Está en la página 1de 7

Licenciatura: Economía

Asignatura: Historia Económica De México.

Nombre del alumno: Jorge Alberto Flores Hernández.

Nombre del Docente: Raúl Pérez wade.

Tarea: Evidencia uno, resumen técnico de la unidad 1.

Fecha: 24 de febrero de 2023


Introducción

El inicio de la historia de México se remonta a la llegada de los pobladores originarios


hace más de 10.000 años. Poco a poco comenzaron a surgir grandes pueblos
(destacan las civilizaciones Olmecas, Teotihuacana, Maya y Mexica o Azteca) que
ocuparon diferentes y grandes territorios y desarrollaron sus civilizaciones. En el siglo
XV llegaron los españoles y, tras una guerra de conquista, sometieron a los indígenas
locales y crearon un virreinato (estado colonial). El dominio español duró hasta el 1821,
año en que México gana la guerra de Independencia y se crea el Primer Imperio
Mexicano que pronto da paso a la Primera República Federativa.

Sucesivamente llegan nuevas guerras, con Francia y Estados Unidos concretamente.


Es entonces cuando México pierde una gran parte de su territorio en favor de los
Estados Unidos de América (prácticamente toda la costa suroeste del país). El siglo XX
se caracteriza por una gran revolución, gracias a la cuál (y no sin grandes pérdidas)
México se volverá un estado democrático a todos los efectos.
México y la conquista

En octubre de 1492 una expedición comandada por Cristóbal Colón y financiada por los
Reyes Católicos, cuyo objetivo era alcanzar las Indias que se hallaban en Asia, arribó
en cambio a territorio americano. Este hecho significativo desencadenó una serie de
transformaciones profundas en Europa, América y otras partes del mundo

La conquista de México fue un importante acontecimiento que se inició en 1519 y se


consumó en 1521, cuando el pueblo mexica fue sometido por un reducido grupo de
españoles que contó con el apoyo de otros pueblos indígenas aliados.

La búsqueda de oro fue una de las motivaciones más frecuentes para este tipo de
empresa. Cuando Cortés recibió oro de Moctezuma como una forma de negociar o
apaciguar sus deseos de conquista el español, y sus tropas vieron, en cambio, una
razón más para apropiarse de la ciudad.
Tras la conquista siguieron los saqueos y la destrucción de Tenochtitlán, sobre cuyas
ruinas se fundó la ciudad capital de la colonia de Nueva España (hoy ciudad de
México). Esta región pasó a formar parte de la corona española y adquirió carácter de
virreinato unos años después. Diversas enfermedades comunes en Europa (como la
viruela que había afectado a los mexicas antes del asedio) fueron transportadas por los
propios conquistadores y comenzaron a reproducirse en el nuevo continente, pero los
indígenas carecían de inmunidad natural para resistirlas. Las muertes resultaron
incalculables.

Evolución y crisis de la economía colonial.

México colonial era un vasto territorio caracterizado por un gobierno estable e idóneo,
una economía rica y bien distribuida y una sociedad multirracial que disfrutaba de
considerable movilidad social. Empero, a mediados del siglo XIX, la República
Mexicana no sólo había perdido más de la mitad de su territorio, sino que sufría
también de extrema inestabilidad política, de severa depresión económica y de
conflictos tanto raciales como sociales.

La primera etapa, abarca asuntos más esenciales para comprender la trayectoria de la


economía mexicana de los últimos 500 años. citando los componentes de la función de
producción en cada etapa: recursos naturales, mano de obra y sistemas de trabajo,
capital físico disponible y el montaje institucional, o bien, las variables que determinan,
cada fase, la demanda agregada y el nivel de renta: el consumo privado (salarios), la
inversión (funcionamiento del mercado de capitales y del sistema financiero), el gasto y
los ingresos del sector público (el papel del Estado) y las exportaciones e
importaciones (el papel de las relaciones económicas en el exterior.

El México Independiente

El periodo de nuestra historia conocido como la Guerra de Independencia empieza


(estrictamente hablando) la madrugada del 16 de septiembre de 1810, cuando el padre
Miguel Hidalgo da el llamado “Grito de Dolores” y termina el 27 de septiembre de 1821
(11 años después) con la entrada triunfal del Ejército Trigarante, encabezado por
Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, a una jubilosa Ciudad de México. El objetivo
principal de este movimiento (armado y social) era liberar a nuestro territorio del yugo
español y que, en cada rincón de la Colonia se olvidase por completo el concepto de
virreinato.

Cronología

1800 – 1810 – Nace la conspiración de Querétaro para levantarse contra el virreinato.

16 de septiembre 1810 – El Padre Miguel Hidalgo anima a los feligreses y da el Grito


en Dolores para comenzar con la lucha de independencia mexicana.

1811- En el conocido puente de calderón caen derrotados los indios y los campesinos y
apresan a Hidalgo, juzgan y fusilan colgando su cabeza en las esquinas de la
Alhóndiga de granaditas.
1812 – José María Morelos se hace al frente el mando del ejército independiente y
hace su campaña en el Sur del país.

1813 – José María Morelos convoca el primer Congreso Independiente.

1815 – José María Morelos fue derrotado, hecho prisionero y fusilado.

1817 – Francisco Xavier Mina, Mier y Terán, Vicente Guerrero y Torres se alzaron en la
lucha por la Independencia.

1821 – Agustín de Iturbide promulgó el Plan de Iguala o de las Tres Garantías.

Agosto 1821 – México firmó el tratado de Córdoba que ratificaba el Plan de Iguala.

Septiembre 1821 – El ejército Trigarante hace su entrada triunfal a México, y México es


proclamado país independiente.

La Reforma

La guerra de Reforma, también conocida como la guerra de los Tres Años, fué una
guerra civil que aconteció en México del año de 1858 al 10 de enero de 1861.

La nación estaba dividida en dos grandes Partidos: Liberales y Conservadores; ambos


luchaban por sus ideales. Se le atribuye la transformación social mexicana por la
transición de la estructura política en la cual se buscó establecer el sistema capitalista
democrático y terminar con el que había desde la Colonia y el Imperio.

En este nuevo sistema, se formó un Estado nacional basado en el orden constitucional,


en la necesidad del pueblo mexicano por una reestructuración al intentar terminar con
los privilegios de las clases dominantes (igualdad ante la ley), la reactivación de la
economía y la restauración del trabajo.

Por un tiempo, los liberales y conservadores tuvieron gobiernos paralelos, con la sede
del gobierno conservador en la Ciudad de México y los liberales en Veracruz.
Con el transcurso de los años, la guerra se hizo más sangrienta y polarizó a la gente en
la nación. La guerra terminó con la derrota definitiva de los conservadores en la batalla
de Calpulalpan, Estado de México 4 en 1861, y con Benito Juárez instalando su
administración en la Ciudad de México. Una vez que el Congreso Constituyente había
cumplido con su tarea de elaborar una nueva constitución, se hizo la convocatoria para
realizar elecciones tanto de los poderes federales como los de los estados. Se reunió
así el primer Congreso, que trabajaría ya bajo los principios de la Carta Magna de

1857.

Campo y ciudad en el siglo XIX.

A lo largo del siglo XX se consideró que en el campo mexicano vivían campesinos,


pequeños agricultores familiares, latifundistas y jornaleros agrícolas.

A aquellos que no tenían tierra se les consideraba "campesinos sin tierra" o


"campesinos con derecho a salvo" por ser posibles beneficiarios del reparto agrario. La
importancia de la ideología revolucionaria agrarista nutrida por la enorme capacidad de
los campesinos por obtener la tierra, a pesar de la oposición férrea de los latifundistas o
caciques locales, daba la impresión de que el reparto era inagotable.

Las personas que vivían en el campo y que no eran productores agropecuarios


trabajaban como peones o en pequeñas manufacturas locales vinculadas al sector
primario, así como en las pequeñas urbes cercanas. No se tenían datos suficientes
para cuantificar esta situación de manera precisa, pero podemos suponer que esta
visión era cercana a la realidad.

El porfiriato

Es el período de 34 años en el que el ejercicio del poder en México estuvo bajo control
de Porfirio Díaz. Este período comprende de 1876 (al término del gobierno de
Sebastián Lerdo de Tejada) a mayo de 1911, cuando Díaz renunció a la presidencia
por la Revolución.
Porfirio Díaz sostenía el principio de la "no reelección"; estaba en contra de que el
presidente volviera a ser electo.
Pero después él mismo se reeligió muchas veces. Su gobierno fue verdaderamente
largo, de 1876 a 1911, con dos interrupciones: una de dos meses, entre 1876 y 1877,
en que dejó el poder a Juan N. Méndez, y otra entre 1880 y 1884, cuando gobernó
Manuel González.

Primer Mandato Presidencial

El principal objetivo de Díaz en su primer mandato fue ganarse la confianza de los


Estados Unidos de América, que pasaba por un serio problema político. Así, Díaz debió
realizar una serie de maniobras políticas para ganar el reconocimiento estadounidense.
La negativa del embajador John W. Foster a negociar con México dificultó la situación
aún más. A través del ministro de Relaciones Exteriores, Ignacio Mariscal y del ministro
de Hacienda, Matías Romero, Díaz logró el pago de la deuda externa a Estados
Unidos, por medio de breves cantidades abonadas en un plazo de quince años. En su
mensaje a la Nación del 1 de abril de 1893 se dio por finalizado el pago de la deuda
mexicana.

El porfiriato es una etapa histórica de grandes contrastes, debido a que, durante la


misma, en México se gestaron importantes cambios positivos, así como retrocesos,
principalmente en el ámbito social, mismos que, a la postre, gestarían la Revolución
Mexicana, primera de las grandes convulsiones de siglo XX. Desde que México se
constituyó como país independiente, en 1821, no había podido consolidarse un
gobierno capaz de llevar a cabo las reformas necesarias, que permitieran al país entrar
en una fase de estabilidad política y crecimiento desarrollo. 

También podría gustarte