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Neurociencia

Neurociencia en la antigua India


 José R. Alonso

hace 6 años

Los Veda son los cuatro libros más antiguos de la literatura


india. Se consideran la base de la desaparecida religión védica, anterior al hinduismo, y
fueron escritos después de que los pueblos arios invadieran la península del Indostán en
la mitad del segundo milenio antes de Cristo. En el Rig-veda (rich significa estrofa
sagrada y veda, verdad, conocimiento), el más antiguo de los cuatro (1400-1100 a.C.),
se dice que los sabios que acompañaban a los arios (“los nobles”, posteriormente
conocidos como Sindhu o hindúes) llevaban bolsas con hierbas medicinales para cuidar
a los enfermos y a los heridos, que sabían cauterizar heridas y que fabricaban piernas y
ojos artificiales.

El Átharva-veda es —como el Rig-veda— una colección de himnos mezclados con


encantamientos, y los hindúes creen que recitarlos produce una larga vida y cura las

enfermedades.  El Átharva-
veda(atharvan significa medicina) es el primer registro que tenemos de prácticas
médicas y teorías sobre la salud en la antigua India. Es un curioso compendio de
medicina en diferentes grados de evolución y mezcla desde ideas muy primitivas hasta
enfoques terapéuticos mucho más avanzados recopilados a lo largo de los mil
setecientos años del período védico (2500-800 a.C). Los médicos-sacerdotes de este
periodo rezaban a los dioses para librar al paciente de su enfermedad, usaban
exorcismos para expulsar a los demonios que causaban su mal y su arsenal terapéutico
estaba compuesto fundamentalmente de plegarias, sacrificios y rituales. El libro
contiene una gran cantidad de ensalmos y amuletos, que son considerados más eficaces
que las hierbas y otros remedios orgánicos, una muestra de la supremacía del mundo
espiritual frente al material.

El Átharva-veda incluye catorce oraciones para pedir a los dioses recuperar la salud y se


menciona un número importante de enfermedades algunas descritas en detalle y claridad
y otras muy vagamente. Entre las relacionadas con el cerebro que se han podido
identificar están la epilepsia, la locura, la neuralgia, las migrañas y la ceguera.

El ayurveda (āyuh significa ‘duración de la vida”) no es un texto sino un sistema


general de medicina que aprovechó algunas ideas del Átharva-veda, que ha sido el
fundamento del sistema sanitario indio durante los últimos 5.000 años y se sigue

estudiando en la India en 256 centros universitarios. 

Se estableció también en la época védica


y evolucionó en dos escuelas: la de los médicos y la de los cirujanos. De ahí surgen los
primeros textos exclusivamente médicos que son los samhitas o recopilaciones de
autores sabios. Se piensa que estas obras se escriben a partir de conocimientos sobre la
salud que se transmitieron de forma oral hasta cristalizar en estas colecciones de textos
donde se incluyen explicaciones sobre el funcionamiento del cuerpo, descripciones de
las enfermedades y propuesta de los mejores tratamientos aplicables. Los tres más
importantes o Triada Sénior son el Charak Samhita, el Susrut Samhita y el Ashtanga
Jridaya Samhita mientras que el Madhav Nidan Samhita, el Sarangdhar Samhita y el
Bhavprakash Samhita son llamados la Tríada Júnior.

Según las doctrinas ayurvédicas, el cuerpo humano está constituido por doshas
orgánicos, doshas mentales, dhatus y malas. Los doshas orgánicos son humores
corporales y hay tres tipos: vata (viento) que es el que moviliza el sistema nervioso, así
como las flatulencias, la gota y el reumatismo; pitta, que es la bilis y se secreta entre el
estómago y los intestinos, fluye a través del hígado, alcanza el bazo, el corazón, los ojos
y la piel y cuya principal cualidad es el calor; y kapha que es el fluido relacionado con
el moco, encargado de la lubricación y el transporte de nutrientes. El predominio de uno
u otro dosha marca una constitución diferente de la persona, algo con ciertos
paralelismos con la teoría de los humores y los biotipos de los antiguos griegos. Desde
finales del siglo XX, para hacerlos más creíbles u homologables a los conocimientos
actuales, se traducen los doshas como «temperamentos», «biotipos», «energías»,
«fuerzas» o «principios metabólicos».

Los doshas mentales son tres atributos humanos: satogun (divino), rajas (real, en el
sentido de procedente del rey) y tamas (maligno). Los dhatus son siete tejidos o
sustratos orgánicos: linfa, sangre, músculo, grasa, semen, hueso y médula (tanto la
médula ósea como la médula espinal). Las malas son los productos de desecho
incluyendo la orina, las heces y el sudor, y su correcta eliminación es también
fundamental para la salud. Luego están los 24 tattwas o principios cósmicos entre los
cuáles están prakriti, la naturaleza primordial; majat, la inteligencia cósmica; ajankara,
el ego y manas, la mente. Los demás son los sentidos (olfato, gusto, vista, tacto y oído),
los órganos de los sentidos (oídos, piel, ojos, lengua y nariz), los órganos de acción
(boca, manos, pies, pene y ano) y los cinco grandes elementos (tierra, agua, aire, fuego
y éter).

Cada persona tiene un dosha principal, según su constitución y características físicas


pero es también afectado en menor medida por los demás.  El control de la enfermedad
requiere reequilibrar los doshas de vuelta a un estado armonioso cambiando el modo de
vida, atendiendo a los aspectos espirituales, y reequilibrando los posibles desajustes
corporales con fórmulas de hierbas y minerales basadas en la propia constitución del
cuerpo y la mente de cada uno. A pesar de esta imagen naturista y antiquímica, estudios
en Estados Unidos han mostrado que un 20% de los medicamentos ayurvédicos que se
venden por internet contienen concentraciones tóxicas de plomo, mercurio o arsénico,
metales pesados que pueden dañar la función cerebral.

El principal remedio del antiguo ayurveda es el «soma», una planta que tenía que
recolectarse a la luz de la Luna acompañándose de rezos. Sus efectos incluían una
intoxicación leve y sensaciones de fuerza, coraje y deseo sexual. La identificación de
este vegetal se ha discutido y se piensa que quizá pudo ser una mezcla de plantas
alucinógenas como Datura metel, Cannabis sativa, Sarcostemma acidum, Sarcostenma

brevistigma y el hongo Amanita muscaria. 


El ayurveda propone usar la datura —
nombre genérico que proviene precisamente del hindi dhatūrā(“manzana espinosa”)—
contra la enfermedad mental pero también contra la fiebre, los tumores, los eczemas, las
infecciones, las diarreas y la falta de deseo sexual. Vamos, que sería un medicamento de
«amplio espectro».

Al final de la época védica, en torno al 600 a.C., el ayurveda se dividió en


especialidades que serían más o menos equivalentes a medicina interna, pediatría,
cirugía; ojo, oído, nariz y garganta (una mezcla de oftalmología y otorrinolaringología),
toxicología, geriatría y un cajón de sastre donde estaban los afrodisíacos y cómo tener
buena descendencia. La pediatría tenía tan malos resultados que a los bebés de menos
de dos años se les llamaba —y se les sigue llamando— ku-mara que significa «muere
fácil».

Charak, supuesto autor del Charak Samhita, fue un médico hindú de la corte del rey
Kanishka (que reinó del 78 al 101 o del 120 al 162). Charak abre su libro con una
declaración sobre el origen divino de la medicina ya que Brahma, el dios creador, le
transmitió el saber médico a Arti, un sabio místico que fue pasando sus conocimientos a
otros sabios hasta que se lo transmitieron a Atraya, el primer médico, quien a su vez,
instruyó a otros profesionales de la salud. Incluye un gran número de lecciones, algunas
de las cuáles están relacionados con las que se consideran las tres partes vitales: el
corazón, la cabeza y la vejiga urinaria. El corazón es el más importante, la fuerte de la
energía y el centro de un extenso sistema de canales (se listan 70 vasos sanguíneos) por

los que discurren los humores.  Con respecto a la cabeza, los datos que aporta
Charak están mezclados con una serie de creencias metafísicas e incluye una lista
telegráfica de los posibles resultados de un daño cefálico:

Si la cabeza está afectada, aparece rigidez en las regiones carótidas, parálisis facial,
los globos oculares giran, confusión mental, calambres, pérdida de movimiento, tos,
disnea, bloqueo de la mandíbula, mudez, tartamudeo, caída de los párpados, temblores
de las mejillas, bostezos, salivación, pérdida de la voz, retorcimiento de la cara, etc.

El libro incluye también unos 500 remedios de herboristería, un listado asombroso en el


mundo antiguo y donde se han podido identificar unos pocos remedios eficaces y
muchos otros inertes. Por poner un ejemplo, una planta que es denominada “luna”
porque su fruto parece una luna en cuarto creciente ha sido posteriormente identificada
como la Rauwolfia serpentina, una especie que contiene un sedante que disminuye la
presión arterial y es eficaz para el tratamiento del dolor de cabeza, el dolor traumático y
la ansiedad.

El Susrut Samhita considera que la cirugía es la principal y más elevada de las artes
sanatorias, algo que piensan todos los cirujanos y que está acorde con la gran cantidad

de instrumental quirúrgico obtenido en los yacimientos arqueológicos en la India. 


Susrut o Sushruta se considera el primer cirujano plástico de la historia y realizó
rinoplastias, eliminó cataratas y operó en el ano y en la boca. El libro contiene
instrucciones para hacer la disección del cuerpo humano e incluye una descripción de
1120 enfermedades, 700 plantas medicinales, 57 preparados de origen animal y 64
preparados de origen mineral. Un par de ejemplos de estos remedios animales -
escogidos con cierta mala uva- son los siguientes:

Para neutralizar los efectos de la acción química de dos venenos diferentes en el


organismo se debe tomar orina de asno. Es fuerte, de agradable sabor, y ha
demostrado ser curativa en casos de disentería crónica. Es un vermífugo y somete los
humores vaiu y kapha.

La orina de un camello resulta beneficiosa en casos de lepra, edemas, hidropesía


abdominal, demencia, gusanos en los intestinos, hemorroides y enfermedades debidas a
la acción de un humor vaiu desquiciado.

Puesto que en la antigua India no hay un conocimiento claro sobre las causas de la
enfermedad se mezclan cosas muy diferentes como una infección (lepra), un
parásito  (como los gusanos intestinales) o un trastorno mental como las demencias que,
a su vez, pueden ser muy diversas y tener diferentes agentes causales. Aún así, la
medicina ayurvédica es, junto a la medicina tradicional china, uno de los sistemas
médicos vigentes más antiguos del mundo. Sin embargo, su pobre eficacia frente a la
medicina occidental o medicina basada en la evidencia y sus fundamentos acientíficos
—piensan que los insectos y los gusanos nacen del sudor— la han relegado en occidente
al mundo de las terapias alternativas, que tienen siempre más de alternativas que de
terapias.

Para leer más:

 Dwivedi G, Dwivedi S (2007) Sushruta – the Clinician – Teacher par Excellence. Indian J
Chest Dis Allied Sci 49: 243-244. http://medind.nic.in/iae/t07/i4/iaet07i4p243.pdf
 Finger S (1994) Origins of Neuroscience: a history of explorations into brain function.
Oxford University Press, Nueva York.
 Lock S (2001) The Oxford illustrated companion to medicine. Oxford University Press,
Nueva York.
 Saper RB, Phillips RS, Sehgal A, Khouri N, Davis RB, Paquin J, Thuppil V, Kales SN (2008)
Lead, mercury, and arsenic in US- and Indian-manufactured Ayurvedic medicines
sold via the Internet. JAMA 300(8): 915-923.
 Sharma PV (2001) Sushruta samhita: with english translation of text and Dalhana’s
commentary along with critical notes(3 volúmenes). Visvabharati, Benarés.
 Wink M (1998) A short history of alkaloids. En: Alkaloids: Biochemistry, Ecology, and
Medicinal Applications (Robers, Wink, eds). Plenum Press, Nueva
York. http://www.uni-heidelberg.de/institute/fak14/ipmb/phazb/pubwink/
1998/20.%201998.pdf

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