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UNA LUZ AL COSTADO DEL MUNDO

CENTRO CULTURAL DEL BID Marzo 2001 No. 41

ENCUENTROS

Una luz al costado


del mundo
Conferencia de

Wade Davis
WADE DAVIS

CENTRO CULTURAL DEL BID

Coordinación General y Artes Visuales: Félix Angel


Coordinación General Asistente : Soledad Guerra
Conciertos y Conferencias: Anne Vena
Programa de Desarrollo Cultural en la Región: Elba Agusti
Colección de Arte del BID: Gabriela Moragas

En mayo de 1992, el Banco Interamericano de Desarrollo creó el Centro Cultural en su


sede de Washington, D.C., con el propósito de establecer una sala de exposición y un
foro permanente desde donde difundir las manifestaciones más destacadas de la vida
artística e intelectual de sus países miembros, que se sitúan en Norte, Centro y Sur
América, el Caribe, Europa Occidental, Israel y Japón. El Centro Cultural contribuye a
realzar la expresión cultural como un elemento integral del desarrollo económico y
social de los pueblos.

Las actividades del Centro, a través del Programa de Artes Visuales y de la Serie de Conciertos
y Conferencias, estimulan el diálogo y un mayor conocimiento de la cultura de los países
americanos . El Programa de Desarrollo Cultural en la Región se estableció en 1994 para
apoyar proyectos en América Latina y el Caribe que promueven el desarrollo cultural
comunitario y la educación artística de jóvenes en el nivel local, y provee apoyo
institucional para la conservación del patrimonio cultural, entre otros aspectos. La
Colección de Arte del BID, conformada a lo largo de muchos años, es asimismo administra-
da por el Centro Cultural. La Colección refleja adquisiciones que van de acuerdo con
la relevancia e importancia hemisférica que el Banco ha logrado después de cuatro
décadas de existencia como institución financiera pionera en el desarrollo de la región.

© Banco Interamericano de Desarrollo y Wade Davis. Derechos reservados.


UNA LUZ AL COSTADO DEL MUNDO

UNA LUZ AL COSTADO DEL MUNDO


Wade Davis

Uno de los encendidos placeres que los otras formas de ser, otras formas de pen-
viajes nos deparan es la oportunidad de sar y otras maneras de relacionarse con
vivir entre quienes no han olvidado las los dominios de lo espiritual. Esta idea
formas antiguas de ser, los que aún sien- no puede hacer otra cosa que llenarnos
ten el pasado en la caricia del viento, lo de esperanza.
palpan en las rocas pulidas por la lluvia y Estas culturas en su totalidad tejen una
lo saborean en el amargor de las hojas malla espiritual de vida, una “etnosfera”,
de una planta. Saber que aún hay cha- por decir así, que envuelve y protege
manes encarnados en un jaguar que via- nuestro planeta igual que lo hace la
jan más allá de la Vía Láctea, o que los biosfera. Esta etnosfera puede concebir-
mitos de los ancianos inuit rebosan de un se como la suma total de todos los pensa-
sentido que aún resuena, es tener presen- mientos, sueños, ideas e instituciones
te una revelación central de la antropo- materializadas por la imaginación huma-
logía: que el mundo en que vivimos no na desde los albores de la conciencia.
existe en un sentido absoluto determina- Pero se está degradando gravemente, tan-
do, sino que no pasa de ser un modelo to como la biosfera. En efecto, ningún
de la realidad, la consecuencia de una biólogo se atrevería a señalar que más de
serie de elecciones intelectuales que nues- la mitad de las especies naturales que se
tros antepasados, si bien de manera satis- conocen están a punto de desaparecer.
factoria, hicieron muchas generaciones No obstante, es bien sabido que ésta es la
antes que la nuestra. Ya se trate de los situación más optimista en el ámbito de
penan en las selvas de Sarawak y Borneo, la diversidad cultural y lingüística. El gran
de los seguidores del vudú en Haití o de indicador, desde luego, es la pérdida de
los pastores de los rebaños de yaks en las las lenguas.
laderas del Qomolangma, la diosa madre Cuando cada uno de ustedes nació, se
del mundo, lo que nos enseñan todos hablaban en la Tierra seis mil lenguas.
estos pueblos y culturas es que existen Una lengua no es meramente un voca-

Una luz al costado del mundo se presentó en el Banco Interamericano de Desarrollo, en


Washington, D.C., el 6 de marzo de 2001 como parte del programa de Conferencias del
Centro Cultural del BID.
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bulario ni un conjunto de reglas grama- conducto hacia la cultura, el medio o la


ticales, es un relámpago del espíritu hu- metáfora adecuada para echar abajo la
mano; es un vehículo del que cada cultu- barrera intrínseca que existe, por defini-
ra se sirve para expresarse en el mundo ción, entre una persona de fuera y un
material. De esas seis mil lenguas que se pueblo con el que ésta quiere vivir en
hablaban cuando nacimos, la mitad no calidad de huésped.
se enseñan actualmente a los niños en Si, por ejemplo, quisiera conocer el
edad escolar. Hoy por hoy, sólo quedan modo de vida de la gente de la parte
trescientos idiomas que son hablados por noroccidental de la cuenca del Amazo-
más de un millón de personas. Los lin- nas, me haría botánico. Y es que para
güistas nos advierten de que, en un siglo esta gente las plantas lo son todo. En un
más, esta diversidad quedará reducida a mundo dominado por el agua, el silen-
unos pocos centenares de lenguas. Di- cio y la vegetación, algunas sociedades
cho de otro modo, durante nuestra vida, como la de los barasanas no distinguen
la mitad del legado de la humanidad está cognoscitivamente el color verde del azul,
desapareciendo frente a nuestros ojos. Es porque el dosel de la selva se equipara
importante recordar que, al margen de con la propia bóveda celeste. Y si uno
que una lengua sea hablada por mil, cien quisiera entender la forma de ser de los
mil o un millón de personas, cada una pueblos del Anaconda, como los cubeos,
representa un linaje intelectual y espiri- los tukanos, los barasanas, los makunas y
tual que llega a nosotros desde el princi- otros grupos diversos de Colombia y del
pio de los tiempos. Amazonas, las plantas son el medio evi-
En los primeros años setenta, como dente para hacerlo.
antropólogo recién egresado de Harvard Por el contrario, si uno lo que quiere
nunca entendí cómo se esperaba de mí es entender la forma de vida de los inuit,
que de pronto me presentara en una al- un pueblo para el que la sangre sobre el
dea —que podía pertenecer a los barasa- hielo no es un signo de muerte, sino la
nas del noroeste del Amazonas, en Co- afirmación de la vida, el conducto obvio
lombia, un pueblo convencido de que para acercarse a su cultura sería la caza.
llegó desde el Este por el río, en el vien- Porque los mitos de estos pueblos son, ni
tre de una anaconda sagrada, o en canoas más ni menos, la expresión del convenio
arrastradas por la anaconda sagrada y que existente entre el depredador y su presa,
fue regurgitado en los distintos afluen- y constituyen una manera de racionali-
tes del Amazonas en su parte norocciden- zar el hecho terrible de que, para vivir, tie-
tal—, anunciar que iba a permanecer allí nen que matar lo que más quieren, es de-
seis meses, decirle al dirigente de la co- cir, a los animales de los que dependen.
munidad que tenían que alimentarme y En la etnografía, es frecuente que el
albergarme porque venía yo a estudiar la tipo de terreno donde se vive sea la clave
vida privada de todos ellos, ni más ni del modo de ser. El gran escritor Lawren-
menos. Si un intruso con semejantes ce Durrell dijo alguna vez que se podía
intenciones se plantase a la puerta de despoblar Francia y llenarla de tártaros;
nuestra casa, llamaríamos a la policía. En no obstante, en unas cuantas generacio-
fecha tan temprana intenté encontrar un nes volverían a surgir los rasgos naciona-

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les: la afición por la buena comida, las anciano puede tener hasta cuatro muje-
mujeres y los hombres bellos, un cinis- res para procrear su descendencia.
mo infatigable y una postura reflexiva Naturalmente, como sucede en gran
contra lo estadounidense. Durrell se re- parte del mundo, las mujeres hacen todo
fería a algo que los cronistas de viajes el trabajo. Y al hacerlo, también paren a
entienden: de la misma manera que el los hijos que resultan útiles para la super-
entorno define a la gente, la cultura nace vivencia de las familias. Dicho esto, si a
del espíritu del lugar. Margaret Atwood, los ancianos la riqueza les permite tener
una de nuestras grandes escritoras cana- varias esposas, sigue habiendo un proble-
dienses, ha dicho que para entender la ma con los varones en edad viril. En esen-
esencia de Estados Unidos, Inglaterra y cia, esta sociedad se deshace de ellos
Canadá, se necesitan sólo tres palabras: mandándolos a los fora, alejados campa-
para Estados Unidos, “frontera” y todo lo mentos situados en la periferia de las tie-
que ésta implica; para Inglaterra, “isla”, rras de la comunidad donde los anima-
con todo lo que implica; para Canadá, les pastan y donde los jóvenes pueden
“supervivencia”, pues en efecto la idea del atacar los rebaños de los enemigos. Para
Norte es lo que llena nuestra imaginación que esta separación sea algo que los jóve-
y define la esencia del alma nacional. De nes desean, se la envuelve en prestigio.
hecho, un gran poeta francocanadiense, El momento de mayor importancia en la
Gilles Vigneault, alguna vez expresó de vida de un joven es el de su circuncisión
esta manera nuestro callado patriotismo: en público cuando, frente a todos los de
mi país no es un país, es el invierno. su edad reunidos, se sienta frente al
A menudo he podido comprobar que manyatta mientras todo su cuerpo es ba-
el entorno es la clave del modo de ser. ñado con leche tibia y permanece inmó-
Hace poco estuve en el norte de Kenya vil mientras se le practican los nueve cor-
trabajando con grupos nómadas llamados tes del prepucio que manda el rito. Si se
los rendilles y los ariaales. Viven en el estremece por el dolor, no sólo avergon-
desierto Kaisut, un yunque que el sol zará a toda su familia, sino que en algu-
martillea sin piedad. Para estos pueblos, nos casos será golpeado brutalmente, in-
la sequía no es una especie de cruel ano- cluso hasta morir; son pocos los que des-
malía; es una característica normal del fallecen, habiendo como hay tantísimo
clima. Sobrevivir a la sequía es el impe- honor de por medio. De esta manera,
rativo fundamental que les ha permitido son enviados a los fora estos jóvenes, los
llegar a ser quienes son. Son pastores de guerreros, para cuidar a los animales y
camellos y ganado, y cada individuo tie- vivir a base de plantas silvestres y de la
ne el deber de reunir tantas cabezas como sangre que cada noche se extrae de la
pueda, de manera que, si se produce una yugular de una de las vaquillas y, mezcla-
gran sequía, al menos una parte de su da con la leche fresca y dulce, forma una
rebaño sobrevivirá. Y para tener un gran crema agria y salada de color de fresa, que
número de animales, es útil tener muchos constituye la base de su alimentación.
hijos. Esto último representa un incenti- En todo ese tiempo, desde luego, no
vo para la poligamia, de modo que éstas se permite a los guerreros volver al espa-
son sociedades polígamas, en las que un cio doméstico; pero al mismo tiempo,

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existe el problema del deseo sexual. Para había dentro de sus límites. Así fue como
atenuar las posibilidades de enfrenta- me nombraron el primer guardabosques
mientos entre ancianos y guerreros, las de Spatsizi, un apretado nudo de monta-
relaciones sexuales premaritales no sólo ñas en la Columbia Británica. La descrip-
están permitidas, sino que se fomentan. ción de mi puesto era deliciosamente vaga:
Se impone un severo tabú al embarazo relaciones públicas y evaluación de la natu-
premarital y la joven que se embaraza es raleza. En dos temporadas de cuatro me-
obligada a abortar, a veces de un modo ses, sólo vimos a seis personas. No había
verdaderamente feroz. Por otro lado, las nadie con quien hacer relaciones públicas,
relaciones sexuales premaritales no sólo y la evaluación de la naturaleza era una li-
se toleran sino que se fomentan. Al jo- cencia para desplazarme por el parque a
ven guerrero se le permite regresar y for- voluntad; era yo un joven sin riendas.
malmente golpear a una novia joven, En alguna de mis excursiones me topé
dormir con ella en presencia de sus pa- con la tumba antigua de un nativo cuyo
dres… pero lo decisivo es que, cuando simple epitafio era: Love Old Man Antoine,
esa joven pasa a ser la prometida de un died 1926 (Con amor al viejo Antoine,
anciano, toda relación debe cesar. A muerto en 1926). Intrigado por el origen
pesar de todo, está permitido que el jo- de esta tumba en el nacimiento del río
ven asista a la boda de ella, y se lo estimu- Stikine, me remonté en canoa hasta un
la a burlarse abiertamente de la virilidad gran campamento de caza mayor.
del viejo que la ha apartado de él. De Sabía que allí vivía el viejo Alex Jack,
manera que pueden ustedes empezar a cuyo nombre indígena era Atehena, “el
ver cómo algo tan sencillo como el impe- que camina sin dejar huellas”. Alex no
rativo de la supervivencia, la necesidad sólo conocía la tumba, sino que en 1926
de sobrevivir a la sequía, bifurca la cultu- había viajado para estudiar con Antoine
ra como un prisma de cristal y crea la rea- y había llegado el día en que su futuro
lidad de todo un pueblo. cuñado daba sepultura al gran hombre.
La idea de vincular la cultura con el Porque, en efecto, había sido un gran
entorno natural donde uno vive y el es- hombre, un chamán legendario que adi-
píritu quizá me vino a la mente porque vinaba el futuro en las piedras que se de-
tuve la fortuna de crecer en el norte de jaban caer en cubos de agua hechos de
Canadá. Canadá es un país asombroso. raíces de abeto. Intrigado por la relación
Pocos estadounidenses se percatan de entre este anciano y un antiguo chamán
que en Canadá cabrían los 48 estados del en una misma generación, renuncié a mi
territorio continental de Estados Unidos, empleo como guardabosques y me con-
y aún habría que avanzar más de dos mil traté como guía de caza, con la condición
kilómetros para alcanzar el fin de nues- de que siempre pudiese trabajar con Alex.
tro territorio. Y después, tuve uno de esos Durante dos estaciones, traté de ex-
trabajos maravillosos que sólo nuestro traer de su memoria mitos de la tierra. A
gobierno socialista podría crear. Tenía- él le gustaba hablar de los inviernos en
mos tres millones de acres que el gobier- que el viento soplaba con tal crudeza que
no había designado como parque natu- las familias tenían que decidir cuáles hi-
ral, sin tener la más remota idea de lo que jos vivirían y cuáles tendrían que ser aban-

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donados a la muerte. Solía usar la pala- el territorio sagrado, contando el relato


bra “supervivencia” al describir el lugar mientras avanzaba.
donde habían vivido, porque en realidad Alex me contó también la manera en
la supervivencia era la metáfora más im- que los misioneros católicos habían lle-
portante de esa gente. gado al país y habían intentado evangeli-
Por casualidad, al final de mi época zar a su padre. Como éste era hombre
como guía de caza, uno de nuestros cua- de amplio criterio, preguntó a los misio-
tro clientes mató un alce y abandonó el neros qué clase de animales había en el
cadáver en los matorrales. Volé en avio- paraíso. Cuando le respondieron que no
neta llevando mi canoa a bordo, y al ate- había animales en el cielo, el hombre no
rrizar tuve que ahuyentar a una manada se lo podía creer. De pronto, el viejo com-
de lobos de la presa, y dos días después prendió que el paraíso era un sitio al que
me aparecí en canoa con casi setecientos los misioneros no permitían entrar a los
kilos de carne de alce en la canoa. Mien- animales, de manera que se volvió al cura
tras Alex examinaba la carne y prepará- y le dijo: “Ustedes tienen que estar locos.
bamos los caballos para transportarla has- Me dicen que no puedo irme de juerga,
ta el ahumadero donde la curaríamos jugar, o engañar a mi mujer, que no puedo
para que él tuviera carne suficiente para hacer todas las cosas por las cuales vale la
el invierno, de pronto me dijo: “Caram- pena vivir, ¿para luego ir a un lugar donde
ba, es curioso, pero ahora recuerdo, tal no permiten ustedes la entrada de anima-
vez sí tenga algo que contarte; pásate por les? Ni lo piensen”. Y allí acabó todo.
casa esta noche”. Pues bien, esa noche Después de haberme criado de esa
comencé a grabar 25 años de relatos del manera en la Columbia Británica, tuve la
embaucador y transformista We-gyet, fi- gran fortuna de asistir a la Universidad
gura antropomorfa representativa del de Harvard de una manera bastante for-
tramposo o burlador según la tradición tuita. En una época en que los héroes
de los gitxsan. Todos los relatos se refe- son escasos, allí me encontré con uno de
rían a la gratitud moral desplegada contra los pocos hombres cuya presencia desta-
el telón de fondo del entorno natural. caba en el campus. Un profesor amable
En alguna ocasión le pregunté cuánto que en clase disparaba cerbatanas y que
tiempo duraba el ciclo de relatos, y me al lado de su puerta mantenía un cubo
dijo que ésa era una buena pregunta. El lleno de brotes de peyote, para quien
le había preguntado lo mismo a su padre optara por hacer un experimento de la-
en el mes de marzo, la época de los bue- boratorio. Con el paso del tiempo, cier-
nos hielos. Para saberlo, se pusieron sus tas montañas de América del Sur lleva-
botas para la nieve y empezaron a cami- rían su nombre, y también algunos par-
nar, contando el ciclo de relatos confor- ques nacionales. El príncipe Felipe se
me avanzaban. Según recordaba Alex, referiría a él como “el padre de la etno-
llegaron hasta el final del extenso lago, y botánica”. Para los alumnos, Richard
regresaron hasta el punto de partida, sin Evans Schultes era el mayor explorador
que la relación hubiese llegado a la mi- amazónico vivo, la autoridad mundial en
tad. Es decir, para medir la duración de materia de plantas medicinales y
un mito, uno tenía que desplazarse por alucinógenas, el explorador botánico que

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había prendido la mecha de la era psi- río], confirmé que se había mantenido
codélica con su descubrimiento de los lla- oculto en un armario durante tres horas,
mados hongos “mágicos” en México, en pues no quiso guiarla por la exposición.
1938. Estas ideas políticas arcaicas no se com-
En 1941, tras haber identificado el padecen con la decencia fundamental del
ololiuhqui, la planta sagrada de los azte- hombre. De hecho, entre los extremos
cas cuyo rastro se había perdido por mu- de su personalidad, en el espacio creado
cho tiempo, y de haber recogido los pri- por lo que aparentaban ser contradiccio-
meros especímenes de teonanácatl, la sa- nes, había espacio para que cualquiera
grada carne de los dioses, Richard Evans se moviera. Sus alumnos constituían una
Schultes tomó una licencia de seis meses gama que iba desde los eruditos callada-
de Harvard. Desapareció en las selvas mente tenaces hasta un grupo más
de la parte noroccidental de la cuenca del ecléctico atraído por sus investigaciones
Amazonas, donde permaneció por doce acerca de los alucinógenos de origen ve-
años, bogando por ríos desconocidos, vi- getal. El más importante de sus protegi-
viendo entre sociedades desconocidas, dos fue, por mucho, un oriundo de Pen-
todo el tiempo encantado con las mara- silvania llamado Timothy Plowman. La
villas de la selva tropical ecuatorial. Con primera vez que vi a Tim fue en su ofici-
el tiempo, reuniría más de 30.000 especí- na, situada en los sótanos del museo, que
menes botánicos y 2.000 plantas medici- tenía la atmósfera de un salón de té para
nales, y describiría más de 300 especies gitanos. El suelo estaba cubierto de al-
nuevas, hasta entonces desconocidas para fombras persas, el aire estaba impregna-
la ciencia. do de pachulí e incienso, había un perro
Schultes fue una elección más bien hermoso y lo que parecía una selva de
rara para haberse convertido en un sím- plantas. Al dar vuelta a una esquina, pude
bolo de los años sesenta, pues en materia ver a una mujer desnuda hasta la cintura
de política era sumamente conservador. que mecanografiaba denodadamente un
Profesaba no creer en la guerra de inde- manuscrito. Se llamaba Teza y era una
pendencia de los Estados Unidos, y siem- ilustradora botánica. Tiempo después,
pre votaba por su majestad la reina Isa- publicamos las ilustraciones hechas por
bel II. A decir verdad, uno de sus cole- ella de nuevas especies que habíamos
gas solía decir que la única manera de encontrado, y jamás he visto dibujos que
que Schultes se sintiese originario de un capturen como aquéllos la sensación del
sitio determinado sería yéndose a vivir a viento en el papel.
Inglaterra. Se negaba a utilizar los sellos Si Timothy estaba en el sótano, el gran
postales con la efigie de Kennedy, e insis- profesor ocupaba un lugar preponderan-
tía en seguir usando el nombre “Aero- te en su nido del cuarto piso. Recuerdo
puerto Idlewild”. Cuando Jackie Onassis cuando fui a verlo la primera vez. Entré
vino a Harvard a visitar la exposición de en su oficina sin anunciarme y dije: “Se-
flores de vidrio en nuestro museo, ñor, soy de la Columbia Británica —bas-
Schultes, que a la sazón lo dirigía, des- tó ese solo adjetivo—, he ahorrado algún
apareció. Más tarde, cuando escribí su dinero trabajando en un aserradero y
biografía, un libro llamado One River [Un quiero ir a América del Sur, como usted

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lo hizo, y recolectar plantas”. Miró por las jerarquías del Perú tocaban muy de
encima de un montón de especímenes, y cerca los cimientos de su propio mundo
se limitó a decirme: “Bien, hijo, ¿cuándo burgués, debían escoger otro culpable y
quieres salir?” Dos semanas después, esta- ése fue la coca.
ba yo en el Amazonas en mi primer viaje, Al principio, la erradicación de la coca
que se extendería quince meses. Esa for- no tuvo nada que ver con la farmacología
ma de actuar era característica de Schultes. sino con la identidad cultural de quienes
En todos los años que estudié con él, veneraban esta planta. Incluso en la épo-
nunca tuve una discusión intelectual. El ca en que recibimos nuestra subvención,
no enseñaba así, sino mediante el ejem- era sorprendentemente poco lo que se
plo. Decía cosas como, “Hay un río que sabía de la coca. Nadie sabía cuántas es-
deberías conocer”, sabiendo muy bien pecies producían la droga, nadie sabía
que ello supondría una serie de experien- cuál era el punto de origen de ésta, la más
cias tales que, si salía uno vivo de la selva, importante de las plantas cultivadas; na-
sería un ser humano más sabio y con die había hecho jamás un estudio
mayores conocimientos. Una de las per- nutricional de la coca, a pesar de que
las de sabiduría que dejó caer a mi paso millones de indios sudamericanos la con-
antes de partir para América del Sur fue sumían diariamente.
que debía buscar a su amigo Tim Plowman De manera que, en un viaje posibilita-
en Colombia. Schultes le había consegui- do por el gran profesor, inspirado por él
do a Tim una de las subvenciones acadé- y que en todo momento estuvo impreg-
micas más codiciadas en los años setenta: nado por su espíritu, Timothy y yo viaja-
un cuarto de millón de dólares del Depar- mos a lo largo y a lo ancho de América
tamento de Agricultura y Ganadería de los del Sur. Sabíamos, desde luego, que la
Estados Unidos para que estudiara una coca era la planta más destacada de la
planta que los incas habían llamado la hoja América precolombina. Como los incas
divina de la inmortalidad, la planta más no podían cultivarla en la capital impe-
sagrada de los Andes: la coca, la célebre rial de Cuzco a causa de su elevación, la
fuente de la cocaína. replicaron en hojas de oro y plata en cam-
Las tentativas por erradicar los sembra- pos que coloreaban el horizonte. En la
díos de coca se han prolongado por cin- época de los incas, uno no podía acer-
cuenta años. Sin embargo, deben uste- carse a un santuario sagrado si no lleva-
des tener presente que la idea de erradi- ba la hoja en la boca. Si uno llevaba la
car la coca surgió inicialmente de un gru- hoja en la boca al momento de la muer-
po de médicos de Lima, cuya intensa pre- te, tenía asegurado el camino al otro
ocupación por el destino de los indios de mundo. No había en los Andes un solo
la sierra sólo era igualada por su ignoran- gesto ni un solo momento en el que no
cia de la vida en la zona andina. En las interviniese el intercambio de esta plan-
montañas, lo que ellos veían era desnu- ta. En muchos lugares de los Andes, las
trición, falta de saneamiento, analfabetis- distancias no se medían por unidades de
mo… y estaban empeñados en hallar al longitud, sino por las hojas de coca que
culpable de ello. Como las cuestiones de se masticaban. Cuando hombres y muje-
la economía, la distribución de la tierra y res se encontraban por el camino, no se

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daban la mano sino que intercambiaban para digerir los carbohidratos a grandes
hojas. altitudes, por lo cual es perfecta para la
Incluso hoy en día, en toda la región alimentación a base de papas que predo-
andina, no hay criatura que venga al mina en los Andes.
mundo, anciano que transite suavemen- En un elegante ensayo científico, des-
te al mundo de los muertos, ni planta que tacamos con crudeza los esfuerzos draco-
se siembre o se coseche sin que se haga nianos que siguen desplegándose para
algún gesto a Apu, a Pachamama, la pro- erradicar los sembradíos tradicionales
pia Tierra madre. La coca es una fuente mediante el uso de herbicidas que conta-
de iluminación; los adivinos pueden leer minan las aguas del Amazonas. Demos-
el futuro en el anverso de las hojas, pero tramos que esta planta se había consumi-
esta habilidad sólo la tienen quienes han do sin indicios de toxicidad, ya no diga-
sobrevivido al rayo. mos adicción, por más de cuatro mil años
Desde luego, una de las cosas que hi- por los pueblos precolombinos del Ama-
cimos fue el primer estudio nutricional zonas y los Andes.
de la coca, y lo que descubrimos horrori- Al principio mencioné esta idea de las
zó a nuestros patrocinadores del gobier- diferentes formas de ser; pues bien, esta
no estadounidense. Encontramos en la sociedad es un ejemplo de ello. Los incas
hoja una pequeña cantidad de cocaína, y los kogis son descendientes de la anti-
equivalente más o menos al uno por cien- gua civilización de los taironas, que algu-
to del peso seco, cantidad semejante a la na vez poblaron las llanuras costeras del
presente en un grano de café. Nadie se mar Caribe en Colombia. Después de la
percata de la ironía cuando, en todas las conquista española y la locura que ésta
conferencias sobre el abuso de drogas, los trajo consigo, estos pueblos se retiraron
agentes de la DEA se lanzan ávidos sobre a las cimas de la Sierra Nevada de Santa
la cafetera a las 10 de la mañana. Pero Marta, un vasto macizo volcánico que se
comparar la coca con la cocaína es como eleva a más de tres mil metros sobre el
comparar un delicioso melocotón con el nivel del mar. En un continente bañado
ácido prúsico que se encuentra en su se- en sangre, estos pueblos nunca fueron
milla. Además de la pequeña cantidad conquistados; aun en nuestros días, son
de cocaína que se absorbe inocuamente gobernados por ritos sacerdotales.
por la mucosa bucal, un estimulante leve La formación de los sacerdotes es
y válido en un terreno duro e implaca- asombrosa. Los jóvenes seguidores son
ble, la coca está llena de vitaminas. Y con- separados de su familia a los dos o tres
tiene más calcio que ninguna planta ja- años de edad, y permanecen secuestra-
más estudiada por el Departamento de dos en barracones de piedra, en un mun-
Agricultura y Ganadería de los Estados do de sombras y oscuridad, durante die-
Unidos, por lo cual resulta perfecta para ciocho años (dos períodos de nueve años
una cultura que tradicionalmente ha ca- elegidos deliberadamente para imitar los
recido de productos lácteos, especialmen- nueve meses de gestación que pasan en
te para las madres jóvenes. También com- el vientre materno), de manera que, en
probamos que la coca posee enzimas que un sentido metafórico, están en el vien-
acrecientan la capacidad del organismo tre de la gran madre. Durante todo ese

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tiempo, se les adoctrina en los valores de cia que cubren es de unos 25 kilómetros.
su sociedad, los cuales se apoyan en la Además, por la mañana se empieza a una
premisa de que son sus oraciones, y nada altitud de 3.500 metros, se desciende a
más que sus oraciones, las que mantie- unos 450 metros, se vuelve a subir a 900
nen el orden cósmico o del ambiente. Al metros hasta la cima de la montaña sa-
final de esta ardua preparación, de pron- grada, se vuelve a bajar otros 900 metros
to los sacerdotes, los mamas, los dejan del otro lado, se sube de nuevo la misma
salir; y antes de ver la primera luz, repen- altitud y finalmente se corre el largo tre-
tinamente, en ese momento cristalino de cho que lleva hasta casa. Esto se hace a
la conciencia de la primer alba que pre- toda carrera todo el tiempo, y ustedes
sencian, todo lo que han aprendido de pueden ver el waylaka, el personaje
modo abstracto se afirma gloriosamente transvestido, en esta fotografía que tomé
cuando ven, asombrados, los rayos del Sol hace apenas cuatro días en Perú, cuando
que se elevan por los flancos de la Sierra participé en este mojonamiento. Lo fa-
Nevada. El sacerdote retrocede, y con los buloso de todo esto es que, al final del
gestos de su cuerpo lo que está diciendo día, los corredores emergen como seres
es: “Como puedes comprobar, es tan her- espirituales que, por medio del rito, han
moso como te había dicho, tan maravi- vuelto a definir el sentido de pertenecer
lloso; es tuyo para que lo protejas como a un lugar determinado.
lo han hecho tus hermanos mayores”. Así Ahora bien, Schultes nos mandó a la
es como se llaman a sí mismos, “herma- selva porque pensó que podíamos encon-
nos mayores”; nosotros, que en su opi- trar nuevas plantas para la moderna in-
nión hemos estropeado el mundo, somos dustria farmacéutica. En cierto sentido,
conocidos y despreciados por ellos como en vez de ello, lo que descubrimos fue una
los hermanos menores. Y esta relación nueva visión de la vida misma, y ésa fue la
entre el espíritu, la cultura y el entor- enseñanza que extrajimos. En verdad,
no natural se manifiesta en formas ma- buscamos nuevas medicinas, y siempre
ravillosas. pudimos comprobar el adagio de Paracel-
Acabo de volver del Perú, donde par- so: que la diferencia entre un veneno, una
ticipé en una extraordinaria carrera ritual medicina y un narcótico es simplemente
conocida como el mojonamiento. En las la dosis que se administra.
comunidades de Cuzco y lugares circun- De manera que nos aplicamos a la bús-
vecinos, una vez al año, cuando alcanza queda de nuevas plantas biodinámicas.
su mayor intensidad la temporada de llu- Una planta que ejemplifica ese adagio
vias, el chico más veloz se viste de mujer y pertenece a un género curioso descrito
es perseguido por los varones que corren por Schultes en los años cuarenta: Methys-
por los límites de las tierras comunales, ticodendron amenesium, o datura, conocida
marcadas por hitos sagrados llamados a veces como el árbol del águila del mal.
mojones, en los cuales se pronuncian ora- La planta contiene una serie de alcaloides
ciones, se ofrece coca a la Tierra y los gri- derivados del tropano, incluida la
tos de solidaridad son repetidos por el eco atropina, que en dosis moderadas puede
de las laderas de las montañas. Es una ser un tratamiento eficaz contra el asma.
hazaña extraordinaria porque la distan- Las hojas también contienen escopolami-

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WADE DAVIS

na, útil para tratar el mareo por movi- toda América del Sur para ser tratados
miento. Pero, si se administra en canti- por los maestros. Se celebra una ceremo-
dades excesivas, la planta provoca un de- nia nocturna en la cual uno inhala por la
lirio psicótico, caracterizado por visiones nariz cerca de un litro de alcohol en el
del infierno, la sensación de que se vue- que se han infundido tabaco y, a veces,
la, una sed ardiente y locura total. Desde hojas de datura. Por la noche, se bebe
luego, esto se parece mucho a lo que pro- un cocimiento del cacto de San Pedro,
ducen las plantas usadas en Europa para Trichocereus pachanoi, que por testimonios
la hechicería, como la belladona. encontrados en la cerámica y la iconogra-
El nombre de la belladona se debe al fía se ha usado en Perú por más de cua-
hecho de haberse usado como cosméti- tro mil años; está repleto de una droga
co en el Renacimiento: la atropina dilata llamada mezcalina.
las pupilas, y la Mona Lisa tenía esos ojos El diagnóstico se hace durante la em-
tan estupendos porque se había aplica- briaguez consiguiente. Pero lo funda-
do belladona en ellos. No veía nada, pero mental es que el tratamiento sólo se pue-
se veía hermosa. Las hierbas europeas de efectuar al día siguiente, al final de
para la hechicería son también el origen un largo peregrinaje ritual a una serie de
de la creencia de la bruja y la escoba en lagos sagrados, los Huaringas, situados en
Halloween. Lamento decirles que esto un paraje aislado montañas arriba. En
no lo inventó la empresa Hallmark de los alrededores de esos lagos crecen las
tarjetas de felicitación. Estas drogas son plantas medicinales que por largo tiem-
activas si se aplican localmente, y una for- po se han considerado eficaces. Aquí
ma muy eficaz de que el organismo de la vuelve a manifestarse la metáfora: para
mujer las absorba es a través de los teji- curar el cuerpo, hay que hacer algún tipo
dos húmedos de los genitales; el palo de de sacrificio físico, alguna especie de ar-
la escoba era un aplicador. El viaje de monización con el dominio del espíritu
estas mujeres no era un vuelo literal por mediante el consumo de plantas mágicas;
el espacio; era un viaje alucinatorio por y luego hay que atravesar un territorio
el paisaje de su imaginación hacia la re- sagrado. Recordemos que la palabra “sa-
unión orgiástica de los demonios. Ahí crificio” significó originalmente “hacer
tienen algo que pueden plantear a la Aso- sagrado”. Una vez llegados a los lagos
ciación de Padres y Maestros el próximo sagrados, donde hay un momento en que
octubre. se produce una metamorfosis, uno pue-
Una de las prácticas religiosas más in- de ser bautizado para tener la promesa
teresantes que he estudiado en América de un nuevo comienzo y entonces, y sólo
del Sur es el culto del cacto de los cuatro entonces, se está preparado para que sur-
vientos. Existe un antiguo culto curativo tan su efecto farmacológico las hierbas
que se practica hoy en día por toda la medicinales. De manera que éste es un
costa septentrional de Perú, pero espe- indicio del arte chamánico de curar, y
cialmente en las montañas y en las inme- también de esta noción de realidades di-
diaciones del pueblo de Huancabamba. ferentes.
Lo que lo hace interesante es su gran Esta es una fotografía que tomé en el
complejidad; a él acuden seguidores de delta del río Orinoco, entre gentes fasci-

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UNA LUZ AL COSTADO DEL MUNDO

nantes llamadas los waraos, que también tratar en dos niveles muy diferentes: por
se conocen en Venezuela como la gente un lado, es posible atacar los síntomas,
de las canoas. A lo largo de su vida, casi en gran medida como lo hacemos noso-
nunca tocan tierra firme. Viven en el tros, sólo con plantas medicinales en vez
delta, que para ellos es una llanura; para de medicamentos. De manera caracte-
obtener la arcilla para las plataformas rística, esa forma de tratamiento se tiene
donde prenden el fuego con el que coci- por mundana, pues para llegar realmen-
nan dentro de sus casuchas, deben cavar te a la causa del problema, el chamán
en el fondo de su mundo. El chamanismo debe recurrir a ciertas técnicas de éxta-
está muy desarrollado entre los waraos. sis, remontarse en las alas del trance, in-
En nuestra sociedad, sin embargo, el ternarse en los distantes dominios meta-
chamanismo es malentendido. Del mo- físicos donde puede realizar sus obras de
vimiento del New Age ha surgido esa ima- rescate médico, mágico y, de hecho, es-
gen del chamán como una especie de piritual.
abuelo agradable revestido de plumas y Esto explica el empleo de estas curio-
cuentas que representa una figura benig- sas plantas alucinógenas, como el ebené,
na. He tratado a muchos chamanes, y “el semen del sol”, que en la parte alta
nunca me he topado con ninguno que de la cuenca del río Orinoco es usada por
no estuviese al menos un poco loco; es los yanomanis. Proviene de la resina de
parte de su trabajo. Son ellos los que, en color rojo sangre de varias especies del
palabras de Joseph Campbell, nadan en género Virola, que es parte de la familia
las aguas en las que los demás nos ahoga- de la mirística. Esa resina contiene dos
ríamos. Son los que se internan en esas fuertes triptaminas, la 5-metoxi-N,N-di-
aguas cuando la mayoría de nosotros es- metiltriptamina y la N,N-dimetiltritripta-
taríamos más contentos simplemente cui- mina. Cuando a uno le insuflan esta es-
dando a nuestros hijos. La mayoría de pecie de rapé por la nariz, es algo así
los seres humanos aspiran a albergar y como salir disparado de un rifle cuyo
alimentar a sus hijos, a proteger a sus cañón está decorado con pinturas de es-
mayores, y delegan alegremente en el tilo barroco para ir a parar a un mar de
chamán los asuntos curiosos del espíritu. electricidad. Prácticamente no se le pue-
Esto es lo que en la realidad explica la de considerar un alucinógeno, pues
función de estas curiosas plantas psico- cuando uno empieza a sentir sus efectos,
trópicas. ya no hay nadie ahí que pueda tener las
El chamanismo tiene un concepto alucinaciones; lo que hace no es distor-
muy diferente de la salud y la enferme- sionar la realidad, sino que la disuelve.
dad. En nuestra sociedad, los sacerdotes En ese estado espiritual, los chamanes
se ocupan del campo espiritual, y los creen que pueden entrar en comunión
médicos, del cuerpo; pero en las socieda- con los espíritus hekura y llevar a cabo sus
des a que me refiero, en el chamán se actos de rescate.
fusionan el sacerdote y el médico. El Ahora bien, si nos deslizamos por el
estado del espíritu determina, de mane- Orinoco hacia las selvas orientales de
ra decisiva, el estado del cuerpo. Por con- Ecuador, nos encontraremos con una de
siguiente, las enfermedades se pueden las tribus sudamericanas más fascinantes:

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WADE DAVIS

los waoranis, con quienes se entró en con- nan sus dardos y que extraen de la corte-
tacto, pacíficamente, apenas en 1958. En za astringente de la liana de diferentes
1957 se produjo una terrible tragedia, especies. En esta imagen pueden ver a
después de que unos misioneros dejaron un chamán jaguar con el arma de caza, y
caer desde aeroplanos unas fotografías en el pecho la mandíbula de una piraña
lustrosas de ellos mismos de tamaño pos- con la que lanza el dardo envenenado,
tal, en posturas que uno consideraría para asegurarse de que el veneno pene-
amistosas. Pero se olvidaron de que esta tre en el músculo de la presa.
gente de la selva nunca había visto nin- Algo fascinante acerca de los waoranis
guna representación bidimensional en su es que, en el momento en que se entró
vida. Los waoranis recogieron las foto- en contacto con ellos, contaban con aten-
grafías del suelo, intentaron mirar el re- ción médica; de manera que son una de
verso a fin de descubrir la forma de la fi- las pocas sociedades sudamericanas cuya
gura y, al no encontrar nada, llegaron a situación sanitaria en el momento del
la conclusión de que eran mensajes del contacto se conoce con certeza. Eran
diablo y ni tardos ni perezosos, alancea- un pueblo asombrosamente sano; no pa-
ron a cinco misioneros hasta matarlos. decían el catarro común, ninguna enfer-
Los waoranis no sólo alanceaban a los medad infecciosa, ni siquiera infecciones
forasteros, también se agredían entre bacterianas secundarias. Había una mu-
ellos de esta manera. Nosotros procura- jer que, de niña, fue herida por una lan-
mos trazar árboles genealógicos que se za por una partida de cazadores. El arma
remontaban ocho generaciones y sólo la atravesó por completo sin lesionar nin-
encontramos dos muertes por causas na- gún órgano vital. Lo que hicieron fue
turales. En un momento en que los pre- cortar la lanza en el punto de entrada y
sionamos para que nos informaran sobre en el de salida, de acuerdo con su tradi-
ello, admitieron que uno de esos hom- ción, y luego aplicaron en la herida ba-
bres había muerto de viejo, pero de to- rro obtenido del bebedero de los peca-
dos modos lo remataron con sus lanzas. ríes, algo que nada tiene de antiséptico.
Cincuenta y cuatro por ciento de la mor- Transcurrido un corto tiempo, el tejido
talidad se explicaba por las agresiones que rodeaba la punta de la lanza se
entre ellos. Noventa y cinco por ciento necrosó. Un buen día la chica se levantó
habían sido mordidos por una serpiente de su hamaca, el trozo de lanza salió por
venenosa, la mitad de ellos en varias oca- si sólo como cuando sale una astilla en-
siones. Aun así, tenían un conocimiento cajada en la piel, y al cabo de un mes es-
tan profundo de la selva que era asom- taba de vuelta en los campos. Como dije,
broso. Los cazadores eran capaces de oler eran un pueblo asombrosamente sano.
la orina de un animal a cuarenta pasos Y esta característica planteó multitud
de distancia y saber a qué especie perte- de preguntas interesantes acerca de la
necía. Gracias a este conocimiento de la situación sanitaria de los pueblos indíge-
selva, pudieron desarrollar algunos aspec- nas americanos en el momento del con-
tos sobresalientes de su tecnología. Por tacto con los europeos. La palabra “diez-
ejemplo, el conocido curare, “la muerte mar”, procedente del latín, significa ma-
que vuela”; es el veneno con que impreg- tar a uno de cada diez. Pero nueve de

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UNA LUZ AL COSTADO DEL MUNDO

cada diez personas —el 90 por ciento de dad tecnológica para afectar a la selva en
los pueblos desde el círculo polar ártico exceso. No obstante, mantienen una re-
hasta la Tierra del Fuego— murieron en lación esencial con la Tierra, basada en
una generación a causa de los agentes una intuición mucho más sutil: la idea de
patógenos traídos de Europa. que la Tierra misma es creada por la con-
Los waoranis plantean otras cuestiones ciencia humana.
éticas interesantes. En ocasiones se acu- ¿Qué significa esto? Significa que un
sa a los antropólogos de tratar de secues- joven runa de las montañas del Perú,
trar a los indígenas en una especie de quien está convencido de que la monta-
zoológico, como si fuesen un espécimen ña es la morada de un espíritu apu, será
biológico; pero en la realidad la antro- un ser humano profundamente diferen-
pología no se ocupa de la preservación. te de un muchacho de Montana, para
No es el cambio lo que tememos, lo que quien la montaña es un montón de rocas
nos infunde temor es la incapacidad de inertes listas para ser explotadas. Un
los individuos y las culturas para hacerles kwagiulth, para quien las selvas de la Co-
frente a los cambios. El cambio es, en lumbia Británica son los dominios de
realidad, una constante. Las sociedades Huxwhukw y el Pico Torcido del Paraíso,
indígenas sólo desaparecen cuando aca- espíritus caníbales que moran en el extre-
ban siendo abrumadas por fuerzas que mo septentrional del mundo, será un ser
rebasan su capacidad de adaptación. Y humano profundamente distinto de un
no es únicamente la tecnología la que chico canadiense que ha crecido creyendo
hace desaparecer los grupos étnicos. Un que el bosque está allí para talarlo.
waorani no deja de ser lo que es por el Se acusa a veces a los antropólogos de
mero hecho de calarse unas gafas para el tratar de secuestrar a los indígenas en el
sol. ¿Acaso los estadounidenses dejaron pasado. Además, también se nos acusa
de serlo cuando cambiaron el caballo y de adoptar algo así como un relativismo
la calesa por el automóvil? La clave radi- extremo. Es como si, para mencionar un
ca en permitir que las culturas cuenten ejemplo terrible y extremo, pudiésemos
con un medio de persistir, de tomar sus en cierto modo racionalizar los actos atro-
propias decisiones. ces de los nazis; porque, después de todo,
De manera análoga, idealizamos a los constituían un grupo étnico, tenían sus
indígenas, con lo cual a veces los perju- propias normas, había estructuras para
dicamos. Tenemos esta especie de idea a aplicar esas normas, etcétera. El aspecto
lo Rousseau o a lo Thoreau de que los fundamental que no hay que perder de
indios son los primeros conservacionistas. vista es que los antropólogos no propo-
Eso es absurdo porque los indígenas no nen jamás que se renuncie a la capacidad
son ni sentimentales ni los agobia la nos- de juicio. Lo que propugnamos es un tipo
talgia. No hay mucho margen para la de relativismo serio, por el cual la emi-
nostalgia en el sol abrasador del Sahara, sión de un juicio queda en suspenso has-
ni para el sentimentalismo en los panta- ta que no se entienden las cosas. Ningún
nos del Asmat. Los pueblos indígenas antropólogo racionalizaría los actos atro-
carecen de la noción de lo que es dirigir ces de seres humanos crueles y despiada-
en la selva; y es que no tienen la capaci- dos. Ocurre con mayor frecuencia que

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WADE DAVIS

la lente del antropólogo se concentre en jefe del Instituto Psiquiátrico de Puerto


las culturas que han sido malentendidas Príncipe, el finado Dr. Lamarque
y muy difamadas por la ignorancia de los Douyon, quien había estado investigan-
que emiten esos juicios. Lo cual nos lle- do el fenómeno del zombismo. Había
va a Haití. venido trabajando en una larga serie de
A comienzos de los años ochenta del pesquisas, reuniendo pruebas y solicitan-
siglo pasado, poco antes de irme por va- do a expertos de Scotland Yard que veri-
rios años a la Amazonia, se me encomen- ficasen las huellas dactilares de los certi-
dó una tarea sorprendente. Mi profesor ficados de defunción. Douyon tenía tam-
me pidió que fuera a Haití a tratar de bién una lista de preguntas que sólo al-
descubrir las drogas que se usaban para guien que conociera los antecedentes de
convertir a una persona en zombi. En la familia podría responder. Este hom-
aquel momento pensé que él me estaba bre respondió con exactitud todas las
hablando desde el ámbito de lo fantas- preguntas.
magórico. Pero en la realidad era una Además, en Haití, un zombi es un pa-
misión seria e interesante porque un ria absoluto. Douyon se dio cuenta de
zombi, según la definición popular que en Haití era tan probable que alguien
haitiana, es un muerto en vida. Es un se presentase diciendo que era un zombi,
individuo que por medios mágicos mue- como que un leproso se parase en Hyde
re, es sepultado y luego, también por arte Park Corner a presumir de su enferme-
de magia, resucita para afrontar un des- dad. Todas estas pruebas impulsaron a
tino incierto, que invariablemente supo- Douyon y a su colega, el destacado psico-
ne cierta forma de esclavitud. Pero al farmacólogo Nathan Kline, jefe de la
lado de esta imagen fantasmagórica ha- Rockland State Research Institution de
bía una serie de informes de la literatura Nueva York, a anunciar públicamente en
folclórica popular y de la bibliografía aca- 1982, por intermedio de la BBC, que ha-
démica de casos en los que, al menos se- bían identificado el primer caso genuino
gún ciertos testimonios orales, algunas de zombificación.
personas habían regresado al mundo de Obviamente, ellos no creían en la
los vivos. magia, de manera que estaban convenci-
El caso de un hombre llamado Clair- dos de que había un preparado tradicio-
vius Narcisse obligó a la ciencia a prestar nal que podía provocar un estado de
atención al fenómeno. A este hombre lo muerte aparente tan profundo que po-
declararon muerto en un instituto filan- día engañar a los médicos de formación
trópico estadounidense en 1962. Dos occidental. De hecho, el gobierno hai-
médicos atestiguaron su muerte: ambos tiano había reconocido la existencia de
se habían formado en Estados Unidos y ese preparado tradicional con tal seguri-
uno era nacional de este país; además, la dad que se mencionaba específicamente
hermana y otros parientes del hombre en el código penal del país. Sin embar-
estuvieron con él en el momento de su go, por increíble que parezca, nadie ha-
muerte. Varios años después, apareció bía tomado en serio lo que decía la gen-
un hombre que afirmaba ser Clairvius te ni se había acercado a ella para com-
Narcisse. El caso llegó a la atención del probar cuán cierto era. Mi misión con-

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UNA LUZ AL COSTADO DEL MUNDO

sistía en ir a Haití, tratar de investigar con vivos], Zombies on Broadway [Zombis en


la sociedad tradicional, obtener la fórmu- Broadway] y The White Zombie Slave [El
la del preparado y tratar de encontrar el esclavo zombi blanco]. En otra época,
sentido de este fenómeno sensacional. estos libros y películas habrían caído en
Lo primero que tuve que hacer fue el olvido. Pero como aparecieron en un
procurar entender el vudú. Es interesan- momento decisivo, durante la época de
te: si yo les preguntase el nombre de las la segregación racial, lo que comunica-
grandes religiones, ¿que responderían? ban en esencia al pueblo estadouniden-
Cristianismo, budismo, islamismo, judaís- se era que todo país en el que ocurrían
mo, hinduismo y algo semejante. Siem- semejantes abominaciones sólo podía ser
pre hay una región que omitimos: el Afri- redimido mediante la ocupación militar.
ca al sur del Sahara…, pues se supone Y así fue como empezó la idea que tene-
tácitamente que los pueblos africanos no mos de que el vudú es algo maligno.
tenían religión. Pero el vudú no sólo no es maligno,
Pero desde luego que, según la defi- sino que es la quintaesencia de la fe de-
nición etnográfica, sí que la tenían. El mocrática, porque el creyente no sólo tie-
vudú adopta muchas formas. ¿De dónde ne acceso directo a los dominios del es-
nos viene la idea de que el vudú es un píritu, sino que en realidad recibe al es-
culto de magia negra? ¿De que se cría a píritu en su cuerpo. A los practicantes
los niños para cocerlos en un caldero y del vudú les gusta decir: ustedes los blan-
de que los zombis salen de las tumbas cos van al templo y hablan de Dios; los
para atacar a la gente? Pues bien, resul- indios ingieren sus plantas mágicas y ha-
ta que proviene de los Estados Unidos. blan con Dios; pero nosotros bailamos en
Los infantes de marina ocuparon Haití el templo y nos transformamos en Dios.
dos veces en el siglo XX; la primera, en- La esencia del vudú es una relación diná-
tre 1915 y 1936. A todos los oficiales por mica entre vivos y muertos, en virtud de
encima del rango de sargento se les en- la cual los muertos regresan al dominio
tregó un contrato en forma de libro. Esos de los vivos, y con el tiempo los vivos a su
libros tenían títulos como Black Baghdad vez parirán a los muertos. En el panteón
[El Baghdad negro], Cannibal Cousins del vudú hay 401 espíritus, y una muerte
[Los primos caníbales], Voodoo Fire in propiamente vuduista es aquélla en la
Haiti [El fuego del vudú en Haití], The cual el espíritu y el cuerpo se disocian.
White King of La Gonave [El rey blanco de Un año y un día después del fallecimien-
La Gonave], The Magic Island [La isla to del cuerpo, el sacerdote o la sacerdoti-
mágica], y así por el estilo. Hay multitud sa vuduista, el houngan o la mambo, recla-
de libros como éstos, en los que siempre ma el espíritu desde más allá del ámbito
se habla de niños que van a parar al cal- de lo invisible, desde más allá del agua,
dero, de agujas y alfileres que se encajan desde Guinea, la antigua patria africana.
en muñecos... cosas que, por cierto, no Y colocan ese espíritu en una pequeña
existen. Obras como éstas dieron origen vasija que se deposita en el santuario in-
a las películas de la empresa RKO en los terior del templo. Pero andando el tiem-
años cuarenta del siglo pasado: Night of po ese espíritu, asociado al principio con
the Living Dead [La noche de los muertos los antepasados directos de uno —padre,

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WADE DAVIS

abuela, abuelo— pasa a formar parte del que manipulan brasas ardientes con im-
vasto depósito de energía ancestral. De punidad. Al hacerlo, nos ofrecen asom-
ese depósito de energía combinada sur- brosos ejemplos de la capacidad de la
gen los arquetipos, los 401 loa del pan- mente para influir sobre el cuerpo pro-
teón del vudú. pio, cuando está de por medio la catálisis
En esta fe que es la quintaesencia de de un estado de suma excitación.
la democracia, incluso los muertos tienen El vudú no es una religión animista;
que servir a los vivos. Para servir a los no cree que en las rocas habiten espíri-
vivos han de manifestarse; para manifes- tus, pero sí que los espíritus suelen mo-
tarse, han de volver a la Tierra, invoca- rar en sitios de gran belleza natural, y los
dos por los cantos, invocados por el rit- practicantes del vuduismo se sienten
mo de los tambores para desplazar mo- atraídos hacia esos lugares por el mismo
mentáneamente el alma de los vivos, de impulso que nos lleva a nosotros a entrar
manera que por un momento breve y ful- en una catedral. No concurrimos allí
gurante, un ser humano se convierte en para adorar el edificio, sino para sentir
un dios. Aquí pueden ver una fotografía el espíritu de Dios. Y aquí pueden ver a
tomada en el preciso instante en que este los vuduistas en el baño sagrado de lodo,
hounsis, este seguidor, fue capturado por un momento de metamorfosis, de trans-
el espíritu. Cada espíritu tiene sus pro- formación o, incluso a un nivel más pro-
pias características, su propia personali- fundo, en esta extraordinaria cascada que
dad: tenemos por ejemplo a Agwe, la dio- le dio título a mi primer libro: Saut d’Eau
sa del mar; a Erzulie Freda, la diosa del [El salto de agua]. El agua en Africa es
amor y a Ogún, el dios de la guerra y de una esencia sagrada y, desde luego,
los elementos metalúrgicos. En esta fo- Damballah-Wedo, la diosa serpiente de
tografía se muestra la espada de Ogún, Dahomey, es depositaria de toda la sabi-
la bufanda roja característica, el vevé de duría espiritual, la fuente de todas las
harina de maíz que indica que el espíritu aguas. Cuando cayó la primera lluvia, se
que está por nacer es Papá Ogún. formó un arco iris, Ayida-Wedo, del cual
Resulta sumamente extraordinario ver se enamoró Damballah, y su amor los lle-
a un amigo en este plano en un instante, vó a entrelazarse en una espiral cósmica
y de pronto transformado por su paso al que fecundó la vida.
dominio de los espíritus. Nosotros no Una vez al año, cerca de 20.000 segui-
conocemos a nuestros dioses de esta ma- dores vestidos de blanco concurren a esta
nera directa, y por lo común tenemos dos cascada situada en el centro de Haití.
respuestas: la del miedo que se manifies- Atraviesan una escarpadura de piedra
ta en incredulidad, o el asombro por quie- caliza, con el movimiento de las nubes
nes no conocen a nuestros dioses tan di- nocturnas, y descienden a esta especie de
rectamente. Cuando el espíritu lo posee anfiteatro, iluminado por las ramas del
a uno, uno es el dios, ¿y cómo se puede mapou, árbol sagrado, que a su vez está
hacer daño a un dios? De esta manera se iluminado por la luz que arrojan dece-
producen esos gestos teatrales, un mache- nas de millares de velas. Basta con pene-
te que se apoya contra el vientre, pero, trar detrás del velo delgado y frío de lo
más profundamente, seguidores del vudú divino, con tocar el agua de la cascada,

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UNA LUZ AL COSTADO DEL MUNDO

para quedar poseído por Damballah- pudiese matar a alguien, pues de ésas hay
Wedo. En todo momento se observan muchas; lo que buscaba era una droga
miles de seguidores, poseídos por el dios que pudiese llevar a alguien al borde de
serpiente, que se deslizan sobre las pie- la muerte, a tal punto que pudiese enga-
dras húmedas con movimientos de ser- ñar a un médico de formación occiden-
piente. Aquí pueden ver a un hombre tal, y después volver al mundo de los vi-
que entró vestido en la cascada y dejó que vos. No hay muchas drogas capaces de
la tremenda fuerza del agua le despren- surtir semejante efecto.
diera la ropa a pedazos. En un sentido Lo primero que hice fue investigar
metafórico, a semejanza de la serpiente dentro de las Bizango Shanpwel, socie-
transformada por la aparición de una piel dades secretas que son los árbitros más
nueva, este hombre emergerá para un poderosos de la vida social y política en
nuevo año sintiéndose renovado, espiri- las zonas rurales de Haití. El primer paso
tualmente vivo, puro de corazón y con en la elaboración del veneno consiste en
un espíritu firme. Por el beatífico rostro dirigirse al cementerio. Es importante
de la mujer que aparece en esta fotogra- señalar que algunos aspectos del vudú
fía podrán ustedes deducir que no se tra- aún nos obsesionan, quizá, pero debemos
ta de un culto de magia negra. Es una reconocer la matriz cultural en que se
forma religiosa de concebir el mundo y producen. La gente se altera mucho por
como tal debe ser reconocida. los sacrificios de animales, por ejemplo,
Aun así, hay una parte de hechicería hasta que caen en la cuenta de que la san-
en la fe africana. Y preguntarse por qué gre no es tal, sino una esencia sagrada.
la fe africana tiene elementos de hechi- Es la sangre que debe regresar a la Tie-
cería equivale a preguntarse por qué exis- rra en un momento de sanación. Antes
te la maldad en el universo. Cuando uno de juzgar con demasiada dureza, tene-
de sus discípulos le preguntó esto a mos que preguntarnos lo que sucedió
Krishna, éste respondió: “Para hacer in- la última vez que tomamos la sagrada
teresante la trama”. Toda religión tiene comunión.
una imagen de luz y oscuridad; en el cris- Recordemos que la teoría de la tran-
tianismo la tenemos cuando el arcángel sustanciación le da al sacerdote católico
caído se convierte en el demonio, y Cris- el poder de transformar el vino en san-
to es el hijo de Dios. Toda religión expre- gre. Cuando uno recibe la eucaristía en
sa claramente esa dicotomía y la resuelve una iglesia católica, lo que toma no es un
con una armonía tal que la luz vence a la símbolo de Cristo, sino que está bebien-
oscuridad; y el vudú no es la excepción. do sangre humana. Cada vez que un ca-
Pero en la esfera de los zombis, estamos tólico asiste a misa y toma la sagrada co-
caminando por ese hilo estrecho entrela- munión está participando en un rito de
zado en la gran trama del vudú que es de endocanibalismo. Así que, si uno bebe
hecho el mundo de la oscuridad. sangre en una iglesia católica, creo que
El crédito que pueda darse al fenóme- debería ser capaz de beber sangre de ga-
no de los zombis se basaría en el resulta- llina en un rito haitiano. Del mismo
do de esta investigación farmacológica. modo, los huesos son utilizados en los ri-
Yo no iba en busca de una droga que tos del catolicismo y de todas las iglesias

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WADE DAVIS

cristianas, en virtud de la metáfora de la dición de que, si alguien sucumbe a la


ceniza que vuelve a la ceniza y el polvo ingestión de este pescado, lo dejan al lado
que regresa al polvo. de la tumba por tres días, hasta asegurar-
Los restos humanos son un poderoso se de que realmente está muerto.
ingrediente mágico de la preparación. El Al conocer estos datos, de pronto la
cadáver se rescata de entre los muertos y totalidad del fenómeno de los zombis
se vuelve a sepultar en el santuario del pasó de lo fantasmagórico a lo plausible.
templo del hechicero. El así llamado an- Demostraban, sin ninguna duda, que los
tídoto se prepara, pero en esencia ello se hechiceros haitianos habían encontrado
hace como apoyo mediante la magia por en su ambiente un producto natural que
empatía. El asunto se vuelve más intere- contenía una droga poderosa. Una dro-
sante cuando se examina el ingrediente ga que, administrada en la dosis correc-
crucial y constante en la preparación del ta, no sólo podía hacer que alguien pare-
así llamado veneno. Resulta que el in- ciese muerto, sino que en realidad había
grediente constante era algún pez mari- hecho que en el pasado muchas perso-
no perteneciente a ciertas especies de nas pareciesen muertas en todo el Pacífi-
Tetraodontiformes, una orden pantropi- co del sur.
cal a la que también pertenece el fugu, De pronto, esto lo obligaba a uno a
plato exquisito de la cocina japonesa. En formular la pregunta más importante:
las vísceras, los ovarios y la superficie de ¿quién controla el proceso? La fase final
la piel de estos peces se encuentra una de mi tesis para optar por el doctorado
de las neurotoxinas más fuertes jamás consistió en hacerme miembro de las so-
descubiertas en estado natural: la tetro- ciedades secretas, las Bizango Shanpwel,
dotoxina. Su efecto anestésico es aproxi- y documentar su función ejecutiva y sim-
madamente 160.000 veces mayor que el bólica. Resulta que en Haití no se les tie-
de la cocaína, y como veneno es mil ve- ne miedo a los zombis, como se daba a
ces más fuerte que el cianuro de sodio; entender en las películas de los años
una dosis letal cabría en la cabeza de un treinta del siglo pasado, sino a convertir-
alfiler. Pero lo más interesante es la for- se en un zombi. En realidad, la zombifi-
ma como causa la muerte: al bloquear los cación es una forma de sanción social
canales de sodio de los nervios, causa invocada por las sociedades secretas como
parálisis periférica y produce una tasa castigo de quienes trasgreden las reglas
metabólica sumamente baja; sin embar- de la sociedad tradicional. En este senti-
go, el sujeto se mantiene consciente has- do, es algo muy semejante a lo que suce-
ta que muere. de en la zona ecuatorial de Africa occi-
Debido a la tradición milenaria exis- dental, donde las sociedades secretas son
tente en Japón a este respecto, se cuenta los árbitros más poderosos de la vida so-
con una enorme bibliografía biomédica cial y política. Hemos sabido por muchas
sobre la forma exacta en que estos peces generaciones que dichas sociedades uti-
matan. Cuando examiné esa bibliogra- lizan venenos para castigar a los que tras-
fía, encontré muchos casos de personas greden sus reglas.
encerradas por error en un ataúd. Se- Este fue un resultado extraordinario,
gún llegué a saber, en Japón existe la tra- porque nos permitió analizar el fenóme-

18
UNA LUZ AL COSTADO DEL MUNDO

no de los zombis, que se había utilizado no. Fue el nacimiento de la agricultura


de una manera claramente racista para lo que permitió la obtención de exceden-
denigrar a todo un pueblo. Lo que hici- tes y el comienzo de la vida sedentaria;
mos fue invertir completamente las co- fue entonces cuando la poesía del
sas y demostrar que, en realidad, se tra- chamán se convirtió en la prosa del sa-
taba de una manipulación de productos cerdocio organizado. Siempre había que-
naturales que no podía calificarse sino rido vivir entre un pueblo nómada en la
de genialidad. Estaba basado en una selva tropical.
matriz cultural que podía entenderse y Los penan viven en el tercio septen-
apreciarse. En Haití no hay ninguna lí- trional de Borneo, en el nacimiento de
nea de montaje que produzca zombis sin los ríos que corren hacia el sur del Mar
cesar, por toda clase de razones: es un de la China. Los ríos constituyen los do-
fenómeno sumamente raro, si acaso lle- minios de los dyak, los cazadores de ca-
ga a ocurrir jamás. Pero el aspecto cru- bezas que tradicionalmente tenían como
cial es que su valor como sanción social presas a los penan. Los penan huían ha-
no depende de la frecuencia con que cia el interior a las tierras que conocían
sucede, sino de que la gente piense que tan bien. Cada aspecto de su vida, pasan-
puede ocurrir. Y así un fenómeno sensa- do por sus tradiciones y de una genera-
cional cobra sentido. ción a otra, se basaba en la manipulación
Ahora bien, una de las grandes iro- del mundo natural que los rodeaba. Des-
nías de mi vida fue que el libro que es- de la niñez hasta la vejez, contaban con
cribí sobre el vudú y Haití fue llevado al la selva para todo. Dependían de ella
cine por Hollywood, y se convirtió en una para todos y cada una de las facetas de su
de las películas más atroces que jamás vida material. Las casas se podían cons-
haya visto. Fue Hemingway quien dijo truir en unas cuantas horas y habitarse
que, si uno decide venderle un libro a hasta por un mes, dependiendo de las
Hollywood, hay que empezar el viaje en existencias de los diversos productos que
Tucson, conducir hacia el oeste hasta la la selva ofrecía.
frontera con el estado de California, arro- Yo quería vivir entre los nómadas por-
jar el libro al otro lado desde allí y vol- que los nómadas son diferentes. En una
verse enseguida a Arizona a tomarse un sociedad nómada, por ejemplo, no exis-
trago. Yo no me volví precisamente a ten incentivos para acumular posesiones
Arizona, pero al cabo de unos cuantos materiales porque uno tiene que llevarlo
meses de experiencia con algunos de todo a cuestas. La riqueza de la sociedad
estos cineastas, desaparecí en las selvas no se mide por los objetos que posee, sino
de Borneo. por la fortaleza de las relaciones entre las
Siempre había querido ir a un lugar personas. En estas sociedades, compar-
húmedo con la inocencia del primer tir se convierte en un acto reflejo porque
momento. Quería vivir con los pueblos uno nunca sabe quién será el próximo
nómadas de la selva tropical porque, en que traerá comida a la mesa. ¿Qué signi-
algún momento de la historia humana, fica esto en realidad, y qué enseñanzas
antes de la era neolítica, todos fuimos podemos extraer de ello todos nosotros?
nómadas, errando por un planeta prísti- En nuestra sociedad, si uno se cruza en

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WADE DAVIS

la calle con una persona sin techo, pue- pero esta es una selva inmensa del tama-
de tenerle lástima, pero la considera ño de la parte continental de los Estados
como una consecuencia inevitable de Unidos. En 1985, 45% de las exporta-
nuestra realidad económica. Un penan, ciones tropicales de maderas nobles pro-
en cambio —y he estado con varios pe- cedieron de Malasia, en su mayor parte
nan en Nueva York, San Francisco y del estado malayo oriental de Sarawak y
Vancouver—, al ver a una de estas perso- Sabah, y buena parte de la tierra de los
nas se vuelve a mirarte y te dice: “¿No penan. En una sola generación, los pe-
comprendes que un pobre nos avergüen- nan han visto su territorio invadido por
za a todos?” carreteras; han atestiguado la tala de sus
Los penan aprovechan la selva con bosques, y han visto aparecer la terrible
gran destreza. El padre usa estas curio- tierra roja que ha contaminado sus ríos.
sas plantas para matar a los peces; las plan- Observan sus ríos, otrora cristalinos, aho-
tas contienen productos tóxicos que im- ra contaminados y cargados de fango por
piden la respiración en las branquias, de los que la mitad de Sarawak se desliza
manera que los peces se pueden recoger hacia el sur del Mar de la China, donde
fácilmente con la mano de la superficie grandes barcos japoneses se destacan en
del agua. Una mujer confecciona una el horizonte, listos para llenar sus bode-
colchoneta con el rattán del estanque. gas con los árboles talados de las selvas
Un cazador regresa con casi setenta kilos de Borneo.
de carne de jabalí, que bastarán para ali- Uno puede ver a mujeres en los cam-
mentar a todo el campamento durante pamentos de los taladores itinerantes
dos semanas. Se puede ver una gran como prostitutas y lavanderas; las mismas
abundancia de productos de la selva re- mujeres que fueron criadas en la selva.
cogidos por un pueblo que sólo conoce Se puede ver a ancianos traídos por la
a fondo esa selva. Al conocer cómo fun- fuerza a los campamentos a vivir dentro
ciona la selva, ellos recurren a ella en de estructuras que a ellos les parece que
busca de signos: el vuelo de las aves es la están construidas con los huesos de sus
caligrafía de la naturaleza. Este pueblo espíritus. Se puede ver a un pueblo que
posee una tradición completamente oral, finalmente, a mediados de los ochenta,
carente de escritura, lo cual significa que dijo “¡Basta!” Y mediante un gesto que
la totalidad del vocabulario está compren- empezó como algo quijotesco, en el que
dida en el vocabulario del mejor relator trozos de cañería se enfrentaban con
de cuentos. excavadoras mecánicas, los penan atra-
Ahora, cuando esta gente se dirige a jeron la atención internacional al impe-
la selva en busca de inspiración, lo único dir la tala de árboles por varios meses en
que oyen, tristemente, es el ruido de las el estado de Sarawak. Fue este episodio
máquinas. Ha bastado una sola genera- el que llevó al senador Al Gore, en su li-
ción para que la tierra de los penan haya bro Earth in the Balance, a llamar a los
sido arrasada por el que quizá sea el ejem- penan los soldados de la vanguardia en
plo más horrendo de deforestación en la la lucha por salvar la Tierra. Esto nos
historia del mundo. Se oye mucho ha- lleva a la parte oscura que subyace a esta
blar de la destrucción de la Amazonia, ponencia.

20
UNA LUZ AL COSTADO DEL MUNDO

Dentro de una o dos generaciones, el ses oculto en las faldas de su madre. Su


siglo XX y la primera parte del XXI no hermana fue trasladada entonces a un
serán recordados por guerras ni por in- campo de trabajo y, durante la Revolu-
novaciones tecnológicas. Quedarán regis- ción Cultural, sin darse cuenta pisó un
trados como la época en que presencia- brazalete con la efigie de Mao que se le
mos e incluso apoyamos activamente o había caído a un obrero situado cerca de
aceptamos pasivamente la destrucción ella. Por esa trasgresión, la condenaron
masiva de la diversidad biológica y cultu- a siete años de trabajos forzados.
ral de este planeta. Desde la ocupación del Tíbet por los
Es interesante que el genocidio, el chinos, más de seis mil templos, monas-
exterminio físico de un pueblo, sea obje- terios y estructuras religiosas han sido
to de condena universal cuando el destruidos. Hoy en día, se ha emprendi-
etnocidio, la destrucción de la forma de do una guerra frontal contra la fe budis-
vida de un pueblo, no sólo no se conde- ta. Más de 1.200.000 tibetanos han sido
na, sino que en muchas partes del mun- muertos por sus ideales religiosos y cul-
do se alienta y propugna como una polí- turales. Lo más sorprendente de todo
tica adecuada. Adonde quiera que uno sucedió después de que había pasado la
va, puede ver este choque de culturas, peor represión de la Revolución Cultu-
este choque de historias. ral, cuando empezó el liberalismo de los
En fecha reciente he estado viajando años ochenta. De pronto, un pueblo que
mucho en Tíbet por cuenta de la había sido reducido a un conjunto ho-
National Geographic Society. Sólo cuan- mogéneo, un pueblo que había sustitui-
do uno viaja por ese país se aprehende la do el canto del dharma por la letanía de
enormidad de lo que ha sucedido allí. En las consignas por la vida eterna de Mao
una ocasión viajé por tierra miles de ki- Zedong, desenterró sus reliquias, sus tra-
lómetros desde la parte occidental de jes y sus artefactos. De pronto, en el lap-
China a través del sudeste de Tíbet, a so de unos pocos años, el espíritu reli-
Lhasa y luego a Katmandú, en compañía gioso había revivido. Esta es en realidad
de un joven tibetano. Una vez que llega- la gran enseñanza del Tíbet, que ellos sí
mos a Lhasa y tuvimos cierta intimidad, van en busca del dharma, y que el dharma
me contó una historia extraordinaria. Su enseña que la vida es efervescente. Los
padre había sido un confidente del chinos se marcharán algún día y, sin nin-
Pachen Lama, el segundo en importan- guna duda, el pueblo tibetano será libre
cia de las grandes autoridades religiosas, y volverá a ser lo que alguna vez fue.
de manera que fue inmediatamente ase- Para terminar la velada con algo más
sinado por los chinos. Su tío huyó y su optimista, quiero volver a mi propio país,
madre, una aristócrata, fue encarcelada Canadá, y destacar algo asombroso que
por contrarrevolucionaria. Cuando era ha sucedido. Es posible que algunos de
una criatura de brazos, él fue introduci- ustedes no sepan que, en abril de 1999,
do subrepticiamente en la cárcel por su Canadá devolvió a los pueblos indígenas,
hermana, quien con gran riesgo de su es decir, a unos 26.000 inuit, el control
propia vida lo introdujo en una comuni- administrativo de su tierra, un territorio
dad de mujeres, donde pasó varios me- que tiene el mismo tamaño de Europa

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WADE DAVIS

occidental. Esta restitución representa negó a hacerlo, y su familia, temerosa por


un momento grandioso para mi país por- su vida, lo despojó de sus herramientas y
que no siempre hemos tratado bien a los armas, creyendo que eso lo obligaría a
inuit. En efecto, cuando los europeos irse de colono. ¿Lo hizo? No. En plena
conocieron por vez primera a los inuit, noche ártica, en medio de una borrasca
los consideraron unos salvajes; los inuit, que bramaba fieramente, el viejo salió de
en cambio, pensaron que los europeos su iglú, se bajó los pantalones de piel de
eran dioses. Ambos lados se equivocaron, caribú y defecó en la mano. Conforme
pero uno de ellos hizo más por honrar a las heces se helaban, les fue dando la for-
la raza humana. Lo que los británicos en ma de un cuchillo. Le untó saliva en el
particular no fueron capaces de enten- borde para afilarlo, y con el cuchillo de
der, fue que no podía haber un indicio heces dio muerte a un perro. Con ese
más claro de genialidad que la capacidad instrumento desolló al animal, con la piel
de subsistir en una tierra tan inhóspita confeccionó un arnés, con la caja torácica
con una tecnología limitada que se redu- construyó un trineo, le colocó el arnés a
cía a lo que uno podía labrar con huesos, otro perro y desapareció, con su nuevo
piedras, pizarra y pequeños trozos de cuchillo al cinto, entre los hielos eternos.
madera que flotaban a la deriva sobre el ¡Vaya manera de arreglárselas con
mar, y que por ello se consideraban tan nada…!
preciosos como el oro. A mi entender, éste es un gran símbo-
Si la historia del Artico tiene alguna lo de esperanza para los pueblos indíge-
particularidad, es que cuando los euro- nas en general, y para los inuit en parti-
peos imitaron las costumbres de los inuit, cular. En todo el planeta, estos pueblos
lograron grandes hazañas de explora- siguen con nosotros, y el milagro de nues-
ción. En cambio, cuando no actuaron tra época es precisamente ése. En un lu-
de esa manera, sufrieron una muerte te- gar como California, en el momento de
rrible. Los inuit no le temen al frío y sa- la llegada de los europeos se hablaban
ben aprovecharlo. Originalmente, los ochenta lenguas. Por asombroso que
patines de sus trineos se hacían de pesca- parezca, aún persisten cincuenta; lo trá-
dos de aguas frías, colocados en fila y gico es que ninguna madre susurra en
envueltos en piel de caribú y engrasados esas lenguas al oído de sus hijos. Cada
con el contenido gástrico de este mismo visión del mundo que se desvanece, cada
animal. cultura que desaparece, disminuye las
En una ocasión que fui al extremo de posibilidades de la vida. Se pierden co-
la isla de Baffin a la caza del narval, gra- nocimientos no sólo acerca del mundo
bé un maravilloso relató que contó un natural, sino de los dominios del cosmos,
anciano. En los años cincuenta del siglo las intuiciones acerca del propio reino
pasado, se emprendió la iniciativa de im- espiritual. Esto mengua drásticamente el
plantar la soberanía canadiense sobre un repertorio humano, que es nuestra úni-
archipiélago con el que podría haberse ca defensa contra los problemas que nos
quedado un país europeo, de manera que afectan a todos.
obligamos a los inuit a establecerse allí Si algo he aprendido de mis viajes, es
como colonos. El abuelo del narrador se que la diversidad no sólo es la base de la

22
UNA LUZ AL COSTADO DEL MUNDO

estabilidad, como enseñan los ecologistas:


es un artículo de fe, un indicador funda-
mental de la manera en que las cosas de-
bieran ser. Si la diversidad es una causa
de admiración, su contrario, esta conden-
sación de una cultura mundial insulsa,
amorfa y genérica, es motivo de conster-
nación.
En realidad, la Tierra está siendo de-
vorada por un incendio que arrasa con
plantas y animales, culturas, lenguajes,
destrezas antiquísimas y sabiduría visio-
naria. Apagar sus llamas y reinventar la
poesía de la diversidad cultural probable-
mente represente el desafío más impor-
tante de nuestra época. A fin de cuentas,
necesitamos la visión de estos dos jóve-
nes penan, del mismo modo que necesi-
tamos las esperanzas de mis dos hijas pe-
queñas que aparecen flanqueando a Alex
Jack, el anciano gitxsan al que me referí
antes, tanto como necesitamos los recuer-
dos del propio Alex. Porque, para todos
nosotros, estos mitos y recuerdos y sue-
ños se destacan como símbolos de la des-
nuda geografía de la esperanza. Muchas
gracias.

23
WADE DAVIS

Wade Davis (Columbia Británica, Canadá, 1953) es antropólogo y biólogo, y tiene el


doctorado de etnobotánica por la Universidad de Harvard. Con el patrocinio del Mu-
seo Botánico de Harvard, pasó tres años en la Amazonia y los Andes como explorador
en busca de plantas, tiempo en el que convivió con quince grupos aborígenes en ocho
países latinoamericanos y reunió más de 6.000 especímenes botánicos. Atravesó la cor-
dillera de los Andes en catorce puntos distintos, y en dos ocasiones recorrió el río Ama-
zonas desde su nacimiento hasta su desembocadura. En Haití, investigó los preparados
tradicionales involucrados con la creación de los zombis, experiencia que lo llevó a
escribir Passage of Darkness [Pasaje de oscuridad] (1988) y The Serpent and the Rainbow
[La serpiente y el arco iris] (1986); este último, que se publicó en diez idiomas, resultó
un éxito de ventas y posteriormente sirvió de base para una película distribuida por la
empresa Universal. Sus otras obras son Penan: Voice for the Borneo Rainforest [Los penan:
la voz de la selva tropical de Borneo] (1990), Nomads of the Dawn [Los nómadas del
alba] (1995), The Clouded Leopard [El leopardo ensombrecido] (1998), Shadows in the
Sun [Sombras en el sol] (1998), Rainforest [La selva tropical] (1998), y One River [Un
río] (1996), candidata al Premio a las Obras Literarias de No Ficción que concede el
Gobernador General, el premio literario más prestigioso del Canadá. Light at the Edge of
the World [Una luz al costado del mundo] será publicada en febrero de 2002 por la
National Geographic Society. En fecha muy reciente, sus investigaciones lo han llevado
a Perú, Borneo, el Tíbet, el Artico, el delta del Orinoco en Venezuela y la parte septen-
trional de Kenya.
El Dr. Davis ha publicado más de un centenar de artículos científicos y de divulga-
ción sobre temas que van desde el vudú haitiano y los mitos y religiones amazónicos
hasta la crisis de la biodiversidad mundial, el uso tradicional de las drogas psicotrópicas
y la etnobotánica de los indios sudamericanos.
Fue el presentador y coautor del guión de Earthguide, una serie de televisión en 13
capítulos acerca del ambiente que fue proyectada por Discovery Channel. Desde 1994
es vicepresidente de Etnobotánica y Conservación de Andes Pharmaceuticals, y forma
parte del directorio de varias organizaciones no gubernamentales dedicadas al desarro-
llo basado en la conservación y la protección de la diversidad cultural y biológica. En el
año 2000 fue designado explorador residente de la National Geographic Society, cargo
que dura tres años.

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UNA LUZ AL COSTADO DEL MUNDO

Otras publicaciones disponibles de la Serie Encuentros:

Casas, voces y lenguas de América Latina


Diálogo con José Donoso, novelista chileno, autor de Casa de Campo.
No. 1, marzo de 1993.

Cómo empezó la historia de América


Germán Arciniegas, periodista, historiador y diplomático colombiano.
No. 2, abril de 1993.

Año internacional de los pueblos indígenas


Rigoberta Menchú, líder indígena guatemalteca y Premio Nóbel de la Paz en 1992.
No. 3, octubre de 1993.

Narrativa paraguaya actual: dos vertientes


Renée Ferrer, escritora y poeta paraguaya.
No. 4, marzo de 1994.

El Paraguay en sus artes plásticas


Annick Sanjurjo Casciero, historiadora paraguaya.
No. 5, marzo de 1994.

El porvenir del drama


Alfonso Sastre, dramaturgo español.
No. 6, abril de 1994.

Del baile popular a la danza clásica


Edward Villella, bailarín estadounidense, director artístico del Ballet de la
Ciudad de Miami.
No. 7, agosto de 1994.

Belice: una perspectiva literaria


Zee Edgell, novelista beliceña, autora de Beka Lamb.
No. 8, setiembre de 1994.

El desarrollo de la escultura en la Escuela Quiteña


Magdalena Gallegos de Donoso, antropóloga ecuatoriana.
No. 9, octubre de 1994.

Arte en contexto: estética, ambiente y función en las artes de Japón


Ann Yonemura, curadora norteamericana de arte japonés de las Galerías Freer
y Sackler de la Institución Smithsonian.
No. 10, marzo de 1995.
WADE DAVIS

Hacia el fin del milenio


Homero Aridjis, poeta mexicano, ganador del Premio Global 500 de las
Naciones Unidas.
No. 11, setiembre de 1995.

Haití: una experiencia de dos culturas


Edwidge Danticat, novelista haitiana, autora de Krik! Krak!
No. 12, diciembre de 1995.

Los significados del milenio


Bernard McGinn, teólogo norteamericano de la Universidad de Chicago.
No. 13, enero de 1996.

Milenarismos andinos: originalidad y materialidad (siglos XVI - XVIII)


Manuel Burga, sociólogo peruano de la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos, Lima.
No. 14, febrero de 1996.

Apocalipsis en los Andes: zonas de contacto y lucha por el poder interpretativo


Mary Louise Pratt, lingüista canadiense de la Universidad de Stanford.
No. 15, marzo de 1996.

Cuando nos visitan los forasteros: discurso del milenio, comparación y el retorno de
Quetzalcóatl
David Carrasco, historiador norteamericano de la Universidad de Princeton.
No. 16, junio de 1996.

El mesianismo en el Brasil: notas de un antropólogo social


Roberto Da Matta, antropólogo brasileño de la Universidad de Notre Dame.
No. 17, setiembre de 1996.

El milenio de los pueblos: el legado de Juan y Eva Perón


Juan E. Corradi, sociólogo argentino de la Universidad de Nueva York.
No. 18, noviembre de 1996.

Breves apuntes sobre la literatura ecuatoriana y norteamericana


Raúl Pérez Torres, poeta ecuatoriano.
No. 19, marzo de 1997.
UNA LUZ AL COSTADO DEL MUNDO

Sociedad y poesía: los enmantados


Roberto Sosa, poeta hondureño.
No. 20, mayo de 1997.

La arquitectura como un proceso viviente


Douglas Cardinal, arquitecto canadiense del Museo Nacional del Indio Americano
en Washington D.C.
No. 21, julio de 1997.

Cómo se escribe una ópera: una visita tras bambalinas al taller del compositor
Daniel Catán, compositor mexicano de opera, incluyendo Florencia en el Amazonas.
No. 22, agosto de 1997.

La bienvenida mutua: transformación cultural del Caribe en el siglo XXI


Earl Lovelace, novelista de Trinidad y Tobago y ganador del premio de la
Mancomunidad Britanica para escritores en 1997.
No. 23, enero de 1998.

De vuelta del silencio


Albalucía Angel, novelista colombiana, pionera del posmodernismo
latinoamericano.
No. 24, abril de 1998.

Como se están transformando los Estados Unidos por efecto de la inmigración latina
Roberto Suro, periodista estadounidense del Washington Post en Washington D.C.
No. 25, mayo de 1998.

La iconografía de la cerámica pintada del norte de los Andes


Felipe Cárdenas-Arroyo, arqueólogo colombiano de la Universidad de Los Andes
en Bogotá
No. 26, julio de 1998.

En celebración de la extraordinaria vida de Elisabeth Samson


Cynthia McLeod, novelista surinamesa y autora de El caro precio del azúcar.
No. 27, agosto 1998.
WADE DAVIS

Un país, una década


Salvador Garmendia, escritor venezolano, ganador del Premio Juan Rulfo y
del Premio Nacional de Literatura.
No. 28, setiembre de 1998.

Aspectos de creación en la novela centroamericana


Gloria Guardia, escritora panameña, miembro de la Academia Española
en Panamá.
No. 29, setiembre de 1998.

Hecho en Guyana
Fred D’Aguiar, novelista guyanés, ganador del Premio Whitbread y el Premio
Malcolm X de Poesía.
No. 30, noviembre de 1998.

Mentiras verdaderas sobre la creación literaria


Sergio Ramírez, escritor nicaragüense, Vicepresidente de su país, autor de
Margarita, está linda la mar.
No. 31, mayo de 1999.

Mito, historia y ficción en América Latina


Tomás Eloy Martínez, escritor argentino, autor de Santa Evita.
No. 32, mayo de 1999.

Fundamentos culturales de la integración latinoamericana


Leopoldo Castedo, historiador español-chileno.
No. 33, setiembre de 1999.

El Salvador y la construcción de la identidad cultural


Miguel Huezo Mixco, periodista y poeta salvadoreño.
No. 34, octubre de 1999.

La memoria femenina en la narrativa


Nélida Piñon, novelista brasileña, autora de República de los sueños.
No. 35, noviembre 1999.

Le Grand Tango: la vida y la música de Astor Piazzolla


María Susana Azzi, antropóloga cultural argentina y miembro del directorio de la
Academia Nacional del Tango en Buenos Aires.
No. 36, mayo de 2000.
UNA LUZ AL COSTADO DEL MUNDO

El fantasma de Colón: el turismo, el arte y la identidad nacional en las Bahamas


Ian Gregory Strachan, profesor de inglés en la Universidad de Massachusetts en
Dartmouth, y autor de la novela God’s Angry Babies.
No. 37, junio de 2000.

El arte de contar cuentos: un breve repaso a la tradición oral de las Bahamas


Patricia Glinton-Meicholas, presidenta fundadora de la Asociación de Estudios
Culturales de las Bahamas, y ganadora de la Medalla Independence de Bodas de
Plata en Literatura.
No. 38, julio de 2000.

Fuentes anónimas: una charla sobre traductores y traducción


Eliot Weinberger, editor y traductor de Octavio Paz, y ganador del premio
PEN/Kolovakos por su labor como promotor de la literatura hispánica en los
Estados Unidos.
No. 39, noviembre de 2000.

Trayendo el arco iris a casa: el multiculturalismo en Canadá


Roch Carrier, director del Consejo Canadiense para las Artes (1994 -1997), y
el cuarto Director de la Biblioteca Nacional de su país.
No. 40, febrero de 2001.

Una luz al costado del mundo


Wade Davis, explorador residente de la National Geographic Society y autor de
The Serpent and the Rainbow [La serpiente y el arco iris] y One River [Un río].
No. 41, marzo de 2001.

Versiones en inglés y en español

La Serie Encuentros es distribuida gratuitamente a las bibliotecas municipales y universitarias


de los países miembros del Banco Interamericano de Desarrollo. Las entidades interesadas en obtener
la serie deberán dirigirse al Centro Cultural del BID, en Washington, D.C., a la dirección que
aparece en la contratapa.
WADE DAVIS

Banco-Interamericano de Desarrollo
CENTRO CULTURAL
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Washington, D.C. 20577
Estados Unidos de América
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Fax: (202) 623-3192
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www.iadb.org/exr/cultural/center1.htm

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