Está en la página 1de 3

Los debates acerca del campo

Introducción*

Norma Giarracca y Miguel Teubal**

El papel del sector agrario principales habitantes de casi las tres cuartas
partes del territorio argentino ocupado por
En la Argentina, los medios urbanos tienden a este sector. Las entidades corporativas que se
darle la espalda al sector agropecuario, acer- expresan públicamente como representativas,
ca del cual existe un gran desconocimiento, en muchas ocasiones, durante las últimas déca-
en especial en lo que se refiere a la población das, han abandonado a su suerte a esta franja.
mayoritaria, es decir, pequeños productores, A veces, en los discursos gubernamentales, se
campesinos, trabajadores rurales, indígenas los presenta como “descartables”1 o “inviables”
campesinos, quienes, con sus familias, son los (organismos internacionales) ante el embate
de “las economías a escala” y la “eficiencia”.
El sector agropecuario argentino sigue te-
* Giarracca, N. y Teubal, M. 2005 “Introducción: Los niendo importancia, aunque no la misma que
debates acerca del campo” en Giarracca, N. y Teubal, en el pasado. En efecto, su significación no es-
M. (coords.) El campo argentino en la encrucijada.
Estrategias y resistencias sociales: ecos en la ciudad
triba en su contribución al producto nacional,
(Buenos Aires: Alianza). que es apenas del 6 al 7% (aunque, si conside-
ramos el sistema agroindustrial o agroalimen-
** Economista, PhD en Economía Agraria de la Universi- tario en su conjunto, ese porcentaje aumenta
dad de California, Berkeley. Profesor consulto e investiga-
dor superior del CONICET. Fue profesor titular de Econo-
mía Agraria en la Facultad de Ciencias Económicas, y de 1 Recuérdese a un subsecretario de Agricultura que
Economía II de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. pronosticó (y efectuó en consonancia) la desaparición
Ex-miembro del Transnational Institute de Ámsterdam. de la mitad de las unidades productivas.
314 Estudios rurales y movimientos sociales. Miradas desde el Sur

sustancialmente). Tampoco puede ser consi- ca; un ámbito natural que debe preservarse
derado como generador pivote de empleo, un para la vida misma, fuente de la biodiversidad,
factor tan vital para salir de la crisis actual. Por del paisaje, de la soberanía alimentaria de la
el contrario, se trata de un medio que continúa población, en fin, del bienestar de muchas
expulsando —incluso con mayor intensidad personas de la sociedad toda, incluyendo a las
que antes— a productores y trabajadores rura- generaciones futuras.
les. Tiene importancia como generador de divi- En el imaginario popular y del mundo en ge-
sas (crucial a la hora de pagar los servicios de neral, la Argentina siempre fue “un país rico”,
la deuda externa) y como proveedor de alimen- precisamente por sus vastos recursos natura-
tos. No obstante esta centralidad en los ingre- les, grandes extensiones de tierras fértiles, de
sos fiscales y en la reproducción poblacional, agua, petróleo, etcétera.2 Este país rico, que
el gran reproche que se le puede hacer es que, a atrajo a millones de inmigrantes del Viejo Mun-
pesar de su crecimiento en décadas recientes, do y que en la actualidad recibe millones de
no ha contribuido a solucionar los grandes pro- personas de países limítrofes, también expulsa
blemas de los argentinos: el hambre, la miseria a miles de ciudadanos. En el siglo XIX forma-
y la desnutrición. Es decir, dejó de contribuir a ba parte de la “periferia próspera”, que se per-
la reproducción de toda la población y pasó a filaba como una “potencia mundial”; pero, por
constituirse en fuente de alimentos solo para complejas razones del orden de lo político, no
una parte del país mientras que la otra no pue- pudo lograr un desarrollo sostenido.
de acceder a ellos. En torno al sector agropecuario de nuestro
El sector agropecuario tiende a ser consi- país giraron grandes e importantes debates que
derado, en forma casi exclusiva, como un pro-
veedor de recursos para otros segmentos de la
2 Según Hobsbawm, los países del Tercer Mundo
economía. En efecto, visto desde la perspecti- que emergen en la era poscolonial eran generalmen-
va urbana, el agro aparece como un recurso te pobres, “con raras excepciones, particularmente la
al que hay que exprimir de la mejor manera Argentina, que, aunque era un país rico, nunca pudo
posible. Sin embargo, es mucho más que eso. recuperarse de la declinación y caída del Imperio
Británico que, hasta 1929, le había dado prosperidad
Constituye el sustento y la forma de vida de
como exportador de alimentos” (Hobsbawm, 1996:
muchas personas, con todo lo que ello impli- 357, traducción nuestra).
Los debates acerca del campo. Introducción | N. Giarracca y M. Teubal 315

se expresaron, primero, en la producción escri- global, tras la crisis de los años treinta, empren-
ta del pensamiento social, luego, en la de los día el proceso denominado de “industrialización
ámbitos académico y periodístico y, en estos por sustitución de importaciones” (ISI). El de-
últimos años, en espacios donde también inter- bate se nutrió de varias vertientes: “estructura-
vienen organizaciones ligadas al cuidado de los lista” (con énfasis en la persistencia en nuestro
recursos naturales, la agroecología, etcétera país de una estructura latifundista), “neoclásica”
(véase Giarracca, 1999). Retomaremos, en esta o “liberal” (que clamaba por la falta de “incenti-
introducción, algunas de estas discusiones, ya vos” a la producción agropecuaria argentina),
que recordarlas nos conduce a recuperar ideas “tecnológica” (que señalaba el retraso tecnoló-
muy caras al concepto de democracia: la posi- gico relacionado con características inherentes
bilidad de encontrar posiciones diferentes en a la estructura agraria) (véase Giarracca, 1999).
relación con los procesos sociales, de disentir La controversia tenía implicancias relacio-
de las políticas públicas, de recuperar el pensa- nadas con las estrategias socioeconómicas de
miento crítico que atravesó el siglo XX, desde los diferentes gobiernos. La corriente neoclási-
Juan L. Tenembaum y Carl Taylor (a pesar de ca o liberal cuestionaba las políticas de ISI por-
ser este un funcionario del gobierno norteame- que se contraponían al impulso que debía dár-
ricano) hasta Guillermo Flichman o los antro- seles en el proceso de desarrollo económico
pólogos y sociólogos que comenzaron a regis- al agro y a la agroindustria. En lo esencial, se
trar, después de los sesenta, el “otro campo”. planteó que la política global de impulsar pro-
cesos de industrialización se contraponía a es-
trategias que privilegiaban a sectores, como el
Algunos debates acerca agropecuario, con “ventajas comparativas” en
del sector agropecuario el concierto mundial. En este sentido, se con-
sideraban como perjudiciales ciertas políticas
Uno de los planteos más recordados tuvo que de gobierno, tales como la fijación de precios
ver con las características y evolución del sec- de garantía, tasas de cambio desfavorables, re-
tor agrario y se focalizó en el “estancamiento tenciones y otras medidas impositivas. Se pre-
agrario” de la zona pampeana entre 1930 y 1970. sumía que todas ellas desalentaban la inversión
Se trataba del período en que nuestra economía y el desarrollo del sector.

También podría gustarte