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Hombres de Maíz por Miguel Ángel

Asturias
De esta forma inicia el primer capítulo del libro Hombres de Maíz. De las primeras
tres líneas se puede observar, que habla de la tierra en forma de queja, es por eso
que luego se puede leer en dichas líneas a Gaspar Illóm moviendo la cabeza en
forma de negación. Asimismo, en estas líneas se observan muchas referencias de
la naturaleza, como el bosque, la serpiente, los pájaros, entre otros, esto por la
razón que los mayas adoraban a la naturaleza y a los dioses que anidaban en ella.

La primera historia, denominada “Gaspar Ilóm” centra su historia en la lucha del


pueblo maya y el pueblo ladino o “maicero” como lo llama el autor. Esta lucha se
da ya que para Gaspar Ilóm y para su pueblo, el maíz y la tierra, como se dijo
anteriormente,  es sagrado.

Pero los maiceros talaban los árboles y destruían la naturaleza para la siembra de
maíz con el fin de lucrar. Gaspar, al observar esta conducta de querer lucrar con
tan sagrado bien como es el maíz, inicia una lucha contra los ladinos para frenar
esta conducta. Durante la lucha entre el pueblo y los ladinos, encabezados por el
Coronel Gonzalo Godoy, la policía extermina al pueblo de Gaspar, este,
aparentemente derrotado, decide ir al río y tirarse en él.

Esto, para los humanos es un fracaso, pero para Gaspar Illóm es una victoria ya
que entraría al mundo de los Dioses mayas. Esta victoria se logra, posteriormente,
y de forma representativa por el hijo que carga la esposa de Illóm, el cual vuelve a
darle su valor sagrado al maíz.

La segunda historia

La segunda historia denominada “Machojón”, cuenta la historia de un hijo de


Tomas Machojón, personaje relevante en la historia ya que él representaba al
pueblo indígena y su señora esposa, la Vaca Manuela Machojón envenenó a
Gaspar Illóm, en el capítulo primero de la narrativa. Cabe mencionar que Vaca
Manuela Machojón, es la madrasta y madrina de Machojón. Machojón, sale de su
casa con la intención de ir a contraer matrimonio con Calendario Reinoso, tal y
como lo explica Miguel Ángel Asturias con una descripción muy pintoresca:
«Machojón iba a la pedimenta de su futura. Una hija de la niña Cheba
Reinosa, de los Reinosas, de abajo de Sabaneta, en el camino que
agarran los que van a la romería de Candelaria. Agua graciosa y
quesadilla en las árganas, un pañuelo de yerba para amarrarse los
sentidos, de repente le tocaba dormir en el sereno, y el sombrero
oloroso, de aquello que por donde lo dejara en la casa de la novia iba a
güeler ocho días. Los amigos lo encaminaron montados hasta los
regadillos de Juan Rosendo.»
En camino, Machajón es quemado por las luciérnagas, como castigo por el crimen
de su padre y aparece entre llamas en los maizales ardiendo, de forma irónica.

Tercera historia

“El Venado de las Siete-Rozas”, tercera historia del libro,  cuenta la historia de un
curandero que guía a Nicho Aquino, personaje que se considera tiene un “nahual” o
segunda personalidad representada en un animal, según las costumbres mayas.
Así mismo, el curandero tiene su doble personalidad como Venado, tal y como lo
indica el nombre del capítulo, y, según la cultura maya, el venado es un símbolo de
la desaparición. El capítulo termina con la muerte del venado, el yo animal de este
curandero. En este capítulo, también se cuenta la historia de los hermanos Tecún,
quienes tenían el afán de vengar a la Nana Yaca, quien representa a la Madre
Tierra, quien tiene grillos en el estomago y solo la muerte de la familia Zacatón,
ocho hermanos, podía curar. Es por lo tanto que los hermanos Tecún matan a toda
la familia aliviando el hipo de la Nana Yaca.

El cuarto cuento vb

El cuarto cuento se denomina “Coronel Chalo Godoy”, cuenta la historia del


Coronel del mismo nombre, quien lideraba una armada, que iban con destino a El
Tembladero, un lugar oscuro y tenebroso. Al llegar a dicho lugar, encuentran un
cajón. Curioso por saber que hay en su interior, el Coronel decide abrirlo mediante
disparos al mismo, y al no ceder el mismo, lo levanta para romperlo; al hacerlo,
encuentra abajo del mismo a un “indio” carguero, quien, luego de varias amenazas
del Coronel, indica que este es el ataúd del Venado de las Siete Rozas. El capitulo
termina con que la tripulación y el carguero regresan al Tembladero y mueren
quemados.
La historia de “Goyo Yic”

La penúltima narrativa cuenta la historia de “Goyo Yic”, persona ciega de


nacimiento, y quien tuvo una mujer, María Tectip, una «mujer pecosa, de pelo
medio colorado en largas y escurridizas trenzas, algo tan alta, flacona ella.» María
abandona a su esposo y él decide buscarla, haciéndolo únicamente con los 
sentidos que tenía.

Un día, Goyo Yic se encuentra a un curandero quien logra quitarle la ceguera y ya


con sus ojos perfectos, decide ir a buscar a su querida María; situación que se
complica ya que él jamás la había visto. Para poder encontrarla, Goyo Yic decide
hacer un trato con Domingo Revolorio, quien vendía aguardiente. De tal suerte, un
día se emborrachan y son encarcelados, cesando así la esperanza de Goyo Yic de
poder encontrar a su amada María. Se considera que la Tierra castiga a Goyo y a
Domingo por tratar de lucrar con el aguardiente, que viendo la Tierra, situación
familiar a Gaspar Ilóm.

La historia termina con “Correo-Coyote”

La historia termina con “Correo-Coyote”, que cuenta la vida de Nicho Aquino,


persona que trabajaba como cartero y que, al igual que el venado, poseía su
nahual, que en este caso, era un coyote. Nicho Aquino, al momento de entregar las
cartas, se transformaba en coyote y de esta manera era más eficiente en su
trabajo, entregando una gran cantidad de cartas en muy poco tiempo. Un buen día,
Nicho Aquino regresa a su rancho y descubre que su esposa lo ha abandonado y
ante tal situación decide irse al pueblo a emborracharse para olvidar la pena.

Estando en tal lugar, llegan varios soldados que claman saber el lugar donde se
encuentra la mujer de Nicho, quien decidido sale a buscarla. Al no encontrarla y de
tanta tristeza, Nicho Aquino termina abandonado sus responsabilidades y es
encontrado convertido en un coyote, solo.

Una novela como bien su género la describe, mágica, en donde este gran autor
logra entrelazar la realidad con la fantasía, logrando así, una de sus obras más
significativas. Logra también ser una novela muy de Guatemala, ya que contiene
varios elementos mayas, propios de la historia de nuestro país.

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