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Contraportada
Página de Título

El Gran Plan de Jubilación del Maestro


Mágico.
Volumen 11
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Escrito por: Izushiro
Ilustraciones por: Ruria Miyuki
Traducción al Español, Edición de imágenes y demás por:
Ferindrad
Contenido
Ilustraciones
Septuagésimo Capítulo:
Recordando al Lobo Blanco

Vanalis había sido conquistado. Y Alus se dirigía a su casa llevando a Loki a la espalda.

La nieve de antes había desaparecido por completo. Mirando hacia arriba, pudo ver los
rayos de luz que caían a través de los huecos de las hojas de los gigantescos árboles que lo
rodeaban.

El buen tiempo aligeró sus pasos. En el camino, Loki le había hecho una pregunta,
susurrándole al oído. Se había preguntado por qué había rechazado la oferta de Lettie. Era algo
que había ocurrido hacía unas horas.

Lettie le había tendido la mano y le había pedido que caminara con ella. Le reveló todo lo
que había estado ocultando cuando trató de reclutarlo. Viajar al Mundo Exterior con aliados
en los que pudiera confiar en lugar de estar solo… Le estaba ofreciendo a Alus una mano
amiga, por así decirlo.

Incluso había sentido alivio cuando ella lo hizo, como si hubiera encontrado a alguien,
aparte de Loki y los demás, que afirmara su existencia. Por eso había considerado seriamente
tomar su mano. Pero al final, decidió no hacerlo.

Loki sospechó que tenía que ver con su pasado, e indirectamente le preguntó por él. Y
entonces Alus puso amargamente la mano en la puerta de sus recuerdos.

Fue hace mucho tiempo y sus recuerdos se habían vuelto vagos… Estos días, pasando su
tiempo en el Instituto y siendo enviado a misiones, su recuerdo de aquella época se había
desvanecido y se había vuelto incierto. Pero había algunos recuerdos que nunca olvidaría.
Tocar esos recuerdos le traía amargura. Y dolor.

Era más una cicatriz que un recuerdo. Por eso, cuando intentaba hablar de ello, sus labios
se sentían pesados, como si estuvieran sellados. Normalmente, una persona no querría reabrir
tales cicatrices. Pero ahora mismo, cuando el cielo estaba tan claro y el aire tan fresco, Alus
sentía que una o dos historias aburridas podían ser perdonadas.
En realidad, era una historia trivial… pero no era que la contara para que Loki la
escuchara. En cambio, pensó que podría ser una buena idea reabrirla para poder castigarse y
volver a encadenar su corazón.

Aun así, sólo sería esta vez. Era una cicatriz que no debía ser ni curada ni olvidada.

Al sentir su vacilación, Loki esperó tranquilamente hasta que estuviera preparado para
hablar de ello. Si ella estuviera dormida, sus labios se habrían soltado más fácilmente. Pero
ese pensamiento era sólo otro intento de escapar.

Alus cerró los ojos, como si estuviera cegado por lo brillante que era el Mundo Exterior.
Al contárselo a alguien, era posible que se diera cuenta de algo que no había podido hacer por
sí mismo. Era una posibilidad remota, pero ahora asistía al Instituto y tenía un compañero.
Ahora las circunstancias eran diferentes.

Pensó en el pasado, abriendo su cicatriz y tocándola. Incluso ahora, dudaba. Así que
necesitaría un poco más de tiempo para resolverse.

******

Era una historia demasiado corta como para tener que contarla en profundidad, y muy
pocas personas conocían todos los detalles como para poder hablar de ella más extensamente.
Era una historia del pasado de una unidad única en Alpha.

La Unidad Especial de Ataque a los Fiends, también conocida como Unidad Especial, era
un escuadrón de reciente creación. Había otras unidades con este nombre, pero esa era la única
unidad que se reconocía oficialmente con ese nombre.

Sólo los Maestros Mágicos reconocidos como líderes dignos y los funcionarios de alto
rango podían establecer escuadrones a título individual. El rango no era el único requisito;
también se tenían en cuenta los logros y los años de servicio.

Dirigir un escuadrón como individuo era la excepción. La mayoría de los escuadrones


eran formados por los altos mandos. Publicaban una notificación de la creación de una nueva
unidad y enumeraban su comandante y sus miembros. Por supuesto, los nombramientos eran
obligatorios y no voluntarios. Los escuadrones así formados incluían tropas de primera línea,
de defensa, de apoyo, de investigación, etc.

Además, todos los escuadrones requerían la aprobación de un general o superior, sin


excepciones. Por ello, rara vez se creaban escuadrones que pasaran a la ofensiva. La razón era
que llevar la lucha a los Fiends no era muy popular en aquella época. Los militares tendían a
elegir una estrategia centrada en la defensa, ante todo. Y la mayoría de los altos mandos
opinaban que la seguridad de los ciudadanos era lo primero.

Sin embargo, las circunstancias eran algo diferentes para la Unidad Especial de Ataque a
los Fiends. El escuadrón fue formado por un individuo con el propósito de eliminar a los
Fiends, una rareza en ese momento. El hombre que hizo la petición fue Vizaist Socalent, y
apoyándolo estaba nada menos que Berwick.

Como viejo amigo de Berwick, Vizaist fue nombrado comandante, pero la existencia de
un joven llamado Alus fue el factor más importante. Al fin y al cabo, había terminado el
programa de entrenamiento especial que normalmente tardaba varios años en completarse en
sólo seis meses. Y por eso Berwick quería mostrar las habilidades y las perspectivas de futuro
de Alus a los altos mandos acumulando sus logros.

Además, era necesario apresurarse. El programa de formación especial se dirigía a niños


huérfanos, por lo que fue criticado por muchos. Además, el origen incierto de Alus y su corta
edad también jugaban un papel importante. Ponerlo en combate real no sólo sería una violación
de la disciplina militar, sino que también suscitaría las críticas de la comunidad internacional.
Así que era natural que se esperara que los militares lo combatieran. Habría una fuerte
oposición, pero Berwick determinó que Alus merecía la pena.

El propio Berwick se mostraba escéptico con el programa de formación de Maestros


Mágicos que había puesto en marcha su predecesor. Aun así, pensó que había suficiente
potencial como para rebatir las críticas y hacer oídos sordos a las cuestiones éticas.

En efecto, a veces merecía la pena afrontar los riesgos. La batalla contra los Fiends
continuaba, pero su propia existencia suponía una amenaza, y también existía la posibilidad
de una evolución inesperada. Creía que si no se centraban en nada más que en la defensa, el
futuro de la raza humana se cerraría.

Esa era una razón más para no permitir que un talento tan sobresaliente fuera aplastado.
Los poderes de Alus superaban con creces la norma, así que como medida temporal formó la
Unidad Especial. Además, acababa de convertirse en Gobernador General y tenía muchos
enemigos políticos, lo que ponía en peligro su posición. Por lo tanto, había hecho que Vizaist
pusiera su nombre como el solicitante que hacía la petición.
Berwick también esperaba que el competente Vizaist, como capitán del escuadrón, fuera
capaz de controlar hábilmente a Alus. También esperaba que, con el tiempo, Vizaist pasara a
formar parte de la cúpula militar.

Tenía pocos aliados en los que pudiera confiar, lo que hacía que su posición fuera
inestable. Debido a sus objetivos, la Unidad Especial incluía a mucha gente de la facción de
Berwick, y también había optado por reunir a bichos raros para que esto no llamara la atención.

Sin embargo, le salió el tiro por la culata. La formación de una unidad excéntrica atrajo
inmediatamente la atención de los militares.

La unidad recién creada se dedicó a sus tareas con ahínco para conseguir logros. Dado
que el escuadrón se formó a petición de un individuo, existía la posibilidad de que se disolviera
si no producía resultados.

A pesar de las circunstancias, esta unidad que incluía a Alus tuvo un buen comienzo,
incluso espectacular. Presumía de una tasa de finalización de misiones inusualmente alta para
una unidad nueva y rápidamente se convirtió en el objetivo de los rumores en el ejército.

Tras meses de completar misiones en el Mundo Exterior, en un día determinado de la


agitada y ajetreada vida de la unidad…

“No es bueno… Me duele demasiado la espalda.” Un hombre entró a trompicones en la


sala de espera de la brigada y se tumbó en una fila de cuatro sillas. Sólo tenía veinte años, pero
parecía estar sufriendo bastante. Se aseguró de doblar cuidadosamente las rodillas para no
lastimar más su espalda. Pero estaba claro que no estaba tan agotado como decía.

El hombre, Lindelph Maeger, inclinó la cabeza hacia un lado y terminó asomándose por
debajo de la mesa. En cuanto lo hizo, sus ojos, que habían estado cerrándose lentamente, se
abrieron de golpe. “Desgraciadamente, prefiero el blanco al negro, pero tu compromiso de
apoyar a las tropas es admirable, Elina.”

La mujer sentada frente a él cerró las piernas ante sus palabras. Su cara se puso roja. Por
supuesto, el escuadrón había reunido a guerreros experimentados, así que no era por vergüenza
sino por ira. El movimiento repentino hizo que su cabello dorado atado rebotara.

La mujer llamada Elina tenía un flequillo largo, con un lado que le cubría un ojo y el otro
lado metido detrás de la oreja. Lindelph tenía veintiséis años y ella veintidós. Además, él tenía
un rango militar superior al de ella, pero en lo que se refiere al rango de Maestro Mágico, ella
estaba muy por encima de él.
IMAGEN
Rápidamente Elina se sujetó la falda. “Lindelph, es la quinta vez esta semana. Espero que
estés preparado para morir.” Dijo con una sonrisa escalofriante, mientras arrojaba los
documentos que había estado leyendo en la silla junto a la suya.

Al momento siguiente, la mesa se dobló hacia arriba al partirse en dos. Ella había pateado
desde abajo.

“¡—! Espera, estoy débil… ¡Whoa!” Elina había levantado la pierna en alto… y los ojos
de Lindelph se dirigieron al lugar obvio. Le dio la bienvenida a la vista del trozo de tela negra
que cubría el jardín prohibido, incluso en estas circunstancias. “¡El negro también está muy
bien!”

“¡N-No te cansas, ¿eh?!” Cambió hábilmente de postura y ocultó el jardín. La vergüenza


le hizo enrojecer las mejillas. Sin embargo, su pierna levantada no parecía volver a su posición
original en breve, ya que puso más fuerza en ella. “No te preocupes. Después de que te abra
el cráneo, serás tratado como si hubieras muerto honorablemente en la batalla y enterrado con
dignidad.”

“¡Espera! ¡D-De verdad!” Retrocediendo, Lindelph miró a Elina con una expresión de
horror en su rostro. Pero incluso entonces, extrañamente, actuó de manera teatral, tal vez
debido a su personalidad. O puede que fuera un hombre patético que sólo podía ser optimista
incluso ante la muerte.

Elina no dio muestras de importarle y bajó su pierna en un hermoso semicírculo, rozando


su nariz.

“¡—! ¡Ack!” Había estado en una posición que habría hecho imposible esquivar, pero por
alguna razón apenas escapó del ataque. El cuerpo de Lindelph flotó en el aire por un momento,
y luego cayó al suelo con un ruido sordo, y se golpeó el costado de la cabeza.

Elina resopló, dejando solo al lastimero Lindelph mientras miraba a un lado. “Alus, no
hay razón para que te molestases en salvar a ese hombre.”

“En absoluto, Sra. Elina. No podemos encubrir la muerte de un hombre aquí. Así que si
vas a hacerlo, hazlo en el Mundo Exterior.” Le contestó Alus con rostro hosco. Justo antes de
que la pierna de Elina aterrizara, él había pateado la silla en la que estaba Lindelph. Al tener
el apoyo retirado, se había caído, y la patada sólo lo rozó en lugar de darle de lleno. Pero
conociéndola, era probable que hubiera atacado esperando que Alus interviniera.
Si algo hubiera sido diferente, podría haber sido un desastre, pero este tipo de cosas eran
cotidianas desde la creación de la unidad. De hecho, era un tópico. Si no ocurría algo así, debía
haber una emergencia.

Era lamentable que Alus se viera envuelto en esta rutina de humor físico. “Y si no lo deja
pronto, no le salvaré más, Sr. Lindelph.”

“No seas así, Alus. Es el destino inevitable de haber nacido hombre. Lo entenderás dentro
de unos años. Ese impulso incontrolable es algo que tienen todos los hombres.”

“¡No alimentes a Alus con tus tonterías! ¡Lin-delph!”

“¡Agh!” Exclamó Lindelph, aún tumbado en el suelo. Su cara se contorsionó de repente.

Elina lo miró como si fuera basura y lo pisoteó.

“Tampoco creo que mostrarle esto sea muy bueno para su educación… ¡Argh!”

“Cállate, pedazo de basura.” Elina puso más peso en su tacón, luego miró hacia arriba con
su expresión completamente cambiada. Le dio a Alus una sonrisa suave y pura. Si uno sólo
viera la parte superior de su cuerpo, sería imposible adivinar lo que estaba haciendo su mitad
inferior. “Alus, no escuches nada de lo que dice, ¿entiendes? Hay adultos más respetables en
esta unidad…” Elina se detuvo a pensar un momento. “En el ejército.” Enmendó, cambiando
de opinión con una sonrisa.

“¿Eso me incluye a mí, Teniente Segunda Elina?” Resonó de repente una voz profunda.

“¡—! Capitán Vizaist… B-Bueno… por supuesto. Siempre y cuando no mencionemos esa
sonrisa que coloca cada vez que presume de su hija.”

“Uh, er… Como padre, eso no se puede evitar…”

“Por cierto, Elina, ¿crees que podrías mover el pie…? Incluso el capitán está de acuerdo
en que está en la naturaleza de un hombre sonreír al hablar de las mujeres. Tienes que ser una
mujer más generosa.”

Ante las palabras de Lindelph, Vizaist lo miró en el suelo con frialdad. “No me compares
contigo. Sólo tienes un corazón lascivo.”

“¡Vamos! Capitán…”

“Más importante, levántate y limpia esta habitación, Lindelph.”


La cabeza de Lindelph bajó y respondió con un débil: “Sí.”

Al momento siguiente, los miembros del escuadrón comenzaron a reunirse en la sala.


Acababan de regresar de una misión. Por supuesto, también lo habían hecho Lindelph y Alus.
Habían estado en el Mundo Exterior durante los últimos días sin descansar, así que estaban
bastante agotados.

Cuando los demás vieron la habitación desordenada, suspiraron como si ya hubieran visto
esto innumerables veces. De hecho, formaba parte de su vida cotidiana, por lo que la visión
les hizo sentirse un poco refrescados e incluso aliviados.

La Unidad Especial estaba formada por quince miembros. En raras ocasiones se


movilizaba toda la unidad, pero para la mayoría de las misiones del Mundo Exterior solían ir
en grupos de seis o siete.

Vizaist era el oficial al mando y Lindelph era el segundo. Por cierto, Lindelph era un
excelente oficial, pero debido a su personalidad tendía a ser menospreciado. Así que,
normalmente, alguien de su calibre habría sido asignado a otro puesto.

En cualquier caso, los otros miembros del escuadrón pensaron que Berwick debía haberlos
reunido aquí para reeducar a los niños problemáticos.

Alus, por supuesto, estaba en la misma categoría. De nuevo, la unidad estaba formada por
miembros con personalidades únicas. Y todos ellos trataban a Alus como un compañero
Maestro Mágico y no como un niño. Reconocían sus habilidades.

Su naturaleza también jugó un papel importante en eso. No mostraba expresiones ni


emociones, y hablaba de forma rotunda como un robot. En otras palabras, no actuaba como
un niño en lo más mínimo. Incluso cuando se creó la unidad, la gente dudaba de su edad.
Parecía un soldado desgastado con la piel de un niño.

Por eso, normalmente no se contenían a su alrededor. Incluso si era mejor que cualquier
otro en la unidad en términos de habilidad, eso no significaba mucho para este grupo que no
sabía nada de ser reservado.

“Alus, trata de ver el panorama general. Si no entendemos las funciones de cada uno, no
tendría sentido formar un equipo.” Dijo uno de los miembros, repasando su misión anterior.

“Sí, eliminar al Fiend de clase alta no fue una mala elección, pero podría haberlo sido
dependiendo de la situación.” Dijo otro miembro con los brazos cruzados, mientras se apoyaba
en la pared. “Eso es lo que ha pasado esta vez. Debido a tus acciones, nuestros movimientos
se han restringido más. No es que confíes en nosotros, pero…”

“Sí, tendré más cuidado la próxima vez.” Dijo Alus sin rodeos, sin siquiera volverse a
mirar al hombre, como si no tuviera interés en trabajar con él.

Aun así, no tenía ninguna mala intención. A pesar de su actitud, después de este tipo de
intercambios su comportamiento siempre cambiaba. Además, todo el mundo sabía que ser
capaz de ver el panorama general requería experiencia.

El crecimiento de Alus era asombroso, incluso teniendo en cuenta esto. No era algo que
hubiera aprendido en ningún sitio; era simplemente talento en bruto. Por eso a los miembros
no les importaba su actitud, ya que le daban consejos mezclados con palabras severas.

“Oh, vaya, la gente es tan retorcida. Alus es todavía un niño.” Con una excepción. Elina
habló en tono de broma, mientras ponía su mano en la cabeza de Alus.

La unidad comprendió que su cálido comportamiento era una señal de sus grandes
esperanzas en el futuro de Alus. La única razón por la que Alus no se daba cuenta era porque
todavía era un niño.

Lindelph, que estaba limpiando la silla dañada sin remedio y la mesa partida en dos, echó
un vistazo y dijo: “Pero es más fuerte que nadie aquí.”

“…” Todo el mundo ya lo entendía. Sólo que no lo dijeron en voz alta.

Lindelph nunca dijo nada sobre cómo Alus se manejaba en el Mundo Exterior. Eso se
debía a que tenía conflictos al respecto. No estaba seguro de que alguien tan excepcional como
Alus debiera atarse a los métodos habituales de la guerra, como la coordinación con los demás.
Era lo más importante en una unidad, pero para Alus podría ser sólo una restricción.

No… Normalmente el establecimiento de la coordinación y el trabajo en equipo era


esencial para la victoria, así que tal vez el problema era realmente que era un niño.

Había un entendimiento tácito de que Alus era un producto de la segunda generación del
rumoreado programa de entrenamiento de Maestros Mágicos. Nadie hablaba de ello porque la
primera generación fue eliminada rápidamente en el Mundo Exterior. Incluso entre la segunda
generación, Alus era prácticamente el único que seguía en activo.
Vizaist observó a su unidad y dejó escapar un suspiro de cansancio. “La coordinación es
la línea de vida de una unidad, y aunque no me corresponde a mí decir esto, sería demasiado
tarde para cuando aprendieras esa lección por las malas. Pero al final, es tu decisión, Alus. Tu
talento está en una liga propia. Tarde o temprano irás más allá de lo que una persona normal
puede hacer. Pero por eso no puedes confiar sólo en tu sentido común. Empieza por aprender
teoría y pensar con la cabeza.” Dijo Vizaist, enrollando unos papeles y golpeando a Alus en la
cabeza con ellos.

“Entendido.”

Su habitual tono monótono hizo que Vizaist se preguntara si realmente entendía, y volvió
a suspirar.

“O eso dice el comandante, pero desobedece constantemente las órdenes, así que él mismo
ha aprendido la lección por las malas.” Señaló Elina.

“Elina, ¿no estás siendo demasiado indulgente con Alus?” Pero la sincera opinión de
Vizaist carecía de vigor. Parecía claro que había sido expulsado por ser una molestia. Eso era
justo lo que Berwick había planeado.

“Este es el equilibrio justo. Sólo hay un grupo de adultos estrictos por aquí. Además, ¿no
tiene usted mismo una muy buena opinión de Alus, capitán? Parece convencido de que será
un Maestro Mágico de primera clase en el futuro.” Elina se burló de sus verdaderos
sentimientos con una sonrisa insinuante. Pero era ella quien tenía la mejor opinión de Alus.

Vizaist se dirigió a la puerta como si fuera a escapar, pero de repente se volvió para
dirigirse a la unidad. “Siento sacar el tema cuando están cansados, pero hay algo que tengo
que enseñarles.” Era un cambio de tema forzado, pero lo dijo con una mirada amarga, como
si quisiera decir que se estaban gestando problemas. Eso era normal, pero que les mostrara
algo rara vez ocurría.

Para bien o para mal, su unidad atrajo mucha atención en el ejército. Completaron una
misión difícil tras otra. Sus logros se habían acumulado y no dejaban de ganar renombre. Eso
significaba, por supuesto, que las órdenes y peticiones que recibían no tenían fin. Era difícil
incluso elegir la siguiente misión.

Pero últimamente había habido algunos que les habían presionado con la esperanza de
manchar su historial, por celos. La relación que Vizaist tenía con el nuevo Gobernador
General, Berwick, era bien conocida en el ejército. Por eso, algunos nobles y oficiales a los
que no les gustaba la forma en que el nuevo régimen hacía las cosas intentaron imponer
misiones temerarias a la unidad. En resumen, estaba motivado políticamente. El hecho de que
los altos mandos y los militares de Alpha no fueran un monolito era una fuente importante de
preocupación para Berwick.

Vizaist condujo a los miembros de la Unidad Especial a una determinada área de


investigación en el cuartel general militar. Esta área se centraba en el desarrollo de nuevos
hechizos, la creación de AARs y otros artículos para su uso en el Mundo Exterior, incluso ropa
militar.

Se encontraban bajo tierra en un lugar utilizado como almacén de suministros. Al llegar a


una pequeña habitación, Vizaist sostuvo su licencia contra el panel junto a la puerta. La puerta
se abrió y la luz del techo se encendió. Estaba completamente vacía, aparte de una cosa.

“Capitán… ¿qué es esto?” Preguntó Lindelph con la boca abierta.

Los demás miembros del escuadrón tuvieron la misma reacción, o fruncieron las cejas
con inquietud.

En el centro de la habitación había una gran jaula. Los barrotes eran tan gruesos como el
brazo de un hombre, y no sólo estaban sólidamente soldados sino que se extendían vertical y
horizontalmente formando un patrón entrecruzado. Y dentro de ella estaba…

“¡¿U-Un Fiend?!” Murmuró alguien en voz alta.

Desde detrás de la rejilla, se oyó un espeluznante rugido bajo. La criatura de la jaula se


movió ligeramente. Al mismo tiempo, las sombras se desplazaron, permitiendo ver a la
criatura con mayor claridad.

Al mirarlo más de cerca, no era en absoluto un Fiend. Carecía de la forma distorsionada


típica de un Fiend y del color ominoso de su cuerpo. En todo caso, tenía una apariencia más
heroica. Parecía una criatura que se creía extinta… Un lobo. Para aquellos que no sabían lo
que eran los lobos, era como un perro grande.

Estaba cubierto de pelaje blanco plateado y tenía una larga cola en forma de látigo. Tenía
unos ojos feroces que miraban fijamente a la presa, y sus afilados colmillos se mostraban para
intimidar. Las garras, parecidas a cuchillas, estaban dobladas en forma de media luna, y cada
vez que arañaban el suelo producían un sonido metálico.
Aunque parecía un lobo o un perro, su tamaño era claramente anormal. A primera vista
parecía tener más de tres metros de largo. El tamaño y el gruñido feroz eran más que suficientes
para confundirlo con un Fiend.

“Esta cosa fue creada a través de un experimento.” Dijo Vizaist. “Supuestamente es un


perro-Fiend capaz de detectar a los Fiends.”

“¿Y llamas a esto un perro?” Preguntó Lindelph, tras una pausa.

“Bueno, dijeron que era el resultado de retocar algunos genes. Es capaz de generar y usar
maná, así como de detectar a los Fiends. Como sabes, los detectores son un recurso precioso,
así que esto fue creado como un potencial reemplazo. Fue una especie de medida
desesperada.” Vizaist hojeó algunos documentos mientras continuaba con su explicación a la
atónita y recelosa unidad. “Así que al crear un montón de estos, habrá menos emboscadas en
el Mundo Exterior. Pasando al tema principal, quiero que lo lleven al Mundo Exterior durante
un tiempo y recojan datos.”

“¿Quiere que saquemos a pasear esa cosa, capitán? Parece que quiere destrozarnos.”
Lindelph tenía un buen punto. El gruñido de la criatura era incesante, y nadie quería estar al
lado de una bestia que tenía odio en los ojos y no paraba de enseñar los colmillos.

“Es cierto. No parece muy cooperativo…” Elina observó con el ceño fruncido.

Vizaist sonrió con ironía. “Bueno, normal que no lo sea. Como resultado de sus órganos
generadores de maná y sus agresivas modificaciones genéticas, parece haber desarrollado una
personalidad bastante difícil. Por eso hice que vinieran a echarle un vistazo. Por cierto, hay
algunas circunstancias especiales detrás de esta petición, así que no esperen poder rechazarla
tan fácilmente.”

“¿Así que no es una petición hecha por el equipo de investigación? Entonces, es de más
arriba… ¿Más del acoso habitual? Pero, ¿no es esto demasiado…?” Como ayudante de Vizaist,
Elina realizaba algunos trabajos de oficina, como la comprobación de órdenes y la preparación
de documentos, por lo que conocía bien la posición de la Unidad Especial en el ejército. No
se podía evitar, entonces, que sonara algo disgustada.

“Espere un segundo, capitán.” Fue entonces cuando un robusto miembro del escuadrón
de cabeza rapada interrumpió a los dos. “Sólo tocarlo podría funcionar. Es sólo un animal y
probablemente esté asustado por estar encerrado aquí solo.” Con eso, se acercó sin miedo a la
jaula.

Los demás observaron en silencio.

“No sé nada sobre modificaciones genéticas o lo que sea, pero debería amistarse conmigo
si le froto la barbilla… así.” Pasó la mano por los barrotes.

Y al momento siguiente, el perro-Fiend saltó sobre el brazo del hombre con fuerza
suficiente para hacer temblar la jaula.

“¡¡¡Aaahhh!!!” El miembro del escuadrón retiró la mano en el momento justo, y los


afilados colmillos mordieron el aire. Estuvo a punto de caerse, pero consiguió recuperar la
postura, y luego se dio la vuelta como si no hubiera pasado nada. “Bueno, es sólo un animal.
Supongo que será difícil comunicarse con él.”

El pelotón le miró con exasperación, mientras Elina le llamaba idiota en voz baja.

“Seguro que te has rendido rápido teniendo en comparación con lo confiado que estabas.”
Observó Vizaist.

“Es que nuestro sentido común habitual no se aplica. El equipo de investigación seguro
que hizo una locura.” El hombre exhaló aliviado y luego se encogió de hombros.

“Además, estoy bastante segura de que son los gatos a los que les gusta que les froten la
barbilla. Si eso te parece un gato, te sugiero que te hagas revisar los ojos.” Dijo Elina con una
mirada fría.

Fue entonces cuando Alus señaló la jaula. “Mira cómo babea. Es como un depredador que
acaba de perder su presa.”

“Y tú lo llamabas sólo un animal. Sólo te veía como una presa.” Dijo Elina, mirando al
miembro del escuadrón de cabeza rapada.

Lindelph, mientras tanto, mantuvo sabiamente la boca cerrada, haciendo lo posible por no
destacar.

Vizaist consideró lo que dijo Alus. “Entonces, ¿por qué no lo intentas, Alus? Si es una
cuestión de habilidad, sólo tienes que evitar que te considere una presa, ¿no?”
“¡—! ¿De qué estás hablando? ¿Qué vas a hacer si le pasa algo a Alus?” Elina era la única
que sobreprotegía a Alus, e inmediatamente intervino. Tal vez fue su instinto maternal el que
actuó.

“Eso es una preocupación innecesaria. En esencia, sólo necesita reconocer a alguien como
su dueño. No se me ocurre nadie más adecuado que Alus.” Respondió Vizaist.

“Es cierto, pero…”

“No me importa.” Sin esperar a que terminaran su conversación, Alus se acercó a la jaula
con pasos ligeros. Una vez que estuvo lo suficientemente cerca como para que el animal lo
alcanzara si metía sus garras a través de los barrotes, comenzó a gruñir de nuevo. Pero como
Alus era mucho más pequeño que él, no fue tanto por hostilidad como por simple intimidación.

“¡Ya basta, Alus! ¡Es demasiado peligroso acercarse más!”

Alus ignoró la advertencia de Elina y dio otro paso adelante. O más bien, estaba tan
concentrado en lo que tenía delante que las palabras de ella no llegaron a sus oídos.

Tuvo una sensación extraña, y no era sólo porque estuviera concentrado. Los animales
también existían en el Mundo Exterior, pero nunca había visto una criatura tan magnífica. Era
aún más asombroso de cerca. Una bestia de aspecto solitario, creada para ser poderosa, feroz
y galante y, sin embargo, frágil. En cierto modo, a Alus le recordaba a sí mismo.

Fue entonces cuando la criatura empezó a sentir pánico en un sentido instintivo, porque
Alus, a diferencia de los que le precedieron, no mostraba signos de miedo. Sentía que su
territorio estaba a punto de ser invadido. Aulló, y sus afiladas garras arañaron los barrotes, sin
arrancarlos pero dejando marcas de arañazos, en medio de los ensordecedores sonidos
metálicos.

Los sonidos provocaron una reacción inconsciente en Alus. Su cuerpo respondió como si
hubiera sido atacado, y sus instintos de supervivencia—entrenados en el Mundo Exterior—
reaccionaron inmediatamente. El maná se desbordó mientras se preparaba para la batalla.

Ni siquiera los demás miembros de la unidad, que estaban acostumbrados, esperaban que
esto sucediera en el Mundo Interior. Dieron un paso atrás, bañados por las secuelas de las
enormes cantidades de maná que se habían liberado.

“¡¿Qué?! ¡H-Hablando de una cosa cruel!” Exclamó Lindelph.


“Repentino o no, me gustaría que al menos pudieras mantenerlo bajo control.” Dijo
Vizaist con un suspiro.

“S-Sí. T-Todavía tienes un largo camino por recorrer.”

“Eso no es muy convincente viniendo de ti cuando te tiemblan las piernas, Lindelph.”


Señaló Elina. “Aun así, qué temible.”

Varios miembros de la brigada intervinieron entonces.

“Sí, estaremos bien. Pero ese perro está en problemas.”

“¿Qué te preocupa más, que sea inútil con su actitud actual o que Alus pueda acabar con
él?”

“… Ambas. Bueno, sólo puedo sentir pena por ello.”

Los miembros del escuadrón susurraban entre ellos mientras permanecían atentos a la
situación.

“¿Deben los niños ser realmente así? Hablando de eso, tu hijo no lo es…”

“Sí, tienen la misma edad. Aunque me pregunto si podemos llamarlo niño.”

“Es un aliado fiable, pero está lejos de ser un niño…”

“Si me preguntas, es un poco lamentable.” Murmuró alguien.

Esto provocó que Elina mirara fijamente al imprudente miembro, que rápidamente dijo:
“¡Ah! P-Perdón. No es eso lo que quería decir.”

“L-Lo siento.” Dijo el miembro con el que había estado hablando. Debieron darse cuenta
de lo inapropiado de su conversación y se disculparon por ello.

Elina era una cosa, pero el propio Alus no mostraba ningún signo de preocupación. De
hecho, era dudoso que los hubiera escuchado.

Elina le dirigió a Alus una mirada afectuosa y trató de llamarlo lo más suavemente posible.
“Alus, es suficiente. Yo también me sentiría mal por ese perro si lo presionas más.” Su voz no
pareció llegarle mientras daba otro paso hacia la jaula.

Intimidado por la presión de Alus, el perro-Fiend se tensó. Fue algo que todos los
presentes pudieron sentir.
De repente, se oyó un fuerte sonido que llenó la habitación. Alus volvió a la realidad y se
giró para ver las gruesas manos de Vizaist apretadas, que acababa de aplaudir con fuerza.
Probablemente también había utilizado magia de viento para amplificar el sonido. “Muy bien,
es suficiente, Alus.”

Alus volvió a mirar a la jaula.

“¡¡—!!” Los miembros de la unidad reaccionaron cuando ocurrió algo impactante. El


perro-Fiend había retrocedido lentamente y gemía mientras se sentaba, bajando la cabeza. Su
nariz y su cola yacían en el suelo, la ferocidad que había exudado antes no se veía por ninguna
parte. La forma en que expresaba su sumisión con todo su cuerpo era incluso un poco
entrañable. En lugar de responder a la mirada de Alus, se limitó a mirar al suelo. Era una pose
de cesión a la otra parte, algo que podría significar la muerte en el mundo natural de los fuertes
y los débiles.

Con una amplia sonrisa, Vizaist dijo con voz potente: “Entonces está decidido.
Mantendremos al perro-Fiend en nuestra unidad durante un tiempo. Además, Alus, tú lo
cuidarás y trabajarás junto a él en el Mundo Exterior. ¿Lo entiendes?” A pesar de su tono
autoritario, tenía una expresión amable. Bueno, puede que no sea un animal normal… pero
algo podría cambiar si se hace cargo de una mascota.

Vizaist se sintió aliviado de que no tuvieran que rechazar la petición, pero se habría
inventado una buena excusa si fuera necesario. Así que, al final, mostró involuntariamente
algo parecido a un sentimiento paternal, como un padre que espera que su hijo problemático
sufra un cambio emocional.

Tres días después, el perro-Fiend llegó oficialmente a la sala de espera de la Unidad


Especial. Al parecer, costó mucho trabajo sacarlo de la jaula y traerlo hasta aquí. Se
apresuraron a pedir un collar y una correa especiales, pero se necesitó tiempo para hacer algo
que no se pudiera romper con facilidad si alcanzaba a masticarlo.

En el gran collar había una correa hecha con una gruesa cadena que se hizo suponiendo
que varios adultos tirarían de ella. Incluso con eso, parecía que serían impotentes si se decidía
a correr en forma salvaje. Por no hablar de que sería Alus, literalmente un niño, quien sujetaría
la correa. Naturalmente, los miembros del escuadrón estaban inquietos.

El tamaño y la presencia del perro-Fiend hacían que la habitación, ya de por sí pequeña,


se sintiera aún más estrecha, pero de momento estaba tranquilamente tumbado con los ojos
cerrados. Dobló las patas y apoyó la cabeza en ellas. También parecía ser bastante inteligente,
capaz de entender la mayoría de las cosas mediante gestos.

Los miembros parecían no estar convencidos, pero, según los investigadores, con el
tiempo también debería ser capaz de entender palabras sencillas. Por supuesto, de momento
sólo seguiría las órdenes de Alus.

Como la correa era demasiado grande para envolverla alrededor de su muñeca, Alus la
enrolló alrededor de su brazo. Sin embargo, no parecía que tuviera que usar ninguna fuerza
real para hacer que el perro-Fiend se moviera.

La política actual era acostumbrar a la criatura lo más posible a la unidad y mejorar su


comunicación. Prueba o no, ya que su uso principal era la detección, tenía que ser capaz de
trabajar junto a la unidad. Además, se decidió que el almacén del laboratorio se utilizaría para
su habitación fuera de las horas de no entrenamiento y para dormir.

Vizaist observó al perro-Fiend mientras era conducido por Alus, mientras la unidad
también miraba desde la distancia. “A partir de ahora iremos juntos a las misiones, así que
sería un poco insípido que esta cosa no tuviera un nombre. Así que quiero que todos piensen
en uno.” Declaró, como si diera la bienvenida a un recién llegado a la unidad. Pero como ese
recién llegado parecía demasiado agresivo, todos se volvieron primero a mirar a Alus.

Elina comenzó la conversación. Se dirigió a Alus, que tenía menos de la mitad del tamaño
del perro, y le preguntó con delicadeza: “Alus, ¿tienes alguna sugerencia?”

“Blanco.” Dijo Alus tras una pausa.

Al oír esto, la mayoría de la unidad se dio una palmada en la frente o simplemente sacudió
la cabeza. Todos parecían decir que ese nombre estaría fuera de lugar.

“¿No es un poco exagerado? Además, su pelaje es más plateado que blanco.” Dijo Vizaist,
añadiendo su queja. Le parecía demasiado mundano para alguien que se alistaba en el ejército,
aunque sólo fuera un perro.

El perro-Fiend mantenía los ojos cerrados, como si estuviera de acuerdo, aunque eso
podría ser porque realmente estaba durmiendo.

“Entonces, ¿qué hay de usted, capitán? ¿Alguna sugerencia?” Preguntó Elina en lugar de
Alus, que estaba demasiado ocupado frunciendo el ceño.
“Bueno… Hm, tengo un nombre que se me ocurrió en caso de que mi esposa tuviera un
niño. ¿Qué tal Golmance?”

La habitación se congeló. Durante unos instantes el silencio se cernió sobre ellos, hasta
que Elina preguntó tímidamente: “Por cierto, ¿cómo se llama su hija?”

“Es Felinella. Mi mujer rechazó el nombre que se me ocurrió.”

“Y sólo para confirmar, ¿qué era?”

“¡Golnea!”

Toda la unidad, salvo Alus, miró a Vizaist con la boca abierta. Elina se pasó los dedos por
el cabello y se lo puso detrás de la oreja antes de sacudir la cabeza. Habló como representante
del grupo. “Qué atroz…”

“¡—! S-Sí, puede que mi mujer lo haya rechazado, pero me he pasado tres días y tres
noches pensando en ese nombre. Pero sólo quiero que mi hija crezca fuerte y con ganas de
superarse.”

“Claro, entiendo cómo se siente, capitán, pero ese nombre me trae una imagen de
músculos abultados y hombros anchos. Le debe a su esposa una gran deuda.”

“Es cierto que Felinella es un buen nombre, pero el nombre que se me ocurrió es…”

“Es suficiente, capitán.” Dijo Elina. “Como diga otro nombre afectará a la moral de la
unidad.”

La cabeza y los hombros de Vizaist bajaron y se alejó del círculo.

“Muy bien, ¿alguien más? Por favor. Cualquier cosa.” Elina había acabado tomando las
riendas de la conversación. Era una pena para el capitán, pero era inevitable.

“Deberíamos determinar primero si es macho o hembra.” Sugirió alguien.

“Hm, buen punto.” Elina asintió y se volvió hacia Alus. “¿Qué es?” No pudo comprobarlo
porque sólo respondía a Alus. Más concretamente, había reconocido a Alus como su amo.
Pero desde el punto de vista de la unidad, parecía que el animal también estaba empezando a
encariñarse con él.

“Es macho.” Respondió inmediatamente Alus, como si lo hubiera comprobado antes.

“Ahí lo tienes, así que piensa en un buen nombre.”


“E-Espera, si es macho, más razón para llamarlo Golmance…”

“¡Cállese por favor, capitán! Digamos nombres y veamos la reacción del perro para
decidirlo. Debería reaccionar cuando escuche algo que le guste.” Dijo Elina.

“Agh…” Al tener el cuchillo retorcido en él, los hombros de Vizaist cayeron aún más. Se
sentó mientras se sujetaba las rodillas.

“Muy bien, no tenemos mucho tiempo, así que sean serios. ¡No vamos a llamar a nuestro
nuevo miembro algo tan vergonzoso como Golmance!”

Vizaist parecía querer decir algo, pero la mirada de Elina le hizo contenerse.

El equipo mencionó todos los nombres que se les ocurrieron, pero el perro-Fiend no
mostró interés por ninguno de ellos. También era difícil que cualquiera de ellos pudiera decir
un buen nombre, y se llegó al punto de que la sugerencia de Alus de “Blanco” era uno de los
principales candidatos.

“¿Qué tal Nike? Es como llamaba a mi gato en casa.” Sugirió un miembro. La oreja del
perro-Fiend se agitó.

Elina asintió, pero tuvo que comprobarlo. “Sólo para estar seguros, no tuvo alguna muerte
trágica u otra cosa que fuera un mal presagio, ¿verdad?”

“Falleció hace un año, ¡pero vivió una vida plena! Era mi única familia, que siempre me
esperaba para recibirme cuando volvía a casa.” Dijo el hombre con una mirada nostálgica y
lágrimas en los ojos. Para los demás, sin embargo, parecía más un soltero triste que un amante
de los gatos. Por supuesto, con el elevado número de solteros en la unidad, había muchos que
simpatizaban con él.

Elina lo meditó y miró a Alus. Pero él se limitó a mirar en silencio.

Vizaist interpretó esto como una señal de que la decisión dependía de él y habló. “Nike,
la diosa de la victoria, si mal no recuerdo. Es macho, pero no está mal. Si pensamos que es un
nombre asociado a la victoria será una buena señal para nuestra unidad.”

“Y además es fácil de decir.” Cuando Elina asintió, las orejas del perro volvieron a
moverse y abrió uno de sus ojos. Parecía más bien que acababa de despertarse y menos que
estaba de acuerdo con todos, pero eso puso fin a la improductiva discusión.
Después de eso, Nike fue enviado al Mundo Exterior y a los campos de entrenamiento
para prepararse para el combate en vivo. La unidad pareció acostumbrarse a él, ya que lo
trataban como un miembro más. Pero a menos que Alus estuviera a su lado, eran reacios a
tocarlo.

Por cierto, llegaron a la conclusión de que las habilidades de combate de Nike eran
equivalentes a las de un Fiend de Clase D y que podía detectar a los Fiends hasta dos
kilómetros de distancia. Una vez que detectaba un Fiend, se esperaba que retrocediera y
apoyara a la unidad.

Esperar que un animal no sólo detectara sino que apoyara era pedir mucho, pero Nike era
inteligente y demostró que tenía la capacidad de tomar decisiones óptimas incluso sin órdenes.
Gracias a los esfuerzos de los miembros de la unidad que entrenaban diligentemente incluso
en su tiempo libre, Nike adquirió una buena comprensión de la formación del escuadrón y de
las acciones coordinadas.

Un subproducto inesperado fue que también fue útil para Alus. También pudo repensar y
aprender el concepto de coordinación de la unidad. Por supuesto, a diferencia de Nike, dos
días le bastaron para dominarlo perfectamente en teoría.

Pronto le quitaron el collar a Nike. Seguía siendo necesario para sacarlo de la jaula, pero
ya no había que preocuparse de que se saliera en el Mundo Exterior. La correa también había
sido sustituida por una de cuero normal. Cuando Alus paseaba a Nike, éste le seguía un paso
por detrás.

Desde la llegada de Nike, Alus había cambiado. Los miembros de la unidad y Vizaist lo
percibieron vagamente. Al principio, Alus se dirigía al almacén del laboratorio para cuidar de
Nike, pero no pasó mucho tiempo hasta que Nike empezó a dormir en la habitación de la
unidad.

La unidad se desvivió por hacer espacio e incluso hizo una casa de madera para el perro,
aunque debido a su tamaño era lo suficientemente grande para que los adultos también
cupieran.

Y en un abrir y cerrar de ojos, por fin llegó el momento de la primera experiencia de


combate en vivo de Nike. En su primera misión superó todas las expectativas. No se puso
nervioso y completó la misión con firmeza y seguridad. Cuando se acercó un Fiend, lo percibió
antes que nadie, apuntando con la cabeza en dirección a la amenaza y ladrando. Además, era
capaz de transmitir la distancia ladrando repetidamente y cambiando el volumen. Sus
movimientos básicos eran resultado de su entrenamiento, pero todo lo demás era gracias a su
gran inteligencia.

Como resultado, durante la operación de limpieza, mataron el doble de Fiends que de


costumbre. Estaba claro para todos que esto se debía a Nike. También hizo felices a los
miembros de la unidad que habían ayudado con su entrenamiento.

Una vez que regresaron a su sala de espera en el Mundo Exterior, todos hablaron de los
logros de Nike con grandes sonrisas.

Decidieron organizar una fiesta para felicitar a Nike y celebrar la finalización de la misión.
A Nike le dieron carne en un hueso para la ocasión. Babeó una cascada y se puso a masticar
antes de que Vizaist terminara su discurso. La fiesta fue un gran éxito de principio a fin…
excepto en el momento en que Vizaist se dejó llevar y trató de darle alcohol a Nike, algo que
Elina impidió rápidamente.

No hace falta decir que la emoción se convirtió en un recuerdo inolvidable para todos los
miembros del equipo. Sin momentos como éste, el Mundo Exterior desgastaría
constantemente a un Maestro Mágico. Aunque fuera algo fugaz, el recuerdo les ayudaba a
subir la moral. Sobre todo, el mero hecho de poder experimentar la vida cotidiana ayudaba a
aliviar sus mentes, se dieran cuenta o no.

Después, como prueba de haber sido debidamente acogido como nuevo miembro de la
unidad, Nike recibió un nuevo collar. Era lujoso y estaba hecho de cuero brillante con una
placa de plata grabada con su nombre. Alus había hecho el grabado él mismo.

El cuello de Nike era tan grueso que a Alus le costó rodearlo con los brazos. Con la ayuda
de Elina consiguieron ponérselo, dejando el espacio suficiente para que no se sintiera asfixiado
por él. En ese momento soltó un aullido que sonaba orgulloso y feliz y que nunca hizo durante
el entrenamiento.

Alus y Nike empezaron a pasar todo el tiempo juntos, incluso cuando no estaban en
misiones, hasta el punto de que Alus se quedaba a dormir en la sala de espera. Cuando Vizaist
vio a Alus durmiendo plácidamente como debería hacerlo un niño de su edad con Nike
arropándolo, se sintió profundamente conmovido. Al verlo así, los miembros comprendieron
cómo había cambiado Alus.
IMAGEN
En su único día libre al mes, Alus y Nike salieron a un espacio abierto dentro del cuartel
militar para jugar a la pelota. Era un simple juego de búsqueda, pero usando maná y magia,
Alus lanzó la pelota más de cien metros. Como Nike era tan poderoso, no habría funcionado
si no hubiera hecho al menos eso.

Otro miembro de la unidad intentó jugar a buscar la pelota una vez lanzándola
normalmente, pero Nike la arrebató del aire en el momento en que la lanzó. Con las poderosas
patas del perro-Fiend y su movimiento potenciado por el maná, era terriblemente rápido. Al
principio utilizaban una pelota de goma, pero al morderla no tardaba en dañarla, así que ahora
utilizaban una pelota hecha de un material especial resistente a los impactos.

Pasaron cinco meses desde que Nike se incorporó a la unidad. Un día, todos se reunieron
en la sala de espera. Sus misiones eran las mismas que antes, pero habían aumentado en
número, lo que desgastó físicamente a la unidad. Pero la moral seguía siendo alta, y la
presencia de Nike desempeñaba un papel importante en ello.

Vizaist, sentado en su escritorio, miró a la unidad y habló con una expresión amarga. “Esta
vez nuestra misión será algo problemática.”

Los miembros de la unidad se encogieron de hombros, como si se preguntaran por qué


eso sería diferente de lo habitual. Las misiones problemáticas constituían su vida cotidiana.
Prácticamente no había misiones que no fueran problemáticas. Aun así, estaban orgullosos de
haber llegado hasta aquí sin perder a nadie.

“Esta vez, las circunstancias son diferentes.” Siguió Elina, de pie junto a Vizaist.

“Las órdenes esta vez vienen directamente del Gobernador General Berwick. Vamos a
limpiar el desastre de otro.” Dijo Vizaist con rigidez. Ahora podía hablar con normalidad, pero
cuando recibió las órdenes de Berwick, sus venas se habían llenado de ira e inconscientemente
había arrugado las órdenes escritas.

Al ver que Vizaist volvía a enervarse, Elina tomó el relevo con la esperanza de calmarlo.
“Este es un asunto urgente. Hasta ahora nos han enviado constantemente a expandir el
territorio de Alpha… y estoy segura de que muchos de ustedes se han dado cuenta de que la
mayoría de esas órdenes provienen del Teniente General Morwald del Centro de Comando
Ofensivo Unificado. Todas esas órdenes pasan por el estado mayor donde él tiene el control.”
A nadie le sorprendió especialmente. Tal vez fuera exagerado decir que les guardaba
rencor, pero estaba claro que a Morwald no le gustaba que alguien como Vizaist obtuviera
resultados tan favorables. Y definitivamente no le gustaba que el nuevo Gobernador General
hubiera nombrado a Vizaist para establecer una nueva unidad.

La base política de Berwick iba tomando forma, pero la facción de oficiales de alto rango
y funcionarios de familias nobles seguía siendo fuerte. En otras palabras, el teniente general
Morwald lideraba la facción noble que se oponía a Berwick. Se rumoreaba que esta facción
noble estaba intentando nombrar a un Único que estuviera bajo su control, y que habían
continuado en sus esfuerzos incluso después de que Berwick fuera nombrado.

Por ello, la unidad sabía que los intentos de acabar con ellos no eran infrecuentes, pero
Morwald había dejado que su posición hablara últimamente con un acoso muy descarado.

La Unidad Especial de Ataque a los Fiends estaba técnicamente bajo el control del Estado
Mayor, pero en realidad actuaba de forma independiente. Berwick apoyaba la unidad, pero el
público creía que Vizaist había fundado y establecido la unidad por sí mismo. Fue designada
como unidad especial para que no estuviera bajo el mando de nadie, por lo que no estaban
obligados a obedecer las temerarias órdenes del Estado Mayor.

Sin embargo, con la posición de Berwick aún inestable, no podían mostrar ninguna
debilidad frente a sus enemigos políticos. Por eso la Unidad Especial no rechazó ninguna orden
y llevó a cabo sus misiones con el máximo cuidado. Era un paseo en la cuerda floja, pero
gracias a Alus y a su nueva incorporación, Nike, habían completado todas las misiones sin
ningún fallo.

“Además, las propias tropas del teniente general Morwald han estado en el Mundo
Exterior, y… esta parte es una basura…” Elina dejó escapar un suspiro de cansancio antes de
cambiar de marcha y continuar: “Hace dos días se perdió el objetivo que estaban rastreando a
setenta y cinco kilómetros al sureste.”

Los miembros de la unidad, al ver a dónde iba esto, se miraron unos a otros con
consternación. “En otras palabras, ¿quieren que nosotros lo cacemos en su lugar?” Preguntó
un miembro, dirigiéndose a Vizaist en lugar de a Elina, con frustración y rabia en sus palabras.

¿Y por qué no iba a haberlo? Se habían visto obligados a hacer una cosa irracional tras
otra. Y ahora incluso se veían obligados a cubrir el fracaso de alguna otra unidad, limpiando
su desastre. Era realmente el extremo corto del palo.
Por no hablar de que el objetivo era, al parecer, lo suficientemente astuto como para eludir
la persecución de una fuerza mayor, por lo que la posibilidad de que hubiera víctimas mortales
era alta. Era realmente lo peor. Sin embargo…

“Así es.” Dijo Vizaist. “Como soldado, una vez que llega la orden no hay marcha atrás.
Además, actualmente somos la unidad de mayor rendimiento en el cuartel general. Acoso o
no, también es una orden formal de Berwick, lo que significa que no es el tipo de misión que
podríamos rechazar.” Hizo una señal a Elina con los ojos. Sus dedos golpearon el teclado
virtual en el borde del escritorio, mientras ella miraba los documentos en su otra mano.

Al poco tiempo, una gran pantalla virtual apareció detrás de Vizaist. Mostraba un mapa
del Mundo Exterior. En el sureste había un punto rojo que Elina señaló con su mirada. “Por lo
que sabemos, es un Fiend de Clase A, el tipo araña Aracne. Su ruta de escape prevista…” Una
línea de puntos apareció en la pantalla, mientras ella hablaba y la trazaba con su dedo.

“¡¡¡—!!!” Los miembros de la unidad reaccionaron.

Movió el dedo hasta llegar a un lugar que sacudió la unidad. Un miembro dijo: “Tienes
que estar bromeando… Así que no pudieron seguir el ritmo, ¡pero tuvieron la amabilidad de
fijar una señal de rastreo al objetivo! Esta es la triquiñuela más transparente se puede hacer.”
La sangre se le subió a la cabeza al miembro de la unidad mientras gritaba con gestos
exagerados.

“Es suficiente. Sí, desgraciadamente el objetivo está en rumbo a una zona restringida de
Clevideet.” Confirmó Elina.

Cuando una nación reclamaba algún territorio, los derechos sobre él se determinaban en
una reunión de gobernantes. Hasta entonces, mientras la región estuviera a menos de cien
kilómetros de la frontera de la nación, ésta tenía una soberanía provisional.

Esa era la zona restringida a la que se refería Elina. Era como una frontera imaginaria
entre países que se extendía desde las fronteras de las naciones a través del Mundo Exterior.
Y la nación a la que huía el Fiend era una nación vecina con la que Alpha no tenía muy buenas
relaciones.

Además, hay que tener en cuenta que las tropas de Morwald no estaban en una misión
reconocida internacionalmente para retomar el territorio. Simplemente estaban aniquilando a
los Fiends por conveniencia de Alpha. Por eso sería un gran fracaso político si, por su propia
cuenta, llevaran a un Fiend de Clase A al territorio de otra nación. Además, si el objetivo se
encontrara con las tropas de Clevideet y causara bajas, la culpa recaería en Alpha. Sería como
si hubieran conducido a una bestia herida al territorio de otro, a la que deberían haber matado
ellos mismos.

Es probable que Berwick compartiera la información inmediatamente con Clevideet y les


asegurara que Alpha asumiría la responsabilidad y resolvería el problema.

“¿Por qué tenemos que…?” Más palabras de enfado salieron de uno de los miembros.

Normalmente, una fuerza de Dobles era la norma para hacer frente a un Clase A. En
algunos casos, incluso se enviaba a un Único. Sin embargo, esta unidad sólo contaba con Elina
y Alus como Maestros Mágicos Dobles. Había muchos miembros con una larga carrera, pero
pocos tenían un talento excepcional, así que como mucho eran Triples. En cuanto al trabajo
en equipo, no iban a perder ante una unidad de élite compuesta por Dobles, pero su promedio
de rango aún dejaba que desear.

La contribución de Alus a los logros de la unidad era demasiado grande. Actualmente era
un Doble, pero muchos en la unidad pensaban que era un futuro candidato a Único. Sin
embargo, eso está por ver. Después de todo, todavía era un niño.

Lindelph, con un sudor frío, observaba en silencio los procedimientos. Su rango militar
era el segundo después del de Vizaist en esta unidad. Y como Vizaist solía ocuparse de las
cosas entre bastidores, él solía ser el comandante sobre el terreno. Le daba cierto pánico la
baja moral de la unidad. Con un gran trabajo en equipo o sin él, el miedo y otras emociones
negativas definitivamente los entorpecerían. La alegría habitual de la unidad había
desaparecido, sustituida por una amargura que inquietaba a Lindelph.

Fue entonces cuando Vizaist dijo, como para disipar el ambiente inquieto. “Hm, seguro
que todos parecen sombríos… Bueno, dependiendo de cómo se mire, ese enfado no es tan
malo.”

“¿Qué quiere decir?” Preguntó el frustrado miembro.

“Piénsalo. Un estúpido oficial superior metió la pata por su cuenta. Limpiamos su


desorden… y ahora nos debe una. Además, conseguimos algo que podemos usar para
desbancarlo de su puesto. ¿No te parece una situación estupenda?” Vizaist mostró una sonrisa
malvada.
Su sonrisa pronto se extendió por toda la unidad, y al poco tiempo todos estaban
sonriendo. “Aunque sigue siendo un gran lío.” Señaló alguien en broma.

Con unas pocas palabras, Vizaist había aplacado la frustración que sentían los soldados.
Lindelph no pudo evitar sentirse impresionado.

Incluso la expresión de duda de Elina se había aclarado. Dijo con voz vigorosa:
“¡Entonces está decidido! Los quince presentes formarán un equipo con el capitán Lindelph
al mando.”

“¡¿Qué?!”

“¿Hm? ¿Estás descontento con eso, Lindelph?"

“N-No, sólo estaba pensando que usted debería estar a cargo de una misión tan importante,
Comandante…”

“Tengo algo más que hacer aquí. No te preocupes, creo en tus habilidades. Sólo tienes
que manejarlo con normalidad.”

Lindelph no sabía exactamente qué era lo que tenía que hacer Vizaist, pero estaba contento
y confundido a la vez. Teniendo en cuenta sus habilidades y su rango como Maestro Mágico,
casi sacudió la cabeza con incredulidad, pero tenía la confianza de haber sustituido a su
comandante antes. Y teniendo en cuenta la moral de la unidad, sintió que podría lograrlo.

Entonces Vizaist volvió a hablar, dando un último empujón a Lindelph. “Sé que puedes
hacerlo. Escucha. Quiero que mates al objetivo sin falta. Tendré un festín preparado para tu
regreso, así que no lo olvides. Volvamos a vernos cuando la misión esté completa.”

“¡Volvamos a reunirnos cuando la misión esté completa!” Gritaron los miembros de la


unidad al unísono. Sus pies se pusieron en su sitio mientras saludaban.

“¡Pónganse en marcha inmediatamente una vez terminados los preparativos!” Concluyó


Vizaist con una voz atrevida y una sonrisa robusta.

Los miembros entraron en el vestuario, seguidos por Alus y Nike.

Detrás de ellos, Vizaist habló. “Lindelph. Elina.” Los dos se detuvieron y se volvieron
con miradas desconcertadas. A diferencia de su anterior aspecto resuelto, ahora tenía una
expresión más sombría. Al ver eso, Lindelph y Elina se pusieron en guardia. “Cuiden bien de
Alus.”
Enseguida supieron a qué se refería. De hecho, se les había ordenado hacerlo cuando se
creó la unidad. Era algo que la gente comprendía inevitablemente cuando estaba en la unidad.
Se podía sentir aunque no se hubiera dicho nada al respecto.

El poder y el potencial latentes de Alus eran inmensamente importantes para el futuro de


la humanidad. Estaba claro que algún día se convertiría en un Único. Era evidente incluso
ahora. Además de su sentido del combate, tenía un extraordinario repertorio de hechizos y
poder.

Además, habían completado varias misiones de larga duración y su maná parecía no tener
fondo. Como la mayoría de la unidad era Triples, había una gran diferencia en sus habilidades
en comparación con Alus.

Otro aspecto asombroso de Alus era su increíble ritmo de crecimiento. Día a día, absorbía
y reflexionaba sobre la experiencia que acumulaba de la manera más óptima. Los miembros
de la unidad habían confiado en su experiencia al principio, pero ahora era poco lo que podían
enseñarle e incluso pensar en un consejo era difícil, por lo que era imposible no esperar más
de Alus.

Un Único podía influir en el futuro de una nación. En el pasado, Alpha tenía una Única
llamada Sisty Nexophia, y hubo innumerables veces que ayudo a Alpha. Especialmente en las
batallas defensivas, en las que sobresalía, podía igualar a más de un centenar de Maestros
Mágicos normales, a pesar de que sólo era la número 9 del ranking.

Así que una vez que Alus se convirtiera en Único, ¿a qué alturas podría llegar? ¿Y qué
tipo de heroicidades realizaría? Era un futuro insustituible y glorioso, pensó Lindelph. Se
aclaró la garganta mientras asentía a Vizaist, con determinación en sus ojos.

Pero Elina no se conformó con ese nivel de determinación. “¡Déjemelo a mí! Lindelph
puede ser poco fiable, pero yo también estaré aquí.” Dijo entusiasmada, hinchando el pecho
con orgullo.

Era una Maestra Mágica bastante hábil, y tanto Berwick como Vizaist se habían esforzado
por incorporarla a la unidad. Al principio no le entusiasmaba, pero su actitud cambió por
completo después de conocer a Alus.
A una edad temprana, Elina había quedado al mando de cierta unidad que se centraba
principalmente en misiones defensivas bajo la jurisdicción de Sisty. Al mismo tiempo, era
alumna de Sisty y una feroz luchadora que había pasado por el fuego del infierno de la batalla.

No tenía familia, y los altos mandos tampoco la habían puesto bajo su ala, lo que la hacía
perfecta para proteger y tutelar a Alus.

A pesar de las apariencias, lo mismo podría decirse de Lindelph. Había sido reclutado por
su sabiduría e ingenio más que por sus habilidades como Maestro Mágico. Ambos habían
estado en la mente de Vizaist durante un tiempo y fueron las primeras personas a las que se
acercó cuando Berwick había sondeado las cosas con él.

Los dos se tomaron al pie de la letra las palabras de Vizaist y entraron en el vestuario con
expresiones firmes.

Muy pocas bases de Maestros Mágicos tenían vestuarios separados para hombres y
mujeres. Como la mayoría de las misiones eran urgentes, solían permanecer en la sala de
espera. Si surgía la necesidad, podían entrar en vestuarios separados antes de partir.

Los vestuarios solían ser sencillos, pero con tabiques. De este modo, las mujeres no tenían
que exponerse delante de los hombres, siempre que éstos no miraran. El vestuario de la Unidad
Especial no era diferente. Tenía tabiques y cada miembro tenía una taquilla personal.

Sin embargo, no había suficiente espacio para que Nike cupiera allí. Por lo tanto, tendría
que esperar fuera, en el pasillo, hasta que Alus terminara de cambiarse. Dio varias vueltas en
el estrecho pasillo para tratar de encontrar una posición cómoda antes de acomodarse para
acostarse en un rincón.

Muchos soldados llevaban su uniforme militar, pero se les permitía ajustarlo a su gusto
hasta cierto punto. También se les permitía modificar la armadura y las armas para hacerlas
más cómodas para moverse por el Mundo Exterior. Hasta dónde podían llegar estaba limitado
por la regla no escrita de no comprometer la dignidad de un Maestro Mágico de Alpha.

Por cierto, Alus tenía dos taquillas: una para su uniforme y otra para armas como su AAR.

Con la rapidez de quien ha completado decenas de misiones, Alus se despojó de su ropa


interior y arrojó sus ropas a la taquilla. Sacó los pantalones de la taquilla y se los puso,
poniéndose el cinturón. Justo cuando se puso la mano en la camisa, oyó que la cortina se abría
detrás de él.
“Voy a entrar, Alus.” Dijo una voz suave y alegre.

“¿Qué pasa, Sra. Elina? Pensé que por fin me había liberado de usted.”

Alus se pasó un brazo por la camisa y se giró para ver a Elina en ropa interior cerrando la
cortina detrás de ella, con aspecto un poco culpable. Aunque eso era sólo en la superficie, ya
que ella no sentía nada de eso.

Por alguna razón se ocupó de Alus en cada momento, incluso se cambió de ropa junto a
él. El tabique sólo tenía espacio para uno, así que su entrada lo hacía más estrecho, pero a ella
no parecía importarle. Sin embargo, había dejado de hacerlo una vez que Nike se unió a la
unidad.

En este momento, Elina llevaba ropa interior con adornos de encaje en la parte superior e
inferior. Sus pechos mostraban el típico escote de mujer. Con todo su entrenamiento, mantenía
un cuerpo bien tonificado, con las proporciones ideales de una mujer.

Pero como resultado de su trabajo como Maestra Mágica, estaba constantemente cubierta
de heridas frescas. Cuando Alus conoció a Elina, hizo un comentario grosero sobre su belleza.
Incluso él se dio cuenta de que fue descortés y se disculpó después, pero Elina dijo que era
una prueba de experiencia en la batalla.

Ya no se refería a las heridas como algo que arruinaba su belleza. Ahora decía que era
hermosa y lo decía de corazón. Pero cada vez que lo hacía, ella mostraba una expresión
extraña, como si tratara de ocultar algún sentimiento incontrolable que brotaba en su interior.
Alus quería huir de la situación, pero ella no parecía darse cuenta.

“Oh, no seas así. La última vez sólo te arreglé el botón. Además, nunca traes granadas
flash o bengalas de señalización.”

“Pero los otros llevan montón de ellas, así que no necesito hacerlo, ¿verdad?”

“Sí, así es. Los que descuidan su equipo vuelven como cadáveres.” Dijo Elina levantando
el dedo y sermoneando a Alus mientras se quedaba en ropa interior. Eran palabras de sabiduría
que había heredado de Sisty.

“Entiendo.” Dijo Alus tras una pausa. “Dicho esto, esto es muy estrecho, ¿podrías salir?”
Estaba irritado y preocupado a su vez. Parecía que el cuerpo bien proporcionado de Elina no
era muy atractivo para un niño de once años. O quizás era porque se trataba de Alus. En
realidad, su aspecto destacaba incluso entre los militares.
Recordó su excusa al principio, cuando empezó a huir al vestuario de Alus… para evitar
que los hombres la espiaran. De hecho, había ocurrido varias veces antes de que Alus llegara
a la unidad. El principal malhechor no era otro que Lindelph, que afirmaba que era sólo un
impulso repentino, y como resultado ella había estado a punto de acabar con su vida, por lo
que Alus se esforzaba por entender el motivo.

Elina era la más fuerte de la unidad, aparte de Alus, y los que habían sido sorprendidos
espiando habían requerido los servicios del Maestro Mágico sanador. Por eso, nadie, aparte de
Lindelph, se había planteado volver a hacerlo.

Si hubiera querido, podría haber percibido la presencia de Lindelph. Así que Alus no
podía entender por qué seguía utilizando esa excusa defectuosa para colarse en su vestuario.

“Jee jee.” Elina sonrió, en señal de que iba a volver a ignorar sus quejas.

“Bien, apresurémonos a cambiarnos.” Resignándose, Alus la ignoró y continuó


rápidamente cambiándose de ropa.

“Me alegro de que seas tan comprensivo.” Dijo ella, poniéndole la mano en la cabeza
como siempre hacía.

Alus, avergonzado, trató de apartar su mano. Pero la acción le pareció diferente a la


habitual, así que la miró a la cara. Normalmente, ella se limitaba a ponerle la mano en la
cabeza, pero era la primera vez que le daba una palmadita. Sin embargo, la brillante sonrisa
de Elina superó fácilmente su actitud de duda.

No se sentía bien, pero como estaba presionado por el tiempo, Alus siguió cambiándose
tranquilamente. Metió la cabeza por la abertura del cuello de la camisa a pesar del espacio
reducido. Mientras lo hacía, sintió que su brazo se empujaba contra algo suave. Era lo mismo
de siempre, y estorbaba como siempre.

“Eh, eso hace cosquillas.” Esta vez debió ser el estómago de Elina, ya que se rió con una
sonrisa.

“Si vas a quejarte, entonces ve a cambiarte a otro lado, por favor.”

Cuando Alus oyó el ruido de las cortinas que se deslizaban frente a las taquillas de los
demás miembros, alargó la mano para tomar la siguiente prenda, pero se detuvo y frunció el
ceño. Un par de calcetines gruesos de uso militar, bien hechos pero difíciles de poner. Siempre
se sentaba en el suelo para ponérselos, pero con Elina aquí eso no era posible. Y también
estaba cansado de que Elina le sujetara los hombros como siempre hacía.

Se puso obstinadamente en un pie y trató de meter rápidamente los dedos del pie derecho.
Pero acabaron enredándose y empezó a dar tumbos por el impulso. “¡—!”

Elina estaba en medio de ponerse la camisa cuando la cara de Alus cayó en sus colinas
gemelas. Como aún no se había abotonado, sólo había una capa de tela entre sus pechos y la
cabeza de cabello negro que rebotaba en ellos. “Todavía te queda mucho camino por recorrer,
Alus.” Dijo en broma, mirándole suavemente como si fuera un niño.

Si su boca no estuviera bloqueada, probablemente habría objetado molesto. Sin embargo,


no pudo hacerlo en la situación actual.

“Tienes que enrollar un poco esos calcetines antes de ponértelos.” Elina se encogió de
hombros mientras Alus se apartaba de ella sin mediar palabra para alejarse. Pero de repente le
abrazó la cabeza con sus brazos. Apretó y le susurró al oído: “Está bien”… Por desgracia, el
significado de las palabras no llegó al corazón de Alus.

Sintió una suave sensación al verse envuelto en el pecho de Elina, como si estuviera
envuelto en pétalos. Al mismo tiempo, sintió un aroma ligeramente familiar. La
tranquilizadora fragancia no sólo atrajo su olfato, sino que abarcó todo su ser, creando una
especie de sensación de sueño. Al no haber conocido a sus padres, probablemente era la
primera vez que sentía el afecto de una mujer.

Alus luchó por escapar de su abrazo, pero finalmente se rindió y dejó que sus brazos se
hundieran. Al sentir ese misterioso calor por primera vez, cerró lentamente los ojos.

Cuatro horas después, por la tarde, la Unidad Especial entró en la zona restringida de
Clevideet. Habían podido llegar tan rápido porque otras unidades habían abierto el camino.
Berwick debió de enviar un escuadrón para acabar con los Fiends de la zona.

En el camino, Nike sólo había detectado un Fiend. Estaba lo suficientemente lejos como
para hacer un pequeño ajuste en su ruta y evitarlo.

Clevideet no era tan agresivo como Alpha en lo que respecta a la expansión y la limpieza
de tierras. Por eso, la zona estaba prácticamente a la par con la prístina naturaleza del Mundo
Exterior. Si hubieran estado en Alpha, cualquier lugar en un radio de cien kilómetros del
Mundo Exterior habría tenido cicatrices de la batalla.
Poco después, descubrieron al Aracne, su objetivo. La parte superior del cuerpo del
Aracne tenía forma humana y descansaba sobre una enorme araña. Se decía que imitaba la
apariencia de los Maestros Mágicos que comía, pero los cuerpos con forma humana siempre
recordaban a las mujeres. Sin embargo, eso era sólo la forma. Su aspecto exterior era más bien
el de una muñeca sin rasgos, lo cual era realmente espeluznante.

El cuerpo del Fiend medía casi diez metros de largo. Su cuerpo estaba cubierto por un
caparazón negro de aspecto agrietado, y su abdomen—que estaba inflado en las arañas
normales—estaba extrañamente arrugado.

Lo más extraño de todo era que el Fiend parecía muy herido, al borde de la muerte. Sus
numerosas patas estaban cubiertas de heridas que no se habían curado, y muchas de ellas
estaban cortadas por completo. La parte superior del cuerpo estaba desplomada y sin fuerzas.
A diferencia de un humano real, no se distinguía la línea del cabello. Simplemente tenía una
larga cabellera que parecía de mujer colgando sobre lo que sería su rostro.

El Aracne ni siquiera se movió cuando llegaron Alus y los demás. Alus observó desde la
sombra de un árbol, e indicó al resto de la unidad que seguirían adelante como estaba previsto.
Él y Elina trabajarían juntos para eliminar al Fiend. El resto de los miembros que estaban al
acecho en todos los lados ayudarían desde una distancia media.

Lindelph, que era poco fiable cuando se trataba de la potencia de fuego, se situó detrás
del Fiend con Nike, dando las órdenes necesarias a través del Consensor.

Con un AAR de tipo espada proporcionado por los militares, Alus se acercó al objetivo
sin hacer ruido. Su AAR era de gran calidad, ya que era un Maestro Mágico de dos dígitos,
aunque todo el mundo sabía que este AAR no era suficiente para sacar su potencial. De hecho,
había cambiado de AAR más de cincuenta veces desde que se unió al ejército. Y había
derrotado a innumerables Fiends con ellos.

Dicho esto, la batalla contra el Fiend fue bastante fácil teniendo en cuenta lo que
esperaban. Alus siguió el ataque preliminar de Elina con un hechizo de nivel experto y la
hazaña estaba hecha. Fue una victoria abrumadora, y el Fiend, con su núcleo destruido, se
convirtió en cenizas a partir de sus piernas. De todas las armas del Aracne, su hilo—fuerte
como el acero—era la más peligrosa. Pero nunca tuvo la oportunidad de usarlo.
“¿Qué piensas, Lindelph?” Preguntó Elina. Era una situación inusual. Sus ropas ni
siquiera tenían suciedad de la batalla. Cerca de la muerte o no, un Fiend de Clase A debería
haber dado más batalla.

“Hm, seguro que fue muy fácil para un Clase A. Y tengo curiosidad por las heridas que
tenía…”

“Lindelph, podría haberse metido en una pelea con una unidad de Clevideet.” Dijo uno
de los miembros, mientras todos respiraban un poco más tranquilos.

“O tal vez las fuerzas de Morwald realmente lo acorralaron.” Sugirió otro miembro.

“Eso no es posible.” Dijo Lindelph, frotándose la barbilla. Era muy raro que una unidad
fuera capaz de enfrentarse a un Clase A. Sin Alus, habrían tenido que renunciar a enfrentarse
al Fiend de frente.

“¿Por qué?” Le preguntó Elina con curiosidad.

“Las fuerzas del teniente general Morwald no son lo suficientemente fuertes para
enfrentarse a un Clase A.”

Al escuchar eso, rastreó sus recuerdos y dejó escapar un pequeño grito. Debió recordar
los datos de los miembros que componían las fuerzas que se enfrentaron al Aracne.

“Si hubieran luchado de frente habrían sido aniquilados. Decir que se escapó fue sólo para
aparentar. Aunque la fuerza de una unidad puede ser mayor que la de sus miembros… así que
tal vez realmente entraron en batalla y se escapó.”

“¿Quieres decir que dieron una buena pelea?”

“Hm.” Dijo Lindelph tras una pausa. “No es probable, pero no podemos descartarlo del
todo.” Pero empezó a dudar de sus propias palabras. Se frotó la barbilla con expresión
preocupada y siguió pensando en ello. “Tal vez el Aracne fue atacado por otro Fiend mientras
escapaba. No, eso también es difícil de imaginar.”

Teniendo en cuenta el comportamiento de Nike, era casi impensable que hubiera habido
otro Fiend del nivel del Aracne o superior en las cercanías. El canibalismo entre Fiends de alto
nivel era algo que sólo ocurría ocasionalmente en raras circunstancias, e incluso si ese fuera
el caso, ¿a dónde fue el otro Fiend? No había rastros de batalla cerca de ellos, ni señales de
que el Aracne se hubiera comido a otro Fiend.
“Eso nos deja un encuentro con una unidad Clevideet, pero también me parece difícil de
creer. No son muy activos en el Mundo Exterior y nunca han enviado a nadie a tanta
profundidad. No puedo imaginar que Alpha no supiera si han empezado a reclamar
activamente tierras, ya que somos países vecinos.” Dijo Lindelph.

A los miembros de la unidad les pareció un anticlímax, pero la realidad de la situación era
extrañamente escalofriante. Por eso empezaron a especular e intercambiar teorías como para
disipar la sensación.

Entonces Lindelph se dio cuenta de que la persona cuya opinión deberían escuchar no se
unía a la conversación. Aunque rara vez participaba en las conversaciones, Alus siempre
observaba su entorno, atento a cualquier anomalía. Aunque todavía era un niño, cuando se
trataba de ciertos temas estaba más informado que muchos adultos.

Mientras tanto, el chico en cuestión observaba cómo el montón de cenizas que una vez
fue un Aracne se dispersaba con el viento. Los académicos no definían a los Fiends como seres
vivos porque su biología era muy diferente a la de cualquier otro ser vivo. Comían, pero en su
mayoría se limitaban a los humanos, y ya se había determinado que no era para sobrevivir.

En otras palabras, los Fiends eran capaces de funcionar sin comer humanos. Los detalles
aún se desconocen, pero la teoría actual era que se dirigían a los humanos, y en particular a los
Maestros Mágicos, para tomar los genes mágicos y evolucionar.

Incluso los Fiends tenían un instinto de supervivencia y luchaban con todo lo que tenían
si estaban en peligro, pero este…

Lindelph se acercó y llamó a Alus, que permanecía inmóvil. “¿Qué pasa, Alus?”

“¿Has encontrado algo extraño?” Preguntó Elina, corriendo para alcanzarlo antes que
Lindelph.

“Las heridas en el objetivo… No fueron hechas por ataques de Maestros Mágicos.”

“¡—!” Lindelph y Elina jadean.

“Había marcas de mordeduras aquí y allá, pero todas superficiales y pequeñas.” Señaló
Alus. “Por otro lado, teniendo en cuenta la fuerza de su caparazón exterior, puse mucho poder
en el hechizo que usé para acabar con él. De hecho, no creo que un Fiend de clase baja pudiera
siquiera dejarle una abolladura. Y si ni siquiera podía regenerarse, entonces…”
Elina comenzó a decir: “Así que piensas…”

Alus asintió. “Sí, esto lo hicieron los Fiends, y más de uno. No pudo ser una trampa de
una unidad de Clevideet, y probablemente las fuerzas de Morwald ni siquiera presentaron
batalla. Puede que consiguieran realizar algunos ataques a gran distancia en el mejor de los
casos. Ese tipo de ataques no dejarían mucha marca en el caparazón exterior, así que
probablemente lo dejaron pasar.”

Elina levantó las cejas con incredulidad. Aunque un Fiend fuera el responsable de las
heridas del Aracne, éstas eran inexplicables. Si un Fiend de clase baja no podía atravesar el
caparazón exterior, tendría que ser uno de clase alta el que lo hiciera. Pero como no había
señales de combate a su alrededor, era difícil de creer.

Nike saltó sobre la gruesa raíz de un árbol y aulló con fuerza. Era un tipo de aullido
diferente que nunca le enseñaron durante su entrenamiento.

“¿Qué?” Gritó Lindelph, mientras que al mismo tiempo todos se volvieron para mirar a
Alus. Era el que más había estado con Nike, así que debería ser el que entendiera lo que
significaban esos aullidos.

Sin embargo… “Nunca he escuchado ese tipo de aullido de él. Pero en términos de nivel
de amenaza, es probablemente…”

“¡¿La más alta?! ¡Pero, ¿de dónde?!”

“¡Está en dirección a Alpha!” Elina respondió rápidamente a la pregunta de Lindelph, y


Alus asintió.

“Hemos completado nuestra misión. Volvamos a casa.”

A la orden de Lindelph, la unidad dio la vuelta. Poco después, Lindelph se acercó a Alus
y le hizo una pregunta en voz baja mientras permanecía atento a su entorno. “Alus, una vez
busqué en unos documentos sobre los Fiends y encontré algo interesante. ¿Es cierto que los
Fiends pueden reproducirse?”

Alus miró al frente y sólo movió los ojos para mirar a Lindelph, manteniendo la voz baja.
“Probablemente sea cierto. Estrictamente hablando, no se trata de cría en el sentido biológico.
Hay pocos ejemplos o detalles, pero aparentemente es algo que sólo se ve en tipos específicos
de Fiends. En particular, en los Fiends con cuerpo similar a los insectos. Usted también ha
visto algo así, ¿verdad, Sr. Lindelph?”
“S-Sí…”

“El Aracne es del tipo araña, así que es una posibilidad. Si dio a luz a los llamados hijos,
debe haber agotado su energía, o mejor dicho, su maná. Dado que el caparazón exterior es un
buen conductor de maná, es posible que el caparazón se ablande un poco debido a las
cantidades masivas de maná que se liberan durante el nacimiento.”

“¿Entonces las arañas bebé deben haber causado esas heridas?” Preguntó Lindelph.

“Arañas bebé, eh…”

“¿Qué?”

“Bueno, los Fiends no pueden tener descendencia, así que son más bien clones que
comparten el maná del Fiend.”

Cuando los demás miembros de la unidad comenzaron a mirarlos con curiosidad,


Lindelph decidió dejar el resto para más tarde y volvió a su posición al final de la columna.

Mientras lo hacía, Alus miró a Elina y vio un atisbo de ansiedad en su rostro. Pero al final
no dijo nada.

Elina iba delante con Nike justo detrás de ella. Esa era la posición habitual del perro-Fiend
cuando se ponían en marcha. Ya no había nada que hablar, y la Unidad Especial aceleró el
ritmo mientras se dirigían de nuevo hacia Alpha en silencio.

En el camino, Lindelph escuchó la información adicional que le dio Alus, y pareció


reflexionar sobre algo.

Pasó una hora, y estaban a menos de diez kilómetros de la frontera de Alpha. Pero
pronto—dada la escena con la que se encontraron—todos dudaron de sus ojos. El cielo se tiñó
de un rojo intenso. Una cantidad deslumbrante de partículas de maná deformaba el aire,
creando un fenómeno parecido a un espejismo.

Estaban a cinco kilómetros de la línea defensiva de Alpha, pero parecía un campo de


batalla. Y Nike estuvo gruñendo todo el tiempo ante la inquietante escena.

Decidieron dirigirse a un reducto de la línea defensiva, pero en el camino tuvieron su


primer encuentro. Al vislumbrar algo entre los enormes árboles, oyeron el distintivo sonido de
artrópodos a su alrededor. Había varios de ellos, y cada uno era más grande de lo habitual.
Lindelph ordenó a Alus y a Elina que lanzaran un ataque preliminar contra los Fiends
desconocidos. Pero cuando vio los restos del primer Fiend, su cara se contorsionó. “Esto es…”

Alus asintió. “No hay duda de ello.”

Los restos que se convertían en ceniza se parecían definitivamente a un Aracne, aunque


su tamaño era pequeño, como el de un niño humano. Había un tipo distinto de araña diabólica
conocida como Alania, pero se pensaba que eran como medios cuerpos del Aracne. En otras
palabras, el Aracne era la forma madura del Alania. Por cierto, debido a su tamaño y
habilidades de combate, Alus consideraba a los Alania de Clase C, justo en línea con su
clasificación oficial.

Tras comprobar los restos, Lindelph pulsó el Consensor en su oído para obtener más
información sobre la situación. “Es inútil. No puedo distinguir las palabras, y además el ruido
es horrible. Aunque nos acerquemos probablemente no conseguiremos nada útil.”

“¿Qué hacemos, Lindelph?” Preguntó Elina. “Nos moveremos a tus órdenes.”

La unidad asintió a las palabras de Elina. Es cierto que Lindelph no era muy fiable como
Maestro Mágico, pero sus habilidades como comandante eran extraordinarias. Por no
mencionar que cuanto más peligrosa era la situación, más astuto era su juicio.

Lindelph se rascó la nuca y suspiró, aunque no parecía estar tan abatido como parecía. En
ese momento se estaba devanando los sesos. La Unidad Especial tenía pocas restricciones, por
lo que se les permitía un cierto grado de libertad a su discreción. Para empezar, las batallas
defensivas no eran el objetivo principal de la unidad, y su misión esta vez no era defensiva.
Pero si había Fiends tan cerca de la línea defensiva, tendrían que unirse a la acción.

Dicho esto, como Lindelph no podía estimar el nivel de amenaza del enemigo, le costaba
tomar una decisión. Había memorizado el manual de defensa, pero como las instrucciones
cambiaban según la escala, no podía hacer ningún movimiento descuidado. Mantuvo la boca
bien cerrada mientras contemplaba su próximo movimiento. Cuando Elina lo miró fijamente,
bajó la cabeza, haciéndole saber que lo entendía.

¿Debemos ponernos en peligro por los demás…? De repente recordó lo que dijo Vizaist,
las verdaderas intenciones de lo que le dijo su superior antes de partir… las directrices que
debían seguirse. Nuestra máxima prioridad es la seguridad de Alus… pero, ¿realmente está
bien? Además, no es alguien que necesite nuestra protección. El mayor problema sería si se
rompiera la línea defensiva y aparecieran nuevos Fiends.

Si los Fiends empezaban a entrar en Alpha, no podrían decir que esa no era su misión. En
ese caso, tal vez deberían golpear al enemigo y ver lo peligrosos que eran realmente… Pero
no, Lindelph rechazó su propia idea. El enemigo era desconocido, y todavía estaban en el
Mundo Exterior. Ese tipo de pensamiento ingenuo podría hacerles perder fácilmente la pista.
Estoy seguro de que Elina diría que deberíamos dar un rodeo y priorizar nuestro regreso…

Su misión de eliminar al Aracne ya estaba completa. Lindelph lo pensó un poco más.


Tenían a Alus de su lado, alguien que podía considerarse un as en la manga. También le habían
pedido que cuidara de Alus. Así que mientras Alus estuviera a salvo, podría recuperarse de la
situación eventualmente. “Muy bien, nos desviaremos a…” Dijo, comenzando a explicar su
plan.

“Señor Lindelph, si no nos damos prisa, va a haber muchas muertes.” Le interrumpió


Alus, haciendo esta ominosa afirmación como si nada, con absoluta ausencia de expresión. No
estaba claro si realmente estaba preocupado por las otras fuerzas.

Lindelph dio vueltas a las palabras de Alus en su mente. Puede que sólo esté haciendo una
observación rutinaria. No podía saber cómo se sentía realmente Alus. Pero en esta emergencia,
le habían recordado que un Maestro Mágico nunca abandona a sus aliados. Lo había perdido
por completo y se sentía como un niño al que regañan.

“¡Ja, ja! Es cierto. Démonos prisa.” Dijo un miembro de la unidad.

¿Qué clase de Maestro Mágico dudaría en ayudar a sus camaradas cuando están en
peligro? Y así Lindelph llegó a la respuesta exactamente opuesta a la primera que se le ocurrió.
Con el potencial de Alus, era un futuro candidato al puesto de Maestro Mágico de Dígito
Único. Teniendo en cuenta la influencia que tendría en él, no deberían abandonar a sus aliados
aquí. La retirada no era una opción.

“¡Lindelph!” Elina gritó. Su tono era de reprimenda.

Pero se lo tomó con calma. “No te pongas tan nerviosa, Elina. No sabemos lo que va a
pasar independientemente de lo que elijamos. Así que, ¿por qué no actuar como Maestros
Mágicos? Nos especializamos en matar a los Fiends, ¿verdad? Si tenemos aliados luchando
contra algunos ahora mismo, ¿qué otra cosa deberíamos hacer sino ayudarlos?”
“Pero entonces estaríamos ignorando la opinión del capitán…”

“Me ha dejado el mando a mí. Por supuesto, entiendo lo que quiere decir.”

Elina suspiró. Miró a Alus. Su rostro estaba inexpresivo, sin ningún rastro de emoción
infantil. Era como si su sentido del peligro y el miedo a la muerte estuvieran rotos. Desde su
punto de vista eso era muy peligroso… pero al final se dio cuenta de que su papel no era el de
atar a Alus. Tampoco estaba destinada a ser una madre protectora. Esto significaba que
cualquier acción suya que lo limitara sería sólo para su propia satisfacción.

Así que aunque las verdaderas intenciones de Alus no estuvieran claras, si él se ponía en
peligro por sus propias decisiones, ella sólo tenía que protegerlo en términos de apoyo. Eso
era todo lo que ella debía hacer. “Lo entiendo. Pero, ¿estás de acuerdo con eso, Alus?”

“El Capitán Vizaist dijo que si hay algo que no entiendo, entonces tengo que probarlo.
Así que para empezar creo que debemos eliminar al enemigo por la espalda.”

“C-Correcto… eso es cierto. Bueno, nadie sabe cuál es la elección correcta. Y yo creo que
aunque sea un error al principio, depende de ti convertirla en la elección correcta.” Consiguió
decir Elina con una sonrisa forzada y torpe. En el fondo, sabía que no era más que un sofisma.
Pero aun así decidió decirlo porque respetaba el criterio de Alus. También creía que, fuera
cual fuera el riesgo, él podría convertirlo en la decisión correcta con su abrumador poder.

“¡Muy bien! Entonces, pongámonos en marcha.” Dijo Lindelph, sacudiéndose la duda que
aún le quedaba.

Algún tiempo después, Alus y los demás se dirigían a toda prisa hacia Alpha, o mejor
dicho, hacia la línea defensiva. Pero cuanto más se acercaban, las ominosas escenas que se
desarrollaban ante ellos les indicaban que la situación estaba empeorando.

Podían verse rastros de la batalla aquí y allá, con los cadáveres de los Maestros Mágicos
esparcidos por todas partes. Viendo la devastación, era difícil creer que hubiera supervivientes.

La unidad ya había despachado innumerables Fiends en su camino hacia aquí. Sin


embargo, todavía estaban a cierta distancia de las líneas de retaguardia.

Lindelph se detuvo un momento en la cima de una colina y miró a su alrededor con el


ceño fruncido. “Esta zona era el primer frente. Pero no hay señales de ninguna batalla en las
cercanías… lo que significa que la línea del frente ha retrocedido bastante. Démonos prisa.”
Todos sintieron una punzada de frustración, preguntándose hasta dónde había caído la
línea defensiva, pero continuaron tranquilamente su marcha. Ya habían estado eliminando a
los Fiends, pero ya no eran sólo las pequeñas Alanias. Todos comprendieron lo que eso
significaba. El nacimiento masivo de Alanias había sido probablemente el detonante.

Dado que el Aracne había sufrido algunos ataques del ejército de Alpha, las Alanias
probablemente nacieron en un estado de excitación. Tan pronto como nacieron, es probable
que hayan comido el cuerpo del Aracne para acumular maná, lo que significaría que estaban
en un estado preparado para el combate cuando se dirigieron a Alpha.

Los gritos de guerra de los Fiends y el olor de la sangre atrajeron a más Fiends, haciendo
que también invadieran. Pero si había una invasión a gran escala, debía de haber algún Fiend
de alto nivel dirigiéndola…

Un miembro de la unidad se estremeció por un repentino escalofrío. Al mismo tiempo,


Nike lanzó un rápido ladrido para alertar a todos de una amenaza. Algo mortal estaba cerca.
Todos los miembros de la unidad se concentraron en su entorno, manteniéndose en guardia
mientras seguían avanzando.

Finalmente, llegaron a un lugar determinado… y todos se horrorizaron. Los árboles ardían


de un rojo intenso. Grandes cantidades de sangre estaban salpicadas por todas partes. La luz
anaranjada de las llamas iluminaba el suelo viscoso.

Lo que los miembros de la unidad vieron fue una imagen infernal de incontables Fiends
devorando los cadáveres de los Maestros Mágicos. Estaba claro que no había supervivientes.
Desde el punto de vista de los Fiends, Alus y los demás eran sacrificios recién llegados
mientras terminaban su comida actual.

Era la peor situación posible. Si sólo fueran cuarenta Fiends de clase baja, podrían pasar.
Sin embargo, cuando vieron al enorme Fiend en el centro del enjambre, desenfundaron sus
armas y maldijeron su desgracia.

Elina gritó lo que todos estaban pensando. “¡Tipo ogro, Roscarg! ¿Qué está haciendo
aquí?” Los ojos rojos del Roscarg reflejaban las llamas. Una oleada de pelaje de color oscuro
como una melena corría por su espalda. Sus músculos estaban hinchados como rocas y sus
brazos eran como troncos de árboles. De sus dedos sobresalían garras negras.
El Roscarg era uno de los Fiends de Clase A más comunes. Aun así, había pocos registros
de la aparición de uno cerca de las líneas defensivas de Alpha. ¿Era un Fiend menor que había
evolucionado recientemente? O tal vez vino de lo más profundo del Mundo Exterior en
respuesta a las Alanias. En cualquier caso, probablemente fue la fuerza motriz de la invasión
a gran escala.

La unidad se congeló por el shock como si el tiempo se hubiera detenido. Sin embargo…

“¡Nuestro objetivo es el Roscarg! Prepárense.” Lindelph levantó la voz.

“¡—!” Finalmente los miembros reaccionaron.

Lindelph sacó a la unidad de su aturdimiento. Todos fijaron sus ojos en el enemigo y


asintieron. Si el Fiend de alto rango era eliminado aquí, los otros Fiends se confundirían.
Cuando el líder desapareciera, se desorganizarían y muchos abandonarían la zona defensiva
de Babel.

Sin embargo, esos pensamientos pronto fueron sustituidos por el asombro. La unidad
observó cómo Alus se adelantó a ellos y, sin dudarlo, se dirigió hacia el Roscarg con la espada
en la mano.

“¡Alus! Tenemos que trabajar juntos.” Dijo uno de los miembros, pero se detuvo cuando
Lindelph levantó la mano.

Lindelph miró a Elina. “Dejen el Roscarg a Alus y Elina. Nosotros nos ocuparemos del
resto.”

Y así comenzó una feroz batalla. Las llamas abrasaron el aire cuando la Unidad Especial
comenzó a luchar. Redujeron constantemente el número de Fiends, pero surgieron más del
suelo y de los árboles.

A medida que pasaba el tiempo, los miembros de la unidad se agotaban. Sus rostros
pálidos revelaban que estaban a punto de quedarse sin maná. En medio de todo, Nike apuntó
a Fiends a punto de mutar a la dirección de Lindelph.

El tiempo que tardaba cada Fiend en convertir el maná absorbido variaba, pero algunos
que se habían comido a las primeras víctimas ya mostraban signos de mutación. Si se permitía
que el proceso se completara, el nivel de amenaza aumentaría drásticamente. Los signos
incluían que sus cuerpos empezaran a cambiar, que su piel se deformara y más.
Nike golpeó a los Fiends mientras se transformaban, ya que quedaban indefensos cuando
eso ocurría, matando a todos los que mostraban signos de transformación.

Mientras tanto, Alus y Elina se enzarzaron en un combate cuerpo a cuerpo con el Roscarg.
El Roscarg manifestaba maná, sus brazos ardían al girar, mientras que la afilada espada de
Alus cortaba trozos de su caparazón exterior. Con el apoyo de Elina, los dos fueron capaces
de resistir.

Alus ni siquiera parpadeó, ya que con cada intercambio salían chispas del cuerpo del
Fiend. Las chispas quemaron su propio cuerpo, pero mantuvo los ojos en el Fiend.

De repente, las gruesas patas del Fiend se cubrieron de polvo llameante. Luego soltó una
patada como si intentara segar todo lo que le rodeaba.

Alus se agachó para esquivarlo, pero el terrible poder de la patada extendió grandes
cantidades de llamas a su alrededor, casi quemando a los miembros de la unidad por detrás.
Era lo suficientemente mortal como para matar a cualquiera que golpeara al instante. A pesar
de saber eso, Alus no vaciló. Simplemente incrementó su velocidad, y acabó por sobrepasar
al Roscarg.

Elina también atacó cualquier abertura que viera, pero rechinó los dientes ante su
incapacidad para seguir el ritmo de la velocidad de Alus. Fue entonces cuando el Roscarg se
estremeció ante uno de los ataques de Alus, mostrando una apertura momentánea.

Sin perder su oportunidad, Elina puso todo el maná que pudo en su pie y saltó. Giró varias
veces, añadiendo fuerza centrífuga, y luego la liberó junto con su maná hacia el Fiend.

Pero en el momento en que Alus se dio cuenta de lo que estaba haciendo, hizo algo que
la sorprendió.

“¿Qué?” Gritó. Justo antes de que su tacón pudiera conectar, Alus la empujó.

Elina rodó por el suelo un par de veces, pero se detuvo en cuanto pudo y miró hacia arriba.
Se mordió el labio. La luz del maná se estaba acumulando en la boca del Roscarg. Era un
ataque en forma de rayo que recogía las llamas antes de dispararlas. Si se hubiera disparado
antes, ella no habría podido evadirlo ya que estaba en el aire.

Por su naturaleza, los Fiends eran seres extraños que los humanos no comprendían del
todo. A veces ignoraban los instintos básicos de supervivencia, buscando acabar con su presa
aunque los matara.
Pero lo mismo parecía ocurrir con Alus, que la había cubierto empujándola fuera de la
línea de fuego del enemigo. Y ya estaba haciendo su siguiente movimiento. Lanzó su AAR
desde abajo, haciendo que el Roscarg retrocediera. Aunque impactó con fuerza en su barbilla,
no fue suficiente para arrancarle la cabeza. Sin embargo, fue suficiente para empujar su cabeza
hacia arriba, haciendo que el rayo fuera en esa dirección.

Sin embargo, el precio por evitar un ataque mortal fue muy alto. Un sordo crujido sonó
cuando el AAR de Alus se hizo añicos. Alus vio que el filo ya no era efectivo y cambió la
forma en que lo sostenía, usando el dorso de la hoja para aplastar la barbilla del Fiend. El AAR
se hizo añicos… pero no porque fuera frágil. Había sido incapaz de soportar la cantidad de
maná vertida en ella para aumentar la potencia de su impacto.

Cuando el Roscarg volvió a bajar la cabeza, miró a Alus con odio. Tenía la mandíbula
abierta y goteaba un líquido negro.

Cuando Elina vio a Alus tirar su AAR destruido, lamentó su propio descuido. Acudir a
ayudar a Alus en esta situación no era algo que nadie pudiera reprocharle. Pero desde su
estricta perspectiva fue un claro error, cuyo resultado fue que Alus perdiera su arma.

En el Mundo Exterior, perder tu arma en una situación como ésta podría significar la
muerte instantánea. Sin embargo, cuando pensó eso….

“¡Alus!” Otra espada voló por el aire. Alus la atrapó. Lindelph había lanzado su propio
AAR.

La expresión de Alus no cambió, pero desde el punto de vista de Elina, con o sin arma
nueva, la situación era mala.

Al principio, Alus debió pensar en aniquilarlo con un hechizo de nivel experto. Pero como
sus aliados estaban cerca, corría el riesgo de que se vieran envueltos en él. Elina comprendió
que había elegido el combate cuerpo a cuerpo, por lo que las circunstancias no estaban a su
favor. Pero en el momento siguiente Alus pasó fácilmente su maná por el atributo de agua del
AAR que había obtenido de Lindelph.

La visión hizo que Elina suspirara aliviada. Pero pensaba que Alus tenía afinidad con el
fuego… Ella había sentido que algo estaba mal, al darse cuenta de la verdad. Pero, ¿quién
podía culparla cuando Alus sólo había usado magia de fuego? Cuando comprendió que podía
utilizar otros atributos además del fuego, volvió a sorprenderse de su insondable talento.
Mientras tanto, parecía que Lindelph ya se había dado cuenta de esto de antemano. Si no,
no le habría lanzado un AAR que de otro modo habría sido inútil.

Alus ni siquiera se molestó en dar las gracias a Lindelph, ya que volvió a saltar hacia
delante para enfrentarse al Roscarg. Y así continuó su enfrentamiento. Un solo golpe podía
significar la muerte, pero Alus manejó todos sus ataques.

Pero no era como si las tornas hubieran cambiado. Para empezar, Lindelph era un Maestro
Mágico de Dígito Triple, y su posición actual se debía a su extraordinaria capacidad de mando,
por lo que su AAR era para defenderse y nada más. Por lo tanto, no tenía uno de muy alta
calidad, y como prueba de ello, sólo quedaban rasguños superficiales en la coraza exterior del
Roscarg, mientras que la hoja de Alus chirriaba y se resquebrajaba. Aunque estaba usando
maná para cubrirla, la diferencia de materiales era demasiado grande.

Al ver eso, Elina se sintió frustrada. Tenía que hacer algo. Después de todo, era una Doble.
Pero se estremeció al ver algo. No miraba al Roscarg sino a Alus. Y sus ojos se detuvieron en
sus labios.

¿Está sonriendo…? Su sonrisa era inapropiada para la situación e incluso parecía algo
sádica. Era como si no pudiera ver la diferencia de habilidades o cualquier otra cosa a su
alrededor.

Pero no estaba perdiendo la cabeza por el peligro. Al contrario, las grandes cantidades de
adrenalina liberadas en su torrente sanguíneo le hacían sentirse todopoderoso y extasiado. La
excitación le hacía sentirse en la novena nube.

“¡Lindelph!” Un grito sonó, rompiendo la calma momentánea. Procedía de uno de los


miembros que luchaba contra los Fiends de clase baja y fue seguido por sus estertores.

Cuando Lindelph miró en esa dirección ya era demasiado tarde. Una profunda laceración
recorría el cuerpo del miembro y una gran cantidad de sangre brotaba de su boca, tiñendo su
uniforme de un rojo intenso. A primera vista estaba claro que no sobreviviría. Otro miembro
corrió la misma suerte.

Lindelph contempló con tristeza las tragedias que estaban ocurriendo, pero rápidamente
se espabiló y tomó una decisión con el rostro pálido. Alus había perdido su arma y se estaban
produciendo bajas. Había aparecido un Fiend de gran categoría que les obligaba a luchar, así
que lo mejor era frenar y reorganizarse. “¡Elina!” Gritó, preparándose para decirle que se
preparara para retirarse.

Sin embargo, no reaccionó hasta que él la llamó por segunda vez. Las cosas se estaban
calentando, pero ella sintió un escalofrío. Estaba petrificada con un sudor frío que le recorría
la espalda. “A-Alus, tenemos que retirarnos… ¿Alus?” Habiendo vuelto a sus sentidos, llamó
a Alus. Sabía que no había vigor en su voz, pero aun así era lo suficientemente fuerte para que
él la oyera. Pero él no reaccionó.

Un sentimiento de impaciencia brotó. Se lo había temido. Dudó y miró a Lindelph en


busca de instrucciones.

“Bien. Tendremos que sacarlo a la fuerza. Me interpondré entre ellos, así que usa eso para
llevarte a Alus. Si no escucha, entonces noquéalo o lo que sea necesario.”

“¡—! Pero entonces tú…” La voz de Elina se apagó al darse cuenta de la importancia de
su papel. Luego recuperó la calma con una sonrisa irónica. “No podrás crear una abertura,
Lindelph. Esta cosa es más fuerte que un Roscarg normal.” Le dijo, preparándose para
interponerse entre Alus y el Fiend.

Pero Lindelph la agarró del hombro. “Esto es una orden. Haré una apertura. He sido inútil
como Maestro Mágico, así que al menos déjame actuar como un capitán al final.” Su mano
temblaba pero sus ojos estaban serios.

Mirando a su alrededor, no quedaba nadie de la Unidad Especial en pie. No hubo llamadas


de auxilio ni gritos desesperados. Sólo quedaba el vacío. Todos debían haber perdido la vida
en la lucha.

Sólo quedaban los tres. El último miembro de la unidad que gritó el nombre de Lindelph…
Su voluntad finalmente alcanzó a Lindelph… para al menos salvar a Alus.

Los dos habían recibido instrucciones directas de Vizaist. Y había sido la voluntad de toda
la unidad. Alus era su esperanza.

Al ver a sus aliados morir ante él, Lindelph sintió tanto pesar como el deseo de expiar. No
podía ser el único en sobrevivir. Por eso, en sus ojos había una determinación inquebrantable.
Esta vez utilizó su fuerza de voluntad para no temblar.
“Así que realmente eras un hombre, Lindelph.” Murmuró Elina. Reflexionó sobre este
hecho evidente y su expresión se relajó un poco. Sus mejillas parecían estar ligeramente
teñidas del color del fuego.

“Por supuesto que soy un hombre. ¡Al menos déjame actuar con calma! Así que… sí por
casualidad vuelvo con vida…”

Elina pareció un poco sorprendida cuando Lindelph la miró directamente. Pero ella
interrumpió sus palabras y sonrió como si hubiera visto a través de él. “¿Dices que estás
preparado para morir? Ni siquiera serías capaz de seducir a un perro con una frase como esa.”

Lindelph tropezó con sus palabras, tratando de corregirse, pero Elina lo detuvo de nuevo.
“Odio a los hombres que faltan a su palabra.” Dijo con brusquedad. Luego continuó con una
sonrisa: “Por cierto, no me interesa un hombre que persigue a todas las mujeres que ve.
Podemos discutir esto en detalle cuando volvamos a Alpha.”

La expresión de Lindelph se iluminó rápidamente y salió corriendo como un niño tonto.


“¡¡¡Aquí vamosssssssssss!!!”

Se lanzó al fuego como si no sintiera el calor, y Elina le siguió en silencio.

******

Alus estaba extasiado, borracho de su combate a muerte, así que para hacerle entender
que debían retirarse tendrían que sacarle de sus casillas.

Sin embargo, eso dejaría una gran apertura. Y Lindelph comprendió que el estilo de batalla
de Alus no era sólo luchar como un maníaco. Cuando Alus estaba tranquilo, utilizaba todo
tipo de magia para ganar ventaja, incluso contra un Roscarg.

Está experimentando euforia por esto. Puede que eso se deba en parte a su inmadurez,
pero Alus tenía la suficiente compostura como para disfrutar de la situación, lo que era una
señal de su potencial sin fondo. Era la primera vez que Lindelph veía a Alus así. Todo lo demás
hasta ahora no debía ser suficiente para él. Debía estar aburrido de tener que luchar bajo el
supuesto de la cooperación para proteger a sus aliados.

Pero la Unidad Especial estaba destinada a ser su hogar. Era un lugar esencial para que
Alus viviera, independientemente de sus extraordinarios talentos. Lindelph no podía ni debía
negarle eso.
Ahora mismo, Alus era como un niño jugando con el primer juguete que tenía y que no
se rompía después de agarrarlo. Parecía que estaba usando al Fiend como un experimento para
medir su poder, para ver hasta dónde podía empujarlo sin romperlo.

Sin embargo, teniendo en cuenta la experiencia de Lindelph como comandante y habiendo


supervisado con calma la situación en su totalidad, le preocupaba esa compostura. El equilibrio
se rompería en algún momento. Luchar de una manera tan juguetona se volvería
definitivamente contra ti en el Mundo Exterior.

Es cierto que Alus parecía ir en cabeza, pero la batalla llevaba minutos a pesar de que
tenía la ventaja… y el enemigo aún no había caído.

El problema estaba en Alus. Y no era la calidad de su AAR. Lindelph se dio cuenta de


que Alus se estaba conteniendo intencionadamente.

Por muy fuerte que fuera, Alus aún era joven. Subestimar al enemigo podía llevar a la
muerte. Cualquiera que hubiera sobrevivido mucho tiempo en el Mundo Exterior lo sabía, pero
todavía no se había grabado en Alus. Eso era probablemente debido a su abrumador poder.

Por eso Lindelph corría tan desesperadamente. Estaba seguro de que la batalla terminaría
pronto con Alus herido de muerte. Cuanto más se acercaba a Alus, más ansiedad sentía.

Alus estaba en una especie de estado maníaco. Se sentía todopoderoso, en la cima del
mundo. El tiempo parecía estirarse hasta el infinito en su cerebro mientras analizaba
innumerables y complejas estrategias que le llevarían a la victoria.

Así fue como apareció una abertura en medio del combate, ya que de repente se movió
torpemente. Un solo movimiento del Roscarg fue todo lo que necesitó el cuerpo de Alus para
ponerse rígido. En una palabra, estaba sobrecargado.

Para entonces, la mente de Alus ya había superado el estar en el momento. Pensaba en


una docena de movimientos por adelantado. Analizaba simultáneamente los movimientos del
enemigo, sus contracciones musculares, la dirección de sus garras, y más. Era un intento de
acumular multiplicadores sobre multiplicadores, tratando de calcular un resultado adecuado
entre las infinitas posibilidades.

Naturalmente, esta tremenda carga freiría el cerebro de una persona normal. El cerebro de
Alus podía soportarlo porque un cuerpo joven estaba construido de forma diferente. Pero al
igual que un niño que se esfuerza demasiado por resolver un rompecabezas y se pone febril,
su cuerpo era incapaz de seguir el ritmo.

En un abrir y cerrar de ojos, las tornas habían cambiado. El Roscarg retorció su cuerpo y
tiró de su brazo hacia atrás. Sus músculos se abultaron mientras acumulaba energía.

Ese tipo de movimiento normalmente sería demasiado lento para él, pero Alus no podía
moverse. Sentía que se acercaba su momento de muerte, pero seguía sin poder moverse.

“¡Mierda!” Lindelph se dio cuenta de que no iba a llegar, cuando un gran objeto blanco
pasó a su lado.

Era Nike, gruñendo mientras saltaba. Lanzó sus grandes garras contra el Fiend y desvió
su objetivo.

Un momento después, Alus pudo volver a mover su cuerpo. Nike llenó su visión con su
pelo brillante mientras aterrizaba en el suelo, pero… en el momento en que sus pies tocaron
el suelo, su cuerpo tembló por un fuerte impacto. Su pelaje y su carne se hincharon de forma
antinatural en varios lugares con cosas que sobresalían. Al mismo tiempo, la sangre fresca
brotó y tiñó la zona de rojo ante los ojos de Alus.

Alus se dio cuenta de que las garras del Roscarg estaban desgarrando el cuerpo de Nike y
se acercaban a él. Ni siquiera se inmutó ante las garras que se acercaban. Se quedó de pie,
atónito, mirando más allá de las garras para contemplar a Nike.

Al mismo tiempo, el Roscarg lanzó otro ataque con garras desde el lado opuesto. Alus
estaba aturdido, pero una coincidencia le salvó. Giró su cuerpo para alcanzar a Nike y las
garras volaron sobre él. O más bien… la mayoría de ellas lo hicieron. Sólo las puntas de las
garras lo habían tocado.

Pero para Alus fue como ser alcanzado por una bala. Uno de sus globos oculares fue
arrancado junto con un trozo de carne, mientras la sangre salía disparada hacia lo alto.

“¡¡¡Alus!!!” La voz de Lindelph ni siquiera llegó a sus oídos. Alus se desplomó sobre una
rodilla, cerrando el párpado e ignorando la sangre que le corría por la cara mientras miraba
fijamente hacia delante.

Nike fue ensartado y levantado en el aire. La sangre brotó de sus heridas sin fin,
acumulándose debajo de él. Finalmente, las garras se retrajeron y Nike cayó al suelo con un
fuerte golpe.
“Nike…” Murmuró Alus. Sus palabras resonaron en el aire pero no llegaron a nadie. Su
atención se centraba únicamente en Nike, hasta el punto de no ver ya al Roscarg que se
acercaba.

Acarició suavemente el pelaje de Nike con sus pequeñas manos, rozando con sus dedos
como siempre hacía, incluso cuando la sangre brotaba de la cuenca del ojo. Nike respiraba
lenta y profundamente mientras Alus lo sacudía. Pero después de unas cuantas respiraciones,
su respiración se detuvo. A pesar de ello, Alus siguió acariciando su pelaje, mirando sus ojos
ahora vacíos.

“…” Un silencio anormal cayó alrededor de Alus. Ya no había ninguna emoción en su


rostro. La sangre goteaba de la cuenca del ojo, mientras que el otro ojo estaba como siempre,
sin sentir dolor. Su ojo restante estaba tan vacío como siempre.

Era un rostro aterradoramente inexpresivo. No parpadeaba, y las llamas que danzaban a


su alrededor no hacían que mostrasen alguna reacción. Una línea de sangre roja oscura corría
desde su párpado cerrado hasta su barbilla, goteando en el suelo. “Debería haberlo hecho solo
desde el principio. La gente muere porque no estoy solo. Debería haber estado solo. Es
suficiente, ya no necesito a nadie más… Buen trabajo, Nike.” Las palabras de Alus estaban
llenas de odio, excepto las últimas, que fueron dichas con simpatía.

Dos emociones extremas y contradictorias estallaron en su interior. Un poder anormal se


hinchó en su interior. Ese poder congeló tanto a Lindelph como a Elina hasta la médula.
Oyeron un extraño grito cuando el equilibrio emocional de Alus se derrumbó.

“¡…!” Un escalofrío recorrió el cuerpo de Lindelph. Sintió una sensación terriblemente


amarga y adormecida. Apretando los dientes, corrió hacia Alus a toda velocidad, como si
estuviera impulsado por algo.

El Roscarg no prestó atención a Nike mientras levantaba su gigantesco brazo envuelto en


llamas para golpear a Alus. Lindelph se deslizó y acunó la cabeza de Alus. Luego le dio la
espalda al Fiend para protegerlo de un golpe fatal. Apretó los ojos y esperó a que llegara el
momento.

Oyó una voz. En ese instante sus ojos se abrieron de golpe, y la escena que tenía delante
le hizo morderse el labio con fuerza.
“Sabía que no lo lograrías, Lindelph…” Elina se interpuso entre él y el Roscarg. Sabía
que su magia no sería capaz de interceptar el ataque envuelto en llamas… sin embargo, sonrió
a Lindelph mientras las garras ensartaban su estómago. El calor abrasó la herida. El humo se
elevó desde su abdomen.

“¿Q-Qué estás haciendo, Elina…?”

“Se trata de la persona adecuada en el lugar adecuado.” Vomitó sangre y jadeó con fuerza.
Al momento siguiente su cuerpo se movió ligeramente hacia arriba. El Roscarg estaba tratando
de sacar sus garras.

Elina salió despedida en el proceso, rociando sangre mientras su cuerpo rodaba, antes de
detenerse cerca de un árbol en llamas. Su cabeza estaba girada hacia un lado, con el cabello
extendido como una tela de araña en el suelo.

A Lindelph le castañetearon los dientes al verlo. Se mordió aún más el labio, ignorando
la sangre que salía, hasta que adquirió un color mortalmente pálido.

“¡¡¡Maldita sea!!!” Se levantó con furia, parecía que iba a lanzarse contra el Fiend
desarmado, pero se detuvo cuando una emoción primigenia le invadió. El miedo llenó su
corazón, pero no era obra del Fiend. Venía de detrás de él.

El enemigo que mató a Nike y a Elina estaba delante de él, pero su instinto le decía que
una amenaza aún mayor estaba justo detrás. Incluso el Roscarg se desentendió por completo
de Lindelph para centrarse en él, y de entre todas las cosas, retrocedió lentamente como si
tuviera miedo.

Cuando Lindelph se volvió tímidamente, se olvidó de su objetivo de poner a Alus a


salvo… Incluso se olvidó de cómo usar las palabras. “¡¡¡—!!!”

Alus, aturdido, miraba el cuerpo inmóvil de Elina. De su ojo restante goteaban lágrimas,
teñidas de rojo por las llamas. Para Lindelph parecían lágrimas de sangre.

“Y otra vez… Ja, ja, ja, sabía que tenía que haberlo hecho solo.” Se repitió Alus en un
tono hueco que sonó fuerte a los oídos de Lindelph.

Pero cuando Lindelph se dio cuenta de que era porque los ruidos de alrededor habían
cesado, levantó la voz. “¡Alus!” Su voz, sin embargo, pareció desaparecer en el aire. Pensando
que sus cuerdas vocales se habían colapsado, se tocó la garganta, pero pronto comprendió que
estaba fuera de lugar. No podía oír nada más. Ni los árboles en llamas, ni las corrientes de
viento creadas por el aire caliente, ni los sonidos de los Fiends que vagaban a su alrededor…
ni ningún otro sonido que debiera haber escuchado.

Sin embargo, podía oír perfectamente los murmullos de Alus. Aun así, intentó gritar para
que su voz llegara a Alus.

De repente, el sentido del peligro del Roscarg se activó y trató de alejarse.

¡—! ¡Alus! Lindelph se volvió hacia Alus y, para su asombro, el párpado de su ojo
arrancado se había levantado. En la cuenca había una herida de aspecto rasgado. Luego se
abrió de par en par y una grieta pareció extenderse por la cuenca. Un líquido negro y turbio
brotó de la grieta. Rápidamente cubrió la cuenca del ojo de Alus y la tiñó de un negro aterrador.

A continuación, Lindelph sintió un gran movimiento de sacudida detrás de él. Cuando se


volvió para mirar, el Roscarg había caído sobre una rodilla. La pierna que antes mostraba unos
músculos abultados y gruesos como un tronco estaba destrozada desde dentro al abrirse. De la
herida brotó sangre negra.

Cuando Lindelph volvió a mirar a Alus, sólo pudo estremecerse. De entre todas las cosas,
las grietas se habían extendido a ambos ojos. El blanco del ojo que le quedaba estaba teñido
de negro, y el ojo carecía de cualquier apariencia de cualidades humanas.

Recuperando la compostura, Lindelph dio un paso hacia Alus para acercarse. Pero Alus
extendió el brazo y lo detuvo. Fue un movimiento casual, pero fue suficiente para que Lindelph
sintiera que su visión se distorsionaba.

No, no era sólo una sensación. El espacio que le rodeaba se deformaba y se doblaba.

Lindelph extendió la mano hacia Alus a pesar de su conmoción… Sin embargo, su mano
simplemente agarró el aire vacío.

******

Cuando el espacio deformado volvió a la normalidad, la capacidad de oír sonidos también


regresó de repente.

Con la mano aún en el aire, Lindelph se quedó confundido por un momento, incapaz de
comprender lo que había pasado. En cuanto se recuperó, se apresuró a mirar a su alrededor
para encontrar a Alus.
Todavía estaba en el Mundo Exterior. Era una zona de hierba, no muy diferente de lo que
había sido el campo de batalla antes del ataque. Entonces, ¿por qué estaba aquí cuando se
suponía que estaba rodeado de fuego infernal? Por un momento pensó que había perdido la
cabeza.

Fue entonces cuando vio una figura desplomada y gritó: “¡Elina! ¡Eh! ¡Elina!” Esta vez
su voz reverberó en su entorno. Sin pensarlo, Lindelph se apresuró a acercarse y sostuvo a
Elina con sus brazos.

“¡¿Qué estás haciendo aquí?!”

Cuando se dio la vuelta, un hombre estaba de pie detrás de él. Por su uniforme militar
estaba claro que era uno de los Maestros Mágicos de Alpha. “No sé con qué unidad estás, pero
date prisa y retrocede. Lady Sisty está haciendo preparativos en la última línea defensiva.” El
hombre miró a Lindelph con desconfianza.

“¿Dónde estoy? ¿Qué zona es esta?”

“¿De qué estás hablando? De hecho, ¿siquiera con qué unidad estás…?” El hombre se
acercó a Lindelph. “Lo siento, pero es demasiado tarde para ella.” Dijo, mirando a Elina.
Agarró el brazo de Lindelph para que se levantara.

Pero Lindelph lo sacudió. “¡Sólo contéstame! ¿A qué distancia está la barrera de aquí?”

El hombre, sorprendido por su intensidad, le respondió. “La marca de tres kilómetros…


Y lo que es más importante, ¡date prisa y retírate! La directiva ya ha sido emitida. Hace tiempo
que decidieron que la línea defensiva se retirara. No debería quedar nadie más por aquí.”

“E-Espera… ¡Espera! ¡Elina no está muerta! Y todavía hay heridos por allí. ¿Dónde están
los médicos? ¡Apúrate y llámalos!”

El hombre escuchó tranquilamente a Lindelph y luego le puso una mano en el hombro


con una mirada apenada. “Déjalo. Ya es demasiado tarde para hacer algo. Además, este es el
Mundo Exterior.”

“¡No vamos a ninguna parte! ¡Sólo trae un Maestro Mágico sanador para tratar a Elina!
Por favor… te lo ruego.” Lindelph comenzó con fuerza, pero sus palabras se convirtieron en
una débil súplica al final.
Entonces se percató de la ruidosa transmisión de su Consensor y se levantó de un salto,
llevándose la mano al oído, dispuesto a aferrarse a cualquier esperanza.

“¿S-Si puedes… puedes oírme…? Contéstame…”

“¡Sí, Capitán Vizaist! Estoy bien, pero Alus está… ¡Y Elina está gravemente herida! Por
favor, ¡envíen un Maestro Mágico sanador!” Lindelph frenó su impaciencia para transmitir
sus puntos principales, cuando de repente…

“¡¿Qué es eso?! ¡Tienes que estar bromeando! Hey, ¡no podemos quedarnos aquí!” El
hombre señaló el cielo a cierta distancia.

Los ojos de Lindelph se abrieron de par en par y se quedó sin palabras, ignorando la
petición de detalles de Vizaist. Innumerables serpientes grandes y negras volaban por el cielo.
No estaba seguro de que fueran realmente serpientes, pero no se le ocurría otra forma de
describirlas.

“¡Lindelph!” Gritó Vizaist, con un tono de reprimenda que le devolvió a la realidad. “Tú
también lo estás viendo, ¿verdad?”

“Sí, creo que es Alus. ¡Por favor, envíen refuerzos y médicos allí!”

“Entendido. Pediré los detalles más tarde. Pero, ¿ahora mismo no estás con Alus?”

“E-Eso es…”

“Hola, siento interrumpir, Vizaist.” Dijo una voz inusualmente despreocupada.

Lindelph reconoció la voz y se sorprendió. “¿Es… Sisty Nexophia?”

“Sí, en efecto.” La respuesta no llegó a través del Consensor, sino desde justo detrás de
él.

Al darse la vuelta, Lindelph vio a un grupo con largas capas que se acercaba. En el centro
había una mujer que sostenía un largo bastón y presionaba con un dedo el Consensor en su
oído. Caminaba con paso gallardo, continuando la discusión que acababa de interrumpir. “Ya
tenemos médicos, así que no necesitarás llamarlos, Vizaist.”

“Ya veo. Gracias.”

“Esto es sólo una coincidencia. He venido a ver cómo iban las cosas. Me encantaría
preguntar qué es esa cosa, pero lo dejaré para más adelante.”
“Sí, estoy al tanto. ¿Está usted a cargo de todo ahora?”

“Desafortunadamente, no. Frose es la comandante suprema.”

“Ya veo.” Dijo Vizaist. “De cualquier manera, eres una gran ayuda.”

“Eso es muy honesto… para ti. Bueno, mi antigua subordinada está al borde de la muerte,
así que voy a terminar la llamada aquí.”

“Cuida de ella.”

Cuando la llamada terminó, Lindelph se desplomó sobre sus débiles piernas.

Tres personas que parecían ser Maestros Mágicos sanadores se escabulleron del grupo
que había traído Sisty. Se apresuraron a acercarse a Lindelph y a Elina, que aún estaba en sus
brazos. Al ver su estado, se apresuraron a tratarla.

Lindelph preguntó por Elina en un tono frenético, y le indicaron que probablemente


podrían salvarla. Milagrosamente podrían salvar a Elina después de que el otro hombre ya la
hubiera descartado.

Con un suspiro de alivio, su atención se desplazó hacia Sisty. Al parecer, ella también
había estado vigilando el estado de su antigua subordinada. Sin embargo, no había ni alivio ni
ira en su expresión. Habiendo experimentado el mismísimo infierno durante años, permaneció
tranquila.

La Bruja fue una vez uno de los Tres Pilares que incluía a Vizaist, y habían apoyado a
Alpha. Habían formado una generación de Maestros Mágicos y siguieron guiándolos después.
Sin embargo, de los tres, se suponía que Sisty y Frose Fable ya se habían retirado del ejército.
Entonces, ¿qué podría haberles hecho volver?

De repente, una suave sonrisa apareció en el rostro de Sisty mientras se dirigía a Elina.
“Parece que has sufrido una gran desgracia, Elina. Pero es el camino que elegiste, así que estoy
segura de que no te arrepientes. Intenté detenerte, pero fuiste muy terca.”

Incluso mientras decía estas palabras, Sisty parecía algo orgullosa. “Además, todavía no
me has presentado a él. Por eso tienes que sobrevivir… Quiero ver esa esperanza que has
encontrado. Y si es posible, quiero escuchar su presentación de tu parte.” Su tono era tranquilo
y su expresión gentil, como si estuviera hablando con su hija.
Cuando escuchó eso, Lindelph finalmente comprendió por qué había aparecido Sisty. No
apareció simplemente para salvar a una antigua subordinada. Se había enterado de que Elina
había abandonado la unidad de Sisty para unirse a la Unidad Especial. Por supuesto, no estaba
claro qué le había dicho Elina a Sisty sobre “él”. Por mucho que Berwick y Vizaist hubieran
querido que se uniera, habría habido cierta controversia al respecto.

Pero tal y como estaba, su juicio había sido acertado. Alus era, sin duda, el Maestro
Mágico con más talento desde el surgimiento de Alpha. Lindelph estaba seguro de ello. En ese
caso, todavía tenía algo que hacer. No podía ser el único que huyera.

“¡Disculpe!” Se las arregló para decir.

Sisty giró la cabeza y le miró en silencio. Estaba frente al único de los Tres Pilares que
había alcanzado el rango de Único. Detrás de ella vio el cielo, y las misteriosas serpientes
negras que aún danzaban sobre el bosque en llamas y se deslizaban entre los árboles, tiñéndolo
todo de negro.

La frustración se acumuló en su interior. No podía esperar ni un segundo más. Había


dejado atrás a Alus. Lindelph dio un breve informe de la situación, luego dejó a Elina en manos
de los Maestros Mágicos sanadores y les dio las gracias antes de darse la vuelta para irse.

“Alto.” Tras su primer paso, el bastón de Sisty le bloqueó el camino.

Pero ni siquiera un antiguo Único iba a detenerle. “No, esto es algo que tengo que hacer.”
Declaró Lindelph.

Pero Sisty lo derribó sin piedad. “Capitán Lindelph, no hay nada que pueda hacer. Tienes
que entender que hay gente a la que no puedes salvar con fuerza de voluntad, agallas o
temeridad… como acabas de demostrar.”

Su escalofriante voz congeló a Lindelph como si fuera un hechizo. Era inteligente y


tranquila, y mostraba un poder innegable en su tono. Pero eso no era todo. Incluso ahora, no
podía hacerse completamente el tonto. Se maldijo a sí mismo por no ser capaz de ignorar las
palabras de Sisty una vez que comprendió que eran la verdad.

Al mismo tiempo, sintió lo verdaderamente impotente que era. Al final le faltaba de todo.
Su debilidad había herido a Elina y había dejado a Alus solo en una situación mortal.

“Déjame esto a mí. Tú y Elina deben retírense ahora.”


Lindelph tragó saliva y trató de resistir por última vez. “¡Por favor, espera! Alus sigue ahí
fuera, y mis otros aliados podrían seguir…”

“Capitán Lindelph, parece que aún no entiende la situación. El ejército por sí solo no es
suficiente para repeler esta invasión a gran escala. Mi presencia aquí es una prueba de ello.
Por no mencionar…” Sisty miró hacia algo que estaba sucediendo.

Y no era el cielo lleno de serpientes negras. Estaba contemplando una enorme figura que
se alzaba por encima de las copas de los árboles gigantes. Era un extraño Fiend con un cuello
en forma de hoz de unos treinta metros de altura.

“¿De dónde viene eso?”

Pero Sisty parecía despreocupada. “Esa es una pregunta tonta. Este es el Mundo Exterior.
Es un lugar donde ocurren cosas extrañas como si fuera normal… donde lo anormal es
normal.”

A continuación, entrecerró los ojos y miró a las serpientes negras del cielo. Parecían
alegrarse al ver al Fiend gigante, como si hubieran encontrado una presa digna de ser cazada,
y una tras otra se lanzaron hacia su nuevo objetivo.

Las serpientes negras se apresuraron a hundir sus colmillos en el Fiend. En un abrir y


cerrar de ojos quedó envuelto en una niebla oscura.

Entonces, la cabeza del Fiend salió volando de la niebla negra. Y las serpientes negras se
arremolinaron y la devoraron antes de que pudiera tocar el suelo. No fue diferente a la
depredación del mundo natural. Las serpientes hechas de una niebla sin sustancia se estaban
comiendo a un Fiend con sustancia.

“¿Eso es de… ‘él’?” Preguntó Sisty.

Lindelph bajó la cabeza y respondió: “Sinceramente, no lo sé. Pero es muy probable que
Alus esté involucrado de alguna manera. En cualquier caso, dejarle allí sería el mayor fracaso
de nuestra historia militar. Creo que deberíamos ir a rescatarlo ahora mismo.”

“Así parece. Al menos, Elina estaba dispuesta a dejarme por él. Tendremos que darnos
prisa, capitán Lindelph. No tenemos un momento que perder con eso aquí.”
Sisty golpeó el suelo con su bastón. Miró al frente con un brillo agudo en los ojos,
observando no a las serpientes negras ni al Fiend que se habían comido, sino a la nueva
amenaza que acababa de aparecer más cerca de ellos.

Un Fiend los observaba desde los huecos de los árboles. Lo primero que llamó la atención
fue su extraña silueta, como si llevara un paraguas. En cuanto a su tamaño, se acercaba a un
humano. El cuerpo era humanoide y tenía piernas delgadas como las de una mujer.

Al hacer su repentina aparición, Lindelph preguntó: “¿Qué es eso…?”

Pero Sisty no respondió, sino que se limitó a apretar su bastón. No se parecía en nada a
los Fiends que ella conocía, así que sin duda era una nueva especie que había nacido aquí.

Liberó tranquilamente su maná. No fue un estallido explosivo, sino más bien una onda
que se extendió por el suelo.

En poco tiempo, cubrió los pies de todos. A Lindelph le tomó por sorpresa el acto,
mientras que los subordinados de Sisty se apartaron respetuosamente.

“Ya está bien de hablar. Como dije antes, esto ya es un campo de batalla. Así que dejemos
que este sea nuestro perímetro y destruyamos cualquier objetivo más allá de él.” Dijo Sisty
con calma, declarando básicamente que esta era la línea defensiva final y que todo lo que
estuviera antes de ella debía ser aniquilado.

Al mismo tiempo, uno de sus subordinados disparó una bengala de señal roja hacia el
cielo.

“Definitivamente va a ser un fastidio a futuro si no le derrotamos aquí. Así que


empecemos con un hechizo de aniquilación a gran escala.”

Parecía ser la señal para un contraataque. Pero, de repente, el Fiend entre los árboles
empezó a temblar, y una onda ultrasónica resonó en los alrededores. Parecía que el sonido les
iba a reventar los tímpanos y les iba a perforar el cerebro. Lindelph e incluso Sisty se taparon
los oídos mientras un dolor agudo les penetraba en la cabeza en oleadas.

“¡Uf… mi cabeza…!” Taparse los oídos no pareció ayudar, ya que Lindelph se acunó la
cabeza y se agachó.
Mientras tanto, Sisty reunió toda su fuerza de voluntad y levantó su bastón.
Inmediatamente se levantó una tormenta de viento. Una poderosa ráfaga sopló, levantando
polvo y arena.

Cuando el viento comenzó a empujar los árboles, el sonido finalmente se detuvo. Los ojos
de Lindelph parpadearon y miró a Sisty. Llevaba una expresión de amargura como si quisiera
chasquear la lengua, y para ser una antigua Única, ahora parecía carecer de compostura.

El suelo empezó a temblar de repente. Se oyó un murmullo como si el propio bosque


estuviera haciendo ruido, que fue aumentando gradualmente como si algo se estuviera
acercando.

Lo único que pudo hacer Lindelph fue mirar fijamente a la oscuridad de los árboles. Era
claramente una señal de que algo se acercaba y que sólo le esperaba la destrucción. Sin
embargo, sus piernas no se movían.

“¡¡¡—!!!” Finalmente, los árboles se apartaron al aparecer una ola que provocó la
desesperación, haciendo que Lindelph se diera cuenta de lo imprudente que era su deseo de
salvar a Alus.

Los Fiends que salían del bosque eran más de cien, más de doscientos. Eran como una ola
creciente. Un número extraordinario salía como si las puertas del infierno se hubieran abierto
y el propio caos hubiera tomado forma.

¿Es por ese sonido…? Fue mucho más allá del nivel de un simple disparador. Era como
si todos los Fiends de la zona se hubieran despertado y tuvieran ganas de destruir. En efecto,
ese sonido era la señal de la invasión masiva que amenazaba a Alpha y a toda la humanidad.

“Voy a designar a esa nueva especie como ‘Sirena’.”

Tras el murmullo de Sisty, su ayudante gritó: “¡Hagamos retroceder la línea defensiva!”

“¿Qué estás…?”

“Capitán Lindelph, es demasiado tarde. Desafortunadamente, hemos perdido la


iniciativa.”

Cuando Lindelph miró, el Fiend responsable de la aglomeración ya había desaparecido.


Una vez que había soltado su grito, la Sirena había completado su trabajo. También se dio
cuenta de que no podía confiar en Sisty.
Todas las fuerzas comenzaron a retirarse a la señal de mano de Sisty. Alguien trató de
agarrar el brazo de Lindelph, pero éste se sacudió. “¡Al menos déjame un AAR!” Gritó,
ignorando cualquier estrategia o cálculo. No se le ocurría ningún plan adecuado, y mucho
menos una forma de ganar. Aun así, tenía que llegar a Alus como fuera. Era algo que un
hombre racional como él nunca haría normalmente. No había ninguna razón de por medio y
su juicio había desaparecido. Y habría tomado la misma decisión sin importar quién se quedará
atrás, aunque no fuera Alus o Elina.

La Unidad Especial estaba casi destruida, y no podía nombrar a un grupo formado sólo
por él como unidad. Estar solo significaba que todas las decisiones y responsabilidades recaían
en él. Y el único precio que podía pagar por su imprudencia era con su vida.

Sisty le miró fríamente, pero Lindelph, sin ceder, le devolvió la mirada. “Uf… Capitán
Lindelph, no le detendré. No le diré que haga lo que le plazca. Pero lo diré porque usted es el
subordinado de Vizaist. Y porque Elina, que fue atormentada hasta este punto, es mi antigua
subordinada. Pensé que eras un poco más inteligente que esto. Realmente no eres adecuado
para estar en el frente.”

“Sí, he conseguido una buena sensación de mi propia capacidad. Y espero que esta sea la
última vez.” Dijo Lindelph con audacia, poniendo cara de circunstancias.

“Hm, pero todavía no has mostrado lo que realmente piensas.” Respondió Sisty en voz
baja. “Parece que quieres hacer algo estúpido, pero no es eso… ¡Eso es! Sólo quieres una
excusa para apostar tu propia vida.”

“¡¿—?!” Había dado en el clavo. Quería una excusa para perder su vida, para hacer lo que
pudiera… Había una debilidad muy arraigada en su corazón.

Cuando se le señaló esto, Lindelph no pudo decir nada. No se equivocaba, y sintió que se
encogía de vergüenza. Pensándolo bien, esos sentimientos podrían haber estado en la raíz de
cada una de sus acciones. Hacerse el tonto era más fácil y no tenía que lidiar con que todo el
mundo pusiera expectativas en él. Como resultado, había tenido menos responsabilidades y ni
siquiera tenía que usar la cabeza. Se había conformado con conseguir algunos ascensos y vivir
modestamente.

Sin embargo, había acabado teniendo el reconocimiento de su talento por parte de Vizaist.
Encontró alegría y felicidad en eso. No fue por sus habilidades como Maestro Mágico y
definitivamente no fue porque había hecho de payaso. En cambio, fue por su conocimiento y
perspicacia y la sabiduría para usarlos.

En el último momento, finalmente reconoció sus propios poderes. Se armó de valor y


habló. “Lady Sisty, los poderes de Alus superan incluso los suyos. Teniendo en cuenta el
futuro de la humanidad, vale la pena cargar contra el enjambre de Fiends aunque haya miles
de ellos. Incluso si el ejército es diezmado por ello.”

“Esas son grandes palabras. Pero, ¿hasta qué punto son fiables?”

“¡Elina apostó su vida por él!”

Sisty no respondió, pero golpeó su bastón contra el suelo. El maná fluyó de su cuerpo al
bastón, lo que sorprendió a Lindelph.

Entonces, algo se hinchó explosivamente en el enjambre de Fiends, haciéndolos saltar por


los aires. Fue el propio suelo el que se levantó, como un tornado invisible que los lanzó al
cielo, que se oscureció con el enjambre de Fiends por un momento.

Una sonrisa apareció en el rostro de Sisty mientras observaba el escalofriante espectáculo,


como si todas sus dudas hubieran sido finalmente respondidas. “Ya veo. Así que es así. Por
eso Vizaist reunió una unidad… Entonces está bien.”

Su decisión parecía haber cambiado las tornas. Todos sus subordinados que estaban a
punto de tomar medidas evasivas se volvieron para mirarse entre sí.

“Oh, bueno. Todo el mundo, ¿puedo pedirles que se pongan de pie aquí? Que la línea
defensiva se retire prematuramente podría ser una mala idea. Las unidades detrás de nosotros
podrían entrar en pánico, y sólo puedo imaginar lo fuerte que me gritará Frose.”

Los subordinados siguieron inmediatamente el cambio de política de su comandante y se


prepararon tranquilamente para el combate.

Lindelph, responsable de todo esto, miró en silencio a Sisty.

“Sólo duraremos diez minutos más o menos, así que hagan lo que puedan aquí. Si tenemos
suerte lo encontraremos. Si esas serpientes negras se mueven a voluntad de Alus como dices
que lo hacen, entonces dile que retroceda y se retire. Si no puede hacer eso, significa que su
voluntad ya no existe.”
Al darse cuenta de lo que había dejado sin decir… eso significaba que ya era demasiado
tarde. Lindelph estaba impaciente. “P-Pero… Cierto, ¡el Consensor!” Intentó contactar con
Alus con el Consensor, pero lo único que obtuvo fue estática.

Pero no se dio por vencido, llamándole repetidamente. Una, dos, tres veces. A medida que
pasaba el tiempo, sus llamadas adquirían un tono más desesperado. Al final, sin embargo, diez
minutos eran poco tiempo.

“Se acabó el tiempo. Más tiempo va a afectar a las líneas de fondo.” Le dijo Sisty en voz
baja. Lindelph se desplomó.

Sin embargo… Sisty y los demás, que habían hecho retroceder la línea defensiva y se
habían reposicionado para contraatacar, se quedaron de repente en estado de shock. Y hubo
innumerables Maestros Mágicos que vieron eso. Siendo eso otro cambio que había ocurrido
con las serpientes negras que volaban en el aire.

Devoraron a un Fiend tras otro y se entrelazaron antes de crecer explosivamente. Toda la


zona quedó cubierta por un torrente negro. Ante su ímpetu, el enjambre de Fiends se redujo.
Era como un pequeño banco de peces contra una enorme ola.

Y entonces todo llegó a un final poco dramático. Los miles de Fiends disminuyeron
rápidamente en número hasta que lo que quedaba no sería un desafío para Sisty y su unidad,
por lo que era sólo cuestión de tiempo antes de que fueran eliminados.

Fue un extraño anticlímax. Aunque muchos habían muerto, no era ni de lejos el número
de bajas esperado. Y a pesar de su siniestro aspecto, las serpientes negras fueron una bendición.
Además, lo que sorprendió a todos fue que Alus, la causa perdida, regresara. Las serpientes
negras habían desaparecido en algún momento y él regresó dos días después.

Todo el mundo seguía en alerta máxima, mientras la gente construía posiciones, atendía
a los heridos y traía nuevos equipos.

Su ropa estaba sucia y hecha jirones, pero no había heridas que destacaran en su cuerpo.
Incluso su ojo perdido había vuelto a la normalidad. Nadie podía creer lo que estaba viendo, e
incluso Lindelph se pellizcó la mejilla para confirmar que no estaba soñando.

Sólo Vizaist asintió como si lo entendiera todo y le alabó por su regreso.


Cuando los dos vieron a Alus de pie sin decir una palabra, ambos comprendieron que
había perdido algo enorme que nunca volvería. Los ojos vacíos del chico ya no tenían luz ni
reflejaban ninguna emoción.

******

Aunque la invasión había sido repelida, los militares habían sufrido muchas bajas. Los
gritos de los que quedaron marcados por lo que vieron podían oírse a veces desde las salas de
tratamiento instaladas apresuradamente en el cuartel general.

En el cuartel general, dos figuras avanzaban galantemente. Una llevaba un uniforme


militar blanco, con su larga cabellera atada a un lado y colgando por delante. Era una mujer
con una figura voluptuosa que se balanceaba de un lado a otro. Llevaba un uniforme especial
que resaltaba sus amplios pechos, pero parecía que no le estorbaban para moverse. La tela
levantaba apropiadamente sus pechos al rebotar con cada paso.

El otro era un hombre que caminaba un paso por detrás mientras leía apresuradamente un
documento en su mano. “Buen trabajo al mantener la línea defensiva el otro día, Lady Sisty.
Sólo salimos con las bajas que tuvimos gracias a usted. Como era de esperar de alguien con
sus habilidades…”

“Basta de bromas. ¿Puedes ir al grano?”

“A-Ah, claro. Perdóneme.” Al oír su voz de hartazgo, el hombre se estremeció y se


disculpó rápidamente, antes de pasar al tema principal. “Se llevará a cabo una operación de
limpieza bajo el mando de Frose a partir de mañana por la mañana. Más Fiends se están
reuniendo en el Mundo Exterior y amenazan con… um… comerse los cuerpos no recuperados.
Así que es importante evitar que nazcan Variantes…

“Naturalmente. Entonces, ¿cuántos escuadrones van a enviar?”

“Bueno… todavía no lo sabemos.”

Sisty dejó escapar un suspiro audible ante su respuesta sin sentido.

“Lady Sisty, ¿a dónde va?”

“Hay muchas cosas que me preocupan sobre esto, y quiero volver a reunirme con él.”

“¿A quién te refieres con ‘él’?”


“Estoy hablando de Lord Vizaist.”

“¡—!”

La incomparable comandante Frose Fable. Un inconformista de nivel catastrófico, Vizaist


Socalent. Y la bruja Sisty Nexophia. Las misiones que habían hecho uso de estos tres cuando
eran conocidos como los Tres Pilares eran cosa del pasado, pero el hombre no pudo evitar
mirar con los ojos muy abiertos cuando Sisty se preparó para reunirse de nuevo con los otros
dos.

“Ya está bien de hablar.” Sisty se dio la vuelta y continuó su camino. Había oído hablar
de la motivación de Elina para unirse a la Unidad Especial por la propia mujer, pero no conocía
el pensamiento de Vizaist ni el propósito de la unidad. Dicho esto, como uno de los Tres
Pilares, Vizaist era digno de confianza. No haría ninguna estupidez, y ella también quería
respetar la voluntad de Elina. Por eso había decidido no indagar demasiado…

Pero tras la invasión, las circunstancias habían cambiado. Lindelph había demostrado una
resolución excepcional. Y tanto él como Elina no tenían más que notables elogios para el
joven.

Sin embargo, Vizaist no había mencionado nada sobre esa carta de triunfo a Sisty. Junto
con el secreto, ella sintió que había política entre bastidores. También sabía que, aunque la
Unidad Especial había sido creada por Vizaist sobre el papel, Berwick había participado en
ella.

Una hipótesis le vino a la mente. Había oído hablar de la existencia de algo que Berwick
consideraba su tesoro. Y había oído hablar de un proyecto que existió en el ejército, así como
de sus instalaciones. Se decía que era un lugar que reunía a niños huérfanos de soldados.

Aunque por fuera era un orfanato, su verdadero objetivo era encontrar talentos entre los
niños y entrenarlos para que se convirtieran en Maestros Mágicos. En otras palabras, era para
entrenar a niños y niñas y enviarlos al campo de batalla.

Hubo, por supuesto, mucha reacción en el ejército, y en realidad la primera generación


había sido eliminada. Así que Berwick debería haber estado trabajando en poner el proyecto
en espera indefinidamente.

Berwick, estoy empezando a entender. Sisty sintió que todas las piezas habían encajado.
Se relajó un poco. Todo se había conectado finalmente en su mente. Hablando de eso, se hizo
el desentendido durante nuestra llamada… pero aún sospecho que hay algo más detrás de
esas serpientes negras.

El capitán Lindelph había dicho algo que hacía pensar que su aparición estaba relacionada
con Alus. ¿Quizás era un hechizo del que nunca había oído hablar? Además, todos los Fiends
habían desaparecido después de eso. Por no hablar de que la expresión seria de Lindelph había
dejado una profunda impresión en ella.

Estoy segura de ello. Toda esa unidad fue hecha para ese chico. Para Alus. La unidad
pertenecía a Vizaist en la superficie, pero no tenía sentido que alguien que se había alejado
para trabajar entre bastidores volviera a hacer una nueva unidad. Eso despertó su curiosidad
como Maestra Mágica.

Elina se había ido de su lado por este chico. Quería verlo por sí misma para poder
valorarlo.

Finalmente, Sisty llegó a una habitación. La placa junto a la puerta indicaba que era la
sala de espera de la Unidad Especial de Ataque a los Fiends.

Al acercarse a la puerta, se dio cuenta de que estaba ligeramente entreabierta. Al ver que
la luz salía por el hueco, alguien tenía que estar dentro, así que Sisty se asomó. “Eso es…”

El comandante de la Unidad Especial, Vizaist, brillaba por su ausencia. En su lugar, había


un chico que se sujetaba las rodillas sentado en un rincón. Sus ojos estaban vacíos. Sisty había
visto ese tipo de ojos antes. Era algo que muchos Maestros Mágicos con cicatrices mentales
obtenían de la batalla. ¿Y quién podría culparlo? En cuanto a la edad, todavía era un niño. Y
la invasión a gran escala había ocurrido recientemente.

Parecía frágil, como si su existencia fuera efímera y pudiera desmoronarse en cualquier


momento. Sin embargo, seguía manteniendo una atmósfera propia. Aunque pareciera que
fuera a romperse, Sisty podía sentir su potencial.

Una vez que confirmó que no había nadie más dentro, se apartó de la puerta un segundo
y se dirigió al hombre que la acompañaba. “Es suficiente. Ya puedes volver.”

“¿Perdón?”

“Esto probablemente llevará un tiempo. Ah, sí, y Lord Vizaist parece haber desaparecido,
¿podrías encontrarlo por mí?”
“¡Si, señora!”

Después de ver al hombre alejarse, Sisty respiró profundamente antes de abrir la puerta.
“Encantada de conocerte…”

******

Dos días después, por la noche.

Una pequeña figura se encontraba en el vasto espacio junto al cuartel general. Era Alus.
Sus ropas estaban bien arregladas, y aparte de su expresión, que se había vuelto aún más fría
que antes, no mostraba ningún rastro de la batalla anterior.

Estaba en el cementerio militar. Sus ojos negros reflejaban el crepúsculo y las nubes de
color carmesí. Su recuerdo de jugar con Nike junto al cementerio hace dos semanas le parecía
un sueño.

Alus permaneció en silencio. Había cientos y miles de lápidas, y no harían más que
aumentar con el paso de los años. El hecho de que aún quedara tanto espacio para más haría
que la mayoría de la gente se sintiera conflictiva.

Ante él estaban las tumbas de la Unidad Especial. Muchas de las tumbas estaban vacías,
sin cuerpo ni pertenencias. Aun así, una tumba era mejor que nada. Hubo muchos Maestros
Mágicos que fueron tratados como desaparecidos, que ni siquiera recibieron tumbas.

Alus se agachó y colocó un ramo blanco sobre cierta tumba. Detrás de él estaban Lindelph
y Vizaist con los ojos abatidos, vestidos de luto. Un ascenso especial de dos rangos era poco
consuelo para un Maestro Mágico.

Oficialmente, el mérito de haber repelido la invasión a gran escala se atribuyó a Frose


Fable y a su mando y a Sisty Nexophia por su lucha en primera línea. Alus y el resto de la
Unidad Especial fueron, por supuesto, mantenidos en secreto.

Sin embargo, su trabajo entre bastidores fue innegable, de tal manera que Vizaist fue
ascendido a general de división y Lindelph a teniente coronel.

Era un ascenso no deseado desde el punto de vista de Lindelph, pero apretó los dientes y
lo aceptó. “Si asciendo en el escalafón y consigo participar en la elaboración de estrategias,
podré reducir aún más las bajas. Así al menos podré devolverles un poco el favor.” Había
dicho al aceptarlo.
Después de una oración silenciosa, Vizaist habló. “Todavía queda algo de limpieza.”

“Lo sé.” Respondió Lindelph a las palabras sin tacto de Vizaist. Miró a un lado.

Alus parecía completamente despreocupado por su conversación. Ya había dado su


pequeña espalda y estaba a punto de marcharse.

“No te digo que lo abandones, pero déjalo por ahora. La unidad se hizo para evitar que
esto sucediera, aunque…”

El suspiro de Vizaist atravesó el pecho de Lindelph. También comprendió que sólo en


esta unidad, y especialmente con Nike, Alus había podido actuar realmente como un niño. Por
eso, un adulto como él no podía juzgar lo impactante que había sido perder todo eso.

Alus había visto y experimentado demasiado para su edad. Toda la crueldad del mundo
había sido golpeada en su pequeño cuerpo, que estaba bañado en la sangre de los que habían
muerto.

Desde aquel día era como una cáscara vacía. Las preocupaciones y los remordimientos ya
no tenían ningún significado para él. Sin embargo, en el fondo de ese vacío había un voto
firme que no vacilaba.

Alus había tomado una decisión ese día. Como había dicho Vizaist, había llegado a su
propia respuesta y a la peor posible. Cuando Vizaist se enteró de que Alus había vuelto solo
ese día, recordó cómo había sido en el pasado. Antes de que Alus se uniera a la Unidad
Especial de Ataque a los Fiend, se le había utilizado como una máquina de matar Fiend,
dándole misiones para que las llevara a cabo él solo una tras otra.

Mientras tanto, Lindelph sintió algo más. El mero hecho de estar allí no le parecía real.
Tal vez todavía estaba en estado de shock… Incluso le parecía que su estancia en la Unidad
Especial no había sido más que un sueño. Cada vez que se sentía así, su corazón luchaba,
diciéndole que nunca olvidara y devolviéndole a la realidad.

Pero había algo más en su mente: Alus. La existencia de la unidad había sido breve, pero
esperaba que hubiera dejado algo para Alus. Aunque ahora tenía miedo de mencionar algo al
respecto… Si lo hacía, se le echarían encima los fríos hechos, le gustara o no.

De hecho, la Unidad Especial se había formado para convertirse en un lugar al que Alus
pudiera llamar hogar algún día. Pero quizás su familia de juego sólo había terminado por herir
más a Alus, haciéndole cerrar su corazón.
Cuando Lindelph pensó en eso, se mordió el labio. Al volver al presente, pudo ver que la
espalda de Alus ya se había reducido mucho en la distancia, proyectando una larga sombra en
el sol poniente. El camino que había elegido era el de la soledad. Irónicamente, al haber
sobrevivido a aquella batalla, se había demostrado a sí mismo que la mejor manera de evitar
que alguien muriera era luchar solo.

Lindelph se secó los ojos húmedos, mientras Vizaist le entregaba un papel. “¿Qué es
esto?”

“Léelo.”

Vio que era una solicitud de baja. No necesitó preguntar de quién era la petición. Lindelph
se sorprendió, pero al mismo tiempo, casi lo esperaba. Tenía el presentimiento de que
ocurriría.

Sin embargo, Vizaist se limitó a resoplar como si estuviera aburrido. “Hmph, parece que
conoce el procedimiento para este tipo de cosas.”

“¿Qué piensas hacer?”

“¿Qué puedo hacer? Esto es todo. La unidad no puede continuar con sólo cuatro
miembros. Pronto recibiremos una orden de disolución, así que no habría razón para solicitar
esto en primer lugar. La Unidad Especial ya ha cumplido su propósito.”

“Ya veo.” A Lindelph le costaba procesar todo, pero era un adulto. Un adulto al que no se
le ocurría una sola cosa que decir a Alus.

También había otra pregunta para la que ni él ni Vizaist tenían una buena respuesta. ¿Era
el camino que Alus había elegido para sí mismo la mejor manera de utilizarlo, o debería estar
con aliados? Sabían que la razón por la que la cooperación de Alus con el resto de la unidad
no había funcionado muy bien era porque no habían sido capaces de seguir el ritmo de su
poder. Cuando habían priorizado la coordinación, todos habían percibido que Alus había
tenido que contenerse.

Lindelph se rascó la cabeza con una expresión sombría. Si tan sólo Elina estuviera aquí…
No pudo evitar emitir débiles quejas. ¿Cómo iba a seguir con normalidad?

Percibiendo el dolor de Lindelph, Vizaist se metió la mano en el bolsillo y habló con una
expresión amarga. “No deberíamos hacer nada en este momento. Somos hombres. No
podemos ser como madres, no somos lo suficientemente hábiles para eso. Por otra parte, Alus
también es un hombre. Así que vamos por ahora vigilémoslo en silencio.”

“¿Es realmente todo lo que podemos hacer?”

“Sí, por ahora. Lindelph, a partir de mañana estarás a cargo de una región de la operación
de limpieza. Pronto habrá otra operación de limpieza de Fiend, pero vamos a dejar que Alus
descanse por un tiempo.”

“Lo sé.”

“Me encantaría dejarte descansar también, pero…”

“No, lo entiendo. Estamos demasiado ocupados y faltos de personal para eso. Además,
ahora mismo prefiero estar trabajando.”

“Ya veo. Bueno, intenta no forzarte demasiado.” Vizaist tocó el hombro de Lindelph, y
luego decidió darle un recordatorio. “Además, asegúrate de no contarle a nadie lo de Nike…
o más bien lo de la investigación.

“S-Sí.”

Nike había sido un espécimen manipulado genéticamente, pero recientemente se había


revelado que había habido problemas aparte del ético… básicamente, el tiempo de vida del
sujeto. El rápido crecimiento inducido a la fuerza mediante fármacos resultó ser una carga
demasiado pesada para su cuerpo. Como resultado, su vida útil era de apenas unos meses, lo
que lo situaba cerca del nivel de un consumible.

Vizaist se enteró de la verdad después de recibir a Nike. Por supuesto, se lo comunicó a


Berwick y puso fin al proyecto. La mayoría de los animales de prueba fueron liberados. Sin
embargo, no se pudo hacer nada por las criaturas que ya habían sido creadas.

Así que Nike pudo quedarse con Alus gracias a la discreción de Berwick y Vizaist.
Naturalmente, no podían separarlos después del tiempo que habían pasado juntos. Y en el
momento de la última batalla parecía que Nike estaba al final de su vida útil.

Pero Nike apenas había dado muestras de ello, quizá por sentido de la responsabilidad.
Cuando los dos hombres pensaron en eso, no pudieron evitar sentirse tristes por el miembro
de la unidad de pelaje plateado.
Vizaist y Lindelph se quedaron en silencio, mirando a sus pies. Frente a ellos había una
lápida especialmente grande. El ramo blanco de Alus descansaba en su base.

Cuando levantaron un poco la vista, vieron un gran collar. En el centro del pedestal había
una placa de plata pulida con Nike grabada con un cuchillo.

******

Los árboles de Vanalis eran verdes y el cielo parecía no tener fin. Era difícil creer que esta
escena pudiera encontrarse en el Mundo Exterior. Pero fue entonces cuando un suave viento
devolvió la conciencia de Alus a la realidad.

Terminó de contar la historia en un tono pesado. Por supuesto, sólo hablaba de las partes
que conocía, y Loki, que era llevado a la espalda, permanecía en silencio.

Para ella, su historia era demasiado amarga, pesada e incluso dolorosa para aceptarla tal
cual. “Así que eso es lo que pasó…” Murmuró tras una larga pausa.

“¿Hm? S-Sí.” Su reacción casi decepcionó a Alus. Una vez que terminó de hablar no sintió
mucho dolor. En todo caso, incluso sintió que se le quitaba algo de peso de encima. Un suspiro
de alivio escapó de sus labios.

“Ya había oído hablar de la invasión a gran escala. Tú también me salvaste la vida.” Dijo
Loki, poniendo más fuerza en sus brazos alrededor del cuello de Alus como si lo abrazara.

Alus había elegido aislarse. Pero al final, su entorno también lo había alejado. Cuanto más
luchaba en solitario, más destacaban su poder y su talento. Por decirlo de otro modo, era como
un pájaro solitario en el cielo. Finalmente había alcanzado un nivel en el que era imposible
que un humano normal se coordinara con él.

“Ya sea mental o técnicamente, si hay suficiente distancia entre las personas no podrán
coordinarse. Francamente, es imposible que me coordine perfectamente en el Mundo Exterior
si hay una brecha de fuerza. Cualquier aliado me frenaría.”

Había tenido experiencia de primera mano luchando codo con codo con los más débiles
que él. Sabía que la gente normal necesitaba cooperar con otras personas en escuadrones, pero
le habían demostrado que esas cosas no se aplicaban a él. Así que lo había descartado como
ayuda mutua necesaria para otras personas que no fueran él.
“Entonces eso es una razón más para haber aceptado la oferta de Lady Lettie.” Loki notó
de repente cómo sus acaloradas palabras revelaban sus propios sentimientos de codicia. Ella
no tenía en cuenta sus sentimientos. Sólo decía lo que deseaba que él hiciera. Pero ya era
demasiado tarde para frenar.

“Estás muy ansiosa por recomendar eso.” Dijo Alus, antes de que Loki pudiera refutarlo.
“Bien. Parece que realmente quieres que me una a la escuadra de Lettie, pero mi respuesta no
cambiará por mucho que me lo preguntes. Eso está claro.” Se quedó viendo a lo lejos, con la
mirada fría.

Loki bajó los ojos con tristeza. Tras retomar Vanalis, Lettie había invitado a Alus a
caminar a su lado. Le había hecho la oferta y había puesto todos sus sentimientos en ella.
Recorrer el Mundo Exterior con alguien en quien pudiera confiar de verdad… Ella le había
tendido una mano amiga.

Lettie era alguien que podía afirmarlo. Por eso Alus había considerado seriamente aceptar
su oferta. En algún lugar de su interior debía querer ese tipo de futuro. Pero al final la rechazó.

Loki sabía que Alus, como persona, se había roto hace mucho tiempo. Tampoco era sólo
su tiempo en el escuadrón. Su trabajo entre bastidores era otro factor.

Era consciente de que Alus se había alejado del camino de una persona decente. Aun así,
eso le parecía bien. Él seguía siendo el mismo que cuando la había salvado. Pero si él estaba
tratando de cambiar, tratando de arreglar su ser roto, ella quería ayudarlo, aunque sólo fuera
llenando el agujero de su corazón por un momento. Y ella era la única que podía cumplir ese
papel.
IMAGEN
Tuvo suerte de estar de espaldas a Alus, porque cuando él se negó con firmeza, debió
mostrar alivio.

Loki se dio cuenta de que estaba siendo egoísta. Se sentía mal por ello… incluso culpable.
Dicho esto, Alus le había hablado de su pasado oculto. Ella había escuchado los inicios de
cuando él comenzó a quebrarse. A pesar de su codicia, tuvo que repetirse a sí misma que era
suficiente. Tal vez no lo había pedido por el bien de Alus, sino por el suyo propio, para poder
llevar el mismo dolor que él.

Sin embargo, había llegado a saber por qué luchaba tan obstinadamente por su cuenta. Tal
vez él mismo no era consciente de ello, pero Alus no quería ver morir a otra persona delante
de él. Ver a alguien en quien confiaba ser asesinado por los Fiends era más duro que nada. Por
eso, aunque Alus era más fuerte que nadie, también podía ser más cobarde.

“Sir Alus… siempre estaré con usted.” Soltó Loki, sus sentimientos se apoderaron de ella.

Un pesado silencio cayó después de sus palabras. “… Te voy a echar.”

“¡—! ¡¿Sir Alus?!”

“Estoy bromeando.”

Loki pareció un poco aliviada ante eso. “Por favor, no haga bromas de ese tipo. Es malo
para mi corazón. Además, creo que debería guardar esa actitud para la señorita Tesfia.”

“Qué cosa tan terrible para decir. Bueno, supongo que debo elegir con quién me comporto
así.”

Ella sintió que él había evadido su discusión, pero eso podría haber sido lo mejor. Aunque
fueran palabras cargadas de sentimientos, había algunos temas que podía y no podía tocar. La
línea que separaba a ambos era siempre imprecisa.

De repente, Alus habló. “Bueno, entonces, apuesto a que nos están esperando. Así que
apresurémonos a volver.”

Loki se sobresaltó. ¿Se refería al Instituto? Sus mejillas se sonrojaron al tiempo que
esbozaba una sonrisa natural. Aunque estaba de espaldas a él, sabía exactamente qué tipo de
cara ponía Alus en ese momento. Seguramente era la habitual sonrisa vaga.
Ya veo, Sir Alus. Siempre dice que la vida en el Instituto no es mala… pero veo que
realmente la disfruta. Se alegró de haberse dado cuenta de ello. Creo que es tan divertido que
yo también podría olvidarme del Mundo Exterior.

Cuando Loki levantó la cabeza, sintió una brisa fresca que le rozaba la mejilla. “Sir Alus,
por favor, acelere. Estoy segura de que se sentirá muy bien.”

“Esa es la actitud de un soldado distinguido. Como quieras.”

Las duras misiones diarias a las que había sido enviado Alus habían ido desgastando poco
a poco su alma y sus recuerdos. Esto significaba que para él el propio pasado era una herida,
por lo que su boca se había cerrado herméticamente cada vez que había intentado hablar de
ello. Nadie querría volver a abrir esa herida.

Sin embargo, él mismo había deshecho el sello. Algo estaba cambiando lentamente dentro
de él.

Mientras tanto, entrecerró los ojos porque el brillante paisaje del Mundo Exterior era
deslumbrante. Pero no era sólo por la luz. Ahora mismo el paisaje se veía un poco diferente
de lo habitual a través de sus ojos.

Con la batalla terminada sintió algo de alivio. También le había contado a Loki sobre su
pasado. Aunque había puesto una expresión complicada en su rostro, también parecía un poco
feliz. Todo eso se conjugó para cambiar su panorama y eso estaba lejos de ser indeseado.

Sintió que Loki se había dado cuenta de algo que él no había notado y lo demostró con su
actitud. Cuando Alus lo pensó así, su corazón se sintió más ligero. Por ahora, aunque fuera
temporal, tenía un lugar al que volver y gente que le esperaba allí. Todo era realmente diferente
al pasado.

Mientras esos pensamientos pasaban por la mente de Alus, éste aceleró.


Septuagésimo Primer Capítulo:
Una Felicitación Silenciosa

Después de la limpieza de Vanalis, Alus y Loki tardaron unos días en volver a Alpha.
Lettie ya debería haber avisado antes que ellos. Fue probablemente el resultado de la batalla
más importante en la historia reciente de Alpha. La recuperación de Vanalis fue un paso
estratégicamente importante para los militares.

Tras su regreso, Alus y Loki pasaron junto a un batallón de Maestros Mágicos en su


camino de salida. Los enviaron a establecer el control de Vanalis ahora que el número de
Fiends se había reducido mucho. Primero ayudarían y luego relevarían al escuadrón de Lettie.

Sin embargo, como siempre, no hubo casi ningún respeto hacia Alus. Un rápido saludo
habría estado bien, pero en realidad la mayoría no mostró ninguna reacción, aunque era un
poco diferente a ignorarlo.

Tanto si sabían que era Alus como si no, los Maestros Mágicos apartaron la mirada con
cierta incomodidad. Y por supuesto que lo harían. Por muy heroicas que fueran sus hazañas,
la existencia de Alus y sus habilidades inhumanas eran demasiado para que sus logros fueran
recibidos con calidez. Una cosa sería un niño inocente, pero para los adultos con sentido
común, era extraño y difícil de abordar. Todo eso era el precio a pagar por luchar solo.

“Bueno, que ahora empiecen a ser respetuosos sería espeluznante. Además, esta vez fue
un logro de Lettie. Su tenacidad fue la mayor razón de la victoria. Así que no me importa.”

“Es cierto.”

“Suenas terriblemente feliz, Loki. ¿Realmente disfrutas viendo cómo me tratan fríamente?
Hablando de una terrible personalidad.”

“¡¿—?! ¡¿Debe ser usted quien diga eso, Sir Alus?!?” Replicó inmediatamente Loki. Pero
a pesar de la pregunta que sonaba a ofensa, parecía estar de buen humor.

Aunque un poco receloso de eso, Alus consideró qué hacer a continuación. En primer
lugar, aunque sólo le habían llamado para ayudar, tenía que hacer un informe. Dejaría los
detalles menores y un informe escrito a Lettie, pero debía informar a los altos mandos sobre
lo que había sentido y observado. No era tanto un deber como una forma de compartir la
información y la experiencia personal que había adquirido con los Maestros Mágicos de
Alpha. Y si era especialmente importante, también lo compartiría con las demás naciones.

A su regreso a la sede, los dos se dirigieron rápidamente a sus vestuarios individuales. Era
una rutina arraigada en sus cuerpos que hacían cuando volvían del Mundo Exterior. Todas sus
acciones se llevaban a cabo sin vacilar, como algo natural.

Ahora mismo, Alus tenía en sus manos un nuevo uniforme militar y fruncía el ceño. El
uniforme que había llevado en Vanalis se había rasgado por todas partes, así que tuvo que
desecharlo. Aun así, no podía acostumbrarse al nuevo uniforme.

Además, los uniformes estaban estandarizados sin ninguna individualidad. Una palabra
suya y le prepararían un uniforme único, pero ya no estaba en el Mundo Exterior. Como no
iba a entrar en combate, no lo arreglarían y personalizarían a su gusto y los materiales
probablemente serían ordinarios.

Un uniforme aburrido era lo mismo que una camisa lisa. Así que cuando salió del
vestuario, Alus sólo llevaba la chaqueta del uniforme.

Mientras tanto, Loki estaba completamente vestida con el uniforme más pequeño
disponible. “Le queda bien, Sir Alus.” Probablemente estaba dando su impresión estándar por
reflejo, pero a él no le hacía mucha gracia.

“Bueno, gracias.” Respondió con indiferencia, desabrochando el botón superior como


muestra de resistencia. Este tipo de ambientes estrictos tendían a sacar a relucir el espíritu de
rebeldía de Alus.

“Sí, ¡vestirse un poco también puede estar bien!” Añadió Loki con una sonrisa, ajeno a
los pensamientos de Alus.

Pero no podía entender por qué Loki estaba tan feliz. Siempre estaba junto a ella, pero
ahora estaba de un humor demasiado alegre. Pensando en ello, debía ser la historia que había
compartido en el camino de vuelta de Vanalis.

Por eso detesto insistir en el pasado. Lamentó hablar de ello. Algo debía de estar mal en
él por aquel entonces. Además, ¿qué parte de esa historia la entusiasmaría tanto? Para Alus no
era más que una historia insignificante, aunque había sido él quien había decidido hablar de
ella.
Así que decidió no pensar más en ello. Pensar demasiado sólo terminaría por
empantanarlo. Alus consideraba que el corazón de una mujer era siempre una caja negra,
imposible de entender.

¿Qué clase de imagen tenía ella de él? Debe ser algo demasiado heroico y adornado. Si
ella comenzara a describirlo como un héroe sin par o algo vergonzoso, él no podría soportarlo.

Además, no le gustaba que los demás le dijeran esto y aquello. Por no hablar de que ella
había estado a su lado todo el tiempo en el Instituto. Así que esas palabras seguramente le
harían sentirse avergonzado. En otras palabras, no merecía la pena ahondar en ese tema.
Suspiró.

“Parece un poco cansado, Sir Alus.”

“Por supuesto que sí. Sólo pensar en lo que está por venir es suficiente para deprimirme.”

“¿Qué pasa?” Loki lo miró con indiferencia, como si tratara de engañar a Alus para que
lo dijera. Inclinó la cabeza e incluso se inclinó un poco de forma teatral. Teniendo en cuenta
su expresión y sus ojos traviesos, él estaba casi seguro de que lo hacía a propósito.

“Bien, bien. Me rindo, así que no me mires así. Si me reúno con el Gobernador General
con tu aspecto, se va a poner pesado.”

“¿No es bueno?”

“Es alguien astuto, así que no quiero mostrar ninguna debilidad.”

“Si hay algo en tu mente, deberías abrirte a alguien.” Dijo Loki, como si dijera que ese
alguien estaba justo delante de él.

“Yo también puedo entender la vergüenza. No es que quejarse vaya a solucionar nada.”

Loki se enfadó como un niño ante eso. No era el tipo de conversación que había que
mantener en el cuartel militar, pero aun así había que expresarlo.

Así que continuaron hablando de la manera habitual. Tal vez fuera porque estaban en el
corazón del ejército, pero eso le crispaba los nervios. En ese sentido, era mucho más fácil
cuando había estado aquí con Tesfia y Alice. Alus era un militar, pero por alguna razón
siempre tenía que estar en guardia en el cuartel general.

“Creo que ya está bien de jugar.”


“Nunca tuve esa intención.”

“¿Hm? Eso es bastante desconcertante…” Dijo Alus con cierta sorpresa. Lo que para él
no era más que una charla trivial, para Loki era aparentemente muy serio.

… O eso es lo que había pensado. “No, en realidad estaba bromeando. Pero no es propio
de usted estar tan perturbado.”

“¿Oh? Ahora te pones engreída…”

“Tres centímetros.” Dijo Loki, mirando los pies de Alus. “Su zancada fue interrumpida
por tres centímetros.”

“¡Uf!” Al tener algo que ni siquiera había notado señalado a él, Alus tropezó sobre qué
decir. Pero pensándolo bien, había sido poco probable que ella realmente prestara atención a
tan pequeños detalles.

Loki sonrió como si le hubiera pillado, y aunque Alus se indignó un poco, no pudo
evitarlo. Al parecer, ella ya tenía la sartén por el mango en este tipo de conversaciones de la
vida cotidiana.

“Buen trabajo ahí fuera. Parece que han tenido problemas.” En cuanto Alus abrió la puerta
del despacho de Berwick, el hombre le dedicó unas palabras de agradecimiento. Una nueva
barba había aparecido en su barbilla. “Eso fue una broma… Bueno, ya le he dado todo el
crédito a Lettie. Pero por lo que parece, ya has recibido su informe.”

No había necesidad de confirmarlo, puesto que ya había visto a un grupo de Maestros


Mágicos dirigiéndose a Vanalis. Por cierto, como Maestro Mágico de un Dígito Único, el
único al que tenía que rendir cuentas Alus era el Gobernador General. Sin embargo, su relación
ya no era la de superior y subordinado. Era más bien como si estuvieran pegados el uno al
otro.

“Normalmente esto requeriría un brindis. Pero eres un estudiante, así que no puedo servir
alcohol.”

Como de costumbre, sus elogios eran sólo para aparentar y sus verdaderas intenciones
estaban en otra parte. De hecho, Berwick no parecía estar de humor para un brindis en
absoluto. Dicho esto, Alus estaba acostumbrado a que cambiara rápidamente de marcha, así
que no iba a decir nada.
Debido a su posición, siempre tenía que tener en cuenta el futuro; por eso, una vez que
los incidentes habían terminado, se convertían en algo del pasado, y ya no eran objeto de
alegría o de dolor. Era una prueba de su competencia, pero es probable que Vanalis sólo fuera
una pieza más del juego de estrategia que tenía en su cabeza. Sus ojos estaban puramente
puestos en el futuro, incluyendo cómo sería el orden mundial una vez que los Fiends fueran
eliminados y qué papel jugaría Alpha en ello.

Sin embargo, Alus no podía soportar que su ritmo se viera afectado y que todo se volviera
vago. “Hay muchas formas de mostrar gratitud además del alcohol. Ah, ya sé. Creo que hace
poco se entregaron al ejército unos dispositivos de medición de precisión de última generación
para la información del maná.”

“La noticias viajan rápido.”

“He oído que incluso han descifrado con éxito otros cincuenta hechizos perdidos. Parece
ser una máquina muy capaz. Así que me gustaría tener una de esas.”

“Vamos, los militares no tienen tanto dinero para la investigación. Además, sólo nos
hemos hecho con dos de ellas.” Dijo Berwick, objetando. ¿Y por qué no iba a hacerlo? Los
aparatos utilizados para la investigación de la magia cuestan mucho más que los equipos de
los otros departamentos.

Mientras que Rusalca fabricaba posiblemente los mejores AAR, la investigación de maná
y magia de Alpha no era inferior a ninguna. Esto se debía en gran parte a su agresiva política
de no escatimar gastos cuando se trataba de equipos de alta calidad. Pero debido al coste, la
investigación avanzada se limitaba a instalaciones militares especializadas.

Irónicamente, el trasfondo de esa situación tuvo su origen en el oscuro pasado del


ejército… en su investigación ilegal.

“Oh, casi lo olvido. Una cosa más… Quiero una autorización de seguridad de nivel siete
para el Compendio Mágico.”

La escandalosa demanda de Alus hizo que Berwick lo mirara con disgusto. El Compendio
Mágico era una base de datos sobre magia compartida entre las naciones. Además de
información detallada sobre los hechizos, incluía incluso fórmulas mágicas y sus creadores.
Sin embargo, no incluía todos los hechizos posibles y no todo era público. De hecho,
algunas de las partes más importantes estaban estrictamente controladas y mantenidas en
secreto por cada nación.

El Compendio Mágico tenía varios candados de acceso, y el acceso se concedía en función


del rango militar. En concreto, cada nación tenía su llave de acceso y el nivel siete era el más
alto. Sólo unos pocos elegidos podían acceder. Después de todo, incluso incluía hechizos tabú.
Estos eran típicamente hechizos creados a través de medios ilegales con alta letalidad. Algunos
sólo eran eficaces contra los humanos. Esto iba directamente en contra del principio de que la
magia sólo debía usarse contra los Fiends.

Loki se colocó detrás de Alus, sin dejar ver nada en su rostro. Pero detrás de la máscara
incluso ella se estremecía. Los secretos de ese nivel eran prácticamente míticos, e incluso los
Dobles cuestionaban su existencia. Estaban más cerca de ser leyendas urbanas que otra cosa.
Pero hizo lo posible por ocultar su inquietud y actuar con naturalidad.

Tras una breve pausa, Berwick le contestó secamente con rostro hosco. “No… no puedo
ir tan lejos. No importa lo que hayas conseguido, no es posible. Si quieres esa autoridad tendrás
que sentarte en esta silla.” Lo menos que podía hacer era hacer saber a Alus que sólo el
Gobernador General tenía acceso.

“Sin embargo, creo que antes se me permitía el acceso.”

“Eso fue cuando revelé información sobre un hechizo específico a petición tuya. Lo que
buscas ahora es un acceso sin restricciones a los secretos de alto nivel del ejército.”

Un escalofrío recorrió la columna vertebral de Loki mientras escuchaba. Sólo con


observar el tono y el comportamiento de Berwick le bastó para saber lo temeraria que era la
demanda de Alus.

“Bueno, supongo que es así. Soy consciente de que estoy siendo poco razonable.”

“¡Y estás yendo demasiado lejos! No estaba seguro de qué tipo de exigencias harías…
Honestamente, nunca puedo bajar la guardia cerca de ti.”

“Seguro que eres de mente pequeña. Siempre exageras y te das aires de grandeza mientras
buscas una salida. Si eso es todo lo que se necesita para ser el Gobernador General, incluso
alguien tan simplista como Lettie podría hacerlo.”

“Si te oyera decir eso, te haría volar en llamas.”


“Me debe mucho después de esto, así que no me preocupa.” Dijo Alus con una mirada
despreocupada, haciendo que Berwick suspirara resignado.

“No estoy seguro de quién es la influencia, pero bien… No puedo darte acceso, pero
podría volver a darte una autorización temporal.” Berwick se frotó la barbilla y continuó:
“Entonces, ¿qué buscas?”

Aunque era la petición de Alus, la decisión recaía en Berwick. Si se exponía, acabaría


siendo presionado de nuevo, y no es que fuera el tipo de persona que aceptaría una paliza sin
más.

“Varios cosas.”

“Dame un respiro. Hay un límite hasta donde se puede llegar en nombre de la


investigación.”

“¿Estás seguro de que deberías decir eso?”

“¿De qué estás hablando?”

“El M2-Polaris Lettie. Le proporcionaste una fórmula clasificada como tabú, ¿verdad?
¿Creíste que no me daría cuenta? Es un hechizo en el que estuve involucrado.”

“¡¿Ella usó eso?! Ya me imagino el desastre que ahora es Vanalis.”

En realidad, parte de Vanalis había sido calcinada. La superficie había sido arrasada y el
suelo estaba profundamente quemado. La hierba ni siquiera crecería allí durante un tiempo.
Cualquiera se sentiría desfallecer después de ver el gigantesco pedazo de tierra arrancado.

Aun así, Alus prefirió no decir nada más. Había cumplido con el mínimo de sus peticiones.
Por el momento dejó el tema, y comenzó a informar sobre los acontecimientos importantes.
“Entrando en materia, había un extraño Maestro Mágico en Vanalis. Se opuso a nosotros y
trató de entorpecer la misión. Atacó a Loki y la dejó en un estado bastante precario, así que
era bastante hábil.”

“¿Hizo tanto? ¿Quién era?” Berwick frunció el ceño.

Alus comenzó a hablar de la habilidad del hombre de las nieves para utilizar el hechizo
que alteraba el entorno y de cómo había utilizado a los Fiends de la región para interferir en
su misión.
“Con respecto a eso, el informe que recibí del subordinado de Lettie decía que el cuerpo
del hombre claramente muerto desapareció abruptamente.” Dijo Berwick.

“…”

“¿El cuerpo se fue por su cuenta?”

“No me hagas reír.”

“Debe haber tenido un cómplice o hay un traidor entre nosotros. De cualquier manera,
hay una alta probabilidad de que haya una filtración dentro del ejército.”

No es que Alus no tuviera ni idea. Cuando había luchado contra Elise en el Instituto, su
cuerpo se había transformado con fluidez como el agua y había reparado cualquier parte del
cuerpo dañada como si no hubiera pasado nada. No creía hubiese vuelvo a ocurrir lo mismo,
pero no podía negar que esas habilidades inhumanas existían.

Por supuesto, como mantenía a Elise en secreto para Berwick, no había dicho nada sobre
ella. Aunque tuvo que decir algo a la broma de Berwick sobre los cadáveres que caminan. “No
tengo ninguna idea respecto al cadáver. Pero cuando se trata de traidores hay que tener en
cuenta el incidente de Godma. Ese culpable sigue siendo un misterio.”

“Hm…” Berwick reflexionó sobre la cuestión con una expresión amarga.

“Creo que ese hombre puede haber estado trabajando entre bastidores. Mencionó
casualmente el nombre de Godma. Y esto es más bien una conjetura, pero… creo que
probablemente se llamaba Enouve.”

“¡El nombre que surgió en relación con Godma!” Exclamó Berwick, levantándose de su
silla.

“Así es. Como sabes, Godma Barhong estuvo detrás del ataque al Segundo Instituto
Mágico y del secuestro de Alice.”

“Y se creía que Enouve le había apoyado entre bastidores.” Berwick frunció el ceño y se
dejó caer de nuevo en su silla, acariciándose la barba.

Poco después de su captura, Godma había sido asesinado en una celda aislada que sólo
los altos mandos debían conocer. Sin embargo, la única firma de maná que se había detectado
pertenecía a un Maestro Mágico que se encontraba en el Mundo Exterior en ese momento,
hecho respaldado por sus compañeros, lo que significaba que había una coartada perfecta.
El sistema de identificación de firmas de maná se consideraba el más seguro de todos, y
nadie sabía cómo el culpable había conseguido burlarlo. Independientemente de que existieran
traidores, los rastros de maná eran imposibles de falsificar.

La situación habría requerido que dos personas tuvieran exactamente la misma firma de
maná. El cuerpo de información de maná utilizado en el sistema de identificación cambiaba a
medida que una persona ganaba experiencia, por lo que incluso los gemelos darían resultados
completamente diferentes. El cuerpo de información de maná estaba determinado por las
palabras fundamentales de la capa más baja. Era como un identificador único para esa persona.
Como resultado, el asesinato de Godma seguía siendo un misterio para los expertos incluso
ahora.

“No sé cómo ese hombre borró a Godma.” Dijo Alus. “Si ordenó a un subordinado… si
es que tiene algún aliado.”

“Así que la desaparición del cuerpo de ese hombre es muy significativa en sí misma.”

“En efecto. Tal vez realmente hay más de ellos. Tanto Lettie como yo esperábamos traer
el cuerpo para examinarlo.” Alus se encogió de hombros. “Incluso si hay supervivientes y
quieren buscar pelea con los militares, saben que estoy aquí, así que probablemente no van a
hacer algo imprudente.”

“Hm, ni tú ni Lettie estaban por aquí cuando mataron a Godma. En cualquier caso,
consultaré con las otras naciones sobre este misterioso Maestro Mágico. Pero seré casual al
respecto.”

“Eso es lo mejor.” Alus asintió. Era sólo una medida de precaución, pero era posible que
si hacían pública la información sobre el hombre de las nieves, se extendiera la confusión entre
las naciones. Al fin y al cabo, no sólo podía controlar el clima, sino que, de alguna manera,
podía incluso conseguir la ayuda de los Fiends. Sus motivos eran desconocidos, y si algún
grupo introdujera a los Fiends en el Mundo Interior, todos los ciudadanos entrarían en pánico.

Pero, ¿era realmente posible que los humanos y los Fiends cooperaran? Se suponía que
eran seres completamente incompatibles… Incluso la magia que utilizaban era similar pero
diferente. La magia era originalmente un poder fantástico que usaban los Fiends. Los humanos
sólo habían sido capaces de imitar una parte de su poder, convirtiéndolo en armas que podían
utilizar.
Al igual que la magia, los humanos seguían sabiendo poco sobre los Fiends. Pero Alus
creía que si tenían un conocimiento más profundo de los Fiends, podrían ser capaces de
interferir en su forma de ser.

Cuando toqué la estaca, si la información que sentía era algo más que magia, sino
también la clave de la propia existencia de los Fiends, entonces… Alus pensó en el momento
en que luchó contra el Fiend gigante Shem Azah. Inmediatamente después de tocar la estaca
que contenía la fórmula mágica de Kehenage, una gran cantidad de información fluyó en su
mente. Sintió una vaga sensación, parecida a la intuición, de que la magia y la forma de ser de
los Fiends estaban conectadas de algún modo fundamental. No pudo evitar sentir que era la
verdad.

Sin embargo, cabía la posibilidad de que su idea fuera demasiado descabellada, así que
Alus sacudió la cabeza y volvió a pensar en una línea más realista.

Pero entonces… se le ocurrió algo. ¡—! Le vino a la mente un incidente de cooperación


con un Fiend. Y como sucedió, la existencia de Godma fue el catalizador para ello. En la
superficie, su tema de investigación era sobre los elementos, pero el último truco que me
mostró fue transformarse en un Fiend. ¿Y si esa hubiera sido su investigación principal…?

La transformación, el entendimiento y la cooperación con los Fiends… Alus sintió que


Godma y el hombre de las nieves habían tenido algo más que una conexión entre bastidores.
Su conjetura se basaba en gran medida en la intuición, pero una sensación de euforia surgió
en su corazón cuando pensó en ello. Tampoco entiendo mucho sobre los Fiends. Lo que
significa que el enemigo sabe más sobre ellos que yo.

Por mucho talento retorcido que tuvieran y por mucha habilidad mágica que poseyeran,
Godma y el hombre de las nieves no podrían conseguir por sí solos semejante éxito. Pero
quienquiera que fuera el verdadero implicado, sus habilidades y conocimientos estaban, con
toda seguridad, por encima de los estándares nacionales actuales.

Entonces Loki, que había cruzado espadas con el hombre de las nieves, dio su opinión.
“Pude confirmar que podía utilizar el atributo hielo a un nivel bastante alto. Puede que
estuviera herido, pero Mujir, uno de los subordinados más hábiles de Lady Lettie, no tuvo
ninguna oportunidad contra él.”

“Eso reduciría su identidad considerablemente… Bueno, seguramente no sería alguien


empleado por los militares.” Señaló Berwick.
No era que los militares manejaran a todos los que usaban magia. Los militares sólo tenían
conocimiento de los que estaban a su servicio. Por supuesto, si la persona era un soldado eso
sería un gran problema. No sólo sería una violación del pacto entre las siete naciones, sino que
también significaría que estaban conspirando con un grupo que podría sumir a todo el dominio
humano en el caos. Si no tenían cuidado, incluso la nación a la que estaba afiliado el culpable
quedaría bajo sospecha.

“El hombre medía unos 180 centímetros y era pelirrojo. Probablemente tenía más de
treinta años. Sir Alus decapitó al hombre y lo vi morir ante mis ojos.” Informó Loki, mientras
Berwick gemía en respuesta.

Alus se encargó de ello. “Hablando de eso, también parecía saber algo sobre los Cuatro
Libros de Fegel.”

Ese hecho sorprendió aún más a Berwick. Se acarició la barba, alzando las cejas. “Eso
insinúa la participación de Kurama. Qué lío.”

“Sí, pero es demasiado pronto para decirlo. Todavía no hay pruebas que vinculen a
Kurama con el incidente de Godma.” Dijo Alus.

“Efectivamente, pero yo esperaría que al menos sean algunos miembros de Kurama o una
organización subordinada a ellos. Así podrían ser eliminados de un plumazo.”

“Eso nos ahorraría muchos problemas. Además…”

Berwick miró a Alus con exasperación. “¡¿Todavía hay algo más?!”

“Desgraciadamente, parece que el enemigo tiene conocimientos que nosotros no,


especialmente cuando se trata de magia. Así que, para decirlo sin rodeos, ¿conoces algún
hechizo que permita controlar el clima y el tiempo en una zona amplia? ¿O hechizos para
manipular a los Fiends que puedan suprimir sus instintos hasta el punto de que puedan
cooperar con los humanos?”

“No, no puedo decir que lo sepa. Sin embargo, la manipulación del clima podría estar
relacionada con el sistema que utilizamos para el Mundo Interior.” Dijo Berwick.

“Vanalis está en el Mundo Exterior y abarca un área bastante grande. Bueno, yo tampoco
tengo ni idea de cómo controlar a los Fiends, así que pensé en preguntar. En cualquier caso,
me gustaría hacer algunas comprobaciones. Si hay algún hechizo que no conozco, tendría que
ser de clase tabú.”
“Así que para eso es la autorización…” Berwick gimió. Pensó por un momento y algo
pareció ocurrírsele. “¿Y si es uno de los hechizos que alguna familia noble desarrolló por su
cuenta?”

“Ah, magia heredada, eh… del tipo que nunca sale de la familia.” Comentó Alus. La
familia de Tesfia Fable era un buen ejemplo de familias nobles que producían excelentes hijos
que se convertían en personal militar. Eran entrenados por las academias de las distintas
naciones y luego desplegados en el campo. Los detalles podían diferir, y había algunas
excepciones, pero era una tendencia común en todas las naciones. Por ello, la nobleza y el
ejército mantenían una relación de toma y daca. Los nobles no sólo tenían influencia en el
ejército, sino que también desarrollaban sus propios hechizos que mantenían ocultos, una
especie de arte secreto que permanecía en su familia. Al igual que la Icicle Sword de Tesfia,
era un enfoque de la formación de los Maestros Mágicos diferente a la forma en que el Instituto
manejaba las cosas.

“Puede que no haya hechizos que puedan controlar a los Fiends, pero al menos me
imagino que haya hechizos que controlen el clima para que nieve.” Continuó Alus. “Pero
habría pensado que incluso las artes secretas estarían mencionadas en la enciclopedia de
hechizos.”

“Bueno, hay excepciones para todo. No hay garantía de que todas las familias nobles
tengan como prioridad el interés nacional de Alpha. Por eso la nación aún no es un monolito.
Supongo que se puede decir que eso es parte de ser la clase privilegiada.”

La naturaleza cerrada de la sociedad noble era una irritación para Alus. Al ver que Alus
chasqueaba la lengua, Berwick volvió al tema en cuestión. “Estoy seguro de que no habría
nada relevante en la manipulación de los Fiends. Si algo así existiera, se utilizaría para poner
fin rápidamente a la guerra con los Fiends. Pero, de acuerdo, lo entiendo. Veré lo que puedo
hacer.”

“Bien. Entonces me gustaría que me dieras acceso temporal para navegar por los
encabezados de todos los hechizos clasificados como tabú de todos los atributos. Les echaré
un vistazo.”

“S-Sí, pero realmente va a ser sólo temporal.” Dijo Berwick después de una pausa. A
pesar de su expresión reticente, consiguió asentir con la cabeza.
Alus había visto algunos de los trucos del hombre de las nieves. También había aprendido
los hechizos de alteración del entorno Niflheim y Helheim basándose en investigaciones
anteriores, por lo que podía predecir los elementos estructurales de ese tipo de hechizos. Por
lo tanto, no había nadie más adecuado que él para hojear el Compendio Mágico y obtener una
pista sólo a partir de los títulos.

“Bien… pero a cambio, tendrás que informar de tus hallazgos.”

Alus asintió en silencio. En el fondo, sin embargo, tenía la sensación de que su búsqueda
terminaría en vano. A pesar de lo que le había dicho al Gobernador General, tenía bastantes
conocimientos, ya que había investigado los hechizos tabú y había examinado la enciclopedia
de hechizos por su cuenta. A partir de ahí, podía suponer que, o bien se trataba de un hechizo
oculto perteneciente a una familia noble, como había supuesto el Gobernador General, o bien
de un hechizo creado por alguien que se había acercado más a la esencia de la magia que Alus.

Si era esto último, la transformación en un Fiend y la cooperación con Fiends eran mucho
más sospechosas. Y la mayor pista que le hizo creer eso fue… “Gobernador General.”

Al notar el cambio en Alus que le hizo dirigirse a él por su título, Berwick tuvo un terrible
presentimiento. Arrugó la frente y se enfrentó a Alus con expresión seria.

“Me encantaría tener los originales de los Cuatro Libros de Fegel.”

“Podría encontrar una copia, pero los originales serían difíciles. Si sólo fuera un libro
extraño lleno de mentiras ridículas sería mucho más sencillo. Pero si realmente contienen
información verdaderamente importante sobre la magia y los Fiends como dices, entonces es
una historia diferente. Incluso si pudiera encontrarlos, es poco probable que pudiéramos
descifrarlo.”

“Lo dejaré a tu criterio. Pero ya que el hombre de las nieves los mencionó, es probable
que el enemigo también esté tratando de reunirlos, así que tenlo en cuenta. Si ese es el caso,
los Cuatro Libros de Fegel podrían considerarse prácticamente el Testamento de Dios.”

Berwick sonrió con ironía. “Eso sí que es una analogía extrema.”

El Testamento de Dios era un registro intocable del mundo. En otras palabras, se refería
a los Registros Akásicos, las mismas palabras que Alus había pronunciado cuando entró en
contacto con la estaca de Shem Azah. Contenía la verdad sobre la magia… y sobre todo lo que
existe en el mundo, desde su principio hasta su fin.
Su existencia estaba más cerca del mito que de cualquier otra cosa. Algunos la
consideraban un delirio, nacido de la aparición de los Fiends que lo habían desbaratado todo.
Los devotos de los Fiends y los fatalista lo señalaban a menudo.

Sin embargo, aunque el contenido de los Cuatro Libros de Fegel resultara no ser el
Testamento de Dios, era sin duda importante y completamente nuevo para la humanidad.
Incluso hasta el punto de acercarse a los Registros Akásicos… pensó Alus para sí mismo.

Los Fiends habían robado la mayor parte del mundo, dejando sólo una pequeña zona para
que vivieran los humanos. Sólo quedaba un fragmento de la historia anterior a los Fiends.
Todavía no se sabe cómo aparecieron los Fiends. Ni siquiera estaba claro dónde habían
aparecido por primera vez.

“Bueno, he escuchado tu informe. Quizá sea hora de volver a centrar mi atención en el


Mundo Interior.” Berwick ajustó su postura en la silla, devolviendo a Alus al presente.

“Primero, me gustaría que mantuvieras a Vanalis bajo control.” Dijo Alus. “Preferiría que
no se volviera como Covent.” El continente de Covent que Alus había retomado estaba
actualmente lleno de trampas como minas terrestres mágicas, mantenidas para evitar que los
Fiends entraran. Ni siquiera había una fuerza para protegerlo. En otras palabras, la tierra por
la que Alus se había jugado la vida estaba vacía y sin usar. Cualquiera pensaría que había sido
enviado allí con la expectativa de que fracasaría y moriría.

“Esas no eran mis instrucciones.” Dijo Berwick. “Ahora que Vanalis es nuestro, el control
de Alpha debería afirmarse pronto sobre Covent.”

“Eso espero.” Bueno, ahora mismo eso no le importaba a Alus.

“Por cierto, ¿eso es todo? Por lo que parece también hay algo más.” Dijo Berwick con
una mirada de satisfacción, mientras se volvía hacia Loki.

Esto cambió el tema de la misión a una conversación más casual. Loki asintió como si
hubiera dado en el clavo. “Sir Alus me habló de su pasado.”

Berwick pareció sorprendido por un momento. Luego le dedicó una sonrisa


profundamente emocionada. En ese momento, comenzó a contar historias sin preguntar
primero a Alus, como un anciano bondadoso que aprovecha la oportunidad de que su nieto
alcance la mayoría de edad para compartir sus historias favoritas sobre él.
Alus se sintió incómodo y quiso terminar cuanto antes, pero como Loki le escuchaba con
tanta atención, le fue difícil interrumpir.

Y así—después de una cantidad insoportable de tiempo—Berwick finalmente llegó al


final de sus historias, y concluyó diciendo básicamente que Alus había sido muy antipático y
nada adorable.

“¿Es suficiente? Tenemos que volver ya al Instituto. Y tengo que considerar mis créditos.”

“Es una mala costumbre tuya decir algo que no quieres decir cuando las cosas te resultan
incómodas, Alus. Bueno, me alivia escuchar que te estás divirtiendo.”

Alus no tuvo respuesta cuando Berwick le sonrió. En cambio, se dio la vuelta y comenzó
a dirigirse a la puerta. Loki se apresuró a seguirle tras hacer una rápida reverencia de
agradecimiento a Berwick.

Berwick llamó a Alus. “Espero que pronto podamos vivir en un mundo en el que no
tengamos que depender de ti.”

Al oír esto, Alus se detuvo y miró hacia atrás. “Si eso es lo que piensas… entonces sé
despiadado en todo lo que hagas.”

Su agudo comentario golpeó a Berwick donde le dolía. Alus quería que utilizaran todas
sus fuerzas para aplastar a Kurama. Pero con la amenaza de los Fiends del exterior no tenían
fuerzas de sobra, por lo que Berwick y el resto de los altos mandos seguían posponiendo el
asunto.

“Bueno, si me disculpan.” Y con eso, Alus abrió la puerta y salió del despacho.

Mientras caminaba por el largo pasillo, pensó para sí mismo, La siguiente parada es el
Instituto… Parece que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que lo vi. Pero que diga
que estoy disfrutando… ¿Qué tan ciego hay que estar para que se vea así?

Mirando a Loki que caminaba detrás de él, Alus vio que parecía estar extrañamente
animada. Parecía que iba a empezar a saltar y tararear en cualquier momento. ¿Las historias
de Berwick eran realmente tan entretenidas, o estaba deseando volver al Instituto?

Qué chica tan extraña… Aun así, Berwick tiene razón, el Instituto seguro que es más
cómodo. Con una sonrisa seca, Alus comenzó a acelerar el paso, dejando atrás el cuartel
militar.
******

Hm… veo que no nos ha abandonado del todo, pensó Berwick, mientras miraba la puerta
que Alus y Loki habían cerrado tras ellos.

Para ser franco, su relación con Alus no era la de un superior y su subordinado. Berwick
siempre fue consciente del delicado equilibrio que existía, ya que Alus se sentía en deuda con
él. Siempre pensó que el equilibrio se derrumbaría si confiaba plenamente en él.

En términos de talento y temperamento, Alus no era el tipo de persona que se sentiría


eternamente ligada a la gratitud. Conseguir que aceptara una misión era algo parecido a una
negociación política, y tendría que convencer a Alus o al menos ofrecerle algo que le
beneficiara.

Alus había querido retirarse del ejército para dedicarse a una vida centrada en lo que le
gustaba. Eso no parecía que fuera a hacerse realidad pronto, y Berwick se preguntó qué
pensaba Alus al respecto. No habría sido extraño que mostrara su descontento dejándolo todo
y abandonando a Alpha.

“Probablemente no lo reconocería, pero les debemos mucho a Tesfia y a Alice. Oh, me


olvidé de decirle que les diera mis saludos.” Berwick decidió dejarlo para la próxima vez
cuando sus hombros saltaron. La línea privada de su escritorio había sonado de repente.

Se apresuró a comprobar quién llamaba y se sorprendió aún más. Era una llamada poco
frecuente y la primera vez en mucho tiempo que recibía una llamada de ella.

Consideró la posibilidad de hacer una videollamada, pero al final eligió sólo el audio.
“Qué raro que se ponga en contacto conmigo, directora Sisty.”

“Me disculpo por la repentina llamada, Gobernador General.” Cuando Sisty llamaba,
normalmente utilizaba la línea directa de Berwick, evitando a los operadores militares
habituales. Su voz era tan hermosa y resonante como siempre.

“Descuida. Justo acabo de terminar con lo que hacía. Y tengo una corazonada de por qué
llamas.” Sin embargo, Berwick estaba siendo cuidadoso. Si ella llamaba por lo que
sospechaba, no podía responder a sus preguntas directamente. Hacer una llamada de audio
había sido la decisión correcta. Después de todo, se enfrentaba a la bruja, que podría haber
leído fácilmente sus expresiones. Imaginó su sonrisa intrépida sólo por su tono.
Sisty fue al grano. “Déjenme ir directo a lo importante. Se trata de Lilisha Ron de Rimfuge
Frusevan.”

“Creo que ya te he dado toda la información que puedo.” Dijo Berwick tras una pausa,
respondiendo con una respuesta genérica. Justo lo que esperaba, pensó con una expresión de
amargura. La oyó suspirar, mientras hacía lo que podía para defenderse de la presión que ella
emanaba.

“Eso no es muy justo, Berwick. Claro, mi instituto no rechaza a nadie y la aceptamos


como alumna. Al igual que con Alus… Sabes, estoy haciendo bastantes concesiones aquí.
Incluso estoy cargando con el peso de tus sospechosas maquinaciones.”

“No digas maquinaciones… Llámalo simplemente evitar el riesgo en caso de que ocurra
algo.” Sintiendo la presión, Berwick se frotó la barbilla y opuso la resistencia que pudo.

En el ejército, Berwick podía confiar en muy poca gente aparte de Vizaist. Por ello, una
antigua Única que fuera la actual directora del Segundo Instituto Mágico sería un aliado
inestimable.
IMAGEN
Por eso nunca persiguió la identidad del misterioso atacante en el Instituto. Sean cuales
sean sus intenciones, sabía que Sisty y Alus no habían informado de todo lo sucedido.

Aun así, era una cuestión de tolerancia mutua. Alus también había fingido ignorancia
sobre el asunto en el pasado. Mientras él y Sisty estuvieran de acuerdo, ella seguiría sin
comprometerse por mucho que Berwick la presionara.

Sisty continuó con un toque de resignación en sus palabras. “Estoy segura de que tienes
tus propias razones, pero tengo que tener en cuenta la seguridad de mis alumnos. Y quiero
conocer los antecedentes de la señorita Lilisha. Bueno, aunque me los digas, supongo que
tendría que retirarme de todos modos en función de tus intenciones y objetivos.”

Se mantuvo firme en su papel de directora, haciendo todo lo posible para extraer al menos
el mínimo de información. Ella tenía un buen punto, que puso a Berwick en una posición
difícil.

Sintiendo eso, Sisty presionó un poco más. “Berwick, ¿por qué no dejamos de tantear al
otro? Esto es entre amigos, así que olvidémonos de sopesar los pros y los contras.”

Berwick sabía por qué Sisty había dejado su puesto de Única. Lo había hecho por el chico
de sus ojos, Alus. Por no hablar de que ella le había ayudado de varias maneras para que
Berwick pudiera obtener el puesto de Gobernador General, así que le debía mucho.

Finalmente se decidió y dijo con cuidado: “Bueno, supongo que hay algún riesgo.”

“Vamos, no te des aires, Berwick.”

“Lo siento, pero debo admitir que tengo dudas. También tengo que considerar lo que
quiere mi superior.”

“¡—! Hm, es así.”

Insinuar eso era lo mejor que podía hacer Berwick por el momento. Debería ser suficiente
para la brillante Sisty. Alguien superior a Berwick debía significar que una persona que podía
influir en su posición estaba haciendo un movimiento.

En Alpha, el único que tenía autoridad para nombrar y destituir directamente al


Gobernador General era el gobernante. Así que lo que acaba de decir podría interpretarse como
que Cicelnia se mueve en un segundo plano.
“Me hubiera gustado que me lo dijeran antes, aunque no creo que haya ningún problema,
al menos de momento.”

“Así es.” Dijo Berwick. “Mientras cumpla con sus obligaciones dentro del ámbito de su
función, no debería haber ningún problema.”

“Lo entiendo.”

“Te debo una.” Se inclinó hacia la otra parte aunque ella no podía verlo.

Alus tenía razón. No podían dejar tranquilos a los terroristas locales. Ya que existía la
posibilidad de que Kurama estuviera en movimiento, quería acabar con cualquier punto de
preocupación lo antes posible. Y estaba dispuesto a utilizar lo que fuera necesario para ello,
incluyendo a Lilisha que tenía sus propias circunstancias. Sentía que podía utilizarla, y por eso
tuvo en cuenta las intenciones de Cicelnia y la envió al Instituto. En otras palabras, si no
mostraba esa clase de determinación, no podría proteger a la nación.

“Por cierto, ¿puedes devolverme ya a Alus y a Loki? Estoy llegando al límite de lo que
puedo hacer con sus créditos y demás. Mi instituto nunca tuvo un sistema para dar créditos a
los estudiantes que se ausentaban tantos días.”

“Ugh… bueno… trataré de ser cuidadoso.” Para ser sincero, Berwick quiso decir que no
todo era culpa suya, pero se contuvo. Era natural que Sisty pensara que todo venía de los
militares, pero esta vez había sido una promesa entre Lettie y Alus. Dicho esto, beneficiaba
mucho a los militares, así que no podía actuar como si no tuviera nada que ver con él.

Sobre todo, como directora del Segundo Instituto Mágico, el deber de Sisty era proteger
a sus alumnos y asegurarse de que pudieran graduarse, y Berwick lo entendía.

Entonces Sisty se dio cuenta de algo. “Oh, hablando de eso… ¿El asunto que mencionaste
antes era sobre Alus?”

“Ah, sí, así es. Acabamos de terminar una pesada conversación y me dejó una dolorosa
verdad antes de irse.” Berwick dejó escapar un suspiro mientras se quejaba.

“Vaya.” Respondió Sisty con una sonrisa socarrona, sin mostrar mucha simpatía.

Sintiendo que su pequeña actuación había sido vista, Berwick tosió y cambió de tema.
“Por cierto… Poner a Alus en el Instituto fue un acierto.”

“¿Oh? Tengo curiosidad por saber qué quieres decir con eso.”
“Estoy hablando del pasado. Pensar que compartiría su historia sobre la invasión a gran
escala con Loki…” Había conocido a Alus desde que era un niño. Loki o no, había cambiado
tanto que era como si fuera una persona completamente diferente.

“Ya veo…” En contraste con el tono paternal de Berwick, la respuesta de Sisty sonó
sombría. “Sólo pensar en ello es agotador. Para mí también fue un día para recordar.”

Sisty dejó escapar un suspiro pesado y sombrío. A pesar de haberse retirado, no tuvo más
remedio que volver al frente, y acabó viendo más muertes de una sola vez que las que había
visto en toda su carrera. Cualquiera que hubiera vivido la invasión a gran escala había visto
cosas que desearía no haber visto nunca. Por no hablar de que la Unidad Especial que Berwick
había hecho formar a Vizaist había sido prácticamente aniquilada.

“Es cierto. De todos modos, cuida bien de Alus.” Sabiendo a lo que iba Sisty, Berwick
puso fin al tema.

“Entonces dile a Alus que haga su parte como estudiante. Y Berwick, ¿no podrías hacer a
Alus ninguna promesa sobre los créditos sin hablar conmigo primero?”

“…” Se quedó sin palabras. Es cierto que había hecho ese tipo de trato con Alus para
conseguir que dijera que sí unas cuantas veces. Y fue Sisty quien tuvo que manejar las
consecuencias. Se dio cuenta de que podría haberla tratado como una herramienta conveniente
y un sudor frío le recorrió la espalda. “Tendré más cuidado en el futuro.” Dijo.

Era lo mejor que podía hacer. Aunque pensó que había sido cuidadoso con Alus, podría
haberse dejado llevar por la idea de reclamar a Vanalis. Con eso en mente, la expresión de
Berwick se volvió sobria.
Septuagésimo Segundo Capítulo:
Nublado con Probabilidad de Lluvia

La ciudad industrial de Folen estaba situada en la región del perímetro exterior de Alpha.
En su camino de vuelta al Instituto, Alus decidió hacer una parada allí.

Al estar tan cerca del Mundo Exterior, la ciudad se había construido pensando en resistir
una invasión. Había zonas residenciales, pero los residentes en ellas solían ser despreciados
por ser gente de baja estofa. Los ricos y los nobles solían vivir más cerca de la Torre de Babel,
por lo que estas zonas atraían más o menos a las clases bajas.

Folen también tenía muchos edificios militares que habían sido construidos hace mucho
tiempo, por lo que funcionaba como un cuartel general de reserva. Por eso se consideraba la
segunda línea defensiva.

La ciudad también contaba con un sistema de defensa inspirado en la Torre de Babel,


aunque era una copia inferior al original. Si los Fiends atravesaban la primera línea defensiva,
no sería lo suficientemente fuerte como para contener la avalancha.

Sin embargo, no era porque el nivel tecnológico de Alpha estuviera por detrás del resto.
Eso era simplemente lo grande que era Babel. Su poder superaba la comprensión humana. En
este momento la humanidad dependía totalmente de Babel, y como se rumoreaba que su poder
se estaba debilitando, la paz actual era frágil.

Debido a su proximidad con el Mundo Exterior, Folen tenía una sensación de tensión
única que difería de las ciudades más cercanas a la Torre de Babel. La gente de aquí estaba
lejos de ser complaciente. Y el hecho de que la ciudad se especializara en la producción de
AARs y herramientas mágicas para los Maestros Mágicos no era ajeno a ello.

Por eso a Alus le gustaba esta ciudad. Sólo con mirar las tiendas que vendían AARs que
se alineaban en las calles era suficiente para hacer que su corazón latiera. Como era un desvío,
no estaba aquí para recorrer la calle principal y mirar a su alrededor como antes. Pero se llevó
a Loki con él para dejar que el paisaje se hundiera por un minuto.

“Sir Alus, ya es hora…”


“Lo sé.” Después de contemplar a la gente en las calles durante unos momentos, Alus
comenzó a caminar. Los dos salieron de la calle principal y se dirigieron al Puerto Circular
que era el camino más rápido para volver al Instituto.

El dispositivo se activó silenciosamente… y cuando se dio cuenta de que por fin regresaba
al Instituto, Alus puso cara de asco. Se había perdido muchas clases. Aunque estaba
aprovechando las vacaciones post festival, las clases regulares ya habían comenzado.

Había estado trabajando para los militares, pero Berwick no era todopoderoso. Aunque
podía ayudar con algunos créditos, Alus sabía que no los cubriría todos. “Sin mencionar que
esta vez sólo estaba allí como ayuda de Lettie…” Estrictamente hablando, no fue a petición
de Berwick y los logros fueron atribuidos a Lettie. Aunque no le importaban los logros, tal vez
debería haber intentado negociar con Berwick.

Alus dejó escapar un pequeño suspiro, al que Loki respondió rápidamente. “¿Le
preocupan las lecciones?”

“Está eso. Y luego está su formación…”

“¿No les dijo que estudiaran por su cuenta? Seguro que están practicando todo lo que
pueden.”

No era como si hubieran estado fuera un mes o algo así, así que Tesfia y Alice no deberían
haberse quedado muy atrás. Dicho esto, Alus quería seguir al pie de la letra el programa que
había hecho, si era posible. Aunque no les había dado ningún entrenamiento real, creía que
igual habían alcanzado su nivel previsto.

Ya lo había notado antes, pero el crecimiento de las dos chicas era extraordinario. Era una
posición bendita para un mentor. Pero si le preguntaran por qué… Alus se esforzaría por
encontrar una razón. No era tan engreído como para pensar que era un buen profesor. En todo
caso, era lo contrario.

¿Así que quizás fue porque mostraron mucho potencial? Bueno, eso es lo que cualquiera
supondría. Al principio ni siquiera conocían la manipulación del maná, pero ahora ya habían
pasado a la duración, y estaban mejorando poco a poco su registro. Antes de partir hacia
Vanalis habían llegado a ser capaces de mantenerlo durante bastante tiempo. En ese sentido,
su objetivo original de entrenarlas para que fueran Maestras Mágicas que pudieran luchar en
el Mundo Exterior se estaba cumpliendo a una velocidad tremenda.
“Así que al menos tienen algo que hacer, eh.” Dijo Alus a nadie en particular.

Loki suspiró suavemente. “Sir Alus, preocuparse por esas dos está bien, pero ¿no se olvida
de la chica que se trasladó?”

“¿Hm? ¿Hablas de la que envió el Gobernador General?”

“Sí. No la menciono cuando hizo su informe, y no quise decir nada impertinente…”

Sin embargo, habría sido inútil preguntar por Lilisha entonces. Después del informe,
Berwick se había aprovechado de que Alus pedía una recompensa y había limitado su
conversación a eso. Y Alus era muy consciente de que Berwick era un hueso duro de roer
cuando estaba así. “Era fácil ver como ignoraría el tema. Además, Berwick no tiene realmente
ninguna razón de peso para querer vigilarme.”

“¿Disculpe…?” Loki ladeó la cabeza, dirigiendo a Alus una mirada interrogativa. La


primera vez que llegó al Instituto fue como vigilante, así que se esforzó por entender lo que
quería decir.

“Después del simulacro de batalla contra Elise, Lilisha reveló parte de mis circunstancias
a ese grupo de estudiantes, ¿recuerdas? Dijo que yo ayudaba a los militares como hacen
algunos de los más hábiles de tercer año.” Su rango de número 1 se había mantenido oculto y
la situación se había logrado calmar. Al soltar una parte de la verdad de forma más deliberada
había sido más fácil de aceptar para los estudiantes. “Eso hizo que no tengamos que ocultar
todo a toda costa.”

Incluso esta vez, el hecho de que Alus hubiera desaparecido del Instituto para reclamar
Vanalis podía hacerse pasar por parte de eso. Haciendo creer a todo el mundo que Alus era un
estudiante especial que a veces ayudaba a los militares en las misiones, ya no era necesario
que estuviera tan nervioso por su identidad. “Así que, desde el punto de vista de Berwick, está
haciendo lo que puede incluso mientras es denunciado por los molestos nobles de la cúpula.
En todo caso, creo que hay otra razón para ello.”

“¿Cómo?” La expresión de Loki se mantuvo firme. No iba a aceptar que Alus se viera
envuelto en los planes de alguien sentado. Se sintió incómoda y también que su ira hacia la
situación estaba justificada. Pero reprimió su disgusto, mostrando en cambio una expresión
misteriosa.
Incluso en su terquedad estaba pensando en Alus, y él no pudo evitar sonreír. “Bueno, por
ejemplo, ‘espero tu guía y cooperación’.” Dijo en tono de broma, insinuando que un tercer
estudiante se uniría a su grupo de estudio. Miró a Loki para observar su estado de ánimo.

“¿Dado el caso le enseñarías?” Loki contraatacó con una réplica fría y afilada.

Alus levantó la mano, encogiéndose de hombros como si se diera por vencido. “Seguro
que no. No tengo intención de hacerlo y dudo que ella tenga tiempo para ello. Sólo perjudicaría
a ambas partes.” Lo había decidido tras recordar su breve intercambio con Lilisha. Pensando
en ello, pensó que Sisty le había engatusado con éxito para que se enfrentara a Tesfia y Alice.
No habría una segunda vez… probablemente.

“Me alivia oírlo. Parecía que ibas a repetir el mismo error.” Declaró Loki. Sus pasos eran
firmes y decididos.

Es cierto, si hacía lo que decía Loki, tendría mucho tiempo para dedicarse a sí mismo.
Qué compañera tan fiable era… Sin embargo, Alus decidió darle la vuelta al tema. “Dicho
esto, dudo que ése sea el enfoque que van a seguir. De cualquier manera, ella es la que Berwick
eligió para enviar. Puede parecer que tiene la misma edad que nosotros, pero definitivamente
hay algo pasando tras bastidores.”

“¿Tiene algo que ver con el linaje de los Frusevan y no con los Rimfuge, quizás?”

“No quiero meterme en los asuntos de una familia noble, así que espero que no sea nada.”

“En ese caso, yo…” Loki comenzó enérgicamente con una mirada aguda en sus ojos,
como si anticipara algo inquietante.

Alus pensó que si ocurría algo podría perder el control, por lo que consideró secretamente
incluir en sus planes una investigación sobre Lilisha. Independientemente de las chispas que
pudieran saltar en su camino, no habría nada de malo en hacer una investigación de antemano.
Pero estaba decidido a no meter la cabeza en los asuntos de la nobleza. Al mismo tiempo,
recordó a la chica en cuestión.

Lilisha Ron de Rimfuge Frusevan. Para Alus era difícil tratar con ella. Había visto a la
nobleza como nada más que un grupo de gente maliciosa, pero estaba empezando a entender
que eran más variados que eso.

De hecho, no podía juzgar a los nobles que había conocido desde que se inscribió en el
Instituto según sus antiguos criterios. Estaba la amable Felinella, e incluso Tesfia, a pesar de
las apariencias, difería de lo que él estaba acostumbrado. Sin embargo, le costaba situarla en
la categoría de noble. Sin embargo, alguien como ella, directa y sencilla, con la que podía
hacer lo que quisiera, era bonita para un noble. Sólo podía desear que todos los nobles fueran
tan fáciles de manejar como Tesfia.

Pero en realidad eran todo lo contrario. Bloqueaban su capacidad de avanzar, utilizando


la fuerza y maquinando a sus espaldas. En resumen, era mejor actuar con precaución. Esta vez
en particular, Berwick parecía tener un motivo oculto, por lo que Alus podía imaginar
fácilmente que se vería envuelto en algún problema.

Si se trata de eso, tener solo a Loki podría no ser suficiente. Bueno, si Berwick ha tenido
en cuenta el peor escenario, ya ha pensado en que me defienda y use la fuerza. Así que
probablemente no presionaría por algo imprudente.

Al poco tiempo, Alus y Loki habían llegado al Puerto Circular que conducía a Beliza, en
el distrito central donde se encontraba el Instituto. En cuanto lo pisaron, sus cuerpos de
información de maná fueron analizados y registrados. Una vez terminado, toda la información
fue duplicada y transferida. Era como si sus cuerpos fueran reconstruidos después de un
escaneo completo.

Mientras las partículas de maná llenaban el Puerto Circular, Alus murmuró: “Ya que nos
hemos ocupado de Vanalis, espero que podamos vivir en paz y tranquilidad por el momento.”
Eso era lo que realmente sentía.

“Es cierto. Ha estado muy ocupado últimamente… Estoy segura de que podremos
tomárnoslo con calma durante un tiempo. Volveremos a la normalidad.” Dijo Loki para
consolarle, pero Alus ya ni siquiera podía distinguir lo que era normal y anormal. ‘Normal’
probablemente significaba vivir una vida de estudiante normal en el Instituto.

Pero cuando pensó eso, no pudo estar realmente de acuerdo con ello. Aun así, el Instituto
era el lugar al que había ido a parar en su intento de distanciarse del ejército, buscando una
vida más normal. Así que al final no era una mala vida, aunque fuera un poco estresante y
extrañamente ocupada.

Alus se esforzó por alejar sus dudas. Pero al menos estaba seguro de que el laboratorio
del Instituto era el lugar al que pertenecía por ahora.
“También puedes pensarlo así, Sir Alus.” Dijo Loki, levantando un dedo. “Aunque no
pueda tomárselo con calma, puede ver los problemas menores como algo que condimenta la
aburrida vida cotidiana para cambiar el ritmo.”

La sugerencia de Loki ciertamente tenía su utilidad. Alus pasaba la mayor parte de su


tiempo haciendo investigaciones relacionadas con la magia. Y tendía a perderse en sus
investigaciones, pasando la noche entera en vela si era necesario, por lo que estaba claro que
llevaba un estilo de vida poco saludable. En ese caso, verse envuelto en problemas era una
oportunidad para tomarse un descanso de su investigación, casi como una forma de distraerse.

Era fácil adivinar las intenciones de Loki. La cuestión era que ella quería que él mejorara
su estilo de vida, que saliera a la calle y que hiciera algo de ejercicio. Ella le había hablado de
eso.

Sin embargo, siento que las cosas son un poco diferentes que antes. No debería querer
que se metiera en problemas. Eso estaba claro cuando había bromeado sobre enseñar a Lilisha.
Loki odiaba todo lo que le quitaba el tiempo libre a Alus. Sentía resentimiento en su nombre.
Así que era extraño que de repente cambiara de opinión. ¿Va a llover? Bueno, en el caso de
Loki seguro que habría rayos , pensó con cierta diversión, antes de olvidarlo y volver al tema.
“No gracias, paso de cualquier problema.”

“No hay que preocuparse. Estoy segura de que cualquier cosa que le ocurra no supondrá
ningún problema, y si por casualidad es algo dañino, puede eliminarlo.” Declaró Loki con una
sonrisa sin miedo. El hecho de que le conviniera le daba un poco de miedo.

“Sí.” Dijo Alus, tras una pausa. Parecía que no habría ningún cambio en la política de
eliminar a cualquiera que se interpusiera en su camino.

Loki estaba siendo extrañamente agresiva. Tal vez era el resultado de la influencia
persistente de la misión de retomar Vanalis. El esfuerzo de reclutamiento de Lettie
probablemente también tuvo algún efecto en ella. Lettie lo había reconocido como ser humano,
ofreciéndole seguir adelante con él aunque los militares intentaran interponerse. Eso mostraba
su sinceridad, respeto y confianza. Era imposible que algo así no impresionara a Loki. Por eso
Alus decidió que lo mejor era obedecerla, y asintió con la cabeza.

Naturalmente, también había cosas con las que estaba de acuerdo. “Quiero evitar
cualquier disputa en la medida de lo posible. Tampoco tengo idea de lo que piensa Berwick.
Por supuesto, si se cruza la línea, no hay que tener piedad.”
“¡Por supuesto!” Loki apretó el puño, manteniéndolo frente a su pecho como muestra de
su motivación.

“Sólo evita hacer algo precipitado.”

“Por favor, no se preocupe. Sé cómo hacerlo con moderación. Incluso me contendré.”

Alus no sabía a quién se estaba imaginando, pero sintió que le venía un dolor de cabeza
al sonar como si estuviera dispuesta a castigarlos. Al ver la brillante sonrisa de Loki, se dio
cuenta de que cualquier otra conversación era inútil. Se obligó a creer que podía dejarlo todo
en sus manos, y siguió adelante.

Tras un breve paseo desde su punto de llegada, llegaron a otro Puerto Circular. Los
llevaría a su destino final, el Instituto. Por cierto, sólo las personas relacionadas con el
Instituto, identificadas por sus licencias, podían utilizar un Puerto Circular para acceder
directamente a él.

Dicho esto, no estaban muy lejos de él. Podrían correr hasta allí, pero las heridas de Loki
aún no se habían curado del todo. Con su cuerpo envuelto en vendas, tenía estrictamente
prohibido hacer cualquier ejercicio vigoroso. La Maestra Mágica sanadora también le había
dicho que descansara todo lo posible.

Tras completar su último traslado, los dos llegaron de nuevo a los terrenos del Instituto.
El ajetreo que vio Alus a su alrededor le llenó de una extraña mezcla de alivio y tristeza.

Era un poco nostálgico y también algo molesto, un ambiente único en el Instituto. Los
estudiantes no tenían mucho sentido de la reserva o de la consideración debido a su juventud,
y como consecuencia el campus estaba lleno de ruido.

En cuanto a la hora, era justo después del mediodía. La primera lección después del
almuerzo aún no había comenzado.

El tiempo, generado artificialmente como siempre, estaba hoy despejado, sin una sola
nube en el cielo. Los dos andaban un poco a escondidas por lo que había pasado durante el
Festival del Campus. Las habilidades de Alus habían quedado expuestas durante su supuesto
simulacro de batalla contra Elise, y aunque Lilisha lo aclaró con su pequeño acto—y se olvidó
aún más con la aparición de Lettie—quería evitar un segundo incidente si era posible.

Los dos decidieron ir a la habitación de Alus en el edificio de investigación en lugar de ir


a clase por ese día.
Una vez acomodado, Alus no tenía energía para volver a la clase. Dicho esto, tampoco
iba a descansar, ya que inmediatamente se dirigió a su escritorio para comenzar su propia
investigación.

Loki aún no se había curado del todo, así que tomó una página del libro de Alus y estudió
magia por su cuenta. Su última misión le había hecho darse cuenta de que no era lo
suficientemente hábil como para seguirle el ritmo… y también de que un Maestro Mágico
podía dañar fácilmente a alguien con sus poderes. En otras palabras, constantemente
manejaban el arma letal conocida como magia.

Por eso, el uso correcto de la magia siempre fue un tema que surgía en las discusiones a
cada momento. La razón por la que organizaciones criminales como Kurama y los Maestros
Mágicos que se desviaban del camino eran odiados era porque convertían el poder destinado
a ser utilizado contra los Fiends en sus congéneres. En el Mundo Exterior, el concepto se
respetaba menos, pero en el ámbito humano, la magia era un poder que debía utilizarse
correctamente y gestionarse de forma adecuada.

Sin embargo, Loki pensó que sus poderes aún no habían alcanzado el punto en el que se
podía cuestionar su uso. Pensó en el hombre de las nieves en Vanalis. Hizo daño a la gente sin
dudarlo y ella no tenía la capacidad de oponerse a él. Y si Alus hubiera llegado incluso
momentos después, ella podría haber muerto. No importaba la razón que tuviera, porque sin
poder estaba indefensa ante el mal.

“Aun así, el atributo del rayo seguro que tiene un montón de hechizos clasificados como
tabú.” Dijo Loki, tratando de sacar algo de información a Alus mientras le servía el té.

“Se podría decir que el atributo es adecuado para el combate debido a su naturaleza.”
Respondió Alus sin volverse a mirar hacia ella, con la mirada fija en su trabajo. Estaba
accediendo al servidor militar para recabar información sobre los hechizos tabú, haciendo uso
de la autoridad que le había otorgado el Gobernador General.

Dicho esto, tenía un límite de tiempo, y no se le permitía ver todos los documentos sobre
hechizos tabú. El servidor también contenía información de alto secreto, pero la autoridad
concedida a Alus era sólo para la magia. Cualquier acceso no autorizado cortaría
inmediatamente la conexión y alertaría al Gobernador General, además de enviar un historial
de quién había accedido al sistema.
No es que no pueda encontrar una o dos maneras de evitarlo… Pero por ahora voy a
esperar y ver. Con una sonrisa traviesa, los dedos de Alus se deslizaron por el teclado virtual
y rápidamente pudo encontrar algo de información.

Oh, esto de acá… Sus ojos se abrieron de par en par. Llamó a Loki para que le echara un
vistazo. Era algo indirecto, pero no estaría de más hacer algo bonito por su compañera.

“¡¿Hechizos de poder que corresponden al vértice del trueno?! Pero parece que están
clasificados como tabú. Me pregunto cuál es el criterio para ello.”

“Bueno, los criterios difieren un poco entre la ley internacional y lo que Alpha clasificó
por su cuenta. Hay hechizos que no son conocidos por otras naciones.” Muchos de ellos
nacieron del pasado oscuro del ejército… su legado negativo. Fueron desarrollados con fines
inhumanos, utilizando la experimentación humana, y si el público se enterara de ellos, la
confianza en los militares caería en picado.

“La gente del Mundo Interior es despreocupada.” Continuó Alus. “Creen fácilmente que
las espadas que se utilizan para protegerlos se blanden con una voluntad justa y con un
propósito mayor.” Había hechizos que estaban configurados para que sólo funcionaran con
humanos, y hechizos que podían provocar una matanza si el usuario se descuidaba. Entonces,
¿por qué recurrir a ese tipo de investigación? Pero no era tan sencillo. “La forma común de
hacer nuevos hechizos es reconfigurar los existentes. En otras palabras, se construye
constantemente sobre sí mismo, así que incluso la investigación base de un hechizo horrible
puede ser útil.”

“Así que es una cuestión de ética…”

“Tal cual. El Detonation de Lettie podría fácilmente volar una ciudad si no tiene cuidado.
Sería el hechizo perfecto para conquistar las ciudades de las naciones enemigas.”

“Qué ironía. La magia fue concebida como un arma contra los Fiends, pero puede acabar
siendo utilizada contra los humanos.” Murmuró Loki.

A Alus le vino a la mente la idea de que las cosas eran así, pero no lo dijo en voz alta. En
su trabajo en la sombra había visto a muchos criminales mágicos, Maestros Mágicos que se
habían desviado del camino. De hecho, había cruzado y matado a un buen número de ellos.
Aunque se tratara de delincuentes dignos de muerte, había utilizado sus poderes contra
personas y no contra Fiends.
Aparte de eso, si los Maestros Mágicos empezaran a olvidar por qué luchan, su papel
como los que llevan el futuro de la humanidad sobre sus hombros se perdería. Dado que eran
los únicos que podían oponerse a los Fiends, la existencia de hechizos tabú resultaba aún más
aterradora.

Alus se sacudió estos estúpidos pensamientos de la cabeza. Prefería dejar la imagen de un


Maestros Mágicos ideal al serio Jean y a los otros Maestros Mágicos de Dígito Único.
“Hablando de truenos…” Dijo, mirando de nuevo la lista de hechizos tabú.

Como el acceso estaba restringido, la pantalla virtual del visor estaba más oscura y era
más difícil de ver que de costumbre, y para poder ver las fórmulas mágicas y otros detalles
había que deshacer varios bloqueos. El código de licencia de Alus era suficiente para
desbloquearlos, pero requería algo de tiempo y esfuerzo. “Hay menos de los ocho vértices del
trueno que son de clase tabú de lo que pensaba. Los hechizos de esa clase requieren un alto
grado de afinidad, así que supongo que es un problema práctico ya que hay muy poca gente
que pueda utilizarlos. Imagino que ni siquiera Sajik ha aprendido uno.”

Por mucho que uno domine el atributo del rayo, los ocho vértices están en una liga propia.
El hechizo Naruikazuchi, de nivel experto, era una carta de triunfo exclusiva de Loki. “Apenas
puedo usar Kuroikazuchi, pero es increíblemente ineficiente.”

De los ocho vértices del trueno, Kuroikazuchi era uno de los que estaba menos
influenciado por la afinidad. Aun así, Alus era el único que podía compensar el grado
anormalmente preciso de su construcción para adaptarse un poco a él. En ese sentido, ni
siquiera él podía utilizar realmente Kuroikazuchi.

Sin embargo, Loki se limitó a elogiarlo sinceramente. “¡Increíble! ¡Kuroikazuchi es un


hechizo de nivel definitivo y su fórmula mágica ni siquiera ha sido lanzada!”

La magia de último nivel estaba en la misma clase que los hechizos tabú, y sólo aprender
la fórmula mágica era una prueba. Se decía que aprenderla iba más allá de lo que se podía
conseguir sólo con el esfuerzo. De hecho, sólo los altos mandos militares sabían que podían
utilizar estos hechizos.

“¿Cree que yo también podría aprenderlo?” Preguntó Loki con entusiasmo a Alus,
acercando su rostro. Actuaba como si hubiera encontrado un remedio secreto que le daría un
impulso inmediato y masivo. Sólo buscaba la fuerza por el bien de Alus. Su intensa mirada
estaba llena de esperanza y expectación.
Sin embargo, Alus la rechazó tajantemente. “Eso no es posible. Teniendo en cuenta la
afinidad y el consumo de maná, no es realista. No es un hechizo realmente práctico para el
combate real.” Esa era una de las razones por las que sólo los Únicos podían manejar hechizos
de nivel máximo. No sólo eran difíciles de aprender, sino que un Maestro Mágico normal
nunca podría manejarlos teniendo en cuenta la cantidad de maná que requerían.

Por eso también se consideraba a los Únicos como algo monstruoso. Estaban en un reino
propio en comparación con otros Maestro Mágicos.

“Ya veo…” A pesar de estar llena de expectativas, Loki había sido derribado sin piedad.

“No hay necesidad de decepcionarse. Mira, por ejemplo, esto… También es un hechizo
tabú.” No todos los ocho vértices del trueno eran hechizos sanos. Incluso si habían sido
desarrollados para ser usados contra los Fiends, había algunos que eran incluso más efectivos
contra los humanos.

La política militar actual era que Alpha no necesitaba hechizos que mataran gente. Desde
ese punto de vista, la mera existencia del M2-Polaris de Lettie era una gran amenaza para la
paz mundial. Pero si es Loki, podría ser capaz de aprender hechizos tabú al mismo nivel que
los vértices. Sin embargo, ¿realmente puedo mostrar estos datos? Podría filtrarse a Berwick…

Esto era algo que valía la pena reflexionar. Si se revelaba que Loki conocía un hechizo
como ese sin ser Dígito Único, sería obvio de quién provenía el conocimiento. Berwick le dio
a Alus privilegios de acceso porque confiaba en él, así que sería un completo desprecio a eso.

Alus se rascó la cabeza. “Bueno, supongo que no sería la primera vez.” Y así optó por
copiar los datos. Berwick seguía manteniendo en secreto la información sobre Lilisha—
probablemente—, así que era justo. O no… Pero podía considerarlo como otra recompensa
por lo de Vanalis.

“Ahora bien, creo que es suficiente. No tengo mucho tiempo, así que haré un barrido
rápido del resto.” Alus dio un codazo a Loki, que miraba la pantalla con intensa concentración.
Podía entender su curiosidad, por supuesto. Loki era una Maestra Mágica por derecho propio.
No podía evitar sentirse intrigada por los hechizos de alto nivel, fueran tabúes o no.

“¡Lo siento!” Loki se apresuró a disculparse y dio un paso atrás.


“No tienes que ir tan lejos. No habrá ningún problema si lo observas desde detrás de mí.
Sin embargo, no digas nada de lo que ves. Si Berwick se entera, lo usará como palanca para
hacer un trato.”

“¡Por supuesto!” Respondió Loki con brío. Sin poder ocultar su emoción, se colocó justo
detrás de Alus, a pocos centímetros de él.

Ignorando esto, Alus volvió a centrar su atención en su trabajo. No podía seguir haciendo
el tonto. No había pedido privilegios de acceso sólo para divertirse, sino para buscar entre la
magia tabú y conseguir una pista sobre la identidad del hombre de las nieves. Probablemente
era un miembro de una organización criminal como Kurama, pero había algo extraño en la
magia que había utilizado. El hechizo para convertir a Vanalis en un paisaje cubierto de nieve,
y la forma en que los Fiends parecían coordinarse… Era claramente posible, pero ¿cómo?

De todos modos, no creo que mis posibilidades de encontrarlo de esta manera sean muy
altas. El hechizo es probablemente fundamentalmente diferente de los que usamos. Parece que
la construcción de la magia involucrada ha sido tejida a través de una forma de pensar
completamente diferente. Probablemente también esté más cerca de la esencia de la magia
que nuestra magia moderna. Es una forma más completa de ella.

Ese era el mayor motivo de preocupación. Era sólo una conjetura, pero significaba que la
magia del oponente estaba más cerca de la forma completa de magia que usaban los Fiends.

La magia que utilizaban los humanos estaba llena de ruido de pensamientos y emociones.
Alus creía que éste era el mayor factor que impedía que la magia humana se perfeccionara. Si
se pudiera eliminar esa desventaja, el equilibrio entre los Fiends y los humanos cambiaría
drásticamente. Y el enemigo, de alguna manera, se las había arreglado para conseguirlo.

Mientras se desplazaba rápidamente por el contenido, su cerebro también se aceleró. La


diferencia entre la magia de los humanos y la de los Fiends era grande. Un ejemplo claro era
el Kehenage que había utilizado el Fiend gobernante en Vanalis, el Shem Azah. En términos
de cantidad de maná, Alus podía utilizar hechizos a la misma escala, pero la precisión en la
construcción sería claramente inferior.

La magia de alto nivel era prácticamente la verdadera naturaleza de los Fiends. Era el
campo en el que más destacaban. Como había demostrado en Vanalis, Alus aún podía tomar
contramedidas, pero eso era problemático en sí mismo. No podía proteger la totalidad del
dominio humano por sí solo. No era necesario que estuvieran al nivel de Alus, pero a menos
que todos los Dobles—no, tal vez sólo los Únicos—tuvieran suficientes conocimientos y
habilidades para no quedarse atrás, nunca conocería la paz.

El punto de vista predominante era que el equilibrio entre los Fiends y los humanos
debería ser al menos parejo. Pero había muchas cosas de las que preocuparse, como el
debilitamiento del poder de la Torre de Babel, la aparición de Fiends como el Devorador y los
factores inquietantes que habían visto en Vanalis. La situación no le parecía optimista.

Mientras Loki observaba, Alus revisó los hechizos de atributos de hielo. Un par de ellos
le llamaron la atención, pero, como era de esperar, los que buscaba no aparecían por ningún
lado.

Había uno que parecía prometedor, pero cuando lo investigó más a fondo descubrió que
ni la fórmula mágica ni sus efectos habían sido registrados. “Garb Sheep, eh. Está clasificada
como tabú, pero lo único que dice es su nombre.”

Mientras se rascaba la cabeza, Loki preguntó: “¿Lo ha encontrado?”

“No, probablemente tampoco sea esto. Bueno, tampoco es que esperara mucho.” Si había
otros, serían los hechizos mantenidos en secreto en las familias nobles, como había sugerido
Berwick, o tal vez hechizos tabú de otras naciones. Y si las familias nobles de Alpha guardaban
secretos, no sería extraño que las familias nobles de las otras naciones hicieran lo mismo. En
ese caso, no hay nada que pueda hacer… No, todavía hay una posibilidad.

Se le ocurrió una idea, pero tampoco era muy probable que diera resultados, así que lo
comprobaría más tarde. Con eso, deslizó sus dedos por el teclado para cerrar la pantalla virtual.
“Bueno, al menos he podido revisar los hechizos tabú. Si ves algún hechizo bueno, te prepararé
una fórmula mágica en algún momento. Después de todo, no puedo copiarlo tal cual.”

“¡¿De verdad?! No se retracte, ¿entendido?”

“No te hagas ilusiones. Sólo estaba pensando en trastear con algunas fórmulas después de
estimularme con esto. Sólo será un proyecto secundario en mi investigación.”

“¡Es más que suficiente, Sir Alus!” Loki dio una palmada y sonrió, antes de que se le
ocurriera algo y su expresión cambiara. “¿No cree que este tipo de orientación es más valiosa
que las lecciones del Instituto?”

“Eso es obvio, pero es demasiado tarde para decir algo ahora.” Por eso Alus solía faltar a
clase. No había planeado faltar tanto, pero no tenía sentido asistir a las clases más de lo
necesario. Si realmente lo pensara, probablemente llegaría a la conclusión de que venir al
Instituto fue un error en primer lugar.

Mientras Alus terminaba su investigación, sonó el timbre de la puerta, justo cuando


pensaba tomarse una taza de té para relajarse. Pudo saber quién era sólo por la forma en que
sonó. Pero ya esperaba que vinieran, y miró a Loki para que abriera la puerta.

“¡Ah! ¡Sabía que habían vuelto!” Exclamó Tesfia.

“Bienvenidos. ¿Cómo les fue en la misión?” Preguntó Alice.

Un pequeño suspiro escapó de los labios de Loki cuando abrió la puerta para descubrir a
una sonriente Tesfia con Alice detrás de ella. Parecía que las clases habían terminado por hoy
y que habían pasado por allí de camino a casa. Si Alus les hubiera dicho que tenía que ocuparse
de algún asunto, habrían adivinado fácilmente que se trataba de una misión, y por eso se había
marchado sin decirles nada.

“¿Quién se los ha dicho?” Preguntó Alus. “Sólo la directora lo sabría, pero dudo que haya
dicho algo.”

“¿No deberíamos haber dicho nada?” Alice se tapó la boca con la mano y pinchó a Tesfia
con el codo.

“Um… B-Bueno, está bien, ¿no? Alice y yo somos las únicas que lo sabemos. No iríamos
a decírselo a nadie más.” Tesfia dejó su bolsa y trató de seguir con el entrenamiento.

“Eso no funcionará. Si quieres que te entrene, responde a mi pregunta.”

Las dos chicas se miraron. Como si se diera por vencida, Tesfia habló con un mohín.
“Sólo ver esa mirada de suficiencia me pone de los nervios. Así que no quiero decirlo.”

“No eres una niña.” Alus estaba exasperado, pero parecía que había alguien que les había
contado a las dos su regreso. Esta era una noticia infeliz para él.

Era difícil sentirse tranquilo si cada uno de sus pasos estaba siendo observado. Era ese
tipo de cosas las que le obligaban a estar en guardia cuando veía información confidencial en
su habitación privada. Dicho esto, se trataba de secretos militares, por lo que la discreción
sería necesaria en cualquier caso. Aun así, había una gran diferencia entre tener un espía
vigilando constantemente y no tenerlo.
Lo mismo ocurría con la ocultación de su identidad. Su relación con los militares había
sido expuesta, pero nadie sabía aún que era un Maestro Mágico de Dígito Único.

A continuación, se dirigió a Alice. Ella sólo pudo reírse torpemente y sacar un poco la
lengua. Al parecer, algo había sucedido mientras él no estaba. “Parece que no te han dicho que
te calles, así que date prisa y…” Alus presionó.

… Cuando otra voz habló. “Creo que yo sería la más adecuada para responder a eso.”

Tesfia y Alice se volvieron sorprendidas, mientras que Alus y Loki se limitaron a mirar a
la persona. Se habían dado cuenta de su presencia antes de tiempo, aunque probablemente no
estaba tratando de ocultarla en primer lugar.

Empujando la pesada puerta y mostrándose a sí misma estaba Lilisha, con su cabello rubio
revoloteando. Hizo contacto visual como si pidiera permiso para entrar.

¿Estaba espiando o simplemente esperando el momento adecuado para aparecer? En


cualquier caso, no puedo decir si está tratando de ser educada, pero el hecho de que usara su
pie para evitar que la puerta se cerrara… y aun así buscara permiso para entrar… es un poco
a medias.

Había una atmósfera mansa, casi tímida, en ella. “Con permiso.” Entró torpemente y miró
la habitación. “Oh, qué interesante.” Dijo, como si fuera su primera vez en una habitación del
sexo opuesto.

La forma en que ella parecía extrañamente impresionada lo ponía de los nervios, pero
Alus decidió no tocar el tema. Después de todo, la zona interior era el territorio de Loki.

“¡¿Por qué estás aquí?!”

“Oh, no me dejes fuera, Fia.” En respuesta a la aguda exclamación de Tesfia, Lilisha le


contestó en tono desenfadado con una alegre sonrisa como si fueran amigas. Por su forma de
actuar, parecía que Lilisha no intentaba enemistarse con ella. Como si estuviera acostumbrada,
dejó pasar los comentarios de Tesfia. Sin embargo, dependiendo de cómo se mire, su actitud
podría interpretarse como que ni siquiera se fijaba en Tesfia. Era esa parte de ella que utilizaba
a los demás como peones en un juego sin ninguna vergüenza para conspirar contra su entorno
si era necesario. Si no fuera por la mirada de repulsión de Tesfia, cualquiera pensaría que eran
compañeras de clase que se llevaban bien.
“Sin mencionar que mi trabajo es observar al señor Alus.” Continuó Lilisha. “Te dije que
había vuelto como muestra de nuestra amistad.”

Así que ella es la fuente, pensó Alus, y frunció el ceño.

“No te he pedido que me lo digas. Además, ¿alguna vez has mirado realmente lo que estás
haciendo? ¡Eres como una acosadora escondidas entre bastidores! ¡Hmph! ¡Supongo que esa
es la forma en que los sombríos y miserables Rimfuge hacen las cosas!”

“¡¡—!!” Lilisha entrecerró los ojos y miró fijamente a Tesfia. Sorprendentemente, aunque
parecía ser buena esquivando a sus oponentes y manteniendo la calma, ahora parecía realmente
ofendida.

Oh, así que ella reaccionará a eso. Intentó mantener una sonrisa amistosa, pero Alus pudo
ver lo tensa que estaba. Parecía que la existencia de Tesfia era la razón de ello. Para bien o
para mal, ella y Lilisha parecían ser fundamentalmente incompatibles.

“¡Esta es mi misión! Es un trabajo, ¡de acuerdo! Además, te pareces mucho más a un


acosadora que a yo, entrando casualmente en la habitación de un hombre con el pretexto de
entrenar. ¡Y además de forma constante! Para que sepas, estás siendo ignorante y
desconsiderada. Estás actuando de forma demasiado impropia para la hija de la familia Fable.”
Gritó Lilisha, actuando con sorprendente infantilismo.

“Parece que ya se te ha caído la máscara.” Murmuró Alus con exasperación, lo que pareció
sacar a Lilisha de sus casillas. Se enderezó y se arregló rápidamente el cabello desordenado,
pero ya era demasiado tarde. Mientras tanto, Tesfia sonreía.

Al verlas a las dos, la imagen de nobleza que Alus tenía antes en su cabeza se derrumbaba
rápidamente. Ya no consideraba que su antipatía por ellos indicara estrechez de miras. Tesfia
incluso parecía que iba a alzar un puño en señal de celebración, pero Alus la ignoró y volvió
al tema. Normalmente evitaría este tipo de cosas, pero no había otra cosa que hacer en esta
situación. “Así que se lo dijiste a estas dos. En realidad, mis movimientos—y los de Loki—
son técnicamente un secreto militar, así que ¿de dónde has sacado esa información?”

“¡Oh, qué bien! Esa forma de hablar hace que parezca que somos cercanos. Supongo que
fingir que somos estudiantes no es tan malo.”

“…” Mientras Lilisha parecía presumir, Alus se puso en silencio a presionar. Después de
todo, era un estudiante porque quería serlo.
Lilisha se encogió de hombros y continuó. “Es fácil conseguir información a través de las
conexiones, señor Alus. Oh, cierto, los títulos son innecesarios… Alus. A decir verdad, mi
hermano es militar, así que lo escuché por casualidad. Por supuesto, lo único que escuché
directamente fue sobre movimientos militares. Y luego Lady Lettie apareció en el Instituto y
tú desapareciste con ella hacia el cuartel militar…” Su tono hizo que pareciera que cualquiera
podría haberlo descubierto.

Es cierto que sonaba simple cuando ella lo decía así, pero esa actitud podría molestar a
Loki. Aunque era cierto que él le había dicho que no era necesario ser tan formal.

Cuando Alus miró a Loki, vio que estaba callada, pero sus labios apretados y su mirada
fría dejaban claro cómo se sentía. Quería que se controlara, pero temía lo que le esperaba en
el futuro.

Ignorando los pensamientos de Alus, Lilisha continuó: “Pero sólo les hablé a estas dos de
ti porque fueron muy insistentes. Quiero que al menos entiendas eso.”

Tesfia rechinó los dientes. Incapaz de aguantar más, objetó. “¡Eso es porque no dejaba de
burlarse de nosotras! Como si estuviera haciendo alarde de una información que sólo ella
conocía, Al.” Dijo con la cara roja, señalando a Lilisha.

“No me importa.” Dijo Alus. “A mí no me mires.”

Mientras tanto, Alice sólo mostró una vaga sonrisa, actuando con mucha más modestia.
Y Lilisha parecía completamente serena junto a la humeante Tesfia, como si estuviera
dispuesta a avivar aún más el fuego.

Era realmente difícil decir quién era noble entre esas dos y Alice. Si le preguntaran quién
era el noble, Alus no dudaría en elegir a Alice.

A Tesfia no le gustaba que Lilisha se comportara de forma tan prepotente cuando tenían
la misma edad y Lilisha acababa de ser transferida. Los nobles solían competir entre sí cuando
tenían tiempo, pero estas dos no se llevaban bien. Por lo que Alus entendió de la declaración
de Tesfia, parecía que la familia Rimfuge en particular era vista como inconformista y aislada
del resto de la nobleza.

Fue entonces cuando Loki intervino, quizás percibiendo el agotamiento mental de Alus.
“Señorita Tesfia, no estamos llegando a ninguna parte, ¿podría cerrar la boca por un momento?
Parece que las formas de la Sra. Lilisha te molestan, pero ¿puedes intentar que no te moleste
demasiado? Sólo es una observadora enviada por los militares. Nada más y nada menos.” Loki
sonaba como si supiera de todo, pero parecía que también le disgustaba Lilisha, teniendo en
cuenta el fuerte tono que utilizaba.

“Vaya, ¿también usted, señorita Loki? ¿No hay nadie aquí que me entienda?” Preguntó
Lilisha con una mirada hosca, tratando de ganar simpatía, pero nadie iba a caer en un acto tan
transparente…

… Excepto para una persona. “Eso no es cierto. Quiero ser amiga tuya. Sólo que no te
entienden realmente, pero estoy segura de que cuando pasemos más tiempo juntas podremos
llevarnos bien, Lilisha.” Proclamó Alice con una extraña sensación de tolerancia. Tomó la
mano de Lilisha entre las suyas y la miró a los ojos.

“Gracias, señora Alice.” Lilisha se limpió los ojos secos con el dedo como si estuviera
abrumada por la emoción. Parecía el final de un drama de colegialas en el que el malentendido
se aclaraba y todas volvían a estar juntas.

“Oh, Alice… Siempre te dejas engañar tan fácilmente por este tipo de actos.” Dijo Tesfia
de forma señalada, mientras sus hombros caían. Esta vez Alus no pudo evitar darle la razón.
“Alice, no es que Lilisha quiera realmente ser nuestra amiga. Sólo quiere ser una amiga de
mentira, así que no te molestes con ella.”

Ante eso, Lilisha se quejó con una inesperada expresión de seriedad: “Ahí tienes,
dejándome fuera otra vez. ¡Por qué no podemos pretender llevarnos bien a pesar de algunas
circunstancias y agendas ocultas!”

Alus y las demás se limitaron a mirarla sin decir nada, y ella añadió en voz baja: “Ese
‘fingir’ era sólo una forma de hablar.”

“¡Te entiendo!” Por cierto, la única que parecía ‘entender’ los pensamientos internos de
Lilisha era una sonriente Alicia.

“Oh, bueno. Gracias por seguirme la corriente, Srta. Alice.”

“¿Qué?” Alice la miró con sorpresa y confusión.

“Me encantan este tipo de cosas. ¿No crees que es divertido? Hagámoslo de nuevo alguna
vez.” El tono no apologético de Lilisha probablemente reveló sus verdaderos sentimientos.

“¿Siquiera sabes lo que son los amigos?” Le preguntó Alus.


“¿Vas a preguntar eso?” Replicó Tesfia.

Pero desde el punto de vista de Alus, Lilisha ni siquiera parecía entender el significado de
la palabra. Sólo decía “fingir” porque no lo entendía bien. Al igual que Alus y Loki, también
había algo raro en Lilisha. Dentro de la sociedad noble, los Frusevan eran tratados como
plagas. Alus pensó que había visto parte de la razón de eso.

“No quiero que me vean como una paleta. Incluso yo tengo amigos. Como mamá y papá.”

Todos se quedaron paralizados por un momento… y después de intercambiar miradas,


estaba claro que todos estaban de acuerdo en que, como mínimo, había algo que no funcionaba
en la personalidad de Lilisha. Si hubiera dicho que su único amigo era el hermano que
mencionaba de vez en cuando, aún podría pasar por una hermana pequeña que sólo se abría a
su hermano. Pero de todas las cosas, ella había sacado a relucir a sus padres. Ni siquiera Alus
estaba tan alejado de la sociedad. Tampoco se atrevió a señalar que los padres no contaban
como amigos.

“Aun así… pensar que llamas a tus padres papá y mamá. Tienes un lado
sorprendentemente lindo, ¿eh?” Dijo Tesfia, por alguna razón rascándose vergonzosamente la
mejilla.

Lilisha retrocedió como si hubiera recibido un golpe en las tripas. Su cara se puso roja.
Pero al momento siguiente se sacudió la vergüenza y enderezó su postura. La forma en que
sus expresiones cambiaban tan rápidamente era como si su personalidad tuviera un interruptor
de encendido y apagado.

En un cambio total de su actitud anterior, se puso de pie. “¡Felicidades por tu regreso de


Vanalis!” Fue realmente brusco, por no mencionar que el nombre de la región también era
todavía un secreto militar… Su cabello rubio se agitó mientras bajaba la cabeza y mostraba
respeto a Alus.

Cuando vio eso, Alus se convenció de que todos los nobles eran raros. “Me gustaría dar
las gracias, pero guárdalo para Lettie.” En este punto, renunció a ocultarlo. De hecho, como
no había recibido ningún agradecimiento oficial de los militares, incluso le hizo un poco feliz.

Dicho esto, era poco probable que Lilisha estuviera alabando sus habilidades de verdad.
Era evidente si se seguía su mirada.
“¿Qué? ¿Vanalis?” Tesfia, con la boca abierta, miró a Lilisha y a Alus a su vez, con la
confusión clara en su rostro.

Lilisha habló con una sonrisa ridícula. “Oh, bien. Ya que eres una ignorante de primer
año, te lo diré sólo esta vez, Fia. Sería triste que te sintieras excluida.”

Al ver cómo las mejillas de Tesfia se enrojecían de ira, Alus miró a Loki para que
interviniera y evitara que las cosas empeoraran.

“Lilisha, el cerebro de esa pelirroja puede estar vacío, pero te agradeceríamos que no
empezaras ningún problema.”

Lilisha se encogió de hombros, ahora más compuesta, y cerró la boca. Al ver eso, Loki
continuó exponiendo la voluntad de Alus. “¿También lo entienden, señoritas Fia y Alice?”

“D-De acuerdo.” Dijo Tesfia. Y Alice respondió: “Sí.”

Levantando el dedo índice, Loki comenzó a explicárselo a las dos chicas con su expresión
llena de orgullo. “Como habrán captado, Sir Alus y yo fuimos a retomar cierta región. Para
empezar, Sir Alus retomó una vez Covent, pero de todas las cosas, se quedó sin mantener
durante mucho tiempo. Ya es cosa del pasado, pero en aquel entonces sólo enviaron a Sir Alus
a retomar Covent sin planear qué hacer con ella después. Una vez que el Gobernador General
Berwick se hizo cargo, Alpha finalmente se embarcó en su búsqueda para retomar el Mundo
Exterior, utilizando las hazañas y logros de Sir Alus como trampolín para ello…”

La forma en que Loki lo ponía en un pedestal le dificultaba a Alus escuchar, pero como
tampoco quería interrumpirla, se quedó callado.

“Por eso ese lugar se volvió mucho más importante. Es un lugar clave para desplegar
tropas en muchas regiones diferentes. También puede utilizarse como base en el Mundo
Exterior en caso de emergencia. Por eso, hace medio año, Lady Lettie recibió la misión de
recuperarlo.”

“¿Y ese lugar era Vanalis?” Preguntó Tesfia.

Loki asintió. “Omitiré los detalles, pero Sir Alus hizo una promesa personal con Lady
Lettie y terminó saliendo a ayudarla.”

“¿Y lo lograste como resultado…?”


Una pregunta sin sentido. Alus pudo ver por qué Lilisha se burló de Tesfia cuando tomó
el relevo de Loki. “Si no lo hubiéramos hecho, no habríamos vuelto.”

“Oh.” Dijo Tesfia. “Bueno, es Alus.”

Aunque eso bastó para convencer a Tesfia, Alus sólo esbozó una vaga sonrisa. Vanalis
había sido retomada, pero aún quedaban muchas preguntas sin respuesta, por lo que era difícil
alegrarse por ello. Loki también lo sabía, pero no lo dejó escapar.

Alice levantó la mano. En respuesta, Loki se ajustó unas gafas inexistentes como si fuera
una profesora y la señaló. “Adelante, señorita Alice.”

“¿Qué clase de Fiend había allí? ¿Cómo… se retoma una región…?” Hacia el final, se dio
cuenta de que estaba tocando secretos militares y dudó. Era una pregunta difícil de responder.

Como tal, Loki respondió en lugar de Alus. “Señorita Alice, me temo que no puedo decirle
eso. Estoy segura de que en algún momento habrá un anuncio oficial.”

“Pero incluso entonces sólo será un aviso oficial, y no tiene por qué ser la verdad.” Lilisha
entendía el funcionamiento interno del ejército, así que llegó al meollo de la cuestión.

“¿Va a decir eso, señorita Lilisha? Bueno, no sería la primera vez.” Respondió Loki,
imperturbable como siempre.

Alus sólo se encogió de hombros. “Así es. Pero te hablaré de los tipos de Fiends y de las
tácticas cuando tenga algo de tiempo.”

“Pero, ¿ahora no puedes? ¿Es porque estoy aquí?” La expresión de Lilisha se


ensombreció. Al mismo tiempo, parecía extrañamente triste.

“De todos modos, obtendrás la información de tu hermano, ¿no es así? Además, está
bastante claro que te limitarás a comprobar lo que yo diga para confirmar que es válido, y de
paso conseguirás alguna información extra.”

“Oh, parece que has visto a través de mí. Pero, ¿no vas a seguir el juego?”

“Si has terminado aquí, vete a casa. No tienes ninguna intención de ocultarlo, y ser
observado no es nada divertido.”

“No seas así. Deja que yo también observe. No es que observar sea algo importante. Es
una forma de pasar el tiempo. Si quieres, puedo decirles a mis superiores lo que quieras.” El
tono de Lilisha era una extraña mezcla de formalidad y desenfado, por lo que era difícil saber
cómo pretendía quedar, pero estaba claro que pensaba quedarse.

Se acercó directamente a Alus. Él no podía saber qué era exactamente lo que le interesaba,
pero sus ojos recorrían toda la habitación con una curiosidad infantil. Como llevaba un rato
mirando a su alrededor, su comportamiento era fácil de leer.

“¿Por favor? No me interpondré en el entrenamiento.” Suplicó Lilisha, juntando las


manos.

Alus suspiró y finalmente cedió. “Haz lo que quieras.”

“Esto es lo que esperaba de la habitación de Alus. Equipo de investigación de última


generación, documentos valiosos… ¡Ah, esta es la teoría mágica de Lungdoberg! ¡¿Qué?! ¿No
es este el documento que causó controversia en la conferencia académica?” Lilisha lo recogió
y arrugó la frente. “Sin mencionar que todos estos libros son raros. ¿Qué está pasando?”

“El Gobernador General lo organizó. Pareces ser bastante culta. Normalmente la gente ni
siquiera conoce los nombres de este tipo de libros de nicho.” Ni siquiera Alus había mirado
todos los periódicos más recientes. Como mucho, decidía qué leer basándose en el título. En
cualquier caso, todos eran cosas que Alus ya conocía, así que no tenía mucho sentido.

“Sólo hojeo lo que me interesa. Aunque los leyera, no entendería ni la mitad.”

Eso seguía siendo impresionante, y Alus no odiaba ese tipo de enfoque. En todo caso, era
admirable.

Recientemente, Loki había empezado a leer los libros difíciles que poseía Alus, y había
llegado a ser capaz de, al menos, discutirlos. Pero debido a su espíritu erudito, Alus tendía a
dejarse llevar en tales discusiones, lo que la llevaba a desistir.

Algunos de los libros que leía se consideraban heréticos, por lo que cualquier discusión
sobre ellos era aún peor. Raros o no, eran del tipo que ningún investigador serio miraría
siquiera. “Me gustaría que Loki aprendiera una o dos cosas de ti, pero me sorprende que
incluso conozcas estos.”

“No es que me haga la altanera, pero al fin y al cabo soy una noble. Estoy recibiendo una
buena cantidad de educación, ya sabes.”
Hablar con Lilisha parecía una discusión de bajo nivel con un estudiante, pero su material
de lectura era digno de elogio. La mirada de Alus se dirigió naturalmente hacia la otra noble
de la sala.

“No, es que estás pidiendo demasiado.” Respondió Tesfia con un razonamiento justo.

“Es cierto, así que no tienes que tomártelo en serio, Fia.” Dijo Alice. “Sólo los
investigadores realmente raros mirarían los libros de aquí.”

Alus tenía una o dos cosas que podía decir a eso, pero antes de que pudiera refutarla, se
le adelantó.

“Bueno, por eso Alus destaca entre los investigadores en el campo de la magia. Aunque
eso es todo, ya que rara vez utiliza su nombre real en sus trabajos.” Dijo Lilisha.

Si ella sabía tanto, Alus no tenía motivos para decir nada más. Había investigado sobre él
tanto como sobre la información militar. Aun así, Lilisha probablemente no se interpondría en
el camino mientras otra cosa captara su interés. De hecho, si iba a meterse en otra pequeña
disputa con Tesfia, prefería que se distrajera dando una vuelta por la sala.

Pero si por algún extraño giro de los acontecimientos termino teniendo que enseñarle…
Bueno, supongo que no me importaría simplemente hablar. Algunas preocupaciones menores
brotaron en su corazón, pero Alus sacudió la cabeza y las negó. Probablemente no terminaría
enseñándole o entrenándola, pero no había necesidad de ser más antagónico que de costumbre.
Al menos podía ser una compañera de conversación decente.

Por el momento, quería evitar la situación de tener que enseñar magia a Lilisha… Alus se
armó de valor por si acaso.

Afortunadamente, eso no se produjo. Aunque, irónicamente, su otra preocupación de que


causara problemas con Tesfia resultó ser acertada.

Después de pasar un rato por el laboratorio, Lilisha miró a Tesfia, que estaba entrenando
en silencio. “Um, ¿eso es un entrenamiento de control de maná? Hace tiempo que me lo
pregunto, y puede que suene grosero, pero… ¿en serio no puedes hacerlo? ¿Entiendes las
propiedades del maná?” Dijo Lilisha con cara de circunstancias. Parecía que se había cansado
de mirar alrededor de la habitación, y se dirigió a Tesfia para buscar pelea. Los bordes de sus
labios se levantaron en una sonrisa sádica.
“¡Ya lo sé! No te metas en medio.” Le gritó Tesfia, pero su tono se debilitó al ver que
Lilisha hacía gala de su propio control del maná.

Por lo que Alus pudo ver, su control era comparable al de un Dígito Doble. Para que
alcanzara ese nivel a su edad, debía de haber practicado a diario desde la infancia. En términos
de control de maná puro podría incluso superar a Loki.

Al ver que todos la miraban, Lilisha confirmó las reacciones de todos y luego se cubrió la
boca con una mano, usando la otra para controlar el maná y producir una forma simple de
cuchillo de su palma.

Era similar a la hoja de maná que Alus utilizaba a menudo. Su fijación de la forma era
aceptable y probablemente tampoco había nada malo en su durabilidad o afilado. Lo más
sorprendente era que hubiera conseguido hacer algo tan delicado con una sola mano.

Los Maestros Mágicos tan hábiles en el control del maná son raros. En todo caso, parece
que está especializada en dar forma al maná. Era una habilidad de control de maná de alto
nivel, pero por lo que pudo ver, ella se concentraba más en la habilidad de moldear maná
libremente que en el consumo eficiente de maná.

“¿Qué pasa, Fia? ¿Por qué estás tan sorprendida?”

“Ugh… ¡P-Por supuesto que me sorprendería! ¡Sólo he visto a Al hacer algo así!” Replicó
Tesfia de forma tajante, que se había visto obligada a admitir la diferencia de sus habilidades.

“¿Qué? No lo entiendo.”

Loki frunció el ceño ante eso. “Señorita Lilisha, los estudiantes normales ni siquiera
pueden controlar el maná. Incluso su comprensión del control del maná es vaga.”

“¿Qué, de verdad? ¿Esto no es normal?”

“Incluso yo sólo puedo dar forma al maná durante un corto período de tiempo sin un AAR.
Tengo que admitir que es impresionante. Por cierto, dar forma al maná como una extensión
del cuerpo sigue siendo imposible para mí… Por ahora, claro está.”

La última parte que añadió Loki mostraba su naturaleza competitiva. En cualquier caso,
decía la verdad. Muy pocos estudiantes, si es que alguno, comprendían realmente el maná y
sus propiedades o su esencia. Además, no había nadie más que Alus que pudiera utilizarlo
libremente como forma de energía.
“Ya veo. Lo tomaré como un cumplido. Por otro lado, me falta un poco en el lado de los
hechizos.” Confesó Lilisha con una sonrisa irónica. Admitir su debilidad era
sorprendentemente franco por su parte. Después de todo, los Maestros Mágicos rara vez
mostraban su mano.

Como resultado, la distancia entre ella y los demás se cerró un poco. Podía mostrar un
extraño encanto o amabilidad en cierto modo.

“No tienes que tomarlo como nada… Estaba hablando en serio. Sólo puedo reconocer tu
habilidad en el control del maná.”

Alus estuvo de acuerdo. “Sí, lo que dice Loki es la verdad. La mayoría de la gente no
podría compararse contigo en cuanto a la forma de la magia. Debes haber entrenado durante
mucho tiempo.”

Lilisha no había esperado que la elogiaran tanto cuando lo único que había hecho era
burlarse de Tesfia. Incluso Alus la había reconocido seriamente. Se quedó aturdida por un
momento, antes de reaccionar y mirar hacia otro lado con las mejillas rojas. Entonces llamó a
Alice. “¡Ah, Alice! ¿Sabías que hay un truco para extender el tiempo que puedes controlar tu
maná?”

“¿En serio?” Alice estaba siendo utilizada como medio para que Lilisha ocultase su
vergüenza, pero el truco captó su interés.

Como las chicas que comparten consejos de maquillaje, Lilisha aconsejó a Alice e incluso
empezó a enseñarle algunas cosas. Como eso podría llevar a un mayor progreso, Loki no
interfirió y, de hecho, se unió para dar consejos.

Hm, más que enseñarle algo a Lilisha, parece que no tendré que hacer nada por un
tiempo, pensó Alus, mientras observaba a las armoniosas chicas.

Sin embargo, había una pelirroja obstinada al lado que estaba entrenando por su cuenta,
negándose a unirse al grupo. Sintiendo que la dejaban de lado, Tesfia intentó extender su maná
un poco fuera de su cuerpo como había hecho Lilisha. Dicho esto, si ya podía hacer algo así,
no quedaría nada para que Alus le enseñara. Si tenía las habilidades para ello, formar una hoja
de maná no sería difícil, pero Tesfia se estaba saltando varios pasos, así que no había forma
de que lo hiciera ahora.

No puedo verlo.
Mientras Alus fruncía el ceño, Lilisha estaba haciendo algo interesante con Alice. “Ahí
tienes, estás mejorando. Es imposible captar todo el maná de tu cuerpo, así que imagina que
hay puntos uniformes desde los hombros hasta la punta de los dedos.” Explicó. “Luego intenta
sentir el momento en que el maná recorre esos puntos. A medida que lo hagas, acabarás
agarrándole el truco. Podrás sentir dónde está tu maná y, en última instancia, conseguirás sentir
el flujo.”

Mientras hablaba, Lilisha pinchaba el brazo de Alice como si lo puntuara. También


hablaba lo suficientemente alto como para que Tesfia la oyera. Tesfia pareció interesarse
también por ella.

“¡Es cierto!”

“¿Ves? Haciendo esto puedes sentir tu maná corriendo a través de ti de la manera que
quieres, y eso te llevará a una mayor duración.”

Era un enfoque interesante. En el pasado, Alus había pellizcado a Tesfia y Alice para que
fueran más conscientes del flujo de maná, así que esto era una especie de aplicación de eso.
Era un método que nunca se le habría ocurrido por su cuenta.

“Si te interesa tanto, Fia, ¿por qué no lo pruebas tú también? Hazme caso.” Cuando Lilisha
se dirigió a Tesfia, fue claramente diferente de cómo le había hablado a Alice. Su tono sonaba
un poco condescendiente. Como dos nobles, había una brecha emocional en la raíz de sus
interacciones.

“C-Con el tiempo, tal vez. También puedo hacerlo si me lo propongo…”

Tesfia seguía siendo terca, pero Alice, que había visto resultados claros, la llamó
emocionada. “¡Lilisha es increíble! Hay que entrenar mucho tiempo para poder hacer esto.”

Sus elogios sin reservas hicieron que Lilisha se sintiera avergonzada y feliz.

Alice se volvió entonces para mirar a Alus. Sintiéndose obligado a alabar a Lilisha, Alus
se encogió de hombros y decidió seguirle la corriente. “Es ciertamente un método interesante.
Es un reto interminable para cualquiera, pero normalmente se necesita más tiempo para que
una persona le agarre el hilo.”

“¿Ves?” Alice se volvió hacia Lilisha con los ojos brillantes y una sonrisa alegre.
“¿L-Lo crees? Ajá, ¡puede que sí! Sí, ¡soy increíble! Pero pensar que era así de increíble…
En algún momento he llegado a ser tan buena como para rivalizar con Alus!” Dijo Lilisha,
fingiendo estar abrumada. Estaba claro que actuaba como si se dejara llevar para ocultar su
vergüenza.

“No eres tan buena.” Dijo Loki.

“Claro.” Añadió Alice.

Mientras tanto, Lilisha jugueteaba con su cabello, mostrando un ligero rubor en su rostro.
Parecía una persona completamente diferente a la que había hablado ante los estudiantes ese
día. Parecía que no estaba acostumbrada a los cumplidos cuando era ella misma. No se le daba
bien mantener las apariencias cuando no estaba en el trabajo.

En serio, esta chica… Alus tuvo la inesperada impresión de que Lilisha era
sorprendentemente sencilla, a pesar de que presentaba una fachada tan complicada.

Entonces Lilisha respiró profundamente para tratar de reponerse. “Pero realmente soy
mala con los hechizos, así que es una situación de suma cero.” Debido a su excitación,
comenzó a reunir maná en su palma, aunque estaba dentro del laboratorio de Alus.

Al notar esto, Alus la llamó para tratar de detener su comportamiento imprudente, pero
con su alto nivel de control de maná no le tomó mucho tiempo terminar el hechizo.

Así como todo el mundo contuvo la respiración…

Un chorro de agua salió de la palma de Lilisha. Voló unos treinta centímetros hacia el
techo, antes de perder todo el impulso y salpicar el suelo. “¿Ven?” Dijo sacando un poco la
lengua.

Alus se quedó con la mirada perdida. “Eso es ciertamente terrible.”

Todos asintieron con la cabeza. “Si eso es todo lo que puedes logar vas a tener que repetir
un año.” La declaración de Tesfia, estupefacta, habló por todos los presentes. El Segundo
Instituto Mágico no era de un nivel tan bajo como para que ella fuera capaz de pasar con ese
tipo de habilidad.

Ya veo. Berwick la obligó a entrar así que se saltó el examen de ingreso, por lo que aún
no ha sido expuesta. Pero esto se está poniendo interesante. Parece que su puntería va a fallar
por una vez. Alus mostró una sonrisa socarrona.
Mientras tanto, Loki mostró una brillante sonrisa. “Para ser sincera, tenía la guardia alta
con usted, señorita Lilisha. Pero parece que no tengo que preocuparme. Puede que le resulte
difícil pasar al siguiente curso, pero estoy segura de que encontrará su camino en algún otro
empeño.”

“Nos conocemos desde hace poco tiempo, pero aún tienes posibilidades de entrar en
alguna otra escuela.” Incluso Tesfia pinchó a Lilisha con una mirada de lástima y compasión.
Dicho esto, al ver que reprimía una carcajada al mismo tiempo, estaba claro que se regodeaba.

Las mejillas de Lilisha se crisparon en respuesta a los comentarios.

Después de un momento, dejando a Lilisha en paz, Alus levantó la vista de su


investigación y notó que Tesfia continuaba con su entrenamiento. Tenía gotas de sudor en la
frente, lo que podría parecer poco atractivo para cualquier espectador. La noche ya empezaba
a asentarse, pero su concentración permanecía intacta.

Sin embargo, no tenía nada que mostrar como resultado. Incapaz de seguir mirando, Alus
dejó escapar un profundo suspiro mientras ponía la cara entre las manos por un momento,
antes de darle a Tesfia un consejo innecesario. “Piensa en la forma que más fácilmente puedas
imaginar. Para empezar, imagina que trazas el contorno de esa forma.”

“…” Tesfia lo miró y asintió. Se concentró en reunir maná en la palma de su mano. La


gran cantidad de maná la situaría entre los mejores estudiantes de su curso. Muchos estudiantes
nobles tenían grandes dotes mágicas, pero en términos de maná puro, Tesfia destacaba.

En poco tiempo, el maná salió de su mano como una bruma. Retrocedió contra el poder
que intentaba suprimirlo, fluyendo como un río.

“Parece que pasará un tiempo antes de que puedas dar forma a algo de forma adecuada.”
En cuanto Alus dijo esto, el maná indefinido de Tesfia desapareció en el aire. “Haah, haah,
haah…” Se agachó con las manos en las rodillas. El sudor corría desde su frente hasta sus
mejillas.

Fue entonces cuando escuchó una risa por su falta de resultados. Lilisha, aún resentida
por lo de antes, se tapó la boca con una mano para ocultar su gran sonrisa. “Alus se desvivió
por enseñarte el truco, así que ¿no deberías ser capaz de hacerlo ya? ¿Quizás no tienes ningún
talento para ello?”

“¿Q-Qué se supone que significa eso—?”


“Tal como dije. Eres imprudente, emocional y torpe.” Lilisha debió ver esto como una
forma de vengarse de ella, ya que había mucho desprecio en sus palabras. “Bueno, si quieres,
puedo enseñarte a fondo. Eso debería facilitarte las cosas… y luego, a cambio, puedes, ya
sabes, enseñarme magia… ¿De acuerdo?”

Parecía que Lilisha quería hacer un intercambio mutuamente beneficioso. Pero cuando
extendió su mano con una sonrisa, un sonido repentino sonó. Tesfia le había retirado la mano
de un manotazo.

Y eso, a su vez, congeló el ambiente de la habitación. Los ojos de Lilisha se abrieron de


par en par por la sorpresa, pero luego se apresuró a decir en un tono exagerado: “¡Eh, eso
duele!” Frunció el ceño mientras se frotaba el dorso de la mano.

“Oh, Dios. Perdóname. ¿Estás bien? No estás herida, ¿verdad? Ya está, no llores.” Tesfia
tenía una mirada de desafío mientras observaba fijamente a Lilisha. Siguiendo con una risa
socarrona, era como si estuviera señalando el comienzo de su batalla.

“¡¿Qué vas a hacer si raspas mi hermosa piel?! A diferencia de alguien tan burdo como
tú, ¡la suavidad de mi piel está en otro nivel!”

“Oh, vaya, pensar que te pondrías emocional por algo así. Qué impropio. Pero esto es un
alivio. Ya que nuestro nivel de control es casi el mismo, estoy segura de que podré dar forma
al maná en poco tiempo.”

El sentido de rivalidad de Lilisha se encendió ante eso y levantó la voz. “Alguien tan
estúpido como tú nunca podría entender la esencia del control del maná. ¿Qué sabes tú de la
nobleza? ¡No tienes ni una pizca de refinamiento! Me imagino el dolor que debe sufrir la jefa
de la familia Fable. Y estoy segura de que a Alus le resulta difícil tener que enseñar a alguien
como tú.”

“¿Hm…?” El foco de atención se dirigió de repente a Alus, pero no pudo negarlo. De


hecho, era la primera vez que alguien que no fuera Loki comprendía sus dificultades.

“Vamos, Alus. ¡Dilo en voz alta para que todos lo oigan! ¡Di a todos los problemas que
te está causando una alumna tan terrible! ¡Informa al Gobernador General de que hay un
obstáculo que dificulta tu vida en el Instituto!” Exigió Lilisha con una mirada febril,
desapareciendo su habitual distanciamiento y cinismo.
Antes de que Alus pudiera decir que era demasiado tarde para eso, sonó la voz aguda de
Tesfia. “¡Al no haría eso! ¡Y qué pena! El Gobernador General ya ha dado su aprobación.” Se
jactó como si hubiera ganado. En realidad, con las manos en las caderas y la cabeza echada
hacia atrás, Tesfia parecía la verdadera villana de la historia.
IMAGEN
Aparte de eso, aunque eran libres de discutir, a Alus no le satisfacía que se supusiera que
estaba totalmente del lado de Tesfia. Aun así, esta vez tuvo que sonreír y aguantar.
Desgraciadamente, era él quien estaba enseñando a Tesfia. Estaba atrapado con ella, y sería
imposible renunciar a ella ahora.

Después de eso, se inició una pelea a gritos. Desde donde estaba sentado Alus, parecía
realmente mezquino.

Tesfia era fuerte en este tipo de situaciones. Como resultado de su constante reprimenda
por parte de Alus en cada momento, se había convertido en una experta en explotar hábilmente
las debilidades de su oponente y tenía una gran cantidad de palabras sarcásticas y abusivas a
su disposición.

Puede que Lilisha tuviera ventaja en la lógica, pero en una batalla emocional como ésta,
Tesfia estaba un paso por encima. Irónicamente, su tiempo con Alus la había visto crecer de
una manera diferente.

Finalmente, Lilisha se quedó sin palabras y Tesfia se convenció de su victoria. Con una
fría sonrisa miró a Lilisha con lástima. “Hmph, cómo han caído los poderosos. Tu familia llora
por ti, Lilisha. Dejemos esto aquí. Ya no vale la pena.” Miró a Lilisha como si fuera una tonta
lamentable, mientras fingía parecer compasiva.

No hacía falta ser Lilisha para irritarse con la cara de suficiencia de Tesfia. Alus se
sorprendió por la forma en que ella estaba lanzando más golpes a la perdedora. Hey, será mejor
que lo dejes así…

Cuando miró a Lilisha, pudo ver cómo se mordía el labio y rechinaba los dientes. Sacudió
la cabeza como diciendo que se lo había dicho.

Al momento siguiente, Lilisha gritó en voz alta: “¡Te odio! ¡Apuesto a que eres todo
palabrería y lo único que sabes hacer es blandir esa espada sin una pizca de talento para la
magia! Estúpida… ¡mujer cabeza de chorlito!” Su cara estaba roja.

No fue más que un arrebato emocional. Aunque había declarado que Tesfia era una cabeza
de chorlito, no era estrictamente correcto. Es cierto que Tesfia prefería mover su cuerpo en
lugar de usar la cabeza, pero el uso principal de su AAR en forma de espada no era balancearla.

Dicho esto, la búsqueda de culpables no era realmente el objetivo del arrebato de Lilisha.
Las dos estaban peor que los perros y los gatos. Era como mezclar dos productos químicos y
obtener una potente reacción, aunque desde el punto de vista de Alus sólo era una discusión
de nivel estudiantil.

Los nobles son realmente un fastidio, pensó casualmente para sí mismo, mientras se
rascaba la cabeza. Parecía una pelea de niños, pero para las propias chicas era un asunto serio.
Sin embargo, era raro ver que dos personas se odiaran tanto después de conocerse durante un
corto período de tiempo, así que eso era interesante en sí mismo.

Una pelea entre razas raras como ésta no era algo que se viera todos los días. En ese
sentido, Alus se aseguró de observar desde la distancia para no verse involucrado.

Su pelea parecía que iba a durar un rato más, pero Loki dio una palmada como si tuviera
una gran idea. “Entonces, ¿qué tal si nos batimos en duelo?”

A Alus le pareció repentino, pero luego recapacitó y se dio cuenta de que era
sorprendentemente aceptable. Un duelo podría sonar como una batalla entre hijos de dos
familias nobles con el honor de la familia en juego, pero Loki sólo estaba sugiriendo una
simple pelea para arreglar las cosas. En otras palabras, sería como un simulacro de batalla
normal.

“¡No tengo ninguna objeción!” Dijo Tesfia.

“¡Por supuesto, yo tampoco!” Dijo Lilisha.

Las dos chicas aceptaron la sugerencia, haciéndola oficial. Pensando en ello, casi parecía
la forma más noble de resolver su inútil pelea. Puede que queden algunos rencores, pero sería
mucho mejor que la continuación de su disputa.

Alice no estaba acostumbrada a este tipo de cosas, por lo que se puso nerviosa, pero Alus
no quería más problemas en su laboratorio.

“¡No puedo pedir nada más! De todos modos, pronto se acabará. Es hora de que esta
princesa protegida aprenda a qué sabe el pavimento.” Dijo Lilisha de forma provocadora,
frotando su dedo índice contra la palma de la mano abierta.

“No me vengas llorando como un bebé después de haber perdido.” Respondió Tesfia con
una sonrisa burda y un pulgar apuntando al suelo.
Empezaba a ser todo un espectáculo. Si vendían entradas, podrían ganar una fortuna…
pero dejando de lado esos pensamientos, estaba claro que el honor y la cara de la familia habían
sido abandonados hacía tiempo.

Loki hizo una rápida señal a Alus con los ojos, y esperó hasta recibir su asentimiento.
“Entonces está decidido. Lo celebraremos cuando podamos tener algo de tiempo en los
terrenos de entrenamiento. Me pondré en contacto cuando tenga la fecha, así que dejémoslo
así por hoy.”

Las dos chicas asintieron ante la cortés sugerencia de Loki. Luego, ambas anunciaron al
mismo tiempo que se iban a casa. Al darse cuenta de que sus voces se superponían,
intercambiaron miradas y apartaron la vista la una de la otra. Tenían una química terrible pero,
de alguna manera, seguían encajando perfectamente la una con la otra.

Como las dos no querían salir por la puerta al mismo tiempo, Alus leyó el ambiente en la
habitación y llamó a Tesfia, dando a Lilisha una excusa para salir primero.

Una vez que Lilisha se fue, Loki le susurró al oído: “Sir Alus, ahora podemos ver lo que
la señorita Lilisha puede hacer.”

“¡¿?!” Alus estaba asombrado. Loki podía ser bastante astuta. Claro que no había sido ella
la que había avivado las llamas, pero se le había ocurrido la idea del duelo por esta
oportunidad. En otras palabras, quería aprender lo que su enemigo podía hacer.

En cuanto a Alus, había pensado que Loki sólo había intentado resolver la situación
apelando a su juventud… esperando que se enfrentaran como rivales y que, en el proceso,
llegaran a un entendimiento, para luego formar un vínculo de amistad.

Ese era el ideal de juventud que había imaginado, y lo que había pensado que buscaba
Loki, pero… Sí, esto no tiene nada que ver con la juventud. En todo caso, sintió que había
trucos de adultos en el trabajo.

De repente, recordó cuando Tesfia había exigido un duelo con él. Es cierto que ese había
sido el inicio de una especie de relación con ella, pero nunca admitiría que fuera el comienzo
de una amistad. De cualquier manera, es completamente inútil. Si es posible, me gustaría
quedar al margen a partir de ahora.

Mientras Alus refunfuñaba internamente, Alice alargó la mano para acariciar al animal
pelirrojo que siempre se dejaba llevar por sus emociones.
“Alice, lo siento…”

“Oh, no hay forma de ayudarte, Fia.”

Parecía que Tesfia se había calmado y reflexionado sobre sus actos. Sin embargo, Alus
no pudo evitar hacer un comentario cortante. “Siéntete libre de ser de sangre caliente, pero
mantén ese comportamiento fuera de mi habitación. Y encima tener un duelo de todas las
cosas… Al menos mantenlo dentro del ámbito de lo que harían los estudiantes.”

“Lo sé… Lo siento por hacer las cosas incómodas. Bueno, ni Lilisha ni yo somos tan
serias.”

“¿De verdad? Aunque tú no lo seas, ella podría serlo.” Alus parecía dudoso.

Pero Tesfia sólo resopló. “¡Claro que no! Sólo estábamos jugando. Además, no está mal
que los estudiantes se pongan a tono, aunque la que va a ganar seré yo. ¡Le haré probar la
arena del campo de entrenamiento que tanto le gusta!”

Se quedó sin palabras. Había parecido que se había calmado por un momento, sólo para
mostrar lo mala perdedora que era en el siguiente. Alus empezó a pensar que sólo quería hacer
que la chica que le caía mal se rindiera por la fuerza.

Tesfia mostraba una cara de suficiencia al declarar prematuramente la victoria, pero Loki
se apresuró a replicar: “El suelo del campo de entrenamiento no es de arena.”

“¡Ya lo sé! Todo es cuestión de entusiasmo.”

“Es así… De cualquier manera, parece que va a ser un concurso inútil.”

“¡¿Qué?! Tú fuiste quien sugirió que tuviéramos un duelo en primer lugar!” Tesfia echó
humo.

Pero fue entonces cuando Alice cambió su postura para estar de acuerdo con Loki.
“Bueno, probablemente va a ser como dice Loki querida. El lado malo de Fia salió aquí, pero
ambas estaban siendo inmaduras.”

Sus inesperadas palabras hicieron que Tesfia se asustara y replicara: “¡Está bien! Sólo la
llevaré al borde de las lágrimas. Has visto su hechizo, ¿verdad? Será fácil.”

“No creo que sea tan fácil.” Devolvió Loki con una mirada de desprecio. “Sólo espero
que no seas tú quien terminé al borde de las lágrimas.”
Tesfia gimió. Aunque Lilisha no podía construir correctamente un hechizo, su control del
maná era impresionante. Al ver que la marea se volvía en su contra, intentó cambiar de tema
y miró a Alus. “Dejando eso de lado, me detuviste cuando intentaba irme. ¿Hay algo que
quieras?”

La razón principal por la que la había detenido era porque no podía soportar que Tesfia y
Lilisha intentaran irse al mismo tiempo. Dicho esto, no es que no tuviera nada que decir.
“Supongo. Bueno, primero tomemos un té. Después podemos hablar.” Alus hizo una señal a
Loki, que empezó a preparar el té.

Momentos después, una vez que todos tenían una taza en la mano, Alus vio que los ánimos
se habían calmado y comenzó a hablar despreocupadamente. “Entonces, Fia, la familia Fable
tiene artes ocultas, ¿no es así? ¿Hay varios tipos de ellas?”

“Hm.” Dijo Tesfia tras una pausa. “No estoy segura de adónde va esto.”

Al ver que ella fruncía el ceño, Alus chasqueó la lengua en su mente, dándose cuenta de
que había sido demasiado repentino. Su primer intento había fracasado por completo. Con la
fría mirada de Loki clavada en su espalda, se aclaró la garganta con una tos seca. “Bueno,
estaba pensando en nuevos hechizos. Me preguntaba si podría encontrar alguna buena idea
para desarrollar nuevos hechizos para ustedes. Como con el hechizo para Alice, en el que
utilicé una aplicación de un hechizo ya existente. Fia, tienes hechizos transmitidos en tu
familia, así que si es algo del mismo estilo que eso, debería ser fácil de manejar.”

“Como Icicle Sword, por ejemplo.”

“Así es.” Confirmó Alus, con la ayuda de Loki. Quería echar un vistazo a las artes ocultas
de las familias nobles como las que había mencionado Berwick, pero meterse demasiado en
el asunto le haría meterse en sus situaciones. Así que era necesario ser cauteloso para evitar
cualquier problema.

Con eso en mente, ya había analizado la magia transmitida en la familia Fable hasta cierto
punto. Por ejemplo, el hechizo Zepel que le había enseñado era una evolución de la fórmula
de Icicle Sword. Icicle Sword era avanzado, pero no era un hechizo inimaginablemente difícil.

Sin embargo, su construcción era anormalmente compleja para un hechizo de nivel


avanzado. En otras palabras, dejaba intencionadamente espacio para el desarrollo al siguiente
nivel, por lo que había sido comparativamente fácil para Alus construir Zepel después de ver
Icicle Sword.

Pero se dio cuenta de una cosa. Las artes ocultas transmitidas en las familias nobles—que
él había pensado que no eran más que una forma de matar el tiempo para los nobles—podrían
contener en realidad potenciales desconocidos.

“Me pregunto.” Dijo Tesfia. “Dudo que mi madre lo diga tan fácilmente. Sinceramente,
ni siquiera he oído hablar de ningún tipo de paso siguiente, como de Icicle Sword a Zepel.”

Viendo cómo había actuado Frose con Tesfia, Alus también tuvo esa sensación. Si
consideraba que no decirle a la hija de la magia heredada podría ser una vieja costumbre noble,
empezaba a tener sentido. De hecho, tratándose de artes ocultas, sería peligroso e irracional
enseñárselas a alguien que no tuviera ninguna posibilidad de aprenderlas.

Así que tendré que recurrir a mi último recurso: preguntarle directamente. Aunque pueda
parecer imposible, Alus era actualmente el mejor Maestro Mágico de Dígito Único, y como
antiguo miembro del ejército podría ser capaz de negociar con Frose de alguna manera.

Mientras reflexionaba sobre esto, le hizo otra pregunta a Tesfia. “Hablando de eso, Fia…
la familia Fable se centra en moldear el atributo del hielo. Es un enfoque extraño, pero ¿hay
otros hechizos que nazcan de ideas únicas como esa? Digamos, ¿algo que altere el entorno?”
Estaba pensando en el hombre de las nieves, que había utilizado un hechizo de gran alcance
que había transformado a Vanalis en un mundo de plata.

“¿Alteración del entorno? ¿No sería eso tan difícil como tu Niflheim? De ninguna manera,
o al menos, nunca he oído hablar de ello. Combinamos la magia y la habilidad con la espada.
Por eso mi AAR es una espada heredada.”

“Supongo que sí.” Incluso Alus sintió que había errado el tiro. Si iba a reunirse con Frose,
no querría volver a casa con las manos vacías después de una molesta negociación.

“¡Oh, espera! No es una tradición ni nada, pero la generación anterior de la familia Fable
era conocida como la mejor familia de espadachines. ¿Había un término para la magia que
altera el medio ambiente en ese entonces?”

“No, es una designación relativamente reciente.” La magia se desarrollaba y ampliaba


constantemente, abriéndose campos antes desconocidos, lo que daba lugar a nuevas
denominaciones. La generación anterior de la familia Fable fue hace unas décadas. Por aquel
entonces, la magia de nivel experto ni siquiera era una designación. Con las distinciones de la
magia en ese estado, el concepto de magia que altera el entorno no habría existido.

“Ya veo. Pero creo que mi madre sigue ocultando algo. Me parece haber escuchado algo
en ese sentido cuando era niña. Y creo que hay más hechizos transmitidos a la cabeza de la
familia que sólo Icicle Sword. Bueno, tal vez lo escuché mal.”

Su forma de hablar despreocupada daba a entender que no se podía confiar en su memoria.


A pesar de su familia, Tesfia era una estudiante que trabajaba para cubrir todo lo que no fuera
la matrícula y la vida en la residencia. Era una hija de la nobleza, estudiante trabajadora o no,
pero tenía un fuerte sentido de la independencia. Además, había hecho una apuesta con su
madre y continuaba su vida de estudiante tras ganar esa apuesta.

Había labrado su futuro con sus propios poderes. Pensando en ello, la relación con su
madre era tan tensa que había llegado al Instituto por su cuenta. Al parecer, no había pensado
que podía confiar mucho en su familia para empezar.

Supongo que indagar demasiado en la generación anterior podría ser un poco insensible.
Alus volvió a pensar en ello. Ese hombre de las nieves utilizaba cálculos de coordenadas
precisos con su propia posición como eje en su magia. Se parecía a los hechizos de invocación
y era similar a Zepel. Eran iguales en cuanto a que utilizaban coordenadas como base de la
composición.

Alus pensó esto porque Zepel trabajaba utilizando coordenadas para controlar libremente
una espada de hielo invocada. La espada de hielo que el hombre había utilizado tenía una
complicada construcción que interfería con las coordenadas. Además del atributo de hielo,
Zepel tenía más cosas en común con el hechizo que había utilizado el hombre de las nieves.
Aunque eso podría ser sólo una coincidencia.

Al ver que Tesfia inclinaba la cabeza con una mirada suspicaz, Alus volvió a hablar.
“Bueno, creo que lo mejor sería ir a ver a tu madre. Me he descuidado un poco con Zepel, pero
tu madre podría tener objeciones a que te enseñe hechizos. Sería malo para tu reputación que
siguieras aprendiendo hechizos extraños con orígenes misteriosos, sobre todo si tengo en
cuenta hacer algún hechizo nuevo.” Conjuró una excusa plausible para ir a visitar a la familia
Fable.

Sin embargo, Tesfia ignoró sus intenciones y se inclinó sobre su escritorio con ojos
brillantes. “¡¿Un nuevo hechizo?! ¡¿De qué tipo?! ¡¿Como Niflheim?! Por favor, ¡al menos
dime el nombre! ¡¿Como Niflheim, o Niifeelheim… o tal vez sea Heimnifl?!” Parecía que
Niflheim era el hechizo número uno que ella quería aprender.

“Hablando de ser descarado. Es casi refrescante.” Loki se sintió desanimada por la


excitación de Tesfia.

Incluso Alice parecía exasperada. Dicho esto, ella también era estudiante y Maestra
Mágica novata, así que los nuevos hechizos también le interesaban. “Dejando de lado el
Niflheim de Fia, ¿realmente nos enseñarás nuevos hechizos ahora? ¿Hemos llegado por fin a
la siguiente fase?”

Al ver los ojos brillantes de ambas chicas, Alus se arrepintió de haber sacado el tema de
los nuevos hechizos. Pero no era una mentira completa, pues ya tenía algunas ideas en su
mente.

Negarse podría ser lo mejor, pero sería un tema de investigación interesante, y no le


resultaría tan difícil dar forma a las ideas que tenía en la cabeza. En cierto modo, le molestaba
su propio cerebro. “Bueno, una vez que haya terminado con mis propios asuntos…”

Después de que esas palabras salieran de su boca, sintió la mirada apasionada de otra
persona. Así que se resignó a su destino. “Bien, también pensaré en algo para ti, Loki.” Había
copiado algunas fórmulas mientras ojeaba los temas tabú, así que ya era demasiado tarde. Era
casi como si pudiera predecir el futuro.

“Muchas gracias, Sir Alus.”

Con una sonrisa tan brillante dirigida hacia él, no sería capaz de negarle nada. De todos
modos, era algo que habría tenido que hacer en algún momento, pero había querido retrasarlo
todo lo posible. Como los deberes de las vacaciones de verano, una nueva tarea cayó en su
regazo.

******

Unos días después… Alus y Loki asistían correctamente a clase, y entrenaban a Tesfia y
Alice. Se estaban acomodando a su rutina normal.

Como había esperado, su posición en el Instituto estaba protegida. Al menos, nadie sabía
que era el actual número 1 del ranking. La gente lo consideraba como alguien con un futuro
prometedor que realizaba tareas menores para los militares. Eso era inusual pero no inaudito
en el Segundo Instituto Mágico, con su profunda conexión con los militares. De hecho,
Felinella también trabajaba con los militares, aunque a las órdenes de su padre.

Las opiniones sobre la pelea que tuvo Alus en el campo de entrenamiento se habían
dividido en dos bandos. Un bando pensaba que era excelente para un estudiante de primer año,
lo que le situaba bastante arriba en el Instituto. La otra opinión era que estaba muy por encima
del nivel de un estudiante, a la altura de un Dígito Doble. Para respaldar esto, Loki, que era
conocida por ser una Maestra Mágica de Dígito Triple, lo seguía, y esto reforzaba aún más la
imaginación de los que habían visto la pelea.

Aunque esto se acercaba más a la verdad, muy pocos sostenían esta opinión. Eso era en
gran parte gracias a Lilisha. A pesar de ser una estudiante transferida, tenía el aspecto de una
noble con carácter, así como—aparentemente—la confianza de la directora, y la influencia de
tener un hermano que estaba en el ejército. Todo ello se combinaba para convertirla en la
persona mejor informada del campus, siempre en el centro de los cotilleos de los estudiantes.

Al igual que cuando había ayudado a Alus, estaba controlando hábilmente los rumores.
Alus no podía saber si esa había sido la intención de Berwick, pero se lo agradecía.

Además, los estudiantes solían adorar a Felinella Socalent como una diosa. Con el héroe
Vizaist como padre, sus buenos modales y su excelencia en las artes literarias y militares, era
casi perfecta y muchos creían que no podía haber nadie que la superara. Eso se debía sobre
todo a que los estudiantes eran jóvenes.

Como resultado, aunque reconocieran de algún modo que los poderes ocultos de Alus
superaban su limitada imaginación, no lo sentían real. Gracias a ello, la vida escolar de Alus
seguía siendo tranquila.

Sin embargo, hubo algunos cambios. Por ejemplo…

“Hola, Alus, Loki. Enséñame a estudiar alguna vez.” Los estudiantes que pasaban por allí
les llamaban así de vez en cuando. Eso habría sido impensable en el pasado. Probablemente
Ciel había sido la única lo suficientemente excéntrica como para acercarse a alguien tan poco
sociable como Alus.

Asimismo, Loki ya no era observada desde la distancia por los alumnos, pues se había
convertido en una especie de celebridad del Instituto. Si Alus le quitaba los ojos de encima
por un segundo, no era raro que estuviera rodeada de alumnas hablando de lo bonito que era
su cabello o de cómo parecía una muñeca. La trataban como una mascota, aunque Alus se
sentía parcialmente responsable de ello.

A Loki le había molestado al principio, pero últimamente había mejorado en el trato con
ellos. Alus se dijo a sí mismo que estaba bien. Podía sentir que Lilisha estaba moviendo
algunos hilos entre bastidores, tal vez como parte de su pretensión de ser estudiantes.

Mientras estaba en público, Alus perdió la noción de qué clase de persona era Lilisha.
Justo cuando creía haber visto sus verdaderos colores el otro día, se ponía la cara de una dama
noble delante de los estudiantes. Incluso hoy, ella estaba cotilleando con sus compañeros, y él
se sintió extraño cuando la vio reír alegremente mientras charlaba con los demás.

Parece una estudiante normal cuando está así. Podría estar actuando, pero él no creía que
se estuviera obligando a seguir con su vida diaria en el Instituto.

******

No importaba la época o el lugar, los que tenían estatus eran vistos como en la cima, y la
gente importante prefería los lugares altos. Lo mismo ocurría en el Segundo Instituto Mágico.

La vista desde la cima había cambiado mucho en los últimos años. A simple vista, había
varios edificios nuevos, incluidos los de investigación para los profesores. El hecho de que
aquí se emplearan profesores especializados era una de las razones, pero también se trataba de
una de las instituciones de investigación de la nación.

La biblioteca del campus era la mayor del país. También había muchos libros sobre temas
especiales que sólo estaban disponibles allí, por lo que la construcción de edificios de
investigación en los terrenos del campus era la conclusión lógica para la comodidad de los
investigadores y profesores. No sólo había antiguos militares entre los profesores, sino
también investigadores famosos que publicaban numerosos trabajos. El Segundo Instituto
Mágico era un fantástico centro de investigación mágica, además de una gran institución
educativa.

El despacho de la directora se encontraba en la parte superior del edificio principal, y


casualmente la dueña del despacho estaba dentro. Sisty se quitó el abrigo, pues acababa de
regresar de estar fuera del campus, y se desplomó en su sofá.
Era mediodía y el Instituto bullía de estudiantes comiendo sus almuerzos. Sisty soltó un
suspiro de agotamiento y se sirvió un vaso de agua de una jarra. Después de engullirlo, miró
por la gran ventana que había al final de su escritorio.

Como directora del Instituto que formaba a los Maestros Mágicos que llevarían a la
humanidad hacia el futuro, estaba muy ocupada. No sería demasiado duro para ella si sólo
pudiera centrarse en eso, pero algunos de los problemas que la agobiaban iban más allá de su
papel como directora. De hecho, la mayoría lo hacían.

Por ejemplo, al estar el Instituto financiado por los militares, hubo que hacer varios ajustes
por consideración a su relación mutua. También fue Sisty quien tuvo que hacer la mayor parte
del trabajo en relación con los tratos de Berwick con Alus. Tuvo que calmar a los profesores
que no sabían por qué Alus recibía un trato preferente, y en algunos casos tuvo que encubrir
el hecho de que él recibía ese trato en primer lugar.

Luego estaba el caos con el incidente con Godma, y el festival del campus, por lo que las
preguntas sobre la seguridad del Instituto estaban siendo planteadas. Acababa de terminar el
papeleo para aumentar el personal de guardia del Instituto.

Muchos de los estudiantes eran hijos de nobles, así que los problemas no eran sólo de los
estudiantes, sino también de sus padres y familiares. La mayoría eran buenos estudiantes, pero
algunos se aprovechaban arrogantemente del estatus de sus padres para actuar a su antojo.
Sisty siempre se esforzaba por tratar a todos de forma adecuada, pero si cometía un desliz,
corría el riesgo de crear un gran escándalo.

La razón por la que seguía siendo directora era gracias a su carrera. Sisty Nexophia no
sólo era una antigua Única y uno de los Tres Pilares, sino que en la actualidad también se la
consideraba noble. El gobernante le dio el título de ser la primera cabeza oficial de la familia
Nexophia.

Dicho esto, ella tenía poco interés en ello. El peso de su nombre no era más que una de
las medallas que los generales llevaban en el pecho. No era más que una insignia de buen
aspecto. La tiraría en un momento para proteger algo importante.

En la sociedad noble, cada familia se unía a una facción perteneciente a una de las tres
grandes familias nobles. Pero Sisty no formaba parte de ninguna de ellas. Era amiga de las
familias Socalent y Fable, pero se mantenía políticamente neutral.
Hablando de los Socalent… hoy tenía un asunto con el jefe de la familia. “Quería llamar
a Vizaist, pero una vez que pasa a la clandestinidad es imposible dar con su paradero.” En ese
sentido, nadie era tan adecuado para las labores de inteligencia como él. Solía tener a su hija
Felinella como intermediaria, pero ni siquiera ella podía ponerse en contacto con él.

Socalent era el jefe de una de las tres grandes familias nobles, pero su imagen distaba
mucho de la de un noble normal. Siempre estaba en primera línea en el ámbito militar, era
audaz y robusto, pero como en el pasado, también era poco convencional e imprevisible.

“Tal vez debería preguntarle a Frose…” Sisty estaba pensando en la estudiante transferida,
Lilisha Ron de Rimfuge Frusevan. Ella había tenido a Loki como ejemplo anterior, pero no
estaba segura de lo que Berwick estaba pensando cuando empujó a Lilisha al Instituto.

Pero como también había dicho que era la voluntad del gobernante, no había garantía de
que Frose lo supiera. Y aunque lo supiera, era más que posible que no lo dijera.

Sin embargo, a este ritmo, se iba a convertir en un lío. Eso era lo que le decía su instinto.
Sin las defensas necesarias, era poco probable que pudiera capear la tormenta que se
avecinaba. Y con el nombre de la gobernante Cicelnia saliendo a relucir, Sisty no podía
permitirse ser complaciente.

Cicelnia era conocida por su agudeza, y se rumoreaba que no temía tomar decisiones
despiadadas entre bastidores. No dudaba en utilizar la mano de hierro y manipular desde las
sombras en aras del interés nacional o para mejorar la salud de los asuntos internos, aunque
esto sólo era algo que se decía entre las altas esferas.

Desde su toma de posesión, Cicelnia había gozado de un intenso apoyo de los ciudadanos
comunes. Y no mostraba ni un fragmento de ese lado oscuro, así que si era cierto, sólo
significaba que era aún más astuta.

Sisty no tenía pruebas de estos rumores, ni siquiera con sus contactos personales. Era
imposible para ella averiguar la verdad del corazón del gobernante. Ex Única o no, una simple
directora de un instituto no podía reunirse casualmente con el gobernante. Incluso una Única
actual como Lettie necesitaba una cita primero.

Sin embargo, no había duda de que Cicelnia era responsable en gran medida de lo que era
Alpha hoy en día. Detrás de su belleza se escondía un juicio terriblemente astuto y la capacidad
decisiva de llevarlo a cabo. Ella sólo miraba el interés nacional y la lógica, cortando y
desechando todo lo inútil, lo que había convertido a Alpha en una nación próspera. La
reputación de la nación como potencia mágica y el crecimiento del Instituto como lo eran hoy
en día fue gracias a ella.

La posición actual de Berwick también se debía a la autoridad de Cicelnia, por lo que


probablemente debía dejar paso si el gobernante quería impulsar algo.

En ese sentido, todas las intenciones de Cicelnia habían sido exitosas y habían dado
buenos resultados. Y ahora que había solidificado los cimientos de la nación, su siguiente paso
sería…

No, sólo lo estoy pensando demasiado. Pero he oído últimamente que Lady Cicelnia está
dedicando su tiempo a negociar la extracción de mithril.

Durante el Torneo Mágico Amistoso, los mejores de Alpha habían eliminado la mayor
amenaza para la humanidad—un Devorador—fuera de la frontera de Balmes. Lo hicieron
después de que el ejército de Balmes fuera prácticamente destruido, y Cicelnia, por supuesto,
sabía que Alus había formado parte de él.

El yacimiento estaba todavía fuera de la frontera de Balmes, y era posible extraer de él


mithril de gran pureza. Como alguien que tiene en cuenta los intereses nacionales, Cicelnia
querría una parte.

No estaba claro en qué circunstancias habían sido enviados Alus y los demás, pero Sisty
tenía una buena idea. Gracias a Alus, la elaboración de los derechos sobre el mithril debería
progresar tal y como espera Lady Cicelnia. Pero en cuanto a la razón por la que ella dirigió
sus ojos hacia el interior de nuestras fronteras…

Sisty podía decir que Lilisha había sido trasladada al Instituto como parte de una estrategia
de largo alcance, pero no estaba segura de cómo estaba todo conectado.

Había salido a buscar esa información. Sin embargo, con su apretada agenda y la
imposibilidad de abandonar el Instituto durante demasiado tiempo, sólo había tenido un corto
espacio de tiempo para ello.

Si bien era la voluntad de Cicelnia, había pasado por Berwick. Sisty confiaba en él hasta
cierto punto, por no mencionar que los militares habían invertido y cooperado bastante con el
Instituto. A cambio, los excelentes Maestros Mágicos novatos y los nuevos descubrimientos
en materia de magia eran muy valiosos para los militares, por lo que Sisty llegó a la conclusión
de que Berwick no haría nada que pudiera afectar negativamente al Instituto.

Puede que incluso se trate de los propios planes ambiciosos de Berwick. Una vez
mencionó que estaba pensando en los Maestros Mágicos que vendrían después de ellos. Ojalá
me tuviera en cuenta. La sonrisa en el rostro de Sisty, al recordar ese momento, parecía
preguntarle qué creía que era la gente.

Lettie, por ejemplo, se disgustó abiertamente cuando se enteró de que Berwick había
involucrado a Sisty para evitar riesgos. Sisty sonrió al recordar cómo Lettie le había descrito
como un desalmado. Si, en aquel momento, Lettie le hubiera preguntado seriamente cuánto
tiempo llevaba su plan en marcha, Sisty se lo habría quitado de encima como si no fuera gran
cosa. Al igual que había respondido cuando le preguntaron por qué había dejado de ser Única.

Sin embargo, para llevarlo a cabo, Berwick tenía que ser el Gobernador General de Alpha
y Sisty tenía que ser la directora del Instituto. Que el Instituto funcionara como lo hacía ahora,
acogiendo a los hijos de la nobleza, formaba parte de las intenciones de Berwick.

Un ejemplo es el sistema de que todos los estudiantes vivan en los dormitorios. Con ello
se pretendía alejarlos de las malas costumbres y las visiones deformadas de la vieja nobleza.
Lo mismo ocurría con cierta cosa por debajo del Instituto que dirigía Sisty.

Pero incluso estos planes experimentados y pensados no eran más que otra forma de
seguro para Berwick. Así que si la situación no lo requería, acabaría siendo una precaución
innecesaria. Sin embargo, con la inscripción de Alus en el Instituto y el comienzo de su
acostumbramiento, todo parecía funcionar tal como Berwick lo había planeado.

Sin embargo, se necesitaría algo más que el ejército para concebir esos grandes planes. Se
necesitaría la existencia de alguien que fuera lo suficientemente inteligente y visionario como
para utilizar sus ideas y poderes desde una posición diferente a la de Berwick.

Sisty sólo podía imaginar a una persona que encajara en esa descripción… Cicelnia. Ella
había puesto a Berwick en su posición actual, e incluso podría estar mirando el futuro en un
ámbito más amplio que él.

Cuando tuvo ese pensamiento, Sisty se estremeció un poco. Pero, independientemente de


los movimientos desconocidos que se estaban produciendo, como directora al menos quería
saber lo que podía ocurrir y hacer los preparativos.
Por el momento, analizaba los factores que podía predecir e intentaba hacerse una idea de
la situación. “Definitivamente hay un problema con los Frusevans detrás de la señora Lilisha.
Conociendo su relación con la familia Fable, no sería extraño que hubiera alguna pelea.”

Por lo que Sisty sabía, la familia Frusevan era una especial que estaba a la cabeza de
Aferka, la unidad ejecutiva. “Me pregunto si Aferka funciona incluso ahora.” Ella sólo conocía
la organización de cuando las luchas de poder entre los nobles estaban en pleno apogeo. Las
chispas del conflicto llegaron incluso al gobernante. El resultado fue que la organización
madre de Aferka, que servía de ejército privado para la nobleza, se reorganizó en una fuerza
ejecutiva directamente dependiente del gobernante.

Para sofocar el conflicto entre nobles, el gobernante de la época hizo un uso despiadado
de la espada conocida como Aferka. Concretamente, muchos nobles fueron asesinados en una
purga. En ese momento, eran menos una unidad ejecutiva y más un escuadrón de asesinos.
Eso es lo que ha podido saber sobre la historia oculta de los Frusevans, Aferka y el gobernante,
tras consultar la biblioteca del Instituto y las bases de datos a las que ha podido acceder.

Y había una cosa más… Se había reunido con un testigo vivo. Ese había sido su principal
objetivo. Lamentablemente, debido a todo el comportamiento pomposo y a los aires de
grandeza, la verdadera discusión importante tuvo que ser guardada para la próxima vez.

“Bueno, supongo que se sentían solos y querían volver a ver a su antiguo discípulo… Mi
profesora puede ser tan terrible. Supongo que yo tampoco era la mejor discípula.” Sisty se dio
cuenta de repente de algo y sonrió con amargura. Un discípulo imprudente era uno que tenía
más posibilidades de crecer. Y también que lo que va, viene.

Pensando en el pasado, era difícil decir que ella misma había sido bendecida por sus
discípulos. Y hablando de mal comportamiento, su antigua discípula Lettie le había causado
bastantes problemas. Últimamente, el mayor problema era ese niño. Su mera existencia era
una irregularidad, y era casi como si los problemas se desvivieran por encontrarlo.

Aunque en realidad también ayudaba a Sisty entre bastidores, así que no todo era malo.
Pero ella no podía quitarle los ojos de encima ya que era un niño problemático. Era un lado
lindo de él, pero de nuevo ella no era mucho mejor…

Exhaló. Con una mirada distante en sus ojos, de repente se le ocurrió una idea. Ya sé, ¿por
qué no intento preguntarle a Alus? Se puso el dedo en la barbilla y lo consideró. No era una
mala idea. Él tenía un rango más alto que Lettie, así que organizar una reunión con Cicelnia
seguramente sería mucho más fácil.

La existencia de Alus no tenía precio ni siquiera para el gobernante de una nación.


Observando los movimientos de Berwick, era fácil imaginar que Cicelnia lo había utilizado
durante el Torneo Mágico Amistoso para expandir la influencia de Alus. Además, por lo que
Sisty sabía, no había ningún Maestro Mágico con una extraña máscara llamada Ulhava. Y
teniendo en cuenta el espectáculo que había montado, sólo podía haber una persona detrás de
esa máscara.

Conociendo a Alus, era imposible que aceptara una farsa semejante sólo porque el
gobernante lo quería. No sabía qué tipo de trato habían hecho, pero por los movimientos de
Berwick parecía que incluso el gobernante tenía que negociar con él, por lo que Sisty no podía
negarse rotundamente.

Mientras pensaba en estas ideas, vio su colonia en el estante. Dejó escapar un suspiro de
resignación. En el pasado había hecho un intento de seducción, sólo para que le saliera el tiro
por la culata. “No puedo. Si se lo pidiera, la negociación sería demasiado trabajo.”

Al final, decidió hacer lo que podía y prepararse para los patrones que podía anticipar.
Después de todo, no era un ser divino capaz de ver todos los peones en juego a la vez.

Sus hombros se desplomaron. Con la esperanza de refrescarse, se dirigió a la ventana y


siguió pensando mientras se ponía el dedo en el labio. “Ahora bien, ¿qué debo hacer? ¿Hm?
¿Hmmmm?”

Sisty contuvo la respiración. En la entrada del edificio principal vio tres figuras. Al frente
había un chico, con dos seguidores ligeramente detrás de él. No reconoció al seguidor
masculino, pero los nombres del chico y de su seguidora le vinieron a la cabeza. Y cuando los
vio, sus mejillas se estremecieron. Y claro que lo harían, teniendo en cuenta las circunstancias.

“Esto es lo peor. ¿Por qué ese molesto hijo de los Womruina, la última de las tres grandes
familias nobles, decide asistir a las lecciones precisamente ahora?”
Septuagésimo Tercer Capítulo:
Una de las Tres Grandes Familias Nobles

Era la hora del almuerzo en el Instituto. Para Alus, Loki y el grupo habitual, hacer uso de
la cafetería no era tan inusual.

En el pasado, Alus tenía la costumbre de comer con una mano mientras trabajaba en su
investigación. Siempre tenía un libro o un papel en la mano mientras se llenaba la boca con
un sándwich usando la otra mano. En comparación con eso, el ambiente que rodeaba sus
comidas ahora había cambiado bastante. Alus y Loki eran una cosa, pero las otras dos que los
acompañaban estaban muy animadas.

La fama de Tesfia y Alice había ido en aumento desde que se inscribieron y se revelaron
sus rangos. Ahora todo el mundo en el Instituto las conocía, no sólo sus compañeros. Siempre
que había mucha gente, alguien solía hacerles un hueco. Alus y Loki se sentaban cerca de
ellas, como si quisieran aprovecharse de ello.

Aun así, en el pasado había habido muchos que se habían comportado de forma distante
con ellos, y habían mirado de forma extraña a Alus especialmente. Al menos sus compañeros
habían dejado de tener esa actitud. Aunque había abandonado el torneo, la actuación de Alus
en él y su simulacro de batalla con Elise habían tenido mucho que ver en ese cambio.

Había otra chica pequeña, que estaba en una posición diferente a la de Tesfia y Alice, que
se había abierto paso entre Alus y sus compañeros. Su alegría y su carácter amistoso hacían
difícil que a alguien le cayera mal Ciel. Gracias a que ella se relacionaba casualmente con
Alus, los demás compañeros se habían acostumbrado también a él.

Y hoy también estaba en perfecta forma. “Por cierto, Alus, ¿te estás perdiste durante tantas
clases por el ejército?” No se molestó en decir nada al preguntarlo directamente. Tal vez
también intentaba cambiar su imagen, ya que llevaba el cabello recogido en la parte posterior
de la cabeza. Por otra parte, muchas chicas se atan el cabello cuando comen pasta o sopa.

Como alguien reacio a los esfuerzos adicionales, incluso ir tan lejos le parecía a Alus una
molestia. Si tuviera una diadema u horquilla, daría su primer paso como un caballero
considerado, sin embargo los cerdos volarían antes de que Alus se volviera tan considerado.
En el menú de hoy había un sándwich para Alus, y pasta con marisco para Loki. Tesfia
tomó el guiso especial de carne con pan, Alice una tortilla y una sopa de verduras, y Ciel un
pequeño plato de hamburguesa.

A simple vista, todo parecía delicioso. Después de todo, la cafetería del Segundo Instituto
Mágico tenía una gran variedad de menús, con chefs de primera clase que controlaban el sabor
y a veces incluso cocinaban. Por supuesto que sería popular.

Tras una breve espera, quedó disponible una mesa para seis personas. Alus y Loki se
sentaron en un lado, mientras que Tesfia, Alice y Ciel lo hicieron en el otro. Además, Felinella
podía considerarse uno de los miembros habituales del grupo, pero rara vez comía en la
cafetería. La razón era clara, ya que cada vez que aparecía se armaba un alboroto. En cambio,
almorzaba en su aula con sus amigos de confianza.

Pero dejando eso de lado, en cuanto a la pregunta de Ciel… Si estuviera relacionada con
el ejército, Alus no podría decir nada, pero al ver su sincera curiosidad, le dio una respuesta
sencilla. “Bueno, algo así. Para que sepas, no puedo decirte nada sobre lo que es.”

Como siempre, había algo en Ciel que la hacía difícil de apartar. Ni siquiera su actitud tan
brusca hacía que uno se sintiera incómodo. Como alguien que era su opuesto en virtudes, Alus
no podía evitar sentir que tenía un carácter dulce.

“Qué grosero. No soy tan insolente como para pedir tanto.” Se quejó Ciel con un mohín,
como si le hubiera leído la mente. A pesar de su apariencia mansa, podía ser
sorprendentemente aguda.

Dicho esto, no quería que siguiera indagando. “Ciel, si sigues perdiendo el tiempo
hablando, no vas a terminar antes de que termine la hora de comer.”

“Pero mi boca es pequeña, así que como despacio.”

“Yo también. Fia siempre me apura.” Alice simpatizó con Ciel.

Ninguna de las dos tenía una gran cantidad de comida en su plato. Y su ritmo de comer
también era lento. Alus sintió que podía entenderlo. Cuando miró, vio los platos vacíos de
carne y pan apilados unos encima de otros, y Tesfia miraba el menú desde la distancia. “Parece
que sigue pensando en comer.” Observó.

“Bueno, ya sabes… no podré concentrarme en las clases de la tarde si no lleno mi


estómago ahora.”
“No he dicho que no puedas.”

“Sí, por favor, adelante. Aunque no creo que pueda comer tanto.” Loki, que había
terminado su propia comida, estuvo de acuerdo con Alus.

“Después de esto también hay clases prácticas, ¿no?”

“No tienes que inventar excusas. Come si quieres.” Dijo Alus con exasperación. Luego
apartó la mirada de Tesfia y miró el documento que tenía en la mano. Quería ser al menos algo
productivo, aunque no querer perder el tiempo también era una excusa en cierto modo, ya que
no le importaba especialmente en este caso. Si realmente no le gustara bien podría apartarse
de todo esto y no molestarse en ir a la cafetería.

De repente, Alus tuvo la idea de que tal vez sólo llevaba los documentos consigo para que
pareciera que les seguía la corriente. Pero incluso si ese fuera el caso, sería un poco
embarazoso, así que nunca lo admitiría.

Fue entonces cuando alguien le llamó por detrás. “Qué comida tan maravillosa.”

Esa voz clara era hermosa y agradable al oído. Mientras Alus se imaginaba a la dueña de
la voz, pudo oírla acercarse y reírse justo detrás de él. Cuando se asomó, ella lo estaba mirando
y le hizo una leve reverencia, haciendo que su cabello rubio se balanceara. “Hola, Alus.”

“Sí, qué casualidad.” Respondió sarcásticamente.

“Ah, ja, ja, puedes decir eso otra vez… Lo siento, pero es mi misión.” Susurró Lilisha, lo
último lo dijo mientras se encogía de hombros.

Al parecer, estaba cerca para poder vigilar a Alus como parte de su misión. Nada bueno
vendría si seguía preocupándose por ello, así que Alus dejó escapar un pequeño suspiro y lo
aceptó con un ligero asentimiento.

A continuación, Lilisha se dirigió a Tesfia con una sonrisa. “Oh, ¿aún no te has saciado?
¿No has engordado mucho estos últimos días?” Habló en el mismo tono despreocupado que
había utilizado en la habitación de Alus, pero sólo después de mirar a su alrededor para
asegurarse de que nadie más estaba escuchando.

“¡Claro que no!”

“¿Sabías que hay una herramienta útil para momentos como éste? Se llama bascula, ¿has
oído hablar de ella?”
“¡Claro que la conozco!” Tesfia fulminó a Lilisha con una mirada furiosa. Habían
discutido hace apenas unos días, pero parecía que aún quedaban muchas chispas entre ellas,
listas para volver a encender el fuego.

Alice tosió, mientras la cafetería amenazaba con convertirse en un campo de batalla, y


Ciel le frotó la espalda.

“Ustedes prometieron tener un duelo. ¿No puede aguantar hasta entonces, señorita
Lilisha?” Dijo Loki en tono exasperado, pero como sus burlas ya estaban en pleno apogeo,
sólo la escuchó Alus.

Las dos realmente tenían una relación terrible. A este paso, nada cambiaría incluso
después del duelo. De cualquier manera, Alus no quería verse envuelto en ello.

Las discusiones entre las dos continuaron durante varios minutos. Finalmente, la cara de
Tesfia se puso roja y el maná empezó a rebosar en su cuerpo. Estaba totalmente preparada para
lanzarse al vacío. Mientras tanto, Lilisha parecía preparada para enfrentarse a ella si lo hacía.

Alus deseaba poder calmar a las dos chicas salvajes, incluso tenía ganas de rezar a un dios
en el que no creía. Si un solo hechizo se disparaba ahora, las cosas irían de mal en peor.

El uso innecesario de la magia en el Instituto era una de las violaciones más graves de la
política. Por eso era de sentido común que cualquier estudiante recurriera a los duelos
disfrazados de simulacros de batallas para resolver este tipo de disputas.

Alus comprobó cuánto tiempo quedaba para el almuerzo, recogió su vajilla y se levantó.
Ya era hora de ir a la siguiente clase. Siguiendo su ejemplo, Loki también se levantó, al igual
que Alice. Al ver eso, Ciel se llevó a la boca la comida que le quedaba y también se puso de
pie.

“Si van a luchar, háganlo sin involucrar a nadie.” Espetó Alus, decidido a no verse
envuelto, y comenzó a alejarse. Si aquí se desataba una batalla mágica, todos podrían verse
obligados a compartir la responsabilidad.

Eso ayudó a enfriar un poco a Tesfia, aunque seguía pareciendo molesta. Se levantó,
ignorando a Lilisha.

Lilisha seguía mostrando una expresión intrépida, pero abandonó la actitud provocadora
y se levantó de la silla.
Las dos chicas empezaron a caminar al mismo tiempo, negándose a mirarse y dando
grandes zancadas.

Mirándolas con consternación, Alus habló. “¿Cambiaste tu carácter, Lilisha?”

“¡¿—?! ¿Qué? Eres un bromista, Alus. A fin de cuenta, de alguna manera soy una noble.”
Lilisha mantuvo la cabeza alta, caminando con calma y elegancia, aunque era cuestionable si
debería haber dicho ‘de alguna manera’.

Entre sus amigos la veían como una noble elegante, aunque algo habladora. Y recordando
su actitud y comportamiento cuando transmitió el mensaje de la directora, se había comportado
como una noble modelo. Sin embargo, al enfrentarse a alguien como Tesfia, lo iba a tener
difícil.

Cerca de la salida había una larga fila de estudiantes esperando para devolver sus
bandejas. El grupo se puso en la fila y, tras despedir a Ciel, cuya fila avanzaba más rápido que
la de los demás, Alus y el resto se encaminaron hacia la salida para dirigirse a su siguiente
clase.

Sin embargo, allí… Alus y los demás quedaron atrapados en la multitud. Todo el mundo
se apresuraba a pasar por la salida, así que no podían moverse. O eso parecía, pero la verdad
era algo diferente.

Después de un poco de conmoción, la multitud se separó, revelando dos figuras, un


hombre y una mujer adultos. Les seguía uno más… Un chico. A juzgar por su comportamiento
tranquilo y sereno, probablemente era el hijo de una familia noble y los dos adultos debían ser
sus ayudantes.

Se dirigían en línea recta hacia Alus. Como iban en contra de la multitud, eran ellos los
que habían bloqueado el flujo de tráfico.

Hablando de una cosa egoísta cuando hay tanta gente. Alus los miró con frialdad.

“Discúlpenos. Permítanos pasar.” Incluso ahora, los dos asistentes se abrían paso para
dejar paso a su señor. Se movían con brío, guardaespaldas experimentados en ello, lo que
naturalmente atrajo la mirada de Alus.

El asistente masculino, por lo que Alus pudo ver, parecía bien tonificado y en forma. Su
esmoquin ligeramente grande podría estar camuflando un cuerpo robusto. Estaba limpio y su
atuendo estaba bien puesto, sin holguras. Su pulcro cabello gris oscuro y sus ojos afilados le
daban la impresión de ser alguien voluntarioso y frío.

En cuanto a la asistente femenina, su ropa parecía más formal, casi como un frac. Era alta
y delgada, y aunque su peinado era sencillo, destacaba su color azul añil. La forma en que se
inclinó ante los estudiantes con una mirada clara puede haber sido su forma de disculparse por
sus métodos agresivos.

Ambos eran jóvenes, todavía veinteañeros, y sus habilidades se distinguían a simple vista.
Por su forma de comportarse, estaba claro que eran guardaespaldas profesionales.

Desde detrás de los dos adultos, se oyó el ligero repiqueteo de los zapatos del chico que
se acercaba. Al principio, Alus pensó que podría ser un estudiante, pero no llevaba uniforme.
En su lugar, llevaba una chaqueta de abrigo bien confeccionada con un color base blanco. No
era llamativo ni estaba extravagantemente decorado, pero sin duda era un traje con clase
teniendo en cuenta la calidad del material y el sentido del diseño.

El chico tenía el cabello rubio de longitud media. Su flequillo le llegaba hasta las cejas,
lo que le daba elegancia a su expresión. Sin embargo…

Hay algo sospechoso en este tipo. Esa fue la primera impresión de Alus. No era ni mucho
menos un buen juez de carácter, pero al haber crecido en el ejército rodeado de adultos, había
adquirido un sentido para ese tipo de cosas.

Empezaba a ser uno de los mantras de Alus que debía desconfiar de cualquiera que fuera
noble. Por no mencionar que la actitud de Lilisha parecía demostrar que su intuición era
correcta. Su anterior comportamiento noble y su actitud sociable habían desaparecido,
sustituidos por la cautela y una fría mirada de disgusto mientras miraba al muchacho.

En cuanto a Tesfia… sus ojos estaban muy abiertos y se quedó helada. Tal vez fuera un
conocido suyo de la sociedad noble. En cualquier caso, las reacciones de las dos nobles
dejaban claro que Alus debía ser cauteloso.

El chico no se inmutó ante sus reacciones, manteniendo una sonrisa tranquila mientras se
acercaba. Cada uno de sus movimientos era tan refinado que, de hecho, casi se sentía mal. En
cierto sentido, la propia ausencia de algo fuera de lugar se sentía fuera de lugar. Normalmente,
la forma de caminar de una persona mostraría su forma única de respirar y su ritmo. Eso era
natural.
IMAGEN
Sin embargo, el chico no tenía eso. Era como si imitara a la perfección el concepto de
perfección. Por eso, Alus pudo ver que todo en él era falso. No era que no tuviera aperturas.
Simplemente había eliminado por completo cualquier rastro de su propia personalidad o
antecedentes. Era algo espeluznante, como si otra cosa hubiera tomado la forma de un humano.

Alus entrecerró ligeramente los ojos y siguió observándolo. Basándose no sólo en Tesfia
y Lilisha, sino en todos los demás que hacían ruido, estaba claro que no era un simple
muchacho noble. Oyó que se decía Womruina entre varios de los presentes… así que ese era
su nombre de pila o su apellido.

Pero no era un nombre familiar para Alus. Aunque parecía que sólo él y Loki no lo
reconocían.

El muchacho se detuvo unos pasos delante de Alus. Sus ayudantes se detuvieron


igualmente detrás de él y se inclinaron al unísono, y él mismo lució una sonrisa impecable.
“Es un placer conocerte, Alus Reigin. He oído hablar de tus hazañas.” La forma en que lo
expresó parecía insinuar que conocía los antecedentes de Alus y que era el actual número 1
del ranking. En cualquier caso, parecía ser un invitado desagradable.

“¿Y quién eres tú?” Alus respondió sin rodeos con un rostro inexpresivo. Eso debería
transmitir al menos que no se sentía demasiado acogedor.

En ese momento, una aterradora cantidad de presión se abatió sobre Alus. Parecía que el
asistente masculino estaba liberando su maná.

Loki reaccionó inmediatamente y contraatacó emitiendo su propio maná. Tesfia seguía


congelada y Alice miraba desde lejos. Pero en algún momento, Lilisha había desaparecido. Su
misión era observar a Alus, por lo que supuso que podría haberse marchado para no verse
envuelta en problemas innecesarios, pero eso no importaba ahora.

Por el momento, se desentendió de la presión del hombre. “Lo siento, pero tengo clases.”
Dijo, y comenzó a caminar. Si intentaban interferir no le importaría usar la fuerza, pero era
mejor abstenerse de hacerlo en público. La limpieza era un problema demasiado grande.

Mientras tanto, la otra parte dejó de sonreír y levantó ligeramente las cejas en señal de
ligera sorpresa. Parecía que por fin se había dado cuenta de que Alus realmente no le conocía.
“Oh, vaya, discúlpame. Soy Aile von Womruina.”

“Nunca he oído hablar de ti.”


El chico sólo sonrió irónicamente ante la inabordable respuesta. “Supongo que a nuestra
familia Womruina aún le queda un largo camino por recorrer. ¿O tal vez simplemente no te
importa?” No parecía que estuviera molesto con Alus. En todo caso, parecía que estaba
disfrutando. Habló amablemente con una brillante sonrisa.

“Podrías decir eso. Te agradecería que me dejaras paso ahora.”

Los estudiantes que miraban en silencio murmuraban en el fondo. Aparentemente, la


familia Womruina estaba muy por encima de ellos. Ver que Alus no lo trataba como un igual
sino como alguien que estorbaba llenó de asombro la cafetería.

Pero Aile era fuerte por derecho propio. Aunque probablemente sabía que Alus era el
número 1 del ranking, no flaqueó en lo más mínimo. Continuó con audacia, como si se
encontrara con una celebridad. “Esperaba que pudiéramos encontrarnos al menos una vez.
Pero nunca imaginé que estarías aquí en el Instituto. Si ese fuera el caso, tal vez debería haber
asistido a clase con más seriedad.”

“Así que, técnicamente, eres un estudiante.” La mirada de Alus se volvió


inconscientemente más aguda.

Aile respondió encogiéndose de hombros. “Tengo mis circunstancias… Bueno, todavía


estoy registrado. No es que me moleste especialmente irme, pero creo que sería mejor
conseguir los papeles necesarios si pudiera. No quisiera que los que sólo juzgan a la gente por
sus títulos piensen que soy analfabeto.”

“¿Cómo vas a graduarte así?”

“La familia Womruina está contribuyendo al desarrollo del Instituto mediante importantes
donaciones, ya ves.” Dijo con descaro. Pero a Alus no le importó especialmente. Era incluso
racional.

Aunque Alus fuera especial, los que tuvieran talento podrían adquirir suficientes
conocimientos estudiando por su cuenta, y al final las cualidades que se exigían a alguien
podían cambiar dependiendo de si iban al Mundo Exterior o no.

En todo caso, Alus acaba de reconocerlo como un método posible, aunque no había forma
de que Berwick aceptara que comprara sus créditos. Si lo hacía, Berwick perdería su capacidad
de negociar con Alus para que aceptara misiones. Por no mencionar que los sobornos podrían
ser fácilmente expuestos. Y en el peor de los casos, su identidad podría ser revelada.
Finalmente, Sisty no lo permitiría. Aile probablemente se había ganado a algunos profesores
más influyentes.

“Entonces, ¿qué asuntos tienes conmigo?” Preguntó Alus, dejando claro que no tenía
tiempo que perder.

“Ah sí, bueno… ¿Por qué no hablamos en un lugar menos concurrido? Cilcila.”

Una vez pronunciado su nombre, la asistente se adelantó y le susurró al oído. Después de


unas palabras, se dio la vuelta para guiarla.

Alus se resignó a seguirlos, cuando Aile se dirigió de repente a alguien que no era él.
“Hola, Tesfia. Ha pasado mucho tiempo. ¿Cuándo fue la última vez que nos vimos?” Llamó a
Tesfia con su impecable sonrisa.

Eso provocó que un silencioso sollozo saliera de los labios de Tesfia. Se agarró a los
bordes de la falda y bajó la mirada. Su rostro estaba pálido y sus hombros temblaban como si
intentara recuperar el aliento. Estaba claro que le ocurría algo anormal.

“¿Cómo has estado?” Continuó Aile.

Cuando Tesfia consiguió por fin levantar la cabeza, exprimió desesperadamente sus
palabras. “¡Por qué! ¡Por qué estás aquí!”

“Esa no es forma de saludar a alguien. En realidad soy un estudiante de este instituto. ¿No
lo sabías?” Sin embargo, no parecía molesto. En cambio, la calmó como si fuera una niña.

“¿Qué, se conocen?” Dijo Alus.

“¡—! ¿No lo sabes? No, es mejor que no…” Las últimas palabras de Tesfia fueron
terriblemente débiles. Entonces agarró el hombro de Alus para susurrarle al oído: “Los
Womruina son una de las tres grandes familias nobles.”

“Es la primera vez que oigo hablar de ellos.” Sabía que las familias Fable y Socalent eran
dos de ellas, pero sinceramente era la primera vez que oía hablar de la última. Eso era en parte
porque Alus no tenía mucho interés en la nobleza, pero también porque la definición era vaga.

Las tres grandes familias nobles tendían a cambiar con los tiempos. La historia de una
familia tenía sorprendentemente poco impacto en el conjunto. En cambio, eran sus logros los
que jugaban un papel importante.
También había casos de familias que se autoproclamaban como grandes, o en los que una
pequeña facción se tomaba la libertad de ascender a una familia a lo más alto de la lista por
sus propios intereses, así que era bastante complicado. En cualquier caso, para ser reconocido
por todos los demás, se necesitaba tanto capacidad como influencia.

En ese sentido, a nadie le cabía duda de que la familia Fable era la primera y la más
importante. La actual jefa de la familia, Frose, tenía las habilidades y los logros que
respaldaban eso. No sólo era una de los antiguos Tres Pilares, sino que también había servido
como instructora y comandante durante un largo periodo de tiempo, entrenando a capaces
Maestros Mágicos. Por último, seguía teniendo una gran influencia en la sociedad noble y en
la política.

En términos de logros, la familia Socalent no era diferente. Aunque no le importaba


mucho el prestigio, el extraordinario ascenso de Vizaist en una sola generación era
definitivamente digno de su título noble.

Sin embargo, las circunstancias eran diferentes con los Womruina. La familia era prima
lejana de la de Cicelnia y se remontaba a la realeza. Su fundador abandonó la lucha por la
sucesión como gobernante y descendía de la realeza, habiéndosele concedido un título especial
entre los nobles.

Aunque las cosas cambiaron con el tiempo, los Womruina nunca se habían quedado fuera
de las tres grandes familias nobles. Tenían un pasado distinguido y poder económico y
político, pero su mayor factor era su potencial bélico. Incluso en comparación con el jefe de
la familia Fable, que había servido como comandante, y el jefe de la familia Socalent, que era
un oficial en activo, los Womruina tenían una influencia considerable en el ejército. Habían
producido muchos Maestros Mágicos capaces en su época, y muchos de los altos mandos
tenían profundos lazos con ellos. Tenían un ejército privado, y como se podía deducir de los
seguidores de Aile, su fuerza militar pura superaba la de las otras dos familias.

La actual familia Womruina tenía dos hijos. Aile era el segundo hijo y, por tanto, el
segundo en la línea de sucesión.

Tesfia le hizo a Alus este rápido resumen. “Son nobles especiales, y ni siquiera nuestra
familia puede compararse con ellos. Las Womruina son la antigua realeza.”
“Hm, es así.” Tesfia se quedó blanca como una sábana, pero Alus le respondió con
indiferencia. No era que su actitud fuera a cambiar después de escuchar eso. De hecho, le
resultaban desagradables los nobles que no hacían más que presumir.

“Eso lo resume todo. Ahora, ¿has terminado de susurrar? Me voy a poner celoso, Fia.”
Aunque Aile no debería haber sido capaz de escuchar, había adivinado más o menos de qué
estaba hablando Tesfia. Esperó a que terminaran y se deslizó hacia ellas.

“Discúlpame, Alus Reigin.” Dijo, antes de extender la mano de forma casual… y agarrar
el hombro de Tesfia. Su mano bajó entonces hacia su cintura y acercó a la fuerza su delicado
cuerpo.

“¡Ah…!”

El cuerpo de Tesfia se puso rígido y finalmente miró al más alto Aile. Sus ojos parecían
mostrar no sólo una pérdida de voluntad, sino también de su vigor.

Debajo de su flequillo, la miró a los ojos como un depredador a su presa. Murmuró:


“Vaya, parece que mi pertenencia se ha ensuciado.” Colocó suavemente su mano derecha
sobre la barbilla de ella. Para ser un hombre, sus dedos eran sorprendentemente finos.

Mientras tanto, Tesfia era incapaz de oponerse a él, como si estuviera petrificada. La
mirada de Aile la inmovilizaba, impidiéndole siquiera apartar la vista. Y a medida que su
rostro se acercaba… su cuerpo congelado era incapaz de detenerlo. Su mano izquierda que
acariciaba su cabello rojo también parecía haber agarrado firmemente su corazón.

Era la presión del nombre de la familia Womruina, y Aile le parecía aterrador a Tesfia.
Desde el momento en que nacieron como nobles, pertenecían a una jerarquía que unía hasta el
corazón. Era una forma de sentido común que se les había sido inculcado. Por eso, aunque
entendiera por qué se congelaba, no podía rechazarlo. Su propia familia era su cadena.

Todo aquello con lo que había nacido y crecido le pesaba ahora, conteniéndola. Aunque
intentara escapar, una fuerza inesperada mantenía su mandíbula en su sitio y ninguna palabra
podía salir de sus labios. No podía rechazar lo que se le acercaba.

“¡¡—!!” Aile reaccionó inesperadamente a algo.

Cuando Tesfia cerró los ojos, pudo oír el sonido seco de la mano despiadada que le
sujetaba la barbilla y una mano más poderosa que la apartaba de Aile.
“¿Podrías no ensuciar mi pertenencia?”

Tesfia se apresuró a abrir los ojos y vio la cara de Alus, con los labios torcidos en una
sonrisa sarcástica. Le pareció que tenía un aspecto mucho más villano que el de Aile... pero lo
más importante es que acababa de llamarla su pertenencia.

"¡¿Q-Quééééééé?! ¡¡¡A quién llamas tu pertenencia!!!” Objetó Tesfia en voz alta, con la
cara roja como una remolacha. “¡Hey, suéltame” También golpeó ligeramente la mano de Alus
que la sujetaba por el hombro.

A continuación, se empujó a sí misma. Afortunadamente, Alice estaba allí para atraparla.


Tesfia se había recuperado, pero su cuerpo seguía temblando. Sólo con pensar en lo que había
sucedido, el miedo le subía por la espalda. Se acercó el brazo al pecho y lo apretó con tanta
fuerza que empezó a palidecer.

A pesar de las desagradables sensaciones que había tenido, su cuerpo no se movía lo más
mínimo… Sabía lo que le iba a pasar, pero había sido incapaz de rechazar los labios que se
acercaban. Era como si estuviera paralizada… Sin fuerzas. Estaba frustrada.

Antes de saber lo que estaba pasando, Tesfia sintió algo caliente en su mejilla. Frotó su
dedo contra ella. “¿Eh…?” Era una gran lágrima. Desagradable, pensó, y se la limpió.

Pero una vez que la presa se rompió, sus lágrimas fluyeron sin fin. Que casi le robaran un
beso era humillante. Sin embargo, el miedo a que alguien en quien no confiaba se acercara así
por la fuerza era aún mayor.

De repente, Alice la abrazó. Su mejor amiga, que era sólo un poco más alta que ella, estaba
mirando intensamente a Aile de una manera que nunca había visto antes. También estaba Loki.
Y aunque Ciel se había ido antes, si hubiera estado aquí probablemente habría hecho lo mismo.

Mientras tanto, Aile se deshizo de sus miradas, su sonrisa artificial se hizo más grande,
mientras se dirigía tranquilamente a Tesfia. “Eso es inteligente. Puede que nuestro
compromiso se hiciera cuando éramos jóvenes, pero ¿realmente pensabas que se había
anulado?”

Tesfia volvió a temblar al desenterrar viejas heridas. Se congeló de nuevo.

“Después de eso, tu madre quiso revocar el compromiso de forma unilateral, pero


¿pensaste que eso pondría fin al asunto? No hay manera de que sea así, no importa lo que
digan los de la familia Fable.”
“…”

Alus no pensó mucho en lo que Aile tenía que decir. Sabía que eso era común entre los
nobles. Pero cuando vio las lágrimas de Tesfia, pensó que descartarlo simplemente como algo
que ocurría todo el tiempo sería duro. Además, pensó en lo que acababa de decir y hacer.
Bueno, supongo que no es un error. Después de todo, estoy destinado a guiarla. En definitiva,
con su “pertenencia” se refería a su alumna, pero no sabía por qué lo había dicho así.

Finalmente, pareció hartarse de pensar demasiado en ello. “Eso no importa.” Y entonces


dijo su conclusión de una manera verdaderamente Alus. “Tienes negocios conmigo, ¿verdad?
¿Por qué no renuncias a ir a otro sitio y te explicas aquí? No tengo tanto tiempo, ya ves.”

“Lo que sea. Como dijiste, mi negocio es contigo.”

“Ya estás dejando escapar tu refinada máscara.”

Aile mantuvo su sonrisa ante la flagrante provocación de Alus. Su sonrisa era casi como
un abismo, o tal vez sólo estaba vacía de emociones humanas. “Sin embargo, permíteme
comenzar con la situación de Fia. Es cierto que la carta de disculpa de la señora Frose y la
solicitud de anulación del compromiso llegaron a nosotros. Pero, ¿qué tan estúpida puede ser?
Era un compromiso oficial, ya ves. Ella lo había aceptado inicialmente, por no hablar de lo
mucho que la familia Fable puede ganar con ello.”

Con una mirada cómplice, continuó: “Por supuesto, puedo entender tus circunstancias. Si
te casaras con otra familia, la familia Fable terminaría con la generación de Frose. Por eso
digo que no me importa casarme con tu familia. Podrías dar a luz a un nuevo heredero.”

Entonces Aile se inclinó y le susurró a la temblorosa Tesfia: “Ni siquiera la familia Fable
querría convertirnos en enemigos, ¿verdad? Dudo que sea una elección que quieras hacer. No
te preocupes, estoy seguro de que serás una buena esposa. Así que por qué no me muestras
más de esa bonita cara tuya…”

Al acercarse a su rostro, susurró en voz aún más baja: “Esto me hace recordar. ¿A quién
le hiciste una promesa y qué cuando eras pequeña?” Aile extendió la mano hacia Tesfia, que
se había vuelto a congelar. Sin embargo, su mano se detuvo antes de llegar a su cabello. “…”

Miró fijamente a la persona que le había agarrado la mano. No era Alus, sino la mejor
amiga de Tesfia. “¿Y quién eres tú?”

“Soy Alice. ¡Alice Tilake!” Alice gritó con rabia.


“Nunca he oído ese nombre… ¿Ni siquiera eres una noble? En ese caso, ¿puedes
mantenerte al margen? Alguien de baja cuna como tú no debería ni siquiera tocarme. Harías
bien en no meter las narices en los asuntos de los nobles.”

“No seas ridículo. Eso no importa.” Alice echó humo.

Pero Aile sólo le dedicó una sonrisa escalofriante. “Señorita Alice, harías bien en no
pensar que los Womruina son el mismo tipo de nobles débiles que estás acostumbrada a ver.
Se lo advierto ahora. Todavía quiere asistir a este instituto, ¿no es así? Entonces, no te metas.”

“¡Dije que eso no importa! ¡No importa quién sea!”

“No, al menos, eso no funcionará con Fia mientras sea noble.” Dijo Aile con una sonrisa
y una mirada de suficiencia mientras seguía acercándose a Tesfia. “Ya no tienes que perder el
tiempo estudiando magia. Tampoco saldrás al Mundo Exterior. Sólo tendrás que permanecer
a mi lado.”

“¡—!” Los ojos de Tesfia se abrieron de par en par, pero parecía que no podía procesar
inmediatamente lo que él había dicho. Por supuesto que no podía. Si eso ocurría, el sentido de
su vida le sería arrancado. Después de todo su duro trabajo, había desafiado a su madre a una
apuesta y finalmente había ganado su derecho a continuar en el Instituto. Si se lo quitaran,
perdería sus objetivos y sería un simple pájaro en una jaula.

Mientras miraba el muro de hielo que era la sonrisa de Aile, su temblor se convirtió en
resignación y aceptación, desapareciendo la luz de sus ojos.

Al ver eso, Aile volvió a acercarse a ella. Cuando Alice intentó intervenir de nuevo, sintió
un dolor ardiente en la garganta. Antes de que se diera cuenta, el asistente masculino de Aile
se había puesto detrás de ella y le estaba tocando el cuello. Pero sólo la tocaba con cuatro
dedos. Ni siquiera estaba apretando… pero fue suficiente para que Alice tosiera y se
arrodillara.

“Te lo advertí. Conoce tu lugar.” Aile miró fríamente a Alice. Luego dijo: “¿Qué significa
esto?”

De repente y sin hacer ruido, apareció una figura junto a Aile, sin dejar a sus asistentes
tiempo para reaccionar. Alus sujetó con fuerza la muñeca de Aile. “Si vas a detener a otros
por la fuerza, deberías estar preparado para que te lo devuelvan. Estoy a cargo de su
entrenamiento, así que no puedo pasar por alto más de esto.”
“Pensar que me van a dar un sermón. En realidad, soy un año mayor que tú, para que lo
sepas… De todos modos, ¿podría liberarme?”

Mientras hablaban, el agarre de Alus en la muñeca de Aile se hizo más fuerte, la presión
iba más allá del nivel que podría pasar como una broma.

Aile debía de sentir bastante dolor, pero se mantuvo perfectamente sereno.

Cuando hizo una señal a sus ayudantes con los ojos, Loki se puso sin palabras en el camino
de la ayudante femenina llamada Cilcila, sujetando su AAR en forma de cuchillo con un agarre
invertido.

Al mismo tiempo, el hombre que tocaba la garganta de Alice se volvió incapaz de mover
las piernas, como si estuvieran inmovilizadas. La chica que había desaparecido al principio,
Lilisha, había regresado, y ahora tenía un fino hilo como una cuerda de piano enrollado
alrededor de su cuello.

El intrincado hilo ondulante que se extendía desde los dedos de Lilisha desprendía un
agudo brillo. Probablemente cortaría muy bien. Si el hombre se movía sin cuidado, podría
perder la cabeza. Aun así, no retiró sus dedos del cuello de Alice.

“Oh, Dios. Bien. Hagamos una tregua.” Dijo Aile. Miró al asistente masculino, que
obedeció la voluntad de su señor y retiró sus dedos del cuello de Alice. Al momento siguiente,
el hilo que rodeaba su propio cuello se fundió en el aire y desapareció.

Tras confirmarlo, Alus hizo una señal a Loki con los ojos y la hizo retirarse. Al mismo
tiempo soltó la muñeca de Aile. “Lo siento… es lo que me gustaría decir, pero parece que no
te tenemos el suficiente respeto para ello. No me importa si eres uno de los tres grandes nobles,
o Womruina o lo que sea, pero no soportaré más de esto.” Dijo Alus, mirando directamente a
Aile.

Sin embargo, el propio Aile miraba a otra parte. “¿Qué hace aquí la hija menor de los
Frusevan? ¿Quién la ha metido en esto?”

“Parece estar bien informado, como se espera de alguien de la familia Womruina. ¿Sr.
Aile, no? Es un placer conocerle, es lo que me gustaría decir… pero no es que quisiera
encontrarme así. Por eso me fui al principio. Pero luego tuvo que ir y causar tal conmoción.”

“Pensar que protegerías a alguien de la familia Fable.” Dijo Aile tras una pausa.
Lilisha no dijo nada y se limitó a encogerse de hombros.

Entonces Aile se dirigió finalmente a Alus. “Aparte de eso, Alus, profesor de Fia y de esa
chica de allí, te agradezco tu clase. Quizás la próxima vez te enseñe cómo tratar a las damas.”

“No, gracias. Puede que esté lejos de mi área de experiencia, pero creo que lo hago mejor
que tú.”

“Oh, ¿quizás fue una falta de investigación por mi parte? Bueno, no he venido aquí hoy
para enfadarte. Realmente tengo algo que decirte.” Aile se frotó la muñeca que le habían
agarrado antes, mientras miraba a una deprimida Tesfia con una sonrisa inocente.

“Entonces dilo para que puedas irte.”

Aile dejó escapar una risa poco disimulada, y respondió a Alus en voz baja: “Ja, ja, sólo
puedes hablarme así porque tienes el más alto rango en Alpha. Espero que entiendas que el
segundo hijo de Womruina se desvive por dar cancha.”

“Como dijo Sir Alus, no habrá una segunda vez. Entienda que cualquier otra grosería será
lo mismo que ponerse en peligro.” Dijo Loki bruscamente.

A pesar de ello, Aile se rió. “¿Grosero, dices? Eres muy gracioso. Pero supongo que soy
yo quien pregunta, así que discúlpame, Alus. Se ha vuelto demasiado ruidoso para transmitir
mis asuntos.”

“Entonces, ¿qué vas a hacer? No me importaría que te fueras.”

“Perdóname, pero creo que sería mejor si hablamos en un lugar tranquilo. Cilcila.” Sin
esperar a que Alus respondiera, Aile instó a la mujer llamada Cilcila a que guiara el camino.

Aile era realmente un tipo egoísta, pero cuando el asistente masculino apareció a su lado,
Alus decidió seguirlo. Pero tenía algo que hacer antes de eso.

Al ver que Alice se sujetaba la garganta con dolor, y que Loki apoyaba a Tesfia, lo pensó
por un momento. Tesfia era una chica sensible, y ahora su habitual alegría había desaparecido,
ya que parecía estar sufriendo una crisis mental.

Se preguntó qué decirle… pero después de pasar unos segundos pensando, se dio cuenta
de que no debía hacer algo con lo que no estaba familiarizado. Así que sacudió la cabeza y
sólo dijo una cosa. “Bueno, finge que un perro callejero te ha mordido y aguántate.”
“¡¡¡—!!!” Aile reaccionó a esto.

Incluso Loki estaba exasperada por sus insensibles palabras. Le había dicho a Aile que él
era mejor tratando a las mujeres, pero no podía soportar esto.

“Entonces, ¿a dónde vamos?” Preguntó Alus.

Pero no fue Aile quien respondió. “El salón del cuarto piso.” Le dijo Cilcila.

Creo que eso requiere el permiso de Sisty… pensó Alus, mientras miraba a Aile y a sus
ayudantes. Hablando de eso, ¿habían dicho siquiera a Sisty que estaban de visita? Si los
Womruina eran tan problemáticos como parecían, probablemente tenía las manos llenas
preparando la tormenta de quejas que le traería la asistencia de Aile al Instituto por primera
vez en un tiempo.

“Está bien. Pero tengo que revisar a las dos víctimas, así que adelante.”

“Por supuesto… pero esto también concierne a Fia, así que ¿estás seguro de que no
deberías traerla?”

“¿Lo dices en serio?”

“Era sólo una broma. No me importa. Siéntase libre de tener una larga charla y calmarse.
Parece que hay algo de confusión por ahí. Pero intenta no hacerme esperar.” Terminó Aile,
mientras se marchaba con la asistente femenina. El asistente masculino que esperaba detrás de
Alus hizo una ligera reverencia y siguió a su maestro.

Después de verlos salir, Alus se dio la vuelta. “Gracias, Lilisha.”

“No podía ser de otra manera con la forma en que iban las cosas. Aun así… nunca esperé
que alguien de la familia Womruina viniera al Instituto. Ah, y para que lo sepas, me escondí
al principio para evitar cualquier problema. Puede que Aile von Womruina haya actuado como
si me conociera, ¡pero no tengo ninguna relación profunda con él!”

“Bien, lo entiendo. Pero realmente ayudaste. Si no, Alice habría estado en peligro.” Dijo
Alus, mientras examinaba las marcas de los dedos en el cuello de Alice. Las cuatro marcas
sangraban internamente. Alus no sabía cómo lo había hecho, pero si no se hubiera hecho bien,
su arteria podría haberse cortado. “Son aún más imprudentes de lo que imaginaba.”

“No querrás convertir a los Womruina en un enemigo.” Le dijo Lilisha. “Ni siquiera hay
que subestimar a esos dos asistentes.” Luego explicó que el asistente masculino no había
reaccionado mucho al recibir un hilo alrededor de su cuello. Incluso con su vida en juego,
probablemente no habría dudado en matar a Alice si su amo se lo hubiera ordenado. Su lealtad
era anormal.

“De cualquier manera, se evitó el peor resultado. Alice, ve a la enfermería. Dejar tu cuello
sin tratar no es una buena idea. Traeré a Tesfia más tarde.”

“S-Sí. Gracias, y a ti también, Lilisha.”

“No necesitas agradecerme. No estaba tratando de salvarte a ti o a la Sra. Tesfia. Pasarían


cosas terribles si Alus se desbocara, así que tuve que intervenir.” Pero incluso mientras Lilisha
hablaba, su mirada se desviaba con simpatía hacia Tesfia de vez en cuando.

Sin embargo, Alus se opuso. “No hables como si fuera una especie de alborotador.”

“Oh, ¿me he equivocado?”

“Si lo dijera en serio, habría terminado antes de que alguien tuviera tiempo de hacer un
escándalo.”

“Entonces tomé la decisión correcta.”

“Puede ser. Pero tampoco han vuelto a la normalidad.” Alus miró a Tesfia. Estaba aturdida
por el shock mental. En todo caso, estaba peor que antes. No respondía y sus temblores no
cesaban.

Alus bajó la cabeza para ver cómo estaba Tesfia, y luego gimió. Sus pupilas estaban
dilatadas y sus ojos estaban en blanco. Ni siquiera intentaba ocultar sus ojos llorosos. Sus
brazos colgaban sin fuerza a los lados. Eran los síntomas de alguien en estado de shock que
revivía un trauma pasado. Era como una muñeca viviente en trance.

“Patético… Simplemente le dejé hacer lo que le dio la gana.” Dijo Alus en un tono amargo
y auto ridiculizante, sus palabras desaparecieron en el aire. Habría sido fácil si hubieran usado
algún hechizo llamativo. Él se habría limitado a percibirlos y a aplastarlos. De ese modo,
Tesfia y Alice no habrían resultado heridas. Cuando se enfrentó a los hechos, no pudo negar
que había dudado porque estaba en el Instituto.

“Lo siento, pero Lilisha y Loki, ¿pueden ayudarnos?” Preguntó Alus a las dos chicas, con
la mano en la cabeza de Tesfia.
A continuación, le secó lenta y suavemente las lágrimas con el pulgar. Su estado se
asemejaba a los síntomas de alguien con una enfermedad mental, pero sus ojos vacíos
mostraban débiles signos de influencia del maná. Al hablar de hechizos que influían en la
mente, el elemento oscuro fue su primer pensamiento. Sin embargo…

“Esto no es magia. Es una forma de hipnosis.” El maná era sólo el desencadenante final.
Fue la experiencia traumática impresa en el subconsciente la causa principal del daño
psicológico. Puede que supiera cómo tratar las heridas comunes en el Mundo Exterior, pero
no sabía cómo tratar heridas psicológicas como éstas.

Y dejando de lado el trauma mental de Tesfia, Alus se preguntaba si debía meter la cabeza
más en esto. Aile había mencionado un compromiso con Tesfia, lo que significaba que era un
problema entre las familias Fable y Womruina. Un problema entre nobles, lo que significaba
que no había lugar para que él interfiriera.

Aun así, no podía negar sus sentimientos. Había pasado mucho tiempo guiando e
instruyendo a Tesfia, e incluso se había involucrado en su apuesta con Frose. Y no estaba
seguro de si debía desechar las conversaciones sobre el futuro de Tesfia como algo ajeno a él.

Fue entonces cuando se acordó. “¿Puedes no ensuciar mi pertenencia?” Entonces


suspiró. Aunque la actitud de Aile le había sentado mal, había metido la pata, y realmente tenía
ganas de chasquear la lengua. Su elección de palabras era una cosa, pero se había involucrado
en ese momento.

“¿Ahora qué hago…?” Alus soltó a nadie en particular.

“Debe hacer lo que desee, Sir Alus. Sin embargo, la actitud de ese hombre fue grosera, y
sobre todo… desagradable. Eso es suficiente para sentirse mal por cualquiera, incluso por la
señorita Tesfia.” Como compañera, Loki podía simpatizar con muchas cosas.

Aunque Alus no era el más sensible con las chicas, tenía algunas reservas sobre Aile y la
familia Womruina. “Estoy de acuerdo. Aceptar su invitación es molesto, pero debería ir a
arreglar las cosas. Después de hacer algo con Fia.” Concluyó, rascándose la cabeza.
Septuagésimo Cuarto Capítulo:
Un Aliado Circunstancial

El ajetreo del Instituto, incluso el canto de los pájaros… no le llegaban. En su lugar, sólo
el silencio y un sinfín de recuerdos desagradables pasaron por su mente.

Estaba sentada en una cama de la enfermería, con la mirada aturdida hacia el suelo. Tenía
la boca ligeramente abierta y de ella de vez en cuando salían suspiros. Sus ojos estaban
hundidos como los de un sonámbulo, y lo único que hacía era parpadear cada pocos segundos
como una máquina estropeada.

Alice se sentó en una silla mientras Lilisha y Loki la atendían, buscando un simple
botiquín o alguna medicina, mientras Alus se dirigía a Tesfia.

La levantó con las manos bajo los brazos y la puso de espaldas a él. Luego se dedicó a
quitarle la ropa sin pedirle permiso primero.

Loki y Lilisha dejaron de buscar en los estantes y se quedaron boquiabiertos. Incluso Alice
se sorprendió. Sin embargo, como Tesfia estaba ida, no pareció darse cuenta de lo que estaba
pasando.

Alus las ignoró a todas, le desabrochó el sujetador y se lo quitó de encima. Con su piel
expuesta, presionó la palma de la mano sobre su espalda. Convirtiendo su propio maná en una
onda, lo vertió en ella.

Era un método que los Maestros Mágicos curativos utilizaban para aquellos que habían
sufrido un trauma mental o que estaban bajo los efectos de la magia de elemento oscuro. Al
verter maná al mismo ritmo que el pulso del paciente, era posible mejorar el estado caótico de
su mente y su magia. Se reconocía como una forma eficaz de tratar la mente y de aliviar el
dolor, y era una técnica de primeros auxilios común, aunque avanzada, en el campo de batalla.

Afortunadamente, el estado de Tesfia parecía estar menos afectado de lo que él había


pensado, ya que su maná pronto volvió a su ritmo original. Si su tratamiento no hubiera tenido
efecto, un profesional habría tenido que echarle un vistazo, pero la luz de sus ojos volvió poco
a poco.
Volvió en sí lentamente y en silencio. “Ugh…” Lo primero que vio fue un par de colinas
pálidas… sus propios pechos cubiertos por una sábana blanca. Mientras los miraba, su
conciencia regresó. “¡¡¡%#@!%&*!!!”

Su mente aún estaba borrosa, pero reconoció en qué estado se encontraba. Al darse cuenta,
se apresuró a esconder sus pechos detrás de ambos brazos. “¿Eh, qué? ¿Por qué estoy
desnuda?”
IMAGEN
“No hagas un escándalo, es molesto.”

Cuando Tesfia se volvió hacia Alus, su expresión era de completo asombro. Su vergüenza
llegó a su punto álgido, y su cara se puso roja como si la lava entrara en erupción. Estuvo a
punto de gritar en voz alta, pero pudo contenerse.

Aparte de Ciel, todos los del grupo estaban reunidos aquí y no sólo Alus. Una vez que se
dio cuenta de eso, pudo calmarse un poco. “¿Eh? ¿Qué… estaba haciendo?” Mientras se
esforzaba por recordar, se dio cuenta de que el gancho de su sujetador estaba desatado. Y no
podía mover los brazos o habría un verdadero accidente, así que alguien tendría que
engancharlo por ella.

Después de dudar un poco, susurró débilmente: “¿A-Alguien puede engancharme el


sujetador…?” Tan pronto como lo exprimió, se acurrucó de vergüenza. La suave curva de su
espalda creaba una elegante línea, haciendo que la vista fuera aún más sensacional para
cualquiera que mirara. Pero ella no era consciente de ello.

“¿Hm? Oh, sí.” Alus extendió la mano, pero entonces una figura apareció entre ellos como
un rayo.

“¡Por favor, voltéese, Sir Alus!”

Se quedó boquiabierto ante la mirada amenazante de Loki, pero se dio la vuelta


obedientemente.

“Gracias por la ayuda, Loki.” Dijo Tesfia.

“Asegúrate de avisarme cuando ocurra algo así. En realidad, usted es bastante seductora
en este momento, Sra. Tesfia. Además, su ropa interior es sorprendentemente bonita.”

“Um, eso no tiene nada que ver con esto, ¿verdad? No tenías que decir eso, ¿cierto?”
Tesfia se sentía extra sensible debido a su estado de indefensión, por lo que la mirada de Loki
casi dolía.

“Tu carne se hincha cuando tu ropa interior se mueve… ¿Has engordado?”

“Estás bromeando, ¿verdad? Sólo lo dices para acosarme, ¿no?”

Loki sonrió como afirmando eso, sin ninguna señal de disculpa. Pero al final, el sujetador
volvió a colocarse sin mayores incidentes.
Tesfia tomo su chaqueta y, una vez puesta, sintió por fin algo de alivio.

Unos momentos después… “Entonces, ¿te vas a explicar?” Dijo bruscamente Alus, quizá
para recuperar el control y disimular su metedura de pata. Incluso a través de su confusión,
Tesfia se volvió y le miró.

Loki apareció a su lado e intervino. “Antes de eso, me gustaría decir que el hecho de que
sepa poner y quitar la ropa interior de una mujer es igualmente importante, Sir Alus. Pero
podemos dejar eso para más adelante.”

Mientras Tesfia se preguntaba cómo explicar las cosas, se dio cuenta de que también
quería que le explicaran algo. “Antes de eso, ¿por qué estaba desnuda?” Después de hacer su
simplista pregunta, se detuvo de repente. Aunque era ella la que había preguntado, no estaba
segura de querer escuchar la respuesta. Su conflicto interno se reflejó en su expresión.

“Eso es porque estabas bajo algo parecido a una hipnosis lanzada por ese tipo Aile. Como
parte del tratamiento, Sir Alus… ejem, necesitaba quitarte la ropa. Afortunadamente, parece
que la hipnosis se deshizo.” Terminó Loki.

Pensando que eso respondía a cualquier pregunta, Alus volvió al tema en cuestión.
Francamente, no quería seguir con esto durante mucho tiempo. “Entonces, ¿quién es él? Me
he visto envuelto en todo esto, así que al menos me gustaría una explicación.”

Alice, con un vendaje alrededor del cuello, se inclinó hacia delante con gran interés. “Fia,
haré todo lo que pueda para ayudar. ¿Es cierto que estás comprometida? También dijo que
podía hacer que te expulsaran si quería.”

“Lo siento. Es un problema entre nuestras familias. Pero lo que ha dicho es absolutamente
ridículo. Además, las familias Fable y Womruina están enfrentadas.” Por lo que Tesfia
recordaba, todos los problemas deberían haberse resuelto. Desde el punto de vista de la familia
Fable, el compromiso había sido anulado hace tiempo. “Pero tal vez haya algún tipo de
malentendido…” Continuó con una expresión sombría, agarrándose el flequillo. Sin embargo,
aunque fuera así, no pudo evitar preguntarse… ¿por qué ahora?

“¿Qué vas a hacer si puede hacer lo que dice que puede?” Preguntó Loki. Al igual que
Alus, no estaba muy versada en los problemas de la nobleza.

Fue Lilisha, que estaba a distancia de todos, quien respondió. “Si tiene los documentos,
entonces todavía estaría en vigor, sobre todo porque es un acuerdo entre dos de las tres grandes
familias nobles.” En algún momento, había empezado a hablar de forma extrañamente
amistosa hacia Tesfia. “Por desgracia, tendrás que casarte. Volver a una promesa de manera
unilateral no va a funcionar. Además, las tres grandes familias nobles están para resolver este
tipo de disputas, así que, que la familia Fable intente zafarse nunca iba a suceder. Bueno, si se
complica mucho, siempre está la opción de una discusión entre las familias.”

“Así que está en manos de una negociación. Como mínimo, es difícil decirlo en este
momento.” Señaló Alus.

“Pero si los Womruina han hecho un movimiento, deben tener una base para ello.” Añadió
Lilisha con indiferencia.

“En cualquier caso, tendremos que hablar con tu madre para conocer todos los detalles.”
Dijo Alus con seriedad, y Tesfia asintió. Dependiendo del resultado, podría incluso
convertirse en un conflicto total entre los Fable y las Womruina… No, supongo que eso es
poco probable.

Alus negó la premonitoria posibilidad que se le pasó por la cabeza. Afortunadamente,


independientemente de que el compromiso fuera válido o no, parecía que las intenciones de
Frose Fable eran claras. Al fin y al cabo, había permitido que su hija siguiera asistiendo al
Instituto aunque hubiera sido el resultado de una apuesta entre ellos. Si Frose estaba de acuerdo
con lo que había dicho Aile, entonces Tesfia dejaría el Instituto, lo que significaría que las
acciones de Frose se estarían contradiciendo.

Además, como alguien que se había reunido varias veces con Frose, Alus sabía que no era
el tipo de mujer que permitiría que su hija se casara con alguien así. Por supuesto, ella podía
tener en cuenta la protección de la línea familiar por encima de todo, pero por lo que él podía
ver, no era del tipo que se desentiende de la felicidad de su hija. Nadie elegiría ese tipo de
enfoque. También se la conocía como uno de los Tres Pilares, así que no sería tan tonta.

“Pero ahora no hay tiempo para eso. Para empezar, Fia, quiero escuchar lo que quieres
hacer.” Sinceramente, no le importaba cuánto tiempo esperara Aile, pero si le ignoraba, las
cosas se complicarían sin duda.

“Quiero quedarme aquí hasta que me gradúe y me convierta en una Maestra Mágica de
primera categoría. No, lo haré.” Afirmó Tesfia con firmeza.

“Muy bien, entonces empujemos las cosas en esa dirección.” Dijo Alus.
Alice asintió y Loki también estuvo de acuerdo. Lilisha no dijo nada, pero probablemente
también estaba de acuerdo.

“Entonces déjame apresurarme y prepararme…” Tesfia se levantó de la cama, pero Alus


le tendió la mano para detenerla.

“No, tú no te metas.”

“¿Por qué? Se trata de mi familia, ¿no?” Tesfia le miró fijamente.

“Esa es la cosa, te pones emocional de un momento a otro. Por no mencionar… que no


puedo leer lo que busca Aile. Parece que esconde algo, y luego están esas extrañas técnicas.”

“Te refieres a esa técnica hipnótica.” Dijo Loki.

“Así es. Probablemente sea una especie de trampa que se aprovecha de tu inquietud
mental. Aunque todavía no sabemos qué es, acabará repitiendo lo que pasó antes. Es una
técnica burda, pero no querría que volvieras a colapsar. En el peor de los casos, podría
manipularte de la manera que crea conveniente. Al no ser un hechizo de manipulación real, es
particularmente desagradable.”

Tesfia se quedó sin palabras, cuando Alice tiró de su brazo. “Dejemos esto a Al, Fia. Sólo
pensar que no seas tú misma después de reunirte con él me asusta.”

“Pero…”

“Sra. Tesfia, la Sra. Alice tiene razón. Y si le rompen el corazón o le quitan la libertad,
cualquier negociación será increíblemente desventajosa para nosotros. Por lo que veo, debe
tener mucho cuidado con lo que dice en su posición.” Dijo Loki. “Así que déjalo en nuestras
manos.” Dijo más suavemente, poniendo una mano en el hombro de Tesfia.

“Oh, y Loki, tú también quédate atrás. Asegúrate de que Alice y Fia descansen por un
tiempo.”

“¡Pero, ¿por qué?!” Loki estaba atónita, pero finalmente fue convencida por Alus para
quedarse atrás. La mantenía con las dos para que pudiera protegerlas.

“En su lugar, traeré conmigo…”

“Hm, así que me elegirás a mí en su lugar.” Era fácil de adivinar siguiendo el flujo de la
conversación, pero Lilisha no parecía muy divertida.
Alus sonrió. “Tienes facilidad de palabra. Te agradezco tu ayuda en aquel incidente.
Pasaste por alto las cosas cuando mi vida en el Instituto se vio amenazada, e incluso se te
ocurrió una excusa para cuando estaba en una misión en Vanalis… aunque creo que podrías
haber elegido otra cosa que no fuera una suspensión.”

“Es un honor que te acuerdes.”

“Hay más. Eres noble y tranquila en comparación con Tesfia. No estás relacionada con
esto, así que puedes ser objetiva, y conoces sus trucos sucios debido a tu trabajo.”

“Ya veo. ¿Pero estás seguro de que puedes confiar en mí? Puede que me mueva
favorablemente para los Womruina.” Lilisha sonrió sin miedo mientras su cabello rubio se
agitaba.

“Oh, no harás eso. No habrías vuelto si ese fuera el caso.” Dijo Alus. “Eres la subordinada
de Berwick y fuiste enviada aquí por él. Si te pusieras de su lado, eso haría que las cosas fueran
más fáciles de entender. Pero si voy a usar la fuerza, prefiero tener una excusa. De hecho,
podría ser incluso la forma más fácil ya que no tendría que pensar en nada. No estoy seguro
de lo leal que eres a Berwick, pero estoy seguro de que todavía querrás tener algo de trabajo
en el futuro inmediato.”

“¡Oh, qué miedo!”

“Y no sé en qué estará pensando Berwick, pero no buscaría la forma de molestarme


demasiado. Ha sido una relación de toma y daca. Entonces, ¿qué eres tú? ¿Eres digna de la
confianza de Berwick, o te ve como un activo útil en el futuro? Me cuesta creer que te hayas
hecho con algunas de sus debilidades. En cualquier caso, el superior tiene que
responsabilizarse de lo que hagan sus subordinados, así que no enviaría a cualquiera.”

“Vaya, estaba segura de que el Gobernador General te tenía atado… pero parece que los
papeles están invertidos en algunos aspectos. Además, estás siendo impreciso, pero confías en
mí por mi conexión con el Gobernador General, ¿no?”

“Eso no es todo, pero atar a alguien también significa estar atado tú.” Habiendo sido
puesto en práctica por Berwick tantas veces, Alus estaba un poco divertido. Si realmente
ocurría algo, podía pedir un gran favor. Así podrían equilibrar las cosas.

Había una cosa más que había notado. Incluso Alus se esforzaba por obtener una buena
lectura de Berwick, lo que significaba que la propia Lilisha podría no conocer sus verdaderas
intenciones. Si ese era el caso, sería un maravilloso error de cálculo… No necesitaría ser
demasiado cauteloso con Lilisha. Si se comportaba de forma correcta, incluso podría utilizar
a su observador para su propia conveniencia. Estaba la cuestión de cómo atraerla a su lado,
pero si se manejaba bien, sería muy valioso para su vida en el Instituto.

Si Lilisha era consciente de sus planes, sólo se encogió de hombros con resignación y dejó
escapar un suspiro.

“Si cooperamos, podría cambiar la forma en que te veo.” Dijo Alus.

“Esto va más allá de mi misión de observación, pero bueno. ¡Bien! Te acompañaré.


También me gustaría tratar esto como un favor y no como parte de mi trabajo. Y una cosa
más… ¡No creas que esto significa que nuestro duelo se cancela, pequeña llorona Fia!”

“¡Di lo que quieras! Pero no me gusta deberte nada, ¡así que me contendré un poco por ti
en nuestro duelo!” Tesfia respondió con el abuso que pudo reunir, pero no llegó a decir todo
lo que quería.

Eso fue porque Alus la cortó bruscamente. “Ahora que eso está decidido, pongámonos en
marcha.” No quería que su discusión se descontrolara de nuevo.

Lilisha asintió y siguió a Alus. Sin embargo, a Tesfia no le pasó desapercibida la vaga y
significativa sonrisa que se dibujó en su rostro antes de que se cerrara la puerta.

Mientras tanto, Lilisha miraba la espalda de Alus cuando de repente se detuvo y suspiró.
“Las cosas realmente han tomado un giro extraño. Pero así es Alus Reigin… No puedo leerlo
en absoluto. Además, aunque pudiera, él puede usar la fuerza. Es tan injusto. Es impresionante
que el nombre Womruina no lo haya perturbado, pero siguen siendo una de las tres grandes
familias nobles.” Murmuró. Además, este tipo de nobles son buenos para atacar los puntos
débiles, e incluso él debería luchar contra eso. Parece que también ha investigado a fondo a
Alus. No habría pensado que fuera tan fácil para alguien abrirse paso en una disputa entre
nobles con tanta insolencia, aunque fuera el actual número 1 del ranking.

Entonces recordó el rostro del hijo de esa familia noble. Inconscientemente arrugó la
frente y habló con disgusto. “Aun así… El segundo hijo de los Womruina es tan rastrero como
dicen los rumores.” Se llevó el dedo al labio y pensó. Bueno, ahora sabe que yo también estoy
en el Instituto… Francamente, no quiero involucrarme, pero puedo ayudar un poco.
No tenía planes de ponerse del lado de ninguno de ellos. Se limitaba a estar al lado de
Alus por el momento.

Lilisha decidió cómo proceder sin mostrar ninguna duda. Cuando empezó a caminar de
nuevo, sus ojos se encontraron con los de Alus. Esa es la cara de alguien que me dice que me
dé prisa… Sí, sí, aquí está tu aliado de confianza.

Se rió para sí misma y caminó hacia Alus a su ritmo, mientras él la esperaba con una
mirada agria.
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Historias Cortas Adicionales

Una Negociación Educativa

Cuando se dio cuenta, tenía veinte años… Qué rápido había pasado el tiempo.

Sentía que se había convertido en un Maestro Mágico demasiado pronto. Trabajar todo lo
que se podía sólo para tener una muerte prematura era común en esa línea de trabajo, y era una
sensación de impotencia.

Pensando en ello, su infancia había pasado tan rápido… pero no era que ser un adulto no
tuviera más que problemas. Estaba seguro de que sabía mucho más del mundo que la mayoría
de la gente de su edad, por no hablar de que su salario había aumentado desde que había
empezado. Ya se había vuelto moderadamente rico.

Con esos vagos sentimientos en su mente, Lindelph Maeger se perdió en sus


pensamientos.

De repente, le surgió una idea… empezar a tomarse la vida más en serio a partir de
mañana. Ya había pasado la edad en la que se perdonaban las bromas, lo que significaba que
se encontraba en una encrucijada en su vida.

Ahora mismo estaba disfrutando de un tiempo de ocio concedido por la Unidad Especial.
Sin embargo, debido a la naturaleza de la unidad, no podía salir a un bar de la ciudad. Era
menos ocio y más bien una larga espera en la sala de espera de la unidad. Lindelph empezaba
a acostumbrarse, pero al mismo tiempo no tenía forma de gastar la fortuna que había amasado.

“Oye, Alus. Cuando nos dicen que descansemos así, es como si no supieras qué hacer,
¿verdad?” Dijo Lindelph en la terraza azotada por el viento a la que había llevado al niño de
once años.

“¿Me vas a decir eso? Le hago saber que estoy muy ocupado, señor Lindelph. Necesito
considerar seriamente mi propio AAR.”

“¿Por qué no actúas más como un niño? Vas a vivir una vida aburrida en el futuro si eres
así ahora.” Lindelph bromeó sobre el desperdicio que suponía ver a Alus actuando como un
adulto.
En respuesta, Alus miró a su despreocupado colega con el ceño fruncido. “Estudiar es
divertido. Pero la señora Elina podría matarte la próxima vez si no empiezas a comportarte
como un adulto. Aunque parece que necesitas que te rompan unos cuantos huesos antes de
aprender la lección.”

“Bueno, si eso sucede, no me importaría que me cuidara una hermosa médica militar. Por
desgracia, la suerte del diablo es lo único que tengo a mi favor.”

“Y el noventa por ciento de esa suerte es que yo venga a salvarte.”

Alus permaneció serio, pero era bastante bueno socializando con Lindelph, sirviendo
como su compañero de conversación siempre que estaba libre. Sin embargo, sus
conversaciones eran bastante inútiles. Cuando Alus vio a Lindelph sonreír, frunció el ceño.
Tenía un mal presentimiento.

Y así, con voz persuasiva, Lindelph pasó al tema principal. “Por cierto, Alus, ¿aceptarías
esto?”

“¿Qué es esto?”

Lindelph le mostraba una pantalla virtual proyectada desde su licencia. En ella había un
número, es decir, una suma de dinero. “Te bañas con Elina, ¿no?”

“Para que sepas, ella me obliga… Oh, así que eso es lo que quieres.”

“Me alegro de que seas rápido en la toma de decisiones. Sólo necesito una foto, eso es
todo.”

La suma de dinero era una recompensa, una compensación. Y la suma era demasiado alta
para llamarla asignación de un niño. Pero la reacción de Alus no parecía muy prometedora.

“Tú también estás en el mismo vestuario, ¿no? Al menos hazle una foto cambiándose.”
Lindelph abandonó su aire de compostura y dignidad adulta para implorar a Alus.

“Me niego. Así que has pasado de espiar a hacer fotos rastreras. Si lo descubren, te
enfrentarás a un consejo de guerra. La última vez sólo te libraste de un castigo físico por cómo
estaba dispuesto el vestuario.”

Alus no sólo se negó, sino que le miró con asco, lo que hizo que los hombros de Lindelph
bajaran. Se preguntó quién había educado a Alus para ser tan serio y sin gracia. Dicho esto,
aun no estaba dispuesto a rendirse. Todavía podía enseñarle los placeres y las delicias del
mundo.

“Vamos, tú también despertarás a este tipo de cosas, algún día. Piensa en ello como en el
estudio. El tiempo vuela. Si no lo haces ahora, ¿cuándo lo harás?”

Lindelph no paraba de hablar, pero Alus le dio una simple respuesta con una mirada de
estupefacción. “Sr. Lindelph, si lo dice en serio… no es suficiente dinero.”

“¡D-De acuerdo…!” Viendo la esperanza en la respuesta de Alus, Lindelph no dudó en


aumentar la suma.

“Eso sigue sin ser suficiente. Te faltan algunos ceros.”

“¿Qué?”

“Para que sepas, yo gano más de diez veces tu sueldo… así que ese dinero de bolsillo no
está ni cerca de ser suficiente.”

La sonrisa en la cara de Lindelph desapareció. No sólo había fracasado en su intento de


sobornar a un niño de once años, sino que también se había dado de bruces con la realidad.
Olvidó su propósito original y observó distraídamente la espalda demasiado grande de Alus
alejándose.
Una Extraña Rutina Diaria

La mayoría de los estudiantes del Segundo Instituto Mágico—alrededor del noventa por
ciento—pasan los tres años viviendo en la residencia. La estudiante que se había trasladado
recientemente no era una excepción.

Lilisha Ron de Rimfuge Frusevan se despertaba con una agradable y soleada mañana en
su dormitorio. Por cierto, había dormido boca abajo con la cara girada hacia un lado. La
pequeña mancha de baba en su almohada formaba parte de su encanto.

Las habitaciones solían compartirse entre dos estudiantes, pero debido a su misión, se le
había concedido una habitación propia. No se quejaba del tamaño, pero a la hora de elegir una
habitación, había un punto en el que Lilisha se negaba a ceder: la cantidad de luz solar que
recibía la habitación. Era de suma importancia, y sin ella sus mañanas se arruinarían. Todo el
mundo tenía sus propias costumbres extrañas, y tomar el sol era la suya.

Cuando se despertó, la luz del sol se filtró a través de las cortinas, reflejándose en su
cabello dorado y deslumbrándola mientras bostezaba. Luego se estiró y se levantó de la cama.
Se frotó los ojos y fue a darse una ducha rápida. A continuación, se dio unos sencillos cuidados
para la piel, se arregló el cabello y se cepilló los dientes.

Se puso la bata y salió de la ducha, dirigiéndose directamente al gran ventanal. Era tan
grande que iba desde el suelo hasta el techo, y la superficie de las cortinas brillaba tenuemente
con la luz. Lilisha entrecerró los ojos y abrió las cortinas. Mientras se bañaba en la luz, se quitó
la bata, que se deslizó por los hombros y cayó al suelo. Luego dejó que la luz del sol la
iluminara. Al mismo tiempo, exhaló. Su pálida piel brillaba con un resplandor dorado, como
si llevara puesta la propia luz.

Estaba literalmente tomando el sol.

“¡Ahh, se siente tan bien…!”

De hecho, la extraña rutina diaria de Lilisha era tomar el sol completamente desnuda. Sin
embargo, ya no estaba en la casa de su familia, sino en el dormitorio, y estaba totalmente
expuesta a cualquiera que mirara dentro. Teniendo en cuenta que estaba en el segundo piso,
estaba a una buena altura para que el ojo público la viera. Pero Lilisha, que estaba casi en una
especie de trance con los ojos cerrados, no mostraba signos de estar perturbada.
Se sentía libre en su desnudez, y la luz natural sobre su cuerpo le sentaba bien. Con esos
factores podía sentir no sólo el maná fluyendo en su cuerpo, sino incluso su qi.

Esta había sido la rutina diaria de Lilisha desde que vivía en la casa de su familia. Ni las
criadas, ni siquiera el jefe de los sirvientes—que era muy estricto con la etiqueta—interferían
en su rutina. Por eso no se detenía, ni siquiera en un dormitorio.

“Es extraño que incluso el sol artificial se sienta tan bien.” Murmuró Lilisha satisfecha
mientras se estiraba de nuevo desnuda. Era difícil saber si carecía de sentido común o si
simplemente hacía las cosas a su aire… En cualquier caso, la excéntrica chica de la nobleza
había empezado bien el día.
Palabras del Autor

Muchas gracias por tomar este volumen. Hace tiempo que no te veo, aquí Izushiro. Esta
serie ha llegado por fin a los once volúmenes. Estoy muy agradecido a todos mis lectores por
acompañarme en este viaje.

A partir de aquí, me gustaría comentar este volumen, por lo que se advierte de algunos
spoilers.

Ahora bien, estamos en el volumen 11, y por fin tocamos algo del pasado de Alus. Hubo
algunas voces que se alzaron para contarlo antes, pero yo tenía mis propios pensamientos y
decidí dejarlo para ahora.

Sí, en aquel entonces Alus tenía mucho contacto con las mujeres, por lo que tiene una alta
tolerancia, por así decirlo, hacia ellas. Aunque omitiré los detalles…

El arte de la portada se centra en el pasado, pero el presente también está incluido, por
supuesto, con un montón de novedades para Lilisha, un personaje original de la novela ligera.
Como pueden saber los que ya han leído el libro, es posible que tenga un papel más importante
en el próximo volumen. La historia avanzará rápidamente, así que esperen con ganas el
volumen 12.

A continuación, me gustaría dar mis saludos habituales. Muchas gracias también a Miyuki
Ruria por las hermosas ilustraciones de este volumen. El dibujo del joven Alus me ha inspirado
lo suficiente como para querer escribir un spin-off con él como protagonista. Y luego está
Elina. Llevo mucho tiempo esperando una ilustración de ella, así que te agradezco mucho el
increíble diseño.

También me gustaría dar las gracias a mi editor jefe y a todos los que han participado en
el trabajo de este libro.

Y muchas gracias a ustedes, los lectores de El Gran Plan de Jubilación del Maestro
Mágico, por su apoyo. Haré todo lo posible para terminar el siguiente volumen lo antes
posible, así que espero que sigan apoyándome.

Por último, me gustaría aprovechar este espacio para informar de una cosa más. En
realidad, un nuevo manga llamado El Gran Plan de Jubilación del Maestro Mágico: ¡La
Alternativa!, se está publicando. ¡El responsable del manga es Yoneshirokaru, y se espera que
se publique pronto en la aplicación de manga de Square Enix, Manga UP! Me encantaría entrar
en detalles sobre todo lo que me gusta de él, pero sería demasiado largo, así que seré breve.

No sólo resaltan la frescura y la simpatía de los personajes, y la fuerza de las batallas, sino
que también destacan los ricos escenarios y los expresivos rostros. Creo que te permitirá
experimentar el mundo de una manera nueva. Así que, sin más preámbulos, los esperamos con
El Gran Plan de Jubilación del Maestro Mágico: ¡La Alternativa!

Eso será suficiente por esta vez. Espero que podamos volver a encontrarnos en el próximo
volumen en esta misma sección.

Les agradecería su apoyo a las versiones de la novela y del manga en el futuro.

—Izushiro
Palabras del Traductor

Como en todas las veces anteriores esta traducción fue posible gracias al patreon, gracias
S por tu continuo patrocinio, así como a los demás que me apoyan, espero que tú y quienes
lean esto disfruten más que yo.

Continuemos con el formato de pensamientos sueltos en orden cronológico de la historia.

Jaja. Alus chiquito.

Sí, ese perro va a morir (cierto en ingles era Fiendog, pero tengo bastante repulsión a los
chistes en inglés, los llamados puns, de ahí mi tratamiento literal del término al traducirlo).

Yep, se murió… ¿Cómo que igual se iba a morir? Autor, más valentía. Aunque supongo
que de no ser el caso no se explicaría porque no hay más animales así, pero había maneras.

Verdad que ustedes dos también existían… ¿no podemos solo quedarnos con Alice? ¿No?

Cierto, también esta esta noble con problemas con su hermano.

… Ahora un noble fastidioso.

Esperando que algún día aunque sea amaguen con cómo se llegara, si es que va a ser el
caso, a eliminar a los Fiends, sin más nos leemos (?) en otra ocasión.

Para todos de Ferindrad.


Frase Final

Hay que juzgar a un hombre según su infierno.

MARCEL ARLAND.

Crítico y novelista francés.

(1899-1986)

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