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GBPress- Gregorian Biblical Press

Acerca de la distinción y alcance de los hábitos lógicos según Tomás de Aquino


Author(s): Juan Fernando Sellés
Source: Gregorianum, Vol. 89, No. 1 (2008), pp. 69-85
Published by: GBPress- Gregorian Biblical Press
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/23582103
Accessed: 23-11-2015 23:02 UTC

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Gregorianum 89, 1 (2008) 69-85

Acerca de la distinción y alcance de los hàbitos


lógicos segùn Tomàs de Aquino

Algo semejante a la matemàtica sucede con la lògica en el corpus


tomista, a saber, Tomàs de Aquino no habla en directo de un hàbito lògi
co. De modo que la cuestión acerca de si la lògica es un hàbito adquirido
de la inteligencia humana ofrece toda su crudeza al emprender està cues
tión. No obstante, para resolver esa ingente difìcultad, hay que despejar
previamente otros interrogantes: ^en qué se distingue la lògica de la mate
màtica?, ila lògica es unitaria ο hay pluralidad de lógicas?, ^es parte de la
teoria del conocimiento, ο ésta se reduce a aquélla?, ^es un mètodo proto
tipico para todas las ciencias, ο algunos saberes se retrotraen a està meto
dologia?, etc.
La lògica se parece a la matemàtica, porque opera con entes de razón
y con sus conexiones.1 La matemàtica se distingue, por una parte, de la fisi
ca en que la primera prescinde de la materia y del movimiento (también de
la causa formai y de la final),2 mientras que la segunda tiene en cuenta todas
esas causas. Ahora bien, la lògica es, asimismo, de la indole de la matemà
tica, porque està al margen de la causalidad fisica. Por otra parte, la mate
màtica se distingue de la metafisica en que las realidades que estudia està
ùltima son separadas realmente segun el ser, mientras que la matemàtica
estudia los asuntos que sólo son separados segun la razón.3 También de ese
estilo es la lògica. Por lo demàs, en ese punto estriba la reiterada critica que
Tomàs de Aquino - siguiendo a Aristóteles - aplicó a los platónicos y pita
góricos, quienes suponian no sólo que las esencias de las cosas fìsicas exis
ten en un mundo aparte, sino que también existian en ese mundo ideal los
asuntos matemàticos,4 y - habria que anadir -, lógicos.

'
Cf. R.W. Schmidt, The Domain of Logic According to Saint Thomas Aquinas, The Hague,
1966; E. Winance, «Réflexion sur la Logique de l'Aquinate» in Revue Thomiste Ά7 (1987) 391-434.
2 Cf. In De
Trinit., 2a p., q. 4, a. 3, co; ss.
3 Cf. In De
Trinit., 3a p., q. 5, a. 1, co. 3; ss.
4 Cf. In De
Trinit., 3a p., q. 5, a. 3, co. 5.

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70 JUAN FERNANDO SELLES

Si la lògica guarda buena afìnidad con la matemàtica, ,>cómo caracteri


zar a la lògica?, ^es acaso una especie de matemàtica? Ademàs, las formas
lógicas también se refieren no pocas veces a imàgenes representadas. Por
tanto, ^ese modo lògico de proceder, en qué se distingue de esa parte de la
matemàtica a la que Tomàs designa bajo el nombre de geometria? Y por lo
que respecta a nuestro propòsito: ^es un hàbito de la mente? De serio, ^qué
tipo de hàbito? Si se admite que lo es, ^por qué ni Aristóteles ni Tomàs de
Aquino consideran que la lògica es otra ciencia teòrica, ademàs de la fisica, la
matemàticas y la metafisica? Màs aùn, si cabe hablar de varias lógicas, jse tra
tarà varios hàbitos? Vamos a intentar, en primer lugar, caracterizar a la lògica
corno ciencia, para dilucidar después si se trata de uno ο màs hàbitos.
Con todo, respecto del primer enfoque, contamos también con otra
dificultad sobreafiadida que se puede formular corno sigue: jen el corpus
tomista se da una sola lògica, ο màs bien se admiten varias, corno sucede
con las matemàticas? Y en caso de pluralidad, ^cuàl de ellas es superior a las
demàs y por qué lo es? Como se puede apreciar, este tema se abre con
muchos interrogantes, aunque se puede sentar una observación segura, a
saber, la lògica tomista sigue a la aristotèlica, y la del Estagirita es plural. En
efecto, Aristóteles admite muchas lógicas: la demostración necesaria por el
silogismo5 [Analiticos), la demostración con buenas razones en el orden
social ( Tópicos), la lògica de la analogia,6 que se basa en la tesis de la conti
nuidad de la naturaleza {Fisica)·, la lògica de la inducción7 {epagoge), que es
un mètodo sistèmico ο reunitivo, {Metafìsica)·, etc.
Ademàs, en el elenco de lógicas aristotélicas falta la moderna, la for
mai, la lògica del càlculo ο matemàtica. En este punto se abre otra cuestión:
iqué distingue a ésta d'e las anteriores? Seguramente que las otras lógicas
(las que usan el Estagirita y su mejor comentador medieval) estàn al servi
cio de descubrir la realidad,8 mientras que la matemàtica opera exclusiva

5 Cf. Ο.
Βεννεγγ, Ο., «Saint Thomas' Theory of Demonstrative Proof» in Proceedings of the
American CatholicPhilosophicalAssociation 17 (1941) 76-88; Id., The Nature of Demonstrative Proof
Accordingto the Principles ofAristotle and St. Thomas Aquinas, Washington, 1943; J.F.Anderson, «On
Demonstration inThomistic Metaphysics» in The New Scholasticism 32 (1958) 476-494.
6
Cf. M. Dionne, Saint Thomas d'Aquin et le problème logique de l'analogie, Québec, 1984,
VI; R.M. McInerny, The Logic ofAnalogy:An Interpretation ofSt. Thomas, The Hague, 1961, X; A.
Molinaro, «Linguaggio, logica, metafisica. Il problema dell'analogia in S. Tommaso d'Aquino»
in Aquinas 18 (1974) 41-96.
7
Cf. EH. Conway, «Induction in Aristotle and St. Thomas» in The Thomist22 (1959) 336-365.
8
«Oportet syllogizare ex his quae dieta sunt, ut applicentur quae secundum considera
tionem logicam dieta sunt, ad res naturales existents» (In Metaphys., lib. Vili, lec. 1, n. 1); «logi
ca ordinatur ad cognitionem de rebus sumendam» (In Peryerm., lib. I, lec. 2, n. 3). En este sen
tido se dice que la lògica se subordina a las demàs ciencias. Cf. A. Furlan, «La subordinación de
la lògica a la ciencia» in Sapientia 26 (1971) 121-136.

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LOS HÀBITOS LÓGICOS 71

mente con asuntos mentales y sus conexiones. Con palabras medievales:


ésta opera con «segundas intenciones» (e incluso con «terceras», «cuar
tas»...), pero aquéllas con «primeras». Por eso, en el caso de la lògica formai,
es fàcil perder de vista la intencionalidad del objeto conocido y ceder, en
consecuencia, al logicismo.
Afiàdase que si se tiene en cuenta està lògica moderna, dentro de ella
también cabe establecer distinciones. En efecto, una parte de ella se suele Ila
mar extensional, y es mas parecida a la silogistica aristotèlica. Pero otra se
parece mas a la matemàtica, porque opera a modo de càlculo. jEn qué se dis
tingue està ùltima de la matemàtica?, ^es un hàbito de la mente? Ademàs, no
toda lògica moderna es extensional ο matemàtica, pues la sola alusión a la
lògica modal (que también està presente en Tomàs de Aquino9 a la par que en
otros pensadores modernos corno, por ejemplo, Leibniz, Kant, etc.) parece
apuntar a varios modos lógicos de proceder de la inteligencia. En conse
cuencia, ien qué se distinguen esas modalidades?, ^son diversos hàbitos?

El tema de la lògica: iactos u objetos?

Para comenzar, es oportuno tener en cuenta que Tomàs de Aquino no


entiende por 'lògica' exactamente lo que por ese término se concibe hoy en
dia, pues es claro que en la actualidad la lògica se refiere, sobre todo, a entes
de razón y a sus conexiones. En cambio, en el corpus tomista la lògica equi
vale no pocas veces a la filosofia racional, es decir, al estudio del modo pro
pio de proceder de nuestra razón, algo similar a lo que hoy entendemos por
teoria del conocimiento. En efecto, en los textos tomistas se encuentran
expresiones corno logica dicitur rationalis philosophia,10 logica, idest ratio
nalis scientia," rationalis philosophia, quae est logica,'2 etc.
iQué entiende, por tanto, Tomàs de Aquino, por filosofia de la razón?
Entiende por ella esa ciencia segùn la cual se estudian los diversos actos
cognoscitivos de dicha facultad, de los que - corno es sabido - distingue
tres: «ya que se llama lògica a la ciencia racional, es necesario que su consi
deración verse sobre esas cosas que pertenecen a las tres predichas opera
ciones de la razón».13 En consecuencia, el objeto, sujeto, materia ο 'tema' de

3
Cf. R.C. Trundle, «St. Thomas and Modal Logic: On Wittgenstein's and Heidegger's

Possibility» in Aquinas 38 (1995) 223-248; P. Weingartner, «Modal Logics with Two Kinds of
Necessity and Possibility» in Notre Dame Journal of Formai Logic 9 (1968) 97-159.
10In
Physic., lib. Ili, lec. 8, n. 2.
11In Post.
Analyt., lib. I, lec. 1, n. 2.
12In De
Trinit., 3a p., q. 5, a. 1, arg. 2.
13In
Peryher., lib. I, pr. 2.

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72 JUAN FERNANDO SELLES

la lògica son, en primer término, los 'actos' de la razón: «y està arte es la lògi
ca, esto es, la ciencia racional. La cual no sólo es racional porque es segùn
la razón (que es comùn a todas las artes), sino también por el hecho de que
versa sobre del mismo acto de la razón corno sobre su propia materia».14
Segùn està descripción, el camino para considerar a la lògica corno un
'hàbito' racional parece expedito, pues si està ciencia versa sobre los actos
de la razón, es claro que versa 'conociéndolos'. Ahora bien, lo propio de un
hàbito adquirido es que tiene bajo su dominio el conocimiento de los res
pectivos actos. Es manifiesto, por tanto, que la precedente descripción asi
mila a la lògica a un hàbito racional. Con todo, segun esa interpretación, no
se podria apreciar la distinción entre el supuesto hàbito lògico y el hàbito
propio de cada una de las tres operaciones aludidas, a saber, el hàbito con
ceptual, el hàbito judicativo ο de ciencia, y el hàbito que verse sobre el
raciocinio ο demonstratio.
Tal vez por elio Tomàs se ve impulsado a precisar màs el objeto propio
de la lògica, y le otorga no sólo el estudio de los actos racionales (lo cual
- corno se ha indicado - a nuestra teoria del conocimiento),
equivaldria
sino también el de los objetos pensados por los actos: «la lògica versa sobre
las operaciones de la razón. La lògica también serà de esas cosas que son
comunes a todos, esto es, de las intenciones de la razón, que se refieren a
todas las realidades. Pero no de manera que la lògica sea de esas mismas
realidades comunes, corno de su sujeto. Pues la lògica considera, corno

sujeto, el silogismo, la enunciación, el predicado, ο algo de este estilo».15


Segùn està segunda descripción, la lògica, màs que versar sobre los propios
actos racionales, se refiere a sus expresiones formales u objetivas, es decir,
a objetos mentales (formas) en los que estos actos se pueden expresar. En
este sentido «se puede decir que aquella que considera ùnicamente la
forma, no es (la ciencia) naturai, sino la lògica. Sin embargo, aquélla que es
acerca de la materia, pero ignora la forma, de nadie es sino del filòsofo de la
naturaleza».16 Por està 'forma' hay que entender la mental, no la causa for
mai, ni siguiera el accidente forma-figura.
Por tanto, parece que lo propio de la lògica es el estudio de los entes de
razón en cuanto tales. Asi lo afirma el propio Tomàs en otros lugares: «el
ente de razón se dice propiamente de aquellas intenciones que la razón
encuentra en las cosas consideradas, corno la intención del gènero, de la
especie y similares, que, sin duda, no se encuentran en la naturaleza de las
realidades, sino que siguen a la consideración de la razón. Y los entes de

14In Post.
Analyt., lib. I, lec. 1, n. 2.
15In Post.
Analyt., lib. I, lec. 20, n. 5.
16In De
Anima, lib. I, lec. 2, n. 12.

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LOS HÀBITOS LÓGICOS 73

este estilo, ο sea, entes de razón, son el sujeto propio de la lògica».17 Dentro
del àmbito de los entes de razón se encuentran tanto los objetos pensados
que se refieren a todas las realidades fìsicas existentes,18 corno esos otros
objetos pensados que no se refieren a dicha realidad, es mas, que no exis
ten.19 Ο sea, la lògica se refiere tanto al ente corno al no ente. Es, por tanto,
mas amplia que el conocimiento que versa sobre la realidad fisica. Téngase
en cuenta también que, poder pensar el no ente constituye para Tomàs de
Aquino una prueba de la inmaterialidad de la inteligencia, que no por pen
sar asuntos negativos ella misma se niega. De manera que en este punto la
lògica ofrece un buen servicio a la antropologia.
'Actos' de la razón, por una parte, y 'objetos' conocidos por otra. Ahora
bien, ^cuàles de éstos son los temas mas propios de la lògica, y cuales de la
teoria del conocimiento? Precisando mas la cuestión hay que responder
diciendo que la lògica estudia objetos pensados; la teoria del conocimien
to, en cambio, los actos. ^Cuales de los dos asuntos son los mas importan
tes? Indudablemente los actos, ya que éstos son reales, mientras que los
objetos son intencionales. Ademàs, los objetos dependen de los actos, no a
la inversa. Por eso, la lògica debe depender de la teoria del conocimiento y
no al revés. Ο sea, la lògica sera una parte de la teoria del conocimiento. En
cambio, pretender reducir la teoria del conocimiento a la lògica es ceder al
logicismo, que es ciego para la indole de las operaciones inmanentes20 y, por
supuesto, también para la naturaleza de los hàbitos, porque ni los actos ni
los hàbitos son objetos, ni se pueden conocer a modo de objetos pensados.

17In
Metaphys., lib. IV, lec. 4, n. 5.
18 «Huiusmodi autem intentiones entibus naturae aequiparantur, eo quod
intelligibiles,
omnia entia naturae sub consideratione rationis cadunt. Et ideo subiectum logicae ad omnia
se extendit, de quibus ens naturae praedicatur. Unde concludit, quod subiectum logicae aequi
paratur subiecto philosophiae, quod est ens naturae» (In Metaphys., lib. IV, lec. 4, n. 5).
19 circa ens et non ens sic dictum, scilicet prout ens sig
«Quaecumque oportet speculari
nificai verum, et non ens falsum, posterius perscrutandum est, scilicet in fine noni et etiam in
libro de anima, et in logicalibus. Tota enim logica videtur esse de ente et non ente sic dicto» (In
Metaphys., lib. VI, lec. 4, n. 11).
20«No se es posible sin el acto correspondiente. Por eso las
olvide que ninguna intención
intenciones segundas no son enteramente reflexivas, ο una reflexión sobre el acto de conocer.
En otro caso, la lògica seria la teoria sobre el acto de conocer. En otro caso, la lògica seria la teo
ria del conocimiento. Està es la pretensión del logicismo, que conculca el axioma A ("el cono
cimiento es acto")[...]. En cualquier caso, la lògica ha de tratarse en teoria del conocimiento.
La lògica no decide la teoria del conocimiento porque la segunda intención sin una operación
es imposible y no es una reflexión sobre la operación. No hay pura lògica, sino operaciones y
objetivaciones lógicas. Tornar la lògica en absoluto es una postura reductiva. La lògica es muy

importante, pero el logicismo es un error» (L. Polo, Carso de teoria del conocimiento, voi. I,

Pamplona, 1984,126). Por eso afiade: «De este modo, la teoria del conocimiento se hace cargo
de lo lògico. La lògica no es una ciencia distinta de la teoria del conocimiento (que seria enton
ces màs bien psicologia). No es asi. Lo lògico es un peculiar objeto [...]. Lo lògico es el objeto
conexo de una operación» (Ibid., voi. IV 2a, 180).

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74 JUAN FERNANDO SELLES

Consideración meritai.

«E1 lògico considera las cosas segùn que estàn en la razón; y por eso
piensa las sustancias en cuanto que, segùn la acepción del intelecto, subya
cen a la intención de universalidad».21 Las cosas que estàn en la razón son
todas aquéllas que derivan de la abstracción. De ese estilo son, para Tomàs,
las fisicas (abstraidas del sentido) y también las matemàticas (abstraidas de
la imaginación). En este sentido, mas que decir que la lògica fuese una parte
de la matemàtica es màs verdadera la tesis inversa, ο sea, que la matemàti
ca sea una parte de la lògica, porque la lògica es màs abarcante, ya que no
sólo tiene entre sus objetos pensados (separados de la materia) los nùme
ros y las figuras geométricas, sino también cualquier otra noción. Segùn
esto, es claro que la moderna lògica matemàtica no constituye sino una
parte de la lògica. ^Acaso la màs importante? Lo serà si las nociones mate
màticas con las que trabaja son superiores al resto. Ahora bien, ^lo son? Y,
por otra parte, ^son superiores a las nociones de la fisica (tomada ésta en
sentido clàsico)?, ^lo son respecto de las metafisicas?, etc.
De otro modo: ^los universales lógicos son los temas màs altos de que
es susceptible el conocimiento humano? De ser asi, habria que enfocar, por
ejemplo, el estudio de los trascendentales de modo lògico.22 Pero jde segu
ro que es éste el mejor punto de vista? Procediendo asi ^acaso no reducimos
su trascendentalidad real a la universalidad mental?, ^significa lo mismo
trascendental que universal? De operar de ese modo, también seria dificil
distinguir entre la filosofia tomista y, pongamos por caso, la husserliana. Sin
embargo, la primera entronca dentro del realismo: la segunda, en cambio,
prolonga el idealismo.23 Considerar las cosas «sólo segùn corno estàn en la
razón, pertenece a la consideración lògica».24 Ahora bien, jtodas las cosas
estàn mejor en la razón que en la realidad? La respuesta tomista es que las
que son inferiores a la razón estàn de un modo màs noble en la propia
razón que en la realidad, pero las que son superiores a la razón, lo contra
rio.25 ^De qué estilo son, por ejemplo, los trascendentales: inferiores ο supe
riores a la razón? es obvio que superiores a ella. El estudio de los trascen

21 In lib. VII, lec. 13, n. 11. Por ejemplo,


Metaphys., la noción de hombre en universal,
prescindiendo de éste u otro hombre concreto: «Licet autem homo praeter singularia non sit in
rerum natura, est tamen in ratione quae pertinet ad logicam considerationem» {In Metaphys.,
lib. VII, lec. 11, n. 36).
22Cf.
por ejemplo: A. Millan Puelles, La lògica de los conceptos metaflsicos, voi. I, La lògi
ca de los conceptos transcendentales, Madrid, 2002.
23Cf. L.
Polo, Nominalismo, idealismo y realismo., Pamplona, 22001.
24De
Generatione, lib. I, lec. 10, n. 8.
25Cf. In
IIISent, d. 27, q. 1, a. 4, co; De Ver., q. 22, a. 11, co; De Vir., q. 2, a. 3, ad 13; S. Theol.,
I, q. 82, a. 3, co; Ibid., I-II, q. 66, a. 6, ad 1.

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LOS HABITOS LÓGICOS 75

dentales pertenece a la metafisica; el de los universales, en cambio, a la lògi


ca. E1 mètodo de los trascendentales es el intellectusr, el de la lògica, en cam
bio, un uso de la ratio. La metafisica no se reduce a lògica. Si se reduce, se
cae en una metafisica 'prematura', es decir, 'logicista'; 'prematura', también
en el sentido tomista de que la lògica es recomendable para gente joven,
pero no la metafisica.
En efecto, el hombre «debe aprender primero la lògica que las demàs
ciencias, ya que la lògica ofrece el modo comùn de proceder de las demàs
ciencias».26 No debe aprenderla primero porque sea mas fàcil que las demàs
ciencias, pues su dificultad - para Tomàs de Aquino - es màxima, sino por
que las demàs ciencias dependen de ella, en cuanto que ella ensefia el
modo racional de argumentar de toda ciencia.27 ^En qué consiste ese comu
nem modum procedendi que la lògica ensena a las demàs? Por una parte, en
el modo de considerar las cosas en universal.28 Por otra, en el modo comùn
de argumentar.29 Ahora bien, éste puede ser persuasivo, aunque incorrecto,
ο màs bien frio, aunque màs correcto. El propio de la lògica es el segundo.30
En este caso, la lògica supone una buena ayuda a las demàs ciencias. En
efecto, en la medida en que el modo de argumentar de la lògica sirve a las
demàs ciencias, en ese sentido se dice que està disciplina es un ìnstrumen
to vàlido para ellas. Segun esa ayuda se habla tradicionalmente de dos tipos
de lògica logica docens y logica utens. Por la primera se entiende el traducir
a forma lògica las proposiciones de cualquier otra ciencia.31 Por la segunda
se dice que las demàs ciencias emplean el modo de argumentar de la lògi
ca aunque no concluyan con exactitud.32

26 In In De Trinit., pars 3, q. 5, a. 1, ad 3; Ibid.,


Metaphys., lib. II, lec. 5, n. 5. Cf. asimismo:
pars 3, q. 6, a. 1, ad 13; In De causis, pr; In Ethic., lib. VI, lec. 7, n. 17; Quodl., IV, q. 12, a. 2, ad 12.
27Cfr. In De
Trinit., pars 3, q. 6, a. 1, ad 13.
28 Por «secundum autem logicam est unum genus omnium
ejemplo, considerationem,
corporum, propter unam rationem corporeitatis» (S. Theol., I, q. 66, a. 2, ad 2).
29 «Et dicuntur hic ex quibusdam
logicae rationes, quae procedunt communibus, quae
pertinent ad considerationem logicae» (In Post. Analyt., lib. I, lec. 33, n. 2).
30 «In ea per quae alia perfectius intelliguntur, quamvis illa
disciplinis prius addiscuntur
facilius sit intelligere vel habere secundum communem modum, sicut facilius est scire argu
mentari eo modo quo etiam idiotae utuntur dialectica quadam, quam scire regulas logicae; et
tamen primo addiscuntur regulae logicae ad hoc quod aliquis perfectius argumentari valeat

quam communiter idiotae argumentantur» (Quodl., IV, q. 12, a. 2, ad 12).


31«Et sic dicetur
aliquis processus esse rationabilis, quando aliquis utitur in aliqua scien
tia propositionibus, quae traduntur in logica, prout scilicet utimur logica, prout est docens, in
aliis scientiis» (In De Trinit., pars 3, q. 6, a. 1, co. 1).
32«Et hoc modo rationabiliter
procedi potest in qualibet scientia, ut ex probabilibus pare
tur via ad necessarias probationes. Et hic est alius modus, quo logica utimur in scientiis
demonstrativis, non quidem ut est docens, sed ut est utens. Et his duobus modis denominatur

processus rationalis a scientia rationali; his enim modis usitatur logica, quae rationalis scientia
dicitur, in scientiis demonstrativis» (In De Trinit., pars 3, q. 6, a. 1, co. 2).

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76 JUAN FERNANDO SELLÉS

Las partes de la lògica.

La lògica «parece ser el arte de las artes, ya que nos dirige en el acto de
la razón, por el que procederi todas las artes. Asi pues, es necesario, tornar
las partes de la lògica segùn la diversidad de los actos de la razón».33 Segùn
la distinción tomista entre dichos actos, tendriamos una lògica conceptual,
otra judicativa y otra demostrativa. Pero si la lògica no tiene en cuenta tanto
los actos de la razón corno sus expresiones objetivas, la primera seria la
lògica de los términos ο de la definición, la segunda, la de la predicación ο
enunciación y la tercera, la del silogismo.
La lògica de la definición es la que atiende a los universales. Como la
lògica, para Tomàs de Aquino, està al servicio del conocimiento de lo real,
una definición sera verdadera si permite conocer la sustancias y los acci
dentes de la realidad. En caso contrario, no se puede hablar de definición
lògica, sino dialéctica.34
La lògica de la predicación ο enunciación es la que establece cuando se
puede predicar con verdad. Tomàs, que sigue en esto a Aristóteles, conside
ra que una proposición es verdadera cuando atribuye accidentes a sustan
cias, pero no cuando se predican sustancias de sustancias ο accidentes de
accidentes. Si esto segundo se lleva a cabo, la enunciación no es lògica, sino
dialéctica.35
La lògica silogistica fue, corno se sabe, la màs trabajada por Aristóteles.
Consideraba el Estagirita que para que se concluya con acierto el término
medio debe tomarse al menos en alguna de las premisas en toda su exten
sión ο universalidad. Para Tomàs de Aquino esa universalidad no debe ser
meramente lògica, sino que (corno toda lògica) debe responder al descu
brimiento de lo real.36 De lo contrario, la argumentación es dialéctica.

33In Post.
Analyt.., lib. I, lec. 1, n. 3.
34 enim datar aliqua definitio, in qua nihil est ex parte corporis [...]. Aliquando
«Aliquando
assignatur aliqua definitio, in qua est aliquid ex parte corporis seu materiae [...]. Prima est dia
lectica. Secunda vero est physica, cum ponatar ibi aliquid ex parte materiae; et ideo pertinet ad
naturales» (In De Anima, lib. I, lec. 2, n. 9). «Si quis ergo assignet definitionem, per quam non
deveniatur in cognitionem accidentium rei definitae, fila definitio non est realis, sed remota et
dialectica. Sed fila definitio per quam devenitur in cognitionem accidentium, est realis, et ex
propriis, et essentialibus rei» (In De Anima, lib. I, lec. 1, n. 15).
35 «Ponit differentiam inter dialecticam et demonstrativam, dicens quod
propositionem
cum propositio accipiat alteram partem enunciationis, dialectica indifferenter accipit quan
cunque earum. Habet enim viam ad utranque partem contradictionis, eo quod ex probabiiibus
procedit» (In Post. Analyt., lib. I, lec. 5, n. 4).
36«In
parte logicae quae dicitur demonstrativa, solum doctrina pertinet ad logicam, usus
vero ad philosophiam et ad alias particulares scientias quae sunt de rebus naturae. Et hoc ideo,
quia usus demonstrativae consistit in utendo principiis rerum, de quibus fit demonstratio,
quae ad scientias reales pertinet, non utendo intentionibus logicis» (In Metaphys., lib. IV lec. 4,

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LOS HÀBITOS LÓGICOS 77

De no respetarse las precedentes reglas, no se descubre la realidad,


sino que, aunque se use el modo de proceder parecido al de la logica, se
actùa de modo retòrico, tentativo, sofistico, etc. La retòrica «es de esas cosas
que son ordenadas por nosotros para hablar, ya que es la ciencia del bien
decir para persuadir»,37 pero no tiene corno objeto la verdad, sino la opi
nion.38 La dialéctica tentativa procede arguyendo con intenciones comu
nes39 que no necesariamente son verdaderas. La sofistica, «quae etiam alio
nomine dicitur litigiosa»,40 que usa un tipo de argumentación que parece
sabio, pero que no lo es,41 tiene corno fin vencer en la argumentación, no
descubrir la verdad. Sus argumentos versan sobre temas accidentales, pero
intentan tratar de ellos segùn el modo de la necesidad lògica.42 Por eso, salvo
la lògica, ninguna de estas disciplinas es ciencia.43 Pero volvamos a nuestra
cuestión: si la lògica es ciencia,44 ^depende de un determinado hàbito
adquirido?

Los principios de la via racional.

«Los principios de cualquier ciencia, corno la lògica, la geometria y


la aritmètica, se toman de los solos principios formales de lo real, de los
cuales depende la esencia de la realidad».45 Al parecer, la fundamentación
de la lògica, para Tomàs de Aquino, no es mental, sino real. Ademàs, consi
dera que la lògica, corno cualquier otra ciencia, tiene sus principios pro
pios, pues de ser los mismos para todas las ciencias, no tendriamos sino
una.46 Elio indica que la lògica que està considerando Tomàs es la propia de

η. 8). «Ad logicam autem communiter pertinet considerare praedicationem universaliter,


secundum quod continet sub se praedicationem quae est per se, et quae non est per se. Sed
demonstrativae scientiae propria est praedicatio per se» (In Post. Analyt., lib. I, lec. 35, n. 2).
37In III
Sent., d. 33, q. 3, a. 1, qc. 4, co.
38Cf. In
Physic., lib. Vili, lec. 5, n. 3.
39Cf. In Post.
Analyt., 1.1, lec. 20, n. 5.
40
Defallaciis, cap. 2, co.
41Cf.
In Post. Analyt., lib. I, lec. 13, n. 7.
42«Pretender un saber necesario acerca de lo accidental es propio de los sofistas» (L. Polo,
Introducción a la filosofia, Pamplona, ?2002, Tema 12).
43Cf.
In Metaphys., lib. IV, lec. 4, n. 7.
44«Omnes in exteriorem materiam tran
scientiae, quae scilicet non habent operationem
seuntem, sicut sunt scientiae morales et logicae, omnes inquam huiusmodi artes, potentiae
quaedam sunt» (In Metaphys., lib. IX, lec. 2, n. 3).
45 S. C. lib. II, cap. 25, n. 14.
Gentes,
46 sunt principia et quaedam dicuntur
«Quaedam geometriae logicae, quae principia
syllogismorum vel ratiocinationum, et quaedam sunt principia medicinae; et sic accipiendo
principia omnium scientiarum, ista sic accepta eadem sunt principia omnium demonstratio

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78 JUAN FERNANDO SELLES

la 'via racional', linea de pensamiento a la que él llama 'abstracción total', es


decir, de esa via operativa de la razón que permite descubrir progresiva
mente la indole de la realidad fisica. Desde luego, que està via debe tener
unos principios operativos, y que éstos deben aludir a lo real. Con todo, esa
no en la ùnica via operativa de la inteligencia. En efecto, tenemos esa otra
via operativa a la que Tomàs denomina 'abstracción formai', la que permite
- -
segùn él la formación de la matemàtica. También està via debe tener una
logica interna, distinta de la otra via y, asimismo, también debe contar con
unos principios. Téngase en cuenta que ni los principios de una via ni los de
la otra son los llamados primeros principios, que son reales y trascendenta
les, los temas de la metafisica.
Atender a los principios de la lògica no sólo nos permite dar con un
tema especial, poco tenido en cuenta en la historia de la filosofia, sino tam
bién descubrir un mètodo singular, a saber, un hàbito adquirido de la razón
que permite conocer esos principios.
Como es sabido, la tercera operación de està via racional es la
demonstratio. Es la ùltima operación de la via racional (a la que también se
le llama 'fundamentación'). Està operación, corno todas las precedentes,
tampoco carece de un hàbito adquirido que permite conocerla. A este hàbi
to le podemos llamar el de los axiomas lógicos. En cuanto a la operación,
cabe decir que recibe este nombre debido a que busca en la realidad fisica
el próton, lo primero, aquello que funda. Es obvio que la filosofia griega
estuvo preocupada por el problema del 'fundamento', a lo que responden
las nociones de physis y cosmos. Para la filosofia moderna eso también es
una constante preocupación, pero lo fondante ya no es para ella el cosmos
sino el sujeto (o la conciencia) de quien se predican las propiedades que los
pensadores griegos atribuian al cosmos.
Lo que busca la razón que estudia lo real es fundamentar. Y en eso
debe consistir su ùltima operación. A diferencia de la via formai, la racional
si cuenta con una ùltima operación, y un hàbito ulterior. La operación
racional precedente a ésta, el juicio, no puede conocer el fundamento por
que, claramente, aquello que se puede juzgar no es unitario. En efecto,
caben multiplicidad de juicios acerca de la realidad fisica, y por muy com
patibles que éstos sean entre si, son irreductibles. Y elio porque, si lo cono
cido por el juicio es plural, ya que este acto attende a las cuatro causas pre

num; hoc non facit ad propositum, quo quis vult sustinere eadem esse principia, quia per hoc
dictum nihil aliud dicitur, nisi quod quaelibet scientia habet sua principia. Sed quod sint
eadem principia unius scientiae quae sunt alterius (quod oporteret si eadem essent principia
omnium syllogismorum scientialium), est impossibile et derisibile; quia secundum hoc seque
retur quod omnia quae sunt in scientiis, essent eadem, et ita omnes scientiae essent una scien
tia» (In Post. Analyt., lib. I, lec. 43, n. 9).

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LOS HÀBITOS LÓGICOS 79

dicamentales, que son irreductibles entre si, el juicio no puede conocer el


fundamento unitario para tales causas. A distintos temas, distintos conoci
mientos. De lo contrario, confundiriamos los temas. El juicio explora el
'qué' de la realidad fisica. La demostración, en cambio, busca el 'por qué' de
su esencia.
El fundamento que se conoce operativamente por està tercera ope
ración racional no es el acto de ser del universo fisico, pues éste es el tema
del intellectus, no el de la tercera operación de la ratio. Esa operación
denuncia que a la realidad fisica no le puede faltar el fundamento, pero ella
no lo puede conocer tal cual es, porque el fundamento de lo fisico no es fisi
co, sino, precisamente, metafìsico. De manera que si la razón 'supone' la
existencia de este principio, es porque forma de él un objeto, pues el obje
to pensado es una 'suposición'. Pero una vez que presenta el fundamento a
modo de objeto pensado, corno si de una base se tratase, ya no se puede
seguir profundizando mas en su realidad de ese modo, es decir, formando
objetos pensados.
No debe confundirse esa tercera operación con lo que de ordinario
se llama 'argumentación' ο 'silogismo' (corno tampoco cabe confundir el
concepto con la definición el
y juicio racional con el juicio lògico y la enun
ciación). Unos son 'actos de pensar' (realidades) y los otros son sus 'expre
sioneslógicas' (objetos pensados). En suma, las operaciones racionales son
tres: el concepto, el juicio, y la demonstratio ο bùsqueda de fundamenta
ción. Mas alla de la tercera operación no caben operaciones racionales,
porque a partir del abstracto no se puede avanzar mas operativamente en
orden a lo real. Esto no significa que el fundamento de la realidad fisica sea
incognoscible, sino que hay que saltar de nivel cognoscitivo, es decir, no
conocerlo a modo de objeto ο idea, sino segùn una intelección.

El hàbito de los axiomas lógicos.

En cuanto al hàbito correspondiente a la fundamentación, lo primero


que llama la atención es la ausencia de tratamiento en la tradición filosofi
ca.47 Es claro que somos conscientes de nuestra operación de fundar, pues
sabemos que indagamos acerca del 'por qué' de la indole tetracausal de la
realidad fisica, y eso es conocer, mediante el hàbito correspondiente, el acto
racional que busca el fundamento.

47En ni Aristóteles ni nin


efecto, entre el hàbito de ciencia y el de los primeros principios,
guno de sus comentadores a lo largo de la historia de la filosofia ponen un hàbito adquirido
intermedio.

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80 JUAN FERNANDO SELLES

Los axiomas lógicos son la comprensión racional de los primeros prin


cipios. Los primeros principios constituyen el tema propio de un hàbito
innato superior al que ahora se estudia: el intellectus ο hàbito de los prime
ros principios. Si se intenta conocer con la ratio esos principios primeros,
éstos se presentan corno objetos mentales engarzados entre si, mezclados,
es decir, unidos con conexiones lógicas, ο sea, no separados uno de otro,
manifestación explicita de que al conocerlos de ese modo no se puede
saber que son primeros. Mezcla indica que al formular los axiomas lógicos,
éstos se vinculan entre si. Sin entrar a exponer los primeros principios (los
temas reales de la metafisica), se puede decir que son el de no contradic
ción (el acto de ser del universo), el de identidad (el acto de ser divino) y el
de causalidad trascendental, es decir, la dependencia del primero respecto
del segundo (la creación). Pues bien, los axiomas lógicos son el conoci
miento a nivel racional de esos principios, es decir, el conocimiento que
permite la razón de esas realidades que a ella le superan, sencillamente por
que no se pueden abstraer. En consecuencia, a nivel racional esos princi
pios no se conocen corno son, es decir, corno primeros y reales, sino corno
objetos mentales y, ademàs, mezclados.
Conocido objetivamente, el principio de identidad se suele formular
lògicamente asi: «A es A». El de no contradicción, corno «A no es no A». Y el
de causalidad corno «no hay efecto sin causa» (o «la causa es siempre causa
de efecto»), Ademàs, corno se ha adelantado, al conocerlos objetivamente,
aparecen unidos, lo cual es un sintonia claro de que ya no se estàn consi
derando corno irreductibles ο primeros, pues se intenta reducir uno a otro
y explicarlo desde el otro. En efecto, si se dice que «A es A» se suele anadir
que «A es A porque A no es no A», ο a la inversa, «A no es no A porque A es
A», lo cual, obviamente hace depender un principio del otro, el de identidad
del de no contradicción ο viceversa. Ademàs, que esas formulaciones deno
tan asuntos lógicos y no reales es obvio, porque decir, por ejemplo que «A
es A», eso es suponer A, es decir, equivale primero a pensar A, y luego a vol
verla a pensar, de modo que se trata de pensar dos veces el mismo objeto.
De manera que estamos ante un objeto mental y no ante un asunto real. Por
otra parte, cuando dos de ellos se unen, excluyen al tercero. Asi, por ejem
plo, si se dice que «A es A porque A no es no A», segùn eso es imposible que
«A sea causa de no A».
Como se ve, las uniones entre esos principios lógicos admiten mezclas.
Por ejemplo, la fusión de la identidad con la no contradicción, que se suele
formular asi: «A es A porque no es no A; A no es no A porque es A», mezcla
que excluye la causalidad. Ο la fusión de la identidad con la causalidad, que
se podria formular asi: «A es A porque es causa sui; A es causa sui porque es
A», que excluye la no contradicción. En las precedentes formulaciones se
subraya la conjunción causai 'porque' a fin de que se note que no estamos
ante meros juicios, sino que se està iluminando habitualmente la operación

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LOS HABITOS LOGICOS 81

de fundamentar. E1 juicio afirma ο niega, pero no fondamenta. E1 juicio dice


el qué, pero no el por qué. Es pertinente, pues, atender escuetamente al
acto de la fondamentación y al hàbito de los axiomas lógicos, porque cons
tituyen el paso del conocimiento de la esencia del universo al de su acto de
ser, es decir, al enlace temàtico - de ordinario poco tenido en cuenta - entre
la fisica y la metafisica, entre la ratio y el intellectus.

El primer principio de la via formai.

Si en vez de la lògica de la via racional (via de abstracción total) ahora


tenemos en cuenta la lògica de la via de abstracción formai, hay que decir,
que la lògica propia de està via es distinta de la precedente en su modo de
operar, en sus objetos, y en sus principios. Eso es asi, porque los actos y los
hàbitos de està via son distintos de los actos y hàbitos de la via racional. En
consecuencia, también lo seràn los objetos.
Al darnos cuenta de que abstraemos por el hàbito abstractivo, nos per
catamos de que el abstracto es susceptible de una doble consideración a la
que Tomàs de Aquino denomina 'doble abstracción'. En efecto, se puede
considerar el abstracto segòn el ser que tiene en el intelecto, ο segùn que se
compara a lo real. A la primera forma de proceder el de Aquino la llama
'abstracción formai', y a la segunda, 'abstracción total'. La primera es for
malizante, generalizante, y no attende tanto al contenido del abstracto
corno a que sea un abstracto, es decir, lo considera corno un objeto pensa
do en tanto que pensado. Prosiguiendo està via, segùn Tomàs, se obtienen
nociones corno la definición, el gènero, la diferencia especifica, los predica
bles, etc., y también, varias ciencias, corno la lògica, la dialéctica, la retòri
ca, la sofistica, etc. Tales doctrinas parten de lo que parece màs claro para
nosotros, ο sea, de lo usuai, pero no de lo evidente en si, y ninguna de ellas
tiene corno objeto directo la naturaleza de lo real fisico. Actos encuadrables
en està via son el preguntar ο inquirir, el definir, el generalizar, etc. En efec
to, deciamos que los actos de està via forman generalizaciones, ο sea, ideas
cada vez màs generales.
Si la via formai de la razón busca una generalización cada vez mayor, màs
extensa, se puede considerar que tiene un principio, y que éste se puede for
mular, al modo de Tomàs de Aquino, de la siguiente manera: «el todo es mayor
que la parte». Sin embargo, la noción de 'todo', pese a ser una generalización,
no es la mayor posible, porque la via generalizante no cierra nunca. Ο si se
quiere, siempre cabe pensar un todo mayor que el pensado hasta el momen
to. Por eso dice Tomàs que el argumento ontològico anselmiano, fondado
sobre la noción de 'màximo', no es concluyente, porque siempre cabe pensar
un màximo mayor, sencillamente porque esa operatividad cognoscitiva no se
agota, corno no se agotan los descubrimientos matemàticos.

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82 JUAN FERNANDO SELLES

Las operaciones generalizantes forman ideas cada vez mas engloban


tes. Ademàs, los actos posteriores a la consideración del abstracto corno tal
terminati prioritariamente en el abstracto, no directamente en lo real, sino
indirectamente, captando de la realidad sensible sólo lo particular. En cam
bio, en la via racional se termina en lo real a través de los sentidos y se pro
cede, con diversos actos (concepto, juicio, y demostración), a desentranar
la condición entera de lo real sensible (accidentes, sustancia, movimiento,
vida, orden ο causa final, fundamento...). La abstracción formai es parcial
en el sentido de que posee una débil referencia a lo real, sólo a la forma
accidental, a la cantidad imaginada. No se refiere a la materia sensible con
sus peculiares cualidades, sino a la inteligible, al continuo infinitamente
divisible. Desconoce no sólo la indole de lo real fisico, sino también la natu
raleza de lo que es real y separado de lo fisico, corno lo son los seres espiri
tuales y Dios. De ahi que las disciplinas que pertenecen a està via tengan
vedado el acceso a los actos de ser (el del universo, el de las personas huma
nas y el de la divinidad).

Los hàbitos formales.

Si las operaciones formales ο generalizantes son progresivas y no cie


rran, porque no cabe una ùltima generalización, està via debe admitir plu
ralidad de hàbitos generalizantes que conozcan los respectivos actos de
generalizar. Como se ha indicado, tras la abstracción caben dos lineas ope
rativas para la razón: ο considerar el abstracto corno tal, ο confrontar la
operación abstractiva con la realidad fisica para conocer la indole de ésta.
La primera via considera lo formai del abstracto, ο al abstracto corno forma.
Como él caben muchos otros y se puede operar mentalmente con ellos:
unirlos, separarlos, etc. Darse cuenta de este modo de operar que versa
sobre entes de razón es habitual. El hàbito alumbra actos que conocen
objetos corno objetos, es decir, ideas. Al hàbito se le
puede llamar 'generali
zante', no porque generalice, sino porque permite conocer los actos que
generalizan, es decir, que forman ideas cada vez màs generales. Percibir que
se opera por géneros es lo propio de este hàbito. En està via caben muchos
hàbitos. Cada uno de éstos se adquiere por un sólo acto. Ese modo habitual
de operar es el propio de algunas disciplinas tales corno la estadistica.
En està via se dan diversos hàbitos. ^En virtud de qué se distinguen
éstos entre si? La distinción entre ellos no puede ser sino jeràrquica. jEn
qué reside esa distinción de niveles? En que unos hàbitos permiten conocer
actos màs generalizantes que otros. Por ejemplo, es claro que el modo de
proceder generalizante de Anaximandro (noción de àpeirori) es notable
mente inferior a la generalización anselmiana (màximo pensable), y ésta a
la de Spinoza (unidad de la Sustancia), y ésta a las de Hegel (Todo, Infinito,

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LOS HÀBITOS LÓGICOS 83

Absoluto, etc.). También es patente que dichos pensadores se dieron cuen


ta de que usaban la generalización. Pues bien, el hàbito por el que Hegel
notò que a través de sus actos de generalizar buscaba la totalidad de lo pen
sado es superior al hàbito por el que Anaximandro notò que la noción de
indeterminado (àpeiron) es una idea general.
Con todo, en està via no cabe una ùltima idea màximamente general,
porque està linea operativa no se consuma nunca; es decir, a distinción de
la via racional, no termina. En efecto, no cabe una ùltima operación segui
da de su hàbito correspondiente. Ο sea, siempre podemos descubrir ideas
màs omniabarcantes, màs generales que las precedentes. ^Qué tiene que
ver lo dicho con el tema que nos ocupa, con la lògica? Que ese es el meollo
de una parte de ella, la extensional. En efecto, la clave de ésta es proceder
generalizando, abarcando cada ver mayor nùmero de determinaciones al
establecer nuevos nexos de conexión lógicos. Por tanto, para terminar se
puede volver a formular la pregunta principal con que se abria este capito
lo: ^es la lògica un hàbito? La respuesta es: la lògica no depende de un hàbi
to, sino de muchos hàbitos adquiridos: la extensional depende de plurali
dad de hàbitos de la via formai de la inteligencia, es decir, de los hàbitos
generalizantes. En cambio, la lògica de la via racional depende de un ùnico
hàbito: el de los axiomas lógicos.

Conclusiones

Para Tomàs de Aquino no hay una lògica unitaria, sino pluralidad de


ellas. Su distinción respecto de la teoria del conocimiento estriba en que la
lògica conoce entes de razón, mientras que la teoria del conocimiento
conoce actos de pensar u operaciones inmanentes. Cada una de las diver
sas lógicas depende de un hàbito cognoscitivo distinto de la razón.
La razón consta de dos vias para el de Aquino: la via de abstracción
total, que versa sobre lo real fisico; y via de abstracción formai, que versa
sobre los objetos pensados corno tales. Esas dos vias dan lugar a lógicas dis
tintas. La radicai distinción entre las lógicas de ambas vias radica en que la
lògica de la via racional (abstracción total) tiene corno principio el hàbito
de los axiomas lógicos, corno actos, los de fundar y corno objetos, conoci
mientos que, en ùltimo término, dicen referencia a la realidad fisica. En
cambio, la lògica de la via de abstracción formai, tiene corno principio «el
todo es mayor que la parte», corno actos, multitud de operaciones genera
lizantes, corno objetos, ideas cada vez màs generales (màximo, todo, abso
luto, etc.).
La filosofia clàsica griega y medieval ha usado en mayor media la via
racional (abstracción total) y su lògica propia. Por eso se suele caracterizar
corno realismo, porque este modo de proceder dice referencia a la realidad

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84 JUAN FERNANDO SELLES

fìsica. En cambio, la filosofìa moderna usa en mayor medida de la vìa de


abstracción formai, y por eso se la suele calificar en mayor medida de idea
lismo, porque su referencia a la realidad fisica es indirecta y débil. Ambas
vìas son distintas y conocen asuntos distintos. Ahora bien, corno en el
conocimiento humano toda distinción viene marcada por la jerarquia, lo
que queda por averiguar es cuàl de ambas vìas, y sus respectivas lógicas, es
superior a la otra y por qué. Pero este tema tan interesante puede quedar
para un estudio posterior.

Departamento de Filosofìa Juan Fernando Sellés


Universidad de Navarra
Campus Universitario
31080 - Pamplona
Espafia

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LOS HÀBITOS LÓGICOS 85

RESUMEN

Este trabajo defiende que la ciencia lògica sigue a la teoria del conocimiento.
Su objeto es el ente de razón. Admite que disponemos de dos tipos de lògica; la for

mai, que sigue a la via de la razón, llamada por Tomàs de Aquino via de abstracción

formai-, y la lògica de lo real, que sigue a la via de la razón llamada por él abstracción
total. En consecuencia, tenemos diversos hàbitos lógicos, que nos permiten usar de
los diversos actos de conocer que pertenecen a los dos usos aludidos de la razón.
Cada una de estas distintas lógicas tiene distintos principios: la racional, los axio
mas lógicos; la formai, el principio de la generalización.

This paper argues that the science of logie follows the theory of knowledge. The

objects are ens rationis. It admits that we have two kind of logie: formai logie, which
follows via rationis, named abstractio formalis-, and real logie, which follows via

rationis, named abstractio totius. In consequence, there are divers habits of logie,
which permit the use of our different acts of understanding, which pertain to both
uses of ratio. Each one of these different logics has different principles: the rational

principle, the axioms of logie; the formai principle; the principle of generalisation.

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