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Este poema describe cómo la vida se desarrolla naturalmente sin necesidad de intervención o control humano. Las fuerzas de la naturaleza como la tierra, el aire, la luz y los organismos vivos como el corazón, las células, los pájaros y los cultivos crecen y funcionan por su cuenta sin necesidad de órdenes o amenazas. La vida es un regalo continuo de Dios que se manifiesta de manera discreta en la naturaleza.
Este poema describe cómo la vida se desarrolla naturalmente sin necesidad de intervención o control humano. Las fuerzas de la naturaleza como la tierra, el aire, la luz y los organismos vivos como el corazón, las células, los pájaros y los cultivos crecen y funcionan por su cuenta sin necesidad de órdenes o amenazas. La vida es un regalo continuo de Dios que se manifiesta de manera discreta en la naturaleza.
Este poema describe cómo la vida se desarrolla naturalmente sin necesidad de intervención o control humano. Las fuerzas de la naturaleza como la tierra, el aire, la luz y los organismos vivos como el corazón, las células, los pájaros y los cultivos crecen y funcionan por su cuenta sin necesidad de órdenes o amenazas. La vida es un regalo continuo de Dios que se manifiesta de manera discreta en la naturaleza.
No hay que pensar el aire en el secreto de la tierra.
para que se filtre En su dosis exacta
al último rincón de los pulmones, de luz y color, ni hay que imaginar la aurora de canto y silencio, para que decore el nuevo día nos llega la vida sin notarlo, jugando con los colores y las sombras. don incesantemente tuyo, No hay que dar órdenes trabajador sin sábado, al corazón tan fiel, Dios discreto. ni a las células sin nombre, Para que tu infinitud para que luchen por la vida no nos espante hasta el último aliento. te regalas en el don No hay que amenazar en que te escondes. a los pájaros para que canten, ni vigilar a los trigales Benjamín González Buelta, sj para que crezcan, ni espiar la semilla de arroz para que se transforme