Ley indígena en México.

Introducción

Los pueblos o comunidades indígenas son una parte del sector de la población que hemos
dejado en el olvido, a pesar de que una gran parte de la población de nuestro país es de
origen indígena. Por ello es de los sectores que necesita mayor atención para su desarrollo
económico, político, social y cultural, pero sobre todo para recibir un trato digno e
igualitario, eliminando la discriminación a la que se enfrenta día con día.
Para ello es necesario implementar el respeto, tanto a sus derechos individuales como los
que adquieren al ser miembros de una comunidad, el goce pleno de los derechos como lo
queremos para todo integrantes de una sociedad.

Desarrollo

La ley indígena es una ley aprobada por la Asamblea Legislativa y promulgada el 29 de

noviembre de 1977, que empezó a regir a partir del 20 de noviembre del mismo año,
dicha ley establece los principios esenciales de autonomía indígena y de los derechos de
estas comunidades, el derecho a su propio idioma, a su cultura, religión y otros elementos
que forman parte de su identidad como pueblo.
Los derechos de los pueblos indígenas son aquellos que pertenecen a los pobladores
originarios de un territorio que ha sido invadido y colonizado por forasteros.
Son indígenas las personas que constituyen grupos étnicos descendientes directos de
civilizaciones pasadas y que conservan su propia identidad. Las comunidades indígenas
tienen plena capacidades para adquirir derechos y contraer obligaciones de toda clase. No
son entidades federativas.
La ley prohíbe la concesión de patentes comerciales para la venta de licores y establece
que todo comercio que opere en el lugar deberá ser administrado por locales, de igual
manera prohíbe las excavaciones en sitios arqueológicos salvo las de interés científico
organizadas por las instituciones científicas y previa aprobación de la comunidad.
La ley aprobada señala que las comunidades pueden acceder con respeto a las formas y
modalidades de propiedad y tenencia de las tierras establecidas, así como a los derechos
adquiridos por terceros o por integrantes de la comunidad, al uso y disfrute preferente de
los recurso naturales, establece que los indígenas pueden ser propietarios en todas las
modalidades que establece en la Constitución: social, comunal, ejidal y privada, también
establece los limites de los territorios indígenas y se los entrega a perpetuidad y de
manera irrenunciable e irreducible, sin embargo es algo que aun no se ha cumplido.
A pesar de que la ley está plasmada, durante la estadía de poder del presidente Vicente
Fox la ley promulgada otorgaba derechos a los pueblos y comunidades nativas, pero no
definía el reconocimiento de estas, en la ley la autonomía de los pueblos indígenas
quedaba a criterio del estado. “La ley no reconoce a los pueblos indígenas como sujetos
de derecho público sino de interés público”.
Las graves violaciones a los derechos humanos en contra de los pueblos y comunidades
indígenas en México se dan en el contexto de tierras y territorios ancestrales autorizados
sin el debido proceso de consulta y consentimiento previo, libre e informado.
Cuando personas indígenas se ven involucradas en un proceso judicial como víctimas,
acusados, o testigos, la discriminación arraigada interfiere con el respeto a las garantías
judiciales que aseguran el pleno respeto a sus derechos como por ejemplo, la falta de
intérpretes y de la capacitación intercultural de las y los operadores de justicia.
Lamentablemente en México se tienden trampas a personas inocentes para incriminarlas
aun siendo inocentes, y esto afecta de manera diferenciada a personas indígenas y
personas en situación de pobreza. La falta de respeto a las garantías individuales y sociales
y a los derechos de los indígenas no sólo son factores que producen injusticia para
individuos y grupos, también constituyen un severo obstáculo para su desarrollo integral y
sustentable, el cual no podrá darse sin seguridad y certeza jurídica.
Los indígenas deben disfrutar de todos los derechos humanos y las libertades
fundamentales reconocidos en la Declaración universal de los Derechos Humanos, son
libres e iguales a todos los demás pueblos, tienen derecho a conservar y reforzar sus
propias instituciones políticas jurídicas, económicas, sociales y culturales, pueden
participar plenamente si lo desean en la vida política, económica, social y cultural del
Estado. Los pueblos indígenas tienen el derecho colectivo a vivir en libertad, paz y
seguridad.
De igual manera crea la figura de los consejos directivos que deberá tener cada territorio y
ser electos por la comunidad, convirtiéndose en su representantes políticos y sociales.
La cuestión de los derechos de los indígenas se asocia también con otros niveles de la
lucha humana, pues se vincula con la preocupación por el daño ambiental, el climático y el
desarrollo sostenible.
Tanto como la ley como los derechos tienen como objeto definir, normar, diseñar,
establecer, ejecutar, orientar, coordinar, promover, dar seguimiento y evaluar las
políticas, programas, proyectos, estrategias y acciones públicas, para garantizar el ejercicio
y la implementación de los derechos de los pueblos indígenas, así como su desarrollo
integral y sostenible y el fortalecimiento de sus culturas e identidades, de conformidad
con lo dispuesto en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Para poder logarlo tiene que promover, respetar, proteger y garantizar el reconocimiento
pleno y el ejercicio de los derechos de los pueblos indígenas

Conclusión.

A pesar de que somo un país que se rige por leyes y normas constituidas por el hombre
México es un lugar donde los pueblos y comunidades indígenas han sido marginados y por
ende no se habían desarrollado normativamente un grupo de derecho sociales tan
importantes como los derechos de los pueblos y comunidades indígenas.
Actualmente se tiene varias leyes y derechos en materia a favor de las comunidades
indígenas, por lo que es necesario seguir trabajando en la lucha del respeto y
reconocimientos de los mismos.

Breda Gisel Calam Torres