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Sumario. - 1. Introducción, 2. Análisis del artículo 921 del Código Civil, 2.1.
Quienes la pueden ejercer y diferencias entre las acciones posesorias y los
interdictos, 2.2. Trámite de las acciones posesorias y de los interdictos, 2.3.
¿Cuándo surge el derecho a rechazar los interdictos que se promueven contra el
bien que se posee?, 3. Nuestra definición, 4. Conclusiones, 5. Bibliografía.
1. Introducción
De acuerdo con el artículo 921 de nuestro Código Civil (en adelante CC):
2.1. Quienes la pueden ejercer y las diferencias entre las acciones posesorias y
los interdictos
El artículo 921 del CC dice que todo poseedor puede utilizar las acciones
posesorias y los interdictos. Conforme a una tesis, las acciones posesorias
son el género y los interdictos son la especie, esto es un tipo especial de
acciones posesorias en las que no se discute el derecho a la posesión. Otra
concepción señala que si bien ambas acciones protegen la posesión, en las
acciones posesorias se discute siempre el derecho mientras que en
los interdictos no. En las primeras se ampara a quien tiene derecho a
poseer, es decir, al poseedor legítimo, y en las segundas se ampara al
poseedor, así no tenga derecho a poseer. (Avendaño Valdéz y Avendaño
Arana, 2017, p. 42)
3. Nuestra definición
4. Conclusiones
La defensa posesoria del bien la puede ejercer cualquier poseedor, sea este
legítimo, ilegítimo o precario bastando con que ejerza uno o más atributos
del derecho de propiedad (como el uso y disfrute). Resultando pertinente
advertir que, de acuerdo a nuestro Código Civil, el poseedor se presume
propietario salvo prueba en contrario. Es decir, la calidad de poseedor es tan
fuerte que se asume jurídica y extrajurídicamente que quien posee es el
verdadero propietario, aunque en la realidad pueda no serlo.
5. Bibliografía
ARIAS SCHREIBER PEZET, Max (2011). Exégesis del Código Civil peruano de
1984. Derechos Reales. Tomo III. Lima: Normas Legales.
AVENDAÑO VALDÉZ, Jorge y AVENDAÑO ARANA, Francisco
(2017). Derechos Reales. Colección “Lo esencial del derecho”, n. 1. Lima:
Pucp.
[3] Se refiere a las acciones posesorias que divergen de los interdictos como
veremos más adelante.
[5] Este interdicto tiene como objetivo poner fin a los actos que perturban la
posesión (por ejemplo, el paso a través de un edificio ajeno sin el
consentimiento del propietario respectivo). Presupone que el poseedor
retiene su posesión (si fue privado de la posesión, la acción correspondiente
es la de restitución) y deben ser actos materiales a través de los cuales se
manifieste una intención de adquirir una posesión contraria a la del
poseedor actual (animus turbandi). (Soares, Crispim, Fernandes y Alves,
2017, p. 107)