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Ejercicios

de Resiliencia
con
PNL
Programación Neurolingüística

Cristina Flores Vela


Ejercicios

de Resiliencia
con
Programación Neurolingüística

Cristina Flores Vela


Copyright © 2020 Cristina Flores Vela
Todos los derechos reservados
ISBN-13

DEDICATORIA
Con todo mi amor y esperando que les sea de utilidad a las personas que
tienen una situación de vida difícil y necesitan ser más resilientes.

“La flor de Loto es una flor, qué


a pesar de desarrollarse en un
ambiente difícil y pantanoso, es
de una gran belleza. Simboliza
que no importa que tan adverso
sea el momento que se está
viviendo, siempre puede surgir
algo hermoso de ello”.

Indice
Capítulo 1
El Cambio. Resiliencia para aceptar el Cambio
Ejercicio 1
Los Hábitos de las personas Resilientes.
Ejercicio 2
Las personas Resilientes son positivas, se enfocan en lo positivo, se hacen
preguntas útiles.
Ejercicio 3 Más preguntas útiles que pueden ayudar a mejorar tu vida.
Ejercicio 4
Más preguntas útiles para hacerte más resiliente.
Ejercicio 5
Más preguntas útiles que te ayudarán a ser más resiliente.
Ejercicio 6
Otras preguntas útiles que las personas resilientes se hacen.
Ejercicio 7
Los tesoros de la vida.

Capítulo 2
Los Hábitos de una persona Resiliente
Ejercicio 9
Hacer Ejercicio
Ejercicio 10
Comer bien
Estrategia para comer de la gente sana y delgada
Dormir bien y saber relajarse
Ejercicio 11
La relajación sistemática: Una técnica de relajación
Ejercicio: 12
La Meditación como una herramienta para manejar el estrés.
Ejercicio: 13
Ejercicio: 14 Relajación de 1 minuto
Mantener pensamientos positivos
Ser Agradecido
Ejercicio 15
Vivir y disfrutar el Presente
Ejercicio 16
Tener comunicación con tus ancestros
Ejercicio 17
Las Preguntas útiles
Ejercicio 18
Cambiar el dolor por amor
Ejercicio 19
Capítulo 3
¿Cómo maneja una persona Resiliente la Codependencia?
Amor vs. Codependencia
Ejercicio 20 para crear empatía
Ejercicio 21 para ayudar a salir de la codependencia.
Ejercicio: 22 La Barda
Capítulo 4
Una persona Resiliente se enfoca en mejorar su ambiente.
Un círculo de ayuda mutua.
Organizar el ambiente
No trates de hacerlo todo, da prioridades.
La vida sigue y hay que ser feliz a pesar de todo.
Replantea tus metas y define cuáles son viables todavía.
Es importante continuar con los sueños personales.
Ejercicio: 23 Una Pregunta Poderosa
Ejercicio: 24 Observarme desde una Tercera Posición
Darse vacaciones ayuda para la salud mental.
Ejercicio 25 Frases poderosas
Ejercicio: 26
Más recursos
Ejercicio: 27
Verte a través de un Ser que te ama.
Capítulo 5
La culpa
El doble vínculo
Ejercicio 28 Negociación de Partes
Frases poderosas
Ejercicio: 29 El Perdón
Ejercicio: 30 Manejar la culpa con sonidos.
Ejercicio: 31
Manejar la culpa con imágenes.
Ejercicio: 32
¿Cómo manejar conflictos?
Ejercicio: 33
Manejo de Conflictos
Ejercicio: 34
Descubre tus necesidades
Ejercicio: 35
Escribir para sanar
Capítulo 6
Entender la Codependencia Lograr un equilibrio entre las propias necesidades
y las del otro.
Aceptar las diferencias
Cosas que ayudan a evitar el agotamiento a tener más energía, aguante y
vitalidad.
Capítulo 7
Las mejores Tácticas para ser Resilientes.
La Fe
El ¿Para qué?
Hay que aprender a ser feliz
Vivir en el Amor
Ejercicio: 36
La Meditación como herramienta para el estrés.
El Amor Compasivo.
La Aceptación.
Prólogo

Soy Psicóloga, mi vocación es ayudar, disfruto enormemente cuando ayudo a


una familia a encontrar mejores formas de relacionarse, cuando doy apoyo a
un adulto a manejar sus conflictos, al ayudar a un niño a aprender a controlar
su hiperactividad y mejorar, así como también me da mucha satisfacción el
enseñar a las personas adultas y a los niños a lidiar con sus miedos y a
manejar los sentimientos.
Cuando mi esposo enfermó y quedó discapacitado, nuestros tres hijos ya
habían salido de casa a hacer sus propias vidas, ya sin hijos en casa,
estábamos en una etapa de reencuentro, disfrutándonos como pareja y yo en
mi mejor momento como Terapeuta, con todo mi tiempo dedicada a mi
trabajo.
El cambio tan brusco que se dio en mi vida cuando mi esposo se quedó
paralítico, me sacó de mi centro, sentía que estaba viviendo una pesadilla,
hospitales, doctores, enfermeras, medicamentos, terapias. Eso absorbía todo
mi tiempo y mi energía, dejé de trabajar más de un año, sin embargo, poco a
poco, fui retomando mi vida, no fue un proceso fácil, tuve que volver a
reconstruirme, porque sentía que estaba hecha pedazos y no sabía qué hacer,
ni por dónde comenzar.
En el transcurso de ese tiempo fui comprendiendo lo que era estar en una
situación de vida difícil y comencé
a ayudarme a mí misma, fui poniendo en práctica todos mis conocimientos y
comencé a documentar mi trabajo. Así surgió este libro.
Ejercicios de Resiliencia con Programación Neurolingüística brinda una serie
de ejercicios que le ayudarán a superar las crisis que eventualmente ocurren
en la vida, le servirán para tener más fortaleza ante las situaciones adversas y
saber cómo hacerles frente.
Algunos de estos ejercicios han sido tomados de Programación
Neurolingüística, de Arteterapia, de Ontoescritura, otros los he creado a
través de mi trabajo con pacientes y de mi propia experiencia de vida.
Este libro lo escribí basada en mi experiencia personal ante una circunstancia
de vida difícil, lo escribí para mí, como una autoayuda, por lo tanto, no tiene
citas textuales, pero, debo agradecer a todos mis maestros de la carrera de
Psicología, de la Maestría en Programación Neurolingüística, de la
Especialidad en Arteterapia, y de los numerosos talleres, entre ellos el de
Escribir para Sanar, pues muchos de los ejercicios están basados en mi
formación como profesionista.
Soy una admiradora de los creadores de la PNL, Richard Bandler y John
Grinder, así como de Robert Dilts que ha continuado enriqueciéndola.
Programación Neurolingüística, además de darme una visión a la vez
profunda y panorámica de todas las técnicas de terapia en Psicología, ya que
incluye a la vez
Terapia Gestalt, Terapia Familiar Sistémica y Terapia de Hipnosis
Ericksoniana, ha sido muy útil en mi vida personal.
Quiero compartir el trabajo y las técnicas psicológicas que utilicé conmigo
misma al enfrentarme con dificultades y poder rescatar mi vida.
Capítulo 1
El Cambio

El cambio es lo más seguro que tenemos,


la vida puede cambiar en un instante, nunca
sabemos lo que traerá el futuro.

Ya los antiguos filósofos como Heráclito, nos hablan nos hablan del cambio,
del dinamismo y la inestabilidad que tiene la vida, sin embargo, los seres
humanos vivimos en un estado de inconsciencia, pensamos que todo va a ser
siempre igual, sin darnos cuenta que el cambio es la constante de nuestra
vida.
Tal vez ese estado de inconsciencia es un mecanismo de defensa en contra
del dolor o el sufrimiento. Lo cierto es que la vida se transforma en un
momento o en unos años, pero, el cambio está siempre presente.
Una enfermedad, un accidente, la muerte de un ser querido, un cambio en las
finanzas, son situaciones que no tenemos contempladas y que pueden
suceder.
Al igual, cuando estamos sumergidos en una pena, en un problema, eso
también va a cambiar, porque nada permanece, nada es para siempre.
¿Cómo lograr enfrentarnos a esas situaciones de vida de la manera más
amorosa y aceptante?
¿Cómo mantener la autoestima en el proceso?
¿Cómo evitar caer en una depresión, lograr procesar todos los
acontecimientos difíciles y continuar con energía?
¿Cómo manejar los momentos de desesperación, de enojo, de culpa?
¿Cómo lograr evitar caer en una situación de codependencia y cómo salir de
ella?
¿Cómo lograr rescatar y seguir con la propia vida, con las mismas metas y
continuar con entusiasmo y valor?
¿Cómo seguir adelante, mantener los sueños y los planes?
Encontrar respuestas y soluciones es el objetivo de este libro.
Resiliencia para aceptar el Cambio

Aunque no sucedan acontecimientos traumáticos, la vida va cambiando con


el tiempo, con los acontecimientos normales de una familia, los hijos crecen,
se van de casa, llegan los nietos, incluso llegamos a pensar en la muerte y
tratamos de prepararnos para aceptar esos cambios, sabemos de antemano
que eso va a suceder algún día.
También hay cambios inesperados, un accidente, una enfermedad, una
pérdida económica, una discapacidad, una muerte prematura.
Hay dos opciones o sufrimos los cambios, o los aceptamos, cuando los
aceptamos podemos sacarles provecho, aprender de ellos, adaptarnos y seguir
adelante, hacer de la vida un camino con corazón, necesitamos ser resilientes.
La Resiliencia es un término acuñado recientemente, la palabra viene de la
metalurgia, los metales resilientes son aquellos que tienen mucha flexibilidad
que se adaptan al frío o al calor, que aguantan.
Así que las personas resilientes son aquellas que se adaptan a todas las
circunstancias, qué resisten y que logran rehacerse aún después de sufrir
traumas.
Palabras como resistencia, adaptabilidad, capacidad de enfrentarse a la
adversidad, tener recursos, engloban todas ellas el concepto de resiliencia.
La palabra aplicada a la psicología es nueva, pero, el concepto no lo es,
hemos escuchado muchas historias de vida resilientes, sabemos que algunos
individuos mejor que otros resisten los avatares de la vida, la adversidad y la
enfermedad. Anteriormente, esto se atribuía a una constitución especial a una
fortaleza diferente, es hasta hace poco que se ha puesto atención a la
interacción entre el individuo y sus allegados, sus condiciones de vida y su
ambiente vital.
¿Cómo lograr ser resiliente? ¿Cómo hacer vida y llevar a la práctica los
conceptos sobre Resiliencia?
¿Cómo se puede salir adelante ante una adversidad? ¿Cuáles son las
estrategias de vida de una persona resiliente? ¿Cuáles sus fórmulas para salir
avante ante la tragedia? ¿cómo lo hicieron? ¿qué fue lo que les ayudó?
Programación Neurolingüística dice que si alguien puede hacer algo, tú
también puedes, lo único que necesitas es saber cómo lo hace, saber cuál es
su estrategia.
Cuando pienso en Resiliencia recuerdo aquella historia que me contó una
amiga en una ocasión, de una señora de 95 años que estaba por publicar su
primer libro de poesía, había empezado a escribir a los 90 años. Mi amiga
que es Editora, le iba a publicar su libro, fue a platicar con ella, para ponerse
de acuerdo y le pregunta ¿qué le parece poner en la portada alguna flor? ¿cuál
flor le gusta? ¿con cuál planta se identifica? Y la Señora le contesta, me
identifico con la verdolaga, porque esa planta nace en cualquier rincón, no
necesita, ni demasiado sol, ni demasiada agua, ni demasiados cuidados,
aguanta todas las inclemencias del clima, se adapta a todo, además, se come,
es muy nutritiva ¡Con razón la Señora había llegado a los 95 años, con deseos
de hacer cosas nuevas en su vida! Sin duda, había pasado muchas penas y era
una persona resiliente.
La resiliencia se nutre de una reorientación positiva del pensamiento y la
acción, que podría llamarse positivación.
El primero que utilizó el término resiliencia fue Bowlby, él insistía en el
papel de apego en la génesis de la resiliencia, es decir, la relación madre-hijo,
la definió así: “resorte moral, cualidad de una persona que no se desanima,
que no se deja abatir”
La resiliencia ha suscitado el interés de investigadores, uno de ellos la
Psicóloga estadounidense Werner, la cual hace un estudio longitudinal de 698
niños en situación de pobreza y abandono, 201 niños considerados con alto
riesgo de trastorno de conducta evaluados a los dos años, 72 evolucionaron
favorablemente sin intervención terapéutica y se hicieron jóvenes adultos
competentes y bien integrados. Supieron sobreponerse a una infancia difícil,
además, dos tercios de los no resilientes, en la adolescencia, especialmente
aquellos que tuvieron un mentor, un maestro que creyó en ellos, llegaron a
serlo en la edad adulta, al final hubo un 80% de evoluciones positivas.
La resiliencia se define en dos aspectos: resistencia al trauma y dinámica
existencial.
La resistencia al trauma va más allá de la resistencia misma y es más que la
adaptabilidad, ya que implica un proyecto de vida después del suceso.
La mayoría de las investigaciones sobre resiliencia se sitúan claramente en
una visión ambientalista, no determinista e insisten especial y constantemente
en la importancia de las personas afectuosas en sus vidas, como factor
esencial.
Las investigaciones han sido realizadas en contextos culturales muy diversos,
la resiliencia es un fenómeno universal.
Se define la resiliencia como la capacidad de una persona o de un grupo para
desarrollarse bien, para seguir proyectándose en el futuro a pesar de
acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de
traumas a veces graves.
Aun reconociendo que hay problemas, se intenta abordarlos de modo
constructivo, a partir de una movilización de los recursos de las personas
directamente afectadas.
En lo individual se acentúan los rasgos positivos: capacidad de amar y de
comprometerse, valentía, sensibilidad, competencia interpersonal,
sensibilidad estética, perseverancia, perdón, creatividad, espiritualidad,
sabiduría.
Los autores hablan de factores de protección:
. Autoestima
. Sociabilidad
. Simpatía y Empatía
. Sentido del Humor
. Tener un proyecto de vida
Los estudiosos dicen que la Resiliencia es algo que inicia desde la niñez,
haber tenido unos padres en los que se puede confiar y que creen en el niño,
padres amorosos y un clima afectivo. Sin embargo, en el estudio hecho por la
psicóloga norteamericana Werner, de niños en situación de pobreza extrema
y de familias conflictivas, se observa que, a pesar de no tener una niñez
normal, lograron salir adelante aquellos que tuvieron un mentor, una persona
adulta, un maestro, alguien que creyó en ellos y les dio valor y autoestima en
la adolescencia.
En conclusión, el amor, como el agua para una planta, es lo que nos hace
crecer fuertes y poder resistir la adversidad.
El amor es el escudo protector que nos ayuda en el trance doloroso. El amor
recibido de los padres, abuelos, familiares, tutores, maestros, todos, personas
importantes para el niño y el adolescente. En la adultez, por supuesto que el
amor a sí mismo y a los demás.
Ejercicio 1
Vete atrás en el tiempo y comienza a recordar todos los momentos felices en
dónde haz recibido amor, recuerda a tus padres, abuelos, tíos, primos,
maestros, amigos, vecinos.
Toma cada uno de esos recuerdos agradables y en tu mente hazlos grandes
luminosos, a colores.
Puedes imaginar a estos seres hablándote, consolándote, dándote consejos,
diciéndote que es lo mejor que puedes hacer en tu situación.
Ahora escríbelo, haz una carta de cada una de las personas importantes en tu
vida, pon en un papel las palabras que te dicen los seres que te quieren, que
desean consolarte o darte un consejo y que además son sabios, eso te va a dar
fortaleza, vas a descubrir que la escritura te ayuda muchísimo y que es una
excelente terapia.
Date a la tarea de todos los días tener un recuerdo agradable en dónde hayas
recibido amor y que te haga sentir muy bien. También puedes escribirlo y
hacer un cuaderno de “Amor recibido”.
Los Hábitos de las personas Resilientes.

Las personas resilientes tienen hábitos resilientes


Los estudiosos mencionan estas cómo las principales características de las
personas resilientes:
-Ver y enfocarse en cosas positivas.
-Sentido del humor.
-Estar en contacto con su cuerpo y recibir los mensajes
que éste les da.
-Estar consciente de sus pensamientos, una persona
resiliente generalmente tiene pensamientos positivos,
y si tiene pensamientos negativos los cambia.
-Buenos hábitos de alimentación, de hacer ejercicio y
de descanso.
-Saben cómo relajarse y serenarse.
-Tienen el hábito de hacer empatía y de ser sociables.
La Resiliencia no es un estado, es un proceso, que puede aprenderse y que es
algo que se tiene que trabajar diariamente.
Se puede definir la Resiliencia como la capacidad de sobreponerse e ir hacia
delante, o sea, seguir con la vida tras un suceso traumático.
¿Cómo hacer de una enfermedad, de un sufrimiento, de una pérdida o de un
malestar, algo positivo? ¿Cómo dar sentido al sufrimiento? La respuesta es
ser resiliente, saber adaptarse al cambio.
Una persona resiliente tiene un diálogo interno positivo, hay diálogos
negativos que no nos sirven para nada, que nos estresan en lugar de
ayudarnos.
Hay algunas preguntas inútiles que nos hacemos, como por ejemplo ¿Por qué
yo? ¿Por qué a mí? ¿Por qué a nosotros? ¿Por qué esa injusticia?
Cuando nos hacemos esas preguntas no resolvemos nada, nos quedamos
estancados en la pena, en la desesperanza, en el coraje.

Ejercicio 2
Haz conciencia de tu diálogo interno.
Analiza qué te dices a ti mismo.
Con quién hablas en tu mente.
¿Cómo es ese diálogo? ¿Es positivo? ¿Es negativo? ¿Cómo te hace sentir?
¿Hay muchos por qué, en ese diálogo?
Elimina tu diálogo interno negativo, cámbialo por otro positivo. Ej. cambia
los porqués en para qué, en lugar de decirte ¿por qué pasó esto? o ¿por qué
pasa esto? pregúntate ¿para qué pasó o para qué pasa?
Asegúrate que la respuesta que te das sea positiva, por ejemplo: Para que yo
aprenda algo, para que yo sea una mejor persona, para que pueda comprender
más a los demás, para que crezca espiritualmente, para que me supere, para
que cumpla una misión, etc.
Las personas Resilientes son positivas, se enfocan en lo positivo, tienen
pensamientos positivos.
Las personas resilientes tienen frecuentemente pensamientos positivos, se
enfocan en las cosas positivas presentes y pasadas.
Un pensamiento positivo te lleva a un sentimiento positivo y esto a una
conducta positiva.
Un pensamiento negativo generalmente te lleva a un sentimiento negativo y a
una conducta negativa. Aunque existen pensamientos negativos que son
útiles y te pueden ayudar a prevenir algunas situaciones negativas.
Es importante preguntarte ¿Qué estoy pensando? ¿Me ayuda este
pensamiento en algo?

Hay que tener presente que siempre es primero un pensamiento, este conduce
a un sentimiento y este a una conducta.
PENSAMIENTOS

SENTIMIENTOS

CONDUCTA

Las personas Resilientes se hacen preguntas útiles.


Hay preguntas útiles y preguntas inútiles. Las preguntas útiles llevan tu
pensamiento por un sendero positivo, te llevan a tener pensamientos
positivos, sentimientos positivos y a llevar a cabo acciones positivas.
Las preguntas inútiles nos llevan por senderos sin destino. Por ejemplo,
preguntarte ¿Por qué sucedió x? no te ayuda en nada, te sumerge en un pozo
sin respuestas.
Te comparto estas preguntas útiles, que es una forma muy efectiva de tener
pensamientos positivos, eso te lleva a tener sentimientos agradables, lo cuál
te hace sentir bien y actuar bien.
Ejercicio 3
Contesta las siguientes preguntas útiles, por escrito y cada una por separado,
puede ser una por día.
¿Para qué me pasó esto?
¿Qué tengo que aprender de lo que me está pasando?
¿Cómo puedo ser más feliz a pesar de mi situación?
¿Cómo vivir lo mejor posible con lo que está sucediéndome?
¿Qué soluciones concretas tengo?
Las personas resilientes ocupan su mente con preguntas útiles, éstas llevan el
pensamiento por un sendero positivo, nos hacen sentir bien y encontramos
soluciones a los problemas.

Ejercicio 4
Más preguntas útiles que pueden ayudar a mejorar tu vida.
¿Hay algo que vaya bien en mi vida ahora?
¿Qué estoy haciendo bien?
¿Hay algo que pueda mejorar mi forma de vida?
¿Cuáles son mis distracciones favoritas? ¿Cuánto tiempo necesito dedicar a
eso para sentirme bien?
¿Hay alguien a quien admire mucho? ¿por qué? ¿qué tengo que aprender de
ellos?

Ejercicio 5
Más preguntas útiles para hacerte más resiliente.
¿Cuáles son las principales cualidades que los demás ven en mí y cuáles creo
yo son mis fortalezas?
¿Cómo hago amigos?
¿A quien tengo que pueda acudir cuando tengo un problema y quiero
resolverlo?
¿Hay alguna otra situación difícil que haya logrado dominar? ¿Cómo lo hice?
Más preguntas útiles que te ayudarán a ser más resiliente.

Ejercicio 6
¿Qué tengo que hacer para conservar e incrementar mi vitalidad y mi salud?
¿Qué es exactamente lo que si me corresponde hacer en esta situación difícil
y qué no me corresponde?
¿Qué recursos tengo que me puedan ayudar a manejar mejor esta situación?
¿Cómo puedo pasar de los problemas a los recursos, es decir, enfocarme en
las soluciones?
¿Cómo puedo pasar del papel de víctima al de actor de mi propia vida?
Otras preguntas útiles que las personas resilientes se hacen.
Ejercicio 7
¿Cómo puedo crear una red de ayuda y protección?
¿A quién tengo en mi vida con los que puedo contar?
¿Cómo reconstruir lazos y crear esa red de amistad?
¿Qué representaciones, es decir, qué imágenes hay en mi mente?
¿Son positivas? Si no lo son, trabajar en cambiarlas y pensar en soluciones
prácticas y positivas.
¿Cómo puedo sentir satisfacción por lo que hago?
¿Qué cosa nueva que me dé satisfacción puedo permitirme hacer hoy?
¿Qué me proporciona más diversión y cómo puedo divertirme más?

Los tesoros de la vida.


Los tesoros de nuestra vida son los recuerdos agradables, cuándo recordamos
cosas que vivimos y nos hicieron sentir bien, que nos hicieron felices,
traemos el pasado al presente y traemos recursos a nuestra vida actual.
Recordar cosas agradables del pasado nos hace más llevadero el presente. Al
traer recursos del pasado, cualidades, fortalezas, nos hacemos conscientes de
nuestras capacidades, eso nos ayuda a lidiar con la vida.
Ejercicio 8
Piensa en recuerdos agradables y escríbelos, por ejemplo:
Recuerdos de un viaje.
Recuerdos de regalos recibidos.
Recuerdos de experiencias místicas.
Recuerdos de vivencias de amor y amistad.
Escribir tus recuerdos agradables y agradecerlos es terapéutico.
Capítulo 2

Los Hábitos de una persona Resiliente

Hacer ejercicio
Las personas resilientes no dejan de hacer ejercicio, aunque tengan una pena.
Ellas recuerdan lo importante que es para el bienestar físico y mental, con el
ejercicio se sienten revitalizadas, con más energía, más felices.
No importa el ejercicio que se haga, puede ser simplemente caminar, lo
importante es moverse,
Cuando hagas ejercicio hay que concentrarse en el placer del movimiento de
los músculos, de lo que ves alrededor, de la belleza del paisaje, de la
respiración, nota como entra y como sale el aire de tu nariz, cómo expande tu
pecho, etc. del contacto con el agua, si es que nadas, eso ayuda a poner en
blanco la mente, aunque sea por ese momento, la mente descansa, es una
manera de olvidar el diálogo interno negativo.
Mantenerse en forma física ayuda mucho para pasar por momentos difíciles,
además de las endorfinas que se producen con el ejercicio que son como
drogas naturales que nos dan una sensación de bienestar.

Ejercicio 9
Piensa en algún tipo de ejercicio o deporte que te guste.
Imagina que lo haces, obsérvate en el ojo de tu mente ¿Cómo te ves y qué
ves? ¿cómo se escucha y cómo te escuchas? ¿cómo se siente? siente la
sensación agradable que se da cuando lo llevas a cabo.
El imaginar en positivo hacer algo, es el primer paso para hacerlo, para
llevarlo a cabo, eso te motiva.
Cuando logres tu objetivo, asegúrate de darte una recompensa por cumplir tu
propósito.

Comer bien
Comer bien es parte de tener amor a ti mismo y cuidarte, es un deber que se
tiene para con el propio cuerpo, que es el instrumento para expresarnos en la
vida y para relacionarnos con los demás.

La comida debe ser un tema muy importante, aunque tengas una pena, es
importante alimentarse bien, saludablemente, tener en cuenta las proteínas y
las vitaminas, tomar una clase de nutrición, o simplemente tener los
conocimientos básicos, evitar alimentos procesados, comer alimentos
nutritivos, incluir en la dieta, frutas y verduras de todos los colores, proteínas,
vegetales, toda clase de granos, como avena integral, arroz integral, frijol,
lentejas, habas, chícharos secos, soya, etc. y proteínas animales en poca
cantidad, como lácteos, carne, pollo, pescado.
Evitar refrescos embotellados y alimentos con colorantes y saborizantes
artificiales.
Conocerse, saber lo que a cada uno de nosotros le cae bien, estar atentos a las
sensaciones de nuestro cuerpo.

Ejercicio 10

Estrategia para comer de la gente sana y delgada


Este ejercicio es de Connie Andreas, Psicóloga norteamericana, con enfoque
en PNL, es una estrategia para comer de la gente sana y delgada:
Ver un alimento y hacer una pausa, antes de comerlo.
Preguntarse:
¿Cómo me va a caer, cómo me voy a sentir si me lo como?
Imaginar que lo come, sentirlo en el estómago
Ver otro alimento y hacer el mismo proceso, preguntarse ¿cómo me voy a
sentir si me lo como?
Imaginar que lo come y sentirlo en el estómago.
Piensa, ¿Cómo te sentirás si comieras ese alimento?
Tomar la decisión de qué y cuánto comer.
Solo comer después de hacer todo ese proceso en la mente.
Dormir bien y saber relajarse

Dormir bien y descansar es muy importante para poder resistir las situaciones
desafiantes. Siempre hay que cuidar la parte de descansar para poder tener un
rendimiento óptimo y poder lograr ser resiliente.
Sin embargo, cuando se tiene una pena o un problema, una de los primeros
efectos negativos es el trastorno del sueño.
La relajación ayuda a conciliar el sueño, necesitamos aprender a relajarnos de
una manera natural y saludable, saber relajarse es un hábito de las personas
resilientes.
Además de dormir bien durante la noche, hay que incluir la relajación durante
el día, momentos de descansar todos los músculos y de poner la mente en
blanco.

Ejercicio 11

La relajación sistemática: Una técnica de relajación


Sentado o acostado comienza con los dedos de los pies y los pies, haz
tensión, aprieta, siente la tensión, mantenla un momento y relaja, suelta,
siente el contraste de la tensión y de la relajación.
Continúa con las piernas.
Con las caderas y glúteos, tensa y relaja.
Sigue con la zona del estómago, aprieta y relaja
El tórax, con todos los órganos internos, hígado, riñones, páncreas, haz
tensión y relaja.
Continúa con el pecho, respira profundo y al exhalar relaja los pulmones y el
corazón, visualiza en tu imaginación estos órganos y relájalos. Observa como
al concentrarte en ellos la relajación se va dando.
Haz consciencia, respira profundo y visualiza estos órganos relajados.
Continúa con los brazos, antebrazos y manos, haz tensión y relajación.
Sigue con los hombros, cuello y cabeza, respira, sube tus hombros hacia
arriba y haz tensión, relaja y exhala.
Tensa ahora tu cuero cabelludo, tensando también la frente, las cejas, los
ojos, inhala, mantén la tensión, exhala y relaja.
Relaja ahora tu mente, piensa en una luz blanca que entra por la coronilla de
tu cabeza y va pasando por todas las partes de tu cuerpo de arriba hacia abajo.
Visualiza esa luz, siéntela y si quieres, puedes ponerle un sonido agradable,
Siéntete total y completamente relajado, disfruta esa sensación de relajación.

Haz este ejercicio por lo menos una vez al día.

Ejercicio: 12

La Meditación como una herramienta para manejar el estrés.

Hacer Meditación es otra técnica para relajarse y lograr ser resiliente, Herbert
Benson, un médico de Harvard propone una sencilla técnica sacada de sus
investigaciones con los monjes en el Tibet.
En su libro “La relajación”, Herbert Benson, habla de la importancia de
además de relajarse, tener una fé, es decir incluir las propias creencias
religiosas en la meditación. Cuando se hace meditación con una creencia
religiosa propia, es mucho más efectiva.

Siéntate en una posición cómoda, con la espalda recta, ya sea en el piso en


posición de loto, en una silla o en la cama.
Cierra tus ojos
Repite en tu mente una palabra cualquiera, siempre la misma. Puede ser una
palabra con un significado especial o religioso, como una oración o
jaculatoria eso es más poderoso aún.
Permanece así por lo menos 20 minutos
Hazlo una o dos veces al día.

Ejercicio: 13
Relajación de 1 minuto
Cuando hemos practicado relajación lo suficiente, podemos hacer la
relajación de un minuto durante nuestras actividades diarias.
Basta con cerrar los ojos, hacer una respiración profunda, relajar todos los
músculos del cuerpo y repetir tu palabra especial.

Mantener pensamientos positivos


La mente es muy poderosa, tenemos que saber cómo funciona para que actúe
en nuestro favor y no en contra.
El cuerpo y la mente están conectados, si tenemos pensamientos negativos,
toda nuestra fisiología se afecta, sentimos ansiedad, angustia, miedo y eso
afecta todo nuestro organismo.
Si tenemos pensamientos positivos, nos vamos a sentir bien, vamos a tener
sentimientos agradables y estos nos llevan a una fisiología sana.
Cuando tenemos una pena o un problema, nuestra mente constantemente está
haciendo imágenes negativas, pensamos las peores cosas, eso es como una
defensa, queremos protegernos y adelantarnos a cualquier mal para evitarlo,
una vez que aparecen los pensamientos negativos necesitamos preguntarnos
¿cuál es la intensión positiva de este pensamiento negativo? ¿qué necesito
hacer? ¿hay algo que me pueda ayudar? ¿cómo me puedo proteger de lo malo
que estoy pensando que puede suceder? ¿Qué sí está en mis manos hacer?
Entonces buscamos y encontramos soluciones, después de eso, es mejor que
los pensamientos negativos no se vuelvan a presentar, hay que borrarlos o
cambiarlos, para evitar el estrés.
En otras palabras, como dijimos antes, un pensamiento agradable nos lleva a
tener sentimientos agradables y conductas positivas. Y un pensamiento
desagradable nos lleva a tener sentimientos desagradables y conductas
negativas, si continuamos con el círculo negativo, la ansiedad comienza a
apoderarse de nosotros. Es importante controlar la mente, cortar el circulo
negativo y mantener pensamientos positivos y agradables.
Ejercicio 14
Si sentimos ansiedad o angustia, necesitamos preguntarnos
¿Cómo le estoy haciendo para provocarme esta angustia?
¿Qué estoy pensando?
Descubrir el pensamiento negativo que tenemos.
Encontrar la intensión positiva del pensamiento negativo. Preguntarse ¿Qué
es lo que ese pensamiento quiere hacer por mí? ¿Quiere protegerme?
¿Cuidarme? ¿Qué me prepare? ¿Cómo me tengo que preparar?
Agradecer a la mente la intensión positiva del pensamiento negativo y tomar
acciones si es necesario, es decir, hacer algo para protegernos.
Pedir a la mente que ese pensamiento negativo se vaya, despedirlo.
Hacer una imagen de ese pensamiento desapareciendo de nuestra mente.
Decirte a ti mismo: yo tengo el control, yo decido lo que quiero pensar, si
pienso negativo me siento mal, si pienso positivo me siento bien.
Decirte en tu mente: Decido pensar positivo y sentirme bien.
Ser Agradecido
Las personas resilientes siempre son agradecidas, agradecidas con la familia,
con los amigos, con los que les sirven, con los que les ayudan, con sus
trabajadores, con sus colaboradores, etc.
El agradecimiento merece una mención especial, es una de las cosas que más
ayuda a salir adelante en una tragedia, el agradecimiento es ya estudiado por
varios Terapeutas.
Los hermanos Lynn, psicólogos, terapeutas y sacerdotes, promueven esta
técnica.
El agradecimiento es algo que cambia la vida, en terapia, este ejercicio se
recomienda frecuentemente a los pacientes depresivos.
Con esta técnica las personas se acuestan con pensamientos positivos, se
duerme mejor, se descansa más, ayuda para enfocarse en lo positivo, para
sobrellevar los problemas y la depresión, aún en medio de la tormenta hay
cosas que se pueden agradecer.

Ejercicio 15
Tener un cuaderno y un lápiz al lado de tu cama.
Todas las noches antes de dormir, escribir en el cuaderno ¿Por qué puedes
estar agradecido en este día?
¿Qué cosas buenas te sucedieron hoy?
Dormir pensando en todo lo bueno de ese día.
Este ejercicio lo puedes hacer también en la mañana al levantarte, agradecer
haber dormido bien y todo lo bueno del día anterior.

Vivir y disfrutar el Presente


Cada minuto de la vida hay que disfrutarlo porque no sabes si las cosas
pueden ponerse peor.
Simplemente “estar” vivir en el presente, estar en una sola cosa, si comes,
disfruta comer, los sabores, los olores de la comida, si te bañas, disfruta el
agua que corre por tu cuerpo, la sensación del jabón en tu piel, etc.
Cuando pierdes algo, la enseñanza que te queda es que nada es para siempre
y que lo que tienes ahorita, tienes que disfrutarlo ya, gozarlo al máximo
porque todo puede cambiar en un instante.
Goza el momento presente, es lo único que tienes, el pasado ya se fue, ya no
está y el futuro es tan incierto, no lo tienes y también puedes perderlo.
Lo único que tenemos es el presente, lo que hagamos con él, aprovecharlo,
crear un momento agradable, decir una palabra amable, realizar tu proyecto,
actuar, el hoy hay que aprovecharlo, el presente es el momento del poder.
Las cosas malas llegan solas, las cosas buenas hay que crearlas, hay que
trabajar por ellas.

Ejercicio 16
¿Cómo sería tu vida si pensaras que hoy es el último día de tu vida?
¿Qué harías?
¿A quién le hablarías?
¿Con quién te gustaría estar?
¿Qué te gustaría hacer?
¿Qué te gustaría ver?
¿Qué te gustaría escuchar?
¿Cómo te gustaría disfrutar?
¿Cómo lo aprovecharías?
¿A quién tendrías que pedir perdón?
¿A quién tendrías que perdonar?
¿A quién tienes que agradecer?
¿Qué cosas dejarían de importar?
¿A quién te gustaría decirle que lo quieres?
¿Qué recuerdo te gustaría haber dejado en tus seres queridos?
¿Qué legado te gustaría dejar a la humanidad?
Hacer ese ejercicio todos los días, vivir cada día como si fuera el último.

Tener comunicación con tus ancestros


La relación con los antepasados es muy importante, hay que considerarlos en
nuestras vidas, recordarlos y tener siempre a la mano su sabiduría, ellos
vinieron antes que nosotros, aunque ya no estén en este mundo, están en
nuestro inconsciente colectivo, podemos aprovechar sus experiencias y sus
enseñanzas, tenemos muchos recursos con ellos.
Por ejemplo, si alguna vez escuchaste decir a tu abuelo “No hay mal que por
bien no venga”, este es un dicho que tal vez viene de generación en
generación, desde quién sabe cuántas generaciones anteriores, es una
sabiduría ancestral, es un regalo de los antepasados de la familia.
Otra frase, que pudiste haber escuchado en tu familia es: “Suceda lo que
suceda siempre es para tu bien”. Tener la creencia de que pase lo que pase,
eso va a ser algo bueno, da una sensación de abandono en la vida y de
confianza.
Tal vez tu abuela muy religiosa te dijo alguna vez: “Este es el plan que Dios
tiene para ti”. Esta frase produce una sensación de aceptación, de sentirse
cuidado, amado y de que pase lo que pase, todo va a estar bien.

Ejercicio 17
Ponte en una posición cómoda, relajada, con los ojos cerrados.
Visualiza a tus padres, escucha qué te dirían ellos ante las circunstancias que
estás enfrentando, si ya no viven, piensa en el estado evolucionado en el que
pueden estar.
¿Qué diría tu papá ante la situación que estás viviendo? ¿Qué diría tu mamá?
Escucha y pon atención a lo que dicen.
Visualiza a cada uno de tus abuelos, aunque no los hayas conocido, tienes
información de ellos, imágenes, o anécdotas.
¿Qué dirían cada uno de tus abuelos? ¿Cómo enfrentarían los problemas
ellos? ¿Hay alguna frase o dicho popular que te dirían que sea de ayuda para
ti?
Pregúntale a cada uno ¿Qué consejo te da ante la situación que estás
viviendo?
Analiza en qué te puede ayudar lo que te dicen, ¿qué sentimiento te provoca?
Si es un sentimiento positivo, ¿cómo lo puedes utilizar?
Haz una frase de lo que te dicen y escríbela, grábala en tu pensamiento.
Repítela frecuentemente en tu mente, cada vez que lo necesites, este puede
ser un anclaje que te ayude y te proporcione bienestar.

Las Preguntas útiles


Hay preguntas útiles y preguntas inútiles, hacer consciencia de: cuándo,
cómo y qué me cuestiono, es un ejercicio valioso.
Las preguntas inútiles nos llevan al estancamiento, a la depresión, a la
desesperación, por ej. Preguntarse ¿por qué a mí? ¿por qué yo? Esa es una
pregunta inútil, no nos lleva a encontrar soluciones, nos lleva al enojo, a
sentir lástima por uno mismo, a la frustración.
Cuando tenemos dificultades o situaciones estresantes, las preguntas útiles
nos ayudan a encontrar soluciones y a ver el suceso como un aprendizaje,
como una situación desafiante que nos va a ayudar para crecer emocional y
espiritualmente.
Cuando tenemos una situación difícil, podemos pensar que la vida nos está
dando una oportunidad para ser fuerte, o que nos está dando una experiencia
para aprender algo y ser mejores seres humanos, hay que descubrirlo.

Ejercicio 18

Aquí tienes algunas de las llamadas preguntas útiles. Son preguntas que te
centran en la solución y no en el problema.
¿Qué tengo que aprender con esta situación?
¿Qué enseñanza me puede dejar esta experiencia?
¿Cómo puedo ser una mejor persona, al tener esta experiencia?
¿Cómo puedo trascender con esta experiencia?

Cambiar el dolor por amor

Sabemos que la mente y el cuerpo están íntimamente conectados, los


pensamientos afectan nuestra fisiología.
En el programa de Desarrollo Humano de Harold Bessel y Ubaldo
Palomares, llamado Círculo Mágico, afirman que si tengo un pensamiento
desagradable eso me lleva a un sentimiento desagradable, eso a una conducta
negativa y yo agrego, a una fisiología enferma, pero, si tengo un pensamiento
agradable, eso me lleva a un sentimiento agradable, eso a una conducta
positiva y por lo tanto a una fisiología saludable.
Ante una situación difícil es fácil tener pensamientos negativos, en realidad,
los pensamientos negativos no son tan malos cuando tienen una función
positiva, cuando nos ayudan a prevenir, a hacer cambios, a cuidarnos, etc. Si
pienso que algo malo puede pasarme, me cuido, esos pensamientos hay que
tenerlos en cuenta para protegernos y tomar las acciones necesarias, pero,
después de eso, cambiarlos a pensamientos positivos para no permitir que nos
afecten.

Ejercicio 19
Haz conciencia de tus pensamientos negativos.
¿Cuál es la función positiva de tus pensamientos negativos? ¿Para qué te
sirven? ¿Te pueden ser útiles? ¿Necesitas hacer algo para cuidarte o
protegerte?
Toma en cuenta lo que necesitas hacer para cuidarte y para evitar algún daño
y hazlo.
Cambia ahora tu pensamiento negativo por uno positivo.
Este pensamiento positivo ¿es de amor, de ternura, de fe?
Date cuenta del sentimiento que genera en ti este nuevo pensamiento
positivo, asegúrate de que tu sentimiento sea de bienestar.
Haz el propósito de tener más pensamientos positivos.

Capítulo 3

Cómo maneja una persona Resiliente la Codependencia

Amor vs. Codependencia


El verdadero amor no ve a la otra persona como una parte de uno mismo,
sino, como un ser aparte, separado.
El otro no va a hacer lo que nosotros queremos, no es como nosotros
queremos, no es una extensión de nosotros mismos, es alguien distinto y
nuestro amor tiene que ser y manifestarse ante esa diferencia.
El otro es un ser humano que merece todo nuestro amor y nuestro respeto
ante su individualidad.
Es muy fácil amar a alguien igual que nosotros, a alguien que es parte de
nosotros, que piensa igual, que actúa como nosotros queremos, pero, amar en
la desigualdad, respetando las diferencias, ese es el reto, ese es el amor
verdadero.

Ejercicio 20
Imagina en tu mente ver a la otra persona junto a ti.
¿Cómo lo visualizas?
¿Está a tu lado junto a ti, lejos o cerca?
¿O Unido a ti?
¿Cómo? ¿por un cordón, por una luz?
¿Es parte tuya?
¿Es una extensión tuya?
¿O es un ser independiente, aparte de ti?
¿Cómo te sientes cuando visualizas al otro?
¿Qué tienes que hacer para sentirte aún mejor? ¿Acercarlo? ¿Alejarlo?
¿Cortar el cordón que te une? ¿Cambiar el color de la imagen?
¿Aumentar o disminuir la luz? ¿Poner, quitar o modular algún sonido?
Juega con estas submodalidades de las que habla la PNL hasta que encuentres
las que te hacen sentir bien al pensar en la otra persona.

Empatía vs. codependencia


Hacer empatía y ponerse en el lugar de la persona que tiene el problema, que
está enferma o que sufre, es positivo y puede serte útil para saber cómo se
siente el otro, para saber qué necesita de ti y qué le gustaría que hicieras por
él.
Pero, puede ser negativo para ti si permaneces demasiado tiempo en el lugar
de un enfermo, de alguien que sufre o que tiene un problema, ya que al hacer
empatía tu sientes lo mismo que el otro y eso puede enfermarte.
Hacer empatía es sumergirte en el mundo del otro, pero, no quedarte en él,
porque puedes ahogarte.
La clave es hacer empatía solo por un momento para entender, comprender y
saber lo que el otro necesita y ponerte manos a la obra, es decir, actuar, usar
la información que recibes del otro y ponerte en acción para ayudarle.
Pero, hay que regresar a tu centro, sentirte de nuevo en ti, separado del otro y
volver a un estado de excelencia, sentirte bien de nuevo.
Hacer un exceso de empatía constantemente o tener codependencia con una
persona que sufre o con un enfermo, puede poner en riesgo tu salud, tu
estabilidad emocional y hacerte sufrir inútilmente, además, al sufrir tú, te
desestabilizas y no estás en tu mejor estado para ayudar al otro, eso solo
complica más la situación.
La codependencia va más allá de la empatía, es no tener claros los límites
entre tú y la otra persona, es decir, en dónde termina tu individualidad y
dónde empieza el otro.
Si eres una persona muy sensible, muy empática y te estás poniendo
constantemente en el lugar de la persona que tiene el problema o que está
enfermo, eso puede hacerte sufrir mucho, especialmente si la otra persona
está padeciendo y está sufriendo, ponerte en el lugar del otro incluso puede
enfermarte y llevarte a una codependencia.
Hay que ponerse en el lugar del otro solo por un momento, para
comprenderlo, entenderlo, saber que necesita, atender sus necesidades, pero,
salir de ese estado inmediatamente.

Ejercicio 21
Ejercicio para crear empatía
Piensa en un momento en dónde fuiste muy consciente de tu individualidad y
que te sentiste excelente, puede ser del pasado, un momento de amor, de
sabiduría, de logro.
Ancla este momento, un ancla puede ser un color, un sonido, una sensación,
un movimiento, una postura, ej. un toque en tu mano.
Ahora haz empatía con el otro, imagina estar en el lugar de la otra persona,
¿qué ve? ¿qué escucha? ¿qué siente? Ponte en sus zapatos solo por un
momento.
Regresa a tu lugar, a tu propia perspectiva y trae contigo los aprendizajes,
ahora ya sabes lo que el otro siente y necesita.
Piensa ahora en tus recursos, usa tu ancla, visualiza el color, o escucha el
sonido o el movimiento de tu estado de excelencia, mantén tus recursos
contigo y regresa a tu individualidad, a sentirte tú mismo.
Haz consciencia de que en el camino puedes coincidir, ir acompañado, por
una o más personas, pero, a fin de cuentas, cada quién tiene su propio
camino, su propia vida y tiene que seguirla.

Ejercicio 22
Ejercicios para ayudar a salir de la codependencia.
Comienza haciendo conciencia de cómo te sientes, si estás sufriendo por el
enfermo, si te estás poniendo en su lugar constantemente, si te sientes mal, si
te sientes enfermo y ves el mundo desde la perspectiva del otro e imaginas lo
que el otro ve, lo que el otro escucha, lo que el otro siente.
Haz consciencia de que este no es un estado sano, así que visualiza qué te une
con la otra persona (ej. Una luz, un color, un lazo, un cordón, una frase, algo
que te dices, una voz que escuchas, un sentimiento, si es un sentimiento ponle
forma, color, sonido, etc.)
Imagina poner un vidrio entre tú y esa persona, poner un vidrio no disminuye
el amor que sientes por ese ser, porque el amor es inmaterial, pero, poner un
vidrio o una barda o cortar lo que te une, te ayuda a saber que tú eres tú y el
otro es el otro, dos personas diferentes.
Puedes ver a la otra persona, escucharla, atender sus necesidades, amarla
desde tu corazón y brindarle comprensión y ayuda, pero, sabes que son dos
seres diferentes, únicos, individuales, cada uno con su propio camino, con su
propio proyecto de vida.
Otro ejercicio para trabajar la codependencia que aprendí en un Taller con
Teresa Robles, Terapeuta formada en la Hipnosis Ericksoniana, es el
siguiente:

Ejercicio: 23 La Barda
Todos tenemos una barda, una barda que nos permite relacionarnos con los
demás y con el mundo.
Dime ¿Cómo es tu barda? ¿De qué color es? ¿De qué tamaño es, es alta o es
baja? ¿De qué está hecha? ¿Tiene ventanas? ¿Tiene puerta?
¿Hay alguien adentro de la barda contigo? Si es así tienes que sacarlo. Porque
para relacionarnos con el otro, no debemos perder nuestros propios límites.
Una buena barda es aquella que tiene una altura suficiente para protegernos
de los demás, pero, que a la vez tiene una buena puerta para dejar pasar por
momentos a aquellas personas que queremos, además, con una buena
cerradura para dejar afuera a los que nos molestan o lastiman.
Una buena barda también tiene ventanas que nos permiten ver hacia fuera,
que nos relacionan con el mundo.
Construye una buena barda, que tenga las características ideales para ti.
Recuerda que por mucho que quieras a alguien o por muy cerca que estés de
esa persona, todos somos seres individuales, cada quien tiene su propia barda.
Relaciónate con los demás a través de tu barda, recuerda que también puedes
invitar a alguien a traspasar tu barda, puedes abrir la puerta y tener intimidad,
cuando estés seguro que eso va a ser algo bueno para ti.
Capítulo 4

Una persona Resiliente se enfoca en mejorar su ambiente.

Un círculo de ayuda mutua.


Cuando tienes un problema, una situación difícil, un enfermo en casa o una
inestabilidad económica. Es importante tener una junta con toda la familia,
nuclear y extensa. Todos los parientes y amigos de la familia pueden apoyar,
aunque aparentemente sean pequeñas cosas, el trabajo repartido se aligera y
promueve el amor y la solidaridad.
Busca y acepta toda la ayuda que puedas, no desprecies nada, si algún
pariente o amigo te ofrece ayuda, acepta, recuerda, toda ayuda es bienvenida.
Aprende a pedir favores, lo peor que puede pasar es que te digan que no y
hay que aprender a aceptar los “nos” sin molestarse. Hay que pedir ayuda,
pero, no a forzarla, cada quién da lo que puede o lo que quiere dar, acepta los
“nos”, sin juzgar, sin molestarte, sin enojarte.

Organizar el ambiente
Ya dijimos que el cambio es la constante de nuestras vidas, que es lo único
seguro que tenemos y hay que aceptarlo y adaptarse, también el ambiente se
debe ir adaptando a esos cambios.
Decide adecuar el ambiente a tus necesidades, es tan importante un ambiente
bello, como funcional.
¿Qué cosas necesitas? ¿Qué ya no necesitas y solo estorba? Adquiere lo que
necesitas y deshecha lo que no necesitas.
Eso es ser práctico, se dice fácil, pero, a veces hay apegos, hay cosas que no
se necesitan, pero, no quieres deshacerte de ellas.
Haz conciencia por qué, pregúntate qué te hace sentir aquel objeto, tal vez es
un sentimiento agradable, entonces, trata de guardar en una pequeña caja, una
parte de aquél vestido, quizás un botón, o una taza de la vieja vajilla, o una
foto del florero, etc. De tal manera que, en un pequeño espacio queden tus
recuerdos agradables.

No trates de hacerlo todo, da prioridades.


A pesar de una situación adversa, siempre piensa en cómo puedes estar
mejor, busca la manera de estar lo más confortable posible, un buen sillón o
si el enfermo está en cama, quedarte en la cama junto a él descansando, eso
puede ayudar. Hacer actividades que sean compatibles con cuidarlo y
gratificantes para ti. Toma en cuenta tus necesidades y sin culpar al otro,
muestra tu cansancio y tus sentimientos.

La vida sigue y hay que ser feliz a pesar de todo.


Toma la anterior frase y hazla tuya, repítela en tu interior, escríbela si es
necesario, siéntela. Vívela. Piensa en otras como: “La vida es corta, vive y
disfruta el momento”. “Disfruta ahorita, porque las cosas pueden ponerse
peor”. Haz tu propia frase que te haga sentir bien y repítela como un mantra.

Replantea tus metas y define cuáles son viables todavía.


La vida no se detiene, hay que seguir adelante con los proyectos, con los
objetivos de vida. Hay que ser realistas y analizar cuáles son viables todavía.

Es importante continuar con los sueños personales.


El cambio de vida hace enfocarse en lo inmediato, en las necesidades que hay
que cubrir, en los cambios que hay que hacer, en el diario vivir, cuesta soñar
o hacer planes a largo plazo, sin embargo, saber que el proyecto de vida está
ahí en el interior esperando una oportunidad para lograrlo, tenerlo presente,
estar consciente de quién eres y qué quieres hacer te hace sentir fuerte.
Saber que hay un plan para cada uno de nosotros y aceptarlo, pensar que la
situación que se vive no se contrapone con el propio proyecto de vida, todo lo
que nos sucede está incluido en ese proyecto, tal vez, eso te haga más fuerte o
pueda enriquecer tu vida.

Ejercicio: 24
Una Pregunta Poderosa
Piensa en esta pregunta poderosa y contéstala por escrito:
¿Cómo puedo utilizar la situación que estoy viviendo para que me ayude a
lograr mi proyecto de vida?

Ejercicio: 25
Observarme desde una Tercera Posición
Cuando estás en medio de un problema, te sientes en medio de una tormenta,
muchas veces eso te nubla la mente, no sabes qué decisiones tomar, cómo
actuar, sientes que el mundo se te viene encima.
En Programación Neurolingüística, manejamos las Posiciones Perceptuales:
La Primera Posición es cuando ves el mundo desde tus ojos, vives las
situaciones desde ti mismo.
La Segunda Posición es cuando te pones en el lugar de la otra persona e
imaginas cómo se ve el mundo desde sus ojos, sabes qué es lo que siente el
otro, esta posición es excelente para hacer empatía y comprender lo que la
otra persona está sintiendo. También te sirve para saber cómo te ven los
demás.
La Tercera Posición: Cuando te sitúas en la tercera posición, es cuando
observas todo desde afuera, afuera de ti y de los demás, puedes tener una
visión panorámica de lo que te está sucediendo, como en una película, como
observador, sin meterte en la película, solo observando todo desde fuera.
La primera posición es excelente cuando se trata de disfrutar, de vivir algo
positivo, pero, no sirve mucho cuando tienes un problema o estás en medio
de una tragedia.
La segunda posición, ayuda a ponerse en los zapatos de otra persona, es
excelente para hacer empatía, para entender lo que le pasa al otro, también
sirve para observarte desde los ojos de la otra persona, para saber cómo se
siente la otra persona. Es muy útil cuando tienes un conflicto para conocer el
punto de vista del otro.
La tercera posición ayuda a que te observes, tomas más distancia, te sitúas
fuera, ves todo el panorama completo, como un observador ajeno al
problema, sin emociones, de una manera más intelectual, como si estás
viendo una película sin involucrarte emocionalmente, puedes darte cuenta no
solo de lo que necesita el otro, sino también, de lo que necesitas tú mismo y
de lo que tienes que hacer.

Juega en situarte en todas las posiciones perceptuales, puedes poner espacios


en el piso e ir viendo cómo te sientes en cada una de ellas ante un problema.
Decide situarte en la que mejor te sientas y utilizarlas de acuerdo a la
situación que estés viviendo.

Darse vacaciones ayuda para la salud mental.


Todos sabemos que tomarse vacaciones es una de las mejores terapias.
Cuando no se puede tomar unas vacaciones, se puede tomar unas vacaciones
mentales, un momento de relajación y visualización, irse mentalmente a un
lugar de descanso, eso es excelente para la salud física y mental.
La mente y la fisiología están íntimamente relacionados y se influyen
mutuamente, el cuerpo no distingue que los pensamientos no son reales y
recibe la información cómo si estos fueran reales. Pensar que estás de
vacaciones y tomarte unos minutos para imaginarlo te dará una sensación de
descanso y de felicidad.

Ejercicio 26
Ir a un lugar de descanso
Cuando se necesita descansar, tomarse unas vacaciones
y no es posible hacerlo.
1.Tómate unos momentos de relajación.
2. Imagina ir a un lugar de descanso, puede ser el mar, la montaña, un río, un
paseo por una ciudad que ya has visitado. Por ejemplo, si te gusta el mar,
imagina que estás en la playa, escucha el sonido de las olas, siente los rayos
del sol, imagina el olor de la brisa del mar, imagina el cielo, el paisaje,
escucha las olas, los sonidos del mar. Disfruta de los olores, siente el tacto de
la arena, la caricia del sol, del viento. Usa todos tus sentidos, siéntete
verdaderamente en ese lugar. Si hay otro lugar que prefieres, visualiza la
ciudad que conociste y te gustó mucho, el bosque, el campo, un río, la
montaña, etc.
3. Permanece unos minutos en esta meditación, disfrútalo, siéntelo,
visualízalo, escúchalo, tu organismo, tu cuerpo te lo agradecerá. Es una
manera excelente de descansar.

Frases poderosas
Las palabras son muy importantes, generan estados de ánimo, nos incitan a la
acción, a la tranquilidad o a la paz.
Son frases poderosas, porque para nosotros tienen un significado especial,
nos mueven a la acción, generan estados positivos.
Si encuentras una palabra o frase poderosa que genera un estado positivo en
ti, eso es un anclaje, es un ancla que dispara el estado de ánimo adecuado
para la situación.
Propongo algunos ejemplos de las frases que pueden hacerte sentir mejor,
pero, se pueden encontrar las propias.
Ejercicio: 27
Escribe las siguientes frases, ponlas en un lugar en donde las tengas
presentes, en tu agenda, en tu computadora, en tu teléfono.
“Puedo ser feliz a pesar de las circunstancias”
“Todo lo que sucede, sucede para mi bien”
“La vida sigue, yo sigo adelante con mis proyectos, los puedo adecuar a la
situación que me tocó vivir”
“Todo es posible”
“Yo decido ser feliz el día de hoy”
Haz consciencia del estado de ánimo que generan en ti, qué imaginas, qué
escuchas o qué te dices a ti mismo y cómo te sientes. Asegúrate que todo sea
positivo.

Más recursos
Ejercicio: 28
Verte a través de un Ser que te ama
En este ejercicio piensas en alguien que te quiere incondicionalmente, pueden
ser tus padres, un familiar, abuelo o tío, incluso un maestro que fue tu
mentor.
1. Ponte en una situación cómoda, imagina a esa persona que te ama
incondicionalmente, lo ves con el ojo de tu mente, lo observas y lo escuchas
diciéndote todo lo que te ama y te quiere, esta es Primera Posición.
2. Después imaginas ponerte en el lugar de esa persona que te ama
incondicionalmente, es decir, en Segunda Posición y observarte y escucharte
a ti desde el otro, sobre todo meterte dentro de esa persona con tu
imaginación para sentir lo que esa persona siente por ti, logrando situarte en
su lugar, sintiendo todo ese amor que el otro siente por ti.
3. Pon ahora un tercer espacio, un observador, una persona neutral y que está
observando todo el amor que esa persona te da. Sitúate en esa posición de
observador y ve todo lo que ese ser te ama.
4. Ahora una cuarta posición es ponerte en el lugar de un Ser Superior, Dios e
imaginar todo lo que Él te ama y observarte desde esa posición, sentir ese
gran Amor por ti desde los ojos de este Ser Superior, esta es la Cuarta
posición. Permanece en ese estado de amor sobrenatural, llenándote de él,
sabiendo lo importante y valioso que tú eres.
Pon cuatro espacios en el piso, uno es para ti (1ª. Posición), otro para una
persona que tú sabes que te ama incondicionalmente (2ª. Posición) otro para
un observador neutral (3ª. Posición) y otro (4ª. Posición) para un Ser Superior
que te ama con un amor divino incondicional.
Párate en el primer espacio y piensa en esa persona que tú sabes que te ama
incondicionalmente, imagina que está en el segundo espacio frente a ti.
Imagina tener frente a ti, en ese segundo espacio en el piso, a esa persona
diciéndote todo lo que te quiere y escucha lo que te dice.
Ponte ahora en el lugar de esa persona, ponte físicamente en su lugar y
obsérvate a ti mismo desde ahí, desde esa segunda posición. Métete dentro de
él o ella y siente lo que esa persona siente por ti.
Regresa a tu lugar y trae contigo todo ese amor hacia ti.
Imagina a otra persona que también te ama y que está observando esa
relación con esa persona que te ama tanto, sitúala en un tercer espacio.
Muévete hacia ese tercer espacio e imagina estar dentro de esa persona
observando todo el amor que te tiene esa persona que te ama
incondicionalmente.
Imagina un cuarto espacio, en dónde se encuentra un Ser Superior,
Trascendente, Dios, alguien que te ama con un amor divino, sobrenatural,
siente ese amor, gózalo, disfrútalo en todo tu ser, siéntete merecedor de ese
amor, porque Dios te quiere por sobre todas las cosas, eres su hijo.
Imagina observarte desde la mirada de Dios, ponte en esa meta-posición y
siente lo que Dios siente por ti.
Regresa a tu lugar, trayendo contigo todo ese Amor Divino y humano,
sintiéndote amado o amada, digno de amor y sintiendo tú mismo ese amor
por ti. Disfrútalo….
Capítulo 5

El doble vínculo
“Se haga lo que se haga, la persona se siente mal.”
Hay algunas situaciones que nos generan incongruencia, tenemos
sentimientos encontrados, por ejemplo, queremos hacer algo y a la vez no
queremos, al mismo tiempo queremos y no queremos, eso nos causa
conflicto, angustia, ansiedad.
Por ejemplo, cuando tenemos a un enfermo que depende de nosotros, puede
haber una parte que quiere cuidarlo, atenderlo, demostrarle amor, esa parte
quiere dejar su proyecto de vida personal para entregarse a esta persona que
ama, pero, hay otra parte que quiere seguir con su vida como era antes,
cumplir sus metas, seguir con sus proyectos profesionales.
Hay un conflicto interno, una parte quiere una cosa y la otra parte quiere otra,
de tal manera que hagas lo que hagas te sientes mal, no hay salida, te sientes
en conflicto.
¿Cómo salir de la paradoja? ¿Cómo dejar el doble vínculo que trastorna y
enloquece?
¿Cómo puedes ayudarte a aceptar tu realidad y ser verdaderamente feliz?
¿Cómo poner de acuerdo a tus dos partes?
Si tienes dos partes en conflicto, el siguiente ejercicio te ayudará a ponerlas
de acuerdo, a estar en paz.

Ejercicio 29
Negociación de Partes
1. Analizar el problema:
Piensa en algo sobre lo cual te sientes ambivalente o sobre lo que
experimentas algún conflicto. Ej. Cualquier cosa que una persona haga, pero
no quiera hacer, pertenece a este tipo. El hecho de que lo esté haciendo indica
que una parte de ella encuentra esta actividad útil e importante. La otra parte,
considera la actividad desagradable o indeseable, de tal forma que la persona
se encuentra atrapada, haga lo que haga se siente mal, a esto se le llama doble
vínculo.
2. Identifica, agrupa y ancla:
Imagina poner en cada una de tus dos manos el objetivo de cada polaridad.
Por ej. En la mano derecha puede estar tu parte que sí quiere hacer esa
actividad, en la otra mano, en la izquierda quedaría la otra polaridad, tu parte
que no quiere llevar a cabo la actividad.
Busca las ventajas y el sentido de cada parte. Ej. ¿Qué significa para ti hacer
esa actividad? esta parte está anclada en la mano derecha. Cuando obtengas
una respuesta de nuevo preguntas y ¿qué significa para ti eso? Y lo repites
hasta que llegues a lo más elevado, el significado más alto, ej. Ser feliz
Después continúas con la mano izquierda y piensas en tu otra polaridad ¿Qué
significa para ti dejar de hacerlo? Ej. Significa hacer……. ¿Y eso que
significa? y así hasta llegar a lo más elevado ej. Ser feliz
Tenemos que encontrar el sentido más elevado de ambas partes y este tiene
que ser el mismo. Encontrar en qué coinciden ambas partes, para poder lograr
una integración y solucionar el conflicto de las polaridades internas.
Ambas polaridades son importantes y deben de ser respetados en todo
momento. Deja claro que, en tanto estás trabajando con una de las
polaridades, la otra parte no está siendo ignorada, solamente colocada a un
lado, con el propósito de obtener información sobre la otra polaridad.

Guías para agrupar y anclar:


Asegúrate de tomar en cuenta los dos extremos.
1Asegúrate de hablar en términos positivos, quiénes son y que hace cada
parte para ti. No lo que no son o lo que no hacen. Siempre pregunta ¿que
hace para mi esa parte?, en positivo, qué beneficios te da.
2.Obtén los beneficios de cada lado. Ej. ¿Qué hace para ti cuidar al enfermo?
¿Y qué hace eso para ti? Y en el otro lado ¿Qué hace para ti no aceptar esa
responsabilidad?
Transforma cualquier parte negativa de un lado en una parte positiva del otro
lado. Cuando una persona afirma algún aspecto negativo de un lado, (Mano
izquierda) siempre puede ser encuadrado como un aspecto positivo del otro
lado (Mano derecha).
Identifica bien cada parte. Permítete hablar de cada una de tus partes como si
fueran dos socios en un negocio, que cada uno piensa diferente o de una
manera opuesta, pero los dos quieren que el negocio salga adelante. Puedes
poner nombres a cada parte o identificarlas con un símbolo, o con una
conducta.
Objetivos. Finalmente describe los dos lados en términos de los objetivos
importantes (o META-OBJETIVOS) lo que cada lado desea, o está tratando
de conseguir para la persona.
Encuentra el META-OBJETIVO común, por ej. Ser feliz, las dos partes
quieren que tú seas feliz.
Haz una integración de partes, de manera que se unan tus dos partes, que se
apoyen mutuamente, que sean amigas, que dejen de estar en conflicto. Para
lograr ese meta-objetivo que tienen en común. De tal manera que salgas de la
paradoja y que hagas lo que hagas te sientas bien.
Capítulo 6

La culpa
Quizás uno de los sentimientos más difíciles de manejar sea la culpa.
La culpa es un sentimiento negativo, que puede paralizarnos, enfermarnos,
incluso matarnos.
La culpa es un sentimiento necesario para tener un comportamiento adecuado
y poder vivir en sociedad.
Sin embargo, hay una culpa necesaria y una culpa innecesaria.
La culpa necesaria es cuando reconocemos que hemos actuado mal, dañado a
alguien o a nosotros mismos y entonces debe de ir acompañada del
arrepentimiento, de restaurar el daño hecho y obtener el perdón de la parte
dañada, de nosotros mismos o de Dios.
El perdón nos salva, nos reconcilia con nosotros, con los demás y con la
vida.
Hay que reconocer cuando la culpa es necesaria y cuando la culpa es
innecesaria. Cuando la culpa es útil y cuando la culpa es inútil.
La culpa es inútil cuando nos paraliza, cuando nos sentimos culpables de
todo, cuando sentimos culpa
porque nos equivocamos o cometemos un error, cuando pretendemos ser
perfectos.
Nadie es perfecto y hay que considerar los errores como aprendizajes, entre
más errores cometemos, más aprendemos.

Manejar la culpa
Sea lo que sea que se decida hacer, hay que estar muy consciente de lo que
decidimos y por qué lo decidimos, hay que hacer consciencia de nuestro
actuar, de nuestros pensamientos y sentimientos.
Si te sientes culpable, eso puede paralizarte, puede limitarte y hacerte sentir
muy infeliz, no hay que vivir con culpa, es importante hacer un alto, analizar
tus pensamientos, estar consciente de si cometiste un acto que afectó o
lastimó a otra o a otras personas, si es así, necesitas pedir perdón y reparar el
daño.
Si ya no puedes pedir perdón, porque la persona ya murió o no te atreves a
hacerlo personalmente, simplemente necesitas perdonarte a ti mismo, el
siguiente ejercicio puede serte muy útil.

Ejercicio: 30
El Perdón
1. Hacer una carta pidiendo perdón a esa persona o esas personas a las que
sientes que necesitas pedir perdón, aunque ya no vivan.
2. Escribe otra carta imaginando que eres la persona afectada y que te
contesta y te otorga el perdón.
3. Escribe otra carta para contestar y agradecer el haberte otorgado el perdón.
4. Si la persona vive y si lo deseas puedes enviarla a esa persona, aunque no
es necesario.
5. Puedes ahora romper todo lo que escribiste, si así lo deseas.
6. Si la persona vive y te nace del corazón, puedes hacer un acto que
simbolice que ya estás en paz, un acto de amor para esa persona, enviar un
mensaje, un regalo, unas flores, etc.

Ejercicio: 31
Manejar la culpa con sonidos
Ve a un momento cuando te sientes culpable.
Haz conciencia de tu diálogo interno. ¿Qué te dices a ti mismo? O ¿qué voces
escuchas en tu interior? ¿De quién son esas voces? ¿Son de tus padres? ¿De
tus maestros? ¿es tuya la voz?
¿Cuál es la intensión positiva de esas voces? ¿Qué es lo que quieren hacer
por ti?
Agradece y valora la intensión positiva de esas voces.
Haz lo que sea necesario hacer, pedir una disculpa, perdonarte, etc.
Ya no necesitas esas voces, haz algo en tu mente que haga desaparecer las
voces, eliminarlas, para eso puedes imaginar que tu mente es un aparato de
sonido y que puedes bajar el volumen o apagarlas.

Ejercicio: 32
Manejar la culpa con imágenes.
Ve a un momento cuando te sientes culpable.
Haz conciencia de las imágenes que haces en tu mente.
¿Cómo son estas imágenes, que color tienen? Si pudieras ponerle un color a
la culpa ¿Qué color tiene la culpa?
Piensa cuál es la intensión positiva de la culpa ¿Qué es lo que la culpa quiere
hacer por ti?
Agradece y valora lo que la culpa quiere hacer por ti. Tómalo en cuenta,
piensa en el mensaje que te da y lleva a cabo las acciones necesarias de
reparación del daño.
Ahora que has tomado en cuenta la intensión positiva y has llevado a cabo las
acciones necesarias, pídele a la culpa que se vaya, que desaparezca, bórrala,
cambia el color por otro, pon el color del bienestar, de la aceptación, del
amor.

¿Cómo manejar conflictos?


Calmarse y esperar: A veces callarse y solo escuchar, en el momento, evita
conflictos, después, cuando las dos partes estén calmadas, se puede hablar,
hacer peticiones o poner límites.
Expresar los sentimientos, desde mi persona, usar los mensajes Yo, empezar
las frases con: “Yo siento, yo pienso, yo considero, etc.” evitar los mensajes
Tú, ej. “Tú hiciste, Tú me hiciste…. Tú eres… etc. porque cuando usamos
mensajes Tú, lo que hacemos es culpar, juzgar y los juicios son subjetivos y
entorpecen la comunicación y la buena relación.

Para esas situaciones propongo el ejercicio Manejo de Conflictos de PNL, es


un excelente ejercicio que me ha sido muy útil, tanto en mi consulta con los
pacientes, como en mi vida personal.

Ejercicio: 33
Manejo de Conflictos
Este ejercicio de Programación Neurolingüística es especial para manejar
conflictos, se basa en las Percepciones Perceptuales, hay tres Percepciones
Perceptuales:
Primera Persona: Es cuando percibo el mundo desde mí yo, desde mis ojos,
estoy consciente de lo que siento, veo, oigo y me digo yo mismo.
Segunda Persona: Es cuando percibo el mundo desde el otro, es como si me
metiera dentro de él y me imagino estar en su lugar, imagino cómo ve las
cosas el otro. Estoy consciente de lo que ve, oye y siente el otro, tomo en
cuenta sus necesidades, sus temores, sus deseos, etc.
Tercera Persona: Percibo el mundo desde fuera, me salgo del conflicto y me
pongo en el lugar de un observador. ¿Cómo vería esta situación un amigo, un
familiar, un terapeuta? ¿Qué consejo me daría?
Cuando logramos ponernos en todas las percepciones perceptuales, en todos
los lugares, ampliamos el mapa de nuestro mundo, nos damos cuenta cuál es
la percepción de la otra parte, es decir, de la otra persona implicada en el
conflicto, podemos tomar distancia para ver el problema desde fuera,
podemos tener más herramientas para enfrentarnos y resolver los conflictos.
Capítulo 6

Entender la Codependencia
Este Capítulo está dirigido a las personas que tienen un enfermo en casa, un
enfermo que no se vale por sí mismo y que hay que atender.
Una persona me dijo: Mira, es igual que cuando te subes a un avión y la
azafata está explicando “como” usar el oxígeno en caso de emergencia, te
dice: “Si viene acompañado de un menor, o de alguien que necesite de usted,
póngase primero usted la mascarilla y después póngasela a la otra persona”.
Es algo de lo más lógico, ponerme yo primero la mascarilla, salvarme yo,
porque si no me salvo yo, cómo puedo salvar a otro “Cuidarme yo para poder
cuidar”, pero, la mente de una persona codependiente, no funciona
lógicamente, hay que decírselo constantemente y tenerlo siempre presente.
¿Cómo puedo amar y hacer feliz a otra persona, si yo no soy feliz?
Quererme yo, ser yo feliz es mi principal compromiso, atenderme primero a
mí para estar bien para el otro. Eso no es egoísmo, eso es salud mental.
Después de ayudarse a sí mismo, podemos ayudar a otros. Después de llenar
todas nuestras necesidades podemos con gusto atender las necesidades del
otro.

Ejercicio: 34
Descubre tus necesidades
1. Haz una lista de todo lo que necesitas para ser feliz.
2. Se realista y quédate con aquello que sí puedes lograr.
3. Lleva a cabo tus propósitos.
4. Siéntete satisfecho y contento con tu vida.
5. Si todavía no te sientes satisfecho, vuelve de nuevo a tu lista y revísala
¿Qué tienes que hacer para lograr sentirte satisfecho? Sigue con los pasos 2 y
3.

Ejercicio: 35
Escribir para sanar
Escribir es una excelente auto-terapia, aclara tus pensamientos, puedes verte
reflejado o reflejada en el papel, tomar consciencia de lo que te está pasando
y tomar decisiones, puedes escribir incluso las cosas que no te atreves a
contarle a nadie, todo está permitido cuando escribes, solo hay una regla,
siempre tienes que terminar tu escrito con algo positivo y después romperlo.
Nunca volverlo a releer.

Lograr un equilibrio entre las propias necesidades y las del otro.


Hay seres que nacieron para cuidar, que su misión en la vida es atender a
otras personas enfermos o discapacitados, esos médicos, enfermeros,
cuidadores, son ángeles en la tierra, personas que vinieron a hacer este
mundo un mundo mejor.
Toda mi admiración y mi respeto para esas personas, que gozan y disfrutan
su trabajo.
Pero, cuando tu vocación no es atender y cuidar a una persona discapacitada
o a un enfermo y la vida te impone ese trabajo, porque es alguien de tu
familia que quieres y que convives con él, eso puede ser muy desgastante, ya
que intervienen emociones dolorosas al estar al cuidado de ese ser que amas.
En esas condiciones el cuidado de una persona, puede llevar a depresiones,
problemas conyugales, enfermedades, culpa, enojo, resentimiento.
Entonces, lo importante es arreglárselas para que no te absorba toda la
energía y poder seguir con tu vida propia, con tu propio proyecto personal,
con lo que te gusta hacer y disfrutas.
Seguir adelante con tu proyecto de vida, continuar trabajando si es posible, si
no es posible, disminuir el trabajo, pero, no abandonarlo.
Que el cuidar, no sea el único trabajo que realices.
Aceptar las Diferencias
Hay que aceptar que somos dos seres diferentes, que no pensamos igual, que
cada cabeza es un mundo, que cada uno tiene su propia vida, su propia
historia, su propia verdad. Podemos compartir la vida, pero, cada uno vive la
suya propia.
No podemos querer que el enfermo haga lo que nosotros pensamos es lo
mejor para él.
Un sabio consejo de un médico a un cuidador co-dependiente de un enfermo
discapacitado fue: “Cuídese usted mismo y deje que el enfermo se cuide a sí
mismo.” Esta es una afirmación muy fuerte, pero, muy realista, a veces
traspasamos la barda del otro sin permiso.

Cosas que ayudan a evitar el agotamiento a tener más energía, aguante y


vitalidad.
1. Moderar el café, el café es un estimulante del sistema nervioso, al principio
nos ayuda a mantenernos alertas y con mucha energía, pero, a la larga, el
cortisol que produce se va acumulando en la sangre y el estrés se agrava.
2. Moderar el alcohol.
3. Comer saludable, muchas frutas y verduras. Bajarle al azúcar y a la harina
de trigo.
4. Tomar suplementos vitamínicos.
5. Continuar con actividades sociales.
6. Darse vacaciones.
7. Eliminar el estrés haciendo ejercicio.
8. Continuar con el propio proyecto de vida.
Capítulo 7

Las mejores Tácticas para ser Resiliente.

La Fe
La Fe es creer con certeza, cada persona tiene sus propias creencias, lo
importante es vivir de acuerdo a ellas.
Vivir con Fe es vivir en positivo, es esperar lo mejor.
La Fe nos ayuda a llegar a la aceptación.
La Fe nos ayuda a entender y aceptar que tenemos una misión, que estamos
aquí por algo y que hay un plan para cada uno de nosotros, que desde antes
de nacer ya se estaba destinado a eso y que es esto precisamente lo que nos
toca vivir.
La Fe nos ayuda a confiar, a vivir con certeza, a esperar lo bueno, a estar
ciertos de que suceda lo que suceda, va a ser para nuestro bien.

El ¿Para qué?
Cuándo tenemos una pena nos preguntamos constantemente ¿Por qué? ¿Por
qué sucedió?
Hay que cambiar el ¿por qué? por el ¿para qué? Y vienen entonces respuestas
mejores como: para aprender a amarnos más, para estar más unidos como
familia, para aprender a dar, para dejar el egoísmo a un lado y ser mejores
personas. Para compartir con otros mi experiencia y que sea de ayuda a los
demás.
El ¿Para qué? Nos conecta con nuestra Misión.

Aprender a ser feliz


Cuando era niña mi madre me decía, “Hay que aprender a ser feliz con lo que
tienes.” Creo que es una de sus mejores frases que yo he heredado a través de
las generaciones y que más me ha servido en la vida.
Sé que tengo que ser feliz con mi realidad, ese es mi compromiso, es mi reto.
No siempre lo logro, pero, pensarlo y tenerlo en cuenta me ayuda.
Todos los días y cada vez que me acuerdo me digo y repito la frase de mi
madre, no como una orden o un consejo, sino como una realidad, en presente:
“Estoy aprendiendo a ser feliz con lo que tengo” y agrego esta frase para mis
adentros: “Son mías la dicha y la paz”

Vivir en el Amor
De todas las técnicas y prácticas de autoayuda, no hay nada mejor que el
Amor, el Amor con mayúscula, expresar Amor, vivir el Amor, hablar con
Amor. Como dice San Pablo: “El Amor todo lo puede, todo lo soporta, todo
lo perdona”.
Si verdaderamente estuviéramos todo el tiempo viviendo en el Amor, no
existiría el miedo, la angustia, el cansancio, el hastío. El Amor todo lo
contrarresta, el Amor es la medicina milagrosa que todo lo cura.

Ejercicio: 36
1. Tómate un tiempo para relajarte y pensar en todos los momentos de amor
que has tenido a través de tu vida, repasa esos momentos desde que naciste,
haz conciencia de lo feliz que has sido.
2. Disfruta de lo que ves, de lo que oyes, de lo que sientes.
3. Piensa ahora ¿cómo puedes crear momentos de amor para ti y los tuyos?

La Meditación como herramienta para el estrés


La Meditación ha sido estudiada por profesores de Harvard como Herbert
Benson y William Proctor, que se fueron al Tibet a estudiar a los monjes
tibetanos y les conectaron sensores a sus cuerpos para medir los cambios que
sufrían, especialmente en la temperatura. Ellos hicieron una extensa
investigación en la que descubrieron los efectos positivos que sufre una
persona al hacer Meditación.
Entre sus descubrimientos está que:
La meditación no solo es para los tibetanos, puede hacerse en cualquier
creencia o religión y se puede combinar la Meditación con pensamientos
personales, igual se obtienen los beneficios.
Es una eficaz herramienta en contra de la tensión, el estrés y los males que lo
acompañan, rompiéndose así el círculo vicioso de la ansiedad.
La técnica de la Meditación proporciona descanso a la mente.
Repitiendo una frase o una palabra cantada, recitada o dicha solo en la mente
y en una posición sentada con la espalda recta, se logra calmar la mente y
romper la cadena de pensamientos cotidianos estresantes, logrando descansar
y grandes beneficios para la salud.

La Compasión

La única forma de enfrentar el miedo es transformar ese miedo en Amor. El


Amor lo cura todo, todo lo puede, todo lo soporta, todo lo acepta.
El remedio al miedo es el Amor con mayúscula y el remedio al miedo a la
enfermedad es el Amor Compasivo. De todas las emociones, el Amor es la
más completa, la que nos hace sentir estar viviendo en plenitud, vivir en el
Amor, permanecer en el Amor, perfeccionarte en el Amor.
La Compasión es el Amor perfecto, es ponerte en el lugar del otro, es hacer
empatía, imaginar lo que el otro siente y sentir el deseo de hacer algo por él,
de dar, de ayudar, sentir esa emoción de amor al prójimo es seguir la máxima
norma de: “Ama al prójimo como a ti mismo.”
Sentir compasión quiere decir sentir lo mismo que siente el otro, sentir junto
con el otro, dolerte lo que a él le duele, acompañarlo en su dolor y abrazarlo
con tu amor.
En una ocasión estaba trabajando en mi consultorio con Roxana, una niña
pequeña como de 6 años, siempre la recuerdo con cariño, ella me ha dado una
de las mayores lecciones en la vida, una vez me dijo:
¿Sabes? Me dijo: yo sé por qué estoy aquí, sé por qué vine a este mundo.
¿Por qué Roxy? le pregunté, intrigada en saber su respuesta.
Me contestó, sorprendiéndome:
“Vine para aprender a Amar”.
Me dio una gran lección, que ella a su edad tuviera tan clara nuestra misión
como seres humanos.
El amor compasivo es dolerte por el otro, sentir el dolor ajeno, pienso igual
que Roxana, que el sentido de la vida es desarrollar la Compasión,
perfeccionarte en el Amor Compasivo.
Pensar en el otro, cuidar al otro, ayudar al prójimo, es una oportunidad para
desarrollar el Amor Compasivo, para desarrollar todas esas cualidades
espirituales de amor al prójimo, es una oportunidad para ser una mejor
persona.
Compadecerte de otro, es sentir junto con él, pero, al mismo tiempo tienes tus
fronteras, no pierdes tus límites, sabes quién eres tú, puedes acompañarlo,
ayudarlo, porque te pones en su lugar, solo por un momento, sabes por lo que
está pasando y lo que necesita, pero al mismo tiempo no pierdes tus propios
límites, tu propia individualidad.
Cuando te imaginas lo que siente el otro, entiendes lo que le pasa y descubres
cómo ayudarle y haces todo lo que está en tus manos para que se sienta
mejor.
La Compasión saca lo mejor de ti, los sentimientos más bellos y nobles.
Si hay pensamientos negativos, hay que estar muy atenta para transformarlos
en positivos, tener constantemente pensamientos de esperanza y de amor, hay
que trabajar constantemente y diariamente en el Amor Compasivo.

La Aceptación.
Si eres creyente puedes entender que hay algo más grande que nosotros que
ya tiene un plan trazado para cada una de sus criaturas, Él no se equivoca,
aceptar ese plan de Dios para nosotros es la fórmula mágica de la felicidad.
Si no eres creyente, también puedes entender que el Universo o la causalidad,
es lo que es y que la aceptación de la realidad es lo que puede darnos la
felicidad.
Aceptar lo que no se puede cambiar, aceptar la realidad, aceptar lo que es,
totalmente, aceptar con amor, es el secreto para ser feliz.
Constantemente me digo este diálogo en mi cabeza: “Aceptar mi realidad, no
oponerme a nada, no renegar de nada, no defenderme de nada, no planear
nada, pues Dios o el Universo ya ha planeado mi vida para mí, este es mi
proyecto, aceptarlo es mi felicidad”.
“Quiero decir “sí” a ese plan para mi vida, digo “sí” a mi realidad. Cambio lo
que pueda cambiar y lo que no puedo cambiar, trabajo en aceptarlo y
adaptarme para ser feliz”, a eso yo le llamo Resiliencia.

Bibliografía
. Selma Azar de Sporn, Terapia Sistémica de la Resiliencia, Ed.
Paidós, 2010, 1ª. Edición
. Ziley Mora Penrose, Escribir para sanar, Amat Ed.
. Teresa Robles, Concierto para cuatro cerebros, Inst. Milton
Erickson,1990.
. Saber Crecer, Resiliencia y Espiritualidad, Rosa Argentina Rivas
Lacayo Ed. Urano, 2007
. Richard Bandler y John Grinder, Estructura de la Magia I, Ed. Cuatro
Vientos, 1980
. Richard Bandler y John Grinder, Estructura de la Magia II, Ed. Cuatro
Vientos, 1980
. Benson Herbert y Proctor William, El Poder de la Mente, Ed.
Grijalvo,1989
. Benson Herbert y Proctor William, La Relajación, Ed. Grijalvo, 1987

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