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INAH SEP
A TRAVÉS DE SU INDUMENTARIA
TESIS
LICENCIADA EN ARQUEOLOGÍA
PRESENTA
MÉXICO DF 2011
Escuela Nacional de Antropología e Historia
INAH SEP
Tesis
licenciada en Arqueología
presenta
México DF 2011
Dedicatoria
Indumentaria 236
IV. 1. 2 Características de los chichimecas de Xolotl como una posible sociedad tribal
jerárquica 251
IV. 1. 2. 1 Comentarios y propuestas de interpretación de las imágenes del apartado I.1.2
Características de los chichimecas de Xolotl como una posible sociedad tribal jerárquica
260
IV. 1. 3 Apartado complementario 265
IV. 2 Caracterización socioeconómica de los chichimecas de Xolotl 271
CONCLUSIONES 302
RECONSIDERACIONES FINALES 320
BIBLIOGRAFÍA 322
INTRODUCCIÓN
Durante mucho tiempo se ha supuesto que los chichimecas en general eran nómadas, que
vivían en cuevas y que se dedicaban a la caza y a la recolección; que eran gente “bárbara”
por ese sistema y modo de vida, con una connotación peyorativa. Y lo preocupante es que
esos términos han sido usados irresponsablemente y no se han definido con base en algún
enfoque teórico. Los chichimecas han sido abordados por diversos investigadores; sin
1050-1100 d. C.) arribaron a la cuenca de México como parte de varios grupos llamados
sociopolítico”
varios señoríos independientes, descendientes del antiguo Estado tolteca. Este último
1
En esta investigación se propone una caracterización socioeconómica de los
chichimecas de Xolotl como una sociedad tribal jerárquica desde la posición teórica de la
principales de estos códices de la escuela texcocana: Códice Xolotl, Mapa Tlotzin y Códice
Mapa Quinatzin, y con las crónicas de la época de la Conquista, así como las interpretaciones
de autores contemporáneos.
particularmente con los chichimecas de Xolotl. En el subcapítulo I.1 se habla de lo que fue y
cuenca de México. En el apartado I. 1. 1 se hace un breve recuento de los sitios por donde
chichimeca. Luego, en el apartado I. 1. 2 se aborda la cronología desde que este grupo llegó a
lo que los cronistas han dicho acerca de los chichimecas en general, y de los de Xolotl.
desarrolla una lista de los diversos chichimecas conocidos, posiblemente desde la época
de los chichimecas de Xolotl de su lugar de origen hasta la muerte de Quinatzin, con base en
2
las fuentes históricas. Al final, se trata de manera somera el asunto del o los posibles grupos
antecedentes que llevaron a proponer la sociedad tribal jerárquica como una categoría
clasificatoria, y luego se hace un resumen de esta categoría; finalmente se expone una lista de
las posibles características de esta sociedad que más adelante servirán para proponer la
social.
En el capítulo III se hace una introducción a las técnicas descriptivas que se utilizan
para esta investigación. En el subcapítulo III. 1 se habla de dichas técnicas y de las fuentes que
van a ser utilizadas para esta propuesta, así como de los autores que serán retomados.
3
particularmente el trabajo de Galarza sobre la iconografía que propone para códices
posteriores, la cual servirá para la caracterización, el estudio y las conclusiones del capítulo
IV.
las imágenes de los personajes retomados. En el apartado IV. 1. 1 se presentan las imágenes
con sus vestimentas y atributos, y con una breve descripción. En el subapartado IV. 1. 1. 1 se
exponen los comentarios referentes a los cuadros del subapartado anterior con algunas
socioeconómica de los chichimecas de Xolotl como una sociedad tribal jerárquica con base en
la posición teórica de la arqueología social, con la información obtenida de las fuentes y con el
investigación.
4
I. ANTECEDENTES
haré una descripción con datos generales de la ubicación y las características principales de
este medio geográfico, basándome en los estudios de los sitios arqueológicos y la cerámica.
Con base en la descripción que hace Dibble (1980: 17) de la plancha I del Códice
Xolotl, se puede confirmar que sobre las orillas del valle de México “se establecieron las
tribus migratorias”.
Alva Ixtlilxochitl (1985: 293), quien supuestamente se basa en el Códice Xolotl para
chichimecas en la cuenca: “y de este lugar se fue a Tula, ciudad cabecera que fue muchos
años de la monarquía de los tultecas […] y dejando en este lugar alguna gente para que la
muchas cuevas junto a Xaltocan, en donde estuvo algún tiempo, que le puso Xólotl su
nombre, y la pobló, y fue una ciudad en mucho tiempo muy buena, y donde vivió muchos
años”.
5
Xoloc, y posteriormente en Tenayocan-Oztopolco, sobre el cerro Tenayo.
N
Xiuhtecuhtitlan
Poyauhtecatl
Zacatlan
Tenamitec
Sierra Nevada
Quechollan
Cholula
Cuauhchinanco
(Huauchinango)
Tepexomaco
Oztotlitectlacoyan Popocatepetl
Sierra de
Tlaloc Techachalco
(Cohuatlichan)
Oztoticpac Tlalanoztoc
Tepetlaoztoc Tzinacanoztoc
Tototepec Tecpatepec Totoltepec
Texcoco
Oztotepec Huexotla
Teotihuacan
Cerro de
Tepepulco Xilotepec
Huixachtitlan
Lago de
Cerro de
Texcoco (cerro de la Estrella)
Zempoallan
Lago de
Chalco
Lago deXaltocan
Xlatocan
Lago de Xaltocan
Mizquiahualla Lago de
Actopan Cerro Xoloc Zumpango Tenayocan Xochimilco
Oztopolco Culhuacan
Tula
Tepenene
Chapultepec
Chiuhnauhtecatl
Montaña Xocotl (Nevado de Toluca)
Rivas (2006: 97) menciona que el cerro Xoloc se ubica al noreste del lago de
Xaltocan, a 25 metros del lecho antiguo del lago y, basado en Torquemada, que la
Continuando con el relato de Alva Ixtlilxochitl (1995: 293), tiempo después Xolotl
para que la gobernaran en el ínter, a Cempohuala, buscando los lugares más acomodados a
Cahuacayan a Tecpatépec, y de aquí al cerro llamado Atonan, subiéndose en los más altos
6
montes para saber y reconocer la tierra, que todos los lugares que tengo dichos son muy
[…] lugar de muchas cuevas, que era lo que más buscaban, y de aquí a
Cuahuatícpac, y de Cuaxatlauhco Tepetlaóztoc, y de aquí aquí
Cinacaóztoc, lugar donde él y sus descendientes vivieron muchos años, y
hoy en día están las cuevas muy curiosamente labradas y encaladas con
mucha casería y palacios, bosques y jardínes. Y de este lugar se subió
sobre el cerro de Cuauhyácac, en donde vido un templo muy grande de los
tultecas, que estaban en aquellos llanos, con muchos edificios llamados
Toltecateoapan, y de aquí a un cerro alto llamado Patlachiuhcan y de
Patlachiuhcan a Tetzcutzinco, que después fue bosque de sus
descendientes, y luego se subió por la sierra de Tláloc, que es la más alta
que hay en toda la comarca de Tetzcuco y México, en donde vido todas las
tierras, que caen hacia Cholula, Hueexutzinco, Tlaxcalan y otras muchas
tierras y provincias, y todas despobladas y sin gentes; y bajándose de aquí
vino hacia la laguna de Oztotícpac, lugar de la ciudad de Texcuco, y que
muchos años vivieron allí sus descendientes, y de aquí a Huexutla y de
aquí a Techachalco adonde es ahora Cohuatlychan, y de este lugar a
Oztotlytectlacoyoca, y de aquí a Tlalanóztoc; y de Tlalanóztoc, después de
haber visto todos los lugares ya referidos muy buenos y para su propósito y
habitación, se subió a un cerro muy alto, en donde reconoció en tres
lugares […] los cuales fueron en Tlazalan y en la sabana de Culhuacan y en
Chapultepec, y pareciéndole que por allí no se podía ir por estar la laguna
de por medio, se volvió a Xóloc […] pasando por Teotihuacan […]
(Ibídem: 294).
También pasaron por Cuáhuac. Luego, continúa relatando (Ídem) que finalmente
Xolotl encuentra el lugar ideal para habitar: “para su habitación y morada estaba muy a su
propósito en parte sana y buena, un lugar junto a la ciudad que fue de los tultecas llamada
Tultitlan, que se decía Tenayuca, en donde pobló y hizo una ciudad muy grande, que fue
Veytia (1979: 267) complementa esta información y habla “del clima y buen
Tenayocan.”
7
Y Torquemada (1975: 63) narra que estas personas “como se sustentaban de caza,
[…] y se fue derecho a un monte que se dice Yócotl, que cae hacia el
poniente a respecto de aquella ciudad, muy alto […] se bajó del cerro, que
es en el pueblo de Xocotilan […] y se fue a otro cerro muy alto que se dice
Chiuhnauhtécatl, y de éste, a Malinalco, donde iba haciendo las mismas
ceremonias […] y tornado Xólotl, que había ido hacia el mediodía a
respecto de Xocotitlan, en el cerro de Malinalco, dio la vuelta entre oriente
y sur y fue derecho al monte de Iztzucan, en donde usó las mismas
diligencias, y de aquí al monte, de Atlixcahuacan, y de Atlixcahuacan a
Temalacayocan, y de aqui dio vuelta hacia el norte y fue derecho al cerro
llamado Poyauhtécatl, y de Poyauhtécatl a Xiuhtecuhtitlan, y de aquí a
Zacatlan, y de Zacatlan a Tenamítec y de aquí dio vuelta hacia el poniente
y fue a salir en Cuauhchinanco, y de Cuauhchinanco a Tototépec, y de aquí
a Meztitlan, y de Meztitlan a Cuaxquetzaloyan, y de Cuaxquetzaloyan a
Totonilco, y de aquí dio vuelta hacia el mediodía y vino a salir a
Cuahuacan, y de Cuahuacan en Xocotitlan donde había comenzado, y
luego a su ciudad de Tenayuca […] (Ibídem: 295-296).
Parsons (1970: 435), relacionado con lo anterior, menciona la exploración que hace
secciones sur del valle (en las áreas generales de Chapultepec, Xochimilco, Chalco e
Ixtapalapa), y en la Puebla adyacente (en Huejotzingo y Cholula)”. Dice (Ídem) que lo que
puede verse en general es que “las secciones central y norte del valle de México no estaban
habitadas hasta este punto”, y que después de la exploración Xolotl toma posesión “de esas
También cabe mencionar que cuando los chichimecas se asientan en este espacio
geográfico, forman los altepetl según García (2002: 418), término cuyas raíces se traducen
como “agua, montaña”, lo cual “revela la importancia del ambiente para la sociedad que se
8
El área que nos ocupa es comúnmente conocida con el nombre de valle de México,
pero en realidad se trata de una cuenca endorreica, sin salidas naturales y sin una línea de
estudios interdisciplinarios derivados. De acuerdo con García (2004: 9), esta área fue una
“de las primeras regiones en el ámbito mundial donde se pusieron a prueba nuevos métodos
cuenca de México ha sido desde hace más de siete siglos el centro político, económico y
entre las latitudes norte 19º 03’ 53’’ y 20º 11’ 09’’ y las longitudes 98º 11’ 53’’ y 99º 30’
24’’, a una altitud de 2240 msnm. Esta área es el centro de una enorme zona volcánica con
una superficie de aproximadamente 9600 km2, rodeada de una cadena de altas montañas.
La meseta se ensancha y se prolonga hacia el norte, mientras que al sur está limitada por la
cordillera neovolcánica; hacia el este y el oeste está contenida por las sierras madre. Al
Sierra Nevada se une hacia el sur con las sierras del Chichinautzin y del Ajusco. El cordón
montañoso se proyecta al suroeste con la sierra de Las Cruces y sigue al noroeste con la
Sierra de Tepotzotlán, para cerrar al norte con las sierras de Tezontlalpan y Tolcayuca, así
9
La Mesa Central y la cuenca de México
(Modificado de Arqueología Mexicana 2004: 24)
están fuera de la cuenca: algunos terrenos de las delegaciones Milpa Alta, Tlalpan,
Magdalena Contreras y Álvaro Obregón. Otras entidades importantes en la cuenca son los
extensión amplia hacia el noreste. En su eje mayor, desde las chinampas de Xochimilco al
suroeste, hasta las regiones semiáridas de Pachuca en el norte, mide unos 110 km; en su eje
menor, desde los bosques frondosos que coronan la Sierra de las Cruces, en el oeste, hasta
10
las cimas nevadas del Iztaccíhuatl en el este, mide unos 80 km. Incluyendo la región de
La cuenca se formó en el periodo Terciario Tardío, o sea durante los últimos 50 mil
años (Mooser 1986), “cuando los volcanes y sus depósitos de lava y ceniza bloquearon las
salidas más viejas del drenaje rumbo al sur, y paredes masivas de cordilleras volcánicas
altas crecieron alrededor de los lados oeste, sur y este de una gran depresión central”
La vida lacustre se originó debido a que el agua de lluvia escurrió durante miles de
años hacia la cuenca, y la gran cantidad de volcanes formó una barrera entre el valle y la
cuenca del Balsas (Tamayo citado en Mooser 1963: 31). “Los arroyos, al encontrar su
salida obstruida, comenzaron a formar lagos en las partes bajas, lagos en los que se
depositaban enormes cantidades de arenas y cenizas producidas por los nuevos volcanes
basálticos. De tal manera, los volcanes del último ciclo transformaron al valle de México
en una cuenca cerrada” (Mooser en Mooser y Sydney E. White y José Luis Lorenzo 1956:
16).
existencia perenne de los lagos, que por acción del caudal del subsuelo y el consiguiente
de Texcoco al centro, y los de Xochimilco y Chalco al sur; “lagos que dieron su rasgo
distintivo a la cuenca y desde luego jugaron un papel muy importante en su historia” (Serra
y Valadez 1986: 51; Valek 2000: 17). Cabe mencionar que fueron llamados con los
nombres de las poblaciones cercanas más importantes (Rojas 2004: 23), y que formaban
11
uno solo en ciertos meses del año. Su extensión y su profundidad variaban estacional y
2000: 17).
El lago de Texcoco era el más grande de todos. Se encontraba en la parte más baja
de la cuenca, captaba el agua de los otros lagos y era extremadamente salino. Los lagos de
Xochimilco y Chalco estaban aproximadamente tres metros más arriba que el de Texcoco,
y debido al flujo de varios arroyos sus aguas eran dulces y los cubría vegetación flotante.
Los lagos de Zumpango y Xaltocan también estaban a mayor altura que el lago de
Texcoco, por lo que llevaban sus aguas a él en época de lluvias intensas; por ello, eran más
salinos que los de Xochimilco y Chalco, pero menos que el de Texcoco (Ibídem: 17-18).
endorreica o cerrada han planteado a sus pobladores un doble reto: desalojar las aguas
excedentes y al mismo tiempo dotarla del agua necesaria (DDF 1975a: 41).
Para la época prehispánica el paisaje se ha descrito así: “las montañas que rodean a
la cuenca estaban ampliamente arboladas, las partes internas eran zonas agrícolas fértiles,
pastizales y áreas verdes. Las zonas bajas estaban ocupadas por cinco lagos de baja
12
del deshielo de los dos volcanes nevados (el Popocatépetl e Ixtaccíhuatl) y las lluvias
En general, para el periodo Posclásico, Rojas (2004: 23) menciona que la cuenca era
“un sistema compuesto por cinco subcuencas con espejos de agua someros y fondos
relativamente planos, con secciones pantanosas y con lagunetas, que ocupaba entre 800 y
desembocaba en el de Texcoco, que era el central y el más bajo. El agua de los lagos era
rica en vida silvestre, ya que eran alimentados de manantiales y ríos que se originaban en
plancha I del Códice Xolotl. Cabe mencionar que esta primera imagen está acomodada
13
La cuenca de México
Fragmento de la plancha I, Códice Xolotl (modificado de Dibble 1980)
original, con la población y las calzadas prehispánicas, y con las calles y los lugares
modernos.
14
La cuenca de México
(Arqueología Mexicana 2004: 85)
producción artesanal requirieron del conocimiento de la fauna y la flora local, tanto para la
alimentación diaria, como para el intercambio de productos con otras regiones (Serra y
15
Desde el Formativo o Preclásico hasta el siglo XIX, “la región lacustre fue una zona
en la que las actividades de subsistencia combinaron la economía agrícola con los recursos
proporcionados por el lago, los bosques y sus contornos, mediante el cultivo de chinampas,
corte de madera, la pesca y la cacería de animales terrestres y aves acuáticas” (Ibídem: 51-
52).
desarrollaron diversos ecosistemas agrícolas de acuerdo con las condiciones del suelo, del
clima y del terreno, y bien pudo ser el ecosistema primordial para una subsistencia que se
Según los datos obtenidos por Sanders, Parsons y Santley (1979), en México se
consumía venado, conejo, perro, pecarí, guajolote, peces, reptiles y varias aves migratorias,
especialmente patos, y muchos más animales (Serra y Valadez 1986: 54). La carne
provenía principalmente del venado, animal abundante y fácil de cazar por estar cercano a
las milpas. Eran cazados con lanza, arco y flecha o mediante el rastro de sangres (Ídem).
Personaje cazando
Detalle de la primera lámina q1, Códice Mapa Quinatzin (Mohar 2004)
16
Los conejos se cazaban ilimitadamente, para lo cual se usaban trampas. Se
consumía guajolote, animal que fue domesticado. Hay poca evidencia de consumo de peces
(quizá porque los restos se desintegraron fácilmente), ya que si se considera “la adaptación
humana al medio lacustre, el pez tiene una importancia fundamental en la dieta” (Serra y
Valadez: 1986: 55). Es destacable la existencia de las aves acuáticas como alimento y como
Veytia (1979: 278) menciona que se contribuía con “frutas” y que cazaban en los
aquellos animales que se hallan en los planos, o de peces, ranas, u otros mariscos, los que
del lago de Texcoco situada hacia el oeste de la ciudad) ya estaba seca completamente, y
los cincos lagos ya habían “sido separados entre sí por tierras y asentamientos humanos, y
partir del siglo XX, “siendo el evento quizá más trágico la desecación del lago de Texcoco.
Desde principios del siglo las zonas centrales del lago fueron drenadas, con el fin de
humana, habiéndose perdido, hasta este momento, más del 95% de la superficie del lago”
17
Serra y Valadez (Ibídem: 51) afirman que desde los recolectores precerámicos hasta
con la mayor parte de sus bosques devastados, su suelo erosionado y escasas tierras de
cultivo” (Valek 2000: 12). Esta autora refiere que la región es una de las más densamente
pobladas y de las más contaminadas de la Tierra. Apenas en los años setenta se llevaron a
cabo los primeros intentos para frenar la extinción de la biota del lago (Serra y Valadez
1986: 82).
con las históricas, podemos inferir que los antiguos habitantes explotaron una gran variedad
Dibble (1980:37) menciona que se hicieron cotos de caza y áreas para sembrar.
Para resumir la información que se puede comparar entre las fuentes, retomo este
interesante párrafo de León Portilla (1967: 20-21), quien menciona que “La zona de los
lagos era ciertamente atractiva. Además de las posibilidades de la pesca, las montañas
cercanas ofrecían, más que las llanuras del norte, abundancia de caza. Los vestigios de
menos por el momento a los chichimecas. La pesca y la caza, el agua y los bosques eran ya
razones más que suficientes para adueñarse de la tierra que no tenía dueños ni defensor.”
tarea de localizar sitios característicos de los periodos con supuesta presencia chichimeca,
18
es decir, el Epiclásico y el Posclásico: cerro Xoloc (región de Xaltocan y San Lucas
Xolox), Cueva Leona, Cañada de Cisneros y Peñitas y La Presa (Tepotzotlán). Del cerro
Xoloc dice (Francisco Rivas, comunicación personal 2010) que se observa la delimitación
del espacio con muros de roca, una plataforma acondicionada culturalmente y sistemas de
Plataforma acondicionada
Cerro Xoloc
Foto: Francisco Rivas (2010)
19
Rivas (2006: 58) menciona la presencia de los chichimecas de Xolotl como uno de
Temprano. Estos chichimecas fundaron dos capitales: los cerros Xoloc-Amaqueme (parte
sierra de Guadalupe). Explica (Ídem) que estas capitales fueron establecidas “en sitios
estratégicos como puntos de control de las regiones que eran los pasos hacia Tula y el
centro norte de Mesoamérica, por las regiones de Zimapán, Hidalgo, y el Valle del río San
intersecciones montañosas que dividen a su vez tres vasos acuosos: en Xoloc, su primera
capital, ubicada en la región otomí de Xaltocan; en Culhuacan, en las faldas del Cerro de la
Guadalupe en la orilla del lago de Texcoco, misma que era una región abundante en sal y
productos lacustres, y en tierras llenas de fauna para cazar y pescar” (Ibídem: 104).
Después del periodo Epiclásico y antes del dominio tepaneca, Teotlalpan fue la
región ocupada por los chichimecas de Xolotl. Éstos “recuperaron las áreas nucleares del
Estado tolteca” al establecerse en las intersecciones montañosas que dividían los lagos de la
Xoloc, ubicado en las inmediaciones del lago de Zumpango-Xaltocan, y Rivas (Ibídem: 77)
México. El mismo autor (Ibídem: 78) dice que si se considera la ubicación de esta primera
capital con base en las fuentes que él utiliza (Alva Ixtlilxochitl, Torquemada y el Códice
20
entraron por los pasos naturales entre el río San Juan (sureste de Querétaro) y el
Rivas (Ibídem: 83), específicamente del Códice Xolotl, menciona que en él “se
pintaron los lugares más importantes del señorío chichimeca, establecido hacia 1220 d. C.”
y describe (Ídem) que hacia el oeste se encuentran “las lagunas de Ecatepec (San Cristóbal)
y Xaltocan que rodea la isla artificial”. También describe que “la pequeña salida al
México, se han propuesto las siguientes fases basadas en los estudios de la cerámica
21
Cabe mencionar que Cobean (1990: 23-28) apunta que Vaillant definió un
“Periodo Chichimeca”, ubicado entre el periodo Clásico y la época azteca. Los tipos
Azteca II, generalmente ya aceptada, “ha provisto los fundamentos arqueológicos para
Medio” no se usa comúnmente, ellos lo utilizan con el fin de “proveer al México central de
cuenca de México como ‘Azteca Temprano’. Los tipos Azteca I y Azteca II son las
Entonces, el periodo Posclásico Medio es aceptado por estos autores porque se marca con
cerámicos, sino sólo mencionarlos como parte de interpretaciones y relaciones con las
fuentes históricas.
sobre el cerro Tenayo. Basado en Rattray, Noguera (Ibídem: 213) dice que “implicaría,
igualmente, que los chichimecas al llegar y establecerse en sitios del cerro, antes de la
22
construcción de la pirámide, habitaron esos lugares, cuando todavía no fabricaban la
cerámica Azteca II”. Dicha loza se continuó manufacturando durante el “reinado” de Xolotl
(Ídem).
Cerámica Mazapa: el término original fue propuesto por Noguera como “Mazapan”, pero
después fue replanteado como “Mazapa” por otros autores (Parsons, Brumfiel y Hodge).
Abunda en Tenayuca, lo que para Noguera (Ídem) “permite inferir que este lugar fue
Posclásico Temprano esta cerámica era muy escasa al sur de la región de Texcoco y en el
Cerámica Azteca I: el sitio de Culhuacán fue dominado por los chichimecas, primero por
Xolotl y luego por Nopaltzin, su hijo; aquí hay que recordar que Nopaltzin, de acuerdo con
las fuentes, se casa con una “princesa culhuacana” (Noguera 1969: 204), o más bien tolteca
Azteca I y II. Noguera (Ibídem: 206) dice que lo anterior “indica contemporaneidad de
Rivas (2006: 80) dice que la cerámica Azteca I fue reemplazada hacia el año 1280
d. C., lo cual según él es “sorprendente de acuerdo con las cronologías tradicionales.” Dice
que su supervivencia tardía en Xaltocan “coincide con la conquista de su señorío por los
Xaltocan.”
23
Cerámica Azteca II: Noguera (1969: 206) dice que “es en muchos aspectos una evolución
del I.” También menciona (Ibídem: 203) que fue la cerámica con mayor presencia en
Tenayuca “como producto y obra de pueblos chichimecas” que ahí habitaron. Piensa
(Ibídem: 218) que este “tipo peculiar […] es propio y característico de los acolhuas, con
una amplia distribución geográfica”. Y explica (Ídem) que “durante los reinados de Xolotl,
Nopaltzin y Tlotzin se fabricaba […], que empezó a hacerse con Xolotl, y bajo Tlotzin
(Ibídem: 203). Charlton (1973: 421), con datos más actuales, dice que este tipo cerámico se
Noguera (1969: 213) menciona que Gamio señaló que este tipo cerámico “es un
reflejo de lo que esos pueblos trashumantes como eran los chichimecas ex[presaron] en su
cerámica.”
De esta cerámica dice Rivas (2006: 80-81) que permaneció desde el año 1118 d. C.
También menciona (Ídem) que se ha encontrado en sitios como Tenayuca, Santa Cecilia
Judío y Cerro Zacatepetl, lo cual “indica la presencia del señorío tepaneca en el norte y
México Tenochtitlán-Texcoco.”
Noguera (1969: 203) que “corresponde a los pueblos de filiación chichimeca, convertidos
24
Texcoco. Sin embargo, no es abundante en Tenayuca, lo que “señala que este lugar
probablemente siguió ocupado cuando la capital se trasladó a Texcoco donde, como vemos,
es muy abundante.”
La única cerámica decorada (negro sobre anaranjado) del tipo Azteca III, a decir de
Noguera (Ibídem: 218), “sugiere que al trasladar Tlotzin la capital de Tenayuca (donde se
hacía la Azteca II) a Texcoco, se dejó de hacer ese tipo especial y fue sustituido por el
Azteca III.”
Rivas (2006: 81) dice que la cerámica Azteca III surge en el año 1380 d. C. “y
“representa cinco siglos de autonomía política local, seguida por un periodo corto de 35
I.1.3 Periodización
de la cuenca de México.
Parsons (1970: 434) describe de la plancha I del Códice Xolotl lo siguiente: “Estas
en las secciones del sur del valle (en general áreas de Chapultepec, Xochimilco, Chalco, e
las secciones centrales y del norte del valle de México estaban deshabitadas hasta este
punto. Al final de este periodo de exploración, Xolotl ‘toma posesión’ formalmente de esas
25
secciones del valle que no estaban pobladas por toltecas sedentarios, y establece su capital
en Tenayuca.”
Parsons (Ibídem: 437) explica que este periodo “está caracterizado por un incremento
sustancial en el número de sitios, junto con una población dispersa marcada, una
disminución aparente en toda la población”; así mismo, “parece marcar el punto en el que
Mazapa y la Azteca I.
de este periodo proveyó la base demográfica para la expansión poblacional del siguiente
periodo.
incrementó pero permaneció básicamente rural con excepción de dos centros regionales
primarios en las áreas centrales. El área del sur sufrió una ruralización incrementada pero
que las influencias en la región texcocana se movieron del sur al norte, y también menciona
(Ídem) la presencia de cerámica Azteca II en Tula asociada con la Mazapa tardía, lo que
26
El mismo autor (Ibídem: 422) dice que se puede interpretar que hubo un
cerámico, lo que representa una expansión hacia el sur en un área anteriormente controlada
por y desde Tula. La evidencia de la expansión desde la región texcocana y otras áreas
indica que ello ocurrió gradualmente mientras el poder de Tula iba decayendo.
Culhuacan y Xochimilco. “Entre los migrantes originales dentro de la cuenca, los culhua de
parte del sur del lecho del lago durante el periodo de la hegemonía tolteca.” Durante este
periodo Culhuacan continuó siendo un centro influyente (Minc, Hodge y Blackman 1994:
137 y 139).
gran territorio: “Hacia el norte, extendidas a lo largo del pie de monte este del lago de
Texcoco, estuvieron las entidades políticas acolhuas. Los principales centros ciudades-
arqueológicos para este periodo sugieren que los territorios de las “ciudades-estado” eran
relativamente estables, entidades discretas, mientras que los límites de las confederaciones
cambiaron más radicalmente “con los vientos de la expansión o derrota política” (Ídem).
Para este periodo las tres áreas de la región de Texcoco fueron equivalentes en la variedad
27
sociopolíticas locales, las cuales también se conocen por medio de las fuentes posteriores a
políticos”, “entidad política” y “unidades sociopolíticas” son usados por autores cuya
adaptarlos.
En cuanto a la cerámica, Rivas (2006:75) dice que la tipo Azteca I parece estar
vinculada con los chichimecas, y que tuvo sus orígenes en Tula al momento de su caída.
También menciona (Ibídem: 75-76) que esta cerámica, según la propuesta de Cobean
(1990), así como la tipo Mazapa, parecen haberse originado en la región de Nayarit y
Jalisco, ya que “se vincula con grupos que llegaron a la Cuenca de México después de la
caída de Tula.” El mismo Rivas (comunicación personal 2010) propone que las cerámicas
El mismo autor (2006: 104) menciona que hubo una “división étnico-territorial” en
del rumbo del norte”, y los sedentarios originarios del sur de la cuenca que “se vinculaban
con los antiguos señoríos”: xochimilca, mizquica, cuitlahuaca y atlapulca, y con los de la
región de Chalco de filiación tolteca. Es decir, para Rivas (Ídem) lo anterior se observa en
los patrones de asentamiento que están asociados con cerámicas Coyotlatelco y Mazapa
sitios del sur de la cuenca). Dice (Ibídem: 105) que esta evidencia nos demuestra la
presencia de dos tradiciones cerámicas: “Estas oposiciones que demuestran los materiales
28
arqueológicos marcan la división entre grupos recién llegados y los autóctonos de tradición
tolteca.” Los primeros son descritos en la historia de los toltecas como los “incultos y
bárbaros que llegaron a usurpar el derecho y territorio de los pueblos de filiación tolteca.”
Con referencia a los periodos de ocupación, cabe mencionar que desde el periodo
Posclásico Temprano y durante los periodos Posclásico Medio y Posclásico Tardío hubo
indica que hacia el año 1200 d. C. parece haber existido un reacomodo poblacional en áreas
Azteca II tuvo su mayor presencia en Tenayuca, y que fue la más abundante en Texcoco
después de la Azteca III. Lo anterior coincide con que Nopaltzin, el hijo de Xolotl, y
posteriormente el hijo de aquél, estuvo unos años en Texcoco, aunque el primero se regresa
Todo lo anterior puede ser una propuesta para comenzar a establecer, con base en
servirá para indicar que este grupo estaba en un estadio de desarrollo diferente al que se ha
manejado.
29
“e llamar a un rey, chichimeco, era como
decirle la más suprema palabra que se puede
decir; y todos los valientes se preciaban de
este nombre” (Alva Ixtlilxochitl 1985:290).
desarrollo socioeconómico.
cuenta de la confusión que existe acerca de estas sociedades, tal como lo expone Hers
(2008: 34) al afirmar que la imagen mítica del ser humano que habita cuevas, se viste con
pieles y porta el arco sigue existiendo en “los libros de textos, los dioramas de los museos,
leemos algo acerca de los chichimecas, es la idea de los bárbaros nómadas, cazadores-
30
había mencionado años atrás Kirchhoff, retomado por Davies (1980: 81), quien dice que
"chichimecas" era usado como sinónimo de salvajes y recolectores, que vivían en el norte,
En relación con lo anterior, Hers (1989: 189), hablando del término referente a los
“tolteca-chichimecas”, que más adelante será abordado, sugiere que si se les quita la
cultura poderosa, ¿no invitaría la figura del migrante norteño a una nueva lectura de fuentes
históricas?”
Dice (Ídem) que esos datos se podrían trasladar a conceptos actuales y resolver la
supuesta contradicción que existe entre los términos “civilizado” y “bárbaro”. Sugiere
(Ídem) que el término “tolteca” podría traducirse por el de “mesoamericano”, según ella
civilización, sino que se referiría a una realidad geográfica: serían los que tomaron las
tierras de los chichimecas, los mesoamericanos que vinieron del lejano Norte.”
posición teórica no es algo que necesariamente vaya unido; es decir, el tener un sistema
31
nómada no significa que el modo de vida sea la caza-recolección, ni viceversa. Lo anterior
Esta problemática surge por dos motivos planteados por Reyes y Güemes (2001:
239): “durante el apogeo del Estado mexica, algunos pueblos que no eran nahuas y, por lo
tanto, eran extraños y bárbaros, eran llamados chichimecas. Y para los españoles, cuando
invadieron el norte de Mesoamérica, “todas las etnias que habitaban la zona eran
chichimecas” (Ídem).
Gómez (1972: 12) menciona que este término no pertenece a una “raza
determinada”, sino que se usa para “designar el conjunto de pobladores del desierto y en
especial a la zona árida sin distinción de raza o de lengua, pero con una unidad homogénea,
general.”
Lo mencionado en los dos párrafos anteriores también está relacionado con los
lugares donde habitaban los chichimecas y los recursos que explotaban, es decir, con parte
de su modo de vida. Rivas (2006: 102), en el caso de los nómadas, de manera muy acertada
dice que éstos “se identifican con ciertos elementos del paisaje”, los cuales describe en
seguida: “los montes, los cerros ásperos y, sobre todo, con las cuevas y las grutas, lugares
donde vivían. Estas características del paisaje se relacionaban con ‘lo salvaje’, ‘lo inculto’,
pues siempre se les describe habitando en la periferia en los altos cerros, las sierras, en
cuevas y grutas.”
Y todo lo anterior siempre se oponía a los toltecas, ya que éstos “conocían el cultivo
y que eran sedentarios, utilizaban ropa de algodón y construían casas y templos encalados
32
Puedo afirmar que no se han planteado las características que nos ayudarían a
general, después de varios siglos “sigue presente la confusión que encierra el nombre de
distintas […] a menudo, el término se refiere a los pueblos de origen norteño, que con
recolectores.”
Rivas (2006: 101) lo expone de manera más clara: “Se trata de un manejo
ideológico de la historia en la cual se ejerce una diferencia muy marcada: los recién
recolectores, vestidos con pieles curtidas de animales y que portaban como armas el arco y
la flecha”.
Armillas (1991: 217) menciona que el término “chichimeca” tiene varias acepciones
culturales uniformes”. Explica (Ídem) que “la crítica moderna”, tomando como referencia
Hers (2006: 37) también dice que se distinguen tres grandes categorías dentro del
nombre “chichimeca”: los nómadas chichimecas que ocupaban las tierras del norte, los
33
pueblos mesoamericanos que se llamaban a sí mismos chichimecas porque sus antepasados
habían ido a poblar el norte y luego lo habían abandonado, y los que no son chichimecas, es
decir, los otros pueblos mesoamericanos que no participaron en esa aventura hacia el norte.
Por otro lado, Raúl García (comunicación personal 2009) propone la categoría de los
chichimecas que invadieron el Altiplano, que son los que aquí estudiaré, específicamente
los que fueron guiados por Xolotl, y cuyo modo de vida es muy similar a los de la primera
que hacen los cronistas y los autores contemporáneos acerca de los chichimecas en general.
occidentales, su visión “está permeada por las circunstancias y el motivo por el que fueron
escritas, así sea por razones de estado o personales. No es gratuito que a los chichimecas
siempre se les considerara una nación ‘bárbara, salvaje e incivilizada’; es una pena que los
33).
I. 2. 1 Crónicas
Dice que “los que se nombran chichimecas eran de tres géneros”: otomíes, tamimes y
fueron algo republicanos” (Ibídem: 599). Me parece que el texto de este cronista es un poco
confuso por lo de “deudos” y “de la generación”, pero lo expondré tal y como lo escribe.
34
Los teochichimecas, “del todo bárbaros”, según el autor (Ídem) también se decían
“De estos chichimecas” (no se entiende si refiere a los teochichimecas o a los que se
lengua de los nahuas o mexicanos “y la suya propia chichimeca”. Había otros llamados
Menciona (Ibídem: 595) también que los toltecas se llamaban chichimecas: “Estos
dichos toltecas todos se nombraban chichimecas, y no tenían otro nombre particular sino el
Los nahuas, aunque eran nahuas, también se llamaban chichimecas porque “decían
ser de la generación de los toltecas que quedaron cuando los demás toltecas salieron de su
pueblo, y se despoblaron, que fue en tiempo cuando el dicho Quetzalcóatl se fue a la región
de Tlapallan” (Ibídem: 601). Y también porque “vinieron de las tierras ya dichas, donde
están las siete cuevas que ya están referidas, y son las que se nombran aquí: tepanecas,
acolhuacas, chalcas, y los hombres de tierra caliente y los tlateputzcas, que son los que
viven tras de las sierras, hacia el oriente, como son los tlaxcaltecas, uexotzincas y
chololtecas, y otros muchos; y todos traían arcos y flechas. Los toltecas también se llaman
Dice Sahagún (Ibídem: 610) que los mexícatl eran “advenedizos, porque vinieron de
También menciona (Ibídem: 614) que “aunque los mexicanos se dicen chichimecas,
empero propiamente se dicen atlacachichimeca, que quiere decir pescadores que vinieron
de lejas tierras”.
35
Los otomíes tomaron el vocablo “otómitl” de “su caudillo, el cual se llamaba Oton,
y así sus hijos y sus descendientes y vasallos que tenía a cargo, todos se llamaron otomites;
“Todas las dichas familias se llaman chichimecas, y aun de tal nombre se jactan y glorían,
y es porque todas anduvieron peregrinando como chichimecas por las tierras ante dichas, y
chichimecas, por donde ellos anduvieron, sino Tleotlalpan, Tlacochcalco, Mictlalpan, que
Relata (2002: 460) que entre ellos, los españoles, y entre los indios cristianos,
“chichimeco” es el nombre común “de unos indios infieles y bárbaros, que no teniendo
asiento cierto (especialmente en verano), andan discurriendo de una parte otra, no sabiendo
Hablando del asentamiento de las seis tribus y géneros de gente, menciona (1995: 65) que
es necesario saber cómo éstas encontraron esa tierra y qué género de gente había en ella,
para lo cual, dice, se debe saber que hay “dos pinturas que señalan dos géneros de gentes,
una desta parte de la sierra nevada, á la parte de México, y otra de la otra parte, en la parte
de la Puebla y Cholula, y que los desta parte eran chichimecas […] la gente que vivía de
esta otra parte era muy poca, cuyo modo era brutal y salvajino, á quien esta nación llamó
Chichimeca”.
36
Juan de Torquemada (1562 o 1565-1624 d. C.)
La primera mención que hace Torquemada (1975: 47) de los chichimecas, después de
hablar de algunos grupos que salieron de Chicomoztoc “y que vinieron sus pasados, poco a
poco, poblando, tomando, dejando o mudando sus nombres conforme a los sitios o tierras
que hallaban”, es la siguiente: “Los de Tetzcuco dicen ser primeros moradores y ser
Tetzcuco, acerca de las antiguallas de la tierra, en ella se dice que la propria y antigua
lengua de los chichimecas antiguos, primeros moradores de estas tierras después de los
Acerca de los aculhuas menciona (Ibídem: 51) lo siguiente: “los aculhuas confiesan
otros primero que ellos (que son los chichimecas) y los chichimecas a los tultecas, a cuyo
Y de manera muy general relata (Ibídem: 58) que “Hacia las partes del norte (en
puede ser que al presente las haya) cuya principal ciudad fue llamada Amaqueme y cuyos
aspecto y grandes guerreros, cuyas armas son arcos y flechas […] Tomaron nombre de
chichimecas estas gentes (que así se nombraron) del efecto, significa su nombre.”
También menciona (Ibídem: 355) a los teochichimecas: dice que luego de la llegada
llamadas “teochichimecas, muy semejantes a los primeros pobladores de esta tierra, los
cuales habiendo peregrinado por grandes desiertos y serranías grandes y muy ásperas
37
Fernando de Alva Ixtlilxochitl (1578?-1650 d. C.)
Primero habla de unos “señores chichimecos” que tenían “sus reinos y señoríos” y que
eran “gente bárbara y feroz, y la más fuerte nación que tuvo y tiene hoy día este nuevo
Luego menciona (Ibídem: 290) que “Hay muchos géneros de chichimecos, unos más
bárbaros que otros, y otros indómitos que andan como gitanos, que no tienen rey ni señor,
sino el que más puede ése es su capitán y señor; y otros, que unos a otros se comen. Estos
tales no son de linaje de los de esta tierra, porque tienen sus repúblicas, ciudades y reinos y
provincias, y guardan sus ciertas leyes, no dejando llegar a éstos en sus tierras, siempre los
echan y los traen muy oprimidos, no dejándolos en los poblados, sino en tierras ásperas y
Y continúa (Ídem) relatando que “hay otros de esos chichimecos sin señor que son
Finalmente vuelve a mencionar (Ibídem: 306- 307) a los chichimecas que se sentían
Dos linajes había en esta tierra y hay hoy día, según parece en las historias.
Chichimecas es el primero, y el segundo tultecas; y de estos dos linajes de
gente hay muchas generaciones que tiene cada una de ellas su lengua y
modo de vivir, pero a todas ellas la una parte se aprecian y dicen que son
chichimecos los que trajo Xólotl, que son los meros chichimecos, y los
aculhuas y aztlanecas, que ahora se llaman mexicanos, tlaxcaltecas,
tepehuas, totonaques, cuextecos, mexcas, michuaques, otomíes, mazahuas,
matlaltzincas y otras muchas naciones que se aprecian de este linaje. Y la
segunda, son coculhuas, cholultecas, mixtecas, tepanecas, xochimilcas,
toxpanecas, xicalancas, chonchones, tenimes, cuauhtemaltecas, tecolotecas
y otras muchas naciones; de suerte que unos son chichimecos y otros
tultecas.
38
Domingo Francisco de San Antón Muñón Chimalpahin (1579-1660 d. C.)
Schroeder (1994: 93-94) dice que, para Chimalpahin, el término “chichimeca” tiene un
Se menciona (1975: 3) que en el año 1 acatl (635 d. C.) los chichimecas salieron de
Chicomoztoc y que “El ser de estos chichimecas empieza en los anales tetzcocanos el año
En el mismo año 1 acatl (635 d. C.) “se entronizó Chicintonatiuh (Cuauhtitlan), que
También se menciona (Ídem) que en el año 5 acatl (1263 d. C.) “llegaron a la tierra
salieron de Chicomóztoc. Según sabían, comenzaron en 1 acatl [635 d. C.] los anales de los
chichimecas cuauhtitlaneses”.
De las “siete familias del idioma Nahuatl que vinieron a poblar estas regiones”, dice el
autor (1979: 41) que “fundaron” dos “ciudades”; una de ellas fue creciendo hasta
esto es, tierra de los Chichimecas”. Posteriormente comienza a hablar (Ibídem: 243 y 261)
tiempo después “llegaron a estas tierras las dos famosas y valerosas naciones
theochichimecas y mexicana; unos dicen que eran distintas y otros las tienen por una
misma.” Y que “a una y otra nación dan los autores los nombres de azteca, atlaneca,
39
chicomozteca, y theochichimeca, y a la mexicana le den también los nombres de mexica, y
tenhuca”.
Refiriéndose a lo anterior, dice (Ibídem: 322) que esas “naciones” “atravesaron las
Hace mención (Ibídem: 327 y 328) de los teochichimecas, los cuales “continuaron
su viaje hasta las tierras de Nueva España, donde llegaron según la opinión más probable el
año de 1298”. Y que después de llegar, “se dividieron los mexicanos de los teochichimecas,
Un autor que se ha dedicado a estudiar a los chichimecas es Davies (1980, 1987), quien
hace una excelente investigación en la que contrasta las fuentes históricas (como las de
algunos de los cronistas que mencioné líneas arriba) y etnohistóricas con los datos
autor (1980) hace una ardua investigación acerca de los diferentes “tipos” de chichimecas.
Gómez (1972: 12) hace una interesante mención de una “clasificación por nombres
guayares, los irritilas, “o laguneros, por ser éstos los que habitaron esta región,
chichimecas que han existido; sin embargo, para fines de este trabajo, sólo nombraré a los
40
Chichimecas y toltecas
Carrasco (1998: 29) habla de la mención de “varias categorías étnicas para clasificar a los
pueblos del antiguo México” en las fuentes históricas; concluye que las más importantes de
estas categorías son “chichimeca” y “tolteca”. Explica (Ídem) que los toltecas eran la gente
relacionada con Tula, las cuales “se dispersaron después de la salida de Quetzalcóatl”. Los
chichimecas eran la gente con “antecedentes cazadores situados más allá de la frontera
mesoamericana”, y aclara (Ídem) que este mismo nombre se le aplicaba a los grupos que
regresaron al sur.” Lo confuso es lo que a continuación dice (Ídem): “En este sentido los
toltecas también tenían el sobrenombre chichimeca”, pero aclara que “si bien al mismo
Chichimecas cuauhtitlaneses
Los chichimecas más antiguos, estudiados por Rivas (2006: 92), supuestamente fueron los
llegan a la cuenca después de migrar durante 364 años. De lo anterior, dice el mismo autor
(Ídem) que ese hecho nos remonta al año 327 d. C., que es la época del periodo Clásico
mesoamericano, “la fecha más temprana documentada para las migraciones chichimecas.”
Estos chichimecas venían de Chicomoztoc, las siete cuevas, lo que para Rivas (Ídem)
de Mesoamérica.
Según los Anales de Cuauhtitlan (1975: 4), en el año 5 acatl (1263 d. C.) estos
41
que salieron de Chicomóztoc. Según sabían, comenzaron en 1 acatl [635 d. C.]” sus anales.
Supuestamente, durante 364 años padecieron “muchos trabajos” hasta que llegaron a
Cuauhtitlan, en donde comenzó su señorío: “se ha de entender que empezó en este año en
su tierra; pues está averiguado que en el año 1 acatl [635 d. C.], todavía en el camino,
alzaron un señor.” Se menciona que para ese periodo estos chichimecas vivieron “aún en
tinieblas” porque “aún era nula su fama y nulo el nombre de bienestar, mientras anduvieron
errantes, etc.”
Los chichimecas […] deben ser pueblos que existían desde antes de la
fundación del reino otomí de Xaltocan […] Se pueden comparar con los
chichimecas descritos en los Anales de Cuauhtitlán como adoradores y
secuaces de Mixcoatl que fundan Cuauhtitlán. La antigüedad de estos
chichimecas con respecto a los toltecas se manifiesta en el mito que da a
Iztac Mixcoatl como antecesor de las principales naciones y en el
parentesco de Mixcoatl, caudillo chichimeca, con Quetzalcoatl, su hijo,
señor de Tollan. Recordemos además que en Ixtlilxóchitl la historia
chichimeca comienza antes que la migración de los toltecas y que éstos, en
Tollantzinco, obtienen su primer rey de los chichimecas. Según los Anales
de Tlatelolco, entre los chichimecas anteriores a la llegada de los tepanecas
estaban los de Cuitlachtepec, los de Tenayocan (es decir, los de Xolotl), los
de Coatlinchan y los de Xaltocan con su señor Upantzin.
Tolteca-chichimecas
que “los chichimecas que llegaron a apoyar a los toltecas de Cholula se definían a sí
mismos como otomíes” (Rivas 2006:100). Comienza con lo siguiente: “Aquí están los
pueblos que eran complemento del tolteca. La gran Tollan se formaba de estos veinte
pueblos, que constituían sus manos y sus pies. De estos tolteca, eran sus pueblos. Allí se
desbandaron en la gran Tollan, por lo que cada uno fue a merecer su pueblo” (Kirchhoff,
42
En el mismo códice (Ibídem: 132-133) se menciona que en el año 1 tecpatl llegaron
que durante un año “estuvieron aún contentos los que eran complemento de los tolteca
chichimeca”.
De ellos menciona Davies (1980: 77) que los nombrados “chichimecas invasores
antes eran chichimecas, como Kirchhoff también hizo hincapié, sino que fueron en efecto
El mismo autor (Ídem) aborda una problemática muy interesante que nadie más ha
(Ídem) que la palabra “tolteca” “implica una adopción total de las tradiciones culturales
dioses mesoamericanos.” Explica (Ídem) que lo anterior tiene que ver con el mismo
término, ya que “primero perteneció a las tribus que llegaron a Tula Xicocotitlan en
tiempos tempranos, como opuestos a los nonoalcas quienes llegaron desde el sur.” Y que se
volvió aplicable a la gente que vino “desde una dirección noroeste después de la caída de
Tula”.
El mismo autor (Ibídem: 79) agrega que la disparidad era más pronunciada que “la
división cultural que separaba los tolteca-chichimecas de los chichimecas nómadas puros,
43
importancia de la híbrida expresión es seguramente más en ‘tolteca’ que en ‘chichimeca’” y
Más adelante, Davies (Ibídem: 329) dice que las personas que llegaron al valle de
chichimecas del norte de México”), sino “gente semicivilizada mejor definida por el
Braniff y Hers (1998: 58) los llaman tolteca-chichimecas tanto “por ser norteños
como por ser ‘pulidos y curiosos’ y antepasados (en parte) de la tradición tolteca” de Tula.
Teochichimecas
Acerca de estos chichimecas, Davies (1980: 72) dice que, posiblemente, durante la
hegemonía de Tula “una zona de barrera ancha protegía la ciudad de estos teochichimecas,
los cuales se fueron hacia el sur debido a presiones del norte por el deterioro ecológico […]
la época de cambio que acompañó la caída de Tula probablemente fue anunciada por un
El mismo autor (Ibídem: 74) también dice que la gente que entró al valle de México,
“quizás […] con bagaje otomí”, tal vez estuvo acompañada por “ciertos chichimecas puros
Davies (Ibídem: 75) menciona que Jiménez Moreno considera que estos
teochichimecas descritos por Sahagún son una mezcla de “pames, guamares y cuachiles,
44
También dice Davies (Ibídem: 80) que los chichimecas continuamente son descritos
extremos”.
‘chichimecas’ nómadas” de los que Hers (1989: 29) habla, son estos teochichimecas porque
dice que “no tuvieron más que un papel secundario en esos movimientos de la frontera”.
Viramontes (2000: 40) dice que “podrían identificarse con los pames que mejor
Tlahuicas
Cazadores del arco y la flecha, a quienes “sus congéneres dieron por sobre nombre de los
CHICHIMECAS” (Gómez 1972: 11-12). Conformaron uno de los ocho barrios que
Otomíes
Según Rivas (2006:75-76) los otomíes pudieron haber tenido un lugar muy significativo
desde la época de Tula y cuando se asentaron en las cimas de los cerros y en la periferia de
esta ciudad. También menciona (Ídem) que Cobean y Mastache “los han identificado
Otonchichimecas
El mismo autor (Ibídem: 74) menciona que “los grupos que más tarde se movieron
hacia el valle de México, y hasta esos que dieron el golpe mortal a Tula fueron
45
Kirchhoff, sacados de Guanajuato, Querétaro y quizás el valle de Toluca por nómadas
otomíes, menciona a los otonchichimecas. Aunque Davies (1980: 82) comenta que este
Tamime
Viramontes (2000: 40) los llama tamime y dice que otros investigadores han considerado
que estos chichimecas de los que habla Sahagún “podían ser los pames del sur”.
Según el mismo autor (Ibídem: 44), para Jiménez Moreno estos chichimecas “serían
los pames ‘entremetidos’ dentro de la zona otomí que iban siendo aculturados”.
Cascanes
Hers (1988: 183) dice de los cascanes que “como todos los norteños, están revestidos de un
atuendo nada atractivo de ‘chichimecas’, más bárbaros unos que otros. Los que alcanzan a
ser considerados como los más civilizados son tachados de marginales de todos modos, ya
Powell (1996: 53) los define como un grupo “parcialmente nómada pero ‘político
atención de los españoles; cada una abarcaba muchos pequeños grupos de tribus y
46
rancherías, que también recibieron nombres más específicos que el de ‘chichimecas’.” Las
principales fueron las de los pames, guamares, guachichiles y zacatecos” (Ibídem: 48).
Pames
Davies (1980: 76) se refiere a ellos como que están en un punto intermedio entre
Según Viramontes (2000: 38), vivieron al sur de Querétaro y eran una “tribu
pacífica, de condición dócil y poco afectos a defender sus tierras en contra de los
los jonaces”.
El mismo autor (Ibídem: 42) explica que son de filiación otomí y que “no se les
considera totalmente como chichimecas sino más bien como un grupo seminómada con
Powell (1996: 52) dice que eran “los menos belicosos de todas las naciones
chichimecas”, y que, aunque “eran nómadas en gran parte de su zona, habían absorbido
Guamares
Dice Davies (1980: 83) que se encontraban “entre los verdaderos chichimecas más
belicosos y crueles”, y que eran del valle de San Juan, Querétaro. Y está convencido
Tula Xicocotitlan y que invadieron el valle de México estaban bien dirigidos y altamente
47
Jonaces
Dice Viramontes (2000: 38) que Labra el Viejo los consideraba “una nación beligerante y
(Ídem) que por sus costumbres y forma de vida, estos jonaces “se parecían más a sus
Retomando a Kirchhoff, Viramontes (Ibídem: 39-40) dice que éste consideró “que
los chichimecas recolectores-cazadores que habitaron al norte del río San Juan fueron
Guachichiles
Según Viramontes (2000: 38) son considerados igual que los jonaces, y descritos por
Según Powell (1996: 48) eran considerados continuamente los “más belicosos y
valientes”.
Zacatecos
Eran “principalmente nómadas, aunque unos pocos grupos eran en esencia sedentarios.”
los llamaron “los más valerosos y aguerridos de los chichimecas” (Powell 1996: 53).
Nonoualca-chichimecas
Recordemos que para Sahagún (1999: 614) los nonoualca no eran chichimecas; sin
embargo, hay que tener presente que son mencionados en la Historia tolteca-chichimeca,
que llegaron junto con los tolteca chichimeca y que eran “su complemento” (Kirchhoff,
verdad [Uemac] fue el ueyo de Tezcatlipoca, fue obra suya, para que se desbarataran, para
48
que se alteraran los tolteca chichimeca con los nonoualca chichimeca; para que se
Acolhuas
Davies (1980: 96) menciona que es muy fina la diferencia entre los “antiguos o anteriores
Sugiere (Ibídem: 114) que “fueron los migrantes tempranos postoltecas en el valle
de México” y posiblemente “primero se asentaron en la parte más norte del valle antes de
llegar a su lugar final, caminando de un lugar a otro antes de asentarse”, y que pudieron
migrantes.”
El mismo autor (Ibídem: 118) menciona que el término “acolhua” “puede significar
diferentes cosas en tiempos distintos”, y que puede ser un término que se ha generalizado
tarde llegó a ser aplicado más estrictamente a gente que ha poblado la región Coatlinchan-
Texcoco.”
original dentro del valle de México”, y que “alternativamente, el término está primero
usado en un sentido más colectivo para describir grupos específicos de invasores que
Relacionado con lo anterior, dice (Ibídem: 136) que hay una tradición acerca de que
supuestamente los tepanecas y los acolhuas llegaron juntos al valle de México, y que el
término “acolhua” “es usado bastante como término genérico para varios grupos migrantes,
49
incluyendo los verdaderos acolhuas y los tepanecas; de la misma manera, la distinción
Davies (Ibídem: 155) concluye que los acolhuas “parecen tener desarrollada una
acolhuas pertenecían en un sentido a una raza nueva de gente cuyo linaje, así como el de
los otros invasores, fue básicamente tolteca-chichimeca, pero quienes sólo llegaron a la
perfección cuando otro elemento ha sido añadido a la mezcla étnica.” Sin embargo,
Carrasco (1998: 30) dice que “los secuaces de Xolotl eran chichimecas, pero las tres
Acolhua-chichimecas
Dice Corona (1975?: 96) que los “señoríos de Coatlinchan, Huexotla y Tetzcoco, quienes al
Acolhua-Chihimeca, que será la base de una confederación política, conformando entre los
Huasteca-chichimecas
Según Davies (1980: 78) este término es “ocasionalmente usado para nómadas viviendo en
el norte de la Huasteca”.
Tepanecas
Davies (Ibídem: 136) concluye que “fueron no más que otra tribu de chichimecas”. Sin
embargo, dice (Ídem) que lo anterior no es claro porque el término “chichimeca” “abarcó
todo, aplicable a veces a los no-nómadas, también a los nómadas y fue usado para describir
50
Davies (Ibídem: 156) ha interpretado que los tepanecas “quienes subieron al poder
después de los tenayucas y xaltocanos […] pertenecían […] a una raza nueva de gente cuyo
Teotenancas chichimecas
Schroeder (1994: 222), basada en Chimalpahin, dice que estos grupos fueron guiados de
chichimecas.”
Son “grupos sedentarios, algunos del nivel urbano como Paquimé, Chihuahua” (Di Peso y
Recolectores-cazadores (Ídem).
Mexicas
Davies (1980: 79) dice que los mexicas “a veces son llamados ‘mexica-chichimecas’, pero
caso significa pequeño o nada” y tenían “costumbres ajenas a los chichimecas puros”.
El mismo autor (Ibídem: 37) concluye que fueron básicamente también una mezcla
De los “mexicanos” dice Sahagún (1999: 610) que llegaron de “las provincias de los
chichimecas”.
Nahuas
Hablaban la lengua mexicana pero no tan bien como los “perfectos mexicanos”. También
51
Nahuachichimecas
Hablan la lengua nahua o mexicana y la chichimeca (Ídem).
Atlacachichimecas
Davies (1980: 205) dice que Kirchhoff también ve a los mexicas como “una mezcla de
lacustres, mientras que los ‘toltecas’ son los mexicas que caminaban sin rumbo fijo.”
Sahagún (1999: 614) menciona que “aunque los mexicanos se dicen chichimecas,
empero propiamente se dicen atlacachichimeca.” Y Braniff y Hers (1998: 59) dicen que los
Culhuas o colhuas
Davies (1980: 23) dice que el término “culhua” “fue asociado con los constructores
urbanos del valle de México como distintos de las sucesivas olas de tolteca-chichimecas
quienes fueron llegando a la región después del colapso de Tula. La distinción es una muy
fina, ya que los toltecas de Tula Xicocotitlan eran una mezcla de tolteca-chichimecas, que
Chichimecas colhuas
En los Anales de Cuauhtitlan (1975: 4) se menciona que en el año 9 calli (721 d. C.) estos
chichimecas “poblaron”, y en el 1 tochtli (726 d. C.) “tuvieron principio los toltecas; allí
En el año 1 tecpatl (752 d. C.) los toltecas “alzaron rey” a Mixcoamacatzin, quien
comenzó el “señorío tolteca”. También en ese año “se entronizó Xiuhneltzin rey de
Cuauhtitlan en Temilco”. En ese mismo año este “rey” “amojonó sus lindes y a la postre
despidió a los chichimecas, que fueron de pueblo en pueblo: él los fué a dejar y les repartió
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Popolocas
León Portilla (1967: 16) dice que así se les nombraba a los “los cazadores errantes” que
hablaban pame, mazahua “y a veces también el otomí.” Este término, explica (Ídem), es el
No chichimecas
Sahagún (1999: 614), como anteriormente vimos, menciona a los olmeca, uixtotin y
nonoualca, y aclara (Ídem) que “no se dicen chichimecas”, aunque dice Davies (1980: 78)
I. 2. 3 Características generales
1. La procedencia del norte, de la cual menciona Davies (Ibídem: 77) que para Kirchhoff
“lo único en común que tienen los significados del término ‘chichimeca’ era su asociación
con el norte.”
perteneció a las tribus que vinieron a Tula Xicocotitlan en tiempos tempranos, al contrario
de los nonoualcas que llegaron del sureste. Pero la misma expresión se vuelve aplicable a
esa gente que vino de una dirección noroeste después de la caída de Tula”
Al respecto, dice Viramontes (2000: 34) que hay “un acuerdo general, basado en la
información etnohistórica proporcionada por los cronistas de los siglos XVI al XVIII, de
que el centro norte estuvo habitado por grupos a los que genéricamente se les conocía como
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La idea de los españoles era que todos los habitantes del norte de Mesoamérica eran
chichimecas (Reyes y Güemes 2001: 239). No estoy muy segura de que en alguna fuente
prehispánica se mencione sólo el Norte como referencia para los chichimecas. Por lo tanto,
(2002: 49) da cuenta de lo anterior: “la imagen del ‘salvaje’ norteño cavernícola, arquero y
cubierto de pieles, abunda en los códices de la época colonial y puede ser el fruto de una
2. El modo de vida: nómada cazador-recolector, “en tanto que éstos [los chichimecas de
Xolotl] y otros invasores eran de hecho cazadores-recolectores” (Davies, 1980: 87). Sin
embargo, el mismo autor (Ídem) dice que “Armillas sugiere que éste no era su modo de
vida original, pero sí un medio de vida que los forzó cuando la avanzada de la zona árida
invasores del valle de México sino como gente que siguió en su despertar y ocupó un
(2001: 239) que durante el apogeo del Estado mexica “eran designados con nombres
peyorativos que significaban desde lo extraño hasta lo bárbaro. Tal es el caso […] del
término chichimeca”.
Sahagún (1999: 614) dice que las tierras chichimecas se llamaban así “porque por
allí suelen habitar ahora los chichimecas, que son unas gentes bárbaras que se sustentan de
la caza que toman, y no pueblan” (ver sin embargo el punto 4), lo cual se puede relacionar
54
Dice Stephen Castillo (comunicación personal 2010) que para él “es un término
para denotar una otredad, un lejano a mí, al cual puedo tratar de forma peyorativa, pero que
al mismo tiempo me provoca miedo por salvaje, lo desconozco y por ello le temo”.
4. Las connotaciones positivas: Sahagún (1999: 614) relata que “Todas las dichas familias
anduvieron peregrinando como chichimecas por las tierras antes dichas”. Davies (1980: 81)
dice de lo anterior que “la gente que no era realmente chichimeca estaba orgullosa de usar
que por tanto podría ser aplicada a todos los inmigrantes que llegaron al valle de México
después de soportar la vida más ruda de las regiones marginales.” Lo anterior se puede
relacionar con lo que Johansson (2008: 31) menciona acerca de la presencia de mezquite en
con el norte y la muerte”. Los chichimecas provenían del norte, donde supuestamente era
También menciona Davies (1980: 86) que Kirchhoff dijo que “porque los toltecas y
aztecas se veían a sí mismos como jóvenes, viriles y muy fuertes, ellos se llamaban
Schroeder (1994: 261) dice que encuentra el término “chichimecatl” con “elevadas
y positivas connotaciones, dado que es mejor conocido con el significado de ‘bárbaro’, con
épocas prehispánica y colonial tardía”. Explica (Ídem) que, de ese modo, “chichimeca” es
un término “de gran prestigio en el contexto de la historia del altepetl, [la] genealogía, y
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postre étnico, ‘señor chichimeca’, ‘señor de los chichimecas’, pero parece ser que ya no se
5. Los instrumentos de trabajo (relacionados con el modo de vida): Davies (1980: 81) dice
que Sahagún da otra definición que puede ser aplicada “a todas las personas que usaban el
arco y la flecha”.
Retomando toda la información expuesta en este apartado, puedo decir que lo más
seguro que se tiene es que el término “chichimeca” se relaciona con la proveniencia del
norte, y quizá no de Mesoamérica, sino del norte de un lugar en específico, ya que, como se
Carrasco (1998: 30) acertadamente dice que los “chichimecas de las tradiciones
Desde mi punto de vista, Davies (1980) hace un gran trabajo, pero escrito de
manera revuelta y confusa, y por ello, en parte, me parece que el panorama sigue siendo
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anteriores” “seudochichimecas” agravan la confusión. Por ello considero que se debe partir
de lo general a lo particular y que como dice el mismo autor (Ibídem: 328) de Sahagún:
definida por Sahagún quien insiste que éstos no sólo tenían gobernantes y nobles, sino
también vivieron en ciudades; éste fue el último rasgo que distinguió a los griegos antiguos
de los bárbaros.”
Carrasco (1998: 30) menciona que Alva Ixtlilxochitl “es quien mejor describe el
contraste entre toltecas y chichimecas” cuando explica que “eran toltecas los que tenían una
cultura derivada de la gran ciudad de Tollan, mientras los chichimecas tenían antecedentes
de cazadores sin ciudades ni culto de ídolos.” Entonces dice (Ídem) que “los secuaces de
Xolotl eran chichimecas, pero las tres naciones acolhuas (acolhuas, tepanecas y otomíes)
eran toltecas”.
vida para particularizarlos. Será hasta el subcapítulo IV. 2 cuando se hará dicha
caracterización.
Para finalizar este apartado, quisiera exponer diferentes relatos donde se describe e
[…] vamos a los que nuestra historia promete, que son muy diferentes en
todo. A estos hombres valerosos y de mucho gobierno cumplen su palabra
y no la quebrantan, virtuosos y amigos de sus amigos, altos de
pensamientos y obras, los señores valerosos de esta tierra por sublimarse
decían que eran chichimecos invencibles y obedecidos por toda la tierra, e
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llamar a un rey, chichimeco, era como decirle la más suprema palabra que
se puede decir; y todos los valientes se preciaban de este nombre, como
parece en sus cantos y historias, que aún hasta hoy cantan los naturales,
especialmente de una que llaman canto de mercaderes, por ser de
peregrinación, que bien interpretado dice: “¡Oh aculhuas naciones! Yo soy
aquel chichimeco que fui prosiguiendo con mi rodela triste y pensativo, a
donde tengo de ir a perderme u volveré con bien, aunque con trabajos y
guerras llegué hasta la provincia de Tlalpan.” […] donde se echa de ver lo
mucho que estimaban los señores de estas tierras ser descendientes de
chichimecos y el nombre de ellos (Ídem).
gobernadas y regidas de valerosos y esforzados capitanes y señores, entre los cuales fue
uno Icuahutzin”, a quien sucedió su hijo Moceloquichtli y luego Tlamacatzin, quien dejó
[era] sorprendentemente avanzada -en comparación con la norma etnológica entre grupos que
tienen esa forma de vida económica- y tenía aspecto mesoamericano.” Y afirma (Ídem) que
Hers (1989: 29) dice que los chichimecas de Xolotl que “hacen intrusión” en el
agricultores del Norte” que dejaron su “modo de vida” por su retiro a causa de la sequía, y
sumisión de muchos señoríos y estableció “su propia principalidad de Tenayuca junto con
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(Ídem) que los “verdaderos chichimecas, viviendo en cuevas y desnudos u ocasionalmente
También se basa (Ídem) en el relato de que Xolotl les demandó tributos a sus
vasallos pero, según el autor, “esta idea presupone una estructura política más allá de la
Cabe aclarar que con el uso de la posición teórica de la arqueología social, no son
imposibles las ideas de que se puede “administrar un imperio desde una cueva” ni la de una
A Rivas (2006: 101) le parece indudable que el “caudillo” Xolotl “no era tan ‘bárbaro’
como lo concebían otros grupos étnicos que no tenían sus mismas costumbres y que no
García (2004: 411) menciona que, de acuerdo con Alva Ixtlilxochitl, los chichimecas
que llegaron a la cuenca de México, es decir, los de Xolotl, estaban “bien organizados”
socialmente y eran diferentes de otros chichimecas “más bárbaros”. Dice (Ídem) que el mismo
cronista los nombra "nación chichimeca" y que resalta el hecho de que procedían de un
"reino". Finalmente propone (Ídem) que lo anterior “quiere decir que estos nómadas no eran
sociedades simples de bandas, sino que tenían una organización más compleja”.
Aquí también cabe hacer notar que los términos “nómadas” y “bandas”, usados de
grupo de chichimecas que no eran tan “bárbaros”, como se ha visto que los mencionan, o,
59
“Otras muchas maneras hay de esta nación
que sería muy largo de contar; pero vamos a
los que nuestra historia promete, que son
muy diferentes en todo” (Alva Ixtlilxochitl
1985: 290).
relata Alva Ixtlilxochitl (1985: 290) describiendo a los diferentes tipos de chichimecas,
“vamos a los que nuestra historia promete, que son muy diferentes en todo”. Es decir, se
refiere a los chichimecas de Xolotl. Y continúa (Ídem): “estos hombres valerosos y de mucho
pensamientos y obras, los señores valerosos de esta tierra por sublimarse decían que eran
chichimecos invencibles y obedecidos por toda la tierra, e llamar a un rey, chichimeco, era
como decirle la más suprema palabra que se puede decir; y todos los valientes se preciaban
de este nombre”. Y más adelante en su relato, el mismo autor (Ibídem: 306 y 307) menciona
lo siguiente: “Dos linajes había en esta tierra y hay hoy día, según parece en las historias.
muchas generaciones que tiene cada una de ellas su lengua y modo de vivir, pero a todas
ellas la una parte se aprecian y dicen que son chichimecos los que trajo Xólotl, que son los
meros chichimecos”.
calli, 556 d. C. “llegaron los tultecas o por mejor decir, los huey tlapalanecas en Tula,
ciudad que fue cabecera de sus reinos y señoríos muchos años […] Y llegados a este lugar
y tierra la vieron muy bien los tultecas y principalmente Huematzin el astrólogo, que los
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guiaba que era ya de edad más de ciento ochenta años; y viendo el puesto tan bueno para su
propósito y el temple de la tierra y las demás cosas que halló en su astrología ser buenas
para una ciudad, comenzaron a edificarla y estuvieron seis años haciendo casas, templos y
otras cosas que ellos usaban y habían tenido en su naturaleza” (Ibídem: 269).
El astrólogo predijo que “en los tiempos futuros esta tierra había de ser poblada de
chichimecos” (Ídem).
para esta investigación, la etapa en la que después de la caída de Tula varios grupos
chichimecas ocuparon de manera paulatina el área de la cuenca de México. Cabe decir que
la cronología mencionada en las diferentes fuentes a veces no coincide; sin embargo, lo que
posible causa de la llegada de los chichimecas de Xolotl a la cuenca de México. Este autor
(Ibídem: 73) dice que entre los siglos XII y XV la zona árida de Norteamérica se estaba
expandiendo en todas direcciones, lo que pudo permitir que los “chichimecas nómadas”
que vivían en las zonas fronterizas vulnerables entre los climas de las sabanas y estepas
cambiaran su modo de vida. Además agrega (Ídem) un dato que se relaciona con lo que
menciona Alva Ixtlilxochitl (1985) acerca de que la esposa de Xolotl, Tomiyauh, era
volvió más seco después del año 1000 d. C. Entonces puede ser que Xolotl y sus
chichimecas tuvieron que migrar de su lugar de origen en parte por causas climáticas.
Cuando Tula era hegemónica, dice Davies (1980: 74) que había una zona de
“amortiguamiento” que quizá protegía a la ciudad de los teochichimecas, que eran tan
difíciles de domar. Menciona (Ídem) que la población de esa región “pudo haber sido al
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menos semicivilizada y semitoltequizada; sin embargo, presiones del más lejano norte,
hacia el sur; por eso la otrora zona de amortiguamiento, mucho antes del colapso de Tula,
Continúa diciendo (Ídem) que la época de movimiento continuo que se dio a la par
nómadas cuyo sitio central fue situado más allá del norte, pero los cuales, ya en la época
a ejercer una presión hacia el sur.” Cabe mencionar que para este autor (Ibídem: 43) la
Dice Rivas (2006: 74) que es interesante mencionar que fue en la región del
Acolhuacan “donde penetraron por primera vez” los chichimecas de Xolotl. Esta región
actualmente es Texcoco. Para Rivas (Ídem) lo anterior es notable porque hay una leyenda
de la creación de los chichimecas que dice que “brotaron de un fragmento de pedernal que
cayó del cielo”, y que sucedió en el valle de Acolman, cerca de Teotihuacan, precisamente
Cabe mencionar que para Davies (1980: 80) “chichimeca” viene de Chichiman:
“lugar de chupar o lugar de recién nacidos o lugar de los jóvenes”; el autor se refiere a la
podrían ser la “gente nueva” que llegó a repoblar la cuenca de México. Me surge la duda de
por qué “Chichiman” no significa lugar de perros si muchos autores han comparado a los
62
También me parece acertada la interpretación de “linaje de perros” tanto de manera
positiva por dos mitos, uno relatado en los Anales de Cuauhtitlan y otro en la Historia de
los mexicanos por sus pinturas, como de manera despectiva (prejuiciosa) relatado por
Torquemada (1975: 58) por su forma de comer: “chichimecatl tanto quiere decir como
la de cualquier otro animal chichihuali; porque estas gentes en sus principios se comían las
carnes de los animales que mataban crudas y les chupaban la sangre a manera del que
mama, por eso se llamaron chichimecas, que quiere decir chupadores o mamadores.”
Francisco Sánchez (comunicación personal 2011): Alva Ixtlilxochitl (2000: 70) menciona
que Xolotl “procedía del antiquísimo linaje de los reyes teochichimecas, cuyo imperio y
señorío estaba debajo del septentrión […] Y este apellido y nombre de chichimeca lo
tuvieron desde su origen, que es vocablo propio de esta nación, que quiere decir los águilas,
y no lo que suena en la lengua mexicana, ni la interpretación bárbara que le quieren dar por
las pinturas y caracteres, porque allí no significa los mamones, sino los hijos de los
2011) tiene razón al sugerir que chichimeca para los propios chichimecas podría significar
otra cosa en su lengua, quizás “linaje de águilas”. Estoy de acuerdo con Sánchez (Ídem) en
malinterpreta al autor texcocano. Sánchez (2009) también sugiere tomar en cuenta que en
los códices Fejérváry-Mayer y Vaticano Ríos el rumbo del norte se identifica con el águila,
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Retomando la leyenda de Acolman, dice Rivas (2006: 74) que ésta sucedió
migraciones propiciadas por cambios climáticos drásticos que obligaron a estos grupos de
cuenca, continúo con las fuentes históricas. Cuando logramos entender la plancha I del
(Ibídem: 9) aclara que Alva Ixtlilxochitl “utilizó el Códice Xolotl en sus ‘Obras
chichimecas es Alva Ixtlilxochitl (1985), historiador texcocano quien dijo descender del
mismo Xolotl. Sin embargo, me apoyaré en otros autores más y según su información iré
relatando la historia.
64
Alva Ixtlilxochitl (Ibídem: 269), después de hablar de los sucesos de los toltecas,
chichimeca Icauhtzin, quien le había dado un hijo suyo a los toltecas para jurarlo como su
“rey y señor”; este “señor” chichimeca, en el año 542 d. C., “entró a gobernar las bárbaras
naciones chichimecas […], estando los tultecas en Tulantcingo, trece años antes de la
fundación de Tula”.
Luego gobernó su hijo Mozeloquixtin, quien fue sucedido por su hijo Tlamacatzin,
quien muere cuando ocurre la destrucción de Tula, en el año 1010. A este último
Ixtlilxochitl (Ídem).
Según las fuentes que he consultado, Veytia (1979) es el siguiente cronista que
información diferente, tomando en cuenta que su descripción es posterior, y tal como dice
Dibble (1980: 9): “Es de notar, también, que otros historiadores como Veytia, Torquemada,
y Orozco y Berra toman como autoridad los datos suministrados por Alva Ixtlilxochitl, y
Veytia (1979: 242) menciona que Topiltzin, el último gobernante de Tula, habló
patria, y a la corte del imperio Chichimeca […] Que los que enviase el emperador
chichimeca a poblar de nuevo estas regiones los atenderían y protegerían, mientras durase
en ella su imperio, que no sería muy dilatado; porque antes de cumplir ochos siglos
vendrían de hacia la parte de donde nace el sol, en un año señalado con el jeroglífico de una
65
caña, unas gentes blancas que dominarían toda la tierra y destruirían todos los reinos que
Y continúa (Ibídem: 261): Topiltzin llega a Oyome en el año 719, donde “reinaba”
mandar a su hermano menor, Xolotl, con un buen número de “tropas” y pobladores para
castigar a los “reyes” rebeldes y hacer suya esa tierra “para que coronándose en ella fuese
señor absoluto e independiente del imperio Chichimeca, del mismo modo y con las propias
capitulaciones con que se mantuvieron los reyes toltecas. Habíale dado el emperador a su
Aquí cabe mencionar lo curioso de la diferencia entre los hechos históricos y lo que
las crónicas relatan, ya que los primeros narran que los chichimecas se ven obligados a irse
debido a un cambio climático; y las segundas, hacen referencia a una necesidad de repoblar
la zona de Tula. Sería interesante hacer una investigación acerca de esta temática. ¿Por qué
hay una diferencia entre los relatos? ¿Qué sentido tiene que se mencione que el hermano
Alva Ixtlilxochitl (1985) menciona que en el año uno pedernal (circa 958 d. C.) “al
tiempo que los tultecas se acabaron de destruir, casi a los últimos de él, tuvo noticia Xólotl
de los exploradores que venían a ver las cosas que sucedían en las tierras y reinos de
Topiltzin, y de sus calamidades, como ya de todo punto se habían destruido con grandes
guerras y persecuciones del cielo, sin quedar persona ninguna sino todo despoblado y
arruinado, acordó de llamar a todos sus vasallos, especialmente a todos los señores”
(Ibídem: 291-292).
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Antes de lo anterior, el otro cronista del que habla Dibble (1980) es Torquemada
(1975: 59), quien ofrece una versión diferente, aunque cabe aclarar que los nombres
coinciden a pesar de que los escribe de otra manera: “Estas chichimecas naciones fueron
gobernadas y regidas de valerosos y esforzados capitanes y señores, entre los cuales fue
uno Icuahutzin”, quien fue sucedido por su hijo Moceloquichtli, y luego éste por
Xolotl envió gente para ir a espiar y a explorar las tierras de sus enemigos, y en
cuanto le llevaron las noticias decidió ir él mismo acompañado de los “capitanes” y señores
de su gobierno a buscar a esas naciones y su gente, y descubrir esas tierras y así poder
poblarlas (Ídem).
Alva Ixtlilxochitl (1985: 292) dice que en el año 1012 Xolotl sale hacia Tula, la
Tampico, un “ejército” compuesto por hombres y mujeres, y con seis “señores vasallos”,
escrito de manera diferente por el mismo texcocano, Achcautzin. Esta ciudad la llama
67
Veytia (1979: 293) dice que en el año 1117, un año después de la destrucción de
[…] la halló toda destruida y yerma y montuosa. Estuvo allí algunos días
mirando por un cabo y por otro, mirando si por ventura hallaba alguno de
los tultecas para poder tomar razón de toda su destrucción, lo cual en éste y
en cuantos lugares vido de los tultecas jamás vido persona ninguna; y
dejando en este lugar alguna gente para que la poblasen se fue a
Mizquiyahuala, y de Mizquiyahuala a Tucpan, y de aquí a un lugar de
muchas cuevas junto a Xaltocan, en donde estuvo algún tiempo, que le
puso Xólotl su nombre, y la pobló, y fue una ciudad en mucho tiempo muy
buena, y donde vivió muchos años, que ya había cinco que los tultecas
destruido, que era en el año de 5 técpatl, que son 5 pedernales, y a la
nuestra 1015 años de la encarnación de Cristo.
Sahagún (1999: 454) menciona en general que los chichimecas llegan a poblar la
provincia de Texcoco veintidós años después de la destrucción de Tula, y que “el primer
Luego menciona (Ibídem: 261) que Xolotl se casó con una “señora principal
llamada Tamiyauh”, muy poderosa y dotada, que era “señora” de muchas poblaciones de la
costa del norte, de las cuales las principales eran Tampico y Tamiyauh, (que según el
cronista ahora llaman Tamiahua) y tenían un hijo de trece o catorce años, Nopaltzin.
Veytia (1979: 261) dice que Xolotl y su esposa convocaron gente para irse y “se
valieron de algunos señores principales, sus más familiares y allegados para que procurasen
monarquía.”
Cuando Xolotl vio reunida a tanta gente decidió partir, “y al año siguiente de la
destrucción de los toltecas […] 1117, salió de la corte chichimeca con su mujer e hijo, y
con toda su numerosa comitiva, dejando dispuesto que la demás gente que se fuese
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juntando y alistando, le fuera siguiendo en buen orden, y dirigió su marcha a las costas del
Davies (1980: 42-43) interpreta que el “gran Xolotl juntó sus seis clanes, que vivían
Tula para el centro de Mesoamérica, donde él llegó […] siete años después.”
Según Veytia (1979: 263), los “invasores” de Tula le juraron obediencia a Xolotl y lo
tolteca. Así, los aceptó como “feudatarios, y confirmándoles en la posesión se sus tierra”,
quedando como sujetos y subordinados para siempre a él y a sus sucesores, así como que
estaban obligados a ayudarlo en lo que necesitara. Después de entrar en las tierras de Tula
fue reconociendo las poblaciones ya vacías para saber cuál era su situación y si todavía
habitaban algunas personas en ellas, para lo cual “dividió su gente en compañías, a las que
dio el nombre de capitanías, nombrando para jefe en cada una de ellas uno de los que le
El mismo autor (Ibídem: 264) también dice que en los lugares que creía convenientes
iba dejando familias para poblarlos o repoblarlos junto con un “gobernador para que en su
nombre los mandase y administrase justicia, dándole cuenta de todos sus progresos.”
Según Davies (1980: 43), “la entrada de Xolotl al valle fue reportada sin oposición.”
Y que después exploró y ocupó el territorio que le pertenecía a Tula, y menciona “las
fuerzas a su disposición”.
describe Dibble (1980: 17), es decir, que sobre las orillas del valle de México se
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Plancha I
Códice Xolotl (Dibble 1980)
Dibble (1980: 20) también menciona que Xolotl y Nopaltzin se van a explorar el
valle junto con sus guerreros y familias, luego de fundar Xoloque o Xoloc; también dejan
un pequeño número de gente para poblarlo, y que “se quedaron por algún tiempo en cada
Alva Ixtlilxochitl (1985: 293) menciona que después de “haber despachado algunos
de los seis señores sus vasallos con gente y otros señores particulares, a que fueran a
descubrir tierras, y ver si todavía había algunos tultecas les preguntaran de sus calamidades
70
Y después de dejar algunos “caballeros” que gobernaran en Xoloc, Xolotl se fue con
su hijo Nopaltzin a seguir recorriendo la zona para buscar “los lugares más acomodados a
su propósito” y se subieron a las elevaciones para conocerla. Padre e hijo se dividieron para
que éste fuera a buscar más lugares para poblar, y Xolotl se regresó a Xoloc (Ídem).
Cuando regresaron los “señores” que habían hecho la expedición, le dijeron a Xolotl
que había un lugar habitable “junto a la ciudad que fue de los tultecas llamada Tultitlan,
que se decía Tenayuca; el cual se holgó mucho de oír esto y luego determinó de irse a
Veitya (1979: 267) coincide con Alva Ixtlilxochitl (1985) y dice que estos “señores”
y les dijeron que atento a la costumbre en que estaban criados los chichimecas de vivir en
Torquemada (1975: 63) complementa la información: “y todos estos lugares que iba
mudando era en razón de buscar los más convenientes para su morada, porque como se
sustentaban de caza, buscaban las tierras montuosas y ásperas, donde más se cría”.
Y dice (Ídem) que pocos días después llegaron a Tenayuca, un lugar cavernoso,
donde Xolotl escogió su espacio e hizo la repartición de sitios entre todos los de sus
familias.
Alva Ixtlilxochitl (1985: 295) dice que en el año de 1015 Xolotl tomó posesión de
toda la tierra y “edifica” su nueva ciudad “juntó a los seis señores sus vasallos […] y de
estos seis señores y de su hijo el príncipe Nopaltzin, y juntos todos, les dijo, según parece
en sus historias, que quería tomar posesión sobre la tierra, haciendo sus mojones en los más
altos cerros, y haciendo sus atadijos con unas yerbas largas que se crían en los montes, que
71
se llaman malinali, al modo de esparto de España, y encender fuego sobre ellos, pues sin
Según Veytia (1979: 267-268), Xolotl fundó Tenayuca en el año 1120, y le dijo a
antes de repoblar la zona y los lugares que habían quedado deshabitados, y que se
Torquemada (1975: 64-65) acerca de Tenayuca relata lo siguiente: “dicen que fue
esta poblazón, por aquellas cuevas y lugares, de más de un millón de gentes; porque demás
de seis reyes y señores, que venían con Xolotl, eran los otros menos principales y capitanes
más de veinte mil; los cuales traían a su cargo, cada uno, más de mil personas a quienes
mandaban Xolotl y los otros seis señores que con él habían salido de sus reinos y
provincias.”
Por su parte, Alva Ixtlilxochitl (1985: 295) dice que “ya todos los tultecas se habían
acabado, y si había algunos, eran pocos y éstos con dejarles tierras a su gusto, donde ellos y
ciudades, con las diligencias, ritos y ceremonias que conviene para este efecto, haciendo
Luego Xolotl, junto con su primogénito y algunos “nobles y plebeyos”, fue al monte
Yocotl e hizo “las diligencias que ellos usaban, tirando un señor chichimeca cuatro flechas
con todas sus fuerzas por las cuatro partes del mundo […] y después, atando el esparto por
72
las puntas, y haciendo fuego y otros ritos y ceremonias de posesión que ellos usaban”
(Ídem).
Después “envió a cuatro señores por hacia las cuatro partes del mundo, conforme se
tiraron las flechas, para que tomaran posesión de toda la tierra que había sido del gran
Topiltzin, de una mar a otra, cada uno con su ejército, porque si en algunas partes hubiese
tultecas, y les quisiesen estorbar, se entendieran con las armas, y si buenamente les
recibían, les dejaran en sus tierras” (Ibídem: 295-296). Y finalmente se subió a otros cerros
Veytia (1979: 268) también menciona lo de las flechas lanzadas hacia los cuatro
rumbos pero especifica que luego “cortaron esparto y yerbas secas, las retorcieron como
cordel, y las ataron por las puntas, formando un círculo en el suelo, encendieron fuego
encima, que después esparcieron por los mismos cuatro rumbos. Éstas y algunas otras
Ya estando en su “ciudad”, Xolotl “mandó repartir toda la tierra que estaba dentro de
esta primera demarcación a todos sus vasallos, dándole a cada noble las gentes que le
Torquemada (1975: 67) dice que “de esta manera quedó sentada su ciudad, que
y modo”. Y que esa tierra fue llamada Chichimecatlali “como heredad de los chichimecas o
Así, Xolotl
73
otra parte de la laguna (que ahora tiene por nombre Tetzcuco que es la
cabeza y ciudad principal que tuvo aquel reino y una de las buenas que
ahora tiene, después de la conquista de esta tierra); su mudanza debió de
ser haberse multiplicado su gente o ser corta por allí la tierra, para el modo
y manera de sustentarse y parecerle más acomodado el sitio de Tetzcuco,
para este intento para tener en su contorno, montes y sierras de muy
extendidas y grandes arboledas, donde había mucha abundancia de caza,
de que se mantenían (Ídem).
En el año 1020 regresan los cuatro “señores” que fueron a poseer la tierra siguiendo
el curso de las flechas (Alva Ixtlilxochitl 1985: 296). Y en el 1023 llegó “otro señor
chichimeco vasallo suyo, con algunos chichimecos de allá de su patria” al cual le dio un
lugar para que lo poblaran para que “hicieran un cercado de todos géneros de caza para que
Unos años después, en 1028, llegaron otros cuatro vasallos con más chichimecas a
los que les dio tierras y les pidió los cercados para que le tributaran en Tepetlaoztoc,
Oztoticpac y Tesayucan. Dice Alva Ixtlilxochitl (Ídem) que estos chichimecas eran “casi
indómitos, por eso no quiso Xólotl darles tierras largas y anchas en donde poblasen, y fuera
de la demarcación que hizo personalmente, sino lugares pequeños y cercados de los otros y
lejos de la corte, se realzarían como otras veces lo había hecho sus pasados, porque era una
gente soberbia y muy sobre sí”. Según Veytia (1979: 277), eran cinco los chichimecas a
que de este mismo modo, y con estas propias calidades, había hecho la donación de todas
las otras tierras que hasta entonces había repartido a los caballeros que le acompañaron”
(Ibídem: 278). La contribución era de caza volátil y cuadrúpeda; unos debían llevársela a
Xolotl por años, otros por meses y otros continuamente. También “contribuían” con
“frutas, según los parajes, porque como queda dicho, hasta estos tiempos nada sembraban
ni cultivaban; pero por lo que mira a la caza, tenían su modo de gobierno para que no les
74
faltase y se aumentase.” Para obtener la caza “formaban grandes cercados de piedras y
tierras, en aquellos bosques y montes en que las había, para que no pudiese salir de allí, y
logrando esta ventaja, formaban los cercanos en los planos, donde plantaban arboledas y
metían en ellos toda especie de animales, para que se aumentase con la procreación; y los
que por su situación no podían hacer esto, se valían de la volatería, y de algunos conejos,
liebres y otros de aquellos animales que se hallan en los planos, o de peces, ranas, u otros
mariscos, los que estaban a las orillas de las lagunas y ciénegas” (Ídem).
aumentado las poblaciones, y no menos que las de los chichimecas las de los toltecas
culhuas”.
En el año 1063 llegan seis señores vasallos y Xolotl les da sus “señoríos” (Alva
Ixtlilxochitl 1985: 298). Torquemada (1975: 68) lo confirma pero dice que no llegan “todos
juntos sino siguiéndose unos a otros, llevándose los unos a los otros, algún tiempo de
aunque convecinos, no de su lengua; no dicen las historias de estos señores más de que lo
eran y muy principales y que vinieron con muy poca gente pero ellos y los suyos fueron
poblando y tomando sitios donde Xolotl les señalaba, porque como señor primero de la
tierra, ya era conocido y obedecido por el mayor monarca de ella; fueron tributarios a
Xolotl”. Según Veytia (1979: 284) tenían que “contribuir anualmente al imperio con un
corto feudo en piezas de caza, frutas, y flores, según lo que produciría el terreno que le
75
También llegan en ese mismo año los tres “señores” aculhuas: Aculhua,
Xiconcuauh y Tzontecoma “con mucha cantidad de vasallos, entre los cuales trajeron
también consigo la nación de otomites” (Alva Ixtlilxochitl 1985: 299). Xolotl “se holgó de
verlos, porque era gente política y de buen gobierno, dándoles tierra en donde poblasen y
casando a los dos de ellos con dos hijas que tenía” (Ídem). Al “señor” Aculhua lo casó con
Zihuatetzin, hija del “señor” de Tlalmanalco, quien era tolteca, y le dio Acohuatlychan
Acolhuacan, cabecera de su “señorío” (Ídem). Lo anterior dice Veytia (1979: 286-287) que
fue “prueba de la grande estimación que hacía Xolotl de la sangre tolteca, pues teniendo en
jornada, con ninguno de ellos pensó casar a sus hijas, y las casó con estos señores por ser
de la sangre tolteca”. Y según Alva Ixtlilxochitl (1985: 299), Xolotl les dijo que “solamente
Torquemada (1975: 81) confirma que los toltecas se “fueron casando con los
chichimecas y mezclándose unos con otros hasta hacer de ambas naciones una generación y
Recién llegados los acolhuas, Xolotl ordenó que su hijo Nopaltzin se casara con la
“infanta” Azcatl Xuchitl, hija de Pochotl y nieta de Topiltzin, “haciéndose grandes fiestas”
(Alva Ixtlilxochitl 1985: 301); Veytia (1979: 283) la llama Azcalxochitl. El mismo autor
(Ídem) explica que Xolotl “deseaba unir su sangre a la de los reyes toltecas y colocar ésta
76
En el año 1089, Nahuyotl de Culhuacan se rebela contra Xolotl, y después de la
guerra, en 1090 hace jurar a Achitometl “rey” de Culhuacan (Alva Ixtlilxochitl 1985: 300).
corto número de pececitos de los que producían sus lagunas” (Veytia 1979: 282). Esta
guerra fue la primera “de los chichimecas en esta tierra, y en que el príncipe Nopaltzin salió
la vez primera a campaña, mandando en jefe sus tropas” (Ídem). Torquemada (1975: 94)
narra que Nopaltzin “no llevó mucha gente en su ejército, por razón de su hijo Tlotzin, rey
Veytia (1979: 282) dice que “Con la comunicación de los toltecas comenzaron los
labrar casas y reedificar las de los lugares que repoblaron. Corría por toda la tierra
personalmente el emperador, dando por sí mismo las órdenes convenientes, con lo que por
todas partes reinaba la paz y el buen gobierno, esmerándose cada uno en el cumplimiento
de su obligación; y si había alguna queja entre sus vasallos, procuraba el sabio monarca
su abuelo “tercero señor monarca chichimeca que hubo en esta tierra” (Alva Ixtlilxochitl
1985: 301). Y al considerar que en el primogénito varón “sólo había de recaer la corona”
Nopaltzin le pide a su padre que le dé tierras y vasallos para sus hijos (Veytia 1979: 290).
En el año 1115 Nopaltzin va a Zacatlan a ver si era buena tierra para que su papá se la diera
Xolotl “mandó que su nieto, el legítimo sucesor, fuese a Tlazalan por señor hasta
que él o su padre ordenaran otra cosa, y antes de irse le casaron con la infanta
77
Tocpacxochitzin” hija de uno de los seis señores que Xolotl trajo consigo. Su tercer hijo y
primer varón fue Quinatzin (Ídem). Xolotl le hace la “donación de la ciudad de Tezcoco,
que ya por estos tiempos era una considerable población, para que en ella y su contorno
mandase en calidad de soberano cediéndole las rentas con que sus moradores contribuían al
(Ibídem: 292), y Huetzin. El primero era “un señor chichimeco de los tributarios y cabeza
de los otros seis pueblos, hijo de Huihuatzin, que residía en Tepetlaóztoc”, y Huetzin era
Desde el año 1012 gobernó Xolotl y muere en 1120 “dejando a su hijo Nopaltzin
por segundo rey y monarca de la tierra, según que de derecho le venía por legítima
sucesión, y por su gran valor” (Ibídem: 304). Dice Veytia (1979: 305) que su cuerpo lo
adornaron con “las insignias de su suprema dignidad, a la usanza tolteca, cuyas costumbres
y policía se iban extendiendo por todo el imperio.” Y que lo tuvieron “un día entero
Alva Ixtlixochitl (1985: 304) dice que “hechas sus honras con ritos y ceremonias
que los chichimecos usaban, lo enterraron […] en un lugar del palacio dedicado para el
efecto, con todas sus insignias reales, y otras ceremonias”. Veytia (1979: 305) confirma lo
anterior pero da otro detalle: “lo enterraron al día siguiente en una cueva, en lo bajo de su
mismo palacio, que para esto había destinado desde que le fabricó”. Sin embargo,
Torquemada (1975: 87) dice lo contrario: que en vez de enterrar los cuerpos, lo que “estos
78
procuró “mantener en paz sus dominios por medio de la recta administración de justicia,
aumentar su lucimiento y policía, fomentando las artes y ciencias que hicieron célebres a
los toltecas, y abolir las bárbaras costumbres que les habían quedado de su nación
chichimeca […] Para lo primero reformó algunas leyes de sus mayores, restauró otras a su
Las leyes siguientes son las que él promulgó: no “poner fuego” a los campos
propios ni ajenos, no tomar la caza que cayera en “redes ajenas” o en cualquier parte
pública, no tomar la caza de otro que la hubiera “tirado”, no quitar ni mudar los cazaderos
Para reducir a mayor policía a sus vasallos, mandó que labrasen casas en
qué vivir, aboliendo la costumbre de habitar en cuevas, que subsistía
todavía en algunas poblaciones. Mandó que en todas partes se ejerciese la
agricultura, haciendo sementeras de maíz, frijol, chile, y las demás
semillas que cultivaban los toltecas, alimentándose de ellas en guisados y
viandas, como ellos acostumbraban. Cuidó de que así a la corte como a las
demás ciudades principales, fuesen a establecerse maestros que ejerciesen
y enseñasen las artes de la platería, lapidaria y pintura y otras que
alcanzaron los toltecas. Fomentaba y premiaba a los estudiosos, y
aplicados a la astrología y judiciaria, a la historia en sus jeroglíficos y
pinturas, y a entender y descifrar las antiguas, y, finalmente, no omitió
diligencia alguna que pudiese contribuir a ilustrar, ennoblecer y aumentar
su reinado.
Y Alva Ixtlilxochitl (1985: 305) dice de manera más específica que durante el
gobierno de Nopaltzin “se reformó el maíz, que, desde que los tultecas se perdieron, no lo
habían sembrado, y viendo la utilidad y provecho del maíz, chile y demás semillas mandó
que las sembraran por todas sus tierras en cercados, y usaron los chichimecas de ellas para
su sustento.” Y habla (Ídem) de manera muy general de las leyes que Veytia menciona.
Nopaltzin estuvo algunos años en Texcoco y “fue el primero que la hizo ciudad y
cabecera del reino” y deja a su hijo Tlotzin en ella y “se fue a Tenayuca, cabecera de sus
79
reinos, donde gobernó, lo que le faltaba de vida.” Tlotzin no se halló en Texcoco y se
regresó a Tlazalan (Ídem). Torquemada (1975: 90) confirma que Nopaltzin se regresa a
Tenayuca y que deja a su hijo en Texcoco, quien “comenzó a disponer a su gusto y modo
las cosas del gobierno de su imperio, las cuales le ponían en mucho cuidado, por estar
entonces más revueltas y enmarañadas que hasta aquellos tiempos los había estado.”
En el año 1158 muere Nopaltzin y “después de haberle hecho sus honras y entierro
decir, Tlotzin. Veytia (1979: 312) confirma de manera más detallada que “juraron
colocaron una “corona que estaba prevenida, y no era otra cosa que un aro o círculo de oro,
fueron poniendo desde los hombros unas mantas muy finas y curiosamente labradas, de
variedad de colores”.
Alva Ixtlilxochitl (1985: 308) dice que este mismo año, Tlotzin “se salió de su
ciudad y fue a visitar todos sus reinos y señoríos para ver las cosas que había en ellos y
para poner remedio de algunas cosas”. Veytia (1979: 313) amplía la información:
[…] salió de su corte a visitar personalmente todos sus dominios, así para
reconocer por sí mismo su extensión, y la situación de todas sus
poblaciones, como para ver el estado en que estaban las fábricas de las
casas y edificios públicos, y la cultura de los campos con tanto empeño
había promovido su difunto padre […] y habiendo encontrado en algunas
poblaciones de sus chichimecas descuido notable en orden a las fábricas y
agricultura, porque bien hallados con sus rústicas antiguas costumbres, se
les hacía muy duro abandonarlas, le fue preciso renovar los decretos de su
padre, imponiendo graves penas a los inobedientes, para obligarlos a vivir
en policía, y a procurar su sustento por medio del trabajo en las
producciones de la tierra, de lo que se originó que algunos de sus vasallos
endurecidos en su barbaridad, por no desnudarse de ella, desampararon las
poblaciones, y se retiraron a su antigua patria […]
80
Veytia (Ídem) dice que este nuevo gobernante “tenía bien conocido cuán útil era la
parte, hizo algunas cortes, así como lo habían hecho su padre y abuelo, en donde confirmó
las leyes de sus pasados y constituyó de nuevo otras cuatro o cinco” (Alva Ixtlilxochitl
1985: 308).
Luego su primogénito, Quinatzin, se casa con la hija del primer señor de Huexotla,
llamada Quauhtxihuatzin (Veytia 1979: 310). Y en el año 1166 le da “la ciudad de Tezcuco
con todo su reino, para que gobernase” (Alva Ixtlilxochitl 1985: 308).
Dos años antes de ello, se mandaron hacer “unos cercados muy grandes en la ciudad
de Tezcuco, unos de maíz y otros de todos géneros de caza, como son venados, conejos y
liebres, y mandó a ciertos caballeros chichimecos para que tuvieran cuenta de ellos”
(Ibídem: 309). Y Veytia (1979: 314) confirma la información: “con singular esmero había
procurado aumentar e ilustrar esta población, y con efecto era ya una de las mayores y más
hermosas del reino, determinó hacer en ella dos grandes cercados, uno para caza, y otro
para siembra de maíz”. Dice (Ídem) que los “vasallos del príncipe” se dedicaron “a
no le hicieron caso y quisieron “alzarse con la ciudad”, acto que no logaron. Los que
huyeron “se fueron la tierra adentro con los que ahora hacen guerra nuestros españoles,
Tlotzin muere en el año 1194, según Alva Ixtlilxochitl (Ídem), y según Veytia
(1979: 332) en 1298. Su hermano “bastardo” Tenancaltzin toma Tenayuca y se hace “jurar
81
por monarca de la tierra, quitándoselo al legítimo sucesor, Quinatzin” (Alva Ixtlilxochitl
1985: 309).
[…] en donde estuvo algunos años aguardando ocasión para hacer su hecho” (Ixtlilxochitl
310). Y mientras tanto, se ocupa “en su ciudad, aderezándola y poniéndola en orden con
llegan los tlaylotlaque, que “eran del linaje” de los toltecas. Quinatzin “les dio un lugar
junto a Texcuco para que lo poblasen, y a los demás repartió en sus pueblos, dando a cada
En 1246 varias “provincias” le hacen una “guerra” a Quinatzin, entre ellas las de
de tomar estado con una señora que fuese tal como su persona requería”. Era la hija de
Acolmiztli, señor de Cohuatlychan, Tozquetzin (Ibídem: 320-321). Veytia (1979: 365) dice
sucede lo siguiente:
82
mandó luego que labraran, y tejieran las mantas y después de acabadas, se
las envió (Ibídem: 327).
Cabe mencionar lo que Alva Ixtlilxochitl (Ibídem: 320) narra sobre Quinatzin: “fue
el cuarto que empezaron con él los tultecas mexicanos a quererle enseñar sus idolatrías,
ritos y ceremonias; pero jamás pudieron con él; siempre se los contradijo y no quiso creer
Para fines de esta investigación, por razones prácticas sólo relato la descendencia de
A continuación se intentará hacer un recuento con base en las fuentes que fueron
chichimecas de Xolotl.
Davies (1980: 72) busca saber quiénes fueron los chichimecas que entraron al valle
Alva Ixtlilxochitl, recuerda que los chichimecas de Xolotl provienen de Oyome, ubicado
cerca de la costa del Golfo, donde este personaje se casa con una mujer tampiqueña y
donde nace su primogénito. Y aclarando de manera concisa, dice (Ídem) que lo anterior
muestra “su filiación con grupos mesoamericanos sedentarios que provenían de la Sierra
Madre Oriental y que tenían alianzas matrimoniales con los pames, cazadores-recolectores
con rasgos mesoamericanos que penetraron por Hidalgo y el sur de Querétaro a la Cuenca
83
El mismo Rivas (Ídem), con base en Davies, dice que “los grupos aliados de
sustrato otomí que penetraron por el norte” de la cuenca de México pudieron haber venido
acerca de los chichimecas de Xolotl. Dice (Ídem) que Jiménez Moreno los identifica con
chichimecas puros o teochichimecas, como mencioné arriba, como pames o cascanes; que
sugiere que fueron pame-otomíes y que ve a los teochichimecas de Sahagún como una
mezcla de pames, guamares y cuachiles junto con gente del sur de Zacatecas. Luego
menciona (Ídem) que Carrasco cree que difieren profundamente de los otomíes, que los ve
como pames y que está de acuerdo en que trajeron otomíes con su gente. Y Davies (Ídem)
opina que al menos algunos de ellos fueron otomíes. Luego continúa con Kirchhoff, quien
Rivas (2006: 76) esclarece lo dicho por Davies: los chichimecas de Xolotl, para
otomí y para Carrasco eran también un grupo de pames-otomíes. López y López (2001:
208) los describen como individuos que “posiblemente hablaban el pame, el otomí o el
mazahua”.
Davies (1980: 74) explica que la gente que se movió hacia el valle de México y
hasta los que le dieron el “golpe mortal” a Tula, probablemente no eran “chichimecas tan
Guanajuato, Querétaro y quizás el valle de Toluca por “nómadas verdaderos” que vinieron
de regiones más al norte. Pero dice (Ídem) que esta gente que entró al valle de México,
quizás de linaje otomí, pudo haber estado acompañada de ciertos “chichimecas puros” o
teochichimecas.
84
Davies (Ibídem: 77-78) dice que los invasores chichimecas del valle de México en
la época posterior a Tula, volvieron a ser tolteca-chichimecas (es decir, gente cuyos logros
culturales fueron comparables con los de los tolteca-chichimecas, quienes vinieron hace
muchos años del noroeste y junto con los nonoalcas fundaron Tula) y que básicamente
Finalmente se entiende que los chichimecas de Xolotl son, para Davies (Ibídem: 79),
quienes en el siglo XII penetraron en Tula y más allá, es poco probable que hayan sido de
Relacionado con lo anterior, Navarrete (2009: 35) dice que entre los siglos XI y
XIV “las pujantes dinastías de origen chichimeca se aliaron y mezclaron con la prestigiosa
dinastía de origen tolteca que reinaba en Colhuacan, de modo que fueron creando linajes
El relato basado en las fuentes históricas así como las suposiciones anteriores
pretende rastrear el origen de estos chichimecas ni su conformación étnica, sino más bien
exponerlos con la información que hasta ahora se tiene y estudiarlos como un grupo
socioeconómico.
a que los “pueblos de la Cuenca de México en el periodo Posclásico consideraban que los
85
tolteca fundada por Quetzalcóatl en la ciudad de Tollan […] y la dinastía chichimeca
86
II. LA POSICIÓN TEÓRICA DE LA ARQUEOLOGÍA SOCIAL
social, principalmente los de Felipe Bate y Griselda Sarmiento, debido a que estoy de
acuerdo con que hay un orden de determinación causal en el desarrollo de las sociedades
(V. Hugo Romero, comunicación personal 2009), uno de los principios que caracterizan
esta posición. Este principio consiste en que las relaciones de propiedad objetiva
determinan tanto la forma en que la sociedad se agrupa, como la conciencia social. Por tal
sociedad es por medio de esta posición teórica debido a su gran alcance explicativo y a su
congruencia interna.
Una razón más personal en la adopción de esta vertiente es el interés que motivó
transformar la situación de injusticia a nivel mundial. Por lo anterior, se parte del principio
profesional. Por tal razón esta investigación se basa en dicha posición, ya que
87
constituida por una serie de principios éticos, políticos y valorativos que pensamos se
adecuan a necesidades humanas que por sí mismas son urgentes, deseables y valiosas para
el fin último de la transformación del mundo: la libertad del ser humano” (Romero y Nieva
2010).
En esta investigación me basaré en lo que Sánchez (1999: 40) retoma de Marx, quien
proceso de desarrollo histórico de las sociedades, menciona que “se exponen en un orden de
sucesión unilineal los diferentes modos de producción, aunque hay que tener en cuenta que
el Prólogo sólo expone un ‘hilo conductor’ para caracterizar tipos de sociedades que se
Con lo anterior quiero decir que estoy de acuerdo con la multilinealidad, pero en
este caso de estudio, para caracterizar, expondré ese “hilo conductor”. Y que estoy de
acuerdo con Bate (1984: 77) en que cabe la posibilidad de que “Así como es posible que
su relación con otras sociedades más desarrolladas, también se dan situaciones en que estas
Otro de los motivos que me llevaron a identificarme con esta posición teórica fue el
caído en la idea de los bárbaros, poco civilizados y salvajes, cuando cada sociedad se ha
desarrollado a su manera, lo cual no significa que sea más o menos civilizada. Además, la
lógica, ya que no podemos esperar que todos los grupos humanos sigan una sola línea de
88
desarrollo, y mucho menos de civilización. El desarrollo se va dando según las necesidades
Con base en todo lo anterior quiero aclarar que se ha dado por entendido que los
que tampoco se explica detalladamente), aunque en mi caso de estudio serían una sociedad
tribal jerárquica con un modo de vida cazador-recolector. Entonces, partiré del entendido de
que los chichimecas de Xolotl llegan a la cuenca como un grupo tribal jerárquico. Aquí cabe
retomar lo del “hilo conductor” y para lo cual me basaré en Bate (1998: 83), quien se limita
a tres grandes estadios históricos, los cuales nos permitirán abordar la historia de las
donde indica que usa los conceptos de esta teoría para caracterizar a la sociedad cacical,
y de relaciones sociales, además de otros que tienen que ver con el poder y la ideología sin
aspectos sociales en un estadio determinado”. Por lo tanto, este enfoque me permitirá dar
89
Como anteriormente mencioné, Bate (1998: 83) propone tres grandes estadios
históricos, aclarando que “los cambios cualitativos de una formación social a otra ocurren
particulares.” Así mismo, retomando al mismo autor (Ídem), esos cambios pueden ser
Quiero decir que voy a retomar la forma en que Bate (1998) acomoda la
apartado, ya que me parece que la expone de manera clara y que parte de lo general a lo
particular. Además aclaro que lo siguiente es un resumen para conocer los conceptos y las
base material del ser social y las superestructuras (Ibídem: 57). Otra definición es: “sistema
90
que las contradicciones fundamentales […] se desarrollan en la práctica del ser social y, en
El ser social alude a las relaciones materiales y objetivas que se establecen entre los
seres humanos, directamente o mediadas por su relación con los objetos naturales o
relaciones de filiación o parentesco. En esta base elemental surgen los procesos que
por las relaciones de propiedad objetiva (Stephen Castillo, comunicación personal 2009);
procesos de trabajo concretos” por medio de los cuales una sociedad genera los diversos
tipos de bienes que “requiere para la satisfacción de las necesidades que permiten su
mantenimiento y reproducción y que está en capacidad de producir” (Bate 1998: 58). Las
estructura social.
91
La dinámica y la organización general de este proceso surgen por la contradicción
“entre el contenido de las fuerzas productivas y las formas que integran el sistema de
la forma como se integran los diversos procesos laborales” (Ibídem: 58-59). Los dichos
elementos son la fuerza de trabajo, que es la “Capacidad y energía humana que transforma
diversos objetos con el fin de convertirlos en bienes de consumo”; los objetos de trabajo,
que son los que se someten “a transformación por la fuerza de trabajo”; los medios o
instrumentos de trabajo, que son los elementos que el ser humano “interpone entre la fuerza
de trabajo simple y los objetos de trabajo”; los productos, que son “resultado de la
satisfacen diversas necesidades humanas”; y los desechos, que son “resultados del proceso,
trabajo vivo necesario para la producción de los bienes que una sociedad genera y
92
La división social del trabajo se refiere a la existencia de “individuos o grupos de
sociedad” (Ídem).
Las relaciones sociales de producción “Están mediadas por la relación que guardan
los agentes de la producción con los elementos del proceso productivo, y sus calidades
específicas se definen por sus formas determinadas de propiedad y posesión sobre los
de un bien”. Se establece “en distintos momentos del proceso económico”. Lo que define
las relaciones es “la propiedad de los agentes sobre los elementos del proceso productivo
uso” (Ibídem: 60). La propiedad objetiva es la “capacidad real de disposición, uso o goce
propiedad también son llamados elementos del proceso productivo, los cuales ya fueron
93
Las formas de propiedad son las siguientes: la general o colectiva se caracteriza
porque “todos los miembros de una sociedad son copropietarios de un elemento del proceso
productivo”. La particular hace referencia a un grupo social que comparte “la propiedad
sobre determinados contenidos del proceso productivo”, y por lo tanto se distingue de otros
propietario de una parte de una clase [tipo] de contenidos o elementos del proceso
productivo.” Las últimas dos son formas de propiedad clasista: “la clase social se identifica
tener cualquiera de las formas sin necesidad de coincidir con la forma de la que se deriva
(Ídem).
Así, “las relaciones sociales de producción están mediadas por la relación que
guardan los agentes de la producción con los elementos del proceso productivo, y sus
secundarios la posición de dichas relaciones en la división social del trabajo o las formas y
94
El intercambio es el “proceso de distribución que permite a los miembros de la
sociedad la obtención de los bienes con valores de uso específicos requeridos para el
valores de uso, con lo cual se genera la necesidad de una nueva producción” (Ídem).
Bate (Ídem) dice que “en la práctica del ser social se realizan diversas actividades
[los] cambios de las características históricamente determinadas del ser social […] y no son
del ser social y las organizaciones o instituciones que, en correspondencia con aquéllos,
cambios en la reproducción de las formas de conducta del ser social; es decir, del sistema
socioeconómica y las singularidades aparentes de la cultura” (Ibídem: 68). Los factores que
95
inciden en lo particular son especificidades de la organización técnica y social
condicionadas por las características del medioambiente donde el grupo vive y al que
(1990: 64), quien define el modo de vida como una respuesta social de “un grupo humano a
las condiciones objetivas de su objeto de trabajo.” Dice (Ídem) que por medio de esta
categoría se pueden explicar “los procesos particulares dentro de una formación social”,
producción” y, por lo tanto, “explicar los ritmos de cambio y las formas de estructuración
otros aspectos de la totalidad en ese proceso.” Argumenta (Ídem) que, por el contrario, no
sirve para explicar la adaptación, aunque aclara que para poder definir un modo de vida es
necesario conocer “el medio ambiente donde se expresa”, lo cual es imprescindible porque
este medio es el “objeto y medio de trabajo, es decir, parte importantísima del sistema
productivo.”
Vargas (Ibídem: 65) también menciona que en realidad esta categoría es “la praxis
vida material […] sino también los aspectos superestructurales.” Cuando se definen los
social y, en consecuencia, los cumplimientos objetivos de las leyes específicas que rigen
96
Para definir un modo de vida hay que basarse en la totalidad del proceso productivo,
y los procesos y productos del trabajo y las formas de consumo; los procesos de
producción y de la fuerza productiva, así como del intercambio de productos acabados para
de vida (uno de ellos) puedan coincidir con las fases del desarrollo de su modo de
producción; pero no siempre es necesariamente así” (Ibídem: 65; Vargas 1986: 71).
Vargas (1990: 65-66) hace un comentario muy interesante que además está
que un modo de vida (que supone dentro de una formación un grado determinado de
para una región específica de manera que se dé otro cuyo grado de desarrollo sea mayor.”
Y que sin embargo, “esta condición puede ‘saltarse’ para otra zona, apareciendo un modo
de vida sin que tenga como predecesor al mismo modo de vida ‘menos desarrollado’
perteneciente a la misma formación económico social.” Así como lo que Bate (1998: 66)
menciona acerca de que los grupos sociales “que participan de un modo de vida
determinado pueden perdurar como tales a través de todo el desarrollo de una formación,
las vías de desarrollo como <<líneas>> de modos de vida.” En la dimensión temporal esta
97
categoría “se refiere a las fases cualitativamente distinguibles como momentos del
los modos o submodos de vida “como particularidades de los grupos sociales que integran
la totalidad social” (Ídem). Así, esta categoría es resultado de las “particularidades de cada
submodo de vida, así como de sus formas de integración a la sociedad global” (Ídem).
de los cuales el grupo participa (agraria, minera, artesanal, intelectual, industrial, etc.) y por
las características particulares del medio geográfico con que éste se relaciona, como ámbito
de la vida y como objeto de trabajo.” A esa particularidad del modo de vida se le denomina
las esferas de la vida social” (Ídem); a “las características de organización que el grupo
Vargas (1990: 67, 1986: 71) propone considerar “los modos de trabajo como las
praxis de los modos de vida”, es decir, como “el conjunto de actividades que manifiestan
98
trabajo, características específicas del objeto de trabajo y la ideología, integrando las
costumbres y tradiciones […] [idiosincrasias] que tales prácticas conllevan, los modos de
trabajo se convierten, así definidos, en una versión en pequeño de los modos de vida,
sistema de mediaciones entre ambas.” Las relaciones categoriales que definen y explican lo
constituyendo, en consecuencia, una categoría ontológica” (Bate 1998: 67). Pero lo que no
refleja son “las regularidades causales o estructurales fundamentales que rigen el desarrollo
que incluye las contradicciones internas fundamentales que se articulan en torno al modo de
La formulación teórica de esta categoría “es una condición necesaria para definir
procedimientos y, sobre todo, para validar lógicamente las inferencias que permiten
abstraer las regularidades de los modos de vida y las formaciones sociales, a partir de una
base de datos empíricos que se presentan básicamente bajo formas culturales.” Se define
como el “conjunto singular de formas fenoménicas que presenta toda sociedad real, como
social” (Ídem). También, esta categoría “se refiere a todos los niveles de interacción de la
99
sociedad. Es decir, son las formas fenoménicas que posee la existencia tanto del ser social
El mismo autor (Ídem) menciona que la cultura no sólo se limita a “las expresiones
conciencia social [que] se estructuran primariamente [...] como un sistema de reflejos de las
formas culturales de la existencia de la materialidad del ser social: tanto de las actividades
y relaciones que establecen los seres humanos como de los objetos que producen y que
grupo social y toda sociedad concreta poseen una existencia cultural singularmente
conductas o procesos que caracterizan distintivamente a un grupo social como tal” (Ibídem:
100
calidades esenciales de sus formaciones sociales” (Ídem). Se aclara que la realidad social
Para concluir este apartado se retoma al mismo autor, Bate (Ibídem: 76), quien
recolectora pretribal.
101
sociedad.” Como lo mencioné en el apartado I. 1, Bate (1998: 83) habla de tres grandes
mismo autor (Ibídem: 78) insiste en que las siguientes propuestas de periodización “son un
resultados de las investigaciones concretas.” Dice (Ídem) que lo anterior significa que “si
deduce de la teoría, ni consiste en etiquetar y <<meter>> los casos reales en los cajones de
la periodización.”
además de que históricamente se vinculan con lo “bárbaro”, como hace más de medio siglo
llamados chichimecas por los mexicanos.” También los describía León-Portilla (1967: 5):
“Tenemos aquí las dos clases principales de indígenas que hubo en este continente: la de
los cazadores y recolectores, con nula o muy restringida agricultura, con grandes
organización social, en abierto contraste con la de aquellos que, en una palabra, poseían ya
autores “clasifica a los cazadores recolectores como un tipo generalizado de sociedad (la
‘sociedad de bandas’) que, en sentido evolutivo, habría precedido a las sociedades tribales,
102
históricos, representan el menor grado de transformación social de la naturaleza.” La
estructuración social de esta comunidad “está básicamente relacionada con las formas de
captura (caza o pesca) y recolección, lo que significa que la gente “no invierte fuerza de
vegetales”, las cuales son la base de su alimentación (Bate 1998: 84); para evitar el
(Ídem).
que cada unidad doméstica o cada miembro de la sociedad está expuesto”, y surge de la
precariedad (Bate 1986: 16). De la tecnología, Bate (Ibídem: 7) menciona que ésta “no
los mismos. Explica (Ídem) que lo anterior consiste en que “estas sociedades tienden a no
103
sobreexplotar el medio y a mantener una relación de equilibrio entre el tamaño de la
se obtienen productos alimenticios, “sino también los objetos de trabajo necesarios para la
consumo pueden mediar “algunas formas simples de distribución y cambio, tanto entre los
formas de asegurar el consumo subsistencial”, debido a que las relaciones sociales impiden
colectivas de propiedad.” Cada individuo “tiene el derecho a disponer sobre el uso de los
instrumentos y la fuerza de trabajo de los demás para obtener lo que necesita con el fin de
104
Los elementos que pueden “ordenarse en una escala de valores de uso, según el
mayor o menor grado de urgencia vital de las necesidades que satisfacen” y, en general,
unidades domésticas la proveen (Ibídem: 29). Bate (1989: 9) aclara que los “ciclos de
tan breves como los de producción-consumo de alimentos”. Dice que la vestimenta o las
pieles de los toldos pueden ser usados por dos años. Lo que Bate (Ídem) quiere señalar es
que “la reposición de estos bienes no reviste la misma urgencia vital que la obtención de
alimentos”.
producción” pero no tienen la “propiedad real sobre los objetos naturales de producción”
(Bate 1998: 83), debido a que no les han invertido fuerza de trabajo, es decir, que no
contienen “trabajo pasado que fuera necesario defender” (Bate 1986: 18). La propiedad es
colectiva “con diversas formas de posesión particular e individual” (Bate 1998: 83). La
Bate (Ibídem: 18) explica que el hecho de que no haya propiedad efectiva sobre los
implica que no haya una territorialidad. Relacionado con lo anterior, menciona (Ídem) un
105
dato muy interesante que tiene que ver con la sociedad tribal: que “la posesión del territorio
tribal”.
Acerca del modo de reproducción, Bate y Terrazas (2002: 5) dicen que en las
Cabe mencionar que las relaciones de adhesión son los “vínculos que posibilitan las
Una de las funciones de “los patrones reales de formación de parejas” en este tipo
de sociedades es hacer alianzas entre los miembros de las unidades domésticas y las
bandas. Para “garantizar la supervivencia, las reglas de filiación permiten establecer los
unidades básicas de producción y consumo y están integradas por las diversas posiciones
de la división del trabajo, según sexo y edad. Tienden a coincidir con las unidades de
reproducción biológica” (Bate 1998: 84). En cada unidad doméstica hay “miembros que
pueden participar en todos los modos de trabajo que la comunidad realiza” (Bate 1986:14).
1998: 84).
En su forma más simple, la división social del trabajo es doméstica, por sexo y
edad, y no existe especialización en la producción material (Ibídem: 14). Por cierto, Bate
(1986: 15) sugiere que tal vez el chamán es “el primer especialista de la historia” que existe
106
Bate (Ídem) habla de la división geográfica, situación que considera pertinente tratar
como “una forma de división del trabajo, pues se trata de una distribución diferencial y
Bate (1998: 85) dice acerca de las superestructuras que “hay poca diferenciación
compulsivo como para asegurar cierta efectividad de los mecanismos sociales de coerción”,
y por otro, que “la economía es suficientemente simple como para funcionar sin necesidad
los semejantes ni de la naturaleza, la cual “podría privar a los seres humanos de sus dones.”
A manera de conclusión, me parece de suma importancia que quede claro que todas
las sociedades pretribales se basan en una economía apropiadora, es decir, captura (caza y
Relacionado con lo anterior, Bate (1986: 21) explica que “hay sociedades en
transición que comienzan a domesticar plantas y animales, pero que mantienen aún un
propiedad.” Menciona (Ídem) que hay sociedades “que mantienen una economía apoyada
107
trabajo, generando una estructura tribal en sentido estricto y donde las formas de la
exponer sus características, las cuales serán retomadas para la propuesta de caracterización
Antecedentes: el cacicazgo
antecedentes como sociedad cacical. Es por ello que a continuación abordaré diferentes
definiciones del estadio cacical de varios investigadores, como Marshall Sahlins (1977a,
1977b), Elman Service (1971, 1984) y Timothy Earle (1997), con la finalidad de ilustrar la
manera en que éstos conciben el desarrollo de las sociedades, en particular del cacicazgo.
sirve para caracterizar a las sociedades que se encontraban entre las etapas sociopolíticas
Diversas corrientes teóricas han propuesto que las sociedades evolucionan y van
pasando de una etapa a otra de manera continua, lo cual comúnmente ha sido denominado
como “el modelo de la escalera”. Service (1971: 170) lo describe de la siguiente manera:
“La evolución, sea biológica o cultural, es un cambio continuo; cualquier forma particular
debió haberse originado de una forma ancestral. Es también discontinua: las líneas
108
descrita en términos de una taxonomía filogenética (o histórica) que no viola las realidades
de continuidad y discontinuidad.”
mundo, que se inicia con un periodo en el que los grupos humanos se apropiaban
grupos evolucionaron hacia tribus y éstas, a su vez, hacia cacicazgos o jefaturas, y por
último a Estados. Cabe mencionar que estas propuestas han servido como analogías para
Estado existe una etapa de evolución intermedia llamada jefatura o cacicazgo. Service
estados primitivos más conocidos.” También dice (Ibídem: 33-34) que una jefatura “ocupa
un nivel de integración social que trasciende a la sociedad tribal en dos aspectos importantes.
Primero, una jefatura es usualmente una sociedad más densa de lo que es una tribu, un
aumento posible por una productividad más grande. Y segundo, y más indicativo del estadio
una densidad mayor de población de las jefaturas no son necesariamente debidas a algún
desarrollo tecnológico particular, aunque en algunos casos es aparente que ese desarrollo
109
haya tenido lugar. Con mayor frecuencia, e importante en todos los casos, el surgimiento de
las jefaturas parece haber estado relacionado con una situación totalmente ambiental, la cual
centro de control.”
En este caso, Earle (1997: 121) expone una de las diferencias más importantes y
que el primero tiene una de pocos miles, y el segundo tiene una de al menos diez mil
personas. De ambos menciona (Ídem) que se caracterizan por una jerarquía regional de
asentamientos con un centro y varios sitios secundarios, una estructura social centralizada y
anterior se puede notar que para Earle el tamaño de la población es muy importante para
diferenciar a una sociedad, lo que significa que no puede haber sociedades con menor
demografía que sean caracterizadas como “cacicazgos simples” u otras variantes, a lo cual
“se debe sumar el problema del cálculo poblacional desde la arqueología” (Stephen
complejo es el tamaño de su población. Como ejemplo mencionan (Ídem) que entre las
construidos sobre la estructura y la ideología del grupo de parentesco […] y sus relaciones
afines […] Puesto que la Polinesia abarca todo el espectro de los cacicazgos, desde el
simple al complejo, desde entidades políticas de varios cientos de personas a una de cien
mil”.
110
Del cacicazgo simple estos autores (Ibídem: 275) dicen que es una “entidad política
definida como un grupo organizado bajo un solo individuo que gobierna o bajo un consejo
y se extiende más allá del poblado o grupo local”. Y acerca de los trobriand, mencionan
(Ibídem: 292) que sus cacicazgos simples están “constituidos sobre la estructura y la
ideología del grupo de parentesco […] y sus relaciones afines”. La población obtiene
servicios pero también es controlada por el cacicazgo, el cual es una sociedad estratificada
que está basada en el acceso desigual a los medios de producción. Además, generalmente
jerarquía regional basada en el rango heredado de sus respectivos líderes (Ibídem: 286). El
en el rango heredado” (Ibídem: 391). Los autores (Ibídem: 294) nos explican que la
concibe como una línea directa desde un antepasado lejano. Una de las funciones del jefe
es distribuir los derechos de pasto entre sus súbditos (Ibídem: 308). La economía de
subsistencia de este grupo “se centra en la migración cíclica de las familias y sus tiendas y
pobladores, así como en ciertas particularidades que cada sociedad tiene. Sin embargo,
111
observamos que se repiten algunas de las características para cada tipo de cacicazgo, como
En un texto posterior, Earle (1991: 3) explica de manera más breve y sencilla las
densidad poblacional del orden de menos de miles, un nivel en la jerarquía política por
poblacional del orden de diez mil, dos niveles en la jerarquía política por sobre la
La definición de jefatura según Earle (1997: 14) es una “unidad política regional
con un gobierno institucional y alguna estratificación social para organizar una población
de unos miles a diez mil personas. Los cacicazgos son gobiernos de nivel intermedio
uniendo el espacio evolutivo entre pequeños gobiernos basados en los pueblos y grandes
estados de burocracia. Aunque las jefaturas son altamente variables, la organización a esta
escala requiere jerarquía política o unas series de jerarquías que traslapan para la
coordinación y la toma de decisiones; las ventajas ganadas por unos pocos dentro de tal
que la herencia del estatus por primogenitura debe ser una característica casi universal de
las sociedades de jefatura. Es totalmente razonable suponer que a medida que esta
112
norma, el grupo ha aumentado la estabilidad y el poder de su liderazgo sobre el tiempo –y
términos de sucesión en todas las sociedades de jefatura, y así surgieron los estratos
sociales permanentes”.
tribal. El grupo político mínimo tiene tierras arables de tipos distintos, pastos, terrenos de
caza: todo lo que se considera necesario para la subsistencia (tribal) humana.” Y también
evolutiva.
de obra. Service (1984: 116) describe esta característica como la capacidad de las jefaturas
teocráticas para administrar “el empleo de mano de obra en la construcción de las obras
públicas”. Finalmente podemos concluir con lo que Service (Ibídem: 211) explica acerca de
extiende y desarrolla formas de culto religioso, las cuales son usadas para perpetuar su
poder institucionalizándolo. Al llevar a cabo lo anterior también controla “la mano de obra
113
jefatura para extender una red de riego entre las comunidades puede ser un factor causal de
Otra característica destacable es lo que Sahlins (1977a: 157) expone acerca del
cacicazgo de diferentes formas; dice que “van desde la autoexplotación –por ese esfuerzo
personal del jefe– hasta el tributo”. Por su parte, para Johnson y Earle (2003: 283), un jefe
de alto rango puede extender su base de apoyo económico y su área de control político
una especie de tributo. Sahlins (1977a: 242) dice que dentro de un cacicazgo “Los acuerdos
matrimoniales son, por supuesto, la forma clásica del intercambio como pacto social.”
Johnson y Earle (2003: 275) dicen que en las “jerarquías caciquiles, una aristocracia
políticos y religiosos.” Otra característica del cacicazgo, según Earle (1997: 7), es que el
Para lograr diferenciar al gran hombre del cacicazgo simple podemos basarnos en
Sahlins (1983: 387-391). Él expone las diferencias entre el gran hombre de Melanesia y el
gran hombre de Melanesia compite con otros para demostrar que él está a la cabeza y que
grandes masas de gente, como para hacer la guerra y llevar a cabo ceremonias; su liderazgo
es una creación de sus seguidores; y debe demostrar los tipos de habilidades para lograr su
respeto. Tiene un pequeño grupo de seguidores, entre los cuales están algunos de sus
114
parientes más cercanos. A veces es necesario aumentar su entorno familiar, especialmente
con esposas adicionales. Finalmente, a cambio de su ayuda, la gente lo apoya; y por los
Del jefe polinesio, o cacique, Sahlins (Ibídem: 392) dice que su apariencia es casi de
realeza. En los actos públicos muestra su origen, tiene una genealogía verdadera y tiene el
derecho de gobernar. Su nivel no es un logro personal, sino que se impone. Los jefes tienen
posiciones de autoridad sobre grupos permanentes. No crean sus posiciones, sino que son
instalados en su posición social. Su linaje está regulado por sus conexiones genealógicas
con divinidades. Estos jefes polinesios tenían derecho de pedir productos agrícolas, y
también llegaron a sostener una gran construcción técnica, como sistemas de irrigación.
Durante esta etapa se inician las construcciones a gran escala, grandes ceremonias y
campañas militares. El jefe polinesio tiene su cacicazgo dividido entre dos a seis
subjefes poderosos.
que el cacicazgo menor en las Marquesas es casi personalmente gobernado por el primer
hombre de su tribu, y con frecuente contacto con una relativa población pequeña.
niveles diferentes de evolución política, sino que también muestran en grados diferentes la
rangos; dice Service (1971: 155) que “En la medida en que estos rangos específicos son
posiciones del orden de nacimiento individual.” Y especifica (Ibídem: 149) que estos
115
“sistemas de rangos sociales en los cacicazgos […] frecuentemente formaban una
gradación continua desde lo más alto hasta lo más bajo. Finalmente aclara (Ibídem: 164)
que “Hay diferencias de rango pero no hay clases socioeconómicas o políticas claras”.
A manera de conclusión quiero citar a Gándara (1999: 40), quien realiza una directa
y sustentada crítica a la refutación que le hace Earle a Service. Gándara (Ídem) dice que el
esquema de “bandas, tribus, cacicazgos y estados” fue cuestionado de manera fuerte porque
Quiero decir que es por lo anterior que la propuesta de la arqueología social acerca
Además, estoy de acuerdo con Sarmiento (1986b: 54) en lo que menciona sobre el
criterio político, el cual “no es suficiente por sí solo, ya que un estadio social implica una
exclusiva.”
Finalmente, cabe mencionar que la misma autora (Ibídem: 106) busca replantear el
estadio o desarrollo social con leyes propias, sin suponer, bajo un mismo nombre,
comunidades de diferente naturaleza. Esta tarea puede efectuarse con la selección de ciertos
116
aspectos del comportamiento social cacical a partir de las definiciones mencionadas […]
para ser formulados como hipótesis bajo la dirección de un marco teórico específico, que
será el que finalmente establecerá el tipo de relación que presentan las variables
García (2004) expone las múltiples propuestas de diversos autores para hacer referencia a una
posible etapa cacical; sin embargo, para ser congruente con el planteamiento de la arqueología
que, como propone García (2004: 412), los grupos chichimecas podrían ser considerados
como sociedades tribales jerárquicas. Es por ello que retomaré la propuesta de la autora
mencionada, acerca de la sociedad tribal jerárquica, que es un estadio social que antecede
más precisa como una “fase superior” de las sociedades tribales o igualitarias y como
jerarquización, tuvo que haber una revolución tribal o neolítica posterior a la sociedad
85-86). Surge dentro de las sociedades “que resuelven la crisis del modo de producción
117
cazador-recolector por la vía del desarrollo de una economía de producción de alimentos”,
(Ibídem: 86).
Según Bate (1986: 30), las causas del surgimiento de este tipo de revolución son un
(Ídem) que cualquiera que sea el factor desencadenante, “se conjugarán generando el
Sarmiento (1992: 56) explica que “La banda y la tribu son sociedades que carecen
de una organización política, tal y como se plantea para las sociedades estatales, y se
sistema de vida nómada. Dice Bate (1998: 86) que “la tecnología de producción de
alimentos no será una condición necesaria para la existencia de una sociedad tribal.”
Cabe aclarar que en este apartado, para abordar la fase desarrollada de la sociedad
tribal, primero se retomarán ciertas condiciones de la sociedad tribal, y luego las de esta
fase desarrollada. De la sociedad tribal jerárquica, Sarmiento (1992: 80) dice que “como
118
fase superior de la sociedad tribal, es una consecuencia evolutiva de ella. Es un tipo social
que no presenta todavía una división en clases sociales, que sería el rasgo cualitativo
distintivo de las sociedades estatales, pero tampoco es una sociedad “igualitaria”, ya que,
existe cierta jerarquía entre los individuos, característica que la diferencia de las sociedades
tribales” (Ídem).
Bate (1998: 86) dice que el modo de producción de la sociedad tribal se caracteriza
porque “se mantienen las formas colectivas de la propiedad pero también la propiedad se
constituye en efectiva sobre los medios naturales de producción”, como son el ganado, la
Bate y Terrazas (2002: 11-12) dicen que existe la propiedad sobre los objetos
comunidad.”
Cuando se producen alimentos, “la sociedad invierte fuerza de trabajo en los objetos
propiedad real sobre esos objetos de trabajo, para evitar que se los apropien otros grupos.
El crecimiento demográfico es uno de los factores que sirven “para garantizar la propiedad
comunal sobre todos los elementos del proceso productivo” (Bate 1998: 86).
119
comprometer de manera recíproca a todos los individuos de una comunidad: la sociedad
tribal (Ídem). Ésta se estructura sobre un “modelo analógico de las relaciones de parentesco
que, en parte, regula la distribución de la fuerza de trabajo a través de la filiación real. Pero,
real son básicamente las relaciones de adhesión […] como representación superestructural
reciprocidad solidaria que comprometen a los parientes consanguíneos hacia las relaciones
reproducción del compromiso necesario de reciprocidad a gran escala” entre los individuos
de una comunidad que ya casi no tienen una relación real de filiación o que quizás no se
conocen entre sí. “La mitificación de las relaciones sociales de producción bajo formas de
comunidad tribal” (Ídem). Cabe mencionar que las unidades domésticas son unidades
Sarmiento (Ibídem: 89) dice que cada linaje está conformado por unidades
domésticas, las cuales están vinculadas por parentesco, “nexo que se establece tanto por el
120
principio de descendencia dentro de un mismo linaje, como por el de matrimonio asociando
(Ibídem: 83). Continuando con lo anterior, es importante resaltar lo siguiente, ya que será
social cada vez más marcada a favor del cultivo de plantas, con una disminución de la
(Ibídem: 83-84).
En cuanto a las relaciones sociales de producción, Sarmiento (1992: 85) dice que en
las sociedades tribales está la forma de propiedad colectiva sobre los objetos de trabajo
en el que “la forma de propiedad es colectiva pero sobre la fuerza de trabajo e instrumentos
de trabajo, ya que no existe el control sobre los recursos o medios naturales.” Dice (Ídem)
que no hay clases sociales porque “no hay un grupo de individuos que controle de forma
exclusiva, alguno de los elementos del proceso productivo; por el contrario, al ser la
propiedad colectiva todos los individuos o grupos sociales tienen el mismo derecho real de
La misma autora (Ídem) explica de manera más clara y específica lo anterior: esta
121
trabajo, como la tierra y el ganado. Dice que éstos son una “condición necesaria para la
productivo.” Aclara (Ídem) que también son de propiedad colectiva “los medios de trabajo
pesar de que cada individuo o pequeño grupo de individuos tiene sus propias herramientas,
no existe un monopolio por parte de una facción social sino que toda la población cuenta
con ellas y mantiene el derecho de disponer y usarlas para trabajar la tierra.” Y aclara
(Ídem) que otro tipo de medios, como las terrazas, son el resultado “del trabajo colectivo y
forman parte de la labor en la tierra en beneficio de todos los miembros de la sociedad, por
sociedad” (la caza, la pesca y la recolección), dice la misma autora (Ibídem: 86) que puede
suceder que éstas se realicen de manera común sólo por ciertos sujetos o grupos sociales
obtenidos ni producidos localmente.” En ese caso se trata de “la propiedad colectiva del
Como se mencionó, la comunidad tribal tiene una fase inicial, la comunidad tribal
de la fuerza de trabajo y la circulación de productos (Bate 1998: 88). Sarmiento (1992: 80)
describe la sociedad tribal jerárquica como “un tipo social” que se caracteriza por no estar
122
dividida socialmente en clases y por no ser igualitaria, debido a que entre los individuos que
La misma autora (Ibídem: 78) explica que el cacicazgo, término ya abordado en los
histórico, y que es un término “que forma parte de los conceptos de una determinada teoría
sustantiva; es una categoría clasificatoria que define un conjunto de sociedades que tienen
las mismas características fundamentales. Tal categoría forma parte de un cuadro evolutivo
social, de una determinada periodificación que ordena las sociedades en una secuencia,
donde cada tipo o subclase está definido por un conjunto de atributos o criterios derivados
Por ello, la misma autora (Ibídem: 79) replantea el término “cacicazgo” “como parte
de una fase de una secuencia evolutiva que representará, a su vez, un medio para facilitar el
estudio comparativo de las sociedades de acuerdo con criterios estructurales más que con
“las sociedades tribales jerárquicas son una posible línea de desarrollo, cuyo proceso
La autora (Ibídem: 85) explica que la relevancia de la etapa cacical radica en que
“ocupa un lugar importante en la explicación del surgimiento de las clases sociales, ya que
que tienen los individuos sobre la disposición, uso y goce de los elementos del proceso
productivo.” Define (Ibídem: 64) dicha etapa como una “consecuencia de una formación
económica tribal, pero no como un estadio aparte, sino como la fase de dicha formación
123
que desarrolló una estructura social jerárquica, dando pie al surgimiento de sociedades
clasistas con la presencia del Estado.” La misma Sarmiento (1993: 98) dice que las
sociedades tribales pasan por “un proceso de jerarquización social”, que es “una fase
superior de las mismas, que genera las condiciones estructurales que transformarán
estructura de las sociedades) como un proceso, se deben analizar las relaciones sociales de
producción (Ídem). En este proceso de jerarquización social hay una transformación “de las
relaciones sociales de una sociedad cuya propiedad social es colectiva a otro tipo de
satisfacción de las necesidades subsistenciales” (Sarmiento 1986b: 40). Hay que resaltar
que la misma autora (1992: 64) especifica que va a abordar el tipo de sociedad tribal
jerárquica con una economía productiva basada en la agricultura “sin que ello agote todos
los tipos de sociedad cacical que han existido; por ejemplo, sociedades cuya base
más adelante para caracterizar a los chichimecas de Xolotl, primero como una sociedad
agricultor.
124
una relativa autosuficiencia”. Y dice (Ídem) que el linaje en “términos económicos” es el
También menciona (1993: 100) que “El parentesco refuerza los vínculos de
cooperación que deben existir en la sociedad para asegurar su subsistencia, pero por sí
mismo no genera una desigualdad social.” Y explica (Ídem) que en toda sociedad en la que
linajes serán igualitarias y por lo tanto las formas de intercambio serán recíprocas”
que comienza “a generarse al interior del linaje como resultado de la posesión de la fuerza
subsistenciales”.
como el sector de mayor jerarquía social” se debe a que tiene la posibilidad de disponer al
controlar de manera creciente la fuerza de trabajo, la cual está “representada por el grupo
de parientes cercanos o miembros del mismo linaje del grupo que intenta establecer tal
cuando los objetivos de trabajo no son locales y se obtienen también de forma exclusiva”.
Sarmiento (1992: 103) menciona que las comunidades con “mayores ventajas para
la reproducción y [el] desarrollo son las más grandes y diversificadas”, y tienen “la
125
alimentos sino a la manufactura de bienes artesanales o de prestigio.” De manera más
específica dice (Ídem) que dentro de la comunidad “el grupo que tiene la posibilidad real
a su vez consumen parte de los bienes producidos por el grupo artesanal, de distribución
restringida y específica, que son utilizados para sostener el prestigio y la jerarquía que en
representación que tiene el grupo dominante” sino que surge a partir de “la posibilidad que
Finalmente cabe aclarar que la diferencia entre una jerarquía y un sujeto distinguido
que se “gane el reconocimiento de jefe” es que éste “no tiene la fuerza física ni el control
económico de algún elemento que pueda forzar al resto de la sociedad a someterse a él para
obtener algún tipo de ventaja”, es decir, que también tiene que trabajar y participar en los
asuntos productivos y sociales como los demás miembros, “y ayudar a mantener el sistema
pesar de que ‘parezca’ que, ideológicamente, tiene mayor fuerza” (Ibídem: 90).
Para fines de esta investigación y para relacionar de una manera más práctica la parte
teórica con la información de las fuentes, fue necesario redactar en forma de lista las
126
aclarar que las “sociedades no son un listado de rasgos y no se definen por la presencia de
interactúan constantemente y que conforman una estructura (definida como una formación
económico social o formación social) que se expresa, a nivel cotidiano, en un modo de vida
Bate (1998: 87) menciona que la estructura de tipo tribal “funcionando en sus
Diplomacia
Sarmiento (1993: 102) dice al respecto que el grupo o el jefe llevan a cabo “funciones
prestigio.”
Defensa bélica
Administración económica
Resolución de problemas
parecidos (Ídem).
127
También se pueden retomar otras características derivadas de la explicación general
de este tipo de sociedades, y que servirán para organizar la información del apartado de la
Hay un jefe que pertenece al grupo de representantes de linaje que tiene el control objetivo
privilegiado posee “la fuerza de trabajo de otros individuos del mismo linaje que trabajan
Bate dice que aunque “se mantienen las formas colectivas de la propiedad” ésta
también “se constituye en propiedad efectiva” (objetiva) sobre los medios naturales de
producción, como la tierra, el ganado, los cotos de caza o las áreas de pesca o recolección
a que esa característica por sí sola no ayuda a explicar este tipo de sociedad. Sin embargo,
por ello es importante comentarla y decir que puede estar relacionada con parte del
siguiente punto donde se podrá ver que el jefe refuerza su posición al vincular por
parentesco su grupo familiar con seres superiores. Es decir, le puede dar prioridad a su hijo
Cosmovisión
Sarmiento (1986b: 52) dice que el “culto oficial a la divinidad” es un aspecto social que no
se da de manera aislada o espontánea, sino que “está ligado al momento en que empiezan a
jerarquización que no puede sostenerse aún de forma objetiva. Tal fenómeno tiene que ver
128
con los ya mencionados sectores privilegiados de los linajes, ya que entre ellos está la
políticas.”
A medida que la función del grupo o jefe “es más diferenciada del resto de la
posición cuando “vincula, por parentesco, su grupo familiar con aquellos seres superiores a
Más allá de la reproducción subsistencial, el linaje requiere de vínculos con otros linajes
como grupo social (Ibídem: 46). El grupo que está en la parte superior de la jerarquía social
necesita formar alianzas con grupos de otras regiones “para mantener su incipiente estado,
debido a que tales alianzas le significarán el contar con un mayor número de individuos que
trabajen para su grupo, además de la posibilidad de traer nuevas materias primas o bienes
que sirvan para distribuir en la sociedad o para usar como signo distintivo de prestigio”
Redistribución
Puede tener que ver con la “maximización de productos”, como resultado de la rotación de
tierras; éstos se almacenan por ser excedentes y por lo tanto son redistribuidos (Stephen
elaboración de bienes exclusivos con el pretexto de que todos pueden tener acceso al
129
producto terminado, o a los favores de alguna divinidad representada a través de ciertos
objetos de prestigio, a cambio de donaciones de otros bienes, como alimentos, distintos del
(Ídem) que si el grupo dominante tiene un ejército pequeño, entonces no tendría que
aparentar donaciones, sería ya una forma de tributo. Cabe mencionar que el tributo es un
Las siguientes características son retomadas del apartado de los antecedentes pero
Territorialidad
se “ha invertido energía”. También explica (Ídem) que relacionado con “los bienes
producidos existe una delimitación o territorialidad, la cual será más marcada a medida que
Con estas obras el jerarca se legitima. Sarmiento (1992: 87) dice que tal vez se realizan a
“repartiendo los beneficios de las mismas entre todos los participantes, que pueden ser
miembros de diferentes unidades domésticas.” La misma autora (Ibídem: 100) explica que
“El poder y [el] prestigio del sector representante se refuerzan en la medida en que se
130
distribuyen los bienes que producen y se redistribuyen los bienes comunales almacenados
dicho sector controla con mayor eficacia, y de manera exclusiva, aquellos procesos de
Finalmente cabe recordar lo que expuso Marx y que la misma autora (Ibídem: 63)
necesario de las sociedades estatales, es importante precisar qué tipo de sociedades, ya que
sociedad tribal que se retoman, junto con la información de las fuentes históricas y
Antes del surgimiento de una sociedad clasista inicial, pudo haber surgido una revolución
clasista, debido a que, como Bate (1998: 88) explica, al interior de la comunidad se vuelve
propiedad colectiva, con una estructura social jerarquizada que mantiene a un grupo de
131
Al exterior de la comunidad, “el equilibrio de fuerzas en las relaciones
intercomunales […] tiene un límite, que terminará por ceder a las presiones de unas sobre
Lo primero que Bate (Ídem) menciona como “factor de desarrollo de las fuerzas
sociales de producción”. Con este factor se implanta una división del trabajo nueva entre el
incluyen los fenómenos naturales o sociales que sean estratégicos para la sociedad, es el
los que detentan este conocimiento especializado, es necesario que los productores directos
“transfieran parte de su producción” (Ídem). Lo anterior, dice Bate (Ibídem: 89), “se
trabajo que, en principio, está posibilitado por la estuctura cacical. Con lo cual la
entre las clases fundamentales”. Bate (1984: 62), citando a Lenin, define el significado de
las clases: “‘son grandes grupos de hombres que se diferencian entre sí por el lugar que
en que se encuentran con respecto a los medios de producción […], por el papel que
132
desempeñan en la organización social del trabajo y […] por el modo y la proporción en que
En seguida, Bate (1998: 89) propone que las clases fundamentales son la clase
Quienes pertenecen a esta clase no participan en el trabajo manual, sino que realizan
militar, los estudios de fenómenos naturales relacionados con la producción, los sistemas
constructivos y procedimientos terapéuticos, entre otros. Y también esta clase “se apropia
del excedente bajo la forma de tributo en especie y en trabajo” (Bate 1984: 62-63).
El mismo autor (Ibídem: 63) explica que por lo menos al principio la propiedad de
esta clase era particular. Los que pertenecen a ella tienen la “capacidad real de disponer de
Esta clase dominante dispone de todo el excedente pero se apropia de una parte, ya
que la otra la puede invertir en obras públicas que beneficien (transitoriamente) a las clases
explotadas (Ibídem: 65). Si esta clase no pudiera disponer de la fuerza de trabajo, entonces
propiedad comunal sobre los medios de producción, que además garantiza, aparece
133
La clase explotada está subordinada en lo económico y en lo político, y tiene la
copropietarios de los medios de producción de que ésta dispone” (Bate 1998: 89). Es decir,
embargo, cuando éstos se integran a una totalidad mayor, entonces esa propiedad colectiva
Bate (Ibídem: 63-64) explica que “el cambio fundamental” que presenta la
propiedad real sobre la fuerza de trabajo de los miembros de la comunidad, que sólo
Para Bate (1998: 89-90), en las primeras fases de desarrollo de este tipo de
134
La capacidad real de disposición de estos elementos del proceso productivo o
contenidos de la propiedad, que son los que distinguen una clase de otra, se detentaba de
precapitalista “permitía la enajenación del excedente productivo” y que “se dio a través de
Explica (Ídem) que para lo anterior “las clases dominantes debieron desarrollar
Necesitaron, asimismo, controlar y regular la nueva red de relaciones políticas entre clases
no menos complejo sistema económico, desde las tecnologías de producción a las formas
Estado (Bate 1998: 91). Éste es definido como “la superestructura institucional que sirve a
Bate (Ídem) dice que de la conciencia social “se conforma la ideología de las clases
dominantes, las cuales necesitan justificar un nuevo tipo de relaciones sociales que rompen
135
objetivamente con la igualdad distributiva de las comunidades, violando las concepciones
mayoría de los productores de origen comunal”. Se diferencia del mito comunal porque la
reciprocidad, y los reproductores del mito religioso representan los intereses de los dioses
finalidad de recaudar más tributos para “aumentar sus privilegios de consumo” y para
Bate (1984: 71) menciona que hay “alternativas al desarrollo del proceso de
Después de hacer este resumen de la sociedad clasista inicial, cabe recordar que en
chichimecas de Xolotl como una sociedad tribal jerárquica. Es ahí donde se verá que estos
136
chichimecas presentan ciertas características (obtenidas de las fuentes históricas y
sociedad de clases.
entre lo fenoménico observable y las leyes que rigen a la sociedad y que se expresan por
arqueólogo (V. Hugo Romero, comunicación personal 2010). Aquí cabe retomar la
esencia de los fenómenos que nos interesa explicar (V. Hugo Romero, comunicación
personal 2010). Por ejemplo, Vargas (1990: 72) considera los conceptos como
con las categorías, deben permitir “la aprehensión de las propiedades objetivas de los
procesos.”
137
jerárquica. Es por lo anterior que se propone utilizar a manera de hipótesis el concepto de
concepto general y universal porque es producto del trabajo y porque tiene un valor de uso
fundamental (V. Hugo Romero, comunicación personal 2010). Este concepto se utiliza
observación de análisis).
personal que incluye la vestimenta, así como, dice Kuper (1973: 348), el peinado, los
información que se presenta en diversos textos y luego se aborda este concepto por medio
Estoy de acuerdo con lo que dice Ramírez (1994) acerca de que desde la antigüedad
los seres humanos han tenido la necesidad, y yo agrego, primaria, de proteger su cuerpo de
las inclemencias del tiempo y de las condiciones de los lugares donde han habitado. La
vestimenta, como un bien primario, debe cubrir las necesidades primarias del ser humano.
Por su parte, Sarmiento (1992: 22) afirma que en cualquier sociedad “la producción
de los medios indispensables para satisfacer sus necesidades” es una actividad básica. Para
trabajo el ser humano “se relaciona con la naturaleza para apropiársela y transformarla
según sus necesidades” (Vargas 1986: 67). Sarmiento (1992: 22) también habla de la
satisfacción de las necesidades, y dice que para obtener los “elementos materiales que
Es decir, que a través de su trabajo el ser humano se provee de las cosas indispensables
138
para satisfacer sus necesidades. Para este propósito, modificó los elementos naturales por
vestimenta.
procesos de trabajo concretos”. Luego del proceso productivo se obtienen los productos
“adquieren propiedades que satisfacen diversas necesidades humanas” (Bate, 1998: 58-59),
Varios procesos de trabajo están resumidos en cada modo de trabajo. Los retos que
el objeto de trabajo plantea a la sociedad son resueltos por ésta mediante la realización del
proceso productivo (Vargas 1990: 67). El modo de trabajo, como particularidad del modo
condicionadas por los sectores de la producción de los cuales el grupo participa (agraria,
minera, artesanal, intelectual, industrial, etc.) y por las características particulares del
medio geográfico con que éste se relaciona, como ámbito de la vida y como objeto de
producción y los procesos de trabajo concreto que caracterizan a una unidad social. Esto
permitiría llegar, por comparación con otros modos de vida y de trabajo, al reconocimiento
139
y [a la] definición concreta así como a la caracterización estructural del modo de
Para la arqueología, Vargas (Ídem), citando a Bate, dice que esta categoría podría
servir para “‘reconstruir la configuración del proceso productivo general, entendido como
el sistema de procesos de trabajo que la sociedad efectúa a fin de elaborar todos los bienes
que necesita y cuyo grado de desarrollo de las fuerzas productivas posibilita producir’.”
vestimentas, las viviendas, los adornos, etcétera. La mayoría de los instrumentos de trabajo
y los bienes de consumo no alimenticio son productos que se han modificado para obtener
las propiedades funcionales que se requieren (Bate 1986: 7). La vestimenta debió ser
homogénea, sin denotar rangos sociales, salvo la de los sujetos “carismáticos”, como
pesca, etc.), como de “procesos de trabajo destinados a producir medios u objetos” que van
satisfacer las necesidades sociales no alimenticias, como los vestidos, los objetos para el
140
intercambio, los objetos de culto, los ornamentos, etcétera, los cuales “pueden estar en
Rosental y Straks (1960: 72) citan a Marx, quien casualmente pone un ejemplo
relacionado con la indumentaria: “‘El trabajo del sastre y el del tejedor, aun representando
cerebro humano, de músculos, de nervios, de brazo, etc.; por tanto, en este sentido, ambos
concepto de indumentaria como producto del trabajo. En otras palabras, los mismos autores
idéntico, de propio, en las mercancías más diversas y lo que permite equipararlas entre sí”
(Ibídem: 72).
aceptado al ser igual a los demás hasta en su indumentaria” (Ramírez 1994: 27). Es
importante recordar que en varios casos se menciona que la idea de protección puede ser
llevada a segundo término por otro propósito que originalmente era secundario: la
141
atribuido a la vestimenta. Las diversas cubiertas de los genitales pueden tal vez ser
interpretadas desde este punto de vista. Muy aparte de cualquier deseo de impedir que
penetren al cuerpo objetos extraños, también se cree que al cubrir los orificios corporales se
diferenciación social”, la cual está basada en la edad y el sexo en una sociedad en la que
hay una “especialización limitada y un rango angosto de bienes”. Agrega (Ídem) que, sin
basado en parte sobre el exceso diferencial a los recursos básicos de tierra y labor”, y que la
vestimenta puede servir como un “índice sutil de tal estratificación.” Y enfatiza (Ídem) que
de bienes, incluidos los textiles. También menciona Kuper (Ibídem: 366) que no sorprende
el hecho de que los seres humanos vean su vestimenta “casi como una extensión de ellos
mismos” debido a su “importancia crítica […] como una expresión de las identidades
Ramírez (1994: 87) dice que desde los tiempos pasados los gobernantes han portado
“emblemas de su rango, mantos especiales […] el uso de fibras, diseños y colores que han
marcado jerarquías. Algunos eran privilegios de reyes, otros eran reservados para
generalmente su ropa “ha dependido más bien del clima, de[l] sexo y de la edad.” Aquí
Según Jenny (1944:1953) la vestimenta “se puede volver de muchas maneras una
Dice (Ídem) que cierto tipo de vestimenta, con base en su naturaleza y origen, puede ser
142
apropiada como una marca especial de distinción. Agrega (Ídem) que por medio de la
Menciona (Ídem) el ejemplo entre las tribus negro, cuyos jefes tienen el derecho de usar
pieles de leopardo. También señala (Ídem) que el hecho de cubrirse la cabeza parece ser
Según Miller (2005: 7) “Cuando las fibras, telas y formas de vestir son el medio
para las relaciones de uno con otras personas y con los dioses, no podemos tener ‘ropa’ y
“en extremo jerarquizada […] los atributos distintivos de quienes detentaban el poder, de
quienes lo ejercían, se regían por un vasto conjunto de normas dictadas por el soberano
sociales, oficios o gremios, se basaban en normas muy precisas que se definían por el
gobernante (Ídem).
humano se “enfrenta” a la naturaleza con su trabajo, Sarmiento (1992: 22) explica que ese
tecnológico, sino que implica también una organización entre los hombres, relaciones
demográficos.”
143
Estas relaciones “materiales y objetivas” se gestan entre los seres humanos, ya sea
de manera directa o “mediadas por su relación con los objetos naturales o los que sean
por ser sociedades igualitarias (V. Hugo Romero, comunicación personal 2010). Es decir,
tribal jerárquica (subapartado II. 1. 1. 2), “debido al derecho diferencial que tienen los
individuos sobre la disposición, uso y goce de los elementos del proceso productivo”
Sarmiento (Ídem) aclara que cada modo de producción “tiene ciertas necesidades
su grado de desarrollo.” Entonces, al definir a una sociedad con cierto modo de producción
se está especificándola al asumir ciertas características según sus necesidades, ya que éstas
la vestimenta, los aspectos que se ven reflejados de manera indirecta, para así dar cuenta de
chichimecas es escasa, y que nuestro referente más directo y posterior es la de los mexicas.
Acerca de la sociedad mexica, Anawalt (1981: 17) hace una reflexión que podemos
144
extender a las sociedades en general: “la vestimenta azteca reflejaba la estructura y el
énfasis de la sociedad mexica.” Menciona (Ibídem: 16) que los mexicas dependían del
comercio y del tributo para suministrarse algodón, debido a que la planta no crecía en las
altas elevaciones de la Mesa Central, y que el algodón era por excelencia la tela de estatus
También dice (Ibídem: 3) que “hasta un dios tenía que ponerse su propio atuendo.”
Para los mexicas y sus vecinos “el uso de vestimenta apropiada étnica y clásica era
individuo mostraba de manera inmediata “no sólo la afiliación cultural sino también el
rango y estrato.” Y finaliza diciendo (Ídem) que “Desde que cada grupo indígena se vestía
Este párrafo resume parte de la importancia que tiene la vestimenta en una sociedad,
y se puede decir que permite meditar en el proceso que se ha dado dentro de la sociedad
mexica y que nos llevará a poder entender a la chichimeca. Por ejemplo, si se sabe que
ciertas personas dentro de la sociedad mexica utilizaban algún tipo de tilma, entonces se
podría entender el por qué de la propuesta de que la piel que portan los chichimecas en el
Códice Xolotl tiene forma de tilma, y es usada por los personajes principales, como Xolotl
145
comunicación personal 2010), en el siguiente capítulo se desarrollan las técnicas y los
146
III TÉCNICAS DESCRIPTIVAS
III. 1 Introducción
Galarza y Libura 1992; Galarza y Zemsz 1997), quien es totalmente práctico y cuyo
método es “desnudar” a los personajes, y del que sugiero que se basa indirectamente en el
método de Panofsky (1972); y el gran trabajo que hace Anawalt (1981) en su obra Indian
Clothing Before Cortés, que servirá para poder plasmar en esta tesis la información que se
ha obtenido a través de esta investigación. Quiero afirmar que voy a retomar parte de la
forma en que dicha autora clasifica, junto con su formato para poder exponer esa
información.
Las fuentes que utilizo para esta investigación son los siguientes códices: el Códice
Xolotl (Dibble 1980), el Mapa Tlotzin (Ravest 2004; Coronel 2004; Velázquez 2004;
Ravest y Coronel 2004; Aubin 2009) y el Códice Mapa Quinatzin (Aubin 2004; Mohar
(Galarza y Zemzs 1997) porque, además de que tratan de los chichimecas, los estudios
iconográficos que se han hecho de ellos han generado datos abundantes que pueden servir
para hacer comparaciones; así como las crónicas posteriores a la conquista española, en
especial la de Alva Ixtlilxochitl (1985, 2000 [s. XVI]), de ascendencia texcocana, quien se
basa en el Códice Xolotl (Dibble 1980) para obtener su información, así como las de
Sahagún (1999 [s. XVI]), Mendieta (2002 [s. XVI]), Durán (1995 [s. XVI]), Torquemada
147
(1975 [s. XVI]), Chimalpahin (1994 [s. XVI]), datos de los Anales de Cuauhtitlán (Códice
Chimalpopoca 1975 [s. XVI]) y Veytia (1979 [s. XVIII]), debido a que plasman de manera
arqueología social, a los chichimecas de Xolotl como una sociedad tribal jerárquica cuando
analizará a los jerarcas, los cuales además son casi los únicos presentes en los códices; esto
chichimecas.
148
“Es posible compilar e interpretar la
vestimenta precortesiana de estos […]
grupos dada la supervivencia de los códices
indígenas de la América Media” (Anawalt
1981: 5).
Antes de describir los diferentes tipos de prendas que usaban los mexicas según Anawalt,
quiero decir que por medio de ellos podemos saber cómo posiblemente era la vestimenta de
sus antepasados; y si la idea de que el Códice Xolotl fue hecho por lo menos después de la
tiene el estudio de la vestimenta en una sociedad, y nos lleva a meditar en el proceso que se
ha dado dentro de la sociedad mexica, que puede servir de comparación para entender la de
vestimenta libre de todos los elementos accesorios. Además, la autora expone lo que cada
cronista dice acerca del tipo de vestimenta que ella está analizando, y también describe lo
III. 2. 1 Prendas
Estas vestimentas se usan “envolviendo una pieza de material sobre el cuerpo […] están
completas así como vienen del telar sin ser cortadas, cosidas ni ajustadas necesariamente”
149
Maxtlatl o enredo:
El maxtlatl es la primera prenda que menciona la autora (Ídem), de la que dice que los
mexicas usaron en dos estilos: “En ambos un lienzo largo y angosto de tela de algodón o
maguey envolvía el torso bajo, pasaba entre las piernas y se amarraba a la cintura. En un
estilo los dos extremos –frecuentemente con fleco y bordado- estaban separados, con una
cayendo de frente y la otra atrás. En el otro estilo los dos extremos permanecían al frente y
estaban atados sobre la entrepierna con un nudo distintivo, cuyas puntas llegaban cuando
mucho abajo de las rodillas. Ya que los dioses y sus personificadores usaron el primer
hombres mexicas de todas las “clases”. Cabe mencionar que la “clase” del que portaba esta
La misma autora (Ibídem: 27) menciona que la “gente común” usaba atuendos de
maguey, yuca o fibra de palma, y que sólo a las “clases altas se les permitía usar vestimenta
de algodón”.
150
Tilma o capa:
Anawalt (Ibídem: 30) describe la tilma como una “capa rectangular” de algodón, maguey,
yuca o fibra de palma “hecha en varias longitudes y varios grados de decoración”. Dice
(Ídem) que era una prenda “para todo uso, utilizada por todas las clases de los hombres
mexicas.” Y explica (Ídem) que era el principal marcador visual de estatus en la sociedad
que cada aspecto suyo “comunicó significado a los miembros de la sociedad mexica. No
sólo era control ejercido sobre el material, diseño y largo de estas mantas, sino también la
solamente podía usar “el estilo más simple de manta, sin ningún diseño especial o bordado
fino que pudiera hacer sobresalir.” Y un soldado valiente, fuera “noble o común”, podía
“ganarse el derecho de usar prendas lujosas.” También el largo de la tilma estaba prescrito:
“la manta masculina común no debía ser usada debajo de la rodilla; si llegaba a los tobillos,
151
Como conclusión, retomo lo que la autora (Ídem) afirma: “El producto de estatus
Esta prenda “se usaba alrededor de la cintura y usualmente se ataba del lado derecho” y se
deidades, por lo que no era usado por todas las “clases” de hombres mexicas. “Aunque el
pareo no es tan omnipresente como el maxtlatl sobre el que siempre se usaba, parece haber
sido una prenda para todo propósito que podría indicar la clase de quien la usaba,
dependiendo del tipo de tela y el grado de decoración” (Ibídem: 24). Dice la autora que los
Cueitl:
152
Era una prenda que actualmente llamaríamos falda; Anawalt (Ibídem: 33) la describe como
un atuendo de algodón, maguey, yuca o fibra de palma que “se envolvía alrededor de la
parte baja del cuerpo y asegurada a la cintura. Venía debajo de la rodilla en longitud.” Dice
(Ídem) que era la prenda de vestir básica del torso bajo, y que era usada por todas las
mujeres mexicas.
Prendas deslizables
Estas prendas “se deslizan sobre la cabeza a través de un cuello abierto, eran usadas
sosteniéndolas sobre los hombros y no tenían costuras debajo de los brazos” (Ibídem: 35).
Quechquemitl:
Es una prenda femenina hecha de dos rectángulos de material unidos, formando una V en el
cuello. La prenda da una apariencia triangular. “En las imágenes mexicas esta prenda sólo
(Ibídem: 37) aclara que aunque a veces tienen “sujetadores para asegurar las dos partes que
153
están al frente, siguen siendo usadas como prendas abiertas o chaquetas, y por lo tanto
Ichcahuipilli abierto:
Esta vestimenta es una “armadura de algodón acolchada tipo chaqueta que era usada por los
guerreros mexicas en las batallas y por lo tanto, era una vestimenta de uso particular”
(Ibídem: 39). Otra descripción es que es una “especie de chaqueta sin mangas con amarres
Xicolli:
La autora (Ibídem: 42) lo describe como “una chaqueta con fleco sin mangas”. Dice
(Ibídem 39 y 41) que era de gran importancia, ya que algunas veces, pero no
civiles en lugar de ser usado según la clase social.” Menciona (Ídem) que probablemente
154
también se utilizaba como “una insignia de oficio, y entre los mexicas era siempre
La autora (Ibídem: 42) interpreta que esta prenda observada en ídolos, dioses y
personificadores de dioses demuestra “la conexión del atuendo con las deidades mexicas.”
Dice que esta vestimenta también fue utilizada por esclavos de sacrificio en ciertas
ceremonias rituales, los cuales, en el momento del sacrificio, “eran reflejos físicos de los
dioses.” Los esclavos de los comerciantes patrocinadores también usaban esta prenda.
Finalmente dice Anawalt (Ídem) que este atuendo se asocia principalmente con los
sacerdotes.
Este tipo de prendas se hacían de “dos o más medidas de tela unidas longitudinalmente con
costuras continuas […] no tenían abertura a lo largo ni al frente ni atrás: eran quita y pon”
(Ibídem: 46).
Ichcahuipili cerrado:
Era una armadura acolchada de algodón y había dos estilos: “una prenda sin decoración ni
mangas que se metía por la cabeza, ceñida al cuerpo, y llegaba arriba del muslo “y “una
prenda quita y pon sin mangas acampanada que llegaba hasta el medio muslo y era
155
decorada.” Era usado por los soldados de todos los niveles de la vida mexica y por lo tanto,
aparece en una escena de batalla y lleva una armadura cerrada cosida mostrando “la postura
Ehuatl:
La autora (Ibídem: 50) lo describe como una “túnica cerrada-cosida hecha de material
En el ejemplo 4j de la misma autora (Ibídem: 51), del Códice Xolotl, aparece una
Huipil:
156
Es una indumentaria era “una túnica o traje recto sin mangas que viene un poco debajo de
la cadera o arriba del muslo.” Era la prenda básica que se usaba en la parte superior del
cuerpo y fue usada por las mujeres de “todas las clases” (Ibídem: 52).
Anawalt (Ibídem: 58) observa que mucha de la ropa mexica “era drapeada o, usada
sólo así salida del telar, amarrada sobre los hombros como capa, atada a la cintura como
tela de cadera o pareo o envuelta alrededor del cuerpo como un taparrabos o falda.” Sólo
una prenda tenía mangas; y la única que cubría los brazos y las piernas era la militar, la
población.”
una vestimenta de uso particular. Explica (Ídem) que “la restricción de las dos prendas a
religioso.”
marcados en las prendas de las diferentes clases, en las fibras usadas y en el grado de la
Dice la autora (Ibídem: 60) que dentro de ese repertorio, las prendas más elaboradas
eran de uso particular; explica (Ídem) que “mientras más complejo era el contexto, más
elaborada y especializada era la ropa.” Los atuendos más elaborados eran los de las áreas
157
especializado”. La indumentaria militar que se usaba en la batalla también era ornamental y
Finalmente, la misma autora (Ibídem: 19) expone algunas dudas, las cuales se
podrían extender para este trabajo: “El problema de las notables diferencias entre
artístico de una región particular; y acerca de los artistas nativos se pregunta si todos ellos
supervisión.
En este apartado propongo que se puede dar cuenta de la problemática que he mencionado
a lo largo de los dos primeros capítulos, a partir del cambio, observado en varias fuentes,
que ha sufrido la indumentaria de los chichimecas de Xolotl, así como la de algunos otros
Ixtlilxochitl, por ejemplo). No obstante la información de las fuentes, el aspecto que más
Posclásico Tardío. Como dice Mohar (2006: 55), con respecto a los tres códices estudiados:
“se hace referencia a un origen chichimeca, el cual […] se identifica con el atuendo de los
158
personajes con base en pieles de animales, tanto en hombres como en mujeres. Igualmente,
algodón.”
Cabe insistir en el cuidado del manejo de las fuentes, ya que como dice Stephen
Castillo (comunicación personal 2009), hay que especificar si las vestimentas mostradas en
los códices son representaciones de todos los sectores sociales o sólo de las élites. Acerca
de las representaciones, es interesante lo que Rivas (1998: 18) argumenta: los “grupos
dice que “Aunque en forma fragmentaria, estas crónicas nos guían en el conocimiento de
hechos que fueron transmitidos por tradición oral hasta después de la conquista española,
después de la cual fueron escritas con la finalidad de reivindicar a una ciudad u otra, a un
grupo étnico u otro o para legitimar derechos de propiedad.” Y también como dice Stephen
Los que “escribieron” la historia fueron los vencedores; por lo tanto, hay que
tener siempre presente la exageración de las representaciones. Broda (2007: 182) con
respecto a esto dice que se ha considerado que las clases sociales que no tuvieron historia
Galarza (en Galarza y Zemsz 1997: 2) dice que el tlacuilo o pintor de códices era
un sabio y un artista a la vez porque “era necesario que poseyera los conocimientos de la
época para poder transmitirlos.” Stephen Castillo (comunicación personal 2011) sugiere
que en realidad eran especialistas de tiempo completo controlados por las élites.
159
También me parece importante lo que Díaz (2008: 140) menciona acerca de las
fuentes, específicamente que la información de éstas sobre Xolotl y su gente “puede ser una
historia inventada o por lo menos con información falsa, en un intento de justificar por
decir, a través de esta historia se busca legitimar el derecho de gobernar sobre otros que no
tenían raíces legendarias, por lo tanto, se valieron del dato mítico-histórico que los
Sumaria Relación, Prem (1997: 478) comenta que se usan “formas de expresión y términos
posesión con diferentes actos, como “pasearse por una casa, abrir las puertas y las ventanas,
tirar piedras en un terreno y cosas similares.” Al autor (Ídem) le parece evidente que lo que
se quería decir implícitamente con lo anterior era que “Las propiedades de Xolotl han sido
importancia al Códice de Xolotl, cuya única indicación respecto del significado de los
glifos de lugares consiste en una serie de huellas que llevan del Tenayocan al Cerro
Xocotitlan y después a los demás puntos. Ixtlilxóchitl o quizás ya el autor del Códice de
Xolotl reclamó con ello un derecho de gran profundidad histórica y más bien teórico, no en
personal 2011) menciona que “el cerro Xocotl es identificado con un cerro que se ubica
160
Ixtlahuaca, como lo identificó Charles Dibble en sus comentarios al Códice Xólotl (1980).”
confusiones, se puede retomar que Aubin (2009: 88) llamó “Mapa Quinatzin” al
documento “tomando el nombre de un personaje que ocupa un lugar importante.” Con esto
me refiero a que no se pueden tomar como definitivos todos los estudios de las fuentes que
se analizan; por ello, se debe hacer más análisis con base en metodologías basadas en
posiciones teóricas.
También cabe mencionar que la información de algunas de esas fuentes, donde son
tributos, no coincide para muchos investigadores con la imagen en los códices donde los
Davies (1980: 86) dice que el Códice Xolotl, el Códice Mapa Quinatzin y el Mapa Tlotzin
“rusticidad” en cuanto a los materiales, las pieles. Cabe preguntarse, como dice Stephen
Xolotl, así como tratar de dilucidar las etapas de ese proceso determinado, específicamente
su modo de producción y su modo de vida (lo cual considero que lleva a la descripción de
los saltos cualitativos que permiten aclarar el proceso de desarrollo de una sociedad tribal
en una tribal jerárquica, y luego ésta, en una clasista inicial), me propuse analizar la
para compararla con lo que se relata en las crónicas; así mismo me propuse mencionar los
elementos que contribuyeron a las diferencias que existen en las fuentes históricas, tales
como el occidentalismo, la religión católica y la justificación del poder. Por tal motivo,
161
estas imágenes son lo que he formalizado como mi unidad de análisis para esta tesis, sin
dejar de lado los demás aspectos del códice (hacia donde van, a dónde llegan, los atributos,
etcétera).
Para el periodo Posclásico Medio hay una gran cantidad de documentos históricos
sociedades prehispánicas a las que se refieren. Aquí cabe retomar a Prem (1997: 475) para
complementar algunas ideas. Este autor habla de las escasas fuentes y de cómo se utilizan
de manera “poco crítica”, y comenta que “No es la cantidad de nuestros datos sobre el
México antiguo lo que nos permite elucidar el tiempo pasado, sino su calidad.” Menciona
(Ibídem: 476) cuatro “niveles de aproximación al contenido de las fuentes históricas que
han de seguirse en este orden antes de poder confiar algo más a los enunciados de las
El tradicional se refiere a que “Entre el autor de una fuente histórica y el objeto descrito por
él siempre existe una distancia espacial. Su extensión es esencial para la inmediatez de los
enunciados, especialmente cuando la distancia se superaba por terceras personas, como por
ejemplo informantes o fuentes intermediarias escritas. Cuanto más larga era la distancia
separan de esta manera el texto o la imagen accesible para nosotros de la realidad histórica
[…] Para revelarla por lo menos en parte se requiere de una crítica interna del texto y de un
cotejo con otras fuentes de las mismas o similares tradiciones históricas” (Ídem).
162
recuperación constituye un conocimiento complejo que solamente se puede lograr
conociendo las peculiaridades culturales del autor, de la situación relatada por él y de las
testimoniales de la vida del periodo del contacto”, aunque, según su punto de vista,
“Algunos de los reportes de los invasores europeos han sido vistos con escepticismo.” Yo
considero que hay que estudiarlas con cuidado para no caer en su etnocentrismo,
occidentalismo o prejuicio. Por ejemplo, la misma autora (Ídem) dice, con toda la razón,
que los españoles han sido acusados por exagerar el número de miembros de los ejércitos
indígenas, pero que hay evidencia en los códices que aprueba que las descripciones de los
descrito más detalladamente por los escritores europeos o europeizados, como Alva
Ixtlilxochitl (1985), así como también en los códices de la escuela texcocana, en los cuales
Xolotl.
III. 2. 2. 1 Crónicas
163
ampliación de la información.
pellejos de ardillas” (Ídem). Como ornamentos se ponía en la cabeza “una guirnalda hecha
de pellejo de una ardilla, de manera que la cabeza venía sobre la frente y la cola al
camisa de los mismos pellejos, y también las demás mujeres traían faldellín y huipil de
pellejos”. Sus herramientas eran “arcos y carcajes de flechas, cuando caminaban” (Ídem).
Protegían sus pies con “unas cotaras de palma”. De su vestimenta en general se menciona
(Ibídem: 600) que usaban “otros pellejos de venado o de adives, y no traían ninguno de los
zurradores que aderezaban los pellejos de venados que les servían de faldellines y ropa”.
Chichimecas: andaban “desnudos en cueros sin ninguna cobertura de sus partes verendas”
(1995: 65 y 66).
164
Juan de Torquemada (1562 o 1565-1624 d. C.)
Chichimecas: el autor (1975: 58) dice que eran gente que andaba “desnuda de ropas de
lana, algodón, ni otra cosa que sea de paño o lienzo; pero vestida de pieles de animales;
vestidos, tampoco de pláticas ni conversaciones; y así era toda su vida, gozarla y vivirla,
visten hoy día de pellejos adobados de martas, leones, tigres y otros animales feroces”. Se
protegían los pies con “cutaras de pellejos de animales”. La vestimenta para “reyes y
señores” eran “unos icoles […] de martas […] y sus mantas de tigre y león, oso y lobo; el
cabello largo hasta las espaldas, y por delante se lo cortan” (Ídem). La vestimenta femenina
eran “huepiles y naguas de mantas; también vivían calzadas con sus cutaras” (Ibídem: 300).
Chichimecas de Xolotl: se menciona (2000: 75) que entre los objetos que se le tributaban a
Xolotl había “pieles de fieras y mantas de nequén”. En la época de Tlotzin, los que
Totépec y a otras partes más remotas […] y desde ese tiempo se comenzó a cultivar en
todas partes la tierra, sembrando y recogiendo maíz, y otras semillas y legumbres y algodón
en las tierras cálidas para su vestuario” (Ibídem: 80 y 81). Acerca de los productos que
cazaban, dice que “los de cada familia, la comían todos juntos, excepto las pieles referidas
que las ablandaban y curaban para el efecto; trayendo en tiempos de fríos el pelo adentro y
165
en tiempo de cañones cuando son las aguas, el pelo por la parte de fuera, aunque los reyes y
señores solían traer debajo de las pieles algunos paños menores de nequén muy delgados o
Aculhua: se vestían con “túnicas largas de pellejos curtidos, hasta los carcañales, abiertos
por delante y atacados con unas a manera de agujetas, y sus mangas que llegaban hasta las
muñecas de las manos, y sus cutaras de cuero grueso de tigre o de león, y las mujeres sus
huepiles y naguas de lo propio, y los cabellos largos ni más ni menos que los de Xolotl”
(1985: 299-300). Sus “armas eran arco y flechas y lanzas” (Ibídem: 300).
solamente con [una] capa de heno y de piel por curtir” (1975: 4).
Chichimecas: dice el autor (1979: 262) que “Por lo frío de su clima vestían todos pieles de
animales adobadas y curtidas, sin que perdiesen el pelo, las que acomodaban a manera de
un sayo, que por detrás les llegaba hasta las corvas, y por delante a medio muslo, cubrían y
adornaban las cabezas con casquetes y monteras de las mismas pieles, y de ellas propias
hacían rodelas para su defensa”. En cuanto a los ornamentos de las “gentes principales”,
dice (Ídem): “se adornaban las cabezas sobre los casquetes de piel con plumas de varios
colores, y pedazos de oro, plata. Y otros metales toscamente labrados, con piedras de
colores, y con una especie de heno que se cría sobre los árboles viejos, a modo de barbas
largas blancas, que en su idioma llaman Pactli, de que formaban una especie de guirnaldas;
También menciona (Ídem) que “Todos usaban el calzado de sandalia, que llaman
166
cacli, de piel cruda y dura, afianzada por sobre el pie con correas más suaves”. Las mujeres
se vestían con “pieles curtidas, rodeándolas el cuerpo desde la cintura para abajo, y de la
cintura para arriba con huipiles, que son en su hechura a manera de unas camisas sin
mangas, y esta era la única cosa que tejían, o de algodón o de palma, o de pelos de
animales” (Ídem).
Teochichimecas: de los “escritores” teochichimecas Veytia (1979: 327 y 328) dice que
cuentan que
cabello” (Ibídem: 50). El mismo autor (Ibídem: 51) retoma a Pedro de Ahumada Sámano
III. 2. 2. 2 Códices
Se busca saber cómo se transformó la vestimenta que utilizaban los chichimecas y cómo
167
Cabe insistir en que los códices deben ser estudiados con cuidado y se debe aclarar
menciona que “Los relatos históricos nahuas, al igual que los de otros pueblos de
las fundaciones de los pueblos.” Relacionado con esto, Johansson (2007: 65) opina que “los
libros indígenas vueltos a pintar fueron ‘contaminados’ en grados distintos, según las
más generalmente por las relaciones que prevalecían entonces entre el significante y el
significado.”
A pesar de lo anterior, los códices son una evidencia histórica muy importante e
(2005: 34) explica que “Debido a que las técnicas de tejido han permanecido iguales a
diseño que hemos encontrado ilustrado en los códices y las descripciones de las crónicas de
la conquista.”
que va a servir para entenderlas y utilizarlas para su investigación: que los chichimecas “se
representan vagando por los campos, vestidos de zacate y de las pieles de los animales que
mataban.”
El mismo autor (Ibídem: 28-29) sugiere que la migración fue un proceso que duró
muchos años; sin embargo, es importante notar que una vez establecidos estos grupos como
168
cabo en muy poco tiempo, debido a que el ser humano puede efectuar estos cambios
De las fuentes, Ravest (2004: 11) dice que la “historia de Texcoco y de la originaria
pictográficos de sus tiempos formativos. Ellos son los códices Xólotl, Quinatzin y Tlotzin.”
Entonces, los códices del Acolhuacan permiten “el acercamiento a uno de los señoríos más
Dibble (1980: 28) dice que en la plancha I del Códice Xolotl, así como en el Mapa
Tlotzin y en el Códice Mapa Quinatzin, “los chichimecas se representan vagando por los
campos, vestidos de zacate y de las pieles de los animales que mataban. Se abrigan en las
grutas y por entonces buscan los lugares riscosos. Vemos que llegan año tras año en
pequeños grupos, cada uno con su jefe. El hecho de que las tribus lleguen año tras año nos
hace sospechar que se trata de un movimiento general que tardó muchos años en
realizarse.”
A continuación se describen los tres principales códices que van a utilizarse para
relacionados con el modo de vida de los chichimecas. Se debe hacer notar que en el estudio
necesario desarrollar el contenido de los siguientes códices y retomar esa información para
Códice Xolotl
García Granados, dentro de la versión de Dibble (1980: 3), menciona que el Códice Xolotl
es la “Versión texcocana del Valle de México”, y que “fue la fuente más importante en que
169
bebió don Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, para redactar buena parte tanto de su Historia
conquista” y que se aprovecharon otros más antiguos para realizarlo. Thouvenot (1997:
426) dice: “considero su factura como totalmente indígena.” Las ideas de ambos autores no
se contraponen, ya que el Códice Xolotl pudo haber sido hecho después de la invasión
Dibble (1980: 11) explica que “A medida que nos remontamos hacia la antigüedad
los hechos se desfiguran y se pierde el orden cronológico.” Y que el códice “es una historia
regional, o más bien, referente a la familia real, ya que de suprimir los acontecimientos en
que figuran Xolotl y sus descendientes, nos quedarían muy pocos datos.” Sin embargo, más
adelante menciona (Ídem) que “El primer dato que tenemos del Códice proviene de Don
Fernando de Alva Ixtlilxochitl quien afirma que fue pintado en la época de Nezahualcoyotl.
Sostiene en su ‘Historia Chichimeca’ que dicho Códice fue escrito por dos caballeros que
que dice Alva Ixtlilxochitl, “el estudio del Códice nos demuestra que no puede considerarse
bandera, y se ve también cómo las estrellas y los árboles muestran la misma influencia.”
portan arco y flecha, lo cual indica que son chichimecas, según Dibble (Ibídem: 28), y están
De la plancha II, explica que (Ibídem: 36) “Por su manera de vivir, y tal vez por su
número reducido, respetaban los centros de población de gente más avanzada en el Sur del
170
Valle.” Y que el tlacuilo indica la “distancia cultural” que los separa, por medio de la
Cholollan.”
y armas: “Nopaltzin aparece casi sin traje y armado de arco y flechas, mientras que
Nauhyotl trae un escudo y una especie de espada y su vestido llégales hasta las rodillas”
(Ibídem: 38-39).
En la imagen donde aparecen Quinatzin y Huetzin está el glifo que indica que son
aculhuas, y portan el arco y las flechas “pero en la mano traen una lanza que no es
propiamente un arma chichimeca”; dice Dibble (Ibídem: 50) que probablemente fue
Yacanex, el “jefe rebelde”, lleva puestos adornos de pluma que, dice el autor
(Ibídem: 64), según Sahagún “son característicos de estos bárbaros.” El autor (Ibídem: 65-
66) describe a la gente de Totoltepec, Metztitlan y Tulancingo, los cuales “andan casi
desnudos, y traen arco y flechas tal como los chichimecas cuando llegaron al Valle”. Dice
(Ídem) que se observa que los “aliados de Quinatzin traen arco y flechas tal como sus
enemigos, y también como los chichimecas de Xolotl. Vemos que Quinatzin, sentado sobre
su ‘icpalli’, trae su arco y flecha como signo de su linaje chichimeca.” Sin embargo, los
arco y flecha (Ibídem: 66). Y “los guerreros” de Quinatzin portan un escudo, “chimalli”, y
la lanza mencionada. Dibble (Ídem) explica que el tlacuilo con esta representación de esa
arma y la “túnica” que usan, muestra “la influencia civilizadora de las tribus de linaje
171
‘tolteca’ que llegaron después de Xolotl. El escudo está tomado de los ‘toltecas’ que
encontró Xolotl en el Valle.” Cabe mencionar que Nopaltzin está vestido de manera
flechas, signo de la nación Chichimeca.” También portan la lanza que aceptaron desde la
plancha III, así como el escudo que “tomaron de los toltecas o de los mexica.” Se menciona
De la plancha VII Dibble (Ibídem: 90) dice que Alva Ixtlilxochitl en sus Relaciones
menciona que “‘Tezozomoc envió sus mensajeros a Ixtlilxóchitl con mucho algodón como
por vía de amistad, enviándole a decir que le rogaba mucho que le hiciese merced de
mandar á sus vasallos que de aquel algodón le hiciesen mantas muy buenas, como se sabían
hacer en aquel tiempo en esta ciudad. Porque tenía necesidad de ellas’” (Ídem).
Describe (Ídem) que sobre el lago de Texcoco “aparecen el algodón y las mantas
de Cohuatepec. Todo esto indica cómo Ixtlilxochitl distribuyó el algodón para que las
tejieran.” Y finalmente cuenta (Ídem) que Tezozomoc “repitió el proceso cada año,
aumentado cada vez más la cantidad de algodón” y que “llegó el día en que Ixtlilxochitl se
rehusó a fabricarlas”.
Mapa Tlotzin
habitada tras la destrucción de Tollan, la última capital tolteca.” Se representa “la sucesión
de los gobernantes en el Acolhuacan, con sus respectivas mujeres e hijos, desde Tlotzin
172
[…] hasta los últimos tlatoani texcocanos tras la irrupción hispana. Señala,
Ravest (Ibídem: 12) describe que en la parte intermedia están dibujados “varios de
los principales jefes chichimecas, identificados por sus respectivos glifos nominativos […]
Amacui –nombre que se ha dado a Xólotl en éste y otros códices-; […] Nopal –cuyo
Tlotli o Tlotzin- […] y, en el mismo orden hacia abajo, sus mujeres […] En otra pintura
[…] entre Quinatzin y su mujer […] está la cuna de su hijo Techotlalatzin, otro de los
ilustrados, que han sido traducidos como el gobernante que “ordenó la tierra” y estableció
general son pieles y que portan su arco y flecha, y que “en el transcurso de la exposición se
va perdiendo.” Dice (Ídem) que en las primeras escenas son mostrados “en su condición de
cazadores-recolectores” junto con “una gran variedad de plantas y animales que les servían
“cavernas” los primeros “señores” chichimecas están sentados en el piso de tierra, y las
mujeres “habitualmente, tienen sujetas las cunas donde portan a sus hijos.” Posteriormente
Se narra (Ibídem: 13) que Tlotzin va con un sacerdote de Chalco a cazar culebras,
ciervos, conejos y aves, y que “comía crudo lo que mataba”, lo que espantó tanto al
chalqueño como haberlo visto con arco y flechas. Se dice (Ídem) en el relato escrito que los
173
para ellos “un conejo y una serpiente embroquetados”. Luego le hicieron beber “atolli,
caldo de maíz quebrado sobre el metatl […] con el rodillo metlapilli”; también se dibuja un
comal sobre los carbones ecendidos y se expresa que Tlotzin no quiso comer los tamales
ofrecidos. En el texto (Ídem) se afirma que “Tecpoyoachcauhtli vivió largo tiempo con
Tlotli”. Aubin (2009: 72) escribe en sus comentarios que esta parte del Códice trata “de la
primera educación agrícola, industrial y religiosa que los chichimeca recibieron de los
chalcas toltecas en la persona de su jefe Tlotli”, al que también señala como “fundador del
reino de Tezcoco”.
Ravest (2004: 13-14) dice que es indudable que “este acercamiento del
representante de una cultura cazadora-recolectora con otro de una sociedad más adelantada,
comprensión y adopción del idioma náhuatl por parte de los chichimecas, lo que se
cazuelas de barro, comales, metates, entre otros, que posibilitaban la cocción de los
alimentos.”
Se menciona (Ibídem: 14) que el desprecio de Tlotzin hacia los tamales se debe a
que el “pueblo nómada chichimeca, en lo esencial de sus ancestros, no había sido un pueblo
agricultor. Por lo tanto, no conocían claramente los beneficios del maíz.” Lo anterior,
explica el autor (Ídem), se debe a que del contacto de Tlotzin con los chalcas-toltecas es
que él “aprende el cultivo del maíz.” El códice presenta los “primeros cultivos del grano
sagrado mesoamericano, el maíz”, que a falta de “la coa u otros instrumentos de labranza”
174
se inició “primitivamente aprovechando los hoyos que hacían las tuzas para sembrar en
ellos su semilla.”
chichimecas, se muestra una hermosa mata de maíz que emerge desde un círculo de tierra
en el cual se aprecia medio cuerpo de una tuza”. Sobre lo anterior, Aubin (2009: 76)
comenta que “Es en los agujeros excavados por un tipo de topo (tozan) donde los
tolteca, mostraron cuán penoso fue, al ocaso de la edad media americana, el renacimiento
Ravest (2004: 14) menciona que ese “proceso de aculturación de los chichimecas,
en lo esencial, es demostración de otro hecho decisorio. Fue este pueblo de una sensible
inteligencia y capacidad para aceptar la integración de otras etnias y adoptar de ellas sus
desarrollar la mayor toltequización posible para su pueblo.” Sin embargo, dice el mismo
autor (Ídem) que “tales necesidades de contacto también tuvieron motivaciones políticas y
Finalmente, menciona (Ídem) que la historia de Tlotzin “es significativa, por ser una
Mohar (2006: 55) dice que en este códice “destacan gráficamente una serie de seis
cuevas que […] contienen una o varias parejas acompañadas de una chitatli o cesta que
contiene un bebé.” También dice (Ídem) que “se hace referencia a un origen chichimeca, el
175
cual […] se identifica con el atuendo de los personajes con base en pieles de animales,
Fue hecho en el valle de México, entre 1542 y 1548 (INAH 1979: 42), y trata de “algunos
las cuevas y vestidos de pieles que se atribuía a este grupo antes de su establecimiento en el
Valle de México.” Mohar (2006: 53) dice que “se hace énfasis en sus características como
sino que aparece con una manta blanca con borde rojo, tiene el arco y la flecha al igual que
los chichimecas”.
Mohar (Ídem) continúa: todos los personajes están “vestidos con pieles de
animales.” Un dato muy interesante que menciona es que el tlacuilo “señala gráficamente
el conocimiento de la curtiduría de las pieles en los bordes de las mismas”, así como
“pequeños círculos que indican cómo estos materiales pasaron por un proceso de secado y
estiramiento.”
algunos casos se puede ver cómo estas vestimentas de piel están anudadas en el hombro.”
flecha, elementos que han servido para identificar a los personajes como chichimecas”; y
dice que varios de ellos “portan como adorno y símbolo de su rango orejeras”. Luego,
176
también describe (Ibídem: 189) la indumentaria femenina: piel de animal, el cabello lo
manera distinta: parece portar “un huipil y enagua”. Describe (Ídem) su peinado como
“elaborado, lo que la identifica como una mujer perteneciente a la nobleza, y esto último se
“El resto de los personajes están ataviados con el mismo atuendo, que consta de una
manta blanca cuyo borde generalmente es de color rojo. Su peinado cambia con respecto a
vestimenta mexica; de las menciones sobre indumentaria que se han hecho en algunas
interpretaciones y los estudios iconográficos de los investigadores que los han estudiado.
177
“y los sitios donde se aposentaron a la
vuelta los mexicanos todos están señalados
y nombrados en las pinturas antiguas, que
son sus anales de los mexicanos” (Sahagún
1999: 614).
Los códices, según el catálogo del INAH (1979: 19), “son fuentes inapreciables para el
la Colonia.”
Y también, con base en el mismo catálogo (Ídem), puedo reafirmar lo que he venido
debido a “su carácter pictórico informan sin mucho esfuerzo acerca de aspectos objetivos
de la vida de los pueblos aborígenes; así, pueden conocerse detalles del vestido, de los
Kubler (1986: 114) menciona que en los pueblos donde no se tenía “escritura
significar. En efecto, se esperaba que las pinturas asumieran toda la función que más tarde
adoptaría la escritura. Por tanto, los símbolos pictóricos daban imágenes conceptuales, más
cuándo y dónde de una historia. El significado de esos textos visuales está dado por la
178
sintaxis misma de la imagen y, de manera particular en los anales, por la relación que los
dibujos guardan con las fechas calendáricas a las que están sujetos.” Y dice (Ibídem: 15)
que los hechos históricos fueron “representados por imágenes y que la forma en la que
al estudio de los códices. Este método es científico porque permite “un análisis sistemático,
exhaustivo, de la totalidad de los elementos de cada documento” (Galarza 1992: 17); cabe
aclarar que aquí se retomarán sólo ciertos elementos debido a la dimensión y a los objetivos
de esta investigación.
El mismo autor (en Galarza y Zemsz 1997: 2) explica que el tlacuilo o pintor de
códices era un sabio y un artista a la vez porque “era necesario que poseyera los
conocimientos de la época para poder transmitirlos” y porque debía estar “dotado para el
El tlacuilo hace uso de los medios plásticos, los cuales son la base del “sistema
pictórico de sonidos y palabras ‘imágenes’”. También utiliza los “‘lazos gráficos’ para
indicar el sentido de la lectura ligando algunos dibujos a otros, sobre todo […] los ‘glifos’ a
Galarza (Ibídem: 3) menciona que hay dos tipos de dibujos a nivel de sus
transcriben nombres de lugares y de personas”, además de que son los “únicos elementos
de esta escritura hasta la fecha reconocidos oficialmente como palabras”; y las grandes
imágenes o iconos, que se convierten en ello cuando las “mismas formas y los mismos
179
convención plástica y gramatical” y que “ni las formas ni las asociaciones cambian.” Dice
Aclara (Ídem) algo que debemos tener siempre presente, y que puede ser “aberrante
Explica (Ibídem: 37) que hay una “doble función icónica y fonética combinadas en la
Me parece que para entender parte de las obras artísticas, en este caso,
vista occidental: Galarza (Ibídem: 5) dice que para el occidental es difícil “‘ver’ los dibujos
lengua determinada”. Explica (Ídem) que “las ‘imágenes’ aztecas tradicionales son el ‘texto
En relación con lo anterior, Galarza (1992: 80) dice algo muy interesante acerca de
los personajes: “No son retratos, sino montajes realizados por asociación plástica de los
fueron dibujados tradicionalmente por los mexicas “no se identifican por sus trazos
(características individuales del rostro, proporciones del cuerpo, etc.), no son ni copias
fieles, ni figuraciones realistas del aspecto físico detallado de un personaje histórico. Son
rostros y cuerpos ‘tipos’ sin nada personal, lo que los diferencia completamente de los
180
retratos europeos.” Explica (Ídem) que cada personaje que está dibujado de manera
las ‘imágenes’ que conservan su calidad representativa tienen una función de elementos de
lectura y son ellas las que forman el texto nahuatl organizado en un espacio plástico.”
acuerdo con Galarza (Ídem) en que “las comparaciones derivadas de la iconografía europea
han hecho perder de vista la parte más importante de los elementos dibujados, es decir, la
transcripción de palabras en la lengua nahuatl.” Dice (Ibídem: 80-81) que “Se les ha
juzgado exclusivamente como símbolos y atributos, tal como se les encuentra en las
Sin embargo, me parece que sigue siendo necesario conocer las bases de la
iconografía surgida en Europa, ya que es la referencia que se tiene, y estas bases se retoman
para empezar cualquier estudio iconográfico, aunque luego se definan los objetivos
dependiendo del tipo de obra. El método de Panofsky (1972: 24) propone “tres niveles de
aquí donde la iconografía, como una rama de la historia del arte, es uno de los instrumentos
indispensables para estudiar los códices como obras de arte, ya que se dedica a su
“al identificar ciertas formas visibles con ciertos objetos conocidos para [uno…] por la
acontecimientos.” Lo anterior hace referencia a que cuando uno observa una obra,
181
identifica lo que conoce e intenta hacer un interpretación, lo cual es inherente al ser
humano. Aquí cabe mencionar lo que Johansson (1997: 453) dice: “la percepción de los
que está consignada sobre el apoyo pictográfico de la memoria que representa la imagen.”
El mérito de Galarza es que parece haber retomado esas bases para crear su propio
Como parte de su método, Galarza (en Galarza y Zemsz 1997: 28) propone
“desnudar” la imagen del personaje, o sea, “separar todos los elementos que forman el
Agrega (Galarza 1992: 82) que para hacer el estudio “no sólo se trata de descomponer al
personaje en sus elementos gráficamente lógicos: cabeza, cuerpo, extremidades, etc., y sus
atributos: peinados, vestido, asiento, armas, etc. Ya individualmente actúan los personajes
como un complejo porque la composición plástica permite adicionar una serie de elementos
Galarza (Ibídem: 86) explica que el análisis que hace es múltiple, ya que es
los grupos gráficos o plásticos en sus diversos componentes, hasta llegar a separar los
temático de que están cargados los elementos plásticos o dibujos y revela su valor fonético,
182
Me parece importante insistir en que sólo retomaré una parte esencial de este
análisis en cuanto a separar los elementos mínimos, además de que no se pretende construir
El mismo autor (en Galarza y Zemsz 1997: 28) dice que se puede observar que “las
convenciones gráficas son las mismas, que los dibujos de los objetos o de las partes del
cuerpo son estilizaciones de esos objetos o de esas partes humanas que no son modificados
ni por traslado sobre el cuerpo del Rey, ni por su ensamblaje con otros glifos.” Menciona
(Ídem) que esos elementos, dibujados sobre el “Rey” (personaje del Códice Tovar) o en
otras partes, aislados o juntos, conservan su forma y color, y que representan “una unidad
de lectura cuyo valor es invariable cualquiera que sea el lugar donde estén colocados, o sus
dimensiones.” Aclara (Ídem) que los elementos dibujados son a la vez “icónicos y
fonéticos.”
Aquí cabe mencionar que se debe consultar la gran obra Codex Xolotl. Etude d'une
des composantes de son ecriture: les glyphes. Dictionnaire des elements constitutifs des
glyphes de Thouvenot (1987), quien separa y estudia los glifos del Códice Xolotl de manera
individual.
iconográfica, Vié-Wohrer (2008: 194) afirma que “los diferentes tipos de indumentaria y
ajuar revelan las diferentes escalas de poder, pero también es muy cierto que el colorido, el
tamaño, la posición y la orientación, tanto de personajes como de los objetos que los
rodean, sus asociaciones gráficas, su situación en los diferentes planos, en fin, todo aquello
183
Además, la misma autora (Ibídem: 195) dice que se enfoca principalmente en la
los revestían.”
Dice Galarza (en Galarza y Zemsz 1997: 12) que los personajes que se observan en
su ejemplo del Códice Tovar son importantes porque “los vestidos que llevan y los
atributos que los acompañan muestran que pertenecen a la capa superior de la sociedad
azteca.” En otras palabras, y de manera más general, menciona (Ibídem: 13) que “las
convenciones clásicas de los vestidos, adornos, uniformes, atributos, etc., son […] guías
seguras que nos permiten identificar el papel y el rango social de un personaje”. Cabe
aclarar que estoy retomando de Galarza sólo su método, al cual debo atribuirle contenido
según mi enfoque teórico; es decir, al rango social lo usaré como jerarquía, basándome en
También, para identificar a los “señores” en su ejemplo del Códice Tovar, Galarza
(en Galarza y Zemsz 1997: 14) dice que se consideraron los siguientes criterios gráficos:
los glifos antroponímicos, los vestidos (mantos, sandalias), los atributos (diadema, gran
un grupo, a una tribu, a una clase social.” Explica (Ídem) que los personajes, dentro de su
“grupo o de una clase”, en especial en la más alta, la más poderosa, “por convenciones
muestran su importancia.” Dice (Ídem) que es evidente que lo anterior “está dado
184
encontramos en diversos manuscritos.” Y que las diferencias “están inscritas en el dibujo
Zemsz (en Galarza y Zemsz 1997: 41) dice que una de las maneras de “iconizar un
glifo” es “integrarlo en un contexto icónico o […] construirlo con otros glifos.” Como
ejemplo habla de las partes del vestido, que son un “conjunto de glifos que permiten vestir
a un personaje”. Y explica (Ídem) que es aquí donde “este glifo en cuanto icono sirve de eje
Valle, Thouvenot, Olmedo y Jalpa 2005: 59) que “Suelen tener una forma muy
posturas, [los] gestos y [el] estado (vivos o muertos); [en la] indumentaria, [los] peinados,
[los] tocados, [los] ornamentos y [los] objetos relacionados como armas o herramientas”.
Con base en el ejemplo del dibujo de un personaje del Códice Tovar, Galarza (en
Galarza y Zemsz 1997: 11) menciona los “elementos de lectura” que están colocados sobre
su cuerpo, como vestidos, adornos, joyas y atributos. De lo anterior dice (Ídem) que éstos
son “elementos de tradición gráfica, por ende de transcripción silábica”, que “su valor
(Ídem) también que cada personaje es “un ‘mosaico’ gráfico de palabras plásticamente
185
capaces de integrarse y de acomodarse a todas las necesidades de la composición dibujada,
en este sistema donde las ‘imágenes’, aún conservando su cualidad representativa, también
tienen una función de elementos de lectura. Son ellos los que forman el texto nahuatl
Zemsz (Ibídem: 49) menciona que en el Códice Tovar, la “iconización” del “Rey”
desempeña varias funciones, para las cuales hace referencia a la clasificación provisional
de los “glifos iconizados”. Menciona (Ídem) lo que el personaje porta como vestimenta, los
adornos, las insignias y la manera de sostener su lanza, la otra mano, el pecho “más o
menos despejado”, el rostro, la parte de las piernas que la tilma no tapa y que las sandalias
dejan libres “pertenece al dominio icónico (permitiendo a los elementos de lectura hacer
una composición plástica y significativa a la vez)”. Sin embargo, el mismo autor (Ídem)
aclara que no todos los “elementos icónicos” tienen el mismo estatus; y que la parte del
personaje que la vestimenta, los adornos y las sandalias cubren, es icónica (de manera
Explica (Ibídem: 51) que en este manuscrito el manto “está iconizado sobre todo por
Cabe mencionar que aunque Galarza trabaja en específico este códice, sus
servirnos para entender y cambiar la idea que se tiene acerca de la sociedad chichimeca, ya
186
que la primera podríamos decir que es parte de la conclusión de la segunda. Por ejemplo, si
conocemos que ciertas personas dentro de la sociedad mexica utilizaban algún tipo de
tilma, entonces podríamos explicar mi idea de que la piel que portan los chichimecas en el
Códice Xolotl tiene forma de tilma y es usada por los personajes importantes, como Xolotl.
semántico ha variado”, y aquí viene lo más importante e interesante, que ha variado debido
documentación visual y textual para entender dicho atributo. Retomando este “principio
esencial” quiero decir que para el entendimiento de las imágenes de los códices, hay que
Las convenciones para hacer los códices se refieren a que las formas y los “colores
definidos, estilizados y convencionales […] siguen a la vez reglas y las leyes establecidas
sobre una base gramatical y plástica que los reúne.” Además de que hay un orden y leyes
que “resaltan plástica y gráficamente en los “cuadros” para guiar tanto al dibujante como
al lector” (Galarza en Galarza y Zemsz 1997: 7). Según Pascual (2002: 51) las
convenciones tienen que estar vinculadas “a un determinado grupo social y a una particular
concepción del mundo (a una formación ideológica dominante) a la que sirvan de expresión
Kubler (1984: 77) del principio de disyunción dice, basado en Panofsky, que la
la inversa: “prolongadas continuidades en forma o contenido, del orden de unos mil años,
187
pueden encubrir u ocultar una discontinuidad cultural más profunda que la que parece
existir entre la antigüedad clásica y el medioevo.” Y lo que más es de nuestro interés es que
esa “advertencia” todavía es má válida en casos en los que no se tienen fuentes literarias
Para explicar la disyunción Kubler (Ibídem: 76) cita a Panofsky: “siempre que en la
poesía, la mitología o la historia clásica, un escultor o un pintor toma prestada una figura o
un grupo de figuras, presenta casi invariablemente éstas de una manera no clásica o sea,
contemporánea”. De las expresiones disyuntivas dice (Ibídem: 86) que “otorgan nuevos
significados a formas antiguas y revisten viejos significados con formas nuevas.” Explica
(Ídem) que los artistas y artesanos a través del tiempo se han enfrentado forzosamente a
elegir entre que “el pasado es viable y amerita prolongarse” o “ha dejado de tener vigencia
y está condenado a descartarse por un tiempo.” Dice (Ídem) que con frecuencia esa
elección impone “una disyunción entre forma y contenido, uno de los cuales es renovado
El mismo autor (Ibídem: 76) menciona los axiomas fundamentales del “principio de
disyunción” de Panofsky, establecidos primero por Focillon (1934): “toda forma visible
que se ha repetido con frecuencia puede adquirir diferentes significados al cabo de algún
tiempo” y “un significado que perdura puede ser expresado por diferentes formas”.
Para el primer axioma quizá puedo poner el ejemplo de que se dibujaba a los
que para personajes que aparecen más adelante en el mismo códice o códices posteriores
188
hace de manera indiferente, aunque la presencia de la tilma con el nudo (amarrado de
A manera de relacionar todo lo anterior, puedo decir que para hacer los códices
había convenciones, las cuales, según la disyunción, son alteradas por el cambio de los
atributos, y si no hay fuentes literarias con las cuales contrastar, es todavía más complejo el
estudio.
método de Galarza para “desnudar” a los personajes. Dentro de las escenas se presentan
personajes estáticos y personajes en acción. En este caso, sólo retomaré la parte del método
que aborda los elementos mínimos que forman a los personajes, sin distinguir si están
estáticos o en movimiento; dichos elementos son las partes constitutivas y los atributos.
Es necesario aclarar que es complicado hacer una separación tajante entre las partes
constitutivas y los atributos, ya que hay elementos que pueden serlo al mismo tiempo,
dejarán las separaciones entre las partes constitutivas y los atributos. Cabe mencionar que
investigación.
Cuerpos con tilma: la tilma, además de ser parte de la indumentaria indígena, según
Johansson (2007: 58), también es “un paradigma dentro del sistema pictográfico de
representación. Además de señalar el rango del personaje que la usaba, permitía una
producción de sentido gráfico según las partes del cuerpo que cubría.”
Galarza (en Galarza y Zemsz 1997: 18) describe a los “Reyes de México”; dice que
portan un “manto muy ornamentado” y explica que “históricamente sólo los grandes
189
señores tenían el derecho de llevar esos mantos”, y que según la convención gráfica
mientras más grande era la dignidad del personaje, más importantes eran los ornamentos
del manto.
Itzcoatl
Detalle de la lámina VIII, Códice Tovar (Galarza y Zemsz 1997: 72)
lado derecho del “Rey” cuanto está de pie, y detrás del cuello cuando está sentado. En el
ejemplo del mismo autor (en Ídem) se puede observar de las dos maneras, lo cual explica
que pudo haber sido por la preocupación plástica del tlacuilo para “evitar la monotonía de
la sucesión de cuadros.”
Chimalpopoca
Detalle de la lámina VII, Códice Tovar (Galarza y Zemsz 1997: 72)
Johansson (2007: 58) menciona el hecho de pintar los pliegues de la tilma cerca del
190
prenda de vestir, y de esta manera transfocaliza la percepción de un valor de signo a un
valor de objeto.” Explica (Ídem) también que la tilma “en este nuevo contexto pierde el
valor semiológico que tenía en la producción indígena de sentido para volverse una parte
Otro dato curioso que comenta el mismo investigador (Ídem) es que se puede
observar en el ejemplo de la Lámina III del Códice Boturini, que las tilmas de algunos de
los personajes “tienen pliegues cerca del nudo, mientras que otras no”.
Personajes aztecas
Detalle de la lámina III, Tira de la peregrinación (Johansson 2008: 29)
. De otro ejemplo, Galarza (1992: 104) menciona de los cuerpos con mantos que
estas vestimentas: “que cubren casi enteramente los cuerpos de los personajes sentados, ya
que no dejan al descubierto sino los pies, son a la vez vestidos, símbolos y palabras.” Es
nombre del color iztac –blanco y del manto-tilmatli, que acompañados transcriben el
nombre completo iztactilmatli. Como envuelven los cuerpos de los personajes, adoptan sus
formas y éstas también deben leerse. En efecto, para decir y escribir iztactilmatli basta con
191
El mismo autor (Ibídem: 105) explica que esa “transcripción de la frase metafórica”
es equivalente de pilli-noble, ya que dice que siguiendo lo tradicional, sólo “los nobles”
podían usar esos mantos blancos, y concluye que lo anterior también es “un símbolo de
nobleza.”
Dice (Ídem) que a la “primera lectura directa” se le agregan otras que pertenecen a
los demás elementos del dibujo, como el nudo en la espalda, los bordes (uno o dos) y las
franjas, “cuyas lecturas descriptivas directas forman frases metafóricas equivalentes a los
Cuerpos con tilma y sandalias: otra descripción es la que hace Galarza (en Galarza y Zemsz
1997: 33-34) del “Rey azteca”, el cual parece portar dos vestidos, un manto (tilma) muy
taloneras con correas rojas que, como dato extra, dice (Ídem) que hacen juego con la banda
roja de la diadema. Menciona (Ibídem: 34) que esa tilma ornamentada es muy sencilla
toponimia.” Explica (Ídem) que si está muy ornamentada, se observa en “diversos nombres
de dignatarios mexicanos […] aquí, como en la toponimia, forma una palabra nahuatl que
se traduce por carga de mantos ricos” Y también explica (Ídem) que, sin embargo, si se
observan en conjunto las sandalias con la tilma ornamentada, entonces se puede transcribir
Acamapich
Detalle de la lámina V, Códice Tovar (Galarza y Zemsz 1997: 71)
192
Cuerpos con xicolli: esta prenda es la vestimenta que cubre la parte superior o el tronco de
los guerreros y que primero transcribe “el nombre de los trajes cortos de guerra xicolli, su
partícula –ini y su equivalente metafórico ‘el que lleva, porta o viste’” (Galarza 1992: 107).
Galarza (Ídem) dice que este traje se completa con el taparrabos tradicional “que transcribe
su nombre maxtlatl y su color iztac.” Explica (Ídem) que el color blanco, como símbolo de
“nobleza”, “transcribe con su nombre iztac- metafóricamente la alta calidad del nacimiento
-hueypilli de los personajes, en una frase equivalente a ‘el gran noble (señor)’.”
Cuerpos con maxtlatl: de su ejemplo del Códice Tovar, Galarza (en Galarza y Zemsz 1997:
19) menciona que parece que ninguno de los “reyes” porta el maxtlatl tradicional, que era
el taparrabos masculino “que llevaban los dioses mismos o los sacerdotes que los
personificaban, y que está indicado por la banda en la cintura.” Dice (Ídem) que el tlacuilo
escondió la prenda de manera cuidadosa del “Rey”, quien “enseña la parte superior de sus
piernas, lo cual, explica, que se debe al “deseo de no complicar la lectura de los elementos
Moctezuma
Lámina XII, Códice Tovar (Galarza y Zemsz 1997: 73)
193
El mismo investigador (Ibídem: 35) dice que en la escultura mexica “las
manifestaciones que exaltan la belleza del cuerpo masculino son igualmente representadas
con el maxtlatl tradicional”, y que hay que remontarnos a la región huasteca “para
Cuerpos desnudos: dice Johansson (2007: 62) que en la penúltima lámina de la Tira de la
peregrinación, los prisioneros deberían estar totalmente desnudos por razones diegéticas,
es decir, relativas al desarrollo narrativo de los hechos. Explica (Ídem) que es muy probable
que la vestimenta que portan “y que altera la mecánica actancial y semiológica del texto
pictórico” fue dibujada “a petición de los mecenas españoles para quienes la desnudez era
pertinente en la mecánica actancial del relato, de lo que atañe al discurso, es decir, que no
es más que un rasgo estilístico propio del orador o del tlahcuilo” (Johansson 1999: 12). Por
ejemplo, hay códices donde aparecen los chichimecas vestidos con pieles pero además con
maxtlatl podría tener que ver con la influencia católica; y el que el maxtlatl fuera de
194
Tozpaxoch y Chimalaxoch, hijas de Huitzilihuitl
Detalle de la lámina XI, Códice Azcatitlan (1995)
Hay otros elementos que se pueden utilizar para hacer un estudio iconográfico más
completo, los que también retomaré para ampliar esta investigación. Cabe aclarar que los
ejemplos que retomo son de códices posteriores a los principales que utilizo y que son de
origen mexica.
Cabezas (orejas): estas partes del cuerpo y las orejeras “transcriben palabras que
Cabezas (peinados, tocados): Galarza (Galarza y Zemsz 1997: 17), de la descripción del
cabello, de corte sencillo, de su ejemplo del Códice Tovar dice que así no lo usaban los
Peinado de Moctezuma
Detalle de la lámina XII, Códice Tovar (Galarza y Zemsz 1997: 73)
195
En general se menciona (Herrera, Valle, Thouvenot, Olmedo y Jalpa 2005: 59) que
el cabello lacio con el corte “recto a la nuca y flequillo rasando la frente es característico de
cualquier hombre”, y que los demás peinados “suelen denotar una adscripción social
determinada: actividad, rango o grupo étnico”. Y también que los tocados y los ornamentos
De la diadema preciosa, Galarza (en Galarza y Zemsz 1997: 17) dice que “Los reyes
llevan una diadema azul con un borde rojo (o banda) que se anuda a la cabeza con el listón
que la termina. Este atributo real, el Xiuhuitzolli, era llevado únicamente por los Señores de
México-Tenochtitlan.”
Desde mi punto de vista la diadema también podría ser un atributo, claro que
Para hablar de este objeto, cabe citar a Veytia (1979: 263): “El emperador se
distinguía por una corona, que en tiempos de paz era de laurel, o álamo, o sauce, con un
gran plumaje de plumas de pavo […] cogido en manojo por el cerebro, y afianzado con un
joyel de oro; y en tiempo de guerra la corona era de encino o roble, y las plumas de águila.”
El mismo autor (Ibídem: 262) también dice que “las gentes principales” que
acompañaron a Xolotl desde Oyome “se adornaban las cabezas sobre los casquetes de piel
con plumas de varios colores, y pedazos de oro, plata. Y otros metales toscamente labrados,
con piedras de colores, y con una especie de heno que se cría sobre los árboles viejos, a
196
modo de barbas largas blancas, que en su idioma llaman Pactli, de que formaban una
Se dice (Herrera, Valle, Thouvenot, Olmedo y Jalpa 2005: 81) que su uso se puede
Manzanilla (2008: 115) menciona que del análisis iconográfico que hace Zoltan
Paulinyi de los tocados de borla en Atetelco, éste concluye que “los señores con tocados de
borla representaban el grupo de mayor rango de la nobleza teotihuacana, y son los más
representados tanto en varios sectores de la ciudad, como fuera de ella.” Menciona (Ídem)
que el Gran Tocado es “una variante compleja del tocado de borlas (con plumas, borlas,
anillos, franja ondulada y penachos laterales)”, y que es “uno de los del Dios de la Lluvia,
nobleza”.
Pies con sandalias: Galarza (1992: 107) explica que las sandalias o los huaraches blancos
con nudos rojos “transcriben su nombre cactli y su color iztac en una frase equivalente, “el
de las sandalias blancas con nudo rojo”, que completa la transcripción de la alta jerarquía
Galarza (en Galarza y Zemsz 1997: 18) menciona, como parte de la indumentaria, el
uso de sandalias muy ornamentadas, las cuales hacen juego con la diadema. Explica (Ídem)
que portar estas sandalias de altas taloneras también es un atributo de los “grandes”, y que
es “una de las convenciones en los manuscritos mexicanos, para indicar el rango social del
197
personaje”. También es interesante la siguiente explicación: esa “asociación del manto
Pies descalzos: Galarza (1992: 105) menciona que los personajes sentados de la primera
página (f 2r) del Códice Mendocino “tienen los pies descalzos que salen de la parte inferior
de los mantos y se pueden ver los dedos y las uñas.” Explica (Ídem) que el que enseña sus
Los atributos
Asientos (petate e icpalli): Galarza (Ídem) dice que son “muebles, atributos de poder,
palabras y símbolos que demuestran la alta posición (en la jerarquía social de la época) que
ocupaban los personajes.” Explica (Ídem) que este “signo compuesto o complejo” se
conforma por diversos elementos mínimos que transcriben varias palabras, las cuales
amarillo y su contenido petlatl-estera”. Agrega (Ídem) que esos elementos “se combinan
según las reglas (contenido/recipiente) para formar las palabras: icpalpan, petlalpan-”, que
traduce como “sobre el asiento, sobre la estera”, frase “metafórica” que, expone, equivale a
Galarza (en Galarza y Zemsz 1997: 19-20) menciona que en las imágenes de su
ejemplo del Códice Tovar, los “Reyes” fueron representados de pie en un gran petate o
estera donde, describe, “están figurados un pequeño asiento cúbico y un poco hacia atrás un
alto respaldo de cestería.” Explica (Ídem) que esos objetos son “atributos reales”, y que “el
asiento de alto respaldo y el petate o estera forman la frase nahuatl: in icpalli, in petatl, que
significa “el que tiene el derecho de sentarse sobre un asiento de alto respaldo o trono, el
198
Moctezuma
Detalle de la lámina XII, Códice Tovar (Galarza y Zemsz 1997: 73)
Un ejemplo más específico, donde se observa que el asiento y el alto respaldo están
recubiertos de piel de ocelote, lo transcribe (Ibídem: 20) con la palabra oceloicpalli, que,
explica, “significa que atribuye la dignidad del señor y los personajes después de la
tigres’.”
que el padre “está sentado sobre una estera de cañas trenzadas, blandiendo el arco y la
flecha -emblema de los chichimecas- y vestido con una piel de ocelote, mientras el hijo
descansa sobre el icpalli, ostenta la diadema xiuhtzontli y viste la tilma propia de los
señores toltecas.”
199
Figura 13
Detalle del folio 52r. del Códice Matritense (Johansson 2002: 36)
El mismo autor (Ibídem 36) comenta que Nezahualcoyotl, como rey de Texcoco,
Galarza (en Galarza y Zemsz 1997: 20-21) explica que en los “manuscritos
tradicionales” los “Señores no están colocados delante de sus asientos de alto respaldo o
trono pero están sentados en ellos, con el fin de subrayar que se asientan o gobiernan.”
(Ibídem: 22) que se puede ver que éstos son rodeados por los atributos principales de poder,
como el asiento de alto respaldo o trono (donde está su cuerpo), y el petate o estera.
200
En resumen, son “objetos, muebles, atributos del poder, símbolos de alta jerarquía y
Armas (rodela o chimalli): son “armas defensivas” que están “asociadas en una acción
verbal”, las cuales “conllevan (en su contenido de color amarillo coztic y de ocho plumas
blancas dentro de un contorno blanco) el nombre del grupo Tenochca en una frase
metafórica; y que en las otras dos rodelas del ejemplo del Códice Mendocino “el contenido
(Ibídem: 107).
Armas (lanza): Galarza (en Galarza y Zemsz 1997: 19) menciona que esta arma también es
“un atributo de poder” tomada con cualquiera de las dos manos. Y que su posición,
izquierda o derecha, también deja ver la “preocupación por variar las representaciones, lo
que iba seguramente en contra de la tradición.” Explica (Ídem) que la utilizaban los “Reyes
como bastón de mando ya que está puesta en la tierra, la punta sobre el suelo.”
201
Lanza de Itzcoatl
Detalle de la lámina VIII, Códice Tovar (Galarza y Zemsz 1997: 72)
Armas (arco y flecha): del mismo ejemplo de la lámina 1e del Códice Florentino que
estudia Vié-Wohrer (2008: 204), la autora menciona que junto con las pieles, los personajes
de origen chichimeca llevan “las armas propias de este grupo: arco y flecha”.
Vírgula de la palabra tlatoa (acción de hablar): también es parte de los atributos que
y frailes, indicando su autoridad” (Herrera, Valle, Thouvenot, Olmedo y Jalpa 2005: 62).
aparece en contextos prehispánicos desde la época olmeca”. Se utilizó en los códices con
diferentes fines: “representar distintas calidades de la voz: hablar, tlatoa o gritar, tzatzi
[…,] indicar lo que se puede hacer con la palabra, como vanagloriarse, cuecuenoti,
enojarse, zozoma, o hablar fuerte o claro, nahuati […y] formar título que remiten a aquellos
Techotlalatzin
Detalle de la primera lámina q1, Códice Mapa Quinatzin (Mohar 2004)
202
Ha sido complicado encontrar dónde colocar la vírgula de la palabra y el dedo
señalando, ya que pueden ser atributos, pero a la vez son parte de acciones. En este caso se
propone el dedo señalando como un atributo, pero aclarando que también es una acción.
Brazo extendido o dedo señalando (acción de mandar): Galarza (en Galarza y Zemsz 1997:
24) dice que en su ejemplo del Códice Tovar hay varios “Señores” que tienen los brazos
extendidos hacia el frente, lo cual explica que es por la finalidad de indicar que se manda,
que se “ordena por medio de un dedo que apunta en la dirección deseada”. Dice (Ídem) que
esta acción puede indicar hacia un objeto, un personaje, una escena o un pasaje, y que “se
traducen los verbos ‘mostrar’ ‘indicar’. En el caso de los ‘Señores’, el dedo que apunta,
‘ordenar’”.
El mismo autor (Ídem) también menciona que en los ejemplos hay otras acciones
como el brazo hacia abajo y la mano apretando una lanza, que “significa ‘tomar’,
‘poseer’”, lo que significa Tlacochtecuhtli: “‘El que posee el título de señor de las lanzas’.”
Moctezuma
Detalle de la lámina XII, Códice Tovar (Galarza y Zemsz 1997: 73)
Dice (Johansson 2007: 59) que en la Lámina XXI del Códice Boturini se distinguen,
por ejemplo, la función de mando, como la mano o el brazo izquierdo con el índice
203
extendido de Coxcoxtli. Y la transmisión de órdenes, en el personaje con la voluta de
Coxcoxtli y personaje
Detalle de la lámina XXI, Tira de la Peregrinación (Johansson 2008: 71)
De otra escena del Códice Tovar, Galarza (en Galarza y Zemsz 1997: 24) dice que
“El gesto de la mano abierta, la palma dirigida hacia el lector, prolongando un brazo
tendido hacia el suelo, parece traducir […] la ‘súplica’, el pedido de gracia y misericordia.”
Y de otra escena menciona (Ídem) que “los gestos de las mujeres y de sus compañeros […]
explica que en dos detalles de la lámina IV del Códice Boturini, la mano derecha que sale
indica el mando; y la izquierda que recibe algo establece “una oposición semiológica
204
Otra referencia que podemos tomar en cuenta para complementar la información es
la orientación, de la que Galarza (en Galarza y Zemsz 1997: 20) menciona que todos los
“señores” miran hacia la derecha, y que en “los manuscritos tradicionales esta orientación
es necesaria porque el Rey está colocado cerca de la serie cronológica (Códice Mendoza)
guerreras. Aquí la orientación es un efecto de composición plástica del ‘retrato’.” Con este
ejemplo quiero decir que tampoco podemos comparar de manera arbitraria, ya que hay
conveniencia.
La posición de cierto elemento “en relación con otro puede ser catalogada y
constituir un ideograma con valor semántico” (Johansson 2007: 158). Habla (Ídem) del
esposa detrás del marido”, caso en el que “se subraya el aspecto sexual y reproductivo de la
relación.” También dice (Ídem) que la posición de frente del hombre y de la mujer en el
glifo que expresa “la idea de pareja”, y lo que me parece más interesante es que en ciertos
* Estar sentado sobre el asiento – sentarse, gobernar = ser señor, ser gobernador.
* Llevar el alto mechón con nudo rojo = ser gran guerrero tlacatecatl.
* Enseñar sus uñas, sus pies descalzos = ser noble, de alta nobleza.
205
* Llevar el traje corto de guerra acolchonado, el taparrabos y las sandalias blancas = ser un
* El gran señor que habla azul, de turquesa-precioso = el huey tlatoani, el jefe supremo.
206
IV DESARROLLO DE LA PROPUESTA
En este subcapítulo se presentan apartados con cuadros de las imágenes de los tres códices
manera: en el primer cuadro está la imagen principal que se va a estudiar, y para fines de
comparación, se agregaron imágenes del mismo o los mismos personajes de los códices
restantes; en el segundo cuadro se presentan las imágenes de Anawalt (1981) para observar
los detalles de las diferentes vestimentas; y en el tercer cuadro se hace una descripción de
una posible sociedad tribal jerárquica, se muestran los atributos que tienen que ver con la
lista.
Cabe mencionar que las imágenes del Mapa Tlotzin fueron tomadas de dos
diferentes fuentes, de Amoxcalli (CIESAS 2009) y Aubin (2009), para poder observar
iconográfico, a diferencia de Galarza. Este autor habla de atributos y del significado de las
207
representaciones de los personajes. Anawalt (1981) sólo menciona las prendas, cómo se
Las imágenes que se presentan en los cuadros son las más representativas según mi
punto de vista, el cual está basado en que no se repitan las vestimentas ni los atributos, para
que haya variedad, además de que los personajes principales, los jerarcas, desde la posición
teórica de la arqueología social son los que estoy tomando en cuenta para este estudio. Es
sabido que los que escriben la historia son los poderosos, lo cual discutiré en las
conclusiones. Cabe mencionar que retomo los ejemplos que Anawalt escogió para su
los cuales fueron escogidos por tener imágenes de chichimecas y por el interesante y
representaciones pictóricas; conocer cuáles han sido los cambios de la indumentaria de los
chichimecas de Xolotl del periodo Posclásico Medio y sus descendientes del Postclásico
chichimecas de Xolotl en los códices consultados; y lograr explicar por qué en ciertos
desarrollo socioeconómico.
La siguiente cita de Dibble (1980: 28) me parece pertinente para esta parte de la
investigación porque resume la importancia del papel del tlacuilo como plasmador, en este
caso, de una distinción cultural basada en la vestimenta, además de que compara los tres
códices esenciales utilizados para esta investigación: “tal como en el Mapa Tlotzin y en el
Mapa Quinatzin, los chichimecas se representan vagando por los campos, vestidos de
208
zacate y de las pieles de los animales que mataban. Se abrigan en las grutas y por entonces
buscan los lugares riscosos. Vemos que llegan año tras año en pequeños grupos, cada uno
con su jefe. […] Por su manera de vivir, y tal vez por su número reducido, respetaban los
centros de población de gente más avanzada en el Sur del Valle. La distancia cultural que
les separa nos la indica el ‘tlacuilo’ por una distinción marcada en el traje, en la industria
Aquí cabe mencionar parte de la propuesta de Prem (1997: 476), hacer “una crítica
interna del texto y de un cotejo con otras fuentes de las mismas o similares tradiciones
históricas”, método que también utiliza Anawalt. Por lo anterior, este estudio es
comparativo.
Las imágenes del Códice Xolotl (planchas I-VII) se pusieron primero porque su
“elaboración es más temprana que la de los códices Tlotzin y Quinatzin” según Donald
Robertson (en Noguez 2010: 84), entre 1542 y 1546, o más temprano. Aunque el Mapa
Tlotzin (láminas 1-2), según Aubin (2009: 81) fue hecho en el año 1530, pero más adelante
abordaré este punto. Y el Códice Mapa Quinatzin (primera lámina q1) supuestamente fue
realizado entre 1542 y 1548 (INAH 1979: 42), posiblemente en 1546 (Mohar 2004: 94).
Cabe mencionar que estos tres códices son “textos pictográficos esenciales de
209
210
IV.1.1 Indumentaria
Tilma 2m
Amacui
Códice Magliabechiano
Lámina I, Mapa Tlotzin
211
2 2.1 Nopaltzin está inclinado en el cerro Texcotzingo
observando los alrededores. Su cabello lo lleva
como su padre Xolotl. Parece usar unos adornos
color negro en ambas muñecas. Porta una piel, así
como su arco y su flecha. En la mano izquierda
lleva una flecha, con la cual parece estar señalando
hacia abajo. Se ve su glifo antroponímico, un nopal.
Tilma 2k Tilma 2m
Nopaltzin Códice Azcatitlan Códice Magliabechiano
Plancha I, Códice Xolotl
3 3.1 Dibble (1980: 28) menciona la llegada de seis
“señores” que portan arco y flecha, “lo cual indica
que son chichimecas y están relacionados por la
cultura con Xolotl”, lo que se aprecia en la imagen
del cuadro 3. En la imagen de uno de esos seis
Seis “señores” “señores” parece que llevan pieles y se les ven los
pies. Llevan el cabello un tanto largo. No tienen
vírgula de la palabra. No se diferencian físicamente
de los chichimecas de Xolotl.
Anawalt (1981: 31) dice que la tilma del ejemplo 2j
está amarrada sobre el hombro derecho del
Tilma 2j personaje sentado y que lo envuelve por completo.
Códice Mendoza La perspectiva confunde, ya que también parece
Uno de los seis “señores” que lleva el nudo por detrás.
Plancha I, Códice Xolotl
212
4 4.1 Xolotl y Tomiyauh, en la imagen del cuadro 4,
aparecen en Tenayuca Oztopolco, sitio
representado por el cerro del Tenayo y una cueva
(oztoc). En la siguiente imagen del mismo cuadro
Xolotl está sentado en un icpalli y lleva puesta su
supuesta piel, sus brazos salen de ésta. En la mano
derecha lleva su arco y su flecha. Con la izquierda
está señalando. No se le ven los pies. Parece llevar
el nudo de su prenda por detrás. De su boca salen
vírgulas de la palabra.
Parece llevar unos adornos color negro en ambas
muñecas.
Tomiyauh y Xolotl
Tilma 2j
Códice Mendoza
Xolotl
Plancha II, Códice Xolotl
213
5 5.1 Tomiyauh, la esposa de Xolotl, parece llevar una
piel que le cubre todo el cuerpo y está sentada a la
manera tradicional de las mujeres. Su mano
izquierda parece aprobar o respaldar lo que dice e
indica Xolotl. Se le ven los pies. Lleva el cabello
largo y suelto. Su glifo antroponímico es un pájaro
(tototl) y una especie de planta (yauhtli) (Siméon
2004: 164).
De la imagen de Tomiyauh, llamada Malinalxochitl
en el Mapa Tlotzin, se puede ver la información en
Tomiyauh Malinalxochitl el cuadro 27.
Huipil 4l Cueitl 2s
Plancha II, Códice Xolotl Lámina I, Mapa Tlotzin Códice Mendoza
6 6.1 Por la forma en que lleva la supuesta piel,
Nopaltzin parece estar sentado, debido a que en las
imágenes anteriores los personajes parados llevan
la piel de otra manera. Parece estar amarrada de su
lado izquierdo, y sus brazos salen de ella; en la
mano izquierda lleva su arco y su flecha, y en la
derecha lleva una flecha. Tiene una vírgula de la
palabra. Se le ven los pies. Parece llevar unos
adornos color negro en ambas muñecas.
Esta imagen del cuadro 6 me parece una mezcla de
las dos del cuadro 6.1, ya que al estar sentado se le
cubren las piernas como la tilma 2j, pero con una
Nopaltzin Tilma 2i Tilma 2j ligera abertura como la tilma 2i.
Plancha II, Códice Xolotl Códice Mendoza
214
7 7.1 La imagen completa del cuadro 7 es de Nopaltzin
con su esposa Azcaxochitl y su descendencia.
En la imagen sola de Nopaltzin del cuadro 7 se ve
sentado, vistiendo su piel, que lo cubre por
completo, excepto sus pies.
Sus hijos también están sentados, usan la prenda al
igual que su padre. Llevan la vírgula de la palabra.
Tilma 2j
Códice Mendoza
215
8 8.1 En la imagen del Códice Xolotl Azcaxochitl lleva al
parecer un huipil solo o con una cueitl, como los de
los ejemplos del cuadro 8.1, posiblemente de
algodón, ya que ella es de origen tolteca. Está
hincada a la usanza indígena. Se le ven los pies y
lleva el cabello largo y suelto. Parece indicar algo
con las manos.
La otra imagen de Azcaxochitl, llamada
Huipil 4l Cueitl 2s Quauhcihuatl según Aubin (2009), está descrita en
Códice Mendoza el cuadro 27.
Azcaxochitl Quauhcihuatl
Plancha II, Códice Xolotl Lámina I, Mapa Tlotzin
9 9.1 “De pie frente a Xolotl aparecen tres jefes
recientemente llegados al Valle. Son capitanes de
tribus migratorias” (Dibble 1980: 33). Acolhua era
jefe de los tepanecas, Chiconcuauh de los otomíes y
Tzontecoma de los aculhuas.
Parece que visten con una especie piel o un traje de
fibras gruesas, y portan arco y flecha en su mano
Ichcahuipilli abierto 3h y Xicolli 3k izquierda. Tienen la vírgula de la palabra. Su
Códice Azcatitlan cabeza está inclinada como haciendo reverencia y
su mano derecha se extiende como si pidieran o
recibieran algo o agradeciendo. Están descalzos.
También parece que llevan unos adornos, Aculhua
en ambas muñecas y los otros dos sólo en las
Aculhua, Chiconcuauh y Tzontecoma izquierdas.
Plancha II, Códice Xolotl
Xicolli 3n Códice Magliabechiano
Xicolli 3l Códice Xolotl
216
10 10.1 En la imagen completa del cuadro 10 Nopaltzin y
Nauhyotl están “Dentro del lago de Texcoco,
equipados para la guerra [...] Es la representación
de la primera guerra en que participó Xolotl en el
Valle de México” (Ibídem: 38).
“Hay que fijarse en la diferencia de trajes y armas.
Nopaltzin aparece casi sin traje y armado con arco
y flechas, mientras que Nauhyotl trae un escudo y
una especie de espada y su vestido llégales hasta las
Nopaltzin y Nauhyotl
rodillas” (Ibídem: 38-39). También hay que notar la
Plancha II, Códice Xolotl
diferencia entre sus peinados.
Tilma 2m Nopaltzin lleva una piel que parece estar amarrada
Códice Magliabechiano por el frente. Con su mano izquierda sostiene el
arco y una flecha y con la derecha está a punto de
lanzar otra. Su carcaj está lleno de flechas. Se
observa una franja blanca en su cadera, lo que
podría ser parte de un maxtlatl o una especie de
amarre para sostener el carcaj. Está descalzo.
Parece llevar unos adornos color blanco en ambas
muñecas.
Maxtlatl 2a
Códice Mendoza
Nopaltzin
Plancha II, Códice Xolotl
217
11 11.1 “Aparece Nauhyotl como jefe y Culhuacan como
centro; los culhua empezaron a aumentar su
poderío y número. Xolotl exigió que Nauhyotl le
reconociera como monarca de la tierra, y Nauhyotl
se negó” (Ibídem: 38).
Nauhyotl parece llevar un ichcahuipilli abierto
como el del ejemplo 3d de Anawalt, quizás de
algodón, aunque por la perspectiva de la imagen de
Nahuyotl parece que está amarrado por detrás.
Lleva una porra que podría haber sido de madera
(Francisco Rivas, comunicación personal 2011) y
una especie de escudo (chimalli). Su cabello lo
lleva con el corte “recto a la nuca y flequillo
Nauhyotl Ichcahuipilli abierto 3d rasando la frente” (Herrera, Valle, Thouvenot,
Plancha II, Códice Xolotl Códice Telleriano-Remensis Olmedo y Jalpa 2005: 59).
12 12.1 Yacanex se rehúsa a seguirle pagando tributo a
Huetzin, así es que Xolotl le hace una declaración
formalmente de guerra (Dibble 1980: 49). Se puede
observar que Yacanex trae adornos de pluma y
parece portar una piel corta o una capa de fibras
gruesas, y no parece llevar maxtlatl. Lleva un arco
y una flecha, con la cual le apunta a Huetzin.
Huetzin lleva arco y flechas, y en la mano porta
“una lanza que no es propiamente un arma
chichimeca” (Ibídem: 50).
Tilma 2m Tilma 2l
Códice Magliabechiano
Yacanex y Huetzin
Plancha III
218
13 13.1 En la imagen completa se observa a un personaje
Sin imagen de Totoltepec, a uno de Metztitlan y a Quinatzin.
De la imagen de los dos personajes primero
mencionados, dice Dibble (Ibídem: 65-66) que
“Los de Totoltepec, Metztitlan […] andan casi
desnudos, y traen arco y flechas tal como los
chichimecas cuando llegaron al Valle”.
Personaje de Totoltepec, personaje de Metztitlan y
Quinatzin
Plancha IV, Códice Xolotl
Quinatzin
Xicolli 3i Maxtlatl 2a
Plancha IV, Códice Xolotl
Códice Mendoza
219
220
Nopaltzin Maxtlatl 2a
Plancha IV, Códice Xolotl Códice Mendoza
223
20 20.1 Los tres personajes están representados con “su
atuendo de pieles, acompañados siempre por el arco
y la flecha, en el transcurso de la exposición se va
perdiendo. En todas las primeras escenas se los
muestra en su condición de cazadores-recolectores”
(Ravest 2004: 13).
Portan una piel corta, un adorno en la cabeza,
posiblemente de heno, sandalias, y su arco y flecha.
Al parecer se les ve parte del maxtlatl. No llevan la
vírgula de la palabra.
Se puede observar, así como en las
representaciones del Códice Mapa Quinatzin, los
Tilma 2m agujeros que se le hicieron a las pieles para
Códice Magliabechiano estirarlas y trabajarlas. Consultar el cuadro 30.
El glifo de Amacui es papel amatl y Tlotzin es un
halcón o gavilán tlotli (Simeón 2004: 708).
La imagen del personaje del Códice Mapa
Xolotl o Amacui, Nopaltzin y Tlotzin Quinatzin está descrita en el cuadro 31.
Lámina I, Mapa Tlotzin
Tilma 2i Maxtlatl 2a
Códice Mendoza
Personaje masculino Primera lámina q1, Códice
Mapa Quinatzin
224
21 21.1 Los tres personajes están sentados al parecer
directamente en el piso, sus pieles los cubren por
completo, excepto sus pies, los cuales calzan
sandalias. Llevan “coronas” y a su lado tienen su
arco y su flecha.
Es de notarse que no tienen la vírgula de la palabra
ni están señalando.
Xolotl o Amacui
Nopaltzin
Tilma 2j
Códice Mendoza
Tlotzin
Lámina I, Mapa Tlotzin
225
22 22.1 La primera imagen representa a Tlotzin y a su
esposa Icpacxochitl, y en medio está su hijo
Quinatzin acostado en una chitatli o cesta. Tlotzin
está sentado, lleva su arco y su flecha, y está
vestido con una piel. En la parte descubierta de la
espalda se le ve una franja alrededor de la cadera
que podría ser parte del maxtlatl.
Es llamada Icpacxochitzin según Veytia (1979:
291).
Tilma 2i Tilma 2j
Tlotzin, Quinatzin e Icpacxochitl o Icpacxochitzin
Maxtlatl 2a
Códice Mendoza
Tlotzin
Lámina II, Mapa Tlotzin
226
23 23.1 Icpacxochitl viste una especie de piel y lleva el
cabello suelto. Está hincada y se le ven los pies. Su
mano izquierda parece indicar algo.
Huipil 4l Cueitl 2s
Icpacxochitl Códice Mendoza
Lámina II, Mapa Tlotzin
24 24.1 En la imagen completa están Quinatzin, su esposa
Quauhtzihuatzin y su hijo Techotlalatzin.
Parece que a Quinatzin se le ve parte del maxtlatl.
Se puede observar “la vestimenta típica de las
mujeres toltecas y chichimecas; y […] las pieles
que viste entonces Quinatzin, restaurador, como lo
veremos, de la civilización destruida” (Aubin 2009:
76).
El niño Techotlalatzin está acostado en una chitatli
o cesta.
227
25 25.1 La esposa de Quinatzin parece llevar un huipil y
una cueitl de algodón. Está hincada y se le ven los
pies. Su mano parece mostrar algo.
Su peinado es elaborado y lleva una especie de
“diadema”.
Huipil 4l Cueitl 2s
Códice Mendoza
Quauhtzihuatzin
Lámina II, Mapa Tlotzin
26 26.1 Parece que llevan un huipil y una cueitl porque se
ve la división entre las dos prendas, también calzan
sandalias. Su cabello está largo y lo llevan suelto.
A Tomiyauh y Azcaxochitl según Aubin (2009)
Malinalxochitl y Quauhcihuatl, respectivamente,
se les ven unas marcas en las orillas superiores del
huipil y del cueitl, me parece que podrían ser
marcas del estiramiento de las pieles. Ver la
descripción del cuadro 30.
Huipil 4l Cueitl 2s
Tomiyauh e Icpacxochitl parecen cargar en sus
Códice Mendoza
espaldas a sus hijos en angarillas o chitlachtli.
Tomiyauh o Malinalxochitl, Azcaxochitl o
Quauhcihuatl y Icpacxochitl o Icpacxochitzin
Lámina II, Mapa Tlotzin
228
27 27.1 Parece que las tres mujeres portan un huipil largo
porque no se aprecia la división que separaría esta
prenda de la cueitl. Se les ven los pies descalzos. Su
brazo izquierdo parece reposar en su costado
izquierdo. Su cabello es largo y lo usan suelto.
Huipil 4l Cueitl 2s
Códice Mendoza
229
28 28.5 “La imagen de Techotlala no tiene nada de
chichimeca. Este príncipe hizo triunfar la causa
paterna, la de la civilización, en la revuelta de sus
hermanos y de la aristocracia nómada en contra de
las instituciones toltecas, agrícolas y monárquicas”
(Ibídem: 77). Sin embargo, parece llevar una piel y
su arco y flecha. Parece que se le ve parte del
Techotlalatzin Tilma 2i Tilma 2j Maxtlatl 2a maxtlatl. Está sentado directamente en el piso. No
Lámina II, Mapa Tlotzin Códice Mendoza tiene la vírgula de la palabra ni está señalando.
29 29.1 “Con posterioridad, los nobles […] ya aparecen en
sus respectivos ‘asientos reales’, icpalli” (Ravest
2004: 13).
Porta una tilma posiblemente de algodón amarrada
por detrás, la cual no le cubre la espalda y parece
que se le ve parte del maxtlatl. Parece que lleva un
adorno en la cabeza. No tiene la vírgula de la
palabra ni está señalando.
“Noble”
Lámina II, Mapa Tlotzin Tilma 2i Tilma 2j Maxtlatl 2a
Códice Mendoza
230
30 30.1 Quinatzin está “sentado a la manera indígena sobre
un asiento tejido en amarillo, ataviado con piel de
animal […] y con arco […] y flecha […] a sus
pies.” También lleva en la cabeza “la corona de
pachxochitl” (Mohar 2004: 132). Este personaje
está representado sentado de una forma diferente,
ya que su piel no lo está cubriendo por completo
como en las escenas típicas del tlatoani sentado
Tilma 2k sobre su icpalli; se le ven el brazo y las piernas.
Códice Azcatitlan Aubin (2009: 90) dice que “El petate sobre el cual
está sentado y las tres palabras que salen de su boca
anuncian que es un gran señor, un tlatohuani o
tlatoqui, literalmente : ‘el que habla’” (Ídem).
Dice Mohar (2004: 187) que los personajes “Van
Quinatzin todos vestidos con pieles de animales.” También
Primera lámina q1, Códice Mapa Quinatzin que “El atuendo de los hombres consta de una sola
. pieza, y en algunos casos se puede ver cómo estas
vestimentas de piel están anudadas en el hombro.
Tilma 2i Su atuendo lo complementan coronas de heno […]
Códice Mendoza llevan sandalias […] así como arco y flecha,
elementos que han servido para identificarlos como
chichimecas. Varios de ellos portan como adorno y
símbolo de su rango orejeras […]”
Aubin (2009: 88) dice que estos “chichimecas
nómadas” están “cubiertos de pieles de felinos
leonados; los hombres llevan coronas de pachtlli”.
Tilma 2m
Códice Magliabechiano
231
31 31.1 Este “personaje masculino […] en posición de
caminar, con sandalias cactli delineadas en negro,
sostiene en sus manos un arco tlahuitolli con flecha
mitl, vestido con piel de animal ehuatl, y está
orientado de perfil hacia la derecha” (Mohar 2004:
130).
La piel puede parecer que está amarrada del lado
izquierdo o de frente. Se le ve el amarre del
maxtlatl y una franja en los extremos. En la mano
derecha lleva una flecha, y en la izquierda otra
flecha y su arco. Lleva una especie de “corona” de
pachxochitl. Parece que en la oreja derecha trae una
Tilma 2m orejera, casi no se distingue.
Personaje Códice Magliabechiano La segunda imagen representa a un “hombre […]
Primera lámina q1, Códice Mapa Quinatzin vestido con piel de animal ehuatl (café, blanco y
negro) y una corona de heno pachxochitl (verde)
sobre una melena tzonqueme larga y suelta (negra).
El hombre sostiene en sus manos un arco tlahuitolli
(café con negro) con flecha mitl (café con puntas de
color rojo)” (Ibídem: 127). Se observan los agujeros
para estirar la piel que se mencionan en el cuadro
30. Esta imagen sirve para complementar el
comentario a este cuadro 31.
Personaje cazando
Primera lámina q1, Códice Mapa Quinatzin
Tilma 2i Maxtlatl 2a
Códice Mendoza
232
32 32.1 Mohar (Ibídem: 189) describe que “las
chichimecas, cubiertas con piel de animal como
atuendo, usan el pelo suelto sin mayor adorno.”
La mujer de arriba está “sentada a la manera
indígena, sin ningún adorno y con una piel de
animal ehuatl cubriéndola; con el pelo largo y
suelto tzonqueme extiende su mano izquierda
dirigida” a un personaje masculino” (Ibídem: 129).
Huipil 4l Cueitl 2s Lleva una piel en la espalda, además de otra
Códice Mendoza vestimenta que le cubre el torso y las piernas. Se le
ven los pies descalzos.
La mujer de abajo está “sentada a la manera
indígena, en cuclillas, vestida con pieles de
animales y el pelo suelto y largo tzonqueme”
(Ibídem: 130). Lleva también una piel que le cubre
la espalda pero la que le cubre todo el cuerpo no
parece tener una división entre el torso y las piernas
como la piel de la mujer de la izquierda. En frente
de ella hay tres vírgulas de la palabra. Sus brazos
Tilma 2m , Códice Magliabechiano parecen indicar o mostrar algo. Se le ven los pies
descalzos.
Mujeres También hay que ver la descripción del cuadro 30
Primera lámina q1, Códice Mapa Quinatzin acerca del trabajo de las pieles.
Para comparar las especies de capas de piel que
llevan ambas mujeres, se pueden observar los
ejemplos 8u y 8v de Anawalt (1981: 101) del
cuadro 32.1.
Mamalli 8u Mamalli 8v
Códice Selden Códice Vindobonensis
233
33 33.1 La mujer del cuadro 33 está “sentada a la manera
indígena, cubierta con una manta, lleva el pelo
recogido en la nuca, y la vez, cruzado en el frente”
(Mohar 2004: 134). Mohar (Ibídem: 189) dice
también que “está vestida de manera distinta. Lleva
lo que parece ser un huipil y enagua.” Y que en su
espalda lleva “una carga de mazorcas de maíz”.
Parece que sólo lleva un huipil largo con un adorno
en el borde parecido al de la imagen del ejemplo 41
Huipil 4l Cueitl 2s del cuadro 33.1. Le sale una vírgula de la palabra
Mujer con mazorcas Códice Mendoza de la boca. Está señalando con el dedo. Se le ven
Primera lámina q1, Códice Mapa Quinatzin los pies descalzos.
34 34.1 Techotlalatzin está sentado sobre un petate, con su
arco y su flecha. Se observa “un cambio en su
atuendo; ya no lleva piel de animal como vestido,
sino que aparece con una manta blanca con borde
rojo, tiene el arco y la flecha al igual que los
chichimecas” (Ibídem: 187). Su tilma se parece a la
del ejemplo 2j del cuadro 34.1, aunque tiene una
abertura como la del 2i, por la cual se le alcanza a
ver parte del maxtlatl; lo que llama la atención es
que se le vea el maxtlatl aunque esté sentado. Es
“un monarca. Sus palabras […] son más fuertes,
Tilma 2i Tilma 2j Maxtlatl 2a más numerosas y su alcance mayor al de su padre
Códice Mendoza Quinatzin. Ya no está vestido de pieles, como este
Techotlalatzin último, ni tampoco está sentado sobre un simple
Primera lámina q1, Códice Mapa Quinatzin petate […], sino más bien sobre un silla con
respaldo’” (Aubin 2009: 93). Parece llevar una
orejera de su lado derecho.
234
35 35.1 En las imágenes del Códice Xolotl, Ixtlilxochitl
aparece como el primer personaje de los
descendientes de Xolotl que parece llevar una
tilma, probablemente de algodón y decorada con
unas franjas en las orillas. Su cabello parece más al
estilo que se usaba en épocas posteriores, como
entre los mexicas. Es importante notar que no lleva
arco ni flecha. Tiene vírgulas de la palabra y está
sentado sobre un icpalli. No está señalando.
Su antropónimo significa “el que ve la flor de
vainilla” (Francisco Rivas, comunicación personal
2011).
Tilma 2j En la última imagen parece que porta una tilma de
Códice Mendoza piel y se le ve un costado del maxtlatl. Lleva su
arco y su flecha. Al parecer está sentado
directamente en el suelo.
Dibble (1980: 90) dice que “aparecen el algodón y
las mantas frente a Ixtlilxochitl” y otros personajes.
Ixtlilxochitl
“Todo esto indica cómo Ixtlilxochitl distribuyó el
Plancha VI y Plancha VII, Códice Xolotl
algodón para que las tejieran”.
235
IV. 1. 1. 1 Comentarios y propuestas de interpretación de las imágenes del apartado I.1.1
Indumentaria
1 Cuando observamos la piel que porta Xolotl, podemos darnos cuenta de que la lleva
amarrada por delante y de que no lo cubre por completo, lo cual me parece absurdo debido a
que una prenda de piel tan corta permitiría el paso del frío por la parte inferior. Llama la
atención el parecido que tiene con las tilmas de algodón que usaban los toltecas y
impresionante. Xolotl porta una piel, pero me parece que está amarrada como una tilma de
En la imagen siguiente aparece Moctezuma “el joven”, quien porta una “tilma elegante
y, sobre su cabeza, está el símbolo de xiuhuitzolli que corresponde a su nombre” (Ibídem: 128).
Moctezuma
Detalle de la lámina XXII, Códice Azcatitlan (1995)
Con base en lo que he investigado quiero sugerir que en el Códice Xolotl el tlacuilo
representó a los chichimecas portando una especie de tilma de piel. Digo especie de tilma
porque al compararla con otros ejemplos parece serlo claramente. Propongo, basada en Raúl
García (comunicación personal 2009), que lo que el o los tlacuilos tenían a la vista eran las
236
referencias inmediatas de la vestimenta de su sociedad, como las tilmas de algodón, y
quisieron hacer una mezcla de la supuesta vestimenta de piel que usaban los chichimecas de
Xolotl con la de su presente. Así podríamos explicar la presencia de una especie de tilma pero
de piel. Prem (1997: 499) menciona algo muy interesante: que la “visión escéptica vale para
las fases de la historia autóctona muy remotas” y sugiere las alternativas siguientes: que “los
mismos autores indígenas ya no tuvieron pleno acceso a toda la información necesaria para la
interpretación correcta de los datos transmitidos”; y “que no se trata de información sobre una
realidad sino de una confección histórica con fines más recientes.” Relacionado con lo
anterior, Prem (Ibídem: 485) dice acerca de las fuentes históricas lo siguiente: “si no existían
datos concretos acerca de los reinados, era apropiado y hasta natural que el cronista insertara
datos y épocas que estuvieran lo más cerca posible de sus propios conceptos, siendo bien
probable que éstos fueran formulados con base en una ideología general o tal vez particular.”
En la siguiente imagen se puede ver que cinco “señores” rodean a Acamapichtli, y “le
turquesa, la manta real, etc.” Dentro de ese grupo están el viejo Acacihtli, Tecpan e Icxítetl
(llevando el collar), a quienes los acompañan dos personajes sin jeroglífico, los cuales le dan
237
Hay que notar que la tilma que se le va a entregar al personaje principal, curiosamente
En la imagen que sigue se observan los “cuatro teomamaqueh”, de los cuales tres
hombres y una mujer “están vestidos anacrónicamente con tilmas de tradición tolteca.”
Johansson (2008: 30) explica que ese “anacronismo histórico tiene un valor semiológico”, ya
que, continúa, en esta lámina y de manera más general en el códice, “la oposición
Cuatro teomama
Lámina IV, Tira de la Peregrinación (Arqueología Mexicana 2008: 33)
de la sociedad mexica que puede servir para entender lo que arriba propongo: “El estilo usual
era amarrar el nudo de la manta sobre el hombro derecho. Ciertos nobles y sacerdotes, de
cualquier modo, aparentemente tenían permitido amarrar la capa al frente.” Como vemos en la
tabla, Xolotl y Nopaltzin en el Códice Xolotl portan la capa de piel o tilma amarrada al frente.
El ejemplo 2m de la misma autora (Ibídem: 31) es una tilma blanca con un bode azul y rojo y
llega justo a las rodillas, lo que sugiere que el personaje que la porta “es de una clase más baja
(también podría ser un convenio del artista), porque ninguna de las tilmatli del Códice
238
La única persona que ha mencionado algo relacionado con todo lo que he propuesto de
la tilma es Vié-Wohrer (2008: 201), quien del ejemplo de la lámina 1e del Códice Florentino,
dice que “los cinco primeros soberanos de ascendencia chichimeca visten capas
confeccionadas con pieles de animales salvajes […], como el quinto soberano, Totomochtzin
[…] Cuando se convierten en tributarios de Texcoco, en el periodo del sexto tlatoani, adoptan
el tilmatli tradicional azul con motivos tenixyo en sus bordes, o bien otro tipo de tilmatli, el de
diferentes colores, mismo que siguen usando hasta después de la Conquista española”.
Acerca del antroponímico de Xolotl y del topónimo de Tenayuca, cabe mencionar que
en la lámina IX del Códice Azcatitlan (1995: 76) se muestra que varios mexicas salen de su
quetzal y otros atavíos del guerrero de rango.” También se ve una “alusión a la célebre
Tenayuca […] con su jeroglífico de una muralla sobre un cerro, y a su señor de aquella época”,
el cual se representa con una “diadema de turquesa, la vírgula de mando y, como nombre, una
cabeza de animal, tal vez, el coyote” (Ibídem: 78). Se explica (Ídem) que para la época a la
cual se refiere este códice “no se conoce un rey de Tenayuca cuyo glifo onomástico pueda
gran Xólotl (su glifo es una cabeza semejante), rey chichimeca que habría poblado la Cuenca
Tenayuca […] Ambos elementos también podrían recordar el hecho de que Tenayuca fue la
239
Antroponímico de Xolotl y topónimo de Tenayuca
Detalle de la lámina IX, Códice Azcatitlan (1995)
2 Nopaltzin porta también una especie de capa hecha de piel de animal. Parece estar amarrada
al frente.
3 Los seis supuestos señores chichimecas portan una piel que también parece tilma. Según
Galarza (en Galarza y Zemsz 1997: 18), en los manuscritos tradicionales el nudo del manto se
colocaba “atrás del cuello cuando se representaba sentado”, y entonces se puede concluir que
más bien está amarrada por detrás. Claramente se observa la envoltura de la tilma.
4 No puedo precisar si el nudo está hecho por detrás o sobre el hombro derecho. Recordemos
lo que menciona Galarza (Ídem), que en los manuscritos tradicionales, el nudo del manto se
colocaba del lado del hombro derecho del “‘Rey’ cuando se representaba de pie, y atrás del
5 La esposa de Xolotl, Tomiyauh, lleva una piel que parece ser un huipil largo o con cueitl,
sólo que no se le ve la división de las dos prendas. El la cueitl y el huipil lo usaban las mujeres
de “todas las clases” (Anawalt 1981: 33 y 52). En cuanto a la posición de su mano, podemos
retomar lo que Galarza (1997: 24) menciona de una escena del Códice Tovar: “los gestos de
240
las mujeres y de sus compañeros […] sólo parecen indicar la ‘comunicación’, es decir, la
conversación.” Este gesto también se puede ver en las imágenes de los cuadros 8, 18, 22, 24 y
al parecer en el 32.
6 La piel de Nopaltzin parece una tilma amarrada en su hombro izquierdo. Parece estar parado,
por lo que debería llevar el nudo en el lado derecho (Galarza en Galarza y Zemsz 1997: 18).
Recordemos que Galarza (Ídem) menciona que puede ser para evitar la monotonía. Retomando
el ejemplo 2i de Anawalt (1981: 31), se trata de una tilma que está atada en el hombro derecho.
Los hijos de Nopaltzin están representados igual que él pero llevan la vírgula de la palabra.
una piel de animal y ella, al parecer, un huipil que puede ser de algodón; hay que recordar que
ella es tolteca. La piel de él se asemeja al ejemplo de Anawalt, es decir, parece una tilma pero
de piel. No se le ve el nudo, lo cual podría significar que lo trae por detrás. Se le ven los pies.
9 Los personajes tienen la vírgula de la palabra, su mano derecha está en una posición como si
estuvieran solicitando algo y están inclinando la cabeza. En este caso podría decirse que la
combinación de la vírgula con la acción del brazo y la inclinación de la cabeza (que parece
hasta una reverencia) es una petición, una mezcla del derecho de hablar con el de pedir.
Parecen vestir un xicolli o un ichcahuipilli abierto. Parece estar hecho de piel, lo cual puede
afirmarse si se toma en cuenta la lógica del tlacuilo de representar a los “migrantes” con
prendas hechas de piel. Fue complicado distinguir esta prenda aunque se observa claramente la
abertura. Como se vio en el apartado III. 2. 1, el ichcahuipilli abierto lo usaban los guerreros
mexicas en las batallas (Ibídem: 39) y el xicolli era una prenda de de gran importancia, porque
probable que se usara como “una insignia de oficio” (Ibídem: 39 y 41). Galarza (1992: 107)
dice que es la vestimenta que cubre la parte superior o el tronco de los guerreros y que primero
241
transcribe “el nombre de los trajes cortos de guerra xicolli, su color iztac-blanco y la materia
después de comparar diversas imágenes, me parece que esta prenda es un ichcahuipilli abierto,
El ejemplo 3l de Anawalt (1981: 43) del Códice Xolotl, de la copia de León y Gama, y
En la siguiente imagen del Códice Azcatitlan (1995: 41-42) los hombres “visten una
abierto y es el ejemplo 3h de Anawalt (1981: 39), del cual dice: “trae puesta una prenda abierta
cuyas marcas sin duda indican su acolchado”, y que “parece tener mangas, pero es casi seguro
Personajes masculinos
Detalle de la lámina II, Códice Azcatitlan (1995)
10 y 11 En la imagen donde Nopaltzin pelea contra Nahuyotl, vemos que porta su piel, lo cual
me parece ilógico debido a lo estorbosa que pudiera ser durante esa actividad. Parece que
Nopaltzin porta una capa o tilma de piel, un maxtlatl de alguna fibra, y Nauhyotl porta un
242
ichcahuipilli abierto de tela con amarres pero parecen estar por atrás, a menos que la
perspectiva dé esa impresión. Esta prenda era usada por los guerreros mexicas (Ídem).
En cuanto al cabello de Nahuyotl, se puede mencionar que llevarlo lacio con el corte
12 Yacanex y Huetzin: Dibble (1980: 64) dice que Yacanex, el jefe rebelde, “todavía usaba los
adornos de pluma que, para Sahagún […] son característicos de estos bárbaros.” Huetzin lleva
un arma no chichimeca que “Probablemente fue introducida por alguna tribu que entró en el
quiso expresar el tlacuilo al vestir a Quinatzin con esta prenda mientras peleaba. Galarza
(1982: 107) dice que este traje se completa con el taparrabos tradicional. Anawalt (1981: 39-
41) menciona que a veces era usado en rituales y en ciertas celebraciones religiosas o civiles.
La misma autora (Ibídem: 42) interpreta que esta prenda demuestra “la conexión del atuendo
con las deidades mexicas” y que se asocia principalmente con los sacerdotes. También cabe
comentar que la misma autora (1976: 229) en un texto anterior menciona ocho categorías de
personajes que usan esta prenda en el Códice Florentino, entre las cuales está la de los jefes,
Dibble (1980: 65-66) dice que la gente “de Totoltepec, Metztitlan y Tulantzinco, andan
casi desnudos, y traen arco y flechas tal como los chichimecas cuando llegaron al Valle
[…]Vemos que los aliados de Quinatzin traen arco y flechas tal como sus enemigos, y también
como los chichimecas de Xolotl” y que los “reyes y señores de Culhuacan y Cholula, que eran
centros toltecas no se representaron con arco y flecha” (Ibídem: 66). Johansson (2008: 23) dice
que el glifo formado por el arco y la flecha de los tlahuicas en la Tira de la Peregrinación
243
“Puede remitir a pueblos distintos según la modalidad de lectura adoptada […] Si
De los “guerreros” de Quinatzin, dice Dibble (1980: 66) que “traían un escudo,
representación de dicha arma y la túnica que traen, el ‘tlacuilo’ nos muestra la influencia
civilizadora de las tribus de linaje ‘tolteca’ que llegaron después de Xolotl. El escudo está
Davies (1980: 47) dice de lo anterior que “Los códices muestran una distinción entre
los adornos primitivos de los chichimecas puros o sin influencia de Metztitlán y Totoltepec,
quienes portaban un estilo simplificado de la ropa tradicional; ellos todavía usaron las armas
tiempo respetando los campos cultivados y el patrón de asentamiento de la vida de la gente que
15 Huetzin, quien es de origen tolteca, también porta una especie de xicolli y su maxtlatl (ver
16 Esta representación de Nopaltzin es interesante porque parece estar desnudo, aunque podría
ser que llevara un maxtlatl. Cabe notar que Nopaltzin parece estar vestido de una manera más
la tercera (acercamiento de ésta) y en la quinta imagen está señalando y está sentado sobre un
244
18 En la primera imagen de Quauhtzihuatzin, esposa de Quinatzin, ésta lleva un huipil y su
cueitl, posiblemente de algodón. Esta mujer es hija del “señor” de Huexotla, y parece llevar el
19 Techotlalatzin parece llevar una tilma de piel con su nudo por detrás. Sus brazos salen de
ella. En la segunda imagen del primer cuadro lleva claramente una tilma con franja roja que
posiblemente es de algodón. Es importante preguntarse por qué en el Códice Xolotl parece que
porta una piel, y en el Códice Mapa Quinatzin lleva una tilma de algodón.
20 Xolotl, Nopaltzin y Tlotzin llevan pieles, evidenciadas por los orificios que se les ven,
hechos al estirarlas, y parecen estar puestas como tilmas. Me llama la atención el largo de las
supuestas pieles que llevan (consultar la información del cuadro 1). Llevan sandalias y
21 Xolotl, Nopaltzin y Tlotzin están sentados y cubiertos con sus pieles como tilmas (ver la
información del cuadro 3). Se les ven los pies y llevan “coronas”. Cabe mencionar que en los
comentarios de Aubin (2009) al Mapa Tlotzin, Xolotl aparece con un glifo toponímico que le
da el nombre de Amacui (“el señor del papel”, según Francisco Sánchez, comunicación
personal 2011). Cabe decir que la mencionada “ciudad” Amaqueme se encontraba en el Norte.
Su significado es el lugar “en donde abundan los que se visten de papel” (Francisco Rivas,
comunicación personal 2010). Se podría hablar de una relación entre este sitio al Norte y los
chichimecas de Amacui, supuestamente Xolotl. También cabe mencionar que Xolotl venía
“del antiquísimo linaje de los reyes teochichimecas, cuyo imperio y señorío estaba debajo del
septentrión, cuales fueron Nequámetl Namácuix y otros muchos, según parece por la historia
22 Tlotzin está sentado y lleva una especie de piel pero acomodada como tilma.
245
24 La imagen completa es de Quinatzin, Quauhtzihuatzin y su hijo Techotlalatzin en medio de
esposas de los otros descendientes de Xolotl. Su atuendo es blanco y parece estar hecho de
algodón. Esta imagen coincide con la del Códice Xolotl del cuadro 18. Parece que lleva una
“diadema”, la cual es “como un signo característico de los gobernantes” y cuyo uso se puede
remontar a la época de los toltecas (Herrera, Valle, Thouvenot, Olmedo y Jalpa 2005: 81).
26 Azcaxochitl está representada en el Códice Xolotl con un atuendo que parece ser de
algodón, debido a que es de origen tolteca. En esta imagen del Mapa Tlotzin parece llevar un
huipil y una cueitl pero hechos como de piel, ya que se le ven los hoyos del estiramiento de
este material. Aubin (2009: 72) comenta que puede ser conocida también como Quauhcihuatl.
En cuanto a los diferentes nombres que usan los diversos intérpretes, se debe aclarar que en
retomando los comentarios del cuadro anterior, también parece que llevan un huipil y cueitl
pero de piel.
28 Techotlalatzin aparece con la tilma, posiblemente de algodón, así como en la imagen del
Códice Mapa Quinatzin del cuadro 34. Curiosamente, en ambos documentos aparece ya con
29 Este “noble” lleva su tilma blanca, parece que se le ve un pedazo de maxtlatl y está sentado
sobre un icpalli.
30 Quinatzin lleva una piel amarrada al cuello aparentemente a la manera de una tilma, pero lo
que más llama la atención son los orificios que al parecer se pudieron haber hecho para estirar
las pieles. Mohar (2004: 187), con respecto a ello, dice lo siguiente: “Es interesante mencionar
246
que el tlacuilo señala gráficamente el conocimiento de la curtiduría de las pieles en los bordes
de las mismas. Se pueden observar, asimismo, pequeños círculos que indican cómo estos
instrumentos de caza de los chichimecas, el arco y la flecha. Galarza (1992: 104) de los
cuerpos con mantos menciona que estas vestimentas “cubren casi enteramente los cuerpos de
los personajes sentados, ya que no dejan al descubierto sino los pies”. De las orejeras, hay que
retomar lo que dice el mismo autor (Ídem): que tienen que ver con “grados de nobleza y de
31 Esta imagen es muy interesante porque el personaje parece portar un maxtlalt con bordes
decorados. Es curioso ver a los chichimecas portando su piel además de un taparrabos, ya que
si la piel era para cubrirse del frío, entonces para qué serviría el maxtlatl. Alva Ixtlilxochitl
(2000: 81 y 82) dice que, de entre los chichimecas, “los reyes y señores solían traer debajo de
las pieles algunos paños menores de nequén muy delgados o de algodón los que los
alcanzaron.”
En este mismo cuadro está la imagen de otro personaje que está cazando. Lo curioso es
que usa una piel mientras caza, pero sería estorbosa para esa actividad, ya que se le atoraría
con las plantas (V. Hugo Romero, comunicación personal 2010). Lo anterior se puede ampliar
con un dato que Bate (1986: 9) menciona de los onas: “usaban una capa de piel de guanaco
para protegerse del frío, pero se desprendían de ella rápidamente para cualquier actividad,
como la caza, que requería mayor movilidad.” Es por lo anterior que llama la atención el uso
de maxtlatl por gente cuyo modo de vida es cazador-recolector, y más hecho de fibras gruesas
o de algodón. Sugiero que la presencia del maxtlatl en otros ejemplos, puede ser por esa misma
idea del tlacuilo mexica o quizás, si como se dice el códice fue hecho posteriormente a la
Conquista, entonces es una influencia pudorosa occidental. Relacionado con esto, Jenny (1944:
247
1952), acerca del origen de la vestimenta, dice que antes se le atribuía a un sentimiento de
vergüenza, idea que más bien podría tener una influencia occidental o más contemporánea.
Este supuesto origen se sostenía porque “mucha gente del trópico, que podría prescindir de
vestimenta por las condiciones climáticas, sin embargo se cubre los genitales. Esta idea se
opone, de cualquier modo, por todas las instancias de gente del trópico, en las que las cubiertas
de los genitales no los esconden, pero en cambio, los acentúan.” La misma autora (Ídem)
explica que este “sentido de la vergüenza de los primitivos concuerda con el de gente más
civilizada, presuntamente dondequiera que delantales o petos, fajas y faldas son usadas para
cubrir las partes privadas.” Así mismo lo que a continuación menciona Gusinde (1951: 178)
nos puede recordar lo que expusieron los cronistas españoles con su ideología occidental
acerca de la vergüenza y el pudor. Describe (Ídem) una especie de ropa interior que usaban los
indígenas de la Tierra del Fuego: “Por razones de pudor llevan todas las personas mayores y
las muchachas, un taparrabos triangular de cuero, del mismo largo aunque un poco más ancho,
Otra idea es que quizás el tlacuilo quiso darles cierta jerarquía al dibujarlos con un
maxtlatl posiblemente hecho de algodón. Ramírez (1994: 27) describe que en Mesoamérica “la
exclusividad de uso de fibras, atuendos y ornamentos era muy marcada, y la fibra de algodón
32 Ambas mujeres parecen vestir con una especie de capa, así como un huipil y cueitl. Es de
llamar la atención esa especie de capa, que se parece a la que usan los hombres y que he
comparado con tilmas. Es sumamente raro, debido a que la tilma era una prenda
exclusivamente masculina en la sociedad mexica. Aunque cabe mencionar que Anawalt (1981:
106-108 y 126-127) menciona la mamalli o capa femenina para los mixtecos de Oaxaca en su
obra mayor, y en un artículo (2005: 17) posterior expone los ejemplos de las capas de unas
248
figurillas y una imagen mayas, y de una imagen mixteca, las cuales se ven en la siguiente
ilustración.
Figurillas mayas del periodo Clásico, e imágenes mixteca y maya del periodo Posclásico
(Fragmento del cuadro “Atuendos prehispánicos femeninos”, Arqueología Mexicana 2005: 17)
33 La mujer con las mazorcas parece llevar un huipil de algodón. Lo más interesante es que
está señalando y de su boca salen vírgulas de la palabra. Seguramente es una mujer que sería
llamada “noble” por su atuendo, su peinado y los atributos mencionados (Mohar 2004: 189).
Peregrinación “los cuatro personajes visten tilmas con franja”, hecho, dice Johansson (2008:
42), que se había observado solamente en uno de los personajes de la lámina III; y explica que
lo anterior no fue por el cambio de tlacuilo, ya que “no coincide con un cambio de estilo”, sino
que “Podría ser parte constitutiva de la trama e indicar un cambio en el estatuto político de los
migrantes.”
249
Lo anterior también podría relacionarse con lo que menciona Yoneda (1999: 19) acerca
35 En las imágenes del Códice Xolotl, Ixtlilxochitl ya lleva una tilma que parece ser de
algodón. Es el primer descendiente de los chichimecas de Xolotl en este códice que aparece
con esta prenda. No lleva los atributos del arco y la flecha. Tiene la vírgula de la palabra pero
no está señalando, acción que sí lleva a cabo en otra parte del códice. La imagen del Mapa
Tlotzin no es muy clara, aunque parece que su vestimenta más bien es como la de sus
ascendientes, y sí porta los atributos mencionados. No hay ninguna imagen de este personaje
de las características de los chichimecas de Xolotl como una posible sociedad tribal jerárquica.
250
IV. 1. 2 Características de los chichimecas de Xolotl como una posible sociedad tribal jerárquica
Imagen Descripción
1 Están sentados sobre un icpalli, excepto la imagen de Quinatzin en el Códice Mapa
Quinatzin, quien está sentado en un petate. Xolotl, Nopaltzin y Quinatzin (en ambas
imágenes) están señalando y tienen las vírgulas de la palabra. Xolotl ya se observa
sentado sobre un icpalli, a partir de la Plancha II. A Tlotzin no se le ve su toponímico,
pero por interpretación, es posible que sea él porque asciende cuando su padre,
Nopaltzin, muere. Quizás está señalando y tiene una o varias vírgulas de la palabra.
Ver los comentarios del cuadro 9, donde Techotlalatzin asciende pero no está
señalando.
Quinatzin
Plancha IV Primera lámina q1,
Códice Xolotl Códice Mapa Quinatzin
251
2 Xolotl tomando posesión. Tiene las vírgulas de la palabra y está señalando con una
flecha. No está sentado sobre un icpalli, sino que parece estar parado directamente en el
cerro Tenayo. Detrás de él hay una cueva. El conjunto se refiere a Tenayocan-
Oztopolco.
Dice Dibble (1980: 26) que lleva “una flecha extendida y sus vírgulas se unen a los
cuadriláteros” y que “tomó posesión de la tierra tolteca” (Ídem).
Cabe mencionar que es hasta la Plancha III (primera imagen del cuadro 3) que
Tenayocan-Oztopolco se representa amurallada.
Xolotl
Plancha I, Códice Xolotl
3 Ambos personajes están sentados sobre un icpalli, señalando con el brazo izquierdo y
sosteniendo con su mano derecha el arco y la flecha. Están rodeados por una muralla de
piedra.
Xolotl Nopaltzin
Plancha III, Códice Xolotl Plancha IV, Códice Xolotl
252
4 Xolotl está sentado sobre su icpalli y detrás de él está Tomiyauh, su esposa. La mano
de ella parece aprobar o respaldar lo que dice e indica Xolotl.
Tomiyauh y Xolotl
Plancha II, Códice Xolotl
5 Ambas imágenes muestran una pareja frente a frente, y a sus descendientes. En la
primera imagen Nopaltzin no está sentado sobre un icpalli. Él, su esposa y sus hijos
muestran sus pies.
Dibble (Ibídem: 33) describe que de la boca de cada hijo de Nopaltzin “sale el signo de
la palabra”.
253
6 Xolotl está en su envoltorio funerario y recostado sobre un icpalli. Nopaltzin hereda su
cargo, ya que es su hijo mayor, y está representado, parece que sentado sobre un
icpalli, señalando y con vírgulas de la palabra.
Xolotl y Nopaltzin
Plancha III, Códice Xolotl
7 Muere Nopaltzin y su cargo lo hereda su primogénito varón.
Nopaltzin y Tlotzin
Plancha IV, Códice Xolotl
8
Sin imagen No aparece la imagen donde se ve la muerte de Tlotzin ni la ascendencia de Quinatzin.
254
9 Cuando muere Tlotzin, Quinatzin “sucede en el imperio” y traslada “la corte” a
Texcoco (Veytia 1979: 334). Muere Quinatzin y hereda el cargo su hijo menor
Techotlalatzin, lo cual cambia la supuesta herencia por primogenitura. Quinatzin está
envuelto como bulto y recostado sobre un icpalli. Techotlalatzin está sentado sobre un
icpalli, tienen vírgulas de la palabra, lleva su piel y porta el arco y la flecha, y no está
señalando.
Quinatzin y Techotlalatzin
Plancha IV, Códice Xolotl
10 Quinatzin está “sentado a la manera indígena sobre un asiento tejido en amarillo […]
Extiende la mano izquierda hacia el frente y con tres vírgulas tlatoa de la palabra,
pintadas en azul turquesa y rojo, se indica que está hablando. Tiene sobre la cabeza la
corona de pachxochitl y de sus hombros sale un lazo gráfico que lleva directamente al
dibujo de una cabeza de venado mazatl coloreado en tonos naranja, con tres vírgulas de
la palabra tlatoa coloreadas en rojo, amarillo y azul” (Mohar 2004: 132).
Los otros personajes del Mapa Tlotzin no tienen vírgulas de la palabra.
255
11 Huetzin lleva un xicolli y al parecer un maxtlatl.
Huetzin
Plancha IV, Códice Xolotl
12 Los “capitanes” llevan un ichcahuipilli, tienen la vírgula de la palabra, y su arco y
flecha. Estos personajes reciben tierras de Xolotl, por lo que se puede observar que sus
cabezas y manos parecen estar aceptándolas y agradeciéndolas.
Aculhua, Chiconcuauh y Tzontecoma
Plancha II, Códice Xolotl
256
13 “Su peinado es elaborado, lo que la identifica como una mujer perteneciente a la
nobleza, y esto último se acentúa con la presencia de una vírgula que sale de su boca”
(Ibídem: 189).
La imagen de Quauhcihuatzin del Mapa Tlotzin es significativa por la diadema, el
peinado y el atuendo de algodón. Según Aubin (2006: 92), la mujer de las mazorcas es
la esposa de Techotlalatzin, pero cómo saberlo si no tiene glifo antroponímico. Es
interesante ver a una mujer señalando y con la vírgula de la palabra.
14 En la primera imagen Techotlalatzin está “sentado sobre un petate petlatl […] con
varias vírgulas tlatoa de la palabra en azul, que ascienden. Esto último indica su alto
rango social” (Mohar 2004: 134).
Techotlalatzin
Primera lámina q1, Lámina II, Mapa Tlotzin
Códice Mapa Quinatzin
257
15 De la primera imagen dice Dibble (1980: 26) que Xolotl “tomó posesión de la tierra
tolteca con la caza que se incluye dentro de sus límites.”
De la segunda, el mismo autor (Ibídem: 37) dice que “Xolotl, evidentemente formaba
con su hijo un cerco para cazar en las montañas detrás de Texcoco”.
Mohar (2006: 53) dice del Códice Mapa Quinatzin que “hace énfasis en sus
características como guerreros y cazadores especializados.”
Cuadriláteros
Plancha I, Códice Xolotl
Xolotl y Nopaltzin delimitando un cerco
Plancha II, Códice Xolotl
Personaje cazando
Primera lámina q1, Códice Mapa Quinatzin
258
16 Quizás “la reaparición de los campos de maíz tuvo lugar en el vigésimo séptimo año
del reinado de Nopaltzin […] Lo que vemos dentro de cada rectángulo indica lo que se
ha sembrado, la calidad del terreno, lo que construyeron, o bien, para qué habían
designado los terrenos” (Dibble 1980: 55).
Campo de maíz
Plancha III, Códice Xolotl
17 Techotlalatzin está en su envoltorio funerario y recostado sobre un icpalli. Ixtlilxochitl
es su primogénito y asciende. Lo interesante es el cambio de la vestimenta y que no
porta el arco ni la flecha; además no está señalando.
Techotlalatzin e Ixtlilxochitl
Plancha VI, Códice Xolotl
259
IV. 1. 2. 1 Comentarios y propuestas de interpretación de las imágenes del apartado I.1.2
Características de los chichimecas de Xolotl como una posible sociedad tribal jerárquica
1 Este cuadro se presenta primero porque las imágenes que lo conforman tienen todos los
atributos que interesan para esta investigación y que se repiten en los demás cuadros. Así,
este cuadro servirá para ser consultado constantemente. Galarza (1992: 105) dice que el
icpalli como atributo demuestra la “alta posición […] que ocupaban los personajes.”
Explica (en Galarza y Zemsz 1997: 19-20) lo siguiente: “el que tiene el derecho de sentarse
sobre un asiento de alto respaldo o trono, el que tiene derecho a juzgar” es decir, “el Señor
y el Juez”.
La acción de señalar, dice Galarza (en Galarza y Zemsz 1997: 24), es con la
finalidad de indicar que se manda, que se “ordena por medio de un dedo que apunta en la
dirección deseada”. Menciona (Ídem) que esta acción puede indicar hacia un objeto, un
personaje, una escena o un pasaje, lo que significa “mostrar” o “indicar”. En el caso de los
El mismo autor (1992: 105) comenta que, siguiendo lo tradicional, sólo “los
nobles” podían usar los mantos blancos, y concluye que lo anterior también es “un símbolo
de nobleza.”
Todos llevan el nudo por detrás. Aquí hay que recordar la información del cuadro 4
260
En resumen, se expone que llevar el manto blanco significa ser “noble”; posar los
pies sobre la estera se interpreta como juzgar o ser juez; y estar sentado sobre el asiento,
Dibble (1980: 36) dice que “el arco y la flecha son un privilegio que se limita a los
Xolotl señala y está sobre un icpalli a partir de la plancha II. Es curioso que en la
plancha I siempre aparece de pie o sobre un cerro. Me parece que la combinación de los
jerarca. Las representaciones de la plancha I pueden tener que ver con su sistema de vida
nómada.
2 Galarza (en: Galarza y Zemsz 1997: 19) menciona que la lanza también es “un atributo
de poder” tomada con cualquiera de las dos manos. Dibble (1980: 26), como en la cita del
cuadro, dice que es una flecha. Entonces podría hacerse la equivalencia de la lanza por la
flecha.
lugar amurallado, Tename: “que tiene fortificaciones, amurallado” (Siméon 2004: 473).
3 Xolotl y Nopaltzin están sobre un cerro y delante de una cueva y rodeados por una
muralla de piedras.
detrás del marido”, caso en el que “se subraya el aspecto sexual y reproductivo de la
261
5 La posición de frente del hombre y de la mujer en el glifo expresa “la idea de pareja”, y
Vemos que Nopaltzin y su esposa muestran sus pies descalzos, de lo que Galarza
(1992: 105) explica que el que enseña sus pies sin calzado y sus uñas es “de alta nobleza”.
(1980: 33) explica, “indica que se trata de un rey o señor que tiene poder para hablar”.
del Códice Tovar, dice Galarza (en Galarza y Zemsz 1997: 22) que se puede ver que éstos
están rodeados por los atributos principales de poder, como el asiento de alto respaldo o
trono (donde está su cuerpo), y el petate o estera. En la lámina XI del Códice Azcatitlan
(1995: 87-88) se observa que en la fila superior cuatro “caciques” portan sus “diademas de
Cuatro “caciques”
Detalle de la lámina XI, Códice Azcatitlan (1995)
Está sentado en su icpalli y señalando. Es hasta que muere Xolotl cuando Nopaltzin
aparece señalando.
262
La imagen de Tlotzin supuestamente sucediendo a Nopaltzin está borrada, por lo
tanto no se ve su glifo toponímico ni si está señalando. Puedo sugerir que es Tlotzin porque
asciende cuando su padre, Nopaltzin, muere, lo cual se repite en las láminas anteriores con
los descendientes de Xolotl. Puedo suponer que está señalando, también por comparación
8 Falta la imagen. Puede tener que ver con que Quinatzin es nombrado señor de Texcoco
por su padre aún con vida (Veytia 1979: 314). Cuando muere Tlotzin, Quinatzin “sucede
9 Al morir Quinatzin, Techotlalatzin asciende. Sin embargo, hay que recordar que no es su
primogénito. Lo que llama la atención de esta imagen es que, a diferencia de las otras, este
personaje no está señalando. ¿Podría tener que ver con que no es el sucesor primogénito?
10 Quinatzin está sentado sobre un petate, está señalando, lleva las vírgulas de la palabra,
porta una especie de tilma de piel, unas sandalias y una especie de “corona”, dice Mohar
(2004: 132) que de pachxochitl. En la segunda y tercera imágenes vemos la misma especie
De la “corona” de pachxochitl dice Alva Ixtlilxochitl (2000: 80 y 81) que “El modo
que tenía en la jura y coronación de los emperadores chichimecas era coronarlos con una
yerba, que se dice pachxóchitl, que se cría en las peñas y ponerles unos penachos de
plumas de águila real encajados en unas ruedecillas de oro y pedrería, que llamaban
Cocoyahuálol, juntamente con otros dos penachos de plumas verdes que llamaban
Tecpílotl; que lo uno y lo otro ataban en la cabeza con unas correas coloradas de cuero de
venado”
263
Francisco Rivas (comunicación personal 2010) sugiere comparar esta “tiara que
cual Galarza (en Galarza y Zemsz 1997: 17) dice que este “atributo real” […] era llevado
De las sandalias, Galarza (Ibídem: 18) dice que son un atributo de los “grandes” y
que es “una de las convenciones en los manuscritos mexicanos, para indicar el rango social
del personaje”. El mismo autor (Ibídem: 34), del conjunto de las sandalias con la tilma
ornamentada, explica que entonces se puede transcribir “gran noble señor de alta nobleza.”
11 Huetzin lleva un xicolli, un maxtlatl, al parecer unas sandalias y armas. Recordemos que
es bisnieto de Topiltzin. El xicolli es una prenda que los guerreros usan. Galarza (1992:
107) dice que este traje se completa con el maxtlatl. El xicolli y el maxtlatl son de color
blanco y de algodón. Galarza (Ídem) explica que el color blanco, como símbolo de
“nobleza”, “transcribe con su nombre iztac- metafóricamente la alta calidad del nacimiento
–hueypilli de los personajes, en una frase equivalente a ‘el gran noble (señor)’.” Galarza
(Ibídem: 138-139) resume que llevar el traje corto de guerra acolchonado, el taparrabos y
107) no habla del ichcahuipilli como prenda; la única mención que hace es de la
13 Dice Mohar (2004: 130) que el peinado de esta mujer “la identifica como una mujer
perteneciente a la nobleza, y esto último se acentúa con la presencia de una vírgula que sale
264
14 De esta imagen de Techotlalatzin dice Mohar (Ibídem: 134) que el hecho de que las
vírgulas de la palabra salgan de su boca de manera ascendente “indica su alto rango social”.
15 Con los cercados para la caza del Códice Xolotl y con el personaje cazando en el Códice
16 Con Nopaltzin la agricultura comienza a ser una actividad para subsistir (Veytia 1979:
17 Las imágenes de Ixtlilxochitl del Códice Xolotl son llamativas porque lleva la tilma de
para poder trabajar de manera más clara el subcapítulo siguiente donde se hace la propuesta
tribal jerárquica.
En este cuadro se presentan las mismas imágenes de los personajes con su indumentaria
que se estudiaron en los cuadros anteriores. El fin de este cuadro es mostrar las imágenes
según las posturas y las prendas de los personajes para poder observarlos de otra manera.
265
Personajes masculinos parados vistiendo tilmas
Tilma 2k Tilma 2m
Plancha I, Códice Códice Códice Magliabechiano
Xolotl Azcatitlan
Plancha I, Códice Xolotl
Lámina I, Mapa Tlotzin
266
Personajes masculinos sentados vistiendo tilma
Xolotl Nopaltzin Tlotzin Quinatzin Techotlalatzin “Noble” Combinación de ejemplos
mexicas (Anawalt 1981)
Plancha IV, Tilma 2i Códice
Lámina I, Mapa Códice Xolotl
Primera lámina q1, Mendoza
Plancha II, Códice Tlotzin
Códice Mapa Lámina II,
Xolotl Quinatzin
Plancha II, Mapa Tlotzin
Códice Xolotl
Tilma 2m
Primera lámina Códice Magliabechiano
q1, Códice Mapa
Lámina II, Mapa
Quinatzin
Lámina I, Mapa Tlotzin Plancha IV, Códice
Tlotzin Xolotl;
Lámina I, Mapa
Tlotzin
Lámina II, Mapa
Lámina II, Mapa Tlotzin Tilma 2i
Tlotzin Códice Mendoza
267
Personajes masculinos parados o sentados vistiendo maxtlatl
Maxtatl 2a
Lámina II, Mapa
Lámina II, Mapa Códice
Tlotzin
Tlotzin Primera lámina q1, Mendoza
Códice Mapa
Quinatzin Primera lámina q1, Códice Mapa
Plancha II, Códice Quinatzin
Xolotl
268
Personajes femeninos parados vistiendo huipil y cueitl
Tomiyauh o Azcaxochitl o Icpacxochitl o Combinación de ejemplos
Malinalxochitl Quauhcihuatl Icpacxochitzin
Cueitl 2s
Lámina I, Mapa Tlotzin Lámina I, Mapa Tlotzin Lámina I, Mapa Tlotzin
Huipil 4l
Códice Mendoza
269
Personajes femeninos sentados vistiendo huipil, cueitl y tilma
270
“vamos a los que nuestra historia
promete, que son muy diferentes
en todo” (Alva Ixtlilxochitl 1985:
290).
Sahagún (1999 [s. XVI]), Alva Ixltilxochitl (1985 [s. XVI]), Mendieta (2002 [s. XVI]),
Durán (1995 [s. XVI]), Torquemada (1975 [s. XVI]), Chimalpahin (1994 [s. XVI]), Veytia
(1979 [s. XVIII]), el Códice Xolotl (Dibble 1980 [s. XVI]), el Códice Mapa Quinatzin (Mohar
2004; Aubin 2009 [s. XVI]), el Mapa Tlotzin (Ravest 2004; Coronel 2004; Velázquez 2004;
Ravest y Coronel 2004; Aubin 2009 [s. XVI]), así como sus interpretaciones, sugieren que los
recolectores” (entiéndase como el concepto vago que siempre ha prevalecido) vestidos con
pieles, así como también que “migraban como tribus”. Relacionado con esto, Dibble (1980:
28) menciona que en el Códice Xolotl se observa que “llegan año tras año en pequeños
grupos, cada uno con su jefe. El hecho de que las tribus lleguen año tras año nos hace
sospechar que se trata de un movimiento general que tardó muchos años en realizarse.” Y
Braniff (2001: 41) basada en varios autores), como un “súper-Estado chichimeca” (García
2004: 412), mejor traducido por Rivas (2006: 100) como “tierra chichimeca”.
El tema del origen de los grupos que migraron al centro de México alrededor
del año 1200 d. C. así como sus características de organización y complejidad
271
social, está íntimamente relacionado con la interpretación de las fuentes
documentales del siglo XVI principalmente; estas fuentes etnohistóricas
refieren a los antepasados de los mexicas (por mencionar sólo uno de los
grupos) como chichimecas nómadas, recolectores y cazadores. Sin embargo,
actualmente es difícil sostener que estos grupos tuvieran un nivel de
complejidad social equivalente a la de los recolectores-cazadores
tradicionales, como lo sugieren las fuentes; durante la migración de estos
grupos seguramente fue la caza y la recolección lo que les permitió llegar
hasta la cuenca de México, pero difícilmente con una configuración típica de
los chichimecas recolectores-cazadores nómadas (como los que vivieron
durante el siglo XVI en el norte) hubieran podido conquistar y administrar lo
que fuera posteriormente un poderoso y extenso “imperio”.
El mismo autor (Ídem) menciona algo muy interesante: que debemos distinguir entre lo
que se menciona en las fuentes de los “chichimecas históricos (antecedentes de los mexicas,
Braniff y Hers (1998: 59) también hablan acerca de la confusión alrededor de esta
sociedad (que además se relaciona con la indumentaria): que en el siglo XVI y hasta antes
“se reunía bajo un mismo término de chichimeca (y en los códices bajo una misma imagen
perdido el dilatado septentrión y los cazadores recolectores que durante medio milenio
ocuparon el vacío dejado por el repliegue mesoamericano y que, en esa segunda mitad del
siglo XVI, presentaban una decidida resistencia a la invasión de su territorio por parte de
También López y López (2001: 207-208) dicen que al contrario “de lo que señalan
las fuentes, muchos investigadores coinciden hoy en que la mayoría de los chichimecas
la caza, sino también del cultivo de la tierra. Poseían rasgos culturales típicamente
272
mesoamericanos, como la construcción de pirámides y una organización social
Los mismos autores (Ibídem: 208) sugieren que de “entre todos los grupos
chichimecas destacan los acaudillados por Xólotl.” Ya Alva Ixtlilxochitl (1985: 290) lo
había afirmado: “pero vamos a los que nuestra historia promete, que son muy diferentes en
todo”.
entender que los chichimecas de Xolotl habrían llegado a la cuenca de México como una
habrían organizado como un grupo social clasista inicial, al grado de que habrían sido los
constructores de las pirámides de Tenayuca, lo cual ha sido criticado por Hers (2008: 34),
en el sentido de que “se sigue tomando al pie de la letra de los códices la milagrosa
sino conocer cómo y de dónde surge esa idea, y saber qué sucedió realmente, además de lo
llegar a gestar cambios revolucionarios en las sociedades que impidan el tránsito forzoso
siguiente cita:
273
En las pictografías y fuentes escritas del siglo XVI se les describe como
gente bárbara, belicosa y de costumbres nómadas. Se afirma que en su vida
norteña se alimentaban principalmente de cactáceas y productos de la caza.
Comúnmente son representados con vestidos de pieles, armados de arcos y
flechas, y en ambientes áridos simbolizados por cuevas, mezquites,
nopales y biznagas. Sin embargo, investigadores como Pedro Armillas,
Pedro Carrasco y Brigitte Bohem se han negado a aceptar esta imagen de
primitivismo. Sostienen que algunas conductas chichimecas, como la
realización de censos, la demarcación de sus posesiones, la imposición de
sus formas de gobierno y el poder de distribución de una numerosa
población de reciente arribo en un vasto territorio, denotan una
organización social mucho más compleja […] (López y López 2001: 208).
De la primera oración de la cita cabe aclarar que, por lo menos de las pictografías,
muchos investigadores han interpretado que los chichimecas fueron representados así. En
Entonces lo que pretendo dilucidar es la forma en que sucedió el corte entre la llegada
llevó de una supuesta sociedad primitiva cazadora-recolectora, si es que así eran, a una tribal
jerárquica o hasta una clasista inicial, además de conocer si coincide el cambio de su modo de
vida con su vestimenta, o cuál es la relación de ésta con todo el proceso socioeconómico que
sufrieron estos chichimecas; explicar los posibles cambios mediante la vestimenta plasmada
Según García (2004: 411), Alva Ixtlilxochitl (1985) no consideraba “tan bárbaros” a
los chichimecas de Xolotl, lo que para el investigador significa que los chichimecas de la
crónica del historiador texcocano provenían o formaban parte de una sociedad “más o menos
desarrollada”:
274
nuevo […] el cual como hombre valeroso y de altos pensamientos, lo puso
por obra enviando a llamar a seis señores vasallos suyos, que eran seis
señores de seis provincias muy grandes y de muy extendidas tierras, los
cuales vinieron dentro de cierto tiempo, y juntos todos, les trató su intención
animándoles para ello, atrayéndoles grandes cosas a la memoria y
prometiéndoles muchas mercedes. Los cuales todos les pareció muy bien, y
le dieron su palabra de cumplir todo lo que él mandase y quisiese; y así les
mandó que juntaran todas sus gentes, así hombres como mujeres, haciendo
lo propio en su ciudad y otras partes; y juntos todos, que ya era el año de
1012, se partió con todo su ejército de hombres y mujeres (Ibídem: 292).
El mismo García (2004: 411) también menciona que, de acuerdo con Alva
indudable que este “caudillo” “no era tan ‘bárbaro’ como lo concebían otros grupos étnicos
Años antes, a Armillas (1991: 218) ya le había llamado la atención que “la
norma etnológica entre grupos que tienen esa forma de vida económica– y tenía aspecto
mesoamericano.” Y afirma (Ídem) que éste era el caso de los chichimecas de Xolotl.
García (2004: 411), con base en Alva Ixtlilxochitl, dice que los chichimecas que
de otros grupos chichimecas que eran “más bárbaros”. Alva Ixtlilxochitl (1985: 289) quien
era descendiente de los chichimecas de Xolotl, los nombra “nación chichimeca” y que
procedían de un “reino”, y aquí debo aclarar que tenemos que ser cuidadosos con la crítica
de fuentes porque este cronista, al ser descendiente en línea directa de Xolotl, tenía que
legitimar y maximizar a sus antepasados. García (2004: 411), retomando todo lo anterior,
275
propone lo siguiente: “estos nómadas no eran sociedades simples de bandas, sino que
tenían una organización más compleja. [Aunque] En varias fuentes se hace énfasis en su
Rivas (2006: 98) propone una visión más cultural y complementaria, basándose en los
Anales de Cuauhtitlan, postulando que los chichimecas de Xolotl tenían “conocimiento de los
principios de ordenación del tiempo y el espacio que se reflejan en el territorio ocupado por
García (2004: 411) no se puede explicar cómo estos grupos chichimecas, que según se
dice llegaron por millones (Alva Ixtlilxochitl 1985: 292; Veytia 1979: 261), pudieron
haberse sustentado con una economía como ésa sin agotar los recursos, además de que “existe
la sospecha de que practicaron alguna clase de agricultura, ya que los documentos señalan
que estos grupos se establecieron en varios lugares y por varios años (Alva Ixtlilxochitl
2004: 411). Sin embargo, el mismo García (Ídem; comunicación personal 2009) considera la
millones.
Relacionado con lo anterior, Dibble (1980: 27-28) menciona que Alva Ixtlilxochitl
habla de tres millones dos mil “hombres y mujeres, mientras que Torquemada […] cree
que tal número está alterado. Nosotros hemos indicado las fronteras que establecieron […]
y si aceptamos esta área, no como completamente dominada por los chichimecas, sino
como región en que vagaron tales grupos en busca de caza, no podemos aceptar el número
Otra referencia es que Alva Ixtlilxochitl (2000: 77-78) menciona que Xolotl es el
fundador de ese “imperio”, y relacionado con esto, García (2004: 413) cita a Davies (1980:
276
88), quien considera que “los verdaderos chichimecas, viviendo en cuevas y desnudos u
cueva.” Además, insiste García (2004: 413) en que los grupos de cazadores-recolectores no se
vuelven sedentarios “de la noche a la mañana” y tampoco pueden imponerle tributos a otros
Díaz (2008: 139), quien parece retomar al autor anterior, dice que “Aún cuando
descartada la idea de su habitación en cuevas, ya que, ningún estado puede ser creado
desde el interior de una cueva.” Relacionado con esto, Braniff y Hers (1998: 59)
argumentan que sigue presente “la idea tan inverosímil de la metamorfosis en una o dos
acuerdo con todo lo anterior porque sí pudo haber sido que en tan poco tiempo se diera este
cambio (recordemos las revoluciones), o pudieron ser un grupo más desarrollado de lo que
“nomádico”, entonces algunos autores tienen la idea prejuiciosa de que habitar en una cueva
Aquí cabe recalcar que para la arqueología social no existe una evolución unilineal,
sino un proceso de desarrollo histórico en el que las sociedades pueden eludir ciertos modos
277
de producción y llegar a otros, sin necesidad de seguir una sola línea evolutiva. Siguiendo a
Bate (1984: 77), “Así como es posible que determinadas sociedades concretas se ‘salten’
etapas, como efecto de procesos derivados de su relación con otras sociedades más
historia.”
Para finalizar con todas las ideas de los autores, cabe mencionar que Davies
(1980: 87) dice que cualquiera de los chichimecas que invadieron el valle de México
El planteamiento de esta tesis parte del hecho de que a lo largo del tiempo se ha
“salvajes”, y que dentro de esos chichimecas se encontraban los que llegaron a la cuenca
de México guiados por Xolotl, por lo que se habla de ellos como agrupados en bandas o en
tribus, sin explicitar estos términos, y con un modo de vida cazador-recolector, y luego, de
pronto, ya están inmersos en un sistema estatal. Cabe aclarar que Alva Ixtlilxochitl (1985:
292) también menciona en su crónica que los chichimecas de Xolotl salen de un lugar
llamado Oyome, de lo cual supongo que Hers (1989: 29) interpreta que los chichimecas que
penetran al centro conducidos por Xolotl tenían, como ya lo había mencionado Armillas
asentados en dicho lugar, y por ello se interpreta que estaban más desarrollados. Hers
(1989: 29) también dice que “En realidad, son antiguos agricultores del Norte que
278
Altiplano central, en Michoacán y hacia el Oeste, sierra adentro.” De lo cual, Stephen
“hayan dejado de ser agricultores complejos por este movimiento.” Además, siguiendo la
Quiero aclarar que se ha dado por entendido que los chichimecas de Xolotl llegaron
recolectores”, serían una sociedad con un modo de producción y un modo de vida cazador-
recolector, así como un sistema de vida nómada; o quizá una sociedad con un modo de
sinónimo de precaria complejidad social”. Es por lo anterior que partiré de que los
chichimecas de Xolotl llegan a la cuenca de México como un grupo tribal jerárquico con un
defienden su territorio u objetos de trabajo (tierra o ganado).” Aquí hay que remarcar la
recolector.
Xolotl, como parte de los grupos chichimecas que arribaron a la cuenca de México en el
279
De esta manera, se intenta explicar parte del proceso sociohistórico de los
chichimecas de Xolotl, así como dilucidar las etapas de ese proceso determinado,
específicamente su modo de producción y su modo de vida (lo cual considero que lleva a la
Cabe aclarar que las fuentes históricas en sus diversas formas, ya sean códices o
que preguntarse cuál era su organización socioeconómica en todo ese periodo, desde su
llegada a la cuenca de México, hasta la época en que las fuentes históricas mencionan que
Por todo lo anterior se puede inferir que los chichimecas que llegan a la cuenca,
los de Xolotl, pudieron haberse desarrollado históricamente hasta formar una sociedad
García (2004: 413) propone que es factible plantear que los chichimecas del
establecerse en diferentes áreas de la Cuenca de México con el correr del tiempo y mediante
actualidad con los estudios etnológicos y arqueológicos no se puede seguir entendiendo que
sistema de parentesco que en algunos casos alcanza una enorme complejidad”. El punto
importante es pensar en la posibilidad de que si “un grupo de tribus o linajes puede ser capaz
280
de formar unidades políticas más grandes y complejas, entenderemos la formación de
señoríos o cacicazgos como los que existían entre algunos pueblos norteños […] como el que
parece haber existido entre algunos chichimecas, como los encabezados por el caudillo
Xólotl.”
“complejidad” porque es un adjetivo que se usa en algunos casos relacionado con la idea de
acuerdo en que lo tribal se funda en lo jerárquico, porque como se vio anteriormente, hay
sociedades tribales no jerárquicas. Lo importante de la cita es resaltar que los autores ven la
posibilidad de las tribus como sociedades más desarrolladas, y a los chichimecas de Xolotl
García (2004: 412-413) propone que los chichimecas del Posclásico Medio
menciona (Ibídem: 412) que es adecuado usar el término cacicazgo, definido por Service
(1971: 133-134) y que Fried (1960) llama “sociedad de rango” para caracterizar a las
sociedades chichimecas. Así, García (2004: 413) afirma que las sociedades chichimecas
durante el Posclásico Medio tenían una estructura política muy similar a las jefaturas que
Service define.
El mismo García (Ibídem: 412) también propone que estos grupos chichimecas,
acuerdo con la propuesta de Sarmiento (1986a, 1986b, 1992, 1993). Díaz (2008: 102-105)
que podrían ser mesoamericanas y propone que “no es tan cierto que eran bárbaros” y que
281
característica que me llama la atención es la de la “organización social jerarquizada, basada
Bate (1984, 1986, 1998, s/a; Bate y Terrazas 2002), quienes estudian los tres grandes
los chichimecas de Xolotl. Pero antes de continuar cabe decir que varios de los autores
refirieran también a los chichimecas de Xolotl. Hay que separar la información de las
obras, los señores valerosos de esta tierra por sublimarse decían que eran chichimecos
“iban a los palacios, que eran unas cuevas grandes, en donde comían todo género de caza
asada en barbacoa, y no, como algunos piensan, seca al sol, porque siempre los
282
chichimecas usaron el fuego y era ley entre ellos”. Los que no tenían cuevas, “hacían sus
chozas de paja” y que lo que no comían eran “las pieles referidas que las ablandaban y
Veytia (1979: 262) menciona que sus armas eran arcos y flechas, y cerbatanas. El
mismo autor (Ídem) los compara con los toltecas: “no se habían adelantado en la policía y
ejercicio de las artes como los toltecas, y mucho menos en los conocimientos científicos; y
aunque tenían su modo de gobierno civil y sociable era muy tosco y rústico. Preciaban
mucho de su nobleza y de su gran valor, y en efecto eran gentes de tanto espíritu, que
declinaba ya en barbaridad.” En cuanto a los términos, se debe hacer una ardua crítica de
las fuentes, como en el caso del término “nobleza”, de noble, que parece más bien referirse
a una persona “Incapaz de acciones de las que degradan o hacen despreciable a quien las
Veytia (1979: 262) continúa diciendo que “No tenían casas como las de los
toltecas, sino cuevas, o artificiales, o naturales, y los palacios y casas principales eran unas
chozas bajas y sin artificio, aunque en muchas piezas formadas de ramas de árboles,
“era toda especie de caza, tanto cuadrúpeda como volátil, sin distinción ni otro condimento
que asada, y las frutas y yerbas del campo que habían experimentado gratas al paladar;
Torquemada dice (1975: 58) que los chichimecas eran “grandes guerreros, cuyas
armas son arcos y flechas. Su sustento ordinario es la caza, que siempre siguen y matan; y
283
su habitación en lugares cavernosos, porque como el principal ejercicio de su vida es
León-Portilla (1967: 16) del modo de vida de los toltecas dice que “cultivaban la
tierra, tenían abundancia de maíz y hacían traer del sur el preciado algodón; en cambio, los
chichimecas, entre ellos los de Xolotl, se alimentaban sólo de los frutos que recolectaban o
de la carne de los animales que podían cazar.” Stephen Castillo (comunicación personal
2011) hace notar como ejemplo que “ésta es una economía de apropiación, donde no se
León-Portilla (1967: 16), al abordar los idiomas, menciona que los toltecas
hablaban “nahua” y, además de ahondar más acerca del modo de vida de los chichimecas,
dice: “los cazadores errantes tenían en su mayoría hablas distintas como el pame, el
mazahua y a veces también el otomí. Por eso se les llamaba asimismo popolcas,
jerárquica.
En cuanto a la diplomacia, Alva Ixtlilxochitl (1985: 293) relata que “Pasado algún
tiempo después de despachado algunos de los seis señores sus vasallos con gente y otros
señores particulares, a que fueran a descubrir tierras, y ver si todavía había algunos tultecas
les preguntaran de estas calamidades y de modo que no los inquietaran ni les hicieran
molestia ninguna; y si alguno procediera contra esto, fuera luego muerto y castigado con
todo rigor; y que si llegasen en algún pueblo o ciudad que hubiese gentes en él, no les
284
Parece ser que Xolotl “decidió ir personalmente para arreglar los asuntos de
Culhuacan, designando a Achitometl como señor del lugar” (Dibble 1980: 39).
Alva Ixtlilxochitl (1985: 292) narra que cuando Xolotl decide salir de Oyome para
repoblar lo que fue el Estado tolteca, “en el año de 1012, se partió con todo su ejército de
anterior: “si no fuera cuando ellos de su propia voluntad le quisieran hacer guerra, que
entonces los conquistaran y sujetaran a fuerza de armas. Hecho todo esto, se fue con su
como jefe y Culhuacan como centro; “los culhua empezaron a aumentar su poderío y
número. Xolotl exigió que Nauhyotl le reconociera como monarca de la tierra, y Nauhyotl
se negó” (Dibble 1980: 38). Con lo anterior comenzó la guerra. Nopaltzin mandó las
indumentaria, se puede notar que el tlacuilo representó la diferencia entre los personajes al
vestir a Nopaltzin con su piel a manera de tilma y a Nauhyotl con un ichcahuipilli abierto
de tela.
dice que después de haber hecho la demarcación y haber enviado a los cuatro señores para
[…] acordó de tomar posesión sobre toda la tierra de una mar a otra, y para
esto juntó a los seis señores sus vasallos […] y de estos seis señores, y de
su hijo el príncipe Nopaltzin, y juntos todos, les dijo, según parece en sus
historias, que quería tomar posesión sobre la tierra, haciendo sus mojones
en los más altos cerros, y haciendo sus atadijos con unas yerbas largas que
285
se crían en los montes, que se llaman malinali, al modo del esparto de
España, y encender fuego sobre ellos, pues sin contradicción ninguna la
tomaba por suya, no quitándosela a nadie, ni quebrantando la palabra de su
bisabuelo Icauhtzin, pues ya todos los tultecas se habían acabado, y si
había algunos, eran pocos y éstos con dejarles tierras a su gusto, donde
ellos y sus descendientes vayan poblando; señalando y repartiendo pueblos
y lugares, provincias y ciudades, con las diligencias, ritos y ceremonias
que conviene para este efecto, haciendo cercados y bosques para todo
género de caza con que sustentarse.
El mismo cronista (Ibídem: 296) continúa diciendo que Xolotl “mandó repartir toda
la tierra que estaba dentro de esta primera demarcación a todos sus vasallos, dándole a cada
noble las gentes que le cupo, y un pueblo para que fundara con ellos, y hizo esta
demarcación primera para poblarla primero con la gente que tenía, y la segunda, que fue de
toda la tierra una mar a otra, en donde envió los cuatro señores para los que se fueran
multiplicando, y los que vinieran se fueran acomodando poco y poblando toda ella.”
apartado de indumentaria referentes a la imagen de Xolotl con su tilma hecha de piel y sus
atributos.
García (2007: 5) menciona que años después de que se asentaron los primeros
chichimecas que iban siguiendo a Xolotl, llegaron otros grupos chichimecas, a quienes éste
les concedió tierras “y como forma de reforzar su hegemonía territorial, casó a sus hijas con
Dibble (1980: 34) confirma lo anterior, al mencionar que Xolotl, en el año I tecpatl,
“que es en el que llegaron los tres jefes, dividió la tierra del Valle de la manera indicada en
la segunda plancha”.
Davies (1980: 89) dice que los gobernantes toltecas desaparecieron y dejaron sus
tierras vacías, las cuales “estaban esperando una redistribución caprichosa de parte del
286
todopoderoso Xolotl que les dio a sus seguidores y otros jefes migrantes quienes se
Alva Ixltilxochitl (2000: 73) dice que los “caudillos” que llegaron con Xolotl no
contaban con un señorío particular debido a las múltiples ocupaciones que tenían, así es que
Xolotl los “premió”, ya que “el gran chichimeca había hecho tan grandes y espléndidas
mercedes a los extraños, como lo eran los señores acolhuas, acordó en el mismo año atrás
referido de dar y repartir a todos los señoríos y estados, conforme a la calidad y méritos de
sus personas”.
regresar a su capital, Xolotl “Lo primero que hizo fué repartir una gran parte de las tierras
del contorno de su corte entre los señores más ilustres y nobles que le acompañaran,
excepto aquellos seis príncipes o señores de mayor esfera que trajo consigo […] A éstos
por entonces no les dio otra cosa que ciertas tierras muy inmediatas a su corte donde
acampasen sus vasallos; pero sin formar poblaciones ni darles señoríos, porque esto dijo lo
reservaba para mejor ocasión, pues convenía entonces tenerlos a su lado para servirse de
a este dicho de Tenayucan, donde el gran chichimeca Xolotl, escogiendo morada para sí, en
lo cavernoso del lugar, fue repartiendo los demás sitios a todos los de sus familias”.
Veytia (1979: 277) comenta que cuando “salió Xolotl de la corte chichimeca con el
grueso de su gente comenzaron a seguirle otras cuadrillas que le iban alcanzando por el
camino”, y que después llegó “de Tenayocan e hizo la repartición de las tierras entre los
caballeros que le acompañaron, comenzaron a venir otros, quizás movidos de las noticias
287
que llegaron al imperio Chichimeca, de la extensión del país, de su clima y fertilidad, y de
la liberalidad de Xolotl.”
(Ibídem: 264) menciona que para repoblar, Xolotl iba dejando familias y “un gobernador
para que en su nombre los mandase y administrase justicia, dándole cuenta de todos sus
progresos.”
También Nopaltzin actuó como su padre “procurando mantener en paz sus dominios
307).
y los otros grupos, la cual se debe a la posesión sobre determinados procesos de trabajo y
los medios naturales de producción. Hay que recordar que Alva Ixtlilxochitl (1985: 292)
[…] acordó de llamar a sus vasallos, especialmente a los señores, para tratar
con ellos del que él quería venir a poblar esta tierra de nuevo por ser tan
buena y de buen temple, y estar despoblada y sin contradicción ninguna; el
cual como hombre valeroso y de altos pensamientos, lo puso por obra
enviando a llamar a seis señores vasallos suyos, que eran seis señores de seis
provincias muy grandes y de muy extendidas tierras, los cuales vinieron
dentro de cierto tiempo, y juntos todos, les trató su intención animándoles
para ello, atrayéndoles grandes cosas a la memoria y prometiéndoles muchas
mercedes. Los cuales todos les pareció muy bien, y le dieron su palabra de
cumplir todo lo que él mandase y quisiese; y así les mandó que juntaran
todas sus gentes, así hombres como mujeres, haciendo lo propio en su
ciudad y otras partes […]
caza para tributo. Después de ocho años de estar Xolotl en esta tierra, “vino otro señor
chichimeco vasallo suyo, con algunos chichimecas de allá de su patria, dándole razón de
todo lo que había pasado desde que él salió hasta que este señor se vino, que llamaba
288
Xyotecua. Se holgó mucho de verle y le dio un lugar donde poblaron él y sus vasallos, y
que hicieran un cercado de todos géneros de caza para que le tributaran y dieran de esto
reconocimiento.”
En el Códice Xolotl podemos observar uno de esos cercados, y Veytia (1979: 314)
menciona, para la época de Quinatzin, que se hacen dos cercados, uno de ellos para la caza.
Veytia (Ibídem: 289) demuestra lo anterior al comentar que Xolotl quería “cercar un monte
cuya obra había convocado cuatro provincias […] y cada una había concurrido con un gran
número de operarios, y contribuido con gran cantidad de venados, conejos, liebres y otros
Con base en el Códice Xolotl, Dibble (1980: 41) afirma que los chichimecas “bajo
Alva Ixtlilxochitl (2000: 74) dice que Xolotl “cercó un gran bosque en la sierra de
gente para irse, y los dos “se valieron de algunos señores principales, sus más familiares y
destacando las jerarquías sociales. Incluso Veytia (Ibídem: 261-262) insiste en que dentro
de la gente que se unió a Xolotl se encontraban “los más principales seis príncipes deudos
suyos y señores muy poderosos, que quisieron acompañarle”. Cabe retomar los
289
comentarios de los cuadros 1, 3 y 5 en los que se menciona la presencia de vestimenta que
éstos se alistaron también otras muchas personas de distinguida nobleza, y todos los
hombres capaces de tomar las armas iban armados, unos de arcos y flechas, y otros de
cerbatanas, con que a soplo disparaban balas de barro, con tanto ímpetu que mataban un
hombre o una fiera, que éstas eran hasta entonces todas las armas de que usaban los
chichimecas.” En este caso el término “nobleza” parece hacer referencia a “las personas
que pertenecen a una familia con algún título de los llamados <<nobiliarios>>” (Moliner
1992: 513).
Sahagún (1999: 601), al describir los diferentes tipos de chichimecas, dice que
“Todos los cuales vivían en policía y tenían sus repúblicas, señores, caciques y
principales”.
Alva Ixtlilxochitl (1985: 289) dice que “Estos chichimecos […] Cuando morían los
señores se enterraban en sus palacios, y si eran villanos, en sus casas; no tenían ídolos;
llaman al sol, padre y a la tierra, madre […] Tenían también ciertas órdenes de gobierno
para la república y ciudades, pueblos y lugares, provincias y reinos distintos unos de otros.”
[…] y fue la primera parte que hizo las diligencias que ellos usaban,
tirando un señor chichimeca cuatro flechas con todas sus fuerzas por las
cuatro partes del mundo, occidente y oriente, norte y sur; y después, atando
el esparto por las puntas, y haciendo fuego y otros ritos y ceremonias de
posesión que ellos usaban, se bajó del cerro […] y se fue a otro cerro muy
alto que se dice Chiuhnauhtécatl, y de éste, a Malinalco, donde iba
haciendo las mismas ceremonias, y antes de bajarse del primer cerro,
llamado Xócotl, envió a cuatro señores por hacia las cuatro partes del
mundo, conforme se tiraron las flechas, para que tomaran posesión de toda
290
la tierra, que había sido del gran Topiltzin, de una mar a la otra, cada uno
con su ejército, porque si en algunas partes hubiese tultecas, y les quisiesen
estorbar, se entendieran con las armas, y si buenamente les recibían, les
dejaran en sus tierras […]
El mismo cronista (2000: 74) menciona que Xolotl “edificó un cu que era como
templo, en donde de la primera caza que cogían por las mañanas él y el príncipe Nopaltzin,
o su nieto el príncipe Póchotl, la ofrecían por víctima y sacrificio al sol, a quien llamaban
padre y a la tierra madre, que era su modo de idolatría, y no reconocían ningún otro ídolo
por dios”.
Veytia (1979: 263) dice: “Su religión se reducía a la adoración del Tloque
Hahuaque; pero ni tenían templos, ni culto exterior, sino un simple conocimiento de que
había un Ente Supremo, criador y conservador de todas las cosas. Al sol le llamaban padre
y a la luna madre; y cuando salían a caza para buscar su sustento, la primera pieza que
sobre ella la víctima. No tenían más que una mujer, y era castigado severamente el
adulterio.”
El hecho de que los descendientes de Xolotl se casen con mujeres toltecas se refiere
a los vínculos que se crearon entre linajes. En este sentido, Nopaltzin se casa con la nieta de
Topiltzin, hija de Pochotl, llamada Azcaxochitl (Dibble 1980: 32-33), “prueba de la grande
estimación que hacía Xolotl de la sangre tolteca” (Veytia 1979: 286-287). Dibble (1980:
42) dice que en el Códice Xolotl se ve “cómo los principales chichimecas se casaron con
los ‘toltecas’”. Hay que recordar cómo está representada esta pareja, ella con su atuendo
típico tolteca, y él con su piel a manera de tilma, en los cuadros 7 y 8 del apartado de
indumentaria.
291
Los jefes de los “clanes chichimecas”, dice García (2004: 420), comenzaron a
casarse con mujeres toltecas, y cita a Zantwijk (1975: 9) para explicar el motivo, quien dice
que
Torquemada (1975: 75) dice que Xolotl tenía “dos hijas doncellas a las cuales no
había puesto en estado y deseando darles maridos (no de los que a su gobierno y mando
tenía) comenzó a pensar que era buena la ocasión que a las manos se le había venido de
Entre los chichimecas la jerarquía era heredada por el primogénito del jefe de la
sociedad; al respecto Veytia (1979: 306) dice que “Luego que se concluyeron los honores
funerales del difunto emperador [Xolotl] pasó todo el concurso a saludar al príncipe
sucesor legítimo de Xolotl.” También menciona (Ibídem: 290) que “Considerando pues que
en el primogénito sólo había de recaer la corona, y deseando colocar a los otros dos
vasallos”.
Y Alva Ixtlilxochitl (2000: 78) afirma que al terminar “las honras del gran Xólotl,
luego todos los príncipes y señores juraron al príncipe Nopaltzin por su señor supremo y
292
Cuando Nopaltzin hereda el poder de su padre, Xolotl, y tiene descendencia, en el
Códice Xolotl se observa que de la boca de cada uno de sus hijos “sale el signo de la
palabra, lo que indica que se trata de un rey o señor que tiene poder para hablar” (Dibble,
A Carrasco (1963: 91) le parece interesante que “la sucesión de estos caciques era
directa de padre a hijo. Este sistema de sucesión parece haber sido el practicado por los
señores chichimecas del Acolhuacan, en contraste con el sistema de elección dentro del
para delimitar lo que iba a ser su territorio para asentarse. Xolotl “tomó posesión de la
En general Dibble (1980: 27) dice que la “región dentro de los límites que marcó
Xolotl fue llamada ‘Chichimecatlalli’, tierra de los chichimecas, o tierra en que fueron
mencionan los tributos, los cuales son característicos de una sociedad clasista inicial. Sin
293
embargo, se podría suponer que Xolotl reunía lo que la gente le “pagaba” para luego
redistribuirlo entre sus pobladores, aunque Sarmiento (1992: 103) lo menciona como
tributo.
Alva Ixtlilxóchitl (2000: 68-70) relata que “Había poco más de veinte años que este
gran poblador estaba poblando, cuando comenzaron a venir otros seis caudillos de su
misma nación, también con cantidad de gente, que venían en su seguimiento, entrando cada
caudillo un año tras otro […] Y habiéndose reformado los tultecas que habían escapado de
Culhuacan […] acordó el gran chichimeca Xolotl de pedirles le dieran un cierto tributo y
reconocimiento como a supremo y universal señor que era de esta tierra de Anáhuac.”
También dice (Ibídem: 75) que el “tributo que estos chichimecas pagaban eran
Veytia (1979: 278) dice que Xolotl le otorgaba poblaciones a los señores que iban
piezas de caza, tanto volátil como cuadrúpedo, que debían traer al emperador […] y del
mismo modo contribuían de las frutas, según los parajes, porque como queda dicho, hasta
estos tiempos nada sembraban ni cultivaban; pero por lo que mira a la caza, tenían su modo
de gobierno para que no les faltase y se aumentase […] y los que por su situación no
podían hacer esto, se valían de la volatería, y de algunos conejos, liebres y otros de aquellos
animales que se hallan en los planos, o de peces, ranas, u otros mariscos, los que estaban a
Huetzin seis pueblos y la provincia de Tepetlaoztoc para que le pagaran el tributo que
solicitaba.”
294
Stephen Castillo (comunicación personal 2010) dice que un “punto medular en el
Cabe mencionar que en cuanto a la mención del tributo en las fuentes, se intentó
tributo en una sociedad considerada como tribal jerárquica, ya que para esta posición
teórica es una característica de la sociedad clasista inicial. Podría hablarse de una etapa de
transición o de un intento de reafirmar a los chichimecas de Xolotl como una sociedad más
En cuanto a la construcción de obras públicas, Veytia (1979: 289) dice que Xolotl
jardines de recreo, para cuya obra había convocado cuatro provincias […] y cada una había
concurrido con un gran número de operarios”. El mismo autor (Ibídem: 296) más adelante
confirma lo dicho: “Después de que vinieron los chichimecas y emprendió Xolotl la fábrica
Entonces se podría proponer que Xolotl necesitó de sus vasallos y los convocó para
poder construir las obras públicas que requería para su nuevo gobierno. Alva Ixtlilxochitl
(2000: 74) dice que este chichimeca “cercó un gran bosque en la sierra de Tetzcuco, en
295
edificios, y cultivando en la campaña de su contorno todo género de semillas” (Veytia
1979: 314).
Acerca del crecimiento de la población, Veytia (Ibídem: 278) dice que “Cada día se
iban aumentado las poblaciones, y no menos que las de los chichimecas las de los toltecas
culhuas, a quienes daremos […] este nombre, porque por él eran conocidos habiéndole
significa que las relaciones sociales se transformaron. Sin embargo, yo no estoy de acuerdo
porque como vimos en el apartado II. 1. 1. 2, son vagas las definiciones en cuanto al
llegada a la cuenca de México y su asentamiento allí, eran una sociedad tribal jerárquica
clasista inicial.
Sin embargo, siguiendo a Bate (1984: 77), cabe la posibilidad de que “Así como es
posible que determinadas sociedades concretas se ‘salten’ etapas, como efecto de procesos
derivados de su relación con otras sociedades más desarrolladas, también se dan situaciones
296
Por lo anterior, en esta investigación me basaré en lo ya mencionado en el subcapítulo
1 Salen de Oyome, su supuesto lugar de origen, como una sociedad con un modo de vida
conforman como el mismo tipo de sociedad con el mismo modo de vida cazador-
recolector, y de repente son parte de una sociedad clasista inicial con un modo de vida
agricultor. Ésta sería la versión siguiendo las fuentes y las interpretaciones literales.
2 Pudieron haber sido una sociedad tribal jerárquica, haber migrado como una tribal
jerárquica con un modo de vida cazador, y asentarse y volverse una sociedad clasista
inicial, opción parecida a la anterior en cuanto a que permanece el hueco entre su llegada y
su asentamiento.
3 Los chichimecas de Xolotl llegan a la cuenca como una sociedad tribal o tribal jerárquica
con el modo de vida agricultor de los toltecas. Ésta es una opción viable pero que más bien
parece, aunque muy general, la más cerca de la realidad porque según la teoría hay ciertos
datos y características de las fuentes que se refieren a los chichimecas de Xolotl que
parecen indicar que esta sociedad era de tipo tribal jerárquico tomando en cuenta el hueco
que siempre ha existido, y no de una tribal sin jerarquía ni de una clasista inicial.
297
Es así que esta propuesta consiste, según la posición teórica de la arqueología
social, en que los chichimecas de Xolotl (insisto, si la información de las fuentes es cercana
a la realidad) en Oyome eran una sociedad tribal jerárquica con un modo de vida quizás
Aquí cabe insistir en otra aclaración: Sarmiento (1992: 64) menciona que después
agricultor. En este caso se retoma su propuesta pero planteando, como líneas arriba se dijo,
Xolotl a uno agricultor, dice Dibble (1980: 55), con base en el Códice Xolotl, que quizás
“la reaparición de los campos de maíz tuvo lugar en el vigésimo séptimo año del reinado
de Nopaltzin, como afirma Torquemada.” Sin embargo, las leyes que promueve (Alva
Ixtlilxochitl 1985: 305; Veytia 1979: 306-307) el mismo jerarca relacionadas con la
cacería, dice Dibble (1980: 61) que sirven para poder “apreciar que la caza siguió siendo su
conocer que
[…] una de las cosas en que más expuso su cuidado fue el cultivar la tierra;
[…] echó de ver cuan necesario era el maíz y las demás semillas y
legumbres para el sustento de la vida humana; y en especial lo aprendió de
Tecpoyo Achcauhtli que tenía su casa y familia en el peñol de Xico […]
entre las cosas que le había enseñado, era el modo de cultivar la tierra y
como persona habituada a esto, dio orden de que en toda la tierra se
cultivase y labrase y aunque a muchos de los chichimecas les pareció cosa
298
conveniente y la pusieron por obra, todos que todavía estaban en la dureza
de sus antepasados, se fueron a las sierras de Metztitlan y Totépec y a otras
partes más remotas sin osar levantar armas, como lo había hecho Yacánex
y sus aliados; y desde ese tiempo se comenzó a cultivar en todas partes la
tierra, sembrando y recogiendo maíz, y otras semillas y legumbres y
algodón en las tierras cálidas para su vestuario (Alva Ixtlilxochitl 2000:
80).
Mohar (2004: 55) dice que “El impulso a la agricultura que promovió Tlotzin, se
atribuye en gran parte a las enseñanzas de Tecpoyo [sacerdote de Chalco] sobre el manejo
del maíz y otras plantas”. Y también, que después de la batalla contra Yacanex (Alva
Ixtlilxochitl 302; Veytia 292), como ya se mencionó, “se muestra la imposición de una
Dice Davies (1980: 47) que según Alva Ixtlilxochitl, “Quinatzin fue el primer
gobernante chichimeca a forzar a su gente para cambiar sus costumbres rústicas, hablar
“es considerado tanto por las fuentes escritas como por las pictográficas, como el momento
agricultura como una de las razones clave para el desarrollo del gran Señorío.”
299
de alimentos, en la forma de cercados de caza y en las primeras formas de agricultura,
como se observa en el Códice Xolotl (Dibble 1980) y en el Mapa Quinatzin (Mohar 2004).
animales, Bate (1986: 21) dice que, sin embargo, continúan manteniendo un modo de
personal 2010).
Con base en lo anterior, se puede explicar que si los chichimecas hubieran sido una
productos habrían llegado a escasear y, por lo tanto, tendrían que haber modificado su
modo de vida para haber producido los bienes que necesitaban; más aún, como dice
Stephen Castillo (Ídem), “tuvieron que haber competido con otros grupos por áreas ricas en
recursos”.
es que no hay excedente (Bate 1986: 10), por lo que se insiste en la imposibilidad de que un
grupo social como el que dirigía Xolotl pueda haber sobrevivido sin excedente, lo cual
confirma Stephen Castillo (comunicación personal 2010): “no podría, ya que se necesita
300
A manera de recapitulación, se exponen en seguida las características del cacicazgo
(sociedad tribal jerárquica) chichimeca y las del Estado (sociedad clasista inicial)
chichimeca de acuerdo con Raúl García (comunicación personal 2008). Durante una
Xolotl. El asentamiento probablemente era sedentario con un territorio que parece haber
estado definido. El modo de vida quizás era agricultor complementado con caza y
recolección.
ahora con Xolotl, impuesto por su hermano mayor. El asentamiento pudo haber sido
estacional.
sigue siendo tribal jerárquica y los jerarcas son Xolotl, Nopaltzin, Tlotzin y Quinatzin,
sociedad clasista inicial con un sistema de vida sedentario. Posiblemente ya se podría estar
301
mencionar que ya no es primogénito, es decir, se escoge al dirigente de entre el grupo en el
recolección.
a Xolotl, quien supuestamente vivió más de 160 años (Davies 1980: 48). Como se sabe que
ninguna persona vive tantos años y menos en esa época, se sugiere que debieron haber
existido varios Xolotl, es decir, que en principio hubo un jefe llamado así, que tuvo quizás
a un elegido o que la sociedad eligió a otro para que lo sustituyera, que fue llamado igual
(en este caso no podemos hablar de la herencia del cargo al primogénito), y tal vez llegó el
momento en el que un jefe ya se impusiera, lo que significaría que ahí estaría presente un
“último” Xolotl que le hereda su cargo a su primogénito varón, Nopaltzin. Veytia (1979:
309) menciona un dato que puede servir para justificar lo anterior: “el equívoco es que
habiendo tenido un mismo nombre estos dos primeros reyes de Azcaputzalco, los han
confundido y hecho de dos personas una sola, a quien han dado ciento setenta y cinco años
retomando lo que dice Davies (1980: 72), que “Las fuentes contienen relatos de gente
nombres.” Además, todo pudo haber comenzado desde el término “chichimeca”, el cual
linajes se reconocían por un ser mítico fundados que en muchos casos podía ser un animal:
Xolotl” (Viramontes 2000: 34), lo que se puede relacionar con lo que dice Navarrete (2009:
302
35): “El otro linaje de los tlatoque de la Cuenca de México era el chichimeca, fundado por
el grandioso Xólotl, un personaje histórico y mítico que también parece ser hombre y dios a
la vez.”
de los chichimecas de Xolotl como una sociedad tribal jerárquica utilizando los supuestos
vida de este grupo socioeconómico en las fuentes históricas, el estudio iconográfico de las
303
CONCLUSIONES
los chichimecas de Xolotl que arribaron a la cuenca de México hacia el año 1200 d. C.,
recolector a otra con un modo de vida agricultor se dio en el periodo del establecimiento de
C.), sobre el cerro Tenayo (cabe observar las imágenes del cuadro 2 del apartado de las
de los chichimecas de Xolotl, definido por la idea de que estos chichimecas eran cazadores-
estatal. La primera conclusión es que ese supuesto corte es una mezcla de una mala crítica de
Ese corte o hueco interpretativo existe porque se ha pensado que los chichimecas de
en una sociedad estatal, como dice Stephen Castillo (comunicación personal 2011): una
y continúan como tal al llegar a la cuenca de México; por ello, no habría ningún hueco,
Además de que también habría sido posible que se hubieran desarrollado rápidamente en una
sociedad clasista inicial. Entonces, se concluye que ni eran una supuesta sociedad primitiva
incluyendo los atributos, y con base en la arqueología social, se propuso en este trabajo que
durante su migración estos chichimecas eran una sociedad tribal jerárquica que se dedicaba
agricultura. En las fuentes son descritos como cazadores-recolectores, término usado así en
Códice Xolotl (cuadro 35 del apartado de indumentaria), y con poca seguridad en el Mapa
esto es, de pieles al posible uso del algodón. Se puede notar que los chichimecas ya
vida agrícola los lleva a transformarse en una sociedad que usa fibras cultivables, aunque
en el caso particular del algodón, éste existe en forma silvestre. El algodón sirvió para
obtener telas, pero existe la posibilidad de que hubiera un intercambio, así como la posible
influencia tolteca. Es por lo anterior que podría decirse que coincide el cambio de su modo
de vida con su vestimenta. También cabe recordar que a Ixtlilxochitl, hijo de Techotlalatzin,
303
se le envía algodón para hacer mantas, por lo que se entiende que ya hay una posible
especialización artesanal.
personajes y a ciertos grupos. De manera directa se puede ver que los chichimecas de
Xolotl se diferenciaban por la piel amarrada a manera de tilma, y su arco y flecha. Los
chichimecas relacionados con los de Xolotl también se representaban con pieles a manera
de tilmas y con las mismas armas, como los seis “señores” (cuadro 3 del apartado de
principales del Códice Xolotl, ya que los atributos resaltan y permiten marcar esa
diferencia. Por medio de la vestimenta también se aprecian las diferencias entre los
piel y el supuesto algodón. En el caso específico de este códice, se puede decir que es, de
los tres, el más rico en imágenes, personajes, acciones e indumentaria, ya que el Mapa
Tlotzin y el Códice Mapa Quinatzin sólo parecen representar a los personajes descendientes
Códice Xolotl, en el Códice Mapa Quinatzin y en el Mapa Tlotzin, que narran la misma
historia. Así como también se puede decir que en cada uno la indumentaria y los atributos
características).
Para el caso del Mapa Tlotzin, cabe mencionar que ningún personaje lleva la
excepción del “noble” del cuadro 29 del apartado de indumentaria, que está sentado en un
304
icpalli. En la misma fuente los personajes son representados igual en las diferentes escenas,
como cuando las mujeres de los tres principales personajes van caminando con la misma
postura y vestimenta (cuadro 26 del apartado de indumentaria) o como en las imágenes del
cuadro 20 del apartado de indumentaria en las que se observa que los tres personajes
masculinos van llegando juntos y están representados de la misma manera. Hay un patrón
en cuanto a las escenas; parece como si se hubiera hecho un solo dibujo y se hubiera
triplicado.
códices, lo que lleva a pensar en los tlacuilos y su contexto histórico. ¿Se puede hablar de
personal 2011). Para mí, el Códice Xolotl fue hecho en una etapa de transición pero
elaborado por uno o varios tlacuilos indígenas. Es necesario notar que una cosa es la
conquista. No creo que todavía haya habido una influencia de los frailes españoles pero sí
una del contexto histórico del tlacuilo en cuanto a la indumentaria que se usaba en su
época. Me parece que el Mapa Tlotzin fue usado para hacer el Códice Mapa Quinatzin. Lo
considero por la cronología de los descendientes y por el tipo de trazos. Es importante notar
Xolotl. El Mapa Tlotzin parece estar hecho como un patrón y es muy sencillo en cuanto a
elementos y acciones; da la impresión de que sólo se plasmaron los personajes sin intentar
mostrarlos con sus atributos. La lámina estudiada del Códice Mapa Quinatzin parece haber
sido hecha de manera un poco descuidada y sin un orden aparente. Las imágenes no me
parecen occidentalizadas pero sí tienen una leve influencia occidental. Estoy de acuerdo
con que el Códice Xolotl es el más antiguo de los tres porque los trazos no son tan
305
estilizados como los de los otros dos códices, lo que se confirma con la fecha propuesta
para su elaboración. Cabe aclarar que con lo estilizado me refiero a lo alargado y delgado
del maxtlatl debajo de las pieles, es de notarse que en la sociedad mexica se utilizaba
debajo del manto; por eso esta especie de tilma de piel se complementa con el maxtlatl.
“sentimiento de vergüenza”, pero del contexto histórico del tlacuilo. Suponiendo que el
códice fue hecho después de la invasión española, entonces se exigió la cobertura de lo que
no podía mostrarse.
pareo, ni ehuatl, ni quechquemitl. Se confirmó que los hombres usan tilma y maxtlatl,
aunque está el caso extraño de las mujeres con una especie de capa o tilma (cuadro 32 del
apartado de indumentaria) del Códice Mapa Quinatzin. Podría tratarse de un descuido del
esta mujer vistiéndola con tal prenda que era la más representativa en la sociedad mexica y
para los personajes masculinos en los códices. También hay que retomar los comentarios
de dicho cuadro. Teniendo la referencia de la existencia del uso de la capa femenina en las
sociedades maya y mixteca, se podría decir que estas mujeres tenían una relación con
dichas culturas, asunto muy interesante que en una futura investigación se retomará.
Las mujeres de los tres códices usan huipil y cueitl; las mujeres casadas con los
parecen estar elaboradas de piel, como las que llevan Icpacxochitl o Icpacxochitzin
306
(cuadros 23 y 27 del apartado de indumentaria), Tomiyauh o Malinalxochitl, y Azcaxochitl
Xolotl Tomiyauh es la única mujer que lleva piel. En ese mismo códice es a partir de
Azcaxochitl (cuadro 8 del apartado de indumentaria) que se usa el algodón, lo que también
Tlotzin a partir de la esposa de Quinatzin, las demás mujeres de los descendientes usan
algodón (cuadro 25 del apartado de indumentaria). La única mujer que lleva algodón en el
representan con las pieles a manera de tilmas. De las pieles plasmadas como tilmas en el
Códice Xolotl (cuadros 1-4, 6, 10, 17 y 19 del apartado de indumentaria), Mapa Tlotzin
30-32 del apartado de indumentaria), sugiero que posiblemente se quiso representar a los
jerarcas con las típicas tilmas, pero como pieles debido al modo de vida cazador-recolector
y al sistema de vida nómada que tenían los chichimecas de Xolotl. Y como dice Stephen
ferocidad”. Además me parece que las prendas que se usaban en la época del tlacuilo,
completamente verídica los sucesos de los chichimecas de Xolotl, además de que fueron
plasmados posteriormente.
Hace siglos Durán (1995: 54) ya lo había observado: “y que ellos mesmos
ignoran su origen y principio, dado que siempre confiesen […haber] venido de tierras
estrañas, y así lo he hallado pintado en sus antiguas pinturas, donde se señalan grandes
307
trabajos de hambre, sed y desnudez, con otras innumerables aflicciones que en él pasaron.”
De los huipiles y cueitl, evidentemente hechos en pieles, sugiero también la idea anterior.
¿Qué habrían querido representar los tlacuilos de los códices consultados, o más bien la
gente que dirigió su manufactura, al mostrar a los jerarcas de los chichimecas de Xolotl
vestidos con pieles que parecen tilmas? ¿O a los tres jefes chichimecas portando estas
vestimentas pero hechas de piel? Cuando observamos la piel que porta Xolotl en el códice
con su mismo nombre, podemos notar su parecido con las tilmas que se usaban
posteriormente en la época mexica, y que estaban sólo relacionadas con los gobernantes. Su
vestimenta de piel con formas posteriores. También hay que recordar las obras de arte
europeas, que se hacían para mostrar personajes de la antigüedad pero a quienes vestían
con ropas de la época que el artista veía en su sociedad. Con base en los trabajos de Galarza
y el estudio de los cuadros del capítulo IV, pude percatarme de que las convenciones de
códices que analicé para esta investigación. Considero que el pintor quiso representar a
estos jerarcas como tales, utilizando sus conocimientos para mostrarlos con sus atributos,
sin dejar de lado el contexto histórico de la época en la que se desarrollaron los sucesos.
Considero que las convenciones tienen que ver con el principio de disyunción en
el sentido de que la disyunción nos sirve para ser conscientes de que no todo se repite ni
tiene el mismo significado. Pienso que la iconografía y la iconología nos sirven a los
interesados en la época prehispánica para estudiar de manera más completa lo que, en este
caso, los tlacuilos y artistas a la vez hicieron a manera de “renascence”, es decir, los
308
códices con sus convenciones. También pueden permitir dar cuenta de la inexistencia de
convenciones, es decir, cuando está presente la disyunción, para así poder llevar a cabo un
El xicolli parece estar dibujado como una prenda elaborada de alguna fibra,
posiblemente de ixtle, ya que usualmente se hacía con dicho material (Francisco Rivas,
comunicación personal 2011). El uso de esta prenda nos puede indicar que el personaje que
la lleva está relacionado con la guerra, así como con celebraciones religiosas o civiles
(Anawalt 1981: 39 y 41), retomando los comentarios de los cuadros 9, 14 y 15 del apartado
(cuadro 14 del apartado de indumentaria) con una prenda de piel; quizás era impensable
Las representaciones de los personajes peleando y cazando con sus pieles puestas
apartado de indumentaria), se puede decir que fueron plasmados así porque se tiene la idea
como Davies (1980: 47), que dice que se muestra “una distinción entre los adornos
ropa tradicional”.
309
Es importante preguntarse por qué Techotlalatzin está representado en el Códice
del apartado de indumentaria) lleva una tilma de algodón, así como también por qué no está
señalando en las mismas imágenes. Dice Alva Ixtlilxochitl (2000: 88) que “fue el primero
que uso hablar la lengua nahuatl que ahora se llama mexicana”, debido a que lo crió una
mujer tolteca. ¿Tendrá una relación la representación con este hecho? Quizás sí en el
Códice Mapa Quinatzin, debido a que puede ser que se le haya pedido al tlacuilo que
los mantos blancos, el nudo por detrás, el arco y la flecha, están presentes porque el tlacuilo
acción de señalar, la vírgula y el petate para mostrar a Xolotl como jerarca; es decir, cada
uno de esos elementos por sí solo denota la jerarquía. Sin embargo, Xolotl siempre lleva la
Es interesante notar que Xolotl, en la plancha I del Códice Xolotl (cuadro 2 del
decir, no sobre un petate, lo cual puede tener que ver con su sistema de vida nómada. Yo
del apartado de características). Sin embargo, hay que recordar que no es su primogénito.
Lo que llama la atención de esta imagen es que, a diferencia de las otras, este personaje no
está señalando. ¿Podría tener que ver con que no es el sucesor primogénito? ¿O el tlacuilo
se puede mencionar lo que Sarmiento (1993: 100) dice acerca de la forma de propiedad o
Códice Xolotl, se podría sugerir que en el Códice Tlotzin y en el Códice Mapa Quinatzin ya
del Códice Xolotl, se puede sugerir que Techotlalatzin ya no está señalando por el mismo
Códice Xolotl al parecer llevan un ichcahuipilli, pero parece de fibras gruesas o de piel.
Pienso que el tlacuilo quiso representarlos con la importancia que se merecían, por eso esta
prenda, pero como chichimecas. Acerca de dichos “capitanes de tribus migratorias”, según
las fuentes eran personas importantes en la relación con los chichimecas de Xolotl, lo cual
311
se puedo representar al ser vestidos así por la importancia mencionada del ichcahuipilli
abierto y del xicolli, y porque el tlacuilo sólo tenía en mente la prenda, pero quiso hacerla
de piel para mostrar la idea de la forma de vivir de estos personajes; según la arqueología
En el Códice Xolotl, las representaciones con pieles, arco y flecha eran utilizadas
para diferenciar a los chichimecas de los toltecas. Cuando vemos a Quinatzin con un xicolli
posiblemente hecho de ixtle (cuadro 14 del apartado de indumentaria), se puede decir que
como la importancia de esta prenda era su uso para la guerra, no pudo modificarse y
representarse de piel.
llevan la “corona” de heno gris pachxochitl Xolotl o Amacui, Nopaltzin y Tlotzin (cuadros
del cuadro 31 del apartado de indumentaria portan una “corona” como los personajes del
Mapa Tlotzin. Se puede mencionar que hay otra diferencia representacional porque en el
Códice Xolotl no se usan esas “coronas”. Se pueden revisar los comentarios del cuadro 10
indumentaria) y adornos para las muñecas en el Códice Xolotl en Xolotl (cuadros 1 y 4 del
312
apartado de indumentaria), Nopaltzin (cuadros 2, 6 y 10 del apartado de indumentaria),
indumentaria).
representaran con pieles los chichimecas de Xolotl, éstos eran una sociedad tribal
indican que eran una sociedad tribal jerárquica porque los sujetos son mostrados con
que los elementos que los rodean, es decir, su contexto, ayudan. Los personajes sentados en
un petate o con el dedo señalando o con la vírgula de la palabra, ya sean en conjunto o por
separado, sí muestran una clara diferencia en cuanto a su jerarquía, en el caso del Códice
Xolotl y del Códice Mapa Quinatzin. En el Mapa Tlotzin es difícil notar las diferencias. Lo
chichimecas de Xolotl como una sociedad tribal jerárquica que cambió su modo de vida
cazador-recolector hacia uno agricultor. Como se vio, ya había ciertas jerarquías sociales
entre los chichimecas, por lo que la propiedad ya no es colectiva. Xolotl delimita su espacio
y él es el jerarca.
313
Entonces se puede proponer que las imágenes de la vestimenta pueden mostrar, a
de Xolotl. Esto es, además de que las imágenes señalan que hay un significado en la
vestimenta, también nos muestran que está sucediendo este cambio. Más específicamente,
quiero decir que a pesar del consenso de los tlacuilos y de que haya ciertas características
Con base en la posición teórica de la arqueología social se puede concluir que los
chichimecas de Xolotl eran una sociedad tribal jerárquica, y se podría proponer que fueron
plasmados posteriormente como tal pero con una mezcla interesante de elementos de
indumentaria y atributos. Nos confundimos porque las fuentes hablan de gente “bárbara”
llamada chichimeca y luego de unos chichimecas en particular, que son los de Xolotl. Hay
que saber distinguir la información y entender que hay diversos tipos de chichimecas,
precisa es la proveniencia del norte de cierto lugar. Sin embargo, eso no ayuda a aclarar
mucho el panorama; por ello la propuesta durante toda esta investigación fue caracterizar
una sociedad tribal jerárquica, la cual se basa en una posición teórica. Retomando esto, se
puede corroborar la importancia de hacer uso de las posiciones teóricas y ser congruentes al
usar sus conceptos y categorías. Acerca del concepto de indumentaria se puede mencionar
indumentaria como producto del trabajo en una sociedad, y de ahí se deriva la necesidad de
cambio económico en el grupo de los chichimecas de Xolotl. Esto quiere decir que las
imágenes de los grupos chichimecas tienen diferentes significados, es decir, que el cambio
socioeconómico.
interpretados y narrados como “salvajes”, hayan llegado a conformar un Estado, ya que los
cambios se pueden dar rápidamente (Bate 1984: 77; 1998: 83). Considero que los
chichimecas de Xolotl, con base en las fuentes, las interpretaciones y la posición teórica
aquí utilizada, eran una sociedad desarrollada como tribal jerárquica por lo menos a su
llegada a la cuenca. El famoso hueco es simplemente una “etapa” que sorprende debido a
que, reitero, supuestamente primero son “salvajes” y luego forman un Estado. A partir de
esta investigación, se puede afirmar que no hay tal hueco o que ya se llenó, debido a que se
ha propuesto aquí, insisto, que los chichimecas de Xolotl eran una sociedad tribal
jerárquica desde su llegada a la cuenca, y de ahí se desarrollan como una sociedad clasista
inicial. Cabe recordar que esta posición teórica se eligió por su capacidad de explicación de
315
Hay que insistir en que el uso de una posición teórica es de suma importancia, y
hay que tomar sus conceptos y aplicarlos para ser congruentes en las investigaciones. En
este caso, hablar de que los chichimecas de Xolotl eran cazadores-recolectores no explica
nada. Hay que tomar una posición teórica, como la arqueología social, con la que se
producción, por ejemplo. Dicho término ha sido causa de confusiones debido a que se toma
como inherente a nómada y a “salvaje”. Además se piensa que no es posible que una
con fuentes históricas y etnohistóricas, y un primer paso para abordarlas fue clasificar la
arqueológicas para así intentar acercarnos a la realidad. De los sitios donde se asentaron los
natural del barro, la cual podría proponerse como propia de los chichimecas de Xolotl
sistema de vida nómada pero que sí tiene que ver con ese primer asentamiento en la cuenca.
avance de la mancha urbana. Y de Tenayuca (el sitio con la pirámide doble) tenemos más
uso de pieles con el ser jerarcas, ya que como se ha venido mencionando, se tiene la idea
errónea de que un grupo que usa pieles como vestimenta, en consecuencia tiene un sistema
podemos notar que los tlacuilos representaron a los chichimecas, a pesar de querer
desarrollados, por ejemplo, con las tilmas, las posiciones, los atributos, etcétera. La
vestirlos con pieles pero a manera de tilmas, y en ciertas posiciones, con ciertos atributos,
etcétera.
Insisto: se representan con pieles por la idea del tlacuilo o la petición al tlacuilo,
los que creen que ser cazador-recolector vestido de piel se contrapone con la existencia de
jerarquías sociales. No hay que olvidar que las imágenes de estos códices son
vestimenta se plasmó como hecha de pieles, pero que al mismo tiempo fueran jerarcas.
representados con tilmas pero de piel, y no al revés. Lo que nos llevaría a entender que si
vestirlos de piel.
Para mí, pudieron haber usado pieles por su modo de vida, y lo que tenían al
alcance, animales para cazar, y que fueron representados como tales pero basados en la
vida contemporánea del tlacuilo. Lo anterior no se contrapone con que hayan sido una
importante. Entonces, esta posición teórica permite explicar los procesos sociohistóricos de
información por sí solo; en cambio el término sociedad tribal jerárquica expone el modo de
producción que lo caracteriza. En cuanto al uso de términos occidentales, hay que ser
cuidadosos, ya que lleva a confusiones como las que se abordan en esta investigación. Las
ideas de Gándara en cuanto a su crítica hacia Earle también me parecen acertadas, ya que el
allá. Hace pensar que no hay cambios hacia diferentes direcciones, y que las desigualdades
existen y no hay forma de erradicarlas. Si asumimos esquemas como los de Earle, entonces
social me parece explicativa desde los términos que usa, como el de sociedad tribal
jerárquica. Desde ahí comienza a permitirnos entrar en contacto con la sociedad bajo
estudio. Lo económico, por su parte, comienza desde que el ser humano trabaja para hacer
suya la naturaleza, y es aquí donde entran las relaciones sociales de producción, cuya
calidad está dada por la propiedad y la posesión que los participantes tengan de los
diferentes elementos del proceso productivo. Ya que se define esa propiedad o posesión,
puede decir que hay una necesidad de diferenciarse debido a la existencia de las jerarquías,
impuestas por personas que tienen el control de dichos elementos del proceso productivo.
318
Así, podemos sugerir que los investigadores consideren esta posibilidad, de modo
que se eliminen las contradicciones, las incongruencias y los prejuicios que han
319
RECONSIDERACIONES FINALES
A partir de esta investigación considero que se puede comenzar a delimitar los distintos
grupos socioeconómicos que son llamados de manera genérica “chichimecas”. En este caso
jerárquico que proviene del norte de Mesoamérica, y que llega a la cuenca de México
momento.
principalmente arqueológicas, es la única hasta ahora y que debe seguir siendo estudiada
objetivamente y haciendo una crítica de fuentes de calidad, como dice Prem. Desde mi
que se les ha caracterizado con base en una posición teórica en arqueología, y se les ha
aquí ya no podemos hablar de los chichimecas de una forma tan general, sino especificando
las fuentes históricas y etnohistóricas, así como las investigaciones hechas con claridad y
de los chichimecas de Xolotl. En cuanto a la teoría, cabe mencionar que existen propuestas
preguntarnos para qué estudiar lo que estudiamos. El área valorativa de esta posición,
derivada de una motivación política y ética, intenta no sólo entender y explicar la realidad,
sino también transformarla (Romero y Nieva 2010). La arqueología social permite explicar
la arqueología, de las ciencias sociales (grupos étnicos), de nuestro país y del mundo.
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