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1. CONCEPTO
Son personas jurídicas las realidades sociales o entidades formadas para la realización de fines colectivos
y permanentes a las que el Estado reconoce o atribuye, con individualidad propia e independiente, distinta
de la de sus elementos componentes, capacidad jurídica (esto es, la aptitud de ser sujeto de derechos y
obligaciones) y capacidad de obrar en el tráfico jurídico por medio de sus órganos o representantes. Esa
realidad social personificada por el ordenamiento puede estar constituida por un conjunto de personas o
por una masa patrimonial -o conjunto de bienes-.
2. CLASES
2.1. Por su posición en la organización estatal: personas jurídicas de Derecho público y personas
jurídicas de Derecho privado.
Se distinguen por su adscripción o no a la organización estatal. Las primeras se rigen por disposiciones
políticas y administrativas. Las segundas por el Derecho Civil o el Mercantil.
2.2. Por su estructura: se distinguen entre personas jurídicas de base o sustrato personal y personas
jurídicas de base o sustrato patrimonial. Las primeras tienen su base en un conjunto de personas
(“universitas personarum”) que se unen para la consecución de un fin común a todas ellas; las segundas
tienen su base en una masa de bienes (“universitas bonorum”) que se unifica por su afección a un fin.
- Personas jurídicas de utilidad pública o de interés público: aquéllas que promuevan determinados
fines de interés general y cuya actividad beneficia o favorece al público en general y no exclusivamente a
sus asociados o a una determinada colectividad genérica de personas (P.e., la Asociación Española contra
el Cáncer, la Fundación ONCE para la Cooperación e Integración Social de las Personas con
Discapacidad, la “Obra social” de algunas entidades bancarias o aseguradoras).
- Personas jurídicas de interés general: aquéllas que tienen por objeto una actividad que proporciona a
sus asociados (o a una determinada colectividad genérica de personas) ventajas o beneficios que no
consistan en el reparto de ganancias.
(P.e., una asociación que gestiona un economato en el que sus asociados pueden comprar a precios
ventajosos; o una asociación que proporciona defensa jurídica a sus asociados).
- Personas jurídicas de interés particular: aquéllas cuyo fin directo y propio es obtener un lucro partible
entre los socios.
Ahora bien, a la hora de definir estos tipos, es preciso analizar e interpretar dos normas distintas (el
Código Civil, de un lado, y la Ley de Asociaciones, de otro) que no coinciden en cuanto a sus respectivas
definiciones.
1.º Las corporaciones, asociaciones y fundaciones de interés público reconocidas por la ley. Su
personalidad empieza desde el instante mismo en que, con arreglo a derecho, hubiesen quedado
válidamente constituidas.
2.º Las asociaciones de interés particular, sean civiles, mercantiles o industriales, a las que la ley
conceda personalidad propia, independiente de la de cada uno de los asociados.
El CC ni explica qué debe entenderse por interés público e interés particular, ni define lo que considera
corporaciones, asociaciones o fundaciones.
Respecto a la primera cuestión, hemos de aclarar que lo que el Código denomina “asociación de interés
particular” no es realmente una asociación, sino una sociedad (que se constituye mediante un contrato, el
contrato de sociedad ya sea de naturaleza civil o mercantil), cuya finalidad o “interés” principal no es otro
que el ánimo de lucro, el propósito de obtener y repartir ganancias entre los socios. Y este es un elemento
subjetivo que nunca puede concurrir en una verdadera asociación o en una fundación.
• Las corporaciones son personas jurídicas creadas o reconocidas por leyes especiales que regulan su
capacidad jurídica, y en las cuales predominan los fines colectivos. La Corporación es una persona
jurídica de base personal, que responde al concepto básico de “asociación”, pero cuya seña de identidad
viene dada no por su contenido, sino por su origen, en cuanto son creadas por una norma que
expresamente las reconoce. Participan de la naturaleza de las personas jurídico-públicas, en cuanto se
relacionan orgánicamente con la Administración.
• Las asociaciones son creadas por voluntad individual de sus componentes (regulando en unos Estatutos
su capacidad jurídica) y reconocidas por una ley general o por leyes especiales. “Las asociaciones se
constituyen mediante acuerdo de tres o más personas físicas o jurídicas legalmente constituidas, que se
comprometen a poner en común conocimientos, medios y actividades para conseguir unas finalidades
lícitas, comunes, de interés general o particular, y se dotan de los Estatutos que rigen el funcionamiento
de la asociación” (art. 5 Ley Orgánica 1/2002, de Asociaciones).
• Son fundaciones “las organizaciones constituidas sin fin de lucro que, por voluntad de sus creadores,
tienen afectado de modo duradero su patrimonio a la realización de fines de interés general” (art. 2.1
Ley 50/2002, de Fundaciones)
- Para las sociedades (lo que el Código Civil llama equívocamente “asociaciones de interés particular”),
las normas reguladoras del contrato de sociedad contenidas en el Código Civil (arts. 1665 y ss.), en el
Código de Comercio, o en la Ley de Sociedades de Capital -según el tipo de sociedad de que se trate-.
Las sociedades no son objeto de estudio en el presente tema, exclusivamente dedicado a las personas
jurídicas de interés general o público. El estudio de las sociedades se aborda en el ámbito específico del
Derecho de contratos (civiles o mercantiles)
4.1. REQUISITOS
La constitución y el reconocimiento de la personalidad de la persona jurídica requieren la concurrencia de
dos elementos:
El substrato dependerá del tipo de persona jurídica de que se trate. Así en las asociaciones y
corporaciones el substrato estará integrado por una pluralidad de personas, mientras que en las
fundaciones el substrato será un patrimonio o masa de bienes afectos al cumplimiento de determinados
fines.
b) Reconocimiento estatal
Una vez creado el substrato de la persona jurídica, se necesita el reconocimiento del Estado. Cabe
preguntarse aquí si el reconocimiento requiere o no un acto expreso del Estado. Los sistemas doctrinales y
legislativos sobre este punto pueden reducirse a los siguientes:
1. Las corporaciones, asociaciones y fundaciones de interés público reconocidas por la ley adquieren
personalidad en el instante en que con arreglo a derecho quedan válidamente constituidas.
- Las corporaciones. Son siempre creadas por norma legal. Rige por lo tanto el sistema de
concesión.
- Las asociaciones. Las asociaciones sujetas a la Ley Reguladora del Derecho de Asociación de
22-03-2002 se constituyen mediante el correspondiente acuerdo de constitución que habrá de formalizarse
mediante acta fundacional en documento público o privado. Con el otorgamiento del acta la asociación
adquiere su personalidad jurídica. La asociación deberá inscribirse en el correspondiente registro de
asociaciones a los solos efectos de publicidad (artículos 5 y 10 de la Ley en relación con artículo 22 CE).
Se sigue, por tanto, el sistema de libre constitución.
2. Las sociedades (“asociaciones de interés particular” para el CC) se constituyen de distinta forma, según
sea su naturaleza civil o mercantil:
• Las sociedades civiles se rigen por el sistema de libre constitución al disponer el artículo 1667
CC que “la sociedad civil se podrá constituir en cualquiera forma, salvo que se aportaren a ella bienes
inmuebles o derechos reales, en cuyo caso será necesaria la escritura pública”.
• Las sociedades mercantiles capitalistas se rigen por el sistema normativo al exigirse inscripción
en el Registro Mercantil para la adquisición de su personalidad jurídica (artículos 20 y 33 TRLSC.
Artículo 37: La capacidad civil de las corporaciones se regulará por las leyes que las hayan creado o
reconocido; la de las asociaciones por sus estatutos; y la de las fundaciones por las reglas de su
institución, debidamente aprobadas por disposición administrativa, cuando este requisito fuere necesario.
Artículo 38: Las personas jurídicas pueden adquirir y poseer bienes de todas clases, así como contraer
obligaciones y ejercitar acciones civiles o criminales, conforme a las leyes y reglas de su constitución.
La determinación del domicilio la realiza el art. 41 CC: Cuando ni la ley que las haya creado o
reconocido, ni los estatutos o las reglas de fundación fijare el domicilio de las personas jurídicas, se
entenderá que lo tienen en el lugar en que se halle establecida su representación legal, o donde
ejerzan las principales funciones de su instituto.
Hemos de entender que estas alternativas están jerarquizadas por el mismo orden en que se enuncian.
El criterio del domicilio estatutario, respetuoso con la autonomía de la voluntad, puede conducir a la
elección de domicilios ficticios o fraudulentos. Por ello, la doctrina resalta que el domicilio fijado debe
ser la “sede social” (vinculado al lugar de la representación legal o al lugar donde se ejerzan las
funciones).
Éste es el criterio general para las personas jurídicas de Derecho privado. Para las sociedades
mercantiles, el artículo 15 del Código de comercio señala el lugar de constitución como criterio para
determinar la nacionalidad y, respecto de las sociedades de capital, habrá que estar a lo dispuesto en los
artículos 8 y 9.2 TRLSC
Artículo 8. Nacionalidad. Serán españolas y se regirán por la presente Ley todas las sociedades de capital
que tengan su domicilio en territorio español, cualquiera que sea el lugar en que se hubieran constituido.
Artículo 9. Domicilio. 2. Las sociedades de capital cuyo principal establecimiento o explotación radique
dentro del territorio español deberán tener su domicilio en España.
Si por haber expirado el plazo durante el cual funcionaban legalmente, o por haber realizado el fin para
el cual se constituyeron, o por ser ya imposible aplicar a éste la actividad y los medios de que
disponían, dejasen de funcionar las corporaciones, asociaciones y fundaciones, se dará a sus bienes la
aplicación que las leyes, o los estatutos, o las cláusulas fundacionales, les hubiesen en esta previsión
asignado. Si nada se hubiere establecido previamente, se aplicarán esos bienes a la realización de fines
análogos, en interés de la región, provincia o Municipio que principalmente debieran recoger los
beneficios de las instituciones extinguidas.
A estas causas generales, cabría añadir las siguientes:
- El acuerdo de disolución.
2. Las asociaciones que persigan fines o utilicen medios tipificados como delito, son ilegales.
3. Las asociaciones constituidas al amparo de este artículo deberán inscribirse en un Registro a los
efectos de publicidad.
4. Las asociaciones solo podrán ser disueltas o suspendidas en sus actividades en virtud de
resolución judicial motivada.
El desarrollo legal de este derecho fundamental se ha llevado a cabo a través de la Ley Orgánica 1/2002.
2. RÉGIMEN LEGAL
Pueden constituir asociaciones y formar parte de ellas, las personas físicas y las jurídicas, sean
públicas o privadas, siendo 3 al menos (art. 5 LO 1/2002) y unidas por un fin común o affectio societatis.
Las personas físicas deben tener capacidad de obrar. Los menores no emancipados, mayores de 14 años,
necesitan el consentimiento de sus representantes legales, pero pueden promover asociaciones infantiles y
juveniles conforme a lo dispuesto en el art. 7 de la LO de protección jurídica del menor de 15 de enero de
1996. Las personas jurídicas de carácter asociativo requerirán el acuerdo expreso del órgano
competente y las de naturaleza institucional, el acuerdo del órgano rector.”
- Los bienes que forman el patrimonio de la asociación, única garantía de los acreedores de la misma, ya
que los asociados no responden de las deudas de la asociación, patrimonio que está constituido por las
aportaciones de los asociados y las donaciones que se hacen a la asociación, que ya no requieren
autorización administrativa, como consecuencia del principio de libertad para asociarse que deriva del art.
1 LO y 22 CE.
- Los fines de la asociación, que han de ser lícitos y determinados, entendiendo por lícitos, los
expresamente no prohibidos por el art. 22 CE.
El acta fundacional es el documento, público o privado, a través del cual se formaliza la constitución de
la asociación, en la que conste el acuerdo de 3 o más personas que se comprometen a poner en común
conocimientos, medios y actividades para conseguir unas finalidades lícitas, comunes, de interés general
o particular, ex art. 5 LO. El acta puede constar en documento público o privado. Con el otorgamiento
del acta la asociación adquiere personalidad jurídica y plena capacidad de obrar, sin perjuicio de
su inscripción a los efectos oportunos de publicidad del art. 10.
3) Los Estatutos.
4) Lugar y fecha del otorgamiento del acta y firma de los promotores o, en caso de personas
jurídicas, de sus representantes.
6) Las personas jurídicas deberán acompañar certificación del acuerdo del órgano competente.
B) Los Estatutos
1) Denominación, que no podrá inducir a error o confusión (art. 8 LO), ni coincidir o asemejarse a
la de otra asociación ya registrada, persona jurídica -pública o privada-, ni persona física; salvo
consentimiento expreso del interesado. No serán admisibles denominaciones contrarias a las
leyes o a los derechos fundamentales de la persona.
5) Régimen de admisión y baja, sanción y separación de los asociados y, en su caso, clase de estos,
pudiendo incluir también las consecuencias del impago de las cuotas.
12) También podrán contener cualesquiera otras disposiciones que los promotores consideren
convenientes, siempre que no se opongan a las leyes y principios configuradores de la
asociación.
C) Inscripción en el Registro
Tal como hemos dicho, la asociación nace y adquiere su personalidad jurídica desde el mismo momento
de la firma del acta fundacional, pero conforme a los arts. 10 LA y 22.3 CE, "las asociaciones reguladas
en la presente Ley deberán inscribirse en el correspondiente Registro, a los solos efectos de
publicidad”. La inscripción registral hace pública la constitución y los Estatutos de las asociaciones y es
garantía, tanto para los terceros que con ellas se relacionan, como para sus propios miembros. Los
promotores realizarán las actuaciones que sean precisas, a efectos de la inscripción, respondiendo en caso
contrario de las consecuencias de la falta de la misma. Sin perjuicio de la responsabilidad de la propia
asociación, los promotores de asociaciones no inscritas responderán, personal y solidariamente, de
las obligaciones contraídas con terceros. En tal caso, los asociados responderán solidariamente por
las obligaciones contraídas por cualquiera de ellos frente a terceros, siempre que hubieran
manifestado actuar en nombre de la asociación.
El Registro se regula en los arts. 24 y ss. LO, distinguiéndose entre un Registro nacional, dónde se
inscriben las asociaciones de ámbito estatal, y otro autonómico dónde se inscriben las asociaciones que
realizan sus funciones en su ámbito territorial; fomentándose la cooperación y colaboración entre los
mismos, ex art. 27 LO.
2.2. FUNCIONAMIENTO
El funcionamiento de las asociaciones habrá de ajustarse a lo dispuesto en sus estatutos, siempre y
cuando estos no se opongan a lo dispuesto en la LO 1/2002 Artículos 11 y siguientes y las disposiciones
que la desarrollan, de los cuales se desprende, sistemáticamente, lo siguiente:
A) ÓRGANOS.
Los órganos de las asociaciones son:
- La Asamblea General, integrada por todos los asociados, debiéndose reunir, al menos, una vez al año;
sin perjuicio de que pueda reunirse con carácter extraordinario, a petición del órgano de representación, si
se convoca, a petición de al menos el 10% de los asociados.
La convocatoria debe realizarse con 15 días de antelación y debe estar presente o representado, al menos,
un tercio de los asociados, designándose al inicio un presidente y un secretario.
Los acuerdos se adoptan por mayoría simple, no obstante requieren mayoría cualificada los acuerdos
relativos a la disolución de la asociación y a la modificación de los estatutos; en cuanto que afecte al
contenido del art. 7 LO; en cuyo caso la modificación producirá efectos desde su inscripción en el
Registro en el plazo de un mes, en los demás casos la modificación surtirá efectos para los asociados
desde el momento de su adopción, pero respecto de los terceros desde la inscripción, ex art. 16 LO.
- La Junta Directiva, órgano de representación, que gestiona y representa los intereses de la asociación
y que estará formado por asociados mayores de edad, en el pleno ejercicio de sus derechos civiles y que
no estén incursos en causa legal de incompatibilidad. Es nombrada por la Asamblea General y constituye
el poder ejecutivo de la asociación.
- Existe un Presidente, que es el que ostenta la representación de la asociación y ejecuta los acuerdos
adoptados por la Asamblea General o por la Junta Directiva.
B) LOS LIBROS.
Los libros que ha de llevar la asociación son:
- Libro de contabilidad, que permita obtener una imagen fiel de su patrimonio, del resultado y de
la situación financiera de la asociación y de las actividades realizadas. Las cuentas se aprobarán
anualmente por la asamblea general.
Salvo los supuestos de disolución por voluntad de los asociados, las asociaciones sólo podrán ser
suspendidas en sus actividades, o disueltas, por resolución motivada de la autoridad judicial competente.
La disolución judicial de las asociaciones sólo podrá declararse en los siguientes casos:
a. Cuando tengan la condición de asociación ilícita, de acuerdo con las leyes penales.
b. Por las causas previstas en leyes especiales o en esta ley, o cuando se declare nula o disuelta por
aplicación de la legislación civil.
En estos procesos, el órgano judicial competente, de oficio o a instancia de parte, podrá acordar la
suspensión provisional de la asociación hasta que se dicte sentencia (art. 38 LA).
De otro lado, en cada Comunidad Autónoma existirá un Registro Autonómico de Asociaciones, que
tendrá por objeto la inscripción de las asociaciones que desarrollen principalmente sus funciones en el
ámbito territorial de aquéllas. En todo caso, los Registros comprendidos en este artículo deberán
comunicar al Registro Nacional de Asociaciones los asientos de inscripción y disolución de las
asociaciones de ámbito autonómico.
a) Que sus fines estatutarios tiendan a promover el interés general, y sean de carácter cívico, educativo,
científico, cultural, deportivo, sanitario, de promoción de los valores constitucionales, de promoción de
los derechos humanos, de víctimas del terrorismo, de asistencia social, de cooperación para el desarrollo,
de promoción de la mujer, de promoción y protección de la familia, de protección de la infancia, de
fomento de la igualdad de oportunidades y de la tolerancia, de defensa del medio ambiente, de fomento de
la economía social o de la investigación, de promoción del voluntariado social, de defensa de
consumidores y usuarios, de promoción y atención a la personas en riesgo de exclusión por razones
físicas, sociales, económicas o culturales, y cualesquiera otros de similar naturaleza.
b) Que su actividad no esté restringida exclusivamente a beneficiar a sus asociados, sino abierta a
cualquier otro posible beneficiario que reúna las condiciones y caracteres exigidos por la índole de sus
propios fines.
c) Que los miembros de los órganos de representación que perciban retribuciones no lo hagan con
cargo a fondos y subvenciones públicas. No obstante, en los términos y condiciones que se determinen
en los Estatutos, los mismos podrán recibir una retribución adecuada por la realización de servicios
diferentes a las funciones que les corresponden como miembros del órgano de representación.
d) Que cuenten con los medios personales y materiales adecuados y con la organización idónea para
garantizar el cumplimiento de los fines estatutarios.
La fundación es una organización creada (fundada) por una persona (el fundador) para cumplir un fin
de interés general impuesto por ésta, para lo cual le ha dotado de medios económicos adecuados (tales
medios constituyen el núcleo esencial de la persona jurídica); la voluntad del fundador es decisiva para la
organización, funcionamiento y actuación; las personas que rigen la fundación no son soberanos de la
misma; sino que deben cumplir el fin ordenado, con la organización que ha creado el fundador y con los
medios de que fueron dotados por éste: son servidores de la fundación. Su esencia radica en los medios
adecuados para el fin.
“1. Son fundaciones las organizaciones constituidas sin fin de lucro que, por voluntad de sus creadores,
tienen afectado de modo duradero su patrimonio a la realización de fines de interés general.
2. Las fundaciones se rigen por la voluntad del fundador, por sus Estatutos y, en todo caso, por la Ley.
Sus elementos esenciales por tanto son: un patrimonio, una organización y un fin de interés general.
2. RÉGIMEN LEGAL
2.1. CONSTITUCIÓN
La fundación se constituye en virtud del denominado negocio jurídico fundacional, que podemos definir
como la declaración de voluntad unilateral e irrevocable emitida por el fundador con la intención de
constituir la fundación y de dotarla de los bienes necesarios para cumplir el fin fundacional.
A) ELEMENTOS PERSONALES.
Según el art. 8 de la Ley 50/2002, pueden constituir fundaciones:
- Las personas físicas con capacidad para disponer a título gratuito, inter vivos o mortis causa, de los
bienes y derechos en que consista la dotación.
- Las personas jurídicas privadas que si son de índole asociativo requerirán el acuerdo expreso del órgano
competente y si son de índole institucional deberán contar con el acuerdo de su órgano rector.
Las jurídico-públicas tendrán capacidad para constituir fundaciones, salvo que sus normas reguladoras
dispongan lo contrario.
B) ELEMENTOS REALES.
Los elementos reales de las fundaciones son:
• La dotación.
- Dineraria, que puede aportarse en forma simultánea o sucesiva, en cuyo caso el desembolso inicial será
al menos del 25%, debiendo hacerse efectivo el resto en plazo no superior a 5 años desde el
otorgamiento de la escritura pública de constitución.
- No dineraria, que deberá incorporarse a dicha escritura, interviniendo un experto independiente. La
realidad de las aportaciones debe acreditarse ante el Notario, en los términos que reglamentariamente se
establezcan; y durante la existencia de la fundación se pueden afectar nuevos bienes a la satisfacción de
los fines fundacionales, por el fundador o terceras personas o por el Patronato, con carácter permanente.
Se aceptará como dotación el compromiso de aportaciones de terceros, siempre que dicha obligación
conste en títulos de los que llevan aparejada ejecución. En ningún caso se considerará dotación el mero
propósito de recaudar donativos.
• El fin fundacional
El beneficiario no puede ser en ningún caso el fundador, su cónyuge o parientes del mismo dentro del
cuarto grado, con ciertas excepciones si se cumple la normativa del patrimonio histórico-artístico.
El legislador hace una enumeración ejemplificativa de cuáles pueden ser los fines de la misma. Así el
artículo 3.1 de la LF 50/2002 señala que: las fundaciones deberán perseguir fines de interés general, como
pueden ser, entre otros, los de defensa de los derechos humanos, de las víctimas del terrorismo y actos
violentos, asistencia social e inclusión social, cívicos, educativos, culturales, científicos, deportivos,
sanitarios, laborales, de fortalecimiento institucional, de cooperación para el desarrollo, de promoción del
voluntariado, de promoción de la acción social, de defensa del medio ambiente, y de fomento de la
economía social, de promoción y atención a las personas en riesgo de exclusión por razones físicas,
sociales o culturales, de promoción de los valores constitucionales y defensa de los principios
democráticos, de fomento de la tolerancia, de desarrollo de la sociedad de la información, o de
investigación científica y desarrollo tecnológico.
Después de esa enumeración, el legislador admite la posibilidad de otros fines, siempre que su finalidad
sea el beneficio de un colectivo general de personas, vedando en todo caso que se creen fundaciones con
la única finalidad de favorecer los intereses particulares de sus fundadores o familiares, o de personas
jurídicas singularizadas que no persigan fines de interés general.
No se incluyen en el apartado anterior las fundaciones cuya finalidad exclusiva o principal sea la
conservación y restauración de bienes del patrimonio histórico español, siempre que cumplan las
exigencias de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español, en particular respecto de
los deberes de visita y exposición pública de dichos bienes.
También se admiten las fundaciones laborales cuya finalidad sea beneficiar a colectivos de trabajadores
de una o varias empresas y sus familiares.
C) ELEMENTOS FORMALES
Conforme a lo dispuesto en el art. 9 de la Ley 50/2002, si la fundación se constituye por acto inter
vivos se requiere escritura pública con los requisitos del art. 10, si se constituye mortis causa se hará por
testamento, hablándose de cláusula testamentaria atípica.
Si es inter vivos, se realizará mediante escritura pública, que deberá contener, al menos, los siguientes
extremos, que vienen recogidos en el artículo 10 LF 50/2002:
a) el nombre, apellidos, edad y estado civil del fundador o fundadores, si son personas físicas, y su
denominación o razón social, si son personas jurídicas, y, en ambos casos, su nacionalidad y domicilio y
número de identificación fiscal;
e) la identificación de las personas que integran el Patronato, así como su aceptación si se efectúa en el
momento fundacional.
La escritura deberá inscribirse en el Registro de Fundaciones previo informe favorable del Protectorado,
ex art. 35.
El Registro de Fundaciones es una de las figuras más importantes en esta materia, ya que la inscripción de
la fundación en dicho Registro es una inscripción constitutiva: ello significa que la fundación no nace al
mundo jurídico, no adquiere su personalidad jurídica, hasta que se procede a dicha inscripción. Todo ello
a diferencia del caso de las asociaciones, cuya inscripción en el Registro de Asociaciones es de carácter
meramente declarativo, es decir, a los solos efectos de publicidad (la asociación adquiere su capacidad
jurídica desde el mismo momento en que se otorga el acta fundacional).
2.2. FUNCIONAMIENTO
2.2.1. CAPACIDAD
Establece el artículo 8 LF 50/2002: "Podrán constituir fundaciones las personas físicas y las personas
jurídicas, sean éstas públicas o privadas.
Las personas físicas requerirán de capacidad para disponer gratuitamente, por acto inter vivos o mortis
causa, de los bienes y derechos en que consista la dotación.
Las personas jurídicas privadas de índole asociativa requerirán el acuerdo expreso del órgano
competente para disponer gratuitamente de sus bienes, con arreglo a sus Estatutos o a la legislación que
les resulte aplicable. Las de índole institucional deberán contar con el acuerdo de su órgano rector.
Las personas jurídico-públicas tendrán capacidad para constituir fundaciones, salvo que sus normas
reguladoras establezcan lo contrario".
2.2.2. ÓRGANOS
A) El Patronato
a) concepto y formación
Es el órgano de gobierno y representación, que adopta sus acuerdos por mayoría, ex art. 14,
constituido por un mínimo de 3 miembros, personas físicas o jurídicas –en cuyo caso actuarán a través de
un representante-, los cuales elegirán entre si un Presidente, si no estuviera prevista de otro modo la
designación del mismo en la escritura de constitución o en los Estatutos.
El patronato deberá designar un secretario que podrá ser persona ajena a él, en cuyo caso tendrá voz
pero no voto, y certificará los acuerdos del Patronato, ex art. 15.
Podrán ser miembros del Patronato las personas físicas que tengan plena capacidad de obrar y no estén
inhabilitadas para el ejercicio de cargos públicos. Las personas jurídicas podrán formar parte del
Patronato, y deberán designar a la persona o personas físicas que las representen en los términos
establecidos en los Estatutos.
Los patronos deben aceptar el cargo en documento público, o privado con firma legitimada
notarialmente, o por comparecencia ante el Registro de Fundaciones. La aceptación se notificará al
Protectorado y se inscribirá en el Registro.
Los patronos ejercerán su cargo gratuitamente sin perjuicio del derecho a ser reembolsados de los
gastos debidamente justificados que el cargo les ocasione en el ejercicio de su función. Además, el
Patronato podrá fijar una retribución adecuada a aquellos patronos que presten a la fundación servicios
distintos de los que implica el desempeño de las funciones que les corresponden como miembros del
Patronato, previa autorización del Protectorado y siempre que el fundador no hubiese dispuesto lo
contrario.
Los patronos pueden delegar sus facultades, conforme al art. 16 y deben desempeñar el cargo con la
diligencia de un representante leal; y responden de los daños y perjuicios causados por actos contrarios a
la Ley, a los Estatutos o realizados con negligencia, ex art. 17.
b) funciones
Según el artículo 20 LF 50/2002, "La fundación deberá figurar como titular de todos los bienes y
derechos integrantes de su patrimonio”, y corresponde al Patronato cumplir los fines fundacionales y
ADMINISTRAR con diligencia los bienes y derechos que integran el PATRIMONIO de la fundación,
manteniendo el rendimiento y utilidad de los mismos.
La regulación del patrimonio de las Fundaciones, viene establecida en el artículo 19 LF 50/2002: "El
patrimonio de la fundación está formado por todos los bienes, derechos y obligaciones susceptibles de
valoración económica que integren la dotación, así como por aquellos que adquiera la fundación con
posterioridad a su constitución, se afecten o no a la dotación”. El concepto de patrimonio coincide, así,
con el de dotación sólo al inicio de la vida de la fundación.
B) El Protectorado
Se trata de un órgano de gran relevancia dentro de la fundación, por cuanto se le atribuye la función de
velar por el correcto ejercicio del derecho de fundación y por la legalidad de la constitución y
funcionamiento de las fundaciones, potenciando las funciones del mismo en lo que se refiere al apoyo y
asesoramiento a las fundaciones sobre las que ejerce su competencia, en especial a las que se encuentran
en proceso de constitución. Dicha figura solo podrá ser ejercida por la Administración General del
Estado a través de un único órgano administrativo, en la forma que reglamentariamente se determine,
respecto de las fundaciones de competencia estatal.
Las funciones del protectorado se recogen en el artículo 45 del RD 1337/2005, que son:
a) Autorizar la enajenación o gravamen de los bienes y derechos de la fundación cuando formen parte de
la dotación o estén directamente vinculados al cumplimiento de sus fines, velando para que no quede
injustificadamente mermado el valor económico de la dotación fundacional.
b) Tener conocimiento formal de aquellos negocios jurídicos de la fundación sobre los que el patronato
está legalmente obligado a informar al protectorado.
c) Velar en todo momento por la adecuación y suficiencia de la dotación fundacional en orden al efectivo
cumplimiento de los fines fundacionales, sin perjuicio de la responsabilidad que a tal efecto corresponde
al patronato
Además existe un órgano consultivo: El Consejo Superior de Fundaciones, regulado en los arts. 38 y ss.,
el cual estará integrado por representantes de la Administración General del Estado, de las
Comunidades Autónomas y de las fundaciones, atendiendo especialmente a la existencia de
asociaciones de fundaciones con implantación estatal, y se regirá por las normas que reglamentariamente
se establezcan sobre su estructura y composición, cuyas funciones son: a) Asesorar e informar sobre
cualquier disposición legal o reglamentaria de carácter estatal que afecte directamente a las fundaciones,
así como formular propuestas en este ámbito. Asimismo podrá informar sobre tales asuntos cuando le
sean consultadas por los Consejos de Gobierno de las Comunidades Autónomas; b) Planificar y proponer
las actuaciones necesarias para la promoción y fomento de las fundaciones, realizando los estudios
precisos al efecto; c) Las demás que le puedan atribuir las disposiciones vigentes.
• Las fundaciones deben destinar sus patrimonios y rentas al cumplimiento de los fines fundacionales,
dando suficiente información de sus fines y actividades determinando a sus beneficiarios con
imparcialidad y sin discriminaciones, ex art. 23.
• Pueden tener en su patrimonio establecimientos mercantiles, art. 21, pudiendo participar en sociedades
mercantiles en que no se responda personalmente de las deudas sociales, dando cuenta de ello al
protectorado cuando la participación sea mayoritaria, ex art. 24.
1. 1ª Bienes inmuebles.
2. 2.ª Establecimientos mercantiles o industriales.
3. 3.ª Bienes declarados de interés cultural por la Administración General del Estado o por las
comunidades autónomas.
c) Los actos de gravamen cuyo importe sea superior al 20 por ciento del activo de la fundación que resulte
del último balance aprobado.
• El 70%, al menos, de los ingresos de la fundación deberán aplicarse al cumplimiento de los fines
fundacionales y el resto a incrementar la dotación, ex art. 27.
• El art. 28, admite la autocontratación de los patronos con la fundación, previa autorización del
Protectorado.
"- El Patronato podrá acordar la modificación de los Estatutos de la fundación siempre que resulte
conveniente en interés de la misma, salvo que el fundador lo haya prohibido.
- Cuando las circunstancias que presidieron la constitución de la fundación hayan variado de manera que
ésta no pueda actuar satisfactoriamente con arreglo a sus Estatutos, el Patronato deberá acordar la
modificación de los mismos, salvo que para este supuesto el fundador haya previsto la extinción de la
fundación.
c. Cuando sea imposible la realización del fin fundacional, sin perjuicio de lo dispuesto en los
artículos 29 y 30 de la presente Ley.
e. Cuando concurra cualquier otra causa prevista en el acto constitutivo o en los Estatutos.
En el primer caso la fundación se extingue de pleno derecho, en los b), c) y e) se requiere acuerdo del
patronato ratificado por el Protectorado, o en su defecto resolución judicial motivada. El supuesto f)
requerirá resolución judicial motivada; los cuales se inscribirán en el Registro de fundaciones.
En su apartado segundo determina que "Los bienes y derechos resultantes de la liquidación se destinarán
a las fundaciones o a las entidades no lucrativas privadas que persigan fines de interés general y que
tengan afectados sus bienes, incluso para el supuesto de su disolución, a la consecución de aquéllos, y que
hayan sido designados en el negocio fundacional o en los Estatutos de la fundación extinguida. En su
defecto, este destino podrá ser decidido, en favor de las mismas fundaciones y entidades mencionadas,
por el Patronato, cuando tenga reconocida esa facultad por el fundador, y, a falta de esa facultad,
corresponderá al Protectorado cumplir ese cometido.
Finalmente, y "No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, las fundaciones podrán prever en sus
Estatutos o cláusulas fundacionales que los bienes y derechos resultantes de la liquidación sean
destinados a entidades públicas, de naturaleza no fundacional, que persigan fines de interés general".