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Responsabilidad por la pérdida del bien de la medida cautelar

En el código procesal civil, articulo 622 nos indica lo siguiente:

El peticionante de la medida y el órgano de auxilio judicial respectivo, son responsables

solidarios por el deterioro o la pérdida del bien afecto a medida cautelar. Esta

responsabilidad es regulada y establecida por el Juez de la demanda siguiendo el trámite

previsto en el Artículo 621.

En el artículo 621, nos dice:

Si se declara infundada una demanda cuya pretensión estuvo asegurada con medida

cautelar, el titular de ésta pagará las costas y costos del proceso cautelar, una multa no

mayor de diez Unidades de Referencia Procesal y, a pedido de parte, podrá ser condenado

también a indemnizar los daños y perjuicios ocasionados.

La indemnización será fijada por el Juez de la demanda dentro del mismo proceso, previo

traslado por tres días. La resolución que decida la fijación de costas, costos y multa es

apelable sin efecto suspensivo; la que establece la reparación indemnizatoria lo es con

efecto suspensivo.

Sanciones por la solicitud de la medida cautelar maliciosa

No sancionar al litigante que abusa de su derecho a la tutela preventiva, es alentar la

malicia procesal.
CARLOS A. CARBONE, señala que para configurar el abuso procesal en materia de

ejecución de medidas cautelares, “basta probar que las mismas se trabaron con sentido

ajeno a su funcionalidad, que es asegurar el resultado práctico de la sentencia.”

En el artículo 621 indica que la sanción es por medida maliciosa o innecesaria, lo que lleva

a considerar que incluye tanto los supuestos subjetivos como objetivos (es decir, en todos

los casos en que se declare infundada la demanda se procederá a multar al demandante, a

condenarlo al pago de costas y costos y se podrá fijar a pedido de parte una indemnización

para el demandado).

Se puede concluir que la obligación de indemnizar surge por el riesgo en su expedición, el

cual fue asumido por el solicitante cuando pidió la medida cautelar, y no por la mala fe de

aquél o por la injusticia de la medida; es por ello que se dice que la medida cautelar “es un

instrumento peligroso para el contrario y para quien lo usa. Es como un arma rápida y

celosa que debe ser manejada con suma prudencia. Por eso se otorga por cuenta y riesgo de

quien la pide”.

El citado artículo 621 CPC contiene tres imposiciones para el demandante:

 El pago de una sanción en apariencia objetiva, que es la multa establecida, con un

tope de 10 Unidades de Referencia Procesal; empero, al no fijar la norma el monto

de la multa hace que el Juez la fije, ¿en atención a qué? ¿al valor de la pretensión,

de la cautelar, de la caución? ¿a las posibilidades económicas del sancionado? ¿al

grado de culpa o al dolo del demandante? (es decir, si la medida solo fue

innecesaria, o si además fue maliciosa).


 La condena de costos y costas del proceso. Cabe preguntarse si esta sanción puede

contener (como en la multa) la posibilidad de graduación por el Juez en atención a

las circunstancias (lo que llevaría a considerar la diferencia entre medida solo

innecesaria y medida maliciosa), o inclusive la posibilidad de exoneración, con lo

cual se asimilaría a las reglas de los artículos 412 y siguientes del CPC.

 La indemnización de daños y perjuicios al afectado con la medida cautelar. A

diferencia de los anteriores, aquí solo opera a pedido de parte, dado que ésta tendrá

la carga probatoria respecto de los daños sufridos.

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