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Nombre:

Abdonay José Maldonado Torres.

Número de cuenta:
201810040274.

Catedrático:
Abg. Celeste Michel Flores.

Clase:
Derecho Romano.

Tarea asignada:
Monarquía en Roma.

Fecha de entrega:
11 de febrero del 2023.

I PARCIAL
INTRODUCCION

La monarquía romana (en latín, Regnum Romanum) fue la primera forma política
de gobierno de la ciudad estado de Roma, desde el momento legendario de su
fundación el 21 de abril del 753 a. C., hasta el final de la monarquía en el 509 a. C.,
cuando el último rey, Tarquinio el Soberbio, fue expulsado, instaurándose la
República romana.

Los orígenes de la monarquía son imprecisos, si bien parece claro que fue la
primera forma de gobierno de la ciudad, un dato que parece confirmar la arqueología
y la lingüística. La mitología romana vincula el origen de Roma y de la institución
monárquica al héroe troyano Eneas, quien, huyendo de la destrucción de su ciudad,
navegó hacia el Mediterráneo occidental hasta llegar a Italia. Allí fundó la ciudad de
Lavinio, y posteriormente su hijo Ascanio fundaría Alba Longa, de cuya familia real
descenderían los gemelos Rómulo y Remo, los fundadores de Roma.

En el presente informe detallare la monarquía en roma como ha sido su evolución


a través de la historia.
LA MONARQUÍA ROMANA

Monarquía en Roma
La naciente ciudad estado es gobernada por un rey (rex) elegido por un consejo de
ancianos (senatus). Los reyes míticos o semi-míticos son (en orden cronológico):
Rómulo, Numa Pompilio, Tulio Hostilio, Anco Marcio, Lucio Tarquinio Prisco, Servio
Tulio y Lucio Tarquinio el Soberbio. El último de ellos, Lucio Tarquinio el Soberbio,
fue derrocado en el año 509 a. C. cuando la República fue establecida.

Características más importantes del periodo de la Monarquía en Roma:

Antes de su etapa republicana, Roma fue una monarquía gobernada por reyes (en
latín, rex, pl. reges). Todos los reyes, excepto Rómulo (por haber sido el fundador
de la ciudad), fueron elegidos por la gente de Roma para gobernar de forma vitalicia,
y ninguno de ellos usó la fuerza militar para acceder al trono. Aunque no hay
referencias sobre la línea hereditaria de los primeros cuatro reyes, a partir del quinto
rey, Tarquinio Prisco, la línea de sucesión fluía a través de las mujeres de la realeza.

En consecuencia, los historiadores antiguos afirman que el rey era elegido por sus
virtudes y no por su descendencia. Los historiadores clásicos de Roma hacen difícil
la determinación de los poderes del rey, ya que refieren que el monarca posee los
mismos poderes de los cónsules. Algunos escritores modernos creen que el poder
supremo de Roma residía en las manos del pueblo, y el rey sólo era la cabeza
ejecutiva del Senado romano, aunque otros creen que el rey poseía los poderes de
soberanía y el Senado tenía correcciones menores sobre sus poderes. Lo que se
conoce con certeza es que sólo el rey poseía el derecho de auspicium, la capacidad
para interpretar los designios de los dioses en nombre de Roma como el jefe de
augures, de forma que ningún negocio público podía realizarse sin la voluntad de
los dioses, dada a conocer mediante los auspicios.

El rey era por tanto reconocido por el pueblo como la cabeza de la religión nacional,
el jefe ejecutivo religioso y el mediador ante los dioses, por lo cual era reverenciado
con temor religioso. Tenía el poder de controlar el calendario romano, dirigir las
ceremonias y designar a los cargos religiosos menores. Fue Rómulo quien instituyó
el cuerpo de augures, siendo él mismo reconocido como el más destacado entre
todos ellos, de la misma forma que Numa Pompilio instituyó los pontífices,
atribuyéndosele la creación del dogma religioso de Roma. Más allá de su autoridad
religiosa, el rey era investido con la autoridad militar y judicial suprema mediante el
uso del imperium. El imperium del rey era vitalicio y siempre lo protegía de ser
llevado a juicio por sus acciones. Al ser el único dueño del imperium de Roma en
esta época, el rey poseía autoridad militar indiscutible como comandante en jefe de
todas las legiones romanas. De la misma forma, las leyes que salvaguardaban a los
ciudadanos de los abusos cometidos por los magistrados con imperium aún no
existían durante la etapa monárquica.

El imperium del rey le otorgaba tanto poderes militares como la capacidad de emitir
juicios legales en todos los casos, al ser el jefe judicial de Roma. Aunque podía
designar pontífices para que actuasen como jueces menores en algunos casos, sólo
él tenía la autoridad suprema en todos los casos expuestos ante él, tanto civiles
como criminales, tanto en tiempo de guerra como de paz. Un consejo asistía al rey
durante todos los juicios, aunque sin poder efectivo para controlar las decisiones del
monarca. Mientras algunos autores sostenían que no había apelación posible a las
decisiones del rey, otros opinaban que cualquier propuesta de apelación podía ser
llevada ante el rey por un patricio, mediante la reunión de la Asamblea de la Curia.
Otro de los poderes del rey era la capacidad para designar o nombrar cargos u
oficios, entre ellos el de tribunus celerum que ejercía tanto de tribuno de los Ramnes
(romanos), como de comandante de la guardia personal del rey, un cargo
equiparable al de prefecto del pretorio existente durante el Imperio romano. Este
cargo era el segundo al mando tras el propio monarca, y poseía la potestad de
convocar la Asamblea de la Curia y dictar leyes sobre ella.

El tribunus celerum debía abandonar su mandato a la muerte del monarca. Otro


cargo designado por el rey era el prefecto urbano, que actuaba como el guardián de
la ciudad. Cuando el rey se hallaba ausente de Roma, este cargo recibía todos los
poderes y capacidades del rey, hasta el punto de acaparar el imperium mientras se
hallase dentro de la ciudad. Otro privilegio exclusivo del rey era el de designar a los
patricios para que actuasen como senadores en el Senado. Bajo el gobierno de los
reyes, el Senado y la Asamblea de la Curia tenían en verdad poco poder y autoridad.

No eran instituciones independientes, en el sentido de que sólo podían reunirse, y


de forma conjunta, por orden del rey, y sólo podían discutir los asuntos de estado
que el rey había expuesto previamente. Mientras que la Asamblea curiada tenía al
menos el poder de aprobar leyes cuando el rey así lo concedía, el Senado era tan
sólo un consejo de honor del rey. Podía aconsejar al rey sobre sus actos, pero no
imponerle sus opiniones. La única ocasión en que el rey debía contar expresamente
con la aprobación del Senado era en caso de declarar la guerra a una nación
extranjera.

Las insignias y honores de los reyes de Roma consistían en 12 lictores portando las
fasces que contenían hachas, el derecho a sentarse sobre la silla curul, la Toga
Picta púrpura, calzado rojo, y diadema plateada sobre la cabeza. De todos estos
distintivos, el más destacado era la toga púrpura.

La dinastía romana gobernó durante 244 años y estuvo conformada por siete
monarcas. El primero fue Rómulo, quien fundó la ciudad de Roma. El resto de los
seis reyes fueron elegidos por el senado en representación del pueblo, y no por el
linaje de sangre.

Los siete reyes de la Monarquía romana fueron:

 Rómulo. Gobernó entre el 753 y el 716 a. C. Fue el monarca que fundó la ciudad
de Roma y que implementó el sistema de gobierno monárquico. Realizó grandes
atrocidades por el afán de poblar su territorio, convocando a diversos pueblos y
grupos, como los esclavos, los prófugos y los refugiados, a través del engaño y
por la fuerza.
 Numa Pompilio. Gobernó entre el 716 y el 674 a. C. Fue un monarca que se
interesó por las instituciones legales, religiosas y que logró instruir a la población
para rendir culto a sus dioses. Realizó ajustes en el calendario planteado por
Rómulo, como agregar los meses de enero y de febrero. Además, construyó el
templo de Jano.
 Tulio Hostilio. Gobernó entre el 674 y el 642 a.C. Fue un guerrero al estilo de
Rómulo y se alejó de la doctrina y del culto a los dioses que había fomentado su
antecesor, Numa Pompilio. Su afán en el arte de la guerra, en especial contra
los albanos (sabinos), hizo que Roma se convirtiera en la primera potencia de la
región.
 Anco Marcio. Gobernó entre el 642 y el 617 a. C. Fue un monarca religioso y
pensador que supo fomentar el comercio con los pueblos vecinos. Construyó
prisiones, murallas, puentes y el puerto de Ostia en el río Tíber que permitió que
Roma se convirtiera en un centro de intercambio de mercancías.
 Tarquinio Prisco. Gobernó entre el 617 y el 578 a. C. Fue el primer rey de
origen etrusco y logró ganar numerosas guerras que le permitieron ampliar el
territorio romano. Introdujo el arte y la religión etruscos en la cultura romana, por
lo que se considera a ese período como el más ilustrado de la etapa monárquica.
Además, construyó una red de alcantarillado, el forum romano, el circo máximo
y los cimientos del templo de Júpiter.
 Servio Tulio. Gobernó entre el 578 y el 534 a. C. Fue uno de los monarcas más
apreciados por la población, entre otras cuestiones, porque elaboró una nueva
constitución que reconocía la distinción entre clases sociales según su nivel de
riqueza. Llevó a cabo el primer censo de la historia y el derecho a voto fue
establecido según la riqueza económica, por lo que el poder seguía reservado a
una elite.
 Tarquino el Soberbio. Gobernó entre el 534 y el 509 a. C. Fue un monarca de
origen etrusco que ejerció su poder y control mediante la violencia y el terror de
una manera sin precedentes en la historia de la Antigua Roma. Enloqueció y
ejecutó a varios senadores. Su despotismo fue la razón por la que cayó el
sistema monárquico y no hubo ningún otro rey luego de su mandato. Entre sus
importantes obras logró finalizar la construcción del templo a Júpiter.
CONCLUSIONES

Se concluye que la Monarquía Romana, es el término usado por convención para


definir el Estado monárquico Romano desde su origen, Fundacion de Roma hasta
la caída de la realeza en el 509 a.c., más precisamente, va desde el momento
legendaria de su fundación el 21 de abril del año 753 a. C. hasta el final de la
monarquía en el año 509 a. c., cuando el último rey, Tarquino el Soberbio, fue
expulsado y en su lugar se instauro la Republica Romana como forma de gobierno.
Se conoce poco acerca de la historia del periodo de la Monarquia Romana , ya que
no hay registros escritos de esa época que sobrevivan, y las historias sobre éste
periodo se escribieron durante la República Romana y Imperio Romano y se basan
principalmente en leyendas de Virgilio (Eneida) y Tito Livio (Ab Urbe condita).

Sin embargo , la historia de la monarquía romana se inició con la fundación de la


ciudad de Roma (Leyenda de Romulo y Remo), Tradicionalmente se inicio en la
fecha 753 a. C., Y terminó con el derrocamiento de los reyes etruscos y el
establecimiento de la República Romana en el año 509 a.c. Los orígenes de la
monarquía son imprecisos, aunque parece claro que fue la primera forma de
gobierno en la ciudad, lo que parece confirmar la arqueología y la lingüística.

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