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Notas del DPM Nº 804 -ORIENTALISMOS: CALLA ENMUDECE- (Dr. Ricardo T.

Caballero)

» La mente es proclive a estar llena de duda, intranquilidad y miedo (proclive: se inclina a lo


negativo). La mente se inclina a pensar en forma dubitativa, en intranquilidad y miedo (porque
forma parte de la carne, o de la naturaleza caída del hombre). Mientras que el deseo del espíritu
es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza (opuesto).

» La mente humana puede ser ordenada y controlada voluntariamente. Se puede entrenar


la mente porque responde a la voluntad del hombre. La mente no entrenada te dirá: "esto no se
puede hacer", pero el espíritu de Dios te dirá: "Todas las cosas son posibles para Dios". La mente
no entrenada te dirá: "no puedes conseguir lo que necesitas", pero el espíritu de Dios te dirá:
"todas estas cosas os serán añadidas".

(1) Enseñando la Palabra de Dios.


La mente se entrena
(2) Con la práctica y la repetición.

» La mente es un instrumento en nuestras manos, debemos manejarla y darle órdenes. A los


pensamientos negativos y depresivos de la mente (el deseo de la carne), uno le ordena que se
vayan, y son reemplazados por los pensamientos escritos de la Palabra de Dios que son positivos
y para bien (el deseo del espíritu).

 Marcos 4:39: Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: "Calla, enmudece". Y cesó
el viento, y se hizo grande bonanza.

"reprendió" Gr. epitimaō y significa: imponerse sobre otro, literalmente: "mostrar el honor en
la firmeza de la creencia para doblegar y poner límite a la ferocidad o violencia de otro".

"Calla" Gr. siōpaō y significa: poner quieto, inhabilitar. Y "enmudece" Gr. phimoō que
significa: ponerle un bozal.

Literal expandido de Marcos 4:39: Y levantándose Jesús mostró su honor en la firmeza de su


creencia, doblegando y poniendo límites a la ferocidad del viento y aquietó el mar poniéndole un
bozal y cesó el viento y se hizo grande bonanza.

» El Obispo Pillay decía que la casta hindú cree que: "si uno puede mostrar el honor de la firmeza
en la creencia aquietando o inhabilitando y poniéndole un bozal a las tormentas de la propia
mente, ese es un milagro mayor que este que hizo Jesucristo en Marcos 4".

» Cuando su mente este en tormenta, dígale: "calla, enmudece" o "póngale un bozal". Dígale a
su mente "cállese la boca, quédese quieta", y verá como cesará el viento tormentoso de los
pensamientos y habrá una gran bonanza mental. Controle su mente, apréndala a conducir.

» Recuerde que su mente está para que usted sea el amo y el señor, el director, el entrenador,
el administrador, el artista, el atleta, y el soldado, y de vez en cuando usted se dé cuenta que
su mente no le obedece "póngale un bozal y se termina de discutir la cuestión".

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