Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
^^'%Ú
Q^Jj¿¿¿¿htec<z
Á - /¿^
\
COLECCIÓN
DE mmmm iiditos
PARA LA HISTORIA DE ESPAÑA.
COLECCIÓN
DC
POR
TOMO LVII.
ITpíí^f
MADRID:
IMPRENIA DE LA VIUDA DE CALERO
Calle de Santa Isabel, núm. 26.
1872.
D?
3
t.5l
— RELACIÓN BREVE \ MUMU
DE ALGUNAS COSAS DE LAS MUCHAS QUE SUCEDIERON
AL PADRE
QUE PASÓ.
'f i^
ADVERTENCIA
(1) Estos fueron desde 1531 hasta ^584: Fr. Alonso de Rosas,
Fr. Juan de Granada, Fr. .lacobo de Testera, Fr. Martin Saraiien-
to y Hojacastro, ¥r F'rancisco de Bustaiuanle, Fr. Francisco de iMe-
na, Fr Francisco deBustamanle, (segunda vez], Fr. Diego de 0!ar-
le,Fr. Francisco do Rudera, Fr. Miguel Navarra, Yv Rodrigo de Se-
quera y Fr. Pedro de Oro¿.
pudo ser, aunque no lo aseguramos, fray Alonso de San Juan. El
olro «que le acompañó cu todos los demás caminos que hizo, y
trabajos que pasó, nos parece indudable que fué fray Antonio de
Cibdad-Real
El MS. que nos sirve para la impresión es un tomo en folio, de
26ü hojas, de la propiedad de nuestro querido amigo el Sr. D. Ma-
riano de Zabalburu, quien nos le ha franqueado generosamente
no bien le manifestamos nuestros deseos de publicarle. Si no es el
AL PADRE
ToMO LVIL i
(lo (lefinulor de aquella provincia y guardián en oíros
munchos convenios, y cual el mismo oficio la pedia. Des-
dias, y llámase así por ser tan deseada de los que vie-
nen en demanda de ella. Fué tan buena esta navegación
que hasta allí trujo la flota, que los antiguos y cursados
en aquella carrera decían no haber visto tan buen viage
después que andaban en la mar. Siguiendo la flota su der-
rota cuasi cada día á vista de tierra, fué en demanda del
puerto de Ocoa, que es en la isla Española ó de Santo Do-
mingo, en el cual es costumbre y aun hay cuasi siempre
necesidad de parar á tomar refresco y aparejar las naos.
Entró la flota en aquel puerto á los catorce días del
dicho mes y detúvose en él hasta los diez y ocho: en este
tiempo se aprestó y tomó refresco de agua, carnes, fruta
y conservas, que de todo esto abunda mucho aquella
tierra.
de Ocoa (íoii muy buen viento, aunque tan reeio que pu-
so algún temor de tormenta á los pilotos, pero Nuestro
Señor los aseguró del peligro que se temia , abonanzan-
do la mar y el viento y dejando solo lo que era menes-
ter para que fuese próspera la navegación , siendo más
ordinario desde allí basta la Nueva España haber ruines
vientos y buracanes que viento próspero y favorable;
pero Dios que no está obligado á los vientos ni á los
tiempos bizo á aquella ñola tan señalada merced, que pa-
só por todo sin peligro ninguno basta ver la tierra de la
vio tanta devoción en los indios, que dio por bien em-
pleados los trabajos padecidos por mar y por tierra,
viendo en aquellos pobrecitos la devoción tan inflamada
como en los verdaderos cristianos de la primitiva Igle-
sia, y era cosa para alabar á Dios verlos salir en procesión
y hincados de rodillas y llorando pedir la bendición ofre-
ciendo muchos ramilletes y guirnaldas hechas de flores
odoríferas, y pan y fruta, huevos y galhnas, conforme
á su posibilidad y pobreza. Para el dia en que entró el
didos (que por tales los tenian ya) las oyesen pudiesen ati-
mo frío.
dió la cuartana ,
que como dicho es habia mas de tres
años que le perseguía. De allí pasó el padre Comisario
mas adelante con un sol que abrasaba , y pasada una
casa y estancia donde habia munchos naranjos (que ya es
aquella tierra un poco templada), y junto á la estancia
un arroyo, llegó como á mediodía á un bonito pueblo,
visita de clérigos, llamado Hindaparapeo , de los mes-
mos indios tarascos y Obispado de Michoacan , cinco le-
I
40
el padre Comisario de aquel pueblo, 'y pasado otro pe-
queño llamado Axuno, visita de clérigos, de los mes-
mos indios tarascos , y andadas tres leguas entre cues-
tas por unos pinares, llegó poco después de salido el
broso, después las bajó por otro peor, y subió y bajó otras
lan malas como las de la tarde antes y aun peores, y como
iba alto el sol y picaba mucho, ni bestias ni hombres se
podian menear de calor, sed y cansancio, especialmente
cuando bajaban junto á la laguna, donde no habia vien-
to que los pudiese favorecer y refrescar. Al lin, allá cer-
Tomo LYII. 4
50
ria mas sana el agua, que no estando como está cada una
de por si. Por la puerta deste bosque pasa el camino real
que traia de Michoacan el padre Comisario , y teniendo
noticia de él entró dentro y vio lo que queda i'eferido,
fray Juan Cano, lego. Pasó, pnes, este camino dosta ma-
nera, referido brevemente.
Habiendo el padre Comisario predicado, como diclio
aquella noche.
Lunes de las rogaciones, veintisiete de Mayo, salió
77
Tomo LVIÍ. 6
nunca quiso el padre Comisario general que se ejecuta-
sen, mientras en aquella provincia fuere reconocido por
prelado, por ser de directo contra lo que él tenia orde-
nado y proveido , antes reprendió al provincial y dis-
cretos por ello, afeándoselo mucho ; con la otra disimu-
ló por entonces, aguardando tiempo mas cómodo.
Celebrado y espedido el sobredicho capítulo interme-
dio, y estando el provincial y discretos en San Francis-
co de México, donde también estaba el padre Comisario
general sin propósito ni aun intento de comenzar la visi-
cuales manda que seis meses antes que acaben sus ofi-
nen el lomo y de él
ombligo en el les sale un olor muy
malo. Dánse zorras que parecen á las de España, así en
elcuerpo y pelo como en perseguir á las gallinas; hay
gran abundancia de unos que llaman zorrillos, del ta-
maño de lechónos de dos ó tres meses salvo que son ,
vieron en sí con piedra bezar que se les dio con una po-
ca de azahar : los otros tienen muchas órdenes de con-
chas y no hacen mal á quien los come, y en cogiéndolos
los indios se los comen asados , por que dicen que son
muy buenos y sabrosos.
92
dichos.
ToMO LVÍÍ. 7
98
alto; las liojas salen del inesnio tronco y son verdes, an-
chas y largas, y tanto que hacen sombra para guarecer-
se del sol, y con dos ó tres deltas que un indio se pone
sobre la cabeza cuando llueve, se defiende del agua; no
echa cada pié destos más de un solo fruto, el cual es
un racimo en que suele haber ciento, doscientos y aun
trescientos plátanos, más y menos: cada plátano es de un
geme y aun de un palmo de largo y de tres y cuatro ,
tres religiosos.
á correr á toda furia tras los pobres indios que iban car-
gados y bien descuidados, y allí en presencia del padre
Comisario los comenzara á dar de palos y pasara su fu-
ria más adelante, si fray Juan Gano, el lego, no fuera
luego corriendo tras él, sospechando á loque iba, y no
le fuera á la mano, reprendiéndole de su desatino é in-
cho este caso en este lugar, para que por él se vean los
agravios y malos tratamientos que algunos malos cris-
tianos hacen tan públicamente á los pobres indios, los
cuales padecieran mucho mas, si los frailes no los am-
parasen y defendiesen.
Sábado siete de Septiembre, salió el padre Comisa-
riode madrugada de Veyotlipan, y caminando por don-
de á la ida de Tlaxcalla á México habia pasado, subió y
hajó aquellas cuestas y pasó por el pueblo llamado la
Trinidad, y queriendo pasar el arroyo que corre por alli
cerca,no se atrevió y le fueron á la mano, por que lle-
vaba mucha agua y iba muy recio y ahocinado, y así
bajó á la puente que está en el camino real que va des-
ToMO LVIÍ. 9
i 50
una legua larga oai que se pasan dos arroyos, uno junto
á la Puebla y olro rnucho adelante, llegó temprano á de-
cir misa al pueblo y convento de Totomehuacan, donde
le hicieron los indios muy gran fiesta y recebimienlo,
que es gente muy devota. La vocación del convento es
de nuestro Padre San Francisco, es presidencia en que
moraban dos frailes : visitólos y detúvose con ellos aquel
dia y el siguiente. La casa es bonita, aunque no estaba
acabada, faltábanle por cubrir la media iglesia y los cor-
pado de Tlaxcalla.
Cerca de Tecalh, en una visita, hay una cantera de
piedra blanca jaspeada muy preciosa, de donde se sa-
can aras, cruces y otras piedras muy vistosas y de mu-
cha estima, que se reparten por toda la Nueva España
y se llevan á la Vieja; labránlas los indios, aunque con
dificultad y trabajo. No hay en aquella guardiania ríos
ni fuentes, y usan los indios alxibes y cisternas de agua
llovediza, que en aquella tierra se llaman Xaveyes, y lo
clia hortaliza, riégase todo con una poca de agua que to-
man de la fuente que viene al pueblo; la iglesia tenia sa-
cados los cimientos y hay una bonita capilla y ramada,
que es la iglesia de prestado hasta que la otra se acabe:
moraban allí tres religiosos y con ellos estaba ya el pro-
gar.
450
Pirú.
Miércoles diez y seis de Octubre partió el padre Co-
misario de aquel convento, camino de Vexotzingo, y
andados como tres cuartos de legua, llegó á un rio que
se pasa por una puente de madera, por la cual pasó él
y todos los demás sin daño ninguno, excepto el nauat-
lato, cuya bestia no quiso en ninguna manera pasar,
apeóse della y dióla á un indio que la pasase de diestro,
y tampoco hubo remedio, atáronla á la cola de un ca-
ballo en que iba el indio, y queriéndola pasar así, hizo
piernas para no pasar y el caballo quebró la cuerda en que
iba á él atada la otra bestia, y sin poderse tener dio con-
sigo y con el indio la puente abaxo en el rio que iba muy
crecido y ahocinado y con demasiada corriente y furia;
el pobre indio salió nadando por debaxo de la puente á
la otro parte, pero el caballo como mas pesado, no pudo
hacer esto tan presto, llevóle la corriente del rio un
gran trecho, y aunque se volvia contra ella no la podia
vencer, que iba muy recia; entró el fraile lego en túni-
ca para remediarle, mas no pudo, antes se vio en peli-
gro de anegarse, aunque era buen nadador, porque la
ToMO LVn. 11
162
vincial.
camino de México.
i
182
lomado todo lo que llevaban los unos y los otros, los lle-
varon á la Rochela, donde el dicho custodio y su compa-
ñero, en hábito de marineros, en el cual se habian pues-
to cuando vieron la refriega y los habian prendido , pa-
decieron mucho trabajo y miseria, acarreando agua y
basura, según después lo contó al padre Comisario un
fraile mercenario de la provincia de Guatemala que fué
preso con ellos y padeció los mesmos trabajos, el cual
decia que lo que el dicho custodio y su compañero lle-
vaban llegaba á valor de más de doce mil pesos , armas
por cierto muy ofensivas y defensivas en estos miserables
tiempos, y que era grandísima lástima ver el mal trata-
cofadría y los frailes dicen por ellos ciertas misas cada se-
mana. La cibdad de la Veracruz es pueblo de españoles,
cinco leguas del puerto de San Juan de Ulúa , recógese
en todo lo que va de España para México y para casi
él
unas veces más otras menos. Dicen los que algo enlien-
den, que se podia hacer en aquella isla una población
muy grande si quisiesen ponerse á ello haciendo preti-
les de piedra, la cual se puede traer de otras y islillas
pies y las manos y aun las narices por un rato, con las
provincia de Burgos.
Desde aquel convento envió el padre Comisario ge-
neral un recado á fray Alonso Urbano, guardián de Tez-
cuco, para que á los nueve de aquel mes de Enero estu-
viese en el convento de Zacatlan, porque para aquel
mesmo dia pensaba él estar en la mesma casa y llevalle
desde allí por nauatlato de la lengua otomí y mexicana,
que como dicho es, las sabe entrambas, y asi se hizo
y cumplió, como presto se verá.
Jueves dos de Enero de mil quinientos ochenta y
seis años salió el padre Comisario antes que amaneciese
de Cuerna vaca, y pasada una ó dos barranquillas y un
poblecito de aquella guardianía y un riachuelo, y anda-
das dos leguas, llegó poco después de salido el sol al
pueblo y convento de Xiuhtepec, donde se le hizo muy
gran recebimiento como en los demás. La vocación de
aquel convento es de Santiago, estuvo acabado, hecho to-
de Tlaxcalla.
Sábado once de Enero salió de Zacatlan el padre Co-
misario mucho antes que amaneciese, con una luna
muy clara y tiempo sereno, y así pudo ver las casas del
diciendo ,
que muncho en buena hora se tuviese congre-
gación, más que de capítulo no se tratase , porque en
ninguna manera se habia de tener. Más después que el
de Alfaxayuca.
Veychiapa es pueblo grande de indios otomíes y tie-
ne otros muchos de visita délos mesmos, y todos caen
íf|r(>
"I'IA
guiente.
Viernes treinta y uno de Enero salió el padre Comi-
sario de Tlacuba buen que amaneciese, y pa-
rato antes
sados algunos arroyuelos y después por entre Cliapulte-
pec y Santa Fe, llegó al pueblo llamado Tlaciibaya,
donde hay un convento de Dominicos ,
pasó de largo, y
pasados otros dos arroyos y por otro pueblo llamado Cu-
yuacan, donde hay otro convento de los mesmos padres,
salió á la calzada que va de México á Xuchimilco, don-
de llegó, andadas cuatro leguas, á decir misa: hízosele
allí muy solemne recebimiento y grandísima fiesta, con
mucho concurso de gente, indios é indias que con una
devoción extraña acudían á besarle la mano, y dában-
se tanta priesa que no dejaban andar al padre Comisario,
porque les parecía que era caso de menos valer dete-
nerse y ser perezosos en una obra como aquella. Hacen
raya en devoción á nuestro hábito aquellos indios entre
lodos los demás de aquella provincia, dellos y de su
cibdad y de la laguna y convento queda ya dicho atrás,
y así al presente no se dice más de que el padre Comi-
sario visitó aquel convento y se detuvo en él aquel dia
vincia.
á ejercer ,
pero duró poco, porque el Virey le envió á
llamar y le pidió la patente y se la dio y renunció el ofi-
í
al
vaba por otro muy diferente del que había de tomar pa-
ra ir bien ;
pero cuando amaneció y vio el padre Comi-
sario cuan mal le guiaban volvió hacia mano derecha
donde le parecía que estaba el camino , y atravesando
muchas sendas y caminos de carretas, que van desde la
Puebla al monte, llegó á una barranca muy profunda y
por una mala entrada que tenia bajó él y su secre-
tario, sin que la guia ni fray Francisco Salcedo pudie-
sen bajar ni seguirlos por allí, pero buscaron otro paso;
aguardólos un poco el padre Comisario de la otra parte
de la barranca, y viendo que no venían ni parecían,
buscó camino á tiento, porque aunque ya era muy de
día, hacia una niebla tan espesa entre aquella espesura
2G0 ^
I
2G4
posa seria bien dar una vuelta á México y ver lo que pa-
sa en la provincia del Santo Evangelio, donde no se pue-
de creer que dejase de haber inquietudes y revolucio-
nes, porque un abismo (como dice el Profeta) llama á'
otro abismo, y dado un inconveniente es cosa ordinaria
seguirse muchos; destos parecerán algunos en lo que
aquí se dirá.
mundo se indignó.
Sin esta información hizo el Virey por este tiempo
dor de aquel caso tan malo, porque era uno de los que
más atizaban el fuego destas discordias, y al que era
guardián en México le pasaron á Tlatilulco, donde no ha-
bla guardián, porque el que hicieron por capítulo habia
ya renunciado. A fray Alonso Urbano, guardián de Tez-
cuco, no le queriendo llamar ni escrebir guardián, le hi-
Guaxaca.
En Tequiziztlan aguardó el padre Comisario á fray
Juan de Orduña y á fray Pedro de Sandobal, que queda-
ban atrás con el hato, y viendo que no llegaban y que
se hacia tarde, determinó partirse sin ellos, y dexándo-
les allí recado de lo que habían de hacer, salió de aquel
pueblo como á las cuatro de la tarde, llevando por guia
un indio que dijo saber bien la tierra y que le llevaría
por un atajo; siguióle el padre Comisario por unos llanos,
é ya puesto el sol, dijo la guía que no iba bien por aquel
camino y que le quería llevar por otro, pero la verdad
era que él le habia perdido y se iba derecho á la mar,
más advirtiendo el yerro que habia heclio, tuvo tan buen
lino que con ser ya de noche, guió por medio de unas
sabanas ó dehesas, rodeando cuestas, y pasado el mes-
mo rio de Tequiziztlan por otro vado más Hmpio, al fin
llevó al padre Comisario en las milpas y casas de un
pueblo bueno llamado Xalapa, cuatro leguas de Tequi-
ziztlan por el camino derecho, porque por dónde el indio
Tomo LVíI. 19
gar á tiempo de hallarse en él, y así pasado un rio ])or
De la provincia de Xoconusco.
nal y saludable.
í'í
2í)7
tarde.
El mesmo domingo en la tarde, seis de Abrd, salió
rín, y pasado allí cerca otro rio y andadas otras dos le-
dada una legua y pasados en ella dos ríos pasó por cer-
ca de otra estancia que se dice de Don Domingo, por-
que este era el nombre de uncuya era, y anda-
indio,
das después otras dos leguas, llegó al ponerse el sol á
un poblecito pequeño, Pixixiapa de los mesmos indios,
provincia y Obispado, donde padeció mucho trabajo de
calor y moxquitos, con que no pudo descansar ni sose-
gar en toda la noche.
Jueves diez de Abril salió el padre Comisario de aquel
pueblo muy
de madrugada, con otro indio por guia, y
})asados dos riachuelos y unas ciénagas y mucha mon-
taña muy alta y espesa, que hacia el camino muy obs-
curo, llegó antes que amaneciese á otra estancia de un
500
provincia.
Martes quince de Abril salió el padre Comisario muy
de madrugada de aquel pueblo, y pasadas algunas coste-
zuelas y mucha montaña alta y espesa, y un rio grande,
Tomo LVIÍ. 20
oOG
cado, hasta que, una legua mas abajo de por donde le pa-
del mar del Sur que no eslá lejos; pasóle bien el padre
Comisario, porque á la sazón no llevaba mucha agua, y
junto al pueblo se pasa un arroyo. Cerüficó un hombre
de crédito al padre Comisario que andando los años pa-
sados por junto de aquel rio un negro esclavo huido de
su amo, se retrujo hacia aquella parte por donde el rio
y del mesmo
Obispado y visita. Pasó de largo, y pasadas
otras muchas barrancas y cuestas, que con el agua que
había caido aquella noche en tanta cantidad estaban muy
malas, pasó dos riachuelos, el uno dos veces y el otro
una sola, pero con mucho trabajo, dificultad y peligro
porque iba de avenida, y había robado tanto la tierra
que no había por donde entrar en él, ni después de en
o25
aun agua que beber, sino mala y hecha un caldo. Los in-
bien el sueño.
Viernes diez y seis de Mayo, por la mañana, salió el
das salieron, excepto dos, que para que saliesen fué me-
nester salir deltas los que las llevaban y embarrarse
muy bien, pero ninguno recibió otro daño más que este.
Antes de llegar á aquel atolladero se pasan dos arroyos,
y después del un rio grande y caudaloso llamado de Pa-
zaquina ó de Tzirama, pasóle el padre Comisario tres ve-
ces en poco espacio , la primera vez pasó dos brazos en
que va dividido, y las otras dos todo junto cada vez , lle-
tre los cuales hay unos muy notables, estos son unos
puercos monteses bermejos y bragados de negro, llama-
dos en la mesma lengua mexicana zenzoncoyametl, por-
que andan en escuadrones de cuatrocientos en cuatro-
cientos con su capitán, al cual siguen sin discrepar un
punto; salen estos animales de aquellas montañas en
algunos tiempos á buscar comida, puestos en dos ren-
gleras y los hijuelos en medio y si topan algún español
ó indio, en viéndole se detienen todos, si el tal da voces,
infaliblemente acomete luego á él el capitán y todos los
demás, y si no se sube en algún árbol le matan á boca-
ces en ella, todos se han perdido por ser tierra muy ás-
pera y fragosa.
La cibdad de San Pedro está seis leguas de Puerto
tiene muy grande boca está como media legua del ca-
,
del Sur con el del Norte, y este con el del Sur. Dánse en
esta laguna mojarras, aunque no tantas ni tan buenas
como en la de León, ni son tan fáciles de tomar, porque
como es tan grande anda más revuelta y alterada que
la de León, liállanse también en ella tiburones y otros
pescados, y aun lagartos muy perjudiciales; hay en
aquella laguna islas pobladas de indios, en la mayor que
se llama !a isla de Nicaragua, hay un conventico nues-
tro en que residen dos La laguna de León dicen
frailes.
doren, si Dios quiere. La cera era toda negra, sin que hu-
biese ni una sola candela blanca ,
porque por aquella
tierra no la hay sino muy cara, y no todas veces, y los
grande, que á todos los hizo salir muy aprisa de los apo-
sentos, cayéronse muchos palos y tierra de las paredes
jo, pero con todo esto iba siempre muy delante. La silla
temala.
(las lodas las canoas, le tiró con su arco dos flechas, he-
chas á posta, de madera para flechar pescados con unas
lengüetas ó dientes al cabo, hechos en la mesma made-
ra, la una destas flechas resurtió del cuerpo de la igua-
na y volvió á la canoa , con la otra no la acertó, visto
vió mucho.
Sábado veinliocho de Junio salió el padre Comisario
de aquel pueblo, salido ya el sol, y dejando el camino
que va por Zacatecoluca, Nonalco y Olocuilta, que á la ida
serva.
Toda aquella tierra es de muy poco jugo y menos
substancia, arenisca y muy movediza, y así aunque esté
cubierta de paja ,
pero la portada y delantera era de
cantería muy labrada, sumptuosa y soberbia, mas con la
iglesia de paja no decia muy bien: de aquel pueblo y de
los comarcanos, que llaman los ¡zaleos se saca cada año ,
casi al pié dellas, tres leguas del mar del Sur, donde hay
'
404
yor pecador, que sean más los años de mis penas, y aun
esto seria consuelo, no temo muerte ni pena como yo
no pierda á Dios. Consolóle entonces al buen viejo el
iieiTa, que van y corren casi lodos por barrancas así muy
hondas. Pasó el padre Comisario aquel rio en una bar-
bacoa ó zarzo de madera que hicieron los indios, á ma-
nera de andillas, en que iba sentado, y llevábanlas en los
hombros y cabeza siete ó ocho dellos con trabajo y pe-
sadumbre, porque iba el agua muy acanalada y con mu-
cha furia y el rio muy crecido, pero con mucha devo-
ción y contento, y asi fué Dios servido que le pasaron
sin que nadie peligrase. El fraile que iba por guía, ó de
muy devoto ó haciendo de valiente, fué adelante de los
indios a pié, en túnica, atravesando el rio junto á las
mesmas andillas, y llegando á un mal paso y hondo,
turbóse y asióse con fuerza de las andas, y con el peso
puso á los pobres indios en peligro y en riesgo de dejar
y prosiguió su visita.
dos días con sus noches, que hizo notable daño al padre
Comisario, porque la tierra es fría, los aposentos del
convento bajos, húmedos y ruines, y toda la casa triste
y melancólica, que las paredes son de adobes y las cu-
biertas de paja, y junto todo esto con tanta agua del cie-
grande y honda ,
por la cual corre otro arroyo , el cual
se pasa dos veces por puentes, también de madera; an-
tes de llegar á esta barranca, bien una legua del pueblo,
salieron á recebir al padre Comisario muchos indios é
indias, vestidos todos de fiesta , y subido á lo alto halló
otro gran golpe de gente que estaban aguardando al pié
de una cruz. De allí por camino llano caminó un cuarto
de legua encontrando siempre indios é indias que le sa-
delgadas y tiernas.
Por este mesmo tiempo llegó á Guatemala fray Juan
Cansino, el que siendo en México procurador de las pro-
vincias de la Nueva España, puesto por el padre Comi-
sario general en lugar de fray Pedro de Zarate (como di-
51
482
queda dicho.
Sábado trece de Septiembre salió el padre Comisario
muy de madrugada de aquel pueblo, y junto á las mes-
mas casas pasó un rio que se llama también de la Xiqui-
pila, y es el mesmo que el dia antes habia pasado en la
canoa, el cual por lo mucho que aquella tarde habia llo-
vido iba muy crecido y furioso, pero por tener buen va-
do y ancho y llano le pasó muy bien, yendo delante un
indio á caballo por guia, y otro á pié alumbrando con
48G
dre Comisario por aquel camino con ser tan malo, por
huir del otro de Tuchimilco, que es peor, de más y peo-
res y más peligrosas barrancas. Aquella mesma tarde
salió el padre Comisario después de comer de Vayapan,
los visitase.
de la laguna de Cintziintza.
Páginas.
Páginas.
Páíjiuas.
visita 210
Páginas.
Páginas.
CIRCÚLATE AS MONOGRAPH
'^m:"m
r^'i'ipr *
A,^-^^.
áf* A*
£ys^; ^-^
iKrV