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La Mujer en el Siglo XX
A comienzos del siglo XX, aún las mujeres puertorriqueñas tenían poca participación
en los asuntos fuera del ámbito del hogar, pues eran relegadas a la esfera doméstica por la
antigua y perpetuarte división de trabajos entre los sexos y géneros, continuaban siendo
vistas como un ser pasivo: cuya función no era la producción sino la reproducción (Rivera,
2016). Es en el año 1909 que Nemesio Canales (quien fue otro defensor que de las causas
de la mujer) presenta ante la Cámara de Delegados un proyecto destinado a otorgarles el
derecho al sufragio, pero otros delgados, como José de Diego y Martínez, obstaculizaron la
iniciativa con el discurso patriarcal que ponía en juico la capacidad moral e intelectual de
las mujeres para ocuparse de asuntos políticos (Solís, 2021). De esta forma se comienza la
Liga Femínea Puertorriqueña, la cual se convierte en la primera organización feminista en
Puerto Rico, la cual fue fundada y liderada desde el 1917 por Ana Roque y Géigel de
Duprey (Solís, 2021), organización que luego en el 1925 cambio su nombre a la Liga Social
Sufragista, cuando a la mujer puertorriqueña se le fuera negado indirectamente los derechos
al voto en la enmienda a la Ley del Sufragio en el 1921 por Estados Unidos.
La lucha por el sufragio en Puerto Rico, al igual que en otras partes del mundo, fue una
larga cadena de sacrificios y esfuerzos en conjuntos, es importante mencionar que la
propuesta principal solo consideraba a las mujeres alfabetizadas, por lo cual se puede
mencionar que aún los derechos de la mujer se abogan para un cierto sector, sin embargo
las líderes obreras se unieron a la lucha e hicieron su parte desde las organizaciones a las
que pertenecían como La Asociación Feminista Popular de Mujeres Obreras (fundada en el
1920), entre otros (Solís, 2021). No es hasta el 18 de abril del 1929 que el gobernador de
ese entonces Horace Mann Towener firmó la Ley 74, la cual les dio el voto a las mujeres
que supieran leer y escribir (Rivera, 2016). Sin embargo, la lucha contra las desigualdades
sociales no se acababa aquí, ni permanecen como historias del pasado pues continúa siendo
una labor que parece interminable y por la cual año tras año se trabaja.
La Mujer en la Psicología
Como se ha podido apreciar a lo largo de la historia el rol de la mujer ha sido
simplificado y muchas de las que lograron realizar aportaciones considerables y/o
importantes han desempeñado un papel casi silenciado, em alguno casos sus autorías fueron
asignadas a sus esposos es gracias a varios grupos feministas que sus aportaciones
comienzan a visibilizarse más (Villar, 2018). De hecho, Giménez (2019), nos hace mención
que las causas por la cual los historiadores tienden a eludir gran parte de la autoría, la
actividad y la producción femenina, sin importar si estas aportaciones son en el área de la
creación, la investigación y/o la docencia recae en ante su pensar en dos tópicos: que la
mayor parte de la historia la escriben los hombros y que esa arraigada convicción de
pensamientos de que el ámbito “natural” de las mujeres es en una esfera más privada (el
hogar), mientras que la del hombre se da más en un ambiente público. A su vez, varios de
los argumentos más utilizados durante el siglo XIX y a principios del siglo XX para obtener
una justificación que prohibiera el acceso a las mujeres (en este caso las norteamericanas)
fuera de las facultades de psicología era, según no los expone Giménez (2019) en su
trabajo, pudiera resumirse a esa esencia de ser inferior, que debe ser sumisa y que a su vez
podía ser vista como objeto de lujuria y/o distracción para el hombre, con la que se ha
catalogado a la mujer en el pasado.
Aunque, Giménez (2019) realiza una señalación importante y es que a pesar de que
dentro del psicoanálisis algunas figuras han sido oscurecidas y no suficientemente
divulgadas, esta área de la disciplina no ha sido reticente ante los aportes de las mujeres.
Por lo que Giménez (2019) nos dice:
“Es difícil explicar esta notable diferencia, pero tal vez tenga que ver con el hecho de que
para el Psicoanálisis, la posición masculina o femenina que adopa cada sujeto
humano deriva de sus introyecciones e identificaciones y no de sus características
naturales o anatómicas por más que estas sean importantes” (Gímenez, 2019, pp. 5)”
Es por eso, que a partir de los 70´s (algunos casos se expresa que los 60´s) se comieza
a ver como, gracias a los movimientos feministas, se comienza a creas diversos grupos
dedicados a la investigación, a descrubrir y a demostras las verdaderas aportaciones que las
mujeres han realizado a lo largo de las diferetes ciencias (Giménez, 2019). Una intelectual
que sepuede destacar dentro de la historia es Laurel Furumoto (1935-2015), quien inspirada
por su profesora la labor de Edna Heidbreader (1890-1985), comenzó a “rescatar del
olvido” la obra de Mary Whinton Calkins (Giménez, 2019), quien curso estudios
universitarios en Harvard, pero cuyo titulo doctoral no se le fue concedido por el simple
hecho de ser mujer, aunque mas tarde en el 1905 llego a ser elegida como la priemra mujer
presidenta de la APA (Villar, 2018). Dentro de estas mujeres pioneras en la disciplina han
sido destacadas muhcas y aunque no entraremos mucho en destalles porque no podíamos
hacerle justicia a sus grandes aportacones en simples páginas sí haremos mención de varias
de ellas dentro de las distintas disiplinas de la psicología.
Referencias
Boulon, F., Roca De Torres, I. (2016). Formación en psicología en puerto rico: historia,
logros y retos. Revista puertorriqeuña de psicología. 27(2). 230-24.
Polanco, A.F., Beria, S.J., Pecanha, V., Gallejos, M., Lopes Miranda, R., De Souza Santos,
G., Cudina, N.J., Ossa, C.J. (2022). Contribuciones intelectuales y sociales de las
mujeres en la revista puertorriqueña de psicología: un estudio de método mixto.
Revista puertorriqueña de psicología. 33(1). 60-77.