La luz del mundo
A l comenzar, se toma un fósfo-
ro en la mano y se coloca la
vela en un lugar visible. Después se
pide que se apaguen las luces del
templo. Al momento que se apa-
gan las luces, se prende el fósforo y
la vela.
La Biblia dice en Mateo 5:14-16
“Ustedes son la luz de este mundo.
Una ciudad en lo alto de un cerro
no puede esconderse. Ni se encien-
de una lámpara para ponerla bajo
un cajón; antes bien, se la pone en
alto para que alumbre a todos los
que están en la casa. Del mismo
modo, procuren ustedes que su luz
brille delante de la gente, para que,
viendo el bien que ustedes hacen,
todos alaben a su Padre que está en
el cielo.”
Todos nosotros que creemos
en Jesús somos la luz de este mun-
do. Nosotros traemos una sonrisa
donde antes habían solo lágrimas.
Nosotros compartimos y ayudamos
cuando nadie más quiere hacerlo.
Nosotros damos un abrazo a la
persona que se siente sola. ¿Cuáles
creen que son otras maneras en que
nosotros somos la luz del
mundo?
¿Alguna vez han visto
las luces de la ciudad de
noche? Así debe ser la
iglesia. Cuando nosotros
estamos brillando para el
La luz del mundo
Señor, entonces llenamos con su
luz las situaciones oscuras de este
mundo como la envidia, la violen-
cia y la discriminación. ¿Cuáles
son algunas de las otras situaciones
oscuras que necesitan la luz de
Jesús?
Muchas veces las personas no
entienden la luz que Cristo ha pues-
to en nuestros corazones. A veces
tenemos ganas de esconder nuestra
luz para que nadie sepa que Cristo
vive en nosotros. (¡Aquí se puede
tapar la vela con un balde o alguna
otra cosa que no se vaya a incen-
diar!) ¿Ven cómo se ha oscurecido
este lugar al tapar la vela? Si noso-
tros nos escondemos, también este
mundo será un lugar más oscuro.
¿Cuáles son algunas de las razones
por las cuales a veces queremos es-
conder el hecho de que somos cris-
tianos? (miedo, vergüenza, falta de
comprensión, etc.)
Pero, si nosotros brillamos fiel-
mente, Dios nos levantará para que
alumbremos a muchas personas.
(Aquí se destapa la vela y se levan-
ta en alto.) ¿Ven cómo la vela
arroja un círculo de luz?
Este círculo es como los
lugares en donde nosotros
vivimos y nos encontra-
mos con la gente: nuestra
casa, el colegio, nuestra
población y nuestra iglesia.
Nuevo Testamento
Jesús nos ha puesto en esos lugares
para que nosotros les mostremos a
esas personas que somos diferentes
OBJETIVO:
Estudiar un texto Bíbli-
porque le amamos a él. ¿Cuáles
son algunos de los lugares donde co por medio del
Jesús quiere que ustedes brillen? ejemplo de la vela.
¿Y cómo brillamos los cristia-
nos? No brillamos al ser los super
estrellas del deporte o los más inte-
ligentes de la clase. No brillamos al
ser los más populares o los más di-
vertidos. Nosotros brillamos cuan-
do hacemos cosas buenas. Cuando
nosotros hacemos cosas buenas la TEXTO BÍBLICO:
gente nos mirará y dirá, “¿qué tiene Mateo 5:14-16
ese niño o esa niña? Ellos son dife-
Verso 13: “...procuren
rentes. Es como si una luz especial
estuviera en sus rostros.” Quizá ustedes que su luz brille
algún día hasta nos llegarán a pre- delante de la gente, para
guntar por qué somos diferentes y que, viendo el bien que
nosotros podremos contestar con ustedes hacen , todos
gozo que Jesús vive en nuestros co- alaben a su Padre que
razones. está en el cielo.“
Y no se olviden que tenemos
que cuidar nuestra luz. Muchas co-
sas y personas tratarán de apagarla, MATERIALES
pero nosotros nos mantendremos Una vela y fósforos
firmes en nuestra fe y nada y nadie
podrá apagar la luz de Cristo en
nuestros corazones. (Se prende la
luz de la iglesia y se apaga la vela.)
Página 25
 Cargados y cansados
OBJETIVO:
Comparar las cargas de
N
(Se
ecesito un voluntario.
ver quién me puede ayudar?
pide que pase un niño o una
¿A
la vida con una carga niña.)
¿Sabíán ustedes que todos no-
de peluches o juguetes. sotros, seamos chicos o grandes,
tenemos muchas responsabilida-
des. Ayúdenme a pensar en algu-
nas de las responsabilidades que
tienen los niños. Por cada una de
las responsabilidades que mencio-
namos, yo le voy a dar un pelu-
TEXTO BÍBLICO: che o un juguete a nuestro volun-
tario. Tendrá que cargar con to-
Mateo 11:28-30 dos sin que se le caiga ninguno.
Verso 28: “Vengan a (Conforme los niños van mencio-
mí todos ustedes que nando las responsabilidades, la
están cansados de sus maestra va sacando y colocando
trabajos y cargas, y yo más juguetes en los brazos del vo-
los haré descansar.” luntario.) Tenemos la responsabi-
lidad de estudiar, limpiar nuestra
pieza, hacer nuestra cama, bañar-
nos, lavarnos los dientes, cuidar
nuestra ropa, ir a la escuela domi-
MATERIALES nical…
Una bolsa grande llena Ahora pensemos en algunas
de peluches y juguetes de las responsabilidades que tie-
nen los adultos. (Por cada una
de las responsabilidades que
mencionan los niños, se agrega
otro peluche o juguete.) Traba-
jar, cuidar de los hijos, ir a la
iglesia, comprar la comida, ase-
ar la casa, cocinar, etc.
¡Miren que cargado está
Página 26 Nuevo Testamento
nuestro voluntario! ¡Cuántas res-
ponsabilidades! ¿Sabían ustedes
que de repente todas nuestras res-
ponsabilidades y quehaceres se
vuelven una carga para nosotros?
A veces son tristezas y preocupa-
ciones que nos cargan. Puede ser
que nos hemos peleado con al-
guien y nos sentimos mal por eso.
También puede ser que tenemos
dificultades en el colegio o en
nuestro hogar. A veces estamos
tan cargados con preocupaciones
y responsabilidades que no logra-
mos hacer todo lo que debería-
mos; parece que algunas cosas se
nos caen como algunos de los ju-
guetes se le van a caer a nuestro
voluntario. A veces nosotros
queremos cargar solos con todas
las cosas y las penas y no le pedi-
mos ayuda a nadie.
Hay muchos adultos quienes
están tan cargados, así como este
niño, que no tienen tiempo para
jugar con sus hijos o para disfrutar
de su familia. Esos adultos sobre-
cargados se enojan con facilidad,
se ponen tristes, y a veces, hacen
cosas que lastiman a otros.
Jesús nos hace una invitación
en el libro de Mateo. El nos dice
“vengan a mí todos ustedes que
están cansados de sus trabajos y
cargas, y yo los haré descansar.”
Jesús quiere ayudarnos a vivir una
vida llena de alegría y de paz, no
llena de cargas y de tristezas. Po-
demos ir entregando cada una de
nuestras cargas a Jesús al orar y
conversar con él. El Espíritu San-
to también nos puede ir mostran-
do cuáles son las cosas que son
realmente importantes y que de-
bemos de cargar con alegría.
También nos mostrará cuáles son
las cosas que no somos capaces
de cargar solos, y si le entregamos
nuestras cargas, será fiel en llevar-
las. (La maestra va colocando los
juguetes y los peluches dentro de
una bolsa otra vez.
¿Qué les parece si oramos
ahora pidiéndole a Jesús que se
lleve las cargas que tenemos y
que nos haga descansar en él?
Cargados y cansados
 La perla de incalculable valor
H había una vez un comerciante
muy rico quien viajaba por los
desiertos de Arabia coleccionando y
vendiendo joyas preciosas. Un día,
en un mercado atestado de vende-
dores ambulantes, camellos y pues-
tos, descubrió un pequeño taller de
joyas que nunca antes había visita-
do. Al entrar, se sentó a compartir
un té con el dueño, un hombre an-
ciano pero de ojos brillantes y una
sonrisa amable. Después de que
habían conversado por largo rato
sobre sus intereses en común y las
piedras preciosas que habían visto,
el anciano le confesó al comerciante
que él tenía en su posesión una joya
de incalculable valor. Con un aire
misterioso, cerro la puerta, bajó las
persianas y colocó un letrero que
decía “cerrado” en la ventana. Des-
pués, invitó al comerciante a seguir-
lo hasta una pequeña pieza escondi-
da detrás de un ropero enorme que
tapaba una entrada secreta. Allí, en
silencio y con el cuidado de alguien
quien levanta algo de mucho valor
en sus manos, puso un pequeño jo-
yero en una mesita y prendió una
lámpara de luz fuerte. Abrió el jo-
yero, y allí, entre suaves paños, es-
taba la perla más grande, hermosa y
brillante que el comerciante jamás
había visto en su vida. Inmediata-
mente preguntó al anciano el pre-
ció, pues en su corazón había deci-
dido que tenía que ser suyo. El an-
La perla de incalculable valor
ciano sonrió lentamente y le dijo
que esta joya no tenía precio y que
no lo vendería por todo el oro en
el mundo. La cara del comerciante
demostró su tristeza y decepción.
“Sin embargo,” dijo el anciano,
“aunque no estaría dispuesto a ven-
der la perla, si podría considerar la
posibilidad de cambiarla por algo
que también fuera de valor incalcu-
lable.” El comerciante se quedó
pensando largo rato. Todas las co-
sas que él tenía podía ponerles pre-
cio. No tenía nada que no tuviera
valor específico pues todo lo que
poseía lo compraba y lo vendía.
Después de examinar la
perla una vez más, se despidió del
anciano comprometiéndose a bus-
car algo de incalculable valor para
traérselo y cambiárselo por la perla.
Salió de la tienda con mucha deter-
minación, buscó sus camellos, sus
sirvientes y sus joyas y emprendió el
viaje para buscar algo que no tuvie-
ra precio.
Al estar viajando por las
afueras de la ciudad, llegó a una
fortaleza vieja que parecía estar
abandonada. Pero, cuando comen-
zaron sus sirvientes a sacar
agua del pozo, escucharon
los gritos de auxilio desde
una ventana en una torre.
Alcanzaron ver un rostro su-
cio y los cabellos enmaraña-
dos de una mujer. El comer-
Nuevo Testamento
ciante tocó fuertemente a la puerta
principal y un hombre con aspecto
cruel le contestó preguntando qué
OBJETIVO:
Comparar, por medio
quería. En poco tiempo, el comer-
ciante se percató que el hombre de un cuento, el Reino
tenía encerrada a la mujer y que la de Dios con la búsque-
maltrataba violentamente. Consi- da de una perla de in-
deró la situación, y aunque no tenía calculable valor.
ningún uso para una harapienta es-
clava, ofreció comprársela para sal-
varla de su miseria. El precio era
alto, pero como ya no apreciaba
sus joyas ahora que sabía de la
existencia de la perla, llegó pronto TEXTO BÍBLICO:
a un acuerdo. El hombre echó a la Mateo 13:45-46
mujer con un empujón y esta cayó
al suelo delante del comerciante. Verso 45: “El reino de
Sin casi mirarla, el comerciante or- Dios es también como
denó a sus sirvientes que la bañaran un comerciante que
y que la atendieran. Esa noche a la anda buscando perlas
hora de la cena, tuvo la gran sor-
presa de que una doncella elegante
finas.”
y hermosa le sirviera los alimentos.
¡Era la esclava que él había rescata-
do! En poco tiempo, se enamoró
de ella, y aunque resultaba ahora PENSAMIENTO
ser más pobre, descubrió que era
también más feliz.
La vida es una búsque-
Pocos días después, al llegar da de tesoros. El secre-
a un oasis en el desierto, se en- to del desafío es buscar
contró con otro comercian- las joyas escondidas en
te. Este comerciante, sin em- otras personas.
bargo, no compraba joyas ni
mercadería: traficaba escla-
vos. Le quedaban solamente
tres esclavos varones quie-
nes, por su larga jornada sin
Página 27
 alimento o agua suficiente, estaban
más delgados y débiles que las
hierbas que lograban sobrevivir en
la arena a la orilla del oasis. Su
nueva esposa, quien se sentía muy
identificada con los esclavos, le
convenció que hiciera un trato con
el dueño a pesar de su mala fama.
Después de varios minutos de re-
gateo, el comerciante se dio cuenta
que le había perdido el gusto a ga-
nar riquezas despiadadamente, y
pronto cedió a un preció que no le
convenía. Le pareció que había
comprado a los tres esclavos por
mucho más de lo que realmente
valían y pensando así les otorgó su
libertad. Sin embargo, ellos se
quedaron con él y al cabo de algu-
nas semanas con comida y cuida-
dos, se habían convertido en hom-
bres fuertes y valientes, y sus más
fieles amigos y colaboradores. El
comerciante quedaba cada día
más pobre, y se preocupaba de
que nunca podría conseguir algo
de incalculable valor.
Una noche en pleno de-
sierto, el comerciante y sus acom-
pañantes fueron sorprendidos por
una banda de ladrones. Fueron
rodeados y entendieron que aque-
llos hombres tenían la intención de
quitarles todo y, después, matarlos.
A eso de la medianoche, mientras
los ladrones roncaban alrededor
del fogón, escucharon algo que tra-
taba de meterse a la carpa donde
Página 28 Nuevo Testamento
estaban amordazados y atados.
En la oscuridad, el comerciante es-
cuchó una voz aguda como de niño
en su oído que le aconsejaba que
guardara silencio. Sintió un cuchi-
llo que le cortaba la sogas en sus
manos y sus pies. Alcanzó ver un
niño y una niña que trabajaban pa-
ra liberar a los demás. De repente,
el comerciante dudó. Pensó, “éste
es un truco que les dará la excusa
a los ladrones para matarnos
cuando intentemos escapar.” Co-
mo si leyera su mente, el niño le
susurró, “confíe en nosotros y es-
pere nuestra señal.” Esa noche, el
comerciante y todos los que le
acompañaban escaparon sanos y
salvos de los ladrones. Tenía su
vida y ahora también tenía dos ni-
ños a su cuidado. Sin embargo, to-
das sus riquezas habían quedado
en la manos de los ladrones.
Una mañana, varios días
después, el comerciante reunió a
su esposa, a sus amigos, a sus sir-
vientes y a los dos niños y con mu-
cha tristeza les confesó que había
perdido todo. También les explicó
que en su corazón estaba el deseo
profundo de conseguir la perla de
incalculable valor, pero que ahora
su sueño se le hacía imposible al-
canzar. De repente, al estar
hablando, el comerciante se per-
cató de lo que ahora tenía y que
antes le faltaba. ¡Ahora tenía algo
de incalculable valor!
De prisa volvió con todos
sus acompañantes a la ciudad y a
la tienda del anciano. Al entrar a la
tienda, saludó al viejito con un
abrazo fuerte y una mirada de
aprecio especial. Le contó todo lo
que le había sucedido. Después le
invitó al anciano a que dejara su
vida solitaria y que viniera a vivir
con él y su nueva familia. “Le
ofrezco la amistad, algo de incalcu-
lable valor, aunque usted no la
quiera cambiar por la perla.” El an-
ciano, con sus ojos llenos de lágri-
mas, sacó la perla de su escondite,
cerró su tienda, y se fue a vivir el
resto de sus días en compañía de
los que le habían aceptado como
miembro de la familia. Justo antes
de que el anciano muriera, el co-
merciante lo miró con una sonrisa
como si fuera su propio padre y le
dijo, “por esta perla he aprendido a
amar, a confiar, y a valorar las ver-
daderas riquezas; las personas
quienes me rodean. El darse por
los demás con amor, sacrificio, y
gozo es la perla más valiosa que
jamas haya existido.”
La perla de incalculable valor
 El animal más peligroso del mundo
¿ Quién me puede decir cuál
es el animal más peligroso y
poderoso de todo el mundo?
(Se permite que varios niños
opinen.)
(Se coloca el espejo entre las
manos sin que los niños vean lo
que es.) Yo tengo aquí en mis
manos una foto del animal
más peligroso y poderoso del
mundo. ¿A quién le gustaría
verlo? (Se pide un volunta-
rio.)
Yo voy a mostrarle a este
valiente voluntario la foto
del animal más peligroso del
mundo, pero no puede decir-
le a nadie cuál es. ¿Está bien?
No te vayas a asustar. Es un
animal muy peligroso y muy
poderoso. ¿Estás seguro que
quieres verlo? (¡Se pueden
agregar otras frases para crear
un ambiente de expectativa y
emoción!) (Se enseña al primer
voluntario su propio rostro re-
flejado en el espejo.)
¿Alguien más quiere ver la
foto del animal más peligroso
del mundo? Nadie puede decir
qué es hasta que todos hayan
visto. (Con gran misterio y sus-
penso, se enseña el espejo a ca-
El animal más peligroso del mundo
da uno de los niños individual-
mente.)
¿Cuál es el animal más peli-
groso y poderoso del mundo?
¡Claro! Somos nosotros mismos,
los seres humanos. No somos
plantas, por lo tanto somos ani-
males. Pero, somos animales
muy especiales – pues Dios nos
ha dado inteligencia y la capaci-
dad de decidir entre lo bueno y
lo malo. Nos dio la posibilidad
de crear y nos hizo a su imagen.
Ningún otro animal tiene la
posibilidad de destruir todo lo
que Dios creó. Ningún otro ani-
mal tiene la invitación de Dios
para decidir cuidar de toda la
creación.
Nuevo Testamento
Nosotros los seres humanos
podemos decidir entre hacer el OBJETIVO:
bien y hacer el mal. Jesús dice Descubrir el animal
que cuando nosotros decidimos más poderoso y peli-
dar de comer al que tiene ham- groso del mundo.
bre o de beber al que tiene sed,
cuando decidimos dar aloja-
miento al forastero y ropa al
que no tiene, cuando decidi-
mos cuidar a los que están en-
fermos o visitar a los que
están presos, o cuando decidi-
TEXTO BÍBLICO:
mos hacer todas esas cosas
que ayudan a los demás, es Mateo 25:35-40
como si lo estuviéramos Verso 40b: “Les asegu-
haciendo para Jesús mismo. ro que todo lo que
Cada uno de nosotros puede hicieron por uno de
decidir seguir a Jesús y sus en- estos hermanos míos
señanzas o no. más humildes, por mí
Nosotros los seres humanos mismo lo hicieron. “
somos el animal más peligro-
so y poderoso que Dios creó.
Dios nos invita a usar todo lo
MATERIALES
que nos ha dado para amarle a
él, para servir a las demás per- Un espejo pequeño
sonas y para cuidar de toda la que se pueda esconder
creación. Somos animales po- en la mano
derosos – depende de nosotros
decidir qué vamos a hacer con
ese poder.
Página 29
 Semillas
OBJETIVO:
( Seantescoloca un poroto en la mano
de comenzar y sin que los ni-
ños lo vean.) Tengo aquí en mi
Ilustrar la diversidad y mano algo que aunque es muy pe-
el crecimiento de las queño, contiene toda la informa-
personas por medio de ción y toda la capacidad para con-
las semillas. vertirse en algo muy grande.
¿Pueden adivinar qué tengo en mi
mano? (Los niños van adivinando.
Pueden recibir pistas conforme adi-
vinan.)
Es una semilla de poroto. A ver
TEXTO BÍBLICO: si me pueden ayudar a identificar
Marcos 4:26-32 las otras semillas que tengo en esta
bolsa. (Pueden ser semillas dife-
Verso 4: “...pero una rentes como de palta, naranja,
vez sembrada, crece y guinda, manzana, durazno, arroz y
se hace mayor que to- trigo, arvejas, zapallo, melón o
das las otras plantas sandía.)
Si yo planto una semilla de po-
del huerto.”
roto, ¿qué va a crecer? ¿Si planto
una semilla del manzano, puedo
cosechar porotos? Dios ha puesto
toda la información necesaria de-
MATERIALES ntro de cada semilla para que crez-
Semillas de diferentes ca y se convierta en la planta co-
rrespondiente.
tipos.
Semillas de mostaza u
otra semilla pequeña.
Página 30 Nuevo Testamento
¿Cuáles son las cosas esenciales
que necesitan estas semillas para
poder crecer sanas y fuertes? Nece-
sitan sol, agua, tierra y aire.
Jesús nos habla en la Biblia de
una semilla muy pequeña que una
vez plantada se convierte en una
planta muy grande. Aquí tengo
unas semillas de esa planta. Son
semillas de mostaza. Con el ejem-
plo de la semilla de mostaza, Jesús
quería enseñarnos que Dios hace
cosas grandes aun de las que pare-
cen muy pequeñas. De una sonrisa,
Dios puede hacer una vida más fe-
liz; de una palabra de perdón, Dios
puede sanar una relación; de una
oración, Dios puede traer esperan-
za; de la vida de un niño o una ni-
ña pequeña, Dios puede hacer un
hombre o una mujer sabia, bonda-
dosa y fiel.
Dios provee el sol, el agua, la
tierra y el aire para que puedan cre-
cer las semillas. ¿Cuáles creen que
son algunas de las cosas esenciales
que necesitan los niños y las niñas
para poder crecer?
Todos nosotros, por más pe-
queños que seamos, somos como
una semilla. Dios ha puesto en no-
sotros una combinación de habili-
dades y talentos, nos ha dado nues-
tras características y personalidades
y nos ha hecho seres únicos y espe-
ciales. Dios tiene un plan para cada
uno de nosotros. Así como la semi-
lla de trigo crece para dar mucho
trigo, también nosotros iremos cre-
ciendo para dar mucho a los de-
más.
Quiero darles a cada uno de
ustedes una semilla. Pueden esco-
ger la que quieran. Cuando lleguen
a sus casas, deben plantar sus semi-
llas en un vasito de yoghurt con tie-
rra. Deben colocar el vasito donde
tenga luz, pero no mucho sol, y re-
gar un poquito todos los días.
Oremos y pidamos al Señor que
nos haga crecer sanos y fuertes para
él, y que desde ahora comencemos
a dar los frutos de alegría, amabili-
dad y buenas obras para los demás.
Semillas

Y a se aproximaba el cumplea-
ños del rey. Era rey de un re-
ino realmente bastante pequeño,
pero como para compensar este
hecho, siempre celebraba sus cum-
pleaños a lo grande. Este año en
particular, había decido hacer una
fiesta tan grande que invitaría a to-
da la gente de su reino, niños y
adultos por igual. Recuerden que
era un reino pequeño, por lo tanto
no era imposible invitar a todos.
Además, decidió que el rey y la re-
ina del reino vecino,
un reino grande y po-
deroso, serían los in-
vitados de honor.
Como se pueden
imaginar, la cena
tendría que ser un
festín como nunca an-
tes visto. Meses antes
del cumpleaños, el jefe
de los cocineros co-
menzó a planear el
menú junto con el rey haciendo su-
gerencias y buscando todos los me-
jores elementos por las cuatro es-
quinas del reino. Era una gran
oportunidad para el cocinero; se
haría famoso con esta cena especta-
cular.
Comenzaron a cocinar una se-
mana antes del evento. Había fru-
tas y verduras que preparar, panes,
pasteles y tortas que hornear, pa-
vos, pollos y venados que asar. To-
El cocinero y la sal
El cocinero y la sal
do el día y la noche antes del cum-
pleaños, el cocinero trabajó sin des-
cansar un solo minuto.
Cuando llegó el momento de la
cena, el pobre cocinero estaba tan
cansado y nervioso que casi no pu-
do disfrutar del fantástico decorado
y de las maravillosas mesas llenas de
todo tipo de alimento.
Como es la costumbre entre la
realeza, el festejado probó el pri-
mer bocado del asado. El cocinero
le miró la cara para ver si le gustaba
o no. El rey hizo una
expresión algo extraña.
Después probó un poco
de ensalada y luego un
pedazo de pan pero su
cara seguía con la misma
expresión. Comenzaron
las demás visitas a co-
mer. Los reyes que esta-
ban de visita comenza-
ron a murmurar entre si.
De repente, el cocinero
se dio cuenta que algo estaba terri-
blemente mal. Todas las visitas se
miraban y hacían comentarios en
voz baja.
No aguantó más la curiosidad y
el mismo cocinero se sirvió un plato
de comida. En la primera probada
ya sabía lo que había sucedido.
¡Toda la comida estaba desabrida!
¡Se le había olvidado la sal! ¡Qué
desastre más grande! Fue corriendo
a la cocina y mandó poner saleros
Nuevo Testamento
en todas las mesas. Algunos de los
alimentos pudieron ser sazonados y
la gente quedó muy contenta, pero
OBJETIVO:
Comparar la importan-
otros platillos estaban arruinados
pues la sal se le tenía que haber cia de la sal en los ali-
agregado a la hora de ser cocina- mentos con la vida
dos. cristiana.
El pobre cocinero tuvo tanta
vergüenza que decidió mudarse a
otro reino muy lejano donde nunca
habían escuchado del fracaso en la
fiesta de cumpleaños.
La Biblia dice que nosotros de-
bemos de ser como la sal. ¿Qué sig- TEXTO BÍBLICO:
nifica eso? Quiere decir que los cris- Marcos 9:49-50
tianos, al tener actitudes y compor-
tamientos diferentes, traemos ben- Verso 50b: “Tengan sal
dición y paz dondequiera que esta- en ustedes y vivan en
mos. Somos como la sal que sazo- paz unos con otros.“
na la comida y hace resaltar el sa-
bor. Si nosotros, los que creemos
en Jesús, no nos comportamos co-
mo cristianos, entonces dejamos de
ser útiles para Dios y nos volvemos
como la sal que ha perdido su sa-
bor. La fe, la esperanza y el amor MATERIALES
de Dios son ingredientes tan impor-
tantes en nuestras vidas como la sal
Sal de mesa
en los alimentos. Vivamos en paz
con todos y tengamos sal en nues-
tras vidas.
(La maestra puede terminar de-
jando que cada alumno pruebe un
pellizco de sal.)
Página 31
 Recuerdos de una madre
OBJETIVO: C ada año, cuando llega el tiem-
po de la fiesta de la Pascua,
nuestra familia con todos los veci-
Escuchar la historia de
nos vamos de viaje a Jerusalén don-
Jesús en el templo a de está el templo de Jehová. Allí
los doce años e imagi- entregamos nuestras ofrendas y
narse lo que habrá sen- agradecemos y alabamos a Dios.
tido María, su madre. Me acuerdo del año en que mi hijo
cumplió los 12 años y fue a Jeru-
salén con nosotros. Estaba muy
emocionado, como los demás niños
de su edad, pues es un evento muy
especial. Durante esta fiesta, lle-
TEXTO BÍBLICO: gan a Jerusalén visitas de todo el
Lucas 2: 41-52 mundo y es maravilloso observar a
la gente con sus diferentes vesti-
Verso 52: “Y Jesús se- mentas y costumbres. El recuerdo
guía creciendo en cuer- que les quiero contar tiene sus co-
po y mente, y gozaba mienzos cuando ya íbamos de re-
del favor de Dios y de greso a nuestro pueblo.
Mi hijo siempre ha sido obe-
los hombres.” diente y responsable. Por eso,
cuando salimos de Jerusalén esa
mañana y él no estaba cerca, no me
preocupé demasiado. Pensé que
PENSAMIENTO seguramente se había levantado
temprano para ayudarle a los veci-
nos a empacar sus cosas para el via-
Dale buena educación je. Comencé a preocuparme en el
al niño de hoy, y el almuerzo cuando nos detuvimos en
viejo de mañana jamás un manantial a la orilla del camino.
la abandonará. ¡Siempre está listo para comer! Mi
esposo me dijo que confiara en él,
- Proverbios 22:6 pues se imaginaba que estaba ex-
plorando con los otros niños. Pero
cuando llegó la tarde y no había-
mos visto al muchacho en todo el
Página 32 Nuevo Testamento
día, ya no aguanté más.
Preguntamos a todos los veci-
nos, pero nadie lo había visto. Co-
mencé a sentir pánico. ¿Dónde
podría estar? Pensé en todas esas
personas en la gran ciudad y en que
algunas no eran personas buenas.
¿Qué le podría haber pasado?
Decidimos dejar a nuestros veci-
nos y volver de inmediato a Jeru-
salén. Aunque volvimos muy apre-
surados, yo sentía que el camino se
hacía eterno.
Primero fuimos a la hostería
donde nos habíamos quedado. El
dueño y su señora nos aseguraron
que no habían visto a mi hijo. Mi
esposo decidió ir al mercado y yo a
los puestos cerca de las puertas.
Nos volvimos a encontrar tarde en
la noche, cada uno esperando que
el otro tuviera buenas noticias. Pe-
ro no fue así.
Creo que no se pueden imagi-
nar como me sentía. Este hijo es
muy especial, no solamente para mi
sino para Dios. Un ángel me anun-
ció su llegada, y mi esposo también
ha tenido visiones acerca de él.
Después de su nacimiento, llegaron
visitas de muy lejos a entregarle re-
galos y pronunciaron palabras ex-
trañas y proféticas mientras se incli-
naban para adorarle. Me sentía co-
mo que había sido yo irresponsable
con este don de Dios, desesperada
y culpable. No dormí los tres días
que estuvimos buscándolo sino que
oraba y le rogaba a Dios para que
cuidara de mi hijo.
El tercer día, mi esposo y yo fui-
mos al templo a orar pues ya había-
mos agotado todas las posibilidades
de encontrarlo. ¡Qué sorpresa nos
esperaba! Cuando entré, encontré
a mi hijo rodeado por los maestros
y los sacerdotes conversando de lo
más tranquilamente. ¡No podía
creer las cosas que decía y las mira-
das de admiración de los sacerdo-
tes! Les puedo decir que primero
sentí alivio y después una mezcla de
enojo y sorpresa. Mi esposo lo
llamó, y cuando nos alejamos de
los maestros, le pregunté por qué
nos había hecho algo tan terrible.
Le pregunté si no entendía la angus-
tia que nos había hecho sufrir. Con
sus ojos llenos de ternura y amor
nos abrazó y nos dijo que debería-
mos de haber sabido que él estaría
en la casa de su Padre. Con toda la
emoción de ese momento, yo no
entendí lo que nos quiso decir. Mi
hijo, Jesús, volvió a casa con noso-
tros ese día y nunca más nos des-
obedeció. Ahora ha crecido en
cuerpo y mente y goza del favor de
Dios y de los hombres.
(Esta historia se puede contar
en forma de monólogo y con vesti-
mentas de la época.)
Recuerdos de una madre

( Como con todas las actividades y
los experimentos de este libro es
importante que se pruebe y se prac-
tique antes de la presentación con
los niños.)
La sabiduría de Dios en oca-
siones es muy diferente a lo que
pensamos los seres humanos. Para
nosotros es más fácil creer en lo
que podemos analizar con nuestros
cinco sentidos: tocar, ver, oler, pro-
bar o escuchar. Pero, muchas veces
Dios nos pide que tengamos fe, eso
es, creer en las cosas que nuestros
cinco sentidos físicos no pueden
captar. Los secretos de Dios pue-
den estar escondidos en los lugares
más obvios, pero si nosotros no
prestamos atención a como Dios
nos enseña, esos secretos pueden
pasar desapercibidos.
En el texto de hoy, Jesús dice
que Dios ha mostrado a los senci-
llos, o sea a las personas humildes y
sinceras, cosas que escondió de los
sabios y entendidos.
Vamos a hacer un experimento
para entender cómo pueden haber
verdades de Dios delante de noso-
tros pero escondidos.
El experimento tiene que co-
menzar con una pregunta qué que-
remos resolver. ¿Pueden haber co-
sas invisibles para nuestros sentidos
pero que se hacen obvios si las con-
diciones se dan?
Ahora no se ve, ahora sí
Ahora no se ve, ahora sí
Primero observen esta hoja en
blanco. (Se pide a varios niños que
revisen la hoja.)
Ahora vamos a hacer una tinta
invisible. (Se pide a un niño que
exprima jugo de limón en un vaso.)
Podemos escribir un mensaje
secreto en la hoja con la tinta invi-
sible. (Se pide a otro niño que es-
criba un mensaje corto en la hoja
usando un palito con algodón re-
mojado en el jugo de limón.)
Aunque se nota que la hoja tie-
ne algo escrito, es difícil de leer. Es
así con las cosas que Dios quiere
enseñarnos. A veces sabemos que
están allí pero no podemos enten-
derlas. Por ejemplo, hay pasajes
Bíblicos que leemos pero que no
entendemos.
Por medio del Espíritu Santo
quien vive en nosotros, podemos
descubrir lo que Dios nos quiere
enseñar.
A. Se prende una vela.
B. (La maestra debe hacer esta
parte del experimento y debe prac-
ticar varias veces antes de
la reunión para asegurarse
de poder hacer resaltar lo
escrito sin quemar la
hoja.)
C. Se pasa la hoja so-
bre la vela, con lo escrito
hacia la llama.
D. Se mueve la hoja
Nuevo Testamento
constantemente para que no se va-
ya a quemar, pero permitiendo que OBJETIVO:
la llama haga resaltar el jugo de
Comparar los resulta-
limón en un color tostado.
¿Ven ustedes como el calor de dos de un experimento
la vela ha hecho que las letras apa- con la sabiduría ante la
rezcan? Es así con la sabiduría de luz de Dios.
Dios. Pueden suceder cosas que en
el momento no las entendemos,
pero cuando el Espíritu Santo nos
ilumina las entendemos y aprende-
mos.
¿Cuáles son algunos de los tex-
tos Bíblicos que nos cuesta enten- TEXTO BÍBLICO:
der? Lucas 10:21-24
¿Cuáles son algunas de las situa-
Verso 21b: “...has mos-
ciones en la vida o en este mundo
que no entendemos? trado a los sencillos las
¿Si ustedes le pudieran hacer cosas que escondiste
cualquier pregunta a Dios, qué pre- de los sabios y entendi-
gunta le harían? dos.”
Recuerden que cuando no en-
tendemos algo, si somos humildes y
sinceros con Dios, él nos iluminará
y nos enseñará su verdad y su cami-
no. Podemos tener fe en Dios aun MATERIALES
cuando la respuesta parece estar Jugo de limón
invisible ante nuestros
Palito con algodón
cinco sentidos.
Vela y fósforos
Papel en blanco
Página 33
 Los tesoros de verdad
OBJETIVO: A ntes del momento con los
niños, la maestra prepara
Determinar cuáles son dos cajas. En una caja coloca
los verdaderos tesoros muchos objetos diferentes. Al-
en esta vida. gunos pueden ser lindos y otros
pueden ser viejos o que ya no
sirven. Para la otra caja, prepara
caramelos. Cada cara-
melo debe estar en-
vuelto con un papelito
que tenga escrito algún
tesoro eterno (Por
TEXTO BÍBLICO: ejemplo, se pueden es-
Lucas 12:32-34 cribir los frutos del
Verso 34: “Pues donde Espíritu, los dones espi-
esté la riqueza de uste- rituales o las caracterís-
des, allí también estará ticas del amor.) Se
su corazón. pueden desenvolver los
caramelos, colocarles
los papelitos y volver a
envolverlos otra vez.
También prepara un
dibujo grande de un
MATERIALES baúl de tesoros.
Dos cajas envueltas con Ya en la lec-
papel de regalo ción, se coloca la pri-
En una caja objetos de mera caja enfrente de
diferentes tipos, viejos y los alumnos. Se observan y se
nuevos y en la otra caja analizan los objetos. ¿Cuáles de
caramelos con textos. estas cosas les gustan y cuáles
Cinta adhesiva y cartuli- no? ¿Cómo van a estar estas co-
na con el dibujo del baúl sas en unos cien años? ¿Qué
hacemos con las cosas que ya no
Página 34 Nuevo Testamento
nos sirven?
Es importante que
aprendamos a cuidar de nues-
tras cosas como los uniformes,
los juguetes o los útiles escola-
res. Sin embargo, éstas no per-
duran para siempre. Cuando pa-
sa el tiempo, esa ropa que tanto
nos gustaba ya no nos queda y
ese juguete preferido ya pasa de
moda. ¿Por qué creen que la
Biblia nos dice que debemos de
tener cuidado de no hacernos
de tesoros aquí en la tierra? Si
amamos las cosas que después
se rompen o se desgastan, siem-
pre quedaremos desilusionados
y tristes. Sin embargo, la
Biblia nos dice que hay tesoros
que duran para siempre. Si
amamos estos tesoros y los
guardamos en nuestros co-
razones seremos realmente
felices. Estos son tesoros
que nadie puede robar o
destruir.
(Después saca la
otra caja. Cada niño reci-
be un caramelo. Uno a la
vez, cada participante des-
envuelve su caramelo y la
maestra explica el tesoro
escrito en el papelito. Los
papelitos se van pegando
en el baúl de tesoro que la
maestra preparó antes de
la clase.)
La Biblia dice que
donde esté nuestra rique-
za, allí estarán también
nuestros corazones. Estos teso-
ros durarán para toda la eterni-
dad.
Los tesoros de verdad

T odos tenemos nombre.
La gente nos conoce por
nuestro nombre y sabemos
cuando nos llaman o nos ne-
cesitan por que nos llaman
por nuestro nombre. ¿Cómo
se llaman ustedes? A veces no
nos dicen por nuestro nombre. En
nuestra familia o entre nuestros
amigos pueda ser que tengamos un
apodo o un sobrenombre, alguna
palabra que usan para identificar-
nos. A veces nuestro apodo puede
resaltar una virtud especial que te-
nemos. Desafortunadamente, en la
mayoría de los casos, un apodo se
usa para caracterizarnos en alguna
forma negativa. ¿Cuáles son algu-
nos de los apodos que usan en sus
familias y con sus amigos? ¿Creen
que estos apodos pueden hacer sen-
tir bien o mal a una persona?
Las palabras que salen de
nuestras bocas pueden bendecir o
pueden dañar a otras personas. Un
sobrenombre que se burla de algún
aspecto físico de una persona o que
resalta alguna característica negati-
va, puede herir profundamente los
sentimientos y el autoestima.
La Biblia nos menciona en
muchas ocasiones los significados de
diferentes nombres. Isaac, por
ejemplo, quiere decir “reírse” en el
idioma hebreo y nos recuerda que
su mamá, Sara, se rió cuando supo
que Dios le daría un hijo a pesar de
Apodos y Sobrenombres
Apodos y Sobrenombres
que ella era anciana. El
nombre de Jesús significa
“El Señor salva.” ¿Quién de
ustedes sabe lo que significa
su nombre?
Para Dios, nuestro
nombre es muy importante.
En Isaías 41:1 dice, “El Señor que te
creó te dice: “No temas, que yo te
he libertado; yo te llamé por tu
nombre, tú eres mío.” Dios nos co-
noce a cada uno de nosotros por su
nombre.
En la Biblia también salen
apodos o sobrenombres. Muchas
veces estos apodos o sobrenombres
resaltaban algo muy especial en esa
persona, algo que lo distinguía.
Jesús le puso un sobrenombre a
Simón. Le puso el nombre de Pe-
dro, que significa piedra y dijo,
“sobre esta piedra voy a construir
mi iglesia.” (Mat. 16:18) Con este
nombre, Jesús le estaba diciendo a
Simón Pedro y a todos los demás
que él sería una pieza clave en los
planes de Dios.
Hoy en día, muchos usan
los apodos y los sobrenombres para
humillar, avergonzar o como burla.
El escritor de Hechos nos cuenta de
un hombre llamado José quien era
conocido por ser generoso. Tam-
bién nos dice que los apóstoles le
pusieron por sobrenombre
“Bernabé.“ Este nombre significa
“hijo de la consolación.“ O sea que
Nuevo Testamento
José también era conocido por con-
solar a la gente y por hacerse amigo
de las personas aunque los demás
OBJETIVO:
Analizar cómo los
los rechazaran o a pesar de sus fal-
tas. Una de las personas más im- nombres, apodos y so-
portantes del cual José o Bernabé se brenombres pueden
hizo amigo fue Pablo. Cuando to- bendecir o dañar a una
dos le tenían miedo a Pablo porque persona.
había perseguido a los Cristianos,
Bernabé se hizo amigo de él. Más
tarde, cuando Pablo y Bernabé esta-
ban trabajando juntos, tuvieron una
terrible discusión. Sucede que Pablo
no quería aceptar a un joven llama- TEXTO BÍBLICO:
do Juan Marcos. Bernabé insistió Hechos 4:32-37
tanto que llevaran a Juan Marcos
en un viaje misionero, que al final Verso 36b: “...llamado
Pablo se fue por un lado y Bernabé José... a quien los
y Juan Marcos por otro. Muchos apóstoles pusieron por
años más tarde, Pablo reconoció su sobrenombre Bernabé,
error y aceptó el valioso ministerio
de Juan Marcos.
(que significa: Hijo de
Pensemos en cuáles podrían la consolación.)“
ser los apodos o sobrenombre que
nos pondría Jesús a nosotros.
¿Cuáles son las características que PENSAMIENTO
podríamos destacar de nosotros
mismos o de nuestros compañeros?
...El Señor que te creó
(La maestra puede ayudar a los ni- te dice: “No temas,
ños a pensar en las características que yo te he liberta-
positivas de cada niño. Debe tener do;yo te llamé por tu
mucho cuidado de que se mencio- nombre, tú eres mío.
nen solamente cualidades positivas.)
Nosotros como cristianos podemos Isaías 43:1
bendecir a otros siempre viendo sus
aspectos positivos.
Página 35
 ¡Rin rin, habla Dios!
OBJETIVO: A ntes del momento con los ni-
ños, la maestra prepara un
“teléfono” con dos vasos de yog-
Relacionar la comuni-
hurt o de plástico desechable y una
cación del teléfono pitilla de algodón de la siguiente
con la comunicación manera.
que tiene Dios con no- 1. Se perforan dos hoyos pequeños
sotros y el mensaje de en el fondo de los vasitos.
2. Se inserta una punta de la pitilla
la salvación. en el hoyo de un vaso y se ata un
nudo para que la pitilla no se salga.
3. Se repite el procedimiento con la
otra punta y el otro vaso.
TEXTO BÍBLICO: 4. La pitilla deberá tener unos cin-
Romanos 3:23-26 co o seis metros de largo.
5. Cuando dos personas estiran
Verso 24: “Pero Dios, la pitilla entre sí y uno se coloca un
en su bondad y gratui- vaso a la boca y el otro al oído,
tamente, los ha librado podrán conversar en voz baja. El
de culpa, mediante la sonido de la voz correrá a lo largo
liberación que se alcan- de la pitilla en forma de pequeñas
vibraciones. Si alguien toca la piti-
za por Cristo Jesús.” lla, podrá sentir las vibraciones y se
cortará la comunicación. ¡NÓTESE
QUE LA PITILLA DEBERÁ ESTAR
MATERIALES BIEN ESTIRADA PARA QUE FUN-
CIONE ESTE “TELÉFONO”!
Dos vasitos de yoghurt Ya en el momento para los ni-
Pitilla de algodón ños, la maestra comienza pregun-
Tijeras tando si los niños saben cómo fun-
cionan los teléfonos. ¿Cómo es que
el sonido llega de un aparato a otro
aparato? Luego les pregunta si cre-
en que con dos vasitos y un poco
de pitilla puede mostrar cómo fun-
ciona un teléfono.
En seguida pide dos voluntarios.
Página 36 Nuevo Testamento
Explica que en la comunicación, así
como por teléfono, tiene que haber
una persona que habla, una perso-
na que escucha y un mensaje. En-
trega un vasito a uno de los volun-
tarios y el otro vasito a otro volun-
tario. Pide que estiren “la línea te-
lefónica” a lo largo del pasillo de la
iglesia. Escoge un voluntario para
ser el que manda el mensaje y otro
para ser el receptor. Los niños
prueban el sistema del teléfono. La
maestra explica que las vibraciones
de la voz corren a lo largo de la pi-
tilla y que en los teléfonos comunes
el sonido corre a lo largo de los
alambres que conectan los aparatos.
En seguida la maestra pregunta
cómo es que nosotros nos comuni-
camos con Dios. Aun en la oración
tiene que haber alguien que habla,
alguien que escucha y un mensaje.
Muchas veces hablamos nosotros y
Dios nos escucha, y a veces Dios
quiere hablarnos y nosotros debe-
mos escuchar. ¿Cuáles son los men-
sajes que entregamos a Dios en la
oración? ¿Cuáles son los mensajes
que Dios nos envía a nosotros?
Ahora la maestra pide que los
voluntarios conversen usando el
“teléfono” y con un par de tijeras
corta la línea. ¿Qué pasa con la co-
municación? Sucede que la Biblia
nos explica que hay algo que
“corta” la comunicación entre noso-
tros y Dios. Se llama pecado. ¿Qué
es el pecado? El pecado nos separa
de Dios, pues él es santo y no pue-
de el pecado estar en su presencia.
Sin embargo, Dios envió a al-
guien para reparar el corte en nues-
tra “línea de comunicación.” La
maestra toma las dos puntas corta-
das y las une con un nudo. Los ni-
ños vuelven a probar el teléfono.
Jesús es como este nudo en la línea
de comunicación entre nosotros y
Dios. Jesús ha tomado todos nues-
tros pecados y esto nos permite
hablar con Dios libremente. Dios
quiere que todos mantengamos una
constante comunicación con él por
medio de su hijo, Jesucristo.
¡Rin, rin, habla Dios!

H abía una vez una niña quien
soñó que llegó al cielo.
Cuando llegó ante las puertas ce-
lestiales, se dio cuenta que no
había nadie por allí. Parece que
todos habían salido a una fiesta
especial o a un día de campo.
Decidió esperar adentro de un
enorme edificio hasta que alguien
viniera a buscarla. Al entrar
a una gran sala con estandartes y
un trono majestuoso, notó una
puerta a un lado con un letrero
que decía “oficina.” No aguantó
la curiosidad, y abrió la puerta
para descubrir un
enorme escritorio
con una silla de igual
tamaño. Con un
gran esfuerzo, subió
a la silla pensando
que sería un buen lu-
gar para esperar. De
repente se dio cuenta
que desde esa silla
podía ver el mundo
con todos sus deta-
lles. Pero, lo que ve-
ía le llenaba de eno-
jo y hasta rabia. Ve-
ía como se maltrata-
ba la gente, las gue-
rras, el hambre y el
sufrimiento. Veía co-
mo las personas
Los lentes de Dios
Los lentes de Dios
mentían y se destruían los unos a
los otros. Veía familias divididas,
niños abandonados y la contami-
Después un olor delicado y muy
agradable impregnó el lugar. La
niña se quitó los lentes rápida-
OBJETIVO:
Narrar una historia pa-
nación de la tierra. Cuando ya mente y se bajó de la silla de un ra después conversar
no soportó más, volteó su mirada salto, pues había entrado a la ofi-
hacia el escritorio donde en- cina la misma presencia de Dios.
sobre el amor de Dios.
contró una sola cosa: un par de Dios le dijo que no tuvie-
lentes. ra miedo. Entonces la niña tuvo
Como cualquier niña cu- la valentía de preguntarle a Dios
riosa, tomó los lentes. Ya con los porqué desde la silla había visto
lentes puestos ante sus ojos, vol- tantas cosas horribles pero que
vió a mirar hacia la tierra. En rea- había cambiado su perspectiva y
lidad las cosas no habían cambia- sus sentimientos cuando se puso TEXTO BÍBLICO:
do, pero de alguna manera su esos lentes.
Romanos 8:35-39
perspectiva era diferente. Ahora Dios le explicó que desde
veía a los seres humanos su silla, la niña había tenido la Verso 39b: “¡Nada
con un amor intenso. oportunidad de ver el mundo así podrá separarnos del
Sus ojos se llenaron de como es, lleno de pecado, dolor amor que Dios nos ha
compasión ante el dolor. y maldad. Pero que los lentes mostrado en Cristo
Además comenzó a ver eran los “Lentes del amor de Jesús nuestro Señor!”
pequeños puntos de es- Dios“ y que al ponérselos ella
peranza: una flor cre- había visto la transformación que
ciendo en el cemento, trae ese amor al mundo. Había
unos niños compartien- tenido el privilegio de ver el
do sus juguetes, dos mundo así como lo ve Dios. No PENSAMIENTO
amigos trabajando hay nada que nos pueda separar En griego, la palabra
juntos. del amor de Dios, ni siquiera la kairos significa el tiem-
E n misma muerte. po de Dios. Este tiem-
ese momento es- ¿Cómo sería nuestra perspecti- po no se mide con dia-
cuchó un silencio va del pecado, de las demás per-
muy particular que sonas y de nosotros mismos si nos
s, minutos o segundos.
llenaba la sala de pudiéramos poner los lentes de Se mide con el amor
afuera y luego la oficina Dios? perfecto.
de una paz que la niña
nunca había sentido.
Nuevo Testamento Página 37
 ¿Dibujar con la boca?
OBJETIVO:
Demostrar como no
A ntes del momento para los
niños, la maestra prepara
una tabla de dibujo colocando
todas las partes del un papel en blanco sobre una
cuerpo sirven para lo tabla o un cartón resistente. De-
mismo y comparar berá pegar la hoja con cinta ad-
hesiva. Después, en otra hoja,
nuestros cuerpos físicos
deberá dibujar la figura sencilla
con el cuerpo de Cris- de un cuerpo humano.
to, la iglesia. Ya en el momento le in-
vita a los niños a ponerse de pie
y a acompañarla en un breve
TEXTO BÍBLICO: recorrido por sus cuerpos. Co-
Romanos 12:4-5 mienzan moviendo la cabeza
Verso 4: “Porque así co- mientras ella pregunta, “¿para
mo en un solo cuerpo qué usamos la cabeza?” Siguien-
tenemos muchas partes, do el ejemplo de la maestra, to-
y no todas las partes sir- dos los niños deben ir movien-
ven para lo mismo...“ do las partes de sus cuerpos y
mencionando las funciones de
cada una de las partes.
Ahora la maestra explica
que va a necesitar varios volun-
MATERIALES tarios para copiar, sobre la hoja
Lápices de cera pegada a la tabla, la figura
Hojas de papel en humana que ella ha dibujado.
blanco Una vez que ya tiene los volun-
Una tabla para apoyar tarios (pueden ser tres) les expli-
el papel ca lo que van a dibujar pero
Cinta adhesiva para que no pueden usar sus manos.
pegar el papel El primer voluntario, deberá di-
bujar colocando el lápiz de cera
en su boca. Una vez que haya
Página 38 Nuevo Testamento
intentado, deberán comparar
su trabajo con el dibujo original.
La maestra puede cambiar la
hoja sobre la tabla y pedirle al
siguiente voluntario que copie la
figura pero usando solamente
sus rodillas. Se coloca el lápiz
de cera entre sus rodillas para
que haga el intento. Después de
cambiar otra vez la hoja, el últi-
mo voluntario deberá hacer la
copia usando los dedos de los
pies.
Cuando los
tres voluntarios
hayan terminado,
se comparan todos
los dibujos y se pre-
gunta a los niños
por qué fue tan
difícil lograr el ob-
jetivo.
La maestra
puede ahora expli-
car que las diferentes partes de
nuestro cuerpo tienen diferentes
funciones y capacidades. La Bi-
blia nos enseña que la iglesia
también es como un cuerpo, el
cuerpo de Cristo. En la iglesia
todos somos diferentes así como
las diferentes partes del cuerpo.
Además, en la iglesia todos te-
nemos diferentes funciones y ca-
pacidades. Cada miembro de la
iglesia, así como cada parte del
cuerpo, es importante aunque
sus funciones y capacidades sean
diferentes. Algunos tocamos
instrumentos, otros predicamos,
otros servimos, y otros entrega-
mos abrazos y sonrisas.
Debemos de respetar y
amar a cada uno de los miem-
bros de la iglesia, el cuerpo de
Cristo, pues todos
somos necesarios
para que el cuerpo
f un cion e bien .
Tampoco debemos
esperar que todos
los miembros de la
iglesia piensen, tra-
bajen o sirvan de la
misma manera.
Dios nos hizo a to-
dos diferentes, con
capacidades y funciones especia-
les. ¿Cuáles son algunas de las
funciones y las capacidades de
los niños en la iglesia?
¿Dibujar con la boca?

E rase una vez un ojo que no de-
jaba de quejarse de la situación
en el cuerpo donde vivía. Sucede
que las cosas que se hacían no eran
de su agrado y sentía que su opi-
nión no se tomaba en cuenta. De
repente el cuerpo visitaba lugares
que no tenían aspecto agradable, y
el ojo tenía que mirar escenas que
no le gustaban. Además, el cuerpo
vivía en una gran ciudad donde la
contaminación le hacía llorar y casi
todos los días sentía una horrible
picazón. Él ojo quería vivir en un
hermoso campo o quizá en la punta
de una colina donde podía pasarse
el día entero haciendo nada más
que mirar las montañas en la distan-
cia, las nubes blancas y los árboles
frondosos. Sin embargo, por más
que opinaba, los demás miembros
del cuerpo no le hacían caso.
Un día, el ojo decidió que
había aguantado lo suficiente y que
era tiempo de buscar su indepen-
dencia. ¡Bah! No necesitaba a na-
die más. Decidió que cerraría su
párpado y que no entregaría ningu-
na información al resto del cuerpo.
Así comenzó la triste exis-
tencia del ojo. Tan concentrado
había estado en las cosas negativas,
que no se daba cuenta de todas las
cosas hermosas de las cuales se esta-
ba perdiendo. No vio el atardecer
sobre el mar cuando el cuerpo fue
de visita a la playa. No sintió el pla-
No te necesito
No te necesito
cer de todo el cuerpo al bañarse en
las olas. No vio la sonrisa del niño
cuando el cuerpo entregó un abra-
zo especial. No disfrutó del los ali-
mentos que además de oler y saber
bien, también eran lindos para mi-
rar: frutas, verduras, platillos espe-
ciales. El ojo se perdió de todo esto
enojado y encerrado dentro de su
párpado.
Al comienzo, los demás
miembros del cuerpo trataban de
invitarlo a salir. El oído le decía
“escucho una bella melodía, Debe
ser un pájaro cantando. ¿Cómo
es?” Pero el ojo no contestaba y
seguía escondido detrás de su
párpado. El otro, su compañero
constante, le recordaba de todas las
cosas que se estaba perdiendo.
“¡No estás disfrutando de la vida!
Ven y acompáñanos.” Pero el ojo,
tan terco como siempre, no se deja-
ba ver. Por último, la mano emo-
cionada, le imploró, “ojo, trabaje-
mos juntos para crear algo hermoso
que todos podamos disfrutar.” El
ojo fue realmente malcriado en su
respuesta y le gritó a la mano, “No
les necesito, ¡Déjenme en paz!”
Así los demás miembros del
cuerpo decidieron esperar a que el
ojo solito se diera cuenta que todos
se necesitaban a todos.
Cierto día, el ojo comenzó
a sentir mucha comezón. Sucede
que por estar tan encerrado, le hab-
Nuevo Testamento
ía dado una infección. El cuerpo de
inmediato se dio cuenta del dolor y
la incomodidad del ojo, pues en un
OBJETIVO:
Reafirmar que todos
cuerpo, cuando un miembro sufre,
todos sufren. Fueron al médico y el somos importantes en
oído prestó mucha atención a las el cuerpo de Cristo, y
indicaciones. Cuando el cuerpo que todos nos necesita-
llegó a la farmacia, el otro ojo miró mos.
la etiqueta de las gotas que se de-
berían comprar. Y luego, todos
juntos, el brazo, las manos y el ojo
sano, trabajaron en perfecta armon-
ía para abrir el párpado con mucho
cuidado y colocar en el ojo la canti- TEXTO BÍBLICO:
dad de gotas recomendadas por el I Corintios 12: 12-22
médico. ¡Fue terrible el momento
de abrir el párpado pues el ojo es- Verso 21: “El ojo no
condido sintió mucho dolor prime- puede decirle a la mano:
ro por la luz y después por la enfer- “No te necesito”; ni la
medad. Tuvieron que seguir hacien- cabeza puede decirles a
do el mismo procedimiento por va- los pies: “No los necesi-
rios días hasta que por fin, un día, to.“
¡el ojo logró ver de nuevo! ¡Qué
felicidad! ¡Ya se sentía bien! Y así
también, todo el cuerpo se regocijó.
Y el ojo nunca más se quejó del tra- PENSAMIENTO
bajo que le había tocado y procuró
siempre compartir con el resto del
cuerpo las cosas bellas y sencillas Ninguno predica me-
que miraba a su alrededor. jor sermón que la hor-
miga que nada dice.
-Franklin
Página 39
 Olor agradable
OBJETIVO: A ntes del momento para los
niños, la maestra prepara to-
dos los objetos con olores agrada-
Identificar diferentes
bles y desagradables que los niños
olores y comparar los deberán identificar. Debe cubrir
olores a diferentes todos los objetos con un paño para
comportamientos agra- que no los puedan ver. Si se desea,
dables y desagradables se pueden preparar los objetos so-
a Dios. bre una bandeja cubierta por un
paño.
Ya con los niños, la maes-
tra explica que con nuestra nariz
podemos identificar muchos olores
TEXTO BÍBLICO: diferentes. Por ejemplo, cuando
II Corintios 2:14-17 pasamos por donde se crían chan-
chos o se ha botado mucha basura,
Verso 15a: “Porque no-
nuestro olfato identifica el mal
sotros somos como el olor. Cuando pasamos por una
olor del incienso que fábrica de dulces o por un campo
Cristo ofrece a Dios.” de pasto recién podado, nos llama
la atención el olor agradable.
Nuestro olfato también nos ayuda
a mantenernos sanos. Cuando ole-
mos comida que se está descompo-
niendo, sabemos que no la debe-
MATERIALES mos comer. El olor a gas nos dice
Una venda que debemos tener cuidado porque
nos podríamos intoxicar
Objetos con diferentes
o podría haber una ex-
olores unos agradables plosión.
y otros desagradables La Biblia nos dice
(ejemplo: cebolla, pi- que nosotros debemos
mienta, cloro, jabón, esparcir el mensaje de
Cristo Jesús como un olor
un perfume, etc.)
agradable. También dice
que nosotros somos el
Página 40 Nuevo Testamento
hermoso olor del incienso
que Cristo ofrece a Dios.
La maestra ahora
explica que debajo del paño
están diferentes objetos que
tienen diferentes olores.
Diferentes niños podrán ser
voluntarios para identificar
los olores. A cada volunta-
rio se le pondrá una venda
en los ojos para que use so-
lamente su sentido del olfato para
identificar el objeto.
Conforme los niños van
oliendo e identificando los objetos,
la maestra deberá ir comparando
los olores con diferentes comporta-
mientos infantiles que puedan ser
agradables o desagradables delante
de Dios. Por ejemplo, cuando un
niño logra identificar el olor del
jabón, la maestra puede comparar
este olor con tener pensamientos
puros y llenar nuestra mente con
cosas saludables. Si se identifica el
olor del ajo, puede comparar este
olor con la mentira que parece a
veces ser algo tan pe-
queño pero después
impregna todo lo que
hacemos y los resulta-
dos no desaparecen
fácilmente. Los niños
pueden dar sus propias
opiniones sobre los
comportamientos que
les parecen agrada-
bles o desagrada-
bles delante de
Dios.
C r i s t o
quiere que noso-
tros estemos siem-
pre presentando
un olor agradable
delante de Dios.
Cada uno de noso-
tros es responsable de mantener
limpio nuestro cuerpo, nuestra
mente y nuestro espíritu. Pero, a
veces las cosas malas que hacemos,
nuestros pecados, hacen que noso-
tros seamos como un olor desagra-
dable. La Biblia nos promete que si
nos sentimos mal por lo que hemos
hecho y pedimos perdón a Dios,
Cristo nos limpiará de todos nues-
tros pecados y volveremos a ser co-
mo este hermoso perfume delante
de Dios.
La maestra ahora coloca
una gotita de perfume en la mano
de cada niño para que recordar que
todos podemos y debemos presen-
tar un olor agradable a Dios en
nuestras acciones, nuestros pensa-
mientos y nuestras actitudes.
Olor agradable
 Una carta escrita por Cristo
T engo aquí varias diferentes car-
tas con sus sobres. ¿Sabían us-
tedes que con simplemente mirar la
letra con la cual
está escrita la direc-
ción, puedo a veces
adivinar de quién
viene la carta? Esta
carta, por ejemplo,
viene de mi papá.
¿Ven su letra? Yo
conozco bien cómo
escribe.
Aquí tengo
otra carta. Esta car-
ta no puedo identi-
ficar quién es quien
me la envió, pero si miro el nom-
bre y la dirección del remitente, ya
lo sé. ¿Dónde se debe colocar el
nombre y la dirección de la perso-
na que envía la carta? ¿Dónde se
debe colocar el nombre y la direc-
ción del destinatario o del que va a
recibir la carta?
Aquí tengo más cartas: una
que me envió un niño para la Navi-
dad, y otra carta que tiene adentro
la boleta del teléfono. Todos tie-
nen sobres diferentes. Pero, ¿qué
es lo más importante de una carta,
el sobre o lo que tiene escrito aden-
tro? Dentro del sobre que me
mandó mi papá, hay una linda tar-
jeta de cumpleaños. Será mejor
que mire lo que contiene el sobre
Una carta escrita por Cristo
de la compañía de teléfono o si no,
me pueden cortar la línea. Lo que
contiene el sobre es más importan-
te que lo que tiene escri-
to afuera.
El Apóstol Pablo
en la segunda carta que
escribió a los Corintios
dice que nosotros somos
como una carta escrita
por Cristo mismo. Por
fuera, somos como el so-
bre. Nuestros comporta-
mientos y actitudes de-
ben decir claramente
quien es el remitente.
¿Quién creen que es el
remitente o el que nos envía?
¡Cristo! Y nuestra forma de tratar
a los demás dirá a quiénes estamos
dirigidos como cartas humanas: a
todos las personas con las cuales
entramos en contacto.
San Pablo dice que no so-
mos una carta escrita con tinta, sino
una carta escrita con el Espíritu del
Dios viviente y grabada en los cora-
zones. Miren esta carta que tengo
aquí. Es un sobre grande que por
fuera dice que es de parte de Jesús
para todas las personas. Nosotros
somos como esta carta. Pero re-
cuerden, que aunque el sobre es
muy importante, lo más importan-
te es el mensaje que contiene el so-
bre. ¿Cuál es el mensaje que lleva
Nuevo Testamento
este sobre y qué debemos todos
nosotros llevar en nuestros corazo-
nes? Veamos qué dice la carta de-
OBJETIVO:
Relacionar el mensaje
ntro de este sobre… Dice: AMOR.
Jesús nos envía a nosotros y el propósito de una
quienes hemos creído en él como carta con el mensaje y
cartas de amor a todas las perso- el propósito de un cre-
nas. Es el amor que nosotros tene- yente en Jesús.
mos grabado en nuestros corazo-
nes. Este es el mensaje que tene-
mos que compartir: “Pues Dios
amó tanto al mundo, que dio a su
Hijo único, para que todo aquel
que cree en él no muera, sino que TEXTO BÍBLICO:
tenga vida eterna.” (Juan 3:16) II Corintios 3:1-3
Normalmente las cartas se
Verso 3a: “Y se ve cla-
sellan pues son privadas. Solamen-
te el destinatario puede abrir el so- ramente que ustedes
bre. Pero nosotros debemos de ser son una carta escrita
cartas abiertas para que todos pue- por Cristo mismo.”
dan abrir el sobre y leer el mensaje
de amor que tenemos. Esto quiere
decir que debemos ser abiertos con
el mensaje de amor que entrega-
mos. ¡Todos necesitan leer la carta
de amor que llevamos grabada en MATERIALES
el corazón! ¿Hay alguna persona Los sobres y las cartas
quien ustedes creen necesita recibir
escritas por diferentes
una carta de amor esta semana?
¡Vayamos nosotros a compartir el personas.
mensaje de Dios con ella! Un sobre grande con
una cartulina adentro
en la cual está escrita la
palabra AMOR
Página 41
 Mano abierta
OBJETIVO: E n la casa de la abuela había un
hermoso jarrón chino con di-
bujos divertidos y extraños de dra-
Narrar una historia de
gones y flores. A la nieta de la
una niña, un jarrón y abuela siempre le había fascinado
la codicia. ese jarrón con un boca pequeña y
su cuello largo que después se
agrandaba como un globo inflado.
Un día, cuando la nieta estaba de
visita, la abuela le regaló tres mone-
das nuevas y brillantes y le dijo,
“una moneda es para que la entre-
gues como ofrenda en la Escuela
TEXTO BÍBLICO: Dominical. Otra moneda es para
II Corintios 9:6-8 que la guardes en tu chanchito de
los ahorros. Y la última moneda es
Verso 7: “Cada uno de- para que te compres algo cuando
be dar según lo que haya vayamos a la tienda.”
decidido en su corazón, La nieta estaba muy emo-
y no de mala gana o a la cionada con sus tres monedas y las
fuerza, porque Dios ama guardó en su bolsillo. Más tarde
al que da con alegría.” estaba frente al jarrón chino admi-
rando los dibujos cuando en un dos
por tres le entró una idea en la ca-
beza. ¿Les ha sucedido alguna vez
PENSAMIENTO que de repente se les ocurre una
idea y no pueden dejar de pensar
Si cerramos nuestras en ella? Pues a la nieta se le ocurrió
manos para empuñar preguntarse cómo sonarían las tres
lo que tenemos, tam- monedas al caer dentro del jarrón
poco tendremos las chino. Tanta era su curiosidad por
manos abiertas para saber la respuesta a su pregunta,
que al fin no pudo resistir la tenta-
recibir lo que Dios nos ción de dejarlas caer una a una de-
quiere dar. ntro del jarrón. ¡Ping! Hizo la pri-
mera moneda al caer. ¡Qué sonido
más lindo y extraño! ¡Ping, ping!
Página 42 Nuevo Testamento
Hicieron las siguientes dos monedas
al caer.
Ya que había averiguado
cómo sonaban las monedas, la niña
tomó el jarrón con cuidado y metió
la mano para sacar las monedas. Su
pequeña mano apenas logró pasar
por la boca y el cuello del jarrón.
Buscó las monedas y las encerró en
su puño. Pero al tratar de sacar su
mano, la niña descubrió que tenía
un verdadero problema. ¡Su mano
ya no pasaba por el angosto cuello
del jarrón! No sabía qué hacer
pues realmente era una niña muy
jovencita y nunca había tenido un
problema similar. Se sentó en el
piso y comenzó a llorar.
En unos momentos llegó la
abuela para ver qué sucedía. Des-
cubrió a su nieta en el piso con la
mano atorada dentro de su jarrón
chino. La niña lloraba
de tal manera que no
podía hablar. La abue-
la no tenía idea del
porqué tenía la mano
en el jarrón y se le
ocurrió que a lo mejor
lloraba porqué le dolía
mucho la mano.
Llamó al abuelo, quién
al ver la situación, tra-
jo un poco de jabón y
la untó en la mano de
la niña y en el jarrón.
Ni así pudo resbalarse
la mano y salirse del jarrón. Llegó
la ama de llaves y recomendó que
usaran un poco de grasa, pero no
había caso. La mano no salía del
jarrón y la niña lloraba cada vez
con más fuerza. La abuela, desespe-
rada por la situación de su nieta,
por fin mandó traer un martillo. Su
jarrón era muy caro, pero era más
importante aliviarle el dolor de su
nieta.
Con un solo golpe el jarrón
se rompió en mil pedazos y allí en-
contraron el puño de la nieta to-
davía sosteniendo con fuerza las
tres monedas. Entonces supieron
que si ella hubiera soltado las mo-
nedas, su mano hubiera pasado por
la boca del jarrón. Su afán por las
monedas y su mano cerrada habían
roto el hermoso jarrón.
Cuando somos egoístas y
codiciosos con lo que te-
nemos, somos como la
niña con las monedas en
su mano empuñada.
Dios quiere que aprenda-
mos a soltar las bendicio-
nes que nos ha dado y
que confiemos en Él.
Con las manos abiertas y
vacías al entregarlo todo
a él, Dios nos podrá lle-
nar con bendiciones espe-
ciales las cuales nunca nos
imaginamos recibir.
Mano abierta

A ntes del momento con los
niños, la maestra deberá
preparar el agua para un experi-
mento. Debe congelar agua en
una bolsa de plástico o en una
botella pequeña de plástico trans-
parente. Debe hervir agua y co-
locarla en un termo para que aun
tenga vapor al momento de usar-
se. (Se debe tener mucho cuidado
con el termo para que nadie se
queme.) También necesitará un
jarro con agua, un vaso transpa-
rente y una mesa pequeña para
colocar los objetos.
Qué es un misterio? Un
misterio es una situación que no
tiene solución fácil u obvia.
Cuando hablamos de un misterio
como cristianos, quiere decir que
creemos en algo por fe y no por
que es accesible a la razón. La Bi-
blia nos dice que Dios es un solo
Dios, pero también nos habla de
Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios
el Espíritu Santo. ¿Alguna vez se
han preguntado cómo es que
Dios puede ser uno solo pero a la
misma vez es tres personas? ¿Hay
alguna cosa en la tierra que se
manifiesta en tres formas pero
que es una sola que nos pueda
mostrar la solución a este misterio
de Dios?
Voy a verter algo de este
Tres en Uno
Tres en uno
jarrón a este vaso. ¿Qué es?
¡Agua! ¿Están seguros? Este líqui-
do es vital para la vida sobre la
tierra. Todas las plantas y los ani-
males y hasta nosotros mismos
necesitamos agua para poder so-
brevivir. ¿Que sucede si pongo
agua en este plato? ¿Cómo es el
agua en su estado
líquido? ¿Qué forma tiene?
¿Dónde encontramos el agua en
este estado en la naturaleza?
Aquí en este termo, tam-
bién tengo agua, pero al desta-
parlo, vamos a ver que es diferen-
te. Si pongo este espejo cerca de
la boca del termo, ¿qué sucede?
¿Por qué se empaña? ¿Cómo es
el vapor? ¿Hay vapor, o agua,
en el aire que no se puede ver?
¿Dónde encontramos vapor en la
naturaleza? (nubes)
El agua también aparece
en la tierra en otra forma. ¿Qué
hay dentro de esta bolsita? Hie-
Nuevo Testamento
lo. ¿Cómo es el hielo? ¿Qué for-
ma tiene? ¿Dónde encontramos el
hielo en la naturaleza?
OBJETIVO:
Demostrar cómo el
En la tierra encontramos agua en sus tres pro-
el agua en tres estados físicos. Es
líquido en los mares y ríos y sigue
piedades puede ser un
siendo agua. Es vapor en las nu- ejemplo de la Trinidad
bes pero sigue siendo agua. En los de Dios.
polos y en las altas montañas
está en forma de hielo sólido,
pero igual sigue siendo agua. El
agua, aunque puede manifestar-
se en tres estados físicos distin- TEXTO BÍBLICO:
tos, sigue siendo agua.
II Corintios 13:14
Así como el agua, Dios se
nos presenta en tres formas dife- Verso 14: “Que la gracia
rentes pero sigue siendo Dios. A del Señor Jesucristo, el
veces conocemos a Dios como el amor de Dios y la pre-
Padre que nos cuida. También sencia constante del
conocemos a Dios como el Hijo, Espíritu Santo estén con
Jesucristo, quien se hizo hombre y todos ustedes.”
nos salvó de nuestros pecados. El
Espíritu Santo también es Dios.
La Biblia nos promete que el Espí-
ritu nos guía y nos consuela. Esta MATERIALES
doctrina, o creencia de la fe cris- Una bolsita de plástico
tiana, se llama la doctrina de la con hielo
trinidad. Dios es un solo Dios, Un vaso y un plato
pero se manifiesta en tres perso- Un termo con agua hir-
nas, Dios Padre, Dios Hijo, y Dios viendo y vapor
Espíritu Santo. Un jarro con agua
Una mesa pequeña
Un espejo pequeño
Página 43
 Los frutos del Espíritu
OBJETIVO:
Identificar los frutos
L a maestra, antes del mo-
mento con los niños, de-
berá preparar el plato con las
del Espíritu por medio frutas peladas y cortadas, listas
de diferentes frutas co- para comer. Los mondadientes
mestibles. son para que los niños se pue-
dan servir las frutas.
Cuando nosotros
aceptamos al Señor Jesús
como nuestro mejor ami-
go, manda al Espíritu San-
to para vivir en nosotros y
TEXTO BÍBLICO: para cambiarnos. Poco a
Gálatas 5:22-25 poco, el Espíritu va traba-
Verso 22: “En cambio, jando con nosotros para
lo que el Espíritu produ- cambiar nuestros malos de-
ce es amor, alegría, paz, seos, odios, discordias, ce-
paciencia, amabilidad, los, enojos, rivalidades, di-
bondad, fidelidad, visiones, envidias y otras
humildad y dominio pro- cosas malas que hacemos.
pio.” El Espíritu Santo quiere
que nuestra vida produzca
cosas buenas que nos
MATERIALES hagan bien a nosotros mis-
Frutas de le temporada mos y que también bendigan a
peladas y cortadas en los demás.
pedazos sobre un pla- La Biblia nos promete
to. que el Espíritu produce amor,
Mondadientes alegría, paz, paciencia, amabili-
dad, bondad, fidelidad, humil-
dad y dominio propio. Estas
cosas son como frutas ricas y de-
liciosas en nuestras vidas.
Página 44 Nuevo Testamento
¿Ustedes saben qué significan es-
tas cosas?
¿Quién me puede decir
que es el amor? ¿Qué es la
alegría, la paz, la paciencia, la
amabilidad, la bondad, la fideli-
dad, la humildad y el dominio
propio?
El Señor quiere que reco-
nozcamos los frutos que el Espí-
ritu está produciendo en los de-
más. Debemos celebrar y reco-
nocer el hecho que Dios está
obrando en cada uno de noso-
tros.
Tengo aquí un plato con
fruta. Vamos a compartir las
frutas de la siguiente manera.
Al servirse cada persona, vamos
a mencionar todas las cosas bue-
nas que reconocemos y sabemos
de esa persona. Cada uno
puede escoger la fruta que
desea comer, y mientras lo
saborea, todos los demás va-
mos a decirle las cosas bue-
nas y positivas que observa-
mos en él o ella.
(La maestra sirve a
cada alumno y anima a los
demás para que mencionen
las cosas buenas que conocen
del niño que está sirviendo.
Debe esperar para servir al
siguiente niño hasta que se
haya terminado de mencio-
nar varias cosas positivas del
niño recién servido. Tam-
bién puede animar a los
adultos para que mencionen las
cosas buenas que el Espíritu está
produciendo en cada alumno.
Debe estar segura de que se di-
gan solamente cosas positivas y
puede agregar sus propias obser-
vaciones.)
Los frutos del Espíritu

T engo un desafío para uste-
des hoy día. (Si son mu-
chos los alumnos, pueda ser que
la maestra tenga que seleccionar
algunos voluntarios para hacer
la construcción.) Aquí tengo
muchas cajas de varios tamaños
y formas. Vamos a imaginarnos
que estos son los ladrillos y las
piedras para la construcción de
un templo. Ustedes deberán
trabajar todos juntos para armar
un
templo. Deberán usar todas las
cajas; no pueden dejar ninguna
caja sin uso. Tienen que cons-
truir de tal manera que sea una
edificación bien firme, y todos
tienen que trabajar juntos. No
puede estar ninguna persona sin
aportar ideas o sin trabajar.
(Los alumnos comienzan
a trabajar y la maestra puede
hacer algunos comentarios al
observarlos, pero no debe ayu-
La buena construcción
La buena construcción
darles.)
¡Ya terminaron! ¡Miren
qué lindo quedó el templo!
¿Cómo es que lograron cons-
truir esta edificación? Trabaja-
ron juntos, usaron los materiales
que tenían a su disposición, usa-
ron su creatividad… ¿Qué más?
¿Creen ustedes que este
templo está edificado sobre un
buen fundamento? El funda-
mento es la parte de abajo, la
base de una construcción. Si el
fundamento es débil o está mal
puesto, todo el edificio corre el
riesgo de derrumbarse.
La Biblia nos cuenta que
nosotros somos un templo que
Dios esta construyendo. Cada
uno de los ladrillos y las piedras
de esta construcción es impor-
tante. Así también, cada uno de
nosotros es importante en la
construcción del templo espiri-
tual. ¿Qué sucedería si una de
estas cajas ya no estuviera en la
construcción? (La maestra hace
como que va a quitar una de las
cajas de abajo.) Todos noso-
tros, no importando si somos
grandes o pequeños somos im-
portantes para lograr la obra
perfecta y firme que Dios quie-
Nuevo Testamento
re. Todos tenemos que trabajar
unidos, algunos en los cimien-
tos, otros en las paredes, y otros
en el techo para hacer la iglesia.
El templo del cual está
hablando la Biblia en este texto
no es un lugar físico ni es el es-
pacio donde nos reunimos.
Más bien está ayudándonos a
entender que Dios quiere que
trabajemos unidos para que
otros puedan ver cómo esta-
mos unidos a Cristo. Así como
un templo es un lugar donde se
adora a Dios, cuando nosotros
trabajamos juntos, cooperamos,
y apreciamos las diferentes habi-
lidades que tenemos entonces
lo que hacemos bendice y alaba
a Dios.
¿Cuáles son algunas de
las cosas que tenemos que dejar
de hacer y que tenemos que co-
menzar a hacer para ser unidos
en nuestro trabajo y servicio co-
mo el templo viviente de Dios?
OBJETIVO:
Trabajar en equipo pa-
ra construir un templo
de cajas de cartón y
comparar este proceso
con la construcción del
templo espiritual.
TEXTO BÍBLICO:
Efesios 2:20– 22
Verso 22: “Así también
ustedes, unidos a Cristo,
se unen todos entre sí
para llegar a ser un tem-
plo en el cual Dios vive
por medio de su Espíri-
tu.”
MATERIALES
Cajas de varios tamaños
y formas. Si se quiere, se
puede forrar las cajas con
papel para envolver. Las
cajas pueden variar des-
de muy pequeñas hasta
grandes.
Página 45

OBJETIVO:
Escuchar una historia
para después conversar
de la cooperación y la
unidad.
TEXTO BÍBLICO:
Filipenses 2:1-5
Verso 2: “Llénenme de
alegría viviendo todos
en armonía, unidos por
un mismo amor, por un
mismo espíritu y por un
mismo propósito.
PENSAMIENTO
La “unidad” no es lo mimso
que la “uniformidad.“ Dios
se deleita en toda la diversi-
dad de personas que ha
creado. También espera
que aprendamos a respetar-
nos y trabajar en un mimso
espíritu.
Página 46
Cazuela de piedra
E ran tiempos difíciles.
había llovido ese año, y la
cosecha había sido mala. Los ali-
No
mentos se hacían cada vez más
escasos, y la gente parecía distan-
ciarse unos de otros en sus esfuer-
zos para sobrevivir el invierno.
A la plaza de un pueblo
en este país, llegó un vagabundo.
Se notaba a primera vista que
había estado de viaje por mucho
tiempo pues sus ropas estaban
viejas y rotas. También estaba
muy flaco, seguramente sufriendo
hambre más que otros por no te-
ner dónde vivir. El vagabundo se
detuvo en medio de la plaza y
comenzó a hacer un extraño mo-
vimiento con las manos, como si
estuviera mezclando con una cu-
chara invisible alguna sustancia
invisible en una olla invisible. Al-
gunas personas quienes pasaban
por la plaza pensaron que segura-
mente estaba loco y evitaron
acercarse a él.
Sin embargo, había una
señora quien tenía mucha curiosi-
dad por cualquier cosa inusual, y
al ver al vaga-
bundo haciendo
estos gestos ex-
traños, se acercó
a preguntarle
qué hacía.
Nuevo Testamento
“Shhhh,” contestó el vagabundo.
“¿Qué no ve que estoy haciendo
una exquisita cazuela? Sucede
que yo tengo un ingrediente se-
creto que hace la cazuela más rica
del mundo.”
La mujer se largó a reír.
“¡Pero cómo va a estar haciendo
cazuela si no tiene ni siquiera una
olla!” “Ah, “ replicó el vagabun-
do, “pero si tuviera una olla, us-
ted vería como yo hago la mejor
cazuela que jamás haya probado
en su vida.”
Ahora la señora tenía la
curiosidad de ver cómo el vaga-
bundo iba a hacer una cazuela y
cuál era su ingrediente mágico.
Decidió que no había nada de
malo en prestarle una olla de su
casa.
Al poco rato, pasó por la
plaza el caballero que vendía la
leña. Vio al vagabundo haciendo
extraños movimientos sobre una
olla vacía y a la mujer observan-
do fijamente el proceso. Le pre-
guntó a la señora qué era lo que
pasaba. “Shhh,” dijo la señora,
“¿qué no ve que está haciendo
cazuela? “ “¡Pero cómo!” gritó el
caballero, “Si ni siquiera tiene le-
ña para un fuego.” “Pero si lo
tuviera,” dijo el vagabundo,
“vería como uso un ingrediente
mágico para hacer la cazuela más
rica del mundo.” Ya que el caba-
llero había terminado sus ventas
por ese día y le quedaba un poco
de leña, decidió hacerle un fuego
y entretenerse con lo que llegara
a suceder.
Ustedes se imaginan lo
que sucedería en un pueblo pe-
queño si se viera a un vagabundo
haciendo gestos extraños encima
de una olla vacía colocada sobre
un fuego mientras le observan
una mujer y un caballero,
¿verdad? Claro que pronto se
juntó toda la gente del pueblo
para ver qué era lo que se estaba
haciendo. ¡Nadie se quería per-
der la copucha!
Unos jóvenes comenza-
ron a burlarse del vagabundo, pe-
ro éste respondió, “para esta ca-
zuela deliciosa me falta algo más:
agua. ¿No me
quieren traer
ustedes?” Pa-
ra seguirle la
corriente, los
jóvenes le tra-
Cazuela de piedra
jeron agua del pozo. “Ahora, “
dijo el vagabundo, “ya casi es
tiempo de agregar mi ingrediente
secreto, pero todavía falta algo.”
La emoción del misterio iba au-
mentando y todos ya querían ver
qué era el ingrediente secreto.
Varias mujeres preguntaron, “¿y
ahora qué necesita?” “Necesito
algunas verduras.” Un mujer se
acordó que le quedaban algunas
zanahorias mientras que otras se
acordaron de cebollas, papas y
choclos que sobraban en sus ala-
cenas. Fueron corriendo a traer-
las.
El vagabundo revolvía las
verduras en la olla y dijo, “Si, si.
Ya casi está. Pero falta….” ¡YA SÉ!
Gritó un niño. “¡Falta un pollo!”
Si, justo faltaba un pollo. El niño
se acordó que había uno ya des-
plumado en su casa y fue corrien-
do a traerlo. Alguien más ofreció
un poco de sal y ahora salía un
olor realmente rico de la olla.
“Es tiempo,” exclamó el
vagabundo. Sacó el ingrediente
secreto de su bolsillo y con un ce-
remonioso ademán, dejó caer en
la olla. . . una piedra. Después de
unos minutos, comenzó a servir a
toda la gente del pueblo, y al-
canzó para que él mismo se sirvie-
ra tres platos. Todos estuvieron
Cazuela de piedra
de acuerdo que era la cazuela
más rica que jamás habían proba-
do en sus vidas.
“Como ustedes han sido
tan amables conmigo,” dijo el va-
gabundo, “quiero dejarles un re-
galo en agradecimiento. Les voy
a dejar la piedra para que de aho-
ra en adelante todo ustedes jun-
tos puedan hacer esta cazuela ex-
quisita.” Las personas del pueblo
le agradecieron y de allí en ade-
lante cooperaron todos, grandes
y chicos, para hacer las ricas ca-
zuelas que juntos podrían disfru-
tar. Y no se dieron cuenta que el
vagabundo siguió su camino con
los bolsillos llenos de piedras.
Para hacer una cazuela
rica, se necesitan todos los ingre-
dientes. Cada uno de nosotros
tenemos nuestros talentos y do-
nes especiales; al cooperar nos
complementamos pues algunos
tienen lo que otros necesitan. Si
todos entregamos nuestros talen-
tos a la “olla” juntos podemos
hacer una rica cazuela. Si alguien
no coopera y no ofrece su talen-
to, la cazuela no tendrá el mismo
sabor. El trabajo quedará incom-
pleto y no habrá armonía y creci-
miento. La iglesia es como esta
cazuela; todos trabajamos juntos
para cocinarla.
Nuevo Testamento
¿Y saben cuál es el ingre-
diente secreto para que tenga un
sabor especial? Es el ingrediente
que hace que la iglesia sea dife-
rente a cualquier otra organiza-
ción humana: la Roca o la Piedra
que es Jesucristo. Siempre que
trabajamos juntos, tenemos que
estar seguros de que este ingre-
diente sea el que transforme nues-
tra obra. Es así que podremos
unirnos para lograr un trabajo en
común del cual todos podemos
disfrutar y saborear. Pero el in-
grediente secreto, Cristo, no es
solamente para nosotros en nues-
tra iglesia o nuestro pueblo. Co-
mo ese vagabundo, necesitamos
llevar el mensaje del las buenas
noticias de Cristo a todos los pue-
blos para que todos puedan dis-
frutar de la bendición de conocer-
lo. ¡Trabajemos juntos para que
todos tengan una rica cazuela que
comer!
Página 47
 Dar gracias en todo
OBJETIVO: H abía una vez en un pueblo
Africano, una mujer cristiana
que tenía tres hijas. Lindi, la mayor,
Ejemplificar porqué y
tenía unos 15 años de edad mien-
cómo debemos dar tras que Numsa, la segunda hija,
gracias en todo por tenía 12 años. Nala, la más peque-
medio de una diverti- ña tenía solamente 6 años.
da historia. Un día, después de varios
días de estar encerradas en la casa
porque el mal tiempo y las lluvias
no permitían salir, las tres hermanas
comenzaron a pelearse y quejarse.
Una le molestaba a la otra, otra le
TEXTO BÍBLICO: gritaba a una, y así siguieron hasta
Filipenses 4:4-7 que todas tenían los nervios de
punta. La mamá, fastidiada ya con
Verso 6: “No se aflijan el comportamiento de sus hijas, de-
por nada, sino presén- cidió enseñarles, con la ayuda de
tenselo todo a Dios en Dios, una importante lección. Las
llamo, “Lindi, Numsa, Nala, vengan
oración; pídanle, y
por favor.” Luego les dijo, “Hijas
denle gracias también.” mías, aun en las tormentas debemos
vivir de tal manera que en todo es-
temos agradecidas del Señor. Me
podrían ustedes contar alguna cosa
PENSAMIENTO por la cual ustedes sienten que no le
podrían dar gracias a Dios ?”
Lindi contesto primero,
La ofrenda más acepta- “Mamá, yo no puedo darle gracias
ble por Dios mismo, a Dios cuando la vecina nos pide
proviene de un co- que yo le cuide al hijo.” Sucedía
razón agradecido y lle- que la vecina tenía un pequeño de
3 años de edad quien era terrible-
no de alegría. mente inquieto. Cuando la vecina
- Plutarco salía de compras le pedía a Lindi
que fuera a cuidarle al niño.
Además de que la vecina siempre se
Página 48 Nuevo Testamento
tardaba mucho más tiempo en re-
gresar de lo que le prometía a Lindi,
la muchacha tenía que estar atenta
a las travesuras del niño quien siem-
pre estaba tratando de treparse por
un árbol o tirarse al pozo. “No,”
dijo Lindi, “nunca estaré agradecida
por tener que cuidar al hijo de la
vecina.”
Siguió enseguida Numsa.
“Mama, yo no puedo estar agrade-
cida con Dios cuando viene la abue-
la a vernos.” No era que Numsa
no quisiera a su abuela. La verdad
era que la quería mucho pues era
una mujer amable y generosa. Lo
que pasaba era que la abuela vivía
en un pueblo que quedaba a unos
tres kilómetros de distancia. Cada
vez que venía a visitar la familia de
su hija, se acordaba que el agua del
pozo en el pueblo donde vivía no
tenía buen sabor. Por lo tanto,
siempre le pedía a Numsa que lle-
nara dos vasijas grandes con agua
del pozo, “aquí donde el agua sabe
tan rica,” y que le ayudara a car-
garlas de regreso hasta su casa. La
abuela estaba muy enferma de su
espalda, por lo tanto, Numsa termi-
naba haciendo todo el trabajo lle-
vando las vasijas llenas de agua los
tres kilómetros hasta la casa de la
abuela y trayendo las vasijas vacías
de regreso. “No,” dijo Numsa,
“Nunca estaré agradecida cuando
viene la abuela de visita.”
Por ultimo, habló Nala.
Siendo una niña pequeña sin mucha
experiencia pero con una gran ima-
ginación dijo, “Mamá, yo no estaría
agradecida con Dios si me persiguie-
ra un león.” La verdad era que Na-
la nunca había visto un león ni tam-
poco vivían leones por esas partes.
Pero ella se imaginaba que eso era
lo peor que le podría suceder.
“No,” dijo Nala, “Yo nunca podría
darle gracias a Dios si me persiguie-
ra un león.”
Esa noche, la mamá se
hincó al lado de su cama y le rogó a
Dios. “Señor, te pido que tú le en-
señes a mis hijas a estar agradecidas
en todo. No sé como lo harás pero
sé que tu les puedes enseñar y que
será una lección muy importante
para ellas.”
A la mañana siguiente, muy
temprano, alguien llegó a la puerta
y toco muy fuerte: toc, toc, toc.
¿Adivinen quién era? La vecina.
Lindi todavía estaba acostada pero
ya sabía lo que iba a suceder.
Dar gracias en todo
“Vecina,” dijo la señora, “Sabe que
me vinieron visitas inesperadas y
tengo que ir corriendo al mercado
para traer algo especial para la co-
mida. Podía, por acaso, su hija Lin-
di cuidarme a mi angelito?”
“Lindi,” gritó la mamá, “la vecina te
necesita.” Lindi se levantó de muy
mala gana, quejándose en voz baja,
se vistió y se fue a la casa de al la-
do.
Pero tuvo una gran sorpre-
sa al llegar allá. Sucede que la visita
era nada menos que el sobrino de
la vecina quien recién había entrado
al ejército y estaba de paso a ver a
su tía. Era un joven muy apuesto
con su nuevo uniforme, además de
muy cortés y atento. Lindi pasó
una mañana de lo más agradable
conversando y riéndose con él
mientras los dos entretenían y vigi-
laban al niño de la vecina.
Al medio día, adivinen
quien llego de visita… La abuela.
Después de dejarle unas frutas y un
tejido a su hija, llamó a su nieta.
“Numsa, Numsa, podrías ayudarme
a llevar dos vasijas de agua a mi ca-
sa? El agua de este pozo sabe mu-
cho mas rica.” Por fuera, Numsa le
sonreía a la abuela y le decía que sí,
pero por dentro, se enojaba y se
acordaba que había acordado jun-
tarse con sus amigas. De mala ga-
na, llenó las vasijas y se fue cami-
nando con la abuela.
Dar gracias en todo
Por el camino, iban conver-
sando y la abuela le contaba mu-
chas historias de cómo había cono-
cido al abuelo y cómo era cuando
ella era joven. Le contó a Numsa
que el otro día, al estar revisando
sus cosas, había encontrado un ani-
llo de marfil que le había regalado
su esposo cuando estaban recién
casados. Llegando a la casa, le
mostró el anillo a Numsa y le dijo,
“Mira, Numsa, yo quiero regalarte
este anillo para agradecerte por to-
das las veces que me has ayudado
con el agua. Nunca te has quejado
y siempre lo has hecho de buena
gana. El anillo es tuyo.” Numsa se
lo probó y le quedaba perfectamen-
te. Le dio las gracias a la abuela.
Casi corrió los tres kilómetros de
regreso a su casa con la emoción de
mostrarle el anillo a su mamá y de
contarle lo que había pasado. Nin-
guna niña de doce años en su pue-
blo tenia un anillo tan lindo como
éste.
Nala salió a jugar en la tar-
de con su muñeca. Ella se entreten-
ía sola en un arroyo seco donde
habían muchas piedritas. Jugaba a
la casita con la piedritas y la muñe-
ca allí en medio del arroyo seco.
¿Se acuerdan que les dije que había
estado lloviendo? ¿Saben lo que
pasa en los arroyos secos cuando
llueve mucho? Se llenan de agua
muy de repente. Pues Nala estaba
Nuevo Testamento
allí jugando cuando sintió algo y
luego escuchó un ruido. Era un ru-
gido bajo y fuerte. Cuando voltió,
vio un león! Con el susto, dejó su
muñeca y corrió hasta el árbol mas
cercano y se subió en un dos por
tres. No había casi llegado hasta la
ultima rama, cuando escuchó otro
ruido. Era el rugir del agua. Una
ola enorme de agua venia corrien-
do por el arroyo seco y en pocos
minutos se llevó la muñeca, la casita
de piedra, y el león. Si Nala hubie-
ra estado jugando en el arroyo
cuando vino el agua, se hubiera
ahogado. Pero al subirse al árbol
cuando le asustó del león, se había
salvado.
Esa noche, la mamá juntó a
sus hijas y les preguntó si habían
aprendido algo en ese día. Lindi, se
sonrojó un poco y dijo, “Le doy
gracias a Dios porque hoy la vecina
me pidió que cuidara a su hijo.”
Numsa dijo, “Le doy gracias a Dios
porque tengo un cuerpo sano para
ayudarle a la abuela a cargar agua.”
Nala dijo, “Le doy gracias a Dios
porque me persiguió un león, y me
salvé del agua al subirme al árbol.”
Esa noche, la mamá se arro-
dilló junto a su cama y le dio gra-
cias a Dios por enseñarle a sus hijas
a estar agradecidas en todo. Y esa
fue una lección que jamás olvida-
ron.
Página 49
 Purificador de pensamientos
OBJETIVO:
Examinar como se tiñe
Recomendación: Como con
cualquiera de los experi-
mentos en este libro, le reco-
el agua y cómo se pue-mendamos que haga varias
de limpiar y comparar pruebas antes de estar en el mo-
mento con los niños para encon-
este proceso con la pu-
trar el proceso que más le aco-
rificación de nuestrosmoda. Además, hay que probar
pensamientos. los diferentes tintes o
colorantes vegetales
para los alimentos ya
que algunos colores
TEXTO BÍBLICO: no se aclaran con el
Filipenses 4:8-9 cloro mientras que
Verso 8b: “Piensen en otros si.
todo lo que es bueno y
Las preguntas
merece alabanza.”
para nuestro experi-
mento de hoy son:
¿Qué pasa cuando
agregamos colorantes vegetales
al agua y cómo podemos lim-
piar el agua después? Y ¿Cómo
MATERIALES se parece este proceso a lo que
Vaso de vidrio pasa con los pensamientos en
Jarro con agua nuestra mente?
Cuchara Vamos a imaginarnos
Colorantes vegetales que este vaso es nuestra mente y
que el agua (la maestra vierte el
para tortas y postres
agua del jarro en el vaso) repre-
Cloro senta nuestros pensamientos.
Jesús quiere que cuidemos nues-
tra mente para que tengamos
Página 50 Nuevo Testamento
pensamientos puros, buenos y
claros como este vaso de agua.
Sin embargo, todos los
días nos suceden cosas que nos
hacen pensar de otra manera.
Vemos programas de televisión
donde hay violencia, groserías o
acciones desagradables. Nuestra
mente comienza a llenar-
se de las cosas que vemos
y oímos. (La maestra co-
loca varias gotas de un
color en el vaso de agua
sin mezclarlas.)
También de re-
pente nos enojamos con
nuestros familiares o nues-
tros amigos y tenemos
pensamientos de rabia,
frustración, tristeza o ven-
ganza. Estos pensamientos tam-
bién entran en nuestra mente y
comienzan a ensuciar lo que
pensamos. (La maestra agrega
varias gotas de otro color.)
Todos tenemos proble-
mas con controlar nuestra men-
te. De repente se nos ocurren
ideas y no sabemos por qué las
tenemos. A veces hacemos cosas
que después nos arrepentimos o
que hubiéramos haber querido
pensarlas con más cuidado para
no hacerlas. (La maestra agrega
dos o tres gotas de otro color.)
Poco o poco nuestra
mente ya no está llena de pensa-
mientos buenos y sanos, sino
que hay cosas vergonzosas, tris-
tes o negativas que llenan nues-
tros pensamientos. Por más que
nosotros nos esforzamos por
mantener puros nuestros pensa-
mientos, parece que todos los
días fallamos.
Pero Jesús quiere venir a
limpiar nuestra mente de pensa-
mientos malos y hacernos pensar
en “todo lo verdadero, en todo
lo que es digno de respeto, en
todo lo recto, en todo lo puro,
en todo lo agradable, en todo lo
que tiene buena fama.” Sola-
mente tenemos que pedirle a Él
que venga a nuestra mente y nos
purifique. (La maestra agrega va-
rias cucharadas de cloro y la
mezcla bien en el vaso de agua.
El agua se irá aclarando.) Tene-
mos que pedirle a Jesús que ven-
ga a limpiar nuestras mentes ca-
da vez que comenzamos a pen-
sar cosas indebidas. Al tener
mentes limpias y pensamientos
puros, tendremos una vida mu-
cho más tranquila y feliz.
Purificador de pensamientos
 Tan lleno de gozo como un globo inflado
U n niño se levantó en la mañana
tan lleno de gozo que parecía un
globo inflado y comenzó a rebotar
sobre la cama. (La maestra comienza
a inflar un globo hasta que esté bien
lleno. Usará este globo durante toda
la historia.) No tenía idea porqué es-
taba tan feliz. Quizá era porque había
dormido bien, o porqué su maestra
les había prometido para hoy una ex-
cursión especial al zoológico, o sim-
plemente porque ya había amanecido
y era un día nuevo.
Estaba tan contento que se le
había olvidado que al levantarse de-
bería de lavarse la cara y ponerse el
uniforme para el colegio. De repente,
le gritó su mamá y se notaba que esta-
ba bastante enfadada. El niño corrió
al baño y luego a vestirse, pero igual
llegó tarde al desayuno y tuvo que
comer de prisa para llegar al colegio.
La mamá le reprochó por saltar en la
cama y le recordó que se portara bien
en el paseo. El haber hecho enfadar a
su mamá lo desanimó un poco, (La
maestra deja salir un poco de aire del
globo) pero salió corriendo de la casa
sin pedir perdón. Ni siquiera se
acordó de despedirse en su emoción
por llegar a la escuela.
En el camino a la escuela, se
dio cuenta que no había amanecido
con sol sino que habían grandes y os-
curas nubes. Para cuando llegó, había
comenzado a lloviznar y de repente
se soltó una tormenta con lluvia, vien-
to, truenos y relámpagos. “Lo siento
mucho,” dijo la maestra, “con esta
Tan lleno de gozo como un globo inflado
tormenta es imposible que vayamos al
zoológico. Tendremos que esperar
para ir otro día.” (La maestra deja
salir un poco más de aire del globo.)
El niño se entristeció con esta noticia y
trató de consolarse pensando en que
irían otro día. Ya no sentía la misma
alegría de la mañana.
Después de la escuela, llegó a
la casa todo mojado e incómodo y la
verdad es que ya se estaba poniendo
un poquito gruñon. (La maestra deja
salir un poco más de aire del globo.)
Al entrar a su pieza, descubrió que fal-
taba su auto de juguete preferido.
“¿Dónde está mi auto de carreras?”
gritó sabiendo ya la respuesta. Seguro
que su hermanito había entrado a su
pieza otra vez y le había tomado el
juguete. Después de buscar largo ra-
to, encontró su auto preferido debajo
del sofá y las ruedas en la cocina. Es-
taba furioso con su hermanito, y le
retó diciendo, “¡No vuelvas a entrar
en mi pieza ni a tomar mis cosas!” El
hemanito, quien era tan pequeño que
apenas entendía, simplemente co-
menzó a llorar. (La maestra desinfla
el globo un poco más.)
Finalmente, en la tarde, llegó
el papá del trabajo y el niño le pidió
que jugaran un rato juntos. “Mira, mi
hijo,” dijo el papá, “he tenido un día
muy agotador en el trabajo y real-
mente necesito descansar un poco.
Por hoy, no jugaremos. ¿Entiendes?”
Y con esto se le acabó al niño lo po-
quito de gozo que le quedaba. (La
maestra termina de desinflar el glo-
Nuevo Testamento
bo.)
Fue entonces que el niño se
acordó de una lección que le habían
OBJETIVO:
enseñado en la escuela dominical. Se Ilustrar un día en la vi-
acordó que la tía le había dicho que da de un niño con un
todos tenemos días difíciles en que globo.
parece que nada nos sale bien. Pero,
también le dijo, que cuando esto suce-
de, podemos orar y contarle todo a
Dios. El niño buscó su escondite prefe-
rido debajo de las escaleras y se puso
a conversar con Dios. (La maestra co-
mienza a inflar un poco el globo.)
Primero reconoció que necesitaba pe-
dirle perdón a su mamá, que podía TEXTO BÍBLICO:
tener paciencia en cuanto a la ida al Colosenses 3:12-17
zoológico, que quería perdonar a su
hermanito y que quería apoyar a su Verso 17: “Y todo lo
papá para que pudiera descansar. (La que hagan o digan,
maestra infla el globo un poco más.) háganlo en el nombre
Después le dio gracias a Dios por toda
su familia y por la cosas buenas que del Señor Jesús, dando
había recibido, como una casa acoge- gracias a Dios el Padre
dora y ropa seca. (Se infla el globo un por medio de él.“
poco más.) Enseguida decidió cantar
su corito preferido y sintió como ya
volvía su gozo. (Se infla el globo otro
poco.) ¡Ya estaba listo para salir de su MATERIALES
escondite y lleno de gozo otra vez, Una bolsa de globos
fue corriendo a realizar todo lo que
(suficientes para que ca-
había conversado en su oración con
Dios! (La maestra le entrega un glo- da alumno reciba uno)
bo a cada uno de los niños y les re-
cuerda que cuando tienen uno de esos
días en que parece que nada va bien,
que oren, que perdonen y pidan
perdón, que den gracias a Dios, y que
canten su coro preferido.)
Página 51
 Instrumento útil
OBJETIVO:
Clasificar diferentes ins-
L as personas quienes traba-
jan en diferentes oficios
usan distintos instrumentos y
trumentos y herra- herramientas. Yo tengo aquí
mientas y sus usos y varios diferentes objetos. Vea-
compararlos con las mos si ustedes pueden identifi-
car los objetos que yo les mues-
personas quienes son
tro y los oficios en que se pue-
instrumentos al servi- den ocupar.
cio de Dios. Aquí tengo hilo y aguja.
¿Quién podría usar un instru-
mento tan pequeño? ¿Una mo-
TEXTO BÍBLICO: dista? ¿Qué tal un
II Timoteo 2:20-24 doctor o un cirujano?
Verso 21b: “Uno tiene Claro que el doctor
que mantenerse limpio usaría un hilo y una
de todo lo malo; en- aguja especial para co-
tonces será útil para ser después de una
operación.
cualquier cosa buena.”
M i r e n ,
¿pueden identificar es-
te instrumento? Es un
martillo. ¿Quién usa un marti-
MATERIALES llo? Un carpintero o un mecáni-
Diferentes instrumentos co.
y herramientas ¿Qué son estás? Tijeras.
(ejemplo: martillo, tije- ¿Quién ocupa las tijeras? ¡Se
ras, hilo y aguja, linter- ocupan en muchos oficios! Estu-
na de mano, guantes de diantes, maestros, modistas y
trabajo, guantes de go- ¿quién más? Las tijeras son ins-
ma. Etc.) trumentos muy versátiles, lo que
quiere decir que se pueden ocu-
par en muchas tareas diferentes.
Página 52 Nuevo Testamento
(La maestra puede seguir mos-
trando los instrumentos de
acuerdo a los que haya encon-
trado.)
Hay otros instrumentos
que tienen un uso muy particu-
lar o específico. Los instrumen-
tos que usa un dentista, por
ejemplo, son especiales para mi-
rar dentro de la boca y revisar o
limpiar los dientes. ¿Cuáles son
los instrumentos que usaría un
músico, una arqui-
tecto, un plomero
o gásfiter, un elec-
tricista, una escrito-
ra, un piloto o un
policía?
Cada perso-
na, según su oficio
tiene que tener sus
instrumentos o sitar, sonreír… La Biblia dice
herramientas. También tiene
que cuidarlos, limpiarlos y guar-
darlos para que los pueda tener
prestos en el momento en que
los necesita.
¿Saben que nosotros so-
mos instrumentos en las manos
de Dios? ¡Sí! Hay muchos traba-
jos que Dios necesita realizar y
quiere tener instrumentos lim-
pios y listos para usar. Digamos
que hay una persona muy decaí-
da y Dios necesita mandarle un
mensaje que le levante el áni-
mo. ¿Qué puede hacer Dios?
Puede ocupar a uno de nosotros
para conversar y asegurarle que
Dios está allí con ella.
Digamos que hay niños
que no tienen suficientes alimen-
tos o un lugar donde vivir. Dios
quiere preparar instrumentos es-
peciales para trabajar con esos
niños. ¡Quizá seamos nosotros!
Hay muchos trabajos diferentes
que Dios tiene para nosotros to-
dos los días y tenemos que estar
listos para que nos use en cual-
quier momento. Nos puede ne-
cesitar para ayudar, servir, ani-
mar, consolar, alegrar, enseñar,
acompañar, predicar, cantar, vi-
que para ser instrumentos espe-
ciales, consagrados y útiles para
el Señor, tenemos que mante-
nernos limpios de todo lo malo.
¡Dios quiere usarnos para mu-
chas cosas buenas!
Instrumento útil

I maginemos que había una vez un
barco que se llamaba la Esperan-
za del Sur. ¿Cómo se imaginan que
era el barco? No era un barco
grande, pero estába bien hecho. Ya
había atravesado el Océano Pacífico
en varias ocasiones viajando desde
Valparaíso, pasando por la Isla de
Pascua, y llegando hasta Nueva Ze-
landa y Australia. Su tripulación es-
taba bien entrenada y el capitán lle-
vaba años de expe-
riencia cruzando el
mar en todas las tem-
poradas.
Podemos
imaginar que cierto
año, en el mes de ju-
lio, solicitaron al bar-
co para llevar un car-
gamento muy valioso desde Valpa-
raíso hasta el puerto de Sydney en
Australia. Se trataba de una colec-
ción de arte, pinturas y esculturas,
perteneciente a una organización
Chilena que se dedicaba a restaurar
las obras de los grandes maestros
latinoamericanos. Un museo en
Sydney había pedido prestado la
colección para una exhibición com-
parativa de obras de diferentes par-
tes del mundo.
Aunque julio era un tiempo
peligroso para estar en alta mar, da-
do las tormentas de invierno, el ca-
pitán y su tripulación tenían plena
confianza en su nave y con gusto se
Ancla de la esperanza
Ancla de la esperanza
tomaron la responsabilidad de lle-
var este precioso cargamento.
Todo iba marchando bien
hasta que estuvieron a un día de la
Isla Sala y Gómez, cerca ya de la
Isla de Pascua. Durante la noche co-
menzó a soplar el viento sureño au-
mentando a cada hora de fuerza y
velocidad y levantando las olas has-
ta que parecían altas torres de agua.
La travesía se volvía cada vez más
complicada. El capitán
en todos sus años de na-
vegación, nunca había
visto una tormenta tan
feroz. Por la radio llega-
ban los avisos de otros
barcos que se veían en el
mismo aprieto y temían
naufragar. La tripula-
ción de la Esperanza del Sur trabaja-
ba con valentía y afán tratando de
mantener encendidos los motores
y la nave en su curso hacia las islas.
Después de dos días y dos
noches, la tormenta no mostraba
ningún signo de acampar. El ca-
pitán tenía los ojos hinchados por la
falta de sueño y los marineros ya no
daban más. Ni siquiera habían po-
dido comer pues por un lado se
meneaba el barco tanto que nadie
podía sentarse a la mesa y por otro
lado era demasiado peligroso coci-
nar.
Por fin, en la madrugada
del tercer día, vislumbraron entre la
Nuevo Testamento
lluvia y el viento, la bahía de la Isla
de Pascua. Habían pasado de largo
la Isla Sala y Gómez. La tormenta
OBJETIVO:
Narrar un cuento ima-
seguía con la misma fuerza de antes,
pero ahora tenían la esperanza de ginario travesía por el
usar el ancla del barco. Cuando ya Océano Pacífico y des-
estaban un poco más cerca de la cribir la importancia
costa, el capitán mandó dejar caer del ancla.
el ancla desde una cadena muy lar-
ga y gruesa. ¡Era muy importante
que el ancla se enganchara antes
de que chocaran contra las rocas!
Todos sostuvieron el alien-
to esperando que el ancla llegara TEXTO BÍBLICO:
hasta el fondo del mar. Una vez Hebreos 6:18-20
que el ancla ya estaba en su lugar,
el barco tendría en qué apoyarse Verso 19a: “Esta espe-
firmemente hasta que se pasara la ranza mantiene firme y
tormenta. ¡Ya estaba! ¡Ahora estar- segura nuestra alma,
ían seguros! Ya sabían que estarían igual que el ancla man-
a salvos, con el ancla manteniendo
el barco y su precioso cargamento
tiene firme al barco.“
cerca de la costa pero sin estrellarse
contra las rocas. El capitán y toda
la tripulación dieron gracias a Dios
por haber logrado llegar hasta don- MATERIALES
de podían bajar el ancla. Aunque la
tormenta seguía rugiendo, por fin
Un ancla de juguete o
pudieron descansar. un ancla recortada de
Cuando vienen las tormen- cartulina
tas en la vida, no olvidemos que la Un mapa del Océano
esperanza que tenemos en Jesús es Pacífico para mostrar
el ancla que mantiene firme y segu-
ra nuestra alma. ¡Confiemos en el! la travesía del barco
Página 53
 Una boca limpia
OBJETIVO:
Plantear que la pasta
L a higiene bucal es muy im-
portante para nuestra salud.
¿Quién me puede explicar qué
dental y el cepillo de es la higiene bucal?
dientes pueden limpiar Aquí tengo un instru-
mento para mantener limpia la
nuestra boca pero que
boca y los dientes. ¿Qué es? Un
no pueden limpiarnos cepillo de dientes. ¿Y esto que
de las cosas feas que es? Pasta dental. Vamos a pen-
decimos sar un poco en como debemos
limpiar nuestra boca y nuestros
dientes.
TEXTO BÍBLICO: Primero, es necesario
Santiago 3:2-5,10 que el cepillo esté en buenas
Verso 10: “De la misma condiciones. A veces esperamos
boca salen bendiciones hasta que el cepillo está casi des-
armado antes de comprar otro.
y maldiciones. Herma-
Cuando las fibras del cepillo ya
nos míos, esto no debe están muy gastadas, no limpian
ser así.” bien y además dañan nuestras
encías. ¿Dónde están las encías
en la boca?
¿Cuántas veces al día de-
MATERIALES bemos de cepillarnos los dien-
Pasta dental tes? Por lo menos dos veces al
Cepillo dental día pero también es
recomendable la-
varse la boca des-
pués de cada ali-
mento y después de
comer cosas dulces.
El azúcar es lo que
causa las caries o las
Página 54 Nuevo Testamento
picaduras en los dientes. Des-
pués es doloroso tener que ir al
dentista para que nos arregle o
nos saque los dientes que ya no
están sanos.
¿Se debe tragar la pasta
dental? ¡No! Hay que escupirla
y enjuagarse después la boca con
mucha agua. La pasta dental
contiene flúor que ayuda a com-
batir las caries pero no es bueno
tragarlo.
Ahora les tengo una pre-
gunta muy especial. ¿Creen us-
tedes que si me lavo la boca tres
veces al día con cepillo y pasta
dental, esto me puede ayudar a
no decir palabras feas o que las-
timan? ¿Creen ustedes que tener
buen aliento y dientes sanos
también me ayuda a no decir
groserías y a siempre hablar co-
sas lindas y positivas? ¿No?
¿Porqué no?
La Biblia habla en mu-
chas partes de los
problemas que tene-
mos en controlar
una parte pequeñita
de nuestro cuerpo,
nuestra boca. Co-
mo cristianos, de-
bemos hablar bendi-
ciendo a los demás, pero mu-
chas veces decimos cosas de las
cuales después nos arrepentimos.
Si es que la pasta dental
y el cepillo de dientes no nos sir-
ven para limpiar nuestra boca de
las cosas malas que decimos,
¿cuáles son las soluciones para
frenar nuestra boca? Nos tene-
mos que arrepentir y pedir
perdón por las cosas hirientes
que decimos. Le podemos pedir
al Señor Jesús que venga a noso-
tros y transforme nuestra mane-
ra de hablar para que podamos
ser de bendición. Podemos re-
cordarnos los unos a los otros
cómo es que debemos de
hablarnos como hermanos y
hermanas. También podemos
tener cuidado entre los amigos y
al ver la televisión pues cuando
escuchamos muchas cosas grose-
ras, aprendemos a decirlas.
¿Qué les parece si esta semana,
así como nos lavamos los dien-
tes, busquemos cosas lindas para
decirles a otros por lo menos
dos veces al día? ¡Busquemos
cómo nuestra boca puede ser
limpia no solamente en la buena
higiene pero también en la ma-
nera de hablar!
Una boca limpia

T engo aquí varios espejos.
¿Alguna vez han jugado con
espejos, viendo las cosas refleja-
das? Veamos quien puede cami-
nar para atrás mirando su cami-
no solamente por el espejo. (La
maestra invita a un alumno para
que camine para atrás por el pa-
sillo de la iglesia mirando por un
espejo que él mismo sostiene
arriba de su cabeza.)
¿Alguna vez han visto
como un reflejo se repite miles
de veces entre dos espejos? (La
maestra sostiene dos espejos
grandes y permite que los niños
vean como se repite la misma
imagen una y otra vez. Se pue-
de ver aun mejor si es que se
quita un poquito de la pintura
metálica de un espejo para mirar
por el vidrio hacia el otro espe-
jo.)
¿Alguna vez ha mirado
dos o tres lados de un objeto a
la misma vez? (La maestra colo-
ca tres espejos para que puedan
observar un objeto que los niños
escojan.)
¿Para qué solemos noso-
tros usar los espejos? ¿Qué signi-
fica la palabra reflejo?
Dios nos ha creado a no-
Reflejo de Dios
Reflejo de Dios
sotros a su imagen. Esto quiere
decir que nos ha dado muchas
de sus mismas características.
¿Cuáles son las características de
Dios? Él es sabio, bondadoso,
amoroso, paciente, compasivo…
¿Qué más?
El texto
de hoy dice que
si entre nosotros
hay “alguno sa-
bio y entendido,
que lo demues-
tre con su buena
conducta, con la
humildad que su sabiduría le
da.” Una persona que tiene la
sabiduría de Dios es humilde por
que sabe que todo lo que tiene
y todo lo que es viene de su Pa-
dre Celestial. La personas que
tienen la sabiduría del mundo
son envidiosas, tienen amarguras
en el corazón y hacen las cosas
por rivalidad.
Dios quiere que nosotros
reflejemos su sabiduría además
de sus otras características. El
texto también dice, “pero los
que tienen la sabiduría que viene
de Dios, llevan ante todo una
vida pura; y además son pacífi-
cos, bondadosos y dóciles. Son
Nuevo Testamento
también compasivos, imparciales
y sinceros, y hacen el bien.”
Cuando nosotros hemos conoci-
OBJETIVO:
Ilustrar como nosotros
do a Dios, podemos llegar a ser debemos reflejar las ca-
como un espejo de Él reflejando racterísticas de Dios.
a todos cómo es Dios. Pero un
espejo empañado o sucio no
puede reflejar la
imagen deseada,
por eso es que
Cristo murió por
nosotros: para
limpiarnos y per- TEXTO BÍBLICO:
mitirnos reflejar a Santiago 3:13,17-18
Dios. Verso 18: “Y los que
El texto termina dicien- procuran la paz, siem-
do, “y los que procuran la paz, bran en paz para reco-
siembran en paz, para recoger
ger como fruto la justi-
como fruto la justicia.” En estos
tiempos de violencia, odio, ren- cia.“
cor, pleitos y peleas, Dios nos
llama a ser un fiel reflejo de su
paz. (La maestra levanta uno de
los espejos para que refleje una MATERIALES
luz del templo.) Así como un Varios espejos de dife-
espejo refleja brillantemente la rentes tamaños
luz del sol, nosotros tenemos
que mostrar la paz de Dios en
estos tiempos. Dios nos prome-
te que si reflejamos su paz, tam-
bién viviremos su justicia.
¡Seamos como espejos reflejan-
do siempre a Dios!
Página 55
 Página blanca
OBJETIVO:
Comparar una página
V amos a imaginarnos por
un momento que nues-
tro corazón es como esta
blanca con la oportu- página en blanco. Cuando
nidad de recibir el nosotros le pedimos al Señor
perdón y de tener un que sea el Rey de nuestras vi-
corazón limpio. das, él nos limpia de todas las
cosas malas que hemos
hecho. ¿Cuáles son algunas
de estas cosas malas? ¿Cómo
se llama cuando nosotros
TEXTO BÍBLICO: hacemos cosas que no agra-
I Pedro 1: 22-23 dan a Dios? Se llama pecado.
Verso 22b: “Así que de- Cuando aceptamos al Señor
ben amarse unos a Jesús en nuestros corazones,
otros con corazón pu- él nos limpia de nuestros pe-
ro y con todas sus fuer- cados dejándonos como una
zas..” página blanca. Después, el
Señor Jesús, por medio del
Espíritu Santo, comienza a di-
bujar y escribir cosas hermo-
MATERIALES sas y buenas en nuestros cora-
Hojas de papel en zones. Comenzamos a tener
blanco experiencias donde sentimos
Lápices que el Señor nos acompaña y
nos muestra las maravillas de
todo lo que ha creado. (La
maestra pinta un arco iris de
colores brillantes en la hoja.)
Pero, sucede que no-
Página 56 Nuevo Testamento
sotros seguimos viviendo en
la tierra donde todavía hay
muchos problemas y pecado.
También sucede que nosotros
mismos en muchas ocasiones
desobedecemos al Señor y
volvemos a caer en hacer co-
sas que no le placen a él y
que nos hacen daño a noso-
tros y a otros. Enton-
ces nuestra hoja co-
mienza a ensuciarse
con borrones y con
cosas no tan hermosas
y lindas. Tenemos re-
cuerdos que nos due-
len, y nos sentimos
mal por las cosas que
debíamos haber
hecho y no las hicimos y las
cosas que no debíamos haber
hecho y sí las hicimos. (La
maestra comienza a dibujar
manchas y caras infelices en
la hoja.)
Entonces, el Señor
Jesús nos promete que si nos
arrepentimos de lo que
hemos hecho y si le pedimos
perdón a él y a los demás
quienes hemos dañado, él
nos perdonará. Cuando el
Señor Jesús nos perdona y
nos purifica de nuestros peca-
dos, es como si recibiéramos
otra vez la hoja en blanco.
¡El Espíritu Santo volverá a
dibujar cosas hermosas en no-
sotros! El Señor Jesús tiene el
poder y el de-
seo de limpiar-
nos y de libe-
rarnos de todas
las cosas malas
que nos suce-
den y que hace-
mos. Confor-
me vamos cre-
ciendo, vamos
aprendiendo cuáles son las
cosas agradables delante de él
y las cosas que más nos con-
vienen. Así nuestra vida en
él, poco a poco, se irá convir-
tiendo en una hermosa obra
de arte sobre un corazón tan
limpio y puro como una
página blanca.
Página blanca

T engo en mis manos una
piedra. Es una piedra
común y corriente. Como pue-
den ver no tiene nada de espe-
cial. (La maestra muestra el la-
do de la piedra que no está puli-
da o, si está usando dos piedras,
la piedra común.)
Imaginemos un momen-
to de dónde vino esta piedra.
¿De dónde creen que vino? ¿De
un arroyo? ¿Del mar? ¿De un
acantilado? Se parece a miles de
otras piedras comunes que uno
puede encontrar botadas a la
orilla del camino.
Creo que los seres huma-
nos somos como las piedras.
Aunque cada una es única y es-
pecial, la mayoría de nosotros
nos sentimos comunes sin nada
de extraordinario. A veces nos
sentimos rechazadas o abando-
nadas a la orilla del camino o
revueltas y mareadas en el tu-
multo de las olas del mar.
La Biblia compara al Se-
ñor Jesucristo a una piedra. Di-
ce que Jesús es la piedra que las
personas desecharon. Algunos
quizá pensaron que no tenía na-
da de especial y otros quizá no
querían que fuera la piedra fun-
Una piedra viva
Una piedra viva
damental de sus vidas.
Las piedras que están sin
uso a la orilla del camino se di-
cen ser piedras muertas. Pero
cuando un maestro toma la pie-
dra y la comienza a formar y
pulir, se dice que la piedra cobra
vida. Cuando vemos un gran
edificio de piedra, nos damos
cuenta que cada piedra es pre-
parada por el maestro construc-
tor para ocupar un lugar espe-
cial. Una vez que el conjunto
de piedras está lista, el edificio
que se levanta es hermoso y fir-
me. Esas piedras, todas unidas
en un edificio y cada una con
una función particular, son pie-
dras vivas.
Cristo fue desechado por
las personas, pero para Dios era
Nuevo Testamento
una piedra escogida y de mucho
valor. Nosotros también, aun-
que nos podamos sentir peque-
ños o desechados, somos como
piedras preciosas escogidas, for-
madas y pulidas por el Creador.
Y una piedra que parece
tan común y sin nada especial,
en la mano del Gran Maestro,
también se convierte en una pie-
dra de mucho valor. (La maes-
tra muestra el lado pulido de la
piedra o la segunda piedra ya
labrada.) Los diamantes, cuan-
do los sacan de las minas, son
de apariencia común y corrien-
te. Pero un experto en diaman-
tes sabe justo como cortar y pu-
lir la piedra para crear una joya.
Dios, el experto en personas, sa-
be justo que es lo qué necesita-
mos aprender y cambiar para
ser transformados en las joyas
que componen su iglesia. To-
dos juntos, piedras vivas y pre-
ciosas, iremos edificando la igle-
sia fundada en la roca que es Je-
sucristo.
OBJETIVO:
Asociar el desarrollo
de nuestras vidas con
el ejemplo de la piedra
viva.
TEXTO BÍBLICO:
I Pedro 2:4-5
Verso 5a: “De esta ma-
nera, Dios hará de us-
tedes, como de piedras
vivas, un templo espiri-
tual.“
MATERIALES
Una piedra que de un la-
do esté en bruto, áspero y
común, pero que del otro
lado esté pulida o tenga
alguna marca especial.
También se pueden usar
dos piedra diferentes, una
común y otra pulida.
Página 57
 Una cadena fuerte
OBJETIVO: Q uiero entregarle a cada uno
de ustedes una tira de cartu-
Unir los eslabones de lina. En el lado blanco de la tira
una cadena para for- de cartón, escriban su nombre.
mar una representa- Ahora que todos hemos
escrito nuestros nombres, vamos
ción del grupo.
a ir haciendo juntos una cadena
con estas tiras como eslabones.
Cada vez que vamos pegando
los eslabones, vamos a pensar en
una bendición para la persona
cuyo nombre aparezca en la tira.
TEXTO BÍBLICO: Por ejemplo, aquí está la tira
I Pedro 3:8-16 donde yo escribí mi nombre.
Verso 8a: “Vivan todos Voy a pegarlo en un círculo con
ustedes en armonía, la cinta adhesiva. Ahora todos
pensemos en una bendición es-
unidos en un mismo
pecial para mí. ¿Qué podrían
sentir y amándose co- ustedes desearme o con qué pa-
mo hermanos.” labras podrían ustedes bendecir-
me?
Una cadena se puede
usar para alcanzar algo o para
MATERIALES asegurar algo. Mi eslabón solo
Tiras de cartulinas de no forma una cadena. Ustedes
colores de 3cm x se darán cuenta
20cm, una tira para ca- que con un solo
da alumno. eslabón no se pue-
de alcanzar muy
Lápices
lejos. Pero si se
Cinta adhesiva unen todos los es-
labones, se forma
una cadena que sí
Página 58 Nuevo Testamento
puede alcanzar lejos.
Ahora vamos a ir agre-
gando los eslabones de cada uno
de ustedes mencionando pala-
bras o frases de bendición con
cada eslabón que peguemos.
Aquí tenemos una cade-
na larga con todos nuestros
nombres. Esta cadena es como
la iglesia; todos juntos, unidos,
podemos alcanzar a mucha gen-
te. Cada uno de nosotros es di-
ferente y único, pero formamos
parte de esta cadena.
¿Qué sucedería si una
persona, como este eslabón de
en medio, decide ya no trabajar
en unidad con los demás? (La
maestra puede despegar el es-
labón como ejemplo.) La cade-
na ya no tiene el mismo alcance
de antes.
¿Qué sucede si uno de
los eslabones es más débil que
los otros? (La maestra puede
despegar uno
de los eslabo-
nes y tirar de
los extremos
de la cadena
para que se se-
pare en dos
partes.) Dicen
que una cadena es solamente
tan fuerte como sus eslabones
más débiles. ¿Qué debemos
hacer si uno de nosotros está
débil para mantener fuerte toda
la cadena?
A veces hay gente que
quiere dañarnos a unos o a toda
la iglesia. ¿Qué debemos hacer
si alguien quiere dañar uno de
los eslabones o toda la cadena?
El texto Bíblico nos dice “¿Quién
podrá hacerles mal, si ustedes se
empeñan siempre en hacer el
bien?
Nosotros en la iglesia te-
nemos que trabajar para mante-
ner firme nuestra cadena de uni-
dad. Una de las maneras en que
hacemos una cadena fuerte es
bendiciéndonos los unos a los
otros. Otra manera de formar
una cadena útil para el Señor es
respetando a cada persona en
cada eslabón y reconociendo sus
dones y sus debilidades. Tam-
bién creamos una cadena fuerte
cuando decidimos hacer el bien
aun cuando alguien nos quiera
hacer algún daño. Así tendre-
mos una iglesia fuerte, como es-
ta cadena, y podremos alcanzar
a muchas personas. ¡Seamos
Una cadena fuerte

U na científica, mundialmente
famosa, estaba extremada-
mente preocupada por la condi-
ción del mundo. Todos los días
escuchaba y leía sobre el hambre,
la corrupción, la guerra, la degra-
dación del medio ambiente, la
codicia y la injusticia. Deseando,
en lo profundo de su corazón,
hacer una diferencia ante estos
problemas, se encerró en su labo-
ratorio con la determinación de
descubrir una solución para arre-
glar el mundo.
Justo cuando había logra-
do sentarse para analizar el desaf-
ío, su hijo pequeño tocó a la
puerta y entró. “¿Qué haces, Ma-
mi? ¿Puedo ayudar?” Preguntó
el niño. La científica, no querien-
do desilusionar a su hijo pero
también algo frustrada por la in-
terrupción, no muy convencida
contestó, “Bueno, sí, me puedes
ayudar.” Después de todo, esto
de descubrir una solución a los
problemas mundiales iba a reque-
rir de toda sus habilidades exper-
tas, su inteligencia y su concentra-
ción.
La científica entonces
buscó en una revista y encontró
una fotografía del mundo tomada
desde el espacio. Arrancó la foto
y la recortó en muchos pedazos
Rompecabezas
Rompecabezas
creando así un complicado rom-
pecabezas. “Aquí tienes, mi hijo.
Tu trabajo es volver a armar el
rompecabezas de la tierra. No
puedes volver a mi laboratorio
hasta que hayas terminado.”
El niño estaba muy emo-
cionado, y recogiendo las piezas
con entusiasmo, se fue a comple-
tar la asignación. La científica cal-
culó que tenía por lo menos va-
rias horas, sino algunos días, sin
más interrupciones pues su hijo
era muy jovencito y nunca había
visto antes una fotografía de la
tierra. Además, había cortado los
pedazos tan pequeños que segu-
ramente él se daría por vencido
ante la dificultosa tarea.
Veinte minutos más tarde,
el niño entró corriendo al labora-
torio. “¡Mamá, Mamá, terminé!
Logré armar el mundo otra vez.”
La científica no lo podía creer.
Estaba segura que él no había
completado el rompecabezas y
que las piezas estaban aun desor-
denadas. Sin embargo cuando fue
a revisar el trabajo, cual fue su
sorpresa al encontrar el rompeca-
bezas del mundo completo con
cada pieza en su lugar. “Mi hijo,”
preguntó la científica, “¿cómo pu-
diste poner en orden al mundo
tan rápidamente?” El niño con-
Nuevo Testamento
testó, “Ay, Mami, sí fue fácil.
¿Ves como del otro lado de la
página de la revista está una foto
OBJETIVO:
Narrar un cuento so-
de una persona? Yo no sabía bre la creación y el ser
cómo tenía que ser el mundo, pe-
ro si sabía cómo era una persona.
humano como un
Entonces, armé primero a la per- rompecabezas.
sona y quedó armado el mundo
también.”
Quizá el hijo de la cientí-
fica había descubierto el secreto
TEXTO BÍBLICO:
II Pedro 3:12-15a
Verso 15a: “Tengan en
cuenta que la paciencia
con que nuestro Señor
nos trata es para nues-
tra salvación.”
para resolver los problemas del
mundo. Quizá es necesario pri-
mero rearmar a la gente, buscar la PENSAMIENTO
sanidad para las personas, y lue-
go, tal vez al mismo tiempo, el ¡Oh pecado! ¡Cuánto
rompecabezas del mundo que- mal le has ocasionado
dará ordenado de nuevo. a esta hermosa tierra!
- R.H Dana
Página 59
 Los colores en la luz
OBJETIVO: * NOTA: Este experimento tiene
que realizarse en lugar que se
pueda oscurecer.
Determinar que el ojo
Hoy día vamos a hacer un
humano solamente dis- experimento para contestar la
tingue los colores cuan- siguiente pregunta: ¿Puede el
do hay suficiente luz y ojo humano distinguir los co-
comparar este descubri- lores en la oscuridad? Para
miento con la diversi- realizar este experimento,
dad ante la luz divina. voy a entregarles a cada uno
de ustedes un papelito blan-
co. Después, vamos a apagar las
luces. Una vez que estén apagadas
TEXTO BÍBLICO: las luces, les voy a entregar a cada
I de Juan 1:5-10 uno de ustedes un lápiz de color.
En la oscuridad, deben examinar
Verso 5: “Este es el bien el lápiz que les entrego y deci-
mensaje que Jesucristo dir cuál color es el que tienen. Una
nos enseñó y que les vez que hayan decidido el color del
anunciamos a ustedes; lápiz, deberán escribir el nombre de
ese color bien fuerte sobre el pape-
que Dios es luz y que en
lito. Del otro lado del papelito,
él no hay ninguna oscu- van a escribir las iniciales de sus
ridad.” nombres.
Por ejemplo, digamos que
MATERIALES las luces ya están apagadas y yo re-
cibo este color. Una vez que ya lo
Lápices de colores (No he examinado y he decidido el co-
se debe usar el blanco) lor, voy a escribir el nombre del co-
Papeles blancos de lor sobre este papel. Digamos que
10cm x 10cm yo creo que el color es rojo, enton-
ces voy a escribir ROJO bien fuerte
de un lado del papelito. Del otro
lado voy a escribir las primeras le-
tras de mi nombre, o sea, mis inicia-
les.
Una vez que todos haya-
Página 60 Nuevo Testamento
mos terminado este ejercicio, voy a
recoger todos los colores y los pa-
peles y volveremos a prender las
luces. Después, vamos a analizar
los papeles para ver si pudimos
identificar los colores.
Si a alguna persona se
le cae el lápiz o el papelito du-
rante la actividad, simplemen-
te me debe pedir otro y se lo
entregaré. Pero no podemos
prender la luz hasta que todos
hayamos terminado. (La maestra
ahora ejecuta el experimento con
los niños. Cuando todos hayan ter-
minado de escribir el nombre del
color y las iniciales, se vuelven a
prender las luces.)
Al leer las iniciales, díganme
ustedes quién es. Ahora veamos
cuáles fueron los colores que uste-
des escribieron. Podremos compa-
rar el nombre del color que escri-
bieron con el verdadero color del
lápiz. ¿Ven como fue muy difícil
identificar el verdadero color del
lápiz? (Se podrá comparar la pala-
bra escrita con el color con que
marcó el lápiz. En la mayoría de
los casos, será mucho más difícil
identificar los colores oscuros. Se
debe comparar cada papelito para
que los niños puedan analizar el co-
lor que pensaron que tenían con el
color que realmente escribieron.)
Los ojos de los seres huma-
nos no están muy adaptados para
ver en la oscuridad. Nuestros ojos
necesitan luz para distinguir los co-
lores.
¿Ustedes saben que todos
nosotros somos tan diferentes como
los colores? Cada uno de nosotros
fuimos creados únicos y especiales.
La Biblia dice que Dios es luz.
Cuando nosotros vivimos sin Dios,
vivimos en oscuridad. Entonces nos
equivocamos porque no vemos
bien lo que Dios quiere para nues-
tras vidas. En la oscuridad, parece
que todos somos iguales; no logra-
mos ver todas las diferencias y los
colores que nos distinguen. Cuan-
do vivimos en la luz de Dios, en-
tonces Jesús nos limpia de todas
nuestras equivocaciones. Con la luz
de Dios nos damos cuenta que a
pesar de que somos tan diferentes
como estos colores, también somos
iguales. Así como todos estos colo-
res son lápices hechos de madera,
nosotros también somos todos seres
humanos y necesitamos del perdón
y el amor de Dios. Dios nos invita
a vivir en su luz conociendo sus
principios, su amor y su perdón.
Cuando estamos en su luz, también
conoceremos nuestros talentos y
dones especiales. ¡Estar en la luz de
Dios significa que podemos ver to-
dos los colores y las alegrías de la
vida! Disfrutemos de nuestras dife-
rencias y celebremos lo que tene-
mos en común.
Los colores en la luz

M iren este reloj. Parece
que ya no funciona.
¿Qué le habrá pasado? Lo he
golpeado varias veces y no pasa
nada. ¿Qué creen ustedes que
ha sucedido?
Saben que este reloj me
recuerda a algunas personas.
Hay gente que por fuera pare-
cen estar muy bien, pero algo
les pasa y simplemente no fun-
cionan. Parecen tener todo en
orden, pero en realidad están
tristes, enojados o confundidos.
Parece que en realidad no viven
sino que simplemente sobrevi-
ven.
¿Qué es lo que le da
cuerda o energía a este reloj? Si
abrimos aquí, ¿qué vemos? ¡Le
falta una pila! Así también con
esas personas. Tienen todo, pe-
ro falta lo que les llena de vida,
energía, amor y compasión.
¡Les falta tener el
amor de Dios en sus
corazones!
Si colocamos
esta pila, ¿qué suce-
de? ¡El reloj funcio-
na! Pero, el reloj no
dice la hora debida.
Hay que ajustar y
Un corazón nuevo
Un corazón nuevo
cambiar la hora para que fun-
cione como debe.
Cuando nosotros recibi-
mos a Dios en nuestros corazo-
nes, obedecemos sus manda-
mientos, y funcionamos como
debiéramos. Aun después de
tener al Señor, a veces es nece-
sario que nos ajuste y nos cam-
bie algunas cosas. Así llegare-
mos a ser todo lo mejor de lo
que él quiere que seamos. A ve-
ces Dios tiene que cambiar o
ajustar algo en nuestra persona-
lidad o nuestra forma de ser. Si
nos enojamos con facilidad o si
decimos palabras indebidas, en-
tonces Dios tiene que cambiar o
ajustar esas cosas.
Cuando tratamos de vi-
vir nuestras vidas sin Dios, es co-
mo este reloj sin pila. No pode-
mos cumplir con los propósitos
con los cuales Dios nos ha crea-
do. También somos di-
ferentes que el reloj. El
reloj no puede hacer na-
da para lograr que le co-
loquen una pila. En
cambio nosotros, sí le
podemos pedir al Señor
que entre en nosotros y
que cambie nuestras vi-
Nuevo Testamento
das .
d a
uno
Ca-
OBJETIVO:
d e Comparar un reloj sin
no- pila a una vida sin
Dios.
sotros podemos decidir si quere-
mos que Dios sea como nuestra
pila y que venga a llenarnos de TEXTO BÍBLICO:
su amor. I Juan 3:19-24
Cuando Dios es la pila Verso 19: “De esta ma-
que da energía a nuestras vidas, nera sabremos que so-
entonces sabemos que somos de mos de la verdad, y
la verdad, y podremos sentirnos podremos sentirnos se-
seguros delante Dios. La Biblia guros delante de
también nos dice que “los que
Dios.“
obedecen sus mandamientos vi-
ven en él, y él vive en ellos. Y
en esto sabemos que él vive en
nosotros: por el Espíritu que nos MATERIALES
ha dado.” Sabemos que Dios Un reloj que funciona
está dentro de nosotros cuando con una pila
podemos sentir que su Espíritu Una pila nueva que
nos guía, nos consuela y nos lle- haga funcionar el reloj
na de amor.
Página 61
 Su bandera es amor
OBJETIVO:
Plantear que todos los
A ver si ustedes me pueden
ayudar a identificar estas
banderas. Aquí está la primera
que hemos conocido y bandera. ¿De qué país es? ¡De
recibido el amor de Chile! ¿Ustedes saben qué signi-
fican los colores y la estrella en
Dios, somos príncipes
la bandera de Chile?
y princesas de un reino Aquí está la bandera de
eterno. otro país. Aunque no sabemos
qué significan los colores y los
símbolos podemos adivinar.
¿Qué creen ustedes qué signifi-
TEXTO BÍBLICO: can? Aquí hay varias banderas
I de Juan 4:7.13 más. ¿De qué países son?
Verso 11: “Queridos ¿Cómo se le dice a las
hermanos, si Dios nos personas que han nacido y vivi-
do en Chile? ¿Cómo sabemos
ha amado así, nosotros
de qué país somos? ¿Cómo sa-
también debemos ben que son Chilenos?
amarnos unos a otros.” ¿Saben ustedes que des-
cubrí algo muy importante? Su-
cede que supe que en
realidad yo soy una
MATERIALES princesa. (¡La maestra
Banderas de diferentes debe anunciar esta noti-
países cia dramáticamente!)
¿No me creen? ¡Pero sí
es verdad! ¡Yo soy la
hija de un Rey! Es el
Rey que tiene el reino
más grande y más im-
portante del mundo. Es
el Rey más rico y más
Página 62 Nuevo Testamento
poderoso del universo. ¡Sí, yo
soy la hija del Rey más impor-
tante de todos los tiempos, y
por lo tanto, soy una princesa!
¿Pueden ustedes adivinar
quién es este Rey? ¡Sí! ¡Es el Se-
ñor Dios todopoderoso! La Bi-
blia dice que “todo el que ama
es hijo de Dios y conoce a
Dios.” También dice que si
“Dios nos ha amado así, noso-
tros también debemos amarnos
unos a otros.” Dios nos ha ama-
do tanto que nos ha dado el pri-
vilegio de ser sus hijas y sus
hijos. Por lo tanto, todos los
que lo hemos conocido, hemos
sentido su amor y hemos mos-
trado este amor a otros, tene-
mos el privilegio de ser príncipes
y princesas de Dios, el Rey.
Claro que si
somos príncipes y
princesas tenemos
que comportarnos
como tales. ¿Cómo
creen que tiene que
ser un príncipe o una
princesa del reino de
Dios? La gente debe
de poder vernos y
decir, “algo tiene de
especial esa niña o
ese niño. Es diferente. Algo lla-
ma la atención.” Nuestras acti-
tudes y nuestros comportamien-
tos deben de siempre reflejar el
hecho de que somos princesas y
príncipes, hijas e hijos de Dios.
¿Cómo creen que es la
bandera del reino de Dios? Estas
banderas de los países que men-
cionamos, están hechas de mate-
riales que, después de que pase
el tiempo, se van a pudrir y des-
hacer. Sin embargo, la bandera
del reino de Dios, va a existir
para siempre. ¿Ya adivinaron
cual es la bandera del reino de
Dios que nosotros debemos le-
vantar en alto? ¡Es el AMOR!
Cuando nosotros rendimos
honores o saludamos a la bande-
ra, nos comprometemos a ser
leales a ella y al país que repre-
senta. Como príncipes y prince-
sas del reino de Dios, levanta-
mos en alto la bandera del amor
y nos comprometemos a mos-
trar a otros el amor que noso-
tros hemos recibido de Dios. El
amor debe ser la bandera o el
estandarte que marca todo lo
que somos y hacemos y que
muestre a todos que somos lea-
les al reino eterno de Dios.
Su bandera es amor

L os niños del barrio conta-
ban que la casa estaba em-
brujada y ninguno de ellos se
atrevía a acercarse demasiado,
especialmente de noche. En
realidad,sabían que en esa vieja
mansión con uno que otro vi-
drio roto y la pintura carcomi-
da, vivía un viejo y
excéntrico caballero
que rara vez salía
siquiera al patio.
Pero era más diver-
tido y misterioso,
crear un gran núme-
ro de historias fan-
tasiosas sobre su
pasado y sus extra-
ños hábitos. Una
que otra vez que se
habían atrevido a
mirar de cerca, el
viejo les había amenazado a gri-
tos que se largaran de sus terre-
nos.
Un día, los niños estaban
jugando un partido de fútbol
en un baldío que quedaba en
contra esquina de la ruinosa
mansión. Estaban jugando con
la pelota preferida de Rodrigo;
era la que le había traído su
papá desde Santiago donde ju-
El invitado misterioso
El invitado misterioso
gaba su equipo preferido. Ro-
drigo estaba jugando como de-
lantero. Cuando le llegó la pe-
la puerta para recoger su pelota,
escuchó ese ruido que tanto
había temido escuchar: el soni-
OBJETIVO:
Ilustrar la llegada de
lota, la pateó con todas sus fuer- do de la puerta abriéndose so- Cristo a nuestras vidas
zas. La pelota salió volando en- bre bisagras oxidadas. Rodrigo por medio de un cuen-
cima del arco, rebotó por la ca- casi no se atrevió a mirar para to.
lle, y cayó frente a la puerta de arriba y esperaba escuchar en
la mansión. Allí terminó el par- cualquier momento la voz enra-
tido. Todos los niños biada del viejo. Cuando por fin
del barrio corrieron se atrevió a mirar, no pudo con-
hacia sus casas. ¡No tener su sorpresa. El viejo esta-
querían escuchar los ba mirando algo sobre el hom-
gritos y los insultos bro de Rodrigo con la boca en- TEXTO BÍBLICO:
del viejo cascarrabias! treabierta de asombro. Rodrigo Apocalipsis 3:19-21
Rodrigo no miró para atrás y no vio nada. Verso 20: “Mira, yo es-
sabía qué hacer. Trató de explicar por qué estaba toy llamando a la puer-
Cuando llegó al allí. Al principio, el viejo no pa- ta; si alguien oye mi
portón de la casa, de- recía escucharle. De repente lo voz y abre la puerta,
cidió que lo primero miro como que se estaba recién entraré en su casa y ce-
era detenerse a orar. dando cuenta que el niño estaba naremos juntos.“
Le recordó al Señor parado frente a su puerta.
Jesús que según le El viejo volvió a mirar
había dicho la maestra de la es- sobre el hombro de Rodrigo y
cuela dominical, él le acompa- luego le dirigió la voz. “¿No PENSAMIENTO
ñaría y le cuidaría en todas par- quieren pasar a tomar once?” Nuestro ser interior es co-
mo una casa. Jesús es muy
tes. “Señor”, dijo Rodrigo, “si Rodrigo no sabía qué
respetuoso y espera en la
es verdad, te pido que me decir, pero entre el miedo de puerta hasta que le abri-
acompañes ahora y que me pro- entrar en la casa y la emoción mos. Cuando Jesús entra a
tejas. Quiero ir a buscar mi pe- de la aventura (que después por nuestra casa, es como si el
lota y no quiero que me pase cierto que se lo contaría a los sol mismo viniera a ilumi-
nada.“ demás chicos con lujo de deta- nar cada rincón oscuro.
Justo en el momento lles) decidió pasar a la casa.
que Rodrigo se inclinó frente a Dentro de la casa habían esta-
Nuevo Testamento Página 63
 tuas y figuras, libros y mapas,
lámparas y extraños instrumen-
tos científicos. El viejo ya no
parecía ser tan amenazante co-
mo antes. En realidad era un
caballero pequeño, un poco cal-
vo, con una mirada triste y soli-
taria. Con una destreza asom-
brosa para su edad, preparó el
té y puso la mesa. Rodrigo vio
que puso tres lugares y se pre-
guntó quién sería la otra visita.
Cuando se sentaron a comer, se
pusieron a conversar. El viejito
le contó cosas asombrosas de
sus viajes por todo el mundo.
Pero, en ningún momento apa-
reció la tercera persona para
quien fue preparado el puesto
en la mesa.
Ese día comenzó una
gran amistad entre el niño y el
viejito. Pasaron muchas horas
felices conversando, aprendien-
do, leyendo y haciendo experi-
mentos. Finalmente un
día, cuando Rodrigo ya era jo-
ven, le llamaron para avisarle
que su amigo, el caballero de la
mansión, se estaba muriendo.
Rodrigo llegó hasta su cama
donde ya apenas respiraba.
Tenía algunas preguntas que
Página 64 Nuevo Testamento
nunca le había hecho a su amigo
anciano. Ahora era su última
oportunidad para averiguar qué
había pasado ese día en que se
conocieron.
“Díme, amigo,” pre-
guntó Rodrigo, “ese día que me
aparecí en tu puerta, ¿cómo su-
piste que yo estaba allí? ¿Qué
mirabas con tanto asombro
detrás de mi? Y por último ¿por
qué pusiste tres puestos en la
mesa cuando éramos solamente
los dos?” Rodrigo tuvo
que acercarse para escuchar al
anciano; su respuesta vino con
la voz baja y forzada de una
persona quién ya está apunto de
morir. “Ese día en que nos co-
nocimos, escuché que alguien
tocaba a la puerta. Cuando
abrí, ya tenía las palabras en la
boca listas para maldecir al que
se atrevía a interrumpirme. Vi
de reojo un niño con una pelo-
ta, pero detrás de él estaba un
señor como ningún señor que
haya visto en todos mis viajes
alrededor del mundo. Tenía
una mirada firme pero tierna y
el amor y el respeto parecían
emanar de su cuerpo. No me
atreví siquiera a dirigirle la voz.
Pensé que venía acompañando
al niño, por lo tanto, les invité a
pasar. ¿No lo viste? Estuvo allí
sentado a tu lado durante toda
la once que comimos. No dijo
ninguna palabra, pero nos mira-
ba con interés y satisfacción.
“Desde ese día en que
te conocí en adelante, mi vida
fue diferente. No volví a ver al
caballero, pero tenía tu amistad
y eso me transformó la vida.”
El anciano cerró sus ojos y dijo,
en un susurro apenas percepti-
ble, “¡Allí está! ¡Me está espe-
rando!“ Rodrigo supo
que ese día su oración había si-
do contestada y nunca más vol-
vió a dudar que el Señor Jesús le
acompañaría dondequiera que
fuera. Se detuvo un momento
para dar gracias por la vida de
su amigo, y a dar gracias por su
Gran Amigo quien había estado,
y siempre estaría, con él.
El invitado misterioso