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Esto es porque estas enfermedades, por lo general, mejorarán por sí solas, sin
antibióticos. Tomar antibióticos cuando no se necesiten no lo ayudará, y los
efectos secundarios incluso podrían hacerle daño.
¿Cuáles son los efectos secundarios de los antibióticos?
Cada vez que se usan antibióticos, estos pueden tener efectos secundarios.
Los efectos secundarios comunes varían de problemas de salud menores a
muy graves y pueden incluir:
Sarpullido
Náuseas
Diarrea
Infecciones por hongos
Un antiviral o antivírico es un tipo
de fármaco usado para el
tratamiento de infecciones
producidas por virus.1 Tal como
el antibiótico (específico
para bacterias), existen antivirales
específicos para distintos tipos de
virus. No sin excepciones, son
relativamente inocuos para
el huésped, por lo que su aplicación es relativamente segura. Deben
distinguirse de los viricidas, que son compuestos químicos que destruyen las
partículas víricas presentes en el ambiente. Existen diferentes antivirales para
tratar.
Características de un antiviral
Aplicaciones
Imagen tridimensional generada por un punto que realiza un movimiento de giro sobre
un eje, junto con otro de traslación sobre el mismo eje. Ver DIU, tomografía
computarizada espiral.
DIFERENCIA ENTRE VIRUS, BACTERIAS Y PARÁSITOS
La vía sublingual
consiste en
administrar el
medicamento debajo
de la lengua, (donde
se encuentra el
frenillo); y mantener el
medicamento en ese
lugar hasta su
completa disolución.
La región sublingual
posee una gran
vascularización superficial, lo que facilita el paso del fármaco al torrente
sanguíneo, evitando el efecto del primer paso por el hígado.
Cuando se administra la medicación por esta vía, hay que advertir al paciente
que no trague saliva para evitar que la amilasa salivar inactive el fármaco. El
medicamento debe permanecer debajo de la lengua hasta que se disuelva y se
absorba. Cuando se administran cápsulas sublinguales se deben perforar.
Objetivos
Esta vía, es una vía de elección en el tratamiento urgente de la isquemia
cardíaca (nitritos), en crisis de ansiedad y hipertensión arterial. El efecto es
rápido e intenso.
También es una vía que evita el efecto de primer paso hepático, ya que los
vasos sublinguales llegan a vena cava superior. Sólo es útil para fármacos que
no se ionizan al pH salival.
Técnica
Verificar la prescripción del fármaco y ausencias de alergias.
Informar al paciente el procedimiento a realizar y los motivos de la
administración.
Higiene de manos.
Verificar nombre del paciente y corroborar con la pulsera identificatoria.
Ubicar al paciente en posición Fowler o semi sentado.
Colocarse guantes.
Alentar al paciente a que se enjuague la boca con agua antes de administrar el
medicamento.
Colocar el medicamento debajo de la lengua (donde se encuentra en frenillo).
La medicación se puede administrar a ambos lados del frenillo (tejido conectivo
debajo de la lengua).
Recomendar al paciente que incline la cabeza hacia adelante para evitar tragar
el medicamento.
Explicar al paciente que sostenga el medicamento sublingual debajo de la
lengua durante el tiempo prescrito (1 min a 3 min). La cantidad de tiempo que
tarda en disolverse el fármaco puede variar de un medicamento a otro.
Indicar no abrir la boca, hablar o moverse durante este tiempo para asegurarse
de que la tableta no se mueva y tenga tiempo de disolverse por completo y ser
absorbida.
Advertir al paciente que no trague el medicamento. La medicación sublingual
debe absorberse debajo de la lengua. La ingestión de medicamentos
sublinguales puede causar una absorción errática o incompleta y podría dar
lugar a una dosificación incorrecta.
Esperar 5 minutos antes de beber o enjuagar la boca. Esto asegurará que el
medicamento se haya disuelto por completo y se haya absorbido en las
membranas mucosas.
Acondicionar al paciente y su unidad.
Recoger bandeja de medicamento, retirar guantes y realizar lavado de manos.
Valorar tolerancia y posibles efectos adversos; comunicar al médico cualquier
cambio.
Registrar en report de enfermería; nombre de enfermer@, matricula, fecha,
hora y firma.
Fármacos utilizados por vía sublingual
La administración de medicamentos
por vía nasal es una técnica muy
empleada, dado que es fácil de
manejar y ofrece muchas ventajas
respecto a otras vías de
administración.
Al inhalar el fármaco, este se absorbe
mejor porque pasa de forma directa a
los pulmones y a la mucosa nasal,
reduciendo así el número de efectos secundarios. Esto permite utilizar dosis
más pequeñas porque prácticamente no se desperdicia nada del medicamento
en otras zonas.
Por todo ello, cada vez más se opta por esta vía de administración para
numerosos medicamentos. A continuación profundizaremos más al respecto.
La vía nasal: una alternativa para la administración de medicamentos
La vía nasal es una alternativa para administrar medicamentos en aquellos
pacientes con dificultades para tragar.
La mucosa nasal es rica en vasos sanguíneos, por lo que si se aplica
directamente un fármaco en forma de gotas nasales actuará localmente. Si por
el contrario, se pretende conseguir un efecto general en la vía aérea, podemos
utilizar aerosoles con micropartículas del medicamento.
Además, no todos los pacientes pueden utilizar la vía oral para la
administración de medicamentos. Por ejemplo, los ancianos que tengan
problemas para tragar, la disfagia causada por trastornos neurológicos, los
bebés que corran peligro de atragantarse, etc.
En el caso de que el paciente no pueda aspirar correctamente (por ejemplo, si
tiene problemas de insuficiencia respiratoria o sencillamente es un niño que no
ha desarrollado del todo los pulmones) podemos ayudarle
con nebulizadores de medicamentos y con ayuda de una mascarilla lo
inhalarán pasivamente sin ningún tipo de esfuerzo.
¿Qué tipos de medicamentos se administran por vía nasal?
Existen muchas familias de medicamentos que pueden ser empleadas. A
continuación, comentaremos cuáles son los fármacos más utilizados y en qué
tipo de enfermedades intervienen:
Esteroides. En concreto hablamos del grupo de esteroides intranasales. Son el
tratamiento definitivo de las rinitis alérgicas y rinosinusitis alérgicas. Su eficacia
es muy alta, incluso en casos difíciles donde la patología ya se ha establecido y
ha pasado a ser crónica.
Antihistamínicos. Bloquean la liberación de histamina, la sustancia clave en el
desarrollo de los procesos alérgicos. Generalmente son aerosoles que se
liberan en la mucosa nasal. Se utilizan en el tratamiento de la rinitis alérgica.
Como la histamina es un vasodilatador, a veces se emplean para aliviar otros
tipos de rinitis. Pueden combinarse con los esteroides intrasales para conseguir
mejores resultados.
Alfabloqueantes. Son los famosos descongestivos nasales. Se usan en pautas
muy cortas, solo un par de días para evitar un efecto rebote, que acaba
debilitando los vasos sanguíneos y produciendo la llamada rinitis
medicamentosa.
¿Cómo se administran los medicamentos por esta vía?
Una inyección subcutánea (SC o subQ) significa que se aplica en el tejido
adiposo, justo bajo la piel.
Una inyección subcutánea es la mejor manera de administrarse ciertos
medicamentos, como:
Insulina
Anticoagulantes
Fármacos para la fecundidad
Preparar la jeringa
Se deben seguir los siguientes pasos al preparar la jeringa:
Sostenga la jeringa como un lápiz en la mano con la que escribe,
apuntando con la punta de la aguja hacia arriba.
Quite la tapa de la aguja.
Golpee suavemente la jeringa con el dedo para llevar las burbujas de
aire hasta la parte superior.
Presione con cuidado el émbolo hacia arriba hasta que la línea oscura
del émbolo esté nivelada con la línea de la dosis correcta.
Si está llenando la jeringa con medicamento, necesitará aprender la técnica
apropiada para llenar una jeringa con medicamento.
Inyectar el medicamento
Se deben seguir los siguientes pasos al inyectar el medicamento:
Con la mano que no está sosteniendo la jeringa, coja una pulgada (2.5
centímetros) de piel y tejido graso (no músculo) entre los dedos.
Introduzca rápidamente la aguja hasta el tope en la piel en un ángulo de
90 grados (un ángulo de 45 grados si no hay mucho tejido graso)
Cuando la aguja esté totalmente introducida, presione lentamente el
émbolo de la jeringa para inyectar el medicamento.
Suelte la piel y sostenga la aguja en su lugar.
Ponga la aguja en el recipiente de objetos cortopunzantes.
Mantenga la presión en el sitio durante unos segundos para detener
cualquier sangrado.
Lávese las manos cuando termine.
VÍA SUBCUTÁNEA – ADMINISTRACIÓN DE FÁRMACOS
Pinzamiento correcto
El pinzamiento incorrecto en cambio involucra todos los dedos de la mano, y al
hacer esto, se está llevando hacia arriba al tejido muscular y esto posibilitaría
que el fármaco se inyecte en el músculo en lugar de la grasa.
Procedimiento
Lavado de manos.
Identificar al paciente.
Verificar la indicación médica.
Preparar la medicación de la ampolla o frasco.
Cambiar aguja de recarga.
Atención si es una insulina, porque se pierde unidad en el recambio.
Explicar al paciente el tratamiento a realizar.
Colocar al paciente en una posición cómoda.
Verificar estado general de la zona, – que no esté lesionada, irritada,
tumefacción, otros.
Seleccionar especialmente cara externa del brazo, cara anterior o lateral del
muslo o abdomen en zona periumbilical.
Limpiar con la torunda y antiséptico, con movimiento circular, comenzando por
el centro.
Tener en cuenta que el calibre de la aguja corresponda a 5-8 mm.
Preparar la jeringa para inyectar, verificar que no tenga aire y que la aguja esté
permeable.
Punción en 90 grados (Dependiendo de la característica del paciente, si es una
persona muy delgada el ángulo debería de ser en 45 grados, si es obesa en 90
grados. Mantener el pliegue de la piel durante toda la inyección).
Introducir la aguja en el músculo en ángulo de 45º o 90°, sostener la jeringa
entre los dedos pulgar y indice.
Aspirar sosteniendo el cilindro de la jeringa y el émbolo hacia atrás.
Si vuelve sangre, retirar la aguja un poco y volver a aspirar.
Si no refluye sangre inyectar la medicación en forma lenta.
Retirar la aguja rápidamente y efectuar una leve presión (no Frotar) en zona de
inyección.
Comprobar que no sangre la zona.
Comprobar que la persona se vea en condiciones óptimas.
Desechar todo el material usado (la aguja en su descartador sin colocar el
capuchón y la jeringa, algodón y guantes en su tacho según normas).
Registrar toda la información de la práctica y efectos relevantes en planilla
correspondiente.
Firmar cada registro con nombre completo, horario, numero de matrícula
profesional.
Ángulo 45 grados, pasando la dermis y antes de llegar al músculo.
La vía de
administración intraarticular
o inyección intraarticular, se
refiere al ingreso de
un fármaco, radiofármaco,
sustancia de diagnóstico, medio
de contraste, etc., al interior de
una articulación. En ocasiones se
le conoce como vía artícular.
Al igual que las vías de
administración intratecal, Vía
transdérmica y transmucosa, la
vía intraarticular se conoce como vía (o ruta) alterna de aplicación, a diferencia
de la administración de medicamentos y algunos adyuvantes por las vías oral,
la intramuscular y la intravenosa que han sido denominadas como las formas
tradicionales de aplicación de drogas.1
Esta vía de administración es empleada entreo otras especialidades médicas,
en imagenología, anestesiología, reumatología y traumatología.
Lugares de aplicación
Por lo general, las áreas más comunes son:
Articulaciones grandes (rodilla, cadera, hombro)
Articulaciones medianas (codo, muñeca, tobillo)
Articulaciones pequeñas (pie, mano, esternocostal)
También se ha empleado en la articulación temporomaxilar (ostoartritis) 2 y en la
articulación sacroilíaca; sin embargo, las características anatómicas de la
articulación sacroilíaca dificultan la inyección intraarticular sin guía radiológica.
La técnica clásica de intervención de la articulación guiada con el aparato de
Rayos X Arco en C es difícil, aunque se han descrito guías para métodos
fáciles.
DEL CUERPO
Cápsulas.
El medicamento está formado por el fármaco
más una cubierta. Esta cubierta, generalmente
es una gelatina y tiene una función
de protección del principio activo frente a la
luz y la humedad además de evitar la irritación
gastrointestinal.
Por lo habitual, se usan gelatinas duras para proteger productos sólidos y gelatinas
blandas para principios activos líquidos.
Comprimidos.
Son la forma farmacéutica más común. Se obtienen por compresión del fármaco al
que se añaden excipientes, que son sustancias inertes adicionadas con fin de dar
forma, cohesión, sabor u olor al fármaco además de ayudar a conseguir una
biodisponibilidad adecuada.
Tenemos comprimidos con cubierta entérica que evita la destrucción del fármaco
por los ácidos del estómago o comprimidos de liberación retardada que liberan el
fármaco de forma progresiva. En ninguno de estos dos casos debemos destruir la
cubierta ya que podemos ocasionar alteraciones importantes en la absorción.
Grajeas.
Están formadas por un núcleo, que puede ser una cápsula o un comprimido recubierto
de una capa de azucares con el fin de proteger el núcleo del medio ácido o de
enmascarar sabores u olores desagradables.
Jarabes.
Están formados por el fármaco al que se le añade azúcares y agua. El azúcar se
añade para limitar el crecimiento bacteriano y darle un sabor dulzón. Hay ocasiones en
las que el jarabe debe prepararse inmediatamente antes de la administración.
Los jarabes, por lo general, son poco estables y una vez abiertos deben consumirse
según las indicaciones. En pacientes diabéticos deben evitarse por su contenido
en azúcar. Los elixires son jarabes a los que se añade alcohol.
Suspensiones.
Son fármacos insolubles o parcialmente solubles en agua, deben agitarse bien antes
de la administración para homogeneizar el contenido y, salvo las suspensiones
antiácidas, disolverse en agua.
Polvos.
Son formas sólidas que deben disolverse en agua para su administración. Algunos
preparados pueden administrase sin disolverse. Una vez diluidos deben
administrarse inmediatamente para evitar que precipiten.
Son precisas.
Son fáciles de usar.
Usted puede llevar una jeringa con tapa que contenga una dosis del
medicamento a la guardería o a la escuela de su hijo.
Sin embargo, puede haber problemas con las jeringas orales. La FDA
(Administración de Medicamentos y Alimentos) ha recibido informes de casos
de niños pequeños que se han ahogado con las tapas de las jeringas. Para
estar seguro, retire la tapa antes de usar una jeringa oral y bótela si no la
necesita para uso futuro. Si, de lo contrario, se necesita, manténgala lejos del
alcance de los bebés y niños pequeños.
Las tazas dosificadoras también son una forma práctica para la administración
de medicamentos líquidos. Sin embargo, ha habido errores en la dosificación
con ellas. Verifique siempre que las unidades (cucharadas, cucharaditas, mL o
cc) en la taza o la jeringa concuerden con las unidades de la dosis que desea
administrar.