Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Todos estamos obligados a respetar los Derechos Humanos de las demás personas.
Sin embargo, según el mandato constitucional, quienes tienen mayor
responsabilidad en este sentido son las autoridades gubernamentales, es decir, los
hombres y mujeres que ejercen la función de servidores públicos.
Los Derechos Humanos han sido clasificados de diversas maneras, de acuerdo con
su naturaleza, origen, contenido y por la materia que refiere. La denominada Tres
Generaciones es de carácter histórico y considera cronológicamente su aparición o
reconocimiento por parte del orden jurídico normativo de cada país.
Como resultado de esas luchas, esas exigencias fueron consagradas como auténticos
derechos y difundidos internacionalmente, entre los cuales figuran:
Tercera generación. Este grupo fue promovido a partir de la década de los
setenta para incentivar el progreso social y elevar el nivel de vida de todos los
pueblos, en un marco de respeto y colaboración mutua entre las distintas
naciones de la comunidad internacional. Entre otros, destacan los relacionados
con:
o La autodeterminación.
o La independencia económica y política.
o La identidad nacional y cultural.
o La paz.
o La coexistencia pacífica.
o El entendimiento y confianza.
o La cooperación internacional y regional.
o La justicia internacional.
o El uso de los avances de las ciencias y la tecnología
o La solución de los problemas alimenticios, demográficos, educativos y
ecológicos.
o El medio ambiente.
o El patrimonio común de la humanidad.
o El desarrollo que permita una vida digna.
Dentro del derecho de los derechos humanos se encuentra una rama que se
denomina Derecho Internacional de los Derechos Humanos, que se hace presente
desde que el Derecho Internacional Público ha incluido en su campo la cuestión de
los derechos y libertades esenciales y fundamentales del hombre. El Derecho
Internacional de los Derechos Humanos es el conjunto de instrumentos
internacionales (Tratados o convenios, resoluciones y declaraciones),
establecidos para proteger los derechos humanos.
Fueron los aberrantes hechos ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial los que
sirvieron de catalizador para que se produjera el desarrollo del llamado derecho
internacional de los derechos humanos que caracterizó la mitad de este siglo. Así en
1945, en el juicio de Núremberg, los aliados incluyeron los crímenes contra la
humanidad entre los cargos formulados contra los líderes nazis.
Este proceso tuvo como objetivo fundamental inducir a los Estados a modificar
aquellas partes inadecuadas de las leyes internas, de manera de asegurar el respeto a
los derechos humanos. Como resultado lo que antes era un problema del dominio
exclusivo de cada Estado, pasó también a serlo del derecho internacional.
Los derechos humanos son universales. Todas las personas: mujeres, hombres,
niños y niñas tenemos derechos. Por eso no importa la raza, el sexo, la cultura o la
religión que tengamos; tampoco importa la nacionalidad o el lugar en que se viva.
Cada persona tiene la misma dignidad y nadie puede estar excluido o discriminado
del disfrute de sus derechos.
Los derechos humanos son inviolables. Nadie puede atentar, lesionar o destruir los
derechos humanos. Esto quiere decir que las personas y los gobiernos deben regirse
por el respeto a los derechos humanos; las leyes dictadas no pueden ser contrarias a
éstos y las políticas económicas y sociales que se implementan tampoco. Por
ejemplo, el derecho a la vida no puede ser violentado bajo ninguna circunstancia,
como ocurre frecuentemente en la realidad, ni por la acción de fuerzas policiales o
militares ni por políticas económicas que condenan a la muerte por desnutrición o
hambre a la población.
Los derechos humanos son obligatorios. Los derechos humanos imponen una
obligación concreta a las personas y al Estado de respetarlos aunque no haya una ley
que así lo diga. Queda claro entonces q e es obligatorio respetar todos los derechos
humanos que existan en nuestras leyes y también aquellos que no lo están aún,
como por ejemplo el derecho a la objeción de conciencia (o sea, el derecho a no
prestar el servicio militar por razones de creencias morales o religiosas) o el derecho
a la propiedad colectiva de la tierra en el caso de las comunidades indígenas, y
tantos otros.
La Sociedad contemporánea reconoce que todo ser humano, por el hecho de serlo,
tiene derechos frente al Estado, derechos que éste, o bien tiene el deber de respetar y
garantizar o bien está llamado a organizar su acción a fin de satisfacer su plena
realización. Estos derechos, atributos de toda persona e inherentes a su dignidad,
que el Estado está en el deber de respetar, garantizar o satisfacer son los que hoy
conocemos como Derechos Humanos.