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La Coherencia Textual

Actividades:

     1) Lee el siguiente texto de Julio Cortázar en el que altera el orden de las
palabras logrando que este se vuelva incoherente.

Por escrito gallina una

Era un inofensivo aparentemente cohete lanzado cañaveral americanos Cabo


por los desde. Razones se desconocidas por órbita de la desvió, y
probablemente algo al rozar invisible la tierra devolvió a. Cresta nos cayó en la
paf!, y mutación golpe entramos de. Rápidamente la multiplicar aprendiendo
de tabla estamos, dotadas muy literatura para la somos de historia, química
menos un poco, desastre ahora hasta deportes, no importa pero: de será gallinas
cosmos el, carajo qué!

Escrito por una gallina

Era un inofensivo cohete aparentemente lanzado desde Cabo Cañaveral por


los americanos. Por razones desconocidas se desvió de órbita, probablemente
algo invisible al rozar la devolvió a tierra. Entramos de golpe y nos cayó en la
cresta ¡paf! mutación. Rápidamente estamos aprendiendo la tabla de
multiplicar, somos muy dotadas para la historia de la literatura, química un
poco, deportes menos, pero no importa hasta ahora ¡desastre! el cosmos será
de gallinas ¡qué carajo!

     2) Redacta el texto anterior de una manera coherente, donde el orden de las
palabras esté bien estructurado y tenga coherencia.

    3) En 1969, se publicó la obra de Julio Cortázar titulada Último Round. En ella


está incluido el cuento La inmiscusión terrupta, escrito en gíglico, un lenguaje
inventado por él. Es un texto ideal para trabajar nuestra temática, ya que a
partir de él nos podemos preguntar si es coherente o no, si se entiende la
historia que se narra o no. Una vez respondido estos interrogantes, podríamos
plantearnos, qué es lo que le da sentido al texto, si es que lo tiene? Lo
entenderíamos de la misma forma si no tuviéramos las imágenes?

    Como no le melga nada que la contradigan, la señora Fifa se acerca a la Tota y ahí
nomás le flamenca la cara de un rotundo mofo. Pero la Tota no es inane y de vuelta le
arremulga tal acario en pleno tripolio que se lo ladea hasta el copo.

-¡Asquerosa! –brama la señora Fifa, tratando de sonsonarse el ayelmado tripolio que


ademenos es de satén rosa. Revoleando una mazoca más bien prolapsa, contracarga a
la crimea y consigue marivolarle un suño a la Tota que se desporrona en diagonía y
por un momento horadra el raire con sus abroncojantes bocinomias. Por segunda vez
se le arrumba un mofo sin merma a flamencarle las mecochas, pero nadie le ha
desmunido el encuadre a la Tota sin tener que alanchufarse su contragofia, y así pasa
que la señora Fifa contrae una plica de miercolamas a media resma y cuatro peticuras
de ésas que no te dan tiempo al vocifugio, y en eso están arremulgándose de ida y de
vuelta cuando se ve precivenir al doctor Feta que se inmoluye inclótumo entre las
gladiofantas.

-¡Payahás, payahás! –crona el elegantiorum, sujetirando de las desmecrenzas


empebufantes. No ha terminado de halar cuando ya le están manocrujiendo el fano, las
colotas, el rijo enjuto y las nalcunias, mofo que arriba y suño al medio y dos
miercolanas que para qué.

-¿Te das cuenta? –sinterruge la señora Fifa.

-¡El muy cornaputo! –vociflama la Tota.

Y ahí nomás se recompalmean y fraternulian como si no se hubieran estado


polichantando más de cuatro cafotos en plena tetamancia; son así las tofifas y las
fitotas, mejor es no terruptarlas porque te desmunen el persiglotio y se quedan tan
plopas.

4) Traduce el texto de Cortázar de acuerdo a lo que significarían para vos esos


vocablos.

Como no le agrada nada que la contradigan, la señora Fifa se acerca a la Tota y ahí nomas le
voltea la cara de un rotundo golpe. Pero la Tota no es inútil y le devuelve el golpe de tal
manera que le ladea el rostro.

-¡Asquerosa!- brama la señora Fifa, tratando de recuperarse del golpe y arreglar su falda que
es de satén rosa. Revoleando una maceta/mazorca con buena puntería consigue darle a la
Tota la cual da grito de agonía y por un momento se queda sin aire por su dolor (¿?). Por
segunda vez le da un golpe sin darle tiempo a nada y deja a la Tota furiosa sin tiempo a
conversar. Se están agarrando, golpes de ida y vuelta cuando aparece el doctor Feta que
interfiere entre ellas.

-¡Paren! ¡Paren!- exclama el elegante hombre mientras se mete entre ellas. No ha terminado
de hablar cuando ya le están tironeando del cabello, las orejas, etc. Golpe arriba, rodillazo al
medio y dos patadas que ya para qué.

-¿Te das cuenta?- dice la señora Fifa

-¡El muy desgraciado!- vocifera la Tota

Y ahí nomas se reconcilian y amigan como si no se hubieran estado golpeando por 4 minutos
en medio del lugar; así son las locas y los locos. Es mejor no meterse porque te atacan y se
quedan tan tranquilas.

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