Ornette Coleman, trompetista, violinista y saxofonista, creador de un estilo muy personal
dentro de la música, especialmente de jazz, protagonista de la renovación de este género en
los 60 y 70 junto a John Coltrane estuvo hace un mes y medio en la Argentina, para dar dos conciertos, uno en Buenos Aires y otro en La Plata, dentro del marco del Personal Jazz Night 09. Coleman tiene ochenta años pero toca con una vitalidad envidiable, la sorpresa melódica y las alteraciones rítmicas que son sello de su estilo y de las grandes innovaciones que hizo, sin buscarlas, al jazz y que se denominó como corriente “free jazz” al igual que su disco de 1961. Casi autodidacta, muy estudioso de los sonidos, de familia pobre, en sus inicios casi no fue aceptado por el mundo del jazz y los espacios donde se escuchaba esa música. En el concierto de Buenos Aires se vendieron sólo la mitad de las entradas. Fui uno de los privilegiados de poder disfrutar el talento, el sonido lírico, el fluir de una música tan personal como la de Ornette. Mucha gente fue el mismo día de la función ya que una vez comenzado el show se dejó entrar a quienes se habían acercado ya que las entradas tenían precios insólitos por lo elevados. Estuvo acompañado de Denardo Coleman (hijo de Ornette Coleman), batería; Al Macdowell, en un maravilloso bajo eléctrico, Tony Falange, bajo acústico. En La Plata se repitió lo mismo. Pero hubo un cambio: dio un concierto a precios populares entre 20 y 30 pesos, así que fue mucha gente a disfrutar de la rara belleza de la música de este maestro del jazz. Para cerrar, Ornette fue declarado ciudadano ilustre en Buenos Aires. En la ceremonia estuvo el ministro de cultura de la ciudad, el hijo de Ornette, otros funcionarios y personalidades invitadas. Pero Ornette no acudió a la cita. No se sabe por qué apareció en una comisaría cercana al Talar de Pacheco, en la zona norte de Buenos Aires. Sus melodías y sonidos brillantes, las alteraciones rítmicas o vaya a saber que causa hizo que don Coleman apareciera por esos lugares…..