Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CONTRAINSURGENTE
Foto Portada e imágenes pg. 9, pg. 79, pg. 269, pg. 283
y pg. 309: Sala Oscura de Tortura: obra colectiva de
Gontran Guanaes Netto, Julio Le Parc, Alejandro
Marco, Jose Gamarra, 1973 – Arte y Política.
ISBN: 978-958-56850-3-1
ABREVIATURAS
AGRADECIMIENTOS 10
CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS 12
PRÓLOGO 16
PRESENTACIÓN 24
Introducción 32
2- Anticomunismo y contrainsurgencia 37
• Ejecuciones extrajudiciales 61
• Desapariciones forzadas 64
• Detenciones y procesos penales en contra de presuntos miembros
de grupos insurgentes 65
• Responsabilidad del Estado por la comisión de actos ilícitos en el
marco del conflicto armado 69
• La prisión y el uso de estrategias antisubversivas en el conflicto
armado 70
7- Conclusiones 76
CAPÍTULO II. EXPOSICIÓN DE LOS CASOS REPRESENTATIVOS 81
1- Fichas de los casos representativos 83
CAPÍTULO III. PATRONES DE MACROCRIMINALIDAD 221
1- Marco normativo sobre patrones de macrocriminalidad 222
2- Patrones de macrocriminalidad identificados 224
3- Descripción de los patrones 226
• La tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes
ejercidos en la captura contra guerrilleros integrantes de las FARC-
EP, como método para obtener información, con la finalidad de
lograr una ventaja militar o como método de castigo o venganza. 226
• La tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes
ejercidos durante la privación de la libertad contra guerrilleros
integrantes de las FARC-EP, como método de castigo por su
condición de insurgente o como venganza por hechos relacionados
con el conflicto armado. 232
4. Funcionamiento del aparato criminal 238
E
ste informe es el resultado de una labor analítica e investigativa realiza-
da por la Corporación Solidaridad Jurídica, la cual contó con el apoyo
técnico del ICTJ y con la colaboración del Grupo de Prisiones de la Uni-
versidad de los Andes, quienes aportaron en el contenido del contexto general,
denominado, “Uso del sistema penal como parte de la estrategia contrainsur-
gente”.
10
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
11
CONSIDERACIONES
METODOLÓGICAS
Contexto histórico
12
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
La tercera y última estrategia fue un estudio de caso con los miembros de las
FARC-EP que hayan estado recluidos en la cárcel La Modelo de la ciudad de
Bogotá. La decisión de escoger a personas que hayan estado detenidas en dicha
cárcel obedeció, en primer lugar, a la particular problemática vivida dentro de
dicha cárcel en razón del conflicto armado1 y, en segundo lugar, ya que es una
de las cárceles más representativas y con mayor población reclusa del país. Se
realizaron quince entrevistas a través de un cuestionario semiestructurado, el
cual fue diseñado por los investigadores del presente informe y miembros de
la Corporación Solidaridad Jurídica, quienes además realizaron las entrevistas.
Dichas entrevistas fueron realizadas entre el 22 de septiembre de 2019 y el 20 de
noviembre del mismo año. Así mismo, se tomó en cuenta una entrevista sobre
el tema que había sido obtenidas por miembros de la Corporación Solidaridad
Jurídica en el mes de mayo de 2019. Finalmente, se entrevistó a tres funcionarios
del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario –INPEC–, quienes presencia-
ron los hechos acaecidos en la Modelo en el periodo analizado (1998-2002) por
ser miembros del cuerpo de custodia y vigilancia de dicho establecimiento en
esa época.
Las entrevistas
1- Ariza e Iturralde, “‘You don’t respect me, but I’m worthy of respect’”; Ariza e Iturralde, “The Bullet
in the Glass: War, Death, and the Meaning of Penitentiary Experience in Colombia”.
13
i. Y, por último, su vida durante el tiempo de privación de la libertad en el
Sistema Penitenciario y Carcelario.
Las fichas de los casos están estructuradas en 5 partes. La primera parte con-
tiene los datos sobre los hechos al momento de su captura. En la segunda parte
se identifica el modus operandi en los hechos objeto del ilícito internacional. La
tercera parte trata sobre los hechos por los que atraviesa durante la privación
de la libertad. La cuarta y última parte, retoma la identificación de los modus
operandi y la ubicación donde se encuentra el archivo en físico correspondiente
a cada ficha.
Patrones de macrocriminalidad
En una primera parte, se hizo una revisión de los instrumentos normativos in-
ternacionales sobre la prohibición de la tortura y otros tratos o penas, crueles,
inhumanas o degradantes. Luego, se seleccionaron aquellos que habían sido
ratificados por Colombia para exponerlos como fuente obligatoria de cumpli-
miento por parte del Estado colombiano.
14
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Y, finalmente, se realizó la distinción entre los que se considera tortura y los que
se consideran tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes, de acuerdo con
los instrumentos y la jurisprudencia de las cortes internacionales.
Responsables
Una vez se expusieron los relatos de las víctimas, se identificaron los patrones de
macrocriminalidad y se desarrolló el marco jurídico de la tortura y otros tratos
o penas crueles, inhumanos o degradantes, de la misma manera, se desarrolló lo
referente a la responsabilidad del Estado, lo que llevó a la identificación de los
máximos responsables y aquellos que tuvieron una participación determinante
en la comisión de estos crímenes internacionales. La parte referente a la respon-
sabilidad individual ha sido omitida en el presente informe impreso, ya que la
información original fue entregada directamente a la SRVR.
Petición
15
PRÓLOGO
T
res años y medio después de la firma del Acuerdo de Paz que puso fin a 52
años de conflicto armado entre las FARC EP y el Estado colombiano, aún
quedan en prisiones colombianas al menos doscientas personas priva-
das de la libertad, a pesar de haber sido acreditadas como antiguos insurgentes
integrantes de las FARC-EP, y por lo tanto, ser personas acreedoras, bien de la
amnistía establecida en el Acuerdo de Paz y en la ley 1820 de 2016, o bien de
medidas de excarcelación establecidas en la anterior ley, en el Acuerdo de Paz y
en distintas normas complementarias acordadas posteriormente.
16
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Esta percepción social distorsionada sobre las causas reales de los problemas del
país, también ha creado una tremenda asimetría a la hora de mostrar la realidad
de las víctimas y de los victimarios, de forma que en el imaginario social co-
lectivo colombiano no existe una percepción de que el mayor victimario en el
conflicto armado colombiano -con diferencia-, según se acredita con los da-
tos en poder del Estado generados por la Unidad de Víctimas- han sido los
17
grupos paramilitares, colaboradores y en muchos casos auxiliadores de la fuerza
pública. Sin embargo, la opinión pública urbana, la mayoritaria en el país, si-
gue creyendo que el principal victimario del conflicto ha sido la insurgencia,
desconociendo que no solo esa realidad no es cierta, sino que la insurgencia
campesina surge a su vez como consecuencia de un proceso de victimización al
campesinado colombiano durante décadas.
Por todo ello este trabajo es muy necesario, para mostrar otra visión de las con-
secuencias del conflicto y de la victimización también sufrida por los y las com-
batientes insurgentes y sus familias. No pretendo decir que esta visión sea más
objetiva o más pegada a la realidad que otras. Cada quien deberá valorarlo. Pero
desde luego sí puedo afirmar que es una visión que muestra una realidad hasta
ahora ignorada, una realidad molesta que no ha querido ser reconocida, porque
de reconocerse muchos de los hasta ahora considerados héroes aparecerán más
bien como villanos, como responsables de tratos inhumanos, crueles, degradan-
tes y torturas. En todo caso, sí se trata de una realidad que sistemáticamente ha
sido ocultado a la opinión pública colombiana.
Este trabajo se divide en cinco ejes temáticos. Uno primero sobre la configu-
ración de un derecho penal del enemigo que fue desarrollándose a lo largo de
los años del conflicto, a través de distintas políticas contrainsurgentes, políticas
anticomunistas y políticas de “narcotización” del conflicto.
18
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Como es sabido, está masacre no ha sido la única llevada a cabo por grupos
paramilitares con la connivencia de agentes del Estado, sino una más de esa
larga y dolorosa lista de crímenes contra la humanidad, como las masacres de
población civil ocurridas en Trujillo, en Riofrío, en Bolívar, en La Rochela, en El
Salado, en la Comuna 13, en El Aro…siempre mediante acción combinada entre
agentes del Estado y grupos paramilitares.
19
Lamentablemente ha sido algo permanente la falta de respeto al Acuerdo de Paz,
y en concreto a los textos aprobados en el Teatro Colón y posteriormente trasla-
dados a la Constitución colombiana y desarrollados a través de distintas normas
legales. El “santanderismo” colombiano está a punto de dañar irreparablemente
un Acuerdo de Paz construido con minuciosidad durante cuatro intensos años
de trabajo que dieron lugar a un texto, -el aprobado finalmente en noviembre de
2016 tras modificarse el inicialmente acordado en agosto de ese año-, que fue
saludado por los especialistas en resolución de conflictos de todo el mundo y
por la academia especializada como el modelo más acabado hasta el momento.
En especial respecto al sistema de justicia para la paz que contenía, innovador en
cuanto a situar la justicia restaurativa en su eje central y capaz así de garantizar
los derechos a la verdad, a la justicia, a la reparación, la no repetición y a la vez
construir la paz en el posconflicto, mediante la construcción del denominado
Ius post bellum.
20
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
21
La realidad es que la tarea cotidiana de la Jurisdicción Especial para la Paz se está
centrando, en una proporción muy elevada, sobre las responsabilidades ya re-
conocidas por los antiguos combatientes insurgentes y también ya examinadas
hasta la saciedad por los tribunales colombianos durante el conflicto. Mientras,
cuesta avanzar respecto al examen de las responsabilidades derivadas del con-
flicto que no fueron las más perseguidas en su momento por la justicia colom-
biana a lo largo de los últimos cincuenta años, las derivadas de las actuaciones
de los grupos paramilitares y de los agentes del Estado. Prácticamente nada se
ha avanzado respecto al examen de las responsabilidades de terceros, siendo lo
cierto que el marco del posible examen de estas responsabilidades fue limitado
en su momento, -también arbitrariamente y en contra del contenido del Acuer-
do de Paz- por la justicia ordinaria colombiana, a través de distintas resoluciones
de las altas Cortes.
Este trabajo también nos recuerda una trágica realidad muchas veces minusva-
lorada, que hoy no puede volver a repetirse en Colombia. Hechos que responden
a planes criminales que no podrían haberse llevado a cabo sin la planificación
e intervención sostenida de distintos actores, pero entre ellos también agentes
del Estado. El exterminio de la Unión Patriótica (UP), nacida en los acuerdos de
La Uribe de 1984, así como la tortura y tratos inhumanos crueles y degradantes
infringidos de forma sistemática a líderes políticos, sindicales, populares, y por
supuesto, a insurgentes tras su captura y en especial durante el tiempo de reclu-
sión en las cárceles. El texto describe, no de forma exhaustiva pero si mediante
una amplia enumeración de una serie de casos debidamente documentados, dis-
tintos supuestos que describen diferentes formas de tortura empleadas de for-
ma sistemática por agentes del Estado, entre las cuales se describen algunas de
especial crueldad que de ser investigadas y en caso de acreditarse su veracidad,
22
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
sometidas a la Justicia Especial para la Paz, como serían las amputaciones ar-
bitrarias e innecesarias de órganos por operadores sanitarios al servicio de la
fuerza pública. Los datos aportados nos muestran una realidad que debe abrirse
a la verdad plena, detallada y exhaustiva. Entre 1988 y el año 2003 se documen-
taron más de doce mil ejecuciones extrajudiciales, y ascienden a 3.259 los casos
que han sido documentadas como “falsos positivos” entre los años 2002 y 2011.
A esto hay que añadir los 60.630 desaparecidos forzosos datados entre 1970 y el
año 2015, y las masacres y desapariciones forzosas ocurridas dentro de las cárce-
les, en recintos donde el Estado tenía una evidente obligación de hacer guardar
el orden y la seguridad de las personas internas. Recuérdese lo ocurrido entre los
años 1999 y 2003 en la cárcel Modelo de Bogotá, donde incluso los paramilitares
que gobernaban de facto la prisión habilitaron espacios para la tortura. Como
epílogo de ese proceso de degradación de la actuación de numerosos servidores
públicos, este trabajo también menciona lo relativo al Departamento Adminis-
trativo de Seguridad (DAS), la policía de investigación que acabó convirtién-
dose en policía política y que tuvo que ser disuelto por orden judicial en el año
2012, tras ser definida como una auténtica organización criminal.
23
PRESENTACIÓN
E
l presente informe explica cómo el Estado colombiano, desde la segunda
mitad del siglo XX, ha consolidado una política contrainsurgente basada
en una estrategia estatal antisubversiva y soterrada. Dicha estrategia em-
plea el sistema penal y la Fuerza Pública para “neutralizar” a lo que se considera
“adversario” bajo la lógica del “enemigo interno”. Para tal efecto, agentes del Es-
tado han usado diferentes prácticas como la tortura y otros tratos o penas cru-
eles, inhumanos o degradantes contra guerrilleros de las extintas FARC-EP. En
este orden de ideas, de acuerdo con los patrones de macrocriminalidad que se
identifican en el documento, se puede evidenciar la configuración de crímenes
de guerra y de lesa humanidad contemplados en el corpus iuris del Derecho In-
ternacional y que fueron cometidos por agentes del Estado.
24
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
1- Conjunto de principios actualizado para la protección y la promoción de los Derechos Humanos me-
diante la lucha contra la impunidad Doc. ONU E/CN.4/2005/102/Add.1; Resolución sobre impunidad,
número 2005/81 de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas (por medio de la cual toma
nota del Conjunto actualizado de principios como directrices que ayuden a los Estados a desarrollar me-
didas eficaces para luchar contra la impunidad, reconoce la aplicación regional y nacional de los Princip-
ios y adopta otras disposiciones al respecto) Doc. ONU E/CN.4/RES/2005/81; Resolución sobre el derecho
a la verdad, número 2005/66 de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas (en la cual toma
nota con reconocimiento del Conjunto actualizado de principios y adopta otras disposiciones al respecto)
Doc. ONU E/CN.4/RES/2005/66.
2- En palabras de la Corte: “El juzgamiento y la sanción pueden dirigirse a los máximos responsables.
Aunado a lo anterior, (iii) se ha admitido la posibilidad de adoptar criterios de priorización y selección en
la investigación y juzgamiento, con el fin de cumplir objetivos tales como desvelar estructuras y patrones
de macrocriminalidad.”, Corte Constitucional, sentencia C-007 de 2018, M.P. Diana Fajardo Rivera,
párr. 394. Inciso quinto, artículo transitorio 12, artículo 1.; Para estos efectos, la SRVR entiende que la
categoría de máximo responsable no corresponde necesariamente, ni exclusivamente a aquellas personas
que ocupan un alto mando o un estatus de líder en el grupo armado. Esta categoría involucra el análisis
del rol especifico y el grado de participación de la persona en la comisión de un delito, entre otros. Al re-
specto, se puede consultar la sentencia C-579 de 2013. En esta providencia la Corte señaló : “(…) De esta
manera, el concepto de máximo responsable no se identifica con el de jefe del grupo o bloque, como se ha
entendido incorrectamente, sino con criterios relacionados con un nexo con el plan o política de violencia
organizada, para lo cual se han utilizado diversos criterios” (..) “En conclusión, a partir de los criterios
internacionales anteriormente expresados se puede señalar que el máximo responsable es aquella persona
que tiene un rol esencial en la organización criminal para la comisión de cada delito, es decir, que haya:
dirigido, tenido el control o financiado la comisión de los delitos”. Por su parte, la Directiva 02 de 2015
de la Fiscalía General de la Nación precisa que el concepto de máximos responsables incluye “aquellas
personas que, independientemente de la posición que ocupaban en la estructura delictiva, han cometido
o tienen responsabilidad directa en la comisión de delitos particularmente graves”.
3- La obligación de brindar un tratamiento simétrico y equitativo, pero diferenciado a los miembros de
la Fuerza Pública surge del Acuerdo. Este mandato también está incorporado en la Constitución en los
artículos transitorios 17 y 21 del Título transitorio incorporado por el Acto Legislativo 01 de 2017.
25
conductas graves y representativas, así como la identificación de las víctimas con
el ánimo de garantizar el debido proceso en la investigación y la protección de la
identidad de las víctimas.
Si este fuera el caso, habría razones objetivas para que se activaría el principio
de complementariedad contemplado en el Estatuto de Roma de la Corte Penal
Internacional (CPI)4, en cuyo caso la CPI tendría competencia para investigar,
juzgar y sancionar a los principales responsables de crímenes internaciona-
les cometidos después de la firma del Estatuto de Roma por parte del Estado
Colombiano. En igual sentido, por medio del principio de subsidiariedad del
Sistema Interamericano de Derechos humanos, se activaría la competencia de la
Corte Interamericana de Derechos humanos5.
26
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
El informe será ampliado con una posterior entrega que incluirá nuevos casos
representativos y, adicionalmente, se encargará de demostrar los patrones de
macrocriminalidad que configuran el crimen de guerra de desaparición forzada
durante la captura de combatientes guerrilleros de las extintas FARC-EP.
27
TORTURAS
Nada ha cambiado.
El cuerpo es doloroso,
necesita comer, respirar y dormir,
tiene piel fina y, debajo, sangre,
tiene buenas reservas de dientes y de uñas,
huesos quebradizos, articulaciones dúctiles.
Para las torturas todo se tiene en cuenta.
Nada ha cambiado.
El cuerpo tiembla como temblaba
antes y después de la fundación de Roma,
en el siglo veinte antes y después de Cristo,
las torturas son como fueron, aunque la tierra ha menguado
y diríase que todo sucede a la vuelta de la esquina.
Nada ha cambiado.
Salvo el número de habitantes por metro cuadrado,
a las viejas culpas se suman nuevas,
reales, imputadas, momentáneas y nulas,
pero el grito del cuerpo que las avala
era, es y será un grito de inocencia
según el baremo y escala seculares.
Nada ha cambiado.
Quizás los modales, las ceremonias y las danzas,
pero el gesto de brazos protegiendo una cabeza
sigue siendo el mismo.
El cuerpo se retuerce, forcejea para liberarse,
cae postrado, dobla las rodillas,
lividece, se hincha, babea y sangra.
Nada ha cambiado.
Salvo el curso de los ríos,
la línea de los bosques, costas, desiertos y glaciares.
Por esos parajes el alma yerra,
desaparece, vuelve, se acerca y se aleja,
ajena a sí misma e inasequible,
ora segura, ora insegura de su existencia,
mientras el cuerpo es, es y sigue siendo,
y no tiene donde cobijarse.
ij
(Por Wislawa Szymborska)
CAPÍTULO I.
CONTEXTO HISTÓRICO
INTRODUCCIÓN
E
l 14 de julio de 1997 comenzó la semana más oscura para los cerca de diez
mil habitantes de Mapiripán, en el departamento del Meta. Miembros de
las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), pertenecientes a las Auto-
defensas Unidas de Córdoba y Urabá (AUCC), llegaron al municipio con el fin
de reprimir a los supuestos colaboradores de las Fuerzas Armadas Revolucio-
narias de Colombia (FARC-EP). A pesar de que las brigadas del Ejército Nacio-
nal que operaban en la zona tenían conocimiento, no sólo de la movilización
de tropas por parte de las AUC sino también de lo que sucedía en Mapiripán,
decidieron no intervenir militarmente para detener a las fuerzas paraestatales.
Esta acción militar de lucha contrainsurgente derivó en una de las masacres más
brutales del conflicto armado colombiano. Durante el tiempo que duró la ocu-
pación paramilitar del municipio, que se extendió hasta el 20 de julio de 1997,
civiles señalados de ser colaboradores de la guerrilla fueron ejecutados, mien-
tras que centenares de personas fueron desplazadas forzadamente1.
1- Banco de Datos de Derechos Humanos y Violencia Política, “La masacre de Mapiripán”, 175-185.
2- Cfr. “El secreto de Mapiripán”.
32
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Estos eventos de reconocida brutalidad en el uso de la fuerza por parte del Esta-
do y los grupos paramilitares, que han sido ampliamente documentados3 y reco-
nocidos por la jurisprudencia nacional e internacional4, muestran sólo una parte
de las numerosas y graves vulneraciones de derechos humanos que tuvieron
lugar en la lucha estatal contrainsurgente. Una gran cantidad de las vulneracio-
nes de derechos que tuvieron lugar como resultado de la lucha antisubversiva se
manifiestan no sólo en numerosos casos, cuya documentación sigue en proceso,
sino que son resultado de un diseño estructural que permitía al Estado colom-
biano la ampliación y abuso de sus poderes para combatir la insurgencia a través
de mecanismos aparentemente legales.
3- Banco de Datos de Derechos Humanos y Violencia Política, “La masacre de Mapiripán”; Banco de
Datos de Derechos Humanos y Violencia Política, “Deuda con la Humanidad”; Banco de Datos de
Derechos Humanos y Violencia Política, “Comuna 13, la otra versión”; Banco de Datos de Derechos
Humanos y Violencia Política, “Deuda con la Humanidad 2”; Centro Nacional de Memoria Históri-
ca, La Rochela; Centro Nacional de Memoria Histórica, La masacre del Salado; Centro Nacional de
Memoria Histórica, La masacre del Tigre; Centro Nacional de Memoria Histórica, Silenciar la democ-
racia.
4- Entre otros, se encuentran los casos con radicados 50001-23-31-000-1999-40139-01(34252) y
50001-23-31-000-1999-00384-01(31203) del Consejo de Estado; la Sentencia SU-1184 de la Corte
Constitucional, MP. Eduardo Montealegre Lynett; la Sentencia 35113 del 5 de junio de 2014 emitida
por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, los casos de la masacre de Mapiripán; la masacre de
la Rochela; la masacre de Santo Domingo, la masacre de Ituango, en los que el Estado colombiano fue
condenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
5- Por ejemplo, entre muchos otros casos, durante la incursión militar en la Comuna 13 de Medellín,
además de los numerosos muertos, heridos y desaparecidos, se registró la detención arbitraria de
55 personas. Cfr. Banco de Datos de Derechos Humanos y Violencia Política, “Comuna 13, la otra
versión”, 14. Sobre detenciones ilegales puede verse también Centro de Estudios en Derecho y Socie-
dad (DeJusticia), Que nos llamen inocentes, donde se documentan y narran las historias de personas
detenidas arbitrariamente en el Carmen de Bolívar.
6- Coalición Colombiana Contra la Tortura, Tortura y tratos o penas crueles, inhumanos o degra-
dantes en Colombia.
7- Sobre este aspecto se profundizará más adelante.
33
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
dos sistemas penales independientes: uno para enfrentar los delitos ordinarios
y otro para someter a la insurgencia. Estos dos sistemas terminaron por con-
verger8 para crear un aparato penal que, con la excusa del conflicto armado, fue
paulatinamente minando la legitimidad en un Estado de Derecho en el que el
ejercicio del poder punitivo debería tener límites constitucionales claros9.
Con el fin de probar esta hipótesis, en este texto se documenta la forma en que
la política criminal del Estado colombiano se estructuró para enfrentar la sub-
versión, particularmente entre 1992 y 2018. Con tal fin, el escrito se enfoca en
mostrar los discursos políticos que buscaron justificar las intervenciones del sis-
tema punitivo y los mecanismos normativos a los que se acudió para utilizar el
derecho penal como herramienta de guerra contra los grupos guerrilleros. Así
mismo, el informe dará cuenta de la forma en que los organismos del Estado,
8- Esto es ampliamente mostrado por Iturralde y Aponte Cardona. Al respecto Cfr. Aponte Cardona,
Guerra y derecho penal del enemigo; Iturralde, Castigo, liberalismo autoritario y justicia penal de
excepción; Iturralde, “Emergency penality and authoritarian liberalism”.
9- Cfr. Sotomayor Acosta y Tamayo Arboleda, “La nueva ‘cuestión penal’ y los retos de una ciencia
penal garantista”; Zaffaroni, Alagia y Slokar, Derecho penal, 3-18.
10- Los casos de desapariciones y detenciones ilegales son ejemplo de esto. Al respecto véase la sección
sexta del texto.
11- Este asunto será analizado en detalle más adelante.
34
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Una de las narrativas centrales que explicó y legitimó el surgimiento de los Esta-
dos europeos fue la de la soberanía. Desde los textos de Hobbes, la idea de que
la construcción del Estado depende de su capacidad de controlar el territorio
del país y administrar de forma exclusiva el uso de la fuerza se convirtió en un
35
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
En estas concepciones primigenias sobre lo que es, debe ser y debe hacer el Es-
tado, la defensa de este aparece como condición de su existencia. La institucio-
nalidad debe ser protegida a través de los mecanismos violentos de los cuales
dispone el Estado: las fuerzas militares y de policía, y el aparato de justicia penal.
El problema, como bien lo muestran Aponte Cardona y Jakobs en sus análi-
sis sobre las narrativas Hobbesianas del Estado13, es que las ideas iniciales del
contractualismo, que suponían la voluntad individual de hacer parte del Estado
como mecanismo de garantía del bien común, dividieron a la población en dos
segmentos: los ciudadanos y los enemigos de la organización estatal. Esto tuvo
como consecuencia que las oposiciones flagrantes a la organización, es decir,
aquellas que amenazaban la ficción estatal -de forma material o simbólica-, se
concibieran como elementos que debían ser completamente erradicados a través
de los mecanismos dispuestos por el sistema punitivo del Estado y, de ser nece-
sario, a través de la fuerza militar.
36
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Estado, aunque fuera meramente ideológica, como un atentado contra las bases
mismas de la convivencia social. Como argumenta la autora, la preocupación
por la consolidación de un Estado capaz de gobernar la violencia conducía al
otorgamiento de amplias potestades para ejercer la fuerza en contra de cualquier
brote etiquetado de revolucionario15.
2. Anticomunismo y contrainsurgencia
37
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
cono sur. Las dictaduras militares en Argentina, Chile, Uruguay y Brasil fue-
ron reflejo de la organización de los discursos de eliminación física y jurídica
de la oposición política. El despliegue de herramientas jurídicas que ampliaban
el poder penal del Estado y de prácticas por fuera de la legalidad ejemplifican
las políticas de los Estados latinoamericanos, bajo la doctrina de la Seguridad
Nacional, para enfrentar la disidencia política. El surgimiento de grupos gue-
rrilleros en diversas partes del continente era para los Estados latinoamericanos
la confirmación de la necesidad de reprimir y suprimir la diferencia política
para que no derivara en violencia insurgente, así como una razón para expandir
su discrecionalidad en la implementación de herramientas de lucha contra los
enemigos políticos.
18- Desde comienzos del siglo XX, Colombia ha sido gobernada, de forma casi ininterrumpida, bajo
un régimen constitucional y democrático que consagra, al menos formalmente, la separación de los
poderes ejecutivo, legislativo y judicial, y donde las fuerzas militares se someten al orden constitucio-
nal y legal.
38
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
19- Las zonas de rehabilitación fueron espacios del territorio en los que, debido a los problemas de
orden público, se ampliaron los poderes de las fuerzas militares mediante el uso de medidas de Estado
de Sitio. Al respecto, véase más adelante en detalle.
20- González González, Poder y violencia en Colombia, 317-369.
39
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
21- Vega Cantor, Injerencia de los Estados Unidos, contrainsurgencia y terrorismo de Estado.
22- Rempe M., “The Origin of Internal Security in Colombia”.
23- Vega Cantor, Injerencia de los Estados Unidos, contrainsurgencia y terrorismo de Estado.
40
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
muro de Berlín, la lucha contra las drogas, que se convirtió en la nueva cruzada
mundial de Estados Unidos, apuntaba con fuerza a Colombia. El surgimiento y
consolidación de los grandes carteles de la droga en el país, durante la década
de los ochenta, y su incidencia en el tráfico mundial de drogas, fueron clave
en el direccionamiento de la cooperación financiera y militar entre Colombia y
Estados Unidos24.
Sin embargo, el mayor impacto de la guerra contra las drogas en el manejo del
problema subversivo se dio a partir de la década de los noventa, con la caída de
los grandes carteles colombianos de la droga (el de Medellín y el de Cali) y la
consecuente “narcotización del conflicto armado”25. El proceso de narcotización
del conflicto armado se dio de manera paulatina en la medida en que diferen-
tes grupos guerrilleros y paramilitares utilizaron actividades relacionadas con el
tráfico de drogas como una forma de financiación. Lo anterior derivó en que la
lucha contrainsurgente dejase de ser, al menos exclusivamente, un problema de
lucha contra el enemigo comunista, sino un asunto de control del mercado y la
violencia generados por el tráfico de drogas ilegales.
La enorme inversión en las fuerzas de seguridad del Estado que se derivó del
Plan Colombia sirvió de factor disuasivo de negociación del Estado colombiano
en el proceso de paz con las FARC-EP, iniciado por el gobierno Pastrana (1998-
2002). Sin embargo, el 25 de febrero de 2002, el presidente Pastaran ordena la
retoma de la zona de distensión, llevando al fracaso el proceso de paz y a la pos-
terior elección del gobierno Uribe (2002-2010), cuya política de Seguridad De-
mocrática se basaba en la derrota militar de la subversión y sus colaboradores.
24- Cfr. Rosen y Zepeda Martínez, “La guerra contra las drogas y la cooperación internacional”; Tick-
ner, “Tensiones y consecuencias indeseables de la política exterior estadounidense en Colombia”;
García Pinzón, Cooperación y seguridad en la guerra contra las drogas.
25- Iturralde, Castigo, liberalismo autoritario y justicia penal de excepción, 83-84.
26- García Pinzón, Cooperación y seguridad en la guerra contra las drogas, 138-159; Iturralde, Casti-
go, liberalismo autoritario y justicia penal de excepción, 186-202.
41
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
Durante los primeros años del gobierno Uribe Vélez se realizaron capturas ma-
sivas y asesinatos de población civil dirigidos, presuntamente, a la persecución
42
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Durante los años 50, siempre bajo Estado de Sitio, se creó una jurisdicción es-
pecial para perseguir a los enemigos del Estado, a través del Decreto Legislativo
54 de 1954, y se ampliaron los poderes del Ejército Nacional para la realización
de capturas de civiles sospechosos, a través de Decreto Legislativo 12 de 1959.
Estas potestades fueron ampliadas aún más a través de los Decretos Legislativos
4 de 1960 y 7 de 1961. Todas estas normas de excepción continuaron con la
31- Durante el gobierno Uribe se ejecutaron capturas masivas y selectivas de personas. Cfr. CINEP
y Justicia y Paz, Comuna 13: la otra versión; Iturralde, Castigo, liberalismo autoritario y justicia pe-
nal de excepción, 229-304. Así mismo, se intentó una reforma constitucional, Acto Legislativo 02 de
2003, conocido como el Estatuto Antiterrorista, para autorizar a las fuerzas de seguridad del Estado a
realizar detenciones y allanamientos sin órdenes judiciales. Dicho acto fue declarado inconstitucional
por la Corte Constitucional.
32- Observatorio de Derechos Humanos y derecho humanitario, Libertad, 75
33- Para datos detallados sobre falsos positivos, ver la sección 7.
34- Cfr. Pérez Toro, Vanegas Yepes y Álvarez Martínez, Estado de derecho y sistema penal.
43
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
expedición del Decreto Legislativo 1290 de 1965, que le dio a la Justicia Penal
Militar la competencia de juzgar a personas acusadas del delito de rebelión, el
cual fue gradualmente desdibujándose al relacionarlo con otras conductas como
el concierto para delinquir o el terrorismo, que desconocen el contenido político
del delito de rebelión35. Estas competencias serían refrendadas a través de los
Decretos Legislativos 1661 y 1665 de 1969.
La justicia penal de excepción que se configuró durante las décadas del cincuen-
ta y sesenta del siglo pasado continuaron hasta la promulgación de la Consti-
tución de 1991, que reformó los estados de excepción (entre ellos el estado de
Sitio, que pasó a llamarse Estado de Conmoción Interior) con el fin de limitar su
duración y los poderes del Ejecutivo.
35- Sobre el asunto se pronunció Jaime Pardo Leal en una entrevista concedida al periodista Carlos
Arango, en la Universidad Autónoma de Colombia en Octubre de 2007, sobre el delito político en
Colombia.
36- Iturralde, Castigo, liberalismo autoritario y justicia penal de excepción.
44
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Aunque las potestades para realizar capturas sin orden judicial de personas sos-
pechosas de participar en actividades ligadas a la insurgencia, el terrorismo y el
narcotráfico fueron restringidas, siguen vigentes a través de la permisión excep-
cional de capturas sin orden judicial en aquellos eventos en los que se demuestre
la imposibilidad de acudir previamente ante un Juez de Control de Garantías
para obtenerla, que contiene la Ley 906 de 2004.
De otra parte, los incrementos de penas para los delitos relacionados con la in-
surgencia, el terrorismo y el narcotráfico no sólo fueron incorporados a la legis-
lación ordinaria a través de las Leyes 365 de 1997 y 599 de 2000, sino que fueron
extremados con las Leyes 732 de 2002 y 890 de 2004. La restricción de beneficios
penales que apareció durante la época de la excepción, fueron incorporadas de
forma permanente al Código Penal a través de las Leyes 733 de 2002, 1142 de
2007, y han sido endurecidos posteriormente con las leyes 1153 de 2011 y 1409
de 2014.
Además de estas medidas, otros mecanismos sirvieron para dar forma al aparato
penal del Estado dirigido a la persecución y derrota de la insurgencia. Una pri-
mera estrategia fue la disposición de mecanismos jurídicos abiertamente ilega-
les pero que lograban cumplir una función represora por un periodo de tiempo.
Varios de los Decretos Legislativos, Decretos y Leyes expedidos durante los años
ochenta y noventa del siglo pasado y el comienzo del presente siglo violaban
abiertamente la Constitución, pero produjeron efectos mientras eran declarados
inconstitucionales.
Los Decretos Legislativos 180 de 1988 y 264 de 1993, los Decretos 1.370 de 1995
y 3.929 de 2008, las Leyes 15 de 1992 y 684 de 2001, y el Acto Legislativo 002
de 2003, que otorgaban amplios poderes a los aparatos represivos del Estado,
37- Esto, a raíz de un fallo de la Corte Suprema de Justicia, que declaró que la atribución de funciones
de investigación y juzgamiento de civiles por parte de las fuerzas militares era violatoria de la Consti-
tución.
45
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
38- Véase Aponte Cardona, Guerra y derecho penal del enemigo; Jakobs, “Derecho penal del ciudada-
no y derecho penal del enemigo.”
39- Cfr. Aponte Cardona, Guerra y derecho penal del enemigo.
46
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Desde los años veinte del siglo pasado, en Colombia se ha ido gestando una
fuerte ideología en contra de los grupos de izquierda en general y, más especí-
ficamente, en contra de los movimientos políticos de corte comunista, que se
extendió posteriormente a los grupos insurgentes, entendidos como manifes-
taciones armadas de estas tendencias políticas. La idea de la contrainsurgencia
caracteriza las formas tempranas de rechazo ideológico de los movimientos de
izquierda. Durante el siglo XX se gestaron diversos instrumentos jurídicos para
reprimir legalmente los movimientos ligados a diferentes formas de protesta so-
cial, con la excusa de la necesidad de preservar el orden público. Junto a estas
medidas, se desplegó un discurso estigmatizador de los movimientos sociales,
particularmente de trabajadores, estudiantiles y campesinos, y un apoyo institu-
cional a la conformación de grupos de autodefensa ciudadana para controlar las
movilizaciones sociales tachadas de tener una ideología de izquierda que ponía
en peligro el ordenamiento.
A comienzos del siglo XX, la preocupación por enfrentar las movilizaciones so-
ciales se plasmó en la Ley 69 de 1928, comúnmente conocida como Ley Heroica.
Dicha Ley no sólo amplió las potestades del gobierno nacional para perseguir
y detener a los manifestantes, sino que confirió la competencia del juzgamiento
de ciertos delitos a Jueces dependientes de la Policía Nacional. Ignacio Rengifo,
ministro de Guerra al final de los años veinte del pasado siglo, ante la demora en
la implementación de la Ley Heroica afirmó que:
47
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
Este proceso se consolidaría durante los años ochenta del siglo pasado con el
surgimiento de los grupos paramilitares. Durante los años ochenta no sólo sur-
gieron un sinnúmero de pequeñas agrupaciones paramilitares42, sino que tam-
bién tuvo lugar uno de los eventos más representativos de la acción paramilitar
en connivencia con el Estado: el exterminio de la Unión Patriótica. Después
de las negociaciones de paz entre el gobierno nacional y las FARC-EP en el
año 1984, a través de los Acuerdos de la Uribe, se creó el movimiento políti-
co Unión Patriótica. Dicho movimiento fue sistemáticamente perseguido por
agentes del Estado y paramilitares hasta el punto de que fue reconocido como
un genocidio político43.
40- “Texto de la circular del ministro de guerra dr. Ignacio Rengifo a todas las autoridades seccionales”
41- Velásquez Rivera, “Historia del paramilitarismo en Colombia”.
42- Entre estos, se encontraban los grupos: Muerte a Secuestradores, el Escuadrón de la Muerte,
Muerte a Abigeos, Castigo a Firmantes o Intermediarios Estafadores (CAFIES), Prolimpieza del Val-
le del Magdalena, Movimiento Anticomunista Colombiano, el Escuadrón Machete, Mano Negra los
Criollos y Black Flag, entre otros. Sobre el tema, ampliamente, Velásquez Rivera, “Historia del para-
militarismo en Colombia”.
43- Cepeda, “Genocidio Político”.
48
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
44- Algunas de las más representativas se encuentran documentadas en decisiones de la Corte Inter-
americana de Derechos Humanos que hallaron responsable al Estado colombiano, como en los casos
de la masacre de Mapiripán, la masacre de la Rochela, la masacre de Santo Domingo y la masacre de
Ituango.
49
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
50
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
46- Gallego García, “La protección de la población civil contra los efectos de las hostilidades en los
conflictos armados internos”.
51
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
Sin embargo, las formas de recolectar este tipo de información plantean difi-
cultades para entender el fenómeno de forma compleja. De una parte, es más
que probable que exista un subregistro de los abusos y violación de derechos y
garantías por parte de agentes estatales en contra de miembros de las guerrillas
o de personas señaladas de colaborar con estas.
52
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Entre los años 1998 y 2003, el informe alternativo presentado al Comité contra
la Tortura de la Organización de Naciones Unidas (ONU) reporta 1593 casos
de tortura y, entre 2003 y 2008, se registraron 899 eventos, la mayoría de ellos
ejecutada por miembros del Estado y miembros de grupos paramilitares (ver
Gráfico 1). La diferencia de las cifras reportadas, según la fuente, es muestra
del subregistro que se da en este tipo de casos. Este subregistro no es atribuible
a una indebida recolección de información por parte del Banco de Datos sobre
Derechos Humanos y Violencia Política, sino a la atomicidad de esta. El infor-
me del comité alternativo toma en cuenta no sólo los datos de dicho banco,
sino denuncias presentadas ante otros entes del Estado u Organizaciones No
Gubernamentales.
53
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
200
200
160
140
120
100
80
60
40
20
Por otro lado, entre 2010 y 2014 se registraron 349 casos de tortura, la mayoría
perpetradas por la Fuerza Pública y grupos paramilitares (ver Gráficos 2 y 3).
No obstante, la información disponible no establece quienes fueron víctimas de
las torturas o si éstas se produjeron por su supuesta pertenencia a un grupo sub-
versivo. A pesar de esto, dado que la mayoría de los casos de tortura son atribui-
dos a miembros del Estado, es razonable pensar que un número significativo de
estos se produjo en contra de personas señaladas de pertenecer o colaborar con
grupos insurgentes. También es razonable establecer que un número importante
de dichos casos se produjo en condiciones de detención o retención de este tipo
de sospechosos, lo cual fue favorecido por la legislación penal de excepción, que
daba amplias atribuciones a las fuerzas militares para incomunicar e interrogar a
sospechosos de subversión por largos periodos47, lo que se prestaba para abusos.
54
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
50
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
Paramilitares
No definido
Fuerza pública
Paramilitares en connivencia o
aquiescencia de la fuerza pública
FARC-EP
EPL
55
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
Una muestra de los dos primeros grupos de casos puede encontrarse en la entre-
vista del 23 de septiembre de 2019 realizada a H. M48, quien narra que fue secuestra-
do por personas cuya relación con el Estado desconoce. Una vez fue secuestrado,
56
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
57
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
58
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
En cuanto al segundo aspecto, las mujeres eran sometidas a malos tratos espe-
cíficos por su condición de género. Como lo narra R.C en entrevista realizada el
23 de agosto de 2019, las formas de intimidación a que era sometida por miem-
bros del Estado eran diversas:
A estos casos hay que sumar otros menos evidentes. Por ejemplo, el desmante-
lamiento de los patios para prisioneros políticos en el país resulta problemático
desde el punto de vista del sometimiento a penas crueles o inhumanas. Como
lo muestra un informe de varias organizaciones de apoyo a los prisioneros po-
líticos, la convivencia de estos con otros perfiles de reclusos al interior de las
59
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
cárceles es compleja. Por esta razón se crearon patios diferenciados para alber-
garlos, para minimizar los conflictos con la guardia y otros internos. Sin embar-
go, el desmantelamiento de estos patios, muchas veces como forma de repre-
salia, los obliga a convivir en ambientes, ya de por sí hostiles, que resultan más
riesgosos para personas señaladas de pertenecer a grupos guerrilleros49:
Aunque las agresiones y torturas sufridas en las cárceles por personas señaladas
de ser miembros de grupos subversivos no son causadas exclusivamente por la
guardia, se puede afirmar que el Estado es responsable de todas ellas, por acción
o por omisión. Esto porque, dada la especial relación de sujeción que se esta-
blece entre el Estado y las personas privadas de la libertad, éste asume como un
deber impostergable la garantía de su integridad personal, sin importar quién
pueda atentar contra ella.
60
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Ejecuciones extrajudiciales
En cualquier caso, más allá de cómo se clasifiquen estas prácticas, todas ellas
consisten en asesinatos deliberadamente cometidos por funcionarios del Esta-
do –o personas que actúan en connivencia con estos- en contra de población
civil o de combatientes por fuera de las hostilidades. La detención o retención
previa de estas personas suele favorecer este tipo de prácticas, pues los agentes
estatales pueden de esta forma incomunicarlas, lo que facilita su ejecución y la
impunidad.
Según las cifras del Banco de Datos de Derechos Humanos y Violencia Política,
entre 1988 y 2003 se presentaron 12.398 ejecuciones extrajudiciales (ver Tabla
2). Aunque estas cifras no discriminan el tipo de víctima, es razonable pensar
que muchos de estas prácticas se realizaron en contra de personas señaladas
por los organismos de seguridad del Estado por presuntamente ser miembros o
colaboradores de grupos insurgentes.
51- Corte Constitucional. Sentencia T-153 de 1998.; Corte Constitucional. Sentencia T-388 de 2013;
Corte Constitucional, Sentencia T-762 de 2015.
52- Tamayo Arboleda y Sotomayor Acosta, “¿Penas sin humillaciones? “.
53- Ariza, “Reformando el infierno”; De Dardel y Söderström, The rise and fall of Supermax.
61
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
En cuanto a los “falsos positivos”, esta práctica sigue bajo investigación y su al-
cance aún está por establecerse. Según un informe del Banco de Datos de Dere-
chos Humanos y Violencia Política, el número de falsos positivos entre los años
1984 y 2011 ascendía a 1.741 casos. Estas cifras muestran como la práctica se
incrementó durante el gobierno de Uribe Vélez, y cómo el departamento más
afectado es el de Antioquia (ver Tabla 3).
62
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Aun así, las cifras de dicho informe son incompletas. La Jurisdicción Especial
Para la Paz, en el Auto 005 de 2018, retoma estas cifras, pero las complementa
con datos de otras fuentes. Así, según la Jurisdicción Especial Para la Paz, los
1.741 “falsos positivos” reportados por el Banco de Datos de Derechos Huma-
nos y Violencia Política deben ser complementados con la información aportada
por la Fiscalía General de la Nación, que reporta 2.248 casos entre 1988 y 2014.
Por otro lado, un informe de Verdad Abierta reporta la existencia de 5.700 de-
nuncias y la apertura de 3.430 indagaciones en la Fiscalía por hechos relacio-
nados con “falsos positivos”54. Además de lo anterior, un estimado de “falsos
positivos” entre 2002 y 2011 realizado por ex miembros del Ejército Nacional
afirma que este tipo de casos puede ascender a 3.25955.
63
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
Desapariciones forzadas
5000
1970-2015
4000
3000
2000
1000
0
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
2000
2001
2007
2010
2011
2012
2013
2014
2015
1999
2002
2003
2004
2005
2006
2008
2009
64
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
222
2.598 0.8%
8.9%
4.686
15.9%
13.562
2.368 46.1%
8%
5.849
19.9%
65
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
66
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Tiempo de
condena por delito Número de
de rebelión y personas
conexos
1 a 2 años 20
2 a 5 años 318
5 a 10 años 330
10 a 15 años 81
15 a 20 años 60
20 a 25 años 38
25 a 30 años 47
30 a 35 años 37
35 a 40 años 132
Más de 40 años 49
Tabla 5. Tiempos de condena por delito de rebelión y conexos. Fuente: INPEC. Res-
puesta a derecho de petición, 2020EE0010417, 23 de enero de 2020.
67
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
Número de
Segundo delito por el que se acusa / condena
personas
Homicidio 868
Concierto para delinquir 863
Actos de Terrorismo / Terrorismo 763
Secuestro simple / Secuestro extorsivo 601
Hurto 290
Extorsión 265
Trafico y Porte de estupefacientes 132
Lavado de activos 37
Aborto 4
Acceso carnal violento en persona protegida 2
Tabla 6. Delitos conexos al de rebelión por los que se acusa o condena con más fre-
cuencia. Fuente: INPEC. Respuesta a derecho de petición, 2020EE0010417, 23 de ene-
ro de 2020.
Otro de los problemas de medir el funcionamiento del sistema penal con respec-
to a la estrategia contrainsurgente del Estado es la falta de sistematización y ar-
monización de los datos recogidos por distintas entidades, además de la falta de
investigación cualitativa que haga seguimiento de procesos e identifique prácti-
cas problemáticas con respecto a la garantía de derechos humanos. Un primer
indicio del protagonismo del sistema penal para combatir la insurgencia es que,
según información de la Fiscalía General de la Nación58, de las 10.616 capturas
realizadas en contra de presuntos miembros de las FARC-EP entre 1985 y 2016,
en 8.370 casos se impuso la detención preventiva como medida de aseguramien-
to. Esto quiere decir que en el 78,8% de capturas en contra de presuntos miem-
bros de las FARC-EP se encarceló preventivamente a los capturados.
58- Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC. Respuesta a petición con número de radica-
do 20199430005921, 23 de enero de 2020.
68
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Estas cifras son aún más problemáticas si se tiene en cuenta que en sólo 4.450
de estos casos terminaron en sentencia condenatoria. Es decir que, de los 8.370
privados de la libertad de forma preventiva, 3.920 (46,8%) fueron absueltos. No
obstante, de las 10.616 capturas, solo 111 fueron declaradas ilegales. Todos estos
casos de absolución y detenciones ilegales forman parte de lo que comúnmente
se conoce “falsos positivos judiciales”, en los que personas que no estaban invo-
lucrados en actividades subversivas o contra las cuáles no existían suficientes
pruebas, eran detenidas, procesadas y encarceladas para mostrar la eficiencia del
sistema penal en la lucha antisubversiva.
Hasta la fecha, el Consejo de Estado ha emitido 132 sentencias por hechos rela-
cionados con la falla en el servicio en el marco del conflicto armado. De acuerdo
a la información aportada por el Consejo de Estado, la mayoría de los casos (45,
es decir el 34%) están ligados a falsos positivos judiciales, en que se dio la priva-
ción injusta de la libertad de personas investigadas por su presunta relación con
grupos guerrilleros. Estas personas fueron liberadas después de que las investi-
gaciones precluyeran o de que fueran absueltos por falta de pruebas.
69
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
45
29
19
9 29 10
6
3 3
Lesiones a Ejecuciones Toma, asalto Secuestros, Ataques de Privación Uso Alteraciones otros
personas extrajudiciales y/o ataque homicidios, las AUC injusta de la desmedido durante
privadas de guerrillero torturas libertad por de la fuerza operaciones
la libertad cometidas por preclusión de la contra militares y/o
las FARC investigación o civiles actos
absolución relacionados con
el conflicto
armado
El conflicto armado, con sus discursos y prácticas, se trasladó también a las pri-
siones colombianas, particularmente a partir de los noventa. El fortalecimiento
del aparato punitivo del Estado, que incluyó al sistema penal y al penitenciario,
llevó a la expansión de las cárceles y de su uso como estrategia de control e inca-
pacitación de personas señaladas de pertenecer o colaborar con organizaciones
subversivas. A su vez, la consolidación y expansión del paramilitarismo en este
mismo periodo, incidió en su mayor presencia en las cárceles, lo que llevó a en-
frentamientos armados y luchas de poder con los guerrilleros detenidos en los
mismos centros de reclusión, reproduciendo las dinámicas del conflicto armado
dentro de las prisiones en Colombia.
70
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
59- Alfredo Molano, Penas y Cadenas. Véase también: Joan Canderipo, El cementerio de los hombres
vivos.
60- Ariza e Iturralde, “The Bullet in the Glass: War, Death, and the Meaning of Penitentiary Experience
in Colombia””.
61- Fiscalía Delegada ante los Jueces de Circuito Especializado 251. “Calificación del sumario y acu-
sación a Juan Carlos Cadavid, José William Parra Arroyave, Alber Narváez Mejía y William Gacherná
Castro”, 12 de junio de 2018.
71
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
Todas estas graves violaciones a los derechos humanos perduraron hasta 2003,
año en el cual el Gobierno Nacional y el INPEC adelantaron un operativo sor-
presa que obligó a los miembros de las guerrillas, las autodefensas y sus aliados
a salir de los patios con el fin de trasladar a líderes y miembros de dichos grupos
a diferentes cárceles del país62.
62- Fiscalía Delegada ante los Jueces de Circuito Especializado 251. “Calificación del sumario y acu-
sación”. 4-6.
63- La Fiscalía General de la Nación ha comprobado la desaparición de Joaquín Leonardo Gallego,
Janner Torres y Luis Norberto Osorio. Fiscalía Delegada ante los Jueces de Circuito Especializado 251.
“Calificación del sumario y acusación”, 105-107.
64- Entrevista con tres miembros del cuerpo de custodia y vigilancia de la cárcel la Modelo. 12 de
Diciembre de 2019, Bogotá.
65- Fiscalía Delegada ante los Jueces de Circuito Especializado 251. “Calificación del sumario y acu-
72
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Los guardias entrevistados relatan cómo incluso algunos de ellos fueron secues-
trados dentro de la cárcel con el objetivo de presionar a las autoridades a no rea-
lizar traslados, no desintegrar las estructuras criminales o no realizar requisas
dentro de los patios.
73
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
Otros delitos relacionados con la cárcel Modelo fueron cometidos por fuera de
prisión, incluida la colaboración de personas fuera de la cárcel para ingresar
armas, elementos prohibidos o la participación en la fuga de por lo menos 20
presos a través de un túnel68. Entre estos delitos, es famoso el caso de la entonces
periodista de judiciales de El Tiempo Jineth Bedoya, la cual fue secuestrada en
la entrada de la cárcel Modelo y posteriormente abusada sexualmente en una
camioneta por tres miembros de las AUC69.
Por los hechos y delitos descritos se encuentran acusadas cuatro personas que
eran funcionarios del INPEC durante la comisión de los hechos: Juan Carlos Ca-
david Vélez, José William Parra Arroyave, William Gacharná y Alber Narváez
Mejía Castro71.
Es notable resaltar que las investigaciones en contra de las directivas del INPEC
de la época no han avanzado consistentemente. El director general de la épo-
ca, General (r) Fabio Campo Silva, pudo o debió haber conocido los hechos
74
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Otras directivas del INPEC no han sido formalmente acusadas por la Fiscalía a
pesar de que conocieron e incluso pudieron haber participado de estos hechos.
Un guardia de la época afirmó en entrevista que “(El general) Ricardo Emilio
Cifuentes venía como director del INPEC a las 4:00am en ruana a pasarle revista
a los paramilitares y Alias Pereira (de parte de Carlos Castaño) se los formaba y
le daba parte. Él no formaba a los guardias, pero sí formaba a los paracos como
subordinados de él”72.
Uno de los guardias entrevistados afirmó que dos dragoneantes del INPEC fue-
ron asesinados porque se negaban a seguir las órdenes de los miembros de las
AUC o porque hacían requisas y confiscaban armas y otros elementos prohibi-
dos que se ingresaban al establecimiento. De acuerdo con la declaración de uno
de los guardias de la época, los encargados de la custodia y vigilancia se encon-
traba en abierta desventaja para mantener el orden estatal: “A un dragoneante
que sólo tiene un bastón para hacer cumplir la ley del Estado, le queda muy difícil
contra un fusil AK-47, una Jericho, una Mini Ingram”73.
72- Entrevista con antiguos miembros de la guardia de custodia y vigilancia de la cárcel la Modelo. 12
de diciembre de 2019. Bogotá.
73-Entrevista con antiguos miembros de la guardia de custodia y vigilancia de la cárcel la Modelo. 12
de diciembre de 2019. Bogotá.
75
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
7. Conclusiones
76
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
6. El marco legal creó un contexto propicio para dichas violaciones pues auto-
rizó medidas como las funciones de investigación y juzgamiento de civiles a
las fuerzas militares; las detenciones sin orden judicial; la detención admi-
nistrativa (en manos de fuerzas de policía o militares), sin acceso a un juez
o a un abogado defensor, por periodos prolongados de tiempo; los testigos,
fiscales y jueces sin rostro; la detención preventiva en establecimientos de
reclusión sin pruebas y por periodos prolongados de tiempo.
77
El Uso del Sistema Penal Como Parte de la Estrategia Contrainsurgente en Colombia
78
CAPÍTULO II.
EXPOSICIÓN DE LOS CASOS
REPRESENTATIVOS
Exposición de los Casos Representativos
A
continuación, se expondrán los hechos que constituyen tortura y otros
tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes que sufrieron los ex
integrantes de las FARC-EP al momento de ser capturados y privados
de la libertad en el Sistema penitenciario y carcelario del país; estos casos se ex-
pondrán a través de fichas que han sido elaboradas para tal fin.
Las fichas de los casos están estructuradas en 4 partes. La primera contiene los
datos sobre los hechos al momento de su captura; en la segunda parte se identi-
fica el modus operandi de los hechos que constituyen graves crímenes; la tercera
parte trata sobre los hechos que sufrió la persona durante la privación de la
libertad; la cuarta parte retoma la identificación del modus operandi y la ubica-
ción del archivo en físico correspondiente a cada ficha.
82
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Durante La Captura
1. Vereda Chimbe
del municipio
de Albán del
Departamento de
Cundinamarca.
4. Salto del
Tequendama /
Soacha.
Fecha de los
Mayo de 1995 Responsable [Reservado]
Hechos
83
Exposición de los Casos Representativos
Hechos Relata La víctima que en el mes de mayo de 1995 fue capturado por
miembros de la Policía – SIJÍN mientas departía con uno de sus
compañeros de las FARC-EP. Los hechos ocurrieron en una vereda
llamada Chimbe (Cundinamarca). Señala que, estaba sentado con-
versando con su compañero cuando vio aproximarse unos motori-
zados de la Policía (entre cinco o seis motos y dos carros). En ese
momento, le dijo a su compañero que intentara salir del sitio y que
él lo cubriría. El compañero logró huir, mientras el entrevistado fue
capturado.
84
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
85
Exposición de los Casos Representativos
Señala que, como esto no les funcionó, ya que él no les decía nada,
lo bajaron, lo sentaron y procedieron a envolver en su cabeza la toa-
lla con la cual lo habían cubierto para golpearlo. Se la pusieron en la
cabeza, un policía se le sentó en las piernas y, él otro, por detrás le
presionó la toalla contra la cara. Le inclinaron la cabeza hacía atrás
mientras le echaban agua mezclada con jabón por la nariz, esto su-
cedía mientras los policías le seguían preguntando sobre las caletas
de dinero. Finalmente, la víctima menciona que les decía que lo ma-
taran, pues no quería seguir sufriendo lo que le estaban haciendo.
Luego de esto fue llevado a un tanque de agua donde le pusieron
una bolsa de plástico en la cara. Lo sumergían en el tanque hasta
que la bolsa quedaba sin oxígeno, lo que le producía asfixia. Se-
ñala que estos actos duraron hasta las seis de la mañana, cuando
amaneció.
86
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
1-En la entrevista la víctima manifestó en la primera parte que era llevado a la DIJIN y posteriormente
que fue llevado a la SIJIN, la víctima confunde estos dos cuerpos de inteligencia de la policía.
87
Exposición de los Casos Representativos
Ese día le hicieron firmar un acta de buen trato. Los policías le dije-
ron que la firmara o su padre se moriría , que ellos conocían lo que
hacía y en dónde vivía. En consecuencia, la víctima firmó. Posterior
a esto, lo llevaron a una clínica para que lo atendieran, ya que tenía
los testículos hinchados por las quemaduras que sufrió por parte
de sus captores. Finalmente fue atendido, sin embargo, en la actua-
lidad, la víctima no recuerda a qué clínica fue llevado. Posterior a
esto fue remitido a la cárcel La Modelo de Bogotá.
88
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Modus
1. La víctima luego de ser capturada es llevada a una carrete-
Operandi ra desolada (en la vía que conduce de Albán a Facatativá),
con el objeto de realizarle un interrogatorio.
“Prácticas 2. La víctima es golpeada en el suelo y, simultáneamente, es
específicas y amenazada de muerte mientras en reiteradas oportunida-
necesarias de des le detonan un fusil descargado en la cara. Lo anterior
modo, tiempo, con el objetivo de constreñirla para que dé información
lugar que se sobre caletas de dinero y lugar de ubicación de sus com-
configuran pañeros y mandos del Frente.
en función 3. Al negarse a contestar, la víctima es encapuchada y tras-
de un patrón, ladada hacia la sede de la SIJIN o DIJIN en Bogotá. En el
plan, política, trayecto le ofrecen dinero, casas, carros y protección para
o práctica él y su familia. Al mantenerse en la postura de no contes-
criminal, para tar, recibe golpes por parte de los policías.
perpetrar un 4. Una vez en la sede de la Policía, proceden a llevarlo a un
delito y obtener lugar adecuado para realizar fuertes métodos de interro-
el éxito en su gatorio; lo cuelgan boca abajo, empiezan a golpearlo y le
comisión”². incrustan agujas en la cabeza. Simultáneamente, lo inte-
rrogan sobre el plan de combate del frente al que pertene-
cía y sobre caletas de dinero respecto de las cuales tuviera
conocimiento.
5. Al seguir con la negativa de contestar, proceden a endure-
cer el método de interrogatorio. Le exponen una serie de
artefactos a través de los cuales, infringiendo dolor, ha-
rían que entregara la información requerida. En cumpli-
miento de lo anterior, proceden a descubrir un alicate y,
con el mismo, le arrancan dos uñas de la mano izquierda.
6. Ante la renuencia de la víctima para dar información pro-
ceden a realizar otro método de interrogatorio. Esta vez lo
sientan en una silla y le envuelven la cabeza con una toalla
(tapando completamente su rostro); un policía se le sienta
en las piernas y otro, le presiona la toalla contra la cara
y le inclina la cabeza hacia atrás mientras le vierte agua
mezclada con detergente en polvo por la nariz. Esto suce-
de mientras los policías le siguen preguntando sobre las
caletas de dinero y sobre sus compañeros y comandantes.
89
Exposición de los Casos Representativos
Tortura y otros
Cárcel La Modelo
tratos o penas
Ilícito Lugar de los (1995 – 2001)
crueles,
Internacional Hechos (Patio 9 de
inhumanos o
guerrilleros)
degradantes
Fecha de los
Entre 1995 y 2001 Responsable [Reservado]
Hechos
90
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
91
Exposición de los Casos Representativos
92
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
93
Exposición de los Casos Representativos
Indica que, en el año 2000, en una Semana Santa, ocurrió una ma-
sacre: asesinaron a 43 prisioneros que colaboraban con las FARC-
EP “a bala, a piedra y a martillo”. Señala que para ese entonces la
guardia del INPEC sacó a todos los jefes guerrilleros y los trasladó.
Menciona que primero estuvo en los calabozos de la DIJIN como 3
meses y luego fue enviado a la cárcel La Picota. Al respecto señaló
lo siguiente:
94
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
95
Exposición de los Casos Representativos
Hechos
Pero en esos mismos días habían sacado al famoso Po-
peye, sicario de boca del cartel de Medellín y a Ángel
Gaitán Mahecha para la sede del DAS en Bogotá. Creo
que así se llamaba eso. Resulta que ese volante lo ha-
bían hecho desde ahí, porque Ángel Gaitán iba a lle-
gar a la Picota. Total, un domingo, recuerdo que Fabio
Ochoa les había regalado un abrigo a todas las mujeres,
a todas las que llegaban ahí, de diciembre, yo tenía a la
compañera en ese tiempo con las dos niñas mías. Mi
compañera ese día llevó el chalecito que le regaló don
Fabio, se lo llevó puesto con otra señora que visitaba a
un narco, iban casi igual de vestidas y con dos niñas,
al salir la mujer del mafioso se para afuera de la Pico-
ta, llega un taxi, la encañonan se la llevan con niñas y
todo, pensando que era la compañera mía y las niñas
mías, cuenta la señora en esos días, porque a ella la tu-
vieron que soltar, que se equivocaron.
Indica que al interior del penal su vida corría riesgo, ya que le ha-
bían informado que Gaitán Mahecha había ordenado a la policía
-quienes eran los que custodiaban el patio-, sacarlo de la celda para
posteriormente ser asesinado. Pasaba momentos de incertidumbre
y zozobra dentro del penal, ya que este jefe paramilitar fungía como
director de facto de la cárcel. Al respecto la víctima señaló:
96
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
97
Exposición de los Casos Representativos
Señala que duró más de cinco años en los calabozos, donde solo in-
gresaban a personas que requerían atención especializada en salud
mental. Finalmente logró que lo sacaran por medio de una tutela.
Al respecto señala lo siguiente:
Ahí gano una tutela para que me dieran patio, metí tutela, me gano
la tutela y en vez de darme patio volvieron y me regresaron a Valle-
dupar. Me trasladaron a Valledupar, me llevaron para Palanquero,
me subieron a un avión hércules y para Valledupar en avión. Llego
a Valledupar y entonces voy con un capitán de apellido Rojas del
INPEC, me dijo: como que está picado a loco ¿no? lo voy a mandar
para donde tiene que pararse duro y me mandó para el patio cuarto,
lo que llaman en una cárcel el patio olla, donde están los psiquiá-
tricos, los fumos, de todo lo peor. Me metieron allá. Llegué a allá
me robaron todo: la ropa, todo. Me dieron una pantaloneta y unas
chanclas. Me dijo un man: póngase eso y deme lo suyo. Me tocó de-
jarme robar. El que va llegando, va perdiendo y como veinte manes.
98
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Modus
oportunidad, incluso, llegaron a realizar una tentativa
Operandi de homicidio envenenando su comida.
5. La víctima fue sometida a condiciones insalubres en la
celda. Fue obligada por varios meses a convivir con una
persona que requería atención especializada en salud
mental y que se bañaba con excremento.
6. Casi durante toda su estadía en reclusión estuvo en con-
diciones de hacinamiento en su celda.
7. A la víctima se le restringió el acceso a elementos para
el descanso.
8. La víctima señala que no tuvo una adecuada atención en
salud por parte del INPEC.
9. La víctima fue objeto del uso desmedido de la fuerza por
parte de los guardianes del INPEC.
10. De forma constante le era suministrada comida dañada,
cruda y en malas condiciones de salubridad.
11. La víctima no gozó del derecho a la privacidad en las
visitas con la familia cuando estuvo recluido en la Cárcel
La Modelo.
12. En múltiples ocasiones los guardias del INPEC destro-
zaron sus pertenencias y útiles personales.
13. Fue sometido a fuertes golpizas por parte de los guardia-
nes del INPEC.
14. La víctima fue sometida a un proceso de dispersión en el
cual pasó por alrededor de cuatro prisiones.
99
Exposición de los Casos Representativos
Durante La Captura
100
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
101
Exposición de los Casos Representativos
102
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
103
Exposición de los Casos Representativos
104
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
105
Exposición de los Casos Representativos
106
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
1. Cárcel La Blanca
de Manizales
(Establecimiento
Penitenciario
de Mediana
Seguridad y
Carcelario EPMSC
Tortura y otros
de Manizales.
tratos o penas
Ilícito Lugar de los 2. Establecimiento
crueles,
Internacional Hechos Penitenciario de
inhumanos o
Calarcá.
degradantes
3. Cárcel de La
Dorada Caldas,
Establecimiento
Penitenciario de
Alta y Mediana
Seguridad EPAMS
de la Dorada.
Fecha de los
2000 al 2008 Responsable [Reservado]
Hechos
107
Exposición de los Casos Representativos
108
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Manifiesta que les dio cien mil pesos a los guardias del INPEC para
que no los metieran a la jaula y no ser objeto de hurtos, de acuerdo
a esto es enviado a una jaula que estaba sola, pero a la intemperie.
Señala que cayó un aguacero y estuvo mojado toda la noche, por lo
cual, lo llevan junto con otros prisioneros a otro sitio. Al respecto
señaló:
109
Exposición de los Casos Representativos
Menciona que a los cinco minutos llegan los guardias para sacarlo
a los locutorios, ante lo cual se niega a salir y comienza a gritar e
insinuar que lo van a sacar a los locutorios para matarlo. Se genera
una confusión al interior del pasillo y al final no logran sacarlo de
la celda, indica que, “ la cosa queda así. Dos, tres horas después lle-
gan un par de dragoneantes y me dicen, como así, ¿de dónde saco
usted que lo iban a matar? Usted formando bochinches…yo no les
contesto nada, simplemente los escucho y los miro de arriba abajo,
uno me golpea la reja así con el palo, o sea estaban muy airados, en-
tonces la cosa queda así”. Manifiesta que, en esa oportunidad lo iban
a matar con un revolver calibre 32, según se lo dice un paramilitar
que estaba en ese patio.
110
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
111
Exposición de los Casos Representativos
Hechos que los paramilitares le dicen, “te has salvado más de una vez, por-
que te hemos hecho varios intentos y no hemos podido, pero ahora
sí no te vas a salvar. Me dicen, la vez pasada te salvaste, te íbamos
a dejar aquí con un revólver calibre 32, aquí te íbamos a matar, te
salvaste. El para mismo es el que me dice, me dice, pero ahora si
no te vas a salvar, saca una granada y me dice, vea la que te espera”.
112
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Hechos que usted quiera, lea un libro lo que sea, haga un resumen, ese era
mi descuento, pero no me permitían salir a estudiar”.
113
Exposición de los Casos Representativos
Hechos Manifiesta que estuvo entre el año 2003 y 2008 recluido en la cárcel
de la Dorada, hasta que es trasladado para la cárcel de Palogordo, en
Girón- Santander. Allí le informan que es trasladado debido a que
tenía un plan de fuga de la Cárcel La Dorada, señala el entrevistado
que dicha afirmación era falsa. Posteriormente vuelven y lo tras-
ladan a la Cárcel de San Isidro, en Popayán. Refiere que todos los
traslados eran represalias que adoptaba el INPEC por los actos de
desobediencia que hacía con los colectivos de FARC-EP al interior
de las penitenciarias.
114
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
115
Exposición de los Casos Representativos
Modus
del colectivo carcelario se les impedía estudiar y hacer
Operandi
ejercicio. Incluso, en ocasiones recibían Fuertes golpizas.
16. Durante su permanencia en las diferentes cárceles estu-
vo sometido a condiciones de hacinamiento en su celda.
Llegó a ser obligado a compartir su celda con una perso-
na que requería atención psiquiátrica. Dicha persona se
bañaba en excremento.
17. En múltiples ocasiones los guardias del INPEC destro-
zaron sus pertenencias y útiles personales.
18. Fue sometido a fuertes golpizas.
19. Del Establecimiento Penitenciario de Alta y Mediana
Seguridad de la Dorada fue trasladado a la Cárcel cono-
cida como “Palogordo” en Girón Santander. La razón del
traslado fue por el conocimiento por parte de las autori-
dades de un supuesto plan de fuga.
20. Posteriormente, es trasladado al Establecimiento Peni-
tenciario de Alta y Mediana Seguridad y Carcelario con
Alta Seguridad de Popayán.
21. Fue trasladado por varias cárceles del país. En algunas
ocasiones por que no era recibido por los “Caciques” de
las prisiones y en otras, por supuestos intentos de fuga o
por su actividad política.
22. La víctima no pudo validar el bachillerato ya que la
guardia del INPEC manifestaba que era imposible darle
salida por motivos de seguridad.
116
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Caso Nº 3 / Víctima 3
Durante La Captura
Tortura y otros
tratos o penas
Ilícito Lugar de los
crueles, Vía Engativá / Bogotá.
Internacional Hechos
inhumanos o
degradantes
Fecha de los
Año 2000 Responsable [Reservado]
Hechos
117
Exposición de los Casos Representativos
Hechos Señala que apenas se dieron cuenta que él era el comandante del
Frente 22, los victimarios dijeron:
Señala que fue trasladado en una furgoneta con los ojos vendados
en cinta junto con su compañero, por lo cual no pudo ver a donde
era conducido. Manifiesta que llegó a un sótano, sin saber la ubi-
cación de este. Allí los despojan de sus ropas y le empiezan a hacer
preguntas por retenidos en poder de las FARC-EP. “[…] Sí, una fur-
goneta, y de ahí un sótano. Nos quitaron la ropa a puro cuchillo, la
ropa, los calzoncillos, todo, me maniataron con cinta las manos y
los pies, me decían usted se muere. Los manes me estaban pregun-
tando por cuatro secuestrados que había. Que mire que a usted lo
mandaron a matar, yo no sabía si estaba en manos de la policía o los
paramilitares”.
118
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Señala que al lugar donde fue llevado, era como una casa vieja, con
habitaciones y colchonetas en el suelo; ”un sótano, había solo col-
chones, como una casa vieja, con piezas y tenía solo unas colchone-
tas viejas […] A mí me dieron, me aporrearon, puños por la cara,
mientras me preguntaban”.
Señala que fue vendado para que no reconociera a nadie y que esta
práctica fue realizada por varios sujetos, supone que 6; “eso perma-
necían como unos seis, vendado uno no miraba, desorientado con
la venda para no mirar, y ahí era la práctica de la bolsa con Fab y
agua, cuando ellos decían que ya estaba mal, me sacaban la bolsa
un poquito y me hacían preguntas y volvían y colocaban la bolsa”.
119
Exposición de los Casos Representativos
Hechos
Manifiesta que previo a los maltratos recibidos, le hicieron ofreci-
mientos de dinero para liberar a secuestrados; “ofrecimientos de di-
nero, sí claro…que le damos quinientos, que le damos mil millones
de pesos, para liberar a fulano, para que usted nos colabore”.
120
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Hechos Luego de esto, señala que fue presentado en rueda de prensa, para
lo cual lo vistieron con ropa nueva, pues la que tenía, había sido
destruida en el interrogatorio que le hicieron: “claro, no ve que yo
aparezco con la ropa nueva porque la camisa me la desgarraron, me
compraron ropa ellos mismos e interiores, toda la muda de ropa,
porque todo me lo rompieron, y cómo me iban a sacar así”.
121
Exposición de los Casos Representativos
Caso Nº 4 / Víctima 4
Durante La Captura
Venezuela
Ilícito Lugar de los
Tortura Colombia
Internacional Hechos
-La Guajira-
122
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
123
Exposición de los Casos Representativos
Hechos apretaban la pierna herida. Lo bajaron por una montaña con el fin
de conducirlo a un plano a donde llegaría el helicóptero.
124
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Hechos colocaron ya habían sido usados por otra persona, porque “se le
veía que tenían como sucio, no estaban nuevos, tenían su uso. A
raíz de eso me dio una infección en la pierna, me la controlaron
inmediatamente”. Con esta infección duró alrededor de cuatro días
y fue tratada en la misma institución.
125
Exposición de los Casos Representativos
126
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Hechos La víctima señala que pasó dos meses en el hospital y fue custo-
diado por la policía. Le asignaron un abogado de oficio que solo lo
asistió en la legalización de captura. Luego de los dos meses en el
hospital, fue conducido a la cárcel La Tramacúa en Valledupar en
donde pasó dos años en una celda de sanidad.
127
Exposición de los Casos Representativos
Hechos puerta para que pudiera llegar algo de brisa. En dicha celda no po-
día comunicarse con nadie.
Narra que cuando era custodiado por José Carrascal, siempre había
malos tratos e insultos: “siempre me decía, guerrillero hijueputa por
no decir la verdad y colaborar ante la justicia, aquí se le va a podrir
128
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
129
Exposición de los Casos Representativos
Manifiesta que, cuando les dijo a los guardias del INPEC que los
demandaría, ellos le decían que se dejara fracturar otra vez la pier-
na para comenzar todo el procedimiento de estiramiento de hueso.
Refiere que el disparo en la captura no le rozó el hueso, sino que
su peso lo terminó de partir y lo desplazó y que, cuando ingresó al
hospital, “me lo pusieron otra vez así, me quedó entera la pierna”,
pero cuando ingresó a la cárcel comenzaron los daños. Debido a la
negligencia se le pudrió la pierna ya que no le hacían las curaciones
pertinentes.
Refiere que el apoyo que recibió en la cárcel fue por parte de sus
compañeros de FARC-EP, quienes le conseguían implementos de
aseo, comida, etc. Refiere que la alimentación en la cárcel era muy
mala y que por regla general los alimentos se los servían crudos.
Manifiesta que los dos años que estuvo privado de la libertad los
pasó solo en la celda de sanidad, por lo cual no podría tener inte-
racción con sus compañeros y los implementos que recibía se los
hacían llegar con los guardias. En la celda de sanidad no pudo tener
acceso a un radio o elemento para distraerse, por lo cual pasaba
los días escuchando la “bulla de la gente a la que le iban a hacer
curaciones”. Él siempre estuvo en sanidad, sin embargo, solo hasta
el final, y después de una batalla jurídica, le empezaron a hacer las
curaciones.
130
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Hechos Respecto del trato con sus familiares refiere que a ellos no los deja-
ban entrar, y que cuando lograban ingresar no podía tener privaci-
dad. Manifiesta que a los familiares les decían que: “no había visita
para el hijueputa guerrillero”. Esto generó temor en sus familiares y
por ende no lo volvieron a visitar. Tampoco le permitieron realizar
ningún tipo de trabajo o educación para descontar la pena.
131
Exposición de los Casos Representativos
132
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Caso Nº 5 / Víctima 5
Durante La Captura
133
Exposición de los Casos Representativos
134
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
135
Exposición de los Casos Representativos
Señala que antes de que llegaran los helicópteros a recoger los cuer-
pos, como a las 11 de la mañana, un militar se le acercó con unas
arvejas en lata y le preguntó si tenía hambre. Indica que el militar
le ofreció la lata con arvejas, y que dentro de la lata había pedazos
de carne de sus compañeros. Señala que los militares pusieron en-
frente de ella un cuerpo de uno de sus compañeros que no tenía
cabeza, ni brazos, ni piernas. Los militares que habían alrededor de
ella decían que iban a tomar sangre del muerto, que eso los ponía
‘buenos’. Mientras ella intentaba taparse con una carpa para no ver,
ésta le era retirada por los mismos militares que simultáneamente
tomaban la sangre del cuerpo desmembrado. En ese sentido, la víc-
tima manifestó:
136
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Hechos
Menciona que luego del bombardeo fue llevada al Hospital de Vi-
llavicencio donde fue atendida. Indica que estando hospitalizada
era hostigada por varios policías, militares y otras personas que,
según manifiesta, eran agentes del Estado. Señala que uno le men-
cionó que era del CTI y que se había hecho pasar por su abogado
para sacarle información sobre las bajas que se habían dado en el
combate. Sin embargo, ella manifiesta no haberles dado ninguna
información.
137
Exposición de los Casos Representativos
138
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Tortura y otros
tratos o penas
Ilícito Lugar de los
crueles, Cárcel de Villavicencio
Internacional Hechos
inhumanos o
degradantes
139
Exposición de los Casos Representativos
Hechos
calentaba agua con un churrusco y me lavaba todas las
heridas con jabón rey y empezaba ella misma a qui-
tarme con una tijerita y a limpiarme. Hablamos con
derechos humanos. Me encontré con unas compañeras
que también eran guerrillas…y hablaron para que me
dejaran entrar unas medicinas.
140
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Hechos
Señala que su compañera de celda la ayudó mucho a curar sus he-
ridas: “Sí, en la celda. Al comienzo me las hacía otra señora que
había ahí, una compañera muy buena que no era guerrillera…nos
hicimos amigas ahí. Ella era la que me ayudaba con el pie, porque
yo el pie lo tenía vuelto nada. Me sacó todas las espinas, me lavaba
con agüita tibia. Mi hermana me llevó agua oxigenada, me llevó
curación que le encargué para llamar carne, para hacerme curación
y bueno, así fue poco a poco que se sanó”.
De igual forma señala que tuvo represalias por parte de una dra-
goneante que se llama Lady Silva, quien la hostigaba a ella y a sus
compañeras cuando se reunían para estudiar. Indica que una vez
la sacaron del salón donde se encontraba estudiando junto con sus
compañeras, no la dejaban tranquila y le insinuaban que le darían
141
Exposición de los Casos Representativos
142
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Caso Nº 6 / Víctima 6
Durante La Captura
La Punta, entre
Ilícito Lugar de los Caparrapí y
Tortura
Internacional Hechos Yacopí /
Cundinamarca
Relata que se resguardó desde las 9:00 am hasta las 2:00 pm, lapso
en el cual se desmayó puesto que no recuerda varios momentos de
ese transcurso. Cuando despertó, recuerda que la llamaban por su
seudónimo, escuchaba que los soldados decían que ella debía estar
muerta porque encontraron su pechera totalmente destruida y los
charcos de sangre que había dejado. Menciona que la encontró un
cabo y lo primero que le dijo fue: “quieta hijueputa, no se mueva
porque la mato”.
143
Exposición de los Casos Representativos
144
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Hechos captura. Narra que en el lapso que estuvo bajo observación médica,
los soldados, y en general la Fuerza Pública, se referían a ella como
“guerrillera hijueputa”, entre otras palabras vulgares e insultos.
145
Exposición de los Casos Representativos
146
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Tortura y otros
tratos o penas
Ilícito Lugar de los Reclusión de mujeres
crueles,
Internacional Hechos el Buen Pastor
inhumanos o
degradantes
147
Exposición de los Casos Representativos
Hechos Relata que duraba de ocho a doce días sin atención a la herida del
brazo que era la de mayor gravedad y que, la misma se estaba pu-
driendo. Relata que era tal el olor que emanaba de su brazo, que ella
debía envolverse toallas para que no se desprendiera el hedor. En
síntesis, no le prestaron el servicio médico respecto de curaciones
ni garantizando el traslado a clínica u hospital. Igualmente, según la
instrucción médica, debía ser sometida a varias cirugías, sin embar-
go, siempre había excusas, como por ejemplo que no había CORES,
que no había GRI, que por su seguridad no la podían llevar sin la
debida custodia, que no había presupuesto, que ya habían gastado
mucho con ella y que en la Samaritana ya no la atendían porque de-
bían más de veinte millones de pesos, que en otro hospital tampoco
la atendían; con esas excusas retrasaron las cirugías.
148
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Hechos Relata que estuvo sometida a requisas muy fuertes en donde drago-
neantes del INPEC ingresaban a sus celdas, les tocaban indebida-
mente el cuerpo haciéndola sentir, incluso, vulnerada sexualmente.
Adicionalmente, les quitaban sus pertenencias, les destrozaban las
cosas, les dañaban sus útiles de aseo, revolvían el café con jabón o
azúcar con talcos. Respecto de estas requisas manifiesta que, gene-
raron en ella una afectación psicológica, puesto que luego de estas
acciones se deprimía. La sensación era de frustración puesto que
las cosas que había logrado poseer en su celda eran destrozadas por
completo. Adicionalmente, estas requisas eran esporádicas por lo
cual no sabían en qué momento se realizarían, por lo cual la sen-
sación era de zozobra constante. Narra que estas requisas eran rea-
lizadas con mayor contundencia y furia por el hecho de ser de las
FARC-EP.
Relata que llegó a sentir miedo por lo que le pudiera pasar a sus
familiares cuando iban a visitarla puesto que, los tratos que recibían
eran denigrantes, llenos de humillaciones, con gran presión psico-
lógica debido a que las requisas eran, en sus palabras “muy duras
para ellos”.
149
Exposición de los Casos Representativos
Hechos mal uso del vocabulario y tenían altos niveles de organización para
distribuir las tareas orientadas por los principios de solidaridad y
compañerismo. Cuando requerían algún tipo de atención o eviden-
ciaban violaciones a sus derechos fundamentales realizaban soli-
citudes, derechos de petición, comunicados o acciones simbólicas
como huelgas de hambre. También estudiaban cuestiones jurídicas,
así como matemáticas o inglés, también hacían obras de teatro y
acciones culturales. Sin embargo, muchas veces las amenazaban
diciendo que teniendo en cuenta que ellas eran de FARC-EP o de
otras guerrillas, si seguían haciendo “proselitismo” les podrían im-
poner una agravación de su pena por seguir en rebelión.
150
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Caso Nº 7 / Víctima 7
Durante La Captura
151
Exposición de los Casos Representativos
152
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Hechos éramos los más peligrosos, entonces eso fue todo un show, la lleva-
da fue hasta en una tanqueta”. Posteriormente, fue trasladada a la
cárcel El Buen Pastor de Bogotá D.C.
153
Exposición de los Casos Representativos
Tortura y
otros tratos o Reclusión de mujeres.
Ilícito Lugar de los
penas crueles, Cárcel El Buen Pastor /
Internacional Hechos
inhumanos o Bogotá D.C.
degradantes
Los hechos
Fecha de los
sucedieron entre Responsable [Reservado]
Hechos
el 2016 y el 2017
154
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Hechos
hay médicos generales que no están capacitados para realizar con-
troles de embarazo. Si bien es cierto que le ordenaban remisiones
para acudir a los respectivos tratamientos médicos por fuera de la
prisión, por su condición de guerrillera de las FARC-EP era consi-
derada una prisionera de alta peligrosidad, por lo cual requería ser
acompañada en las remisiones por dos cuerpos de seguridad, uno
denominado Comando Operativo de Remisiones de Especial Segu-
ridad –CORES– y el otro denominado Grupo de Reacción Inme-
diata –GRI–. Manifiesta que estos dos cuerpos de seguridad nunca
aparecieron para las remisiones, razón por la cual, perdió las citas
médicas para la realización de exámenes paraclínicos, de atención y
seguimiento al embarazo.
A finales del mes de marzo del año 2017 su estado de salud se com-
plica. Señala que empezó a sentir intensos dolores en el vientre con
dolor de cabeza y dolor de espalda. Manifiesta que la barriga se le
puso rígida y que, a las seis de la tarde la sacaron para sanidad, sin
embargo, el médico general del INPEC le manifestó que esos do-
lores eran normales, que era porque el bebé estaba creciendo, que
la regresaran para el patio y si continuaba con los dolores, que la
volvieran a llevar.
155
Exposición de los Casos Representativos
156
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Caso Nº 8 / Víctima 8
Durante La Captura
Fecha de los
No Recuerda Responsable [Reservado]
Hechos
Hechos Narra la víctima que, luego de padecer catorce días con una herida
sufrida en su brazo durante un combate, se dirige hacia una clínica de
Barranquilla para recibir atención médica.
Señala que alcanza a escuchar a los agentes del DAS hablando por ra-
dio teléfono donde les ordenan que no continúen con el plan inicial,
puesto que la captura había sido muy visible. Relata que, a él lo bajan
del carro y escucha que dicen que “ya no pueden hacer lo que iban a
hacer”.
157
Exposición de los Casos Representativos
158
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
159
Exposición de los Casos Representativos
Fecha de los
Responsable [Reservado]
Hechos
160
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
161
Exposición de los Casos Representativos
162
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
163
Exposición de los Casos Representativos
Caso Nº 9 / Víctima 9
Durante La Captura
164
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Tortura y otros
tratos o penas
Ilícito Lugar de los
crueles, Bogotá / Pasto
Internacional Hechos
inhumanos o
degradantes
Fecha de los
Responsable [Reservado]
Hechos
165
Exposición de los Casos Representativos
Debido al lupus, tenía que llevar una dieta especial y control médico
periódico el cual debía ser proporcionado por la EPS CAPRECOM.
Sin embargo, en la práctica le asignaban una cita cada 2 meses y el
establecimiento penitenciario no cumplían con la dieta, le daban
la misma comida que a las demás, con la diferencia que a ella se la
entregaban sin sal. Además, en los días que llegó le tocaba dormir
en el piso y sin cobijas. Señala que había días en los que no podía
levantarse por el frío y a sus compañeras les tocaba calentar agua a
escondidas y bañarla ahí mismo.
166
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Hechos Pasado el tiempo, a finales del año 2009, le fue concedida la libertad
condicional, quedando a disposición del Instituto Nacional Peni-
tenciario y Carcelario (INPEC). Transcurrido algo más de un año
y medio, la citan a audiencia en la ciudad de Pasto, exactamente el
día once de octubre de 2011. Para esta fecha tenía 6 meses de em-
barazo. En el aeropuerto el Dorado de la ciudad de Bogotá, el piloto
del avión le pregunta a la guardia de custodia cuántos meses tenía
de embarazo. Ellos responden que solo tiene tres meses, y que el
tamaño de su barriga es porque está esperando gemelos. En dichas
condiciones es trasladad a la ciudad de Pasto y recluida nuevamente
en prisión antes de realizarse la audiencia.
167
Exposición de los Casos Representativos
Durante los días siguientes afirma que, “todos los días era una pe-
lea, agarrarme con esas guardianas porque no me llevaban a ver mi
niña, mi niña lactaba, no me llevaban a darle seno, nada”. En tres
ocasiones le dieron paros respiratorios a la bebé, finalmente, la lle-
varon esposada a que lactara a la niña.
Narra que estuvo en Pasto tres meses y cuatro días, los cuales recor-
daba como de martirio y desasosiego, por un lado, por su hija que
se encontraba en el hospital, y por el otro, por el temor de que se la
fueran a robar o que bienestar familiar se la arrebatara. Manifiesta
que ni el INPEC ni Caprecom les brindaban pañales o leche. Que a
ella no le daban nada, solo tortura.
168
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Caso Nº 10 / Víctima 10
Durante La Captura
Fecha de los
Julio 20 de 2013 Responsable [Reservado]
Hechos
169
Exposición de los Casos Representativos
170
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
171
Exposición de los Casos Representativos
Tortura y otros
tratos o penas
Ilícito Lugar de los Yopal /
crueles,
Internacional Hechos Casanare.
inhumanos o
degradantes
Agosto 20 de
Fecha de los
2013 / Responsable [Reservado]
Hechos
Aproximadamente
Hechos Estando privado de la libertad, el trato por parte de INPEC fue dis-
criminatorio, pues le manifiestan “qué mejor que me hubiese pasa-
do […] que ojalá me hubiera muerto”.
172
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
173
Exposición de los Casos Representativos
Hechos jabón pequeño, una crema y un cepillo cada tres meses. Las condi-
ciones para el descanso no eran las adecuadas, mucho menos en las
condiciones de salud en las cueles se encontraba.
174
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Caso Nº 11 / Víctima 11
Durante La Captura
San Cristóbal /
Venezuela.
Tortura y otros
tratos o penas Zona rural entre
Ilícito Lugar de los
crueles, Venezuela y Colombia.
Internacional Hechos
inhumanos o
degradantes DAS Bucaramanga.
175
Exposición de los Casos Representativos
176
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
177
Exposición de los Casos Representativos
178
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Asimismo, indica que, cuando estuvo en los calabozos del DAS llega-
ron unos militares vestidos de civil y lo hostigaron para que respon-
diera a un interrogatorio, ante el cual éste se rehusó. Posterior a esto,
después de siete días lo llevaron al Juzgado y de ahí fue trasladado a
la cárcel La Picota. Señala que solo fue conducido ante un Juez 7 días
después de su captura y que le mencionaron que era responsable de
una gran cantidad de delitos de los cuales no tenía nada que ver. Fi-
nalmente lo condenaron a más de 30 años de cárcel.
Frente a los responsables de los hechos indico que, “yo logré identifi-
car dos voces con acento venezolano y dos voces con acento colom-
biano, eso fue un operativo mixto con el DAS y guardia nacional de
Venezuela, no puedo asegurarlo, pero por las conversaciones que oí,
creo que se trató de eso”.
179
Exposición de los Casos Representativos
180
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
181
Exposición de los Casos Representativos
182
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Hechos
La víctima resalta que varias veces en las visitas que le hacían sus fa-
miliares, los guardias del INPEC los trataban de forma humillante.
Señala que una vez le ocurrió a su hermana, y que en otra oportu-
nidad casi le dañan los dedos a su pequeño hijo de 3 años quien lo
visitaba y no quería dejarlo.
183
Exposición de los Casos Representativos
Hechos
En los patios hay unos hacinamientos tremendos. En
las cárceles de alta seguridad que llaman, eso no es sino
el nombre, eso es más alto régimen que alta seguridad,
porque en la celda convivíamos de a dos internos. A
veces teníamos dificultad porque cuando había perso-
nal de custodia que eran algo jodidos, ellos buscaban
tenernos incomodos, metían a un guerrillero con un
paramilitar o a un ladrón a la celda para mortificarnos
la vida, nunca dejaban que viviéramos dos guerrilleros
en una celda, siempre buscaban la forma de tenernos
incomodos, tenernos hostigados […] En la Picota vieja
que llaman en Bogotá, eso es terrible, en una celda de
2 metros por 50 de largo con 1 metro con 80 de ancho
llegaban a meter cinco personas.
Resalta que cuando estuvo en la Picota veía que en los pasillos dor-
mían unas 25 personas, “a decir verdad, en los patios en donde es-
tuve, en las cárceles de alto régimen no duerme gente en pasillos, en
cárceles de mediana que llaman, eso es un desastre, en la Picota a
mí me tocó recién llegue ahí, ver aproximadamente en cada pasillo
como dormían unas 25, incluso en el patio en donde nos tenían se-
gún los acuerdos de paz, dormía cualquier cantidad de gente en los
pasillos, porque no cabía la gente dentro de las celdas”.
184
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Hechos lo sacaran a remisiones. También relata que vio a mucha gente mo-
rir por falta de atención médica.
Modus
Operandi 1. La víctima fue constantemente hostigada por guardia-
nes del INPEC.
2. En muchas ocasiones recibió malos tratos verbales y fí-
sicos por los guardianes del INPEC; le hicieron muchas
requisas, le llegaron a lanzar gases lacrimógenos sin jus-
tificación alguna, trataron mal a su hermana, a su com-
pañera y a su hijo.
3. Le suministraban comida en mal estado, putrefacta, cru-
da o mezclada con alguna sustancia. En ocasiones no le
dieron comida en las remisiones.
4. Lo ubicaron en una celda con un paramilitar y con un
ladrón para mantenerlo sometido.
5. Fue trasladado por varias cárceles del país, más de 7
veces.
6. En los lugares donde estuvo privado de la libertad había
altos índices de hacinamiento, la atención en salud era
precaria y las condiciones como el agua o los servicios
sanitarios eran degradantes.
185
Exposición de los Casos Representativos
Caso Nº 12 / Víctima 12
Durante La Captura
Fecha de los
22 de julio de 2012 Responsable [Reservado]
Hechos
Señala que allí estaba custodiado por la policía, SIJIN, Ejército y fue
atendido por el personal médico del Hospital. Cuando despertó al
día siguiente, tenía todas las curaciones, le habían puesto sangre y
186
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
187
Exposición de los Casos Representativos
188
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Tortura y otros
tratos o penas
Ilícito Lugar de los Cárcel de
crueles,
Internacional Hechos Villavicencio
inhumanos o
degradantes
Fecha de los
2012 al 2015 Responsable [Reservado]
Hechos
189
Exposición de los Casos Representativos
Hechos
allá a usted lo atienden cuando se les dé la gana y si
hay medicina pues bien, si no aguantar y si es posible
se muere.
190
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Caso Nº 13 / Víctima 13
Durante La Captura
Vereda de Peñas
Ilícito Lugar de los Blancas de
Tortura
Internacional Hechos Cabrera, Pueblo Viejo-
Cundinamarca
191
Exposición de los Casos Representativos
192
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Horas más tarde, los soldados le preparan una hamaca con cobijas
para transportarlo. Cuando llegan al puente de Peñas Blancas, al
borde de la carretera pavimentada, ya había como 6 camiones del
ejército, GAULA, Fiscalía y CTI, lo botan al piso y retiran a la gente;
unos capitanes del Ejercito le ponen 3 cámaras en la cara. En eso
193
Exposición de los Casos Representativos
194
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Cárcel Nacional La
Ilícito Lugar de los
Tortura Modelo / Bogotá
Internacional Hechos
Fecha de los
Desde 2011 Responsable [Reservado]
Hechos
195
Exposición de los Casos Representativos
196
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Caso Nº 14 / Víctima 14
Durante La Captura
Hechos La víctima narra que tuvo que cumplir una tarea para la organiza-
ción, y en virtud de esta no podían salir al pueblo. El compañero
con el cual se encontraba decidió salir con el hijo que tenían en
común. Estando en la galería del pueblo, el 5 de agosto de 2001, la
policía lo capturó junto con el menor de nueve años. Narra la entre-
vistada que, tiempo después su compañero le contó que lo trataron
de manera humillante, lo golpearon delante del hijo, lo tuvieron con
un chorro de agua todo el día y toda la noche. Narra además que,
los policías le dijeron que se iban a llevar también al menor porque
ella tenía que aparecer “¡esa perra tiene que aparecer por medio del
hijo!”.
197
Exposición de los Casos Representativos
Hechos que no supo si fue él que la entregó o la policía que se dio cuenta
que ella se encontraba en las instalaciones de la institución. Ella fue
a esconderse a un baño, pero allí la aprehendieron.
198
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
199
Exposición de los Casos Representativos
200
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Tortura y otros
tratos o penas
Ilícito Lugar de los Cárcel Buen
crueles,
Internacional Hechos Pastor Cali
inhumanos o
degradantes
Fecha de los
Desde 2011 Responsable [Reservado]
Hechos
201
Exposición de los Casos Representativos
202
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
203
Exposición de los Casos Representativos
204
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Caso Nº 15 / Víctima 15
Durante La Captura
Área de Pasca,
Tortura y otros
Arbeláez, San
tratos o penas
Ilícito Lugar de los Bernardo, San Juan de
crueles,
Internacional Hechos Sumapaz, Vereda Santa
inhumanos o
Lucia, en
degradantes
Cundinamarca.
205
Exposición de los Casos Representativos
Hechos herida en el codo. La víctima afirma que, siendo las doce y cuarenta
(12:40MD) su compañero llega mal herido a la casa donde ella es-
taba ubicada con su hija. “llega a la casa en donde estábamos con la
niña, pero ya había perdido muchísima sangre y el estaba entrado
en shock anafiláctico, ya el cuerpo se hizo pesado, ya casi no podía
moverlo […] La niña estaba traumatizada con todo lo que estaba
viendo, cuando cinco minutos después de que empezaron los he-
licópteros a dar vueltas, llegaron miembros de la DIJIN con fusil”.
206
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Indica que estuvo varias horas siendo interrogada por los agentes de
la DIJIN, y que alrededor de las cinco de la tarde, fue liberada. Afir-
ma que la dejan ir gracias a su hija, ya que los agentes de la DIJIN le
habían preguntado a la niña si conocía a la persona que estaba en la
casa, es decir a su padre, y la niña les manifestó que no lo conocía,
por esta razón, los agentes de la DIJIN argumentaron que, al ser una
niña y al estar bajo una situación de presión no podría mentir, y que
por tanto las dejaban ir. Le retuvieron los documentos y un dinero
207
Exposición de los Casos Representativos
208
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Caso Nº 16 / Víctima 16
Durante La Captura
Cárcel Nacional la
Tortura y otros
Modelo de Bogotá
tratos o penas
Ilícito Lugar de los (2011-2012).
crueles,
Internacional Hechos Cárcel COMEB La
inhumanos o
Picota ERON
degradantes
(2012-2016).
Fecha de los
Entre 2011 y 2016 Responsable [Reservado]
Hechos
209
Exposición de los Casos Representativos
Señala que, a los ocho meses de haber entrado a la cárcel, sufrió una
recaída en materia de salud por la falta de atención médica, afirma
que casi se le pudre el pie por falta de antibiótico, por falta de trata-
miento. “Yo tenía que estar saliendo cada quince días, por mucho,
a los tratamientos, y la primera vez que me sacó el INPEC a mí fue
más o menos a los tres meses”.
Menciona que este tipo de conductas por parte del INPEC se debían
a su pertenencia directa a la organización de las FARC-EP, mencio-
na que inclusive la misma guardia afirmaba que esa era la razón.
“Que nosotros éramos los que habíamos llegado a armar el desor-
den en la cárcel, que por eso estaban perdiendo plata, entonces uno
sabía directamente que era por eso, y otro de los argumentos que
ellos tenían era que, porque me iba a volar. Eran los argumentos que
ellos utilizaban, eso de real no tenía nada”.
210
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
211
Exposición de los Casos Representativos
Hechos fractura, ellos decían que no era fractura. Por intermedio de amigos
que estaban ahí en el dispensario en la cárcel logré conseguir mor-
fina, yo mismo me aplicaba morfina”.
212
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Hechos Señala que, por todas las batallas internas que se dieron contra el
INPEC de la Cárcel La Modelo, el director decide trasladarlo para
la Cárcel ERON Picota de Bogotá. Sucedió lo mismo después de la
operación, tenía que estar en control cada ocho días, sin embargo,
pasaron cinco meses para que tuviera el primer control. En relación
al traslado cuenta que:, “cuatro días después de la operación, un
día en la modelo y al otro día me echaron para Eron Picota. Me
trasladaron para allá y me trasladaron por la pelea que venía dando
en cuanto a todos los derechos que tenemos como prisioneros, me
trasladaron por eso y porque me cargaban ya en la mala, no querían
que estuviera ahí, porque estaba organizando muchas cosas […]
llego a Erón y a los siete días de estar operado me sacaron porque se
me infectó la operación”.
213
Exposición de los Casos Representativos
214
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Caso Nº 17 / Víctima 17
Durante La Captura
Tortura y otros
tratos o penas
Ilícito Lugar de los
crueles, Bogotá
Internacional Hechos
inhumanos o
degradantes
Fecha de los
16 de abril de 2003 Responsable [Reservado]
Hechos
215
Exposición de los Casos Representativos
216
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
217
Exposición de los Casos Representativos
218
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
219
220
CAPÍTULO III.
PATRONES DE
MACROCRIMINALIDAD
E
l concepto de patrón de macrocriminalidad fue empleado por primera
vez en Colombia en los procesos de Justicia y Paz. El concepto se acuñó
debido al fracaso de los modelos de investigación caso a caso que eran
empleados por parte de la Fiscalía General de la Nación para la investigación y
juzgamiento del tipo de conductas y de sujetos que corresponden a ese mecanis-
mo de transición. Es así como, por medio de la ley 1592 de 2012, se introdujeron
notables cambios en la metodología de investigación de la Fiscalía, con acciones
para: i) reducir el número de audiencias; ii) precisar las causales de exclusión; iii)
incluir a quienes se desmovilizaron después del 2005; iv) circunscribir metodo-
logías de investigación sobre contextos de los fenómenos donde se desarrollaron
los patrones de macrocriminalidad y; v) aplicar la figura de la sentencia antici-
pada para el cierre masivo de los procesos judiciales1.
222
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
3- Ibíd.
4- Ibíd. Página 9
223
Patrones de Macrocriminalidad
Finalmente, la Sala de Justicia y Paz del Tribunal de Bogotá, hizo su propia de-
finición de las características de “patrón”: debe contar con las fuentes de infor-
mación y las herramientas de procesamiento de datos; se debe poder identificar
circunstancias de tiempo modo y lugar; deben dar cuenta de una actuación a
nivel de estructuras o sistemas sociales; deben usarse herramientas cualitativas
y cuantitativas7.
224
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Estos patrones comparten la forma en que utilizan la tortura y otros tratos o pe-
nas crueles, inhumanos o degradantes como principal método para llegar a los
fines perseguidos. Los patrones de macrocriminalidad identificados son:
225
Patrones de Macrocriminalidad
Frente a este particular modo de operar por parte de los entes estatales, encon-
tramos en las entrevistas que las víctimas fueron sometidas a largos interrogato-
rios, los cuales, por lo general, eran acompañados de acciones violentas que les
causaban algún tipo de dolor o sufrimiento físico y/o psicológico como método
para obtener información. Algunas de las víctimas fueron capturadas en estado
de indefensión y con heridas de guerra causadas durante los enfrentamientos
con la Fuerza Pública, por lo que sus lesiones se convertían en la principal forma
de sometimiento, usándolas para causarles dolor o amenazarlas con la privación
de la atención médica para agravar su situación y así alcanzar los fines propues-
tos por los victimarios.
Por otro lado, las víctimas manifiestan que fueron capturadas de forma irregular
y transportadas a sitios desolados o a instalaciones de la Fuerza Pública donde
los sometían a largos interrogatorios con el propósito de obtener información
referente al paradero de sus comandantes, compañeros o sitios donde se en-
contraban las personas retenidas por la insurgencia. Igualmente, para obtener
información respecto a la ubicación de caletas de dinero, explosivos, entre otros
elementos de guerra.
226
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Por lo regular, en el traslado del sitio de la captura al sitio del interrogatorio las
víctimas eran vendadas en sus ojos o encapuchadas, con el objetivo de que no
pudieran ver hacia qué sitios eran conducidas, pero también con el fin de gene-
rar zozobra y temor en los capturados. Durante el recorrido, muchas veces eran
golpeados, humillados e incluso sometidos a algún tratamiento inhumano. Al
respecto, una de las víctimas manifestó que fue introducida en el baúl de un ca-
rro con una capucha en la cabeza, la cual le había sido envuelta con cinta, dicho
procedimiento le produjo asfixia durante el recorrido.
Otra de las víctimas manifestó que fue transportada en una hamaca por parte de
los militares que la capturaron, ya que no se podía mover por las heridas recibi-
das en combate. Durante el transcurso de la caminata, constantemente era de-
jada caer para que se lastimara las heridas, además, le era manipulada la herida
de forma violenta para causarle intensos dolores. Otra de las víctimas manifestó
que durante su captura fue encapuchada y golpeada por el camino, amenazada
de muerte con el fin de que colaborara entregando información relevante que
comprometiera a las FARC-EP.
227
Patrones de Macrocriminalidad
Los captores, al ser agentes activos del Estado, utilizaban su autoridad policial o
militar para ocultar a las víctimas de forma más fácil, pues su captura gozaba de
presunción de legalidad. Asimismo, empleaban los espacios y lugares institucio-
nales como sitios seguros para infringirle a las víctimas dolores o sufrimientos
físicos y psicológicos.
Una vez la víctima era conducida al sitio considerado seguro por los captores,
estos procedían a realizar el ofrecimiento de beneficios a cambio de información
relevante. Ante la negativa de la víctima, procedían a realizar un interrogatorio
hostil con el objeto de obtener información que sirviera como ventaja militar
sobre su adversario.
8- Se pretende ampliar el informe de víctimas respecto del crimen internacional de desaparición for-
zada de personas.
228
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Durante dicho interrogatorio les ofrecían los beneficios que se otorgaban a quie-
nes decidían desmovilizarse (planes de reinserción social), si esto no funcio-
naba, les ofrecían dinero, casas, carros, protección para sí y para su familia a
cambio de información sobre sus compañeros, comandantes, caletas de dinero,
caletas de explosivos, campamentos y lugares estratégicos de la guerrilla, planes
operativos, nombres de colaboradores, entre otros.
Por otro lado, en el caso de las mujeres combatientes de las FARC-EP, las amena-
zas contenían un componente de violencia sexual, que se traducía en ultimátum
para ser entregadas a grupos paramilitares con la finalidad de que las accedieran
carnalmente, o en caso de tener hijos menores, la utilización de estos en inte-
rrogatorios o retenciones como forma de someter a la mujer guerrillera, de tal
forma que se viera obligada a ceder ante las pretensiones de los victimarios.
Las víctimas relatan que cuando no cedían ante las peticiones de sus captores
durante los interrogatorios y no se brindaba ningún tipo de información, estos
procedían a infringirles dolores o sufrimientos físicos o psicológicos por medio
de diferentes prácticas premeditadas. En particular, los captores procedían a gol-
pearlos, amenazarlos de muerte con armas o sin ellas, y/o utilizando las heridas
de las víctimas como forma de intimidación y para amedrentar al capturado,
insinuando la negativa a prestarles la atención requerida en materia de salud.
Por lo regular, los captores amenazaban a las víctimas diciéndoles que se podri-
rían en la cárcel o que perderían sus extremidades. Estas manifestaciones iban
acompañadas de maltratos verbales con palabras soeces y despectivas expresa-
das de manera violenta y humillante. Se pudo establecer que dichas amenazas
fueron materializadas, pues las víctimas manifiestan que, después de haberlas
recibido y ser trasladadas a los centros hospitalarios o de reclusión, no eran
atendidos y las heridas empezaban a producir pus y malos olores, su aspecto
229
Patrones de Macrocriminalidad
Asimismo, los relatos evidencian que las víctimas eran sometidas a procedi-
mientos quirúrgicos irregulares de amputación de extremidades totales o par-
ciales, sin ningún tipo de justificación o mención al capturado sobre dichos pro-
cedimientos.
En otros casos, las víctimas eran sometidas a prácticas que les causaron fuertes
sufrimientos o dolores físicos y/o psicológicos. Este tipo de repertorios de vio-
lencia se pueden identificar porque en la mayoría de los casos dejaron rastros o
huellas físicas permanentes o claramente visibles que permitirían establecer, con
posterioridad, que efectivamente se cometieron las torturas. Entre las prácticas
o métodos encontramos: i) la bolsa con detergente; ii) el escorpión; iii) los cho-
ques eléctricos; iv) la extracción de partes del cuerpo, v) el traslado en “hamaca”,
entre otras, que se detallan a continuación:
230
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
La extracción de partes del cuerpo. Frente a esta práctica se identifica que los
victimarios actúan bajo diferentes modalidades, una de ellas es la extracción de
las uñas, para lo cual el victimario se aprovisiona de pinzas o alicates y, de forma
violenta, les eran arrancadas las uñas, o en casos excepcionales, procedian a la
amputación de extremidades sin ningún tipo de justificación, solo por el hecho
de someter y lesionar a la víctima.
Los golpes o estrujones en el cuerpo. Las víctimas son golpeadas con los puños
y/o patadas por parte de sus captores, en ocasiones eran golpeadas con armas u
objetos contundentes. Por lo regular en estas prácticas las víctimas son envueltas
en toallas u otras telas para no dejar marcas de los golpes en el cuerpo.
Los actos de barbarie y aberrantes. Las víctimas también eran expuestas a lu-
gares con cadáveres a su alrededor, o eran transportados encima de personas
muertas, incluso, ofreciéndoles la sangre y la carne de sus compañeros muertos
en combate y que sus captores consumían, según ellos, para volverse más fuer-
tes. Dichas prácticas aberrantes producían terror y una aversión intensa en la
víctima.
231
Patrones de Macrocriminalidad
9- Universidad Autónoma de Colombia. Conferencia sobre Jaime Pardo Leal. El delito político en Co-
lombia; Pardo Leal, Jaime. El delito político en Colombia. Editorial. Fundación Universidad Autóno-
ma de Colombia.
232
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
que fuera necesaria, ya fuera por medio de hechos y actos violentos de aniquila-
ción o a través de juicios irregulares y condenas amañadas.
10- Dentro de la nueva cultura penitenciaria se crearon Unidades de Tratamiento Especial –UTE- y
Unidades de Medidas Especiales –UME. Dichas locaciones también fueron utilizadas como espacios
de aislamiento y castigo.
11- Gutiérrez Quevedo, Marcela; Moncayo Albornoz, Ana Lucía. RETOS Y PERSPECTIVAS DE LA
POLÍTICA CRIMINAL. Universidad Externado de Colombia. Bogotá. 2016. Págs. 237 – 266.
233
Patrones de Macrocriminalidad
En casi todas las entrevistas se evidencia que, una vez los guerrilleros ingresaban
a la prisión, se realizaban amenazas por parte de los guardias del INPEC respec-
to a la prolongación de su privación de la libertad. La frase que se repite en casi
todas las entrevistas es “se va a podrir en la cárcel”. Los entrevistados sostienen
que dicha amenaza se realizaba como una forma de generar temor en ellos, ya
que, a diferencia de lo que pasaba con otros internos que no se encontraban
recluidos por delitos políticos o delitos relacionados con el conflicto, los gue-
rrilleros muchas veces ingresaban a los recintos de reclusión reseñados por su
condición insurgente, máxime cuando se trataba de personas con un alto perfil
dentro de la organización, por lo cual, la guardia del INPEC dirigía hacia ellos
una constante presión psicológica.
La presión del Estado, por medio del INPEC, consistía en generar una serie de
amenazas respecto a la atención relacionada con la condición de salud de los pri-
sioneros de FARC-EP que llegaban en condiciones deplorables de salud. Como
se mencionó más arriba, muchos de los entrevistados ingresaban a prisión con
graves heridas de guerra y/o enfermedades agudas y crónicas. Esta circunstan-
cia era aprovechada por agentes del INPEC con el fin de generar amenazas en
las que se manifestaba que, por el hecho de ser guerrillero, no iba a recibir una
234
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
El trato deshumanizante al interno por parte del Estado tiene múltiples ma-
tices. Por un lado, los entrevistados narraron que eran objeto de restricción a
la movilidad como una configuración clara de venganza o castigo por su con-
dición de guerrilleros. En ese sentido, al ingresar heridos a prisión, no se les
facilitaba el acceso a dispositivos para su desplazamiento, como sillas de ruedas
o muletas.
Narran que muchas veces debían arrastrarse por el suelo para poder recibir la
alimentación o acceder al baño, incluso, sin el acceso a un sanitario, debían ha-
cer sus necesidades sobre su humanidad. También narran que, en ocasiones,
les suministraban dichos instrumentos mientras había visitas de organizaciones
internacionales, humanitarias o de derechos humanos, pero que, una vez el per-
sonal concluía sus actividades en la cárcel, se las volvían a quitar.
235
Patrones de Macrocriminalidad
cuestión que era omitida por el INPEC y que incrementaba el deterioro de salud
del prisionero.
236
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
De las entrevistas realizadas se puede establecer que esta forma de operar tenía
dos vertientes. Por un lado, al momento del ingreso de visitas, a los familiares
de prisioneros de FARC-EP se les realizaban aberrantes requisas e inspecciones,
esto por medio de tocamientos humillantes y con una connotación sexual. Prác-
ticas que según el régimen interno de prisiones están prohibidas. Es constante
en las entrevistas encontrar la frase, “no hay visitas para este guerrillero”. Lo an-
terior, según los entrevistados, tenía la clara intención de aislarlos del contacto
familiar, pues, debido a estos tratos, los allegados preferían abstenerse de dichas
visitas por temor a que se realizaran actos en contra de su humanidad o por el
hecho de ser sometidos a tratos humillantes y degradantes.
Este patrón de conducta ejercida por los guardianes del INPEC se presentaba en
dos dimensiones. La primera, respecto a las constantes amenazas que les hacían
a los prisioneros y prisioneras de FARC-EP, sobre todo a las mujeres, al ingreso a
la cárcel. Por lo general, se les insinuaba que serían violadas y que debían cuidar-
se día y noche porque la violación y los tocamientos eran normales y cotidianos
en la cárcel, máxime tratándose de guerrilleras.
La segunda dimensión tiene que ver con insinuaciones que realizaban miem-
bros de la Fuerza Pública con tal de obtener acceso sexual a las internas. Las insi-
nuaciones se realizaban haciendo uso de la persuasión, pero posteriormente de
237
Patrones de Macrocriminalidad
la fuerza y los tratos humillantes. Cabe resaltar que, por su condición de mujer
y guerrilleras, las combatientes de FARC-EP fueron doblemente victimizadas.
Dispersión
Por medio de esta práctica, el prisionero de FARC-EP era trasladado por dife-
rentes cárceles del país, alejándolo de su círculo familiar, de sus allegados, de
su abogado y de los juzgados penales donde cursaban sus procesos judiciales.
Con esta práctica se entorpecía su derecho a la defensa. Este modo de actuar fue
recurrente por parte del INPEC para disgregar, desarticular o desestructurar los
movimientos internos de colectivos de prisioneros de FARC-EP.
En la exposición de los casos y los relatos de cada una de las víctimas se aprecia
que existió una estructura criminal dentro del Estado colombiano en el marco
de una política contra insurgente para combatir a las guerrillas del país. Dicha
estructura estaba conformada por agentes del Estado de diferentes instituciones
públicas, en su mayoría con funciones judiciales, y corresponde a quienes eran
los encargados de perseguir y capturar, en este caso concreto, a combatientes
de las FARC-EP dentro de operaciones militares u operaciones de inteligencia.
Dentro de sus acciones se evidencia la comisión de conductas violatorias de los
derechos humanos e infracciones claras al Derecho Internacional Humanitario.
238
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Para ejercer su política contra insurgente, y debilitar una guerrilla que estaba
en crecimiento, necesitaban dar duros golpes por las vías que fueran necesarias.
Dadas las características propias de la guerra de guerrillas, era complejo lograr
239
Patrones de Macrocriminalidad
su cometido, por ello, la forma de propinar estos duros golpes contra la insur-
gencia fue buscar la información necesaria usando métodos ilegales.
Una vez el guerrillero era capturado y pasaba por los vejámenes mencionados,
era presentado ante las autoridades judiciales, como la Fiscalía General de la Na-
ción, que, por medio del sistema penal colombiano (el cual se caracteriza por su
dureza y restricción de los derechos fundamentales para reprimir a todo aquel
considerado subversivo o comunista, como los combatientes de las FARC-EP)13
vulneraba su derecho al debido proceso.
Es así como las víctimas manifestaron que fueron condenados a largas penas por
una multiplicidad de delitos concurrentes como terrorismo, rebelión, concierto
13- Cfr. Pérez Toro, Vanegas Yepes y Álvarez Martínez, Estado de derecho y sistema penal.
240
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
para delinquir, narcotráfico, secuestro, entre otros. Este tipo de condenas hacen
parte de la política contrainsurgente del Estado de acabar con el enemigo inter-
no utilizando todos los medios estatales. Adicionalmente, en el desarrollo de los
procesos judiciales, se pueden destacar interrogatorios irregulares, exposición
de los detenidos ante los medios de comunicación, alteración de material pro-
batorio, entre otros.
Una vez el guerrillero era condenado a largas penas, era enviado a la cárcel,
donde el INPEC cumplía un rol final esencial: el castigo por medio de la tortu-
ra y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes para los guerrille-
ros privados de la libertad. Este tipo de tratos se manifestaban, por ejemplo, en
la restricción al acceso al servicio médico de guerrilleros heridos de gravedad
bajo el argumento de la falta de colaboración del interno en el suministro de
información de inteligencia. Si tal colaboración no se prestaba, funcionarios
del INPEC permitían el deterioro de la salud del recluso de manera deliberada.
Las cárceles en Colombia, desde todo punto de vista, según las cifras de hacina-
miento y la crisis en la salud, alimentación y la grave corrupción por parte del
14
INPEC , son lugares aberrantes en términos de derechos humanos, pues no
garantizan a las personas privadas de la libertad el derecho y principio constitu-
cional de la dignidad humana15.
14- Ministerio de Justicia y del Derecho. Por corrupción Gobierno Nacional y Fiscalía anuncian cap-
tura de funcionarios del INPEC. Miércoles 30 de enero de 2019. Obtenido de la página web de Min-
justicia.
15- Pueblo, D. d. (17 de octubre de 2018). Defensoría del Pueblo - Colombia. Obtenido de http://
www.defensoria.gov.co/es/public/Informesdefensoriales/785/An%C3%A1lisis-sobre-el-actual-haci-
namiento-carcelario-y-penitenciario-en-Colombia-Informes-defensoriales---C%C3%A1rceles-In-
formes-defensoriales---Derechos-Humanos.htm
241
Patrones de Macrocriminalidad
Es importante aclarar que los guerrilleros, además de estar sometidos a este esta-
do de cosas inconstitucional en las cárceles, han recibido un trato diferenciado,
pues en tal contexto de desprotección, ha sido más fácil para los guardianes y
directivas del INPEC someterlos a todo tipo de tratos denigrantes, justificados
en castigar su condición de insurgentes.
Por consiguiente, los actos ejercidos por los agentes del Estado desde la captura
hasta la privación de la libertad estuvieron coordinados. No pueden conside-
rarse como aleatorios, responden a una política contra insurgente en la que la
tortura y otros tratos o penas crueles inhumanos o degradantes hacen parte de
los patrones orientados a la eliminación de la insurgencia. En este sentido, el
flujo de responsabilidades de agentes del Estado puede vincularse a una política
estatal y no pueden ser observados como hechos aislados. Desde el miembro de
la Fuerza Pública que captura irregularmente al guerrillero y lo somete a vejá-
menes, interrogatorios violentos y restricciones en la atención médica, pasando
16- Ibídem.
242
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
243
CAPÍTULO IV.
LA PROHIBICIÓN DE LA TORTURA Y
OTROS TRATOS O PENAS CRUELES,
INHUMANOS O DEGRADANTES
La Prohibición de la Tortura y OtrosTrato o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes
1. LA TORTURA
L
a prohibición de la tortura es una norma absoluta, es considerada dentro
de la categoría más alta de las normas internacionales como norma ius
cogens, lo que significa que es una norma de imperativo cumplimiento, de
carácter universal, respecto de la cual ningún Estado puede sustraerse.
1- Corte IDH. Caso Penal Castro Castro vs. Perú. Sentencia de 25 noviembre de 2006. Serie C No. 160,
párr. 271.
246
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Instrumento Artículo
247
La Prohibición de la Tortura y OtrosTrato o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes
248
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
2- Este Protocolo II fue ratificado por el Estado colombiano el 14 de agosto de 1995 y entró en vigor
el 14 de febrero de 1996.
249
La Prohibición de la Tortura y OtrosTrato o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes
3- El Estado colombiano aprobó el Estatuto de Roma de la CPI mediante Ley 742 del 2002 y depositó
el instrumento de ratificación el 5 de agosto de ese mismo año. En el documento de ratificación, el
gobierno colombiano presentó una declaración en virtud de la cual la Corte no tendrá competencia
para conocer de crímenes de guerra por un lapso de siete años, pero mantiene la competencia para el
enjuiciamiento de los crímenes de lesa humanidad y el genocidio.
250
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
251
La Prohibición de la Tortura y OtrosTrato o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes
Según fue señalado anteriormente (supra párr. 93), los hechos del
presente caso han infringido normas inderogables de derecho inter-
nacional (jus cogens), en particular las prohibiciones de la tortura y
5- Cfr., inter alia, artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949; Convenio de Ginebra
relativo al trato debido a los prisioneros de guerra (Convenio III), artículos 49, 52, 87, 89 y 97; Conven-
io de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra (Convenio IV),
artículos 40, 51, 95, 96, 100 y 119; Protocolo Adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de
1949 relativo a la Protección de las Víctimas de los Conflictos Armados Internacionales (Protocolo I),
artículo 75.2.a)ii), y Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo
a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional (Protocolo II), artí-
culo 4.2.a). Véase, también Corte IDH. Caso Fleury y otros vs. Haití. Fondo y Reparaciones. Sentencia
de 23 de noviembre de 2011, párr. 71.
252
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
6- Corte IDH. Caso Goiburú vs. Paraguay. Sentencia de 22 de septiembre de 2006. Serie C No. 153,
párr. 128.
253
La Prohibición de la Tortura y OtrosTrato o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes
Al respecto, es importante señalar que este artículo hace parte de la órbita del
Derecho Internacional Consuetudinario y que la transgresión al mismo re-
presenta un grave crimen al Derecho Internacional Humanitario, teniendo en
cuenta que con ocasión a la falta de ratificación de estos tratados, no pueden
sustraerse de la responsabilidad aquellos que actúen bajo el amparo de un be-
ligerante que no se hubiese adherido a un tratado en específico y, en conside-
ración al principio nullum crimen sine lege el artículo 3 común hace parte de la
costumbre internacional, al respecto el Tribunal Penal Internacional para la ex
Yugoslavia señaló lo siguiente:
7- IT-95-14-T. Asunto “Fiscal vs. Tihomir Blaskic”. Sentencia proferida el 3 de marzo de 2000 por la
Sala de Primera Instancia del TPIY. Traducción obtenida del libro “Jurisprudencia Penal Internacional
aplicable en Colombia”. Pág. 337 y 338.
254
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Ahora bien, es preciso señalar que de acuerdo con el Tribunal Penal Interna-
cional para la ex Yugoslavia un “ataque” denota “acts that involve violence”8,
definición que, tratándose de crímenes de lesa humanidad, se aleja de la noción
propia del Derecho Internacional Humanitario. En efecto, en la misma senten-
cia se expresa que “Regarding crimes against humanity, the attack is not limited
to hostilities, but can also include situations where ill-treatment is infringed on
people who do not directly participate in hostilities, persons detained, for exam-
ple”9. En este orden de ideas, el termino de “ataque”, considerado por el Estatuto
de Roma, no se debe limitar específicamente a contextos de hostilidades, pues
el mismo representa cualquier tipo de acto por fuera de estos escenarios que
implican violencia contra la población civil o para los combatientes que hayan
depuesto las armas por cualquier tipo de circunstancia.
8-“Actos que implican violencia”. Sentencia del TPIY. Caso Kunarac y otros. Sentencia de 4 de febrero
del 2009.
9- Ibídem. “en materia de crímenes de lesa humanidad, el ataque no se limita a las hostilidades, sino
que también puede comprender situaciones donde malos tratos son infringidos a personas que no
participan directamente en las hostilidades, personas detenidas, por ejemplo”.
10-“El ataque ‘generalizado’ se determinará, principalmente, a partir de la cantidad de víctimas”. TPIY,
Sala de Primera Instancia, Caso Dusko Tadic - álias Dule.
11-“[…] la calificación como ‘sistemático’ del ataque se refiere a la naturaleza organizada de los actos
de violencia y a la improbabilidad de su ocurrencia por mera coincidencia”. Ibídem.
255
La Prohibición de la Tortura y OtrosTrato o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes
El artículo 8 del Estatuto de Roma define como crímenes de guerra las infraccio-
nes graves de los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, a saber, cual-
quiera de los siguientes actos cometidos contra personas o bienes protegidos
por las disposiciones del Convenio de Ginebra pertinente: “[…] xxi) Cometer
ultrajes contra la dignidad de la persona, en particular tratos humillantes y de-
gradantes”. Por otro lado, como se expresó anteriormente, el artículo 3° común
a los Convenios de Ginebra de 1949 señala la protección de las personas que
no participan directamente en las hostilidades, como población civil y comba-
tientes que hayan depuesto las armas por cualquier ocurrencia y, expresamente,
prohíbe cualquier tipo de acto que implique un trato inhumano y constituya
tortura o tratos o penas crueles o degradantes, frente a estas disposiciones es
clara la configuración del crimen de guerra en caso de infringir el artículo 3°
común a los Convenios de Ginebra.
12- Corte Constitucional. Sentencia C-1076 del 5 de diciembre de 2002. M.P. Clara Inés Vargas
Hernández.
256
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
En el marco del DIDH se tiene una vasta jurisprudencia que permite compren-
der la noción de tortura. La Corte IDH se ha pronunciado en diferentes ocasio-
nes sobre estos elementos, así, en el caso Cantoral Benavides vs. Perú, la Corte
señaló que entre los elementos constitutivos de la tortura está incluida “la inter-
vención de una voluntad deliberadamente dirigida a obtener ciertos fines, como
obtener información de una persona, o intimidarla o castigarla”14. Después, en el
caso Bámaca Velásquez vs. Guatemala, la Corte determinó que
13- Ibídem
14- Corte IDH. Caso Cantoral Benavides Vs. Perú. Sentencia de 18 de agosto de 2000. Serie C No. 69,
párr. 97.
257
La Prohibición de la Tortura y OtrosTrato o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes
Por otro lado, en el caso Maritza Urrutia vs. Guatemala la Corte señaló que
En el caso Hermanos Gómez Paquiyauri vs. Perú la Corte indicó que “entre los
elementos de la noción de tortura […] se encuentra el infligir a una persona
sufrimientos físicos o mentales con cualquier fin”, y mencionó como ejemplo de
esto que, “[e]n general, en las situaciones de violaciones masivas a los derechos
humanos, el uso sistemático de tortura tiene como fin el intimidar a la pobla-
ción”17. Posteriormente, en el caso Tibi vs. Ecuador la Corte afirmó que los
15- Corte IDH. Caso Bámaca Velásquez Vs. Guatemala. Sentencia de 25 de noviembre de 2000. Serie
C No. 70, párr. 158.
16- Corte IDH. Caso Maritza Urrutia Vs. Guatemala. Sentencia de 27 de noviembre de 2003. Serie C
No. 103, párrs. 91 y 93.
17- Corte IDH. Caso de los Hermanos Gómez Paquiyauri Vs. Perú. supra nota 44, párr. 116.
258
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Todo ello constituye una forma de tortura, en los términos del artí-
culo 5.2 de la Convención Americana18.
Finalmente, en el Caso Bueno Alves Vs. Argentina, la Corte IDH unifica y de-
sarrolla los elementos constitutivos de tortura por actos cometidos por agentes
del Estado, valiéndose para ello, como fuente de interpretación del artículo 5°19
lo dispuesto por el artículo 2°20 de la CIPST, esta sentencia manifestó lo siguien-
te: “[…] los elementos constitutivos de la tortura son los siguientes: a) un acto
intencional; b) que cause severos sufrimientos físicos o mentales, y c) que se
cometan con determinado fin o propósito […]”21.
Los anteriores elementos, son los que comúnmente cita la jurisprudencia inter-
nacional frente a la configuración del ilícito internacional de tortura, a su vez,
sirven para distinguirlo de los tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes22.
18-Corte IDH. Caso Tibi Vs. Ecuador, supra nota 43, párr. 149.
19- “Artículo 5. Derecho a la Integridad Personal
1. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral.
2. Nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Toda per-
sona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano. […]”
20- “Artículo 2. Para los efectos de la presente Convención se entenderá por tortura todo acto real-
izado intencionalmente por el cual se inflijan a una persona penas o sufrimientos físicos o mentales,
con fines de investigación criminal, como medio intimidatorio, como castigo personal, como medida
preventiva, como pena o con cualquier otro fin. Se entenderá también como tortura la aplicación sobre
una persona de métodos tendientes a anular la personalidad de la víctima o a disminuir su capacidad
física o mental, aunque no causen dolor físico o angustia psíquica.
No estarán comprendidos en el concepto de tortura las penas o sufrimientos físicos o mentales que
sean únicamente consecuencia de medidas legales o inherentes a éstas, siempre que no incluyan la
realización de los actos o la aplicación de los métodos a que se refiere el presente artículo”.
21- Corte IDH. Caso Bueno Alves Vs. Argentina. Sentencia de 11 de mayo de 2007. Serie C No. 164.
Párr. 79.
22- Rodley, Nigel, The treatment of prisioners Under International Law. Oxford University Press, 2a.
Edición, 2002, Págs. 76 a 106; Medina, Cecilia, op, cit., Págs. 138 a 210.
259
La Prohibición de la Tortura y OtrosTrato o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes
Por otro lado, en el marco del DPI, la Comisión Preparatoria de la CPI presentó
un informe para comprender y facilitar la identificación de los respectivos ele-
mentos de los crímenes internacionales contemplados en el Estatuto de Roma,
sobre la tortura señaló lo siguiente:
Artículo 7 1) f):
23- Corte IDH. Caso Bueno Alves Vs. Argentina. Sentencia de 11 de mayo de 2007. Serie C No. 164.
Párr. 83.
24-Ibídem.
25- Ibídem. Párr. 84.
260
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Artículo 8 2) c) i)–4
26- Informe de la Comisión Preparatoria de la Corte Penal Internacional. Segunda parte - Proyecto de
texto definitivo de los Elementos de los Crímenes.
261
La Prohibición de la Tortura y OtrosTrato o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes
Por otro lado, y un aspecto muy importante para tener en cuenta frente a la
intencionalidad, es la posibilidad de que se pueda configurar este elemento por
acción u omisión, en este entendido el Tribunal expresó que existe acción u omi-
sión, siempre y cuando la acción u omisión haya sido intencional, es decir, haya
sido un acto que, objetivamente, sea deliberado y no accidental28.
Ahora bien, frente al grado de dolor o sufrimiento que represente una gravedad
significante el TPIY en el Caso el Fiscal contra Delalić y Otros, al igual que Nigel
Rodley, Relator Especial de la ONU sobre la Tortura, entendió que “una defini-
ción jurídica no puede depender de un catálogo de prácticas aberrantes en tanto
representaría simplemente un desafió a la ingenuidad de los torturadores y no
una prohibición legal viable”29. Por consiguiente, según el mismo planteamiento
27- El Fiscal c. Kunarac, Kovać y Vuković (2002), op. cit., Párr. 153. CEJIL. La Tortura en el derecho
internacional – Guía de jurisprudencia. 2009.
28- El Fiscal c. Delalić y otros (el caso Čelebići) (1998), op. cit., Párr. 468.
29- El Fiscal c. Delalić y otros (el caso Čelebići) (1998), Ibíd. párrafo 469, cita las palabras de Nigel
Rodley, ex Relator Especial de la ONU sobre la Tortura. El TPIR también siguió este razonamiento en
El Fiscal c. Kayishema y Ruzindana, ICTR Caso Nº TPIR-95-1-T, Sala de Primera Instancia, sentencia
del 21 de mayo de 1999, Párr. 149. CEJIL. La Tortura en el derecho internacional – Guía de jurispru-
dencia. 2009.
262
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
b. Elemento motivacional
Por otro lado, el TIPY en el caso del Fiscal contra Kronjelac se aproxima a la
noción de la tortura señalando el papel fundamental del elemento motiva-
cional para la distinción respecto a otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes:
30- El Fiscal c. Akayesu (1998), op. cit., Párr. 593-594. CEJIL. La Tortura en el derecho internacional
– Guía de jurisprudencia. 2009.
31- El Fiscal c. Kronjelac, op. cit., párrafo 180. Ver El Fiscal c. Brđanin, Caso Nº IT-99-36, Sala II de
Primera Instancia, sentencia del 1 de septiembre 2004, párrafo 486; El Fiscal c. Delalić y otros (el caso
Čelebići) (1998), op. cit., párrafo 442. CEJIL. La Tortura en el derecho internacional – Guía de juris-
prudencia. 2009.
263
La Prohibición de la Tortura y OtrosTrato o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes
En el marco del DPI los estatutos del TIPIY y TPIR señalan varios delitos ‘me-
nores’ que constituyen otras formas de maltrato y se encuentran comprendidas
dentro de la competencia de estos Tribunales. De acuerdo con la jurisprudencia
que se ha mencionado a lo largo del anterior capítulo, se pude establecer que la
distinción entre la tortura de otras formas de maltrato es la finalidad del acto y
su gravedad. La existencia de una finalidad prohibida habilita a los Tribunales a
calificar un acto como ‘tortura’; sin embargo, los actos en los que la finalidad esté
ausente quedarán comprendidos dentro de otras categorías de maltrato.
En el marco del DIDH el TEDH, en la década de los 70, realizó diferentes distin-
ciones conceptuales frente a lo que se consideraba para entonces tortura y otros
tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. El Caso Irlanda vs. Reino Uni-
do de 1978 es una sentencia icónica que en su momento marcó los principales
rasgos de diferenciación entre uno y otro, allí estableció que un trato degradante
era aquél capaz de “crear en las víctimas sentimientos de temor, de angustia y
de inferioridad, susceptibles de humillarles, envilecerles y de quebrantar en su
caso su resistencia física o moral33, en la misma sentencia el Tribunal consideró
32- El Fiscal c. Delalić y otros (el caso Čelebići) (1998), Ibíd. párrafo 495. CEJIL. La Tortura en el dere-
cho internacional – Guía de jurisprudencia. 2009.
33- TEDH, Irlanda contra Reino Unido. Sentencia de 18 de enero de 1978, A 25, Párr. 167, citado por
J. Barquin Sanz, “Los delitos de tortura y tratos inhumanos o degradantes”, EDERSA, Madrid, 1992.
Pág. 89.
264
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
que los actos infligidos a los prisioneros, que consistían en tenerlos de punta de
pie por horas, ponerles capuchones en la cabeza (vendas, trapos y otros elemen-
tos), mantenerlos sometidos a constantes ruidos intensos y privarlos de comida,
sueño y bebidas, no alcanzaban a constituir tortura, puesto que a este concepto
se le atribuida una característica que apuntaba hacía un tratamiento inhumano
deliberado que causa un sufrimiento muy severo y cruel.
34- Corte IDH. Caso de las Masacres de Ituango, párr. 256; Caso 19 comerciantes vs. Colombia. Sen-
tencia de 5 de julio de 2004. Serie C No. 109, Párr. 149.
35- Corte IDH. Caso 19 comerciantes, Párr. 267.
265
La Prohibición de la Tortura y OtrosTrato o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes
266
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Por otro lado, frente a las penas que aplican las autoridades, las mismas no pue-
den lesionar o afectar la integridad física, psíquica o moral del individuo, al res-
pecto de la imposición de penas la Corte IDH en el Caso Ceasar vs. Trinidad y
Tobago señaló lo siguiente:
Por otro lado, el TPIY definió como trato inhumano “toda acción u omisión
intencional, es decir, un acto que, objetivamente, sea deliberado y no acciden-
tal que causa daño mental o sufrimiento físico graves o constituye un grave
ataque a la dignidad humana”40. El Tribunal aceptó la definición del CICR de
intencionalidad necesaria para que un hecho configure el delito de trato inhu-
mano; “el delincuente debe haber actuado o dejado de actuar en forma delibe-
rada; pero la intencionalidad en sí es insuficiente. Si bien no es necesario que el
autor del delito haya tenido la intencionalidad puntual de humillar o degradar a
la víctima, sí debe haber sido capaz de percibir que era razonablemente previsi-
ble que su conducta tuviera dichas consecuencias”41.
39- Corte IDH. Caso Ceasar vs. Trinidad y Tobago. Sentencia 11 de marzo de 2005. Serie C No.123,
Párr. 70.
40- El Fiscal c. Delalić y otros (el caso Čelebići) (1998), op. cit., Párr. 543.
41- El Fiscal c. Aleksovski (1999), op. cit., Párr. 56. CEJIL. La Tortura en el derecho internacional –
Guía de jurisprudencia. 2009.
267
La Prohibición de la Tortura y OtrosTrato o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes
42- El Fiscal contra Musema (2000), op. cit., Párr. 285. CEJIL. La Tortura en el derecho internacional
– Guía de jurisprudencia. 2009.
268
CAPÍTULO V.
RESPONSABILIDAD DEL ESTADO
Responsabilidad del Estado
1. RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL
EXTRACONTRACTUAL DEL ESTADO
1
E
n el derecho colombiano la obligación de reparar un daño causado en
virtud de responsabilidad extracontractual se encuentra consagrada en
los artículos 2341 a 2360 del Código Civil; sobre esa base la doctrina y
la jurisprudencia empezaron a aplicar a los entes jurídicos algunas normas de
derecho privado que regulan las relaciones entre personas naturales como las
precitadas.
1- A lo largo del documento se hará referencia exclusiva a la responsabilidad extracontractual del
Estado.
2- González , O. (2012). Responsabilidad Extracontarctual del Estado. Una aproximación desde la teo-
ría de la responsabilidad de los clásicos a su carácter de disciplina autónoma del derecho. UIS Huma-
nidades.
272
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
3- Entiéndase por daño: toda lesión que sufre una persona natural o jurídica, pública o privada, sobre
un bien que hace parte de su patrimonio que esta jurídicamente protegido.
273
Responsabilidad del Estado
4- González , O. (2012). Responsabilidad Extracontarctual del Estado. Una aproximación desde la
teoría de la responsabilidad de los clásicos a su carácter de disciplina autónoma del derecho. UIS
Humanidades.
274
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Ahora bien, para profundizar sobre las formas de responsabilidad del Estado, es
necesario analizar la figura de “posición de garante”, que establece unos criterios
en los cuales se debe actuar para impedir un resultado so pena de incurrir en
tipo penal por omisión. Este tipo de responsabilidad es pertinente para el pro-
pósito de este informe, dado que orienta fórmulas de imputación posibles para
agentes del Estado que hayan omitido su posición de garantes en actos de tortu-
ra y tratos crueles, inhumanos o degradantes contra miembros de la FARC-EP
que fueron heridos, capturados y/o recluidos.
2. POSICIÓN DE GARANTE
5- González , O. (2012). Responsabilidad Extracontarctual del Estado. Una aproximación desde la
teoría de la responsabilidad de los clásicos a su carácter de disciplina autónoma del derecho. UIS
Humanidades.
275
Responsabilidad del Estado
276
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
277
Responsabilidad del Estado
De esa forma, teniendo en cuenta que el deber de garantía es predicable del Esta-
do y se personifica en sus servidores públicos o agentes, se debe analizar siempre
la relación que estos últimos tengan con el bien jurídico protegido. Lo anterior
genera la necesidad de poder determinar la competencia del sujeto, es decir, si al
agente le correspondía o no realizar deberes de seguridad o de protección frente
a determinados bienes jurídicos en relación con ciertos riesgos, para posterior-
mente determinar si el resultado era evitable o no.
278
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
soldiers)” quienes realizan los crímenes, dada la naturaleza de los mismos -ex-
tendidos y parte de políticas institucionales son los superiores quienes tienen
mayor grado de responsabilidad que los propios ejecutores en la comisión de
los actos punibles. Este tipo de responsabilidad se vincula con la obligación del
superior de evitar que sus subordinados cometan crímenes sancionados por el
Derecho Penal Internacional, entendiéndose que, aunque no haya ordenado su
comisión, será responsable por su omisión de evitarlos6.
279
Responsabilidad del Estado
7- Nerlich, V. (2016) La Responsabilidad del Superior a La Luz del Artículo 28 del Estatuto de la Corte
Penal Internacional. U Externado de Colombia.
280
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
El Artículo 24° del Acto Legislativo 01 del 4 de abril del 2017 establece que:
281
Responsabilidad del Estado
282
CAPÍTULO VI
LOS RESPONSABLES
Los Responsables
A
continuación, se lleva a cabo un ejercicio de tipificación de los crímenes
internacionales que se identifican en los casos representativos registra-
dos en las fichas y los patrones caracterizados. Además, se indican los
presuntos responsables de los crímenes: quienes participaron por acción y/o por
omisión en la comisión de la tortura y tratos inhumanos contra combatientes de
las FARC-EP, capturados en el marco del conflicto armado.
Para la tipificación de los crímenes de tortura y otros tratos o penas crueles, in-
humanos o degradantes se aborda la siguiente metodología: i) se describen los
elementos de los crímenes de guerra de tortura y de tratos crueles, inhumanos o
degradantes y el crimen de lesa humanidad de tortura; ii) luego se plantean fór-
mulas de imputación para cada uno de los presuntos responsables por cadena de
mando, así como a otros agentes que participaron directamente en las conductas
tipificadas.
286
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
i.) Los autores causaron graves dolores y sufrimientos físicos y/o menta-
les a los integrantes de las FARC-EP fuera de combate por captura o
detención de acuerdo con los modus operandi descritos;
ii.) dichos dolores y sufrimientos físicos causados por los agentes estatales
tenían la finalidad de obtener información sobre comandantes, com-
pañeros, campamentos, estrategias de los frentes, caletas de dinero y
explosivos, entre otros, con miras a ganar una ventaja militar sobre las
FARC-EP. Asimismo, tenían la finalidad de castigar a los combatientes
de la guerrilla por su pertenencia armada a la organización guerrillera;
iii.) estos integrantes de las FARC-EP se encontraban fuera de combate al
haber sido capturados por el Estado, por lo que eran personas protegi-
das por el DIH en virtud del artículo 3 común a los cuatro Convenios
de Ginebra;
iv.) los autores, al ser integrantes de la Fuerza Pública del Estado, eran
conscientes de que las personas capturadas en el marco de operaciones
militares, policiales o de inteligencia se encontraban protegidas por el
DIH, dado que, en el marco del cumplimiento de sus funciones ju-
raron cumplir la Ley y la Constitución, por lo que tenían el deber de
conocer de la prohibición de infringir tales dolores y sufrimientos a las
personas bajo su poder;
v.) la conducta tuvo ocurrencia tanto en el contexto territorial del con-
flicto armado, así como en su ámbito temporal, de igual forma, estuvo
estrechamente relacionado con éste por tratarse de combatientes de las
FARC-EP, movimiento insurgente que se encontraba, de manera noto-
ria, abierta y públicamente en rebelión contra el Estado;
vi.) los autores eran conscientes de la existencia del conflicto armado acae-
cido en el territorio colombiano entre la guerrilla de las FARC-EP y el
Estado colombiano, pues hacían parte de las fuerzas estatales que se
estructuraron para enfrentar a la organización guerrillera por medio
de diferentes acciones militares en diferentes partes del país, lo que
claramente constituye un conflicto armado no internacional1.
1- Según Kathleen Lawand (jefa saliente de la unidad del CICR que presta asesoramiento acerca del
derecho aplicable en los conflictos armados y otras situaciones de violencia en que el CICR lleva ad-
elante sus actividades humanitarias): Un conflicto armado no internacional (o “interno”) se refiere
a una situación de violencia en la que tienen lugar, en el territorio de un Estado, enfrentamientos
287
Los Responsables
Crimen de guerra de tratos inhumanos. (E.R. Artículo 8. 2). a). ii). -2.).
i.) Los autores causaron graves dolores y sufrimientos físicos y/o menta-
les a los integrantes de las FARC-EP de acuerdo con los modus operan-
di descritos anteriormente;
ii.) los integrantes de las FARC-EP se encontraban fuera de combate al
haber sido capturados por el Estado, razón por la cual, eran personas
protegidas en virtud del artículo 3 común a los cuatro Convenios de
Ginebra;
iii.) los autores eran conscientes de que los integrantes de las FARC-EP
se encontraban en estado de indefensión y estaban detenidos por las
fuerzas estatales y tenían conocimiento de la prohibición de infringir
tales dolores y sufrimientos a los capturados;
iv.) la conducta tuvo ocurrencia tanto en el contexto territorial del con-
flicto armado, así como en su ámbito temporal, de igual forma, estuvo
estrechamente relacionado con éste por tratarse de combatientes de las
FARC-EP que se encontraban, de manera notoria, abierta y pública-
mente en rebelión contra el Estado, asimismo fueron capturados por
las fuerzas estatales en razón a su pertenencia armada;
v.) los autores eran conscientes de la existencia del conflicto armado acae-
cido en el territorio colombiano entre la guerrilla de las FARC-EP y el
Estado colombiano, pues hacían parte de las fuerzas estatales que se
estructuraron para enfrentar a la organización guerrillera por medio
de diferentes acciones militares en diferentes partes del país, lo que
claramente constituye un conflicto armado no internacional.
i). Los autores causaron graves dolores y sufrimientos físicos y/o menta-
les a los integrantes de las FARC-EP de acuerdo con los modus operan-
di descritos;
ii). los autores eran agentes activos del Estado, utilizaban su autoridad
policial o militar para capturar a los combatientes guerrilleros de
las FARC-EP, por lo que su captura gozaba de presunción de legali-
dad y se valieron de esta para cometer graves conductas que atenta-
ron contra el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y el
armados prolongados entre fuerzas gubernamentales y uno o más grupos armados organizados, o
entre grupos de ese tipo.
288
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
De acuerdo con el contexto histórico expuesto y los relatos de las víctimas regis-
trados en las fichas de casos representativos, se puede determinar la responsabi-
lidad a título de coautores, por cadena de mando, de los agentes del Estado que
se relacionaron en el informe original presentado ante la JEP. Estos agentes son
responsables del crimen de guerra de tortura por haber promovido, permitido
o tolerado acciones de subalternos bajo su mando y control efectivo, o su auto-
ridad y control efectivo, según sea el caso, cometidos contra integrantes de las
FARC-EP fuera de combate por detención o captura. Se pudo determinar que la
tortura fue cometida como método para obtener información de los guerrilleros
capturados, con la finalidad de ganar una ventaja militar sobre la guerrilla de las
FARC-EP o como castigo en razón a su pertenencia armada a la organización
289
Los Responsables
guerrillera. Dichas conductas fueron realizadas por los responsables por cadena
de mando, en razón de no haber ejercido un control apropiado sobre esas fuer-
zas, ya sea porque:
De acuerdo con el contexto histórico expuesto y los relatos de las víctimas re-
gistrados en las fichas de casos representativos, se puede determinar la respon-
sabilidad, a título de coautores por cadena de mando, a los agentes del Estado
que se relacionaron en el informe original presentado ante la JEP, por haber
promovido, permitido o tolerado el crimen de guerra de tratos inhumanos por
fuerzas bajo su mando y control efectivo, o su autoridad y control efectivo, según
sea el caso, cometidos contra integrantes de las FARC-EP fuera de combate por
privación de la libertad. Se pudo determinar que los tratos inhumanos fueron
cometidos como método de castigo por su condición insurgente o venganza por
hechos relacionados con el conflicto armado. Dichas conductas fueron realiza-
das por los responsables por cadena de mando, en razón de no haber ejercido un
control apropiado sobre esas fuerzas, ya sea porque:
De acuerdo al contexto histórico expuesto, así como a los relatos de las víctimas
a través de las fichas de casos representativos, se puede determinar la responsa-
bilidad a título de coautores, al ser responsables por cadena de mando, de los
290
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Dichas conductas fueron realizadas por los presuntos responsables por cade-
na de mando, en razón de no haber ejercido un control apropiado sobre esas
fuerzas, ya sea porque:
Dichas conductas fueron realizadas por los presuntos responsables por cadena
de mando, en razón de no haber ejercido un control apropiado sobre esas fuer-
zas, ya sea porque:
En el marco del corpus iuris del Derecho Internacional de los Derechos Hu-
manos, Derecho Internacional Humanitario y Derecho Penal Internacional, se
han creado obligaciones generales y específicas, erga omnes, para que los Es-
tados parte de los diferentes instrumentos internacionales respeten y garanti-
cen los derechos humanos, y cuando se presenten situaciones que atenten grave
y sistemáticamente a la humanidad, se investiguen, juzguen y sanciones a los
291
Los Responsables
• AMPLIACIÓN DE LA INFORMACIÓN
QUINTO: que, con fundamento en el artículo 27a de la Ley 1922 de 2018 y los
hechos consignados en el presente informe, se vincule a los agentes del Estado
que fueron mencionados en la PARTE IV, CAPÍTULO 2 y se les llame a rendir
versión voluntaria por los hechos narrados. Lo anterior, una vez trasladado el
contenido de este informe con la debida reserva que se requiera.
292
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
293
BIBLIOGRAFÍA
294
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
Adarve Calle, Lina. “La Ley de los Caballos de 1888: entre la búsqueda del ‘orden’
y la construcción de un enemigo” Nuevo Foro Penal 7, 78 (2012). 146-168.
Alfredo Molano, Penas y Cadenas. Editorial Planeta, 2011.
Alfredo Molano, Penas y Cadenas. Véase también: Joan Canderipo, El cementerio
de los hombres vivos.
Aponte Cardona, Alejandro. Guerra y derecho penal del enemigo: reflexión crítica
sobre el eficientismo penal. Buenos Aires: Ad-hoc, 2008.
Archivo de El Tiempo. “Fuga Masiva de Topos en la Modelo”. 22 de mayo de 1998.
Ariza, “Reformando el infierno”; De Dardel y Söderström, The rise and fall of Su-
permax.
Ariza, Libardo José e Iturralde, Manuel. “‘You don’t respect me, but I’m worthy of
respect’. Paramilitaries’ prison experience and conflict transformation in
Colombia” Punishment & Society (2018). Online first. Available at: https://
journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/1462474518809012
Ariza, Libardo José e Iturralde, Manuel. “The Bullet in the Glass: War, Death, and
the Meaning of Penitentiary Experience in Colombia” International Crim-
inal Justice Review (2019). First online. Available at: https://journals.sage-
pub.com/doi/abs/10.1177/1057567719836475
Ariza, Libardo. “Reformando el infierno” en Los muros de la infamia: prisiones en
Colombia y América Latina, Ariza, Libardo e Iturralde, Manuel. Bogotá:
Universidad de los Andes, 2011.
Banco de Datos de Derechos Humanos y Violencia Política, “Comuna 13, la otra
versión” Noche y Niebla, Caso Tipo No. 2, (2003).
Banco de Datos de Derechos Humanos y Violencia Política, “Deuda con la Humani-
dad: paramilitarismo de Estado en Colombia 1988-2003” Noche y Niebla,
(2004).
Banco de Datos de Derechos Humanos y Violencia Política, “Deuda con la Humani-
dad 2. 23 años de Falsos Positivos (1988-2011)” Noche y Niebla, (2011)
Banco de Datos de Derechos Humanos y Violencia Política, “La masacre de Ma-
piripán” Noche y Niebla, 5 (1997).
Centro de Estudios de Derecho y Sociedad (DeJusticia), Que nos llamen inocentes:
testimonios de detenciones arbitrarias desde el Carmen de Bolívar. Bogotá:
DeJusticia, 2019.
Centro Nacional de Memoria Histórica, Hasta encontrarlos. El drama de la desapa-
rición forzada en Colombia. Bogotá: Centro Nacional de Memoria Históri-
ca, 2016.
295
Centro Nacional de Memoria Histórica, La masacre del Salado: esa guerra no era
nuestra. Bogotá: Taurus, 2009.
Centro Nacional de Memoria Histórica, La masacre del Tigre: un silencio que encon-
tró su voz. Bogotá: Taurus, 2011.
Centro Nacional de Memoria Histórica, Silenciar la democracia. Las masacres de Re-
medios y Segovia 1982-1997. Bogotá: Centro Nacional de Memoria Históri-
ca, 2014.
Centro Nacional de Memoria Histórica. La rochela. Memorias de un crimen contra
la justicia. Bogotá: Taurus, 2010.
Cepeda, Iván. “Genocidio político: el caso de la Unión Patriótica en Colombia” Re-
vista Cejil, 1, 2 (2006). 101-112.
Coalición “Larga Vida a las Mariposas”, tortura y tratos crueles en prisiones colom-
bianas: abril 27 de 2015. Bogotá: Coalición “Larga Vida a las Mariposas”,
2015.
Coalición “Larga Vida a las Mariposas”, Tortura y tratos crueles en prisiones colom-
bianas, 6.
Coalición Colombiana Contra la Tortura, Informe alternativo al 4° informe periódico
del Estado Colombiano al Comité contra la Tortura. Bogotá: Coalición Co-
lombiana Contra la Tortura, 2009.
Coalición Colombiana Contra la Tortura, Tortura y tratos o penas crueles, inhu-
manos o degradantes en Colombia: 2009-2014. Bogotá: Coalición Colombi-
ana Contra la Tortura, 2015.
Comisión Colombiana de Juristas, Las responsabilidades en la masacre de El Aro:
una verdad por desentrañar. Bogotá, 27 de abril de 2009.
Corte Constitucional. Sentencia C-1076 del 5 de diciembre de 2002. M.P. Clara Inés
Vargas Hernández.
Corte Constitucional. Sentencia T-153 de 1998. 28 de abril, 1998. Magistrado po-
nente: Eduardo Cifuentes Muñoz.
Corte Constitucional. Sentencia T-153 de 1998.; Corte Constitucional. Sentencia
T-388 de 2013; Corte Constitucional, Sentencia T-762 de 2015.
Corte Constitucional. Sentencia T-388 de 2013. 28 de junio, 2013. Magistrado po-
nente: María Victoria Calle Correa.
Corte Constitucional. Sentencia T-762 de 2015. 16 de diciembre, 2015. Magistrado
ponente: Gloria Stella Ortíz Delgado.
Corte IDH. Caso 19 comerciantes, Párr. 267.
Corte IDH. Caso Bámaca Velásquez Vs. Guatemala. Sentencia de 25 de noviembre
296
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
297
El Fiscal c. Aleksovski (1999), op. cit., Párr. 56. CEJIL. La Tortura en el derecho in-
ternacional – Guía de jurisprudencia. 2009.
El Fiscal c. Delalić y otros (el caso Čelebići) (1998), Ibíd. párrafo 469, cita las pal-
abras de Nigel Rodley, ex Relator Especial de la ONU sobre la Tortura.
El Fiscal c. Delalić y otros (el caso Čelebići) (1998), Ibíd. párrafo 495. CEJIL. La
Tortura en el derecho internacional – Guía de jurisprudencia. 2009.
El Fiscal c. Delalić y otros (el caso Čelebići) (1998), op. cit., Párr. 468.
El Fiscal c. Delalić y otros (el caso Čelebići) (1998), op. cit., Párr. 543.
El Fiscal c. Kayishema y Ruzindana, ICTR Caso Nº TPIR-95-1-T, Sala de Primera
Instancia, sentencia del 21 de mayo de 1999, Párr. 149. CEJIL. La Tortura en
el derecho internacional – Guía de jurisprudencia. 2009.
El Fiscal c. Kronjelac, op. cit., párrafo 180. Ver El Fiscal c. Brđanin, Caso Nº IT-99-
36, Sala II de Primera Instancia, sentencia del 1 de septiembre 2004, párrafo
486; El Fiscal c. Delalić y otros (el caso Čelebići) (1998), op. cit., párrafo
442. CEJIL. La Tortura en el derecho internacional – Guía de jurispruden-
cia. 2009.
El Fiscal c. Kunarac, Kovać y Vuković (2002), op. cit., Párr. 153. CEJIL. La Tortura
en el derecho internacional – Guía de jurisprudencia. 2009.
El Fiscal contra Musema (2000), op. cit., Párr. 285. CEJIL. La Tortura en el derecho
internacional – Guía de jurisprudencia. 2009.
Entrevista con antiguos miembros de la guardia de custodia y vigilancia de la cárcel la
Modelo”. 12 de Diciembre de 2019. Bogotá, Colombia.
Entrevista con tres miembros del cuerpo de custodia y vigilancia de la cárcel la
Modelo. 12 de Diciembre de 2019, Bogotá.
Ex paramilitares confiesan que cometieron ‘falsos positivos’ con funcionarios de Fis-
calía. Año 2010 Recuperado de: https://caracol.com.co/radio/2010/08/04/
judicial/1280905680_336400.html
Faivre D’Arcier Flores, Hortense. “Del Plan Colombia al Plan Patriota: Impacto del
conflicto armado colombiano en el Ecuador, análisis de una estrategia de
seguridad subregional” Revista Complutense de Historia de América, 31
(2005), 215-230.
Falsos positivos: una Herida que sigue abierta” VerdadAbierta, Sin fecha. Disponible
en: https://verdadabierta.com/especiales-v/2015/falsos-positivos/
Familiares de Personas Privadas de la Libertad, Hombres y Mujeres Privados de la
Libertad, Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, Situación carcelar-
ia en Colombia. Conflicto armado y presos políticos. Bogotá: Familiares de
Personas Privadas de la Libertad, Hombres y Mujeres Privados de la Liber-
298
VIOLENCIA CONTRAINSURGENTE
299
https://www.elespectador.com/colombia2020/justicia/jep/29-generales-y-corone-
les-en-la-mira-de-la-cpi-por-ejecuciones-extrajudiciales-articulo-855577
ICTJ. El enfoque de macro criminalidadmacrocriminalidad en el proceso penal de
Justicia y Paz – Lecciones para la Jurisdicción Especial para la Paz. Mayo
2019. (pág. 4.).
ICTJ. Guía para enfoque de investigación de crímenes de sistema en la presentación
de informes ante la Sala de reconocimiento de la JEP. Pág. 12.
Informe de la Comisión Preparatoria de la Corte Penal Internacional. Segunda par-
te - Proyecto de texto definitivo de los Elementos de los Crímenes.
Informe de la CPI 23 de enero de 2020 recuperado de: https://www.eltiempo.com/
justicia/investigacion/informe-de-la-cpi-2019-sobre-colombia-440626
Informe del Relator Especial sobre las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o ar-
bitrarias, Philip Alston. Recuperado de: https://www2.ohchr.org/english/
bodies/hrcouncil/docs/14session/A.HRC.14.24.Add.2_sp.pdf
Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC. Respuesta a petición con
número de radicado 20199430005921, 23 de enero de 2020.
Instituto Penitenciario y Carcelario INPEC. Respuesta a derecho de petición,
2020EE0010417, 23 de enero 2020.
Instituto Penitenciario y Carcelario INPEC. Respuesta a derecho de petición,
2020EE0010417, 23 de enero 2020.
IT-95-14-T. Asunto “Fiscal vs. Tihomir Blaskic”. Sentencia proferida el 3 de marzo
de 2000 por la Sala de Primera Instancia del TPIY. Traducción obtenida del
libro “Jurisprudencia Penal Internacional aplicable en Colombia”. Pág. 337
y 338.
Iturralde, Manuel. “Emergency penality and authoritarian liberalism” Theoretical
Criminology 12, 3 (2008). 377-397.
Iturralde, Manuel. Castigo, liberalismo autoritario y justicia penal de excepción. Bo-
gotá: Siglo del Hombre-Universidad de los Andes, 2010.
Jakobs, Gunther. “Derecho penal del ciudadano y derecho penal del enemigo” en
Derecho penal del enemigo (trad. Manuel Canció Meliá), Jakobs, Gunther y
Canció Meliá, Manuel. Madrid: Civitas, 2003. 7-56.
Joan Canderipo, “El cementerio de los hombres vivos”. Manuscrito impreso por el
autor, s,f.
La Fiscalía General de la Nación ha comprobado la desaparición de Joaquín Leon-
ardo Gallego, Janner Torres y Luis Norberto Osorio. Fiscalía Delegada ante
los Jueces de Circuito Especializado 251. “Calificación del sumario y acu-
sación”, 105-107.
300
Ministerio de Justicia y del Derecho. Por corrupción Gobierno Nacional y Fiscalía
anuncian captura de funcionarios del INPEC. Miércoles 30 de enero de
2019. Obtenido de la página web de Minjusticia.
MOE – “monografía político electoral de 1997 a 2007” recuperado de: https://moe.
org.co/home/doc/moe_mre/CD/PDF/cundinamarca.pdf
Observatorio de Derechos Humanos y derecho humanitario. Libertad: rehén de la
“seguridad democrática”. Bogotá: Corporación Jurídica Libertad-Corpo-
ración Humanidad Vigente-Comisión Colombiana de Juristas-Centro de
Investigación y Educación Ppopular-Colectivo de Abogados José Alvear
Restrepo-Commité por la Defensa de los Derechos HumanosDerechos hu-
manos-Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos.
ONU: “siguen los falsos positivos y crece la violencia paramilitar en Colombia” 27
de febrero de 2012 Recuperado de: https://www.vanguardia.com/colombia/
onu-siguen-los-falsos-positivos-y-crece-la-violencia-paramilitar-en-co-
lombia-FGVL145437
Pérez Toro, Vanegas Yepes y Álvarez Martínez, Estado de derecho y sistema penal.
Pérez Toro, William Fredy; Vanegas Yepes, Alba Lucía y Álvarez Martínez, Carlos
Mario. Estado de derecho y sistema penal: La emergencia permanente de la
reacción punitiva en Colombia. Medellín: Dike-Universidad de Antioquia,
1997.
Pueblo, D. d. (17 de octubre de 2018). Defensoría del Pueblo - Colombia. Obteni-
do de http://www.defensoria.gov.co/es/public/Informesdefensoriales/785/
An%C3%A1lisis-sobre-el-actual-hacinamiento-carcelario-y-peniten-
ciario-en-Colombia-Informes-defensoriales---C%C3%A1rceles-In-
formes-defensoriales---Derechos-Humanos.htm
Rempe M., Dennis, “The Origin of Internal Security in Colombia: Part I-A CIA
Special Team Surveys La Violencia, 1959-60” Small Wars & Insurgencies,
10, 3 (1999). 24-61.
Rodley, Nigel, The treatment of prisioners Under International Law. Oxford Univer-
sity Press, 2a. Edición, 2002, Págs. 76 a 106; Medina, Cecilia, op, cit., Págs.
138 a 210.
Rojas Bolaños y Benavides Silva, Ejecuciones extrajudiciales en Colombia, 64-66.
Rojas Bolaños, Omar Eduardo y Benavides Silva, Fabián Leonardo. Ejecuciones ex-
trajudiciales en Colombia, 2002-2010. Obediencia ciega en campos de batalla
ficticios. Bogotá: Universidad Santo Tomás, 2017.
Rosen, Jonathan D. y Zepeda Martínez, Roberto. “La guerra contra las drogas y la
cooperación internacional: el caso de Colombia” CS, 18 (2016). 63-84.
Sentencia del TPIY. Caso Kunarac y otros. Sentencia de 4 de febrero del 2009.
301
Sotomayor Acosta, Juan Oberto y Tamayo Arboleda, Fernando León, “La nueva
‘cuestión penal’ y los retos de una ciencia penal garantista” en dogmática del
derecho penal material y procesal y política criminal contemporáneas, hom-
enaje a Bern Schünemann, ed. Gimbernat Ordeig, Enrique; Gracia Martín,
Luís; Peñaranda Ramos, Enrique; Rueda Martín, María de los Ángeles;
Suárez González, Carlos y Urquizo Olaechea, José. Lima: Gaceta Penal,
2014. 93-107.
Tamayo Arboleda, Fernando León y Sotomayor Acosta, Juan Oberto. “¿Penas sin
humillaciones? Límites al derecho penal derivados del respeto a la dignidad
humana” Opinión Jurídica, 17, 33 (2018).
TEDH, Irlanda contra Reino Unido. Sentencia de 18 de enero de 1978, A 25, Párr.
167, citado por J. Barquin Sanz, “Los delitos de tortura y tratos inhumanos
o degradantes”, EDERSA, Madrid, 1992. Pág. 89.
Texto de la circular del ministro de guerra dr.Dr. Ignacio Rengifo a todas las autori-
dades seccionales” El Colombiano, 6 de noviembre, 1928.
Tickner, Ariene B. “Tensiones y consecuencias indeseables de la política exterior Es-
tadounidense en Colombia” Colombia Internacional, 49-50 (2000). 40-61.
Universidad Autónoma de Colombia. Conferencia sobre Jaime Pardo Leal. El delito
político en Colombia; Pardo Leal, Jaime. El delito político en Colombia.
Editorial. Fundación Universidad Autónoma de Colombia.
Vega Cantor, Renán. Injerencia de los Estados Unidos, contrainsurgencia y terrorismo
de Estado. Bogotá: OceanSur. 2016.
Velásquez Rivera, Edgar de Jesús. “Historia del Paramilitarismo en Colombia” His-
toria, Sao Paulo, 26, 1 (2007). 134-153.
Vinculan a general (r) de la Policía por caso de torturas y desapariciones en cár-
cel Modelo”, El Espectador, 1 de octubre, 2019. Disponible en: https://
www.elespectador.com/noticias/judicial/vinculan-general-r-de-la-poli-
cia-por-torturas-y-desapariciones-en-la-carcel-modelo-articulo-883910
Winter Etcheberry, J. A. (2009). La responsabilidad por el mando en el Derecho
Penal Internacional. Santiago de Chile, Chile: Universidad de Chile.
Zaffaroni, Raúl; Slokar, Alejandro y Alagia, Alejandro. Derecho penal: parte general.
Buenos Aires: Ediar: 2002.
302
HOMBRE PRESO QUE MIRA A SU HIJO
y jugué a la mancha
y era de sangre.
Y acordarse de vos
de tu carita
lo ayudaba a callar.
ij
(Por Mario Benedetti)