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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD HUMANA

CARRERA MEDICINA

LINFOMA DE BURKITT

MATERIA: ANATOMIA PATOLOGICA

SUBGRUPO: D2
DOCENTE: JUAN JOSE MACHADO J.
AUXILIAR: LINA UNGUER
ERIKA CALDERON

ESTUDIANTE: PANOZO RIBERA KARLA DANIELA


REGISTRO: 218156571

Santa Cruz de la Sierra, Bolivia

Octubre, 2020
DEDICATORIA
Este trabajo va dedicado a los estudiantes de la carrera de medicina y a estudiantes
del ámbito de la salud con el propósito de contribuir en su formación académica
para que puedan obtener un conocimiento acerca de todo lo que puede abarcar esta
enfermedad y a la vez contribuir este pequeño granito de arena a la sociedad .
AGRADECIMIENTO
Primeramente, doy gracias a Dios, por estar en cada momento para fortalecerme y
darme sabiduría para así poder realizar este trabajo de la mejor manera.

Agradezco también a mis padres y familiares quienes me apoyaron tanto moral


como económicamente mientras realizaba este trabajo de investigación

De igual manera quedo agradecida con mis dos auxiliares de catedra Erika Calderón
y Lina Unger guía de las materias por estar siempre ahí para ayudarme y
capacitarme para poder realizar este trabajo despejando cada duda que tenia.
Y por último un agradecimiento especial al Dr. Juan José Machado J. por instruirme
y darme la oportunidad de realizar este trabajo.
INDICE
I. GLOSARIO…………………………………………………………..……………1
II. RESUMEN………………………………………………………………..……….2
III. SUMARY…………………………………………………………………………..3
IV. INTRODUCCION…………………………………………………………………4
V. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA…………………………………………5
VI. OBJETIVOS
• Objetivo general………………………………………………………………5
• Objetivos específicos…………………………………………………………5
VII. JUSTIFICACION……………………………………………………………….…7
VIII. ANTECEDENTES HISTORICOS……………………………………………….8
• Linfoma de Hodgkin…………………………………………………………..9
• Linfoma No Hodgkin…………………………………………………………11
IX. MARCO TEORICO………………………………………………………………18
1. Concepto…………………………………………………………………......18
2. Causas……………………………………………………………………..…18
3. Tipos…………………………………………………………..………………19
a) Endémica…………………………………………………………………..20
b) Esporádica…………………………………………………………………20
c) Asociada a inmunodeficiencia ………………………………………..…20
4. Síntomas…………………………………………………………………...…21
a) Síntomas del linfoma de Burkitt endémico……………………………..21
b) Síntomas del linfoma de Burkitt esporádico……………………………22
c) Linfoma relación con el VIH……………………………………………...22
5. Cuadro clínico y evolución………………………………………………….22
6. Factores de riesgo………………………………………………………...…23
7. Diagnostico…………………………………………………………………...23
• Estudio del LB……………………………………………………………24
• Estudio inicial…………………………………………………………….25
8. Pronostico…………………………………………………………………….25
9. Tratamiento…………………………………………………………………...26
• Consideraciones generales……………………………………………..27
• Radioterapia…………………………..………………………………….28
• Tratamiento del linfoma no Hodgkin en niños según el tipo y la
etapa………………………………………………………………………28
• Criterio de inclusión y exclusión……………...……………………..….29
• Plan de tratamiento intensivo……………...…………………………...30
10. Seguimiento…………………………………………………………………..30
11. Prevención……………………………………………...………………….…30
• Medidas de prevención de síndrome de lisis tumoral………………..30
• Cuidado de mucosas…………………………………………………….31
• Profilaxis de íleo intestinal y mantención de tránsito intestinal diario
…………...…………………………………………………………...……31
• Profilaxis antimicrobiana………………………………………………...31
12. Equipo multidisciplinario……………………………………………..…...…32
13. Recomendaciones ………………………………………………………..…32
X. CASOS CLINICOS………………………………………………………………33
• Caso clínico #1……………………………………………………………….33
• Caso clínico #2…………………………………………………………….…35
• Caso clínico #3……………………………………………………………….37
• Caso clínico #4…………………………………………………………….…40
• Caso clínico #5……………………………………………………………….42
XI. MATERIALES Y METODOS……………………………………………...……44
XII. CONCLUSION……………………………………………………………...……45
XIII. DISCUSION………………………………………………………………………46
XIV. ANEXOS……………………………………………………………………….…47
XV. REFERENCIA BIBLIOGRAFICA…………………………………...…………57
I.GLOSARIO
ALK Gen que da origen a una proteína que participa en la multiplicación
de las células
EMA Agencia europea de medicamentos
VEB Virus de Epstein Barr
Celularidad Composición celular de un tejido orgánico, ya sea desde el punto
de vista de su cantidad o desde su calidad.
LB Linfoma de Burkitt
VIH Virus de la inmunodeficiencia humana
LNH Linfoma No Hodgkin
ISRT Radioterapia en el sitio involucrado
TPH Trasplante de progenitores hematopoyéticos
TAC o TC Tomografía axial computarizada
PET – CT Tomografía computarizada con emisión de positrones
RAN Recuento absoluto de neutrófilos
IPI Índice pronostico internacional
QT Quimioterapia
EBER Dos ARN no codificante asociados con el virus de Epstein-Barr
VSG Velocidad de sedimentación globular.
TGP Transaminasa glutámica oxalacetica, enzima que produce el
hígado.
TGO Transaminasa oxalacetica (aspartato aminotransferasa)
FAL Análisis de fosfatasa alcalina leucocitica
KPTT Tiempo de tromboplastina parcial activada con caolín
VRDL Examen para detectar sífilis

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II. RESUMEN
Los linfomas son un conjunto de enfermedades neoplásicas que se originan en
células del sistema inmunitario, y que afectan específicamente a las células del
sistema linfopoyético, que es el encargado de producir los linfocitos.
Su clasificación, características y tratamiento dependen del linaje de célula en el
que se desarrollan. La mayoría afectan linfocitos tipo B, y en menor proporción
células T y NK. Este tipo de neoplasias corresponde al tercer tipo de cáncer más
común en niños, y entre ellas el linfoma de Burkitt es una de las tres patologías que
afectan con mayor frecuencia a la población infantil.
El linfoma de Burkitt es una neoplasia hematológica propia de edades tempranas.
Su forma de presentación más habitual es la enfermedad ganglionar. Es una forma
de LINFOMA maligno indiferenciado que normalmente se encuentra en África
central, pero también se informa que se encuentra en otras partes del mundo. Suele
manifestarse como una gran lesión osteolítica en la mandíbula o una masa
abdominal. Los antígenos de células B se expresan en las células inmaduras que
forman el tumor en prácticamente todos los casos de linfoma de Burkitt.
El linfoma de Burkitt supone casi un 40% de los linfomas no hodgkinianos en la
infancia. Se reconocen tres variantes clínicas asociado a inmunodeficiencia,
esporádico y endémico, propio del África ecuatorial. Éste es el tumor pediátrico más
frecuente en África ecuatorial, en cuya etiopatogenia actúan como cofactores
la infección por el virus de Epstein-Barr y la malaria. Presenta diferencias clínicas y
moleculares con los casos esporádicos, como la característica afectación de
los huesos de la cara (principalmente de la mandíbula, seguida de la órbita), la
mayor frecuencia de afectación del sistema nervioso central, de las glándulas
salivales y del tiroides, y la menor frecuencia de infiltración de la médula ósea.
El tratamiento se basa en quimioterapia combinada, y en el tratamiento inicial es
crucial la prevención del síndrome de lisis tumoral. Los resultados del linfoma de
Burkitt esporádico y endémico son superponibles, respecto a las tasas de
respuesta, recaídas y supervivencia.

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III. SUMARY
Lymphomas are a group of neoplastic diseases that originate in cells of the immune
system, and that specifically affect the cells of the lymphopoietic system, which is
responsible for producing lymphocytes.
Their classification, characteristics and treatment depend on the cell line in which
they develop. Most affect type B lymphocytes, and to a lesser extent T and NK cells.
This type of neoplasm corresponds to the third most common type of cancer in
children, and among them Burkitt's lymphoma is one of the three pathologies that
most frequently affect children.
Burkitt's lymphoma is a hematologic neoplasm of early ages. Its most common form
of presentation is lymph node disease. It is a form of undifferentiated malignant
LYMPHOMA that is normally found in central Africa, but is also reported to be found
in other parts of the world. It usually manifests as a large osteolytic lesion in the jaw
or an abdominal mass. B-cell antigens are expressed on the immature cells that form
the tumor in virtually all cases of Burkitt lymphoma.
Burkitt's lymphoma accounts for nearly 40% of non-Hodgkin's lymphomas in
childhood. Three clinical variants associated with immunodeficiency, sporadic and
endemic, typical of equatorial Africa, are recognized. This is the most common
pediatric tumor in equatorial Africa, in whose etiopathogenesis Epstein-Barr virus
infection and malaria act as cofactors. It presents clinical and molecular differences
with sporadic cases, such as the characteristic involvement of the bones of the face
(mainly the mandible, followed by the orbit), the higher frequency of involvement of
the central nervous system, the salivary glands and the thyroid, and the lower
frequency of bone marrow infiltration. Treatment is based on combination
chemotherapy, and prevention of tumor lysis syndrome is crucial in the initial
treatment. The results for sporadic and endemic Burkitt's lymphoma are overlapping,
with respect to response, relapse, and survival rates.

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IV. INTRODUCCION
Los linfomas son cánceres de un tipo específico de glóbulos blancos (leucocitos)
denominados linfocitos, que ayudan a combatir las infecciones. Los linfomas
pueden desarrollarse a partir de los linfocitos B y de los linfocitos T. Los linfocitos T
son importantes en la regulación del sistema inmunitario y para combatir las
infecciones víricas. Los linfocitos B producen anticuerpos, que son esenciales para
combatir algunas infecciones.
También se definen como un conjunto de enfermedades neoplásicas que se
originan en células del sistema inmunitario, y que afectan específicamente a las
células del sistema linfopoyético, que es el encargado de producir los linfocitos.

Estas neoplasias pueden afectar cualquiera de las células linfocíticas pero la


mayoría se originan en las células B y en menor grado en las células T y NK.

Puede desarrollarse a cualquier edad, pero es más habitual en niños y adultos


jóvenes, especialmente en los varones. A diferencia de otros linfomas, tiene una
distribución geográfica específica: es muy frecuente en África Central y muy raro en
Estados Unidos. La infección por el virus de Epstein-Barr se asocia con el linfoma
de Burkitt. También es más frecuente en las personas con infección por el VIH.
El linfoma de Burkitt es un linfoma no hogkiniano de crecimiento muy rápido, que se
origina a partir de los linfocitos B. Crece y se disemina rápidamente, con frecuencia
hacia la médula ósea, la sangre y el sistema nervioso central. Cuando se extiende,
produce debilidad y cansancio. En los ganglios linfáticos y los órganos abdominales
pueden acumularse grandes cantidades de células del linfoma y causar inflamación.
Si las células del linfoma invaden el intestino delgado pueden dar lugar a una
obstrucción o una hemorragia. Pueden inflamarse el cuello y la mandíbula, a veces
con dolor intenso. Para establecer el diagnóstico, los médicos realizan una biopsia
del tejido anormal y solicitan otras pruebas para determinar el estadio de la
enfermedad.

Sin tratamiento, el linfoma de Burkitt es rápidamente mortal. En algunos casos poco


frecuentes es necesario realizar una intervención quirúrgica para extirpar
segmentos de intestino obstruidos, hemorrágicos o perforados.
La quimioterapia intensiva, que incluye la administración de antineoplásicos en el
líquido cefalorraquídeo (quimioterapia intratecal) para prevenir la extensión de la
enfermedad al cerebro y la médula espinal, puede conseguir la curación de más del
80% de los casos.

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V. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
¿Qué es el linfoma de Burkitt y cuáles son los problemas que puede causar en
nuestro sistema en caso de padecerlo?

¿De qué manera se pueden identificar los tipos de linfoma de Burkitt?


¿Cómo podemos pronosticar y diagnosticarlo?

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VI. OBJETIVOS
• OBJETVO GENERAL
Describir todos los aspectos con relación al linfoma de Burkitt y todos los
problemas que puede causar en nuestro sistema en el caso de padecerlo.
• OBJETIVOS ESPECIFICOS
1. Identificar la causa principal para que se presente el Linfoma de Burkitt.
2. Entender las manifestaciones clínicas y la clasificación de esta
enfermedad.
3. Conocer de que manera puede llegar a afectar al cuerpo de la persona
que lo padece.
4. Distinguir los diferentes factores que influyen para que se presente el
linfoma de Burkitt.
5. Reconocer las maneras de poder diagnosticarlo.
6. Determinar el tratamiento y la prevención de esta enfermedad.

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VII. JUSTIFICACION
A través de este trabajo quería poder ayudar a que el lector pueda entender un poco
de los que es linfoma de Burkitt desde lo más básico hasta lo primordial y lo que
especialmente caracteriza esta enfermedad, esperando que pueda servirles a otros
estudiantes del ámbito de la salud como a personas que lo padecen o a quienes
quieran adquirir un poco más de conocimiento.

7
.

VIII. ANTESCEDENTES HISTORICOS


Los conceptos y la clasificación de los linfomas se han modificado a través de los
años como resultado de los avances tecnológicos en el estudio de las neoplasias
linfo-hematopoyéticas. Los linfomas desde mediados del siglo pasado se han
clasificado en dos grupos: Enfermedad de Hodgkin y Linfomas no-Hodgkin; con sus
tipos arquitectónicos y citológicos caracterizados con el microscopio de luz
convencional. Sin embargo, la incorporación progresiva de técnicas de laboratorio
especializada, principalmente inmunocito/histoquímicas y biología molecular, han
permitido la identificación de nuevas variedades clínico-patológicas, inmuno-
fenotípicas y genotípicas; de gran importancia terapéutica y pronóstica para los
pacientes. En la actualidad, los linfomas se clasifican siguiendo las
recomendaciones más recientes de la Organización Mundial de la Salud.
Los linfomas desde su descripción original y hasta mediados del siglo pasado se
clasificaron en tres grupos principales: enfermedad de Hodgkin, linfosarcoma y
reticulosarcoma, probablemente debido a la escasa respuesta al tratamiento y
limitada sobrevida de los pacientes. La deficiente correlación clínico-patológica
encontrada L Rev Venez Oncol Keyla Pineda y col. 319 por los clínicos, propició
que se revisaran y actualizaran los conceptos y la clasificación de los linfomas a
partir de la década de 1940. Jackson y Parker en 1944 y Lukes y Butler en 1963 y
1966, respectivamente lo hicieron en la enfermedad de Hodgkin. Gail y Mallory en
1942, Rappaport en 1956 y 1966, Lukes y Collins en 1974 y Lennert en 1975 la
realizaron en los linfomas no-Hodgkin. Sin embargo, los estudios de transformación
linfocitaria con agentes mitógenos y la identificación de los diferentes tipos de
linfocitos en suspensiones celulares y cortes histológicos por congelación,
estudiados con inmunofluorescencia, además de permitir un mejor conocimiento de
la biología celular de los linfomas causaron una gran confusión y controversia entre
clínicos y patólogos en la década de 1970; al demostrarse que muchos de los
linfomas de células grandes (“histocíticos”) eran funcionalmente de linfocitos. El
Instituto Nacional del Cáncer, en Estados Unidos de América, en un intento de
unificar criterios y superar diferencias entre las clasificaciones alternas a la
morfológica de Rappaport, patrocinó un estudio retrospectivo de 1 175 linfomas no-
Hodgkin: el cual, al no encontrar diferencias significativas entre las seis
clasificaciones analizadas: Rappaport, Lennert o Kiel, Lukes y Collins, Dorfman,
Grupo Británico y la Organización Mundial de la Salud (OMS); propuso en 1982 una
“Fórmula de Trabajo para Uso Clínico” (“Working Formulation for Clinical Usage”),
la cual, con algunas limitaciones permitía una nomenclatura más uniforme y la
identificación de diferentes variedades funcionales, morfológicas y pronósticas de
los linfomas no-Hodgkin.

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El incremento en el número y especificidad de los anticuerpos linfo-hematopoyéticos
y alteraciones genotípicas (translocaciones, re-arreglos, trisomías, etc.),
demostradas con técnicas de citogenética, citometría y biología molecular en
suspensiones celulares y/o cortes histológicos por congelación o de tejidos incluidos
en parafina; propició una nueva revisión y actualización de los conceptos en los
linfomas, especialmente de los no-Hodgkin. El Grupo Internacional para el Estudio
de los Linfomas (ILSG, siglas en inglés), integrada principalmente por europeos y
norteamericanos, propuso en 1994, la Clasificación Europea-Americana Revisada
(REAL, siglas en inglés) para los linfomas, más cónsona con los conocimientos
científicos y clínico-patológicos de la época. No obstante, la OMS auspició en 1997
una reunión internacional en Airlie House, Virginia, EE.UU., principalmente de
clínicos expertos en linfomas (Clinical Advisory Commitee); con la finalidad de
reevaluar los criterios diagnósticos, la nomenclatura y correlación clínico-patológica
vigentes. Como resultado de esta revisión, se propuso clasificar a las neoplasias
linfo-hematopoyéticas (incluyendo los linfomas) incorporando los aspectos clínicos,
inmuno-fenotípicos y genotípicos más recientes, recomendaciones que fueron
aceptadas y publicadas por la OMS en el 2001. Sin embargo, la OMS patrocinó
posteriormente (2007) otra reunión multidisciplinaria para discutir y analizar varios
tipos de linfomas no-Hodgkin novedosos y controversiales como los llamados de la
“zona gris”, que mostraban características inmunofenotípicas y genotípicas
intermedias entre los linfomas no-Hodgkin o entre linfoma no-Hodgkin y Hodgkin;
observaciones y recomendaciones que están incluidas en su monografía de 2008
(anexo 1, 2, 3, 4). El propósito de nuestra revisión fue el de hacer un breve recuento
histórico de los cambios en los conceptos y la clasificación de los linfomas como
resultado de los progresivos avances clínicos patológicos, inmuno-fenotípicos y
genotípicos; parte de los cuales se lograron con la participación del grupo de
Hematopatología “Dr. Henry Rappaport” de la Universidad de Chicago en EE.UU.
LINFOMA DE HODGKIN
Descrito por Thomas Hodgkin en 1832 y llamado enfermedad de Hodgkin por
Samuel Wilks en 1865, permaneció sin ser subclasificado hasta 1944 cuando
Jackson y Parker describieron tres variedades histológicas con aparente relevancia
clínica:

1. Para-granuloma, poco frecuente y con excelente pronóstico


2. Granuloma, el más frecuente y con pronóstico variable e impredecible
3. Sarcoma, el más raro y con el peor pronóstico
Sin embargo, los clínicos responsables del tratamiento y seguimiento de los
pacientes, no encontraron una correlación clínico-patológica satisfactoria. Por
consiguiente, Lukes en 1963 y con la colaboración de Butler en 1966, propuso una
clasificación alterna que incluía seis tipos histológicos que mejoraban

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considerablemente el estudio, diagnóstico y tratamiento de los pacientes:
predominio linfocitario, nodular y difuso. Nodular esclerosante, celularidad mixta,
depleción linfocitaria, reticular y fibrosis difusa. No obstante, en la reunión
multidisciplinaria de Rye, Nueva York en 1965, clínicos y patólogos acordaron
reducirla a cuatro tipos:

1. Predominio linfocitario
2. Nodular esclerosante
3. Celularidad mixta
4. Depleción linfocitaria.

Clasificación conocida hasta la actualidad como de Rye; cuya utilidad y beneficio


para los pacientes, ha sido demostrada en estudios de diferentes instituciones y
países.
En la actualidad, el linfoma de Hodgkin debe ser clasificado de acuerdo a las
recomendaciones más recientes de la OMS (anexo 1). Sin embargo, los patólogos/
hematopatólogos, en el ejercicio diario de nuestra especialidad tenemos que
continuar usando los criterios histológicos diagnósticos de Lukes y Butler, para
establecer con mayor precisión el diagnóstico diferencial con los diferentes
procesos, benignos y malignos, con los que puede ser confundido.

El mejor conocimiento, variedad y especificidad de las técnicas inmunofenotípicas


y genotípicas accesibles en la actualidad; han permitido resolver algunas
interrogantes que aun persistían:
1. El linfoma de Hodgkin es, en la mayoría de los casos, una neoplasia maligna
de linfocitos-B.
2. La variedad predominio linfocitario nodular, corresponde a un linfoma
noHodgkin de linfocitos-B, con la potencialidad de transformación a uno
difuso de células grandes.
3. La mayoría de los casos con depleción linfocitaria son linfomas no- Hodgkin
de células grandes anaplásicas.
4. Los protocolos modernos de tratamiento en la forma clásica del linfoma han
logrado que el pronóstico y sobrevida de los pacientes sea excelente y
prolongada; independientemente del tipo histológico y extensión (estadio) de
la enfermedad.

El linfoma de Hodgkin predominio linfocitario nodular, tiene características


inmunofenotípicas que permiten su identificación y diferenciación con los de tipo
clásico; las células tumorales multilobuladas o L & H. muestran inmunorreactividad
con CD20, BCL6, CD45, CD75, CD79a, PAX 5, PIM1, MYC, Oct 2 y B0B.1; así
como negatividad para CD2, CD3, CD15, CD30, CD43, MUM 1, perforina/
granenzima y ALK. El EMA, la cadena-J e inmunoglobulinas son en ocasiones

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positivas. Genotípicamente, tiene re-arreglo monoclonal funcional de
inmunoglobulinas y ausencia de infección latente del virus Epstein-Barr (VEB). Las
células tumorales se originan de los centroblastos foliculares.

El linfoma de Hodgkin clásico se caracteriza inmunofenotípicamente por su


positividad con CD15, CD30, PAX5 y MUM1 en la mayoría de las células de Reed-
Sternberg y sus variantes; así como por su negatividad para CD2, CD3, CD43,
CD45, CD68, CD75, cadena-J, BOB.1, perforina/ granenzima y ALK. El CD20, EMA,
BCL-6, CD79a, y Oct 2 son ocasionalmente positivos. Con frecuencia está asociado
con sobreexpresión y patrones anormales de las interleucinas (IL) 2,5, 6, 7, 9, 10 y
13; así como del factor estimulante de colonias de granulocitos/macrófagos
(GMCSF, siglas en inglés), linfotoxina-a, exotoxina, factor transformador del
crecimiento-beta (TGF- β) y la quimiocina TARC; las cuales probablemente sean
responsables de la presencia de células inflamatorias y fibrosis, observadas en
algunos casos. Genotípicamente, las células de Reed Sternberg y sus variantes, en
la mayoría de los casos, muestran re-arreglos monoclonales de inmunoglobulinas y
en ocasiones del receptor de células- T (TCR). La citogenética clásica y la
hibridación in situ con inmunof1uorescencia (FISH) muestra aneuploidía e
hipertetraploidia, compatibles con la multinucleación de las células neoplásicas; así
como ausencia de las translocaciones t (14;18) y t (2;5). La prevalencia del VEB en
las células de Reed-Sternberg varía con los tipos histológicos, es mayor en el de
celularidad mixta y menor en el nodular esclerosante. Las células tumorales
infectadas con el VEB, también expresan el LMP-1 y EBNA-1.

En la actualidad se considera que, en la mayoría de los casos, las células


neoplásicas en el linfoma de Hodgkin clásico, se originan de los linfocitos-B maduros
del centro germinal; ocasionalmente de las células reticulares dendríticas y rara vez
de linfocitos- T periféricos (postímicos).

LINFOMA NO-HODGKING
Los conceptos y clasificación de los linfomas no-Hodgkin, contrariamente a los de
Hodgkin, han tenido modificaciones periódicas y sustanciales desde mediados del
siglo 20. La clasificación morfológica de Rappaport, descrita en 1956 y actualizada
en 1966, fue de gran ayuda y utilidad para clínicos y patólogos demostrada en
estudios clínico-patológicos de diferentes instituciones y países. Sin embargo, el
reconocimiento de los diferentes tipos de linfocitos, propició que Lukes y Collins en
Norteamérica en 1974 y Lennert en Europa en 1975, propusieran clasificaciones
alternas que separaban a los linfomas no-Hodgkin de acuerdo a sus características
funcionales (inmunológicas) y grado de agresividad, independientemente de su
aspecto arquitectónico. Los avances tecnológicos inmunofenotípicos y genotípicos
de la década de 1980; propiciaron que el Grupo ILSG, con el apoyo de la OMS,
recomendara en 1994, el uso de la clasificación europea-americana para los

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linfomas REAL. Sin embargo, debido a que aun persistía escepticismo entre los
clínicos, la OMS convocó en Airlie House Virginia, EE.UU en 1997 una reunión
principalmente de oncólogos y hematólogos expertos en linfomas (“Clinical Advisory
Comittee”) para reevaluar una vez más los conceptos y la clasificación de los
linfomas; recomendando fueran consideradas las características clínicas
(localización, estadio e índice pronóstico), histológicas (arquitectura y citología),
inmunofenotípicas (positividad o negatividad con diferentes anticuerpos) y
genotípicas (translocaciones, re-arreglos, trisomías, etc.); recomendaciones que
incorporó la OMS en su monografía de 2001. En la reunión multidisciplinaria más
reciente (2007) auspiciada por la OMS, en Virginia, EE. UU, se discutieron y
analizaron los avances inmunofenotípicos y genotípicos recientes;
recomendándose en la publicación de 2008, la inclusión de nuevos tipos de linfomas
no-Hodgkin de células-B maduras (“linfomas de la zona gris”); como son los
inclasificables con características intermedias entre células grandes y Burkitt, así
como de células grandes y Hodgkin clásico (anexos 2,3, 4).

Los linfomas no-Hodgkin tienen características clínicas, histológicas,


inmunofenotípicas y genotípicas comunes para todas las variedades y específicas
para cada una de ellas; las cuales permiten su identificación y diferenciación.

Los linfomas linfoblásticos/leucemias linfoblásticas de células-B precursoras, tienen


características inmunofenotípicas y genotípicas que facilitan su identificación y
diferenciación. Los linfomas muestran inmunorreactividad con CD10, CD19, CD24,
CD79a, HLATDR, PAX5 y TdT. En la forma leucémica se observa además
positividad variable con CD20 y CD22 y en forma ocasional para CD13 y CD33. Las
anormalidades citogenéticas son de varios tipos: hipodiploides, hiperdiploides,
pseudodiploides y translocaciones; las cuales tienen implicaciones pronósticas
diferentes:

1. Favorables con la t (12;21) (p13; q22), alteración genética TEL/AMl1 e


hiperdiploides de más de 50.
2. Pronóstico desfavorable con las translocaciones t (9;22) (q34; q11.2), t (4;11)
(q21; q23), t (1;19) (q23; p13.3) y alteraciones genéticas hipodiploides.
BCR/ABL, AF4/ MLL y PBX/E2A.
Las células neoplásicas se originan de linfocitos-B precursores o células
hematopoyéticas madre.
Los linfomas no-Hodgkin de linfocitos-B maduros comparten positividad con algunos
anticuerpos y requieren de otros, que varían entre tipos morfológicos, para su
identificación. En la actualidad, las características inmunofenotípicas y genotípicas
de algunas de las variedades histológicas más frecuentes son:

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1. Linfoma difuso de células -B grandes (DLBCL). Muestra inmunorreactividad
con CD19. CD20, CD22 y CD79a (aun cuando alguno de ellos puede estar
ausente); también tiene positividad para el BCL-6. Ki-67, inmunoglobulinas
de superficie (membrana celular) principalmente IgM. El CD5, CD10, CD30 y
BCL-2 muestran una positividad variable (10 % al 50 %); el p53 y CD138 la
tienen ocasionalmente. Genotípicamente, aproximadamente la tercera parte
de los casos, presentan la translocación t (14;18) (q32; q21) y re-arreglo del
BCL-6 en los casos que están asociados al SIDA. Las células tumorales se
originan de linfocitos-B activados del centro o poscentro germinal.
2. Linfoma folicular. Independientemente de su grado muestra, en la mayoría
de los casos, positividad para kappa o lambda (2/1), CD19, CD20, CD22,
CD10, CD79a, BCL2 y BCL6. El CD5, CD23, CD43 y el Bcl-1 son negativos.
La mayoría, en especial los grado I, tienen la translocación t (14;18) (q32;
q21); en ocasiones pérdida de los cromosomas 1p,6q,1Oq y 17p, y ganancia
del 1,6p,7,8 y 12q,18q y X. Se considera que las células neoplásicas se
originan de linfocitos-B del centro germinal.
3. Linfoma de la zona marginal extra ganglionar del tejido linfoide asociado a
mucosas (Linfoma - MALT). En la mayoría de los casos tiene
inmunorreactividad para kappa o lambda (2/1), CD20, CD79a y Bcl-2; así
como para el CD43 y Bcl-6 en menor proporción (30 %) y el CD5, CD10 y
CD23 y ciclina D1 ocasionalmente (< 10 %). El Bcl-1 es negativo en todos.
Genotípicamente muestra varias alteraciones: translocaciones t (11;18) (q21;
q21) y t (14;18) (q32; q21), así como la trisomía 3; las más frecuentes. Las
translocaciones t (1;14) (p22; q32) y la t (3;18) (p14; q32) están presentes
ocasionalmente. Las células tumorales se originan de los linfocitos-B de la
zona marginal poscentro germinal (70-73).
4. Linfoma linfocítico pequeño/leucemia linfocítica crónica. Presenta, en la
mayoría de los casos, positividad para kappa o lambda (2/1), CD5, CD20,
CD22, CD23, CD43, CD79a, Bcl-2, lgM e IgD. El Bcl6 se encuentra con
menor frecuencia (< 30%) y rara vez el CD10 y Bcl-1; (<10. %).
Genotípicamente, aproximadamente el 80% tiene alteraciones
cromosómicas, con predominio de la trisomía 12 y ausencia o deficiencia
(“deletion”) 13q14.3. Con menor frecuencia se observa ausencia o deficiencia
11q 22-23, 6q y 17p13. En la actualidad, se considera que las células
neoplásicas se originan de linfocitos -B con experiencia antigénica.
5. Linfoma de células del manto. Tiene en la mayoría de los casos,
inmunorreactividad para kappa o lambda (1/1), lgM, IgD, CD5, CD20, CD43,
Bcl-2 y ciclina D1. El CD10, CD23 y el Bcl-6 se observan ocasionalmente (Se
considera que las células tumorales se originan de linfocitos-B periféricos de
la zona interna del manto folicular (pre-centro germinal).

13
6. Linfoma de Burkitt. Muestra positividad para inmunoglobulinas de superficie
(principalmente IgM e IgD en cortes histológicos por congelación) CD10,
CD19, CD20, CD79a, Ki-67 y Bcl-6. El Bcl-2. CD23 y TdT son negativos.
Genotípicamente, casi todos los casos tienen las translocaciones que
involucran al gen c-myc, en la mayoría (85%) se observa la t (8;14) (q24; q32)
y en la minoría (15 %) la t (2;8) (p12: q24) y la 1(8;22) (q24; q11). En la
actualidad, se considera que las células neoplásicas se originan de los
linfocitos-B del centro germinal o poscentro germinal.
7. Linfoma linfoplasmacítico /macroglobulinemia de Waldenström. La mayoría
de los casos tienen inmunorreactividad para kappa o lambda (2/1), CD19,
CD20, CD22, CD25, CD38 y CD79a; así como para el CD43 en menor
proporción (22 %). El CD5, CD10 y CD23 son generalmente negativos y solo
ocasionalmente positivos ((<10 %). Genotípicamente, no muestra
alteraciones cromosómicas u oncogénicas específicas, aun cuando se han
descrito trisomías 3,4 y 18, así como ausencia o deficiencia 6q. La
translocación t (9;14) (p13; q32), es excepcional. Las células tumorales se
originan de linfocitos-B poscentro germinal diferenciándose a células
plasmáticas.
8. Linfoma de células-B grandes mediastinal (tímico). Se observa, en la mayoría
de los casos, inmunorreactividad con CD19, CD20, CD22, CD45 y Ki-67; para
el BCL-6, MUM1, CD23 y CD3O en menor proporción y con CD10 y CD15
rara vez. El CD5 y CD43 son negativos. Genotípicamente, muestra Re
arreglos en los genes de las inmunoglobulinas, cariotipos hiperdiploides con
ganancia en los cromosomas 9p24, 2p15, Xp11.4-21 y Xq24-26; así como
ampliación del gen REL; características que lo diferencian de los linfomas
similares observados en otras localizaciones. No presentan re-arreglos del
Bcl-2, Bcl-6 y c-myc. Se considera una neoplasia maligna originada de
linfocitos -B medulares del timo.

Los linfomas no-Hodgkin de linfocitos -T. Debido a su poca frecuencia (< 13 %) y


escasos inmunomarcadores específicos requieren, con frecuencia, de la presencia
de inmunofenotipos aberrantes para su identificación. Los estudios genotípicos son,
en muchos casos, necesarios para establecer la presencia de monoclonalidad. Las
diferentes variedades incluidas en este grupo son: sin otra especificación (NOS,
siglas en inglés), nasal NK/, angio-inmunoblástico, células grandes anaplásicas,
micosis fungoide/síndrome de Sézary y otros linfomas cutáneos, enteropático,
hepato-esplénico, linfoma/ leucemia del adulto, etc. (anexo 4); la mayoría de ellos
muestran inmunorreactividad para anticuerpos pan- T (CD3, CD43, y CD45Ro), con
positividad para CD8 e inmunofenotipos aberrantes (CD4-CD8 negativos o
positivos) en algunos casos. Con frecuencia (65 %), se observa pérdida aberrante

14
de uno o más marcadores pan- T (CD2, CD3, CD5, o CD7. Las características
inmunofenotípicas que se aprecian en algunas de las variedades son:
1. Linfomas de linfocitos-T, sin otra especificación (NOS). Aun cuando los
antígenos asociados a linfocitos están presentes, los de tipo aberrante son
comunes. El CD4 y el CD8 pueden ser positivos o negativos (aislados o
combinados). EI CD30 (en la variedad de células grandes), las proteínas
citotóxicas (perforina, granenzima y TIA1), CD15 y el CD56 son
ocasionalmente positivos. El CD10, BCL6, PD1 y CXCL13 son negativos.
Genotípicamente muestran, en la mayoría de los casos, re-arreglo clonal de
los genes TCR y cariotipos complejos con pérdidas o ganancias de varios
cromosomas (4 a 10, 12, 13,17 y 22q). Sin embargo, no ha sido identificada
una sola alteración citogenética consistente, aun cuando en ocasiones se
encuentra la trisomía 3. Las células tumorales se originan de linfocitos-T
maduros activados, principalmente CD4.
2. Linfoma de linfocitos NKT nasal. Muestra en la mayoría de los casos típicos
inmunorreactividad con CD2, CD56, HLR-DR, perforina, granenzima, TlA-1,
interleucina-2, CD43, CD45RO, CD25 y CD95; con CD7 y CD30
ocasionalmente positivos. El CD3, CD4, CD5, CD8, CD16 y CD57 son
negativos. Genotípicamente, la mayoría muestra TCR y el gen de las
inmunoglobulinas normales, con aberraciones citogenéticas variadas:
ganancia (2q) o pérdida (1p,4 a 7,11 y 15 q); así como ausencia de
translocaciones específicas. Se considera una neoplasia maligna originada
principalmente de linfocitos NK activados o de linfocitos citotóxicos en
algunos casos (93-95).
3. Linfoma de linfocitos-T, tipo micosis fungoide/síndrome de Sézary. En la
mayoría de los casos se encuentra inmunorreactividad con CO2, CO3, CO4,
CO5 y TCR-beta. En la micosis fungoide el CD8 y las proteínas citotóxicas
son ocasionalmente positivas; en el síndrome de Sézary el CD8 es también
rara vez positivo. Genotípicamente se observa, en ambas variedades, re-
arreglo de los genesTCR y cariotipos complejos con alteraciones numéricas
y estructurales sin especificidad. En la actualidad, se considera que se
originan de linfocitos- T maduros epidermotróficos CD4 positivos.
4. Linfoma angioinmunoblástico de linfocitos-T. Presentan inmunorreactividad
con CD3, CDS y mixta CD4-CD8 (con predominio del primero). El CD21,
CD23, CD35 y CD95 (fascina) son positivos en las células dendríticas
foliculares. Las células plasmáticas presentes con frecuencia, muestran
policlonalidad. Genotípicamente se observa re-arreglo del gen- TCR en la
mayoría de los casos (75 %) y de inmunoglobulinas en la minoría (10 %). Las
anormalidades citogenéticas más frecuentes son las trisomías 3 y 5, un
cromosoma X adicional, ganancia de 19, 11q13 y 22q; así como pérdida del

15
13q. Las células tumorales se originan de linfocitos-T ayudadores CD4
positivos del centro germinal.
5. Linfoma de linfocitos-T enteropático. Tiene positividad con CO3, CO7, CO3O,
CO103 y proteínas citotóxicas; la positividad con CD56 y CD68 se encuentra
principalmente en la variedad de células medianas (monomórfica). El CO4 y
COS son negativos. Genotípicamente muestra en la mayoría de los casos,
HLA DQA1*O5O1 y el DQB1*0201 característicos de la enfermedad celíaca,
y re-arreglo clonal de los genes- TRB@ y TRG@. Se origina de los linfocitos-
T intraepiteliales intestinales.
6. Linfoma de linfocitos-T, hepato-esplénico. Es CD2, CD3, TlA-1 y CD56
positivo; con perforina y CD8, en algunos casos. El CD4, CD5 y CD7 son
generalmente negativos. Genotípicamente muestra, en la mayoría de los
casos, re-arreglo de genes- TCR gamma -delta y alfa-beta en la minoría. Con
frecuencia se encuentra el isocromosoma 7q, en ocasiones conjuntamente
con la trisomía 8. En la actualidad, se considera que se origina de linfocitos-
T citotóxicos gamma-delta y rara vez de los alfa-beta.
7. Linfoma de células grandes anaplásicas. Es ALK positivo o negativo, con
predominio del primero y muestra inmunorreactividad con CD3Q, EMA.
CD25, granenzima y/o perforina, TIA1, CD2, CD4, CD5 y CD43. EL CD8 es
positivo en algunos casos y el CD3, CD15, CD45 y CD45Ro, rara vez. El
CD5, CD7, CD68, BCL2 y el VEB (Eber y LMP1) son negativos.
Genotípicamente, la mayoría tiene re-arreglo clonal del TCR y la
translocación t (2;5) (p23; q35). La t (1;2) (q25; p23) e inversión 2 se observan
con menor frecuencia y las t (2;3) (p23; q12), t (2;17) (p23; q23), t (2;19) (p23;
p13.1), entre otras, rara vez. Las células neoplásicas se originan de linfocitos
citotóxicos- T maduros activados.
8. Linfoma linfoblástico/leucemia linfoblástica aguda de linfocitos-T precursores.
Muestra positividad con TdT y expresión variable para CD1a, CD2, CD3,
CD4, CD5, CD7, CDB, CD34 y CD99; aun cuando es mayor con CD3 y CD7.
El CD13 y el CD33 son con frecuencia también positiva y el CD10 y el CD79a,
ocasionalmente. Genotípicamente tiene translocaciones variadas del TCR en
la mayoría de los casos: alfa y delta en el 14q11.2. beta en 7q 35 y gamma
en 7p 14- 15; así como en los factores de transcripción MYC (8q 24.1), TAL
(1p 32), RBTN1 (11p 15), RBTN2 (11p 13), HOX11(10q24), LYL 1(19p13) y
en la tirosina quinasa citoplásmica LCK (1p 34.3-35). Las células tumorales
se originan de linfocitos-T precursores o linfocitos tímicos.
En conclusión, los avances tecno1ógicos, inmunofenotípicos y genotípicos, han
propiciado los cambios en los conceptos y la clasificación de los linfomas,
observados principalmente en las últimas tres décadas. También han permitido que
el diagnóstico y tratamiento de los pacientes sea más preciso. Es probable que, en

16
un futuro cercano, la extensa y compleja nomenclatura actual y la diferenciación
entre los linfomas de Hodgkin y no- Hodgkin ya no sea necesaria. No obstante, los
patólogos no debemos olvidar que la microscopia convencional es y seguirá siendo
la base de la patología general y quirúrgica

17
.

IX. MARCO TEORICO


1. Concepto
El linfoma de Burkitt es una forma relativamente poco frecuente y agresiva del
linfoma no Hodgkin. El linfoma no Hodgkin es un tipo de cáncer del sistema linfático.
El sistema linfático ayuda al organismo a combatir las infecciones.

Se inicia en los linfocitos B (que son células inmunitarias que normalmente secretan
anticuerpos), llamados así porque maduran en la médula ósea y en muchos huesos.
Hay tres tipos de linfoma de Burkitt, son de crecimiento rápido y puede afectar a
niños pequeños y adultos.

Es una patología caracterizada por una linfoproliferaciòn neoplásica de linfocitos B


desarrollada en tejido linfoide. Ha sido clasificada por la Organización Mundial de la
Salud entre las neoplasias de células B maduras y definida como un tumor derivado
de células del centro germinal, con una alta velocidad de crecimiento y proliferación
celular secundaria a la sobreexpresión del gen C-MYC, derivada de translocaciones
que afectan a nivel de 8q24, este hallazgo es altamente característico, pero no es
específico.
El linfoma de Burkitt es un tipo de linfoma no Hodgkin de células B agresivo (de
crecimiento rápido) que se presenta con mayor frecuencia en los niños y los adultos
jóvenes. Es posible que la enfermedad afecte la mandíbula, el sistema nervioso
central, el intestino, los riñones, los ovarios u otros órganos. Hay tres tipos
principales de linfoma de Burkitt: esporádico, endémico y relacionado con la
inmunodeficiencia. El linfoma de Burkitt esporádico se presenta en todo el mundo,
el linfoma de Burkitt endémico se presenta en el África y el linfoma de Burkitt
relacionado con la inmunodeficiencia se observa con mayor frecuencia en los
pacientes de SIDA.
Se presenta más comúnmente en los niños que viven en África Subsahariana,
donde se lo relaciona con el virus de Epstein-Barr (VEB) y la malaria crónica. El
linfoma de Burkitt también puede encontrarse en otros lugares, incluidos los EE. UU.
Fuera de África, el linfoma de Burkitt se presenta, con más frecuencia, en las
personas que tienen un sistema inmunitario comprometido.

La clasificación de la Organización Mundial de la Salud define como una única


entidad el linfoma de Burkitt (LB) y la leucemia linfoblástica aguda B madura (LLA
tipo L3). Ambas tienen un mecanismo oncogénico común, la sobreexpresión del
oncogén C-MYC, ocasionada por el reordenamiento cromosómico t (8;14) o sus
variantes y la sobreproducción de proteína c-myc. La consecuencia de todo ello es
la neoplasia de mayor ritmo replicativo conocida, la LB. El desarrollo de pautas de

18
tratamiento adaptadas a la particular biología de la enfermedad, incluidas altas dosis
de ciclofosfamida, metotrexato y citarabina y profilaxis agresiva de la afectación
meníngea, han permitido obtener tasas de remisión del 75-90% y curaciones de
hasta el 50- 70% en adultos. El desarrollo de nuevos tratamientos, dirigidos a dianas
biológicas específicas podrían mejorar aún el pronóstico de los pacientes, tanto en
la fase inicial como en los casos resistentes o en recaída (AU).
El linfoma de Burkitt es un linfoma de células pequeñas no hendidas. Es raro en
Estados Unidos, pero es endémico en África Central, como ya se mencionó. Puede
presentarse en la infancia como una masa mandibular u ovárica de crecimiento
rápido. Con mayor frecuencia, aparece como una enfermedad abdominal
voluminosa, que se origina a menudo en la región de la válvula ileocecal. En los
adultos puede ser voluminosa y generalizada, frecuentemente con afectación
masiva del hígado, el bazo y la médula ósea. La afectación cerebral y del líquido
cefalorraquídeo (LCR) se observa a menudo en el momento del diagnóstico, o en el
caso de linfomas recidivantes.

2. Causas
En algunos casos, la causa puede ser la mutación de un gen. El linfoma de Burkitt
también se asocia a una infección producida por el virus de Epstein-Barr (VEB). Un
sistema inmunitario debilitado, como ocurren en una infección por VIH, también
puede causar linfoma de Burkitt. En algunos casos, la causa se desconoce.
El 80% de los casos de LB presenta una translocación (8; 14) (q24; q32) ocurriendo
una yuxtaposición del gen C- MYC del cromosoma 8. En el 20% restante, las
translocaciones ocurren entre los cromosomas 2 y 8, t (2; 8) (p12; q 24) o los
cromosomas 8 y 22, t (8; 22) (q24; q11)
El c-MYC es una proteína que está relacionada con: regulación del ciclo celular,
apoptosis (muerte celular), crecimiento celular, adhesión y diferenciación. Las
translocaciones que afectan a c-MYC se encuentran en todas las variantes de LB y
sus efectos determinan el comportamiento biológico de la entidad.

3. Tipos
Existen tres tipos de linfoma de Burkitt: esporádico, endémico y relacionado con la
inmunodeficiencia. Los tipos varían según la ubicación geográfica y las partes del
cuerpo afectadas.:

19
a. Endémica

Este tipo de linfoma de Burkitt es más común en África Ecuatorial, donde se lo


asocia con la malaria crónica y la infección de VEB. Si bien los huesos faciales y la
mandíbula suelen ser las partes más afectadas, la enfermedad también puede
afectar el intestino delgado, los riñones, los ovarios y las mamas.

Se observa sobre todo en niños de origen africano y está asociado al virus de


Epstein-Bar (VEB). Aparece en edades comprendidas de 4-7 años, principalmente
se manifiesta en la mandíbula y en los riñones, como ya se mencionó (anexo 5).

b. Esporádica

El linfoma de Burkitt esporádico se presenta fuera de África, pero es poco frecuente


en los países desarrollados. En algunos casos, se lo asocia con el VEB. Tiende a
afectar la parte inferior del abdomen, donde finaliza el intestino delgado y comienza
el intestino grueso.

Representa el 1-2% de los linfomas del adulto en occidente. No presenta una


distribución geográfica o climática definida como la endémica.

c. Asociada a inmunodeficiencia

Este tipo de linfoma de Burkitt se lo asocia con el uso de fármacos


inmunosupresores como los que se utilizan para prevenir el rechazo de trasplantes
y en los tratamientos para las personas infectadas por el virus de la
inmunodeficiencia humana VIH/SIDA. Además, es característico que se presente
en pacientes con cifras de linfocitos CD4 todavía preservadas.

Después del sarcoma de Kaposi, los linfomas no Hodgkin (LNH) representan las
neoplasias más frecuentes en pacientes VIH positivos. El riesgo de desarrollar un
LNH es 100 veces mayor en comparación con la población general. La mayor parte
de ellos son de fenotipo B, de alto grado, se caracterizan por su frecuente
presentación extranodal con síntomas B y se diagnostican en estadios avanzados
de la neoplasia (estadio IV).
La boca es una localización infrecuente de los LNH asociados con el sida con un 3-
4% de los casos como sitio primario de la neoplasia (anexo 6).
Todos los subtipos anteriormente mencionados, presentan similar: morfología,
inmunofenotipo, genética y signos/síntomas (estos se diferencian en la presentación
clínica en asociación al VEB).

20
Las afectaciones más comunes (en el subtipo esporádico y asociado a
inmunodeficiencia) son el abdomen y extraganglionar, aunque también los riñones,
páncreas, hígado, bazo y ovarios pueden verse afectado.
En el momento del diagnóstico, la mayor parte de los pacientes presentan
afectación medular y casi un 20% de los pacientes presentan afectación también en
el SNC.

4. Síntomas
Entre las cadenas ganglionares más afectadas se encuentran las cervicales, las
supraclaviculares, las mediastínicas, las intraabdominales, las inguinales y las
axilares.

Según la región anatómica puede presentar los siguientes síntomas:

• Abdominal: masas mediastínicas, hepatomegalia y ascitis.


• Sistema nervioso central: cefalea, paraplejia y alteraciones de los pares
craneales.
• Otros: fiebre, mareos, vómitos, mala absorción gastrointestinal, pérdida de
peso, dolor abdominal intenso, astenia, artritis, anemia, etc.
Los síntomas dependen del tipo de linfoma de Burkitt. Los tumores pueden afectar
el maxilar, el cerebro y el abdomen, con agrandamiento del hígado y el bazo,
ganglios linfáticos y otros órganos. A medida que crece, puede provocar pérdida de
peso, pérdida del apetito, fatiga, fiebre, sudoración nocturna, debilidad e incluso
parálisis.

a. Síntomas del linfoma de Burkitt endémico


Inicialmente suele presentarse como una inflamación de los ganglios linfáticos del
cuello y/o de los ganglios inguinales, generalmente indoloros y que crecen rápido.
Entre los síntomas del linfoma de Burkitt endémico se incluyen:

• hinchazón y deformación de los huesos de la cara.


• rápido aumento en el tamaño de los ganglios linfáticos (los ganglios linfáticos
agrandados no duelen).
• los tumores pueden crecer muy rápido, y algunas veces pueden duplicar su
tamaño dentro de 18 horas.

21
b. Síntomas del linfoma de Burkitt esporádico

Generalmente inician en el área abdominal, como un dolor en el cuadrante inferior


derecho o con obstrucción intestinal, aunque también puede iniciarse en oras partes
del cuerpo como los ovarios, testículos o el cerebro.
Entre los síntomas del linfoma de Burkitt esporádico se incluyen:

• dolor abdominal e hinchazón (ascitis)


• afectación de los huesos faciales (incluida la deformación)
• obstrucción intestinal
• glándula tiroides agrandada
• amígdalas agrandadas

c. Linfoma relacionado con el VIH


Los síntomas del linfoma relacionado con el VIH son similares a los del tipo
esporádico.

5. Cuadro clínico y evolución


La mayoría de los pacientes (60 a 80%) acude a consulta por adenomegalia
asintomática. La adenomegalia es muy similar a la del linfoma de Hodgkin. El o los
ganglios son indoloros, firmes y de consistencia ahulada. Los pacientes con
enfermedad avanzada (25%) pueden presentarse con síntomas B: fiebre
inexplicable >38ºC, sudoración nocturna y pérdida de peso corporal >10%. En esta
etapa es común la hepatoesplenomegalia. Los linfomas activos invaden con mayor
frecuencia sitios extra-ganglionares, como la piel o el sistema nervioso central
(SNC).
El linfoma primario de cerebro (anexo 7) se puede observar en pacientes con sida,
con datos neurológicos muy variados que incluyen hipertensión intracraneal,
convulsiones, parálisis de nervios faciales, cambios cognitivos y de personalidad, o
ambos, que pueden simular un trastorno psiquiátrico.
El cuadro clínico varía de acuerdo con el tipo de linfoma, ya que a mayor grado de
malignidad mayor velocidad en la aparición de los síntomas; es posible que los
pacientes presenten molestias según sea el área del cuerpo afectada, debido a que
la invasión de sitios extra-ganglionares es más frecuente que en la enfermedad de
Hodgkin. El sitio inicial de presentación puede ser extraganglionar (en 25% de los
casos en América), por lo que los síntomas y signos pueden variar; por ejemplo, un
paciente con linfoma gástrico puede acudir a consulta por hemorragia de tubo

22
digestivo y dolor epigástrico. Algunos tipos de linfoma tienen un comportamiento
clínico predecible, como el linfoma de Burkitt, que es frecuente en niños y jóvenes
y afecta el intestino (anexo 8), el maxilar inferior (anexo 6) o el anillo de Waldeyer
(anexo 9); el linfoma linfoblástico tipo T afecta sobre todo a los adolescentes y en
un inicio al mediastino, para después invadir la médula ósea. Al igual que en la
enfermedad de Hodgkin, conocer el avance de la enfermedad es importante. Sin
embargo, al momento del diagnóstico de este tipo de linfomas, la mayoría de los
individuos presenta enfermedad diseminada, con infiltración a otras áreas
ganglionares y la médula ósea.

El linfoma extraganglionar puede observarse al momento del diagnóstico o durante


la evolución de la enfermedad; los sitios afectados con más frecuencia son el SNC,
ojo, senos paranasales, piel, pulmones, tubo digestivo, testículo, hígado, bazo,
hueso, médula ósea, aparato genitourinario, ovarios y glándula mamaria. Para
conocer la etapa en que se encuentra el linfoma, se utiliza la clasificación de Ann
Arbor (anexo 10).

6. Factores de riesgo
No se conoce con precisión el origen exacto de este padecimiento, pero se
consideran como factores predisponentes las infecciones por virus. Uno de los
factores predisponentes para este padecimiento es la infección por el virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH) y en fecha reciente se ha propuesto una relación
con el virus de la hepatitis B (vHB), y bacterias (virus de Epstein-Barr, Helicobacter
pylori, etc.), inmunosupresión natural o adquirida, antecedente familiar de linfoma,
enfermedades malignas previas, enfermedades autoinmunes, exposición a ciertos
agentes químicos y radiaciones, algunos factores nutricionales, así como haber
recibido transfusiones sanguíneas.

7. Diagnostico
Para poder diagnosticar correctamente el LB es necesario realizar una biopsia o
punción del ganglio afectado y debe de ser analizada por un patólogo.
En la punción, también llamada PAAF (punción por aspiración con aguja fina), se
utiliza una aguja y una jeringa para aspirar material del ganglio y ser estudiado
mediante análisis de citología.
Es necesaria la realización de una biopsia ganglionar (en caso que la punción no
aporte o el diagnóstico no sea del todo concluyente). En la biopsia, el cirujano puede
extirpar el ganglio entero (escisión) o solo una parte (incisión). Se utilizará anestesia

23
local si al ganglio se puede acceder fácilmente y anestesia general si el ganglio se
localiza más internamente.
En caso de afectación extraganglionar, la biopsia se realizará en el órgano afectado
(si se trata de un órgano interno como el estómago, la biopsia se hará bajo
endoscopia). Una alternativa a la biopsia quirúrgica es la punción- biopsia con trócar
(aguja gruesa).
Una vez que se establece el diagnóstico histológico, se realizarán pruebas
complementarias para completar la evaluación como:

• Exploración clínica → Se identifica signos y síntomas del linfoma intentando


detectar todas las localizaciones tumorales e identificar patologías del paciente
que comprometan su supervivencia, seguridad y eficacia del tratamiento.
• Análisis de sangre → Se pide: hemograma, bioquímica, β2-microglobulina (es
un marcador pronóstico muy útil en linfomas indolentes y mieloma múltiple)
• Pruebas de imagen como: TAC (tomografía axial computarizada), PET
(tomografía por emisión de positrones) para conocer en que sitios encontramos
la enfermedad, examen integrado PET/CT y RMN

El diagnóstico del linfoma de Burkitt se determina a partir de antecedentes médicos


y de una exploración física. Dicho diagnóstico luego se confirma con una biopsia de
tumores. La médula ósea y el sistema nervioso central generalmente se ven
afectados. Normalmente se examinan la médula ósea y el líquido cefalorraquídeo
para saber cuánto se diseminó el cáncer.
Para determinar en qué estadio se encuentra el linfoma de Burkitt, se evalúa el nivel
de afectación de los ganglios linfáticos y los órganos. Si la médula ósea o el sistema
nervioso central se ven afectados, significa que se encuentra en el estadio 4 de la
enfermedad. Mediante una tomografía computarizada (TC) y una resonancia
magnética (RM) puede identificarse qué órganos y ganglios linfáticos están
afectados.
Estadiaje del LB

Una vez realizado el estudio histológico y las pruebas complementarias


mencionadas anteriormente, se procede a clasificar la enfermedad dependiendo de
dónde se localice y por dónde está extendiéndose. La clasificación ayuda a planear
y decidir cuál es el mejor tratamiento.

• Estadio I: Afectación de una sola región ganglionar o de un solo órgano


extraganglionar
• Estadio II: Afectación de dos o más regiones ganglionares linfáticas en el
mismo lado del diafragma.

24
• Estadio III: Afectación de regiones ganglionares linfáticas en ambos lados
del diafragma, incluyendo o no una extraganglionar o el bazo.
• Estadio IV: Diseminación a uno o más órganos extra-ganglionares, con o sin
afectación ganglionar. Una afectación extraganglionar más otra ganglionar a
distancia. La afectación de médula ósea implicaría un estadio IV.
Estudio inicial

• Hemograma con fórmula leucocitaria y recuento de plaquetas.


• Perfil bioquímico completo con LDH plasmática.
• Creatinina.
• Serologías virales para VIH y hepatitis B y C.
• Tiempo de protrombina (TP) y tiempo tromboplastina parcial activado
(TTPA).
• TAC de cuello, tórax, abdomen y pelvis.
• Biopsia de médula ósea.
• Inmunofenotipo en caso de compromiso de sangre, médula ósea, líquido
pleural o ascitis.
• Cariograma o RT-PCR t(8;14) o FISH, según necesidad (duda diagnóstica).
• Ecocardiograma a pacientes > 50 años o con factores de riesgo
cardiovascular o sospecha de cardiopatía.
• Estudio de líquido cefalorraquídeo (LCR) al momento de realizar primera
quimioterapia intratecal (con inmunofenotipo si procede).
En caso de afectación abdominal es preciso el diagnóstico diferencial con otras
neoplasias primarias infantiles como el tumor de Wilms, neuroblastoma o tumor
neuroectodérmico periférico, aunque han de considerarse otros procesos no
leucémicos ni linfomatosos, como adenocarcinoma de ciego e íleon terminal,
enfermedad de Crohn, leiomiosarcoma o incluso un absceso abdominal. Como
neoplasia que infiltra médula ósea, conviene diferenciarlo de leucemias de
precursor B y T y mieloides. A nivel periférico es preciso distinguirlo del linfoma
difuso de células grandes B

8. Pronostico
El pronostico va a depender de la edad del paciente, la extensión de la enfermedad
y el momento del diagnóstico.
Según la revisión realizada por Gay – Escoda y cols, en los niños la tasa de
supervivencia alcanza casi el 100% de los casos, y la ausencia de morbilidad se
sitúa entre el 75 – 85% de los casos, mientras que en los adultos la tasa de

25
supervivencia se sitúa entre el 50 – 75%, debido a que la mayoría de pacientes
están afectados por el SIDA.
Los pacientes que tienen el tumor localizado exclusivamente en la región de la
cabeza y el cuello presentan una tasa de supervivencia mayor. Mas de la mitad de
los pacientes se pueden curar con quimioterapia intensiva, aunque sin el tratamiento
adecuado el tiempo de supervivencia es inferior a 6 meses.
El pronóstico se ha relacionado también con la carga tumoral, estadio, infiltración
de LCR y médula ósea, cifra de LDH, presencia de anemia y blastos circulantes. La
titulación de anticuerpos frente al VEB podría tener implicaciones pronósticas según
algunos estudios. Los pacientes más jóvenes suelen tener respuestas más
favorables, pero esto último no se ha confirmado.

9. Tratamiento

La quimioterapia es el principal tratamiento del linfoma de Burkitt. Esto puede


acompañarse por otros tratamientos, como la radioterapia, los esteroides, otros
medicamentos, trasplantes de células madre y, en algunos casos, cirugía.
Los agentes de quimioterapia utilizados en el tratamiento del linfoma de Burkitt son
los siguientes:

• citarabina
• ciclofosfamida
• doxorrubicina
• vincristina
• metotrexato
• etopósido
El tratamiento de anticuerpos monoclonales con rituximab puede combinarse con
quimioterapia.
La quimioterapia se inyecta directamente en el líquido cefalorraquídeo (intratecal)
para evitar que el cáncer se disemine por el sistema nervioso central. Los pacientes
que se someten a quimioterapia intensiva son los que obtienen los mejores
resultados durante el tratamiento.
En los países en vías de desarrollo, el tratamiento suele ser menos agresivo, pero
también menos exitoso. Los niños con el linfoma de Burkitt tienen el mejor
pronóstico. En el caso de obstrucción intestinal, se debe realizar una cirugía.
El resultado depende del estadio en el que se encuentra la enfermedad al momento
de realizar el diagnóstico. Normalmente, las perspectivas son menos favorables en

26
los adultos de más de 40 años, aunque los tratamientos para adultos mejoraron en
los últimos años. El pronóstico no es bueno en las personas con VIH/SIDA, pero
suele ser mucho más favorable en las personas en las que no se diseminó el cáncer.

Los pacientes con linfomas de alto grado, linfomas linfoblásticos o linfomas de


células pequeñas no hendidas (linfoma de Burkitt), incluso aunque estén
aparentemente localizados, deben recibir poliquimioterapia intensiva junto con
profilaxis meníngea. El tratamiento puede precisar quimioterapia de mantenimiento
(linfoblástica), si bien lo más probable es que se alcance la curación. La curación se
alcanza en el 30-50 % de los pacientes con linfomas de grado intermedio o alto que
se someten a terapia mieloablativa. En los linfomas de bajo grado, sigue siendo
incierto si puede obtenerse la curación mediante el trasplante, aunque la
supervivencia es superior a la que presenta la terapia paliativa secundaria aislada.
La tasa de mortalidad del trasplante mieloablativo se ha reducido notablemente al
2-5 % para la mayoría de los procedimientos autólogos, y a menos del 15 % para la
mayor parte de los procedimientos alogénicos.

Una nueva área de investigación es el papel del trasplante autólogo como


tratamiento de primera elección en el diagnóstico inicial. Los pacientes de alto riesgo
pueden identificarse y seleccionarse para recibir dosis de intensificación mediante
el empleo del índice pronóstico internacional (IPI). Los datos preliminares sugieren
un incremento de la tasa de curación.

Una secuela tardía de la quimioterapia estándar en altas dosis es la aparición de


segundas neoplasias, sobre todo de mielodisplasias y leucemias mieloblásticas
agudas. La combinación de quimioterapia y radioterapia aumenta este riesgo, si
bien su incidencia continúa siendo próxima al 3%.

Consideraciones generales

• Todo paciente debe ser hospitalizado en Servicio de Medicina, en lo posible


en una Unidad de Aislamiento o bien en la Unidad de Inmunosuprimidos de
un centro hospitalario acreditado para el tratamiento de leucemias agudas.
• El tratamiento debe efectuarse por equipo multidisciplinario capacitado.
• Para la quimioterapia inicial el 100 % de los pacientes se hospitaliza.
• La quimioterapia se debe preparar en unidad centralizada.
• La radioterapia para aquellos pacientes con masa bulky (mayor o igual a 10
centímetros) al diagnóstico o persistencia de ella post 2 ciclos de
quimioterapia se realiza en los centros de radioterapia públicos o por
convenio una vez finalizada la quimioterapia.

27
• Catéter subcutáneo con bolsillo subcutáneo: evaluar su instalación al final de
la inducción con el paciente afebril, RAN > 500 x mm3 y plaquetas > 100.000
xmm3.
Radioterapia

Cumple un rol secundario en este tipo de linfomas. Se utiliza después del protocolo
inicial de quimioterapia en los casos con respuesta parcial, o progresión de
enfermedad. Si no es factible quimioterapia de rescate, pero en estos casos la
radioterapia se aplica con intención paliativa, dirigida al sitio comprometido (ISRT).
También en las recaídas, si es posible hacer quimioterapia, y se logra respuesta
completa o parcial, puede indicarse radioterapia como consolidación previa o
posterior al TPH autólogo o alogénico, como ISRT, y también en pacientes con falta
de respuesta o progresión de enfermedad a la quimioterapia de rescate, si no es
factible otra línea de tratamiento sistémico, pero con intención paliativa.

Tratamiento del linfoma no Hodgkin en niños según el tipo y la etapa


Los linfomas en niños (especialmente los linfomas Burkitt) suelen crecer muy
rápidamente y podrían ser bastante grandes para cuando se hace el diagnóstico.
Por lo tanto, resulta importante comenzar el tratamiento lo antes posible. Por lo
general, estos linfomas responden bien a quimioterapia, lo que puede destruir un
gran número de células de linfoma en un corto periodo de tiempo. Una preocupación
consiste en que esto puede causar síndrome de lisis tumoral, un efecto secundario
en el cual los contenidos de las células muertas entran a la sangre y pueden causar
problemas con los riñones y otros órganos. Los médicos tratan de prevenir esto al
asegurarse de que el niño tome muchos líquidos antes y durante el tratamiento, y
administrando ciertos medicamentos para ayudar al cuerpo a eliminar estas
sustancias.

Tratamiento del linfoma de Burkitt, linfoma parecido al de Burkitt y linfoma


difuso de células B grandes
La quimioterapia es la forma principal de tratamiento para estos linfomas.
Actualmente se están realizando estudios para determinar si agregar un anticuerpo
monoclonal, como el rituximab, a la quimioterapia mejorará la eficacia del
tratamiento.
Etapas I y II: aunque la quimioterapia es el tratamiento principal para estos linfomas,
se puede hacer cirugía antes de la quimioterapia si el tumor está en solamente un
área, como un tumor abdominal grande.

Para la quimioterapia se usan varios medicamentos diferentes. La duración del


tratamiento varía aproximadamente de nueve semanas a seis meses. La mayoría

28
de los oncólogos pediátricos cree que el tratamiento de 9 semanas es adecuado si
el tumor se extirpa completamente al principio con cirugía.
Sólo se necesita quimioterapia en el líquido cefalorraquídeo si el linfoma está
creciendo alrededor de la cabeza o el cuello.
Etapas III y IV: los niños con linfomas avanzados necesitan quimioterapia más
intensiva. Debido a que estos linfomas tienden a crecer rápidamente, los ciclos de
quimioterapia son cortos, con poco descanso entre cursos de tratamiento.

Por ejemplo, un plan de tratamiento, conocido como el régimen de protocolo francés


LMB, alterna entre diferentes combinaciones de medicamentos cada 3 a 4 semanas
por un total de 6 a 8 meses. Otros regímenes de tratamiento similares son el
protocolo alemán BFM y el régimen St. Jude Total B.

También se tiene que administrar quimioterapia en el líquido cefalorraquídeo.


Criterio de inclusión y exclusión

• inclusión
✓ Certificación diagnóstica con biopsia quirúrgica del sitio comprometido
que incluya estudio histológico e inmunohistoquímico.
✓ Estudio de etapificación completo con TAC de cuello, tórax, abdomen
y pelvis (o PET-CT según disponibilidad) más biopsia de médula ósea.
✓ Considerar citometría de flujo según el caso (compromiso SNC, pleural,
ascitis).
✓ Pacientes entre 15 y 60 años.
✓ Estado general compatible para tratamiento oncológico intensivo.
✓ Consentimiento informado.

• Exclusión
✓ Paciente > 60 años.
✓ Performance status (PS) que contraindique quimioterapia intensiva.
✓ Concomitancia con patología que contraindique quimioterapia
intensiva: insuficiencia renal crónica, cirrosis hepática, insuficiencia
cardiaca con fracción de eyección < 50%, limitación crónica del flujo
aéreo con insuficiencia respiratoria.
✓ Trastorno psiquiátrico severo certificado por especialista.
✓ Cáncer concomitante activo que comprometa pronóstico.
✓ Tener presente que pacientes que cumplen criterios de exclusión por
edad o PS, podrían ser tratados con esquema R-CHOP o EPOCH-R
en dosis ajustadas.

29
Plan de tratamiento intensivo

El tratamiento será de acuerdo a los 3 grupos de riesgo (anexo 11). Es muy


importante mantener los plazos de tiempo entre cada shock.

10. Seguimiento
• Primer control clínico con hemograma a los 30 días de terminado el
tratamiento.
• Durante el 1° año control cada dos meses con hemograma y LDH.
• Enfatizar consulta inmediata en caso necesario.
• Desde el segundo al 5° año, control cada tres meses con hemograma.
• Control con imágenes (TAC o PET-CT según disponibilidad) sólo en
sospecha de recaída.

11. Prevención
El linfoma no Hodgkin no se puede prevenir de manera confiable. La mayoría de las
personas con este linfoma no tiene factores de riesgo que se puedan cambiar, por
lo que no existe forma de protegerse contra estos linfomas. No obstante, existen
algunas medidas que usted puede tomar que podrían disminuir el riesgo de linfoma
no Hodgkin, como limitar el riesgo de ciertas infecciones y hacer lo posible por
mantener un sistema inmunitario saludable.
Se sabe que la infección por VIH, el virus que causa el sida (AIDS), aumenta el
riesgo de linfoma no Hodgkin. Por lo tanto, una manera de limitar su riesgo consiste
en evitar los factores de riesgo conocidos para el VIH, como el uso de drogas
intravenosas o las relaciones sexuales sin protección con muchas parejas

Algunos estudios han sugerido que el sobrepeso y la obesidad pueden aumentar su


riesgo de linfoma no Hodgkin. Mantener en un peso saludable, estar físicamente
activo y seguir un patrón de alimentación saludable que incluya muchas frutas,
verduras y granos enteros (integrales), y que limite o evite las carnes rojas y
procesadas, las bebidas azucaradas y los alimentos altamente procesados puede
ayudar a proteger contra el linfoma.

Soporte en quimioterapia intensiva


✓ Medidas de prevención de síndrome de lisis tumoral
• Hidratación con solución fisiológica 100-120 ml/hr en infusión continua.
• Alopurinol 15 mg/kg/día dividido en tres tomas (dosis máxima 800-900 mg
día). Ajustar dosis de acuerdo a función renal.

30
• Apoyo con diuréticos sólo en caso de sobrecarga de volumen.
• Realizar balance hídrico estricto y mantener débito urinario ideal de 100
ml/hr.
• Control diario de creatinina, electrolitos plasmáticos, calcio, fósforo y
uricemia.
• Considerar hemodiálisis de agudo en caso de falla renal.
• Las medidas deben iniciarse al menos 48 horas antes del inicio de la
quimioterapia y mantenerla hasta siete días después.
✓ Cuidado de mucosas
• Educación permanente.
• Aseo bucal cuidadoso con colutorios de bicarbonato de sodio o antisépticos
orales hasta cuatro veces por día.
• Cepillado dental suave.
• Aseo prolijo de prótesis y encías
✓ Profilaxis de íleo intestinal y mantención de tránsito intestinal diario.
• Educación permanente.
• Debe mantenerse tránsito intestinal diario para evitar proliferación de
agentes bacterianos.
• Aumentar consumo de líquidos cocidos orales diarios.
• Usar medicamentos orales para estimular peristaltismo (metoclopramida) y
evacuantes suaves (tipo mucílagos o jaleas).
• Utilizar vaselina líquida en casos estrictamente necesarios y evitar laxantes.
• Uso de fleet oral 20 ml por una vez en caso de tres días sin deposiciones.
• Los enemas están formalmente contraindicados.
✓ Profilaxis antimicrobiana
• Profilaxis de Pneumocistis jiroveccii, usar Cotrimoxazol forte 1 comprimido 3
veces por semana (lunes, miércoles, viernes) desde el día 21 hasta un año
después de terminado el tratamiento.
• Profilaxis de virus herpes simple, usar Aciclovir 400 mg cada 12 horas VO
con RAN < 500 y mantener hasta RAN > 1000 x mm3.
• Profilaxis antimicótica, usar Itraconazol 400 mg cada 12 horas VO con RAN
< 500 y mantener hasta RAN > 1000 x mm3.
• Su administración se debe suspender 48 horas antes de los ciclos que
incluyan ciclofosfamida.

31
12. Equipo multidisciplinario

El abordaje y tratamiento del Linfoma de Burkitt deberá ser evaluado por un equipo
multidisciplinario compuesto por:

• Hematólogo Adulto
• Oncólogo Radioterapeuta
• Anatomo Patólogo/Hematopatólogo
• Radiólogo
• Químico Farmacéutico

13. Recomendaciones
La adopción de hábitos saludables puede ser beneficiosa para las personas, pero
como parte de los cuidados de promoción de la salud esenciales para cualquiera.

32
X. CASOS CLINICOS
Caso clínico #1

Se trató de un masculino de 28 años de edad, que según el informe de muerte en


investigación era estudiado por edema testicular.

De las notas del expediente médico se extrajo: Masculino de 28 años de edad, quien
refiere antecedentes personales patológicos de lumbociática izquierda y
antecedentes personales no patológicos con consumo de alcohol ocasional,
fumados positivos, negativos por alergias o drogas. Estuvo privado de libertad salió
4 días previos a su consulta en el servicio de emergencias.
El paciente consultó por dolor lumbar izquierdo asociado a inflamación testicular,
indicó que ocho días anteriores había notado una masa testicular de menos de un
centímetro, dolorosa, que le fue creciendo. Al examen físico se conscientemente,
orientado e hidratado, cardiopulmonar estable, sin ruidos agregados, abdomen
blando, depresible, no doloroso, con hepatoesplenomegalia, sin datos de irritación
peritoneal, peristalsis positiva, con edema importante en testículos, pene y
miembros inferiores sin eritema , con adenopatías cervicales bilaterales, axilares,
indoloras de menos de dos centímetros, pétreas, adenopatías inguinales de 3x2
centímetros, indoloras, adheridas a planos profundos con bordes irregulares. Los
signos vitales: presión arterial 135/92 mmHg, saturación de oxígeno 95%,
temperatura 36 grados, frecuencia cardíaca 105 latidos por minuto. El médico
tratante decidió hospitalizarlo para realizarle estudios con diagnóstico presuntivo de
enfermedad linfoproliferativa. Su estancia hospitalaria fue de nueve días, se le
realizaron pruebas de laboratorio con leucocitosis, pruebas de funcional renal y
examen de orina normales, prueba de ELISA VIH, VDRL negativas, ultrasonido
Doppler de los miembros inferiores sin datos de trombosis venosa profunda,
ultrasonido de abdomen con adenopatías retroperitoneales, TAC de abdomen y
tórax con incontables adenopatías de aspecto infiltrativo axilares, retroperitoneales
en cadenas iliacas e inguinales bilaterales, con escaso derrame pleural izquierdo,
sugestivos de nefropatía y leve ectasia retropielocalicial, además de pequeñas que
lesiones impresionaban ser líticas en los cuerpos vertebrales de T7, L5 y S1.
También fue llevado a sala de operaciones donde se realizó una biopsia excisional
cuyo resultado estaba aún pendiente. Se le egresó con citas de control en el servicio
de consulta externa de Medicina interna.

Seis días posterior a su egreso hospitalario fue trasladado al servicio de


emergencias porque aquejó dolor torácico. A su ingreso al centro hospitalario
presentaba paro cardiorrespiratorio con cianosis generalizada y edemas

33
bipodálicos, con pupilas dilatadas, no reactivas a la luz. Se le iniciaron maniobras
de resucitación cardiopulmonar y pese a los esfuerzos médicos falleció.
Autopsia Médico Legal:

Como datos relevantes presentaba:

• Examen externo: peso de 87 kg, talla 170 cm, índice de masa corporal 30.10
kg / m2, labios violáceos y lechos ungueales violáceos, en el área genital con
edema importante en pene y escroto, con Sonda Foley, inferiores miembros
con edemas con fóvea.
• Examen interno: en el sistema respiratorio presenta pulmones violáceos,
pesados de 628 gr el derecho y 638 gr el izquierdo, que rezumaban
abundante líquido espumoso rojizo, además del derrame pleural derecho de
450 ml. Sistema linfático con ganglios aumentados de tamaño de coloración
blanquecina en el cuello, hilio pulmonar, mesenterio y región inguinal
bilateral. En la cavidad abdominal los riñones eran violáceos estaban
aumentados de tamaño, el derecho pesaba 366 gr y el izquierdo 352 gr, con
una cortical violácea que mostraba un infiltrado nodular blanquecino de hasta
3 cm de diámetro y al corte presentan los mismos nódulos en la corteza y la
médula, hígado de 2236 gr y bazo 350 gr (imagen Z).
• Estudios histopatológicos: al estudio histológico presenta los diagnósticos
de Linfoma de Burkitt con infiltración tumoral en médula ósea, ganglios
linfáticos, bazo, hígado, páncreas y riñones, edema agudo, congestión y
hemorragia pulmonar, congestión pasiva crónica pulmonar, cambios de
hipertrofia miocárdica, congestión multivisceral y cambios por autolisis.
• Diagnósticos finales:
1. Linfoma de Burkitt con infiltración tumoral en médula ósea, ganglios
linfáticos, bazo, páncreas y riñones asociado a edema agudo,
congestión y hemorragia pulmonar, congestión pasiva crónica
pulmonar, hepatoesplenomegalia, congestión multivisceral y edema
genital y podálicos.
2. Cambios de hipertrofia miocárdica
3. Ateroesclerosis
4. Cambios por autólisis
5. Obesidad GI (IMC 30,10 kg / m2)

34
Caso clínico #2

Paciente de 16 años con antecedentes de neumonía en la lactancia y púrpura de


Schönlein-Henoch, sin alergias medicamentosas ni toma de medicación habitual.
Acude a Urgencias por presentar desde hace 10 días dolor abdominal de
intensidad creciente, de localización periumbilical al inicio que se generaliza
posteriormente, junto con distensión y náuseas.
Se trata de un varón de raza blanca, normo nutrido, con coloración e hidratación
normales, consciente, orientado y reactivo. No se palpan adenopatías axilares,
supraclaviculares ni cervicales. No se palpa bocio. Auscultación cardiaca y
pulmonar normales. El abdomen es globuloso, doloroso difusamente a la
palpación, con sensación de empastamiento en pared y matidez declive; no se
palpan masas ni visceromegalias. Sucusión lumbar negativa. En extremidades
inferiores (EEII) no hay edemas ni signos de trombosis venosa profunda, pulsos
distales presentes y simétricos. Exploración neurológica normal. Impresiona de
gravedad. En Urgencias se realizan hemograma, bioquímica, gasometría venosa,
amilasas en sangre y orina, electrocardiograma y radiografía de tórax, en los que
destaca leucocitosis de 13'7 x 109/L y plaquetas 421 x 109/L, siendo el resto
normal.
Durante el ingreso el paciente sufre deterioro del estado general, con aumento
rápido y progresivo del perímetro abdominal, edema de pared, disnea y
edematización de genitales y EEII, aunque permanece estable
hemodinámicamente. Precisa derivados mórficos para el control del dolor. Tras
realización de ecografía, que muestra ascitis abundante multicompartimental, se
procede a la realización de tomografía computarizada (TC) abdominal, donde se
aprecia marcado engrosamiento peritoneal, grandes masas siguiendo el trayecto
del mesenterio, con desplazamiento y atrapamiento de vasos y ascitis densa, todo
ello compatible con mesotelioma peritoneal, metástasis o linfoma. El hígado, bazo,
páncreas y riñones son normales (anexo 13). Se realizan análisis de sangre más
completos, en los que destaca:
• Leucocitosis: 14,2 x 109/L con desviación izquierda.
• hipoglucemia: 45 mg/dL.
• Hiperuricemia: 9,3 mg/dL.
• Aumento de reactantes de fase aguda: VSG 37 mm plaquetas 410 x 109/L,
alfa 2 globulinas 17,7%, fibrinógeno 605 mg/dL, PCR: 35,7 mg/dL, beta 2
microglobulina: 3,2 mcg/mL, LDH: 1689 UI, adenosindeaminasa: 22´3 U/L,
aumento de marcadores tumorales (enolasa, CA. 125, CIFRA 21).
• Inmunoelectroforesis: gammapatía monoclonal IgM kappa.
• Estudio inmunitario: IgG 874 mg/dL, IgA 228 mg/dL, IgM 254 mg/dL.
• Serología VEB IgM negativo.

35
Seguidamente se realiza punción abdominal mediante radiología intervencionista
con toma de muestra tumoral y líquido ascítico, de aspecto lechoso, que son
valorados por el Servicio de Anatomía Patológica, Microbiología y Hematología,
que emite el diagnóstico de linfoma de Burkitt. El paciente se traslada al servicio
de Hematología y se inicia tratamiento quimioterápico urgente con protocolo
Hyper-CVAD (Ciclofosfamida, Vincristina, Doxorrubicina y altas dosis de
Metotrexato y Citarabina), previa preparación del paciente para evitar el síndrome
de lisis tumoral con medidas habituales y rasburicasa (Fasturtec®). Se realiza
aspirado medular, donde se objetiva afectación masiva por linfoma de Burkitt. Se
realiza cariotipo, que es normal, y análisis de la médula ósea del paciente
mediante fluorescencia (FISH) con el hallazgo de la translocación t (8, 14) (q24;
q32) en el 7´5 % de las células.
El paciente es dado de alta hospitalaria y sometido a dos nuevos ciclos de
tratamiento quimioterápico y preventivo de lisis tumoral, con buena respuesta
inicial. Ingresa unas semanas después por empeoramiento del estado general,
con dolor difuso, aumento de nuevo del perímetro abdominal y pancitopenia. Tras
nuevos TC y aspirado medular se evidencia progresión del linfoma en peritoneo,
retroperitoneo y médula, por lo que se decide cambio en el protocolo
quimioterápico, a pesar de lo cual se produce deterioro clínico con disnea
progresiva, taquicardia y oliguria, con mala respuesta al tratamiento de soporte. Se
decide traslado a UCI, donde se aplica quimioterapia de rescate y tratamiento
intensivo, sin respuesta satisfactoria, falleciendo el paciente.

36
Caso clínico #3
Paciente varón de 5 años de edad, sin antecedentes de importancia; con tiempo
de enfermedad de 2 meses, caracterizado por dolor abdominal, ictericia y coluria.
Debido a la persistencia de los síntomas descritos, acude al hospital general
donde se evidencia anemia, trombocitopenia, hepatomegalia con leve dilatación
de vías biliares, lesión sólida contigua al riñón izquierdo que se extiende al flanco
izquierdo, y por ecocardiografía una imagen tumoral que abarca casi la totalidad
de la aurícula derecha con protrusión a través de la válvula tricúspide hacía el
ventrículo derecho, por lo que es hospitalizado en el Instituto Nacional de
Enfermedades Neoplásicas con el diagnóstico de síndrome linfoproliferativo
primario retroperitoneal y tumor intracardiaco.
A su ingreso se encontró taquicárdico (FC: 100min), taquipnéico (FR: 28min) e
hipotenso (80/40mmHg). El paciente estaba adelgazado, pálido, ictérico con
presencia de adenopatías de ±0,5cm cervicales, axilares e inguinales. Ruidos
cardiacos rítmicos de baja tonalidad, campos pulmonares con murmullo vesicular
normal, no ingurgitación yugular. Abdomen globuloso con hepatomegalia (10cm
por debajo del reborde costal derecho) y esplenomegalia. Testículos normales,
pero con edema escrotal.
Los exámenes de laboratorio del 20/08/2015 mostraron:
• hemoglobina 6,2g/l
• hematocrito 20,2%
• leucocitos 17,97×109/l
• linfocitos 14%
• monocitos 2%
• basófilos 1%
• segmentados 83%
• plaquetas 547×109/l INR1,07
• glucosa 4mmol/l
• creatinina 30μmol/l
• proteínas totales 51g/l
• albúmina 24,6g/l
• globulina 26g/l
• bilirrubina total 164,7μmol/l
• bilirrubina directa 150μmol/l
• bilirrubina indirecta 13,8μmol/l
• fosfatasa alcalina 3.175U/l; TGP 365U/l; TGO 575U/l
• G-glutamiltranspeptidasa 891U/l
• DHL 3.803U/l

37
• electrolitos normales
• perfil viral para hepatitis B, C, HIV y HTLV1 negativo.
La biopsia de la médula ósea (21/08/2015) con áreas hipoplásicas y zonas
hiperplásicas, sin células neoplásicas y la biopsia de ganglio de axila derecha
demostró linfoma no Hodgkin. La gammagrafía ósea resultó negativa.
En la evaluación cardiológica, el paciente se encontraba asintomático
cardiovascular, con signos vitales estables y examen físico cardiológico normal. El
electrocardiograma en ritmo sinusal con frecuencia 71lpm, trastornos de la
conducción del ventrículo derecho y alteraciones difusas de la repolarización
ventricular. La ecocardiografía transtorácica mostró 3 masas intracardiacas en la
aurícula derecha de 3,8×3, 3×2,5 y 2×2cm, respectivamente; adosadas al tabique
interauricular, con protrusión durante la diástole a través de la válvula tricúspide,
siendo considerado como progresión tumoral, se hizo el diagnóstico diferencial
con trombo vs. endocarditis infecciosa. La función ventricular normal con fracción
de expulsión del 70% y el pericardio de características normales.
El 25 de agosto de 2015 ingresa en la unidad de cuidados intensivos (UCI) para
inicio del tratamiento con quimioterapia pre-fase: hidratación, alcalinización,
dexametasona, vincristina y ciclofosfamida, con manejo de cuadro de lisis tumoral;
siendo dado de alta de la UCI el 30/08/2015. El ecocardiograma de control mostró
una reducción de la masa cardiaca en un 80%.
Continua con quimioterapia del esquema de tratamiento, y del 3 al 7 de
septiembre recibió quimioterapia bloque A: dexametasona 10mg/m2/d/5d;
vincristina 1,5mg/m2/d; ifosfamida 800mg/m2/d/5d; metotrexato 2.000mg/m2/d;
citarabina 150mg/m2/12h/2d y etopósido 100mg/m2/d/2d. No presentó
intercurrencias.
Anatomía patológica (9/09/2015): linfoma B de alto grado con inmunofenotipo
compatible con linfoma de Burkitt:

Se hospitaliza para administración de quimioterapia bloque B: (del 22 al 26 de


octubre) dexametasona 10mg/m2/d/5d; vincristina 1,5mg/m2/d; ciclofosfamida
200mg/m2/d/5d; metotrexato 2.000mg/m2/d y doxorubicina 25mg/m2/2d.
En el ecocardiograma del 28/10/2015 no se observa masa cardiaca, y la función
ventricular es normal. El paciente tuvo una evolución clínica favorable.

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La presencia de tumores en el corazón es rara, con una incidencia del 0,05%,
siendo los mixomas los más frecuentes, con una frecuencia del 50%, los cuales
son de una estirpe benigna; mientras que los sarcomas con mucha menor
frecuencia (20%) caracterizan a los tumores malignos (Barnes en 1934
diagnostica el primer sarcoma primario del corazón). La relación entre tumores
benignos/malignos es del orden de 3/1. El hallazgo de linfoma representa entre el
1-2% de todos los tumores primarios del corazón, y se presenta con mayor
frecuencia en sujetos inmunosuprimidos. Hay 2 presentaciones de linfoma de
Burkitt, el endémico y el esporádico. El primero es el cáncer más común en África,
comprometiendo la mandíbula y las vísceras abdominales, mientras que el
segundo es raro, pero de mayor agresividad, afectando la región ileocecal y el
peritoneo. El linfoma de Burkitt afecta a pacientes desde los 4 a 20 años, siendo
más común en varones. En la mayoría de los casos los niños son sanos y activos,
asintomáticos previo a la enfermedad. El cuadro clínico es muy variable y depende
del tamaño de la masa, su ubicación y de la repercusión hemodinámica.
Generalmente cuando la ubicación es en cavidades izquierdas, el paciente refiere
disnea, palpitaciones, dolor torácico, mientras que cuando involucra cavidades
derechas se manifiesta por fatiga, distensión abdominal y edema de miembros
inferiores. Con frecuencia se asocia a derrames pericárdicos que pueden
evolucionar tórpidamente hasta producir un taponamiento cardiaco.
El tratamiento quirúrgico de un linfoma cardiaco no es la mejor alternativa, debido
a que la resección del tumor es difícil y generalmente incompleta. La quimioterapia
secuencial y alternada debe ser considerada como la mejor alternativa terapéutica,
la remisión completa ha sido documentada en menos del 60% de los casos.
La ecocardiografía juega un rol importante, sobre todo para su identificación
temprana y abordaje oportuno, así como para su seguimiento. En este caso las
masas tumorales no generaron sintomatología, y la quimioterapia permitió la
resolución completa del linfoma de Burkitt cardiaco.

39
Caso clínico #4
Paciente, género masculino de 54 años de edad, VIH positivo sin tratamiento,
hospitalizado en el Hospital San José de Santiago, Chile, por lesión tumoral
maxilar. Se indica evaluación por el equipo de Cirugía Maxilofacial. Paciente
refiere lesión de crecimiento rápido, asintomática, sin asociación a factor etiológico
específico, acude a evaluación al hospital debido a gran crecimiento de la lesión.
Al examen clínico extraoral se observa importante aumento de volumen de bordes
difusos en región premaxilar y nasogeniana, con invasión del piso de las fosas
nasales. Piel no se encuentra comprometida clínicamente por la lesión (anexo 15)
Al examen ganglionar de la región de cabeza y cuello, se logran pesquisar a la
palpación, adenopatía inflamatoria de las regiones submandibular y
supraclavicular. En el examen intraoral se evidencia lesión tumoral de consistencia
renitente, localizada en reborde alveolar anterosuperior, paladar duro y vestíbulo
oral, cubriendo parcialmente superficies oclusales de dientes posterosuperiores.
Mucosa que recubre la lesión tumoral presenta zonas con lesiones ulceradas y
necróticas (anexo 15.1).
Posterior a la evaluación clínica, se realiza estudio imagenológico completo del
paciente, mediante tomografía computarizada (TC), con el objetivo de buscar otras
lesiones tumorales que no se evidenciaron en el examen clínico. A nivel de TC de
órbitas maxilofacial y senos paranasales, no se observa compromiso lítico. Se
descartan alteraciones en TC con contraste de cuello y partes blandas, tórax y
cerebro. El equipo planteó diagnóstico clínico de linfoma, y diagnóstico diferencial
de carcinoma espinocelular. Adicionalmente se decide realizar, bajo anestesia
general, biopsia incisional de la lesión, para confirmación diagnóstica.
Procedimiento quirúrgico se realiza tomando muestras en las zonas más
representativas de la lesión, sin considerar las zonas ulceradas y/o necróticas. Al
estudio histopatológico se observa neoplasia maligna, difusa, constituida por
células de tamaño predominantemente grandes, de núcleos redondeados, con
leve pleomorfismo y mitosis frecuentes. Se aprecia un patrón clásico de “cielo
estrellado”, un fenómeno que es causado por la presencia de macrófagos dentro
del tejido tumoral (anexo 15.2). Características histológicas compatibles con
diagnóstico de Linfoma de alto grado de estirpe B, concordante con Linfoma de
Burkitt atípico asociado a VIH. Posteriormente se realiza un estudio
inmunohistoquímico para la confirmación anatomo-morfológica de la muestra,
dando positivo para antígeno CD20, CD10, bcl6, MUM-1, c-myc y al Factor de
proliferación (Ki-67), y negativo para CD5, bcl2, CD30 e hibridación in situ (Cish)
EBER, confirmando así el diagnóstico ya mencionado.
Ante el resultado del examen practicado, el paciente es tratado por los equipos de
oncología e infectología del Hospital San José. El tratamiento consistió en
administrar quimioterapia (QT) asociada a terapia antirretroviral de gran actividad

40
(TARGA). Transcurridas 3 semanas de tratamiento, la lesión tumoral oral remite
considerablemente de tamaño (anexo 15.3). Como hallazgo secundario, posterior
al tratamiento médico realizado, se observa en la cavidad oral, candidiasis
pseudomembranosa como reacción adversa a los medicamentos utilizados
durante la QT y TARGA, la cual fue tratada por antimicótico, con evolución
favorable (anexo 15.4).

41
Caso clínico #5
Mujer de 24 años, con serología reactiva para VIH desde 5 años atrás, sin
tratamiento antirretroviral ni controles clínicos, que refiere comenzar un mes atrás,
aproximadamente, con dolor en región maxilar inferior derecha. Realizó una
consulta en un servicio de Odontología donde se comprueba tumefacción en
región maxilar inferior derecha, a la altura del tercer molar inferior. Se indicó
tratamiento con antibióticos y antiinflamatorios no esteroideos. Dos semanas
después, consulta nuevamente sin mejoría de la sintomatología, refiriendo
aumento del dolor y de la tumefacción. Se interpreta el cuadro como un flemón
dentario y se indica amoxicilina/ácido clavulánico y corticoides. Una semana antes
de su internación, y debido al aumento de tamaño de la tumoración descrita, se le
realiza drenaje quirúrgico, obteniéndose material hemático. Se indican analgésicos
y se mantiene igual esquema antibiótico. A los 5 días de este procedimiento es
internada en nuestro hospital.
Como antecedentes epidemiológicos de valor refería adicción a cocaína
inhalatoria, marihuana y tabaquismo.
Al ingreso se encontraba lúcida, afebril, orientada en tiempo y espacio; en el
examen físico se destacaba la existencia de una formación tumoral en región
maxilar inferior derecha que se extendía al área submentoniana, de
aproximadamente 10 × 10 cm, de color rojo-violáceo, indurada, dolorosa a la
presión, que impedía el cierre de la boca, la masticación, la deglución y el habla.
Comprometía la encía, incluyendo piezas dentarias, los tejidos blandos
peribucales y el maxilar inferior derecho (anexo 6).
Se palpaban adenomegalias submandibulares homolaterales, induradas,
indoloras, adheridas a piel y planos profundos. El resto del examen físico no
mostró alteraciones de relevancia clínica. La Rx de tórax fue normal. El laboratorio
de ingreso mostró:
• Hto: 35%
• GB: 7.200/mm3 (N: 70%, E: 0,3%, B: 1,6%, M: 5,6%, L: 21%)
• VSG: 21 mm 1a hora
• TGO: 41U/l
• TGP: 31 U/l
• FAL: 153 U/l
• glucemia: 138 mg/dl
• urea: 27 mg/dl
• creatinina: 0,56 mg/dl
• Na+: 136 mEq/l
• K+: 4,1 mEq/l

42
• concentración de protrombina 98%
• KPTT: 30,6"
• test de embarazo: negativo
• VRDL: no reactiva.
• Las serologías para Chagas y virus de hepatitis B y C resultaron negativas
y para toxoplasmosis: IgM: negativa e IgG: positiva 1/64.
• El recuento de linfocitos T CD4+ fue de 235 cél/ml (16,3%), CD8: 872/mm3
(60,5%) y la carga viral para VIH arrojó 154.263 copias/ml (log10 4,74).
Una ecografía abdominal reveló leve esplenomegalia heterogénea; resto, sin
anormalidades. Se procedió a realizar biopsia escisional con fines diagnósticos; el
examen histopatológico del material obtenido mostró una proliferación de células
linfoides atípicas, de mediano a gran tamaño, con núcleos regulares, cromatina
laxa, presencia de nucléolos adosados a la membrana celular y citoplasma
anfófilo. También se observaron numerosas mitosis y fenómenos de apoptosis. La
inmunohistoquímica reveló positividad frente a CD45, CD3, CD20, CD10 y Bcl-6
en las células neoplásicas, y negatividad para CD138, MUM-1 y Bcl-2. El índice de
proliferación celular Ki67 fue de 99%. Los estudios microbiológicos del material de
biopsia resultaron negativos para BAAR, hongos y gérmenes comunes. El
diagnóstico histopatológico definitivo fue de LB primario de la cavidad oral. La
biopsia de médula ósea no mostró infiltración por células linfoides atípicas. Las
tinciones de Gram, Grocott y Ziehl Neelsen resultaron negativas.
La paciente recibió 6 ciclos de quimioterapia basada en el esquema EPOCH-R
(etopósido, prednisona, vincristina, ciclofosfamida, doxorrubicina, con rituximab y
metrotexato intratecal) (anexo 16). Los episodios de neutropenia fueron tratados
con factor estimulante de colonias de granulocitos.
Finalizado el tratamiento, se observó la desaparición completa de la lesión de la
encía. Cuatro años después, la paciente se encuentra asintomática, sin evidencias
de enfermedad neoplásica, con carga viral indetectable y CD4 362 cél/ml (anexo
16.1).

43
XI. MATERIALES Y METODOS
Este trabajo se basó en una revisión bibliográfica. Para llevar a cabo esta revisión,
hemos recopilado información de bases de datos como PubMed y Google
académico. Para esto, hemos buscado artículos a partir de las palabras clave
como: linfoma no Hodgkin, linfoma de Burkitt (síntomas, causas, tratamiento e
incluso casos clínicos) y publicaciones en todos los idiomas.

44
XII. CONCLUSION
El linfoma de Burkitt afecta generalmente a niños y adolescentes, en los adultos
suele ser relacionado con el VIH. Es considerado de alto grado de malignidad por
su rápida capacidad de replicación, si se detecta en estadios tempranos puede
tener alto grado de remisión con la quimioterapia, pero en los casos de detección
tardía la sobrevida es muy corta. Una de sus complicaciones es la lisis tumoral con
fallo renal y los cambios fisiopatológicos que esto implica como, por ejemplo,
edemas.
Siempre es importante recordar que una buena historia clínica, un examen físico
completo son los pilares de una valoración médica, asociados a exámenes
complementarios de laboratorio, gabinete, biopsia, entre otros, pueden llegar a
obtener diagnósticos rápidos y acertados que permitan iniciar tratamientos de
manera oportuna con el objetivo de conservar y mejorar la calidad de vida de los
pacientes.

45
XIII. DISCUSION
El linfoma de Burkitt (LB) es una neoplasia fundamentalmente infantil, aunque
también puede presentarse en la edad adulta, especialmente en individuos
inmunodeprimidos. Desde los 15 a los 19 años, los linfomas representan el 27%
de todos los tumores primarios, seguidos de las leucemias (16%), tumores de
ovario/testículo (11%) y del sistema nervioso central (10%). Dentro de los
linfomas, en pacientes de esta edad, el de tipo no Hodgkin representa el 57% de
los casos y de estos, sólo la tercera parte son linfomas Burkitt.

46
XIV. ANEXOS
ANEXO 1. Linfomas de Hodgkin
Predominio linfocitario nodular

Clásico:
Esclerosis nodular
Celularidad mixta
Rico en linfocitos
Depleción linfocitaria

ANEXO 2. Neoplasias linfoides de células precursoras


Leucemia / linfoma linfoblástico B, tipo no especificado

Leucemia / linfoma linfoblástico B, con anormalidades genéticas recurrentes

Leucemia/ linfoma linfoblástico – T

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ANEXO 3. Neoplasias de celular – B maduras
1. Leucemia linfocítica crónica/ linfoma linfocitico pequeño
2. Leucemia prolinfocitica de células – B
3. Linfoma de la zona marginal esplénica
4. Tricoleucemia
5. Linfoma / leucemia esplénica, inclasificable
6. Linfoma linfoplasmacítico
7. Enfermedades de cadena pesada
8. Neoplasias de células plasmáticas
9. Linfoma extraganglionar de la zona marginal del tejido linfoide
asociado a mucosas (Linfoma MALT)
10. Linfoma de la zona marginal ganglionar
11. Linfoma folicular
12. Linfoma centro-folicular primario cutáneo
13. Linfoma de células del manto
14. Linfoma difuso de células-B grandes
15. Linfoma de células-B grandes, rico en células-T / Histiocitos
16. Linfoma difuso de células-B grandes primario en el SNC
17. Linfoma difuso de células -B grandes primario cutáneo de la pierna
18. Linfoma difuso de células -B grandes VEB- positivo en ancianos
19. Linfoma difuso de células -B grandes asociado con inflamación crónica
20. Granulomatosis linfomatoide
21. Linfoma de células-B grandes primario en mediastino (Tímico)
22. Linfoma de células-B grandes intravascular
23. Linfoma de células-B grandes ALK- positivo
24. Linfoma plasmablástico
25. Linfoma de células-B grandes originado en enfermedad de Castleman
multicéntrica Asociada a HHV8
26. Linfoma primario en derrames
27. Linfoma de Burkitt
28. Linfoma de células-B grandes, inclasificable con características
intermedias entre linfoma de células-B
grandes y linfoma de Burkitt.
29. Linfoma de células-B, inclasificable con características intermedias
entre linfoma difuso de células -B
grandes y linfoma de Hodgkin clásico.

48
ANEXO 4. Neoplasias de células – T y NK maduras
1. Leucemia prolinfocítica de células -T
2. Leucemia linfocítica de células grandes granulares
3. Enfermedades linfoproliferativas crónicas de células -NK
4. Leucemia agresiva de células- NK
5. Enfermedades linfoproliferativas VEB-positivas de células -T en niños
6. Leucemia /linfoma de células -T en adultos
7. Linfoma extraganglionar de células-NK/ T, tipo nasal
8. Linfoma de células- T asociado a enteropatías
9. Linfoma de células- T hepato -esplénico
10. Linfoma de células- T subcutáneo, tipo similar a paniculitis
11. Micosis fungoide
12. Síndrome de Sézary
13. Enfermedades linfoproliferativas de células- T primarias cutáneas
CD30 positivas
14. Linfoma de células- T, gamma delta, primario cutáneo
15. Linfoma de células -T, sin otra especificación (NOS).
16. Linfoma angioinmunoblástico de células- T
17. Linfoma de células grandes anaplásicas (ALCL), ALK-positivo
30. 18. Linfoma de células grandes anaplásicas (ALCL) ALK- negativo

ANEXO 5.

Paciente con LB, imagen de la izquierda antes del tratamiento y en la imagen de la


derecha el paciente ya recibió quimioterapia.

49
ANEXO 6.

LB en maxilar inferior (cavidad oral) en paciente con SIDA.

ANEXO 7.

Linfoma primario del SNC

50
ANEXO 8.

Tumor invaginante de intestino delgado

Rayos X contrastado de esófago, estómago y duodeno

ANEXO 9.

Linfoma no Hodgkin bilateral en el anillo de Waldeyer.

51
ANEXO 10. Etapas del linfoma no Hodgkin (Ann Arbor)
I Un solo ganglio o grupo ganglionar, o un solo órgano o sitio
extraganglionar.
Dos o mas grupos ganglionares del mismo lado del diafragma, o
II afectación localizada de un órgano o sitio extraganglionar, además de
uno o mas grupos ganglionares del mismo lado del diafragma.
III Grupos ganglionares en ambos lados del diafragma, con o sin afección
localizada de un órgano o sitio extraganglionar, bazo o ambos.
Afección difusa o diseminada de uno o mas sitios extra-ganglionares
IV distantes, con o sin afección de ganglios linfáticos o infiltración de la
medula ósea.

ANEXO 11. Grupos de riesgo


Riesgo Características
1 Etapas I y II con tumor primario resecado completamente en forma
macroscópica.
2 Etapa I y II con resección tumoral incompleta o etapa III con LDH <500
U/L.
3 Etapa III con LDH >500 U/L o etapa IV (compromiso SNC y/o medula
ósea).

ANEXO 12.

Fuente: sección patológica forense

52
ANEXO 13.

ANEXO 14.
Masa tumoral cardiaca en un paciente con linfoma de Burkitt
El compromiso cardiaco en el linfoma de Burkitt es rara vez descrito en la
literatura1. Afecta con mayor frecuencia a la aurícula derecha (74%), al
ventrículo derecho (14%) y a la aurícula izquierda, venas pulmonares y
pericardio (12%).
La ecocardiografía transtorácica tiene una sensibilidad cercana al 100%2, y
juega un rol importante no solo en el diagnóstico, sino también en el tratamiento
y seguimiento de estos pacientes.
El objetivo de este estudio fue describir la utilidad de la ecocardiografía en el
diagnóstico y seguimiento de masas intracardiacas en un niño de 5 años con
linfoma de Burkitt.

ANEXO 15.

53
Anexo 15.1

Lesión intraoral
Anexo 15.2

Estudio histopatológico, tinción hematoxilina/eosina.


Derecha: apariencia de cielo estrellado. Izquierda: presencia de células
neoplásicas y cuerpos apoptóticos.
Anexo 15.3

54
Anexo 15.4

Candidiasis pseudomembranosa posterior a tratamiento con TARGA+QT

ANEXO 16.

Marcada reducción del tamaño de la lesión luego del tercer ciclo de quimioterapia

55
Anexo 16.1

Cuatro años después del tratamiento combinado con quimioterapia y terapia


antirretroviral, sin evidencia de compromiso de la mucosa gingival.

56
XV.REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
• https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7128227
• https://pesquisa.bvsalud.org/portal/resource/pt/mis-16788
• https://www.scielo.sa.cr/pdf/mlcr/v34n1/2215-5287-mlcr-34-01-325.pdf
• https://www.redalyc.org/pdf/3756/375634874006.pdf
• https://repository.javeriana.edu.co/handle/10554/10386
• https://www.msdmanuals.com/es/hogar/trastornos-de-la-
sangre/linfomas/linfoma-de-burkitt
• https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001308.htm
• https://www.nicklauschildrens.org/condiciones/linfoma-de-burkitt
• http://www.oncohealth.eu/es/asistencia/areas-funcionales/area-neoplasias-
hematologicas/linfomas/linfoma-hodgkin-1b5b0/neoplasias-celulas-
b/linfoma-burkitt-lb
• https://d1wqtxts1xzle7.cloudfront.net/54782289/Hematologia.La.sangre.y.su
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v2.pdf?Expires=1634851177&Signature=F~aocWWCv~H1PwauqFqgEyCL
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• https://pesquisa.bvsalud.org/portal/resource/pt/ibc-144200
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• https://www.sochihem.cl/site/docs/PROTOCOLO_MINSAL5.pdf
• https://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1409-
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masa-tumoral-cardiaca-un-paciente-S1405994016300702
• https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1130-
05582015000100008

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