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Ética orientada al cuidado del planeta

La ética que necesitamos hoy, ante la enorme crisis ecológica, es aquella que ofrezca un cambio
del paradigma antropocéntrico que ha dado lugar al modelo de hombre “prometéico”, es decir,
autosufi ciente, arrogante, todopoderoso, endiosado, manipulador de la naturaleza y de sí mismo
con la ciencia y la tecnología.

una ética “ecologizada”3 que, a partir de lo ambiental, centre su mirada en el cuidado de la vida y
modere las pretensiones desaforadas del Prometeo moderno antropocéntrico

Además, estos problemas no se resuelven por mera aplicación de las éticas tradicionales, sino que
exigen claramente la adecuación de las mismas, un nuevo pensamiento ético

Por tanto, las dos categorías básicas de la ética ecológica son la actitud humana de cuidado frente
a la fragilidad de la vida y al dinamismo que hermana a los seres vivos interdependientes de una
comunidad biótica.4

Requerimos de aquella ética que “tenga polo a tierra”, es decir, la que se fundamente en el mejor
marco teórico del cual se infi eran soluciones prácticas para resolver efi cientemente los
problemas complejos del hombre contemporáneo, tanto personales, sociales y colectivos, con
visión de totalidad. Precisamos de una refl exión ética lo más universal posible que nos permita
reconocer biopolíticamente la crisis ambiental, asumir con optimismo responsabilidades de
superación y llenarnos de motivaciones existenciales para abrir horizontes de esperanza, como lo
propone

Una ética, en fi n, comprometida hasta los tuétanos con la sustentabilidad de la vida y del planeta,
porque le apasione mantenerse alerta en las fronteras del conocimiento tecnocientífi co para
saber cada vez más acerca de qué es la vida, de cómo vivirla con calidad, y que indague
insaciablemente sobre el sentido de la vida.

Abordamos el tema complejo de la sustentabilidad de la vida y del planeta sin asumir actitudes
apocalípticas de quienes todo lo ven de manera catastrófica

Manipular el temor como estrategia pedagógica para el cambio de actitudes es una pésima opción
ética porque trae resultados adversos

Si pasa un día y otro, y otro, sin que acontezca el desastre anunciado, se vuelve un hábito vivir así;
es decir, nos adaptamos, ya sin temores, a las condiciones riesgosas como si ya no fuesen una
amenaza real

Con gran facilidad decimos que la culpa de los problemas macro ambienta les radica en las
“estructuras” de los sistemas y modos de producción económica, que es el orden económico
mundial el gran depredador del medio ambiente, que la globalización lleva consigo males terribles
de injusticia humana y ambiental

Evitaremos inculpar exclusivamente al hombre de la extinción de innumerables especies animales,


vegetales y microbianas, puesto que cuando nuestra especie apareció sobre la tierra, la evolución
A la naturaleza le iría mejor si no existiese la especie humana”. No nos parece razonable este
concepto tan negativo acerca del ser humano hasta el extremo de desear su extinción. Quienes
piensan así están negando que el ser humano también es naturaleza.

s. En consecuencia, la ética ambiental no es un invento humano y tiene que ser una ética ecológica
o una ética de la Tierra, en cuyas normas naturales deben los humanos inspirarse para reglar sus
conductas de acuerdo con los equilibrios homeostáticos y los flujos energéticos de la eco esfer.

TENIENDO EN CUENTA LO QUE SE PLANTEA EN EL PRIMER APARTADO ¿CREE USTED QUE CON
ESTA NUEVA ÉTICA (BIOÉTICA) Y LAS NORMAS QUE LA RIGEN SE PUEDE DAR SOLUCIONES A LOS
GRANDES CONFLICTOS QUE INVOLUCRAN EL BIENESTAR HUMANO, AVANCES
TECNOCIENTÍFICOS Y LA PRESERVACIÓN DEL AMBIENTE?

Aunque básicamente la bioética gira entorno a dar soluciones a este tipo de problemas, no
garantiza de que con sus normas todo se solucione. La moral es un papel relevante dentro de la
toma de decisiones, y es importante que se realice una reflexión acerca de lo que llamamos bueno
o malo, es necesario que exista un cambio en nuestros comportamientos, actitudes y
pensamientos, Pues no basta con normas éticas, es necesario dejar de lado esas ideas egoístas y
egocéntricas, se debe pensar en modos de vivir que nos encaminen a una sustentabilidad de la
vida y del planeta.

exige un cambio radical de actitudes que modifi quen los modos de


pensar, de sentir y de vivir los seres humanos en coherencia con la
naturaleza
No bastan normas éticas de comportamiento. Hay que cambiar
profundamente los comportamientos morales que son de tipo
“egoico” (egoísta, egocéntrico, insolado) y asumir conductas
“ecoicas” (que son relacionales, de interacción y reciprocidad, de
cooperación y de altruismo, de solidaridad y de cuidado) de manera
holística.

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