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Buenos Aires, lunes 11 de diciembre de 2017 • ISSN 1666-8987 • Nº 14.

325 • AÑO LV • ED 275

Director:
Guillermo F. Peyrano
Consejo de Redacción:
Gabriel Fernando Limodio
Daniel Alejandro Herrera
Nelson G. A. Cossari
Martín J. Acevedo Miño

D i a r i o d e D o c t r i n a y J u r i s p r u d e n c i a

El renacer de la anticresis como derecho real de garantía NUEVO CÓDIGO CIVIL Y


a partir del Código Civil y Comercial COMERCIAL DE LA NACIÓN
Análisis doctrinarios,
por Domingo C. Cura Grassi
comentarios y apostillas

Que pueda resultar un poseedor imperfecto respecto del ción francesa de que los frutos eran accesorios del inmue­
Sumario: I. Concepto. Art. 2212 del cód. civil y verdadero propietario de la cosa, quien vendría a ser el ble, cuando, en realidad, los frutos y el terreno forman
comercial. – II. Naturaleza. – III. Aplicación práctica. poseedor perfecto, es otra cues­tión, pero resulta ser un po­ una sola cosa, de manera que, al afectar a sus frutos, el
– IV. Constitución. – V. Derechos del acreedor anti- seedor al fin. derecho afecta a su propio inmueble, el cual, además, es
cresista. – VI. Obligaciones del acreedor anticresista. Es más, si no fuera poseedor no habría anticresis, si por entregado al acreedor anticresista, que asume la calidad
– VII. Oposición a terceros adquirentes del inmueble. esta entende­mos, como así lo expresa el propio artículo, de posee­dor legítimo, implicando las facultades que este
– VIII. Restitución del inmueble. – Bibliografía. que el deudor o un tercero por él pone en posesión de un derecho real otorga sobre la cosa, una verdadera desmem­
inmueble al acreedor y lo autoriza a percibir los frutos. bración del dominio de su propietario, habida cuenta de
I encontrarse privado del derecho de percibir los frutos.
Concepto. Art. 2212 del cód. civil y comercial II En consecuencia, y atento a nuestra legislación de fon­
Naturaleza do, no cabe duda de que la anticresis es un derecho real
La anticresis es el derecho real de garantía que recae conforme con lo prescripto por los arts. 1887, inc. m), y
sobre cosas registrables individualizadas, cuya posesión se De acuerdo con lo expresado en la nota al anterior art. 2212 del cód. civil y comercial.
entrega al acreedor o a un tercero designado por las partes, 3239 del Código de Vélez(2), se ha puesto en duda la na­ Y ello, igualmente lo expresamos así porque en nues­
a quien se autoriza a percibir los frutos para imputarlos a turaleza de este derecho real sobre la base de que se trata tro derecho los fru­tos(4) y el inmueble forman una misma
una deuda. de un derecho sobre los frutos de la cosa, pero que no la cosa.
La anticresis(1), pues, es un derecho real que recae so­ afecta. La pretendida discusión, entonces, sí podría plantearse
bre cosas registrables, de naturaleza mueble o inmueble, a Pero Vélez precisamente(3) combatía esta postura, ex­ en Francia(5), don­de se considera a los frutos como acceso­
diferencia del Código Civil, donde recaía exclusivamente presando que quienes así opinaban partían de la concep­ rios del inmueble debido a que la anticresis, como dijimos,
sobre inmuebles; pasando la cosa al acreedor, tan solo en reposa sobre los frutos y no sobre la cosa.
cuanto a los frutos, que los percibe y los imputa a la deuda.
La crítica que le cabe al artículo es la misma que fuera (2) Nota al art. 3239: “Cód. francés, artículo 2080. En el derecho
hecha con respec­to al usufructo, a la hipoteca y principal­ romano, el fin caracterís­tico de la anticresis era la compensación hasta III
la debida concurrencia de los intereses y de los frutos. Toda vez que
mente a la prenda, es decir, se hace mención del contrato el crédito no producía interés, y que el inmueble empeñado producía
Aplicación práctica
(que es un derecho personal) y, en este caso, a la anticresis frutos que eran percibidos por el acreedor para extinguir el principal, No es un derecho real que se haya aplicado en nuestro
(que es un derecho real), más que a la relación real. no era anticresis, sino un contrato de prenda que no tenía nombre
país como forma de garantir deudas. De ahí que criticá­
Y con respecto al anticresista, si es poseedor o tenedor, particular.
Troplong y el juez Camoully se empeñan en demostrar que la anti- bamos la falta de privilegio dada por la ley al acreedor
que sí lo es por resultar titular de un derecho real y, como anticresista.
cresis no da un derecho real porque no reposa en la cosa misma sino
nosotros conocemos la posesión, al resultar el contenido en los frutos; el fundo no es tocado y penetrado por el contrato; los
de aquellos, no podemos negar, entonces, el atribuido ca­ frutos y no el inmueble son el asiento de esa prenda.
rácter. Troplong, ‘Anticresis’, n° 524, véase Revista de las Revistas, t. 15, do. No es ciertamente cuando las manzanas caen del árbol, cuando
desde la p. 48. Estos escritores parten de un antecedente equivocado las adquiero por accesión; ellas ya me pertenecían. Los frutos, como
de que hemos hablado antes de ahora, que en un fundo los frutos son las hojas, mientras están unidos, no son una cosa distinta del árbol. No
Nota de Redacción: Sobre el tema ver, además, los siguientes tra- accesorios del terreno cuando en verdad los frutos y el terreno forman puedo decir que ante todo tengo la propiedad del árbol, y separada-
bajos publicados en El Derecho: Panorama actual de las garantías en una sola cosa. Por consiguiente, la prenda que se constituye por la mente la propiedad de los frutos. Tengo simplemente la propiedad de
el derecho privado, por Leopoldo Peralta Mariscal, ED, 193-513; La anticresis es sobre una parte de la propiedad inmueble, y no puede ne- un árbol cargado de hojas y de frutos. No puedo entonces decir que
anticresis, por Gabriel De Reina Tartière, ED, 217-601; La anticresis, sus garse que hay una desmembración del derecho de propiedad, cuando tengo primero un bien inmueble, el terreno en que está el árbol: un
posibilidades en un mercado actual, por Juan Manuel Peire, ED, 249- los frutos futuros de un inmueble se dan en prenda, en seguridad y para primer bien mueble, que sería el árbol y después otros tantos bienes
707; Las garantías crediticias en el nuevo Código Civil y Comercial y pago de una deuda”. muebles como frutos haya. No tengo sino un bien inmueble que son el
algunas referencias al derecho comparado para avizorar el porvenir, (3) Nota al art. 2571: “L. 35, Título 28, Parte 3a y véase L. 16, suelo y el árbol con todos sus frutos, los cuales forman un solo todo, un
por Miguel Eduardo Rubín, ED, 261-768; Derechos reales: publicidad Título 2, Parte 3a. En los escritores del derecho, y en casi todos los solo y mismo objeto de mi propiedad. Pero pues que no tengo sino un
posesoria y publicidad registral. Relaciones. ¿Qué hay de nuevo an- códigos, se encuentra como un principio, al tratar de la accesión, que solo bien inmueble, que comprende indivisiblemente, el suelo, el árbol
tiguo?, por H. Domingo C. Cura Grassi, ED, 267-395; Definición y pertenecen al dueño de la cosa por derecho de accesión los frutos y los frutos, y que después de la formación de estos frutos en ramas
caracteres de los derechos reales en el Código Civil y Comercial, por naturales de ella, y todo lo que ella produce. Este es un grave error en del árbol, no tengo un bien nuevo, no hay por qué hablar de adquisi-
H. Domingo C. Cura Grassi, ED, 270-603; Derechos reales: publicidad los principios o una confusión de estos, ¿en qué momento, pregunta ción alguna. Nada he adquirido, no tengo en mi patrimonio una cosa
registral. Algunos interrogantes respecto a cuestiones de forma y fondo, Marcadé, adquiero yo por accesión los frutos o productos de la co- nueva. Conservo y continúo en tener lo único que tenía: luego no hay
el Código Civil y Comercial y la ley 17.801, por H. Domingo C. Cura sa que es mía? No es sin duda cuando ellos se separan de la cosa adquisición de propiedad (sobre el art. 546)”. Pothier se empeña en
Grassi, ED, 272-791. Todos los artículos citados pueden consultarse en principal para tomar una existencia distinta, porque entonces habría sostener que hay dos cosas distintas, el terreno y los frutos (“De la pro-
www.elderecho.com.ar. contradicción en los términos. Sería absurdo decir que una cosa viene piedad”, n° 151).
(1) Señalamos que su nombre deriva de “anti” y “cresis” que sig- a ser mía por accesión, cuando ella se separa. Mis derechos sobre los (4) Recomendamos la lectura de la nota a los anteriores arts. 2329
nifican “contra” y “uso”, respectivamente, y ello es así atento a la productos separados de la cosa que los ha producido no pueden ser y 2444 del Código de Vélez.
naturaleza de este derecho real, habida cuenta de resultar otro, y no el sino la continuación del derecho que yo tenía antes de su separación, (5) En Francia, los frutos que produce una cosa pertenecen a su
propietario, quien percibe los frutos. cuando estaban verdaderamente unidos a la cosa que los ha produci- dueño por accesión.

CONTENIDO
DOCTRINA
El renacer de la anticresis como derecho real de garantía a partir del Código Civil y Comercial, por Domingo C. Cura Grassi......................................................................... 1
De las medidas cautelares a la tutela anticautelar: breves consideraciones de un incipiente instituto tuitivo, por María Paula Mamberti.............................................................. 3
CUENTA Nº 13.547

JURISPRUDENCIA
Civil
Médico: Responsabilidad médica y de los establecimientos asistenciales: requisitos de configuración; culpa. Prueba: Carga de la prueba: relación de causalidad; falta de prue-
ba; historia clínica; imputaciones; rechazo (CNCiv., sala H, octubre 4-2017)........................................................................................................................................... 4
Provincia de Buenos Aires
CASA
ARG Derechos del Consumidor: Relación de consumo: acreditación; pagaré de consumo; ejecución; rechazo; requisitos de la LCD; carencia (C1ªCC San Isidro, sala III, octubre
C
10-2017)................................................................................................................................................................................................................................. 7
2 Buenos Aires, lunes 11 de diciembre de 2017

Pocos son los casos que se conocían en la práctica, tan vertimos una norma similar del Código Civil y Comercial tuirlo porque, v. gr., le resulte onerosa la conservación del
solo nos viene a la memoria aquel celebrado en la ciudad que autorice al acreedor a retener la cosa. inmueble, pues puede hacerlo en cualquier tiempo.
de Buenos Aires respecto de las recaudaciones del Cine Sin embargo, como ya lo adelantáramos aquí, el Códi­ b) La restitución por el deudor no podrá hacerse sino
Ideal de la calle Suipacha, así como también algún que go Civil y Comercial le otorga al acreedor anticresista un después de la extinción total de la deuda.
otro caso con respecto a los ferrocarriles, v. gr., la refac­ privilegio especial de acuerdo con lo prescripto por el art.
ción que se realizó al inmueble donde actualmente funcio­ 2582, inc. e). Bibliografía
na Galerías Pacífico. El acreedor está autorizado, entonces, a percibir los fru­ Ahrens, Heinrich, Cours de droit natural, París, 1839.
Afortunadamente, el Código Civil y Comercial le otor­ tos del inmue­ble, con el cargo de imputar su valor sobre lo Alegría, Héctor, Diálogo de economía y derecho, La
ga privilegio especial al acreedor anticresista en el art. que le es debido, y dar cuenta al deudor. Ley, 9-5-07.
2582, inc. e), de ahí el título del presente ensayo, enten­ Pensamos que las partes pueden, sin embargo, convenir – Las garantías “autoliquidables”, RDPC, Nº 2.
diendo que estamos frente a un renacer de este derecho en que los frutos se compensen con los intereses, sea en su Allende, Guillermo L., Panorama de los derechos
real de garantía. totalidad o hasta determinada con­currencia. reales, Buenos Aires, La Ley, 1967.
No olvidemos que, a diferencia del otro derecho real Si nada hay convenido entre las partes sobre la compen­ Barassi, Ludovico, Diritti reali e possesso aquilano,
de garantía que es la hipoteca, donde el acreedor no tiene sación de los frutos con los intereses, el acreedor debe, Milán, 1952.
la cosa, en la anticresis, en cambio, el acreedor está en en nuestra opinión, com­pensarlos y dar cuenta de ellos al Bergoglio, Jorge, Evangelii gaudium.
posesión de la cosa, con el beneficio inmediato que esa deudor. Bielsa, Rafael, Compendio de derecho administrati-
circunstancia trae. Creemos que si el acreedor hiciere mejoras en el in­ vo, 2ª ed., Buenos Aires, Depalma, 1957.
mueble, deben serle satisfechas por el propietario hasta la Bueres, Alberto, Código Civil y Comercial de la Na-
concurrencia del mayor valor que resultare tener la finca; ción, Buenos Aires, Hammurabi, 2015.
IV pero la suma debida por ese mayor valor no puede exceder Cámara, Héctor, Prenda con registro o hipoteca mo-
Constitución el importe de lo que el acreedor hubiere gastado de acuer­ biliaria, Buenos Aires, Ediar, 1961.
Requisitos do con lo prescripto por el art. 2217 del cód. civil y comer­ Cammarota, Antonio, Derecho hipotecario argenti-
cial referido precisamente a gastos. no, Buenos Aires, Lajouane, 1929.
Entrega del inmueble al acreedor(6).
Carnelutti, Francesco, Sistema de derecho procesal
El constituyente debe ser propietario del inmueble o, al civil, Buenos Aires, Uteha, 1944.
menos, tener derecho a los frutos(7). VI
Castán, José, Derecho español. Derechos de cosas,
Debe formalizarse un contrato(8). Obligaciones del acreedor anticresista
11ª ed., 1979, vol. I, t. I.
Forma de este derecho real El acreedor está obligado a cuidar el inmueble y pro­ Clerc, Carlos y otros, Derechos reales en el nuevo
veer su conservación, y no puede modificar el destino ni Código Civil y Comercial, Buenos Aires, Erreius, 2016.
Si bien nosotros conocemos que la anticresis no requie­ realizar ningún cambio del que resulta que el deudor, des­ Colombo, Carlos, Código Procesal Civil y Comercial
re de la escritura pública y que solo queda perfecta entre pués de pagarle la deuda, no puede explotar la cosa de la de la Nación, Buenos Aires, Abeledo-Perrot, 1974.
las partes por la entrega, no sin estar sujeta a formalidad manera en que antes lo hacía, todo conforme lo prescripto Cornejo, Américo, Derecho registral, Buenos Aires,
alguna, todo ello lo expresamos como “contrato real”. por el art. 2216 del cód. civil y comercial. Astrea, 2012.
Igual­mente, sabemos que, como “derecho real” que es, El acreedor está también obligado a pagar las contribu­ Cura Grassi, Domingo, Elementos de derechos rea-
para poder ser opuesta a terceros, debe estar formalizada ciones y las cargas del inmueble de acuerdo con lo pres­ les, Buenos Aires, Astrea, 2017.
en escritura pública(9). cripto por el art. 2217 del cód. civil y comercial. – Derechos reales en el nuevo Código Civil, en colabo­
Prueba De la lectura de estos artículos, resulta entonces que el ración, Buenos Aires, Erreius, 2016.
acreedor anticresista tiene la obligación de conservar y ad­ Dasen, Julio - Vera Villalobos, Enrique, Posesión.
En materia de prueba, este derecho real se rige por los ministrar el inmueble, pagar los impuestos y cargas, con­ Defensa posesoria, Buenos Aires, TEA, 1962.
principios genera­les de la prueba, tanto en materia con­ servar los derechos del deudor sobre el inmueble y resti­ – El derecho real de superficie, LL, 1987-D.
tractual como en derechos reales(10). tuir el inmueble una vez extinguida la obligación. De Castro y Bravo, Federico, Derecho civil de Es-
Legitimación Advertimos igualmente de la lectura del art. 2217, que paña. Parte general, 2ª ed., Madrid, Instituto de Estudios
hace referencia a “inmuebles” cuando en realidad debió Políticos, 1949, t. 1.
La anticresis solo puede ser constituida por el propieta­ decir “cosas registrables”, que son el objeto de la anticre­ De Damu y de Olivart, Ramón, La posesión, Barce­
rio que tenga capacidad para disponer del inmueble. sis si estamos a su definición en el art. 2212. lona, Imprenta de Jaime Jepús, 1884.
El art. 2213 refiere que pueden constituir anticresis los Fernández, Raymundo, Tratado teórico y práctico de
titulares de los derechos reales de dominio, condominio, derecho comercial, Buenos Aires, LexisNexis, Depalma,
propiedad horizontal, superficie y usufructo. VII 1993.
Pensamos que el legislador olvidó incorporarla igual­ Oposición a terceros adquirentes del inmueble(13) Grimaldi, Michael, L’hipothéquè rechargeable et le
mente a los titulares de los Conjuntos Inmobiliarios. En caso de que la cosa registral sobre la que recae el prêt viager hipothécaire, Semaine Juridique, n. 4, 2006-
Para aquellos que deseen profundizar en el tema, remi­ derecho real de garantía sea objeto de transmisión a un 1294.
timos a lo expresado en nuestra obra Elementos de dere- tercero, pensamos que el acreedor anticresista puede ha­ Ihering, Rudolf, La posesión, Madrid, Reus, 1926.
chos reales (Buenos Aires, Astrea, 2017). cer valer sus derechos constituidos por la anticresis con­ Kemelmajer de Carlucci, Aída, Derecho real de su-
Debe quedar igualmente en claro que la anticresis im­ tra esos terceros adquirentes de la cosa, como contra los perficie, Buenos Aires, Astrea, 1989.
porta un acto de disposición y no de administración(11), acreedores quirografarios y los hipotecarios posteriores al Lacruz Berdejo, José L., Lecciones de derecho inmo-
atento a que se faculta al acreedor anticresista a retener en esta­blecimiento de la anticresis(14). biliario registral, Zaragoza, 1957.
pago de su crédito los frutos que el inmueble produjera, Mc Cormack, Gerard, El futuro de las garantías rea-
para lo cual es necesario contar con poderes especiales les y personales, Revista de Derecho Comparado, nº 6.
que así lo establezcan(12). VIII Piaget, Jean, Psicología y pedagogía, Barcelona, Crí­
Restitución del inmueble tica, 2001.
En nuestra opinión, el deudor no podrá pedir la restitu­ Pothier, Roberto, Tratado de la posesión y prescrip-
V ción, Barcelona, Librería de Juan Llordachs, 1880.
Derechos del acreedor anticresista ción del inmueble dado en anticresis, sino después de la
extinción total de la deuda; no así el acreedor, quien podrá Rivera, Julio C., Contratos bancarios con garantía
A diferencia del Código de Vélez, donde del art. 3245 restituirlo en cualquier tiempo y perseguir el pago de su real, LL, 1980-B.
resultaba: “El acreedor está autorizado a retener el inmue­ crédito por los medios legales, sin perjuicio de lo que se Roca Sastre, José, Derecho hipotecario, Barcelona,
ble que le ha sido entregado en anticresis, hasta el pago hubiese estipulado en el contrato. Bosch, 1954.
íntegro de su crédito principal y accesorio”. Ahora no ad­ Se contemplan, pues, dos casos: Roguin, Ernest, La règle de droit, París, F. Rouge,
a) La restitución por el acreedor se puede hacer en cual­ 1889.
(6) El anterior art. 3240 del Código de Vélez expresaba: “El contra- Santo Tomás de Aquino, Summa Teologica.
to de anticresis solo queda perfecto entre las partes, por la entrega real quier momento y ello está bien por resultar un derecho
real de garantía de pago de su crédito, y si él desea resti­ Savigny, Friedrich von, Traité de la possession en
del inmueble, y no está sujeto a ninguna otra formalidad”.
(7) El anterior art. 3241 del cód. civil expresaba: “El anticresis solo droit romain, 7ª ed., Bruselas, Bruylant-Cristophe y Com­
puede ser constituida por el propietario que tenga capacidad para (13) Para constituir o ceder derechos reales sobre inmuebles. pagne, 1886.
disponer del inmueble”. (14) Recomendamos la lectura de la nota al art. 3254 del anterior Troplon, Raymond, Le droit civil expliqué. De la
(8) El anterior art. 3240 del Código de Vélez expresaba: “El contra- Código de Vélez: “Aubry y Rau: § 438. Proudhon: Usufructo, t. 1, prescription, París, Charles Hingray Libraire-Editeur,
to de anticresis solo queda perfecto entre las partes, por la entrega real nº 89 y sigs. Duranton: t. 18, n° 560. Zachariae: § 784, nota 8. Véase
del inmueble, y no está sujeto a ninguna otra formalidad”. Demante, n° 881. De otra manera, dependería del deudor destruir los
1833-1857.
(9) Conforme lo prescripto por los arts. 1892, 1893 del cód. civil y efectos legales anticresis, y no tendría este el carácter de prenda de la Vallet de Goytisolo, Juan, Estudio sobre garantías
comercial y ley 17.801, arts. 2° y 20. deuda. Troplong: Anticresis, desde el n° 573, combate extensamente reales, Madrid, Montecorvo, 1973.
(10) Aquí remitimos a nuestra opinión vertida en nuestra obra, Cu- la resolución que damos en el artículo respecto de los acreedores hi- Venezian, Giacomo, Usufructo, uso y habitación, Ma­
ra Grassi, Domingo C., Elementos de derechos reales, Buenos Aires, potecarios posteriores a la entrega del inmueble en anticresis, fundado drid, Librería General de Victoriano Suárez, 1928.
Astrea, 2017, págs. 59/60, así como también, en materia de interpre- en lo que él cree un principio de que antes hemos hablado que el
tación de los contratos, remitimos a los anteriores arts. 217 y 218 del anticresis no crea un derecho real sobre un inmueble. Ha necesitado de
Wolff, Martín, Derecho de cosas, Barcelona, Bosch,
cód. comercial derogado. toda su ciencia para dar una apariencia de razón a su singular opinión 1977, t. III, vol. 2.
(11) Diferencia entre actos de administración y disposición, nota al muy diferente de la de casi todos los escritores de derecho. En el lugar
anterior art. 3244 del Código de Vélez. citado expone los argumentos que se propone destruir, pero, a nuestro
VOCES: DERECHO CIVIL - CÓDIGOS - CÓDIGO CIVIL Y
(12) Conforme lo prescripto por el art. 375 del cód. civil y comer- juicio, no ha alcanzado a hacerlo. Zachariae, en el lugar citado, con- COMERCIAL - DERECHOS REALES - HIPOTECA -
cial. testa victoriosamente a todos los argumentos de Troplong”. PRENDA - POSESIÓN - CONTRATOS
Buenos Aires, lunes 11 de diciembre de 2017 3

De las medidas cautelares a la tutela anticautelar: NOVEDADES 2017


breves consideraciones de un incipiente instituto tuitivo
por María Paula Mamberti Walter F. Krieger
Sergio S. Barocelli
COLECCIÓN CÓDIGO CIVIL
puede ser empleada desviando el propósito por el cual ha Y COMERCIAL DE LA NACIÓN
Sumario: I. Introducción. – II. Las medidas anticau- sido llamada a nacer(3). Derecho del consumidor
telares: objeto, presupuestos y alcances. – III. Reseña Sin perder de vista que las medidas cautelares velan por
jurisprudencial: recepción práctica. – IV. De la natura-
Segunda edición
la efectividad de una futura sentencia, en cuanto tienen corregida y aumentada
leza jurídica y sus implicancias. – V. Reflexiones finales. como finalidad asegurar la ejecución de una posible reso­
lución condenatoria, haciendo eco de los perjuicios que
SEGUNDA EDICIÓN
ISBN 978-987-3790-61-4
acarrea el paso del tiempo en el proceso judicial, ya que 141 páginas
I
Introducción el transcurso de este puede tornar ilusorio cualquier reco­
nocimiento posterior de un derecho; no es menos cierto
El presente trabajo abordará someramente ciertas cues­ que, en ciertos casos, esta herramienta puede ser utilizada
tiones relativas a las llamadas “medidas anticautelares”, desmedidamente y provocar un daño injustificado en el Venta telefónica: (11) 4371-2004
como mecanismos de protección y prevención del abu­ sujeto que debe soportarla –alcanza con mencionar como Compra online: ventas@elderecho.com.ar
so procesal. Tras encontrar el soporte doctrinario en las ejemplo los menoscabos que conllevan las trabas de me­ www.elderecho.com.ar
primeras aproximaciones concebidas por Jorge W. Pe­ didas que inhiben la total disponibilidad del patrimonio–.
yrano, este instituto goza de recepción jurisprudencial, En estas ocasiones, la tutela anticautelar se alza con el perjuicios de la traba de una cautelar excesiva no lleguen
abriendo un nuevo campo en materia de medidas caute­ objetivo de evitar que el empleo desproporcionado y alta­ a producirse. Y allí radica un punto central porque, si bien
lares. Bajo la premisa del principio de proporcionalidad mente gravoso de las cautelares pueda provocar un daño para decretar un resguardo precautorio se exige contracau­
y razonabilidad, junto a la ya consagrada teoría del abu­ sobre quienes recaen, que no deben soportarlo(4). Es decir, tela(10), esta se estipula para resarcir los daños y perjuicios
so del derecho y el deber de no dañar, incorporándose la frente al derecho de asegurar el crédito, se encuentra el ocasionados por una medida solicitada sin derecho(11). Es­
idea de la tutela preventiva –receptada expresamente en derecho del deudor de una disponibilidad limitada razona­ to último tiene un claro fin indemnizatorio de un menos­
el Código Civil y Comercial de la Nación–, estas medidas blemente. cabo ya configurado, pero en el lapso del tiempo entre su
constituyen una herramienta útil a la hora de proteger los Aquí, la actual legislación civil y comercial aporta un dictado y su impugnación –por sustitución, levantamiento
derechos de aquellos sujetos que se enfrentan a acreedores punto fuerte en sustento de este instrumento, al introducir o impugnación– el deudor quedaría desprotegido.
que utilizan los instrumentos procesales con fines diversos la denominada “función preventiva”(5) como un verdadero Al mismo tiempo, este instituto contribuye al amparo
de los tenidos en miras al momento de su consagración. mecanismo precautorio cuyo norte es impedir que un daño de otros principios básicos en el resguardo cautelar, a sa­
A tales fines, se delinearán las principales característi­ no justificado se produzca. Si dicha disposición la unimos ber: la razonabilidad y la proporcionalidad de la medida.
cas de la tutela anticautelar, mencionándose ciertos pro­ con la facultad que tiene el juez de sortear los gravámenes Considerada la primera de ellas como la equivalencia de­
nunciamientos judiciales –cuya lectura ha motivado el innecesarios que la constitución de una medida pueda apa­ bida, en las particulares circunstancias del caso concreto,
análisis propuesto– en los cuales esta ha sido positivamen­ rejar(6) y el deber impuesto de prevenir todo acto contrario entre los medios empleados y el fin perseguido, exhorta
te acogida, señalando luego el disímil abordaje que puede al deber de lealtad, probidad y buena fe(7), surge la posi­ un juicio concreto en cuanto a dicha correspondencia, de­
efectuarse sobre estas particulares medidas. Por último, se bilidad de concebir un instituto que permita solicitar que mandando un abordaje integral del asunto sometido a co­
brindarán algunas apreciaciones personales en cuanto a la un magistrado se pronuncie limitando la elección entre las nocimiento. Por su parte, la proporcionalidad se endereza
conveniencia de la observación de este instituto excepcio­ diversas medidas cautelares que tiene quien se cree titular a la adecuación puntual entre la actividad dispuesta y el
nal –como herramienta propia del activismo judicial– para de un derecho determinado. efecto generado (concordancia entre la situación tutelable
lograr que los procesos sean un campo de debate y resolu­ Pero, para que ello opere, es menester precisar los re­ y su medida de resguardo), orientado por la idea de evitar
ción de conflictos en donde todas las partes encuentren un quisitos que han de reunirse para que la petición anticau­ que la utilización de las medidas cautelares puedan causar
adecuado resguardo. telar sea plausible. Siguiendo los lineamientos expuestos perjuicios o restricciones no justificadas(12).
por Peyrano, advertimos que –sumariamente– quien pre­ En consecuencia, no basta con que el medio sea ade­
tenda valerse de esta tutela debe: I) acreditar prima facie cuado, sino que debe optarse, dentro de los que resulten
II eficaces para alcanzar la protección cautelar, por el más
Las medidas anticautelares: objeto, presupuestos el riesgo de que se le trabe una medida cautelar abusiva y
excesiva, la denominada “situación de vulnerabilidad cau­ moderado y que brinde un mayor respeto a todos los dere­
y alcances chos involucrados –tanto del acreedor como del deudor–.
telar”, a través de la mora debitoris, configurándose, con
Para abordar el tema relativo a las medidas anticautela­ ello, la urgencia; II) demostrar el especial perjuicio de la No debe olvidarse el carácter instrumental de la materia,
res, es apropiado efectuar una sucinta mención a lo que se traba de una determinada medida o sobre bienes especí­ entendiendo que estos actos se justifican en cuanto a su
conoce como “abuso de derecho” y, en particular, el “abu­ ficos, cumpliendo así el recaudo de la verosimilitud; III) razonabilidad.
so procesal”. Es que, como veremos, este instrumento no ofrecer contracautela para responder por eventuales me­
es más que una reacción al uso desmedido o ilegítimo de noscabos(8). Con esto, se evidencia que las exigencias son III
las medidas cautelares y tiene una clara finalidad preven­ las propias de cualquier medida autosatisfactiva, a las que Reseña jurisprudencial: recepción práctica
tiva: evitar que el abuso procesal cautelar se materialice. atañe adicionar la proposición de otros bienes que satisfa­
Peyrano nos enseña que la medida anticautelar es gan el interés del acreedor, en resguardo del principio de Esta herramienta tuitiva constituye sin dudas un nove­
“una autosatisfactiva con orientación definida que puede equivalencia(9). doso foco de atención, en tanto como instituto embrio­
promover el posible destinatario de una cautelar abusiva, Ahora bien, corresponde efectuar ciertas aclaraciones nario aún queda mucho por explorar. Su marco teórico,
por resultarle particularmente perjudicial para el giro de para vislumbrar mejor el contorno del instrumento proce­ como se ha tratado de perfilar, sin dudas tiene fuertes en­
sus negocios (sea en razón de una medida cautelar precisa, sal estudiado. claves en la normativa fondal y procedimental vigente y
sea porque la cautelar en cuestión compromete la libre Las medidas anticautelares se erigen como un meca­ los principios imperantes en la materia. Ahora bien, en el
disposición de ciertos bienes) y ser fácil e idóneamente nismo de defensa preventivo ante una fuerte y probable ámbito judicial, que ha sido, en un primer momento, lo
reemplazable por otra precautoria”(1). posibilidad de que un abuso procesal se configure y solo que ha motivado el objeto de la presente investigación, ya
Al respecto, cabe recordar que el “abuso del derecho”, buscan mantener en su cauce la garantía preventiva del se vislumbran exiguos pero interesantes pronunciamientos
antiguamente contemplado en el art. 1071 del cód. civil acreedor, sin que se desborde por desproporcionada. Es­ que efectivizan la recepción de este, constituyendo con
y, actualmente, en el art. 10 del cód. civil y comercial, es to implica que operan de manera anticipada para que los ello valiosos cimientos para su posible implementación.
transversal a todo el derecho, y queda, por supuesto, in­ En el leading case “Centro de Chapas Rosario S.A.”(13),
cluida la rama procesal. Es que abusar no es más que usar (3) Basta transcribir para su entendimiento lo dispuesto en el citado el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial
excesiva, injusta o impropiamente algo(2) y, con ello, pa­ art. 10 del cód. civil y comercial, en tanto dispone: “… Se considera tal del distrito sexto de Rosario dictaminó que la API “no tra­
el que contraría los fines del ordenamiento jurídico o el que excede los be inhibición general de bienes y/o embargo sobre cuentas
rece evidente que la norma procesal instrumental también límites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas costumbres…”. corrientes de la actora, derivada del expediente adminis­
(4) “Las medidas cautelares pretenden (…) procurar que la función
Nota de Redacción: Sobre el tema ver, además, los siguientes traba- jurisdiccional pueda cumplirse esclareciendo la verdad del caso plan- trativo Nº 13302-0635876-2, si el crédito no excediere el
jos publicados en El Derecho: Las cautelares que no cautelan. Un aná- teado, para decidirlo conforme a derecho y ejecutar lo decidido, resta- monto de $580.000, atento al grave perjuicio que la misma
lisis de la ley 26.854, por Carolina I. Guerra Bianciotti, EDA, 2013- bleciendo el orden jurídico con el menor daño y menoscabo en los bie- importaría para la destinataria de la medida y a la existen­
681; Acerca de la subsistencia temporaria de una cautelar en un pro- nes y en las personas” (conf. cita de Alterini, María E., en El embargo cia de los bienes puestos a disposición a los fines de efec­
ceso principal extinguido, por Jorge W. Peyrano, ED, 251-745; Tutela como derecho real procesal, ED, 211-624).
cautelar, anticipatoria y autosatisfactiva en materia de familia, por Car- (5) Ver art. 1710 y sigs. del cód. civil y comercial.
los A. Carbone, ED, 253-594; La democratización de la justicia y la po- (6) Conf. arts. 204 del cód. procesal civil y comercial de la Nación (10) Conf. arts. 119 del cód. procesal civil y comercial de la Na-
testad cautelar, por Romina S. Moreno y Jorge A. Rojas, ED, 253-824; y cód. procesal civil y comercial bonaerense. ción y cód. procesal civil y comercial bonaerense.
Precisiones sobre las medidas anticautelares, por Jorge W. Peyrano, ED, (7) Conf. arts. 34, inc. 5º, IV, del cód. procesal civil y comercial de la (11) Conf. arts. 208 del cód. procesal civil y comercial de la Na-
257-771; Medidas cautelares (ley 26.854) vs. dimensión convencional Nación y 34, inc. 5º, d), del cód. procesal civil y comercial bonaerense. ción y 119 del cód. procesal civil y comercial bonaerense.
del derecho procesal, por Carlos Enrique Llera, ED, 264-644. Todos los (8) Trucco, Jorge O., La medida anticautelar, escudo contra la falta (12) Carranza Torres, Luis R., Razonabilidad y proporcionalidad en
artículos citados pueden consultarse en www.elderecho.com.ar. de sentido común, ponencia presentada en el XXVIII Congreso Nacio- el resguardo cautelar, ED, 270-48.
(1) Peyrano, Jorge W., Precisiones sobre las medidas anticautelares, nal de Derecho Procesal, San Salvador de Jujuy, 10 al 12 de septiem- (13) Juzgado de Primera Instancia de Distrito en lo Civil y Comercial
ED, 257-771. bre de 2015. de la Sexta Nominación de Rosario, prov. de Santa Fe, “Centro de
(2) Morea, Adrián O., La doctrina del abuso procesal en el derecho (9) Fiorenza, Alejandro A., La prevención del abuso cautelar, RCD Chapas Rosario S.A. c. Administración Provincial de Impuestos - API s/
argentino, Infojus, DACF120195, 2012. 282/2014. medida cautelar”, causa n° 6741/13, int. n° 3007/13.
4 Buenos Aires, lunes 11 de diciembre de 2017

tivizar una eventual cautelar en su contra en virtud a tales que limite el campo de selección al acreedor de las diversas
actuaciones”. Un aspecto que destacar fue lo concerniente medidas cautelares por trabar posibles y se agota en ella; y
JURISPRUDENCIA
a la imposición de costas, ya que se resolvió imponerlas
en el orden causado por resultar la medida beneficiosa a
IV) que no debe ser sustanciada, dictándose inaudita parte.
Sin embargo, Toribio Sosa entiende que las anticautela­
Médico:
ambas partes. res constituyen casos de levantamiento o sustitución antici- Responsabilidad médica y de los estableci-
Por su parte, el Superior Tribunal de la Provincia del pados que, en esencia, responden a la mutabilidad propia de
cualquier cautelar(19), solo que son ejercidos con premura.
mientos asistenciales: requisitos de configura-
Chaco, en los autos “Ceshma S.A.”(14), resolvió que una
fundación opositora a la construcción de un centro co­ Agrega a su postura, asimismo, la noción de la previa ción; culpa. Prueba: Carga de la prueba:
mercial se abstuviera de realizar cualquier acto u omisión sustanciación con apoyatura en tres núcleos centrales: I) relación de causalidad; falta de prueba; histo-
–comprendidas acciones judiciales– que pudiera pertur­ la excepcional unilateralidad de las precautorias, que se
bar la ejecución del proyecto edilicio y urbanístico, por orienta a eludir que el futuro afectado pueda frustrar su ria clínica; imputaciones; rechazo.
contar este con la aprobación de los pertinentes organis­ constitución, despojándose de bienes que operen como ga­ 1 – En materia de responsabilidad médica, resulta fundamental
mos administrativos de contralor. rantía suficientes, ya que es él mismo quien toma la ini­ la prueba de la culpa o negligencia del profesional, que a su
Asimismo, en la causa “Banco de la Provincia de Bue­ ciativa; II) si el levantamiento o sustitución conforme las vez generará la del establecimiento asistencial. Aquel, a su vez,
nos Aires”(15), la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Co­ previsiones procesales deben resolverse previo traslado,
podrá excusarla demostrando la culpa exclusiva de la víctima o
mercial de Trenque Lauquen dispuso hacer lugar a la tute­ mismo criterio es aplicable si esta petición se realiza pre­
de un tercero o el caso fortuito, e inclusive la mera inexistencia
la anticautelar requerida por el coejecutado, difiriendo la ventivamente, y III) si el acreedor se notificase de la soli­
de negligencia de su parte, o prueba de su no culpa.
traba de medidas cautelares sobre las cuentas bancarias al citud, no podría solicitar a otro juez la traba de la medida
momento de la resolución de la excepción de falta de legi­ que pretende evitarse, sin que dicho decisorio pueda ser 2 – Si bien es cierto que, en líneas generales, puede sostenerse
timación pasiva interpuesta, ya que, tras un análisis prima tachado de nulidad(20). que quien alega el incumplimiento de su obligación por parte
facie, se concluyó que estas podían causar perjuicios o Por último, y como un lógico desprendimiento del crite­ del médico tiene a su cargo la prueba de que los servicios
gravámenes innecesarios. rio adoptado, entiende que se trataría de “accesorios a la ac­ profesionales se prestaron sin esa prudencia o diligencia, o
Finalmente, en “EMSADE S.A.”(16), el Juzgado de Dis­ cesoriedad”, y esto porque acceden a una medida cautelar, sea, que le corresponde al damnificado probar la relación de
trito en lo Civil y Comercial de la Octava Nominación de la cual, por su naturaleza, accede a un proceso principal(21). causalidad entre la culpa médica y el perjuicio que se invoca,
Santa Fe, en el marco del cumplimiento de un contrato Por ello, interpreta que las reglas de competencia aplicables no lo es menos que el médico debe probar que la prestación
de mutuo, se expidió acerca de la utilidad del instituto son las que determinan al juez competente en el principal. brindada ha poseído la idoneidad necesaria y se ha realizado
anticautelar; en el particular se pretendía evitar que una Si bien estimo que la postura planteada por Peyrano con la diligencia y prudencia correspondientes, por lo cual
medida cautelar abusiva o desproporcionada afectara el se ajusta en mejor medida al instituto bajo análisis, da­ nada impide que pueda exigirse al profesional médico involu-
desenvolvimiento financiero o el giro comercial de la acto­ do que el planteo por su posible afectado debe efectuarse crado en la litis una amplia colaboración en la dilucidación
ra y se ordenó la prohibición de solicitar la inhibición ge­ antes de la solicitud precautoria, no existiendo, a mi en­ de los hechos.
neral de bienes, previa constitución del pertinente seguro tender, inconvenientes en realizarla antes de la iniciación
3 – Dado que el plan de conducta que lleva adelante el médico
de caución o garantía suficiente. del proceso principal cuando la mora debitoris ya se halle
interviniente constituye la ejecución de la prestación princi-
Como puede verse, aunque no numerosas, las decisio­ configurada; no puede negarse que el postulado de Sosa
respecto a la competencia del órgano no resulta irrazona­ pal a cargo del establecimiento asistencial, su inexacto cum-
nes judiciales reseñadas reflejan una valiosa aceptación de plimiento comprometerá la responsabilidad de este último,
este mecanismo, el que puede aparejar la contención del ble. Sin perjuicio de ello, y en el punto indicado, ambas
corrientes podrían compatibilizarse en atención al estadio por lo cual solamente queda consolidada una vez acreditado
uso abusivo de las medidas cautelares, recordando que el el incumplimiento de la obligación principal comprometida,
hecho de asistirle un derecho al acreedor de una posible procesal en que las partes –o futuras partes– se encuen­
tren: si no ha sido iniciado proceso alguno aún, no parece es decir, determinada la negligencia en el desarrollo del plan
resolución favorable no habilita colocar al deudor en una de conducta debido.
situación de suma gravedad injustificada. imprudente plantear que las reglas de competencia se regi­
rán conforme las imperantes en cualquier medida autosa­ 4 – Cabe confirmar la sentencia que rechazó la demanda resar-
tisfactiva, pero, en caso de existir actuaciones judiciales ya citoria incoada por la actora contra el policlínico y los mé-
IV iniciadas, lo prudente sería formular dicha petición ante el dicos coaccionados, pues la prueba producida no ha logrado
De la naturaleza jurídica y sus implicancias juez en donde aquellas tramiten. acreditar que haya habido por parte del personal de dicho es-
Ya se ha precisado que esta herramienta procesal no tie­ tablecimiento asistencial una demora en la atención médica
ne una recepción positiva específica, sino que su ideario na­ V de la reclamante ni que el proceder de dichos profesionales
ce de la interpretación doctrinaria y su acogida jurispruden­ Reflexiones finales no fuera el que las circunstancias exigían y mucho menos que
cial. En este sentido, y como muchos institutos del derecho, los episodios relatados en el escrito de inicio hayan obrado
las discusiones en torno a su naturaleza jurídica no se ha­ No debe perderse de vista que, si bien las medidas cau­ a modo de nexo causal del nacimiento de la hija de la accio-
llan zanjadas, siendo en particular relevante las consecuen­ telares se erigen en pos de la salvaguarda de los derechos nante con los trastornos neurológicos evidenciados; máxime
de quien las solicita, no por ello debe quitarse el total si se tiene en cuenta lo dictaminado en los informes médicos
cias jurídico-procedimentales que ellas conllevan. Veamos.
amparo a quien se ve afectado por estas, este incipiente agregados en cuanto al correcto accionar de las médicas,
Concorde con los lineamientos trazados por Peyrano,
instituto –dado que su aplicación práctica es exigua– a conforme el cuadro que presentó la accionante.
las medidas anticautelares son verdaderas medidas autosa-
las claras coopera con evitar, en casos concretos, el abu­
tisfactivas que conceden “una tutela definitiva e irreversi­ 5 – Corresponde desestimar las imputaciones formuladas por
so procesal. La armonización de los diversos intereses en
ble, en una actuación autónoma que se agota en sí misma. la actora a la historia clínica confeccionada por el personal
juego debe ser un indiscutible objetivo a alcanzar en el
No es accesoria, ni está subordinada a otro proceso. Ella del nosocomio accionado, ya que la alegada falta de copias
ámbito judicial, ya que solo así se respetará cabalmente la
se da en el marco de un proceso urgente, en el cual el ór­ del libro de ingreso de la accionante por la guardia gene-
manda constitucional de la tutela judicial efectiva (arts. 18
gano jurisdiccional, al satisfacer la pretensión que le diera ral mal puede generar certeza alguna respecto de la rela-
y 75, inc. 22, de la CN y 10 y 15 de la Constitución de la
nacimiento, cumple acabada y totalmente con su obliga­ Provincia de Buenos Aires), concordando con la función ción causal entre la supuesta demora en la atención médica
ción pública de prestar el servicio de justicia, obligación preventiva que los magistrados son llamados a ejercer (art. y el cuadro obstétrico devenido, con las consecuencias en
que también se extingue, en el caso, cerrándose el proceso 1710, cód. civil y comercial). la salud de la accionante y su hija. Idéntico razonamiento
con aquella sentencia definitiva e irreversible y, por ende, La protección de una de las partes no habilita la des­ cabe efectuar con relación a la otra imputación referida a la
con autoridad de cosa juzgada”(17). protección de la otra, más cuando la tutela anticautelar no posterior inserción del horario de atención de la reclamante
De lo antedicho se desprenden ciertas notas relevantes se dirige a obstaculizar el aseguramiento de la sentencia en la guardia obstétrica, desde que no se acreditó que tal
que le otorgan una fisonomía propia a esta tutela, entre mediante el dictado de toda medida, sino a procurar que circunstancia aparejara perjuicio alguno para dicha parte y
ellas encontramos: I) que se trata de un proceso autónomo dicha medida sea proporcional y razonable en vista de las tampoco que, con ello, se probara el ingreso por guardia a la
autosatisfactivo; II) que no operan necesarios criterios de circunstancias de la causa, y adecuada para resguardar la hora señalada en el escrito de inicio. R.C.
conexidad en la competencia del juez interviniente y, al efectividad de la ejecución de una posible condena, pero
decir del autor citado, “la competencia para conocer de una 59.678 – CNCiv., sala H, octubre 4-2017. – C., J. B. y otro c. Poli-
permitiendo el normal desenvolvimiento de la vida y ne­ clínico Bancario y otros s/daños y perjuicios - resp. prof. médicos
anticautelar (concebida como un proceso autosatisfactivo gocios de quien estará obligado a cumplir sin ocasionarle
autónomo) estará, en principio, fijada por el domicilio del y aux.
perjuicios injustificados o excesivos.
requirente que es quien experimenta la urgencia que justi­ En Buenos Aires, a los 4 días del mes de octubre de
fica la promoción de la anticautelar del caso”(18); III) que la VOCES: DERECHO PROCESAL - PROCESO JUDICIAL - DE- 2017, hallándose reunidos los señores jueces integrantes
tutela se dirige a la obtención de una resolución favorable RECHO - CÓDIGOS - CÓDIGO CIVIL Y COMER- de la Sala H de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
CIAL - MEDIDAS CAUTELARES - JURISPRUDENCIA Civil, a los efectos de dictar sentencia en los autos: “C. J.
(14) STJ Chaco, “Ceshma S.A. c. Fundación Encuentro por la Vida,
Cultura y Democracia s/medida cautelar”, causa n° 1990/13-1-C, (19) Conf. arts. 203 del cód. procesal civil y comercial de la Na-
B. y otro c/ Policlínico Bancario y otros s/ daños y perjui­
sent. 2-6-14. ción y cód. procesal civil y comercial bonaerense. cios - resp. prof. médicos y aux.”, y habiendo acordado
(15) CApel.CC Trenque Lauquen, “Banco de la Provincia de Buenos (20) Sosa, Toribio E., Levantamiento o sustitución “anticipados” de seguir en la deliberación y voto el orden de sorteo de estu­
Aires c. Hernández, Cristian-Transportadora Los Pinos II S.A. s/cobro medida cautelar, ED, 257-701. dio, el Dr. Fajre dijo:
ejecutivo”, causa n° 89131, sent. 22-8-14. (21) “Las medidas cautelares tienen naturaleza instrumental y acce-
(16) Juzgado de Distrito en lo Civil y Comercial 8ª Nominación soria, pues no constituyen un fin en sí mismas y tienden a posibilitar el I. La sentencia de fs. 977/985 rechazó la demanda incoa­
Santa Fe, “EMSADE S.A. y otros c. Guzzo, Marcelo Fabián s/medida cumplimiento de la sentencia definitiva a dictarse en el juicio principal da por M. S. L. de O., J. B. C., C. A. C., J. B. C. –hijo– y Á.
autosatisfactiva”, causa n° RCJ 786/17, sent. 2-11-16. iniciado o a iniciarse, y su finalidad consiste en asegurar la eficacia de I. C., contra la Obra Social Bancaria Argentina, el Policlíni­
(17) C2ªCC La Plata, sala II, “Cruset, María José c. Telefónica de Ar- la sentencia, mas no convertirse en tal” (CS, “Pou, Pedro c. Estado Na-
gentina S.A. s/medidas cautelares”, causa n° 117922, sent. 2-12-16. cional - Poder Legislativo s/medida cautelar autónoma” –del dictamen
co Bancario y las médicas M. L. B. y M. B. P., con costas.
(18) Peyrano, Jorge W., Precisiones sobre las medidas..., cit., pág. de la Procuración General, al que remite la Corte Suprema–, causa La decisión fue apelada por los demandantes y por el
773. n° P. 718. XXXVII, sent. 9-3-04). Ministerio Público Tutelar.
Buenos Aires, lunes 11 de diciembre de 2017 5

A fs. 1021/1027 expresó agravios la parte actora, que aviso a quirófano, neonatólogo y anestesista de guardia. A
fueron respondidos a fs. 1029/1032 por la codemandada las 0:40 horas nació D., con un peso de 3.560 kg, quien a NOVEDADES 2017
B. A su turno, hizo lo propio la Sra. defensora de menores raíz del sufrimiento fetal grave experimentado padeció una
de cámara, quien mantuvo y fundó el remedio promovido encefalopatía crónica con la que convivió hasta su falleci­
en la anterior instancia (ver fs. 1035/1038). miento acaecido el 26 de junio de 2007 (ver historia clínica Maximiliano Cossari
de la niña agregada a fs. 602/949).
II. Ante todo cabe señalar que, en cuanto al encuadre ju­ COLECCIÓN CÓDIGO CIVIL
La Obra Social Bancaria Argentina, luego de efectuar Y COMERCIAL DE LA NACIÓN
rídico que habrá de regir esta litis, atendiendo a la fecha en
una negativa pormenorizada de los hechos relatados por El principio precautorio
que tuvo lugar el hecho que la generó, entiendo que resulta
de aplicación al caso lo dispuesto en la normativa conte­ su contraria, sostuvo que se considera a la naturaleza de como principio general
nida en el Código Civil, hoy derogado, por aplicación de la responsabilidad derivada de prestaciones médicas como para la protección
lo establecido en el art. 7 del Código Civil y Comercial de de origen contractual y de medios, correspondiendo a la de la persona humana
la Nación, actualmente vigente, sin perjuicio de señalar, actora la prueba del incumplimiento contractual por parte
del galeno y/o de la entidad, mediante la cual se dé por ISBN 978-987-3790-60-7
claro está, que a idéntica solución se arribaría aplicando 191 páginas
al caso las normas pertinentes de este último cuerpo legal. probada su culpa, circunstancia que no surge acreditada de
la presentación inicial.
III. Precisado lo anterior, diré que la cuestión que se A fs. 199 se decretó la rebeldía de la codemandada Po­
somete a decisión en esta instancia radica, precisamente, liclínico Bancario.
en determinar si la actuación que le cupo a la Obra Social Por su parte, la médica M. L. B., quien se desempeñaba Venta telefónica: (11) 4371-2004
Bancaria Argentina, así como al Policlínico Bancario y a como médica de guardia en la especialidad Obstetricia y Compra online: ventas@elderecho.com.ar
las médicas B. y B. P., fue la adecuada o bien si la alega­ Ginecología de la Obra Social del Personal Bancario, se­ www.elderecho.com.ar
da demora en la atención médica puede reputarse como ñaló en su responde que exclusivamente puede referirse a
un hecho generador de responsabilidad de las accionadas, la asistencia de la reclamante dentro de ese servicio donde cifras tensionales elevadas, el feto no presentó signos de
conforme el cuadro de salud que presentó M. S. L. de O. ingresó a las 23:55 horas, conforme lo informó su contra­ compromiso. Siendo aproximadamente las 00:15 horas,
al dar a luz a su hija D. de los M. C. Es decir, si el accionar ria al iniciar la demanda y se condice con las copias de la frente al incremento del cuadro doloroso de la paciente,
de las demandadas pudo haber evitado el desenlace que historia clínica. Agregó que no existen constancias de aten­ se decidió el pase urgente a quirófano para efectuar la ce­
finalmente se produjo. ción de la paciente por la guardia obstétrica del nosocomio sárea, que fue llevada a cabo por la Dra. B. como cirujana
Se agravia la actora en cuanto sostiene que la anterior antes de dicho horario. Recuerda que al ingresar al servicio y fueron ayudantes los Dres. B. (primer ayudante) y B. P.
sentenciante confundió la historia clínica secuestrada el 26 la actora presentó una gestación de término con anteceden­ (segunda ayudante).
de abril de 2007 con las hojas del libro de guardia del Poli­ te obstétrico de tres cesáreas previas, refirió haber tenido IV. Sentado lo anterior, es preciso determinar, si tal co­
clínico Bancario; en tal sentido afirma que en el marco del contracciones uterinas por 7 horas antes del horario de la mo se indica en el escrito de inicio, y se reitera en los
expediente sobre medidas preliminares, el Oficial de Jus­ primera atención obstétrica con pérdida de líquido amnió­ agravios, existió una tardía atención a la Sra. L. de O. en
ticia entregó fotocopias certificadas en las que se indicaba tico claro por genitales externos de dos horas de evolución; el sector de guardia general por parte de sus responsables,
que M. S. L. de O. había ingresado al nosocomio a las se encontraba sin fiebre, con frecuencia cardíaca normal que redundara en el nacimiento de D. con los trastornos
22:15 horas, sin embargo tales documentos, que considera y con franco cuadro de hipertensión arterial, edemas de mencionados.
prueba decisiva sobre la tardanza en la atención médica, miembros inferiores y sobrepeso, lo que se define como un Sentado ello, diré que comparto la postura que pro­
desaparecieron del Juzgado sin ningún tipo de explicación. cuadro de preeclampsia severa. Entiende que de acuerdo clama que la obligación asumida por el médico no es de
Entienden que yerra la a quo al determinar el objeto de con los controles obstétricos realizados, no se encontraron resultado, sino de medios. No se compromete a sanar al
la acción, dado que no se persiguió la reparación por la elementos que hubieran ameritado pensar en un cuadro de enfermo, sino solamente a atenderlo con prudencia y dili­
muerte de D. de los M. C. –quien al momento de iniciarse sufrimiento fetal. Al momento de indicar su internación gencia, a proporcionarle todos los cuidados que conforme
las diligencias preliminares se hallaba aún con vida– si­ la paciente había sido adecuadamente informada y había a los conocimientos científicos que su título presume, son
no que la pretensión debió enmarcarse dentro del resarci­ dado su conformidad para la práctica a realizar (cesárea conducentes al logro de la curación, la que no puede ase­
miento por la calidad en la sobrevida de la niña y su fami­ abdominal). Sostiene que la reclamante no concurrió para gurar (conf. Trigo Represas, Félix, “Responsabilidad civil
lia desde su nacimiento hasta su defunción. Señalan que ser asistida por el equipo obstétrico inmediatamente des­ de los profesionales”, pág. 81). De hecho, el art. 20 de la
la juez de grado puso su mirada en una pretendida mala pués de haber comenzado con las contracciones uterinas y ley 17.132 prohíbe a los profesionales que ejerzan la medi­
praxis que habría ocurrido durante el parto, mientras que la rotura de bolsa y que la intensidad de tales contraccio­ cina anunciar o prometer la curación fijando plazos, anun­
es la demora en la atención médica el hecho acusado co­ nes fueron las causantes de la dehiscencia de la zona de la ciar o prometer la conservación de la salud (incisos 1 y 2).
mo generador de responsabilidad. Se agravian por la falta cicatriz del útero. Tampoco obran constancias de controles En materia de responsabilidad médica, resulta funda­
de valoración del peritaje caligráfico, como así también prenatales adecuados para su cuadro de preeclampsia. mental la prueba de la culpa o negligencia del profesional,
por desvirtuar las conclusiones del informe médico en lo A las 00:15 horas las condiciones obstétricas de la pa­ que a su vez generará la del establecimiento asistencial.
atinente a la mecánica de los sucesos del parto, en cuanto ciente cambiaron de manera intempestiva por aumento de Aquél, a su vez, podrá excusarla demostrando la culpa
aclara que el sufrimiento fetal de D. fue consecuencia de dolor en hipogastrio, constatándose signos de inminencia exclusiva de la víctima o de un tercero o el caso fortuito e
la ruptura uterina previa al alumbramiento. Por último se de rotura uterina. En ese momento se avisó en forma ur­ inclusive, la mera inexistencia de negligencia de su parte,
quejan por la falta de valoración de la conducta de la insti­ gente a quirófano, anestesista y neonatólogo de guardia, o prueba de su no culpa (conf. Highton, Elena, “Prueba
tución responsable de la mala praxis acusada. para adelantar la cesárea. Califica de falsa la afirmación del daño por mala praxis médica”, en Revista de Derecho
III. [sic] Desde esta perspectiva entonces me abocaré de la demandante en cuanto refiere que la paciente habría de Daños, Nº 5, pág. 74).
a tratar los agravios de la parte actora, no sin antes hacer ingresado a la guardia de obstetricia con un cuadro de in­ En líneas generales, podría sostenerse que quien alega
una síntesis de los hechos que se relatan en autos. minente rotura uterina, dado que al momento de su inter­ el incumplimiento de su obligación por parte del médico,
Así, refirió esa parte que el día 1º de octubre de 2004, nación y durante el control de las 00:05 horas el cuadro tiene a su cargo la prueba de que los servicios profesiona­
se encontraban los reclamantes en su hogar cuando antes que presentaba ameritaba la posibilidad de estabilizarla y les se prestaron sin esa prudencia o diligencia, o sea que le
de las 22.00 horas, las contracciones que experimentaba la realizar los exámenes mínimos para la realización del acto corresponde al damnificado probar la relación de causali­
Sra. L. de O. se hicieron más dolorosas y notó la pérdida quirúrgico indicado. Las condiciones obstétricas variaron dad entre la culpa médica y el perjuicio que se invoca.
de líquido por los genitales externos. Atento ello, con 37 en escasos minutos hacia un cuadro de emergencia que Sin embargo, no existe consenso en lo que hace a la
semanas y media de embarazo se trasladó junto a su espo­ ameritó su inmediata resolución. Al efectuar la cesárea carga de la acreditación de la culpa, pues hay quienes sos­
so hacia el Policlínico Bancario, ingresando por guardia se constató la presencia de importante cantidad de sangre tienen que probado el contrato y el daño por el accionan­
antes de las 22:15 horas. en la cavidad abdominal (hemoperitoneo), producto de la te, es el demandado quien debe demostrar acabadamente
Sostuvo que se la recibió en la guardia general del no­ ruptura uterina. Debido a la rapidez con la que se proce­ su cumplimiento o sea la prueba de que cumplió con la
socomio, manifestando sufrir fuertes dolores en el abdo­ dió, dicha pérdida de sangre no logró descompensar el atención debida. Al médico le resultará mucho más fácil
men sobre la cicatriz de las cesáreas anteriores –ya que sus estado hemodinámico de la paciente; se encontraba el feto intentar una demostración de una conducta acorde con lo
tres hijos fueron dados a luz de este modo– y haber roto casi fuera del útero al momento de la apertura abdominal, prometido, que al paciente convencer al juez acerca del
bolsa antes de las 22.00 horas. Allí se limitaron a consultar a causa de la dehiscencia completa de la zona de las cica­ apartamiento de la conducta médica respecto de la presta­
los datos de rigor y antecedentes de la paciente sin contar trices de las anteriores cesáreas. ción emergente del negocio celebrado (conf. Mosset Itu­
con atención médica hasta casi la medianoche, momento La médica M. B. P. al contestar la demanda señaló que rraspe, Jorge, “Responsabilidad civil del médico”, pág.
en que un enfermero o auxiliar masculino que pasaba por al momento de los hechos se desempeñaba como residente 293; Lorenzetti, Ricardo, “Responsabilidad civil de los
el pasillo donde se encontraba ubicado el matrimonio, ob­ de segundo año de Tocoginecología del Policlínico Ban­ médicos”, pág. 246).
servó el estado en que se hallaba la actora y solicitó se le cario. Desconoció el relato de la reclamante acerca de su En el mismo sentido se dijo que el médico debe probar,
otorgue atención urgente. permanencia en la guardia general del nosocomio y en tal no sólo que ha puesto los medios, sino que éstos han sido
Señaló que en la historia clínica no se dejó constancia de sentido sostuvo que las pacientes que cursan embarazo suficientes y eficientes para obtener la curación de su pa­
la admisión de la paciente a la guardia general acontecido de término y presentan contracciones no demoran más de ciente, lo cual si no se ha obtenido, no puede ser imputa­
a las 22:30 horas aproximadamente y ante el agravamiento dos minutos en ser derivadas a la guardia de obstetricia, ble a los mismos. Debe probar que la prestación brindada
de los síntomas, a las 23:55 horas se produjo su ingreso a ya que la misma cuenta con médicos de guardia activa. ha poseído la idoneidad necesaria y se ha realizado con la
la guardia de obstetricia, se le efectuó un segundo control Destacó que la actora colocó en cabeza de los profesiona­ diligencia y prudencia correspondiente (conf. Riu, Jorge,
a las 00:05 horas –ya del 2 de octubre de 2004– sin que los les demandados la responsabilidad por el daño neurológi­ “Responsabilidad civil de los médicos”, pág. 86).
galenos tomaran medida alguna; fue recién al llevar a cabo co de su hija, mientras que fue ella misma quien puso en Siendo ello así, nada impide que pueda exigirse enton­
el tercer control y ante el aumento de dolor en hipogastrio riesgo su propia vida y la de la niña con la demora en que ces al profesional médico involucrado en la litis una am­
por rotura uterina que se decidió practicar la cesárea y dar incurriera. Mencionó que si bien la paciente presentaba plia colaboración en la dilucidación de los hechos.
6 Buenos Aires, lunes 11 de diciembre de 2017

Ahora bien, en nuestro sistema jurídico la culpa se apre­ Ahora bien, es importante que al compulsar la prueba a fin de evitar el “non liquet”. Indirectamente indica a cuál
cia en concreto, pero utilizando un tipo de comparación ofrecida surge que de la copia del libro de guardia de obs­ de las partes le interesa la demostración y por lo tanto,
abstracto, que es elástico, fluido y adecuado a cada situa­ tetricia (fs. 192/194) se encuentra un asiento de fecha 1 de asume, el riesgo de la falta de evidencia (conf. Lorenzetti,
ción particular. Por lo tanto, de acuerdo con el sistema ins­ octubre de 2004, firmado por el médico M. B., que dice: L. Ricardo, “Carga de la prueba en los procesos de daños”,
tituido por el art. 512 del Código Civil, el juez debe atener­ de O., 38 años Embarazo de 37,3 sem. + pérdida de líqui­ LL 1991-A-998).
se en principio a la naturaleza de la obligación o del hecho do por gen. ext., LF + , MF +, FCF 150 x ´, TV = normal, Por ello, el citado art. 377 comienza diciendo que in­
y a las circunstancias de personas, tiempo y lugar, conside­ DU 2/10/40, TC= cuello formado, 2 cm de dilatación, bol­ cumbe la carga de la prueba a la parte que afirme la pre­
rando las condiciones personales del agente, al único efecto sa rota, luego una inscripción ilegible por estar superpues­ sencia de un hecho controvertido.
de hacer mérito a la mayor o menor previsibilidad del daño ta la firma del mencionado galeno, HIE, dolor en cicatriz. Se considera como tal aquel hecho conducente, perti­
impuesto en el caso (conf. CNCiv., Sala G, 31 de agosto de Asimismo, advierto que de la hoja de internación nente, útil, que incide con suficiente importancia en el cur­
2007, Revista Gaceta de Paz, 11 de octubre de 2007). obrante a fs. 3 de la historia clínica perteneciente a la Sra. so de la litis, siendo su prueba necesaria porque dependiza
La culpa de los médicos está gobernada por estas re­ L. de O. surge que se decidió su internación a las 23:55 la verificación y convicción que el juez puede alcanzar
glas, en relación con los arts. 902 y, en su caso, 909 del horas a raíz del diagnóstico de embarazo de 37,4 semanas (conf. Gozaíni, Osvaldo, “El acceso a la justicia y el de­
Código Civil (conf. Bueres, Alberto, “Responsabilidad ci- + triple cesárea anterior + bolsa rota + dolor leve en cica­ recho de daños”, en Revista de Derecho de Daños-II, Ed.
vil de los médicos”, págs. 212 y sgtes.). Comprende tres triz. A las 00:05 horas se encontró clínicamente estable; Rubinzal-Culzoni, pág. 192).
fases: la negligencia, la imprudencia y la impericia. La es recién en el control de las 00:15 horas que la paciente Ocurre que en este proceso no hay más prueba que las
primera supone una conducta omisiva, el no tomar las de­ refiere aumento de dolor en hipogastrio. Se constataron copias de la historia clínica acompañada, siendo que esa
bidas precauciones en un evento cualquiera. La segunda signos de inminencia de rotura uterina, se avisó urgente orfandad probatoria situaba el “onus probandi” exclusiva­
consiste en una acción de la que había que abstenerse o en a quirófano, anestesista y neonatólogo de guardia. De ahí mente del lado de los accionantes.
una acción que se ha realizado de manera inadecuada, pre­ que sea factible presumir que los aludidos profesionales En síntesis, considero que con la prueba producida en
cipitada o prematura. La tercera consiste en la incapacidad no hayan podido advertir sino hasta este último control la estos autos no se ha logrado acreditar los extremos en los
técnica para el ejercicio de una función determinada, pro­ presencia de elementos que los hicieran suponer encon­ que la actora funda su reclamo, esto es, que haya habido
fesión o arte (conf. Mosset Iturraspe, op. cit., pág. 197). trarse frente a un cuadro de rotura uterina. por parte del personal del policlínico una demora en la
De ahí que el plan de conducta que lleva adelante el Luce a fs. 350/359 el informe del Colegio Médico de la atención médica de la reclamante y mucho menos que los
facultativo constituye, en realidad, la ejecución de la pres­ Provincia de Buenos Aires. En lo medular se destaca que la episodios relatados en el escrito de inicio hayan obrado a
tación principal a cargo del establecimiento asistencial, ra­ actora padecía un cuadro de preeclampsia severa, se decidió modo de nexo causal del nacimiento de D. con los trastor­
zón por la cual su inexacto cumplimiento comprometerá la su internación a partir de presentar un embarazo de 37,4 nos que padeció.
responsabilidad de este último. Es allí donde adquiere rele­ semanas –considerado de término–, triple cesárea anterior, VIII. Con relación a este último aspecto mencionado,
vancia la culpa del médico en el desarrollo del plan de con­ bolsa rota y dolor leve en cicatriz. Allí se afirma que de diré que con buen criterio se han señalado las dificultades
ducta, pues dicho plan es lo debido por el ente asistencial, acuerdo a las constancias de la evolución de la paciente con las que tropieza el intérprete a la hora de establecer al­
y será este último quien responderá, en el marco del con­ posteriores a la internación, durante el control de las 00:05 go aparentemente tan simple como la relación de causali­
trato, por su propio incumplimiento (Sáenz, Luis R. J., “La horas se estaba realizando un chequeo integral materno fe­ dad. Es que cuando se sale de la superficie y se va al fondo
responsabilidad de las clínicas, hospitales y demás estable­ tal hasta que en el control de las 00:15 horas la condición de la cuestión, se advierte –como ocurre casi siempre con
cimientos asistenciales en el marco de la ley de defensa del obstétrica se agravó y fue indicada la cesárea de urgencia. las cosas simples– una enorme dificultad para precisar lo
consumidor”, en Picasso, Sebastián - Vázquez Ferreyra, Es decir que de acuerdo a la constancia de evolución de las que debe entenderse por causa de un daño. ¿Cuándo debe
Roberto A., Ley de Defensa del Consumidor. Comentada y 00:05 horas, la paciente no había presentado un cuadro de considerarse que la acción o la omisión de una persona
anotada, La Ley, Buenos Aires, 2011, t. III, ps. 626 y ss.). inminencia de rotura uterina. Estima que el lapso que medió han causado realmente un perjuicio? ¿Con qué criterio se
Desde esta perspectiva, en el caso, la responsabilidad desde el ingreso a la paciente hasta la extracción fetal puede puede determinar esta circunstancia, necesaria para que el
del policlínico quedaría consolidada una vez acreditado el considerarse como aceptablemente óptimo. Finalmente, los perjuicio le pueda ser imputado jurídicamente a su autor?
incumplimiento de la obligación principal comprometida, profesionales que suscribieron el informe consideraron que La respuesta a estas preguntas constituye uno de los pro­
es decir, determinada la negligencia en el desarrollo del la médica B. se desempeñó de acuerdo a las circunstancias blemas más debatidos en derecho, desde hace casi cien
plan de conducta debido (arts. 511, 512, 519 y concs. del de tiempo, modo, lugar y persona y a la lex artis. años (conf. Orgaz, Alfredo, El daño resarcible, pág. 56).
Código Civil).
VI. De acuerdo con lo dictaminado por el perito mé­ Por otra parte, nuestro Código Civil se ha enrolado en
V. Aplicando estas ideas al caso de autos, resulta que dico, así como al contenido del informe del Colegio de la teoría de la causalidad adecuada, en virtud de la cual no
la peritación médica es de una importancia prácticamente Médicos de la Provincia de Buenos Aires, a mi modo de todas las condiciones son equivalentes ni conducen en la
decisiva, en tanto asesora sobre temas que normalmente ver, no existen en autos elementos que permitan que me práctica al mismo resultado. Lo que permite diferenciar
escapan a la formación profesional del juez (conf. High­ aparte de las mentadas conclusiones, y, mucho menos que una causa de otra es lo que sucede en la generalidad de los
ton, Elena, “Prueba del daño por la mala praxis médica”, me hagan presumir un accionar negligente por parte de casos. La causa se descubre “en función de la posibilidad y
en Revista de Derecho de Daños, Nº 5, pág. 63). las médicas codemandadas en la atención médica que le probabilidad de un resultado, atendiendo a lo que corrien­
Se acentúa el significado de la pericia, que es evalua­ dispensaran a la actora. temente acaece según lo indica la experiencia diaria en
da según las reglas de la sana crítica. Cuanto mayor es En efecto para así decidir he tenido especialmente en orden al curso ordinario de los acontecimientos: id quod
la particularidad del conocimiento, menor es la posibili­ cuenta que tanto los galenos firmantes de los aludidos in­ plerum que accidit” (conf. Goldenberg, Isidoro, “La rela-
dad de apartarse. Sin embargo, esa importancia no implica formes, han sido coincidentes y contundentes en sostener ción de causalidad en la responsabilidad civil”, pág. 23).
aceptación lisa y llana. El juez no homologa la pericia, la que durante los dos primeros exámenes clínicos indicados Según esta concepción, la relación de causalidad que
analiza, la examina, la aprecia con las bases que contiene por la Dra. B., la actora no padecía aún un cuadro compa­ existe entre el daño ocasionado y el antecedente se da
el art. 477 del Código Procesal (conf. Cipriano, Néstor A., tible de ruptura uterina de urgente resolución quirúrgica, cuando éste lo produce normalmente, conforme al curso
“Prueba pericial en los juicios de responsabilidad médica de modo que es factible sostener que su accionar tuvo su natural y ordinario de las cosas.
[Finalidad de la prueba judicial]”, en LL, 1995-C-623). correlato con los datos semiológicos constatados en el li­ Para saber cuándo un hecho acontece regularmente,
Desde esta perspectiva abordaré el análisis de la pe­ bro de atención de guardia y su diagnóstico fue correcto, se debe efectuar un juicio en abstracto, una prognosis, o
ritación médica que luce a fs. 430/436. Allí, el experto, sin que guarde relación alguna con el potencial curso de prognosis póstuma, prescindiendo de lo efectivamente su­
se refirió a los puntos de pericia propuestos por la actora evolución del cuadro de la actora; máxime si se tiene en cedido y atendiendo a lo que usualmente ocurre y al grado
y las médicas demandadas. En tal sentido concluyó que cuenta que a partir de las complicaciones en la evolución de previsión que cualquier hombre razonable podría haber
la causa que originó este lamentable cuadro obstétrico de que sufrió al efectuarse el último control de las 00:15 ho­ tenido por razón de su profesión o de cualquier otra cir­
alta urgencia y con un grado de morbimortalidad materna ras, la médica ordenó practicar la cesárea con la rapidez y cunstancia. La función del juez consiste precisamente en
fetal elevada fue la ruptura uterina. Entre las condicio­ urgencia necesarias para la resolución del caso. realizar un pronóstico retrospectivo de probabilidad, pre­
nes del embarazo de la paciente que surgen de la historia guntándose si la acción que está juzgando era por sí sola
clínica se evidencia que se trató de un embarazo con 3 VII. Ahora bien, es sabido que desde el punto de vista apta para provocar normalmente esa consecuencia (conf.
cesáreas anteriores de 37.4 semanas contando con hiper­ estrictamente procesal, los litigantes deben probar los pre­ Yzquierdo Tolsada, Mariano, Responsabilidad civil con­
tensión arterial e importantes edemas en miembros infe­ supuestos que invocan como fundamento de su pretensión, tractual y extracontractual, p. 237).
riores (preeclampsia). A su entender la complicación que defensa o excepción, y tal imposición no depende de la Las dificultades para probar la relación de causalidad
puede presentar una paciente con tales antecedentes, 2 ho­ condición de actor o demandado, sino de la situación en en los casos de responsabilidad médica hallan “su razón
ras de bolsa rota y 7 horas de contracciones uterinas es la que cada litigante se coloque dentro del proceso. de ser en que en el daño final que sufre un paciente suelen
hemorragia a causa de la ruptura del útero a nivel de la Esta idea que emerge del art. 377 del Código Procesal, converger múltiples factores que no deben ser imputados
cicatriz. Al ser interrogado respecto de los causantes de la se relaciona con la carga de la prueba, si bien no debe per­ en su totalidad al médico, en la medida que éste no los ha­
rotura uterina de la Sra. L. de O., indicó que cabe pensar derse de vista que ella juega sólo en la formación lógica de ya aportado. Obsérvese que, en primer lugar, nos encontra­
que corresponde al tiempo que estuvo con contracciones la sentencia cuando falta prueba, por insuficiente, incom­ remos con el estado de salud del enfermo (previo a tomar
uterinas. No encuentra en la historia clínica de internación pleta o por frustración de la actividad procesal de las partes. contacto con el profesional), quien se encuentra –en la ma­
datos que le hicieran sospechar de un sufrimiento fetal Únicamente entonces se debe acudir a los principios sobre yoría de los casos– afectado por un mal o enfermedad; en
previo, por lo que entiende que la depresión que presentó la carga de la prueba, al verse el juzgador en la necesidad de segundo lugar, el paciente recibirá un tratamiento determi­
la recién nacida fue a causa de la hemorragia materna que fijar quién deberá soportar las consecuencias que se produ­ nado para combatir esa afección (v. gr. rayos, medicacio­
determinó dicho cuadro. Por los datos recabados en autos cen cuando quien debía probar, no lo ha conseguido (conf. nes, intervenciones quirúrgicas, etc.) que pueden repercutir
el motivo por el que se indicó hacer la cesárea fue el diag­ Fenochietto-Arazi, ob. cit., Tomo 2, págs. 322 y sigs.). de diferentes maneras sobre su estado de salud; finalmente,
nóstico presuntivo de inminencia de rotura uterina. Desde La noción de la carga de la prueba ha sido diseñada aun debidamente diagnosticado y tratado por el médico, la
el momento de su internación a las 23:55 horas, opinó que como una regla de juicio dirigida al juez, que le indica enfermedad que sufre el paciente puede continuar su evo­
los profesionales actuaron correctamente y con idoneidad. cómo resolver frente a hechos insuficientemente probados, lución hasta provocarle la muerte, sin que quepa efectuar
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reproche alguno a la conducta del galeno” (conf. Calvo de certeza, y no de mera probabilidad, acerca de la exis­ uno de los profesionales y el mérito de la labor profesional
Costa, Carlos A., “Responsabilidad médica. Causalidad tencia del hecho que es objeto de prueba, pero para que apreciada por su calidad, eficacia y extensión, consideran­
adecuada y daño: una sentencia justa”, LL, 2006-D, 69). ello ocurra, debe ser “precisa”, lo que requiere no sólo do además lo dispuesto por los artículos 1, 6, 7, 9, 10, 19,
Así, se ha discutido si las predisposiciones de la vícti­ que entre los hechos probados y el deducido medie una 33, 37, 38 y concs. de la ley 21.839 –t.o. ley 24.432–.
ma, es decir, su particular estado de propensión fisiológi­ conexión directa, sino que además sean susceptibles de En consecuencia, por no ser elevados se confirman los
ca, deben ser tenidas en consideración por el juzgador y de interpretarse en un sentido único; finalmente, los indicios honorarios regulados al Dr. Federico Edgardo Moroni, le­
qué manera. Por una parte, un principio fundamental en el deben ser concordantes, es decir no excluyentes y formar trado patrocinante de la codemandada M. L. B., por su
derecho de la reparación impone que ésta sea integral, pe­ por lo tanto entre sí un conjunto armonioso y coherente actuación en las tres etapas del proceso.
ro por otra, una regla no menos constante limita los daños (conf. Palacio, Lino E., Derecho Procesal Civil, 1999, Le­ Por no resultar elevados se confirman los honorarios
y perjuicios únicamente a los causados por el agente agre­ xisNexis - Abeledo-Perrot, Lexis Nº 2508/003332). regulados a la Dra. Mónica Beatriz Nogueira letrada apo­
sor (conf. Prevot, Juan Manuel, “El nexo de causalidad en Cuando las presunciones no están establecidas por la derada de la Obra Social Bancaria Argentina, por su actua­
los casos de responsabilidad médica”, LL, 2005-D, 892, ley, sólo constituirán prueba en tanto se funden en hechos ción en las tres etapas del proceso.
con cita de obras francesas y norteamericanas). reales y probados y cuando por su número, precisión, gra­ Previo a tratar los honorarios de los Dres. Mariana
En este sentido es claro que no ha llegado a acreditarse vedad y concordancia lleven al ánimo del juez la razonable Noemí Calero y Rubén Alfredo Segura, hágase saber que
la existencia de la relación causal entre la demora en la convicción de la verdad del hecho o hechos controvertidos deberá notificarse de la regulación de honorarios de fs.
atención de la Sra. L. de O. y el nacimiento de su hija D. conforme a las reglas de la sana crítica aunque no llegue a 985 vta., la primera letrada y proveerse la presentación del
con los trastornos neurológicos evidenciados; máxime si producir prueba absoluta (conf. Morello, Sosa, Berizonce, letrado patrocinante de la parte actora de fs. 993.
se tiene en cuenta lo dictaminado en los informes médicos Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, Tomo II- III. En cuanto a los honorarios de los peritos, se tendrá
agregados, en cuanto al correcto accionar de las médicas, C, págs. 69/70 y sus citas). en consideración el monto del proceso conforme lo deci­
conforme el cuadro que presentó la reclamante. Desde esta óptica, no puedo menos que desestimar las dido precedentemente, la entidad de las cuestiones some­
imputaciones formuladas a la historia clínica en este sen­ tidas a sus dictámenes, mérito, calidad y extensión de las
IX. Párrafo aparte merece el tratamiento de las imputa­ tareas, incidencia en la decisión final del litigio y propor­
tido, ya que la alegada falta de copias del libro de ingreso
ciones que formula la actora con relación a las supuestas cionalidad que debe guardar con los estipendios regulados
de la actora al nosocomio por la guardia general, mal pue­
irregularidades en que se habría incurrido al elaborar la a favor de los profesionales que actuaron durante toda la
de generar certeza alguna respecto de la relación causal
historia clínica. tramitación de la causa (art. 478 del CPCC).
entre la supuesta demora en la atención médica y el cuadro
Señala en primer término que no surge la presencia de Por lo antes expuesto, por resultar equitativos se con­
obstétrico devenido, con las consecuencias en la salud de
protocolo quirúrgico, tampoco quien ha sido el cirujano firman los honorarios regulados a los peritos: médico Dr.
la accionante y su hija.
que intervino en la operación, ni los ayudantes que lo asis­ Oscar Nievas y calígrafa Jimena María Beltrán.
Idéntico razonamiento cabe efectuar con relación a la
tieron, el anestesista, ni cómo fue el procedimiento. Previo a tratar los honorarios de la perito psicóloga Lic.
otra imputación referida a la posterior inserción del hora­
Sabido es que la historia clínica debe ser el fiel reflejo Estela Rosa Elbert, hágase saber que deberá notificarse de
rio de atención de la reclamante en la guardia obstétrica,
de los pasos cronológicos seguidos por los facultativos y la regulación de honorarios de fs. 985 vta.
desde que no se acreditó que tal circunstancia aparejara
sus auxiliares, y si bien las omisiones no autorizan por sí IV. En cuanto a los honorarios de la mediadora, esta Sa­
perjuicio alguno para la parte actora, y tampoco que con
solas a concluir que no se practicaron las medidas que las la entiende, que a los fines de establecer los honorarios de
ello se probara el ingreso por guardia a la hora señalada en
reglas del arte exigían, no puede negarse la trascendencia los mediadores corresponde aplicar la escala arancelaria
el escrito de inicio.
de una historia clínica que omite datos imprescindibles vigente al momento de la regulación (cfr. autos “Brascon,
Por todo lo expuesto y luego de haber analizado la
para el seguimiento y evolución del paciente (CNCiv., sala Martha Grizet Clementina c. Almafuerte S.A. s/ds. y ps.”,
prueba producida en autos y evaluado la misma a la luz
A, 20/10/2006, La Ley Online, ver voces: daños y perjui­ del 25/10/2013, Exp. 6618/2007).
de la sana crítica, no puedo sino concluir que en el caso
cios - responsabilidad médica - mala praxis médica - his­ En consecuencia, teniendo en cuenta lo dispuesto por
no ha podido acreditarse que el proceder de las médicas
toria clínica - apreciación de la prueba). el Decreto 2536/2015 Anexo I, art. 2º, inc. g) –según Dec.
del Policlínico Bancario –B. y B. P.–, no fuera el que las
Sin embargo, las omisiones, ambigüedades, disconti­ 767/2016–, por no resultar elevados se confirma la retribu­
circunstancias exigían, ni que las imputaciones formula­
nuidades, los claros o enmiendas que presente la historia ción de la Dra. Marta Noemí Simoni.
das a la historia clínica comporten una presunción clara en
clínica de un paciente dan lugar a presunciones “hominis” V. Por las tareas realizadas en esta instancia que culmi­
contra del cuerpo médico que tenía la obligación de con­
desfavorables al galeno, a quien incumbe la prueba ten­ naron en la presente sentencia, regúlanse los honorarios
feccionarla, por lo que no puede imputársele responsabili­
diente a desvirtuarlas, la que debe apreciarse con criterio del Dr. Federico Edgardo Moroni en la suma de pesos ...
dad de ningún tipo al respecto, lo que me lleva a proponer
riguroso, toda vez que la omisión de la historia clínica o ($...) (art. 14 del Arancel). Regístrese, comuníquese a la
al acuerdo que se desestimen los agravios en examen y se
su imperfecta redacción privan al paciente de un crucial Dirección de Comunicación Pública, dependiente de la de
confirme la sentencia apelada.
elemento de juicio para determinar la culpa imputable al la CSJN (conf. Ac. 15/13), notifíquese y oportunamente
médico (CNCiv., sala E, 06/11/2000, La Ley 2001-E, 853, X. Por todo lo expuesto, y para el caso de que mi voto devuélvase. – José B. Fajre. – Liliana Abreut de Begher. –
854, 855, J. Agrup., caso 16.067). fuere compartido, propongo al acuerdo que se confirme la Claudio M. Kiper.
Ahora bien, establece el art. 163, inc. 5º del Código sentencia apelada en todo cuanto decide y fuera objeto de
Procesal que las presunciones no establecidas por ley apelación y agravios, y se impongan las costas de alzada a
constituirán prueba cuando se funden en hechos reales y la actora vencida.
probados y cuando por su número, precisión, gravedad y
La Dra. Abreut de Begher y el Dr. Kiper por las consi­
Derechos del Consumidor:
concordancia, produjeren convicción según la naturaleza Relación de consumo: acreditación; pagaré
deraciones expuestas por el Dr. Fajre adhieren al voto que
del juicio, de conformidad con las reglas de la sana crítica.
antecede. de consumo; ejecución; rechazo; requisitos
Se trata de las llamadas presunciones judiciales o presun­
ciones “hominis”, en tanto las consecuencias jurídicas las Y Visto: lo deliberado y conclusiones establecidas en el de la LCD; carencia.
deduce el juez partiendo de la existencia de hechos reales y acuerdo transcripto precedentemente por unanimidad de
probados. Se habla entonces de indicios, los que están repre­ votos, el Tribunal decide: 1 – Puesto que del contrato agregado a autos por la actora
sentados por todo rastro, vestigio, huella, circunstancia y, en I. Confirmar la sentencia apelada en todo cuanto decide –préstamo personal con destino de los fondos para “fiesta
general, todo hecho debidamente comprobado, susceptible y fuera objeto de apelación y agravios e imponer las costas hija”– resulta acreditada la relación de consumo entre las
de llevar por vía de inferencia al conocimiento de otro hecho de alzada a la actora vencida, de conformidad con lo dis­ partes vinculada al pagaré que se ejecuta, suscripto por el
desconocido. El indicio es una circunstancia que por sí sola puesto en el considerando X. ejecutado en favor de la entidad bancaria accionante, cabe
no tiene valor alguno; en cambio, cuando se relaciona con II. A los efectos de conocer en los recursos de apelación
otras y siempre que sean graves, precisas y concordantes, deducidos contra los honorarios regulados a fs. 985/985
EDICTOS
constituyen una presunción. Por lo tanto, la presunción es vta., es de señalar que en los supuestos de rechazo de
la consecuencia que se obtiene por el establecimiento de ca­ demanda debe computarse como monto del juicio el va­ CITACIONES CIUDADANÍA

racteres comunes en los hechos (conf. Fenochietto, Carlos, lor íntegro de la pretensión (conf. Fallo Plenario “Multi­ El Juzgado Nacional en lo Civil nº El Juzgado Nacional de Primera Ins-
17, a cargo del Dr. Eugenio Ricardo tancia en lo Civil y Comercial Federal
“Código Procesal Civil y Comercial de la Nación-Comenta­ flex S.A. c/ Consorcio de Propietarios Bartolomé Mitre Labeau, Secretaría Unica a cargo Nº 7, a cargo del Dr. Javier Pico Te-
del Dr. La Blanca Iglesias Osvaldo A, rrero, Secretaría nº 14, a mi cargo,
do, anotado y concordado”, Tomo I, págs. 592 y sigs.). 2257/59”, CNCiv. [en pleno], 30-09-1975, La Ley Colec­ sito en Av. De los Inmigrantes 1950 sito en Libertad 731, 6º piso de la
El valor probatorio de la presunción se basa en que los ción Plenarios, pág. 509). Piso 5º de la Ciudad Autónoma de CABA, comunica que la Sra. LINDO
Buenos Aires, en autos caratulados CARRERA LILY AURORA, con DNI Nº
hechos o indicios tomados como punto de partida por el A tales efectos debe atenderse al capital reclamado en “Ferrate Carlos Ernesto c/Lucero 94057080, nacido el 21/11/1975
juez, se encuentren debidamente comprobados. En lo refe­ la demanda que ha sido desestimada, no correspondiendo Nelly Josefina y Otros S/ Daños y en Huacho, Chancay, República del
Perjuicios Expediente 30210/2012” Perú, ha solicitado la declaración de la
rente al “número” de presunciones como elemento a com­ incluir los intereses en la base del cálculo de los honorarios, cita a los eventuales herederos del ciudadanía argentina. Cualquier per-
putar para dotarlas de fuerza probatoria, debe entenderse pues para que esto ocurra se requiere que hayan sido objeto Sr. CARLOS ERNESTO FERRATE a fin sona que tuviere conocimiento de al-
de que comparezca/n a estar a de- gún acontecimiento que pudiere obstar
referida, no a aquéllas, sino a los hechos indiciarios sobre de reconocimiento en el fallo definitivo (confrontar en este recho en el plazo de diez días bajo a dicha concesión, deberá hacer sa-
los cuales se apoyan, ya que de conformidad con las reglas último aspecto art. 19 del Arancel y esta Sala en autos “Pre­ apercibimiento de lo dispuesto por ber su oposición fundada al Juzgado.
el art. 53 inc. 5) del Cód. Procesal. El presente se publica a los efectos del
de la sana crítica, una sola presunción, cuando reviste gra­ vención Aseguradora de Riesgos del Trabajo SA c. Medina El presente edicto deberá publicarse Art. 11 de la ley 346. Publíquese por
vedad y precisión, puede resultar suficiente para acreditar Juan José y otros s/cobro de sumas de dinero” del 27/09/11). por dos días en el diario El Derecho. dos días dentro de un plazo de quince
Buenos Aires, 28 Agosto de 2017. días. Buenos Aires, 1 de diciembre de
la existencia de un hecho. La “gravedad” de la presunción Asimismo, se tendrá en cuenta, la naturaleza del pro­ Osvaldo La Blanca Iglesias, sec. 2017. Carlos G. Mallo, sec. fed.
se vincula con su aptitud para generar un suficiente grado ceso y su resultado, etapas procesales cumplidas por cada I. 7-12-17. V. 11-12-17 322 I. 11-12-17. V. 12-12-17 6324

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revocar la sentencia que consideró que dicho título no es un to por el ejecutado en favor de la entidad bancaria accio­ Así, no puede ignorarse el acuerdo que presupone la
pagaré de consumo y que, por ende, no eran aplicables las nante, en la misma fecha que el contrato de fs. 64, por el ejecutabilidad del cartular.
normas de protección a los consumidores y usuarios. mismo monto y con iguales intereses a los pactados en el A ello cabe agregar, considerando que en el caso el su­
2 – Cabe hacer lugar a la excepción planteada por el consu-
préstamo (fs. 7, arts. 266, 384 CPCC; 3 ley 24.240; 1092, jeto activo es una entidad bancaria y el emisor un consu­
midor ejecutado y declararse la inhabilidad del título que
1093 y 1094 CCyC; 18 CN). midor, que la contratación entre entidades financieras y
se ejecuta (art. 542, inc. 4º, cód. procesal civil y comercial),
De allí que en función de los elementos ahora disponi­ particulares consumidores debe reunir los requisitos esta­
pues, al ser este último un pagaré de consumo, debió reunir
bles, la realidad del carácter del vínculo que unió a las partes blecidos en el art. 36 de la LDC (v. gr. descripción del bien
los requisitos establecidos en el art. 36 de la LDC –v. gr.
(de consumo) aparece demostrada, razón por la cual corres­ o servicio objeto de la compra, precio de contado, monto
descripción del bien o servicio objeto de la compra, precio
ponde revocar la resolución apelada (art. 260, 272 CPCC). financiado, tasa de interés efectiva anual, costo financiero
de contado, monto financiado, tasa de interés efectiva anual,
V.II) [sic] En razón de lo expuesto en el apartado an­ total, cantidad, periodicidad y monto de los pagos a reali­
costo financiero total, cantidad, periodicidad y monto de los
terior, corresponde analizar los fundamentos planteados zar, gastos, seguros y adicionales si los hubiere).
pagos a realizar, gastos, seguros y adicionales si los hubiere–,
oportunamente por quien resultó vencedor en la instancia Por el contrario, el pagaré, conforme el Decreto Ley
por lo cual, al carecer de estos, no tiene las condiciones in-
de origen, pues los mismos quedan implícitamente someti­ 5965/1963, sólo debe reunir los requisitos enunciados en
dispensables para obligar al demandado. R.C.
dos al tribunal de apelación como consecuencia del recurso el art. 101 de dicho decreto (cláusula “a la orden” o la
interpuesto por la otra parte, y también las defensas esgri­ denominación del título inserta en el texto del mismo, pro­
59.679 – C1ªCC San Isidro, sala III, octubre 10-2017. – Banco Pata- midas por el ejecutado –dado el modo en que se resolvió la mesa pura y simple de pagar una suma determinada, plazo
gonia S.A. c. G., A. s/cobro ejecutivo. cuestión en la instancia de origen– (doct. art. 273 CPCC; y lugar del pago, nombre de aquél al cual o a cuya orden
Ibáñez Frocham, “Tratado de los recursos en el proceso debe efectuarse el pago, indicación del lugar y de la fecha
En la ciudad de San Isidro, a los 10 días del mes de
civil”, 4ª ed., pág. 169; en igual sentido Azpelicueta-Tes­ en que el vale o el pagaré han sido firmados; y la firma del
octubre de dos mil diecisiete, se reúnen en Acuerdo los
sone, “La Alzada. Poderes y Deberes”, Librería Editora suscriptor).
señores Jueces de la Sala Tercera de la Excma. Cámara
Platense, Bs. As. 1993, p. 171; causas SI-5725-DDO, r.i. Ello así, resulta evidente que el acuerdo que el pagaré
Primera de Apelación en lo Civil y Comercial del Depar­
381/17 de Sala II; SI-47692-16 r.i. 286/17 de Sala IIIª). que se pretende ejecutar importa en el caso (obligación
tamento Judicial San Isidro, Doctores María Irupé Soláns
El ejecutado opuso al progreso de la ejecución promo­ del particular consumidor de pago a favor del banco que
y María Fernanda Nuevo, para dictar sentencia interlocu­
vida por el banco accionante, excepción de inhabilidad prestó el dinero para la fiesta de la hija), carece de las
toria en los términos del art. 36 de la ley 5827 en el jui­
de título contemplada en el art. 542 inc. 4º del CPCC, por condiciones exigidas por la ley protectoria del consumidor
cio: “Banco Patagonia S.A. c/ G., A. s/ Cobro Ejecutivo”
entender esencialmente que no contiene los recaudos for­ –de orden público–, por lo que el documento carece de
–Causa nº SI44266/2014–; practicado el sorteo pertinente
males a los fines de no vulnerar el principio constitucional las condiciones indispensables para obligar al demandado
(arts. 168 de la Constitución de la Provincia de Buenos
de defensa en juicio. (arts. 1, 2, 3, 36, 65 y cc. de la ley 24.240; 1092, 1093,
Aires y 263 del Código Procesal), resultó que la votación
La excepción de inhabilidad de título no sólo proce­ 1094, 1095 CCyC; 18 y 28 CN).
debía tener lugar en el siguiente orden: Soláns y Nuevo,
de cuando se refiere a las formas extrínsecas del docu­ Por tal razón, debe hacerse lugar a la excepción plan­
resolviéndose plantear y votar las siguientes cuestiones:
mento que se pretende ejecutar, sino también en aquellos teada por el ejecutado y declararse la inhabilidad del título
1) ¿Se ajusta a derecho la sentencia apelada?
casos en que el documento acompañado no encuadre en que se ejecuta (art. 542 inc. 4º CPCC).
2) ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar?
la enumeración legal, o cuando quien se presenta como IV.2) [sic] Por lo demás, toda vez que la nulidad con­
A la primera cuestión la Sra. Juez doctora Soláns dijo: ejecutante no sea el titular del derecho que invoca, o la templada por el artículo 36 de la LCQ, no ha sido la pre­
persona a quien se ejecuta no sea la obligada al pago, es tensión del presente proceso, que no ha mediado recon­
I. La resolución recurrida
decir, en definitiva, cuando está ausente la legitimación vención o acumulación al respecto y que ello excede el
La sentencia de fs. 49/51 rechazó el planteo de nulidad
sustancial activa o pasiva (conf. Morello..., “Códigos...”, marco del juicio ejecutivo, teniendo en cuenta que a fin de
y la excepción de inhabilidad de título articulados por el
Tº VI-1, págs. 386 y 388; Fenochietto-Arazi, “Código Pro­ determinar la existencia o no de un vicio que tache de nulo
demandado a fs. 27/35, y mandó llevar adelante la ejecu­
cesal Comentado”, Tº 2, pág. 745; causas 109.840 del 8-7- al vínculo contractual que une a la entidad bancaria con
ción hasta tanto la parte ejecutada, A. G., haga al Banco
2010 RSI: 228/2010; SI-14387-2010, r.i. 404/11; causa el ejecutado, se requiere del marco de debate adecuado
Patagonia S.A. íntegro pago del capital nominal reclama­
nº B-9202-0, r.i. 307/13 del 1/08/2013 de Sala IIIª). (nulidad dependiente de juzgamiento), y por tanto objeto
do de $ 24.473,22 con más sus correspondientes intereses.
La aptitud de ser parte en un proceso concreto, denomi­ de una acción previa reclamada por la parte interesada que
II. La articulación recursiva nada por el derecho procesal legitimatio ad causam, cons­ dé acabada oportunidad a la contraria de defenderse de
La ejecutada apela y expresa agravios a fs. 54/60, los tituye un requisito subjetivo de la pretensión en cuanto tal cuestión por la vía pertinente (arts. 1037, 1038, 1044,
que fueron contestados a fs. 65/66. supone la titularidad activa o pasiva de la relación jurídica 1045, 1046, 1048 y cc. del CCiv., 387, 388, 1384, 1408 y
sustancial, de ahí la afirmación de que la persona legitima­ cc. CCyC, doct. art. 18 de la CN; 272, 330 del CPCC), la
III. Los agravios
da en un determinado proceso es aquella revestida por la misma no ha de ser analizada.
III.1) Se agravia el recurrente porque el Sr. Juez a quo
ley para discutir el objeto sobre el que versa el litigio. Ap­ Por las razones expuestas, voto por la negativa.
no consideró demostrada la existencia de una relación de
titud esta que viene determinada por la posición respecto
consumo entre las partes la que no puede desconocerse en A la misma cuestión la Sra. Juez Dra. Nuevo, por igua­
de la pretensión procesal, de tal modo que sólo las perso­
razón de que la entidad bancaria es proveedora de servi­ les consideraciones votó en el mismo sentido.
nas que se encuentran en cierta relación con la acción pue­
cios, y la demandada consumidora. Sostiene que al menos
den ser parte en el pleito en que ésta se deduce (SCBA B A la segunda cuestión, la Dra. Soláns dijo:
cabe inferirla en base a la calidad de las partes.
65480 RSD-282-16, S 19/10/2016; SCBA B 61204 RSI- En atención al resultado que arroja la votación anterior,
Dice que la existencia de un pagaré de consumo supone
750-16 I 14/09/2016, conf. causa C 118.896 S 20/04/2016; corresponde revocar la resolución recurrida y hacer lugar
la preexistencia de un contrato de mutuo en el que la enti­
causas 106.683 y 106.688 del 2-6-09 RSD 51/09, 111.070 a la excepción de inhabilidad de título planteada por el
dad bancaria reviste el carácter de mutuante y el mutuario
r.i. 88/11 de Sala III). ejecutado, con costas a la ejecutante vencida (arts. 68, 69,
es consumidor, motivo por el cual solicita se apliquen las
Conforme los extremos antes referidos, la pretensión 274 y 556 CPCC).
normas de protección a los consumidores y usuarios y se
del banco actor consiste en el cobro por vía ejecutiva del
interprete la relación conforme a los principios aplicables La Sra. Juez Dra. Nuevo, votó en igual sentido.
cartular acompañado, contra el suscriptor A. G.
en la materia.
El pagaré, título valor abstracto por cuyo intermedio Por ello, en virtud de las conclusiones obtenidas en el
III.2) Por último, en relación a los pagos que denun­
una persona (librador) promete incondicionalmente pagar Acuerdo que antecede y de los fundamentos expuestos en
ció la ejecutante, plantea que los argumentos del Juzgador
cierta suma de dinero a otra (tomador) en lugar y fecha el mismo, se revoca la resolución recurrida y se hace lugar
para rechazarlos –imposibilidad de analizar la causa de la
que se indique (Novellino, Ejecución de títulos ejecutivos a la excepción de inhabilidad de título planteada por el
obligación e inexistencia de prueba pericial contable– re­
y ejecuciones especiales, Ed. La Rocca, Bs. As. 1997, p. ejecutado. Las costas se imponen a la actora perdidosa
sultan contradictorios.
91), requiere no sólo de la firma de librador para que naz­ (arts. 68, 69, 274 del CPCC), a cuyo fin, en atención al
IV. El análisis de la resolución recurrida en ca la obligación que lleva inserta, sino que además es ne­ mérito, extensión, e importancia de las tareas desarrolla­
función de los agravios expresados cesario un acuerdo de voluntades entre el que se pretende das por las doctoras Alba María Prósperi (Tº XI – Fº 356
IV.1) Para resolver como lo hizo, el magistrado de gra­ obligar cambiariamente firmando el título y la persona que CASI), apoderada de la parte actora y Paola Ciommo (Tº
do tuvo en cuenta que en el caso el ejecutado no logró acepta recibir el documento, ya sea como medio de pago, VI – Fº 405 CALM), patrocinante de la ejecutada, se fijan
demostrar la existencia de una relación de consumo. para facilitarlo o garantizarlo. Es decir que, si el cartular sus honorarios en la sumas de ... pesos respectivamente
Sin embargo, de los términos de las presentaciones de una vez firmado, no es entregado a una persona y recibida (arts. 21, 22, 26, 27 y cc. D/Ley 8904/77). Por la labor
la accionada, como así también del contrato agregado a por ésta, no nace obligación alguna, pues faltaría en ella habida ante esta Alzada, se regulan los estipendios de las
fs. 64 por la actora –préstamo personal de fecha 30 de ma­ el sujeto activo (conf. Luis Eugenio Ubilla Grandi, Teoría Dras. Ciommo y Prósperi, en las sumas de ... pesos res­
yo de 2103, por $25.700, con destino de los fondos para General de la letra de cambio y el pagaré en la ley 18.092, pectivamente (arts. 274 CPCC, 31 D. Ley 8904).
“fiesta hija”–, resulta acreditada la relación de consumo Ed. Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 1990, p. 21; arts. Regístrese y devuélvase. – María I. Soláns. – María F.
entre las partes vinculada al pagaré que se ejecuta, suscrip­ 1137 CCiv., 957 CCyC). Nuevo (Sec.: Ana M. Breuer).

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