EXAMEN DE FILOSOFÍA. MODELO B. 4º ESO. 14/03/2022. 2ª EVALUACIÓN.

IES
MALALA YOUSAFZAI
1 P
A N T E I
6 S T A
NOMBRE:
P
1) COMPLETA EL SIGUIENTE CRUCIGRAMA [2 puntos] A 7E P
8 C
9 I
10
Horizontales
2R I D I C U L O O G
1. El mito es así porque todo está lleno de dioses
2. Tales lo hizo al caerse al pozo por mirar a las estrellas E D E P N
3. Igualdad ante la ley N O T E O
4. Explica y da razón de los cambios T S A R R
5. Pensó que el principio de las cosas era el fuego
E 3 I S O N O M I A
Verticales 4E S E N C I A I N
6. Así son los movimientos erráticos de los astros percibidos sensiblemente C C
7. Forma o aspecto de una cosa que constituye su identidad 5 H E R A C L I T O I
8. Transmiten los mitos al pueblo
9. Propuso el modelo astronómico heliocéntrico
A
10. Según Aristóteles, los hombres filosofaron para salir de ella

2) RESPONDE A UNA DE ESTAS CUESTIONES [3 puntos]

a) Las reglas fundamentales de la democracia
b) ¿Qué significa que el arkhé sea universal?
c) El concepto de utilidad

3) RESPONDE A UNA DE ESTAS CUESTIONES [5 puntos]

a) Características de los dioses y los héroes griegos
b) ¿Qué significa que la filosofía se origine en la admiración?
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2) RESPONDE A UNA DE ESTAS CUESTIONES [3 puntos]

a) Las reglas fundamentales de la democracia

La democracia griega no era el puro poder (la fuerza bruta) de la mayoría. Obedecía a tres reglas
fundamentales: a) Isegoría: es la igualdad (iso) a la hora de tomar la palabra (lógos); todos tienen
el mismo derecho a expresar su opinión en el ágora; una mayoría no es democrática si impide a
la minoría expresarse con libertad; b) Isonomía: es la igualdad ante la ley (nómos), en derechos
y obligaciones; una mayoría no es democrática si impide a la minoría ejercer sus derechos o
asumir sus obligaciones; c) Elección: las decisiones de la ciudad se tomaban por votación,
ganando la opción mayoritaria, tras haberse dado el correspondiente debate entre las distintas
opiniones.

b) ¿Qué significa que el arkhé sea universal?

Los primeros filósofos griegos (presocráticos) pensaron que la naturaleza (physis) tenía un
fundamento o principio (arkhé) gracias al cual las cosas tenían un determinado aspecto, sufrían
cambios y hasta podían llegar a existir. Este principio era material: agua (Tales), fuego
(Heráclito) o aire (Anaxímenes). Esta agua, este fuego o este aire no son solamente un agua, un
fuego o un aire en concreto (esta agua que bebo, este fuego que me quema o este aire que
respiro), sino que son agua, fuego y aire universales. Esto quiere decir que son el agua, el fuego
y el aire comunes a todas las aguas, fuegos y aires que podamos percibir, sentir y experimentar.
En este sentido son unos principios abstractos, porque el lógos (la razón) ha llegado a ellos
yendo más allá de las apariencias concretas de cada agua, fuego o aire en particular, es decir,
más allá de que, por ejemplo, el agua sea potable o no, de que mute a hielo o a vapor, o más
allá de que la llama del fuego tenga un color u otro (o caliente mucho o poco), o de que el aire
sea respirable o irrespirable.

c) El concepto de utilidad

Para responder a la pregunta de si la filosofía es útil o inútil, si tiene alguna utilidad o no la tiene,
primero habrá qué entender lo que significa “utilidad”. La “utilidad” es la cualidad que
caracteriza a un útil, es decir, a una herramienta o instrumento. Y una herramienta es útil si es
empleada como un medio eficiente para alcanzar el fin para el que ha sido diseñada. Aquí
tenemos que distinguir entre eficacia y eficiencia. Un instrumento es eficaz cuando es capaz de
lograr su objetivo. Por ejemplo, para clavar un clavo podemos emplear dos herramientas igual
de eficaces: un martillo o un zapato. Con los dos podemos alcanzar el mismo fin (clavar el clavo),
pero en el caso del martillo lo haremos más rápidamente que si usamos el zapato. Por eso
decimos que el martillo es una herramienta eficiente y, por tanto, más útil que un zapato a la
hora de clavar clavos. Un instrumento no es eficiente solo porque ahorre tiempo, sino también
porque ahorra dinero o esfuerzo. La eficiencia es principalmente un concepto económico o
pragmático. Por eso parece ser que la filosofía está reñida con la economía.

3) RESPONDE A UNA DE ESTAS CUESTIONES [5 puntos]

a) Características de los dioses y los héroes griegos

Los dioses son los principales protagonistas de los mitos. Los dioses son entidades inmortales
(aunque no eternas), surgidas de forma espontánea (porque sí y sin ninguna razón para ello) o
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al ser procreados por otras divinidades. Se caracterizan por su comportamiento arbitrario, es

decir, hacen lo que les place, aunque siempre dentro de un límite marcado por las moiras,
divinidades encargadas de tejer el destino o necesidad, aquello de lo que ningún ser (inmortal
o mortal) puede escapar. Así, por ejemplo, los dioses no pueden revertir el orden del tiempo.
Una vez que deciden hacer algo no pueden cambiar el curso de los acontecimientos sucedidos
a consecuencia de la decisión.

Aunque los dioses sean criaturas inmortales dotadas de grandes poderes como controlar los
fenómenos naturales, impartir terribles castigos, hacerse invisibles o adquirir formas humanas
y animales, en realidad son muy parecidos a los hombres, ya que no son ajenos a nuestras
pasiones. Los dioses se encolerizan, tienen envidia, pueden ser engañados o sufren de amores.

En el mito, la diferencia entre el orden divino y el orden natural es muy endeble y difusa. El
mito es panteísta: toda la naturaleza se encuentra atravesada por los dioses. El trueno expresa
el poder de Zeus, la tormenta marina es la furia de Poseidón, la erupción volcánica es resultado
del trabajo de Hefaistos con su forja, el gélido viento del norte significa que Bóreas está
actuando, el astro Sol es Apolo. No hay fenómeno natural que no obedezca a la presencia o
intervención de alguna entidad divina.

Asimismo, en el mito las decisiones de los hombres están condicionadas por las preferencias
de los dioses. Los seres humanos están obligados a realizar sacrificios y ofrendas a los dioses si
es que quieren que estos les protejan y les sean favorables. La vida humana no es más que una
especie de teatro que los dioses contemplan como espectadores, unas veces aburridos, otras
con curiosidad y no pocas veces interviniendo en él sin que los hombres se den cuentan. Así,
por ejemplo, la guerra entre aqueos y troyanos es un reflejo de las disputas entre los dioses.

Por último, los héroes son otros protagonistas de los mitos. Son figuras semidivinas, hijos de
un dios y de una mortal. Dotados con cualidades extraordinarias como la rapidez (Aquiles) o la
fuerza (Hércules), su rasgo más característico es la hybris, la desmesura, el exceso, la
transgresión de los límites morales que son propios de los hombres y han sido impuestos por
los dioses. Furia, orgullo, impiedad o violencia son manifestaciones de la hybris que conducen
al héroe a su perdición.

b) ¿Qué significa que la filosofía se origine en la admiración?

En un texto de la Metafísica, Aristóteles afirma que la filosofía nace de la admiración. ¿Qué

significa admirar? Nos quedamos admirados cuando nos asombramos o sorprendemos de algo.
Según Aristóteles, los primeros filósofos se quedaron admirados ante los fenómenos
sorprendentes más comunes, es decir, ante sucesos naturales que no son esperables, pero que
suceden con una cierta regularidad, por ejemplo, que llueva en una estación seca o que se
produzca un terremoto (Grecia es una zona de intensidad sísmica: la tierra no tiembla todos los
días, pero son relativamente comunes).

Admirarse a causa de ese tipo de fenómenos implica dos cosas:

a) Nuestra mirada cambia. Deja de atender a lo habitual y cotidiano para dirigirse de manera
inmediata hacia aquello que ha irrumpido inesperadamente y nos reclama la atención. Imaginad
que estamos en la playa durante un soleado día de verano y de repente la luz del sol pierde
intensidad, comienzan a caer gotas de lluvia y escuchamos un ruido atronador. Lo más probable
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es que dejemos de observar aquello que veníamos observando y dirijamos con extrañeza la
mirada hacia el cielo para saber qué sucede.

b) Pero al cambiar la mirada también aparece otra cosa: un problema. En seguida nos
preguntaremos qué es eso que nos asombra, por qué y de dónde ha surgido, cómo debemos
actuar. Este tipo de cuestiones son las que nos asaltarían de inmediato si nos pilla un terremoto
mientras estamos dormidos: ¿qué pasa? ¿por qué se mueven las cosas? ¿de dónde procede todo
este jaleo?

Por eso, la filosofía implica una mirada distinta a la habitual, una mirada asombrada y perpleja
ante algo que se ha manifestado como un problema que rompe el ritmo de lo cotidiano y
previsible, de modo que nos obliga a hacer preguntas y a intentar responderlas. En realidad, la
filosofía es capaz de extender esa mirada diferente, sorprendida y extrañada, incluso a las cosas
que nos parecen de lo más normales, corrientes y ciertas. Es entonces, cuando la mirada de la
filosofía se convierte en una mirada crítica con todo aquello que la sociedad tiende a dar por
supuesto o sabido y que, por tanto, no suele cuestionar o ni siquiera prestar atención de tan
habituada que lo encuentra.