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Posesorias
Posted on 17 Abril, 2016 by miki
Abogado por la Universidad Alas Peruanas – Socio Fundador del Consultorio Corporativo
Ley en Derecho S.A.C.
INTROCUCCIÓN
La posesión, como institución jurídica, fue, es y será, siempre materia de estudio, de cuanto
investigador jurídico exista. Actualmente, la posesión como hecho jurídico es objeto de
atentados, pensemos en el siguiente ejemplo: un poseedor –inmediato-, quien se sería
perjudicado, ya sea por actos perturbatorios o por desalojo de su posesión (total o parcial).
De otro lado, tenemos situaciones como el tráfico de terrenos, en donde no sólo encontramos un
poseedor respecto a un solo inmueble, sino dos o más, generándose una concurrencia de
poseedores que buscan atribuirse la posesión; o, resulta que el poseedor actual arrienda mediante
contrato su posesión, a una tercera persona quien luego no tiene la más mínima intención de
desocupar y devolver la posesión del bien.
Es así, que ante los supuestos situaciones antes descritos ut supra, el ordenamiento jurídico civil
–y procesal civil-, ha previsto la protección a la posesión, con aquella institución jurídica procesal
denominada Defensas Posesorias, las mismas que se pueden ejercer de forma privada -o sea
Extrajudicialmente-, o de forma Judicial. La primera de ellas ofrece un lapso de tiempo para que
quien sienta que se está atentando contra su posesión pueda repeler todo acto perturbador o
desposesorio, en cambio, la segunda es una acción que plantea el poseedor afectado, a fin de que
en los fueros judiciales el Juzgador especializado resuelva su situación, ya sea de cuestiones
posesorias (de hecho) o cuestiones petitorias (de derecho).
Las Defensas Posesorias Judiciales, se materializan mediante Interdictos y Acciones Posesorias;
empero cada una de ellas, tiene una sub clasificación, en los Interdictos tenemos: Interdicto de
Recobrar e Interdicto de Retener; y, en las Acciones Posesorias tenemos: -acción de- Mejor
Derecho de Posesión y -acción de- desalojo.
Las defensas posesorias buscan otorgar tranquilidad o paz social de una sociedad, tiene por fin
brindar la seguridad y protección a la posesión que se ejerza, paralizando atentados contra el
poseedor y su posesión de determinado bien.
ASPECTOS GENERALES
El Código Civil Peruano, en el Artículo 896º, define legalmente la posesión, señalando los
siguiente: “La posesión es el ejercicio de hecho de uno o más poderes inherentes a la propiedad”.
Por su parte, Gunther Gonzales Barrón (2011, p. 24) refiere que “la posesión es la actuación del
sujeto que denota un control autónomo y voluntario sobre algún bien, destinado a tenerlo para sí
con relativa permanencia o estabilidad, y cuya finalidad es el uso y disfrute, aunque sea en modo
potencial”.
La posesión, por nuestra parte, consideramos que es una institución jurídica que legitima a una
persona, determinados comportamientos sobre un bien, considerándola, sobre ella, titular de un
derecho, pudiendo ejercitarlo, dentro del tráfico jurídico, en cualquier momento y frente a
terceros. Asimismo, es la dominación o potestad sobre un bien (mueble o inmueble), ejerciéndola
con ánimo de dueño (o propietario), para su uso, goce y disfrute.
Siendo así, la posesión implica una relación entre la persona y el bien (derecho real).
Cieza Montenegro y Ramírez Chávarry (2005, p. 239) indican que “la posesión debe
considerarse, primero como un hecho y luego como un derecho. Bajo el primer aspecto, la
posesión … es la detentación corporal de la cosa o el hecho material de tenerla en su poder, y la
posibilidad física de disponer de ella.
Bajo el segundo aspecto, la posesión … se compone de dos elementos: el hecho, que consiste en
tener la cosa de una manera cualquiera a nuestra libre disposición; y la intención, que consiste en
la voluntad de poseer la cosa como propietario, en el caso mismo en que se supiese no serlo”.
La posesión esta compuesta por dos elementos, el corpus y el animus; el primero de ellos, es la
relación de hecho sobre una cosa o bien; y el segundo, es la voluntad, que ejerce el poseedor
sobre la cosa o bien, con intención de dueño, sirviéndose de ella.
Debemos -sólo- referir que el Pleno Casatorio Civil (Casación Nº 2145-2011-UCAYALI) (DE
VALDIVIA CANO, ARANDA RODRÍGUEZ, HUAMANÍ LLAMAS, CAROAJULCA
BUSTAMANTE, VINATEA MEDINA, & CASTAÑEDA SERRANO, 2012, p. 17) ha
clasificado la posesión en: posesión mediata, posesión inmediata, posesión legítima, posesión
ilegítima (sub clasificada en posesión de buena fe y de mala fe) y posesión precaria, sin embargo,
en el presente artículo jurídico sólo nos limitaremos a mencionarlo, puesto que será motivo para
reencontrarnos con el desarrollo de otro artículo jurídico.
LA POSESIÓN Y SU PROTECCIÓN
Actualmente, la posesión que ejerce toda persona (natural o jurídica), puede verse vulnerada
mediante despojo o perturbaciones contra la misma posesión, o tal puede ser el caso, de que
existan dos personas que ostentan ser poseedores de un mismo bien.
Ante las situaciones antes descritas, surge la protección posesoria, la misma que legal y
doctrinariamente lo identificamos mucho más rápido con la denominación de Defensas
Posesorias (hay quienes, se refieren a lo mismo, indicando acciones posesorias).
Además, de marcar conceptos jurídicos y dejar sentado nuestra posición sobre Defensas
Posesorias, consideramos necesario aclarar que, no es lo mismo referirnos a Defensas Posesorias
y acciones posesorias como sinónimos, lo que si no podemos negar es la estrecha vinculación
que tienen éstas, puesto que la primera resulta tener mayor amplitud (término general) que el
segundo (término específico).
DEFENSAS POSESORIAS
Al respecto el Código Civil, en el Capítulo Sexto, del Título I -Posesión-, de la Sección Tercera -
Derechos reales principales-, del Libro V –Derechos Reales-, dedica dos artículos para referirse
al tema in examine, Defensas Posesorias, siendo que el Artículo 920º prescribe la Defensa
Posesoria Extrajudicial y el Artículo 921º prescribe la Defensa Posesoria Judicial, por lo que en
esta ocasión el Código Civil no alberga una definición -legal- respecto a Defensas Posesorias,
empero, por nuestra parte manifestamos que la Defensa Posesoria, considerada, también, como
defensa protectora, es una institución jurídica, que otorga al poseedor el mecanismo de protección
de su posesión, sea ésta mediata o inmediata.
Asimismo, las Defensas Posesorias se clasifican en Defensa Posesoria Extrajudicial y Defensas
Posesoria Judicial.
No perdamos de vista que las Defensas Posesorias tienen el fin de proteger la posesión del
poseedor, ante cualquier atentado que se le pretenda.
La defensa posesoria extrajudicial debe ser realizada, en un plazo no mayor a quince días, luego
de la desposesión o del conocimiento de la misma; además quien ejerce ésta defensa posesoria
debe abstenerse de las vías de hecho no adecuadas a las circunstancias, esto quiere decir, que
aquel que ejerce su autodefensa posesoria, no puede cometer delitos, pues, si para conservar o
recuperar la posesión hay que cometer delitos (matar, causar daños), ese acto delictivo no esta
justificado por la Defensa Posesoria Extrajudicial; para ello, la Policía Nacional del Perú y la
Municipalidad del distrito o provincia, está en la obligación de prestar apoyo a fin de que se
cumpla con la Defensa Posesoria Extrajudicial.
INTERDICTOS
Los interdictos son defensas posesorias que tienen una finalidad conservativa de la posesión;
puesto que están dirigidas a mantener un estado de hecho (posesión de hecho), el cual ha sido
modificado por actos del perturbador o despojante.
Debemos precisar que a través de los interdictos lo que se protege o tutela, es el status quo
posesorio, por lo que, como señala Gonzales Barrón “la cognición del proceso es sumaria
(limitación de controversia), con restricción de medios probatorios y abreviación del
procedimiento” (2011, p. 61).
Mediante los interdictos, no se discute derechos subjetivos, sino única y exclusivamente la
defensa del estado posesorio, o sea, se genera una cuestión de hecho.
Siendo así, corresponde indicar algunas características de los interdictos: a) Carácter breve
sumario; b) Otorga tutela judicial provisional (interina) de la posesión; c) Sólo se discuten el
hecho de la posesión; d) No se prejuzgan o atienden derechos de terceros; y, e) Evita u mayor
perjuicio o daño al poseedor.
U. Álvarez, citado por Luis Díez-Picazo (2007, p. 643), indica que “El solicitante de un interdicto
no ejercita una acción. Mediante la acción se trata de poner en marcha un derecho o de reaccionar
frente a la lesión o la insatisfacción que el derecho ha sufrido. En las cuestiones interdictales no
se solventan derechos mediante un juicio, sino que se trata de mantener el orden jurídico
administrativo y de policía que debe reinar en una comunidad”.
Por su parte, Hinostroza Minguez (2012, p. 720) refiere que, “los interdictos son asuntos
contenciosos cuyo objeto de debate lo constituye el hecho de la posesión (y no el derecho a ésta),
que se tramitan en vía de proceso sumarísimo (art. 546 –inc. 5) del C.P.C.)”.
Al respecto, debemos indicar que los interdictos se encuentran regulados por el Código Procesal
Civil, en la Sección Quinta –Procesos contenciosos-, Título III –Proceso Sumarísimo-, Capítulo
II –Disposiciones Generales-, Subcapítulo 5º, albergándose desde Artículo 597º al 607º.
Del Articulado mencionado, podemos colegir que quien atiende los interdictos, o cuestiones
posesorias, es única y exclusivamente el Juez Especializado en lo Civil, o de ser el caso el Juez
Mixto; y sólo puede accionar mediante un interdicto aquel poseedor -inmediato- que sea objeto
de perturbación o despojo, contra esta defensa posesoria no se puede argumentar tener un derecho
real sobre el bien (salvo que el despojo –o perturbación- sea por una orden judicial). Ahora bien,
el interdicto tiene plazo prescriptivo, la cual es de un año (o doce meses), contado desde el inicio
del hecho; esto conlleva a decir que transcurrido doce meses luego del hecho perturbador o del
despojo, el accionante sólo podrá accionar ejerciendo su derecho a la posesión.
Además de lo referido, también podemos exponer una sub clasificación de los interdictos: de
recobrar y de retener.
Durante el desarrollo del presente artículo jurídico, hemos examinado ambos temas que ahora
pretendemos marcar la diferencia, y pues, como mostramos en el gráfico, las Defensas Posesorias
opera como un todo frente a las acciones posesorias, siendo que en el primero encontramos
Defensas Posesorias Extrajudicial y Judiciales, y en esta última, tenemos, por un lado a los
interdictos y por el otro a las Acciones Posesorias.
Nótese, que las acciones posesorias, son una subclase de las Defensas Posesorias Judiciales (pues,
porque de otro lado están los interdictos), siendo así, las defensas posesorias frente a las acciones
posesorias operan como género, y las acciones posesorias frente a las defensas posesorias operan
como especie.
Con ello queremos demostrar que estas dos figuras jurídicas no son sinónimos, como erradamente
se viene entendiendo y/o manifestando durante en el ejercicio profesional o en las aulas
universitarias, sino que muy por el contrario.
Para culminar, debemos indicar que toda acción posesoria -ya sea de mejor derecho de posesión
o de desalojo- es una defensa posesoria -judicial-; empero, no toda defensa posesoria es una
acción posesoria.
CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS