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Secuestro de Terrazas del Ávila

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Secuestro de Terrazas del Ávila

Lugar Caracas, Venezuela

Fecha 15 de abril de 1996

Tipo de ataque Toma de rehén

Muertos 2

Heridos 3

Perpetrador(es) Hernán López Ortuño 


Julio César Castro

[editar datos en Wikidata]

El Secuestro de Terrazas del Ávila, también conocido como Masacre de Terrazas del


Ávila, fue una toma de rehenes ocurrida en Caracas, Venezuela, que inició el 15 de
abril de 1996 y se prolongó por más de veinte horas. El secuestro causó un saldo de dos
muertos y tres heridos, después de que uno de los secuestradores se entregara, una de
las rehenes pudiese huir y el secuestrador restante disparara contra la policía, seguido por
una operación de rescate fallida. Al igual que durante la Tragedia del Urológico San
Román, los cuerpos policiales fueron criticados por su actuación durante el secuestro. El
papel de los medios de comunicación también fue criticado, siendo considerado como
irresponsable. La descordinación policial durante el operativo recibió muchas críticas, y el
fracaso de la misma, al igual que el del rescate del Tragedia de San Román en 1995,
fueron determinantes para el entrenamiento del grupo de acciones especiales BAE de
la PTJ y el éxito del Secuestro en Cúa en 1998.

Índice

 1Secuestro
 2Consecuencias
 3Perpetradores
 4Véase también
 5Referencias
 6Enlaces externos

Secuestro[editar]
Casi 10 meses antes, el 23 de junio de 1995 ocurrió el Secuestro en el Urológico San
Román, en el que hubo muchas críticas por la descoordinación policial y resultando en un
saldo de cinco personas muertas y otras ocho heridas. El secuestro de Terrazas del Ávila
se inició en horas de la noche del lunes 15 y se prolongó hasta las seis de la tarde del
martes. La noche del 15 de abril dos delincuentes sometieron a dos mujeres en la
urbanización Chuao y posteriormente se llevaron a una de ellas a su apartamento en
Terrazas del Ávila con intenciones de robar. Las cosas se complicaron ante la presencia
de la policía y, lo que en un principio iba a ser un robo común y corriente, se convirtió en
uno de los episodios más dramáticos de la historia criminal del país. 1
Los acontecimientos se prolongaron más de veinte horas y a la postre dejó un saldo de
uno de los secuestradores abatidos, así como también una de las rehenes. Tres agentes
policiales resultaron herido; uno de ellos quedó parapléjico. Los plagiarios mantuvieron en
su poder durante toda la noche a las hermanas Monagas. En el sitio se hizo presente el
párroco de Baruta Juan Manuel Fernández; el fiscal general, Iván Darío Badell, el director
del Cuerpo Técnico de Policía Judicial, comisario José Lazo Ricardi, varios diputados del
Congreso Nacional y otras personalidades.1
Unos trabajaron con afán; otros, buscaban publicitarse, pues nada tenían que hacer en el
sitio. Algunas televisoras montaron un verdadero show e incluso desplazaron por
momentos a los negociadores y se comprometieron ante los plagiarios a satisfacerles
algunas peticiones. Los familiares de las dos muchachas lloraban, contaban cómo eran
ellas, qué hacían. Con el pasar de las horas la tensión aumentaba, hasta que finalmente la
policía logró detectar que uno de los plagiarios era Hernán López Ortuño 'Hernancito',
quien se había evadido del retén de Catia donde purgaba condena por homicidio
intencional en la persona del pelotero grandeliga venezolano, Gustavo Polidor. Utilizando
un equipo especial las autoridades lograron interceptar una llamada de 'Hernancito' a su
madre y se ubicó la dirección donde esta se encontraba. Se decidió traer a la señora a fin
de que ayudara a convencerlo de que se entregara, como efectivamente sucedió en horas
de la tarde del 16 de abril.1
Junto con 'Hernancito', salió del apartamento Lorena Monagas. Fue en ese preciso
instante cuando resultaron heridos dos de los agentes de la PTJ, pues el antisocial que
quedaba dentro se enfureció al sentirse traicionado y abrió la puerta repentinamente y
comenzó a disparar. A partir de allí las negociaciones se trancaron. No hubo ningún otro
contacto y la policía comenzó a preocuparse, pues por los micrófonos que habían
colocado por los ductos del aire acondicionado y de la basura, escucharon cuando el
antisocial decía a María Magdalena que todo estaba perdido. Julio César Castro se sentó
en la poceta y se colocó a la muchacha en las piernas en calidad de escudo. Allí
permaneció casi dos horas. El fiscal general abandonó el sitio, quizá convencido de que
no quedaba otra alternativa que una salida de fuerza. Casi de inmediato llegaron al lugar
agentes del grupo comando de la Disip, quienes comenzaron a tomar posiciones. Los
grupos comandos de la DISIP y la PTJ entraron violentamente por puertas y ventanas tras
detonar una carga explosiva de C-4 en la entrada del apartamento. María Magdalena
recibió dos disparos en la clavícula y la pelvis. Fue trasladada al hospital Domingo Luciani
de El Llanito donde falleció. Igualmente, su secuestrador, Julio César Castro Zambrano,
recibió varios balazos y también murió.1

Consecuencias[editar]
En su autobiografía El prisionero rojo, Iván Simonovis comparó el Secuestro en Cúa y
tomas de rehenes pasadas en Venezuela con la Masacre de Múnich, en la cual después
del operativo de rescate fallido por parte de la Policía Federal Alemana y de las muertes
de once atletas israelíes en 1972 se creó la unidad antiterrorista GSG9, en la cual se
entrenó el BAE y que más adelante realizó la operación de asalto en el aeropuerto de
Mogadiscio, rescatando a todos los rehenes, explicando que después del fracaso de los
rescates en San Román y Terrazas del Ávila se elaboraron manuales para situaciones de
rehenes basados en las experiencias vividas y los protocolos internacionales de actuación,
incluyendo planificación, despliegue, logística, cuerpo de mando, uso de fuerza y control
de medios, los cuales fueron determinantes en el éxito del rescate en Cúa.2

Perpetradores[editar]
En la madrugada del 26 de julio de 2018, Hernán Gregorio López, mejor conocido por su
apodo como “Hernancito”, falleció durante un supuesto enfrentamiento. Funcionarios
del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) lo
encontraron en Artigas del municipio Libertador.3

Véase también[editar]
 Tragedia de San Román
 Secuestro en Cúa

Referencias[editar]
1. ↑ Saltar a:a b c d «Pánico en Terrazas del Ávila». Crónicas del Tártaro. 16
de julio de 2012. Consultado el 30 de mayo de 2018.
2. ↑ Simonovis, Iván (2013). El prisionero rojo. La Hoja del Norte. ISBN 978-
980-7212-34-2.
3. ↑ Moreno Losada, Vanessa (26 de julio de 2018). «Matan a “Hernancito”,
protagonista de famoso secuestro en Terrazas del Ávila». Efecto Cocuyo.
Archivado desde el original el 26 de julio de 2018.

Enlaces externos[editar]
 Transmisión por Venevisión

Categorías: 
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 Historia de Caracas
 Tomas de rehenes
 Secuestrados en Venezuela
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Características positivas de perfil de operador táctico básico.


Conceptos esenciales para la tarea en ambientes operativos de estrés extremo.

Lic. Lanza, Juliana (2017, adaptado 2019)

Es necesario comprender algunos conceptos esenciales en las diferentes


funciones del trabajo operativo en incidentes críticos y emergencias prehospitalarias en
general. Estas tareas conllevan intensas cargas de trabajo tanto en el área física como
mental. Conceptos como conciencia situacional, toma de decisiones, habilidades
físicas, mentales y de interacción, defensas psicológicas, regulación emocional,
liderazgo y equipo junto a una capacitación constante del personal son esenciales.

Durante el entrenamiento básico se presiona sobre diversas áreas buscando


activar de manera controlada los mecanismos que pudieran interferir el proceso de
toma de decisiones, y superar la óptima resolución de las situaciones críticas en curso.

Los modelos en seguridad operacional sobre estrés extremo y la capacidad para


afrontarlo (coping es el termino psicológico en inglés) se correlacionan con los
conocimientos sobre las respuestas normales y esperables, y aquellas que pudieran
interferir en el desempeño óptimo bajo situaciones reales de estrés de alta magnitud.

Sobre las características de Perfil del Operador Táctico Básico

Estas respuestas de afrontamiento y rápido reajuste, junto con la capacidad


plástica de trabajar intra/inter equipos operativos, son buscadas esencialmente
mediante el proceso de selección y formación a lo largo de las etapas segmentadas en
cursos básicos de operadores tácticos. Este proceso implica una evaluación sistemática
de capacidades en diversas áreas (física, psicológica, académica, interpersonal) y tanto
la teoría como la práctica coinciden en una combinación de características de perfil de
personalidad que excede la destreza técnica, el ansia de pertenecer, la capacidad de
esfuerzo físico, y adjudica a los operadores tácticos cualidades que difieren en algunos
aspectos esenciales del perfil base del policía.

Los conceptos previamente mencionados se basan en la fundamentación psicológica


desarrollada para cada curso, y los ejercicios de estrés determinados por etapas
específicas. A continuación, los resultados del personal egresado vs los cursantes que se
han sido separados del curso básico de operador básico “swat”, intentan dar
consistencia de base psicológica a los indicadores de perfil buscado por los instructores.
Para tal fin, estos conceptos se consideraron como indicadores positivos en tareas de
campo, confeccionando una carpeta de proceso de curso, que se implementó desde el
día 1, sin selección previa sobre el factor psicológico. El curso en el que se desempeñó
la observación y evaluación específica inició con un total de 38 ingresantes, habiendo
superado éstos la prueba física.
En total se han administrado cerca de 10 de tests psicológicos, algunos de los cuales
han sido reiterados intencionalmente en etapas específicas del curso. La secuencia de
continuidad del grupo de cursantes inicialmente fue de 38 integrantes, a los tres días de
12, y en la etapa anfibia de 8 cursantes, de los cuales finalmente egresaron 5.

Los motivos de separación han sido variados, primando en el inicio: los deseos de
probarse a sí mismos, el intento de crecimiento profesional, la intención de pertenecer,
la falta de preparación previa adecuada, la necesidad o idea de regresar con sus familias,
y lesiones físicas que podrían dar cuenta de la falta de la preparación, fortaleza mental,
y/o determinación perseverante.
La convicción y determinación en la meta junto a otros factores se han mantenido en
los cursantes egresados, en un clima grupal de alta cohesión, como factor protector y
resiliente. Esto ha sido corroborado por observación directa, entrevistas individuales,
una entrevista grupal, y los resultados de las escalas administradas.

Los cursantes con alta capacidad de generar vínculos amistosos, que es uno de los
componentes de estado de ánimo más estables, han presentado un aumento más que
considerable en el mismo y/o mantenido las altas puntuaciones a lo largo de las
diferentes tomas. Esto da cuenta de que el equilibrio entre las dimensiones positiva y
negativa del afecto podría suponer que los sentimientos de felicidad y satisfacción se
relacionan con las sensaciones de relajación y sosiego, ligadas a la seguridad afectiva
(Porgés).
Individual y grupalmente, ellos son optimistas, activos, y sociables, con una
disposición alegre, lo que implica alto bienestar psicológico. La misma tendencia
aumentada y sostenida se aprecia en relación a la disposición de energía y vigor. Esto
está relacionado con el “arrojo situacional evaluado”: valentía, audacia y coraje
contienen la definición de vigor, del latín vigere, “estar en plena vida” y el sufijo “or”
equivalente a “resultado”.
La capacidad de intrepidez y energía impulsada, junto a las conductas ligadas a
chequeos de medidas de seguridad y pautas de procedimiento, y apego al cumplimiento
de protocolos, es propia del personal operativo en general, y táctico en particular.

La motivación, iniciativa y “el ir hacia” una meta (logro, oportunidad) es una defensa
activa (respuesta de LUCHA, (Mosca-Lanza, 2019) que se relacionan directamente con
la “agresión sana”, y esto incide directamente en la capacidad de acción resolutiva como
en la entrenabilidad, ya sea en relación a su capacidad física como mental, lo que supone
una base de estabilidad emocional, habilidades interpersonales adecuadas y capacidad
de sujeción a normas y medidas de seguridad, y liderazgo ético. Este último se basa en
la confianza y los modelos mentales compartidos, e influye en la habilidad para tomar
dirección (norte), el juicio para abordar situaciones críticas y la capacidad y disposición
para actuar como parte de un equipo, y mantener la calma y el ajuste emocional a lo
largo del proceso de un incidente crítico.

Los factores de emocionalidad negativa se han mantenido cada vez más bajos y
también son componentes de estado de ánimo más estables, proporcionalmente
inversos a los positivos. Diversos estudios sugieren que, en comparación con oficiales de
patrulla de calle tras la participación en enfrentamientos con consecuencias fatales, los
oficiales SWAT tienen un ajuste generalmente más positivo, por lo que los subgrupos
policiales y sus diferencias deben ser consideradas y reconocidas (Zizzo, 1985).
El neuroticismo es muy bajo o sin importancia significativa, evaluado con baremos
tanto para población civil como militar, ya que no se dispone de baremos argentinos
para población policial actualmente (2017). Este factor, junto a otros, ha sido evaluado
considerando ambos baremos de población, mostrando una semejanza en el patrón de
ambos perfiles (militar y policial) con poblaciones internacionales para equipos SWAT, y
selección de personal para operaciones de seguridad.

La identificación de otras características importantes son la autoconfianza, la


integridad relacionada con el set de valores humanos y creencias compartidas menos
convencionales que en la población general. Son creativos, con imaginación y
sensibilidad estética. Tienden a ser sólidos en cuanto a la autoestima, y a ser altruistas,
cooperativos, resistentes y resilientes, es decir, menos vulnerables al impacto de
sucesos vitales. La adversidad es tomada como desafío más que como crisis.

El balance entre la disposición preparada para el servicio, es decir la


“repentitividad”, junto a los valores y creencias comprende la estima por los logros en
lo profesional con competencias socialmente aceptables, la novedad como desafío, no
herir a los demás (empatía) y respeto por las normas sociales, la importancia de la
estabilidad social y personal, el disfrute de la vida y actividades placenteras, la capacidad
de exploración, y la valoración de la libertad e independencia.
Durante las entrevistas individuales han sido realistas, sinceros y se han mostrado
prácticos con respecto a expresar temores, preocupaciones y afectos. Han demostrado
ser tenaces mentalmente, emocionalmente independientes en cuanto a los conflictos
externos y cercanos en relación a cuestiones sobre sus vínculos familiares que hubieran
surgido. El regreso a sus hogares durante los meses de cursado no es una variable
menor, ya que se asemeja a la vida policial, con sus estresores habituales.
Al personal egresado se lo ha observado dispuesto y enfocado a la tarea, con buenos
rasgos de ambición y una conducta guiada más por las normas externas y expectativas
que por intuición, que derivan del conocimiento de lo tangible, buscando estimulación
en su grupo de pares confiables, en sus fuentes de orientación, referentes o personas
que los inspiran. Son abiertos a los datos de la experiencia tanto interna como externa.
Son personas ordenadas, que atienden a los detalles, eficientes, con una fuerte
capacidad de responsabilidad y voluntad, y de lealtad, en seguir instrucciones y reglas,
y una robusta determinación para el cumplimiento de metas y bajo hedonismo. Tienden
a ser organizados y regirse por el conocimiento concreto, aunque transformando lo
nuevo en conocido.

La capacidad de disociación funcional es más alta que en otras poblaciones de


operadores de emergencias, sin detrimento de las características anteriormente
expresadas, sino en una interacción que les permite realizar el logro de metas que
implican una alta exposición en ambientes de misión crítica. La capacidad de disociación
operativa y funcional se requiere para la modulación emocional en beneficio de la
racionalidad, lo que llevaría a una mejor toma de decisiones y mayor operatividad. El
estrés alto y/o extremo podría tener consecuencias negativas en el proceso de analizar
situaciones complejas.

Son proactivos, con interés en la realización personal por competencias, y


protectores, con un interés en las necesidades de los demás, lo que está también está
ligado a los valores en torno al servicio. La baja emotividad puede mostrarlos callados y
silenciosos, o renuentes a participar, aunque son buscadores de estimulación y atención,
y son socialmente simpáticos y receptivos, leales con quienes construyen relaciones
fuertes. Pueden ser exigentes y verse desde afuera como arrogantes o desconsiderados,
siendo más talentosos y más competentes que quienes los rodean, seguros de sí mismos
y directos. Tienden a ser honrados, con capacidad de autodominio, y considerar las
gentilezas o demostraciones de afecto como signos de debilidad, y tienden a ocultar sus
sentimientos negativos en pos de la agradabilidad. Experimentan las emociones
negativas y positivas con mayor intensidad.

Los puntajes obtenidos en relación al foco de atención y concentración bajo


estímulos distractores arrojaron marcaciones de puntaje considerados para deportistas
de alto rendimiento, con baja ansiedad en situaciones estresantes en sus puntos más
álgidos.

Han sabido hacer un buen uso del recurso y rol del psicólogo, y han reportado
positivamente a la inclusión del mismo en el proceso de curso tanto como en la solicitud
de intervención específica.

Operadores en Incidente Crítico - Primeros Respondientes


La consideración de los sistemas y las prácticas informadas sobre trauma es en
la actualidad un modelo de cuidado a los primeros respondientes en las áreas de
seguridad, salud y sistema judicial. Esto implica la consideración de la exposición diaria
de los agentes de cada sistema a experiencias críticas en su trabajo diario para mantener
la operatividad y el reajuste emocional requerido durante una intervención compleja
como a largo plazo, tras la acumulación de las mismas.
Estas cuestiones están en estrecha relación con la selección específica del
personal operativo: los escenarios operacionales en cualquier ambiente son trabajos
demandantes en tiempo e intensidad de exposición en los que la calidad de las
decisiones y acciones humanas puede acarrear consecuencias de vida o muerte, y de
ello depende cuán eficazmente las personas desempeñan sus tareas y afrontan los
estresores en su trabajo. Cuán bien se entrenan y preparan quienes son los proveedores
de seguridad, salud y rescate en intervenciones complejas y riesgosas.
Esto impone considerar problemas sobre adaptación humana, estrés y
resiliencia. Expertos internacionales en “estrés-resiliencia-desempeño” resaltan
actualmente los aspectos humanos del desempeño en ambientes operacionales con el
objetivo de considerar los factores humanos que promueven resiliencia y una
performance efectiva en dichos escenarios, tanto como consejos prácticos, y estrategias
de entrenamiento para mejorar el rendimiento humano, especialmente en operaciones
de seguridad en personal de emergencias médicas, seguridad, bomberos, etc...

Las tendencias de conducta, los patrones de pensamiento y los estilos de toma


de decisión se agudizan en situaciones estresantes y amenazantes, en comparación con
las situaciones normales, incrementando el trabajo con civiles expertos en diferentes
áreas como una tendencia cada vez mayor a futuro (adaptado de Bartone, Johnsen,
Violant y Laberg, 2010).

Originalmente, el término "resiliencia" proviene de la ecología y se refiere a la


capacidad de una población (de cualquier organismo) que vive para sobrevivir en
diversas condiciones (Holling, 1973 en Manual de factores Humanos en Aviación (pág.
115 6.2 ¿Qué es la resiliencia?). Un enfoque común en la definición de la ecología, que
no se encuentra cuando el concepto es sólo tomado de la física y los metales, es el de la
"estabilidad". Este enfoque indica que los sistemas que pudieran recuperarse a un
estado de equilibrio tras recibir el impacto de una perturbación en su entorno podrían
sobrevivir en el largo plazo. Holling (1973) presentó la idea de la capacidad de
recuperación, que indica que la variabilidad de la mayoría de los entornos reales es alto,
y que los sistemas estables en muchos casos en realidad son más vulnerables que los
inestables. La resistencia determina la persistencia de las relaciones dentro de un
sistema y es una medida de la capacidad de estos sistemas para absorber los cambios
de variables de estado, variables de conducción, sus parámetros, y todavía persistir.
En esta resistencia se define la propiedad del sistema: la persistencia o la probabilidad
de extinción es el resultado. La estabilidad, por otra parte, es la capacidad de un sistema
para volver a su propio estado de equilibrio tras una perturbación temporal. Quien más
rápidamente vuelve, y con menor fluctuación es el más estable (Holling, 1973, p. 17).
Según Lundberg y Johansson (2006), un enfoque equilibrado debe alentar para
que ambos trastornos cotidianos y eventos no anticipados puedan ser manejados. En
Manual de Factores Humanos, La Relación Entre resiliencia y Estabilidad, y los Efectos
de Automatización, los autores indican que se destaca el concepto de supervivencia
funcional, en contraste con la supervivencia estructural. Son conceptos inseparables, y
en muchos casos la función de un sistema depende de su estructura, pero no siempre
es así. El sistema debería ser flexible en términos de ser competitivo o ser seguro. La
resiliencia y la estabilidad son como la eficiencia y eficacia con la seguridad: no pueden
llevarse a cabo a su justa medida, siempre, al mismo tiempo, y la manera en cómo se
valoran depende en última instancia de los juicios de valor. Pero el aumento de la
estabilidad indica que el sistema puede soportar más, manteniendo al mismo tiempo
su nivel de rendimiento. Aumentando la resistencia significativa es que, un sistema
que podría volverse inestable pese a los esfuerzos para mantenerlo estable, puede
llegar a un nuevo equilibrio estable de rendimiento en nuevas circunstancias. Pero los
recursos deben ser gastados en la preparación para el cambio entre los estados, en
lugar de en el mantenimiento de la situación actual (HFM).

La diferencia esencial, según las investigaciones sobre performance en diversos


ámbitos, destacan los conceptos de resiliencia, resistencia y estabilidad: “Los humanos
son marcadamente resilientes en las crisis, los traumas, las incapacidades, en el
afrontamiento de pérdidas, y demás adversidades. De hecho, la resiliencia al estrés y al
trauma (psíquico) es la norma y no la excepción a la regla”. Sin embargo, “mucho menos
se conoce sobre la resiliencia al estrés y la adaptación sana al estrés y al trauma”, Denis
Charney en “Desafíos a lo largo de la vida” (Cambridge University Press, Ed.).
La American Psychological Association (2010) definió a la resiliencia como “el
proceso de adaptarse bien en el afrontamiento de la adversidad, el trauma, la tragedia,
las amenazas, o causas de amenazas significativas”. Para Charney es un concepto
multidimensional y dinámico, sus procesos no son estrictamente intrapsíquicos y
biológicos, sino que reflejan la transacción o la interacción entre la persona y el
ambiente.

Estos aspectos emocionales, con correlato neurobiológico, están en juego en


toda situación crítica, pudiendo generan niveles de diversa magnitud de ansiedad,
miedo, o desesperanza, considerándolos “potencialmente traumáticos” tanto por la
exposición a una experiencia aguda que agobie los mecanismos de afrontamiento y
control habituales, como por acumulación diaria de exposición a dichas experiencias.
La ansiedad es la emoción que nos permite sobrevivir y que nos pone en alerta
frente al peligro para tomar la decisión de huir, luchar, pero también hay personas que
se congelan, y bloquean. La importancia de estos aspectos psicológicos está relacionada
con la capacidad de la adaptación del ser humano a ambientes críticos, de importancia
para su tarea específica con gran presión temporal para la evaluación, la necesidad de
mantener un estado emocional de calma interno modelando la emoción, y realizar una
adecuada toma de decisiones. Conocer los aspectos que podrían dificultar la capacidad
de adaptación ante la adversidad, y ser conscientes de ellos, identificarlos, prevenirlos y
saber afrontarlos es parte del entrenamiento mental o fisio-psicológico ante las distintas
operaciones encomendadas al personal operativo.

Conocerse a sí mismo, superarse y/o registrar los límites físicos y psicológicos es


el primer requisito de un adecuado entrenamiento que debe incluir también una
preparación física, técnica y psicológica, abriendo la posibilidad de mentalizar acerca del
estado emocional propio y del compañero, en busca de la superación de pruebas
individuales como grupales. Implicará para el personal operativo poner en marcha un
conjunto de estrategias de afrontamiento y conductas que, impulsadas por una actitud
positiva y un fuerte deseo de superación de la adversidad, le permita adaptarse más
eficazmente a la nueva situación, aumentado su autoconfianza, y la confianza en el
trabajo en equipo, además de aprender acerca de su proceso personal a lo largo de la
cursada (adaptado de J. A. Martínez Sánchez).

La inoculación del estrés es una técnica que permite realizar una exposición a
presiones planificadas y controladas, en simulaciones de ambiente realista. Esta técnica
permite desarrollar desensibilización a dichos estresores, habituación, y la
incorporación de nueva información, permitiendo a los operadores a través de
simulaciones realistas aumentar su umbral de estrés, luego de haber reajustado sus
recursos internos, el conocimiento de sí mismo, la autoconfianza y la confianza en su
grupo de pares, identificando sus fortalezas, debilidades, y ampliando su abanico de
respuestas adaptativas y opciones. Esto implica alcanzar estados nuevos de crecimiento
emocional (psicológico), intelectual y operativo, de manera progresiva.
El entrenamiento se enfoca en el logro de respuestas adaptativas y positivas ante el
estrés para superar las dificultades exigidas sin alcanzar una exposición prolongada de
esfuerzo que resulte en agotamiento (siendo este último distinto a cansancio, presión y
fatiga).

Estas cuestiones, relativas al afrontamiento del estrés en ambientes extremos,


ofrece una idea más acabada de los procesos internos y el interjuego entre la
adaptación, resistencia, resiliencia y estabilidad individual, grupal, e incluso,
organizacional.

A lo largo de los años ha habido un concreto interés en el estudio del logro de la


performance en el afrontamiento de situaciones de alto riesgo, y de alto estrés
característico de los contextos operacionales (Damos y col, 2007; Doherty y col, 2006;
Hetzka, 1956), tanto como en la identificación y selección de personal.
Los individuos con mayor capacidad para la modulación cardíaca vagal muestran
mayor fortaleza bajo situaciones estresantes, a la vez que son más capaces de
autorregularse bajo estrés (Porges, 2007). Estos individuos reportaron menor estrés
percibido durante las tareas diarias, y demostraron una mejor capacidad de
decrecimiento de frecuencia cardíaca (vida diaria), así como una mejor respuesta
selectiva. Esta respuesta selectiva es definida como la habilidad innata o aprendida para
generar una respuesta ante el estrés en presencia de una amenaza y una supresión de
las respuestas ante el estrés en presencia de la amenaza observable, ante el estrés de
las tareas críticas y complejas.
La mejor manera de predecir una conducta individual futura en una situación
adversa es chequeando las conductas pasadas y cómo se navegó a través de la
adversidad, por ejemplo, durante el curso de selección y formación.
En este punto cabe destacar que, para la operatividad de los equipos de trabajo,
las distorsiones individuales afectan la coordinación, comunicación y cooperación entre
los miembros y la sinergia intra/inter-equipo. La capacidad de juicio “es diferente de la
competencia técnica. Aunque el conocimiento técnico es objetivo y universal, el juicio
se refiere al presente inmediato. Esto está directamente asociado a los modelos
mentales compartidos. El juicio es la capacidad de tomar decisiones acertadas en
situaciones reales, que a menudo involucran en la ambigüedad, la incertidumbre y el
riesgo. El buen juicio incluye el conocimiento de cómo hacer las cosas, qué se puede
contar para hacer qué, y por lo general refleja una profunda experiencia. La alta
integridad exige una cultura de respeto. En las comunidades de buen juicio, la posición
del individuo en el sistema es proporcional a la maestría reconocida… En otras palabras,
existe la conciencia no sólo de lo que la gente puede hace, sino también de lo que se
supone que debe hacer. Aunque este conocimiento permite un alto grado de
autonomía, también es exigente” (MFH en aviación).

El estrés extremo genera cambios a nivel fisiológico, biológico y psicológico. Las


personas altamente entrenadas logran habilidades de regulación de las emociones, es
decir, la capacidad para ajustar el estado emocional interno a través de reevaluaciones
cognitivas, el conocimiento de sí mismo, y la formación específica: la disposición mental,
emocional y actitudinal en un momento determinado, que puede ser activado por un
determinado estímulo o evento.
El estrés agudo puede definirse como aquellos cambios fisiológicos que ocurren
como resultado del estrés extremo o agudo, así como los efectos que afectan la
percepción y la performance de la habilidad motriz (Duran & Nasci, 2000). El estrés y
otros factores psicológicos median la tolerancia fisiológica en ambientes y condiciones
extremas, sobredeterminándose en una relación recíproca.

Los equipos operativos que desarrollan tareas en contextos complejos trabajan de


manera sinérgica en pos de lograr un resultado óptimo en eficacia y eficiencia en su
performance. Respecto a esto último, importa destacar en la dinámica, la sinergia. Del
griego συνεργία, «cooperación», es el resultado de la acción conjunta de dos o más
causas, pero caracterizado por tener un efecto superior al que resulta de la simple suma
de ellas.

El grupo operativo es aquel en el cual la tarea es nucleadora y favorecedora de


su función como tal. Sin ella, no existe. Debe responderse “con habilidad” en lo técnico,
pero también en las relaciones interpersonales, para lo cual la comunicación es
entendida como “el resultado que se obtiene” de la serie de transacciones verbales y no
verbales entre los individuos, en un determinado contexto. “No existen fracasos en la
comunicación”, (Modesto Alonso, Notas 2013). Requiere de sus integrantes una
flexibilidad operacional, claridad y autodisciplina sobre el lugar que se ocupa dentro
del sistema de trabajo, es decir, determinación y autorregulación sobre sí mismos para
ser parte de un “equipos de equipos” (McChrystal) al servicio del logro de una meta que
los cohesiona por su función hasta el cumplimiento de ese servicio o misión.
Los equipos altamente entrenados (high performance team) son aquellos que
operan más allá de las expectativas comunes bajo las cuales el equipo se encuentra a sí
mismo. El equipo muestra una performance grupal a un nivel virtuoso. Esto no significa
que los integrantes sean, cada uno, virtuosos en sí mismos, pero las interacciones
grupales permiten la performance en la tarea a un nivel altamente eficaz. Los equipos
altamente integrados logran algo más que su buen equipamiento.

Los operadores son parte del grupo de profesionales que intervienen en incidentes
críticos, y requieren un alto rendimiento para actuar con sus áreas cognitiva, física,
emocional, psicosocial, y sus límites psicológicos. Suelen ser los ojos del sistema en
terreno para sus bases operativas. Las consecuencias de colapsar en su rendimiento
podrían ser severas para ellos mismo como para su equipo de trabajo. Tanto el
rendimiento operativo como la conducta humana están multideterminados.

GLOSARIO

ESTRÉS
La palabra estrés (stress) proviene del latín “stringere”, que se traduce como estrechar,
apretar o tensar rígidamente. Este término fue introducido hace más de 60 años por
Seyle, y con su popularización fue perdiendo especificidad. Hans Seyle (1936) definió al
estrés como una respuesta general de adaptación ante distintas perturbaciones que
puede sufrir el organismo, tanto físicas como psíquicas. Hay factores que se relacionan
con el sentido que se le otorga a una situación para que sea “estresante”, como el estado
de salud general altamente asociado a la constitución genética de cada persona y su
calidad de vida.
Actualmente, en relación al estrés, se considera que los patrones de respuesta son
individuales y dependientes del estresor. Esto incluye la manera de percibir los
estresores, las respuestas conductuales y las regulaciones fisiológicas de los mediadores
de la respuesta al estrés.

(Yerkes-Dodson Law, Diamond & col., 2007)

DISTRÉS
El distrés alude actualmente a una sensación de malestar, agobio, agotamiento,
preocupación, así como a la característica de una situación como demasiado exigente,
disruptiva, inesperada o conmocionante. Alude al vínculo entre una situación y una
persona.
La Ley de Yerkes Dodson está relacionada con la teoría de los colores de Cooper, entre
otros, y con la Metáfora de Seguridad de Porgés.

Cuadro Readaptación de la “Visión de Porges sobre el Sistema Nervioso Autónomo” (F.


Zulueta), adaptado de La Metáfora de la Seguridad de Wheatley-Crosbie sobre Porges
(2006). Rostros de Madera, 2017, Lanza, J.

ESTRÉS EXTREMO
El estrés extremo se experiencia cuando los escenarios son de ambiente crítico.
En estos ambientes de alta magnitud emocional donde el manejo de estresores
distintos, la presión temporal, el manejo de equipo de apoyo, y la toma de decisiones
requiere la evaluación simultánea de riesgos y de la incertidumbre que impone el
evento, puede darse una serie de distorsiones perceptivas:

DISTORSIONES PERCEPTIVAS BAJO ESTRÉS EXTREMO (D. GROSSMAN)


• Audición disminuida / exclusión auditiva
• Visión en túnel
• Piloto automático
• Incremento de la claridad visual
• Enlentecimiento del tiempo
• Pérdida de memoria sobre el evento
• Pérdida de memoria sobre la acción
• Disociación
• Pensamientos intrusivos
• Aceleración del tiempo
• Intensificación de sonidos
• Parálisis temporal (Inmovilización tónica

Considera estas distorsiones permite crear conciencia sobre la importancia de la


capacitación constante y el entrenamiento teniendo en cuenta la respuesta emocional,
su regulación, manejo eficaz de las emociones) a través de la adquisición de
habilidades y destrezas, junto con las capacidades físicas.
La capacidad del ser humano para prosperar ante la adversidad y recuperarse después
de la exposición al estrés extremo y al trauma ha sido extensamente estudiada en la
literatura científica (Bonanno, 2004), (Charney & Fridman, 2014).

RESISTENCIA
El concepto de Hardiness o Personalidad Resistente fue acuñado por primera vez a
finales de los años 70 por Kobasa y Maddi quienes lo utilizaron al examinar la idea de
protección frente a los estresores, al observar el hecho de que algunas personas
sometidas a altos niveles de estrés no desarrollaban ningún tipo de trastorno y
parecían tener unas características de personalidad que las protegían de enfermarse.
En este sentido, los autores llamaron la atención para que se dejara de concebir al ser
humano como un sujeto pasivo frente a acontecimientos y situaciones surgidas en su
entorno (Kobasa, 1979a).
Se define a la resiliencia como la capacidad humana para sobreponerse a la adversidad
y construir sobre ella. (Kotliarenco).

ESTRESORES
Los llamados estresores o factores estresantes son las situaciones desencadenantes
del estrés y pueden ser cualquier estímulo, externo o interno (tanto físico, químico,
acústico o somático como sociocultural) que, de manera directa o indirecta, propicie la
desestabilización en el equilibrio dinámico del organismo (homeostasis).
Una parte importante del esfuerzo que se ha realizado para el estudio y comprensión
del estrés, se ha centrado en determinar y clasificar los diferentes desencadenantes de
este proceso. La revisión de los principales tipos de estresores que se han utilizado
para estudiar el estrés, nos proporciona una primera aproximación al estudio de sus
condiciones desencadenantes, y nos muestra la existencia de diez grandes categorías
de estresores:
1. situaciones que fuerzan a procesar el cerebro
2. estímulos ambientales
3. percepciones de amenaza
4. alteración de las funciones fisiológicas (enfermedades, adicciones, etc.)
5. aislamiento y confinamiento
6. bloqueos en nuestros intereses
7. presión grupal
8. frustración
9. no conseguir objetivos planeados
10. relaciones sociales complicadas o fallidas
Lazarus y Folkman (1984), el estrés psicológico es una relación particular entre el
individuo y el entorno (que es evaluado por el individuo como amenazante o
desbordante de sus recursos y que pone en peligro su bienestar). Por eso se ha
tendido a clasificarlos por el tipo de cambios que producen en las condiciones de vida.
Conviene hablar, entonces, de cuatro tipos de acontecimientos estresantes:
 Los estresores únicos: hacen referencia a cataclismos y cambios drásticos en las
condiciones del entorno de vida de las personas y que, habitualmente, afectan a
un gran número de ellas.
 Los estresores múltiples: afectan solo a una persona o a un pequeño grupo de
ellas, y se corresponden con cambios significativos y de transcendencia vital para
las personas.
 Los estresores cotidianos: se refieren al cúmulo de molestias, imprevistos y
alteraciones en las pequeñas rutinas cotidianas.
 Los estresores biogénicos: son mecanismos físicos y químicos que disparan
directamente la respuesta de estrés sin la mediación de los procesos psicológicos.
Estos estresores pueden estar presentes de manera aguda o crónica y, también,
pueden ser resultado de la anticipación mental acerca de lo que puede ocurrir en el
futuro. (https://es.wikipedia.org/wiki/Estr%C3%A9s)

Los efectos de la fatiga demuestran la importancia de valorar los mecanismos sobre las
tareas, ya que la pérdida de afrontamiento de la acción tiene en su base la reducción de
la falta de confort.

El compromiso individual previo e inmediatamente anterior, el estado óptimo y el


conocimiento de cada uno sobre las actividades del otro implican, en los sistemas
complejos (misiones/tareas de ambiente crítico), esferas superpuestas de conciencia
(conciencia situacional).
Hay una variedad de factores únicos en ambientes operativos en pos del óptimo
desempeño: múltiples estresores, confianza en la capacidad de afrontamiento individual
y auto superación, confianza en las interacciones del equipo y de los líderes de equipo,
manejo de tecnología diversa, presión temporal, riesgos, complejidad, ambigüedad e
incertidumbre situacional. Se intenta recrear estos factores únicos bajo situaciones
seguras.

PROCESAMIENTO DE INFORMACIÓN EN AMBIENTE CRÍTICO (Rahman, HVHF)


El procesamiento de la información en los escenarios de ambiente crítico es vastamente
diferente al ambiente estéril, libre de afecto que ha sido asumido por los modelos de
información estándar en Factores Humanos. Estos modelos asumen que el agente
humano es un actor racional. Una lista de procesos psicofisiológicos que podrían
gatillarse de manera esperable en las Misiones de Ambiente Crítico y en las que se
vivencia No-Equilibrio (persecución policial de alta velocidad, multiples fallas de motor
en un accidente aéreo, combate militar, triage médico, incendios).

La Hiperactivación (Hiperactivación del sistema nervioso autónomo simpático, ver


Cooper; Grossman) causada por estrés extremo durante un incidente crítico puede
resultar en cambios en:
◦ la respiración (hiperventilación, o contener la propia respiración) que
perjudican las áreas del cerebro que dirigen la motilidad fina,
◦ la percepción sensorial,
◦ y la agudeza visual y auditiva
Es decir, las habilidades necesarias para el desempeño policial en situaciones de
amenaza a la vida (Johnson, 2008).

REGULACIÓN EMOCIONAL
El constructo regulación emocional es relativamente reciente y se refiere a una
variedad heterogénea de procesos a través de los cuales las emociones son reguladas
en sí mismas (Gross, 1998b). La regulación emocional implica tanto la disminución
como el aumento de las emociones negativas y positivas (Langston, 1994; Master,
1991; Parrott, 1993).
La regulación emocional se define como el conjunto de estrategias que los individuos
utilizan para influir en los cambios subjetivos, fisiológicos y comportamentales de las
emociones que experimentan. Las estrategias que más investigación empírica y
experimental han recibido por su frecuencia de uso en la vida cotidiana son la
reevaluación cognitiva (RC) –que supone la reinterpretación de los eventos para
disminuir su impacto emocional negativo y se ha asociado a un patrón de
consecuencias saludables vinculadas al bienestar psicológico- y la supresión de la
expresión emocional (SEE) -que hace referencia a todos aquellos intentos por inhibir el
curso expresivo comportamental de la experiencia emocional y su uso se ha asociado
predominantemente con consecuencias poco adaptativas para el bienestar de los
individuos (http://rpsico.mdp.edu.ar/bitstream/handle/123456789/439/0175-
1.pdf?sequence=2).
Esto se relaciona directamente con el estado emocional y la tolerancia psíquica y
fisiológica al estrés. El estrés extremo genera cambios a nivel fisiológico, biológico y
psicológico. Las personas altamente entrenadas logran habilidades de regulación de las
emociones, es decir, la capacidad para ajustar el estado emocional interno a través de
reevaluaciones cognitivas, el conocimiento de sí mismo, y la formación específica: la
disposición mental, emocional y actitudinal en un momento determinado, que puede
ser activado por un determinado estímulo o evento.
Estos conceptos se apoyan en medición de rasgos de ansiedad en respuestas agudas de
estrés frente a estresores magnitud (Morgan y Raven, 1985), ante los cuales algunas
personas realizan una finalización abrupta y remoción de equipo por sentimiento de
“distrés respiratorio” o “dificultad para respirar”, sobre abrumadas por la emoción de
ansiedad o miedo.

ESTRÉS AGUDO
Estrés agudo puede definirse como aquellos cambios fisiológicos que ocurren como
resultado del estrés extremo o agudo, así como los efectos que afectan la percepción y
la performance de la habilidad motriz (Duran & Nasci, 2000).
El estrés y otros factores psicológicos median la tolerancia fisiológica en ambientes y
condiciones extremas, sobredeterminándose en una relación recíproca.

Signos de MIEDO EN EL DESEMPEÑO


 Retardo para entrenar o realizar tareas
 Excesivo tiempo de chequeo
 Conducta no apropiada para la situación
 Presencia de fatiga crónica o depresión
 Múltiples lesiones menores o heridas por deshábito de entrenamiento

TRABAJO EN EQUIPO
Para las organizaciones, el trabajo en equipo es de fundamental importancia, hace que
disminuyan errores o fallas en el sistema, aumentando de esa manera la seguridad
operacional.
En la formación de los equipos nos encontramos con diferentes fases o etapas:
1. La primera es la formación propiamente dicha, donde el equipo se pone en
funcionamiento, en base a normas y motivaciones.
2. Seguidamente aparecerá un conflicto, es esta una etapa de negociaciones,
donde se determina qué hacer y cómo hacerlo.
3. En un tercer momento aparecerá la importancia de la aceptación de roles, fase
de carácter normativo, con el surgimiento del líder y donde aparece el
“sentimiento de equipo”.
La última fase, donde verdaderamente se ve conformado un equipo de trabajo, incluye
una comunicación fluida (vertical, horizontal y transversal), buena coordinación y la
calidad y productividad se ven optimizadas, es una verdadera etapa de realización y
madurez.
Los equipos operativos que desarrollan tareas en contextos complejos trabajan de
manera sinérgica en pos de lograr un resultado óptimo en eficacia y eficiencia en su
performance.
Respecto a esto último, importa destacar en la dinámica, la sinergia. Del griego
συνεργία, «cooperación», es el resultado de la acción conjunta de dos o más causas,
pero caracterizado por tener un efecto superior al que resulta de la simple suma de ellas.

El interés en los equipos altamente entrenados (high performance team) comienza en


1978 con un artículo de Peter Vaill. Se definen como aquellos que operan más allá de las
expectativas comunes bajo las cuales el equipo se encuentra a sí mismo. El equipo
muestra una performance grupal a un nivel virtuoso. Esto no significa que los integrantes
sean, cada uno, virtuosos en sí mismos, pero las interacciones grupales permiten la
performance en la tarea a un nivel altamente eficaz. Es evidente que una lata fiabilidad
tiene características similares a una alta performance. Los equipos altamente
integrados logran algo más que su buen equipamiento, que puede volverse una
mediocre performance para otros, y funcionar como Stradivarius para ellos.

El grupo operativo es aquel en el cual la tarea es nucleadora y favorecedora de su


función como tal. Sin ella, no existe.
Debe responderse “con habilidad” en lo técnico, pero también en las relaciones
interpersonales, para lo cual la comunicación es entendida como “el resultado que se
obtiene” de la serie de transacciones verbales y no verbales entre los individuos, en un
determinado contexto. “No existen fracasos en la comunicación”, (Modesto Alonso,
Notas 2013).

 Los equipos operativos trabajan de manera sinérgica en pos de lograr un


resultado óptimo en eficacia y eficiencia a través de su desempeño en
escenarios críticos, complejos y altamente dinámicos.
 El factor humano está detrás de todo evento crítico.
 Presente en los equipos de trabajo especializados, orientados a la acción.
 Sus integrantes tienen destrezas, competencias y conocimientos específicos que
pondrán al servicio de las metas comunes, centrados en la tarea para la cual
han sido convocados.

CONCIENCIA SITUACIONAL

La Conciencia Situacional de Equipo es “el grado en el que cada miembro del equipo
posee la conciencia situacional requerida por sus responsabilidades (M. Endsley 1989).
de CONCIENCIA SITUACIONAL, que puede definirse tanto a nivel individual como de
equipo. CS refiere a la obtención de una percepción exacta de la situación, e implica tres
etapas:
1. percepción,
2. comprensión y por último,
3. proyección.

Cuanto más alto es el nivel de conciencia situacional, menor es el riesgo de que ocurra
algún accidente.

Conciencia Situacional (CS) es “la percepción de los elementos en un ambiente, dentro


de un volumen de espacio y tiempo, la comprensión de su significado y la proyección
de su situación en el futuro inmediato” (Endsley 1988).
El estrés puede causar efectos negativos sobre la cognición. Reducir la habilidad de:
 Analizar situaciones complejas
 Manipular información
 Tomar decisiones con información parcial
 Falla en considerar el rango de alternativas
 Ignorar consecuencias a largo plazo (impulsividad)
 Sobresimplificar y requerir más tiempo para lograr una solución
(Kavanagh 2005)
Procesamiento de la atención y memoria. Endsley 1994 (modificado). MODESTO
ALONSO, Psicología Aeronáutica y Factores Humanos, Notas 2013

MENTALIDAD DE GRUPO (Janis 1973, Kavanagh 2005)


Distorsión del potencial creativo del grupo en la resolución de problemas que ocurre
cuando el estrés no es manejado:
 Ilusión de invencibilidad creando un excesivo optimismo sobre riesgos extremos.
 Visión estereotipada de la amenaza
 Ignorancia de inteligencia importante
 Son forzados a adherir a un consenso grupal
 Presión directa de los miembros a conformarse

TIEMPOS DE RESPUESTA Y ESTADOS MENTALES QUE CONLLEVAN ERROR


 Fase de percepción: desatender y no ver amenaza
 Fase de análisis-evaluación: no poder identificar la amenaza. Malinterpretar el
nivel de amenaza.
 Fase de formulación estratégica: ausencia de entrenamiento apropiado o de
experiencia.
 Fase de iniciación motriz: respuesta de congelamiento.

El trabajo en incidentes críticos requiere de la disociación operativa-funcional para la


modulación emocional en beneficio de la racionalidad, lo que llevaría a una mejor
toma de decisiones y mayor operatividad.

DISOCIACIÓN OPERATIVA
MAYOR RESPUESTA
MAYOR OPERATIVIDAD
MENOR EMOCIONALIDAD
MENOR REACCIÓN

Indicadores:
 Negativa a rendir pruebas consentidas en el reglamento interno.
 Baja o nula tolerancia a la espera en pruebas que requieren la permanencia
atenta a la tarea bajo estrés extremo.
 Signos de desregulación emocional sin capacidad de autoregular las emociones
(ajuste modulado de las emociones, aceptando que están, pero sin que
interfieran en la toma de decisiones). La baja tolerancia a la frustración (Albert
Ellis) impide la auto superación en tareas de repetición o únicas bajo estrés
extremo.
 Baja o nula capacidad de trabajo en equipo demostrando actitud proactiva en
las distintas instancias del curso.
La capacidad de auto superación está íntimamente relacionada con la determinación,
es decir, la pasión y la perseverancia para alcanzar metas a largo plazo. La
determinación es tener resistencia, y aferrarse al futuro, día tras día, no sólo por la
semana, sino meses y años y esforzarse para hacer ese futuro una realidad. Implica
tener capacidad de diferir la gratificación inmediata en pos de lograr metas (“GRIT”,
A. Duckworth). La mentalidad de crecimiento es una idea desarrollada en la
Universidad de Stanford por Carol Dweck, y es la creencia de que la habilidad para
aprender no es fija, de que puede cambiar con el esfuerzo.

BAJA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN


La baja tolerancia a la frustración (low frustration tolerance, LFT) es un componente
evaluativo de las creencias disfuncionales del individuo. Los comportamientos se
derivan entonces a evitar los eventos frustrantes que, paradójicamente, conducen a
aumento aún mayor de la frustración y del estrés mental que se pretendía evitar.
La frustración es un sentimiento que aparece cuando no conseguimos lo que
queremos o cuando nos suceden situaciones no deseadas. Según la intensidad del
sentimiento y nuestras características personales, podemos reaccionar ante ella con
enfado, angustia, ansiedad, etc.
La baja tolerancia a la frustración (Albert Ellis) o hedonismo a corto plazo se define
como la búsqueda del placer inmediato, la falta de capacidad para diferir la
satisfacción. Las personas con baja tolerancia a la frustración, al tener una sensibilidad
excesiva hacia todo aquello que sea desagradable, no toleran contratiempos, molestias
o demoras en la satisfacción de sus deseos y no soportan ningún sentimiento o
circunstancia desagradable. Frecuentemente albergan sentimientos de ansiedad,
tristeza, agitación, resentimiento, humillación y enfado. Se victimizan y culpan a
agentes externos de lo que les pasa. En la terapia racional emotiva conductual de Ellis,
el constructo opuesto es “alta tolerancia a la frustración”.

 Baja mantención de la atención y la concentración ante estresores emocionales


de mediana y alta magnitud.
 Incumplimiento de consignas establecidas y consentidas en el reglamento
interno.
 Alta emocionalidad que impide la autorregulación del estado emocional interno
para mantener la racionalidad, esencial para la óptima toma de decisiones.
 Baja conciencia situacional que permite evaluar, predecir, y tomar decisiones
que involucren a la persona misma, sus funciones específicas, y al equipo de
trabajo, con un modelo metal compartido para la resolución de un incidente
crítico.
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