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En
general, damos por sentado que se trata de investigaciones o del producto de la
fantasía. No obstante, tenemos conciencia de que los seres vivos son capaces de
comunicarse entre sí, si bien con otros miembros de su misma especie.
CERCOPITECOS VERDES
Otro ejemplo bien conocido es el de las señales de alarma de los cercopitecos verdes.
Estos Monos son capaces de producir diferentes tipos de sonidos que utilizan en
diferentes situaciones de su interacción social, tales como los rituales de cortejo, o
para establecer, manifestar y disputar las relaciones jerárquicas en las que se basa la
alarma. Los cercopitecos emiten diferentes señales de alarma especializadas en
función del grado de peligro. Pueden advertir de peligros menores y también de
peligros importantes.
Al igual que cuando una persona escucha a otra puede obtener información sobre quién habla
gracias a diferentes señales que esta persona envía de forma no intencionada. por ejemplo, si
tienes la voz ronca te está diciendo que has pillado un resfriado… Sin embargo, cuando dicha
persona recurre al lenguaje para decir” me gustaría presentarme a la plaza vacante del médico
en el hospital” se supone que está comunicando algo intencionadamente. DE forma
semejante, no se suele pensar que un pájaro está comunicando nada por el hecho de tener
plumas negras o por estar posando sobre la rama de un árbol mirando al suelo, pero si se
considera que está enviando una señal comunicativa cuando grita al advertir la presencia de
un gato. En consecuencia, cuando estudiamos las diferencias que existen entre el lenguaje
humano y la comunicación animal estamos considerando nos a ambos según su potencial para
ser un medio de comunicación intencionada.
CHIMPANCÉS
Hace años que se hizo un experimento en el que el objetivo principal era intentar enseñar a un
animal de este tipo a utilizar el lenguaje humano. dos científicos intentaron criar
simultáneamente a un hijo y a un chimpancé. el chimpancé llegó a comprender alrededor de
100 palabras, pero realmente fue incapaz de decir ninguna de ellas. tiempo después, otra
pareja científica crío en su propia casa aún chimpancé como si fuera un niño. estos padres
pasaron 5 años tratando de que el chimpancé dijera palabras en inglés mostrándole para ello
la manera en la que debería articular su boca conforme iba produciendo sonidos. el tiempo
hace llegó a producir algunas palabras pero muy pobremente articuladas de mamá papá y
cup(taza). sin embargo si los analizamos desde un punto de vista objetivo fue realmente un
logro dado que ahora resulta evidente que las características estructurales del tracto vocal de
los primates no manos no son las adecuadas para producir los sonidos del habla humana.
durante estos años se ha descubierto que los chimpancés pueden comunicarse gracias a un
amplio abanico de llamadas vocales pero, simplemente, no pueden hablar.
para seguir un poco con estas experiencias, otra pareja de matrimonio decidió enseñar a un
chimpancé a usar la versión modificada de la lengua de signos americana. para ello le
proporcionó un entorno doméstico agradable. en 3 años y medio el chimpancé llegó a usar los
signos correspondientes a más de 100 palabras que iban desde avión bebé o plátano hasta
ventana mujer y tú. todavía más impresionante fue el hecho de que el chimpancé era capaz de
combinarlos y producir “oraciones” del tipo hazme-cosquillas, más-fruta...
Además, el chimpancé demostró comprender una cantidad mucho mayor de signos que los
que lograba producir.
En definitiva, estos experimentos demostraron que los chimpancés no tenían la capacidad para
utilizar lo que parecían símbolos-palabras y estructuras básicas de una manera que
superficialmente se asemeja al uso que los seres humanos hacen del lenguaje. sin embargo,
estas aparentes habilidades lingüísticas suscitaron un gran escepticismo. se afirmó, por
ejemplo, que cuando se le enseñaba a decir palabras mediante el ordenador, cuando el
chimpancé usaba el símbolo correspondiente a por favor en el teclado del ordenador podía
simplemente equivaler al botón de una máquina es prendedora, por lo que también nosotros
podríamos aprender a utilizar una máquina expendedora sin tener que disponer del lenguaje.
este es solo 1 de los numerosos argumentos que se han propuesto en contra de la idea de que
el uso de los signos y símbolos por parte de estos chimpancés se asemeje al uso que los seres
humanos hacemos del lenguaje