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ACTIVIDAD 3, EVALUATIVA

FORO VIRTUAL: DERECHOS

PRESENTADO A:
IVAN DARIO GOMEZ GONZALEZ
NRC: 15-58827

PRESENTADO POR:
NICOL NATALIA TOVAR PAEZ ID: 786420

CORPORACION UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS


CONSTITUCION POLITICA
INTRODUCCIÓN A LA SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO

NEIVA
2021
Función de la Carta Magna

La función de la Carta Magna es: Fortalecer la unidad de la nación y asegurar a sus integrantes la
vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz, dentro
de un marco jurídico, democrático y participativo que garantice un orden político, económico,
social, justo, y comprometido a impulsar la integración de la comunidad latinoamericana.

Concepto de la Carta Magna

Podría decirse que la Carta Magna o la “Gran Carta”, fue la influencia primitiva más significativa en
el extenso proceso histórico que condujo a la ley constitucional actual en el mundo de habla
inglesa. En 1215, después de que el rey Juan de Inglaterra violara un número de leyes y tradiciones
antiguas con que se había gobernado Inglaterra, sus súbditos lo forzaron a firmar la Carta Magna,
la cual enumera lo que después vino a ser considerado como los derechos humanos. Entre ellos
estaba el derecho de la iglesia a estar libre de la intervención del gobierno, los derechos de todos
los ciudadanos libres a poseer y heredar propiedades y que se les protegiera de impuestos
excesivos. Estableció el derecho de las viudas que poseían propiedades para decidir no volverá
casarse, y establece principios de garantías legales e igualdad ante la ley. También contenía
disposiciones que prohibían el soborno y la mala conducta de los funcionarios.

Considerada ampliamente como uno de los documentos legales más importantes en el desarrollo
de la democracia moderna, la Carta Magna fue un punto de cambio crucial en la lucha para
establecer la libertad.

La Petición del Derecho (1628)

En 1628 el Parlamento Inglés envió esta declaración de libertades civiles al Rey Carlos I. El
siguiente hito reconocido en el desarrollo de los derechos humanos fue la Petición del Derecho,
elaborada en 1628 por el Parlamento Inglés y enviada a Carlos I como una declaración de
libertades civiles. El rechazo del Parlamento para financiar la impopular política externa del rey,
causó que su gobierno exigiera prestamos forzosos y que tuvieran que acuartelar las tropas en las
casas de los súbditos como una medida económica. El arresto y encarcelamiento arbitrarios por
oponerse a estas políticas, produjo en el Parlamento una hostilidad violenta hacia Carlos y George
Villiers, el primer duque de Buckingham. La Petición del Derecho, iniciada por Sir Edward Coke, se
basó en estatutos y documentos oficiales anteriores y hace valer cuatro principios:

(1) No se podrá recaudar ningún impuesto sin el consentimiento del Parlamento.

(2) No se puede encarcelar a ningún súbdito sin una causa probada (reafirmación del derecho de
habeas corpus, del latín, “que tengas el cuerpo”, derecho que determinaba un plazo límite para
resolver si se arresta a un detenido).

(3) A ningún soldado se le puede acuartelar con los ciudadanos.

(4) No puede usarse la ley marcial en tiempos de paz.

Características

La Constitución se caracteriza por ser, a la vez, un documento político y la norma jurídica más
importante de la Nación. Lo primero porque contiene la forma como el poder constituyente
originario organiza y establece los límites de los poderes constituidos (legislativo, ejecutivo,
judicial, etc.). Y lo segundo, porque el mundo del derecho empieza en la Constitución y no en la
ley, como sucedía en otros tiempos donde el parlamento era soberano y no se sometía a la Carta
Política, sino que por el contrario los poderes debían someterse a él.

la Constitución, puede sufrir variaciones de un país a otro, pero de acuerdo con la doctrina suele
contener por lo general:

Una parte dogmática: Es el segmento de la carta política que está integrado por las normas que
contienen los derechos inherentes a las personas.

En la mayoría de los países, cuya carta política es escrita, estos derechos se hallan en varios
apartes de su contenido. Generalmente en el preámbulo del documento, donde se encuentra la
síntesis de los valores básicos que orientarán a la comunidad política; en la parte que contiene los
principios constitucionales, allí se delimita el marco político, social y económico que guiará la
acción de los poderes públicos, al igual que la forma como se debe promover y garantizar la
efectividad de los derechos y deberes.

Una parte orgánica: Está compuesta por las normas que regulan la estructura jurídico - política de
un Estado, sobre la base del principio de separación de poderes; en ella están los órganos
inmediatos que lo conforman y las funciones que cumplen. Este segmento es fundamental ya que
organiza y delimita la acción de los órganos del poder político, dejando en claro su competencia y,
por ende, evidenciando su rol como control para evitar el despotismo y arbitrariedad del otro.

Teoría sobre el fundamento de los derechos humanos

Existen distintas doctrinas para explicar la raíz de los derechos, diferencias que descansan, por
supuesto, en la forma cómo cada una de esas escuelas entienden el derecho, el origen del Estado
y de la sociedad.

Modelo de fundamentación lusracionalista: Se puede definir al iusnaturalismo como la doctrina


de acuerdo con la cual existen leyes, que no hayan sido puestas por la voluntad humana y en
cuanto tales son anteriores a la formación de cualquier grupo social.

Características de Iusnaturalismo: Origen natural de los derechos.

Universalidad de los derechos

Se asume el uso del raciocinio y la moral.

Está por encima del derecho positivo.

Modelo de fundamentación Iuspositivismo: Se trata de una doctrina que no reconoce valor, sino
a las normas del derecho positivo que regula la conducta de los miembros de una sociedad.

Características de Iuspositivismo: Moral y derecho están separadas.

Las leyes son normas creadas por el soberano.

El derecho cambia según las circunstancias de cada Estado.

Las leyes son de carácter coercitivo.


Es imperativista.

Derechos y deberes de la persona y del ciudadano

Los derechos humanos: Son aquellos que se atribuyen a los seres humanos por el mero hecho de
tener esa cualidad, y en este sentido, serán los principios elementales de justicia que deben ser
tenidos en cuenta por el ordenamiento jurídico de una comunidad políticamente organizada.

Se caracterizan: Desde el punto de vista filosófico, por ser un atributo de la personalidad del ser
humano. Por ello, son inalienables e intransferibles, pues su negación conduce al desconocimiento
de la persona en sí misma considerada.

Desde el punto de vista político, porque determinan la relación entre el individuo y el Estado, y la
manera de ser del sistema democrático habida cuenta que muchos de ellos, cumplen una función
de protección (surgen precisamente como salvaguardia del individuo frente los poderes públicos)
y de legitimación de las autoridades, pues si éstas no respetan los derechos fundamentales no hay
democracia y mucho menos paz civil. Los derechos humanos, desde esta mirada son cánones
básicos de justicia internacionalmente aceptados por el derecho internacional, con obligaciones
exigibles a los Estados.

Desde el punto de vista jurídico, porque forman parte del ordenamiento jurídico de un país. En
Colombia son exigibles, encuéntrense positivizados o no. Algunos son exigibles en un grado mayor
que otros.

Clasificación de los derechos humanos

La Carta Política colombiana en el Título II, siguiendo los derroteros de la doctrina clásica, trató de
clasificar los derechos humanos en tres categorías:

a.) Derechos Fundamentales: Son considerados por un sector de la doctrina como derechos de
estirpe individual dirigidos a salvaguardar determinados ámbitos de libertad, de actuación o
autonomía de la persona frente amenazas externas por parte de los poderes del Estado (derechos
a la libertad de expresión, asociación, integridad física, entre otros) y de participación en la vida
pública, con el fin de proteger la gestión democrática de los asuntos públicos (derecho al sufragio,
al acceso a los cargos públicos y de petición).

Sin embargo, debe aclararse que para otro sector el concepto ha evolucionado y por tanto dentro
de un Estado social de derecho, los derechos fundamentales comprenden tanto los de defensa
como los de prestación (sociales).

Importancia que tiene los Derechos Fundamentales en la constitución política: Los derechos
fundamentales surgieron precisamente como mecanismos de protección frente al poder público,
instrumento que con el correr del tiempo se fue afinando hasta llegar al paradigma actual, que lo
sustenta y lo respalda. Ninguna autoridad puede sustraerse a la obligación de respetarlos y
hacerlos respetar de quienes intenten conculcarlos.

La función de legitimación radica en el hecho de que los derechos fundamentales se utilizan como
criterios para diferenciar lo justo de lo injusto, tanto desde el prisma de actuaciones políticas
concretas, como desde la organización estatal en su conjunto.
Los derechos fundamentales en la Constitución Política de Colombia: La Carta Política
colombiana pretendía agrupar en el Capítulo 1 del Título II, los derechos fundamentales. Así, en
este apartado relacionó el derecho a la vida (art. 11), a la integridad personal y a no ser
desaparecido (art.12), a la igualdad (art.13), a la libertad individual (arts. 17 y 28), el derecho de
habeas corpus (art.30), a la libertad de circulación y residencia (art. 24), al libre desarrollo de la
personalidad (art. 16), al debido proceso (art.29), a la libertad de expresión, opinión y de
comunicación (art.20), a la intimidad personal y al buen nombre (art.15), a la honra (art. 21), a la
libertad de conciencia (art. 18), a la libertad religiosa (art. 19), a la libertad de reunión (art. 37), a la
libertad de asociación (art. 38), al trabajo (art. 25), a realizar peticiones respetuosas a las
autoridades (art. 23).

Con todo, es importante aclarar que existen otros derechos fundamentales expresamente
consagrados en otros apartes de la ley fundamental, como sucede por ejemplo con los derechos
fundamentales de los niños (art. 44), los cuales se encuentran ubicados en el Capítulo 2 del Título
II; referido a los derechos sociales económicos y culturales. Incluso, habrá otros derechos
constitucionales que de acuerdo con la doctrina, sin tener la categoría de fundamentales, pueden
llegar a serlo por engarce (conexidad).

Diferencia entre los derechos humanos y los derechos fundamentales: Derechos fundamentales
son derecho positivo, derechos humanos son derecho natural. En la discusión teórica esta
distinción desempeña un papel muy importante: los derechos humanos valen desde el punto de
vista temporal eternamente; desde el punto de vista espacial, en todo el mundo; provienen de la
naturaleza o de la creación divina, son sagrados e inviolables.

Los derechos fundamentales en cambio parecen ser menos importantes. Son los derechos del
hombre garantizados por las instituciones jurídicas. Su validez está condicionada temporal y
espacialmente. Pero, en cambio, son derechos objetivamente válidos. También son derechos
subjetivamente válidos: pueden ser invocados ante los tribunales. Limitan el poder de los órganos
del Estado; no sólo son incompatibles con la soberanía ilimitada del aparato estatal, sino que son
expresión de la negación de la soberanía y del afianzamiento de la libertad por medio de un
sistema constitucional, con división de poderes.

Función de los derechos fundamentales: Según Díez-Picazo, (2005. p. 42-44), desde el punto de
vista jurídico político los derechos fundamentales cumplen esencialmente dos tipos de funciones:
de protección y de legitimación.

La función de protección es inherente a su origen. Los derechos fundamentales surgieron


precisamente como mecanismos de protección frente al poder público, instrumento que con el
correr del tiempo se fue afinando hasta llegar al paradigma actual, que lo sustenta y lo respalda.
Ninguna autoridad pública puede sustraerse a la obligación de respetarlos y hacerlos respetar de
quienes intenten conculcarlos.

La función de legitimación radica en el hecho de que los derechos fundamentales se utilizan como
criterios para diferenciar lo justo de lo injusto, tanto desde el prisma de actuaciones políticas
concretas, como desde la organización estatal en su conjunto.

Esta función de legitimidad que cumplen los derechos humanos, se ve reflejada entre otros casos,
cuando un país violador de derechos humanos, a raíz de la sentencia de un Tribunal Internacional,
es obligado a poner fin a la trasgresión y, en la medida de lo posible, a restablecer la situación al
estado de cosas que existían antes de ocasionarse el quebrantamiento del derecho.

Características de los derechos fundamentales: Para establecer cuando se está en presencia de


un derecho fundamental, la jurisprudencia (T406) ha tratado de aclarar el tema acudiendo a sus
particularidades. Así, un derecho será fundamental cuando:

Sea inherente a la persona, esto es, derechos que le corresponden al individuo por el hecho de ser
persona. Son inherentes, porque en virtud de su naturaleza se encuentran ligados al individuo de
una manera tal que sin ellos no podría vivir dignamente, como corresponde a un ser humano. De
allí que deban ser universales, indivisibles, interdependientes, preexistentes a la comunidad
política, inalienables e inviolables. Son derechos naturales limitados, pero sin que ese límite afecte
su contenido esencial.

Tienen una conexión directa con los principios constitucionales, habida cuenta de que los
derechos fundamentales por ser normas constitucionales derivan de los valores y principios
constitucionales, sin embargo, su relación con estos últimos es más evidente, porque son una
derivación directa de un principio.

Gozan de eficacia directa, es decir, para su protección no requieren de un desarrollo legal. De


donde se sigue, que son de aplicación inmediata, pues no podrían ser fundamentales si estuvieran
sujetos a reglamentaciones, que para su ejercicio y amparo realice el órgano legislativo.

Poseen un contenido esencial, esto es, que las autoridades al actuar deben respetar aquellos
elementos que son inseparables a esta clase de derechos para evitar su vaciamiento, y por ende
facilitar su ejercicio y protección.

Son vinculantes, es decir, deben ser respetados por los poderes públicos y particulares. Ninguna
persona puede sustraerse a su cumplimiento. Todos deben respetar la vida, honra, libertad, y
demás, pues de lo contrario no podría existir la convivencia necesaria para vivir en paz.

Cuentan para su protección con mecanismos especiales que sólo se pueden aplicar a esta clase de
derechos. En efecto, las personas disponen de la acción de tutela para proteger sus derechos
fundamentales cuando resulten vulnerados o amenazados por la acción u omisión de cualquier
autoridad pública o de un particular. Igualmente, pueden utilizar la acción de habeas corpus para
proteger su libertad personal en caso de detenciones arbitrarias. Estos mecanismos hacen que la
Constitución no se quede en letra muerta, sino que en verdad sus normas sean vinculantes.

Se encuentran plasmados directamente en la Constitución o en convenios internacionales, incluso,


así no se encuentren enunciados en la Carta Política deben reconocerse como tales (si son
inherentes al ser humano), pues como se ha venido comentando, en Colombia la fundamentalidad
de un derecho no depende de su positivización.

Además, debe señalarse que algunos derechos constitucionales no reconocidos como


fundamentales por un sector de la doctrina, pueden llegar a serlo por conexidad, como es el caso
del derecho a la salud, al derecho de propiedad, entre otros.

b.) Derechos sociales, económicos y culturales: Son los derechos que tienen en cuenta las
relaciones de los individuos con su entorno social, económico y cultural. Estos pretenden
garantizar condiciones para una vida digna, por medio de prestaciones materiales o de bienestar,
como serían, por ejemplo, el derecho a la salud, a la seguridad social, a la educación, entre otros.

Esta clase de derechos son exigibles no sólo por tener la Constitución fuerza normativa (no es
simplemente un documento político) sino porque el ejercicio pleno de los derechos civiles y
políticos sin el goce de los derechos económicos, sociales y culturales se convertirían en una mera
ilusión, situación que los hace adquirir el carácter de fundamentales.

De acuerdo con el Manual para las instituciones nacionales de derechos humanos (p.16-20), los
estados firmantes del Pacto Internacional de Derechos sociales, económicos y culturales, entre los
que se encuentra Colombia, asumieron las siguientes obligaciones generales con miras a
salvaguardarlos:

1. La obligación de respetar está referida al deber del Estado a abstenerse de realizar, promover o
tolerar cualquier práctica que impida el disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales.
Esta obligación se relaciona con el derecho que tienen las personas a no sufrir discriminación en
forma alguna; de influir en las leyes o políticas que los afecten, de organizarse, reunirse y
asociarse, en particular en organizaciones comunitarias; a disfrutar de los derechos ya adquiridos,
sin injerencias arbitrarias de las autoridades públicas; a no ser excluido arbitrariamente del acceso
a la escuela, a los hospitales o a otros servicios relacionados con los derechos económicos y
culturales.

2. La obligación de proteger está dirigida a exigir a las autoridades públicas que estén atentas a
impedir que cualquier persona quebrante esa clase de derechos, o en caso de que sean
conculcados, actuar para impedir nuevas violaciones, así como también garantizar a las víctimas el
acceso a recursos jurídicos. Este tipo de deber comporta la adopción de medidas inmediatas para
impedir violaciones de los derechos económicos, sociales y culturales por parte del Estado o por
terceros; así como medidas activas para proteger a todas las personas de ser víctimas de la
discriminación racial o de otra clase; el acoso y la supresión de servicios; y, garantizarles a las
víctimas el acceso a recursos legales para hacer valer sus derechos.

3. La obligación de cumplir consiste en adoptar medidas positivas en aquellos casos donde las
tomadas no hayan logrado garantizar la plena efectividad de los derechos económicos, sociales y
culturales. Esta obligación supone asegurar que el titular de esa clase de derecho acceda a él,
cuando no pueda hacerlo por sí mismo. De allí que estas medidas se encuentran relacionadas con
el gasto público, la reglamentación de la economía, creación de infraestructuras, prestación de
servicios públicos, aspectos fiscales y otras medidas de economía redistributiva.

La obligación de cumplir implica: a.) Asignar una parte del gasto público, que sea suficiente, para
lograr progresivamente la plena efectividad de los derechos económicos, sociales y culturales.

b.) Proporcionar servicios públicos relacionados con obras civiles (puentes, carreteras, redes de
alcantarillado), abastecimiento de agua potable, electricidad, atención en salud, y atención y
prevención de calamidades y desastres naturales.

c.) Diseñar planes concretos, viables financieramente, encaminados a proteger estos derechos.
d.) Revisar con miras a su cambio, hasta donde sea posible, las políticas, leyes y reglamentaciones
que afecten el disfrute de los derechos sociales, económicos y culturales.

e.) Reconocerlos en los planos legislativos y políticos.

f.) Conceder atención prioritaria a las estrategias concebidas para satisfacer estos derechos
respecto a grupos desfavorecidos, como ancianos, niños, discapacitados, enfermos terminales y
mentales, víctimas de desastres naturales o de personas que viven en esas zonas.

Las obligaciones enunciadas anteriormente, se ven reflejadas en el artículo 2 del Pacto


Internacional de Derechos sociales, económicos y culturales que manda a los estados adoptar las
medidas pertinentes para lograr progresivamente la plena efectividad de dichos derechos, hasta el
máximo de los recursos de que disponga (sean propios o provenientes de la asistencia y
cooperación internacional), sin discriminación alguna.

La clasificación de los derechos en estos dos grupos tradicionales (derechos civiles y políticos -
fundamentales- y los derechos económicos, sociales y culturales) está quedando cada vez más
desprovista de significado, pues obedece a un punto de vista erróneo respecto a la interpretación
normativa de los derechos humanos y de las violaciones de los derechos humanos. “Muchos
derechos humanos son fundamentalmente permeables. Los derechos civiles y políticos y los
derechos económicos, sociales y culturales deben fundirse, no separarse”

La Asamblea General de las Naciones Unidas, reafirmando la igualdad de esos dos tipos de
derechos (fundamentales y sociales, económicos y culturales) en el sentido de que no difieren en
la ley ni en la práctica, en la resolución 32/130 de 16 de diciembre de 1977, expresa lo siguiente:

“Todos los derechos humanos y libertades fundamentales son indivisibles e interdependientes;


deberá prestarse la misma atención y urgente consideración a la aplicación, la promoción y la
protección tanto de los derechos civiles y políticos, como de los derechos económicos, sociales y
culturales, b) la plena realización de los derechos civiles y políticos sin el goce de los derechos
económicos, sociales y culturales resulta imposible, y c) la consecución de un progreso duradero
en la aplicación de los derechos humanos depende de unas buenas y eficaces políticas nacionales
e internacionales de desarrollo económico y social”.

El Pacto Internacional de Derechos económicos, sociales y culturales reconoce los siguientes


derechos: a la libre determinación (art. 1); a la igualdad entre hombres y mujeres (art. 3); a
trabajar y a gozar de condiciones de trabajo satisfactorias (arts. 6 y 7); fundar sindicatos y a
sindicalizarse (art. 8); a la seguridad social (art. 9); a la protección de la familia, las madres y los
niños (art. 10); a un nivel de vida adecuado, incluidos la alimentación, el vestido y la vivienda
adecuados (art. 11); al más alto nivel posible de salud física y mental (art. 12); a la educación (art.
13); a la enseñanza primaria obligatoria y gratuita (art. 14); a participar en la vida cultural, gozar de
los beneficios del progreso científico y beneficiarse de la protección de las producciones
científicas, literarias o artísticas de que la persona sea autora (art. 15 y16).

Importancia que tiene los derechos sociales, económicos y culturales: La obligación de respetar
está referida al deber del Estado a abstenerse de realizar, promover o tolerar cualquier práctica
que impida el disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales. Esta obligación se
relaciona con el derecho que tienen las personas a no sufrir discriminación en forma alguna; de
influir en las leyes o políticas que los afecten, de organizarse, reunirse y asociarse, en particular en
organizaciones comunitarias; a disfrutar de los derechos ya adquiridos, sin injerencias arbitrarias
de las autoridades públicas; a no ser excluido arbitrariamente del acceso a la escuela, a los
hospitales o a otros servicios relacionados con los derechos económicos y culturales.

La obligación de proteger está dirigida a exigir a las autoridades que estén atentas a impedir que
cualquier persona quebrante esa clase de derechos, o en caso de que sean conculcados, actuar
para impedir nuevas violaciones, así como también garantizar a las victimas el acceso a recursos
jurídicos.

La obligación de cumplir consiste en adoptar medidas positivas en aquellos casos donde las
tomadas no hayan logrado garantizar la plena efectividad de los derechos económicos, sociales y
culturales. Esta obligación supone asegurar que el titular de esa clase de derecho acceda a él,
cuando no pueda hacerlo por sí mismo. De allí que estas medidas se encuentran relacionadas con
el gasto público, la reglamentación de la economía, creación de infraestructuras, prestación de
servicios públicos, aspectos fiscales y otras medidas de economía redistributiva.

c.) Derechos colectivos y del ambiente: Son los derechos que tienden a proteger bienes de
contenido supraindividual, es decir, para defender bienes comunes no individualizables, pero que
son importantes para la vida de cada persona. Son derechos de responsabilidad compartida,
donde todos deben actuar positivamente para su eficaz garantía, pues sólo una conducta solidaria
hará posible el ejercicio de los derechos colectivos y el mantenimiento del entorno vital que se
quiere proteger.

De allí que los estados y los individuos que habitan en el planeta tienen unos compromisos
capitales como son: preservar los recursos naturales de la tierra en beneficio de las generaciones
presentes y futuras, incluido el aire, el agua, la tierra, la flora y la fauna; asimismo, permitir a la
humanidad el uso y beneficio de los recursos no renovables de la tierra, evitando su agotamiento;
apoyar la lucha de todos los países contra la contaminación, controlando la descarga de sustancias
tóxicas y la liberación de calor con el fin de que no se causen daños graves a los ecosistemas.

También son compromisos capitales: prevenir la contaminación de los mares por sustancias que
pongan en peligro la salud del hombre, los recursos vivos y la vida marina; desarrollar labores
educativas en cuestiones ambientales, dirigida a jóvenes y adultos; contribuir y evitar los peligros
de la guerra en procura de una paz verdadera, justa, total y universal; proteger y permitir el
beneficio de los bienes culturales que integren el patrimonio mundial de la humanidad, como son
los monumentos, conjuntos (grupos de construcciones aisladas o reunidas) y lugares que tengan
un valor universal excepcional desde el punto de vista histórico, del arte, de la ciencia, etnológico
o antropológico. Además, proteger y permitir el beneficio del patrimonio natural formado por
lugares y monumentos naturales, formaciones geológicas y las zonas delimitadas que constituyan
el hábitat de especies animales y vegetales amenazadas por tener un valor universal desde el
punto de vista estético, científico o de belleza natural.

Importancia que tiene los derechos colectivos y del ambiente: Según la doctrina los derechos
colectivos existen porque también hay libertades colectivas, las cuales surgen a causa de que
ciertos problemas sólo encuentran solución en el ámbito de lo colectivo.
El respeto por estos derechos se debe exigir no sólo al Estado sino también a los particulares,
quienes igualmente tienen un compromiso con los derechos colectivos y del ambiente. Así, por
ejemplo, los industriales, los dueños de terrenos dedicados al cultivo, las familias en sus hogares
no deben contaminar el aire, el agua, el suelo, si se desea proteger el medio ambiente, vital para la
subsistencia de todos.

Los derechos colectivos y del ambiente en la Constitución colombiana: La Constitución nacional,


en el Capítulo 3 del Título II se refiere a los derechos colectivos y del ambiente. En este aparte se
encuentran los derechos e intereses colectivos de los consumidores y usuarios (art. 78), el derecho
al medio ambiente sano (art. 79), el derecho a la protección de los recursos naturales (art. 80), los
derechos relacionados con la prohibición de armas químicas, biológicas y nucleares (art.81) y el
derecho al espacio público (art. 82). Sin embargo, esta clase de derechos no se agotan en este
capítulo, habida cuenta que también se encuentran, en otros apartados, como, por ejemplo, el
derecho a la paz (art. 22).

El legislador colombiano al regular las acciones populares para la protección de los derechos e
intereses colectivos (artículo 4 de la ley 472 de 1998), los detalla de una manera más amplia,
señalando que serán derechos colectivos, entre otros:

a. El goce de un ambiente sano.

b. La moralidad administrativa.

c. La existencia del equilibrio ecológico y el manejo y aprovechamiento racional de los recursos


naturales para garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución. La
conservación de las especies animales y vegetales, la protección de áreas de especial importancia
ecológica, de los ecosistemas situados en las zonas fronterizas, así como los demás intereses de la
comunidad relacionados con la preservación y restauración del medio ambiente.

d. El goce del espacio público y la utilización y defensa de los bienes de uso público.

e. La defensa del patrimonio público.

f. La defensa del patrimonio cultural de la nación.

g. La seguridad y salubridad públicas.

h. El acceso a una infraestructura de servicios que garantice la salubridad pública.

i. La libre competencia económica.

j. El acceso a los servicios públicos y a que su prestación sea eficiente y oportuna.

k. La prohibición de la fabricación, importación, posesión, uso de armas químicas, biológicas y


nucleares, así como la introducción al territorio nacional de residuos nucleares o tóxicos.

l. El derecho a la seguridad y prevención de desastres previsibles técnicamente.

m. La realización de construcciones, edificaciones y desarrollos urbanos, respetando las


disposiciones jurídicas, de manera ordenada, y dando prevalencia al beneficio de la calidad de vida
de los habitantes.
n. Los derechos de los consumidores y usuarios.

Cabe igualmente aclarar, que de acuerdo con la norma mencionada los derechos e intereses
colectivos serán los definidos como tales en la Constitución, las leyes y los tratados de derecho
internacional celebrados por Colombia, de donde se sigue que la enumeración de estos en las
leyes internas no deben entenderse como los únicos que deben ser reconocidos y protegidos por
las autoridades nacionales, pues también son objeto de garantía aquellos que se encuentren
contemplados en normas internacionales.

Derechos constitucionales

Los derechos constitucionales son aquellos incluidos en la norma constitutiva y organizativa de un


Estado generalmente denominada Constitución que se consideran como esenciales en el sistema
político y que están especialmente vinculados a la dignidad humana. Es decir, son aquellos
derechos que disfrutan de un estatus especial en cuanto a garantías (de tutela y reforma) dentro
del ordenamiento jurídico. Es conocido el planteamiento filosófico-antropológico según el cual
donde nace una necesidad surge un derecho; este planteamiento tan lógico aparece por primera
vez en "La República" de Platón. Los derechos constitucionales se clasifican en derechos
fundamentales o de primera generación, derechos económicos, sociales y culturales o de segunda
generación y derechos a un medio ambiente sano o de tercera generación.

Los derechos constitucionales en la constitución política: La Constitución Política Colombiana, de


1991, le da a toda persona, un conjunto de garantías fundamentales y la acción correspondiente
para hacerla valer, sin importar, nacionalidad, género, raza, condición u origen.

Entre ellos y con diferente modo de aplicación podemos enumerar los siguientes: Derecho a la
vida, integridad personal, igualdad, reconocimiento de personalidad jurídica; intimidad; al libre
desarrollo de la personalidad: a la libertad personal en todas sus formas; a la libertad de
conciencia; de expresión y de información; y de cultos; a la honra y buen nombre; al derecho de
petición; de libre circulación; al trabajo; la libertad de escoger profesión y oficio; de enseñanza,
aprendizaje investigación y cátedra; al habeas corpus; al debido proceso; a no ser sometido a
sanciones de destierro, prisión perpetua o confiscación; al asilo, en los términos previstos por la
ley; a las libertades de reunión y manifestación; y a los derechos políticos. Los derechos de los
niños, que incluyen derechos prestacionales como la salud.

Obligaciones y deberes de la persona y el ciudadano

Así como la Constitución Política reconoce derechos a las personas, de igual manera les impone
obligaciones y deberes correlativos cuyo cumplimiento se exige si se quiere la realización de un
orden político, económico y social justo, como lo exalta la norma de normas colombiana desde su
mismo preámbulo.

El ejercicio de los derechos y libertades reconocidos por la Carta política conlleva


responsabilidades (art. 95). De esta manera, toda persona está obligada a cumplir la Constitución y
las leyes, so pena de someterse a las consecuencias que deriven de su incumplimiento. La base de
toda convivencia pacífica se encuentra en el respeto del ordenamiento jurídico por los asociados,
de allí que, si alguno o varios de ellos lo conculcan, las autoridades públicas están atentas para
hacerlo respetar por medios coercitivos.
Como complemento de lo anterior existen una serie de deberes que también las autoridades
pueden exigir de la persona y del ciudadano, y que están consagrados en el artículo 95, como son:
respetar los derechos ajenos y no abusar de los propios; actuar de manera solidaria frente a los
demás, en especial ante situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las personas;
respetar y apoyar a las autoridades democráticas legítimamente constituidas para mantener la
independencia y la integridad nacionales; defender y difundir los derechos humanos; participar en
la vida política, cívica, y comunitaria del país; contribuir al logro y mantenimiento de la paz;
colaborar para el buen funcionamiento de la justicia; pagar los impuestos para contribuir al
financiamiento de los gastos e inversiones del Estado dentro de conceptos de justicia y equidad.

Los deberes constitucionales actualmente son exigibles debido a la transformación del Estado, que
pasó de ser liberal burgués a estado social de derecho. El carácter jurídico de estos deberes
supone su exigibilidad. En el estado liberal los deberes no tenían fuerza vinculante, su
cumplimiento se dejaba a la buena voluntad del ciudadano, y aquellos tenían una naturaleza cívica
o moral. Situación diferente se presenta en el estado social donde se hace necesario que las
autoridades puedan exigirles a las personas que cumplan con sus deberes constitucionales, con el
fin de afrontar los desafíos que supone asegurar la efectividad de los principios y derechos
consagrados en la Constitución.

Para la Corte Constitucional “los deberes constitucionales son aquellas conductas o


comportamientos de carácter público, exigibles por la ley a la persona o al ciudadano, que
imponen prestaciones físicas o económicas y que afectan, en consecuencia, la esfera de su libertad
personal. Las restricciones a la libertad general sólo pueden estar motivadas por fundadas razones
que determine el legislador. En este sentido, los deberes consagrados en la Constitución
comprenden una habilitación al legislador para desarrollar y concretar la sanción por el
incumplimiento de los parámetros básicos de conducta social fijados por el constituyente”

Derechos patrimoniales

Los derechos que la ley entrega a los autores son de diversa naturaleza. Tradicionalmente estos
derechos se han clasificado en derechos patrimoniales y derechos morales.

Los derechos patrimoniales son aquellos que tienen por objeto el provecho económico por el
autor mediante la explotación de la obra. El autor puede hacer cualquiera de tales usos
personalmente o ceder tales derechos para que los ejerza otra persona o institución. Si una
persona distinta de ellos pretende hacer cualquiera de esos usos con la obra protegida, es
necesario que exista una autorización expresa del autor (o titular de derechos sobre la obra) o de
la ley, como sucede con las denominadas excepciones y limitaciones al derecho de autor.

Los derechos patrimoniales consagrados en nuestra legislación son:

Derecho de reproducción: la facultad del titular de derechos para producir o autorizar la


producción de copias o ejemplares de una obra protegida, por cualquier vía y en cualquier otro
soporte, como ocurre con la digitalización, la fotocopia, la transcripción textual, etc.

Derecho de adaptación o transformación: la facultad de autorizar la transformación, la adaptación,


la traducción, el arreglo musical u otra forma de modificación que dé como resultado una obra
distinta, que se denomina “obra derivada”.
Derecho de publicación: el derecho a autorizar la divulgación de la obra por cualquier medio, en
especial mediante la producción de ejemplares para su oferta al público.

Derecho de distribución: la facultad de autorizar la primera entrega al público de los ejemplares de


una obra, ya sea mediante la venta u otra forma de transferencia de dominio o posesión del
soporte.

Derecho de comunicación, interpretación y ejecución pública: la facultad de autorizar cualquier


acto por el que se dé acceso a una obra a una pluralidad de personas, por medios distintos de la
entrega de ejemplares. Esto incluye la interpretación de una obra musical o dramática en público,
la exhibición de imágenes en una galería, la proyección para el público de una obra audiovisual, la
transmisión mediante radio, televisión u otros medios de comunicación a distancia y la puesta a
disposición de contenidos en Internet.

Preguntas

¿Desde qué año o época cree que se implementa la CARTAMAGNA en los países
latinoamericanos?

Rta: En América Latina todos los países acogieron este sistema de gobierno desde su
independencia, con excepción de la experiencia monárquica de México en 1821 y luego entre
1865 y 1867; de Brasilentre 1883 y 1889; y la implementación del modelo de gobierno
convencional en Uruguay de 1917 a 1933 y de 1951 a 1966.

La época en que se implementa la CARTA MAGNA en COLOMBIA (Constitución Política), fue en el


año de 1886 expedida durante la presidencia del político conservador Rafael Núñez y fue
reemplazada por la actual Carta Magna de la Republica de Colombia. Fue promulgada en Bogotá el
4 de julio de 1991, durante el periodo Presidencial de Cesar Augusto Gaviria Trujillo y también se
le conoce como la “Constitución de los derechos Humanos”.

¿Qué cambios cree que hubo en la época ante su implementación?

Rta: En esta forma la historia de Colombia tuvo un giro sin precedentes ya no solo se logró un
cambio constitucional sino también:

En 1988, una fallida reforma política que pretende extender la participación ciudadana y evitar la
corrupción administrativa, dio lugar a un movimiento estudiantil y político que propuso la
convocatoria a una Asamblea Nacional constituyente para las elecciones de 1990.

En movimientos surge en el marco de la violencia que agitó a Colombia durante esa década y
asociaba los problemas del país con la falta de participación e inclusión política.

Los grupos guerrilleros M-19 (1990) y EPL Quintín Lame (1991), se desmovilizan y entregan las
armas y se integran a la vida política nacional.

Que las comunidades indígenas se les garantiza representación del Congreso de la Republica.

El movimiento estudiantil promociona la séptima papeleta para las elecciones legislativas de 1991,
la cual consistía en introducir una papeleta adicional durante los comicios para que los
colombianos votaran si estaban de acuerdo en convocar a una Asamblea Nacional Constituyente
que promulgara una nueva constitución política.

El movimiento estudiantil tuvo origen tras el asesinato de Luis Carlos Galán, candidato presidencial
en Colombia a manos de los extraditables. La marcha del silencio por un grupo de estudiantes de
diferentes universidades dio origen a muchas reuniones para efectuar un nuevo pacto social,
preocupados por la situación de su país buscaban alternativas de solución a la crisis de violencia en
Colombia por el accionar de los participantes en el conflicto armado colombiano y narcoterroristas
auspiciados principalmente por Pablo Escobar y el cartel de Medellín.

¿Qué dice la constitución política de Colombia sobre la teoría de los derechos?

Rta: Frente al derecho a la igualdad, la Constitución establece que todas las personas nacen libres
e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los
mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo,
raza, origen nacional o familiar.

Los derechos aparecen como columna vertebral del concepto de control del poder y de la
elaboración de una teoría específica de la legitimidad estatal: el modelo liberal. En el caso
colombiano, la elaboración del constitucionalismo social de 1991 trajo consigo una forma
diferente de modelo estatal.

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