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Contextualismo y Rivalidad de Lógicas

Eduardo Alejandro Barrio

IIF-SADAF-CONICET

UBA

Abstract:

In this paper, I analyze the difficulties presented by the logical pluralist thesis. I will try to specify some
important elements for the discussion between monists and pluralists. I distinguish between systems of
pure logic, applied and philosophical readings of a logic. I show that there is no intrinsic relationship
between all these factors. I present Quine's challenge about logical divergence and its consequences about
meaning, and describe some responses to this line of argument against pluralism. In particular, I introduce
the contextualism view about disagreements in logic and then, discuss some points connected with this
view. Finally, I introduce the Collapse Argument and analyze how logical pluralism is affected by this
challenge.

Introducción:

La posibilidad de que existan más de una lógica correcta es uno de los temas centrales de la
filosofía de la lógica contemporánea. Sin embargo, la discusión no siempre resulta suficientemente clara.
Hay muchos aspectos involucrados, distintos niveles de discusión, y elementos que oscurecen las
opciones disponibles. Como es bien conocido, monistas lógicos sostienen que hay y sólo puede haber una
lógica correcta. Esta lógica usualmente es la lógica clásica. Pero en algunos es una de las numerosas
lógicas no clásicas. Y pluralistas, en cambio, afirman que puede haber más de una lógica correcta. En
palabras de Caret y Kouri Kissel: 1

Logical pluralism is the view that there are distinct, but equally good logics.

En este trabajo, analizo las dificultades que presenta la tesis pluralista lógica. Intentaré precisar
algunos elementos importantes para la discusión entre monistas y pluralistas. Distingo entre sistemas de
lógica pura, aplicadas y lecturas filosóficas de una lógica. Muestro que no hay una relación intrínseca entre
todos estos factores. Presento el desafío conocido de de Quine acerca de la divergencia lógica y sus
consecuencias acerca del significado y describo algunas respuestas a este línea de argumento contra el
pluralismo. Finalmente, introduzco el Argumento del Colapso y analizo cómo el pluralismo lógico se ve
afectado por el mismo.

1. Lógicas puras, dominios de aplicación e interpretaciones filosóficas

En nuestros días, hay muchas teorías lógicas. Esto es, cualquiera que esté al tanto de la discusión
conceptual y desarrollos técnicos en los que trabajamos los lógicos, sabe que existe la lógica clásica, y un
conjunto enorme de sistemas lógicos que extienden o difieren de un modo importante las fronteras de la
clasicalidad. Así, hay sistemas que amplían los límites de las inferencias clásicas: las denominadas lógicas
modales, epistémicas, deónticas, temporales son algunos de los ejemplos más notables. Y, en cambio, hay
sistemas que son significativamente distintos que la lógica clásica. Esto es, paradigmáticamente,
abandonan alguna ley o inferencia aceptada por la lógica clásica. La lógica intuicionista, las lógicas

1Caret, C. y Kouri Kissel, T. Pluralistic perspectives on logic: an introduction. Synthese (2020). https://doi.org/10.1007/


s11229-019-02525-x
1
paracompletas, las paraconsistentes, las relevantes son sólo algunos de los ejemplos más notables. Esto
simplemente describe lo que de hecho sucede en la disciplina. Hay una pluralidad de teorías, algunas
compatibles entre sí y otras no. ¿Cómo es esta situación posible? Para entender los alcances de esta
pregunta, resulta importante notar que en cierto sentido, tal situación no debería preocuparnos ni
sorprendernos. Sabemos hay distintas algebras, distintas geometrías, en tanto teorías acerca de ciertas
estructuras abstractas, todas ellas pueden convivir. Esto es, como Priest ha hecho notar, a nivel de la lógica
pura, hay una pluralidad de teorías todas ellas muy interesantes, cuyas propiedades abstractas resultan de
gran interés:

- ¿Hay algún conjunto de propiedades constitutivas de la noción de consecuencia lógica?

- ¿Es posible que una conclusión requiera apoyo de un conjunto infinito de premisas?

- ¿Hay lógicas vacías? ¿Es decir, es posible que una teoría lógica no identifique ninguna inferencia válida?

Preguntas de este tipo, y muchísimas otras, pueden ser de gran interés para los lógicos. En un sentido
abstracto y puro, dado un conjunto de afirmaciones, la lógica debería decirnos qué se sigue de estas
afirmaciones. Un buen argumento es aquel en el cual sus premisas implican lógicamente la conclusión. Es
decir, la conclusión es consecuencia de las premisas. La lógica debe ser absolutamente general, abstracta
y neutral acerca de cualquier tema en particular. Pero, claro, cuando nos hacemos preguntas abstractas
como las anteriores, no estamos pensando en ninguna aplicación de estas teorías en particular. Y en este
sentido, sería trivial sostener que hay más de una lógica. O incluso, preguntarse acerca de si más de uno
de estos sistemas pudieran ser correctos. Por supuesto, los que trabajamos en lógica, al igual que los que
trabajan en algebra, sabemos que no cualquier sistema formal es posible, incluso en un nivel tan abstracto.
Las lógicas como sistemas o teorías puras son presentadas como familias de modelos o como teorías de la
prueba (o ambas). Se pueden tener diversas aproximaciones puras acerca de una misma noción de
consecuencia. Sistemas de deducción natural, secuentes, sistemas axiomáticos son algunas de las formas
más comunes de presentación de estos sistemas. Y cuando el foco en lugar de estar puesto en las
pruebas, está puesto en la preservación de algún valor (usualmente interpretado como un valor de verdad),
modelos conjuntistas, modelos kripkeanos, modelos no-deterministas, semánticas relacionales, son
algunas de las presentaciones usuales. Modelos y pruebas son en este nivel abstracto, herramientas
matemáticas para comprender de manera pura la noción de consecuencia y sus propiedades. Completitud,
corrección, compacidad, la eliminación de Corte, son algunas de las propiedades que los lógicos
estudiamos en este nivel. En palabras de Priest:

First, there are numerous pure logics. This point I take to be relatively uncontentious. There are the many-
valued logics that Lukasiewicz invented, not to mention others such as intuitionism, quantum logic, and
paraconsistent logic. Possibly, a purist might say that they are not logics since they are not the real logic.
But that would be like saying that non-Euclidean geometries are not geometries since they are not the real
geometry. In both cases we have a family of structures (logics or geometries) that are perfectly well-defined
mathematical structures; and, as far as that goes, all on a par. 2

El pluralismo de sistemas de lógica pura es un tema poco controversial. Como sostiene Cook:

Whether or not MLP [Mathematical Logical Pluralism] is true is a purely mathematical issue, as its truth-
value hinges solely on the existence of certain mathematical structures. Further, MLP is trivial (...) Thus, this
sort of pluralism is not what philosophers have in mind when engaging in the logical pluralism/monism
debate. Nevertheless, were MLP false, then more substantial versions of pluralism would be nonstarters. 3

2 Priest. G. (2006).

3 Cook, 2010, p. 494


2
De esta manera, la pregunta filosófica acerca de si más de una teoría lógica puede ser correcta, se
vincula seguramente con la aplicación de los sistemas puros. Sin embargo, las lógicas puras pueden ser
aplicadas a diversos dominios. Esto es, los dominios de aplicación de los sistemas puros abarcan a la
inteligencia artificial y el diseño de programas de computadoras, circuitos electrónicos, gramáticas de
lenguajes naturales, Hay diversos sistemas puros que podrían ser aplicados a un dominio dado, aunque
dada una lógica, es probable que esta sea más adecuada para un dominio que otro. Por ejemplo, Bueno: 4

(…) both classical logic and paraconsistent logic can be applied to consistent domains, and typically they
will generate the same results there. However, once we move to inconsistent domains, classical logic is no
longer an adequate option (unless we want to allow the arbitrary rejection of some bits of information about
such domains). After all, by identifying inconsistency and triviality, classical logic precludes the possibility
that, in inconsistent domains, we fail to validly infer at least one sentence of the language we use.

Ahora bien, dada la distinción pura/aplicada, conviene desde el principio evitar un error. Dada una
lógica pura, también es parte de lo que sucede que no hay siempre una única aplicación para esa lógica.
Incluso, la situación es aún más compleja: dada una lógica pura, muchas veces no tenemos aplicación
alguna. Y esto puede ser un asunto temporal (es decir, puede ser potencialmente posible que en el futuro
encontremos una o varias aplicaciones) o no. Y también es claro que dado un sistema lógico, muchas
veces tenemos muchas aplicaciones posibles. Considérese, por ejemplo, las lógicas modales S4 y S5, por
ejemplo. Como es bien conocido, hay aplicaciones vinculadas a las nociones metafísicas de posibilidad y
de necesidad y hay aplicaciones vinculadas a las nociones epistémicas de lo que es concebible. También
hay aplicaciones para determinar qué inferencias son correctas en situaciones en donde se extrae
información acerca de lo que es físicamente posible. Como también es bien conocido, es posible aplicar la
lógica clásica a los circuitos eléctricos, la lógica difusa a la construcción de lavarropas, la lógica cuántica a
la mecánica cuántica,

Por este motivo, conviene clarificar las opciones con respecto a las aplicaciones siguiendo una
distinción presentada por Terres (2018). Un pluralista podría sostener un:

Enfoque externo : diferentes lógicas pueden ser aplicadas a diferentes fenómenos y cada vez que un cierto
fenómeno es plenamente identificado, sólo una lógica podrá aplicarse a ese fenómeno.

Por ejemplo, hay ciertas lógicas paraconsistentes que pueden aplicarse a la mecánica cuántica y al
razonamiento con premisas inconsistentes. O un:

Enfoque Interno: diferentes lógicas pueden ser aplicadas a diferentes fenómenos y hay ciertos fenómenos
a los cuales más de una lógica puede ser aplicada con éxito.

El pluralista lógico interno debería ser capaz de brindar un fenómeno único frente al cual dos
lógicas diferentes puedan aplicarse correctamente. Más aún, conviene tener en cuenta dentro de las
aplicaciones, aquellas que pueden estar conectadas con el razonamiento de agentes racionales cuyo
principal objetivo es modelar qué se sigue de qué a través de alguna noción de consecuencia y
aplicaciones no conectadas con este fenómeno. Siguiendo a Priest (2006), llamemos, aplicación canónica a
aquella(s) aplicación(es) que tienen que ver con la práctica de inferir lógicamente a partir de un conjunto de
premisas. Por eso, otra distinción vinculada a lo anterior puede formularse entre el pluralismo local y global.
5

Dada una teoría lógica aplicada canónicamente, ese dominio podría ser global o local.

4 Bueno, O., (2002),

5 Haack, S.,(1978).
3
Pluralismo global: sólo hay un dominio global de aplicación conectado con el razonamiento y hay más de
una teoría lógica que puede aplicarse correctamente a ese dominio

Pluralismo local: hay diferentes dominios de aplicación conectado con el razonamiento y hay más de una
teoría lógica que puede aplicarse correctamente a esos dominios.

Es decir, hay distintas áreas de discurso, por ejemplo, los razonamientos que involucran la noción
de verdad, la de obligación, la de conocimiento, etc y cada uno de estos dominios puede ser explicado por
medio de teorías diferentes.

En síntesis, la discusión sobre la posibilidad de adoptar una posición pluralista debe tomar en
cuenta tanto estos niveles de discusión como estas distinciones conceptuales. Un sistema puro de lógica
puede carecer de aplicación. También puede tener una o varias aplicaciones. Dentro del conjunto de
aplicaciones posibles de un sistema puro, un pluralista puede sostener que hay algunos fenómenos que
pueden ser modelados por distintos sistemas puros (pluralismo interno). Y en la medida de que estos
fenómenos tuvieran que ver con la argumentación, un pluralista lógico debería sostener que hay una misma
práctica de razonar que distintos sistemas puros pueden modelar de forma correcta. Por supuesto, el
pluralismo también tiene la opción de sostener que distintos sistemas de lógica pura pueden aplicarse a
distintos fenómenos (pluralismo externo). Sin embargo, al igual que en el caso de la discusión al nivel de la
lógica pura, me parece que esta situación no resulta conceptualmente muy interesante. Por último, un
pluralista puede sostener que hay un sólo dominio de aplicación canónico de las teorías, o que hay
distintos dominios. Un pluralista global sostiene que hay distintas teorías cuyas aplicaciones canónicas
permiten dar cuenta del razonamiento. Sin embargo, hay pluralistas que admiten distintos dominios
específicos conectados al razonamiento. Y cada dominio podría requerir distintas lógicas.

Más aún, hay otro factor que debe ser incorporado para completar el marco de discusión. Lógicas
a menudo son acompañadas de interpretaciones filosóficas. Por ejemplo, diversos sistemas de lógica
modal aplicados al razonamiento que involucra nociones de posibilidad y necesidad metafísica, son
interpretados filosóficamente como hablando acerca de mundos posibles y relaciones de accesibilidad. La
lógica intuicionista es conectada filosóficamente con la idea de prueba constructiva y las lógicas relevantes
con situaciones. En este sentido, por ejemplo, el papel de las interpretaciones filosóficas ha sido destacado
por Richard Routley, quien ha afirmado, por ejemplo que “a satisfactory sentential logic should include
however, especially if philosophical applications are intended, a relevant implication”. 6 La idea es que la
adopción de un sistema formal particular debería estar basada en alguna interpretación filosófica en
particular. Por ejemplo, en el contexto de las lógicas paraconsistentes, lógicas que rechazan el principio de
explosión, la discusión filosófica acerca de las interpretaciones ha estado conectada con la existencia o
inexistencia de dialetheias. ¿Hay contradicciones verdaderas o simplemente evidencia contradictoria?

Nuevamente, las opciones entre lógicas puras, aplicaciones y lecturas filosóficas son múltiples. Sin
embargo, hay una tendencia persistente en filosofía de la lógica a sostener que hay un vínculo intrínseco
entre lógicas aplicadas y sus lecturas filosóficas. Es bien conocido que Dummett, por ejemplo, vincula a la
lógica clásica con una lectura realista metafísica y a la lógica intuicionista con el antirrealismo
constructivista. David Lewis también parece sostener un vínculo estrecho entre la lógica modal S5 y el
realismo metafísico modal. Muchos autores han considerado que las nociones de paraconsistencia y de
dialetheismo están intrínsicamente vinculadas. Esto es, que la lectura filosófica estandar de LP es el
dialetheismo.

6 Routley, R. (1979).
4
No obstante, como se argumenta en Barrio, E. (2018) y en Barrio, E., y Da Ré, B. (2018), hay
buenos motivos para pensar que:

- Los sistemas puros pueden no aplicarse a ningún dominio

- Los sistemas puros pueden aplicarse a múltiples dominios

- No hay una única aplicación estándar para un sistema puro.

Y lo que es importante para las lecturas filosóficas de una lógica:

- Dada una interpretación filosófica, existen múltiples sistemas puros (incluso aplicados al mismo
fenómeno) que la pueden capturar (total o parcialmente)

- Dado un sistema puro aplicado a un mismo dominio, hay multiples interpretaciones filosóficas de los
mismos.

Es decir, no hay una relación intrínseca entre sistemas puros, sus dominios de aplicación y sus
interpretaciones filosóficas. Hay múltiples vínculos entre todos estos niveles. Por ese motivo, un pluralista
lógico podría adoptar distintos enfoques acerca de las interpretaciones filosóficas. En particular, podría
sostener que pueden existir más de una lógica aplicada a un dominio específico que pueda recibir distintas
lecturas filosóficas. Por ejemplo, la lógica de las paradojas LP aplicada localmente al razonamiento con
premisas inconsistentes podría recibir una lectura dialetheica o una lectura epistémica en términos de
evidencia inconsistente. Esto muestra que dada una lógica aplicada, es posible conectarla con distintas
lecturas filosóficas. O puede señalarse que hay diferentes maneras de interpretar en la lógica de las
paradojas semánticas K3 presentada con metrices de Kleene fuerte el valor intermedio de esas matrices.
Vacíos o cúmulos de valores de verdad son las lecturas filosóficas más comunes para esas matrices. Y en
el caso de WK3 cuyas matrices son las de Kleene débil, ese valor usualmente es interpretado como sin
sentido (Bochvar) o como fuera de tema (Beall). O S5 aplicado al razonamiento modal podría recibir,
además de la lectura realista modal, una lectura en términos de situaciones concebibles. En la misma
dirección, Prawitz afirma:

The term “proof-theoretic semantics” was introduced to stand for an approach to meaning based on what it
is to have a proof of a sentence. (...) in contrast to a truth-conditional meaning theory, one should explain
the meaning of a sentence in terms of what it is to know that the sentence is true, which in mathematics
amounts to having a proof of the sentence. 7 (Prawitz, 2016)

Y por supuesto, dada una lectura filosófica, hay múltiples sistemas aplicados a un mismo dominio
que pueden capturar esa lectura parcial o totalmente. Considérese la lógica subestructural no transitiva ST
aplicada al dominio de la verdad transparente y la lógica paraconsistente LP aplicada al mismo dominio.
Ambos sistemas aplicados capturan el dialetheismo con distintos diagnósticos. 8

Esta manera de ver cómo se vinculan las teorías lógicas con sus aplicaciones abre la posibilidad de
sostener otro tipo de pluralismo lógico. Shapiro, por ejemplo, argumenta que los lenguajes formales son
modelos matemáticos de los lenguajes naturales:

The present claim is that a formal language is a mathematical model of a natural language, in roughly the
same sense as, say, a Turing machine is a model of calculation, a collection of point masses is a model of a
system of physical objects, and the Bohr construction is a model of an atom. In other words, a formal

7 Prawitz, D. (2016).

8 Barrio, E., y Da Ré, B. (2018)


5
language displays certain features of natural languages, or idealizations thereof, while ignoring or
simplifying other features. 9

Y por supuesto, el pluralismo lógico parece surgir directamente:

[W]ith mathematical models generally, there is typically no question of ‘get- ting it exactly right’. For a given
purpose, there may be bad models - models that are clearly incorrect - and there may be good models, but
it is unlikely that one can speak of the one and only correct model (...) The models may be serving different
purposes. 10

La misma posición puede encontrarse en Cook:

The crucial insight of the logic-as-modeling view for our purposes is that there can be multiple,
incompatible, competing models of the same phenomenon. 11

Una discusión interesante es la siguiente: ¿qué clase de ajuste hay entre modelos formales y
lenguajes naturales? Como los ajustes parecen ser siempre imperfectos y aproximativos, siempre habría un
espacio para la pluralidad de lógicas. Otra es acerca de la distinción entre lo descriptivo y lo normativo.
¿Son los modelos descripciones de las prácticas inferenciales o ellos también brindan criterios cuya falla al
seguirlos nos involucran en errores?

En suma, los vínculos entre lógica pura, aplicada y sus lecturas filosóficas son múltiples. Este punto
es crucial en el panorama general de la lógica contemporánea. Y debe ser especialmente considerado el
evaluar un potencial desacuerdo en lógica, una potencial rivalidad y la posibilidad de que existan más de
una lógica correcta.

II.- Desacuerdos lógicos y corrección

La complejidad de los vínculos entre sistemas lógicos, sus dominios de aplicación y sus lecturas
filosóficas son aspectos centrales que enmarcan cualquier discusión contemporánea sobre la posibilidad
de desacuerdos lógicos. Es claro que la discusión interesante acerca de la posibilidad de que existan más
de una lógica correcta tiene que circunscribirse a la posibilidad de que existan dos teorías aplicadas a un
mismo dominio y que puedan ser ambas correctas reconstrucciones de lo que se sigue de un conjunto de
premisas. Si las teorías fueran simplemente dos teorías puras no aplicadas, la discusión es poco
interesante. Y si las teorías estuvieran aplicadas a distintos fenómenos, tampoco. Es decir, si dos teorías se
aplicaran a cosas distintas, ¿por qué no podrían ambas ser teorías correctas?

Para analizar el punto con detalle, supongamos, entonces que Graham y Hartry están discutiendo
acerca de la validez de alguna inferencia o principio lógico. Por ejemplo, que ellos están discutiendo acerca
de qué se sigue de una contradicción. O quizás acerca de la validez del principio de Tercer Excluido. Esto
es, usando los conectivos usuales y la noción de consecuencia lógica (modelo-teórica), Graham y Hartry
discuten acerca de la validez de la siguiente inferencia

A ⋀ ¬ A

⊨ B

9 Shapiro, S., (2006), p. 49.

10 Shapiro, 2006, p. 50.

11 Cook, 2010.
6
denominada Regla de Explosión. Y de la validez de la siguiente fórmula:

⊨ A v ¬ A

Principio de Tercer Excluido.

Supongamos que uno de ellos, en este caso Hartry, sostiene que de una contradicción se sigue
cualquier cosa, y el otro, en cambio, sostiene que no. Seguramente, cada uno de ellos recurriría a distintos
argumentos para intentar convencer al otro, como una forma de resolver el desacuerdo. Lo mismo ocurriría
con la validez del Principio de Tercer excluido. Hartry podría ofrecer una prueba o utilizar modelos de algún
tipo para mostrarle a Graham que no hay contraejemplos a este principio. En suma, Hartry sostendría la
validez del principio de explosión y Graham en cambio, contra-argumentaría que ese principio no es válido.
Esta situación perfectamente plausible en nuestros días, parece indicar que Hartry y Graham están en
desacuerdo acerca de la validez del Principio de Explosión y por lo tanto acerca de qué lógica es correcta.
Y lo mismo podría decirse acerca del Principio de Tercer Excluido. Y de acuerdo a Graham, la lógica
paraconsistente es la lógica correcta. Pero, de acuerdo a Hartry, la lógica paracompleta lo es.

Nótese, además, que al ser ambos lógicos, Graham y Hartry saben que la única forma correcta de
convencer al otro es ofrecer buenas razones para aceptar sus puntos de vista. Ellos dan argumentos,
realizan objeciones a las razones que el otro ofrece en favor de su punto de vista, y tratan de ser racionales
al continuar adoptando sus puntos de vista. Un dato peculiar de esta discusión es que potencialmente ellos
podrían encontrarse también es desacuerdo acerca de alguno de los principios lógicos que se estén
usando en esta discusión. Por ejemplo, si Hartry al ofrecer razones para aceptar el Principio de Explosión
usara el principio de explosión, seguramente Graham impugnaría su utilización. Es decir, potencialmente el
desacuerdo podría extenderse también a las condiciones que regulan racionalmente la discusión misma.
¿debería cada uno usar solamente sus propios principios lógicos? Es decir, debería cada parte sólo usar
aquellos principios lógicos que considera correctos? O debería para intentar convencer al otro usar sólo los
principios lógicos del otro? Es decir, aquellos principios que el adversario admite como válidos. Esto
muestra cierta singularidad de los desacuerdos en lógica. Si estamos en desacuerdo acerca de lo que es
correcto al razonar, este desacuerdo afecta potencialmente también las normas de corrección que regulan
la propia discusión racional que podría dirimir el conflicto. Y la situación parece una situación sin salida:

- ¿Por qué Hartry aceptaría que Graham invalide su utilización del principio de explosión al discutir con él?

- ¿Por qué la aceptación del Principio de Explosión por parte de Hartry lo autorizaría a usar este principio
en una discusión acerca de la validez del principio de Explosión?

Como hemos visto, el pluralismo lógico es la tesis según la cual hay más de una lógica correcta.
Esto es, que pueden ser compatibles las siguientes dos afirmaciones:

A) La afirmación A se sigue del conjunto de afirmaciones 𝝘. O más formalmente, A ⋀ ¬ A ⊨ B

B) La afirmación A no se sigue del conjunto de afirmaciones 𝝘. A ⋀ ¬ A ⊭ B

Las afirmaciones A) y B) parecen contradecirse una a la otra. ¿Cómo podría ser posible entonces que
nuestras atribuciones de validez a los argumentos sean tales que ambas pueden resultar verdaderas?

De acuerdo a la posición monista lógica, sólo puede haber una lógica correcta y por lo tanto A) y B)
no pueden ser ambas verdaderas. En términos de nuestra discusión anterior, el pluralista lógico podría
mantener que es posible que Hartry y Graham estén ambos en lo correcto, mientras que el monista lógico
7
sostiene que ambos no pueden estar en lo cierto. Todo monista lógico sostiene que sólo uno de los dos
puede tener razón. Esto es, o Graham o Hartry tiene razón. Un pluralista, en cambio, sostiene que ambos
podrían tener razón. Nótese que como hemos dicho antes, la discusión entre Hartry y Graham no debería
circunscribirse a las propiedades puras de las lógicas involucradas en la discusión. Y de hecho, este es el
caso. Hartry y Graham discuten sobre los principios inferenciales de la práctica canónica de razonamiento.
Esto es, la discusión muestra que hay práctica concreta en la cual agentes racionales desacuerdan acerca
de qué principios son válidos. Un monista sostiene que uno de los dos debe estar en lo correcto. Un
pluralista, en cambio, que los dos podrían estarlo. Y dependiendo si la discusión es global o parcial, por
ejemplo, si la discusión se circunscribiera a los principios inferenciales vinculados a la noción de verdad, el
pluralismo estaría circunscripto al ámbito local. Tanto una explicación paracompleta como una explicación
paraconsistente podrían ser buenas teorías acerca de un mismo fenómeno local.

Esta situación parece una situación sin salida. Y sin embargo, es realmente familiar en la lógica
contemporánea. Los lógicos clásicos desacuerdan acerca de la validez de ciertos principios con los lógicos
no clásicos. Y estos últimos desacuerdan entre sí. Así, Alfred podría intervenir en la anterior discusión y
darle la razón a Hartry en lo que respecta al principio de Explosión. Pero este acuerdo duraría muy poco, al
advertir que Hartry y él no están de acuerdo acerca de la validez del principio de Tercer Excluido.

No obstante, existe otra vuelta de tuerca en la anterior discusión. Supongamos, que toda la
discusión haya sido observada por Willard. Y que en este punto crucial intervenga y sostenga que no hay
un genuino desacuerdo entre Hartry, Alfred y Graham ya que ellos entienden cosas distintas acerca de la
negación. El conocido slogan de Willard sería: “cambio de lógica, cambio de significado”. 12 Dice Quine:

My view of the dialogue is that neither party knows what he is talking about. They think that they are talking
about negation, ‘∼’, ‘not’; but surely the notion ceased to be recognisable as negation when they took to
regarding some conjunctions of the form ’p. p’ as true, and stopped regarding such sentences as implying
all others. Here, evidently, is the deviant logician’s predicament: when he tries to deny the doctrine he only
changes the subject. 13

Por eso, cuando Graham rechaza la Ley de Explosión y Hartry la acepta, el significado de las
expresiones lógicas (es decir, de la negación y de la conjunción) ha sido alterado. Cada una de las partes
de la discusión ha alterado el significado de los términos lógicos, hablan de cosas distintas y por lo tanto,
no están en un desacuerdo legítimo. Sólo han cambiado de tema. En este sentido, no sería posible
rechazar un principio lógico o estar en legítimo desacuerdo acerca de ellos. Simplemente lo que Hartry y
Graham estarían haciendo es cambiar de tema.

O en las conocidas palabras de Carnap:

In logic there are no morals. Everyone is at liberty to build his own logic, i.e. his own language, as he
wishes. All that is required of him is that, if he wishes to discuss it, he must state his methods clearly, and
give syntactical rules instead of philosophical arguments. 14

Tal pluralismo de lenguajes no parece dejar lugar para una comunicación entre las partes en
disputa. La tesis admite que podrían haber más de una lógica correcta, pero las disputas son en el fondo
inconmensurables.

12 Quine, W. (1960) y Quine, W. (1986)

13 Quine, W., (1986), p. 81

14 Carnap, 1937, p. 52
8
Mucho se ha discutido acerca del argumento de Quine y sus consecuencias para la revisión de la
lógica. Por ese motivo, nuevamente conviene alguna precisión acerca de lo que se está discutiendo. Por
ejemplo, En Haack, (1974) se reconstruye el argumento de Willard de la siguiente manera:

P1: Si hay cambio de significado de las constantes lógicas, no hay real conflicto entre la lógica clásica y la
divergente.

P2: Si hay divergencia, hay cambio de significado de las constantes lógicas.

Por lo tanto,

(C) No hay real conflicto entre la lógica clásica y la divergente.

Es decir, para el caso anterior, la disputa entre Graham y Hartry es una mera disputa verbal acerca del
significado de la negación. Y no hay un conflicto real entre ellos.

La anterior estrategia argumentativa constituye un importante desafío para la tesis según la cual
hay (o podría haber) desacuerdos legítimos en lógica, desacuerdos que pueden ser persistentes e
irresolubles. Y si no hay una resolución parece legítima la posibilidad de que ambos Hartry y Graham estén
en lo correcto. Es decir, si Willard está en lo correcto y todo desacuerdo en lógica es una suerte de mal
entendido o confusión acerca del significado (Hartry y Graham están confundidos: creen estar hablando de
lo mismo, pero si analizaran suficientemente la situación, se darían cuenta que no lo están. Pero, entonces,
ambos podrían estar diciendo cosas correctas. Es decir, Hartry podría estar diciendo que

A ⋀1 ¬1 A ⊨ B

y Graham que:

A ⋀2 ¬2 A ⊭ B

Pero, aunque ambos creen que los símbolos representan lo mismo, no lo estarían haciendo (como indican
los subíndices). Willard podría agregar que el significado de los conectivos está dado por sus reglas de
uso. Y estas reglas usualmente están representadas por ciertas inferencias constitutivas de su significado.
Y justamente, las Reglas de Explosión y el Principio de Tercer excluido son aquellas reglas que constituyen
el significado de la negación de la lógica clásica. Rechazar sólo la Ley de Explosión, nos ubica en una
lógica paraconsistente (más débil que la clásica) y rechazar sólo nos ubica en una lógica paracompleta.
Tendríamos tres negaciones distintas, la clásica (la de Alfred), la paraconsistente (la de Graham) y la
paracompleta (la de Hartry) y la discusión entre ellos sería un mero desacuerdo aparente.

Desde el punto de vista modelo-teórico también Willard podría desafiar a aquellos que crean que
existe un desacuerdo genuino. La semántica de la negación clásica usualmente se presenta con dos
valores de verdad, mientras que la de la negación paraconsistente y de la negación paracompleta, en
cambio, suele ser presentada con tres (las denominadas matrices de Kleene Fuerte). Y una vez admitido un
tercer lugar, existe la opción de preguntarse por cuáles son los valores designados en la caracterización de
la validez. Como es bien conocido, Hartry y Graham tampoco acordarían en esto, el primero diría que en
los modelos, sólo el valor 1 es el valor designado, mientras que Graham en cambio, sostendría que no sólo
1 sino también 0.5 debería ser considerado como valor designado. Si se define la relación de consecuencia
lógica como preservación de valor designado, entonces tenemos validez en K3 (⊨K3 ): preservación de sólo
1) y validez en LP (⊨LP ): preservación de 1 y 0.5. Y como es bien conocido, en lógica clásica CL (⊨CL )

9
validez se define como preservación de verdad. Esto es, no sólo los conectivos, sino también la validez
sería parte del desacuerdo. 15

Es decir, la disputa podría ser no acerca del significado de las expresiones lógicas sino acerca del
significado de la noción misma de consecuencia y sus vínculos con las nociones lógicas. Aquí, hay dos
enfoques alternativos. Uno de acuerdo con el cual el significado de las constantes lógicas está
determinado exclusivamente por las reglas operacionales (si se es inferencialista) o por las tablas de verdad
(si se defiende un enfoque modelo-teórico). Tal enfoque recibe el nombre de minimalismo y ha sido
defendido entre otros por Francesco Paoli. Y un segundo enfoque, de acuerdo con el cual las propiedades
de la noción de consecuencia también determina en parte el significado de las conectivas. Esto es,
propiedades estructurales como Corte, identidad, Contracción, Monotonía, entre otras también determina
el significado de las nociones lógicas. Tal punto de vista, usualmente denominado maximalismo, ha sido
defendido entre otros por Hjoltland, O. (2014) y Terres, P. (2018). La discusión entre ambas visiones es
crucial para el desafío de Willard. Esto es así, porque si el minimalista marca diferencias entre reglas
operacionales que determinan y no determinan el significado de los conectivos, podría abrirse un lugar
para disputas o desacuerdos no verbales entre las leyes y reglas lógicas que no son constitutivas del
significado. Ambas partes compartirían en la disputa un núcleo de significado respecto de una noción
lógica, pero disputarían acerca de inferencias que no forman este núcleo. Y un lugar más amplio incluso
podría permitir el enfoque maximalista. Aquí incluso hay lugar para disputas sobre propiedades que
involucran nociones de consecuencia respecto de conectivos que comparten por completo las reglas
operacionales pero difieren acerca de las metainferencias que los involucan. Una metainferencia es, en
términos intuitivos, una inferencia entre inferencias. Corte, Contracción, así como Mete-Modus Ponens y
Meta-Explosión son metainferencias. Las disputas entre partes podrían no ser sólo acerca de leyes lógicas,
sino también acerca de la validez de argumentos y metainferencias. Barrio, Rosenblat & Tajer (2015) han
mostrado, usando una presentación trivaluada (matrices de Kleene fuerte) con una noción mixta de
consecuencia, que puede formularse una lógica que comparta todas las leyes e inferencias válidas de la
lógica clásica pero cuya lógica metainferencial sea equivalente a los razonamientos de LP. Esto es, en la
denominada lógica ST, la clasicalidad se cumple para todas las inferencias, pero al fallar Meta-Explosión
hay cierta paraconsistencia involucrada. Este punto ha sido generalizado por Barrio, Pailos y Szmuc. 16 En
sus trabajos, se presenta una jerarquía de lógicas de tipo ST, “cada vez más clásicas”. Esto abre desde un
punto de vista maximalista la posibilidad de desacuerdos legítimos acerca de lógicas que comparten
inferencias, metainferencias, metametainferencias, …. pero que desacuerdan en cierto nivel acerca de
metainferencias no compartidas. 17 Si Willard desafía al pluralista a mostrar que las partes de la disputa
comparten significados, el caso de la jerarquía de tipo ST parece ser un buen ejemplo para mostrar que
hay lugar para las disputas legítimas.

Por supuesto, Willard podría disputar que las lógicas de la jerarquía de tipo ST tienen aplicaciones
legítimas. Podrían ser buenos ejercicios de lógicas puras, pero ya hemos admitido que en estos casos no
habría legítima rivalidad. Sin embargo, Barrio, Pailos y Szmuc han replicado a este desafío mostrando
interesantes aplicaciones para la mencionada jerarquía. 18 Cada lógica de la construcción es compatible
con la noción de verdad transparente y con lógicas para expresiones vagas. Es decir, si para que una
disputa en lógica hay que mostrar que hay un núcleo común en el significado de los conectivos
involucrados en las leyes, inferencias o metainferencias sobre las cuales las partes desacuerdan, las

15Nótese que esta discusión acerca de si el valor intermedio es designado o no para la definición de la noción de
consecuencia no está condicionada por nuestra elección en la lectura filosófica de ese valor. Esto es, el valor podría
ser filosóficamente como un valor dialetheico o un valor que muestra evidencia contradictoria, por ejemplo.

16 Ver Barrio, E., Pailos, F. y Szmuc, D., (2018b) y Barrio, Pailos & Szmuc (2019)

17 Barrio, E., Pailos, F. y Szmuc, D., (2018b) .

18 Barrio, Pailos y Szmuc (2018a), (2018b) y Barrio & Pailos (202?)


10
lógicas de la jerarquía modelan prácticas (usos de expresiones vagas o del predicado veritativo) donde las
partes desacuerdan sobre qué principios usar. Por ejemplo, un defensor de LP como lógica que se aplica a
la práctica inferencial que involucra la noción de verdad transparente, (esto es, alguien como Graham)
desacuerda con un defensor de ST acerca de modelar esa misma práctica (esto es, alguien como ) sobre si
la Regla de Explosión es válida. Los segundos insistirán en que lo es, mientras que los primeros insistirán
en que no lo es. Y si Willard objeta que esta disputa es verbal ya que no hay reglas operacionales
constitutivas del significado que sean compartidas (unos rechazan Explosión cuando los otros la aceptan),
podríamos movernos al siguiente nivel y presentar al defensor de TS/ST que desacuerda con el defensor
de ST sobre la meta-inferencia de Corte, pero acuerda completamente en las inferencias validas que
involucran esa práctica que incluye la noción de verdad.

La anterior réplica a Willard podría denominarse estrategia vertical: involucra una jerarquía de
lógicas que crece en el nivel de las metainferencias aceptadas. Pero hay una estrategia horizontal que
también podría funcionar. En esta estrategia el proyecto sería recapturar una lógica dentro de otra.
Sofisticados métodos de recaptura han sido desarrollados. Por ejemplo, en Barrio, E., Pailos, F. y Szmuc,
D. (2018c) por ejemplo, se muestra como recapturar inferencias transitivas propias de la lógica clásica
dentro de una lógica no transitiva. Y esto se hace, incluso, para aplicaciones a discursos que involucran la
noción de verdad. Las lógicas de la Inconsistencia Formal (LFIs) desarrolladas en Campinas (Carnielli, W.
Coniglio, M. y Marcos, J. (2007), el proyecto ecuménico defendido en (Pereira, L. y Rodriguez, R., (2017)) y
en (Pimentel, Pereira, L. y de Paiva, V. (2019) ) para las lógicas intuicionista y clásica, las lógicas no-
monotónicas de Batens (2001) y Priest (2006), y el de reglas ‘shrieking’ Beall (2013). En todos estos
intentos se recapturan inferencias clásicas dentro de una lógica no-clásica. Y esto muestra cómo el desafío
de Willard puede ser resuelto. Hay al menos ciertos casos que permiten diálogos donde las partes
desacuerdan sin que nos quedemos con un lenguaje compartido.

Hay otras consideraciones que se han realizado alrededor del punto de Willard. Por ejemplo, como
Priest (2006) señala, aún si aceptamos el punto de Willard acerca de la diferencia de significado, no se
sigue que las lógicas clásicas sean las que sean los sistemas divergentes. El punto asume que el
significado está dado por las reglas de la lógica clásica y que los no clásicos cambian el significado. Pero,
para que el argumento se complete, habría que mostrar que la práctica inferencial real de los agentes
racionales está únicamente modelada por la lógica clásica. Pero este es juntamente el punto de disputa.
Me parece correcto el punto. Sin embargo, por un lado, parece bastante plausible argumentar que es el
lógico no clásico el que tiene la carga de la prueba para revisar la lógica, para adoptar otra lógica. Y aún
cuando este punto se replicara y pudiera ser establecido que alguna lógica no clásica sea la establecida,
esta línea argumentativa no ayudaría al pluralista. Simplemente ayudaría a un monista no clásico.

Otra estrategia de réplica a Willard puede encontrarse en Field (2008) 19 quien también rechaza la
tesis del cambio de significado. La duda de Field queda explícita en la siguiente cita:

The question [of meaning change] is clear only to the extent that we know how to divide up such firmly held
principles into those that are ‘meaning constitutive’ or ‘analytic’ and those which aren’t, and this is
notoriously difficult.

Y en la misma dirección, Shapiro: 20

My tentative conclusion ... is that the talk of whether the meaning of the logical terminology is the same or
different in different contexts/theories is itself context-sensitive and, moreover, interest-relative – in part

19 Field, H. (2008 p. 17.

20 Shapiro, S. (2014), p. 91.


11
because such talk is vague. So I am sceptical of the very question of whether the classicist and intuitionist,
for example, talk past each other – if we insist that this is a sharp and objective matter, to be determined
once and for all.

En síntesis, Quine ha señalado que todo cambio de lógica, toda discusión acerca de cuáles son los
principios lógicos involucra un cambio de significado. El argumento se formula para sistemas lógicos
aplicados a la argumentación. Es decir, aplicados a su interpretación canónica. En este sentido, parece ser
un desafío legítimo para todo pluralista. Sin embargo, hay diversas líneas de respuesta al argumento. Lo
que muestra que el desafío de Quine no cierra la posibilidad de adoptar un punto de vista pluralista en
lógica.

III.- Pluralismos pragmáticos, contextuales y relativistas.

Más allá de los detalles y posibles réplicas a la cuestión del cambio de lógica y sus consecuencias
acerca del significado de los conectivos y de la noción de validez, el desafío de Willard parece haber
condicionado la discusión sobre el pluralismo lógico. Esto es, parece existir un acuerdo implícito entre las
opciones pluralistas acerca de la necesidad de identificar un núcleo común entre partes que permita luego
desacordar. Sin ese núcleo común, no hay diálogo racional, sino simplemente un equívoco.

En esta dirección, bajo este supuesto tácito por ejemplo, de acuerdo a (Beall y Restall 2006), la
noción preteórica de consecuencia lógica tiene un componente común que posee un elemento indexical
irreductible. De esta manera, ellos consideran que:

(GTT) An argument is validx if and only if, in every casex in which the premises are true, so is the
conclusion.

donde el índice x permite determinar distintas nociones de consecuencia. En primer lugar, si por caso se
entiende una situación completa y consistente (lo que podríamos denominar, un mundo posible), la noción
de validez que se determina es la de la lógica clásica. Lo que es válido es lo que preserva necesariamente
la verdad de premisas a conclusión. En segundo lugar, si en cambio es una situación incompleta, la validez
es la de la lógica relevante. Es decir, si limitamos los casos a situaciones que pueden ser incompletas e
inconsistentes, las lnferencias válidas son las que relevantemente vinculan premisas y conclusión. Prueba
de ello es que principios como el de Explosión no resultan válidos bajo esta determinación. Y, finalmente, si
por caso se entiende una construcción, la validez es la de la lógica intuicionista. Esto es se rompe la
equivalencia clásica entre el doble rechazo y la afirmación. Lo que tiene consecuencias a la hora de aceptar
el principio de Tercer Excluido. En definitiva, hay más de una instancia admisible de la noción de
consecuencia lógica según la determinación de los casos. Y esto abre la opción para tener distintas
nociones de consecuencia lógica, todas ellas correctas, cada una de las cuales, fijada por un conjunto de
casos. Al mismo tiempo, y en referencia al desafío de Willard, hay un núcleo común que permite la
discusión entre partes. Intuicionistas, relevantistas y clásicos discuten sobre la base de un acuerdo inicial:
GTT.

Así, el pluralista podría sostener que

A ⋀ ¬ A ⊨LC B pero A ⋀ ¬ A ⊭R B

Hay más de una noción de consecuencia, por lo tanto, partes racionales en disputa podrían desacordar
acerca de la validez, aún cuando compartieran GTT. Seguramente, el desacuerdo se explica en cómo se
instancia el componente variable de dicha noción, es decir, cuáles son los casos relevantes.

12
Este tipo de pluralismo ha sido objeto de numerosas objeciones. Priest, 21 por ejemplo, considera
que no es claro cómo concretamente esta forma de pluralismo hace frente al desafío de Willard. El punto
de Priest parte de las nociones lógicas del lenguaje natural. En una discusión entre partes, ¿el anterior
pluralismo sostiene que las conjunciones y disyunciones son ambiguas? Si lo fueran, parece necesario que
deberíamos desambiguarlas. Y en este caso, el fantasma de Willard vuelve a aparecer: ¿acaso no estarían
las partes hablando de cosas diferentes? Si no son ambiguas las nociones lógicas, no parece haber una
explicación acerca del significado de las mismas. Este argumento se vincula con las opciones minimalistas
y maximalistas. ¿Puede el significado de las conectivas estar fijado exclusivamente por algún factor
independiente a la noción de validez? Como hemos visto, el maximalista sostiene que no. El minimalista
que sí. Seguramente en este punto el maximalista objetará que no se puede entender una afirmación sin
haber establecido qué papel juega esa afirmación en una lógica, Es decir, qué se sigue de esa afirmación y
de qué afirmaciones se seguiría.

Otra estretegia ha sido elaborada por Terres (2018). Ella sostiene lo que denomina un Pluralismo
Lógico Pragmático (PLP). A diferencia de la posición de Beall y Restall, Terres elabora un explicación
detallada frente a la objeción de Priest. Esto es, una explicación del significado de los conectivos en casos
de desacuerdos. De acuerdo a este enfoque, hay más de una lógica correcta. La lógica clásica da el
significado literal de las expresiones lógicas, tanto de las conectivas como de la noción de consecuencia.
Es decir, a este nivel Alfred tiene razón en la anterior discusión entre Hartry y Graham. Pero, incorporando
elementos pragmáticos que enriquecen el significado literal de las expresiones lógicas, ciertas lógicas
subestructurales capturan violaciones acerca de principios pragmáticos que también regulan las prácticas
racionales. Ciertos enriquecimientos pragmáticos del vocabulario lógico deben también ser considerados
para codificar nociones de consecuencia lógica legitimas y legítimas formalizaciones de conectivos. Las
lógicas subestructurales relevantes, lineales y ordenadas conviven con la lógica clásica brindando una
pluralidad de lógicas pragmáticamente situadas. Así, el desacuerdo acerca de la validez de ciertas
inferencias tiene un fondo común: el significado literal dado por la lógica clásica. Pero, al usar el lenguaje
los agentes racionales vamos más allá del significado literal. Hay un significado enriquecido de las
nociones lógicas que al ser usadas nos permiten inferir afirmaciones sensibles a aspectos que la lógica
clásica no considera como aspectos lógicos.

Nuevamente, hay algunos puntos de este enfoque que podrían disputarse. En primer lugar, ¿por
qué la lógica clásica y no algunas de las lógicas no clásicas da de hecho el significado mínimo? El punto se
vincula obviamente con el que Priest formula frente al desafío de Willard. Hay una presuposición de que las
lógicas no clásicas son una suerte de revisión de lo clásico. Y por supuesto, hay razones para sostener
este punto. Pero parece al menos controversial. En segundo lugar, al igual que la de Beall y Restall no es
general. Se muestra cómo es posible que haya más de una lógica correcta. Y la explicación se ajusta a
esos ejemplos. Pero, ¿qué sucede con los otros sistemas no clásicos? ¿Carecen de aplicación? ¿No son
casos de legítima rivalidad? Y finalmente, ¿qué sucede con las otras lógicas subestructurales? ¿Hay
algunas fallas de las reglas de Corte y de Reflexividad que reflejen enriquecimientos de conectivos?
¿Podrían estos casos sumarse a los casos de desacuerdo? Y dado, como hemos visto, que las lógicas
subestructuarles de tipo ST coinciden inferencialmente con la lógica clásica, podrían esos desacuerdos
legítimos plantearse a nivel de las metainferencias?

Hay otra estrategia conocida que permite identificar componentes comunes sin impedir las
diferencias propias de los desacuerdos. Se trata del contextualismo lógico. 22 Para Caret, por ejemplo, las
lógicas se aplican en diferentes contextos. Es decir, retomando el camino del pluralismo local, el

21 Priest, G., (2006).

22 Caret [2017]
13
contextualismo lógico considera que hay distintos contextos de aplicación de las lógicas y que esto
permite variabilidad en la validez de los argumentos.

En lineas generales, el contextualismo indexical acerca de la validez es el enfoque según el cual la


noción de consecuencia lógica (y todas las nociones vinculadas a ella) incluyen un parámetro de estándar
deductivo. Un estándar deductivo es una clase admisible de casos que funciona como alternativas
lógicamente salientes. Cada contexto específico selecciona un estándar deductivo. Una vez seleccionado
el estándar específico (dado un contexto determinado) las atribuciones de validez adquieren contenido
definitivo. Validez siempre requiere una conexión entre premisas y conclusión que elimine contrajemplos,
Pero el rango saliente de casos donde encontrar los potenciales contrajemplos varía de contexto en
contexto. Por ese motivo, el contextualismo trata a válido como una expresión indexical cuyo contenido
invariante lo da el principio GTT. Y cuya parte variable se fija de contexto en contexto. Los casos salientes
en el contexto fijan su contenido completo.23

Para el contextualismo lógico indexical, los factores conceptuales que plausiblemente contribuyen
a la determinación de contenido a la validez deberían ser factores estructurales tales como las
suposiciones de consistencia o determinación. De esta manera, un cambio de contexto constituye un
cambio de dominio de casos. Por ejemplo, desde la negación clásica relativa a los mundos posibles, a la
negación intuicionista relativa a los mundos incompletos. Los agentes racionales en disputa acerca de los
principios lógicos no son plenamente conscientes sobre qué lógica está siendo determinada por los casos
en los que se encuentran dados los factores estructurales salientes en el contexto, Por eso, no es difícil
imaginar cómo factores tales como sus intereses, atención, conocimiento pueden conspirar para
seleccionar un criterio en particular.

Por ejemplo, de acuerdo con este tipo de contextualismo, hay una situación de desacuerdo entre
pares racionales, cada una de los cuales adhiere a diferentes lógicas. Supongamos la lógica clásica y la
intuicionista. En este sentido, cada predicado de validez que las partes usan expresa dos propiedades
distintas:

(i) la propiedad intuicionista de validez en un contexto que selecciona un estándar deductivo. Este
estándar condiciona la conducta racional de una de las partes. Esto es, bajo ese contexto no es
racional, no hay obligación de observar la aceptación de ¬ ¬ A y el rechazo de A como una posición
incoherente a pesar de que

(ii) para la otra parte que está bajo la lógica clásica, la propiedad que la noción de validez expresaría en
ese contexto estaría bajo esa restricción y sería irracional rechazar que ¬ ¬ A y A son afirmaciones
equivalentes.

Diversas objeciones han sido planteadas al contextualismo lógico. En primer lugar, y como en los
casos anteriores, el pluralismo parece estar diseñado para ajustarse a casos específicos pre-existentes. No
ofrece una visión general para todo tipo de desacuerdo potencial entre lógicas. En segundo lugar, autores
como Beall and Restall han denunciado este punto de vista como relativista. De acuerdo a ellos, el
contextualismo lógico es un tipo de relativismo que violenta el paper tradicional de la lógica. Una lógica
sólo opera sobre in contexto limitado. Por lo tanto, el contextualismo parece estar comprometido con la
idea según la cual la lógica no es independiente o neutral acerca del tema. Asi Beall y Restall (2006, p. 88)
obtetan que: “logic should not be relativized to a subject matter, it should be more generally applicable.”
Tampoco hay una explicación detallada acerca de por qué diferentes contextos requieren diferentes
lógicas. Y, como sucede con otros tipos de desacuerdos y soluciones contextualistas, existen casos

23Una variante menos común es el denominado contextualismo no-indexical. Este enfoque sostiene, en cambio, que
válido expresa la misma relación en todos los contextos pero que los valores de verdad de las atribuciones de verdad
varían de contexto en contexto.
14
transcontextuales de desacuerdos que carecen de una explicación aceptable. Nótese además que se
presupone que la lógica no tiene una aplicación canónica universal, es decir, sólo hay espacio para
pluralismos locales y no para pluralismos globales.

IV Un nuevo desafío para el pluralista: el colapso.

La discusión interesante acerca del pluralismo lógico es acerca de lógicas aplicadas al


razonamiento. Esto es a la práctica de agentes racionales y la posibilidad de desacuerdos entre estas
partes. Y dado que como agentes racionales no siempre estamos plenamente conscientes acerca de qué
lógica regula nuestra práctica, qué regla estaríamos siguiendo que nos autoriza a inferir ∆ desde Γ, y dado
que la cuestión de si ∆ se sigue de Γ es dependiente de una lógica, necesitamos una respuesta clara a la
aparente discrepancia acerca de si una inferencia determinada es o no una inferencia válida. Un problema
de colapso entre lógicas surge en este punto. El argumento del colapso contra el pluralismo es señalado
por Priest en (2006) y (2014), Read (2006), Keefe (2014), Stein (2017). Read formula el argumento del
Colapso del siguiente modo:

[S]uppose there really are two equally good accounts of deductive validity, K1 and K2, that b follows from a
according to K1 but not K2, and we know that a is true.... It follows K1-ly that b is true, but not K2-ly.
Should we, or should we not conclude that b is true? The answer seems clear: K1 trumps K2. After all, K2
does not tell us that b is false; it simply fails to tell us whether it is true.... K1 and K2 are not equally good.
K1 answers a crucial question which K2 does not. [This] question is the central question of logic. 24

Y en la misma dirección, Priest sostiene:

Let s be some situation about which we are reasoning; suppose that s is in different classes of situations,
say, K1 and K2. Should one use the notion of validity appropriate for K1 or for K2? We cannot give the
answer ‘both’ here. Take some inference that is valid in K1 but not K2, α ⊢ β, and suppose that we know (or
assume) α holds in s; are we, or are we not entitled to accept that β does? Either we are or we are not: there
can be no pluralism about this. 25

Y en relación al pluralismo de Beall y Restall, Keefe afirma:

[Beall and Restall] consider and reject a closely related view (...) proposing that validity requires truth-
preservation in all cases of all kinds. (...) (Bueno and Shalkowski 2009, p. 300) argue that Beall and Restall’s
necessity constraint drives them to this view, and that once we consider the full range of alternative logics,
this would result in logical nihilism whereby nothing is valid. 26

En todos los casos, los agentes racionales estaríamos obligados a seguir la norma más fuerte, es
decir, si una lógica declara válida una inferencia, como agentes racionales estamos obligados a
comprometernos con la conclusión de esa inferencia si estamos comprometidos con sus premisas, aún si
sabemos de la existencia de otra lógica que invalidaría esa misma inferencia. Esquemáticamente el
argumento del colapso podría reconstruirse de la siguiente manera:

Supongamos que

P1: Hay más de una noción de consecuencia correcta en nuestro lenguaje. ⊨1 y ⊨2.

24 Read, S. (2006). p. 194–195

25 Priest,G., (2006), p.203.

26 Keefe, R. (2014), nota 7.


15
P2: Si ⊨1 es clásica y ⊨2 es subclásica, es decir, si una lógica es más fuerte que otra, sólo la lógica clásica
recomienda una acción epistémica.

P3: La lógica subclásica es epistémicamente inerte.

Conclusión: Sólo hay una lógica correcta

Más aún, de acuerdo a Stein, 27 sostiene que todo pluralismo que adhiera a los siguientes 4
principios está sujeto al colapso:

◦ Hay más de una noción de consecuencia lógica correcta en nuestro lenguaje,

◦ La noción de consecuencia lógica tiene alcance global.

◦ Hay rivalidad legítima entre las diferentes nociones de consecuencia.

◦ La lógica es normativa.


El argumento del colapso, por la normatividad de la lógica, su alcance global, e independiente del
tema, nos obliga a optar por la lógica más fuerte. Y toda lógica más débil colapsa. Y el pluralismo lógico
cae. Si optáramos por la lógica más débil, perderíamos la oportunidad de sacar consecuencias correctas a
partir de premisas aceptadas.

Otra posible variante del argumento del colapso puede encontrarse en Steiberger (2019). Steiberger
distingue entre dos tipos de colapso: el colapso hacia arriba (upward collapse into monism) y el colapso
hacia abajo downward collapse into monism). Y la idea principal es que distintas normas pueden producir
un colapso. La cautela de aceptar una norma que en determinados subdominios de aplicación no vale,
podría indicarnos que en lugar de aceptar las normas más débiles, deberíamos aceptar las más débiles. Es
decir, si el pluralista intentara moderar el ámbito de aplicación de la lógica, y aceptara que hay distintos
dominios de aplicación, la cautela de evitar aceptar una norma racional con problemas en ciertos dominios,
indica que deberíamos aceptar la lógica más débil. En suma, o el pluralismo tiene alcance global o local, si
el alcance de la lógica es global, hay un colapso hacia la lógica más fuerte y si el alcance de la lógica es
local, hay un colapso a la lógica más débil. En ambos casos, el presunto pluralismo colapsa en un
monismo.

Otra posible variante del argumento de Colapso explora los niveles metainferenciales. 28 Se parte
de la coextensionalidad entre la lógica no transitiva ST y la lógica clásica. Un pluralista podría sostener que
ambas lógicas son correctas. Y aunque las dos coinciden en las inferencias que declaran válidas, no
coinciden en lo que declaran metainferencialmente válido. Esta versión llama la atención sobre los niveles
en los cuales actúan las normas para las partes que discuten. ¿Debo inferir B de A y ¬ A? La respuesta es
uniformemente afirmativa en el caso del lógico clásico. Y la respuesta es mixta en el caso del defensor de
ST: afirmativa para el nivel inferencial, negativa para el metainferencial. Esto parece significar que no hay
colapso normativo de una lógica a otra. Se deja espacio libre para la discusión acerca de la transitividad de
la deducción, meta-modus Ponens y tantas otras metainferencias. Quizás se podría complementar esta
posición con un enfoque contextualista: en aplicaciones que incorporan nociones vagas o semánticas,
estas diferencias metainferenciales son relevantes. Quizás, como en Terres (2018) se podría dar una
explicación pragmática: en presencia de este tipo de vocabulario, hay un enriquecimiento de las nociones
lógicas que invalidan metainferencias como Corte y meta-explosión.

27 Stein, (2017), p. 3.

28 Barrio, E., Pailos, F. y Szmuc, D. (2018a)


16
¿Es este caso entre ST y la lógica clásica una salida para el pluralista? La discusión no termina
aquí. Sin embargo, como también Barrio, Pailos y Szmuc 29 señalan el monista podría elaborar una versión
generalizada del argumento del Colapso. Así, supongamos que el pluralista adhiere a dos lógicas que no
son idénticas, tales que hay al menos algún nivel metainferencial tales que su conjunto de metainferencias
no es el mismo. Supongamos, adicionalmente que la pluralista cree en todas las premisas de una
metainferencia dada en ese nivel tal que de acuerdo a una lógica es válida y a otra no. Ella tendría o no
aceptar la conclusión de esa metainferencia? Si el desacuerdo se manifiesta a nivel de las metainferencias,
el colapso vuelve a instalarse. Como dicen Barrio, Pailos y Szmuc: 30

Faced with the Collapse Argument formulated in this way, it very much seems that the pluralist cannot get
away using any of the previously discussed strategies.

De esta manera, Barrio Pailos y Szmuc 31 ofrecen una versión más sofisticada del colapso: siempre
será posible ascender en el nivel metainferencial de forma tal que el desacuerdo planteado en ese nivel
restaure el colapso normativo a la lógica más fuerte (en este caso, a la lógica clásica).

Conclusión:

En este trabajo he presentado un conjunto de dificultades que condiciona la tesis pluralista lógica.
A partir de haber precisado algunos factores importantes para la discusión entre monistas y pluralistas,
diferenciando entre sistemas de lógica pura, aplicadas y lecturas filosóficas de una lógica, introduzco dos
desafíos al pluralismo lógico: el desafío de Quine según el cual todo desacuerdo entre lógicas es un
desacuerdo acerca del significado, el colapso normativo según el cual tampoco hay un real desacuerdo
entre sistemas lógicos. He explorado diversas respuestas a estos desafíos. En particular, he presentado la
estrategia contextualista del pluralismo lógico y sus dificultades asociadas.

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29 Barrio, E., Pailos, F. y Szmuc, D. (2018a)

30 Barrio, E., Pailos, F. y Szmuc, D. (2018a)

31 Barrio, E., Pailos, F. y Szmuc, D. (2018a)


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