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Hora Santa – Navidad 2022

Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, Huehuetlán “El Grande”


Jubileo 2022

*Se inicia en la forma habitual con el Canto de Exposición y la Exposición del


Santísimo Sacramento.

Se entona el canto:
Ya resuena melodiosa
la Angélica legión
con la nueva venturosa
por los valles la canción

Gloria in excelsis Deo,


Gloria in excelsis Deo.

Es la alegre bienvenida
del caudillo de Israel,
que desciende a dar la vida
y la Paz al pueblo fiel.

Gloria in excelsis Deo,


Gloria in excelsis Deo.

Aunque debil hoy se muestra


en profunda humillación,
Él sostiene con su diestra
de los orbes la extensión.

Gloria in excelsis Deo,


Gloria in excelsis Deo.

Guía: Padre Santo, que nos has donado a tu Hijo, enséñanos a donarnos y a
compartir nuestra vida con todos nuestros hermanos. Padre nuestro…

Guía: Cristo Palabra eterna, que al venir al mundo anunciaste la alegría a la tierra,
alegra nuestros corazones con la gracias de tu visita. Padre nuestro…

Guía: Espíritu Santo, fuente de luz, ilumina nuestras vidas para que la Luz de Jesús
nos traiga la Paz. Padre nuestro…

Se entona el canto:Mi Jesús sacramentado


Mi Jesús sacramentado,
yo te adoro y te bendigo,
porque oculto en el sagrario,
has querido estar conmigo (2).

Jesús Hostia inmaculada,


inmolada por bien mío,
que mi alma sea tu morada,
amantísimo Dios mío (2).

Tú eres mi Jesús amado,


el esposo prometido,
de las almas el deseado,
eres mi Jesús querido (2).

Eres tú la flor del campo,


lirio hermoso de los valles,
y de mi alma dulce encanto,
mi Jesús Tú bien lo sabes (2).

Guía: Señor Jesús, Dios de la vida, estamos aquí reunidos para adorarte, queremos
permanecer en tu presencia, queremos recibirte en nuestra vida.

Todos: En el principio la Palabra era Dios y esa misma Palabra nos ha nacido como
Salvador del mundo.

Todos: Damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces de compartir la
herencia del pueblo santo en la luz.

Todos: Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino
de su Hijo querido, por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los
pecados.

Todos: Él es imagen de Dios invisible, primogénito de toda creatura; pues por medio
de él fueron creadas todas las cosas:

Todos: celestes y terrestres, visibles e invisibles, Tronos, Dominaciones,


Principados, Potestades; todo fue creado por él y para él.

Todos: Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él. Él es también la cabeza del


cuerpo de la Iglesia.
Todos: Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en
todo.

Todos: Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud. Y por él quiso reconciliar
consigo todas las cosas. Haciendo la paz por la sangre de su cruz, así del cielo
como de la tierra.

Guía: Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo…

Todos: En el principio la Palabra era Dios y esa misma Palabra nos ha nacido como
Salvador del mundo.

Se entona el canto:“El niño del tambor”

1. El camino que lleva a Belén


baja hasta el valle que la nieve cubrió
los pastorcillos quieren ver a su Rey
le traen regalos en su humilde zurrón
Ro po pom pom, ro po pom pom.
Ha nacido en un portal de Belén el Niño Dios.

2. Yo quisiera poner a tus pies


algún presente que te agrade, Señor,
mas Tú ya sabes que soy pobre también,
y no poseo más que un viejo tambor.
Ro po pom pom, ro po pom pom.
En tu honor frente al portal tocaré, con mi tambor.

3. El camino que lleva a Belén


yo voy tocando con mi viejo tambor,
nada mejor hay que Te pueda ofrecer,
su ronco acento es un canto de amor.
Ro po pom pom, ro po pom pom.
Cuando Dios me vio tocando ante Él, me sonrió.

Lector 1: El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz intensa; los que vivían en
tierra de sombras quedaron inundados de luz. Porque un niño nos ha nacido, un
hijo se nos ha dado; lleva sobre sus hombros el signo del imperio y su nombre será:
“consejero admirable”, “Dios poderoso”, Padre eterno”, “Príncipe de la paz”. Su
glorioso reino no tendrá límites y su paz no tendrá fin. Establecerá el trono de David
y lo consolidará con la justicia y el derecho, desde ahora y para siempre. El celo del
Señor Todopoderoso lo realizará. (Is 9, 1.5-6)
Momento de silencio

Lector 2: Mientras José y María estaban en Belén, le llegó a ella el tiempo de dar a
luz y tuvo a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre,
porque no hubo lugar para ellos en la posada. En aquella región había unos
pastores que pasaban la noche en el campo, vigilando por turno sus rebaños. Un
ángel del Señor se les apareció y la gloria de Dios los envolvió con su luz y se
llenaron de temor. El ángel les dijo: “No teman. Les traigo una buena noticia, que
causará alegría a todo el pueblo: hoy les ha nacido, en la ciudad de David, un
Salvador, que es el Mesías, el Señor. Esto les servirá de señal: encontrarán al niño
envuelto en pañales y recostado en un pesebre”. De pronto se le unió al ángel una
multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: “¡Gloria a Dios en el
cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad!”. (Lc 2, 6-14).

Momento de silencio

Lector 3: La Navidad trae cambios de vida inesperados y si nosotros queremos vivir


la Navidad debemos abrir el corazón, estar dispuestos a las sorpresas, es decir, a
un cambio de vida inesperado. Navidad es celebrar a un Dios que cambia lógicas y
expectativas, es acoger las sorpresas del Cielo. La Navidad inaugura una época
nueva, donde la vida no se programa, sino que se da; donde no se vive más para
sí, en base a los propios gustos, sino para Dios; y con Dios, porque en la Navidad
Dios es el Dios-con-nosotros, que vive con nosotros, que camina con nosotros. La
Navidad es la venganza de la humildad sobre la arrogancia, de la sencillez sobre la
abundancia, del silencio sobre el estruendo, de la oración sobre “mi tiempo”, de Dios
sobre “mi yo”. Como María, debemos confiar, ser dóciles a Dios. Como José,
debemos alzarnos para realizar lo que Dios quiere, incluso si no es según nuestros
planes. San José, en el Evangelio, no habla nunca, y el Señor le habla en el silencio,
le habla en el sueño. Navidad es preferir la voz del silencio de Dios a los estruendos
del consumismo. En esta Navidad te invito a estar en silencio delante al pesebre.
Date un poco de tiempo, ve delante al pesebre, quédate en silencio, y sentirás, verás
la sorpresa de Dios. (Mensaje del Papa Francisco en la Audiencia General del 19
de diciembre 2018).

Se entona el canto:

Adeste fideles
Laeti triumphantes
Venite, venite in Bethlehem
Natum videte
Regem angelorum
Venite adoremus, venite adoremus
Venite adoremus Dominum

En grege relicto
Humiles ad cunas
Vocati pastores approperant
Et nos ovanti gradu festinemus

Venite adoremus, venite adoremus


Venite adoremus Dominum

Adeste fideles
Laeti triumphantes
Venite, venite in Bethlehem
Natum videte
Regem angelorum

Venite adoremus, venite adoremus


Venite adoremus Dominum

Dirijamos con confianza a Jesucristo Divino Maestro, presente en la Eucaristía,


nuestra oración diciendo:

Escúchanos, oh Maestro.

- Para que Jesucristo sea reconocido como el Camino, la Verdad y la Vida.

- Para que vivamos el Evangelio en toda su extensión, altura y profundidad.

- Para que se dé orientación cristiana en la formación de las nuevas


generaciones.

- Para que la teología y la actividad pastoral se inspiren en Cristo Buen Pastor.


- Para que todos los cristianos fomenten las vocaciones al servicio del
Evangelio.

- Para que los sacerdotes vivan, a ejemplo de Cristo, su pobreza y actividad


apostólica.

- Para que los consagrados y sacerdotes sean auténticos testigos de Cristo.

- Para que sirvamos a la Iglesia con entrega total.

- Para que la Iglesia, haciendo suyo el anhelo de Cristo, acoja a todos los
pueblos.

- Para que nuestra comunión con los hermanos y con el Papa nos encamine a
la unidad con todos los hombres.

- Para que los católicos sean ejemplares en su vida privada y pública.

- Para que los cristianos conformen su vida a la doctrina social de la Iglesia.

- Para que en todos los pueblos del mundo se realice la verdadera democracia,
haya trabajo para todos, justicia social y caridad.

- Para que el mundo del trabajo se inspire en los principios cristianos.

- Para que todos correspondan a la vocación universal de la santidad.

- Para que se utilicen los medios modernos de comunicación para evangelizar y


unificar a todos los pueblos.

- Para que la teología asuma las realidades actuales y el progreso científico.

Al final todos concluyen:

Creo, espero, amo a Dios y al prójimo. Amén.


Para obtener vocaciones

Jesús, Maestro divino, que has dicho: “La mies es mucha, pero los obreros
pocos”, con amor recibimos tu invitación: “Rueguen al dueño de la mies que mande
obreros para la cosecha”.

Suscita una cruzada vocacional: “Todos los fieles para todas las vocaciones”.
Que haya más sacerdotes y sean sal de la tierra, luz del mundo, ciudad puesta en
alto, para la salvación de la humanidad redimida con tu Sangre.

Que aumente el número de consagrados y consagradas y llenen la tierra de


institutos y casas para albergar a los hijos de tu predilección; que sean fuentes de
luz y de calor, manantiales de piedad, jardines de santos donde se cante: “Gloria a
Dios y paz a los hombres que ama el Señor”.

María, “la elegida de Dios”, Madre y protectora de las vocaciones, ruega por
nosotros y por todos los que Dios ha llamado. Amén.

Se entona el canto:

Oh buen Jesús Oh buen Jesús Oh buen Jesús (7)

¡Oh buen Jesús!, yo creo firme mente,


que por mi amor estás en el al tar;
que das tu Cuerpo y Sangre jun tamente,
al alma fiel en celestial manjar
(2).

Espero en ti, piadoso Jesús mío,


oigo tu voz que dice: “ven a mí”.
Porque eres fiel, por eso en ti
confío, todo, Señor, lo espero yo de Ti
(2).

¡Oh buen pastor, amable y fino


amante!
Mi corazón se abrasa en santo
amor.
Si te olvidé, hoy juro que cons tante,
he de vivir tan sólo de tu amor
(2).
Indigno soy, confieso avergonza do,
de recibir la santa comunión.
Jesús, que ves mi nada y mi pe cado,
prepara Tú mi pobre corazón
(2).

Dulce maná y celestial comida,


gozo y salud del que te come
bien;
ven sin tardar, mi Dios, mi Luz,
mi Vida;
desciende a mí, hasta mi alma
ven.

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