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LA VIDA ES SEXO

Escrito Por:

LUIS VICENTE GONZÁLEZ

Basada en:
LA VIDA ES SUEÑO
De Pedro Calderón de la Barca

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. achett@gmail.com


+58 0412 9855475
ACTO ÚNICO
Escena 1

En la entrada del HUECO.


ROSS, anfitrión(a) y dueño(a) de la noche, recibe al
público en el pasillo de entrada a la sala. Lleva ropa de
hombre y maquillaje de mujer. Podrá improvisar ad libitum
con el público. Afuera se oyen sirenas policiales.

ROSS:
Bienvenidos al "HUECO", lugar donde los sueños y
las más oscuras fantasías se hacen realidad. O donde
los sueños se confunden con la realidad. Es obvio que
por eso están todos aquí, así que no tienen que dar
detalles. "Aquí la puerta, como funesta boca, abierta
está. Y desde su centro nace la noche, pues la
engendra dentro". No se preocupen por todas esas
patrullas de policías allá afuera. No se asusten.
Ellos aquí no pueden entrar, porque el HUECO es el
lugar más underground y más seguro que existe.
Estaremos muy muy pero muy abajo... En lo más
profundo del subconsciente.
(Fastuoso/a)
Hoy les traemos un show que lo da todo: "La Vida es
Sexo." Que mentira no es... Y la temática de esta
noche es: ¡Los sueños! Pero no crean que es que te
vamos a dormir con nuestro show o con alguna cosita
en la bebida. No, nada de eso.
(Con picardía)
Aquí no hacemos esas cosas... ¡Los sueños! Ese lugar
oscuro, ese hueco donde nos refugiamos todos cuando
la realidad nos abruma, nos asfixia. Yo ahora sueño
que estoy aquí, con ustedes; otras veces sueño que
estoy en otro país, con mejor suerte. Sí, en realidad
yo estoy en mi cama echada, soñando este momento;
bien necia que soy, en vez de estar soñando con un
pavo bien rico y delicioso. A ver, cuáles son sus
sueños. Tú, con qué sueñas papasito. ¿Qué cosa
reprimida se vuelve realidad en tus sueños? ¡Ay! Creo
que estoy teniendo un sueño húmedo.
(Improvisa con el público a cerca de
sus sueños eróticos)
Si trajeron sus juguetes y sus cositas, pueden
usarlos como les plazca; eso si, pagando antes, claro
está, el descorche..., por los juguetes que traigan.
Bueno, sin más preámbulo, entremos a ver el show de
nuestro Príncipe sumiso, encadenado. Él es el más
"dotado"... en virtudes. Pero aun así, vive encerrado
como un animal. Cuando yo les haga señas, ustedes
deben rendirle pleitesía al Príncipe. Hay que hacerlo
sentir como un Rey. Que él sienta y crea que es el
Rey, el que manda, el dominante. Así que háganle caso
y obedezcan y cumplan todas sus ordenes y deseos.
(Cambiando de personajes, muy
histrionico y exagerado)
2.

ROSS:
Esto como padre les pido, esto como sabio les ruego,
esto como anciano les digo, esto como esclavo se lo
suplico.
(Volviendo en sí)
Sí, sí, yo tengo un enredo de identidad. Aquí soy
Ross. Represento a Rosaura, quien en la obra original
se disfraza de hombre, luego se hace pasar por
sirvienta, y por sobrina del tipo que al final es su
papá, pero después es una mujer que quiere ir a la
guerra con Segismundo, entonces es como medio
machorra..., "siendo monstruo de una especie y otra,
entre galas de mujer armas de varón me adornan." En
fin, no se fijen mucho en mí. Concentrémonos en El
Príncipe. Obedezcanle, miren que mi morbo se los
dice.
VOZ EN OFF:
¡Ay mísero de mí, y ay infelice!

Suena música electrónica y ruido de cadenas para la


entrada del público al interior del HUECO.
Escena 2
En la tarima.

ROSS conduce al público por el interior del HUECO y se


sube sobre la barra del lugar.
ROSS:
(Como un cuenta cuentos)
Aquí aparece nuestro Príncipe rico y delicioso. Él
todavía no conoce la dicha sino la desdicha del
encierro.
Aparece EL PRÍNCIPE, en majestuoso traje de Gogó. Está
encadenado. Su baile, muy erótico, representa una lucha
por liberarse de sus cadenas.
ROSS:
Su cruel padre lo encadenó al nacer. Todo por una
superstición. Su madre murió al parirlo y el necio
padre culpó al bebé. Pobre Príncipe encadenado...
¿Quién podría ayudarlo?
(A alguien del público)
Tú. Tú puedes, tienes cara de atrevido(a), de poderlo
todo. Tú puedes romper esas cadenas y ganarte el
premio de que El Príncipe te rompa a ti... Vamos,
atrévete, tú quieres, yo sé que quieres rescatarlo.
ROSS logra que algún espectador desate a EL PRÍNCIPE. EL
PRÍNCIPE interactúa sensual y ferozmente con quien lo
desata, generando un baile muy erótico y salvaje en
pareja.
3.

ROSS:
(Como narrador de cuentos)
Él aún no sabe que es el Príncipe. Ha estado mucho
tiempo encadenado. Es una fiera.
(Con picardía)
¡Ay pero qué fiera!
(Muy erótica)
Le va a devorar, va a comérselo(a), va a deshilar sus
carnes y mandarnos los huesos.
(Como narrador)
Hay que doparlo. Hay que darle un sedante. Unas
gotas. Está hecho un animal. Un volcán en
eyaculación, perdón, en erupción.
EL PRÍNCIPE:
(Furioso y apasionado)
"¡Ay mísero de mí, y ay infelice!... Llegando a esta
pasión / un volcán, un Etna hecho / quisiera sacar
del pecho / pedazos del corazón." ¿Qué ley, justicia
o razón puede negarle a los hombres "la libertad" que
Dios sí le da a un río, a un pez, a un caballo, a un
ave?
ROSS:
Está enajenado por el furor y la ira. Hay que
doparlo. Tú, ayúdame a drogarlo.

ROSS con la ayuda de alguien del público, intenta darle


una sustancia a EL PRÍNCIPE, pero éste al ver el frasco de
narcótico, suelta a la persona que tiene atrapada en su
baile feroz y se mete, él mismo, con vehemencia, toda la
droga.

ROSS:
(Apenada, tratando de tapar al
Príncipe)
Que se oigan esos aplausos para nuestro Príncipe,
quien nos sorprende esta noche con esta espectacular
y sensual presentación. Chacho no quieres dejar pa
nadie...
(Improvisa con el tema del sexo y la
droga, quemando al gogó)
Ey, pero no te metas tanto que todavía queda noche.
Después para el estriper quedas muerto y una vez
muerto, ese muerto no se para. Ya te ha pasado.
Después el público se molesta y la paga con uno. Que
si estafa y cosas de esas.
EL PRÍNCIPE entra en un breve letargo. Se adormece unos
segundo, pero despierta activo y altivo.
4.

Escena 3
En el palacio.

Al despertarse EL PRÍNCIPE drogado, ROSS le hace señas al


público para que le haga reverencias y le traten como a un
Rey. El público debe hacerlo.
EL PRÍNCIPE:
(Mirando las reverencias que la gente
le hace)
"¡Válgame el cielo! ¿Qué veo? ¡Válgame el cielo! ¿Qué
miro? Con poco espanto lo admiro, con mucha duda lo
creo." Yo en un palacio tan lujoso, yo entre telas de
oro y plata. Yo rodeado de sirvientes elegantes y
obedientes... "Decir que es sueño es engaño./ Bien sé
que despierto estoy./ ¿Yo Segismundo no soy?/ Dame,
cielo, desengaño."
ROSS:
Su alteza, gran señor, déjeme besar su mano. Es usted
el Príncipe heredero. El más sexy y más galán. Por el
que todas y todos suspiran, gritan y gimen. Toda esta
gente esta aquí para contemplar y disfrutar su
belleza y su "grandeza." Sobre todo su grandeza. Lo
grande que tiene usted ese... corazón.
(Al público)
¿Verdad que sí? Señor esta gente está aquí para hacer
que se cumpla su voluntad. Para obedecerle en todo. Y
para que usted satisfaga sus lascivias.
EL PRÍNCIPE:
¿Ah, sí? ¿Todos harán lo que yo les ordene?

ROSS:
(Instando al público a seguirle)
Siiiií.
EL PRÍNCIPE:
¿Sin quejarse?
ROSS:
(Con el público)
Siiií.

EL PRÍNCIPE:
Muy bien...
(Déspota y grosero)
Tú bájate los pantalones. Y tú, muestra tus pechos.

ROSS:
(Al público)
Pobrecito. Discúlpenlo. Él no sabe que está soñando.
Son los efectos "ácidos" de lo que se metió.
(Al príncipe)
Señor debe mantener la etiqueta. Sí, es verdad que
todos ellos quieren desnudarse ya y comerse unos a
5.

ROSS:
otros; pero hay que llevarlos poco a poco. Déjelos
que sigan disimulando sus deseos un rato más.

EL PRÍNCIPE:
Debes estar loco para atreverte a darme ordenes a mí.
ROSS:
Pero, Señor...
EL PRÍNCIPE:
Sí sigues, te meteré un tubo caliente entre las
nalgas. Tráeme un trago, pero que no sea de la barra
libre.

ROSS:
(Ofendido y cambiando de personalidad)
Señor, yo soy un duque. Y soy su primo. No debe
tratarme así. Yo también soy de la realeza.

EL PRÍNCIPE:
Me lo chupa, me lo mamá y me lo besa. Mejor dime
¿quién es esta preciosura que está aquí?
(Metiéndose con alguien del público)
Qué bella eres.

ROSS:
Es su prima, Señor. La Duquesa.
EL PRÍNCIPE:
Creí que era mi madre.
(Con la persona del público)
Déjame chuparte. Soy tu huérfano asesino. Déjame
volverte a matar de placer.
ROSS:
Señor, sea más respetuoso.

EL PRÍNCIPE:
¿Tú, vas a seguir? Qué ladilla. Te voy a lanzar por
una ventana si me sigues interrumpiendo.
ROSS:
Pero actúe como un príncipe.
(Hablando como su padre)
Compórtate que estás asustando a la gente. Y
arruinando el show. Después nadie va a querer
tocarte. Y si no tocan no pagan. Y si no pagan se
acaba el sueño dorado.

EL PRÍNCIPE:
Eso, regáñame y humíllame. Qué se puede esperar de un
padre que trata tan cruelmente a su hijo, que me
aparta de su lado, que me cría como a un animal, que
me trata como a un perro. Que "hasta mi muerte
solicita. De poca importancia es que abrazos no me
dé, cuando el ser de hombre me quita." Me has quitado
6.

EL PRÍNCIPE:
todo, hasta mi libertad de escoger y decidir. Yo
debería cobrarte todo el daño que me has hecho.

EL PRÍNCIPE pone de rodillas ante sí, a SU PADRE (ROSS)


obligándolo a hacerle una felación.
ROSS:
Ay, pero que rico. Ya se puso chévere la cosa. Ah no,
verdad que aquí soy tu padre.
(Como su padre)
"Mira bien lo que te advierto: que seas humilde y
blando, porque quizá estás soñando, aunque ves que
estás despierto."

EL PRÍNCIPE:
"¿Que quizá soñando estoy, aunque despierto me veo?
No sueño, pues toco y creo lo que he sido y lo que
soy." Sé que soy el heredero. Aunque tú me hagas a un
lado y me culpes de la muerte de mi madre, tengo
derecho a ser quien soy.
ROSS:
No, no, no, no la estás dando, nene. Eso no gusta.
Controla tus impulsos. Estás muy melodramático, muy
intenso. Dame más show. Dame más piel. Métete cosas.
Masturbate. Bájale al drama familiar. A demás, no te
creas tanto la cosa, mira que quizá es verdad que es
un sueño.
EL PRÍNCIPE:
(Enajenado)
Si te mato, padre, sabremos si es sueño o realidad.
EL PRÍNCIPE saca una navaja e intenta herir a SU PADRE.
ROSS, entre gritos femeninos le hace una llave, muy
masculina, y lo inmoviliza. Saca una jeringa y con la
ayuda de alguien del público, le inyectan.
ROSS:
No, nene, qué va. Vamos a cortarte esta mala nota,
ya. Estás necio. Estás belicoso y hay que seguir con
el show. Vamos a encadenarte otra vez y retomar la
cosa.
Atan nuevamente al Príncipe. Se oyen sirenas de policía,
muy lejanas.
Escena 4

EL PRÍNCIPE:
(Todavía bajo los efectos de la droga,
hablando como en sueños)
Aquí estoy, vengan por mí. Atrápenme si pueden. No
pueden entrar aquí. Mi padre es el único culpable. Yo
puedo ser un gran gerente, un alto jefe, un buen
gobernante. Mucho mejor que él.
7.

(Volviendo en sí)
Pero ¿qué es esto? ¿Por qué estoy otra vez
encadenado? ¿Ya no soy el príncipe? Estoy otra vez
preso. Era un príncipe y todos querían conmigo. ¿Qué
fue lo que pasó? Siento que llevo 40 años encadenado.
ROSS:
Son los efectos de todo lo que te metiste. Te
quedaste dormido en pleno show. Te desmayaste, te dio
una vaina. La gente se puso como loca.
(Guiñándole el ojo al público)
Te metieron mano, te jorungaron, te chuparon todo. No
se te paraba. Eso fue horrible. ¿Verdad que eso fue
lo que pasó?
EL PRÍNCIPE:
Pero ¿Estoy dormido o despierto?
ROSS:
Estabas drogado. Que es como dormir despierto.
EL PRÍNCIPE:
(Tratando de explicarse a sí mismo lo
que dice)
Entonces no estoy seguro de haber despertado
completamente porque, si lo soñado parecía tan
verdadero, a lo mejor es mentira lo que ahora estoy
viendo, y ya no me extraño de soñar estando despierto
porque lo que vi estando dormido era muy verdadero.
ROSS:
(Muy confundida)
Ay, no, eso es más complicado que hacer el
helicóptero o el remolcador. Pero dime qué fue lo que
soñaste.
EL PRÍNCIPE:
Como no fue un sueño, no diré lo que soñé si no lo
que vi. Yo desperté y me vi en un gran palacio. Esto
ya no era el HUECO, si no un palacio inmenso. Y toda
esta gente me decía Príncipe. Hasta tú. Y Todos
querían sexo conmigo, me deseaban hombres y mujeres,
me ofrecían mucho dinero. Y había un tipo que me
ofreció apartamento, carro, viajes y una vida
costosa.

ROSS:
El sueño de muchos que yo conozco.
EL PRÍNCIPE:
Y una mujer me dijo que sería como mi madre, que me
daría a mamar sus tetas y me haría olvidar mis
traumas y se rendiría a mis pies. Esa mujer quería
que me metiera dentro de su vagina para preñarse de
mí y volverme a parir, sin importarle morir como lo
hizo mi madre al darme a luz.
8.

ROSS:
Eso no fue lo que soñaste. Todos aquí estuvimos en tu
alucine y sabemos la verdad. Te portaste muy mal con
la gente. Y aunque se esté soñando cosas malas uno
tiene que portarse bien.
EL PRÍNCIPE:
Si eso es verdad, entonces "reprimamos esta fiera
condición, esta furia, esta ambición, por si alguna
vez soñamos. Y así lo haremos, pues estamos en mundo
tan singular, que el vivir sólo es soñar, y la
experiencia me enseña que el hombre que vive, sueña
lo que es, hasta despertar."
ROSS:
Tenías un peo con tu papá en ese sueño. Ahí debe
haber una vaina reprimida. Un deseo oculto, una
violación, un abuso, una cosa.
EL PRÍNCIPE:
Todos soñamos lo que somos. Sueña el rey que es rey y
vive con ese engaño mandando, disponiendo gobernando,
y los aplausos que recibe se los lleva el viento y,
al final, en cenizas lo convierte a él la muerte.
Sueña el rico en su riqueza. Sueña el pobre que
padece su miseria. Sueña el que tiene suerte y
prospera en la vida. El que se esfuerza por cumplir
sus sueños. "Sueña el que agravia y ofende. Y en el
mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende." Porque "¿qué es la vida?
ROSS:
Un frenesí.

EL PRÍNCIPE:
¿Qué es la vida?
ROSS:
Una ilusión, una sombra, una ficción.

EL PRÍNCIPE:
Y el mayor bien es pequeño; Porque toda la vida es
sueño, y los sueños, sueño son." Yo prefiero no
despertar. Porque ¿para qué vivir en una realidad
donde mi padre me desprecia y me culpa de la muerte
de mi madre? Prefiero vivir en este sueño erótico,
donde toda la vida es sexo y todos me quieren, todos
son mis amigos y la vida es chévere. Aunque sea
mentira, una ficción, prefiero este Hueco oscuro,
donde mi madre no muere al darme a luz. Y donde no
soy culpado de haber nacido. Prefiero vivir en el
sueño de ser El Príncipe, el más dotado, el fetiche
de todos. El centro de atención. El que siempre está
feliz. El que a todos vende su imagen de felicidad
perpetua.
9.

ROSS:
Bueno pero en algún momento hay que despertar, ¿no?
EL PRÍNCIPE:
Supongo. Pero ¿y si no soy yo el que esta
soñando? ¿Cómo despertar si mi vida no es mi propio
sueño, si no el sueño de otro? El de mi padre. El
tuyo, en tus múltiples identidades. O el sueño de
alguno de estos que están aquí, por ejemplo, que
vienen a vivir una ilusión con mi cuerpo y mi sexo,
que vienen a liberarse de las prisiones de sus
realidades.
ROSS:
O quizá "este" es tu sueño y tu cárcel, en la que tú
mismo te encerraste por la culpa que tanto te han
echado de la muerte de tu madre. A lo mejor esa
mentira repetida se volvió verdad para ti. Tal vez
ese cuento de tu padre es un engaño de tu mente y tu
padre eres tú mismo auto castigándote. A lo mejor te
inventaste el cuento de un padre maluco para
justificar tu fracaso en la vida y el que hayas
terminado trabajando de gogo en este hueco, siendo tú
un profesional y, según tú, de una familia pudiente,
adinerada, gobernante.
EL PRÍNCIPE:
"De cualquier forma no me despiertes, si duermo. Y si
es verdad, no me duermas; más sea verdad o sueño,
obrar bien es lo que importa. Si fuera verdad, por
serlo; si no, por ganar amigos para cuando
despertemos."
(Al público)
Disculpen mis faltas, de corazón se los pido.
ROSS:
Entonces, ¿seguimos con la noche? Porque sea sueño o
realidad, esta gente lo que quiere es sexo.

EL PRÍNCIPE:
El sueño más viejo... Sí, sigamos con esta mentira ya
que esta buena gente vino dispuesta a creer que todo
esto es verdad, sabiendo que todo es una ficción.

ROSS:
El sueño más grande de los actores.
EL PRÍNCIPE:
¿Crees que sea bueno despertar?

ROSS:
Si tú estás dispuesto a enfrentar los cargos que se
te imputan por el intento de asesinato a tu papá y
confesarte culpable, hazlo, despierta. Afuera están
los policías y los jueces esperando que salgas a la
realidad.
10.

EL PRÍNCIPE:
Harán todo para encerrarme. Yo no asesiné a mi madre,
aunque mi papá diga que sí. Yo a penas era un feto,
¿cómo podría matarla?

ROSS:
Ay no, niño. Qué familia. Mejor quédate aquí en el
Hueco. Sigue soñando que en tu sueño todos somos
felices. Aquí no podrán encontrarte nunca. Este lugar
tiene muchos recovecos.
(Como presentadora)
El HUECO, tu casa, mi casa, la casa de todos. El
lugar más seguro para escapar... de la rutina, y con
los mejores ambientes temáticos; donde no entra la
policía ni las leyes, los jefes, los matrimonios
fracturados, los hijos ni los negocios. Aquí nada
malo podrá pasarte. Porque aquí todo es placer. Como
en los sueños más eróticos. Aquí las penas se van en
eyaculaciones colectivas, en orgasmos grupales, el
dolor sólo es de placer y los placeres se multiplican
en cantidades dolorosas. Señoras y señores, vivan
todo esto como una ilusión. Vamos a lo que vinimos,
saquen sus juguetes, sus cositas, las chucherías...
Vamos con el "apagón", así que aprovecha la oscuridad
del HUECO para ser tú mismo, para ser libre, suéltalo
todo y que la oscuridad nos encubra.

Se apagan las luces. Durante el oscuro:


VOZ EN OFF:
Una mano recorre mi pierna. Mi pene ya esta´ erecto,
otra mano desconocida corrobora mi erección. Una
lengua moja mi cuello. Tanta saliva no me gusta, me
desagrada, quiero limpiarme pero alguien me agarra la
mano. Mi mano, la que quiere quitar la saliva de mi
cuello, ahora agarra los senos de alguien. La saliva
aun esta´ allí. Se siente bien..., no la saliva si no
la redondez entre mis manos. Me comen. Soy un bistec.
Un pedazo de carne en el calor y el olor a talco de
las máquinas de humo. Me muerden, me lamen, me
escupen, me pasan de una hilera de muelas a otra, me
engullen, me tragan, soy suave, me dejo comer, soy de
azúcar, me deshago con facilidad, se siente bien...
Ya estoy desmembrado. ¿Quién se habrá tragado mi
cuello de caramelo con esa saliva allí, esa saliva de
otro?
EL PRÍNCIPE:
No, enciendan las luces. Luz, luz, ya basta de ver
sombras. Yo no soy esto. La vida no es esto.

Se encienden todas las luces. La sala tiene el aspecto de


todos los bares a la hora de cerrar.
ROSS:
Ay, Dios, mi rostro debe ser una pesadilla. Apaguen
esa luz. Ustedes comprenderán el aspecto del HUECO.
11.

ROSS:
Esta noche hay mucha gente teniendo sueños cochinos.
Eso gusta. Volvamos a lo oscuro que estaba muy rico.

EL PRÍNCIPE:
No, no puedo seguir evadiendo la realidad. Toda la
dicha humana pasa como sueño y quiero aprovecharla el
tiempo que me dure. Despierto. Mi problema familiar
se resolverá, estoy seguro. Mi padre me mantuvo
apartado porque creyó en supersticiones sobre mi
nacimiento. Me encerró como a un animal porque un
brujo le dijo que yo me convertiría en animal y lo
mataría. Mi papá, sin darse cuenta, "creó" mi destino
"huyendo" de mi destino. En lugar de cambiarlo,
educándome para que no me convierta en una bestia, en
una mala persona. De eso se trata, de tomar acción.
De construir uno mismo su destino y es justo lo que
quiero hacer a partir de ahora.
ROSS:
¿Entonces no lo vas a matar?
EL PRÍNCIPE:
No. Voy a hacer mi vida.
ROSS:
Y los sueños.
EL PRÍNCIPE:
Voy a realizarlos.
ROSS:
¿Los eróticos también?
EL PRÍNCIPE:
Sobre todo esos.

ROSS:
Ay, chico pero invita. Yo en la realidad soy un
mujerón de verdad verdad.
EL PRÍNCIPE:
Sé quien tu quieras ser.

ROSS:
Tú siempre tan profundo. Como que sí es verdad que si
eres un tipo estudiado y eso.
EL PRÍNCIPE:
Me voy. Señores ustedes sigan soñando.
ROSS:
No, si tú te vas se acaba esto. Tendría alguien más
que volver a soñar que la vida es sexo. Pero será
después porque en este sueño yo ya perdí el lavado.
Chao Príncipe.
12.

EL PRÍNCIPE:
Segismundo, ese es mi nombre "real".
EL PRÍNCIPE sale del HUECO.

FIN.

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