Está en la página 1de 22

Menú

principal                                                                                                                              Índice
de Scripta Nova 
 
Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales.  
Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9788]  
Nº 80, 15 de enero de 2001.

LA TECNOLOGÍA: SUS FORMAS Y LAS DIFERENCIAS DE LOS MEDIOS 


Hacia una teoría social pragmática de la tecnificación

Werner Rammert 
Universidad Técnica de Berlín

Traducción de María Eugenia Esté 

La tecnología: sus formas y las diferencias de los medios.  Hacia una teoría social
pragmática de la tecnificación (Resumen)

La tecnología se define usualmente como el conjunto de herramientas hechas por el


hombre, como los medios eficientes para un fin, o como el conjunto de artefactos
materiales. Pero la tecnología también contiene prácticas instrumentales, como la
creación, fabricación y uso de los medios y las máquinas; incluye el conjunto material y
no-material de hechos técnicos; está íntimamente conectada con las necesidades
institucionalizadas y los fines previstos a los cuales las tecnologías sirven. Cuando los
autores incluyen un amplio rango de aspectos en sus perspectivas sobre la tecnología,
piensan a lo largo de líneas de una vieja y bien establecida tradición. Desde los tiempos
de Aristóteles, la tecnología está constituida por cuatro elementos: materia, forma, fin
y acción eficiente. En este artículo se explican los principales vínculos de la tecnología
con las prácticas técnicas cambiantes a lo largo del tiempo,  y sus relaciones sociales
con la materialidad y la cultura.

Palabras clave: tecnología/ teoría socio-pragmática de la tecnificación/sociología de la


técnica 

Relations that constitute technology and media that make differences.  Toward a
social pragmatic theory of technicisation (Abstract)

Technology is usually defined as tools made by men, as efficient means to an end, or as


an ensemble of material artifacts.  But technology also encompasses instrumental
practices, like the creation, fabrication and the use of means and machines; it include
the whole ensemble of material and no-material techno-facts; it is closely connected
with institusionalised needs and ends-in-view that technologies serve to.  When
authors include a wide range of aspects in the view of technology, they think along the
lines of an old and well established tradition.  Since the times of Aristotle, four
elements are discerned which constitute technology: stuff, shape, end and efficient
action.  This paper explains the main links of technology with the changing technical
practices, along the time and its social relations with materiality and culture.

Key - Words: technology/ social-pragmatic theory of technicisation/sociology of


technics 

¿Qué es tecnología? Un cambio de perspectivas

La tecnología se define usualmente como el conjunto de herramientas hechas por el


hombre, como los medios eficientes para un fin, o como el conjunto de artefactos
materiales. Pero la tecnología también contiene prácticas instrumentales, como la
creación, fabricación y uso de los medios y las máquinas; incluye el conjunto material y
no-material de hechos técnicos; está íntimamente conectada con las necesidades
institucionalizadas y los fines previstos a los cuales las tecnologías sirven.  (1)Cuando los
autores incluyen un amplio rango de aspectos en sus perspectivas sobre la tecnología,
piensan a lo largo de líneas de una vieja y bien establecida tradición. Desde los tiempos
de Aristóteles, la tecnología está constituida por cuatro elementos:el primero es la
materia o el material con el que se elabora el hecho técnico; el segundo, es la forma o
el contorno que se le da; el tercero es el fin o el uso para el cual es determinado; el
cuarto es la acción eficiente que el hombre constructor de herramientas le
proporciona. (2)

Las concepciones sobre la tecnología difieren en la manera de acentuar un elemento


en particular. Los autores que ponen énfasis en la materialidad hacen de la tecnología
una esfera ontológica separada de artefactos físicos y el campo de mecanismos físicos
o hard ware. Los autores que acentúan la forma instrumental tienden a reducirla a una
simple función en una relación fija medios-fines. Quienes subrayan la finalidad tienen
que enfrentarse con problemas de ambivalencia tecnológica y flexibilidad
interpretativa. Aquellos que dan preeminencia al hombre como hacedor de
herramientas subestiman el rol del agente material o de las resistencias en la relación
sujeto-objeto. Cada filósofo de la tecnología que sigue esta estrategia de formación es
acusado de ser ontológico, funcionalista, teleológico o antropomórfico. ¿Cómo debería
construirse una teoría de la tecnología que evitara las falacias del esencialismo y el
constructivismo, del objetivismo y el subjetivismo? Argumentaré a favor de una
estrategia relacional y pragmática que se centre en los procesos de tecnificación y las
prácticas de diferencias institucionalizadas, inscribiéndolas en formas particulares
dentro de medios especiales.

Profundizar más aún el significado de tecnología produciría un debate sin fin. Creo que
una aproximación más sensible sería indagar cómo se ha utilizado el concepto de
tecnología en la historia del pensamiento.(3) Con una tosca perspectiva genealógica se
puede reconocer una finalidad oculta. La tecnología ha sido siempre definida
diferenciándola de algo.  Primero, distinguida de la naturaleza y la vida, luego de la
cultura, y actualmente en relación con la sociedad. En cada caso se asumen diferentes
esferas ontológicas o cualidades sustanciales. Estas presuposiciones tuvieron que ser
confrontadas con más y mayores problemas, como cualquier pensamiento ontológico
o sustancial. Pero incluso, si se usan meramente para una diferenciación análítica, las
presuposiciones parecen ser inadecuadas para captar el carácter de las tecnologías
contemporáneas y la emergencia de tecnoestructuras en la sociedad.(4) La primera
línea de mi argumentación comienza con una crítica ejemplar respecto a la elaboración
de diferencias y fines sustanciales, reclamando una aproximación relacional de la
tecnología.

¿Qué clase de relación constituye la tecnología? En las corrientes principales de la


filosofía de la tecnología, usualmente se acentúa la relación instrumental entre medios
y fines. Una versión más específica relaciona los problemas con los métodos de
resolución. Estas concepciones presuponen que existe un orden prefijado de
relaciones o que las relaciones son discernibles sin ambigüedad alguna. Pero la
contingencia y la complejidad de la tecnología moderna ya no permite sostener estas
suposiciones. Esta es la razón por la cual algunas corrientes de la filosofía de la
tecnología se reconstruyen de otra manera, y el motivo por el cual prefieren una
perspectiva de proceso de la tecnología y dan mas espacio al hecho de que las
tecnologías son continuamente construidas y tienen siempre que ser representadas en
constelaciones concretas. En mi segunda línea de argumentación prepararé el terreno
para un cambio a la visión procesual de la tecnificación y la pragmática tecnológica.

¿Qué produce las diferencias entre las tecnologías? Primero, la forma en que se
conceptualizan las relaciones. Si se imita el estilo de manipulación del símbolo
humano, se construirán las máquinas de conocimiento de la Inteligencia Artificial
clásica; si se sigue la estrategia de funcionamiento del cerebro, se diseñarán programas
de procesamiento paralelos y ordenadores neuronales; si se imaginan interacciones
sociales y una mente que funciona de manera societal, se construirán los sistemas
multiagentes de la Inteligencia Artificial Distribuida. Segundo, las diferencias proceden
del proyecto de tecnología particular o la manera cómo son construidos y
desarrollados los modelos tecnológicos. Por ejemplo, los sistemas informáticos difieren
en que los ingenieros o programadores prefieren algunas técnicas o tradiciones de
diseño. Tercero, las culturas del usuario o la manera como se usa el ordenador hacen
la diferencia. Hacer hacking, pintar, explorar, calcular o comunicarse con la máquina,
cada estilo de domesticar o cultivar el ordenador remodela la tecnología mediante la
práctica experimental.(5)

Pero más allá de estos tipos de formulación tecnológica hay diferentes materiales que
forman la tecnología. Esto significa que no hay regreso a la sustancialidad en el sentido
ontológico. La materia se analiza respecto a sus funciones mediadoras en relación con
diferentes prácticas. Las tecnologías son consideradas como formas particulares de
control práctico sobre relaciones de input-output, inscritas en los medios de la
actividad humana, artefactos físicos y signos. Podemos aprender de una teoría general
de los medios(6) que éstos - o la forma en que son acoplados sus elementos - también
producen una diferencia. En mi última parte, argumentaré a favor de una
consideración distinta de los medios en la teoría de la tecnología, esto significa
particularmente sustituir la relación forma-medios por la relación entre el medio y los
fines. 
 

La diferencia tecnológica: de la sustancia a la función

La historia del pensamiento acerca de la tecnología puede verse como la tendencia


continua a definirla en contraste con otra sustancia. Las sustancias de referencia han
cambiado, pero la dirección del pensamiento continuó siendo la misma. Vamos a
recordar brevemente algunos de los pasos relevantes para establecer las diferencias
tecnológicas.

La diferencia entre naturaleza y tecnología tiene una larga tradición. Desde el tiempo
de los griegos la tecnología estaba separada de la naturaleza en cuanto a que la
tecnología necesita la intervención humana competente para existir, mientras que la
naturaleza se organiza espontáneamente. Por esta vía, se separó del reino terrenal de
la naturaleza un mundo artificial de objetos.(7) Pero cuánto más comprendemos que
nuestra visión de la naturaleza también está constituida por intervención experimental
y con la ayuda de artefactos, más se desvanece la diferencia definitoria. Cuanto más
definimos la tierra por los límites terrenales de crecimiento, más conciencia tenemos
de la naturaleza construida de nuestra imagen de la naturaleza. Caemos en la
circularidad de una definición sustancial.

La diferencia entre vida y tecnología pertenece a la misma estrategia para definir la


diferencia tecnológica. En este caso la vibración y espontaneidad del organismo vivo
son comparadas con el cuerpo cristalizado y el ritmo completamente regulado de un
mecanismo muerto.(8) Pero la diferencia entre vida orgánica y tecnología mecánica
está disminuyendo. En la biotecnología, la vida orgánica ahora se fabrica: el ratón de
laboratorio genéticamente manipulado es, a la vez y al mismo tiempo, un tipo de vida
orgánica espontánea y una tecnoestructura controlada que puede ser patentada. En
las ciencias de la computación, los modelos mecánicos de la ingeniería de
conocimiento son seguidos por diversas aproximaciones para crear "Vida Artificial" y
cultivar una selección evolutiva entre una variedad de programas en crecimiento.
Máquinas y programas se mueven más allá del campo puramente mecánico.

La materialidad física o la artificialidad mecánica pueden ser marcadores significantes


de objetos tecnológicos. Pero no son suficientes para abarcar la tecnología
contemporánea y para definir sus características centrales.

Se ha trazado una segunda línea de distinción entre cultura y tecnología. Esta


diferencia cultura/tecnología muestra muchas caras. La esfera creativa de la cultura se
opone a la esfera acumulativa de la civilización, especialmente en la tradición alemana
de la filosofía idealista.(9) El campo significativo del lenguaje se ha contrastado con las
esferas literales y formales de la lógica y la matemática. Pero el último Ludwig
Wittgenstein (1953) nos enseñó que aun la técnica simbólica más rigurosa, como la
lógica matemática, se establece sobre juegos de lenguaje. Los etnometodólogos y
analistas del discurso han demostrado que incluso el habla coloquial sigue reglas
formales y técnicas de conversación.(10) Ya no puede sustentarse por más tiempo una
clara demarcación entre un mundo cultural de construcción de sentido y un mundo
tecnológico de seguimiento ciego de reglas .

La materialidad de los signos y la formalidad de las reglas enriquecen el concepto


clásico de tecnología que se centraba en herramientas materiales, máquinas y
mecanismos.

La diferencia entre sociedad y tecnología abre otra línea de discusión. La eficiencia


tecnológica se contrasta frecuentemente con la ineficiencia de las instituciones
sociales. La mejor ruta de una racionalidad tecnológica neutral se confronta a menudo
con el pluralismo caótico de una socialidad cargada de valores. Estas distinciones son
promovidas por los movimientos de "tecnócratas" y perpetuadas por sus críticos.
(11) Si nosotros hablamos por ejemplo de una solución técnica a un problema, se
invoca una manera no-social y no- política para manejarlo. Entre el mundo social y el
orden tecnológico se traza una línea distintiva. La manera social de hacer algo implica
reconocer la doble contingencia de interacción entre sujetos, requiere comunicación y
admite negociación. El modo tecnológico es asociado a la simple regularidad de las
operaciones entre objetos, con el control programable y la ejecución confiable. En
cierta manera, las diferencias analíticas entre técnica y praxis, trabajo e interacción,
sistema y mundo de la vida reproducen esta división entre orden tecnológico y mundo
social.(12).

Pero la sociedad no puede comprenderse sin su mediación técnica. Las tecnologías de


la producción constituyen el rango de oportunidades económicas y políticas de las
sociedades. Los medios técnicos de comunicación constituyen la expansión de las
comunidades y la intensidad en el tiempo de la vida social.(13) No hay medios fuera de
la sociedad, sino partes integrales de la asociación humana. Incluso la interacción,
comunicación y negociación sociales están hoy intensamente mediadas por técnicas y
tecnologías. No es posible imaginar una simple solución política o decisión social que
no esté mediada por el procesamiento de datos, llamadas telefónicas, documentos
escritos y técnicas de negociación. Recíprocamente, la tecnología puede verse como
"la sociedad que se hace duradera" (Latour 1991). Los conceptos y las prácticas
sociales son incorporados a la máquina e inscritos en los programas, consciente e
inconscientemente. Tampoco la sociedad está fuera de la tecnología, sino dentro de
las máquinas. No puede sostenerse una diferencia sustancial entre tecnología y
sociedad .

La durabilidad material y la confiabilidad en la ejecución no están limitadas a la


tecnología; sino que aclaran la propia función para la cual está construida.

Después de haber finalizado este rápido recorrido a través de la diferenciación


semántica de la historia de la tecnología, podemos extraer algunas conclusiones. Si la
tecnología no puede ser suficientemente definida ni por su estatus artificial ni por su
materialidad, ni por su rasgo mecánico ni por su carácter no social como medio neutro,
entonces todas las diferencias sustanciales pueden ser destruidas, habría que
abandonar esta estrategia de definición. Si encontramos tecnología en cada uno de los
mundos antes observados, entonces deberíamos buscar una función particular que la
tecnología ejecuta a través de las diferencias sustanciales. Si no podemos presuponer
un mundo de esferas ontológicas claramente recortadas, estamos forzados a construir
conceptos relacionales que deben ser puestos a prueba. La búsqueda de un concepto
relacional de tecnología debería comenzar con una corta revisión de algunas filosofías
que ponen énfasis en la forma relacional, en el proceso y en las prácticas de ejecución
de la tecnología. 
 

Tecnificación y práctica técnica: relaciones que constituyen la tecnología

Si subrayamos la materialidad, la artificialidad y la instrumentación de la tecnología, no


hemos comprendido la idea misma de tecnología. La tecnología no existe sólo como
conjunto material, como artefactos hechos por el hombre, y como relaciones medio-
fines. Es una relación particular con el mundo lo que constituye la tecnología. ¿Qué
clase de relación puede ser?

Ernst Cassirer ha propuesto acudir al proceso de devenir o transformación, la "forma


formans" de la técnica, del conjunto tecnológico, no sólo en la estructura del ser, en la
"forma formata"(14), Él descubrió una relación entre la función de lenguaje y la función
de la tecnología: Ambas sirven para sostener la realidad contruyéndola. El lenguaje
construye la realidad comunicativa por medio del pensamiento teorético; la tecnología
construye la realidad material realizándola. En las técnicas mágicas ambas formas de
práctica significativa estaban todavía entretejidas. Es la idea particular de relaciones
causales y necesario acoplamiento que diferencia a las tecnologías modernas de las
técnicas mágicas, así como también de los artefactos estéticos. Desde ese tiempo en
adelante, el proceso de elaboración tecnológica incluyó la abstracción instrumental a
partir de otros significados y connotaciones, la objetivación del mundo y la
encapsulación de los efectos intencionales a partir de los no-intencionales en una caja
negra.

En su último trabajo acerca de La Crisis de las Ciencias Europeas Edmund Husserl


desarrolló una fuerte actitud crítica hacía la ciencia moderna y la tecnología.
Diagnosticó una gran división entre un objetivismo fisicalista y un subjetivismo
trascendental. En la reconstrucción de la matemática moderna y el uso técnico de
fórmulas en las ciencias, llegó a la conclusión de que el proceso que él llama
"Technisierung" (15) es la causa central de la división y la crisis consecuente de la
modernidad. Yo traduzco este término como "tecnificación". La tecnificación está
relacionada con la estrecha experiencia producida por la abstracción de otros
significados, movimientos simplificantes hacia los métodos en lugar de profundas
elaboraciones de sentido, y el seguimiento de reglas vacías en lugar de una
comprensión completa. Esta forma patológica de tecnificación transforma la realidad
en una fuente de mundos posibles. De acuerdo con el último Husserl, la forma de
tecnificación adquiere una creciente eficiencia al precio de una pérdida de sentido. En
su crítica Hans Blumenberg nos recuerda la necesaria ambivalencia de la tecnificación:
podría no haber ninguna creación de mundos nuevos sin el riesgo de alienación del
mundo de la vida. Blumenberg culpa a Husserl, porque no ve la paradoja de que
incluso la fenomenología como método de pensamiento sea una parte de la
tecnificación. Como la ciencia moderna la tecnificación llega a la conciencia de la
contingencia del mundo (16).

En este punto de la argumentación nosotros podemos definir la tecnificación como


una relación esquemática entre causas y efectos, que opera independientemente de la
comunicación de sentido. Los elementos esquematizados pueden ser acoplados y
combinados con sistemas técnicos complejos. Una máquina o motor matemático o
algoritmo consiste en algunas fórmulas numéricas e instrucciones formales, de manera
que incluso problemas complejos pueden ser computados sin conocimiento del
contexto; una máquina mecánica conecta un par de herramientas e imprime mi texto
exactamente sin reflejar sus implicaciones morales; un francotirador alineado combina
algunas técnicas corporales y de percepción, de manera que él puede quizá matar a
una persona de la forma en que le ha sido ordenada sin sopesar los pro y los contras.
La diferencia entre un algoritmo, una máquina y un ser humano no importa a este
nivel. Será el tema de la última parte, cuando hablaré sobre los medios que
constituyen las diferencias. Lo que interesa aquí es una diferencia gradual, no una
sustancial. Tecnificación significa mayor confiabilidad, mayor acoplamiento de los
elementos, menor dependencia del contexto, y más eficiencia en el control. Las
técnicas que atañen a relaciones tecnificadas son la simplificación y especificación de
relaciones causales complejas mediante la separación, la purificación y la
esquematización de elementos, la fijación de relaciones por repetición en el tiempo o
la incorporación en materia, el cierre o la concreción de un sistema por
encapsulamiento y la elaboración de "cajas negras" o black boxing

¿Podemos decir algo más acerca de la relación que constituye la tecnología? Quizás
podemos tomar algunas ideas del filósofo norteamericano de la tecnología Don Ihde
que, como estudioso de la fenomenología y bajo la influencia del pragmatismo, leyó a
Martin Heidegger (17). En su libro "Technology and the Lifeworld" (1990), el autor se
centra en las relaciones tecnología-hombre y la circunscripción cultural de las
tecnologías. Siguiendo una ontología relativista traza una distinción entre "las
experiencias perceptuales y corporales directas de otros y el ambiente inmediato" y las
"experiencias tecnológicamente mediadas" (18). Y sugiere - como propuse arriba - la
búsqueda de diferentes grados de mediación en nuestro mundo tecnológicamente
texturizado.

La posición que concibe la tecnología como instrumento para transformar algo puede
calificarse de cartesianismo y de tener un sesgo subjetivista: se supone que un yo o un
sujeto puede usar una cosa como un instrumento para efectuar algo en el mundo
exterior. ¿Pero es razonable hablar de un sujeto, si los instrumentos tecnológicos
cambian el estatus de la subjetividad? ¿Quién es el sujeto en una planta atómica? Los
límites claros entre sujeto y objeto se perturban. "La técnica es una simbiosis de
artefacto y usuario dentro de una acción humana" (19). La relación material entre los
humanos y el mundo debería concebirse como una relación simbiótica y mediada en
lugar de una relación dividida e instrumental.

Si la relación medios-fines es criticada a causa de su perversión, entonces emerge un


sesgo objetivista. Quienes mantienen una posición tecnocrática como también los
críticos de nuestra civilización - desde la izquierda y la derecha - tienden a subrayar la
fuerza del imperativo tecnológico. Ambos apuntan a los medios que devienen un fin en
sí mismos. Los primeros dan la bienvenida a esta preferencia tecnológica como una vía
para racionalizar la economía y la sociedad capitalista (ver, por ejemplo,  Taylor 1947; y
Veblen 1954). Los críticos de la cultura se quejan de la totalidad del orden tecnológico,
la alienación o inclusive la desaparición del proyecto humano (ver Ellul 1964). ¿Pero es
razonable pensar que la técnica está completamente fuera de control?(20)  Es la
misma división entre sujeto y objeto, que conduce a tal perspectiva objetivista y
determinista. Yo propongo tomar en serio estas observaciones sobre la alteridad de la
tecnología, pero transformarlas en "relaciones de alteridad"(21) con diferentes
intensidades y grados de agenciamiento. Siguiendo un punto de vista de la mediación,
el agente -o el agenciamiento- puede ser visto como distribuido entre humanos y no-
humanos.(22) El agente no está reservado a sujetos humanos; pero los humanos son
los únicos agentes que pueden experimentar y reflejar esta relación. No podemos
reflejar las relaciones desde un afuera como en una visión satelital, sino que debemos
hacerlo en el medio, rodeados por ellas, con una perspectiva navigacional.

Una tercera falacia concierne a las relaciones hermenéuticas. En este caso, deben
evitarse las falacias del funcionalismo y el intencionalismo. Un seguidor del
funcionalismo no ve ninguna dificultad para detectar los significados o sentidos de una
tecnología. Uno podría decir: la función constituye la forma tecnológica, o con el
mundo de la filosofía de la Bauhaus: la forma sigue a la función. Un pensador
intencionalista buscaría el objetivo particular para el cual el artefacto tecnológico fue
diseñado. Pero es un asunto difícil si no imposible reducir un artefacto a una función
general o interpretar un significado particular. ¿Deberíamos indagar la visión del
inventor, o deberíamos revisar los planes de la ingeniería o del mercado de
producción? Daniel Dennett (1989) - reflexionando sobre la interpretación de textos,
gente y otros artefactos - destruye cualquier esperanza de encontrar una
interpretación definitiva y final de una función tecnológica. Tenemos que buscar con él
una solución pragmática a estos problemas.

John Dewey ha desarrollado una filosofía de la praxis, que niega cosas tales como
funciones e intenciones y que rechaza la división rígida sujeto-objeto.(23) La tecnología
y su uso no pueden ser separados uno del otro. La tecnología está definida como una
"habilidad productiva activa" (Hickman 1990:18). Ella comprende todos los medios que
son usados en los procesos concretos de experiencia para controlar los cambios que
interfieren entre el comienzo y el fin de un proceso. La tecnología no tiene ninguna
existencia y función fuera de su uso. Es lo que me gustaría llamar las relaciones de uso
que crean el objeto manejado como una herramienta y el gesto manipulante como
práctica técnica.(24) Un objeto técnico difiere de otro no-técnico en tanto que la
tecnología incluye una interrelación preestrucutrada entre objetos y operaciones como
un rasgo que se autodefine. La tecnología es esta relación, que creo poder llamar
"interobjetividad". Esta interrelación es revelada en la práctica técnica y en sus
relaciones de uso. No está basada en propiedades de las cosas relacionadas ni en la
intención de la actividad humana. Ni la relación entre las corrientes de aire en ascenso
y la forma de las alas, ni la voluntad de convertirlas en instrumentos de vuelo
conforman la tecnología del aeroplano. El arte de volar sólo aparece en la interrelación
o el intercambio entre experiencias productivas activas, como investigar, observar y
experimentar, y las relaciones entre objetos que son producidas como esquemas de
diseños, combinaciones de materiales y reglas para pilotar.

Andrew Pickering ha encontrado una metáfora para describir este proceso: "el rodillo
de la praxis" (1995). Con esta metáfora indica que los objetos y sus respectivas
relaciones son transformados por las prácticas de investigación y búsqueda. Pero
también las intenciones del experimentador humano se disuelven en una secuencia de
pasos y procesos mediante un arreglo o acomodo de las intenciones, cuando entran en
contacto con la resistencia de los objetos y la estructura de sus relaciones. Esta
concepción pragmática difiere de la noción materialista de que las propiedades físicas
objetivas o las leyes de la naturaleza limitan los proyectos tecnológicos y el rango de
las posibilidades tecnológicas. La experiencia de limitación es dependiente de la
interrelación particular entre los objetos y de la intención específica de quienes se les
aproximan. Los experimentos no fallan y las tecnologías no funcionan no porque
algunas condiciones materiales estén incompletas o sean insatisfactorias. Las
tecnologías que funcionan tienen que ser producidas activamente mediante la
investigación de diferentes constelaciones entre objetos, adaptando las intenciones
tecnológicas. El conocimiento de la fórmula correcta, de la organización funcional
efectiva y de las propiedades físicas no es suficiente para construir una tecnología. La
experiencia práctica es necesaria. En su estudio sobre la reconstrucción de los
mecanismos de laser experimental, Harry M. Collins (1992) demostró que la
experiencia materializada, por al menos un miembro del equipo original, y sus
formulaciones, fueron necesarios para reconstruir el mecanismo de manera exitosa en
otros lugares. Para conseguir la construcción objetivada de una tecnología final en
funcionamiento, se necesita más que planos para su construcción y más que una
mezcla de materiales. Se necesita la experiencia de cómo afinar las relaciones entre
objetos y proyectos, y la experiencia acerca de lo que es posible y lo que puede ser
realizado, en qué manera y con cuál efecto. Como en una "danza de agenciamientos"
(Pickering 1995:21) aparecen las relaciones eficientes de interobjetividad. Luego ellas
son fijadas en una fórmula e interpretadas en un esquema simplificado de causas y
efectos.

Mediante un tipo posterior de relaciones que yo llamo "relaciones evaluativas", se


constituyen nuevas tecnologías. Las tecnologías están desde el comienzo vinculadas a
otras tecnologías; por ejemplo, las relaciones de competencia con nuevas formas y
relaciones de compatibilidad con aquellas que están establecidas. No se trata de la
incorporación singular de una idea en una esfera indefinida de ideas técnicas como tan
frecuentemente suponen los filósofos de la invención (ver Dessauer 1956). Las
tecnologías no están relacionadas unas con otras, por una lógica funcional de
sustitución de órganos que gobierna la sucesiva sustitución de una función del círculo
humano de actividades ("Handlungskreis"), empezando por la función energética de
los músculos y terminando con la función cerebral. Esta es la manera en que las teorías
antropológicas de la tecnología quieren concebir la relación (25). Las tecnologías no
pueden estar colocadas ordenadamente en un rango sin ambigüedad que concierne a
la eficiencia tecnológica o económica. Esta es una práctica preferida por las teorías
históricas, económicas y sociales del cambio técnico(26)
Las innovaciones tecnológicas no pueden simplemente ser explicadas por la elección
económica racional o por el criterio de una mayor eficiencia. Se caracterizan por una
relación de "destrucción creativa" como Joseph Schumpeter acuñó (1942). Los criterios
universales y sustanciales de superioridad tecnológica no pueden ser definidos
definitivamente. La multitud y mezcla de criterios no proporciona una base firme para
la evaluación. El carácter heterogéneo e histórico de los criterios no admite un
procedimiento neutral y universal. Esta es la razón por la cual propongo otro concepto
relacional que pueda manejar la diferencia entre las tecnologías establecidas,
altamente evaluadas y las tecnologías profanas y no evaluadas. Es el concepto de
"archivo tecnológico".

Boris Groys ha transferido el concepto de "archivo" de Michel Foucault y Jacques


Derrida para describir el mecanismo de innovación en las artes y, más tarde, en las
artes útiles de tecnología.(27) Puede dudarse que exista alguna argumentación
conclusiva para decidir acerca de la superioridad estética de una obra de arte o algún
procedimiento universal y racional para determinar la superioridad funcional de una
pieza tecnológica. La existencia de cualquier criterio sustancial es puesta en cuestión.
Puede calificarse como una paradoja de la innovación referirse a las reglas de juego
establecidas y al mismo tiempo romperlas para elevar los rasgos anteriormente
considerados  como inferiores al criterio ahora evaluado como superior.(28) En las
artes, la colección o el museo son considerados como mecanismos para manejar esta
paradoja. Al comienzo el arte africano de la máscara y, en conexión con él, la práctica
de la pintura cubista inventada por Pablo Picasso y George Braque fue etiquetada de
primitiva. Pero luego, cuando después de un tiempo de fermentación, estas piezas
fueron adquiridas por coleccionistas de arte y museos, comenzaron a ser valoradas
como las obras del cubismo y el arte moderno. El mecanismo del archivo transforma
prácticas primitivas y profanas e incluso la práctica del antiarte en un arte socialmente
aceptado y altamente valorado. Es justamente este mecanismo del archivo el que
constituye un intercambio formal entre la esfera profana y el campo escogido de los
artefactos. Inclusive en tiempos de postmodernidad, con su pérdida de certeza y de
valores universalmente compartidos, este mecanismo garantiza la continuidad de la
innovación, pero no un progreso sustancial.

Este enfoque relacional puede ser transferido a la innovación tecnológica. Siguiendo la


concepción pragmática de la tecnología de John Dewey, puede observarse una
inmensa masa de prácticas técnicas profanas que son significantes sólo localmente y
de pasada. Pero estas prácticas son elevadas al estatus de tecnología altamente
evaluada y socialmente reconocida, cuando son exhibidas en las ferias industriales y de
inventores, cuando reciben reconocimiento por la publicación y la enseñanzas de las
ciencias de la ingeniería, cuando son patentadas con éxito, y cuando sus productos son
difundidos por la vía de la producción en masa. Incluyo todas aquellas prácticas
técnicas y sus productos bajo el "archivo tecnológico", que está oficialmente incluido
en el estado del arte del campo tecnológico.(29) Esto puede ocurrir a través de la
publicación, la colección, la codificación y otras prácticas de institucionalización. Las
tecnologías legitimadas están separadas de las ilegítimas, las tecnologías seguras de las
inseguras, las eficientes de las ineficientes. Las tecnologías en las sociedades están
constituidas también por estas relaciones evaluativas.
Para resumir las consideraciones de esta parte: la perspectiva sobre la tecnología ha
cambiado de una visión sustancial a una perspectiva relacional. En un primer paso,
cambié este énfasis - con ayuda de Ernst Cassirer - desde un conjunto material de
artefactos al proceso de tecnificación. En un segundo paso, corregí el punto de vista
crítico de Edmund Husserl acerca de una tecnificación global des-integrada, utilizando
las reflexiones de Hans Blumenberg, y argumenté a favor de un concepto gradual y
ambivalente que establece las diferencias entre relaciones más o menos tecnificadas.
En un tercer paso, redefiní la visión subjetivista de la instrumentalidad y la perspectiva
objetivista de la relación pervertida medio-fines - inspirado por la interpretación
pragmato-fenomenológica que Don Ihde hace de la filosofía de la tecnología de Martin
Heidegger: la separación sujeto-objeto fue sustituida por una perspectiva simbiótica y
mediacional. En un cuarto paso, la pragmática de John Dewey me ayudó a rechazar la
interpretación funcional y meramente intencional de la tecnología. Las relaciones
prácticas constituyen el sentido y significado de la tecnología; ni las opciones ni las
visiones tecnológicas pueden hacerlo. Al final, argumenté que todas las
aproximaciones fallan cuando usan criterios sustanciales para evaluar tecnologías,
comparándolas unas con otras. Tomé el concepto de archivo - desarrollado por Michel
Foucault y descrito como un mecanismo formal por Boris Groys - para demostrar cómo
una práctica técnica es institucionalizada en comparación con otra. Es justamente la
inclusión de prácticas técnicas profanas en una colección altamente evaluada lo que
las convierte en tecnología relevante y legítima.

He identificado tres tipos de relaciones que constituyen la tecnología: la causal, la


hermenéutica, y las relaciones de evaluación. Las relaciones causales consisten en
agentes y objetos que están "enrollados" con sistemas efectivos estrechamente
acoplados. Las relaciones hermenéuticas emergen con el uso y determinan el mismo
sentido de una tecnología por la manera en que se practica realmente, y no de
acuerdo a como fue originalmente proyectada. Las relaciones evaluativas conectan
diferentes prácticas técnicas y artefactos y regulan la manera en que ellas son incluidas
en la colección social de tecnologías legitimadas y como estas tecnoestructuras ganan
influencia. Todas juntas, estas relaciones constituyen la forma particular de
tecnificación que es practicada e institucionalizada en la vida social.

Hasta ahora no respondí la pregunta acerca del material con el cual se construyen
estas relaciones. Usualmente, uno concibe la tecnología como "hard ware" hecho de
objetos físicos. Intencionalmente mantuve esta pregunta abierta. No quería estrechar
el concepto amplio y procesual de tecnología. Después de revisar las relaciones
constitutivas que he presentado, puedo finalmente ir a las cuestiones relacionadas con
los materiales que forman parte de la tecnología y sus diferencias. 
 

La diferencia de medios: el material con el que se hace la tecnología

Caractericé la tecnología como una cierta forma de práctica. Entonces es obvio que se
necesita materia que pueda ser transformada. Incluso en el marco de una perspectiva
instrumental de la tecnología es importante, ya sea un instrumento hecho de madera,
metal o plástico. Podemos aprender de la teoría de los medios (ver Heider 1929 y
McLuhan 1968) que el material debería tener dos rasgos particulares. Debe ser
permeable y maleable, de manera que pueda moldearse fácilmente. Debe ser fuerte y
duradero, de manera que la forma o el contorno sea claramente discernible y repetible
constantemente en cualquier momento y en cualquier lugar. Es a la capacidad de los
materiales para funcionar como mediadores en los procesos técnicos, no sus
diferencias materiales triviales, a lo que quiero referirme. Un medio puede definirse
como un material que suavemente presta o proporciona sus características materiales
para darle forma, que minimiza su resistencia por un lado, y proporciona a los
contornos sus expresiones visibles y distintivas sin perturbarlas con sus propios rasgos.
La arena de grano fino permite construir paredes o inscribir signos, pero estos
artefactos no muestran ninguna dureza o durabilidad. Por lo tanto la arena es un mal
mediador para construir edificios en comparación con el cemento, o para inscribir
signos en comparación con la cera o el papel o incluso el monitor electrónico de la
computadora.

La categoría de medios se usa aquí muy ampliamente. No está restringida a los medios
de comunicación. Hablamos de un medio cuando un material está tan finamente
graneado y laxamente acoplado, que desaparece en el fondo de nuestra experiencia, y
también cuando el material hace posible la construcción de relaciones fuertemente
acopladas entre elementos, como piedra o signos. El carácter de medio no es un rasgo
sustancial, sino que depende del contexto de uso, si un material controla una función
mediadora. Podemos ahora preguntar con precisión por las diferencias que establecen
los medios en nuestro contexto de práctica técnica y tecnificación. Siguiendo una
corriente amplia de pensamiento(30), relacionaré tres tipos de materiales: Primero,
cuerpos humanos, incluyendo la acción y percepción, usualmente vistas como el
material del cual esta hecho el mundo social o interactivo; Segundo, cosas físicas,
incluyendo los materiales físicos y biológicos, elementos y procesos que constituyen la
interobjetividad o el mundo natural; Tercero, signos simbólicos, incluyendo letras,
números e iconos, el material con el que está construida la intersubjetividad o el
mundo cultural.

Mi punto de vista se desvía de la corriente de aproximaciones teoréticas


principalmente en dos aspectos. Incluye técnicas de acción y técnicas de percepción.
No puedo sólo tomar en cuenta la amplia concepción de la tecnología basada en el
pragmatismo y la fenomenología. Mi perspectiva puede basarse también en la
investigación antropológica que observa una fuerte interdependencia entre acción,
cuerpos y tecnología (ver Mauss 1936). Adicionalmente, mi concepto integra las
tecnologías simbólicas desde las primeras pinturas de cuevas hasta la última versión de
realidad virtual en el ciberespacio. En este caso también, puedo referirme al
testimonio que subraya la co-evolución de la mano y la palabra (ver Leroi-Gourhan
1980) y destacar la importancia equivalente de las revoluciones mecánica e
informática (ver Innis 1951; McLuhan 1968; Luhmann 1989).

La tecnología sólo emerge si se cumplen tres condiciones. Tiene que encontrarse o


crearse una relación de uso entre la experiencia corporal y un ambiente exterior que
está mediada por algo. Tiene que establecerse una relación de interobjetividad entre
dos elementos que aseguren un output anticipado, fuertemente acoplado con un
input. Debe haber una memoria o un archivo que marca y fija las relaciones de
evaluación de una manera que puedan ser frecuentemente repetidas y reproducidas
en cualquier contexto. Los cuerpos humanos, la materia física, y los signos simbólicos
son todos necesarios para constituir la tecnología. Una máquina sin alguien, que la
controle, no es máquina, sino una exhibición en un museo o chatarra en un basurero.
Una técnica para abrir nueces con una piedra o usar plantas para sanar heridas que no
esta marcada y no deviene perdurable mediante un instrumento o una fórmula
significante, se pierde y sigue siendo un incidente en una vida animal o primitiva (ver
Strum/Latour 1987). Pero trataré los tres tipos de materias separadamente para
averiguar sus funciones mediadoras particulares.

Los cuerpos humanos pueden ser usados como medios para inscribir una forma
técnica cuando pueden manejarse para que se comporten de manera fija y repetitiva
de acuerdo con un esquema efectivo. Los movimientos pueden ser esquematizados y
practicados. Las sensaciones pueden ser codificadas y ritualizadas. Mientras más
finamente puedan dividirse los actos en unidades más pequeñas y más fuertemente
puedan acoplarse, más tecnificados se hacen. Los ejercicios militares, los métodos
taylorísticos para simplicar los movimientos de trabajo y las rutinas para el manejo de
máquinas se pueden contar en este tipo de tecnología de acción. Ella se basa en
repeticiones y entrenamiento del cuerpo para eliminar la conciencia. Los cuerpos
actuantes relajan su función mediadora si emerge la conciencia. Ahora podemos ver
mejor la ambivalencia de tecnologías que son hechas con cuerpos humanos. Son
tecnologías imperfectas porque las acciones humanas no pueden ser fijadas y
acopladas con la misma fiabilidad que las cosas físicas, pero son al mismo tiempo,
altamente flexibles si las situaciones son cambiantes y surgen problemas. El tipo de
tecnificación que utiliza el medio de la acción humana puede llamarse "habituación". (31)

Las cosas físicas y los procesos son el material más exitoso como medio para construir
formas técnicas duraderas y transferibles. Mediante operaciones mecánicas, pueden
imitarse las rutinas de trabajo y las funciones de comunicación separadas en pequeñas
unidades. Pueden descubrirse y aislarse nuevos efectos de relaciones interobjetales.
Estos hechos técnicos constituyen el inmenso contenido del archivo tecnológico.
Pueden combinarse y ensamblarse para constituir complejos sistemas tecnológicos
más grandes, por ejemplo, un sistema de maquinaria de producción de automóviles
está compuesto por energía, trabajo, transporte y máquinas controladoras; o la red de
suministro eléctrico consiste en turbinas, dinamos, transformadores y cables. Estas
tecnologías materiales abarcan desde simples herramientas hasta máquinas
ensambladas, desde sistemas tecnológicos cerrados hasta redes tecnológicas abiertas.
(32) Esta tecnología de tipo hardware predomina en la discusión teórica, porque está
obviamente presente, como recurso y como restricción de acción. La materialidad
física significa una ganancia en durabilidad y sustituibilidad calculable - piénsese en los
miles de partes compatibles de las que está hecho un automóvil-, pero también implica
una pérdida en flexibilidad y reversibilidad -piénsese en la dificultad de cambiar la línea
de producción o incluso toda la trayectoria de los automóviles de motores de
combustión interna. Este tipo de tecnificación que utiliza el medio de operaciones y
procesos físicos puede llamarse "mecanización".
Los signos son materiales especiales. Constituyen un tercer campo entre los otros dos
mundos.(33) La materialidad y la práctica humana se requiere cuando surgen los
signos. Pero los sistemas de signos, como el alfabeto y la aritmética pueden separarse
completamente de los contextos conductuales y físicos de los cuales emergieron.
Pueden manipularse con precisión siguiendo reglas de procedimiento. Las técnicas de
cálculo, las fórmulas químicas y los programas informáticos pertenecen a esta
categoría de tecnología de tipo simbólico o de software. El carácter formal de los
algoritmos nos capacita para transformar los sistemas de signos y reglas en "máquinas
triviales". En combinación con una computadora ellos abren la puerta a la simulación
de cualquier tecnología dada.(34) Usar signos como medio de tecnificación significa la
mayor precisión de acoplamiento sin desgaste, en comparación con las máquinas
físicas. Pero exige también mayores esfuerzos para hacer que los inputs y outputs sean
compatibles con el ambiente. Este tipo de significación que usa el medio de signos
puede llamarse "algoritmización".(35) 
 

Características y diferencias de un concepto de tecnología socio-pragmático

¿Para qué sirve este concepto pragmático y mediacional de la tecnología?


Generalmente podemos observar más diferencias entre las tecnologías, podemos
construir una caja de herramientas analíticas más detallada y especialmente conseguir
una visión fresca de las diferencias que constituyen la tecnología. Al cierre de mi
contribución resumo mis consideraciones destacando algunas ventajas.

Primero, desarrollé el concepto de tecnología como una forma particular que produce
una diferencia. La forma tecnológica esquematiza, acopla y fija objetos, símbolos y
agentes de manera que un efecto útil puede ser anticipado repetidamente y
controlado intencionalmente. La tecnología no se define más mediante las distinciones
esenciales respecto a la naturaleza, la cultura o la sociedad. La forma tecnológica se
define cruzando estas líneas de distinción. Diferencia la forma tecnificada de la no
tecnificada. Establece la distinción entre la forma estrechamente acoplada y la
ligeramente acoplada. Acentúa la diferencia entre la experiencia mediada y la directa.
Este concepto gradual de tecnificación se presta más que otros a estudios empíricos.
Permite, especialmente, analizar los procesos de devenir tecnológico o de pérdida del
carácter tecnológico. Uno puede usarlo para identificar diferentes grados de
tecnificación y sus implicaciones sociales.

Segundo, precisé tres relaciones que constituyen tecnologías: las relaciones de uso, las
relaciones causales entre objetos y las relaciones evaluativas del archivo. Las
relaciones de uso definen el sentido de la tecnología, independientemente de la visión
del inventor o el diseño del productor. Este concepto pragmático nos ayuda a eludir
falsas generalizaciones de los tipos tecnológicos modernos u occidentales. Lo que
experimentamos es siempre tecnología en uso o tecnología en situación. Las relaciones
causales o las relaciones fijas entre el input y el output anticipado se refieren a las
interrelaciones de objetos, lo que llamé interobjetividad. Esta relación limita una
noción idealista o inclusive la noción de constructivismo radical de que "todo vale" o
que la tecnología puede ser modelada de forma enteramente social. Pero también
califica la noción de causas materiales, tomando la materialidad como la resistencia
emergente oportuna contra ciertas prácticas de intervención humana. Las relaciones
evaluativas del archivo tecnológico son el mecanismo para establecer el nivel de
desarrollo dentro de los campos tecnológicos. Nos permiten explicar la renovación
tecnológica sin suponer alguna cualidad sustancial o criterios de eficiencia neutral. Este
concepto relacional y pragmático de la tecnología nos permite capturar la contingencia
y ambivalencia de las tecnologías sin eliminarlas con rigor. Porque este concepto es
sensible a diferentes prácticas culturales y situaciones locales.

Más allá de la forma en que la tecnología es esquematizada y más allá de las relaciones
que definen la tecnología, yo identifiqué una diferencia de medios. Se establece una
diferencia, si los cuerpos humanos o la materia física o los signos simbólicos son los
medios en que las formas se constituyen o se inscriben. Esta relación medios-forma
parece abrir más oportunidades para analizar las nuevas tecnologías de la información
y la biotecnología que el concepto tradicional medios-fines. Con su ayuda pueden
combinarse el clásico concepto mecánico de transformación y el concepto cibernético
de comunicación. Puede ser de mucha utilidad cuando empezamos a analizar las
tecnoestructuras de la futura sociedad del conocimiento y la red, y a preguntar dónde
están situados los agenciamientos técnicos y humanos y cómo está distribuida nuestra
vida social tecnológicamente mediada. 
 

Notas
1.
 Para una perspectiva más amplia en relación con el concepto de tecnología ver
Mitcham (1978) y Hannay/McGinn (1981); ver también Ropohl (1979: 31 f.) que
restringe la definición de tecnología a los artefactos materiales, su producción humano
y su propósito de uso.

2.Muchos autores se han referido de diferentes maneras a este esquema en la esfera


de la ética nicomaquea de Aristóteles, e.j. más implicitamente a Friedrich Dessauer
1956, cuando diferencia entre naturgegebene Bestände(fuentes naturales o stock of
nature), Ideen (ideas), finale Gestaltung (forma final o final shaping)
y Bearbeitung (procesamiento o processing), más explícitamente Martin Heidegger en
su Question Concerning Technology, 1962.

3. En Thinking Through Technology (1995) Carl Mitcham ha realizado el trabajo de


integrar completa y sistemáticamente las filosofías de la tecnología europea y
norteamericana.

4.Para el término tecnoestructura ver Böhme 1992 y para los procesos


de tecnoestructuración Rammert 1997

5.Para el concepto de domesticación (Lie/Sörensen 1996) y de construcción cultural de


las tecnologías Rammert 1996; 1998

6. Ver Heider 1926, Innis 1973, McLuhan 1964 y Luhmann 1997, p. 190.
7.El pensamiento aristotélico es una corriente principal; para el énfasis actual en
relación con la "artificialidad" y los problemas para sostener esta separación véase
Simon 1981 y Bunge 1985

8. Para la confrontación entre mecanización y vida orgánica ver Giedion 1948. Hay una
continuidad en la crítica izquierdista de la mecanización capitalista desde los
pronunciamientos marxistas acerca de la contradicción entre trabajo vivo y trabajo
muerto, a través de la distinción entre tecnologías vivas apropiadas y tecnologías
mecánicas destructivas (Mumford 1967), hasta las preocupaciones posmodernas
acerca de la pérdida del cuerpo y los sentidos. Pero hay también una continuidad en la
crítica conservadora de la tecnología moderna en relación con esta oposición, por
ejemplo, véase Jünger 1949 y el último Heidegger 1962

9.Una consecuencia fue el debate acerca del valor cultural de la tecnología (Kulturwert


der Technik). Por ejemplo, la filosofía de la tecnología de Dessauers (1927) puede
interpretarse como un intento para elevar la filosofía de la ingeniería al nivel de la
cuarta crítica kantiana, una crítica del hacer tecnológico (ver también Mitcham 1995,
p. 31)

10.Ver, por ejemplo, Schegloff 1972

11.En relación con la tecnocracia como tema en el pensamiento político Winner 1977,
p. 135.

12.Estas divisiones están mejor reflejadas en The Theory of Communicative


Action (1987) de Jürgen Habermas

13.Para el concepto de "mediación técnica" ver el manifiesto radical de Bruno Latour


1994, en relación con la dialética de fuerzas productivas y vida social ver el Manifiesto
Comunista y otros escritos de Karl Marx y para una aproximación moderna enriquecida
ver Anthony Giddens (1990)

14.Cassirer, 1930; 1985: 43.

15.Blumenberg, 1963; 1981:47.

16.Husserl, (1936); 1982, p. 49.

17.Idhe 1979; 1983.

18.Idhe 1990: p. 15.

19.Idhe 1990: 73.

20.Para una panorámica y crítica de la idea de "tecnología autónoma" ver Langdon


Winner 1977

21.Para el término y su definición ver Idhe 1990, p. 98


22.Fue Latour 1988 quien encontró el "agenciamiento perdido" y analizó "la mezcla de
humanos y no-humanos"

23.Ver especialmente Dewey 1916; 1925; mis interpretaciones condensadas siguen


ampliamente el excelente libro de Larry Hickman acerca de la tecnología pragmática
de John Dewey (1990) y Webster Hood 1982 y 1992.

24.Para una buena descripción fenomenológica del gesto técnico ver Flusser 1991.

25.Ver Kapp, <1877>; 1978; Gehlen <1957> 1980.

26.La economía política clásica, la economía política e histórica marxista y la economía


neoclásica unánimemente suponen que el cambio técnico está regido por criterios
objetivos de eficiencia. Para una crítica ver Elster 1983; los conceptos histórico y
sociológico de progreso técnico son descontruidos de manera empírica por los
estudios sociales de ciencia y tecnología, ver Bijker/Hughers/Pinch 1987,
Dierkes/Hoffmann 1992 y Cronberg/Sörensen 1995.

27.Para las artes ver Groys 1992, y para el concepto de tecnología en el archivo Groys
1997. La idea del "archivo" es desarrollada por Foucault 1973 y Derrida 1975.

28.Esta paradoja es el tema de la ópera de Richard Wagner, Die Meistersinger von


Nürnberg.

29.El estado del arte también se define durante procedimientos judiciales en


tribunales de justicia, e.j. en relación con la técnicas de cirugía, reducción de
emisiones, etc.

30.Ver, por ejemplo, los tres mundos de Karl Popper (1972).

31.Con esta noción refiero a conceptos similares de formación de habitus (Gehlen


1980, Berger/Luckmann 1967) y al concepto de acción rutinaria (Giddens 1984).

32.Para esta tipología ver Tushman/Rosenkoph 1992. Finalmente sigo el concepto más
amplio de sistemas tecnológicos que incluye a los operadores humanos y a los
artefactos simbólicos (ver Hughes 1987 y Perrow 1984), pero mi concepto analítico
difiere de los suyos en tanto que yo enfatizo los medios que producen diferencias.

33.Para un concepto tripartito del significado de acuerdo con el tipo de signo,


interpretantes y objetos ver los trabajo de Peirce. Para una interpretación desde la
perspectiva del pragmatismo social ver Wiley 1994.

34.Ver los trabajos del inventor de la máquina "universal" e "inteligente" (Turing 1937;
1950) y para las relaciones entre acciones humanas tipo máquina y operaciones
computables ver Collins 1990.
35.Ver Bettina Heintz (1993, p. 234) quien destaca la importancia de la algoritmización
para una teoría social de la tecnología. 
 

Bibliografía
 BERGER, Peter/LUCKMANN, Thomas. The Social Construction of Reality. Garden City, NY: Allen Lane, 1967. [Traducción castellana: La construcción

social de la realidad.  Buenos Aires: Amorrortu, 1968]

BIJKER, Wiebe E./Thomas P. HUGHES/ Trevor J. PINCH (eds). The Social Construction of Technological Systems. New Directions in the Sociology and

History of Technology. Cambridge: MIT Press, 1987.

 BLUMENBERG, Hans. Lebenswelt und Technisierung unter Aspekten der Phänomenologie, In: Wirklichkeiten in denen wir leben. Aufsätze und eine

Rede. Stuttgart: Reclam, 7-54, 1981, (First published, 1963)

 BÖHME, Gernot. Technische Zivilisation. Technik und Gesellschaft. Jahrbuch 6: 17-40 (Frankfurt/M.: Campus), 1992.

BUNGE, Mario. Technology: From Engineering to Decision Theory. In Treatise on Basic Philosophy, vol. 7, Epistemology and Methodology III.

Philosophy of Science and Technology, part 2, 1985, p. 219-311

CASSIRER, Ernst.Form und Technik; in: Symbol, Technik, Sprache. Aufsätze aus den Jahren 1927-1933. Hamburg: Felix Meiner, 1985 (publicado

previamente 1930).

COLLINS, Harry M. Artificial Experts. Social Knowledge and Intelligent Machines. Cambridge: MIT Press, 1990.

 COLLINS, Harry M. Changing Order. Replication and Induction in Scientific Practice. Rev.ed. Chicago: Chicago University Press, 1992.

 CRONBERG, Tarja/SÖRENSEN, Knut (eds). Similar Concerns, Different Styles? Technology Studies in Western Europe. Brussels: Office for Publications of

the European Communities. 1995.

 DENNETT, Daniel. The Interpretation of Texts, People and Other Artifacts. Bielefeld: Zentrum für Interdisziplinäre Studien, Preprint no. 15, 1989.

DERRIDA, Jacques. Mal d'Archive (Archive Fever), Paris. 1995. [Traducción castellana: Mal de Archivo, una impresión freudiana.  Madrid: Trotta, 1997]

DESSAUER, Friedrich. Philosophie der Technik. Das Problem der Realisierung. Bonn: Cohen. 1927.

DESSAUER, Friedrich. Streit um die Technik. Freiburg i.B.: Herder. 1956.

DEWEY, John. Essays in Experimental Logic. Chicago: University of Chicago Press. 1916.

DEWEY, John. Experience and Nature. Chicago: Open Court Publishing Co.. 1925. [Traducción castellana: La experiencia y la naturaleza.  México: Fondo

de Cultura Económica, ]

DIERKES, Meinolf/HOFFMANN, Ute (eds). New Technology at the Outset. Social Forces in the Shaping of Technological Innovations. Boulder, COL:

Westview Press. 1992.

ELSTER, Jon. Explaining Technical Change. A Case Study in the Philosophy of Science. Cambridge: Cambridge University Press, 1983.
ELLUL, Jacques. The Technological Society. New York: Alfred A. Knopf . 1964.

FLUSSER, Vilem. Gesten. Versuch einer Phänomenologie. Düsseldorf: Bollmann. 1991.

FOUCAULT, Michel Archäologie des Wissens. Frankfurt/M.: Suhrkamp. 1973. [Traducción castellana: La arqueología del saber.  Madrid: Siglo XXI, 1970]

GEHLEN, Arnold. Man in the Age of Technology. New York: Columbia University Press, 1980. (Reinbek: Rowohlt 1957)

GIEDION, Sigfried Mechanization Takes Command. Oxford: Oxford University Press. 1948. [Traducción castellana: La mecanización toma el

mando. Barcelona: Gili, 1978]

GIDDENS, Anthony. The Constitution of Society. Outline of the Theory of Structuration. Oxford: Polity Press. 1984.[Traducción castellana: La

constitución de la sociedad:  bases para una teoría de la estructuración.  Buenos Aires: Amorrortu, 1995]

GIDDENS, Anthony. The Consequences of Modernity. Oxford: Polity Press. 1990. [Traducción castellana: Cconsecuencias de la modernidad. Madrid:

Alianza Universidad, 1993]

GROYS, Boris. Über das Neue. Versuch einer Kulturökonomie. München: Hanser. 1992.

GROYS, Boris. Technik im Archiv. Die dämonische Logik technischer Inoovation. In Technik und Gesellschaft. Jahrbuch 9, 1997, p. 15-32.

-HABERMAS, Jürgen. The Theory of Communicative Action. Vol. 2 Lifeworld and System. A Critique of Functional Rationality. Boston: Beacon Press.

1987. [Traducción castellana: Teoría de la acción comunicativa. Madrid: Cátedra, 1989]

HANNAY, N. Bruce/MCGINN, Robert E. The Anatomy of Modern Technology.Daedalus 109, 1981, p. 25-53

-HEIDEGGER, Martin. Die Technik und die Kehre, Pfullingen: Neske, 1962. (The Question Concerning Technology and Other Essays. San Francisco:

Harper Row 1977)

HEIDER, Fritz. Ding und Medium.  Symposion 1, 1926, p. 109-157

-HEINTZ, Bettina. Die Herrschaft der Regel. Zur Grundlagengeschichte des Computers. Frankfurt/M.: Campus. 1993

HICKMAN, Larry. John Dewey's Pragmatic Technology. Bloomington: Indiana University Press, 1990.

HOOD, Webster. Dewey and Technology: A Phenomenological Approach. Research in Philosophy and Technology, vol. 5. 1982, p. 189-207

HOOD, Webster. Dewey and the Technological Context of Directed Praxis. In BURCH R. W. /H. J. SAATKAMP (eds), Frontiers in American Philosophy,

vol. I, Texas A&M Press, College Station, 1992, p. 125-136

HUGHES, Thomas P. The Evolution of Large Technological Systems. In BIJKER Wiebe E. /Thomas P. HUGHES/Trevor J. PINCH (eds), The Social

Construction of Technological Systems. Cambridge: MIT Press, 1987, p. 51-81

 HUSSERL, Edmund . Die Krisis der europäischen Wissenschaften und die transzendentale Phänomenologie. Hamburg: Felix Meiner, 1982 (primera

edición 1936). [Traducción de Jacobo Muñoz y Salvador Mas,  La Crisis de las ciencias europeas y la fenomenología  transcendental. Barcelona : Altaya,

1999]

IHDE, Don. Technics and Praxis. A Philosophy of Technology. Boston: Reidel. 1979.


IHDE, Don. Existential Technics. Albany: State University of New York Press, 1983.

 IHDE, Don. Technology and the Lifeworld. From Garden to Earth. Bloomington: Indiana University Press, 1990.

 INNIS, Harold. Communications and Archaeology. Canadian Journal of Economics and Political Science 17, no.1. 1951.

 INNIS, Harold. The Bias of Communication. Toronto: Toronto University Press, 1973.

 JÜNGER, Friedrich Georg. Die Perfektion der Technik. Frankfurt/M.: Vittorio Klostermann, 1949 (2ª edición revisada )

 KAPP, Ernst. Grundlinien einer Philosophie der Technik. Zur Entstehungsgeschichte der Cultur unter neuen Gesichtspunkten. Braunschweig:

Westermann, 1877.(reimpreso en 1978)

 LATOUR, Bruno. Mixing Humans with Non-Humans: Sociology of a Door-Closer. Social Problems 35, 1988, p. 298-310

 LATOUR, Bruno. Technology is Society Made Durable. In LAW John (ed.), A Sociology of Monsters. Essays on Power, Technology and Domination,

Sociological Revue Monograph 38, 1991, p. 103-132

 LATOUR, Bruno. On Technical Mediation - Philosophy, Sociology, Genealogy. Common Sense, 3, 1994; p. 29-64.

 LEROI-GOURHAN, André. Hand und Wort. Die Evolution von Technik, Sprache und Kunst. Frankfurt/M.: Suhrkamp 1980 (publicado previamente, Paris

1964).

 LIE, Merete/SÖRENSEN, Knut. Making Technology Our Own? Domesticating Technology in Everyday Life. Stockholm: Scandinavian University Press,

1996

 LUHMANN, Niklas. Kommunikationsweisen und Gesellschaft.Technik und Gesellschaft. Jahrbuch 5, 1989, p. 11-18 (Modes of Communication and

Society, lecture on the International Conference on Communication Amsterdam 1984)

 LUHMANN, Niklas. Die Gesellschaft der Gesellschaft Frankfurt/M.: Suhrkamp, 1997.

 MAUSS, Marcel (1936), Les Techniques du Corps (Traducción Techniques of the Body).  Economy and Society 2, 1950, p. 70-88

 MCLUHAN, Marshall Understanding Media, New York: Signet, 1964.

 MITCHAM, Carl. Types of Technology. Research in Philosophy and Technology 1: 229-294 (Greenwich: Jay Press) , 1978.

 MITCHAM, Carl. Thinking Through Technology. The Path between Engineering and Philosophy.  Chicago: The University of Chicago Press, 1994

 MUMFORD, Lewis. The Myth of the Machine. Vol 1 Technics and Human Development. New York: Harcourt Brace Jovanovich, 1967. [Traducción

castellana, El mito de la máquina.  Buenos Aires: Emecé, 1969.]

 PERROW, Charles. Normal Accidents. Living with High-Risk Technologies. New York: Basic Books, 1984.

 PICKERING, Andrew.The Mangle of Praxis. Time, Agency and Science. Chicago: The University of Chicago Press, 1995.
 POPPER, Karl R. Objective Knowledge. An Evolutionary Approach. Oxford: Clarendon, 1972. [Traducción al castellano de Carlos Solís

Santos . Conocimiento objetivo : un enfoque evolucionista ( 2a ed). Madrid : Tecnos, 1982. Traducción al catalán de Núria Roig; edición y prólogo a

cargo de  Victòria Camps. El coneixement objectiu : un enfocament evolutiu. Barcelona : Edicions 62, 1985]

 RAMMERT, Werner, Computer Use at Home: A Cultural Challenge to Technology Development; in: W. Brenner/L. Kolbe (eds), The Information

Superhighway and Private Households. Case Studies of Business Impacts. Berlin, New York: Springer, 1996, p. 399-408

 RAMMERT, Werner, New Rules of Sociological Method: Rethinking Technology Studies. British Journal of Sociology 48. 1997, p. 171-191

 RAMMERT, Werner. The Cultural Shaping of Technologies. The Meaning of Economic Criteria and Cultural Patterns in the Technological

Development (1998). In  Social Shaping of Technology.  Copenhagen: Knut Sörensen, 2000.

 ROPOHL, Günter. Eine Systemtheorie der Technik. Zur Grundlegung der Allgemeinen Technologie. München: Hanser,  1979.

 SCHEGLOFF, Emmanuel A. Sequencing in Conversational Openings.  In Directions in Sociolinguistics. The Ethnography of Communication. New York:

Holt, 1972, p. 346-380.

 SCHUMPETER, Joseph Capitalism, Socialism, and Democracy. New York: Harper Row, 1942. [Traducción al catalán. Capitalisme, socialisme i

democràcia. Barcelona: Edicions 62, 1966. Traducción al castellano  por José Díaz García. Capitalismo, socialismo y democracia. Madrid: Aguilar, 1968.]

 SIMON, Herbert A. The Sciences of the Artificial. 2nd ed. rev. Cambridge: MIT Press, 1981.

 STRUM, Shirley & LATOUR,Bruno. The Meanings of Social: From Baboons to Humans. Social Science Information 26, 1987, p. 783-802

 TAYLOR, Frederick W. Taylor The Principles of Scientific Management. New York: Harper & Row, 1947.[Traducción al castellano Principios de

administración científica. Madrid: El Ateneo, 1953.]

 TURING, Alan. On Computable Numbers with an Application to the Entscheidungsproblem. Proceedings of the London Mathematical Society 42, no.2,

1937.

 TURING, Alan. Computing Machinery and Intelligence. Mind 59, 1950, p. 433-460

 TUSHMAN, Michael L. & ROSENKOPF, Lori. Organizational Determinants of Technological Change: Toward a Sociology of Technological

Evolution. Research in Organization Behavior 14, 1992, p. 311-347

 VEBLEN, Thorsten. The Engineers and the Price System. New York: The Viking Press, 1954.

 WILEY, Norbert. The Semiotic Self. Oxford: Polity Press. 1994.

 WINNER, Langdon. Autonomous Technology. Technics-out-of-Control as a Theme in Political Thought. Cambridge: MIT Press. 1977.

 WITTGENSTEIN, Ludwig. Philosophical Investigations, New York: Macmillan. 1953). [Traducción al castellano. Investigaciones filosóficas.  (Traducción

castellana de  Alfonso García Suárez y Ulises  Moulines).  México, D.F. : Instituto de Investigaciones Filosóficas. Universidad Nacional Autónoma de

México/Barcelona: Crítica,1988]
 
  
 
© Copyright Werner Rammert, 2001 
© Copyright Scripta Nova, 2001

Volver al índice de Scripta Nova

Menú principal 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 

También podría gustarte