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¿Su Iglesia local tiene un equipo que apoya, capacita y anima para que todos los
ministerios y miembros de la iglesia se involucren en el cumplimiento de la Gran
Comisión?
¿Su Iglesia activamente se preocupa por los misioneros que han sido enviados y los
atiende en sus necesidades financieras y espirituales?
3. Estrategias iniciales:
Los siguientes son algunas pautas que se dan para iniciar un proceso de planificación
estratégica en la iglesia. Este tipo de planificación debe ser realizado por toda la
congregación o por lo menos por el liderazgo de la misma, en el peor de los casos si los
hermanos que dirigen la congregación, incluyendo al pastor no están interesados en
reformular la visión y misión de la congregación vale la pena pedir permiso para crear un
comité de misiones y a nivel de comité diseñar entonces una planificación estratégica.
Si la iglesia ya tiene un comité, entonces es muy probable que este tipo de planificación ya
fue realizado Juan que no esté escrito en ningún lugar definitivamente hay una razón de ser
del Comité.
Si no hay comité y no le dan permiso de organizar uno entonces debe hacer como aquel
hermano que estaba en un seminario estudiando para ser misionero pero su pastor y los
ancianos de la iglesia se oponían; no queriendo ir en contra de la autoridad de sus líderes
este hermano empezó a orar para que Dios cambiará el corazón de estas personas. Tres
largos años pasaron antes de que fuera invitado por primera vez a explicar sus ideas para el
desarrollo de la visión misionera.
Visión: Imagine por un momento, que clase de iglesia deseamos tener. ¿Qué clase de
Iglesia misionera esperamos que sea la nuestra? Escriba una descripción de lo que usted
desea que su Iglesia sea de aquí a 10 o 15 años. Esa es la visión, una visión es una
declaración de cómo quisiera yo que fueran las cosas dentro de un tiempo. Es una
declaración que puede también corregirse a medida que vamos caminando.
Misión: Si la visión nos dice cuál es nuestro destino, la misión nos aclara cuál es el camino
que debemos seguir. Por ejemplo, si como visión queremos una iglesia que se preocupe por
el desarrollo de la gran Comisión, que ore por los pueblos no alcanzados, que ayude a
sostener al menos una familia misionera. La misión entonces nos va decir de qué manera
vamos a hacer que los miembros de nuestra congregación se preocupen por la gran
Comisión, de qué manera vamos hacer que ellos oren y de qué manera vamos a hacer que
ofenden para sostener a una familia misionera. La visión normalmente se redacta en tiempo
futuro y la misión en tiempo presente.
Estrategias: Si la misión nos dice cómo vamos a realizar el trabajo para alcanzar nuestra
visión, las estrategias son las grandes ideas sobre las cuales nos movemos. Más adelante
enumeramos algunas estrategias que se pueden seguir, por ejemplo crear cadenas de
oración, orar por las familias en los servicios misioneros, buscar gente que nos apoye en el
trabajo del Comité de misiones, todas estas cosas son estrategias.
Objetivos SMART. Una vez que hemos determinado una estrategia a seguir, ésta se
convierte en un objetivo. Por ejemplo si deseo empezar una cadena de oración, se dice que
los objetivos deben de ser específicos, medibles, alcanzables, realistas y temporales. Si mi
estrategia es una cadena de oración, traducido a objetivo puede decirse que queremos
involucrar a 10 hermanos para que por el período de un año oren por la familia “González”
que se encuentran trabajando en España. Aquí, hemos especificado claramente cuanta gente
queremos, por cuanto tiempo van a orar, por quienes van a orar y finalmente en donde están
ubicados.
Cronograma. Siempre es bueno tomar una página de texto y hacer una pequeña tabla
donde organicemos una agenda de trabajo, la agenda puede organizarse para que dure un
año y proponernos un objetivo general para el Comité de misiones. Nuevamente
recomendamos leer el contenido del material Diseño de Proyectos para la Iglesia con el
objetivo de aprender a redactar correctamente un proyecto, al presentarlo al liderazgo de la
iglesia podemos establecer claramente a donde queremos llegar, cuántos recursos vamos a
necesitar, cuánto tiempo vamos a tardar y como podrán ellos medir nuestro trabajo es decir
evaluarnos.
Desarrollar una cadena de oración. Por cada área geográfica o por cada misionero que
conozcamos es importante mantener una cadena de oración. Considere una reunión
mensual únicamente para orar por un misionero o un lugar en específico.
5. Mantener una comunicación abierta con aquellos misioneros por los cuales oramos.
6. Traer invitados especiales para este tipo de oración, gente que ha viajado al exterior,
que ha servido como misionero en algún lugar o que trabaja en organizaciones
misioneras.
Tarea: Póngase en contacto con alguna agencia misionera o ingrese a alguno de los sitios
web cuyos enlaces aparecen en el área del curso virtual, seleccione una familia misionera
por la cual empezaremos a orar. Imprima sus nombres o su imagen si es posible y ponga
ese papel en un lugar visible en su casa, al menos una vez por semana dediqué unos
minutos a orar por ellos.
Planificar o dejarse guiar por el Espíritu
Debemos unir la palabra planificar a la guía del Espíritu ya que si las separamos corremos
dos peligro en los dos extremos. En un extremo están los que creen que Dios guiara sin
planes y en el otro los que siguen sus planes sin la guía del Espíritu Santo. Como siempre la
verdad está en el centro. Dios quiere que planifiquemos siguiendo su dirección y la guía de
su Espíritu.
En proverbios 16.9 la Biblia indica que el trabajo y responsabilidad del hombre es “pensar
su camino” (planificar) y el trabajo de Dios es “enderezar sus pasos”. No debemos escapar
de la responsabilidad de pensar nuestros pasos ya que Dios nos ha creado con una mente y
voluntad que sujetas a la voluntad de Dios son herramientas para que Dios concrete sus
planes por medio de nosotros.
Dios hace planes y tiene planes para nosotros (Jeremías 29.11). Nosotros estamos hechos a
imagen y semejanza de Dios, por lo tanto si El hace planes nos ha creado con la capacidad
de hacer planes.
La Biblia contiene numerosos ejemplos de planes y estrategias dadas por Dios a Moises,
Josue, Nehemías, David, etc Ejemplos simples de planificación los vemos en Dios en la
creación y en el plan de salvación, en Jesus en marcos 1.35-39 donde Jesús no se distrae
aunque muchos lo buscan sino que ejecuta aquello que planifico para ese día en oración y
Pablo en Hechos 16.7 donde ellos planifican ir a Bitinia pero el Espíritu no se los permitió
donde vemos como como trabajan juntas “la responsabilidad de Pablo de planificar sus
próximos pasos” y “la sujeción a la guía del Espíritu Santo”.
La Biblia dice que “la sabiduría del prudente es discernir sus caminos”, esto significa
pensar en los caminos de tu iglesia.
Cuando el Rey le pregunto a Nehemías “¿Qué quieres? (Nehemías 2.4 ) Nehemías venia de
estar 4 meses orando y planificando lo que Dios le estaba guiando a hacer. Sus planes están
listos. Su objetivo, su plan de acción y ejecución para lograr el objetivo de “reconstruir la
muralla” ya está en su mente definido.
Nehemías fue responsable en orar, planificar y ejecutar el plan que había diseñado en
oración y Dios lo honro haciendo que junto con el pueblo de Dios logre el objetivo que
Dios había puesto en su corazón.
“Determinarás asimismo una cosa, y te será firme, y sobre tus caminos resplandecerá luz”.
Job 22.28
Podemos ver en Nehemías 2.4-6 que Nehemías oro, hizo un plan, estableció un objetivo y
le puso fecha límite para alcanzarlo. Todo guiado por Dios.
Sueña con aquello que Dios puede hacer con tu iglesia y ora, Dios te dirá con claridad que
va a lograr tu iglesia.
Ese es el objetivo por delante. Para alcanzarlo deberás seguir orando, planificar, trabajar y
ver a dios obrar.
Una vea que tengas tu objetivo (simple, medible y relevante) para tu iglesia empieza la
mejor parte que es cuando Dios y sus hijos trabajan juntos en colaboración para lograr
cosas en esta tierra.
Ejemplos de objetivos
Siempre recordamos con alegría con los distintos equipos de trabajo cada uno de los
objetivos ministeriales que Dios fue poniendo en nuestro corazón. Aquí te los comparto
para que veas ejemplos vivos y actuales de como Dios siempre nos acompaña y cumple
los objetivos que El pone en nuestro corazón.
Allá por el año 1999 en la iglesia de Villa Madero nuestro objetivo como equipo de líderes
por 3 años fue “Duplicar la cantidad de miembros cada año”. Y Dios cumplió.
Como veras alcanzar objetivos es posible, Dios hace su parte y nosotros debemos hacer la
nuestra que es orar, planificar y trabajar para alcanzar el objetivo definido en oración.
Ahora te toca a vos definir el objetivo para tu iglesia, orar, planificar y empezar a
trabajar para concretarlo.
En el pasaje de 1ra Corintios 16.5-12 Pablo muestra claramente que su trabajo ministerial
incluia planificar ya que habla de su plan de trabajo personal, luego sobre el plan de trabajo
para Timoteo y finalmente para apolos que eran parte de su equipo de trabajo.
El plan de acción es como el camino hacia el objetivo, Cuanto más claro, simple y a nuestro
alcance sea mejor.
Seguramente en esta etapa enfrentaremos los temas de “Conseguir los recursos (humanos,
logísticos, financieros, etc”, “Definir tiempos de ejecución”, “Ver si tenemos las
capacidades necesarias”, “calcular el costo (en tiempo, dinero, esfuerzo, etc)”, “definir
cómo vamos a evaluar el avance del proyecto”, etc.
Tener por escrito lo que tenemos que hacer para alcanzar el objetivo es fruto de orar y
planificar.
Nos permite tener claridad sobre lo que vamos a hacer a nosotros y a nuestra iglesia y que
otros lo puedan ver, entender e involucrarse. “Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la
visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella”. Habacuc 2.2
El Plan de acción será nuestro mapa de ruta para llegar al objetivo deseado.
Estoy seguro que Nehemías no era el mismo cuando empezó que cuando termino la
muralla.
Cuando termino el vio todo lo que Dios hizo en el proyecto y en su vida y seguro estaba
agradecido.
Su vida cambio y su ministerio también. El desarrollar un proyecto de trabajo en una de las
formas que Dios uso en toda la biblia para transformar a a sus líderes.
Por eso te animo hoy a iniciar un proyecto de trabajo en tu iglesia que incluya Objetivos
mediables.
Es simple tener un barco cuando este no va a ningún puerto, usted se sienta y no hace nada,
solo mira para donde el barco se desliza pero cuando hay un puerto donde llegar ahí
empieza el desafío de hacer nuestra parte y depender de Dios para que El haga la suya.
En esta etapa es crucial que las tareas sucedan y que tengamos autocritica para ir
cambiando aquello que en la evaluación vamos detectando con nuestro equipo que
podemos mejorar.