Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Átomos
El interés por saber cómo está formada la materia es tan antiguo como el hombre mismo. En el siglo V
antes de Cristo, Demócrito propuso las primeras ideas “atomistas”, que resultaron muy útiles para explicar
la gran diversidad de materiales como resultado de combinaciones entre un número finito de partículas.
Desde hace más de 100 años los científicos tratan de explorar la aparente impenetrabilidad del átomo. Se
realizaron muchísimas experiencias y se formularon diversas hipótesis que fueron probadas para su
aceptación o rechazo. Se propusieron diferentes modelos atómicos que pretendían interpretar la
constitución de los átomos, hasta llegar al conocimiento actual. Todos los modelos proponen explicaciones
aceptables a algunas observaciones, y fracasan ante otras. En este curso tomaremos de los distintos
modelos, las propuestas de conocida aceptación, que nos sirven para el propósito de comprender las
transformaciones químicas y la formación de compuestos.
Partículas subatómicas
Los átomos están formados por tres tipos de partículas: protones, electrones y neutrones. Estas partículas
están en constante movimiento y pueden ser caracterizadas por su masa y su carga eléctrica.
Obsérvese que los electrones tienen una masa despreciable con respecto a protones y neutrones (1836
veces menor), y que las masas de estas dos partículas pueden considerarse iguales. Para simplificar el uso
de números tan incómodos como los que se presentan en la tabla, se define una nueva unidad para las
masas atómicas, llamada uma (unidad de masa atómica). Una uma equivale a 1,67x10-24g, por tanto, las
masas del protón y el neutrón se aproximan a 1 uma. Protones y neutrones se encuentran juntos en el
núcleo del átomo, que es extremadamente pequeño. La mayor parte del volumen del átomo es el espacio
en el que se mueven los electrones. Éstos son atraídos por el núcleo como consecuencia de la fuerza que
existe entre cargas de signo opuesto.
La comprobación de que en los átomos hay partículas materiales cargadas, confirma la divisibilidad de los
átomos y la naturaleza eléctrica de la materia.
El núcleo es muy pequeño con relación al diámetro total del átomo, pero contiene la mayor parte de la
masa atómica. Esto indica que el átomo tiene grandes espacios vacíos, sin partículas materiales. Los
electrones giran alrededor del núcleo sin chocar con él.
El número de electrones es el suficiente para compensar la carga positiva del núcleo, de manera que el
átomo en su conjunto resulta neutro.
Números importantes
La cantidad de protones que un átomo posee en su núcleo es propia y distintiva de cada elemento, y recibe
el nombre de número atómico. Se representa con la letra Z. Así, todos los átomos de hidrógeno (H) tienen
un protón, ya que Z (H)=1, los de helio (He) tienen dos, etc. Cuando los átomos son eléctricamente neutros,
Z también coincide con el número de electrones.
Otro de los números que caracterizan a un átomo es el número de masa o número másico, A, que es igual a
la suma de protones y neutrones que tiene el núcleo.
La cantidad total de protones y neutrones da una indicación de la masa del átomo dado que, como se dijo
antes, la masa de los electrones es tan pequeña y el núcleo concentra la masa del átomo. Como la masa del
protón y del neutrón es aproximadamente igual a 1 uma, el valor del número másico es aproximadamente
igual a la masa atómica.
Es frecuente representar a los átomos por su símbolo nuclear, que consiste en el símbolo químico
acompañado de los dos números característicos, Z y A, escritos en la posición que muestra la figura:
Isótopos:
Cuando se comparan átomos del mismo elemento, aparecen casos como el siguiente:
Todos estos átomos son de hidrógeno, pero no son iguales entre sí. Todos tienen 1 protón en el núcleo
(Z=1), pero difieren en la cantidad de neutrones que poseen, y por lo tanto, tienen diferente número de
masa. Estos átomos con igual número atómico pero diferente número másico se denominan isótopos.
Iones
Los átomos pueden ganar o perder electrones de su capa más externa, para alcanzar una configuración que
los haga más estables. Cuando esto ocurre, la cantidad de electrones resultante es diferente de la cantidad
de protones en el núcleo, por lo que el átomo queda con una carga eléctrica neta, igual a la diferencia entre
la carga aportada por protones y electrones. Estas partículas cargadas se denominan iones. Si hay más
protones que electrones, la carga es positiva y se tiene un catión. Los iones negativos se llaman aniones, y
tienen más electrones que protones.
Los iones se simbolizan con el símbolo químico acompañado de la carga resultante, a modo de exponente a
la derecha: O2-, Na+, F-, etc.
La mayoría de los iones se forman cuando los átomos metálicos pierden electrones, y los no metálicos
ganan electrones para quedar con 8 electrones en su última capa. La siguiente imagen nos muestra un
átomo de litio y el ion que se forma cuando pierde un electrón: Li+
3 protones 3 protones
4 neutrones 4 neutrones
3 electrones 2 electrones
Bibliografía:
Química: la ciencia central. Brown, Le May, Bursten; Prentice Hall.
Química 1. Fundamentos. Aldabe, Aramendia, Lacreu; Ed. Colihue.