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El átomo

Para conocer qué es un átomo desde su descubrimiento, debemos remontarnos a su etimología


que, en este caso, procede del latín atŏmus y su significado es indivisible. Este término se lo
atribuyó Demócrito de Abdera, discípulo de Leucipo de Mileto. Lo llamó así porque era la medida
de menor tamaño que concebía cuya división era imposible.

Aristóteles sería uno de los filósofos que negaría la idea de que la materia está compuesta de
átomos. Sin embargo, fueron otros muchos que siguieron defendiendo la teoría atomista.

La curiosidad del hombre por saber qué es un átomo viene de su afán por entender la naturaleza
que le rodea y su funcionamiento. Fue tras la revolución científica cuando volvió a reconsiderarse,
a mediados del siglo XIX, a la escuela atomista griega por sus nuevas aportaciones científicas que
se valían de los átomos para explicar las leyes químicas. Además, fueron desde esta escuela los
que comprobaron que los átomos se subdividían en partículas más pequeñas.

John Dalton publicó, en 1808, su particular teoría atómica para la cual recurrió a antiguas ideas de
Leucipo y Demócrito. Algunas de sus conclusiones fueron:

Todos los elementos están formados por partículas discretas, diminutas e indivisibles, llamadas
átomos, que no se alternan en los cambios químicos.

Los átomos de un mismo elemento son todos iguales entre sí en masa, tamaño y en el resto de las
propiedades físicas o químicas. Por el contrario, los átomos de elementos diferentes tienen
distinta masa y propiedades.

Los compuestos se forman por la unión de átomos de los correspondientes elementos según una
relación numérica sencilla y constante. Por ejemplo, el agua está formada por 2 átomos de
elementos hidrógeno y 1 átomo del elemento oxígeno.

En pleno siglo XXI, sabemos que estos tres puntos de la teoría de Dalton ninguno son
completamente ciertos. Aún así, esta aproximación fue la más cercana a todo lo que conocemos
hoy en día y que permitió realizar grandes aportaciones para las generaciones futuras pudieran
seguir investigando en esta línea.

Estudios recientes han demostrado que poco queda de su etimología. Y es que, posteriormente a
esta teoría, se ha conseguido dividir los átomos en diferentes subpartículas rompiendo con ello la
creencia de que el átomo era un material indivisible.

Además, gracias a los diferentes avances, hemos logrado conocer la energía que estas diminutas
partículas almacena en su interior.

¿Qué es un átomo?

Un átomo es la partícula más pequeña de un elemento. Esta unidad de medida está compuesta
por un núcleo y una corteza. Por un lado, el núcleo está compuesto a su vez por neutrones, con
carga neutra, y protones, con carga positiva. Ambos se encuentran agrupados en el núcleo y
forman los nucleones. Y, por otro lado, la corteza se compone por electrones, con carga negativa.
Todas estas partículas (electrones, neutrones y protones) forman una estructura atómica y su
única diferencia es la relación que tienen unos con otros. Los electrones son las partículas
subatómicas más ligeras mientras que los protones pesan 1.836 veces más, al igual que los
neutrones.

Además, los electrones tienen energía negativa que cuya magnitud se define como carga eléctrica
elemental. Por el contrario, los protones tienen una carga opuesta a los electrones y los
neutrones, en su defecto, no poseen carga eléctrica.

Los nucleones (protones y neutrones) están unidos por una energía llamada “energía nuclear”.
Esto hace que el núcleo de los átomos contenga carga positiva y sea el lugar donde se concentren
la mayor parte de la masa atómica. Cabe destacar que, debido a la energía potencial del mismo, la
masa de los nucleones es inferior en el interior del núcleo al igual que su tamaño.

Alrededor del núcleo se encuentran los electrones cuya carga eléctrica es negativa. Si el número
de protones y electrones es el mismo, significa que el átomo es eléctricamente neutro. Y en el caso
de que un átomo tenga más o menos electrones que protones, significa que su carga eléctrica
global es negativa o positiva y recibe el nombre de ion (anión, en el caso de que sea negativa, y
catión si es positiva)

El núcleo más sencillo de los elementos que componen la tabla periódica es el átomo de
hidrogeno que solo está compuesto por un protón. Precisamente, el modelo de Bohr por el cual el
científico Niels Bohr utilizó las líneas espectrales del átomo de hidrógeno para explicar la
estructura de la materia.

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