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CAPÍTULO CINCO

Traer la -nzent:e a casa

Hace más de dos mil quinientos años, un hombre que llevaba


muchas, muchas vidas buscando la verdad llegó a un lugar tran-
quilo en el norte de India y se sentó bajo-uii· ·arboT-· Permaneció
allí sentado , y con una determinación inmensa hizo el voto de no
volver a levantarse hasta haber encontrado la verdad. Se dice que
. al caer.la. noche triunfó sobre todas las fuerzas Oscuras de la ilu-
sión y que a primera hora del día siguiente, cuando el planeta Ve-
nus despuntaba en el cielo del amanecer, ese hombre obtuvo la
recompensa a su gran paciencia , a su disciplina y a su perfecta
concentración alcanzando el objetivo final de la existencia huma-
na: la Iluminación. En ese instante sagrado , la Tierra misma se es-
tremeció como «ebria de dicha», y s_~ún nos dicen las escrituras,
«nadie en ningun lugar se sintió airado , enfermo ni triste; nadie
hizo el mal , nadie experimentó el orgullo; el mundo se calmó,
. como si hubiera alcanzado la pe.tfecéión total». Ese ho~hre fue
conocido después por el nombre de Buda. He aquí la hermosa
descripción que da el maestro vietnamita Thich Nhat Hanh de la
Ilumiqación del Buda:

Gautama sintió como si la cá¡,.cel ;n la que había estado con/"i-


nado durante 1niles de vidas se hubiese abierto de golpe. La ig-
norancia había sido su carcelero. A causa de la ignorancia, su
;nente había quedado velada, como quedan veladas la luna y las
estrellas por las nubes de tonnenta. Oscurecida por inter;nina-
bles oleadas de pensamientos engañosos, la Jnente había divi-
dido equivocadamente la realidad en sujeto y objeto, uno n-zis-
;no y los otros, la existencia y la no existencia, el nacúniento y
fa muerte, y de e sas distincion e s habían surg ido visiones erró -
neas: la prisión d e las sensacione s, del ansia, del a_ferrantiento y
90 EL LIBRO TlBE"rANO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE

del devenir. El su/rinúento del nacúniento., de la vejez, de la en-


/ennedad y de la rnuerte no habían hecho nzás que consolidar
los ,nuros de la cárcel. Lo único que había que hacer era apo-
derarse del carcelero y conte,nplar su verdadero rostro. El car-
celero era la ignorancia ... Una vez eliJninado el carcelero., la cár-
cel iba a desaparecer y a no ser reconstruida nunca ,nás. 1

Lo que el Buda vio fue que la ignorancia de nuestra verda -


dera naturaleza es el origen de todos los tormentos del samsara ,
y el origen de lai_gnorancia misn1a es la tendencia invetera~-ª de
nuestra 1nente a la distracción. Poner fin a esta distracción de la
n1ente equivaldría a poner fin al sa1nsara mismo . La solución ,
comprendió el Buda, era traer la mente a casa, a su verdadera na -
turaleza , mediante la práctica de la meditación.
El Buda estaba sentado-en" él'"siieio: sereno, digno y humilde al
mismo tien1 po; tenía al cielo sobre él y a su alrededor, como para
mostrarnos que en la meditación nos sentamos con una actitud
- irierifal abiértá y parecida al cieló, pero que al mismo tiempo per-
manecemos presefftes y en estrecho contacto con la tierra .. El" cielo
es nuestra naturaleza absoluta, sin barreras ni lúnites, y el suelo es
nuestra realidad, nuestra condición relativa y ordinaria. La postura
que adoptamos al meditar simboliza que enlazamos lo absoluto y
lo relativo, el firmamento y el suelo, el cielo y la Tierra, como las dos
alas de ~n pájaro, _in~grando la naturaleza inmortal de la mente pa-
recida al cielo y el suelo de nuestra naturaleza pasajera y m~rtal.
Aprender a meditar es el mayor regalo que podéis haceros en
esta· vida, puesto qué sólo la meditación os permitírá emprender
el viaje para descubrir vuestra verdadera naturaleza y encontrar
así la estabilídad y la confianza necesarias para vivir bien y morir
bien. La meditación es el camino hacia la Iluminación.

EL ENTRENAMIENTO DE LA MENTE

Se puede presentar la meditación de muchas maneras d b


·1
haber habla d o so b re e 11 a en m1 es de ocasiones . per 0
' Y
d e o de
. ' ca a vez
distinta , y cada vez es directa y nueva. es
Por fortuna, vivimos en una época en la que
.
h
mue as p
de todo el mundo empiezan a familiarizarse l · ersonas
. con a tn ¿ · ./
Cada vez es más reconocida como una práct· e Itac1on .
tea que f
barreras culturales y religiosas y se eleva po . ranquea las
r encima de e]l
. . as , per-
TRAER LA MENTE A C ASA 91

mitiendo a quienes la practican establecer un contacto di r ecto c on


la verdad de su ser. Es una práctica que trasciende los dogn1a s r e -
ligiosos y que , al mismo tiempo , es la esencia de Jas r e lig ione s .
Generalmente desperdiciamos nuestra _vida distraídos d e nu(;s --
tro verdadero ser por un sinfín de actividades .~~ _.1.!1:~cJJJ~ón , en
cambio, es el camino que nos trae de vuelta a nosotros - rnis mos , al
permitirnos experimentar y saborear de verdad la plenitud de
nuestro ser, más allá de todos nuestros con1portamicntos r ec u -
rrentes . Vivimos nuestra vida como una lucha jntensa y angustio -
sa, en un torbellino de celeridad y agresividad , compitiendo , afe -
rrando, poseyendo y logrando;- atareándonos constantemente con
ocupaciones y preocupaciones superfluas. La meditación es todo
lo contrario. Meditar es romper por completo con nuestra forma
«normaJ» de funcionar. Es un estado libre de toda preocupación e
inquietud, exento de toda competitividad,. ..en .. eLque no hay deseo
de poseer ni de aferrar nada, libre de cualquier lucha intensa y an -
gustiosa y desprovisto de la sed ·de logros; es un estado sin ambi -
. C~<?:11 ~!l ~!qt1~ 119 }ié:iy ª<:~pta,c::i<.Sn pj rechazo. ni esperanza ni mie -
do; un estado en el que poco a poco empezamos a liberar en el
espacio de la simplicidad natural todos aquellos conceptos y emo-
ciones que nos aprisional:!J
Los maestros de meditación budistas saben cuán flexible y
maleable es la mente. Si la entrenamos, todo es posible . De hecho ,
ya estarnos perfectamente entrenados por y para el samsara; en -
trenados~<=:~~r.--s~l~;, ~ ;te~rar,-~ se~tir angustia, tristeza , deses- ..
peración y codicia; entrenados a encolerizarnos ante cualquier
. prqvocac::ió_n. En. realidad, esta~as tan . entrenados que estas emo-
ciones negativas surgen espontáneamente, sin tener que hacer es -
fuerzo alguno para generarlasj Así pues, todo depende de nuestro
entrenamiento y del poder de los hábitos . Consagremos nuestra
m~nte a la confusión y, si somos sinceros, sabremos perfectamen -
te que se convertirá en una sombría maestra de la confusión , ex -
perta en volvernos dependientes, sutil y perversa en su habilidad
para reducirnos a la esclavitud. Consagrémosla en la meditación a
la tarea de liberarnos de la ilusión y descubriremos que , con tiem -
po , paciencia, disciplina y un entrenamiento adecuados , nuestra
mente empezará a desenredar sus propios nudos y conocerá la fe -
licidad y la claridad que forman su esencia.
«Entrenar» la mente no significa en modo alguno subyugarla
por la fuerza o someterla a un lavado de cerebro . Al contrario , e n
prüner lugar consiste en adquirir un conocimiento pre c iso y con -
.
92 EL LIBRO TIBETANÓ DE LA VIDA Y DE LA MUERTE

creto de su funcionamiento , gracias a las enseñanzas espirituales


y a una experiencia personal en la práctica de la :rl?-editación. Es ·: 1
así como , a continuación , podréis utilizar esta comprensión para J
domesticar vuestra mente y trabajar hábilmente con ella , para vol -
verla más y más dócil , para convertiros en su dueño y emplearla
en toda su capacidad y para los fines más beneficiosos .
Shantideva , maestro budista del siglo VIII , declaró :

Si este ele/ante que es la ,nente se ata por todas partes con la


soga, de la atención,
todo temor desaparece y la felicidad perfecta sobreviene:
Todos nuestros enemigos: los tigres, leones, elefantes, osos Y
serpi"entes [ de nuestras emociones], 2
y todos los carceleros del infierno, así como los demonios Y los
horrores, ·· --- ---··- ···· --·-··-- ------· ·
todos ellos son sometidos por el dominio de vuestra mente,
y todos son subyugados al haber domesticado vuestra mente,
·yaque·iodoslosm-iedosylas penas inconmensurables proceden
exclusivarnente de la mente. 3

Del mismo modo que los escritores adquieren una libertad de


expresión espontánea sólo tras años de arduo estudio, y la gracia
sencilla de los bailarines se obtiene únicamente al precio de un
enorme y paciente
. .. ~
esfuerzo, vosotros también, cuando empecéis
a comprender adónde os conduce la meditación, la ·abordaréis ·
como la labor más importaule <le vuestra vida, Ll:~ª empresa que
· os exigirá el m.ís profundo ·entusiasmo, perseverancia, inteligen-
cia y disciplina.

EL CORAZÓN DE LA MEDITACIÓN
. -O

El propósito de la meditación es despertar en nosotros la natura -


leza de la mente e introducirnos a aquello que en realidad so
. . . bl mos ,
a nuestra conciencia pura e inmuta e que subyace a la totalidad
de la vida y la muerte.
En la quietud y el silencio de la meditación vislumb
. ramos y re -
gresamos a esta profunda naturaleza interior que h .
. . . . ace tanto tle
perdimos de vista entre la agitación y la distracció d mpo
. . n e nuestra
te. ¿Acaso no es extraordinario que nuestra mente men-
. ~ d . no pueda e t
se quieta mas e unos pocos instantes sin anh l . s ar-
. e ar inmediatamente
TRAER LA MENTE A CASA

alguna distracción? Es tan inquieta y desasosegada que a veces pien-


so que nosotros, los habitantes de las grandes _ciudades del mundo
moderno, nos parecemos ya a los seres atormentados del estado in -
termedio que sigue a la muerte, en el que,. se dice, la conciencia es
presa
de una agitación angustiosa. Según algunos expertos, hasta un
13 por ciento de los estadounidenses padece alguna clase de tras -
torno mental. ¿Qué nos dice esto de nuestra forma de vivir?
Estamos fragmentados en una multitud de aspectos distintos .
/_No sabemos quiénes somos en realidad, ni con qué aspectos de nos -
otros mismos deberíarnos identificamos ni en cuáles creer. Son tan -
tos los dictados, las voces ylos sentimientos que luchan por contro-
lar nuestra vida interior que nos encontramos dispersos por todas
partes, en todas direcciones , y no queda nadie en casa.... .J

La meditación consiste, pues,- -en--traer--la--mente a casa.

. -
(~nlas ..enseñ.anzas del. Buda, se habla de tres faqores_ gue influyen
decisivamente _e.n que la medit~ci§n sea sólo un medio ·de relaja.~ió~,
de paz y de felíc1dacffomporales, o bien se convierta en una pode-
rosa causa de Iluminación para uno mismo y para los demá~Los
calificamos de: «bien al principio, bien en el medio y bien al final» .
\ Bien al principio surge de la comprensión de que nosotros y
todos los seres conscientes tenemos fundamentalmente la natura-
- leza de· buda como nuestra -~sencia más íntima, y que realizarla
nos libera de la ignorancia y pone punto fiI?al al sufrimientoj Así,
cada vez que empezamos-n_uestra práctica de meditación, nos sen-
timos conmovidos por esta verdad y encontramos en ella la inspi-
ración necesaria para dedicar nuestra práctica y nuestra vida a la
Iluminación de todos los seres, en el espíritu de esta oración, que
ha sido formulada por todos los budas del pasado:

Por el poder y la verdad de esta práctica~


puedan todos los seres disfrutar de la felicidad y de las causas
de la felicidad;
puedan todos ellos estar libres del sufrimiento y de las causas
del sufrimiento;
puedan todos ellos no estar nunca separados de la gran felicidad
desprovista de todo sufrimiento;
puedan todos ellos permanecer en la gran ecuanimidad~ que
está libre de apego y de aversión.
94 EL LIBRO TIBETANO DE LA VIDA Y DE LA MU E RTE

Jtf},jen en el 1nedio es la disposición mental con la que entramos


en ~l co~azón de la práctica. Esta disposición está inspirada por la
realización de la naturaleza de la mente , de la que surge una acti -
tud libre de ~ferramientoy de__ c::ualqujer referencia _.concep:ru;1(~;sí
¿-;mola t o m ~--co-~~E:!1:~-~~ - -c:!~--- qu~ _!2da_s _la~ _ss,sas ~?n i_ri~rínse -
. camente «vacías>4-Íl-1!_§ 9ri~-~-Y -~are_(::ig._ªs•··ª ···µn s _u t;.fio~~j
\r8i<::n al final se refiere a la man.era en que concluimos la me-
dita¿i-ón . Dedicamos todo su mérito y oramos con verdadero fer -
vor: «Pueda todo el mérito que resulte de esta práctica contribuir )
a la Ilumi~ación de todos los seres; que pueda conve~irse en una
gota de agua en el océano de la actividad de todos los budas , en 1

su infatigable trabajo por la liberación de todos los seres» . Este


mérito · consiste en el poder positivo, el beneficio , la paz y la feli -
cidad que emanan de vuestra práctica, y lo dedicáis al beneficio a
largo plazo de todos"Ios·-s"eres¿ja su lluminación. lEn un plano rriás
inmediato, lo ofrecéis por la paz en el mundo, para que . todos los
seres estén al abrigo de la necesidad y de la enfermedad y para
.... qué ·c·o riózcáh·un bíefiestát perfecto y una felicidad duradera;.)A
continuactón, comprendiendo la naturaleza ilusoria de la realidad ,
que es comparable a un sueño, consideráis que, en el nivel más
--
profundo, vosotros que dedicáis la práctica, aquellos a quienes se
la dedicáis y el hecho mismo de dedicarla son intrínsecamente
«vacíos» e ilusorios. Esto se conoce en las enseñanzas como «se -
J.lar la ri:!.~ 9.i~», ui'iarrúinera de ga-;;:~~i~~~ . q-l.l~ ~i-- u~ ápice de
la pu¡~za de su poder pueda perderse ni escaparse -y que el méri-
to d~ vuestra práctica permanece intacto.
¡, . f E~t~s-t:rés principios· sag~a.dos~ la motivációri hábil~ la ·actítu·d · ·
~,.J. d~sp~~v1sta de todo aferra~~uento que asegura la práctica y la de -
} d1cac1on que la sella convierten vuestra meditación en algo ver -
{ daderamente iluminador y poderos.o.~ El gran maestro tibetano
Longc:h~npa., los describía_admirabl~m,.ente _con:io «el corazón , el
ojo y la f~erza vi~al de una práctica auténtica». y ·Nyo-shul
Khen.po dice sobre ellos: «Para ~lcanzar la Iluminación comple -
ta , más que esto no es necesario; pero menos que esto es in -
completo».

LA PRÁCTICA DE LA ATENCIÓN

La meditación consiste en traer la me t


. ne a casa y st0
gue en primer lugar gracias a la prá t. d l ' e se consi-
c ica e a ate1~iCJon
., .
TRAER LA MENTE A CASA
95
En cJerta ·, -?~c--r,cA Z/M't-Pi. 7-AfL
ocas1on , una anciana fue a ver al Buda para pr _
guntade ~Ótn..Q....m.e.dit ~ Él 1 ./ . ---- - e
--- ---····----------.::..~· e _aconseJo __que cada vez que sacara
agua del pozo permanecier · · · ------ --- -·-·· ·· ·· · ·------ --------- ---
. _. . . ·-··· ··-- · ···------ - --- a atenta a todos y__cada uno de los mo-
· · ·d -------- - _____,._ , -----~1?.-.? ~ a b ta
v1m1en tos de sus rn S ' que as1/ al canzaría rápidamente - el
t
eS a O de calina vigilante y espaciosa que es la meditación.

A la_ práctica de la atención, que consiste en traer a casa la


rnente chspersa Y centrar así los distintos aspectos de nuestro ser
;e la con~ce co1no <~=E~J-~~Sfé!~~--~-B -ª -5-={~leme~~>.~ : Q __«½5:?_~-~~ ~ -
.. _.a 1ma» . Esta es la pnn-1era practica en el camino budista deTa
meditación Y se la deno1nina sha,natha en sánscrito y shyiné en ti-
betano .
«Morar en calma» permite realizar varías cosas . En primer lu - ✓
gar, todos los aspectos fragmentados de nosotros que hasta en -
tonces estaban en guerra, se asientan, se disuelven y se reconci-
lian. En ese apaciguamiento , empezamos-·a--comprendernos mejor
Y a veces incluso tenemos vislumbres del esplendor de nuestra na-
turaleza funda1nental. · · ·
. . En. .segundolugar,la práctica de la at~nción desactiva nuestra v ·
negatividad, nuestra agresividad , nuestro dolor, nuestro sufri-
miento y nuestra frustración, que pueden haber ido acumuland~
poder a lo largo de numerosas vidas. En vez de reprimir nuestras
emociones o regodearnos en ellas, lo importante aquí es contem-
plarlas, así como nuestros pensamientos y todo lo que surja, con
una aceptación y una generosidad tan abiertas y tan amplias como
nos sea posible: _.....,
Gradualmente, al permanecer abiertos y atentos, y si utilizáis
_una de las técnicas que 9s-explicaré más adelante para centrar
vuestra mente cada vez más, vuestra negatividad se irá desactivan-
do poco a poco. Empezaréis a sentiros bien con vosotros mismos
o, como dicen los franceses, a étre bien dans sa peau (estar bien en
vuestra piel) . Experimentaréis entonces una sensación de libera-
y
ción os sentiréis p:rofundámente a gusto. A mi modo de esta ver,
práctica es la forma más eficaz de terapia y autocuración.
En tercer lugar, esta práctica disuelve y elimina la animadver- v
sión y el daño que hay en nosotros, desvelando y revelando así
nuestro buen corazón fundamental. Sólo cuando hayamos elimina-
do el daño que llevamos dentro seremos verdaderamente útiles a
los demás . Así pues, al eliminar lentamente la animadversión Y el
daño que hay en nosotros mismos por medio de la práctica, per-
mitimos que nuestro verdadero buen corazón - l a bondad Y la
amabilidad fundamentales que co_nstituyen nuestra auténtica natu-
96 EL LIBRO TIBETANO DE LA VlDA Y DE LA MUERTE

i-aleza- resplandezca y cree el cálido entorno en el que nuestro


verdadero ser pueda florecer.
Comprenderéis ahora por qué califico la meditación de ver-
dadera práctica de la paz , de la no agresión y de la no violencia,
el desarme verdadero y supremo .

LA GRAN PAZ NATURAL

Cuand~ enseño la meditación , suelo comenzar diciendo : «Traed


vuestra mente a casa . .. soltad . .. y relajaos».
Toda la práctica de la meditación puede resumirse en estos
tres puntos esenciales : traer la mente a casa , soltar y relajarse.
Cada una de estas expresiones encierra significados que resuenan
a muchos nivelé:;:· ·······•·-•······-•···•· ·· ·
\ __T!.q.!!.!:._ la_~'!_ente_!! casa significa traer la me~_!:e_nl!~~~_te al
estado llamado -«Morar en calma», mediante la práctica de. la
atenclóri;~7\J n1vel·más· profundo, c¿nsiste en volver la ·mente ha -
• c1a el i.ti"terior y permanecer en la naturaleza de la mente. Ésta es
la meditación en su grado más elevado.
_ ,?_o__~'.'!1: significa liberar la m~l!__!e c!~J-~_~árcel d_~!_~f~rn,l!IJ._i e~to ,
puesto que --~econocéis 9..!:!e-·to.d o e.1 dolor, ~!__gii~do y la angustia
pro~Í~-neri del des~e> i;;_~aciable de la mente por _aferr_ar. A --~n ni-
vel más arofuncto;· la realización y la confianz~ que surgen de _
vuestra creciente comprensión de la naturaleza de la mente inspi-
ran en vosotros una generosidad profunda y natural. Esta gene-
·rosidad · permite que .vuestro -~órazón • se· desp'rerida · d~_:·todo ··afe-
rramiento y que ~~i_~e___U~eré:_y se 9-ist1_~~~-~-~-~ J-~.)~spii;a5_i;p d..~ la
- -rnedir~~í.®.
Finalmente, relajarse sign~fica volverse ~á~ espacios_~ y per-
rnitir a la mente que abandone todas sus tensiones. ·En un sentí-
.- clo .,.~-iá~ p;ofundo, os relajáis en ia:
~~rd~dera--n~t~raie;;a d~ vue·s - ·
tra mente, el estado de Rigpa. Las palabras tibetanas que evocan
este proceso sugieren el sentido de «relajarse en Rigpa» . Es como
si dejarais caer un puñado de arena sobre una superficie plana :
cada grano se deposita por sí mismo_. Así_ es como os relajáis en
y~~S!l~~--Y.~.9-~_de!:_~--naturaleza~ cl~ja_I?_~c:>--~~-~ todos vl.lestros · pensa -
n-iientos y emocione? remitan -~~-!-~!~~-~~!lt~ -i -_~-~ ~-ª~~-iíerv-án-en el es -
tado de la naturaleza .- . .
de)~
--
- -· •
mente._
... -- _
.. . .
·- - ·
Cuando n-iedito , siempre 1ne inspira este poema de Nyoshul
Khenpo :
TRAER LA MENTE A CASA 97

Descansa en gran paz natural


e sta ,nente exhausta, .
golpeada incansableniente por el karn-za y los pensamientos
neuróticos~·
al igual que la furia únplacable de las olas
ro,npiendo en el océano infinito del samsara.

Descansa en gran paz natural.


Ante todo , sentíos cómodos , tan naturales y tan espaciosos
como os sea posible. Escapaos sigilosamente del lazo corredizo de
este personaje ansioso que es vuestro yo habitual, soltad todo afe~
rramiento y relajaos en vuestra verdadera naturaleza. Imaginad que
vuestro yo ordinario , atormentado por las emociones y los pensa-
mientos , es co1no un bloque de hielo o un trozo de mantequilla de-
jados al sol. Si os sentís duros·y·fríos ;···dejad que esta agresividad se
derrita bajo el sol d~ v~estra meditación . Dejad que la paz os gane
y os permita reunir vuestra mente fragmentada en la vigilancia del
estado llamado <<Morar en calma»; y que despierte en vosotros la
conciencia y un vislumbre de la Visión Clara. Poco a poco, de_s cü-
briréis que toda vuestra negatividad se desarma, que vuestra agresi-
vidad se disuelve y que vuestra confusión se disipa, como una bru-
ma en el vasto e inmaculado cielo de vuestra naturaleza absoluta. 4
Sentados en silencio, con el cuerpo inmóvil, sin decir palabra,
la mente en. paz, dejad
. . . -~que vuestros pensamientos y emociones y
todo lo que surja se eleve y desaparezca, sin aferraros a nada. ·
¿ A qué se parece este estad9? Imaginad, tal como solía decir
-Dudjorn Rimpoché; ·a. ufi hombre que vuelve a ·su casa tras una lar.e.
ga y dura jornada de trabajo en el campo; se acomoda en su sillón
favorito ante el fuego . Se ha pasado el día trabajando y sabe que
ha hecho lo que quería hacer; no tiene nada más de qué preocu-
parse, no ha quedado nada sin terminar y puede abandonar com-
plet~m~nt~ t-o das s~s inquietudes y preocupacione·s , coiitent-á ndo-
se sencillamente con ser.
Así pues, cuando meditáis es esencial crear en vuestra mente
la atmósfera interior adecuada. Todos los esfuerzos y las luchas
provienen de la falta de abertura, de modo que es vital crear ese
entorno interior adecuado para que la meditación pueda real -
mente producirse. Cuando el humor y la espaciosidad están pre -
sentes , la meditación surge sin esfuerzo.
No siempre recurro a un método en especial cuando medito .
Dejo simplemente que mi mente repose y constato , sobre todo
98 EL LIBRO TIBETANO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE

cuando estoy inspirado , que puedo traer la mente a casa Y rela-


jarme con gran rapidez . Permanezco sentado tranquilamente Y re-
poso en la naturaleza de la mente. No abrigo dudas, ni me pre-
gunto si estoy --o no-- en el estado «correcto». No hay ningún
esfuerzo~ sólo una comprensión profunda , una vigilancia Y una
certeza inquebrantable. Cuando estoy en la naturaleza de la men-
te , la mente ordinaria deja de existir. No es necesario mantener o
corroborar la sensación de que existo: simplemente soy. Tengo
una confianza fundamental. No hay nada en especial que hacer.

LOS MÉTODOS DE MEDITACIÓN

En el caso de que vuestra mente sea capaz de aquieta~se por sí


misma y os -sintáis-·tnspirados a permanecer simplemente en su
pura . conciencia clara, en ton ces no tenéis necesidad de ningún
método de meditación. De hecho, cuando uno se halla en tal es -
. tado,.cualquier·intento de aplicar uno incluso podría resultar con-
traproducente. Sin embargo, a la inmensa mayoría de nosotros
nos resulta difícil llegar inmediatamente a ese estado. Sencilla-
mente no sabemos cómo despertarlo, y como nuestra mente es
tan indisciplinada y tan distraída, necesitamos un medio hábil, un
método para inducirlo.
El término «hábil» significa que combin~is vuestra c;:ompren- _
sió.ri ~ la naturaleza esencial de la mente con el conocimiento de
vuestros propios y cambiantes estados de ánimo y el discerni -
mie.pt~ que habéis cultivado medían té la prá~tica ., pará déséub.i-ii- ·..
cómo trabajar sobre vosotros mismos en cada mom.e nto. Conju-
gando estos tres elementos, aprendéis el arte de aplicar el méto-
do más apropiado a cada situación o problema particular para
transformar la atmósfera de vuestra mente.
Pero recordad lo sigu1ente; U:~ m:étod~ no ~s ~ás q~e un: .me~ ...
dio , y no la meditación en sí. Es al practicar el método hábilm _
/. 1 .e • / d en
te como al canzare1s a pen.ecc1on e ese estado puro de p .
• resenc1a
total en el que consiste la meditación verdadera.
Existe un dicho tibetano muy revelador Go 771pa . k
. . .. . . " ' ma yzn., om-
pa yzn , que s1gn1fica literalmente: « La meditación" 0 . "
0
" /
tum b rarse a e ll a s1 es». E · d . •
sto quiere ecir que la . ¿· es, . /acos -
/ / . me ttac100
es mas que acostumbrarse a la practica de la med • . ., no
., L d. . / ltac1on Se di
tam h 1en: « a me 1tac1on no es un esfuerzo sin .· ce
, o una as1rnil .
natural y progresiva a e ll a». Conforme vayáis . ación
practicando el tné-
TRAER LA M E NTE A CASA 99

todo , la meditación surgirá poco a poco. La meditación no es algo


que podáis «hacer» , sino algo que debe producirse espontánea -
mente cuando perfeccionéis la práctica .
Sin embargo , para que se produzca la meditación deben darse
unas condiciones tranquilas y propicias . Antes de alcanzar el do -
minio de nuestra mente , primero debemos apaciguar su entorno .
Por el momento , la mente se parece a la llama de una vela: inesta-
ble, parpadeante, constantemente cambiante, avivada por el viento
violento de nuestros pensamientos y de nuestras emociones. La lla -
ma sólo arderá de forma estable cuando aquietemos el aire gl.le la
rodea . Del mismo modo, sólo podremos empezar a vislumbrar la
naturaleza de nuestra mente y a reposar en ella cuando hayamos
apaciguado la turbulencia de nuestros pensamientos y de nuestras
emociones . Una vez que hayan1os encontrado la estabilidad en
nuestra meditación , los r-uiclos··· y · perturbaciones de toda clase nos
afectarán mucho menos .
En Occidente , la gente tiende a dejarse absorber por lo que
1
yo llamaría <<la tecnología de la meditación». El mundo moderno
está verdaderamente fascinado por las técnicas y las máquinas y
l es adicto a las respuestas puramente pragmáticas . Sin embargo , e[
!
rasgo más importante , con mucho , de la meditación no es la téc-
nica sino su espíritu : es la habilidad , la inspiración y la creatividad
que ponemos en práctica, a lo que también podríamos llamar «la
postura».

LA POSTURA -··

Los maestros dicen : «Si creas las condiciones favorables en t u


cuerpo y en tu entorno, la meditación y la realización se darán au -
1 tomáticamente». Hablar de la postura no es una pedantería eso -
térica ; ·lá finalidad dé adoptar una postura correcta· es 1~ de ere~;
1
un entorno más estimulante para la meditación y para el desper-
1 tar de Rigpa. Existe una relación entre la postura del cuerpo y la
actitud de la mente . Al estar relacionados entre sí la mente y el
1
cuerpo, la meditación se produce de manera natural cuando vues -
1 tra postura y vuestra actitud están llenas de inspiración.
Si estáis sentados en la postura de meditación y vuestra men -
1
te no está en completa sintonía con vuestro cuerpo , si , por ejem-

• plo , estáis inquietos y preocupados por algo , entonces vuestro


cuerpo experimentará cierta incomodidad física y se presentará n

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