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CAPÍTULO VIII

Teoría del Estado

Matías Barrozo Sabatini

Introducción
Este trabajo ha sido elaborado para el estudio de los contenidos
de la Teoría del Estado, en un contexto más internacionalista y
global, como efecto inmediato de la globalización e
internacionalización de los derechos políticos y constitucionales
de los Estados Modernos.
Entender hoy la Teoría del Estado sin contemplar el nuevo
escenario político internacional, sería como estudiar el universo
con un microscopio. Por estas razones y muchas otras es que
entendemos, debíamos realizar una actualización de los
contenidos de estos puntos del Programa, para darle una nueva
valoración a la Teoría del Estado, que parecía haber quedado
perdida y petrificada en su estudio por parte del Derecho Político
tradicional. Hoy en día nuestro país se ve rodeado de los
profundos y vertiginosos cambios en las relaciones políticas
bilaterales y multilaterales entre Estados y Sujetos
Internacionales; es vital para nuestros alumnos que comprendan
las nuevas y revaloradas concepciones de la Teoría del Estado, ya
que su comprensión les permitirá profundizar en sus

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Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

repercusiones y nuevas manifestaciones que a lo largo de la


carrera, sobre todo en Derecho Internacional Público, materia que
podrán analizar y entender en profundidad.
Como ya se dijo este trabajo no tiene por objeto desplazar a
ninguna lectura obligatoria, sino que tiene el objetivo didáctico
de acercar el desarrollo de los contenidos, al estudiante de
derecho político, de forma más sistemática y actualizada, para
facilitar su estudio y su posterior evaluación. Esperamos poder
seguir aportando nuestro grano de arena y seguir contribuyendo a
la mejora continua y sistemática del Derecho Político y por su
puesto de nuestros queridos estudiantes. Sin más preámbulos nos
pondremos a desarrollar a través de estos cuatro apartados
teóricos, los contenidos previstos por el programa de Derecho
Político.

I. El Estado. Nociones generales


El objeto de nuestro estudio ha tenido un desarrollo
multidisciplinario e histórico a lo largo y ancho de la historia de
la humanidad, pero es sin duda necesario para el objetivo del
trabajo realizar una detallada selección y sistematización de los
contenidos que desarrollaremos con respecto al Estudio del
Estado Moderno. Es importante hacer una breve aclaración, que
para los fines del trabajo, utilizaremos el término Moderno o
Estado Moderno, haciendo referencia al Estado Actual y no
orientado al Estado Absolutista, creados a partir del Siglo XIV y
XV en el Occidente Europeo.

I.1 Evolución histórica del concepto de Estado


Desde sus orígenes el hombre se vio obligado por las
circunstancias naturales que lo rodeaban a crear diversas y
determinadas formas de organización de la convivencia y el
trabajo, para poder subsistir. Estas formas no eran precisamente
formas típicas de estado, y no resulta fácil poder determinar con
que exactitud y en que momento el hombre “civilizado” pudo
determinarse y constituirse a través de una forma más o menos

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estable de organización y gestión de la convivencia. El manejo de
las tecnologías agrícolas y ganaderas, las cercanías a los causes
de riego, la adopción de sistemas de escritura y de contabilización
de unidades, entre otros importantes avances fueron
determinantes para la consolidación de diversas formas
consuetudinarias de gestiones de la convivencia de los diversos
pueblos de la antigüedad, incluso algunos adoptando sistemas
más o menos rigurosos de organización aproximándose a las
formas modernas de organización del poder. Debemos advertir
que por más que se aproximen esas formas a las actuales de la
gestión de la convivencia y del poder, no podremos acuñar con
exactitud el termino Estado, con las implicaciones modernas a
ninguna forma de organización de la antigüedad y de la edad
media, ya que será a finales de esa edad oscurantista, que
comenzaran a producirse transformaciones sociales, políticas y
económicas que llevaran a la adopción de nuevas formas de
gestión y administración del Poder. Es por ello que toda la
experiencia humana desde la antigüedad hasta los finales de la
edad media, solo constituye un antecedente histórico de las
formas más rudimentarias y primitivas de la gestión del Poder, sin
llegar al perfeccionamiento y la forma del Estado, con las
implicaciones políticas necesarias que el término requiere.
En este vasto periodo de la Humanidad, se realizaron
diversos y muy ricos trabajos teóricos sobre la Teoría de la
organización de la convivencia, sin embargo fueron labores
teóricas de muy poco impacto en la realidad política del
momento; los sistemas políticos de la época se dirimían y
establecían más por la fuerza militar que por las vías teóricas o
racionales. El estudio del Estado, era confundido y estratificado
con otros estudios como el del Derecho y la Filosofía Política. La
autonomía del Estudio del Estado no será lograda sino hasta el
Renacimiento. La reflexión política o filosófica sobre el estado es
muy precaria pero se destacan por sobre otras, las labores
Grecorromanas, por su significación teórica que serán recogidas
en los finales de la edad media por los Teóricos Políticos,
primeramente teólogos y luego con el advenimiento del
renacimiento serán los civiles los que recogerán esos trabajos de
reflexión sobre el Estado.

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Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

Vamos a rescatar una definición primitiva del Estado, que


habla a las claras de la fusión y confusión del concepto político
del Estado con otras ramas de las ciencias sociales y jurídicas, la
misma es del Jurisconsulto Romano Marco Tulio Cicerón que
data del siglo I antes de Cristo, y define al Estado como “una
multitud de hombres ligados por la comunidad del derecho y de
la utilidad”. Podemos analizar que la definición hace referencia a
solo uno de los elementos esenciales del Estado, que es a la
población haciendo referencia a una multitud de hombres, y
sabemos por conocimiento de Derecho Romano, que a los
hombres a los que se refiere Cicerón son los “hombre libres” y
que se verifica con la relación directa a la comunidad del derecho.
Es decir que hace una definición aproximada del Estado haciendo
referencia a un elemento material como la población,
relacionándolo con la finalidad ética y política del mismo; en
líneas generales vemos que la Teorización del Estado, se
relaciona y fusiona con la Filosofía y el Derecho, el estudio del
Derecho y la Política, se realiza como un todo dependiente de la
evolución de estas dos ciencias fundamentales para la vida del
hombre de la antigüedad grecorromana. Cabe hacer una breve
aclaración muy importante, nosotros utilizamos la palabra Estado
en este periodo histórico de la humanidad con fines didácticos, ya
que no se acuño el término Estado, con las significaciones
actuales, sino hasta el aporte de Maquiavelo en su libro “El
Príncipe” quien acuñara de forma permanente para el Derecho
Político posterior el término Estado. Hay que recordar que tanto
los Griegos como los Romanos, hacían reflexiones filosóficas
sobre las formas de gobierno y administración de la cosa pública,
sin lograr establecer un termino conglobante de todas esas
realidades estudiadas.
Con la decadencia del poder eclesial y la influencia de las
revoluciones religiosas y científicas para finales del siglo XV,
comenzaba avizorarse el fin de la Edad del Oscurantismo, para
pasar a una más racional y científica, que desmitificara la realidad
e iluminara con la razón científica, la oscuridad traída y defendida
por más de 1000 años por parte de las autoridades feudales de la
época. La cultura grecorromana y los avances científicos de la
antigüedad fueron retomados por las artes de la época y sobre

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todo los estudios filosóficos y jurídicos, abandonaron el estado
eclesial y fueron continuados por diversos grupos de civiles que
se especializaban en el estudio de la historia y la filosofía. Todo
este movimiento científico humanista que se desarrollo en estos
siglos fue conocido como el Renacimiento, es decir el renacer del
hombre de la oscuridad religiosa y mítica, hacia la luz de la
ciencia y la razón. Fue entonces en la convulsionada península
itálica, que estaba siendo desplazada por la exploración de las
nuevas rutas de navegación del atlántico, que ponían en jaque las
aspiraciones del Poder de los Ducados y Principados del territorio
de la actual Italia. Y es en ese contexto de convulsión, que el
cuestionado y resistido florentino Nicolás Maquiavelo en 1531
elabora la primera obra de carácter político, en forma autónoma,
de la historia de occidente. Su método único hasta al momento
fue tratar de depurar de la moral y la religión al derecho político,
elaborando una verdadera teorización sobre el poder y sus
aplicaciones en las formas de organización de la cosa pública. Es
por eso que se ve obligado a la creación de un término autónomo
científicamente hablando, que le permitiera unificar y clasificar
esas formas presentes y temporales de administración del poder,
que además le permitiera crear teorías sobre la conservación y
evolución de esas formas de administrar el poder. Es por eso que
acuña por primera vez el termino ‹‹STATO›› que viene del
termino latín ‹‹STATUS››, que significa Estado, haciendo
referencia al estado actual de cosas y que puede transformarse en
un nuevo estado de cosas. El término de Estado de Maquiavelo,
le permitió hacer descripciones sobre las formas de
administración del poder en su época y además crear verdaderas
estrategias políticas para la conservación de ese poder. Sin
embargo no realiza a lo largo de la obra una definición intrínseca
y determinada del nuevo término, y es nuestra opinión que no
necesitaba hacerla, ya que la obra tenía por objetivo ser un
elemento práctico de la política al servicio de los detentores del
poder de la época y no un manual o tratado del Estado. Sin
embargo realiza una aproximación al significado, que para el
tiene el término, aportando algunos elementos únicos hasta su
tiempo, que serán estructuralmente vitales para el estudio del
Estado Moderno, la referencia es la siguiente: “Los Estados y

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soberanías que han tenido y tienen autoridad sobre los hombres,


fueron y son, o repúblicas o principados”. Si uno realiza una
lectura rápida comienza a ver que el término estado ya comienza
a tener una significación similar a la actual, sin embargo esta
aproximación fue posteriormente elaborada y refinada por los
Teóricos, pero eso de ningún modo opaca el aporte valioso que
realizo Maquiavelo en su obra, ya que permitió darle verdadera
autonomía, al estudio de la ciencia política y del Estado,
depurándola de los mitos y tabúes, religiosos y filosóficos que la
inundaron hasta su tiempo.
Ya instalada la autonomía de la ciencia política para el Siglo
XV, y la constitución de los primeros Estados Absolutistas
Modernos en Europa, ahora si con referencia a la Edad Moderna,
se consolida el primer antecedente de Estado con características
muy particulares, que difieren de los antecedentes de la
antigüedad y que su verdadera implementación real, va a marcar
el inicio del estudio detallado de su existencia en la práctica y ya
no en un modelo teórico irreal. Es por eso que la Ciencia Política
se va enriquecer como nunca antes, por los diversos aportes que
le dan las demás ramas de las ciencias y artes preponderantes en
la época, como el Derecho, la Diplomacia, el Comercio, etc. Y
será en el siglo XVI donde aparecen verdaderas teorizaciones del
Estado Absolutista (vg. Bodin), con las implicaciones actuales del
término y que van formando un verdadero escenario científico.
Ésta constante transformación y cambio se debió a las cambiantes
situaciones entre los estados de la época. Para resumir esta etapa
muy importante de la ciencia política, hemos elegido una
definición del jurista holandés Hugo Grocio, uno de los padres
del Derecho Internacional Público, que demuestra el avance de
las conceptualizaciones de la época y casi como una suerte de
anticipación, a lo que lo sucederán en el “Siglo de las Luces”. El
Estado para Grocio es: “La asociación perfecta de hombres libres
unidos para gozar de sus derechos y para la utilidad común. Es la
asociación política soberana que dispone de un territorio propio,
con una organización específica y un supremo poder facultado
para crear el derecho positivo”.
La definición de Grocio merece un análisis más detallado
que los demás debido a los ricos aportes que realiza a la Teoría

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del Estado. Vamos entonces a realizar este análisis
pormenorizado de la definición de Hugo Grocio y también
realizaremos las relaciones correspondientes a los autores
ilustrados que lo sucedieron para dar una acabada definición del
Estado.
1º Parte: “La asociación perfecta de hombres libres unidos
para gozar de sus derechos y para la utilidad común”: Grocio hace
referencia a la asociación perfecta de hombres libres, refiriéndose
a los hombres que, abandonando el estado natural de inseguridad
jurídica se asocian a través de un “acuerdo” y de un verdadero y
perfecto “contrato de asociación” para romper con esas cadenas
de la inseguridad y la violencia del más fuerte, y poder hacer goce
de los derechos de la libertad y servir a fin común a todos. Estas
vagas pero significativas aproximaciones sirvieron de punto de
partida para las teorías y creaciones políticas posteriores basadas
en el contrato social y la renuncia al estado de naturaleza para un
fin común, tanto en el continente como en Inglaterra.
2º Parte: “Es la asociación política soberana que dispone de
un territorio propio, con una organización específica y un
supremo poder facultado para crear el derecho positivo”: la
primera parte de la definición vuelve hacer referencia a la
asociación es decir a ese acuerdo o pacto social, y le agrega un
elemento importante a la definición de Estado, hasta ahora nunca
antes vista, que es el de poseer un territorio propio, es decir un
lugar específico donde ejercer la soberanía política y donde
establecer una organización específica, otro aporte distintivo de
su definición, con un poder supremo facultado para crear el
Derecho. Hugo Grocio era un férreo defensor del absolutismo
monárquico, pero sin embargo en su definición no establece una
absoluta relación entre la organización específica del poder claro
esta, y el órgano facultado para crear derecho positivo, es decir y
será elaborado posteriormente que la organización específica del
Poder debe facultar a un órgano supremo para crear derecho;
mejor conocido en la Teoría de la División del Poder como Poder
Legislativo.
Ya avanzado el Siglo XVII, la Revolución Gloriosa de 1688
en Inglaterra fue la inauguración y entrada en escena de una nueva
clase social hasta ahora marginada del poder político y sólo

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Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

limitada a labores y actividades como el comercio y la industria


artesanal que es la burguesía. Sin embargo en esta salida a escena
histórica en el Reino de Inglaterra lograron claramente el objetivo
que era la instalación en la escena política de los “Derechos
Civiles y Económicos” para los verdaderos sostenedores del
Estado Monárquico, en detrimento de los privilegios de la
nobleza. Este suceso histórico será receptado de forma diferente
por cada región de la Europa continental y por su puesto de las
Indias Occidentales. Sin embargo todas las revoluciones
burguesas que le seguirán hasta 1848 tendrán más o menos el
mismo objetivo que será la materialización de los “Derechos
Civiles y Políticos” de la burguesía hasta ese momento marginada
del poder político por las clases nobles. Ya en la revolución
francesa se hablará concretamente del “Tercer Estado” (Sieyes)
formalizando un nuevo modelo de Estado que será conocido
como Estado Liberal Burgués o simplemente Estado Liberal.
Las características fundamentales del nuevo modelo estatal,
no quedaron al margen de la ciencia positivista en auge a finales
del siglo XVIII y a lo largo de todo el siglo XIX. Es por eso que
este paradigma científico sirvió de base para las transformaciones
políticas que se produjeron en las diversas y variadas
revoluciones burguesas. La teoría de la separación de poderes que
fue clave para el establecimiento del Estado Liberal (convertida a
partir de Montesquieu en un dogma casi intocable), debió
complementarse con todo el plexo filosófico-jurídico de la época,
para lograr una representación plural del “Tercer Estado” que
correspondiera al ideal de la soberanía popular. La Teoría de la
Representación como sostenedora del nuevo Estado es una de las
formalizaciones más importantes del Siglo de las Luces y de la
burguesía, ya que ha tenido una vigencia ininterrumpida desde el
Siglo XVIII hasta nuestros días. La justificación histórica de la
teoría de la representación se basa en el hecho de que es imposible
el gobierno directo de la voluntad general y entonces la
comunidad (el “pueblo” para Rousseau o la “nación” para Sieyes)
“delegan” el poder en un representante, por un tiempo
determinado y con las limitaciones de una Constitución escrita y
rígida que además contiene la garantía de los derechos
recientemente conquistados.

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Con el apogeo positivista y los formidables avances
científicos de la época se comienza a extender hacia las llamadas
“ciencias sociales” una concepción que hasta ese momento era
propia de las ciencias naturales como la física, la química, la
biología o la medicina. Por ello Saint Simon comienza a hablar
de “física social” a lo que posteriormente Comte llamará
“sociología” y que fructificará a fines del siglo XIX en una
verdadera “teoría científica del Estado”. Una autor será clave en
el Siglo XIX que es Carlos Marx (1818 – 1883). Crítico del estado
liberal burgués, este pensador alemán señala respecto al Estado:
“El Estado no es el reino de la razón, sino de la fuerza; no es el
reino del bien común, sino del interés parcial; no tiene como fin
el bienestar de todos, sino de los que detentan el poder; no es la
salida del estado de naturaleza, sino su continuación bajo otra
forma. Antes al contrario, la salida del estado de naturaleza
coincidirá con el fin del Estado. De aquí la tendencia a considerar
todo Estado una dictadura y a calificar como relevante sólo el
problema de quién gobierna (burguesía o proletariado) y no el
cómo”. Destaca la importancia de la lucha de clases como
movilizadora de procesos históricos y, ya utilizando terminología
de la sociología del poder, también destaca que la “paz y el
progreso” del estado burgués, es una gran ficción ya que en
realidad es un escenario de luchas de fuerzas opuestas, que luchan
por sus intereses y fines.
El marxismo es también muy crítico del derecho natural
sobre todo ante la evidencia empírica de las condiciones
infrahumanas a las cuales los detentadores del poder han
sometido a las clases proletarias y trabajadoras. Esto confirma el
estado de injusticia e inseguridad vigente en el “estado de
naturaleza” de Grocio. La vigencia del derecho del más fuerte es
el ejemplo cabal, a su criterio de la explotación del hombre por el
hombre, creación de la burguesía y su Estado legitimante. Para
Marx todo Estado es una dictadura, y por ende el final del “estado
de naturaleza” será el final del Estado mismo. La dura definición
de Marx fue tomada por sus seguidores, tanto los más cercanos
como es el caso de el socialismo revolucionario y el comunismo,
como por sectores más alejados como son los anarquistas y los
sindicalistas del siglo XIX y principio del XX. La aplicación de

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Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

la teoría marxista del Estado fue invocada por los sistemas


colectivistas como la Unión Soviética o Yugoslavia, que
reelaboraron a sus fines esta teoría. Hoy en día podemos
mencionar los Estados Socialistas de Vietnam, Corea del Norte,
Cuba y China entre los pocos sistemas socialistas que aún
perduran aunque con marcados matices diferenciadores entre sí.

I.2 Concepto moderno del Estado y sus significaciones


La otra a definición a nuestro entender importante a la Teoría del
Estado, es la aportada por Max Webber (1864-1920). Esta
definición, que según veremos es más científica y moderna, fue
el eje principal de las reflexiones sociológicas del autor alemán y
sirvió de base para muchos otros trabajos posteriores que se
realizaron a partir de sus teorías. Webber define el Estado como:
"la asociación de dominación con carácter institucional que ha
tratado, con éxito, de monopolizar dentro de un territorio la
violencia física legítima como medio de dominación y que, a este
fin, ha reunido todos los medios materiales en manos de su
dirigente y ha expropiado a todos los funcionarios estamentales
que antes disponían de ellos por derecho propio, sustituyéndolos
con sus propias jerarquías supremas”. Para Weber, entonces, el
Estado es una asociación. Aquí se aleja de los idealismos del
derecho natural y de pretensiones de perfección. Se trata de una
asociación imperfecta y real que ejerce su dominación con
carácter institucional. Es esta asociación la que crea el Estado y
lo dota de poder institucional, es decir que ese contrato por así
llamarlo “social”, legitima en algún modo esa dominación real
con respecto a los ciudadanos. Aquí se pone el acento de
diferenciación con respecto a Marx y a su falta de justificación e
irracionalidad del Estado Burgués. El Estado para Webber tiene
una mínima pretensión de legitimidad, y por ello justificación
ética de la dominación racional. Otra característica crucial del
Estado es el monopolio de la fuerza física legítima que dota de
racionalidad y operatividad a la dominación por parte del Estado
y lo circunscribe a un territorio, siguiendo con la tradición de
soberanía territorial, de los pensadores ilustrados. Esta
monopolización de la violencia física legitima por parte del

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Estado, y en realidad del Derecho, aleja cualquier pretensión de
arbitrariedad o dominación autoritaria. El Estado para Webber se
caracteriza por ser racional, burocrático y profundamente
científico y tecnológico. Pone el énfasis en las jerarquías
racionales burocráticas para satisfacer los propios fines de la
sociedad moderna.

I.3 Derechos fundamentales de los Estados


Luego de intensos debates a lo largo de la primera de la primera
mitad del siglo XX, y a partir de múltiples tratados
internacionales firmados a partir de 1940 ha quedado zanjada una
cuestión muy importante: los Estados Nacionales son
detentadores de derechos fundamentales que acompañan el
reconocimiento de su personalidad jurídica. Mencionamos como
hito en el tema la aceptación de la Carta de Naciones Unidas y la
Resolución 2625 de Asamblea General, que estableció los
principios básicos referentes a las relaciones de amistad y
cooperación internacional.

I.3.a) Igualdad.
El primer derecho fundamental es el de la Igualdad entre los
Estados, principio que implica una lucha permanente por su
efectiva vigencia pero que ha sido fácticamente vulnerado por el
ejercicio del poder autocrático, sobre todo tras finalizar los
conflictos militares globales del siglo pasado. Basta con destacar
el trato que recibió Alemania con el Tratado de Versalles al
finalizar la primera guerra mundial o la Conferencia de Postdam
al finalizar la segunda o los privilegios concedidos a la
insignificante China Nacionalista en 1945 al sólo fin de satisfacer
los intereses norteamericanos. No obstante, el principio de
Igualdad de los Estados, viene en las últimas décadas tomando
una fortaleza intrínseca, propio de la vigencia de la justicia y la
democracia internacional, sobre todo a partir de la caída del Muro
de Berlín y la disolución en 1991 de la Unión Soviética. No es un
dato menor las nuevas negociaciones y la reactivación de las
relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y la República

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de Cuba, en un plano de igualdad estatal y respeto por las


soberanías de los viejos adversarios americanos. La Igualdad
posee en su plano jurídico dos derivaciones principales que son
de vital importancia: una es el principio de la inmunidad
jurisdiccional, es decir ningún Estado puede ejercer jurisdicción
en otro; y la otra es el principio de inmunidad en la adopción y
poder de decisiones, es decir que ningún Estado puede ser
obligado a aceptar una norma u acuerdo sin previo
consentimiento. Es una materia pendiente de la comunidad
internacional perseguir el ejercicio más profundo, efectivo y
vigente derecho fundamental.

I.3.b) Independencia.
El segundo derecho fundamental es el derecho a la Independencia
que viene siendo progresivamente consagrado desde el siglo XIX
hasta la actualidad aunque quedan aún situaciones pendientes de
resolución vinculadas a los llamados “territorios no autónomos”.
De este derecho fundamental, se derivan dos consecuencias muy
concretas y de la mayor importancia: la primera es la de la
inmunidad jurídica, en función del cual los Estados en relación
con otros no están sujetos a ningún poder ejecutivo, legislativo y
judicial de orden internacional; por ello que no están obligados a
cumplir con ninguna norma extranjera que impida el ejercicio de
sus capacidades y atributos. Este principio fue absoluto hasta
mediados del siglo XX, y fue regulado por el Derecho
Internacional a través de la Convención de Viena de 1969, que
dio marco jurídico a las obligaciones contraídas por los Estados,
y que además fue flexibilizando este principio absoluto de
inmunidad jurídica. A partir de la reforma de 1994 nuestro país
unilateralmente quedó obligado ante la comunidad internacional
al cumplimiento irrestricto de los tratados internacionales de
derechos humanos.
La otra consecuencia es la de la concreta independencia
jurídica y política cuyos elementos fundamentales son la
exclusividad, la autonomía y la plenitud de la competencia. Esto
significa que en un territorio determinado no se ejerce en
principio más que una sola competencia estatal. Esto se

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manifiesta en el monopolio de la fuerza física legítima del Estado
en ejercicio de la competencia jurisdiccional y de la competencia
administrativa pública. El otro aspecto de la libertad es el de la
autonomía; un Estado independiente no sólo actúa por si mismo,
sino que lo hace según su propia iniciativa sin aceptar las pautas
que pretenda imponerle otro Estado. Esta libertad de decisión
constituye el aspecto positivo de la independencia e implica la
facultad para apreciar la oportunidad de las decisiones que han de
tomarse. La independencia de los estados no es una pauta absoluta
sino que ha sido atenuada por los diversos procesos de integración
regional que han tenido lugar en las últimas décadas en todo el
mundo.

I.3.c) Autonomía constituyente y autodeterminación.


Aunque íntimamente vinculados a los anteriores derechos la
autonomía constituyente y la autodeterminación tienen
características especiales que deben ser mencionadas. El primero
es una consecuencia típica, simple y razonable de la
independencia de un pueblo e implica la capacidad de darse su
propio ordenamiento jurídico fundamental. La autodeterminación
es el ejercicio efectivo, concreto y tangible de los otros derechos.
Sin embargo en la práctica histórica esto no ha sido tan simple,
sobro todo en el contexto histórico bipolar que abarco gran parte
del siglo pasado. Este derecho fundamental de autodeterminación
ha sido resistido, sobre todo por el ejercicio desproporcionado de
la fuerza y el desprecio por la igualdad de los Estados. Si uno
analiza la turbulenta historia del siglo XX podrá ver sobre todo
como los Estados Neocolonialistas de Europa (Reino Unido,
Portugal, España, Francia, Países Bajos), se resistieron durante
décadas a la independencia y libre determinación de sus colonias
sobre todo en Asía y África. Se asistió a guerras de independencia
que llevaron décadas, para que los Estados neocolonialistas
aceptaran la autodeterminación de los pueblos colonizados.
Existen dos antecedentes de la vulneración de este derecho,
uno en Rusia en el marco de la Revolución Bolchevique de 1917,
que genero un nuevo modelo institucional de carácter socialista,
lo que produjo una coalición de estados opositores al sistema

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colectivista soviético que invadieron el territorio ruso. La


invasión finalizo con el triunfo total del Ejercito Soviético en
1922. El otro antecedente sobresaliente se origino tras el triunfo
de la Revolución Cubana de 1959, donde Organización de
Estados Americanos en 1962, tras conocer la decisión de
establecer un gobierno Marxista-Leninista en la isla, decidió
expulsión del gobierno de Cuba a la participación del sistema
interamericano, efectos que todavía perduran. Argentina bajo la
Presidencia de Arturo Frondizi fue el único país que se opuso
invocando el principio de la autodeterminación de los pueblos. A
partir del descongelamiento de las relaciones entre EE UU y
Cuba, se está en proceso de reincorporación al sistema
interamericano.

1.3.d) Soberanía sobre los Recursos Naturales.


Este derecho consiste en disponer de los recursos naturales,
también parece obvio por la creencia de que esos recursos
conforman el patrimonio primero y legitimo de estas personas
internacionales; sin embargo esto no ha sido tan claro y la
obviedad se ha transformado en una verdadera controversia, sobre
todo a partir de los nuevos descubrimientos tecnológicos, que han
permitido el uso y aprovechamiento de diversos recursos
naturales antes obsoletos de fines económicos y que ahora
representan un gran interés en el comercio internacional. Pero este
derecho ha sido profundizado aún más, ya que esta facultad de
disposición de los recursos naturales ha sido extendida también a
todo tipo de recursos financieros y económicos dentro de la
jurisdicción estatal. A propósito de este tema tan importante, la
Argentina fue pionera de este derecho fundamental de los
Estados, en la denominada Doctrina Drago, en honor a su creador,
el ministro de relaciones exteriores y culto Luis María Drago,
quien en ocasión del bloqueo internacional a Venezuela, realizado
por EE UU, Reino Unido y el Imperio Alemán en el año 1902,
dispuso que ningún Estado extranjero puede utilizar la fuerza
contra una nación con la finalidad de cobrar una deuda financiera.
Esta Doctrina es adoptada internacionalmente va a ser tomada en
cuenta por el derecho internacional, y será incluida en las

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disposiciones de la Carta de Naciones Unidas en el principio de
no intervención de los Estados en asuntos internos. Este derecho
también fue duramente cuestionado a partir de las
nacionalizaciones de los recursos naturales, la primera en el
mundo fue Rusia después de la Revolución Bolchevique y en
América Argentina intento en 1928 la nacionalización del
petróleo, situación que se vio trabada por la falta de mayoría en
el senado de la Unión Cívica Radical. Sin embargo esta tendencia
se vio materializada en México en los años treinta con la creación
de Petróleos Mexicanos (PEMEX), y algo similar ocurrió en
Chile con el cobre en los años de Salvador Allende, es decir que
este Derecho comenzó a ser aplicado por los Estados a partir de
la transformación interna y la finalidad misma de poder estatal,
de pasar a ser meros garantes de derechos civiles y observadores
de la economía financiera, a pasar a ser verdaderos
administradores de los recursos estatales, antes en manos de
licitaciones privadas, e interventores de la economía y las
finanzas.

II. Capacidades y Atributos del Estado


Ahora nos dispondremos a explicar las capacidades del Estado y
sus atributos fundamentales, que los doctrinarios le reconocen a
partir de constituirse como tales y que además son aplicadas y
ejercitadas habitualmente en la relación con otros Estados.
Es cierto que no todos los Estados sean originado
simultáneamente y por su puesto no todos se han constituido de
la misma manera, el proceso de constitución de los Estados no
sigue un camino inexorable y único. Esto es así porque como ya
dijimos los Estados son construcciones sociales e históricas, que
no siguen aunque cercanas y relacionadas unas con otras, un
mismo proceso temporal y cada sociedad se da sus instituciones
de acuerdo a su vivencia, experiencia, pensamiento y limitaciones
propias, que de ningún modo son idénticas a otras, por más
cercanas o próximas que estén. Sin embargo y haciendo un
análisis más bien generalizado de los Estados, se pueden
encontrar características particulares, que son propias de ellos y

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que se encuentran presente en todos los tipos de Estado de la


actualidad, estas características que son llamadas por
doctrinarios, como características de estatidad se dividen en dos
grandes grupos en Capacidades y Atributos de los Estados, que
los diferencian del resto de las instituciones generales y
particulares creadas por el hombre y la comunidad internacional.
Comenzaremos hablando de la Capacidades y luego de los
Atributos.
Capacidad de externalizar su poder: es decir la capacidad
para ingresar en la comunidad internacional y ser reconocido
como un sujeto con personalidad única e independiente, y por lo
tanto irremplazable por otro. Hacer externo y reconocible por
otras personalidades y sujetos internacionales su poder.
Capacidad de institucionalizar su autoridad: es la capacidad
de darse sus propias instituciones para hacer ejercicio de su
autoridad, con la creación de organismos para imponer la
coerción, es decir el monopolio de la fuerza física legítima, como
por ejemplo, las fuerzas armadas, fuerzas de seguridad,
comisarias, cárceles, universidades, escuelas, tribunales, etc.
Capacidad de diferenciar su control: esta capacidad nos
remite a la definición moderna del Estado propuesta por Webber,
ya que el carácter distintivo del Estado era el establecimiento de
sus propias jerarquías supremas, lo que le permite contar con un
conjunto de instituciones profesionalizadas para aplicaciones
específicas. Entre las aplicaciones específicas vitales para el
Estado Moderno son aquellas que permiten la recaudación de
impuestos y otros recursos de forma controlada; y por su puesto
todas aquellas destinadas a la administración de la justicia.
Capacidad de internalizar una identidad colectiva: la
identificación con una comunidad estatal, ha sido vital para el
nacimiento de muchos “Nuevos Estados”, esta identidad
colectiva es fundamental para la constitución del Estado y es
ejercida activamente por los mismos creando símbolos
generadores de pertenencia e identificación común,
diferenciándolo de otros Estados, por ejemplo, la creación del
himno, de la bandera propia, de los escudos de armas, de las
escarapelas, blasones, condecoraciones, etc. En nuestro país el
sistema de educación publica laica y obligatoria instalado por la

220
generación del 80, permitió que los hijos de millones de
inmigrantes que llegaron al país entre 1880 y 1920, se
convirtieran en verdaderos ciudadanos argentinos.
Los atributos del Estado tienen por objetivo el poder
diferenciarlo del resto de las instituciones creadas a lo largo de la
historia del hombre y completan la caracterización y teorización
del Estado Moderno. A continuación al igual que como lo hicimos
con las Capacidades, los enunciaremos y explicaremos por
separado.
Funcionarios Estables o Burocracia Estatal: esta
característica fundamental mencionada y explicada por Webber
de la sociedad moderna que fue lógicamente trasladada a su
representación formal más extensa, el Estado. Es vital para su
funcionamiento administrativo y manejo eficaz de su poder. Este
atributo es derivado directo de las capacidades de
institucionalizar su autoridad y diferenciar su control o dicho en
términos de Webber su dominación racional; es por eso que es
necesario que exista un cuerpo de funcionarios, conocidos
comúnmente como burócratas, que estén abocados de lleno a la
realización de los fines estatales. Esta burocracia en los hechos
monopoliza los productos finales de las decisiones del sistema
político del Estado, porque sin una burocracia que cumpla este
papel, las decisiones de los órganos superiores del Estado, no son
mas que meros deseos.
Monopolio fiscal: se deriva de las mismas capacidades de
institucionalizar su autoridad y diferenciar su control, es vital para
la subsistencia y la realización de los fines más básicos del Estado
que posea el completo control de las rentas, impuestos y demás
ingresos que legalmente sus leyes determinen. Así como es difícil
entender y que una persona pueda realizar sus fines más básicos
sin patrimonio, se entiende lo mismo para el Estado y uno de sus
patrimonios más genuinos son los impuestos y rentas publicas.
Ejército permanente: este atributo para algunos autores y
filósofos son prioritarios, por entender que algunos estados se han
constituido gracias a la fuerza de sus ejércitos permanentes, sin
comprender quizás, que por más fuerza militar que se use para
forjar un Estado, detrás de ella hay una sociedad que lo forma y
financia, para defender sus fines y objetivos sociales, políticos y

221
Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

culturales. Sin embargo es un atributo característico de los


Estados Modernos que han ido profesionalizándose cada vez más,
es por eso que el uso de este atributo ha sido atenuado por los
Estados e incluso algunos como el Estado de Japón ha renunciado
es este atributo estatal a través del Art. 9 de su Constitución
Nacional de 1947; y se pueden mencionar otros más como
Andorra, Costa Rica, Liechtenstein e Islandia. Aunque los
autores difieran sobre la prioridad de este atributo, coinciden que
el Estado precisa de una institución armada que lo proteja ante
amenaza extranjera, interna y se dedique a formar defensa para
él.
Monopolio de la fuerza legal: en este atributo nuevamente
nos remitiremos a la definición aportada por Webber, en donde el
Estado Moderno se ha apropiado legítimamente del monopolio de
la fuerza, atributo que lo convierte en el único autorizado y
competente dentro de un territorio determinado para ejercerla. Sin
embargo la Comunidad Internacional, en defensa por los derechos
fundamentales de los ciudadanos y después de los aberrantes
hechos producidos por los autoritarismos a lo largo de todo el
siglo XX, ha tendido a exigir parámetros de humanidad y
legalidad para garantizarles el uso exclusivo y legítimo de la
fuerza a los Estados con el fin de poder asegurar el orden interno.
En los Estados del tipo federal como Argentina, este atributo
encuentra niveles de aplicación en los tres órdenes del Estado
(Nacional, Provincial y Municipal)

III. Reconocimiento del Estado


Los estados cuando se constituyen en la vida de una comunidad,
se enfrentan a diversos desafíos y uno de estos es el del
reconocimiento. Existen dos tipos, el de orden interno, es decir el
de constituirse como la única institución soberana con
jurisdicción real en un territorio determinado, y el otro de orden
externo que implica el reconocimiento por los demás Estados, es
decir el resto de las personas y sujetos internacionales. Este
último aspecto, a nuestro entender vital para la realidad de los

222
Estados de hoy en día, es el tema que nos ocupara en los
siguientes párrafos de este apartado.
Para alguna parte, hoy minoritaria de la doctrina,
consideraron que el reconocimiento de parte de los demás
Estados, era un elemento primordial y fundamental, para el
establecimiento de un Nuevo Estado. Si se toma en cuenta esta
doctrina denominada como “Constitutiva”, que debe ser
comprendida como que sin reconocimiento no hay Estado, fue
elaborada y puesta en práctica con el nacimiento de los nuevos
estados Europeos del siglo XIX que fueron el Imperio Alemán, el
Reino de Italia, el Imperio Austrohúngaro, el Imperio Ruso, entre
otros, que como estrategia política y oligárquica de las familias
imperiales, se otorgaban los reconocimientos como alianzas de
poder, que le permitieran legitimarse y reclamar un lugar en la
pequeña familia de Estados Europeos. Sin embargo esta doctrina
comenzó, a tener sus serios inconvenientes prácticos con la
aparición de nuevos y variados Estados, sobre todo a finales de la
Primera Guerra Mundial, y ni que hablar después de la Segunda,
y la relación de los Estados no era precisamente la paz absoluta e
incluso algunos, como por ejemplo Alemania y Polonia
seriamente enfrentados, no se prestaban el reconocimiento mutuo,
por diversas razones, y se disputaban abiertamente no
reconociendo soberanía alguna, por el dominio de diversos
territorios. Esta doctrina considera al reconocimiento, de carácter
externo un elemento constitutivo del Estado, y ya veremos en el
apartado siguiente, que si a un sujeto o persona internacional,
carece de alguno de estos elementos, no puede ser considerado
como Estado y por lo tanto, no puede hacer uso y goce de los
derechos fundamentales y capacidades que le son propios y
reconocidos a esta clase de instituciones políticas. Es por eso que
la doctrina Constitutiva, comenzó a ser duramente criticada por
los Estados emergentes, y en la práctica fue puesta en desuso,
cuando en oportunidad del conflicto germano-polaco de 1929, el
Tribunal Arbitral estableció una nueva doctrina de
reconocimiento, que será conocida como “Declarativa” y la
misma establece que “el reconocimiento de un Estado no es un
acto constitutivo, sino declarativo, los Estados existen por si
mismos, y el reconocimiento no es sino la comprobación de su

223
Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

existencia”. Podrán analizar sin inconvenientes que esta doctrina


valora el reconocimiento en sus dos aspectos fundamentales,
dando mayor validez y preponderancia al reconocimiento interna,
y solo como una mera declaración de la existencia de ese
reconocimiento y aceptación interna. La Carta de la OAE en su
artículo 9 también reconoce para los Estados Americanos, esta
doctrina haciéndola obligatoria en su aplicación al continente.
Como podrán ver, el reconocimiento dentro de la Teoría del
Estado, paso de ser un elemento constitutivo y vital en un primer
momento, a pasar a ser una mera declaración de carácter
facultativo, que los Estados y las Organizaciones Internacionales
se prestan para dar fe, se su existencia, es decir se relativizó a
partir de mediados del siglo XX y continua así vigente en nuestro
siglo. El Estado adquiere personalidad jurídica inmediatamente
después de su constitución y reconocimiento interno, como la
institución de mayor prestigio y jurisdicción en un territorio
determinado, independientemente del reconocimiento de las
demás personas jurídicas y sujetos internacionales que integran la
comunidad internacional.

IV. Nacimiento, Constitución y Extinción de los Estados


Si uno hace una integración con el apartado primero, vamos a
valernos de la personalidad del Estado, para entender que como
cualquier persona física, la personalidad se adquiere, se utiliza y
en algunos casos, mayoritariamente se extingue, podemos
entonces decir que la personalidad es un fenómeno dinámico. Es
por eso que este apartado ha sido denominado por la Teoría del
Estado, como Dinámica del Estado Moderno. Si uno se vale del
término newtoniano de dinámica, hace referencia al movimiento
de la materia y que aplicada a esta Teoría, hace referencia a los
movimientos y transformaciones que sufre el Estado, con el correr
de su “vida” institucional en la comunidad.
Esta dinámica comienza con el nacimiento, al igual que una
persona física, sin embargo en la realidad poder determinar y
establecer el “nacimiento” que para los fines específicos de este
apartado llamaremos “constitución”, no resulta tan fácil como en

224
una persona física. El Estado es producto histórico, es decir de
hechos producidos por las comunidades en determinados
territorios del globo terráqueo, determinar el nacimiento de un
Estado, resulta a priori complejo. En la antigüedad y los procesos
llevados a cabo en la Edad Media, que los proceso de
institucionalización que se llevaron a cabo no componen en si, ni
reúnen las características propias del Estado Moderno, sin
embargo las consideraremos a los fines de este apartado, para
poder explicar, la forma clásica de la constitución de los Estados
que es el principio “Res Nullius” que significa “cosa de nadie”,
haciendo referencia al territorio determinado, de las definiciones
que hemos visto anteriormente. Es decir que el elemento crucial
y tradicional para la constitución del Estado, era y fue hasta hace
muy poco, el territorio determinado. Este argumento jurídico
tradicional que reclamaron muchos Estados europeos sobre todo
con el descubrimiento de nuevos continentes y territorios; incluso
intento ser esgrimido por la Corona Española, con oportunidad
del descubrimiento de las Indias Occidentales, sin embargo este
argumento fue rebatido por las Bulas Papales Inter Caetera de
Alejandro VI, que estableció que los Territorios descubiertos y
por descubrir no eran Res Nullius, sino que eran propiedad de
Dios, que se le confería en cuidado y custodia al Católico Reino
Español. Sin embargo este principio de adquisición por
ocupación, ha sido el método más tradicional de la creación de
Estados en la antigüedad y la época medieval. El último
antecedente de Estado constituido por Res Nullius es el de Liberia
en 1849, en donde se establecieron ex esclavos negros
estadounidenses, en un territorio del Golfo de Guinea que no fue
reclamado por ningún Estado Europeo en la Conferencia de
Berlín de 1894, estableciendo un nuevo Estado, el último creado
a partir de este principio. A partir de que todos los Estados que
hoy conocemos, tienen un antecedente en la antigüedad o el
medioevo, la doctrina se inclino a desarrollar dentro de la Teoría
del Estado, lo que conocemos como la Sucesión de Estados, que
dan orígenes a nuevos Estados, pero no desde la nada, sino a partir
de las transformación de un Estado en otro nuevo. Este tema
importante lo abordaremos después de explicar la extinción del
Estado.

225
Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

El fin de la dinámica del Estado, al igual que en la persona


física, podríamos decir que es la extinción misma; sin embargo
esto no es tan univoco y absoluto, ya que lo más común es que un
estado desaparezca por sucesión de otro y no como el fin de el
Estado y sus elementos. Sin embargo ha habido casos históricos
de extinción de estados sin sucesión, pero debemos advertir que
no en el pasado reciente sino que tendremos que remontarnos a la
antigüedad donde ya sea por el mito o pruebas paleontológicas se
ha demostrado la desaparición de Estados y poblaciones
completas, sin que lo haya podido suceder otro. El caso
mitológico descripto por Platón es la desaparición de la Ciudad
de la Atlántida, por hundimiento de la isla en la cual se
encontraba, o, y este si verdaderamente comprobado
científicamente que fue la extinción del Reino Normando de
Groenlandia, que se produjo tras la llegada de la epidemia
conocida como Peste Negra al territorio, que por su situación de
aislación produjo la muerte y desaparición de la población y por
supuesto del Estado. En fin existen otros casos en la historia pero
que están ligados a catástrofes naturales o de índole sanitarias que
someten a la extinción del Estado y su población, impidiendo la
sucesión de otro nuevo.

IV.1 Sucesión de Estados


Ya explicado el proceso de constitucionalización del Estado, nos
ocuparemos de la sucesión, que determinan por así decirlo el fin
de un Estado, pero no su extinción, sino que sufre diversas
transformaciones que determinan el nacimiento de uno nuevo,
pero que conserva algunos de los elementos esenciales del Estado
anterior. La sucesión debe ser entendida como el establecimiento
de un nuevo Estado, a partir de la conclusión de otro, pero
conservando alguno de los elementos, que veremos apropósito en
el apartado siguiente, del Estado anterior. Uno de los casos más
claros de sucesión de Estado es por ejemplo el producido por la
Revolución Bolchevique de 1917 en el Imperio Ruso, que
determino el nacimiento de la República Socialistas Federativa
Soviética de Rusia con el mismo territorio, dominios y
obligaciones internacionales que el Imperio tenía y había

226
contraído; e incluso la nueva RSFSR sucedió al Imperio en todas
las reclamaciones territoriales que poseía hasta 1917. Como
podemos ver la sucesión se produce ya que el nuevo Estado
naciente surge a partir de algún elemento esencial del Estado
anterior, siendo los más comunes la población y el territorio,
como lo demuestra el ejemplo.

IV.2 Estados de reciente independencia


Dentro de la Sucesión de Estados la doctrina reconoce tras el
pasado colonialista de la humanidad, a la Independencia como un
fenómeno particular y especial que dio origen al nacimiento de
nuevos Estados a los largo de los Siglos XVIII, XIX, XX y XXI.
Este proceso tan particular y común, después de la práctica
desmesurada del colonialismo por parte de los Estados centrales
europeos, hicieron que la doctrina ordenara los procesos
independentistas y ordenara las constituciones de los nuevos
Estados en Estados Emancipados (1700 - 1945) y Recientemente
Emancipados (1945 - Actualidad), poniendo como referencia las
emancipaciones realizadas a partir de la finalización de la
Segunda Guerra Mundial. Sin duda que el denominador común
que rige a todos estos Estados es el de la Solidaridad. Solidaridad
de un pueblo unido que empuja el nacimiento de un nuevo Estado
por la lucha emancipadora, al logro de la independencia,
desatando las energías físicas y la disposición anímica, que
requiere el sacrificio necesario para enfrentar, en el plano de la
realidad, a las fuerzas superiores del Estado Soberano anterior, a
quien no los ligaba ninguna relación solidaridad. La
emancipación es un proceso que parece lejano, en nuestra realidad
ya que Argentina obtuvo la libertad del Imperio Español en 1816,
sin embargo hay Estados que en pleno siglo XXI se encuentran
bajo dominio colonial, uno de los casos más cercanos y
emblemáticos para nuestra historia reciente, es sin duda el
régimen colonial que sostiene el Reino Unido de Gran Bretaña e
Irlanda del Norte, desde 1833, sobre las Islas y Archipiélagos del
Atlántico Sur (Islas Malvinas, Georgia y Sándwich del Sur). El
último Estado recientemente emancipado, de las Repúblicas de
Portugal e Indonesia, en el año 2002, es Timor Oriental, mejor

227
Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

conocido como Timor-Leste. Como podrá fijarse estamos


hablando de pocos años atrás, es decir que todavía padecemos los
efectos del neocolonialismo impuesto a lo largo de todo el Siglo
XIX y XX, por parte de los Estados centrales europeos, hoy en
día según el Comité de Descolonización de Naciones Unidas
existen 17 territorios no autónomos a descolonizar, pero además
existen 15 territorios más no autónomos, anexados a otros
Estados, de los cuales 10 pertenecen al Reino Unido, 3 a los
Estados Unidos y 2 a Francia.

IV.3 Unificación o Fusión de Estados


Las otras formas de Sucesión de los Estados son la unión o
unificación estatal y la secesión o desmembramiento estatal.
Analizaremos primero la unión o unificación estatal, este tipo de
sucesión estatal se produce cuando dos a más Estados deciden
constituir uno nuevo, unificando sus elementos constitutivos
(población, soberanía y territorio) dando origen a un nuevo
Estado, que ejercerá por los anteriores los derechos
fundamentales y las capacidades reservadas para los mismos. Este
tipo común de sucesiones fueron aplicadas a lo largo del siglo
XIX, como por ejemplo el caso de la unificación italiana por parte
del Reino de Piamonte y Cerdeña, bajo la corona de Víctor
Manuel II de la Casa de Saboya, que unifico los ducados, reinos,
principados y los Estados Pontificios, bajo un solo Estado, que
será conocido como Reino de Italia; un proceso similar será
llevado a cabo por el Reino de Prusia con Guillermo I,
constituyendo del Segundo Imperio Alemán, gracias a las
gestiones militares y diplomáticas de Otto Bismark. Dentro del
siglo XX fue muy rica la historia de las unificaciones estatales el
primer gran antecedente del siglo XX fue la fundación en 1922 de
la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, que significaba la
unión de las 15 República Soviéticas del Este Europeo en un
nuevo Mega Estado, conservando las autonomías y el régimen
federal de gobierno. Otros ejemplos que pueden mencionarse son
los de Yugoslavia que unifico los 6 Estados Croatas-Eslavos
desmembrados por la Alemania Nazi; la de Checoslovaquia con
la unificación de las dos republicas separadas por las

228
segregaciones nazis durante la ocupación; la Unión Sudafricana
sucesora de las colonias británicas, que ocuparon los territorios
de Namibia hasta 1991; entre otros casos aún vigentes se
encuentra la República Unida de Tanzania, donde se unifico en
1963 la República de Tanganica y la de Zanzíbar, dando como
origen un nuevo Estado y si ponemos un poco de atención, hasta
en el nombre se establece la fusión estatal donde se ubica por
decisión de los miembros, las primeras 3 letras iniciales de cada
Estado anterior. Otro ejemplo aún vigente es el de Bosnia y
Herzegovina creado en 1994, con ocasión del desmembramiento
de la Ex Yugoslavia.
Otro método de unificación también muy utilizado fueron
las confederaciones, que son básicamente una variable del Estado
Federal, con características muy particulares donde los Estados
que la conforman, conservan el poder de secesión ante la ruptura
del pacto fundacional o constitutivo, que le daban origen.
Ejemplos confederados son la Confederación Helvética (vigente
hoy en día, conocida como Suiza), la peruano-boliviana, la de los
Estados del Sur de Estados Unidos, la Polaco-Lituana entre otros
ejemplos históricos. Pero sin embargo en el siglo pasado y en
nuestro siglo se dieron intentos unificadores estatales como la
Confederación de Senegambia, la de las Repúblicas Árabes en
dos intentos fallidos por cierto, que van de 1958 a 1961 y de 1972
a 1977, entre Siria, Egipto, Libia, Sudán e Irak; y el ejemplo más
reciente en el tiempo, fue el de la República de Serbia y
Montenegro, disuelta en el 2006 conformando el último
antecedente confederado en nuestro siglo.

IV.4 Secesión. Disolución de Uniones Estatales


La secesión o desmembramiento estatal viene hacer como una
parte accesoria de la unificación de los Estados, justamente es la
separación de uno o varios Estados pertenecientes a una unión, ya
sea por la vía diplomática, política o por la misma fuerza, lo cierto
es que a partir de un Estado, madre o matriz, se originan dos o
más nuevos Estados, el nivel de secesión o desmembramiento
depende claro esta, de los Estados miembros en la unión.
Utilizando los ejemplos anteriormente dados, vamos a utilizarlos

229
Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

como referencia para explicar este proceso estatal, el caso más


emblemático de la década del noventa, del siglo pasado es sin
duda alguna el desmembramiento de la Unión Soviética el 25 de
diciembre de 1991, que significo el fin de la unión estatal de las
15 Repúblicas Soviéticas de 1922 y consigo, el fin del comunismo
soviético que ya se encontraba en crisis desde finales de los años
setenta. Este es un caso de que a partir de un Estado nacen 15
Estados Nuevos a la vida de la Comunidad Internacional. Otro
caso emblemático se dio en el año 1992 con un fin no tan pactado
y feliz, como el de la Unión Soviética, donde se disolvió la
República Federativa Socialista de Yugoslavia, que trajo consigo
un proceso de guerras civiles que duro ocho años, donde fue
necesaria la intervención de las Naciones Unidas y de las fuerzas
de la OTAN, del fin del Estado de Yugoslavia nacieron
primeramente 5 nuevos Estados, y partir del fin de la
confederación entre Serbia y Montenegro, en el año 2006, se dio
origen a un nuevo Estado sucesor de la Ex Yugoslavia. Y aunque
parezca un tema terminado en la región, no lo esta para nada,
como será explicado oportunamente en el apartado numero
cuatro.
Hemos explicado hasta aquí el fenómeno de la sucesión de
los Estados. Pero antes de terminar este breve apartado
describiremos una sub especie de la constitución de un nuevo
Estado y de la sucesión, que ha sido únicamente utilizado en el
siglo XX, que es la constitución de un Estado por Convención
Legal. Ya sea como acto unilateral de voluntad (Ley) como el
caso de Filipinas y de algunas colonias británicas; o por Tratados
Internacionales como fue el Tratado Anglo-Irlandés de 1922 que
originó la República de Irlanda. Quizás el mas original del Siglo
XX es por resolución de Organismos Internacionales como fue el
caso (único) del Estado de Israel, creado a partir de una
Resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas en el año
1947. Los dos primeros dos casos son derivaciones teóricas de la
emancipación perro el tercero no lo es y constituye un antecedente
claro de el poder preponderante, que han ganado las
Organizaciones Internacionales en la constitución de los nuevos
Estados, si bien el caso del Estado de Israel, fue a nuestro modo
de ver uno de los fracasos más grande de Naciones Unidas, ya que

230
se trato de llevar paz y estabilidad, a un territorio ocupado por un
Mandato Británico de la Sociedad de Naciones, y en realidad se
creo el caldo de cultivo para los más grandes conflictos armados
en la región del medio oriente; sin embargo esto no quita que las
organizaciones y las relaciones internacionales, van ocupando un
lugar de privilegio en el nacimiento y la sucesión de los nuevos
Estados Modernos.

V. Elementos del Estado. Enumeración y breve reseña


Ahora profundizaremos todo lo referido a los Elementos del
Estado, que para los fines de este apartado preferimos llamarle
indistintamente elementos o “condiciones”, ya que en ocasiones
fungen como elementos característicos y en otras como
condiciones constitutivas.
La doctrina tradicional reconoció dentro de la Teoría del
Estado tres elementos básicos: dos de ellos no ofrecen mayores
dificultades terminológicas porque son conceptos empíricos: el
territorio y la población. El tercero, en cambio, resulta más difuso
e inasible y es mencionado por los autores de diversas maneras:
“soberanía”, “poder”, “imperium”, “gobierno” u “orden
jurídico”. Para una buena parte de la doctrina el elemento esencial
al que hace referencia la doctrina tradicional es el de Gobierno
entendido como la “manifestación institucional del Poder”. Así
fue entendido y recogido por la Convención de Montevideo de
1936, en donde el artículo 1 establece que “un Estado, como
persona jurídica internacional, debe tener una población
permanente, un territorio definido, y un gobierno”, entendido esta
última condición, como la capacidad para entrar en relaciones con
otros Estados. Como podrán observar en el anterior enunciado,
aquí los elementos si se comportan como condiciones
constitutivas para el Estado. En este trabajo solo nos ocuparemos
de dos de los elementos de los Estados, dejando el tema relativo
al Poder y Gobierno para el desarrollo de la bibliografía especial.

V.1 Territorio

231
Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

Para comenzar el desarrollo del Territorio, tendremos que definir


dos cuestiones fundamentales que se interrelacionan, que son el
concepto de soberanía y territorio. A continuación definiremos
ambos términos, que parecen haber sido confundidos en algún
momento de historia de la Teoría del Estado. Entendemos
entonces por territorio la porción del globo terráqueo donde el
Estado ejerce su soberanía. Determina el límite geográfico sobre
el cual se desenvuelven los poderes del Estado. Actualmente el
concepto no engloba solo una porción de tierra, sino que alcanza
a mares, ríos, lagos, espacios aéreos, espacios espaciales, rutas
satelitales, entre otros.

Como podemos ver no son términos sinónimos, ni siquiera


etimológicamente, si son términos relacionados, ya que sobre el
territorio físico de un Estado, es donde se ejerce la soberanía, es
decir el poder y jurisdicción de la personalidad estatal.
Primeramente el territorio comprendía únicamente el espacio
terrestre y su subsuelo, con respecto a los mares se entendía que
eran de uso general e internacional, a medida que el hombre ha
hecho uso de otros espacios como el aire, las profundidades
marinas, el espacio, los ríos o canales, entre otros nuevos espacios
o territorios, los Estados han tenido que encontrar soluciones
legales para poder establecer una convivencia pacífica y que estas
nuevas controversias internacionales no finalizaran como en otros
momentos, con beligerancias internacionales por el dominio de
estos nuevos espacios. Esta soberanía territorial es entendida en
sus dos consideraciones más importantes que son la de la Plenitud
y el de la Exclusividad, la primera es la competencia plena de
reglamentar y de administrar las instituciones y actividades
humanas que se realizaran en el territorio, mediante la vía de la
legislación, la reglamentación, la jurisdicción o simplemente la
regulación administrativa; y que no puede bajo ninguna
circunstancia ser objetada o interrumpida por otro Estado, ajeno
al dueño de la competencia. La exclusividad es que cada Estado
ejerce a través de sus propias instituciones los poderes de
legislación, administración, jurisdicción y coerción en su
territorio, esta competencia habilita a la exclusión inmediata,
compulsiva y agresiva llegado al caso, de todo ejercicio ilegal por

232
parte de otro Estado, dentro su territorio exclusivo; es por eso que
la soberanía de un Estado, no solo es exclusiva sino también
excluyente. Esta exclusividad también debe ser considerada
dentro del derecho fundamental de la igualdad, en donde esta
vedado a los Estados en inmiscuirse, en principio, con los asuntos
internos de otros, pero fundamentalmente en los asuntos
relacionados con el ejercicio exclusivo de los poderes y facultades
internas propias de los Estados Soberanos.
El territorio terrestre, que fue como dijimos el primer
espacio considerado y tradicionalmente estudiado por la Teoría
del Estado, comprende no solo la superficie y recursos naturales
allí presentes, sino también los subsuelos del territorio con todos
los recursos naturales existentes, descubiertos o por descubrir, por
debajo de la superficie total considerada. Este espacio tradicional,
ha sido en diversas oportunidades objeto de disputas
internacionales, ya que era considerado como un elemento clave
de predominio y poder, por esta razón la determinación de las
fronteras estatales no ha sido una tarea pacifica a lo largo de la
historia. Antes de explicar el tema referido a las fronteras, hemos
de hacer una aclaración terminológica, que ha sido utilizada muy
frecuentemente que es la referida a la confusión entre límite y
frontera. El primer término geográfico, más que político, es
referido a las líneas imaginarias que determinan geográficamente
las fronteras de los Estados; no posee ninguna relevancia a los
efectos del territorio político, ya que como dijimos son
imaginarias y son útiles quizás a los fines de la geografía para
determinar los ámbitos locales, para el estudios del territorio. La
frontera en cambio es el espacio real y determinado por los
Estados, como límite al ejercicio exclusivo y excluyente de su
soberanía, y no es una mera línea imaginaria, este espacio
determina el fin de la soberanía de un Estado y el nacimiento de
la otra el Estado fronterizo, es vital para los Estados el trazado de
sus fronteras ya que determinan los límites reales para el ejercicio
de sus competencias derivadas de la soberanía territorial. Las
fronteras, como veremos más adelante, y al contrario de lo que
muchas veces se cree, no se demarcan únicamente cuando hay
tierra de por medio, pues existen diferentes tipos de fronteras:
aéreas, orográficas, fluviales, marítimas y lacustres. Aclarado este

233
Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

punto terminológico desarrollaremos la forma de determinación


de las fronteras del territorio estatal.
Existen fronteras naturales como puede ser ríos, lagos,
mares o cadenas montañosas, pero también existen y
lamentablemente algunos medios asincrónicos y medievales
siguen existiendo, formas artificiales de determinación de las
fronteras, como pueden ser los muros, casos variados en la
historia como la Muralla China, el Muro de Berlín, pero debemos
también decir que en la actualidad se siguen utilizando estos
métodos arcaicos de determinación de las fronteras como el Muro
de Jerusalén del Este, instalado ilegalmente por el Estado de
Israel, o los Muros de Contención de Estados Unidos, en la
Frontera del Sur con México. Otros métodos artificiales son las
Zonas de Desmilitarización como por ejemplo el de la Península
de Corea, o la establecida por el Tratado de Versalles sobre
Renania, o Fuertes Militares como los enclaves españoles de
Vélez de la Gomera, Ceuta y Melilla. La mayoría de los métodos
artificiales son combinaciones de muros o de asentamientos
militares, normalmente en la actualidad son producto de la
convención, pero hay otros responden a una frontera convenida
anteriormente y que con frecuencia siguen los paralelos o
meridianos geográficos, establecidos por la cartografía del lugar,
pero también hay casos, como por el ejemplo en el caso del Muro
del Estado de Israel en el que no se sigue ningún patrón
geográfico ni acuerdo político anterior y que además la
construcción ha sido declarada por Corte Internacional de Justicia
como ilegal, anacrónica y violatoria a los derechos humanos de la
población extra muro, que quedo marginada al acceso libre de la
Ciudad Santa de Jerusalén y peor aún que se sigue extendiendo a
lo largo de las colonias israelitas en territorio de Cisjordania,
territorio soberano del Estado Observador de N.U. de Palestina;
tema que desarrollaremos a fondo en lo referido a la relatividad
del territorio terrestre, como condición del Estado. Lo más común
son las fronteras naturales, pero esto no quiere decir, que sean
menos problemáticas a la hora de ser trazadas, ya que a lo largo y
ancho de la historia del hombre, estas determinaciones no han
sido para nada pacíficas, incluso algunas han provocado crisis
diplomáticas o incluso beligerancias entre los Estados.

234
Comenzaremos explicando la determinación de las
fronteras orográficas (cadenas montañosas) que primeramente, se
siguió el principio de determinación siguiendo la línea del pie de
la cadena montañosa que sirvió para determinar las fronteras de
Francia, Austria y Suiza, beneficiando a los dos primeros, en el
cual un Estado ejerce soberanía sobre toda la cadena montañosa
y el otro la ejerce a partir de la línea del pie de la cadena
montañosa, como se vera el principio era muy beneficioso para
un Estado y muy perjudicial para el otro que no poseía soberanía
alguna sobre la cadena montañosa; es por eso que la costumbre
evoluciono y el principio se estableció sobre la línea de altas
cumbres, estableciendo una línea entre los picos más altos de la
cadena montañosa, sin embargo trajo algunas complicaciones,
que llevo a establecer un principio auxiliar y complementario que
es el principio de la línea divisorias de aguas, que no es ni mas ni
menos que establecer la división de aguas con respecto al drenaje
de las mismas, es decir establecer el punto en el cual el drenaje se
bifurca para un lado y otro de la cadena montañosa, ambos fueron
utilizados por nuestro país para establecer la frontera con el
Estado de Chile.
Con respecto a las fronteras fluviales, es decir fronteras
establecidas por ríos, se establecieron dos principios, uno más
antiguo, hoy en desuso que es el de la ubicación de la línea costera
en una orilla del río, quedando sujeta toda la soberanía territorial
del río para un Estado, y el otro solo con soberanía sobre la playa
y a partir de la línea costera; este principio fue reemplazado en la
práctica de los Estados por el de la línea media del canal más
profundo de navegación de los ríos, es decir del canal más
profundo del río, se traza la frontera divisoria,
independientemente del porcentaje de cuencas o territorio isleño
que queden para los Estados, este principio fue utilizado por
Argentina y Uruguay en la división del Río de la Plata.
En el caso de fronteras lacustres, es decir fronteras
establecidas por lagos, se ha creado el principio de
Internacionalización del Lago, es por eso que el lago es de uso
internacional por parte de los Estados fronterizos, y se han
utilizados principios mixtos entre las fronteras artificiales, como
en el caso del Lago Victoria, siguiendo la intersección de

235
Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

paralelos y meridanos, que determinan las fronteras de Uganda,


Tanzania y Kenia; y el de la línea de navegación del canal más
profundo, como es el caso del Lago de Constanza que determina
la frontera de Suiza, Austria y Alemania. De las fronteras
marítimas y aéreas nos ocuparemos oportunamente en lo referido
a esos espacios del Territorio.

V.1.a) Relatividad del Territorio


Para finalizar el desarrollo del territorio terrestre vamos hacer una
breve, pero importante apreciación y que es la referida a la
relatividad del territorio como elemento o condición del Estado,
la Teoría tradicional aquí mismo desarrollada, entendía que el
territorio definido, entendido en su generalidad, era el elemento
fundamental para la constitución del Estado y esto fue un precepto
absoluto, que no se discutía sino hasta que comenzaron los
nacimientos estatales a partir de 1945, en donde hubieron Estados
que no poseían un territorio determinado, por diversas razones ya
sean políticas, militares, económicas, religiosas, entre otras, y que
sin embargo si reunían los demás elementos y además
desarrollaban sus atributos, propios del Estado, con regularidad
manifiesta. Esto trajo una verdadera revolución doctrinaria y
teórica acerca sobre estos “Estados” que carecían de un territorio
determinado o que si bien poseían un territorio aproximadamente
determinado continuaban haciendo reclamaciones territoriales a
otros Estados ya soberanos. El primer caso previo a 1945, se dio
con los Estados Pontificios, Estado sin territorio a partir de la
unificación italiana 1870, donde Pío IX se declara prisionero en
el Vaticano; la Santa Sede como sucesora de facto de los Estados
Pontificios, se mantuvo en cabeza del Obispo de Roma, pero
como un sujeto de derecho, ya no una persona jurídica
internacional, sin embargo los demás Estados siguieron
relacionándose con la Santa Sede como si el Estado siguiera
existiendo. Todo siguió así, hasta 1929 donde por el entonces
Primer Ministro italiano Benito Mussolini acuerdan en los
denominados Pactos de Letrán, la cesión por parte del Reino de
Italia de 440.000 metros cuadrados para la creación del Estado
Vaticano como sucesor de los Estados Pontificios. Como se ve la

236
posesión del territorio fue relativa, ya que los poderes estatales
del Vaticano, continuaron sin poseer territorio propio, desde 1870
hasta 1929. Este principio de relatividad fue muy común a lo largo
del siglo XX, por los denominados Estados de reciente
independencia, ya que sus territorios estaban en dominio del
colonizador, y fue muy costoso para esos nuevos Estados
recuperar la totalidad de los territorios reclamados, fue el caso de
Namibia que desde 1966 intento independizarse, pero esto quizás
sea lo más paradójico es que no pretendía independizarse de un
Estado colonizador europeo, sino que trataba de independizarse
de otro Estado recientemente independizado, que ejercía poder
colonial y segregacionista de la República Sudafricana, y solo
recién después de 25 años de combates, Sudáfrica reconoció la
independencia total de Namibia. Otro caso emblemático del siglo
XX y de nuestro siglo es el del reciente Estado Palestino, que
mantiene una severa puja política, ideológica, religiosa y militar
con el Estado de Israel, por los dominios de los territorios cedidos
por Naciones Unidas en 1948 al dominio árabe y que fueron
ocupados militarmente por Israel en la Guerra de los Seis Días en
1967. Desde la creación del Estado de Israel, el pueblo árabe de
palestina reclama el cumplimiento de las resoluciones de
Naciones Unidas y que después de décadas de combates armados
lograron en 1993 un principio de acuerdo, en donde Israel
paulatinamente iría entregando los territorios a la Autoridad
Nacional Palestina, representadas por la Organización para la
Liberación Palestina liderada por Yasser Arafat, que ya en 1988
había proclamado su nacimiento en los territorios Cisjordanos y
de Gaza, tras violentas operaciones militares de parte de ambos
bandos, y para darle un poco más de estabilidad al reclamo
Palestino, se decidió en el ceno de Naciones Unidas, crear el 30
de noviembre del 2012 el Estado de Palestina, es decir la
aceptación internacional del Estado de Palestina, que ya venia
existiendo y ejerciendo el poder y la jurisdicción desde 1994, y
que al día de la fecha no posee territorios determinados, ya que
Israel nunca finalizó la entrega de los territorio ocupados desde
1967. En fin con algunos ejemplos podemos identificar que la
pretensión absoluta de la condición del territorio para constituir
un Estado, ha sido atenuada por los procesos políticos y culturales

237
Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

de mediados del siglo XX y en nuestro siglo siguen naciendo


nuevas entidades que siguen revisando la condición de territorio,
dentro de la renovada Teoría del Estado.

V.1.b) Espacio marítimo


Ahora nos dispondremos a analizar los otros espacios que
comprenden el elemento territorio de un Estado, comenzaremos
por el desarrollo del espacio marítimo, para finalizar con el
espacio aéreo y ultraterrestre. Desde el comienzo de la historia el
hombre ha hecho uso del mar, sus recursos y fundamentalmente
de sus ventajas con respecto al intercambio y las comunicaciones
con otros pueblos. Es por eso que el dominio de los mares estuvo
regulado por las costumbres y las discrecionalidad de los Estados,
sin embargo a partir de la constitución de los Estados centrales
europeos, fue cada vez mas necesario, regular los espacios
marítimos, ya que se produjeron diversos conflictos en aguas
territoriales podríamos mencionar la Batalla de Trafalgar, la
Batalla de la Vuelta de Obligado ambas en el siglo XIX o el
conflicto del Canal de Corfú, que hicieron necesaria el
establecimiento de reglas más claras, para establecer la soberanía
del mar, por parte de los Estados. Esta respuesta llego por parte
de las Naciones Unidas, que en 1982 se aprobó en la Bahía de
Montego (Jamaica) la convención de Naciones Unidas sobre
derecho del mar, esta convención entro en vigencia el 16 de
Noviembre de 1994, cuando Guyana el Estado Nº 60 rectifico la
Convención.
La convención de Montego fue ratificada por el congreso
argentino el 17 de octubre de 1995 por la Ley Nº 24.543, pero
anteriormente en 1991 se había sancionado la Ley Nº 23.968 que
justamente había tomado los principios establecidos por la
convención en 1982, y la ratificación solo fue una formalidad con
la comunidad internacional, ya que el derecho interno ya había
receptado las normativas internacionales sobre el derecho de mar.
Tanto las leyes como la convención establecen distintas zonas de
dominio y jurisdicción por parte del Estado costero y también
aclara situaciones controvertidas como eran las cuestiones
referidas a las plataformas continentales. Explicaremos

238
seguidamente todas las zonas que estableció la convención que
forman parte del espacio marítimo de los Estados.
Aguas Interiores: están reguladas por el Art. 2 de la Ley
23.968 que versa “las aguas situadas en el interior de las líneas de
base forman parte de las aguas interiores de la República
Argentina”, como define tan claramente la ley todas las aguas
desde la línea de base hacia el interior del territorio nacional son
aguas interiores sujetas al dominio y jurisdicción plena del
Estado.
Mar Territorial: se extiende hasta una distancia de DOCE
(12) millas marinas a partir de las líneas de base. El Estado posee
y ejerce soberanía plena sobre el mar territorial y el subsuelo de
dicho mar. Se reconoce a los buques de terceros Estados el
derecho de paso inocente, siempre que el mismo se practique de
conformidad con las normas del derecho internacional y a las
leyes y reglamentos del Estado ribereño.
Zona Contigua: La zona contigua se extiende, más allá del
límite exterior del mar territorial, hasta una distancia de
VEINTICUATRO (24) millas marinas medidas a partir de las
líneas de base, el Estado ejerce en esta zona todos sus poderes
fiscales y jurisdiccionales, preventivos y represivos, en materia
impositiva, aduanera, sanitaria, cambiaria e inmigratoria.
Zona Económica Exclusiva: la zona económica exclusiva
se extiende, más allá del límite exterior del mar territorial, hasta
una distancia de DOSCIENTAS (200) millas marinas a partir de
las líneas de base. El Estado puede ejercer ejerce en esta zona
todos sus poderes fiscales y jurisdiccionales, preventivos y
represivos, en materia impositiva, aduanera, sanitaria, ecológica,
cambiaria e inmigratoria.
Además ejerce derechos de soberanía para los fines de la
exploración y explotación, conservación y administración de los
recursos naturales, tanto vivos como no vivos, de las aguas
subyacentes al lecho del mar, y con respecto a otras actividades
con miras a la exploración y explotación económicas de la zona,
tal como la producción de energía derivada del agua, de las
corrientes y de los vientos.
Plataforma Continental: la plataforma continental de un
Estado ribereño comprende el lecho y el subsuelo de las áreas

239
Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

submarinas que se extienden más allá de su mar territorial y a todo


lo largo de la prolongación natural de su territorio hasta el borde
exterior del margen continental, o bien hasta una distancia de 200
millas marinas (370 km) contadas desde las líneas de base a partir
de las cuales se mide la anchura del mar territorial, en los casos
en que el borde exterior del margen continental no llegue a esa
distancia. A su vez, el margen continental comprende la
prolongación sumergida de la masa continental del Estado
ribereño y está constituido por el lecho y el subsuelo de la
plataforma, el talud y la emersión continental. No comprende el
fondo oceánico profundo con sus crestas oceánicas ni su subsuelo.

V.1.c) Espació aéreo y ultraterrestre


Finalizado el desarrollo del espacio marítimo finalizaremos con
breve desarrollo de los espacios aéreos y ultraterrestres, que como
se podrá observar, son los más recientes en el tiempo, ya que el
uso del cielo y del espacio, por parte de los Estados, se ha
producido con el advenimiento de las nuevas tecnologías
aeroespaciales propias del siglo XX y XXI. En cuanto a los
marcos regulatorios de los derechos aéreos, se encuentran
regulados por el Convenio de Chicago de 1944, ratificado por
nuestro país por el Decreto Ley 11.906 de 1956; que establece los
límites y usos permitidos del espacio aéreo por parte de los
Estados.
El espacio aéreo es una porción de la atmósfera terrestre,
tanto sobre tierra como sobre aguas interiores de un Estado, la
legislación internacional, reconoce también el espacio aéreo
soberano sobre las aguas territoriales, que serían 12 millas
náuticas (22,2 km) hacia el exterior de la línea de base. El espacio
aéreo que queda fuera de esta línea se considera espacio aéreo
internacional, análogamente a la declaración de "aguas
internacionales" en la ley marítima. No existe un acuerdo
internacional sobre la extensión vertical de la soberanía del
espacio aéreo aunque algunas legislaciones utilizan rangos que
van desde los 30km a los 50km de altitud.
En cuanto al espacio ultraterrestre, los Estados soberanos
han tomado conciencia sobre la regulación de su uso para fines

240
pacíficos y científicos hace muy pocos años, sin embargo existen
diversas convenciones sobre el uso del espacio ultraterrestres por
parte de los Estados, donde se autoriza su uso para fines pacíficos,
científicos y tecnológico; reconociendo el espacio ultraterrestre
de los estados como la porción equivalente a la superficie total
del espacio aéreo, desde los 50km altitud en adelante hasta el
espacio exterior. La utilidad de este espacio ha sido de vital
importancia para los Estados con capacidad en las ciencias
aeroespaciales tanto en exploración como en telecomunicaciones,
y a propósito de esto último los Estados han regulado orbitas tanto
geo estacionales como geo sincrónicas, para uso de los satélites
artificiales de los Estados, por las Resoluciones de Asamblea
General de Naciones Unidas en 1982, y en 1986 conocida como
“Código de Buena Conducta” para el uso pacífico de los Estados,
estableciendo rutas y orbitas para los Estados, con un plazo de
vigencia y estatuto de uso, a propósito de eso Argentina estuvo a
punto de perder su orbita geo estacional 72º Oeste, ya que su
satélite Nahuel 1ª había cumplido su vida útil, es por eso que el
16 de octubre del 2014 se lanzo al espacio el ARSAT – 1, que
ocupara esa órbita espacial otorgada para la Argentina y además
se solicito a la Comisión Internacional sobre la Utilización del
Espacio Ultraterrestre de Naciones Unidas, la concesión de dos
nuevas órbitas para los satélites ARSAT 2 y 3, que están
proyectados para este año 2015.

V.2 Población. Noción y problemática terminológica


Ahora nos dispondremos a hacer un análisis detallado del
elemento población dentro de la Teoría del Estado. Este elemento
quizás no fue tan considerado por las distintas teorías estatales, ya
que lo consideraban una obviedad, es decir no podía considerarse
un Estado sin una población, por eso era definida
tradicionalmente como “la sociedad sobre el cual se ejerce el
poder de un Estado”, sin embargo que con el correr del siglo XX
y ni hablar de las primera décadas de nuestro siglo, ese concepto
ideal y estático propio de los siglos anteriores, comenzó a tener
serias complicaciones prácticas debido a la aparición de diversos

241
Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

fenómenos sociales propios de los nuevos tiempos, en donde la


definición clásica ha tenido que ser revisada y completada.

V.2.a) Nación. Concepto y reseña histórica de su concepto


Sin duda que el termino población, es un termino bastante vago y
general, que proviene etimológicamente del latín populatio y se
utilizaba para designar a un grupo de personas que habitaban en
lugar determinado, como podemos ver es justamente la
significación que la Teoría del Estado, le había acuñado como
elemento estatal. Y consideramos que para el momento en se
crearon los primeros Estados europeos, este termino con esta
terminología resultaba bastante práctico, y se podía cotejar
fácilmente con la realidad existente en los reinos absolutistas de
la Europa occidental. Es en ese preciso momento histórico, en que
también se acuña el término Estado-Nación propio de la Edad
Moderna, también conocido como estados nacionales, en donde
la Nación, en términos políticos, era definida como “el conjunto
de sujetos políticos en el que reside la soberanía constituyente de
un Estado”. Como podemos ver aquí el concepto de población y
nación, prácticamente se fusionaron, y comenzaron a ser
utilizados de forma indistinta a largo de varios siglos; pero esta
fusión no solo llego solo con el término población, sino también
con el propio término Estado, ya que como detrás del Estado se
encontraba precisamente una solo población, es decir una sola
Nación, era lo mismo, para los teóricos y constituyentes de la
época, hablar de Nación que hablar del Estado, este es el caso de
nuestros constituyentes acuñaron el término de la Nación
Argentina, haciendo referencia a nuestro Estado republicano.
Como podemos apreciar la terminología fue durante
muchos siglos bastante problemática y recién va a comenzar a
aclararse con el advenimiento de la sociología, esto como ya
hemos señalado ocurrió a finales del siglo VIII y todo el siglo
XIX, donde esta “nueva ciencia”, trajo consigo una serie de
nuevos términos como por ejemplo sociedad, segmentos,
poblaciones, culturas, entre otros términos importantes, que la
ciencia política del momento fue adoptando; también las
sociedades europeas, más atrasadas políticamente hablando, con

242
el advenimiento de las revoluciones burguesas comienzan a
influenciarse de esas nuevas corrientes científicas; renovando la
ciencia política del momento y resignificando la mayoría de las
terminologías clásicas del momento. Si uno analiza las
unificaciones tardías de Alemania e Italia, vamos a poder
observar como los nuevos fenómenos nacionales, no vistos como
sinónimo de Estado, sino como un verdadero fenómeno social,
que derribo las antiquísimas estructuras monárquicas-feudales,
que sometían a las poblaciones desde la caída del imperio
romano, y que le dieron una nueva significación al concepto de
Nación, orientados hacia la cultura nacional entendida “como una
comunidad humana con ciertas características culturales
comunes, a las que dota de un sentido ético-político”.

V.2.b) Comunidades Nacionales


Como podremos observar la significación cultural de la nación
nos trajo un nuevo concepto teórico, de origen netamente
sociológico, que es el de comunidad nacional definido como “un
grupo de seres humanos que tienen ciertos elementos en común,
tales como el idioma, costumbres, etnia, valores, tareas, visión del
mundo, edad, ubicación geográfica, estatus social o roles”, que
debieron ser consideradas por la ciencia política como verdaderos
sujetos colectivos de derechos, que se desarrollaban dentro de una
o varias poblaciones. Como podemos ver el concepto estático de
población única, relacionado con la nación única, se ve
complejizado severamente por la aparición de fenómenos
sociológicos, que sirven como herramienta para la cristalización
de nuevos sujetos políticos, antes marginados por el Estado y su
Teoría Política. Va a ser entonces el siglo XX, el escenario
propicio para la lucha por los derechos de las comunidades
nacionales frente al avasallamiento Estatal-Nacional.
Como sabemos la historia del siglo XX, es una historia de
victorias y derrotas en cuanto a los derechos y respeto de esos
derechos tanto fundamentales, como civiles y políticos, de parte
de los Estados y sus autoridades políticas, cabe uno recordar los
procesos segregacionistas de la Alemania Nazi, del Apartheid
sudafricano o del Genocidio de Ruanda, para entender que las

243
Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

comunidades nacionales, entendidas como “minorías” por las


oligarquías del poder, fueron duramente reprimidas e incluso se
llego a elaborar planes de exterminio, para que sus reclamos
jamás llegaran a ser conocidas por la comunidad general. El
concepto moderno población, abarca una multiplicidad de
realidades sociales diferentes y que incluso dentro de una misma
población, en donde conviven diversas culturas nacionales, que
deben ser entendidas por los Estados, en su complejidad real y no
la reducir de consideraciones parciales o segmentadas propias de
las políticas represivas llevadas a cabo por los gobiernos, todo
esto llevo, necesariamente a luchas en torno al reconocimiento de
los derechos nacionales, que incluso llegaron a las beligerancias,
terrorismos y hasta el genocidio.
Como vemos el siglo XX, fundamentalmente los Estados
de ese siglo, no vieron con buenos ojos el advenimiento de este
fenómeno nacional, que ponía en serios problemas las estructuras
estatales y por su puesto atentaba contra la gobernabilidad
“pacifica del Estado”. Ante esta complejidad latente algunos
doctrinarios, comenzaron a elaborar observaciones y estudios
sobre las poblaciones, para poder hacer un poco más entendible
esta realidad, clasificándolas para determinar de alguna manera,
cuales eran los derechos aplicables a estas poblaciones, incluso
esta clasificación fue tomada por la Carta de Naciones Unidas
reservando los derechos de autodeterminación a las poblaciones
nativas de un territorio, no así a poblaciones exógenas que
hubieren ocupado el territorio posteriormente. Por lo general se
entienden que existen dos tipos de poblaciones las poblaciones
endógenas, nativas, naturales o autóctonas y las poblaciones
exógenas, extranjeras o migratorias. Sin embargo eran tan
complejos los parámetros para determinar cuando era una
población endógena u exógena, estas clasificaciones fueron
desechadas por la práctica, sin embargo lamentablemente muchas
de estas teorías sobre las poblaciones, fueron tomadas por los
gobiernos como verdaderas doctrinas de Estado, erigiéndose
como poblaciones endógenas y por lo tanto superiores a otras, con
derechos absolutos sobres las otras, y creando verdaderos
sistemas de violencia segregacionistas contra las poblaciones
extranjeras. Para buscar ejemplos no hay que irse muy lejos en el

244
tiempo, basta irse hasta 1994 en Sudáfrica estuvo vigente las leyes
del Apartheid que segregaban, y esto es lo más indignante, a las
mayorías negras apartándolos de la mayoría de sus derechos
fundamentales, civiles y políticos.
La comunidad internacional fue creando diversos métodos
represivos y coactivos contra los Estados que violaran los
derechos fundamentales de las comunidades nacionales, incluso
llegó a bloquear económicamente y aislarlo de la Comunidad
Internacional, a la República de Rodesia, por aplicar un régimen
segregacionista, precisamente en un Estado de mayorías negras,
y fue gracias a esas medidas que el Estado fue disuelto aboliendo
esas leyes racistas y paso a denominarse en 1979, República de
Zimbabue.
La nación o mejor dicho las comunidades nacionales, han
sido muy importantes a la hora de ser consideradas como
verdaderos sujetos de derechos, otorgándoles el derecho
internacional a autodeterminarse, con la obligación de los Estados
de la comunidad internacional, a reconocer esas autonomías
incluso han sido obligados a reconocer su independencia, como
en el caso reciente de Ucrania, cuando la población de Crimea, se
autodeterminó dejando de ser parte del Estado de Ucrania, para
formar parte de la Federación de Rusia.

V.2.c) La recepción de las Comunidades Nacionales por el


Estado
Reconocimiento: es la manifestación política,
constitucional o legal, que reconoce la diversidad cultural o
nacional, pero ese reconocimiento en la práctica no ha provocado
una mejora en la autonomía o ampliación de derechos nacionales,
simplemente es una manifestación. Podría mencionarse el caso de
los Estados Unidos, que si bien reconoce los derechos de los
nativos, ha creado en 1824 la Oficina de Asuntos de Nativos
Estadounidenses, primero adscrita al Ministerio de Guerra y
luego 1849 al Ministerio del Interior, no ha existido una política
estatal, tendientes no solo al reconocimiento sino a otorgar
autonomía a las comunidades originarias. Dentro de este sistema

245
Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

esta nuestro país pero no lo desarrollaremos aquí sino


particularmente.
Reconocimiento Pleno: el Estado reconoce bajo norma
constitucional la coexistencia multicultural y nacional,
otorgándole pleno reconocimiento y estableciendo la plena
vigencia de la autonomía territorial, política y jurídica. Es el caso
de Sudáfrica a partir de la Constitución de 1994 que modifico el
régimen de gobierno reconociendo las autonomías de las
comunidades nacionales, reconociendo a las 8 etnias dentro del
80% que integran la población negra de origen africano y por su
puesto los 11 idiomas oficiales del Estado; incluso la reforma de
la Constitución incluyo la modificación del lema nacional que era
“La unión hace la fuerza” a “Unidad en la Diversidad”. Otro caso
reciente en la Constitución Boliviana del 2006, reconoció
plenamente la diversidad cultural y nacional del Estado,
cambiando la denominación a Estado Plurinacional de Bolivia,
reconociendo además a más de 33 etnias, y declarando por su
puesto a idiomas oficiales del Estado, que anteriormente solo era
el español; el Estado Boliviano posee sistemas oficiales de
administración del Poder, pero además paralelamente habilita a la
administración del autónoma del poder por parte de cada uno de
la naciones integrantes del Estado. Reconocimientos Plenos pero
más atenuados se encuentran en México, Colombia, Ecuador y
Perú.
Reconocimiento Autonómico: en estos casos el Estado
reconoce las comunidades nacionales y les otorga un
reconocimiento parcial generalmente el de la Autonomía
Regional, pero sometida a la ley suprema del Estado. Es el caso
de la Comunidades Autónomas del Reino de España, la
constitución de 1978, tras la dictadura franquista, estableció, en
su art. 2 “reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las
regiones y nacionalidades que componen la Nación”, aquí podrán
ver especialmente que los constituyentes españoles, todavía no
parecen comprender las nuevas conceptualizaciones políticas, ya
que reconocen las nacionalidades en plural, y establecen al final
de articulo una única nación, haciendo referencia al Estado
Español; sin embargo más allá de esta observación técnica,
actualmente España cuenta con 19 regiones autónomas, dos

246
correspondientes a los enclaves españoles en África, reconocidas
en 1995. Sin embargo esta autonomía no es plena, y se ha
demostrado en reiteradas ocasiones cuando alguna comunidad ha
intentado establecer una forma distinta de organización que no
sea la aprobada por el gobierno del Estado Español. España
atraviesa una difícil situación política ya que dos de sus regiones
estamos hablando del País Vasco y de Cataluña, esgrimiendo su
legítimo derecho a autodeterminarse pretenden, la independencia
definitiva del Reino de España, después de casi 400 años de
dominio.
Este modelo de reconocimiento fue utilizado por los
sistemas socialistas del siglo XX tanto por Yugoslavia como por
la Unión Soviética, hoy solo este sistema sigue vigente en China,
y es el que brevemente explicaremos, ya que los dos primeros
serán explicados más adelante en detenimiento. La República
Popular China, dentro del régimen socialista, reconoce la
autonomía de cinco regiones, entre las mas importantes es la del
Tíbet y además por cumplimiento de los acuerdos con los Estados
colonizadores (Portugal y Reino Unido) reconoce dos regiones
administrativas especiales que son Macao y Hong Kong; las cinco
anteriores, poseen autonomía relativa, y las dos últimas si poseen
una autonomía política semiplena, sin embargo el Gobierno de
Pekín sigue autorizando a los gobernantes de esas regiones.
No Reconocimiento: esta es quizás la respuesta más común
y utilizada por los Estados, para la negación de la
multinacionalidad de las poblaciones estatales, pero las
respuestas han sido de las más variadas a lo largo de la historia,
que van desde la esclavitud, es decir la supresión total de derechos
hasta el exterminio, es decir el genocidio. Uno de los casos más
conocidos es el de los Estados Unidos, con respecto a la población
afroamericana, que hasta 1865 sobre todo en los Estados del Sur
eran considerados como esclavos, en ese año con el triunfo de La
Unión, comenzó a abolirse la esclavitud paulatinamente. Pero los
afroamericanos no fueron igualados en derechos, con respecto a
los blancos, sino hasta 1964 con la Ley de derechos civiles,
aprobada por el Congreso americano y promulgada por el
Presidente Lyndon Johnson, casi 100 años pasaron hasta que la
población afroamericana fue igualada en derechos con la

247
Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

población blanca estadounidense, durante todos esos años


sufrieron torturas, violaciones, segregaciones, desapariciones, en
fin una reiterada y manifiesta violación a los derechos
fundamentales de esta nación afroamericana, que después de los
aberrantes episodios de violencia en el Estado de Misisipi, cuando
tres activistas blancos, defensores de los derechos civiles, fueron
brutalmente asesinados por miembros del Ku Klux Klan, el
Congreso no se pudo seguir negando ante la manifiesta y humana
necesidad de ampliar los tan básicos derechos civiles a la
población afroamericana. Lamentablemente estas atrocidades
fueron moneda corriente en otros Estados, ya mencionados aquí
que son los casos de Rodesia y Sudáfrica; pero uno que se produjo
en nuestro continente, latinoamericano, y que no posee tanto
reconocimiento, es el producido en la Isla la Española, es decir en
las Repúblicas Dominicana y de Haití, durante los procesos
dictatoriales de Leónidas Trujillo (1930-1938/1942-1952) que en
realidad ejerció su poder bajo gobiernos títeres hasta su muerte en
1961, y el dictador haitiano François Duvalier (1957-1971) afro-
descendiente , donde en una acordada militar secreta, se
comprometían a luchar contra la guerrilla comunista y además a
establecer una lucha combativa contra las minorías
afroamericanas en el territorio, lo más contradictorio es que
Duvalier, precisamente lo era, sin embargo se produjeron
segregaciones y desapariciones de afro descendientes, a lo largo
de toda la Isla. Casos como estos podemos encontrar también en
Sudán y Somalia, estados africanos con mayorías árabes, donde
son segregadas las poblaciones africanas y cristianas, violando
reiterada y sistemáticamente los derechos humanos de estas
minorías nacionales, dando lugar a innumerables intervenciones
tanto Internacionales, como de las Naciones Unidas, para
regularizar la situación humanitaria y política. En el caso de
Sudán, el 9 de Julio de 2011, tras haberse obtenido tras un
referéndum en 2005 la autonomía parcial, se logro la
independencia de Sudan del Sur, como nuevo Estado soberano,
logrando una salida pacífica a la segregación a partir de 1980 por
parte de las mayorías árabes de Sudán del Norte.
Hemos explicado como el Estado moderno, recepto a las
comunidades nacionales pero existe una recepción especial que la

248
realizó, la comunidad internacional, que es el reconocimiento por
parte de los Estados y de las Organizaciones Internacionales de
los movimientos de liberación nacional, que justamente son
Naciones que luchan por el reconocimiento como Estados, el caso
de la Autoridad Nacional Palestina hasta el 2012; por obtener la
independencia, como el Movimiento Popular para la Liberación
de Angola o para obtener las conquistas internas particulares,
como por ejemplo el Congreso Nacional Africano en Sudáfrica.
Este reconocimiento especial les ha otorgado un estatus especial
dentro de la Comunidad Internacional, que les ha permitido lograr
sus objetivos a lo largo de la historia reciente.

V.2.d) Repercusión en la sucesión de los Estados. El Caso de los


Estados Colectivistas de Europa del Este.
Ahora nos ocuparemos de la repercusión del nuevo concepto de
Nación, en la sucesión de los Estados, y es el momento si de tratar
los casos de la Unión Soviética y de la Yugoslavia. En la Unión
Soviética como se podrán imaginar, dentro del basto territorio que
poseía la Unión, llegaron a habitar casi 300 millones de
habitantes, un octavo de la población mundial, vivió bajo el
dominio de la Unión Soviética, este mundo poseía más de 100
etnias distintas, se hablaban más de 35 idiomas y si bien era un
Estado laico se practicaban diversos cultos propios de las etnias.
En ese mundo multicultural se gesto una de las uniones estatales,
mas emblemáticas de la historia del hombre y que acompaño casi
toda la historia del siglo XX. En 1922, ya con Lenin casi retirado
de la vida política, Stalin comenzó a gestar las alianzas necesarias
para el establecimiento, de una Unión Estatal de todas las
Repúblicas Socialistas Soviéticas del Este de Europa y de la
región del Caspio y Mar Negro. Primeramente el 30 de Diciembre
de 1922 se unieron las Republicas Socialistas Soviéticas de Rusia,
Ucrania, Bielorrusia y Transcaucásica, esta última se dividirá en
1936 y serán conocidas como las Repúblicas de Azerbaiyán,
Georgia y Armenia. En 1925, Stalin para poseer mayor control
crea del territorio ruso las Repúblicas de Uzbekistán y
Turkmenistán. En 1929 de la última república creada se le separo
un territorio creando la República Tayikistán. En 1936 con la

249
Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

nueva Constitución, se vuelve a dividir el territorio ruso, creando


dos nuevas Repúblicas la de Kazajistán y la de Kirguistán. En
1940 nuevamente del territorio ruso, se crea la República
Moldava. Tras la Gran Guerra Patriótica, la URSS por acuerdo
manifiesto con los Aliados, se queda con las repúblicas bálticas,
Estonia, Letonia y Lituania, conformando en 1945 las 15
Repúblicas Socialistas Soviéticas, que formaran parte de la Unión
hasta el 25 de diciembre de 1991. Este proceso de uniones y
divisiones arbitrarias, algunas producto de la fuerza, fue creando
verdaderas transformaciones nacionales, producto del traslado
forzoso de poblaciones enteras a nuevas regiones despobladas de
la Unión, para desarrollar nuevas actividades y generar un
crecimiento poblacional mas ordenado. Todo esto fue resistido
hasta noviembre de 1989, donde el estancamiento de la Unión era
evidente y de la estabilidad política y económica, que la URSS
había gestado durante los años cincuenta y sesenta, ya no quedaba
absolutamente nada, las comunidades nacionales comenzaron a
reclamar la apertura del Estado comunista y el fin de la Unión, a
partir de la caída del Muro de Berlín, reclamo que fue
materializada con la independencia de las 15 Repúblicas
integrantes de la Unión, dando como nacimiento en principio a 15
nuevos Estados soberanos, sin embargo existió y existe, de parte
de las poblaciones rusas que quedaron dispersas a lo largo de las
nuevas repúblicas, una resistencia nacional a la división de la
denominada “Madre Rusia”, lo que se vio materializada, por la
creación de cuatro nuevos estados pro-rusos, que aun no cuentan
con reconocimiento internacional pleno, pero ejercen libremente
sus relaciones con otros Estados, que son las Repúblicas de
Magorno-Karabaj (independiente de Armenia), Transnistria
(independiente de Moldavia), Abjasia y Osetia del Sur (ambas
independientes de Georgia).
Como pueden ver el tema de las comunidades nacionales,
es muy fuerte, tras la disolución de la Unión Soviética, y continua
estando vigente a partir de la secesión de la República de Crimea,
el 11 de Marzo del 2014 de Ucrania, y la adhesión a la Federación
de Rusia. La guerra civil generada por la creación del Estado de
la Nueva Rusia por la Confederación de las Repúblicas Populares
Donetsk y Lugansk, que solicitan incorporación a la Federación

250
de Rusia, tras el referéndum ratificatorio de independencia de
Ucrania. En fin, la situación no es para nada tranquila y continua
en plena vigencia desde 1991; habrá que seguir atentos, a ver
como evoluciona la región en torno a las comunidades nacionales
dentro de la Comunidad de Estados Independientes.
Ahora abordaremos con más detalle, lo brevemente
mencionado en el apartado número dos, referida a la sucesión de
Estados en torno a la disolución de la Ex Yugoslavia, a partir del
31 de Marzo de 1991, que dio inicio a la Guerra Civil en
Yugoslavia. Pero para introducirnos en la disolución, primero
tenemos que hablar de la unión estatal, que fue establecida tras un
referéndum de postguerra, en 1945, que tuvo un 90% de electores
en favor de la unión, que fue creada y proclamada por el Mariscal
Tito el 29 de Noviembre de 1945, entre las Repúblicas Socialistas
de Serbia y sus dos provincias autónomas de Vojvodina y
Kosovo; la de Bosnia y Herzegovina, la de Macedonia, la de
Montenegro, la de Croacia y la República Socialista de Eslovenia;
de esta manera quedaba configurada la República Federativa
Socialista de Yugoslavia con sus 6 Repúblicas constitutivas y sus
2 provincias autónomas. Este sistema se mantuvo rígido durante
décadas, incluso Yugoslavia fue un gran rival de la Unión
Soviética, sobre todo a partir de la Ruptura Stalin-Tito en 1948,
incluso jamás estuvo alineada ni al Pacto de Varsovia ni al
COMECOM, como era común en los Estados Socialistas del Este.
Yugoslavia, fue un caso muy particular, dentro del contexto del
mundo bipolar, tomo medidas muy contradictorias algunas
desafiando a la URSS creando en 1956 el Movimiento de Países
No Alineados y otras en contra de los EE UU, con quien tuvo
relaciones muy cercanas, cuando apoyo la Revolución Libia de
Muamar Al Gadafi en 1969; en fin este Estado Socialista no
hubiera podido tener estas políticas y fuertes posiciones, sino por
su fuerte Líder el Mariscal Josip Broz Tito, que desde 1945 hasta
su muerte el 4 de mayo de 1980 gobernó Yugoslavia, y es
precisamente con su muerte, sumado al estancamiento propio del
Socialismo en la década del 80, con los efectos globalizadores del
neoliberalismo, que Yugoslavia a la igual que el resto de los
Estados de Europa del Este, comenzaron su peregrinaje hacia el
fin del ciclo comunista. Cuando en 1991 se avizoraba el fin de la

251
Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

URSS, Eslovenia será la primera en independizarse en marzo de


1991, lo que movilizo las tropas del ejército de Yugoslavia
(Serbia y Montenegro), dando inicio una serie de guerras civiles
por la independencia y la supremacía nacional, conocidas como
las Guerras Yugoslavas. La primera en independizarse fue
Eslovenia, en la Guerra de los 10 Días, e incorporase a la Unión
Europea. Croacia siguió el mismo camino emancipador en 1991
creando dos focos de batalla uno contra Yugoslavia y otro contra
Bosnia y Herzegovina, por la supremacía étnica de croatas sobre
bosnios, que habitaban Croacia, por los traslados típicos del
socialismo organizado, donde fueron obligados a abandonar
Croacia e incluso algunos fueron exterminados, dando lugar a
violaciones de los derechos humanos desde 1991 hasta 1995, que
se declararon independientes tanto Croacia como Bosnia y
Herzegovina. Esto origino que las minorías étnicas albanas dentro
de Yugoslavia, también comenzaran la guerra por la
independencia por Macedonia, con el apoyo de Albania,
independencia que lograron en el 2001. Los territorios de la
República Federal Yugoslavia, que conservo ese nombre hasta el
2003, se conservaba con los de Serbia y Montenegro, que origino
otro foco de independencia en la Provincia Autónoma de Kosovo
en 2001, que origino la intervención de la OTAN, para lograr el
fin de la supremacía Serbia sobre el territorio, situación que no se
logro del todo, y si bien en el 2008 se ha establecido como Estado
Autónomo e Independiente, solo reconocido por EE UU y sus
aliados de la OTAN, todavía no logra un estatus real soberano e
indiscutido. Finalmente en 2006 Montenegro, se independiza de
Serbia, tras un referéndum que dio como resultado el 55% a favor
de la secesión, quedando configurado, el actual estado de las
repúblicas que sucedieron a la Ex Yugoslavia.

V.2.e) El caso Argentino Art. 75 inc. 17


Y ahora para finalizar el trabajo abordaremos por último, pero no
por eso menos importante, nuestra situación en torno a nuestros
pueblos originarios que fueron reconocidos por el inciso 17 del
Artículo 75 de la Constitución Nacional, a partir de la reforma de
1994, que versa:

252
“Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos
indígenas argentinos. Garantizar el respeto a su identidad y el
derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la
personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad
comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular
la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano;
ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de
gravámenes o embargos. Asegurar su participación en la gestión
referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los
afecten. Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas
atribuciones.”
Atribución que el congreso nacional, poca utilidad le ha
dado, sin embargo hay provincias de nuestro país como San Luis
y Neuquén, que en cumplimiento de atribuciones concurrentes en
esta materia, han ejercido un verdadero reconocimiento a los
pueblos originarios, considerándolos verdaderas naciones
preexistentes dentro del territorio de la república. Este
reconocimiento que realizaron los constituyentes de 1994, que
debía ser profundizado por la legislación posterior, establece la
obligación del Estado argentino a la extensión de todos los
derechos fundamentales, reconocidos o por reconocer, a los
miembros de los pueblos originarios, incluso a reconocer su
personería jurídica especial de las comunidades nacionales y
permitirles la administración de sus territorios para garantizarles
su desarrollo humano. Este inciso a veces olvidado de la reforma,
que tibiamente ha sido recogido por alguna legislación nacional
como la ley de servicios de comunicación audiovisual o la ley
nacional de educación, que ha tratado alguna regulación del tipo
especial sobre todo referida a la educación bilingüe y a las de
democratizar el acceso a la transmisión de su cultura, sin embargo
no hay profundas transformaciones en la legislación tendientes a
un mayor reconocimiento cumpliendo con la Constitución
Nacional.
En la actualidad de acuerdo a las estadísticas del Instituto
Nacional de Asuntos Indígenas creado por la ley 23.302 de 1985,
establece que en la Argentina existen 579.501 miembros de
comunidades indígenas, que viven de acuerdo a sus culturas y
tradiciones; y alrededor de dos millones de miembros se

253
Temas de Teoría Política Contemporánea. Un enfoque sistémico

encuentran integrados a la población en general, lo que pone de


manifiesto es que existen verdaderas comunidades nacionales que
se reconocen parte de los pueblos originarios, dentro de nuestra
población argentina. Existen alrededor de 32 etnias distintas, y
mas de 50 han sido declaradas extintas por el paso del tiempo y
la penetración cultural europea-criolla, que violentamente ha
provocado la extinción de las costumbres originarias; actualmente
se hablan mas 18 lenguas indígenas y en algunas provincias como
Salta, Jujuy, Neuquén y Chubut es obligatorio que en las escuelas
se enseñe algunas de estas lenguas. Recién en el año 2011 la
Diputada Rosa Chiquichano, de la Comunidad Tehuelche por el
distrito Chubut, se convirtió en la primera diputada nacional
descendiente directa de un pueblo originario en la Argentina,
como podrán ver después de casi 500 años, en que los europeos y
sus descendientes ocupamos estas tierras, se volvió a escuchar la
vos de los pueblos originarios en nuestro país, dentro de la cámara
donde en teoría se debería representar el pueblo. Argentina esta
en camino a la extensión de los derechos fundamentales, civiles y
políticos, pero todavía queda mucho por recorrer, una de los pasos
hacia adelante fue la ratificación de la Resolución 169 de la OIT,
en el año 2001, donde los Estados que ratifiquen ese convenio, se
obligan a generar estatutos especiales para garantizar los derechos
de trabajo de los pueblos indígenas y tribales y su derecho a la
tierra y al territorio, a la salud y a la educación.
En fin, Argentina se encuentra en proceso para el verdadero
reconocimiento real, donde se les otorgue mayor autonomía
gubernamental, política y jurisdiccional a nuestros pueblos
originarios, y que en definitiva son verdaderos dueños de estas
tierras argentinas. A modo de conclusión dejamos algunas
propuestas que el Estado tanto Nacional, Provincial o Municipal,
pueden comenzar a ejecutar para cumplir verdaderamente con lo
que establece nuestra Constitución. La creación de un cupo
especial en las cámaras legislativas para los pueblos originarios;
el reconocimiento como idiomas oficiales del Estado las lenguas
originarias; la creación de nuevos municipios o comunidades
especiales autónomas para los pueblos originarios; la declaración
de la multinacionalidad de Argentina y romper con la tradición
positivista racional de una sola Nación un pueblo; la creación del

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turismo cultural de nuestras comunidades para desarrollar las
economías regionales y generar conciencia sobre la importancia
del conocimiento de nuestras raíces; la declaración de las
autonomías de gobierno y el respeto por la jurisdicciones
originarias, que radican en costumbres centenarias, siempre y
cuando claro está, no sean contrarias a los derechos
fundamentales declarados por la Constitución; entre otras muchas
propuestas que deberían ser puestas en práctica, para
verdaderamente de volver, de alguna manera el honor y la
dignidad a nuestros pueblos originarios, que también forman
parte de nuestra querida República Argentina.
De esta forma concluimos este Trabajo denominado Teoría
del Estado Parte General, donde hemos tratado de resumir y
actualizar las consideraciones tradicionales de la Teoría Política
del Estado, y acercarla más a la realidad global, propia de nuestros
tiempos. Esperamos que esta labor sea valorada, como lo es para
nosotros, ya que es el cumplimiento efectivo de nuestra labor
pedagógica, poder acercar el conocimiento para que sea fácil de
comprender y efectivo para desarrollar en los lectores, nuevas
incógnitas de conocimiento.

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