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Como elaborar un plan de accion

1. Primero lo primero. En Juan capítulo 15 Jesús nos da la llave de una vida


victoriosa en Cristo, en términos claros el habla de la necesidad de vivir una vida
dependiente de él. Tal como la rama de la vida depende del árbol para sobrevivir
nosotros también no podemos vivir separados de él. La mejor manera en que
podemos vivir activamente esa dependencia de Cristo es por medio de la oración,
cuando fracasamos o no oramos estamos en esencia haciendo una declaración de
independencia cuyos resultados inevitablemente harán que dejemos de llevar fruto y
eventualmente podríamos sacarnos y caer del árbol. La oración debe ser la primera
y la más fundamental de todas las tareas en cualquier nivel de la Iglesia y eso
incluye la misión. Como motivador o movilizador de las misiones deberíamos
mantener ante la congregación peticiones específicas de oración por aquellos que se
encuentran al frente de la batalla en las misiones. Oremos regularmente por las
agencias misioneras por las familias de misioneros y por las personas que ofrendan
constantemente para la misión.

2. Evalúe su posición presente. Antes de iniciar cualquier proyecto misionero o no


dentro de la iglesia o a nivel personal, necesariamente tenemos que evaluar nuestro
estado espiritual presente. Una vez habiendo evaluado nuestra propia condición
podemos proceder a evaluar también la situación general de nuestra Iglesia en
relación con la misión. Podríamos hacernos las siguientes preguntas:

 ¿El liderazgo de la iglesia enseña con el ejemplo a obedecer el mandato de la Gran


Comisión como la tarea principal de la iglesia?

 ¿Su Iglesia local tiene un equipo que apoya, capacita y anima para que todos los
ministerios y miembros de la iglesia se involucren en el cumplimiento de la Gran
Comisión?

 ¿Tiene la iglesia, prioridades claras y objetivos realistas para el involucramiento en


la misión?

 ¿Están los miembros, a través de todos los grupos, consistentemente siendo


capacitados que proclamar el Evangelio a todas las naciones es el propósito central
de la iglesia?

 ¿Están los miembros, siendo retados continuamente a involucrarse en proyectos


misioneros como parte normal de la vida cristiana?

 ¿Su Iglesia, activamente anima y apoya misiones de corto plazo y servicios


misioneros?
 Su Iglesia, activamente anima a los miembros a servir en misiones de largo plazo y
cuando hay interesados los prepara adecuadamente para ser enviados?

 ¿Existen reuniones de oración para la misión de manera regular y es parte normal de


la vida espiritual de la Iglesia y sus miembros?

 ¿Su Iglesia activamente se preocupa por los misioneros que han sido enviados y los
atiende en sus necesidades financieras y espirituales?

 ¿Su Iglesia, da una parte sustancial de su ingreso para las misiones?

3. Estrategias iniciales:

o Empiece a hablar de misiones! Para saber cómo piensan los demás.

o Conduzca estudios sobre misiones. Si no es el pastor, pida permiso antes.

o Invite a alguien de fuera para que hable sobre misiones

o Organice un viaje misionero de corto plazo

4. Establecimiento de la visión, misión y estrategias. La visión de la Iglesia tiene


que estar basada en la misión. Para el establecimiento de la misión y la visión de la
Iglesia te recomendamos revisar los contenidos del material Diseño de Proyectos
para la Iglesia Local. Allí se dan algunas pautas para establecer la visión, misión y
estrategias de la congregación.

Los siguientes son algunas pautas que se dan para iniciar un proceso de planificación
estratégica en la iglesia. Este tipo de planificación debe ser realizado por toda la
congregación o por lo menos por el liderazgo de la misma, en el peor de los casos si los
hermanos que dirigen la congregación, incluyendo al pastor no están interesados en
reformular la visión y misión de la congregación vale la pena pedir permiso para crear un
comité de misiones y a nivel de comité diseñar entonces una planificación estratégica.

Si la iglesia ya tiene un comité, entonces es muy probable que este tipo de planificación ya
fue realizado Juan que no esté escrito en ningún lugar definitivamente hay una razón de ser
del Comité.

Si no hay comité y no le dan permiso de organizar uno entonces debe hacer como aquel
hermano que estaba en un seminario estudiando para ser misionero pero su pastor y los
ancianos de la iglesia se oponían; no queriendo ir en contra de la autoridad de sus líderes
este hermano empezó a orar para que Dios cambiará el corazón de estas personas. Tres
largos años pasaron antes de que fuera invitado por primera vez a explicar sus ideas para el
desarrollo de la visión misionera. 

Visión: Imagine por un momento, que clase de iglesia deseamos tener. ¿Qué clase de
Iglesia misionera esperamos que sea la nuestra? Escriba una descripción de lo que usted
desea que su Iglesia sea de aquí a 10 o 15 años. Esa es la visión, una visión es una
declaración de cómo quisiera yo que fueran las cosas dentro de un tiempo. Es una
declaración que puede también corregirse a medida que vamos caminando.

Misión: Si la visión nos dice cuál es nuestro destino, la misión nos aclara cuál es el camino
que debemos seguir. Por ejemplo, si como visión queremos una iglesia que se preocupe por
el desarrollo de la gran Comisión, que ore por los pueblos no alcanzados, que ayude a
sostener al menos una familia misionera. La misión entonces nos va decir de qué manera
vamos a hacer que los miembros de nuestra congregación se preocupen por la gran
Comisión, de qué manera vamos hacer que ellos oren y de qué manera vamos a hacer que
ofenden para sostener a una familia misionera. La visión normalmente se redacta en tiempo
futuro y la misión en tiempo presente.

Diagnóstico: FODA. Aunque el diagnóstico no es parte normal que encuentre uno en la


planificación estratégica, siempre es importante poner los pies en la tierra, en este caso
debemos determinar cuáles son nuestras fortalezas, nuestras oportunidades, nuestras
debilidades y las amenazas que enfrentamos. Por fortaleza entendemos todas aquellas cosas
que ya tenemos y que ayudarán a desarrollar la misión y visión; por oportunidades
entendemos aquellas fortalezas que no usamos, es decir son cosas que ya tenemos pero que
no estamos aprovechando totalmente. En el caso de las debilidades, éstas se refieren a
aquellas cosas dentro de nuestra congregación que estorban el desarrollo de la misión y
visión misioneras. Una de las grandes debilidades muchas veces lo constituye la misma
forma de pensar del liderazgo de la iglesia o de la mayoría de sus miembros. Finalmente las
amenazas son aquellas cosas externas sobre las que no tenemos control. La primera
fortaleza de toda iglesia es la oración, la que también es una oportunidad porque este es uno
de los recursos menos usados. Las debilidades pueden ser todas aquellas preguntas u
objeciones que los miembros o el liderazgo de la iglesia tienen a la hora de tratar de
impulsar la conciencia misionera. Y la amenaza no nos cabe duda que es el diablo, nuestro
enemigo principal.

Estrategias: Si la misión nos dice cómo vamos a realizar el trabajo para alcanzar nuestra
visión, las estrategias son las grandes ideas sobre las cuales nos movemos. Más adelante
enumeramos algunas estrategias que se pueden seguir, por ejemplo crear cadenas de
oración, orar por las familias en los servicios misioneros, buscar gente que nos apoye en el
trabajo del Comité de misiones, todas estas cosas son estrategias.
 

Objetivos SMART. Una vez que hemos determinado una estrategia a seguir, ésta se
convierte en un objetivo. Por ejemplo si deseo empezar una cadena de oración, se dice que
los objetivos deben de ser específicos, medibles, alcanzables, realistas y temporales. Si mi
estrategia es una cadena de oración, traducido a objetivo puede decirse que queremos
involucrar a 10 hermanos para que por el período de un año oren por la familia “González”
que se encuentran trabajando en España. Aquí, hemos especificado claramente cuanta gente
queremos, por cuanto tiempo van a orar, por quienes van a orar y finalmente en donde están
ubicados.

Cronograma. Siempre es bueno tomar una página de texto y hacer una pequeña tabla
donde organicemos una agenda de trabajo, la agenda puede organizarse para que dure un
año y proponernos un objetivo general para el Comité de misiones. Nuevamente
recomendamos leer el contenido del material Diseño de Proyectos para la Iglesia con el
objetivo de aprender a redactar correctamente un proyecto, al presentarlo al liderazgo de la
iglesia podemos establecer claramente a donde queremos llegar, cuántos recursos vamos a
necesitar, cuánto tiempo vamos a tardar y como podrán ellos medir nuestro trabajo es decir
evaluarnos.

Organigrama. Finalmente y no menos importante que el resto de pasos, debe existir una


línea clara de responsabilidades. Es decir, quienes serán los encargados del proyecto, de
supervisarlo, y de realizar las diferentes funciones que normalmente un comité tiene. Se
aconseja tener un presidente del comité, un secretario, tesorero y por lo menos 2 miembros
adicionales para apoyar el trabajo.

Formar un equipo. Después de realizar la planificación estratégica de la congregación o


del Comité de misiones, debemos conseguir personas que nos ayuden para realizar las
labores iniciales o estrategias que hayamos planificado. Lo más importante en este
momento es orar y pedir que el señor nos traiga a aquellas personas que pueden servir de
apoyo. Para eso también hay algunas estrategias importantes que podemos seguir:

Desarrollar una cadena de oración. Por cada área geográfica o por cada misionero que
conozcamos es importante mantener una cadena de oración. Considere una reunión
mensual únicamente para orar por un misionero o un lugar en específico.

 Organizar un momento de oración en toda la congregación. Por ejemplo, en un


servicio dominical cada domingo o siquiera una vez al mes dedicar cinco minutos
para orar por un misionero o por una región. Previo a la oración se debe dar alguna
información exacta de la persona por la que vamos a orar o del lugar; si se puede de
ambos mucho mejor.

5. Mantener una comunicación abierta con aquellos misioneros por los cuales oramos.

6. Traer invitados especiales para este tipo de oración, gente que ha viajado al exterior,
que ha servido como misionero en algún lugar o que trabaja en organizaciones
misioneras.

7. Adoptar una familia misionera. No necesitamos conocer directamente a la persona;


podemos informarnos de una familia de nuestra ciudad que se encuentre de
misionera en otro país o en otra localidad y una vez que entremos en contacto con
ellos empezar a orar regularmente. Hace algún tiempo supimos de una familia
misionera que se encontraba en cierta ciudad de África, por muchos años habían
predicado en ese lugar con muy pocos resultados, en realidad muy poca gente se
había convertido después de casi 20 años de servicio. Algún tiempo después tuvo
lugar en esa ciudad un avivamiento como nunca antes se había visto; nuestra familia
misionera estaba sorprendida porque en realidad no habían hecho nada nuevo
durante todo ese tiempo, no habían llegado visitas, no habían ocurrido casos de
sanidad divina, tampoco habían repartido mayor literatura cristiana debido a las
restricciones legales en ese país. Sin embargo estaban sorprendidos por la cantidad
de personas que estaba viniendo a los pies del Señor. No mucho tiempo después
fueron invitados a visitar una pequeña iglesia en su país de origen, jamás habían
escuchado de esta iglesia. Cuando llegaron los hermanos les contaron que habían
sabido del trabajo que estaban realizando, y que, Iglesia habían decidido orar por
ellos todos los domingos durante los últimos dos años. Ahora, nuestros hermanos
sabían exactamente porque se había dado el avivamiento.

8. Orar por los pueblos no alcanzados. Terminamos recordando la historia de aquel


pastor en Brasil que no quería invertir en la misión a nivel internacional. Su viejo
compañero certeramente le dijo: agradezca Dios que los europeos y estadounidenses
te hace un siglo no pensaron como usted. Tenemos una deuda con esa gente, esas
personas que vinieron a vivir entre nosotros y predicaron el evangelio entre nuestros
padres y abuelos. Gracias a ellos tenemos nosotros luz en nuestra vida y por lo tanto
si no podemos ofrendar y nadie puede viajar lo que sí podemos hacer es orar.

Tarea: Póngase en contacto con alguna agencia misionera o ingrese a alguno de los sitios
web cuyos enlaces aparecen en el área del curso virtual, seleccione una familia misionera
por la cual empezaremos a orar. Imprima sus nombres o su imagen si es posible y ponga
ese papel en un lugar visible en su casa, al menos una vez por semana dediqué unos
minutos a orar por ellos.
Planificar o dejarse guiar por el Espíritu

Debemos unir la palabra planificar a la guía del Espíritu ya que si las separamos corremos
dos peligro en los dos extremos. En un extremo están los que creen que Dios guiara sin
planes y en el otro los que siguen sus planes sin la guía del Espíritu Santo. Como siempre la
verdad está en el centro. Dios quiere que planifiquemos siguiendo su dirección y la guía de
su Espíritu.

En proverbios 16.9 la Biblia indica que el trabajo y responsabilidad del hombre es “pensar
su camino”  (planificar) y el trabajo de Dios es “enderezar sus pasos”. No debemos escapar
de la responsabilidad de pensar nuestros pasos ya que Dios nos ha creado con una mente y
voluntad que sujetas a la voluntad de Dios son herramientas para que Dios concrete sus
planes por medio de nosotros.

Dios hace planes y tiene planes para nosotros (Jeremías 29.11).  Nosotros estamos hechos a
imagen y semejanza de Dios, por lo tanto si El hace planes nos ha creado con la capacidad
de hacer planes.

La Biblia contiene numerosos ejemplos de planes y estrategias dadas por Dios a  Moises,
Josue, Nehemías, David, etc Ejemplos simples de planificación los vemos en Dios en la
creación y en el plan de salvación, en Jesus en marcos 1.35-39 donde Jesús no se distrae
aunque muchos lo buscan sino que ejecuta aquello que planifico para ese día en oración y
Pablo en Hechos 16.7 donde ellos planifican ir a Bitinia pero el Espíritu no se los permitió
donde vemos como como trabajan juntas “la responsabilidad de Pablo de planificar sus
próximos pasos” y “la sujeción a la guía del Espíritu Santo”.

2. Como planificar estratégicamente.

La Biblia dice que “la sabiduría del prudente es discernir sus caminos”, esto significa
pensar   en los caminos de tu iglesia.

¿Dónde está mi iglesia hoy?

¿Dónde Dios quiere que este?

¿Cómo puedo llegar a ese objetivo?

Para responder estas preguntas debemos como Nehemías orar y planificar.

Cuando el Rey le pregunto a Nehemías “¿Qué quieres? (Nehemías 2.4 ) Nehemías venia de
estar 4 meses orando y planificando lo que Dios le estaba guiando a hacer. Sus planes están
listos. Su objetivo, su plan de acción y ejecución para lograr el objetivo de “reconstruir la
muralla” ya está en su mente definido.
Nehemías fue responsable en orar, planificar y ejecutar el plan que había diseñado en
oración y Dios lo honro haciendo que junto con el pueblo de Dios logre el objetivo que
Dios había puesto en su corazón.

3.Definir nuestro objetivo como iglesia.

Tener un proyecto claro y escrito para nuestra iglesia es el primer paso.

Establecer un objetivo (simple, medible y relevante) es definir el puerto de destino de


nuestra iglesia.

“Determinarás asimismo una cosa, y te será firme, y sobre tus caminos resplandecerá luz”.
Job 22.28

Podemos ver en Nehemías 2.4-6 que Nehemías oro, hizo un plan, estableció un objetivo y
le puso fecha límite para alcanzarlo. Todo guiado por Dios.

¿Qué quieres ver logrado en tu iglesia?

Sueña con aquello que Dios puede hacer con tu iglesia y ora, Dios te dirá con claridad que
va a lograr tu iglesia.

Ese es el objetivo por delante. Para alcanzarlo deberás seguir orando, planificar, trabajar y
ver a dios obrar.

Una vea que tengas tu objetivo (simple, medible y relevante) para tu iglesia empieza la
mejor parte que es cuando Dios y sus hijos trabajan juntos en colaboración para lograr
cosas en esta tierra.

En esta parte a Dios le corresponde la soberanía. A Nosotros nos corresponde orar,


planificar y eestar listos para ver a Dios obrar.

Ejemplos de objetivos

Siempre recordamos con alegría con los distintos equipos de trabajo cada uno de los
objetivos ministeriales que Dios fue poniendo en nuestro corazón. Aquí te los comparto
para que veas ejemplos vivos y actuales de como Dios siempre nos acompaña y cumple
los objetivos que El pone en nuestro corazón.

Allá por el año 1999 en la iglesia de Villa Madero nuestro objetivo como equipo de líderes
por 3 años fue “Duplicar la cantidad de miembros cada año”. Y Dios cumplió.

Otro objetivo fue “plantar una nueva iglesia”. Y Dios cumplió.


Otro objetivo fue “sostener misioneros fuera del país” y ya hace más de 15 años que la
iglesia de madero cumple con ese objetivo que ha crecido en sostén financiero, en oración y
logístico cada año. Y Dios cumplió.

Otro objetivo fue “desarrollar el Ministerio crecer para ayudar, capacitar, motivar y


equipar a pastores” y hoy después de 18 años seguimos firmes en esta tarea
desde www.ministeriocrecer.org. . Y Dios cumplió.

Otro objetivo fue “desarrollar el Plan anual para iglesias” que pastores de latinoamerica


nos solicitaron y después de un año intensivo de trabajo con Marcelo Vazquez se pudo
poner a disposición de los pastores en este link: www.ministeriocrecer.org/detalles. . Y
Dios cumplió.

Otro objetivo fue “colocar la capacitación misionera disponible gratuitamente en


internet” y se logró en el año 2010 con el sitio www.capacitacionmisionera.org que sigue
funcionando hoy en día con más de 5000 usuarios que han accedido a las capacitaciones. .
Y Dios cumplió.

Otro objetivo fue “Abrir un Centro de formación misionera integral en  formato


residencial” y el mismo funciona desde 2012. (www.centromisionero.net) (Ver videos
aquí). Y Dios cumplió.

Otro objetivo fue “mantener activa la Guía mundial de


oración” (www.guiamundialdeoracion.com) y gracias a un equipo de trabajo, traductores,
imprenta, promotores y administración hoy la GMO sigue saliendo cada mes. Y Dios
cumplió.

Otro objetivo fue “Desarrollar Iglesias en Mision”. Un grupo de cristianos, pastores,


iglesias, ministerios y empresas  UNIDOS en oración, trabajo y sostén
financiero ENFOCADOS en proyectos de largo plazo a ETNIAS NO ALCANZADAS.
(www.iglesiasenmision.org). Y Dios cumplió.

Actualmente estamos trabajando para alcanzar un nuevo objetivo:

“Abrir un Centro de formación misionera integral en  formato residencial en el


NOA” (Norte de argentina)

Como veras alcanzar objetivos es posible, Dios hace su parte y nosotros debemos hacer la
nuestra que es orar, planificar y trabajar para alcanzar el objetivo definido en oración.

Ahora te toca a vos definir el objetivo para tu iglesia, orar, planificar y empezar a
trabajar para concretarlo.

4.Escribir un Plan de acción para alcanzar el objetivo.


Pablo acostumbraba a trabajar de forma estratégica, es imposible pensar que Pablo
desarrollo sus viajes misioneros sin planificación. “Así que, yo de esta manera corro, no
como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire”. 1 Corintios 9.26

En el pasaje de 1ra Corintios 16.5-12 Pablo muestra claramente que su trabajo ministerial
incluia planificar ya que habla de su plan de trabajo personal, luego sobre el plan de trabajo
para Timoteo y finalmente para apolos que eran parte de su equipo de trabajo.

El plan de acción es como el camino hacia el objetivo, Cuanto más claro, simple y a nuestro
alcance sea mejor.

Seguramente en esta etapa enfrentaremos los temas de “Conseguir los recursos (humanos,
logísticos, financieros, etc”, “Definir tiempos de ejecución”, “Ver si tenemos las
capacidades necesarias”, “calcular el costo (en tiempo, dinero, esfuerzo, etc)”, “definir
cómo vamos a evaluar el avance del proyecto”, etc.

Tener por escrito lo que tenemos que hacer para alcanzar el objetivo es fruto de orar y
planificar.

Nos permite tener claridad sobre lo que vamos a hacer a nosotros y a nuestra iglesia y que
otros lo puedan ver, entender e involucrarse. “Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la
visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella”. Habacuc 2.2

El Plan de acción será nuestro mapa de ruta para llegar al objetivo deseado.

Seguramente implicara tiempo, esfuerzo y dinero y debo evaluar si estoy dispuesto a


entregar estos elementos.  Es clave que sea real, claro y a nuestro alcance.

5.Ejecutar el Plan de acción y evaluar periódicamente.

Si ya tenemos el objetivo definido y el plan de acción por escrito es hora de iniciar la


ejecución de las tareas que nos llevaran a alcanzarlo.

En esta etapa enfrentaremos los temas de motivación, perseverancia, trabajo diario,


frustraciones, éxitos y ejercicio de la fe en cada paso y cada día.

Lo más hermoso de empezar un proyecto de trabajo con estas características de objetivo


definido y plan de acción a desarrollar es que nuestras vidas serán transformadas.

Estoy seguro que Nehemías no era el mismo cuando empezó que cuando termino la
muralla.

Cuando termino el vio todo lo que Dios hizo en el proyecto y en su vida y seguro estaba
agradecido.
Su vida cambio y su ministerio también. El desarrollar un proyecto de trabajo en una de las
formas que Dios uso en toda la biblia para transformar a a sus líderes.

Por eso te animo hoy a iniciar un proyecto de trabajo en tu iglesia que incluya Objetivos
mediables.

Tu fe será ejercitada y tu iglesia se sacudirá.

Es simple tener un barco cuando este no va a ningún puerto, usted se sienta y no hace nada,
solo mira para donde el barco se desliza pero cuando hay un puerto donde llegar ahí
empieza el desafío de hacer nuestra parte y depender de Dios para que El haga la suya.

En esta etapa es crucial que las tareas sucedan y que tengamos autocritica para ir
cambiando aquello que en la evaluación vamos detectando con nuestro equipo que
podemos mejorar.

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