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PREGUNTA 3 TRABAJO DE FINANZAS

POLITICA MONETARIA ACTUAL DEL ESTADO VENEZOLANO


PERSPECTIVAS DE ESTA POLÍTICA: CONTINUIDAD O ABOLICIÓN

La política monetaria es la actuación más propia del banco central, aunque no es,
por supuesto, una actuación exclusiva. El Banco Central de Venezuela es la
institución pública que tiene a su cargo el diseño y la conducción de la política
monetaria del país, en la Constitución Nacional en su Artículo Nro. 318. Las
competencias monetarias del Poder Nacional serán ejercidas de manera exclusiva
y obligatoria por el Banco Central de Venezuela.
Existe una política monetaria de signo contractivo cuando las acciones del banco
central tienden a reducir la circulación del dinero, lo cual eleva su consto
mediante el incremento de las tasas de interés. Bajo estas condiciones, se
restringen la demanda de crédito y en general el gasto de la población.

Hasta ahora, la reactivación y desaceleración inflacionaria son el resultado del


abandono de los controles y la desmonetización, más que de un programa de
estabilización económica bien pensado y ejecutado. Para profundizar estas
tendencias positivas queda pendiente el diseño y ejecución de un Programa de
Estabilización Macroeconómica y Recuperación de la Producción y el Consumo,
con las medidas correctas, aplicadas en un orden lógico y a la velocidad
adecuada.
Para 2022, la CEPAL proyecta para Venezuela un crecimiento económico entre 1-
4%, la primera estimación positiva desde 2013, cuando el PIB creció 1 %.
Ecoanalítica estima un crecimiento económico en torno al 6,9% y una inflación de
tres cifras bajas (menor a 500%).
En promedio, los pronósticos económicos de diferentes casas de inversión, firmas
consultoras y analistas promedian un 5% y una inflación que tiende a 100%
anual.
La recuperación económica tiene a favor el aumento de los precios del petróleo
que permitirá al BCV mantener una activa intervención cambiaria.
La tasa de cambio seguirá frenada por las ventas controladas de divisas del BCV
y una política monetaria restrictiva.
La inflación tenderá a 100 %
En 2022, y después de dos reconversiones monetarias, Venezuela ya no estará en
hiperinflación, pero la inflación seguirá siendo alta, con su inevitable impacto en
el poder adquisitivo de los hogares.
Para sincronizar una recuperación más vigorosa con una mayor desaceleración
de la inflación, es necesario restaurar los equilibrios macroeconómicos, lograr
una eficaz coordinación entre las políticas fiscal, monetaria y cambiaria, y
recuperar la confianza de los inversionistas.
La política monetaria y la política cambiaria, al cuidado del banco central, han
contribuido a la moderación de la inflación; la política fiscal es el eje de la
estrategia del Estado para el ajuste, la estabilización y el crecimiento económico.
Es indispensable una coordinación efectiva y consistente entre las políticas
mencionadas.
Los instrumentos de la política monetaria son muy limitados, aunque es
conveniente una combinación de ellos para lograr mejores resultados, los costos
de la política monetaria representan costo de la lucha contra la inflación y de
preservación en lo posible de las reservas monetarias internacionales del
instituto; la inflación no es fenómeno simplemente monetario, sino complejo, que
interna sus raíces en la estructura real de producción y mercadeo de bienes y
servicios; y emerge en el plano circulatorio de la economía, donde los
desequilibrios macroeconómicos convencionales facilitan y refuerzan el impulso
inflacionario.
La vulnerabilidad manifiesta de la economía venezolana, centrada en su
dependencia petrolera y financiera, puede amortiguarse con un adecuado manejo
del Fondo de Inversión y Estabilización Macroeconómica. Pero también es
indispensable una reorganización de las finanzas públicas para reducir su
dependencia del ingreso petrolero y optimizar la eficacia tributaria y del gasto.

Cuando ocurre un deterioro de la relación real de intercambio ocasionado, por la


caída de los precios del petróleo, con marcada incidencia en la balanza de pagos,
en la balanza fiscal y en el ingreso nacional, se impone la necesidad de un ajuste
integral en la esfera circulatoria de la economía, pero también de una
transformación progresiva de la estructura económica del país.

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