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A 49 años del Zen en Venezuela

Maestro ZenGaku Nansen

(1926-2010)

¿Cosas de números?

49 es un buen número, tanto para astrólogos como para antroposofistas y la línea de

Shiatsu Zen de Juan C. Descole. El 7 se alcanza a sí mismo, el círculo da la impresión de
cerrarse, pero en realidad continua su ascenso en forma de helicoide, apoyándose en la
vuelta anterior, es el orden natural de crecimiento de los caracoles y foraminíferos, de
la traslación de los astros y también por supuestos de la forma de enrollar trompos y
yoyos. Es el número del muñeco Bodai Daruma:

Jinsei
nana korobi
ya oki

Así es la vida:
siete veces abajo,
¡ocho veces arriba!
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Un relato sobre Daruma cuenta que a los siete años de hacer Zazen en Shaolin, para
evitar quedarse dormido, el 28º patriarca se cortó los parpados, arrojándolos fuera de
la cueva. En el sitio donde cayeron, nacieron las primeras plantas de té.

Unos sutras cuentan que Buddha Shakyamuni despertó a los siete días de Zazen
ininterrumpido, otros dicen cuarenta y nueve. También, que luego del Satori,
permaneció otros siete días más, momento en que Mara lo tentó. Siete bandas del Kesa
de Monje. A los tres Preceptos puros se le llaman Preceptos de los Siete Buddhas. En
tiempos antiguos, el maestro Ch´ang Ch´ing se sentó en zazen hasta gastar siete esteras.

No tengo tanto tiempo en la Vía como para haber apreciado en persona este lapso,
pero lo vivido y lo oído, me trae a la mente el relato de Tenzing Norgay, el Sherpa más
ilustre, el cual me parece acertado para este ciclo de 49 años, donde el suelo que nos
vio nacer, o no, ha sido bueno con nosotros:
El guía sherpa y el escalador neozelandés Edmund Hillary se encontraban dentro de una
tienda de campaña a 8.425m sobre el nivel del mar. Entonces Tenzing, que escuchaba en
silencio, dijo: «El Chomolungma es bueno con nosotros». Ambos dejaron la tienda y pocas
horas después de haberse entregado así a la diosa Miyolangsangma, ya estaban sobre el
techo el mundo, donde Ed inmortalizaría a Tenzing tomándole una fotografía con un fondo
de cielo azul intenso que recorrería la faz del planeta. Luego, el sherpa diría: «Siete veces lo
he intentado. He regresado y he vuelto a probarlo; no con orgullo y con fuerza, no como un
soldado con un enemigo, sino con amor, como un niño que se encarama en el regazo de su
madre».

Cuando pensé en los 49 años, vi que de 1973 al 2000 son 27 años y del 2000 al 2022 son
22 años, así da 49. Cosa interesante porque abarca dos centurias.

El helicoide de nuestras bendiciones

Y así es como discurrieron mis pensamientos: descubrir cómo funciona la mente es

autoconocimiento, y el autoconocimiento es recorrer la Vía del Buddha, solo que la Vía
del Zen es aún más exigente, porque nuestro autoconocimiento pasa por olvidarse de sí
mismo.

Con esto en mente dejé de discurrir en complicaciones numerológicas y expresivas, y he

enfocado este artículo en el helicoide de nuestras bendiciones, gracias a las cuales el
Zen tiene 7x7 años en nuestro país.
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El ignorante se atasca en las palabras

como un elefante en el fango

Buddha, Lankavatara sutra

1) El primer grupo de bendiciones es poseer un cuerpo humano, algo muy difícil de

obtener en la Transmigración. Poéticamente se expresa de la siguiente manera:
Una tortuga ciega vive en las profundidades del océano, y sube cada cien años a
la superficie, donde hay un yugo circular flotando a la deriva. Es más fácil que la
tortuga meta la cabeza en el yugo que el que un ser prisionero del Samsara nazca
como un humano. Pero esto no es solo una apelación poética, es al mismo
tiempo algo matemáticamente exacto: al 2022 la población mundial estimada es
de 7.952.920.000 personas, pareciera un gran número, pero en una sola de estas
personas el total de bacterias, es de 37.000.000.000, y mucho más si está
enferma. De manera que en un solo ser humano la población de bacterias es
mayor que la población mundial, si a eso le agregamos parásitos, amebas, etc., y
sumamos también la población de animales e insectos, tanto terrestres como
acuáticos, la hipérbole de la tortuga se disuelve. Pero no solo basta tener un
cuerpo humano, este debe ser razonablemente funcional en cuerpo y mente, y
¡permanecer con vida hasta (re)encontrar la Vía! Las últimas cifras del Banco
Mundial es de 20.000 menores de 5 años fallecidos cada día (cifras pre-covid).
2) El segundo grupo de bendiciones es nacer en una época y condiciones en donde
el Dharma es accesible. Cedo la palabra al Buddha, el Honrado por el Mundo:
Es difícil dejar los destinos nefastos
y convertirse en un ser humano.
Aunque uno llegue a convertirse en humano,
es aún más difícil convertirse en hombre que en mujer1.
Aunque uno llegue a convertirse en hombre
es aún más difícil tener los seis sentidos completos y perfectos.
Aunque los seis sentidos sean completos y perfectos,
es aún más difícil nacer en un país central.
Aun naciendo en un país central,
es aún más difícil nacer en tiempos de un Buddha.

1
Las mujeres recién nacidas tienen una ventaja biológica en la supervivencia en comparación con los varones, y esa
ventaja se mantiene durante toda la vida. En promedio, los niños varones tienen más probabilidades que las niñas de
morir antes de cumplir los 5 años. Fuente: Blog del Banco Mundial.
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Aunque se haya nacido en tiempos de un Buddha

es aún más difícil encontrar el Dharma.

Buddha, Maha Paranirvana Sutra

3) El tercer grupo de bendiciones consiste en que Bodhidharma vino del oeste,

Dogen volvió de China y Zengaku arribó a la tierra de donde son naturales los
maracuchos; reflejadas claramente en que hacemos Zazen de cara a la pared,
vestimos de negro y el Zen criollo arriba a su primera vuelta de helicoide. Si en
esta vuelta solo hubieran existido tiempos felices y fáciles sería algo incongruente
con el Dharma o, lo que es lo mismo, con la realidad de la vida, magistralmente
expresada en el discurso de Benarés.
4) El cuarto grupo, el impulso dado a la rueda del Dharma, hace 2500 años por el
[Rey de la] Girante Rueda, y que permanece renovado una y otra vez por una
tradición viva, reflejada en el Katsumiaku o certificado de Monje Zen. Invaluables
ancestros espirituales los conservaron para las generaciones siguientes.

De los escollos y dificultades no es el momento de ocuparse, ya los había en tiempos de

Buddha. No se debe olvidar que mientras el hielo no sirve para lavarse, cuando se
derrite, entonces sí. Hielo y agua son la misma esencia. El Zazen persiste en Venezuela
luego de 49 años y esto habla por sí solo.
Hace falta esfuerzo consciente para obtener la tranquilidad Ch´an (Zen). La calma espiritual
se logra mediante la práctica. Un hombre muy sabio apuntó una vez que la mente del
verdadero Hombre del Ch´an no puede ser apenada o intimidada porque, ya sea en los
buenos o en los malos tiempos, simplemente continúa en su propia paz constante, como un
reloj haciendo tic-tac en una tormenta. Me gusta eso. Todos deberíamos intentar ser como
relojes que incluso en una tormenta siguen haciendo tic-tac”

HSu Yun

5) El quinto grupo, son los Tres Tesoros, Buddha, Dharma, Sangha que no son
cosas separadas, sino uno y lo mismo: un triángulo no tiene puntas
independientes. Por si fuera poco, también hemos conocido un 4to tesoro, que
para nuestros “primos” de Vajrayana, es el Lama, el Maestro. Tesoros vivos y
activos. Pedir que además fueran perfectos, sería el colmo de la locura.
Tomen mi propio caso. Cuando era joven, la mayoría de los monasterios en la zona sur de
los tres ríos fueron destruidos durante varias rebeliones. Muchos monjes de las montañas
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Zhong Nan vinieron al sur, andando, para ayudar a reconstruir estos monasterios. ¿Qué
tenían? Nada. Llevaban una calabaza, una pequeña cesta y la ropa a su espalda. Eso era
todo. Todo el mundo se preguntaba que era todo lo que podían hacer en la tierra. Pero
hicieron el trabajo. Reconstruyeron los monasterios.

Tiempo después estos monasterios florecieron y se necesitaron más monjes, nuevos monjes
comenzaron a llegar. Venían en carros, utilizando bastones y palos sobre sus hombros para
transportar todas sus posesiones. Y todo el mundo pensó, ‘Oh, son demasiado mundanos.
No harán nada’ Pero lo hicieron.

Y ahora, cuando viajo a algún lugar y veo monjes tomar trenes y aviones con su equipaje de
cuero, me encuentro diciendo, ‘Oh, son demasiado mundanos. No lograrán nada’ Pero lo
harán“

HSu Yun

6) El sexto grupo es poder respirar.

7) El séptimo, la Tierra Pura, el Nirvana o extinción de las pasiones.

He aquí lo más resaltante de nuestro helicoide de bendiciones, a título enumerativo

pero no exhaustivo.

Para cerrar el texto de manera similar a como se ‘cierra’ una vuelta helicoidal, dejo esta
historia:
"Una vez me encontraba en un país desconocido para mí, caminando por una calle extraña.
Miré alrededor, intentando orientarme; vi dos hombres que estaban de pie, cerca. Me
acerqué a ellos, y les pregunté:
-¿Dónde estoy?, ¿Quiénes son?
El primer hombre me respondió:
- Este es el mundo del Samsara, ¡y en este mundo resulta que soy el enano más alto!'
Y el otro contestó:
-Sí, ¡y yo soy el gigante más pequeño!
Este encuentro me dejó muy confundido, porque ambos hombres medían exactamente lo
mismo".

I Shin Den Shin/De mi espíritu a tu espíritu