas las partes
de su ser, aquel c u y a inteligencia n o asiente p l e n a m e n t e al
p r e c e p t o del superior. Y n o p u e d e u n o a l e g a r la imposibili-
d a d , p u e s p u e d e la m i s m a inteligencia ser p e r s u a d i d a , c o m o
es p a t e n t e en la fe. A d e m á s tu obedeces a la v o l u n t a d del su-
perior, p e r o la obediencia es ciega y sin razón; basta, pues, sa-
ber que es la v o l u n t a d del superior p a r a creer que es b u e n o y
v o l u n t a d de Dios.

[167] P e r o ¿ c ó m o se debe entender esta c e g u e r a ? Respondo:


L a obediencia se dice ciega, esto es, que n o v e a algo de aque-
llo que p o d r í a impedir; p e r o p u e d e v e r y c o n s i d e r a r aquello
que p u e d e ayudar. E n d o n d e es de n o t a r que c o m o la ilustra-
ción que suele c o m u n i c a r s e a los santos c a u s a u n a cierta nie-
bla y o s c u r i d a d p a r a lo vil y deleznable, p e r o g r a n claridad y
a m p l i t u d p a r a las cosas superiores, así h a y que p e n s a r sobre
la luz de la obediencia, c o m o arriba se dijo.

Co [284,550]; Carta de la obediencia.


I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 91

[168] A d e m á s , ¿a quién obedeces, a Dios o al h o m b r e ? Cier-


t a m e n t e n o al h o m b r e , p u e s h a c e s el v o t o a Dios; y a u n c u a n -
d o al h o m b r e , p e r o en l u g a r d e Dios. ¿ Q u é tiene p u e s d e a d -
mirable que cautives el entendimiento en favor d e Dios y p a r a
sus m a n d a t o s ? Y h a y que n o t a r que la obediencia, a u n c u a n d o
es u n a virtud m o r a l , es m u y p a r e c i d a a la fe. P u e s así c o m o n o
b u s c a m o s r a z o n e s p a r a lo que es d e fe, así t a m p o c o h a y que
buscarlas p a r a lo que es d e obediencia. P u e s sería tener en p o -
co la a u t o r i d a d d e Dios si es necesaria la r a z ó n c a d a v e z que
h a y que obedecerle.

[169] E s d e n o t a r en 2° lugar que d e aquel error d e Averroes


1 9 5
q u e dijo que h a y u n entendimiento c o m ú n a t o d o s , p o d e -
m o s t o m a r esta idea y así p o d e m o s p e n s a r que h a y u n c o m o
ú n i c o intelecto d e t o d o s los que o b e d e c e m o s ; el cual, a saber,
está en el superior y con el que conviene que e s t e m o s unidos
y n o e n t e n d a m o s n a d a sin él.
o
[170] E s d e n o t a r 3 , que la obediencia es p a r e c i d a a la r e v e -
lación; p u e s m e habla Dios en el s u p e r i o r p o r m e d i o del cual
recibo la determinación d e las cosas de las que d u d o . ¡Cual se-
ría la consolación si Cristo en p e r s o n a te dijese lo que debes
hacer! P e r o esto p u e d e s p e r s u a d i r t e y oír al s u p e r i o r c o m o si
Cristo m i s m o hablara. P u e s sin d u d a a l g u n a quien a él oye,
o y e a Cristo.
o
[171] E s d e n o t a r 4 , que es también p a r e c i d a la perfección
d e la obediencia a la justicia original, p o r la cual las fuerzas
superiores dependían y e r a n g o b e r n a d a s p o r Dios y m e d i a n t e
ellas las inferiores, y ello c o n g r a n paz. Así también s u c e d e en
la obediencia p o r la cual el subdito d e p e n d e del m a n d a t o del
superior.

[172] P e r o ¿ c ó m o h a y que o b e d e c e r ? R e s p o n d o : en la C o m -
p a ñ í a h a y en los superiores algunas m a n e r a s d e significar lo
que quieren. P r i m e r o , m á x i m o y fortísimo, es c u a n d o se dice
"en virtud d e obediencia" o "en n o m b r e d e n u e s t r o Señor J e -
sucristo"; lo cual p o r cierto r a r a m e n t e se u s a y en c o s a s d e
g r a n importancia; esta f o r m a d e obediencia obliga bajo p e c a -
do. P e r o c o m ú n m e n t e ni siquiera se dice "ordeno" o " m a n -
1 %
do", etc., sino "haga esto, h á g a s e esto", e t c . .

195
¥17 Coimbra [2]; P l l Alcalá [214].
196
Examen [85]; P17 Coimbra [22-23].
92 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[173] Y es de n o t a r que es u n m a l signo m o v e r s e sólo c u a n -


d o se dice "en v i r t u d d e obediencia"; n o sería b u e n o , si u n o
sólo se moviese al oír "mando". P u e s conviene ejecutar lo que
quiere inmediatamente, u n a v e z c o n o c i d a la v o l u n t a d del su-
perior, cualquiera q u e sea el m o d o c o m o lo signifique y m e
h a y a sido c o n o c i d o , p u e s p r e t e n d e m o s la perfección de la
obediencia. P u e s h a y que obedecer c o n prontitud; p o r lo con-
trario e n la C o m p a ñ í a es j u z g a d o desobediente el que n o lle-
197
v a a la práctica enseguida lo que entiende '.

[174] P e r o h a y cierta m a n e r a de c o n o c e r la v o l u n t a d del su-


perior c u a n d o falta el signo sensible; c u a n d o a saber, e s t a n d o
el superior ausente, u n o sigue y h a c e , h e c h a p r i m e r o oración,
lo que él si estuviera presente, en aquello pensaría. E n lo cual
m u c h a s v e c e s (por o b r a de Dios) s u c e d e que sin d u d a ello es
lo que hubiera querido el superior si presente estuviera. L o
cual m u c h o h a n de a d v e r t i r los que son e n v i a d o s a regiones
lejanas en d o n d e n o h a b r á a b u n d a n c i a de superiores. P u e s
ellos h a n de estar unidos c o n la v o l u n t a d del superior, de-
s e a n d o obedecerle p o r t o d o y en todo.

[175] Finalmente h a y que n o t a r que en la C o m p a ñ í a n o h a y


otro c o m p e n d i o p a r a la perfección que obedecer perfectamen-
te. E s preciso a p o y a r s e en esto c o n todas las fuerzas; tanto se-
r e m o s m á s perfectos c u a n t o m á s e x a c t a m e n t e o b s e r v e m o s la
obediencia. L o cual se h a o b s e r v a d o en m u c h o s , y lo c o n t r a -
rio; el que la observa imperfectamente, n o p u e d e ser perfecto.

[176] P e r o ¿ a c a s o d e b e m o s o b e d e c e r en t o d o de tal m a n e r a
que n o resistamos a u n c u a n d o sea p e c a d o lo que se m a n d a ?
R e s p o n d o : H a y que n o t a r aquí que c o n ocasión de aquello
que se dice en las Constituciones, a saber, que n o h a y que obe-
1 9 8
decer si es p e c a d o , p u e d e u n o e n g a ñ a r s e , c r e y e n d o que h a y
p e c a d o en d o n d e n o lo hay; o ser imposible lo que es posible.
o
[177] Es de n o t a r 2 , que si tal v e z aconteciere que se m a n d a
algo imposible, conviene que u n o esté de tal m a n e r a dispues-
to y ejecute el p r e c e p t o hasta tal p u n t o que la imposibilidad le
detenga; v.g., si es m a n d a d o a n d a r sobre el m a r , v a y a hasta
d o n d e la imposibilidad le d e t e n g a , esto es h a s t a q u e v e a que
el a g u a n o sostiene sus pasos. P u e s así dice el P. Ignacio que si

1 9 7
Co [284,547].
1 9 8
Co [284,549].
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 93

fuese m a n d a d o p o r el P a p a a entrar en u n a n a v e sin r e m o s , lo


haría sin dudar. P u e s la obediencia, si es santa, v e n c e h a s t a la
imposibilidad; lo cual q u e d a p a t e n t e e n m u c h o s ejemplos d e
1 9 9
los s a n t o s , a u n c u a n d o n o sea esto imitable. Basta p u e s ,
c o m p o r t a s e con simplicidad, c o m o es dicho.

[178] P u e s h a y e n la obediencia m u c h a s c o s a s r a r a s c o m o ,
v.g., que el débil en la ejecución d e la obediencia n o p a d e z c a
detrimento. E n lo cual q u e d a p a t e n t e que p o r la v i r t u d d e la
obediencia se v e n c e si n o la imposibilidad, al m e n o s la difi-
cultad.

[179] P e r o p a r a volver al p u n t o d e d o n d e nos h e m o s a p a r t a -


do, n o es conveniente j u z g a r si es p e c a d o lo que se m a n d a ,
c u a n d o le es tan fácil a u n o equivocarse. P u e s p u e d e u n o (ha-
blando especulativamente) pensar que el superior p u e d e p e c a r
y equivocarse. P e r o si v e o que el tal p e n s a m i e n t o m e debilita
la obediencia o m e v u e l v e m e n o s p r o n t o , h a y que r e c h a z a r l a
d e plano; y a u n c u a n d o especulativamente ( c o m o dijimos) se
p u e d a p e n s a r que es posible que se equivoque el superior,
igualmente h a y que p e n s a r que n u n c a Dios lo permitirá.

[180] Pero ¿qué, si acontece? Respondo: n o te toca a ti juzgar-


lo. Dios proveerá, c o m o suele en las cosas de la Iglesia, con qué
medios sea conveniente obviar esas cosas e impedir que se h a -
gan, v.g., p o r otros superiores o consultores del superior, etc. Fi-
nalmente ¿a qué viene estar angustiado en eso, c u a n d o n o h a y
nadie que se atreva a m a n d a r lo que claramente es p e c a d o ?

[181] E s d e n o t a r que el P. Ignacio habla d e la obediencia en


a a
la 3 y e n la 6 parte. E n ésta perfecciona y a c a b a lo que en
200
aquella e m p e z ó . L e a m o s otra vez la letra, e t c . :

"Necesario" esto es, sin lo cual n o p u e d e u n o aprovechar.

"Conveniente", esto es, m u y útil; p u e s p o r la obediencia


m e c o n f o r m o al s u p e r i o r y p o r él a la C o m p a ñ í a y p o r consi-
2 0 1
guiente a la divina sabiduría que gobierna a la C o m p a ñ í a .

L a obediencia en la C o m p a ñ í a es la abreviatura que con-


d u c e a la perfección d e la m a n e r a m á s b r e v e y fácil.

199
P17 Coimbra [12].
2 0 0
Co[284].
2 0 1
Co[134].
94 JERÓNIMO NADAL, S J .

20Z
"En el superior debe ser considerado C r i s t o " , p o r el cual
obedecemos, y ello "con interior reverencia, a m o r " gusto, etc.

"Manda", esto es, c o n cualquier signo que manifiesta


querer.

P o r la obediencia exterior se p o n e de manifiesto la inter-


na disposición de la persona.

"Fuertemente", esto es, n o de f o r m a remisa, y esto a u n


c u a n d o el superior hable d u r a y á s p e r a m e n t e , y n o sólo c u a n -
d o trata blanda y s u a v e m e n t e .

2. L a c a s t i d a d y de n u e v o la o b e d i e n c i a

[182] P o c o habla el P. Ignacio d e la castidad, p e r o dice m u -


cho. P u e s dice que h a y que imitar la p u r i d a d de los ángeles
2 0 3
c o n la limpieza del c u e r p o y m e n t e . E n d o n d e h a y que n o -
tar que el P. Ignacio al dejar la p a t r i a , t e m i e n d o p o r la casti-
204
dad, hizo v o t o , recibiendo c o m o a b o g a d a la S e ñ o r a ; y sintió
en ello u n a gracia especial, p o r lo cual habla de esta m a n e r a .
N i debe c a u s a r a d m i r a c i ó n que n o s p r o p o n g a los ángeles p a -
ra ser imitados, c u a n d o profesamos la imitación de Cristo
(que es m á s ) y la d e Dios.

[183] E n la castidad se b u s c a la p u r e z a n o teniendo i m p u r e -


za ni exterior ni interior. C o n v i e n e pues, quitar los m a l o s h á -
bitos con los contrarios, la mortificación, etc.
[184] E s d e n o t a r c o n t o d o q u e los ángeles n o tienen o n o
p u e d e n tener inclinación a l g u n a al c u e r p o . E s t o , pues, debe-
m o s imitar, debilitando las fuerzas viciosas de la n a t u r a l e z a
c o n la gracia de Dios. E n lo cual es necesario que c a d a u n o se
ejercite y confirme, sobre t o d o los que son de la C o m p a ñ í a al
tener u n trato tan libre y c o m ú n c o n todos, sobre t o d o los con-
fesores; p e r o Dios a y u d a con gracia especial.
2 0 5
[185] " L a santa obediencia" . H a y que n o t a r el a d m i r a b l e
artificio del P. Ignacio p u e s se llama santo lo que n o tiene im-

2 0 2
Co[551].
2 0 3
Co[547].
2 0 4
En PÍO Alcalá [195] dice que hizo voto a Nuestra Señora.
205 rj) nuevo vuelve a la obediencia, como en Co [547].
e
I. PLÁTICAS EN ESPAÑA. 1 5 5 4 95

perfección. Se dice, pues, santa la obediencia, esto es, sin im-


perfección p o r q u e la obtiene u n o quitadas t o d a s las imperfec-
ciones y creciendo en la perfección de la obediencia. P e r o con-
viene que c a d a u n o se d i s p o n g a diligentísimamente; p u e s es
la cosa m á s i m p o r t a n t e y m á s eficaz p a r a obtener la victoria
contra el demonio.

[186] Es de n o t a r que a u n c u a n d o solos los profesos h a g a n el


c u a r t o v o t o de obediencia, t o d o s están a ello obligados, p o r -
2 0 6
que eso pretende la C o m p a ñ í a .
2 0 7
[187] "Deje la letra c o m e n z a d a " alude a aquello que se n a -
r r a en las Vidas de los p a d r e s . E s historia conocida. P e r o se
nota aquí c o m o perfecta la obediencia p o r la cual se dejan im-
perfectas a u n aquellas cosas que tienen u n a cierta natural con-
secuencia. A q u í p u e d e anotarse aquella historia de cierta vir-
gen que p o r obediencia a b a n d o n ó a Cristo c o n el cual estaba;
en lo c u a l m u c h o le a g r a d ó . Y le a g r a d a r á t o d o aquel que se
a b a n d o n e a la obediencia p o r él m i s m o , a h o n o r y gloria del
que es bendito p o r los siglos. A m é n .

2 0 6
Co[573].
2 0 7
Co [547,435].
II

PLÁTICAS EN ROMA - 1557


(original en latín)

El P. Nadal se hallaba en Simancas (España) cuando falleció


San Ignacio el 31 de julio de 1556. Tan pronto supo la noticia en Va-
lladolid en el mes de setiembre, consciente de su cargo como Vicario
de Ignacio en el gobierno de la Compañía, se apresuró a volver a Ro-
ma, a donde llegó el 10 de diciembre de 1556. Allí se encontró con
que a los cinco días de la muerte de Ignacio ya había sido elegido co-
mo Vicario General el P. Diego Laínez. No sólo no hizo valer el es-
crito del P. Ignacio con su nombramiento para ese cargo sino que in-
tervino en la defensa del vicariato de Laínez ante la indefinición
jurídica en que estaba entonces ese cargo.
a
Mientras transcurría el tiempo de preparación para la I Con-
gregación General, el P. Laínez, además de servirse de él como conse-
jero en el gobierno de la Compañía, lo nombró "Superintendente" del
Colegio Romano, cargo que sólo se daba en los Colegios y Universi-
dades y consistía en cierta supervisión y vigilancia sobre el Rector y
los estudiantes.

Según narra el mismo Nadal en su Diario: "Al poco de llegar a


Roma se me dio la superintendencia del colegio sito en aquella calle de
la Minerva. Vivía por cierto en el colegio, pero no quise intervenir en
el proceso del gobierno pues a la vez el P. Polanco y el P. Madrid se
preocupaban de todo. Tuve algunas pláticas sobre el instituto inme-
diatamente a mi llegada a Roma que tuvieron éxito según la opinión
general. Las otras que tuve después no tanto" [MN, II, pág. 50].

Estas primeras pláticas son sin duda dos exhortaciones prepa-


ratorias para la renovación de los votos de los estudiantes, transen-
98 JERÓNIMO NADAL, S.J.

tas por algún oyente de las mismas que las califica, la primera de
"eximia" y la segunda, que por desgracia no se ha conservado ente-
ra, de "verdaderamente admirable y estupenda".
Sólo habían transcurrido cinco meses tras la muerte de Ignacio,
cuando Nadal las pronunció, los días 2y4de enero de 1557, por ello
es natural que sus palabras estén llenas de devoción y afecto hacia el
fundador y el instituto.
Aparece en estas pláticas con fuerza el gran principio que Na-
dal repetirá en numerosas ocasiones, que la Compañía de jesús se
fundamenta en Ignacio no sólo porque es el autor de esta nueva or-
den religiosa, sino también porque es la causa ejemplar de la misma,
elegido por Dios, de manera que la Compañía ha de conformarse a
su imagen. De aquí se deduce la utilidad e importancia de conocer la
vida de Ignacio y las gracias que Dios le concedió y por ello Nadal,
como el gran confidente que fue de Ignacio, se siente obligado a na-
rrar numerosos ejemplos de la vida de Ignacio, algunos de los cuales
sólo han llegado a nuestro conocimiento gracias estas y parecidas
narraciones.
El texto que nos ha llegado, reproduce la transcripción de al-
guien que las oyó, como expresamente se dice en la introducción de
ambas pláticas. No aparecen en el manuscrito, como en otros docu-
mentos similares, correcciones o añadiduras de la mano del mismo
Nadal. De la segunda plática sólo nos ha llegado el comienzo.

[EN, II, 1-10]


9 PLÁTICA I - Gracia de la religión y de la
a

Compañía

[1] El R e v e r e n d o R N a d a l el 2 de enero de 1 5 5 7 t u v o a los


H e r m a n o s del Colegio esta eximia plática m á s o m e n o s de es-
ta m a n e r a .

[2] M e h a sido e n c a r g a d o p o r nuestro Reverendo P a d r e Vica-


1
rio que os h a g a alguna plática familiar sobre el espíritu y tarea
d e nuestra C o m p a ñ í a en la cual el Señor Jesús p o r su clemen-
cia se ha dignado congregarnos; y con el fin e intención de que,
s e g ú n la constitución de este Colegio R o m a n o , todos p u e d a n
2
renovar sus votos con m a y o r fruto tres o cuatro veces al a ñ o .

[3] Ya sabéis que y o soy inepto p a r a cualquier oficio; c o n to-


d o p o r la gracia de Dios diré alguna cosa de m a n e r a p r á c t i c a
p a r a c o m ú n edificación, en p r i m e r lugar sobre el estado y g r a -
3
cia de la religión m o n á s t i c a en general, luego sobre la gracia
e instituto especial de ésta nuestra santa C o m p a ñ í a .

[4] N u e s t r o Salvador Señor Jesucristo, queriendo librar el


m u n d o de la tiranía del diablo que n o proponía m á s que per-
seguir riquezas, honores, lujos y vanidades, quiso que los prin-
cipios de todos los que se h a n de salvar fueran c o m p l e t a m e n -
te los contrarios, de m a n e r a que, despreciados todos estos p o r
la observancia de los m a n d a m i e n t o s , todos fueran cristianos, y
p a r a ello dio a todos una gracia c o m ú n , mediante la cual todo
aquel que quisiera ser cristiano p u d i e r a observar los m a n d a -
mientos de Dios y consiguientemente salvar su alma. Y ésta es
la p r i m e r a y c o m ú n gracia, c o m ú n a nosotros con todos los
cristianos, de la cual debemos siempre d a r gracias.

1
El P. Diego Laínez fue elegido Vicario el 4 de agosto 1556. El día 2 de
a
julio de 1558 fue nombrado Prepósito General por la I Congregación General.
2
Co[346].
3
Expresión frecuente en Nadal por "vida religiosa".
100 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[5] A d e m á s de esta c o m ú n , quiso que hubiera la religión


m o n á s t i c a de aquellos que, e n t r a d o s en la vía de los votos,
también observasen los consejos evangélicos y así tendieran a
la perfección. Y p a r a esta v i d a dio u n peculiar d o n y gracia a
aquellos que iniciaron religiones de este tipo y a los que luego
h a n s e g u i d o a los Patriarcas. A s í San Benito, San F r a n c i s c o ,
San Basilio, Santo D o m i n g o y otros a u t o r e s d e diversas reli-
giones, p r e v e n i d o s c o n g r a c i a especial, la a n u n c i a r o n a otros
y, c o n el auxilio de Dios, tuvieron m u c h o s seguidores que,
m o v i d o s p o r su ejemplo, también recibieron u n a peculiar a y u -
d a y g r a c i a p a r a a b r a z a r tal m o d o de vivir y realizaran las
obras que él exigía. P u e s aquella gracia especial de la religión
monástica n o es otra cosa que u n peculiar influjo y auxilio de
Dios p a r a a b r a z a r y realizar lo que requiere aquel especial
m o d o de vida, inspirado p o r Dios y a p r o b a d o p o r la Iglesia.

[6] A s í p u e s , p a r t i c i p a n d o también nosotros de esta gracia


especial de t o d o s los religiosos, d e b e m o s siempre d a r las m á -
x i m a s e incesantes a l a b a n z a s a Dios y tributar el m á x i m o
a m o r a c a d a u n o de los religiosos de cualquier orden, p u e s t o
que ni ellos ni nosotros lo hubiéramos p o d i d o alcanzar, recha-
z a n d o a Dios, si el Señor n o n o s hubiera especialmente con-
t e m p l a d o desde el Cielo.

[7] P o r lo d e m á s , p a r a que v e a m o s en lo p r o p u e s t o , c ó m o
esta n u e s t r a C o m p a ñ í a recibió u n a g r a c i a particular, c o m ú n
c o n t o d o a las d e m á s religiones, y a d e m á s también m u y p e -
culiar m á s q u e t o d a s las otras, c o m o t a m b i é n ellas tienen la
s u y a , v e a m o s a l g u n a s p o c a s cosas d e n u e s t r o R e v e r e n d o P a -
dre Ignacio y d e t o d o el d e c u r s o de la C o m p a ñ í a . E n p r i m e r
lugar esta nuestra C o m p a ñ í a p u e d e c o n t a r s e en el n ú m e r o de
las d e m á s religiones p o r q u e ( c o m o firmemente c r e e m o s ) fue
p r i m e r o divinamente inspirada al R e v e r e n d o P a d r e Ignacio y
sus p r i m e r o s c o m p a ñ e r o s ; l u e g o fue a p r o b a d a p o r la Sede
Apostólica c o m o tal y es c o n f i r m a d a c o n el éxito a d m i r a b l e y
a u m e n t o d e p e r s o n a s y fruto espiritual h a s t a h o y día. P u e s
c o m o las otras religiones tienen su gracia peculiar así la n u e s -
tra tiene m u c h a s . Y esto se p o n e de manifiesto en la obedien-
cia d e la C o m p a ñ í a que n o solamente requiere la e x t e r n a eje-
cución y p r o n t i t u d d e la v o l u n t a d , sino la total a b n e g a c i ó n
del entendimiento, de m a n e r a que p o r el intelecto j u z g u e m o s
c o m o lo mejor cualquier cosa que se m a n d e . Brilla también en
II. PLÁTICAS EN ROMA. 1 5 5 7 101

u n a peculiar energía y g r a c i a p a r a predicar, enseñar y ejercer


otras cosas parecidas, la cual n o se p u e d e a d m i r a r bastante; la
cual d e b e m o s recibir c o n particular acción de gracias.

[8] E n aquel t i e m p o e n que L u t e r o y a p l a n e a b a sus p é s i m a s


4
m a q u i n a c i o n e s , e r a nuestro R e v e r e n d o P a d r e cierto c a p i t á n
del ejército, b u s c a n d o c o n g e n e r o s o á n i m o los h o n o r e s del
5
m u n d o ( a u n q u e n u n c a m a t ó a n a d i e ) ; p e r o de ello fue a p a r -
t a d o p o r v o l u n t a d d e Dios c u a n d o c a y ó p e l i g r o s a m e n t e en-
f e r m o p o r u n a g r a v e herida de los pies ( H e aquí la p r i m e r a
gracia, la c u a l t a m b i é n c a d a u n o p o d r á e x p e r i m e n t a r en su
conversión, c o m o en las d e m á s , si h a c e c o m p a r a c i ó n ) .

[9] Desde entonces e m p e z ó a leer con atención libros espiri-


tuales y a ser m o v i d o en apasionados movimientos a h o r a a las
cosas m u n d a n a s a h o r a a su v e z a servir a Dios; p e r o c o n aque-
lla diferencia q u e d e s p u é s d e los p e n s a m i e n t o s m u n d a n o s se
e n c o n t r a b a siempre p e r t u r b a d o y g r a n d e m e n t e triste, des-
p u é s de los p e n s a m i e n t o s santos, g r a n d e m e n t e consolado. De
ahí, p o r la discreción d e espíritus, dedujo c o n c e r t e z a que e r a
mejor servir a Dios que al m u n d o . (He aquí la s e g u n d a g r a c i a
espiritual).

[10] P e r o en el servir a Dios estableció c o m o p r i m e r funda-


m e n t o que había s i e m p r e d e seguir lo que m a y o r fuera p a r a
gloria de Dios (lo cual es c o m o el único fundamento y regla de
toda la C o m p a ñ í a , según la cual todas las Constituciones y to-
d o s los a s u n t o s d e la C o m p a ñ í a son e x a m i n a d o s y s i e m p r e
6
deben ser e x a m i n a d o s ) .

[11] Así p u e s , en p r i m e r l u g a r j u z g ó c o m o m á s i m p o r t a n t e
p a r a ello h a c e r u n a asperísima penitencia c o m o es la que c o -
7
m e n z ó c o n cinco disciplinas d i a r i a s y otras cosas m á s allá de
las fuerzas h u m a n a s hasta el p u n t o de que p o r aquel e x c e s o ,
d e s p u é s llegó a tanta m o d e r a c i ó n p a r a c o n sus hijos, c o m o
a h o r a e x p e r i m e n t a m o s e n la regla ( H e aquí otra gracia).

[12] De aquí d e s p u é s a v a n z ó a la a d m i r a b l e iluminación de


la m e n t e , de m a n e r a que p o r el ejercicio de la o r a c i ó n y las

4
P4Coimbra[10]; P3Alcalá[78c]; PlColonia[3].
5
Polanco añade que "Nunca tuvo odio a persona alguna, ni blasfemó
contra Dios". Sum. n° 5, FN, I, pág. 156.
6
Principio fundamental continuamente repetido por Nadal.
7
El mismo Nadal afirma en ocasiones que eran tres o siete.
102 JERÓNIMO NADAL, S.J.

c o n t e m p l a c i o n e s espirituales viese c o n v e r d a d e r a luz y con


m a y o r claridad las cosas divinas. Y t o d o esto p o r m e d i o d e la
p e r e g r i n a c i ó n a Jerusalén y otros píos ejercicios creció d e tal
m a n e r a que sería admirable contar. P o r lo d e m á s , entre otras,
t u v o u n a peculiar e invisible iluminación d e la m e n t e que re-
cibió en M a n r e s a , n o lejos d e Montserrat; a la cual solía referir
n u e s t r o bendito P a d r e casi t o d o s sus p r o p ó s i t o s , c u a n d o y a
8
g o b e r n a b a en R o m a la C o m p a ñ í a q u e d i a r i a m e n t e iba e n
a u m e n t o (He aquí otra gracia).

[13] De aquí a d e m á s v i n o a cierto d e s e o e inclinación insa-


ciable d e a y u d a r al p r ó j i m o , d e m a n e r a que p r o c u r a s e n o só-
lo ser d e utilidad a sí m i s m o sino también a los d e m á s ( H e
aquí u n a n u e v a gracia).

[14] P e r o c o m o e n este m o m e n t o se e n c o n t r a s e d u d o s o sobre


el m o d o d e llevar a t é r m i n o su propósito, s e g ú n su principio
d e la m a y o r gloria d e Dios, veía que p o d í a h a b e r v a r i o s peli-
gros d e errores en u n a simplicidad indocta, y y a entonces ex-
p e r i m e n t a b a cárceles, persecuciones y v a r i a s s o s p e c h a s en lo
que, s e g ú n podía, p r o p o n í a p a r a la salud d e los h o m b r e s . To-
t a l m e n t e m o v i d o p o r el Espíritu Santo d e t e r m i n ó que debía
estudiar y o c u p a r s e en las s a n t a s disciplinas p a r a m a y o r glo-
ria divina y p r o v e c h o d e las almas ( H e aquí también u n a g r a -
cia peculiar d e la C o m p a ñ í a ) .

[15] A s í pues, siendo r u d o e n el á n i m o y sin saber casi n a d a


fuera d e escribir, p r i m e r o en E s p a ñ a y después también en P a -
rís c o m e n z ó a o c u p a r s e diligentísimamente en los estudios.
P e r o c o m o también aquí se p r e s e n t a s e la dificultad si debía
e m p r e n d e r esta tarea él sólo o mejor con otros, d e t e r m i n ó aso-
9
ciarse c o m p a ñ e r o s y reunió a n u e v e ( H e aquí t a m b i é n u n
d o n particular).

[16] P e r o y a sólo quedaba si iba a establecer esta c o n g r e g a -


ción sin la aprobación o con el consentimiento d e la Sede A p o s -
tólica a m o d o d e religión. Pareció esto último sin la oposición
10
de n a d i e . P o r lo cual después d e m u c h a s oraciones y m u c h a s
deliberaciones aquí y allá tenidas, fue a p r o b a d a u n a y otra vez
esta nuestra C o m p a ñ í a p o r la Sede Apostólica p a r a que fuese

8
PlEspaña [13]; Anot.Examen [91 ].
9
PlEspaña[14]; P3Coimbra[22]; P2Colonia[9]; P6Austria[38].
10
Esta deliberación de los primeros compañeros tuvo lugar el año 1539.
II. PLÁTICAS EN ROMA. 1 5 5 7 103

u n a m á s entre las d e m á s religiones de la Cristiandad; la cual


existiese, a u n siendo la m í n i m a entre todas. Todas tienen sus
partidarios y gracias peculiares de su vocación y profesión.

[17] P e r o e n ésta h a p a r e c i d o asociar P a d r e s profesos, c o a d -


jutores espirituales, coadjutores temporales, escolares y novi-
cios. P e r o organizar los estudios de m a n e r a que o bien vivien-
d o los H e r m a n o s juntos, solamente asistan a las clases de
otros, c o m o se h a c e en m u c h a s c i u d a d e s de E s p a ñ a , o bien
también ellos enseñen c o m o s u c e d e e n R o m a , o bien constitu-
y a n y gobiernen enteras A c a d e m i a s ( H e aquí también u n a
gracia peculiar de Dios).

[18] Todo lo cual si lo r e c o g e m o s p o r orden en u n o r d e n a d o


r e s u m e n , d e b e r e m o s d a r g r a c i a s a Dios e imitar e n n u e s t r o
R e v e r e n d o P a d r e Ignacio el v e r d a d e r o espíritu de la C o m p a -
ñía, es decir que, a b a n d o n a d a s todas las vías m u n d a n a s , ante-
p o n g a m o s el servicio de Dios a las cosas del m u n d o ; m i r e m o s
siempre a lo que sea m a y o r gloria de Dios; h a g a m o s peniten-
cia; n o s o c u p e m o s en contemplaciones espirituales; t e n g a m o s
sed de la salud de los prójimos; en su favor a b r a c e m o s dili-
g e n t e m e n t e los estudios; nos liguemos con los H e r m a n o s c o n
el indisoluble vínculo del a m o r ; finalmente dejando t o d o lo
nuestro a disposición de nuestros superiores, vicarios de Cris-
to, d e m o s siempre gracias a Dios que nos h a y a querido h a c e r
m i e m b r o s d e esta santa C o m p a ñ í a , y c o n esfuerzo l u c h e m o s
s i e m p r e d i g n a m e n t e p o r c a m i n a r h a s t a la m u e r t e e n n u e s t r a
v o c a c i ó n p a r a alabanza y gloria s e m p i t e r n a de aquel que es
bendito p o r los siglos de los siglos, Jesucristo, n u e s t r o Señor,
Jefe y P r e d e c e s o r nuestro. A m é n .

a
10 PLÁTICA 2 - Fin y nombre de la Compañía

[19] El m i s m o , el 4 de enero t u v o a los h e r m a n o s del Colegio


u n a plática v e r d a d e r a m e n t e a d m i r a b l e y e s t u p e n d a , m á s o
m e n o s d e esta m a n e r a :

[20] H a b l é h a c e p o c o d e los especiales principios y g r a c i a s


de nuestra C o m p a ñ í a . P e r o ahora, repitiendo lo m i s m o , diga-
104 JERÓNIMO NADAL, S.J.

m o s algunas cosas n o m e n o s i m p o r t a n t e s y del fin d e la C o m -


p a ñ í a p a r a que c o n o z c a m o s lo que se refiere al v e r d a d e r o es-
píritu y sintamos a m a y o r gloria d e Dios. Dijimos que nuestro
r e v e r e n d o P a d r e Ignacio llegó d e s d e u n a penitencia aspérri-
m a a la oración y sentimientos espirituales. De aquí, después,
a la inclinación a a y u d a r al p r ó j i m o y esto m e d i a n t e los estu-
dios y n o p o r cierto solo sino c o n c o m p a ñ e r o s ; y t o d o esto con
la a p r o b a c i ó n d e la Sede Apostólica e n c o m p a ñ í a y religión
que c o n t u v i e s e profesos, coadjutores espirituales y t e m p o r a -
les, estudiantes y novicios. Entre los estudiantes, con t o d o , es-
tableció tres clases, d e m o d o que e n a l g ú n colegio s o l a m e n t e
se estudiase, en otros también se enseñase, y en a l g u n o s g o -
bernasen enteras a c a d e m i a s .

[21] A c e r c a d e esto h a y que n o t a r que nuestra C o m p a ñ í a tie-


n e u n a especial gracia d e oración, n o p o r ello c o m ú n a todos,
d e la cual t r a t a r e m o s en otra ocasión. También que ella h a d e
dedicarse a la oración y al gusto espiritual d e m a n e r a que sea
llevada a la m a y o r sed d e a y u d a r al prójimo, d e lo contrario la
devoción, sin este deseo, sería peligrosa en nuestra C o m p a ñ í a ,
11
a u n q u e p o r sí m i s m a sea b u e n a . También h a y que n o t a r p a r -
t i c u l a r m e n t e que el P a d r e fue m o v i d o a a y u d a r al p r ó j i m o y
reunir a los que pudiese tener c o m o c o m p a ñ e r o s en este oficio
y que luego p u d i e r a n ser p r o m o v i d o s a la salud d e los mis-
m o s ; lo cual ciertamente hizo c u a n d o a g r e g ó c o m p a ñ e r o s a su
deseo; lo cual d e b e m o s imitar diligentísimamente. F i n a l m e n -
te n o t a c ó m o tras el propósito d e p o b r e z a y castidad, después
p o r m e d i o d e m u c h a s consolaciones, sucedió la deliberación
sobre la obediencia a m o d o d e religión y c ó m o finalmente
m u r i ó n u e s t r o santísimo P a d r e , p u e s t o que había y a c o m p l e -
t a d o la obra que le había e n c o m e n d a d o el Señor (pues nuestra
religión fue a p r o b a d a p o r P a u l o III antes d e la m u e r t e del P a -
dre y después paulatinamente extendida a m u c h a s p e r s o n a s y
privilegios). Ya había p l e n a m e n t e establecido d e c u a n diver-
1 2
sas clases habían d e ser los que en el futuro serían d e la
C o m p a ñ í a y lo q u e debían o b s e r v a r las diversas clases d e es-
tudiantes y colegios.

11
Idea muy repetida por Nadal es que la oración de la Compañía ha
de llevar a la acción de ayudar al prójimo. Véase "De la oración especialmente
para los de la Compañía", MN, IV, págs. 672-681.
1 2
La diversidad de grados, establecida por Ignacio fue aprobada por
Paulo III en Exponi nobis el 1546.
II. PLÁTICAS EN ROMA. 1557 105

[22] Y así p a s a r o n c o n la C o m p a ñ í a a l g u n a s c o s a s que en la


v i d a del P a d r e habían p r e c e d i d o . P u e s aquel que p o r m e d i o
d e los ejercicios y otros m e d i o s d e t e r m i n ó ser d e la C o m p a ñ í a
p o r u n a a c e p t a c i ó n especial d e la g r a c i a divina le p u e d e c o -
r r e s p o n d e r el t i e m p o d e probación con la vida del P a d r e en el
que h i z o penitencia, se d e d i c ó a la contemplación, se embebió
del v e h e m e n t e deseo d e a y u d a r al prójimo y d e estudiar. P u e s
después que alguien en la C o m p a ñ í a fuere en esto bien ejerci-
t a d o s e g ú n lo necesite, es finalmente a d m i t i d o a la profesión
p a r a ser c o a d j u t o r espiritual o profeso y entonces e m p i e c e a
ejercer el v e r d a d e r o y directo oficio de la C o m p a ñ í a . P o r lo de-
m á s después d e terminados los estudios h a y que p a s a r u n año
13
entero s e g ú n las C o n s t i t u c i o n e s p a r a e m p e z a r a ser d e n u e -
v o p r o b a d o , p a r a lo cual conviene d e s c a r g a r l o algo d e las dis-
tracciones d e los estudios; y se perfeccione p o r ú l t i m o en la
penitencia, la o r a c i ó n y t o d o aquello arriba dicho. E s t o a n t e
t o d o . A h o r a d i g a m o s algo d e ciertos principios espirituales.

[23] C u a n d o n u e s t r o santísimo P a d r e con sus c o m p a ñ e r o s y


principalmente el R e v e r e n d o P. F a b r o y L a í n e z , n u e s t r o ópti-
m o Vicario, se dedicaban a la oración p a r a establecer p r i m e r a -
m e n t e la C o m p a ñ í a , t u v o u n a a d m i r a b l e aparición intelectual
en la cual Dios P a d r e le m o s t r a b a a Jesucristo llevando la c r u z
y p o n i é n d o l o con el Señor Jesús así c a r g a d o con la c r u z y c o -
m o a c e p t á n d o l o , decía: "Yo os seré propicio". E s t o m e lo c o n -
w
tó el R e v e r e n d o P a d r e L a í n e z al principio a m í y a otros . Y
c u a n d o y o alguna v e z le h e p r e g u n t a d o a n u e s t r o P a d r e sobre
el asunto, y también el Reverendo P. Luis González (de C á m a -
ra) n u n c a lo n e g ó , p e r o c o m o disimulando p o r obra d e humil-
d a d , callaba o decía: "Si lo dice Laínez, p u e d e ser", o algo p a -
recido. P e r o después d e su m u e r t e , revolviendo con diligencia
15
sus e s c r i t o s , e n c o n t r a m o s que en algún lugar, refiriéndose a
sus consolaciones, escribe tal c o s a o algo p a r e c i d o c o m o es:
16
" c u a n d o el Señor P a d r e m e ponía c o n su H i j o " . P o r t o d o lo
cual y o t e n g o esto p o r m u y p e r s u a d i d o y p o r ello c o n g r a n
consolación lo digo y c u e n t o a los d e m á s .

1 3
Co [514, 516].
14
Anot.Examen[7-9]; P2España[30]; P4Coimbra[3]; P2Colonia[26].
15
Se refiere al Diario espiritual escrito en 1544-1545 mientras delibera-
ba sobre la pobreza en la Compañía.
1 6
En ese diario del día 23 de febrero de 1544.
106 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[24] De ahí d e d u c i m o s que el f u n d a m e n t o de nuestra C o m -


pañía es Jesucristo crucificado, de m o d o que así c o m o él con
la c r u z redimió al g é n e r o h u m a n o y todos los días p a d e c e
aflicciones y cruces en su C u e r p o Místico que es la Iglesia, así
aquel que pertenece a nuestra C o m p a ñ í a n o p u e d e p r o p o n e r -
se otra cosa que p o r m u c h a s persecuciones, siguiendo a Cris-
to, p r o c u r e la salvación de las a l m a s c o n el m i s m o Cristo,
p u e s t o que ellas, redimidas c o n la sangre de Cristo, perecen
tan miserablemente.

[25] De este principio, Jesucristo, se siguen otros dos: el pri-


m e r o p o r cierto, que nuestra C o m p a ñ í a sea l l a m a d a " C o m p a -
ñía de Jesús". P u e s nuestro R e v e r e n d o P a d r e p o r p r o p i a ins-
piración p r o p u s o a todos sus c o m p a ñ e r o s y c o n fuerza rogó
que ante todo, sin ninguna constitución, nuestra C o m p a ñ í a se
17
llamase " C o m p a ñ í a de Jesús"; lo cual a g r a d ó a t o d o s . A u n -
que alguna v e z otros dijeron después que tal v e z sería m á s c ó -
m o d o ser n o m b r a d o s de otra m a n e r a a c a u s a d e las habladu-
r í a s . . . [aquí queda inacabado el texto]

Anot.Examen[8]; P2España[31].
III

PLÁTICAS EN COIMBRA - 1561


(original en castellano)

a
El P. Diego Laínez, elegido General en la I Congregación Ge-
neral, pronto vio que el rápido aumento de la Compañía en indivi-
duos y casas imponía la necesidad de atender a la uniformidad en las
costumbres religiosas y el modo de proceder propio de la Compañía.
Se añadía además la oportunidad de llevar a la práctica los decretos
de la recién acabada Congregación General.

Para alcanzar todos esos objetivos no vio otra persona más ade-
cuada que el P. Nadal y por ello decidió enviarlo a España y Portugal
para realizar tan delicada misión en la confianza de que repetiría los
frutos obtenidos en su anterior visita, realizada por encargo del mis-
mo San Ignacio en 1554.

Más en concreto de Portugal le llegaban noticias no muy alen-


tadoras y peticiones formales que exigían un remedio al desorden re-
ligioso todavía imperante en aquella provincia tras la crisis provoca-
da por la actuación de Simón Rodrigues.
El P. Nadal desembarcó cerca de Rosas (Gerona) el día 28 de di-
ciembre de 1560. Tras un rápido paso por Barcelona, se dirigió a Por-
tugal para empezar por allí la visita como insistentemente lo solicita-
ba el P. Luis González de Cámara, una de las figuras más importantes
de la Compañía en Portugal. A principios de mayo de 1561 ya se en-
contraba en Coimbra.

Además de las tareas propias de una visita "canónica" ocupa-


ron una parte importante de su trabajo las pláticas a toda la comu-
nidad que por aquel tiempo llegó a pasar de 170 miembros, de ellos
más de 60 novicios.
108 JERÓNIMO NADAL, S J .

Las pláticas, que fueron 20, se sucedieron en palabras de Nadal


"casi en días alternos" a lo largo de los dos meses que duró la visita.
Se tenían en el Colegio donde estaba el noviciado, el Colegio de Jesús,
en la parte alta de la ciudad, en contraposición al Colegio de las Ar-
tes, en la parte baja de la misma. El fruto obtenido de la visita fue ex-
traordinario, como certifican innumerables testigos de la misma.
Estas pláticas no han sido publicadas en Monumenta en su in-
tegridad. Sólo en FN, II, págs. 143-159 algunos fragmentos relativos
a a
a la vida de Ignacio. En concreto el final de la 2 plática, la 3 entera,
a
y el comienzo de la 4 .
Terminada la visita de Portugal el P. Nadal pasó a España y en
Alcalá repitió la misma doctrina expuesta en Coimbra pero con ma-
yor amplitud aunque reduciendo el número de pláticas, esta vez 14.
Por ello de estas pláticas en Coimbra recogemos aquí completas sólo
las cuatro primeras por la abundancia de recuerdos ignacianos que
contienen.

Pláticas de Coimbra, págs. 36 - 77


a
11 PLÁTICA I - Razones y modo de la visita

[1] M e a c u e r d o , P a d r e s y H e r m a n o s , que otra v e z he estado


en este Colegio, en la era de 53; y m e a c u e r d o de esto c o n con-
solación m í a p o r el fruto que r e p o r t é aquí; y así, viniendo
a h o r a a estas partes, lo que realmente deseaba era v e r este c o -
legio y c o n s o l a r m e c o n los P a d r e s y H e r m a n o s en el Señor
nuestro. M e m o v í a a ello la gracia y favor de Dios n u e s t r o Se-
ñ o r que h a y y a b u n d a en él; y con esto h e d e t e r m i n a d o que
sea el p r i m e r o en esta provincia en el cual e m p i e c e c o n el fa-
v o r divino a h a c e r el ministerio a que vengo. Y t o m o a h o r a es-
p e r a n z a g r a n d e , que c o m o aquí m e p o n g o a h a c e r las cosas de
propósito así m e a p r o v e c h a r é m u c h o a mí; p o r q u e p o c o vale
que a p r o v e c h e u n o a otros, y se quede él d e fuera. P o r lo cual
querría en estas pláticas c o g e r a l g u n a c o s a que n o sólo os
a y u d e a todos, p e r o a m í también y al ministerio en que tengo
de tratar.

[2] L o que de v u e s t r a p a r t e es r a z ó n , p a r a que p u e d a llevar


esto al cabo, es que m e ayudéis con oraciones y sacrificios, sin
que os ocupéis m u c h o en ello. Y p a r a que entendáis cuánta se-
rá m i necesidad d e la a y u d a del Señor en esto que pretendo,
os certifico u n a cosa: que n u n c a hablo o digo alguna c o s a de
las que h a y en la C o m p a ñ í a , que n o m e halle novicio y n o m e
p a r e z c a n las cosas n u e v a s y que tienen necesidad de espíritu
y especial a y u d a de Dios p a r a las p o d e r pronunciar; que es u n
a r g u m e n t o de la g r a n d e gracia que El h a puesto en esta nues-
tra vocación.

[3] Y primero que digamos alguna cosa, será b u e n o que veáis


la patente de nuestro P a d r e General, en que m e encarga de es-
te ministerio [el texto está en latín y aquí omitimos]:
[4] H a n oído la patente, y p o d r á haber alguna d u d a de la
c a u s a de esta misión y p o r eso será b u e n o decir alguna c o s a
110 JERÓNIMO NADAL, S.J.

de ello. Tan p r o n t o c o m o N u e s t r o P a d r e fue electo al c a r g o en


que Dios le h a p u e s t o de General de esta m í n i m a C o m p a ñ í a ,
l u e g o se inclinó a visitarla t o d a p o r sus provincias y casas, lo
que los otros, y y o especialmente, se lo d e c í a m o s , y esto p o r
verle, oírle y a n i m a r s e t o d o s en el Señor y h a c e r s e eficaces p a -
ra c o n c u r r i r c o n su gracia y llevar adelante con celo y espíritu
esta obra suya. Y, d e s e a n d o él esto m u c h o , n o p u d o ejecutar
su voluntad p o r no permitir Su Santidad que salga de allí, p o r
lo que se sirve d e él y p o r ser de m u c h a a u t o r i d a d y doctrina
y h a c e r ahí m u y g r a n fruto \

[5] P o r lo cual finalmente se d e t e r m i n ó a enviar u n o en su


lugar, y quiso que fuese yo. Pero y o decía p o r qué m e enviaba
a mí, que era inepto y p o c o p a r a tratar de esto en que m e p o -
nía. Y él, con todo, se d e t e r m i n ó que lo hiciese.

La interpretación que y o daba a esta su v o l u n t a d y deter-


minación, es que m i r ó él que n o h a y n a d i e p o r allá e n que se
pierda m e n o s que en m í ( c o m o veréis), y c u y a p é r d i d a m e n o s
falta h a g a que la mía. Y p o r eso quiso tornase y o m i s m o a es-
ta p a r t e s c o n el c a r g o que habéis oído. P a r a lo c u a l lo que y o
t e n g o es sólo b u e n a v o l u n t a d y d e s e o de h a c e r perfectamente
lo que la obediencia ordena. Dios n u e s t r o Señor p o r su cle-
m e n c i a m e a y u d e con su gracia p a r a lo p o d e r bien hacer.

[6] L a causa, pues, que d á b a m o s que m o v í a a N u e s t r o P a d r e


a querer visitar la C o m p a ñ í a en p e r s o n a y que lo hiciese o t r o
en su lugar, y a que él n o podía hacerlo, era p a r a la u n i ó n y re-
n o v a c i ó n de la gracia especial y espíritu que Dios ha c o m u n i -
c a d o en esta v o c a c i ó n y instituto; que es u n a cosa n o sólo ne-
cesaria a nosotros, p e r o g e n e r a l m e n t e a t o d a la Religión
cristiana y a sus p a r t e s lo es ser visitadas de sus legítimos p r e -
lados, p a r a que c a d a u n a c r e z c a en a u m e n t o de la g r a c i a que
Dios p a r t i c u l a r m e n t e le c o m u n i c a .

[7] De aquí vino la santa c o s t u m b r e que h a y en la Iglesia que


los obispos visiten sus obispados y diócesis, y h a g a n r e n o v a r

1
La elección del P. Diego Laínez para General de la Compañía tuvo
lugar el 2 de julio de 1558. De su aceptación y estimación en Roma es índi-
ce el testimonio del Cardenal Alejandrino, después San Pío V que, al saber
la muerte del Padre el 19 de enero de 1565, dijo que "la santa Sede Apostó-
lica había perdido la mejor lanza que tenía para su defensa". P. Ribadenei-
ra en la Vida de Laínez.
III. PLÁTICAS EN COIMBRA. 1561 111

el espíritu a todos p a r a c a m i n a r c o n f o r m e a él, a servicio del


Señor, de m a n e r a que, a u n q u e el Obispo tenga Vicario y sus
c u r a s divididos p o r las parroquias y él resida en su sede epis-
copal o r d e n a n d o a sus oficiales que h a g a n u n a cosa y otra p o r
c u m p l i r c o n su e s t a d o , c o n la gracia que a él m á s principal-
m e n t e es c o m u n i c a d a que a los otros; todavía, a cierto tiempo
debe visitar a todos en particular, p o r q u e si n o se m u e v e de
su sede a v e r t o d o el obispado, u n o se debilitará p o r una p a r -
te y otro p o r otra, y así se p e r d e r á el espíritu y celo de la salud
del ánima.

Y de la m i s m a m a n e r a en las religiones, y m á x i m e en la
2
C o m p a ñ í a , c u m p l e se h a g a n visitaciones , p a r a que nadie se
entibie o debilite en el propósito de c o o p e r a r con la gracia del
Señor, que n u n c a le n e g a r á s e g ú n el estado y g r a d o en que le
h a puesto. Y a u n q u e p o r la divina gracia v a la cosa bien en
nuestra C o m p a ñ í a p o r los Provinciales, Rectores y Ministros
hacer con diligencia y tiento sus oficios, d a n d o todos p o r todas
partes m u c h a edificación, que es c a u s a de estar tan a u m e n t a -
da; y así n o había necesidad alguna de visitarla, c o m o decía-
m o s a nuestro P a d r e , proponiéndole que iba la cosa bien; to-
davía, a lo m e n o s pareció útil se hiciese, y que en nuestra
C o m p a ñ í a h a y a a veces Visitadores p a r a que, si la cosa v a
bien, la a u m e n t e n y h a g a n crecer a m a y o r gloria del Señor; y si
hubiese algún descuido o falta en observancia d e reglas o
Constituciones, o en el procurar a u m e n t a r la devoción y unión
c o n el Señor, o cualquier otra cosa, h a y a luego reformación y
se ataje al principio y torne la cosa con a u m e n t o de gracia a ir
adelante conforme a nuestro Instituto. Y también, c o m o quiera
que v a m u c h o en todos los de la C o m p a ñ í a estar unidos y con-
juntos con su Prepósito General y que, c u a n t o sea posible, in-
mediatamente sean regidos y gobernados de él, y que a él mani-
fiesten sus cosas y en todo p r o c e d a n con su aprobación (y así
pienso lo desean todos los que en ella están): p o r esto, y a que
de otra m a n e r a n o es posible, se ordenan visitaciones, c o m o es
ésta; en las cuales se declara, c u a n t o se p u e d e , inmediatamente
la voluntad del Superior general, que es la de Dios N. Señor; y
con él se habla y d e él se confirman las cosas y aprueban. Y és-
ta es la razón de la visita.

2
El oficio de Visitador es propio del General y los Provinciales: Co
[669,670]. Se puede delegar a otros Visitadores o Comisarios: Co [765].
112 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[8] L o que se ha de hacer, pues, en este nuestro ministerio,


c o n la divina gracia, será atender a las partes de este colegio y
t o d o lo que h a y en él. Y lo que v a bien, ayudarlo: y si ser p u e -
de, aumentarlo: o si no, confirmarlo, p r o c u r a n d o que todos se
actúen en las sólidas y verdaderas virtudes, en la devoción y en
la mortificación. Y en estas pláticas (en que y o m e querría a y u -
dar, c o m o he dicho, y en que m e siento m u y n u e v o ) será nues-
tra exposición m u y amplia; porque será de los profesos y coad-
jutores espirituales y temporales, de los novicios, de los votos,
de los superiores, de las casas y colegios, que son de diversas
maneras; de las peregrinaciones o misiones, que es la m a y o r
cosa que tiene la Compañía; sacándolo todo de las Constitucio-
nes y reglas y de las tradiciones del P a d r e M. Ignacio, y de las
3
costumbres por las cuales h e m o s de interpretar algunas c o s a s ;
aunque, c u a n t o a lo que se interpretará, será con la gracia del
Señor según la voluntad de N u e s t r o P a d r e y lo que él m e h a
significado y instruido. Será también nuestra exposición de al-
gunas cosas particulares que, aunque se incluirán en lo dicho,
todavía las t r a t a r e m o s m á s al particular y de m a n e r a que nos
p o d a m o s a y u d a r y aprovechar con ellas en el Señor.

[9] Diremos p u e s d e la obediencia, que es el n e r v i o de la


C o m p a ñ í a , de la oración al m o d o nuestro, de la mortificación, de
la simplicidad y de la libertad de espíritu que son cosas necesarias
en la C o m p a ñ í a y que m u c h o nos convienen. Y c o n esta e x p o -
sición, con el favor divino y o m e esforzaré a huir la especula-
ción, n o t a n d o siempre algunos principios propios d e nuestro
instituto, p a r a que se nos i m p r i m a n en el c o r a z ó n , p o r q u e
a y u d a n p a r a m u c h a s cosas. Así, a u n q u e de la obediencia, v.
gr., diga lo c o m ú n y lo que dicen los Doctores, v e n d r é también
al particular de la p r o p i e d a d que Dios h a d a d o a la nuestra, y
c ó m o se debe tratar y usar, y cuál sea el m o d o nuestro en ello;
y de la m i s m a m a n e r a hablando de la oración y de lo d e m á s .

[10] Y la m a n e r a c o n que y o d e m i p a r t e c o n la g r a c i a del


S e ñ o r q u e r r í a t r a t a r esto, y querría q u e t o d o s lo o y e s e n , de-

3
En su Tractatus de traditionibus et consuetudinibus Societatis lesu defi-
ne Nadal: "Puede llamarse tradición de la Compañía lo que, prescrito por el
P. Ignacio, ha sido aceptado normalmente y legítimamente aprobado y con
todo no tiene fuerza provinente de las Constituciones y reglas. Costumbre
lo que, sin tener un autor cierto, ha obtenido por el uso legítima autoridad".
MN, rv, págs. 619-620.
III. PLÁTICAS EN COIMBRA. 1 5 6 1 113

4
p e n d e de tres p r i n c i p i o s , que son spiritus, cor, practica. Q u e -
rría p u e s tratar estas c o s a s spiritu, corde et practice, y que c o n
esto oyesen.
[11] H a b l a r spiritu quiere decir hablar espiritualmente, a la
llana c o n f o r m e a aquello: caminad en el espíritu, etc. y a lo que
dice N. P. Micer Ignacio, que todos c a m i n e n p o r la vía del es-
5
píritu ; que n o es otra cosa, sino c o n f o r m a r t o d o c o n el divino
principio que es Dios nuestro Señor, h a c e r c o n que el habla y
las obras y t o d o se rija y gobierne s e g ú n la gracia que Dios
nuestro Señor h a c o m u n i c a d o , d e p e n d i e n d o en t o d o d e la luz
c o n que se quiso c o m u n i c a r y aclarar las cosas a que el p r o p i o
entendimiento o estudio h u m a n o n o p o d í a llegar. C o m o v e o
en mí, que antes d e entrar en la C o m p a ñ í a tenía u n a cierta
aversión d e n o querer obligarme a v o t o s ni a religión, pen-
s a n d o que, p u e s m e p o d í a salvar en el m u n d o , n o era m e n e s -
ter m á s , ni había p a r a qué obligarme. P e r o quiso el Señor p o r
su clemencia u s a r c o n m i g o sus misericordias y allanarme las
cosas y m o s t r a r m e la v e r d a d ; lo que el estudio que tenía n o
p o d í a acabar. D e m a n e r a que el venir y o a entender que con-
sistía la vía p a r a la perfección en la p r o p i a a b n e g a c i ó n y r e -
signación en v o t o s y a sentirlo así en mí, n o m e lo dio m i es-
6
tudio, sino el m i s m o Dios, l l a m á n d o m e c o n su g r a c i a . D e
m o d o que el h a c e r las c o s a s spiritu es, refiriendo t o d o a Dios
n u e s t r o Señor y g u i á n d o n o s de su m a n o divina, p r o c u r a r de
las c o n f o r m a r c o n El y c o n la gracia que h a c o m u n i c a d o , y
c o o p e r a r c o n ella; y esto h a c e c a d a u n o de los nuestros c u a n -
d o p r o c u r a que sus obras y c u a n t o en él h a y se rija d e la g r a -
cia de su v o c a c i ó n en el Señor; y se c o n f o r m a c o n ella juntan-
d o el espíritu del Señor que lo m o v i ó y g r a c i a a la ejecución
de t o d o c u a n t o obrare; y c o n la v o l u n t a d y c o n el entendi-
m i e n t o y c o n t o d a s sus potencias, p a r a que t o d a s d e p e n d a n
d e El, y d e m a n e r a que, si en el siglo fuese u n h o m b r e p r u -
dente y d e b u e n juicio y d e otras b u e n a s p a r t e s , y tales que
con aprobación p o d r í a h a c e r cualquiera c o s a y p o d r í a o b r a r
bien, c o n f o r m e a los b u e n o s hábitos que tenía, todavía, des-
p u é s que aquí se recoge, lo que hiciere n o debe ser según que

4
Fórmula favorita de Nadal que aparece con frecuencia. Mantendre-
mos las palabras latinas siempre que aparezcan.
5
"...los que van en espíritu y siguen de veras a Cristo N. Señor...".
Examen [ 1 0 1 ] .
6
Así lo narra Nadal en el Chronicon de su vida MN, I, págs. 1 - 2 5 .
114 JERÓNIMO NADAL, S.J.

d e fuera, p a r a perfectamente proceder, sino que debe m o v e r -


se p o r su inspiración, p o r la v o c a c i ó n con que el Señor lo lla-
m ó , y c o n f o r m e a ella se debe a y u d a r d e lo que tiene.

[12] Decir o oír corde n o quiere decir que sea sólo del ó r g a n o
natural, que es sólo c a r n e y vale p o c o p a r a lo que q u e r e m o s ,
sino que p r o c e d a del d e la c a r i d a d y afectuoso a m o r d e Dios,
que son el v e r d a d e r o corazón. Querría y o que procediese t o d o
lo que hablase, y t o d o lo que hiciese o p e n s a s e d e este suavísi-
m o c o r a z ó n ; y p o r ello querría que se m o v i e s e n y aparejasen
todos p a r a oír y se p o d e r aprovechar. E s t o es el b u e n c o r a z ó n
que deseo que t e n g a m o s t o d o s , h a c i e n d o d e él m u c h o s actos
d e a m o r del Señor, afectándonos a El, y p r o c u r a n d o d e unir-
n o s c o n El; y d e esta unión venir a las c o s a s en que tratáre-
m o s , o sea estudio, o cocina, o predicaciones, o confesiones, o
cualquiera otra; p o r q u e , viniendo d e esta m a n e r a , el estudio,
el leer, los oficios bajos y t o d o será con s u a v i d a d , c o n alegría,
c o n a u m e n t o d e g r a c i a , c o n g r a n deseo d e servir y c o n m é r i -
to c o n t e n t a r en ello a la Divina M a j e s t a d , c o n quien se tiene
u n i d o el que lo h a c e . Y esto es h a c e r las cosas corde.

[13] El decir practice significa que cualquiera cosa que diga-


m o s p r o c u r e m o s traer a la práctica, que seamos inclinados a lo
hacer. Y d e la m i s m a m a n e r a la meditación, la contemplación,
debe hacerse practice; esto es, d e tal m a n e r a que ella se extienda
a la obra y se p o n g a el fruto que se alcanza en ejecución, no cui-
d a n d o d e especulaciones solamente, que en esto p u e d e haber
7
error m u y g r a n d e ; y en estos tiempos es esto m á s necesario ha-
cerse, porque está el m u n d o en m u c h a s partes lleno de herejes,
los cuales pretenden quitar las obras y que sola la fe sin ellas
8
b a s t a . P o r tanto nosotros, que Dios llamó p a r a p r o c u r a r la sa-
lud de las ánimas, debemos s u m a m e n t e trabajar de traer todo a
la práctica, y que t o d o en obras se junte p a r a m á s i m p u g n a r el
error con que les p u e d e n dañar; y c a m i n a r en servicio d e Dios
N. Señor con su gracia y o p e r a n d o para su m a y o r gloria.

7
"...cuanto se ha de huir la curiosidad de entender muchas cosas en
la oración, tanto se ha de abrazar el aprovechamiento del afecto a toda cosa
de mayor servicio de Dios nuestro Señor; y así en toda oración se ha de sa-
car algún fruto e ilustración de nuestra mente, práctica y conjunta con las
virtudes y ejercicio de ellas y espíritu de Jesucristo". De la oración especial-
mente para los de la Compañía. MN, IV, pág. 673 [4].
8
El conocido error luterano contra el que se pronunció el Concilio de
Trento.
III. PLÁTICAS EN COIMBRA. 1 5 6 1 115

[14] Esto es lo que y o querría tener, y que todos lo tuviesen;


n o sólo en esto, p e r o en t o d a s las cosas, a saber, que nos rigié-
s e m o s spiritu h a c i e n d o principio de Dios; y c o n él r e g u l a n d o
t o d o corde, c o n v e r d a d e r a c a r i d a d y a m o r suyo; y practice diri-
giendo t o d o a la p r á c t i c a , c o n el uso de la obediencia confor-
m e a nuestra v o c a c i ó n y instituto. Y de esta m a n e r a , entiendo
que el que se quisiere a y u d a r , fácilmente lo p o d r á hacer. P o r
tanto mire c a d a u n o en qué falta acerca de estas cosas y p r o -
c u r e e n m e n d a r s e , que el Señor le a y u d a r á .

[15] L o que resta p a r a que m e oigáis c o n p r o v e c h o es que


procuréis hacerlo c o n simplicidad, sin m i r a r a la p e r s o n a que
habla; que, si miráis mis faltas e ineptitud, n o aprovecharéis.
H a c e d cuenta que os habla u n palo, pero que os dice v e r d a d e s
y lo que os c u m p l e , y a esto atended; que es la c o m p a r a c i ó n
9
de que N u e s t r o P a d r e M . Ignacio solía u s a r . H a c e d l o p u e s
así, y espero que t o d o v a y a bien y a m a y o r gloria de la divina
Majestad.

a
12 PLÁTICA 2 - La gracia de la Compañía

[1] H e m o s dicho c o n la divina g r a c i a lo que e r a necesario


a c e r c a de la p r e p a r a c i ó n de á n i m o c o n que debían oír, y y o
decir, algo, p a r a que todos p u d i é s e m o s a p r o v e c h a r n o s a m a -
y o r gloria del Señor. L o que a h o r a a lo p r i m e r o se sigue p a r a
tratar es de la g r a c i a de la C o m p a ñ í a , c o n que Dios N. Señor
la favorece y h a querido llevarla adelante, y c o n que p a r t i c u -
l a r m e n t e en ella se c o m u n i c a ; p o r q u e c u m p l e m u c h o que to-
dos la e n t e n d a m o s , p a r a que p o d a m o s a p r o v e c h a r n o s de ella
y c o o p e r a r c u a n t o es de nos p a r a que n o faltemos a lo que p u -
diéremos.

[2] Cierto, p u e s , es que n o h a y n i n g u n o entre n o s o t r o s que


n o t e n g a a l g ú n principio y particular g u s t o d e ella, y que n o
sienta algo d e ella en sí, si se p o n e a p e n s a r cuál e r a la v i d a
que d e antes tenía, siendo secular, t a n sujeta a vicios y ofen-
sas de Dios N. Señor; las v e c e s que en ella ofendió a Dios

9
Co[547].
116 JERÓNIMO NADAL, S.J.

N. Señor; los peligros de su salvación en que a n d a b a , y c ó m o


el Señor le s a c ó d e t o d o esto, y le trajo a esta su casa; las ins-
piraciones y d o n e s c o n que lo hizo; los sentimientos o conso-
laciones c o n que lo visitó p a r a m o v e r l o ; las a y u d a s que en
ejercicios y noviciado le c o m u n i c ó , p a r a c a m i n a r adelante sin
v o l v e r la c a b e z a atrás; las l á g r i m a s y d e s e o s y v e r d a d e r a luz
y claridad en el entendimiento c o n que algunas v e c e s le con-
soló, repitiendo las v e c e s en que m á s fue c o n s o l a d o y en que
se sintió c o n m a y o r disposición interior p a r a el servicio divi-
n o , de m a n e r a que los restos de los pensamientos que le q u e d a -
ron le p o d r á n fácilmente traer a c o n o c i m i e n t o d e esta g r a c i a
d e la C o m p a ñ í a .

[3] Y todos p a r a este efecto debemos siempre de conservarlas


o juntarlas c o n t o d o lo que hiciéremos, p a r a m á s p o d e r a p r o -
vechar en el servicio del Señor, de la m a n e r a que el que quiere
10
a p r o v e c h a r s e m u c h o de esta fiesta del P e n t e c o s t é s y de la
plena infusión del Espíritu Santo, debe trabajar p o r juntar lo
p a s a d o en que ha tratado trayendo a la m e m o r i a la c u a r e s m a y
deseo g r a n d e d e penitencia que tenía en ella, el cual a todos es
necesario, p u e s todos t e n e m o s de qué p e s a r n o s y h a c e r con-
ciencia delante el divino acatamiento. D e s p u é s considerar el
g o z o y alegría que t u v o en la Resurrección de Cristo N. Señor
y c ó m o se resucitó con El, o a lo m e n o s p r o c u r ó y deseó m u c h o
d e p o n i e n d o con la penitencia el viejo h o m b r e del p e c a d o ; y
luego repetir lo de la Ascensión, c ó m o en ella se alegró c o n v e r
a Cristo Señor nuestro subido al cielo, en donde está sentado a la
diestra de Dios Padre, puesto en el trono divino sobre t o d a s las
criaturas, poseyendo lo principal y lo m á s que h a y allá, en m á s
alto g r a d o que cuantos allí le a c o m p a ñ a n , constituido también
juez universal de vivos y de m u e r t o s con plenaria potestad, se-
gún aquello: Se me ha dado toda potestad, etc.; y considerando,
a d e m á s de esto, que se subía también c o n El, p u e s a d o n d e la
cabeza v a , lleva sus miembros, y es cierto que El es la Cabeza y
nosotros somos sus miembros, unidos allí, levantados y subli-
m a d o s c o n El, de allí participando vida y fuerza espiritual.

[4] Y después de esto, c o m o p o r g r a d o , debe venir a la con-


sideración del misterio presente de la v e n i d a del Espíritu San-
to que el m i s m o Señor m a n d ó d e d o n d e se subió; y p r o c u r a r

1 0 a a
La I plática tuvo lugar el día 23 de mayo. Esta 2 el día 25, que en
aquel año de 1561 se celebraba la fiesta de Pentecostés.
III. PLÁTICAS EN COIMBRA. 1 5 6 1 117

de a p r o v e c h a r n o s algo de lo m u c h o c o n que se c o m u n i c ó en
este día este Espíritu glorioso, la m a n e r a c o n que apareció, el
fervor de los apóstoles c o n que le recibieron, el aparejo que te-
nían c u a n d o le esperaban, los efectos que c o n su v e n i d a obró,
c ó m o hablaban todos t o d a s lenguas, e s p a n t a n d o a los que
presentes estaban; c ó m o se fortificaron p a r a n o t e m e r cuchi-
llos, ni lanzas, ni la m i s m a m u e r t e p a r a dejar d e publicar a
Cristo en u n a C r u z p o r v e r d a d e r o Dios y R e d e n t o r del m u n -
do. Y así trabajar de se a c t u a r en semejantes deseos, y de los
a y u d a r en esto según nuestro instituto; y el que así p r o c u r a r e
juntar lo que le q u e d a de las meditaciones p a s a d a s , p a r a en-
trar en ésta de la fiesta de hoy, n o h a y d u d a sino que será g r a n
aparejo p a r a se a p r o v e c h a r m u c h o en ella.

[5] Y de la m i s m a m a n e r a , c o m o decíamos, sirve m u c h o que


c a d a u n o repita y p r o c u r e juntar los sentimientos b u e n o s y
m á s particulares que h a tenido, p o r q u e así v e n d r á a c o n o c e r
que h a y g r a c i a en la C o m p a ñ í a , y que él está i n c o r p o r a d o a
ella p o r la gracia particular que Dios N. Señor le h a hecho.

[6] P e r o será b u e n o que se d e s m e n u c e esto m á s p a r a que to-


dos lo entiendan, y p o r esto diremos p r i m e r o de la gracia en c o -
m ú n , después de la gracia de la religión y luego de la gracia de la
Compañía.
C u a n t o a lo p r i m e r o , n i n g u n o p u e d e d u d a r que h a y gra-
cia, y que la h a c e Dios N. Señor a los hombres. Y más: si spiri-
tu et corde, de la m a n e r a que h e m o s dicho, cualquiera lo consi-
derare, hallará que es s u m o beneficio de Dios que p o d e m o s
recibir del Señor en esta vida; p u e s sin ella n i n g u n a cosa p o -
d e m o s que b u e n a sea p a r a su servicio, ni el hablar bien de la
gracia p o d e m o s h a c e r sin ella.
11
[7] Gracia se dice d e dos m a n e r a s : en general u n a es gracia
p o r la cual s o m o s gratos a Dios y m e r e c e m o s delante de Dios;
otra es que se dice gratis data, la cual p u e d e c o m p r e n d e r todo
auxilio de Dios especial y sobrenatural a y u d a y es m u y g r a n -
de beneficio del Señor, y p u e d e ser s e p a r a d a d e la primera.
[8] De A d á n n o t e n e m o s sino p e c a d o s , m a l a s inclinaciones,
estar pendientes a la tierra y a la sensualidad. E n cualquiera

11
Adviértase que no se corresponde con la terminología teológica
actual.
118 JERÓNIMO NADAL, S.J.

p a r t e que u n o sea, lo que tiene, si es b u e n o , d e Dios le vino,


c o m o d e origen y fuente de d o n d e m a n a t o d o bien; y p o r esto
decía San Pablo: ¿qué tienes que no lo hayas recibido; y si lo reci-
biste por qué te glorías como si no lo hubieras recibido? De m a n e r a
que si el Señor, m o v i d o de su clemencia y benignidad infinita,
n o nos d a su p i a d o s a m a n o y a y u d a , n o s e r v i m o s p a r a m á s
que p a r a ofenderle y hacernos m á s indignos de su favor y gra-
cia; y es purísima gracia suya que t e n g a m o s alguna, p a r a que
h a g a m o s lo contrario; y c o m o El n o desea sino que todos nos
s a l v e m o s , n u n c a la niega, antes desea s u m a m e n t e que todos
nos d i s p o n g a m o s c o n su a y u d a p a r a recibirla.

[9] Ser estos sus deseos, claramente lo mostró, c u a n d o abrien-


d o las entrañas de su misericordia quiso venir al m u n d o con si-
militud de pecador, vestido tan bajamente, c o m o era nuestra
h u m a n i d a d p a r a tan g r a n alteza c o m o la suya; y p o r darnos vi-
da, t o m a n d o a sus cuestas la cruz y m u e r t e tan ignominiosa; y
con esto, p a r a que ninguno se perdiese, hacer u n a plenitud ge-
neral de gracia, con que todos pudiesen quedar librados y r e -
dimidos, puestos en p a z con el P a d r e eterno, c u y a benignidad
se m o s t r ó s u m a m e n t e en esta maravillosa obra de nuestra re-
paración, p u e s p a r a ella a su Hijo único que tenía quiso dar, y
de tal m a n e r a que en El descargase el rigor de su justicia por lo
que nuestros pecados merecían y en nosotros se mostrasen los
tesoros de su misericordia; en El descargasen los trabajos,
afrentas y tribulaciones, en nosotros el premio y merecimiento
de ellas. Y de esto nos debe a nosotros nacer gran confusión mi-
r a n d o lo m u c h o que Dios hizo de su parte, y cuan mal se lo m e -
recíamos, p u e s é r a m o s enemigos suyos, y que n o hacíamos
otra cosa sino ofenderle y quebrar su santísima voluntad. Y por
otra parte debemos tener gran consolación y ocasión de m u c h a
meditación suave y dulce, viendo el a m o r g r a n d e con que el
Señor nos h a tratado, sufriendo tanto p o r nosotros; lo m u c h o
en que nos t u v o siendo totalmente indignos, dándose así p o r
nosotros y m u r i e n d o con tanto vituperio.

[10] P e r o esto d e tal m a n e r a , que n o a t r i b u y a m o s a nuestros


merecimientos la c a r i d a d que c o n nosotros usó, m a s a su in-
m e n s a benignidad de que se m o v i ó . Así que c o n h u m i l d a d
profunda trabajemos en m e z c l a r n u e s t r a consideración en tal
misterio, y tanto m á s humillarnos y sujetarnos delante el divi-
n o a c a t a m i e n t o , c u a n t o la c o m u n i c a c i ó n de sus d o n e s y g r a -
III. PLÁTICAS EN COIMBRA. 1 5 6 1 119

cias es m a y o r : y pedir al Señor que, p u e s El lo h a h e c h o todo,


quiera proseguirlo y llevar a d e l a n t e c o n su favor y a y u d a la
infusión de gracia que tiene d a d a , p a r a m á s y m á s crecer en su
servicio y a m o r ; y a n i m a r n o s a c o n c u r r i r c o n la g r a c i a q u e
obra en nosotros y c o o p e r a r c o n ella p a r a gloria de su divino
nombre.

De m a n e r a que, c o m o c o n s t a c l a r a m e n t e , Dios n u e s t r o
Señor c o m u n i c a g r a c i a en esta v i d a , y tiene y a c o m u n i c a d a
aquella g r a n plenitud d e ella e n su P a s i ó n sacratísima, c o n
que n o s hizo c a p a c e s a t o d o s de su gloria abriéndonos el c a -
m i n o p a r a p o d e r ir a ella y salvarnos.

[11] P e r o todavía, p o r m o s t r a r m á s su ferventísima c a r i d a d ,


quiso h a c e r otra g r a c i a m á s en particular, p a r a que el efecto
de aquella g r a n d e y general se pudiese mejor seguir, y alcan-
z a r lo que c o n su m u e r t e había pretendido. Quiso p u e s el Se-
ñ o r que debajo de la g r a c i a general de t o d a la Iglesia hubiese
otras particulares gracias en c a d a e s t a d o de su Iglesia santa, y
especialmente en las religiones que quiso se ordenasen; c o m o
t a m b i é n d e s d e el principio del m u n d o , a u n q u e p o d í a n t o d o s
salvarse c u m p l i e n d o las obligaciones q u e tenían, t o d a v í a ,
s i e m p r e c o m u n i c ó g r a c i a s p a r t i c u l a r e s a a l g u n o s p a r a mejor
1 1
lo h a c e r .

[12] Y así, p e c a n d o A d á n , antes del diluvio elige Dios u n a


nación de él, que e r a c o m o de p e r s o n a s religiosas. Y éstos eran
todos los que descendían del linaje de Set y se decían hijos d e
Dios, y los otros hijos d e los h o m b r e s . Y, a u n q u e t e n e m o s es-
crito p o c o d o n d e se p u e d a esto v e r m á s en particular; todavía,
esto consta, y que E n o c profeta era, y E n ó s religioso, y que és-
tos c o n los d e m á s que p o r esta línea d e s c e n d í a n tenían p a r -
ticular culto y reverencia a Dios, y particular a y u d a y g r a c i a
p a r a ello. Y, p o r el contrario, a u n q u e Caín y los de su linaje se
p o d í a n t a m b i é n salvar, que e r a el o t r o t r o n c o que n a c i ó de
A d á n ; todavía t o d o s ellos eran casi profanos y disolutos.

[13] Y d e s p u é s del diluvio, teniendo N o é sus hijos, que c o n


él habían e s c a p a d o , permite el Señor que se divida u n o de
ellos l l a m a d o C a m y se h a g a profano y nigromántico; y quie-
re que Sem quede c o n gracia especial de religión, de d o n d e vi-

1 2
Es notable el esfuerzo de Nadal por encontrar indicios de vida re-
ligiosa ya en los comienzos de la humanidad.
120 JERÓNIMO NADAL, S.J.

nieron aquellos antiguos p a t r i a r c a s A b r a h a m , Isaac y Jacob, y


los sacerdotes que c o n especial o b s e r v a n c i a y v e n e r a c i ó n d a -
b a n el culto y h o n o r a Dios n u e s t r o Señor.
[14] Vino d e s p u é s el t i e m p o d e la L e y escrita y en él escoge
Dios u n pueblo a quien la diese, el cual fue de los Hebreos, en
los cuales quiso d a r c o m o u n dibujo de los que a h o r a s o m o s
en L e y de gracia, h a c i é n d o l o s entre todos los del m u n d o m a s
idóneos p a r a recibir sus m e r c e d e s , d á n d o l e s el conocimiento
de sí m i s m o y gracia p a r a vivir m á s perfectamente, y con m a s
facilidad p a r a salvarse. Y así, a u n q u e los otros que n o lo eran
lo pudiesen también hacer, y n o fuesen obligados a se h a c e r
judíos; t o d a v í a , algunos a c e p t a b a n serlo p o r p o d e r mejor al-
c a n z a r el último p r e m i o del cielo v i e n d o la c o m u n i c a c i ó n
g r a n d e y influencia celestial c o n que el Señor favorecía aqué-
llos que tenía p o r su pueblo escogido.
[15] Y a u n entre los d e este pueblo h u b o algunos que c o n
m á s a b u n d a n c i a d e g r a c i a e r a n visitados del Señor p a r a le
servir y c o n v e r s a r c o n m á s familiaridad, c o m o e r a n los sacer-
dotes y levitas y profetas; los cuales, c o m o tenían m á s alto y
perfecto estado, así c o n m a y o r favor del Señor e r a n t r a t a d o s .
1 3 14
Y algunos otros c o m o n a z a r e o s , y también r e c a b i t a s y se-
mejantes.

[16] Y queriendo y a el Señor d a r cabo y fin a las figuras, y


abrir lo figurado, y d a r la L e y n u e v a , la ley de gracia y E v a n -
gelio eterno, y p o n e r la s u m a perfección y c o n s u m a r esta
obra, que en las figuras a ú n era imperfecta: t o m a n u e s t r a hu-
m a n i d a d , c o n v e r s a c o n los h o m b r e s , les enseña su ley e v a n -
gélica, confirma los divinos milagros; finalmente, p a d e c e , y
m u e r e y resucita, y h a c e la plenitud de gracia de que t r a t a m o s
p o c o antes, instituye este C u e r p o místico de la Iglesia regido y
a n i m a d o d e su Espíritu; n o quiere que fuera d e él h a y a reli-
gión ni gracia alguna p a r a salvarse, y así que fuera d e él nin-
g u n o p u e d a salvarse: no hay otro nombre en el que podamos sal-
varnos, etc.

[17] Ésta quiere que sea u n a universal religión cristiana, a la


cual a todos llama p a r a que en ella sean salvos; y que c o m o es

1 3
De los que habla Num. 6,4-21. Nazareos fueron Sansón, Samuel,...
1 4
Especie de agrupación religiosa, fundada por Jonadab, hijo de Re-
cab, de los que habla con elogio Jeremías en el cap. 35.
III. PLÁTICAS EN COIMBRA. 1561 121

sólo u n Dios, u n Cristo, u n a fe, u n b a u t i s m o , así ella sea u n a ,


y u n o el Pontífice, que en su l u g a r c o m o Vicario le rija; y que
sea cismático el que a n d a r é en divisiones o en p e r t u r b a r esta
unidad, y hereje el que n o la creyere católicamente.
[18] E n esta Iglesia, pues, quiere el Señor que le den el culto
y reverencia debida, c o n m u c h a m á s perfección que antes,
d a n d o gracia y a y u d a p a r a ello: y así en ella con m á s clara luz
y conocimiento s u y o y de lo m u c h o que nos a m a se le h a c e el
culto y veneración, y a los santos en su n o m b r e y p o r su a m o r
y gloria. Y, c o m o d e c í a m o s , p a r a que m á s c u m p l i d a m e n t e se
h a g a esto y s e a m o s m á s participantes de sus méritos y plena-
ria redención c o n s i d e r a n d o que se hizo h e r m a n o n u e s t r o y
atendiendo al piélago de su inmensa c a r i d a d con que siempre
nos a m ó , d e t e r m i n a que a u n en esta Iglesia h a y a gracias p a r -
ticulares de estados diversos en que le p u e d a n servir mejor.

[19] Y así o r d e n a obispos en u n estado alto y perfecto, que


c o n su b u e n a vida y olor de santidad rijan a los otros y edifi-
quen en el Señor y obren. R e c o r d a r é que t o d o s nosotros nos
d e b e m o s r e c o n o c e r p o r ministros y siervos de ellos y hablar
de ellos c o m o d e perfectos, sin m u r m u r a r de ninguno, pen-
s a n d o de los a y u d a r de palabra y de obra c u a n t o sea posible; y
especialmente h a c e r esto c o n el P a p a , c o n s u m a veneración,
p u e s es Vicario inmediato de Jesucristo N. Señor, que en su lu-
gar rige esta n a v e de la Iglesia santa en que todos n a v e g a m o s .
Y n o h a y a quien se quiera m e t e r a j u z g a r de lo que h a c e o n o
hace, p u e s n o h a y n i n g u n o en la tierra que p u e d a ser su juez;
15
y así dijeron a M a r c e l i n o : Júzgate, Padre; nadie te puede juzgar.
Bajemos la cabeza a sus preceptos y lo que él m a n d a r e o hicie-
re, eso j u z g u e m o s p o r bueno, p r o c u r a n d o siempre defenderlo.

[ 2 0 ] Q u i s o también N u e s t r o Señor que hubiese o t r o e s t a d o


de perfección, que es d e religión, y que d e s d e el principio de
la Iglesia lo hubiese. Al cual El llama a m u c h o s p a r a tener m á s
particular c u e n t a con ellos y darles m á s especiales favores y
a y u d a s y m e d i o s m á s a b u n d a n t e s y copiosos p a r a tratar c o n
El y servirle.

1 5
Alusión a la falsa leyenda según la cual el Papa San Marcelino
(296-304) hubo de justificarse ante el Concilio de Sinuesa por un pecado de
idolatría que no cometió: "La Sede primaria no es juzgada por nadie: Tu se-
rás el juez: por ti mismo te condenarás y por ti mismo serás justificado, pe-
ro en nuestra presencia". ML 6,11-20.
122 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[21] Q u e esto fuese desde el principio d e la Iglesia, consta d e


16
San Dionisio A r e o p a g i t a , discípulo d e San Pablo, que lo afir-
m a y h a tenido esto f u n d a m e n t a d o e n el E v a n g e l i o s a g r a d o ,
en el cual el Señor aconsejó que siguiésemos la obediencia y
p o b r e z a y castidad; y esto n o sólo sin v o t o s , m a s a u n y princi-
p a l m e n t e c o n v o t o s c o m o es la intención d e la Iglesia santa y
Doctores d e ella; lo que basta p a r a ser obligados a lo creer, y se
p u e d e h a c e r esta razón:

[22] Si Dios aconsejó pobreza, castidad y obediencia, o lo acon-


sejó con perfección o con imperfección. Es error manifiesto de-
cir que el Señor aconsejase algo y esto con sola imperfección.
Sería luego también con perfección; y pues es cierto que el se-
guir pobreza, castidad y obediencia con perfección consiste en
se hacer con votos y con obligación de n o p o d e r tornar atrás sin
pecado, c o m o el que no tiene voto puede; no h a y d u d a sino que
Cristo N. Señor aconsejó también y principalmente la pobreza,
castidad y obediencia con votos. Y si se considera, se v e r á que
proponiendo m u c h o s d e ser pobres y castos, al otro día habien-
d o ocasión de lo contrario, se descaecen d e sus propósitos; lo
que no hacen los que con votos son obligados, así p o r la gracia
de ellos que les a y u d a , que es lo principal, c o m o también vien-
d o que no p u e d e n hacerlo sin pecado.

[23] De m a n e r a que h u b o religiones d e s d e el principio, que


fueron m u y c o n f o r m e s a la divina v o l u n t a d , y E u s e b i o en la
17
Historia e c l e s i á s t i c a c u e n t a d e u n a m a n e r a d e religiosos que
h u b o , a la cual es semejante la nuestra, d e h o m b r e s que a n d a -
ban p o r el m u n d o g a n a n d o cristianos al servicio d e Dios, que
es lo propio que nosotros p r e t e n d e m o s .

D e s p u é s h u b o los monjes d e E g i p t o ; d e s p u é s los d e San


Basilio, d e San Benito, d e San Agustín, d e San J e r ó n i m o y d e
San Bernardo; y finalmente, los c u a t r o ó r d e n e s m e n d i c a n t e s y
entre ellos las d o s lumbres g r a n d e s d e la Iglesia, d e Santo Do-
m i n g o y San Francisco.

[24] Y así en diversos tiempos hizo Dios N. Señor diversas


c o n v o c a c i o n e s d a n d o g r a c i a y a y u d a particular p a r a se insti-
tuir diversos estados d e religiones. L a s cuales t o d a s , a u n q u e

16
De Eclesiástica Hierarchia, MG 3, 539.540. Nadal usa con frecuencia
los escritos falsamente atribuidos al Areopagita.
1 7
MG 20,294.
III. PLÁTICAS EN COIMBRA. 1 5 6 1 123

diversas en el m o d o de proceder; todavía, todas convienen en


u n a cosa, que es d e servirse en ellas Dios c o n v e r d a d e r a abne-
gación de la p r o p i a voluntad y renunciación de todo.

Y si la g r a c i a universal de la católica Iglesia, de que to-


dos los cristianos c o m u n i c a n , es t a n g r a n d e , ¿ c u a n g r a n d e se-
rá la g r a c i a d e religión, que es p a r t i c u l a r y p e c u l i a r m e n t e
a ñ a d i d a c o n aquélla? G r a n d e es, lo que bien e x p e r i m e n t a n
los que la p a r t i c i p a n p o r la b o n d a d del Señor.

[25] Y hablando de religión en particular, qué cosa sea, digo


que n o es otra sino u n estado p a r a adquirir la perfección de la
caridad y de su obrar en sus v o t o s y aprobación de la Iglesia.
Y esto quiso significar el Señor, c u a n d o dijo: Si quieres ser per-
fecto, ve, vende todo lo que tienes, dalo a los pobres y sigúeme, de-
c l a r a n d o que la vía p a r a la perfección consistía en el seguirle
dejando t o d o lo t e m p o r a l y cuanto h a y en el m u n d o , etc.

[26] Y c o m o esto sea lo que pretenden las religiones, y a esto


se obligan, claro está que ellas n o son sino e s t a d o d e perfec-
ción. P o r tanto el que en el m u n d o tiene alguna imperfección,
o cualquiera otra, que se siente flaco en la v i r t u d y buenos
propósitos, p o r las ocasiones que le impiden y desea llegarse
a la perfección, b u s q u e este estado, p o r q u e en él se ejecuta la
respuesta que el Señor h a d a d o en tal caso, diciendo: Si quie-
res ser perfecto, deja lo que tienes, dalo a pobres, y v e n y si-
g ú e m e . Aquí se sigue al Señor, aquí se p r o c u r a el m o d o de ser
perfecto en esto y de d a r el culto a Dios c o n v e r d a d e r o a m o r y
voluntad, suelto de los impedimentos conforme a la gracia ge-
neral de tal estado, y particular que c o m u n i c a el Señor a aquél
que en él p r o c u r a de seguirle c o n t o d o su corazón.

[27] Y a d e m á s de otras cosas, en la religión h a y dos de m u -


cha consolación. L a u n a es s u m a quietud y d e s c a n s o interior
del á n i m o , con u n a p e r p e t u a p a z , t r a t a n d o y c o n v e r s a n d o p o -
niéndose todo en El, resoluto de todas sus cosas y d e s o c u p a d o
de negocios y tratos del m u n d o que p e r t u r b a n e inquietan el
á n i m o sin n u n c a tener alivio v e r d a d e r o , c o m o sienten los que
a n d a n en el siglo.

[28] L a otra cosa es que en la religión h a c e u n o plenario ho-


locausto al Señor, y u n sacrificio d e t o d o c u a n t o en él es, di-
ciendo: Señor, y o m a l o era y soy siempre p o r lo que es de m i
parte, p e r o a h o r a c o n v u e s t r a gracia y o m e ofrezco t o d o a Vos:
124 JERÓNIMO NADAL, S.J.

t o d o lo que está en m i libertad quiero dejar, Vos m e lo habéis


18
d a d o , y o os lo quiero t o r n a r . Si tenía libertad p a r a c a s a r m e ,
n o la quiero m á s tener, p o r v u e s t r o amor. Podía poseer bienes
temporales: p u e s que tenéis respondido que es m á s perfección
dejarlos, y o los dejo y d o y a pobres y suelto, sin p o d e r y a m á s
tenerlos. Y, lo que es m á s , la libertad g r a n d e que m e habéis
d a d o , d e m i p r o p i a voluntad c o n el libre arbitrio d e querer o
n o querer u n a cosa, y o os la d o y y digo que y a n o quiero tener
p r o p i a v o l u n t a d , sino que la del Superior quiero que sea la
mía; lo que él quisiere, esto quiero; y lo que él n o quisiere, eso
n o quiero y o también, p o r v u e s t r o divino amor.

Este es el sacrificio g r a n d e que en la religión se h a c e , y


que s u m a m e n t e a g r a d a al Señor; y el que lo tiene h e c h o , y es-
tá firme en esto, es religioso de v e r d a d .
[29] Y de aquí se p o d r á y a entender la gracia de la C o m p a ñ í a
y c ó m o es religión, p u e s en ella se c u m p l e t o d o lo que tene-
m o s dicho que h a y en las religiones, y así es u n v e r d a d e r o es-
t a d o de adquirir la perfección: p a r a lo cual tiene sus votos, sus
m e d i o s , su fin, sus ejercicios y ministerios y, finalmente, la
confirmación apostólica, sin la cual no p u e d e haber religión. Y
así lo eran todas las antiguas, o p o r recepción de la Sede A p o s -
tólica, o de otra m a n e r a : a u n q u e n o fuesen p o r bulas, c o m o se
usa ahora.

[30] Y p o r q u e es necesario y s u m o p r o v e c h o al religioso de


cualquier religión saber el principio d e ella, la gracia que Dios
N. Señor le ha c o m u n i c a d o p a r a p r o c u r a r de conformarse m á s
c o n ello, y de juntar m á s la g r a c i a particular c o n que Dios
N. Señor quiso m o v e r l o a se obligar a la gracia c o m ú n de la tal
religión, y así m á s se a p r o v e c h a r en el Señor, por tanto diremos
de la nuestra, t o d o de raíz. Y p r i m e r o d e la confirmación y
aprobación apostólica.
[31] F u e p u e s n u e s t r a religión a p r o b a d a p o r la Sede A p o s t ó -
lica. Y el principio fue de esta m a n e r a , que n u e s t r o P a d r e
M. Ignacio c o n los c o m p a ñ e r o s que en aquel tiempo tenía tra-
taron entre sí lo que m á s cumplía al servicio de Dios N. Señor
a c e r c a d e p r o c u r a r que hubiese p e r s o n a s que les quisiesen
a y u d a r al intento que tenían, y así h a c e r congregación; o si se-
ría mejor dejarse de eso y que con ellos se acabase su deseo de

1 8
Ej[234].
III. PLÁTICAS EN COIMBRA. 1561 125

a y u d a r a las á n i m a s y el trabajar p o r eso. Y p i d i e n d o a Dios


N. Señor c o n m u c h a s oraciones y misas les diese en aquello
luz y conocimiento de lo que sería m á s c o n f o r m e a su divina
voluntad, nuestro P a d r e c o n los otros se determinaron, que es
mejor p r o c u r a r q u e h a y a quien los siga en sus propósitos, y
19
que sea en religión y c o n v o t o s , teniendo nuestro P a d r e
M. Ignacio m u c h a s significaciones interiores p a r a esto.

[32] Determinados en este parecer, hacen la suplicación en la


fórmula que está escrita en la p r i m e r a bula de nuestra confir-
m a c i ó n , y la h a c e n p r o p o n e r al P a p a P a u l o III p o r u n o de los
20
C a r d e n a l e s . Y la p r i m e r a palabra que dijo el P a p a entonces
n
fue: El Espíritu de Dios está aquí , de la cual tenemos nosotros
t o m a d o m u c h a consolación y devoción en el Señor. P o r q u e en
c o s a s de tanta i m p o r t a n c i a c o m o aquélla, y d e c o s t u m b r e s
cristianas, n o p u e d e errar el P a p a y especialmente le guía y
a l u m b r a Dios p a r a que n o y e r r e , ni diga sino lo que es m á s
c o n f o r m e a su divina voluntad. C o n todo, c o m o P a u l o III era
prudentísimo, a u n en cosas naturales d e g r a n valor y p a r a
m u c h o , considerando lo que se le proponía, le pareció la cosa
m u y dificultosa; y así n o habría n i n g u n o a quien n o le p a r e -
ciese difícil y peligroso en tal tiempo levantarse religión n u e -
v a c u a n d o las religiones e r a n tan contradichas. Y c l a r a m e n t e
se m o s t r a b a ser necesaria gracia en m u y g r a n abundancia p a -
ra se instituir; y p o r tanto, antes de d a r su aprobación, deter-
m i n a de e x a m i n a r m u y bien este espíritu p a r a saber si es v e r -
d a d e r o y de Dios; y e n c a r g a de esto al Cardenal Guidachon, el
cual era contrario de haber pluralidad d e religiones; y en esto
estaba tan a s e n t a d o , que de propósito había escrito u n libro
21
contra la pluralidad de religiones .
[33] E n c a r g á n d o l e el P a p a este negocio, que era cosa fortísi-
m a p a r a p o d e r con él al cabo, pero de g r a n gracia que el Señor

1 9
Las deliberaciones de los primeros Padres tuvieron lugar en 1539.
2 0
Son los llamados "Cinco capítulos" presentados por el Cardenal
Gaspar Contarini y aprobados de palabra por el Papa.
2 1
Esta es también la fórmula usada por Rivadeneira, entre otros his-
toriadores, en la vida de Ignacio de 1572 y en la edición latina de 1587; pero
en la edición castellana de 1583 usa la expresión que se ha hecho célebre: "El
dedo de Dios está aquí". P2España[27]; PlAlcalá[19]; P2Colonia[10].
2 2
Ante los inconvenientes del Card. Ghinucci, encargado de redactar
la bula de aprobación, Paulo III consultó al Card. Guidiccioni, el cual más
que un libro, había escrito algunas exposiciones, inéditas, sobre el asunto.
126 JERÓNIMO NADAL, S.J.

quiso h a c e r p a r a m á s p r u e b a d e esta su C o m p a ñ í a , N u e s t r o
P a d r e y los d e m á s se v a n al C a r d e n a l y le significan la cosa.
P e r o él, c o m o h o m b r e p o c o aficionado a tales tratos, n o los
quiere v e r ni oír; d e lo que se vinieron d e él confusos, que-
d a n d o c o n t o d o m u y entero y constante N u e s t r o P a d r e y c o n
diligencia p r o c u r a n d o t o d o s los mejores m e d i o s que p o d í a
p a r a efectuar sus p r o p ó s i t o s , p u e s e r a n d e tanto servicio del
Señor, y q u e El había d a d o tanto conocimiento, claridad y cer-
tidumbre. A c u y a imitación h e m o s nosotros d e p r o c u r a r t a m -
bién que, a u n q u e a v e c e s n o s s u c e d a algo c o n t r a lo que p r e -
t e n d e m o s p o r gloria d e Dios, n o c a i g a m o s d e á n i m o , m a s
e s f o r z á n d o n o s d e n u e v o , a p l i q u e m o s t o d o s los r e m e d i o s y
m e d i o s posibles s e g ú n la c o s a que se trata.

[34] Dice p u e s el P a d r e a sus c o m p a ñ e r o s que c u m p l í a a y u -


darse y encomendarse la cosa a Dios, y así ordenó p o r este efec-
2 3
to se digan tres mil m i s a s a la Santísima Trinidad, d e que era
m u y devoto. Y para esto escribió a algunos conocidos que tenía,
para que dijesen algunas de ellas, y p o c o a p o c o se dijeron y tor-
n a n d o u n a vez a hablar al Cardenal, c u a n d o n o se catan, le ha-
llan totalmente m u d a d o d e lo p a s a d o diciendo que había teni-
d o dificultad en le p a r e c e r bien que esta religión se e m p e z a s e ,
pero que y a tenía entendido que e r a bueno y santo que se hi-
ciese y efectuase, y que él era contento: y d e propósito se p u s o a
decir palabras d e aprobación d e ella y a u n m á s d e ello que los
Padres querían. Y refiriendo esto el Cardenal Guidachon al P a -
pa, p o r le tener del negocio e n c a r g a d o , dice el P a p a que es con-
tento y que quería que se h a g a esta religión. P e r o restringe la li-
cencia p a r a que n o h a y a en ella m á s d e hasta 6 0 profesos, y esto
p o r t o m a r otra probación d e este espíritu y gracia y n o ser fácil
24
en confirmar cosa de tanta calidad y en tales t i e m p o s .

[35] C o n esta confirmación así restricta se a c a b ó el a ñ o d e 4 0 ,


p a s ó el d e 41 y 4 2 , y al d e 4 3 el P a d r e se a n i m a p a r a hablar d e
n u e v o a Su Santidad, y así lo hizo, d á n d o l e c u e n t a d e t o d o lo
que h a c í a n , d e sus ejercicios, p r e d i c a r y confesar, y los m á s y
a u m e n t o d e la C o m p a ñ í a , y le pide quiera t o m a r d e ello infor-
m a c i ó n y abrir el n ú m e r o . Y él se lo c o n c e d i ó . Y abrió el n ú -
2 5
m e r o , m a s en el resto n o h u b o tanta plenitud c o m o después.

2 3
Carta de Laínez: FN, I, pág.130. Ver P2España[28] y su nota.
2 4
Bula Regimini militantis Ecclesiae, 27 setiembre 1540.
2 5
Bula Iniuctum nobis, 14 marzo 1544.
III. PLÁTICAS EN COIMBRA. 1561 127

[36] Después, en el a ñ o d e 4 5 , faltando coadjutores, c o m o


d e s e a b a n u e s t r o P a d r e , siendo y a la C o m p a ñ í a en m u c h a s
partes a u m e n t a d a , t o r n a a suplicar p o r esto a P a u l o III, y con-
2 6 2 7
cedió e s t o y m u c h a s gracias en el d e 4 9 .

[37] Finalmente, en el d e 5 0 , se suplicó al P a p a Julio III y dio


la plenaria y perfecta confirmación d e la C o m p a ñ í a , c o m o
2 8
a h o r a t e n e m o s . Y n o se p u e d e alterar esto sin que la C o n -
29
gregación general así lo o r d e n e .

De m a n e r a que e n estas probaciones fue n u e s t r a religión


aprobada; y p u e s ella así lo fue, no es m u c h o que los que h a n
d e vivir e n ella lo sean también c o n las m u c h a s probaciones
d e que u s a m o s .

[38] Q u e d a junto c o n esto v e r si esta religión es necesaria o


útil, e n lo c u a l h a y q u e a t e n d e r a d o s cosas: la p r i m e r a que
nosotros n o s o m o s necesarios ni útiles, antes inútilísimos e in-
dignos, d e n u e s t r a p a r t e , d e esta vocación: la otra es que la r e -
ligión e n sí es m u y útil y a u n necesaria, según la Providencia
divina, la cual quiere que, p u e s t o s t a m b i é n t o d o s los otros
auxilios en su Iglesia y Religión, sea bien q u e supla a lo que
s i e m p r e h a y m u c h o que h a c e r p a r a que las a l m a s s e a n a y u -
d a d a s ; c o m o e n Valladolid y o decía a u n o s religiosos d e m u -
30
c h a c u e n t a , h a c i é n d o s e u n a p r o f e s i ó n , a f i r m a n d o lo que se
v e e n ella y lo que p r e t e n d e , a u n q u e n o s o t r o s n o c o r r e s p o n -
d a m o s c o n su fin d e la m a n e r a que ella requiere. Y p o r t a n t o
les e n c a r g a b a n o s a y u d a s e n c o n sus o r a c i o n e s a que Dios
N. Señor enviase a ella los que m á s c ó m o d o s y propios fuesen
p a r a le servir en este ministerio, pues nosotros é r a m o s tan fla-
cos y ruines instrumentos. Y así t o d o s t e n g a n r e c u e r d o siem-
p r e d e p e d i r esto al Señor, y tenerse p o r indignos d e t a n t o
bien, p a r a que t o d o se h a g a a m a y o r gloria d e la divina M a -
jestad. Laus Deo.

2 6
Breve Exponi nobis, 5 junio 1546.
2 7
Bula Licet debitum, 18 octubre 1549.
2 8
Bula Exposcit debitum, 21 julio 1550.
29
La Congregación General no tiene autoridad para alterar la Fór-
mula del Instituto pero sí para interpretarla.
3 0
La del P. Bautista de Barma, en Valladolid en 1556. Después de la
comida y por indicación de Francisco de Borja habló Nadal casi una hora
sobre el instituto de la Compañía, con gran aceptación de los asistentes, re-
ligiosos e invitados.
128 JERÓNIMO NADAL, S.J.

a
13 PLÁTICA 3 - La vida de Ignacio forma de la
Compañía

[1] C o m e n z á b a m o s a y e r a tratar p a r t i c u l a r m e n t e d e n u e s -
tras c o s a s d e la C o m p a ñ í a , y t o c á b a m o s s o l a m e n t e la confir-
m a c i ó n ; y, c o m o os acordáis, fue m o d o m u c h o p a r t i c u l a r c o n
que N u e s t r o Señor m o v i ó a P a u l o III a se e x a m i n a r tanto la
C o m p a ñ í a en las confirmaciones hasta Julio III, que la confir-
m ó plenariamente. De m a n e r a que diez años h a t o m a d o la Se-
31
d e Apostólica p a r a a p r o b a r este i n s t i t u t o .

[2] T o r n e m o s u n p o c o sobre este p u n t o al particular. Reli-


gión es ésta; m a s , c o m o y o entiendo, d e esta m a n e r a : L a s re-
ligiones Dios las h a c e c o n d o n e s particulares que El les da, y
El es el primero. Digo, pues, si Dios quiere, ¿quién le p o d r á es-
torbar? Si dice: quiero h a c e r esto, y elegir p a r a esto u n o , y
quiero que sea ministro, y que sea Ignacio d e Loyola: ¿quién
le p o d r á c o n t r a d e c i r ?

[3] L o elige; n o que lo m e r e z c a él, o que se eligiese a quien te-


nía la gracia; que era p e c a d o r y andaba en guerra para la honra.
Y él lo decía de sí, que andaba en vanidades a hacer esto y lo
otro. M a s eligió su naturaleza p o r ser hombre para m u c h o , y era
tan m a g n á n i m o que en la guerra nunca se vio persona vencida.

Q u e r i e n d o p u e s Dios h a c e r esto, p a r a que n o había g r a -


cia ni mérito; ni la n a t u r a l e z a , ni naturales perfecciones d e
n u e s t r o P a d r e ( a u n q u e g r a n d e s ) bastaban, a u n q u e e r a n g r a n
a y u d a , conjunta la v o l u n t a d y g r a c i a d e Dios: c o m o le eligió,
le c o m u n i c a g r a c i a p a r a esto p o r los m i s m o s m e d i o s y m á s
p o r d o n d e se c o m e n z ó en él la C o m p a ñ í a y h a d e proceder.
L o s cuales Dios a n d a b a p o n i e n d o en él p o c o a p o c o , y d e don-
d e d e s p u é s se había d e p o n e r en práctica en la C o m p a ñ í a .

[4] Y fue así. C o m i e n z a el P a d r e Ignacio a convertirse a Dios


e s t a n d o enfermo, siendo d e s a h u c i a d o d e los m é d i c o s , y a la
m e d i a n o c h e del día de San P e d r o y San Pablo, de la e r a del 22,
a los cuales tenía devoción, se e m p e z ó a hallar mejor en la d o -
lencia. Quiere leer y p a s a r el tiempo, pide libros profanos d e
historias perjudiciales y malas, d e A m a d í s de Gaula u otros, y
n o se hallan.

Regimini militantis, 27seriembre 1540; Exposcit debitum, 21 julio 1550.


III. PLÁTICAS EN COIMBRA. 1 5 6 1 129

Había Flos sanctorum y Vita Christi, lee p o r ellos, y en ello


tenía d o s espíritus: u n o d e servir al m u n d o y h a c e r g r a n d e s
c o s a s profanas en su servicio; también otro d e h a c e r cosas
g r a n d e s c o m o los fundadores de las religiones, San Francisco,
Santo Domingo: así fue que los p e n s a m i e n t o s de cosas v a n a s
le dejaban triste y desabrido, y los otros bien y contento; y de
aquí entendió que éstos e r a n buenos, c o n que se d e t e r m i n ó a
servir a Dios. Y c o n esto así dice: los quiero seguir, los otros
no; y esto fue su propósito.

[5] Así n o s o t r o s , a su imitación, d e aquí t o m a m o s princi-


pio p a r a las elecciones que se d a n en la C o m p a ñ í a , p a r a que
c a d a u n o al principio c o n s i d e r e la d e v o c i ó n que le m u e v e y
vea: esto m e d a luz, esto confianza: sigo esto, esto o t r o no.
P o r q u e si y o c o n o z c o lo que Dios m e inspira y n o lo sigo, pe-
c o , si es d e p e c a d o la cosa; y s o y i m p e r f e c t o , si la c o s a es d e
perfección.

[6] Y d e s p u é s que así se d e t e r m i n ó servir a Dios, teniendo


aquella naturaleza noble y perfección de potencias, dale Dios
gracia c o n que t o d o esto actuase suavemente y a sus tiempos; y
así c o m e n z ó c o n á n i m o de h a c e r en t o d o lo mejor. Así n o s o -
tros d e b e m o s c o n o c e r lo que p o d e m o s , y c o n la mejor gracia
efectuar t o d o a m a y o r servicio del Señor, y ser a su ejemplo
m a g n á n i m o s , desconfiando p r i m e r o de nosotros y entendien-
d o que t o d o c o n la gracia de Dios p o d r e m o s . Y así el que tie-
n e facultad p a r a p r e d i c a r lo p o n d r á en obra, otro en leer, o
cualquiera otra cosa, lo m i s m o .

[7] Dice pues: quiero servir a Dios, y lo mejor que pudiere y


supiere. Busca lo mejor, y lo que p r i m e r o se le representa es
"quiero h a c e r penitencia". Deja su casa y parientes y h a c e v o -
to de castidad, p o r q u e se sentía con peligro de ella, y casi toda
la inclinación se le quitó. Va a N u e s t r a Señora de Montserrat.
Allí se confiesa generalmente. Se vistió de u n saco, sin bonete,
sin zapatos. A y u n a b a c a d a día a p a n y a g u a , sino al d o m i n g o .
Hacía 3 veces c a d a día disciplina. Hacía oración siete h o r a s c a -
d a día de rodillas, se levantaba a la m e d i a noche, oía c a d a día
m i s a c a n t a d a , vísperas y c o m p l e t a s , se confesaba y c o m u l g a -
b a c a d a d o m i n g o , y hacía otras penitencias.

Quiere ir a Jerusalén y está en esto. Y así c o n su b u e n a


m e n t e se guiaba.
130 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[8] Y antes que tuviese m a y o r g r a c i a y claridad, t u v o g r a n -


d e s turbaciones de espíritu, a u n q u e t a m b i é n consolaciones.
Tuvo u n a ilusión que el d e m o n i o c o n espíritu de cosa que m u -
c h o le alegraba le quería e n g a ñ a r ; lo que él d e s p u é s c o n o c i ó
c o n la g r a c i a del Señor, y venció. F u e otra ilusión, que t u v o
g r a n d e s e s c r ú p u l o s c o n g r a n d e s e x t r e m o s . M a s le libró Dios,
a u n q u e tenía p o c a inteligencia d e c o s a s espirituales, de esta
m a n e r a : Había leído de un santo que hablando c o n Dios decía
que ni c o m e r í a ni bebería si no le hacía cierta gracia, y en esto
d e t e r m i n ó seguirle: y así lo h a c e él p a r a quitar los escrúpulos,
que u n a s e m a n a se t u v o sin c o m e r ni beber. Se confesaba, y de
t o d o d a b a r a z ó n al confesor, de lo m a l o y de lo bueno; y m a n -
d á n d o l e él que comiese, lo hizo y d e s p u é s fue librado de los
escrúpulos. Y así él quitó después a u n o los escrúpulos, con le
decir que n o fuese e s c r u p u l o s o y diciéndole él la historia d e
sus escrúpulos.

[9] A imitación de esto nosotros e n la p r i m e r a s e m a n a , e m -


p e z a m o s l u e g o t a m b i é n p o r penitencias. Y c o m o él v i n o des-
p u é s a tener ilustración d e la m e n t e , c o n o c i e n d o los males, ni
tiene ilusión ni quiere tanta penitencia, que se e c h a b a a p e r -
der, y se p e r s u a d i ó que se debía m o d e r a r : así quiere que nin-
g u n o h a g a penitencia sin que lo sepa su confesor o su supe-
32
r i o r ; y así v a a la vía iluminativa que es junta c o n la unitiva.

[10] E m p i e z a d e s p u é s el Señor a enseñarle c o m o u n m a e s t r o


de escuela enseña a u n niño; y fue esta ilustración del Señor
creciendo en t a n t o g r a d o , que v i n o a tener m u y g r a n conoci-
miento de todos los misterios de la fe católica y especialmente
de la Santísima Trinidad. Y le parecía que, a u n q u e n o hubiese
libros que tratasen de esto, que él se determinaría a m o r i r p o r
ello, p o r aquello que había entendido.
[11] Y especialmente t u v o u n a ilustración tan g r a n d e y ex-
traordinaria u n día cabe u n río, que él solía decir que d e s d e
entonces, que era el a ñ o de 2 2 , hasta el de 5 5 que decía esto, le
había Dios d a d o m u c h a claridad, m a s que aquello solo e x c e -
día a t o d a s las o t r a s juntas. E n t e n d i ó t o d a s las cosas en u n a
claridad y luz m u y subida, a lo cual se solía él referir después
d e c l a r a n d o r a z ó n de las cosas que acontecían d e m a n d a r s e ,
así de la C o m p a ñ í a c o m o otras espirituales. Y así le q u e d ó una

3 2
Co[263].
III. PLÁTICAS EN COIMBRA. 1 5 6 1 131

a c t u a c i ó n de c o n t e m p l a c i ó n y unión c o n Dios, que sentía de-


v o c i ó n en t o d a s cosas y en todas partes m u y fácilmente.
[12] P u e s , a su imitación, h a g a m o s nosotros penitencia p a r a
nos preparar a la contemplación y devoción y a unión de nues-
tras voluntades con Dios nuestro Señor. Y así conviene que v a -
y a m o s p o r g r a d o s y nos mortifiquemos, p a r a que Dios se nos
c o m u n i q u e . N i n g u n o se desconfíe, que Dios le d a r á gracia si
así lo hace; y m a y o r a aquél que m á s se humillare y obedeciere
siguiendo la vía que Dios nuestro Señor nos m o s t r ó .
[13] Teniendo p u e s penitencia y oración N u e s t r o P a d r e , en
p o s de esto luego se aplica y (no sabiendo n a d a , sino teniendo
leído Flos sanctorum y hecho de él u n extracto m u y bien escrito
y c o n c e r t a d o ) se inclina a a y u d a r al prójimo. Y así colegimos
que nuestra oración luego debe ser inclinada a la práctica, c o -
m o a fin de nuestro instituto, p a r a a y u d a de las ánimas que se
pierden, p o r las cuales Dios dio su vida, c o m o el P a d r e se m o -
vió j u n t a n d o las virtudes teologales y todas, p a r a a y u d a r al
prójimo, n o se queriendo él quedar con sus consolaciones.

Y h a s t a aquí h a n c o m p r e n d i d o los ejercicios d e la C o m -


pañía, y después se siguen las probaciones que tenemos.
[14] Y la p r i m e r a viene la d e p e r e g r i n a r a Jerusalén, p o r ser
la mejor, y con s u m a pobreza, más aún en Barcelona se quería
ir sin c o m p a ñ e r o y sin bizcocho; p e r o fuese c o n sólo bizcocho
p o r q u e n o quiso recibir el p a t r ó n de la n a v e sin él. Y el dinero
que le dieron en R o m a lo dio a los pobres (los cuales corrían a
él hasta que se le acabó). Y en Venecia, después de ido, se v a al
D u q u e diciéndole que quería ir a Jerusalén. Quiso el Señor
que sin p a g a le h a c e p o n e r en u n a n a o . Va p o r hospitales c o n
m u c h a consolación y regalos del Señor y de su bendita M a -
dre. Siente g r a n d e s devociones en los lugares santos. Quiere
q u e d a r s e allá a a y u d a r aquellas á n i m a s que ahí había de in-
fieles y d e m á s ; y se v a al G u a r d i á n de San Francisco que esta-
b a en M o n t e Sión, y le dice que le a d m i t a y que sólo a los d o -
m i n g o s y fiestas le confesasen y c o m u l g a s e n , y ni le diese de
c o m e r ni beber.

[15] El Guardián le dice que quiere esperar p o r el Provincial


que estaba en Belén. El cual, venido, le dice que n o quede; si
n o , que le e x c o m u l g a b a , c o m o p u e d e p o r u n a bula del P a p a .
Pero él n o le r e p u g n a y determina volverse.
132 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[16] Viene, p u e s , y p o r el c a m i n o dice: "tengo de a y u d a r al


prójimo, m a s ¿ c ó m o ? , que n o tengo l e t r a s . . . " Y de aquí noso-
tros v e n i m o s a tener los estudios p a r a tener la a y u d a que Dios
h a p u e s t o en la Iglesia, p o r q u e i m p o r t a g u a r d a r el principio
3 3
divino y el eclesiástico y m o r a l .
Estudios, pues, son necesarios p o r n o h a c e r o decir here-
jías e i m p o r t a callar n o sabiendo. Callen en la Iglesia (S. Pablo)
los que n o saben interpretar.

[17] Y en esto se d e t e r m i n a estudiar p o r musa, -ae en Barce-


lona; y era tan pobre, que a n d a b a a limosna, y el m a e s t r o c o n
34
que a n d a b a se llama A r d é v o l o , que a ú n v i v e . Y c o m e n z a n d o
a d e c o r a r tenía tanta devoción y consolación, que n o podía v a -
lerse. Y otra v e z en París t u v o lo m i s m o , c u a n d o c o m e n z ó a
estudiar Artes. P e r o conoció que era ilusión del demonio. P o r -
que decía: "si c u a n d o m e confieso y c o m u l g o , n o tengo esto:
¿qué es esto?, ¿Dios confunde los tiempos? No". P u e s p a r a re-
m e d i a r s e t o m a a su m a e s t r o y llévale a u n a iglesia, y p r o m é -
tele de estudiar p o r d o s años en Barcelona si tiene ahí p a n y
agua; y le dice que le pudiese a z o t a r c o m o a un m u c h a c h o .

[18] Y así lo hizo, y se le fueron las ilusiones; hasta que le dice


el m a e s t r o que podía oír Artes. Y le dijeron lo m i s m o algunos
sus amigos. C o n esto se fue a Alcalá a ello y c o m e n z ó a estudiar
35
términos y Alberto de Sajorna y el Maestro de sentencias . M a s
entendió ser ilusión y lo dejó.

[19] Y trabajando al servicio de las á n i m a s , tiene l u e g o ahí


contradicción. M a s de ella d i r e m o s d e s p u é s y de otras. Des-
p u é s t u v o otra en Salamanca, y e n t r a m b a s le prendieron; m a s
n u n c a ni en éstas, ni en París, ni en Venecia, ni en R o m a , le h a -
llaron c o s a en que le notasen, antes fueron ellas p a r a confir-
m a c i ó n de lo que Dios nuestro Señor había puesto en él. E s p e -
cialmente en S a l a m a n c a , e x a m i n á n d o l e , respondía a t o d o
m u y bien, a u n q u e a ú n n o tenía aprendido; y a u n p r e g u n t á n -

3 3
Con frecuencia acude Nadal a estos tres principios, nuestras accio-
nes deben conformarse con Dios, con el legislador eclesiástico y con la razón
natural.
3 4
Jerónimo Ardévol falleció en 1567 como consta por la ejecución de
su testamento a favor de su hijo Miguel, beneficiado de Santa María del Mar.
3 5
En P2Alcalá[46] concretará que oía "términos de Encinas [Fernan-
do de], físicos de Alberto [Magno] y una lección del Maestro de las senten-
cias [Pedro Lombardo]".
III. PLÁTICAS EN COIMBRA. 1561 133

dolé u n canonista u n c a s o de conciencia, diciendo él que n o


sabía, todavía quiso Dios que le acertó.

[20] P e r o m a n d á n d o l e q u e h a s t a que hubiese e s t u d i a d o n o


predicase, y p e n s a n d o que en E s p a ñ a tenía i m p e d i m e n t o p a -
ra el estudio, p o r eso se fue a París, y estudia u n a ñ o H u m a n i -
dad. Pero t u v o d o s estorbos: de g r a n necesidad y enfermedad.
C o n limosnas se sustentaba, y a v e c e s iba p o r algo a Flandes,
y de Barcelona también le enviaban algo.

[21] D e esto se d e t e r m i n a r o n en la C o m p a ñ í a los estudios,


d e m a n e r a que h a y a o r a c i ó n en ellos, p e r o o r d e n a d a con los
estudios, y p a r a que la n e c e s i d a d n o i m p i d a , t e n g a n los cole-
gios renta, y que p a r a que la e n f e r m e d a d n o impida luego to-
36
d o s avisen de ello al s u p e r i o r .

[22] Después estudia Teología; p e r o , p o r q u e n o se a c a b a s e


c o n él t o d o lo que Dios le había c o m u n i c a d o , d e t e r m i n a de
3 7
b u s c a r c o m p a ñ e r o s que le sigan. B u s c a p u e s n u e v e , los c u a -
les se d e t e r m i n a n c o m o él ir a Jerusalén; y dejan d e ir p o r la
g u e r r a de venecianos y turcos.

[23] Y así se determinan ir al P a p a para darle cuenta de su ins-


tituto, y que querían a y u d a r al prójimo; según su principio, que
hiciese lo que fuese m a y o r servicio de Dios; y p a r a esto sea ins-
3 8
tituido que el m o n a c a t o se juntase también con el sacerdocio,
para poder así obrar. M a s ¿para qué Compañía, si h a y tantas re-
ligiones y tan buenas? Y si ahora h a y estas dos lumbres d e la de
Santo D o m i n g o y San Francisco (y todas las tengo en m u c h o ,
porque al contrario es señal que n o entiendes bien la t u y a ) , es
v e r d a d que bastaban aquéllas; pero nosotros a y u d a r e m o s a lo
que restare, porque todos los que a y u d a n a la Iglesia de Dios, de
obispos, curatos religiosos, siempre les queda algo p o r no le p o -
der acudir y p o r estar apartados, o p o r otra causa suficiente. Y a
esto nos deputamos nosotros umversalmente, y especialmente a
aquellas ánimas y infieles que m á s lo h a n menester, c o m o a los
herejes, y a u n a ciudad estragada si la hay, y a los d e m á s . Por-
que somos últimos, lo último postrero t o m a m o s , para ayudar.

3 6
Co[292].
3 7
Pedro Fabro, Francisco Xavier, Simón Rodríguez, Alfonso Salme-
rón, Diego Laynez, Alfonso Bobadilla, Juan Coduri, Claudio Jayo, y Pasca-
sio Broet. PlEspaña[14]; PlRoma[15]; PlColonia[9]; P6Austria[38].
3 8
No es raro en Nadal el uso de ese término por "vida religiosa".
134 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[24] Y de aquí se sigue que a monjas n o v a m o s p o r q u e tienen


3 9
quien las a y u d e ; ni v a m o s a monjes, p o r lo m i s m o . N o b u s -
c a m o s sino lo dejado, y así el P a d r e Ignacio instituyó misio-
nes, c o m o en el c u a r t o v o t o que se h a c e al P a p a está claro; y
p o r eso el a u m e n t o de la C o m p a ñ í a y su ministerio en b u e n a
p a r t e se debe a los de la India. Y así es que de convertir noso-
tros, lo que se edifican todos, c o m o el P a p a sabiendo a h o r a
que nuestro P a d r e Canisio en A u g u s t a h a c o n v e r t i d o un here-
40
s i a r c a . Y c o n esto que h a c e m o s nos j u n t a m o s m á s c o n el P a -
p a , p o r q u e c o m o universal superior le c a r g a n t o d a s las faltas
d e los particulares. Y q u e d a m o s p o r aquí ministros universa-
les e inmediatos a él. Y de aquí viene el c u a r t o v o t o especial
h e c h o a Su Santidad.

[25] Tenemos p u e s a h o r a alguna noticia de la C o m p a ñ í a . R e -


copilémoslo ahora: ¿qué es la C o m p a ñ í a ? Yo v e o que Dios
N. Señor veía lo que y o a h o r a v e o y lo que y o n o v e o , que es:
g r a n d e edificación de m u c h o s , g r a n d e r e c o g i m i e n t o de m u -
chos, y lo que está p o r venir, que será m u c h o m á s , c o m o lo de-
cía N u e s t r o P a d r e , p o r q u e c o m e n z a m o s a h o r a y los que v e n -
d r á n n o s llevarán la ventaja. P u e s si v i e n d o Dios t a n t o quiso
q u e esto se sustituyese, g r a n gracia debe tener d a d o p a r a ello
a la C o m p a ñ í a , p u e s es la c o m u n i c a c i ó n de esta gracia, c o n c e -
d i e n d o el P a p a el ejercicio d e t o d o s los ministerios a los de
ella, p a r a p o d e r m á s c o o p e r a r a esto q u e Dios quiere p a r a su
m a y o r gloria.

a
14 PLÁTICA 4 - Nombre y fin de la Compañía

[1] L o que a h o r a se o c u r r e consiguiente a lo de a y e r es en-


tender a ú n esto d e la C o m p a ñ í a ; y quería decir de su fin y sus
partes, p e r o p r i m e r o m e o c u r r e n d o s otras cosas que sirven a
lo m i s m o .

M
Co[588].
4 0
Entre las más célebres conversiones debidas a S. Pedro Canisio en
Augusta a comienzos de 1561 se cuentan la de la Condesa de Eberstein, lu-
terana, mujer de Marcos Fugger, la de Isabel de Weissenstein, mujer de Juan
Fugger, Jacobo conde de Montfort, etc.
III. PLÁTICAS EN COIMBRA. 1 5 6 1 135

Pero de paso diré lo que se m e olvidó ayer del P a d r e Igna-


cio: que él se hizo sacerdote, y así fue obligado a rezar. Y en
c o m e n z a n d o un s a l m o estaba u n día sin p o d e r a c a b a r p o r las
m u c h a s consolaciones y alegrías de espíritu que tenía. P o r lo
cual los nuestros se fueron al P a p a a se lo decir, y él le quiso
atajar queriendo que n o rezase sino ciertos Padre nuestro; y c o n
esto a ú n n o acababa.

[2] Y tenía gran deseo de decir misa y en ella tanto se consola-


ba que era cosa tan extraordinaria que luego de lo m u c h o que se
actuaba se hallaba mal del estómago y quince días estuvo malo
41
p o r decir tres misas a petición de una hija de Juan de V e g a .
Se elevaba en cualquiera cosa, c o m o en u n jardín, sobre
u n a hoja de naranjo estando y o presente le aconteció tener
g r a n d e s consideraciones y elevaciones sobre la Trinidad.
[3] Tornando al propósito, nosotros hallamos que en la bula
nuestra se dice que s o m o s llamados para militar bajo la bandera
42
de la Cruz y con nombre de la C o m p a ñ í a de J e s ú s . Y este n o m -
bre se nos ha comunicado; que, yendo nuestro P. Ignacio con el
P a d r e Fabro y el P a d r e Laínez a R o m a para hablar al Papa, en el
camino se sintió m u y consolado, y le apareció Dios Padre con le
mostrar su Hijo con la C r u z a cuestas, con el cual se le puso co-
43
m o dándoselo p o r a m o ; y le dijo: yo estaré con vosotros . Y esto
es lo que y o tenía oído al P. Laínez, y también él m e lo dijo pre-
guntándoselo. Y así quedó en ciertos apuntamientos de él al
tiempo que hizo las Constituciones que se refería a esta apari-
ción; p u e s cierto es que n o decía él m á s de lo que era, c o m o al
44
cabo de lo del P. Luis González de C á m a r a c o n c l u y o .

4 1
Juan de Vega, legado del Emperador Carlos V ante Paulo III, y des-
pués Virrey de Sicilia, gran amigo de la Compañía.
4 2
Fórmula del Instituto, contenida en las bulas Regimini militantis y
Exposcit debitum.
4 3
La exactitud de estas palabras no es uniforme en los diversos auto-
res que las reproducen. Además Nadal y Laínez las ponen casi siempre en
boca del Padre. Ribadeneira en cambio las pone en boca de Jesucristo, aña-
diendo, con Laínez, "propicio en Roma". Ignacio se remitía siempre a lo di-
cho por Laínez.
4 4
En el diario escribió Ignacio: "viniendo en memoria cuando el Pa-
dre me puso con su Hijo", refiriéndose sin duda a toda la visión de La Stor-
ta. Para los detalles de la misma se refería humildemente a Laínez a quien le
había contado toda la verdad. FN, 1,496,498. Nadal da una importancia ex-
traordinaria a esta visión. Ver: Anot.Examen[7-9]; P2España[30]; 2Roma[23];
P2CoIonia[26J.
136 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[4] Consolación p u e s g r a n d e p a r a m í y c a d a u n o , que lo mis-


m o a m í en su p e r s o n a de Ignacio m e h a c e Dios, y p o r eso c a -
d a u n o esto debe imprimir en su c o r a z ó n a u m e n t a n d o aquella
gracia con su cooperación, t o m a n d o p a r t e de la C r u z de Cris-
to c o n la cual nos apareció en él. Y así c o m o el Señor quiso ser
obediente, así nosotros; así c o m o quiso ser p o b r e , n o s o t r o s
también; y c o m o quiso b u s c a r las á n i m a s p e r d i d a s , así n o s o -
tros. Y p a r a esta milicia s o m o s llamados; y p o r ser tan confor-
m e al m i s m o Jesús, se llama d e s u n o m b r e especial, p o r q u e el
P a d r e E t e r n o le juntó al m i s m o Hijo Jesús. Y a u n q u e algunos
quieren obstar al n o m b r e , N. P a d r e n u n c a en esto consintió.
L l á m a s e así c o m o otros se llaman de Santo Jacobo, etc.; y esto
p o r consolación nuestra.

[5] L o otro que quiero tratar es sobre aquello d e la b u l a d e


P a u l o III, que al principio dice: Inspirados por el Espíritu Santo,
como piadosamente se cree. Y después añade: Inspirados por el Es-
45
píritu Santo, simplemente y afirmativamente , y a u n Julio III así
lo dice sin m á s añadir; y c o n esto confirman simplemente la
C o m p a ñ í a ; de m o d o que al principio p u s o como piadosamente
se cree, p e r o al c a b o n o dice esto; m a s simplemente a p r u e b a el
espíritu de la C o m p a ñ í a después d e la p r u e b a t o m a d a de ella.

[6] C u a n t o al fin de la Compañía, p r i m e r a m e n t e de las Cons-


tituciones se p o d r á bien colegir en m u c h a s partes; y es que se hi-
zo a m a y o r gloria de Dios nuestro Señor. Y de la bula que se
hizo: para la defensa y propagación de la fe, haciendo intento a nues-
tra salvación y perfección, e intensamente a salvación y perfec-
ción del prójimo con la divina gracia; y esto por predicaciones,
públicas lecciones y cualquier ministerio de la palabra de Dios,
por enseñar a muchachos y rudas personas la doctrina cristiana,
ejercicios espirituales y administración de sacramentos, y visitar
los hospitales y cárceles, y ejercicio de todas las obras de cari-
dad; lo cual todo es lo s u m o que puede ser, por cuanto está en el
a m o r de Dios y del prójimo.

[7] El u n o y otro fin t e n e m o s c o n p r o c u r a r t o d o a m a y o r glo-


ria de Dios y a u n t o d a s las á n i m a s , a y u d á n d o l e en t o d o . Así
consta que nos es aplicado el m i s m o fin que Cristo N. Señor

4 5
El Papa al principio de la Bula dice que los primeros Padres de la
Compañía "Spiritu Sancto, ut pie creditur, afflati, iamdudum e diversis regionibus
discedentes, in unum convenerunt.
III. PLÁTICAS EN COIMBRA. 1 5 6 1 137

t u v o viniendo al m u n d o a m o r i r p o r q u e n o se perdiese. Así,


p a r a que no se pisotee la sangre de Cristo, nadie h a y a de nosotros
que n o sea p r o n t o p a r a ir a m o r i r a los Indios o a A l e m a n i a ,
p o r a l c a n z a r este fin. A lo m e n o s , a esto s o m o s llamados.

[8] E s de a d v e r t i r que a u n en esta v i d a en que el Señor nos


h a puesto, a u n q u e t e n e m o s estado, n o p o r eso dejamos de as-
pirar a m a y o r perfección. Porque, a u n q u e n o se p u e d a tornar
atrás en cosa, se p u e d e todavía h a c e r m á s del m o d o que h a s -
ta aquí fue, siempre en mejor y mejor, y conforme al fin nues-
tro, de t o d o h a c e r al m a y o r servicio de Dios y su gloria.

[9] E s cierto que d e b e m o s siempre en t o d o a s p i r a r a la p e r -


fección y a u m e n t o , y esto h a d e ser n u e s t r o instituto; y aquí
t e n e m o s de anhelar siempre sin parar, c a m i n a n d o de conti-
n u o , p u e s c a m i n a r a lo mejor, n o h a y e s t a d o que lo impida.
N o que a n d e m o s ansiosos y afligidos, p o r q u e t o d o esto debe
ser en espíritu de Dios, s u a v e , benigno, eficaz; el cual nos d a -
rá a u m e n t o y quitará los escrúpulos y ansiedades. Q u e , a u n -
que h a y a c o n t r a r i e d a d en ello, conviene sin e m b a r g o ejerci-
tarse bien p a r a lo hacer.

[10] Y c u a n t o a lo del prójimo, que le d e b e m o s p r o c u r a r sa-


lud a m a y o r gloria d e Dios, dos cosas hay: la p r i m e r a , defensa
de la fe c o n t r a los herejes, p u e s a esto s o m o s llamados. Y al
m i s m o tiempo que L u t e r o se d e s v e r g o n z ó y c o m e n z ó m á s su
m a l error, que fue c u a n d o se casó, s e g ú n m e a c u e r d o , e m p e z ó
46
nuestro P a d r e .

[11] L o s e g u n d o para la propagación de la fe. Y esto lo m á s se


entiende de los infieles y m a h o m e t a n o s que n o son herejes; y
con éstos d e b e m o s m u c h o p r o c u r a r de salvarlos. Y así en ello
Dios n u e s t r o Señor m u c h o en las Indias nos h a favorecido, y
en A l e m a n i a c o n los herejes.

[12] También conviene trabajar en provecho de las almas en vi-


da y costumbres, h a c i é n d o l o p r i m e r o en n o s o t r o s , t r a b a j a n d o
p o r la perfección, n o sólo en n o pecar, que esto sería v e r -
g ü e n z a d e religioso si sólo lo pretendiese. Y de tal suerte se
debe tratar de la perfección de la p r o p i a á n i m a c o n la g r a c i a

4 6
Lutero se casó el 13 de junio de 1525 con la exmonja Catalina de
Bora. En el mismo año Ignacio, vuelto de Jerusalén, se entregaba al estudio
y al auxilio del prójimo en Barcelona. PlRoma[78c]; PlColonia[3].
138 JERÓNIMO NADAL, S.J.

que Dios tiene c o m u n i c a d a , que en ella debe tener confianza


que el Señor le esforzará, si se esfuerza y c o n c u r r e y c o o p e r a
c o n ella. Y p u e s Dios n u e s t r o Señor quiso que intensamente,
4 7
c o m o n u e s t r o P a d r e d i c e , a t e n d i é s e m o s p a r a el prójimo en
lo m i s m o que p a r a nosotros; así d e b e m o s d e p r e t e n d e r que
ellos n o p e q u e n m o r t a l m e n t e , e x h o r t á n d o l o s , h a c i é n d o l o s
participar los s a c r a m e n t o s , y a u n trabajemos p a r a que p r o c u -
ren perfección. N o que luego les h a g a m o s frailes y que tengan
perfección evangélica, sino que h a g a n obras de supererogación,
c o m o que se confiesen g e n e r a l m e n t e y a m e n u d o , o que h a -
g a n tanta o tanta oración, y finalmente h a g a n algo de aquello
a que n o son obligados; y al c a s a d o , que por algún tiempo se
abstenga para dedicarse a la oración.

[13] Y p a r a inducir el prójimo a la s u p e r e r o g a c i ó n o perfec-


ción d e que es c a p a z , le debe b u s c a r m e d i o s convenientes. Y
todos, confesor confesando, lector leyendo, y coadjutores y to-
dos, deben p r o c u r a r esto; y a u n venir en particular a u n o si es
p a r a religión y procurárselo e intensamente. Y esta intensidad
en t o d o se debe atender, p o r q u e p a r a a y u d a r al prójimo Dios
N. Señor quiso que fuésemos religiosos; y que n o basta que en
m i c á m a r a le a y u d e , sino que se lo p r o c u r e en obras; p o r q u e
¿se p u e d e sufrir c o n t e m p l a r que Dios vino al m u n d o a m o r i r
p o r las á n i m a s , y que y o n o las a y u d e c o n intensidad? N o es
cosa, no: que debo m o r i r en ello, e ir de u n a p a r t e en otra a
confesar, c o m o los nuestros iban m u c h a s leguas.
[14] Y de aquí resulta a u m e n t o de nuestra perfección, porque
n o es a u m e n t o orar, sin m á s h a c e r ni a p r o v e c h a r al prójimo y
g a n a r las á n i m a s que se pierden. P o r q u e nuestra perfección
a n d a en círculo; y es con tener perfección de oración y ejerci-
cios espirituales y a y u d a r al prójimo, y luego c o n ello adquirir
m á s perfección en la oración p a r a m á s a y u d a r al prójimo.
[15] Y c u a n t o a los m e d i o s p a r a n u e s t r o fin, d o n d e se colige
cuál él es, es de a d v e r t i r el catálogo d e los arriba dichos, que
son todos los m e d i o s eclesiásticos, e x c e p t o s d o s d e obispos,
de confirmar, ordenar, y tener jurisdicción eclesiástica; p e r o
n o es eso necesario. G r a n m e r c e d de Dios y privilegio que nos
d a a n o s o t r o s p o r instituto lo que es en la jerarquía eclesiástica
de los obispos y sacerdotes. De m a n e r a que lo que es a otros

4 7
Examen [3].
III. PLÁTICAS EN COIMBRA. 1 5 6 1 139

religiosos privilegio que lo p u e d a n hacer, a nosotros nos lo d a


Dios p o r instituto religioso, d á n d o n o s gracia p a r a que lo h a -
g a m o s , a d e m á s de la c o m ú n gracia, c o m o en religión y vía de
perfección.
[16] P o d e m o s p u e s predicar, lo que es propio y en m a y o r
g r a d o de los obispos, que son perfectos con perfección adquirida;
nosotros en g r a d o m í n i m o , p e r o por instituto. Y a esto de la
predicación a y u d a m u c h o la devoción, p o r q u e tiene p o r p a r -
48
ticular m o v e r ; y por esto quiso el P a d r e ejercicio de los tonos.
[17] P o d e m o s también leer, p o r q u e a y u d a s u m a m e n t e ; y lo
p u e d e n h a c e r los que a veces n o tienen talento p a r a predicar.
P o d e m o s también a y u d a r en cualquier otro ministerio de p a -
labra, lo que se entiende en la b u e n a conversación; en lo que
era g r a n d e el P a d r e Fabro, a u n q u e n o servía p a r a predicar. Y
49
de él decía N u e s t r o P a d r e que de la piedra sacaría a g u a .
[18] P o d e m o s a d e m á s con el prójimo por instituto darle c u a -
lesquiera ejercicios espirituales, c o n que le p o d a m o s a p r o v e -
char, c o m o los nuestros que tenemos. De suerte que los p o d e -
m o s d a r c o n f o r m e a la concesión del P a p a P a u l o III.
[19] P o d e m o s a d e m á s enseñar la doctrina cristiana, no predi-
cándola, sino en conversación, que todos la p u e d a n aprender.
[20] P o d e m o s también c o m u n i c a r los s a c r a m e n t o s (solos
u s a m o s dos) que Dios h a instituido a la salud del prójimo; los
otros n o u s a m o s , porque h a y quien los h a g a , y a u n d o n d e h a y
necesidad lo p o d e m o s .
[21] P o d e m o s también servir y a y u d a r en hospitales y cárce-
les, y en todo; p a r a lo que nos d e b e m o s esforzar, que Dios nos
a y u d a r á , p o r q u e es la vida actuarnos nosotros c o n el fin.
[22] Y esto h a c e m o s en cualquier e s t a d o que s e a m o s , p u e s
todos s o m o s uno. Y que u n o lo h a g a d e p e n d e del otro, que si
el P a d r e hubiese d e venir a la cocina, m a l p o d r í a él confesar.
Trabajemos t o d o s y esforcémonos, que t o d o p o d r e m o s a glo-
ria de Dios N. Señor con su santa gracia.

4 8
P6Austria[12],
4 9
P6Austria[24].
IV

PLÁTICAS EN ALCALÁ - 1561


(original en castellano)

Nadal llegó a España para realizar la Visita de las casas de Es-


paña y Portugal poco antes del 29 de diciembre de 1560. Tenía prisa
por encontrarse con el P. Francisco de Borja en Castilla. Pasó por Al-
calá un par de veces antes de dirigirse a Portugal por donde empezó
la Visita. Terminada ésta, llegó de nuevo a Alcalá para la Visita el 13
de octubre de 1561. La primera plática a esa comunidad tuvo lugar
a a
el 26 de octubre, la 3 tres días después y la 4 el 31 de octubre. To-
davía volvería a pasar otras dos veces por Alcalá.

Los oyentes de estas pláticas fueron unos 60, número bastante


inferior al de las de Coimbra, pero tuvieron una gran resonancia se-
gún nos indican la cantidad de copias que nos han llegado, sobre to-
do si las comparamos con las de Coimbra, de las cuales sólo tenemos
una copia.

Las pláticas en Coimbra habían sido 20. En Alcalá fueron 14,


aunque los temas son prácticamente los mismos. En el enunciado de
cada plática señalaremos las correspondientes de Coimbra que tratan
del mismo tema. Según testimonio del P. Diego Jiménez, Socio de
Nadal en la Visita, las pláticas se tuvieron "con la eficacia y diligen-
cia que suele y aun a mi parecer con mayor" y "se escribieron aquí
muy bien."

Estas pláticas, como las de Coimbra, fueron pronunciadas en


castellano. De las tres primeras nos ha llegado una traducción efec-
tuada por el P. Gil González Dávila, tomado por Nadal como Socio
a
a la salida de Alcalá. Sólo los 14 primeros párrafos de la I plática es-
a
tán en latín, luego hasta el final de la 3 plática están en italiano lo
142 JERÓNIMO NADAL, S.J.

cual hace suponer que se deben a otro autor tal vez con posteriori-
dad. De todas maneras el valor de estas traducciones de las tres pri-
meras pláticas es grande por cuanto fueron objeto de revisión por el
mismo Nadal en 1576 en su retiro de Hall. Vienen a ser una segun-
da edición corregida y aumentada.
Monumenta reproduce esas tres primeras pláticas, en dos pági-
nas enfrontadas, el texto original castellano elegido como básico en
una, y las traducciones latina o italiana en la otra, y jugando con di-
versidad de tipos de letra, para que puedan apreciarse las diferencias
y añadidos de los diversos códices. Hay que tener presente con todo
que al texto italiano en muchos casos más le cabría el calificativo de
ampliación que de traducción.
La ingente cantidad de copias y traducciones de estas pláticas
realizadas en la antigüedad en comparación con las habidas en otros
lugares nos está ya indicando el gran aprecio en que fueron tenidas.
Aquí reproducimos íntegro el texto castellano considerado como
principal por Monumenta, y añadiremos [entre corchetes] algunas
frases o párrafos de los que nos parecen más significativos de la tra-
ducción italiana (o latina). También aportaremos, como hace Monu-
menta, tres largos párrafos [18bis, Ubis, 78bis] de una antigua copia
en castellano.

[MN, V, 220-488]
15 PLÁTICA I - Aprobaciones de la Compañía
a

a a
En Coimbra: Pláticas I y 2

1. I n t r o d u c c i ó n

[1] Deseé p a r a r aquí, c u a n d o los otros días p a s é p o r este c o -


1
legio de p a s o , p o r la afición particular que tengo a esta casa,
así p o r lo que en ella he visto, c o m o p o r ser ella casi la p r i m e -
2
ra y el f u n d a m e n t o d e las d e m á s de E s p a ñ a . P e r o entonces,
p o r cosas que se ofrecieron, n o h u b o lugar; a h o r a lo t e n e m o s
c o n la gracia del Señor, p a r a h a c e r lo que entonces deseaba.

[2] Diremos en la plática de hoy, lo p r i m e r o algo acerca de


m i misión y de las causas de ella; y luego c o m e n z a r é a tratar y
a entender c o n la divina gracia en las otras cosas d e nuestro
instituto, de que suelo tratar en esta m i visita.
[3] Visitar es cosa m u y antigua y m u y ordinaria en la Iglesia
de Dios; y también en esta m a n e r a de visitar en las religiones
es cosa m u y a c o s t u m b r a d a . P e r o es m e n e s t e r saber c ó m o se
t o m a visitar en el p r o p i o de la C o m p a ñ í a , qué e n t e n d e m o s
p o r visitación. N o e n t e n d e m o s , m i r a d , que visitar es oír que-
jas y faltas, castigar excesos y r e f o r m a r deformidades. N o es
ése el fin principal d e la visita d e la C o m p a ñ í a ; sino es p a r a
u n a reformación y vivificación del espíritu. P o r q u e c u a n t o las
cosas m á s se juntan c o n sus principios, tanto reciben m a y o r
virtud. Nosotros tenemos unos y otros superiores; p e r o u n o el

1
Antes del 3 de marzo de 1561, de paso a Portugal en donde inició la
visita.
2
El Colegio de Alcalá, fundado en 1546 por el P. Francisco Villanueva
con el auxilio del P. Pedro Fabro, era el más célebre y numeroso de los cole-
gios de España. Ese mismo año habían comenzado las clases en el Colegio
de Gandía y en agosto de 1545 las bienhechoras de Ignacio habían apareja-
do en Barcelona la primera Residencia de la Compañía en España.
144 JERÓNIMO NADAL, S.J.

3
p r i m e r o , que es i n m e d i a t o al P a p a ; p o r quien Dios n o s g o -
bierna. Quiero decir, que la C o m p a ñ í a es gracia de Dios y h a -
cienda suya, y c o m o a tal la gobierna. Elige Dios p a r a dispen-
sar esta gracia u n p r i m e r o superior, c o m o c a b e z a y fuente d e
d o n d e se h a de derivar a los otros. Y esto e n t e n d e m o s p o r vi-
sitación: u n j u n t a r n o s y unirnos m á s c o n aquel principio, y
p a r a recibir m a y o r influjo de la gracia p a r a a c t u a r n o s m á s en
nuestro m o d o de proceder, p a r a refrescar este c o n c u r s o espi-
ritual y gracia del Señor, y avivarla y renovarla en nosotros.

[4] Esta m a n e r a de visitar en la C o m p a ñ í a s i e m p r e la h a b r á


4
c o m o p a r e c e p o r n u e s t r a s constituciones y r e g l a s . E n p a r -
ticular n o sólo h a sido ésta la c a u s a de esta visita; p e r o t a m -
bién p a r a que se pusiesen en ejecución las cosas n u e v a m e n t e
o r d e n a d a s , c o m o h a n sido los que se h a n o r d e n a d o en la con-
gregación general p r ó x i m a p a s a d a , en la cual se hicieron cien
5
d e c r e t o s . Y así en adelante, a c a b a d a u n a congregación, h a b r á
s i e m p r e quien v e n g a a ejecutar u m v e r s a l m e n t e lo que se h u -
biere o r d e n a d o . Y también p a r a que el Prepósito General, a
quien i n c u m b e el gobierno d e la C o m p a ñ í a , tenga noticia de
las p e r s o n a s que h a y en ella, p a r a que mejor las p u e d a regir.

[5] Y p o r esto nuestro p a d r e General lo quería hacer p o r su


6
persona, y así se lo aconsejaba yo. M a s el P a p a lo impidió dos
o tres veces, m a n d á n d o l e que no saliese de R o m a , diciendo que
se quería servir de él p a r a cosas de m u c h a importancia p a r a el
bien universal de la Iglesia, especialmente contra herejes. Y a
7
esta causa nuestro P a d r e m e la e n c o m e n d ó a m í ; y aunque y o
le propuse m i insuficiencia con todo eso m e m a n d ó que vinie-
se. C r e o , y así y o m e p e r s u a d o , p o r q u e a u n q u e y o p o r a c á m e
8
detuviese, iba menos, y hacía p o r allá m i ausencia m e n o s falta .

[6] C o m e n z a n d o nuestro ministerio, suelo h a c e r tres cosas:


p r o p o n e r primero en general nuestro instituto; lo 2 ° , las perso-

3
El P. General, Diego Laínez.
4
Co [669,670] [330,490,513,765].
5 a
La I Congregación General tuvo lugar del 19 de junio al 10 de se-
tiembre de 1558. Laínez fue elegido General el 2 de julio de 1558. Antes de la
elección se dieron 100 decretos y después de ella 48.
6
Pío IV, elegido Papa el 25 de diciembre de 1559.
7
Alude a la patente, fechada el 6 de noviembre de 1560, que se leyó
en Coimbra.
8
PlCoimbra[5].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 145

o
ñas y lugares de él; lo 3 , tratar d e la obediencia y de la oración
y d e otras cosas particulares d e nuestro m o d o d e proceder.

Y p a r a tratar d e t o d a s estas cosas, s u p o n g o d o s c o s a s ,


que p a r a c o n m i g o habéis d e guardar: la p r i m e r a , que tengáis
paciencia p o r m i insuficiencia e ineptitud p a r a lo que y o ten-
a
g o d e tratar; la 2 , que tengáis simplicidad y sencillez, p o r m i
i m p e d i m e n t o . Y así os r u e g o que m e e n c o m e n d é i s a Dios
nuestro Señor, p a r a que sea t o d o a h o n r a y gloria suya.

[7] P e r o p a r a lo que se h a d e tratar, os p r e s u p o n g o que las c o -


sas d e la C o m p a ñ í a , p a r a que se traten c o n p r o v e c h o nuestro,
se h a n d e tratar con estos tres principios: spiritu, corde, practice.
[7*] [Pero para que aquello de que hemos de tratar sea ex-
puesto, y también oído, con mayor fruto, hemos de poner
tres principios, a saber, lo que yo diré y vosotros oiréis, todo
ha ser tratado spiritu, corde y practice.]

[8] Spiritu: c o m o c o s a c u y o principio es Dios, el cual rige y


9
gobierna la C o m p a ñ í a ; n o digo siempre c o n inmediatas reve-
laciones, y c o n t o d o s a b e m o s que El m o v i ó al P a d r e M a e s t r o
Ignacio, que así n o s lo dice la Iglesia en las bulas d e la
1 0
confirmación d e la C o m p a ñ í a y otros actos y testimonios le-
11
gítimos . L l a m a m o s spiritu y m o c i ó n d e Dios lo que él h a re-
v e l a d o a su Iglesia, y a lo que n o s m u e v e p o r sus dones y vir-
t u d e s infusas. Y t a m b i é n lo que la Iglesia o r d e n a , lo que n o s
e n s e ñ a la l u m b r e n a t u r a l y la experiencia d e las c o s a s y nos
m u e v e n las v i r t u d e s m o r a l e s . Y p o r t o d a s estas m a n e r a s se
nos c o m u n i c a Dios, y es el principio d e todo; y d e esta m a n e -
ra h e m o s d e considerar que s o m o s m o v i d o s y regidos p o r El.

[8*] [Spiritu. Que todo sea referido a la infinita bondad y


sabiduría de Dios, que gobierna la Compañía universal. No
lo digo como si siempre nos hayamos de apoyar inmediata-
mente en la divina revelación, por más que sepamos que el
Padre Ignacio llevado por la divina inspiración, dio comien-
zo a la Compañía. Pues la Sede Apostólica testifica en sus

9
Co [134,812].
10
Paulo III en Regimini militantis y en Iniunctum nobis dice: "inspira-
dos, como piadosamente se cree, por el Espíritu Santo". lulio III en Exposcit debi-
tum suprime el inciso y dice: "inspirados por el Espíritu Santo". Nadal lo hace
notar en P4Coimbra[5].
11
P2España[27].
146 JERÓNIMO NADAL, S.J.

documentos de confirmación que el Padre Ignacio con sus


compañeros pidió y obtuvo de la Sede Apostólica la confir-
mación de la Compañía con la inspiración del Espíritu San-
to. ¿Qué digo, pues? Esto, aunque no tengamos revelación
inmediata de Dios, nos apoyamos en aquella que se hizo al
Padre Ignacio y la Compañía. Además esto, que en todos
nuestros ministerios y actos no nos apoyemos en ninguna
criatura, de ninguna dependamos, de ninguna tomemos
fuerzas sino de Dios trino y uno por Cristo. No refiramos
nuestras cosas a ninguna criatura, sino sólo a Dios trino.
Usemos ciertamente las oraciones de los Santos y de todas
las defensas y ayudas creadas, no sólo las necesarias sino
también las útiles; pero de tal manera como si ellas hubieran
recibido y tengan la fuerza de Dios, en nuestro corazón lle-
vemos el espíritu y fuerza de Dios, en él nos apoyemos, por
ella seamos gobernados en Cristo.]

[9] Corde: n o especulativamente. N o basta entender que eso


es de Dios y que es o r d e n a d o p o r su providencia; es menester
aplicar la voluntad y el afecto. U n h o m b r e con solo el entendi-
miento, ¿qué sería sin voluntad? Monstruo. Es p u e s menester
añadir la voluntad a lo que se entiende; y que se oiga c o n gus-
to, con devoción, con ternura, y a m á n d o l o y aficionándonos a
ello, consolándonos, que aquello que se nos dice es de Dios.
[9*] [Corde. ... Hay que llevar el afecto a lo que se entiende
y se realiza; y por cierto que aspire a la perfección para que
las cosas se hagan con gusto espiritual y devoción. Hay que
llevar el afecto a las obras tal como ellas reclaman. Si se tra-
ta del pecado, el odio: si de virtudes, el deseo, etc. De mane-
ra que con un afecto, englobemos todos los afectos de la vo-
luntad, con la caridad trabajemos para tener ejercitada la
voluntad. De modo que, como de una fuente, se apliquen
todos los buenos afectos y los congruentes a las cosas y
apropiados.]

[10] Y m á s , practice: que es que obréis c o n f o r m e a lo que en-


tendéis y a m á i s , que os rijáis p o r eso. L o que se os platica n o
sólo es p a r a que os p a r e z c a bien y gustéis de ello, sino p a r a
que juntamente lo pongáis p o r obra y en ejecución.
[10*] [Practice. Que el afecto que ponemos en las cosas,
aun cuando por sí mismo es y debe ser práctico, no lo trate-
mos de forma especulativa; como acostumbran los contem-
plativos si no se ocupan en la práctica, contentos con el
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 147

buen afecto, y dejan a otros la práctica, a los que acompañan


ellos y ayudan con sus oraciones; pero en nosotros hay que
añadir una eficaz inclinación a la práctica y a la obra que de-
bemos hacer. Y no sólo debemos usar de esa inclinación a
aquellos afectos que por sí mismos se refieren a la práctica;
sino a todas las operaciones del intelecto y de nuestra vo-
luntad de modo que nos esforcemos por hacerlas prácticas
aun cuando no lo parezcan. Todas las cosas deben ser refe-
ridas al fin: lo que pensamos, lo que deseamos, todos los be-
neficios que recibimos de Dios; pues si obramos sin este fin,
obramos temerariamente; y con todo el fin de la Compañía
nos enseña que debemos esforzarnos por la perfección en
todas las cosas.]

[11] Y estas tres cosas h a n s i e m p r e d e c o n c u r r i r c u a n d o tra-


táis d e alguna virtud, c o m o d e la obediencia, c o m o d e la casti-
dad; que lo oigáis c o m o c o s a d e Dios, que lo améis y os incli-
néis a ello; y, al fin, que obréis c o n f o r m e a ello y lo tengáis p o r
regla d e v u e s t r a s obras.
[11*] [Según estos tres principios yo deseo tratar de las co-
sas de la Compañía con vosotros y que vosotros las uséis al
oirme. Y no sólo aquí debemos servirnos de ellos sino en to-
12
das nuestras acciones en Cristo] .

2. D e la religión e n g e n e r a l y e n p a r t i c u l a r

[12] Supuestos estos principios, c o m e n c e m o s a hablar d e


nuestro instituto y m o d o d e proceder; que p o r este n o m b r e lo
13
llamaba n u e s t r o P a d r e I g n a c i o . L a C o m p a ñ í a ¿es religión?
Sí. P u e s v e a m o s qué es religión en c o m ú n ; y luego d e s c e n d e -
r e m o s a lo particular y m á s p r o p i o d e la nuestra.

[13] Religión es u n a virtud excelente que inclina a d a r a Dios


el culto y h o n r a debida. Esta m a n e r a d e religión es general en
la Iglesia d e Dios, y todos los cristianos lo protestan; y así de-
cimos la religión cristiana, que es u n a g r a n d e y universal reli-
gión que t o d o lo abraza. G u a r d a u n o los m a n d a m i e n t o s d e
Dios y d e su Iglesia, y c o n esto se contenta, y se salvará: si quie-

12
Véase otra explicación de "spiritu, corde, practice" en Pl Coimbra
[10-14].
1 3
Co[547].
148 JERÓNIMO NADAL, S J .

res entrar en la vida, guarda los mandamientos. Pero quien quiere


la perfección, m á s aconseja Cristo nuestro Señor que h a g a que
eso: Si quieres ser perfecto, etc.; y esto es religión en particular,
de que h e m o s de hablar, que es p a r a mejor d a r este culto y
h o n r a debida a Dios y con m á s perfección.
[13*a] [Y por cierto, de este estado de religión en todas las
edades del mundo hubo algún vestigio y figura. Pues antes
del diluvio había peculiares religiosos como Adán, Abel,
Set, Enós, Enoc, Noé, y los de la familia de Set, que se decían
hijos de Dios; por el contrario los de Caín, hijos de los hom-
bres. Pero cuando estas familias se juntaron, Dios, airado
contra el género humano, aniquiló todos los hombres fuera
del varón justo y perfecto Noé con sus tres hijos, su mujer y
las de los hijos. Y después del diluvio, antes de la ley, Dios
propuso a Melquisedec sacerdote del Dios altísimo, varón
de egregia virtud, piedad, perfección, sabiduría, que fue ti-
po perfecto del sacerdocio de Cristo y del sacrificio incruen-
to, que se ofrece en las santas misas. Este tuvo sus discípu-
los e iniciados, como menciona Dionisio Areopagita. ¿Acaso
no eran en aquel tiempo religiosos? ¿Acaso no fueron reli-
giosos Abraham, padre de la fe, los Patriarcas Isaac y Jacob,
y también los preclaros por virtud y religión José, Aarón y
Moisés, también antes de la ley?]

[13*b] [Ahora bien con la tempestad de la ley mosaica


¡cuántos ejemplos de virtud y religión dio Dios no sólo en
personas particulares sino también en el estado y propósito
de vida de varones religiosos! Moisés no sólo antes de la ley
sino al darla y observarla ¡con cuánta religión y perfección
fue excelente! También lo mismo Aarón; Josué fue parecido a
Moisés; los jueces y algunos reyes vivieron religiosamente;
los profetas fueron de religión eximia; los tres jóvenes de Ba-
bilonia santos fueron; también algunas mujeres fueron de ex-
celente religión, entre ellas Débora, Ana, Judit, Ester, Susana.]

[13*c] [Y por lo que se refiere al estado y propósito de vi-


da, ¿no es verdad que brilló la religión y la perfección en el
estado de sacerdotes y levitas? ¿Y en los Recabitas? ¿Y en los
14
Nazareos? ¿Y en los hijos de los profetas, a los que Jeróni-
15
mo llama monjes? Añade a estos (si quieres) los Esenios,
admirable género de hebreos. Todos estos ejemplos nos re-
presentaron una verdadera y sólida religión como en vesti-

14
P2Coimbra[15]; PlColonia[2].
15
Carta 58 ad Paulinum ML 22,583, carta 125 ad Rusticum ML 22,1076.
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 149

gio y figura. Finalmente en la plenitud de los tiempos vino


al mundo el Hijo de Dios omnipotente, Cristo Jesús, el cual
no sólo limpió las ceremonias y sombras de la ley antigua,
sino que trajo la perfección con los preceptos y consejos y
llevó a la consumación la manera religiosa de vivir.]

[14] L a religión p a r t i c u l a r c o n t i e n e en sí la u n i v e r s a l cris-


tiana; y otra c o s a es b u r l a y error. Y a ñ a d e m á s ; quiero decir,
contiene la g r a c i a g e n e r a l del cristianismo y a ñ a d e otra g r a -
cia especial, que es la religión p o r r a z ó n d e los tres v o t o s , p o r
los cuales se c o n f i r m a y establece e s t a d o d e adquirir perfec-
ción; que n o p o r ser u n o religioso es y a perfecto, m a s está en
c a m i n o de g a n a r la perfección. Siete veces al día cae el justo, pe-
ro se levanta.

[15] L a perfección ¿en qué está? E n la c a r i d a d , que es el fin


de t o d a la ley; y c u a n t o m a y o r c a r i d a d , tanto m a y o r perfec-
ción. Y a este fin se e n d e r e z a n también las religiones p a r t i c u -
lares que se contienen bajo esta religión universal cristiana,
que h e m o s dicho.
[15*a] [Pero ¿por qué llama la Iglesia religión a este esta-
do? En primer lugar hemos de persuadirnos y creer que la
Iglesia obra sabiamente; y hemos de adoptar este ánimo pri-
mero en las cosas de la Sagrada Escritura y después en las
cosas que tienen autoridad de la Iglesia santa. Que cuando
se pide razón, debe preceder la fe íntegra, lo cual facilita y
casi da la inteligencia; como se deja entender por el profeta
Isaías: "Si no creéis, no entenderéis". Y así nos lo enseña la ex-
periencia espiritual. Suponiendo pues que la Iglesia obra
santamente llamando religión al estado de perfección y reli-
giosos a los que la profesan ¿cuál es la razón de esto? Porque
realmente es culto divino y ello perfecto según el estado por
consejo de Cristo. Y así como fortaleza se dice simplemente
aquella que conserva la firmeza de ánimo en las cosas difici-
lísimas, y templanza aquella que conserva la virtud en las
cosas de gran deleite; así se dicen religiosos aquellos que si-
guen por su estado la perfección de la religión cristiana; y en
la Sagrada Escritura aquellos que siguen alguna perfección
o devoción en el culto divino se llaman religiosos.]

[15*b] [Pero ¿cuál es el sentir espiritual de esta religión?


Cuando el hombre, recibida la vocación espiritual, se siente
empujado por el gusto interior a dejar el mundo, abnegar la
carne y la propia voluntad y juicio, y se siente dispuesto a
150 JERÓNIMO NADAL, S.J.

seguir con su cruz a Cristo desnudo y crucificado, renun-


ciando a todo por su amor a mayor gloria divina.]

[16] Y advertid u n a cosa, antes que v a m o s adelante; que he-


m o s de p r o c u r a r hablar en t o d o c o m o habla la Iglesia o r t o d o -
xa, la q u e h o y día es, y c o m o hablan sus doctores. N o basta
decir: "Yo hablo c o m o San Agustín, c o m o san Jerónimo". P o r -
que así c o m o entonces había Dios en la Iglesia, así le h a y aho-
ra, y el Espíritu Santo la rige y gobierna siempre y asiste a ella
en t o d o s t i e m p o s infaliblemente. Y así n o s h e m o s de a c o m o -
d a r siempre al m o d o que ella tuviere en todos tiempos de h a -
blar. E s t o he d i c h o de p a s o , p o r lo que decía, que la perfección
de la religión n o está sino en la c a r i d a d , y en la perfección d e
ésta está la fuerza d e ella.
[16*a] [Es oportuno todavía decir una palabra sobre el
sentir nuestro sobre las otras religiones. Y es que juzgamos a
todas con toda reverencia y devoción, y hablamos de todas
con mucho honor y alabanza; porque tomando devoción ca-
da uno de nosotros en su vocación a la Compañía, ésta hace
primero que no nos inclinemos a ninguna otra para tomar-
la, al mismo tiempo hace que las tengamos a todas en gran
reverencia y honor, predicando que una gracia parecida a la
nuestra está en todas; de donde se sigue que no sólo no an-
teponemos la Compañía a las otras religiones, sino que la
ponemos por debajo de todas. Y éste era el uso del P. Igna-
cio, que cuando hablaba de la Compañía, especialmente en
cosas de importancia, siempre la llamaba mínima Compa-
ñía. Y no solamente tenemos devoción a todas las religiones,
sino que ésta se extiende a todos los religiosos, haciendo re-
verencia a todos como participantes de tan gran gracia y
don de Dios.]

[17] Y ¿basta ser u n o m o v i d o de Dios, p a r a que h a g a reli-


gión? N o , p o r q u e es m e n e s t e r a p r o b a c i ó n de la Iglesia. Si Ig-
nacio m e dijera a mí: "Esto m e inspira Dios, quiero h a c e r reli-
gión;" le diría y o que n o lo p o d í a hacer, a u n q u e Dios se lo
inspirase, sin el testimonio d e la Iglesia. P o r tanto h a y e x c o -
m u n i ó n en los q u e instituyen religiones sin a p r o b a c i ó n de la
Sede Apostólica. Y p o r eso los P a d r e s al principio, c u a n d o se
c o n g r e g a r o n , hicieron v o t o de p o b r e z a , castidad, p e r o n o de
16
obediencia antes de la aprobación de la Sede A p o s t ó l i c a .

Alude al voto de Montmartre en París. P5España[79].


IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1561 151

3. A p r o b a c i o n e s de la C o m p a ñ í a

[18] Veamos, p u e s , si tiene la C o m p a ñ í a esta aprobación, y


beneplácito de la Sede Apostólica, y c ó m o le tiene y m u c h o . Y
luego v e r e m o s c ó m o es religión d e la Iglesia católica, p o r q u e
es p a r t i c u l a r culto de Dios n u e s t r o Señor y m o d o de servir a
su divina Majestad b u s c a n d o la perfección, recibido p o r la
Iglesia.
1 7
[18 b i s / a ] [Lo cual p a s ó de esta m a n e r a : que los p r i m e r o s
Padres n o m b r a d o s en la bula, después de algunos años que el
Señor los había c o n s e r v a d o en los estudios d e París en u n a
m u y b u e n a amistad de vida y gran unión, a m o r y caridad, con
ser todos m a n c e b o s y letrados y de diversas naciones, con h a -
berles d a d o g r a n d e s deseos de servir a su divina Majestad en
desprecio del m u n d o y de sí m i s m o s , y a y u d a r a los prójimos,
y p o n e r p o r su salud la v i d a si fuera menester, dilatándose a
los infieles y herejes que en aquel tiempo habían c o m e n z a d o ;
siendo venidos a R o m a p a r a presentarse a la Sede Apostólica,
al Vicario de Cristo, y de él t o m a r el orden de lo que habían de
hacer, y c o n su a u t o r i d a d y bendición y favor p o n e r p o r obra
18
sus santos deseos, y p o r m e d i o del doctor O r t i z que entonces
se hallaba en R o m a e n v i a d o del e m p e r a d o r C a r l o s V sobre el
m a t r i m o n i o del R e y de Inglaterra c u a n d o le quería deshacer,
persona de m u c h a s letras, d o c t o r de París y de g r a n d e autori-
d a d , tuvieron e n t r a d a con Su Santidad y disputaron m u c h o s
días, c o m o era costumbre, entre tanto que comía, delante de él,
y así t u v o conocimiento de ellos y los m o s t r a b a algún a m o r y,
afición y tener b u e n crédito de su doctrina y letras.]

[18 b i s / b ] [Quiso que quedasen allí en R o m a y que p a r t e de


19
ellos leyesen e n los estudios de la Sapiencia, que l l a m a n , y
parte de ellos predicasen, y así lo hacían y confesaban, y todos
e r a n o c u p a d o s en los ejercicios que tienen los profesos de la
C o m p a ñ í a , e s t a n d o una c a s a d o n d e había una viña, cerca del
20
m o n a s t e r i o de la T r i n i d a d , frailes M í n i m o s de S. F r a n c i s c o

1 7
Los párrafos del n° [18 bis] y los [21 bis] y [78 bis] pertenecen a otra
copia en castellano.
1 8
PlEspaña[16]. Hizo 40 días de Ejercicios en Montecasino con Ignacio.
1 9
Aquí enseñaron Pedro Fabro y Diego Laínez.
2 0
Según Laínez: "al principio estábamos en una casa cerca de la Tri-
nidad" FN, I, 124. En la vía S. Sebastianello subiendo desde la piazza di
Spagna hacia Trinita dei Monti.
152 JERÓNIMO NADAL, S.J.

de Paula; y venían dentro en la c i u d a d p a r a e n t e n d e r en sus


ministerios. Vivían pidiendo de p u e r t a en p u e r t a . Visto des-
p u é s p o r ser i n c ó m o d a esta p r i m e r a c a s a , se p a s a r o n a otra
cerca de P o n t e Sixto y del d o c t o r Ortiz.]

[18 b i s / c ] [En este principio p e n s a r o n que e r a bien que se


juntasen, c o m o antes lo solían h a c e r p a r a resolverse en lo que
harían, y que viesen si era bien h a c e r congregación y religión
o no; y, habiéndose de hacer, el m o d o que se había de tener. Y
así se d e t e r m i n ó que m u c h o se e n c o m e n d a s e este negocio a
n u e s t r o Señor, y que t o d a s las misas y oraciones se aplicasen
p a r a esto. Y c o n g r e g a d o s , y e x a m i n a n d o d e u n a p a r t e y de
otra las razones, a u n q u e pienso que y a en ello y en otras m u -
c h a s cosas m u e s t r o P a d r e , de santa m e m o r i a , era esclarecido,
m a s p o r q u e la sapiencia divina lo dispone t o d o c o n suavidad,
quiso que p o r este m e d i o s u a v e se d e t e r m i n a s e n y resolvie-
sen. P r i m e r o resolvieron que era bien que se hiciese c o n g r e g a -
ción y religión, c o n g r a n concordia y paz. Y después los otros
p u n t o s de u n o en u n o , contenidos en la p r i m e r a bula, d e la
forma y m o d o de vivir que pensaban tener p a r a m a y o r servi-
21
cio y gloria del Señor y a y u d a de las a l m a s . Y con haber pri-
m e r o h a b l a d o a Su Santidad y d a d o a l g u n a información, le
fue p r e s e n t a d a u n a suplicación d o n d e se contenía esta forma
22
y m o d o d e vivir de nuestro instituto .]

[19] L u e g o que los P a d r e s m o s t r a r o n la fórmula de n u e s t r o


23
instituto al p a p a P a u l o III, dijo: "El Espíritu de Dios está aquí" .
Y a u n q u e era g r a n principio éste de su aprobación, y de creer
que Dios le m o v í a c o m o a p e r s o n a pública p a r a decir aquello,
pero quiso c o n m u c h a providencia aprobarla.
[20] Y así cometió el e x a m e n de nuestro instituto al cardenal
G u i d a c h ó n , el cual había escrito c o n t r a la pluralidad d e las
religiones. Y no queriendo éste oír a nuestro P a d r e con la aver-
sión que tenía a este negocio, hizo nuestro P a d r e decir tres mil
misas p a r a e n c o m e n d a r l o a n u e s t r o Señor; y el cardenal, n o
sólo n o lo contradijo después, p e r o decía g r a n d e s y extraordi-
narias alabanzas del instituto.

2 1
Estas deliberaciones tuvieron lugar en 1539.
2 2
Son los "Cinco capítulos" presentados por el Cardenal Contarini a
Paulo III para su aprobación.
2 3
Sobre esto y lo que sigue: P2España[27-28]; P2Coimbra[32]; P2Co-
lonia[10].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 153

[21] H a b í a p a s a d o p o c o antes d e este t i e m p o n u e s t r o P a d r e


y sus c o m p a ñ e r o s u n a g r a n d e persecución y contradicción en
R o m a , d o n d e la v i d a y doctrina d e ellos fue bien e x a m i n a d a y
a p r o b a d a e n juicio c o n t r a d i c t o r i o p o r sentencia del g o b e r n a -
dor de Roma.

Y esta p e r s e c u c i ó n se excitó p o r q u e los P a d r e s c o n t r a d e -


cían a cierto p r e d i c a d o r que n o tenía b u e n a doctrina, c o m o
d e s p u é s se vio claramente.

[21 bis] [Y e r a n ciertos españoles que favorecían al dicho


predicador, y la t o m a r o n c o n t r a la C o m p a ñ í a , levantándoles
que venían h u y e n d o d e E s p a ñ a y d e París y d e Venecia, di-
ciendo m a l d e la doctrina u n c o m p a ñ e r o que había e s t a d o c o n
ellos y se había ido, y venía d e s p u é s a b u s c a r l e s e n R o m a , y
p i e n s o que n o le quisieron recibir, p a r a v e r si p u d i e r a n saber
algo d e éste p a r a perseguirles. P l u g o a nuestro Señor que fue
c o n o c i d a su inocencia y a p r o b a d a su doctrina y d a d o d e ello
sentencia, p o r q u e así lo p r o c u r ó n u e s t r o P a d r e . Y los c o n t r a -
rios, c u a n d o vieron que n o tenían b u e n a c a u s a , quisieron d e -
sistir y que n o se hablase m á s en ello; m a s nuestro P a d r e hizo
instancia c o n Su Santidad p a r a que se e x a m i n a s e lo que les
habían i m p u e s t o y que se a v e r i g u a s e la v e r d a d y se diese so-
bre ello sentencia, p o r lo que viese que convenía p a r a la a u t o -
r i d a d d e ellos e n los ministerios que habían d e ejercitar, que
24
fuese fuera d e t o d a s o s p e c h a . ]

[22] Ved a h o r a c o n c u á n t a consideración y c u a n p o c o a p o c o


el P a p a admitió la C o m p a ñ í a ; que es u n particular regalo que
nos h a h e c h o nuestro Señor. El año d e 4 0 a p r o b ó la fórmula d e
25
la C o m p a ñ í a p a r a solas sesenta p e r s o n a s ; después, v i e n d o el
fruto que se hacía y los m u c h o s que pedían la C o m p a ñ í a , en el
26
d e 4 3 amplió el n ú m e r o y abrió la p u e r t a p a r a t o d o s ; y hasta
el d e 1 5 5 0 p o d e m o s decir que estaba la C o m p a ñ í a en p r o b a -
ción y e x a m e n , c u a n d o el p a p a Julio III la confirmó c o n t o d a
27
su a m p l i t u d p a r a los profesos y c o a d j u t o r e s .

[23] Bien veréis c u a n a p r o b a d a está la C o m p a ñ í a p o r la Sede


Apostólica; sin otras m u c h a s veces que en diversas partes fue

Ver en PlEspaña[16] otros ataques.


Bula Regimini militantis, 27 setiembre 1540.
Bula Iniunctum nobis 14 marzo 1544.
Bula Exposcit debitum 21 julio 1550.
154 JERÓNIMO NADAL, S.J.

en juicios y tribunales m u y bien e x a m i n a d a y s i e m p r e a p r o -


b a d a la doctrina y v i d a del P a d r e M a e s t r o Ignacio, a quien
Dios escogió p o r ministro de esta gracia.
[23*a] [¿Qué quieren decir tantas confirmaciones? Parece
que esto: que así como el Señor Dios había largamente pro-
bado al Padre de la Compañía y ella debía usar grandes y
diuturnas probaciones en su instituto, así el Señor Dios pro-
veyó que ella misma fuera probada varia y largamente pa-
ra su mayor fortaleza, instrucción y satisfacción de todos.
Porque primero fue ejercitado N. P. Ignacio en su persona
por contradicciones (así las llamaba él) para aprobación de
su persona en doctrina y costumbres, como convenía a aquel
que debía ser el Padre de la Compañía. Después cuando ya
comenzó a hacer el diseño de congregación, fue ejercitado él
y sus compañeros, y alabados en doctrina y costumbres; y
fue como una primera aprobación de la Compañía. Después,
ya puesta en ejecución, fue ejercitada por aquel celoso carde-
nal Guidachón y providencia de Paulo III, de donde salió la
primera confirmación solemne, pero imperfecta de 60 profe-
28
sos. Estuvo después en otras probaciones, 2 años y 15 días ;
nació la aprobación del número no ya cerrado a 60 profesos,
sino abierto a cualquier número. Podría parecer que no se
necesitaba otra aprobación de la Compañía, pero la hubo
precisamente 7 años, 4 meses y 13 días después; la cual apro-
bación dio perfección a la confirmación habida el año 50.
Bien veis cuan firmemente ha sido aprobada la Compañía
por la Sede Apostólica, sin contar las otras veces que por le-
tras apostólicas se muestra la aprobación de ella, tanto por
las varias dificultades y tribulaciones que ha padecido y su-
perado con el aumento de ella con fruto grande en todas par-
tes del mundo y aceptación y devoción de todos.]

[24] Esto nos h a de consolar m u c h o : v e r que m u e s t r o institu-


to es de Dios, que así n o s lo dice la Iglesia c o n tan larga y legí-
tima aprobación. Dios nuestro Señor se lo c o m u n i c ó a Ignacio.
El ¿quién era? U n caballero seglar sin letras, a quien el Señor
escogió p a r a p r i m e r a piedra de este edificio en el Señor nues-
tro. Y quiso que pasase él el noviciado y probación de la C o m -
pañía p o r todos y ejercitándolo y p r o b á n d o l o p o r tan largas y
varias persecuciones, c o m o tuvo.

2 8
No encajan bien estos y los siguientes números con la realidad do-
cumental.
I V . PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 155

[24*a] [Además de todas estas aprobaciones se deseaba la


del Concilio ecuménico. Esta se dio en el Concilio de Trento,
en la sesión 25, título "sobre los regulares", c.16, no ya como
simplemente necesaria, sino como simplemente útil, y por
varias razones oportuna y eficaz; lo cual se declara por el
29
modo como el Concilio hace mención de la Compañía .
Diré las palabras para consolación mía y vuestra: "Con to-
do por estas palabras (dice el Concilio) el santo Sínodo no
pretende innovar algo o prohibir, de manera que la reli-
gión de clérigos de la Compañía de Jesús, según su piado-
so instituto aprobado por la santa Sede Apostólica, pueda
servir al Señor y a su Iglesia". No aprueba simplemente
para no derogar la autoridad de la Sede Apostólica, siendo
aquella mayor que la del Concilio; sino que por la obser-
vancia necesaria que debía el Concilio a la aprobación de
la Sede Apostólica, declara que por el decreto de aquel ca-
pítulo no pretende innovar cosa alguna. ¿En dónde? Sin
duda en el instituto de la Compañía y la aprobación de
ella; ni pretende prohibir que sirva al Señor y a su Iglesia
la Compañía, la cual llama religión, la llama Compañía de
Jesús, alaba el instituto diciendo ser pío, da fe de ser apro-
bado por la santa Sede Apostólica. ¿Qué ha podido hacer
en aprobación y autoridad de la Compañía el Sacro Conci-
lio que no haya hecho? Por esto habrán cesado las dudas,
si algunas quedaban en los ánimos de algunos externos.]

[25] Y esto es u n a cosa g r a n d e que t e n e m o s experiencia en la


C o m p a ñ í a d e s d e su principio; que siempre q u e el Señor n o s
quiere h a c e r alguna señalada m e r c e d , p r e c e d e alguna contra-
dicción y p e r s e c u c i ó n , c o m o se vio al principio en la institu-
ción de la C o m p a ñ í a . Yo m e consuelo m u c h o y m e a y u d o e n
p e n s a r en esto: que el Señor en t i e m p o de tantas dificultades,
d e tantas contradicciones c o n t r a las religiones d e una p a r t e y
d e otra, quisiese levantar la C o m p a ñ í a y darle tanto a u m e n t o ,
es especial m e r c e d y beneficio s u y o que a todos nos h a de con-
solar. P e d i d al Señor que m e dé gracia, p a r a que os s e p a de-
clarar nuestro instituto y suficiencia y virtud.
[25*a] [¿Quién, pues, de nosotros no se consolará y anima-
rá grandemente en lo íntimo de su corazón, viendo la benig-
nidad y providencia de Dios para con la Compañía, si consi-

2 9
Esta sesión tuvo lugar el 3 de diciembre de 1563. Así pues, el texto
italiano de esta plática es posterior al pronunciado en Alcalá. También se ha-
ce alusión a esta aprobación del Tridentino en: PIColoniafll]; P6Austria[5].
156 JERÓNIMO NADAL, S.J.

dera que es cosa de su divina mano tan clara? No mereció el


P. Ignacio hacer la Compañía siendo un caballero indocto y
mundano. Lo eligió el Señor a él, y por su medio ordenó es-
te pío modo de vivir y religión; lo probó en la cabeza y todo
el cuerpo, a semejanza de su Hijo Jesucristo con su santa
Iglesia; le dio la aprobación de la Sede Apostólica y del Con-
cilio general; le ha dado tanto fruto, tanta aceptación, tanto
aumento. Si vemos otros muchos devotos nuestros aficio-
narse con tanto fervor hacia la Compañía, ¿qué debemos ha-
cer nosotros, que gustamos y experimentamos los beneficios
tan grandes que el Señor ha comunicado a su Compañía, es-
to es, a nosotros? Porque la Compañía somos nosotros. Vea-
mos pues de no ser ingratos a nuestra vocación y gracia reci-
bida, sino con toda humildad respondamos y cooperemos
con ella, a mayor gloria de su divina Majestad. Amen.]

a
16 PLÁTICA 2 - La vida de Ignacio forma de la
Compañía
a a
En Coimbra: Pláticas 2 y 3

1. G r a c i a de la religión y m e d i o s p a r a c o n o c e r la C o m p a ñ í a

[26] Ya que h e m o s visto c ó m o se h a n de tratar estas cosas, y


dicho algo d e esta gracia d e religión, que así y o la llamo, v a -
m o s adelante y d i g a m o s m á s en particular qué es esta gracia y
c ó m o la conoceremos.
30
Religión ( c o m o d e c í a m o s ) es u n m o d o de proceder, u n
c a m i n o p a r a la perfección, que Dios descubre. Quiere Dios
nuestro Señor ser servido bien, y mejor, y perfectamente; y p a -
ra eso d a favor y c o n c u r r e con gracia especial, y ésta es la gra-
cia d e la religión, en que h e m o s d e confiar, el c o n c u r s o p a r -
ticular, la a y u d a y gracia especial que h a c e el Señor a los que
llama p a r a que le sirvan en estado de perfección.

[27] Siempre h a habido religión desde el principio del m u n -


d o , gente que sirviese a Dios y le diese culto; p a r a lo cual El

3 0
PlAlcalá[14-15].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 157

les inspiraba y a y u d a b a p a r t i c u l a r m e n t e . Al principio del


m u n d o , leemos en el Génesis u n o s que la Escritura dice que
e r a n hijos de Dios, otros hijos de los hombres; u n o s buenos y
otros m a l o s . L o s m a l o s a ciegas, p o r su culpa; los buenos,
h o m b r e s religiosos, y entre ellos algunos insignes, a quien
nuestro Señor guiaba y d a b a su gracia: Enoch, N o é , A b r a h a m .
Vino después la ley escrita, en la cual vivió el pueblo de Dios;
y a u n q u e fuera d e esta religión y de esta ley se p o d í a n salvar
algunos, en la ley de n a t u r a l e z a , p e r o n o tuvieron en ella las
a y u d a s que tenían en la ley escrita.
[28] A lo último vino la ley evangélica, u n a religión amplísi-
m a en la cual quiso Dios que le diesen culto y reverencia, y a su
Hijo hecho h o m b r e ; y fuera de esta religión n o h a y salud, n o
h a y p o d e r s e salvar. Esta es la gracia del evangelio, la religión
cristiana; la cual, c o m p a r a d a con las p a s a d a s , es perfección.
[29] Pero, c o m o os he dicho, Dios quiere ser servido bien y
mejor y perfectamente; y así, dentro de esta gracia evangélica,
dentro esta Religión cristiana, quiere n u e s t r o Señor que h a y a
particulares religiones d o n d e se b u s q u e la perfección del
evangelio, d o n d e h a y a particulares influjos de la gracia divi-
na. L l a m a Dios h o m b r e s , u n o s de u n a p a r t e y otros de otra, y
c o n g r é g a l o s , c o m o dice nuestra bula del instituto, "inspirados
31
por el Espíritu Santo" ; El los juntó y los llamó p a r a particular
fin y les dio m e d i o s p a r a él, y p o r consiguiente especial a y u d a
p a r a p o r esos m e d i o s ir a aquel fin.
[30] Y d e s c e n d i e n d o m á s en particular, g r a c i a de religión es
u n auxilio y c o n c u r s o especial de Dios c o n el cual p u e d e el re-
ligioso c u m p l i r las obediencias y ordenaciones d e su v o c a -
ción, y h a c e r los ministerios de su instituto [y conseguir su fin.
Esta gracia es múltiple, u n a e indivisible, la cual t u v o el P. Ig-
nacio de forma excelente p a r a constituir y o r d e n a r la C o m p a -
ñía y gobernarla; igualmente la t e n d r á n los Generales; la suya
propia los Superiores y c a d a particular.] Y así diremos adelan-
te que tienen su gracia especial los predicadores de la C o m p a -
ñía, y los escolares la suya. D e m a n e r a que, sobre aquella ple-
nitud de gracia que tienen los cristianos c o m ú n m e n t e , tienen
los religiosos esta gracia especial p a r a h a c e r los ministerios de
su instituto.

3 1
P l Alcalá [8].

i
158 JERÓNIMO NADAL, S.J.

M e es a m í g r a n consolación considerar esta gracia y a y u -


da que d a n u e s t r o Señor a los religiosos que de su p a r t e se
a y u d a n y cooperan.

Y a d v e r t i d que p a r a esto se d a la g r a c i a de Dios n u e s t r o


Señor, p a r a que obréis y concurráis c o n ella a mejor y m á s per-
fectamente servir a n u e s t r o Señor. G u á r d e n s e los que tienen
d o n e s d e Dios; que si n o c o n c u r r e n y si n o c o o p e r a n de su
parte, se los quitarán.

[31] De lo dicho se sigue que n o tiene de qué ensoberbecer-


se el que se v e religioso; p o r q u e la gracia de la religión es d o n
de Dios. ¿ Q u é tiene el h o m b r e aquí de su parte que p u e d a glo-
riarse? L o sobrenatural, todo es de Dios; lo natural, El también
lo h a d a d o . N i n g u n o de nosotros se hizo a sí religioso; Dios
n o s hizo. Esta gracia n o es de Ignacio; él, ¿ q u é p o d í a ? Dios le
m o v i ó a él y a nosotros también, y El n o s h a traído. N o es és-
ta obra de algún h o m b r e , p o r m á s p o d e r o s o que sea.

[32] Y de aquí veréis c ó m o habéis de estimar vuestra religión


y v u e s t r a g r a c i a , y consolaros en ella sin m e n o s p r e c i a r las
otras. Quien menosprecia otra religión, p o r el m i s m o c a s o m e -
nosprecia la suya; p u e s también ésta c o m o aquélla es especial
gracia de Dios. Este tal n o conoce qué cosa sea religión.

Y así es m e n e s t e r tener reverencia y loar las religiones,


p r i n c i p a l m e n t e nosotros, teniéndonos p o r los m á s bajos, te-
n i é n d o n o s p o r indignos de ser religiosos y de la gracia de
n u e s t r o instituto, teniendo a las otras religiones, c o m o lo son
v e r d a d e r a m e n t e , p o r gracia que n u e s t r o Señor h a hecho a s u
Iglesia; la cual n o se m e r e c e de ordinario. ¿ Q u é a p r o v e c h a n
ejercicios, c u a n d o El n o llama? De Dios, pues, es el ser u n o re-
ligioso. El llama a u n o s y a otros, a u n o y a otro estado, a p a r -
ticulares fines y a particulares medios, p a r a el m a y o r servicio
de su divina Majestad.

[33] Esto es religión, g r a c i a , instituto y m o d o de proceder.


Veamos a h o r a p o r d ó n d e c o n o c e r e m o s esta n u e s t r a religión.
C u a t r o m e d i o s trataré p a r a conocerla. El p r i m e r o será el dis-
curso en particular de nuestro P a d r e Ignacio, que es el princi-
pio q u e t o m ó Dios p o r m e d i o p a r a c o m u n i c a r esta g r a c i a , y
quiso que fuese ministro de esta vocación; y en él nos p u s o u n
o
ejemplo v i v o de nuestro m o d o de proceder. El 2 será aquellos
d o s ejercicios que t e n e m o s entre los nuestros, del rey y d e las
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1561 159

3 2
b a n d e r a s p o r las cuales, c o m o p o r u n a historia, c o n la gracia
o
del Señor se v e r á n u e s t r o instituto. El 3 será p r o p o n e r el fin
d e n u e s t r o instituto y los m e d i o s que h a y p a r a alcanzarle. El
o
4 p o n d r e m o s los principios p o r d o n d e se gobiernan sus p a r -
tes, c a s a s y habitaciones d o n d e los nuestros residen, superio-
res y constituciones.
3 3
[34] C u a n t o a lo p r i m e r o , el a ñ o 1 5 5 5 m e a c u e r d o y o que oí
decir a nuestro P a d r e Ignacio: "Tres cosas h e deseado d e nues-
tro Señor, y su divina Majestad m e las ha c o n c e d i d o . L a pri-
m e r a , v e r a p r o b a d a la C o m p a ñ í a d e la Sede Apostólica, y
a
n u e s t r o Señor m e lo ha d a d o . L a 2 , v e r a p r o b a d o s los ejerci-
34 a
cios, y nuestro Señor m e lo h a c o n c e d i d o . L a 3 es ver hechas
constituciones, y nuestro Señor también m e lo h a concedido".
De aquí d e d u c i m o s nosotros que en estas palabras n o s quería
decir n u e s t r o P a d r e Ignacio que estaría y a p o c o t i e m p o c o n
nosotros.

[35] Y así y o le dije u n día: " P a d r e , t o d o s los f u n d a d o r e s d e


las religiones, e s t a n d o c e r c a n o s a la m u e r t e , h a n dejado algu-
n o s avisos d e c ó m o n u e s t r o Señor les g u i ó d e s d e sus princi-
pios hasta que f u n d a r o n la religión, p a r a m a y o r conocimien-
to d e su religión y p a r a a y u d a r s e m u c h o en el gobierno d e
ella, y así san Francisco hizo u n testamento que comienza: 'Es-
tando yo en los pecados', c o s a d e m u c h a substancia; y l e e m o s
otros t e s t a m e n t o s d e c o s a s m u y particulares d e otros funda-
dores d e religiones. Así, p o r c a r i d a d V. R. h a g a alguna cosa se-
mejante, m i r a n d o e n ello el bien d e la C o m p a ñ í a principal-
m e n t e , diciendo c ó m o n u e s t r o Señor le h a a y u d a d o en las
contradicciones". M e r e s p o n d i ó que estaba o c u p a d o . Y h a -
ciéndole instancia, al fin dijo que t o m a s e otros d o s c o m p a ñ e -
3 5
ros y lo e n c o m e n d á s e m o s a Dios y dijésemos misas. Yo le
respondí que lo m i s m o diría al cabo d e haber dicho m i s a y d e
haberlo e n c o m e n d a d o a Dios. E hice lo que m e dijo. Y después

32
Ej [91-98,136-147].
3 3
Según el P. Nicolau, editor de Monumenta, se trata más bien del
año 1552, cuando Nadal fue llamado a Roma, desde Sicilia para hacer la
profesión y ayudar a Ignacio en la composición de las Constituciones.
3 4
Los Ej fueron aprobados por Paulo III con el Breve Pastoralis
officii el 31 de julio de 1548. P4Alcalá[104]; PlColonia[10]; P2Colonia[21];
P6Austria[36].
3 5
Estos fueron Juan de Polanco, secretario de la Compañía, y Poncio
Cogordano, procurador de la casa de Roma.
160 JERÓNIMO NADAL, S.J.

llamó al P a d r e Luis Goncales, y escribió el discurso de su vida


36
hasta el a ñ o de 4 3 ' ; y el resto dijo que N a d a l lo p o d í a decir,
p o r q u e allí había asistido de ordinario.

2. E n la v i d a de I g n a c i o está la f o r m a de la C o m p a ñ í a

[36] F u e pues así el principio. El Padre Ignacio era de Loyola,


y en el siglo seguía la guerra; y en una batería de P a m p l o n a con
una pieza de artillería le quebraron una pierna y le maltrataron
otra. L o llevaron a Loyola así m a l a m e n t e herido, y llegó al cabo
y a ser desahuciado de aquella enfermedad; y u n a n o c h e que
era víspera de S. P e d r o y de S. Pablo dijeron los médicos que, si
entonces n o mejoraba, que n o tenía remedio de su vida; y
aquella noche a m e d i a n o c h e c o m e n z ó a tener mejoría. Y aun-
que y o n o soy a m i g o de b u s c a r misterios y h a c e r milagros de
las cosas; pero, hablando de una tal persona a quien Dios nues-
tro Señor eligió p o r fundador de una religión, todas estas cosas
son dignas de consideración particular. [Habiendo de tener la
C o m p a ñ í a tales ministerios y habiendo de estar tan conjunta
con el S u m o Pontífice, sucesor de Pedro, m e parece que concu-
rrieron con particulares oraciones San P e d r o y San Pablo en li-
b r a r al P a d r e Ignacio, etc.] Yo m e consuelo de considerarlas y
m e regalo en ello, de v e r que en tal día nuestro Señor le c o -
37
m e n z ó a y u d a r y a d a r mejoría. Y t r a t a n d o d e esto practice me
a y u d a r é y o de esto también p a r a tener de aquí adelante p a r -
ticular d e v o c i ó n a estos santos apóstoles, confiando que ellos
m e a y u d a r á n y serán a b o g a d o s de los de la C o m p a ñ í a .

[37] C o m e n z ó de allí adelante a estar mejor y, e s t a n d o en


convalescencia, pidió u n libro p a r a leer de caballerías; y n o se
halló en casa ninguno de caballerías, en que antes se solía o c u -
par, sino u n Vita Christi del C a r t u j a n o [y u n libro d e vidas d e
santos que se llama Flos Sanctorum] en r o m a n c e .

[38] E r a nuestro P a d r e m a g n á n i m o y de noble y generoso


38
á n i m o ; y c o m e n z ó a ser t u r b a d o con u n o s varios pensamien-

3 6
Ignacio le narró su vida en varias etapas desde 1553 a 1555.
P3Coimbra[ll].
3 7
Según la trilogía propia de Nadal: spiritu, corde, practice.
3 8
Cualidad muy repetida por Nadal. PlEspaña[9]; P3Coimbra[3];
P3Alcalá[60,69]; P4Alcalá[98].
I V . PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 161

tos y con diversas mociones, u n a s veces de v a n i d a d e s y de h a -


cer cosas g r a n d e s en servicio de reyes en g u e r r a , c o m o y a h a -
bía c o m e n z a d o ; otras veces de h a c e r cosas grandes en servicio
de Dios nuestro Señor, c o m o u n S. Onofre y otros santos que
39
se le o f r e c í a n . Y a n d a n d o en estos diversos pensamientos ex-
perimentó que los primeros le dejaban seco y disgustado y de-
sabrido; los segundos le dejaban con devoción y consolado. Y
así d e t e r m i n ó de servir a nuestro Señor c o m o él mejor pudie-
se, y h a c e r cosas p a r a m a y o r gloria suya. Y esto fue su p r i m e r
40
p r i n c i p i o . Y de aquí es que en las Constituciones en c a d a c a -
pítulo y en c a d a división hallaréis: "a m a y o r gloria y servicio
d e Dios nuestro Señor".

[39] H a b i e n d o p u e s de servir a Dios nuestro Señor, c o m e n z ó


p o r penitencia. B u e n principio, cual nos m a n d a el evangelio
que t o m e m o s : haced penitencia. Y su penitencia fue extraordi-
naria, [guiada p o r el á n i m o de h a c e r en el servicio de Dios lo
que mejor pudiese.] F u e a M o n s e r r a t e [que está en C a t a l u ñ a ,
u n célebre m o n a s t e r i o y d e v o t o de la Señora, y m u y frecuen-
t a d o de peregrinos, m u y lejano]; se vistió de un saco, sin bo-
nete, c o n u n z a p a t o en u n pie p o r q u e n o tenia a ú n sana del to-
d o la pierna. [ L l e g a d o allí hizo confesión general. De n o c h e
dio sus vestidos a un p o b r e y, vestido de u n o d e tela g r u e s a ,
hizo aquella n o c h e u n a vigilia con g r a n devoción. U n a vez c o -
m u l g a d o , partió hacia M a n r e s a , u n lugar n o lejano de M o n t -
serrat en d o n d e se dio de v e r a s a la penitencia.]

[40] A y u n a b a t o d a la s e m a n a a p a n y agua; sólo el d o m i n g o


bebía u n p o c o de vino. [Se confesaba y comulgaba c a d a 8 días].
4 1
Tenía cinco disciplinas c a d a d í a y siete h o r a s de oración.
Asistía a las horas canónicas, oía su misa, vísperas y completas
42
y sermón, siempre t u v o el P a d r e este espíritu eclesiástico . Y
al fin, en aquel tiempo realmente el P a d r e hizo excesos en la
penitencia, que n o son p a r a imitar; antes este y e r r o s u y o fue
p a r a que nosotros no errásemos. Pero viniendo a la práctica, es
m e n e s t e r que todos los de la C o m p a ñ í a t e n g a m o s de nuestra

3 9
Curiosamente Nadal en el texto italiano tacha el nombre de San
Onofre y pone los de San Francisco y Santo Domingo, tal vez por considerar
estos santos más conocidos.
4 0
PlEspaña[9]; P l R o m a [ 1 0 ] .
4 1
En P l E s p a ñ a [ 1 0 ] y P3Coimbra[7] dice que eran tres. En otras oca-
siones habla de cinco.
4 2
P3Coimbra[7];PlColonia[6].
162 JERÓNIMO NADAL, S.J.

parte deseo d e hacer tanto c o m o él, y a u n m á s , reglados con to-


43
do p o r el juicio del s u p e r i o r .

[41] E n este t i e m p o c o m e n z ó d e h a c e r los ejercicios d e la pri-


u
m e r a s e m a n a , que son meditación d e p e c a d o s , juicio ; en los
cuales se pretende dolor, contrición y lágrimas d e los pecados.
4 5
Veis aquí la p r i m e r a experiencia d e la C o m p a ñ í a . H e aquí la
p r i m e r a e n t r a d a y la p u e r t a p o r d o n d e se h a d e entrar del si-
glo a la religión [y especialmente a la C o m p a ñ í a , renunciar al
m u n d o , p r o p o n e r d e imitar a Cristo, h a c i e n d o siempre lo m e -
jor. H e aquí la p r i m e r a experiencia d e la C o m p a ñ í a , los Ejerci-
cios espirituales.] Al fin v i n o a e n t e n d e r que n o e r a m a l o c o -
m e r c a r n e , y que la d e m a s i a d a penitencia le había traído
notable perjuicio a la salud.

[42] C o m e n z ó a m e d i t a r en la v i d a d e Jesucristo n u e s t r o Se-


4 6
ñ o r y a tener en ella devoción; y luego, en ese m i s m o p u n t o
t u v o deseos d e a y u d a r al prójimo; y así lo hacía en pláticas y
c o n v e r s a c i o n e s particulares c o n los que podía. E s t a es la o r a -
4 7
ción d e la C o m p a ñ í a , c o m o adelante se d i r á ; que h a d e ser,
n o p a r a a sí a solas, sino que se extienda al obrar y al tratar del
a p r o v e c h a m i e n t o d e las a l m a s d e los prójimos.
o
[42*] [Este es el 2 grado de proceder del P. Ignacio, del
cual se obtiene gran doctrina para el modo de proceder de
la Compañía: En primer lugar que las abstinencias y auste-
ridades ordinarias no son convenientes para nuestro insti-
tuto, en el cual como tiene tantas ocupaciones y trabajos, no
podrían durar los nuestros por las fatigas, como se experi-
mentó en el P. Ignacio.
o
2 , ser necesario a la Compañía no sólo la meditación de los
pecados y ejercicios de penitencia, sino a la vez la medita-
ción de la vida de Cristo y de los otros misterios de la Pa-
sión, Resurrección, etc. de donde se obtiene virtud espiri-
tual... Estas partes y ejercicios han de ser en la Compañía
cotidianos y perpetuos.

4 3
PlEspaña[10]; Anot.Examen[92-120].
4 4
Es de notar la mención del juicio, que no consta en el texto original
castellano de los Ejercicios, sino que fue añadido en la primera traducción
latina, Ej [55].
4 5
Examen [65]; Co [277].
4 6
Nadal insistirá siempre en que Ignacio ya en Manresa tuvo la idea
de la vida apostólica de la Compañía en pobreza y humildad.
4 7
P4Alcalá [87].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 163

o
3 , sobre todo hay que notar que tan pronto como el P. Igna-
cio se dio a la meditación de la vida de Cristo, se inclinó a
ayudar al prójimo, y con tanta eficacia que no pudo menos
que ponerlo por obra; para instruir a la Compañía, que su
oración no ha de ser como especulativa o de ermitaños, sino
práctica, esto es que genere inclinación y afición a ayudar al
prójimo y no sólo a sí mismo y al deseo de sí; sino a sí y al
prójimo efectivamente, etc. De donde podemos deducir que
todos los dones que recibe uno del Señor Dios en la Compa-
ñía para eso los recibe para que con ellos se ayude a sí mis-
mo y al prójimo.]

[43] Y en este tiempo pasaron cosas grandes y cosas m u y par-


ticulares, en que no m e detengo; c o m o fue que una vez, y e n d o
a h a c e r cierta devoción, cerca u n río se sentó debajo de u n a
cruz, y allí le dio nuestro Señor g r a n d e luz y conocimiento de
48
las cosas espirituales , [de los misterios de la fe cristiana y c o -
sas de las ciencias con tanta ilustración, que parecía c o m o si los
ojos se le hubiesen abierto p a r a entender toda la v e r d a d . Fácil-
m e n t e p o d e m o s interpretar que fue u n excelente d o n de sabi-
duría e inteligencia. A esta ilustración solía referirse si alguna
v e z le p r e g u n t á b a m o s la c a u s a de alguna p a r t e del instituto.
"Me remito (decía) a Manresa" en d o n d e esto sucedió.]

[44] L u e g o trató de h a c e r u n a peregrinación a Jerusalén [co-


4 9
m o y a se había p r o p u e s t o ] , que es otra experiencia de la
50
C o m p a ñ í a ; y la m i s m a peregrinación enderezaba p a r a a y u -
da del prójimo, p o r q u e en Jerusalén, fuera de los turcos, h a y
diversas sectas de cristianos: cismáticos, jacobitas y armenios
[y también herejes].
(Nota marginal en latín) [Y este ánimo del Padre Ignacio es
nuestra institución, para que entendamos que el principal
instituto de nuestra Compañía esto pretende ayudar los he-
rejes, cismáticos e infieles; lo cual pertenece al cuarto voto
respecto de las misiones].

Y e s t a n d o d e t e r m i n a d o de q u e d a r s e allí, el g u a r d i á n del
M o n t e Sión, que es m o n a s t e r i o de S. F r a n c i s c o , n o le dejó. Y

48
La eximia ilustración. Anot,Examen[91]; PlRoma[12]; P3Coim-
bra[ll]; PlColonia[8].
49
Ya en Loyola tuvo este propósito.
50
Examen [67].
164 JERÓNIMO NADAL, S.J.

a u n q u e el P a d r e decía que n o quería sino que le confesase de


o c h o a o c h o días, que el c o m e r él se lo buscaría; c o n t o d o eso
dijo el g u a r d i á n que n o le dejaría estar allí, antes que tenía una
bula del P a p a en que le podía excomulgar, si allí se quedase. Y
así nuestro P a d r e entendió que n o era v o l u n t a d de Dios nues-
tro Señor se quedase allí, y así se volvió p o r acá.

[45] D o n d e venido, v i e n d o que p a r a lo que él m u c h o desea-


ba, q u e e r a p a r a a y u d a r a los prójimos, e r a n m e n e s t e r letras
[para enseñar c o n facilidad y s e g u r i d a d , y s i m p l e m e n t e p a r a
p o d e r enseñar c o n a u t o r i d a d eclesiástica, que n o la tiene el
que no tiene letras, p e r o de esto se dirá profusamente c u a n d o
se tratará de los estudios,] c o m e n z ó a estudiar g r a m á t i c a [en
Barcelona].

[46] Y [después de d o s años] le dijeron ciertos d o c t o r e s que


y a p o d í a oír artes. Se v i n o aquí, Alcalá, d o n d e c o n el d e s e o
que tenía de v e r s e c o n suficiencia p a r a a y u d a r al p r ó x i m o ,
5 1
j u n t a m e n t e oía t é r m i n o s d e E n c i n a s y físicos d e A l b e r t o y
u n a lección del M a e s t r o d e las sentencias. L o que n o s o t r o s
h e m o s de imitar aquí, n o es el y e r r o en el m o d o de p r o c e d e r
d e los estudios, sino el d e s e o ferviente que tenía d e a p r o v e -
c h a r al p r ó j i m o y e m p l e a r s e en ello. E n fin, v i e n d o que n o le
dejaban predicar p o r q u e n o sabía letras ni había estudiado, se
fue a París, d o n d e estudió g r a m á t i c a , artes y teología. [De es-
tos estudios de N. P. Ignacio tienen o r i g e n los estudios de la
Compañía.]

[47] Tuvieron los estudios de nuestro P a d r e tres dificultades.


L a p r i m e r a , s u m a pobreza. H a b í a llevado de a c á 2 4 d u c a d o s
y se los dio a u n h o m b r e p a r a q u e se los g u a r d a s e ; y se fue
c o n ellos. D e s p u é s b u s c ó a m o c o n quien estar, y n u n c a halló.
Y al fin, p o r consejo d e u n cierto religioso, iba c a d a a ñ o u n a
v e z a F l a n d e s y p e d í a limosna entre h o m b r e s ricos, y c o n lo
que allí allegaba p o d í a estudiar y, a u n p o d í a a y u d a r al M a e s -
5 2
tro F a b r o .

La otra dificultad fue la p o c a salud, p o r q u e c o n las peni-


tencias se había d a ñ a d o m u y m u c h o el e s t ó m a g o ; y así a n d a -
ba de ordinario m u y enfermo.

51
En P3Coimbra [18] se refiere a los Términos de Soto.
5 2
En P3Coimbra[20] dice que también desde Barcelona le enviaban
ayuda.
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 165

[48] L a otra dificultad fue devoción; que c u a n d o estaba estu-


diando o o y e n d o le ocurrían m u c h a s devociones y conceptos
que le distraían de los estudios; de m a n e r a que le fue necesa-
rio, p a r a n o dejar del t o d o de proseguir los estudios, hacer v o -
to d e n o dejar dos m a e s t r o s que tuvo. C o n t o d o esto estudió
tan bien sus facultades, que a nosotros nos maravillaba c u a n -
d o t r a t á b a m o s delante de él a l g u n a dificultad; y dijo u n d o c -
tor, p e r s o n a señalada, a d m i r á n d o s e de n u e s t r o P a d r e , que n o
había visto quien c o n tanto señorío y majestad hablase en m a -
terias teólogas.

[49] C o n t r a estas tres dificultades p r o v e y ó nuestro P a d r e en


las Constituciones. P a r a la p o b r e z a , que los colegios t e n g a n
53
r e n t a , p o r q u e vio c ó m o i m p i d e n los estudios haber de bus-
car d e comer. P a r a el inconveniente d e la p o c a salud, que se
tenga m u c h a cuenta de conservarla [los escolares y a u n todos,
o r d e n a n d o que h a y a u n superintendente de la salud a d e m á s
d e u n enfermero], y tengan lo necesario, supuesta la debida
54
mortificación y a b n e g a c i ó n . E n lo de la devoción, o r d e n ó
que d u r a n t e el tiempo de los estudios n o tengan lugar las p e -
55
nitencias largas y mortificaciones ; que no h a y a m á s de aque-
llo que baste p a r a c o n s e r v a r y entretener la virtud y devoción
que se adquirió en el tiempo del noviciado.

[50] Y v e d aquí la necesidad de los estudios de la C o m p a ñ í a ,


p a r a predicar y entender en los ministerios que la Iglesia tiene
56
o r d e n a d o s p a r a a y u d a del p r ó j i m o . N o basta que u n o en-
tienda bien las cosas y que tenga d o n e s infusos de Dios; es
m e n e s t e r que sea p r e d i c a d o r ante la Iglesia, y que c o n aproba-
57
ción legítima de ella p r e d i q u e . San Juan Bautista c u a n d o c o -
m e n t ó a predicar, luego t u v o testimonio de la Escritura: Yo soy
la voz del que clama, como dijo Isaías; y así a quien Dios n o en-
viare i n m e d i a t a m e n t e , c o m o envió a los apóstoles, es m e n e s -
ter que la Iglesia lo apruebe. Y, c u a n d o esta a p r o b a c i ó n ordi-
naria de la Iglesia n o hay, se sigue que lo que Dios le h a d a d o ,
n o se lo h a d a d o p a r a que lo c o m u n i q u e a otros, sino p a r a sí a
solas. Y n o basta que u n o lo entienda bien, que h a m e n e s t e r

5 3
Examen [5]; Co [326].
5 4
Co [292,296,300,303,304].
5 5
Co [340,342].
5 6
Co[307].
5 7
P3Coimbra[16].
166 JERÓNIMO NADAL, S.J.

palabras, y ésas de las que la Iglesia u s a en declaración de


aquello que él trata; p o r q u e de otra m a n e r a a c o n t e c e r á que
u n o entienda bien u n a cosa de la cual ha sido e n s e ñ a d o d e
Dios nuestro Señor p a r a sí a solas, y, p o r n o saber teología, en
declaración diga algunos yerros y los enseñe a otros.

[51] H e aquí al P a d r e teólogo. Sus d e s e o s fueron s i e m p r e


buscar c ó m o m á s emplearse en servicio de Dios [y hacer siem-
pre lo mejor]; y así vio que a solas n o podía h a c e r tanto fruto,
y p o r eso b u s c ó c o m p a ñ e r o s ; y así se juntaron al principio al-
58
gunos con u n m i s m o fin y con v o t o de pobreza y de c a s t i d a d
[no p u d i e n d o p a s a r adelante sin autorización apostólica, esto
es, h a c e r religión con v o t o de obediencia].

[52] Entendió también el P a d r e que, m u e r t o s ellos, se a c a b a -


ría t o d o ni quedaría quien llevase adelante lo c o m e n z a d o ; y
así, que convenía m á s p a r a el servicio de n u e s t r o Señor que
hubiese sucesión. Y esto fue tratar de religión; y t o d o p a r a
a y u d a r m á s al prójimo. Y c o n este principio d e b u s c a r lo que
m á s convenía p a r a la gloria de Dios, p r o c u r ó se instituyese en
la C o m p a ñ í a que hubiese coadjutores t e m p o r a l e s , p a r a que
los P a d r e s , m á s d e s e m b a r a z a d o s , atendiesen al p r o v e c h o del
prójimo; y todas las otras cosas que en la C o m p a ñ í a hay.

Y así h a d e ser este m o d o d e todos nosotros, c a m i n a r


s i e m p r e a lo mejor y lo q u e m á s fuere p a r a gloria d e Dios, y
a n i m a r n o s a ello con la gracia divina.
[52*a] [En este breve discurso de la vida del P. Ignacio
hasta la fundación de la Compañía se ve un modelo de la
misma. Primero, la vocación religiosa: dejar el mundo y se-
guir e imitar a Cristo siguiendo la perfección, siempre lo
mejor; del mismo principio, ejercitarse en la penitencia y la
oración; conjugar el deseo eficaz de ayudar las almas; hacer
las otras probaciones de peregrinar, enseñar la doctrina;
conjugar los estudios para el mayor fruto de las almas; bus-
car tener compañeros y procurar tener confirmación de la
Sede Apostólica. De suerte que el P. Ignacio buscó punto
por punto siempre lo mejor y más perfecto, y en él como
fundó el Señor Dios la Compañía, y se ve la primera forma
y gracia que el Señor dio a la Compañía; se entienden los
ejercicios y ministerios de la Compañía y que debemos imi-
tar hasta ganar siempre personas aptas para la Compañía y

5 8
PlAlcalá[18].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1561 167

confirmación del primer instituto, sobre todo si alguna cosa


fuese alterada o pareciese a la Congregación General poder-
se más perfeccionar, y los privilegios y gracias de la Sede
Apostólica para facilitar y hacer más eficaces los ministerios
de la Compañía. Sea todo a mayor gloria de su divina Ma-
jestad. Amén.]

a
17 PLÁTICA 3 - Meditaciones del Rey y las
Banderas
a a
En Coimbra: Pláticas 5 y 4

1. L a g r a c i a de la C o m p a ñ í a en esas m e d i t a c i o n e s

[53] P a r a la inteligencia de nuestro instituto d e c í a m o s que


era menester entender la gracia que Dios nuestro Señor nos ha-
ce en nuestra vocación; y así h a b l a m o s de ella y de u n m e d i o
conveniente p a r a esta inteligencia, que era c ó m o Dios nuestro
Señor llamó d e s d e el principio al P. Ignacio y en él fundó la
C o m p a ñ í a y lo eligió por principio y ministro de esta vocación
59
e instituto . H o y diremos con la divina gracia de lo mismo.
[54] Quiero y o conocer este instituto y ver qué es la Compañía.
H a y un medio que pienso yo guió al Padre Ignacio a esta dispo-
sición de los ministerios y partes de la Compañía. Entre los ejer-
cicios nuestros h a y dos meditaciones, en las cuales y o m u c h o
m e consuelo, que a y u d a n a entender qué cosa sea la Compañía.
La una es del Rey temporal, la otra de las dos Banderas. L a
Compañía atiende al provecho de las árümas. C o m o veis, éste es
su instituto, éste nos enseñan las bulas apostólicas y nuestras
Constituciones, y esto v e m o s practicarse en todas partes. A h o r a
v e a m o s c ó m o se ha venido a esto, qué principio h a y para llegar
a esto que es la gracia propia de nuestra vocación, p a r a la cual
h a y a y u d a especial y particular favor de Dios nuestro Señor.
[55] A esto nos lleva la p r i m e r a meditación. Os diré la sus-
tancia y s u m a d e ella. Se h a c e en este ejercicio u n a c o m p a r a -

5 9
P2Alcalá[36].
168 JERÓNIMO NADAL, S.J.

ción y semejanza de dos e m p e r a d o r e s , dos reyes y m o n a r c a s


que e m p r e n d e n u n a g r a n conquista. El u n o es cristiano cató-
lico que se d e t e r m i n a a s o m e t e r el m u n d o a la obediencia de
Dios y de su santa Iglesia. Tiene vasallos a los cuales llama a
esta conquista; quiere él p o r su p e r s o n a hallarse en ella y tra-
bajar c o m o t o d o s y estar en el c a m p o c o n t r a los enemigos. Y
los que le h a n de seguir en esta e m p r e s a h a n de imitarle a él y
pelear y vivir a u s o de la guerra. Y p a r a m á s a n i m a r a los su-
yos p r o m e t e este E m p e r a d o r p r e m i o a los que así le siguieren.

[56] Os quiero a d v e r t i r aquí u n a cosa que os a y u d a r á p a r a


entender las cosas de la meditación; que p o r estas cosas sensi-
bles nos guía Dios nuestro Señor a entender las que n o se sien-
ten, que son espirituales. Este R e y y este llamamiento s u y o y
los vasallos y la conquista que se h a c e y t o d o lo que se os h a
dicho, c o s a es que se v e y se oye y se siente m u y bien c o n los
sentidos. Pues esto es una introducción, p o r la cual lleva nues-
tro Señor a los h o m b r e s a lo que n o se v e y se cree. N o sólo lo
que v e el h o m b r e es; m u c h a s cosas son y p a s a n que n o v e m o s ,
m a s las c r e e m o s . ¿Veis v o s o t r o s p o r v e n t u r a a los d e m o n i o s
que a n d a n p o r este m e d i o ? ¿ O a los ángeles que nos a y u d a n y
a m p a r a n ? ¿Veis a Dios c u y o ser y p o d e r infinito está aquí en-
tre nosotros? N o le veis vosotros, y está aquí su majestad o m -
nipotente; y esta consideración m e m u e v e a m í y m e a y u d a . Y
si la presencia d e Dios n o nos m u e v e así, e s t a n d o aquí entre
nosotros realmente, es p o r q u e n o e s t a m o s en ello, p o r q u e te-
n e m o s los ojos bajos a las cosas sensibles. Si los a l z á s e m o s y
nos g u i á s e m o s p o r lo que c r e e m o s y n o v e m o s , de otra m a n e -
ra viviríamos, de otra m a n e r a a n d a r í a m o s y c o n v e r s a r í a m o s .

[57] P u e s m i r a d c ó m o nos sirve p a r a esto la m e d i t a c i ó n que


h e m o s dicho. A semejanza de este R e y t e m p o r a l y de esta e m -
p r e s a , así p a s a y p a s ó r e a l m e n t e en la Iglesia. ¿ Q u é pensáis
que fue venir C r i s t o al m u n d o , l l a m a r apóstoles y predicar,
sino h a c e r gente p a r a la c o n v e r s i ó n d e las a l m a s ? Vino Cris-
to a vencer el m u n d o , a rendirle y sujetarle a la obediencia del
P a d r e eterno, yo he vencido ai mundo, ésta fue la obra m í a , ven-
cer al m u n d o y al d e m o n i o y p e c a d o . Yo he vencido, y o le h e
v e n c i d o a mis solas, en la c r u z , y no había nadie conmigo. Yo
s o y el principio de t o d o s v u e s t r o s m é r i t o s , y o s o y d e quien
n a c e la eficacia y fuerza v u e s t r a . ¿ H a y quien m e quiera se-
guir, quien m e quiera a y u d a r al alcance? que v a n los enemi-
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 169

gos de vencida. Ayudantes somos de Dios, así nos llama el A p ó s -


tol, a y u d a d o r e s d e Dios. ¿ Q u é quiere Dios? Q u e le a y u d e m o s
en esta obra suya de la victoria del m u n d o y de los otros ene-
migos. Y a este fin llamó Cristo a los apóstoles; y en diversos
g r a d o s y en diversos estados n u n c a h a c e s a d o de h a c e r gente
en la Iglesia y de llamar a la a y u d a de esta empresa; y llama el
día de hoy.
Esta es la g r a c i a de la vocación, la a y u d a particular que
da el Señor p a r a aquel estado a que llama. Esto es así general
y c o m ú n en todos los estados de la Iglesia. Vengamos a h o r a a
lo que nos es m á s particular y propio.

[58] P a r a este m i s m o fin que os he dicho y p a r a esta m i s m a


e m p r e s a tan g r a n d e p a r a la cual Dios h a o r d e n a d o su Iglesia
llamó Dios a esta C o m p a ñ í a , hizo en estos nuestros días este
e s c u a d r ó n de gente. Y ¿qué pensáis que es h a b e r Dios llama-
d o a la C o m p a ñ í a ? ¿ C u á l es n u e s t r a vocación, d o n d e h e m o s
de estribar y confiar en Dios n u e s t r o Señor p a r a el cumpli-
miento de nuestros ministerios? Es esta a y u d a de Dios nues-
tro Señor, que n o s d a y c o m u n i c a p a r a a l c a n z a r este fin, p a r a
ir p o r estos medios. Esta es la gracia de nuestro instituto y de
la C o m p a ñ í a . Y d e esta m a n e r a llevó Dios al P. Ignacio, le lla-
m ó p a r a este fin, le m o s t r ó los m e d i o s p a r a alcanzarle y le
a y u d ó c o n eficacia a ellos.

[59] A h o r a , m i r a d , la vida del h o m b r e es u n a continua pelea


y u n estar siempre en el c a m p o , en el real contra los enemigos.
P e l e a m o s , y p e l e a m o s vestidos y a r m a d o s c o n la g r a c i a d e
Dios, c o n su a m p a r o y su a y u d a . Y m á s , que el m o d o del p e -
lear, los m e d i o s p a r a la victoria, él nos los p o n e , él nos ensaya
en ellos y nos favorece. H a c e Dios m u c h o p o r este fin que es la
conversión d e las a l m a s , que las estima m u c h o ¿Sabéis qué
tanto? Q u e dio p o r bien e m p l e a d o d e r r a m a r su sangre en la
cruz, y d a r su vida p o r la salvación de ellas. M i r a d la alteza de
este fin, al cual nos llama Cristo. Tenedlo en m u c h o . Esta m e -
ditación nos había m u c h o de consolar y a n i m a r y c a u s a r en
nosotros u n g r a n celo del fin de nuestra v o c a c i ó n al cual el Se-
ñor nos llamó, p o r el cual llevó la c r u z y padeció. Y h o y día es-
te nuestro C a p i t á n lleva la c r u z en su C u e r p o místico, que es
la Iglesia, y p a d e c e en ella y es p e r s e g u i d o en ella. M i r a d lo
que dice el Apóstol: Completo en mi carne lo que falta a las tribu-
laciones de Cristo en favor de su cuerpo que es la Iglesia. Y nosotros
170 JERÓNIMO NADAL, S.J.

p o r méritos de su c r u z t e n e m o s eficacia en nuestros ministe-


rios, y c o n esta a y u d a es el h o m b r e formidable al d e m o n i o y a
todos los enemigos. G r a n d e m e n t e nos h a de a y u d a r esto p a r a
e m p r e n d e r c o n esfuerzo los m e d i o s q u e h a y en la C o m p a ñ í a
p a r a este fin: q u e es n u e s t r o C a p i t á n Jesús, que El n o s llama,
que a El seguimos, que en confianza de la a y u d a suya, que n o
nos h a de faltar, v a m o s c o n t r a los enemigos. Mirad que El nos
es fuerza y a n i m a p a r a h a c e r nuestros ministerios.

[60] A d v e r t i d u n a cosa en esta p a r t e de los m e d i o s que la


C o m p a ñ í a a b r a z a , que y o suelo p e n s a r m u c h a s veces, y m e es
g r a n consuelo. N u e s t r o P a d r e Ignacio, d e b u e n a m e m o r i a , era
de g r a n natural, de g r a n á n i m o , y a y u d a d o esto con la gracia
de nuestro Señor s i e m p r e se esforzó a a b r a z a r c o s a s g r a n -
60
des ; así sus obras todas eran fervores. Y si miráis la C o m p a -
ñía y su instituto y sus ejercicios, t o d a es u n a v i v a c i d a d de la
caridad, u n fervor de ella, un n u n c a estar ociosa, siempre ani-
m á n d o s e y d e s p e r t á n d o s e al obrar. ¿ N o veis que e s t a m o s en
guerra, en el c a m p o ? El siervo de Dios n o ha de ser perezoso,
d e s c u i d a d o , sin h a c e r n a d a , m a n o sobre m a n o . E n la g u e r r a
s i e m p r e h a y en qué entender; n o h a y l u g a r a la ociosidad,
n u n c a falta alguna e s c a r a m u z a o algún rebate. O, y a que no es
t i e m p o d e pelear, es de aparejar las a r m a s p a r a la g u e r r a . E s -
to p a s a así en la C o m p a ñ í a , siempre es t i e m p o de tratar con el
prójimo, pelear c o n t r a los vicios, c o n t r a el m u n d o , c o n t r a el
d e m o n i o . Y c u a n d o n o es t i e m p o de esto, es de orar, estudiar
y d e los otros ejercicios que veis en la C o m p a ñ í a , que t o d o s
son p r e p a r a r s e p a r a la g u e r r a . Y a u n el c o m e r y dormir, que
son obras e n d e r e z a d a s a la necesidad del c u e r p o , sirven p a r a
este fin y se h a n de enderezar a él.
a
[61] L a 2 meditación, de las que p r o p u s e , nos declara la eje-
cución del instituto. E s t a m o s en la g u e r r a y la t e n e m o s apla-
z a d a c o n el enemigo. V e a m o s c ó m o h e m o s de pelear. Dice el
ejercicio lo que realmente pasa. Decid, ¿ n o pensáis que está el
d e m o n i o en el m u n d o , que está también Cristo nuestro Señor?
¿Quién guía a los m a l o s ? El d e m o n i o . ¿Quién guía a los bue-
nos? Cristo.

[62] Tiene el d e m o n i o su estandarte, tiene gente debajo de su


b a n d e r a , h a c e gente. Consideradle, c o m o os le p o n e el ejerci-

6 0
PlEspaña[9]; P3Coimbra[3]; P2Alcalá[38]; P4Alcalá[98].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 171

ció de nuestra meditación, en su infierno, en su t o r m e n t o h o -


rrible d e fuego infernal que trae consigo. Su asiento es en B a -
bilonia, en confusión y tinieblas; que d o n d e él m a n d a , t o d o es
c e g u e d a d y confusión.

[63] M i r a d p o r otra p a r t e a Cristo, C a p i t á n de la Iglesia, guía


de los buenos, luz eterna, b i e n a v e n t u r a n z a c u m p l i d a , perfec-
ción infinita en su divinidad. Miradle en el cielo y en el Santo
S a c r a m e n t o , d o n d e está realmente. Miradle e n todas p a r t e s ,
que t o d o lo llena s e g ú n su divinidad. Su asiento es en Jerusa-
lén, en la visión de la p a z y de la salud. E s t e es el C a p i t á n de
los buenos, él los guía y a m p a r a con su gracia. Quiere que sal-
g a m o s al asalto, a la e s c a r a m u z a , que e n t r e m o s en la batalla
c o n el e n e m i g o y t e n g a m o s g r a n d e á n i m o y v a l o r c o n la g r a -
cia y a y u d a de nuestro Capitán. Y m i r a d que es menester que
v a m o s a El c a d a día, que de él t o m e m o s el m o d o del pelear y
nos envíe El de su m a n o .

[64] N o penséis que el d e m o n i o tiene de oficio enviar a per-


vertir a las a l m a s , y el miserable está sin fuerzas rendido. Se
a p r o v e c h a p a r a d a ñ o s u y o y nuestro, con s u s d a ñ a d a s entra-
ñas, de lo que Dios permite p o r nuestras culpas y sus secretos
juicios. P e r m i t e Dios en este nuestro t i e m p o la herejía, que es
u n incomparable azote de la Iglesia, señal de g r a n d e s p e c a d o s
nuestros y que t e n e m o s c o n ellos m u c h o i n d i g n a d a la majes-
t a d del Señor. E n esta ocasión entra el d e m o n i o c o m o cruel
e n e m i g o ferozmente y tienta a los h o m b r e s de herejía, envía
p a r a pervertirlos h o m b r e s malos, m i e m b r o s suyos que están a
su m a n d a r .

[65] Cristo al contrario, contra el p e c a d o , contra la herejía,


contra el m u n d o , envía sus ángeles santos y envía a h o m b r e s
ministros s u y o s e instrumentos de su gracia, instruidos c o n
medios eclesiásticos, a los cuales con su gracia da El eficacia y
virtud contra la potestad de los enemigos. Veis aquí nuestro
instituto puesto en práctica. Veis aquí la ejecución de él. ¿Quién
nos instruye, h e r m a n o s ? Cristo. ¿ D ó n d e lo v e m o s ? P o r la fe,
que nos lo dice. El nos a y u d a cada día y nos guía.

[66] Veamos quiénes son estos sus ministros, a los cuales El


envía a tan g r a n e m p r e s a y favorece tan particularmente ¿ Q u é
señas tienen p a r a c o n o c e r l o s ? El que es ministro de la obe-
diencia, ése es de Cristo. El superior representa a Cristo, tiene
172 JERÓNIMO NADAL, S.J.

sus veces y autoridad. Quien v a enviado de él, v a debajo de la


b a n d e r a de Cristo. El P a p a y los otros subordinados superio-
res que t e n e m o s en la Iglesia santa, éstos tienen la a u t o r i d a d
de Cristo, y en s u obediencia v a m o s c o n este consuelo y con
esta seguridad. Al fin, h e r m a n o s , Cristo es nuestro Capitán, Él
trabajó p o r todos. N o s pone de su m a n o en estos reales; es m e -
nester que estemos siempre c o n c u i d a d o , siempre al a r m a ,
que a c u d a m o s a nuestros superiores y de ellos nos instruya-
m o s . E s t o es a c u d i r al e s t a n d a r t e , a n u e s t r o C a p i t á n y t o m a r
de él c a d a día lección de c ó m o h e m o s d e pelear.

2. L a C o m p a ñ í a se c o n o c e t a m b i é n p o r su fin

[67] Otro m e d i o h a y p a r a t o m a r inteligencia de la C o m p a ñ í a


y de su instituto, y es entender el fin s u y o y los medios; que si
esto y o entiendo, y o lo e n t e n d e r é todo. A h o r a c o m e n c e m o s
p o r el fin.

Dios nuestro Señor n u e v e a todos al bien; el bien del cris-


tiano, el último, es Dios, bien infinito. Quiere n u e s t r o Señor
d a r n o s otros fines m á s p r o p o r c i o n a d o s a nosotros, que nos
u n a n c o n Él y nos junten c o n n u e s t r o s u m o bien. L a c a r i d a d
que nuestro Señor nos da, ésa es la que nos une con Él. L a c a -
ridad que es s u m a v i r t u d , y la perfección d e ella es la s u m a
perfección. Y así S. Pablo llama a la c a r i d a d vínculo de perfec-
ción. Esta v i r t u d es la m a y o r de t o d a s y a b r a z a m u c h o . Tiene
g r a n amplitud.

[68] Ved ahora c ó m o sea el fin de la C o m p a ñ í a en su perfec-


ción y en todo aquello a que se extiende. De tres partes se dedu-
ce esto: de las bulas de la confirmación de la Compañía, del pri-
m e r o capítulo del E x a m e n y de todas nuestras Constituciones.
[69] Este instituto o m o d o de proceder, que así lo llama el P a -
61
dre I g n a c i o , v a siempre enderezado a buscar la m a y o r gloria
y honra de Dios nuestro Señor; y así veréis que n o h a y casi c a -
pítulo en las Constituciones d o n d e n o se repita esto, en todas
las cosas que se ordenan, a m a y o r gloria y honra de Dios nues-
62
tro S e ñ o r . Y éste fue el deseo que a nuestro P a d r e Ignacio m o -

61
Co [152,216].
6 2
P2Alcalá[38].
I V . PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 173

vio y g o b e r n ó siempre, y el principio que t u v o p a r a la funda-


ción de la C o m p a ñ í a : a n d a r b u s c a n d o siempre c ó m o m á s se
63
glorificase Dios, en qué m á s fuese servida su eterna b o n d a d .
[70] E n la bula de la confirmación se dice que la C o m p a ñ í a
principalmente es instituida p a r a la difusión d e la fe, p a r a el
a u m e n t o d e ella, p a r a el a p r o v e c h a m i e n t o y instrucción de las
64
a l m a s en doctrina y vida c r i s t i a n a : "principalmente es institui-
da para el provecho de las almas en la vida y doctrina cristiana y pa-
ra ocuparse sobre todo en la propagación de la fe por medio de predi-
caciones públicas y el ministerio de la palabra de Dios y los ejercicios
espirituales y obras de caridad".

[71] E n el p r i m e r o del E x a m e n se p r o p o n e a todos que el fin


de la C o m p a ñ í a n o es sólo atender a la salud propia y perfec-
ción de ella c o n la divina gracia, p e r o j u n t a m e n t e c o n la mis-
m a gracia p r o c u r a r y desear intensamente la salud y perfec-
65
ción de los p r ó j i m o s .

[72] Ved a h o r a los m e d i o s c o n que se v a a este fin, p a r a que


veáis c u á n t o a b r a z a la virtud de la c a r i d a d , que os dije ser fin
nuestro. L o s m e d i o s son eclesiásticos, d e la predicación, lec-
ción y t o d o otro ministerio de la palabra divina, d a r los ejerci-
cios espirituales, instruir a los r u d o s y ignorantes, e n s e ñ a r la
doctrina cristiana, administrar los s a c r a m e n t o s , c o m o se con-
tiene en la bula, que dice: "para esto principalmente se ha insti-
66
tuido la Compañía" .

M á s a ú n h a y que esto y a m á s se extiende n u e s t r o fin.


H a y otras obras que son también d e n u e s t r o instituto, las
obras de misericordia c o r p o r a l e s , visitar y servir hospitales,
cárceles, p r o c u r a r la p a z entre los e n e m i s t a d o s y, al fin, cual-
quiera otra obra de c a r i d a d c o r p o r a l o espiritual; y t o d o esto
e n d e r e z a d o al m a y o r servicio, gloria y h o n r a de Dios nuestro
Señor; y m á s , gratis, sin estipendio alguno, n o e s p e r a n d o el
6 7
galardón, sino de Aquél p o r c u y o a m o r se h a c e .

63
PlEspaña[9].
64
Hasta aquí según Regimini militantis. Las palabras que siguen, re-
producidas en latín y añadidas al margen, pertenecen a Exposcit debitum.
65
Examen [3].
66
Según Exposcit debitum. Pero Regimini militantis omitía "lecciones y
cualquier otro ministerio de la palabra de Dios y la administración de los
demás sacramentos".
6 7
Examen [ 4 , 8 2 ] ; Co [ 4 7 8 , 5 6 6 ] .
174 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[73] Habéis visto a c u á n t o se extiende n u e s t r o fin. E s p u e s


Dios nuestro fin, él nos d a la c a r i d a d p a r a unirnos consigo. L a
c a r i d a d nos m u e s t r a estos oficios. Tiene p o r objeto a Dios y al
prójimo p o r Dios; que a Él se h a d e referir t o d o , que sea t o d o
p o r su gloria, p o r quien Dios es. Esto es caridad.

[74] Y a d v e r t i d que bastaría obrar las cosas p o r a m o r de


Dios; p e r o h a y m á s que buscar y d o n d e caminar, que es la m a -
y o r gloria de Dios, el m a y o r a m o r suyo. N o h a y que contenta-
ros con eso. C a m i n a n t e sois, n o h a y p o r qué paréis. M á s y m á s
adelante, a m a y o r gloria de Dios. N o paréis c o n decir: y o a
Dios sirvo, en su gracia estoy. A d e l a n t e os guía su gracia; que
estéis con fervor, c o n v i v o deseo de servir m á s a Dios, desper-
t á n d o o s c a d a día m á s y a y u d á n d o o s a ello. E s t a c o s a es de
g r a n consolación p a r a nosotros, que éste sea nuestro instituto
confirmado p o r la Iglesia santa y sea ésta la gracia de nuestra
68
v o c a c i ó n y el principio, c o m o os d i j e , que t u v o nuestro P a -
dre que le guió a la fundación de la C o m p a ñ í a . Siempre quiso
c a m i n a r a d o n d e fuese m á s servido n u e s t r o Señor, c o m o vis-
69
teis en el discurso de su v i d a .

[75] Y n o es esto maravilla, que sea ésta n u e s t r a v o c a c i ó n ,


p u e s s o m o s religiosos; y religión dijimos que es estado d o n d e
se trata de adquirir la perfección, c a m i n o p a r a ella. E n el c a -
m i n o somos; n o h a y que h a c e r p a r a d a . Siempre h a y adelante
a d o n d e c a m i n e m o s y a d o n d e n o s esforcemos d e llegar, a
b u s c a r la m a y o r y m a y o r gloria de Dios nuestro Señor. Este es
nuestro estado, h e r m a n o s ; nuestra profesión e instituto a esto
nos obliga. Éste h a de ser nuestro blanco a d o n d e con nuestros
deseos, c o n nuestros fervores, a y u d a d o s de la divina g r a c i a ,
p r o c u r e m o s siempre de llegar.

[76] P e r o a d v e r t i d q u e h a y u n o s f e r v o r e s q u e n o s o n g u i a -
d o s s e g ú n la r a z ó n e s p i r i t u a l [ i n c o n s i d e r a d o s , i n q u i e t o s ,
á s p e r o s , n o r e t e n i d o s ] ; y n o p e d i m o s ni q u e r e m o s é s t o s ,
p o r q u e n o s o n útiles. Y s u e l o y o d e c i r d e e s t o s , q u e t i e n e n
estos fervores indiscretos, que parece que quieren hacer
bien, y n o lo h a c e n ; a n t e s m u c h a s v e c e s d a ñ a n . N o h a n d e
ser así; sino q u e el d e s e o y la o b r a s e a t o d o b u e n o , g u i a d o y
g o b e r n a d o p o r s u s principios. N o h a b é i s d e e m p r e n d e r c o -

6 8
en el n° [60].
6 9
P2Alcalá[38].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1561 175

sa c o n la c u a l n o p o d é i s salir. G u í e n s e v u e s t r o s fervores p o r
la r a z ó n espiritual, p o r la obediencia y o t r a s c i r c u n s t a n c i a s ;
y así lo p i d e n u e s t r o instituto. F e r v o r es la C o m p a ñ í a , c o m o
os dije, p e r o n o i n d i s c r e t o , s i n o lleno d e t o d a v i r t u d y q u e
tenga todas partes [considerado y m a d u r o , tranquilo, leve
y m a n s o , fácil y o b e d i e n t e , suavemente fuerte y fuertemente
suave.]
7 0
¿ N o os acordáis de los tres principios que p r o p u s e p o r
los cuales h e m o s de ser siempre gobernados, el divino, el ecle-
siástico y el d e la virtud, y que n o habíamos d e d e s a c o m p a ñ a r
el u n o de lo otro? Se e n g a ñ a n m u c h o s en p e n s a r que es de
Dios el fervor c u a n d o es c o n t r a la r a z ó n o c o n t r a algunos d e
los m e d i o s eclesiásticos.

[77] A d v e r t i d t a m b i é n en esta p a r t e q u e los f e r v o r e s que


n o v a n c o n b l a n d u r a y s u a v i d a d y m a n s e d u m b r e , u n o s ri-
g o r e s que e x a s p e r a n , u n o s celos c o n d e m a s í a y indiscreción,
son m u y ajenos d e n u e s t r o m o d o d e p r o c e d e r . El espíritu d e
Dios s u a v e es, y c o n s u a v i d a d g u í a Dios n u e s t r o S e ñ o r sus
c o s a s , a u n en las v e h e m e n c i a s d e la o p e r a c i ó n . Si esa m o -
c i ó n es d e Dios, si es g r a c i a d e n u e s t r a v o c a c i ó n , n o es d e
n o s o t r o s . L a o p e r a c i ó n divina, el c o n c u r s o de Dios, n o es al-
b o r o t a d o ni c a u s a esas inquietudes. H e m o s n o s o t r o s de c o n -
c u r r i r c o n D i o s c o n h u m i l d a d y s i m p l i c i d a d ; ésta es la dis-
p o s i c i ó n q u e el S e ñ o r p i d e en n o s o t r o s , y así h e m o s d e
t r a t a r sus c o s a s .

N o quiere que sea v u e s t r o espíritu áspero, difícil, intrata-


ble y, al fin, fervor sin ciencia; sino que sea reglado p o r la regla
p r o p u e s t a d e b u s c a r la m a y o r gloria d e nuestro Señor y los
otros principios d e Dios.
Tenéis necesidad, hermano, de mortificar y cercenar lo m a -
lo que ponéis de vos, lo que es de vuestra condición y lo queréis
p o n e r a cuenta de Dios. ¿ N o habéis visto unos hombres de su
condición natural eficaces, rígidos y difíciles de tratar, y des-
pués con la m u c h a mortificación y con la gracia de nuestro Se-
ñ o r vueltos tan m a n s o s , tan tratables, que sus palabras pene-
tran y encienden sin exasperar, sin esos rigores? Tales obreros
c o m o éstos pide nuestra vocación.

PlAlcalá[8] y repetirá en P6Alcalá[121].


176 JERÓNIMO NADAL, S.J.

3. L o s m i n i s t e r i o s d e la C o m p a ñ í a

[78] H e m o s dicho que nos h e m o s d e ejercitar siempre en bus-


car con diligencia d ó n d e m á s será servida la divina Majestad.
A h o r a v e d los ministerios que tiene la C o m p a ñ í a p a r a este fin.
7 1
El p r i m e r o que se p r o p o n e en la b u l a es p a r a la defen-
sa d e la fe d e la Iglesia R o m a n a católica y universal; y éste es
el p r i n c i p a l oficio entre los p r ó j i m o s , y así se n o s e n c o m i e n -
d a allí.

[78 b i s / a ] [Y c u a n d o el P a p a P a u l o IV n o s habló al P a d r e
General y a todos los profesos que e n t o n c e s habían elegido
General y estaban p a r a volverse a sus provincias, esto n o s sig-
nificó y e n c a r g ó m u c h o , c o m o se p u e d e v e r en aquella plática,
7 2
la cual fue después n o t a d a en c a r t a . ]

Sabía bien n u e s t r o Señor estos herejes que e n n u e s t r o


t i e m p o se h a n l e v a n t a d o , y c r e o p a r a m í que e n g r a n p a r t e
contra éstos ha sido p o r la providencia d e Dios m u e s t r o Señor
f u n d a d a la C o m p a ñ í a en esta parte.

[78 b i s / b ] [Que al m i s m o tiempo que c o m e n z ó L u t e r o , m o -


7 3
vió a nuestro P a d r e a t o m a r la vida que t o m ó . Y así h a h e c h o
la C o m p a ñ í a m u c h o en esta p a r t e , a d o n d e en A l e m a n i a h a n
faltado las religiones a u n en las tierras d e los católicos, que n o
se hallara quien quisiese entrar en ellas. Y se h a n f u n d a d o c o -
legios y se h a p l a n t a d o esta religión; lo q u e es n o p o c o d e n o -
tar. Se traen de G e r m a n i a p a r a el Colegio G e r m á n i c o , fundado
y m a n t e n i d o d e la C o m p a ñ í a , c o n m u c h o trabajo. P a r e c e que
esta religión es m á s odiosa a los herejes, s e g ú n c u e n t a n , que
t o d a s las d e m á s . El a m o r y afición que d a Dios n u e s t r o Señor
p a r t i c u l a r m e n t e a la C o m p a ñ í a c o n aquella nación, el ir los
nuestros d e tan b u e n á n i m o a tanto peligro entre ellos, la ora-
ción que se h a c e p a r t i c u l a r en t o d a la C o m p a ñ í a p o r la re-
d u c c i ó n d e ellos, las gracias que ha p e d i d o nuestro P a d r e Ge-
neral a su Santidad en la bendición d e las cuentas p o r los que
r o g a r e n p o r la r e d u c c i ó n d e ellos, las misiones que h a h e c h o
d e los nuestros el P a p a e n aquellas p a r t e s c u a n d o h a e n v i a d o
nuncios y legados, el n o haberse hallado p o r la gracia d e Dios

Exposcit debitum.
Puede leerse en ML, III, págs. 391-401.
Vide infra [78c]; PlRoma[8]; P4Coimbra[10]; PlColonia[3].
I;
I

IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 177

h a s t a a h o r a n i n g u n o d e la C o m p a ñ í a q u e h a y a sido t o m a d o
74
de la Inquisición, habiéndose t o m a d o de e l l a ; el leer e n R o -
m a de c o n t i n u o u n a lección de las controversias; t o d o esto
m u e s t r a h a b e r sido elegida esta m í n i m a C o m p a ñ í a del Señor
p a r a esta e m p r e s a p a r t i c u l a r m e n t e de la defensa de la fe, y és-
ta es u n a e m p r e s a m u y importante.]

Y Dios a y u d a m u c h o y su Iglesia santa a t o d o s los b u e -


nos, y espero que adelante a y u d a r á m á s . E s obra g r a n d e ésta,
de g r a n valor y merecimiento, a y u d a r contra los herejes. ¿ Q u é
pensáis que es u n hereje, sino u n a pestilencia que inficiona las
almas c o n su trato y conversación, u n demonio, u n infierno? y
así a y u d a m u c h o Dios nuestro Señor a esta obra. L a defensa
de la fe es de nuestra v o c a c i ó n y de nuestro ministerio; y así lo
v e m o s en las misiones que Su Santidad h a h e c h o de los nues-
tros a tierras de cismáticos, a tierras de herejes, c u a n d o n o s en-
75
vían c o n sus legados a semejantes p r o v i n c i a s , y p o r los cole-
gios que se hicieron y se harán.

[78*a] [Parece ser la causa que siendo la mayor dificultad


en la Iglesia de Dios el defenderse de los herejes por su atro-
císima impugnación contra la verdad de Dios con obstina-
ción diabólica e infernal, ha querido el Señor Dios enviar sol-
dados nuevos a esta guerra. Lo cual se confirma por esto, que
el instituto de la Compañía va directamente contra los here-
jes. Porque los herejes confían en la vana elocuencia y la múl-
tiple erudición humana, la Compañía sigue estudios tanto de
elocuencia como de todos los demás, también humanos, con
humildad y simplicidad cristiana exactamente. Los herejes
dan crédito a sus heresiarcas cuya exposición de la Escritura
y de los dogmas prefieren a la de todos los doctores de la
santa Iglesia; ni tienen otra teología que la contaminada por
su heréticos maestros; introducen nuevos dogmas en la Igle-
sia, y siempre están cambiando e innovando otros. Nosotros
ponemos suma diligencia en los estudios de la Teología esco-
lástica y de la Escritura, concilios, doctores eclesiásticos; y en
ellos seguimos la exposición de la santa Iglesia, concilios,
doctores; no se permiten nuevas opiniones, y se ordena que
se sigan las sentencias comunes de los teólogos.]

7 4
Quiere decir que hasta el presente ninguno ha sido condenado por
la Inquisición y en cambio algunos han ayudado a aquel tribunal.
7 5
Pedro Fabro en 1540 y 1541 por Paulo III; Claudio Jayo y Nicolás
Bobadilla también por Paulo III en 1542. El mismo Nadal con Diego Laínez
en 1555, etc.
178 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[78*b] [Los herejes se persuaden con cierta luz falsa y dia-


bólica con la cual les engaña su demonio y ellos a otros. La
Compañía sigue con gran diligencia la verdadera ilustra-
ción de la mente por la oración y los ejercicios espirituales y
el uso de virtudes religiosas, y con ello se esfuerza por ilus-
trar sus estudios. Los herejes maquinan siempre con su pa-
dre Satanás y con sus artimañas en pervertir con pésimas
artes las almas. La Compañía, como es su fin, se esfuerza
con la gracia de Cristo con todo medio eclesiástico que pue-
de competir a la humildad de su vocación allegar las almas
para su salvación y perfección. Los herejes suelen con gran-
de diligencia enseñar sus diabólicos catecismos. La Compa-
ñía por el contrario pone muy gran diligencia en enseñar el
catecismo católico y santo, mientras que manifiesta la obli-
gación de esto en sus votos. Los herejes abominan del Papa
y de la Sede Apostólica. Nosotros la reverenciamos también
por un particular voto solemne. Prohiben ellos la confesión
al sacerdote; nosotros no sólo enseñamos la necesidad de
ella, sino que aconsejamos eficazmente la frecuencia. Prohi-
ben las religiones antiguas; nosotros hemos creado una nue-
va y alabamos todas las antiguas. Quitan la intercesión y la
devoción a los santos, nosotros la seguimos con mucha dili-
gencia y la conservamos. Brevemente, en todos los dogmas
y vida enseñamos y vivimos al contrario de ellos, y es pro-
pio de nuestro instituto únicamente luchar contra la doctri-
na pestilente y la vida de los herejes.]

[78*c] [Y ved una señal de que la Compañía sea dedicada


por Dios especialmente contra los herejes, esto que os gus-
tará oír. En el año 1522 fue llamado por el Señor a la vida re-
ligiosa el P. Ignacio, y puede decirse que tomó la Compañía
su primer principio. Encontraréis que en el mismo tiempo y
aun año Martín Lutero, hombre turbulentísimo y diabólico,
comenzó a propósito a desvergonzarse y sembrar libros
pestilentísimos contra la Iglesia, el Papa y la verdad católi-
ca; y esto lo hizo después de haberse retirado y escondido
algunos meses, después de haber hablado con el emperador
Carlos en Worms en el año 21, en la dieta imperial, después
de haber dejado su diabólico receso. Se retiró el P. Ignacio a
Manresa a hacer penitencia y mientras aquel esparcía aque-
llos libros perniciosísimos, el P. Ignacio hacía ejercicios espi-
rituales y mediante ellos comenzó a ayudar a las almas, co-
mo si dijéramos: el demonio preparaba a su siervo para la
corrupción y perdición de las almas; Cristo al suyo para su
ayuda y salvación.]
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 179

[78*d] [Es un gran ministerio éste a favor de la Iglesia y


contra los herejes; y así hay que esperar abundante gracia
del Señor para hacerlo con eficacia y fruto. Es pues un gran
beneficio el que ha recibido del Señor Dios la Compañía el
haber sido elegida en tiempo de herejes especialmente para
defender la fe y la Iglesia santa de los ataques de aquellos; y
así vemos haberse servido Dios y la Sede Apostólica del
principio de la Compañía en el trabajo de los nuestros en-
viándolos con Legados Apostólicos a Alemania y después
también a Francia, y haberse fundado tantos colegios con
fruto singular en las partes septentrionales, Polonia, Alema-
nia superior e inferior, también en Francia. Lo cual es muy
desagradable para los herejes que claramente dicen infinitos
males de nosotros, pero Dios no les permite que hablen mal
sino de aquello que es sumo honor nuestro. No nos atacan y
gritan sino que somos hereticísimos, porque somos y ense-
ñamos con tanta constancia y eficacia contra ellos la verdad
católica y la Sede Apostólica. Y así suelen decir: "Son bue-
nos, son doctos, pero son muy papistas". Otras veces dicen
que enseñamos con arte mágica no siendo posible que en
tan poco tiempo salgan doctos nuestros escolares. Decía
Melancton a Jonás, un bellaco compañero de Lutero, con de-
sesperación: "Ay, doctor Jonás, qué hacemos, todo el mundo
está lleno de jesuítas". Y un príncipe luterano decía: "Si no
fuese por estos pésimos y diabólicos jesuítas, ya no habría
un papista en toda Alemania; estos son los que destruyen el
curso del Evangelio".]

[78*e] [Y como es muy desagradable a los herejes que es-


temos en Alemania, así es muy acepto a todos los católicos y
a la Sede Apostólica muy grato y muy deseado. Lo cual en-
tenderéis por un hecho de Pío IV, que expondré brevemen-
te. Encargó este Papa el cuidado del Seminario Romano a la
Compañía, no pretendiéndolo él, sino por necesidad. Esta
fue tomada como ocasión por ciertos clérigos romanos, los
cuales tomando como cabeza a un cierto obispo, provocaron
una tragedia contra la Compañía, diciendo que el gobierno
del seminario les pertenecía a ellos, no a los teatinos. Estos
fueron rechazados por Su Santidad; pero esparcieron mala
fama de nosotros y ésta llegó a Alemania. De lo cual siendo
advertidos algunos cardenales y Su Santidad, fue cosa ma-
ravillosa y extraordinaria cuánto se movieron, no pudiendo
sufrir que la buena estima de la Compañía padeciera alguna
nota en Alemania, y sabiendo el daño que se podría seguir.
Así con gran presteza mandó Su Santidad que se escribiesen
breves al Emperador y a otros prelados y príncipes católi-
180 JERÓNIMO NADAL, S.J.

eos, en los cuales se librase de toda nota a la Compañía y


fuese alabada su doctrina y vida religiosa, y considerados
como calumniadores cualesquiera que hubiesen esparcido
lo contrario; y todo esto sin saber ni cooperar la Compañía,
sólo por amor y celo que la Sede Apostólica ha siempre ma-
nifestado hacia la Compañía.]

[78*f] [No diré más sobre esto, y podría decir mucho más,
y no os maravilléis de esta excursión mía porque no puedo
disimular el celo por el honor de Dios y la salvación de los
tedescos contra la peste de los herejes; la cual concebí en
cuanto vi la perdición de tantas almas y el exterminio de
una nación tan grande, tan potente y tan noble, por un mal-
vado monje expulsado, furioso, borracho, endiablado. No
creo que haya nadie que haya visto tanta calamidad, y no
tenga el mismo celo y mayor que el mío.]

[79] Entre católicos también h e m o s de a y u d a r a esto; y así te-


n e m o s p a r t i c u l a r obligación de a y u d a r al Santo Oficio, p u e s
es instituido p a r a la defensa de la fe c o n t r a herejes y es éste
nuestro ministerio y oficio. Y d e b e m o s de serle afectados p a r -
ticularmente y a y u d a r l e en todo, p o r q u e n o sólo c o m o cristia-
nos, hijos de la Iglesia, tenemos a ello obligación; p e r o nuestra
religión n o s la p o n e n u e v a .

[80] E s también n u e s t r a religión instituida p a r a el a u m e n t o


d e la fe; lo cual se entiende p a r t i c u l a r m e n t e en la c o n v e r s i ó n
d e los infieles, los indios, turcos, m o r o s , judíos; p a r a a y u d a r
que la fe se a u m e n t e entre todos.
[80*] [Se pone este ministerio en segundo lugar porque
tiene gran dificultad y es muy necesario y fructuoso y con-
viene propiamente a la Compañía; porque siendo nosotros
ministros universales de la Iglesia y de la Sede Apostólica, y
siendo la conversión de los infieles cosa propia de la Sede
Apostólica, es muy conveniente que éste sea ministerio
nuestro, y realmente es un gran ministerio y de gran espe-
ranza y nos da gran consolación, el ser llamados a plantar
nuevas plantas en la Iglesia de Dios. Y entre estos infieles
también hay naciones obstinadísimas, casi no menos que los
herejes (como son los judíos y los mahometanos); más fáci-
les son los idólatras, y así estos se convierten más. Es de es-
perar también aquí gran gracia del Señor Dios para obrar en
tan difícil y peligroso ministerio.]
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 181

[81] Y en esta p a r t e bien tenéis e n t e n d i d o lo m u c h o que


nuestro Señor se h a servido de los nuestros en las Indias
[81*] [y el Japón, y hay un fruto especial de la Compañía
en aquellos lugares, porque siendo nuevas aquellas plantas
las podemos plantar a nuestro modo, con orden, con expo-
sición particular de la doctrina cristiana, mezclando en ella
la práctica devota y el gusto de las cosas espirituales, y de
esto se obtiene gran fruto, especialmente en el Japón. No es
preciso que me extienda en narrar cosas de la India.]

M e consuela m u c h o a m í la consideración del fruto q u e


se c o g e en las Indias y en A l e m a n i a y considero este n u e s t r o
c u e r p o p e q u e ñ o de n u e s t r a religión c o n alas, y las alas v e o
que son los nuestros que están en esas p a r t e s de las Indias y
en Alemania. Trabajan m á s , m e r e c e n m á s , sirven m á s a nues-
tro Señor, se o c u p a n en o b r a s d e g r a n valor, c o g e n m á s fruto
d e sus trabajos; y c o n estas alas vuela la C o m p a ñ í a . Y p o r és-
tos, tengo p a r a mí, a y u d a m u c h o nuestro Señor también a los
que a c á e s t a m o s , m á s quietos, m e n o s o c u p a d o s , y así c o n m e -
nos ocasión q u e ellos d e trabajar y merecer. P e r o , a lo m e n o s ,
t o d o s nosotros con nuestros deseos h e m o s de c a m i n a r a esto,
a defender y ensalzar y a u m e n t a r c o n t o d a s n u e s t r a s fuerzas
la santa fe católica. A esto nos m u e v e la c a r i d a d , que es la que
nos u n e con Dios.

[Nos animamos los de acá viendo el fervor, la consolación, el


espíritu y la gracia que da el Señor a aquellos tan numerosos,
y deseamos ser partícipes de sus trabajos y los ayudamos
con la oración, y nos ofrecemos de buen grado a aquellas mi-
siones. Y con todo, muchas veces sucede que por acá se en-
cuentran sus Indias. Hay también montañas y partes incul-
tas, etc. como se quiera. Roguemos a Dios por ellos.]

[82] Más: la C o m p a ñ í a es instituida p a r a el a p r o v e c h a m i e n -


to y instrucción de las almas en doctrina y v i d a cristiana; m á s :
instruirlas en la fe, a y u d a r l a s y ejercitarlas al a m o r del Señor.
7 6
A s í que la C o m p a ñ í a , c o m o se dice en el E x a m e n , n o es p a -
ra atender a sí a solas, sino p a r a p r o c u r a r c o n v i v o s deseos la
salud y perfección de las a l m a s , p o r las cuales m u r i ó Jesucris-
to nuestro Señor.

Examen [3].
182 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[83] N o es h e c h a la C o m p a ñ í a p a r a sí a solas; que p a r a este


fin n o fuera menester ni hubiera C o m p a ñ í a . L a oración y sole-
d a d , sin m e d i o s exteriores p a r a a y u d a r a las a l m a s , son p r o -
pias de las religiones monásticas, de los ermitaños, p e r o no de
n u e s t r o instituto. Quien quiere s i e m p r e oración, soledad; a
quien a g r a d a el rincón y huir de los h o m b r e s y el trato c o n
ellos p a r a aprovecharlos, n o es p a r a nuestra vocación. P a r a es-
te tal h a y cartujos y otras religiones d e monjes que v i v e n en
sus monasterios, c u y o fin y v o c a c i ó n es eso.

[84] L a nuestra m á s nos pide que a y u d a r n o s a nosotros. Y la


gracia de nuestra religión nos a y u d a a esto. Desengañaos, nin-
g u n o piense que en la C o m p a ñ í a le a y u d a Dios p a r a sí solo;
que p a r a él a solas le d a gracia, virtudes y otros dones espiri-
tuales. D a n u e s t r o Señor esto p a r a el fin de nuestro instituto,
que es p a r a la a y u d a de las almas. L a s letras, industrias, vir-
tud, el talento de predicar, confesar, d a r ejercicios, conversar,
leer y otras gracias de Dios nuestro Señor, n o os alcéis, h e r m a -
no, c o n ellas, [y cualquier otra gracia y ministerio, a u n d e c o -
adjutor t e m p o r a l , la da Dios p a r a a y u d a r a las almas; p o r q u e
también estos a y u d a n c o m o p u e d e n c o n oraciones y colo-
quios y h a c e n que los P a d r e s queden libres p a r a a y u d a r ] . N o
son p a r a v o s solo, sino p a r a que c o n ellas a y u d é i s al a p r o v e -
c h a m i e n t o de las almas. P a r a este fin, que es el fin de n u e s t r a
vocación, os las dan. Y, si p a r a v o s a solas las queréis, ni eso os
d a r á n t a m p o c o ; p o r q u e faltáis d e v u e s t r o instituto, faltáis d e
la obligación que tenéis a s e n t a d a c o n Dios. Y así n o os m a r a -
villéis, si os faltaren a v o s con lo que suelen a y u d a r a otros de
la C o m p a ñ í a . Habéis d e juntar el u n fin al otro; v u e s t r o a p r o -
v e c h a m i e n t o al del prójimo, que estos d o s oficios nuestros
n u n c a se d e s a p e g a n entre sí.

[85] Ved el m o d o de proceder de la C o m p a ñ í a , y entenderéis


esto. Yo estoy en casa u n p o c o , y allí m e a y u d o en la oración y
en otros ejercicios buenos que h a y en la C o m p a ñ í a . A q u í m e
a r m o p a r a salir a pelear contra los d e m o n i o s y vicios. Salgo
c o n esto a hablar al estudiante, a confesar, a predicar, a otro
cualquier ministerio que h e m o s p r o p u e s t o , o r d e n a d o p a r a el
a p r o v e c h a m i e n t o de las almas. E n este ministerio p r o c u r o de
hacer provecho, de moverle al a m o r de nuestro Señor y a la en-
m i e n d a de la vida; y h a c i e n d o esto p a r a la gloria de Dios con
su gracia y a y u d a , que nos la dará, pues trabajamos en nuestro
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1561 183

oficio, m e r e z c o , h a g o u n a obra de m i vocación y u n a obra d e


c a r i d a d g r a n d e , de g r a n merecimiento. Y con esto v e n g o m á s
dispuesto; que, pues he trabajado en servicio del Señor, c u a n -
d o v e n g o acá en la oración y en otros ejercicios que tengo p a r a
m i a p r o v e c h a m i e n t o , m e a p r o v e c h a r é m á s . Y de este a p r o v e -
chamiento mío m a y o r n a c e después e m p l e a r m e con m á s celo,
con m á s p u r a intención de la m a y o r gloria de Dios nuestro Se-
ñor, con m á s fruto de las almas, c o n m a y o r caridad.
[Lo mismo puede decirse de los escolares que se fortifican
con la oración y los sacramentos y la santa dirección e in-
tención de los estudios al fin de la Compañía mediante la
obediencia; y de aquí proceden al estudio, del cual vuelven
a las oraciones, etc. Así los coadjutores, de la oración a los
ministerios; así los novicios, cada uno a su modo, etc.]

77
Éste es el c í r c u l o que yo suelo decir h a y en los ministe-
rios de la C o m p a ñ í a . P o r lo que v o s hicisteis c o n el prójimo y
servísteis en ello a Dios, Dios os a y u d a m á s en casa en la ora-
ción y en las ocupaciones que tenéis p a r a vos; y esa a y u d a m a -
y o r h a c e que después con mejor á n i m o y con m á s p r o v e c h o os
ocupéis c o n el prójimo. De m a n e r a que u n ejercicio a veces
a y u d a al otro, y el otro a éste; y c o n esto en t o d o se c a m i n a
adelante de bien a mejor c o n el a p r o v e c h a m i e n t o de las virtu-
des, en el servicio divino, en el b u s c a r c a d a día m á s la m a y o r
gloria de la eterna b o n d a d , que es el fin de nuestra v o c a c i ó n y
instituto. El Señor nos dé gracia p a r a ello. A m é n .

a
18 PLÁTICA 4 - Fin de la Compañía
a
En Coimbra: Plática 4

1. D e l fin de la C o m p a ñ í a

[86] C o m e n z a m o s a decir en la plática p a s a d a del fin de nues-


tro instituto y a cuánto se extienda. Mostrábamos que nuestras
constituciones y nuestras bulas y nuestro instituto nos enseñan

7 7
P7España[147]; PUCoimbra[9]; P13Alcalá[239].
184 JERÓNIMO NADAL, S.J.

buscar en todo lo que se hiciere la m a y o r gloria de Dios y tener


este fin propuesto en todas nuestras cosas. Esto pertenece a la
caridad en cuanto tiene a Dios por objeto y a su fineza y perfec-
ción. L a caridad ordena las otras virtudes y operaciones de ellas
a la honra de Dios; y la m a y o r caridad, a m a y o r honra de Dios.
Q u e d a a h o r a de proseguir lo que en el fin de la plática p a s a d a
c o m e n c é de la caridad del prójimo, que busca su salud con de-
seos verdaderos, y busca también en esto su perfección.

[87] N o s p r o p o n e n nuestras bulas p a r a este fin, que la C o m -


pañía de su instituto se ha de ejercitar en la defensa y a u m e n -
to d e la fe c o n t r a los herejes, p a r a confundirlos y p a r a extir-
parlos. E s este oficio eclesiástico y siempre u s a d o y tenido p o r
de m u c h a i m p o r t a n c i a en la Iglesia santa; y también es insti-
tuida la C o m p a ñ í a p a r a la conversión d e los infieles, p a r a
a p r o v e c h a r a los prójimos; de m a n e r a que, c o m o en n u e s t r o
78
E x a m e n se d i c e , ha de p r o c u r a r el que es de la C o m p a ñ í a la
salvación d e los prójimos y la perfección con v i v o s y eficaces
deseos. L a v o c a c i ó n de la C o m p a ñ í a , la gracia que Dios le c o -
m u n i c a , n o es p a r a sí a solas; extiéndese al bien de los próji-
m o s . Quiso n u e s t r o Señor, y ésta fue su v o l u n t a d , d e fundar
esta religión, y de darle este fin y estas a y u d a s y estos m e d i o s
y ministerios que son p a r a conseguirle. Quiere que los de ella
n o sean p a r a sí a solas, n o sean sólo p a r a b u s c a r su propio
a p r o v e c h a m i e n t o y p a r a a y u d a r el del prójimo en las o r a c i o -
nes y sacrificios. Para solo esto n o fuera la C o m p a ñ í a . E s ésta
la p r o p i a gracia de este instituto a y u d a r n o s a nosotros y al
prójimo también. Antes se os d a a vos, h e r m a n o , esta particu-
lar gracia p a r a que c o n ella aprovechéis a v u e s t r o prójimo; y,
si en v o s falta este fin, n o esperéis las a y u d a s v u e s t r a s p a r -
ticulares p a r a el propio aprovechamiento, p o r q u e ya faltáis de
v u e s t r o instituto; y así también os h a de faltar la gracia que es
propia de él.

[88] A d v e r t i d aquí u n a c o s a que es m u y necesario entender-


la y tenerla en m u c h o . C u a n d o se declara o en las bulas o en
las Constituciones los ministerios que t e n e m o s p a r a a y u d a de
los prójimos, se p o n e n p a l a b r a s de v e h e m e n c i a , de eficacia y
de fervor. E n la bula: "sobre todo ha sido instituida", etc.; "prin-
cipalmente procure". En el E x a m e n : que h e m o s de b u s c a r n o só-
lo nuestra salvación, p e r o también intensamente la de los p r ó -

7 8
Examen [3].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 185

jimos. Y ¿qué pensáis que d e d u c i m o s d e esto? Q u e n o s llama


Dios c o n eficacia a este fin, con vivacidad. Y, ¿qué m á s ? Q u e la
a y u d a que p a r a esto se n o s d a (en la cual h e m o s de estribar)
c o r r e s p o n d e a la v o c a c i ó n y es también eficaz, copiosa y p a r a
m u c h o . N o p a r o a h o r a e n los defectos que se h a c e n en la eje-
cución de nuestros ministerios, que esos n a c e n de nuestra im-
perfección. Miro y o nuestra obligación, m i r o la a y u d a que p a -
ra ello n o s da Dios; y sin d u d a el tiempo está tal, h a y tantos y
tales e n e m i g o s de la Iglesia, está t o d o tan m a l p a r a d o , que m e
p e r s u a d o m u c h o a esta a y u d a que el Señor da ahora, g r a n d e y
eficaz, p a r a que c o n v i v o s deseos y de e n t r a ñ a s n o s e m p l e e -
m o s en c o s a t a n necesaria en estos tiempos. Y lo q u e digo de
nosotros, entiendo de t o d o s los religiosos, a quien n u n c a ex-
cluyo en estas cosas que tratamos. P o n g o ejemplo en nosotros,
p o r q u e t r a t a m o s de nuestro p r o p i o instituto.

[89] Dice p u e s el E x a m e n , q u e h e m o s d e a t e n d e r n o sólo a


nuestra salud c o n la divina gracia, p e r o también c o n la m i s m a
gracia a la d e los prójimos. N o t a d aquí c ó m o se h a n de juntar
la gracia y el libre albedrío, que es doctrina p a r a estos tiempos
m u y necesaria; c ó m o nuestras o b r a s y merecimientos h a n d e
estribar e n la g r a c i a del Señor. A ñ á d e s e m á s : que n o sólo he-
m o s de p r o c u r a r p a r a nosotros la salud, p e r o la perfección de
ella. L a salud y la v i d a del a l m a es la caridad; las o b r a s d e la
c a r i d a d son sobrenaturales y divinas, que p o r ellas se m e r e c e
la vida eterna, la gloria de Dios: g r a n cosa, excelente d o n es la
c a r i d a d . L a salud, p u e s , del a l m a consiste en la c a r i d a d , en
g u a r d a r los m a n d a m i e n t o s d e Dios, en n o pecar.

[90] L a perfección que b u s c a m o s , ¿cuál pensáis que es? N o


es la p o b r e z a , ni la castidad, ni la obediencia, ni las otras vir-
tudes; que, a u n q u e tengan ellas en su género sus perfecciones,
p e r o n o está p u e s t a en ellas la perfección de la v i d a cristiana.
M á s os digo: ni en las obras de la fe, ni de la esperanza, con ser
estas virtudes divinas y puestas p o r m a n o de Dios e n el a l m a
cristiana. P e r o así c o m o la salud n u e s t r a y n u e s t r a v i d a espi-
ritual consiste e n la c a r i d a d así también la perfección; y cuan-
to u n o tiene m á s c a r i d a d y m a y o r e s operaciones de ella, tanto
es m á s perfecto. P o r las otras virtudes con la c a r i d a d y o p e r a -
ciones de ellas se a u m e n t a la c a r i d a d y ellas m i s m a s crecen; y
la c a r i d a d d a a ellas la v i d a y ser divino, h a c e que sus obras
sean de v a l o r delante de Dios nuestro Señor; y de esta m a n e r a
186 JERÓNIMO NADAL, S.J.

a y u d a la c a r i d a d a las otras virtudes, de las cuales es también


a y u d a d a p a r a su perfección. Y esta perfección h e m o s dicho
79
ser propia obra del e s t a d o de la r e l i g i ó n .

[91] L l a m a Dios a u n h o m b r e que está en el siglo en p e c a d o s


y en ocasiones y peligros de ellos, le a y u d a p a r a que salga de
aquel m a l vivir, p a r a que se convierta a sí, y se disponga a la
gracia y caridad que es la salud del alma, le a y u d a finalmente
nuestro Señor p a r a que g u a r d e su santa ley, y si u n o es de tal
m a n e r a , y a este tal tendrá caridad y se g u a r d a r á de p e c a r m o r -
talmente y estará en estado de salud y de salvación. L a religión
a esto que digo a ñ a d e el estado de perfección, p a r a la cual tie-
ne m u c h a s y m u y especiales a y u d a s de votos, reglas, constitu-
ciones y de otros ejercicios que son a c o m o d a d o s al fin dicho.

[92] D e d u c i m o s de aquí que la p r i m e r a obra de u n o que en-


tra en religión es p r o c u r a r d e p o n e r s e en e s t a d o de salvación
y huir los p e c a d o s m o r t a l e s . E n el religioso a quien h a h e c h o
Dios tan especiales favores y regalos, a quien h a p r e v e n i d o
tan p a r t i c u l a r m e n t e con s u gracia, n o h a de h a b e r m e m o r i a
de p e c a d o m o r t a l . Al p e c a d o m o r t a l , abominarle; cosa de ene-
m i s t a d c o n Dios, a quien se h a d e c o n o c e r el religioso p o r tan
obligado p a r t i c u l a r m e n t e , n o se le h a d e d a r e n t r a d a alguna.
Y n o penséis que p o r eso digo q u e los religiosos s e a n confir-
m a d o s en gracia; antes, h e r m a n o s , m i e n t r a s m á s p e n s á r e m o s
n u e s t r a flaqueza y c o n o c i é r e m o s delante de la m a j e s t a d de
Dios lo p o c o que s o m o s y v a l e m o s de n o s o t r o s m i s m o s , m á s
s e g u r o s e s t a r e m o s . Si n o s tienta el d e m o n i o , si n o s a c o m e t e n
n u e s t r o s e n e m i g o s , a c u d i m o s a Dios c o n h u m i l d a d , c o n c o -
nocimiento de n u e s t r a pobreza. Él es nuestro a m p a r o y n u e s -
tra a y u d a y s o c o r r o en n u e s t r a s necesidades; en su miseri-
cordia y b o n d a d tienen p u e s t a su confianza los que c o n o c e n
su p r o p i a miseria.

[93] Y m á s : habéis de advertir u n a cosa; que los m i s m o s ejer-


cicios que tiene la religión o r d e n a d o s p a r a alcanzar la perfec-
ción, esos m i s m o s son m e d i o s p a r a p r e s e r v a r de pecar. L a s
obras de c a r i d a d en que se ejercitan los religiosos, las a y u d a s
de Dios tan particulares que tienen los que le sirven y se e m -
plean en el cumplimiento de su divina voluntad, son g r a n d e s
a m p a r o s contra todas las tentaciones; m á s la frecuencia de los

7 9
PlAlcalá[14-15].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 187

80
s a c r a m e n t o s , el confesar y c o m u l g a r c a d a o c h o d í a s , tantas
81
veces confesiones g e n e r a l e s , el e x a m e n ordinario de la con-
8 2
ciencia , la oración y la familiaridad en las cosas espirituales
y, al fin, el trato que se tiene de la renovación interior, que to-
d o s éstos son m e d i o s eclesiásticos y santos, n o sólo a y u d a n
p a r a la perfección, p e r o son también saludables r e m e d i o s y
defensas contra el p e c a d o . Y así el que de veras p r o c u r a la per-
fección y se ejercita c o n diligencia en los m e d i o s d e ella, este
tal b u s c a también su salud y h u y e los pecados. H e aquí la gra-
cia de la religión, la obligación que tienen los que h a l l a m a d o
Dios n u e s t r o Señor a este estado, que es de b u s c a r la perfec-
ción de la caridad.

[94] Veamos a h o r a m á s en particular d e la gracia que es p r o -


pia de esta nuestra religión, a la cual nos h a hecho nuestro Se-
ñ o r misericordia de traernos. El fin y los m e d i o s que tiene es-
te instituto nos d a r á n a c o n o c e r lo que digo. Hay, h e r m a n o s ,
m u c h a diversidad y diferencias de esta gracia y a y u d a que
Dios nuestro Señor d a a las religiones. L a religión de S. F r a n -
cisco religión es, y excelente; g r a n fin tiene, y así tiene también
g r a n d e gracia y a y u d a de Dios nuestro Señor p a r a él. L a de S.
D o m i n g o también religión es excelente; y tiene esta v o c a c i ó n
especial gracia, c o m o es especial vocación. L a nuestra, religión
es instituida p o r a u t o r i d a d apostólica en la Iglesia católica; y
c o m o es especial religión tiene su gracia particular. P o n d r e -
m o s u n ejemplo, p a r a que entendáis esta diferencia y diversi-
d a d d e la g r a c i a del Señor, que el Apóstol llama multiforme.
L o s s a c r a m e n t o s todos en esto convienen, que d a n gracia; y
esta gracia de los s a c r a m e n t o s tiene diversidad y es de m u -
c h a s m a n e r a s , c o m o son también las obras y efectos que los
s a c r a m e n t o s h a c e n en el alma. El b a u t i s m o justifica y d a g r a -
cia; p e r o tiene esta particularidad, que r e n u e v a al h o m b r e , es
principio de otra vida; y así llaman los santos a esta gracia re-
nascencia o regeneración. L a confirmación d a también gracia
al h o m b r e , c o m o lo h a c e n todos los sacramentos de la ley nue-
va; p e r o lo propio de este s a c r a m e n t o es confortar al h o m b r e ,
a r m a r l e y fortalecerle c o n t r a las tentaciones de los e n e m i g o s
de Dios y de la fe. El santísimo s a c r a m e n t o de la Eucaristía

8 0
Examen [80]; Co [261,343].
81
Examen [65,98]; Co [200,551].
8 2
Co [261,342].
188 JERÓNIMO NADAL, S.J.

apacienta y mantiene al alma, consuela, d a hartura, d a a u m e n -


to d e virtudes y conforta al h o m b r e este m a n j a r del cielo. L a
penitencia sana al alma doliente de los pecados, la cura y es su
medicina. Y así p o d r í a m o s especificar en los otros sacramentos
que quedan; que, c o n ser en esto semejantes, que d a n gracia,
tienen con todo esto particulares efectos de ella. Así también lo
habéis de entender en las religiones: t o d a s convienen en esto,
que tienen gracia de religión, a y u d a del Señor p a r a el estado
de perfección a que son llamadas; p e r o a c a d a una se reparte
esta gracia con la particular que pide el fin que tiene y los m e -
dios que le h a n d a d o p a r a este fin y m o d o de proceder. Y c o m o
en éstos h a y propiedad en c a d a una religión y diferencia de las
otras, así lo h a y también en las a y u d a s de la gracia que a ellas
83
les c o m u n i c a Dios nuestro S e ñ o r .

[95] L l a m a Dios a la C o m p a ñ í a y dale este fin, que se emplee


t o d a en el a y u d a del prójimo y éste es a s u n t o p r o p i o suyo.
¿ Q u é d e d u c i m o s de aquí? Q u e tenemos también para este fin
propia a y u d a de nuestro Señor, y que nos a y u d a r á particular-
m e n t e y nos favorecerá p a r a conseguirle p o r nuestros medios.
Todas estas gracias que os he dicho de Dios d o n e s son suyos,
a El nos llevan c o m o a fin nuestro; a u n q u e sean en sí diferen-
tes, en esto convienen. L a s vocaciones que h a y en la Iglesia c a -
tólica n o son t o d a s de u n a m a n e r a ; h a y en ellas v a r i e d a d que
h e r m o s e a la Iglesia. L a h a y en sus fines; la h a y en los ministe-
rios; la h a y también en la gracia, con c u y a a y u d a se o r d e n a r o n
las religiones y se h a n de p r o c u r a r sus fines y de ejercitarse en
sus medios. Así que, h e r m a n o s míos, c o n la divina gracia, con
ésta que el Señor nos d a particularmente, h e m o s de e m p l e a r -
n o s t o d o s c o n g r a n á n i m o , d e v e r a s , en los ministerios d e
nuestro instituto, confiando en la a y u d a del Señor. G r a n con-
suelo nos h a de d a r p e n s a r en esto, y m u c h o v a l d r á esta c o n -
sideración p a r a quitar d e s m a y o s d e algunos, c u a n d o son
puestos p o r la obediencia en algún ministerio d e los que son
propios a la C o m p a ñ í a .
8 4
[96] Dice adelante el E x a m e n , que n o solamente h e m o s de
a t e n d e r a n u e s t r a salud y perfección c o n la gracia del Señor,
m a s con la m i s m a intensamente a la salud y perfección d e los
prójimos. L o que la bula decía: sobre todo y principalmente, de-

PlEspaña[6].
Examen [3].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 189

clara el E x a m e n en estas palabras: "no solamente, m a s " . Veis


aquí el b l a n c o d e t o d a la C o m p a ñ í a , su a s u n t o principal, la
obra y el negocio que el Señor le h a e n c o m e n d a d o . Y advertid
lo que dice: "mas c o n la m i s m a gracia". N o es diferente la que
os d a Dios p a r a v o s y con la que habéis de a y u d a r al prójimo,
todo es u n m i s m o oficio; p a r a eso os a y u d a nuestro Señor y os
c o m u n i c a sus dones, p a r a que os empleéis mejor en lo que es
p r o p i o de v u e s t r o instituto.

[97] A ñ a d e m á s el E x a m e n : "intensamente". M i r a d c o n qué


fuerza se n o s p r o p o n e n u e s t r o fin; m i r a d a q u é n o s obliga
nuestra vocación. N o p i d e la C o m p a ñ í a ociosos h o m b r e s que
tengan las m a n o s en el seno, tibios, remisos en adquirir el fin
de su vocación. N o pide eso n u e s t r o instituto ( c o m o veis) y
p o r consiguiente la gracia del Señor nos a y u d a a que c o n her-
vor, c o n deseos vivos, con vivacidad de la c a r i d a d , a t e n d a m o s
a los ministerios d e la C o m p a ñ í a . Así que, h e r m a n o s , c o n es-
ta misericordia del Señor os habéis de a n i m a r m u c h o y esfor-
zaros a b u s c a r la perfección d e la c a r i d a d y d e las otras virtu-
d e s que a ella a y u d a n y sirven, y de los otros ejercicios y
ministerios que la C o m p a ñ í a os p o n e delante p a r a el a p r o v e -
c h a m i e n t o del prójimo y p a r a a u m e n t o de v u e s t r a perfección;
y a n i m a r o s a b u s c a r s i e m p r e la m a y o r h o n r a d e Dios y servi-
cio suyo, y p a r a con el prójimo su m a y o r a p r o v e c h a m i e n t o . Y
a esto n o s h a d e m o v e r lo p r i m e r o , que es la m a y o r gloria de
Dios. P o r q u e veáis la subordinación de estos fines, el m a y o r
p r o v e c h o d e las a l m a s es m a y o r servicio divino; y tanto m á s
Dios se sirve y se a u m e n t a su h o n r a , c u a n t o en los prójimos se
h a c e m á s fruto, c u y a salvación tanto su divina Majestad apre-
ció y a m ó .

[98] Tenía n u e s t r o P a d r e Ignacio una g r a n d e z a de á n i m o ,


85
u n a m a g n a n i m i d a d c r i s t i a n a p a r a c o n la a y u d a de Dios e m -
p r e n d e r cosas excelentes y g r a n d e s y de perfección, c o m o veis
son éstas q u e os h e dicho d e la C o m p a ñ í a . N o e r a esta m a g -
n a n i m i d a d a r r o g a n c i a o presunción de sus fuerzas; ni t a m p o -
c o h a de ser en los que son de la C o m p a ñ í a , a quien es esta
v i r t u d m u y necesaria. P e r o h a d e ser el f u n d a m e n t o de esta
virtud la h u m i l d a d , el p r o p i o conocimiento, el tener entendi-
d o lo que s o m o s de v e r d a d , nuestra flaqueza, lo que s o m o s de

8 5
PlEspaña[9]; P2Alcalá[38]; P3Alcalá[60,69].
190 JERÓNIMO NADAL, S.J.

nosotros, que lo bueno es de Dios, que tenemos en t o d o nece-


sidad de Dios, de quien h e m o s de depender, en c u y a a y u d a y
gracia h a de estar puesta nuestra confianza. L a eficacia, la vir-
tud del h o m b r e p a r a obrar bien, de Dios viene, El la c o m u n i -
ca; y así ha de ser d a d a la gloria a Dios del bien que se hiciere.
En Dios haremos proezas, en Dios, con su a y u d a y a m p a r o , e m -
p r e n d e r e m o s la virtud. Y así veréis c u a n familiarmente usa
nuestro P a d r e en lo que escribió y platicó el decir "en el Señor
86
n u e s t r o " . D e m a n e r a , h e r m a n o s , que h e m o s de ser en noso-
tros humildes, despreciados, viles, c o m o quien se conoce que
es p a r a tan poco; p e r o en Dios, c o n su virtud y c o n su gracia,
animosos, esforzados p a r a e m p r e n d e r g r a n d e s cosas en su
servicio. Si Dios es n u e s t r a a y u d a , ¿qué h a y que t e m e r ?
¿Quién p o d r á resistir a la v o l u n t a d de Dios? Esta h a d e ser,
h e r m a n o s , la c a u s a de nuestra m a g n a n i m i d a d y esfuerzo, áni-
m o g r a n d e y fortaleza, n o d e s m a y o s que quitan la g a n a del
obrar en la C o m p a ñ í a .

[99] Ved a h o r a lo que se sigue en el E x a m e n , que n o sólo he-


m o s , de b u s c a r n u e s t r a salud y perfección, p e r o intensamen-
te c o n la a y u d a d e la divina gracia p r o c u r a r la salud y la per-
fección del prójimo, que ( c o m o os he dicho) es el blanco de la
C o m p a ñ í a . Así que n o nos h e m o s de contentar c o n v e r al p r ó -
jimo salido del p e c a d o o del m a l estado. A ú n m á s : h e m o s d e
procurar ayudarle a m a y o r perfección, según sus fuerzas y c a -
pacidad.

P a r a i m p r i m i r en nosotros este celo del a p r o v e c h a m i e n -


to de las almas a y u d a m u c h o que consideréis c u á n t o i m p o r t a
salvar un alma, c u á n t o Dios la estime, que con precio tan c a r o
de su preciosa sangre d e r r a m a d a en la c r u z la redimió; es c o -
87
sa, h e r m a n o s , inestimable , que u n a a l m a se pierda, a l m a p o r
la cual dio Dios p o r bien e m p l e a d o morir. N o se p u e d e sufrir
¡que m u e r a Dios p o r u n a a l m a , c u y o s méritos fueron delante
del P a d r e E t e r n o de infinito valor, y verla y o ir a p e r d e r s e en
el infierno p e r p e t u a m e n t e , y que la p u e d a a y u d a r , siendo és-
te m i instituto, y que n o lo haga! A y u d e m o s al prójimo, tenga-
m o s en m u c h o este ministerio, p a r a que estas a l m a s redimi-
d a s p o r Cristo n u e s t r o Señor n o p i e r d a n el fruto de la pasión

8 6
P6España[121].
8 7
En el sentido etimológico de "algo que no puede estimarse sufi-
cientemente".
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 191

p o r culpa y descuido. Esto n o s ha de a y u d a r m u c h o p a r a que


n o nos c o n t e n t e m o s con p o c o en el a p r o v e c h a m i e n t o del p r ó -
jimo. L a c a r i d a d , que se extiende a m u c h o , pide y n o s incita a
que a y u d e m o s al prójimo a la perfección, al m a y o r a p r o v e -
c h a m i e n t o s u y o , s e g ú n su e s t a d o y disposición que en él c o -
nociéremos, con p r u d e n c i a y discreción cristiana. Esto nos pi-
de la caridad. A q u í h e m o s de p r o c u r a r caminar.

[100] Y, si bien lo miráis, esto se practica en la C o m p a ñ í a de


ordinario. E x h o r t a m o s a u n o a que h a g a ejercicios y en ellos se
confiese generalmente; veis que a esto n o estaba obligado, que
es esto lo mejor; que esto llamo y o perfección, n o sólo de esta-
do, sino de obras, con los que c o m ú n m e n t e tratamos; que u s e n
e x a m i n a r sus conciencias, que tengan u n p o c o de oración, que
se extiendan de la ordinaria obligación en las obras de caridad,
que visiten pobres, que entiendan en obras de misericordia,
más, que frecuenten los s a c r a m e n t o s de la confesión y c o m u -
nión. Q u e es t o d o esto obras d e perfección, obras d e consejo,
de supererogación; y las que nosotros t r a t a m o s de e x a m e n , de
oración. Y a u n q u e y o con r a z ó n h u m a n a y artificios no le he de
persuadir a estado d e perfección, c o m o es el d e la religión, es-
pecialmente particular, p e r o le p o n g o en el c a m i n o , quito los
impedimentos que p u e d e tener p a r a conocer las mociones del
88
Señor y su vocación; y p a r a esto a y u d a n los e j e r c i c i o s y con-
versaciones espirituales y todas las otras obras dichas que
aconsejamos ordinariamente alabando la perfección y consejos
89
de C r i s t o . Veis luego c ó m o nuestra p r á c t i c a es tratar de la
perfección del prójimo, cuanto fuere él c a p a z en su vida y dis-
posición. Y en esto h a de haber discreción espiritual, consulta
con superiores y, al fin, m u c h o tiento, principalmente en casa-
dos y otros que tengan estado de vida. Este es nuestro fin, ocu-
p a r n o s en el a p r o v e c h a m i e n t o del prójimo, de la m a n e r a que
habéis visto, que nuestro E x a m e n lo propone.

2. D e los m i n i s t e r i o s p a r a o b t e n e r el fin

[101] A este fin principal h a y otros fines m á s cercanos y p r ó -


x i m o s que le son subordinados, que son c o m o m e d i o s p a r a al-

88
Ej [15].
89
De ello trata largamente en P6Austria[23-30].
192 JERÓNIMO NADAL, S.J.

canzarle. Estos m e d i o s nuestros son actos d e la c a r i d a d que se


d e r i v a n de su m i s m o fin, son ministerios eclesiásticos u s a d o s
y a p r o b a d o s en la Iglesia, la predicación, lección y cualquier
otro ejercicio d o n d e se enseña la p a l a b r a divina, los ejercicios
espirituales, e n s e ñ a r la d o c t r i n a cristiana, a d m i n i s t r a r s a c r a -
mentos; e n los cuales se contienen los otros ejercicios y minis-
terios espirituales, si a l g u n o s hay, a d e m á s d e estos, p a r a la
90
a y u d a del p r ó j i m o .

[102] A d v e r t i d u n a c o s a q u e h a c e m u c h o al c a s o p a r a nues-
tra consolación: que t o d o s estos ministerios eclesiásticos, t a n
g r a n d e s y d e tanta i m p o r t a n c i a en la Iglesia d e Dios, nos con-
vienen a nosotros p o r n u e s t r o instituto, son propios d e nues-
tra v o c a c i ó n , son d e n u e s t r a regla; d e m a n e r a que los d e la
C o m p a ñ í a son p r e d i c a d o r e s p o r su regla, son confesores, son
lectores, etc., y ejercitan estos otros ministerios que son p a r a la
a y u d a d e las almas. Y el pontífice d e la Iglesia universal, el P a -
p a , c u y o es este oficio, m e d e c l a r a a m í ser estos ejercicios d e
m i v o c a c i ó n , ser la C o m p a ñ í a religión l l a m a d a d e Dios nues-
tro Señor p a r a e m p l e a r s e e n estos ministerios. Y, p o r consi-
guiente, m e declara que p a r a ellos t e n e m o s a y u d a d e su divi-
n a Majestad m u y especial.

Y así h e m o s d e estar m u y a n i m a d o s p a r a el ejercicio d e


ellos, n o a p o c a r n o s ni envilecer n u e s t r o ánimo; antes estri-
b a n d o en esta a y u d a tan p a r t i c u l a r d e Dios nuestro Señor es-
forzarnos a c a m i n a r a la perfección y e m p r e n d e r los g r a n d e s
ministerios que la C o m p a ñ í a tiene d e su m i s m a institución, y
así también favor y g r a c i a especial p a r a cumplirlos. De m a n e -
r a que el p r e d i c a d o r , a quien la obediencia h a p u e s t o e n este
oficio, tiene d e n u e s t r o Señor su a y u d a especial p a r a ejercitar-
lo a gloria s u y a , y e n ésa h a d e ir m u y confiado. El confesor
p a r a confesar; el que enseña doctrina, p a r a su ministerio; y c a -
d a u n o p a r a aquel oficio que es p r o p i o d e n u e s t r a religión, y
e n que le p o n e la obediencia.

[103] El p r i m e r oficio es d e predicar; el otro, d e leer al p u e -


blo. R e p a r t i m o s el enseñar al pueblo en estos d o s oficios, p o r -
que h a y algunos que tienen talento p a r a u n o , otros p a r a otro.
El talento d e mover, excitar afectos, es propio del predicar. P a -
r a leer n o es m e n e s t e r m o v e r tanto. Basta instruir y enseñar.

Regimini militantis, 1; y más en concreto Exposcit debitum, I.


IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1561 193

L a acción y el espíritu y v e h e m e n c i a es p r o p i o del ministerio


d e la predicación; el leer n o pide tanto, a u n q u e s u a v e m e n t e se
9 1
p u e d e y debe h a c e r . Así que h a b r á predicadores y lectores; y
la lección es m e d i o m u y u s a d o en la Iglesia siempre. Y en la
C o m p a ñ í a se u s a d e ordinario leer u n evangelio, u n a epístola
d e S. Pablo, o u n s a l m o , o otra c o s a d e la Escritura, a c o m o -
d á n d o s e al pueblo y al auditorio p a r a instrucción suya, y p a r a
informarlos d e lo que les conviene hacer.
91
[104] A ñ a d e la bula: y cualquier otro ministerio de la palabra .
También v e m o s c a d a día la p r á c t i c a d e esto, y que h a y m u -
c h o s que en esta p a r t e tienen a y u d a particular d e nuestro Se-
ñor p a r a a p r o v e c h a r al prójimo en pláticas y e x h o r t a c i o n e s
particulares, q u e es u n a c o n v e r s a c i ó n p a r t i c u l a r d o n d e se
9 3
m u e v e n fácilmente a bien obrar . También e n el confesar se
ejercita este ministerio, d o n d e en particular se d e c l a r a n m u -
chas cosas pertenecientes a la conciencia y instrucción del p e -
nitente; u n a s veces, c o m o p a d r e , a t r a y é n d o l e c o n b l a n d u r a s ;
otras v e c e s e s p a n t á n d o l e c o m o juez, y reprendiéndole; y, c o -
94
m o m é d i c o , aplicándole el r e m e d i o d e sus e n f e r m e d a d e s .
También en los ejercicios espirituales se declara la palabra di-
vina; y a este m e d i o h a d a d o n u e s t r o Señor m u c h a eficacia e n
la C o m p a ñ í a , c o m o el P a d r e Ignacio lo dice e n las Constitu-
9 5
ciones . Y es d e m u c h a consolación que n o s h a y a d a d o Dios
9 6
este m o d o d e o r a c i ó n p a r a n o s o t r o s y p a r a a p r o v e c h a r a
otros, y h a y a querido que fuesen a p r o b a d o s p o r la Sede A p o s -
tólica y p u e s t o s p o r la m i s m a entre los otros ministerios espi-
rituales p a r a c u y a a d m i n i s t r a c i ó n Dios n u e s t r o Señor h a o r -
9 7
d e n a d o la C o m p a ñ í a . Y a u n q u e esta p a l a b r a ejercicios
espirituales, que está en la bula, se extienda a m u c h a s c o s a s ,
p e r o en p a r t i c u l a r y p r i n c i p a l m e n t e la p o d e m o s e n t e n d e r d e
los ejercicios que la C o m p a ñ í a tiene.

Más, la doctrina cristiana. Esta se entiende n o c u a n d o se


lee o se predica, p e r o c u a n d o se enseña a los r u d o s llanamen-

91
P6Austria[19].
92
Según Exposcit debitum, I, más explícita en esto que Regimini mili-
tantis, I.
93
P4Coimbra[17]; P14Coimbra[25-28]; P6Austria[23-28].
94
P6Austria[50-65].
95
Co[408].
96
P14Alcalá[287]; P6Austria[36-43].
97
P2Alcalá[34]; P10Coimbra[3]; P2Colonia[21]; P6Austria[36].
194 JERÓNIMO NADAL, S.J.

te, a c o m o d á n d o s e a la disposición d e los que no la saben.


También en el v o t o solemne del profeso, de la obediencia, y en
el v o t o del coadjutor espiritual se especifica este ministerio de
enseñar la doctrina a los niños y r u d o s , p a r a que se h a g a c o n
98
m á s diligencia y d e v o c i ó n .
[105] M á s , se o c u p a la C o m p a ñ í a en confesar y administrar
el s a c r a m e n t o de la penitencia y el de la Eucaristía y otros sa-
c r a m e n t o s . N o entendáis orden y confirmación, que ésos son
r e s e r v a d o s al obispo; sino que, s e g ú n nuestro instituto y sus
gracias, p o d í a m o s bautizar, ungir, etc. P e r o no lo h a c e m o s p o r
n o estorbar el o r d e n jerárquico de la Iglesia y pervertir el ofi-
cio de los ordinarios, a quien v e n i m o s a a y u d a r y servir, n o a
estorbar. Sólo d o n d e n o h a y quien lo h a g a y h a y necesidad de
h a c e r s e c o m o en la India, p o d e m o s hacerlo y lo u s a m o s , y
p o r q u e en estos otros s a c r a m e n t o s , en lo que toca a su a d m i -
nistración, n o son así o r d e n a d o s a tanto a p r o v e c h a m i e n t o d e
las almas c o m o los dos sobredichos.
[106] Al fin d e t o d o se p o n e n las obras de misericordia en
que se ejercita la C o m p a ñ í a , c o m o en visitar hospitales y ser-
virlos, visitar cárceles, h a c e r p a c e s y t o d a s obras de c a r i d a d ,
espirituales y corporales, en las cuales nuestro Señor consuela
m u c h o a los que las tratan, y p o r su gracia se c o g e de ellas
m u c h o fruto p a r a las almas.

a
19 PLÁTICA 5 - Conocer la Compañía
a
En Coimbra: Plática 5

1. A l g u n o s p r i n c i p i o s p a r a c o n o c e r la C o m p a ñ í a

[107] T r a t á b a m o s d e c o n o c e r nuestro instituto, y p a r a eso


p u s i m o s delante el fin que tiene; porque en las cosas morales,
de aquí se h a d e t o m a r la noticia de ellas. A h o r a , en esta plá-
tica, con la gracia divina diremos otros m e d i o s p a r a conocer lo
mismo.

9 8
Co [527-532,535].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 195

A y u d a m u c h o p a r a c o n o c e r qué c o s a es la C o m p a ñ í a
considerar c a d a u n o el discurso que t u v o p a r a su v o c a c i ó n ,
c ó m o le sacó Dios del siglo. Os diré lo que p a s a de ordinario.
Yo estaba en el siglo y en él era m a l o , y m e llamó Dios a reli-
gión sin y o merecerlo. M e trajo a la C o m p a ñ í a p o r su gracia y
misericordia. Esta p r i m e r a vocación, a lo m e n o s en mí, bien
cierto estoy que fue sin merecerla p o r q u e antes estaba con dis-
posición contraria y r e p u g n a n c i a a ser religioso ". P a r a este
l l a m a m i e n t o m í o m e dio Dios m e d i o s que fueron los ejerci-
cios; esto fue d e s p e r t a r m i a l m a e incitarla a lo bueno. Y esto
m i s m o h a c e n u e s t r o Señor c o n su infinita providencia, c o n
inspiraciones y c o n otros m e d i o s diversos que c a d a u n o sabe.

[108] Esta vocación de la religión m e parece a m í que se re-


suelve en aquel consejo de Cristo, que dio a aquel mancebo: Si
quieres ser perfecto, una cosa te falta, etc. U n a cosa te falta, dice
Cristo nuestro Señor, p a r a la perfección: este m e d i o que y o
quiero que sea p a r a alcanzarla con facilidad. Esto es principio
de religión, de estado p a r a alcanzar la perfección fácilmente,
con m u c h a s a y u d a s de costa. Veis aquí d ó n d e Dios despierta y
llama. Si quieres, ésta es ya moción e inclinación que nuestro Se-
ñ o r obra en nuestras almas; y así declara Dios su voluntad.
¿Qué es lo que el h o m b r e debe de h a c e r c u a n d o Dios le llama,
y p o r interiores inspiraciones le p r o p o n e su santísima volun-
t a d ? N o ha de h a c e r c o m o aquel m a n c e b o , de quien dice el
evangelio que se fue triste sino responder a la inspiración de
Dios. Y ésta es n u e v a m e r c e d de Dios, que quite las tinieblas de
nuestro entendimiento y ablande las durezas de nuestra v o -
luntad y nos muestre el c a m i n o de su divina voluntad, y dé
gusto en el corazón y consolación p a r a que consienta, p a r a que
diga sí, y quiera v e n d e r lo que tengo, renunciar los bienes tem-
porales, seguir a Cristo p o r pobreza, castidad y obediencia; que
ésta es la legítima exposición de este consejo evangélico, según
el sentido de la Iglesia. C u a n d o el a l m a h a consentido en esto,
luego se sigue u n gran sosiego, tranquilidad y consuelo; enton-
ces v a bien, y se concluye la vocación con eficacia d e la gracia.

Este discurso que veis, es u n principio g r a n d e p a r a cono-


cer la C o m p a ñ í a y c o n o c e r c ó m o os a p r o v e c h a r é i s en ella. L a
gracia del Señor y su vocación es eficaz, crece hasta la perfec-
ción. H a c e d v o s principio d e esta gracia y obedeced, c o m o c o -

9 9
PlCoimbra[ll].
196 JERÓNIMO NADAL, S.J.

menzasteis; c o r r e s p o n d e d siempre y no falte p o r v u e s t r a p a r -


te, y veréis c ó m o t o d o os será fácil y con s u a v i d a d de espíritu
seréis g u i a d o en todo.
[109] H a y otro principio, otro m e d i o p a r a este m i s m o fin,
b u e n o y universal, que es el amor. Esto p r a c t i c a n m u c h o los
h o m b r e s espirituales y que tratan d e oración. N o h a y cosa que
tanto a y u d e a c o n o c e r otra c o m o amarla. ¿ A m á i s la filosofía?
¿ Q u é se seguirá d e esto? Q u e la conozcáis, si n o h a y impedi-
m e n t o alguno. Y la c a u s a es que lo que y o a m o p r o c u r o d e
conseguirlo, aunque m e cueste trabajo. El a m o r m u e v e a la a c -
ción. E s m e n e s t e r estudio, diligencia, trabajo; y lo p o n g o p o r
ejecución, p o r q u e el a m o r es eficaz, tiene viveza en lo que
aprehende. Vamos al s u m o amor, que es de Dios. ¿Queréis te-
ner conocimiento particular de Dios? A m a d l e , repose vuestro
c o r a z ó n en El; a m a d l e p o r q u e es Dios. Al que m e a m a r e , dice
el Señor, Yo mismo me le manifestaré: y o le descubriré mis secre-
tos, y o le m o s t r a r é lo necesario, lo que le c u m p l e y le h a de
a y u d a r p a r a su salvación y perfección. Guiaos p o r este a m o r
divino y n o pecaréis. El que ha nacido de Dios, no peca. Dice
S. Juan que n o p e c a n los hijos de Dios, los que tienen caridad.
N o entendáis que todos los justos están c o n f i r m a d o s en g r a -
cia, que esto lo p u e d e h a c e r Dios y lo h a h e c h o c o n algunos de
los santos, c o m o con los Apóstoles; p e r o n o lo h a c e de ordina-
rio; sino quiere decir que la virtud de la gracia es g r a n d e , y
a u n q u e el justo p u e d e p e r d e r la g r a c i a y n o seguirla y pecar,
p e r o mientras la siguiere n o p e c a r á . H a c e p u e s la c a r i d a d
conocer a Dios; es d o n divino, incomparable. Ejercitaos vos en
esta virtud, n o dejando de p o n e r los otros m e d i o s que debéis,
y Dios os abrirá el entendimiento y d a r á luz p a r a que c o n o z -
cáis su divina v o l u n t a d en vos, y fuerzas p a r a ejercitarla; que
conozcáis p a r a qué os llamó, p a r a qué os quiere.

[110] N o os digo que seáis curioso p o r revelaciones, sino que


os d a r á Dios, a lo m e n o s , lo ordinario que suele a los que le
a m a n ; que, siguiendo a El, n o faltará en lo que es necesario
p a r a la salud y perfección vuestra.
Sois superior en la C o m p a ñ í a ; hacéis lo que debéis, n o
tentáis a Dios, leéis v u e s t r a s reglas y constituciones, os enco-
m e n d á i s a Dios: El os g u i a r á en lo que debéis hacer. Y si sois
inferior, si sois humilde, si obedecéis c o n simplicidad, si leéis
y p r o c u r á i s entender v u e s t r a s reglas, el o r d e n de vuestros su-
f.

IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 197

periores, lo que está a v u e s t r o c a r g o ; si, al fin, a m á i s a Dios


c o n a m o r eficaz, n o ocioso, sino que obre y c u m p l a s u divina
voluntad: El os d a r á a c o n o c e r la C o m p a ñ í a . Veis, pues, c ó m o
la c a r i d a d h a c e c o n o c e r practice la C o m p a ñ í a , c u a n d o el h o m -
bre n o falta p o r su parte.

[111] A d e m á s de esto a y u d a p a r a este fin el a m o r del m i s m o


instituto, que améis a toda la C o m p a ñ í a , a los de las Indias, de
A l e m a n i a , de Italia, y a t o d o s los d e esta congregación; que
h a y a entre todos u n a unión y h e r m a n d a d c o m o entre m i e m -
bros de u n m i s m o c u e r p o . Este a m o r h a c e t o d o lo que h a y en
la C o m p a ñ í a fácil y suave. A m a r también a los superiores, p o r
quien nuestro Señor Dios, c o m o p o r vía ordinaria, m e d a a c o -
n o c e r su v o l u n t a d y qué es lo que quiere de m í en la C o m p a -
ñía; a m a r l o s de entrañas, con respeto y obediencia; a m a r a to-
dos, d e s d e el R e c t o r h a s t a el General, h a s t a el P a p a , c o n la
subordinación que v a a Cristo. Ellos son p o r c u y o s m e d i o s m e
gobierna a m í nuestro Señor y m e c o m u n i c a el influjo de esta
10
gracia y instituto; y ellos m e representan a Cristo ° .

[112] H a y otra p a r t e y m u y principal p a r a este conocimiento


d e nuestro instituto que b u s c a m o s , que es el ejercicio y prácti-
ca de las virtudes, principalmente de la simplicidad, rectitud y
101
h u m i l d a d v e r d a d e r a ; que n o s humillemos delante de Dios y
delante de todos, p u e s realmente todos s o m o s y v a l e m o s poco.

Y, p o r n o tratar en particular de todas las virtudes, vedlas


aquí en u n compendio: la obediencia. Todos los ministerios de
la C o m p a ñ í a n o son p a r a todos, ni t o d o s se ejercitan en todos;
p e r o todo el instituto particular de la C o m p a ñ í a en esta sola pa-
labra se comprende: obediencia. Todos los ministerios de la C o m -
p a ñ í a se a c t ú a n en la obediencia; el u s o de ellos q u e d a al su-
perior; el predicar, defender la fe, a d m i n i s t r a r s a c r a m e n t o s ,
etc.; t o d o esto ha d e ser c u a n d o el superior o r d e n a y c ó m o y
d ó n d e . Veis, p u e s , c ó m o la obediencia lo a d m i n i s t r a t o d o , y
quien tiene obediencia fácilmente será g u i a d o y a y u d a d o c o n
102
la gracia del Señor en todos los m i n i s t e r i o s .

[113] Ved a h o r a c ó m o en la C o m p a ñ í a se gobierna t o d o p o r


la obediencia. El General tiene obediencia al P a p a , a quien es-

100
P5Coimbra[U-18].
101
PlOCoimbra [17-19].
1 0 2
Extensamente tratará de esto en PllAlcalá[50]y en Pl 6-17Coimbra.
198 JERÓNIMO NADAL, S.J.

tá obligado p o r v o t o p a r t i c u l a r solemne; a la C o n g r e g a c i ó n
general, c u a n d o a c t u a l m e n t e está c o n g r e g a d a y a lo que ella
1 0 3
o r d e n a ; p e r o , n o h a b i e n d o C o n g r e g a c i ó n a c t u a l m e n t e , sólo
al P a p a tiene p o r superior. H e aquí c ó m o se a y u d a d e la obe-
diencia el General. El Provincial se h a d e g u i a r p o r el G e n e -
ral, q u e es su superior, y seguir su o r d e n c o n resignación. El
Rector a los otros superiores con obediencia y simplicidad, y
p o r sus reglas y constituciones; p o r aquí se h a d e guiar, y
quien p o r otra p a r t e se guía, n o es d e la C o m p a ñ í a . N o p u e d e
ser b u e n o , h e r m a n o , lo que es fuera d e v u e s t r o instituto. El
inferior q u e n o tiene c a r g o d e n a d i e , tiene u n m e d i o m á s fá-
cil p a r a esto; tiene sus reglas, d e p e n d e d e su s u p e r i o r i n m e -
diato, s i g u e su o r d e n d e la obediencia, entiende c u á l es la
v o l u n t a d d e Dios y d e la C o m p a ñ í a . Y d e esta m a n e r a la obe-
diencia n o s d a r á u n c o n o c i m i e n t o religioso d e lo q u e es la
Compañía.

2. O t r o s p r i n c i p i o s para c o n o c e r la C o m p a ñ í a

[114] Se c o n o c e t a m b i é n la C o m p a ñ í a , y m u y bien, p o r los


principios que Dios n u e s t r o Señor tiene p u e s t o s e n ella p o r su
Iglesia. Tenemos en la C o m p a ñ í a estos principios, p o r d o n d e
t o d a la C o m p a ñ í a se h a d e guiar: bulas, constituciones, d e c r e -
tos d e la C o n g r e g a c i ó n General, c o m o se h a n h e c h o e n esta
m
p a s a d a cien decretos , tradiciones d e la C o m p a ñ í a autoriza-
d a s , c o s t u m b r e s recibidas u n i v e r s a l m e n t e en la C o m p a ñ í a , y
las reglas. D e c a d a cosa d i r e m o s u n poquito.

[115] ¿ Q u é a u t o r i d a d tienen estos principios? L a s bulas tie-


n e n a u t o r i d a d apostólica, del P a p a , Vicario d e Cristo n u e s t r o
Señor. E s t a s bulas y otras letras apostólicas son e n d o s m a n e -
ras: U n a s que a p r u e b a n , reciben y confirman el instituto d e la
C o m p a ñ í a , este m o d o d e vivir, y dicen ser esta religión recibi-
d a y a p r o b a d a , c a n ó n i c a y legítimamente, e n la Iglesia católi-
ca. O t r a s h a y en que se contienen privilegios y gracias que h a
1 0 5
d a d o la Sede Apostólica a la C o m p a ñ í a . Y en esto se ha fia-

103
Co[820].
104
PlAlcalá[4].
105
Bulas que aprueban: Regimini militantis y Exposcit debitum. Las
otras Iniunctum nobis (14.03.1544), Exponi nobis (05.06.1546), Licet debitum
(18.10.1549); Sacrae religionis (22.10.1552).
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1561 199

d o m u c h o el P a p a de la C o m p a ñ í a ; y así nosotros en el uso d e


estas gracias h e m o s de ser fidelísimos.
Yo así interpreto n u e s t r a s gracias: que son d a d a s t o d a s
p a r a el fin d e la C o m p a ñ í a , que es a y u d a r a las almas, y según
este fin nos h e m o s nosotros de a p r o v e c h a r de ellas en el foro de
la conciencia y sin ofensa de la disposición jerárquica de la Igle-
sia y ejecución de ella. P u e d o y o p o r mis privilegios absolver
de todo caso que no sea r e s e r v a d o en la bula d e la cena del Se-
106
ñ o r , y p o r consiguiente de un homicidio; p e r o , si fuese el
c a s o público, lo h e de enviar y o al obispo p a r a que de él reci-
ba la absolución, y así n o s c o n s e r v a r e m o s en unión y a m o r
c o n los obispos y otros ministros d e la Iglesia, a quien veni-
m o s a a y u d a r y n o ofender. L o m i s m o p o d í a m o s ejemplificar
en otros casos semejantes.

También tenemos privilegio en u n a bula de Julio III p a r a


107
absolver de herejía en el fuero interno , p e r o nosotros interpre-
t a m o s la voluntad del P a p a , que es que favorezcamos en todo
108
a la Inquisición, c o m o os dije ser de nuestro i n s t i t u t o ; y así
n o u s a m o s ni u s a r e m o s de esta gracia en E s p a ñ a , p o r q u e n o
conviene p a r a el fin dicho. Y ésa j u z g a m o s ser la intención del
Papa. E n otras partes c o m o en Alemania, d o n d e este crimen es
m á s ordinario y n o hay perjuicio a otros, se p u e d e usar y se usa
de este privilegio, porque allí conviene p a r a el fin que la C o m -
pañía pretende. Otras bulas h a y y breves de diversos negocios;
pero, porque n o tocan al instituto, n o h a y que decir de ellos.

[116] Veamos a h o r a d e las Constituciones. Tienen a u t o r i d a d


apostólica p o r la bula de la confirmación, d o n d e se d a autori-
d a d de h a c e r constituciones y a p r u e b a las hechas. Dice t a m -
bién la bula que la declaración de estas constituciones sea
nuestra, y que t e n g a m o s nosotros autoridad d e interpretarlas.
D e m a n e r a que las c o s a s d e la C o m p a ñ í a n o se h a n de inter-
pretar p o r el derecho c o m ú n , si n o fuere en algunas cosas c o -
m u n e s ; sino p o r sus privilegios, p u e s ella es privilegio ni h a y
religión que sea t o d a según el derecho común. E n d e r e c h o c o -

1 0 6
El privilegio de absolver cualquier pecado, fuera de los conteni-
dos en esa Bula, así llamada porque se leía en esa ocasión, se contiene en el
Breve de Paulo III Cum inter cunetas (03.06.1545).
1 0 7
Este privilegio lo concedió de palabra Julio III en 1551 al P. Sal-
merón.
108
P3Alcalá[79].
200 JERÓNIMO NADAL, S.J.

m ú n v o t o solemne se llama el que h a c e u n o en religión a p r o -


b a d a y se recibe; p e r o en la C o m p a ñ í a esta regla n o vale. Da-
m o s v o t o h e c h o en la C o m p a ñ í a , que es religión a p r o b a d a , y
hecho en m a n o s de superior, y con todo eso es simple; c o m o el
de coadjutor f o r m a d o . M á s , que p u e d e la C o m p a ñ í a despedir
o
a los que viere que n o le conviene retenerlos. El v o t o 4 que
h a c e n los profesos, d e obediencia al P a p a , es c o s a particular
d e n u e s t r a religión. Y así h a y otras c o s a s que ni se h a n de r e -
glar p o r el derecho c o m ú n ni p o r las leyes de otras religiones.
P o r q u e ésta es n u e v a religión, tiene n u e v o s privilegios d a d o s
de la Sede Apostólica, d o n d e e m a n ó el d e r e c h o c o m ú n y las
leyes de otras religiones.
[116 bis] Tienen p u e s n u e s t r a s Constituciones a u t o r i d a d d e
las bulas de Paulo III y Julio III, que dieron autoridad p a r a h a -
cerlas. Y también tienen confirmación de Paulo IV, que es m u y
g r a n d e y que y o suelo tener en m u c h o . D e s p u é s d e m u e r t o
nuestro P a d r e Ignacio, quiso v e r t o d o nuestro instituto, nues-
tras bulas y constituciones, y así se le dio todo, y lo e n c o m e n -
d ó al C a r d e n a l R o m a n o y al c a r d e n a l Trana; y lo tuvieron 4
meses, reviéndolo, y después nos lo dieron p o r bueno; y el P a -
p a en el t i e m p o de la c o n g r e g a c i ó n general confirmó t o d o
nuestro instituto dos veces, u n a p o r el cardenal P a c h e c o , otra
de viva voz, c u a n d o le fuimos a besar el pie t o d a la c o n g r e g a -
ción con el general n u e v a m e n t e electo.

[117] L a s tradiciones en la C o m p a ñ í a son las que h a n venido,


de m a n o en m a n o , de nuestro P a d r e Ignacio y las v i m o s p r a c -
ticar a él allí los que c o n él vivimos. Y en los decretos de la con-
gregación general p a s a d a m u c h a s veces se h a c e m e n c i ó n en
algunas determinaciones de estas tradiciones, a semejanza de
las que tenemos en la Iglesia Apostólica; las cuales, c u a n d o en
la Iglesia son j u z g a d a s p o r tales, tienen s u m a autoridad. Y en
la C o m p a ñ í a estas tradiciones, c u a n d o p o r ella están recibidas
y a p r o b a d a s , tienen la m i s m a fuerza que los decretos de la
congregación general, los cuales n o p u e d e alterar el General.

H a y también costumbres de t o d a la C o m p a ñ í a universal-


m e n t e principalmente de R o m a d o n d e e s t u v o el P a d r e M a e s -
109
tro I g n a c i o . Hay, a lo último de t o d o , reglas, las cuales tie-
nen autoridad del General, de quien dependen.

1 0 9
PlCoimbra[8];P27Coí'mbraf7í.
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 201

[118] Y a d v e r t i d q u e las b u l a s s o n p e r p e t u a s , en las c u a l e s


está la s u s t a n c i a de n u e s t r o instituto, y n o las p u e d e m u d a r
sino la S e d e A p o s t ó l i c a . L a s c o n s t i t u c i o n e s t a m b i é n s o n in-
m u t a b l e s en las c o s a s sustanciales; en las o t r a s , d o n d e p o r
e x p e r i e n c i a y clarísima r a z ó n se viese ser mejor o t r a c o s a , se
p u e d e n m u d a r d e b i e n e n m e j o r p o r la C o n g r e g a c i ó n . L a s
t r a d i c i o n e s , los d e c r e t o s d e la c o n g r e g a c i ó n g e n e r a l y las
c o s t u m b r e s g e n e r a l e s y recibidas en la C o m p a ñ í a tienen se-
m e j a n t e fuerza. L a s reglas el G e n e r a l las p u e d e quitar y p o -
n e r y m u d a r , c o m o m á s j u z g a r e c o n v e n i r ; y sólo él p u e d e
h a c e r r e g l a s , y n o o t r o , sino a quien él diere especial a u t o r i -
d a d p a r a ello.

[119] L a s constituciones n u e s t r a s se dividen en tres partes:


en E x a m e n , Constituciones, y Declaraciones. El E x a m e n es c o -
m o preludio p a r a t o d o lo d e m á s , d o n d e está casi s u m a d o to-
d o nuestro instituto. L a s Constituciones tienen diez p a r t e s , y
ni m á s ni m e n o s se dividen las Declaraciones. L a p r i m e r a es
a
de los que se h a n de admitir. L a 2 de los que se h a n de despe-
dir de la C o m p a ñ í a , c u a n d o se v e que n o conviene el retener-
a
los; y las c a u s a s de despedirlos se r e d u c e n a 4. L a I c u a n d o el
estar en la C o m p a ñ í a el tal sujeto r e d u n d a en perjuicio de la
a
h o n r a de Dios nuestro Señor. L a 2 c u a n d o fuese contra el bien
a
de la C o m p a ñ í a . L a 3 c u a n d o el retenerse él en la C o m p a ñ í a
a
fuese d a ñ o s o p a r a sí m i s m o . L a 4 c u a n d o perjudicase al bien
exterior y edificación d e los otros. Y t o d a s estas c a u s a s se r e -
d u c e n a u n a , que es el ser contra la c a r i d a d p a r a c o n Dios, p a -
ra con la C o m p a ñ í a , p a r a consigo m i s m o , p a r a c o n los de fue-
a
ra. L a 3 p a r t e es d o n d e se trata de p r o b a r a los a d m i t i d o s y
a
c ó m o se c o n s e r v a r á n en la virtud. L a 4 , d e los estudios de la
C o m p a ñ í a , d e los colegios y u n i v e r s i d a d e s que ella tiene. L a
a
5 del m o d o d e i n c o r p o r a r en la C o m p a ñ í a y d e los v o t o s de
a
ella. 6 , de lo que deben observar p a r a consigo m i s m o s los y a
a
i n c o r p o r a d o s en la C o m p a ñ í a . 7 , de las misiones y de la m a -
n e r a de repartirse los operarios de la C o m p a ñ í a en la viña del
a a
Señor. 8 , d e las congregaciones generales. 9 , del General y de
a
las p a r t e s que h a de tener. 1 0 , de c ó m o la C o m p a ñ í a se m a n -
t e n d r á en su b u e n ser; q u e es m o s t r a r c ó m o el General h a de
regir la C o m p a ñ í a p a r a m a y o r servicio divino.

[120] L a s reglas tienen su división. L a s generales son s a c a -


a
das del E x a m e n y de la 3 parte; d o n d e h a y u n a s u m a de m u -
202 JERÓNIMO NADAL, S.J.

c h a s cosas m u y substanciales de nuestro instituto. Hay, otras


c o m u n e s a todos los de casa. O t r a s particulares, p a r a c a d a ofi-
cio las suyas.
H e aquí los principios p o r d o n d e la C o m p a ñ í a se rige. H e
aquí p o r d o n d e se h a de conocer. Dios nuestro Señor nos dé su
gracia p a r a que c u m p l a m o s y p r a c t i q u e m o s esto p a r a m a y o r
h o n r a y gloria de su divina Majestad.

a
20 PLÁTICA 6 - Vida de la Compañía
a a
En Coimbra: Pláticas 2 , 6" y 7

1. M e d i o s p a r a c o n o c e r la g r a c i a de la v o c a c i ó n

[121] Antes de p a s a r adelante a la división de las partes de la


C o m p a ñ í a , concluiré c o n la divina gracia lo que c o m e n c é a
p r o p o n e r de los p u n t o s que m e ocurrían, p o r los cuales se h a
de conocer la C o m p a ñ í a y nuestro instituto, y a decir que todo
esto se b u s c a p a r a que v i v a m o s c o m o d e b e m o s y atinemos al
fin a que nos h a l l a m a d o nuestro Señor y nos esforcemos con
su divina gracia a conseguirle. Y que esto se h a de tratar, her-
m a n o s , practice, de c o r a z ó n , c o n aquel afecto g r a n d e d e cari-
d a d y c o n deseo de servir m á s a Dios, y c o n aquellos princi-
pios que los otros días os propuse p o r los cuales nos habíamos
siempre de gobernar: el divino, eclesiástico y el que se t o m a
u o
de la lumbre natural y d e las virtudes morales .

[122] Se m e ocurren, pues, a h o r a algunos puntos p a r a lo que


os tengo dicho. Deseáis, h e r m a n o s , saber qué haréis p a r a la
práctica de esto y p a r a sacar fruto de ello. Sea lo p r i m e r o c o -
n o c e r esto y h a c e r gracias a nuestro Señor p o r ello; y d e este
conocimiento m e tengo de a y u d a r m u c h o ; que m e h a y a que-
rido Dios salvar en su Iglesia, que sea cristiano y, m á s , que sea
religioso. Y el principio d e todo este bien es el auxilio especial
de mi v o c a c i ó n c o n que Dios m e h a llamado. E s g r a n gracia y
m e r c e d de Dios n u e s t r o Señor que y o n o sea malo; y que m e

110
PlAlcalá[7]; PlCoimbra[10-15]; P3Alcalá[76].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 203

a y u d e a n o ser imperfecto, es éste beneficio m a y o r y d o n de


Dios sobrenatural; y así es m e n e s t e r conocerlo p o r tal y r e c o -
n o c e r p o r a u t o r d e ello a Dios nuestro Señor. Y m i r a d que n o
h a y d o n ninguno de Dios que, c u a n d o se conoce ser gracia su-
y a , c o n h u m i l d a d y simplicidad n o se humille el a l m a c o n o -
ciendo que es de Dios y c ó m o m e lo da Dios. Y c u a n d o con la
gracia s u y a ponéis p o r ejecución aquel buen deseo, es m a y o r
gracia de Dios.

El principio d e todo eso ¿quién es? Dios es, su b o n d a d y


p o d e r infinito, que h a c e esto p o r mí, no valiendo y o n a d a . M e
v e o en la C o m p a ñ í a , que Dios m e h a l l a m a d o a ella y traído
p o r su misericordia. E s t a m o c i ó n de Dios es, y p o r tal la c o -
n o z c o , y así le glorifico p o r ella y m e humillo delante de su
majestad y le h a g o gracias, que es u n a d e las p a r t e s d e la ora-
111
ción, c o m o veréis c u a n d o d e ella t r a t a r é . N a c e de aquí tener
u n á n i m o g r a t o a Dios, que m e ha h e c h o esta m e r c e d y m e ha
d a d o este g r a n don; u n deseo de alabarle siempre c o n el c o r a -
z ó n y con la b o c a y con las obras. ¿Qué devolveré al Señor?
¿ Q u é p o d r é y o v o l v e r a Dios, que algo sea, p o r todos los be-
neficios que m e ha h e c h o ? Y p u e s a la iguala n o p u e d o corres-
p o n d e r a tan señaladas m e r c e d e s , y o os diré lo que será: que
p r o c u r a r é de servir a Dios a u n en aquello que según m i insti-
tuto n o tengo obligación, b u s c a r é su m a y o r gloria, b u s c a r é el
p a d e c e r p o r quien tanto h a h e c h o p o r mí, m e señalaré en todo
lo que y o le pudiere servir. M e llamó Dios, m e previno con sus
inspiraciones, g r a c i a fue y m e r c e d singular; y m á s que eso,
que sobre eso m e dio El su a y u d a p a r a que fuese obediente a
su llamamiento, p a r a que n o contradijese a su inspiración, p a -
ra que n o fuese de los que se dice: llamé y no quisisteis. E s cosa
de m u c h a consolación, h e r m a n o s , tratar p o r tan m e n u d o de
estas cosas d e la g r a c i a del Señor; que, p o r ser tales, p o r p e -
queñas que os p a r e z c a n , son dignas de g r a n consideración.
o
[123] L o 3 que h a y es que, n o sólo m e llamó Dios, n o sólo
m e h a d a d o que y o oyese y obedeciese a su v o z , p e r o a d e m á s
d e eso sobre t o d o h a a ñ a d i d o esta m e r c e d : que y o m e h a y a
obligado a g u i a r m e p o r esta gracia. El perseverar, el seguir la
gracia de Dios y su v o c a c i ó n y firmarme en el m o d o de vivir a
que soy llamado, es g r a n cosa, g r a n privilegio del Señor.

111
P14Alcalá[12].
204 JERÓNIMO NADAL, S.J.

Declaro p o r q u e lo entendáis. El h a c e r v o t o , el o b l i g a r m e
a n o v o l v e r a t r á s del instituto, a n o dejar d e seguir esta g r a -
cia so p e n a de p e c a d o m o r t a l , es n u e v a g r a c i a y g r a n d e de la
m a n o de Dios. L a obligación de los v o t o s , y de v o t o s h e c h o s
e n religión a p r o b a d a p o r la Iglesia, es la m a y o r de t o d a s , es
la m a y o r firmeza q u e p u e d e h a b e r de n u e s t r a p a r t e ; y así es-
ta g r a c i a d e los v o t o s es n u e v a g r a c i a y n u e v a a y u d a de
n u e s t r o Señor.
o
[124] L o 4 , ¿ c ó m o m e a y u d a r é y o m á s p a r a esto y p a r a c o -
n o c e r m i v o c a c i ó n ? Entender, h e r m a n o , que esta v o c a c i ó n es
certísima. ¿Dónde, v e a m o s , lo sabéis? ¿ D ó n d e ? Q u e ésta es re-
ligión a p r o b a d a p o r la Sede Apostólica, p o r el pontífice de la
112
Iglesia u n i v e r s a l , que n o p u e d e e n g a ñ a r m e en esto. E s cier-
to y n o h a y d u d a que la Sede Apostólica n o p u e d e errar en las
cosas que t o c a n a la fe, o pertenecen a las costumbres, c u a n d o
el P a p a p r o c e d e legítimamente e n la a p r o b a c i ó n d e ellas. H a
p r o p u e s t o el P a p a en la Iglesia este estado, esta religión c o m o
c a m i n o cierto p a r a q u e en él se p u e d a n salvar: n o se p u e d e
decir que y e r r a en esto, y p u e d a e n g a ñ a r en cosa tan i m p o r -
tante a los fieles. M e confirma en esto con la fe.

[125] Y, m i r a d , que n o sólo n o s c o n t e n t e m o s de ejercitarnos


en o b r a s de obediencia, mortificación y o t r a s virtudes; p e r o
h e m o s de p r o c u r a r ejercitarnos con diligencia e n las obras de
las v i r t u d e s infusas, de las v i r t u d e s teologales, de la fe, espe-
r a n z a y c a r i d a d , y esto aplicándolo p o r m i instituto y fin d e
m i vocación. Ved c ó m o . Yo creo que Dios es trino, etc.; y creo
t a m b i é n que Dios m e h a de a y u d a r especialmente en este c a -
m i n o q u e h e c o m e n z a d o ; si y o n o falto p o r m i p a r t e p a r a al-
c a n z a r la perfección, n o faltará p o r Dios. E s m e n e s t e r que y o
c o o p e r e , que de otra m a n e r a sería tentar a Dios. M á s , confir-
m a r m e en esto c o n la e s p e r a n z a ; que confío en Dios, en su
b o n d a d y misericordia, que s e r á c o n m i g o y m e a y u d a r á a ir
adelante, a p e r s e v e r a r e n lo c o m e n z a d o , si p o r m í n o faltare.
C o n la c a r i d a d glorifico a Dios y le alabo p o r este beneficio
q u e m e h a h e c h o , y c o n h u m i l d a d le suplico que m e a y u d e .
Estas virtudes son las m á s principales de todas, y c o n ellas se
afinan y perfeccionan las otras morales, principalmente con la
c a r i d a d , la cual d a ser divino a las d e m á s .

112
PlAlcalá[18]; P5Alcalá[115].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 205

o
[126] El 5 p u n t o será a y u d a r m e c a d a día d e esto c o n d e v o -
ción, en c o n o c e r que m e h a llamado Dios a esta religión, en la
cual tengo d e corresponder a su gracia y vocación. Suplicaré al
Señor que m e d é conocimiento p r á c t i c o d e m i instituto, y que
m e i m p r i m a la gracia de mi vocación en las entrañas y en el c o -
r a z ó n , p a r a que y o p u e d a a y u d a r m e c o n ella. R e n o v a r é esto
c a d a día, pediré a nuestro Señor u n v i v o afecto d e la obra d e la
obediencia y d e cualquier ministerio nuestro. Toda la C o m p a -
ñía, h e r m a n o s , está p u e s t a en práctica, en a y u d a r al prójimo.
E s esto p r o p i o d e su instituto: c o n t r a herejes, en la conversión
d e los infieles y en otras obras. Y, si bien lo miráis, hallaréis ser
v e r d a d lo que os dije: que t o d a la C o m p a ñ í a es u n a continua
obra de la c a r i d a d y ejercicio d e ella. Y esto baste p o r ahora.

2. V i d a , p e r s o n a s y c a s a s d e la C o m p a ñ í a

[127] Antes que v e n g a m o s a tratar en particular d e las partes


y m i e m b r o s d e la C o m p a ñ í a , v e a m o s a h o r a u n p o c o qué m a -
n e r a d e vivir es la d e la C o m p a ñ í a . N o p r e g u n t o qué e s t a d o
es, que y a e n t e n d e m o s que es religión a p r o b a d a p o r la Iglesia;
sino qué sea la v i r t u d en que principalmente se ejercita, su es-
tudio principal.

Vida l l a m a m o s el ejercicio en que c a d a u n o se o c u p a m á s


d e ordinario; y así decimos: ¿qué v i d a es la d e fulano? De c a -
zar, d e estudiar, etc. P u e s ¿qué v i d a es la d e la C o m p a ñ í a , a c -
113
tiva o c o n t e m p l a t i v a ? H a y en la Iglesia v i d a activa y vida
contemplativa. L a activa se o c u p a en obras d e penitencia, en
mortificar y o r d e n a r las pasiones y ejercitar las o t r a s virtudes
activas; el que m á s atiende a esto tiene v i d a activa, a u n q u e
114
tenga alguna p a r t e d e la c o n t e m p l a c i ó n . L a vida c o n t e m p l a -
tiva tiene p o r estudio principal considerar v e r d a d e s d e Dios y
otras conjuntas con esto; y cuanto la cosa que considera es m á s
perfecta, tanto lo es la contemplación. H a y otra vida que se lla-
m a superior, que es de los que crían en estas vidas a los otros,
y ésta es p r o p i a d e los p r e l a d o s d e la Iglesia, del obispo, del
cura; y este tal h a d e estar a c t u a d o en la u n a v i d a y en la

113
Anot.Examen[31,98].
114
Más que al sentido de "vida apostólica" aquí vida activa respon-
de más bien al sentido ascético de "vida purgativa".
206 JERÓNIMO NADAL, S.J.

1 1 5
o t r a . A u n activo le basta u n p o c o d e c o n t e m p l a c i ó n que le
sustente y o r d e n e en sus obras d e mortificación y penitencia y
otras virtudes. A u n c o n t e m p l a t i v o le b a s t a r á u n p o c o d e a c -
ción, p o r q u e n o h a y quien n o tenga necesidad d e penitencia:
siete veces al día cae el justo, pero se levanta. P e r o el d e la vida su-
perior, p u e s ha d e instruir a otros, h a menester tener m u c h o d e
todo. ¿ Q u é vida, pues, d e éstas es la d e la C o m p a ñ í a ?

[128] M i r a d , si tomáis t o d a la C o m p a ñ í a universalmente, to-


d a s las v i d a s a b r a z a ; p e r o , si la miráis s e g ú n la p a r t e princi-
pal, que es la d e los profesos, tiene la v i d a que l l a m a m o s su-
perior. El novicio tiene al principio m á s p a r t e d e la v i d a
activa, ejercitándose en la penitencia d e los p e c a d o s , e n dese-
char los hábitos m a l o s d e la vida p a s a d a , y juntamente se o c u -
p a en las cosas d e la oración, y n o trata d e a p r o v e c h a r al p r ó -
jimo e n ministerios exteriores, sino c o n b u e n o s deseos y c o n
oraciones a y u d a r l e . El escolar y a v a u n p o c o m á s adelante y
c o m i e n z a a a p r o v e c h a r las a l m a s algún tanto en su c o m u n i c a -
ción. P e r o la v i d a del profeso es superior; su intento principal,
su oficio es, e intensamente, d e a y u d a r al prójimo instruyendo
a u n o s e n las obras d e la v i d a activa, a otros en las d e la c o n -
templativa, según la disposición d e c a d a u n o ; a otros hacien-
d o m a e s t r o s y d e la v i d a superior, a y u d á n d o l e s a las religio-
nes que d e esto tratan. L o s coadjutores espirituales tienen
m u c h o d e la activa j u n t a n d o m u c h o d e la contemplativa. Veis
aquí, p u e s , cuál es n u e s t r a v i d a y nuestro m o d o d e proceder.

[129] D i g a m o s p u e s a h o r a qué p a r t e s tiene la C o m p a ñ í a ,


p o r q u e ésta será la plenitud d e c o n o c e r la C o m p a ñ í a , juntan-
d o c o n los principios que h e m o s dicho hasta ahora.
116
Divídese la C o m p a ñ í a en sujetos o p e r s o n a s d e e l l a , y
en casas y lugares d o n d e está. L a s p e r s o n a s son: p r i m e r o , n o -
o o
vicios; 2 escolares; 3 , coadjutores temporales o espirituales, y
estos coadjutores y escolares c o n v o t o s n o solemnes, a u n q u e
a l g u n o s d e ellos, c o n f o r m e a la bula d e Julio III, se p u e d e n y
117 o
suelen admitir a profesión d e tres v o t o s solemnes '; 4 son los
profesos d e 4 v o t o s solemnes.

115
Según los autores se usan diversas denominaciones: vida activa
superior, vida mixta,...
116
Examen [10-16].
117
Ya hemos advertido la forma ambigua de expresarse en P3España
[54] y Anot.Examen [123,145,149,159].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 207

L a s m a n e r a s d e superiores que h a y en la C o m p a ñ í a son:


en p r i m e r lugar, la c o n g r e g a c i ó n general, d o n d e está la C o m -
p a ñ í a u n i v e r s a l a c t u a l m e n t e c o n g r e g a d a . E s t a tiene la p r i -
1 1 8
m e r a a u t o r i d a d en la C o m p a ñ í a . L u e g o se s i g u e el p r e p ó -
sito g e n e r a l , el provincial, el p r e p ó s i t o local, rector, prefecto
d e la p r o b a c i ó n o m a e s t r o de novicios; éstos s o n p r o p i a m e n -
te s u p e r i o r e s ordinarios. Del ministro, si se h a d e l l a m a r su-
perior, se d i r á quizá a d e l a n t e . H a y o t r o s s u p e r i o r e s por en-
cargo, c o m o c o m i s a r i o s y visitadores, de los c u a l e s se dice en
a 119
la 9 p a r t e d e las C o n s t i t u c i o n e s . E s t o s n o s o n s u p e r i o r e s
ordinarios; los h a c e el G e n e r a l y les d a el p o d e r y a u t o r i d a d
q u e le p a r e c e p o r el t i e m p o q u e quiere; y, a u n q u e n o son o r -
dinarios, p a r e c e en a l g u n a s n a c i o n e s s e r á n s i e m p r e , c o m o en
1 2 0
España .

[130] L a s c a s a s d e la C o m p a ñ í a , éstas son de esta m a n e r a :


c a s a s de probación, d o n d e se p r u e b a n los que h a n de ser a d -
mitidos a la C o m p a ñ í a ; y estas casas la mejor m a n e r a que h a n
d e tener será c u a n d o estuvieren p o r sí, y m á s presto cerca de
colegios que de casas; p e r o también h a y p r o b a c i ó n dentro de
121
los m i s m o s colegios y en las c a s a s d e p r o f e s o s . H a y cole-
gios: u n o s d o n d e los n u e s t r o s o y e n y n o leen, otros d o n d e
o y e n y leen, p e r o n o son u n i v e r s i d a d e s y otros que lo tienen
t o d o , que son u n i v e r s i d a d e s , y en ellas o y e n y leen los de la
1 2 2
Compañía .

H a y c a s a s de profesos, d o n d e se ejercitan los ministerios


d e la C o m p a ñ í a p a r a la a y u d a d e las a l m a s . ¿ Q u e d a m á s ? Sí,
lo mejor, las m i s i o n e s a d o n d e envía el P a p a o el superior;
q u e a la C o m p a ñ í a t o d o el m u n d o le h a de ser c a s a , y así se-
1 2 3
rá c o n la g r a c i a d i v i n a . A h o r a la C o m p a ñ í a a ú n n o es lo
que h a de ser, comiénzase; c u a n d o v e n g a su perfección, a t o -
d a s p a r t e s se h a n de enviar de los nuestros p a r a e m p l e a r s e en
sus ministerios.

118
Co[820].
119
Comisarios: Co [745,765]; Visitadores: Co [330,490,513,765].
120
Francisco de Borja fue Comisario General desde 1554 a 1561 y el
a
mismo Nadal lo había sido en la I visita en 1554.
121
PWCoimbra [13-15].
122
Anot.Examen[166-168,170]; P15Coimbra[16-18].
123
P15Coimbra[19[; P16Coimbra[16-17].
208 JERÓNIMO NADAL, S.J.

3. D e las p e r s o n a s d e la C o m p a ñ í a e n p a r t i c u l a r

[131] A h o r a p u e s d e c i d n o s , P a d r e , d e c a d a u n a p a r t e d e
é s a s e n particular. D e c i d n o s d e los novicios, ¿ q u é es novicio,
1 2 4
qué v i d a t i e n e ? El oficio del n o v i c i o es, h e r m a n o s , dejar lo
p r i m e r o los vicios, los p e c a d o s , p o r m e d i o divino d e la peni-
tencia y s a c r a m e n t o d e ella y d e sus p a r t e s , y a y u d a r s e t a m -
bién p a r a ello d e la i n s t r u c c i ó n d e s u s s u p e r i o r e s , d e su ins-
tituto, d e los ejercicios q u e tiene p a r a ese fin. M á s , h a d e
dejar y p u r g a r s e d e los hábitos r u i n e s y c o s t u m b r e s m a l a s
g a n a d a s e n el siglo, c o n la p e n i t e n c i a , c o n la f r e c u e n c i a d e
los s a c r a m e n t o s , c o n la o r a c i ó n , c o n el ejercicio d e obedien-
cia y d e t o d a s v i r t u d e s , g a n a n d o hábitos d e ellas. M á s , h a d e
dejar e n c u a n t o p u d i e r e sus inclinaciones siniestras debili-
t á n d o l a s c o n la mortificación, c o n el ejercicio d e t o d a v i r t u d ,
y é n d o s e a la m a n o , b u s c a n d o lo c o n t r a r i o d e sus apetitos.
¿ H a y m á s q u e deje el n o v i c i o ? Sí, u n a c o s a q u e os p a r e c e r á
e x t r a o r d i n a r i a , y c o n t o d o es g r a n v e r d a d : h a d e dejar los
m o d o s p a r t i c u l a r e s q u e él tenía en las c o s a s b u e n a s , c u a n d o
n o c o n v i e n e n c o n el m o d o d e p r o c e d e r d e la C o m p a ñ í a . Son
ellas b u e n a s e n sí, p e r o n o s o n b u e n a s p a r a a c á ; p o r q u e te
d i s t r a e n y te i m p i d e n d e lo q u e profesas. Y t a m b i é n q u e , si
sois inteligente, si tenéis p r u d e n c i a y e x p e r i e n c i a d e c o s a s ,
c u a n d o e n t r á i s e n la religión habéis d e sujetar e s a v u e s t r a
p r u d e n c i a a este m o d o d e vivir y dejar g o b e r n a r p o r ella;
p o r q u e así v u e s t r a p r u d e n c i a se p e r f e c c i o n a r á y se g o b e r n a -
r á p o r e s t a gracia. Veis, p u e s , q u e el oficio del n o v i c i o es u n
dejar vicios, m a l o s hábitos, inclinaciones y t o d o lo d e m á s
q u e h e dicho.

[132] M á s h a d e h a c e r el novicio: v e s t i r s e d e v i r t u d e s y
ejercitarse e n ellas. N o sólo e n la o b e d i e n c i a , q u e h a y m á s
q u e e s o p e r o e n la fe, e s p e r a n z a y c a r i d a d , y e n é s t a p r i n c i -
p a l m e n t e , q u e es la q u e d a ser d i v i n o a las d e m á s . Y a e s t a s
v i r t u d e s h a d e c a m i n a r p o r el instituto q u e tiene, p o r el c a -
m i n o q u e la C o m p a ñ í a le m o s t r a r e . H a d e a m a r la p o b r e z a ,
m e t i é n d o s e en las e n t r a ñ a s d e ella, y h a c e r r e n u n c i a c i ó n d e
t o d o , q u e es la e n t r a d a a la perfección; a lo m e n o s d e d e s e o .
A m a r la c a s t i d a d n o a d m i t i e n d o c o s a a l g u n a , p o r m u y p e -
q u e ñ a q u e p a r e z c a , q u e s e a c o n t r a ella; y h a d e s e g u i r la

P7Coimbra[ll-16]; P8 y 9Coimbra.
I V . PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 209

o b e d i e n c i a , q u e D i o s le a y u d a r á p o r su m e d i o a la p e r f e c -
c i ó n d e la c a r i d a d y d e las o t r a s v i r t u d e s . El m a e s t r o d e n o -
v i c i o s , c o n o c i e n d o lo q u e h a m e n e s t e r , le a y u d a r á e n u n a
c o s a y en o t r a , p o n i é n d o l e e n ejercicios d o n d e g a n e la p a -
ciencia, la h u m i l d a d ; le s e r á la o b e d i e n c i a el p r i n c i p i o d e
e n t r a r e n el r e s t o d e t o d a s las o t r a s v i r t u d e s p r o p i a s d e la
Compañía.

[133] ¿ Q u é se saca d e aquí? Q u e la v i d a del novicio es c o m o


u n p a r a í s o , u n a g r a n felicidad y g r a n regalo: que u n o p u e d a
a t e n d e r s o l a m e n t e a lo que le p u e d a a y u d a r , ¿ n o os p a r e c e
q u e es g r a n m e r c e d d e n u e s t r o Señor? El n o v i c i o tiene m á s
oración, m á s t i e m p o y aparejo p a r a mortificarse, n o tiene es-
tudios especulativos; t o d o lo que trata es p a r a su p r o p i o
a p r o v e c h a m i e n t o , p a r a a u m e n t o d e v i r t u d e s . N o h a y quien
n o quiera ser novicio, si la obediencia le dejase. Yo d i g o algu-
n a s v e c e s que n o querría que se dijese e n la C o m p a ñ í a : "a fu-
lano llevan a probación", que p a r e c e c o s a d e falta; sino: "va a
a p r o v e c h a r s e , a ejercitarse en la v i r t u d , a r e h a c e r s e y d e s p u é s
c o n n u e v a s fuerzas t o r n a r a p r o s e g u i r en los ministerios d e la
C o m p a ñ í a " . Si a m í m e diese la obediencia este e s t a d o , d e
1 2 5
g r a c i a lo t o m a r í a ; y t o d o s d e b e r í a n d e d e m a n d a r l o . Y, si
m i r á i s en ello, así se p r a c t i c a : p e d i r al s u p e r i o r penitencias,
p e r e g r i n a c i o n e s , ir a los hospitales, e s t a r debajo d e la póli-
1 2 6
za c o m o se h a c e en la C o m p a ñ í a tan ordinario, y principal-
m e n t e en R o m a las v a c a c i o n e s ; t o d o es q u e r e r ser n o v i c i o s y
serlo. Siempre h e m o s d e a n d a r tras n o s o t r o s , n o dejar el cui-
d a d o d e n u e s t r o a p r o v e c h a m i e n t o : esto es ser novicio, y
quien n o quiere ser novicio, se tiene p o r perfecto, y p o r ese
m i s m o c a s o n o lo es.
1 2 7
[134] ¿ C u á n t o t i e m p o d u r a el n o v i c i a d o ? El t i e m p o d e la
p r o b a c i ó n ordinaria d e la C o m p a ñ í a es p o r lo m e n o s d o s
128
años; y en los escolares otro, d e s p u é s d e los e s t u d i o s ; y a lo
m á s n o h a y término, p o r q u e q u e d a al juicio del superior a ñ a -

125
P7Coimbra[16].
126
Como explican las Prácticas de Villagarcía: "Las recreaciones en
casa que no son asuetos, se llaman pólizas, y suelen ser de una o dos horas
por lo regular... Cuando no son atadas [con compañeros libremente elegi-
dos] y son de dos horas, se acostumbra a pedir licencia para tener media ho-
ra de oración. Ver:P7Coimbra[15].
127
P7Coimbra[12-14].
128
Examen [ 1 2 , 7 1 , 9 8 , 1 1 9 ] ; Co [ 5 1 4 ] ; P15Coimbra[13].
210 JERÓNIMO NADAL, S.J.

dir m á s tiempo, c u a n d o no tiene legítima satisfacción. L a p r o -


bación en la C o m p a ñ í a n o está d e t e r m i n a d a , ni se a c a b a a u n -
1 2 9
que el e s t a d o d e ella sea a c a b a d o , p o r q u e v o s seáis coadju-
tor o profeso. P u e d e la C o m p a ñ í a , y lo h a c e , si v e que lo
habéis menester, p o n e r o s en probación, que es a y u d a r o s v u e s -
tra necesidad p a r a que os aprovechéis.

[135] ¿ Q u é c a u s a h a y p a r a tener la p r o b a c i ó n tan larga y tan


i n d e t e r m i n a d a ? Daba p a r a esto n u e s t r o P a d r e Ignacio dos r a -
z o n e s a su m o d o , llanas y eficaces. N u e s t r o instituto es g r a n -
d e y difícil; n o t e n e m o s ceremonias; p a r e c e en lo exterior que
t e n e m o s m á s libertad que otros; a c a e c e ser n e c e s i d a d d e a n -
d a r a l g u n a s v e c e s a solas o c o n u n solo c o m p a ñ e r o ; t r a t a m o s
d e ordinario e n n u e s t r a conversación c o n seglares, c o m u n i c a -
m o s con m u c h a s m a n e r a s d e gentes: p a r a t o d o esto es m e n e s -
ter g r a n virtud y que tenga el superior d e v o s m u c h a prueba,
m u c h a seguridad p a r a enviaros sin m i e d o a u n ministerio o a
otro; y p a r a esta s e g u r i d a d es necesario p r e c e d a m u c h a p r o -
bación, y ésta h a d e ser a contento del superior, que es el que
os ha d e enviar.

L a otra c a u s a es: p r o b a c i ó n entre nosotros es c u a n d o u n o


da satisfacción d e virtud; y así probar, h a c e r p r u e b a , es t o m a r
experiencia de u n a cosa, y p o r tanto veis que en la C o m p a ñ í a
las probaciones se l l a m a n experiencias; y p o r q u e , e n el c a m i -
n o d e las v i r t u d e s u n o s se a y u d a n d e u n a m a n e r a , otros d e
otra, u n o s se d a n m á s prisa, otros m e n o s ; así c o m o es la nece-
sidad diferente, lo debe también ser la probación.

A l fin, entonces dejará d e ser novicio, c u a n d o el superior


p o r las experiencias que d e él h a t o m a d o q u e d a satisfecho y
contento. Y a c a b a d o esto, n o es l u e g o escolar o c o a d j u t o r o
130
p r o f e s o : h a y en la C o m p a ñ í a u n estado m e d i o , introducido
p o r n u e s t r o P a d r e Ignacio; p o r q u e la C o m p a ñ í a p r o c e d a c o n
esta simplicidad y llaneza, y se t o m a también m á s experiencia
d e los sujetos, a u n q u e n o están p u r a m e n t e en probación. D e
esto se dirá adelante m á s c o n la gracia del Señor.

129
P7Coimbra[13].
130
Anot.Examen[134-138].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 211

a
21 PLÁTICA 7 - Los novicios
a a
En Coimbra: Pláticas 9 y 8

1. S i g u e el t r a t a d o de los n o v i c i o s

[136] Proseguiremos en esta plática lo que h e m o s c o m e n z a d o


de los novicios. Q u e d a m o s de hablar del tiempo del noviciado,
que p a s a d o el a ñ o n o son los nuestros luego profesos. A d v e r -
tid que las religiones que se fundan y tienen aprobación del
P a p a , en su m o d o d e vivir sustancial, quiero decir en tener v o -
tos solemnes, n o h a y cosa que n o sea ordinaria y c o m ú n , que
en eso convienen las religiones; pero, c u a n t o a lo particular en
que se distingue u n a religión de otra, h a y cosas y privilegios
n o sólo fuera del d e r e c h o c o m ú n eclesiástico, p e r o a u n fuera
de las reglas y leyes de las otras religiones. Esto es ser particu-
lar y diferente religión, tener algunas leyes y privilegios que no
tienen las d e m á s . Así lo v e m o s que la orden d e S. D o m i n g o , la
de los cartujos, etc., tienen particular m o d o de proceder en que
se diferencian; y nosotros ni m á s ni menos. Y n o h a y p o r qué
de esto se maraville nadie. Pero, c o m o son estas cosas fuera del
derecho c o m ú n , siempre tienen contradicción; y así la tuvieron
m u y grande las órdenes de los mendicantes, y n o c o m o quiera,
sino que algunos escribieron libros contra ellas.

Y p o r q u e entendáis c u a n g r a n cosa es instituirse u n a r e -


ligión, d o n d e se h a de d e r o g a r el derecho c o m ú n , sabed que al
m i s m o P a p a Inocencio III se le hizo esto dificultoso, c u a n d o se
instituyó la o r d e n d e los p r e d i c a d o r e s . Y así leemos en sus
C r ó n i c a s que, v o l v i e n d o de Tolosa S. D o m i n g o , d o n d e había
e s t a d o d o c e a ñ o s c o n t r a los herejes albigenses, d o n d e hizo
m u c h o s milagros, viniendo en R o m a a ñ o d e 1 2 1 5 d e m a n d ó la
a p r o b a c i ó n d e su religión al P a p a Inocencio, y el P a p a le dijo
que t o m a s e u n a d e las religiones y a a p r o b a d a s d e la Iglesia,
p a r a que en ella viviese él y sus c o m p a ñ e r o s . El volvió a tratar
y consultar esto con sus c o m p a ñ e r o s ; y después, c u a n d o tornó
a R o m a , era m u e r t o Inocencio, y H o n o r i o III le confirmó la re-
ligión c o n la regla de S. Agustín. A S. F r a n c i s c o y a le había
confirmado la regla Inocencio de palabra.
[137] N o s o t r o s , p u e s , t e n e m o s cosas particulares que son
fuera del d e r e c h o c o m ú n y de las o r d e n a n z a s de otras religio-
212 JERÓNIMO NADAL, S.J.

nes, c o m o es esto que t r a t a m o s . P a s a d o u n año, de derecho h a y


luego profesión, o tácita o expresa, en las otras religiones; aquí
no, p o r q u e así c o n v i e n e a su instituto y m o d o p a r t i c u l a r d e
proceder. Y esto tiene a u t o r i d a d d e la Sede Apostólica, c o m o
lo otro; y así, si t u v i é s e m o s n o s o t r o s a l g u n a s c o s a s particula-
res sin a p r o b a c i ó n y a u t o r i d a d del P a p a , c a u s a habría p a r a
maravillarse; p e r o que las t e n g a m o s confirmadas p o r él, n o la
1 3 1
h a y . M á s , que n u e s t r a bula n o s d a a u t o r i d a d apostólica p a -
ra declarar las d u d a s que ocurrieren e n n u e s t r a s bulas, consti-
tuciones y en nuestro instituto y, si n o fuese e n c o s a s c o m u n e s
y ordinarias, la declaración se h a d e t o m a r n o del d e r e c h o c o -
m ú n , sino d e nuestros propios principios.

[138] H a c e u n o en la C o m p a ñ í a v o t o público en m a n o s d e su
superior, y con t o d o eso n o es solemne en los coadjutores for-
m a d o s , a u n q u e p a r e c e q u e el d e r e c h o dispone otra c o s a p o r -
que esta gracia y privilegio nos h a h e c h o la Sede Apostólica.

[139] L a probación, pues, nuestra (según nuestros privilegios)


p a r a cualquier e s t a d o d e la C o m p a ñ í a p o r lo m e n o s h a d e ser
1 3 2
d e d o s a ñ o s , y lo m á s queda a la legítima satisfacción d e los
133 134
s u p e r i o r e s . L a s razones d e esto y a las t r a t a m o s , y nosotros
siempre h e m o s d e vivir en nuestro c o r a z ó n y deseos c o m o no-
vicios, c o n deseo d e a p r o v e c h a r n o s , conociendo nuestra nece-
sidad, p r o c u r a n d o tener superintendentes que nos corrijan,
que nos a y u d e n a a p r o v e c h a r n o s y adelantarnos en la virtud.

[140] V e a m o s a h o r a q u é m a n e r a d e n o v i c i a d o es el d e la
C o m p a ñ í a . A d v e r t i d que la C o m p a ñ í a , n u e s t r o instituto, en
t o d o p r o c u r a c o n la g r a c i a del Señor la perfección; quiere que
el novicio t e n g a a l g ú n gusto y principio d e religioso, que ten-
ga a l g u n a obligación, que ésa es la que h a c e ser religioso, c o -
m o c o n v e n d r á a aquel su estado.

L o s p r i m e r o s P a d r e s que fundaron la C o m p a ñ í a estuvie-


r o n c o n g r a n d e determinación d e dejar el m u n d o y sus cosas,
y seguir el estado de la perfección en otra religión o en ésta, si
135
la Iglesia se la a p r o b a s e . D e esta m a n e r a el que viene a ser d e

131
P5Alcalá[115].
1 3 2
Examen [16,71,98].
133
P7Coimbra[13].
1 3 4
P6Alcalá[135].
1 3 5
Examen [53].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 213

la C o m p a ñ í a h a de venir con v e r d a d e r a determinación de de-


jarlo todo, a lo m e n o s después de un año, a u n q u e al principio
136
de la C o m p a ñ í a era l u e g o ; y el superior n o p u e d e decirle
137
que lo dé a éste o al otro o a la C o m p a ñ í a , sino a los p o b r e s .
Y, si tiene parientes, tiene la C o m p a ñ í a en esto superintenden-
cia p a r a que se elija u n o o dos o tres letrados d e buena con-
ciencia, dentro o fuera de la C o m p a ñ í a , confirmados p o r el su-
perior, los cuales juzguen si sus parientes son pobres, p a r a que
138
les p u e d a distribuir la h a c i e n d a .

[141] Quiere la C o m p a ñ í a instituir a su novicio con algún


principio de religión, y comienza p o r la renunciación. Y así di-
ce S. Dionisio que ésta era el c o m i e n z o de los monjes y de los
139
que seguían la p e r f e c c i ó n . Vedlo en los apóstoles: he aquí que
lo hemos dejado todo y te hemos seguido. L o p r i m e r o que dice que
hicieron fue dejar y renunciarlo todo. ¿ Q u é es esta renuncia-
ción? Quitar los impedimentos que podéis tener p a r a el estado
que habéis t o m a d o , la honra, la hacienda. Cristo desnudo en la
cruz, pobre, lleno de oprobios y d e injurias; quien le quiere se-
guir, deje la h o n r a del m u n d o , los regalos y la hacienda. Y es
cosa digna de m u c h o peso y consideración, con cuánta eficacia
Cristo nuestro Señor en el Evangelio nos h a enseñado y acon-
sejado esta total renunciación. Quien no odia al padre y la madre,
etc. y quien no toma su cruz y me sigue. Quiere Cristo nuestro Se-
ñor que sean sus discípulos deshechos d e t o d a s las cosas que
el m u n d o aprecia y de sí mismos; y p o r eso quiere la C o m p a -
ñía que su novicio c o m i e n c e p o r aquí, p o r esta abnegación, a
lo m e n o s c o n propósito firme de ella. Y este propósito no ha de
nacer p o r alguna ocasión h u m a n a ; h a de ser m o v i d o de Dios y
c o n su gracia y a y u d a . Quiero y o ser religioso y dejarlo t o d o
p o r Dios. Si tengo hacienda, tengo de dejarla, y dejarla a p o -
bres; todo es perfección, el dejarla y la m a n e r a c ó m o se deja. Y
así aconsejó Cristo las dos cosas juntas: vende lo que tienes y da-
lo a los pobres. Y así veréis c u á n t a libertad t e n d r á n contra las
tentaciones los que entran con este á n i m o en la religión, c u á n -
to a y u d a nuestro Señor a los que totalmente lo quieren renun-
ciar todo p o r a m o r s u y o , c ó m o v a n d e s e m b a r a z a d o s y libres,
sin tropiezos, p o r el c a m i n o de la perfección.

136
Examen [53-54].
137
Examen [53-54]; Co [254].
138
Examen [55]; Co [256].
139
De eclesiástica hierarchia, MG 3,533.
214 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[142] Y aunque h a y a esta voluntad en algunos de dejarlo to-


d o al principio, y estén a ello aparejados cuanto es de su parte,
n o se les d a licencia p a r a que lo hagan, p o r el peligro que h a y
si después con inconstancia retrocedan. Para dentro del prime-
14
ro año n o tiene p r o m e s a ni v o t o alguno el novicio ° , y así n o le
p u e d e obligar el superior a cosa alguna el p r i m e r año; p e r o si
él n o quisiese seguir su o r d e n y consejo, le p o d r á c o n r a z ó n
despedir, p o r verle inepto para la obediencia y perfección de la
religión, que voluntariamente quiere seguir en aquel tiempo.

P a s a d o este p r i m e r o a ñ o es obligado a dejar a c t u a l m e n t e


sus bienes a su devoción a pobres c u a n d o el superior se lo or-
141
denase ; p o r q u e al principio que entra en la C o m p a ñ í a o ha
de distribuir sus bienes o h a c e r p r o m e s a de distribuirlos p a -
o
s a d o el p r i m e r año, c o m o se contiene en el principio del 4 c a -
pítulo del E x a m e n : c u a n d o el superior se lo o r d e n a r e , a p o -
bres, a su devoción, c o m o está dicho. Esta p r o m e s a y a d a al
novicio principio de religión; ya tiene gusto y principio de re-
ligión; y es ésta g r a n gracia, que se p o n g a en m a n o s d e otros,
que se deje guiar de otro. Y v e d la libertad de la C o m p a ñ í a : n o
p u e d e el superior decirle sino que lo d é a pobres, n o señalar-
le aquí o allí, a u n q u e p u e d e el superior significarle alguna ne-
1 4 2
cesidad , m a s sin inclinarle a u n a p a r t e o a otra, p o r q u e sea
v e r d a d e r a la libertad que el novicio tiene en esta parte. Y así
q u e d a él libre p a r a d a r l o a cualquiera siendo p o b r e , y a esto
n o se le p u e d e p o n e r i m p e d i m e n t o . Y, si quisiere d a r l o a p a -
rientes, n o h a de regirse p o r su parecer, p o r q u e h a y sospecha
no le lleve tras sí el a m o r de la carne y de la sangre; h a de ele-
gir el consejo de otros ( c o m o dijimos), que sean jueces indife-
rentes, sin pasiones, y éstos h a n d e j u z g a r si son pobres o no.
Y j u z g a n d o ser pobres, p u e d e disponer libremente, y el supe-
rior n o p u e d e t o m a r n a d a de lo que el novicio dispusiere de
esta forma, so p e n a que p e c a r á y será obligado a restitución. Y
si el novicio lo diese y n o a pobres, la tal d o n a c i ó n se p o d r í a
143
r e v o c a r c o m o nula de hecho y de derecho . Esta constitución de
la C o m p a ñ í a es fuera de la o r d e n de las otras religiones. Y los

140
Examen [54]; Co [254].
141
Examen [54]; Co [255,571].
142
P9Coimbra[4].
1 4 3
No es exacto lo que aquí dice Nadal. Además Nadal supone que
la promesa de distribuir los bienes es un voto, cosa que no es así. Ver: P9A1-
calá[180].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 215

que e n t r a n p o r esta p u e r t a , que es d e la total renunciación y


abnegación, v e m o s p o r experiencia c u á n t o son a y u d a d o s d e
Dios nuestro Señor y c o n c u á n t a consolación y quietud corren
p o r el c a m i n o c o m e n z a d o .

[143] A n t e s d e tratar d e los i m p e d i m e n t o s esenciales, y d e


las experiencias que la C o m p a ñ í a tiene p a r a sus novicios, os
quiero decir en b r e v e d e la obligación que h a y p a r a h a c e r los
votos de la C o m p a ñ í a . El novicio p u e d e p o r su d e v o c i ó n c a d a
y c u a n d o q u e quisiere h a c e r los v o t o s simples d e la C o m p a -
ñía, y es consejo d e las Constituciones q u e se h a g a n antes d e
los dos años, p o r q u e mientras m á s liberales se m o s t r a r e n c o n
Dios n u e s t r o Señor, tanto m á s c o p i o s a m e n t e recibirán en sí su
1 4 4
divina g r a c i a . Dentro d e los d o s a ñ o s n o p u e d e n a d i e ser a
ello constreñido; p u é d e s e aconsejar, p r i n c i p a l m e n t e si se v e
que se p r e v e n d r á n así a l g u n a s turbaciones. El P a d r e Ignacio
1 4 5
n o quería que c o n facilidad se le aconsejase h a c e r v o t o s ; y,
c u a n d o se le aconseje, es m e n e s t e r ponerle delante la libertad
que tiene p a r a n o h a c e r l o s , n o instigándolos a ellos. Ellos d e
su devoción se m u e v a n , si así j u z g a r e n que les conviene.

Al fin d e los dos años están obligados los novicios a hacer


146
los v o t o s , y se p u e d e n constreñir, y deben constreñirse a que
los hagan, aunque hubiesen de quedar en m á s tiempo de proba-
ción p o r n o tener de ellos el superior la satisfacción que convie-
ne. Y así n o se sigue en la Compañía, porque u n o h a y a hecho los
147
votos, que queda ya p o r aprobado escolar o p o r c o a d j u t o r .

2. I m p e d i m e n t o s p a r a la a d m i s i ó n y e x p e r i e n c i a s

[144] V e a m o s a h o r a d e los i m p e d i m e n t o s esenciales. E s t o s


1 4 8
son los que h a c e n a u n o incapaz d e ser d e la C o m p a ñ í a , en
los cuales ni el General ni t o d a la C o m p a ñ í a p u e d e dispen-
1 4 9
sar . N o quiere la C o m p a ñ í a t o m a r el juicio d e esto, sino que
lo deja al P a p a y a sus nuncios. H a y otros i m p e d i m e n t o s , p e r o

1 4 4
Co[283].
145
P10Coimbra[34].
1 4 6
Co [537,544].
147
PÍO Coimbra[35]; P12Coimbra[15].
1 4 8
Examen [30]; Co [164].
1 4 9
Co[176].
216 JERÓNIMO NADAL, S.J.

1 5 0
se p u e d e n c o m p e n s a r c o n o t r a s p a r t e s , y c o n d a r l e m á s
t i e m p o d e probación p a r a t o m a r d e él m a y o r satisfacción.

[145] El p r i m e r i m p e d i m e n t o es h a b e r r e n e g a d o d e la fe, o
h a b e r sido hereje n o t a d o , o c o n errores, o cismático, a u n q u e
1 5 1
m á s esté c o r r e g i d o y e n m e n d a d o . El 2° ser h o m i c i d a o infa-
1 5 2 o
m e p o r p e c a d o s e n o r m e s . El 4 haber sido fraile d e otra or-
1 5 3
den, o con v o t o o sin é l ; o d e a l g u n a o r d e n d e s a c e r d o t e s ,
1 5 4 155 o
c o m o h a y dos en Italia sin la n u e s t r a , o e r m i t a ñ o . 4 si es
156 o
c a s a d o o si es e s c l a v o . El 5 tener indisposición d e c a b e z a
d e m a n e r a que p i e r d a el juicio o que esté en peligro d e o s c u -
1 5 7
recerse el u s o d e la r a z ó n .

[146] Estos son los i m p e d i m e n t o s esenciales, y h a y g r a n r a -


z ó n p a r a que lo sean; p o r q u e , d a d que fuese lo c o n t r a r i o , que
los tales fuesen a d m i t i d o s a ser d e la C o m p a ñ í a , y veréis qué
d e inconvenientes habría p a r a tratar su instituto. Decía el P a -
1 5 8
dre Ignacio p a r a esto d o s r a z o n e s suaves y llanas, p e r o efi-
caces a su m o d o . Nuestro fin, a que el Señor nos h a llamado, es
p a r a a p r o v e c h a r al prójimo, y p o r consiguiente d e edificarle
c o n lo que hiciéremos y que nuestras personas les sean gratas,
p a r a que les sea a c e p t o nuestro ministerio; los impedimentos,
c o m o lo podéis v e r en c a d a u n o d e ellos, impiden esta acepta-
ción con el prójimo y p o n e n nota en nuestros ministerios. L a
otra r a z ó n es que los d e la C o m p a ñ í a tanto m á s nos a y u d a r e -
m o s , c u a n t o m á s fuéremos todos d e u n a color y de u n a librea,
y que u n o conocido se c o n o z c a n todos, c o m o a h o r a v e m o s que
p a s a así con la gracia del Señor; y que en cosas tan i m p o r t a n -
tes, c o m o son las que se ponen en los impedimentos esenciales,
todos s e a m o s unos, limpios en lo que toca a la fe.

[147] U n r e n e g a d o , u n cismático, n o son legítimos ministros


d e la p a l a b r a d e Dios. C i s m a n o es herejía, p e r o es h e r m a n a
1 5 9
s u y a , c o m o dice S. J e r ó n i m o . N u n c a d u r a c i s m a m u c h o

150
Co [178].
151
Examen [24]; Co [167].
152
Examen [25]; Co [169,170].
153
Examen [27]; Co [172]. Basta haber tenido el hábito un solo día.
154
Los Teatinos, fundados en 1524 y los Barnabitas, aprobados en 1533.
155
Examen [27]; Co [171].
156
Examen [28,41]; Co [173].
157
Examen [29]; Co [175].
158
P8Coimbra[4].
159
InTit. 3,10. ML 26,598.
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 217

t i e m p o , que n o le a c o m p a ñ e la herejía; c o m o lo s a b e m o s de
los griegos, y lo h e m o s visto en Alemania. N u e s t r o ministerio
e instituto es d e ser ministros legítimos y eclesiásticos de la
palabra de Dios. Quien tiene p a r a esto ineptitud, n o le quiere
la C o m p a ñ í a a u n q u e esté e n m e n d a d o y a u n q u e tenga dispen-
sación de aquella nota, c o n t o d o eso n o le queremos; p o r q u e ,
e n fin, de derecho es éste inhábil p a r a ejercitar semejantes mi-
nisterios c o m o la C o m p a ñ í a profesa, y ante la Iglesia éste tiene
nota. N o s o t r o s h e m o s de ser ministros religiosos, quiero decir
legítimos y c o n perfección; el hereje, el homicida, el infame n o
lo son; que tienen i m p e d i m e n t o eclesiástico.

[148] Pues ¿qué, diréis del que h a sido fraile y se salió siendo
novicio, n o p o r inconstancia, sino p o r alguna necesidad? Q u e
n o se p u e d e recibir. L o p r i m e r o , p o r q u e t e n g o de j u z g a r que
aquella e r a v o c a c i ó n de Dios. Yo n o quiero ni debo juzgar otra
cosa. Y también i m p o r t a que n o se m e z c l e nuestra religión, si-
n o que s e a m o s t o d o s de u n a librea, t o d o s de u n m o d o de p r o -
ceder. Y n u e s t r a constitución esto juzga en lo universal; en lo
particular n o p u e d e haber certidumbre; y así se cierra la p u e r -
160
ta t o t a l m e n t e .

[149] De los ermitaños se entiende en hábito monacal, que de-


161
p e n d e n de alguna r e l i g i ó n , que son a m o d o de los antiguos,
a u n q u e n o v a n en la perfección d e aquellos que, d e s p u é s de
20 años de v i d a cenobítica en c o m u n i d a d , v a n al y e r m o . Pero
éstos tienen su m o d o de vivir particular y su m a n e r a d e v o -
cación, y p o r eso, p o r semejante r a z ó n , n o se a d m i t e n en la
Compañía.

[150] Del m a t r i m o n i o rato y n o c o n s u m a d o t e n e m o s resolu-


ción, h e c h a en v i d a de nuestro P a d r e Ignacio. Cierto está que
éste p u e d e ser religioso; p e r o ¿ c ó m o será en la C o m p a ñ í a sin
perjuicio d e tercero? R e s p o n d i ó n u e s t r o P a d r e que n i n g u n o
d e esta m a n e r a se debe recibir, si n o juzga el superior que tie-
ne p a r t e s p o r las cuales, a c a b a d o u n a ñ o , p u e d a ser a d m i t i d o
162
a profesión de tres v o t o s s o l e m n e s y esto será rarísimo en la
C o m p a ñ í a , p o r q u e p o c o s h a b r á d e esta suerte en quien con-
c u r r a n esas p a r t e s p a r a que se a d m i t a a profesión al fin del

160
P8Coimbra[7].
161
Examen [27]; Co [172].
162
P8Coimbra[8l
218 JERÓNIMO NADAL, S.J.

a ñ o c o n t a n t a dispensa del noviciado; p o r q u e , d e d e t e n e r s e


m á s , n o r e d u n d e en injuria d e la mujer.

[151] El esclavo claro está que n o p u e d e ser religioso; y el


que tuviese peligro d e p e r d e r el juicio, y a veis c u a n incapaz es
163
p a r a nuestros m i n i s t e r i o s . Quien en el e x a m e n callase estos
i m p e d i m e n t o s , p e c a r í a m o r t a l m e n t e y estaría s i e m p r e en p e -
c a d o m o r t a l , mientras n o lo descubriese.

[152] Sigúese que d i g a m o s d e las experiencias y probaciones


que tiene la C o m p a ñ í a p a r a su n o v i c i a d o . Son t o d a s d e g r a n
i m p o r t a n c i a y se h a d e h a c e r m u c h o c a s o d e ellas. Seis m a n e -
1 6 4
ras h a y d e probaciones ordinarias en la C o m p a ñ í a ; a u n q u e
165
o t r a s m u c h a s h a y a juicio d e los s u p e r i o r e s . L a p r i m e r a es
a a a
h a c e r ejercicios. 2 , servir en hospitales. 3 , peregrinar. 4 , ser-
a
vir en c a s a en oficios h u m i l d e s y bajos. 5 , e n s e ñ a r la doctrina
a
cristiana sencillamente a los niños y a las p e r s o n a s r u d a s . 6 ,
confesar o p r e d i c a r o leer, c o n f o r m e al talento que antes tenía.

L a r a z ó n g e n e r a l d e estas experiencias es q u e p o r aquí


llevó nuestro Señor al P a d r e Ignacio, a quien t o m ó p o r minis-
tro d e esta v o c a c i ó n , y p o r aquí le ejercitó, y éste fue su novi-
1 6 6 o
c i a d o . L o 2 , p o r q u e la p r o b a c i ó n es p r o b a r a u n o si es b u e -
n o p a r a n u e s t r o instituto, si se e n s a y a bien e n él. Tiene la
C o m p a ñ í a oración y trato d e esto; se d a n al novicio ejercicios
p a r a v e r c ó m o se halla en la o r a c i ó n y c u a n hábil es p a r a las
c o s a s espirituales. Se o c u p a la C o m p a ñ í a en obras d e c a r i d a d ,
en servir a los pobres, en discurrir p o r u n a p a r t e y p o r otra p a -
ra a p r o v e c h a r a los prójimos. Se p r u e b a p a r a esto el que desea
la C o m p a ñ í a e n servir hospitales, en peregrinar, y así en los
d e m á s . A s í que p r u e b a n c ó m o se hallan e n aquellas c o s a s e n
las cuales h a n d e vivir siempre.

[153] L o s ejercicios se d a n n o sólo p a r a instruirle en oración


y darle m o d o en las cosas espirituales, p e r o p a r a t o m a r e x p e -
167
riencia d e la c a p a c i d a d que tiene p a r a las cosas e s p i r i t u a l e s .
Y, a u n q u e d a m o s ejercicios a otros, n o son p a r a este fin, sino
sólo p a r a instruirlos; p e r o , los que h a n d e ser nuestros, p r o c u -

163
P8Coimbra[9].
1 6 4
Examen [64...]; P5España[86].
165
Examen [64,71,127]; Co [748]: P5España[93-94].
166
P8Coimbra27[ll].
1 6 7
P5España[86];PSCo¿ffibra[22J.
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 219

r a m o s c ó m o se a p r o v e c h a n en la oración y p o r qué vía se sien-


ten m á s a y u d a r s e ; y tan p o c a habilidad p o d í a tener u n o p a r a
las cosas interiores, que n o fuese p a r a la C o m p a ñ í a .

[154] Sigúese d e s p u é s d e los ejercicios otra m a n e r a d e p r o -


bación, que es m u y c o n f o r m e a n u e s t r o instituto y a n u e s t r o
m o d o d e p r o c e d e r . N u e s t r a o r a c i ó n h a d e ser, n o p a r a a so-
las, sino p a r a a y u d a r al prójimo. Sale u n o d e ejercicios, y s a -
le c o n h e r v o r e s y c o n m u c h o s deseos. Q u e r e m o s p r o b a r de
c u á n t a firmeza sean; le p o n e m o s en o b r a s de c a r i d a d , en ser-
1 6 8
v i r en u n hospital, d o n d e h a y l u g a r de ejercitarlas t o d a s ;
p u e s ése h a d e ser su oficio d e s p u é s , c o n s e r v a r las reliquias
1 6 9
de la o r a c i ó n en las o b r a s exteriores y o c u p a c i o n e s d e a y u -
d a r al p r ó j i m o , y t a m b i é n ése h a de ser el fin de n u e s t r a o r a -
ción: el o c u p a r n o s en el a p r o v e c h a m i e n t o del prójimo. C u a n -
d o le v e m o s al n o v i c i o q u e , p u e s t o en el hospital, n o p i e r d e
su d e v o c i ó n , n o se inquieta ni t u r b a , a n d a c o n alegría y c o n -
s o l a d o , h e m o s p r o b a d o q u e sus d e s e o s y h e r v o r e s , c o n q u e
h a b í a salido d e los ejercicios, e r a n v e r d a d e r o s . Y esto b a s t a
p o r a h o r a . Se d i r á d e esto en la p l á t i c a q u e se sigue, c o n la
g r a c i a del Señor.

a
22 PLÁTICA8 -Medios para ayudar a los novicios
a
En Coimbra: Pláticas 8 y 10"

1. S i g u e el t r a t a d o d e las e x p e r i e n c i a s de los n o v i c i o s

[155] M u c h o m e detienen los novicios, y m e place d e tratar


de ellos; que es g r a n d e consolación hablar de estas cosas que
tanto a y u d a n p a r a n u e s t r o a p r o v e c h a m i e n t o . Dijimos en la
plática p a s a d a d e ellos y a ú n queda q u e decir en ésta. C o m e n -
cé a p r o p o n e r las experiencias en las cuales los novicios se ins-
truyen y se h a c e n idóneos p a r a el fin de la C o m p a ñ í a . Dije que
la p r i m e r a p r o b a c i ó n es d e los ejercicios espirituales; y, a u n -
que en nuestras bulas este n o m b r e de ejercicios espirituales se

168
P5España[87]; P8Coimbra[13l
1 6 9
P7España[146]; P2Coimbra[2].
220 JERÓNIMO NADAL, S.J.

170
t o m a en g e n e r a l , aquí en esta constitución significa en p a r -
m
ticular nuestros ejercicios espirituales , este m o d o particular
q u e h a d a d o n u e s t r o Señor a la C o m p a ñ í a d e tratar las cosas
171
interiores y espirituales . Se p r u e b a aquí u n o y se v e c ó m o se
habilita y a p r o v e c h a en las cosas de la o r a c i ó n , y v e la C o m -
pañía c ó m o éste p o d r á servir m á s a Dios y p o r qué c a m i n o de
los espirituales se a y u d a m á s ; p o r q u e en esto h a y diferentes
m a n e r a s de proceder. H e aquí c ó m o los ejercicios son e x p e -
1 7 3
riencia ; y en el que d a los ejercicios, p a r a t o m a r bien esta
noticia, es menester m u c h a discreción, y que el superior t o m e
de aquí principio c ó m o le h a de guiar adelante. Y advertid, c o -
m o se tocó en la plática p a s a d a , c ó m o bien v i e n e n las u n a s
probaciones c o n las otras.

[156] E s t e p r o v e c h o de oración que se h a c o g i d o en los ejer-


cicios n o es p a r a solitario, n o es p a r a sí a solas, sino p a r a el fin
d e la C o m p a ñ í a ; y así, a c a b a d o s los ejercicios, se t o m a e x p e -
riencia de la firmeza de sus deseos, y p o r tanto se p o n e el n o -
174
vicio en u n h o s p i t a l d o n d e h a y ocasiones d e p r o b a r la h u -
mildad, la paciencia, la caridad; y así se conoce el ser que tiene
y el a p r o v e c h a m i e n t o en cosas espirituales, y también se en-
s a y a en esta p r o b a c i ó n p a r a saber c o n s e r v a r la d e v o c i ó n y el
h e r v o r de la oración en los ejercicios del a p r o v e c h a m i e n t o del
175
prójimo .
176
[157] Otra probación h a y de p e r e g r i n a r ; y t o d a s éstas sue-
177
len d u r a r c a d a u n a u n m e s o r d i n a r i a m e n t e . Y d e s p u é s se
t o r n a n a repetir. Se u s a m u c h o esta peregrinación en la C o m -
pañía, p o r q u e el P a d r e Ignacio decía que se había m u c h o a y u -
d a d o en peregrinaciones, y p o r q u e n u e s t r o oficio ése es, dis-
currir p o r u n a p a r t e y p o r otra p a r a la a y u d a d e las almas; y
tan m a l podría u n o p r o b a r en esto, que j u z g á s e m o s n o ser p a -
178
ra n u e s t r o instituto. Dice la c o n s t i t u c i ó n la c a u s a q u e h a y
p a r a esto. H a y en las peregrinaciones m u c h a ocasión d e ejer-

170 p4Alcalá[104].
1 7 1
Examen {65]; Co [277].
1 7 2
P7Espafta[140-143]; P6Austria[36-43].
1 7 3
P7Alcalá[153].
1 7 4
Examen [66].
1 7 5
P7Alcalá[154].
1 7 6
Examen [67].
1 7 7
Examen [65-67].
1 7 8
Examen [67].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 221

cicio de las v i r t u d e s y de p r o b a r la firmeza d e sus deseos; se


v e u n o pobre, solo, sin a y u d a ni consolación d e los h o m b r e s ,
sin viático; y a n o le reciben, y a le m a l t r a t a n de palabras: en es-
tas y semejantes ocasiones se p r u e b a c ó m o se h a de b u s c a r só-
lo Dios y en él p o n e r su confianza, y tiene m a t e r i a de practicar
sus b u e n o s deseos, ocasión de p a d e c e r h a m b r e y sed y v e r s e
c ó m o en ello se halla.

[158] L a o r d e n de estas experiencias n o es necesaria: p u e d e


el superior d a r a h o r a u n a s y d e s p u é s otras, c o n f o r m e a lo que
179
le p a r e c i e r e c o n v e n i r . P e r o ellas entre sí, p o r el o r d e n q u e
las p o n e el P a d r e Ignacio, tienen g r a n d e o r d e n y consonancia.
L a p r i m e r a p r u e b a se h a c e en los ejercicios, d o n d e tiene el n o -
vicio m á s a y u d a s y m e n o s ocasiones. L u e g o se siguen los hos-
pitales d o n d e , a u n q u e están fuera de casa, tienen a y u d a de la
C o m p a ñ í a y a c u d e n al colegio y son visitados de los que están
en él. E n las peregrinaciones se h a c e m á s experiencia: v a n so-
los p o r lugares d o n d e n o está la C o m p a ñ í a , d o n d e h a y m á s
l u g a r d e ejercitar la paciencia y otras m u c h a s virtudes.
a
[159] L a 4 probación es servir en casa en oficios bajos y h u -
1 8 0
mildes ; y es esta probación m u y propia de los nuestros. Yo
he tenido y tengo g r a n g a n a que los nuestros se ejercitasen en
181
estas probaciones enteramente c o m o dicen las Constituciones.
Yo n o d u d o sino que, si así se hiciese, habría m á s a p r o v e c h a -
miento en todo. C u a n d o estuviere en casa el novicio h a de es-
tar siempre en obediencia, y ha de ser puesto en oficios d o n d e
p u e d a b u s c a r sola la v i r t u d , c o m o son los oficios h u m i l d e s y
1 8 2
b a j o s . E n la obediencia h a de tener m u c h a o b s e r v a c i ó n y
obedecer a otros, fuera d e su superior; c o m o , si es c o m p a ñ e r o
1 8 3
del sacristán, al sacristán; al cocinero, al c o m p r a d o r . Tiene
m u c h o s s u p e r i n t e n d e n t e s que le notan: el ministro, el s o t o -
1 8 4 185
ministro , el s í n d i c o ; t o d o s le n o t a n , t o d o s le p u e d e n d a r
penitencia c o n o r d e n del superior, p o r faltas y p o r n o fal-

179
Examen [71].
1 8 0
Examen [68].
181
Nadal pone la expresión latina "ad purum" donde el Examen di-
ce: "con entera diligencia y cuidado" y una redacción anterior; " más dili-
gente o exactamente".
1 8 2
Examen [83].
1 8 3
Examen [84,87]; Co [286].
184
Examen [88].
185
Co [271,386,431,504]; P5España[84]; P20Coimbra[19-21].
222 JERÓNIMO NADAL, S.J.

1 8 6
t a s . M u c h o se p r u e b a en esto la v i r t u d de c a d a uno; si se
tienta, si d a m u e s t r a s de impaciencia, si a n d a consolado y con
alegría; n o h a y falta que n o se sepa, que n o se enmiende.
[160] Quedan, después de éstas, otras probaciones, que son a
imitación del Padre Ignacio, que luego quiso comenzar a a y u d a r
al prójimo; y eso le fue a él experiencia y probación, y nuestro Se-
ñor le guiaba para el fin de la Compañía. Y así nuestros novicios
en las últimas probaciones comienzan a ayudar al prójimo, y eso
en probación: enseñan la doctrina cristiana a niños y personas
rudas, acomodándose a su capacidad con una exposición llana y
187
sencilla ; y esto n o u n día, ni dos, sino a la larga. Y este minis-
terio, aunque es grande y de m u c h a importancia, n o tiene esa
188
a p a r i e n c i a ; y así se conoce en este ejercicio la buena inclina-
ción y devoción de uno y cuánto afecto tenga a los niinisterios de
la Compañía. Tenemos nosotros hechas m u c h a s buenas pruebas
en esto; y, si uno persevera con aprovechamiento, la tenemos por
m u y buena señal. N o les enviamos solos, sino con algún c o m p a -
ñero de juicio, para que le note y advierta de lo que faltare.
a
[161] L a 6 experiencia es que confiese, predique o lea, y ha-
189
ga lo que p u e d a s e g ú n su talento . E n t r a u n d o c t o r en la
C o m p a ñ í a ; p a s a d a s las otras probaciones dichas, c o m i e n z a a
h a c e r s e a las a r m a s ; confiesa, p e r o en probación; predica en
probación, p a r a p r o b a r c ó m o lo hace; y t o d o esto h a de ejerci-
tar c o n observación y que h a y a quien lo note; y esto q u e d a a
c a r g o del m a e s t r o de novicios, que es oficio de m u c h a impor-
tancia en la C o m p a ñ í a . C u a n d o hubiere de confesar, se le ha
de d a r instrucción c ó m o lo h a g a según el u s o d e la C o m p a -
190
ñía ; y h a de consultar también en lo que se le ofreciere, p a -
ra t o m a r m o d o de lo que deba hacer, pero salvo el sigilo de con-
fesión y secreto, el cual h e m o s de g u a r d a r c o n perfección, y a u n
abstenernos de lo que en otra ocasión sería lícito. Y de esta m a -
nera h a de ser instruido en los ejercicios que hubiere de hacer.
m
[162] P a r a c a d a u n a de estas experiencias se d a u n m e s , y
d e s p u é s se t o r n a n a repetir algunas o t o d a s , c o m o j u z g a r e el

1 8 6
Examen [90,98]; Co [269].
1 8 7
Examen [69].
1 8 8
Co [528]; P5España[90].
1 8 9
Examen [70].
1 9 0
P6Austria[50-65].
1 9 1
Examen [71].
I V . PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1561 223

superior que conviene. Si u n o n o p r o b ó bien en ejercicios, tor-


ne a hacerlos; si en peregrinaciones, ni m á s ni m e n o s . P e r o de
ordinario es b u e n o e m p l e a r s e en h a c e r los oficios bajos de c a -
sa y humildes; y de tanto a tanto ir a u n a peregrinación, ir a
servir al hospital.

[163] H a y otras probaciones, fuera de éstas que he dicho que


192
son las o r d i n a r i a s . N u e s t r o P a d r e solía h a c e r a u n o superior
193
o m i n i s t r o , d e s p u é s d e tener s e g u r i d a d de él en otras p r o -
baciones, p o r experiencia y probación. Y es ésta m u y b u e n a
probación, p o r q u e se m u e s t r a u n o m u c h o en ser superior, y se
da a c o n o c e r lo que h a g a n a d o . El superior es t o d o s los oficios
juntos, a todos h a de atender, y en todos h a de p r o c u r a r que se
b u s q u e la perfección; y así se p r u e b a m u c h o u n o a quien h a -
c e n superior. O t r a s v e c e s solía el P a d r e , p a r a p r o b a r a u n o ,
p o n e r l e en diversas cosas y c o n t r a r i a s , c o m o q u e a n d u v i e s e
j u n t a m e n t e a cosas t e m p o r a l e s y espirituales, que p r e d i c a s e ,
que fuese p r o c u r a d o r , y atendiese a otros negocios, o que fue-
se escritor.

También, d e s p u é s que en los colegios h a y lecciones de


g r a m á t i c a , h a y b u e n a ocasión de probación, c o m o p o n e r a
u n o que lea la clase de los m í n i m o s , y q u e enseñe a niños los
principios de g r a m á t i c a , que son cosas que de sí n o d a n gusto;
y así en ellas se v e la d e v o c i ó n y c a r i d a d de c a d a u n o , si p e r -
severa sin b u s c a r achaques, sin turbarse, c o n alegría; y es esta
p r o b a c i ó n m u y semejante a la que dijimos de enseñar doctri-
n a cristiana. Y, al fin, t o d a s las experiencias que j u z g a r e el su-
perior p o d e r aprovechar, todas son probaciones y p u e d e el su-
perior darlas.

[164] A h o r a d i g a m o s de los e x á m e n e s que h a y en la C o m p a -


ñía. Tres son los e x á m e n e s que se u s a n en la C o m p a ñ í a : u n o
1 9 4
antes de entrar en c a s a , o t r o e s t a n d o en la p r i m e r a p r o b a -
1 9 5 196
ción y el otro de seis en seis meses '. E n el p r i m e r o se h a de
e x a m i n a r de los i m p e d i m e n t o s esenciales si tiene alguno, y
c o n t a r a l g u n a noticia de él, p a r a v e r si se h a de recibir en la

1 9 2
P5España[93].
1 9 3
Como el mismo Nadal que fue nombrado Ministro poco después
de su ingreso en la Compañía.
1 9 4
Examen [22,53].
1 9 5
Examen [18,31,34...,39,98,102,104...]; Co [142].
1 9 6
Examen [18].
224 JERÓNIMO NADAL, S.J.

o
p r i m e r a probación o no. Se h a de h a c e r este e x a m e n p o r el 2
197
capítulo, de pasada y disimulando que se h a c e e x a m e n ' .
N o teniendo impedimento esencial, entra en la que llama-
m o s primera probación. Esto es que la Compañía procede en to-
d o con gran libertad; y así, antes que u n o sea admitido a la c o -
m ú n habitación, quiere que sea informado de todo, p a r a que
con m á s claridad se proceda. Y así está 12 ó 15 ó 20 días en u n a
1 9 8
c á m a r a , y allí se le propone un e x a m e n a la larga; v e las bulas
y algunas cosas de las constituciones que le pueden hacer m á s al
199
c a s o , y se hace capaz de todo nuestro instituto; y allí hace una
200
confesión general y da razón de su conciencia , y hace sus lec-
ciones; y así entra en la c o m ú n obediencia en que están los otros
novicios. Algunas veces conviene, y así se suele practicar, que en
la primera probación h a g a la primera semana de ejercicios, por-
que tenga en qué ocuparse con provecho, y porque también se
disponga a hacer bien una confesión general a nuestro m o d o .
a
[165] L a 2 probación es a la larga y divídese de esta m a n e r a :
P a r a p e r s o n a s que n o h a n de estudiar, c o m o serían letrados o
los que se a d m i t e n p a r a coadjutores temporales, d u r a en esto
a 201
la 2 probación h a s t a que sean o profesos o c o a d j u t o r e s , o
hasta que salgan del noviciado a u n estado m e d i o , que n o es-
tán en v e r a probación y tienen hechos sus v o t o s d e dos años,
y c o n t o d o eso a ú n n o se incorporan finalmente en la C o m p a -
2 0 2
ñ í a . L o s que h a n de estudiar tienen sus dos años de proba-
203
ción antes de ser admitidos p o r escolares a p r o b a d o s , y des-
p u é s la probación que tienen n o es p a r a probación d e las
costumbres, de las cuales se tiene alguna satisfacción; y así n o
están a m o d o d e probación, sino se p r u e b a n en su entendi-
miento y letras, y se t o m a en esto d e ellos experiencia p a r a si
serán coadjutores o profesos. Y, a c a b a d o s los estudios, p o r q u e
p o d r í a h a b e r s e debilitado la v i r t u d y remitido la devoción,
h a y otro a ñ o d e probación, que es en las m i s m a s experiencias
204
que se hicieron en los dos p r i m e r o s .

1 9 7
Examen [23].
1 9 8
Examen [21]; Co [190].
1 9 9
Examen [20].
2 0 0
Examen [93,98]; Co [200].
2 0 1
Examen [16,98].
2 0 2
Examen [100]; Co [514].
2 0 3
Examen [14,121]; Co [336,523].
2 0 4
Examen [16,71,100]; Co [514].
I V . PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 225

2. Medios para ayudar a los novicios

[166] A h o r a , p u e s , ¿ q u é m e d i o s tiene la C o m p a ñ í a p a r a
a y u d a r a sus novicios y qué discurso es el d e n u e s t r a s p r o b a -
ciones? E s t a es la s u m a d e los ejercicios en que se emplean:
en la penitencia, en la m e d i t a c i ó n y o r a c i ó n , en las dos vi-
2 0 5
das activa y c o n t e m p l a t i v a , en v e n c e r vicios y extirpar m a -
los hábitos, y a y u d a r s e c o n t r a las m a l a s inclinaciones y en
g a n a r virtudes.

Y ¿que vías h a y p a r a esto? L a s ordinarias que h a y en la


206
Iglesia, divinas, de g r a n eficacia, confesión y c o m u n i ó n . L a
penitencia quita la culpa, debilita el ruin hábito, a y u d a p a r a
207
n o recaer a d e l a n t e . Y, p o r q u e c ó m o d a m e n t e n o se p o d í a h a -
cer la confesión c a d a día, se e s c o g e n los d o m i n g o s p a r a esto,
por ser este día d e d i c a d o al culto divino. Y c a d a día se usa el
2 0 8 209
e x a m e n , d o n d e se p r o c u r a n los actos de c o n t r i c i ó n , y dos
2 1 0
veces al d í a y esto es a p r o v e c h a r s e del s a c r a m e n t o de la pe-
nitencia en voto y disponerse a recibirlo c o n m á s a u m e n t o de
gracia. Y así se v a el a l m a fortificando c o n t r a los p e c a d o s y
crece en n o s o t r o s el aborrecimiento d e ellos; y con la a y u d a
del s a c r a m e n t o de la penitencia tan ordinario, se a y u d a m u -
c h o el a l m a en este ejercicio c o n t r a los p e c a d o s y p a r a crecer
m á s en las virtudes. V a m o s al s a c r a m e n t o de la c o m u n i ó n de
211
o c h o a o c h o d í a s , d o n d e el a l m a es confortada y se rehace y
t o m a sustento y nutrición.

M á s , venidos los seis m e s e s se m e torna a p r o p o n e r el


e x a m e n , d o n d e otra v e z m e t o r n o a r e n o v a r y a excitar de
n u e v o a la perfección, y h a g o u n a confesión general de aque-
212
llos seis m e s e s d e lo c o n f e s a d o , p o r q u e es cosa d e perfec-
ción y a y u d a m u c h o . Y p r e s u p o n e la C o m p a ñ í a que m e he
a p r o v e c h a d o , y que tendré m á s conocimiento de los p e c a d o s
y m á s contrición, y que t o m á n d o l o s todos juntos m u e v e n m á s
a dolor y contrición de los pecados. Y así h a y m a y o r a u m e n t o

205
P6Akalá[127].
206
Examen [80]; Co [261].
207
P6Austria[65].
208
Co [261].
209 o
Ej [ 4 3 , 4 ] .
210
Co [342,344].
211
Examen [80]; Co [261].
212
Examen [98].
226 JERÓNIMO NADAL, S.J.

y r e n o v a c i ó n en el h o m b r e interior, y c r e c e n las fuerzas p a r a


p r o s e g u i r c o n m a y o r á n i m o en el c a m i n o c o m e n z a d o de la
perfección. Y con esta disposición a b u n d a m á s la gracia en n o -
sotros, y t e n e m o s d e s e o s de penitencia, tiene el h o m b r e m á s
c o n o c i m i e n t o de sí m i s m o y de las ocasiones y peligros que
p u e d e tener, p a r a prevenirlas. C o m u l g a n , a c a b a d a esta confe-
sión; y así las v i r t u d e s reciben a u m e n t o . E s t o es ir d e bien en
mejor; y p o r este t i e m p o los que tienen v o t o s los r e n u e v a n y
se t o r n a n c o n n u e v o s deseos a dedicar a Dios, y así también se
acrecienta la g r a c i a d e los v o t o s . E s t e ejercicio d e r e n o v a c i ó n
213
se h a c e de seis e n seis meses hasta la p r o f e s i ó n .

[167] O s quiero decir a h o r a algunos avisos que n o s d a n las


Constituciones p a r a mejor a p r o v e c h a m i e n t o d e los novicios.
O s diré u n o al principio, que p o n e nuestro P a d r e en las C o n s -
tituciones. Y viniendo y o de Sicilia le p r e g u n t é que m e dijese
a l g o p a r a m i a p r o v e c h a m i e n t o , y él m e respondió: "Mirad,
N a d a l , ¿queréis a p r o v e c h a r ? Veis lo que d e s e a n los h o m b r e s
del siglo. D e s e a d v o s y p r o c u r a d lo c o n t r a r i o , y vestios d e la
librea d e Cristo n u e s t r o Señor, y veréis c u á n t o os a p r o v e c h a -
o 2 1 4
r á " . E s t e aviso está p u e s t o en el 4 capítulo del E x a m e n . Y o
n o estoy en el m u n d o , sino e n religión; he r e n u n c i a d o total-
m e n t e el m u n d o , t e n g o de ir c o n t r a el fin de él, n o t e n g o d e
tornar a desear lo que y a u n a v e z aborrecí: a ser del siglo, a te-
ner g u s t o de sus cosas, que esto m e sería a m í infierno. Tiene
el m u n d o y profesa c o s a s contrarias a m i profesión y a lo que
y o estoy obligado a seguir. Yo tengo d e ser humilde; la sober-
bia, la v a n i d a d , i m p i d e n y r e p u g n a n c o n m i e s t a d o . H e m o s
n o s o t r o s de seguir a Cristo y t o m a r n u e s t r a c r u z a cuestas.
¿ Q u é c o s a es c r u z ? Padecer. N o sólo trabajos t u v o la c r u z d e
Cristo, p e r o ignominia, afrenta, oprobio del m u n d o ; y, a u n q u e
n o s o t r o s p a d e c e m o s otros trabajos, n o t e n e m o s a c t u a l m e n t e
esas infamias del m u n d o , y h a de ser nuestra c r u z entera. Y así
los d e la C o m p a ñ í a , q u e s e g u i m o s a Cristo, h e m o s d e estar
aparejados a afrentas, infamias del m u n d o , y p r o c u r a r que se
nos i m p r i m a este deseo de v e r a s en nuestros c o r a z o n e s , y de-
sear ser tenidos p o r locos, infames y de p o c o , n o d a n d o noso-
tros a n a d i e ocasión d e pecar, sino h a c i e n d o n u e s t r o ministe-
rio sin ofensa de nadie; y c u a n d o m e m e n o s p r e c i a n , tengo de

2 1 3
Co[346].
2 1 4
Examen [101-102].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 227

holgarme. Y advertid con cuánta eficacia se p r o p o n e esta regla


en el E x a m e n ; y, si n o os hallareis c o n estos deseos tan vivos,
215
habéis de tener p o r lo m e n o s deseo d e t e n e r l o s . Y v e d c u á n -
to i m p o r t a esto, p u e s n u e s t r o P a d r e p o n e la p u e r t a d e entrar
en la C o m p a ñ í a en estos deseos; que es este evangelio que
p r e d i c ó Cristo n u e s t r o Señor, y éste el c a m i n o que p r o p u s o
p a r a la perfección cristiana.

[168] Otro p u n t o os quiero decir. ¿Os acordáis de aquella re-


gla que dice que p r o c u r e m o s de tener g u a r d a d a s las p u e r t a s
216
de nuestros s e n t i d o s ? Pues tened cuenta con ella, que es u n
aviso de g r a n importancia. N o sólo quiere decir esto, a u n q u e
es el principio, que si vos oís u n a curiosidad, o veis alguna c o -
sa que n o os conviene, que apartéis los sentidos, sino que ten-
2 1 7
gáis los ojos c e r r a d o s al m o d o de la C o m p a ñ í a . N o todavía
os podéis apartar de lo que se os representa a la vista; pues ne-
cesariamente nos afecta lo visto; p e r o habéis de p r o c u r a r que eso
que veis, que oís, halle allá dentro c e r r a d a la p u e r t a , que an-
déis sobre vos, con atención que aquello no pase adelante, c o n
algún u s o de oración, alzar los ojos a Dios, a su gracia, p a r a
que aquello n o os p e r t u r b e , n o entre allá dentro. Y m á s , c o n
que tengáis algún ejercicio espiritual p a r a el entendimiento, a
Cristo en el huerto o en la c o l u m n a , en la cruz, o según que al-
g u n o h a g u s t a d o en la oración, en que con facilidad p u e d a
o c u p a r s e el ojo de la vista interior; que procuréis d e tener u n
desprecio universal d e las cosas que veis que n o os a p r o v e -
chan al fin que pedís, p a r a que n o se os impriman.

P a r a la l e n g u a h a y m á s fácil r e m e d i o , p o r q u e n o recibe
impresiones de fuera c o m o los otros sentidos; y, si t e n g o d e
hablar algo, que p r e c e d a interiormente alguna otra habla pía
y d e v o t a . H e m o s p u e s de c e r r a r las p u e r t a s de los sentidos
interiores.

[169] M á s ; el novicio h a de tener obediencia, p r i m e r a m e n t e


a Dios, c u y a es la v o c a c i ó n y llamamiento; y tenga p o r única-
m e n t e necesario seguir siempre esta gracia del Señor y corres-
p o n d e r a ella, y n o sufra tentación alguna en esto ni titubee en
su vocación. M á s , que a m e m u y d e v e r a s lo que es propio d e

2 1 5
Examen [102].
2 1 6
Co[250].
2 1 7
Alusión a las reglas de la modestia, redactadas por Ignacio.
228 JERÓNIMO NADAL, S.J.

la religión e instrumento de la perfección; que son las tres c o -


sas que se d e d i c a n p o r v o t o , pobreza, castidad y obediencia,
n o consintiendo n a d a contra alguna d e ellas.
Tenga advertencia cuál era el vicio que m á s d a ñ o le hizo
en el siglo, y trate c o n g r a n c u i d a d o d e extirparle; n o quede
v i v o n i n g ú n egipcio que n o sea a n e g a d o y m u e r t o .
[170] O t r o aviso, que p r o c u r e de a y u d a r s e p a r a las virtudes
de otros; quiero decir, que a n d e c o n m u c h a claridad c o n los
superiores, con el m a e s t r o de novicios, c o n g r a n fidelidad; n o
218
se t o m e a solas c o n las t e n t a c i o n e s . "Ay del solo; que, si c a -
yere, n o h a y quien le dé la m a n o " . Tenga confianza que, p u e s
el superior es ministro d e Dios, p o r m e d i o d e él le h a de a y u -
d a r nuestro Señor, sustentarle e instruirle. Y advierta el supe-
rior que cosas d e p e c a d o que le fueren a comunicar, n o las to-
219
m e sino en confesión o c o n sigilo d e secreto ', el cual h a de
g u a r d a r c o n g r a n perfección, p o r q u e ellos se a s e g u r e n m á s y
se consuelen.

[171] ¿Queréis otro m e d i o ? H a de ser el novicio m u y humil-


de y m u y simple en la obediencia, sin curiosidad; su voluntad
y entendimiento rendidos a lo que el superior ordenare y qui-
siere; como un jumento estoy ante ti.
H a d e a n d a r c o n alegría espiritual; n o h a y p o r qué esté
triste, sino m u y contento, a quien Dios h a h e c h o tanta gracia.
L a alegría espiritual impregna los huesos, c r e c e n c o n ella y se
a u m e n t a n las virtudes; y la penitencia m i s m a d e los p e c a d o s
p a s a d o s , ésa c a u s a en el a l m a g r a n d e alegría y contento. N o
d i g o que n o se h a y a de a b r a z a r la tristeza que se t o m a p o r
los actos de la penitencia, p o r q u e ésta t a m b i é n c a u s a alegría,
c o m o h e dicho. Y la n a t u r a l se h a d e p r o c u r a r m o d e r a r c o n
ejercicios espirituales, etc. L a tristeza que n a c e de a n d a r des-
c o n t e n t o , t u r b a d o , ésta es la que t r a e d e s m a y o y debilita la
v i r t u d . Ú l t i m a m e n t e h a d e p r o c u r a r , a d e m á s d e otros avisos
a
que se d a n en el E x a m e n y en la 3 p a r t e d e las C o n s t i t u c i o -
nes y en o t r a s reglas, que p o r n o a l a r g a r las dejo d e decir, ser
m u y edificativo en lo exterior, d e s e c h a r d e sí t o d a tibieza, ser
a n i m o s o , eficaz c o n la g r a c i a de Dios y c o n h e r v o r en lo que
emprendiere.

a
Regla 13 direcc. espír. I sem. Ej [326]; Examen [93-97].
Examen [93].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 229

Este es el e s t a d o del novicio; éstos son los ejercicios en


que se ha de emplear, éstos son los medios que la C o m p a ñ í a le
p r o p o n e p a r a a p r o v e c h a r s e a m a y o r gloria d e Dios n u e s t r o
Señor. Su Majestad nos dé su gracia, p a r a que p o r ellos v a y a -
m o s siempre, p u e s siempre t e n e m o s n e c e s i d a d d e n u e s t r o
aprovechamiento.

a
23 PLÁTICA 9 - Del voto de pobreza
a a
En Coimbra: Pláticas 13 y 12

1. D e los v o t o s de la religión en g e n e r a l

[172] Pienso que h e m o s d a d o principio a la C o m p a ñ í a y que


n o se h a h e c h o p o c o c o n haber y a hablado de los novicios; p a -
ra que, p o d a m o s pasar adelante a tratar de los escolares, c o a d -
jutores y profesos. Y p o r q u e t o d o s éstos tienen v o t o s , que n o
h a y escolar a p r o b a d o sin v o t o s de la C o m p a ñ í a ni coadjutor,
p r i m e r a m e n t e que de ellos hablemos, diremos u n p o c o de los
v o t o s así en c o m ú n , y luego de los v o t o s que constituyen u n a
religión, y al fin de los v o t o s de la C o m p a ñ í a .

[173] H e d i c h o q u e este n u e s t r o ser y m o d o d e vivir d e p e n -


de de la gracia de Dios nuestro Señor y de su divina voluntad,
la cual nos h a propuesto el fin de esta vocación y d a d o medios
220
p a r a é l . Y si m e preguntáis de d ó n d e m e consta esto: de la
221
Iglesia suya, que a p r u e b a esta religión, c o m o se h a d i c h o . Y,
¿qué se sigue d e aquí? Q u e m e d a Dios n u e s t r o Señor gracia
particular p a r a llegar a este fin p o r estos medios; que, p o r ser
y o religioso, t e n g o a y u d a especial p a r a los ministerios en que
m e pusiere m i instituto. Y p u e s los v o t o s son u n a cosa tan
principal en la religión, que de ellos se constituye su sustan-
cia, d e d u c i r e m o s también de aquí que p a r a los v o t o s a y u d a
n u e s t r o Señor m u y p a r t i c u l a r m e n t e c o n su gracia; y esto m e
ha a m í de consolar y a n i m a r m u c h o , y a y u d a r m e de esta gra-
cia contra las tentaciones que m e ocurrieren contra mis votos.

2 2 0
P2Alcalá[26]; P3Alcalá[67]; P4Alcalá[86].
2 2 1
PlAlcalá[17].
230 JERÓNIMO NADAL, S.J.

L a g r a c i a que d a el Señor n o es ociosa, sino eficaz, operativa;


n o seáis vos de vuestra p a r t e negligente, descuidado, faltando
en lo que debéis: no recibáis en vano la gracia de Dios, sin h a c e r
aquello p a r a lo cual os la h a n d a d o ; que será c o n d e n a c i ó n
vuestra y os t o m a r á n cuenta de ella.
[174] Ved a h o r a qué privilegios tienen los votos. Voto es c o n
que u n h o m b r e se obliga p o r servir a nuestro Señor, cosa m u y
antigua y m u y u s a d a en la Iglesia. E s v o t o obra de religión. E s
ésta u n a virtud que tiene cuenta con el culto divino y de ofre-
cer a Dios p a r a h o n r a y servicio s u y o y dedicarle alguna cosa.
Pues v e d c ó m o el v o t o es obra de religión, del culto divino. L a
castidad ella en sí es g r a n v i r t u d y excelente. H a c é i s v o s un
v o t o de castidad a Dios nuestro Señor; es y a la castidad n o só-
lo virtud c o m o antes, sino religión, culto divino, sacrificio, c o -
sa y a d e d i c a d a y p r o m e t i d a a Dios. Y es éste privilegio y m u y
g r a n d e del v o t o perfeccionar y subir en quilates y valor las
virtudes, porque p o r el v o t o la obra de virtud se h a c e religión,
cosa sagrada; tenedlo en m u c h o .

[175] M á s , otro privilegio y m u y grande que hace el voto: que


la m i s m a obra en sí crezca y sea mayor. ¿Queréis vos ser pobre
y h o n r a r a Dios con la pobreza, imitando a Cristo, y p o r servi-
cio y a m o r s u y o dejar vuestra hacienda y vivir sin n a d a ? G r a n
cosa es y obra de m u c h o valor delante de nuestro Señor. Pero,
c u a n d o la pobreza se promete a Dios y se hace voto de ella, ved
c ó m o se perfecciona esa m i s m a pobreza: que hace, el v o t o de
pobreza, n o sólo que deis todo lo que tenéis por a m o r de Dios,
pero que deis a Dios todo lo que pudiereis tener; que dejéis p o r
honrar a Dios la hacienda y el m i s m o poder tenerla y la libertad
que p a r a eso pudierais tener, porque no la podéis tener sin pe-
cado. Esta es renunciación total, m u y acepta a nuestro Señor,
p o r la cual se dedica a Dios toda la obra, el deseo y la m i s m a li-
bertad. E s ésta gran gracia. Y p o r eso los herejes, enemigos de
Dios, así c o m o contradicen al servicio divino, así contradicen a
los votos p o r los cuales es nuestro Señor servido tan singular-
mente; y p o r eso son tenidos en tanto en la Iglesia católica.
o
[176] L o 3 el v o t o d a firmeza y constancia en la obra y ple-
nitud, d o n d e el h o m b r e de su p a r t e c o n c u r r e c o m o p u e d e de
lo que tiene, y se inhabilita m o r a l m e n t e a lo contrario; y así c o -
m o la obstinación en el p e c a d o es g r a n m a l , así el v o t o en la
obra b u e n a a ñ a d e g r a n d e bien, p o r la confirmación que pone.
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 231

[177] Veis aquí, en general he dicho c ó m o los v o t o s perfec-


cionan y aquilatan la obra de virtud. Vengamos a h o r a m á s a lo
particular d e los v o t o s d e las religiones. Tres son los esencia-
les, sin los cuales n o h a y estado de religión: pobreza, obedien-
cia y castidad. L a religión es c a m i n o p a r a la perfección, estado
d o n d e se trata de ganarla; los m e d i o s p a r a ella se contienen en
estos votos, que quitan los i m p e d i m e n t o s que el h o m b r e p u e -
de tener dentro y fuera de sí p a r a la perfección. Y la hacienda
y cosas temporales, el u s o libre de sus apetitos y de su c u e r p o
y d e las potencias del a l m a , son impedimentos que el h o m b r e
p u e d e tener p a r a seguir a Cristo. Y la h o n r a , la h a c i e n d a , la
v a n i d a d del siglo i m p e d i m e n t o s son: esto se quita p o r la p o -
breza de espíritu, de devoción y h u m i l d a d , p o b r e z a con v o t o ,
c o n firmeza, que sea total renunciación y abnegación.

[178] Estos consejos son evangélicos, que Cristo nuestro Se-


ñor aconsejó. ¿ N o habéis leído lo que Cristo dice de los eunucos
que se castraron por el reino de Dios? ¡Cuántas veces aconsejó la
pobreza, que le siguiesen llevando la cruz, vendidas y dejadas
todas las cosas! Especialmente aconseja la obediencia y la p o -
breza d o n d e dice: si quieres ser perfecto, etc. Y p u e s estas cosas
son de perfección, n o se h a de p e n s a r que las aconsejó Cristo
c o n imperfección, sino c o n t o d a su plenitud y excelencia; de
d o n d e se sigue que Cristo las aconsejó, no solamente en sí, sino
también con votos, pues ellos d a n la perfección y firmeza a las
virtudes; y con votos recibidos y aprobados p o r la Iglesia. Y así
tiene la Iglesia católica entendido siempre que, quien quiere se-
guir a Cristo p o r estado de perfección, le h a de seguir con votos

[179] O s he dicho c ó m o la p o b r e z a quita el i m p e d i m e n t o


que p u e d e haber d e las cosas exteriores. Veamos a h o r a de los
otros v o t o s que quedan. El u s o d e los apetitos sensuales que
y o p u d i e r a tener en otro estado lícitamente, es también g r a n -
de estorbo p a r a la perfección. El estorba p o r su parte, y el cui-
d a d o que trae consigo de la familia y de las o t r a s cosas p r o -
pias a aquel e s t a d o c o n y u g a l estorban también. E s t o se quita
p o r el v o t o de la castidad, p o r el cual se inhabilita u n o p e r p e -
t u a m e n t e p a r a semejante estado, y se libera de aquellas cargas
que son estorbo p a r a la perfección. M á s , el juicio propio m í o y
m i v o l u n t a d , esta libertad que tengo p a r a h a c e r u n a cosa y
otra d e las que se ofrecen en la vida, h a c e n d a ñ o al h o m b r e
p a r a haber de g a n a r la perfección. Este impedimento quita del
232 JERÓNIMO NADAL, S.J.

t o d o la obediencia religiosa, p o r la cual se ofrece u n h o m b r e


t o d o a Dios, y se sacrifican p o r su a m o r la m i s m a libertad del
h o m b r e y el u s o d e los bienes intelectuales nuestros c o n total
abnegación; se deja u n o a sí y a sus c o s a s en m a n o s del supe-
rior que representa a Cristo, y h a c e el religioso u n a oblación a
Dios entera d e t o d o lo que es suyo; y t o d o p o r deseo d e la per-
fección y del m a y o r servicio suyo, y p a r a p o d e r b u s c a r m á s en
t o d o , quitados los e m b a r a z o s d e esta vida, su m a y o r h o n r a y
222
gloria. Y así h a d e estar m u y confiado d e D i o s , que le ha d e
a y u d a r m u c h o c o n su divina gracia p a r a conseguir lo que de-
sea, n o faltando él d e su parte.

2. D e los v o t o s d e la C o m p a ñ í a

[180] D i g a m o s a h o r a d e la C o m p a ñ í a y d e los v o t o s q u e tie-


ne. Y lo que se h a dicho en c o m ú n se h a d e particularizar c o n -
f o r m e a este instituto y lo que es p r o p i o d e él; c o m o h e m o s
d i c h o a l g u n a s v e c e s d e las o t r a s v i r t u d e s , que se h a n d e p a r -
2 2 3
ticularizar s e g ú n la g r a c i a que es p r o p i a d e esta v o c a c i ó n .
D e esta m a n e r a h e m o s d e h a b l a r d e los v o t o s d e la C o m p a -
ñía. Y esta d i v e r s i d a d veréis en c a d a religión s e g ú n el p r o p i o
instituto d e c a d a u n a . E s t a s p a r t i c u l a r i d a d e s y diferencia d e
224
la gracia del Señor, que os dije ser m u l t i f o r m e , a d o r n a n a la
Iglesia. P u e s ¿ q u é m a n e r a d e v o t o s tiene la C o m p a ñ í a ? Ved
c ó m o e n t o d o b u s c a la plenitud y perfección. E n o t r a s religio-
n e s h a y tres v o t o s ; e n la C o m p a ñ í a h a y trece, c o n t a n d o la
p r o m e s a q u e h a c e el n o v i c i o d e dejar su h a c i e n d a p a s a d o el
2 2 5
p r i m e r a ñ o . 4 v o t o s s i m p l e s d e los escolares: d e p o b r e z a ,
c a s t i d a d y obediencia, y p r o m e s a d e e n t r a r e n la C o m p a -
2 2 6
ñía . 4 v o t o s s o l e m n e s d e los profesos: los 3 o r d i n a r i o s y el
o
4 d e la obediencia p a r t i c u l a r a su S a n t i d a d . O t r o s 4 v o t o s
2 2 7
s i m p l e s q u e h a c e n los m i s m o s , a c a b a d a s u profesión : el

222
Carta de la obediencia [9,19,21].
223
P4Alcalá[94]; PlEspaña[7]; P3España[46]; P5España[96]; P8Espa-
ña[164]; Anot.Examen[73,161 ].
224
P4Alcalá[94].
225
N o es un voto ni un mero propósito, sino una simple promesa,
con la condición de si persevera en la Compañía y el Superior lo manda.
Examen [54]. P12Coimbra[18].
226 a
Esta promesa sí que es verdadero voto, como decretó la CG 5 .
2 2 7
Para estos votos ver Anot.Examen[157].
I V . PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1561 233

p r i m e r o , que n o serán en consentir en alguna m a n e r a que se


alteren las constituciones de la C o m p a ñ í a que p e r t e n e c e n a la
p o b r e z a , si n o pareciese c o n v e n i r m á s estrecharla; el 2°, que
n o d a r á n c o n s e n s o p a r a recibir d i g n i d a d a l g u n a fuera de la
C o m p a ñ í a , si n o le obligase quien p u e d e a a c e p t a r l a so p e n a
de p e c a d o , c o m o si el P a p a c o n tal obligación le m a n d a s e
o
aceptar; el 3 es o b v i a n d o a la a m b i c i ó n que p o d r í a s u c e d e r
d e p r e t e n d e r c a r g o s dentro d e la C o m p a ñ í a , y así v o t a y p r o -
m e t e d e n o p r e t e n d e r l o s p o r vía a l g u n a , y quien esto hiciese
es inhábil de derecho y de hecho p a r a semejante c a r g o , y p r o m e -
te de descubrir y manifestar a cualquiera que supiese trata d e
228 o
esta a m b i c i ó n ; el 4 v o t o que, si fuere obispo, d o n d e p o r r a -
zón del e s t a d o n o p u e d e ser sujeto a la C o m p a ñ í a , h a c e p r o -
m e s a d e oír el consejo que el General de la C o m p a ñ í a o p o r sí
o p o r otro le diere, y de seguirle j u z g a n d o ser mejor; y esto se
h a y a p r a c t i c a d o en los obispos de Etiopía, que el P a p a Julio
m a n d ó que lo fuesen, obispos de sola c r u z . Quiere la C o m p a -
ñía guiar a los s u y o s cuanto ser pudiere; y, p o r q u e los obispos
n o están sujetos a la C o m p a ñ í a p o r su m a y o r estado, tiene es-
ta m a n e r a de guiarlos c o n advertirlos y aconsejarlos lo que
pareciere convenir. Estos v o t o s y p r o m e s a se instituyeron vi-
v i e n d o a ú n n u e s t r o P a d r e Ignacio.

[181] L a p r o m e s a que h a c e el novicio de distribuir sus bienes


dije que era u n a p r e p a r a c i ó n y principio de ser religioso, se-
2 2 9 o
g ú n lo sufre su e s t a d o . El 4 v o t o que h a c e el escolar d e
i n c o r p o r a r s e en la C o m p a ñ í a n o es p o r q u e n o sea religioso,
que sí es, p u e s tiene v o t o s h e c h o s en religión a p r o b a d a , sino
que p r o m e t e de incorporarse m á s particularmente en la C o m -
pañía c o n v o t o s de coadjutor o profeso, c o m o está d e c l a r a d o
2 3 0
en las declaraciones de la quinta p a r t e . El fin de los 4 votos
de los profesos, que h a c e n simples, es cortar ocasiones que se
p o d r í a n ofrecer de imperfecciones. Se p r o v e e que n o se debi-
231
lite la p o b r e z a , que es el m u r o d e la r e l i g i ó n , que n o h a y a
lugar a ambición ni dentro ni fuera de la C o m p a ñ í a ; y que los
nuestros en cualquier estado, a u n m a y o r del nuestro, sean
a y u d a d o s c u a n t o fuere posible p o r la C o m p a ñ í a . Y a m í m e

2 2 8
Co [817,695]. Se trata de dos votos diversos: voto de no pretender
y voto de denunciar al que pretende.
2 2 9
P7Alcalá[140-141].
2 3 0
Co[541].
2 3 1
Co [553,816].
234 JERÓNIMO NADAL, S.J.

p a r e c e que ésta es g r a n gracia que el Señor n o s ha h e c h o , que


en t o d a s p a r t e s tenga la C o m p a ñ í a firmeza y que p r o c u r e en
t o d o b u s c a r la perfección. D e los o t r o s 4 votos: de p o b r e z a ,
232
etc., diremos p a r t i c u l a r m e n t e .

[182] ¿ Q u é diferencia hay, v e a m o s , entre v o t o s solemnes y


simples en la C o m p a ñ í a , supuesta la c o m ú n que h a y de dere-
c h o ? N o es lo que m u c h o s piensan, q u e los profesos n o se
p u e d e n despedir, los otros sí. N o h a y tal en la C o m p a ñ í a ; a u n
el General p u e d e ser depuesto en ciertos casos, y s e g ú n la c a -
2 3 3
lidad del delito ser también despedido de la C o m p a ñ í a , p o r
234
las c a u s a s que dije a r r i b a , que había p a r a despedir a u n o de
la C o m p a ñ í a . P u e d e ser d e s p e d i d o u n profeso, c u a n d o el re-
tenerlo fuese contra la c a r i d a d , contra la h o n r a de Dios, contra
el bien propio, c o n t r a el bien de la m i s m a C o m p a ñ í a , y contra
235
la edificación de los de f u e r a . E s éste privilegio propio de la
C o m p a ñ í a ; y la c a u s a de despedir a u n o q u e d a remitida al jui-
236
cio del s u p e r i o r .
a
Yo he siempre dicho que la 2 p a r t e de las Constituciones,
que trata del despedir, es de m u y g r a n d e importancia: que n o
s o m o s forzados a tener gente que n o c u m p l e a la C o m p a ñ í a ,
2 3 7
antes s o m o s forzados s e g ú n n u e s t r o instituto a echarlos .
Quien n o quiere a n d a r bien, ni p r o c e d e p o r el c a m i n o que le
m u e s t r a su instituto, que le echen fuera. Pero en esto h a de h a -
238
ber m u c h o tiento, m u c h a longanimidad, c o n s e j o , t o m á n d o -
se otros medios p a r a no venir a este último; pero, al fin, p u e d e
la C o m p a ñ í a p u r g a r s e de quien n o le conviene. Y esto a y u d a
m u c h o p a r a que n a d i e se descuide en cualquier e s t a d o q u e
239
tenga, n a d i e tenga negligencia d e p r o c e d e r b i e n ; q u e p a r a
este fin siempre s o m o s c o m o novicios y, p o r tanto, h a d e p e r -
m a n e c e r siempre en nosotros u n propósito firme de proseguir
adelante en lo c o m e n z a d o .

2 3 2
En ésta y las pláticas siguientes.
2 3 3
Co[774].
2 3 4
P5Alcalá [119].
2 3 5
Co [210-217],
2 3 6
Co [219]. Adviértanse en esta materia las variantes introducidas
por el Derecho canónico.
2 3 7
Co[819].
2 3 8
Co [218-222].
2 3 9
Co [230].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 235

[183] C u a t r o casos h a y en la n o n a p a r t e p a r a d e p o n e r al Ge-


240 o
n e r a l . El p r i m e r o es caída de la carne; el 2 herir a alguno; el
o o
3 m a l a doctrina; 4 disipar la hacienda de la C o m p a ñ í a . P u e -
den los asistentes que tiene [que] c o n g r e g a r la C o m p a ñ í a p a -
241
ra tratar de d e p o n e r al G e n e r a l ; y, depuesto, p u e d e n casti-
2 4 2
garle y echarle de la C o m p a ñ í a . E n esto, pues, todos s o m o s
iguales. Pues, ¿qué diferencia habrá? M i r a d , lo p r i m e r o , cuan-
to u n o está m á s intrínsecamente i n c o r p o r a d o en la C o m p a ñ í a ,
243 o
tanto se h a d e m i r a r m á s la c a u s a p o r q u e se d e s p i d e . L o 2 ,
si a u n o que tiene votos simples la C o m p a ñ í a despide, q u e d a
por el m i s m o caso sin obligación de sus votos, digo de los que
2 4 4
ha h e c h o s e g ú n la f o r m a d e la C o m p a ñ í a y son irritados, y
n o h a y en ello e s c r ú p u l o , y es libre p a r a t o m a r otro e s t a d o
que le pareciere del servicio de n u e s t r o Señor. El profeso n o
así; a u n q u e m á s sea d e s p e d i d o , q u e d a c o n la m i s m a obliga-
245
ción que antes t e n í a . Es esta m a n e r a de e c h a r a u n profeso
de la C o m p a ñ í a c o m o u n a e x c o m u n i ó n , p o r la cual a p a r t a n a
u n o d e la c o m u n i ó n de los fieles y está obligado el e x c o m u l -
g a d o a v o l v e r a ella y a p o n e r los m e d i o s de la penitencia y
satisfacción que la Iglesia le pide. Así está el profeso a p a r t a d o
y excluido d e la c o m u n i ó n de la C o m p a ñ í a , n o es participan-
te de los sufragios c o m o m i e m b r o d e ella, y está obligado a
v o l v e r a ella y a h a c e r la satisfacción y e n m i e n d a necesaria. Y
ésta es u n a cárcel horrible que tiene la C o m p a ñ í a p a r a los
profesos. L o s otros, c u a n d o se despiden, se tratan c o n benig-
n i d a d y amor.

[184] Al fin, v o t o solemne es aquél en la C o m p a ñ í a el cual se


admite conforme a nuestras bulas c o m o tal; y el simple es que,
aunque se h a g a en m a n o s de superior, e m p e r o n o se entiende
ser a d m i t i d o c o m o solemne s e g ú n las bulas de n u e s t r o insti-
tuto y a u t o r i d a d apostólica.

Los votos, c o m o veis, son en diversos g r a d o s en la C o m -


246
pañía. L o s escolares y coadjutores tienen los s i m p l e s , a u n -

240
Co [775-777].
241
Co[782].
242
Co[774].
243
Co[205].
244
Examen [120-122]; Co [205,231,536].
245
Mientras no obtenga el indulto de secularización.
246
Examen [13,14,16].
236 JERÓNIMO NADAL, S.J.

que p u e d e n algunos conforme a la bula de Julio III h a c e r p r o -


fesión de tres v o t o s solemnes. Y esto q u e d a a la v o l u n t a d del
General s e g ú n la calidad y devoción de la persona; pero no se
h a c e de ordinario.
2 4 7
El escolar, religioso es v e r d a d e r a m e n t e y g o z a de los
privilegios de esta religión; y la p r o m e s a que hace de entrar en
la C o m p a ñ í a , c o m o dije, las Constituciones lo declaran que es
2 4 8
de ser coadjutor o profeso , y n o quiere la C o m p a ñ í a que
tenga libertad el escolar de quedarse en aquel estado, sino que
tenga obligación, y obligación de voto, de p a s a r a otro estado
c u a n t o es de su parte, siempre teniendo en c u e n t a c o n el fin
de la C o m p a ñ í a , que es a y u d a r a las a l m a s en que se o c u p a n
los coadjutores y profesos. H a c e , pues, v o t o el escolar d e a y u -
d a r a las almas y e m p l e a r sus estudios en este ministerio; y es-
ta intención a y u d a m u c h o p a r a que los estudios sean c o n c a -
lor y sean religiosos.

3. El v o t o d e p o b r e z a

[185] Oíd a h o r a de la pobreza que es el p r i m e r o de los votos.


L a pobreza, en esta nuestra religión, c u a n t o a la obligación es
diferente; c u a n t o al u s o , de u n a m i s m a m a n e r a en todos. El
novicio n o tiene v o t o de pobreza alguno; el escolar y coadju-
tor lo tienen simple; el profeso solemne. El u s o en t o d o s es
u n o igualmente: pobre el novicio, sin uso de cosa c o m o p r o -
pia; pobre el escolar y coadjutor; pobres todos en el propósito
y determinación. Y este uso c o m ú n de la pobreza a y u d a a to-
dos, p o r q u e así tienen quitados en esta p a r t e los i m p e d i m e n -
tos que podía haber p a r a su aprovechamiento. Y p u e d e el n o -
vicio en el a m o r de la pobreza tener tanto hervor, tan v i v o s
deseos y tan d e e n t r a ñ a s de ella, que v e n z a a los que tienen
v o t o d e p o b r e z a y n o tienen tanto fervor. Pobres los que n o
tienen n a d a , antes ricos y m u y ricos: Bienaventurados los pobres,
porque de ellos es el reino de los cielos. N o son pobres, c u y o es el
reino del cielo. P r i m e r a beatitud la p o b r e z a , p r e d i c a d a p o r
Cristo nuestro Señor; y siempre veis c u á n t a dificultad se p o n e
a los ricos p a r a salvarse.

Pues ha hecho votos en religión aprobada, ver n° [181].


Co [541]; Anot.Examen[157].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 237

[186] Pero v e a m o s lo particular y lo propio de nuestra pobre-


za. Propio es de la C o m p a ñ í a que n o p u e d e tomar, ni c o m o es-
tipendio eclesiástico ni bajo nombre de limosna, cosa ninguna p o r
249
alguno de sus ministerios . Lícitamente se h a c e y acostumbra
en la Iglesia que p o r los ministerios eclesiásticos se lleve algún
estipendio, sin simonía ni escrúpulo. Cristo o r d e n ó que el que
sirve al altar, c o m a del altar; y el que anuncia el evangelio, c o -
m a del evangelio. Gratis se h a de exhibir el ministerio eclesiás-
tico, p o r servicio y h o n r a de Dios nuestro Señor, n o p o r aque-
llo t e m p o r a l que se da; n o se trueca u n o p o r lo otro, que sería
250
de otra m a n e r a hacer injuria a la gracia de D i o s . Pero h a y es-
tipendios eclesiásticos d e t e r m i n a d o s p a r a los ministros que
tienen oficio en la Iglesia; y así los d i e z m o s son estipendios y
p a r a eso se d a n santamente. M á s , un religioso que predica,
confiesa, a u n q u e n o tiene derecho a los estipendios c o m o los
beneficiados, p e r o p u e d e t o m a r la limosna que le d a n p o r res-
pecto de aquellos servicios. E n la C o m p a ñ í a ni estipendio ni li-
m o s n a , p o r respecto de algún ministerio que hiciere, n o se
p u e d e llevar; y es esto c o m ú n a todos los que viven en la obe-
a 2 5 1
diencia de la C o m p a ñ í a , c o m o se dice en la 6 p a r t e . Y así no
252
p o d e m o s tener beneficios c u r a d o s ; lo uno, porque n o h e m o s
de ser ligados a una p a r t e o a otra, sino h e m o s de discurrir p o r
diversas p a r t e s a y u d a n d o a d o n d e m á s necesidad hubiere;
también p o r q u e los c u r a s tienen derecho a llevar sus estipen-
dios p o r r a z ó n d e su ministerio, lo cual r e p u g n a a la pobreza
de la C o m p a ñ í a . Y, a u n q u e los religiosos otros p o r vía de li-
m o s n a p u e d e n t o m a r alguna cosa p o r semejantes servicios, no
lo h a c e la C o m p a ñ í a , ni lo p u e d e h a c e r según su instituto, p r o -
cediendo en t o d o c o n m á s p u r i d a d , p o r quitar peligros de c o -
sas que p u e d e n ocurrir, y p a r a con m á s libertad administrar
los ejercicios de su vocación, no teniendo respecto a esta parte
o aquella, sino m i r a n d o la m a y o r necesidad y la m a y o r gloria
de Dios nuestro Señor.

M e preguntaréis, ¿ c ó m o h a n de vivir los profesos, p u e s


n o tienen renta y p r e d i c a n y confiesan? O s d i g o que vivirán
253
d e m a n d a n d o l i m o s n a p e r o n o pidiéndola ni t o m á n d o l a p o r

2 4 9
Examen [4,82]; Co [565,566,640,816].
2 5 0
Sería simonía.
2 5 1
Co[565].
2 5 2
Co[324].
2 5 3
Examen [82]; Co [557,569].
238 JERÓNIMO NADAL, S.J.

respecto de los ministerios en que se ejercitaren; sino que la li-


m o s n a se h a de t o m a r c o m o si allí n o hubiesen confesado ni
predicado. H e y o confesado en u n a parte; m e d a n dineros lue-
go. N o los he de tomar. Dicen que los d a n p o r respecto de m i
ministerio. N o los debo d e tomar. Y c o n t o d o p u e d o d e m a n -
d a r a todos limosna y n o p o r este respecto. P e r o en esto se h a
de p r o c e d e r sin escrúpulo y sin ansiedad.

[187] H a y también otra cosa c o m ú n a todos los de la C o m -


pañía: que n o h a n de tener u s o d e n i n g u n a cosa c o m o p r o -
2 5 4
pia . Tengo de tener aquello de que uso, c o m o si n o lo tuvie-
se; que n o m e contriste, si m e lo t o m a n ; que n o m e lo apropie
ni h a y a propiedad en el uso de las cosas que tratamos. U n a di-
ficultad se os ofrecerá que p u e d e h a b e r p a r a la perfección y
p u r e z a de la p o b r e z a que la C o m p a ñ í a pretende: a n d a m o s
m e d i a n a m e n t e vestidos, t r a e m o s c a m i s a , d o r m i m o s en sába-
nas; y, ¿ c ó m o pobres? M i r a d , c u a n t o al deseo y a la renuncia-
ción interior, de v e r a s habíamos de desear de t o d o c o r a z ó n c o -
m e r ruinmente, vestir m á s , a n d a r c o n m u c h a vileza en t o d o y
esto h a d e ser p r o p i o a nosotros; y, c u a n d o se ofreciere o c a -
sión, abrazarlo de b u e n a gana. Ved al principio de la C o m p a -
ñía el exceso que hubo en esto. El P a d r e Ignacio, sin vestidos,
c o n sola u n a r o p a de sarga, descalzo, sin c a p e r u z a , c o m i e n d o
p a n y a g u a , d u r m i e n d o en el suelo; lo cual c o n esta a s p e r e z a
dejó el P a d r e Ignacio p a r a p o d e r mejor y con m á s c o m o d i d a d
a y u d a r a las almas. Y en nosotros h a de haber prontitud y
aparejo p a r a todo aquello, y sólo p o r el a m o r de las almas, p o r
su a p r o v e c h a m i e n t o , m e he de mortificar en este deseo.

Y así la C o m p a ñ í a p r o c e d e c o n m e d i o c r i d a d en esto exte-


2 5 5
rior , p a r a tener m á s ocasión y c o m o d i d a d p a r a e m p l e a r s e
en el fin de su vocación. Oí decir al P a d r e Ignacio: "Si n o tu-
viese respecto a la C o m p a ñ í a , andaría d e s n u d o y u n t a d o c o n
miel y e m p l u m a d o , y con u n a soga llena de c u e r n o s p o r el
256
m u n d o , p a r a m a y o r menosprecio de él y de sus v a n i d a d e s " .
Esto h e m o s nosotros de nuestra parte de desearlo, y h o l g a m o s
que se ofrezcan ocasiones de semejantes cosas. Y la C o m p a ñ í a ,
p o r la gracia del Señor, en estos deseos tiene siempre hervor.
Ved vos, si se diese lugar p a r a mortificaciones y p a r a que se

2 5 4
Examen [57]; Co [254,571].
2 5 5
Examen [8]; Co [296,577-580].
2 5 6
P6España[113].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1561 239

satisficiesen los deseos de los que son de la C o m p a ñ í a , n o ha-


bría a dos días C o m p a ñ í a ni quien pudiese atender a sus mi-
nisterios; y, con t o d o el c u i d a d o que en esta p a r t e se tiene, h a y
tanto débil y tanto flaco P u e s en todo lo que sufre nuestro ins-
tituto, y n o estorba ni impide el fin suyo, h e m o s de ser pobres;
pobrísimos en nuestras cosas, y en t o d o g u a r d a r la mediocri-
d a d , y en el u s o y práctica g u a r d a r la p o b r e z a en el m o d o y
práctica que g u a r d a la C o m p a ñ í a .

También en la C o m p a ñ í a es regla c o m ú n a todos que n o


257
h a de haber arca cerrada c o n l l a v e ; que es cosa de pobreza y
de c o m u n i d a d . El arca c e r r a d a p a r e c e que dice propiedad. Se
u s a m u y a m e n u d o m u d a r a u n las cosas c o m u n e s , c o m o las
cántaras, m e s a s , p a r a m a y o r d e s a p e g o del todo. N o h a y en las
iglesias cajetas p a r a t o m a r limosna, porque la cajeta parece pe-
dir siempre y p o r todos.

[188] Habéis entendido lo que es p r o p i o a la p o b r e z a de la


C o m p a ñ í a , y c o m ú n a todos los d e ella. V a m o s a h o r a discu-
rriendo p o r los estados diversos que h a y en nuestro m o d o de
proceder. L o s que tienen v o t o s de escolares, m i e n t r a s n o son
coadjutores ni profesos, p u e d e n tener a ú n la posesión de sus
bienes. Pues, diréis, ¿ c ó m o tienen v o t o de pobreza? Advertid.
L a C o m p a ñ í a en todos los g r a d o s y estados que tiene p r o c u r a
y desea la perfección, c o m o p u e d e y juzga m á s convenir. El es-
colar está a ú n en camino, tiene esta m a n e r a de pobreza; que es-
258
tá así d e c l a r a d o en n u e s t r a s constituciones y privilegios :
que es pobre, p e r o c o n la posesión d e su hacienda, que n o
p u e d e distribuir los frutos de su hacienda sino a pobres, y d e
259
otra m a n e r a ni d e h e c h o ni de d e r e c h o vale lo que h i c i e r e .
M á s , n o lo h a de d a r c u a n d o quisiere, sino c u a n d o el superior
260
j u z g a r e ; y, si lo quiere d a r a sus parientes, n o h a de ser p o r
su parecer, sino, c o m o está dicho, h a de q u e d a r a juicio de
261
otros si son p o b r e s . N o tiene el uso de su hacienda libre p a -
ra sí, y así le está quitado lo que le p o d í a d a ñ a r y inquietar con
alguna solicitud; sólo le queda la p r o p i e d a d p o r justos respec-
tos; porque, si a c a s o volviese atrás del c a m i n o c o m e n z a d o , n o

2 5 7
Co [424,427].
2 5 8
Examen [54]; Co [348,571].
2 5 9
Hoy día no es así. Ver P7Alcalá[142].
2 6 0
Examen [54].
2 6 1
Examen [55].
240 JERÓNIMO NADAL, S.J.

se hallase b u r l a d o . Tiene quitada t o d a la ocasión de p o d e r


u s a r m a l de su hacienda, y también n o está en p o d e r s u y o d a r
su hacienda c u a n d o quisiere, y tiene necesidad de darla c u a n -
d o se lo ordenaren sus superiores

C u a n t o a los coadjutores f o r m a d o s de la C o m p a ñ í a , c o -
262
m o veréis adelante c o n la divina gracia m á s en p a r t i c u l a r ,
tienen la p o b r e z a s u m a de la C o m p a ñ í a , n o p u e d e n tener ni
p r o p i e d a d ni posesión de cosa alguna; y si de ella n o ha ya
dispuesto el día que son coadjutores, s u c e d e n sus h e r e d e -
2 6 3 2 6 4
r o s , y sus beneficios y rentas eclesiásticas v a c a n . Y ésta es
la m i s m a pobreza que t o m a n los profesos; de que diremos en
la plática siguiente.

a
24 PLÁTICA 10 - Sobre la castidad
a a
En Coimbra: Pláticas 13 y 14

1. P r o s i g u e s o b r e la p o b r e z a

[189] Dijimos de la pobreza de la C o m p a ñ í a en c o m ú n ; y, en


particular, de los escolares y de los que n o son profesos ni
26S
c o a d j u t o r e s ; y de los coadjutores dije un p o c o . N o s u c e d e n
nuestras casas ni colegios en la herencia p o r q u e alguno h a g a
266
profesión o votos de c o a d j u t o r . Ni t a m p o c o si algún escolar
muere; aunque, si él quiere, p u e d e disponer p a r a a y u d a de al-
g ú n colegio de su hacienda, o distribuirla a pobres c o m o él
267
quisiere . L a s casas de profesos n o p u e d e n poseer ni adquirir
p r o p i e d a d en cosa estable o cosa que equivalga a p r o p i e d a d ,
268
c o m o h a y constitución clara, ni en c o m ú n ni en p a r t i c u l a r .
C u a n t o a esto, c u a n d o hablamos de C o m p a ñ í a profesa, se en-

2 6 2
P10Alcalá[189].
2 6 3
Co[572].
2 6 4
Examen [59].
2 6 5
Se entiende "coadjutores formados", pues los coadjutores tempo-
rales no formados se asimilan a los escolares.
2 6 6
Co[572].
2 6 7
Examen [67].
2 6 8
Co [555]; Examen [4]; Co [561-564,570-572].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1561 241

tienden los coadjutores f o r m a d o s , p o r q u e el v o t o de ellos, d e


269
la pobreza, obliga de la m a n e r a que el de los p r o f e s o s . Y tie-
nen los coadjutores voto en t o d a s las cosas que se tratan en la
270
congregación g e n e r a l de rentas de colegios. P u e s los profe-
sos n o p u e d e n poseer n a d a , ni p a r a su fábrica de las iglesias,
271
ni p a r a la sacristía ni p a r a la i g l e s i a , ni adquirir derecho civil
272
p a r a bienes algunos e s t a b l e s . Y si alguna cosa estable de raí-
ces se les diere, la h a n de v e n d e r luego y darla a pobres: n o
p u e d e n retener cosa alguna estable. Parecerá a alguno que sea
este m o d o de vivir dificultoso; pero n o h a y en él dificultad, an-
tes ( c o m o se dice en la bula d e nuestro instituto) es esta vida
m á s pura y gozosa. E s g r a n d e alegría depender de Dios y h a c e r
sus ministerios y pedir limosna c o m o pobres de Jesucristo
nuestro Señor, y confiarse en su divina providencia que n o h a
de faltar a los que trabajaren p o r su amor, y no dejaren de u s a r
los medios d a d o s p a r a vivir, c o m o la limosna.

[190] ¿ P u e d e n , v e a m o s , los profesos tener alguna p r o p i e d a d


en alguna cosa? A d v e r t i d que, p o r quitar escrúpulos y d u d a s
que h a h a b i d o entre h o m b r e s insignes, h a y esto en n u e s t r o
instituto en la bula d e Julio III: que los profesos no p u e d e n ad-
quirir d e r e c h o en cosa a l g u n a ni p r o p i e d a d en posesiones,
rentas ni en c o s a alguna estable. Dice la bula: fuera de aquello
que sea oportuno para el uso propio y habitación. Tiene u n a c a s a
profesa libros, vestidos, y otras cosas de que usan. ¿ C u y a s
son? ¿Del P a p a ? ¿Tiene él el señorío y p r o p i e d a d d e esto o el
que lo dio? N o . Se quitan escrúpulos y se extinguen opinio-
nes. L a C o m p a ñ í a profesa en c o m ú n tiene la p r o p i e d a d de eso
y de las cosas necesarias. N o p u e d e tener cosa de d o n d e tenga
alguna renta, a u n q u e p u e d a tener a l g u n a h u e r t a en c a s a que
2 7 3
n o la dé y sirva p a r a el u s o . Y en lo que se dice necesario no
h a de haber escrúpulo. Aquello se entiende y se llama necesa-
rio, que c o m ú n m e n t e el instituto lo pide y se nos d a de limos-
na. E n el resto n o h a de haber propiedad.
[191] Más: la C o m p a ñ í a profesa tiene la p r o p i e d a d y a d m i -
nistración d e las rentas y bienes estables de los colegios; los

2 6 9
Co [560,572].
2 7 0
Co [683,699].
2 7 1
Co [555] [325,557,561-564].
2 7 2
Co[562].
273
P13Coimbra[9]; P3Colonia[44]; Co [562].
242 JERÓNIMO NADAL, S.J.

escolares n o tienen n a d a en ellos; y así n o h a y necesidad de


c o n g r e g a r s e p a r a d a r algún p o d e r o p a r a o t o r g a r alguna es-
critura, a u n q u e se h a g a esto p a r a satisfacción d e algunos. L a
C o m p a ñ í a profesa es la que tiene superintendencia y a d m i -
nistración de t o d o esto; y así conviene, p a r a que t o d o se trate
m á s p u r a m e n t e . P o r q u e la C o m p a ñ í a profesa sólo tiene el sim-
ple dominio. U s o a l g u n o ni de hecho ni de derecho p u e d e tener
2 7 4
p a r a s í . L o h a de d a r t o d o p a r a el u s o d e los colegios. De
otra m a n e r a sería p e c a d o c o n obligación de restitución. Y de
aquí entended que ni el Rector ni el colegio junto p u e d e n ha-
275
cer contrato alguno, sino sólo el G e n e r a l y a quien él c o m u -
nicare esta facultad. E n esta administración la C o m p a ñ í a p r o -
fesa sólo tiene el trabajo y solicitud, sin r e m u n e r a c i ó n alguna
temporal, que p o r el bien del servicio divino toma; y p a r a con-
servar la C o m p a ñ í a , que h a y a en ella ministros y obreros que
se crían en los colegios.
[192] Veis aquí c ó m o en todo se procura la perfección y c ó m o
la C o m p a ñ í a se a y u d a de sus principios, que al principio p r o -
276
p u s e : de Dios nuestro Señor y de su gracia especial p o r don-
de es gobernada principalmente. Y tras esto sucede la vía ecle-
siástica, p o r d o n d e es guiada la C o m p a ñ í a tan particularmente.
Todo nuestro instituto va guiado por lo c o m ú n y ordinario de la
Iglesia; sólo se p r o c u r a de añadir perfección en esto. Y así noso-
tros n o somos monjes, ni tenemos las particularidades que san-
tamente tienen las religiones monásticas; s o m o s clérigos reli-
giosos, coadjutores de los obispos, con perfección de nuestro
instituto. Sigue también la C o m p a ñ í a la r a z ó n y se a y u d a m u -
c h o de las virtudes morales; mira lo que sufre su fin y p o r qué
medios mejor se p o d r á conservar. Ved todo esto en la pobreza,
cuánta perfección se profesa en ella p o r una parte, y p o r otra
cuánta prudencia h a y e industria en lo que se ordena y cuánta
variedad.

[193] P o r fin de esta plática de la pobreza os quiero decir una


cosa y es que la p o b r e z a es el principio de la perfección. Así se
277
nos enseña en nuestros e j e r c i c i o s y p o r la renuncia de las c o -
sas seculares c o m e n z a m o s a c a m i n a r a la perfección, y p o r

2 7 4
Examen [5]; Co [815-816].
2 7 5
Co[743].
2 7 6
P3Alcalá [76]; PÓAlcalá [121].
2 7 7
Ej [142,146-147,157].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 243

aquí c o m i e n z a Dios a llamar a los suyos. M i r a d , la soberbia es


principio de t o d o el m a l y de todo p e c a d o ; y p o r eso comien-
za Dios nuestro Señor a llamar a la p o b r e z a y c o n v i d a r a ella,
e x h o r t a n d o que dejen los bienes d e este siglo, la v a n i d a d de
ellos, que a b r a c e n la h u m i l d a d y así m á s fácilmente d e s e m -
b a r a z a d o s c a m i n a r á n a la perfección. Y es menester, h e r m a -
nos, que t e n g a m o s y e s t i m e m o s este principio en m u c h o .
Cristo p o r ahí comienza: Ve, vende todo lo que tienes y sigúeme.
Y p o r tanto es m u y necesario que, p u e s quiero seguir a Cristo
y c a m i n a r a la perfección, m e a y u d e m u c h o de esta v i r t u d y
a u m e n t a r el deseo de ella. Cristo, pobre; y las religiones p o r
d o n d e se abre c a m i n o p a r a seguir sus pisadas, pobres. Y h a si-
278
d o la pobreza m u r o y baluarte de las r e l i g i o n e s , c o n el cual
se h a n c o n s e r v a d o y sin él se h a n deshecho y perdido el fervor
y perfección de su instituto. Yo, p u e s soy religioso pobre, ten-
g o d e ser visto pobre, y querría vestir m á s p o b r e y a n d a r p o -
bre en t o d a s las cosas, c u a n t o ser pudiere. ¿Sabéis qué nos
h a c e m a l ? Q u e , si nos d a Dios u n b u e n deseo y u n a b u e n a de-
voción, nosotros la o l v i d a m o s y n o s v a m o s p o r otros princi-
pios, d e d o n d e se signe c a m i n a r c o n tantas imperfecciones y
mal, y n u n c a arribar a la perfección. N o h a de ser así, sino que
he de g u a r d a r el b u e n deseo que el Señor m e h a d a d o , y u s a r
de él y a y u d a r m e de él p a r a ir adelante, que p a r a eso m e le
h a n d a d o . N o h a n de ser los dones de Dios ociosos en v o s p o r
vuestra negligencia y culpa.

2. D e la c a s t i d a d

[194] Sigúese que d i g a m o s a h o r a d e la castidad, que es el 2°


voto. L a castidad es u n g r a n d o n d e Dios, virtud m o r a l infusa
y de g r a n excelencia; y, p o r consiguiente, rara y difícil. L a con-
cupiscencia d e los apetitos sensuales es animal b r u t o que n o
se guía p o r r a z ó n ; y c o n la c o r r u p c i ó n que nos q u e d a del p e -
c a d o original, queda m á s d e s c o n c e r t a d a y m á s sujeta a las p a -
siones inferiores. Porque, a u n q u e en el b a u t i s m o se nos quita
la culpa del p e c a d o original, siempre c o n t o d o nos queda esta
rebelión en las potencias inferiores p a r a m á s ocasión d e m e r e -
cimiento. Esta concupiscencia es v a r i a s e g ú n la inclinación y
complexión de c a d a uno, y según las diferentes costumbres y

2 7 8
Co [553,816].
244 JERÓNIMO NADAL, S.J.

hábitos d e los hombres; que, a u n q u e en t o d o s h a y a algo, p e r o


en u n o s m á s y en otros m e n o s , p o r q u e se a u m e n t a la radical y
se fortifica p o r diversos medios. Y c o m o esta pasión es animal,
así es m e n e s t e r tratarla, castigándola, mortificándola, que-
brantarla; que n o se m e z c l e c o n la p a r t e superior y racional,
que n o la i m p i d a a h a c e r sus oficios ni ensucie sus obras. P o r
eso se llama esta porción inferior, p o r q u e siempre la h e m o s de
traer sujeta a la r a z ó n , al espíritu; d e m a n e r a que g u a r d e m o s
en él, c o n t o d a s n u e s t r a s fuerzas, c o n la divina g r a c i a , t o d a
p u r i d a d y limpieza.
a 2 7 9
[195] Dice nuestro P a d r e de esta virtud en la 6 p a r t e , con
m u c h a b r e v e d a d , que en esta virtud h e m o s de p r o c u r a r c o n la
gracia del Señor imitar a los ángeles en la p u r i d a d de la m e n -
te y del c u e r p o . Y bien m e p e r s u a d o que habla el P a d r e en es-
ta p a r t e c o m o p o r experiencia; p o r q u e l u e g o casi al principio
de su conversión le dio Dios en esto g r a n d o n y especial g r a -
cia, y así luego en saliendo de su tierra hizo v o t o de castidad.
Y p o r q u e veáis su sencillez y devoción de los santos, hizo es-
2 8 0
te v o t o a n u e s t r a S e ñ o r a ; y siempre c o n la a y u d a de Dios
nuestro Señor t u v o m u c h a perfección en esta virtud. Declare-
m o s a h o r a , p u e s , u n p o c o lo que dije. M i r a d , los ángeles son
espíritus sin m e z c l a ninguna de c u e r p o , y así no p u e d e n tener
inclinación a c o s a s sensuales en n i n g u n a m a n e r a ; y, a u n q u e
t o m e n c u e r p o s fantásticos y aparentes, siempre ellos son espí-
ritus a p a r t a d o s d e las cosas sensuales p o r su m i s m a naturale-
za. Veamos, ¿dice n u e s t r o P a d r e que l l e g u e m o s a esto? N o .
P o r q u e n o p u e d o y o alcanzar que, a lo m e n o s s e g ú n la dispo-
sición m í a n a t u r a l , las cosas c a r n a l e s n o m e m u e v a n , siendo
y o de c a r n e y sangre. A u n q u e nuestro Señor p o r especial pri-
vilegio s u y o p o d r í a m e confirmar en esta virtud, p e r o esto es
extraordinario; y con t o d o eso, el confirmado n o llega a lo que
el ángel tiene, p u e s siempre se queda, c u a n t o es de su p a r t e y
de su naturaleza, sujeto a semejantes pasiones. Pues ¿qué nos
dice el P a d r e ? Q u e la p r o c u r e m o s imitar, que v a y a m o s allá,
q u e c o n la divina g r a c i a b u s q u e m o s la perfección d e ella, en
c u a n t o p u d i é r e m o s . Y ¿sabéis el c a m i n o p o r d o n d e h e m o s de
ir? P o r el ejercicio de las virtudes, a y u d á n d o m e c o n m e d i o s

2 7 9
Co[547].
280 j ? p8España [182] dice Nadal, con más precisión: "hizo voto, re-
n

cibiendo como abogada la Señora". Ver la nota.


IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 245

281
divinos, eclesiásticos y m o r a l e s . Si m e m u e v e n estas cosas y
rebelan c o n t r a el espíritu las p a s i o n e s inferiores, m e he d e
a y u d a r c o n industrias y con remedios que tiene la Iglesia p a r a
que n o m e dañen, p a r a que m e m u e v a n m e n o s semejantes c o -
sas, que tenga y o en mis obras m á s libertad. Y ésta será señal
de tener el hábito de esta excelente virtud, c u a n d o v o s podéis
tratar c o n libertad, sin e m b a r a z o , de estas cosas, que ellas d e
sí son v o l u p t u o s a s , c o m o quien trata de cosas naturales. Y
creo p a r a m í que nuestro P a d r e había llegado a este estado. Y
esto es lo que h e m o s de procurar, p o n i e n d o m e d i o s y a y u -
d á n d o n o s de las a y u d a s que tiene la Iglesia p a r a llegar a este
estado, p a r a que estas cosas n o sean e m b a r a z o ni estorbo. Y, si
n o le tenemos, ir a él, y c a m i n a r siempre delante, que n o s es a
n o s o t r o s especialmente necesario, que t r a t a m o s c o n mil m a -
neras de gentes, confesamos a u n o s y a otros, a n d a m o s p o r di-
v e r s a s partes; y, si n o trabajamos p o r h a b e r este don, tendre-
m o s trabajo m u c h a s veces y a u n peligro.

[196] A h o r a n o s q u e d a de decir qué h e m o s de h a c e r p a r a


d i s p o n e r n o s y p r e p a r a r n o s p a r a a l c a n z a r y h a b e r este don.
U n a regla g e n e r a l t e n e m o s q u e p a r a esto p o d r á a p r o v e c h a r
p a r t i c u l a r m e n t e . Y es q u e antes del t i e m p o d e la tentación
n o s h e m o s d e aparejar p a r a ella, y p r e p a r a r las a r m a s c o n la
divina g r a c i a c o n que n o s h e m o s de defender; que n o n o s to-
m e d e s c u i d a d o s y m a n o sobre m a n o . Y después, al t i e m p o de
la tentación y de la pelea, u s e m o s y ejercitemos lo que n o s h a -
b í a m o s p r e v e n i d o p a r a entonces. D e esta m a n e r a se g a n a el
hábito de la v i r t u d v e n c i e n d o la tentación; y esto p r e t e n d e
n u e s t r o Señor c o n las tentaciones, que c o n ella se g a n e y se
fortifiquen y a u m e n t e n los hábitos de virtudes. Ved a h o r a al-
g u n o s principios; q u e a u n q u e a l g u n o s son universales, p u e -
d e n a p r o v e c h a r p a r a lo que t r a t a m o s . El p r i m e r o es que el
h o m b r e se c o n s i d e r e c o m o e n u n a fortaleza, r o d e a d o p o r t o -
d a s p a r t e s de e n e m i g o s ; q u e h a m e n e s t e r fortalecer la p a r t e
m á s flaca que v e ser batida de los e n e m i g o s , y b u s c a r p o r allí
2 8 2
los r e p a r o s q u e p u d i e r e . A s í c a d a u n o m i r e en sí e n q u é
p a r t e se c o n o c e m á s flaco o c o n m á s peligro, o p o r su inclina-
ción particular o p o r alguna c o s t u m b r e y hábito, y p r o c u r e en
esta p a r t e fortificarse p a r t i c u l a r m e n t e , n o d e s c u i d a r s e en n a -

281 Ver n° [192].


2 8 2 a
Regla 14 discr. espír. I sem. Ej [327].
246 JERÓNIMO NADAL, S.J.

d a , n o d a r l u g a r a la tentación que tenga e n t r a d a en n u e s t r a


fortaleza, sino que q u e d e s i e m p r e fuera. Si la tentación nos
a c u d e , n o s o t r o s h e m o s d e estar sobre aviso, y resistir con te-
mor y temblor, c o n h u m i l d a d , a c u d i e n d o a Dios, confiando en
su a y u d a y en su gracia.
o
[197] El 2 principio es: y a d v e r t i d u n a cosa que los d o c u -
m e n t o s y avisos espirituales tienen eficacia si los ejercitáis, si
os aprovecháis d e ellos; p a r a eso se habla, p a r a que se efectúe,
p a r a que os guiéis p o r ello c o n la a y u d a de la gracia d e Dios.
De otra m a n e r a p a r a r á t o d o en palabras y en "bien h a dicho
esto o lo otro", y s e r e m o s c o m o el que dice Santiago, que se
m i r ó en u n espejo y se vio y, a p a r t a d o de allí, n u n c a m á s se le
a
a c o r d ó . Sea p u e s esta 2 regla y principio. E s t o y y o en m í y
c o n c u i d a d o de m i a l m a y prevenido; viene la tentación; mi-
r a d , n o viene a solas, p o r q u e el d e m o n i o nuestro e n e m i g o sa-
be m u c h o y nuestro Señor le p e r m i t e m u c h a s c o s a s p a r a m a -
y o r a p r o v e c h a m i e n t o n u e s t r o y p a r a que m á s nos a y u d e m o s
c o n semejantes ocasiones. Sabe, pues, el d e m o n i o m u y bien
n u e s t r a s inclinaciones sensuales, y c u a n d o v e que es t i e m p o
que se rebelan contra la razón, a c u d e él juntamente c o n la ten-
tación, se h a c e a u n a c o n ella y la fortifica, m u e v e imaginacio-
nes y representaciones, que p a r a esto tiene licencia, p a r a que
la tentación de todas partes sea vehemente; se a y u d a de nues-
tra inclinación, de la ruin c o s t u m b r e , de lo que acullá visteis u
oísteis. P u e s ¿qué h a d e h a c e r entonces el que se v e p o r tantas
partes combatido? Dice nuestro P a d r e en los Ejercicios, en una
2 8 3
regla s u y a , que el d e m o n i o es c o m o u n a mujercilla que, si le
mostráis á n i m o y fortaleza, pierde la furia; p e r o , si c o n o c e fla-
queza y cobardía, c o b r a m a y o r fuerza. Y así, h e r m a n o , con-
viene que n o perdáis el á n i m o , a u n q u e os veáis c o m b a t i d o de
m u c h a s tentaciones. Y, a u n q u e c o n o z c á i s que otras veces os
h a v e n c i d o el d e m o n i o , n o d e s m a y é i s p o r eso, que es m u c h o
peor. Tened á n i m o c o n la a y u d a de Dios y c o n su gracia. Y a d -
vertid que de v u e s t r a p a r t e pongáis los m e d i o s y las indus-
trias que tiene la Iglesia p a r a la victoria de estos enemigos,
que de otra m a n e r a sería tentar a Dios. Sería u n a v a n a y loca
presunción y m u y cerca de la caída. A y u d a o s de v u e s t r a p a r -
te, y n o os faltará Dios y su gracia c o n t r a todos los e n e m i g o s
p a r a que n o los temáis.

a
Regla 12 discr. espír. I sem. Ej [325].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 247

a
[198] L a 3 regla y principio es que n o os toméis c o n el de-
m o n i o a solas. ¿ N o os a c o r d á i s lo que dice n u e s t r o P a d r e e n
los ejercicios, que el d e m o n i o n o g a n a n a d a c o n a l m a s q u e
descubren sus tentaciones a quien las p u e d e a y u d a r ? P o n e u n
2 8 4
ejemplo que, a u n q u e p a r e c e profano, d e c l a r a m u c h o esto .
U n h o m b r e v a n o , que trata de sus cosas c o n u n a doncella,
n u n c a g a n a r á n a d a , si ella d e s c u b r e luego t o d o lo que trata a
sus p a d r e s y se lo dice. Y p o r el c o n t r a r i o , c o r r e m u c h o peli-
gro, si g u a r d a secreto y n o dice n a d a de lo que pasa. Esto quie-
re el d e m o n i o , haberlas a solas con el alma; y así es singular
r e m e d i o del que se siente tentado, ir luego a descubrir la ten-
tación, c o m u n i c a r l a c o n el superior o c o n el confesor, c o n
quien m e p u e d e a y u d a r , que luego el d e m o n i o se a p a r t a y n o
sufre que le d e s c u b r a n sus tratos, y el m i s m o distraeros es
c a u s a que cese la v e h e m e n c i a de la tentación.

[199] V e n g a m o s a h o r a a tratar de otros r e m e d i o s m á s p a r -


ticulares; que los que h e m o s t r a t a d o son, c o m o veis, generales
p a r a estas y o t r a s tentaciones. Habéis sido v o s en el siglo dis-
traído, con p o c o c u i d a d o de esta virtud de la castidad; venís a
religión y queréis g a n a r l a y adquirirla. Pues advertid que a los
principios de la conversión, c o n el h e r v o r de la devoción sue-
le nuestro Señor de ordinario h a c e r esta misericordia, que h a -
y a p a z e n esta p a r t e y que n o a c u d a n tentaciones. Este tiempo
d e p a z n o es t i e m p o de d e s c u i d a r o s , c o m o si n o hubiese m á s
enemigos, sino h a c e r c o m o b u e n soldado y aparejaros p a r a el
t i e m p o de la g u e r r a que h a de venir y p r o v e e r o s c o n t i e m p o
de lo que entonces tendréis necesidad. P o r q u e e n t e n d e d que
tenéis entera v u e s t r a m a l a inclinación, y que el hábito ruin
q u e adquiristeis e n el siglo se tiene sus raíces, a u n q u e a h o r a
n o dé m u e s t r a s d e sí; que es esta especial g r a c i a que os h a c e
nuestro Señor p o r ser v o s a ú n novel y tierno. P o r tanto os con-
viene b u s c a r la c a s t i d a d y trabajar a h o r a p o r g a n a r hábito d e
ella; que, si esto n o hacéis de v u e s t r a parte, es tentar a Dios.

[200] M e preguntaréis qué medios t e n d r á uno, q u é ejercicios


p a r a a l c a n z a r esta virtud. Os d i g o que d o s principalmente:
oración y mortificación interior y exterior; y u n a sin la otra v a -
len p o c o p a r a este efecto. L a o r a c i ó n a solas, si n o os a y u d á i s
de la penitencia, n o basta. E s m e n e s t e r mortificación exterior
y penitencia, que éste es u n efecto s u y o principal, sujetar la

2 8 4 a
Regla 13 discr. espír. I sem. Ej [326].
248 JERÓNIMO NADAL, S.J.

c a r n e y d o m a r l a , reprimir los vicios y e x t i r p a r los m a l o s h á -


bitos; y la oración h a de a c o m p a ñ a r a esta penitencia, p a r a
actuarla, a y u d a r l a con la gracia del Señor, darle calor. E s m e -
nester juntar estas d o s cosas p a r a fortificarnos c o n t r a las ten-
taciones y p a r a g a n a r esta virtud. E n la oración se h a de bus-
c a r la devoción, el a m o r de la p u r e z a y castidad, i n v o c a r la
a y u d a d e Cristo y de n u e s t r a Señora, la de los santos, princi-
p a l m e n t e en quien esta virtud m á s resplandece: S. J u a n B a u -
tista, las vírgenes, etc., y llamar en n u e s t r a a y u d a a los á n g e -
les, p u r í s i m o s espíritus del cielo. Y c a d a día de ordinario
h a c e r especial oración p a r a i m p e t r a r este don, principalmente
c u a n d o el a l m a se siente c o n calor de devoción y a c t u a d a p o r
las cosas divinas; vale m u c h o entonces la petición; c u a n d o se
recibe el Smo. S a c r a m e n t o , c u a n d o se confiesa, que con el a y u -
d a de estos s a c r a m e n t o s el a l m a se v e a y u d a d a y c o n deseo de
servir a Dios y m á s unida a su majestad, entonces es a p t o
t i e m p o p a r a d e m a n d a r a Dios nuestro Señor este don. Y t a m -
bién es m u y b u e n o h a c e r alguna propia oración p a r a este fin,
c o m o es rezar los 7 salmos penitenciales o alguna otra oración
semejante. Y p a r a que, c o m o d e c í a m o s , se a y u d e la o r a c i ó n
c o n la mortificación, es menester, c o n el p a r e c e r y juicio del
superior, del confesor, p o r q u e n o h a y a lugar de algún celo in-
discreto, a y u d a r s e de la disciplina, del a y u n o , del cilicio: que
esto t o d o a y u d a p a r t i c u l a r m e n t e y p r o p i a m e n t e a sujetar la
carne al espíritu y a alcanzar la victoria de la tentación.

[201] Y a d v e r t i d c ó m o os habéis de h a b e r al t i e m p o de la
tentación c o n ella. L a p r i m e r a c o s a que hagáis es, en c o n o -
ciendo la tentación, en sintiendo que se m u e v e , distraeros a
otra cosa; que a p r o v e c h a esto m u c h o . N o os andéis j u g a n d o
c o n ella. Si la dejáis y os aisláis c o n ella, c o m o quien se burla,
os v e n c e r á .

Y ¿ c ó m o os habéis de distraer? L l a m a n d o l u e g o a Dios,


a c u d i e n d o a El, i n v o c a n d o su a y u d a y su gracia. P a s a d el en-
tendimiento a otros objetos en que piense y se o c u p e y le
m u e v a n a devoción. A c o r d a o s de C r i s t o n u e s t r o Señor, del
h u e r t o , d e sus azotes, de sus espinas, de su c r u z , y d e estas
cosas que son de m u y sensible y v e h e m e n t e devoción, y el en-
tendimiento m á s fácilmente se o c u p a en ellas. Y si tenéis v o s
a l g ú n misterio de Cristo n u e s t r o Señor o a l g u n a m e d i t a c i ó n
en q u e soléis tener especial d e v o c i ó n y q u e os m o v é i s m á s
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 249

con ella, entonces p o d é i s a c u d i r a ella, p o r q u e al a l m a se a c -


túe y se incite a devoción; y será la petición con eficacia invo-
c a n d o la a y u d a de Dios n u e s t r o Señor. N o habéis de confiar
en v u e s t r a s fuerzas, p e n s a n d o que c o n ellas a solas p o d r é i s
salir vencedor, que eso se querría el d e m o n i o , p a r a derriba-
ros. Habéis d e a c u d i r a Dios c o n m u c h a humillación, c o n o -
ciendo v u e s t r a flaqueza delante de Dios. Esta es b u e n a y p r o -
v e c h o s a distracción y tras esto ( c o m o os he dicho) t o m a d
otros m e d i o s que a y u d a n p a r a desechar esas tentaciones, p o r -
que n o tentéis a Dios.

[202] Y, si c o n t o d o esto la tentación a ú n p e r s e v e r a y os es


molesta, no desmayéis. Tened el principio que h e m o s puesto,
que es confiar en la gracia y a y u d a que Dios nuestro Señor os
d a , y v o s c o n h u m i l d a d p o n e d los m e d i o s que entendéis. Y
c u a n d o semejantes tentaciones p e r s e v e r a n , o es p o r culpa
nuestra o p o r q u e quiere así nuestro Señor ejercitar m á s y pro-
bar la virtud de los suyos, y darles ocasiones p a r a m a y o r m e -
recimiento, y p a r a que la virtud con los contrarios se fortifique
m á s y se arraigue. Y así m i r a d si v o s dais la c a u s a que ellas n o
se v a y a n , p o r ser flojo y d e s c u i d a d o ; que, si esto hay, es m e -
nester proveer luego en ello. Si habéis puesto los medios, y, es-
táis satisfecho en esta parte, a p r o v e c h a o s de esta tentación c o -
m o de otro cualquier trabajo o enfermedad que nuestro Señor
os enviase; que t o d o es p a r a m á s p r u e b a y m a y o r ejercicio
vuestro. P e r s e v e r a d vos también de concurrir c o n la gracia del
Señor, y c o n su a y u d a y con h u m i l d a d , a u n q u e n o tengáis al-
g u n a sensible devoción; que n o p o r eso habéis de pensar que
n o es Dios c o n vos, p o r q u e es ayudante en la oportunidad, en la
tribulación, y oye en lo escondido de la tempestad.

Y no os descuidéis, p u e s veis tan a la clara que el d e m o -


nio n o se descuida. Y, si h a habido algún titubeo c o n la vehe-
m e n c i a y molestia de la tentación, n o os turbéis p o r eso, que
c u a n d o m u c h o ha llegado a p e c a d o venial, y al fin de la tenta-
ción se quita c o n m u c h a ganancia vuestra. El Señor sacará pro-
vecho de la tentación. E s t o p r e t e n d e n u e s t r o Señor, que saque-
m o s g a n a n c i a de las tentaciones y a p r o v e c h a m i e n t o . Y diréis
con humildad: No es lo que entra por la boca lo que mancha al
hombre, sino lo que sale del corazón. C o m o de m i p a r t e c o n la
a y u d a del Señor n o h a y a consentimiento, n o seré ensuciado
c o n estos p e n s a m i e n t o s y c o n otra cualquier c o s a que m e
250 JERÓNIMO NADAL, S.J.

o
acontezca. Diréis lo 2 : el hombre espiritual lo juzga todo y él no es
por nadie juzgado. Esta tentación c a r n e es; n o m e h a de j u z g a r
a mí, sino y o a ella. Y si tenéis de vos recelo, que n o hacéis lo
que debéis, c o m u n i c a d v u e s t r a tentación c o n otro que os p u e -
d a d a r r e m e d i o , c o n el superior, que a p r o v e c h a m u c h o , o c o n
28S
el c o n f e s o r ; p o r q u e tiene el confesor, tiene el superior p a r -
ticular v i r t u d p a r a a y u d a r o s y d a r o s alivio. U s a d d e las aflic-
ciones del c u e r p o , y n o andéis con turbaciones, si p e q u é o n o
pequé; sólo el consentimiento h a c e p e c a d o mortal. T o m a d u n
ejemplo que suelen traer p a r a d e c l a r a r esto, de u n m u c h a c h o
que otro le m u e v e y le p e r s u a d e a que le dé la renta que tiene,
que le p e r s u a d e tanto y le h a c e tanta fuerza que p a r e c e que
quiere darlo, y es cierto que n o quiere. O t r o ejemplo semejan-
te a éste trae Gersón de la mujer que n o quiere callar, a u n q u e
la echen en el lodo, que allí estará y n o querrá callar. Así h a d e
ser el h o m b r e c o n la tentación: p o r m á s fuerza que le h a g a ,
siempre h a de estar firme en n o querer consentir, a u n q u e m á s
le m u e v a n y bamboleen. Y consolaos entonces que m i e n t r a s
m a y o r la tentación, m á s a y u d a h a y de Dios, m á s victoria, m á s
v i r t u d y d e s p u é s m a y o r y m á s s e g u r a paz. P e r o si v o s sois
descuidado, ¿que maravilla que n u n c a se acabe? N o ha de h a -
ber descuido, sino a y u d a r o s d e los principios puestos, y d e
otros que Dios n u e s t r o Señor os d a r á y seréis instruidos de
286
v u e s t r o s s u p e r i o r e s ; que c o n la g r a c i a de Dios n u e s t r o Se-
ñ o r gozaréis aquí de la victoria y d e s p u é s del p r e m i o en la
gloria. A m é n .

a
25 PLÁTICA 11 - La obediencia
a a
En Coimbra: Pláticas 16 y 17

[203] D e s p u é s d e haber h a b l a d o d e la p o b r e z a y castidad,


q u e d a que t r a t e m o s en la plática de h o y d e la obediencia; la
cual s a b e m o s todos c o m ú n m e n t e que es la fuerza de la reli-
gión, y virtud que nos h a c e c a p a c e s y partícipes de esta gracia

2 8 5
Co[263].
2 8 6
Co [260,263].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1561 251

e influjo c o n que n u e s t r o Señor favorece especialmente a los


religiosos. L a v o c a c i ó n del religioso se c o m i e n z a p o r la obe-
diencia, obedeciendo, a las divinas inspiraciones; y p o r la obe-
diencia c a m i n a m o s adelante y n o s a y u d a Dios nuestro Señor
a la perfección. Quien a n d a fuera de la obediencia, está a p a r -
t a d o de la canal p o r d o n d e nuestro Señor c o m u n i c a su divina
gracia y favor p a r a a l c a n z a r la perfección, n o c u m p l e c o n su
e s t a d o ni c o n su oficio el que así anda; y así n o os maravilléis
si n o le d a n lo que es p r o p i o de aquel estado. D e esta v i r t u d ,
c o m o d e las o t r a s he dicho, t r a t a m o s al p r o p i o de la C o m p a -
2 8 7
ñía ; que es q u e h a d e ser n u e s t r a obediencia v i r t u d y obe-
diencia religiosa, y de esta religión, de este nuestro m o d o p a r -
ticular de p r o c e d e r que el Señor n o s h a d a d o , p a r a lo cual
t a m b i é n t e n e m o s especial a y u d a de n u e s t r o Señor Dios. L a
obediencia de la C o m p a ñ í a h a de ser en estas tres cosas: en la
288
ejecución, en la voluntad y e n t e n d i m i e n t o ; a esto nos h e m o s
de esforzar, y a n i m a r p a r a alcanzarlo con perfección, y v e m o s
que en esta p a r t e favorece especialmente a los nuestros p o r su
misericordia.

[204] O s h e de decir a h o r a q u é principios t e n d r á u n o p a r a


a y u d a r s e p a r a alcanzar y perfeccionar esta virtud, qué medios
h a y p a r a este fin. P o n d r é tres principios p a r a la obediencia,
p a r a m a y o r plenitud suya. El p r i m e r o es la p r o v i d e n c i a d e
o
Dios nuestro Señor; el 2 es la g r a c i a particular de la religión;
o
el 3 la presencia de Cristo e n el superior. Son éstos m e d i o s
que a y u d a n m u c h o p a r a venir al fin que h e m o s p r o p u e s t o y a
la obediencia que he dicho ser propia de la C o m p a ñ í a .

[205] A h o r a , m i r a d . Dios es Dios infinito en la sabiduría y


providencia universal de t o d a s las cosas, guía las cosas a sus
fines p o r sus medios, y este juntar los m e d i o s c o n el fin es ofi-
cio de la divina providencia. H a hecho Dios esta C o m p a ñ í a , h a
p r o p u e s t o este instituto y fin, y p a r a él h a d a d o m e d i o s p r o -
porcionados, p o r los cuales Dios p o r su providencia gobierna
y quiere que p o r aquí n o s o t r o s v a y a m o s al fin; y este es u n
principio suavísimo, de g r a n consuelo p a r a las a l m a s y de
g r a n esfuerzo. Da también nuestro Señor gracia particular p a -
ra la ejecución; y esta gracia la administra nuestro Señor p o r

287
P4Alcalá[94]; P9Alcalá[180]; PlEspaña[7].
2 8 8
Co [284,547]. Muchos de los conceptos expuestos a continuación
se encuentran en la Carta de la obediencia: MI, Epist. 4, págs. 669-681.
252 JERÓNIMO NADAL, S.J.

c a u s a s m e d i a s y s e g u n d a s , que son los superiores legítimos,


p o r d o n d e quiere la s u a v e disposición d e la divina providen-
cia guiarnos a nosotros. Y así quiere nuestro Señor que se ten-
ga reverencia y obediencia a los superiores, c o m o a aquellos
que representan a Dios y tienen su vez y autoridad en la tierra,
en los cuales especialmente habita Dios, y p o r m e d i o de ellos
c o m o instrumentos suyos nos gobierna y administra su gracia
y a y u d a p a r a la ejecución de los ministerios. H e aquí c ó m o en
t o d a s las m a n e r a s de la obediencia de la C o m p a ñ í a m e tengo
de a y u d a r ; porque todas se reducen a este principio de la p r o -
videncia del Señor, que h a o r d e n a d o este ministerio en el cual
m e o c u p o p o r orden de la obediencia p a r a alcanzar m i fin, p a -
ra a y u d a r m e con su especial gracia, a m í y a los prójimos. Y ha
escogido este superior p o r ministro suyo, p a r a que y o le tenga
en su lugar, p u e s en lugar suyo m e m a n d a y m e rige.

[206] V a y a m o s a h o r a u n p o c o adelante. Obediencia es vir-


tud, es u n g r a n d o n d e Dios, u n hábito que inclina a h a c e r lo
que se le dice. Tres cosas tenemos que están en obediencia: eje-
cución de lo que se o r d e n a , v o l u n t a d que se c o n f o r m a c o n la
del superior, entendimiento que juzga ser b u e n o lo que dicen.
Todas estas tres cosas están debajo de nuestra libertad, y todas
h a n de obedecer p a r a la perfección de esta virtud. El entendi-
miento, d o n d e h a y m á s dificultad, h a d e obedecer; se p u e d e
persuadir e inclinar a u n a cosa y a otra, y se p u e d e al fin atra-
er a que crea. Hacéis vos u n a cosa que se os dice; ésa es ejecu-
ción. Pero, m i r a d , habéis de obedecer c o m o h o m b r e religioso,
que h a de b u s c a r lo mejor y lo m á s perfecto; y así h a d e obe-
d e c e r t o d o el h o m b r e , y p o r eso se llama este v o t o de la obe-
diencia holocausto, que es sacrificio total del h o m b r e entero, sin
reservarse cosa que sea s u y a , ni ejecución ni v o l u n t a d ni en-
tendimiento. P u e s es libre y p u e d e obedecer, es r a z ó n que se
s o m e t a a la obediencia. E s a es m i profesión: buscar, c u a n t o se
pudiere, lo que es m á s perfecto.

Y advertid, p o n e d c a s o que el entendimiento n o obede-


ciese, ¿que sería? Sería u n a confusión g r a n d e y contradicción
e inquietud dentro del m i s m o h o m b r e , p o r q u e habría diferen-
cia entre la v o l u n t a d y el entendimiento: la v o l u n t a d quiere
obedecer, y el entendimiento está diciendo que n o es b u e n o lo
que haces; y se sigue que la v o l u n t a d se debilite y se quite la
g a n a de obedecer, habiendo en el entendimiento r e p u g n a n c i a
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 253

y contradicción. Veis c ó m o es obediencia tan imperfecta, a


quien le falta la sujeción del entendimiento.
[207] Yo que soy religioso d e p e n d o de la obediencia de Cris-
to, y esto que se m e m a n d a h a o r d e n a d o la providencia de
Cristo; luego, c u a n d o el entendimiento está rebelde y n o se
p e r s u a d e a que le p a r e z c a aquello bien que h a c e , p o n e tachas
en la providencia de Dios, que quiere g u i a r m e a m i fin p o r
aquellos medios. Más: m e d a el Señor especial g r a c i a en esta
v o c a c i ó n , p e r o p o r estos m e d i o s de la obediencia, y si tú los
m e n o s p r e c i a s c o n el entendimiento, p u e s n o te p a r e c e n bien,
¿qué se seguirá de esto, sino que menosprecias también la gra-
cia del Señor y te apartas de ella? Más: el superior, quienquie-
ra q u e sea, P e d r o o J u a n , está en p e r s o n a d e Cristo c o m o mi-
nistro suyo, y en n o m b r e s u y o o r d e n a esto o lo otro; y así la
injuria que se h a c e a la obediencia r e d u n d a en aquél p o r c u y a
autoridad se ordena, que es Cristo nuestro Señor. Estos son los
tres principios que p u s e arriba. Ved c ó m o a y u d a n a la perfec-
ción de esta virtud.

[208] E n la Escritura las inobediencias g r a n d e s y m u y casti-


g a d a s son las del entendimiento; y también las obediencias
que la Escritura tanto estima y son tan predicadas, son las del
entendimiento. L a inobediencia de E v a que tanto nos ha cos-
t a d o p o r aquí c o m e n z ó : ¿por qué os ha mandado Dios? ¿a qué
propósito os m a n d ó Dios esto?; que es c o m o burlarse de ello.
Por qué y p a r a qué fin; t o d o es inobediencia del entendimien-
to, que a n d a b u s c a n d o c o n rebelión y contradicción las causas
de lo que le h a n m a n d a d o . T o m a d p o r el c o n t r a r i o a N o é ,
cuánta fue su obediencia, h a c e r u n a arca en 70 años, esperar el
diluvio p o r tanto tiempo; creyó a Dios, y p o r su obediencia hi-
z o salvo al m u n d o .

E n A b r a h a m h a y c o s a s insignes y dignas de m u c h a con-


sideración. L e m a n d a salir de su tierra: sal de tu tierra y de tu
parentela; y v e d lo que dice S. Pablo d e esta salida y d e esta
obediencia del entendimiento que en ella hubo: Por la fe Abra-
ham, al ser llamado por Dios, obedeció y salió para el lugar que había
de recibir en herencia, y salió sin saber a dónde iba. L e dicen que h a
de tener u n hijo h e r e d e r o y que h a de ser p a d r e y c a b e z a de
m u c h a s gentes, no vaciló en su fe al considerar su cuerpo ya sin vi-
gor, tenía unos cien años. L e m a n d ó Dios que sacrificase a su hi-
jo Isaac, en el cual se había hecho la promesa de bendición. Ved ese
254 JERÓNIMO NADAL, S.J.

capítulo 4 de la epístola a los Romanos y veréis cuan e n g r a n d e -


cidos están estos ejemplos que os he puesto. P o r el c o n t r a r i o
Moisés d u d ó en las a g u a s de contradicción: ¿Haremos brotar de
esta peña agua para vosotros? Y v e d c u a n c a r o le costó a él y a su
h e r m a n o A a r ó n , y c ó m o fueron p o r ello castigados de Dios
que n o entrasen c o n el pueblo en la tierra de promisión.
[209] Y p o r q u e n o p r o c e d a m o s en esto m á s adelante, en
nuestra religión cristiana ¿no veis qué necesaria es la obedien-
cia del entendimiento, que se rindan en obediencia a la fe? O s
enseña la fe que Cristo es Dios y h o m b r e , que m u e r e en u n a
c r u z , y todos los otros misterios de n u e s t r a religión; y es m e -
nester c a u t i v a r el entendimiento en obsequio a la fe, y d a Dios
en esta p a r t e g r a n firmeza y consuelo. H a y u n a cosa que a y u -
d a m u c h o en la Escritura p a r a esta obediencia del entendi-
miento. Dice la Sabiduría divina: no juzgues contra el juez, pues
juzga lo que es justo. H a c e u n a c o s a el P a p a , o r d e n a , dispensa.
Quiere el entendimiento ser suelto y juzgarla c o n libertad, y
b u s c a r u n a s r a z o n e s y otras p a r a v e r cuál estaría mejor. ¿ Q u é
h a d e h a c e r el buen cristiano? C e r r a r el entendimiento: el P a -
p a , que es juez mío, y o n o lo soy de él, juzga según lo que es jus-
to. Siempre tengo de presumir p o r él. H a c e u n a cosa la Inqui-
289
s i c i ó n , que es la defensa de la fe, c u y a autoridad tan necesaria
es p a r a la defensa y a u m e n t o de la fe ¿ Q u é h a de h a c e r el buen
cristiano? Obedecer c o n el entendimiento. N o se h a g a juez de
lo que se ordena; so p e n a que, si c o n libertad trata a l g u n o d e
juzgar de esto, está m u y cerca de ser tenido p o r sospechoso de
herejía. P u e s luego la obediencia del entendimiento necesaria
es en lo que ordenaren los superiores p a r a que sea holocausto,
sacrificio total del h o m b r e , p a r a gloria de Dios nuestro Señor;
p a r a firmeza d e esta virtud, que esté quitado lo que la p u e d e
debilitar, que es el juicio propio, c o n reverencia a Cristo nues-
tro Señor y a su providencia y a su gracia, con la cual gobierna
este m i e s t a d o religioso y asiste a mis superiores, y p o r ellos
quiere que y o sea guiado.

[210] H a de ser ciego el entendimiento, que n o v e a lo que le


p u e d e estorbar a la perfección y al c a m i n o d e ella. E s t o h a de
h a c e r la obediencia; que, aunque tengas libertad p a r a ver, cie-
rres los ojos y n o v e a s lo que te h a d e ser dañoso. Esta c e g u e -
d a d es b u e n a y es c a m i n o p a r a ver. ¿ N o habéis oído lo que di-

2 8 9
P3Alcalá[78-79].
I V . PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 255

290
ce S. Dionisio d e la o r a c i ó n , que es u n a elevación del enten-
dimiento a Dios, c u a n d o h a c e Dios nuestro Señor a l g u n a g r a -
cia y m e r c e d al a l m a , q u e n o p a r e mientes en las c o s a s sensi-
bles que le p o d í a n i m p e d i r y p o n e r estorbo? C u a n d o tiene
a l g u n a libertad p a r a p o d e r p e n s a r en Dios y g o z a r d e Dios, el
principio p a r a esto es u n a c e g u e d a d santa d e las c o s a s e x t e -
riores que viene a p a r a r en u n a luz y claridad d e las cosas es-
pirituales y celestiales, cual es el fin d e t o d a meditación. Así es
en la obediencia, que al principio h a y la c e g u e d a d que h e m o s
dicho, n o considerar las cosas, cerrar los ojos a lo que o r d e n a n
los superiores, c o n t e n t á n d o s e d e saber que ellos la ordenan; y
d e s p u é s hallará el obediente r a z o n e s eficaces p a r a ello, y m u -
c h a claridad y quietud en lo que la obediencia le ha o r d e n a d o .
A s í que n o h e m o s d e q u e d a r en la c e g u e d a d p r i m e r a que h e
dicho, sino p r o c u r a r que v a m o s adelante a la luz y conoci-
m i e n t o que el Señor suele d a r a los b u e n o s obedientes y p a z y
quietud en la obediencia. P o r el c o n t r a r i o , el inobediente e n
t o d o se e m b a r a z a , y se turba e inquieta, b u s c a n d o razones que
c u a d r e n a su p r o p i o juicio y p a r e c e r ; d e d o n d e tiene ocasión
d e tentarse a c a d a p a s o . El que quiere a l c a n z a r esta v i r t u d n o
h a d e a n d a r e s c u d r i ñ a n d o r a z o n e s p a r a obedecer. L e basta ser
aquélla la v o l u n t a d del superior. D e s p u é s nuestro Señor le d a -
r á claridad e n todo.

[211] ¿Queréis v e r c ó m o la c a u s a p a r a o b e d e c e r n o h a n d e
ser las r a z o n e s p o r q u e se o r d e n a esto, lo otro, sino la volun-
tad del superior, y que ésa h a d e ser bastante m o t i v o p a r a obe-
d e c e r ? L a obediencia virtud es, y p o r objeto tiene la v o l u n t a d
del superior y lo que ella quiere; d e m a n e r a q u e la v o l u n t a d
del que obedece h a d e tener c u e n t a ú n i c a m e n t e con la volun-
t a d del que m a n d a . L a v o l u n t a d ciega es, n o entiende las r a -
zones; y el entender, del e n t e n d i m i e n t o es. Y así n o se h a d e
b u s c a r p a r a o b e d e c e r el entendimiento del subdito; ni h a d e
tener c u e n t a c o n el entendimiento del superior, ni c o n las r a -
z o n e s que él tiene p a r a lo que o r d e n a , sino c o n la v o l u n t a d ,
que es el objeto d e la obediencia, c o m o h e dicho. L u e g o veis
que ni la voluntad ni el entendimiento del que obedece n o h a n
d e guiarse p o r la r a z ó n , sino p o r la v o l u n t a d del superior p a -
ra obedecer.

290
Mystica teología. M G 3,998-999.
256 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[212] L a v o l u n t a d es g r a n cosa. E n ella h a de h a b e r pronti-


tud, unión, s u a v i d a d , fortaleza. E n la ejecución h a de haber
integridad, que se obedezca e n t e r a m e n t e a todo, n o a u n a c o -
sa sí y a otra no. H a de ser sencilla, h u m i l d e , sin m u r m u r a -
ción; y esto t o d o h a d e n a c e r de lo interior. P r o n t a h a d e ser la
v o l u n t a d p a r a la obediencia, que se deje la letra c o m e n z a d a ,
2 9 1
c o m o dicen n u e s t r a s Constituciones . O s llama Dios p o r
v u e s t r o superior p a r a u n a cosa, y v o s os p a r á i s a h a c e r otra;
n o vais bien, señal q u e n o tenéis hábito d e esta virtud o que
n o usáis de él ni le aplicáis a obra. H a de haber también h u -
m i l d a d en la obediencia. G r a n señal de la obediencia la h u -
2 9 2
m i l d a d ; y, p o r el c o n t r a r i o , la raíz d e toda inobediencia la
soberbia. El juicio propio, que es el e n e m i g o de la obediencia,
de soberbia n a c e , p o r la cual el h o m b r e prefiere su juicio y p a -
recer al de otros, y obedece a su juicio y n o al d e los otros. E s ,
p u e s , necesaria la h u m i l d a d p a r a esta virtud. H u m i l d a d en la
v o l u n t a d , h u m i l d a d y simplicidad en el juicio y discurso. N o
seáis curioso. Q u e se v u e l v a el obediente c o m o u n niño,
guiándose c o n toda h u m i l d a d a u n a p a r t e y a otra p o r la obe-
diencia. A q u í está la paz, sosiego y quietud del alma, y no per-
turbarse. L a fortaleza que decimos se h a de m o s t r a r en la eje-
cución, y esta fortaleza n a c e de lo interior. El que obedece con
fortaleza es señal que se a y u d a de Dios, que a c u d e a El. Si h a y
flaqueza, s o s p e c h a dais que h a y imperfecciones q u e v o s p o -
néis de v u e s t r a p a r t e . N o h a de haber m u r m u r a c i ó n , que es
c o s a que n o se h a d e sufrir en la C o m p a ñ í a , q u e se h a g a n las
cosas c o n m u r m u r a c i o n e s y excusas. H e aquí, pues, lo que se
h a de h a c e r en la obediencia.

[213] ¿ Q u é n o s a y u d a r á p a r a esta v i r t u d , p a r a alcanzarla y


tenerla? Si queréis obedecer, a m a d al superior que tenéis en
293
lugar de C r i s t o ; n o le tengáis aversión ni la consintáis. P r o -
c u r a d l u e g o de expelerla, c o n oración, c o n disciplinas y c o n
o t r o s r e m e d i o s , p r o c e d i e n d o c o n s u a v i d a d , sin alborotos ñi
inquietudes. T a m p o c o habéis de sufrir aversión c o n el institu-
to; p o r q u e , si v o s estáis tentado c o n v u e s t r a vocación, m a l p o -
dréis obedecer. Experiencia y práctica se tiene d e esto. E n h a -
biendo aversión al superior o al instituto, a n d a t o d o perdido,

2 9 1
Co [547,435]; P8España[187].
2 9 2
Carta de la obediencia [20].
2 9 3
Co[551].
I V . PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 257

n o h a y obediencia; cualquiera cosa que se m a n d a p a r e c e du-


ra y difícil, que n o es de sufrir. Y al contrario, si h a y afección al
instituto y a m o r a los ministros de la C o m p a ñ í a , t o d o lo que
se o r d e n a p a r e c e fácil y suave. A m á i s al superior; ya os p a r e c e
que la obediencia que viene la tenéis m e t i d a en v u e s t r o c o r a -
z ó n , que andáis d e s e a n d o que os m a n d e , n o le juzgáis n a d a ,
t o d o os p a r e c e bien. Y h a b i e n d o firmeza en la v o c a c i ó n , h a y
u n á n i m o g r a n d e y determinación d e c o o p e r a r c o n esta gracia
que el Señor h a c e . Y así n o h a y cosa que se os h a g a difícil.
A y u d a m u c h o también p a r a esta v i r t u d la paciencia. El p a -
ciente, de lo a d v e r s o y contrario se consuela, y desea padecer.
N o se inquieta c o n lo dificultoso, p o r q u e en eso desea ejerci-
tarse; y así n o se le ofrece cosa que le dé p e s a d u m b r e .

[214] Os quiero declarar con algunos ejemplos esta virtud pa-


ra que m á s g u s t e m o s de ella. Ya habéis oído decir lo que dijo
Averroes, que no había m á s de un entendimiento en todos los
hombres, p o r el cual todos entendían. E s t o es error en la lum-
294
bre natural y en f e . Pero nos a y u d a m o s de esta ficción, c o m o
de u n ejemplo p a r a entender la perfección de la obediencia. L a
cual pide tanta unión y resignación al entendimiento y volun-
tad del superior, que p a r e c e que, aunque el subdito tiene su
entendimiento y el superior el s u y o y c a d a u n o su voluntad, el
subdito entiende p o r el entendimiento del superior y quiere
p o r su voluntad; y h a g o cuenta que el entendimiento del su-
perior es mío, porque a m í n o m e parece otra cosa sino lo que a
él, ni tengo otras razones sino las que él tiene. Su voluntad es la
mía, p o r q u e lo que él quiere, quiero yo; quiero decir, que ha de
p r o c u r a r el obediente n o discrepar ni en u n p u n t o , c u a n t o ser
pudiere, del querer y sentir de su superior.

Otro ejemplo os p o n d r é . L a obediencia, dice u n o , es se-


mejante en su m o d o a u n a revelación clara de Dios. Sabemos
que consultaba David a Dios en lo que había de hacer, y Dios a
la clara le respondía. P r e g u n t a b a D a v i d a Dios: ¿Perseguiré a
estos ladronzuelos? - L e respondía Dios: Persigúelos. - Y otras
m u c h a s cosas que v e m o s en los libros de los Reyes. Y de esta
m i s m a m a n e r a se hubo Dios c o n m u c h o s Patriarcas y profetas,
y c o n los Apóstoles y c o n otros santos, a quien leemos haber
a p a r e c i d o Cristo n u e s t r o Señor y p o r m e d i o d e sus ángeles
m u c h a s veces enseñándoles su santa voluntad. P e n s a d a h o r a

294
P17Coimbra[2].
258 JERÓNIMO NADAL, S.J.

u n p o c o si, en t o d a s las cosas que y o hubiese d e h a c e r y que el


superior m e m a n d a , inmediatamente viese a Cristo y El m e di-
jese p o r su boca: "haz esto o lo otro, id a predicar, leer o a con-
fesar" ¡cuánta devoción habría en nosotros, qué eficacia y m o -
ción p a r a las obras en que nos solemos ocupar! P u e s m i r a d , la
obediencia, si la a c t u a m o s , a esto v a a su m o d o . Si y o v e n e r o
en m i superior a Cristo, c u y a s veces éste m e representa, n u n c a
t o m a r í a y o lo que él m e o r d e n a sino c o m o d e Cristo, e n c u y o
n o m b r e m e m a n d a y es m i superior. Esta consideración a c t ú a
m u c h o la obediencia y d a m u c h a eficacia en el obrar.

M u c h a s otras c o m p a r a c i o n e s h a y p a r a la obediencia; p e -
ro sola u n a os quiero decir. L a obediencia m e p a r e c e a m í m u y
295
semejante a la f e . ¿ L o queréis v e r ? Dice Dios: "yo s o y trino
y uno"; y n o es m e n e s t e r e s c u d r i ñ a r c ó m o es esto. B a s t a que
Dios lo diga, que es p r i m e r a v e r d a d . Y así es en t o d o s los d e -
m á s misterios d e n u e s t r a fe, que se h a d e c a u t i v a r el entendi-
m i e n t o en la obediencia. L a obediencia d e que h a b l a m o s n o es
v i r t u d d e las divinas; p e r o tiene semejanza con la fe. P o r q u e ,
p a r a ser perfecta, h a d e bastar que lo diga el superior, n o h a d e
m i r a r p o r qué se m a n d a , si p u e d e ser o c ó m o p u e d e ser.
- ¿ C r e é i s v o s u n artículo d e fe? -Sí. - ¿ P o r qué? - P o r q u e lo dice
Dios y lo manifiesta la Iglesia. - ¿ H a y m á s r a z ó n ? - N o es m e -
nester. Esta basta. P u e s a su m o d o o b e d e z c o y o en esto que se
m e h a o r d e n a d o : p o r q u e ésta es la v o l u n t a d d e m i superior.
- ¿ H a y otra r a z ó n ? - N o es m e n e s t e r buscarla. Q u i e n así obe-
d e c e q u e d a c o n g r a n p a z , c o n gusto, c o n s u a v i d a d e n su alma.

[215] E n t r e t o d a s las v i r t u d e s m o r a l e s u n a d e las que m á s


quietud y tranquilidad d a n al a l m a es la obediencia. E s t a t o d o
lo c o m p r e n d e : ella d a que seáis casto, pobre, que halléis en to-
d o sosiego y tranquilidad. Al c o n t r a r i o , el desobediente nin-
g u n a c o s a h a c e c o n g u s t o , a n d a en t o d o c o n p e s a d u m b r e : y a
la duele la c a b e z a y a a n d a a c h a c o s o , n o le e n t r a c o s a en p r o -
v e c h o , ni h a c e c o s a a derechas y c o n t o d o se inquieta.

[216] Ya que h e m o s dicho c ó m o h e m o s d e ser obedientes y


los m e d i o s d e q u e h e m o s d e p r o c u r a r a y u d a r n o s , que p a r a
eso se dicen, v e a m o s en qué c o s a s h e m o s d e obedecer. D i g o
q u e e n t o d a s las c o s a s lícitas, d o n d e n o h a y p e c a d o . E n o t r a s
religiones la obediencia se limita a las reglas o lo que es s e g ú n

295
P16Coimbra[15].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1561 259

ellas; nosotros en t o d o lo que n o h a y p e c a d o . Esta es regla de


296 297
S. B a s i l i o y constitución n u e s t r a . N o p u e d e el de la C o m -
pañía decir: "a esto n o soy obligado, p o r q u e n o está en m i r e -
gla". El d e la C o m p a ñ í a n o tiene cosa lícita a que n o le p u e d a
obligar el superior. S. Pablo dice: Hijos, obedeced a los padres en
todo. N o e x c e p t ú a n a d a . E n t o d a cosa que sea objeto d e obe-
diencia; p o r q u e , si se m a n d a s e p e c a d o , n o es ése objeto de
obediencia. Y así n o h a y entonces que obedecer, p o r q u e p e c a -
d o n o es cosa que se p u e d a m a n d a r .

[217] P e r o dirá alguno: "el superior n o está c o n f i r m a d o en


gracia, bien p u e d e errar, y así p o d r á alguna vez m a n d a r m e al-
g o que sea imposible o p e c a d o ; p u e s ¿ c ó m o tengo y o de obe-
decer en esto?". Digo que ésta es tentación; porque, aunque el
superior m e p u e d a m a n d a r cosa imposible (porque quiero de
2 9 8
esto p r i m e r o hablar) , he de pensar que n u n c a ocurrirá que
lo m a n d e . P u e s ¿qué h a r á u n o c u a n d o le viene esta considera-
ción? A h o r a m i r a d : o se le representa esto c o m o otra cual-
quiera especulación que n o v a e n d e r e z a d a a la obra, o practice.
Y si practice, es tentación, p o r q u e m e debilita la obediencia. Y
así lo difícil se m e h a c e imposible p o r m i ruin disposición, y
esto es clara tentación, p a r a entibiaros en la obediencia y se os
h a de antojar imposible lo que os r e p u g n a r e y fuere c o n t r a
vuestra voluntad y propio juicio. Y también lo p r i m e r o , que es
tratar de esto c o m o d e otra especulación, es tentación; p o r q u e
n o h a y p a r a qué tratar ni disputar de eso. Y el d e m o n i o c o n
esos principios, sin sentirlo p o c o a p o c o , suele enflaquecer la
virtud de la obediencia. P u e s ¿qué se h a r á ? Q u e estos y seme-
jantes pensamientos los desechemos, a y u d á n d o n o s del hábito
de la obediencia. P e r o p o n g a m o s que el superior m e m a n d a
que v a y a p o r el mar. ¿ Q u é h a r á el obediente? Q u e con humil-
d a d y simplicidad de c o r a z ó n y perfección de obediencia n o
c o n s i d e r a r á la dificultad ni dificultará la obra, p r i m e r o que
probarla. Irá al m a r , y p r o b a r á a c a m i n a r ; y después que h a y a
metido el pie en el a g u a y ve que se hunde, volverá al superior
y le dirá: "yo fui al m a r y m e t í el pie en el a g u a , no p u d e m á s
caminar". Y sabemos en los santos p a d r e s antiguos que, c u a n -
d o ésta es santa obediencia, h a c e milagros Dios nuestro Señor

296
Constit. monasticae, MG 31,1410.
2 9 7
Co[284].
2 9 8
P8España[177].
260 JERÓNIMO NADAL, S.J.

p o r ella. C o m o leemos d e aquel abad, que m a n d ó a un monje


que fuese p o r u n a leona, y él c o n simplicidad santa fue p o r
ella y la trajo; y del que r e g ó el palo seco, y después de m u c h o
299
tiempo floreció y dio f r u t o . H a y otros m u c h o s ejemplos c o -
m o éstos, en que aquellos santos a b a d e s y superiores p r o b a -
b a n a sus monjes, y ellos obedecían sin réplicas, sin p r o p o n e r
dificultades, sin imposibilitar lo que se les m a n d a b a , c o n t o d a
prontitud y sencillez.
[218] P u e s si m a n d a el superior algo que sea p e c a d o ¿qué
3 0 0
tengo d e h a c e r ? Digo que también esto es tentación y n o se
debe considerar, ni en la práctica ni especulativamente, porque
debilita esta virtud y tengo de p e r s u a d i r m e que esto es i m p o -
sible m o r a l m e n t e y p o r tal tenerlo. Pero, si acaeciese, ¿qué se
debe hacer? Yo n o tengo de juzgarlo si es p e c a d o ; iré a m i con-
fesor y c o n él lo c o m u n i c a r é , y h a r é lo que m e ordenare. P e r o
y a digo que en este c a s o el b u e n obediente n o h a de tratar de
él, sino c o m o de cosa que n u n c a h a de acaecer.

[219] Resta decir en u n a p a l a b r a d e las m a n e r a s que h a y d e


p r o p o n e r la obediencia lo que se ordena. Estas se p u e d e n u s a r
en la C o m p a ñ í a : en virtud de santa obediencia, en n o m b r e d e
Cristo nuestro Señor m a n d o , ordeno, digo; cualquiera señal o
significación exterior que se h a c e de la v o l u n t a d del supe-
3 0 1
r i o r . L o p r i m e r o obliga a p e c a d o venial o m o r t a l , s e g ú n la
intención del que m a n d a . A u n q u e la C o m p a ñ í a p a r a cosas
g r a v e s y d e i m p o r t a n c i a se reserva este p o d e r m a n d a r c o n
obligación a p e c a d o , n o lo usa de ordinario, p o r q u e n o quiere
imperfección en la obediencia, ni que sea menester p o n e r esas
obligaciones. T a m p o c o se usa en la C o m p a ñ í a decir: m a n d o .
N o se h a de u s a r de imperio; sino lo que c o m ú n m e n t e u s a m o s
es con llaneza: esto h a c e d o lo otro. Y lo que h a dicho el supe-
rior, decimos: esto h a o r d e n a d o o lo otro; esto h a dicho el su-
perior. H a y también señal o m u e s t r a exterior de la v o l u n t a d
302
del s u p e r i o r , y ésta n o h a de ser d u d o s a , p o r q u e n o c a u s e
escrúpulos; y, si lo fuere, se p u e d e el obediente certificar del
superior. P e r o c u a n d o consta de la v o l u n t a d del superior, de
cualquiera m a n e r a que sea, basta.

2 9 9
Ejemplos aducidos por Ignacio en la Carta de la obediencia.
3 0 0
P8España[179-180].
3 0 1
P8España[172-173].
3 0 2
Co[547].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1561 261

[220] H a y otra m a n e r a , que es interpretación que ésta debe-


303
ría de ser la v o l u n t a d de m i superior, si presente se h a l l a r a .
E s u n rector, y le o c u r r e u n a c o s a de i m p o r t a n c i a , d e prisa, y
n o p u e d e a c u d i r al Provincial, que está lejos; y n o tiene o r d e n
d e sus superiores p a r a aquel caso. H e c h a p r i m e r o oración, y
c o n s u l t a n d o a los q u e h a de consultar, m i r e él lo que el P r o -
vincial hiciera entonces, y h a g a eso y p o r eso se rija, y escriba
en p u d i e n d o al Provincial lo que h a hecho.

[221] E s t o m e h a o c u r r i d o q u e d e c i r o s d e la o b e d i e n c i a .
C r e e d m e , h e r m a n o s , q u e el q u e es o b e d i e n t e v a en la p e r -
fección d e la C o m p a ñ í a ; y irá m á s a d e l a n t e , m i e n t r a s m á s
obediente fuere. P o r eso s i g a m o s c o s a q u e t a n t o i m p o r t a p a -
r a n u e s t r a p e r f e c c i ó n , a b r a c é m o s l a y m e t á m o s l a en n u e s t r o
c o r a z ó n ; y l u e g o el S e ñ o r a y u d a r á c o n s u c o p i o s a g r a c i a p a -
r a c r e c e r d e v i r t u d en v i r t u d ; y, c u m p l i e n d o a q u í c o n n u e s -
tras fuerzas y s u g r a c i a su santísima v o l u n t a d , g o z a r é i s d e s -
p u é s en la gloria e t e r n a . A m é n .

a o
26 PLÁTICA 12 - El 4 voto
a a
En Coimbra: Pláticas 14 y 11

1. D e l v o t o d e o b e d i e n c i a al S u m o Pontífice

[222] H e m o s dicho de los tres v o t o s de la C o m p a r t í a : pobre-


za, castidad y obediencia, en los cuales se encierra la sustancia
de las religiones; y d e los otros v o t o s simples t a m b i é n se h a
dicho. Q u e d a que d i g a m o s algo del c u a r t o v o t o solemne que
3 < M
h a c e n los profesos al P a p a . C u a n d o se trataba en R o m a de
la confirmación d e nuestro instituto, h u b o g r a n d e c o n t r a d i c -
ción a este c u a r t o v o t o , p a r e c i e n d o a algunos ser cosa n u e v a y
sin porqué, p o r la obligación que todos los cristianos tienen de
3 0 5
obedecer al P a p a . El P a d r e Maestro Ignacio, a quien nuestro
Señor había elegido p o r ministro de esta v o c a c i ó n , e s t u v o

3 0 3
P8España[174].
304
Anot.Examen[50-55]; P2España[42].
3 0 5
P2España[28].
262 JERÓNIMO NADAL, S J .

m u y firme y constante en esto. C o n s i d e r o y o u n h o m b r e sa-


bio, que d e p e n d e m u c h o de Dios y tiene m u c h o s dones de su
divina Majestad, en u n a cosa que t o m a entre m a n o s tiene m u -
c h o p e s o en ella y es de m u c h a sabiduría en lo que trata, p o r -
que tiene m u c h o s principios y inteligencias de ello; y de ahí
n a c e la constancia y firmeza en lo que se p o n e a hacer. Y así
creo y o que el P a d r e Ignacio t u v o m u c h a inteligencia y g r a n -
des principios p a r a este c u a r t o voto, y a h o r a nosotros v e m o s
la necesidad de ello en la Iglesia de Dios.

[223] ¿Qué cosa h a y m á s de desear en la policía eclesiástica


que la unión al P a p a y a la Iglesia R o m a n a ? Es éste gran privile-
gio, gran bien, gran seguridad. Quien titubea en esto, titubea en
lo demás. Quien se aparta de aquí, es cismático. Quien lo niega,
es hereje. Y, al fin, quien pierde esta unión, es perdido. Y por el
contrario, gran merced de Dios nuestro Señor tener esta especial
unión al P a p a y a la Sede Apostólica, esta obligación religiosa y
s u m a en la Iglesia de Dios; porque es con voto solemne.

Tenemos, p u e s , obediencia particular al p a p a y n o s h a


d a d o Dios que s u m a m e n t e s e a m o s unidos con aquel de quien
d e p e n d e n todos, y que nosotros d e p e n d a m o s de él c o n este
m o d o religioso y m á s particular que los otros. Y así decía uno:
"Gran artificio h a n tenido los de la C o m p a ñ í a , que h a n t o m a -
d o al P a p a p o r General"; que él nos rige con especial gobierno
o
y d e él t e n e m o s p a r t i c u l a r dependencia, p o r r a z ó n de este 4
v o t o que le h a c e la C o m p a ñ í a profesa. Y p a r a m í t e n g o que
c o n s e r v a Dios n u e s t r o Señor m u y p a r t i c u l a r m e n t e a los que
en la C o m p a ñ í a leen, confiesan y predican, p o r estar tan uni-
dos con la Iglesia R o m a n a , que es piedra firme, la cual no pue-
de errar. H a g a m o s a n u e s t r o Señor gracias p o r esta m e r c e d
tan particular que n o s h a hecho. A ú n n o e n t e n d e m o s la im-
portancia de esta unión. Plega a Dios que nos la dé a entender
p o r la experiencia; c o m o v e m o s que v a c a m i n o p a r a allá, c o n
tantos cismas, errores y herejías, tantas m u r m u r a c i o n e s de la
Sede Apostólica, que p a r e c e que es inminente la apostasía gene-
ral, cual h a d e ser al t i e m p o del Anticristo. Y lo que a h o r a v e -
m o s en nuestros tiempos, son c o m o precursores y mensajeros
de él; y Dios n u e s t r o Señor en este tiempo ha p u e s t o la C o m -
pañía p a r a defensa de la unión.

[224] ¿ Q u é es este v o t o ? E n la bula n o sólo se dice que sea


p o r las misiones; c o m o declaran nuestras Constituciones, que
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 263

se obedezca a su Santidad c o n obediencia religiosa que pide la


C o m p a ñ í a , a h o r a envíe entre fieles, a h o r a entre infieles, sin
306
e x c u s a y sin p e d i r v i á t i c o . L a bula d e la confirmación habla
m á s generalmente d e t o d o lo que pertenece a la salud de las al-
mas y propagación de la fe. P u e s v e a m o s a h o r a qué caso sea a h o -
ra en este v o t o propio. El negocio d e la C o m p a ñ í a es a y u d a r a
las a l m a s d e los prójimos. H a y en la Iglesia P a p a s , Cardenales,
P a t r i a r c a s , Obispos, religiones, o r d e n eclesiástica, que h a c e n
esta policía y jerarquía constituida p o r Cristo nuestro Señor. El
intento d e la C o m p a ñ í a es a y u d a r a esto, espigar y c o g e r lo
que les sobra, y a y u d a r l e s al fin que tienen que es el d e la sa-
lud d e las a l m a s ; y ése es el fin d e la C o m p a ñ í a , a y u d a r u m -
3 0 7
versalmente a lo que tiene m á s necesidad d e ser a y u d a d o . Y
a esta c a u s a n o se ata la C o m p a ñ í a a a c u d i r a u n a p a r t e o a
otra, y veis la libertad que quiere tener en el ejercicio d e sus
ministerios. P o r esta c a u s a n o tiene la C o m p a ñ í a coro; ni h á -
bito p a r t i c u l a r ni diferente, sino el d e clérigos honestos; ni se
obliga a m i s a s , ni a o t r a s c o s a s q u e i m p i d e n la libertad d e su
308
f i n , p a r a estar m á s d e s e m b a r a z a d o s y m á s libres p a r a a c u -
dir c o n n u e s t r o s ministerios d o n d e u m v e r s a l m e n t e hubiére-
m o s m á s n e c e s i d a d d e ellos. ¿Este defecto u m v e r s a l m e n t e
quién le ha d e suplir? N o el obispo, el cual sólo tiene c u i d a d o
d e sus ovejas. Y h a y m u c h a s p a r t e s d o n d e n o h a y obispos, c o -
m o e n lugares d e m u c h o s indios, m o r o s , infieles y en otras
partes; y, y a que los h a y a , n o tienen a u t o r i d a d , c o m o entre h e -
rejes, y n o les dejan h a c e r su oficio. Q u e d a , p u e s , ser este ofi-
cio del P a p a , que es c a b e z a universal d e la Iglesia, al cual in-
c u m b e p o r su oficio c o n s e r v a r a los que están unidos y
p r o c u r a r que se r e d u z c a n los a p a r t a d o s del g r e m i o d e la san-
ta Iglesia en t o d a s las p a r t e s del m u n d o , y v e n g a n a ella los
que n u n c a h a n sido d e ella.

[225] P a r a servir y a y u d a r en esto se h a d e d i c a d o la C o m p a -


o
ñía con este 4 voto. Y así es éste ministerio nuestro universal,
y h e m o s d e estar m u y aparejados y d e s e m b a r a z a d o s p a r a p o -
d e r libremente a y u d a r d o n d e hubiere m á s necesidad en cual-
quier p a r t e del m u n d o que sea, a h o r a entre fieles, a h o r a entre
infieles a h o r a entre herejes o cismáticos. Ya veis los nuestros

3 0 6
Examen [7,92]; Co [547,603...].
3 0 7
Co[622].
3 0 8
Co [589,324]; Anot.Examen[89].
264 JERÓNIMO NADAL, S.J.

d ó n d e van: a Indias entre infieles, a A l e m a n i a entre herejes, a


Preste J u a n y a E g i p t o entre cismáticos. Y a u n q u e el P a p a tie-
n e p a r a a y u d a d e su oficio p a s t o r a l otros m u c h o s ministros,
d e que se a y u d a ; p e r o los d e la C o m p a ñ í a le son ministros fa-
miliares, d i p u t a d o s particular y especialmente p a r a ser envia-
d o s p o r el universo, d o n d e su Santidad j u z g a r e q u e h a y m á s
n e c e s i d a d d e sus ministerios; y esto religiosamente, c o n v o t o
solemne, que es la santa dedicación y obligación que h a y en la
Iglesia d e Dios, c o m o os h e dicho. E s t e es el instituto e inten-
o
to d e este 4 v o t o .

[226] Y c r e e d m e , q u e es esta c o s a d e g r a n c o n s o l a c i ó n , q u e
h a y a Dios elegido a los Pontífices d e la Iglesia R o m a n a , a
quien h a e n c o m e n d a d o s u Iglesia u n i v e r s a l y les h a d a d o
a u t o r i d a d y g r a c i a p a r a g o b e r n a r l a , y a éstos d e quien lo h a
fiado t o d o h a querido n u e s t r o Señor que los d e la C o m p a ñ í a
le s e a n p a r t i c u l a r m e n t e e n c o m e n d a d o s ; que esto h a c e el v o -
to s o l e m n e q u e t e n e m o s d e obediencia a la Sede A p o s t ó l i c a .
C r e e d m e , h e r m a n o s , que n u e s t r o Señor m o v i ó a n u e s t r o P a -
dre Ignacio p a r a hallar u n a c o s a tan excelente c o m o ésta, y d e
t a n g r a n c o n s u e l o , p r i n c i p a l m e n t e e n estos t i e m p o s e n los
cuales v e m o s t a n t o m a l p o r e s t a r m u c h o s d e s u n i d o s d e esta
Silla, a la cual p a r t i c u l a r m e n t e n u e s t r o Señor nos h a d e d i c a d o
y encomendado.

[227] Y esto v e m o s ser g r a c i a especial d e n u e s t r o Señor p o r


el a m o r que todos los P a p a s h a n m o s t r a d o a la C o m p a ñ í a des-
p u é s d e su institución, favoreciéndola c o n g r a c i a s e indultos
especiales, sirviéndose d e la C o m p a ñ í a en negocios d e m u c h a
i m p o r t a n c i a p a r a el bien universal d e la Iglesia, c o n m u c h a
confianza y satisfacción d e su v i d a y doctrina, h a b l a n d o algu-
n a s v e c e s c o n e x c e s o s e hipérboles del fruto que h a c í a n c o n
sus ministerios los nuestros en la Iglesia. Vedlo en P a u l o III
que la instituyó y la confirmó, y le dio g r a n d e s privilegios y
3 0 9
g r a c i a s . Y Julio III t a m b i é n la confirmó y dio n u e v a s g r a -
3 1 0
cias ; y hablaba d e ella s i e m p r e c o n g r a n d e satisfacción. Si
311
Marcelo v i v i e r a , fuera c o s a extraordinaria lo que hiciera con
la C o m p a ñ í a . Y e n esos p o c o s días q u e vivió, tenía escogidos

3 0 9
Instituyó: Regimini militantis; confirmó: Iniunctum nobis; privile-
gios: Cum inter cunetas, Exponi nobis...
310
Confirmó: Exposcit debitum; gracias: Sacrae religiones.
311
Elegido Papa el 9 de abril 1555, falleció el 1 de mayo 1555.
I V . PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 265

dos de la C o m p a ñ í a p a r a servirse de ellos familiarmente en su


palacio y p a r a t o d a s las cosas del gobierno de la Iglesia, c o m o
él m i s m o decía.
A P a u l o IV se temió, c u a n d o se s u p o de su elección, n o
desfavoreciese a la C o m p a ñ í a , p o r q u e en tiempos p a s a d o s en
algunas c o s a s particulares de su m o d o de p r o c e d e r n o se h a -
bían c o n c e r t a d o él y n u e s t r o P a d r e Ignacio; y así se p e n s a b a
que pudiese tener a l g u n a aversión a la C o m p a ñ í a . Y c u a n d o
nuestro P a d r e m u r i ó , le envió a pedir su bendición p o r el P a -
dre M a e s t r o Polanco y a e n c o m e n d a r l e la C o m p a ñ í a . Y m u e r -
to nuestro P a d r e , t o m ó las bulas y el Instituto, y después vol-
vió t o d o esto sin t o m a r n i n g u n a cosa. Y s a b e m o s que lo
confirmó t o d o de palabra en la elección del General, y después
delante d e t o d a la c o n g r e g a c i ó n general. Y c u a n d o quiso re-
f o r m a r la Iglesia a la postre y e c h ó sus sobrinos de R o m a ,
m o s t r ó m u y g r a n d e afición a la C o m p a ñ í a , y prometió de fun-
d a r el colegio d e R o m a . Y si alguna cosa hizo p r i m e r o c o n t r a
la C o m p a ñ í a , Dios nuestro Señor le guió de tal m a n e r a que n o
pudiese d a ñ a r a la C o m p a ñ í a . Pío IV, que a h o r a es Pontífice,
n o conocía antes la C o m p a ñ í a , sino m u y p o c o . A h o r a h a he-
c h o m á s p o r la C o m p a ñ í a que n i n g u n o d e sus predecesores,
así en limosnas corporales y breves y gracias particulares que
ha hecho a la C o m p a ñ í a . Y p o r esto se nos m u e s t r a a la clara el
c u i d a d o particular que h a d a d o nuestro Señor a sus pontífices
de la C o m p a ñ í a : y los que s o m o s de ella t e n e m o s obligación
de h a c e r gracias y servicios a Dios nuestro Señor; en c u y a gra-
cia h e m o s d e confiar que, si h a c e m o s lo que d e b e m o s , n u n c a
dejarán d e favorecernos, c o m o h a s t a aquí, los Vicarios de
Cristo n u e s t r o Señor, p a r a c u y o servicio particular t o d a la
C o m p a ñ í a está ordenada.

2. D e los e s c o l a r e s y los e s t u d i o s de la C o m p a ñ í a

[228] Os quiero a h o r a decir de los escolares de la C o m p a ñ í a


y de los estudios de ella, p a r a los cuales son instituidos cole-
3 1 2
gios . E n la C o m p a ñ í a h a y necesidad de estudios, y m u y
g r a n d e . N u e s t r o P a d r e Ignacio d e s p u é s d e haber a l c a n z a d o
g r a n d e s d o n e s d e Dios n u e s t r o Señor, c o m e n z ó a estudiar. Y

3 1 2
Co [307-308].
266 JERÓNIMO NADAL, S.J.

así e n t e n d e m o s que c o m e n z ó los estudios p o r v e r la i m p o r -


tancia de ellos; y, con p a s a r en ellos m u c h o s trabajos, perseve-
ró en ellos. Y la experiencia m u e s t r a esta necesidad, de d o n d e
se t o m a n las r a z o n e s en las cosas morales. H a y herejes, c o m o
veis, el día de hoy; h o m b r e s perdidos que tratan de inficionar
las almas. E s necesario que h a y a quien los resista, quien se
p o n g a a pelear contra ellos. Y entended que los herejes tienen
principios del d e m o n i o , que finge luz y se transfigura en án-
gel de luz; y así ellos fingen y h a c e n m u e s t r a de m u c h a ciencia
de E s c r i t u r a s y de la inteligencia de ellas. Y c o n eso d a ñ a n a
las almas. Y en esto, y m á s el día de hoy, tienen persuasión; di-
cen que saben m u c h o de la Escritura y de la Iglesia. Mienten;
p e r o , ¿ c ó m o se lo habéis de m o s t r a r ? ¿ P o r v e n t u r a c o n solas
devociones? - N o basta. - P u e s diréis: "Dios m e a y u d a r á y los
confundiré sin letras". E s o es pedir milagros y cosas e x t r a o r -
dinarias y tentar a Dios. P o r eso tiene necesidad el que h a de
pelear contra herejes de tener ciencia buena y sólida teología,
eclesiástica doctrina v e r d a d e r a p a r a descubrir sus errores y ti-
nieblas y confundirlos y traerles a mil repugnancias. Y aunque
ellos p o r ser pertinaces n o confiesen ser vencidos, p e r o los c a -
tólicos se fortifican y se consuelan de v e r confundidos los he-
rejes, y se a n i m a n a desterrarlos y a castigarlos y echarlos de
sí. Y en A l e m a n i a los herejes dicen que t e m e n a los jesuítas,
p o r q u e siempre disputan con ellos y predican c o n t r a sus erro-
res, edifican colegios p a r a la institución d e la juventud, y con
las letras que ellos precian de h u m a n i d a d y c o n doctrina sóli-
d a y católica les h a c e n g u e r r a p o r t o d a s partes.
[229] P e r o d a d o que n o h a y a herejes, es necesario estudiar,
esto es, también p a r a ejercitar los ministerios de este instituto,
313
que son leer, predicar y administrar la palabra de D i o s . H a
de haber en la Iglesia de Dios doctores que enseñen al pueblo
la ley de Dios, el evangelio. E s p a r a esto necesario el estudio y
las letras so p e n a que n o se p o d r á n tratar estos ministerios sin
m u c h o peligro. Poneos v o s a tratar la Escritura y a declararla
c o n sola oración, y veréis los inconvenientes que h a b r á , y los
errores que enseñaréis, en lugar de m o s t r a r v e r d a d e s . Si p r e -
dicáis v o s m i s m o , sin ser señalado p o r d e c l a r a d o r de la pala-
bra divina p o r la vía legítima y ordinaria en la Iglesia de Dios, si
n o sois profeta y n o lo mostráis p o r algún milagro, o n o traéis

313 p4Alcalá[103-105].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 267

clara escritura, n o os recibirán. Y, d a d o c a s o que v o s p a r a v o s


m i s m o entendáis u n a v e r d a d , si n o sabéis teología, en lugar
de declararla, en el m o d o d e p r o p o n e r l a p o d é i s caer en m u -
chos errores. Quien quiere interpretar la Escritura y los d o c t o -
res santos d e sí m i s m o , m u e s t r a g r a n a r r o g a n c i a , y p o r ese
m i s m o c a s o n o se h a de recibir su doctrina. Veis aquí c ó m o
son necesarios los estudios.

[230] ¿Qué estudios? Estudios h a y de h u m a n i d a d , artes, teo-


logía escolástica, positiva y Escritura. H e aquí con esto u n teó-
logo doctor, que sigue en la teología lo c o m ú n y en la Escritura
los santos. P e r o d a d m e u n o a secas teólogo, que n o se da a la
mortificación ni devoción ni guarda los mandamientos de Dios,
sino que es malo; este tal, si n o se aparta de sus principios, de
su teología, buen ministerio p o d r á hacer, y a u n hacer algún fru-
to aunque no tenga virtud. Pero no es eso lo perfecto; y esto es
m u c h o de llorar, que m u c h o s se persuaden que n o h a y m á s que
sola la ciencia para ser uno ministro que fructifique en la Iglesia
de Dios. M á s h a y que desear que eso. Es menester unir lo prác-
tico con lo especulativo. Es menester juntar vida espiritual,
quiero decir, cristiana, ungida con espíritu y devoción, que an-
da con la g u a r d a de los preceptos divinos y eclesiásticos, con la
ciencia y teología. A quien esto falta, falta una cosa principal. Y
c u a n d o son las letras de esta m a n e r a , singularmente son efica-
ces y de m u c h o fruto. A los otros predicadores dice Cristo: En
verdad os digo, no os conozco; aunque digan: En tu nombre hemos
profetizado y echado demonios. Y así lo entended, que la eficacia
contra los herejes ha de tener primero sólida y ortodoxa doctri-
na, y sobre esto devoción y gracia especial de Dios nuestro Se-
ñ o r p a r a ello. Y esto h a c e que la obra sea meritoria delante de
Dios, y con eficacia y con fruto y aprovechamiento.

[231] ¿ Q u é estudio s e g u i m o s nosotros? - T o d o s los que dije


al principio; p e r o cristiana y religiosamente. Y nuestros esco-
lares h a n d e ser religiosos. P u e s v e a m o s a h o r a c ó m o instrui-
m o s a u n estudiante nuestro. P r i m e r o que v e n g a n u e s t r o es-
colar a los estudios, h a estado en c a s a de probación, d o n d e se
h a ejercitado en vida religiosa, en adquirir virtud. H a de traer
g a n a d a la h u m i l d a d , paciencia, la simplicidad; d a d o a la ora-
ción, a la mortificación; y g a n a d a s las o t r a s v i r t u d e s c o n la
p r o p i e d a d de la gracia a que Dios a y u d a a la C o m p a ñ í a y se-
g ú n nuestro m o d o d e proceder. Digo, pues, que el estudiante
268 JERÓNIMO NADAL, S.J.

d e la C o m p a ñ í a h a d e ser b u e n religioso de la C o m p a ñ í a ,
quiero decir, que h a de tener virtudes y c o n esto h a d e vestir
los estudios y los h a de a c o m p a ñ a r . Va, pues, u n o de la c a s a
de probación, ferviente, d e v o t o , p r o n t o en la obediencia, hu-
milde, deseoso de la perfección, v a a estudiar, que es v a a ga-
n a r u n a r m a que le falta p a r a a y u d a de las almas. Esta a r m a
h a d e ser m u y pulida y m u y limpia p a r a contra el enemigo; y
c o n este fin el estudio es u n a obra d e especial mérito, pues se
endereza c o n la c a r i d a d al fin del a p r o v e c h a m i e n t o de las al-
m a s , que es lo que h a de actuar los estudios de la C o m p a ñ í a .

[232] E n los colegios el escolar juntamente con sus estudios se


ejercita con la obediencia y con la oración, y con la frecuencia de
los sacramentos y con las otras a y u d a s que tiene la C o m p a ñ í a
se v a a u m e n t a n d o , y v a creciendo de virtud en virtud; a lo m e -
nos n o pierde lo que traía g a n a d o . Y c u a n d o el superior viese
que los estudios dañaban a alguno, que c o m e n z a b a a disgustar
de la mortificación e inquietarse, a ser inobediente, a desvane-
cerse con los estudios, el superior tiene cuidado de volverle a
los principios, a los ejercicios de novicio, que se recoja a hacer
unos pocos ejercicios y que h a g a alguna peregrinación, que es-
té en oficios bajos y humildes. Y, aunque se pierda el estudio,
p o c o le h a c e al caso; m á s v a en su aprovechamiento. De otra
m a n e r a serán los estudios seglares y n o religiosos. L a C o m p a -
ñía profesa letras religiosas y fundadas en humildad y abnega-
ción propia; y, a trueco de tener este fundamento, p o c o se aven-
tura con los estudios.

[233] P u e s ¿qué h a r á el escolar d e la C o m p a ñ í a p a r a a p r o v e -


charse en sus estudios? - P r o c u r e de tener la intención recta.
- Q u é p r e t e n d o y o en los estudios? ¿ D ó n d e v o y ? - A Dios, p o r
el c a m i n o que El m e h a d a d o , p o r esta m i vocación. Os quiero
decir que el fin de nuestros estudios h a de ser el fin que es de la
C o m p a ñ í a , el m a y o r servicio divino, el p o d e r m á s a p r o v e c h a r
a la propia a l m a y a la de los prójimos; y con esto m e he de ani-
314
m a r m u c h o a e s t u d i a r . Este deseo del a p r o v e c h a m i e n t o de
las almas, este celo de la h o n r a y servicio de Dios nuestro Se-
ñor h a d e ser p o r d o n d e se guíen nuestros estudios. Pero ¿que
haréis, que c a r g a n luego de v o s la ambición y arrogancia, el
contentamiento proprio, el querer ser tenido y estimado? - D e l
Eclesiastés son: Las moscas muertas echan a perder el olor del un-

3 1 4
Co[360].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 269

güento. Es menester cercenar esas imperfecciones, y que n u n c a


se olvide la mortificación interior y exterior y el cuidado de an-
dar el h o m b r e sobre sí. ¿Sois en los estudios m u y confiado de
vuestro ingenio, asido a vuestras propias opiniones, temerario,
arrojadizo? - Q u i t a d eso, que vais perdido, y b u s c a d la humil-
dad. -¿Sois curioso y o c u p a d o en cosas impertinentes y de po-
c o p r o v e c h o ? - T a m b i é n es menester que os vayáis en eso a la
m a n o , y os ocupéis en estudiar y aprender v e r d a d e r a y sólida
doctrina, que a p r o v e c h e y sirva p a r a el fin de v u e s t r a v o c a -
ción. Fortificad v u e s t r a intención y enderezadla, n u n c a olvi-
d á n d o o s de vuestro fin, y en todo os ayudareis.

[234] ¿ Q u e m á s ? H a n de ser los nuestros estudiantes de v e -


ras; y p e r s u á d a n s e que, entre t o d a s las obediencias en que se
podrían ejercitar, este tiempo que la C o m p a ñ í a les d a p a r a los
estudios, n i n g u n a p u e d e n h a c e r mejor que aplicarse m u y de
315
v e r a s a ellos. Así lo dicen nuestras reglas y C o n s t i t u c i o n e s .
Quiere la C o m p a ñ í a h o m b r e s c o n s u m a d o s en t o d o lo que
p u e d e a y u d a r a su fin, c u a n t o fuere posible. ¿ P u e d e ser u n o
b u e n lógico? - Q u e lo sea. - ¿ Y b u e n teólogo? - Q u e lo sea. Y
buen h u m a n i s t a ; y así de otras facultades que p u e d e n servir
p a r a nuestro instituto; y que, si ser pudiere, según su talento,
n o se contente en ninguna de ellas c o n medianía.

[235] Veamos a h o r a qué a y u d a p o d r á u n o tener p a r a a y u -


d a r s e a proseguir los estudios c o n este fervor e intención que
h e m o s dicho. L a C o m p a ñ í a representa que nosotros s o m o s
coadjutores d e los que suceden a los apóstoles y discípulos del
Señor, que son los obispos y curas. Así que nosotros s o m o s
clérigos religiosos que a y u d a n al a p r o v e c h a m i e n t o d e las al-
m a s , que es la obra que nuestro Señor e n c o m e n d ó a sus após-
toles y discípulos, y a sus sucesores. Y este oficio de ayudarles
nos conviene por religión, c o n n u e s t r o instituto y vocación.
Pues ahora quiero y o p a r a mis estudios a y u d a r m e de esta m e -
ditación. L o s apóstoles y discípulos a n d a b a n c o n Cristo nues-
tro Señor, e r a n enseñados de él m u y p a r t i c u l a r m e n t e y suaví-
simamente trataba c o n ellos las cosas del reino d e los cielos, y
aparte y familiarmente les declarara los misterios de él. Quie-
ro y o pues, c u a n d o estudio, pues mis estudios son religiosos y
v a n e n d e r e z a d o s al servicio d e Cristo n u e s t r o Señor, y El m e
d a gracia particular p a r a ellos, a y u d a r m e de esta meditación:

3 1 5
Co[361].
270 JERÓNIMO NADAL, S.J.

que, c u a n d o y o estudio, Cristo m e enseña. Voy a oír lecciones


y a proveerlas en los libros: p r o c u r o tener atención que Cristo
es el que m e enseña p o r aquel d o c t o r que leo o que oigo. G r a n
cosa sería que tuviésemos a c t u a d a esta consideración.
[236] Más: se h a de a y u d a r también el estudiante de la C o m -
pañía de los dones del Espíritu Santo, los cuales habilitan las
potencias p a r a las cosas sobrenaturales. N o h e m o s de o c u p a r
nuestro entendimiento en cosas v a n a s y viles, antes se h a d e
procurar ilustrar el a l m a y perfeccionar el entendimiento y v o -
luntad con los actos de estos dones, el don del entendimiento,
el d o n de sabiduría, con los cuales se h a de levantar el enten-
dimiento y habilitarse p a r a las cosas divinas.

[237] Se h a de p r o c u r a r de alcanzar del Señor aquella biena-


v e n t u r a n z a que es la limpieza del c o r a z ó n , la cual es necesaria
p a r a tratar las cosas divinas: que s e a m o s sencillos, p u r o s y
limpios. ¿Queréis g a n a r esta limpieza? - G a n a d l a c o n lágri-
m a s , que limpian las m a n c h a s del alma; purificadla con fuego,
c o n actos de c a r i d a d , de a m o r d e Dios y del p r ó x i m o : los lim-
pios de corazón verán a Dios. E s t o p r o m e t e a los limpios de c o -
r a z ó n , que son los que v e n a Dios, los que tratan con Dios y
entienden las cosas de Dios; y p o r consiguiente, m u c h o m á s
las que Aristóteles dijo o esos otros filósofos. Y así, c o n esta
limpieza de c o r a z ó n y actuación del fin, tratar, m u y de venas
los estudios, esforzándonos siempre de p a s a r adelante, en to-
d o r e c o n o c i e n d o la m e r c e d que Dios n o s h a c e en d a r n o s su
ley y doctrina y el conocimiento suyo, p a r a poderle servir p a -
ra siempre j a m á s . A m é n .

a
27 PLÁTICA 13 - Estudiantes, coadjutores y
profesos
a a
En Coimbra: Pláticas 12 y 15

1. P r o s i g u e s o b r e los estudios

[238] C o m e n c é a decir en la plática p a s a d a de los estudios y


estudiantes que la C o m p a ñ í a tiene. P u s e u n principio: que to-
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1561 271

d a s las obras q u e t r a t á s e m o s , h a b í a m o s d e p r o c u r a r que fue-


sen c o m o d e religiosos, que es que en t o d o atinemos a b u s c a r
la perfección, p o r consiguiente en los estudios, que es u n a
p a r t e principal d e la C o m p a ñ í a . Os dije c ó m o h a d e a y u d a r a
los estudios la d e v o c i ó n y a p r o v e c h a m i e n t o que se t r a e d e la
casa d e probación, y c ó m o se h a d e c o n s e r v a r a lo m e n o s esto
en el t i e m p o d e los estudios y juntar lo que se h a c e c o n esta
3 1 6
devoción y c o n lo q u e se trae g a n a d o .

[239] El P a d r e Ignacio al ordinario temía m u c h o n o impidie-


se la d e v o c i ó n los estudios d e los nuestros; tenía g r a n recelo
q u e los estudiantes n o se diesen a la o r a c i ó n t a n t o , que fuese
317
estorbo p a r a los e s t u d i o s , y así lo proveía con particular cui-
d a d o en el colegio d e R o m a . L e había d a d o a él nuestro Señor
tanta devoción en las cosas espirituales e interiores, estaba a la
c o n t i n u a t a n a c t u a d o en ellas, que tenía n e c e s i d a d d e b u s c a r
con qué distraerse; se a c o r d a b a que e n el t i e m p o d e sus estu-
318
dios la devoción había sido m u c h o i m p e d i m e n t o p a r a e l l o s ;
319
y veía que e r a facilísimo a c t u a r s e en la o r a c i ó n , c o m o lo es a
todos los que h a n v e n i d o a cierto t é r m i n o d e hábito y c o s t u m -
bre e n esta p a r t e . Y así d e s e a b a el P a d r e , c o m o p a r e c e e n las
320
C o n s t i t u c i o n e s , que p o r el tiempo d e los estudios n o se die-
se m u c h o tiempo a las cosas d e devoción; p o r q u e suponía que
traía el escolar del t i e m p o d e n o v i c i a d o g a n a d o tanto hábito
d e oración, que había d e h a b e r dificultad en aplicarse a los es-
tudios y p a r a ello sería m e n e s t e r h a c e r s e fuerza. Dos c o s a s
a
quería el Padre: la p r i m e r a , que la d e v o c i ó n perseverase; la 2
que fuese d e m a n e r a que n o impidiese los estudios; y advertid
lo que dice: que n o i m p i d a a los estudios, que quien esto dice
n o dice que n o la t e n g a m o s , antes s u p o n e que h a d e h a b e r
tanta y tan g r a n hábito d e ella, que se tiene m i e d o n o sea i m -
p e d i m e n t o p a r a lo que se p r e t e n d e d e los estudios.

[240] Y esto se ha d e procurar: que a y u d e la devoción a los es-


tudios, n o quitarla, sino que con ella sea y o m á s diligente en
mis estudios, y m e anime m á s a ellos. Y si la devoción quitase
los estudios, la tendría p o r ilusión. L a oración que trata la C o m -

3 1 6
P12Alcalá[231].
3 1 7
P7España[159-163].
3 1 9
P7España[163,159].
319
Anot.Examenl80-81].
3 2 0
Co [340-344].
272 JERÓNIMO NADAL, S.J.

pañía se extiende a la práctica, h a de ser p a r a a y u d a r y d a r calor a


los irrinisterios de la C o m p a ñ í a y a las operaciones y obediencia
de ella; y así la oración del escolar h a d e ser p a r a ayudarle en la
obra que le h a e n c o m e n d a d o la C o m p a ñ í a , que es la del estu-
dio. Se d a tiempo p a r a recogimiento que baste p a r a conservar y
entretener la devoción g a n a d a y aumentarla, y ella m i s m a se ha
de a u m e n t a r c o n los estudios, pues son obra meritoria y crece
con ellos la gracia y la caridad. Y esto quien n o lo v e en sí, es
porque h a y faltas de su p a r t e y negligencia. Y esto baste p o r
ahora de la devoción. Después se dirá m á s , c u a n d o con la gra-
321
cia del Señor se tratare de la o r a c i ó n .
[241] A h o r a v o l v a m o s a t r a t a r d e los estudios. ¿ Q u é p e n -
sáis que es e s t u d i a r ? - N o es, c o m o decía Platón, a c o r d a r n o s
de lo que antes s a b í a m o s . E s t u d i a r es a l c a n z a r principios de
la ciencia a que m e aplico, y lo d e m á s que se a l c a n z a p o r los
principios en las ciencias, y c o m o veis que t o d a s las faculta-
des tienen sus principios, d e d o n d e se d e d u c e la ciencia d e
ellas. Y e s t u d i o se l l a m a p o n e r los m e d i o s h u m a n o s y ordi-
n a r i o s p a r a esto. E s t o s principios m e d e c l a r a el m a e s t r o , y
eso que él m e e n s e ñ a se llama d o c t r i n a ; y o d e m i p a r t e t e n g o
de p o n e r el ejercicio, la diligencia, el trabajo y el estudio,
ejercitar en ello m i e n t e n d i m i e n t o p a r a g a n a r hábito d e la
ciencia; esto se h a de h a c e r en t o d a s las facultades y t a m b i é n
en la teología.

[242] ¿ Q u é a ñ a d i r á el estudiante religioso que desea la p e r -


fección, a lo dicho, que t o d o es l u m b r e n a t u r a l e ilustración
del entendimiento, la cual a u n p u e d e n tener los que tienen
m a l a v i d a ? N u e s t r o entendimiento tiene otra a y u d a , otra luz
sobrenatural de nuestro Señor, de los dones y virtudes, de los
ángeles. Esta a y u d a h a d e b u s c a r el estudiante religioso, y p o r
3 2 2
eso os d e c í a que nos h a b í a m o s de ejercitar en los actos de la
fe y de los d o n e s del Espíritu Santo p a r a habilitar y disponer
el entendimiento a tratar las cosas divinas y n o envilecerle y
ofuscarle c o n la consideración de las cosas bajas de este siglo.
3 2 3
Y también os d e c í a que nos h a b í a m o s de a y u d a r d e la puri-
d a d y limpieza del c o r a z ó n , que améis a Dios que es la m i s m a
v e r d a d , p a r a que tengáis firmeza en la v e r d a d y doctrina y p a -

3 2 1
P14Alcalá[270].
3 2 2
P12Alcalá[236].
3 2 3
P12Alcalá[237].
I V . PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 273

ra que el Señor a y u d e especialmente a ello. A y u d a también a


los estudios religiosos de que t r a t a m o s tener d e v o c i ó n a los
ángeles, c u y o oficio, entre los otros, es confortar y ilustrar el
entendimiento; y así creo y o que los ángeles custodios a y u d a n
especialmente a los que estudian p a r a c o n v e n c e r y confundir
a los herejes y servir a Dios n u e s t r o Señor. A y u d a también la
oración, principalmente la que se h a c e a los santos doctores de
la Iglesia que en ella trabajaron.

De esta m a n e r a se a l c a n z a n los estudios c o n perfección; y


si nos a y u d á s e m o s de estos medios, y o m e p e r s u a d o que nos
c o n s u m a r í a m o s en nuestros estudios. Y los g r a n d e s teólogos
que h a habido en Sto. D o m i n g o y en S. Francisco y en otras re-
ligiones, p o r estos medios y otros semejantes les ha Dios nues-
tro Señor a y u d a d o t a n especialmente y a y u d a r á a h o r a a los
que se dispusieren; p o r q u e en todos tiempos p r o v e e Dios
nuestro Señor que h a y a letrados en su Iglesia.

[243] ¿De qué nos h e m o s d e g u a r d a r en los estudios? - D e


curiosidad, t e m e r i d a d , de arrogancia, de n o v e d a d e s , de obsti-
nación. D a d m e u n h o m b r e curioso, ¿qué h a r á ? - E s t u d i a r á lo
que n o h a c e al c a s o , que eso llaman curiosidad los griegos: lo
que no hace al caso. E n la ciencia se h a de escoger lo p u r o , lo só-
lido; el curioso a n d a tras esto y aquello, que le impide y debi-
lita la v e r d a d m i s m a . E s necesaria en los estudios la simplici-
d a d , que ésta es c o n que se a b r a z a la v e r d a d p u r a y sencilla.
N o h a de h a b e r t e m e r i d a d , sino que se traten las c o s a s c o n
m a d u r e z , c o n consejo, c o n p e s o y elección, n o a r r o j á n d o m e
b u s c a n d o opiniones. T o m a d u n curioso y t e m e r a r i o , y veréis
c ó m o luego d a en n o v e d a d e s y singularidades.

[244] L a n o v e d a d en teología, pésima; y en filosofía también


mala. L a v e r d a d teóloga p o r eso se llama católica, p o r q u e n o
la c o m e n c é y o ni el otro, ni es particular o de éste o de aquél;
sino c o m ú n , universal, antigua. Y así t o d a cosa n u e v a sabe a
disensión del c o m ú n sentir de la Iglesia; p o r consiguiente pe-
ligrosa. L o s herejes antiguos p o r eso se llaman novatores, p o r -
que sus d o g m a s ellos los c o m e n z a r o n ; y así, c u a n d o se a p a r t a
alguna cosa de lo c o m ú n de la Iglesia, es sospechosa, o error, o
t e m e r i d a d lo que dice. D e m a n e r a que t o d a n o v e d a d en esta
p a r t e tira a m a l y n o habéis de seguir sino lo que la Iglesia y
sus doctores tienen y c o m ú n m e n t e reciben. ¿Queréis v e r esto?
L a teología n o estriba en principios naturales de filosofía o de
274 JERÓNIMO NADAL, S.J.

metafísica; sus principios son d e fe, y la fe estriba en autori-


d a d . L u e g o el que n o sigue autoridad, sino lo que a él le p a r e -
ce, fuera v a de principios de teología; y p o r tanto es menester
tener g r a n r e c a t o en esto.
Y, v e a m o s , en o t r a s c o s a s d o n d e h a y o p i n i o n e s que n o
s o n m a t e r i a s d e fe, ¿ q u é se h a de h a c e r ? También h e m o s de
s e g u i r la c o m ú n a u t o r i d a d ; p o r q u e , al fin, son c o s a s d e teo-
logía, y la teología d e p e n d e de a u t o r i d a d . Y esto se h a d e
m i r a r m u c h o y v e r c u á n t o p e s o tiene, si h a y en aquello c o -
m ú n c o n s e n t i m i e n t o d e la Iglesia o d e los d o c t o r e s , que eso
3 2 4
es lo q u e se h a d e s e g u i r . N o i m p e d i m o s q u e h a y a en la
Iglesia d e Dios q u i e n ilustre m á s las v e r d a d e s y las d e c l a r e
m á s , y que se a ñ a d a a l g u n a c o s a a lo a n t i g u o que le d é m á s
luz y c l a r i d a d , o q u e se d é a l g u n a n u e v a m a n e r a d e enten-
d e r lo t r a t a d o , q u e n o sea c o n t r a r i a a lo d i c h o , sino que sea
p a r a m á s d e c l a r a r l o , c o m o lo h a c e n los d o c t o s . P e r o esto es
difícil; p o r q u e , en fin, u n o n o d e b e seguir su juicio, lo que a
él se le ofrece; es m e n e s t e r q u e sienta eclesiásticamente y co-
m o teólogo, que es f u n d a d o en a u t o r i d a d . N o habéis v o s de
h a c e r c a b e z a a p a r t e ; y esto es m e n e s t e r g u a r d a r m u c h o en la
C o m p a ñ í a . Si tenéis a l g u n a r a z ó n p a r t i c u l a r que se os ofre-
c e , n o la publiquéis; m a d ú r e s e , n o seáis v o s i n v e n t o r d e c o -
sas n u e v a s en la Iglesia d e Dios, dejadlas que sean j u z g a d a s ,
q u e t o m e n a u t o r i d a d eclesiástica, y así e n t o n c e s ellas de sí
m i s m a s se p u b l i c a r á n o p o r el c o n s e n s o d e los d o c t o r e s o
c o n a u t o r i d a d superior. G u a r d a o s m u c h o d e ser t e n a c e s d e
vuestras opiniones y m u y asidos de vuestro parecer. N o ha
d e h a b e r a r r o g a n c i a en los e s t u d i a n t e s religiosos, sino c o n
h u m i l d a d y simplicidad, s i g u i e n d o los principios de la cien-
cia, y sujetar el e n t e n d i m i e n t o .

[245] También h e m o s d e leer los filósofos, p e r o c o r r e g i d o s


c o n juicio cristiano, castigados sus errores con la lumbre de la
fe que tenemos; c o m o lo que m u c h o s filósofos dijeron del al-
m a , y lo que Aristóteles dijo de la eternidad del m u n d o . N o s
h e m o s d e a p r o v e c h a r de las v e r d a d e s naturales que ellos c o -
nocieron, lo d e m á s dejaremos.

[246] ¿ Q u é m o d o de hablar t e n d r e m o s en estas c o s a s ? E s t o


es m u c h o de considerar, n o sólo en E s p a ñ a , p e r o en cualquier

3 2 4
Co[274].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 275

n a c i ó n que estuviéremos. Y en cualquier t i e m p o se h a de m i -


rar m u c h o qué c o s a h a y en que tropiecen los herejes, qué m o -
d o d e hablar tienen p a r a huir de ellos, a u n en el m o d o de h a -
blar que otros t i e m p o s quizá se p u d i e r a usar. Tratáis d e
oración y de cosas de espíritu; es m e n e s t e r que sepáis las h e -
325
rejías d e los dejados y a l u m b r a d o s y c ó m o h a b l a b a n , p a r a
n o coincidir c o n ellos. Y lo m i s m o entended, si habláis de los
merecimientos propios y de nuestra justicia en fe y confianza,
y en o t r a s c o s a s en que h a n m e t i d o la m a n o los herejes d e
nuestros tiempos. Y m á s , si h a y algunas proposiciones d u d o -
sas que se p u e d a n e n t e n d e r en el sentido de los herejes de
nuestros tiempos, es m e n e s t e r p r o p o n e r l a s n o e q u í v o c a m e n -
te, sino c o n distinción, en el sentido católico que la Iglesia
universal tiene; c o m o es: creemos que el hombre es justificado por
la fe y Cristo es nuestra justicia. P o r q u e los herejes p o n e n la jus-
tificación n u e s t r a en sola la fe, y que la justicia n u e s t r a t o d a
es i m p u t a t i v a ; p o r esto se h a de m i r a r m u c h o si se habla d e
esta m a n e r a . L o m i s m o digo de los que h a c e n sentimientos,
anihilaciones y o t r a s c o s a s semejantes de que u s a r o n los d e -
jados y a l u m b r a d o s ; p o r q u e , p o r lo m e n o s , p o r este m o d o de
hablar libre y d e s c u i d a d o , y que frisa c o n el que h a n tenido o
tienen los herejes, se desedifican y e s c a n d a l i z a n los oyentes.
Y así h e m o s de hablar de estas cosas, o de otras cualesquiera
que t r a t á r e m o s teólogas, s e g ú n que el día d e h o y habla la
Iglesia R o m a n a . N o basta decir: "así habló S. A g u s t í n o S. J e -
rónimo"; que aquella m a n e r a c o n v i n o a aquellos tiempos, y a
los que a h o r a c o r r e n c o n v i e n e otra. Tengo de h a b l a r c o m o
h o y día habla la Iglesia, que es la m i s m a que entonces, y c o n
la m i s m a asistencia del Espíritu Santo que entonces. Ella
a p r u e b a las u n i v e r s i d a d e s y los d o c t o r e s c u y a d o c t r i n a se
platica c o m ú n m e n t e ; y así y o m e t e n g o d e aplicar al m o d o
c o m ú n de hablar que éstos tienen, y se h a de p r o c u r a r reducir
las c o s a s espirituales a las v i r t u d e s y a lo que los d o c t o r e s y
santos nos enseñan.

[247] Os he de decir a h o r a de los lectores de la C o m p a ñ í a ,


p u e s también son b u e n a parte de nuestros estudios. Los lecto-
res son u n a g r a n cosa en la C o m p a ñ í a . Al principio n o los h a -
bía; pero después se h a visto la necesidad de ellos p o r la nece-
sidad que h a y de doctrina. Y con este ministerio se aprovechan,

3 2 5
P6España[120].
276 JERÓNIMO NADAL, S.J.

n o sólo los prójimos, p e r o a u n los nuestros, que se c o n s u m a n


en las letras y en los estudios. El g r a m á t i c o que lee a p r o v e c h a a
otros, y se c o n s e r v a a sí y se facilita en el latín; el retórico, ni
m á s ni menos; el filósofo y el teólogo a p r o v e c h a r á a otros, y así
se p o d r á n hacer hombres insignes; c o m o , con la gracia de Dios
nuestro Señor, con este m e d i o en todas las facultades que p r o -
fesamos los habrá en la Compañía. Y c o m o en la C o m p a ñ í a h a y
m u c h o s ministerios, éste de leer es u n o de que m u c h o se sirve
nuestro Señor, p o r el p r o v e c h o que se h a c e en instruir con sóli-
da y v e r d a d e r a doctrina la juventud, y juntamente enderezan-
d o sus costumbres y a y u d á n d o l e s en a p r e n d e r virtudes en el
estudio de las letras.

[248] Y p a r a este ministerio, c o m o p a r a cualquier de los


otros, h a de haber t o d a indiferencia en nosotros, a h o r a n o s
p o n g a n a leer u n a cosa u otra, sea g r a m á t i c a , sea teología; a
t o d o c o n igualdad. Y así h a o r d e n a d o n u e s t r o P a d r e General
que t o d o s los de la C o m p a ñ í a se ejerciten en este ministerio, o
antes de estudiar artes o después; o a c a b a d a la teología o al
m e d i o d e ella; c o m o fuere necesidad. Y que lean lo que se
ofreciere y a lo que los pusieren. Q u e lea u n teólogo o artista
h u m a n i d a d , n o pierde n a d a , p o r q u e h o y día s o n estas letras
m u y necesarias y h a y m u c h a falta de ellas; y las ciencias unas
a otras se a y u d a n p o r la c o n e x i ó n que tienen. Y así h e m o s de
estar c o n p r e p a r a c i ó n de á n i m o p a r a leer cualquier c o s a en
que n o s pusiere la obediencia. Y también los profesos p o d r á n
acudir a sus tiempos a a y u d a r a este ministerio, c o m o nuestro
P a d r e General lo tiene o r d e n a d o .

[249] C o n sola esta p a l a b r a concluiré lo que t o c a a los esco-


lares. A y u d a m u c h o p a r a bien estudiar y c o m o pide la C o m -
pañía, que tenga p u e s t o s el estudiante los ojos en el fin p a r a
que estudia, que es predicar, confesar y otros ministerios espi-
rituales que ejercitan los profesos o coadjutores espirituales de
la C o m p a ñ í a p a r a el a p r o v e c h a m i e n t o de las ánimas. Y así
conviene ir n o t a n d o lo que p u e d e m á s a p r o v e c h a r a este fin,
que es c o m o quien p r e p a r a las a r m a s c o n que h a de h a c e r
g u e r r a a los vicios y a los herejes y demonios. Y, c o n este cui-
d a d o de ir a n o t a n d o cosas insignes que p o d r á n servir p a r a es-
te fin, m e hallaré rico y c o n facilidad y prontitud p a r a ejercitar
los ministerios en que m e pusiere la C o m p a ñ í a . Y c o n esto p a -
s e m o s a los otros estados de la C o m p a ñ í a .
I V . PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 277

2. C o a d j u t o r e s , p r o f e s o s y c a s a s d e la C o m p a ñ í a

[250] Siguen los coadjutores temporales. M e consuelo y o


m u c h o d e tratar de este e s t a d o y del de novicios. L o s coadju-
tores temporales son los que n o están constituidos en algún
o r d e n sacro, que son elegidos p o r la obediencia p a r a que c o n
h u m i l d a d sirvan a Dios nuestro Señor en cosas exteriores, en
religión, con deseo y ejercicio de la perfección de las virtudes.
Y si entiende su v o c a c i ó n y estado, tiene u n p a r a í s o a c á en la
tierra, p o r q u e t o d o lo que trata le a y u d a a la perfección y al
a p r o v e c h a m i e n t o propio, y a la h u m i l d a d y abnegación de sí
m i s m o . A los q u e tienen ciencia y tratan d e estudios suele la
soberbia y arrogancia hacerles d a ñ o y debilitar las otras virtu-
des. Y así veréis ser práctica en la C o m p a ñ í a que, c u a n d o quie-
re ser u n o m á s a p r o v e c h a d o , le a p a r t a n de los estudios, en los
cuales, si n o h a y f u n d a m e n t o de abnegación, suele haber im-
p e d i m e n t o s p a r a el a p r o v e c h a m i e n t o ; y los p o n e n en oficios
bajos, que son d e coadjutores temporales. L u e g o g r a n cosa es
que tenga y o p o r oficio lo que otro t o m a p o r ocasión de su
aprovechamiento. Y así c o n o z c o y o en la C o m p a ñ í a y en otras
religiones m u c h o s de este estado, que tienen m u c h a virtud y
que están m u y adelante en la oración y en virtudes religiosas;
y estos alcanzan también el fin de la C o m p a ñ í a , p o r q u e en su
m o d o a y u d a n a las almas. ¿ L o queréis v e r ? H a c e lo que de ne-
cesidad había de h a c e r un sacerdote, u n profeso, o u n coadju-
tor espiritual de la C o m p a ñ í a , y en ello se había de impedir y
n o p u d i e r a a t e n d e r a los ministerios del a p r o v e c h a m i e n t o de
las almas; con la a y u d a del coadjutor temporal q u e d a n ellos li-
bres y d e s e m b a r a z a d o s p a r a emplearse del todo en ellos; y así
tienen su parte en las predicaciones, lecciones y confesiones de
los Padres. Yo os digo que los tengo envidia en sus oficios, en
los cuales n o tienen en qué distraerse y a n d a n c o n g r a n d e o c a -
sión de a n d a r en m u c h o recogimiento y devoción interior.

[251] Y a d e m á s de esto, c o m o dicen n u e s t r a s Constitucio-


3 2 6
nes , los coadjutores t e m p o r a l e s p u e d e n a y u d a r a las a l m a s
en su m a n e r a d e v o c a c i ó n , t r a t a n d o c o n los prójimos, c o m o
h a n de tratar m u c h a s veces, con palabras humildes y de edifi-
cación a la sencilla; y así p u e d e n h a c e r m u c h o fruto sin que
prediquen. Tenemos en esto ejemplo en J u a n español, u n her-

3 2 6
Examen [115].
278 JERÓNIMO NADAL, S.J.

m a n o lego que fue c o m p r a d o r en R o m a e hizo m u c h o fruto


c o n sus pláticas. Iba a c o m p r a r e n u n a tienda, y c o n su edifi-
cación y h u m i l d a d tanto hacía, que en p o c o t i e m p o llevaba a
c a s a a confesar t o d o s aquéllos; y y a que los tenía puestos en
esta b u e n a c o s t u m b r e de la frecuencia de los s a c r a m e n t o s , de-
jaba aquella tienda y t o m a b a otra, en la cual hacía lo m i s m o .

[252] Estos coadjutores son participantes, c o m o dice la cons-


titución, d e t o d a s las gracias, indulgencias y privilegios de la
3 2 7
Compañía y en el c o m e r y o t r o cualquier t r a t a m i e n t o n o
h a y diferencia n i n g u n a de ellos a cualquiera de otro e s t a d o de
esta C o m p a ñ í a . Sólo en el vestir h a y alguna; p o r q u e , c o m o
h a n de a n d a r en oficios y ministerios exteriores, les d a n vesti-
328
d o s convenientes p a r a a q u e l l o .
329
[253] Síguense los coadjutores e s p i r i t u a l e s . H a n d e ser sa-
cerdotes y su oficio es atender a las confesiones y a d a r ejerci-
cios; y p u e d e n también, teniendo suficiencia, ejercitarse en to-
dos los ministerios que u n profeso. Y en su g r a d o sirven a
nuestro Señor y a y u d a n a la C o m p a ñ í a ; y está e n elección del
General hacer que sea de tres votos solemnes, o p o r la cualidad
330
de la p e r s o n a o p o r alguna particular d e v o c i ó n . Tienen v o t o
en las congregaciones generales, si n o es c u a n d o se trata de la
elección del General, en la cual no tienen v o t o activo ni pasivo,
quiero decir que ni p u e d e n ser generales ni v o t a r p a r a que
331
otros lo s e a n . P e r o p u e d e n v o t a r en otra cosa, que es m á s a
m i parecer, que es en alterar a l g u n a constitución o en hacerla
de n u e v o , p o r q u e esto es d a r ley al m i s m o General y así tuvie-
3 3 2
ron v o t o en la congregación p a s a d a . Y son parte de la C o m -
pañía, y m i e m b r o intrínseco de ella y útilísimo. Y predica el
profeso y m u e v e ; si n o tiene quien le a y u d e a confesar y a con-
servar la doctrina, p o c o p o d r á hacer. Será m u c h a s v e c e s su

3 2 7
Examen [114].
3 2 8 a
La I Congregación General decretó que sus vestidos debían dis-
tinguirse del de los sacerdotes. Nadal determinó en una instrucción que la
sotana de éstos fuera más corta "algo por debajo de la mitad de la tibia"
MN,IV,531.
3 2 9
Examen [13,113].
3 3 0
Co [521]; P5 Examen [123,159].
3 3 1
Co[683].
3 3 2 a
A la I Congregación, con las Constituciones todavía no aproba-
das, asistieron algunos no profesos, pero en la elección del general sólo vo-
taron los profesos.
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 279

predicación c o m o la semilla que dijo Cristo que c a y ó en el ca-


m i n o , y la hollaron los que pasaban; y así no p u d o arraigarse
en la tierra p a r a fructificar. Y p a r a esto a y u d a n los coadjutores
espirituales, confesando, d a n d o ejercicios, c o n v e r s a n d o y pla-
ticando familiarmente e n s e ñ a n d o la doctrina cristiana; y este
m i s m o es el oficio del profeso, si no es c u a n d o h a de atender a
la predicación. También los coadjutores h a n de ser de ordina-
333
rio rectores de nuestros colegios y u n i v e r s i d a d e s ; porque los
profesos n o h a n de tener estos c a r g o s de ordinario, si no fuere
p o r necesidad. Y, al fin, los coadjutores espirituales son c o m o
334
c u r a s , sin obligación p o r nuestro i n s t i t u t o ; y n o sólo se h a n
de ejercitar en confesar, pero también querría que se ejercitasen
en d a r ejercicios, que es éste ministerio de g r a n d e provecho.

[254] D i g a m o s de los profesos. E s t o s son de d o s m a n e r a s ;


u n o s de tres v o t o s solemnes, c o n f o r m e a la bula de Julio III;
otros d e 4. Ya dije q u e escolares y coadjutores, a elección del
General, p o r particulares respetos, p o d r á n ser a d m i t i d o s a
profesión de estos tres votos; p e r o los de c u a t r o v o t o s son los
profesos simplemente, y éstos tienen la plenitud de t o d o s los
3 3 5
ministerios d e la C o m p a ñ í a . H a n d e ser p e r s o n a s de m u -
3 3 6
c h a s letras y de m u y p r o b a d a v i r t u d ; y así, sin a r r o g a n c i a ,
n o se p u e d e p r e t e n d e r este estado. Su ministerio principal es
predicar, y así y o hice esta r a z ó n al P. Ignacio, c o n otras, p a r a
n o ser admitido a profesión, p o r q u e no sabía predicar. Pero no
m e valió. Son los electores del General, y de entre ellos ha de
337
ser e l e g i d o . E n el resto, h a n de servir m á s que t o d o s y tra-
bajar m á s que todos, y la C o m p a ñ í a se h a con ellos con m á s ri-
gor, p o r q u e los p u e d e despedir q u e d a n d o ellos c o n obligación
3 3 8 3 3 9
de v o l v e r a la C o m p a ñ í a , c o m o os tengo d i c h o . D e estos
h a n de ser los provinciales, prepósitos locales, p o r q u e c a r g o
sobre profesos n o p u e d e n tener sino los que fueren profe-
3 4 0
sos ; y de aquí principalmente salen los operarios que se h a
de repartir p o r la viña del Señor a trabajar. Y c u a n d o el escolar

3 3 3
Co[421].
3 3 4
Examen [120].
3 3 5
Examen [12]; P2España[54]; Anot.Examen[123,153-158].
3 3 6
Co [582,819].
3 3 7
Co[683].
3 3 8
Co [205,234].
339 p9Alcalá[183].
340
Co [683]; Anot.Examen [154].
280 JERÓNIMO NADAL, S.J.

h a c e v o t o de entrar en la C o m p a ñ í a , se entiende i n c o r p o r á n -
341
d o s e en ella, o en votos de coadjutor o d e p r o f e s o .
[255] Pero será bueno que ahora v e a m o s si h a y diferencia en-
tre estos estados de la C o m p a ñ í a . Digo que h a y la diferencia
que p o n e n las bulas de nuestro instituto, y que y o os he decla-
r a d o en suma. Pero el que entra en la C o m p a ñ í a n o h a de hacer
3 4 2
de su parte diferencia ni tener inclinación m á s a profeso que
a otro estado. Quien pretende m á s esto que lo otro, y n o se con-
suela m á s de verse en la C o m p a ñ í a , y en lo d e m á s busca su hu-
millación y abnegación, n o v a bien. Te elige Dios p a r a la C o m -
pañía y te h a c e esta gracia; agradécela y tenia en m u c h o , lo
d e m á s n o está en tu elección, sino en la del superior. Si dices:
"yo querría ser profeso", p o r ese m i s m o caso n o quieres la obe-
diencia y v a s fuera del instituto. Porque la gracia de la vocación
n o te inclina sino a lo que el superior quiere, y en la C o m p a ñ í a
ni ha de haber querer ni entender sino lo que la obediencia qui-
siere y entendiere, y de tu parte te has de inclinar a lo m á s bajo,
abraza lo m á s humilde. Porque de otra a m a n e r a , quien se exalta,
será humillado, y n o serás nada, si te envaneces, y Dios, te echa-
rá. El religioso soberbio es pestilencia. Quien quisiere ser p r o -
feso, porque es honra, este tal será atribulado y tentado. Este es
u n banquete que h a c e el Señor. N o escojas tú el p r i m e r lugar,
p o r q u e n o te h a g a n volver a lo m á s bajo; espera que te llamen,
que te elijan; y, si no quieres gobernarte por la elección y juicio
de los superiores, señal que n o te quieres gobernar p o r la p r o -
videncia de Dios muestro Señor. Conténtate, h e r m a n o , con ser
de la Compañía, y esto te baste; y déjate guiar por ella, si quieres
que el Señor te h a g a mercedes, y procura la perfección en el es-
t a d o que la C o m p a ñ í a te pusiere; y así acertarás y vivirás con
g r a n consuelo y contentamiento y aprovechamiento.
[256] D e las casas de la C o m p a ñ í a en s u m a diré; y c o n esto
concluiré esta plática. H a y casas de probación de las cuales di-
jimos, c u a n d o h a b l a m o s d e los novicios, u n p o c o ; y c u a n n e -
343
cesarias s e a n . H a y colegios, y de estos se h a t r a t a d o hablan-
344
d o de e s c o l a r e s . H a y casas de profesos y coadjutores, d o n d e
se ejercitan los ministerios de la C o m p a ñ í a , y, a u n q u e h a y

3 4 1
Examen [10].
3 4 2
Examen [10,15,72].
3 4 3
P8Alcalá[158];P12Alcalá[231].
3 4 4
P12Alcalá[228].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 281

a h o r a p o c a s , p o r ser a ú n p o c o s los profesos, e s p e r o en el Se-


ñ o r habrá m u c h a s . H a y misiones, que es p o r t o d o el m u n d o , y
es nuestra casa. D o n d e h a y necesidad o m á s utilidad de nues-
tros ministerios, ahí es nuestra casa.
Las casas de la Compañía han de ser c o m o el cuerpo del es-
cuadrón, de donde salen los soldados de e s c a r a m u z a r y de ha-
cer algunos asaltos contra el enemigo, y después se recogen allí.
Así será que de las casas de la Compañía saldrán a unas partes y
a otras los de la Compañía a pelear contra los vicios y contra los
demonios; y quedarán otros que h a g a n el cuerpo de la batalla,
donde se recogerán los nuestros, y descansan un poco, c o m o decía
Cristo nuestro Señor a sus discípulos y se recogen a rehacerse e
irán otros en su lugar. El P a p a nos puede enviar y el General
donde viere que h a y m á s necesidad. Más: en las casas de proba-
345
ción siempre habrá algunos ministerios, y, en los colegios . Y al
fin de los estudios, según nuestras Constituciones, se h a n de ha-
cer los estudiantes a las a r m a s y ensayarse en nuestros rrurüste-
rios, y el a ñ o que h a n de tener probación después de los estu-
dios p o d r á n a y u d a r su parte ejercitándose en oficios bajos y
346
humildes y también en algunos de los ministerios n u e s t r o s .

[257] H e aquí u n a s u m a y una delineación de la C o m p a ñ í a ,


p a r a tener algún conocimiento de nuestro m o d o de proceder.
A y u d é m o n o s en esto de los tres principios que propuse: spiritu,
347
corde et practice ; y de esta m a n e r a caminaremos por las virtu-
des de todo nuestro instituto y alcanzaremos el fin que Dios
nuestro Señor ha d a d o a la Compañía, con la divina gracia.

28 PLÁTICA 14 - De la oración a

a a a
En Coimbra: Pláticas 18 , 19 y 20

[258] H o y c o n la gracia d e Cristo nuestro Señor d i r e m o s al-


g u n a c o s a de la oración. E s cosa difícil tratar de ella, princi-

3 4 5
Co [330,558].
3 4 6
Examen [16,71]; Co [514,516].
3 4 7
PlAlcalá[7-ll] y en PlCoimbra[10-14].
282 JERÓNIMO NADAL, S.J.

p á l m e n t e p a r a quien n o tiene p r á c t i c a de ella ni a p r o v e c h a -


miento. Otros p o d r á n p a s a r m á s adelante en esta materia.
Suelo y o tratar de la oración de esta m a n e r a . L o p r i m e r o hablo
o
de los actos de la oración que realmente lo son; lo 2 declaro lo
que n o es oración, aunque se tenga p o r tal, sino u n a a y u d a p a -
ra ella. Os p o n g o u n ejemplo p a r a que veáis c ó m o es esto. M e
h a c e Dios nuestro Señor u n regalo estando en m i recogimien-
to, m e d a consuelo, m e d a t e r n u r a de c o r a z ó n . Piensan m u -
chos que es ésta oración, y n o es así, sino esto es a y u d a s y fa-
v o r e s que h a c e n u e s t r o Señor p a r a la oración; y p o r eso es
menester tener alguna claridad p a r a c o n o c e r qué es oración, y
de esta m a n e r a se sabrá usar de ella, c o n la gracia del señor.
[259] P u e s ¿qué cosa será oración, de que h e m o s de hablar?
A d v e r t i d , y o digo así: O r a c i ó n es u n a c t o de a d o r a c i ó n y cul-
to de Dios n u e s t r o Señor a c u d i e n d o a El c o m o a s u m o y de
estos actos se g a n a el hábito. Suelen decir c o m ú n m e n t e los
teólogos que la o r a c i ó n es u n levantar la m e n t e a Dios y de-
m a n d a r l e a l g u n a cosa, d e m a n e r a que a b r a z a estas dos p a r -
tes. P e r o la oración en su integridad y plenitud 4 p a r t e s tiene:
elevación, petición, acción de gracias y obsecración. Yo deseo
tener v e r d a d e r a oración y saber de todos estos actos cual es lo
que i m p o r t a m á s p a r a u s a r de ello. V e a m o s a h o r a distinta-
m e n t e c a d a cosa.

[260] L o p r i m e r o d e c i m o s que la oración es elevación de la


m e n t e , u n subir a Dios c o n la mente. L l a m a m o s m e n t e lo m e -
jor del h o m b r e ; y n o entendáis sólo el entendimiento, que d e
esa m a n e r a el filósofo y el teólogo, c u a n d o consideran las c o -
sas divinas, tendrían oración. P u e s h a de subir a Dios t o d a la
amplitud de la m e n t e racional, en lo cual se incluye, n o sólo el
entendimiento, p e r o también la v o l u n t a d , que h a de a n d a r
conjunta c o n el entendimiento. N o se h a n de d e s h e r m a n a r es-
tas dos potencias, entendimiento y voluntad, en la oración.

[261] Ved a h o r a c ó m o es esta subida y este levantar el a l m a a


Dios. L o principal de la oración es petición, d e m a n d a r alguna
cosa a Dios nuestro Señor; y p a r a esto, a nuestro m o d o , es m e -
nester ir a Dios, estar y tratar c o n Dios, que m o r a en las altu-
ras, en su ser infinito, en su g r a n d e z a y majestad eterna. Mi-
r a d c ó m o c o m i e n z a la oración que nos enseñó Cristo nuestro
Señor: Padre nuestro que estás en los cielos. N o s enseña Cristo a
orar a nuestro P a d r e que reina en los cielos. Pues ¿qué escalo-
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 283

nes h a b r á p a r a esta subida? El conocimiento, n o sólo especu-


lativo, m a s práctico de Dios, la meditación y consideración de
las cosas divinas.
[262] P a r a llegar a la meditación se apareja el a l m a con la lec-
ción, que es g r a n a y u d a ; a p a r t a de sí t o d o lo que le p u e d e im-
pedir p a r a esta consideración, c o n diligencia d a n d o de m a n o
a otras cosas y a otros c u i d a d o s p o r aquel tiempo. P a r a hablar
y negociar c o n u n rey, pasáis p o r u n p o r t e r o y otro portero, te-
néis necesidad d e otras m u c h a s prevenciones, de c ó m o habéis
de tratar y hablar c o n él, so pena que os tendrán p o r temerario
y se reirán de vos, y n o seréis g r a t o al rey, y os e c h a r á n de su
presencia y así en nuestros Ejercicios, a la meditación p r e c e d e
348
la oración p r e p a r a t o r i a , c o n que se dispone el a l m a a tratar
las cosas de Dios; y se dice que u n rato antes piense el h o m b r e
lo que h a d e tratar, y a quién v a a hablar y lo que h a de h a -
3 4 9
cer . H e aquí, p u e s , c ó m o se h a de levantar el a l m a a Dios
con la meditación; la cual es u n discurso y ejercicio p a r a llegar
a la c o s a de que se trata. Y la b u e n a m e d i t a c i ó n p a r a en con-
templación, que es tener firmeza en lo que se piensa y casi una
presente inteligencia y visión espiritual de lo que se trata.

[263] Y la m e d i t a c i ó n h a d e ser d e aquello que conocéis ser


conveniente p a r a lo que habéis de pedir a Dios nuestro Señor;
en la cual h a y diferentes m o d o s de proceder. ¿Queréis vos de-
m a n d a r tener algún a p r o v e c h a m i e n t o de la pasión de Cristo
nuestro Señor? Meditáis de lo que pertenece a esto, c o m o con-
siderar quién es el que padeció tanto, y p o r quién y de quién y
c ó m o , etc.
[264] Esta meditación c o m ú n m e n t e llaman algunos oración;
y n o es ésta perfecta oración, sino u n aparejo p a r a ella. Esta
elevación del a l m a , esta subida del c o r a z ó n a Dios, este c o n o -
cimiento p r á c t i c o d e Dios, c o n s i d e r a r su omnipotencia, su
g r a n d e z a , su eternidad: g r a n principio es de la oración. Vedlo
en la oración del Señor: Padre nuestro, que estás en los cielos. E s -
to se nos p o n e delante primero, p a r a disponernos a la petición
y oración: la providencia y gobierno y a m o r d e Dios n u e s t r o
Señor, c o m o de P a d r e eterno, su p o d e r y majestad. H a y en es-
ta meditación g r a n fruto y p r o v e c h o , se despiertan con ella los

3 4 8
Ej [46,55,62,...].
3 4 9
Ej [131,239].
284 JERÓNIMO NADAL, S.J.

afectos de la devoción. Y con esto se ha de tener especial cuen-


ta; que, según lo que se medita y trata, según eso se h a de p r o -
c u r a r a y u d a r n o s de la v o l u n t a d y sacar p r o v e c h o p a r a mí.
Considero a Cristo n a c i d o en u n portalejo, puesto en u n pese-
bre; confundo y o aquí m i soberbia, s a c o deseos de humillar-
m e . E s t o es, que la meditación h a de ir siempre e n d e r e z a d a a
n u e s t r o p r o p i o a p r o v e c h a m i e n t o ; y en esto se h a de h a c e r
g r a n diligencia.

[265] Tras esta meditación o contemplación, si Dios la diere,


¿qué se sigue? - E l d e m a n d a r a Dios y pedirle, que es p r o p i o
de la oración. Y m u c h o s tienen g r a n negligencia en esta p a r t e ,
3 5 0
c o m o sea así que i m p o r t a t a n t o . Tengo de tener g r a n cuen-
ta en pedir a Dios. El quiere que le p i d a m o s , que le d e m a n d e -
m o s . P i d a m o s , y nos d a r á n ; b u s c a d , y hallaréis; l l a m a d , y os
abrirán. Y ¿qué p e d i r e m o s ? - L a s necesidades que conocéis, os
serán m a t e r i a de petición. Sois cristiano, veis la Iglesia c o n
tantas necesidades de todas partes, c o n tantos enemigos den-
tro y fuera: pedid a Dios socorro y a y u d a . Sois de u n a congre-
gación, estáis en u n colegio: siempre debéis r o g a r a Dios p o r
él. El confesor r u e g u e p o r sus penitentes, el lector p o r sus
oyentes; y, finalmente, c a d a u n o especialmente p o r sus nece-
sidades y utilidades particulares y p o r sí m i s m o .

[266] P u e s v e a m o s a h o r a en qué h a n de estribar nuestras pe-


ticiones, p o r quién d e m a n d a r e m o s a Dios. L o p r i m e r o p o r su
b o n d a d , p o r quien Dios es. P o r sí m i s m o nos quiere Dios h a -
cer m e r c e d e s , n o m i r a n d o nuestros p e c a d o s ni a n u e s t r a in-
gratitud, sino a su misericordia y b o n d a d infinita; y esto nos
d a m u c h o á n i m o y confianza p a r a pedir. El 2° m e d i o es Cris-
to n u e s t r o Señor, su pasión y merecimientos, su v i d a santísi-
m a ; que t o d o fue d e tanto valor delante del P a d r e eterno; y así
la Iglesia concluye todas sus oraciones por Cristo nuestro Señor,
c o m o también se h a d e concluir c u a n d o d e m a n d a m o s p o r su
misericordia. Y estos m e d i o s se llaman obsecración.

[267] L a petición ha de ser pía y devota; y p a r a esto os habéis


d e a y u d a r del m e d i o que m á s conocéis os p u e d e m o v e r , p o -
nerle delante p a r a despertar en nuestras a l m a s calor de d e v o -
ción y ternura c o n que p i d a m o s a Dios. A c o s t u m b r a o s del pri-
m e r m e d i o , que es p o r quien Dios es. Y así veréis en aquellas

3 5 0
P7España[149-151].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 285

oraciones de los santos se h a u s a d o este m e d i o c u a n d o dicen:


por ti mismo, Señor, inclina, etc. p o r quien v o s sois, Señor, os pe-
dimos hagáis esto.

[268] H a y otros m e d i o s y obsecraciones inferiores; p e r o t o -


d a s son unidas a Cristo nuestro Señor y a la misericordia su-
ya: c o m o es a y u d a r n o s d e la intercesión d e los santos, p o n e r
delante de Dios los merecimientos de sus siervos. Y así veréis,
c u a n d o r o g a b a n aquellos santos a Dios del viejo Testamento
que les socorriese en sus necesidades, decían tantas veces:
Acuérdate, Señor, de Abraham, Isaac y Jacob. Traían delante d e
Dios los servicios y merecimientos de estos santos, y la Iglesia
en sus oraciones a c o s t u m b r a lo m i s m o .

[269] H a y otra p a r t e de oración, que es hacimiento de g r a -


cias. Os h a Dios h e c h o m u c h a s m e r c e d e s y m u y g r a n d e s be-
neficios. N o habéis d e ser ingrato ni arrogante; y p a r a a g r a d e -
cer y servir a Dios nuestro Señor, las m e r c e d e s que os h a c e
habéis de c o n o c e r que las h a c e Dios nuestro Señor p o r quien
El es y p o r méritos de la pasión de Cristo nuestro Señor, y que
sois indigno de recibirlas. De aquí os moveréis a alabar a Dios
y glorificarle, hacerle gracias. N o h a y p o d e r referir a Dios nues-
tro Señor. E n nuestra pobreza h a b r á alguna m a n e r a de referir
gracias a Dios nuestro Señor, que será c o m e n z a r de n u e v o a
servir a Dios y b u s c a r con d e s e o g r a n d e su m a y o r y m a y o r
servicio, entender en obras del servicio divino, a u n q u e n o
seáis a ello obligado, ofrecerse de b u e n á n i m o y de entrañas a
las pasiones y trabajos por a m o r de Dios, por su gloria y servi-
cio, p o r m o s t r a r s e g r a t o a tantas m e r c e d e s c o m o conoce haber
recibido d e la m a n o de Dios. Estas son gracias que se h a n de
h a c e r a Dios nuestro Señor, y c o n este ejercicio crece en noso-
tros la gracia y nos habilitamos a recibir n u e v a s m e r c e d e s de
Dios nuestro Señor. Y así este ejercicio de oración es de g r a n
utilidad y de g r a n consuelo p a r a las almas.

[270] ¿ C ó m o vestiremos esta oración, p u e s y a h e m o s t r a t a d o


de ella en sí? Sea p u e s la p r i m e r a v e s t i d u r a que comencéis la
o r a c i ó n p o r a m o r d e Dios, p o r u n acto d e c a r i d a d ; éste sea el
que os guíe a la oración, d e m a n e r a que el deseo de contentar
a Dios y de a g r a d a r l e en t o d o sea el que os lleve a la oración y
recogimiento. Vestir también a la oración c o n devoción. N o di-
g o c o n ternura de lágrimas, que ésa m u c h a s veces n o la halla-
réis en v o s , a u n q u e m á s la procuréis; sino con la v e r d a d e r a
286 JERÓNIMO NADAL, S.J.

devoción, que es u n a prontitud y determinación de á n i m o y


voluntad, una aplicación de v e r a s a las cosas del divino servi-
cio; que eso es devoción: determinarse, dedicarse p a r a u n a c o -
sa. M u c h o i m p o r t a p a r a que os v a y a bien en la oración llevar
a ella ese á n i m o y voluntad d e t e r m i n a d a y deseosa de la glo-
ria y m a y o r gloria de Dios.

[271] ¿ H a y m á s p a r t e s de la oración? -Sí; todos los d e m á s


actos que suelen tener los que están a c t u a d o s en espíritu y de-
voción, t o d a s son p a r t e s de la oración. Glorifican a Dios, le
a d o r a n , le reverencian y se u n e n c o n El, y h a c e n otros m u y
particulares cultos que entienden y p r o c u r a n los que c o n
a p r o v e c h a m i e n t o tratan de este ejercicio. De m a n e r a que la
oración es u n p a r a í s o en la tierra, d o n d e h a y diversidad de
flores y d e frutos agradables al Señor; y así hablan los santos
c o n m u c h a excelencia de la oración.

[272] H a y en la oración dos cosas: es lo u n o obra meritoria


de la gloria; y lo otro es impetratoria, porque p o r la oración se
alcanza lo que se pide. Si v o s vais a la oración en c a r i d a d y
p o r a m o r de Dios nuestro Señor y deseo de servirle, merecéis,
hacéis delante de Dios nuestro Señor u n a obra m u y agradable
a su Majestad. Y más: la oración i m p e t r a lo que se p i d e y p a -
ra esto n o es necesario estar u n h o m b r e en gracia. Está u n o en
p e c a d o , p e r o c o n d e s e o de salir de él; si se llega a la oración,
a éste Dios lo oye, si h a c e lo que en ella pide y debe; p e r o p o r su
infinita b o n d a d y su misericordia. ¿ N o os p a r e c e que es esto
g r a n c o s a , que sea la o r a c i ó n tan eficaz m e d i o , que a u n sea
m e d i o p a r a salir del p e c a d o , que oiga Dios al p e c a d o r que
a c u d e a s u misericordia a valerse d e ella? Y si el que está en
p e c a d o i m p e t r a lo que d e m a n d a , ¡cuánto m á s lo h a r á el que
está en g r a c i a de Dios! y si la c a r i d a d h a c e a la o r a c i ó n m e r i -
toria ¿no os p a r e c e que la h a r á impetratoria? Y p a r a eso os di-
je antes c u á n t o i m p o r t a b a ir a la o r a c i ó n c o n c a r i d a d y a m o r
d e Dios.

[273] H a y dos m a n e r a s de oración: vocal y mental. Mental es


la que sólo se h a c e c o n lo interior, c o m o h e m o s dicho; vocal es
c u a n d o c o n la lengua se dice y se pronuncia lo que se piensa.
Yo d e s e o m á s acertar a h a c e r u n a b u e n a oración v o c a l y p e r -
fecta, que mental a solas. Entiendo v o c a l perfecta en s u pleni-
tud que encierra en sí la mental.
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 287

L a oración mental es la fuerza de la vocal, que la h a c e ser


oración vocal perfecta. P e r o , si se junta la mental c o n la vocal
es mejor y y o con m á s cosas sirvo a Dios nuestro Señor: mi co-
razón y mi carne exultaron en Dios vivo. H e aquí la plenitud d e
la oración, que c o m p r e n d e lo interior y exterior.

[274] N o m e p a r e c e bien la p o c a devoción en la oración v o -


3 5 1
cal . T e n g a m o s imitación a la Iglesia Y así d e c i m o s que la
oración m e n t a l p o r sí es mejor que la v o c a l imperfecta; p e r o
p o r n u e s t r a culpa nos d i s t r a e m o s en la vocal, y así conviene
que nos ejercitemos a n o p e r d e r la atención y devoción de la
oración mental c u a n d o recitamos vocalmente; y eso pretende
la Iglesia en las oraciones vocales que tiene instituidas. G r a n
cosa sería estar u n o tan h a b i t u a d o en lo interior, que rece los
salmos y n o se distraiga.

Esto he dicho p o r nosotros; p o r q u e n u e s t r a constitución


3 5 2
habla también d e la oración v o c a l y quiere que la a c o m p a -
ñ e m o s c o n la mental, y n o conviene olvidar la oración vocal.
[275] Otra división h a y de la oración. H a y oración pública, y
ésta es c u a n d o m u c h o s en c o n g r e g a c i ó n tienen oración, y és-
ta es cosa eclesiástica. Toma la oración g r a n fuerza y valor d e
la unión y h e r m a n d a d de los que oran, y de la unión de las in-
tenciones. Esta oración tienen los religiosos y los clérigos en
sus coros. También h a y en la C o m p a ñ í a algunas v e c e s esta
353
m a n e r a de oración p ú b l i c a . L a particular es la que c a d a u n o
h a c e a sus solas.

[276] P u e s v e a m o s si la oración pública es m á s eficaz y m e -


3 5 4
jor que la particular; p o r q u e n o tiene la C o m p a ñ í a c o r o ,
p o r q u e n o conviene a n u e s t r o instituto. Decía n u e s t r o P a d r e
Ignacio u n a r a z ó n a su m o d o : que c u a n d o n o atendiéremos a
n u e s t r o ministerio d e p r e d i c a r y confesar, y n o t u v i é r e m o s
coro, que n o nos d e n d e comer. L o s que h a n d e a t e n d e r a es-
tos ministerios h a n d e estar d e s e m b a r a z a d o s y libres del c o -
ro; p o r q u e de otra m a n e r a n o p o d r í a n c u m p l i r c o n ellos. Y
3 5 5
San G r e g o r i o dice , y lo alega Santo T o m á s en la S e c u n d a

3 5 1
Reacción contra el "iluminismo" de aquel tiempo.
3 5 2
Co [343,345].
3 5 3
Co[587].
3 5 4
Co[586].
355
Appendix ad epist. ML 77,135 AB.
288 JERÓNIMO NADAL, S.J.

356
s e c u n d a e , que es u n decreto suyo, que los diáconos y sacer-
dotes en la Iglesia n o canten, p o r q u e atiendan a mejor oficio,
q u e es el ministerio de la p r e d i c a c i ó n de la p a l a b r a d e Dios.
P e r o , c o n t o d o eso, t e n e m o s u n a significación de c o r o y u n
principio d e él los d o m i n g o s y de fiestas que se d i c e n víspe-
3 5 7
r a s y m i s a . H a y m á s o r a c i ó n pública e n la C o m p a ñ í a c u a n -
d o se juntan a h a c e r o r a c i ó n y a decir u n a letanía p o r u n a c o -
sa o p o r otra. Y t a m b i é n p o d e m o s interpretar o r a c i ó n pública
c u a n d o a u n a h o r a m i s m a t o d o s tienen oración; q u e es ordi-
nario e n la C o m p a ñ í a .

[277] Veamos a h o r a lo que se dice d e la oración: que h a y al-


g u n o s que s i e m p r e hablan de ella cosas extraordinarias, y n o
conviene así, sino q u e m i r e m o s lo que Dios n u e s t r o Señor
a y u d a p a r t i c u l a r m e n t e en esto, c o m o en t o d o s los d e m á s ejer-
cicios de virtud.

[278] E n la obediencia alguna v e z os sentís v o s c o n alegría y


prontitud, y que se os h a c e llano y fácil t o d o lo q u e se os o r -
dena; y otras veces andáis seco, disgustado, y t o d o os d a tedio
y se os h a c e c u e s t a arriba. De esta m i s m a m a n e r a p a s a en la
oración, e n la c u a l h a y estos d o s estados, d e s e q u e d a d y de
b l a n d u r a , d e desconsuelo y de consuelo. P e r o a d v e r t i d que,
p o r m á s seco que os halléis, n o dejéis la oración, n o dejéis de
h a c e r lo que hacíais, c u m p l i d c o n v u e s t r a tarea. N o os e n g a -
ñéis, c o m o h a c e n algunos que, p o r verse c o n sequedad, pien-
san que la o r a c i ó n entonces n o vale n a d a . E s g r a n e n g a ñ o ; y
eso se quiere el d e m o n i o , p a r a que n o oréis.

[279] N o alcéis, p u e s , m a n o de la oración, a u n q u e m á s os


veáis seco y disgustado. H a c e d lo que debéis de v u e s t r a parte;
n o aflojéis, pedid, instad, desead, d a d gracias a nuestro Señor,
que sin d u d a impetraréis. Y quizá es entonces v u e s t r a oración
de m á s eficacia, p o r q u e os esforzáis m á s con la gracia de Dios,
que n u n c a faltará, a u n q u e n o sea sensible y c o n consolación.
N u n c a d e s m a y é i s p o r veros desconsolado.

[280] H a y a l g u n o s que luego que tratan d e o r a c i ó n quieren


v e r visiones y revelaciones y cosas extraordinarias; y estos ta-
les v a n perdidos. E s esto v a n i d a d y c a m i n o m u y a p a r e j a d o
p a r a e n g a ñ o s e ilusiones. D a Dios n u e s t r o Señor consolacio-

3 5 6
2.2, q.91, a.2, ad.3.
3 5 7
Co]587].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 289

nes; así le llama el apóstol: "Dios de t o d a consolación". Pero,


si n o sabéis u s a r de ellas y n o las tenéis en lo que son, si n o sa-
béis h a c e r c a s o d e lo que conviene, en peligro estáis. Y de aquí
viene h a b e r tantos e n g a ñ a d o s , y c o n t o d o eso, c o m o a ellos
parece, llenos de consolaciones. Y advertid que p u e d e n ser al-
g u n a s de las consolaciones naturales, d e u n a ternura natural,
de u n a complexión fácil, o de u n a claridad y asiento de u n en-
tendimiento que p e n e t r a las cosas y está bien en ellas; y esto
es también de Dios, p u e s El es autor de lo natural.

[281] P u e s ¿ q u é se h a r á c o n las consolaciones? - C o n v i e n e


que entendáis p a r a qué os las d a Dios nuestro Señor, qué es lo
que Dios quiere p o r ellas; que es p a r a que hagáis c o n m á s p e r -
fección lo que habéis de hacer, p a r a que entendáis c o n m á s luz
y claridad lo que antes tratabais, p a r a que deseéis m á s de g a -
n a y m á s d e v e r a s y c o n m á s v i v o s deseos emplearos a lo que
t o c a al servicio divino, y tengáis m á s fuerzas p a r a ello. Mal
h a c e el que se v a t o d o tras las consolaciones, el que se d e s v a -
nece c o n ellas, el que n o h a c e c a s o de lo principal. Este tal p o r
aquí abre p u e r t a al d e m o n i o a e n g a ñ o s y errores m u y peligro-
sos. Hay que usar de la consolación, no disfrutarla. H a y que t o m a r
p o r m e d i o la consolación y regalo que n u e s t r o Señor h a c e , y
n o p o r fin; n o p a r a p a r a r en ella, sino p a r a t o m a r l a p o r a y u d a
d e costa p a r a p a s a r adelante.

[282] Y p o r q u e entendáis lo que toca a esta materia, d o s m a -


neras h a y de consolaciones: unas son del entendimiento, otras
de la v o l u n t a d . L a s del entendimiento v a n de esta m a n e r a .
C o m e n z á i s v o s a m e d i t a r en las cosas de Dios n u e s t r o Señor
c o n discursos católicos a y u d á n d o o s de la fe y de la lumbre n a -
tural del entendimiento; quiere Dios nuestro Señor p o r su in-
finita misericordia y b o n d a d h a c e r o s u n a particular m e r c e d y
regalo, y así os conforta el entendimiento, os d a m á s claridad
y luz c o n que se aclara la vista intelectual d e las cosas interio-
res; y p u e d e esto crecer tanto c o n la a y u d a del Señor, que h a -
y a tanta facilidad y tanta abstracción que n o sean p o r enton-
ces los sentidos necesarios. Y éstos se llaman éxtasis c u a n d o
están los sentidos enajenados y t o d o el entendimiento e m b e -
lesado en la consideración de las cosas divinas. D a Dios n u e s -
tro Señor p o r entonces otra n u e v a m a n e r a de entender que c o -
m ú n m e n t e entienden los q u e tienen el u s o de los sentidos, y
c o n el ministerio y a y u d a de ellos t o m a n noticia de las cosas.
290 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[283] H a y también r a p t o s , y éstos son lo m i s m o que éxtasis


en la sustancia de la cosa. H a y diferencia q u e el éxtasis se v a
p o c o a p o c o creciendo hasta hallarse en aquel estado, c o m o os
dije; y el r a p t o es súbito, sin p r e c e d e r p r i m e r o a y u d a s de los
sentidos ni de meditación ni contemplación, c o m o se v e en el
éxtasis; c o m o fue el r a p t o de S. Pablo.

[284] Estas cosas n o se h a n de p r e t e n d e r en la oración, ni ir a


ella p o r este fin; y c u a n d o Dios n u e s t r o Señor p o r su miseri-
cordia lo diere, se h a n de t o m a r c o n h u m i l d a d y simplicidad,
c o n o c i e n d o el h o m b r e que n o m e r e c e n a d a de aquello, h u m i -
llándose m á s m i e n t r a s c o n o c e que m á s m e r c e d e s recibe de la
m a n o de Dios, y excitando y a n i m á n d o s e m á s a servir de nue-
v o a su Señor.

[285] L a consolación d e la voluntad es u n c o n c u r s o que le d a


Dios nuestro Señor s e g ú n su naturaleza, y es que sus afectos y
operaciones sean suaves, íntimas, unidas a Dios, y d e aquí n a -
cen las lágrimas; de la abundancia de la consolación se derri-
te el c o r a z ó n y de aquí provienen las lágrimas. Estas lágrimas
son b u e n a s y señal d e los g r a n d e s regalos que n u e s t r o Señor
le h a c e , y se esfuerza m u c h o a c a m i n a r adelante en el servicio
divino. H a y también lágrimas de dolor en estas consolaciones,
de verse el a l m a a p a r t a d a de lo que tanto a m a y n o p o d e r ir a
g o z a r luego de lo que tanto desea. Y todas estas consolaciones
son difíciles de explicarse. Y también h a y lágrimas de dolor de
p e c a d o s s u y o s y de los otros.

[286] Resta q u e d i g a m o s c ó m o h e m o s d e t r a t a r d e estas c o -


sas. D i g o q u e p o r la v í a o r d i n a r i a , p o r t é r m i n o s c o m u n e s ,
q u e s e a n p a r a la edificación d e la Iglesia; y si n o lo tenéis,
m á s v a l e q u e calléis. Se h a n d e e x p l i c a r estas c o s a s interiores
d e la m a n e r a q u e se habla de ellas en la Iglesia. Y os p o d é i s
m u c h o a p r o v e c h a r de las reliquias d e la o r a c i ó n p a r a t r a t a r
c o n firmeza y c e r t i d u m b r e , c o m o el q u e tiene m u c h a ciencia
que habla c o m o señor de las c o s a s . P e r o los q u e t o d o lo p a r -
lan, m a l h a c e n , y h i e r r a n , y n o c o n t e n t a n a Dios n u e s t r o Se-
ñor, q u e quiere sus a m i g o s s e c r e t o s y n o d a esas c o s a s p a r a
q u e se d e s c u b r a n . L o s que a n d a n diciendo: "vi tal y tal c o s a
en la o r a c i ó n " , n o m e c o n t e n t a n , p o r q u e m u c h a s v e c e s s o n
c o s a s q u e se les antojan; y c u a n d o fuesen v e r d a d e r a s , n o las
d a Dios p a r a eso. N o se h a n d e m a n i f e s t a r sin consejo de
p e r s o n a s espirituales; y, finalmente, t o d a s estas c o s a s inte-
I V . PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1561 291

riores se h a n d e sujetar al legítimo juicio de sus superiores,


p o r evitar errores que suele haber.
[287] E n t e n d a m o s a h o r a en particular c ó m o h a r e m o s o r a -
ción al m o d o de la C o m p a ñ í a ; p u e s nos h a d a d o Dios nuestro
Señor especial m o d o de orar en los Ejercicios aprobados p o r la
358
Sede A p o s t ó l i c a . Dije el otro día, c u a n d o u n o viene del siglo
a la C o m p a ñ í a , n o sólo h a de dejar los m a l o s hábitos, e incli-
naciones siniestras que tuviere, sino a u n los m o d o s particula-
res que tiene d e p r o c e d e r en los ejercicios de v i r t u d , c u a n d o
359
no c o n f o r m a n c o n los de nuestro i n s t i t u t o . Así h a de ser en
lo que t o c a a la oración, si algún m o d o particular teníais d e
ella. Y p o r eso en la C o m p a ñ í a , l u e g o en e n t r a n d o u n o se le
3 6 0
d a n los Ejercicios p a r a c o m p o n e r l e en n u e s t r o m o d o d e
p r o c e d e r en la oración. E n los Ejercicios se os m u e s t r a el c a m i -
n o de la oración; c a m i n a d p o r ellos, p o r la m e d i t a c i ó n de los
p e c a d o s , p o r los misterios de la v i d a de Cristo y pasión, etc.,
p o r d o n d e m á s a p r o v e c h a m i e n t o halléis. Y los superiores y
superintendentes de la oración os h a n de a y u d a r en esto, v e r
c ó m o os v a , a y u d a r o s : pues somos colaboradores de Dios; endere-
zaros y guiaros, si algo torcieseis del derecho camino; que és-
te es el oficio suyo.

[288] H a y también otra cosa que a m í m e d a particular d e v o -


ción, y es que miréis las fiestas que la Iglesia celebra, los mis-
terios que representa, y procuréis de meditar aquello. Celebra
a h o r a la Iglesia la fiesta del nacimiento de Cristo nuestro Se-
ñor; m e d i t a d vos este misterio, y hallaréis en él particular gra-
cia y consolación y a p r o v e c h a m i e n t o . L o m i s m o entiendo en
las festividades de los santos, de los apóstoles, etc.; p o r q u e en
estos tiempos c o n c u r r e Dios nuestro Señor particularmente.

[289] Viniendo m á s a lo particular, la oración que nosotros


t r a t a m o s es en dos m a n e r a s : la u n a es de los e x á m e n e s , que
3 6 1
son t a n ordinarios en la C o m p a ñ í a , que p e r t e n e c e n a la vi-
3 6 2
d a a c t i v a y a la vía que llaman purgativa, d o n d e se trata de
c o n o c e r y d e s a r r a i g a r vicios y mortificar ruines inclinaciones;
la otra es p a r a m á s adelante, p a r a g a n a r virtudes. Y p a r a esto

358
Pastoralis officii, 31 julio 1548.
359 P4Alcalá[94]; P9Alcalá[180]; PllAlcalá[203]; P12Alcalá[231].
3 6 0
Examen [65]; Co [277]; P7Alcalá[153]; P8Alcalá[155].
3 6 1
Co [261,342].
3 6 2
P6Alcalá[127-128].
292 JERÓNIMO NADAL, S.J.

363
t o m a m o s y u s a m o s la frecuencia d e los s a c r a m e n t o s : el d e la
penitencia, p a r a la mortificación; el d e la Eucaristía, p a r a el
ejercicio d e las virtudes; p o r q u e éstos fortifican el a l m a , d a n
fuerzas p a r a n o desfallecer, la habilitan p a r a el ejercicio d e las
v i r t u d e s y las a u m e n t a n . Y a este fin v a e n d e r e z a d a n u e s t r a
oración, p a r a g a n a r y c o n s e r v a r las virtudes, en las cuales he-
m o s d e a n d a r siempre.

[290] ¿ Q u é d i r e m o s d e la o r a c i ó n d e los santos? - D i g o que


h e m o s d e ser m u y d e v o t o s d e ellos. A los santos reverencia-
m o s y h o n r a m o s en la a d o r a c i ó n que llama la teología dulía; y
excelente dulía a n u e s t r a Señora, que se llama hiperdulía; que
es otra m a n e r a d e reverencia distinta e inferior d e la q u e d a -
m o s a Dios, que se llama latría. C o n v i e n e m u c h o tener a los
santos p o r a b o g a d o s e intercesores delante d e Dios n u e s t r o
Señor, p a r a ser socorridos en nuestras necesidades. H a c e Dios
n u e s t r o Señor, m u c h a s m e r c e d e s p o r m e d i o d e ellos, y en es-
to se clarifica su eterna b o n d a d . Y a c o n t e c e m u c h a s v e c e s es-
tar u n o seco en la o r a c i ó n y, c o n h a c e r o r a c i ó n a a l g ú n s a n t o ,
darle Dios n u e s t r o Señor devoción; y p o r esto c o n v i e n e que
t e n g a m o s c u i d a d o d e h a c e r siempre oración a los santos.

[291] P a r a entrar en la oración, ¿qué h a r é ? - S i tenéis m u c h a


práctica y ejercicio d e ella, Dios os g u i a r á y l u e g o hallaréis la
p u e r t a abierta. Y así decía n u e s t r o P a d r e Ignacio q u e en t o d o
364
hallaba o r a c i ó n .

[292] H a y otra m a n e r a c o m ú n p a r a entrar c o n recogimiento


en la oración. Os hallasteis v o s a y e r con devoción en u n a cosa,
c o n consuelo en ella; s i e m p r e q u e d a u n a reliquia d e aquello,
u n v o l v e r el a l m a a tratar c o n facilidad d e aquello d o n d e le
fue bien; y así, r e n o v a d a aquella m e m o r i a , c o m e n z a d p o r allí
y veréis c ó m o os a p r o v e c h a , a u n q u e queráis p a s a r a otra m e -
ditación. P o r q u e aquella oración m u e v e y atrae a recogimien-
to y despierta en el h o m b r e u n p o c o d e devoción, y p o r consi-
guiente le facilita p a r a tratar con atención y con gusto las otras
cosas.

[293]. También es b u e n principio d e o r a c i ó n c o m e n z a r p o r


los a c t o s d e las tres v i r t u d e s teologales, d e la fe, e s p e r a n z a y
caridad; humillar el entendimiento con los actos d e fe, y en es-

3 6 3
Examen [80]; Co [261,343,584].
3 6 4
P7España[163]; Anot.Examen[80-82]; P13Alcalá[239].
IV. PLÁTICAS EN ALCALÁ. 1 5 6 1 293

p e r a n z a , c o n o c i e n d o v u e s t r a indignidad, confiar en la g r a c i a
de Dios nuestro Señor y en los merecimientos de Cristo; c o n la
c a r i d a d , que sólo p o r a m o r de Dios y c o n deseo de a g r a d a r l e
m á s allí, no confiando en v u e s t r o entendimiento y habilidad,
sino c o n h u m i l d a d c o m o u n niño, c o n o c i e n d o que es g r a n
m e r c e d estar v o s allí delante d e Cristo n u e s t r o Señor; y c o n
g r a n reverencia m i r a d sus palabras y sus obras, a la llana, a lo
simple, a lo humilde; y c o n esto Dios os a y u d a r á y consolará.
Y si v o s queréis saber m u c h o y ser curioso, n o haréis n a d a ;
porque dios resiste a los soberbios, pero a los humildes da la gracia.
San Basilio enseña esta m a n e r a de oración, que es c o n o c e r
365
nuestras faltas e invocar a Dios p a r a el socorro de e l l a s .
[294] E s t a m b i é n b u e n a m a n e r a d e e s t a r en la o r a c i ó n estar
delante d e Dios c o m o u n e n f e r m o m u y d e s e o s o d e s a n a r d e -
lante del m é d i c o , d e quien tiene confianza que le h a d e d a r
la salud.
[295] E s también fácil m a n e r a de m e d i t a r la n u e s t r a , que se
a a a
trata en los ejercicios de la 2 , 3 y 4 s e m a n a , t o m a r un miste-
rio de la vida o de la pasión d e Cristo nuestro Señor e ir en él
por n u e s t r o discurso ordinario, discurriendo p o r estas cosas
sensibles; que se p u e d e h a c e r con facilidad, teniendo siempre
especial c u e n t a d e a y u d a r n o s de los actos de las virtudes: d e
la humildad, d e la e s p e r a n z a y c a r i d a d , y de las otras según la
subiecta m a t e r i a que se trata.

[296] C o n esto concluiré. A d v e r t i d u n a cosa que a y u d a m u -


c h o p a r a ir a la perfección y c a m i n a r adelante: Siempre h a c e d
cuenta que comenzáis de n u e v o a servir a Dios; que lo que ha-
béis h e c h o h a s t a allí n o es n a d a ; que quiero c o m e n z a r ahora:
ahora empiezo. Esta es m o c i ó n de Dios. Voy a la oración, a otro
ejercicio de los que tengo. L e tengo d e h a c e r c o m o si fuese
siempre novicio, c o m o si entonces c o m e n z a s e , c o m o si luego
hubiese de d a r cuenta de lo h e c h o a Dios nuestro Señor; p r o -
c u r a r d e tener esta atención a t o d a s las partes del día a todos
los ministerios en que entiendo. Esto es ir a la perfección, h a -
cer bien t o d a s las p a r t e s c o t i d i a n a m e n t e del día, y p r o c u r a r
otro día d e hacerlo mejor, c o n s i d e r a n d o en c a d a u n a la cuali-
d a d de ella, y p o n i e n d o de sí la d e v o c i ó n y atención que r e -
quiere. Y esto es h a c e r las obras c o m o religioso. Y, si v o s an-

365
Constit. monasticae, MG 31,1329-1333.
294 JERÓNIMO NADAL, S.J.

dais negligente en la obediencia y particulares ejercicios coti-


dianos, n o os maravilléis que os halléis seco en la oración. H a -
béis luego de p r o c u r a r de h a c e r t o d o lo que está a vuestro car-
g o c o n diligencia, c o m o debéis a religioso, a h o m b r e que está
p u e s t o en e s t a d o d e g a n a r la perfección; y de esta m a n e r a ,
c u m p l i e n d o vos con v u e s t r o estado, veréis c ó m o os lleva Dios
adelante.

[297] De otra m a n e r a , n o os maravilléis si u n o a n d a siempre


cojo, si n u n c a m e d r a en la v i r t u d , si s i e m p r e a n d a c a y e n d o y
l e v a n t a n d o . El c a m i n o d e la perfección entre m a n o s le trae-
m o s : h a c e d v u e s t r o s ministerios bien hechos. E s e es c a m i n o
d e la perfección; allí h a y el ejercicio de t o d a s las v i r t u d e s , en
v u e s t r o oficio, en la g u a r d a de las reglas de vuestro instituto;
p o r aquí se v a a la perfección. El Señor n o s d é su gracia p a r a
q u e la b u s q u e m o s y p r o c u r e m o s c o n t o d a s n u e s t r a s fuerzas
p a r a h o n r a y gloria suya. A m é n .
V

PLÁTICA EN ITALIA - 1562

Es la única plática del P. Nadal en italiano, fuera de la traduc-


ción de las tres primeras pláticas de Alcalá, si bien se trata sin duda
de los apuntes tomados por algún oyente o, mejor, algún tardío co-
nocedor de las pláticas. Se desconoce el lugar y el tiempo en que fue-
ron tomados. En el manuscrito no aparece, como en ocasiones simi-
lares, ninguna corrección o añadidura autógrafa de Nadal. No es
más que un resumen de algunos conceptos repetidos por Nadal en
sus pláticas. Aun cuando alude a la vida de Ignacio como funda-
mento de la Compañía, sólo dedica unas líneas a la visión de la Stor-
ta. La expresión "Smo. nostro Padre M. Ignacio" y algunas incon-
creciones en la exposición del voto de pobreza hacen difícil atribuir a
Nadal este escrito. A pesar de todo y con estas salvedades la publica
Monumenta.

MN, V, págs. 488-493.


29 PLÁTICA-Origen y progreso de la Compañía

Plática del R e v e r e n d o P a d r e M a e s t r o N a d a l , teólogo de


la C o m p a ñ í a d e Jesús, a los P a d r e s y H e r m a n o s de la m i s m a
Compañía

[1] G r a n d e g r a c i a d e Dios N u e s t r o Señor es ser h o m b r e y


h o m b r e cristiano; p e r o m u c h o m á s especial g r a c i a es ser reli-
gioso y religioso de la C o m p a ñ í a d e Jesús; p o r q u e la C o m p a -
ñía d e Jesús h a sido inspirada p o r Dios y p o r ello instituida
p o r m e d i o de n u e s t r o S m o . P a d r e M a e s t r o Ignacio y a d e m á s
a p r o b a d a p o r la Sede Apostólica, c o m o t o d a s las d e m á s Reli-
l
giones y tiene m u c h a s gracias e s p e c i a l e s .

L a C o m p a ñ í a tiene especiales g r a c i a s e inspiración de


Dios en la penitencia, oración, deseo de la salvación de las al-
m a s , estudios d e diversa índole, obediencia ciega, c o n a p r o -
b a c i ó n de la Sede A p o s t ó l i c a p a r a ser Religión e n diversas
p a r t e s y m i e m b r o s , novicios, escolares, coadjutores t e m p o r a -
les, coadjutores espirituales, profesos de tres v o t o s y profesos
de c u a t r o v o t o s , tal c o m o se p u e d e v e r e n el d e c u r s o de la vi-
d a de nuestro R e v e r e n d o P a d r e M a e s t r o Ignacio.

[2] El f u n d a m e n t o d e la C o m p a ñ í a es Jesucristo c o n la c r u z
p a r a la salvación d e las a l m a s , tal c o m o le fue m o s t r a d o a
nuestro bendito P a d r e , c u a n d o Dios P a d r e lo ponía c o n su hi-
2
jo J e s u c r i s t o . Y de aquí viene que la C o m p a ñ í a de Jesús se lla-
m e la m í n i m a C o m p a ñ í a d e Jesús p o r ser Jesucristo n u e s t r o
f u n d a m e n t o y capitán, al cual d e b e m o s imitar espiritualmen-
te, a fin de que en particular r e p r o d u z c a m o s la m a n s e d u m b r e
3
y la h u m i l d a d .

1
PlEspaña[l-7].
2
P2España [30]; P2Roma[23]; P4Coimbra[3]; P2Colonia[26].
3
P2España[30].
298 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[3] El fin d e la C o m p a ñ í a es b u s c a r en t o d o lo que es m a y o r


gloria d e Dios, y c o n ello n o solamente p r o c u r a r con la divina
gracia la salvación d e la p r o p i a a l m a , sino c o n la m i s m a p r o -
c u r a r intensamente la del prójimo c o n todos los m o d o s y m e -
4
dios posibles .

[4] El m o d o d e vivir d e la C o m p a ñ í a es c o m ú n en c u a n t o a
lo exterior, p a r a p o d e r satisfacer a su fin d e p r o c u r a r la salud
5
d e las a l m a s a m a y o r servicio d e D i o s .

N o tiene a l g u n a s penitencias o a u s t e r i d a d ordinaria p o r


obligación a u n q u e c a d a u n o las p u e d e t o m a r p o r sí m i s m o e n
d o s m a n e r a s , p a r a m á s a y u d a r s e en el espíritu, p e r o c o n a p r o -
bación del Superior, o bien c u a n d o el Superior las i m p o n e c o n
el m i s m o fin; d e m a n e r a que en t o d o esto se p r o c e d a c o n m á s
6
luz o m á s sea glorificado el S e ñ o r .

[5] Todos aquellos d e los que arriba h e m o s h a b l a d o son p a r -


tícipes d e t o d o s los bienes y g r a c i a s que se h a c e n p o r t o d a la
C o m p a ñ í a p o r cualquier persona.

L o s novicios n o h a c e n v o t o ; los profesos h a c e n v o t o so-


lemne; y t o d o s los otros h a c e n v o t o simple d e p o b r e z a , casti-
d a d y obediencia perpetua; el cual v o t o obliga absolutamente
a aquel que lo h a c e d e tal m a n e r a que p o r su parte n u n c a p u e -
d e dejarlo.

[6] El superior, c o n t o d o , p u e d e echar d e la C o m p a ñ í a tanto


al q u e es profeso c o m o al que tiene v o t o simple; y esto p o r
7
cuatro causas, que p r o c e d e n d e la m a l a voluntad del s u b d i t o .
L a p r i m e r a si j u z g a s e el superior que a l g u n o n o p o d r í a estar
en la C o m p a ñ í a sin ofensa d e Dios o del prójimo; y p o r lo tan-
to será despedido, si fuese contra la c a r i d a d c o n Dios o c o n el
prójimo.
a
L a 2 , si el superior j u z g a s e que a l g u n o n o p o d r í a seguir
en la C o m p a ñ í a si es contra el bien universal d e la C o m p a ñ í a
a
L a 3 si el m i s m o juzgase que a l g u n o n o p o d r í a seguir si
es con c o n d e n a c i ó n d e su propia a l m a .

4
Examen [3]; P2España[33-35J.
5
Examen [8]; P3España[47].
6
Examen [8]; P3España[48-52].
7
Co [210,212,216,217].
V . PLÁTICA EN ITALIA. 1 5 6 2 299

a
L a 4 si el m i s m o j u z g a s e que n o p o d r í a seguir si es c o n
m a l a edificación y ofensa del prójimo.

Si p o r alguna d e esta justas c a u s a s fuese despedido aquel


que tiene v o t o simple, q u e d a r í a libre; p e r o n o aquel que es
profeso. P e r o considere bien c a d a u n o los juicios d e Dios so-
bre aquellos que p o r su malicia h a n faltado.

[7] E n t r e los d e m á s d e la C o m p a ñ í a tienen los coadjutores


temporales la m á s segura y buena p a r t e p a r a alcanzar g r a n d e s
gracias d e nuestro Dios y Señor; p o r q u e c o n s e r v a n d o siempre
aquellas c o s a s y oficios m á s viles y h u m i l d e s p o r a m o r d e
Dios, están m u y bien dispuestos p a r a recibir a b u n d a n t e m e n -
te el influjo d e la g r a c i a d e Dios; d e m a n e r a que n o h a y nadie
que tenga el v e r d a d e r o espíritu d e la C o m p a ñ í a que n o desee
8
d e v e r d a d p a r a t o d a su vida servir a Dios en aquel e s t a d o .

[8] L a p o b r e z a d e los escolares y coadjutores consiste en es-


to, que h a b i e n d o u n o h e c h o este v o t o n o tiene c o s a p r o p i a ni
c o s a a l g u n a en el m u n d o ; s o l a m e n t e p u e d e tener el u s o d e
aquello, c o m o t o d o s los otros pobres, c u a n t o le b a s t a p a r a vi-
vir; y así está obligado en cualquier t i e m p o , c u a n d o el supe-
rior lo m a n d a s e , a distribuir p o r a m o r d e Dios t o d o s sus h a -
beres t e m p o r a l e s a los pobres. P e r o antes d e que realice d e
h e c h o t o d o esto, n o p u e d e n sus parientes u otras p e r s o n a s te-
9
n e r sucesión alguna en aquellos bienes que antes t e n í a .

[9] L a c a s t i d a d consiste en imitar la p u r e z a angélica e n la


1 0
m e n t e y el c u e r p o , d e m a n e r a que u n o v e n g a a p r i v a r s e d e
t o d o afecto e inclinación a las c o s a s carnales; y éste es el p r o -
v e c h o p o r el cual nos d e b e m o s esforzar c o n la gracia d e Dios.

[10] L a obediencia consiste en esto que u n o tenga p o r regla y


guía d e t o d a su v i d a y d e t o d a s sus o p e r a c i o n e s el m a n d a t o
d e su superior, h a c i e n d o con abnegación d e la v o l u n t a d y en-
tendimiento t o d o lo que e n cualquier c o s a sabe ser la volun-
tad del superior. Y esto p o d r á , si se ejercita frecuentemente en
v e r a nuestro Señor Jesucristo c u a n d o v e o piensa en su supe-
rior; y d e esta m a n e r a p o d r á llegar a la v e r d a d e r a obediencia
d e entendimiento, tan necesaria y exigida en la C o m p a ñ í a .

8
Examen [13]; P13Alcalá[250].
9
P13Coimbra[5-6\; P9Alcalá[188]; P10Alcalá[189].
1 0
Co[547].
300 JERÓNIMO NADAL, S.J.

1 1
[11] El c u a r t o v o t o que h a c e , quiere decir q u e a l g u n a v e z
h a r á la profesión c u a n d o p l a c e r á al superior; de m a n e r a que
sepa que siempre h a de a n d a r adelante a m a y o r perfección en
el m a y o r servicio d e Dios.

[12] C i n c o p u n t o s h a de g u a r d a r m u y diligentemente c a d a
u n o de la C o m p a ñ í a .
o
El I d a r g r a c i a s a Dios frecuentemente p o r haberlo lla-
m a d o a esta santa C o m p a ñ í a .
o
El 2 rogar a Dios frecuentemente p a r a que p u e d a enten-
der y gustar el v e r d a d e r o espíritu de la C o m p a ñ í a y en ella vi-
vir d i g n a m e n t e p o r su gracia hasta la m u e r t e .
o
El 3 esforzarse p o r sacar m u c h o p r o v e c h o y e n t e r a m e n t e
de la obediencia c o n la s u m a p u r i d a d posible.
o
El 4 p r o c u r a r siempre alguna d e v o c i ó n de cualquier c o -
sa, cumplir c o n su oficio alegremente y n o p r e o c u p a r s e si algo
le p r o d u c e melancolía o distracción.
o
El 5 y ú l t i m o a n d a r s i e m p r e a d e l a n t e en el servicio de
Dios bendito c o n s u a v i d a d y fortaleza de espíritu c o n t r a cual-
quier c o s a que a c o n t e z c a y m e d i a n t e la g r a c i a fortificarse
c o n t r a t o d a a d v e r s i d a d , d e la cual se digne h a c e r s e partícipe
en este m u n d o y en el o t r o p a r a la gloria s e m p i t e r n a d e los
b i e n a v e n t u r a d o s p o r los siglos d e los siglos. A m é n .

11
Examen [14]. Supone que es voto la promesa de entrar en la
Compañía.
VI

PLÁTICAS EN COLONIA - 1567


(original en latín)

a
Francisco de Borja, elegido General en la 2 Congregación Ge-
neral, el día 2 de julio de 1565, determinó que el P. Nadal prosiguie-
ra la Visita a las Provincias de Alemania que tenía en curso. Llegó a
Colonia el 24 de febrero de 1567 y allí permaneció hasta el 2 de abril
del mismo año, día en que partió hacia Tréveris. Así pues, fue du-
rante el mes de marzo que debió tener las tres pláticas que se han
conservado.

Al dar cuenta a Francisco de Borja del proceso de la Visita en


una larga carta en italiano del 1 de abril le dice: "En este Colegio de
Colonia se han hecho todas las cosas ordinarias, exámenes, confesio-
nes generales y pláticas... Este colegio, Padre, es muy útil y muy po-
bre, y tengo por cierto que Dios concurre con él y con el rector..."
[MN, III, pág. 427].

El texto es el resumen tomado por el entonces Maestro de novi-


cios P. Pedro Buseo (pariente de Pedro Canisio), según afirma el mis-
mo P. Nadal en el título de las mismas. No están distribuidas por
días sino en capítulos, según los temas tratados, y con subtítulos,
puestos por el redactor. A veces aparece el carácter esquemático de
los apuntes. Nadal revisó el texto y se aprecian muchas correcciones
y añadiduras de su propia mano sobre todo en lo que se refiere a la
o
vida de Ignacio, como se narra en el capítulo I .

Aun cuando el texto sea un compendio de lo que Nadal expli-


caba más largamente, es significativo el empeño en defender la pari-
dad de la Compañía con las demás órdenes religiosas ya existentes.
o
Prácticamente dedica todo el capítulo I aun breve aunque intere-
302 JERÓNIMO NADAL, S.J.

sante resumen de la vida de Ignacio como fuente y fundamento del


instituto de la Compañía. Puntos estos por lo demás que no faltan en
ninguna de las exhortaciones a las diversas comunidades visitadas
por Nadal.
o
En el capítulo 2 expone brevemente el fin de la Compañía y los
medios para alcanzarlo según se enumeran en la Fórmula del insti-
tuto: predicación, lecciones sacras, etc., sobre todo los Ejercicios. Y
o
en el 3 (que no nos ha llegado completo) trata de las ayudas en la ob-
tención delfín, es decir los votos de pobreza, castidad y obediencia.
A propósito de la gratuidad de los ministerios en la Compañía
son interesantes los ejemplos que aduce del P. Diego Laínez y del
P. Claudio Joyo. P3Colonia[39,40].

[MN,V,778-800]
o
30 CAPÍTULO I - El Instituto de la Compañía

[1] El inicio d e n u e s t r a C o m p a ñ í a es gracia, b o n d a d y volun-


tad d e Dios, que llamó al P. Ignacio, y p o r él a la C o m p a ñ í a .

[2] P e r o n o es u n instituto religioso n u e v o ni inusitado. P u e s


y a d e s d e el c o m i e n z o del m u n d o h u b o religiosos, y Dios lla-
1
m ó a l g u n o s d e t o d a e d a d p a r a vivir r e l i g i o s a m e n t e . A n t e s
del diluvio existió A d a m , Abel, E n ó s , E n o c h , N o é , había la n a -
ción d e los hijos d e Dios; y después h u b o A b r a h a m , Melchise-
2
dech, su familia, los i n i c i a d o s d e él, J a c o b , Isaac, Moisés, los
profetas, levitas, n a z a r e o s , recabitas, los hijos d e los profetas,
a los q u e J e r ó n i m o l l a m a b a monjes. Y c i e r t a m e n t e t o d o s ob-
s e r v a r o n aquella p a r t e del instituto religioso que requería la
calidad d e los tiempos y el e s t a d o d e vida. D e s p u é s vino Cris-
to que aconsejó el e s t a d o d e religión, y p r o m e t i ó q u e d a r í a
u n a gracia singular a los que le siguiesen d e esta m a n e r a . Así
pues, n u e s t r o instituto tiene p o r a u t o r a Cristo.

[3] L o q u e Dios h i z o c o n otros institutos también lo hizo


aquí: llama a u n o en p r i m e r lugar. P e r o a estos p r i m e r o s h o m -
bres los llama e n el m o m e n t o propicio y o p o r t u n o ; c o m o a
D o m i n g o y F r a n c i s c o c u a n d o había m u c h o s herejes. P u e s con-
tra los herejes albigenses p r e d i c ó Santo D o m i n g o d u r a n t e 12
a ñ o s antes d e que su O r d e n fuese a p r o b a d a . De la m i s m a m a -
nera en casi t o d a s las provincias pulularon otras herejías c o n -
tra las cuales la O r d e n d e San F r a n c i s c o y d e Santo D o m i n g o
lucharon egregiamente. Así también llamó a nuestro P a d r e Ig-
n a c i o casi el m i s m o a ñ o e n que L u t e r o dejó la cogulla y c o n -
trajo nefandas nupcias; a saber c u a n d o el m i s m o a ñ o 2 2 p u -

1
Nadal se esfuerza en encontrar en la Sagrada Escritura y en los Pa-
dres indicios de vida religiosa. Aquí repite lo dicho en P2Coimbra[12-15] y
PlAlcalá[13a-13c].
2
De ellos habla Dionisio Areopagita: De coelesti hierarquia c.9; MG
3,262.
304 JERÓNIMO NADAL, S.J.

3
blicó los pestilentísimos libros en su P a t m o s . D e d o n d e p o -
d e m o s entender que la C o m p a ñ í a fue peculiarmente llamada
p a r a a y u d a r a la Iglesia tanto en A l e m a n i a , c o m o en la India,
etc. E n el m i s m o a ñ o en que L u t e r o fue l l a m a d o p o r el diablo
4
lo fue el P a d r e Ignacio p o r D i o s .

[4] A h o r a t r a t e m o s de la m a n e r a c o m o fue l l a m a d o el P. Ig-


nacio. E n c u y a s acciones se contiene y e x p r e s a c o m o en sus
5
principios t o d a la v i d a de la C o m p a ñ í a . Era, pues, el P. Igna-
cio u n h o m b r e noble y militar, d o t a d o de virtud civil y moral.
E n lo que m e n o s p e n s a b a e r a e n la p i e d a d , m u c h o m e n o s e n
religión. Siendo a t a c a d a cierta fortaleza en E s p a ñ a y e s t a n d o
el P. Ignacio entre los p r i m e r o s defensores y l u c h a n d o c o n
g r a n ímpetu, le fue q u e b r a d a u n a pierna p o r u n a bala de c a -
ñ ó n y la otra q u e d ó g r a v í s i m a m e n t e herida. E s t a n d o en c a m a
c o n m u y g r a n d e peligro p o r estas heridas, sucedió que en la
vigilia d e los Santos P e d r o y Pablo los m é d i c o s dieron este
pronóstico: si n o se halla mejor a m e d i a noche, será de lamen-
tar; si se e n c u e n t r a mejor, sanará en breve. Se encontró mejor,
en breve se curó.

[5] P e r o él, impaciente p o r el ocio, pidió u n libro profano c o -


m o los que se suelen leer, p e r o n o se e n c o n t r ó n i n g u n o en la
casa. E n su lugar le presentaron dos, u n o la Vida d e Cristo del
Cartujano, y otro que se titula Flos Sanctorum, en d o n d e se n a -
rran las gestas de los santos, los dos en castellano, p u e s no sa-
bía latín. L e y e n d o estos libros e m p e z ó a ser a g i t a d o en su es-
píritu p o r v a r i o s p e n s a m i e n t o s , a veces su á n i m o se m o v í a a
seguir las v a n i d a d e s del m u n d o , a veces p e n s a b a en la estre-
cha vía d e la imitación d e Cristo y de los santos. E n t o n c e s le
venía el afecto: "¿Esto hizo Francisco? ¿ P o r qué n o y o ? " P e r o
la diferencia entre los dos p e n s a m i e n t o s era contraria: que el
p r i m e r p e n s a m i e n t o n o traía n a d a d e consolación, sino t o d o
lo c o n t r a r i o , etc.; el s e g u n d o m u c h a fuerza, alegría, consola-
ción. De ahí vino a d e d u c i r que éste era el espíritu del Señor y

3
La apostasía de Lutero tuvo lugar en 1521. Permaneció en el castillo
de Wartburg hasta el 1 de marzo de 1522 y casó con Catalina de Bora el 13
de jimio de 1525. San Ignacio pasó la vigilia ante la Virgen de Montserrat el
día 24 de mayo de 1522.
4
Esta antítesis la expone Nadal otras veces p.e. en: PlRoma[8];
P4Coimbra[10]; P3 Alcalá [78c].
5
Que la vida de Ignacio, como la de los demás fundadores, es como
una causa ejemplar del nuevo instituto, es un pensamiento frecuente en Nadal.
VI. PLÁTICAS EN COLONIA. 1 5 6 7 305

aquel del d e m o n i o y pensó: "Ésta es la llamada de Dios". Y és-


te fue el p r i m e r m o v i m i e n t o d e su a l m a hacia la religión: en la
v i d a imitar y seguir a Cristo y los Santos, y renunciar al m u n -
do. De la m i s m a p a r e c i d a m a n e r a n o s o t r o s s o m o s llevados a
la C o m p a ñ í a , p e n s a n d o las miserias del m u n d o , los peligros,
etc., la felicidad y el fruto, etc., que h a y en seguir a Cristo.

[6] Después p e n s ó que quería seguir en esta m a n e r a d e v i d a


lo que fuese mejor. L o m i s m o se o b s e r v a en t o d o s los P a d r e s
de la C o m p a ñ í a , a saber que s e g u i m o s p o r instituto lo mejor
e n la p o b r e z a , e n la obediencia, etc. E n tercer l u g a r e m p e z ó a
hacer lo que pensaba e r a lo mejor, lo que en aquel tiempo e r a
lo mejor. P e n s ó , p u e s , h a c e r penitencia, y aquella penitencia
p e n s a b a h a c e r que fuese severísima. P r i m e r o dejó sus vesti-
dos; c o n s a g r ó sus a r m a s a la Santísima Virgen d e Montserrat.
E n la n o c h e de la Anunciación hizo confesión general; o y ó mi-
sa, c o m u l g ó y se vistió de saco. A y u n ó luego a p a n y a g u a . El
d o m i n g o bebía u n p o c o de vino, si se lo daban. Se azotaba sie-
6
te v e c e s c a d a día; d a b a siete h o r a s a la oración; c o m u l g a b a
7
c a d a o c h o días; asistía a todos los oficios eclesiásticos .

[7] Siguió u n a doble tentación. P r i m e r o de e s c r ú p u l o s si al-


g u n a v e z había h e c h o b u e n a confesión, p o r los cuales casi e r a
llevado a la desesperación. Finalmente pensó que n o c o m e r í a
ni bebería hasta que le abandonasen; lo cual hizo desde la úl-
t i m a c o m u n i ó n h a s t a la s e m a n a siguiente p o r o c h o íntegros
días. A q u í lo del confesor, etc. L a otra tentación e r a aquel es-
pectro d e m o n í a c o ; la v o z que iba a vivir 6 0 años, etc. De don-
de deducía que e r a el d e m o n i o , el cual suele e m p e z a r bien con
consolación p e r o acaba en desobediencia, soberbia, etc. H a s t a
aquí la p r i m e r a s e m a n a de los Ejercicios que trata de h a c e r pe-
nitencia. Sigue a h o r a sobre la oración, c o n t e m p l a c i ó n , c o n s o -
lación, visiones que tuvo. Entendió todos los misterios de la fe
y casi los vio u n o p o r uno.

[8] A q u í de la capilla de San Pablo junto al río, en d o n d e fue


elevado sobre sí, d e m a n e r a que se le abrieron t o d o s los prin-
cipios de las cosas. E n el cual r a p t o p a r e c e que recibió el c o n o -
cimiento d e toda la C o m p a ñ í a , p u e s solía decir: "Yo m e refie-
ro a M a n r e s a " c u a n d o se le p r e g u n t a b a p o r qué establecía esto

6
En otros lugares Nadal dice: "tres veces" o "cinco veces".
7
Así lo dice también en P2Alcalá [40].
306 JERÓNIMO NADAL, S.J.

o aquello. Y decía que aquel d o n sobresalía p o r e n c i m a d e to-


8
d o s los d o n e s que había r e c i b i d o .

[9] H a s t a aquí se m a n t u v o c o m o en la p r u e b a d e los Ejerci-


cios, y p r e c i s a m e n t e en aquel t i e m p o escribió los Ejercicios.
A h o r a seguía el peregrinar, servir en los hospitales, enseñar la
doctrina cristiana; y c i e r t a m e n t e enseñó la d o c t r i n a cristiana
d e s p u é s d e la ilustración. P e r e g r i n ó a Jerusalén; vivió en los
hospitales y sirvió en ellos. Vuelto d e Jerusalén, p u e s t o que n o
le fue p e r m i t i d o p e r m a n e c e r allí, se d e d i c ó a los estudios.
P u e s c o m p r e n d i ó que a u n q u e u n o fuese ilustrado c o n g r a n -
des dones, n o sería d e utilidad si n o tenía doctrina adquirida
y c o m ú n en la Iglesia y a u t o r i d a d p a r a enseñar, ni sería recibi-
d a la doctrina del tal. F u e a Barcelona, en la E s p a ñ a citerior, en
d o n d e estudió G r a m á t i c a p o r d o s a ñ o s , l u e g o a Alcalá. Allí
fue e c h a d o a la cárcel. De aquí fue a S a l a m a n c a , y también allí
fue e c h a d o a la cárcel. P e r o s i e m p r e fue a p r o b a d a su v i d a y
doctrina. Así suele ser t e n t a d o p r i m e r o el que viene a la C o m -
pañía. F u e a París a t e r m i n a r sus estudios, a los cuales dedicó
9
o c h o a ñ o s , en los cuales conquistó n u e v e c o m p a ñ e r o s m e -
10
diante los E j e r c i c i o s . De aquí p r i m e r o a Venecia, y t o d o s des-
p u é s a R o m a . Sobre las tres dificultades que sufrió en los es-
11
tudios y c ó m o las s u p e r ó , e t c . .
12
[10] A l g u n a v e z h e dicho que d e s e a b a tres c o s a s : p r i m e r o
que la C o m p a ñ í a fuese a p r o b a d a ; s e g u n d o que fuesen a p r o -
b a d o s los Ejercicios p o r la Sede Apostólica; tercero, que se p u -
blicasen las Constituciones. Luis González escribió las p e r s e -
cuciones que p a d e c i ó , n a r r a d a s p o r su p r o p i a b o c a , al ser
m o v i d o p o r el P. N a d a l , p a r a que, c o m o San F r a n c i s c o , t a m -
bién él dejase algo a los s u y o s c o m o testamento. A s í p u e s , p a -
deció n o sólo en E s p a ñ a sino también en París, Venecia, R o m a .
E n las cuales persecuciones quedó m á s clara la inocencia d e la
C o m p a ñ í a . A q u í sobre la f ó r m u l a del instituto ofrecida p o r
Contarini. También sobre la respuesta del Pontífice: "El Espí-

8
Con frecuencia alude Nadal a esta inspiración. En los Scholia pág.
134-135 especifica "como si allí hubiese recibido del Señor todas las cosas,
como en cierto espíritu arquitectónico de sabiduría".
9
Incompletos, del 2 de febrero de 1528 hasta finales de marzo de 1535.
1 0
PlEspaña[14]; PlRoma[15]; P3Coimbra[22]; P6Austria[38]. Broet, Ja-
yo y Coduri se añadieron al primer grupo después de la partida de Ignacio.
11
PlEspaña[15]; P2Alcalá[47-48].
1 2
P2Alcalá[34]; P4Alcalá[104]; P6Austria[36].
VI. PLÁTICAS EN COLONIA. 1567 307

13
ritu d e Dios está a q u í " . L o m i s m o a p a r e c e d e sus d o c u m e n -
tos y d e Julio III. H a s t a aquí sobre la p r o b a c i ó n del P a d r e .

[11] A h o r a sobre la aprobación del instituto. L a p r i m e r a


aprobación del instituto fue que, p o r m a n d a t o del Pontífice, el
P. Ignacio e n t r e g ó la fórmula del instituto a u n C a r d e n a l ene-
m i g o de la pluralidad de religiones. A q u í sobre las 3.000 misas;
14
el c a m b i o d e p a r e c e r del C a r d e n a l . S e g u n d a aprobación que
no podían ser admitidos m á s que 60. Así se aprobaba d e s d e el
1 5
a ñ o 4 0 hasta el a ñ o 4 3 . Tercera hasta el a ñ o 5 0 p o r q u e todavía
16
no teníamos C o a d j u t o r e s . L a plena aprobación fue h e c h a p o r
1 7
Julio III el a ñ o 5 0 . P o r último en el Concilio T r i d e n t i n o . 18

o
31 CAPÍTULO 2 - El fin y los medios

1. Delfín

[12] B r e v e m e n t e : la C o m p a ñ í a h a sido f u n d a d a p a r a la sal-


v a c i ó n d e las a l m a s . E s t o se d e d u c e en p r i m e r l u g a r d e las
19 o
confirmaciones o d o c u m e n t o s ; 2 del p r i m e r capítulo del
o
E x a m e n ; 3 d e las Constituciones.

[13] El m á s perfecto fin es que lo dirijamos t o d o a la m a y o r


gloria d e Dios. E s t o está p a t e n t e e n t o d a s las Constituciones.
O t r o s lo h a c e n t o d o a gloria d e Dios, p e r o n o s o t r o s a la m a -
20
y o r . Y esto es c o m o u n a llama.

[14] E n s e g u n d o lugar, que a y u d e m o s al prójimo, tal c o m o


sea, c o m o infieles, herejes, cismáticos, cristianos, c o m o queda

13
P2España[27]; P2Coimbra[32]; PlAlcalá[19].
14
P2España[28].
15
Según la numeración antigua de aquel tiempo. La Bula de Paulo III
Iniunctum nobis fue expedida el 14 de marzo de 1544.
16
Por el Breve Exponi nobis del 5 de junio de 1546.
17
Bula Exposcit debitum del 21 de julio 1550.
18
El 3 de diciembre de 1563. Ver el texto en P l Alcalá [24]. También se
menciona en P6Austria [5].
19
Bulas: Regimini militantis; Exposcit debitum.
20
P7España[156], P3Alcalá[67-74].
308 JERÓNIMO NADAL, S.J.

o o
claro en las Bulas. 2 para la propagación de la fe; 3 que ayude-
m o s a los fieles. Pues no ha sido establecida la C o m p a ñ í a p a r a
utilidad d e los nuestros, sino m á s bien de los demás; de lo con-
trario no habría sido instituida. Pues bastaban las otras religio-
nes para p r o m o v e r la propia perfección. P o r lo cual se dice en el
2 1
primer capítulo del E x a m e n : el fin es no solamente atender a
la salvación y perfección de las ánimas propias con la gracia di-
vina, sino con la m i s m a intensamente ocuparse en la salvación
y perfección de las de los prójimos. E n d o n d e p o r prójimos en-
tendemos todos los que pueden alcanzar la salvación. P o r per-
fección entendemos: cualquier cosa que v a m á s allá del precep-
to y de cualquier obligación. A q u í de la peculiar gracia de la
C o m p a ñ í a , c o m o las d e m á s religiones tienen la suya.

2. D e los m e d i o s

[15] L o s m e d i o s c o n los que a y u d a m o s a los prójimos son


m u c h í s i m o s . Todos los ministerios de los simples sacerdotes
son nuestros; y n o s pertenecen n o p o r privilegio, sino p o r ins-
2 2
tituto y gracia d e la C o m p a ñ í a , q u e se dio en p r i m e r l u g a r
en el P a d r e Ignacio. Y fueron ofrecidos al S u m o Pontífice to-
d o s ellos p o r el P. Ignacio y los p r i m e r o s c o m p a ñ e r o s .

[16] N u e s t r o s m e d i o s n o son t o d o s los ministerios de los


obispos, p u e s n o p o d e m o s a d m i n i s t r a r el s a c r a m e n t o del o r -
d e n y de la confirmación, igualmente n o t e n e m o s la jurisdic-
ción c o m o ellos.

[17] P e r o los mejores oficios son nuestros, c o m o p r e d i c a r la


palabra de Dios; lo cual es no solamente e x p o n e r la palabra de
Dios, sino también m o v e r los afectos d e los oyentes, y a la v e z
23
se aterroricen los pertinaces y o b s t i n a d o s . P r e d i c a d o r de la
C o m p a ñ í a se dice aquel que en p r i m e r l u g a r se m u e v e él y
luego m u e v e a los otros. Debe d e d i c a r s e a la oración, al espí-
ritu, etc. c o m o los Santos Padres.

[18] Segundo, las lecciones sacras, que n o requieren aquella


profundidad, sino que basta con que se expongan con sencillez.

2 1
Examen [3].
2 2
Lo repite con énfasis en P6Austria[3].
2 3
VerP6Austria[9-18].
VI. PLÁTICAS EN COLONIA. 1567 309

C o m o son los que n o tienen el don de la predicación. Y hasta a


veces c o n m u e v e n si hablan claramente. C o n este ministerio se
relacionan las lecciones profanas. Pues al principio n o había co-
legios en los que se enseñasen cosas profanas. P u e s primero, en
24
el año 4 8 , el primer colegio se hizo en Mesina, Sicilia . L a s co-
sas profanas se ordenan a las sagradas. Pero la mente del P. Ig-
nacio era que con esa ocasión se instruyesen los estudiantes en
las buenas costumbres. De m o d o que se tratan las cosas profa-
nas c o m o por casualidad y en cuanto se refieren a la piedad.

[19] Tercero, cualquier ministerio de la palabra de Dios. C o -


m o es en p r i m e r lugar el coloquio espiritual y el trato espiri-
tual. E n lo cual fue excelente el P. Fabro, también p o r testimo-
25
nio del m i s m o P. I g n a c i o . C o m o p r e d i c a d o r p r e d i c a a la
multitud y siembra, y r e c o g e n los confesores y los que tratan
c o n la gente. H a y que o b s e r v a r dos cosas en las c o n v e r s a c i o -
nes. E n p r i m e r l u g a r c o n o c e r el ingenio de aquel c o n el cual
tratas p a r a p o d e r t e insinuar tanto m á s fácilmente en su áni-
m o , que n o le seas p e s a d o o molesto. E n s e g u n d o l u gar n o
e m p e z a r e n s e g u i d a c o n las c o s a s espirituales; sino que h a y
que e m p e z a r p o r lo t u y o y d e él y v o l v e r a lo tuyo, decía el
P. Ignacio. Así, hablando con u n militar sobre la g u e r r a y p o c o
a p o c o , t o m a n d o ocasión de aquello que n a r r a , hablar de la
m u e r t e . El m i s m o juicio vale h a b l a n d o d e m e r c a n c í a c o n los
m e r c a d e r e s , de agricultura con los aldeanos, etc. El P. Ignacio
c u a n d o era invitado a la m e s a , p r i m e r o escuchaba, y d e s p u é s
a p r o v e c h a b a la ocasión. E n tercer lugar, si ves que n o a p r o v e -
chas n a d a c o n él, hablas de la m u e r t e , del juicio, etc. p a r a que,
o bien se convierta o bien y a no v u e l v a m á s . L o m i s m o a c o n -
sejaba el P. Ignacio a los novicios p a r a que se c o m p o r t a s e n de
esta m a n e r a c o n los a m i g o s que les interpelasen. Si t a n t o tra-
bajo se t o m a n los m e r c a d e r e s en a c u m u l a r dinero, ¿ n o v a m o s
nosotros a p o n e r t o d a nuestra industria en e n c o n t r a r razones
p a r a la salvación de las a l m a s ?

[20] El s e g u n d o ministerio d e la p a l a b r a de Dios es asistir a


los m o r i b u n d o s , lo cual es preclaro y fructuoso. L o tercero oír
confesiones y a b l a n d a r el c o r a z ó n del p e c a d o r y m o v e r l o p o r
la p a l a b r a de Dios. Y n o es difícil conseguir la eficacia de la

2 4
Fundado por Nadal en mayo de 1548, aunque dos años antes el cole-
gio de Gandía ya empezó el curso de Artes para nuestros escolares y externos.
2 5
Como también recuerda en P4Coimbra[17]; P6Austria[24-25].
310 JERÓNIMO NADAL, S.J.

palabra d e Dios en oír confesiones, pues t o d o lo que allí se h a -


ce tiene la fuerza del s a c r a m e n t o . E n c u a r t o l u g a r d i s p u t a r o
escribir c o n t r a los herejes. A este fin se envían m u c h a s v e c e s
2 6
los nuestros c o n los L e g a d o s , se publican tesis y libros.

[21] Quinto, d a r Ejercicios espirituales, esto es, e n s e ñ a r a la


gente a orar, c o m o p e d í a n los Apóstoles: "Señor, enséñanos a
orar". P e r o aquellos d e c i m o s Ejercicios que hizo el P. Igna-
1 7 28
cio , y están confirmados p o r la Sede A p o s t ó l i c a , los Inqui-
29
s i d o r e s , etc. L o cual es u n g r a n privilegio y escaso en la Igle-
sia. L a Iglesia a p r u e b a las oraciones que se h a c e n en la Iglesia;
así éstas. De los Ejercicios decía el P. Ignacio que n o había m e -
30 31
dio m á s e f i c a z . P u e s p o r ellos llamó a sus c o m p a ñ e r o s . E n
R o m a p o r los Ejercicios la C o m p a ñ í a se hizo a m i g o s obispos y
cardenales. M u c h o s otros P a d r e s fueron conquistados. T a m -
bién t o d o el á n i m o es t r a n s f o r m a d o en los Ejercicios h a s t a el
p u n t o d e que m u c h a s v e c e s la gente n o p u e d e a d m i r a r b a s -
tante la súbita m u t a c i ó n p r o d u c i d a en las p e r s o n a s . Tienen
aquella eficacia p o r q u e enseñan el m o d o d e p r e p a r a r s e a reci-
32
bir la p a l a b r a d e Dios y el E v a n g e l i o : " H a c e d penitencia,
p u e s se acerca el Reino d e Dios".

[22] Sexto, e n s e ñ a r la d o c t r i n a cristiana; p u e s t o d o lo h a c e -


m o s directamente c o n t r a los luteranos: p u e s así c o m o ellos tan
diligentemente inculcan la d o c t r i n a diabólica, así n o s o t r o s la
cristiana. E n tanto es a p r e c i a d o en la C o m p a ñ í a este ministe-
rio que se h a c e v o t o solemne; n o que se trate de u n c u a r t o v o -
to, sino p a r a que n o se m e n o s p r e c i e . E n E s p a ñ a se c o n v o c a a
los niños c o n la campanilla, también en la India, y se h a c e m u -
c h o fruto.

[23] Séptimo, la a d m i n i s t r a c i ó n d e los s a c r a m e n t o s , d e d o s


en especial. P u e s p o d r í a m o s a d m i n i s t r a r los otros tres, p e r o
n o lo h a c e m o s , p o r q u e preferimos c o n s e r v a r y a y u d a r la je-

2 6
El mismo Nadal lo había sido. Ver 3Alcalá [78].
2 7
PlEspaña[13].
2 8
Breve Pastoralis offiái de Paulo III. P2Alcalá[34]; P4Alcalá[104];
P6Austria[36].
2 9
PlEspaña[16].
3 0
Conocida es la frase de Ignacio al P. Manuel Miona, su antiguo
confesor, en carta del 16 de noviembre de 1536. MI,Epist. I, págs. 111-113.
31
Vern°[9].
3 2
P7España[141-143,148,153,154]; P6Austria[38-39].
V I . PLÁTICAS EN COLONIA. 1 5 6 7 311

rarquía eclesiástica q u e p o n e r l e i m p e d i m e n t o s . P u e s éste es


oficio del p á r r o c o , p a r a q u e sepa c u á n d o los suyos se h a n h e -
c h o cristianos, c u á n d o salen del m u n d o , y c u á n d o c o n t r a e n
m a t r i m o n i o . 2° n o h a y tanta necesidad p u e s fácilmente se en-
c u e n t r a n ministros p a r a esos s a c r a m e n t o s . Estos d o s pertene-
cen al fuero interno. P e r o c a d a a ñ o deben c o m u l g a r u n a v e z
en la parroquia p o r P a s c u a y al final d e la vida. E n necesidad
e x t r e m a p o d e m o s a d m i n i s t r a r t o d o s los s a c r a m e n t o s . Igual-
m e n t e aquellos d o s s a c r a m e n t o s pertenecen principalmente al
fin d e la C o m p a ñ í a : p r o c u r a r la salvación del prójimo p o r la
confesión, la perfección p o r la comunión. P o r t o d o ello q u e d a
patente c u a n apostólicos sean los ministerios d e la C o m p a ñ í a .

Por último, las obras d e misericordia, la visita d e las cár-


celes y d e los hospitales.

[24] P a r a cumplir con estos m e d i o s y conseguir el amplísimo


fin d e la C o m p a ñ í a dio Dios u n g r a n d e auxilio y s u gracia,
c o n la cual d e b e m o s c o o p e r a r c o n s u a v i d a d .

3. L a s m e d i t a c i o n e s m a n i f e s t a t i v a s d e l fin

[25] H a y d o s ejercicios principales: u n o el del R e y temporal,


otro el de las Banderas; en los cuales dos ejercicios compendió el
33
P. Ignacio tanto la vocación c o m o la ejecución de la v o c a c i ó n .

[26] El p r i m e r o p u e d e entenderse d e m a n e r a parecida: si u n


r e y c o n v o c a t o d o s los subditos a la g u e r r a , y los subditos
a p o r t a n su trabajo, a los cuales les p r o m e t e la r e c o m p e n s a
después d e la victoria. A s í Cristo hizo la g u e r r a c o n s u m u e r -
te contra el d e m o n i o , al cual venció j u n t a m e n t e con el p e c a d o .
A h o r a prosigue p o r m e d i o d e la Iglesia las reliquias d e a q u e -
lla g u e r r a , p a r a la c u a l n o s h a l l a m a d o . P e r o n o s o t r o s ofreci-
m o s n o sólo q u e q u e r í a m o s l u c h a r a favor n u e s t r o , sino t a m -
bién p e r m a n e c e r en el frente, seguirle, h a c e r t o d o lo q u e
p u d i é r a m o s . Y esto se contiene en nuestros votos. También
tienen este deseo los q u e todavía n o h a n h e c h o v o t o . También
ésta es n u e s t r a vocación. P u e s s o m o s l l a m a d o s a la g u e r r a
34
c o n t r a t o d o lo q u e es c o n t r a r i o a D i o s . A este Jefe d e b e m o s

3 3
P3Alcalá[61].
3 4
P3Alcalá[54-58].
312 JERÓNIMO NADAL, S.J.

tener s i e m p r e ante los ojos, es decir Cristo. E s t o es lo que le


fue m o s t r a d o al P. Ignacio, c u a n d o iba a R o m a . P u e s v i o que
Dios le ponía al servicio d e Cristo llevando la c r u z y diciendo:
3 S
"Yo estaré c o n vosotros", e t c . E s t a es n u e s t r a v o c a c i ó n que
s i r v a m o s a Cristo llevando la c r u z , n o en sí sino en la Iglesia;
p u e s las pasiones y persecuciones d e la Iglesia se las atribuye
Cristo a sí m i s m o .

[27] S e g u n d o , las Banderas. H a c e m o s la g u e r r a , h a y que h a -


cer incursiones c o n t r a el e n e m i g o , etc. C o n s i d e r a r e m o s el de-
m o n i o que, p o r permisión d e Dios, defiende a los m a l o s y h a -
ce también la g u e r r a ; el cual t a m b i é n c o n v o c a a d e m o n i o s y
envía a diversas p a r t e s del orbe p a r a que se o p o n g a n a Dios y
p r o m u e v a n el p e c a d o . Su b a n d e r a está situada en Babilonia,
esto es, en el error infinito, confusión y h a s t a en el infierno. L a
b a n d e r a d e Cristo está en Jerusalén, esto es, e n la visión d e
p a z , en el cielo, en la gloria eterna, en la infinita potencia. Dia-
r i a m e n t e h e m o s d e c o r r e r hacia la b a n d e r a d e Cristo; lo cual
se h a c e c u a n d o o b e d e c e m o s y d e El recibimos el p r e m i o , y así
36
obedeciendo p r o c u r a m o s n u e s t r o f i n .

[28] El r e s u m e n de nuestra v o c a c i ó n se c o m p r e n d e en la ora-


ción dominical. P u e s p r i m e r o , es p r o p i o d e n u e s t r a v o c a c i ó n
dejarlo t o d o , lo cual significamos c u a n d o decimos: " P a d r e
nuestro que estás en los cielos". L u e g o m í o , n o h a y n a d a aquí.
2. H o n o r d e Dios. De d o n d e "Santificado sea tu nombre": p a -
ra que t o d o se h a g a a m a y o r gloria d e Dios y d e su n o m b r e .
3. "Venga a nosotros t u reino": que Dios reine en nosotros y en
los prójimos. E n d o n d e se significa la p r i m e r a p a r t e d e n u e s -
tro fin p u e s t o que d e b e m o s o c u p a r n o s en la salvación y santi-
ficación p r o p i a y del prójimo. 4. " H á g a s e tu v o l u n t a d , etc.":
p e d i m o s o b e d e c e r p e r f e c t a m e n t e a Dios; t a m b i é n q u e se h a -
g a n eficaces todos los m e d i o s que nos h a n sido atribuidos p a -
ra el fin. 5. "El p a n nuestro, etc." en d o n d e c o n f i r m a m o s nues-
tra p o b r e z a . También, p e d i m o s el fruto del sacrificio y del
s a c r a m e n t o , que sea eficaz en nosotros y p o r n u e s t r o ministe-
rio en los otros. 6. " Y p e r d ó n a n o s , etc." p e d i m o s lo q u e dia-
r i a m e n t e h a c e m o s , es a saber que e x a m i n e m o s n u e s t r a c o n -
ciencia y sea eficaz el s a c r a m e n t o d e la penitencia en nosotros

3 5
La conocida visión de la Storta, frecuentemente citada por Nadal:
P2España[30]; Anot.Examen[7-9]; P2Roma[23]; P4Coimbra[3].
3 6
P3Alcalá[61-66].
V I . PLÁTICAS EN COLONIA. 1 5 6 7 313

y en los otros. 7. "Y n o nos dejes, etc." q u e d e s a p a r e z c a en n o -


sotros toda m a l a pasión. También, ser libres de las tentaciones,
principalmente c o n t r a la castidad. 8. "Mas líbranos del mal":
p e d i m o s ser librados del demonio. También, que aquello que
n o s p e r t u r b a n o i m p i d a el servicio de Dios, etc. "Amén", es
decir: de v e r d a d . Todos los santos oran: A m e n , y confirman, si
o r a m o s bien.

o
32 CAPÍTULO 3 - Causas que ayudan a obtener
el fin

1. L o s v o t o s q u e a y u d a n p a r a el fin

[29] El e s t a d o d e religión consiste en los v o t o s . P u e s n o es


nuestro fin la castidad, la pobreza y la obediencia, sino la cari-
d a d y su perfección, o la m a y o r gloria de Dios y la c a r i d a d con
el prójimo. L a pobreza, etc. son medios. Son cosas distintas: el
v o t o (que es una obligación) y las virtudes. Estas virtudes sir-
v e n p a r a alcanzar la perfección; los v o t o s se refieren a las vir-
tudes. Así pues, e n p r i m e r lugar hablemos de las virtudes.

[30] Aquellas virtudes pretenden conseguir la perfección con


la autoridad de Cristo que las aconsejó. A y u d a n a a m a r a Dios
con t o d o el c o r a z ó n , con toda el alma, etc. perfectamente. Pues
es preciso ser libre de aquello que impide y aparta tu alma de
m a n e r a que tengas libertad de espíritu. E impiden la solicitud
de este siglo, las riquezas, los parientes, los honores, los afec-
tos h u m a n o s . C o n el consejo d e Cristo y su gracia p u e d e s re-
c h a z a r t o d o esto. U s a , pues, la pobreza que él aconsejó. ¿Impi-
de la turbulencia de la carne? Pide consejo a Cristo; a b r a z a la
castidad p o r su consejo. ¿Impide el sentido de la p r o p i e d a d y
la libertad de la propia voluntad? Entrégate a la obediencia. Ya
n a d a te impide. Estás libre del m u n d o de la carne y del impe-
dimento de ti m i s m o .

[31] C o n d u c e n t a m b i é n los v o t o s a la perfección y a la con-


firmación del estado religioso, esto es, a aquel estado en el que
u n o profesa tender a la perfección. Estas tres virtudes son h u -
314 JERÓNIMO NADAL, S.J.

m a n a s ; el objeto es también h u m a n o . Si q u e r e m o s perfeccio-


narlas a ñ a d a m o s aquello que las p r o m u e v a a u n e s t a d o m á s
excelente, a ñ a d a m o s los v o t o s y el a c t o de religión. P u e s p o r
los v o t o s h a c e m o s que aquellos que, antes n o lo eran, sean a c -
tos de religión y se refieran a Dios. Cierto: Sócrates fue pobre
p o r q u e dejó t o d o lo que tenía y esperaba; p e r o n o t u v o la vir-
t u d de la perfección p o r q u e t o d a v í a le q u e d a b a algo, a saber,
el p o d e r tener. N o dejó esa facultad. P o r el v o t o se logra que
dejemos la facultad. E s , pues, imperfecta la p o b r e z a sin este
añadido. L o m i s m o vale de la castidad y la obediencia, porque
a d e m á s del acto se deja también la facultad.

[32] D e c i m o s q u e los A p ó s t o l e s fueron c o n f i r m a d o s en el


bien p a r a n o pecar, esto es que el Señor n o tenía que concurrir
en el a c t o del p e c a d o . P o r los v o t o s n o c o n s e g u i m o s esta con-
firmación, p o r q u e t o d a v í a p o d e m o s pecar, p e r o p o r cierta si-
militud y e s p e r a n z a p a r e c e que a c c e d e m o s a esa confirma-
ción. C u a n d o h a g o v o t o , m e obligo a esta g r a c i a y v o c a c i ó n ,
d e m a n e r a q u e de n i n g u n a m a n e r a quiera a b a n d o n a r l a p o r
a m o r de Dios. ¿ P o r v e n t u r a m e dejará la g r a c i a ? Aquella vir-
tud y a m e d a á n i m o p a r a p o d e r perseverar. Así p u e s , m e ato
p a r a q u e n o m e deje aquella gracia. Esta ligazón a aquella
gracia h a c e que m u y frecuentemente u n o y a n o p e q u e m á s
mortalmente.

[33] L a utilidad de los v o t o s se entiende de esta m a n e r a .


P e n s e m o s u n h o m b r e m a l o que de tal m a n e r a se h a ligado c o n
los vicios y concupiscencias que le p a r e c e que n o p u e d e dejar
de pecar. E s t e está a b a n d o n a d o p o r Dios. Así p o r el contrario
quien de tal forma quiere estar unido con Dios que le d a todo;
a éste n a d a le p a r e c e ser difícil, n a d a que n o sea fácil en el ser-
vicio d e Dios. C u a n d o o b e d e c e m o s , s o m o s castos, etc., n u e s -
tra m e n t e se eleva p o r encima de nosotros. L o s que n o tienen
votos, a esto deben aspirar a tener este propósito.

[34] L a r a z ó n de las virtudes es triple c o m o es triple el estado


en la Iglesia: de los laicos, clérigos, religiosos. Todos esos esta-
d o s deben ejercitar las virtudes, p e r o se requiere u n a m á s es-
tricta observancia en u n o que en otro. L o s religiosos usan las
virtudes m á s c l a r a m e n t e porque p o r su v o c a c i ó n y propósito
deben llegar a la perfección, principalmente en la C o m p a ñ í a .
E n otras religiones h a y otras y otras particulares virtudes. N o -
sotros tenemos la obediencia; también ellos, pero no sé qué tie-
VI. PLÁTICAS EN COLONIA. 1567 315

n e d e particular la obediencia d e la C o m p a ñ í a p o r la gracia


37
singular d e la vocación, el fin peculiar, la institución p e c u l i a r .

2. P o b r e z a

[35] El P. Ignacio n o solamente la alabó en las Constituciones


3 8
sino que la defendió y s i e m p r e la p r o p u g n ó . C r i s t o a c o n s e -
jó dejarlo t o d o , etc. en espíritu. " B i e n a v e n t u r a d o s los p o b r e s
d e espíritu", es decir, d e Cristo que dijo "Ve, v é n d e l o todo".
De tal m o d o la alaba que substituye el reino d e los cielos, el te-
nerlo t o d o p o r el n o tener n a d a . P u e d e y quiere y p r o m e t e ; p a -
r a q u e e n t e n d a m o s q u e estas c o s a s son n a d a . Q u i e r e que vi-
v a m o s en los cielos c o m o ángeles. "He aquí q u e lo h e m o s
dejado t o d o " dicen ellos p o r q u e h a n dejado el á n i m o d e te-
nerlo todo.
39
[36] El P. Ignacio llama a la pobreza m a d r e d e los r e l i g i o s o s
p o r q u e e n g e n d r a la religión. P o r ello el B. Dionisio A r e o p a g i -
40
ta r e c o m e n d a b a tanto la r e n u n c i a . De ahí, a saber, el a u m e n -
to d e la continua perfección. También la llama defensa y p r o -
41
tección d e la religión . P o r ello, dice, h a y que p r o c u r a r que n o
se debilite p o r las relajaciones o interpretaciones. P o r ello qui-
so que se hiciera v o t o d e n o consentir en la relajación d e la p o -
breza, si n o es p a r a hacerla m á s estricta. Es m á s , que fuese pe-
c a d o m o r t a l si alguien quisiese tratar d e este a s u n t o en la
c o n g r e g a c i ó n general, p o r q u e es c o n t r a el voto. A d e m á s que-
d a c e r r a d a la p u e r t a a la ambición. P u e s h a c e n v o t o d e que n o
recibirán d i g n i d a d a n o ser que sean obligados bajo p e n a d e
4 2
p e c a d o m o r t a l . También q u e n o o b r a r á n p a r a ser p r o m o v i -
d o s a algún g r a d o en la C o m p a ñ í a . Esta es la p o b r e z a interna,
es decir la h u m i l d a d . U n a y otra p o b r e z a está protegida en la
Compañía.

[37] L a pobreza de la C o m p a ñ í a es la m i s m a en todos en cuan-


to al ejercicio; y consiste en esto que todos tengan el m i s m o uso

PlRoma[4]. Ver la carta de la obediencia.


Co [285,287,553,816]; Examen [53,54].
Co [287].
De eclesiástica hierar. MG 3,533; P9Coimbra[l]; P7Alcalá[141].
Co [816].
Co [817].
316 JERÓNIMO NADAL, S.J.

de la pobreza: c o m o u n o d u e r m e , así el otro; a n o ser p o r nece-


sidad que es juzgada en la C o m p a ñ í a p o r el superior. Diversa es
43
entretanto la obligación en las diversas clases d e la C o m p a ñ í a .

[38] Mira la perfección d e nuestra pobreza. L o s que adminis-


tran cosas espirituales p u e d e n t o m a r t e m p o r a l i d a d e s d e tres
m a n e r a s . Primero, p o r r a z ó n de lo espiritual y esto es simonía.
Segundo, honestamente p a r a vivir del altar y esto sin contrato
y ninguna especie d e simonía. Así se deben al p á r r o c o las tem-
poralidades. Él administra gratis, y al m i s m o tiempo los subdi-
tos están obligados a suministrarle las temporalidades. Tercero,
también honestamente, a saber, c u a n d o reciben a n o m b r e de li-
mosnas; c o m o h a c e n los franciscanos y religiosos. L a C o m p a -
ñía, p a r a tender a la perfección d e la pobreza, n o u s a ninguno
d e estos m o d o s ; c o m o decía San Pablo: "Lejos d e m í que al-
guien m e a p a r t e d e esta gloria". P o r ello quiso esto el P. Ignacio
p o r q u e pertenece a la m a y o r gloria d e Dios y también a la m a -
yor edificación del prójimo y p o r la libertad espiritual d e servir
44
a todos .

[39] L o s Colegios instituidos p a r a vivir s i m p l e m e n t e d e li-


m o s n a s p e r p e t u a s . L o s profesos n o tienen m á s que la a y u d a
45
d i a r i a y n o p u e d e n recibir n a d a en concepto d e estipendio ni
46
d e l i m o s n a . P e r o u n a cosa es recibir simplemente limosna y
o t r a e n r a z ó n del ministerio. C o m o sucedió al P. L a í n e z , que
h a b i e n d o p r e d i c a d o e n Florencia t o d a la c u a r e s m a , n o quiso
recibir el dinero que le d a b a n p o r q u e se refería al ministerio.
Recíbanse limosnas simplemente, n o en c u a n t o referidas al
ministerio y actuaciones nuestras.
4 7
[40] A q u í p e r t e n e c e que n o se d e b a tener a r m a r i o c e r r a d o
4 8
o p u e r t a c e r r a d a , esto es, que n o h a y que tener n a d a c o m o
propio. El afecto se nota. Ejemplo d e San Gregorio que n o es-
taba tan aficionado a t o d a s aquellas riquezas c o m o cierto reli-
49
gioso a la h i é l . N u e s t r o afecto se h a d e fijar en los bienes es-

43
P13Coimbra[47-12]; P9Alcalá[185,188]; P10Alcalá[189].
44
Anot.Examen[4-12]; Anot.Examen[176-183,191-195]; P13Coimbra[7-
27J;P9Alcalá[186].
45
Examen [4]; Co [562].
46
Examen [3]; Co [566,816].
47
Co[427].
48
Co[254].
49
Juan Diácono, Vida San Gregorio M. ML 75,82-83; S Gregorio M.,
Moral in l. Job, ML 75,543.
V I . PLÁTICAS EN COLONIA. 1 5 6 7 317

pirituales y en Dios. También d e b e m o s d e s e a r los efectos d e la


p o b r e z a y g o z a r c o n los vestidos r a í d o s , etc. d e m a n e r a que
nosotros manifestemos que n o e s t a m o s aficionados a estas c o -
sas, etc., que a b o r r e c e m o s la v a n a gloria y la ambición, que
a m a m o s ser tenidos p o r viles y d e s p r e c i a d o s . El v e s t i d o d e
Cristo, dijo el P. Ignacio al P. N a d a l , es el que está en la regla
50
sobre el a m o r del d e s p r e c i o . "Lo v i m o s d e s p r e c i a d o y el úl-
t i m o d e los hombres". Sea p a r a n o s o t r o s el m á s g r a t o p e n s a -
m i e n t o , la h u m i l d a d d e Cristo. " A p r e n d e d d e m í q u e soy
m a n s o y h u m i l d e d e corazón". C l a u d i o Jayo, pidiendo limos-
na, recibió u n doblón d e oro; al advertirlo, d e s p u é s que aquel
había p a r t i d o , se volvió y restituyó al h o m b r e que se lo había
d a d o p e n s a n d o que se había e q u i v o c a d o ; p e r o éste dijo que
había querido d a r esa cantidad.

[41] L a pobreza d e los novicios en cuanto al uso y ejercicio es


la m i s m a que la pobreza d e los profesos. El novicio n o tiene
ninguna obligación p o r el v o t o , sino sólo tiene propósito y v o -
luntad d e observar t o d o ello. De d o n d e también m e r e c e peni-
tencias si h a c e algo contra la pobreza. P e r o en el entretanto tie-
ne alguna obligación, a saber de distribuir los bienes o disponer
d e ellos c u a n d o después d e u n año sea m a n d a d o p o r el supe-
51
r i o r . Mientras tanto h á g a s e la distribución de la mejor m a n e -
ra posible porque el superior n o le p u e d e m a n d a r otra cosa que
darlo a los pobres. Si quiere dejarlo a los amigos, se interpone la
51
C o m p a ñ í a y m a n d a que n o les dé si n o son p o b r e s .

[42] P e r o la p o b r e z a d e los que hicieron los v o t o s d e los es-


colares es que n o p u e d a n distribuir aquellos bienes m á s que a
los pobres y sólo c u a n d o quiera el superior. Mientras tanto n o
es n e c e s a r i o que c a r e z c a n d e la posesión. L o retienen p a r a
53
d a r l o a los pobres; y posEjn h a s t a que h a c e n la p r o f e s i ó n .
P u e s quiere la C o m p a ñ í a que si aconteciese que h a y a n d e ser
despedidos, n o q u e d e n destituidos. A s í el escolar p u e d e tener
54
beneficios .

[43] El c o a d j u t o r f o r m a d o o el profeso n o p u e d e p o s e e r n a -
d a , ni e n c o m ú n ni en particular.

50
Examen [101-102]. P9Coimbra[15].
5 1
Examen [54]; Co [254,287].
5 2
Examen [54,55].
5 3
Co [348,571].
5 4
Examen [59].
318 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[44] L o s bienes d e los colegios son sólo de la C o m p a ñ í a ,


i g u a l m e n t e los bienes d e la c a s a d e p r o b a c i ó n son de t o d a la
5 5
C o m p a ñ í a , y son a d m i n i s t r a d o s p o r el P r e p ó s i t o General.
De d o n d e el Provincial particular o el Rector n o p u e d e deter-
m i n a r n a d a de ellos sin e n c a r g o del General. Pues los Rectores
son administradores, p r o c u r a d o r e s , ministros.

P a r a acabar, la p o b r e z a es el f u n d a m e n t o de la religión y
de la virtud.

3. C a s t i d a d

[45] De la castidad habla el P. Ignacio c o n t o d a b r e v e d a d pe-


ro c o n t o d a e x a c t i t u d y sabiduría. E s decir que d e b e m o s imi-
5 6
tar la p u r e z a d e los ángeles c o n la m e n t e y el c u e r p o . El P.
Laínez explicando en u n a predicación qué es la castidad, dijo:
c a s t i d a d es cierta v i r t u d y fuerza interior p o r la cual se logra
q u e las d o s p a r t e s que t e n e m o s , la m e n t e y el c u e r p o , n o se
mezclen. Así pues, mientras se castiga la sensualidad p a r a que
n o m u e v a la m e n t e , es castidad. P u e s los afectos d e la c a r n e
quieren c o r r o m p e r la mente. Pero la m e n t e es c a p a z de Dios y
de la g r a c i a divina; d e d o n d e c u a n d o v e que es i m p e l i d a p o r
la c a r n e , se transfiere a lo divino. L o s ángeles n o tienen sen-
sualidad ni p u e d e n tener ni ser m o v i d o s p o r las pasiones.
Ellos, p u e s , tienen esa n a t u r a l e z a , n o s o t r o s lo c o n s e g u i m o s
p o r la gracia.

[46] Estos son los g r a d o s de la castidad. Primero, si alguien o


su m e n t e es de tal forma solicitado p o r u n a tal pasión a p e c a r
v e n i a l m e n t e es u n a c a s t i d a d enferma, p o r q u e n o consiente,
p e r o algo se d a ñ a la m e n t e p o r q u e en algo falta. P e r o se supe-
r a c o n la oración, etc. S e g u n d o , c u a n d o s u r g e n las p a s i o n e s
p e r o n o d a ñ a n la m e n t e . Tercero, c u a n d o ni siquiera surgen,
n o habiendo quitado la ocasión. C u a r t o , c u a n d o n o surge nin-
g u n a p e r t u r b a c i ó n a u n c u a n d o lea, oiga o v e a cosas torpes. A
ello h a y que aspirar.

[47] L a s defensas p a r a adquirir la castidad, confirmarla y


perfeccionarla son: P r i m e r o , d e b e m o s advertir de qué lado c o -

55
P13Coimbra[9]; P10Alcalá[190].
5 6
Co[547].
V I . PLÁTICAS EN COLONIA. 1 5 6 7 319

j e a m o s , p u e s a p e n a s h a y quien n o cojee d e algún vicio; y esto


o
h a y que e x a m i n a r l o también en este asunto. 2 , v e r si t e n e m o s
a l g u n a c o s t u m b r e , a la cual h a y que o p o n e r s e p o r m e d i o d e
ejercicios del espíritu y otros m e d i o s p a r a c o n s e g u i r a l g u n a
p a z y tranquilidad en ello. P i d a m o s consejo en esto a nuestros
o
confesores y superiores. 3 , t e n g a m o s a r m a s p r e p a r a d a s c o n -
tra las tentaciones d e este vicio. P u e s n o h a y que luchar contra
esta p a s i ó n c o m o si pareciese que s o m o s n o s o t r o s los que re-
sistimos. A p a r t a n d o pues, fu á n i m o d e tal p e n s a m i e n t o , vuél-
vete a Cristo, a la Santísima Virgen, o al Á n g e l d e la G u a r d a , o
a tu p a t r o n o , pide auxilio, y n o te p r e o c u p e s m á s p o r m á s que
te a t a q u e . Si d e s a p a r e c e la pasión, d a gracias. Si p e r s e v e r a ,
utiliza el fuerte p e n s a m i e n t o d e la p a s i ó n d e Cristo, o del in-
fierno, etc., que en otras ocasiones te h a m o v i d o . Finalmente si
ni siquiera esto te a y u d a , utiliza algo que aflija el c u e r p o , a c u -
d e al superior, confiésaselo, n o sólo en esta m a t e r i a sino t a m -
57
bién en cualquier otra p e r t u r b a c i ó n . E n u n c a s o p a r e c i d o ,
q u e r i e n d o u n o a c c e d e r al P. Ignacio, e n c u a n t o v i o al P a d r e ,
desapareció la tentación. Resumen. Utiliza aquellos lugares d e
la escritura: "No lo q u e e n t r a en la b o c a ensucia el alma".
También: "El h o m b r e espiritual lo juzga todo". Así h u y e el d e -
m o n i o y se debilitan sus tentaciones, y n o es fácil que se atre-
v a a volver.

[48] E s t a v i r t u d n o s es n e c e s a r i a p a r a a y u d a r al p r ó j i m o ,
p a r a tratar c o n la gente, t a n t o fuera d e la confesión c o m o en
5 8
la confesión m i s m a . M u y a p r o p i a d o p a r e c e que c u a n d o n e -
c e s i t a m o s auxilio i n v o q u e m o s al ángel c u s t o d i o y a t o d o s los
á n g e l e s p a r a q u e n o s a y u d e n e n esto a i m i t a c i ó n s u y a . N o -
s o t r o s c o n s t a m o s d e c u e r p o y a l m a . El c u e r p o n o p u e d e p e -
c a r y, si n o se a ñ a d e el espíritu, n o h a y p e c a d o . C o n t o d o
obra m a l el c u e r p o p u e s t o que solicita e inclina al p e c a d o . De
ahí q u e sea c o s a ó p t i m a quitarle a l g o a la c a r n e y afligirla.
H a y o t r a m a n e r a si r e p r i m i m o s la m e n t e diciéndole: c o n -
t e m p l a las c o s a s celestiales, c o n s i d e r a las c o s a s espirituales,
las v i r t u d e s , el infierno a d o n d e c a e r á s si c o n s i e n t e s . A s í
p u e s la c a s t i d a d s e r á ó p t i m a si c a d a u n a d e las d o s p a r t e s
c u m p l e c o n su oficio. L a m e n t e e n t o n c e s es f e c u n d a c u a n d o
el c u e r p o n o es fecundo.

57
P13Coimbra[16]; P10Alcalá[194-202].
58
P13Coimbra[15].
320 JERÓNIMO NADAL, S.J.

4. Obediencia

[49] Obediencia es aquello p o r lo cual se d e r i v a la g r a c i a p e -


5 9
culiar d e la C o m p a ñ í a a t o d o s los m i e m b r o s . De d o n d e el
P. Ignacio al que veía ser obediente decía que e r a b u e n o , y lo
contrario h a y que decir del desobediente. P o r la obediencia se
siente g r a n consolación y fortaleza del alma, etc. L o que es óp-
t i m o en la obediencia eso d e b e m o s seguir, a saber o b e d e c e r
c o n las tres potencias, c o n la potencia ejecutiva, la v o l u n t a d y
el juicio. Y aquella es plena obediencia c u a n d o ejecutamos, h a -
c e m o s c o n gusto, y a p r o b a m o s el p a r e c e r d e nuestro superior.

[50] N o t a a h o r a estos tres principios p a r a el instinto d e la


obediencia. El p r i m e r o se deriva d e la providencia d e Dios, el
s e g u n d o d e n u e s t r a v o c a c i ó n , el t e r c e r o d e la presencia d e
60
Cristo en el s u p e r i o r . L a P r o v i d e n c i a d e Dios es la que Dios,
p o r los m e d i o s d e que dispone, c o n d u c e la criatura a s u fin. Y
Dios en su disposición n o se equivoca.

N u e s t r a v o c a c i ó n , c o m o dijimos, viene d e Dios; p o r q u e


a d e m á s d e que la Iglesia universal y el Pontífice la a p r o b ó ,
también el P. Ignacio e r a c o n d u c i d o p o r el Espíritu al cual obe-
decía. E s m á s , esto se p u e d e d e c l a r a r e n el m o d o d e la v o c a -
ción. P u e s t e n í a m o s cierto instinto c u a n d o é r a m o s llevados a
la C o m p a ñ í a . P u e s , p r i m e r o p r u e b a s , luego sometes t u juicio a
aquella vocación. Quieres seguir a Dios: aquí está la s e g u n d a
p a r t e d e la obediencia. Tercero pides con eficacia: d e ahí la eje-
cución. P o r tanto n u n c a hubieses v e n i d o a la C o m p a ñ í a si n o
hubieses utilizado las tres p a r t e s d e la obediencia. A d e m á s
deseas ser recibido en consorcio d e esta gracia p o r q u e p r u e b a s
este instituto; c u m p l e s c o n lo tercero. P o r consiguiente c o n tu
v o c a c i ó n profesas que quieres o b s e r v a r aquellas tres partes.

El tercer principio e r a t o m a d o d e la presencia d e Cristo


e n el superior. P u e s n o obedeces a u n h o m b r e . De lo contrario
n o h a y p o r qué dejes los p a d r e s , y n o h a y p a r a qué obedecer.
P o r la v o c a c i ó n t e n e m o s que o b e d e c e m o s a Cristo c o m o m e -
dio. P u e s te llama y te m e t e e n la C o m p a ñ í a , luego quiere que
seas g o b e r n a d o p o r la C o m p a ñ í a . L u e g o obedeces a Dios e n
este h o m b r e ; luego debes considerar a Dios en este h o m b r e . Y

59
P10Coimbra[21 ]; PllAlcalá[203-221].
60
P16Coimbra[5-8l
VI. PLÁTICAS EN COLONIA. 1 5 6 7 321

así finalmente se h a r á que n o r e m i t a s en la obediencia. Así


pues, p o r estos principios q u e d a confirmada la r a z ó n d e nues-
tra obediencia.

[51] D i g a m o s a l g u n a c o s a d e la obediencia d e entendimien-


to. Q u e p u e d e el entendimiento o b e d e c e r es p a t e n t e p o r la fe
61
c a t ó l i c a . P u e s el entendimiento p u e d e ser p e r s u a d i d o p o r la
a u t o r i d a d d e la Iglesia y la fe, a u n c u a n d o la c o s a n o sea teni-
d a p o r cierta. Si p u e d e el entendimiento ser p e r s u a d i d o , p u e -
d e t a m b i é n obedecer. L a n e c e s i d a d d e esta p a r t e se d e d u c e d e
que o alabo lo que aconseja el superior o lo vitupero. Si alabo,
obedezco; si lo repruebo, n o obedezco al juicio del superior, si-
n o al m í o , y e n t o n c e s o b e d e c e s a ti m i s m o . De lo cual se de-
d u c e que el entendimiento siempre obedece, si n o a Dios en el
superior, al m e n o s a sí m i s m o y a su juicio. Si quieres evitar la
discordia e n la m e n t e , evita la desobediencia del intelecto, y
c o n s e g u i r á s la p a z y la tranquilidad en el a l m a . Se debilita la
obediencia d e la v o l u n t a d , p o r la desobediencia del entendi-
6 2
miento .
63
[52] L a obediencia d e b e ser c i e g a ; a lo cual se llega p o r la
c e g u e d a d del entendimiento. Se a l c a n z a esta obediencia ciega
c u a n d o n o s o t r o s d e tal m a n e r a n o s c o m p o r t a m o s que deci-
m o s que n o p o d e m o s ni q u e r e m o s v e r los i m p e d i m e n t o s p u -
d i e n d o debilitarlos. L a cual c e g u e d a d abre la luz d e n u e s t r o
entendimiento. C o m o suele a c o n t e c e r e n la sublime c o n t e m -
plación c u a n d o p o r la abstracción d e las cosas h u m a n a s p a r a
c o n t e m p l a r a Dios a p a r e c e a l g u n a oscuridad; en la cual oscu-
6 4
ridad brilla la luz divina en la cual v e a n a Dios .

[53] E n la C o m p a ñ í a n o t e n e m o s aquella obediencia p a r a


6 5
o b e d e c e r s o l a m e n t e en a l g u n o s p r e c e p t o s , sino en t o d o s .
Aquella es la m á s perfecta obediencia y se e s p e r a d e n u e s t r o
fin, c u a n t o m á s d i g n a m e n t e b u s c a m o s lo que es mejor.

A s í p u e s , h a y que o b e d e c e r e n t o d a s las cosas; p e r o lo


que c a e bajo obediencia, esto es que n o sea p e c a d o . De d o n d e
alguien decía en R o m a : "Si m e dijese el superior que, c o n la

61
PUCoimbra [15].
62
PUCoimbra [11].
6 3
Co[547].
64
Ps. Dionisio, Mystica Theol. MG 3,998-999; Pl 6Coimbra[l 6-17].
6 5
Co [284,547]; P17Coimbra]10].
322 JERÓNIMO NADAL, S.J.

b o c a abierta c o m o un loco, fuera al foro t o d o el día, c o n gusto


lo aceptaría". N o es necesario añadir: "donde n o h a y pecado",
a n o ser p o r las tentaciones de los d e m á s .
P a r a que entiendas qué cosas se p u e d e n m a n d a r , nota
que m u c h a s cosas son imposibles. Se dice imposibZe... [Aquí
queda interrumpido el original]
VII

PLÁTICAS EN AUSTRIA - 1575


(original e n latín)

En el verano de 1574 el P. Nadal se retiró al colegio de Hall, en


el Tirol, cerca de Innsbruck (Austria), para pasar los últimos años
de su vida dedicado a recomponer y corregir sus escritos. Tres años
pasó en aquel retiro pues en la primavera de 1578 se hallaba ya en
Roma, en el Noviciado de San Andrés, en donde falleció el 3 de
abril de 1580.

Entre el abundante material trabajado ocupa un buen lugar


una serie de pláticas de las que sólo se ha conservado una plática y
media de entre las que pronunció por las comunidades de Europa por
él visitadas. El manuscrito es de la propia mano de Nadal con nu-
merosas correcciones, supresiones y añadiduras.

El público que tiene presente no pertenece a ningún país o ca-


sa en concreto, sino en general a los miembros de la Compañía. Des-
de luego no a españoles, pues traduce al latín expresiones en caste-
llano del P. Ignacio.

Estas pláticas representan el fruto maduro de su autor puesto


a tratar de las materias con profundidad y amplitud. Adquieren el
aspecto más de un tratado que de una plática, aunque a veces se de-
je llevar del ímpetu oratorio, hasta el punto de que en una ocasión
narra una anécdota de su estancia en Roma como si allí se hallase to-
davía, P6Austria[59].

Las numerosas y preciosas referencias al P. Ignacio, según va


exponiendo la materia, dan también a estas pláticas un carácter no
por conocido menos excepcional.
324 JERÓNIMO NADAL, S.J.

a
En el fragmento de la 5 viatica (las anteriores no nos han lle-
gado) desarrolla ampliamente el n° 3 del Examen, es decir el doble
fin de la Compañía no sólo como algo fundamental sino como lo que
la distingue de otras religiones: la salvación y perfección propia con
la salvación y perfección del prójimo. Es uno de los puntos básicos de
lo que llamamos la globalización ignaciana.
a
En la plática 6 enumera y expone con toda detención los me-
dios para obtener ese fin, según vienen propuestos en la Bula funda-
cional Exposcit debitum: la predicación, las lecciones sacras, el mi-
nisterio de la palabra mediante la conversación, la confesión, los
Ejercicios, la enseñanza del catecismo, la administración de los sa-
cramentos de la penitencia y la Eucaristía y en general cualquier
otra obra de caridad. No cesará de repetir que "estos ministerios son
nuestros", es decir forman parte de nuestro instituto y por consi-
guiente nos han sido confiados por la autoridad apostólica.
Merece la pena poner de relieve un par de acertadas observa-
ciones que demuestran la índole práctica del autor. La recomenda-
ción del cultivo de la lengua vulgar o del pueblo en la predicación,
P6Austria[15,21]. Y la selección necesaria según sus cualidades y
capacidades para cada ministerio pues no todos tienen las mismas
cualidades para ejercerlo, P6Austria[19].
a
De la plática 5 reproducimos lo que nos ha llegado. Omitimos
a
algunos párrafos de la 6 , la única conservada entera, innecesarios
a
para nuestro objetivo. De la 7 sólo nos ha llegado el párrafo inicial
que, por consiguiente, omitimos.

[MN, V, 804-865]
a
33 PLÁTICA 5 - Dos partes en el fin de la
Compañía

1. Parte del fin: la s a l v a c i ó n y p e r f e c c i ó n p r o p i a

[1] .. .Ved que o i g a m o s y nos d e m o s a él, c o o p e r e m o s con él.


Pero ¿de qué m a n e r a lo h a r e m o s ? Religiosamente p o r instituto,
esto es, c a m i n a n d o asiduamente hacia la perfección. Pues h a y
que p r o c u r a r perfectamente nuestra salvación, y a la v e z per-
fectamente la m i s m a perfección; esto esperábamos c u a n d o p o r
primera vez vinimos a la C o m p a ñ í a . Pues b u s c a m o s la salva-
ción del alma, esto es ser reconciliados con Dios y recibir el per-
d ó n de los pecados. Y esto p o r cierto h a c e m o s religiosamente y
a la perfección; h a c e m o s confesión general de toda la vida,
1
u s a n d o también las meditaciones de los Ejercicios . A l c a n z a d a
la salvación del alma p o r el sacramento de la penitencia, recibi-
d a a d e m á s la s a g r a d a Eucaristía, aquella n u e v a salvación n u -
trimos, confortamos, alegramos con la gracia y alimento celes-
tial; recibimos la p r e n d a de alcanzar el premio eterno en el
cielo. Y aun c u a n d o p o r estos dos sacramentos se obtiene y for-
talece nuestra salvación, p r o c u r a m o s la frecuencia de los mis-
mos; y así v a m o s al sacramento de la penitencia a lo m e n o s ca-
d a ocho días; también a la Eucaristía c a d a ocho días los que no
son sacerdotes; los que lo son, también celebran la misa diaria-
2
m e n t e ; con lo cual se logra que nuestro á n i m o se confirme una
vez recibida la gracia de la remisión de los pecados. Pues la
m i s m a gracia h a c e que los hábitos e inclinaciones de los vicios
p a s a d o s se debiliten, y las virtudes se robustezcan; a la vez
nuestra alma se h a c e m á s fuerte p a r a repeler las tentaciones y
evitar los pecados. P u e s todas estas cosas nutre y a u m e n t a la
gracia d e la santa comunión repetida; y así se logra, con la a y u -
da de Cristo, que ya n o caigamos m á s en los p e c a d o s mortales.

1
Examen [65].
2
Examen [80].
326 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[2] A esto se a ñ a d e la religiosa institución del noviciado, las


experiencias de la C o m p a ñ í a , la b ú s q u e d a de la perfección, no
sólo escolástica sino piadosa, devota, práctica, g o b e r n a d a c o n
sabiduría p o r el Prefecto, el ejercicio de la oración, de la m o r -
tificación, de la h u m i l d a d , de la simplicidad, de la obediencia,
de todas las virtudes y sobre t o d o de las que v a n unidas con el
instituto religioso y q u e tienen u n a p r o p i a utilidad p a r a la
perfección; c o m o son, la pobreza, la c a s t i d a d y la obediencia.
Brevemente, en el noviciado ( c o m o d i r e m o s en otro lugar c o n
la gracia de Cristo) se extirpan los vicios y sus hábitos, y se in-
sertan todas las virtudes y se obtiene que el h o m b r e n u e v o se
h a g a novicio i m b u i d o de la gracia de la C o m p a ñ í a y f o r m a d o
p o r su cualidad.

[3] A esto a y u d a n en Cristo la vigilancia de los superiores, la


disciplina, la institución, la o b s e r v a c i ó n de los censores (que
v u l g a r m e n t e l l a m a m o s síndicos), la p r u d e n c i a de los confeso-
res, los ejemplos d o m é s t i c o s , la p e r p e t u a o r a c i ó n de la C o m -
p a ñ í a p o r n o s o t r o s , el fervor de espíritu, el a m o r inflamado
del fin. Y t o d o esto se realiza p r i m e r o e n el noviciado; de don-
de n o son enviados los nuestros a los estudios a n o ser que p a -
rezca que h a n c o n f i r m a d o suficientemente la salvación esto
es, h a n a p r e n d i d o a v e n c e r los vicios fácilmente, y h a n asimi-
lado suficientemente la perfección d e las virtudes.

[4] H a y a d e m á s otra r a z ó n p a r a a y u d a r a los escolares en la


salvación y perfección, si c u m p l e n t o d a s aquellas cosas de las
arriba dichas que n o i m p i d a n los estudios. P e r o si p a r e c e que
se debilitan en los estudios, se t o m a n del n o v i c i a d o aquellas
cosas que p a r e c e les s e r á n útiles, c o m o m á s t i e m p o de o r a -
ción, m á s frecuente u s o de los s a c r a m e n t o s , etc. P e r o en las es-
cuelas se t o m a el p r o p i o fruto del espíritu de los m i s m o s estu-
dios destinados al fin d e la C o m p a ñ í a ; p u e s n u e s t r o fin,
p u e s t o que consiste e n el fervor d e la c a r i d a d , debe inflamar
t o d o s los estudios. Así pues, del ejercicio de los estudios debe
lograrse u n g r a n a c c e s o a n u e s t r a salvación y perfección. P e -
ro los escolares si algo fueren debilitados en el espíritu d u r a n -
te los estudios (puesto que la fragilidad h u m a n a en cualquier
ocasión es proclive a la laxitud) c o n toda providencia, u n a vez
3
t e r m i n a d o s , a ñ a d e n u n a ñ o al n o v i c i a d o ; y d e s p u é s n o son

3
Examen [16,71,119]; Co [514].
V I L PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1 5 7 5 327

l l a m a d o s al e s t a d o d e profesos o coadjutores si n o h a n a d e -
lantado de tal m a n e r a e n las virtudes, d e tal m a n e r a sean es-
4
pirituales, que p u e d a n correr en la vía del S e ñ o r .

[5] Ved (suplico), h e r m a n o s , c u á n t a perfección h a y a exigido


d e n o s o t r o s el P. Ignacio. Y c o n todo, m i e n t r a s c o r r e n en este
estadio, tienen ( a d e m á s de lo que deben t o m a r d e las cosas
arriba dichas) u n a g r a n defensa y utilidad p a r a la m a y o r per-
fección; p u e s n a d a a u m e n t a m á s las v i r t u d e s y la perfección
que el ministerio que confiere el instituto p a r a a y u d a r a las al-
m a s . Y los profesos y coadjutores utilizan p r o p i a m e n t e esta
a a 5
defensa y los novicios p l e n a m e n t e e n la 5 y 6 e x p e r i e n c i a ;
los escolares de c u a n d o en c u a n d o , si alguna v e z lo permiten
6
los e s t u d i o s . También u n a v e z a c a b a d o s los estudios, mien-
tras se a c o s t u m b r a n a los ministerios y llevan los estudios a la
7
práctica, c o m o enseña la c o n s t i t u c i ó n .

[6] P o r último n o h a y n a d a que p u e d a usarse religiosamente


p a r a procurar nuestra salvación y perfección que n o utilicemos
con t o d o interés, solicitud y diligencia. Y con todo si algo en al-
g ú n lugar p u e d a echarse de m e n o s , n o h a y motivo p a r a que di-
ga el escolar, coadjutor o profeso: "He a c a b a d o los oficios del
noviciado, m i estado es otro". Esto n a d a le puede a y u d a r a uno;
nadie vive en la Compañía, si no responde a la expectativa, si se
c o m p o r t a de otra m a n e r a de lo que debe, que n o p u e d a y suela
ser vuelto al noviciado, y allí ser ejercitado hasta tanto que no
h a y a m á s r a z ó n de retenerle entre los novicios.

2. L a otra parte d e l fin: salvación y perfección de los prójimos

[7] Ésta es, pues, u n a p a r t e de n u e s t r o fin, que a t e n d a m o s a


n u e s t r a salvación y perfección, c o o p e r a n d o c o n la g r a c i a de
Dios. P e r o v o l v e d , h e r m a n o s , la atención a la otra p a r t e del
fin. ¿ Q u é leemos? "No solamente d e b e m o s a t e n d e r a nuestra
salvación y perfección, sino c o n la m i s m a i n t e n s a m e n t e p r o -
8
c u r a r la salvación y perfección de los prójimos" . H a y en estas

4
Co[582].
5
Examen [69-70].
6
Co [400,437].
7
Co [400,362,437].
8
Examen [3].
328 JERÓNIMO NADAL, S.J.

p a l a b r a m u c h a s cosas que deben ser n o t a d a s diligentemente;


p u e s aquí está el n ú c l e o de la C o m p a ñ í a , aquí d e b e m o s estar
a 9
p e r s u a d i d o s que se dirige todo. P u e s al final de la 3 p l á t i c a
e m p e z a m o s a e x p o n e r que la gracia y v o c a c i ó n de la C o m p a -
ñía n o le a p r o v e c h a a ella sola y sólo es útil al p r ó j i m o c o n el
ejemplo de vida, las oraciones y sacrificios, lo cual ofrecen
m u c h a s ó r d e n e s m o n á s t i c a s , y p o r cierto d e f o r m a santa y
fructuosa; sino que así lo e n t e n d e m o s y c o n g r a n s u a v i d a d de
n u e s t r a s a l m a s r e t e n e m o s i m p r e s o e n nuestros c o r a z o n e s : el
fin p r o p i o de la C o m p a ñ í a es que, c o m o recibimos d e Dios to-
d o , gracia, doctrina, espíritu, facultades, v i r t u d e s , industria,
t o d o s los d o n e s , ministerios, t o d a s las c u a l i d a d e s d e la C o m -
pañía, tienen c o m o objeto que a la v e z s e a m o s útiles a n o s o -
tros y al prójimo. P u e s si algo recibimos de Dios, en t a n t o lo
recibimos en c u a n t o p a r a aplicarlo a la salvación y perfección
del prójimo; y p e n s e m o s que la C o m p a ñ í a n o debió ser insti-
tuida sino p a r a los ministerios a favor del prójimo.

[8] ¡Ay de n o s o t r o s si nos o c u p a m o s en a y u d a r n o s a n o s o -


tros solos! N o es ésta n u e s t r a gracia, n o es n u e s t r a vocación.
B u e n a es c i e r t a m e n t e esta o c u p a c i ó n , p e r o n o n u e s t r a . P o r
consiguiente quien quisiere c o n t e n t a r s e con esto, n o sería
nuestro. Y si n o es nuestro, c u a n d o n e c e s a r i a m e n t e debe ser
nuestro, ¿ d e quién sería? Y n o debe u n o s e p a r a r estas cosas de
m o d o que deba o c u p a r s e en a y u d a r al prójimo, y n o a sí mis-
m o ; a la v e z deben ser, a la v e z deben ser p e r s e g u i d a s . P e r o
"yo (puedes decir) n o tengo aquella fortaleza de espíritu, que
p u e d a e n t r e g a r m e a los prójimos". P r i m e r o te r e s p o n d o a q u e -
llo: Si dijeres esto de v e r d a d , sería necesario que dijeras a la
vez: que tú ni tenías la gracia ni el espíritu ni la v o c a c i ó n de la
C o m p a ñ í a ni querías tenerla. ¿ C ó m o p u e d e ser que n o p u e d a s
p r e s t a r aquello a lo q u e te llaman la gracia, que te d a el espí-
ritu, sino p o r tu negligencia y e s c r ú p u l o ? S a c u d e la negligen-
cia y los escrúpulos. E n t r é g a t e a tu superior p a r a ser ejercita-
d o en la p i e d a d de espíritu, e c h a en su seno la d u d a s y el
gobierno d e ti m i s m o , y recibirás fuerzas p o r las cuales n o só-
lo p u e d a s a y u d a r t e a ti m i s m o sino también al p r ó j i m o y le
a y u d e s c o n entusiasmo; c o n s e g u i r á s a la v e z la p a z de tu es-
píritu y así e c h a r á s del a l m a toda d u d a a la luz d e la obedien-
cia y en la simplicidad de tu c o r a z ó n p o r Cristo en la gracia de

9
Que no nos ha llegado.
V I L PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1 5 7 5 329

tu vocación; la cual te c o n c e d e r á que n u n c a separes tu salva-


ción y perfección de la salvación y perfección del prójimo, c o -
m o n o debes separarla de la c a r i d a d . E s t o es lo que d e c i m o s
"con la m i s m a gracia", p o r la cual, a saber, n o s o t r o s t a m b i é n
a y u d a m o s al prójimo; p u e s n o recibimos u n a g r a c i a p a r a n o -
sotros y otra p a r a a y u d a r al prójimo, n o otra caridad.

[9] P e r o p o n e d atención, h e r m a n o s , al c o m ú n p r e c e p t o de la
c a r i d a d que consiste e n a m a r al prójimo c o m o a nosotros mis-
m o s . E s t o es lo que la C o m p a ñ í a n o s p r o p o n e p a r a ser c u m -
plido, p a r a q u e c u a n d o estemos inflamados de la c a r i d a d h a -
cia Dios, con aquel m i s m o ardor del divino a m o r arda nuestro
c o r a z ó n p a r a p r o c u r a r a la v e z nuestra salvación y la del p r ó -
jimo; y c o m o aquel fervor de c a r i d a d p e r m i t e que religiosa-
mente, esto es, perfectamente nos dirijamos a nosotros, así con
la m i s m a religión y perfección n o s dirijamos al prójimo. A s í
pues, que n o h a y a e n nosotros n a d a , tanto interior c o m o exte-
rior, que p o d a m o s conferir p a r a a y u d a r n o s a nosotros m i s m o s
que n o u s e m o s c o n e m p e ñ o p a r a los prójimos; q u e n a d a q u e
p u e d a ser útil p a r a a y u d a r al prójimo n o lo a p o r t e m o s a por-
fía. D e aquí se d e d u c e q u e si a l g u n a v e z piensas q u e sientes
algo de utilidad, o e n la oración, o en el ejercicio de las virtu-
des, o en el sentido espiritual, y encuentras que te aparta de la
inclinación a a y u d a r al prójimo, júzgalo que n o es del b u e n es-
píritu, sino ajeno a tu vocación.

[10] P r o c u r a pues, que el viejo diablo n o te lleve m á s lejos,


de d o n d e n o p u e d a s v o l v e r al genio de tu v o c a c i ó n o n o p u e -
d a s fácilmente. N u e s t r a v o c a c i ó n es práctica, prácticos son to-
d o s nuestros ejercicios, y c o n g r a n sentido nos i m p r i m e n la
salvación del prójimo, a gritos t o d o nos c l a m a al prójimo, to-
d o a él n o s llama: él debe ser nuestro alimento, él nuestra be-
bida espiritual; si a y u d a m o s al prójimo n o s llenaremos de la
a b u n d a n c i a de la divina s a c i e d a d , n o sólo en la p a t r i a celes-
tial, sino también en este exilio de la vida presente.

[11] P a r e c e r á que se h a p u e s t o u n a g r a n fuerza e n la segun-


d a p a r t e d e n u e s t r o fin q u e consiste e n a y u d a r al prójimo.
Pues e s c u c h a d algo m a y o r p a r a q u e entendáis c o n c u a n t a c a -
r i d a d d e b e m o s a m a r al prójimo. "Intensamente" (dice la
C o m p a ñ í a ) debe ser p r o c u r a d a p o r n o s o t r o s la salvación y
perfección del prójimo. C o m o si n o fuera b a s t a n t e si con la
m i s m a g r a c i a la p r o c u r e m o s , se a ñ a d e al u s o de la gracia, la
330 JERÓNIMO NADAL, S.J.

intensidad; a la oración p o r el prójimo, la intensidad; a la apli-


cación de misas, la intensidad; a los d e s e o s d e a y u d a r al p r ó -
jimo, la intensidad; a t o d o s los ministerios que p u e d e n con-
ducir a la salvación y perfección del prójimo, debe añadirse la
intensidad. De aquí que h a y a de ser a b a n d o n a d a t o d a remi-
sión de á n i m o y de todas las acciones; siempre h a y que añadir
el fervor, el e n t u s i a s m o , el e m p u j e a lo mejor p a r a a y u d a r al
prójimo, n o solamente algunos días, sino p e r p e t u a m e n t e en
c a d a u n a de las acciones. Y n o debe u n o a d m i r a r s e p o r qué
a c u m u l a m o s aquí tanta fuerza. P u e s éste es no sólo el fin sino
el p r ó x i m o al último fin y el último s e g ú n el último fin; p u e s
c o m o t o d o deba ser referido p o r nosotros a la m a y o r gloria de
Dios, también c i e r t a m e n t e el p r o c u r a r la salvación y perfec-
ción del prójimo, p o r q u e a esto se refieren las d e m á s obras,
p o r esto todo se realiza.

[12] P e r o ¿cuál es la r a z ó n de que en n u e s t r a p a r t e del fin,


que es de a y u d a r n o s nosotros, n o prescribimos la intensidad,
y aquí la m a n d a m o s ? P r i m e r o p o r cierto que h a y q u e u s a r la
intensidad en p r o c u r a r nuestra salvación y perfección lo pide
la r a z ó n de n u e s t r a v o c a c i ó n y d e n u e s t r o instituto, la r a z ó n
d e nuestros v o t o s y de t o d a s las acciones n o p i d e n otra cosa
que la intensidad p u e s t o que s i e m p r e a p u n t a n a lo mejor y
m á s perfecto. P o r ello n o fue necesario añadir allí intensidad,
en d o n d e y a está inserta y n a t u r a l en t o d o s los lugares. P e r o
en el prójimo debía ser explicada y m a n d a d a , en d o n d e tal vez
n o se entendería o a u n sería olvidada.

[13] A c e r c a de lo cual, c o m o sea este fin también necesario a


t o d a n u e s t r a v o c a c i ó n y trato, de m a n e r a que s e a m o s útiles al
prójimo, fue necesario explicar aquí y a u n aplicar lo que en
otra parte p o r sí m i s m a se contenía. A ñ a d e que entonces sobre
t o d o n o s aplicamos intensamente a a y u d a r n o s c u a n d o inten-
s a m e n t e p r o c u r a m o s a y u d a r al prójimo.

[14] Alegrémonos, pues, h e r m a n o s , en la perfección de nues-


tro fin y entendamos que nos ha sido d a d a u n a doble gracia.
Por ello n o pensemos que se nos a ñ a d e u n a m a y o r dificultad
con un m a y o r y m á s perfecto fin, puesto que se nos a u m e n t a la
gracia con el fin; y la gracia que se nos comunica es la participa-
ción de la infinita virtud. P o r lo cual esto se sigue, que nos h a n
sido dadas m a y o r e s obras para gloria de Dios y salvación de las
almas, n o p o r nosotros sino p o r misericordia y gracia de Dios.
V I L PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1 5 7 5 331

[15] De aquí d e d u c i r e m o s que n o deben los nuestros sentar-


se ociosos en c a s a , sino que si n o tienen en c a s a o p o r t u n i d a d
p a r a entregarse al ministerio, r e c o r r a n entonces c o n la obe-
diencia los hospitales, las cárceles, o las reuniones de gente y
b u s q u e n c o n afición y solicitud a quién a y u d a r ; n u e s t r a s m i -
siones se realizan, cierto deben realizarse, n o sólo c u a n d o los
nuestros son enviados a peregrinar, sino c u a n d o b u s c a n p o r la
c i u d a d a quién g a n a r p a r a Cristo.

3. C ó m o h a y q u e p r o c u r a r la s a l v a c i ó n del p r ó j i m o

[16] Vemos, h e r m a n o s , que d e b e m o s o c u p a r n o s en la salva-


ción y perfección de los prójimos c o n la m i s m a gracia que re-
cibimos de n u e s t r a v o c a c i ó n , y p o r cierto intensamente. Pero
diréis: n o será tal v e z difícil entender que d e b a m o s p r o c u r a r
la salvación del prójimo; p e r o ¿la perfección?, esto p u e d e p a -
recer difícil. ¿ A c a s o e s t a r e m o s c o n t i n u a m e n t e e x h o r t a n d o a
los que d e t e r m i n a m o s a y u d a r a que se h a g a n monjes o m o n -
jas? Sobre esto, pues, e s c u c h a d ahora; y en p r i m e r lugar sobre
la salvación.

[17] L a salvación del prójimo, h e r m a n o s , d e b e m o s p r o c u r a r


intensamente c o n nuestros ministerios; y esto p o r cierto lo h a -
c e m o s c u a n d o libramos al prójimo de los p e c a d o s m o r t a l e s y
los reconciliamos c o n Dios en Cristo; a esto t o d o s nuestros
nervios deben tender, que n o p e r e z c a n las a l m a s p o r c u y a sal-
vación Dios se hizo h o m b r e , vivió nuestra v i d a m o r t a l , sopor-
tó injurias y t o r m e n t o s acerbísimos, fue crucificado, m u r i ó y
fue sepultado. P e r o ¿ c o n qué auxilios lo l o g r a r e m o s ? C o n el
ministerio de la p a l a b r a de Dios y de los s a c r a m e n t o s , de los
10
cuales m á s tarde h a b l a r e m o s . C o n los cuales aquello en pri-
m e r lugar d e b e m o s procurar, que se d e p o n g a el estado de pe-
c a d o m o r t a l , si a l g u n o hay, y los peligros de pecar, aquellos
sobre t o d o q u e están p o r sí m i s m o s conjuntos c o n el p e c a d o .
L u e g o h a y que llevarlos eficazmente a la confesión; p e r o antes
h a y que instruirlos con precisión c ó m o se confesarán c o n fru-
to. L o cual se obtendrá si se les e x p o n e la g r a v e d a d de los pe-
c a d o s m o r t a l e s , c o n t o d o ardor, en c u a n t o fuere posible. Y a
esto a y u d a r á lo que se trata en la p r i m e r a s e m a n a de ejerci-

10
En la Plática siguiente.
332 JERÓNIMO NADAL, S.J.

cios, luego las observaciones que el confesor t e n d r á p r e p a r a -


d a s y c o m u n e s al lugar; añadiendo a d e m á s la a u t o r i d a d de las
s a g r a d a s Letras y de los doctores eclesiásticos y ejemplos.

[18] Deben a d e m á s ser p r e p a r a d o s a la confesión c ó m o d a -


m e n t e según la c a p a c i d a d de c a d a uno, cual sea la r a z ó n , c u a -
les las p a r t e s del s a c r a m e n t o de la penitencia; y deben ser en-
s e ñ a d o s diligentemente sobre qué contrición d e b a u s a r s e , y
qué e x a m e n debe preceder. E s t a s cosas n o deben ser requeri-
d a s p a r a la perfección en la p r i m e r a confesión (que n o debe
ser exigida general sin peculiar necesidad), sino solamente c o -
m o suficiente si n o p u e d e obtenerse otra cosa c o n facilidad.
C o n t o d o e n la p r i m e r a confesión el confesor debe ser diligen-
te, a lo m e n o s p o r lo que toca a lo suficiente, en examinar, ale-
jar, exhortar, p o r último en la confirmación de la esperanza. Y
c o n e m p e ñ o m i r a r que se m e t a en el q u e se confiesa deseo y
devoción, n o ( c o m o suele h a c e r s e con el v u l g o ) de a b a n d o n a r
los p e c a d o s tibia o negligentemente sino c o n fervor y deter-
minación, de m a n e r a que quiera e m p e z a r una n u e v a vida, un
á n i m o n u e v o , y quitar del t o d o t o d o s los p e c a d o s , a u n de su
m e n t e , con la a y u d a de Cristo.

[19] L a satisfacción (que no sólo es g u a r d a de la n u e v a vida y


medicina p a r a la enfermedad, sino debe usarse c o m o castigo
por los p e c a d o s pasados) a u n c u a n d o hubiera de ser impuesta
g r a n d e , n o se i m p o n g a g r a n d e al principio. C o n t o d o sea a d -
vertido el penitente con seriedad c u a n g r a n d e debía ser im-
puesta la satisfacción c o m o penitencia p o r tantos y tan graves
pecados; p e r o que no se i m p o n e y a que p a r e c e que quiere
abandonar enteramente los p e c a d o s y tiene el ánimo p r e p a r a d o
n o sólo p a r a recibir y cumplir una breve y temporal satisfacción
sino u n a larga y a u n perenne si fuera preciso; y p o r eso se le
trata con m a n s e d u m b r e y sólo se le impone u n a pequeña para
que persevere hasta la p r ó x i m a confesión. Pues en la m e d i d a
en que c r e z c a el odio al p e c a d o y el a m o r de las virtudes y de
Dios, así disminuirá la magnitud y duración de la penitencia.

[20] P e r o sea obligado n o tanto a la perfección c u a n t o a evi-


tar la recaída, d e m a n e r a que c a d a o c h o o quince días v u e l v a
a la confesión: n o p u e d e él n e g a r que siendo enfermo de espí-
ritu y conciencia, necesita el c u i d a d o d e u n m é d i c o espiritual
y la conveniente m e d i c i n a celestial, si n o tal v e z p a r a n u e v o s
p e c a d o s , a lo m e n o s p a r a s a n a r las llagas y detrimentos de los
V I L PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1 5 7 5 333

p a s a d o s . C a d a u n o debe ser e x h o r t a d o seriamente a c u m p l i r


los preceptos de Dios, y peculiarmente instruido, s e g ú n el h o -
nesto estado que tiene, p a r a que e m p r e n d a u n a vida digna de
u n h o m b r e cristiano. También se debe obtener de ellos que le
visiten a l g u n a v e z , p a r a p o d e r hablar d e cosas espirituales.
L u e g o será útil p a r a c o n s e r v a r el gusto y reafirmar n u e v o p r o -
pósito, enseñarle a h a c e r el e x a m e n cotidiano. Finalmente ex-
plíquesele la gracia que recibió p o r el s a c r a m e n t o . Así c o m o la
contrición tiene d o s partes, el dolor de los p e c a d o s p a s a d o s y
el p r o p ó s i t o d e evitarlos de n u e v o , así h a recibido la divina
virtud p a r a d o s cosas: a saber, p r i m e r o p a r a p e r d o n a r la culpa
p a s a d a , luego p a r a c o n d o n a r la p e n a t e m p o r a l , n o siempre
p o r cierto toda, sino s e g ú n la m a g n i t u d de la contrición, a h o -
ra m a y o r a h o r a m e n o r ; l u e g o a y u d a divina c o n t r a la recaída,
los peligros, y tentaciones.

Así p u e s esta fuerza debe p e r m a n e c e r vigente en n o s o -


tros d e s p u é s de la confesión, en ésta d e b e m o s a p o y a r n o s en
las tentaciones de los p a s a d o s o de cualesquiera p e c a d o s , d e
m o d o que evitemos, c o n la a y u d a de Cristo Jesús, t o d o p e c a -
d o con confianza y m a g n a n i m i d a d .

[21] H e i n d i c a d o estos c o m o p u n t o s d e los que los nuestros


p u e d a n servirse p a r a p r o c u r a r la salvación de los prójimos;
t o d o lo cual debe dirigirse n o sólo a que confiesen los p e c a d o s
p a s a d o s , sino que c o n t o d o interés, c u i d a d o y diligencia evi-
ten t o d o s los d e m á s , y c u m p l a n los divinos m a n d a m i e n t o s ,
c a d a u n o en su honesto y libre estado.

C a d a u n o u s a r á diversas defensas p a r a este ministerio se-


g ú n su doctrina, experiencia, ingenio, espíritu, c a r i d a d , fervor
del fin.

Esta p a r t e , pues, p u e d e p a r e c e r a c a d a u n o obvia y trilla-


da; p e r o tiene g r a n d e s dificultades.

4. C ó m o h a y q u e e s f o r z a r s e e n la p e r f e c c i ó n del p r ó j i m o

[22] P e r o ¿a qué viene que también d e b a m o s o c u p a r n o s d e


la perfección del p r ó j i m o ? E s t e es u n insigne beneficio que
Dios concedió a la C o m p a ñ í a , que n o sólo n o s llamó a p r o c u -
r a r la salvación sino a la v e z la perfección del prójimo; esto es,
334 JERÓNIMO NADAL, S.J.

a ejercer la perfecta c a r i d a d con el prójimo. P u e s n o sería per-


fecta nuestra c a r i d a d , si nos o c u p á r a m o s en nuestra salvación
y perfección, y así n o s q u e d á r a m o s satisfechos con p r o c u r a r la
salvación del prójimo.

Así pues, d e b e m o s o c u p a r n o s c o n t o d o e m p e ñ o en la sal-


v a c i ó n y perfección del prójimo, a imitación de Cristo Jesús,
que n o sólo enseñó y m a n d ó la vía de la salvación, sino que
también p r o p u s o y aconsejó divinamente la perfección. P o r lo
cual n o d e b e m o s detenernos en si a alguien lo c o n d u c i m o s a
que quiera evitar los p e c a d o s y observar los m a n d a m i e n t o s de
Dios; sino esforzarnos a lo arriba dicho.

[23] P e r o a d e m á s e n t e n d e m o s perfección en t o d a su ampli-


tud, de m o d o que n o sólo indique el e s t a d o de perfección, si-
n o cualquier obra de cualquier supererogación, y t o d o lo que
p u e d a h a c e r s e mejor, n o p o r obligación. Se n o s abre, pues, u n
anchísimo c a m p o p a r a ejercer la c a r i d a d c o n el prójimo; el
cual p o r cierto se extiende h a s t a tal p u n t o que m u c h a s cosas
que en o t r o sentido se refieren a la s u p e r e r o g a c i ó n p a r e c e n
c o m p l e t a m e n t e u n i d a s al c u m p l i m e n t o d e los preceptos; de
esta clase son algunas cosas que p o c o antes h e m o s señalado al
tratar de la salvación del prójimo.

[24] P u e s h a y m u c h a s cosas que p o r la debilidad del que se


confiesa o p o r las m a l a s ocasiones o peligros o también p o r la
inconstancia y o t r a s circunstancias, a d o p t a n la fuerza de p r e -
cepto; c u a n d o en realidad son consejos. C o m o si a u n o se le
m a n d a la frecuente confesión o c o m u n i ó n , t a m b i é n la confe-
sión general de t o d a la vida y otras obras que n o f o r m a n p a r -
te de la satisfacción y que de ninguna m a n e r a son preceptos; y
p o r lo d e m á s es bastante difícil o b s e r v a r los preceptos sin p o r
lo m e n o s algún consejo, si u n o observa el a s u n t o c o n diligen-
cia. Y p o r cierto así c o m o siendo libre y n o necesario t o m a r el
estado religioso, con t o d o no es lícito despreciarlo, así también
otros consejos, a n o ser que estos otros consejos, c o m o dijimos,
alguna vez t o m e n la forma de precepto. Así pues, de la m i s m a
m a n e r a que despreciar los consejos es p e c a d o m o r t a l , así p o -
ner obstáculos a los consejos a propósito, a u n c u a n d o n o se
desprecien, n o se h a c e sin g r a v e p e c a d o y esto n o está lejos del
desprecio. Y así s u c e d e finalmente que si u n o p o n e resistencia
a los consejos que son útiles p a r a evitar los p e c a d o s o p a r a ob-
servar los m a n d a m i e n t o s de Dios, c a e en ellos, los transgrede.
V I I . PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1 5 7 5 335

[25] P e r o o b s e r v a d , h e r m a n o s , la p r á c t i c a c o t i d i a n a d e la
C o m p a ñ í a en estas c o s a s . Ya en s e g u i d a al principio c u a n d o
tomamos un alma para ayudarla, aun cuando proponemos
c o s a s casi n e c e s a r i a s , c o n t o d o al m i s m o t i e m p o p r e t e n d e -
m o s cierta perfección y c o n los p r e c e p t o s s i e m p r e e n t r e m e z -
c l a m o s a l g o d e consejo, lo c u a l d e b e m o s h a c e r n o sólo en
p r e v i s i ó n sino t a m b i é n c o n s u a v i d a d , s e g ú n la c a p a c i d a d y
v o l u n t a d , a saber, del q u e n o s o c u p a m o s . L u e g o a c o n s e j a -
m o s la frecuencia d e la confesión y d e la c o m u n i ó n , q u e h a -
g a confesión g e n e r a l ; t a m b i é n p a r a f o m e n t a r l a r e c t a m e n t e ,
q u e h a g a a l g u n a s m e d i t a c i o n e s , q u e le d e b e n ser e n t r e g a d a s
s e g ú n s u c a p a c i d a d y s a b i d u r í a . H a y q u e e x h o r t a r l e s a la
v e z a q u e c a d a día o i g a n m i s a ; y si n o p u e d e n , a los m e n o s
q u e p o r d e s e o y d e v o c i ó n asistan a la c e l e b r a c i ó n d e la m i -
sa c o m o en espíritu y e s p i r i t u a l m e n t e r e c i b a n la s a g r a d a c o -
m u n i ó n y r e c i b a n la f u e r z a del sacrificio q u e se ofrece a
Dios en la m i s a ; d e la c u a l c o m u n i ó n , del c u a l sacrificio, se
d e r i v a e influye la v i r t u d divina a t o d a s las a c c i o n e s coti-
dianas.

[26] También p e r t e n e c e r á al consejo y a cierta perfección si


se les explica aquel e x a m e n que nosotros l l a m a m o s p a r t i c u -
lar "; o también que h a g a n el general y diario al anochecer; si
son instruidos a ofrecer d i a r i a m e n t e al levantarse t o d a s sus
obras diurnas a m a y o r gloria de Dios y d u r a n t e t o d o el día
m a n t i e n e n este p r o p ó s i t o c o n determinación. También se p o -
d r á a ñ a d i r que t e n g a n c o n frecuencia sus breves oraciones,
que suelen llamarse jaculatorias; que las elijan s e g ú n la d e v o -
ción de su a l m a o sean enseñados o p o r t u n a m e n t e .

[27] También será u n útil consejo si c a d a día al oír el reloj re-


n u e v a n aquel p r o p ó s i t o que concibieron p o r la m a ñ a n a y
piensen en Dios y se duelan de t o d o s sus p e c a d o s , dirijan sus
c a m i n o s p o r las sendas del Señor; lo cual p u e d e ser obtenido
p o r los e x p e r t o s c o n u n a v e r d a d e r a vibración d e la m e n t e c o -
m o c o n d e n s a d a en u n instante. P u e d e n ser instruidos también
en la oración m e n t a l y que diariamente h a g a n alguna m e d i t a -
ción s e g ú n sean capaces; tengan el rosario o la c o r o n a y lo p a -
sen diariamente, y sean enseñados a p e n s a r los misterios fruc-
tuosamente.

11
Ej [ 2 4 - 3 1 ] .
336 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[28] E n las limosnas sean generosos, visiten los hospitales y


las cárceles, a y u d e n c o m o p u e d a n allí a los y a c e n t e s , aquí a
los p r e s o s y afligidos. B u s q u e n también a p r o v e c h a r solícita­
m e n t e c o n las b u e n a s o b r a s y n o se q u e d e n c o n t e n t o s en re­
f o r m a r e n mejor su p r o p i a vida, sino que p r o c u r e n excitar
o p o r t u n a m e n t e el m i s m o á n i m o en otros; en r e s u m e n , sean
instruidos p r o v i d e n t e m e n t e en todas las acciones de las virtu­
des y d e la v i d a cristiana de m o d o que n o sólo alcancen lo ne­
cesario sino que se extiendan a lo que es mejor y m á s a c e p t o a
Dios e n Cristo. P u e s los consejos h a c e n que sean m á s fáciles
los preceptos o se observen m á s p l e n a m e n t e y su observancia
sea de m a y o r mérito; llenan el a l m a de d u l z u r a y confieren
fortaleza a t o d a s las potencias del alma; obtienen b u e n a espe­
r a n z a a nuestro espíritu. Pero c o n circunspección y cautela de­
ben ser c o m u n i c a d a s estas cosas que se refieren a la perfec­
ción, a saber s e g ú n la r a z ó n de la n a t u r a l e z a de c a d a u n o , su
ingenio, v o l u n t a d , e s t a d o d e vida, y también las obligaciones
s e g ú n el sexo.

5. P r o c u r a r la p e r f e c c i ó n del p r ó j i m o p o r el e s t a d o religioso

[29] P e r o v e o que estáis e s p e r a n d o que diga algo sobre la vi­


d a de perfección referente al e s t a d o de religión. Oíd: t o d o lo
que dijimos sobre tantos consejos tiende a que las a l m a s se
p r e p a r e n p a r a alcanzar la plena perfección; y esto p o r cierto lo
l o g r a n aquellos consejos p o r su p r o p i a r a z ó n y n a t u r a l e z a ;
p u e s el c a m i n o del justo p r o c e d e y crece c o m o u n a luz hasta el
día perfecto. P u e s a aquellos que se esfuerzan e n o b s e r v a r la
ley h a s t a cierto g r a d o d e perfección les d a y c o n c e d e Dios le­
gislador la bendición p a r a que, a d e l a n t a n d o de virtud en vir­
tud, asciendan al m o n t e Sión y allí v e a n al Dios de los dioses.
P e r o p o r este m o n t e p o d e m o s e n t e n d e r el e s t a d o de perfec­
ción que p r o p u s o Cristo y aconsejó n o a u n o o a otro, sino a
todos los que p u e d a n . C o m p r e n d e n los que p u e d e n c o m p r e n ­
der, esto es, los que se disponen, c o n la a y u d a de Dios, a con­
seguir la gracia c o n la que p u e d a n comprender.

[30] C o n t o d o s o n m u c h o s los q u e n o p u e d e n t o m a r e s t a d o
de religión, a saber los que y a están en e s t a d o inmutable, c o ­
m o los que están en m a t r i m o n i o o tienen p o r esposa la Iglesia,
c o m o los obispos.
VII. PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1575 337

De estos, pues, n o t r a t a m o s ahora. Pues, a u n q u e p u d i e r a


el obispo, p o r facultad del S u m o Pontífice, dejar el c u i d a d o de
s u iglesia, y los que están u n i d o s p o r m a t r i m o n i o p u d i e r a n
entrar en religión p o r c o m ú n consenso s e g ú n la fórmula pres-
crita en el derecho, n o d e b e m o s con t o d o nosotros ser fautores
d e esto, sino m á s bien esforzarnos en q u e en sus estados, tan-
to los obispos c o m o los c a s a d o s , lleven u n a vida perfectísima
s e g ú n p u e d a s o p o r t a r su estado.

[31] A s í p u e s , h a b l e m o s d e aquellos a los q u e es p e r m i t i d o


p a s a r al e s t a d o d e religión. A estos c u a n d o p a r e z c a que y a se
h a n ejercitado suficientemente c o n otros consejos que n o tra-
tan del e s t a d o de perfección, p o d e m o s e m p e z a r p o c o a p o c o a
avisar que piensen en el e s t a d o d e vida: que están libres p a r a
p o d e r vivir en el siglo o e n la religión; que este e s t a d o d e v i d a
es perfecto, e x h o r t á n d o l o así la d o c t r i n a d e Cristo sobre los
consejos; p e r o aquel, a u n c u a n d o b u e n o , n o es perfecto y está
lleno d e dificultades, peligros, i m p e d i m e n t o s p o r n u e s t r a en-
f e r m e d a d y miseria. P e r o m i e n t r a s tanto n o h a y que inclinar-
se hacia n i n g u n a de las d o s p a r t e s de m o d o que lo p u e d a n
sospechar; m u c h o m e n o s aconsejar u n a u otra parte. P u e s es-
to es lo que n o s o t r o s t e n e m o s establecido, q u e d e n i n g u n a
m a n e r a s e a m o s autores de que a d o p t e el e s t a d o de religión, ni
12
al contrario el s e c u l a r . P e r o ésta sea n u e s t r a conducta: p o d e -
m o s ciertamente y d e b e m o s enseñar que el e s t a d o de religión
es m á s perfecto q u e el secular, y en general t a m b i é n a c o n s e -
jarlo; b r e v e m e n t e , lo que Cristo dijo a todos, t a m b i é n a t o d o s
p o d e m o s decir: "si quieres ser perfecto, v e , etc.". P e r o n o p o -
d e m o s lo que dijo Cristo a m u c h o s s i n g u l a r m e n t e que le si-
guieran, nosotros igualmente decir que, dejándolo todo, le si-
gan. Pues él d a b a la gracia p a r a que p u d i e r a n seguirle, y sabía
qué convenía a c a d a uno; nosotros ni s a b e m o s qué conviene a
c a d a u n o en particular, y m u c h o m e n o s p o d e m o s d a r la g r a -
cia. A ñ a d e que nosotros así c o m o d e b e m o s exigirlo t o d o p a r a
la perfección, así d e b e m o s u s a r la perfección p a r a la gravísi-
m a consulta acerca del e s t a d o de vida. P u e s n a d i e p o d r á d u -
d a r que sería mejor que aquel que consulta sobre el t o m a r es-
t a d o d e v i d a , n o se a p o y e e n el consejo o a u t o r i d a d h u m a n a ,
sino divina; lo cual él inquiera y c a p t e p o r sí m i s m o en la o r a -
ción, p o r m e d i o de b u e n a s o b r a s y p i a d o s a s p r e p a r a c i o n e s .

Ej [15]; Examen [51].


338 JERÓNIMO NADAL, S.J.

P u e s si llega a la conclusión que p o r divina inspiración deter­


m i n a t o m a r el estado de religión, allí tendrá la firme á n c o r a de
la divina v i r t u d e n que a p o y a r s e a c a u s a d e la t u r b a c i ó n del
á n i m o , d u d a s o tentaciones que frecuentemente suelen o c u ­
rrir. Si esto se d e t e r m i n a de otra m a n e r a y es c o n d u c i d o p o r el
p r o p i o consejo o de cualquier otra m a n e r a , n o tiene n a d a fir­
m e en que a p o y a r s e en las tentaciones.

Sea pues, esto establecido p o r nosotros, c o m o es c o s t u m ­


bre, lo c u a l no sólo d e b e m o s tener en el á n i m o , sino e x p o n e r
c o n claridad a los q u e n o s consultan: que n o s o t r o s n o quere­
m o s inclinar o aconsejar a n a d i e a n i n g u n a de las d o s partes;
que n o esperen n a d a o d e consejo o d e inclinación en la deli­
beración; esto q u e r e m o s c o n s e r v a r c o m o cosa indudable que
nadie n u n c a con v e r d a d p u e d a afirmar que él t o m ó estado de
v i d a siendo nosotros fautores.

[32] Diréis que escucháis esto con gusto y que os p a r e c e cier­


t a m e n t e a c o m o d a d o a la r a z ó n espiritual, p e r o c o n avidez es­
peráis entender a d e m á s qué p o d a m o s a p o r t a r a su consulta.
Oíd, pues. N o p o d e m o s inclinar en n a d a la conclusión de la
consulta. P o d e m o s decir p o r qué c a m i n o o p e r t r e c h a d o de qué
auxilios h a de p r e p a r a r s e el que delibera p a r a entender la v o ­
luntad d e Dios y obtener la fuerza p o r la cual p u e d a abrazar y
ejecutar la voluntad de Dios. Y p o r cierto p r i m e r o h a y que tra­
tar y p e r s u a d i r que n o determine de forma precipitada y te­
m e r a r i a en el asunto m á s g r a v e de todos; que ése es el c a m i n o
que le llevará al paraíso o precipitará al infierno; que n o debe
o c u p a r s e en esta deliberación sino estrictísimamente y c o n
g r a n m a d u r e z ; si quiere oír nuestro consejo, p r i m e r o espera­
m o s que consiga la p u r e z a de conciencia m e d i a n t e aquellos
auxilios de que t r a t a m o s arriba; luego que confluya todo, li­
m o s n a s , a y u n o s , obras piadosas, oraciones, frecuencia de sa­
c r a m e n t o s , p a r a que determine del estado de su vida según la
v o l u n t a d d e Dios. Procure también que se apliquen oraciones
de otros y misas p a r a lo m i s m o . Mientras tanto retírese, a lo
m e n o s u n a vez al día, p a r a orar sobre esto; y d e s p u é s de la
oración considere en sí m i s m o la r a z ó n de c a d a u n o de los es­
tados, ventajas, dificultades, otros adjuntos, consecuencias.
Mientras trata estas cosas en general, apliqúese, considere, ex­
plore e inquiera qué es lo que espera que le será m á s fructuo­
so. E x a m i n e la inclinación, si alguna siente, proveniente de es-
VII. PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1 5 7 5 339

tos subsidios, si a l g u n a devoción, confianza, p a z de espíritu;


brevemente, si h a y algo p o r lo que p u e d a entender la voluntad
de Dios; y estas consideraciones debe exponerlas al confesor,
n o para que lo empuje a alguna de las dos partes sino p a r a que
le enseñe si h a y algo en esa consulta proveniente de ignorancia
o insidias del diablo, o de cualquier otra causa. P o r último si el
confesor o instructor advierte que el m o d o de la deliberación
se h a o b s e r v a d o c o r r e c t a m e n t e y p a r e z c a que n o h a y que in-
sistir m á s en la consulta, permítale seguir en su determinación:
es de creer, o ciertamente esperar, el feliz resultado de su p r o -
pósito, Cristo mediante; p o r lo d e m á s h a y que p r o c u r a r que en
el estado que h a y a elegido tienda a la perfección, y n o sea m á s
remiso en la ejecución que en la deliberación.

[33] Y si d e n i n g u n a m a n e r a p u e d e u n o llegar a d e t e r m i n a r -
se, ni siquiera entonces h a y que aconsejarle un estado; sino si
es i d ó n e o p a r a entrar en nuestros ejercicios espirituales, en
ellos sea ejercitado y m e d i a n t e las elecciones inquiera la v o -
luntad de Dios con precisión. Si p a r e c e que n o debe ser indu-
c i d o a los ejercicios, n o d e b e m o s e s p e r a r otro r e m e d i o sino
o r a r p o r él y p r o c u r a r que n o se desanime; m á s adelante le
manifestará Dios su v o l u n t a d si p e r s e v e r a .

P e r o ¿ q u é h a y que h a c e r p o r último si ni aquellos m e -


diante los ejercicios, ni estos p o r su propia inquisición, sobre
t o d o prolija, n o e n c u e n t r a n n a d a cierto? ¿ H a y q u e dejarlos
c o m p l e t a m e n t e de l a d o ? N o ; p u e s n o será e x t r a ñ o que m á s
t a r d e reciban luz d e t o d a la consulta; deben ser e n v i a d o s al
superior p a r a que c o n su consejo p u e d a n salir de la a m b i g ü e -
d a d . É s t e c o n el confesor, t r a t a d o el a s u n t o c o n m a d u r o con-
sejo, j u z g a r á t o d a s las r a z o n e s en las que se h a o c u p a d o , a d -
vertirá los indicios espirituales en la gracia, a d e m á s e x p l o r a r á
el ingenio, inclinaciones, facultades, finalmente e x a m i n a r á
t o d a s las circunstancias; y p o r último, si le p a r e c e que es lla-
m a d o a la religión, se lo i n d i c a r á e n general, sin bajar a nin-
g ú n instituto e n particular, m u c h o m e n o s a la C o m p a ñ í a . Si
n o p a r e c e i d ó n e o o l l a m a d o a la religión, entonces le dirá que
n o le p a r e c e ser l l a m a d o a la religión, q u e p u e d e d e s c u b r i r
otro e s t a d o p o r sí m i s m o , p e r o n o le aconsejará a b i e r t a m e n t e
el m a t r i m o n i o .

[34] Siendo esto así, y siendo dichas estas cosas recta y orde-
n a d a m e n t e , j u z g o que n o debe omitirse qué hubiera h e c h o en
340 JERÓNIMO NADAL, S J .

esto el P. Ignacio. El defendió siempre este principio que nadie


fuera el inductor a t o m a r estado. Y c o n t o d o s a b e m o s q u e p a -
ra d o s d e los p r i m e r o s P a d r e s , q u e t o d a v í a v i v e n en la C o m -
1 3
p a ñ í a , fue el inductor a que se inscribiesen en la C o m p a ñ í a ,
lo c u a l ellos hicieron y s u c e d i ó en realidad. Y y o p o r cierto
siempre j u z g u é que ellos vinieron a la C o m p a ñ í a p o r g r a n be-
neficio d e Dios, c o m o si les hubiese r e v e l a d o su v o c a c i ó n p o r
m e d i o del P. Ignacio; p e r o c r e o que n o es fácil d e imitar este
ejemplo.

Si esto finalmente a l g u n a v e z es d e imitar p o r alguien,


p a r e c e que sólo toca al Prepósito G e n e r a l . . .

[35] Habéis visto, h e r m a n o s el c o m p e n d i o d e n u e s t r o fin; en


lo cual v e o que v o s o t r o s n o s o l a m e n t e habéis a l c a n z a d o inte-
ligencia d e la m e n t e , o confirmación d e la que y a teníais, sino
también habéis concebido u n singular fervor d e espíritu. P r o -
c u r a d a u m e n t a r l o c a d a día m á s . E s t a r á a v u e s t r o l a d o Cristo
Jesús, el cual es a u t o r y g o b e r n a d o r del fin, del instituto y d e
n u e s t r a vocación. A él la gloria p o r todos los siglos.

a
34 PLÁTICA 6 - Los ministerios en la Fórmula
del Instituto

1. Introducción

[1] Habéis visto, h e r m a n o s , c ó m o la C o m p a ñ í a explica y ex-


p o n e el fin e n el E x a m e n ; al m i s m o t i e m p o habéis c o n o c i d o
que lo dicho es p l e n a m e n t e lo que d e continuo t e n e m o s entre
m a n o s , en lo que n o s ejercitamos; d e aquí que debe ser explo-
r a d o q u é quiere decir lo que e n la fórmula del Instituto lee-
m o s , que la C o m p a ñ í a "busque la perfección d e las a l m a s en
l4
la v i d a y d o c t r i n a c r i s t i a n a " . A saber, se dice c o n g r a v e d a d
que n o se d e t e n g a en lo n e c e s a r i o , o q u e se c o n t e n t e c o n los

13
Cuando Nadal esto escribe quedan en vida tres de los nueve fun-
dadores: Simón Rodrigues (+1579), Alfonso Salmerón (+1585) y Nicolás Bo-
badilla (+1590).
14
Bulas Regimini militantis; Exposcit debitum.
V I L PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1 5 7 5 341

principios; sino que tienda siempre a la perfección y m á s a m -


plia utilidad tanto en la v i d a y c o s t u m b r e s c o m o en la institu-
ción d e la doctrina cristiana. Y p o r cierto c o n estas p o c a s p a l a -
b r a s n o s abrió u n c a m p o ingente e n el q u e ejercitarnos
extendiéndonos asiduamente a cosas mayores. Así c o m o no
h a y t o p e a la g r a c i a e n esta v i d a m o r t a l , t a m p o c o h a y t é r m i n o
en el p r o v e c h o d e las v i r t u d e s e ilustración d e la m e n t e h u -
m a n a . P o r lo cual d e b e m o s siempre trabajar en p r o c u r a r u n
fruto m á s a b u n d a n t e en las almas.

[2] D e s p u é s del t r a t a d o sobre el fin es t i e m p o y l u g a r p a r a


hablar sobre lo que c o n d u c e al fin.

O i g a m o s , p u e s , la fórmula del Instituto: dice "por m e d i o


d e predicaciones públicas, lecciones, y t o d o otro ministerio d e
la p a l a b r a d e Dios, d e ejercicios espirituales, y d e la e d u c a c i ó n
e n el C r i s t i a n i s m o d e los niños e i g n o r a n t e s , y d e la consola-
ción espiritual d e los fieles cristianos o y e n d o sus confesiones,
y a d m i n i s t r á n d o l e s los d e m á s s a c r a m e n t o s , atienda princi-
p a l m e n t e " (la C o m p a ñ í a , a saber, o el que dio su n o m b r e a la
C o m p a ñ í a ) . " Y también manifiéstese p r e p a r a d o p a r a reconci-
liar a los d e s a v e n i d o s , s o c o r r e r m i s e r i c o r d i o s a m e n t e y servir
a los que se e n c u e n t r a n en las cárceles o en los hospitales, y a
ejercitar t o d a s las d e m á s o b r a s d e c a r i d a d , s e g ú n p a r e c e r á
c o n v e n i e n t e p a r a la gloria d e Dios y el bien c o m ú n , hacién-
dolas t o t a l m e n t e gratis y sin recibir n i n g u n a r e m u n e r a c i ó n
p o r su trabajo, e n n a d a d e lo a n t e r i o r m e n t e dicho; y p r o c u r e
tener ante los ojos m i e n t r a s v i v a , p r i m e r o a Dios, y l u e g o el
m o d o d e ser d e su Instituto, que es c a m i n o hacia El y a l c a n z a r
c o n t o d a s sus fuerzas este fin q u e Dios le p r o p o n e " . H a s t a
15
aquí la f ó r m u l a .

[3] A d v e r t i d , h e r m a n o s , y c o n s i d e r a d c o n diligencia la ple-


nitud d e ministerios que n o s dio Dios p o r su singular benig-
n i d a d . Entendéis p r i m e r o que n o s son d a d o s y p r e s c r i t o s t o -
d o s los ministerios d e la Iglesia q u e p u e d e n c o m p e t i r a u n
s i m p l e y h u m i l d e s a c e r d o t e . P u e s n o falta n i n g u n o q u e n o
p o d a m o s d e s e m p e ñ a r . P u e s d o s s a c r a m e n t o s , el d e la confir-
m a c i ó n y el o r d e n , p e r t e n e c e n sólo a los obispos; la jurisdic-
ción e n el foro e x t e r n o r e s p e c t o a los o t r o s , el d e r e c h o a exigir
los d i e z m o s o el p r o v e c h o p o r los ministerios, t o d o eso son

En la Bula Exposcit debitum.


342 JERÓNIMO NADAL, S.J.

cosas p r o p i a s d e la dignidad episcopal o también en su g r a d o


d e los p á r r o c o s . Todos los d e m á s ministerios eclesiásticos son
nuestros.

[4] E n lo cual esto es d e n o t a r en g r a n m a n e r a : estos ministe-


rios tantos y tan g r a n d e s , n o los recibimos después d e la fun-
d a c i ó n d e la C o m p a ñ í a o d e s p u é s d e a c e p t a d o y c o n f i r m a d o
el instituto; n o c o m o c o s a s accidentales o adventicias a la
C o m p a ñ í a , sino c o m o sustanciales y n a c i d a s c o n la m i s m a
C o m p a ñ í a . P u e s así c o m o la C o m p a ñ í a recibió d e Dios p o r
m e d i o d e Ignacio la v o c a c i ó n , el fin y el instituto, así también
estos m e d i o s p o r m e d i o d e los cuales lleve a c a b o la v o c a c i ó n
y consiga el fin recibido d e Dios y o b s e r v e el instituto. Y así
c o m o la Iglesia confirmó la v o c a c i ó n , el fin y el instituto, así
c o n la m i s m a confirmación s a n c i o n ó que estos ministerios
e r a n nuestros p o r instituto.

N o son, p u e s , estos a c o m o d a d o s e x t r í n s e c a m e n t e , sino


recibidos intrínsecamente y sin los cuales n o p u e d e c o n s t a r ni
el fin, ni la v o c a c i ó n , ni el instituto; y h a s t a el p u n t o que, así
c o m o la r a z ó n d e la gracia p r o p i a del fin del instituto, discier-
n e y divide esta religión d e las otras, así estos ministerios lo-
g r a n lo m i s m o , o ellos lo logran a la v e z mediante ella.

[5] S o m o s p r e d i c a d o r e s , m a e s t r o s , c o n a u t o r i d a d apostólica
por instituto; s o m o s catequistas, s o m o s instructores d e o r a -
ción, s o m o s ministros d e los s a c r a m e n t o s , con a u t o r i d a d de la
Iglesia. Estas y otras obras que son nuestras, tantas y t o d a s tan
diversas, las realizamos p o r divina v o c a c i ó n p e r o con a p r o b a -
16
ción d e la Sede Apostólica y del Concilio G e n e r a l , esto es d e
la Iglesia católica, etc. Así p u e s , ¡cuan g r a n d e debe ser nuestro
á n i m o en n u e s t r o s ministerios, c o n c u á n t a e s p e r a n z a debe-
m o s esforzarnos, c u á n t a h u m i l d a d d e c o r a z ó n d e b e m o s c o n -
cebir d e aquí, d e n u e v o c u á n t a g r a n d e z a d e á n i m o en Cristo!

[6] C u a n d o a d v e r t i m o s y v e m o s que Dios h a u s a d o c o n n o -


sotros u n a b e n i g n i d a d tan singular, u n a tan amplia m a n o d e
su b o n d a d , ¿pensáis, h e r m a n o s , que estos ministerios sólo nos
h a n sido atribuidos a n o s o t r o s y n o que a la v e z Dios n o s c o -
m u n i c a r á l a r g a m e n t e la g r a c i a p a r a ejercerlos f r u c t u o s a m e n -
te a m a y o r gloria s u y a ?

16
Concilio de Trento, sesión 25, c. 16 De regularibus El texto en: Pl Al-
calá[24]. También se menciona en: PlColonia[ll].
VII. PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1575 343

N o h a y n i n g ú n ministerio p a r a el cual n o h a y a m o s reci-


bido u n a g r a c i a particular; n o h a y n i n g u n o p a r a el ejercicio
del cual n o n o s a y u d e la Iglesia c o n sus oraciones, y también
no nos a r m e con sus privilegios; lo cual c o m o hasta el presen-
te n o h a dejado d e h a c e r o p o r t u n a m e n t e , t a m p o c o dejará en
delante de a y u d a r n o s p o r su b o n d a d . ¿De d o n d e pensáis, her-
m a n o s , que p r o v i e n e t a n t a eficacia en la C o m p a ñ í a , u n a a m -
plitud tan g r a n d e d e frutos de estos ministerios en t a n p o c o s
años, sino de aquella v o c a c i ó n de Dios, de aquella gracia sin-
gular de la divina b o n d a d ? A los cuales auxilios nuestros P a -
dres h a n c o o p e r a d o con esmero. C o n u n a cierta m á s v e r d a d e -
ra h u m i l d a d de c o r a z ó n y g r a n d e z a d e á n i m o en Cristo
d e b e m o s nosotros insistir diligentemente. P a r a que n o decai-
g a m o s del oficio está la gracia p a r a los ministerios, se a ñ a d e n
también m u c h o s ejemplos de los P a d r e s , m u c h o m a y o r e s in-
tercesiones tanto en el cielo c o m o de los nuestros.

[7] N o d u d o que también vosotros, y todos los que v i v e n en


la C o m p a ñ í a , traerán g r a n incremento a la C o m p a ñ í a , esto es,
u n fruto m á s a b u n d a n t e en las a l m a s a m a y o r gloria de Dios.
P e r o esto añadiré acerca de esta materia, que a u m e n t a r á vues-
tro á n i m o , la e s p e r a n z a y el e n t u s i a s m o en Cristo. Yo oí, lo
o y e r o n también otros, al P. Ignacio c u a n d o afirmó q u e en la
17
C o m p a ñ í a habría mejores frutos después de aquellos inicios .
Mejores, p o r cierto, decía p o r su h u m i l d a d . P e r o y o siempre
entendí que en la C o m p a ñ í a habría m á s amplios y a b u n d a n -
tes ministerios y frutos; p e r o c o n tal que n o desistamos d e
n u e s t r a g r a c i a , de n u e s t r a vocación. Y c i e r t a m e n t e y o confío
que n o faltaremos ni d e c a e r e m o s p o r estar inflamados n u e s -
tros ministerios c o n aquella divina c a r i d a d que tiende a lo
m á s perfecto e inflama t o d o s nuestros c o r a z o n e s siempre sua-
v e y fervorosamente.

2. S o b r e las p r e d i c a c i o n e s

[8] Esto supuesto, e s c u c h a d a h o r a sobre c a d a u n o de los m i -


nisterios y a c o m o d a d l o a la propia r a z ó n de nuestro instituto;
p u e s d e c i m o s estas cosas a los P a d r e s y h e r m a n o s de la C o m -
pañía, n o a otros.

1 7
Frase muy repetida. Véase FN, II, 111,493; FN, III, 425, 711.
344 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[9] ¿ Q u é entendemos, pues, p o r predicaciones? Aquella m a -


n e r a de p r e d i c a r en público, en la cual n o sólo se enseña al
pueblo p o r la palabra de Dios, qué es lo que h a y que creer, es-
perar, a m a r y obrar, qué h a y que evitar; sino que se utilizan
con m á s ímpetu mociones del ánimo, tanto suaves y atractivas
hacia las virtudes, c o m o también las que alejan de los vicios. Y
c o n todo, a u n c u a n d o en el s e r m ó n sólo e n s e ñ a m o s , la p e r o -
ración debe ser de tal m o d o tranquila que a p o r t e g u s t o y c o -
m o respire olor de m o d o que se insinúe c o n fruto en los c o r a -
zones de los oyentes.
[10] Éste es u n g r a n ministerio en la Iglesia, que proviene del
d o n de profecía en la Iglesia d e Cristo. C o n t o d o adviertan los
predicadores que el d o n de esta profecía p u e d e estar también
en los que n o viven según su profecía. H a b l a n cierto espléndi-
d a m e n t e y de forma potente en el sermón, pero viven en las ti-
nieblas de los vicios o en la e n f e r m e d a d e imperfección de la
vida. Estos son llevados p o r la gracia sensible, c o n 'gracia gra-
tis dada', enseñan a evitar los vicios e imperfecciones, a tender
a la perfección; p e r o p o r p o c o que ellos sean t o c a d o s c o n al-
g u n a reprensión o mortificación, p o n e n d e manifiesto su mi-
seria lamentable.

¿ Q u é hará, pues, nuestro predicador? N o confíe en el don


natural (pues algunos p a r e c e n haber nacido p a r a predicar). Y
si a d e m á s el Señor le h a d a d o algo de profecía, n o sólo se a p o -
ye en ello; sino a ñ a d a la p u r e z a de vida y el ejemplo, y el fer-
v o r de la caridad. Pues sin este espíritu piense que sus prédi-
cas son c o m o m a l p a r i d a s ; o si llevan fruto ( c o m o a veces
v e m o s que sucede) v e a que n o es de aquellos de quienes dirá
Cristo: "No os conozco", p o r m á s que profecitasteis e hicisteis
m u c h a s virtudes; lo cual Dios n o permita.

[11] N o hay, pues, que predicar así, c o m o p u e d e n hacerlo los


peores; sino que h a y que p o n e r m u c h a atención: si la facultad
natural, o también la proveniente del d o n gratuito d e Dios,
p u e d e concitar tanta eficacia en la palabra ¿qué no h a y que es-
p e r a r de la facultad m á s excelente de las virtudes y dones del
Espíritu Santo, sobre t o d o de la caridad y sabiduría? Así pues,
o c u p a o s en esto, p r e d i c a d o r e s , en que las facultades que lle-
váis al pulpito, t o m e n eficacia n o sólo de los dones naturales o
d a d o s gratis, sino d e aquellas que h a c e n g r a t o al h o m b r e ; y
hasta tal p u n t o unáis tal defensa espiritual d e todas las virtu-
V I L PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1 5 7 5 345

des que p u e d a llevar alguna utilidad a v u e s t r a predicaciones.


P o n e d , p u e s esto en vuestro á n i m o , que n o sólo predicáis p a -
ra los d e m á s , sino p r i m e r o y sobre t o d o p a r a v o s o t r o s . A v o -
sotros enseñáis, a v o s o t r o s excitáis c o n t o d o s los afectos a la
p u r e z a de v i d a y la perfección. Cristo habla en v o s o t r o s , en
vosotros y p o r vosotros sea eficaz su palabra; la cual siendo de
v e r d a d infinita, tiene u n a divina majestad, s u a v i d a d , fuerza,
consolación.

[12] P e r o ¿en qué estudios literarios debe o c u p a r s e nuestro


p r e d i c a d o r ? A n t e s de hablar de esto, oíd la tradición del P. Ig-
nacio. Sabía aquel h o m b r e sabio que e r a excelente el ministe-
rio de predicar la palabra de Dios en la Iglesia y entonces en la
C o m p a ñ í a ante t o d o necesario y útil. P u e s siendo nuestro fin
p r o c u r a r la salvación y perfección de las almas, n o p u e d e a d u -
cirse p a r a ello u n a fuerza m a y o r que la de las predicaciones,
c o m o los s a c r a m e n t o s c u y a eficacia es, (según dicen los teólo-
gos) "ex opere operato". P u e s en ellas se contiene t o d o el m i -
nisterio de la p a l a b r a de Dios, p a r a enseñar, exhortar, m o v e r
t o d o s los afectos, c o n t o d a industria y fuerza del espíritu; en
ellas se abre la fuente de las divinas escrituras y de la sabidu-
ría y ciencia de Dios. Sabiendo, p u e s , y e n s e ñ a n d o esto el
P. Ignacio, prescribía esto: que n i n g u n a arte liberal, n i n g u n a
ciencia que p u d i e s e a p o r t a r a l g u n a utilidad p a r a a d o r n a r la
predicación, debía ser despreciada p o r nuestros predicadores.
Yo oí, c u a n d o u n o le p r e g u n t ó si se debían leer los discursos
de Cicerón p a r a obtener d e ahí a l g u n a a y u d a p a r a los s e r m o -
nes, que el P a d r e decía: "se puede". D e aquí a d e m á s que p r o -
c u r a s e y ordenase p o n e r tanta diligencia y práctica en las pre-
dicaciones. De ahí que en las Constituciones prescribiese c o n
18
t a n t o c u i d a d o sobre la p r e p a r a c i ó n d e los p r e d i c a d o r e s . De
1 9
ahí que instituyese los t o n o s ( c o m o los l l a m a m o s ) , que se re-
fieren a la a c t u a c i ó n y pronunciación; los cuales son diversos
s e g ú n la v a r i e d a d d e naciones, n o v a y a u n o a creer que s e g ú n
se h a c e n p o r los nuestros los tonos en R o m a , así se deben h a -
cer en todas las provincias.

A lo m i s m o tienden los tan frecuentes s e r m o n e s en los re-


fectorios de los colegios y de las casas de probación. También

18
Co [ 4 0 2 - 4 0 5 ] .
19
Nadal enumera los "tonos" o ejercicios de predicación entre las tra-
diciones de la Compañía como provenientes de Ignacio.
346 JERÓNIMO NADAL, S.J.

de esto n o s a c o r d a m o s que quiso el P. Ignacio, que los que te-


nían a l g u n a facultad p a r a las predicaciones, ejercitasen la v o z
y la actuación en aquellas ingentes ruinas de la antigua R o m a ,
ante observadores. A esto sobre todo dirigió todos los estudios
literarios, y también solía r e c o m e n d a r con precisión el estudio
de las letras h u m a n a s y la frase erudita de la conversación o r -
dinaria.

[13] De estas tradiciones del P. Ignacio consta suficientemen-


te en qué estudios debe o c u p a r s e nuestro futuro predicador. Y
en p r i m e r l u g a r debe ser e x p l o r a d o p o r los superiores si los
nuestros tienen a l g u n a facultad n a t u r a l e inclinación a predi-
car; lo c u a l y a se p o d r á y d e b e r á o b s e r v a r en el noviciado.
P u e s la experiencia n o s enseña que a l g u n o s s o n t a n ineptos
p o r n a t u r a l e z a p a r a p r e d i c a r que p a r e c e que n i n g u n a indus-
tria, n i n g ú n ejercicio p u e d a a y u d a r l e s ; p o r el c o n t r a r i o otros
son tan aptos, que c o n p o c a a y u d a h a c e n g r a n d e s p r o g r e s o s
en esta materia; otros están en m e d i o d e estos, los cuales, a u n
c o n dificultad, p u e d e n ser p u e s t o s de a l g ú n m o d o entre los
predicadores.

C o n los p r i m e r o s n o h a y que p e r d e r tiempo si n o es p a r a


mortificación. C o n los s e g u n d o s h a y que p o n e r y a los ojos
d e s d e el n o v i c i a d o p a r a e m p l e a r u n a c u i d a d o s a institución.
C o n los terceros también h a y que p o n e r diligencia, c o m o pide
su natural dificultad o inhabilidad, al m e n o s en tanto que apa-
rezca a l g u n a esperanza de p r o v e c h o .

[14] P e r o el gran c u i d a d o de los que son destinados a la pre-


dicación, debe ser que sean ejercitados diligentísimamente en
el noviciado, p r i m e r o p a r a que extirpen de raíz el h o m b r e vie-
jo y sean a m a n t e s de t o d a mortificación; que en la obediencia
sean insignes; y, excelentes en t o d a clase d e oración, alcancen
la total simplicidad del c o r a z ó n y la h u m i l d a d . E n d o s p a l a -
bras: estén m u y a d o r n a d o s de t o d a s las virtudes religiosas. Y
esto ante t o d o se esfuercen los superiores en enseñarles, que
c o n o z c a n el instituto de la C o m p a ñ í a y tengan n u e s t r o fin
p r o f u n d a m e n t e i m p r e s o en el c o r a z ó n . P u e s t o d o esto que
a c a b o de señalar, h a y que p r o c u r a r l o p o r cierto en t o d o s los
novicios diligentemente; p e r o al ser e m p l e a d o en los destina-
d o s con m a y o r e s m e r o e interés a la predicación, se logra m a -
yor fruto que el que se espera de ellos y m a y o r detrimento p o r
el contrario el que p u e d e derivarse de ellos si n o resultan bue-
V I L PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1 5 7 5 347

nos religiosos; c o m o también los que son de excelente ingenio


o a d o r n a d o s de alguna insigne cualidad, deben ser instruidos
c o n g r a n c u i d a d o . Pero el fin que pretende el superior n o h a y
que mostrárselo a nadie, al m e n o s d u r a n t e los estudios litera-
rios; sólo debe tenerlo en su intención.

[15] A d e m á s estos estudios espirituales n o sólo h a y que


p r o c u r a r l o s en el n o v i c i a d o sino h a y que c o n s e r v a r l o s con di-
ligencia m i e n t r a s los futuros p r e d i c a d o r e s se e n t r e g a n a los
estudios literarios, y, en c u a n t o sea posible, h a y q u e a u m e n -
tarlos, en las interrupciones de los estudios, c o n la o r a c i ó n
diaria, las defensas de los s a c r a m e n t o s , el inflamado a m o r
del fin, el ejercicio d e las v i r t u d e s , la repetición de los ejerci-
cios del noviciado.

Y p o r lo que se refiere a los estudios literarios, si nuestro


p r e d i c a d o r es c a p a z p o r la m a g n i t u d y a m p l i t u d del ingenio
de m o d o que p u e d a captar todos los estudios, h a y que ejerci-
tarlo en todos. Y en p r i m e r lugar la lengua vulgar, en la que se
espera que p r e d i c a r á , debe c o n s e r v a r l a y pulirla p e r o sin nin-
g u n a afectación. E n las letras latinas debe o c u p a r s e c o n di-
ligencia, m e refiero a la g r a m á t i c a y las h u m a n i d a d e s , de m a -
n e r a que p u e d a escribir y hablar c o n p u r e z a , p r o p i e d a d ,
abundancia y elegancia. A la cual facultad se le debe añadir el
arte y estudio de la retórica sobre t o d o c o n m u c h o c u i d a d o ,
diligencia y ejercicio. Y ¡ojalá se hubiera inventado un arte de
retórica c o n el cual se instruyera el o r a d o r cristiano c o n p r o -
p i e d a d a tener s e r m o n e s p a r a el pueblo! E n el cual arte se r e -
firiese lo que enseñaron Aristóteles, Cicerón, Quintiliano; y se
añadiesen lo que ignoraron: la v i r t u d de la religión cristiana,
la fuerza de la virtud, la eficacia d e la gracia y de los dones de
Dios, el sentido de las c o s a s espirituales. Brevemente: p a r a
que el arte fuese oratorio p o r m e d i o del cual se imprimiese en
el c o r a z ó n d e los oyentes el espíritu y la santidad. De lo cual
en otra ocasión hablaremos, siendo Cristo propicio.

D e s p u é s que nuestro o r a d o r h a y a suficientemente a p r o -


v e c h a d o , s e g ú n p a r e c e r del superior, oído el juicio del prefec-
to d e estudios, será necesario p o n e r l o al frente d e la clase d e
retórica p o r u n o o d o s años. L u e g o h a y que p a s a r l o a la filo-
sofía n a t u r a l y m o r a l . C o n t o d o h a b r á de p r o c u r a r que entre-
tanto n o deje d e l a d o los estudios d e letras h u m a n a s y retóri-
ca, sino que c o n s e r v e el fruto de ellas a l c a n z a d o . O c ú p e s e en
348 JERÓNIMO NADAL, S J .

hablar y escribir en latín de asuntos filosóficos. Y h a b r á de p o -


ner m á s diligencia en los estudios de lógica y filosofía m o r a l ,
a u n c u a n d o d e b a tratar las d e m á s p a r t e s de la filosofía lo m á s
e x a c t a m e n t e posible. De aquí, u n a v e z bien instruido, irá a los
estudios de teología; y d e tal m a n e r a se h a r á e x p e r t o e n la es-
colástica c o m o p a r a obtener de la m i s m a g r a n fruto. P u e s la
erudición de la teología escolástica, a d e m á s del m é t o d o q u e
ofrece y u n a c o m o cierta perfecta ciencia d e t o d a la teología,
sirve p a r a que el p r e d i c a d o r t e n g a sólidas definiciones e n
a s u n t o de religión y n o d u d e en cuestiones g r a v í s i m a s , c o m o
suele s u c e d e r a los que no t o c a r o n la escolástica o a p e n a s la
saludaron. L a cual incertidumbre siempre h u b o d e ser enérgi-
c a m e n t e evitada y en esta t e m p e s t a d p u d i e r a ser g r a n d e m e n -
te perniciosa. A s í p u e s , del estudio de la teología escolástica
obtenga el m é t o d o cierto de t o d a la teología y la d o c t a firme-
z a y constancia de t o d o juicio teológico.

[16] P e r o advierta n u e s t r o o r a d o r que n o debe detenerse en


estos estudios sino que debe dirigirlos a la inteligencia de las
s a g r a d a s letras. Así pues, así c o m o sería necesario d e d i c a r un
p r i m e r o y a u n u n s e g u n d o a ñ o del c u r s o teológico a oír sólo
escolástica, así d e s p u é s oiga a t e n t a m e n t e la lección de las sa-
g r a d a s letras, y a ellas aplique y a c o m o d e aquellos estudios.
Sea ejercitado c o n e s m e r o en las repeticiones y disputas. H a y
que a ñ a d i r a d e m á s la erudición de la lengua griega y también
la hebrea; u n n o m e d i o c r e c o n o c i m i e n t o de los concilios, c á -
n o n e s eclesiásticos, historia eclesiástica; también ejercicio d e
casos de conciencia, c o m o los llaman.

Mientras h a c e estos estudios, de los que he hablado, n o


o m i t a p r e p a r a r la a y u d a p a r a el o r n a t o y eficacia de las predi-
caciones: t o m e notas de lo que lee, oye, piensa, ora; y anote en
un libro los lugares c o m u n e s que después le p u e d a n ser útiles.

[17] P e r o d e s p u é s de t e r m i n a d o s los estudios, n o sólo debe


cumplir con exactitud aquel tercer a ñ o de probación, sino que
p r o c u r a r á e n ese t i e m p o llevar a la práctica sus estudios, que
d e b e r á n p o r cierto ser s i e m p r e referidos a la futura práctica,
20
según prescripción de las C o n s t i t u c i o n e s , n o sólo c o n á n i m o
c o m o antes, sino c o n ejercicio, ejecución, v o l u n t a d , observan-
cia de á n i m o , intención del espíritu vivo y prudente, en Cristo.

2 0
Co[516].
VII. PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1 5 7 5 349

[18] A ñ a d i r é u n a c o s a que, a u n c u a n d o p u d e decirla m á s


arriba, quise c o n t o d o diferirla p a r a el último lugar, p a r a que
se fije m á s profundamente en vuestros corazones. A saber, que
h a y que p r o c u r a r g r a n d e m e n t e que n u e s t r o s estudios n o se
traten de m a n e r a s e c u l a r i z a d a o imperfecta, sino de m a n e r a
religiosa c o m o debe ser t o d o lo que t r a t a m o s . E s t o se h a r á si,
c o n la intención de la m e n t e y el ejercicio de los estudios se
juntan el fruto de la oración y los sentidos espirituales propia-
m e n t e u n i d o s c o n los estudios; c o m o si dijeras q u e n u e s t r o s
estudios deben ser espirituales, y que lleguen h a s t a el p u n t o
d e d o n d e artes y ciencias provienen. N o digo s o l a m e n t e h a s -
ta los principios de las ciencias, sino que p e n e t r e n hasta el
p u n t o en d o n d e está la fuente y a u t o r de los principios, Dios.
P e r o sobre esta r a z ó n de los estudios d e n u e v o habrá que h a -
blar c u a n d o t r a t a r e m o s de nuestros escolares o profesores.

3. S o b r e las l e c c i o n e s

[19] A h o r a h a y que h a b l a r de las lecciones. D e éstas u n a s


s o n s a g r a d a s y suelen t e n e r s e e n las iglesias; o t r a s s o n m e z -
cla, q u e tienen l u g a r en las clases. N u e s t r o fin a b r a z a a a m -
bas. De a m b a s h a y que tratar aquí: m á s p l e n a m e n t e de las sa-
g r a d a s , p u e s d e las o t r a s su l u g a r s e r á c u a n d o h a b l e m o s de
los colegios.
L a s lecciones sacras difieren p r i m e r o de las que se tienen
en los colegios, a u n de teología, p o r q u e éstas tratan principal-
m e n t e en forma especulativa y persiguen las cosas m á s difíci-
les p a r a erudición del entendimiento. Aquellas se m u e v e n en
el terreno p r á c t i c o y se a c o m o d a n al c o m ú n entendimiento y
edificación del pueblo. A d e m á s las lecciones sacras difieren de
los s e r m o n e s en q u e los s e r m o n e s se o c u p a n principalmente
e n m o v e r los ánimos; las lecciones sobre t o d o e n enseñar la
v e r d a d . Estas tienen u n a tranquila actuación, pronunciación,
elocución; aquellas en lo m i s m o p o n e n e n tensión t o d o s los
nervios. Y c o n t o d o ( c o m o arriba decía) c o n las lecciones debe
estar unido que se m u e v a n los afectos del ánimo, n o con aquel
artificio o r a t o r i o y c o m o p o m p a , sino c o n p a z , placidez, sua-
vidad. Pues a u n c u a n d o la actuación y pronunciación del lec-
tor deben t o m a r s e del p r i m e r t o n o ( c o m o d e c i m o s nosotros),
c o n t o d o d e b e p r e p a r a r s e el lector, con su simplicidad y h u -
350 JERÓNIMO NADAL, S.J.

m u d a d d e á n i m o , a la d e v o c i ó n y sentido espiritual, e imbui-


do y c o n m o v i d o de los m i s m o s , explicar su lección. Pues se lo-
g r a r á que aquel sentido espiritual se traslade a los oyentes y
se les c o m o destile c o n cierta a m e n i d a d y g o z o en Cristo, que
es el g r a n fruto de las lecciones. Si a ello n o llega el lector, n o
omita c o n t o d o ofrecer esto, que lea d e forma práctica, esto es,
no sólo instruya el entendimiento sino m u e v a la voluntad a la
observancia de los m a n d a m i e n t o s y consejos de Dios y de la
Iglesia; de qué m a n e r a se deba preparar, p o r qué c a m i n o s in-
sistir, c o n qué r a z o n e s obtener fruto. P u e s si esto se trata c o n
c u i d a d o , se l o g r a r á tal v e z que a u n c u a n d o el que lee n o en-
tremezcle el sentido espiritual y la devoción, el que o y e lo r e -
ciba con t o d o c o n d e v o c i ó n y lo i m p r i m a en el c o r a z ó n . P r o -
cure o p o r t u n a m e n t e el lector, c o m o igualmente debe h a c e r en
su m a t e r i a el predicador, que los oyentes sean llevados a la
frecuencia de la penitencia y de la s a g r a d a comunión.

A d e m á s s a b i a m e n t e n u e s t r o fin prescribe estos d o s mi-


nisterios, de los s e r m o n e s y lecciones, c o m o son diversos los
ingenios d e los h o m b r e s y las facultades naturales de hablar,
c o m o dijimos. A s í el que n o será hábil p a r a los s e r m o n e s , p o -
d r á ser e n c a r g a d o de las lecciones, c o n tal que sea suficiente-
m e n t e d o c t o y piadoso.

Estas cosas p a r e c e n ser dichas p o r sí m i s m a s p a r a que se


entienda cual es la n a t u r a l e z a de las lecciones. P e r o con t o d o
a c o n t e c e r á que el lector sea u n predicador. ¿ Q u é entonces?
¿Le será a éste p e r m i t i d o m e z c l a r las a c t u a c i o n e s del s e r m ó n
y de la lección? Si h a y que actuar p r o p i a m e n t e y c o n orden, n o
es permitido; sino que el p r e d i c a d o r al leer deberá a c o m o d a r -
se a la propia m a n e r a d e las lecciones, y a c o r d a r s e de que lee,
n o que predica, y n o debe permitir c o n su acción oratoria que
los otros lectores p a r e z c a n abdicar del aprecio, al n o desplegar
remates oratorios. P o r lo general v e o que h a b r á que disimular
c o n los p r e d i c a d o r e s , a u n c u a n d o , a v i s a d o s p o r cierto, vuel-
v a n a servirse del ingenio.

[20] P o r lo d e m á s los estudios del lector s e r á n p a r e c i d o s a


los que prescribimos p a r a el p r e d i c a d o r ; a u n q u e éste n o trata-
rá con tanto a r d o r el arte de la retórica, p e r o se o c u p a r á en la
teología m u y diligentemente. P u e s c u a n t o el que lee en la igle-
sia es m á s d o c t o tanto m a y o r a u t o r i d a d tiene y enseña m á s
plena y p r o f u n d a m e n t e , p o r lo cual, a u n c u a n d o falten o t r a s
V I L PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1575 351

cosas, es de esperar m a y o r fruto. P e r o en las s a g r a d a s letras el


lector deberá ser versadísimo y en enseñar el catecismo n o só-
lo d o c t o sino también a b u n d a n t e y claro.

[21] P e r o d e las lecciones escolásticas, c o m o h a b r á n de tra-


tarse en otro lugar, s o l a m e n t e diré esto aquí: la C o m p a ñ í a
n u n c a hubiese a c e p t a d o este ministerio, si n o hubiese p e n s a -
d o que recibía al m i s m o t i e m p o la formación en las c o s t u m -
bres. Así pues, aquellas lecciones escolásticas, que m u c h a s ve-
ces p a r e c e n estériles y desprovistas de espíritu, n o q u e d a n
fuera del fin d e la C o m p a ñ í a ; p u e s entre ellas se b u s c a y p r o -
c u r a a la v e z la salvación y perfección de los prójimos. Así
pues, aquellas lecciones y ejercicios escolásticos son c o m o u n
anzuelo p a r a p e s c a r a l m a s . P e r o de t o d o esto en otro l u g a r
más oportuna y más abundantemente. Ahora procedamos a
otros ministerios.

4. Y c u a l q u i e r otro m i n i s t e r i o de la p a l a b r a d e D i o s

[22] G r a n d e g r a c i a es en la Iglesia de Dios, excelente oficio,


ser ministro de la p a l a b r a d e Dios; e n t e n d á m o s l o , h e r m a n o s ,
en el espíritu. También Cristo es la palabra infinita de Dios; de
esta p a l a b r a s o m o s ministros, p u e s él n o s envía, él n o s ense-
ña, él es p a r a nosotros la p a l a b r a interior, él n o s c o n c e d e que
o i g a m o s la p a l a b r a de la doctrina y sintamos que de él p r o c e -
de, él nos d a la eficacia y ofrece la c a r i d a d de la c o n v e r s a c i ó n
y la fuerza divina. N o p o d e m o s explicar la g r a n d e z a del m i -
nisterio de la palabra; sólo se siente en el espíritu en Cristo.

L a s principales p a r t e s de este ministerio son los s e r m o -


nes y las lecciones sacras, de las que y a h e m o s hablado. Y con
t o d o a b r a z a m o s i n m e d i a t a m e n t e en general t o d a m a n e r a de
administrar la p a l a b r a de Dios en el fervor del espíritu; p u e s
n o parecía deberse desarrollar tan p r o n t o esta universalidad
al a ñ a d i r los otros ministerios d e la palabra. P e r o lo m i s m o
suele h a c e r s e en las lecciones sacras; se dicen a l g u n a s cosas
p o r participación. P e r o ¿cuáles son esos ministerios de la p a -
labra, a p a r t e de lo que y a en p a r t e se h a dicho y e n p a r t e se
añadirá?

[23] P r i m e r o , el coloquio espiritual p r i v a d o , e n el cual h a y


una a y u d a y subsidio eximio p a r a a y u d a r al prójimo. Sobre el
352 JERÓNIMO NADAL, S.J.

cual el P. Ignacio solía decir cosas preclaras, y enseñar también


c o s a s admirables: p u e s lo que h a c e n p ú b l i c a m e n t e los predi-
c a d o r e s y lectores en el pulpito ante la multitud, esto es d e su-
m a utilidad hacerlo p r i v a d a m e n t e p a r a los particulares. Y p o r
cierto aquí h a y m á s libertad, m a y o r fuerza también, p u e s t o
que la p a l a b r a p u e d e ser a c o m o d a d a s e g ú n la respuesta o
afecto. Así se logra que la presa quede casi e n c e r r a d a e n nues-
tra jaula, d e m o d o que, c o n la a y u d a d e Cristo, difícilmente
p u e d a evadirse, si s o m o s v a r o n e s en Cristo.

[24] P a r a este ministerio recibieron a l g u n o s u n a insigne fa-


c u l t a d , entre los q u e e s t u v o el P. F a b r o , el p r i m e r c o m p a ñ e r o
del P. Ignacio. P u e s éste fue eficaz ante t o d o y p o d e r o s o en las
p i a d o s a s c o n v e r s a c i o n e s ; p u e s n o se a c e r c a b a a n a d i e , a u n
m u y alejado d e las c o s a s espirituales, que al final n o c a m b i a s e
totalmente. Del cual solía decir el P. Ignacio: "Pedro saca a g u a
21
d e la p i e d r a " .

En esto también fue excelente el P. F r a n c i s c o Javier, aquel


g r a n P a d r e d e los Indios y Japoneses. P e r o en esto fue a d m i -
rable el P. Ignacio. Inflamado c o m o estaba p o r la c a r i d a d hacia
el prójimo, lleno d e la discreción d e espíritus y p r u d e n c i a m o -
ral, así se a c o m o d a b a a aquellos c o n los que trataba con la bre-
22
v e d a d y s u a v i d a d d e la c o n v e r s a c i ó n , así se i n s i n u a b a , que
excitaba e n ellos a d m i r a b l e s m o v i m i e n t o s d e á n i m o ; y casi
c o n t e m p l a b a a los presentes c o m o si p e n e t r a s e su a l m a y su
interior; así hablaba que a sus palabras n o se p o d í a c o n t r a d e -
cir. A ñ a d e que n o sé qué d e divina v i r t u d y luz parecía c o m o
brotar d e su rostro que m o v í a a lo espiritual no m e d i o c r e m e n -
23
te a los que lo v e í a n .

[25] P o r m e d i o d e este ministerio d e la palabra d e Dios hizo


m u c h a s cosas preclaras el P. Ignacio. Y lo p r i m e r o , que se jun-
24
tó aquellos n u e v e p r i m e r o s c o m p a ñ e r o s . A b a r c a este minis-
terio p o r cierto t o d o el artificio d e los p r e d i c a d o r e s c u a n d o n o
falta la facultad y lo exige el asunto. P e r o con t o d o es m á s p r o -
pio del interlocutor insinuarse en la m e n t e c o n p a z y placidez,

21
Ver P4Coimbra[17], P2Colonia[19].
2 2
En Orationis observationes [637] dice Nadal: "El Padre Ignacio como
besando el alma e insinuándosele suave y tranquilamente". Ver P2Colo-
nia[19].
23
Anot.Examen[82].
2 4
Ver más adelante n° [38].
V I L PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1 5 7 5 353

tratar s u a v e m e n t e , levantar el fervor de la caridad. Y p a r a to-


c a r algunas cosas de las que oímos al P. Ignacio sobre este mi-
nisterio, escuchad.

L o que a h o r a decía, él n o sólo lo enseñaba c u m p l i d a m e n -


te sino que lo practicaba; m o s t r a n d o cierto s u a v e fervor de
a m o r hacia aquel que a s u m í a p a r a ayudar, llenaba t o d o su pe-
c h o y á n i m o . A m a b a ciertamente e n él, a u n c u a n d o fuese un
h o m b r e lleno de p e c a d o s , la naturaleza, la fe, las d e m á s virtu-
des si algunas tenía, o las buenas obras si alguna v e z había te-
nido alguna, y daba señales de aprobarlas, predicaba también
a m a b l e m e n t e . Juntaba el celo de la salvación de aquella a l m a
contra t o d o lo que podía oponerse, sobre t o d o contra el d e m o -
nio, autor y fautor de todos los vicios. Enseñaba que había que
advertir en qué condición vivía o hubiese vivido, c o n qué in-
genio, qué complexión corporal, esto es, si colérico o flemático,
sanguíneo o melancólico, qué había h e c h o o hacía e n la vida.
Esto lo investigaba p a r a podérsele a d a p t a r providentemente.

A ñ a d í a que al principio n o se había de tratar de los p e c a -


d o s o d e adquirir virtudes, sino de cosas indiferentes (si había
ocasión) y casi de aquello que le fuese familiar; c o m o al militar
de la g u e r r a , al m e r c a d e r del c o m e r c i o , al noble d e la m a g i s -
tratura y cosa pública; al eclesiástico de asuntos eclesiásticos y
del gobierno de la Iglesia. Igualmente c o n los d e m á s se debe
tratar d e cosas propias de su estado; o simplemente se de-
be p r o c u r a r que sean ellos los que p r o p o n g a n la m a t e r i a del
coloquio, y recibirla c o n g r a t o á n i m o con tal que n o sea mala,
a u n c u a n d o secular.

[26] Pero en estos coloquios h a y que v e r con atención que se


elija tal m a t e r i a de coloquio de la que o p o r t u n a m e n t e p o d a -
m o s tratar de su salvación. Esta m a n e r a de p r o c e d e r solía el
P. Ignacio explicar en español: "entrar c o n la d e ellos y salir
c o n la nuestra"; esto es, ir a ellos s e g ú n su v o l u n t a d , p e r o p a -
sarnos a lo nuestro. Pues decía que n o se debía tratar ensegui-
d a d e los vicios, virtudes, misterios d e Cristo, vida y m u e r t e ;
n o fuera que antes de e s c u c h a r n o s con gusto, los ahuyentáse-
m o s p o r la i n o p o r t u n i d a d d e n u e s t r o celo y l o g r á s e m o s que
n o quisieran oír n a d a m á s . Y t a m p o c o , a u n q u e n o s oigan con
gusto, h a y que p a s a r enseguida a la detestación de los p e c a -
dos; sino d e s p u é s de aquel coloquio de las cosas h u m a n a s o
políticas, p r i m e r o h a y que tratar de las obras de los santos, la
354 JERÓNIMO NADAL, S.J.

v i d a de Cristo, doctrina, m u e r t e y las virtudes; de aquí se h a -


rá la transición a la detestación de los p e c a d o s en general. Y n o
h a y que venir a sus vicios si él m i s m o n o nos d a ocasión la
cual nosotros p o d a m o s plácidamente tomar. A l g u n a v e z t a m -
bién ( c o m o también decía el P. Fabro) h a y que desviarse a otra
p a r t e y rehuir aquel t r a t a d o particular e individual de los vi-
cios. C o n t o d o si él n u n c a tratase de sus cosas o pidiese conse-
jo, ciertamente h a y que llegar al p u n t o que le aconsejemos la
confesión, p r i m e r o particular, luego la general, la frecuencia
de los s a c r a m e n t o s , el m o d o de orar, de p r o c u r a r las b u e n a s
obras, de servir a Dios. Y si tal vez sucede que alguien u s a con
gusto y c o n frecuencia de nuestra c o m p a ñ í a y con t o d o n u n c a
quiere tratar de cosas espirituales y que pertenecen a la salva-
ción de su a l m a , h a y que tratar con ellos abiertamente, n o de
cosas indiferentes y que les sean g r a t a s sino s e v e r a m e n t e del
infierno, del juicio de Dios particular y universal, de los infor-
tunios y c a l a m i d a d e s que suelen a c a e c e r a los p e c a d o r e s , de
los h o r r e n d o s juicios de Dios, p a r a que se m u e v a n a mejor fru-
to, si es posible, c o n este ariete, o ofendido y a t e r r o r i z a d o y a
no vuelva; así se logrará que no se pierda m á s el tiempo con él.

[27] N o se dicen estas cosas c o m o si n o hubiera que observar


otro m o d o según la oportunidad, y cualidad de la persona, de
las cosas, tiempo y ocasión según se presenten. Todo lo gober-
n a r á la p i a d o s a y d e v o t a p r u d e n c i a del interlocutor. P e r o han
sido d a d o s ciertos t r a z o s que el Señor con su providencia go-
bernará, si n o queremos faltar a su gracia y a nuestra vocación.

Esta clase de ministerio u s a r á n los nuestros d e s p u é s de


los s e r m o n e s y lecciones sacras; p u e s de allí, c o n m o v i d o s los
á n i m o s de los oyentes, c o n m á s facilidad oirán el p i a d o s o c o -
loquio y s a c a r á n fruto de él.

Se h a r á a d e m á s u n fructuoso u s o de este coloquio en los


colegios, con h e r m a n o s o P a d r e s escogidos, a los que se les en-
c a r g u e d e tratar c o n nuestros oyentes, c o n lo cual se l o g r a r á
n o sólo que sean p r o m o v i d o s a u n m a y o r fruto de la v i d a cris-
tiana, sino también a que Dios c o n d u z c a al m á s selecto p a r a la
Compañía.

También se u s a este ministerio c u a n d o los nuestros salen


p o r las plazas y concursos de gente, y se les h a c e n encontradi-
z o s con placidez, de m a n e r a que p o c o a p o c o los i n d u z c a n a la
V I L PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1 5 7 5 355

confesión y a u n los lleven; este m o d o fue en R o m a m u y fruc-


tuoso, en d o n d e en m a s a e r a n llevados a la confesión los obre-
ros del c a m p o ; y p r i m e r o eran enseñados p o r algún h e r m a n o
c ó m o debían e x a m i n a r su conciencia y confesar sus p e c a d o s ,
luego se les obligaba a p r e p a r a r s e , finalmente e r a n c o n d u c i -
d o s al confesor.

Este ministerio n o sólo deben ejercitar los nuestros p o r sí


m i s m o s , sino también p o r otros, lo cual se l o g r a r á si aquellos
c u y a s confesiones oyen y c o n los que tienen c o n v e r s a c i ó n es-
piritual, los p e r s u a d e n que h a g a n lo m i s m o c o n los d e c a s a ,
los parientes y amigos; las mujeres lo m i s m o c o n las mujeres
parientes, criadas, familiares; p e r o n u n c a se e n t r e g a r á n a este
ministerio m e z c l a d o s h o m b r e s y mujeres, a n o ser que sean le-
gítimos c ó n y u g e s , p a r a evitar t o d a opinión de m a l n o m b r e .

[28] Hay, e m p e r o , entre los s e r m o n e s o lecciones y este mi-


nisterio p r i v a d o de la palabra de Dios, u n o c o m o intermedio, a
saber c u a n d o se reúnen en u n lugar m u c h o s hombres p a r a h a -
blar familiarmente de cosas espirituales con u n o que gobierna
la reunión y dirige las actuaciones. Esta forma la e m p e z a m o s
nosotros en Mesina en Sicilia, en d o n d e se erigió aquel colegio,
p e r o de forma algo rudimentaria. E n nuestro t e m p l o acudían
casi c a d a día h o m b r e s p i a d o s o s de los que se confesaban con
los nuestros y oían nuestras lecciones eclesiásticas, a nuestro
sacristán. Este tenía p r e p a r a d o u n libro piadoso, del cual u n o
leía, los otros escuchaban atentamente; a veces también habla-
b a n entre sí de cosas espirituales. Después esto (según tengo
oído) se interrumpió. Después de este t i e m p o se instituyó en
R o m a u n a congregación de sacerdotes seculares, según San Je-
r ó n i m o , que observaba u n m o d o parecido: se reúnen u n o s en
u n a amplia sala; c u a n d o se h a n sentado, se levanta u n o y v a a
la sede, y tiene u n a b r e v e exhortación a la reunión. Este h a si-
d o p r e v i a m e n t e d e s i g n a d o p o r el sacerdote que dirige la r e u -
nión; y n o es necesario que el que h a de hablar sea de los sacer-
dotes de la casa, frecuentemente es de los externos. Después
de ser e s c u c h a d o , r e s p o n d e a veces a las p r e g u n t a s piadosas
de los d e m á s . A veces oran; luego recomiendan orar p o r las ne-
cesidades ocurrentes. Al final los cantores c a n t a n alguna can-
25
ción piadosa y hermosa. Así se disuelve la r e u n i ó n .

2 5
Se alude al "oratorio" de San Felipe Neri en la iglesia de San Giro-
lamo della Carita en Roma.
356 JERÓNIMO NADAL, S.J.

N o s o t r o s recibimos u n a obra p a r e c i d a n o h a c e m u c h o
t i e m p o en el colegio de Genova, la cual cosa c o n t o d o no h a si-
d o a p r o b a d a t o d a v í a p o r el Prepósito General, que y o sepa.
P e r o esto es c o s t u m b r e en R o m a en nuestro colegio g e r m á n i -
co, que los escolares tienen congregaciones en las cuales tratan
d e cosas referentes a la p i e d a d , presidiendo u n o de los n u e s -
26
tros '. Y p o r cierto si alguien m e pidiese la opinión, juzgaría
que este ministerio es nuestro, sobre t o d o en las c a s a s profe-
sas. P e r o se debería designar y establecer u n a cierta m a n e r a
que debiera ser o b s e r v a d a , y esperaría y o que m u c h a s a l m a s
d e esta f o r m a fuesen llevadas a la p i e d a d , se a p r o v e c h a s e n
m u c h o en Cristo.

[29] H a y otro ministerio de la p a l a b r a d e Dios, que a u n


c u a n d o se h a g a en la confesión, n o p e r t e n e c e a las p r e g u n t a s
sino q u e se refiere c o m o a cierta plática p r i v a d a c u a n d o , u n a
v e z oídos los p e c a d o s , se e x p o n e su g r a v e d a d ; y a se induce el
t e m o r y terror, y a se alimenta al á n i m o del penitente c o n la
dulce esperanza. Y esto, p o r cierto, tiene u n a g r a n amplitud.
P u e s n o h a y n i n g ú n afecto que n o p u e d a y a u n d e b a ser m o -
vido. Y esta clase tiene este privilegio, que los otros ministe-
rios n o v a n juntos c o n el sacramento. Este v a unido; p u e s en la
confesión se h a c e p o r el confesor p a r a p r e p a r a r el á n i m o del
p e c a d o r p a r a que conciba la contrición, c o n la que el confesor
absolverá sacramentalmente. P o r lo cual habrá aquí u n a efica-
cia excelente; puesto que lo que v a unido al s a c r a m e n t o recibe
m a y o r v i r t u d , m a y o r m é r i t o , eficacia, utilidad. D e esta n a t u -
raleza s o n t o d a s las cosas que se h a c e n en la confesión, fuera
de las p a r t e s del s a c r a m e n t o : las oraciones que se i m p o n e n ,
a y u n o s , limosnas; igualmente las oraciones que se leen en la
misa, las que se u s a en la administración d e los d e m á s s a c r a -
mentos. P a r a tener c o n fruto estas p r i v a d a s predicaciones (por
así decir) deben p o n e r nuestros sacerdotes g r a n e m p e ñ o ,
p u e s t o que los penitentes c o n ellas se p r e p a r a n a la v e r d a d e -
ra contrición, a y u d a n d o Cristo, y al v e r d a d e r o y constante
propósito de evitar t o d o s los p e c a d o s , y c a m b i a r en mejor to-
d o el m o d o de vida.

[30] H a y todavía en esta clase u n insigne ministerio de la p a -


labra de Dios c u a n d o auxiliamos a los que se e n c u e n t r a n al fi-
nal de la vida; de lo cual c u á n t a sea la necesidad y utilidad lo

Origen de las Congregaciones Marianas.


VII. PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1 5 7 5 357

d e m u e s t r a el peligro e n que se encuentran, luego la debilidad


d e las fuerzas tanto e x t e r n a s c o m o internas y las luchas c r u e -
les y pestilentes de los d e m o n i o s . P o r lo cual n u e s t r o s s a c e r -
dotes deben p r e p a r a s e diligentemente p a r a este oficio; los su-
periores deben p r o c u r a r que n o falten de los nuestros, que lo
d e s e m p e ñ e n también c o n gusto y lo ejerzan sabiamente y c o n
entrega.

N o es v e r d a d , c o m o v u l g a r m e n t e se dice, que t o d o s los


que se e n c u e n t r a n al final de la v i d a son tentados sobre la fe o
v e n el diablo; esto n o es cierto. Pues h a y quienes m u e r e n m u y
p l á c i d a m e n t e , n o agitados p o r a l g u n a tentación, ni p e r t u r b a -
dos p o r alguna visión siniestra. Pero también a la vez se h a ex-
p e r i m e n t a d o que m u c h o s suelen ser p e r t u r b a d o s en la m u e r -
te c o n tentaciones de fe o de e s p e r a n z a o de o t r a s cosas que
dejan a disgusto, a v e c e s t a m b i é n los d e m o n i o s a t e r r o r i z a n
con espectros y lo infestan todo.

A s í pues, esto es lo p r i m e r o que h a y que procurar, que


los m o r i b u n d o s estén p r o t e g i d o s c o n los s a c r a m e n t o s de la
penitencia, de la s a g r a d a c o m u n i ó n y la e x t r e m a unción; y p o r
lo que se refiere a la c u l p a estén e n s e g u r a y tranquila con-
ciencia. L u e g o , si deben c u m p l i r algo de la penitencia s a c r a -
m e n t a l , lo c u m p l a n o lo m a n d e n c u m p l i r eficazmente. Q u e
t a m b i é n d e t e r m i n e n p o r última v o l u n t a d de todas las cosas
h u m a n a s ; y ante t o d o si tienen algo de p r o p i e d a d ajena que
p u e d a ser d e v u e l t o t o d a v í a e n vida, se h a g a diligentemente.
Si n o p u e d e serlo, que en c u a n t o sea posible, se establezca y
determine la mejor m a n e r a de que p u e d a ser restituido cuan-
to antes lo que se debe.

U n a v e z esto d e t e r m i n a d o , debe ser e x h o r t a d o el enfer-


m o a n o p e n s a r y a m á s e n este m u n d o sino en el futuro y c e -
lestial, c o n el á n i m o , el p e n s a m i e n t o , el deseo. Se le p o d r á
también representar: a Dios presente, también a Cristo s e g ú n
su h u m a n i d a d ( c o m o a v e c e s s a b e m o s que se h a h e c h o ) o en
absoluto s e g ú n su divinidad, el ángel d e la g u a r d a , los otros
ángeles, que está presente la Virgen M a d r e , y los santos, sobre
t o d o aquellos de los q u e solía tener devoción. C i e r t a m e n t e
desde el cielo, c u a n d o son invocados, t o d o s los santos y ánge-
les le ven, le a y u d a n , o r a n p o r él; h a y u n a luz divina e n la h a -
bitación, h u y e n los d e m o n i o s (si algunos h a y ) aterrorizados y
confusos. H a y que confirmar en él la fe, la e s p e r a n z a y la c a -
358 JERÓNIMO NADAL, S.J.

ridad hacia Dios; h a y que p r o c u r a r c o n habilidad que sus pen-


samientos se r e d u z c a n a p o c a s cosas y a las invocaciones a
Dios Trino, p o r los méritos de Cristo y su c r u z , a la intercesión
de la Virgen gloriosa y del ángel d e la g u a r d a , en u n a b r a z o
general a t o d o s los santos y ángeles. Y esto h a y que a d v e r t i r
p r o v i d e n t e m e n t e q u e si algo le c o n t u r b a p o r las c o s t u m b r e s
de su v i d a p a s a d a , si alguna tentación presente le ataca, c o m o
aquella del p a v o r , sea aliviado en lo que p a d e c e o peligra;
también se debe c o n s i d e r a r c o n qué d e v o c i o n e s se m o v í a en
vida y sano.

P o r último se debe t o m a r ocasión de las c o s a s presentes


p a r a obtener a p r o p i a d o s consejos d e a y u d a al m o r i b u n d o .
E n lo cual h a y q u e tener p r e s e n t e esto, si p u e d e h a b l a r y di-
c e lo q u e le p u e d e a y u d a r e n el espíritu, n o sea e s t o r b a d o
aquel c u r s o de su á n i m o y devoción, si p e r s e v e r a . L o s que es-
tán ejercitados en este ministerio p o d r á n saber y enseñar m u -
c h a s cosas. Yo he q u e r i d o t o c a r las cosas principales a las que
otros p o d r á n unir las s u y a s y j u z g a r c o m o b u e n a s las mías e n
Cristo.

[31] Va unida a esta clase la c o m u n i c a c i ó n de la m u e r t e ,


c u a n d o los m é d i c o s tienen al e n f e r m o p o r d e s a h u c i a d o ; y
a c o n t e c e m u c h a s v e c e s que n o h a y n a d i e que se a t r e v a a de-
clararle el peligro. P e r o aquí h a y q u e p r o c e d e r c o n g r a n aten-
ción y circunspección p a r a que, c o n s t e r n a d o p o r el calamitoso
anuncio, n o caiga el enfermo en desesperación o delirio, o del
t o d o se a g r a v e la e n f e r m e d a d y se precipite el caso. Así pues,
si el peligro sufre d e m o r a , h a y que c o n d u c i r p o c o a p o c o el
enfermo c o n p i a d o s a s consideraciones de m o d o que n o pien-
se que a c a u s a d e la certeza del inminente peligro v a a ser tra-
t a d o c o m o desahuciado; sino que p a r e z c a que deben ser bus-
c a d o s mejores y m á s seguros consejos a c a u s a de la s e g u r i d a d
d e la conciencia y d e v o c i ó n d e la v o l u n t a d y desprecio de las
cosas m u n d a n a s y deseo de los bienes celestiales

[32] A s í p u e s , esto h a y que p e r s u a d i r atenta y o p o r t u n a -


m e n t e , que se d i s p o n g a a la m u e r t e d e tal m a n e r a c o m o si
aquella h o r a o día fuese el último. A d e m á s le será d e refugio
al enfermo entender lo que dice el Concilio Tridentino: "es tan
g r a n d e la amplitud d e la divina munificencia que n o sólo p o -
d e m o s satisfacer ante Dios P a d r e p o r m e d i o de C r i s t o Jesús,
c o n las p e n a s e s p o n t á n e a m e n t e recibidas p o r n o s o t r o s p a r a
V I L PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1 5 7 5 359

r e p a r a r el p e c a d o o las impuestas a juicio del sacerdote s e g ú n


la m e d i d a del delito, sino también (lo cual es la m á x i m a p r u e -
ba del a m o r ) con los castigos t e m p o r a l e s infligidos p o r Dios y
2 7
tolerados p a c i e n t e m e n t e p o r n o s o t r o s " . P o r lo c u a l t o d a s
aquellas dificultades y a m a r g u r a s d e la e n f e r m e d a d , y a u n d e
la m i s m a m u e r t e , deben ser toleradas p a c i e n t e m e n t e y p o n e r -
las c o m o p a g o p o r las p e n a s d e los p e c a d o s .

P o r último esto vale en todo este asunto: dejar la condición


miserable y calamitosa de este siglo p a r a ir a aquella bienaven-
turada vida, llena d e toda amenidad y suavidad; debe ser con-
siderada cosa justa la m u e r t e p o r la vida. P u e s n o p o d e m o s o
debemos juzgar d e otra m a n e r a la vida d e este siglo que c o m o
u n cierto prolijo m o d o y necesidad d e morir; que toda vida es
c o m o u n p a s o a la eternidad, que es lo q u e l l a m a m o s m u e r t e .
Finalmente será de g r a n a y u d a al moribundo, el tener impreso
en el c o r a z ó n el sentido d e los padecimientos y m u e r t e de Cris-
to, Hijo de Dios omnipotente, y que Cristo en sus dolores, en su
m u e r t e , t u v o presente al enfermo y ofreció a Dios P a d r e p o r él
sus a m a r g u r a s y su muerte.

[33] A esta clase d e ministerio p e r t e n e c e t a m b i é n p r e s t a r


aquel auxilio y trabajo que e m p l e a m o s e n los q u e son c o n d e -
n a d o s al último suplicio; lo cual solemos h a c e r con g r a n deseo
y a n i m o s a m e n t e , también con g r a n fruto y edificación. De es-
ta clase s o l a m e n t e diré d o s cosas. U n a es que h a y q u e p o n e r
g r a n e m p e ñ o y trabajo p a r a que el afectado tolere la m u e r t e
c o n paciencia, se p e r s u a d a que es c a s t i g a d o j u s t a m e n t e , que
ha m e r e c i d o u n p e n a m a y o r ; a d e m á s q u e c o n c e n t r e y, e n
c u a n t o sea posible, tranquilice su á n i m o al m á x i m o ; y d e esta
m a n e r a se l o g r a r á que las exhortaciones v a l g a n p a r a él.

S e g u n d o , si a l g u n a v e z s u c e d e que c a i g a n en d e s e s p e r a -
ción p o r la m e m o r i a y consideración d e la v i d a p a s a d a o d e la
presente p e r t u r b a c i ó n , es útil ante t o d o (lo c u a l h a s u c e d i d o
felizmente a los nuestros m á s d e u n a v e z ) que el confesor, si
v e que se e n c u e n t r a en buen estado, fuera de aquel espíritu d e
desesperación, le ofrezca con confianza que él r e s p o n d e d e su
conciencia ante Dios, c o n tal que a p a r t e las d u d a s d e su áni-
m o . Estos deben ser protegidos c o n los s a c r a m e n t o s d e la c o n -
fesión y c o m u n i ó n .

Conc. Trento, De sacramento paenitentiae, c.9.


360 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[34] P o n e m o s entre los ministerios d e la p a l a b r a d e Dios,


tanto si alguna v e z p o r legítima facultad h a y que disputar c o n
los herejes, c o m o c u a n d o algunos d e los nuestros son destina-
d o s p o r el Prepósito General p a r a escribir c o n t r a los herejes, o
bien otros libros útiles p a r a p r o m o v e r aquellos estudios que
nosotros c o n d u c i m o s ; sobre t o d o si escribimos d e cosas teoló-
gicas, y d e t o d o lo que p u e d e llevar los á n i m o s a la p i e d a d y
devoción.

[35] P o r último c o n aquella universalidad a b a r c a m o s cual-


quier ministerio d e la p a l a b r a d e Dios y alentamos los á n i m o s
d e los nuestros y casi los a b r i m o s a estar dispuestos a a y u d a r
al prójimo también m e d i a n t e aquellos ministerios d e la pala-
bra d e Dios que n o se nos o c u r r e n expresar.

5. L o s E j e r c i c i o s e s p i r i t u a l e s

[36] Continúa la fórmula del Instituto: "y m e d i a n t e ejercicios


espirituales". N o s dio Dios p o r su b o n d a d , nos atribuyó la Se-
d e Apostólica, aquel insigne ministerio d e a y u d a r n o s a n o s o -
tros y al p r ó j i m o m e d i a n t e ejercicios espirituales, esto es la
d o c t r i n a y m é t o d o d e m e d i t a c i ó n , c o n t e m p l a c i ó n y oración.
P e r o e n t e n d e m o s n o sólo aquel m é t o d o n u e s t r o , del cual es
a u t o r el P. Ignacio, sino aquel principalmente. E n la cual c o s a
r e c o n o c e m o s u n a singular b e n i g n i d a d d e Dios; p u e s n o s dio
u n a cierta doctrina peculiar casi fuera d e lo ordinario, p o r m e -
dio d e la cual i n s t r u y é r a m o s a nosotros y al prójimo e n la o r a -
ción, siendo así que e n cierto sentido esta m a n e r a d e esta ins-
titución es c o m ú n a todos. L a cual gracia d e Dios se hizo m á s
cierta p o r a u t o r i d a d apostólica c u a n d o P a u l o III confirmó
28
n u e s t r o s e j e r c i c i o s . De ahí que d e b a m o s p o n e r g r a n espe-
r a n z a e n n u e s t r o s ejercicios, sobre t o d o c u a n d o v e m o s que
h a n traído tan a b u n d a n t e s éxitos a nosotros y a los d e m á s .

[37] F u e el a u t o r del m é t o d o d e aquellos ejercicios el P. Igna-


cio, p o r g r a c i a e instinto d e Dios. Y p o r cierto en aquel t i e m p o
en que se retiró p a r a h a c e r penitencia y oración a la c i u d a d d e
M a n r e s a , lejos d e la patria, e n C a t a l u ñ a , provincia d e la E s p a -
ña inferior. P u e s se retiró p a r a ejercitarse espiritualmente y en-

2 8
Breve Pastoralis officii. P2Alcalá[34]; P4Alcalá[104]; PlColonia[10];
P2 Colonia[21].
VIL PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1575 361

fregarse a la penitencia. Y lo q u e c o m p r o b ó p o r experiencia


que le había a p r o v e c h a d o de entre t o d o lo que juzgó podía ser
29
útil, lo r e d a c t ó e n u n l i b r i t o .

[38] Mientras vivió, desde el principio de su conversión, u s ó


de estos ejercicios en p r o v e c h o propio y de los d e m á s . P o r m e -
dio de ellos en seguida en E s p a ñ a , antes de ir a París a y u d ó a
m u c h o s en la piedad. P o r m e d i o d e ellos en París condujo
3 0
aquellos n u e v e p r i m e r o s c o m p a ñ e r o s a que renunciasen al
siglo y siguiesen su d e t e r m i n a c i ó n de a y u d a r al prójimo, h a -
biéndolos p r i m e r o m o v i d o a p i e d a d c o n el coloquio p r i v a d o .
P o r m e d i o de los ejercicios h a n sido llevados a la C o m p a ñ í a
los p r i m e r o s sujetos. Y así v e m o s q u e la C o m p a ñ í a hasta el
presente h a recibo su inicio e i n c r e m e n t o y es g o b e r n a d a p o r
aquellos que Dios h a l l a m a d o a ella p o r los ejercicios.

H u b o u n a m p l í s i m o fruto de n u e s t r o s ejercicios e n t o d a
clase de h o m b r e s . M u c h a s veces se h a n d a d o los ejercicios n o
sólo a monjes particulares, sino a m o n a s t e r i o s enteros. H a
acontecido también, y o lo tengo e x p e r i m e n t a d o , que los m o n -
jes d i s i m u l a d a m e n t e n o s enviaban al que iba a ser recibido en
el n o v i c i a d o p a r a que fuera instruido en la oración m e d i a n t e
los ejercicios.

P o r los ejercicios c i e r t a m e n t e fueron m u c h o s llevados a


n u e s t r o instituto, y m u c h o s también a otros. C o n t o d o , esto
suelo y o a d m i r a r entre otras m u c h a s cosas, que m u c h o s v a r o -
nes preclaros p o r la doctrina y c i e r t a m e n t e excelentes teólo-
gos, q u e antes o despreciaban n u e s t r o s ejercicios, o a u n los
atacaban, y que p o r lo d e m á s n o ignoraban n a d a de lo que se
da en los ejercicios, de tal m a n e r a fueron c o n m o v i d o s p o r la
práctica d e los ejercicios, d e tal m a n e r a c a m b i a d o s , q u e confe-
saron c o n g r a n sentido d e su a l m a q u e entonces p o r p r i m e r a
v e z eran teólogos, entonces p o r p r i m e r a v e z entendían lo que
les faltaba d e s p u é s de tantos estudios y lecciones y libros y
disputas. P u e s el m á s p e q u e ñ o sentido interior que suele Dios
b e n i g n a m e n t e c o n c e d e r en los ejercicios, a p o r t a u n a eximia
consolación y satisfacción del alma.

2 9
PlEspaña[13]; P2Alcalá[41].
3 0
Aunque fue Fabro quien dio los Ejercicios a Jayo, Broet y Coduri.
Nadal siempre se refiere a los nueve primeros compañeros. Ver: PlEspa-
ña[14]; PlRoma[15]; P3Coimbra[22]; PlColonia[9]; P6Austria[25].
362 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[39] D e aquí es que las m á s de las veces m e h a y a e m b a r g a d o


la a d m i r a c i ó n d e qué sea aquello, sabiendo que nuestros ejer-
cicios n o tienen n a d a recóndito, n a d a que n o esté t o m a d o del
p u r o evangelio y la d o c t r i n a de los santos: p u e s ¿ q u é d a m o s
en la p r i m e r a s e m a n a sino u n cierto m o d o c o m ú n p a r a adqui-
a a a
rir la contrición de los p e c a d o s ; qué en la 2 , 3 y 4 m á s que
las meditaciones de la vida, m u e r t e y resurrección de Cristo?
A la c u a r t a a ñ a d i m o s u n a m e d i t a c i ó n p a r a a l c a n z a r el a m o r
de Dios, a d e m á s de los m o d o s de orar, algunas anotaciones y
observaciones. Así pues, p a r e c i e n d o t o d a s estas cosas c o m u -
nes y trilladas p a r a cualquier teólogo y obvias p a r a cualquie-
ra que esté v e r s a d o en la vía del espíritu, ¿qué es lo que h a c e
que t e n g a n tanta eficacia en los á n i m o s de los h o m b r e s p a r a
m o v e r l o s a la p i e d a d y a la d e v o c i ó n ? Pues, t e r m i n a d o s los
Ejercicios, p u e d e s v e r a los h o m b r e s tan c a m b i a d o s , tan m o v i -
d o s a la p i e d a d , que c a u s a n a d m i r a c i ó n a t o d o el m u n d o , y
hasta algunos t o m a n de ahí ocasión p a r a m u r m u r a r o c a l u m -
niar c o m o si n o s o t r o s u s á r a m o s d e m a l a s artes. C i e r t a m e n t e
y o p o d r í a a d u c i r m u c h a s cosas p a r a explicar p o r qué son efi-
caces y de d ó n d e les viene esa fuerza: el a l m a del que se ejer-
cita ú n i c a m e n t e aplicada y c o m o i m p u l s a d a a lo espiritual, la
esperanza que se concibe, el retiro, la frecuencia de la oración,
el m o d o en d a r los ejercicios, la prudencia del instructor, la ob-
servancia c u i d a d o s a , el r é g i m e n de t o d o s los ejercicios, los re-
c u r s o s q u e se d a n si s u c e d e a l g u n a perturbación. P e r o t o d o
eso son cosas h u m a n a s . P o r eso y o suelo p r e d i c a r que ello es
u n a g r a c i a peculiar de Dios, y p o r cierto u n i d a a la g r a c i a d e
n u e s t r a v o c a c i ó n e Instituto, p o r la cual Dios p o r su benigni-
d a d c o n c e d e q u e n o s o t r o s , en p r i m e r lugar, n o s e m p a p e m o s
en lo p r o f u n d o del c o r a z ó n del espíritu del E v a n g e l i o de su
Hijo y recibamos la fuerza p a r a imprimirlo en los d e m á s . P u e s
m e d i a n t e aquella gracia, d a u n a peculiar energía y eficacia a
las cosas y concepción toda de los ejercicios, de m o d o que los
á n i m o s se m u e v a n íntimamente a la p i e d a d y devoción, y p o r
así decirlo, Dios quiere que sea restablecido p o r este sistema
de m e d i t a c i o n e s lo que es d e p l o r a d o c o n s u m o dolor de los
h o m b r e s piadosos. P o r q u e ¿ c u á n t o s son los que consiguen la
v e r d a d e r a f o r m a de oración, c u á n t o s el v e r d a d e r o conoci-
m i e n t o y sentido de las cosas espirituales? ¿Quién p e n e t r a la
eficacia d e la p a l a b r a d e Dios, quién p e n e t r a con v e r d a d e r o
c o r a z ó n y espíritu los misterios de la vida, pasión, m u e r t e y
VII. PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1 5 7 5 363

resurrección d e C r i s t o , quién p o r ellos es llevado a la imita-


ción o a mejor v i d a ? Brevemente: v e m o s que casi está p o r los
suelos la oración, que la d e v o c i ó n ha p e r e c i d o , la c o n t e m p l a -
ción es i g n o r a d a , el sentido espiritual h a e m i g r a d o , que a p e -
n a s h a y cristianos y a u n los que se tienen p o r b u e n o s son es-
p e c u l a t i v a m e n t e p i a d o s o s y a g o t a d o s . A s í p u e s , Dios quiso
traer a y u d a p o r los ejercicios espirituales a esta p a r t e e n la
31
Iglesia m i l i t a n t e .

[40] Dirás: esto será d e m a s i a d o a r r o g a n t e , si p r e d i c a m o s que


nosotros p o r nuestros ejercicios a p u n t a l a m o s la oración vaci-
lante. N o nos lo a r r o g a m o s nosotros; p u e s dijimos que n o sólo
e n t e n d í a m o s nuestros ejercicios sino que aquellos principal-
m e n t e a b r a z á b a m o s y u s á b a m o s ; y d e los nuestros n o n a r r a -
m o s otra c o s a m á s que la historia. H a g a Dios que otros en-
cuentren otro m é t o d o mejor p a r a instruir a todos en la oración
y conocimiento y uso d e las cosas espirituales.

[41] A este ministerio el P. Ignacio t a n t o c o n t r i b u y ó c u a n t o


p u d o . Solía decir que éstas e r a n nuestras m á x i m a s a r m a s a las
32
q u e Dios había d a d o tanta e f i c a c i a , y n u n c a quiso o d a r o
33
permitir o t r o m é t o d o d e o r a c i ó n . De ellos estableció la p r i -
m e r a experiencia; que los que se d a n a la C o m p a ñ í a quiso que
3i
fueran instruidos p o r estos ejercicios ; p u e s d e aquí sabía que
se recibían los principios y la fuerza p a r a p o d e r a l c a n z a r la
35
perfección y, si quieres la sublimidad, d e t o d a o r a c i ó n . P o r
m e d i o d e los ejercicios, si alguien se debilitaba en el espíritu,
quería que se rehiciera y se r e a n i m a r a ; y p a r a decirlo e n u n a
palabra, quería que p o r los ejercicios v i v i é r a m o s la v i d a espi-
ritual. P o r m e d i o d e ellos s o m o s instruidos, p o r ellos el espíri-
tu y la d e v o c i ó n son c o n s e r v a d o s y a u m e n t a d o s ; p u e s a u n
c u a n d o a l g u n a v e z d e b e m o s retirarnos a p r a c t i c a r los ejerci-
cios m á s f r u c t u o s a m e n t e , debe sernos p e r p e t u o el u s o d e los
ejercicios e n nuestras meditaciones y oraciones cotidianas.

[42] C o m o p a r a los d e m á s ministerios, así p a r a éste h a y que


elegir P a d r e s selectos que p a r e z c a n hábiles p o r talento n a t u -

31
P7España[140-143].
3 2
Co [408,649].
3 3
Pero en Examen [98] dice "de los ejercicios pasados (o sea el mes)
[65] o de otros..." Cfr. Anot.Examen[85].
3 4
Examen [65].
3 5
P7España[153].
364 JERÓNIMO NADAL, S.J.

ral, p u e s n o t o d o s g o z a n d e ese talento, sino los q u e p o r n a t u -


raleza son inclinados a la oración y p i e d a d , p r u d e n t e s , c a u t o s
y circunspectos y a m a n t e s d e las virtudes. Y n o solamente h a y
que d e s c u b r i r en estos esa aptitud n a t u r a l , sino la v i r t u d , la
d e v o c i ó n , el ejercicio y p r á c t i c a d e las c o s a s espirituales, p o r
ú l t i m o la instrucción que h a b r á recibido d e aquellos que tie-
n e n p r á c t i c a en d a r los ejercicios al ejercitado.

[43] U n a p a l a b r a m á s y p a s o a otra cosa. El que d a los ejerci-


cios debe tener tal d e v o c i ó n en d a r los ejercicios, debe c o n m o -
v e r s e d e tal m o d o en los sentidos espirituales que, d e la abun-
dancia y virtud d e su devoción y sentimiento en Cristo, p u e d a
c o n m o v e r al que se ejercita, a p e s a r d e n o p o d e r hablar con él
sino p o c a s palabras. Debe también a y u d a r l o c o n oraciones,
santos Sacrificios y obtener también que otros h a g a n lo m i s m o
p o r él. P e r o al que se ejercita así debe p r i m e r o p r e p a r a r que,
dejada d e lado t o d a curiosidad, d e tal m o d o se retire c o n sim-
plicidad d e c o r a z ó n y h u m i l d a d que, a b a n d o n a d o t o d o este
siglo, a c c e d a p o r los ejercicios a la m a n s i ó n y trato c o n Dios,
p a r a e n t e n d e r qué quiere Dios, qué le habla y así ser llevado
con aquel deseo a h a c e r su v o l u n t a d con la divina institución.
Y basta y a sobre los ejercicios.

6. L a d o c t r i n a c r i s t i a n a

[44] H e m o s d e hablar y a del c a t e c i s m o o cristianismo, tal c o -


m o está en la F ó r m u l a , c o m o suele ser l l a m a d a la d o c t r i n a
cristiana, p u e s así sigue el d o c u m e n t o : "la e d u c a c i ó n en el
36
cristianismo d e los niños e i g n o r a n t e s " . Este n u e s t r o minis-
terio n o sería tan necesario si los p a d r i n o s o p á r r o c o s tuvieran
aquella diligencia d e m o d o que los b a u t i z a d o s , tan p r o n t o
p u e d e n ser c a p a c e s , fueran suficientemente instruidos en la
doctrina cristiana. P e r o c o m o v e m o s que p o r esta p a r t e cojean
en g r a d o s u m o p o r ello e n t e n d e m o s que n o s ha sido a s i g n a d o
y m u y r e c o m e n d a d o este e n c a r g o . P u e s n o e n c o n t r a r á s nin-
g ú n o t r o ministerio d e los n u e s t r o s q u e se especifique y ex-
p r e s e n o m i n a l m e n t e en nuestros v o t o s , tanto d e los profesos
37
c o m o d e los coadjutores, fuera d e éste '. L o cual se p o n e n o

36
Tanto en Regimini militantis, como en; Exposcit debitum.
3 7
Co [527,532].
VII. PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1 5 7 5 365

p o r q u e los otros n o sean necesarios y propios d e nuestro ins-


tituto, y a u n algunos son m á s dignos; sino p a r a que un oficio
3 8
tan necesario n o fuera dejado de lado p o r cualquier c a u s a , ni
hubiera alguien que lo j u z g a s e d e inferior calidad, siendo así
que la C o m p a ñ í a tanto lo estima; sino que t o d o s los nuestros
3 9
fuesen incitados al m i s m o c o n e m p e ñ o . P u e s la n e c e s i d a d
del c a t e c i s m o es tan g r a n d e c u a n t o le es n e c e s a r i o al h o m b r e
saber qué es aquello sin lo cual no p u e d e a g r a d a r a Dios, o al-
c a n z a r la v i d a eterna y evitar las eternas p e n a s del infierno.
P u e s si d e s c o n o c e s tus r e c u r s o s o el c a m i n o del t r a y e c t o fija-
do, será necesario n o p o d e r alcanzar el fin de los m i s m o s o del
c a m i n o ; y p o r cierto aquí n o h a y g r a n p é r d i d a , p e r o allí se
pierde a Dios y la v i d a eterna.

[45] E n este lugar, h e r m a n o s , a c u d e a m i m e n t e u n celo n o


leve c u a n d o v e o el lodazal de los herejes que sus pestilentes
catecismos con tanta afición, esfuerzo, diligencia, furor, escri-
ben, divulgan, enseñan, sudan; y n o s o t r o s p a r a u n oficio tan
útil, tan necesario, s o m o s t a n dejados y negligentes. ¿ P r o m o -
v e r á n ellos c o n todas las fuerzas la doctrina de los demonios y
nosotros n o p r o c u r a r e m o s obtener su fruto p a r a Cristo? ¿ C o n
tanto í m p e t u e n v i a r á n ellos al infierno c o n sus c a t e c i s m o s la
miserable j u v e n t u d y n o s o t r o s c o n los nuestros, esto es divi-
n o s y saludables, n o e m p u j a m o s los nuestros al paraíso? Y n o
debe p a r a r s e ahí n u e s t r o celo. ¿ N o habéis s i e m p r e a d v e r t i d o
c u a n g r a n d e es el e s m e r o del d e m o n i o , la asiduidad, la ener-
gía, c u a n g r a n d e el furor, cuan incansables t o d a s estas cosas
p a r a m e t e r sus tentaciones y m a l v a d o s pensamientos? ¿ Y n o -
sotros s e r e m o s perezosos en repelerle, en descubrir y rechazar
sus fraudes, en p r o m o v e r la doctrina de la v e r d a d católica y la
40
práctica d e todas las v i r t u d e s ?

[46] Vedlo, h e r m a n o s , de m á s cerca. Este ministerio se refiere


a dos clases de hombres, los niños y las p e r s o n a s rudas. Estos,
pues, están e n peligro de la salvación p o r la ignorancia de la
doctrina cristiana. Y los niños, p o r cierto, antes del t i e m p o de
la discreción, el tiempo, a saber, en el que p u e d e n pecar, deben

3 8
Co[528].
3 9
Examen [69]; Co [277,394,437, 645, 647].
4 0
En este vehemente párrafo Nadal tiene presentes a los luteranos de
Alemania y sus catecismos. Ya en 1555, después de su primera visita a Ale-
mania, le exponía a Ignacio su colaboración para imprimir en Viena abun-
dantes buenos libros católicos "contra esta peste de Lutero". MN, I, pág. 309.
366 JERÓNIMO NADAL, S.J.

ser diligentemente instruidos; p a r a que aquella instrucción lo-


gre que tan p r o n t o lleguen al uso de la discreción sean incita-
d o s a lo mejor y fácilmente capten lo mejor. Así pues, n o sólo
h a y que enseñarles la doctrina cristiana antes de la discreción,
sino que deben ser inducidos con blandura p e r o eficazmente a
practicar lo que conciben de la doctrina, fuera de aquellas c o -
sas en las que habría caída si las hicieren sin discreción, c o m o
en la recepción del sacramento de la Eucaristía, y también de la
penitencia; aunque p u e d e n acostumbrarse a la confesión antes
de la discreción, p o r m á s que n o h a y que darles t e m e r a r i a -
m e n t e la absolución sacramental. P e r o h a y que vigilar lo m á s
posible c u a n d o llegan a aquel e s t a d o de la infancia en el que
empiezan a estar obligados a observar la ley de Dios y empie-
z a n a p o d e r pecar; y con g r a n solicitud y celo h a y que vigilar
para que n o pierdan la gracia bautismal y la pureza. P o r lo cual
en aquel tiempo se les ha de imprimir algún gusto de devoción
( c o m o p a r a niños), la c o s t u m b r e de orar p o r la c o r o n a ( c o m o
dicen), la devoción a Cristo y su e d a d infantil, a la pasión, a la
Virgen m a d r e , al ángel de la g u a r d a , de c u y o s oficios p a r a con
ellos, a y u d a , asidua presencia, deben ser avisados los niños di-
ligentemente. P e r o a la v e z h a y que advertir esto: que las de-
vociones de los niños suelen ser resbaladizas y flojas, si n o se
levantan o p o r t u n a m e n t e y apuntalan con el m i e d o de la vara.

[47] L o s que son ignorantes en e d a d a d u l t a t a n t o p o r n a t u -


raleza c o m o de catecismo, h a y que instruirlos d e otra m a n e r a
m á s abierta; y ante t o d o h a n de ser enseñados que n o p u e d e n
ignorar la doctrina cristiana sin p e c a d o , a lo m e n o s de aquella
m a n e r a que p u e d a n captarlo. Y y o ciertamente aprobaría esto,
que estos fueran instruidos p r i m e r o en general e n lo que se re-
fiere a la fe, que creyesen lo que la Iglesia, a saber, la R o m a n a ,
cree, p a r t i c u l a r m e n t e lo que la Iglesia celebra en las fiestas
anuales; en c u a n t o a la e s p e r a n z a , que esperen de Dios el p a -
raíso, si o b s e r v a n los m a n d a m i e n t o s ; e n c u a n t o a la c a r i d a d
que a m e n a Dios sobre todas las cosas. Añadiría c u a n g r a n de-
t r i m e n t o y peligro trae si u n o p e c a m o r t a l m e n t e y ofende a
Dios o m n i p o t e n t e . M a n d a r í a que se confesasen y p o r cierto
generalmente; a la cual confesión el confesor destine un tiem-
p o idóneo y libre p a r a poderle p r e g u n t a r c o n diligencia y en-
señarle de qué p e c a d o s se debe abstener. E n la cual confesión
sólo h a y que perseguir los p e c a d o s mortales. De aquí (si p a r e -
ce que h a y que absolverle) se le m a n d a r á a p r e n d e r la doctrina
VII. PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1 5 7 5 367

cristiana. Si p a r e c e que n o h a y que absolverle, debe ser ins-


truido c ó m o deba c o m p o r t a r s e p a r a p o d e r ser absuelto e igual-
m e n t e inculcarle que a p r e n d a la doctrina cristiana. L u e g o se le
debe p e r s u a d i r que se confiese c o n frecuencia p u e s aquella
confesión o c u p a r á con fruto el lugar del catecismo.

[48] P a r a a y u d a r tanto a estos c o m o los niños, n o debe haber


ninguna casa profesa nuestra, ninguna casa de probación, nin-
g ú n colegio, n i n g u n a peregrinación de los nuestros, en d o n d e
no se enseñe públicamente la doctrina cristiana. Y a esto mira-
ba el P. Ignacio n o sólo en las Constituciones, sino también e n
41
sus reglas; a esto las C o n g r e g a c i o n e s : que lo que es tan nece-
sario, t a n saludable ministerio c u m p l i é r a m o s diligentísima-
m e n t e . A ñ a d i r é esto p o r último: los que enseñan la doctrina
cristiana deben p o n e r t o d o e m p e ñ o en instruir no sólo el en-
tendimiento, sino a la v e z y principalmente p o r cierto, la v o -
luntad; que a la v e z se i m p r i m a en los c o r a z o n e s la luz del
evangelio y la v o l u n t a d se m u e v a de tal m a n e r a que lo que ha
a p r e n d i d o el entendimiento, c o n ello la p r o n t a y d e v o t a v o -
luntad se afecte y quiera c u m p l i r con á n i m o eficaz. P u e s n o
será una transmisión especulativa del catecismo sino práctica
42
y que encienda el a l m a en la p i e d a d .

7. L a a d m i n i s t r a c i ó n de los s a c r a m e n t o s

[49] Se p o n e en último lugar la administración de los sacra-


mentos, entre estos principales oficios de la C o m p a ñ í a , con los
que debemos a y u d a r al prójimo. Pues así leemos en la F ó r m u -
la: "y de la consolación espiritual de los fieles cristianos, oyen-
d o sus confesiones y administrándoles los d e m á s s a c r a m e n -
tos". E s g r a n d e este privilegio, h e r m a n o s , que también los
s a c r a m e n t o s p o d a m o s administrar según nuestro instituto y
vocación, añadiéndose la facultad y c o m p r o b a c i ó n de la Igle-
sia, sin la cual n o lo p o d e m o s realizar. Pero ¿qué sacramentos?
P r i m e r o el de la penitencia, luego los d e m á s que p u e d e n ser
administrados p o r u n simple sacerdote; a saber, fuera de la
confirmación y el orden, los restantes. Pues acerca de estos dos

4 1 a a
La Congregación I con el Decreto 138 y la 2 con los Decretos 30,
58 y 65.
4 2
Nadal se adelanta insistiendo en lo que proclaman los catequistas
modernos.
368 JERÓNIMO NADAL, S.J.

n o p u d o ser reconocida; p o r lo cual n o fue necesario e x p o n e r


nada. Pero ¿cuál es la r a z ó n de que pudiendo administrar cin-
co s a c r a m e n t o s , n o s d e t e n e m o s en el d e la penitencia y E u c a -
ristía? E s t o debe ser p o r nosotros diligentemente observado,
que con nuestros ministerios n o p o n g a m o s impedimentos a la
jerarquía y oficios de la Iglesia; sino que la sirvamos, la p r o m o -
v a m o s y a d o r n e m o s según nos permita nuestra humildad. Así
pues, no conferimos el bautismo, ni la extremaunción, ni el sa-
c r a m e n t o del m a t r i m o n i o . De lo cual ésta es la razón: es nece-
sario que a los p á r r o c o s conste quién es cristiano e n su p a r r o -
quia puesto que debe tenerlo bajo su cuidado; quién y de qué
m a n e r a m u e r e , p a r a así administrarle la unción; finalmente de-
b e n saber quiénes en su parroquia son cónyuges legítimos.

[50] Así p u e s esto lo dejamos a los p á r r o c o s . P e r o ejercemos


el s a c r a m e n t o d e la penitencia y de la Eucaristía p u e s t o que
son necesarios p a r a cumplir nuestro fin y n o impiden los ofi-
cios de los párrocos. Pues c o m o debemos o c u p a r n o s c o n ahín-
c o en la salvación y perfección del prójimo y conlleve la a y u d a
de la penitencia, y el s a c r a m e n t o de la Eucaristía a u m e n t e la
gracia y obre en lo que respecta a la v i d a espiritual el m i s m o
efecto que el alimento y bebida en lo que respecta a la vida cor-
poral, fue necesario que no fuéramos destituidos del auxilio de
estos s a c r a m e n t o s . Y hasta tal p u n t o que fuesen nuestras a r -
m a s principales p a r a e x p u r g a r los vicios tanto nuestros c o m o
los del prójimo y aplastar al demonio. Pero u s a m o s del minis-
terio de la Eucaristía con m o d e r a c i ó n p a r a que conste a los p á -
rrocos su u s o y servicio. P u e s n o d a m o s la c o m u n i ó n e n P a s -
c u a , t a m p o c o e n forma de viático, p a r a que el p á r r o c o p u e d a
saber tanto en qué situación de conciencia viven los suyos, c o -
m o de qué m a n e r a p a r t e n de entre los vivos. P e r o al adminis-
trar la penitencia c o n t i n u a m e n t e s u p o n e que llevamos u n a
a y u d a a los p á r r o c o s n o despreciable. P u e s c o m o les sería ne-
cesario tener sustitutos p a r a el s a c r a m e n t o de la penitencia,
a h o r a p o r nuestro m e d i o se les quita este peso y ocupación en
g r a n parte. P o r la administración que ejercemos de estos d o s
sacramentos, se h a conseguido aquel g r a n fruto, que muchísi-
m o s n o y a u n a v e z al año, sino que a c u d e n c o n m a y o r fre-
43
cuencia a los s a c r a m e n t o s . Así p u e s ejercemos los s a c r a m e n -
tos que están justamente unidos; los otros tres n o así.

4 3
P5España[105].
V I L PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1 5 7 5 369

[51] Dirás: ¿de d o n d e viene que h a y a m o s recibido la facultad


de aquellos que n o v a m o s a ejercer, c o m o si fuera ociosa, lo cual
n o suele suceder en los dones de Dios y de la Iglesia? E n c a s o
de necesidad p o d e m o s usar de aquella potestad. Así pues no es
ociosa sino reservada p a r a su uso necesario. Y si n o debe ser
u s a d a en las regiones de católicos, lo es en las Indias, en las re-
giones de los herejes, o lo es en d o n d e faltan p á r r o c o s y están
las almas en peligro de la salvación. Pues a esto m i r a la Sede
Apostólica que en toda la Compañía, c o m o también en este mi-
nisterio, n o se pierdan las almas p o r falta de ministros de la
Iglesia. Y p o r ello no p a s a r é p o r alto en este lugar aquello que
debe ser tratado en otra ocasión diligente y abundantemente.
Puesto que nosotros n o p o d e m o s t o m a r cura de almas, con to-
d o siendo nuestras todas las obligaciones de los p á r r o c o s p o r
instituto y p o r confirmación y facultad de la Sede Apostólica,
n o h a r í a m o s otra cosa que el instituto si, en d o n d e n o h a y p á -
rrocos, sobre todo d o n d e n o p u e d e haberlos, allí fueran envia-
dos los nuestros que hiciesen todos los oficios de párroco, no
ciertamente p o r derecho o p o r obligación de párroco, sino sólo
p o r nuestro instituto o en misión mientras n o pudiera haber pá-
rroco. P e r o esto habría que advertir y p r o c u r a r de plano, que
puesto que n o a d o p t a m o s ningún derecho de párroco, así n a d a
t o m e m o s de ese nombre, ni los réditos, ni los décimos, ni las
primicias, ni las oblaciones del altar o cualesquiera otras, sino
que p a r a recibir estos derechos designe el obispo, si quiere, o el
S u m o Pontífice, p r o c u r a d o r e s que los exijan, nosotros n o nos
ocupemos de n a d a de ello; pero v i v a m o s de p u r a limosna, y to-
davía p o r cierto sería m á s sincero si de mendicidad. Pero de es-
to en otra ocasión. A h o r a volvamos a aquellos dos sacramentos.

[52] Y sobre el s a c r a m e n t o d e la penitencia p o r cierto, tienen


los nuestros bastantes instrucciones, tanto en las reglas de la
44 45
C o m p a ñ í a , c o m o en los libros escritos p o r los n u e s t r o s , c o -
m o p o r instrucción de los superiores. C o n t o d o a n o t a r é aquí
alguna cosa.
[Omitimos los párrafos siguientes que exponen deforma práctica,
en 19 apartados numerados por el mismo Nadal, un compendio de teo-
logía moral para uso de los confesores. Reproducimos con todo la di-
vertida anécdota del n° 14 por su referencia a un hecho del P. Ignacio].

4 4
Reglas de los sacerdotes, promulgadas por Nadal.
45
Como el Breve Directorium ad confessarii ac confitentis munus rite
obeundum, del P. Polanco, publicado en Roma 1554.
370 JERÓNIMO NADAL, S.J.

[59] . . . Y esto lo interpreto así c o n m á s g u s t o c o n o c i e n d o la


s e v e r i d a d del p a r e c e r del P. Ignacio en esta m a t e r i a . P u e s
4 6
c u a n d o aquí e n R o m a u n o d e los p r o b a d í s i m o s P a d r e s h u -
biese oído la confesión d e u n a mujer enferma, m o v i d o p o r la
n e c e s i d a d , en aquel l u g a r en d o n d e n o p o d í a ser visto p o r el
c o m p a ñ e r o , lo llevó c o n tal indignación que le decretó a aquel
sacerdote u n a inusitada flagelación, a saber d u r a n t e el espacio
47
que otro recitaba el s a l m o Miserere siete v e c e s .

8. O t r o s m i n i s t e r i o s

[66] Trato d e llegar al fin d e este t r a t a d o . A s í p u e s , lo que


q u e d a lo r e s u m i r é en c o m p e n d i o .

L o que se p o n e en último lugar d e estos principales minis-


terios d e la C o m p a ñ í a , que la C o m p a ñ í a "atienda principal-
48
m e n t e a la consolación espiritual" , primero p o r cierto se refie-
re a todos los oficios arriba dichos; a la v e z e x p o n e que n o
deben ser dirigidos sólo p a r a obtener el fruto necesario, sino
que de tal m a n e r a d e b e m o s esforzarnos que en p r i m e r lugar
busquemos lo que es necesario p a r a la salvación d e las almas, y
que ni así quedemos contentos sino que pretendamos la perfec-
ción y consolación d e las almas. Pues la consolación espiritual y
aspirar a la perfección suele ser indicio d e alguna perfección. Y
lo que a ñ a d e "principalmente", p r i m e r o manifiesta que h a y
otras cosas que debemos pretender, pero que ésta debe ser tra-
tada p o r nosotros en p r i m e r lugar, con primaria intención e in-
terés; y que debe ser preferida a las otras, y si n o fuera suficien-
te el tiempo p a r a tratar las otras y ésta, aquellas deberían ser
omitidas y éstas retenidas. A d e m á s insinúa que deben ser apli-
c a d o s u n a m a y o r intensidad y diligencia en estos ministerios.

[67] L o s dichos h a s t a aquí son c i e r t a m e n t e los principales


ministerios y p r o p i a m e n t e nuestros y a los que la perfección

4 6
De aquí se deduce que Nadal supone que reside en Roma cuando
esto escribe, o que lo recuerda como habiéndolo vivido en Roma dejando
luego "hic" sin corregir.
4 7
Así lo cuenta L. Gongalves en el Memorial portugués, n. 59, aun-
que no se trató del Miserere sino que "me encargó que buscase para ello al-
gunos de los salmos más breves" FN, 1,564. Ribadeneira cuenta un caso pa-
recido, pero con sentencia más severa. FN, II, 359.
48
Exposcit debitum.
V I L PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1 5 7 5 371

de la c a r i d a d que p r o f e s a m o s p o r n u e s t r o fin, n o s e n c a r g a
casi ú n i c a m e n t e ; p e r o n o de tal m a n e r a que n o extienda a la
v e z a t o d a s las obras de c a r i d a d . Y p o r ello n o d e b e m o s ocu-
p a r n o s con m e n o r o m á s débil interés en las otras obras de ca-
ridad, si n o s es p e r m i t i d o p o r la ocupación d e las p r i m e r a s , si-
no con el m i s m o fervor, diligencia, interés, cuidado, con gracia
y espíritu.

[68] P e r o ¿cuáles son estas otras obras? L a reconciliación de


a
los desavenidos, que abarca la 7 b i e n a v e n t u r a n z a de San M a -
teo. P u e s se trata de reconciliar la p a z de los h o m b r e s entre sí,
pues, si se t o m a en t o d a su amplitud, todos los superiores mi-
nisterios sirven p a r a esta b i e n a v e n t u r a n z a . L o s p r i m e r o s P a -
dres pusieron m u c h o e m p e ñ o y trabajo, sobre t o d o el P. Igna-
49
cio, con g r a n fruto. P e r o este oficio suele ser difícil. [ . . . ] .

[69] Y los nuestros n o deben ser enviados a los hospitales sin


consentimiento de los que los presiden; y h a y que p r o c u r a r
u n a c u i d a d o s a selección p a r a que allí p e r m a n e z c a n c o n edifi-
cación y fruto. Y en las cárceles p o r cierto esto h a y que m a n -
d a r a los nuestros, que n o se e n t r e m e z c l e n en lo que los reos
n o convienen c o n los jueces. E s preciso que t e n g a n presente
que h a y que estar a favor del juez, tal c o m o c l a r a m e n t e lo
m a n d a el Eclesiástico: "No juzgues, dice, c o n t r a el juez, p u e s
j u z g a s e g ú n lo justo". N i t a m p o c o h a y que creer al penitente
en c o n t r a del juez, a u n en confesión. P u e s n o p e r t e n e c e nece-
s a r i a m e n t e a la confesión s a c r a m e n t a l c o n d e n a r el juez o los
testigos, sino n o confesar el p e c a d o si es a c u s a d o p o r c a l u m -
nia; p e r o el confesor debe e x h o r t a r l o a la paciencia y remitir
t o d o el asunto al foro y juicio e x t e r n o que se d a legítimamen-
te s e g ú n las actas y p r u e b a s . H a y otra r a z ó n p o r la cual n o
d e b e m o s obrar a favor del reo; p u e s en el m i s m o asunto con-
d e n a m o s a los testigos y los actores. El foro s a g r a d o de la pe-
nitencia está s e p a r a d o de aquel foro e x t e r n o y debe estarlo. Y
c o n t o d o , si c o n su falsa confesión se h a traicionado el reo, de-
be restituírsele la fama, p e r o n o c o n d e n a r al juez; entonces, si
h a n e g a d o algo en el juicio q u e p a r e z c a legítimo y p r o b a d o ,
debe confesarlo. L o d e m á s pídase a los teólogos.

E n los hospitales o enfermerías h a y que evitar que los


nuestros sirvan a mujeres, y ni siquiera que las visiten; p o d r á n

4 9
Falta una página entera en el original.
372 JERÓNIMO NADAL, S.J.

oír sus confesiones y predicarles. Tomen e m p e r o los nuestros


los oficios que p a r e z c a n abyectos; y a t i e n d a n p r i n c i p a l m e n t e
aquellos que están enfermos con peligro. Pues en los hospita-
les se c u m p l e c o n fruto aquel oficio d e a y u d a r a los m o r i b u n -
dos. P o r lo que se refiere a la a y u d a t e m p o r a l , m a y o r suele ser
la n e c e s i d a d en las cárceles que e n los hospitales. P u e s estos
tienen d e ordinario sus ciertas limosnas c o n las que se p r o v e e
a los enfermos, n o así en las cárceles. P e r o en p r o c u r a r limos-
n a s h a y que emplear u n a g r a n cautela, n o sea que mientras las
p e d i m o s p a r a los pobres, p a r e z c a que las p e d i m o s p a r a noso-
tros y c o m o que las d e s v i a m o s p a r a nosotros. P o r lo cual n a -
die p e d i r á limosna p a r a las cárceles u hospitales, sin a p r o b a -
ción del superior; y entonces n o reciban los nuestros las
limosnas, sino el prefecto de la cárcel o del hospital o u n v a r ó n
p r o b a d í s i m o , del cual n o p u e d a h a b e r sospecha a l g u n a que
desvía a otra p a r t e las limosnas que reciba.

[70] R e c o r r a m o s a la carrera lo que queda.

"Todas las d e m á s obras de c a r i d a d " . N o sólo d e b e m o s


ejercer las o b r a s de c a r i d a d en los hospitales y cárceles, sino
en cualquier lugar todas las obras de caridad; de m o d o que n o
h a y a n a d a , n i n g ú n suceso, n i n g u n a n e c e s i d a d u ocasión en
que p o d a m o s ejercer u n a obra de c a r i d a d o misericordia hacia
el prójimo, que n o lo intentemos á v i d a y seriamente; igual-
m e n t e se refiere esta v o l u n t a d a la prontitud del á n i m o y fer-
v o r de la caridad.

"según que parecerá conveniente para gloria d e Dios y


bien común". Se refiere todo al fin de la C o m p a ñ í a en denso
compendio. Pero h a y que entender que esto debe ser referido a
la perfección y amplitud del fin, de lo cual m u c h o se trató arriba.

[71] L o que d e c i m o s a d e m á s "según parecerá", significamos


la libertad que o b t e n e m o s y d e b e m o s retener en la ejecución
de n u e s t r o s ministerios. P u e s n o d e b e m o s ser constreñidos
p o r n i n g u n a obligación m á s que p o r la d e la vocación, institu-
to, c a r i d a d , s e g ú n el libre juicio de nuestros superiores.

[72] "Sin recibir n i n g u n a r e m u n e r a c i ó n p o r su trabajo en n a -


d a d e lo a n t e r i o r m e n t e dicho". E s t o m a n d a t a m b i é n la C o m -
a 50
p a ñ í a e n el E x a m e n y la 6 p a r t e d e las C o n s t i t u c i o n e s . Y sa-

5 0
Examen [4,82]; Co [565].
V I L PLÁTICAS EN AUSTRIA. 1 5 7 5 373

b e d que p o r r e m u n e r a c i ó n entendió limosna o cualquier cosa


que suele d a r s e p o r los ministerios; y a u n c u a n d o p o r otros
p u e d a ser recibido sin falta, t o d o ello lo i n t e r p r e t a m o s c o n s ­
t a n t e m e n t e c o m o estipendio y lo t e n e m o s prohibido. Así se
logra que sólo d e b a m o s m i r a r a Dios y a su clementísimo p r e ­
m i o ; d e d o n d e n u e s t r a s acciones reciban la fortaleza, obten­
51
g a n la p u r e z a y libertad de e s p í r i t u .

"Se m u e s t r e útil", es decir al p r ó j i m o y a sí m i s m o . E s t o


l o g r a r á si su c o r a z ó n , m e n t e , p o t e n c i a s , f u e r z a s , ejecución,
t o d o él, t o d a s sus o p e r a c i o n e s las p r e s e n t a a Dios y a la obe­
diencia legítima e n C r i s t o , y c o m o q u e las ofrece p a r a ser
m o v i d a s , dirigidas y g o b e r n a d a s a m a y o r gloria d e Dios o m ­
nipotente. A m é n

5 1
P3Colonia[38].
VIII

ÍNDICE IGNACIANO

Este índice pretende ser completo aun de aquellas pláticas que no han
sido reproducidas en esta obra. Añadimos además las referencias de textos
que aparecen en el tratado: Anotaciones al Examen [MN, V, 134-205].
Las referencias y textos que no figuran en esta obra van en cursiva.

1. DATOS BIOGRÁFICOS

Principales relatos
Anot.Examen[7-9]; PlEspaña[9-16]; P2España[27-31]; PlRoma[7-18];
P2Roma[20-25]; P2Coimbra[31-37]; P3Coimbra[2-25]; P4Coimbra[l-5];
P.14Coimbra[9-13]; PlAlcalá[18-24]; P2Alcalá[32-52]; PlColonia[3-ll]

Autobiografía

Narrada a instancias de Nadal: P2Alcalá[35j; PlColonia[10]

Conversión
El mismo año de la deserción de Lutero: PlRoma[8]; P4Coimbra[10];
P3Alcalá[78c]; PlColonia[3]; la persona: PlEspaña[9]; P3Coim-
bra[3]; PlAlcalá[24]; P2Alcalá[60]; P4Alcalá[98]

Pamplona
Herido en la pierna: P2Alcalá[36]; PlColonia[4]; enfermo: PlEspa-
ña[9]; PlRoma[8]

Loyola
Lecturas y movimientos que producen: PlRoma[9,10]; P3Coim-
bra[4]; P2Alcalá[37,38]; PlColonia[5]; curado la noche de San Pedro:
376 JERÓNIMO NADAL, S.J.

P3Coimbra[4]; P2Alcalá[36]; hace voto de castidad: P8España[182];


P3Coimbra [7]; P13Coimbra[14]; P10Alcalá[195]

Montserrat

PlEspañafll]; P3Coimbra[7]; P2Alcalá[39]; PlColonia[6]

Manresa
Penitencia: PlEspaña[9-10]; P3España[48-49]; PlRoma[ll]; P2Ro-
mat20]; P3Coimbra[7]; P2Alcalá[39,40,41]; P9Alcalá[187]; PlColo-
nia[6]; discreción de espíritus: PlEspaña[12]; P3Coimbra[7-8]; PlCo-
lonia[7]; claridad de conciencia: P5Espafta[lll]; empieza un libro
sobre la Trinidad: PlEspaña[12]; P3Coimbra[10]; los Ejercicios: PlEs-
paña[13]; P10Coimbra[3]; P2Alcalá[41]; PlColonia[9]; P6Austria[37]

Cardoner
La ilustración: Anot.Examen[91]; PlRoma[121; P3Coimbra[ll]; P2A1-
calá[43]; PlColonia[7-8]; P19Coimbra[18]

Jerusalén
Ida y permanencia: PlEspaña[13]; PlRoma[12]; P3Coimbra[7,14,15];
P2Alcalá[44]; PlColonia[9]

Estudios
Necesidad: PlEspaña[14]; PlRoma[14,15]; P2Roma[20]; P3Coim-
bra[16]; P2Alcalá[45]; PlColonia[9]; dificultades: PlEspaña[15];
P3Coimbra[17]; P2Alcalá[47-48]

Barcelona

P3Coimbra[17]; P2Alcalá[45]; PlColonia[9]

Alcalá

PlEspaña[15]; P3Coimbra[18]; P2Alcalá[46]; PlColonia[9]

Salamanca

Persecuciones: PlEspaña[15]; P3Coimbra[19]; PlColonia[9]

París
Dificultades: P3Coimbra[20]; P2Alcalá[47]; reúne compañeros: PlEs-
paña[14]; PlRoma[15]; P2Roma[20,21]; P3Coimbra[22]; PlColonia[9];
P6Austria[25,38]; da los Ejercicios a Laínez: P5Coimbra[15]; induce a
VIII. ÍNDICE IGNACIANO 377

dos de los nueve compañeros a decidirse por la Compañía: P5Aus-


tria[34]; sólo hacen los votos de pobreza y castidad: P5España[79];
PlAlcalá[17]; P2Alcalá[51]; deliberaciones sobre religión: PlEspa-
ña[14]; PlRoma[16]; P2Roma[20,21]; P2Coimbra[31]; P3Coimbra[23];
PlAlcalá[18c]; P2Alcalá[51,52]

La Storta
Anot.Examen[7]; P2España[30]; P2Roma[23]; P4Coimbra[3]; Plta-
lia[2]; P2Colonia[26]

Nombre de la Compañía
Anot.Examen[8,9]; P2España[29,31]; P2Roma[25]; P4Coimbra[4]; PI-
talia[2]

Roma
Aprobación oral de Paulo III: P2España[27]; P2Coimbra[32]; PlAlca-
lá[19]; PlColonia[10]; oposición a la nueva orden: P2Coimbra[33,34];
ofrece 3.000 misas: P2Coimbra[34]; PlAlcalá[20]; PlColonia[llj;
aprobaciones de la Compañía: P2Roma[21]; P2Coimbra[35,36,37];
PlAlcalá[23]; PlColonia[ll]; persecuciones: PlEspaña[16,17]; P1A1-
calá[21]; aprobación por Paulo IV, oposición anterior y motivos:
PUCoimbmW,ll,t2]; confirmación: P5Alcalá[116bis]; P12Alcalá[227]

Muerte
Renuncia al Generalato: P17Coimbra[17]; "tres cosas he deseado...":
P2Alcalá[34]; PlColonia[10]; aprobados los Ejercicios: P2Roma[21];
P10Coimbra[3]; P4Alcalá[104]; P2Colonia[21]

2. DICHOS DE IGNACIO

1. Hay otro parecido entre nosotros y los apóstoles y discípulos del


Señor. Así como ellos antes del Evangelio escrito vivían de la tradi-
ción, así nosotros antes de las Constituciones escritas. Y nos sucedía
a nosotros lo mismo que a ellos cuando eran enviados a predicar.
Pues así como S. Pedro a ellos, así el P. Ignacio dirigiéndose a los su-
yos decía: "Sabéis, hermanos, nuestro modo y orden de vida; así
pues id y obrad.
PlEspafta[19]

2. Confirma lo acabado de notar que una vez el P. Ignacio respon-


dió a uno que preguntaba por qué la Compañía no se llamaba por
378 JERÓNIMO NADAL, S.J.

otro nombre. Dijo: "Sólo Dios puede cambiar este nombre que tiene
y por el que es conocida."
P2España[31]

3 . Entendí yo cierta vez del P. Ignacio que después de abandonar la


patria nunca con los suyos trató por carta ni de otra manera, es más
ni siquiera habló de Loyola, lo cual él mismo una vez escribió al Du-
que de Nájera: "No acostumbro, dijo, después que dejé la patria, te-
ner trato alguno con los míos."
P5España[85]

4. Y esto recomienda sobre todo el P. Ignacio que decía alguna vez:


"Si sólo debiera dar razón a Dios de mí, iría desnudo por el mundo,
untado todo de miel, y cubierto de plumas; llevando al cuello un co-
llar de cuernos, para ser tenido por todos objeto de befa y burla y
tratado como loco."
P5España[113]

5. Una vez dijo el P. Ignacio: "No tengo de sufrir imperfección en la


Compañía".
P6España[129]

6 . Yo me acuerdo que en los principios de mi ingreso en la Compañía, al


insinuarme el Padre Ignacio que me ocupase en las predicaciones y en el
prójimo, y yo me excusase por mi ineptitud y mis pecados, me respondió el
Padre: "De esta manera, dijo, aprovecharás si atiendes a la salvación del
prójimo".
Anot.Examen[26]

7. Y cuando yo alguna vez le he preguntado a nuestro Padre sobre


el asunto [sobre La Storta], y también el Reverendo P. Luis Gonzá-
lez [de Cámara] nunca lo negó, pero como disimulando por obra de
humildad, callaba o decía "Si lo dice Laínez, puede ser", o algo pa-
recido. Pero después de su muerte, revolviendo con diligencia sus
escritos, encontramos que en algún lugar, refiriéndose a sus conso-
laciones, escribe tal cosa o algo parecido como es "cuando el Señor
Padre me ponía con su Hijo".
P2Roma[23]

8. Pero conoció que era ilusión del demonio [la devoción en los es-
tudios]. Porque decía: "si cuando me confieso y comulgo, no tengo
esto: ¿qué es esto?, ¿Dios confunde los tiempos? No".
P3Coimbra[17]
VIII. ÍNDICE IGNACIANO 379

9. Lo que nuestro Padre Ignacio me decía platicando conmigo una vez.


"¿Por qué (decía él) si Dios N. Señor no atiende a mis defectos y faltas, an-
tes mira lo bueno, si alguno en mí hay, para comunicarme su gracia y ha-
cerme tantas mercedes; cómo miraré yo en los hermanos las imperfecciones
dejando aparte las virtudes y dones que Dios N. Señor les ha hecho?"
P9Coimbra[13]

10. Me acuerdo que paseando una vez con Nuestro Padre en un corredor,
le pedí que me dijese alguna cosa con que me aprovechase, y él me dijo que
me bastaba lo que sabía: que lo hiciese. Pero tornándole yo a decir que por
amor de Nuestro Señor me dijese algo con que me ayudase, me respondió
con palabras muy graves y sentenciosas: "Maestro Nadal, desead sufrir in-
jurias, trabajos, ofensas, vituperios, ser tenido por loco, ser despreciado de
todos, tener cruz en todo por amor de Cristo N. Señor, y por vos vestir de
su librea; porque en esto está la vía de la perfección, la sanidad, la alegría y
consolación espiritual".
P9Coimbra8[15]

11. Y a mí, acerca de esto, me aconteció que, queriendo hacer los votos, me
fui a nuestro Padre M. Ignacio y se lo dije; y él me respondió que lo dejase,
que tenía dos méritos: uno de estar pronto para hacerlos, otro de lo dejar por
me aconsejar; y con esto me fui yo, pero después hice cuenta conmigo que
los votos no los hacía al Padre, sino a Dios, y con esto los hice. Y después,
diciéndoselo, me dijo: "Bien está, eso es bueno".
P10Coimbra[34]

12. Cuanto a lo primero, el año 1555 me acuerdo yo que oí decir a


nuestro Padre Ignacio: "Tres cosas he deseado de nuestro Señor, y su
divina Majestad me las ha concedido. La primera, ver aprobada la
a
Compañía de la Sede Apostólica, y nuestro Señor me lo ha dado. La 2 ,
a
ver aprobados los ejercicios, y nuestro Señor me lo ha concedido. La 3
es ver hechas constituciones, y nuestro Señor también me lo ha conce-
dido". De aquí deducimos nosotros que en estas palabras nos quería
decir nuestro Padre Ignacio que estaría ya poco tiempo con nosotros.
P2Alcalá[34]

13. A esta ilustración solía referirse si alguna vez le preguntábamos


la causa de alguna parte del instituto. "Me remito (decía) a Manre-
sa" en donde esto sucedió.
P2Alcalá[43]

14. Y viniendo yo de Sicilia le pregunté que me dijese algo para


mi aprovechamiento, y él me respondió: "Mirad, Nadal, ¿queréis
aprovechar? Veis lo que desean los hombres del siglo. Desead vos
380 JERÓNIMO NADAL, S.J.

y procurad lo contrario, y vestios de la librea de Cristo nuestro Se-


ñor, y veréis cuánto os aprovechará".
P8Alcalá[167]

15. Oí decir al Padre Ignacio: "Si no tuviese respecto a la Compa-


ñía, andaría desnudo y untado con miel y emplumado, y con una
soga llena de cuernos por el mundo, para mayor menosprecio de él
y de sus vanidades".
P9Alcalá[187]

16. En el cual rapto parece que recibió el conocimiento de toda la


Compañía, pues solía decir: "Yo me refiero a Manresa" cuando se le
preguntaba por qué establecía esto o aquello.
PlColonia[8]

17. Entonces le venía el afecto: "¿Esto hizo Francisco? ¿Por qué no


yo?" Pero la diferencia entre los dos pensamientos era contraria: que
el primer pensamiento no traía nada de consolación, sino todo lo
contrario, etc.; el segundo mucha fuerza, alegría, consolación. De ahí
vino a deducir que éste era el espíritu del Señor y aquel del demonio
y pensó: "Esta es la llamada de Dios".
PlColonia[5]

18. Del cual [P. Fabro] solía decir el P. Ignacio: "Pedro saca agua de
la piedra".
P6Austria[24]; cfr. P4Coimbra[17]

19. Yo oí, lo oyeron también otros, al P. Ignacio cuando afirmó que


en la Compañía habría mejores frutos después de aquellos inicios.
Mejores, por cierto, decía por su humildad.
P6Austria[7]

20. Yo oí, cuando uno le preguntó si se debían leer los discursos de


Cicerón para obtener de ahí alguna ayuda para los sermones, que el
Padre decía: "se puede".
P6Austria[12]

21. Esta manera de proceder solía el P. Ignacio explicar en español:


"entrar con la de ellos y salir con la nuestra"; esto es, ir a ellos según
su voluntad, pero pasarnos a lo nuestro.
P6 Austria [26J
VIII. ÍNDICE IGNACIANO 381

3 . REFERENCIAS IGNACIANAS

Textos que explícitamente aluden a Ignacio en confirmación de lo


expuesto.

Admonitores
• Por esta causa, pues, estableció que haya en los colegios y casas
un síndico o censor, que vigilando el orden de toda la casa, ad-
vierta diligentemente cómo se comporta cada uno en lo exterior
y observa las reglas tanto las comunes como las propias, de lo
cual debe hacer sabedor al superior... Y así lo hizo el P. Ignacio
cuando vinieron los Padres a Roma el año del jubileo; pues man-
dó, y se cumplió, que cada uno sindicara a todos los demás, y
que le llevase a él por escrito cualesquiera defectos que hubiese
notado en otros tiempos pasados.
P5España[84]

• Lo que también hay consiguiente a esto es lo que usamos de los síndicos,


los cuales ordenó nuestro Padre estando yo presente, y con gran mode-
ración y providencia suya; y, aunque él lo tenía determinado, quiso ha-
cer congregación (para lo proponer) de todos los de casa, y todos a una
voz lo quisieron, excepto un buen viejo que no miraba bien la cosa. Y
luego se puso en obra y se hacía aun públicamente; pero a uno aconteció
que se tentó por muchos días, y después vino mucho a aprovecharse. Era
éste uno de los principales.
P20Coimbra[19]

Cárcel en la Compañía
• Y como no tenemos cárcel material, aunque podríamos, porque
no lo quiere el P. Ignacio, con todo la tenemos espiritual.
P6España[133]

Colegios
• Pero nuestro Padre después ordenó los hubiese, para que, desde los niños,
pudiésemos enseñar a muchos en buena doctrina y en buenas costumbres.
P15Coimbra[16]

• Para ayudar tanto a estos como los niños, no debe haber ninguna
casa profesa nuestra, ninguna casa de probación, ningún colegio,
ninguna peregrinación de los nuestros, en donde no se enseñe
382 JERÓNIMO NADAL, S J .

públicamente la doctrina cristiana. Y a esto miraba el P. Ignacio


no sólo en las Constituciones, sino también en sus reglas.
P6Austria[48]

Constituciones
• Hay otro parecido entre nosotros y los apóstoles y discípulos del
Señor. Así como ellos antes del Evangelio escrito vivían de la tra-
dición, así nosotros antes de las Constituciones escritas. Y nos su-
cedía a nosotros lo mismo que a ellos cuando eran enviados a
predicar. Pues así como S. Pedro a ellos, así el P. Ignacio dirigién-
dose a los suyos decía: "Sabéis, hermanos, nuestro modo y orden
de vida; así pues id y obrad." Pero, así como entonces, al crecer la
Iglesia, fue oportuno poner por escrito el modo y manera de la
religión cristiana, así lo que fue fácil al principio de la Compañía,
a saber, vivir de la tradición, con todo al crecer y tomar poco a
poco mayor incremento, se hizo más difícil y fue oportuno poner
por escrito lo que solamente se transmitía de palabra; principal-
mente porque por ese tiempo mucha experiencia le enseñó al P.
Ignacio acerca del ingenio de los hombres y otras cosas que de
otra manera no podían ser gobernados debidamente. Esta fue la
causa de deberse escribir Constituciones.
PlEspaña[19]

• Tanta es cuanto o cual ningunas otras tendrán en el futuro. Pues


aun cuando aquellas tengan la autoridad del Papa, de la Compa-
ñía, del General como éstas, les faltará algo peculiar por no haber
sido hechas por este General, esto es, el fundador de la Compa-
ñía, al cual como fundamento y principio comunicó Dios este in-
flujo y gracia por la que rige y gobierna la Compañía; y más
abundantemente que los demás, ¿quien lo dudará? Y ésta es una
especial gracia y privilegio concedido por Dios a nosotros que es-
tamos en este principio de la Compañía.
PlEspaña[20]

• Pero confío en Cristo que serán para todos nosotros causa de


gran provecho, sobre todo al estar unidas con este espíritu o mo-
do de vivir de la Compañía, y más aún algunas de sus explica-
ciones; en ellas expresó el P. Ignacio todo lo que podemos desear,
es más cuanto Dios quiso que fuera explicado de este espíritu.
Pues el Padre usó para esto toda la diligencia que pudo, y puesto
que fue tan de Dios y tan próximo a él ¿quién dudará que expre-
só todo lo que a nosotros conviene saber acerca de este instituto?
P6España[123]
VIII. ÍNDICE IGNACIANO 383

• Comencemos a hablar de nuestro instituto y modo de proceder;


que por este nombre lo llamaba nuestro Padre Ignacio.
PlAlcalá[12]

Conversación espiritual
• Lo que se entiende en la buena conversación; en lo que era gran-
de el Padre Fabro, aunque no servía para predicar. Y de él decía
Nuestro Padre que de la piedra sacaría agua.
P4Coimbra[17]

• En segundo lugar no empezar enseguida con las cosas espiritua-


les; sino que hay que empezar por lo tuyo y de él y volver a lo tu-
yo, decía el P. Ignacio. Así, hablando con un militar sobre la gue-
rra y poco a poco, tomando ocasión de aquello que narra, hablar
de la muerte. El mismo juicio vale hablando de mercancía con los
mercaderes, de agricultura con los aldeanos, etc. El P. Ignacio
cuando era invitado a la mesa, primero escuchaba, y después
aprovechaba la ocasión. En tercer lugar, si ves que no aprovechas
nada con él, hablas de la muerte, del juicio, etc. para que, o bien
se convierta o bien ya no vuelva más. Lo mismo aconsejaba el P.
Ignacio a los novicios para que se comportasen de esta manera
con los amigos que les interpelasen.
P2Colonia[19]

• Primero, el coloquio espiritual privado, en el cual hay una ayuda y


subsidio eximio para ayudar al prójimo. Sobre el cual el P. Ignacio
solía decir cosas preclaras, y enseñar también cosas admirables.
P6Austria[23]

• Para este ministerio recibieron algunos una insigne facultad, en-


tre los que estuvo el P. Fabro, el primer compañero del P. Ignacio.
Pues éste fue eficaz ante todo y poderoso en las piadosas conver-
saciones; pues no se acercaba a nadie, aun muy alejado de las co-
sas espirituales, que al final no cambiase totalmente. Del cual so-
lía decir el P. Ignacio: "Pedro saca agua de la piedra". En esto
también fue excelente el P. Francisco Javier, aquel gran Padre de
los Indios y Japoneses. Pero en esto fue admirable el P. Ignacio.
P6Austria[24]

• Por medio de este ministerio de la palabra de Dios hizo muchas


cosas preclaras el P. Ignacio. Y lo primero, que se juntó aquellos
nueve primeros compañeros. [...]Y para tocar algunas cosas de
las que oímos al P. Ignacio sobre este ministerio, escuchad. Lo
384 JERÓNIMO NADAL, S.J.

que ahora decía, él no sólo lo enseñaba cumplidamente sino que


lo practicaba; mostrando cierto suave fervor de amor hacia aquel
que asumía para ayudar, llenaba todo su pecho y ánimo.
P6Austria[25]

• Esta manera de proceder solía el P. Ignacio explicar en español:


"entrar con la de ellos y salir con la nuestra"; esto es, ir a ellos se-
gún su voluntad, pero pasarnos a lo nuestro.
P6Austria[26]

Coro
• Decía nuestro Padre Ignacio una razón a su modo: que cuando
no atendiéremos a nuestro ministerio de predicar y confesar, y no
tuviéremos coro, que no nos den de comer.
P14Alcalá[276]

Corrección fraterna
• Lo que nuestro Padre Ignacio me decía platicando conmigo una vez.
"¿Por qué (decía él) si Dios N. Señor no atiende a mis defectos y faltas,
antes mira lo bueno, si alguno en mí hay, para comunicarme su gracia
y hacerme tantas mercedes; cómo miraré yo en los hermanos las imper-
fecciones dejando aparte las virtudes y dones que Dios N. Señor les ha
hecho?"
P9Coimbra[13]

Discreción de espíritus
• Entonces le venía el afecto: "¿Esto hizo Francisco? ¿Por qué no
yo?" Pero la diferencia entre los dos pensamientos era contraria:
que el primer pensamiento no traía nada de consolación, sino to-
do lo contrario, etc.; el segundo mucha fuerza, alegría, consola-
ción. De ahí vino a deducir que éste era el espíritu del Señor y
aquel del demonio y pensó: "Esta es la llamada de Dios".
PlColonia[5]

Ejercicios
• Tiene esta regla principio y fundamento en los Ejercicios que nuestro
Padre Ignacio instituyó y experimentó todos en sí; y como cosa impor-
tante para la salud de las ánimas y aumento de la devoción y conoci-
miento propio procuró que nos quedasen con la aprobación de la Sede
Apostólica.
P10Coimbra[3]
VIII. ÍNDICE IGNACIANO 385

También en los ejercicios espirituales se declara la palabra divina;


y a este medio ha dado nuestro Señor mucha eficacia en la Com-
pañía, como el Padre Ignacio lo dice en las Constituciones.
P4Alcalá[104]

De los Ejercicios decía el P. Ignacio que no había medio más efi-


caz. Pues por ellos llamó a sus compañeros.
P2Colonia[21]

Hay dos ejercicios principales: uno el del Rey temporal, otro el de


las Banderas; en los cuales dos ejercicios compendió el P. Ignacio
tanto la vocación como la ejecución de la vocación.
P2Colonia[25]

Continúa la fórmula del Instituto: y mediante ejercicios espiri-


tuales. Nos dio Dios por su bondad, nos atribuyó la Sede Apos-
tólica, aquel insigne ministerio de ayudarnos a nosotros y al pró-
jimo mediante ejercicios espirituales, esto es la doctrina y método
de meditación, contemplación y oración. Pero entendemos no só-
lo aquel método nuestro, del cual es autor el P. Ignacio, sino
aquel principalmente.
P6 Austria [36]

Fue el autor del método de aquellos ejercicios el P. Ignacio, por


gracia e instinto de Dios. Y por cierto en aquel tiempo en que se re-
tiró para hacer penitencia y oración a la ciudad de Manresa, lejos
de la patria, en Cataluña, provincia de la España inferior. Pues se
retiró para ejercitarse espiritualmente y entregarse a la penitencia.
Y lo que comprobó por experiencia que le había aprovechado de
entre todo lo que juzgó podía ser útil, lo redactó en un librito.
P6Austria[37]

A este ministerio el P. Ignacio tanto contribuyó cuanto pudo. Solía


decir que éstas eran nuestras máximas armas a las que Dios había
dado tanta eficacia, y nunca quiso o dar o permitir otro método de
oración. De ellos estableció la primera experiencia; que los que se
dan a la Compañía quiso que fueran instruidos por estos ejercicios;
pues de aquí sabía que se recibían los principios y la fuerza para
poder alcanzar la perfección y, si quieres la sublimidad, de toda
oración. Por medio de los ejercicios, si alguien se debilitaba en el es-
píritu, quería que se rehiciera y se reanimara; y para decirlo en una
palabra, quería que por los ejercicios viviéramos la vida espiritual.
P6Austria[41]
386 JERÓNIMO NADAL, S.J.

En el Señor nuestro
• Dice el P. Ignacio y lo repite con frecuencia: "en el Señor nuestro",
queriendo expresar el sentido del espíritu en nuestras operaciones.
P6España[121]

• Y así veréis cuan familiarmente usa nuestro Padre en lo que es-


cribió y platicó el decir "en el Señor nuestro".
P4Alcalá[98]

En el espíritu
• Y a lo que dice N. P. Micer Ignacio, que todos caminen por la vía
del espíritu; que no es otra cosa, sino conformar todo con el divi-
no principio que es Dios nuestro Señor.
PlCoimbra[ll]

• Veis, pues, cómo todo va en el espíritu, como quiso Nuestro Padre, y có-
mo con esto jugando, jugando vamos al cielo, procediendo siempre por
la vía de nuestro instituto y fin.
P20Coimbra[17]

Enseñanza
• En la interpretación de la doctrina cristiana. En lo cual hay que
notar que de esto se hace especial mención en la bula y en los vo-
tos; y que esto fuera así lo quiso el P. Ignacio para que quedase
manifiesto cuan importante sea para la Compañía.
P5España[90]

• No queráis nunca sino lo que es común y tiene autoridad, porque aque-


llo quiso así nuestro Padre Ignacio, y usa nuestro Padre Laínez.
PllCoimbralll]

• Las cosas profanas se ordenan a las sagradas. Pero la mente del P. Igna-
cio era que con esa ocasión se instruyesen los estudiantes en las buenas
costumbres. De modo que se tratan las cosas profanas como por casuali-
dad y en cuanto se refieren a la piedad.
P2Colonia[18]

Escrúpulos
• Y antes que tuviese mayor gracia y claridad, tuvo grandes turba-
ciones de espíritu, aunque también consolaciones. Tuvo una ilu-
sión que el demonio con espíritu de cosa que mucho le alegraba
le quería engañar; lo que él después conoció con la gracia del Se-
VIII. ÍNDICE IGNACIANO 387

ñor, y venció. Fue otra ilusión, que tuvo grandes escrúpulos con
grandes extremos. Mas le libró Dios, aunque tenía poca inteli-
gencia de cosas espirituales, de esta manera: Había leído de un
santo que hablando con Dios decía que ni comería ni bebería si
no le hacía cierta gracia, y en esto determinó seguirle: y así lo ha-
ce él para quitar los escrúpulos, que una semana se tuvo sin co-
mer ni beber. Se confesaba, y de todo daba razón al confesor, de
lo malo y de lo bueno; y mandándole él que comiese, lo hizo y
después fue librado de los escrúpulos. Y así él quitó después a
uno los escrúpulos, con le decir que no fuese escrupuloso y di-
ciéndole él la historia de sus escrúpulos.
P3Coimbra[8]

Estudios
• Seríamos fácilmente reprendidos aunque tuviésemos buena intención y
entendiésemos bien las cosas, por no sabernos explicar al uso de los doc-
tores, y podrían irnos a la mano como a nuestro Padre M. Ignacio; lo
que fue causa de instituir que hubiese estudios.
PUCoimbrall]

• Nuestro Padre Ignacio después de haber alcanzado grandes do-


nes de Dios nuestro Señor, comenzó a estudiar. Y así entendemos
que comenzó los estudios por ver la importancia de ellos; y, con
pasar en ellos muchos trabajos, perseveró en ellos.
P12Alcalá[228]

Fin de la Compañía
• Yo me acuerdo que en los principios de mi ingreso en la Compañía, al
insinuarme el Padre Ignacio que me ocupase en las predicaciones y en el
prójimo, y yo me excusase por mi ineptitud y mis pecados, me respondió
el Padre: "De esta manera, dijo, aprovecharás si atiendes a la salvación
del prójimo"
Anot.Examen[26]

• De ahí la eficacia, de ahí el fruto para la salvación y perfección de las al-


mas ciertísimo y abundantísimo. Un cierto urgentísimo y excelente deseo
de este fin fue lo que le movió al Padre Ignacio a instituir la Compañía.
Anot.Examen[33]

• Aquí le comunicó N.S. los ejercicios, guiándole de esta manera


para que todo se emplease en el servicio suyo y salud de las al-
mas; lo cual se mostró con devoción especialmente en dos ejerci-
cios, a saber, del Rey y de las banderas. Aquí entendió su fin y
388 JERÓNIMO NADAL, S.J.

aquello a que todo se debía aplicar y tener por fin en todas sus
obras, que es el que tiene ahora la Compañía.
PlEspaña[13]

• De aquí además vino a cierto deseo e inclinación insaciable de


ayudar al prójimo, de manera que procurase no sólo ser de utili-
dad a sí mismo sino también a los demás.
PlRoma[13]

• Y así determinó de servir a nuestro Señor como él mejor pudiese,


y hacer cosas para mayor gloria suya. Y esto fue su primer prin-
cipio. Y de aquí es que en las Constituciones en cada capítulo y
en cada división hallaréis: "a mayor gloria y servicio de Dios
nuestro Señor".
P2Alcalá[38]

• Sobre todo hay que notar que tan pronto como el P. Ignacio se dio
a la meditación de la vida de Cristo, se inclinó a ayudar al prójimo,
y con tanta eficacia que no pudo menos que ponerlo por obra.
P2Alcalá[42]

Frutos de la Compañía
• Tenemos pues ahora alguna noticia de la Compañía. Recopilémos-
lo ahora: ¿qué es la Compañía? Yo veo que Dios N. Señor veía lo
que yo ahora veo y lo que yo no veo, que es: grande edificación de
muchos, grande recogimiento de muchos, y lo que está por venir,
que será mucho más, como lo decía Nuestro Padre, porque co-
menzamos ahora y los que vendrán nos llevarán la ventaja.
P3Coimbra[25]

• Yo oí, lo oyeron también otros, al P. Ignacio cuando afirmó que


en la Compañía habría mejores frutos después de aquellos ini-
cios. Mejores, por cierto, decía por su humildad.
P6Austria[7]

IGNACIO
a
• Pero se trata en la 9 de algo de mucho peso, las cualidades y
condiciones de las que debe ser adornado el General, de su ofi-
cio y autoridad. Ayudó Dios especialmente en esta parte al P. Ig-
nacio, que en cierta manera se retrató a sí mismo; pues cuando
dice cuál deba ser el General futuro, manifiestamente describió
cuál era el que esto escribía.
PlEspaña[23]
VIII. ÍNDICE IGNACIANO 389

Causa ejemplar de la Compañía (afirmación constante de Nadal)

Modelo para la Compañía:


• En este breve discurso de la vida del P. Ignacio hasta la fundación
de la Compañía se ve un modelo de la misma.
P2Alcalá[52]

Otros: P2Roma[22]; P3Coimbra[5-6,13,16,21]; P5Coimbra[14]; PlAlca-


lá[24]; P2AIcalá[31,33,41,49,52a]; P3Alcalá[54,58]; P7Alcalá[157]; PI-
talia[l]; PlColonia[4]

Pasó por las mismas experiencias:


• La razón general de estas experiencias es que por aquí llevó
nuestro Señor al Padre Ignacio, a quien tomó por ministro de es-
ta vocación, y por aquí le ejercitó, y éste fue su noviciado.
P7Alcalá[152]

Otros: PlEspaña[10,13]; P8Coimbra[ll]; PWCoimbra[3]; PlAlcalá[23a];


P8Alcalá[160]

La misma gracia para la Compañía:


• Así pues, el mismo privilegio que entendemos le fue hecho al Pa-
dre Ignacio, creemos que se ha concedido a toda la Compañía.
Anot.Examen[82]
Otros: P7España[156]; PlRoma[7,18]; P3Coimbra[3]

Inspirado por Dios (afirmación constante de Nadal)


• La primera institución la entendemos así, que encierra la divina
inspiración y moción que dio principio a la Compañía en el Pa-
dre Ignacio.
Anot.Examenlá]

Otros: Anot.Examen[6,115]; PlEspaña[5,8,9,20]; P6España[117]; P3Coim-


bra[2]; P5Coimbra[l,6,10,Tlb P7Coimbra[10]; PUCoimbra[8]; PlóCoim-
bra[6,15]; PlAlcalá[8]; P2Alcalá[30,31]; P3Alcalá[53]; PItalia[17; PlColo-
nia[l]; P2Colonia[15]; P3Colonia[50]; P6Austria[4]

Ilusiones del demonio


• Pero conoció que era ilusión del demonio [la devoción en los es-
tudios]. Porque decía: "si cuando me confieso y comulgo, no ten-
go esto: ¿qué es esto?, ¿Dios confunde los tiempos? No".
P3Coimbra[17]
JERÓNIMO NADAL, SJ.

Vengamos pues a la regla que proponíamos al principio, del descubrirse


uno perfectamente de toda su conciencia al Superior o a quien él orde-
nare. Decía nuestro Padre M. Ignacio acerca de esto, que era un gran re-
medio a todo el que está en peligro de pecar y perder a Dios N. Señor. Y
está la causa en las manos, porque el demonio lo que sumamente desea,
cuando nos quiere dañar con alguna tentación, no es otra cosa sino que
seamos solos, y para esto quiere que no nos aconsejemos ni descubramos
a ninguno; porque contra uno, y ése perturbado e inquieto, como él le
tiene con la tentación, muy fácil tiene la victoria.
PWCoimbralll]

Y de nuestro Padre M. Ignacio lo sé yo, porque me dijo que a veces es-


taba tan afligido y desconsolado, que parecía no se podía valer; pero con
aquello se holgaba él por se conformar con la divina voluntad.
P10Coimbra[30]

Yo os lo diré; pero primero sabed que el que es muy devoto tiene quizá
muy mucho más trabajo en el poder estudiar con retraerse la devoción,
como al Padre M. Ignacio aconteció, por las ilusiones que el demonio le
traía con las imaginaciones de devoción.
PUCoimbra[8]

jurias, menosprecios
Y esto recomienda sobre todo el P. Ignacio que decía alguna vez:
"Si sólo debiera dar razón a Dios de mí, iría desnudo por el mun-
do, untado todo de miel, y cubierto de plumas; llevando al cuello
un collar de cuernos, para ser tenido por todos objeto de befa y
burla y tratado como loco."
P5España[113]

Me acuerdo que paseando una vez con Nuestro Padre en un corredor, le


pedí que me dijese alguna cosa con que me aprovechase, y él me dijo que
me bastaba lo que sabía: que lo hiciese. Pero tornándole yo a decir que
por amor de Nuestro Señor me dijese algo con que me ayudase, me res-
pondió con palabras muy graves y sentenciosas: "Maestro Nadal, de-
sead sufrir injurias, trabajos, ofensas, vituperios, ser tenido por loco, ser
despreciado de todos, tener cruz en todo por amor de Cristo N. Señor, y
por vos vestir de su librea; porque en esto está la vía de la perfección, la
sanidad, la alegría y consolación espiritual" y con estas palabras, o se-
mejantes, mostró mucha devoción.
P9Coimbra[15]
VIII. ÍNDICE IGNACIANO 391

• Como el Padre Ignacio de sí decía que, si fuese por lo suyo y para le te-
ner en la cuenta que merecía, andaría con una cinta de cuernos sobre sí,
desnudo de la cintura arriba y untado de miel y cubierto con plumas;
pero que para la vocación del Señor cumplía hacer otra cosa.
P13Coimbra[10]

• Conténtese pues cada uno, en cualquier estado que tuviere, atendiendo al


principio de su vocación, y como nuestro Padre Ignacio pensaba que to-
dos los de la Compañía serían humildes y querrán padecer y ser tenidos
por abyectos y seguir en todo perfección, no dudó de poner tantos esta-
dos, sin que pensase que uno querría más de aquél en que le pusiesen.
P15Coimbra[12]

• Y viniendo yo de Sicilia le pregunté que me dijese algo para mi


aprovechamiento, y él me respondió: "Mirad, Nadal, ¿queréis
aprovechar? Veis lo que desean los hombres del siglo. Desead
vos y procurad lo contrario, y vestios de la librea de Cristo nues-
tro Señor, y veréis cuánto os aprovechará".
P8Alcalá[167]

• Oí decir al Padre Ignacio: "Si no tuviese respecto a la Compañía,


andaría desnudo y untado con miel y emplumado, y con una so-
ga llena de cuernos por el mundo, para mayor menosprecio de él
y de sus vanidades".
P9Alcalá[187]

• El vestido de Cristo, dijo el P. Ignacio al P. Nadal, es el que está en


la regla sobre el amor del desprecio.
P3Colonia[40]

Libertad de espíritu
• Digamos ahora algo de la libertad de espíritu, que es una de las cosas en
que el Señor ha mucho ayudado al P. Ignacio.
P20Coimbra[27]

Mayor gloria de Dios


• Es de notar que lo que tan frecuentemente repite el P. Ignacio, a
saber: "A mayor gloria divina", designa el último fin que desea-
mos, no de cualquier manera, sino mayor y con máximo aumen-
to en todo; lo cual es una gracia y fuerza especial concedida por
el Señor a la Compañía.
P7España[156]
392 JERÓNIMO NADAL, S.J.

• Antes de explicar esto, expondré brevemente lo que en las Constitucio-


nes es muy frecuente y muy usado por el P. Ignacio y por toda la Com-
pañía en todas las cartas, sermones, operaciones. Y es esto que todo de-
be referirse a lo que en este lugar y en la fórmula del instituto se
contiene acerca del fin; es decir, que debemos aspirar por conseguir y
obrar siempre a la mayor gloria, honor y servicio de Dios.
Anot.Examen[13]

• Pero en el servir a Dios estableció como primer fundamento que


había siempre de seguir lo que mayor fuera para gloria de Dios.
PlRoma[10]

• Este instituto o modo de proceder, que así lo llama el Padre Ig-


nacio, va siempre enderezado a buscar la mayor gloria y honra
de Dios nuestro Señor; y así veréis que no hay casi capitulo en las
Constituciones donde no se repita esto, en todas las cosas que se
ordenan, a mayor gloria y honra de Dios nuestro Señor. Y éste
fue el deseo que a nuestro Padre Ignacio movió y gobernó siem-
pre, y el principio que tuvo para la fundación de la Compañía:
andar buscando siempre cómo más se glorificase Dios, en qué
más fuese servida su eterna bondad.
P3Alcalá[69J

• Esta cosa es de gran consolación para nosotros, que éste sea


nuestro instituto confirmado por la Iglesia santa y sea ésta la gra-
cia de nuestra vocación y el principio, como os dije, que tuvo
nuestro Padre que le guió a la fundación de la Compañía. Siem-
pre quiso caminar a donde fuese más servido nuestro Señor, co-
mo visteis en el discurso de su vida.
P3Alcalá[74]

Mínima Compañía
• El Padre Ignacio cuantas veces, en asunto sobre todo grave, nombraba a
la Compañía, casi nunca omitía llamarla mínima Compañía.
Anot.Examen[2]

• "Esta mínima Compañía". Acerca de esto hay que notar que así
suele llamar a la Compañía el P. Ignacio en los asuntos de gran
importancia y cuando escribe a algún príncipe.
P2España[25]

• Y éste era el uso del P. Ignacio, que cuando hablaba de la Com-


pañía, especialmente en cosas de importancia, siempre la llama-
ba mínima Compañía.
PlAlcalá[16]
VIII. ÍNDICE IGNACIANO 393

• El fundamento de la Compañía es Jesucristo con la cruz para la


salvación de las almas, tal como le fue mostrado a nuestro bendi-
to Padre, cuando Dios Padre lo ponía con su hijo Jesucristo. Y de
aquí viene que la Compañía de Jesús se llame la mínima Compa-
ñía de Jesús por ser Jesucristo nuestro fundamento y capitán, al
cual debemos imitar espiritualmente, a fin de que en particular
reproduzcamos la mansedumbre y la humildad.
PItalia[2]

Ministerios
• En la interpretación de la doctrina cristiana. En lo cual hay que
notar que de esto se hace especial mención en la bula y en los vo-
tos; y que esto fuera así lo quiso el P. Ignacio para que quedase
manifiesto cuan importante sea para la Compañía.
P5España[90]

• Primero, el coloquio espiritual privado, en el cual hay una ayu-


da y subsidio eximio para ayudar al prójimo. Sobre el cual el
P. Ignacio solía decir cosas preclaras, y enseñar también cosas
admirables.
P6Austria[23]

• Para ayudar tanto a estos como los niños, no debe haber ninguna
casa profesa nuestra, ninguna casa de probación, ningún colegio,
ninguna peregrinación de los nuestros, en donde no se enseñe
públicamente la doctrina cristiana. Y a esto miraba el P. Ignacio
no sólo en las Constituciones, sino también en sus reglas.
P6Austria[48]

• Pero ¿cuáles son estas otras obras? La reconciliación de los desa-


a
venidos, que abarca la 7 bienaventuranza de San Mateo. Pues se
trata de reconciliar la paz de los hombres entre sí, pues, si se to-
ma en toda su amplitud, todos los superiores ministerios sirven
para esta bienaventuranza. Los primeros Padres pusieron mucho
empeño y trabajo, sobre todo el P. Ignacio, con gran fruto.
P6Austria[68]

Mujeres
• Hay que notar también que la Compañía no toma cargo o voto
de nadie que viva fuera de ella; lo cual (por providencia de Dios)
así vio por experiencia el P. Ignacio que era conveniente.
P3España[58]
394 JERÓNIMO NADAL, S.J.

• Y de aquí se sigue que a monjas no vamos porque tienen quien las


ayude; ni vamos a monjes, por lo mismo. No buscamos sino lo de-
jado, y así el Padre Ignacio instituyó misiones, como en el cuarto
voto que se hace al Papa está claro; y por eso el aumento de la
Compañía y su ministerio en buena parte se debe a los de la India.
P3Coimbra[24]

• Y lo que en la misma se dice que el confesor y la mujer deben ser


vistos por el compañero en tanto cuanto sea posible por la dispo-
sición del lugar, yo lo interpretaría, como más de una vez anoté en
las Constituciones y por cierto por propia frase del P. Ignacio, que
aquellas palabras se refieren no como concesión sino más bien co-
mo intención, de modo que haya que poner todo empeño en que
por la disposición del lugar se pueda observar lo que manda la re-
gla. Y si no es posible, aquella mujer hay que remitirla al párroco.
Y esto lo interpreto así con más gusto conociendo la severidad del
parecer del P. Ignacio en esta materia. Pues cuando aquí en Roma
uno de los probadísimos Padres hubiese oído la confesión de una
mujer enferma, movido por la necesidad, en aquel lugar en donde
no podía ser visto por el compañero, lo llevó con tal indignación
que le decretó a aquel sacerdote una inusitada flagelación, a saber
durante el espacio que otro recitaba el salmo Miserere siete veces.
P6Austria[59]

Obediencia
• Si es mandado andar sobre el mar, vaya hasta donde la imposibi-
lidad le detenga, esto es hasta que vea que el agua no sostiene
sus pasos. Pues así dice el P. Ignacio que si fuese mandado por el
Papa a entrar en una nave sin remos, lo haría sin dudar.
P8España[177]

• "La santa obediencia". Hay que notar el admirable artificio del


P. Ignacio pues se llama santo lo que no tiene imperfección. Se di-
ce, pues, santa la obediencia, esto es, sin imperfección porque la
obtiene uno quitadas todas las imperfecciones y creciendo en la
perfección de la obediencia. Pero conviene que cada uno se dis-
ponga diligentísimamente; pues es la cosa más importante y más
eficaz para obtener la victoria contra el demonio.
P8España[185]

• Haced cuenta que os habla un palo, pero que os dice verdades y


lo que os cumple, y a esto atended; que es la comparación de que
Nuestro Padre M. Ignacio solía usar.
PlCoimbra[15]
VIII. ÍNDICE IGNACIANO 395

• Y en esto quiso de nosotros nuestro Padre M. Ignacio lo que también


pretendió en otra regla para los enfermos, en que les amonesta procuren
dar edificación a todos, etc. en la cual no quiere obligarlos a pecado y
echarles un lazo.
P9Coimbra[12]

• De donde el P. Ignacio al que veía ser obediente decía que era


bueno, y lo contrario hay que decir del desobediente.
P3Colonia[49]

Oración de Ignacio
• Sabemos que el Padre Ignacio recibió del Señor una gracia particular,
para ejercitarse libremente y reposar en la contemplación de la Santísi-
ma Trinidad; pues ahora era conducido por la gracia de contemplar toda
la Trinidad, a ella era llevado, en ella se unía con todo el corazón, con
gran sentido de la devoción y gusto espiritual; ahora contemplaba al Pa-
dre, ahora el Hijo, ahora el Espíritu Santo. Y recibió la contemplación de
ello, por una parte en ocasiones frecuentemente, pero por otra (como si
digas únicamente) en los últimos años de su peregrinación.
Anot. Examen[80 ]

• Este modo de oración lo concibió el Padre Ignacio con gran privilegio de


forma selectísima; pero además éste: que en todas las cosas, acciones, co-
loquios sentía y contemplaba la presencia de Dios y el afecto de las cosas
espirituales, al mismo tiempo contemplativo en la acción (lo cual solía
explicar así: hay que encontrar a Dios en todas las cosas).
Anot.Examen[81]

• Pero esta gracia y luz de su alma vimos que se manifestaba mediante


cierto esplendor de su rostro, claridad y certeza de sus acciones, con
gran admiración de todos y gran consolación de nuestro corazón; y sen-
tíamos como que se derivaba a nosotros no sé qué de aquella gracia. Así
pues, el mismo privilegio que entendemos le fue hecho al Padre Ignacio,
creemos que se ha concedido a toda la Compañía, y confiamos que aque-
lla gracia de oración y contemplación nos ha sido concedida a todos no-
sotros en la Compañía, y la confesamos conjunta con nuestra vocación.
Anot.Examen[82]

• Pero los superiores y prefectos de oración utilicen esta moderación que sa-
bemos tuvo el Padre Ignacio familiar y decimos que es propia del institu-
to de la Compañía, que si juzgan en el Señor que alguien avanza con buen
espíritu en la oración, no le prescriban nada, no lo interpelen en nada.
Anot.Examen[85]
JERÓNIMO NADAL, S.J.

Y de esto puede sernos un ejemplo manifiesto el mismo Padre Ig-


nacio, el cual cuanto más los otros pretenden con trabajo entrar
en la oración, tanto más a ella él resiste con fuerte impulso; no
sea que si sigue aquel, por lo demás buen espíritu, padezcan de-
trimento los gravísimos negocios a los cuales se debe. Así siem-
pre está elevado y actuado en esta oración de la que hablábamos.
P7España[163]

Y así le quedó una actuación de contemplación y unión con


Dios, que sentía devoción en todas cosas y en todas partes muy
fácilmente.
P3Coimbra[ 11]

Pero de paso diré lo que se me olvidó ayer del Padre Ignacio: que
él se hizo sacerdote, y así fue obligado a rezar. Y en comenzando
un salmo estaba un día sin poder acabar por las muchas consola-
ciones y alegrías de espíritu que tenía. Por lo cual los nuestros se
fueron al Papa a se lo decir, y él le quiso atajar queriendo que no
rezase sino ciertos Padre nuestro; y con esto aún no acababa. Y te-
nía gran deseo de decir misa y en ella tanto se consolaba que era
cosa tan extraordinaria que luego de lo mucho que se actuaba se
hallaba mal del estómago y quince días estuvo malo por decir
tres misas a petición de una hija de Juan de Vega. Se elevaba en
cualquiera cosa, como en un jardín, sobre una hoja de naranjo es-
tando yo presente le aconteció tener grandes consideraciones y
elevaciones sobre la Trinidad.
P4Coimbra[l-2]

Acerca del modo de entrar en la oración, advertid que uno que es muy
bueno, mas es de gracia especial, es con todas las cosas hallar luego a
Dios y pensar luego en El. Y así lo tenía nuestro Padre Ignacio, como
él me dijo, y espero que todos con la divina gracia tendrán esto, si se
animan y ejercitan.
P19Coimbra[35]

Y a veces viene a tener lágrimas y a tener como a un principio de éxta-


sis; lo que nuestro Padre Ignacio casi siempre tenía, con ser muy conso-
lado y con muchas lágrimas en la oración.
P19Coimbra[16]

Y así decía nuestro Padre Ignacio que en todo hallaba oración


P14Alcalá[291]
VIII. ÍNDICE IGNACIANO 397

Oración práctica
• Hay que notar que la Compañía busca la perfección también en
lo exterior, aun cuando en estas cosas no usemos de aquellas ce-
remonias que usan otras religiones, y suele decir el P. Ignacio que
lo exterior es indicio de lo interior. Quiere pues que, como las co-
sas interiores, así las exteriores estén ordenadas y compuestas;
aquellas por su unión con Dios, y éstas según el orden de las in-
teriores. Lo cual exactamente puede observarse en el mismo P. Ig-
nacio a saber, la compostura y honestidad en los vestidos, ali-
mentación, habitación, etc.
P5España[83]

• Y así la oración de la Compañía ayuda a la práctica. Y no es fácil


de otra manera conseguir el fin de la Compañía. Debo, pues, pro-
curar que la oración se extienda a la práctica, con afecto a la cosa,
como conviene. Y así la predicación y la lección, etc., se hacen con
gusto; de lo contrario uno se comporta como la campana que
suena, sólo conducido por la luz natural y aquella mediación es-
pecial de las Escrituras. Esto es lo que el P. Ignacio llama, como
dijimos: "Caminar en espíritu".
P7España[145]

• Y así colegimos que nuestra oración luego debe ser inclinada a la


práctica, como a fin de nuestro instituto, para ayuda de las áni-
mas que se pierden, por las cuales Dios dio su vida, como el Pa-
dre se movió juntando las virtudes teologales y todas, para ayu-
dar al prójimo, no se queriendo él quedar con sus consolaciones.
P3Coimbra[13]

• Sigúese probación de hospitales, para que aquella devoción que uno tie-
ne alcanzado en los ejercicios se aumente luego con la acción de las
obras; porque acontece, de otra manera, aflojarse la devoción, y puesta
en la práctica no servir. Es pues necesario juntar la devoción a la prác-
tica y a los actos de humildad y de trabajo, porque a nosotros nos cum-
ple andar en esto sirviendo a todos por una y otra parte. Y por esta cau-
sa nuestro Padre dudó mucho de admitir uno que no se podía hallar
entre llagas; aunque este mismo, ayudándose poco a poco, salió muy
bueno.
P8Coimbra[13]

• Nuestra vocación es práctica, prácticos son todos nuestros ejerci-


cios, y con gran sentido nos imprimen la salvación del prójimo, a
gritos todo nos clama al prójimo, todo a él nos llama: él debe ser
nuestro alimento, él nuestra bebida espiritual; si ayudamos al
398 JERÓNIMO NADAL, S.J.

prójimo nos llenaremos de la abundancia de la divina saciedad,


no sólo en la patria celestial, sino también en este exilio de la vi-
da presente.
P5Austria[10]

Oración-Estudio
• Pero ¿por qué se da tan poco tiempo de oración al escolar? Res-
pondo: Porque ya se entiende que ha pasado por muchas expe-
riencias y probaciones, de manera que pueda ejercitarse en los
estudios; los cuales como ya han sentido el gusto de la oración,
más bien hay que temer que descuiden los estudios por causa de
la oración, que por que les pueda faltar tiempo de oración. Lo
cual, como en sí mismo primero, así en otros experimentó el P. Ig-
nacio; pues en lo que a sí se refiere, creo que para vencerlo hizo
un voto.
P7España[159]

• Que, aunque las letras sean buenas, se sometan con todo al espíritu, que
es lo principal, como decía N. Padre Ignacio, queriendo que siempre
juntásemos en ellos devoción.
P7Coimbra[31

• Y la causa por qué Nuestro Padre ha dado poco tiempo a los escolares
para oración, no es sino que presupone que estarán en ellos [los ejerci-
cios] tan adelante y tan avezados a los usar, que tendrán más necesidad
de los retener, de no abundar el tiempo en la oración, que no en exhor-
tarlos a ella. Por esto procuren todos que lo poco que tienen les aprove-
che mucho, haciéndolo con atención y devoción; y sea con verdadero de-
seo de se ayudar a sí y a las ánimas del prójimo; y así tomemos con ella
todos aumento haciendo todo a mayor gloria de Dios nuestro Señor.
P18Coimbra[21]

• El Padre Ignacio al ordinario temía mucho no impidiese la devo-


ción los estudios de los nuestros; tenía gran recelo que los estu-
diantes no se diesen a la oración tanto, que fuese estorbo para los
estudios, y así lo proveía con particular cuidado en el colegio de
Roma. Le había dado a él nuestro Señor tanta devoción en las co-
sas espirituales e interiores, estaba a la continua tan actuado en
ellas, que tenía necesidad de buscar con qué distraerse; se acor-
daba que en el tiempo de sus estudios la devoción había sido
mucho impedimento para ellos; y veía que era facilísimo actuar-
se en la oración, como lo es a todos los que han venido a cierto
término de hábito y costumbre en esta parte. Y así deseaba el Pa-
dre, como parece en las Constituciones, que por el tiempo de los
VIII. ÍNDICE IGNACIANO 399

estudios no se diese mucho tiempo a las cosas de devoción; por-


que suponía que traía el escolar del tiempo de noviciado ganado
tanto hábito de oración, que había de haber dificultad en aplicar-
se a los estudios y para ello sería menester hacerse fuerza. Dos
cosas quería el Padre: la primera, que la devoción perseverase; la
a
2 que fuese de manera que no impidiese los estudios; y advertid
lo que dice: que no impida a los estudios, que quien esto dice no
dice que no la tengamos, antes supone que ha de haber tanta y
tan gran hábito de ella, que se tiene miedo no sea impedimento
para lo que se pretende de los estudios.
P13Alcalá[239]

Parientes
• Entendí yo cierta vez del P. Ignacio que después de abandonar la
patria nunca con los suyos trató por carta ni de otra manera, es
más ni siquiera habló de Loyola, lo cual él mismo una vez escri-
bió al Duque de Nájera: "No acostumbro, dijo, después que dejé
la patria, tener trato alguno con los míos."
P5España[85]

• La otra regla es que el que entra en la Compañía haga cuenta de dejar el


padre y la madre, etc. Y esto lo dispuso Nuestro Padre como persona que
lo tenía ejecutado en sí, que a su casa de Loyola, aunque tenía necesida-
des, nunca se comunicaba.
P9Coimbra[8]

Penitencia
• El Padre Ignacio descubrió que estas experiencias eran más útiles; pues,
habiendo afligido su cuerpo él mismo con violencia y por largo tiempo
en los inicios de su conversión, cayó en aquella enfermedad del estóma-
go y del hígado con la que fie afligido gravísimamente mientras vivió.
Anot.Examen[94]

• Pero a esto vimos que se dirigía aquel celo del Padre Ignacio y solicitud
increíble, que por las inmoderadas aflicciones del cuerpo o ayunos, no
padeciese detrimento alguno la Compañía, a saber sus ministerios y su
a
fin. Lo cual seriamente expresó en la 3 parte de las Constituciones, ade-
a a
más en la 4 y 6 . Quiso pues, el dulcísimo y prudentísimo Padre que el
cuerpo sea alimentado cómodamente (aunque con pobreza) para que
pueda servir a Dios más útilmente, y obtener mayor fruto de las almas;
mientras no pareciese el ayuno o la aflicción corporal para satisfacción
por los pecados pretéritos, o para vencerse, o en fin para merecer algu-
na gracia de Dios o adquirir alguna virtud. Pues el ejercicio de estas co-
400 JERÓNIMO NADAL, S.J.

sas lo enseñó en los ejercicios espirituales. Pero cuando juzgaba que


aquellas aflicciones eran necesarias, solía ser fuertemente estricto, pero
empleada aquella moderación de la que habla en el mismo lugar de los
ejercicios.
Anot. Examen[96 ]

• Esta razón de nuestro instituto, hermanos, hemos recibido de nuestro


Padre Ignacio. A favor de ella le vimos siempre conmoverse con piado-
so celo en la verdad y puridad de nuestra vocación y trato, con mucha
paz ciertamente según su costumbre, pero con gran fuerza.
Anot.Examen[115]

• Yo me acuerdo de esto cuando uno temía fuese escándalo para los otros,
al ver uno en casa que no ayunaba y comía carne en cuaresma, y no pa-
recía, por la cara, que estaba enfermo, y esto lo hacía por mandato del
médico y con licencia del Vicario del Papa. Entonces, pues, recuerdo que
el Padre Ignacio fuertemente conmovido, pero con gran paz, preguntó
quién fuese el que se escandalizaba; y confirmó constantemente que si
alguien había en casa que en algo se escandalizaba de algún hecho de los
demás, le echaría de casa inmediatamente.
Anot.Examen[164]

• Después de estas austeridades penitenciales quedó con las fuer-


zas tan rotas y tan debilitado en el cuerpo, que todavía ahora es-
tá enfermo. Le manifestó entonces Dios que no convenían a la
Compañía tan arduas penitencias; y la causa de ello es clara.
P3España[50]

• Pero para que se pueda mejor distinguir y discernir lo superfluo


de lo necesario y qué sea útil y conveniente para la salud según
este modo de vida según los lugares y tiempos, dice el P. Ignacio
que hay que consultar al médico y pedirle el régimen de nuestro
alimento y ejercicios corporales.
P5España[110]

Peregrinaciones
• Hay también una casa que mucho nos ha de consolar a todos, y es pere-
grinación o misión a diversas partes para ayudar a las almas. De suer-
te que, por ello, todo el mundo hemos de tener por casa; y estas misiones
nos son a nosotros muy conformes, especialmente según el deseo del Pa-
dre Ignacio, que de continuo se ve en sus cosas que quiere fuésemos dis-
puestos para ir por todo el mundo.
P6Coimbra[16]
VIII. ÍNDICE IGNACIANO 401

• Y si aún dura la tentación y le perturba, como el Señor quiere a veces


por confiar de nosotros que tenemos espaldas para sustentar el trabajo,
como decía Nuestro Padre, cuando a los buenos daba muchas peniten-
cias, vayase al confesor y descúbrase.
P13Coimbra[16]

• Se usa mucho esta peregrinación en la Compañía, porque el Pa-


dre Ignacio decía que se había mucho ayudado en peregrinacio-
nes, y porque nuestro oficio ése es, discurrir por una parte y por
otra para la ayuda de las almas.
P8Alcalá[157]

Perfección
• Hay que notar que la Compañía busca la perfección también en
lo exterior, aun cuando en estas cosas no usemos de aquellas ce-
remonias que usan otras religiones, y suele decir el P. Ignacio que
lo exterior es indicio de lo interior. Quiere pues que, como las co-
sas interiores, así las exteriores estén ordenadas y compuestas;
aquellas por su unión con Dios, y éstas según el orden de las in-
teriores. Lo cual exactamente puede observarse en el mismo
P. Ignacio a saber, la compostura y honestidad en los vestidos,
alimentación, habitación, etc.
P5España[83]

• Una vez dijo el P. Ignacio: "No tengo de sufrir imperfección en la


Compañía".
P6España[129]

Pobreza
• El P. Ignacio no solamente la alabó en las Constituciones sino que
la defendió y siempre la propugnó.
P3Colonia[35]

• El P. Ignacio llama a la pobreza madre de los religiosos porque


engendra la religión.
P3Colonia[36]

• Por ello quiso esto el P. Ignacio porque pertenece a la mayor glo-


ria de Dios y también a la mayor edificación del prójimo y por la
libertad espiritual de servir a todos.
P3Colonia[38]
402 JERÓNIMO NADAL, S.J.

Predicación
• Y por esto quiso el Padre ejercicio de los tonos.
P4Coimbra[16]

• Antes de hablar de esto, oíd la tradición del P. Ignacio... Sabiendo,


pues, y enseñando esto el P. Ignacio, prescribía esto: que ninguna
arte liberal, ninguna ciencia que pudiese aportar alguna utilidad
para adornar la predicación, debía ser despreciada por nuestros
predicadores. Yo oí, cuando uno le preguntó si se debían leer los
discursos de Cicerón para obtener de ahí alguna ayuda para los
sermones, que el Padre decía: "se puede". De aquí además que
procurase y ordenase poner tanta diligencia y práctica en las pre-
dicaciones. De ahí que en las Constituciones prescribiese con tanto
cuidado sobre la preparación de los predicadores. De ahí que ins-
tituyese los tonos (como los llamamos), que se refieren a la actua-
ción y pronunciación; los cuales son diversos según la variedad de
naciones, no vaya uno a creer que según se hacen por los nuestros
los tonos en Roma, así se deben hacer en todas las provincias.
[...] También de esto nos acordamos que quiso el P. Ignacio, que
los que tenían alguna facultad para las predicaciones, ejercitasen
la voz y la actuación en aquellas ingentes ruinas de la antigua
Roma, ante observadores. A esto sobre todo dirigió todos los es-
tudios literarios, y también solía recomendar con precisión el es-
tudio de las letras humanas y la frase erudita de la conversación
ordinaria.
De estas tradiciones del P. Ignacio consta suficientemente en qué
estudios debe ocuparse nuestro futuro predicador.
P6Austria[12]

Pruebas noviciado
• Ano ser que digamos aquello que parece pretendía el Padre Ignacio: que
aquella era también una gran parte de la probación si los novicios ejer-
citan aquellas cosas con humildad de manera que todo lo que hacen los
padres o aun escolares tengan por bueno, y crean que procede de mayor
perfección y espíritu.
Anot.Examen[163]

• Suele también el P. Ignacio (y esto no hace muchos meses) probar


de esta manera el ingreso en la Compañía: le da el oficio de Mi-
nistro o Vicerector, puesto en el cual no puede quedar escondido,
sino inmediatamente aparece qué tal sea.
P5España[93]
VIII. ÍNDICE IGNACIANO 403

• Es pues necesario juntar la devoción a la práctica y a los actos de hu-


mildad y de trabajo, porque a nosotros nos cumple andar en esto sir-
viendo a todos por una y otra parte. Y por esta causa nuestro Padre du-
dó mucho de admitir uno que no se podía hallar entre llagas; aunque
este mismo, ayudándose poco a poco, salió muy bueno.
P8Coimbra[13]

• La general probación es de todos los que sirven a la mortificación o pro-


bación, y por esto acostumbraba a las veces nuestro Padre enviar algu-
nos a tratar con personas principales por la mortificación que en ello se
siente; como a mí hizo mandándome hablar con el Cardenal de Carpi, a
donde yo quedé turbadísimo, hasta que el mismo cardenal, entendiendo
la cosa me tomó por la mano; y lo más, que a veces nuestro Padre pedía
relación por obra y palabra de todo lo que uno fuera trataba con alguno,
que aunque turbaba mucho, también aprovechaba en el Señor.
P8Coimbra[18]

• Otra también hacía, de enviar a probación alguno que fue superior, no


más que por mortificarle y tomar tal experiencia en ello.
P8Coimbra[19]

• ¿Qué causa hay para tener la probación tan larga y tan indetermi-
nada? Daba para esto nuestro Padre Ignacio dos razones a su mo-
do, llanas y eficaces. Nuestro instituto es grande y difícil; no tene-
mos ceremonias; parece en lo exterior que tenemos más libertad
que otros; acaece ser necesidad de andar algunas veces a solas o
con un solo compañero; tratamos de ordinario en nuestra conver-
sación con seglares, comunicamos con muchas maneras de gentes.
P6Alcalá[135]

• Hay otras probaciones, fuera de éstas que he dicho que son las
ordinarias. Nuestro Padre solía hacer a uno superior o ministro,
después de tener seguridad de él en otras probaciones, por expe-
riencia y probación. Otras veces solía el Padre, para probar a uno,
ponerle en diversas cosas y contrarias, como que anduviese jun-
tamente a cosas temporales y espirituales, que predicase, que fue-
se procurador, y atendiese a otros negocios, o que fuese escritor.
P8Alcalá[163]

Readmisión Juan español


• Y de esto hubo un raro ejemplo en nuestra casa de Roma de un herma-
no llamado Juan español, el cual quedó lisiado en la guerra de Argel;
perdiendo sus armas, salió con un Flos sanctorum por el que leía. Yen-
404 JERÓNIMO NADAL, S.J.

do a Roma, pidió le admitiesen, diciendo que, aunque no sabía cosa, to-


davía traía buena voluntad de hacer lo que le mandasen; y después de
estar en casa algunos días, fue tentado para se salir a hacer penitencia
y ser ermitaño, porque no hacía nada en el estado que tenía y que quería
hacer penitencia. Y diciéndolo a N. P. Ignacio, él le dijo que mirase que
era tentación e ilusión del demonio; pero él, vencido de ella, se fue, y lue-
go que lo hizo, le trajo el demonio un espíritu, que pues se iba a ser er-
mitaño era necesario tener con qué comprar un habito y con qué en una
cueva se recogiese conforme a tal estado; y que pues no tenía dineros pa-
ra lo poder efectuar, cumplía ir a la guerra y ganarlos y así proseguir su
instituto. Y continuando con esto caminó hasta 20 millas de Roma a un
lugar llamado Monterroso, y ahí cayó en la cuenta de su mal propósito
y del falso engaño y consejo ruin del demonio que le había hecho en sa-
lir de la religión en que estaba; y que debía tornarse para Roma y pedir
lo recibiesen. Y lo hizo así; y llegando a la puerta manda decir a nues-
tro Padre que estaba allí Juan español y que ya venía cierto de la false-
dad del demonio; que le recibiese. Pero le respondió nuestro Padre que
no lo haría. El dijo que lo tenía de recibir aunque no le quisiese, porque
allí se había de estar hasta que lo hiciese; y así algunos días se durmió a
la puerta buscando fuera comer con que sustentarse, hasta que su per-
severancia movió a nuestro Padre a le recibir. Este, pues, entrado en la
casa, puesto en este estado de coadjutor temporal, hacía maravillas con
lo poco que sabía, por el mucho fervor y virtud en que estaba fundado.

P14Coimbra[26]

Reglas modestia
• Otra virtud que hace mucho al caso es ser edificativo en todo, de suerte
que se pueda leer en cada uno lo que va dentro de su ánima por lo que
muestra de fuera. Por esta causa quiso nuestro Padre M. Ignacio que
cada uno procurase tener concertado el cubículo, haciendo la cama y ba-
rriéndolo; y en sí mismo ándase limpio y ordenado, porque de la limpie-
za y orden de dentro parece que resulta la de fuera. Por esto puso reglas
de modestia y quiso que uno no se tocase a otro; porque según el amor
que los hermanos se tienen, vendrían a mucha disolución, haciéndose
por el contrario de lo que está ordenado.
P10Coimbra[32]

Tentaciones. Remedio
• Vengamos pues a la regla que proponíamos al principio, del descubrirse
uno perfectamente de toda su conciencia al Superior o a quien él orde-
nare. Decía nuestro Padre M. Ignacio acerca de esto, que era un gran re-
medio a todo el que está en peligro de pecar y perder a Dios N. Señor.
P10Coimbra[ll]
VIII. ÍNDICE IGNACIANO 405

• Y si aún dura la tentación y le perturba, como el Señor quiere a veces


por confiar de nosotros que tenemos espaldas para sustentar el trabajo,
como decía Nuestro Padre, cuando a los buenos daba muchas peniten-
cias, vayase al confesor y descúbrase.
P13Coimbrall6]

• En un caso parecido, queriendo uno acceder al P. Ignacio, en


cuanto vio al Padre, desapareció la tentación.
P3Colonia[47]

a
• La 3 regla y principio es que no os toméis con el demonio a so-
las. ¿No os acordáis lo que dice nuestro Padre en los ejercicios,
que el demonio no gana nada con almas que descubren sus
tentaciones a quien las puede ayudar.
P10Alcalá[198]

Tradiciones
• Sacándolo todo de las Constituciones y reglas y de las tradicio-
nes del Padre M. Ignacio, y de las costumbres por las cuales he-
mos de interpretar algunas cosas; aunque, cuanto a lo que se in-
terpretará, será con la gracia del Señor según la voluntad de
Nuestro Padre y lo que él me ha significado y instruido.
PlCoimbra[8]

• Debemos también considerar que tenemos Constituciones, Bulas, Re-


glas, costumbres aprobadas y tradiciones que mucho me consuelan, que
son cosas de nuestro Padre M. Ignacio y del principio de la Compañía
y de los Padres antiguos; que, aunque no son escritas ni tienen autori-
dad como escritas, todavía la tienen por ser de mano en mano dadas.
P17Coimbra[7]

• Las tradiciones en la Compañía son las que han venido, de mano


en mano, de nuestro Padre Ignacio y las vimos practicar a él allí
los que con él vivimos. Hay también costumbres de toda la Com-
pañía umversalmente principalmente de Roma donde estuvo el
Padre Maestro Ignacio.
P5Alcalá[117]

• De estas tradiciones del P. Ignacio consta suficientemente en qué


estudios debe ocuparse nuestro futuro predicador.
P6Austria[13]
406 JERÓNIMO NADAL, S.J.

Uniformidad
• Dice pues el P. Ignacio que el modo de vivir es común, es decir en
lo exterior; calla en lo interior, porque lo supone.
P3España[47]

• Y de todo esto la causa da nuestro Padre Ignacio: porque todos los de la


Compañía fuesen muy favorables a todos y les pudiesen aprovechar, y
para que todos andasen vestidos de una librea. Y es la razón también
que, al contrario, si todos se admitiesen, sería una Babilonia.
P8Coimbra[4]

• Estos son los impedimentos esenciales, y hay gran razón para


que lo sean; porque, dad que fuese lo contrario, que los tales fue-
sen admitidos a ser de la Compañía, y veréis qué de inconve-
nientes habría para tratar su instituto. Decía el Padre Ignacio pa-
ra esto dos razones suaves y llanas, pero eficaces a su modo.
P7Alcalá[146]

Virtud-estudio
• Nuestro escolar no es otra cosa sino uno de los nuestros que, teniendo
ya perfección alguna en las virtudes, procura aumentarla y llevarla ade-
lante, juntando el estudio, a la virtud que ya tiene alcanzado, para más
la perfeccionar. Como hizo Nuestro Padre que, teniendo gran funda-
mento en la virtud, lo que después hizo en el estudio no fue otra cosa si-
no perfeccionarla, y tratar cómo pudiese llevar todo a mayor gloria de
Dios y bien del prójimo.
P10Coimbra[37]

Votos
• Ya mí, acerca de esto, me aconteció que, queriendo hacer los votos, me
fui a nuestro Padre M. Ignacio y se lo dije; y él me respondió que lo de-
jase, que tenía dos méritos: uno de estar pronto para hacerlos, otro de lo
dejar por me aconsejar; y con esto me fui yo, pero después hice cuenta
conmigo que los votos no los hacía al Padre, sino a Dios, y con esto los
hice. Y después, diciéndoselo, me dijo: "Bien está, eso es bueno".
P10Coimbra[34]

• El Padre Ignacio no quería que con facilidad se le aconsejase ha-


cer votos; y, cuando se le aconseje, es menester ponerle delante la
libertad que tiene para no hacerlos, no instigándolos a ellos. Ellos
de su devoción se muevan, si así juzgaren que les conviene.
P7Alcalá[143]
V I I I . ÍNDICE IGNACIANO 407

Votos de los escolares


• Sigue pues el cuarto voto de los escolares, que es de entrar en la Com-
pañía, y que al principio (como consta de una declaración que es difícil
de entender en la tercera parte) Nuestro Padre Ignacio sólo quería que
se hiciese este voto por los escolares, queriendo que en él se incluyese la
pobreza, castidad y obediencia, porque de esto no había voto particular;
pero después ordenó la cosa más claramente y quiso que se hiciesen los
otros tres votos, y que por este cuarto sólo se obligase a entrar en la
Compañía para ser profeso o coadjutor.
PUCoimbrall]

Votos de los profesos


• Y por cierto, a ejemplo del Padre Ignacio, no nos apresuramos en estas
cosas.
Anot. Examen[134 ]

• Y de aquí se sigue que a monjas no vamos porque tienen quien


las ayude; ni vamos a monjes, por lo mismo. No buscamos sino
lo dejado, y así el Padre Ignacio instituyó misiones, como en el
cuarto voto que se hace al Papa está claro.
P3Coimbra[24]

• Y cuarto, que ordenó nuestro Padre Ignacio, dos años antes de su muer-
te al propósito de los que fueron a Etiopía, y es que el que aceptare algu-
na dignidad, de persona que le pueda obligar, será obligado a oír los con-
sejos que la Compañía le diere, y seguirlos si le parecieren mejores.
P12Coimbra[18]

• Este cuarto voto es especialmente para las misiones, hecho al Papa, con
el cual se obligan los profesos para hacer todos los ministerios de la
Compañía donde el Papa quisiere; lo cual nuestro Padre trabajó mucho
que se le admitiese, puesto que hubo dificultad en se conceder, por no ser
de ninguna otra religión. Y la causa que movió a nuestro Padre a traba-
jar tanto por ello fue por ser conforme a nuestro instituto, pues somos
inmediatos del Papa ministros y siervos especiales para ayudar las ne-
cesidades que le cargan por el mundo, según nuestra vocación; y para
esto se hacer con mayor perfección y religiosamente, quiso que fuese no
sólo con la obligación que tienen todos, sino que fuese con voto solemne.
Y fue gran gracia del Señor que se concediese hacer esto, por la ayuda
particular que con el voto nos comunicará para lo poder bien hacer.
P14Coimbra[4]
JERÓNIMO NADAL, S.J.

Y en esto mucha más estrechez hubo en tiempo del Padre Ignacio, que,
como consta, hizo muy pocos profesos, porque procedía con sencillez y
no atendía tanto a esto.
15Coimbra[2]

Otros 4 votos simples que hacen los mismos, acabada su profe-


sión. .. Estos votos y promesa se instituyeron viviendo aún nues-
tro Padre Ignacio.
P9Alcalá[180]

Cuando se trataba en Roma de la confirmación de nuestro insti-


tuto, hubo grande contradicción a este cuarto voto, pareciendo a
algunos ser cosa nueva y sin porqué, por la obligación que todos
los cristianos tienen de obedecer al Papa. El Padre Maestro Igna-
cio, a quien nuestro Señor había elegido por ministro de esta vo-
cación, estuvo muy firme y constante en esto.
P12Alcalá[222]

Y creedme, que es esta cosa de gran consolación, que haya Dios


elegido a los Pontífices de la Iglesia Romana, a quien ha enco-
mendado su Iglesia universal y les ha dado autoridad y gracia
para gobernarla, y a éstos de quien lo ha fiado todo ha querido
nuestro Señor que los de la Compañía le sean particularmente
encomendados; que esto hace el voto solemne que tenemos de
obediencia a la Sede Apostólica. Creedme, hermanos, que nues-
tro Señor movió a nuestro Padre Ignacio para hallar una cosa tan
excelente como ésta, y de tan gran consuelo, principalmente en
estos tiempos en los cuales vemos tanto mal por estar muchos
desunidos de esta Silla, a la cual particularmente nuestro Señor
nos ha dedicado y encomendado.
P12Alcalá[226]

Han de ser personas de muchas letras y de muy probada virtud;


y así, sin arrogancia, no se puede pretender este estado. Su mi-
nisterio principal es predicar, y así yo hice esta razón al P. Igna-
cio, con otras, para no ser admitido a profesión, porque no sabía
predicar. Pero no me valió.
P13Alcalá[254]
J
e r ó n i m o Nadal entró en la Compañía en noviembre de
1545, fue f o r m a d o directamente por Ignacio y asimiló su
espíritu hasta tal p u n t o que según el P. Juan de Polanco no
podría encontrarse o t r o que le aventajara en ello.
El mismo Ignacio requirió su ayuda en la redacción de las
Constituciones y - t a m b i é n según testimonio de Polanco- para
que las leyese y las anotase con t o d o lo que le viniese en mente.
En 1553 lo envía a España y Portugal para que las explique a las
nacientes comunidades.
Este encargo lo repetirán t a n t o Diego Laínez c o m o Francisco
de Borja y se prolongará hasta alcanzar la totalidad de las c o m u -
nidades jesuítas de Europa. Se ha calculado que no h u b o jesuí-
ta en Europa con el que en aquellos años Nadal no se hubiera
entrevistado una o dos veces. De manera que influyó más en la
f o r m a c i ó n de los jóvenes de la C o m p a ñ í a que el mismo Ignacio,
al que no habían visto nunca, o cualquier o t r o de los primeros
compañeros, de m o d o que puede justamente ser considerado
c o m o el segundo Fundador de la C o m p a ñ í a de Jesús.
En todas las comunidades que Nadal visitaba dejaba i n n u m e -
rables instrucciones, necesariamente particularistas y t e m p o r a -
les. Otra cosa eran las pláticas, en las que no sólo exponía las
Constituciones sino que iba c o n f i r m a n d o lo dicho con hechos
de la vida de Ignacio, muchos de ellos sólo por Nadal conocidos
c o m o confidente que fue de Ignacio.
En el presente v o l u m e n se recogen esas pláticas (práctica-
mente todas las que nos han llegado) con las que instruyó a
los jesuítas de t o d a Europa durante los 35 años de su vida en
la C o m p a ñ í a ( 1 5 4 5 - 1 5 8 0 ) y que constituyen la expresión más
autorizada del espíritu de las Constituciones.

ISBN 978-84-293-1916-3

Manresa

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