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Oración De Reparación

Las oraciones de reparación son plegarias que dirigimos


a Dios, a Jesús y al Espíritu Santo para pedir perdón por
nuestros pecados y por las ofensas que nosotros mismos
de manera individual o colectiva cometemos hacia su
santidad, ya sea por acción u omisión se pide perdón por
cada acción de nosotros o de otros contra la Santísima
Trinidad.

Dentro de las oraciones de reparación una de la más


poderosa es la de Fátima. Esta fue dada por Ángel del
Señor a los tres niños pastores en Fátima, Portugal, en el
verano de 1916.

Este Ángel les dijo a los pastores que debían orar a Dios y
pedir por el perdón de los pecados, y les enseño la que es
conocida como Oración de reparación de Fátima, en esta
plegaria se ofrece reparación a Jesús y a la Virgen María
por nuestros pecados y por nosotros los pecadores:

“Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.


Te adoro profundamente y te ofrezco
el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma
y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los tabernáculos del mundo.

En reparación por las ofensas, sacrilegios e indiferencias


con los que Él es ofendido.
Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús
y del Inmaculado Corazón de María,
te pido la conversión de los pecadores”

Amén.
Oración de reparación a los sagrados corazones

Esta oración dedicada específicamente a los sagrados


corazones de Jesús y la Virgen María, en la que
renunciamos al mal, y nos ofrecemos de cuerpo, corazón y
mente a ellos, para que por su gracia seamos bendecidos y
perdonados.

“Sagrados Corazones de Jesús y de María,


postrados ante Vuestra Augusta y Real Presencia
queremos nosotros, pecadores infieles, renovar y
ratificar
los votos y promesas de nuestro Bautismo y Primera
Comunión:

Renunciamos al mundo, a satanás,


y a todas sus obras y seducciones.
Consagramos y entregamos nuestras personas y
familias,
total y enteramente a Ustedes, ¡oh, Sagrados Corazones!
Es nuestra plena voluntad, entregarnos en calidad de
esclavos por amor a Ustedes, dispongan de
nuestra alma y nuestro cuerpo,
de nuestros bienes interiores y exteriores
y del valor y mérito de nuestros propósitos y obras;
confiriendo a Ustedes el pleno derecho sobre
nuestra familia y sobre cada uno de sus miembros,
para que dispongan de todo lo que nos pertenece”

Amén.
Oración de reparación y desagravio

La siguiente es una oración ofrecida a Dios


en reparación por nuestros pecados, por ser
responsables de la crucifixión de Jesús. Además se ofrece
desagravio por cualquier ofensa realizada con o sin
intención.

“Dios mío. Dios mío…


yo creo firmemente con todo mi corazón…
espero y confío sinceramente en Tí.
Solamente a Ti adoraré por siempre.

Con verdadero arrepentimiento y amor,


me postro a Tus Pies;
te pido perdón por aquellos que no creen y no quieren
creer,
por aquellos que no Te adoran y no quieren adorarte
y por aquellos que Te crucificaron y
Te están crucificando diariamente.
Querido Jesús,
yo te consolaré durante toda mi vida”

Amén.
Oración de reparación al Sagrado Corazón

El Sagrado Corazón de Jesús es dulce y piadoso, capaz de


perdonar nuestras faltas y errores, con la oración dirigida
a el, buscamos pedir perdón y redimirnos ante el por su
infinita misericordia.

“Sagrado Corazón de Jesús:


Tú compartiste nuestra vida humana, alegrías y penas,
y, sin acusarnos, por amor,
cargaste con la responsabilidad
de nuestras culpas para redimirnos.

Ayúdanos a seguir tu ejemplo desde


nuestra situación de pecadores redimidos.
Ante Ti, Señor, nos sentimos sinceramente responsables
de un mundo al que pertenecemos,
que estamos contribuyendo a forjar,
y con el que estamos comprometidos,
especialmente por tu amor.

Avergonzados de nuestras obras,


fruto del olvido o rechazo culpable de tus enseñanzas,
te pedimos perdón y ayuda”

Amén.
Oración de reparación eucarística

La eucaristía, fue el sacramento instituido por Jesús


mismo, en su última Cena. Así al aceptar la Hostia en la
Iglesia aceptamos, reconocemos y agradecemos el
sacrificio de Jesucristo.

Esta oración ofrecida para reparar pecados cometidos y


que cometemos a diario, luego de la primera estrofa, y por
cada invocación a la Hostia se repite la solicitud: ¡Ten
piedad de nosotros!

“Señor, Ten piedad de nosotros.


Cristo, Ten piedad de nosotros.
Señor, Ten piedad de nosotros.
Cristo, Óyenos. Cristo, Benignamente óyenos.

Dios Hijo, Redentor del mundo,


Santa Trinidad, un solo Dios,
Sagrada Hostia, ofrecida por la salvación de los
pecadores,
Sagrada Hostia, anonadada en el altar para nosotros y
por nosotros,
Sagrada Hostia, despreciada por los cristianos tibios,
Sagrada Hostia, signo de contradicción,
Sagrada Hostia, entregada a los judíos y herejes,
Sagrada Hostia, insultada por los blasfemos,
Sagrada Hostia, Pan de los ángeles, dado a los animales,
Sagrada Hostia, tirada en el lodo y pisoteada,
Sagrada Hostia, deshonrada por los sacerdotes infieles,
Sagrada Hostia, olvidada y abandonada en tus iglesias”

Amén.
Oración de reparación a Jesús sacramentado

Las plegarias al Jesús Sacramentado son orientadas a dar


gracias a Jesucristo Crucificado y aceptado en la
comunión, en esta oración, ofrecemos reparación por
pecados contra este sacramento y en general, por toda
ofensa echa. Después de invocación decimos: ¡Ten piedad
de nosotros!

“Señor perdona todos los sacrilegios eucarísticos.


Señor perdona todas las santas comuniones
indignamente recibidas.
Señor perdona todas las profanaciones al santísimo
sacramento del altar.
Señor perdona todas las irreverencias en la Iglesia.
Señor perdona todas las profanaciones,
desprecios y abandono de los sagrarios.
Señor perdona todos los que han abandonado la iglesia.
Señor perdona todo desprecio de los objetos sagrados.
Señor perdona todos los que pasaron a las filas de tus
enemigos
Señor perdona todos los pecados del ateísmo
Señor perdona todos los insultos a tu santo nombre.
Señor perdona toda la frialdad e indiferencia contra tu
amor de redentor
Señor perdona todas las irreverencias y calumnias
contra el Santo Padre
Señor perdona todo desprecio de los obispos y
sacerdotes.
Señor perdona todo desprecio hacia la santidad de la
familia.
Señor perdona todo desprecio a la vida humana”

Amén.

El sacrificio de Jesús, que siendo hijo de Dios, decidió


morir por nuestros pecados, para que con su cuerpo y
sangre seamos limpios, merece además de un diario
agradecimiento, una constante reflexión y ofrecimiento de
disculpas por nuestros pecados pasados, presentes y
futuros.

Ofrecer reparación y desagravio a Dios por nuestras


ofensas y faltas a través de la oración sincera y de corazón,
es la mejor manera de ser agradecidos y de entender el
inmenso sacrificio y amor que Dios tiene por nosotros.

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