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Pontificia Universidad Católica de Chile

Facultad de Ciencias Sociales


Escuela de Trabajo Social
Magíster en Trabajo Social Clínico
Aplicaciones terapéuticas en el Trabajo Social Clínico

Trabajo 1

Análisis y aplicación de Enfoques Terapéuticos a un caso

Estudiantes
Camilo Flores
Sergio Morales Araya
María Constanza Hernández
Stephania Díaz Rivas

Docente
Liliana Guerra Aburto

17 de Octubre de 2022
Introducción

El presente trabajo se desarrolla en el marco del curso “Aplicaciones Terapéuticas en el

Trabajo Social Clínico” impartido por la profesora Liliana Guerra Aburto, bajo el programa de

Magíster de Trabajo Social Clínico impartido por la Escuela de Trabajo Social UC. Y tiene por

objetivo desarrollar un análisis de un caso ficticio, a la luz de la perspectiva sistémico-

estructural, la perspectiva relacional, la mediación y las constelaciones. Esto, con el fin de

señalar los aportes de cada una de estas herramientas en el proceso de intervención.

Para comenzar se presentará el caso a analizar, los miembros que conforman la familia

tanto nuclear como extensa, las relaciones interpersonales y los nudos y crisis por los cuales

atraviesa la misma. Posterior a esto, se procederá a señalar los aportes de la perspectiva

sistémico-estructural, la perspectiva relacional, la herramienta de la mediación y las

constelaciones, de acuerdo a las características del caso.

Haciendo énfasis en cómo cada uno de estos criterios influyen y aportan desde sus

distintos enfoques, en la planificación y ejecución de una íntegra intervención. Esto, desde el

punto de mira del Trabajo Social Clínico, el cual pretende potenciar el bienestar subjetivo de las

personas, familias, grupos y comunidades mediante la aplicación de enfoques y metodologías

propias del Trabajo Social pero con una finalidad terapéutica (International Association of

Schools of Social Work, 2014).

Para finalizar, se expondrán las conclusiones y las reflexiones desarrolladas durante la

realización del trabajo, en torno a las discusiones que suscitaron de los distintos enfoques y

técnicas.
Presentación del caso

Robin (21) estudia ingeniería Civil Industrial en una universidad privada y trabaja de

empaque los fines de semana, reside actualmente con su abuela Marta Inés (71) quien es

jubilada, dueña de casa y además trabaja de asesora de hogar. Convive además junto a su

abuelo Osvaldo (81) quien también es jubilado, ellos viven en una casa ubicada en la comuna de

Estación Central. Osvaldo y Marta Inés a pesar de vivir en la capital, siguen manteniendo las

mismas costumbres y tradiciones de cuando vivían en Teno, puesto que ambos fueron nacidos y

criados en el campo. Sin embargo mantienen una relación cercana con sus vecinos, con quienes

conversa todos los días.

Robin y sus abuelos, están en constante contacto con la familia de su tía Yasna (51), hija

de Marta Inés y Osvaldo. Se juntan todos los fines de semana en la casa de Osvaldo a tomar

once o a almorzar juntos, además mantienen un constante contacto telefónico durante la

semana.

Los padres de Robin no viven con él actualmente, ya que, ellos se separaron cuando él

tenía apenas 3 años, momento en el cual Robin y su madre Marta Antonieta (48) se van a vivir

donde los padres de ella. Robin señala que su abuela Marta Inés nunca estuvo de acuerdo con el

matrimonio de sus padres, interfiriendo gran parte en la relación de sus padres, la cual

posteriormente los llevó a la separación. En un comienzo Robin mantenía una relación cercana

con su padre Mario (48), a pesar de esto el rol de padre no lo ejerció como tal. Éste lo visitaba

de manera recurrente, sin embargo, con el pasar de los años Mario fue cada vez menos a

visitarlo pasando de ser visitas mensuales a ser visitas anuales, actualmente dejó de visitarlo y
solo se han visto en contadas oportunidades. Lo mismo sucedió en un principio con Alejandro

(43), hermano de Mario, tras la separación de su hermano, realizó visitas ocasionales a Robin,

donde hubo una constante preocupación de Alejandro por su sobrino, y se mantenía en

comunicación vía telefónica con los abuelos maternos de Robin. Además, su abuela paterna

Juana, quien falleció el 2015 a la edad de 63 años, mantenía una comunicación constante con su

nieto, se veían de manera seguida, en su casa o en la de él, pero la relación de ambos se fue

distanciando al igual que con su tío Alejandro, debido a diversas situaciones. Actualmente

Robin, cortó el vínculo con su tío y su abuela Juana, ya que él primero dejó de visitarlo y la

segunda falleció.

Robin recalca que la comunicación con sus padres no ha sido fácil, puesto que Marta

Antonieta y Mario son sordos-mudos. Sin embargo, Marta Antonieta, tuvo comunicación

constante con su familia en un comienzo, puesto que ella sabía leer los labios y podía

comprender lo que su familia quería comunicarle. Pero desde el año 2012 ella ha ido perdiendo

la capacidad de leer los labios, provocando un distanciamiento con sus papás y su hijo, esto

debido a que su pareja actual se comunica solamente mediante el lenguaje de señas. De manera

opuesta Robin comenta que le sucedió algo similar, ya que que no utilizaba el lenguaje de señas

con nadie más que su madre y cuando ella se marchó, fue olvidando este tipo de lenguaje,

dificultando la comunicación entre ambos, de vez en cuando ella viene de visita a Santiago a la

casa de sus padres, pero ahora las conversaciones no suelen ser largas o profundas como lo

fueron en un momento.
Marta Antonieta tras su separación tuvo varias parejas, con algunas convivió y con otras

no. Pero actualmente se encuentra viviendo en Temuco junto a su pareja Roberto (50), dejando

a Robin en Santiago con Osvaldo y Marta Inés desde 2012. Marta viaja cada 4 meses a Santiago

a ver a sus amigos y comprar junto con su pareja, el tiempo que pasa en la ciudad, se queda

donde sus papás y su hijo, pero solo se saludan y se despiden, puesto que ella manifiesta mayor

importancia a sus actividades en Santiago con sus amigos que en compartir con Robin, no

obstante, se comunican por WhatsApp ocasionalmente.

Robin señala haber repetido tres veces un curso cuando estaba en el liceo,

coincidentemente esto sucedió tras la ida de su madre a Temuco, volviéndose más introvertido

y retraído. Además, se ha visto influida por el hecho de que sus abuelos llegaron hasta el primer

ciclo de enseñanza básica, no pudiendo estos otorgarles mayor ayuda u orientación académica

en cuanto a sus tareas y trabajos en el liceo.

Hace un par de años Robin se enteró que su padre tuvo un hijo llamado Andrés, quien

actualmente tiene 10 años, pero dice no mantener una relación con él, solo lo ha visto dos

veces, cuando lo conoció y para el funeral de su abuela Juana.

Robin destaca la relación con su tía Yasna y el esposo de ella, Daniel (57), quienes han

estado con él siempre apoyándolo, junto a las hijas de su tía con Daniel, Josefina (19) y Catalina

(15). Todos los veranos se van de vacaciones juntos, comparten navidades, año nuevo y

cualquier tipo de celebración juntos con sus abuelos y la familia de Yasna. Además Robin y

Josefina comparten su pasión por la música y todos los viernes van a un grupo de canto de la

comuna. Sin embargo, cuenta que su tía Yasna no tiene una buena relación con su mamá,
debido a que su tía piensa que fue un gran error haberse marchado dejando a su hijo, cuando

Robin tenía solamente 15 años, donde Marta Antonieta se despreocupa completamente de la

situación de Robin en Santiago. Su tía y mamá mantienen una relación muy distante, es más; no

mantienen contacto por ninguna red social y cuando viene a Santiago si puede la va a ver, no es

una prioridad para ella. De modo similar sucede con su abuela Marta Inés quien está muy

molesta con Marta Antonieta por haberse ido, y no preocupándose más por su hijo, donde ni

siquiera asistió a su licenciatura puesto que tenía otras cosas que hacer.

Para Robin, su novia Gabriela (20) ha sido otro gran apoyo, con ella mantiene una relación

desde hace dos años. Él confía mucho en ella. Gabriela es una gran motivación para que Robin

continuara sus estudios. No obstante, señala que desde que está con Gabriela comenzó a

consumir marihuana de manera frecuente, hecho que lo ha mantenido distanciado los últimos

meses con su abuela Marta, puesto que cada vez se hablan e interactúan menos.

Robin indica que su abuela se está tratando psicológica y farmacológicamente en el

CESFAM de su sector una vez al mes, puesto que padece depresión tras haberse enterado del

consumo de marihuana de su nieto. Además, asiste semanalmente a un club de adulto mayor,

donde comparte con otros adultos y realizan paseos ocasionales. Esto ha producido un

distanciamiento dentro de su núcleo familiar, especialmente con su abuela quien ha sido su

principal apoyo desde que sus padres se separaron. Es por ello que decide acudir a la

Trabajadora Social de su comuna, para que lo pueda orientar respecto a lo que está sucediendo

dentro de su familia, ya que no sabe qué más hacer para ayudar a mejorar la situación y volver a
tener la relación de confianza y afecto que tenía con su abuela Marta antes de que se enterara

de su consumo.

Análisis desde la Perspectiva Sistémico Estructural

De acuerdo con Minuchin (1974), una de las principales características del enfoque

sistémico estructural es la comprensión de la unidad de análisis como el sistema completo y no

el individuo. De hecho, sus bases conceptuales no son ni la personalidad y sus rasgos, ni la

conducta individual, sino el sistema familiar como un todo, como un órgano estructurado e

interdependiente entre sí, que se comunica con pautas de interacción, en las que el usuario

sólo es uno de sus componentes, y su valor tiene que ver con la función y posición dentro de

este mismo sistema.

En consiguiente, los síntomas, desde esta perspectiva son vistos como parte de este

patrón comunicacional, y por tanto se configura como una característica del sistema y no

únicamente del que lo sufre. Es por esto, que se tiende a trabajar con toda la familia y orientar

la intervención a modificar los patrones de interacción, pues es en estos en los que el síntoma

cobra sentido, dejando en evidencia un sistema familiar desadaptado. Por tanto, utiliza a esta

persona para transformar el todo, pues al cambiar las posiciones de los miembros de la familia,

cambian sus experiencias y comprensiones subjetivas (Minuchin, 1974).

Ahora bien, para hablar sobre los aportes que esta perspectiva significa para el caso de

Robin, es importante primero comenzar a analizar el sistema familiar y su estructura relacional.

Como bien se expone, se constituye el sistema parental y conyugal con el nacimiento del primer
hijo, Robin, otorgando el rol de madre Marta Antonieta y un rol de padre a Mario, sin embargo

ellos no cumplen con dichos roles; Mario por su parte vivió con su hijo los primeros años de

Robin y Marta Antonieta a pesar de vivir con Robin hasta los 15 años no ejerció su rol debido a

que no se preocupo de él si no que solo estaba preocupada por ella misma, su vida social y sus

parejas. Ante esto, los roles de padre y madre son adoptados por los abuelos de Robin; Osvaldo

y Marta Inés ya que son ellos quienes están a cargo del cuidado y protección de Robin

otorgándole afecto y apoyo, dándose a través de éstos la definición de su personalidad en

cuanto a los valores, normas y reglas. Estableciendo de esta manera el sistema familiar

principal.

Asimismo, la relación e interacción entre los integrantes configura una de las fortalezas

más grandes para el núcleo, la resiliencia, especialmente desde Marta Inés, pues representa

dentro del núcleo un gran apoyo y soporte para todos los miembros, gracias a su rol maternal y

servicial. Destaca estar siempre pendiente de todos, sostener y ayudar en cualquier problema a

Robin y Osvaldo.

Pese a lo anterior, presentan un nudo de conflicto, el consumo de Robin, lo cual ha

llevado a un distanciamiento dentro de su núcleo familiar, especialmente con su abuela quien

ha sido su principal apoyo desde que sus padres se separaron, desencadenando en esta última

un cuadro depresivo. Siendo este el motivo por el cual Robin acude en busca de ayuda, pues

desea mejorar la situación y volver a tener la relación de confianza y afecto que tenía con su

abuela antes de que se enterara de su consumo. Por tanto, entenderemos que el síntoma desde

esta perspectiva corresponde al distanciamiento de ambos, como consecuencia de este nudo.


Frente a esta situación, el enfoque sistémico estructural propone la herramienta de la

escultura como un medio para expresar percepciones, sentimientos y emociones a través de

elementos visuales e impactantes, capaces de introducir cambios en las historias e interacciones

familiares, en tanto facilita la toma de conciencia y promueve el cambio (Barberá & Población,

S/f). En este sentido, se plantea trabajar con el tipo “Escultura Real”, pidiendo a Robin ser el

escultor y a sus abuelos deben dejarse moldear por él y adoptar las posiciones que éste les

indique. Guiándose con preguntas como ¿Esa es la posición que quieres que tenga esa persona?

¿Hacia dónde debería mirar? ¿Cuánta separación deberían tener? ¿Deben tocarse?.

El aporte de esta herramienta permitirá que los miembros salgan de su perspectiva

particular y logren una panorámica más amplia de lo que sucede, desde el punto de vista del

otro, facilitando la toma de conciencia respecto a este distanciamiento y el efecto que conlleva

en el sistema (Barberá & Población, S/f). Para esto, es importante invitar a cada miembro a

exponer cómo se siente en su posición, centrándose en describir las sensaciones que se derivan

de su postura corporal (rigidez, incomodidad, tensión, etc) proporcionando una metáfora

espacial de las relaciones familiares y de la postura emocional de cada persona en el sistema. De

modo tal de proporcionar un esquema de aquello que no está funcionando y hay que trabajar.

Consideramos importante también que otros miembros de la familia sean “escultores”,

pues la escultura es la expresión desde la subjetividad, por tanto, los otros miembros del grupo

verán el escenario de otra manera.

Finalmente, todo lo anterior tiene por objetivo el insight emocional de todos los

miembros, “el darse cuenta de lo que ocurre entre nosotros”. Pues de pronto, Osvaldo no se
había percatado de esto, o bien, Marta Inés no considera importante el distanciamiento entre

ella y su nieto, y lo importante que es para él recuperar la relación, lo cual comienza a abrir los

caminos a un posible cambio.

Análisis desde la Perspectiva Relacional

En los objetivos propuestos en el Modelo Relacional de Trabajo Social pone a los sujetos

de estudio (individuos, familias y comunidades) en el centro de su relación, dejando de lado la

posición del trabajador social “experto” en sus saberes, proponiendo que en las prácticas

narrativas de esos mismos consultantes se relevan las vías de solución a sus propias dificultades.

En las historias saturadas de problemas, buscarán mediante la doble escucha, tanto el rescate

de las áreas de la vida pasada y presente que se ha mostrado exitosa (que ofrece una identidad

competente) como las posibilidades de determinación de cuál es la vida preferida de las

personas (Cardona & Campos, 2019, p. 33).

Desde los aportes que el modelo de Perspectiva Relacional entrega a la intervención con

Robin, podemos encontrar en primera instancia una Construcción de la relación, para ello es

importante situarse desde la necesidad de él en la búsqueda de ayuda en la “trabajadora social

de su comuna”, necesitando mejorar la relación con su abuela materna, entendiendo el

significado que le está entregando inicialmente a su “problema”, para relevar desde ahí dicho

significado y dar espacio para la elaboración de su narrativa en torno a su construcción familiar

(presentación del caso).


En esa presentación del caso, como trabajadores sociales, se hace relevante poder

escuchar para poder reconocer el dolor y sufrimiento de Robin dando especial énfasis a los

significados que él va construyendo, como por ejemplo: la relación que narra que ha forjado a

través de los años con sus abuelos maternos, su madre, padre, tío paterno, hermanastro por

línea paterna, tíos por líneas materna, primas por línea materna. Ya que en esta escucha activa

de su construcción familiar, podemos relevar el tercer criterio propuesto por Cardona & Campos

(2019), de No Juzgar, ya que en la intervención se releva la escucha activa y la identificación de

las circunstancias vitales de Robin.

En la búsqueda de la escucha activa y el no juzgar, el modelo nos muestras diversas

formas de situarnos como interventores, siendo relevante poner en manifiesto la visión de una

re-construcción social de la realidad narrada, manteniendo una postura que se encuentra sin

apoyo en el cual sustentarse, como la perspectiva de la visión desde afuera, según la cual, se

conoce la realidad como es (Contreras, 2006, p. 147).

Respecto a estas instancias, propuestas desde los criterios, es relevante poder

devolverle a Robin en la intervención, las posibilidades de cambio existentes, para poder hacer

presente en el discurso de su construcción familiar y la relación con ella, la esperanza, vista en la

necesidad de volver a vincularse con su abuela materna, en conjunto con hacer palpable la

historia de vida que le ha tocado hasta el momento, proponiendo en su propio significados: “las

dificultades vividas”, pero también haciendo presentes aquellas formas “resilientes” que ha

sabido poner en énfasis en su narrativa y cómo esas formas de resiliencia han ido creando al

adulto que ha podido ser hasta ahora, estos elementos quieren relevar el criterio de
Empoderamiento, o sea, que su vida ha estado más bien marcada por su búsqueda de bienestar

para él y de la importancia que ha relevado en esa búsqueda la “familia” que ha podido

construir, con sus abuelos maternos y tíos maternos (Cardona & Campos, 2019, p. 37).

Un significado que se vuelve relevante poder traer a la intervención es aquel que dice

relación con que el distanciamiento que se ha provocado con su abuela concatenando una

depresión al enterarse del consumo de marihuana de Robin. Desde lo narrado por Robin este

significado es atribuible a su permanencia con su polola Gabriela, señalando que ha comenzado

a consumir, relevando además que ella ha sido un gran apoyo, en una relación de confianza, y

una gran motivación para continuar con sus estudios, presentándose dicotomías entre las

posiciones de abuela y Robin.

Análisis desde la mediación

La mediación como la han definido distintos autores, es una alternativa para la

resolución de controversias en la cual las partes mismas gestionan su solución, con la ayuda de

un tercero neutral, mediador (Guerra, 2022). Desde ahí que se vuelve fundamental comprender

que son las personas que están en conflicto, las protagonistas de llegar a un acuerdo que

satisfaga a ambas partes y les permita transformar el estado anterior y de esta manera generar

un nuevo equilibrio y a la vez forma de relacionarse cambie y será una persona externa a la

controversia, llamada mediador, quien facilite el espacio de diálogo que favorezca el

establecimiento de un consenso manteniéndose siempre imparcial y sin tomar parte por

ninguno de los involucrados.


Es por eso que uno de los aspectos fundamentales para toda persona que desea iniciar

una medicación, asista de forma voluntaria, pero es posible que inicialmente no lleguen a esto

porque así lo desearon y sea impuesto desde el sistema judicial y en este escenario es

fundamental como menciona Viana (2011), reconocer que la libertad para iniciar la mediación

puede verse comprometida, sin embargo, en ningún caso puede quedar comprometida la

libertad para abandonarla si así se desea, es decir, pasar por el proceso y llevar a cabo la

sesiones, así como llegar a un acuerdo es voluntario.

Existen tres modelos o enfoques de mediación, los cuales tienen tres líneas distintas de

pensamiento. Uno es el modelo tradicional - lineal de Harvard que dentro de su aspecto

esencial busca llegar a intereses negociables partiendo de posiciones contrapuestas o

innegociables, el cual se lleva a cabo mayoritariamente en ambientes laborales; otro es el

modelo circular - narrativo, este tiene como objetivo el modificar las narraciones para llegar a

cambiar la percepción de la realidad (somos lo que contamos); y el tercer modelo es el

transformativo, el cual busca cambiar no sólo las situaciones sino también a las personas

(Munné Tomás & Mac-Cragh, 2006).

Ahora, para el análisis del caso anteriormente presentado, el modelo que se propone es

el Modelo Narrativo de Sara Cobb ya que éste se centra en la comunicación y parte de una

causalidad circular porque considera que no hay una causa única que produzca un determinado

resultado, sino que existe una causalidad de tipo circular que permanentemente se

retroalimenta (Viana, 2011). Y tal como se menciona en el análisis desde una perspectiva

sistémico estructural, un nudo de conflicto que se presenta en este caso es el distanciamiento


dentro de su núcleo familiar, especialmente con su abuela quien ha sido su principal apoyo

desde que sus padres se separaron, desencadenando en esta última un cuadro depresivo.

Siendo este el motivo por el cual Robin acude en busca de ayuda, pues desea mejorar la

situación y volver a tener la relación de comunicación, confianza y afecto que tenía con su

abuela antes de que se enterara de su consumo de marihuana, pero desde la mirada profesional

se visualiza que hay otras causales más en este caso las que a través de este modelo podrían ir

desarrollándose y finalmente transformándose.

Considerando lo anterior y visualizando que si bien en este caso no hay un conflicto

evidente entre ambas partes que pueda ser resuelto, Robin va en búsqueda de apoyo porque

desea generar un cambio en lo que se refiere a la relación con la adulta y considerando la

relación afectiva histórica que ha existido entre él y su abuela, se visibiliza que ella sí podría

acceder también de forma voluntaria a la mediación a fin de que juntos lleguen a una solución.

Al ser la mediación una estrategia que cuenta con etapas, se espera que Robin y Marta

Inés, desde la reunión inicial asistan de forma voluntaria, ambos comprendan en qué consiste la

mediación y fijen los acuerdos esenciales o reglas básicas para el proceso. Y una vez que decidan

seguir adelante, que a través del mediador vayan avanzando tanto en la identificación del

conflicto como en las posibles soluciones y siempre teniendo presente qué es lo que quieren

transformar y el propósito de este espacio para así ir ellos construyendo el desenlace del

conflicto.

En la etapa de aclaración de cuáles son las razones que los distanció y las posiciones que

tiene cada uno al respecto será crucial para ambos la oportunidad de visualizar el punto de vista
el otro y desde ahí conectarse con las distintas causas y será el momento clave para comprender

que no hay una causalidad única sino que existe una causalidad de tipo circular que

permanentemente se retroalimenta y desde ahí avanzar a los puntos en los que coinciden

respecto del conflicto para luego plantear posibles soluciones.

El mediador será una persona clave para ir acompañando este proceso e ir

empoderando a ambos respecto al protagonismo que tienen, siendo conscientes del proceso de

delegación de poder en la que los roles jerárquicos familiares no están presentes y ambos

tienen la responsabilidad respecto a la construcción de los acuerdos comunes que les permita

transformar el conflicto (Bolaños Cartujo, 2005).

Por tanto, será trascendental la participación del mediador durante todo el proceso, y

especialmente al inicio de la mediación donde el conflicto en sí puede visualizarse como que no

es una problemática y será la capacidad del mediador de generar un contexto de confianza y de

elaborar preguntas las que marquen la trayectoria de la medicación, ya que tal como manifiesta

Marinés Suares, cuantas más técnicas maneje el mediador y mayor sea su grado de dominio,

más espacio hay para la creatividad en el uso de las mismas (Viana, 2011), es decir, el proceso

narrativo que se lleve a cabo dependerá de la capacidad de implementación de esas técnicas

por parte del mediador durante cada una de las sesiones.

La mediación finalizará una vez que exista un cambio en la historia que traen las partes y

se construya una historia alternativa y lleguen a un acuerdo, instancia en la que Robin y María

Inés se habrán responsabilizado de lo que los llevó al conflicto y a su vez de la responsabilidad

de llevar a cabo las soluciones construidas entre ambos.


Es fundamental que como profesional clínico constantemente estemos reflexionando

sobre nuestras prácticas y seamos conscientes de la neutralidad que estamos logrando respecto

de un conflicto o de cualquier proceso de intervención y especialmente en la mediación donde

se espera que sea, en este caso, Robin y María Inés, quienes transformen su forma de

comunicarse y juntos lleguen a un acuerdo viable que les permita volver a vincularse.

Análisis desde las constelaciones

A diferencia de los aportes que entregan el Enfoque Estructural Familiar y el Enfoque

Relacional en el Trabajo Social y en lo particular desde el campo de lo clínico - terapéutico, ya

sea por sus aportes desde la literatura investigativa o su eficacia en lo interventor. El poder

ampliar los campos prácticos metodológicos en el quehacer profesional clínico, posibilita la

aproximación de nuevas perspectivas emergentes en la búsqueda comprensiva de los diversos

malestares subjetivos que afectan a las personas y su relación con su entorno e historicidad,

posibilitando que se tornen aún más relevantes, puesto que, tal como señala Ituarte en

Echegaray (2017), “el Trabajo Social Clínico es una práctica especializada y un proceso relacional

psicoterapéutico que trata de ayudar a un cliente a afrontar sus conflictos psicosociales, superar

su malestar psicosocial y lograr unas relaciones interpersonales más satisfactorias” (p.21).

Por lo tanto, la aproximación a perspectivas postmodernas como las Constelaciones

Familiares posibilitan ampliar las miradas de ese malestar, pero también resaltar nuevas

características conceptuales y paradigmáticas para lograr relaciones interpersonales más

satisfactorias; ejemplo de ello, la incorporación las dimensiones holísticas, espiritualidad,

sanación; fundados en corrientes epistemológicas de la física cuántica, holísticas, etc; como


también, nuevas perspectivas relacionadas de construir una relación terapéutica (Champetier

de Ribes, 2010).

En la discusión de grupo, reflexionamos sobre la trascendencia del manejo de los

enfoques y la importancia de la familiaridad de este en su aplicabilidad en el proceso

interventor, en ese sentido damos cuenta que no podríamos intervenir desde la constelación

familiar el caso presentado, principalmente por no tener la especialización/formación para

“hacer” constelación, no obstante, valoramos varios elementos de su aplicabilidad en la

intervención en sí misma, y que sería interesante a incorporar en nuestra batería de

herramientas, tal vez, no en la naturaleza misma de su ejercicio, pero sí el rescate de sus

conceptos y fundamentos.

En función de lo anterior, dentro de los aportes que pueden nutrir al trabajar con Robin

en la consulta es que el cliente es miembro de un sistema, tal como señala Champetier de Ribes

(2010),, “el individuo no es más que un eslabón en una gran cadena al servicio de la vida [...]

poniendo énfasis en la importancia de recuperar la mirada conectada de nuestros ancestros

más lejanos” (p.70), donde toda solución que busca el consultante es “sistémica”. En ese

sentido, es importante tomar esta perspectiva sistémica con Robin y el motivo de consulta al

solicitar ayuda con trabajadora social para mejorar la situación con su abuela y cómo volver a

tener una relación de confianza y afecto.

Asimismo, se valora la trascendencia de los conceptos del Orden y Pertenencia como

arrastre o herencia de las acciones a nivel transgeneracional y cómo pueden repercutir a nivel

somático o relacional en él en su presente, como también en el futuro, pero no olvidando lo


heredado del pasado desde sus ancestros. ¿Cómo podría nutrir desde las constelaciones

familiares y su práctica en lo sistémico en el caso de Robin?, bueno el aporte de la mirada

sistémica y cómo relaciona este elemento con su impacto el lo emocional: “con lo que te dan

rabia, miedo, da pena, y con los excluidos y marginales” (Champetier de Ribes, 2010, p.71).

Esto último, abstrayendo al caso, nutriría la observación de las emociones que pudieran

emerger en Robin teniendo en consideración que ha sufrido varios duelos por pérdidas, por un

lado, la relación comunicacional con su núcleo familiar de origen, como por otro lado, su familia

extensa, y ahora último, el distanciamiento con su abuela materna.

Ahora bien, dentro de los aportes a la intervención que entrega las constelaciones

familiares, ya sea desde su marco ontológico y epistemológico; fenomenología, física cuántica,

mirada espiritualidad, y, lo metodológico; respecto a la perspectiva de lo práctica del “hacer” en

el proceso de atención con el cliente. En cuanto a lo anterior, el aporte que entrega es

interesante al revisar “cómo hacemos terapia”, o un concepto acuñado desde los inicios del

ejercicio de la psicoterapia la persona del terapeuta, en palabras de White, “el hacer terapia

impacta sobre la vida y el quehacer del terapeuta al ser incluido de una manera tan íntima en el

mundo interno de los pacientes” (White en Szmulewicz, 2013, p. 61).

Dentro de los aportes que puede aportar las constelaciones familiares al “cómo hacemos

terapia”, si hacemos una mirada en la trayectoria histórica desde el psicoanálisis tradicional de

Freud, quien atendía en un diván con el cliente acostado, a pasar a atenciones en un espacio

mirando frente a frente, a trascender a planos de conciencia al inconsciente como la hipnosis o

campos de corporalidad y energéticos. Mientras que, las constelaciones familiares, propone la


importancia de “Centrarse, Estar en el centro vacío''; lo que significa “estar totalmente

presente, la sintonía con los demás y el movimiento del espíritu”. (Champetier de Ribes, 2010,

p. 25).

Dicho lo anterior, queda la invitación como profesional clínico a reflexionar sobre la

importancia de cómo hacemos acompañamiento o terapia: ¿somos conscientes de nuestros

pensamientos?, como también a valorar cuál es la pregunta adecuada, o el ritmo de la sintonía y

sincronía con el usuario o desde esta perspectiva, la persona constelada. Llevándolo al caso de

Robin, es importante ahondar sí, antes de intervenir, preguntarnos si nuestro enfoque puede

hacer sentido a Robin para responder a su motivo de consulta, y de esta manera evitar

intervenciones iatrogénicas.

Conclusión

Al plantearnos en el proceso reflexivo de grupo posterior al desarrollo de los cuatros

modelos de intervención en relación al caso de Robin, dentro de los aprendizajes abstraídos al

hacer lenguaje de estos, damos cuenta de la importancia en reconocer el enfoque o modelo

sobre el cual nos planteamos a observar una problemática o fenómeno de estudio e invitamos

al consultante a abrirse a exponer su vulnerabilidad, su mundo interno para la construcción de

ese vínculo y el impacto que puede tener para esa persona, como también para uno como

interventor.

En esa línea visualizamos cómo el Modelo Sistémico y Relacional toman posicionamiento

como herramienta para comprender el motivo de consulta de Robin y su historia que da

contenido a su malestar que le acerca a pedir ayuda. La automatización y familiaridad con


ambos modelos al leer el caso y su historia relacional con su familia y entorno, en lo inmediato

nos remite a analizar los patrones histórico-biográfico y elaborar un proceso interventor con

categorías pre-establecidas que emanan del modelo situado. Tal como plantea Stolorow &

Antwoord (2004, citado en Szmulewicz, 2013) , “puede ser el mismo terapeuta quien involucre

al paciente en un tipo de interacción que más tiene que ver con su propia idiosincrasia e incluso

con su convicción de categorías pre-establecidas acerca del funcionamiento psicológico y

relacional” (p.64).

En ese aspecto, la segunda reflexión y aprendizaje es la de ampliar el lente

paradigmático con que entramos a mirar un fenómeno o problema. Centrándonos en la

importancia de rescatar los elementos o técnicas que se pueden ocupar como aporte en un

acompañamiento desde el modelo de Constelaciones y de Mediación familiar. Lo anterior, nos

puede permitir ampliar como trabajadores sociales clínicos, por un lado, la comprensión de los

elementos prácticos que lo componen, pero, por otro, entender los contextos en los cuales son

desarrollados y planteados.

A modo de finalizar, valoramos la riqueza epistemológica y la flexibilidad del Trabajo

Social como disciplina de especialización a nivel teórica práctica para buscar comprender el

abordaje de los fenómenos sociales con su entorno social que afectan a las personas

consultantes, permitiendo la incorporación de diversas perspectivas para mirar un fenómeno de

estudio y la capacidad de adaptarse para mirar nuevas líneas de trabajo postmodernas, como lo

puede ser la propuesta de aplicabilidad terapéutica de las Constelaciones Familiares, la cual no

solo incorpora nuevas conceptualizaciones o forma de mirar un sistema familiar, sino también la
metodología de “hacer terapia” con un consultante, siendo rupturista a los métodos

tradicionales de la psicoterapia.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Complutense.

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Guerra Aburto, L. (2022). Magíster en Trabajo Social Clínico. Aplicaciones terapéuticas en

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Munné Tomás, M., & Mac-Cragh, P. (2006). Los 10 principios de la cultura de mediación.

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