LINDA VILLEGAS

La educación artística en las infancias como una acción

pedagógica que opera en racionalidades distintas, bajo las
premisas de proceso, creatividad y componente intelectual. El
arte se vive en todo lo que hacemos a diario, en el dialogo y
en expresarse, entre otras. El arte durante los primeros años
de vida de un infante hace cada espacio, momento y lugar,
proporcionen creatividad e imaginación. Por eso es bueno
fortalecer al niño y a la niña a la exploración artística, en
diferentes áreas de formación en el que ofrezcan al infante
un desarrollo integral. Hablaremos un poco de la educación
artística en la infancia, analizar el escenario del artes como
encuentro del yo y el otro en nosotros, es el lugar para el
acontecimiento educativo, como un acto bello que conmueve
porque dialoga permitiendo la pregunta, y cada pregunta un
pensar, es por eso que el docente coloca en escena no lo
aquello que le interesa si no lo que debe ponerse en función
de interesar al estudiante y con ello provocar la construcción
axiológica de un mundo con otros. Por otra parte a través del
dibujo desea crear algo relativamente fijo y personal, crea un
símbolo visual para expresar su sentir y comunicar objetiva o
subjetivamente.

Acompañar al niño y a la niña a descubrir lo que existen en el

mundo es poder crear con los recursos que el contorno nos
brinda, es una congruencia que estimula sus sentidos, sus
gustos, su creatividad para formular su visión del mundo y
transferir emociones. La obra del filósofo Nelson Goodman,
quien considero a los objetos artísticos como símbolos en
cuanto al síntoma de la expresividad, un dibujo se verá como
símbolo expresivo en la medida en que transmita estados de
ánimo, expresiones o emociones específicos.